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CENTRO UNIVERSITARIO INTERAMERICANO

PLANTEL CÓRDOBA

TITULO
LA FALTA DE SENTIDO DE PERTENENCIA DE UN GRUPO SOCIAL COMO
FACTOR CASUAL EN LA INFLUENCIA PARA EL CONSUMO DE DROGAS EN
ADOLESCENTES DE 13-15 EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA, VERACRUZ

ERICK ETZHEL HUERTA MOCTEZUMA

MTRO. SAMUEL HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ


Asesor Metodológico

CORDOBA, VER. A 09 DICIEMBRE DE 2017.


2

RESUMEN

Se analizan una serie de conductas de riesgo, entre las que se incluye el consumo de
alcohol y de otras drogas, durante la adolescencia y la relación existente entre las mismas y
el grupo de iguales. Se realiza una breve descripción de la situación actual respecto de los
consumos de drogas entre los grupos de edad más jóvenes y se describen los principales
factores de riesgo y de protección relacionados con los mismos y con otras conductas
problemáticas. Se hace una especial referencia a las características de la adolescencia como
etapa evolutiva y a los importantes cambios que afectan al individuo y a su entorno,
analizando su relación con determinados factores de vulnerabilidad frente a los riesgos de
aparición de conductas problemáticas y dedicando una reflexión especial al importante
papel que el grupo de iguales juega durante esta etapa del desarrollo. Para finalizar, se hace
una especial referencia a la necesidad de generar espacios para la intervención preventiva
durante esta etapa, aportando algunas de las ideas y principios que deben ser tenidos en
cuenta a la hora de poner en marcha programas y actuaciones integrales dirigidas a este
sector de población.

Abstracto
The analyzes a series of risk behaviors, including alcohol consumption and of other
drugs, during adolescence and the relationship between them and the peer group. HE a brief
description of the current situation regarding drug use between and describes the main risk
and protective factors related to and other problematic behaviors. Special reference is made
to the characteristics of the adolescence as an evolutionary stage and the important changes
that affect the individual and his environment, analyzing their relation with certain factors
of vulnerability to the risks of emergence of problematic behaviors and dedicating a special
reflection to the important role that the group of equals plays during this stage of
development. Finally, a special reference is made to the need to generate spaces for
preventive intervention during this stage, contributing some of the ideas and principles that
should be taken into account when implementing comprehensive programs and actions
aimed at this sector of population.
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Contenido
INTRODUCCION..................................................................................................................................5

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN..........................................................................................7

PROPÓSITO.........................................................................................................................................8

ALCANCES Y DELIMITACIONES...............................................................................................10

CAPÍTULO I LA FALTA DE SENTIDO DE PERTENENCIA DE UN GRUPO SOCIAL COMO FACTOR CASUAL


EN LA INFLUENCIA PARA EL CONSUMO DE DROGAS........................................................................11

CAPITULO II INFORMACIÓN SOBRE DROGAS EN LA ADOLESCENCIA................................................16

2.1 Sentido de Pertenencia..........................................................................................................17

2.2 Sentido de pertenencia e identidad individual.......................................................................19

2.3 Sentido de pertenencia e Identidad social..............................................................................20

2.4 Sentido de pertenencia e identidad de lugar..........................................................................23

2.5 Dimensiones del Sentido de Pertenencia...............................................................................26

2.5.1 Dimensión psicológica-social...........................................................................................26

2.5.2 Dimensión física...............................................................................................................28

2.6 ¿CUÁLES SON LOS FACTORES DE RIESGOS QUE ESTÁN PRESENTES EN LOS ADOLESCENTES Y
QUE INCREMENTAN LAS PROBABILIDADES DE LOS JÓVENES PARA DESARROLLAR CONSUMO DE
DROGAS?......................................................................................................................................31

CAPITULO III TIPOS DE DROGA Y EFECTO.........................................................................................37

3.1 CANNABIS...............................................................................................................................37

3.2 COCAINA.................................................................................................................................38

3.3 DROGAS LEGALES: NICOTINA Y ALCOHOL...............................................................................39

3.4 DROGAS DE DISEÑO: ALUCINÓGENOS Y ÉXTASIS...................................................................40

3.5 OPIÁCEOS...............................................................................................................................42

CAPITULO IV LOS FACTORES QUE CONDUCEN AL CONSUMO DE DROGAS.......................................45

4.1 EL ESTRÉS CONDUCE A LA ADICCIÓN......................................................................................45

4.2 ABUSO FÍSICO O SEXUAL EN UNA EDAD TEMPRANA..............................................................45


4

4.3 PRESIÓN DE LOS COMPAÑEROS.............................................................................................46

4.4 LA DISPONIBILIDAD DE LAS DROGAS......................................................................................46

BIBLIOGRAFIA...................................................................................................................................48
5

INTRODUCCION

Según el análisis realizado del Ayuntamiento de Córdoba, Veracruz se determinó,


tomando en cuenta las denuncias planteadas por los habitantes e integrantes del consejo
comunal de ese sector gran partes de los jóvenes en edades comprendidas entre 13 y 15
años ya son consumidores de licor, cigarrillos y drogas, arrojando esto cono resultados que
niñas a temprana edad se prostituyen para obtener dinero para el consumo de droga y los
adolescentes se dan a la tarea de robar, hurtar para así poder conseguir dinero para el
consumos de droga.

Todo esto se lleva a cabo un proceso donde se inicia normalmente en la adolescencia y


en contexto grupal, en esta etapa hay un traslado de la figura de referencia, pasando de ser
la familia el referente básico a ser grupo de iguales, en este cambio de referente y la
necesidad que surge de sentirse parte del grupo, hacen que sea una etapa de posible
vulnerabilidad, ya que no tiene una presión que se puede ejercer tiene que tener un efecto
negativo, donde hay líderes de grupos positivos que pueden persuadirnos para resistir la
presión, asimismo hay grupos que respetan los deseos individuales de las personas que
forman parte del grupo y no se rechaza la disparidad de ritmos o intereses.

Dicho autor menciona que “Ramos (1998), al respecto señala, educar es muy
importante y significativo, “más que enseñar asignaturas de un pensum de
estudios por muy perfecto que sea su diseño, educar, es abrir caminos, enseñar a
ser” (p.17).”

Hace referencia que La educación expone un fin a lograr un estadio diferente de lo que
se tiene originalmente, la educación es parte de un ser y tiende a lograr un deber, que es el
fin de la educación, esto es un proceso de vida porque se expresa en todas las
manifestaciones de la existencia individual, desde que se nace hasta que se muere y todo
proceso educativo supone un ideal de perfección de mejoramiento.

Uno de los problemas más graves que confrontan nuestra ciudad es el consumo de
drogas que presentan los adolescentes, lo cual es motivo de preocupación por parte de la
6

autoridades institucionales y padres de familia dadas las negativas repercusiones sobre el


individuo que gradualmente va deteriorándose física y mentalmente hasta llegar a
convertirse en un ser que ve doblegada su voluntad por la adicción a las drogas.

En comunicación con el problema de las drogas, el docente debe convertirse en


agente primario de lucha en contra de las mismas, debe desde su aula generar acciones a fin
de prevenir el consumo de drogas entre sus estudiantes y cuando detecta que alguno de
ellos se ha iniciado en este consumo debe investigar sus posibles causas y tomar correctivos
necesarios para rescatar e incorporar de nuevo al educando planificando actividades de
orientación que se ajusten a sus condiciones y necesidades particulares.

De acuerdo a los problemas que afectan a los adolescentes en los tiempos actuales
existe la necesidad de formar a los integrantes de los consejos comunales, a la familia y a
los vecinos con la debida urgencia para que encuentre y den soluciones a dicho problema,
es decir formar a la gente que el país necesita para marcar el nuevo rumbo que este debe
seguir, de acuerdo a los nuevos tiempos, a los nuevos modelos de enseñanza y a las nuevas
exigencias dela vida y la formación para la vida.
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OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

OBJETIVO GENERAL

Identificar qué tipos de sustancias ilícitas consumen los jóvenes.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Explicar las causas del consumo de droga en los adolescentes

2. Investigar cual es el sentido de pertenencia de los jóvenes, para que inicien el


consumo de drogas

3. Construir herramientas necesarias para enfrentar la problemática de la droga en


los adolescentes.
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PROPÓSITO

El problema del consumo de drogas en los adolescentes ha causado gran


preocupación en los últimos tiempos y su repercusión evidente en la calidad de vida de los
individuos afectados ha servido de motivación para proponer el diseño de una guía de
apoyo a la comunidad para la prevención del consumo de drogas en adolescentes del sector.

Dos razones fundamentales determinan la escogencia de este sector para


desarrollarse una labor preventiva, en primer término, cabe destacar la reducción
significativa de la edad en la cual se inician los individuos en el consumo de drogas. Según
cifras del Sector Salud del Estado de Veracruz este inicio se da entre los 15 y 19 años de
edad, sin embargo cada vez la tendencia se acerca más a las edades comprendidas entre los
doce y los catorce años.

En segundo término, se consideran el significativo rol del consejo comunal del


sector de Córdoba y el de la familia, que asume cada vez más responsabilidades en la
sociedad actual y un mayor protagonismo en su función de formar y educar

JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
9

Según Mussen, Conger y Kagan (1971), la adolescencia es un periodo de grandes


cambios físicos, psíquicos y sociales, que se producen en forma veloz, la edad en la cual el
uso de drogas puede significar el deseo consciente o inconsciente de vivir aventuras, correr
riesgos, experimentar el deseo de las drogas, ponerse a prueba, conocerse a si mismo, ser
aceptado en el grupo entre otros.

Existe una gran relación entre el consumo de drogas en adolescentes y el bajo


rendimiento académico, alto grado de ausentismo, fracaso, abandono escolar, y escasa
aspiraciones educativas, al no responder a las necesidades educativas del adolescente, ya que
no ofrece instrumentos para afrontar sus problemas y los de la sociedad actual, está
contribuyendo en cierta forma al consumo de drogas y al rechazo de la escuela. Dado el
contexto de competitividad que constituye la escuela, el joven vive el fracaso, como la
primera experiencia social, que genera un proceso de ruptura y distanciamiento con el
mundo de los adultos, aumentando su vulnerabilidad.

Las aptitudes rígidas, poco compresivas y autoritaria de los padres y adultos, la relación
fría y racional con los adolescentes, la falta de comunicación, la despersonalización del niño,
o adolescente ocasiona la pérdida de interés de conocimientos.

Debido al compromiso social y moral que tienen los padres con la formación de los
adolescentes, se siente la necesidad de abordar esta problemática sobre el consumo de
drogas, es por ello que es necesario capacitar a la familia y comunidad, en el aspecto de
conocer todas aquellas características que puede adoptar un niño, adolescente o joven que
consume o está en el proceso de iniciarse en el consumo de drogas, la problemática que esto
acarrea a el mismo y al entorno en que se desenvuelve.

ALCANCES Y DELIMITACIONES
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La adolescencia es una etapa de gran importancia en el desarrollo de los seres


humanos y los distintos cambios biológicos, psicológicos y sociales que en ella se suceden,
a menudo, se experimentan rodeados de ignorancia, falsas creencias, mitos, y fantasías
sobre todo en lo referente al consumo de drogas y sus efectos sobre la personalidad y salud
en general del individuo.

Los adolescentes se inician en el consumo de las drogas sin advertir los peligros que
tal práctica encierra; la posibilidad de convertirse en adictos o drogo dependientes aparece
remota y lejana, al fin y al cabo, son solo unas cuantas veces y pronto las dejaré, es el
pensamiento más común.

Esta ingenuidad con la que se asumen esta primeras experiencias con las drogas, ha
tenido como consecuencia el incremento cada vez mayor del consumo de drogas en
adolescentes llegando a convertirse hoyen día en un problema de salud pública que requiere
del concurso de todos los entes y organismos tanto públicos o privados a quienes compete
la atención del adolescente.

Dicho autor menciona que “Testifica que los actuales usuarios de éxtasis corren
el peligro de convertirse en una generación afectada por la demencia o mal de
Parkinson dentro de 30 años. (Álvarez, C. (2003), psiquiatra especialista en
drogas y alcohol del Hospital De Salud Mental Orizaba Dr. Víctor M. Concha
Vásquez en Orizaba p.69)”

Señala que la edad de inicio del consumo de drogas en el país desciende a una
velocidad vertiginosa y a niveles verdaderamente alarmantes, de esta forma se tiene que
para el año 2000 la edad de inicio y se consideró a los 23 años, sin embargo ya para el 2012
esta edad había descendido al intervalo de 15 a 19 donde se concentró un 48, 21% de los
casos y se presume una tendencia sostenida al descenso de la edad de inicio por cuanto en
el intervalo 10 a 14 se registró un porcentaje de casos igual a 38,90%.
11

CAPÍTULO I LA FALTA DE SENTIDO DE PERTENENCIA DE UN


GRUPO SOCIAL COMO FACTOR CASUAL EN LA INFLUENCIA
PARA EL CONSUMO DE DROGAS

En estudios recientes, se ha identificado que el consumo de drogas es un fenómeno


que se ha incrementado de manera importante en los últimos años, lo trascendente de este
hecho es que cuando los jóvenes las consumen están más propensos a cometer conductas
disruptiva/violenta, tanto en el exterior como en el interior de las escuelas.

Dicho autor menciona que “Hace referencia que el período de 12 a 17 años de


edad es el más susceptible para que los adolescentes se inicien en el consumo de
drogas y malas conductas. (Rojas-Guiot, FleizBautista, Medina-Mora Icaza,
Morón & Domenech-Rodríguez, 1999 p.235).”

Hace referencia que el consumo de drogas y la conducta disruptiva/violenta en el


aula, se hizo en función de variables familiares: funcionamiento familiar, apertura de la
comunicación con los padres y problemas de comunicación de los padres estilos de
socialización coerción/imposición y aceptación/implicación; variables escolares: problemas
de integración escolar, rendimiento escolar, expectativas académicas, implicación escolar,
apatía escolar y rechazo escolar; variables sociales: integración comunitaria, participación
comunitaria y aislamiento comunitario; y variables individuales: autoestima familiar,
autoestima social, autoestima académica, autoestima emocional, autoestima física,
sintomatología depresiva y estrés.

El fenómeno del consumo de drogas es un problema social y de salud pública que


de manera alarmante se ha agudizado en los últimos años en la mayoría de nuestro país.
Los aspectos más críticos y preocupantes de este problema son la creciente presencia social
de su uso, un inicio cada vez más precoz, el poli consumó, la incorporación en igualdad de
las mujeres en el consumo, la utilización de espacios públicos, principalmente la calle, para
su consumo, la presente investigación tuvo como finalidad de poner de manifiesto el
problema de la drogadicción dentro de la comunidad estudiantil, resaltando los diferentes
12

factores que intervienen en la ingesta de drogas como son: el personal, familiar, social,
económico y escolar.

Con este estudio se llega a la conclusión de que las drogas ilícitas afectan el
desempeño académico de los alumnos de esta Universidad, produciendo cambios de
personalidad, descoordinación psicomotriz, alteración de la conciencia, así mismo,
entorpecen las capacidades de concentración, atención y percepción.

En relación al contexto familiar, en la literatura más reciente se constata que la


existencia de conflictos en la familia y una pobre interacción entre padres e hijos, una
disciplina inconsistente o carencia de disciplina, unas expectativas poco claras del
comportamiento de los hijos, un control o supervisión pobres, una aplicación excesiva del
castigo, escasas aspiraciones acerca de la educación de los hijos, un clima familiar
conflictivo, baja cohesión o vinculación emocional entre la familia, escaso apoyo de los
padres predice el consumo de drogas (Gilvarry, 2000; López, Martín & Martín, 1998; Mc
Gee, Williams, Poulton & Moffitt, 2000; Scholte, 1999; ).

Hace mención el autor que “El consumo de drogas y otras sustancias se


distribuye la delincuencia, el abandono escolar se incrementa y la salud de los
ciudadanos, en especial la de los jóvenes y se deteriora aceleradamente. (LA
NACION, 08.05.2017 Los jóvenes y el creciente consumo de drogas
/www.lanacion.com.ar)”

El estudio numera que el creciente aumento en el consumo de sustancias


psicoactivas se vio favorecido por la ausencia de políticas coordinadas y efectivas de
prevención, protección, intervención, contención y tratamiento y que las pocas respuestas
reactivas nacen de organizaciones no gubernamentales o de entidades privadas, siendo por
lo mismo insuficiente para abordar una problemática por demás compleja.
Según ese estudio, el 22,1% de los jóvenes de entre 17 y 25 años que viven en
asentamientos informales del conurbano bonaerense consume sustancias ilegales, al menos
13

mensualmente. La mayor vulnerabilidad de esa franja etaria frente a este flagelo está dada
por su particular contexto de exclusión social y por la notoria ausencia del Estado.

El 43,7% de los que participaron de la encuesta reconoció haber consumido drogas


alguna vez en su vida. El 27,3% dijo haberlo hecho en el último año, mientras que el
22,1%, al menos una vez durante los 30 días previos a ser consultado. En tanto, el 36% de
los jóvenes que consumieron sustancias ilegales dentro de los últimos 12 meses dijo
haberlo hecho con una frecuencia semanal.

Considerando el sexo, el informe arroja que son los varones los más vulnerables al
uso de drogas. Y establece que, dentro de ese grupo, incluso lo son todavía más aquellos
que no estudian ni trabajan, los que no completaron el secundario y los que tienen
responsabilidades que cumplir dentro de su familia desde temprana edad.

En términos porcentuales, se trata del 46,7% de los encuestados de entre 17 y 20


años que conforman ese grupo los que aseguraron haber consumido en los últimos 365 días,
por lo menos, una vez por semana. En el caso de las mujeres, se trata de un porcentaje
mucho menor: 13,7%.

La sustancia ilegal más consumida es la marihuana: el 47,7% la probó alguna vez, el


27,3% lo hizo durante el año último y el 21,4%, durante los últimos 30 días. En segundo
orden de importancia en cuanto al consumo aparece la cocaína, con una prevalencia del
17% -10,1% anual y 6,1% mensual-, seguida por la pasta base o el paco, que provoca un
nivel de adicción mucho mayor: si bien el 2,9% de los encuestados reconoció haberlo
probado alguna vez, el 1,7% confió que lo usó durante el último año y el 1,5% sostuvo
haberlo fumado en el último mes.

Hace mención el autor que “Señalo que el discurso ha cambiado y evolucionado


para mal a lo largo del tiempo, que la postura de la CONADIC y la Secretaría de
Salud (SSa) tienen que enfrentarse a una demanda aumentada en el uso de las
14

drogas legales. (Manuel Mondragón, titular de la Comisión Nacional contra las


Adicciones (CONADIC), año 2013. Pag.56).”

Se refiere que los mayores problemas que se ha mencionado es que se ha


identificado que la edad en el consumo de alcohol en la población ha disminuido y los
menores están consumiéndolo a una edad más temprana. Por ejemplo, 5.5 millones de
jóvenes menores de 17 años han probado el alcohol y la mayoría ha comenzado a
consumirlo desde los 10 años. Manuel Mondragón señaló que la diferencia de género ya no
es una constante en el tema del consumo de las drogas ya que en algunos está registrado
que es más el consumo de varias drogas por parte de la población del género femenino.

Por otro lado, recalcó que dos de cada 10 personas son proclives a ser adictos al
alcohol o al tabaco, ya sea por una razón social de convivencia o hasta por carácter
genético.

Hace mención el autor que “Hace 30 años la producción de otras drogas como la
cocaína, la heroína y metanfetaminas era tan costosa que no existía un consumo
excesivo y no era un problema latente para la sociedad mexicana. Ahora el costo
de elaboración disminuyó y se presenció una explosión en el consumo”,
reflexionó (Manuel Mondragón, titular de la Comisión Nacional contra las
Adicciones (CONADIC), año 2013.pag.63).

Se dice que en cuanto a otro tipo de adicciones como a la marihuana y a la cocaína


debemos estar atentos porque México y nuestro estado es uno de los mayores productores
de estas drogas en el mundo y debido a la disminución en los costos de producción son
cada vez más accesibles para todos los estratos sociales, Como parte de las soluciones que
propone Mondragón es la prevención y el tratamiento; el trabajo en conjunto entre las
principales instituciones contra el consumo de las drogas como la CONADIC, la SSa, el
Ejército y la Marina, pero sobre todo el apoyo de la sociedad mexicana.
15

Por eso se hace referencia que la comunidad empresarial a que los exámenes de
detección de consumo de drogas que realicen a sus trabajadores no sea un motivo de
despido en caso de que estos den positivos, si no como ayuda para detectar los casos
vulnerables y brindar apoyo y No se necesita una fuerza de trabajo, sino capital humano y
que debemos realizar un compromiso con nosotros mismos, donde se debe empezar desde
casa para después poder exigir a las autoridades
16

CAPITULO II INFORMACIÓN SOBRE DROGAS EN LA


ADOLESCENCIA

La adolescencia es un período de grandes cambios físicos, psíquicos y sociales, que se


producen en forma veloz, edad en la que el uso de drogas puede significar el deseo
consciente o inconsciente de vivir aventuras, correr riesgos, experimentar el efecto de las
drogas, ponerse a prueba, conocerse a sí mismo, ser aceptado en el grupo y por los demás,
establecer nuevas relaciones sociales, confirmar su independencia, revelar su capacidad
creadora, huir de molestias físicas, psíquicas, de la ansiedad y la tensión.

Dicho autor menciona que “La adolescencia, lleva a un progresivo alejamiento del
control parental y aun mayor grado de autonomía, que junto a la susceptibilidad frente
a influencias sociales para el uso de substancias psicoactivas (fumar, beber) facilita la
conducta de probar y consumir (Según Barrera y Bruzual 1992, P.215)”.

Hace indicar que el consumo de alcohol y otras drogas se ha asociado con gran variedad
de características de personalidad como la falta de ajuste a los valores dominantes dela
sociedad, la escuela y otras instituciones (religiosas, civiles) inconformismo social, baja
motivación para el rendimiento académico, rebeldía, tendencia a la búsqueda de sensaciones
nuevas e intensas, tolerancia a la desviación, tendencias antisociales tempranas (agresividad,
delincuencia), bajo umbral para la frustración, el fracaso y el dolor, carencia de habilidades
para enfrentar los problemas cotidianos y las demandas de la sociedad, el estrés emocional
causado por una autoimagen negativa, la depresión, el aislamiento social, la dificultad para
relacionarse con los demás, bajo nivel de autocontrol, de autoestima y de autoconfianza,
timidez, la carencia de habilidades de resistencia a la presión de los iguales, son situaciones
que pueden impulsar al joven a recurrir al alcohol u otras drogas para desinhibir su conducta
por ejemplo, en una reunión social, dando así el primer paso hacia la dependencia ya que
estos individuos deben ser considerados de alto riesgo.
17

Dicho autor menciona que “los adolescentes obtienen la información sobre drogas de
diversas fuentes, entre ellas: la familia, los amigos, la escuela y la televisión. La
Familia: Es uno de los espacios fundamentales de la socialización, sin embargo, sus
características concretas influyen en forma determinante en el tipo de educación que
puede proporcionar. Jiménez (2003), pag.245”

Los adolescentes no consideran a los padres, informantes confiables sobre el problema


planteado, lo cual puede estar ligado al temor, la preocupación y la necesidad que
manifiestan los padres de controlar los impulsos sobre consumos de drogas que puedan
presentar sus hijos.

Los Amigos: Es un grupo reconocido como el de mayor credibilidad para dar opiniones,
aconsejar y orientar entre los adolescentes, más aun cuando son de edad y condición similar.

Es imponente que la información que manejan estos amigos es imprecisa e inexacta para
indicar un comportamiento adecuado sobre el consumo de drogas y sus consecuencias, pero
son una alternativa de información para los adolescentes que tienen múltiples inquietudes
sobre el tema planteado.

2.1 Sentido de Pertenencia

(Brea, L., 2014) El sentido de pertenencia se ha definido como un sentimiento de


arraigo e identificación de un individuo con un grupo o con un ambiente determinado. Su
existencia genera en la persona un compromiso con la construcción de significados que a la
larga formarán parte de la memoria personal y del grupo al que se siente pertenecer. La
participación en la construcción de esta memoria es activa y continua e implica un
compromiso con desarrollo tanto personal como del grupo y del lugar.

Maslow (1954) coloca la pertenencia en el segundo escalafón de la pirámide de las


necesidades humanas. Establece que cuando las necesidades sicológicas y de seguridad se
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satisfacen, emerge la necesidad de amor, afecto y pertenencia. En la literatura, se vincula el


sentido de pertenencia con el principio de membresía y afiliación, en cuanto ésta determina
un nivel de integración y de identificación con un contexto particular que genera una
respuesta afectiva y supone un sentimiento común a todos los miembros de un grupo en el
que a todos les importa el otro y se comparte la creencia de que las necesidades de uno serán
satisfechas en la medida en que permanezcan juntos (Osterman, 2000).

Autores vinculados a instituciones y empresas sitúan el sentido de pertenencia en el perfil


del empleado que se percibe indispensable dentro de una organización, que comparte sus
valores y metas, que siente deseos de permanecer y se percibe aceptado, valorado, incluido y
parte importante de la vida y las actividades del grupo (Goodenow & Grady, 1993).

Diversos autores coinciden en que la necesidad de pertenecer está asociada con


procesos cognitivos, patrones emocionales, comportamiento, salud y bienestar. Sentirse
parte afecta la percepción que se tiene de los demás y conduce a emociones positivas como
felicidad, alegría y calma. De la misma manera, el no sentirse parte puede desembocar en
tristeza, soledad y ansiedad.

En el ámbito educativo, múltiples estudios vinculan la experiencia del sentido de


pertenencia con el desarrollo de procesos psicológicos claves para el éxito de los estudiantes,
así como con actitudes positivas hacia el grupo social, hacia la academia y sus profesores.

La geógrafa Tobi Fenster (2005) define el sentido de pertenencia como un conjunto de


sentimientos, percepciones, deseos, necesidades, construidas sobre la base de las prácticas
cotidianas desarrolladas en espacios cotidianos. Cambia con el tiempo en la medida que las
experiencias diarias crecen y sus efectos se acumulan planteando que el conocimiento de un
lugar, los usos diarios y los ritos refuerzan el sentido de pertenencia.

Por tanto, el sentido de pertenencia es un sentimiento personal e íntimo y al mismo


tiempo oficial y colectivo, ya que se basa en la memoria y el simbolismo compartido de una
comunidad. Su significado en la propia existencia es el resultado de las afiliaciones,
19

creencias e ideologías. Mediante este sentimiento se crea en la persona la consciencia de la


vinculación al grupo y al territorio común del grupo.

En el ámbito de la psicología ambiental, Vidal y Pol (2005) proponen que el sentido de


pertenencia se relaciona con el principio de identidad en cuanto ésta es fuente de
identificación simbólica y referencial de la persona con el grupo al que se siente pertenecer y
con el ambiente donde habita e interactúa individual y socialmente. De ahí que se considere
que el sentido de pertenencia a determinadas categorías sociales incluye también el sentido
de pertenencia a determinados entornos físicos significativos para el grupo.

Estos planteamientos coinciden en que el concepto de sentido de pertenencia sea


adoptado para destacar aquellos aspectos relacionados con los lazos afectivos, las
emociones, la memoria y la identificación de las personas con el grupo y con el ambiente
donde se desenvuelven y por consiguiente, con la construcción de la propia identidad ya que
ésta implica la pertenencia a un grupo social y a un territorio específico. El énfasis de estas
implicaciones en la construcción del sentido de pertenencia variará según los diferentes
enfoques teóricos sobre identidad individual, identidad social e identidad de lugar.

2.2 Sentido de pertenencia e identidad individual

(Brea, L., 2014) La identidad se refiere a la noción que una persona tiene sobre sí
misma. La persona que es hoy y la que será el día de mañana. Se refiere a la definición del
yo. Es la imagen que los individuos construyen de sí mismos en sus relaciones con los otros
individuos a través de un proceso de internalización.

El desarrollo de las personas está fundamentado en diversos procesos de crecimiento,


siendo la adquisición de un sentido de identidad personal uno de los aspectos esenciales para
su autodefinición.
20

La identidad se define y se va enriqueciendo a lo largo de la vida de las personas.


Cuando esta se vincula a la colectividad de nacimiento, se hace referencia entonces a una
identidad cultural, la cual aporta elementos distintivos de referencia y comparación a un
individuo y a un grupo. Puede implicar que las personas posean similares rasgos étnicos y
una herencia sociocultural compartida.

Sin embargo, la identidad cultural no es determinante para que una persona se sienta
pertenecer a una colectividad determinada ya que los aspectos señalados no fueron asumidos
voluntariamente por la persona. Para sentirse pertenecer se precisa de una vinculación
afectiva, un sentimiento de identificación como medio de apropiación de los símbolos y
significados de dicha colectividad.

En ese orden, el sociólogo Manuel Castells (1997) sitúa la pertenencia en un ámbito


identitatario que proporciona sentido y cobijo a las prácticas cotidianas en una especie de
complicidad definida por lenguajes comunes. Se establecen entonces códigos específicos
para la interpretación de la realidad, sistema de valores, patrones de conducta, estilos de vida
y formas de pensar y de sentir que pautan las acciones del diario vivir en conjunto con los
demás.

A ese respecto, el antropólogo Marc Augé (1994) plantea que no hay identidad sin la
presencia de los otros. No hay identidad sin alteridad. Lo que quiere decir que la identidad
individual se construye a través de relacionarse con los demás y compartir significados y
experiencias, de la misma manera que la identidad grupal se construye a partir de las
interrelaciones grupales.

2.3 Sentido de pertenencia e Identidad social

Tajfel (1978) define la identidad social como “aquellos aspectos de la imagen del yo de
un individuo que se deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo o grupos sociales
juntamente con el significado valorativo y emocional asociado a esta pertenencia".
21

Esta valoración propicia que en la medida en que las personas se sientan pertenecer a un
grupo, se produzca una acentuación de la percepción de las semejanzas entre el individuo y
el grupo y de las diferencias con los demás (Turner, 1990). Esto a la vez provocará que
paralelamente se desarrollen actitudes y formas de comportamiento en función de esta
pertenencia, la cual las personas expresan mediante la creación de símbolos distintivos de
identidad colectiva. Al respecto, Augé (1994) enfatiza que toda representación del individuo
es necesariamente una representación del vínculo social que le es consustancial.

Un grupo está constituido por personas que se relacionan entre ellas por un sentido
común de pertenencia. Esta relación implica un proceso de socialización dentro del cual,
según Levine, Moreland y Ryan (1998) subyacen importantes procesos psicológicos como la
identificación y el sentido de compromiso. A saber:

 Identificación de los miembros con el grupo supone reforzar la influencia del grupo
sobre los individuos y, en consecuencia, acentuar la dependencia de los miembros
con respecto al grupo.

 El compromiso se refiere a los sentimientos de vinculación de los individuos con el


grupo, a la disposición de los sujetos a participar activamente en la organización del
grupo y a la construcción de significados compartidos. Estos significados son los
que, literalmente, dan sentido, definen la identidad del grupo y propician la cohesión
grupal.

En este punto, es pertinente acuñar la definición de cohesión de grupo aportada por


Festinger (1950; citado por Turner, 1990) quien considera esta como “la resultante de todas
las fuerzas que actúan sobre los miembros para que permanezcan en el grupo”. Por su parte,
Turner afirma que la cohesión no está basada en la atracción interpersonal (atracción entre
los miembros como personas individuales únicas) sino en la identidad que une a los
miembros en términos de su similitud grupal mutuamente percibida. Define el grupo social
22

como resultado de una interdependencia tanto funcional como psicológica entre individuos,
para satisfacer necesidades, metas y validar actitudes y valores.

El modelo de cohesión social de Turner (1990) explica el surgimiento de la identidad


grupal a partir de la cohesión social. Según este modelo, si no hay cohesión social, no habrá
identidad colectiva suficiente. Al no existir identidad colectiva, dominará la propensión al
individualismo.

De este modo, la cohesión de grupo es un síntoma y no una causa de la pertenencia al


grupo. O sea, hay cohesión porque hay pertenencia. Cuando se establece una identidad
colectiva, al mismo tiempo se pautan los patrones de conducta para las diferentes
actuaciones, para la conservación y el desarrollo del grupo, así como para la forma de
relacionarse con otros grupos.

En esta misma línea, Vargas Alfaro (1999) plantea que las características comunes de los
miembros de un grupo propician el auto reconocimiento, afianza los vínculos entre ellos y
los hace más sólidos y coherentes tanto hacia adentro como hacia afuera del grupo. Propone,
además, que el sentido de pertenencia es elemento movilizador de la actividad grupal por lo
que es importante crear las estrategias necesarias para su efectiva construcción.

Entre las consecuencias positivas que tiene la cohesión en los grupos, puede resaltarse la
satisfacción de los miembros del grupo, aumento de la atracción, unidad y compromiso con
las tareas y aumento del rendimiento del grupo. Se presenta entonces un camino de dos vías:
el sentido de pertenencia potencia la socialización y la cohesión grupal y a su vez, estas
fortalecen el sentido de pertenencia.

A nivel de la sociedad mayor, Feres (2007) apunta que el sentido de pertenencia


interviene en los procesos de vinculación e identificación ciudadana y con las instituciones y
grupos que integran el Estado nación. En este nivel, el sentido de pertenencia se manifiesta a
partir de indicadores como multiculturalismo, tolerancia, no discriminación, capital social,
participación, expectativas de futuro, movilidad social, integración y afiliación social.
23

Sobre la relación entre el sentido de pertenencia y la identidad social, Turner (1990)


concluye que la identidad social no se produce con solo pertenecer formalmente a una
colectividad, sino con sentirse pertenecer. El sentido de pertenencia se construye sobre la
base de la identificación de la persona con el grupo, con el lugar y con la colectividad
formal, cuyos valores y objetivos son conocidos y compartidos por el grupo.

Es por esto que el sentido de pertenencia es fundamental para que se desarrollen


procesos de cooperación social, para que las sociedades puedan resistir las tendencias a la
fragmentación y para afianzar la inclusión y cohesión sociales

2.4 Sentido de pertenencia e identidad de lugar

(Brea, L., 2014) Todo lugar, definido por unos límites, constituye el espacio
existencial donde habitan las personas y los grupos. Allí ocurrirán los eventos significativos
de sus vidas y se desarrollarán los procesos de orientación y apoderamiento del entorno.

Proshansky (1983) produjo la primera teorización psicológica sobre la identidad


de lugar, definiéndola como “el conglomerado de memorias, concepciones, interpretaciones,
ideas y sentimientos acerca de los escenarios físicos en el que una persona vive”. Concibe la
identidad de lugar como aquellas dimensiones del yo que configuran la identidad de una
persona en relación con su entorno físico.

Plantea además que la identidad de lugar es una estructura cognitiva de la propia


identidad de la persona que se caracteriza por un conjunto de actitudes, tendencias de
comportamiento, valores, ideas, creencias y significados que se construyen paralelamente
con los vínculos emocionales y de pertenencia a un sitio en particular. Del mismo modo,
Muntañola (1996) propone que la identidad de lugar es un constante y triple encuentro entre
el ambiente, el individuo y el grupo. Por tanto, la identidad de lugar incluye un sentido de
24

pertenencia, enraizamiento, normas y valores acerca del espacio común y del espacio
personal.

La identidad social y la identidad de lugar están íntimamente relacionadas. La


primera comprende tanto una intrincada trama de interacciones sociales, como numerosos
componentes de la segunda (Proshansky, Ittelson, & Rivlin, 1976). Sobre este punto, Augé
(1992) coincide al indicar que no hay análisis social que pueda prescindir de los individuos,
ni análisis de los individuos que pueda ignorar los espacios por donde ellos transitan.
Considera además como una de las prácticas colectivas e individuales la organización del
espacio y la construcción de lugares en el interior de un mismo grupo social y define el lugar
como “un espacio de identidad, relacional e histórico”.

La identidad de lugar se verifica cuando todos los que se reconocen en los lugares
tienen algo en común, comparten algo, independientemente de su diversidad. El lugar se
constituye entonces en un pequeño universo de reconocimiento colectivo en el cual cada uno
conoce su sitio y el de los otros, constituyendo un contenedor de referencias espaciales,
sociales e históricas.

En otro sentido, Augé (1992) define también los no-lugares como aquellos espacios
donde los individuos se mueven sin relacionarse ni negociar nada, por ejemplo, aeropuertos,
supermercados, autopistas, gasolineras. Los denomina espacios del anonimato, donde no se
crea ni identidad ni relación, solo soledad y similitud. Lugares sin significado que
ejemplifican el desarraigo que es lo contrario a la existencia de identidad de lugar.

Zabalza (Zabalza, 2002) hace referencia a este concepto de no lugar cuando


introduce el término de cultura de aeropuerto en las instituciones educativas, para señalar la
falta de sentido de pertenencia y consecuentemente, de identificación de las personas con la
institución, la pérdida progresiva de ritos y ceremonias que constituyen un patrimonio
común y un signo de identidad de la institución, así como la carencia de espacios donde se
puedan ir construyendo relaciones más intensas y personales.
25

Por su parte, Vigotsky plantea el concepto de mediación a través de signos. Se


refiere a la inclusión de un sistema de símbolos como mediador en la interacción entre las
personas y el entorno. Este sistema consiste en instrumentos cognitivos que intervienen en la
identificación de las personas con el lugar en que habitan (Bouzas, 2004). A través de estos
signos, los individuos interactúan con el ambiente, desarrollándose entonces los procesos de
identidad de lugar.

Este se convierte en un elemento integrador del grupo y de la comunidad. Contribuye


al mantenimiento de la identidad social, facilita la integración y la cohesión social,
contribuye además al desarrollo de las personas en términos de productividad y desempeño.
La mediación que establece el vínculo de las personas con su entrono no ocurre en el espacio
del no lugar definido por Augé.

La identidad de lugar se refiere también a las características que los


emplazamientos adquieren cuando es habitado y apropiado por las personas, aquellas que
hacen disponible un lugar para ser usado (su usabilidad, posibilismo o affordance (Greeno,
1994) y sobre todo, aquellas que propician el desarrollo del potencial humano. Se genera así
entre las personas y los grupos un diálogo con el ambiente.

Este comunica a los individuos su oferta de accesibilidad, usabilidad y cobijo y los


individuos interpretan y construyen significados que elaboran en conjunto en un proceso
mutuamente enriquecedor. Es en este diálogo que se fundamenta la identidad social
relacionada con el ambiente físico. A partir de esto, el lugar se considera una micro
geografía cuyas características influyen en la conformación de los rasgos y las actitudes de
las personas y los grupos.

Reconocimiento, memoria, elección, compartir con otros, proveer y adquirir


significados, todos estos fenómenos contribuyen a los procesos de identidad social e
identidad de lugar y, por ende, a la construcción de sentido de pertenencia.
26

2.5 Dimensiones del Sentido de Pertenencia

2.5.1 Dimensión psicológica-social

(Brea, L., 2014) En muchos estudios se evidencia su importancia para el funcionamiento


y el bienestar psicológico de las personas. La satisfacción de esta necesidad conduce a una
variedad de emociones positivas como el gozo, la calma, el entusiasmo y la felicidad
(Strayhorn, 2012).

Sentirse parte de un todo, ya sea de un grupo, de una institución o de una geografía


es una de las tres necesidades psicológicas básicas y esenciales para el desarrollo humano,
junto con la autonomía (poder hacer) y la competencia (saber hacer) (Osterman, 2000). La
satisfacción de cada una de estas necesidades influye en el desarrollo de importantes
procesos psicológicos como la motivación intrínseca, internalización, el bienestar y la salud.

Una persona auto motivada busca retos y oportunidades de expandir sus conocimientos y
sus experiencias, mientras que los procesos de aceptación de normas, valores y regulaciones
apoyan el desarrollo de la autonomía y la resiliencia. La dimensión psicológica del sentido
de pertenencia hace referencia a sentirse seguro de sí mismo, valorado, necesitado y
significativo dentro de un grupo o sistema. Asimismo, incluye los procesos de desarrollo de
la competencia social que habilita a los seres humanos a interactuar significativamente con
otros, a desarrollar lazos afectivos y construir relaciones perdurables que propiciarán
integración grupal y cohesión social.
Dimensión afectiva

(Brea, L., 2014) Diversos estudios sustentan la relación del sentido de pertenencia con la
vinculación afectiva, la identificación y el posicionamiento individual en un grupo. El
sentido de pertenencia contiene elementos afectivos y cognitivos, por cuanto del
conocimiento personal que cada individuo tenga sobre su relación en el grupo resultará una
respuesta afectiva (Strayhorn, 2012). Coincidiendo con esto, Vargas (1999) apunta que el
sentido de pertenencia de una persona implica una actitud consciente y comprometida
afectivamente con el conjunto de significados de una determinada colectividad, en cuyo
27

seno la persona participa activamente. Las características individuales y del grupo


configuran la identidad social e influirán en la construcción del sentido de pertenencia.

Como la identidad social, la pertenencia determina un perfil. Asociadas a esa pertenencia


se definen expectativas sobre el comportamiento, modos de actuación y desempeño de las
personas lo cual, a su vez contribuye a sentirse parte. A escala grupal, el sentido de
pertenencia contribuirá con la integración social de las personas, así como a la realización
individual, mientras que a escala de la nación, el sentido de pertenencia juega un importante
papel en una sociedad cohesionada. Feres (2007), lo relaciona con la cohesión social.

Coincide con esto Ottone (2007), quien afirma que el sentido de pertenencia "incluye
todas aquellas expresiones psicosociales y culturales que dan cuenta de los grados de
vinculación e identificación ciudadana respecto de toda la sociedad y de los grupos que la
conforman”.

Otro elemento relacionado con la dimensión afectiva del sentido de pertenencia es la


memoria colectiva, determinante en la definición de las personas como grupo. Esta memoria
colectiva constituye un elemento de cohesión y diferenciación tan fuerte y poderoso que se
superpone a situaciones de amenaza de extinción o vulnerabilidad grupal o institucional,
convirtiéndose en el principal aliado de permanencia y continuidad (Sánchez, 2002).

Los valores ideológicos compartidos, como la filosofía, los códigos, los patrones de
conducta, ritos, modos de conducirse se convierten en símbolos que viabilizan los procesos
de identificación de las personas y por consiguiente, la construcción de sentido de
pertenencia.

La vinculación afectiva, el sentirse parte de un grupo, de una sociedad o de una


institución trae consigo implicaciones como la fidelidad, confianza, sentimientos de
identidad y de seguridad. Por tanto, fortalecer y garantizar el sentido de pertenencia es, en sí
mismo, un fin.
28

2.5.2 Dimensión física

(Brea, L., 2014) La dimensión física del sentido de pertenencia está constituida por la
influencia del ambiente físico en su construcción. Esta dimensión, a su vez, la conforman los
procesos de interacción conductual y simbólica que se verifican entre las personas y el
ambiente físico. A través de estos procesos, el ambiente se carga de significado y es
percibido como propio por la persona y por el grupo, y al mismo tiempo, las personas se
sienten pertenecer a él, considerándolo un elemento representativo de su identidad individual
y colectiva, por lo que las características físicas del ambiente pueden potenciar o inhibir la
conformación del sentido de pertenencia (Corraliza J. A., 1987; Proshansky, Fabian, &
Kaminoff, 1983; Vargas Alfaro, 1999).

En el ámbito de la psicología ambiental se ha escrito numerosos textos y realizado


numerosos estudios sobre la manera en la que el ser humano se relaciona con el entorno
físico donde desarrolla su vida. Resultados de estudios realizados en diferentes comunidades
y barrios indican que el modo de vivir de las personas y los grupos que se va generando a
través de experiencias comunes no se puede desvincular de las características del lugar, es
decir, del espacio físico donde ocurren.

Estas características del lugar juegan un papel importante en el desarrollo de


procesos de identificación que favorecen la comunicación de las personas con su entorno en
una relación dinámica de interacción física y simbólica (Vidal, Pol, Guardia, & Peró, 2004).
Estos estudios concluyen que la identificación de las personas con un lugar específico
genera en estas un compromiso con su propio desarrollo y con el del lugar mismo, así como
actitudes de protección hacia el ambiente que los acoge. En cuanto a esto, Tajfel (1978)
apunta que el ambiente físico, los espacios, es decir, el lugar, influye en la diferenciación de
los grupos cuando estos tienen funciones relacionadas a este ambiente. Esta influencia puede
crear movilidad, creatividad, competencia y productividad.

Sobre este mismo tema, Saldariaga (2002) vincula la interacción de las personas con su
ambiente físico a la permanencia en un lugar que implica el desarrollo de lazos afectivos,
29

hábitos particulares y ritos cotidianos. Por su lado, Yi-Fu Tuan (1974) adopta el neologismo
topofilia para definir los lazos afectivos que las personas establecen con el ambiente físico.
Estos lazos variarán desde el placer de una hermosa visual hasta los sentimientos
perdurables que una persona tenga hacia el lugar de nacimiento, o donde se desarrollaron
experiencias memorables.

El ambiente físico se convierte en un depósito de eventos emotivos y se percibe


como un símbolo. Coincide con Agnew (1987) y Relph (1976, 1997) quienes utilizan el
concepto sentido de lugar para expresar la identificación de las personas con el lugar donde
viven, con el que desarrollan profundos sentimientos de apego a través de sus experiencias y
memorias. El sentido de lugar es una expresión del sentido de pertenencia a lugares
particulares y una condición indispensable para su construcción.

Una vez más, se trata de ambientes físicos donde las personas comparten unas con otras,
se desarrollan y se sienten a gusto. Ambientes por lo general agradables y estimulantes que
ofrecen oportunidades para desarrollar habilidades y para construir experiencias memorables
personales o colectivas.

Otros conceptos relacionados con la dimensión física del sentido de pertenencia son los
conceptos Apropiación del espacio y Apego al lugar. La apropiación implica actuar sobre el
lugar para transformarlo (Vidal, Pol, Guardia, & Peró, 2004). A través de la acción, las
personas, los grupos y las colectividades transforman el espacio, dejando en él su “huella”,
es decir, señales y marcas cargadas de simbolismo. Mediante la acción, la persona incorpora
el lugar en sus procesos cognitivos y afectivos de manera activa y actualizada.

La apropiación del espacio se aproxima al concepto de territorialidad definido por


Gifford (1987, citado por Valera, Tomeu, & Pol, 2000) como “un patrón de conductas y
actitudes sostenido por un individuo o grupo, basado en el control percibido, intencional o
real de un espacio físico definible, objeto o idea y que puede conllevar la ocupación
habitual, la defensa, la personalización y la señalización de éste”. Al personalizar un
ambiente, la persona lo hace diferente al resto y acorde a sí misma. Marca un territorio. Esto
30

contribuye a que desarrolle un sentido de pertenencia y facilita además la organización


social.

En cuanto al concepto Apego al lugar, este ha sido ampliamente definido y estudiado por
la psicología social señalando una implicación emocional con los lugares. El apego al lugar
es un vínculo afectivo, positivo y específico, de las personas hacia determinados lugares con
los que se relacionan (Hidalgo, 1998). Las personas se apegan a los lugares a través de un
proceso de asociación y vinculación de sus experiencias cognitivas y emocionales con el
entorno socio-físico donde se desarrollan estas experiencias.
Dimensión académica

La razón de ser de las Universidades es la formación académica de sus estudiantes bajo


unos parámetros de calidad y unos principios éticos y filosóficos preestablecidos en su
filosofía. Esta formación académica supone una estructura curricular y organizacional que
coordine los contenidos y las estrategias didácticas dentro de un ambiente propicio al buen
desenvolvimiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Diversos estudios han puesto en evidencia que una oferta curricular pertinente y
actualizada, así como estrategias de enseñanzas dinámicas y retadoras implican al
estudiantado, impactan su desempeño y facilitan la identificación con la carrera y el centro
de estudios (Astin, 1984; González, 2005; Ríos, 2010; Soria, 2005; Strayhorn, 2012). De
igual manera, hacen referencia a la influencia del clima del aula y del campus en la buena
actitud hacia el aprendizaje, las relaciones sociales, la autoeficacia y en el sentido de
pertenencia en general.

2.6 ¿CUÁLES SON LOS FACTORES DE RIESGOS QUE


ESTÁN PRESENTES EN LOS ADOLESCENTES Y QUE
INCREMENTAN LAS PROBABILIDADES DE LOS
JÓVENES PARA DESARROLLAR CONSUMO DE
DROGAS?
31

“La adolescencia trae aparejadas pautas de aprobación a las que los mismos
adolescentes adhieren. El alcohol es una droga “social”, es decir que está
aprobado su consumo. ” (Stone y Church comunicación personal 1980)

Se señala que el alcohol como el hecho de fumar son hábitos que los adolescentes
observan en los mayores desde que tienen uso de razón, por no les resulta ajeno, ya que
sean transitorias o continúen estas prácticas de consumo de alcohol depende de diversos
factores, pero que lo hagan en la adolescencia tiene que ver más que nada con una cuestión
de destacarse o sobre salir dentro de un grupo de amigos o el entorno social.

Ahora bien, de ahí a que el consumo derive en alcoholismo, o que el vicio se vuelva
adicción o dependencia al mismo, hay un paso muy grande, que no se transita de la noche a
la mañana.

Los padres deben prestar atención al comportamiento de sus hijos. Nada cambiará
rotundamente si fuman a la salida del colegio o toman cuando van a alguna fiesta, pero si lo
hacen en exceso o constantemente, sobre todo en el caso del alcohol, es casi imposible no
advertirlo en su conducta.

La mayoría de los adolescentes reconoce que las inhibiciones se van cuando toma
alcohol y se anima a las cosas que jamás se animaría a decir y hacer fuera del efecto que
genera el alcohol, en cuanto a la droga, específicamente, el adolescente actúa de igual
manera que con el alcohol, a pesar de reconocerla como “algo más peligroso”. La principal
droga de iniciación es la marihuana por que comienza a consumir igual al cigarrillo y
combinada en algunas veces, en la mayoría de los casos con alcohol, y sus efectos no son
tenidos en cuenta.
El adolescente comienza a fumar marihuana como un juego o por curiosidad, para
destacarse en el grupo, pero el hábito va generando progresivamente el aumento del
consumo de alcohol y la iniciación con otras drogas consideradas mayores.

Dicho autor menciona que “Existe una gama tan impresionante de motivos o
excusas que usas los adolescentes en edad escolar que sería imposible determinar
32

un solo tratamiento para evitar que este mal siga creciendo y ha señalado que
muchos son los factores que influyen en cuanto a la decisión de un adolescente
sobre el ingerir o no una droga”. (Cañal, (2003) revista social)

Posiblemente, la mejor manera de prevenir la drogadicción en los adolescentes


debido a esta gama de factores que influyen en su decisión seria el de representar escenas
comunes a las que se enfrentan los adolescentes donde se le es ofrecido el consumir drogas o
donde han sentido la curiosidad de probarlas.

Existen muchos ejemplos para hacer evidente el peligro social que representan las
drogas, y que permiten afirmar con absoluta certeza, que por un lado la sociedad esta
jugando un papel protagónico en la influencia sobre los adolescentes, y por el otro, que es la
misma sociedad quien con su apatía discrimina, corre y humilla a los adolescentes que
necesitan de su apoyo y limitan sus capacidades para desarrollarse íntegramente.

Los factores de riesgos que están presentes en los adolescentes y que incrementan las
probabilidades de los jóvenes para desarrollar problemas emocionales y/o conductuales, se
asocian por ende, con un mayor potencial para el consumo de drogas abarcando
características psicológicas, sociales, familiares y de conducta la cual siempre suele ser muy
violenta tanto así que se vuelve incontrolable tanto para la familia como para la sociedad.

Entre los distintos factores de riesgo podemos


15 citar los siguientes:
A nivel familiar: A nivel personal: A nivel ambiental y
relacionado con la
estructura social:
 Ambiente familiar  Timidez y  Percepción de
caótico, agresividad. aprobación del uso de
33

particularmente cuando  Fracaso escolar drogas en el ambiente


los padres abusan de  Dificultad en las escolar, social, y entre
alguna sustancia o relaciones sociales. sus compañeros.
sufren de  Afiliación con  Presión social.
enfermedades mentales compañeros de  Estructura Legal.
 Paternidad conducta desviada.  Valores culturales.
ineficaz, especialmente  Bajo nivel de  El comercio de
con niños de autoestima. alcohol y otras drogas.
temperamentos  Falta de metas.  El narcotráfico
difíciles y desordenes  Incapacidad para como fuente de
de conducta. expresar sentimientos ingreso.
 Falta de enlaces en forma adecuada.  La moda y el
mutuos y cariño en la  Incorporación de consumismo.
crianza. figura de autoridad  Existencia de
 Dificultades en la idealizada vinculada al nuevos valores o
comunicación. narcotráfico ya sea en valores distorsionados.
 Sobreprotección o películas, o a través de  Carencia de
rechazo. medios de espacios recreativos-
 Falta de figura comunicación. culturales.
masculina.
 Automedicación
en la familia.

Dicho autor menciona que “Factores Protectores Para el No Consumo de Drogas del
Estado de Veracruz y la ciudad de córdoba vendrían a ser aquellos que a minoran las
influencias negativas del ambiente que rodea al adolescente (Cañal, revista social)
(2003). (p.126).”
34

Los factores protectores son las que haciéndoles más resistentes a las situaciones
negativas, tal como es el consumo de drogas, estos factores protectores son aquellos que
modifican o alteran la respuesta de una persona a una amenaza ambiental que predispone al
desajuste. Estos factores no siempre son opuestos a los factores de riesgo y su impacto varia
durante el proceso de desarrollo por ejemplo demostración de estas tablas:

Entre los factores protectores se pueden Ayudamos a nuestros jóvenes cuando les
citar los siguientes: enseñamos como reconocer sus
habilidades funcionales tales como:
 Fuertes lazos familiares.  Autoestima.
 Nivel adecuado de autoestima.  Autoimagen.
 Ambientes escolares adecuados.  Sentido de seguridad individual.
 Posesión de habilidades sociales.  Desarrollo de la Identidad.
 Relaciones afectivas estables con  Control de necesidades.
adultos y amigos.  Creación de un sistema de
 Estar expuesto a reglas claras de autodisciplina.
conducta dentro del núcleo familiar.  Creación de un sistema que les
 Involucramiento de los padres en permita tomar decisiones lógicas y
el día a día de sus hijos. correctas.
 Establecimientos de metas a  Resolución de problemas.
corto, mediano y largo plazo.  Definición de metas.
 Buen manejo de la ansiedad.  Desarrollo de un código de
 Éxito escolar. pensamiento moral.
 Relaciones estrechas con  Comunicación entre hermanos,
instituciones pro-sociales tales como la adultos significantes, sexo opuesto y
familia, la escuela, organizaciones grupo de pares.
religiosas.  Reconocimiento de las presiones
 Adopción de normas sociales, saber que existe y como
convencionales sobre el uso de drogas. manejarlas.
 Asertividad.
35

 Defensa de valores y principios.


 Uso del tiempo libre y recreación.

El consumidor de drogas no es una persona que se hace consumidora de improviso, sino


el eslabón final de una larga cadena de acontecimientos que han ido condicionando un
terreno lábil para hábitos negativos como la drogadicción. Tampoco es un individuo aislado
sino que es integrante de un contexto sociocultural altamente influyente en su conducta
social; de ahí que para lograr una eficaz rehabilitación del consumidor de drogas, se debe
analizar el problema en forma integral, tomando en cuenta etapas anteriores de la vida, el
entorno social, cultural, las comunicaciones, los microambientes: familia, escuela, grupo de
amigos y la personalidad adolescente en proceso de cambio, con un enfoque de riesgo por la
vulnerabilidad que caracteriza a este grupo etéreo.

Como los adolescentes en general tienen su primer contacto con las drogas
aproximadamente a los 12 años y las drogas utilizadas son el tabaco y el alcohol, el trabajo
preventivo debe iniciarse antes de esa edad, entre los 6 y los 12 años, con planteamientos
específicos de educación para la salud que es el marco ideal para generar en los más
pequeños actitudes positivas al cuidado de su salud y en los adolescentes una eficaz
resistencia a presiones negativas.

Integrar a padres o familiares, también a miembros de la comunidad a charlas, equipo de


tratamiento o rehabilitación, actuando con especial cuidado para llevar al joven a su propia
reflexión, sin críticas, amenazas o castigos, sino estableciendo comunicación y diálogo para
una verdadera ayuda. Desarrollar programas de rehabilitación individuales o de grupo para
usuarios y sus familiares. Todas las formas de prevención pueden aplicarse a personas sanas
y enfermas y en todas las fases del proceso salud-enfermedad. En una persona muy enferma
se puede aplicar la prevención primordial, primaria, secundaria y terciaria.
36

CAPITULO III TIPOS DE DROGA Y EFECTO

3.1 CANNABIS

El cannabis o marihuana suele tomarse triturando sus hojas secas y fumándoselo,


aunque también es usual consumir su resina prensada o hachís, es usual mezclarla con
tabaco. Su principio activo es el THC (delta-9-tetrahidrocarbocannabinol). El THC se une a
los receptores CB1 del sistema cannabinoide.
37

Dicho autor menciona que “Es curioso que en nuestro organismo exista un
sistema cannabinoide, lo cual indica que tenemos cannabinoides endógenos, es
decir cannabinoides naturales segregados por nuestro propio organismo”
(Caudevilla G., Fernando (2008): Drogas pag.267)”

Se comenta que los efectos del cannabis aparecen en el momento en que se consume
la sustancia y duran entre 1 y 3 horas. Si el cannabis se mezcla con comida o bebida los
efectos tardan un poco más en aparecer (entre 30 minutos y 1 hora) y duran un poco más (4
horas), ya que en nuestro sistema nerviosos central es mayor que el de cualquier otro
neurotransmisor, en ciertas zonas del cerebro su número es hasta 12 veces mayor que el de
los receptores de dopamina, de las cuales las personas que usan marihuana y que han usado
dosis altas de esta droga pueden experimentar un episodio de psicosis aguda, el cual incluye
alucinaciones, espejismos y una pérdida de pertenencia de identidad personal.

Cuando se fuma marihuana, su ingrediente activo, THC, viaja por el cerebro y el resto del
cuerpo, produciendo sus efectos. En el cerebro, el THC se adhiere a los receptores de
cannabinoides que se encuentran en las células nerviosas, lo que afecta la forma en que estas
células funcionan y se comunican unas con otras. Los receptores de cannabinoides son
abundantes en las partes del cerebro que regulan el movimiento, la coordinación, el
aprendizaje y la memoria y funciones cognitivas más complejas como el juicio y el placer.

3.2 COCAINA

La cocaína se extrae de la hoja de coca, antiguamente se quemaba y se consumía


directamente pero hoy en día su elaboración es bastante más compleja, en primer lugar se
pisa la hoja de coca hasta que salga toda la salvia, a ese “caldo” le añaden cal (por ello la
cocaína es un polvo blanco), ácido sulfúrico y queroseno los cuales sirven como fijadores y
aumentan los efectos de la cocaína en el cerebro.
38

Dicho autor menciona que “La cocaína es consumida también, junto con la heroína,
como segunda o tercera droga en algunos drogodependientes.” (Antonio Escohotado,
Historia general de las drogas, Madrid, Espasa Calpe, 2008, p. 43.)”

En el cual sus hojas de la coca, planta que se cultiva en América del Sur, se encuentra un
principio activo llamado cocaína. Su presentación tras los procesos de purificación es un
polvo blanco e inoloro, cual se utilizó en un principio con fines médicos, como anestésico
local. Comprobada su toxicidad, dejó de usarse sanitariamente y actualmente es ilegal y
Produce dos tipos de efectos que son:

 Efectos inmediatos

Estimula ausencia de fatiga, exaltación del estado de ánimo, sensación de vértigo,


aumento de la seguridad en uno mismo, prepotencia, ausencia de cansancio,
sueño y hambre. También es frecuente que produzca inquietud y angustia. Este
primer efecto euforizante va seguido de un efecto rebote, caracterizado por
cansancio, apatía y angustia, así como una conducta impulsiva y agresiva. A nivel
físico se produce una aceleración del ritmo cardíaco y un aumento de la
temperatura del cuerpo, además del efecto anestésico local. Sus efectos
dependerán, en general, de la cantidad y la vía de administración. Dosis elevadas
pueden producir temblores, tics, movimientos convulsivos y alucinaciones.

 Efectos a largo plazo

Son las similares a los de las anfetaminas, que presentan una mayor gravedad,
aunque siempre dependiendo del consumo que se realice de unas y otras.

Destacan también los efectos sobre el feto durante el embarazo y en el neonato:


elevada mortalidad perinatal, aborto espontáneo y alteraciones nerviosas en el
recién nacido y es importante llamar la atención sobre la posible aparición, como
39

en el caso de las anfetaminas, de un síndrome psicótico caracterizado por la


aparición de delirios, trastornos confesionales y alucinaciones y donde puede
destacar la muerte por consumo de cocaína se produce, principalmente, por una
hemorragia cerebral o fallo cardíaco.

3.3 DROGAS LEGALES: NICOTINA Y ALCOHOL

“Una estrategias muy importantes es informar, educar y concientizar sobre los daños
que producen estas drogas y darte más y más información a las familias con padres
presentes en la formación de sus hijos tiene menos probabilidad de que sus hijos se
inclinen hacia estas drogas”. (Antonio Escohotado, Historia general de las drogas,
Madrid, Espasa Calpe, 2008, p. 56.)

Se dice que la nicotina se extrae de las hojas del tabaco, suele administrarse en cigarrillos
los cuales llevan muchos otros componentes tóxicos y cancerígenos, como el alquitrán, que
dañan al corazón, a los pulmones y a otros tejidos, además al quemarlo se crean otros
compuestos mediantes reacciones químicas que son altamente peligrosos como monóxido de
carbono y el gas cianhídrico, y el alcohol se toma en forma de bebida alcohólica que pueden
realizarse mediante fermentación alcohólica o destilación.
Es una droga legal en todos los países exceptuando los estados islámicos. Muchas
personas que sufren alguna enfermedad o trastorno lo toman para “automedicarse”, para
aturdirse y no pensar en sus problemas, por ello el alcoholismo es una enfermedad
comórbida con muchos otros trastornos.

La nicotina es un alcaloide que funciona como estimulante del sistema nervioso,


también bloquea la correcta absorción de las vitaminas, hace de tal manera los fumadores
como estimulante mejora la atención, la memoria y reduce la irritabilidad, el problema
radica en la cantidad del consumo, es adictiva y cuando los niveles de nicotina son elevados
en sangre el efecto es el contrario, produce dependencia irritabilidad falta de concentración
ya que modifica el funcionamiento de SNC (sistema nervioso central), el consumo de
40

cigarrillos que contienen bajo contenido de nicotina, no es para nada una ayuda, por el
contrario generalmente contienen mayor cantidad de alquitrán!!

El órgano que más sufre con el consumo de cigarrillos es el pulmón ya que se necesita
oxígeno para que se cumplan los procesos de mantenimiento en ellos, por ejemplo un
pulmón que no puede purificar el aire que circula en el organismo, envía al sistema sangre
cargada de toxinas que terminan dentro de cada una de las células del cuerpo.

Tenemos que tener en cuenta que ambos cigarrillo y alcohol perjudican al entorno
social también, quienes conviven con personas con estas adicciones sufren indirectamente
las consecuencias de la adicción ajena y los adictos pierden la confianza en sí mismos y
creen recuperarla en sus adicciones.

3.4 DROGAS DE DISEÑO: ALUCINÓGENOS Y ÉXTASIS

Dicho autor menciona que “Las drogas de diseño o de síntesis son sustancias
ligeramente distintas en su estructura molecular a las drogas existentes de las que
derivan, pero con los mismos efectos a nivel del Sistema Nervioso Central”. (Julio
Glockner, DROGAS y conducta Elementos: Ciencia y Cultura, vol. 19, núm. 82,
abril-junio, 2011, pp. 59-64)

Son absorbidas cada vez con mayor frecuencia por la población de nuestro estado y
ciudad y en contra de la creencia popular de que son relativamente inocuas o poco dañinas,
la evidencia científica muestra que son sustancias que producen daños cerebrales
importantes y que el consumo continuado produce problemas tanto de tipo orgánico como
de tipo psicológico.

Este término de drogas de diseño' fue acuñado en los años sesenta en relación a drogas
de abuso obtenidas con fines recreativos y que podían diseñarse en laboratorios
clandestinos para imitar los efectos de otras drogas cuyo tráfico era delito, y además se
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trataba de productos que por su novedad estructural no estaban registrados como sustancias
ilegales, escapando así de la restricción legal.

Cuando se consumen a dosis bajas producen una sensación de euforia, un aumento de


la autoestima, aumenta la empatía y la capacidad de relacionarse con los demás. En general
los efectos se suceden en tres fases, una primera de desorientación, una segunda de euforia
y una tercera de exagerada sociabilidad.

En cuanto a los efectos de tipo alucinógeno destaca el desarrollo de una


hipersensibilidad sensorial; se producen cambios en la percepción subjetiva del tiempo
(parece que este se alarga) y a veces se producen cambios en la percepción visual (sin ser
verdaderas alucinaciones), como son el aumento de sensibilidad a la luz, visión borrosa o
alteración de los colores.

La frecuencia de consumo y la dosis, condicionan los efectos como droga recreativa;


tomar doble dosis no supone experimentar doble de efectos positivos sino que generalmente
aumentan los efectos negativos.

3.5 OPIÁCEOS

Los opiáceos son un grupo de sustancias que actúan sobre los receptores opiáceos,
Según su origen se puede clasificar en naturales, semisintético o sintético, donde se puede
obtener a partir de la planta del opio o plantas de la misma familia, Son alcaloides
fenantrénicos. La morfina se obtiene a partir del opio; de ella se obtienen la codeína o
metilmorfina, la tebaína o dimetilmorfina y la heroína o diacetilmorfina. La buprenorfina es
un derivado semisintético, que se obtiene a partir de otra planta. La metadona y el levo-
alfa-acetil-metadol (LAAM) son opiáceos sintéticos.

Dicho autor menciona que “Los opiáceos pueden tener un efecto agonista puro
como la morfina, codeína, heroína, LAAM, petidina, fentanilo o un efecto
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agonista parcial como la buprenorfina o pentazocina (Álvarez y Farreé, 2005,


pag.16)”.

Una vez unidos al receptor desarrollan un efecto que se denomina actividad intrínseca
y por esta razón son sustancias denominadas agonistas. La morfina y la metadona tienen la
misma especificidad por el receptor opioide y como agonistas puros tienen el valor máximo
ya que en principio producen el mismo efecto, los opioides naturales y sintéticos, así como
los péptidos opioides endógenos, se unen específicamente y con gran afinidad a los
receptores opioides lo que quiere decir que estas sustancias se acoplan perfectamente con
los receptores opioides.

Los receptores opioides se localizan frecuentemente en la porción final del axón pre
sináptico de la célula nerviosa y modulan la liberación de los neurotransmisores al inhibir la
entrada en funcionamiento del potencial de acción, con lo que disminuye la cantidad de
sustancia transmisora liberada.

El efecto de este receptor opioide es muy marcado en las células nerviosas que
transmiten el dolor, donde la liberación de las sustancia transmisora del dolor o sustancia P
se inhibe, lo que explica el efecto analgésico sobre los transmisores receptores opioides.
Los diferentes opioides se unen con más o menos fuerza a los diferentes tipos de receptores
de opioides: mu (m), delta (d) y kappa (k), ya que los opioides preferidos por los adictos y
con un mayor efecto analgésico son los actúan particularmente en los receptores, la morfina
y la metadona tienen la misma especificidad por el receptor opioide y como agonistas puros
y en principio producen el mismo efecto donde las diferencias subjetivas en lo que se
refiere a su eficacia, se explican a través del comportamiento farmacocinética que es
distinto para cada sustancia, en la capacidad de atravesar la barrera hemotoencefálica, en la
distribución por los diferentes compartimentos (sangre, tejido cerebral, órganos internos) y
finalmente en el metabolismo y la excreción.

La dependencia física se produce debido a las adaptaciones normales del cuerpo a la


exposición crónica a una droga y no es lo mismo que la adicción. La adicción, que puede
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incluir la dependencia física, se distingue por la búsqueda y el consumo compulsivo de la


droga a pesar de las consecuencias que en ocasiones pueden ser devastadoras.

Cuando una persona es físicamente dependiente de un medicamento, experimentará


síntomas de abstinencia cuando reduce o detiene bruscamente el consumo del fármaco.
Estos síntomas pueden ser leves o graves (dependiendo del fármaco) y por lo general se
pueden controlar médicamente o se pueden evitar reduciendo el consumo de la droga
lentamente.

La dependencia suele ir acompañada de la tolerancia, es decir, la necesidad de tomar


dosis cada vez más altas de un medicamento en un intento de obtener el mismo efecto.
Cuando se produce la tolerancia, puede ser difícil para un médico evaluar si un paciente
está desarrollando un problema con la droga o si tiene una necesidad médica real de dosis
más altas para controlar sus síntomas. Por esta razón, los médicos deben estar alertas y
atentos a los síntomas y nivel de funcionamiento de sus pacientes para darles el tratamiento
adecuado.

Si se toman tal como se recetan, los opioides se pueden utilizar para controlar el dolor
de una manera segura y eficaz, ya que sin embargo, cuando se abusan, incluso una sola
dosis grande puede causar una depresión respiratoria grave y la muerte, el uso médico a
corto plazo de los analgésicos opioides rara vez causa adicción, la cual se caracteriza por la
búsqueda y el consumo compulsivo de una droga a pesar de las consecuencias adversas
graves, ya que el uso regular o el uso o abuso de los opioides a más largo plazo puede dar
lugar a la dependencia física y en algunos casos a la adicción.

La dependencia física refleja una adaptación predecible y a menudo normal del cuerpo
a la exposición crónica a una droga y no es lo mismo que en el cualquier caso, los síntomas
de abstinencia se pueden producir si el uso de drogas se reduce repentinamente o se detiene,
ya que estos síntomas pueden incluir agitación, dolores musculares y de los huesos,
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insomnio, diarrea, vómitos, escalofríos con piel de gallina y movimientos involuntarios de


las piernas.
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CAPITULO IV LOS FACTORES QUE CONDUCEN AL CONSUMO


DE DROGAS

4.1 EL ESTRÉS CONDUCE A LA ADICCIÓN

El estrés es un factor muy importante en el consumo de drogas. En los Estados


Unidos, la respuesta típica al estrés es pedir que te receten un medicamento (droga). Debido
a la naturaleza de los medicamentos recetados, los consumidores a menudo se convierten en
adictos de forma inesperada después de consumir sólo unas pocas dosis. Muchos protestan
los principios de que los estadounidenses sean educados en lo que se refiere a sus propias
habilidades para manejar el estrés.

En lugar de buscar alternativas naturales para el manejo del estrés, que a menudo
requiere caminos más largos, los medios de comunicación y las compañías farmacéuticas
enseñan a la gente que sólo necesitan tomar una píldora para conseguir que sus
preocupaciones se disipen. Esto, sin embargo, no es el caso. Los medicamentos (drogas)
pueden disminuir temporalmente el estrés, pero si a la persona no se la proporciona la
capacidad para luchar contra sus propios demonios, nunca estarán libres de ellos.

4.2 ABUSO FÍSICO O SEXUAL EN UNA EDAD TEMPRANA

Un sorprendente número de consumidores de drogas informan que sufrieron abuso


físico o sexual a una temprana edad. Para muchos, el abuso es algo demasiado doloroso de
soportar. Mientras que puede parecer que las drogas ayudan a que los recuerdos se
desvanezcan, estos, de hecho, siguen ahí, al acecho, con la amenaza de retornar. Y de
hecho, a menudo regresan con un giro feo, ya que los consumidores de drogas informan de
pesadillas horribles y alucinaciones. La única solución parece ser más drogas.
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Muchos se introducen a las drogas a una edad temprana, además, lo cual es parte de
los abusos físicos a que fueron sometidos.

4.3 PRESIÓN DE LOS COMPAÑEROS

La presión de grupo está creciendo de manera exponencial, especialmente desde el


advenimiento de Internet. Los niños pueden ser capaces de evitar a los vendedores de
drogas en la escuela, pero en Internet, están por todas partes. Las compañías farmacéuticas
y los distribuidores empujan el consumo de drogas a través de anuncios, salas de chat y
Facebook.

Los amigos utilizan Instagram para publicar fotos de ellos mismos estando de fiesta, y
la mayoría de los adolescentes se sienten excluidos si no están haciendo lo mismo. Se
necesita un código moral firme, participación de los padres y una inquebrantable integridad
para pasar a través de la escuela secundaria sin consumir drogas.

También hay un tipo muy específico de cosas que pueden ocurrir, las cuales conducen
al consumo de drogas. Para más información sobre esto, vea nuestro video en: Por qué la
gente toma drogas.

4.4 LA DISPONIBILIDAD DE LAS DROGAS

La disponibilidad de las drogas es la causa más común del consumo de drogas, como
se puede ver en muchas zonas del centro de las ciudades y en escuelas que se encuentran
infectadas por las drogas. Una serie de estudios realizados por el Instituto Nacional sobre el
Consumo de Drogas reveló que la disponibilidad de drogas es causa de mayores niveles de
consumo, no menores. Los defensores de los programas de intercambio de agujas limpias
pueden discrepar, pero estadísticamente, esto es cierto.

Prueba de ello es el creciente problema de las drogas con receta. Según la


disponibilidad aumenta, también lo hace la adicción. Oxycontin fue una de las drogas
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recreativas más populares hasta que los fabricantes crearon una fórmula a prueba de
manipulaciones.
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