Vous êtes sur la page 1sur 1
_Bemyauo Manin Tubie feudal euento de todor lot votes, hubs podido liber steido menos vcs que to. Tenemos de nucro quel Cualidad lige de sone como su newelidady tenn porte, onevuyendo a hace lesulado aspable para auels ayo vues no eon conadon, "Alona qu sens, tomar no aga oso por sur propiedad igus. En la replica romans Bena ence, el sorten fen ante todo feo de aura fs voto promove as cohesion pice primer ene ls cases Tacendalas luego en pcb como un fodo por su neucali- day orl inept los qu sele dbs Las cindades-repibieaitalianas Ae er Be ee cae reas ee ee eee en ee See ere Se er Ce Cee ee Ee ieee Sobre os munis liana en genera wate Danie Waly (198: TB ion iy pln exea eis, andes Longa de. 70 polccos. Las ciudadanos estaban obsesionados por alcanzar los shonoresy benefcios» de los cargos, los conflicts ence las fic- clones giraban sobre todo en rorno ala consecucién de cargos. El deseo de un cargo puede verse como un modo idealizado de la expresién de certa idea de excelencia humana: los hombres satis facen su naturaleza de animal politico ocupando un cargo". En téeminos més mundanos, no obstant, el deseo obsesvo de cargos, alimentaba los conficeos entre faciones. Se puede también lee la | historia de las ciudades-repablicsitalianas como la amarga expe | riencia de las divsiones generadas por el deseo de cargos pliblics. Para superar los efectos distorsionantes de ls facciones, «prin Payyad> cipios del siglo xm la mayorta de los municipios crearon una Pateds odes un nico magistrado cjecuivo, mis especificamente dora- do de poderes judicial y politicos. Un cronista genovés esribi6, en 1190: «Las dscrdias civil 7 las conspinaconesy divisions odio- scshablan surgido en la ciudad debido ala mutua envidia y a que fuesen antos los que descaban tanto tener el cargo de cbnsules de ia ciudad. Asi, los sapientesy los conciliadores de la ciudad se reunie~ ron y decidieron que a partir del siguiente afo se pondzia fina los, consulados del municipio y que debta haber una podestis#. La caracterstca més notable de la padestt era que debla proceder de fuera de la ciudad, preferiblemente no de un municipio vecino, con el fin de que fuese encural en sus desacuerdos y conspiracio- nese, Bajo esa luz es como antes de nada hay que ver el uso del sorteo en los municipios itaianos. Hay una chocante analogfa entre la insttucin de la podesteria y la pricica del sorte, incluso aunque ta padestd era elegida, no : seleccionada por sorteo. Fl elemento comin a ambos casos es que se tecurte a algo extremo y neutral para superar la dsensiones Fac~ cionales. En las ciudadesialisnas, la propiedad decsiva del sorteo parece haber sido la de centrar la ocupacién de cargos en un proce- fam cslaimerieisin geet que pets Poock en ibe, Th Macklin | Moment asin. 2 Thelin Ci Raab p41. (ha cose ia) | © bie 7

Vous aimerez peut-être aussi