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Descripción

Los profesores de arte y diseño enseñan una amplia gama de técnicas artísticas, de diseño y
artesanales.
Actividades laborales
Los profesores de arte y diseño alientan a los jóvenes a expresarse a través de actividades artísticas,
de diseño y de artesanía. La mayoría de las escuelas dan clases sobre una serie de técnicas artísticas,
entre las que se encuentran el dibujo, la pintura, la cerámica, la escultura, el grabado y la fotografía.

Los profesores de arte y de diseño también utilizan ordenadores para enseñar diseño asistido por
ordenador.

La mayoría de los profesores de arte y diseño trabajan con alumnos mayores de once años. La
enseñanza está orientada a satisfacer las necesidades de una clase con alumnos de capacidades e
intereses muy diferentes. Si enseña a grupos de más edad, es más probable que el profesor enseñe a
alumnos de capacidades similares que hayan escogido estudiar arte y diseño y que estén trabajando
con miras a una titulación.

Sus actividades abarcan, entre otras:

 Preparar y planificar las lecciones.


 Crear y adaptar los recursos pedagógicos.
 Realizar trabajos de corrección (calificación y comentarios).
 Redactar informes.
 Preparar a los alumnos para los exámenes.
 Asistir a reuniones del claustro y reuniones con los padres.
 Sentar normas de conducta y hacerlas cumplir.
 Identificar a alumnos con bajo rendimiento y proporcionarles apoyo adicional si es
necesario.
 Estar en contacto con profesionales externos, como psicopedagogos y trabajadores sociales.

Los profesores de arte y diseño también organizan exposiciones del trabajo realizado por los
alumnos y organizan grupos de arte. Asimismo, pueden llevar a los alumnos a realizar visitas de
interés educativo.
Perfil profesional
Para ser profesor de arte y diseño, se requiere:

 Aptitud para la comunicación.


 Capacidad para motivar y alentar a los alumnos.
 Saber mantener la disciplina y afrontar la conducta desafiante.
 Tener conocimiento de una amplia gama de técnicas y métodos artísticos.
 Tener conocimiento sobre material multimedia.
 Poseer aptitudes para la organización y planificación.
 Tener paciencia, tacto y sensibilidad.
 Saber trabajar bajo presión.

Competencias

 Acompaña a los estudiantes a salidas de interés educativo.


 Aptitudes para dibujar con precisión y claridad.
 Aptitudes para el diseño asistido por ordenador.
 Aptitudes para gestionar el tiempo.
 Aptitudes para la comunicación verbal y escrita.
 Aptitudes para la enseñanza.
 Aptitudes para la escucha.
 Aptitudes para la planificación.
 Asiste a reuniones con los padres.
 Asiste a reuniones del profesorado
 Califica y evalúa el trabajo realizado por los estudiantes.
 Capaz de dar explicaciones claras y concisas.
 Capaz de emplear colores y formas de forma creativa.
 Capaz de estimular y motivar a los demás.
 Capaz de imponer disciplina.
 Capaz de llevarse bien con varios tipos de personas.
 Capaz de mantener información confidencial.
 Capaz de trabajar bajo presión.
 Conocimientos de dibujo, diseño y edición.
 Conocimientos en software de escaneo.
 Conocimientos en varios tipos de materiales.
 Enseña arte y diseño a sus alumnos.
 Establece y hace cumplir normas de comportamiento.
 Habilidad para el diseño.
 Habilidad para resolver problemas.
 Habilidades artísticas.
 Habilidades informáticas.
 Habilidades para presentar.
 Identifica a los alumnos que rinden menos de lo esperado.
 Interés por el diseño.
 Lidia con conductas difíciles.
 Lleva un registro de asistencia.
 Lleva un registro.
 Pone al día sus conocimientos sobre la asignatura y se mantiene informado sobre cuestiones
pedagógicas.
 Prepara a los estudiantes de cara a los exámenes.
 Prepara y planifica clases.
 Proporciona apoyo extra a estudiantes que lo necesitan.
 Proporciona ayuda a estudiantes que sufren problemas personales.
 Proporciona guía.
 Proporciona información a la gente.
 Realiza observaciones.
 Redacta informes.
 Supervisa el trabajo desempeñado por el ayudante del profesor.
 Trabaja con familiares y profesores.
 Trabaja con profesionales de la educación.
 Usa diferentes métodos de enseñanza para estimular el interés y el aprendizaje.

FORMACIÓN DEL INSTRUCTOR DE ARTE

El artículo aborda la fundamentación de la profesionalización pedagógica como


una vía insoslayable en la preparación del instructor de arte de la sociedad
cubana. Aparecen aspectos generales para la educación profesional del
instructor de arte desde su formación integral, como un proceso de formación
artístico pedagógica; así como los fundamentos pedagógicos, psicológicos y
didácticos de la profesionalización pedagógica; se presenta además el rasgo
fundamental y la esencia del proceso de profesionalización del instructor de
arte, así como el papel de los docentes para contribuir a ello; por último se hace
referencia brevemente a la modelación como método para la formación
profesional del instructor de arte, la que se convierte a su vez en guía y
fundamento para estimular la motivación profesional pedagógica.
INTRODUCCIÓN
Una de las líneas principales de la política cultural cubana es el quehacer
sociocultural y su contribución al desarrollo humano individual y colectivo de
los cubanos, expresión de la identidad nacional, la independencia y la soberanía
de la nación. Se trata de contribuir al desarrollo de una sensibilidad especial,
sentido del deber y responsabilidad mayor en la atención y educación de los
niños y la elevación sistemática de los conocimientos de los ciudadanos, jóvenes
o adultos, como parte de la cultura general integral que se promueve en la
población, impregnada de una visión humanística que propicie a cada individuo
poseer el dominio profundo de los conocimientos en función de la asimilación
de valores y conductas.
La formación de instructores de arte; se crea con el fin de preparar la fuerza
técnica capaz de llevar adelante el programa de desarrollo de la cultura general
integral en las casas de cultura y centros docentes, estos instructores de arte
requerirán de una sólida preparación como bachilleres en humanidades y en
cada una de las especialidades, por su formación especializada ejercerán una
función artístico pedagógica, promueven las manifestaciones artísticas,
estimulan la creación, educan la capacidad de apreciación artística y desarrollan
el gusto estético en la población.
Su labor tiene como condición fundamental que los procesos de creación,
apreciación y promoción artística se aborden desde una perspectiva y alcance
social participativo, logrando determinados niveles de impacto social; esencial
para ello es privilegiar el taller como forma de organización docente que facilite
a través de los medios expresivos del arte, procesos creativos y de apreciación
que contribuyan al desarrollo espiritual de la población. El trabajo de los
instructores de arte debe procurar la difusión de lo mejor de la cultura,
protegerse de la espontaneidad infundada y la mediocridad, e impedir la
reproducción de fenómenos y patrones seudoculturales. Es vital el rigor en la
formación y capacitación de aquellos que lo conciben y desarrollan.
El objeto de trabajo del Instructor de Arte es el proceso de enseñanza-
aprendizaje de las manifestaciones artísticas, sin embargo en su preparación
profesional no recibe todas las influencias desde el currículo que lo sitúe en
condiciones de desempeñarse con la calidad requerida por un proceso de
enseñanza aprendizaje que devenga desarrollo, esta insuficiencia podría estar
influyendo en su motivación hacia la profesión pues carece de los recursos
didáctico-profesionales necesarios para coordinar este proceso.
DESARROLLO
La formación integral en las instituciones educativas, en sentido general se
concibe como un proceso continuo y sistemático de apropiación de un sistema
de conocimientos, valores, experiencias que se originan con la participación
consciente, crítica y creativa del estudiante en las actividades organizadas
coherentemente desde la articulación de aspectos morales, estéticos,
ideopolíticos y científicos para su educación personal y profesional, en función
de su aprendizaje y desarrollo.
En tal sentido, debe ser considerada como un proceso eminentemente
interactivo, a través del cual se va produciendo un tránsito de las influencias
educativas de carácter externo a las particularidades esenciales de la
personalidad tanto desde el punto de vista de su desarrollo personal como
profesional.
Esta formación en el marco de la educación profesional del instructor de arte
determina la posición del mismo ante la profesión a ejercer, significándose en
ella los siguientes aspectos.
• La articulación de los procesos curriculares, extracurriculares, docentes y
extradocentes;
• El cultivo de la identidad profesional desde la unidad de lo artístico con lo
pedagógico;
• La consideración de la clase como espacio fundamental de formación;
• El cultivo de los valores que sustentan el proyecto social cubano,
• La estimulación y ejercicio de la creatividad como proceso articulador del arte
y la pedagogía.
• La explotación del espacio grupal como fuente de educación y creación
personal desde el punto de vista artístico y pedagógico, en tanto la Pedagogía
del arte es una disciplina en construcción.
• La estimulación de una ética pedagógica humanista donde el arte se constituye
en instrumento de dignificación y liberación humanas.
Se asume entonces la formación integral del instructor de arte como un proceso
de formación artístico pedagógico.
La determinación de la profesionalización pedagógica tiene como fundamento
pedagógico las concepciones de diferentes autores (Álvarez de Zayas, C (1998);
Freire P.(1978); Anaut, L.( 2002); Del Toro, M.(2002); Venet , R. (2003) ) en
torno al proceso de formativo, los cuales enfatizan en el carácter consciente del
mismo y en la necesidad de concientizar a los participantes del proceso
educativo, en la búsqueda de una implicación activa, crítica y creativa que eleve
sus niveles de protagonismo en el proceso de su formación integral.
Cualquier proceso educativo siempre manifiesta un contenido instructivo, aquel
que se dirige directamente a la transmisión de la herencia cultural acumulada
por la humanidad, estos contenidos se configuran bajo la forma de
conocimientos, hábitos y habilidades, que es necesario trasladar de una
generación a otra para asegurar la conservación del patrimonio cultural y técnico
y, a la vez, asegurar las condiciones para su crecimiento y transformación; por
otra parte, la labor profesional del docente incluye necesariamente la tarea
educativa, se refiere a la ayuda y orientación en el proceso de formación de la
personalidad de sus alumnos.
Esta tarea incluye la asimilación y objetivación de normas de convivencia, de
patrones de conducta y de paradigmas de actuación que contribuyen a la
configuración de la personalidad del sujeto, tanto por la vía de la instrucción
como de la educación se preparan a los estudiantes para la vida en sociedad y
particularmente para que puedan desempeñarse profesionalmente a partir de
sus intereses, necesidades, posibilidades y teniendo en cuenta las necesidades
del país.
Se estima la profesionalización pedagógica como proceso sustantivo de la
formación profesional del instructor de arte; su principal exigencia es la
ejercitación rigurosa y sistemática de los aspectos esenciales de la profesión
pedagógica en el marco de la formación de este profesional como premisa para
la estimulación de la motivación profesional.
Lo anterior constituye una evidente reafirmación de los planteamientos de
Vigotski relacionados con la interacción social y su papel en el aprendizaje, la
que no solo se limita al momento interactivo del docente y el estudiante durante
el proceso de construcción del conocimiento en el aula. En este sentido, el
aprendizaje del futuro instructor de arte se enriquece con las interacciones que
él mismo genera en la comunidad donde realiza la práctica preprofesional.
En resumen, las actividades cognoscitivas, intelectuales, prácticas y valorativas
que se realicen durante el proceso de formación profesional, deben propiciar
que el futuro instructor de arte traiga a un primer plano sus necesidades
comunicativas, donde pueda explicar las vías que ha seguido en la construcción
del conocimiento, entre otras cosas. Por tanto, es función del docente garantizar
un adecuado espacio generador de bienestar emocional y comunicativo en los
estudiantes, que se caracterice por la motivación de conocer y reconocer los
aspectos sustantivos de su labor profesional.
Desde lo psicológico se han tenido en cuenta algunas ideas relacionadas con el
enfoque Histórico Cultural de Vigotski y sus seguidores, particularmente, lo
relacionado con el aprendizaje como un proceso interactivo, como actividad y
comunicación y la zona del desarrollo próximo. En consecuencia, se parte de
considerar las potencialidades del desarrollo de los estudiantes, y por tanto, los
cambios que son posibles experimentar en sus modos de actuar como futuros
pedagogos del arte a partir de la sistematización y el enriquecimiento de los
conocimientos que en el orden didáctico - metodológico han adquirido, lo que
permite revelar las posibilidades para asimilar una nueva forma de instruir
artísticamente.
Desde lo didáctico se reconoce el carácter de sistema de los procesos
conscientes y totalizador del proceso docente educativo para la formación de
profesionales de la educación superior cubana, aspecto que se contextualiza en
los centros de la educación técnica profesional, donde se generan procesos de
esta índole, de los cuales no se excluyen las Escuelas de Instructores de Arte,
así como el papel de la actividad y la comunicación, aportado por Álvarez de
Zayas, C. y enriquecido por Fuentes, H. (1998) Álvarez, I (1999)
En cuanto a este fundamento la profesionalización pedagógica se erige en torno
a la propuesta didáctica de Venet y Caballero (1999) y Rabilero (2001) referida
a la necesidad de configurar un proceso de educación profesionalizado en la
perspectiva de la motivación profesional pedagógica, entendiendo este proceso
como articulador de los aspectos curriculares y extracurriculares que inciden de
manera directa y esencial en el proceso de formación profesional del estudiante.
Estas investigadoras sostienen que es la clase el espacio fundamental de la
estimulación de la motivación pedagógica, aspecto que constituye referencia en
la propuesta, en tanto es la clase donde el docente como orientador profesional
muestra y demuestra la dinámica del proceso instructivo-educativo revelando
cómo dar tratamiento a los aspectos didácticos y educativos en el marco de un
grupo, cuyas características psicosociales y pedagógicas ha de conocer tanto
desde el punto de vista teórico como práctico educativo, en este espacio
docente educativo que es la clase el profesor instruye, educa la personalidad del
alumno, revela qué aspectos didácticos y psicológicos han de tenerse en cuenta
en la estimulación del aprendizaje.
De esta manera, es a través de este espacio psicosocial, educativo y didáctico
que el futuro instructor de arte tiene la posibilidad de tomar conciencia del
entramado estético, ético y científico que caracteriza a una clase, es decir, en
este intercambio docente-educativo con los alumnos aprenden y enseñan todos.
La profesionalización del proceso tiene como rasgo fundamental el reflejo en
las acciones realizadas de la esencia de la profesión, es decir de las
particularidades del proceso docente educativo, es aquí donde se va revelando
el sentido profesional de estas acciones, en la formación del instructor de arte
cada acción práctica del educador refleja una base teórico-pedagógica
determinada, de ahí la necesidad de que el docente concientice el imperativo de
planificar coherentemente estas acciones, clarificando los elementos teóricos
que están en su base, de los métodos, los objetivos y los medios de enseñanza
y educación que dentro de estas acciones se entrelazan, logrando constituirse
entonces el docente como un modelo profesional para el estudiante, el cual
integra aspectos personales y no personales del mismo.
La esencia de este proceso es mostrarle al estudiante como futuro instructor de
arte, las vías fundamentales de desarrollo de su quehacer profesional; de ahí que
un docente de esta institución, sea fijo o cooperante, de formación general o de
la especialidad, debe aprovechar la realidad cotidiana de su desempeño
pedagógico sustentado en la idea de que todo lo que realiza en este contexto se
presenta como un modelo de actuación profesional.
La profesionalización pedagógica desde la formación del instructor de arte
implica un desempeño por parte de los docentes que se encamine a:
• Concientizar al estudiante respecto a la naturaleza pedagógica del perfil
profesional, el cual lo prepara para su desempeño como pedagogo del arte.
• Mostrar al estudiante cómo interactuar de manera desarrolladora con el
alumno.
• Dinamizar el proceso desde los estilos y mecanismos de comunicación más
acertados para cada situación educativa.
• El dominio teórico y práctico de los aspectos esenciales del diagnóstico para
el ejercicio de la profesión, como modelo a imitar.
• Mostrar claramente qué se debe hacer y qué no se debe hacer en términos de
desarrollo y educación profesional, para ello cada profesor debe tener total
claridad de cómo se desarrollan los talleres de apreciación y de creación como
forma fundamental de instrucción-educación del instructor de arte en sus clases.
• Darle un sentido pedagógico y educativo a todo lo que en el proceso de
formación se manifiesta tanto desde el punto vista curricular como
extracurricular, docente y extradocente.
• Estimular la participación y la cooperación.
Esta idea permite precisar que la profesionalización del proceso de formación
del instructor como guía y fundamento para estimular su motivación
profesional pedagógica, se sustenta en la modelación de la actividad pedagógica
profesional, de ahí la importancia que se le concede en los marcos del principio
al método de la modelación (Jardinot, 1998, Moncada, 2002, Del toro 2002).
Atendiendo a la particularidad que caracteriza a este método, que desde la
didáctica, revela las relaciones esenciales del objeto, penetrando en su esencia,
éste se constituye en un camino metodológico que el docente emplea para que
el estudiante pueda concientizar el objeto de la profesión pedagógica y para
modelar la relación que en este contexto se establece entre arte y pedagogía.
El método de modelación, le confiere al proceso de profesionalización que
desarrollan profesores y alumnos un carácter autorregulador que se vincula con
la naturaleza del proceso pedagógico profesional, en tanto modela el proceso
de conocimiento profesional, llevándolo a un plano reflexivo como vía para
lograr el despertar de la conciencia profesional del estudiante.
La profesionalización del proceso queda, de esta manera, connotada en
la demostración por modelos, dado que al ofrecer un patrón al estudiante a
través de su propia formación, el docente hace evidente la esencia del ejercicio
pedagógico a través de una interacción de calidad con el educando, así, éste
asume la profesión, a través del modelo dinámico que le brinda el profesor, se
identifica con ella de forma activa, se apropia de sus categorías y principios, de
sus postulados básicos, en fin se apropia del método instructivo-educativo,
elemento que refleja su inclinación motivacional.
Por su propia esencia la formación integral de este profesional articula
elementos curriculares, pedagógicos y artísticos que sitúan al futuro egresado
en una ruta de calidad para su desempeño.

CONCLUSIONES
1. La profesionalización del instructor de arte debe ser considerado como un
proceso eminentemente interactivo, a través del cual se va produciendo un
tránsito de las influencias educativas de carácter externo a las particularidades
esenciales de la personalidad tanto desde el punto de vista de su desarrollo
personal como profesional.
2. La profesión del instructor de arte es de un alto significado social,
contribuyendo de manera directa a la formación integral de la personalidad y al
propósito de nuestro canton de llevar la cultura a todas las comunidades
3. El trabajo de los instructores de este taller no deben perder de vista la
formación profesional de sus estudiantes, poniendo énfasis tanto en lo artístico
como lo pedagógico; así como en la formación integral, según demanda la
sociedad.

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