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Índice
1 | INTRODUCCIÓN................................................................................... 3
2 | VALORACIÓN DE LA FUNCIÓN DEL VI.............................................. 3
3 | VALORACIÓN DE LA FUNCIÓN DEL VD............................................ 7
4 | PARÁMETROS DE FUNCIÓN GLOBAL Y MASA............................... 8
5 | ELECCIÓN DEL PLANO CARDÍACO................................................ 10
6 | DETERMINACIÓN DEL VOLUMEN SISTÓLICO CON SECUENCIAS
DE CODIFICACIÓN DE VELOCIDAD O CONTRASTE DE FASES....... 10
7 | VALORACIÓN DE LA CONTRACTILIDAD SEGMENTARIA............. 11
8 | TÉCNICAS DE MARCAJE MIOCÁRDICO (TAGGING)..................... 12
9 | CONCLUSIÓN..................................................................................... 13
10 | BIBLIOGRAFÍA.................................................................................. 14
11 | DOSSIER DE IMÁGENES................................................................. 16
1 | INTRODUCCIÓN
El análisis de la función cardíaca ventricular, izquierda y derecha, global y segmentaria es
de gran importancia en el diagnóstico y seguimiento de la enfermedad cardiovascular1,3.
Los equipos actuales de RM, con secuencias en modo cine de cortos tiempos de
adquisición y alta calidad de imagen, junto con un fácil y sencillo software de análisis para
la determinación de la función cardíaca; hacen que la RM sea la prueba más efectiva y
objetiva para la evaluación de la función de ambos ventrículos5,6, a la par que precisa y
reproducible para su evaluación7,8.
Las paredes del miocardio están formadas por miocitos que rodean a las cavidades
ventriculares. La estimulación eléctrica de los miocitos da lugar a un acortamiento de las
fibras, reducción del volumen de las cavidades ventriculares y bombeo de la sangre a la
circulación general.
La FE mide la disminución del volumen del VI en cada sístole respecto a la diástole. Una
FE del 50% significa que el corazón, al contraerse, reduce el volumen del VI a la mitad
respecto al momento de llenado máximo. En otras palabras, la FE da información de la
capacidad contráctil del VI.
Los parámetros de FEVI, volúmenes y dimensiones ventriculares, son los más utilizados
para correlacionar con la FVI, porque son fáciles de aplicar, altamente reproducibles, se
obtienen de forma no invasiva, y porque se ha demostrado una estrecha relación entre
estos parámetros y el beneficio clínico9.
Los parámetros que se pueden cuantificar son el volumen telediastólico del VI (VTD), el
volumen telesistólico (VTS), el volumen latido, la FEVI y la masa.
A partir del VTD y del volumen latido se estima la FEVI (volumen latido [ml] / VTD [ml] × 100).
Ver Figura 1.
Respecto a los músculos papilares, éstos deben ser excluidos de la medición del volumen
ventricular izquierdo.
Por otra parte, en ocasiones es difícil decidir qué cortes de la base del VI deben ser incluidos
en el análisis. Durante la contracción sistólica el ventrículo se desplaza hacia el ápex, lo
que hace que en los cortes más basales haya ventrículo en diástole pero no en sístole, en
los que aparece la aurícula izquierda. Si la cavidad está rodeada por miocardio en más del
75% de su perímetro, se considera ventricular y se incluye en el análisis, pero sí lo está por
menos, se excluye. Debido al desplazamiento longitudinal en sístole, hay cierto desfase y
generalmente se analizan 1 o 2 cortes basales más en telediástole que en telesístole.
Una función diastólica normal permite un llenado del VI sin incremento de la presión
diastólica.
La AI está directamente afectada por la presión de llenado del VI durante la diástole, cuando
la válvula mitral está abierta. Por ello, una AI dilatada sugiere elevación en la presión de
llenado del VI, y ello disfunción diastólica crónica12.
Sin embargo, hay otras causas que conducen a una dilatación de la AI que se deben
considerar, como la fibrilación auricular y la estenosis o regurgitación valvular mitral.
Se calcula en las imágenes de contraste de fase a través de plano, y se suele usar una
velocidad de 130 cm/seg para evitar “aliasing”. Se coloca una ROI en el centro de la válvula
mitral, se propaga en las distintas fases y se obtiene una curva de flujo (Figura 3).
La onda A corresponde al llenado tardío del VI al final de la diástole, tras la contracción del
la AI. Está influenciada por la contractilidad y rigidez de la AI.
En casos de bradicardia, las ondas E y A están separadas por la diástasis, una fase
caracterizada por bajas velocidades transmitrales.
En la curva de flujo, se obtienen varias medidas: Picos de velocidad de ondas E y A (en cm/
seg), ratio E/A, y tiempo de desaceleración mitral (desde pico E a línea base). Con estos
parámetros se han descrito tres patrones anormales, correlacionados progresivamente
con un peor pronóstico. (Figura 4)
Con el paso de la edad, aumenta la presión sistólica y la masa del VI, que condiciona una
alteración en la relajación del VI, con reducción del llenado ventricular en la diástole precoz
e incremento del llenado durante la contracción auricular. Como consecuencia, un patrón
de FTM normal en un paciente > 60 años se debe considerar con precaución, ya que
puede corresponder a un patrón pseudonormal.
Este cálculo presenta problemas ya que suele ser difícil identificar el plano valvular (por su
mala visualización) y a su movimiento durante el latido cardíaco. Para definir en qué corte
finaliza la AD y comienza el VD, se puede obtener una referencia de líneas en secuencias
en modo cine del EC sobre 4C y 2CD, de modo que se pueda identificar el plano valvular
en sístole y diástole. Hay que ser cuidadoso en la inclusión completa del tracto de salida.
El volumen del VD es un 10-20% superior al del VI, con lo cual para conseguir un volumen/
latido igual que el del VI debe presentar una FE inferior.
A partir de los datos obtenidos de volumen se calculan la FE, el volumen latido y el gasto
cardíaco.
Otra forma de medir el volumen del VI es el método de longitud del área en un único plano.
Se emplea el plano de eje largo o de cuatro cámaras y una fórmula, que asume que el VI
tiene una forma de elipse. Se calcula el área del VI en sístole y en diástole (A) y se mide
la distancia desde el anillo valvular mitral hasta el ápex (L), aplicando la siguiente fórmula:
0,85 A²/L, calculamos el volumen ventricular (Figura 5).
Otra forma similar a ésta y en la que se emplea la misma fórmula es la técnica de dos
planos. Se mide el área del VI en el plano de dos cámaras (A) y en el plano de cuatro
cámaras (B) en sístole y en diástole, así como la distancia desde el anillo valvular mitral
al ápex (L), aplicándose la siguiente fórmula 0,85 (AxB)/L. Al igual que con la técnica de
Simpson podemos calcular el VSF y el VDF y la FE se calcula a partir de estos datos VDF-
VSF/VDF x 100%. (Figura 6)
Otra modificación de estas técnicas es el modelo triplano propuesto por Thiele et al que
emplea una combinación de tres planos (Figura 7), eje corto obtenido a la altura de la
inserción de los músculos papilares (C), dos cámaras (A) y cuatro cámaras (B), de nuevo
se calcula el área del ventrículo en estos tres planos tanto en sístole como en diástole y se
aplica la fórmula correspondiente (AxBxC) ½ x (4/3) /√π x 0,7523.
Para el estudio de la masa del VI el plano de eje corto es el más adecuado. Debe estudiarse
el VI desde la base hasta el ápex y se emplean las imágenes obtenidas en fase telediastólica.
Para cuantificar la masa vamos a contornear el borde endocárdico y epicárdico en todos
los cortes desde la base al ápex aplicando posteriormente la regla de Simpson.
Los músculos papilares son aproximadamente el 9% del total de masa cardíaca del VI.
Consideramos que hay ciertos parámetros básicos que se deben medir y reportar en todos
los informes de una cardio-RM, y éstos son: FEVI, masa VI, volúmenes TS y TD del VI,
diámetros TD y TS del VI, grosor de la pared septal y posterior del VI y los diámetros de la
raíz aórtica y de la AI.
El cálculo de la FEVI, los volúmenes ventriculares y la masa del VI, se realiza en la secuencia
multicorte-multifase obtenida en el plano EC. El resto de medidas lo realizamos en el plano
3C.
Adicionalmente, hay otros datos que se pueden reportar según cada caso en concreto.
Los valores normales de estos cálculos son que pueden verse en la Tabla 1.
El volumen latido puede calcularse con técnica de velocidad de flujo (VENC o de contraste
de fase) midiendo el flujo sanguíneo a través de la aorta proximal y calculando el volumen
neto de eyección.
Sin embargo, con esta técnica no se pueden calcular los VTD ni VTS, ni, por tanto, la FE.
Los parámetros que se utilizan para el estudio de la función regional son el grosor de la
pared ventricular, el engrosamiento sistólico y el movimiento longitudinal y circunferencial
o acortamiento de la pared.
9 | CONCLUSIÓN
El análisis de la función cardíaca tiene una gran relevancia en las decisiones terapéuticas,
seguimiento y monitorización del tratamiento de los pacientes con enfermedad
cardiovascular, de ahí la importancia de su evaluación.
10 | BIBLIOGRAFÍA
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18. Jos J. M. Westenberg. CMR for Assessment of Diastolic Function. Curr Cardiovasc Imaging Rep (2011)
4:149–158
11 | DOSSIER DE IMÁGENES
Figura 1 | Contorno del VI. Exclusión de los músculos papilares para el cálculo de volumen
del VI.4
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En la fase 2 (P2), el llenado rápido del VI empieza cuando la presión del VI cae por debajo
de la presión en AI, que lleva a la apertura de la válvula mitral. La relajación activa del VI
lleva a una caída rápida de la presión en el VI, incrementando el gradiente de presión entre
VI-AI. En esta fase ocurre el 70% del llenado del VI.
En la fase 3 (P3), la relajación tardía pasiva del VI (diástasis) ocurre cuando se igualan las
presiones de VI y AI. El llenado de VI continua de manera pasiva por el retorno venoso
pulmonar, que contribuye en menos de un 5% al llenado del VI.
En la fase 4 (P4), la contracción activa de la AI contribuye en un 20-30% del llenado del VI.
Esta fase acaba con el cierra de la válvula mitral.11
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Figura 3 | Diagrama (a) y hallazgos en la RM cardíaca (b) del flujo transmitral. La curva del
FTM se compone de ondas E y A. La onda E corresponde al llenado rápido del VI en la
diástole precoz. La onda A corresponde al llenado tardío del VI durante la telediástole, por
contracción de la AI.11
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Figura 4 | Análisis del FTM. Se han descrito 3 patrones anormales de FTM en base a la ratio
entre ondas E/A y el tiempo de desaceleración mitral.
Normal: Ratio E/A 1-2. Tiempo desaceleración mitral (TDM) normal (150-220 mseg).
Presiones de llenado del VI normales.
Tipo 1: Alteración de la relajación. Ratio E/A <1. TDM aumentado. Presiones llenado VI
normales o discretamente aumentadas.
Tipo 2: Pseudonormal. Ratio E/A 1-2. TDM normal. Presiones llenado VI levemente
aumentadas.
Tipo 3: Restrictivo reversible o irreversible. Ratio E/A > 2. MDT disminuido. Presiones de
llenado de VI elevadas.
Para diferenciar el patrón normal y el patrón 2, son importantes otros criterios (tamaño AI,
flujo venoso pulmonar)11
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Figura 5 | Método de medición del volumen del VI en un solo plano. Imagen eco de gradiente
en el plano 4C. Se calcula el área del VI en sístole y en diástole (A) y se mide la distancia
desde el anillo valvular mitral hasta el ápex (L). Se aplica la fórmula 0,85 A²/L.
Volver 5
Figura 6 | Método de medición del volumen del VI en dos planos. Imagen eco de gradiente
en planos 2C y 4C. Se calcula el área del VI en sístole y en diástole en los dos planos (A y
B), y la distancia desde el anillo valvular mitral hasta el ápex (L). Se aplica la fórmula 0,85
(AxB)/L.
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Figura 7 | Método de medición del volumen del VI en tres planos. Imagen eco de gradiente
en planos 2C, 4C y EC. Se calcula el área del VI en sístole y en diástole en los tres planos
(A, B y C). Se aplica la fórmula (AxBxC) ½ x (4/3) /√π x 0,7523.
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Figura 8 | Secuencia de contraste de fase perpendicular al eje de flujo (a través del plano)
en la raíz aórtica. El análisis revela un volumen latido (VL, stroke volume en la figura) de
100,6 ml, que representa el volumen de sangre durante la eyección (sístole). VL = volumen
telediastólico (VTD) --- volumen telesistólico (VTS), pero mediante este método no podemos
conocer el VTD, el VTS ni la fracción de eyección. El gasto cardíaco se puede calcular
conociendo la frecuencia cardíaca: GC (l/min) = VL × FC.12
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