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De Judith Butler en esta Editorial Sujet dl ea Reson begins sn Frac del ih 38 (on pepsi) Dar cuenta de si mismo Violencia ética y responsabilidad Judith Butler Amorrortu editores ‘Benoe Aires Madrid Ging an cant of Onn, uit Baer ‘Sodus Hore a ‘Romer eee Saray 8 pln CT aN Hua Ae ‘seers Bt Sy Gee 1 8 Lagi totaal acc oe tat ind, [occupa rent ction cede te Spon aoc onary ui eile qu preva 1.728 ISDN 22826068 News kt el aa th ‘arena des nie Vieni y rapid {ip Balen Cie sac) ‘edu Hoa oe sme eeasosie 2 {Bie esa mer Pn Hr to LT ‘pela tri Gi Pa nth re "data ii 2.000 emir Indice general 9 Agradecimiontas 1 Abreviaturas 131 Dar euenta de sf mismo 21 Escenas de interpelacin, 87 Sujetos foveaulianos 42, Interrogantes posheelianos 48. {Quign eres?s 61 2. Contra la violencia étiea 65. Limites del uicio ‘78. Paicoandlisis 84 Elojooy el tds 117 3, Responsabilided 119 Laplanche y Levinas:la primacia del Otro 189 Adomo y ebmo convertirse en humane 153. Foucault da cuenta extn de sf Agradecimientos Los eapitulos de este libro fueron presentadas oi sinariamente en Ias Conferencias Spinoaa, ditadas en a primavera de 2002 en l Departamento de Fil sofia de ln Universidad de Amsterdam, Agradezeo a “ient de Vries por haberme hecho esa generosa inv ‘tacién y brindarme le oportunidad de elaborar parte ‘doesos materiales con ls estudiantes de Amsterdam, “Este trabajo se inicié como tema do un seminario do- ceente de la Universidad de Princeton en el otoao de 2001, cuando yo integraba el Consejo de Humanida- des. Mis eonversaciones ean el cuerpo dovente ¥ oon Jos alumnos de esa universidad me resultaronde enor- re provecho. Por iltimo, el material se presenté en ‘forma revisada en las Conforencias Adorno del Lnsti- ‘tuto de Investigacin Social de Franefort en el otono ‘de 2002, Doylas gracias a Axel Honneth por la posbi- ldad de reexaminar y entablar desde otzo punto de vista un didlogo con ia obra de Adorno. Rstay igual- ‘mente agradecida por las discusiones mantonidas en eee instituto oon numerasas personas que me demos- traron un fuerte eompromiso eon la euestiones que planteo. Bete texto apareciécon anteioridad, aunque fen forma sustancialmente més breve, en Holanda, cel titulo de Giving an Account of Oneself Crit ‘que of Ethical Vielence, Assen: Van Goreum Press, 2008, y luego so public, tambign abreviado, en ale: ‘main, con el titulo de Kritik der ethischon Gewale, Francfort del Mono: Suhrkamp, 2008, traducido oon ‘doneldad por Reiner Anseo, Partes del eaptulo 2 se presentaran en el arsfevo «Giving an account ef one- self, Dicertcs, 314), invierno de 2001, pigs. 22-10. ‘Dabo expresar mi agradecimiento, esimismo, a ‘varia personas que colaboraron conmigo en algunas {de asidens del manaseito: Frances Bartkowski Jay Bernstein, Wendy Brown, Michel Feher, Barbara ‘Johneon, Debra Keates, Paola Marrati, Biddy Mar- tin, Jeff Nunokawa, Denise Riley, Joan W, Scott, An- nika Thiem y Niza Yanay: También estoy agradecida alos estdiantes de mi seminario de literatura com> prada del tomo de 2003, que leyeron conmigo ma yor parte de los textos examinados aqui, euestiona ton ini perspectivasy aiginaron un intenso debate sobre muchos de os pics. Agradezco a Jill Stauffer Por mostrarme la importancia de Levinas para el ‘ensamiento ético, y a Colleen Pear, Amy Jamgo- ‘hian, Stuart Murray, James Salazar, Amy Huber y ‘Annika Thiem por st asistencia editorial y las suge- rencias formuladas en distintos momentos. Para ter- rminar, agradezco a Helen Tartar, que est dispuesta fa luchar con mis frases y © quien, al parece, este li- browuelve, Lo dedien ami amiga ¢interlocutora Bar- bara Jobnton, 10 Abreviaturas, ‘Ao lango del texto ce han visa a siguientes abre- De om HDs mmanuel Levinas, Difficult Freedom: Essays on \Jueion, wadueién de Sean Hand, Baltimore: The ‘Johns Hopkins University Pros, 1980 (Df l: ‘ertad:ensayos sobre el judaismo, Madrid: Capa- Gs, 200) Michel Foucault, Fearless Spas, eicin establoi- da por Joseph Pearson, Nuova York: Semiotestio), 2001, Friedrich Nctzache, On che Genoalaay of Morals, tendoeinde Walter Kaufmann, Nueva York: Ran dom House, 1060 [La genealegia de fa mora, Mae (rid: Alanza, 1971 ‘Michal Foucault, «About the boginning ofthe her- rmanoutics of the eof, traduecién do Thomas Kee- nan y Mark Blasi, en Michel Fovewlt, Religion ‘and Culture, ediciénestablecida por Jeremy Ci ratte, Nua Yorke Rosle, 1998, pgs 15881 ‘Michel Foucault, Lerénentique du suet, Cours ‘au Collige de France, 1981-198, Prt: Gallimard ‘Seuil, 2001 (Lar Rermenduticn del ujeta. Curso en ef (Callage de France (1981-1982) Buotos Aires: Fondo de Cultura EeonSmica, 2002). Michel Foucault, How much does it ens for reason to tall the truth? on Michel Foucault, Foweoult Li te, edicin eetableida por Sylver Lotsnger, tea- ‘dein de John Hontton, Nucea York Semlotex- ‘e180, pgs. 209-56 n 08 Emmanuel Levinas, thervite than Being, o be yond Bssence, traducién de Alphonse Lingis, La Haya: Martins Ngo, 1881 [De otro mado que ee, (© mas allé de le esencia, Salamanca: Sigueme, 1005. PMP Thocdor W. Adorno, Problems of Moral Philosophy, traduceién de Rodney Livingstone, Stanford: Stan- find University Press, 2001 S Binmanuel Levinas, Substitutions, raduesin de Peter Atterton, Simon Critehley y Graham Noctor, en Adriaan T Pepersak, Simon Critehey y Robert Bernasconi, eds, Emmanuel Levinas: Baste Philo- sophia! Writings, Bloomington: Indiana Uaiversity ress, 1990, pg. 7-96 orginal, La substitution», Revue Philoophique de Louvain, 6, 1868, pigs. 487-508, SP Michel Foucault, .Structuralisme ot poststruct Tismes, en Dit of eis, 19541988, eicién estab ‘id por Daniel Defer Frangis Ewald co a cols Doras de Jacques Lagrange, vo. 4, Pats: Gall rari, 1994, pigs 491-57 (Bsteuctralsm y pst- ‘structuraliamos, en Baio, el y hermendutia. (bras esonciaie i, Barcelo: Pads, 199) UP Michel Foucault, The Use of Pleasure, ol. 2 de The History of Sexuality, Nuova York: Random House, 1985 storia de la serualidad, vl. 2, Bl uso de los _placeres, Msi: Siglo XXI, 1985). Bn est libro utlizoelconcopto de otros pare denotar lotzohumano en su expedfiidad, excepto donde, or ra- ‘zones técnica, es precto que ol tino sigifique ago li- ‘geramente diferente. Bx Levinas, por ejmpl, l O0+ no silose refer alotrohumano, sno que aca ademds como ‘ari de una rlacén dca infinite. En esta kim aso, Ia palabra apareon aq conical maysseala 2 1. Dar cuenta de sf mismo Ew Ast penssmiono se mide por su distancia ean olnuiad de i conoi Theodor W Adamo, Minima moralla ‘Me gustaria comenzar por eonsderar en qué con- iciones podria plantearse la cuestion dela flosofia ‘moral —una cuestién que tiene que ver eon la condue- ‘i, por tanto, con el hacer—en un mareo socal eon ‘temporéneo, Plantear la cuestin en tl mareo impli- a, yaa admisin de una tess previa, a saber: no s6- lo que las euestiones morales surgen en el contexto de Jas relaciones sociales, sino que a forma que adoptan. esas euestiones eambia segtin el contexo, e incluso que este timo, en algin sentido, es inberente a la forma de la euestién. En Problems of Maral Philoso phy —ana serie de confereneias pronunciadas en el verano de 1963—, Adorno setala: «Prohablemente ppodames decir quo las cuestiones moralee siempre ‘surgen euando las normas morales de compartamien- ‘odejan de sor obvias indiseutidasen la vida de una comunidad»? En cierto modo, esta tess parece dos- cribir as condiciones de aparicién de las cuestiones "tyr Adar, Prana of Merl Psp, nin de ‘edo Lingo Stand Sted alert Pr 2001. Sy orga etl dr Morapouphie Presta Samp, 1907 pg 3 Salona tas coms PAP eel exe ‘ps dopo come aa daca gos 8 ‘morals, pero Adorno esperifca ain mas esa descrip» cin. Asi, propane una brove critica de Max Scheler, (quien lamenta la Zersetzung dele ideas étieas, eon 10 ual aude a la destruecién de un ethos étio earn y crleetivo. Adorno senioga a llrar esa pérdida, pues i preoeupa ol hecho de que el ethos enletiv sea inva riahlemente conservador y postule una fulsa unidad, ‘que intenta eliminar la dificultad yladiseontinuidad propias de cualquier ethos eontemporineo. Noes ier- {to que antaro hubo una wnidad que luoge se quebré: Toque habia era una idealizacisn, en rigor, un aacio- nalismo que ya.no es erefble ni debe serlo, Como con secuencia, Adaeno alerta contra el recurso ala ica utilizada como un tipo determinado de represién 9 violencia. Y afirma: -Nade muesua mayor dopradacia gute po de tio mo- ‘al gue aobrevie ala iro de Mea sectivae sun de ‘us de qu el Berit da Mundo pars ivr la expe- ‘Sn hepslana como un suet delema—b dado dba. {aris Una ver qu lead de a cnsenla human ‘ane sora ies do profuidohan abandodo ‘erelesines quo exprsan tule elemento de oblige lureda que cabe encontrar en ae estumbestreeans- eee cca violencia ex mal lo gu onan eta neta ‘os [Sion en confi cn la moral Sch), ola decnacién dla oraidad qe lamenian lo oii de a (decadence OM. pe. 1, En la deseripciin inicial, Adorno sastiene que las ‘uestiones morales sélosurgen cuando el ethos colec- tivo ha pordido autorided. Beto implica que, para ser consideradas como tales, In eaestiones morales no neceseriamente deben surgir sobre la base de un ‘ethos de aceptacién general; a decir verdad, parece hhaber una tensién entre ethos y moral, de mode tal ‘que la mengua del primero esla condicin peraclfor- “ talecimiento dela segunda. Al especificar esa descrip. én, Adorno sefala oon claridad que, aun euando el ‘ethos colectivo ya no sou compartido —en rigor, justa- mente porque el -cthos colestivos(téeminos que ahora reaquieren de comillas para constituir una unidad) no rartido por el conjunto—, puede imponer su ‘pretensién de comunidad pero alo por medioevilen- tne. En exe sentido, el ethos eolctive instrumentaliza la violencia para mantener la apariencia de su cardc- ter eolective, Es més: ese ethos tinicamente se con- ‘verte en violencia cuando lega a ser un anacronis- smo. Lo que esta forma de violencia ética tiene de ex: tran desde un punto de vista histsrico —y tempo ‘rales que, sibien el ethoe calectivo se he voolto ana ‘erénieo, no 9e ha convertido en pasa: persiste en el presente como win anacroniamo. Se niega a volverse ‘pasado, yla violencia es su modo de imponerse al pre sente, A decir verdad, no slo se le impone: también ‘rocura eclipsarlo, y eso es preeisamente uno de sus fects volentas ‘Adorno emplea el término violencia en rlacibn con la tica en el contexto de las pretensiones de univer salidad. ¥ propone una formolacién mas del surgi- ‘miento de la moral, que es siempre el surgimiento de clertos tipos de indagacion mora, de interrogacién ‘moral: el problema soval de la divergencia entro el. interés universal y el interés particular, los intereses deindividuos particslares, elo que va aconstituir al problema dela morals (PMP, pég. 19) ,Cusles son as Condiciones en quese produce esta divergencia? Ador- nose refiere a una stuacién en Ia cusl slo universale ‘no est en concordancia can elindividuo niloinelaye; la propia reivindicacin de wniversalidad niega ls “de- rechoe” del individuo. Podemos imaginar, por ejem- plo, la imposiign de gobiernos a paises extranjoros on nombre de prineipios universales de democracia, ‘cuando en verdad ea imposicinniega efectivamente 5 los derechos dela poblacién en cuanto a elegir a sus propiasautoridades. En eata misma linea, poriamos _Pensar en la propuesta del presidente Bush ala Auto- ‘dad Palestina, o sus esfuerzos por imponer un eam- bio de gobierno en Trak. En estos ejemplos —para ‘usa las palabras de Adormo-—, lo universal. Jape ‘eee como algo violentoy ajeno y earece de realidad sustancial para los seres humanos-(bid.). Aunque en ocasiones Adorno se muave en forma abrupta en- tre In ica y la moral, prefiere para su proyecto esto ultimo término, mora, que reitera luego en Minima ‘moralia,e insite en que cualquier onjanto de mic ‘mas oregias ha de ser pasible de apropiacién de una, ‘manera vital» por los individuos (PMP, pag. 16). Si bion se podria reservar éica para ls pefiles genera Jes de esas reglas y m‘ximmas o para la rlacién entre _yoes [ees] que esta implcta en ella, Adorno insis- ‘wen que una norma ética quo no propone un modo de ‘ida, o de la cual es imposible apropiarse en el marco de las condiciones sociales existontes, ha de someter- ‘ea revisin critica (PMP, pag, 19). Si ignora esas condiciones sociales, queson también ls condiciones ‘en que seria posible apropiarse decualquier étca, ese ‘thos adquiere un cari violent, De lo que sigue en este primer eapttulo, quiero se- ‘Salar lo que estimo importante ena concepeion ador- nana de Ia violencia ética, aunque postergaré una ‘consideracion ma sistematea hasta el eapitule 3. Bn Ja seecién introduetoria me limitaré a pontwalizarla ‘mportancia de la frmalaciin de Adorno para los de- Dates contemporineos en torno al nihilismo moral, ‘a mostrar que el cambiante eardetor histério de ia indagacién moral misma exige realizar modifica ‘iones en su mareoteérco. En este sentido, el propio filsofo podria haber adeitidoeoe cambio que lo tras

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