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Un carril de cambio de velocidad es un carril auxiliar incluyendo sus áreas de ampliación, que se
construye primordialmente para la aceleración o desaceleración de los vehículos que ingresan o
salen de una carretera. Los términos "carril de cambio de velocidad", "carril de aceleración" o "carril
de desaceleración" se refieren a la anchura adicional que permite a los vehículos cambiar su
velocidad para pasar de la velocidad de operación de la vía que abandonan, a la velocidad de
operación de la vía a la que ingresan. Un carril de cambio de velocidad será suficientemente ancho
y largo para que los conductores puedan ajustar su velocidad acelerando o decelerando según
convenga, antes de ingresar a la vialidad a la que desean incorporarse.
En relación con los carriles de cambio de velocidad, de las observaciones y la experiencia se puede
concluir lo siguiente:
Los carriles de cambio de velocidad pueden tomar diferentes formas, dependiendo del alineamiento
del camino, la frecuencia de las intersecciones y las distancias requeridas para efectuar el cambio
de velocidad.
Los carriles de deceleración deben proyectarse de tal manera que den al conductor una indicación
clara del lugar en donde se separa de la corriente principal, lo que se logra con una superficie de
pavimento de color contrastante y con señalamiento horizontal e iluminación. En la Figura D.1 se
muestran algunos diseños típicos, de los cuales dos pertenecen a carriles de desaceleración y dos a
carriles de aceleración.
Los carriles de aceleración tienen una doble función; por un lado, permiten a los conductores
aumentar su velocidad antes de entrar a los carriles principales y por el otro, proporciona una
distancia suficiente dando tiempo a que el conductor pueda incorporarse al flujo adyacente,
seleccionando un espacio entre dos vehículos que le permitan ejecutar la maniobra. Figuras D.1-C y
D.1-D.
Cuando los carriles de deceleración se inician dentro de una sección en curva, tal como se muestra
en la Figura D.2-A, deben definirse sus límites, de tal manera que aseguren al conductor distinguir
claramente entre el camino y el enlace.
Cuando la curva del camino es izquierda y el enlace sale a la derecha, se presenta un quiebre en la
sección transversal en la orilla de la calzada del camino, debido a la sobreelevación contraria que
debe proporcionársele al enlace, por lo que la longitud del carril de desaceleración, deberá ser
suficiente para permitir un cambio gradual en la sección transversal; cuando esta longitud sea
considerable o cuando la sobre-elevación del camino sea mayor de 5%, la manera más apropiada
para diseñar el carril es la que se indica en la Figura D.2-B.
Cuando el camino tiene una curva derecha y la salida está ubicada sobre el lado derecho, el carril de
desaceleración deberá tomar la forma que se indica en la Figura D.2-C. La sobreelevación del carril
adicional es la misma que tiene la curva del camino y la nariz que separa los carriles, en este caso,
como en todos los de carriles de desaceleración, deberá quedar fuera de la orilla de la calzada del
camino, de preferencia a una distancia igual al ancho del acotamiento; de esta manera, un vehículo
que se salga de la calzada podrá regresar a ella con mínimos daños.
Las consideraciones para proyecto de los carriles de aceleración son similares a la de los carriles de
deceleración.
D.2.1. Transición en los carriles de cambio de velocidad
Se utilizan transiciones para realizar el cambio de carril de una manera cómoda y segura. La longitud
y la forma de la transición deberá ser tal que invite a los conductores a efectuar la maniobra del
cambio de carril, de acuerdo con los valores indicados en la Tabla D.B, dependiendo de la velocidad
de proyecto de la carretera principal.
Cuando el carril de cambio de velocidad queda paralelo al eje del camino, la anchura no deberá ser
menor de 3.35 m. y preferentemente deberá tener 3.65 m. Para el caso en que se utilicen carriles
de desaceleración directos, como el mostrado en la Figura D.1-B, la anchura es variable
dependiendo del enlace y de la forma y desplazamiento de la nariz. Se recomienda que la salida se
inicie con una deflexión de 4° para hacer notar el principio del carril de desaceleración.
En los carriles de aceleración directos, como los que se muestran en la Figura D.1-D, se procura que
la transición sea uniforme, con una relación de 50:1, para caminos de alta velocidad y de 20:1 hasta
50:1, para cualquier otro tipo de camino.
Deben construirse acotamientos aunque no tengan un ancho igual al que tienen en el camino. En el
caso que se coloquen guarniciones deben quedar alojadas en la orilla exterior del acotamiento y por
ningún motivo deberán aceptarse a menos de 0.30 m de la orilla de la calzada.
La longitud de los carriles de aceleración (Tabla D.2), está basada en la combinación de cuatro
factores:
Cuando los carriles no tengan las condiciones indicadas en las notas de la Tabla D.2, es necesario
hacer ajustes (Tabla D.3), en las longitudes de los carriles para cambio de velocidad, como son los
siguientes:
Para facilitar el flujo de tránsito en las intersecciones es una ayuda considerable tener un
señalamiento adecuado. Las señales anticipadas a una salida que indiquen al tránsito que va a dar
vuelta, mantener su derecha y al tránsito directo que mantenga su izquierda, a través de la
intersección, disminuyen los conflictos y permiten al tránsito una velocidad de operación mayor. Las
señales colocadas antes de una entrada indicando una próxima convergencia, encauzan al tránsito
directo alejado del carril adyacente al adicional, haciendo posible que se incorpore sin dificultad al
camino un volumen de tránsito mayor.