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Coplas por la muerte de su padre. Jorge Manrique. Poesía lírica culta del siglo XV.

Recuerde el alma dormida, Invocación: Ved de cuán poco valor Los estados y riqueza Si fuese en nuestro poder 145
avive el seso y despierte son las cosas tras que andamos que nos dejan a deshora, 110 hacer la cara hermosa
contemplando Dejo las invocaciones y corremos, 75 ¿quién lo duda? corporal,
cómo se pasa la vida, de los famosos poetas que en este mundo traidor, no les pidamos firmeza, como podemos hacer
cómo se viene la muerte 5 y oradores; aun primero que muramos pues son de una señora el alma tan glorïosa,
tan callando, no curo de sus ficciones, 40 las perdamos: que se muda. angelical, 150
cuán presto se va el placer, que traen yerbas secretas de ellas deshace la edad, Que bienes son de Fortuna 115 ¡qué diligencia tan viva
cómo, después de acordado, sus sabores; de ellas casos desastrados 80 que revuelven con su rueda tuviéramos toda hora,
da dolor; A aquél sólo me encomiendo, que acaecen, presurosa, y tan presta,
cómo, a nuestro parecer, 10 aquél sólo invoco yo de ellas, por su calidad, la cual no puede ser una en componer la cativa,
cualquiera tiempo pasado de verdad, 45 en los más altos estados ni estar estable ni queda dejándonos la señora 155
fue mejor. que en este mundo viviendo desfallecen. en una cosa. 120 descompuesta!
el mundo no conoció
su deidad.

Pues si vemos lo presente Este mundo es el camino Decidme: la hermosura, 85 Pero digo que acompañen Esos reyes poderosos
cómo en un punto se es ido para el otro, que es morada 50 la gentil frescura y tez y lleguen hasta la huesa que vemos por escrituras
y acabado, 15 sin pesar; de la cara, con su dueño: ya pasadas,
si juzgamos sabiamente, mas cumple tener buen tino el color y la blancura, por eso nos engañen, por casos tristes, llorosos, 160
daremos lo no venido para andar esta jornada cuando viene la vejez, pues se va la vida apriesa 125 fueron sus buenas venturas
por pasado. sin errar. ¿cuál se para? 90 como sueño; trastornadas;
No se engañe nadie, no, Partimos cuando nacemos, 55 Las mañas y ligereza y los deleites de acá así que no hay cosa fuerte,
pensando que ha de durar 20 andamos mientras vivimos, y la fuerza corporal son, en que nos deleitamos, que a papas y emperadores
lo que espera, y llegamos de juventud, temporales, y prelados, 165
más que duró lo que vio al tiempo que fenecemos; todo se torna graveza y los tormentos de allá, 130 así los trata la muerte
porque todo ha de pasar así que cuando morimos cuando llega al arrabal 95 que por ellos esperamos, como a los pobres pastores
por tal manera. descansamos. 60 de senectud. eternales. de ganados.

Nuestras vidas son los ríos 25 Este mundo bueno fue Pues la sangre de los godos, Los placeres y dulzores Dejemos a los troyanos,
que van a dar en la mar, si bien usáramos de él y el linaje y la nobleza de esta vida trabajada que sus males no los vimos 170
que es el morir; como debemos, tan crecida, que tenemos, 135 ni sus glorias;
allí van los señoríos porque, según nuestra fe, ¡por cuántas vías y modos 100 no son sino corredores, dejemos a los romanos,
derechos a se acabar es para ganar aquél 65 se pierde su gran alteza y la muerte, la celada aunque oímos y leímos
y consumir; 30 que atendemos. en esta vida! en que caemos. sus historias.
allí los ríos caudales, Aun aquel hijo de Dios, Unos, por poco valer, No mirando nuestro daño, No curemos de saber 175
allí los otros medianos para subirnos al cielo ¡por cuán bajos y abatidos corremos a rienda suelta 140 lo de aquel siglo pasado
y más chicos, descendió que los tienen! sin parar; qué fue de ello;
y llegados, son iguales a nacer acá entre nos, 70 105 desque vemos el engaño vengamos a lo de ayer,
los que viven por sus manos 35 y a vivir en este suelo otros que, por no tener, y queremos dar la vuelta, que también es olvidado
y los ricos. do murió. con oficios no debidos no hay lugar. como aquello. 180
se mantienen.

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Coplas por la muerte de su padre. Jorge Manrique. Poesía lírica culta del siglo XV.

¿Qué se hizo el rey don Juan? Las dádivas desmedidas, Y los otros dos hermanos, Aquél de buenos abrigo, Antonio Pío en clemencia; 325
Los infantes de Aragón los edificios reales maestres tan prosperados amado por virtuoso 290 Marco Aurelio en igualdad
¿qué se hicieron? llenos de oro, como reyes, 255 de la gente, del semblante;
¿Qué fue de tanto galán, las vajillas tan febridas, 220 que a los grandes y medianos el maestre don Rodrigo Adriano en elocuencia;
qué fue de tanta invención 185 los enriques y reales trajeron tan sojuzgados Manrique, tanto famoso Teodosio en humanidad
como trajeron? del tesoro; a sus leyes; y tan valiente; y buen talante; 330
Las justas y los torneos, los jaeces, los caballos aquella prosperidad sus hechos grandes y claros 295 Aurelio Alejandro fue
paramentos, bordaduras de sus gentes y atavíos que tan alta fue subida 260 no cumple que los alabe, en disciplina y rigor
y cimeras, tan sobrados, 225 y ensalzada, pues los vieron, de la guerra;
¿fueron sino devaneos? 190 ¿dónde iremos a buscallos? ¿qué fue sino claridad ni los quiero hacer caros un Constantino en la fe,
¿qué fueron sino verduras ¿qué fueron sino rocíos que cuando más encendida pues que el mundo todo sabe Camilo en el gran amor 335
de las eras? de los prados? fue amatada? cuáles fueron. 300 de su tierra.

¿Qué se hicieron las damas, Pues su hermano el inocente, Tantos duques excelentes, 265 Amigo de sus amigos, No dejó grandes tesoros,
sus tocados, sus vestidos, que en su vida sucesor 230 tantos marqueses y condes ¡qué señor para criados ni alcanzó muchas riquezas
sus olores? 195 se llamó, y varones y parientes! ni vajillas;
¿Qué se hicieron las llamas ¡qué corte tan excelente como vimos tan potentes, ¡Qué enemigo de enemigos! mas hizo guerra a los moros, 340
de los fuegos encendidos tuvo y cuánto gran señor di, muerte, ¿dó los escondes ¡Qué maestro de esforzados 305 ganando sus fortalezas
de amadores? le siguió! y traspones? 270 y valientes! y sus villas;
¿Qué se hizo aquel trovar, Mas, como fuese mortal, 235 Y las sus claras hazañas ¡Qué seso para discretos! y en las lides que venció,
las músicas acordadas 200 metióle la muerte luego que hicieron en las guerras ¡Qué gracia para donosos! muchos moros y caballos
que tañían? en su fragua. y en las paces, ¡Qué razón! se perdieron; 345
¿Qué se hizo aquel danzar, ¡Oh, juïcio divinal, cuando tú, cruda, te ensañas, ¡Cuán benigno a los sujetos! 310 y en este oficio ganó
aquellas ropas chapadas cuando más ardía el fuego, con tu fuerza las atierras 275 ¡A los bravos y dañosos, las rentas y los vasallos
que traían? echaste agua! 240 y deshaces. qué león! que le dieron.

Pues el otro, su heredero, 205 Pues aquel gran Condestable, Las huestes innumerables, En ventura Octaviano; Pues por su honra y estado,
don Enrique, ¡qué poderes maestre que conocimos los pendones, estandartes Julio César en vencer en otros tiempos pasados, 350
alcanzaba! tan privado, y banderas, y batallar; 315 ¿cómo se hubo?
¡Cuán blando, cuán halaguero no cumple que de él se hable, los castillos impugnables, 280 en la virtud, Africano; Quedando desamparado,
el mundo con sus placeres sino sólo que lo vimos 245 los muros y baluartes Aníbal en el saber con hermanos y criados
se le daba! 210 degollado. y barreras, y trabajar; se sostuvo.
Mas verás cuán enemigo, Sus infinitos tesoros, la cava honda, chapada, en la bondad, un Trajano; Después que hechos famosos 355
cuán contrario, cuán cruel sus villas y sus lugares, o cualquier otro reparo, Tito en liberalidad 320 hizo en esta misma guerra
se le mostró; su mandar, ¿qué aprovecha? 285 con alegría; que hacía,
habiéndole sido amigo, ¿qué le fueron sino lloros? 250 que si tú vienes airada, en su brazo, Aureliano; hizo tratos tan honrosos
¡cuán poco duró con él 215 ¿Qué fueron sino pesares todo lo pasas de claro Marco Tulio en la verdad que le dieron aún más tierra
lo que le dio! al dejar? con tu flecha. que prometía. que tenía. 360

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Coplas por la muerte de su padre. Jorge Manrique. Poesía lírica culta del siglo XV.

Estas sus viejas historias diciendo: «Buen caballero, Y pues vos, claro varón, Fin Rima: Consonante
que con su brazo pintó dejad el mundo engañoso tanta sangre derramasteis Así, con tal entender,
Recuerde el alma dormida,
en juventud, y su halago; de paganos, 435 todos sentidos humanos 470 a
con otras nuevas victorias vuestro corazón de acero, 400 esperad el galardón conservados, avive el seso y despierte
ahora las renovó 365 muestre su esfuerzo famoso que en este mundo ganasteis cercado de su mujer b
en senectud. en este trago; por las manos; y de sus hijos y hermanos contemplando
c
Por su grande habilidad, y pues de vida y salud y con esta confianza y criados, cómo se pasa la vida,
por méritos y ancianía hicisteis tan poca cuenta y con la fe tan entera 440 dio el alma a quien se la dio 475 a
bien gastada, por la fama, 405 que tenéis, (en cual la dio en el cielo cómo se viene la muerte
alcanzó la dignidad 370 esfuércese la virtud partid con buena esperanza, en su gloria), b
tan callando,
de la gran Caballería para sufrir esta afrenta que esta otra vida tercera que aunque la vida perdió c
de la Espada. que os llama. ganaréis.» dejónos harto consuelo cuán presto se va el placer,
su memoria. 480 d
cómo, después de acordado,
e
da dolor;
f
cómo, a nuestro parecer,
d
cualquiera tiempo pasado
e
fue mejor.
f
Y sus villas y sus tierras No se os haga tan amarga «No tengamos tiempo ya 445 Estrofa: Coplas de pie quebrado
Sílabas: Ocho y cuatro (cada estrofa sigue el esquema:
ocupadas de tiranos la batalla temerosa 410 en esta vida mezquina
8-8-4, 8-8-4, 8-8-4, 8-8-4)
las halló; 375 que esperáis, por tal modo,
mas por cercos y por guerras pues otra vida más larga que mi voluntad está 1 2 3 4 5 6 7 +1=8
y por fuerza de sus manos de la fama glorïosa conforme con la divina Recuerde_el alma dormida,
las cobró. acá dejáis, para todo; 450
12 3 4 5 6 7 +1=8
Pues nuestro rey natural, (aunque esta vida de honor 415 y consiento en mi morir avive_el seso_y despierte
si de las obras que obró 380 tampoco no es eternal con voluntad placentera,
fue servido, ni verdadera); clara y pura, 1 2 3 +1=4
dígalo el de Portugal mas, con todo, es muy mejor que querer hombre vivir contemplando
y en Castilla quien siguió que la otra temporal cuando Dios quiere que muera 455 A veces hay enlace entre la última vocal de un verso y la primera
su partido. perecedera. 420 es locura. del verso corto (pie quebrado) que sigue, porque el verso corto es

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Coplas por la muerte de su padre. Jorge Manrique. Poesía lírica culta del siglo XV.

Después de puesta la vida 385 El vivir que es perdurable Oración: como una extensión del verso anterior:
tantas veces por su ley no se gana con estados Tú, que por nuestra maldad,
1 2 3 4 567 +1=8
al tablero; mundanales, tomaste forma servil el alma tan glorï-osa,_
después de tan bien servida ni con vida deleitable y bajo nombre;
la corona de su rey en que moran los pecados 425 tú, que a tu divinidad 460 123 +1=4
verdadero: 390 infernales; juntaste cosa tan vil _angelical,
después de tanta hazaña mas los buenos religiosos como es el hombre;
a que no puede bastar gánanlo con oraciones tú, que tan grandes tormentos Algo análogo puede ocurrir cuando un verso es agudo:
cuenta cierta, y con lloros; sufriste sin resistencia
en la su villa de Ocaña los caballeros famosos, 430 en tu persona, 465 1 2 3 4 5 67 +1=8
porque todo_ha de pasar_
vino la muerte a llamar 395 con trabajos y aflicciones no por mis merecimientos,
a su puerta, contra moros. mas por tu sola clemencia 1 23 +1=4 [«Por» funciona como la sílaba
me perdona.» _por tal manera. número ocho del verso anterior.]

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