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Octubre 2014
1. Introducción ..................................................................................................................................... 3
2. Aspectos jurídicos destacables de los fideicomisos ............................................................ 5
2.1. Introducción ............................................................................................................................ 5
2.2. Objeto del Fideicomiso y de la Propiedad Fiduciaria ................................................... 6
2.3 Capacidad de los Sujetos del Fideicomiso ..................................................................... 7
2.4 Actividad del Fiduciario: Obligación de Medios ............................................................ 8
2.5 Formalidades y Registración .............................................................................................. 9
2.6 Constitución de Fideicomisos .......................................................................................... 10
2.7 Tipos de Fideicomisos........................................................................................................ 10
2.7.1. Ordinario y Financiero................................................................................................... 10
2.7.2. Fideicomiso de Garantía .............................................................................................. 11
2.7.3. Fideicomiso de Administración – Fideicomiso de Inversión ................................... 12
2.7.4. Por Acto Entre Vivos y Testamentario ....................................................................... 13
2.7.5. Fideicomisos Públicos y Privados ............................................................................... 13
2.7.6. Fideicomisos Inmobiliarios ........................................................................................... 13
3. Principales tipos de fideicomisos empleados para la construcción de inmuebles .... 16
3.1 Fideicomisos de administración ...................................................................................... 16
3.2. Fideicomisos de administración al costo ...................................................................... 19
4. Aspectos tributarios claves a la hora de evaluar fideicomisos para la construcción
de inmuebles .......................................................................................................................................... 22
4.1 Introducción .......................................................................................................................... 22
4.2 Tratamiento fiscal de la relación del fideicomitente con los Fideicomisos.......... 28
4.2.1 Esquema tradicional...................................................................................................... 28
4.2.2 Fideicomiso al costo...................................................................................................... 33
4.3 Tratamiento fiscal de los Fideicomisos ........................................................................ 36
4.3.1 Esquema tradicional...................................................................................................... 36
4.3.2 Fideicomiso al costo...................................................................................................... 37
4.4 Tratamiento fiscal de los beneficiarios de los Fideicomisos .................................. 43
4.4.1 Esquema tradicional...................................................................................................... 43
4.4.2 Fideicomiso al costo...................................................................................................... 46
5. Síntesis y conclusión .................................................................................................................. 46
Este proceso, que se denomina desarrollo inmobiliario, cuenta con una serie de
etapas que transcurren en un período extenso de tiempo. Es aquí dónde surge
un primer elemento relavante de la temática abordada que es el tiempo de
maduración de este tipo de negocios.
1
A los efectos de dimensionar la importancia que tiene la figura fiduciaria en la construcción de
inmuebles, es útil conocer que en el caso argentino la Ley No. 24.441 del 22 de diciembre de
1994, que regula la institución fiduciaria, tuvo la finalidad de fomentar y facilitar la construcción
de viviendas y no es propiamente una ley de fideicomisos sino que regula varios tipos de figuras
todas con la finalidad reseñada.
2
TABAKMAN, Damián, Fideicomisos al Costo, BRE Ediciones, pág. 36.
2.1. Introducción
El fideicomiso puede definirse como aquel negocio jurídico, en virtud del cual una
persona (Fideicomitente) transfiere a otra (Fiduciario) bienes o derechos para
que éste los administre o enajene destinándolos a un fin específico, cumpliendo
en todo momento con las reglas que el Fideicomitente determine, dentro de los
plazos o condiciones que se indiquen.
Esto determina que los bienes fideicomitidos no puedan ser perseguidos por los
acreedores personales del Fideicomitente, ni del Fiduciario, ni del Beneficiario
mientras no se encuentren en su patrimonio.
Del mismo modo, los acreedores del Beneficiario, no podrán perseguir los bienes
fideicomitidos mientras éstos se encuentren en el patrimonio del Fiduciario.
Esto determina que el patrimonio fiduciario solo responde por las deudas que se
originan por el Fiduciario al gestionar dicho patrimonio, con el objetivo de cumplir
con los fines específicos para los que fue creado el Fideicomiso, sin ser
alcanzado por ningún otro tipo de acreedores.
En cuanto a la capacidad para ser beneficiario, pueden ser una o más personas
físicas o jurídicas. Pueden serlo incluso personas futuras, pero en este último
caso, el fideicomiso quedará sujeto a la condición suspensiva de la existencia de
la persona beneficiaria, quedando sin efecto si no se verifica su existencia en el
plazo de un año. Como se señaló previamente, pueden ser beneficiarios los
propios fideicomitentes. En caso de que existan más de un beneficiario, no
necesariamente debe corresponder a todos idéntico beneficio. Conforme al
artículo 24 de la ley 17.703, pueden existir múltiples beneficiarios que gocen de
su derecho en forma conjunta o sucesiva.
Machado, Jorge, “Análisis Contrato de Fideicomiso Uruguayo”, AEU, 2004, pág. 60.
3
Por último cabe señalar, que de la propia Ley No. 17.703 puede extraerse la
conclusión arribada respecto a que el Fiduciario asume una obligación de
medios, ya que el artículo 20 es claro cuando establece que esta prohibido al
fiduciario “…afianzar, avalar o garantizar de algún modo al fideicomitente o al
beneficiario el resultado del fideicomiso o las operaciones, actos y contratos que
realice con los bienes fideicomitidos”.
Los fideicomisos de Garantía no son definidos por la ley No. 17.703 pero su
existencia es reconocida por el artículo 9 cuando se estipula que se encuentra
prohibido que se designe beneficiario de los fideicomisos a los fiduciarios “salvo
en los casos de fideicomisos de garantía constituídosa favor de una entidad de
intermediación financiera” y en el artículo 42 cuando se establece la exoneración
del Impuesto a las Trasmisiones Patrimoniales (ITP) a dicho tipo de fideicomisos.
7
Artículo 16 de la Ley No. 17.703.
En definitiva, tal como sostiene Perez Canton “más allá de las diferencias que
normalmente se hacen entre los fideicomisos de garantía y los de adminsitración,
en el fondo todos los fideicomisos tiene la característica de ser de administración.
Viene a conformar como el modelo base o estándar desde el que se orginan
innumerables y diferentes clases y subclases de fideicomisos, pero en todos
subyacen las facultades de administración del fiduciario”.8
8
PEREZ CANTON, Álvaro, El Fideicomiso de Administración, Tratado Teórico Práctico de
Fideicomiso, Ad Hoc, 2da Edición, pág. 202.
9
Artículo 2 de la Ley No. 177.703.
Dr. Julio Facar – Cr. Gerardo Zolkwer, “El Fideicomiso Inmobiliario en Uruguay”, Revista CADE
10
Este tipo de fideicomiso también puede estar vinculado a otros como ser el
fideicomiso de garantía, cuando por ejemplo el patrimonio fiduciario también se
utiliza como garantía y con la finalidad de obtener un crédito, o puede estar
vinculado a un fideicomiso financiero, si por ejemplo se emiten certificados de
participación sobre el patrimonio fiduciario.
En nuestro país sigue siendo habitual que los grupos de inversores que
desarrollan emprendimientos inmobiliarios, utilizan las sociedades anónimas a
estos efectos.
Sin embargo la figura del fideicomiso, con cada vez mas aceptación en el
mercado, tiene algunas virtudes y ventajas frente a las tradicionales sociedades
comerciales, a efectos del desarrollo de negocios inmobiliarios.
11
Nicola Trías, “Fideicomiso Inmobiliario”, Revista de Legislación Uruguaya Sistematizada y
Analizada pág. 134.
Admitiéndose entonces que cada fideicomiso puede tener variantes que puedan
hacer singular su tratamiento, procederemos a referirnos a algunas de las
variantes utilizadas para analizar su funcionamiento en los negocios
inmobiliarios.
Los inversores son quienes, con ánimo de lucro, ponen en riesgo su capital en
un emprendimiento inmobiliario. Pueden aportar al emprendimiento dinero o uno
de los elementos fundamentales en este negocio: el terreno.
12
RODRIGUEZ AZUERO, Sergio., “Negocios Fiduciarios, su significación en América Latina”,
Primera Edición pág. 449.
Es así que los inversores (tanto de dinero como eventualmente del terreno)
actúan como fideicomitentes del fideicomiso de administración que tendrá por
cometido construir determinado tipo y la cantidad de unidades habitacionales
que el desarrollista haya estimado poder vender a un precio determinado.
Los compradores (ya sean finales, inversores o de preventas) no son parte del
contrato de fideicomiso sino que contratan con el mismo la compra de inmuebles
en determinadas condiciones. No obstante, la figura fiduciaria así planteada le
otorga mayores garantías para la ejecución de las obras debido a la
característica de patrimonio autónomo de las partes relacionadas antes
descriptas.
Otro aspecto distintivo de este caso es la finalidad perseguida por los inversores,
la cual, en forma inequívoca es obtener un lucro económico. Se utiliza la figura
fiduciaria para alcanzar dicha finalidad por varias razones: porque si bien están
asociados en la suerte del emprendimiento carecen de “affectio societatis”,
porque la forma de remuneración del capital aportado puede variar (puede
retribuirse en dinero o unidades construídas), porque la distribución de
resultados puede no coincidir a prorrata con el capital aportado (es el caso del
dueño del terreno o del propio desarrollista que no aporta dinero sino su gestión
en el emprendimiento), porque se quiere regular de manera especial la forma de
tomar decisiones, o porque la figura otorga seguridades para todas las partes
relacionadas que otras figuras jurídicas no tienen.
13
LISOPRAWSKI, Silvio y KIPER, Claudio: Fideicomiso, Dominio Fiduciario, Securitización,
Depalma, 1996 pág.313.
Todo buen desarrolista integra tres habilidades básicas: buen entendimiento del
mercado, eficiente admnistración de recursos y efectiva labor de venta. Debido
a que la labor de venta podía dificultarse en el contexto reseñado, los
desarrollistas apelaron a sus otras dos fortalezas: crear productos que pudieran
defender su valor luego que el mercado se estabilizara y hacer la mejor gestión
de costos en contextos inflacionarios.
4.1 Introducción
A efectos de este análisis, dos son los momentos claves a los que nos debemos
referir: el tratamiento de los fideicomisos en ocasión de la aprobación de la Ley
También fue considerado que detrás de todo fideicomiso hay una relación
causal, un negocio económico, una intención que se está tratando de canalizar
a través del instrumento. Por esta razón, se asimiló su tratamiento al de las
sociedades de tipo personal, que como veremos, contaban en dicho momento
con un tratamiento que atendía la combinación de factores productivos para
derivar las consecuencias tributarias.
Por último, al momento de adoptar soluciones fiscales para esta figura, otro
desafío que debió considerarse consistía en solucionar el legitimo temor de la
administración tributaria por la posible utilización del instrumento para concretar
maniobras abusivas frente a las cuales, la administración no tuviera las mismas
herramientas de combate aplicables para el caso en que dichas maniobras
involucran a sociedades con personería jurídica.
14
A partir de la calidad de sujeto pasivo de IRIC, se derivaban consecuencias inmediatas que
tenían relación con otros impuestos. Es así que, la calidad de contribuyente de IRIC determinaba
que el fideicomiso fuera también sujeto pasivo del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del
Impuesto al Patrimonio (IP) además de otras consideraciones respecto de la tasa aplicable de
este último impuesto y la aplicación de normas específicas de valuación de activos. Estas mismas
derivaciones se mantuvieron luego de la Reforma Fiscal para el caso de los contribuyentes del
Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE).
15
Sin ánimo de hacer complejo el análisis, se podrían configurar situaciones en las cuales el
fideicomitente conservara el dominio económico de los bienes transferidos al fideicomiso y se
convirtiera además en beneficiario del fideicomiso, en cuyo caso todos los efectos fiscales se
deberían verificar respecto del propio fideicomitente.
16
Como fuera anteriormente señalado, a partir de la designación de los fideicomisos como
sujetos pasivos de IRAE, el sistema tributario vigente determina la misma calidad respecto del
Impuesto al Patrimonio (IP) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Además del efecto inhibidor apuntado, la asimilación del tratamiento fiscal de los
fideicomisos al de las sociedades anónimas y no al del resto de las formas
jurídicas para hacer negocios le impone a dicha figura la obligación de liquidar el
IRAE por el régimen de contabilidad suficiente lo que constituye no solo una
carga administrativa adicional (que opera obviamente como freno para su
utilización) sino que le impide acceder a los regímenes fictos de liquidación del
impuesto aplicable por ejemplo a las sociedades de tipo personal.
17
En el ejemplo citado es posible advertir que las personas físicas propietarias de inmuebles
deben computarlos a efectos del IP luego de aplicar un mínimo no imponible y una escala
progresiva de tasas. No obstante, en el caso de los contribuyentes de IRAE, no se aplica el
mínimo no imponible y la tasa es proporcional y del 1,5% anual. Adicionalmente, debe
considerarse que a partir de lo dispuesto por el artículo 319 de la Ley No. 18.996 se consideran
rendimientos de capital mobiliario a las utilidades distribuidas por fideicomisos.
18
El efecto inhibidor señalado se advierte más claramente si se afirma que la carga impositiva
es cuatro veces y media superior en caso de emplearse un fideicomiso de administración que en
caso de no hacerlo. Dicha magnitud surge de considerar una tasa de rentabilidad promedio del
7% anual para el arrendamiento de inmuebles y un monto de gastos de conservación y
mantenimiento del 10% de los ingresos anuales.
La pérdida del control económico del terreno por parte de su propietario en favor
del fideicomiso determina un cambio en su composición patrimonial. El terreno
debe ser dado de baja del activo del propietario para incorporar en su lugar el
derecho a percibir en el futuro la cuota parte correspondiente del resultado
económico derivado del proyecto inmobiliario al que sirve de base.
Estamos ante un contrato oneroso por el cual, a cambio del terreno, el propietario
tiene un derecho personal (en sentido contrario a lo que significa un derecho
real) documentado en el contrato de fideicomiso (y no en un título valor como
puede ser el caso de los fideicomisos financieros) por el cual se lo designa
19
Sobre la importancia del desapoderamiento económico de los bienes en el caso de los
fideicomisos al costo ver: ABADI, Félix, Tratamiento contable y tributario de los fideicomisos de
construcción al costo.
El aspecto medular que tiene relación con esta operación es la valuación del
aporte efectuado. Todo terreno “vale” por su localización y lo que las normas de
regulación urbana permiten construir sobre el mismo. Es obvio que en esta
materia existe una oposición de intereses entre el desarrollista y el propietario
del terreno puesto que la maximización del precio para uno representa un mayor
costo para el otro y por consiguiente una menor ganancia para los inversores. El
valor del terreno surge entonces de un proceso de negociación por el cual se
llega a determinado “valor” que representa determinado porcentaje del
patrimonio del fideciomiso y de las utilidades generadas por el mismo.
20
En el caso del IVA, se aplica la exoneración correspondiente a la enajenación de inmuebles
dispuesta por el literal b del numeral 1 del artículo 19 del T.O 1996.
En caso que el propietario del terreno sea una persona física residente, las
consecuencias fiscales de la operación analizada se encuentran en el ámbito
del Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas (IRPF) y en el caso de
personas físicas y otras entidades No Residentes sin Establecimiento
Permanente en el país, en el Impuesto a la Renta de los No Residentes (IRNR).23
21
Sobre el tratamiento por IVA de los aportes de capital en especie y en especial la característica
onerosa de la operación ver BLANCO, Andrés, El Impuesto al Valor Agregado, Volumen I, FCU,
pág. 134.
22
Artículo 5 del Decreto No. 252/98 el cual dispone que “el término enajenación a que refiere el
literal A) del artículo 1º del Título que se reglamenta comprende los negocios jurídicos hábiles
para desplazar de un patrimonio a otro la titularidad de un bien inmueble o para constituir o
transferir, en su caso, los derechos de usufructo, nuda propiedad y de uso y habitación, tales
como la compraventa, permuta, donación, paga por entrega de bienes, aportes de capital,
fusiones y escisiones de sociedades, adjudicación de bienes inmuebles en caso de disolución y
liquidación de sociedades comerciales, etc.
23
Debido a la remisión que realiza el literal B del artículo 12 del Título 8 del T.O 1996 para la
determinación del monto imponible del IRNR a las normas del IRPF, las consideraciones
realizadas para éste último impuesto se consideran aplicables para el IRNR.
24
Artículo 20 del Título 7 del T.O 1996.
25
Con relación a este punto ver la Consulta No. 4.550 Boletín DGI No. 389.
Por el contrario, en caso que el fideicomitente sea una persona física (residente
o no) o una entidad no residente sin Establecimiento Permanente en el país, es
posible que se verifique la ocurrencia del IRPF o del IRNR correspondiente a la
categoría de incrementos patrimoniales.26 En estos casos, el valor en plaza del
bien inmueble enajenado a título gratuito debería coincidir con el valor asignado
por las partes en el contrato traslativo de dominio, y si este valor resultara ser
superior al valor fiscal del inmueble27, entonces se estará ante la configuración
de un incremento patrimonial gravado. Configurada dicha hipótesis, la
determinación del monto imponible se realiza de acuerdo a lo dispuesto por el
artículo 20 del Título 7 del T.O 1996.
Lo particular del caso es que en las operaciones a título gratuito el sujeto pasivo
del ITP es el beneficiario de la donación29. Debe apreciarse que el fideicomitente
26
El literal B) del artículo 17 del Título 7 del T.O 1996 dispone que se consideran incrementos
patrimoniales gravados el resultado de comparar el valor en plaza con el valor fiscal de los bienes
donados o enajenados a título gratuito, siempre que aquel fuera mayor a éste.
27
Por lo dispuesto en el artículo 9 del Título 14 del T.O 1996, las personas físicas valúan los
bienes inmuebles por el valor real fijado por la Dirección General de Catastro, y en caso de no
existir dicho valor real, se computa el precio de costo.
28
Aun cuando el fideicomitente sea contribuyente de IRAE y por tanto de IVA, la falta de
onerosidad de la operación determina que no se verifique el aspecto material del hecho
generador del impuesto.
29
De acuerdo a lo dispuesto por el literal A del Artículo 3º del Título 19 del T.O 1996, son
contribuyentes del ITP los otorgantes de los contratos de traslación, excepto en los negocios
gratuitos, en los cuales el contribuyente es el beneficiario.
Son acertadas las manifestaciones de Gonzalo Lorenzo 30 quién exprsea que los
fideicomisos “al costo” desde el punto de vista jurídico no se apartan de las
novelería?” en Revista de Antiguos Alumnos del IEEM, Abril 2011, pág. 78.
31
Lorenzo Idiarte, Gonzalo A., “Fideicomisos al costo para la construcción: ¿novedad o
novelería?” en Revista de Antiguos Alumnos del IEEM, Abril 2011, pág. 79.
32
Sobre este aspecto los fideicomisos al costo contienen cláusulas que contemplan soluciones
para diferentes tipos de eventualidades en caso que alguno de los fideicomitentes no cumpla con
los aportes solicitados y por ese motivo ponga en riesgo el proyecto.
Por lo expuesto, el valor negociado entre las partes y que figura en la escritura
pública traslativa de la propiedad del terreno al fideicomiso es el que debe
considerarse a los efectos de determinar el monto imponible de la operación
respecto del IRAE. Si bien este criterio es aplicable en ámbito del IRAE, ante la
ausencia de normas específica similar en el ámbito del IRPF/IRNR, debería ser
empleado el mismo criterio para valuar el inmueble aportado por personas físicas
residentes o entidades No Residentes en el país sin Establecimiento
Permanente.
Con relación a la incidencia del IVA y del ITP en la operación analizada son de
aplicación las mismas soluciones descriptas en ocasión de analizar el aporte del
terreno al esquema fiduciario denominado “tradicional”.
33
Con la redacción dada por el artículo 1 del Decreto No. 27/013.
34
Con la redacción del artículo 1del Decreto No. 27/013 del 23 de enero de 2013.
La venta de las unidades construídas se encuentran gravadas por IVA e ITP, tal
como sucede en los emprendimientos inmobiliarios que se llevan a cabo a través
de las diversas formas jurídicas existentes. 36
35
Sobre la forma de determinación de la renta fiscal gravada en el caso de emprendimientos
inmobiliarios en construcción ver: ROSSETO, Jorge, Los resultados de la actividad de
construcción de inmuebles y su venta a plazos frente al IRIC, Revista Tributaria No. 155, pág.
159; PORCARO, Daniel, Reconocimiento de los resultados fiscales de la actividad de la
construcción y venta de inmuebles, Revista Tributaria No. 154, pág. 25 y SIMON, Luis, Algo más
sobre los resultados de la actividad de construcción de inmuebles y su venta a plazos frente al
IRIC, Revista Tributaria No. 160, pág. 91.
36
Sobre el tratamiento del IVA ver: FOTI Fernando, El IVA en la construcción, reforma y venta
de inmuebles, Revista Tributaria No. 210 pág. 415.
37
Artículo 18 del Título 10 T.O 1996 y artículo 32 del Decreto No. 207/007.
38
Obsérvese como nota importante que la caracterización fiscal de la figura requiere que el
fideicomitente coincida con el beneficiario, situación que no necesariamente ocurre en la práctica.
39
Existen además de los adelantos recibidos de los fideicomitentes otros pasivos espontáneos
como ser impuestos a pagar, remuneraciones, honorarios profesionales, proveedores de
insumos que financian por corto período algunos elementos del desarrollo inmobiliario. El
comentario señala que no hay pasivos financieros estructurales que financien la obra.
40
Corresponde observar en el caso analizado que por no tratarse de una venta de inmueble a
plazo bajo el régimen previsto por la Ley No. 8733 del 17 de junio de 1931 y modificativas, no es
necesario computar como ganancia fiscal la diferencia entre el precio de venta y el valor fiscal
del bien vendido contenido en las cuotas vencidas del promitente comprador.
41
Artículo 20 del Título 4 del T.O 1996.
42
En el caso de los inmuebles que se adquieran a partir del 1º de setiembre de 2013 es condición
necesaria que además el pago de la totalidad de la operación se efectúe: a) a través de
transferencias electrónicas entre cuentas de instituciones de intermediación financiera
comprendidas en el Decreto-Ley Nº 15.322 de 17 de setiembre de 1982, pertenecientes al
comprador y vendedor; o b) en especie, mediante la entrega de unidades a construir.
43
Sobre el tratamiento de los anticipos de clientes ver las Consultas No. 3.557 Boletín No. 277,
Consulta No. 3.964 Boletín No. 332 y Consulta No. 5.027 Boletín No. 428.
44
Decreto No. 225/008 del 28 de abril de 2008.
45
ABADI, Félix, Tratamiento contable y tributario de los fideicomisos de construcción al costo.
46
Artículo 12 Título 14 T.O 1996. Con relación a la valuación de dichas participaciones en el
IRAE ver Artículo 95 del Decreto No. 150/007 y la Consulta No. 5.279, Boletín DGI No. 442.
El impuesto en este caso se paga vía retención que debe realizar el fiduciario
en la ocasión que el contrato de fideicomiso estipule para la distribución de los
resultados obtenidos.
47
Artículo 22 Título 14 T.O 1996.
48
Literal M) artículo 15 Título 4 T.O 1996.
49
Artículo 16 del Título 7 T.O 1996.
50
Literal M) artículo 52 del Título 4 del T.O 1996.
La cesión de los derechos del beneficiario no es una operación gravada por IVA53
ni por ITP por lo que no deben considerarse efectos fiscales adicionales a los
mencionados.
51
Artículo 29 Decreto No. 148/007.
52
Se encuentran exonerados de IRPF los incrementos patrimoniales derivados de transmisiones
patrimoniales cuando el monto de las mismas consideradas individualmente no superan las
30.000 U.I. y siempre que la suma de las operaciones que no exceda dicho monto, sea inferior
en el año a las 90.000 U.I. Literal l del artículo 27 del Título 7 T.O 1996.
53
En el caso del IVA es una operación exonerada para los sujetos pasivos del IRAE (literal A
Artículo 19 Título 10 T.O 1996) y no comprendida para las personas físicas y entidades No
Residentes.
Con relación al IVA, corresponde precisar que la base imponible sobre la cual se
aplica la tasa mínima del impuesto es equivalente al total de aportes recibidos
de los fideicomitentes (Decreto No. 331/007 del 8 de octubre de 2013).
5. Síntesis y conclusión
Desde el punto de vista fiscal, queda en evidencia que en tanto las estructuras
fiduciarias empleadas tengan por cometido un fin comercial o productivo (compra
venta de inmuebles, construcción, desarrollo y venta de inmuebles, o similares)
el tratamiento tributario es igual al de cualquier otra forma jurídica o comercial
para llevar a cabo dicha actividad.
Tal es así que, sin ir más lejos, el caso argentino es un buen ejemplo del tema
analizado.
La Ley No. 25.063 del 30 de diciembre de 1998 distingue los fideicomisos que
son sujetos pasivos del impuesto a las ganancias de aquellos que se limitan a
determinar la renta, atribuyendo la misma al fideicomitente/beneficiario según
sea el caso.
Es así que son sujetos pasivos del impuesto a las ganancias los Fideicomisos
Financieros, los fideicomisos en los cuales el fideicomitente no coincide con el
beneficiario, y los fideicomisos en los cuales el fideicomitente coincide con el
beneficiario pero se trata de un sujeto del exterior. Estos serían los casos en
los cuales, si la solución fuera implementada en Uruguay, correspondería
designar a los fideicomisos sujetos pasivos del IRAE y sus rentas comprendidas
en dicho impuesto (sin importar si existe o no combinación de factores
productivos para obtenerla).
**********************
54
COTO, Alberto, Aspectos tributarios del Fideicomiso, La Ley, pág. 26.