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Introducción

Staphylococcus aureus es un problema clínico importante debido a la alta incidencia de


infecciones cutáneas y la aparición generalizada de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos.
La respuesta inmune mediada por S. Aureus aún no se conoce por completo, sin embargo,
nuevos descubrimientos han identificado un papel clave para la interleucina-1 (IL-1) y la respuesta
inmunitaria mediada por IL-17 para promover el reclutamiento de neutrófilos en el sitio de
infección en la piel, un proceso que se requiere para la defensa del huésped y el aclaramiento
bacteriano.

Mecanismo
En la piel es una barrera que nos provee la inmunidad innata y en ella se encuentra una capa
externa que funciona como protectora contra diversos microorganismos como S.aureus gracias a
la presencia de Temperatura y pH bajo, así como a la presencia de péptidos antimicrobianos
producidos por los queratinocitos como B-defensinas, catelicidinas y RNAsa7.
Los queratinocitos expresan Receptores de reconocimiento de patrones (PRR) de tipo NOD, los
cuales tienen como función reconocer PAMPs. De igual forma los macrofagos, células dendriticas y
otras expresan PRR.

El reclutamiento de neutrófilos de la circulación está mediado por factores múltiples, que incluyen
citoquinas proinflamatorias (como IL-1α, IL-1β, factor de necrosis tumoral (TNF) e IL-6) y
quimiocinas. También se requieren moléculas de adhesión que promuevan la formación de
neutrófilos, adhesión y diapedesis; estas moléculas incluyen P-selectina, E-selectina y molécula de
adhesión intercelular 1 (ICAM1) en el endotelio y L-selectina.
De forma general la formación de abscesos por S. aureus requiere de reclutamiento de neutrofilos,
fagocitosis y estallido respiratorio y la expresión de proteínas que secuestran nutrimentos
esenciales para el crecimiento bacteriano como lactoferrina, transcobalamina, etc.

Durante una infección cutánea por Staphylococcus aureus, se rompe la barrera epidérmica y
queratinocitos y células inmunes de la piel residentes (como células de Langerhans y células T γδ
en la epidermis, y células dendríticas, macrófagos, fibroblastos, mastocitos, células B y T, células
plasmáticas y las células asesinas naturales (NK) en la dermis) producen citocinas, quimiocinas y
moléculas de adhesión proinflamatorias. Estas moléculas promueven el reclutamiento del flujo
sanguíneo de neutrófilos, que ayudan a controlar la infección formando un absceso. La formación
de abscesos de neutrófilos es un sello distintivo de las infecciones por S. aureus (que típicamente
se caracterizan como infecciones piógenas) y se requiere para el aclaramiento bacteriano. Las
citocinas proinflamatorias también inducen la producción de péptidos antimicrobianos (como β-
defensinas y catelicidinas) que tienen actividad bacteriostática o bactericida contra S. aureus. c |
Neutrófilos fagocitan bacterias opsonizadas utilizando Fc y receptores del complemento. Después
de esta absorción en los fagosomas, existen múltiples mecanismos que promueven la muerte
bacteriana. El primero es el estallido oxidativo, que genera especies reactivas de oxígeno (como O
-, H O y HOCl) membrana fagocítica para promover la muerte enzimática. En segundo lugar, el
fagosoma contiene péptidos antimicrobianos (como catelicidinas, lisozima, azurocidina y α-
defensinas), que tienen actividad microbicida directa. En tercer lugar, las proteinasas (tales como
la catepsina G, la elastasa de neutrófilos, la gelatinasa, la colagenasa de neutrófilos y la proteinasa
3) y las hidrolasas ácidas degradan los componentes bacterianos. Por último, las proteínas que
secuestran nutrientes esenciales limitan el crecimiento bacteriano; tales proteínas incluyen
lactoferrina (que secuestra hierro y cobre), transcobalamina II (que se une a la vitamina B12) y
lipocalina asociada a gelatinasa de neutrófilos (NGAL, que une los sideróforos bacterianos,
evitando la extracción de hierro). Si S. aureus ingresa al citoplasma de los neutrófilos, hay una
abundancia de calprotectina, que secuestra Mn2 + y Zn2 + para inhibir el crecimiento bacteriano.
C3b, componente del complemento C3b; CR1, receptor del complemento tipo 1.

La IL17A e IL17F juega un papel muy importante en la activación de esta respuesta, y es producida
por NK, TH17, e incluso linfocitos T gamma delta. La producción de esta interleucina depende de la
activación del receptor tipo Toll 2 (TLR2) y la producción de IL-1α, IL-1β, IL-6 e IL-23, que pueden
ser producidas por otras células residentes y reclutadas en la piel, tales como macrófagos y células
dendríticas. IL-17A e IL-17F activan los receptores de IL-17 en los queratinocitos epidérmicos,
dando como resultado la producción de péptidos antimicrobianos (como β-defensinas 2 y 3 y
catelicidinas) que tienen bacteriostáticos y bactericidas actividad contra Staphylococcus aureus,
así como en la producción de citoquinas proinflamatorias, quimiocinas y moléculas de adhesión
que promueven el reclutamiento de neutrófilos desde la circulación al sitio de la infección por S.
aureus en la piel. La señalización mediada por IL-17 también conduce a la producción de GM-CSF
(factor estimulante de colonias de granulocitos-macrófagos) y G-CSF, que promueve la
granulopoyesis de neutrófilos en la médula ósea y tal vez localmente en la piel. Los neutrófilos
forman un absceso para ayudar a controlar y limitar la propagación de la infección en la piel, y esto
es en última instancia necesario para el aclaramiento bacteriano. La señalización mediada por IL-
17 también conduce a la producción de CC-quimiocina ligando 20 (CCL20), que desencadena un
ciclo de retroalimentación positivo promoviendo el reclutamiento adicional de la circulación de
células TH17 que expresan preferentemente CC-quimiocina receptor 6 (CCR6).

Producción de IL-1 por macrofago

La producción de IL-1β durante las infecciones cutáneas de S. aureus requiere dos señales. La
señal 1 implica la transcripción de pro-IL-1β, que es inducida por la activación de receptores de
reconocimiento de patrones (PRR), tales como TLR2 (receptor Toll-like 2) y NOD2 (proteína que
contiene el dominio de oligomerización que se une a nucleótidos). La señal 2 implica NLRP3 (NOD-,
LRR- y dominio de pirina que contiene 3) activación de inflamasoma, que da como resultado la
escisión mediada por caspasa 1 de pro-IL-1β en IL-1β activa. Se ha demostrado que la activación
del inflamasoma NLRP3 durante las infecciones por S. aureus se desencadena por la digestión
mediada por lisozima de S. aureus (que libera peptidoglucano, induce la producción de
intermedios de oxígeno reactivo y promueve la ruptura del fagosoma), mediante la activación del
receptor purinérgico P2X7 mediante ATP (que se libera por células estresadas o dañadas durante
una infección) y por toxinas formadoras de poros de S. aureus, como las α-, β- y γ-hemolisinas. IκB,
inhibidor de NF-κB; MDP, muramil dipéptido; NF-κB, factor nuclear-κB.

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