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ESCLERÓMETRO DE
SCHMIDT.
12 junio, 2014 · de rubenmv · en ADIF, Alta Velocidad, Auscultación, Construcción, Control de
El ensayo de las resistencias del hormigón mediante el uso del esclerómetro de Schmidt se engloba dentro de
los ensayos de tipo no destructivo en estructuras.
En el caso de patologías de estructuras, es preciso recabar lo que comúnmente se denominan ensayos
informativos, entendiéndose como tales a aquellos que nos permiten determinar ciertas características de los
materiales de la obra ya ejecutada.
La unión tanto de los procesos de ejecución como los cambios de los materiales con la edad causan la
necesidad de evaluar la resistencia real de dichos materiales.
Las propias normas UNE españolas definen abiertamente muchos de estos tipos de ensayos como “metodos
adicionales o complementarios“, dándole a los mismos la importancia que tienen dentro de un conjunto más
global de pruebas.
El ensayo trata de relacionar la dureza superficial del hormigón con su resistencia a compresión, a través de la
medición del rebote de una masa al chocar contra la superficie del hormigón a estudiar. El aparato consta de
una masa de acero la cual es impulsada por un muelle, que al ser liberado, golpea la superficie del hormigón.
Esquema de un esclerómetro
La medición se realiza a través de la distancia de rebote del martillo, a la cual, aplicándole unos factores de
corrección a través de unas tablas y una curva propia que posee el esclerómetro, permiten extrapolar datos.
Si bien no es muy conocido en España, a parte del método de Schmidt existen otros métodos similares y
también desarrollados, tales como el martillo Frank, el cual mide la dureza superficial a través del diámetro
que una bola de acero deja impresa en el hormigón al golpearlo, y la pistola Windsor, donde una pistola con
carga explosiva empotra un clavo en la superficie, determinándose la dureza a partir de la medición de la
profundidad de penetración.
El problema fundamental de este tipo de “ensayos” es que se intenta determinar una propiedad interna del
material (resistencia) a través de la medición de una propiedad superficial (dureza).
Por lo tanto, este tipo de “ensayos” se englobarían dentro de aquellos que intentan evaluar las propiedades
mecánicas del material. Otro tipo de ensayos que realizan esta función serían primordialmente la extracción
de testigos, determinación de la fuerza de arrancamiento, ultrasonidos, ensayos de tracción, etc.
Las aplicaciones de este método, siempre haciendo una lectura muy crítica con la metodología y error del
ensayo a realizar, permitiría:
o Textura de la superficie.
o Uso en hormigón armado (Se aumenta la resistencia obtenida si se realiza en las cercanías de una
barra).
La norma tecnológica de referencia en España para su uso es la UNE-EN 12504-2:2013 “Ensayos de hormigón
en estructuras. Parte 2: Ensayos no destructivos. Determinación del índice de rebote.”
Para la ejecución del ensayo, a parte de los factores de influencia anteriormente indicados, se establecen otra
serie de requisitos a cumplir tales como:
o La temperatura en el momento de la realización del ensayo debe estar entre los 10 y 35º centígrados.
o Se realizará como mínimo un total de 9 lecturas con una separación no inferior a los 25mm en una
cuadrícula de 300x300mm2.
En el caso de ejecución de obra de nueva construcción, la propuesta de la ejecución de este tipo de ensayo
suele surgir en el momento en el que las resistencia del hormigón a 28 o 90 días no cumplen con las
especificaciones del proyecto.
Debido a que este tipo de ensayo posee un coste bastante bajo, y debido a que fácilmente se pueden
“interpretar” resultados, suele ser reiterativa la propuesta de este tipo de actuaciones.
En estos casos particulares, surge la necesidad de volver a recordar que dentro de los métodos existentes para
evaluar las propiedades mecánicas de los materiales existen otras metodologías quizás más fiables como
pudieran ser la extracción de testigos, determinaciones de las fuerzas de arrancamiento, ultrasonidos, ensayos
de tracción, etc …
Por supuesto, tanto los nuevos resultados de resistencia obtenidos como los anteriores, así como la
metodología aceptada, deben ser tenidos en cuenta por el calculista de la estructura a la hora de acreditar la
validez estructural del elemento ejecutado.
La evaluación de las estructuras de concreto en sitio, además de los métodos de extracción
de testigos y pruebas de carga, se pueden realizar mediante ensayos no destructivos, que
tienen la ventaja de permitir el control de toda la estructura y sin afectarla en forma rápida.
Dentro de los métodos no destructivos, los de dureza superficial son los más generalizados,
por su economía y facilidad de ejecución, entre ellos el método del esclerómetro es
empleado por el mayor número de piases.
El esclerómetro fue diseñado por el Ing. Suizo Ernest Schmidth en 1948, constituyendo una
versión tecnológicamente más desarrollada que los iniciales métodos de dureza superficial
generados en la década del veinte.
Campo de Aplicación
Originalmente, fue propuesto como un método de ensayo para determinar la resistencia a
la comprensión del concreto, estableciendo curvas de correlación en laboratorio. Sin
embargo, por los diferentes factores que afectan los resultados y la dispersión que se
encuentra, en la actualidad se le emplea mayormente en los siguientes campos:
Básicamente el proceso está constituido por una masa móvil, con una cierta energía inicial,
que impacta la superficie de una masa de concreto, produciendo una redistribución de la
energía cinética inicial. Parte de la energía es absorbida como fricción mecánica en el
instrumento y otra parte como energía de formación plástica del concreto. La parte
restante es restituida a la masa móvil en proporción a la energía disponible. Para tal
distribución de energía es condición básica que la masa de concreto sea prácticamente
infinita con relación a la masa del percutor del aparto, lo que se da en la mayoría de las
estructuras. En consecuencias, el rebote del esclerómetro es un indicador de las
propiedades del concreto, con relación a su resistencia y grado de rigidez.
Modelo N
Energía de percusión = 2,207 Nm (0,225 kgm), sirve para el control del concreto en los
casos normales de construcción de edificios y puentes.
Modelo L
Energía de percusión 0,735 Nm (0,075 kgm) es una reducción del modelo N. Es más
apropiado para el examen de elementos en concreto de escasas dimensiones a los
golpes.
Modelo M
Todas estas variantes, vienen también provistas de un sistema que permite el registro
automático o impresión de cada uno de los resultados de ensayo, evitando que el operador
deba detenerse para tomar nota o requiera dictar los valores obtenidos, evitando errores y
documentando los registros.
Los ensayos son influenciados por la característica del concreto en la zona de impacto, los
vacíos o la presencia de agregado grueso, disminuyen o incrementan los valores.
Esto ocurre a menudo en concretos con agregado mayor de 2” o con menor a 140 kg/cm2
de resistencia, en los cuales el método no es apropiado.
1. Identificación de la estructura
2. Localización, ejemplo columna 2, nivel 3,2 m de altura, cara este.
3. Descripción del área de ensayo; ejemplo superficie seca, esmerilada, con textura
del encofrado de madera.
4. Descripción del concreto
5. Composición, si se conoce, agregados, contenido de cemento a/c, aditivo usado,
etc.
6. Resistencia del diseño
7. Edad
8. Condiciones de curado o condiciones inusuales relativas al área de ensayo.
9. Tipo de encofrado
10. Promedio de rebote de cada área de ensayo
11. Valores y localizaciones de rebotes descartados
12. Tipo y número de serie del martillo.
Damos las gracias a Antonio Balonga (Arquitecto Técnico) por cedernos las fotografías de
su esclerómetro y la documentación correspondiente. El mismo data de 1961 y según nos
comenta Antonio está en perfecto estado de uso.