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RESUMEN
Durante los primeros meses del año 2007, en el punto kilométrico 43+250 de la
carretera CV 70, en el término municipal de La Nucía (Alicante), se detectaron una
serie de patologías en la explanada y en los edificios que albergaban las instalaciones
auxiliares de la estación de servicios. El talud estaba contenido mediante un muro de
tierra armada y varias bancadas de tierras y escollera. La rápida evolución de las
anomalías, y las posibles consecuencias de la pérdida de estabilidad, exigieron la
inmediata realización de un nuevo estudio geotécnico, así como el análisis de las
posibles causas de patologías observadas. Simultáneamente se realizó una campaña de
auscultación con el objetivo de determinar las deformaciones acumuladas y controlar
el origen y el progreso de las mismas. Asimismo, a partir del análisis efectuado, se
ponen de manifiesto las actuaciones correctivas propuestas y posteriormente
ejecutadas.
1. INTRODUCCIÓN
Foto 1. Talud compuesto por un muro de tierra armada y bancadas de tierras y escollera
(antes del refuerzo)
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Sobre el talud que corona el terraplén contenido por el muro, existía una estación de
servicio incluyendo, además de los edificios auxiliares en superficie, los depósitos de
combustible enterrados, todos ellos con signos de patologías de diversa naturaleza,
debido a las escasas características geomecánicas del relleno artificial y al efecto de la
inestabilidad del talud.
El talud objeto de estudio estaba contenido mediante un muro de tierra armada de una
altura entre 4,00 y 7,00 m, y bancadas de tierras y escollera, con un desnivel total de
entre 14,00 y 18,00 m, tal y como se puede observar en la figura 2.
Durante las detalladas inspecciones realizadas en la parte del talud correspondiente a los
distintos niveles de bancadas de tierras y escollera no se detectaron grandes deterioros
visibles ni signos de anomalías progresivas. Para verificar esa hipótesis y comprobar el
comportamiento global del talud, incluido un posible deslizamiento profundo, se
colocaron varios inclinómetros.
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Figura 2. Distribución en planta de distintas patologías detectadas
La zona Norte del término municipal de La Nucía (Alicante), donde se sitúa nuestro
talud, entra a formar parte de las Cordilleras Béticas. Se trata de una zona que coincide
con la tendencia general que predomina en la provincia de Alicante, es decir, el
desarrollo de glacis, abanicos aluviales y terrazas fluviales en el ámbito continental y la
presencia de formaciones relictas y actuales en el dominio litoral.
En la zona de prospección aparecen, justo debajo del relleno antrópico, realizado para el
llaneo de la explanada, materiales cuaternarios compuestos por conglomerado arcillo-
limoso con lentejones más arenosos. El espesor de cuaternario es muy variable, de
escasa potencia habitualmente, en ningún caso superando los 10,00 metros. Los
materiales triásicos subyacentes, están formados por calizas y margas muy blancas.
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2.3. ESTUDIO GEOTÉCNICO
RELLENOS ANTRÓPICOS
PARÁMETROS VALORES
% de finos 48,4 – 65,8
Límite líquido (%) 27,2 – 32,6
Límite plástico(%) 13,2 – 15,5
Índice de plasticidad (%) 14,6 – 18,2
Humedad (%) 16-18
Sulfatos (mg/kg) 344 – 517
Tabla 1. Características geotécnicas del relleno antrópico
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Según la clasificación USCS (Sistema Unificado de Clasificación de Suelos), los
materiales que formaban el relleno antrópico eran del tipo CL, correspondiente a arcillas
inorgánicas de baja a media plasticidad. Es importante indicar que el suelo presentaba
comportamiento plástico, dado que la humedad de muestras alcanzaba 18% y los límites
plásticos eran del orden del 15%.
Los materiales por debajo de los rellenos estaban formados por rocas margo-calizas, de
dureza media y capacidad portante suficiente para resistir las estructuras objeto de
estudio.
Aparte de los ensayos mencionados se realizó una campaña geofísica con el fin de
establecer una columna estratigráfica aproximada de la parcela. El sistema geofísico
empleado ha sido el WADI VLF (Very Low Frequency), con un receptor de dos
componentes magnéticas en un rango de frecuencias de entre 15 y 30 kHz. Se han
efectuado un total de siete perfiles de similares distancias, con el objetivo de conocer la
litología del subsuelo de la parcela afectada. A la hora de realizar el estudio geofísico ha
sido fundamental conocer la geología de la zona y las resistividades de los diferentes
materiales que forman la misma. A continuación se muestra el perfil tipo, resultado del
estudio geofísico. La pendiente natural del terreno presenta un talud 3:2
aproximadamente.
Los trabajos de topografía se realizaron para disponer de datos concretos sobre los
niveles y velocidades de asientos máximos y diferenciales de la explanada y todos los
elementos de infraestructura de la estación de servicios. Los niveles de asientos
superaban los límites admisibles, llegando a detectarse, en algunos puntos de la
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explanada muy cercanos a la coronación del muro de tierra armada, asientos superiores
a 20,00 cm.
Aparte del control topográfico, se colocaron varios inclinómetros con el fin de controlar,
en tiempo real, el posible progreso de patologías, y comprobar un posible deslizamiento
profundo. Las formas de las primeras lecturas de inclinómetros justificaban una
progresiva pérdida de la capacidad del muro de tierra armada, sin signos de
movimientos o deslizamientos correspondientes a las partes inferiores del talud.
Los resultados del estudio geotécnico realizado pusieron en evidencia que una de las
causas principales de las patologías fueron las características geomecánicas del material
utilizado para el relleno.
El relleno del muro debía de estar formado por un material granular, compactado
adecuadamente, asegurando la interacción entre el terreno y los refuerzos/armadura.
Cabe mencionar que los materiales granulares se utilizan no solo para aumentar el
rozamiento y el efecto de refuerzo del terreno, sino para evitar los problemas de
posibles aumentos de presiones intersticiales. Para medirlo y/o controlarlo se suele
utilizar un criterio granulométrico, sobre el porcentaje de finos del material de relleno,
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que siempre debería ser inferior al 20%. En nuestro caso, la granulometría del relleno
superaba en todos los puntos el criterio anteriormente mencionado, llegando a alcanzar
niveles superiores al 60% de material arcilloso.
Figura 5. Pasos del proceso evolución de generación de grietas de tracción y filtración de aguas
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Figura 6. Resultado del análisis de estabilidad
Los anclajes permanentes y los micropilotes, junto a los muros de hormigón armado,
encepados y vigas de atado, forman una estructura que garantiza la estabilidad y
verticalidad del muro
Foto 2. Vista panorámica del talud después de la ejecución de los trabajos de refuerzo
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Figura 8. Sección tipo y alzado de la solución de refuerzo del muro de tierra armada
5. PROCESO DE CONSTRUCCIÓN
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La cimentación del nuevo muro anclado fue realizada con micropilotes, de forma que la
distribución de estos micropilotes fue mediante dos hileras de micropilotes de 180 mm
separados 4,00 m en planta, armados con tubo de acero de 127 x 8,8 mm de espesor,
en acero de calidad MPV-80 (L.E. 5.600 kp/cm2). Los micropilotes tienen una longitud
total de entre 20,00 y 21,50 m. Todo ello supuso unas mediciones totales de 1.148,00 ml
de micropilotes Ø 180 mm. La trazabilidad de la armadura empleada en el proceso de
ejecución quedaba garantizada con el correspondiente certificado de trazabilidad.
Una vez tesado el anclaje se continuó con el ferrallado, encofrado y hormigonado del
siguiente nivel del muro, dejando pasatubos embebidos en la armadura para evitar
perforar posteriormente la armadura del mismo durante la ejecución del siguiente nivel
de anclaje a ejecutar.
Foto 5. Ejecución del segundo nivel de anclajes con los encepados, muros y primer nivel de anclajes
completado.
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La perforación de los anclajes se realizó a rotopercusión con sistema perforación de OD,
al amparo de entubación metálica recuperable, y empleándose agua como fluido de
barrido y refrigeración. Previo a la perforación, se realizó el replanteo de los anclajes
acorde a la ubicación de los flejes empleados en la ejecución del muro de tierra armada.
Además, se controlaba la naturaleza del terreno perforado, especialmente en la zona
correspondiente al bulbo fijado en proyecto, definido en el Informe Geotécnico como
calizas margosas.
Al superar el tiempo necesario para que la lechada adquiera la resistencia suficiente para
poder aguantar la tensión, se procedía al tesado. El plazo fue de 3 días añadiéndole a la
lechada un aditivo para acelerar el fraguado. El tesado fue realizado por gatos
multifilares calibrados con los certificados de calibración homologados y en una única
operación, traccionando todos los cables del anclaje de forma simultánea.
Al ser el anclaje permanente, una vez tesado, se colocó el capuchón metálico con la
grasa correspondiente para proteger los cables del anclaje, como se puede observar en la
foto 5.
6. CONCLUSIONES.
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- La granulometría del material utilizado para la ejecución del muro de tierra armada
y explanada con un elevado porcentaje de finos, que oscilaba entre 48,4 % y 65,8 %,
no garantizaba la interacción entre el terreno y los refuerzos del muro de tierra
armada, impidiendo además el adecuado drenaje.
- La solución construida basada en la ejecución de elementos de hormigón armado
arriostrados mediante anclajes y micropilotes con separaciones de hasta 4,00 m fue
condicionada tanto por la complejidad técnica que entrañaba la obra como por las
limitaciones y restricciones geométricas existentes en las plataformas de trabajo.
- Aparte de los trabajos de recalce mediante anclajes y micropilotes en la zona
superior del muro se propuso la realización de un nuevo sistema de drenaje e
impermeabilización del pavimento para evitar futuras infiltraciones de agua y
cambios de humedad en el cuerpo del terraplén.
- La bondad de la solución construida se controla mediante inclinómetros
automatizados y lecturas topográficas periódicas.
7. REFERENCIAS
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