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¿Qué es un huracán?

El huracán es el más severo de los fenómenos meteorológicos conocidos como ciclones


tropicales. Estos son sistemas de baja presión con actividad lluviosa y eléctrica cuyos
vientos rotan antihorariamente (= en contra de las manecillas del reloj) en el hemisferio
Norte. Un ciclón tropical con vientos menores o iguales a 62 km/h es
llamado depresión tropical. Cuando los vientos alcanzan velocidades de 63 a 117
km/h se llama tormenta tropical y, al exceder los 118 km/h, la tormenta tropical se
convierte en huracán.

 DEPRESIÓN TROPICAL: ciclón tropical en el que el viento medio máximo a


nivel de la superficie del mar (velocidad promedio en un minuto) es de 62 km/h
o inferior.
 TORMENTA TROPICAL: ciclón tropical bien organizado de núcleo caliente en el
que el viento promedio máximo a nivel de la superficie del mar (velocidad
promedio en un minuto) es de 63 a 117 km/h.
 HURACÁN: ciclón tropical de núcleo caliente en el que el viento máximo
promedio a nivel del mar (velocidad promedio en un minuto) es de 118 km/h o
superior.

Tabla N° 1: Etapas de un ciclón tropical

Una de las diferencias principales entre los tres tipos de ciclones tropicales es su
organización. La depresión tropical agrupa nubosidad y lluvia pero las bandas espirales
no están bien delimitadas. La tormenta tropical es un sistema atmosférico con una
mejor estructura, con bandas espiraladas convergentes hacia el centro del sistema. El
huracán por su parte es un sistema totalmente organizado en toda la troposfera con
bandas espiraladas de lluvia bien delimitadas.

La palabra "huracán" deriva del vocablo Maya "hurakan", nombre de un Dios creador,
quien, según los mayas, esparció su aliento a través de las caóticas aguas del inicio,
creando, por tal motivo, la tierra.

La Temporada de Huracanes en la Cuenca del Atlántico comienza el 1 de junio y termina


el 30 de noviembre. La Cuenca del Atlántico comprende el Mar Caribe, el Golfo de
México y el Océano Atlántico. (Ver Ciclones Tropicales fuera de temporada)

El huracán produce dos tipos de efectos desde el punto de vista técnico: el efecto
directo es cuando una región específica es afectada por vientos, lluvia y marejada
generados por el huracán; el efecto indirecto, incluye únicamente uno o dos de los
anteriores efectos.
Antes de Camille Después de Camille

El efecto de un huracán puede ser devastador. Estas imágenes ilustran la total destrucción del
complejo de apartamentos Richeliue (Florida, EEUU) tras el paso del huracán Camille en 1969.

La escala Saffir-Simpson define y clasifica la categoría de un huracán en función de la


velocidad de los vientos del mismo. La categoría 1 es la menos intensa (vientos de 119
a 153 km/h); la categoría 5 es la más intensa (vientos mayores que 250 km/h). La
categoría de un huracán no está relacionada necesariamente con los daños que
ocasiona. Los huracanes categorías 1 ó 2 pueden causar efectos severos dependiendo
de los fenómenos atmosféricos que interactúen con ellos, el tipo de región afectada y la
velocidad de desplazamiento del huracán. Los huracanes de categoría 3,4, o 5 son
considerados como severos.

Escala Saffir-Simpson
Rango de velocidad de los vientos
Categoría
(kilómetros por hora)
1 119-153
2 154-177
3 178-209
4 210-250
5 mayor de 250

¿Cómo se observan los ciclones tropicales?

 Observaciones directas: se llevan a cabo por medio de aviones, barcos o


boyas que determinan las dimensiones y velocidad de los vientos del ciclón
tropical. Cuando el huracán hace contacto con la parte continental, las
mediciones se hacen con estaciones meteorológicas; los radiosondas registran
datos de las partes superiores del sistema (niveles altos de la atmósfera).
 Observaciones indirectas: se realizan por medio de satélites meteorológicos y
radares que detectan el comportamiento del sistema, así como sus
características físicas.
(Imagen del Programa COMET)

Varios son los instrumentos meteorológicos y oceánicos utilizados para obtener datos de
un huracán: aviones de reconocimiento, barcos, radiosondeos, radares, satélites,
estaciones meteorológicas en tierra, boyas marinas... Todos estos instrumentos toman
los datos necesarios para alimentar los modelos numéricos que preverán, con la
incertidumbre del caso, la trayectoria más probable que hará el huracán.

Desertificación

La desertificación es la degradación de la tierra en regiones áridas, semiáridas y subhúmedas


secas, resultante de diversos factores, incluso variaciones climáticas y actividades humanas.
Ésta es la definición internacional del fenómeno de la desertificación establecida por la
Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, aprobada en París, el
17 de Junio de 1994 (fecha conmemorada desde entonces como día internacional de lucha
contra la desertificación).

En esta definición, cada uno de los conceptos tiene un alcance específico para aprehender la
complejidad de los procesos de desertificación, aclarados por los expertos de PNUMA
(Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente):

 Tierra constituye el sistema bioproductivo terrestre que comprende el relieve y el suelo,


la vegetación, otros componentes de la biota y los procesos ecológicos e hidrológicos
que se desarrollan dentro del sistema.
 Zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas aquellas zonas en que la proporción
entre la precipitación anual y la evapotranspiración potencial está comprendida entre
0,05 y 0,65, excluidas las regiones polares y subpolares.
 Sequía el fenómeno que se produce naturalmente cuando las lluvias han sido
considerablemente inferiores a los niveles normales registrados, causando un agudo
dese-quilibrio hídrico que perjudica los sistemas de producción.
 Degradación de las tierras implica la reducción o la pérdida de la productividad y
complejidad biológica o económica de las tierras agrícolas, los pastizales, y las
regiones forestadas, y se debe principalmente a la variabilidad climática y a las
actividades antrópicas no sustentables. Se produce por una combinación de procesos
que actúan sobre el ambiente. Estos incluyen la erosión hídrica, la eólica y la
sedimentación provocada por estos agentes; la reducción a largo plazo de la cantidad o
la diversidad de la vegetación natural y la salinización o solidificación de los suelos.

Las tres principales causas de la desertificación son el sobrepastoreo, la deforestación y las


prácticas de una agricultura no sustentable. El sobrepastoreo y la deforestación destruyen el
estrato de vegetación protectora que cubre las regiones áridas y semiáridas, haciendo posible
que la erosión hídrica y eólica decapiten los fértiles estratos superiores del suelo. Las prácticas
agrícolas no sustentables eliminan los nutrientes del suelo, salinizándolo, desecándolo,
compactándolo o sellando su superficie y provocando la acumulación de sustancias tóxicas.
Estas diversas formas de explotación humana que sobrecarga la degradación ecológica y
perturbación socio-económica derivan de una combinación de:

1. Explotación humana que sobrecarga la capacidad natural del ecosistema, y que


propicia el descuido y abandono de la tierra y la migración de los pobladores.
2. La inherente fragilidad ecológica del sistema de recursos de las tierras secas.
3. Las condiciones climáticas adversas, en particular las sequías recurrentes graves.

La desertificación es un problema ambiental y socioeconómico de alcance mundial que exige


especial atención. Es un proceso específico que se distingue de fenómenos similares, en otras
zonas más húmedas del mundo, porque tiene lugar en condiciones climáticas muy duras y
afecta negativamente a zonas con recursos naturales limitados de suelo, agua y vegetación. La
desertificación es un elemento que influye cada vez más en la degradación ambiental del
planeta y desempeña un papel importante en la contaminación del agua, el aire y el suelo, la
deforestación, las pérdidas de suelo y el cambio climático. Contribuye sustancialmente a la
pérdida de la diversidad biológica en el mundo, especialmente en las zonas que son centros de
origen de las principales especies de cultivo como el trigo, la cebada, el sorgo y el maíz.
Aumentará la pérdida de biomasa y productividad del planeta y contribuye al agotamiento de la
reserva mundial de humus, perturbando las transformaciones biogeoquímicas mundiales. Por
último, la desertificación contribuye al cambio climático mundial aumentando el albedo de la
superficie terrestre y disminuyendo la tasa actual de evapotranspiración, modificando el
equilibrio energético en la superficie y la temperatura del aire contiguo, y añade polvo y dióxido
de carbono (CO2) a la atmósfera.

Alternativas

Lucha contra la desertificación: involucra un gran esfuerzo internacional que propicia la


implementación de Planes Nacionales de Lucha contra la Desertificación, con propuestas de
actividades que formen parte de un aprovechamiento integrado de la tierra de zonas áridas,
semiáridas y subhúmedas secas para el desarrollo sustentable.

Estas actividades tienen por objeto:

1. La reparación o reducción de la degradación de las tierras.


2. La rehabilitación de las tierras parcialmente degradadas.
3. La recuperación de tierras desertificadas.

INUNDACIÓN
Definición de inundación
En algunas ocasiones, la fuerza del agua sobrepasa a la civilización humana.
Por ejemplo, cuando ocurren inundaciones.
¿Qué es una inundación? Se trata de una situación en la cual el agua cubre un
terreno que normalmente no está cubierto de agua; en pocas palabras, el agua
se desborda o cubre tierra que suele estar seca. Las inundaciones pueden ser:
a) locales, cuando afectan una comunidad o área pequeña y b) de afectación
extensa, que pueden abarcar cuencas fluviales enteras y varias comunidades.
› Se trata de una situación en la cual el agua cubre un terreno
que normalmente no está cubierto de agua.
Las inundaciones se categorizan como desastres naturales y son una amenaza
constante en casi cualquier lugar donde llueve, aunque claro, la lluvia no es el
único catalizador de este fenómeno.
Gran parte de las inundaciones se producen en un lapso de horas o días, lo
que favorece la evacuación de las zonas proclives a ser afectadas. Sin
embargo, otras son intempestivas y requieren medidas rápidas de protección.
Si una persona vive en una zona cercana a un lago, un río, el mar o cualquier
otro cuerpo de agua, debe tomar precauciones porque es muy probable que
alguna vez la zona se inunde.

Automóvil atrapado por el agua, Turquía.

Causas de las inundaciones


Numerosos factores pueden provocar inundaciones, no solamente la lluvia. A
continuación enlistamos los más comunes:
-Lluvia excesiva. Cuando la lluvia cae durante varios días y de forma
prolongada, es probable que el terreno se inunde.
-Desbordamiento de ríos o lagos. La lluvia intensa y prolongada también
ocasiona el desbordamiento de los ríos o lagos, que a su vez inundan los
terrenos adyacentes. Otras causas del desbordamiento son la ruptura de las
presas o diques y la presencia de algún trozo de hielo que proviene de las
montañas.
En términos estrictos, si la tasa de flujo supera la capacidad del cuerpo de
agua, éste se desborda.
-Ruptura de presa o dique. Las presas modifican el caudal de los ríos para
satisfacer las necesidades humanas de agua. Pero si alguna se rompe debido
a la presión del agua acumulada, ésta fluye bruscamente y desborda los ríos.
-Derretimiento rápido del hielo en las montañas. La nieve derretida o incluso
los trozos de hielo aumentan el flujo de agua de los ríos y lagos.
-Tormenta o tsunami. Las inundaciones por estos fenómenos naturales son
más comunes en las regiones costeras. En este caso, se producen olas altas y
poderosas que golpean varios kilómetros de tierra y barren lo que está en ella.

Tipos de inundaciones
-Inundaciones de lenta aparición. Pueden tardar días, semanas o meses en
cubrir los terrenos. Pueden dañar las cosechas, las carreteras y zonas
pequeñas.
-Inundaciones de rápida aparición. Se producen en un tiempo más corto y
entrañan daños más graves para las construcciones y las personas.
-Inundaciones repentinas. Representan la mayor amenaza y pueden
provocar cuantiosos daños en la infraestructura así como consecuencias
sociales negativas.

Inundación en Tonlé Sap, Camboya.

Efectos de las inundaciones


A lo largo de la historia, han ocurrido inundaciones de variable afectación. No
todas tienen una connotación negativa; por ejemplo, las producidas en el Valle
del Nilo del Antiguo Egipto fueron favorables para la agricultura en un ambiente
desértico, y celebradas por egipcios. No obstante, muchas inundaciones son
poco benévolas con el ser humano.
El relieve del terreno y su cercanía con los cuerpos de agua, entre otros
factores, contribuyen a la gravedad de las afectaciones. Pero de todos los
tipos, las inundaciones repentinas suelen ser las más destructivas. La fuerza
del agua puede arrancar y derribar árboles, destruir casas, puentes y otras
construcciones, arrastrar materiales peligrosos para los seres vivos y en última
instancia, terminar con la vida de éstos. Para un país, una inundación ocasiona
cuantiosas pérdidas monetarias.
En corto
-En Estados Unidos, las inundaciones provocan la muerte de
unas 140 personas cada año.
-Las zonas bajas, costeras o situadas debajo del nivel del mar
suelen presentar mayor riesgo de sufrir inundaciones.

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