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Brenda Dahil Hernández Aguilar

América Colonial

Ensayo

Las percepciones europeas ante los tratados de la demonología y la


naturaleza de las Indias

Bien comprendemos qué era lo que esperaba encontrar el hombre europeo al llegar
a las nuevas tierras, al nombrarlas nuevas era evidente el hecho de poder percibir
virginidad en éstas, sin embargo, no fue así. Su visión ante lo desconocido no tuvo
más remedio que ser “satanizado” por nombrarlo de cierta forma.

En este ensayo basado en la lectura titulada Demología y Naturaleza de


Jorge Cañizares-Esguerra quién se basó de los tratados del jesuita José Acosta.
Trataré de explicar y proyectar uno de los resultados que arrojó el impacto que
tuvieron que enfrentar los hombres del viejo Mundo ante los indios del nuevo
continente.

El resultado más escandaloso por así poder mencionarlo, fue la característica


de que las Indias se encontraban regidas no por Dios, ni por los Dioses que se
veneraban en este lado del Mundo, sino que se encontraba regido por el mismísimo
Demonio, el cual todo europeo cristiano o católico temía más que al mismo Rey.

Conociendo la visión que mantuvo y hasta ahora sigue manteniendo el


hombre europeo formado ante los regimientos de la Santa Iglesia y los pactos de
Dios Jesucristo y todo lo relacionado con la salvación del alma, los temores de caer
al infierno y no subir al cielo, fueron incrementando al llegar a tierras nuevas, donde
el temor por un Dios como el que adoraban los europeos no era asimilado ante los
indios que habitaban dichas tierras “vírgenes”.

El impacto social y emocional que han de haber sufrido todos estos hombres
propiamente religiosos y entregados al servicio del Rey y Dios seguro fue atroz, sus
percepciones de un “Un paraíso” con el cual soñaban muchos de ellos encontrar
pudo haber sido en cierta forma decepcionante. Y por esta razón a pesar de ser
única en mi ensayo de mencionar es de suma importancia, ya que en lo particular
me parece que fue la señal “divina” para poder adjudicarle ciertos matices
demonológicos a la vida de las Indias.

Es evidente que no todo fue horror e impacto anticlerical, las abundantes


tierras llenas de naturaleza encontradas sorprendían magníficamente a los viejos
hombres por la cantidad de recursos que podían recopilar para proveer por largo
tiempo a un continente como lo fue Europa, sin dejar de lado el hecho de que éste
último intercambiaba la mercancía recopilada de las Indias con los continentes
próximos y ventajosos para su crecimiento económico y social.

Pero, la intención principal de este ensayo como lo mencioné antes no será más
que reconocer las percepciones que los viejos hombres tuvieron en su encuentro
no sólo con los indios sino con su naturaleza que afloraba a cada paso que daban,
los animales exóticos y rituales que los nuevos hombres ejercían en aquellas tierras
hasta ese momento nuevas no hacían más de cierta forma horrorizar a un hombre
lleno de prejuicios y retórica religiosa.

Era evidente el hecho de que la conquista no debía ser desterrar o enjuiciar


a tales hombres llenos de rituales, sino de conquistarlos de manera religiosa
también era uno de los objetivos más importantes, sino que el más importante.

Si lo que se esperaba era encontrar un paraíso descrito en cierta forma como


lo aproximaban las letras de la biblia no fue más decepcionante, encontrarse con
“salvajes” llenos de ira, furia, desconfianza y sacrilegio era más terrorífico para los
hombres del viejo Mundo los cuales creían no poder superar a esos hombres ya
que se les creía estaban protegidos por el diablo.

Entonces, la idea era trasformar ese paisaje “diabólico” en lo que esperaban


encontrar en un inicio; en un “paraíso” lleno de paz, armonía y santidad.
Entre los temas que se mencionan en el texto podemos encontrar los
relacionados con estas batallas que se empezaron a realizar por el “bienestar” de
los conquistadores, como lo fueron: La Tempestad, las tormentas, las plantas, la
flora, la fauna, los monstruos, las serpientes satánicas y los santos. De los temas
antes mencionados, haré hincapié en cada uno de ellos para aclarar de manera más
detallada la percepción que se tenía de cada uno ante la batalla que se realizó para
la evangelización y trasformación de las Indias en lo que se esperaba crear; el
paraíso que tanto añoraban los conquistadores encontrar.

La Tempestad

Evidente título de una de las obras maestras de William Shakespeare, donde


podemos ver la visión inglesa ante la conquista del Nuevo Mundo.

Esta visión que Shakespeare proyecta en una novela no es más que la


alegoría de que un hombre culto, lleno de letras e ideología como lo fue el
protagonista llamado “Próspero” es el héroe que ayuda a que las tierras “salvajes”
llenas de sacrilegio y demonios como lo llega a ser “Calibán” el hombre que en un
principio de la obra fungió como mediador entre los indios (como él) y
conquistadores (como Próspero) lleguen a volver a hacer la paz y hacer que Dios
reine en esos lugares llenos de demonios.

La descripción que relata la novela La Tempestad, no es más que este


hombre que lleva incluso el nombre de la modernidad “Prospero” el cual es el
indicado para la salvación de cierta parte de la tierra, un hombre que gracias a la
ayuda de las “fuerzas divinas” puede erradicar o de cierta forma reformar a los
hombres que llevan consigo una enfermedad que es la que el demonio les ha
concedido.

Salvar al indio que en este relato es “Calibán” es salvar a ese extraño, a ese
extranjero que podría figurarse este hombre en sus propias tierras, un extranjero en
tierras propias que tiene la necesidad de cambiar toda su cultura y tradición por
poder sobrevivir ante las fuerzas divinas superiores a él.
Tormentas

Las tormentas de las que se hablan en estos párrafos son de las que propiciaban
los llamados “sicarios del Diablo” lo cuales eran los indios, así era como les llamaban
los conquistadores a los naturales.

El temor que manifestaban los conquistadores, tanto españoles, como


ingleses y franceses era por las evidencias que tenían ante sus ojos, veían como
los indios podían soportar las manifestaciones de las inclemencias del tiempo. Así
también veían como las casas de estos indios eran más resistentes ante las lluvias
y tormentas que las de ellos. No podían considerar la posibilidad de que los
naturales tuvieran más conocimientos en cuanto construir viviendas en sus propias
tierras (ya que las conocían de toda su vida), sino los europeos no podían considerar
que los indios tuvieran conocimientos; la consideración más propia era que estaban
aliados al demonio.

Los hombres del viejo Mundo consideraban que los indios tenían la habilidad
de hacer que sus embarcaciones fueran destruidas en altamar, que era el demonio
quién no permitía que llegaran los “héroes cristianos” a evangelizar y por supuesto
a saquear recursos de las tierras diabólicas.

Las percepciones que los europeos manifestaban en mi particularidad


contemporánea no era más que una clausura de conciencia conveniente, no podían
detenerse a tratar de comprender por qué los indios hacían rituales que un hombre
en tierras extranjeras no podía comprender, porqué era entonces que éstos
naturales tenían que comprenderlos a ellos, el aspecto va en la relevancia de la
superioridad, no podía considerarse que un indio tuviera conciencia y ni siquiera
oportunidad de protegerse, la percepción europea fue eurocentrista y radical; razón
por la cual la conquista fue exitosa.

Plantas

Las acciones del diablo y sus demonios no sólo se situaban en situaciones de


ultramar ni de tempestades y tormentas, sino el Diablo caminaba entre los hombres
y se camuflaba en forma de platas y recursos naturales según los preocupados
europeos.

Esto era aún más peligroso ya que si el Diablo se encontraba entre los
hombres de forma más discreta y cercana de esta forma era muy posible que el
ataque de éste fuera más letal. Para evitar caer en las garras de los demonios
camuflados se hizo una campaña para el estudio de las plantas que podrían ser los
refugios de dichos demonios.

Los estudiosos europeos de botánica y medicina no perdieron tiempo en


hacer consideraciones de qué plantas eran refugios demoniacos y cuáles no, al
igual se hicieron pruebas y manifestaciones de que ciertas propiedades naturales
estaban siendo manipuladas por los estragos del mismo Diablo. Se les llegó a
considerar a las plantas como medios para comunicarse con el antagonista de
Cristo.

Entre las plantas en consideración podemos encontrar: el peyote, el


poyomate, la salvia divinorum, el hololisque y el tabaco siendo este último un
conflicto crucial tanto en Europa como en América, puesto que sus propiedades
adictivas hicieron que se volviera una moda su consumo y con ello las ventas de
este producto fueron un rotundo éxito en el resto del Mundo. Pero, su propiedad de
ser una planta del demonio puso en controversia que se siguiera fomentando su
consumo prohibiéndolo en diversas zonas del Mundo.

Hoy día conocemos que estas plantas no están relacionadas con el demonio
ni con los santos.

Bien sabemos que son plantas con ciertas propiedades que hacen que
nuestro cerebro se active de forma distinta y sí, aún se siguen utilizando en diversas
zonas de Latinoamérica para la chamanería o curaciones, pero no se relacionan
con el demonio o al menos esa no era la finalidad. Una vez más vemos la
insatisfacción de un hombre por no comprender lo que el otro comprende de forma
distinta.
Flora y fauna

Pero, no todo era del Demonio o al menos así pensaron los europeos, en las mismas
Indias se encontraron con flores y animales que ayudaban a combatir las batallas
contra el Diablo.

Parecía ser que Dios había enviado a los “ángeles guardianes” a la Tierra en
forma de flores y animales para la gran batalla en contra del Diablo para lograr la
evangelización de todo ser no tocado aún por la divinidad cristiana.

Se pueden casos como: el árbol tacuchi de Sinaloa el cual por su descripción


física se le relacionaba con la escenificación de la Santísima Trinidad, donde las
ramas y las raíces representaban al Hijo y al Padre mientras el tronco era el Espíritu
Santo. Otro caso: las hormigas de Quito las cuales actuaron como defensoras de
las hostias, una vez arrojadas en un hoyo por unos ladrones después de haber
robado las vasijas de la Iglesia, se menciona que las hormigas estaban rodeando
las hostias como en forma de fortaleza, no pudiendo imaginar que el sabor de éstas
pudieron ser la causa de que las hormigas se acercaran para comérselas más no
para protegerlas.

Una vez más un hombre con percepción europea en un Mundo lleno de


naturaleza exótica que no puede comprender.

También se cuenta del caso de un perro, cuyo animal obligó a su dueño a ir


a misa, no pudiendo comprender que los perros actúan por impulso animal más no
racional y menos ideológico. Otro caso es el de los gansos que atacaron a los
ladrones de una imagen del niño Jesús, estos gansos pudieron avisar así quienes
habían sido los responsables de dicho robo actuando como justicieros divinos.

Ahora vemos como las ideas europeas se ven relacionadas con los actos
irracionales de ciertos animales y flores, pero éstos por mantener su ideología en
pie y alto hacen creer que desde los más bajos e inocentes seres la divinidad puede
florecer haciendo que Dios se siga manifestando de forma “natural” en un Mundo
terrenal.
Monstruos

Pero, no sólo los demonios o la mano del diablo se encontraban en las inclemencias
del tiempo o en las plantas, sino también se encontraba en los animales a los cuales
los europeos por no considerarlos “animales extraños” o “animales exóticos” de las
Indias les atribuían el propio nombre de Monstruos.

Considerando que los monstruos que tenían en el imaginario colectivo los


europeos se trataban de especies o animales deformes con atribuciones
demoníacas ya que por no ser estéticamente bellos o estéticamente conocidos
tomaban esta terminología que los caracterizaba de bestias.

Entre los animales que se encontraron en las Indias a quienes los viejos
hombres les designaron el término de monstruos podemos ver: a la zarigüeya
hembra quién era considerado un animal demoniaco y espantoso por su fisionomía
y su enorme capacidad reproductiva por poseer dos úteros y dos vaginas.

La fisionomía de la zarigüeya era de considerarse monstruosa ya que se


creía estaba compuesta por parte de otros animales, como tener el cuerpo de un
zorro, la parte trasera de un mono, los pies de humano y las orejas de un búho.

Entre otros de los animales atribuidos el adjetivo de monstruosos hallamos:


el halcón de Chiapas al cual se le consideraba demoniaco por tener dos patas
distintas, o el maquiztetzauhuatl que no es más que una serpiente de dos cabezas
propia de las tierras mexicanas.

Pero, lo que realmente sucedía no era más que la visión miope de un hombre
lleno de cultura muy diferente a la de las Indias.

Una visión de un hombre lleno de tradiciones e ideologías apegadas a la


Santa Biblia, un hombre lleno de prejuicios que hacía que lo que era distinto a lo
que ellos conocían fuera tomado de monstruoso o de demoniaco por sus
características.
Serpientes satánicas

Nombradas así por su capacidad de matar a los hombres en un instante o


lentamente con una picadura. A las serpientes se les denominada satánicas por el
hecho de que según los europeos en ellas habitaba el Diablo y de tal forma éste
podía controlar a los hombres bajo el temor de ser envenados con la sustancia que
liberan en cada picadura.

Como bien sabemos el día de hoy las serpientes son una especie animal muy
característico de América, si bien existen en diversas partes del Mundo también
sabemos que la mayoría de ellas se encuentran en América.

Entonces, por esto podemos ver cómo se identificaban éstas como


monstruos propiamente americanos llenos de malicia y de toda característica
diabólica de ahí el subtítulo del tema: serpientes satánicas ya que por sus
características de alto riesgo de morir por causa de alguna picadura eran más que
respetadas acribilladas por formar parte de las herramientas del Demonio.

Los Santos

Los santos eran las personas que según sus historiales habían de cierta forma
combatido los males demoniacos de las Indias, entre ellos podemos encontrar a
varios jesuitas como: Marciel de Lorenzana, José de Anchieta y Francisco Xavier.
También podemos hallar agustinos como: Fray Pedro de Córdoba y Agustín Dávila
Padilla. Entre otros personajes que aún sin pertenecer a alguna consagración
podían detener o resistir las tentaciones y acciones del Diablo.

Algunos combatían contra las inclemencias del tiempo, otros podían hacer
del agua salada del mar agua potable, algunos igual tenían habilidades que
permitían controlar a los animales satánicos, otros hacían uso de los perfumes de
las flores que eran herramientas divinas para combatir al ejército del Diablo entre
otras habilidades.
Los santos actuaban como héroes, se arriesgaban a combatir al demonio en
cuerpo, sus métodos eran los rezos y sus herramientas eran las divinidades que
Dios les había otorgado, como la biblia, ciertas flores, ciertas plantas, ciertos
animales en mayoría europeos y sobre todo su fe.

Estos héroes tenían poderes preternaturales pero claro, otorgados por Dios
por ello no eran considerados ni hechiceros ni brujos. Su lucha era por la liberación
de las tierras de las garras del demonio y por la emancipación de la evangelización.

Ahora bien, ya descritos los anteriores puntos de cómo eran vistos los animales,
plantas, flores y acontecimientos naturales de todas las Indias ante los ojos de los
europeos, podemos traducir cómo éstos tornaron una visión colectiva ante lo
desconocido.

No se les podía mencionar o nombrar de cierta forma “exóticos” o “extraños”


o “nuevos” a estos seres naturales o catástrofes naturales, ya que no era
comprensible en su imaginario colectivo, es probable incluso, como lo menciona el
texto de Cañizares-Esguerra que fue la falta de lingüística la que provocó que sólo
se encerrara en un breve adjetivo esta incomprensión la cual fue muy acribillada
como lo fue el término de diabólico o monstruoso.

Pero, en lo particular no creo que solo recaiga en la falta de lenguaje o de


comprensión ideológica, es más bien, un matiz más el que impregna tanta
desconfianza y severidad ante lo desconocido.

Es el aspecto de dominio también, ya que si se le encontraba alguna


explicación por así decirlo “lógica” o “comprensiva” no era más que atribuir que lo
que se encontraba en las Indias estaba bien y sobre todo se manifestaba de forma
adecuada ante los ojos europeos, pero no, ya que al aceptar lo desconocido e
incluirlo a su cultura no hacían más que respetar la individualidad e ideología de los
indios y bien sabemos que la conquista no está ligada a la comprensión hacia lo
extraño y mucho menos a la tolerancia por éste.
Es por ello la importancia de poder conocer las percepciones que los
europeos tenían de las cosas, seres y manifestaciones de las Indias para poder
brindar como historiadores una nueva interpretación de lo que sucedió y cuáles
fueron las causas prioritarias con lo que se llevó a cabo la conquista del Nuevo
Mundo.1

Entonces, con este breve ensayo, lo que en resultado quería y pude de cierta
manera arrojar fueron mis percepciones referentes a las percepciones que situaron
los europeos en una época llena de misterios y nuevos terrenos para ellos.

Si queremos llegar a tener un acercamiento de cómo fue lo que los europeos


temían o sintieron al llegar a nuevas tierras, es como imaginar que llegamos a un
nuevo planeta, ejemplo: Marte, el cual seguro es próximo a poblar (sin llegar a
términos de ficción) y ahí mismo en una zona nueva para nosotros, llena de misterio
y terror nos encontráramos con seres completamente lejanos a nuestro imaginario
colectivo, que de pronto y de cierta forma se vean atemorizantes ya sean por sus
aspectos físicos o desenvolvimientos por quererse proteger del extraño que
seríamos nosotros, un estado de defensa. Nos sentiríamos por completo
vulnerables y ante toda vulnerabilidad humana la respuesta es atroz, traducida en
violencia ante aquello que no comprendemos y no queremos comprender, ya que
si lo empezamos a hacer caemos en las circunstancias de tornarnos débiles y en
este caso seríamos los conquistados ante lo nuevo y no seríamos los
conquistadores impregnando lo viejo.

Resulta un poco molesto la traducción moral y ética de las manifestaciones


humanas, que puede desenvolver el mismo hombre con el hombre, pero así es
como se ha manifestado la vida y seguirá haciéndose de tal forma ya que es así
como se construyó la historia de la humanidad, una historia llena de guerras,
revoluciones, conflictos, conquistas, esclavitudes entre demás aseveraciones que
han llevado al hombre a ser el individuo que hoy contemporáneamente conocemos
en una época posmoderna

1
Cañizares-Esguerra, Jorge. Católicos y puritanos en la colonización de América. Ed. Madrid. España, 2008,
p. 168-237.

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