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I. INTRODUCCIÓN
La Reforma de nuestro sistema procesal penal que, a partir del año 2000
comenzará a regir en Chile, implica, como es sabido, transitar del sistema procesal
penal inquisitivo a un sistema procesal penal acusatorio.
Las críticas que pueden formularse a este sistema son evidentes y múltiples, sin
embargo baste decir, en lo que se refiere al imputado, sujeto de la defensa penal,
que el sistema inquisitivo le somete por completo al poder del Estado, representado
por el juez, privándolo durante la investigación de facultades de defensa, y en
muchos casos, igualmente, de su libertad.
El presente trabajo tiene por objeto analizar las bases doctrinarias en que se
fundamenta el derecho a la defensa penal.
Solo en la medida que el sistema procesal penal asegure la efectividad del derecho
a la defensa podremos estar contestes en que las demás garantías que se aseguran
al imputado tengan una validez efectiva y no meramente declarativa. En palabras
de Hernando Londoño Jiménez: "Dicho principio, que aureola todas las normas
sobre el debido proceso, es la máxima dignificación y espiritualización del derecho
procesal moderno. Y si a ello se pudiere agregar en la praxis el respeto profundo
por parte de los jueces, bien seguros podrían estar todos los ciudadanos de que el
estado de derecho, por curiosa paradoja; se afianza y vigoriza cuando se invoca a
favor del hombre que delinque"4.
Sin embargo y más allá del consenso en que la defensa del imputado es una
condicionante necesaria del debido proceso o de la investigación y procedimiento
racionales y justos, en palabras de nuestra Constitución 5, queda la tarea de
determinar cuáles son las características que debe reunir una defensa para ser
considerada como efectiva y no meramente formal.
Alfredo Vélez Mariconde y Jorge A. Ciaría Olmedo señalan al respecto que "La
defensa se manifiesta primariamente en el derecho al proceso, como presupuesto
de la pena, en el cual el perseguido pueda intervenir con amplitud suficiente para
hacer valer sus intereses jurídicos emanados del principio de libertad. Es un
derecho proclamado por todas las constituciones y reiterado en todas las
declaraciones internacionales sobre derechos humanos, expresa o implícitamente.
"De aquí que los códigos modernos autoricen al imputado a hacer valer los
derechos que la Constitución y la ley le acuerdan desde el primer acto de
procedimiento dirigido en su contra y hasta la terminación del proceso. Es una
regla que debe ser extendida a todas las legislaciones, por cuanto es fiel expresión
de la garantía judicial... Los derechos que no pueden negarse al imputado para el
normal ejercicio de su defensa en el proceso penal, resultantes de la necesidad de
su intervención, se muestran en la audiencia, en la prueba, en la discusión y en la
asistencia técnica (defensa formal). La tutela del interés social trueca algunas de
esas manifestaciones en imperativos para el tribunal, como son los de conseguir la
efectiva participación del imputado en el proceso, el nombramiento oportuno del
defensor, y el llamamiento para la declaración indagatoria del sospechoso de
participación. El interés social requiere que el imputado pueda defenderse
materialmente y sea defendido técnicamente, todo desde el comienzo del proceso
"6.
"Toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la ley señale y
ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida
intervención del letrado, si hubiere sido requerida. Tratándose de los integrantes
de las Fuerzas Armados y de Orden y Seguridad Pública, este derecho se regirá
en lo concerniente a lo administrativo y disciplinario, por las normas pertinentes
de sus respectivos estatutos" Agrega dicho artículo en su inciso 3° que: "La ley
arbitrará los medios para otorgar asesoramiento y defensa jurídica a quienes no
puedan procurárselos por sí mismos."
"1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda
persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por
un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la
substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o
para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil. " "3.
Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
"1. Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones
de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. "
"2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda
persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
c) Oportunidad: entendiendo, para estos efectos, que el sentido del proceso penal
es precisamente dar al imputado la posibilidad de defenderse de los cargos que se
formulan en su contra y a hacerlo en las diversas etapas que conforman tanto la
investigación como el propio juicio 12.
c.1. Derecho a una defensa efectiva, que incluirá el tiempo y medios necesarios
para su preparación13.
2. Principio de Universalidad
Pese a no estar consagrado en los amplios términos en que lo hacen los tratados
internacionales, y acercándose más a la regulación constitucional de la materia que
determina que la defensa se ejercerá en la forma establecida por la ley, la
aplicación del art. 9° del PCPP hace este principio plenamente vigente en el nuevo
ordenamiento procesal penal.
Ser asistido, desde los actos iniciales de la investigación- por un defensor que
designe él o sus parientes o, en su defecto, por un defensor público;"
La norma que establece como delito la violación del secreto profesional del
abogado, no obstante la dificultad de incurrir en el tipo penal, dada su redacción,
puede considerarse igualmente, en forma refleja, como una forma de inviolabilidad
de la defensa23.
Hasta aquí la norma no es más que una repetición casi textual de la pauta del art.
201 N° 2 del Código de Procedimiento Penal vigente. Sin embargo, el art. 209 del
PCPP contiene un inciso 2° enteramente nuevo que señala que "Las personas
comprendidas en el inciso anterior no podrán invocar la facultad allí reconocida
cuando se las relevare del deber de guardar secreto por aquel que lo hubiere
confiado".
Cabe preguntarse, ¿en qué forma se obtendrá y por consejo de quién esta
autorización?, sobre todo si partimos de la base de la reticencia, ya referida, del
defensor. Y también, ¿en qué forma se dejará constancia, y ante quienes de esa
autorización? O ¿cual será la extensión que deberá darse a la facultad de revelar el
secreto profesional?
En relación al apremio para la exhibición de documentos, la norma del art 289 del
PCPP dispone en su inciso 2° que "Si los objetos y documentos se encontraren en
poder de una persona distinta del imputado, en lugar de ordenar la incautación, o
bien con anterioridad a ello, el juez podrá apercibirla para que los entregue.
Regirán, en tal caso, los medios de coacción previstos para los testigos. Con todo,
dicho apercibimiento no podrá ordenarse respecto de las personas a quienes la ley
reconoce la facultad de no prestar declaración ".
En este mismo sentido, nos parece que la norma del art. 287 del PCPP incurre en 'la
misma amplitud que, tratándose del registro del oficio de un abogado, puede llevar
a interferencias severas en el cumplimiento del principio de inviolabilidad en
estudio26.
4. Principio de Oportunidad
Este principio que busca o pretende asegurar, como se dijo, la vigencia efectiva del
derecho a la defensa, podemos señalar que se encuentra vigente a lo largo de toda
la normativa del PCPP. Así podemos citar algunas de las normas en que se expresa
con mayor claridad.
Las norma del inciso 3° del art. 6° que regula la forma en que podrá el imputado
ejercer su defensa por sí mismo "Si el imputado prefiriere defenderse por sí mismo,
el tribunal lo autorizará solo cuando ello no perjudique la eficacia de la defensa; en
caso contrario, le designará de oficio un defensor letrado, sin perjuicio del derecho
del imputado a formular planteamientos y alegaciones por sí mismo, según lo
dispuesto en el inciso primero de este artículo".
Las normas sobre derechos del imputado del art. 107 PCPP, letras
b) Ser asistido, desde los actos iniciales de la investigación por un defensor que
designe él o sus parientes o, en su defecto, por un defensor público;
d) Presentarse directamente ante el juez., con su abogado defensor o sin él, con
el fin de prestar declaración;
Las normas sobre derechos del imputado privado de libertad del art. 108 PCPP,
letra
La norma del art. 118 PCPP que dispone la obligatoriedad de advertir antes que
comience la primera declaración del imputado, de su derecho a consultar a un
defensor, y la posibilidad del defensor de formular al imputado preguntas en dicha
audiencia, con anuencia del juez(art. 119)29.
Es interesante citar asimismo la norma del art. 193 PCPP incluida en el capítulo de
las nulidades procesales: "Presunción de derecho del perjuicio. Se presume de
derecho la existencia del perjuicio si la infracción hubiere impedido el pleno
ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución, en los
tratados internacionales ratificados por Chile y vigentes, o en las demás leyes de la
República, como ocurre, entre otros casos, cuando el juicio se realiza sin la
presencia del acusado o cuando falta la asistencia del defensor en las actuaciones
en que la ley lo exige ".
Son muchas otras las normas referidas a la vigencia del derecho a la defensa, en
particular las que se refieren a la necesaria presencia del defensor, en las
diligencias de prueba que hayan de realizarse fuera de la audiencia oral, ya como
prueba anticipada, ya como diligencias de la instrucción; en las diversas audiencias
que tienen lugar durante el procedimiento, como las de pronunciamiento del
tribunal sobre la libertad provisional y en la de preparación del juicio oral, en la de
suspensión provisional del procedimiento, y particularmente durante todo el
transcurso del juicio oral; en la permanencia de la responsabilidad del defensor no
obstante su renuncia, etc.
1. Introducción
Como hemos visto en los capítulos anteriores, el Estado de Chile ha asumido tanto
constitucionalmente como en los tratados internacionales suscritos en materia de
derechos humanos, entre otras, la obligación de proporcionar abogado a quienes no
puedan procurárselos por sí mismos.
Si asumimos la defensa técnica como una de las condicionantes del debido proceso,
al aceptar que la autodefensa del imputado solo es procedente en tanto no le
perjudique, según plantea el propio PCPP en su artículo 6°30, debemos asumir, para
hacer efectivo este derecho, que el Estado debe procurar aquella defensa no solo
en los casos de falta de medios del imputado sino incluso, cuando este no quiera
procurársela.
Como sabemos, nuestro actual sistema legal penal dispone que este acceso se
realiza hoy en dos formas, ya por medio de la asistencia proporcionada por las
Corporaciones de Asistencia Legal, creadas tras la desaparición de los Servicios de
Asistencia Legal que entregaban los Colegios de Abogados, ya por medio del turno
en materia criminal regulado por los artículos 595 y siguientes del Código Orgánico
de Tribunales.
a. Principio de universalidad
El art. 1° del Proyecto sobre Defensoría Penal Pública (PDPP) señala: "La
Defensoría Penal Pública, en adelante la Defensoría, es un sistema que tendrá por
finalidad la defensa de las personas imputadas o acusadas por un crimen, simple
delito o falta, que sea de competencia de un juzgado de garantía o tribunal en lo
penal, que no cuenten con abogado de su confianza y que requieran de un defensor
técnico en conformidad a la ley procesal respectiva, en la forma y condiciones que
establece la presente ley".
En este punto cabe advertir que la forma de prestación de defensoría que plantea el
proyecto cumple con el principio-señalado. En efecto, asegura esta disposición el
acceso para todo imputado a la defensoría, sin hacer distinción, inclusive si dispone
o no de los medios necesarios para procurarse defensa, bastando solo que carezca
de un abogado de su confianza y lo requiera.
Considero que, a fin de lograr una efectiva igualdad jurídica entre las partes del
proceso penal, el Estado al proporcionar asistencia jurídica, en cumplimiento del
mandato constitucional del art. 19 N° 3 inciso 3°, deberá hacerlo a través de una
institución autónoma, por lo que en este aspecto el PDPP debería ser modificado.
El abogado de ejercicio libre tiene, por principio, libertad para asumir o no una
causa cualquiera, y en particular las defensas penales40. Puede rechazar la defensa
ya porque le repugna asumirla respecto de un cierto tipo de delitos, o tratándose de
un caso específico por las circunstancias particulares que le rodeen.
Cabe preguntarse si esa libertad permanece para los que integran el sistema que
crea el PDPP, tanto defensores locales como defensores privados. La respuesta
inicial pareciera ser negativa, en tanto la aceptación de la excusa para un caso
particular, y con mayor razón respecto de una clase o gama de delitos, podría
entorpecer la debida prestación de la defensa penal.
Sin embargo, y por otra parte, debemos reconocer, asimismo, que existen
circunstancias, a lo menos en el campo de lo particular, en que una excusa aparece
como plausible y plenamente justificada (pensemos en un, ejemplo tan grosero
como el de un defensor que se le encarga asistir a quien ha atentado físicamente
en contra de un miembro de su familia).
Sería preferible al respecto una regulación de este punto a nivel legal, al igual que
se consagra para los fiscales del Ministerio Público en la ley 19.640 en su artículo
5542.
c. Principio de oportunidad
c.1. En cuanto al derecho a una defensa efectiva Una primera norma que cabe citar
en relación con este derecho es la genérica establecida en el art. 6° que dispone
''Serán deberes de los abogados que presten defensa penal pública:
Cabe citar la norma del art. 32 del PDPP que señala que, no obstante solo podrá
haber defensores locales en aquellas ciudades cuya población exceda de 50.000
habitantes,"...el Defensor Regional deberá organizarías de manera que presten
defensa, en los casos que les corresponden, en todos los juzgados de garantía de la
Región, para lo cual deberán trasladarse los defensores necesarios a aquellos
juzgados de garantía que funcionen en ciudades que carezcan de Defensorías
Locales".
El derecho a una defensa efectiva queda igualmente plasmado en las normas que
se refieren a la designación de defensores licitados, que comienzan sus funciones
en el proceso tras la primera audiencia a la que haya debido asistir el defensor local
en defensa de un imputado
"Artículo 57.- Las instituciones y abogados que presten defensa penal pública
deberán asumir la defensa de todo imputado que carezca de defensor, en
conformidad a esta ley".
"Artículo 58.- Concluida que sea la primera audiencia judicial a que haya debido
asistir en defensa de un imputado, el defensor local deberá dar aviso
inmediatamente al Defensor Regional en todos los casos en que el procedimiento
no haya concluido, para que este designe a la institución o abogado licitante o con
quien se mantenga convenio vigente, que a continuación deberá asumir la
defensa de dicho imputado".
Queda por ver cuál será la dotación efectiva de recursos y personal que reunirán
estos servicios privados de defensa penal, ya que el PDPP solo entrega una cifra
global de recursos ascendiente a la suma de 8.161.391 millones de pesos46.
Igualmente el PDPP contempla una norma que asegura este derecho al establecer
que "La Defensoría Penal Pública proporcionará defensa a cada uno de lo imputados
aunque estos tengan intereses contrapuestos, designando diversos defensores
cuando así lo exija la naturaleza de las pretensiones de las partes, (art. 2°).
Podemos señalar como primera expresión de este principio la disposición del art. 4°
que establece que solo abogados podrán ejercer la defensa en materia penal, en los
siguientes términos: "La defensa en materia penal será ejercida siempre por
abogados. Con todo, quienes brinden defensa en materia penal de conformidad a
esta ley, podrán organizarse de manera de contar con personal de apoyo no
letrado. Dicho personal no podrá, en caso alguno, sustituir la comparecencia del
abogado a las audiencias judiciales".
Recordemos sobre el particular que, de, acuerdo a las normas de los artículos 57 y
siguientes del PDPP ya transcritas, la designación de la institución o abogado
licitante prestadores del servicio será materia del Defensor Regional tras la
conclusión de la primera audiencia del imputado.
Sin lugar a dudas, la norma transcrita constituye el interés del Estado de dar
cumplimiento a los requisitos de una defensa efectiva y tiende además a dar
celeridad a los procesos, por lo que adopta las medidas tendientes a asegurar la
defensa por abogado a todas las personas.
Atenúa estas disposiciones la Facultad del Servicio de Defensoría de cobrar por los
servicios que preste, parcial o totalmente, en el art. 9° "El Servicio podrá cobrar,
total o parcialmente, la defensa que preste a aquellos beneficiarios que dispongan
de recursos para financiarla privadamente. Para estos efectos se considerará, al
menos, su nivel de ingreso, capacidad de pago y el número de personas del grupo
familiar que de él dependan ".
Cabe preguntarse sobre estas normas que si las unimos a las que disponen de
fuertes controles de fiscalización de los servicios licitados 47 y a las que regulan los
concursos para asegurar la oposición de aquellos con mejores antecedentes 48, no
estaremos tendiendo eventualmente a una progresiva arancelización y estatización
del ejercicio de la abogacía en materia penal. Ciertamente será un fenómeno
nuevo, que acerca el acceso a la justiciaa los sistemas de prestación de salud
disponiendo un verdadero aparato estatal relativamente eficiente
d) Practicar las visitas que sean necesarias a los centros de detención, con el
objeto de informar a sus defendidos del estado procesal de sus causas y.
e) Las demás que sean necesarias para una adecuada tutela de los intereses de
su defendido.
V. CONCLUSIONES
NOTAS
1
Ver, entre otros, arts. 109, 110, 424, 451, 453, 499 y 500 del Código de
Procedimiento Penal de la República de Chile.
2
Ver el Mensaje del Código de Procedimiento Penal con que el Presidente Juan
Antonio Ríos remitió el proyecto de ley al Parlamento, el 14 de diciembre de 1942,
en el que no obstante plantear la existencia de adelantos en relación a la legislación
procesal penal vigente a la época, el Presidente reconoce las carencias y atrasos del
proyecto de ley que remitía.
3
Ver Anexo N° 1, paralelo entre los principios orientadores de los sistemas
inquisitivo y acusatorio.
4
Hernando Londotio Jiménez. Derecho Procesal Penal. Edit. TEMIS Librería. Bogotá-
Colombia. 1982.
5
Art. 19 N° 3, inciso 5° Constitución Política de la República de Chile.
6
Alfredo vélez mariconde y Jorge A. CLARÍA OLMEDO. "Uniformidad fundamental
de la legislación procesal penal de América Latina". En Cuadernos de los Institutos,
Córdoba, Argentina, 1970.
7
Jorge Vásquez Rossi "El proceso penal. Teoría y práctica". Editorial Universidad.
Buenos Aires, pag. 51. 1986.
8
Jorge Vásquez Rossi. Op. Cit. Pag. 53.
9
Art. 5° inciso 2° Constitución Política de la República de Chile.
10
19 N° 3 inciso 2° CPE de Chile. 14 N° 1 Pacto. 8° N° 1 Convención.
11
A este respecto los "Principios Básicos sobre la Función de los Abogados",
elaborados en el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del
Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en La Habana (Cuba), del 27 de
agosto al 7 de septiembre de 1990
(http://www1.umn.edu/humanrts/instree/spanish/si3bprl.html, en University of
Minnesota Humans Rigth Library) concluyen que para el adecuado ejercicio de las
funciones de la abogacía, los abogados deben gozar de las siguientes "Garantías
para el ejercicio de la profesión:"
16. Los gobiernos garantizarán que los abogados a) puedan desempeñar todas
sus funciones profesionales sin intimidaciones, obstáculos, acosos o interferencias
indebidas; b) puedan viajar y comunicarse libremente con sus clientes tanto
dentro de su país como en el exterior; y c) no sufran ni estén expuestos a
persecuciones o sanciones administrativas, económicas o de otra índole a raíz de
cualquier medida que hayan adoptado de conformidad con las obligaciones, reglas
y normas éticas que se reconocen a su profesión.
17. Cuando la seguridad de los abogados sea amenazada a raíz del ejercicio de
sus funciones, recibirán de las autoridades protección adecuada.
18. Los abogados no serán identificados con sus clientes ni con las causas de sus
clientes como consecuencia del desempeño de sus funciones.
20. Los abogados gozarán de inmunidad civil y penal por las declaraciones que
hagan de buena fe, por escrito o en los alegatos orales, o bien al comparecer
como profesionales ante un tribunal judicial, otro tribunal u órgano jurídico o
administrativo.
21. Las autoridades competentes tienen la .obligación de velar por que los
abogados tengan acceso a la información, los archivos y documentos pertinentes
que están en su poder o bajo su control con antelación suficiente para que
puedan prestar a sus clientes una asistencia jurídica eficaz- Este acceso se
facilitará lo antes posible.
23. Los abogados, como los demás ciudadanos, tienen derecho a la libertad de
expresión, creencias, asociación y reunión. En particular, tendrán derecho a
participar en el debate público de asuntos relativos a la legislación, la
administración de justicia y la promoción y la protección de los derechos
humanos, así como a unirse o participar en organizaciones locales, nacionales o
internacionales y asistir a sus reuniones, sin sufrir restricciones profesionales a
raíz de sus actividades lícitas o de su carácter de miembro de una organización
lícita. En el ejercicio de estos derechos, los abogados siempre obrarán de
conformidad con la ley y con las reglas y normas éticas que se reconocen a su
profesión.
12
En la descripción de este principio, así como en el de defensa técnica, seguimos
al Profesor Cristian Riego, en su obra "El sistema procesal penal chileno frente a las
normas internacionales de derechos humanos", en Sistema Jurídico y Derechos
Humanos. Cecilia Medina Quiroga y Jorge Mera Figueroa. Editores. Serie
Publicaciones Especiales. Escuela de Derecho Universidad Diego Portales. Santiago
de Chile. 1996.
13
14.2.b. Pacto. 8.2.c. Convención.
14
14.2.e. Pacto. 8.2.f. Convención.
15
14.2.d. Pacto. 8.2.d Convención.
16
14.2 Pacto. 82 Convención.
17
En palabras de Piero Calamandrei "Para que no vacile la fe en la justicia, tampoco
debe ser admisible la sospecha que la libertad personal de los humildes valga
menos que la de los potentados; o que la justicia sea más rápida cuando se trata
de arrestarlos a ellos y más lenta al dejarlos en libertad, cual si para las familias de
los pobres el encarcelamiento del padre no costara, más que para los ricos, hambre
y dolor". Elogio de los jueces escrito por un abogado. Ediciones Jurídicas Europa
América. Buenos Aires. 1956.
18
14.3. Pacto 8.2.d Convención.
19
19 N° 3 inciso 3°. CPE. 14.3.e. Pacto. 82.e. Convención.
20
14.3.b. Pacto y fundamentalmente 8.2.d. Convención.
21
Art. 360 N° 1 Código de Procedimiento Civil, art. 201 N° 2 del Código de
Procedimiento Penal.
22
Art. 171, inc. 2° del Código de Procedimiento Penal.
23
El art. 231 del Código Penal dispone que "El abogado o procurador que con abuso
malicioso de su oficio, perjudicare a su cliente o descubriere sus secretos será
castigado según la gravedad del perjuicio que causare, con la pena de suspensión
en su grado mínimo a inhabilitación especial perpetua para el cargo o profesión y
multa de once a veinte sueldos vitales".
24
Un interesante artículo sobre este tema es "The Perjury Trilema" por Monroe
Freedman, en "Understanding Lawyer's Ethics", Matthew Bender & Co., Inc, USA,
1994, p. 109-122, del cual cuento con una traducción hecha por el profesor de
Etica Profesional Aplicada de la Universidad de Chile Julián López Masle, y que ha
sido entregado como material de apoyo a los alumnos de su cátedra y también
remitido gentilmente al suscrito.
25
El inciso 2° del art. 279 del PCPP señala que "La entrada y el registro serán
practicados por el fiscal del ministerio público. Con todo, en casos calificados, el
juez podrá facultarlo para encargar el cumplimiento de la diligencia a la policía.
Todo ello hará constar en la orden respectiva".
26
El 287 del PCPP dispone "Incautación de otros objetos o documentos. Si durante
la práctica de la diligencia de registro el fiscal del ministerio público o la policía
descubrieren objetos o documentos que permitieren sospechar la existencia de un
hecho punible distinto del que constituya la materia del procedimiento en que la
orden respectiva se hubiere librado, podrán proceder a su incautación previa orden
judicial. Dichos objetos o documentos serán conservados por el fiscal del ministerio
público".
27
Artículo 28 PCPP.- Notificación de los intervinientes. Cuando un interviniente en el
procedimiento cuente con defensor o mandatario, las notificaciones deberán ser
hechas solamente a este, salvo que la ley dispusiere otra cosa o que, por la
naturaleza de la actuación, el tribunal resolviere que también se notifique
directamente el interviniente.
28
Art. 38 PCPP inc, final "La sanción pecuniaria señalada en el inciso anterior se
impondrá a los abogados defensores y fiscales del ministerio público que no
comparecieren injustificadamente a actuaciones que no pudieren desarrollarse sin
su presencia".
29
Artículo 118 PCPP, inc. 1°: "Advertencias preliminares. Antes de comenzar la
declaración se informará al imputado de su derecho a consultar a un defensor. Se
le comunicará, además, en forma detallada, cuál es el hecho que se le atribuye, con
todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, en la medida
conocida, incluyendo aquellas que fueren de importancia para su calificación
jurídica, las disposiciones legales que resultaren aplicables y los antecedentes que
la investigación arrojare en su contra". Art. 199 PCPP inc. final: "Tanto los fiscales
del ministerio público como el defensor podrán dirigir al imputado las preguntas que
estimaren convenientes, con la venia del juez".
30
El art. 6° del PCPP señala que "Si el imputado prefiriere defenderse por sí mismo,
el tribunal lo autorizará solo cuando ello no perjudique la eficacia de la defensa; en
caso contrario, le designará de oficio un defensor letrado, sin perjuicio del derecho
del imputado a formular planteamientos y alegaciones por sí mismo, según lo
dispuesto en el inciso primero de este artículo ".
31
Las críticas contenidas en el mensaje del Presidente de la República con ocasión
de la remisión al Parlamento del Proyecto que crea el servicio de Defensoría Penal
Pública, ilustran concretamente las notables deficiencias de nuestro actual modelo
de asistencia penal gratuita: "Nos referimos, en primer lugar, al sistema de los
abogados de turno, actualmente reglamentado en el Código Orgánico de
Tribunales, por medio del cual se obliga a todos los abogados que ejercen la
profesión, a atender gratuitamente a aquellas personas que carecen de letrado en
un proceso penal, según un sistema de asignación por turnos. El mayor problema
que presenta este mecanismo es que no permite en caso alguno dar por satisfecha
la obligación constitucional y legal del propio Estado de proveer de defensa letrada
a las personas que carecen de ella, ya que el sistema descansa en la caridad de los
profesionales, que deben dedicar gratuitamente parte de su jornada de trabajo a
atender a estas personas. Luego, el sistema es discriminatorio para los
profesionales jurídicos que deben soportar una carga pública que no pesa sobre
otros profesionales liberales. Y tanto* es así que este sistema comenzó a ser
abandonado y declarado inconstitucional en Europa, donde tuvo su origen hace más
de 30 años (ejemplo, en Austria en 1971, España en 1981, etc.).
El otro sistema que se contempla actualmente en Chile es el de las Corporaciones
de Asistencia Judicial, que tampoco permiten tener por completamente satisfechas
las exigencias de un moderno sistema judicial penal. Estas descansan,
mayoritariamente, sobre la base de la prestación de la defensa por licenciados en
Derecho que están haciendo su práctica profesional gratuita durante un lapso de
seis meses. En rigor, esa defensa, por más encomiable que pueda ser y que
generalmente se presta bajo la supervisión directa de abogados ya titulados de las
mismas Corporaciones, ni siquiera es otorgada por abogados propiamente tales,
sino por personas que aspiran a serlo, de manera que difícilmente podrán hacer
frente en igualdad de condiciones a un letrado especializado en sostener la
acusación como será el Fiscal en el futuro proceso penal. Además, se produce una
continua rotación de postulantes a cargo de cada caso, de modo que desde el punto
de vista de los imputados o acusados atendidos por este sistema, no ofrece ninguna
garantía de continuidad, lo que redunda en una mayor ineficiencia.
32
En anexo N° 2 texto completo del Mensaje Presidencial dirigido al parlamento con
ocasión de la remisión del Proyecto de Ley sobre Defensoría Penal Pública, que
contiene una breve pero acertada descripción del sistema impulsado por el
Ejecutivo.
33
Art. 16 PDPP.
34
Art. 25 PDPP.
35
Art. 33 PDPP.
36
La ley 18.834, Estatuto Administrativo, en su art. 3° define al empleo a contrata
como "...aquel de carácter transitorio que se consulta en la dotación de una
institución". El art. 9° del mismo cuerpo legal dispone en su inciso 1° que "Los
empleos a contrata durarán como máximo, solo hasta el 31 de diciembre de cada
año y los empleados que los sirvan expirarán en sus funciones en esa fecha, por el
solo ministerio de la ley salvo que hubiere sido propuesta la prórroga con treinta
días de anticipación a lo menos".
37
El inciso 1° del art. 80 de la Constitución Política de la República establece que:
"Un organismo autónomo, jerarquizado, con el nombre de Ministerio Público,
dirigirá en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los
que determinen la participación punible y los que acrediten la inocencia del
imputado y, en su caso, ejercerá la acción penal pública en la forma prevista por la
ley. De igual manera, le corresponderá la adopción de medidas para proteger a las
víctimas y a los testigos. En caso alguno podrá ejercer funciones jurisdiccionales".
El inciso 1° del art. 1° de la ley 19.640, Orgánica Constitucional del Ministerio
Público establece igualmente que: "El Ministerio Público es un organismo autónomo
y jerarquizado, cuya función es dirigir en forma exclusiva la investigación de los
hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación punible y los que
acrediten la inocencia del imputado y, en su caso, ejercer la acción penal pública en
la forma prevista por la ley".
38
El diario El Mercurio de Santiago de Chile, de 17 de diciembre de 1999, recogió
las siguientes declaraciones del Subsecretario del Interior Guillermo Pickering:"...
Guillermo Pickering, al referirse al tema del crecimiento delictivo, indicó que en el
país hay una sensación de impunidad de los delincuentes, que se produce porque la
policía los detiene y los tribunales los dejan en libertad". "...Criticó los criterios que
están aplicando los jueces, en especial con los antisociales que son reincidentes en
ciertos delitos y, según la ley, representan un peligro para la sociedad". "Aunque
dijo no generalizar en torno a los jueces, 'hay una realidad: la policía detiene a los
delincuentes y los delincuentes después salen a la calle con mucha facilidad',
haciendo un directo emplazamiento a la actuación del Poder Judicial en estas
materias". "...Los tribunales tienen responsabilidad al otorgar las libertades
provisionales, dijo, con una facilidad que no es compatible con el nivel de riesgo
que estamos teniendo en el país en esta materia".
39
El Código de Etica Profesional del abogado, que constituirá un conjunto de
normas inspiradoras de la labor profesional, o norma jurídica propiamente tal,
dependiendo de la interpretación que se le asigne al inciso 1° del art. 4° del
Decreto ley 3621, en apariencia vigente en Chile, y que señala que "Toda persona
que fuere afectada por un acto desdoroso, abusivo, o contrario a la ética, cometido
por un profesional en el ejercicio de su profesión, podrá recurrir a los Tribunales de
Justicia en demanda de la aplicación de las sanciones que actualmente contemplen
para estos actos la Ley Orgánica del Colegio respectivo o las normas de ética
vigentes", señala en su art. 1° "Esencia del Deber Profesional. El abogado debe
tener presente que es un servidor de la justicia y un colaborador de su
administración; y que la esencia de su deber profesional es defender
empeñosamente, con estricto apego a las normas jurídicas y morales, los derechos
de su cliente". El art. 8° del mismo cuerpo normativo señala por su parte "Defensa
de Acusados. El Abogado es libre para hacerse cargo de la defensa de un acusado,
cualquiera sea su opinión personal sobre la culpabilidad de este; pero habiéndola
aceptado, debe emplear en ella todos los medios lícitos".
40
El art. 6° del Código de Etica Profesional del abogado señala "Aceptación o
rechazo de Asuntos. El abogado tiene la libertad para aceptar o rechazar los
asuntos en que se solicite su patrocinio, sin necesidad de expresar los motivos de
su resolución, salvo en el caso de nombramiento de oficio, en que la declinación
debe ser justificada. Al resolver, debe prescindir de su interés personal y cuidar de
que no influyan en su ánimo el monto pecuniario, ni el poder o la fortuna del
adversario. No aceptará un asunto en que haya de sostener tesis contrarias a sus
convicciones, inclusive las políticas o religiosas, con mayor razón si antes las ha
defendido; y cuando no esté de acuerdo con el cliente en la forma de plantearlo o
desarrollarlo, o en caso de que pudiera ver menoscabada su independencia por
motivos de amistad, parentesco u otros. En suma, no deberá hacerse cargo de un
asunto si no cuando tenga libertad moral para dirigirlo".
41
Arts. 27 letra f) y 32 del PDPP.
42
El art. 55 de la ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público dispone que
"Son causales de inhabilitación:
4°. Ser el fiscal tutor o curador de alguna de las partes, albacea de alguna
sucesión, o administrador o representante de alguna persona jurídica que sea
parte en el caso de cuya investigación se trate;
7°. Ser alguna de las partes heredero o legatario instituido en testamento por el
fiscal;
8°. Tener pendiente alguna de las partes pleito civil o criminal con el fiscal, con su
cónyuge, o con alguno de sus ascendientes, descendientes o parientes colaterales
dentro del segundo grado. El pleito deberá haber sido promovido antes de
haberse denunciado el hecho de cuya investigación se trate;
10º. Tener el fiscal la calidad de accionista de una sociedad anónima que sea
parte en el caso de cuya investigación se trate;
11º. Tener el fiscal con alguna de las partes amistad que se manifieste por actos
de estrecha familiaridad, o tenerla su cónyuge, alguno de sus ascendientes o
descendientes, o alguno de sus parientes colaterales dentro del segundo grado;
12º. Tener el fiscal, con alguna de las partes enemistad, odio o resentimiento que
haga presumir que no se halla revestido dela debida objetividad;
15º. Tener alguna de las partes relación laboral con el fiscal o viceversa, y
Sin embargo, no tendrá aplicación la causal del presente número si fuere parte
alguna de las entidades fiscalizadas por la Superintendencia de Seguridad Social,
la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Pensiones, la
Superintendencia de Instituciones de Salud Previsional la Superintendencia da
Bancos e Instituciones Financieras, la Superintendencia de Valores y Seguros o
uno de los Servicios de Vivienda y Urbanización, a menos que estas instituciones
u organismos ejerciten actualmente cualquier acción judicial contra al fiscal o
contra alguna otra de las personas señaladas o viceversa.
43
La población de las regiones I, V, VI, VIII, X, XI y XII, según el Censo de
Población de 1992, es de 5.327.097, lo que arroja, para estas regiones a un
defensor local por cada 91.848 habitantes. Instituto Nacional de Estadísticas,
Resultados oficiales: Censo de población, 1992, Santiago, 1993, pág. 68.
44
Arts. 1 y 3 del proyecto de ley de adecuación del Código Orgánico de Tribunales
con ocasión de la Reforma Procesal penal, aprobado por la Cámara y remitido al
Senado por Oficio N° 2388 de 15 de junio de 1999.
45
Art. 52: La licitación se resolverá conforme a los siguientes criterios:
e)Cuando proceda, el porcentaje de personas que haciendo uso del derecho que
se le concede en el artículo 60 de esta ley, hubieren solicitado el cambio de
defensor.
46
Informe financiero al PDPP incluido en el proyecto remitido al congreso con fecha
13 de julio de 1999.
47
Título V del PDPP.
48
Párrafo 2° del Título III del PDPP.
49
Tomado del Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento del Senado, recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite
constitucional, que establece un nuevo Código de Procedimiento Penal (sic). Boletín
N° 1 630-07. Senado de la República de Chile. 22 de julio de 1998.
ANEXO N° 1
ANEXO N° 2
IV. EL PROYECTO
1. Fundamento
2. La organización
A su vez, existirán las defensorías locales. Estas son las unidades operativas en que
se desempeña la defensoría en las regiones. El proyecto establece que solo
existirán defensorías locales en aquellas ciudades cuya población exceda de 50 mil
habitantes. En todo caso, estas deberán existir en todas las capitales de regiones.
a) Por los abogados del servicio de la Defensoría Penal Pública el que, en todo caso,
solo prestará la defensa en las primeras diligencias del procedimiento.
El aspecto central del proyecto es que existe una distribución entre los defensores
pertenecientes al sistema público y al privado, de modo que sean estos últimos, de
conformidad a los criterios de objetividad, transparencia y eficiencia, que aporta el
proceso de licitación, los que presten la defensoría de manera óptima y
permanente.
Solo en el evento de que las licitaciones sean declaradas desiertas o que los
porcentajes del total de causas adjudicadas no alcancen a cubrir el ciento por ciento
de las prestaciones que habrán de realizarse en la respectiva región, se contempla
que el Defensor Regional pueda suscribir contratos directos para la prestación del
servicio de la defensoría con instituciones públicas o privadas, después de la
primera audiencia judicial. Además, en este caso, se podrá disponer la contratación
de abogados por parte de la Defensoría Regional, por un período determinado para
asumir estas mismas funciones.
Formas de control más tradicionales que se prevén son una serie de informes
periódicos, anuales y finales, que deberán presentar los letrados que estén
prestando el servicio; un sistema de inspección de oficio y sin aviso previo en los
lugares donde se desempeña la defensa; y, finalmente el conocimiento, tramitación
y resolución de los reclamos por parte de los beneficiarios de la defensa penal
pública.
6. El personal de la defensoría
El personal de la Defensoría Penal estará sometido a las normas del Estatuto
Administrativo y al sistema de remuneraciones de las instituciones fiscalizadoras.
Sin embargo, en el ánimo que mueve al Gobierno en la eficiencia de la Gestión
Pública se establece:
La planta del servicio consta de 454 cargos, que se irá proveyendo según sea la
gradualidad de la implementación de la reforma procesal penal.
PROYECTO DE LEY
BIBLIOGRAFIA
11. Proyecto de ley que crea la Defensoría Penal Pública ingresado a la H. Cámara
de Diputados en sesión 17 de 13 de julio de 1999. Boletín de la H. Cámara N°
2365-07.
19. Proyecto de ley de adecuación del Código Orgánico de Tribunales con ocasión
de la Reforma Procesal Penal, aprobado por la H. Cámara de Diputados y remitido
al H. Senado por Oficio N° 2388 de 15 de junio de 1999.