El lugar debe ser tranquilo y sin ruidos molestos, usar ropa cómoda. Se puede ambientar el lugar con música suave. Hay que tener en cuenta que la comodidad es fundamental y la posición no debe estar forzada. Ejercicios: 1. Acostado: dobla las rodillas y separa los pies entre 20 y 30 centímetros. De este modo la espalda estará en posición de descanso. Si prefieres hacerlo sentado, asegúrate de apoyar la cabeza en el respaldo del asiento, ya que se requiere de un apoyo. 2. Coloca una de tus manos sobre el abdomen y la otra sobre la parte superior del tronco, entre el pecho y el cuello, con el fin de recibir mejor los movimientos diafragmáticos durante la respiración. 3. Con los ojos cerrados, inspira profunda y lentamente, e imagina el recorrido que hace el aire a través de tu cuerpo. 4. Nota como el aire llega al abdomen por haber puesto tu mano allí, pero el tórax no debe moverse. Trata de aguantar la respiración 3 o 4 segundos. 5. Espira expulsando el aire despacio, mientras cuentas de cinco a cero. Nota que el abdomen vuelve a la posición de descanso. Repite estos pasos unos minutos, concentrándote en cada uno de los movimientos. Poco a poco empezarás a sentir que tu cuerpo entra en un estado de relajación. Para que estos ejercicios de respiración funcionen como técnica de relajación es muy importante controlar la velocidad en la respiración, así como la cantidad de aire que se inspira durante el ejercicio. Un ritmo lento y pausado, ya que inspirar muy profundo puede provocar mareo como consecuencia de la hiperventilación o demasiado oxígeno en la sangre. Recomendaciones: Respetar horarios Organiza un horario para dormir y levantarte, ya que de esta forma acostumbras al cuerpo a dormir sin distracciones en el tiempo establecido. Evita las siestas No está mal descansar 15 minutos en el día. Lo que no se recomienda es excederse de ese tiempo o hacerlo con pocas horas de anticipación antes de dormir. Haz de tu habitación un templo para el descanso El lugar para dormir debe ser cómodo, libre de aparatos electrónicos, con cortinas oscuras y un buen colchón. Cena ligero Comer antes de dormir o ingerir comidas muy copiosas en horas previas al descanso también podría causar algún trastorno del sueño. Cenar algo ligero y, por lo menos, dos horas antes de ir a la cama. Lee Muchos prefieren ver televisión, jugar con el celular u otro elemento electrónico cuando no logran conciliar el sueño; no obstante, está comprobado que la luz emitida por estos dispositivos tiene un efecto negativo en la salud y podría ser la causa de la dificultad para dormir. Lo ideal es realizar una lectura o hacer algún ejercicio de lógica para estimular el sueño y de paso el cerebro. Es una gran terapia y también mejora la memoria.