La cerveza, después de la legislación sobre pureza, que entró
en vigor en Baviera en 1516, en Alemania sólo puede fabricarse a partir de malta, cereales, lúpulo, agua pura y levaduras. En los cereales está el almidón el cual es transformado por el embrión a través de las amilasas a azúcar, para que después las levaduras puedan llevar a cabo la fermentación. Para la transformación del almidón los granos de cereales son sometidos a maceración, germinación, y tostado en malta rica en azúcar, a partir de la que se obtendrá por maceración y cocción en agua el mosto de cerveza estéril. Este mosto fermenta dando cerveza por adición de lúpulo, enfriamiento e inoculación con las levaduras de la cerveza.
Obtención de la malta:
Tiene como materia prima más importante a los granos de
cebada de verano “cebada cervecera” . Estos granos deben tener un poder germinativo superior al 95%. Se induce la germinación de los granos de cebada sumergiéndolos en agua en un recipiente de acero que se estrecha por la parte inferior y que está provisto de un dispositivo para la salida del cereal hinchado. Mediante tuberías de aireación dispuestas en varias capas en el interior del recipiente, se produce cada 2 horas y durante 10 minutos una aireación intensa que evita la descomposición causada por los microorganismos de la fermentación o de la putrefacción. El grano permanece en el recipiente durante 2-3 días. Durante los mismos, el agua se cambia repetidas veces y se mantiene la temperatura a 10-15ºC . A continuación se deja germinar la cebada distribuyéndola sobre eras en capas de 30 cm o en cajas de 60-80 cm de altura aireadas por la parte inferior. Al cabo de un día comienza la germinación. Hay que eliminar el calor que se produce removiendo con palas en el caso de las eras o por aireación y agitación mecánica en el de las cajas para evitar que se supere la temperatura óptima de germinación, que es de 15-16ºC. Todo este proceso puede llevarse a cabo también en tambores giratorios. Luego de la germinación se procede a realizar el tostado; para lo cual después de 7-9 días de germinación de los granos, cuando la hoja embrionaria mide cerca de ¾ de la longitud del grano y la radícula 1-1,5 veces la misma, se interrumpe la germinación por secado a alta temperatura. La mayoría de las veces se emplean tostadores planos con 1-3 parrillas, en las que la malta se dispone sobre tela metálica en gruesas capas de 15-60 cm y es atravesada por una corriente de aire caliente que fluye desde abajo. Se realiza primero un secado previo de la malta a 40-50ºC hasta una humedad del 12%. El secado final tiene lugar después a 60-90ºC para las cervezas claras y a 90-105ºC para las negras. Dependiendo del malteado podrán obtenerse las cervezas claras y negras. Para las claras se emplean granos con un contenido proteico del 9-12% y para las negras del 11-13%, porque cuanto mayor sea la cantidad de proteína, mayor será la cantidad de pigmentos oscuros que se formen durante el tostado.
Obtención del mosto:
Se inicia moliendo finamente la malta tostada y extrayendola con
agua caliente en la “cuba de maceración”. Se disuelve así el almidón sacarificado y muchos compuestos nitrogenados, y el almidón todavía presente sigue siendo hidrolizado por acción de las amilasas hata maltosa y dextrinas solubles. Para fabricar cerveza los procesos de malteado y maceración se llevan a cabo de tal manera que sólo el 60% del almidón se transforma en azúcares fermentables o el 40% en dextrinas no fermentables que convierten la cerveza en una bebida rica en calorías. Por adición de agua caliente y por cocción alternada con la readición de fracciones de la solución se disminuye tanto la concentración de enzimas hidrolíticas del almidón como consecuencia de la dilución y la inactivación, que no tiene lugar ninguna sacarificación indeseable del almidón. El fraccionamiento del macerado en un residuo sólido, el bagazo, que es un pienzo muy valioso y el sobrenadante claro, el “mosto”, se realiza en tanques de clarificación, que son cubas provistas de filtros. Posterior al fraccionamiento se cuece el mosto en calderas a las que se añade lúpulo. Se interrumpe así definitivamente la hidrólisis enzimática. Los taninos y sustancias amargas del lúpulo, humulona y lupulona, inhibidoras de las bacterias de la putrefacción, hacen que la cerveza pueda conservarse y almacenarse después de la fermentación. Dependiendo del sabor deseado, se añaden 0,15-1,5 kg de lúpulo por cada 100 l de mosto. Para la cerveza dulce tipo bock por ejemplo, sólo se emplean 0,15 kg y para la fuerte tipo Porter 1,0-1,5 kg por cada 100 l de mosto. Luego del cocimiento y agregado del lúpulo, el mosto se enfría hasta la temperatura de fermentación por distintos métodos: para la fermentación alta hasta 12-15ºC y para la fermentación baja a 5-10ºC. Simultáneamente se ajusta por dilución el contenido deseado de extracto.
Las levaduras de la cerveza y el proceso de la fermentación y
postfermentación:
El mosto al que se ha añadido el lúpulo y que se ha refrigerado
después, se inocula con cultivos puros de levadura, cepas de saccharomyces cerevisiae . Son criterios importantes que se tienen en cuenta para la selección de las levaduras, además de la capacidad fermentativa para distintos azúcares y la velocidad de fermentación a 5-15ºC, la “Bruchbilding” o floculación, es decir, la capacidad de las levaduras para depositarse, la formación de espuma durante la fermentación así como la formación de aromas característicos responsables del sabor y aroma del mosto. Además del tipo de grano, del agua, del malteado y del mosto bruto, la elección de la cepa de levaduras tiene una influencia decisiva en el tipo de cerveza elaborado, debido a sus propiedades aromatizantes. Como cultivo iniciador se inoculan 5 l de mosto estéril en un depósito cerrado. En primer lugar, hay que conseguir que los cultivos secos vuelvan a estar en situación de poderse multiplicar. Por ello se añaden primero 5 l de mosto a 20ºC. Cuando el crecimiento y la fermentación alcanzan su máxima intensidad, se inoculan con ellos 50 l de mosto estéril en un tanque pequeño cerrado y se hacen fermentar también hasta que la temperatura sea de 20ºC. Las siguientes etapas de la fermentación de los 50 l a 250 l y de los 250 l hasta los 5000 l tienen lugar en instalaciones de cultivos puros trasvasando el mosto fresco a tanques cada vez mayores. A partir de los 250 l las etapas de multiplicación en las bodegas de fermentación tienen lugar a 10-12ºC, para adaptar las levaduras a las temperaturas de fermentación más bajas. Los cultivos puros para inóculo emplean en forma de suspensión o como cultivos liofilizados de larga duración que se utilizarán en la obtención de las grandes cantidades de inóculo necesarias para la siembra. Durante la última fase de multiplicación, se inoculan las cubas abiertas en las que se da lugar a la fermentación principal, estas cubas poseen una capacidad de 100 – 200 hl y están provistas de refrigerantes para eliminar el calor de reacción. En las primeras 12-24 horas las levaduras en crecimiento consumen el oxígeno disuelto en el mosto, que es sustituido por dióxido de carbono, que termina ascendiendo a la superficie en forma de pequeñas burbujas apareciendo una fina espuma blanca (primer estadio de la fermentación). Durante los siguientes 2-3 días la temperatura asciende unos 5ºC, se incrementa la liberación de CO2 , la capa de espuma se engrosa y se riza (segundo estadio de la “niederen Kräusern” ). En algunos puntos la espuma va adquiriendo ya color pardo debido a complejos tanino-proteína y a los productos de la oxidación de las resinas del lúpulo. Después se llega al tercer y más intenso estadio de la fermentación, el denominado “Hoch kráusern”, durante el que se forman acúmulos de espuma más huecos y con coloración más intensa. En este momento ha de iniciarse la refrigeración para impedir que la temperatura ascienda por encima de los 9ºC. Con ello se liberan en forma de calor aproximadamente 58kJ por mol de glucosa fermentada. Cuando después de ese estadio la fermentación vuelve a disminuir, la espuma se acumula en una capa parda con lo que se alcanza el estadio final o de “kräusern invertida” . la levadura deja entonces de crecer y se sedimenta formando copos excepto algunas células que quedan en suspensión. La cerveza sobrenadante se trasvasa o descuba a depósitos o tanques de almacenamiento. La fermentación global dura hasta este estadio 8-10 días. En la cerveza de fermentación alta, que se fabrican a 15ºC y en las que la fermentación finaliza a unos 22ºC, la duración de la fermentación es de sólo 2-7 días. Realizado del descubado en los tanques de almacenamiento tiene lugar la fermentación secundaria o post fermentación como en el vino. Dura de uno a cuatro meses. La temperatura se hace descender primero hasta 5ºC y después, cuando se haya estabilizado lo suficiente, a 0-2ºC. Con ello tiene lugar la fermentación del azúcar residual y un enriquecimiento en CO 2 , cuya disolución está favorecida por las bajas temperaturas, desde el 0,25 al 0,40%. Además se forman las sustancias aromáticas definitivas, en parte por transformación de sustancias con sabor a levadura, es decir, si la cerveza se ha trasvasado demasiado “verde” , el sabor a levadura persiste como consecuencia de la aparición de productos de autolisis. Por otro lado si la cerveza se trasvasa demasiado clara o límpida, la fermentación secundaria dura demasiado tiempo. En este caso puede inocularse de nuevo con levaduras. Frecuentemente la cerveza de fermentación alta se pasa al tanque prescindiendo de la fermentación secundaria. Se envasa y se deja que la fermentación secundaria tenga lugar en la botella. Por el contrario , la cerveza de fermentación baja se fermenta siempre primero en el tanque refrigerado y se aclara por centrifugación o por filtración a través de tierra de infusorios La tecnología de fabricación de cervezas de fermentación alta recurre cada vez más a procesos continuos, en los que los productos que se van obteniéndose elaboran, fermentan y embotellan fluyendo ininterrumpidamente. Por el contrario, en a fermentación secundaria de las cervezas de fermentación baja todavía no se han podido emplear proceso continuos, por lo que hay que recurrir a los procedimientos habituales.
En la industria cervecera se utiliza, salvo alguna excepciones, la
especie de levadura denominada Saccharomyces cerevisiae . Existen al menos unas 1000 cepas de esta levadura, que incluyen cepas cerveceras, de panadería, víicas, para mostos de destilación e investigación. Cada cepa posee características particulares y es capaz de producir sabores diferentes, aún fermentado el mismo mosto. Existen dos grandes grupos de Saccharomyces cerevisiae : 1. Las de fermentación baja (ejemplo: levadura Lager), que fermentan a temperaturas entre 7 y 15 ºC y al final de la fermentación tienden a flocular acumulándose en el fondo del fermentador. 2. Las de fermentación alta (ejemplo: levadura Ale), que fermentan normalmente entre 16 y 22 ºC y se caracterizan porque son menos floculantes y son arrastradas hacia la superficie por las burbujas de dióxido de carbono. Para la mayoría de las cepas de levadura cervecera la tolerancia al alcohol es de menos del 8%. Aunque existen cepas más tolerantes para cervezas de mayor contenido alcohólico.