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PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

Sentencia de la Sala de Casación Penal de fecha 7 de marzo de 2013.


(http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scp/marzo/069-7313-2013-A13-
92.HTML)

Vale destacar que la imposición de medidas de


coerción personal durante la sustanciación de la causa, no
tiene la naturaleza ni la finalidad de una pena, sino que
garantizan excepcionalmente los fines del proceso, evitando la
fuga del imputado y posibilitando la eventual aplicación
concreta del Derecho Penal, siendo su naturaleza meramente
cautelar, no violentándose con ello la garantía constitucional
de la presunción de inocencia de la cual goza todo ciudadano
señalado como imputado en un proceso penal.
Así tenemos que en nuestro país, la presunción de
inocencia no impide la consagración constitucional y legal de
las medidas de privación o limitación de libertad durante el
proceso penal, anteriores a una condena firme que impone una
pena, sino por el contrario contribuye con que el tratamiento
de las mismas sea excepcional.

Sentencia de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia


de fecha 24 de octubre de 2016.
(http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/marzo/196883-91-15317-2017-
14-0130.HTML)

Ahora bien, reiteradamente la jurisprudencia ha


sostenido que uno de los principios cardinales del Derecho
Administrativo sancionatorio es el principio de presunción de
inocencia, el cual se encuentra inmerso en la garantía del
debido proceso, según lo establece el artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En
ese sentido, su importancia trasciende en aquellos
procedimientos administrativos que como el presente, aluden
a un régimen sancionatorio, concretizado por la necesaria
existencia de un procedimiento previo a la imposición de la
sanción, el cual ofrezca las garantías mínimas al sujeto
investigado y permita, sobre todo, comprobar su culpabilidad.
Conforme con dicho principio toda persona que sea
acusada de una infracción se presume inocente mientras no se
demuestre lo contrario, se requiere que la acusación aporte
una prueba individual de la culpabilidad, esto con el propósito
de garantizar el derecho a no sufrir una sanción infundada. De
este modo, la Administración tiene la carga de demostrar los
hechos con base en los cuales considera que es procedente la
aplicación de la sanción, dicho de otra manera, la
Administración tiene la carga de desvirtuar esa presunción
constitucional de inocencia.
Este principio comporta consecuencias claras: que la
carga de la prueba corresponde a la Administración, sin que
nadie esté obligado a probar su propia inocencia, que la
sanción esté basada en medios probatorios de la certeza de la
conducta reprochada y que cualquier insuficiencia en el
resultado de las pruebas practicadas debe traducirse en un
pronunciamiento absolutorio.
(…)
Por otra parte, el derecho de presunción de inocencia
constituye una de las garantías del debido proceso consagrado
en el artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, de gran relevancia en los
procedimientos administrativos referidos a un régimen
sancionatorio, que se concretiza en la necesaria existencia de
un procedimiento previo a la imposición de la sanción, que
ofrezca las garantías mínimas al sujeto investigado y permita,
sobre todo, comprobar su culpabilidad (Vid. sentencia de la
Sala Político Administrativa N° 975 del 5 de agosto de 2004,
caso: Richard Alexander Quevedo Guzmán).
En este mismo sentido, también se ha aseverado que la
presunción de inocencia es un derecho complejo que
comprende en sí mismo, además del derecho a la defensa, un
conjunto de garantías en favor del justiciable, entre las que
figuran el acceso a la justicia, a los recursos legalmente
establecidos, a un tribunal competente, entre otras; y que
abarca lo relativo a la prueba y a la carga probatoria, como lo
concerniente al tratamiento general dirigido al imputado a lo
largo del procedimiento, y en virtud de ello, la carga de la
prueba respecto de los hechos constitutivos de las
pretensiones sancionadoras de la Administración, recae
exclusivamente sobre ésta.

Sentencia de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia de


fecha 21 de abril de 2008. (https://vlexvenezuela.com/vid/gabriela-mar-
ram-rez-p-solicitante-
283323959?_ga=2.164590335.1132003229.1502890393-
510938876.1500988586)
"...La presunción de inocencia opera en el ámbito del
proceso como un derecho del acusado a no sufrir una condena
a menos que su culpabilidad haya quedado establecida durante
el juicio, más allá de toda duda razonable y en virtud de
pruebas que puedan considerarse obtenidas con todas las
garantías...". Sentencia Nº 469 de Sala de Casación Penal,
Expediente Nº C04-0431 de fecha 21/07/2005.
(…)
De tal manera, que la persona enjuiciada, el procesado,
está protegido por el velo de la no culpabilidad, por el
principio de inocencia y por lo tanto, no necesita hacer
absolutamente nada para que le sea reconocida esta condición,
simplemente el Estado está obligado a garantizar que la
persona sometida a juicio conserve su status de inocencia y,
por consiguiente, no se le podría aplicar ex ante una especie
de pena privativa de libertad (la proscrita aplicación
anticipada de la pena), hasta que se produzca el fallo que
define la causa.

Sentencia de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia de


fecha 27 de agosto de 2013. (https://vlexvenezuela.com/vid/nayanci-
castillo-manrique-461605994?_ga=2.130988111.1132003229.1502890393-
510938876.1500988586)
En relación a la presunción de inocencia, la Sala
Constitucional en sentencia N° 2997, de fecha 4 de noviembre
de 2003, Exp. 02-3075, P. delM.J.E.C.R., emitió el siguiente
pronunciamiento:
…Al respecto, considera conveniente esta S., reiterar
que el derecho a la presunción de inocencia es concebido
como, aquel en el cual a la persona investigada en cualquier
etapa del procedimiento (bien sea administrativo o judicial)
en este caso administrativo sancionatorio, se le otorga aparte
del derecho de hacer uso de toda la actividad probatoria que
le favorezca, un tratamiento en el cual no se le considere
responsable de la autoría de los hechos investigados, hasta
que finalice el procedimiento y se tome la decisión o
resolución final; esto con el fin, de garantizar al investigado
el derecho a no verse objeto de una decisión, en la cual se le
considere responsable, sin haber tenido una etapa previa de
actividad probatoria sobre la cual el órgano contralor
fundamente ese juicio razonable de culpabilidad…

Sentencia Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 18


de noviembre de 2011. (https://vlexvenezuela.com/vid/pedro-torres-
ciliberto-picon-334116930?_ga=2.222670939.1132003229.1502890393-
510938876.1500988586
En este sentido, el numeral 2 del artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
dispone lo siguiente:
Artículo 49. El debido proceso se aplicará a todas las
actuaciones judiciales y administrativas; en consecuencia:
(…)
2. Toda persona se presume inocente mientras no se
pruebe lo contrario
Respecto al sentido y alcance de las citada disposición
constitucional, se reitera que la trascendencia de la
presunción de inocencia, y mejor aun, de la afirmación de la
inocencia mientras no se determine debidamente la
responsabilidad a través de una sentencia condenatoria
definitivamente firme, se aprecia no sólo en la profusa
elaboración doctrinal existente en torno al mismo, sino
también en su consagración en instrumentos internacionales
en materia de protección de derechos humanos,
generalmente, en el ámbito de las garantías judiciales que
ellos reconocen, tal como se puede apreciar en las
disposiciones contenidas en los artículos 11.1 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, 14.2 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 8.2 de
la Convención Americana sobre Derechos Humano
(sentencias 580/2007, del 30 de marzo, y 77/2011, del 23 de
febrero).
En las referidas normas, la presunción de inocencia se
aprecia como un derecho subjetivo: “Derecho a que se
presuma la inocencia de la persona mientras no se pruebe su
culpabilidad conforme a la ley” y, por ende, como una
garantía al ejercicio de ese derecho (sentencias 580/2007, del
30 de marzo, y 77/2011, del 23 de febrero).
(…)
En cuanto a sus alcances, debe afirmarse que la
presunción de inocencia de la persona investigada abarca
cualquier etapa del procedimiento de naturaleza
sancionatoria, tanto en el orden administrativo como judicial,
dado que si bien el contenido de la presunción de inocencia
se refiere primordialmente a la prueba y a la carga
probatoria, también se extiende al tratamiento general que
debe darse al imputado a lo largo de todo el proceso
(sentencias 2.425/2003, del 29 de agosto; y 77/2011, del 23
de febrero).
Así, la presunción de inocencia implica: a) Que la
declaratoria de responsabilidad de toda persona sujeta a un
proceso sancionatorio, debe estar precedida, necesariamente,
de la prueba de los hechos que se le imputan, y que a aquélla
se le permita desvirtuar tales hechos, a través de la apertura
de un contradictorio, utilizando para ello todos los medios de
prueba que respalden las defensas que considere pertinente
esgrimir; b) Que a esa persona se le confiera un trato de
inocente hasta que su responsabilidad haya sido legalmente
declarada.
(…)
En el proceso penal, la presunción de inocencia se
desvirtúa cuando el Juez de Juicio, una vez examinados los
argumentos de las partes y el acervo probatorio, ha obtenido
un grado de certeza y con base en ello ha construido y
declarado la culpabilidad del acusado. Para tal declaratoria,
el órgano jurisdiccional debe haber previamente comprobado
que el hecho es sustancialmente igual a la descripción fáctica
establecida en la ley penal como presupuesto para una
consecuencia jurídica (pena o medida de seguridad)
(sentencias 1.303/2005, del 20 de junio; y 77/2011, del 23 de
febrero). Ello no es otra cosa que la operación mental
denominada subsunción, es decir, la vinculación de un hecho
con un pensamiento, a los fines de verificar si los elementos
del pensamiento se reproducen en ese hecho (sentencias
1.303/2005, del 20 de junio; y 77/2011, del 23 de febrero).

Sentencia de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de


Justicia de fecha 10 de noviembre de 2010.
(https://vlexvenezuela.com/vid/administradora-rescarven-apela-motivo-
283252519?_ga=2.222207832.1132003229.1502890393-
510938876.1500988586)

En segundo orden, en lo atinente a la presunción de


inocencia, cabe señalar que dicho derecho, el cual rige de
forma esencial en el ordenamiento administrativo
sancionador, ha sido consagrado para garantizar que el
investigado no sufra una sanción que no tenga fundamento en
una previa actividad probatoria sobre la cual el órgano
competente pueda fundamentar un juicio razonable de
culpabilidad. Desde otra perspectiva, se refiere a una regla en
cuanto al tratamiento del imputado o del sometido a un
procedimiento sancionador, que proscribe pueda ser tenido
por culpable en tanto su culpabilidad no haya sido legalmente
declarada, esto es, que se le juzgue o precalifique de estar
incurso en irregularidades, sin que para llegar a esta
conclusión se le dé la oportunidad de desvirtuar los hechos
que se le atribuyen. (Vid., entre otras, sentencia N° 182 del 6
de febrero de 2007, caso: Levis Zurima Marín Brizuela vs.
Contralor General de la República).
Conforme a lo anterior, la presunción de inocencia se
manifiesta no sólo en el trato que debe ser dado al investigado
durante el procedimiento dirigido a establecer
responsabilidades penales, civiles o administrativas, sino que,
como parte del debido proceso, implica la garantía para el
ciudadano que toda decisión de culpabilidad esté fundada en
un caudal probatorio del cual emane inequívocamente tal
responsabilidad.

Sentencia de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de


Justicia de fecha 17 de noviembre de 2010.
(https://vlexvenezuela.com/vid/apela-motivo-instituto-bienes-indepabis-
283250687?_ga=2.156537851.1132003229.1502890393-
510938876.1500988586)

Al respecto esta Corte observa, que el derecho a la


presunción de inocencia se encuentra consagrado en nuestro
ordenamiento en el numeral 2 del artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el
cual expresamente establece lo siguiente:
“Artículo 49. El debido proceso se aplicará a todas
las actuaciones judiciales y administrativas; en
consecuencia:
(…)
2. Toda persona se presume inocente mientras no se
pruebe lo contrario”.
En este sentido, observa este Órgano Jurisdiccional
que la presunción de inocencia es el derecho que tiene toda
persona de ser considerada inocente mientras no se pruebe
lo contrario, el cual formando parte de los derechos,
principios y garantías que son inmanentes al antes estudiado
derecho al debido proceso, que la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela consagra en su artículo
49 a favor de todos los ciudadanos, exige en consecuencia,
que tanto los órganos judiciales como los de naturaleza
administrativa deban ajustar sus actuaciones a lo largo de
todo el procedimiento de que se trate, de tal modo que
pongan de manifiesto el acatamiento o respeto del mismo.
De esta forma, una vez consagrado
constitucionalmente el derecho a la presunción de inocencia
el mismo ha dejado de ser un principio general del Derecho
que ha de informar la actividad judicial (in dubio pro reo)
para convertirse en un derecho fundamental que vincula a
todos los poderes públicos. Ahora bien, tal como lo destaca
el aludido artículo 49 Constitucional, el derecho a la
presunción de inocencia como contenido del derecho al
debido proceso, no puede entenderse reducido al estricto
campo del enjuiciamiento de conductas presuntamente
delictivas sino que debe entenderse también que preside la
adopción de cualquier resolución, tanto administrativa
como jurisdiccional, que se base en la condición o conducta
de las personas y de cuya apreciación se derive un resultado
sancionatorio para las mismas o limitación de sus derechos.
(…)
De esta forma, tal como lo ha precisado la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, el derecho
a la presunción de inocencia requiere que la acusación
aporte una prueba individual de culpabilidad, más allá de la
duda, lo cual implica el derecho a no sufrir sanción que no
tenga fundamento en una previa actividad probatoria sobre
la cual el órgano administrativo pueda fundamentar un
juicio razonable de culpabilidad (Vid. SC/TSJ, Sentencia
Número 378, de fecha 21 de abril de 2004, caso:
Multinacional de Seguros, C.A. Vs. Ministerio de
Finanzas).
Igualmente, en este sentido la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en torno a la
violación de este principio, ha establecido que:
“(…) Al respecto, observa la Sala que esta garantía
requiere que la acusación aporte una prueba individual de
culpabilidad, más allá de la duda, lo cual implica el derecho a
no sufrir sanción que no tenga fundamento en una previa
actividad probatoria sobre la cual el órgano competente pueda
fundamentar un juicio razonable de culpabilidad.
(…)
En este sentido, indica la parte recurrente que conforme
a precedentes jurisprudenciales de esta Sala, el derecho a la
presunción de inocencia no sólo comprende el establecimiento
de un procedimiento previo sino también que la carga de la
prueba se mantenga en cabeza del acusador y no se traslade al
investigado, que los alegatos y defensas de las partes sean
debidamente demostrados y comprobados con las pruebas que
forman parte del expediente administrativo, así como la
posibilidad y garantía de que se pueda utilizar cualquier
medio probatorio que permite respaldar la defensa del
administrado.

Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de


fecha 4 de julio de 2014. (https://vlexvenezuela.com/vid/manuel-ramon-
vasquez-ramirez-593349002)

En este sentido se ha pronunciado este Órgano


Jurisdiccional, cuando en referencia al derecho a la
presunción de inocencia, señaló en sentencia N° 2008-699, de
fecha 30 de abril de 2008 (caso: Christian Paul Bukoswki
Bukoswka contra el Instituto Autónomo de Policía del
Municipio Baruta), lo siguiente:
‘(…) la presunción de inocencia de la persona
investigada abarca cualquier etapa del procedimiento de
naturaleza sancionatoria tanto en el orden administrativo
como judicial, por lo que debe darse al sometido a
procedimiento sancionador la consideración y el trato de no
partícipe o autor en los hechos que se le imputan. Así lo
sostiene el catedrático español Alejandro Nieto, quien en su
obra ´Derecho Administrativo Sancionador`, señaló lo
siguiente:
‘(...) El contenido de la presunción de inocencia se
refiere primordialmente a la prueba y a la carga probatoria,
pero también se extiende al tratamiento general que debe
darse al imputado a lo largo de todo el proceso.’ (Editorial
Tecnos, Segunda Edición, Madrid, 1994).
Es evidente que el derecho a la presunción de
inocencia es susceptible de ser vulnerado por cualquier acto,
bien sea de trámite o definitivo, del cual se desprenda una
conducta que juzgue o precalifique al investigado de estar
incurso en irregularidades, sin que para llegar a esta
conclusión se le de a aquél la oportunidad de desvirtuar, a
través de la apertura de un contradictorio, los hechos que se
le imputan, y así permitírsele la oportunidad de utilizar todos
los medios probatorios que respalden las defensas que
considere pertinente esgrimir.`
Sentencia de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia de fecha 15 de julio de 2009.
(https://vlexvenezuela.com/vid/yarzagaragay-cabrice-comisi-
reestructuraci-283284079)

(…) la referida presunción es el derecho que tiene


toda persona de ser considerada inocente mientras no se
pruebe lo contrario, el cual formando parte de los derechos,
principios y garantías que son inmanentes al debido
proceso, que la vigente Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (…) exige (…) que tanto los
órganos judiciales como los de naturaleza administrativa
deban ajustar sus actuaciones a los procedimientos
legalmente establecidos. (Vid. Sentencia N° 00686, del 8 de
mayo de 2003, dictada en el caso Petroquímica de
Venezuela S.A.).
Igualmente, la Sala ha establecido (Fallo N° 975, del
5 de agosto de 2004, emitido en el caso Richard Quevedo),
que la importancia de la aludida presunción de inocencia
trasciende en aquellos procedimientos administrativos que
como el analizado, aluden a un régimen sancionatorio,
concretizado en la necesaria existencia de un procedimiento
previo a la imposición de la sanción, que ofrezca las
garantías mínimas al sujeto investigado y permita, sobre
todo, comprobar su culpabilidad.
En esos términos se consagra el derecho a la
presunción de inocencia, cuyo contenido abarca tanto lo
relativo a la prueba y a la carga probatoria, como lo
concerniente al tratamiento general dirigido al imputado a
lo largo del procedimiento. Por tal razón, la carga de la
prueba sobre los hechos constitutivos de las pretensiones
sancionadoras de la Administración, recae exclusivamente
sobre ésta. De manera que la violación al aludido derecho
se produciría cuando del acto de que se trate se desprenda
una conducta que juzgue o precalifique como ‘culpable’ al
investigado, sin que tal conclusión haya sido precedida del
debido procedimiento, en el cual se le permita al particular
la oportunidad de desvirtuar los hechos imputados.(…)”.
(Resaltado de la Sala).

Sentencia de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia


de fecha 21 de mayo de 2013. (https://vlexvenezuela.com/vid/adonys-ca-
rdenas-peralta-440549646?_ga=2.227456093.1132003229.1502890393-
510938876.1500988586)

En relación a la presunción de inocencia, la Sala


Constitucional en sentencia N° 2997, de fecha 4 de noviembre
de 2003, Exp. 02-3075, Ponencia del Magistrado Jesús
Eduardo Cabrera Romero, emitió el siguiente
pronunciamiento:
“…Al respecto, considera conveniente esta Sala,
reiterar que el derecho a la presunción de inocencia es
concebido como, aquel en el cual a la persona investigada en
cualquier etapa del procedimiento (bien sea administrativo o
judicial) en este caso administrativo sancionatorio, se le
otorga aparte del derecho de hacer uso de toda la actividad
probatoria que le favorezca, un tratamiento en el cual no se le
considere responsable de la autoría de los hechos
investigados, hasta que finalice el procedimiento y se tome la
decisión o resolución final; esto con el fin, de garantizar al
investigado el derecho a no verse objeto de una decisión, en la
cual se le considere responsable, sin haber tenido una etapa
previa de actividad probatoria sobre la cual el órgano
contralor fundamente ese juicio razonable de culpabilidad…”.
En tal sentido, la presunción de inocencia “…releva al
imputado de demostrar su inculpabilidad, por tanto será el
órgano encargado de la persecución penal quien deberá
demostrar su responsabilidad en el hecho que se le imputa. En
efecto, “la prueba completa de la culpabilidad del imputado
debe ser suministrada por la acusación imponiéndose la
absolución del inculpado si la culpabilidad no queda
suficientemente demostrada”, en caso de que esa
responsabilidad no llegue acreditarse…” Magaly Vásquez
González. Derecho Procesal Penal Venezolano. Publicaciones
UCAB. Quinta Edición. 2012. Pág. 32.
Por su parte, Gustavo Peláez Vargas. Manual de
Pruebas Penales. Editorial señal. Tercera edición. 2001. Pág.
23, en cuanto a la presunción de inocencia, sostiene lo
siguiente:
“…En materia penal el Estado tiene el derecho a la
pretensión punitiva y la obligación de sancionar o deber de
probar la existencia del hecho punible, en virtud del principio
de presunción de inocencia fundado en que la mayoría de los
hombres no delinquen…sino que esta se presume; por ello
tiene validez la afirmación de que en el proceso penal la carga
de la prueba corresponde a quien tiene la pretensión punitiva,
o sea al Estado por medio de sus jueces…”. (Subrayado de la
disidente)

Sentencia de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de


Justicia de fecha 18 de marzo de 2010.
(https://vlexvenezuela.com/vid/altamira-conjuntamente-cautelar-
283235915?_ga=2.201176046.1132003229.1502890393-
510938876.1500988586)

Por otra parte, este órgano jurisdiccional también ha


establecido que la presunción de inocencia es un derecho
complejo que comprende en sí mismo además del derecho a la
defensa, un conjunto de garantías en favor del justiciable,
entre las que figuran el acceso a la justicia, a los recursos
legalmente establecidos, a un tribunal competente, entre otras,
y que éste abarca lo relativo a la prueba y a la carga probatoria
garantizándose así al particular la posibilidad de desvirtuar los
hechos que le hayan sido imputados.

Sentencia de la Sala de Casación Penal del Tribunal de Supremo de Justicia


de fecha 17 de diciembre de 2013. (https://vlexvenezuela.com/vid/alexis-
rafael-fontalba-quero-
593079118?_ga=2.231061599.1132003229.1502890393-
510938876.1500988586)

La presunción de inocencia (principio in dubio pro reo),


ocasiona un desplazamiento de la carga de la prueba al Estado
quien junto con la parte acusadora, le incumbe con
exclusividad probar los hechos que configuran la pretensión
penal. Si en el proceso no se puede desvirtuar ese principio,
entonces es cuando debe observarse su aplicación.

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