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UTOSAAGI
UNIVERSUM TERRARUM ORBIS SUMMI ARCHITECTONICS AB GLORIAM INGENTIS.
Lo único certero que tenemos en la vida es la muerte…. Pero ¿qué es la muerte? Definirla depende
de varias cosas, tales como las religiones, las diversas concepciones del mundo y la filosofía, entre
otras.
En mi concepción espiritual, los humanos somos seres trinos con cuerpo, alma y espíritu, aunque
para algunas otras personas, estos mismos sean cuerpo, mente y alma. Para mí, el cuerpo es el
vehículo del alma, y el alma, el vehículo del espíritu….
Y ¿qué es el Alma? Platón pensaba que descubrir cómo es el alma era una tarea divina y demasiado
extensa. El hombre, lo único a lo que podía aspirar es a hablar de semejanzas. Él dividía el alma en
tres tipos y además, les daba una ubicación:
Yo coincido con Platón totalmente en el fondo, y aunque difiero un poquito en la forma de la idea,
estoy de acuerdo que definirla es muy difícil. Yo ubico una parte del alma dentro del cuerpo astral,
que es donde tenemos los sentimientos, las pasiones, los dolores, etc., pero también tenemos el re-
cuerdo.
El hombre cuenta con un cuarto elemento que no se encuentra en el mundo manifestado que lo en-
torna. Es el signo distintivo que lo pone por encima de las creaturas de los demás reinos, y ese ele-
SUB.’.LOG.’.CAP.’.DE PERF.’. “LEX-IUS NO.1” JUR.’.AL SUP.’. CONS.’.HERM.’.DE MEXICO DE LOS M.’.
POD.’. SUB.’.GGRN.’.IINSP.’.GGEN.’.DEL 33 Y ULTIMO GR.’. DEL R.’.E.’.A.’. A.’.
S.’.E.’.P.’.
Yo creo en la inmortalidad del alma, y para mí, hay muchas cosas que lo demuestran; en primera, mi
trabajo espírita que consiste en canalizar entidades o seres y que no todos precisamente alguna vez
estuvieron encarnados, y en segunda cuando veo a un niño de 3 o 4 años tocando el piano o ha-
blando lenguas o describiendo otras vidas en otros momentos de la historia, o resolviendo problemas
matemáticos dificilísimos o creando tecnología de manera magistral.
Yo creo en la inmortalidad del alma cuando siento una nostalgia inmensa por lugares que nunca he
visitado en esta vida pero que me traen recuerdos, o como cuando con extraordinaria facilidad puedo
aprender un idioma o comprender un tema, del cual nunca antes sabía nada (al menos en esta vida)
Platón expuso hace siglos, que la consciencia es una capacidad interna de causa-efecto sobre si
misma y según lo que he estudiado y en mi experiencia espírita, he podido comprobar este principio
universal de que a toda acción corresponde una reacción. El conocer como masona o como espirita
esta ley, me obliga a cuidar mis pensamientos, mis palabras y mis acciones, porque tarde o tem-
prano surgirá la reacción. Porque allá, del otro lado del velo, quién nos espera para juzgar nuestras
acciones, es nada más y nada menos que nuestra conciencia. No hay cielo ni infierno, sólo causa y
efecto…..
Si no, por qué el énfasis masónico de construir templos a las virtudes y al saber, y cavar pozos pro-
fundos para nuestros vicios e imperfecciones? Nuevamente, porque a toda acción corresponde una
reacción, tomando en cuenta que la omisión o la no acción, también trae consecuencias.
Es cuanto
Fraternalmente
M.’.P.’.