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“El laicismo”

ESCUELA SUPERIOR DE EDUCACIÓN FISICA DE JALISCO.

MAESTRO CARLOS JAVIER PRADO MENDOZA.

MATERIA: BASES FILOSOFICAS, LEGALES Y ORGANIZATIVAS DEL SISTEMA


EDUCATIVO MEXICANO.

ALUMNO: ARANZA XIMENA JAIME IBARRA.

GRADO: 1 GRUPO: B

ACTIVIDAD: ENSAYO.
Introducción.

El laicismo es una teoría religioso-política que persigue eliminar a Dios de la


sociedad, estableciendo un sistema ético ajeno a Dios. En su aspecto religioso es

un ateísmo práctico que se impone a la sociedad con medidas políticas. El laicismo


es algo que también se aplica en el sentido educativo, ya que por las leyes

establecidas en la constitución se nos habla de una educación “laica” es por eso


por lo que aborde este tema. Ya que como futuro docente se tiene que tener en

cuenta, que un no puede hablar de temas religioso dentro de el aula, y tampoco


podemos imponer creencias o establecer preferencias hacia algún tema a nuestros

alumnos.

Que la escuela sea laica va acorde con la necesidad de que los centros

educativos se dediquen a su verdadera función: educar. Y la educación no debería


entender de credos. La educación es algo más que una visión subjetiva marcada por

parámetros que, como he dicho antes, deberían restringirse a otro tipo de contextos.
No, ser laico y defender el laicismo en las aulas no es perjudicar a los alumnos. Ser

laico y defender el laicismo en nuestros centros educativos es evitar la segregación


y reducir, en gran medida, las posibilidades de adoctrinamiento. (Martí, 2016)
Desarrollo.

La educación básica en México como marca la constitución en el artículo 3ro

debe ser gratuita, obligatoria y laica, esta última hace referencia a que los docentes
deberán de abstenerse de cualquier práctica religiosa dentro del aula, esto se

implementó por primera vez al comienzo del siglo XIX por acción de las corrientes

liberales.

Para el caso de México, la laicidad tiene sustento desde la promulgación de la

Constitución del 5 de febrero de 1857, documento legal en el cual se establecieron

las primeras bases jurídicas y normativas de la separación del Estado y la Iglesia


Católica. Con la promulgación de las Leyes de Reforma durante el gobierno interino

de Benito Juárez García en el año de 1859 se amplió y fortaleció el carácter laico del

Estado mexicano, dichas leyes reunieron una serie de ordenamientos legales


orientados a una separación clara entre el Estado y la Iglesia a fin de contrarrestar el

poder y la influencia de los clérigos en la vida civil, ya que dichos ordenamientos no


habían sido debidamente explicitados en la Constitución de 1857.

En las Leyes del 15 de abril de 1861 y del 2 de diciembre de 1867 se estableció

la gratuidad y la obligatoriedad como modalidad en la educación. De manera más


concreta, la escuela en su administración y en la impartición de la enseñanza fue

denominada independiente de la doctrina religiosa de cualquier credo.


Explícitamente, en ambas leyes se excluyó la enseñanza de la religión en las escuelas
oficiales. Aquí, lo que se puede observar es un laicismo educativo incipiente en la

enseñanza elemental, “como era natural, desde 1857 desaparecieron el catecismo


religioso y la historia sagrada, y empieza la moral”. (Meneses, 1983)

Un aspecto que vale la pena resaltar es el referente a la orientación de la moral


en el currículo de primaria después de 1857, el cual nada tuvo que ver con cualquier

doctrina religiosa, pues más bien fue diseñado como un planteamiento de la moral
cívica oficial para introducir los principios laicos.

El sentido más estricto sobre la laicidad apareció en la República Restaurada


con Juárez (1867-1876). Durante este período se estableció que la escuela fuera laica.
Además de ser independiente de las autoridades eclesiásticas, se dispuso que se

abstuviera también de impartir enseñanza religiosa de cualquier credo. La limitante


de tal disposición para la época fue que en la legislación educativa de 1867 apareció

una clara diferenciación entre “el sistema de instrucción federal o nacional,


dependiente del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública y el municipal a cargo de

los ayuntamientos” (Meneses, 1983). Es decir, la jurisdicción del Gobierno de la

República en materia educativa fue el Distrito Federal y los establecimientos


nacionales. El resto, que fue la mayoría, pertenecía a las municipalidades.

A más de un siglo y medio de estas y otras disposiciones jurídicas orientadas al

fortalecimiento de un Estado laico, se puede deducir que ha sido un tiempo


suficiente para la regulación clara de las relaciones entre los sujetos implicados y el

acatamiento de éstos al orden establecido. No obstante, para el caso mexicano, la


confrontación ha sido permanente principalmente entre el Estado, jerarquía católica,

grupos de orientación conservadora y dirigencias de confesiones religiosas no


católicas. En el fondo de la confrontación están, por un lado, la visión heterogénea
de los opositores al Estado laico al pretender la tutela religiosa en la esfera pública
de la sociedad y, por otro, la discrecionalidad o subjetividad de la clase gobernante

sobre el sentido que dan a la laicidad en el ejercicio del poder.

Es de suma importancia que en el medio educativo se le dé la debida atención

a este tema en el principio de la educación nacional, ya que dicha educación debe


respetar la libertad de las personas, puesto que ser laico significa reconocer el

derecho de todos a practicar una religión, si esa es su decisión y hacerlo en el ámbito


familiar, de las propias comunidades ligadas a ellas. Al valorar esto nos daremos

cuenta de que el laicismo no es una doctrina confrontada con otras, sino que es una
posición frente a una pluralidad de doctrinas que reclaman por igual la validez de su

visión del mundo.

Significa defensa de la Libertad de conciencia. No proclama de ateísmo, ni es

un movimiento antirreligioso, es espíritu de libertad de creencias y de culto. Sostiene


que el Estado, como entidad de derecho, no puede profesar culto alguno,

especialmente en la democracia, la educación es una función primordial del Estado,


la educación laica es el método educativo específico de la democracia, que el Estado

debe proponerse para formar hombres libres, además el laicismo escolar es la


condición para que la libertad de cultos no sea una ficción carente de valor real.

Por esto el Estado se separa de la Iglesia, esto implica que el estado no deberá

meterse en la organización ni la doctrina de la iglesia, y viceversa.

El laicismo educativo tiene por objeto eliminar en la enseñanza todo lo relativo

a la religión de cualquier credo que sea, apoyándose en la legalidad de un estado a


confesional. Pero hay un error en confundir laicismo con aconfesional.

Busca salva guardar la autonomía del sector educativo de las actividades


religiosas es decir que en las escuelas oficiales no se enseña ninguna religión, con el
objeto de que ni el maestro pretenda imponer su propia religión a lo niños que

profesan otra distinta, ni se vea obligado a enseñar otra que no sea la suya.

El laicismo en la educación responde a las necesidades de un pueblo como el

nuestro, que ha aspirado a asegurar la libertad de conciencia, a afianzar, mediante la


educación, una forma de gobierno y un sistema de vida democráticos en los que se

exprese el pluralismo social y político del país; y a respetar plenamente las garantías
individuales y los derechos humanos de toda persona.

Además, el laicismo en la educación ha hecho posible la superación de

conflictos sociales que en otras épocas dividieron profundamente a los mexicanos y

ha puesto a salvo de dichos conflictos a las comunidades escolar al respetar la liberta


de creencias de los niños y de sus padres.

Con la reforma de los planes y programas de estudio y la inclusión de la

asignatura educación cívica y ética, hemos tratado de satisfacer las demandas de


diversos grupos sociales para que la escuela atendiera, mediante la educación

valorar. Algunos problemas como la desintegración familiar, la violencia el consumo


y trafico de drogas, así, el reforzamiento del respeto a los derechos humanos

independientemente de que estas son tareas de todos, la escuela ha asumido su


papel y está dando una respuesta educativa a estos y otros problemas desde su

posición laica.

Pero muchas también se estarán preguntando y ¿Por qué no se agrega la

religión a las escuelas públicas? Llevar la educación religiosa a la escuela pública sería
una forma de propiciar un problema donde no existe: sería convertir las escuelas

públicas en tierra fértil para el conflicto religioso, con tantas aristas como lugares en
los que hay una escuela; sería una forma de reavivar en las aulas un conflicto ya
superado en la sociedad y en la vida nacional.
El avance del pluralismo y la tolerancia religiosa en la sociedad obliga al Estado

a preservar los principios del laicismo en la escuela pública. Este régimen contribuye
a la unidad esencial de los mexicanos, a partir del respeto y de la tolerancia que de

otra manera estaría en riesgo. Nuestro marco constitucional y legislativo satisface las
necesidades de mantener una clara separación entre el Estado y las iglesias, de no

mezclar los asuntos políticos con los religiosos, de fomentar la educación laica y la
libertad de creencias, el pluralismo en todos los terrenos y el principio de igualdad

jurídica ante la ley.

Como tratamos en el primer bloque del semestre donde se hablo del laicismo,

tomamos un tema muy importante donde se vio “EL LAICISMO: SEIS TESIS
CONTRARIAS A LA EDUCACION PÚBLICA DE OLAC FUENTES MOLINAR ”. Recuerdo
que en el equipo donde estaba nos toco la primera tesis la cual hablaba de que el
laicismo era un instrumento antirreligioso y que la escuela publica se encargaba de

tomar las decisiones o imponer creencias, lo cual es totalmente falso ya que se


comprueba que el ser laica es respetar la religión que cada ser humano profese. Ya

que se deforman el significado que el laicismo tiene hoy como garantía de la


tolerancia, el pluralismo y la libertad de conciencia. Es por eso que realmente el

laicismo en la parte educativa es de suma importancia ya que nos hace ser tolerantes
y conscientes de que no importa la religión o las creencias que tenga el niño tienen

que ser respetas.

La neutralidad en materia religiosa en la escuela pública, en los planes,

programas y materiales educativos, ha sido un asunto de moral pública y al mismo


tiempo, un principio que permite preservar la libertad de conciencia, supera los

conflictos religiosos e impulsar el avance de las instituciones democráticas del país.


Con base en todo lo expresado, podemos concluir que el artículo 3º

Constitucional es norma adecuada para preservar la libertad de conciencia y de


creencias, así como para evitar los conflictos religiosos que han dañado a la nación

mexicana en otras épocas: que el Artículo 3º hace posible una educación en valores
que, más allá de las preferencias políticas y religiosas, contribuye a consolidar un

régimen de respeto y tolerancia en una sociedad cada vez más plural y democrática;
que el laicismo educativo mexicano ha significado neutralidad en materia religiosa,

pero no neutralidad valorativa, y menos aún ausencia de valores.

Conclusión

En síntesis, la neutralidad en materia religiosa en la escuela pública, en los

planes, programas y materiales educativos, ha sido un asunto de moral pública y al

mismo tiempo, un principio que permite preservar la libertad de conciencia, superar


los conflictos religiosos e impulsar el avance de las instituciones democráticas del

país.

Como les dije el laicismo es algo que nos beneficia como sociedad y a la
educación, ya que realmente se respetan no solo la religión, sin no las ideologías de
cada persona ya sea como docente o alumno, creo que este tema es muy extenso

pero muy fácil de digerir, siempre y cuando sea de tu interés. A mi realmente me


gusto este tema desde la primera ves que lo tratamos en el aula, ya que nos hace

ver que las leyes no son tan malas como parecen, siempre tiene un por que y para
que, de las cosas espero y sea de su agrado mi punto de vista de este tema y que mi

ensayo cumpla sus criterios.

Bibliografía
Martí, J. (11 de junio de 2016). xarxatic. Obtenido de xarxatic: http://www.xarxatic.com/laicismo-
en-las-aulas/

Meneses, E. (1983). Tendencias educativas oficiales en México 1821-1911. México, DF: Porrúa.

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