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Centro para el Desarrollo Humano y Habilidades Sociales, S.C.

Valores que surgen de la convivencia con los Abuelos.


Platicando con los abuelos acerca de “valores humanos”,
decíamos que tenemos un papel importante –y clave- en la
promoción de los valores fundamentales en nuestras familias.
Les comenté que es muy importante que las abuelas y abuelos
entendamos que la forma más segura de aprender y practicar
los valores familiares, se da de manera natural a través de 1

la “sana convivencia familiar de todos los días” y que la


mejor manera de transmitirlos y experimentarlos es –
precisamente- a través de la convivencia diaria y armónica
con nuestros hijos y nietos, ya que a través de nuestro
ejemplo y experiencia, vamos –paulatinamente- trasmitiendo
valores a toda la familia.
Veamos diferentes prácticas y momentos de la dinámica
familiar que podemos aprovechar para ir transmitiendo valores
fundamentales a nuestras familias:
 Convivir cotidiana y armónicamente con nuestros hijos y
nietos, ayuda a que se forme en el ambiente de la
familia y en cada uno de sus miembros, una imagen sana y
un concepto positivo sobre el sentido y valor de la
vejez.
 En nuestra platica cotidiana nuestros hijos y nietos van
conociendo que nuestra familia tiene un pasado del cual
provenimos; que tenemos costumbres y celebraciones que
pertenecen a la tradición familiar y esto nos permite
fortalecer los valores de nuestro sentido de pertenencia
y de aprecio a nuestra familia.

Centro Crehas Mérida


Av. Yucatán no. 411 A entre 44 y 48 Jardines de Mérida
943 13 78 y 999 346 6206
aalonzo@crehas.org / www.crehas.org
Centro para el Desarrollo Humano y Habilidades Sociales, S.C.

 Cuando tratamos con respeto a todos y a cada miembro de


nuestra familia, nos convertimos en promotores de la
convivencia entre las diversas generaciones –hermanos,
tíos, primos, yernos, nueras, nietos, bisnietos- lo que
promueve y fortalece los valores de estabilidad y unidad
hacia el interior de la familia.
 Y algo de suma importancia que debemos saber y 2

practicar, es que los abuelos somos una fuente diferente


de amor y de afecto para toda la familia. Nuestra tarea
ya no es castigar, sino -con nuestro experimentado
ejemplo y palabras- nos toca orientar y animar a
corregir los errores. Por lo que nuestro amor y afecto
lo perciben como más maduro e incondicional. Esto
promueve y fortalece el valor de la “tolerancia
familiar” necesaria para resolver las grandes
diferencias que suelen haber en toda familia. Y una vez
presente el valor de la tolerancia, es más fácil
practicar entre nosotros el valor del perdón mutuo, tan
necesario como ausente, en muchas de nuestras familias.
En conclusión, los abuelos podemos ser verdaderos maestros de
valores familiares y lo primero que podemos enseñar es que
una familia con valores, no es una familia perfecta, sino la
que está dispuesta –día a día y cueste lo que cueste- a
ayudarse y a perdonarse mutuamente.
El mejor Valor y Legado que podríamos dejar a nuestros hijos,
nietos y todas nuestras generaciones futuras, es que hayan
aprendido de la abuela y del abuelo a amarse y respetarse
incondicionalmente aun cuando nosotros hayamos partido de
este mundo.
Antonio Alonzo Ruiz, Psicoestimulación y psicoterapia.
aalonzo@crehas.org
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