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CAPÍTULO 1
Anatomía, fisiología
y embriología
del oído
4 OÍDO
de la celda parotídea y de la porción alta de la ca la caja con el oído interno (Fig 1-2a). La
cadena ganglionar laterocervical. Su inervación membrana timpánica y la cadena forman el sis-
es rica y está encomendada al plexo cervical y a tema tímpano-osicular. El tímpano (Fig. 1-2b) es
los nervios trigémino y facial. Este último inerva una membrana que hace contacto con el mar-
la porción de la concha y la pared posterior del tillo, con su porción descendente o mango y
conducto (área de Ramsay-Hunt) a través de su con un saliente de éste, su apófisis externa. El
exiguo componente sensitivo. tímpano posee dos porciones: pars tensa y pars
flaccida. La primera es mucho más grande y vi-
bra, ya que tiene tensión. La segunda, llamada
1.2. Oído medio membrana de Schrapnell, carece de tensión,
no participa en la transmisión y su forma es
Está formado por la caja del tímpano, que es triangular por encima de la apófisis externa. El
su porción principal, y la mastoides. La caja tímpano está unido al CAE por el llamado liga-
del tímpano alberga la cadena de huesecillos: mento de Gerlach, que por arriba deja el rebor-
martillo, yunque y estribo (Fig. 1-2a), que une de óseo para dirigirse a la apófisis externa del
la membrana timpánica con el oído interno. El martillo (repliegues timpanomaleolares). El tím-
último huesecillo, el estribo, encaja por su pla- pano está deprimido en su centro (ombligo),
tina en la llamada «ventana oval», que comuni- donde acaba el mango del martillo, y es de co-
lor gris nacarado y brillante. Al iluminarlo en
la exploración (otoscopia), se produce un cono
o reflejo luminoso desde el ombligo hacia aba-
jo y hacia delante. La porción más alta de la
caja, o epitímpano (Fig. 1-2a), aloja la parte
más voluminosa del martillo y del yunque: sus
M cuerpos articulados; también se la conoce como
aditus.
CSE
CAE Y
NF Mango
OI Pars flaccida
del martillo
Pars tensa
VO
T AS PS
E AI PI
Triángulo
P luminoso
VR Figura 1-2b. Desde el punto de vista clínico divi-
dimos la pars tensa del tímpano en cuadrantes:
AS: Anterosuperior. PS: Posterosuperior. AI: An-
teroinferior. PI: Posteroinferior.
por una membrana o tímpano secundario. Esta munica con la trompa de Eustaquio, conducto
membrana comunica, como la oval, el oído me- que une el oído medio con la faringe. Ésta se
dio con el interno (véase la Fig. 1-3 y el epígrafe abre al compás de la deglución, al contraerse los
Fisiología). Los huesecillos martillo y estribo po- músculos elevadores del velo del paladar. La
seen sendos músculos: músculo del martillo y trompa tiene como misión mantener la presión
del estribo o estapedio. Estos músculos se con- atmosférica en el oído medio, presión necesaria
traen de forma refleja ante sonidos intensos, para su correcto funcionamiento, y también sir-
particularmente el segundo, con lo cual prote- ve para drenar las secreciones que puedan for-
gen al oído interno de tales sonidos, pues dicha marse en el oído. La mucosa de éste posee algu-
contracción pone rígida la cadena osicular, con nas células secretoras, especialmente en el niño,
lo que la transmisión empeora. El músculo del así como la propia trompa.
martillo está inervado por el trigémino y el del
estribo, por el facial.
Por detrás de la caja del tímpano se encuen- 1.3. Oído interno
tra la mastoides, que en circunstancias normales
es una estructura celular, con múltiples cavida- Al oído interno (Fig. 1-1) también se le denomi-
des pequeñas (celdas) unidas entre sí. De ellas na laberinto, dada su complejidad anatómica.
hay una constante más grande, situada arriba y Hay un laberinto anterior, o caracol, y un labe-
delante, llamada antro mastoideo, que se comu- rinto posterior, o laberinto propiamente dicho
nica con el aditus por un orificio llamado aditus (Fig. 1-3). El caracol tiene función auditiva y el la-
ad antrum. berinto interviene en el equilibrio y la concien-
La vascularización del oído se lleva a cabo a cia espacial.
expensas de la carótida externa, y la inervación El caracol está situado delante y debajo, y
sensitiva corre a cargo fundamentalmente del tiene la forma de este molusco. Se abre a una ca-
nervio de Jacobson, rama del glosofaríngeo que vidad central o vestíbulo (Fig. 1-3), que a su vez
recorre de abajo hacia arriba la pared interna de recibe tres conductos, los conductos semicircu-
la caja. lares. El vestíbulo y los conductos semicircula-
La caja está tapizada por una delgada muco- res forman el laberinto posterior. Los conduc-
sa o mucoperiostio, y por delante y arriba se co- tos tienen una extremidad dilatada o ampolla y
VIII PC
Figura 1-3. Esquema del oído in-
terno. V: Vestíbulo. CO: Caracol
óseo. CM: Caracol membranoso
CO o cóclea. RV: Rampa vestibular.
RT: Rampa timpánica. 1: Ventana
oval. 2: Ventana redonda, con el
RT
tímpano secundario (línea inte-
RV rrumpida). Obsérvese el juego de
7 9 8 ventanas, indicado por flechas, so-
CS bre el estribo y el tímpano secun-
dario. Con las tres flechas curva-
das que parten de la ventana oval
5 3 5 representamos tres hipotéticos so-
6 4 nidos: agudo, medio y grave (ex-
V 4 plicación en el texto, epígrafe 2.1.).
1 CM 3: Fosita oval. 4: Fosita hemisfé-
rica. 5: Ampollas. 6: Conducto se-
micircular horizontal. 7: Conducto
2 semicircular vertical anterior. 8: Con-
ducto semicircular vertical poste-
rior. 9: Crus comune.
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6 OÍDO
A B
1
2 11
10
3 9
6 5 7 8
4
6
Figura 1-5a. Laberinto membranoso y receptores de la audición (cóclea) y del laberinto posterior.
A. Cóclea. 1. Membrana de Reissner. 2: Membrana tectoria. 3: Ganglio de Corti, nervio auditivo. 4: Lámi-
na espiral ósea. 5: Células ciliadas internas. 6: Pilares de Corti. 7: Células ciliadas externas. 8: Células de
sostén. 9: Membrana basilar, en la que reposa el órgano de Corti, y ligamento espiral. 10: Ligamento
espiral. 11: Estría vascularis. B. Corte histológico de la cóclea del cobaya.
dona el endocráneo el nervio facial, o VII par, mendada al oído externo, el oído medio y el ca-
que atraviesa el hueso temporal por el acueduc- racol, y la segunda, al laberinto posterior.
to de Falopio.
8 OÍDO
1 3. EMBRIOLOGÍA
3
Desde el punto de vista embriológico, el oído
Figura 1-5d. Receptor de la aceleración angular: es un órgano dual. Tanto el oído externo como
cresta semicircular. El giro en el plano del con- el medio tienen su origen en el aparato bran-
ducto desplaza la endolinfa (flechas grandes) que quial primitivo. Su primer surco dará lugar al
desvía la cúpula. Ésta dobla los cilios del neuro- conducto auditivo externo, y los dos primeros
epitelio, lo que generará el tren de impulsos en arcos contribuirán a formar el pabellón y los
el nervio. 1: Neuroepitelio. 2: Cúpula. 3: Nervio. huesecillos del oído medio. La cavidad de éste
procede de la primera bolsa faríngea, o bolsa
tubotimpánica, que emigra reabsorbiendo el
Veamos cuál es el papel del laberinto en este mesénquima del primer y segundo arco; dicha
contexto. Gracias a la estimulación de los con- bolsa forma la futura trompa de Eustaquio, que
ductos semicirculares, se recibe información de acaba ensanchándose en lo que será el oído
los movimientos corporales o de la cabeza lleva- medio. Parte del mesénquima no se reabsorbe-
dos a cabo en el plano correspondiente (ley de rá con el empuje de la bolsa y ello dará lugar a
Flourens). Durante el giro, se produce un movi- los huesecillos: martillo y yunque, derivados
miento de la endolinfa que desplaza la cúpula del primer arco, y estribo, procedente del se-
(Fig. 1-5c), la cual tuerce los cilios de las células gundo.
sensoriales con la emisión de un tren de impul- Antes de que comience el desarrollo del oído
sos. Por la primera ley de Ewald se sabe que externo y medio, del tubo neural primitivo se
cuando se estimula el conducto semicircular ho- desprende una porción a la altura del romben-
rizontal se produce un movimiento lento de los céfalo, que dará lugar a la vesícula ótica, la cual
ojos y de todo el cuerpo en el sentido de la co- emigra hacia el mesénquima de los primeros ar-
rriente, con un retroceso brusco del movimien- cos, al tiempo que se diferencia en el oído inter-
to ocular (nistagmus), y que ocurre lo contrario no. Llegará un momento en que se encontrarán
cuando se estimulan los verticales. Hay una se- la bolsa tubotimpánica y la vesícula. El punto de
gunda ley de Ewald, de no clara interpretación, contacto es la pared interna de la caja; el mesén-
según la cual «en el conducto semicircular hori- quima que rodea a la vesícula ótica se engruesa
zontal la estimulación ampulípeta es más inten- y da lugar al laberinto periótico, futuro laberin-
sa que la ampulífuga, ocurriendo al revés en los to óseo.