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Presentación
¿Qué elementos de Mediadores permiten reconocer que las historias son reales? ¿Siempre se pueden distinguir
fácilmente los contenidos de ficción de los de no ficción? ¿A qué género pertenecen una serie televisiva, un dibujo
animado o un programa periodístico? ¿Hay textos o programas que integran elementos de ambos “universos”
representados en la pantalla?
Esta secuencia de actividades está pensada para ayudar a los chicos y chicas a que se acerquen a los géneros de
ficción y de no ficción a través de su propia experiencia como televidentes y desde los conceptos. También se busca
que identifiquen rasgos propios de esos tipos de contenidos, de los “mundos” representados en cada caso y sus
posibilidades de combinación creativa. Finalmente, les propondremos que realicen sus propias producciones
utilizando recursos propios de los géneros ficcionales y de los no ficcionales.
Objetivos y NAP
Según la edad de los chicos y chicas, y su experiencia como receptores y productores de relatos, estas actividades pueden
crear las condiciones necesarias para que logren:
Algunos núcleos de aprendizaje prioritario (NAP) de Prácticas del Lenguaje correspondientes a 4.º, 5.º y 6.º años de la
educación primaria que se pueden abordar a través de esta propuesta son:
La participación asidua en conversaciones sobre temas de estudio, de interés general y sobre lecturas compartidas.
La escritura de textos no ficcionales con un propósito comunicativo determinado.
La producción de textos literarios orales y escritos, de manera colectiva, en pequeños grupos y/o en forma
individual: relatos ficcionales y nuevas versiones de narraciones literarias leídas o escuchadas.
La escucha comprensiva de exposiciones orales realizadas por el docente y sus compañeros.
MANOS A LA OBRA
Qué necesitan:
Televisor o computadora con conexión a Internet para ver algunos capítulos de S.O.S. Mediadores junto
con los chicos.
Papel afiche, cartulinas o el pizarrón.
Fotografías de sí mismos que los chicos aporten y que los muestren en una situación en la que se hayan
divertido o que recuerden bien.
2.
PRIMER MOMENTO: TELEVIDENTES ATENTOS
Vean con los chicos, si es posible, uno o más capítulos de S.O.S. Mediadores, y pídanles que comenten de qué se
trata el programa, quiénes son los protagonistas, si son personajes de fantasía o personas reales. Pueden
conversar sobre los conflictos de los protagonistas, si les ocurrieron en la realidad o son imaginarios. ¿A alguno
le ocurrió algo parecido? ¿Cuándo, con quién? Se trata de ayudarlos a reconocer que los casos que se presentan
en el programa son verdaderos y a que expliquen cómo llegan a esa conclusión. Esta distinción entre real e
imaginario no siempre es fácil de alcanzar.
Dividan el papel afiche (la cartulina o el pizarrón) en dos columnas. En una de ellas, anoten las conclusiones sobre
el estatus de realidad o de ficción del programa.
Pídanles a los chicos que comenten dibujos animados y series televisivas que suelen ver, a partir de las preguntas
anteriores. Durante la puesta en común, anoten las conclusiones en la segunda columna del afiche.
Entre todos, piensen cuál es la diferencia más importante entre el programa S.O.S. Mediadores y los dibujos animados
y series que mencionaron: ¿Cuáles presentan historias que sucedieron en la realidad y cuáles, historias imaginarias?
¿Qué quiere decir que un relato es de ficción o de no ficción? ¿En qué momento el programa S.O.S. Mediadores plantea
que lo que se ve en pantalla no es la mediación real, sino una dramatización? ¿Por qué debe aparecer en pantalla de
ese modo?
5 Orienten a los chicos y chicas para que busquen información sobre los géneros literarios y televisivos de ficción.
Por ejemplo, pueden entrevistar a docentes, bibliotecarios, periodistas, escritores, estudiantes de Comunicación o
de Letras, consultar en la biblioteca o buscar en Internet para responder a estas preguntas: ¿A qué se llama
géneros de ficción? ¿Y de no ficción? ¿Qué ejemplos de uno y otro encuentran en la programación televisiva? ¿Hay
diferencias entre la literatura y la televisión?
3.
Algunas definiciones
La ficción
Se denomina ficción a la simulación de la realidad que realizan las obras literarias, cinematográficas,
historietísticas o de otro tipo, cuando presentan un mundo imaginario al receptor. El término procede
del latín fictus ("fingido", "inventado"), participio del verbo fingere.
[…] El concepto de ficción en la tradición occidental está muy ligado al concepto de mímesis, desarro-
llado en la Grecia clásica, en las obras de Platón (quien consideraba las obras poéticas como
imitaciones de los objetos reales, que a su vez eran imitaciones de las ideas puras) y, sobre todo, en
la Poética de Aristóteles, en la que el concepto de mímesis juega un papel esencial. Para Aristóteles,
todas las obras literarias copian la realidad, de acuerdo con el principio de la verosimilitud; lo que
diferencia a la literatura de la historia es que esta copia las cosas que han sucedido y aquella, las que
podrían suceder.
Es necesario insistir que Aristóteles no dice que la literatura deba ser la imitación del mundo real, sino
la imitación "de las acciones de los hombres". […]
Fuente: Wikipedia,
http://es.wikipedia.org/wiki/Ficci%C3%B3n
Última consulta: 7/8/2011
4.
Clasificación de los géneros en el audiovisual
Ante la necesidad de asumir los géneros como punto de partida de la labor creativa en las obras
audiovisuales y como herramienta de catalogación de los archivos donde los materiales relaciona-
dos con estas obras encuentran su destino final , surge la frecuente clasificación que las divide en
largometraje y documental, en película y cortometraje, en ficción y documental, o en ficción y no
ficción.
Como se nota, es habitual que se plantee una simple dicotomía, tal vez por la comodidad que implica
clasificar a partir de estas divisiones (blanco o negro, positivo o negativo, bueno o malo). En principio,
esta opción binaria parece práctica, pero los infinitos matices de las obras que surgen de la creativi-
dad humana sugieren de inmediato la necesidad de contemplar las excepciones ante esta clasifica-
ción. Es habitual, hay que decirlo, que estas excepciones se conviertan en reglas en el medio audiovi-
sual. En otras palabras, lo normal es la “anormalidad”: hay películas y programas de televisión que
oscilan entre la ficción y el documental, o entre lo narrativo y lo no narrativo, y que se niegan así a
ser definidos con la precisión matemática que muchos quisieran. Son obras abiertas a la interpreta-
ción; sujetas a las reglas del mercado; relativas en cuanto al consumo que de ellas pueda hacer el
público, según sus referentes culturales y sus competencias intelectuales.
Aparte de ese primer problema que nos plantea la división de los géneros en dos opciones, también
se perciben algunos equívocos [...]
Inviten a los chicos a producir historias verdaderas a partir de sus propias fotografías, y luego a modificarlas
incluyendo en ellas elementos imaginarios.
Primero, en una ronda de anécdotas, los chicos pueden contar en qué circunstancias se tomaron esas fotogra-
fías. La consigna es intentar ser lo más fiel posible a los hechos reales: ¿cuándo las tomaron? ¿Dónde estaban?
¿Con quiénes? ¿Qué ocurrió ese día? ¿Recuerdan lo más importante? ¿Y algunos detalles?
Con esa primera versión van a producir un texto de no ficción, que puede ser escrito, como una nota periodística,
una crónica, una página de diario íntimo; otra posibilidad es que graben un relato oral o que se filmen con una
cámara fotográfica. En pequeños grupos, los chicos compartirán sus relatos de no ficción.
Y ahora, ¡a cambiar la historia! Tomando como base su relato, van a contar una nueva historia realizando las
modificaciones que quieran, con elementos. Por ejemplo, pueden representarse a sí mismos con otro aspecto, en
otra época, con superpoderes. O quizás quieran “complicar” la historia con personajes nuevos o con un objeto
mágico. Las posibilidades son muchísimas.
Cada uno, entonces, volverá a escribir, grabar o dibujar su historia incorporando esos elementos “intrusos”, para
convertirla en un relato de ficción.
Dentro del campo de la ficción, según qué clase de historia quieran contar ahora los chicos
y qué elementos incluyan, el “mundo representado” podrá ser realista, si lo que cuentan es
posible en la realidad, aunque sea imaginado.
En cambio, si sus personajes o lo que hacen no pueden existir en la realidad, como por
ejemplo los hechos mágicos típicos de los cuentos de hadas, se tratará de un universo
maravilloso o fantástico.
5.
Un modo divertido de compartir sus historias de ficción y no ficción es presentando cada una sin decir si les sucedió
o no realmente, para que los demás compañeros lo deduzcan.
AR
A C ONTINU
PAR
Con recursos accesibles, como una cámara de fotos digital, los chicos pueden producir animaciones que
recreen sus historias según el género que les parezca más adecuado. Por ejemplo, en el capítulo 9 de la serie
Los secretos de la animación, se explica cómo realizar animaciones con personas reales, técnica que resulta
ideal para agregarle a la historia un toque de humor. Pueden acceder a ese capítulo desde aquí.
Les recomendamos que exploren otros capítulos de esa serie para conocer más técnicas sencillas de animación.
6.