La razón como dominio, ayer y hoy.

Dentro del capítulo de Concepto de la Ilustración del libro Dialéctica de la Ilustración

de Adorno y Horkheimer, aparece como Los hombres habían tenido siempre que
elegir entre su sumisión a la naturaleza y la sumisión de ésta al sí mismo1, en otros
términos como debe existir una dominación ya sea de parte del hombre a la
naturaleza o la naturaleza al hombre, sin embargo a lo largo de la historia es
evidente la dominación, siendo ya de esta forma muy polémica la posición, porque
no debería existir una dominación, pues está en muchos casos no trae consigo
cosas buenas, sino totalmente lo contrario, y para la época en la cual escribieron
estos filósofos era notoria este tipo de posición puesto que ya se vivía la tercera
guerra mundial, o sea la dominación de un tirano a un pueblo que desea sus propios
interés.
Con las últimas palabras nombradas en el anterior párrafo, se hace claro la primera
consecuencia negativa de la dominación, ya que al querer buscar los interés propios
o personales, lleva consigo a sobre ponerse ante las cosas y sobre todo ante las
mismas personas, destruyendo con ello la integridad del ser humano; el ejemplo
más claro y viviente lo tuvieron que vivir dichos filósofos en esa época, y posición
que dejo en claro como la dominación es algo no constructivo en el hombre.
Pero esta dominación al traer consigo cosas negativas trae también aspectos
positivos, ya que afirman el escrito es que La humanidad ha debido someterse a
cosas terribles hasta constituirse el sí mismo, el carácter idéntico, instrumental y viril
del hombre, y algo de ello se repite en cada infancia. El esfuerzo para dar
consistencia al yo queda marcado en él en todos sus estadios, y la tentación de
perderlo ha estado siempre acompañada por la ciega decisión de conservarlo2; con
esto se puede entender entonces que el hombre a través de la dominación también
se ha ido construyendo como persona, en todos los aspectos que en el confiere
(político, social, ético, etc...)
Una ejemplo que presenta para determinar la dominación es el mito de la Odisea
de Homero, en el pasaje en el cual Odiseo debe pasar ante las sirenas pero no debe
dejarse llevar por el canto de estas, para poder continuar con su viaje y llegar a
donde su amada; cabe aclarar aquí que es gran importancia haber puesto un mito
por parte de Adorno y Horkheimer, porque en la antigüedad la mitología, su
propósito era el de la dominación de la gente a los dioses por medio de estos relatos;
entonces es de gran importancia resaltar este hecho.
Continuando con la mito, Odiseo entonces propone ser atado al mástil del barco y
pide a sus hombres que se tapen los oídos con cera, en la cual se hace una
comparación para la dominación, siendo en el primer caso de los hombres de
Odiseo tapados con cera, en el cual se representa la sociedad como despreocupada

1
Adorno. T. Horkheimer. M. Dialéctica de la Ilustración. Pág. 85.
2
Adorno. T. Horkheimer. M. Dialéctica de la Ilustración. Pág. 86.
de los interés de los demás o siguiendo solo ordenes sin detenerse a pensar porque
las siguen, y en el otro caso, el de Odiseo en relación a la dominación, es
representar al señor que domina el cual no le importar privarse de muchas cosas
personales, con tal de que su poder incrementen; si se observa en los dos casos, el
de los dominados y el dominador, los dos pierden su integridad como seres
humanos en todos los aspectos, uno por dejarse manipular de la forma menos
debida y el otro por un poco importancia por los demás.
Ante todo esto, entonces queda claro como en la antigüedad pero también la época
de la Ilustración, sobre todo en la época ilustrada la razón que es la fuente de donde
surge el dominio, es manejada una forma indebida, y también esta razón se da esta
manera por consecuencia al progreso científico que se ha venido produciendo por
parte del positivismo al objetar a la razón como única fuente de conocimiento y por
la cual todas las cosas deben pasar por dicho filtro, cosificando muchos objetos y
principalmente los humanos.
Desde mi punto de vista, estoy de acuerdo con la posición de Adorno y Horkheimer,
porque la razón no puede objetar todas las cosas, y mucho menos los seres
humanos, ya que con ello sería el hombre una maquina en la cual solo importa la
producción de materia, y es tan patente esta postura propuesta ya hace varios años
y que hoy en día todavía está presente en muchos lugares y circunstancias, y para
tener una relación más ejemplificada de la postura propia frente al texto, es esta: Su
reducción a puros objetos de la administración, que configura de antemano a todos
los sectores de la vida moderna, hasta el lenguaje y la percepción, aparenta para
ellos la necesidad objetiva ante la cual se creen impotentes3.

3
Adorno. T. Horkheimer. M. Dialéctica de la Ilustración. Pág. 91.