MEDIDAS DE CARÁCTER GENERAL 1. Detener inmediatamente la transfusión, para limitar el volumen de sangre infundida. 2. Mantener la vía intravenosa con solución salina al 0,9 %. 3. Avisar al médico responsable y al servicio de medicina transfusional. 4. Rectificar la identificación del paciente y precisar su correspondencia con los formularios y la bolsa de sangre. 5. El médico responsable debe evaluar al paciente para confirmar si se ha producido una reacción hemolítica y determinar las acciones futuras. 6. Se deben enviar al servicio de medicina transfusional muestras de sangre con y sin anticoagulante obtenidas con posterioridad a la reacción, la bolsa de sangre, el equipo de transfusión, las soluciones intravenosas y todos los formularios relacionados. INVESTIGACIONES A REALIZAR 1. Corroborar los datos administrativos: realizar la identificación del receptor y de la unidad transfundida. Si se descubre que ha ocurrido un error, debe determinarse de qué tipo y si están involucrados otros pacientes. 2. Control visual de la hemólisis: se debe inspeccionar el suero o plasma de las muestras pre y postransfusionales y compararlas. Un cambio de coloración a rosado, rojo o púrpura después de la reacción, es indicativo de hemólisis. Cantidades tan pequeñas como 10 mL pueden producir hemoglobinemia. En los casos donde la muestra postransfusional se extrae tardíamente, la coloración del plasma suele ser amarilla o parda, como consecuencia de la degradación de la hemoglobina a bilirrubina. El examen de orina debe hacerse en el líquido sobrenadante, luego de centrifugación de una muestra fresca, lo que permite diferenciar la hemoglobinuria de la hematuria. 3. Investigación del grupo ABO y Rh: en la sangre de la unidad transfundida y en la sangre del receptor, pre y postransfusional. Si no coincide la tipificación ABO y Rh de las muestras pre y postransfusionales, entonces ha ocurrido un error en la identificación del paciente, de la muestra, o en la realización de la prueba. Esto hace necesario controlar todas las muestras recibidas aproximadamente en el mismo tiempo, porque puede haberse rotulado erróneamente la muestra de otro paciente. Si la tipificación de la bolsa no coincide con el grupo anotado en el rótulo, entonces ha ocurrido un error en el rotulado de la unidad. 4. Prueba de antiglobulina directa (PAD): la PAD positiva en la muestra postransfusional con una PAD negativa en la muestra previa, es sugestiva de la existencia de un aloanticuerpo que se ha unido con los hematíes incompatibles transfundidos, pero que no fueron destruidos de inmediato. En estos casos, la prueba muestra aspecto de campo mixto (áreas con aglutinación y otras no). La PAD negativa en la muestra postransfusional no niega la existencia de una reacción hemolítica, lo cual puede suceder si las células transfundidas han sido rápidamente destruidas. 5. Pruebas cruzadas de compatibilidad: a los glóbulos rojos de la unidad transfundida con el suero del paciente pre y postransfusional. En caso de RTHA reaccion trasnfusional hemolítica aguda , se deben de rectificar las pruebas cruzadas de compatibilidad con la muestra pretransfusional y verificar sus resultados con la muestra postransfusional. El estudio debe incluir los 3 métodos: en salina, en albúmina y en Coombs. En las reacciones agudas tanto por incompatibilidad ABO como por otros Ag, por lo general los estudios con muestras pre y postransfusionales suelen ser positivos. Los Ac involucrados en estas reacciones se encuentran en títulos altos, tienen elevada avidez por el Ag y capacidad para activar el complemento, todo lo cual favorece el desarrollo de hemólisis aguda y que sean detectados en las pruebas pretransfusionales. En casos raros de RTHA, las pruebas en las muestras pretransfusionales pueden ser negativas y en las muestras postransfusionales pueden ser positivas, lo que está en relación con el título de Ac previo y la respuesta anamnésica posterior a la reacción. 6. Pruebas de detección de Ac: a las muestras previas y posteriores a la reacción y a la sangre del donante. En estos casos, es necesario que, cuando se realice la prueba a la muestra pretransfusional, se usen técnicas de identificación más sensibles: LISS, polibrene, PEG o técnicas de enzimas. Si se detecta un Ac, este debe ser identificado y posteriormente sometido a prueba con las muestras retenidas de las unidades transfundidas. Si se detecta un Ac en una muestra posterior y no en la previa, la razón puede radicar en la respuesta anamnésica de Ac que se produce después de una reciente transfusión, o una transferencia pasiva de Ac en un componente recién transfundido. Esta última es menos probable. El estudio de una primera muestra postransfusional puede ser negativa si todas las moléculas de Ac están fijadas a las células transfundidas incompatibles. En estos casos, se debe repetir la detección de Ac en muestras adicionales obtenidas a intervalo. El nivel de Ac en días ulteriores se elevaría rápidamente, lo que posibilitará su detección e identificación. 7. Otros exámenes complementarios que ayudan al diagnóstico: Hemoglobina y hematócrito: para precisar si se produce la elevación terapéutica esperada. Haptoglobina a las muestras previas y posteriores a la transfusión y comparación de los resultados. Detección de hemoglobina en la orina. Bilirrubina, deshidrogenasa láctica. Marcadores de CID: prueba de paracoagulación, productos de degradación del fibrinógeno, complejo trombina antitrombina, complejo plasmina antiplasmina, entre otros. Cultivo bacteriológico y tinción de Gram de la sangre de la bolsa para descartar la hemólisis por infección.
Que hace el equipo transfusional
Cuando se sospecha de una reacción transfusional, es necesario identificar la causa y dónde estuvo el error. Se debe identificar que el paquete de sangre que se transfundió no tenga datos que indiquen contaminación de la sangre. También es necesario repetir las pruebas de pretransfusionales, mínimo dos con prueba de Coombs, y realizar las pruebas con una muestra de la sangre una vez ya transfundida. Se deben enviar al servicio de medicina transfusional muestras de sangre con y sin anticoagulante obtenidas con posterioridad a la reacción, la bolsa de sangre, el equipo de transfusión, las soluciones intravenosas y todos los formularios relacionados. Diagnóstico diferencial Cualquier tiempo de hemólisis aguda puede ser confundido con RTA; es necesario hacer diagnóstico diferencial de hemólisis por contaminación bacteriana, por drogas, medicamentos, anemia hemolítica autoinmume, anemias hemolíticas congénitas, hemoglobinuria paroxística nocturna y anemias hemolíticas microangiopáticas, que son aquellas que cursan tanto con datos clínicos y de laboratorios muy similares. Prevención Debido a que la gran mayoría de las RTA se deben a errores humanos, algunas medidas preventivas de utilidad son: 1. Correlacionar la muestra del paciente y la solicitud en el momento de solicitar la transfusión sanguínea. 2. No proporcionar al mismo tiempo múltiples unidades para diferentes pacientes. 3. Antes de la entrega de la unidad en el Banco de Sangre, el personal deberá rectificar la identidad del producto preparado con la solicitud del paciente. 4. Antes de transfundir un mínimo de 2 personas, deben rectificar que el producto sea el requerido para el paciente. Algunos Centros realizan grupo sanguíneo a pie de cama. Es necesario cotejar en el expediente clínico los reportes previos de grupo sanguíneo para detectar una posible incompatibilidad ABO. 5. Hay que tener un control estricto de los signos vitales y estado clínico del paciente antes, durante y al final de la transfusión.
Como actúa el banco de sangre:
1 Detener inmediatamente la transfusión, para limitar el volumen de sangre infundida. 2 Mantener la vía intravenosa con solución salina al 0,9 %. 3 Avisar al médico al servicio de medicina transfusional. 4 Rectificar la identificación del paciente y precisar su correspondencia con los formularios y la bolsa de sangre. -El médico responsable debe evaluar al paciente para confirmar si se ha producido una reacción hemolítica y determinar las acciones futuras.