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Por eso, vamos a ocupamos ahora de los derechos y obligaciones del cedente
y del cesionario, que son los antecedentes de la eficacia del derecho adquirido
por el cesionario ante el deudor cedido, por lo que vamos también a estudiar
los derechos del cesionario y los derechos y obligaciones del deudor cedido.
En cuanto a las obligaciones del cedente, debemos advertir, desde ya, que el
tratamiento legislativo que a la cesión de derechos le dispensa el Código Civil
la ha dejado librada a la autonomía de la voluntad, pues sus normas tienen un
carácter supletorio, salvo lo relativo a la forma como debe realizarse la cesión
(Supra N° 26), el requisito para la eficacia de la cesión frente al deudor cedido
(Infida N" 30) y el caso de la cesión del derecho hereditario (Supra N° 22.1),
respecto de la cual el art. 1209 preceptúa que el cedente está obligado a
garantizar su calidad de heredero.
Los privilegios a los que se refiere la acotada norma parecería ser redundante
con los que generan las garantías reales. Pero no debe incurrirse en esta
confusión, pues no se trata de un privilegio que nace de la ley como es el
privilegio a que dan origen las garantías reales, sino los privilegios establecidos
por la autonomía de la voluntad.
En efecto, los privilegios a los que se refiere el art. 1211 deben ser entendidos
como los de un acreedor común o quirografario, a quien el deudor, por ejemplo,
le ha otorgado el privilegio de ser pagado, antes que a otros acreedores
también quirografarios, con cargo al precio de venta de uno o varios bienes,
pactando esa preferencia respecto de él y soslayando a otros acreedores. Si el
derecho creditorio se cede, lo lógico es que se ceda con este privilegio, salvo
pacto en contrario.
Los accesorios del derecho cedido deben entenderse como los intereses que
pudieran haberse devengado, compensatorios o moratorios, si la obligación
está vencida; los frutos, si el derecho cedido es sobre un bien fructífero, e,
incluso, los gastos, si hubieran sido originados por el deudor cedido antes de la
cesión.
Para que la cesión produzca efecto contra el deudor cedido, como lo precisa el
art. 1215, la cesión debe ser aceptada por él o serle comunicada de manera
fehaciente. El Código Civil ha considerado imprescindible que el deudor cedido
tome conocimiento de la cesión y, con tal finalidad, ha establecido los dos
medios mediante los cuales se genera la eficacia de la cesión del derecho,
respecto del cesionario ante al deudor cedido.
Al respecto, el art. 1216 ha previsto esta situación y prescribe que: "El deudor
que antes de la comunicación o de la aceptación cumple la prestación respecto
del cedente, no queda liberado ante el cesionario si esta prueba que dicho
deudor conocía de la cesión realizada".
BIBLIOGRAFIA
ARIAS SCHREIBER PEZET, Max. "Exegesis del Código Civil Peruano de 1984".
Tomo I. Parte General. Gaceta Jurídica. Lima, 1995.