1 Tema 15 – El Neolítico en el Próximo Oriente. Precedentes Mesolíticos.

El PPNA y el PPNB. El Neolítico Cerámico

1-. INTRODUCCION
El Próximo Oriente es una de las áreas más interesantes para comprender el origen de la producción de
alimentos por lo que su estudio ha supuesto la creación de numerosas síntesis.

2-. PRECEDENTES MESOLÍTICOS

2.1-. EL MEDIO NATURAL
El Creciente Fértil se extiende entre el sur del desierto de Siria hasta la cuenca media del Éufrates,
abarcando el Sinaí, Israel, Palestina, Líbano, el oeste de Jordania y el este de Siria, así como las montañas
del Taurus, el Este de la Meseta de Anatolia al norte y los montes Zagros y las cuencas del Éufrates y el
Tigris al este.

Las zonas más altas reciben unas precipitaciones de 200 mm cúbicos, suficientes para el cereal sin
irrigación, pero las precipitaciones caen drásticamente en la región más esteparia y desértica. Por otro
lado, la zona sureste de Anatolia,el Taurus y los Zagros poseen una masa forestal de roble muy importante.

La zona fue estudiada porque es donde se dan los ancestros salvajes de las especies domesticadas como el
trigo salvaje en Turquía y los montes Zagros, la cebada silvestre en el Corredor Levantino, el Taurus y los
Zagros aunque también en Creta, Libia y Afganistán, y las legumbres desde el Mediterráneo al Mar Caspio.

Por su parte, la oveja domesticada podría descender del muflón de los Urales que se distribuye entre el
este del Mediterráneo hasta el Himalaya, la cabra doméstica descendiente de la cabra montesa desde los
Zagros a Pakistán, el uro seria el predecesor del toro doméstico y el cerdo descendiente del jabalí,.

2.2-. LOS GRUPOS MESOLÍTICOS

Los grupos del Kebariense (20.000 – 13.000 BP) ya usaban morteros de piedra para moler trigo y cebada
silvestres, algunos llegaban a pesar hasta 20 kg y serian empleados cuando dichos grupos ocupaban el
territorio para la recolección de grano.

Hacia el 12.000 BP, el Natufiense es considerado el germen de las sociedades productoras de alimentos en
la región. Los grupos presentan una economía depredadora basada , en gran medida, en la caza de gacelas,
aunque, además, recolectaban cereal y leguminosas silvestres empleando dientes de hoz para cortar las
espigas y morteros y molederas para su procesado. A esto se le unirá la sedentarización de la población,
por lo que muchos autores consideran a estos grupos los predecesores del Neolítico en la región ya que la
importancia del aporte vegetal en la economía y en la dieta, así como el tipo de utillaje lítico ponen en
relación ambos grupos, aunque los últimos grupos del Natufiense son más nómadas que en la etapa inicial.

3-. NEOLÍTICO PRECERÁMICO A (PPNA)

3.1-.INTRODUCCIÓN
PPNA o Pre-Pottery Neolithic, 9.500 – 8.500 BP, comenzaría tras la etapa fría del Dryas Reciente. Así, a
inicios del Holoceno comenzaría la producción de alimentos en todo el Próximo Oriente menos en la región
de los Zagros.

Este tecnocomplejo se localizará en el Corredor de Levante, que comprende el valle del rio Jordán, los
lagos del oasis de Damasco hasta el Éufrates Medio, extendiéndose entre las montañas y la estepa
semiárida. Fue identificado en el yacimiento de Tell el-Sultan de Jericó, Israel.

Algunos investigadores consideran este periodo como único, aunque otros lo consideran en dos e incluso
en tres grupos.

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3.2-. ASENTAMIENTOS
Los asentamientos son muy variados en cuanto a sus dimensiones, de 2/3 hectáreas hasta los 100 m2,
siendo sus estructuras circulares u ovales de 4 a 8 metros de diámetro, encontrándose la mayoría
semienterradas y construidas mediante hileras de piedra en la base y después con tapial o ladrillos de
adobe.

El techado puede ser cónico o plano, mientras que su interior se encuentra poco acondicionado o
compartimentado con suelo de tierra apisonada, un hogar marcado con piedras y escalones desde la
puerta al suelo. Las viviendas suelen agruparse formando racimos de viviendas, si bien esta disposición
podría estar condicionada por las características físicas del terreno donde se asientan. Una excepción es
Jericó, ciudad que se encuentra rodeada por una muralla cuyo objetivo sería defensivo o para protegerse
de la crecida del río.

Existen edificios de uso comunal, es decir, NO habitacional, como el caso de un edificio semicircular en el
yacimiento de Dhra´ en Israel, con paredes de arcilla y pilares en el interior. Probablemente estaría
destinado a actividades religiosas. En Jericó destaca su torre que en origen tendría una altura de 8,50 m. y
diámetro de 8 m. y que en su parte inferior tendría pequeñas estructuras circulares para almacenamiento
o para vivienda.

3.3-. RITOS FUNERARIOS Y RELIGIÓN

Los ritos funerarios siguen las tradiciones del Natufiense, por lo que las necrópolis son abundantes en los
poblados. Existen diferenciación en el trato entre sepulturas de adultos e infantiles, así, los adultos y
jóvenes se hallan en sepulturas individuales y sin ajuar, abriéndose la fosa tiempo después para extraer el
cráneo acompañado de la mandíbula, tal vez, con motivo de algún ritual comunitario, tras el cual el cráneo
se colocaba entre los muros de las casas, se enterraban en el suelo de las viviendas o se acumulaban en
estancias domésticas junto a aperos y utensilios de molienda.

Hay casos en que las prácticas funerarias no están claras, así se han encontrado niños enterrados debajo
de los pilares de las viviendas que sujetan la techumbre o adultos enterrados intramuros o extramuros,
pero fuera de las necrópolis.

Hay que concluir que la ausencia de ajuar, la sencillez y la manipulación post-mortem eran empleados para
reafirmar al grupo, integrar a la comunidad y minimizar las diferencias socioeconómicas entre individuos y
clanes.

En cuanto a las creencias simbólicas y religiosas, el Neolítico supone una ruptura simbólica con el pasado
cazador-recolector, pasándose de un simbolismo basado en el bestiario animal a uno nuevo basado en la
Diosa-Madre como elemento principal. Ésta se acompaña de un elemento masculino, el toro, formando un
sistema religioso. Según Cauvin, el cambio se observa en la modificación en el orden de las fuerzas divinas,
existiendo una diferenciación entre lo superior y lo inferior, es decir, entre lo divino y lo cotidiano.
Evidencias arqueológicas del cambio las hallamos en yacimientos como Netiv Hagdud o Dhra´ donde
aparecen figuras femeninas que rompen con el simbolismo Natufiense.

3.4-. CULTURA MATERIAL

En la industria lítica tallada se caracteriza por métodos de hojas unipolares para obtener hojas y hojitas que
se destinan a puntas de flecha, tipo Khiamiense, dientes de hoz, perforadores y buriles.

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Entre los utensilios para trabajar la madera y otras materias hay que destacar las hachas bifaciales, cinceles
y una amplia selección de hachas pulimentadas en materias primas diversas. Por otro lado, para moler el
cereal y otros frutos se usaron morteros y molinos de mano.

3.5-. SUBSISTENCIA
Se considera que estos grupos vivían de recoger cereales silvestres, recolectar frutos secos y frutas, de la
caza de gacelas y otras especies de ungulados, aves y pequeños mamíferos, así como de la pesca.
En agricultura existe un debate entre si existían especies cultivadas aún en estado silvestre, y especies
domesticadas.

En cuanto al proceso de formación de la agricultura como método productor de alimentos, éste no fue un
paso premeditado, sino un paso más dentro de un proceso más amplio de recolección de productos
vegetales. Mientras que la ganadería no fue tan determinante en los primeros momentos del PPNA con la
excepción del perro, domesticado desde el Natufiense.

La especie más consumida será la gacela realizándose una caza selectiva, existiendo una diversificación en
el número de pequeños mamíferos como liebres y aves acuáticas. Hay yacimientos de la cuenca del río
Jordán donde aparecen las aves como recurso alimenticio.

Fuera del Corredor Levantino, en las áreas áridas, el asentamiento y la producción económica fue más
variada. En el Negev y el Sinaí, continuaron como cazadores-recolectores con una economía mixta, es
decir, completaban los recursos con la agricultura. En las montañas de Jordania existen estructuras
excavadas que fueron empleadas como silos, mientras que en un yacimiento turco se localiza un foco de
domesticación de trigo y una posible proto-domesticación del cerdo. En los Zagros se observa un foco de
proto-domesticación de la cabra.

No existen evidencias de gran actividad de comercio e intercambios, aunque sí de intercambios

interregionales con conchas marinas, malaquita o betún. Solo hay evidencias de intercambios de larga
distancia en el caso de la obsidiana o la malaquita que se obtenían de la zona central de Anatolia y se han
encontrado en Jericó o Netiv Hagded.

4-. NEOLÍTICO PRECERÁMICO B (PPNB)

4.1-. INTRODUCCIÓN
El Neolítico Precerámico B, 9.500 – 6.700 BP, supone el afianzamiento de la producción de alimentos y su
expansión a Anatolia, Chipre y la meseta de Irán. Este periodo se divide en 3 subfases:

- PPNB inicial (9.500 – 9.200 BP)  norte del Creciente Fértil con el Mureybetiense. Hay una primera
oleada expansiva que ocupa el sureste de Anatolia, encontrándose muy mal representada.
Yacimiento de Tell Aswad en Siria.
- PPNB medio (9.200 – 8.500 BP)  segunda oleada de expansión hacia el sureste del Próximo
Oriente con numerosas facies. Se identifica la domesticación de rumiantes y aparecen
asentamientos mayores y más estables.
- PPNB final (8.500 – 7.700 BP)  gran fase de expansión hacia el noreste de Siria hasta zonas no
ocupadas adentrándose en el desierto. Hay profundos cambios económicos en la agricultura,
domesticación de nuevas especies y aparición del pastoreo nómada. Su final coincide y convive con
el Neolítico Cerámico.

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4.2-. ASENTAMIENTOS
Los asentamientos poseen entre las 2 y 12 hectáreas siendo los yacimientos mejor conocidos los que
corresponden con población entre 1.000 y 2.000 personas, destacando Tell es-Sultán de Jericó.

Los asentamientos reflejan un incremento mayor de la complejidad social, existiendo construcciones como
viviendas y otras con fines rituales o sociales. Las estructuras de uso doméstico son de planta rectangular o
cuadrada con paredes de ladrillo de adobe e internamente divididas en varias estancias. Algunas tienen
dos plantas y la mayoría poseen silos y hogares definidos por piedras por lo que parece claro que la familia
fue la unidad básica de producción y consumo. Hay yacimientos en los que hay edificios “especiales” a
varios metros fuera de los límites del asentamiento, que podrían haber sido utilizados para realizar
actividades de carácter ritual por lo que se ha abierto un debate sobre su uso, siendo clave la aparición de
nichos con objetos en su interior que se excavaban en los muros de los edificios rituales, comunales y
residenciales.

La disposición de la estructura también se modifica siendo más estructurados lo que implicaría mayor
complejidad social. En cuanto a la dieta existían diferencias en la población de un mismo yacimiento
evidenciando diferencias sociales.

Los yacimientos suelen estar ubicados en tierras bajas con buenos recursos acuíferos y con humedad para
los cultivos.

4.3-. RITOS FUNERARIOS Y RELIGIÓN

En el periodo PPNB coexistieron 3 tipos de enterramientos:
a) Sepulturas primarias de adultos en tumbas individuales,
b) Individuos infantiles en tumbas individuales, aunque en ocasiones fueran múltiples, y
c) Extracción de algunos cráneos de adultos que se volvían a enterrar en escondrijos de forma
individual o conjunta.

Los individuos infantiles generalmente se enterraban fuera de las casas, en los cimientos, los suelos o los
patios de las viviendas formando parte de los ritos de fundación de las casas o de los muros. Los
enterramientos secundarios de los cráneos se ubicaban, generalmente, en la zona suroeste de las viviendas
o habitaciones, y tenían un tratamiento previo al enterramiento.

Sin duda, los cráneos modelados son la evidencia más llamativa de los rituales funerarios durante el PPNB.
Las capas empleadas para modelarlos, generalmente en yeso, servían para preservar los cráneos, así como
para ofrecer un aspecto lo más parecido a la persona viva, reconstruyéndose la nariz, los ojos o la boca.

Las actividades como los enterramientos secundarios indican que existía una previsión de dichos actos, lo
que puede estar relacionado con rituales de carácter simbólico o religioso que debería involucrar a gran
parte de la población.

Los grupos del PPNB emplearon un amplio espectro de máscaras, estatuas y figuras en su día a día, así
como en su vida espiritual, siendo las más relevantes las estatuas antropomórficas, que eran modeladas y
realizadas en materias primas blandas y, a menudo, median más de un metro.

Las mascaras esculpidas en caliza presentan orificios en los ojos y la boca, y son similares en
representatividad con las pequeñas figuras de animales realizadas en arcilla que aparecen en los contextos
domésticos y que la mayoría representan toros.

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4.4-. CULTURA MATERIAL

La industria lítica se caracteriza por el aumento de la talla laminar a partir de núcleos prismáticos bipolares
tallados mediante percusión directa con percutor duro y por núcleos unipolares tallados por presión,
denominados núcleos nabiformes. Su objetivo es producir hojas muy estandarizadas para piezas de uso
cinegético, piezas de siega, piezas para trabajar la madera, el hueso o el cuero.

El material de molienda aumenta como las molederas o los cuencos de mortero. La producción de cal
puede ser un buen ejemplo del empleo de nuevas tecnologías ya que se utilizó para enlucir las paredes y
suelos de las viviendas, poniéndose en evidencia que en el PPNB se conocía el método de fabricación y el
control del fuego para la calcinación de la caliza.

4.5-. SUBSISTENCIA
La actividad agrícola se efectúa sobre especies domesticadas que se expanden rápidamente. Se usan
técnicas de arado manual y también se han constatado el uso del sistema de quema de vegetación para
favorecer el crecimiento de pastos.

La actividad ganadera se establece definitivamente, extendiéndose la oveja y la cabra rápidamente y

produciéndose la inclusión del cerdo y la vaca en la fase final del PPNB cuyas primeras evidencias aparecen
en el noreste del Levante y la zona centro-sur de Anatolia. En el caso del ganado vacuno, su importancia va
más allá de la propiamente alimenticia, los toros fueron importantes en el mundo simbólico y fueron
sacrificados en rituales religiosos e incluidos en los edificios, sobre todo los cráneos.

Por lo tanto, se realiza una economía mixta a base de ganadería y agricultura, con parte del grano y
legumbres para alimentar a cabras y ovejas. Por otro lado, no se abandonaron las prácticas forrajeadoras y
siguieron consumiéndose vegetales silvestres y cazando animales salvajes. Mientras que en las áreas
áridas, la caza y la recolección son la actividad principal de subsistencia.

Durante este periodo se práctica tanto el comercio a larga distancia como a nivel local, continuándose con
el intercambio de obsidiana y la especialización en la talla de la piedra. El comercio de conchas marinas es
bastante común, siendo habitual también el comercio de cobre nativo que se obtendría en la región del
Sinaí y suroeste de la zona Levantina y se expandiría hacia el norte.

5-. EL NEOLÍTICO CERÁMICO

El menaje cerámico comienza a usarse en las fases finales del Neolítico precerámico.

5.1-. LA TRANSICION DEL NEOLÍTICO PRE-CERÁMICO AL NEOLÍTICO CERÁMICO

El Pre-Pottery Neolithic C (PPNC), 7.900 – 7.500 BP, es un periodo transicional, no siendo muy numerosos
los yacimientos.

Las estructuras destinadas a vivienda siguen siendo cuadradas y, en algún caso, separadas de las estancias
para almacenaje, y tampoco tenemos demasiadas evidencias de edificios comunales o de uso ritual.

Las prácticas funerarias son similares aunque comienzan a existir enterramientos colectivos. Los
enterramientos secundarios siguen realizándose, aunque los escondrijos de cráneos también disminuyen.

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En cuanto a la subsistencia, la actividad cinegética pasa a un segundo plano en comparación con la fauna
domesticada.

5.2-. EL NEOLITICO CERÁMICO

La cerámica se comienza a utilizar de manera sistemática desde el séptimo milenio, con la implantación de
la producción de alimentos consolidada. Su primera ventaja es el poder almacenar líquidos y que fueron
empleados para cocinar, así como que el procesado de cereales también se hizo más suave, aunque tal vez
fuera más influyente la posibilidad de realizar procesos de fermentación y el uso de bebidas alcohólicas
como elemento catalizador en rituales y sociales.

Otro importante cambio fue en la manera de gestionar el ganado, se empezó a explotar otros recursos
ofrecidos por los animales (“Revolución de los productos secundarios”), así las ovejas y cabras ofrecían
carne pero también leche que era convertida en queso o yogurt, y generaban lana. Además el ganado
vacuno podía ser empleado como animal de tiro en arados y carros.

Entre el 7.500 – 6.000 BP, la diversidad cultural fue mayor, destacando 4: Yarmukiense, Neolítico de
Anatolia, la cultura de Halaf y Samarra en los Zagros y Taurus.

5.2.1-. EL YARMUKIENSE
Localizado en la estrecha franja entre el Mar Muerto y el lago Tiberias ocupando parte de Israel y Jordania.
Existe una intensificación en la actividad productora y los asentamientos poseen mayor extensión. La
cerámica es pintada e incisa, y las viviendas son circulares o rectangulares, produciéndose una dispersión
de la población.

No hay espacios específicamente consagrados a los rituales, así, los enterramientos son escasos pero de
una gran diversidad de ritos: individuales y colectivos, con ajuar o sin él, bajo el suelo de las habitaciones o
en cistas en el exterior. Por su parte, las figuritas aparecen escasamente representadas

5.2.2-. EL NEOLITICO DE ANATOLIA

Ubicada en la llanura de Anatolia con unas precipitaciones que permiten el cultivo de cereal.
Económicamente dependían de la agricultura de cereal y leguminosas, además del lino, siendo la ganadería
de ovicápridos, ganado vacuno y cerdo.

Sigue la talla de obsidiana mediante percusión directa y presión, la cerámica es monocroma, negra y
escasamente decorada. Por su parte, la industria ósea es muy abundante y variada y comienzan a aparecer
los objetos en cobre nativo martilleado.

Los poblados son monolíticos, es decir, unas casas adosadas a otras sin espacios intermedios ni calles,
teniendo la entrada por el tejado, las paredes enlucidas en cal y en el interior había estructuras como
bancos corridos, hogares, etc…

El aspecto más importante de la cultura es el simbólico con representaciones de toros y de figuras

femeninas. Los toros son de gran tamaño y se asocian a lo masculino. Las representaciones femeninas se
asocian con la diosa madre, con la fertilidad, por lo que poseen los atributos sexuales muy marcados y en
acciones muy explicitas relacionadas con la fertilidad. En las etapas finales destacan pequeñas figuras en
terracota, yeso y otras materias primas.

Socialmente se observa cierta estratificación social, así, en los enterramientos se observan diferencias en el
ajuar dependiendo del sexo del difunto.

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5.2.3-. LA CULTURA DE SAMARRA

Se ubica en la zona meridional de Mesopotamia, desde los montes Zagros hacia el sur, con su esplendor en
la segunda mitad del sexto milenio antes de Cristo.

Los poblados son complejos en su estructura y de gran tamaño, con una plaza central en la que
desembocan los accesos de la ciudad. Algunas casas están estructuradas en torno a un patio central, y en
algunos yacimientos se encuentran rodeadas por un foso y una muralla de adobe. Las casas son de planta
rectangular, con numerosas estancias de tamaño variable y contrafuertes en los muros que indican la
presencia de un piso superior.

Los enterramientos se realizan mediante inhumación, diferenciando entre adultos e infantiles. Estos
últimos se suelen enterrar en grandes vasijas y acompañados de pequeñas figuras.

Su economía se basa en la ganadería de bóvidos y ovicápridos y, en menor medida, los cerdos, aunque lo
más importante es que existen pruebas del uso de la irrigación a gran escala que se debe, en parte, al
cultivo de especies de cereal que necesitan gran cantidad de agua para su crecimiento. Los recursos
fluviales como la pesca y la recolección de moluscos son también relevantes.

5.2.4-. LA CULTURA DE HALAF

Se desarrolla entre el Éufrates y los Zagros, entre el sexto milenio antes de Cristo e inicios del quinto.
Presenta una amplia dispersión en su segunda mitad en parte a los cambios socioculturales que llevaron a
las primeras jefaturas, apoyados, en parte, a las mejoras en los transportes y de los animales de tiro
empleados.

Los asentamientos no son demasiado grandes, componiéndose de estructuras circulares de adobe con
techumbre cupular. Estas edificaciones en ocasiones forman agrupaciones de casas circundadas por un
muro a modo de muralla.

La base de la economía es la agricultura con los cereales, leguminosas y el lino, así como la ganadería con la
explotación de bóvidos, ovicápridos y suidos. Hay que añadir la caza de onagros, ciervos y pesca fluvial

La cultura material está dominada por la cerámica con vasijas carenadas de bordes abiertos y copas de pie
largo, con decoración pintada en rojo o negro y con motivos geométricos, vegetales o zoomorfos.

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