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FACULTAD DE INGENIERIA
ESCUELA DE INGENIERIA CIVIL
Los valores límites estimados (VLE) comúnmente utilizados en el diseño de estructuras para el
control de agua son la precipitación máxima probable (PMP), la tormenta máxima probable (TMP)
y la creciente máxima probable (CMP), a pesar de que sería posible desarrollar otros VLE como
criterios para diferentes tipos de diseños hidrológicos. La PMP proporciona solamente una
profundidad de precipitación, cuya distribución temporal debe definirse para formar una TMP. La
TMP puede utilizarse como entrada a un modelo de lluvia-escorrentía de un sistema de drenaje
de cuencas, el cual puede utilizarse posteriormente para desarrollar una CMP para el diseño de
estructuras de control de escorrentía.
l. Aplicación de modelos de tormenta. Los modelos de tormenta pueden utilizarse para estimar
la PMP donde no exista suficiente información de tormentas o ésta no sea representativa, o
donde existe una topografía abrupta que complica el fenómeno de la tormenta y hace que la
medida de precipitación sea difícil. Cuando los efectos orográficos y convectivos ocurren en
forma simultánea, los dos tipos de modelos pueden superponerse.
El uso de modelos de tormenta es más eficiente para determinar la PMP en grandes áreas que
en áreas pequeñas. Sobre un área grande el principio de continuidad puede aplicarse más
fácilmente utilizando velocidades medias del flujo de entrada y de salida, y el contenido de
humedad del aire entrante puede definirse a partir de la temperatura del punto de rocío que
persista durante un tiempo considerable (usualmente 12 horas). Es más difícil definir estos
factores para las tasas de precipitación extremas que ocurren localmente y durante periodos
cortos. Por consiguiente,
a pesar de que los modelos de tormenta pueden indicar la magnitud de la precipitación que puede
esperarse, deben calibrarse cuidadosamente a partir de los datos de tormentas observadas en
la región de interés antes de utilizarse en diseños.
La TMP, o tormenta máxima probable, involucra la distribución temporal de la lluvia. Los valores
de TMP generalmente están dados como profundidades máximas acumuladas para cualquier
duración especificada. Por ejemplo, las profundidades dadas para 6, 12, 18 y 24 horas
representan en forma típica la profundidad total para
cada duración y no la secuencia temporal en la cual ocurre la precipitación.
Con el fin de desarrollar el hietograma de una TMP, es necesario conocer las distribuciones
espaciales y temporales de la PMP. Hansen, Schreiner y Miller (1982) esbozaron, en el reporte
hidrometeorológico No. 52 (HMR 52), un procedimiento para determinar la TMP para áreas de
los Estados Unidos localizadas al este del meridiano 105.
Con el propósito de modelar la escorrentía máxima, es necesario investigar diferentes
secuencias temporales críticas de incrementos de PMP. En general, la distribución temporal
crítica de los incrementos de PMP se determina utilizando la experiencia y la información
disponible, tal como la que se obtiene de mapas climáticos de tormentas históricas críticas. Una
secuencia comúnmente adoptada es la distribución temporal más avanzada, es decir, aquella
que comienza con la mayor cantidad y continúa con incrementos decrecientes.
La CMP es la mayor creciente que puede esperarse suponiendo una coincidencia completa de
todos los factores que producirían la máxima lluvia y la máxima escorrentía. Esta creciente está
basada en una PMP y por consiguiente su frecuencia no puede determinarse. Desde el punto de
vista económico, usualmente es prohibitivo diseñar una estructura para la CMP, con excepción
de los vertederos de grandes presas cuya falla podría producir daños excesivos y pérdidas de
vidas humanas. Por consiguiente, una forma pragmática utilizada en muchas situaciones de
diseño es no
definir la creciente de diseño como el valor límite estimado, sino disminuir éste en un determinado
porcentaje que es función del tipo de estructura y de su amenaza en caso de falla. Con este
propósito, en el diseño realmente se utiliza un evento de creciente que corresponde a la creciente
máxima que puede esperarse razonablemente, teniendo en cuenta todas las condiciones
pertinentes de localización, meteorología, hidrología y topografía. Esta creciente de diseño puede
determinarse analíticamente como la creciente causada por la mayor tormenta histórica
transpuesta y su magnitud puede ser una fracción del VLE.
En la práctica, la creciente de diseño usualmente se conoce como creciente estándar de proyecto
(CEP). La CEP se estima al utilizar una modelación de lluvia-escorrentía aplicando el método del
hidrograma unitario a la tormenta estándar de proyecto (TEP), la cual es la mayor tormenta que
puede esperarse en forma razonable.
La TEP puede deducirse a partir de un análisis detallado de los patrones de tormenta y una
transposición de tormentas a posiciones que produzcan las máximas escorrentías. Para un área
de drenaje particular y una estación del año en la cual el derretimiento de nieve no sea de interés,
el estimativo de la TEP debería representar la relación profundidad-área-duración que produzca
la creciente más severa y el patrón de isoyetas de cualquier tormenta que razonablemente se
considere como característica de la región. Deben considerarse las características de escorrentía
de la cuenca y cualquier estructura para el control de aguas en ésta. Cuando el derretímiento de
nieve constituya un volumen sustancial de la escorrentía para el hidrograma de la CEP, deben
tenerse en cuenta dichos derretimientos en el estimativo. Cuando las crecientes
predominantemente son el resultado del derretimiento de nieve, el estimativo de la CEP debería
basarse en las combinaciones más críticas de nieve, temperatura y pérdida de agua,
consideradas como razonablemente características.
Estimativos pasados han indicado que las magnitudes de la TEP y los caudales de la CEP
generalmente se localizan en el rango del 40 al 60% del VLE para la misma cuenca.
En algunos casos el estimativo de la CEP puede tener mucho que ver en el diseño de un proyecto
particular; en otros casos este estimativo puede servir solamente como una indicación del grado
de protección parcial propuesto para el proyecto. Los estimativos de la CEP se hacen sólo para
estructuras intermedias y grandes debido a que necesitan un esfuerzo considerable en los
estudios