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LA TRISTE EXPERIENCIA DE CARLITA

Como cada mañana Carlita y su madre se dirigían a su pequeño puesto de periódicos,


el cual era el único sustento de su hogar ya que ellas Vivian solas.
Carlita ofrecía caramelos en los micros para ayudar a su madre de pronto al quedarse
en el primer paradero algo le llamo la atención. Fue un hermoso restaurante el cual
pensó que sería ideal llevar a su madre a almorzar por su cumpleaños.
- No será fácil, lo sé, pero veré la forma de obtener el dinero suficiente para darle
un momento de alegría a mi madre, se lo merece.
Al sentirse emocionada se le ocurrió una idea no solo vender caramelos, sino que
también cantar, afortunadamente le daban mas de una propina adicional por su
melodiosa voz y humildad que la caracterizaba. Pasado los días se dio cuenta que
ahorro las suficientes monedas para llevarle a almorzar a su madre.
Al retornar a su casa se encuentra con su amigo Robert, le comenta lo que tenia
pensado realizar por el cumpleaños de su mamá.
- Me puedes ayudar a contar las monedas que he obtenido con tanto esfuerzo
en estos días.
- Claro que si amiga Carlita con mucho gusto respondió Robert.
Al notar que ella juntaba la cantidad de monedas que tenia en un billete falso se
aprovecho de la ignorancia de la pequeña y decide intercambiarlo y deshacerse
del billete que había encontrado en la calle.
Muy astuto le dijo: - Amiga Carlita son demasiadas las monedas que tienes, si te
llevas todas esas monedas se te puede caer o peor aun notarían que tienes
muchas monedas y te las robarían por ello que te parece si hacemos un
intercambio te doy el billete que no pesa nada y es más fácil de llevar y guardar
que nadie notaria de el.
- Está bien, acepto amigo Rober es una buena idea, dijo Carlita muy confiada….
El gran día había llegado muy entusiasmada convence a su madre y le pide que se
arregle y le acompañe a un lugar, muy pensante la madre se preguntaba ¿A donde
iremos? ¿Qué querrá mostrarme? ¿Qué lugar será?, pues ella misma había
olvidado su cumpleaños.
Al llegar al restaurante le dice lo que había tenido planeado por su día al mismo
tiempo que le dice que no se preocupe de los gastos que ella había ahorrado un
billete que solventaba los gastos de un almuerzo para dos.
La madre muy feliz no creía lo que había hecho su pequeña hija por ella, la toma
de la mano y se dirigen a una mesa en la cual son atendidas muy bien, durante el
almuerzo la madre de Karla le dice que le cuente con detalle cómo había obtenido
el dinero, entre risas y llanto ya era el momento de retirarse, Carlita pide la cuenta,
pues eran 100 soles lo que solventaba la cuenta para dos.
- Un momento señorita iré por su vuelto le dije el mesero.
Al llegar a la caja verifican que el billete era falso, automáticamente pican el billete
y ya el dueño del restaurante se rige a la mesa donde ellas ocupaban un poco
molesto le dice:
- Señora vinieron a almorzar a un reconocido restaurante y a la hora de cancelar
la cuenta con el único billete que tenía, lo rechazamos porque es falso.
La tristeza se apodero de la pequeña, le conto lo sucedido al dueño del
restaurant y se echó a llorar.
- Tranquila hija esto se solucionará dijo la madre de Carlita.
- Señor disculpe lamento este incidente, no cuento con el dinero para cancelar
este almuerzo, pero si usted me lo permite puedo lavando los servicios,
haciendo el aseo o ateniendo a la gente de aquí para a si de esta manera
pueda pagar la cuenta.
Muy conmovido el dueño de aquel restaurant por lo que le había contado la
pequeña y lo que estaba dispuesta la madre de Carlita hacer para solventar el
gasto decide no cobrarle absolutamente nada e incluso le da una de las tortas que
se mostraba en la vitrina de aquel reconocido restaurant.
Muy Agradecidas la pequeña y su madre abrazan al dueño del restaurant con una
enorme sonrisa en el rostro se retiran del restaurant.
Al llegar a su casa como de costumbre Carlita le canta a su madre y juntas soplan
la vela.
de pronto se pone muy triste la pequeña pues aun no podía creer lo que le había
hecho su amigo Robert. Era muy difícil de aceptarlo sucedido, ella lo consideraba un
verdadero amigo, tomando a si la penosa decisión de alejarse de él y no volverlo a ver
pues solo confiaría en su madre. Desde muy pequeña aprendió una gran lección no
confiar plenamente en alguien pues este se puede ser un lobo disfrazado de cordero.

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