VERDADEROS CREYENTES
Para contestar
HECHOS 19:1-7
Introducción
Hay una gran diferencia entre una flor artificial, y
una flor real. Una siempre es igual; no cambia, no
crece; no se marchita. Una flor verdadera sí
cambia; puede crecer o marchitarse. Es ¡REAL!
Historia de Salomón – usando una abeja para
establecer cual era la flor real.
Aplicación: debemos ser reales, atrayentes…
¿CÓMO PUEDO SER UN VERDADERO CREYENTE?
LAS MARCAS DE UN VERDADERO CREYENTE
1. LA IMPORTANCIA DEL NUEVO
NACIMIENTO (v.1-2)
El ministerio de Pablo era apostólico; eso significa
que él se dedicaba a predicar el evangelio en
‘campos blancos’, donde Cristo no era conocido
(Rom 15:20). Sin embargo, cuando llegó a la
ciudad de Éfeso, halló a un grupo de personas que
Lucas describe como “discípulos” (v.1).
Aunque Lucas no lo menciona, el contexto parece
indicar que estas personas eran el fruto del
ministerio de Apolos en esa ciudad (Hch 18:24-25).
Luego de haber pasado unos días con estos
“discípulos”, Pablo les hizo una pregunta
interesante: “¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando
creísteis?” (v.2a). ¿Por qué les hizo esa pregunta?
Al parecer, no estaba seguro que eran verdaderos
creyentes. Esos “discípulos” eran muy diferente a
los creyentes en Tesalónica (ver 1 Tes 1:2-10). En
ese caso, Pablo estaba totalmente convencido de la
realidad de su conversión espiritual (v.4), por los
cambios que vio en ellos (v.6-10). Lo mismo fue
cierto de los creyentes en Filipos (Fil 1:6).
Pero en Éfeso, la cosa era muy diferente. Al pasar
tiempo con estos “discípulos”, Pablo comenzó a
tener ciertas dudas en cuanto a su conversión, o
nuevo nacimiento.
¿Qué es el Nuevo Nacimiento?
esa pregunta tenemos que ir a Juan 3:1-5. En ese
pasaje, el Señor explica a Nicodemo la importancia
del Nuevo Nacimiento. La Biblia enseña que todo
ser humano está separado de Dios, por el pecado;
no sólo separado, sino sin entendimiento espiritual.
Peor que eso, Pablo afirma que estamos ‘muertos’
espiritualmente (Efe 2:1-3). Para que tengamos
vida espiritual, Dios tiene que hacer una obra
dramática en nosotros – tiene que darnos VIDA
(Efe 2:4-5). Es el Nuevo Nacimiento que nos
transforma, y nos ayuda a ser la persona que
debemos ser. Al preguntar a los “discípulos” en
Éfeso si habían recibido al Espíritu Santo cuando
creyeron el mensaje de Apolos, Pablo estaba
preguntando se realmente habían nacido de nuevo
o no.
ADVERTENCIA: Hay mucha gente en las iglesias
que son como esos “discípulos”. Han escuchado el
mensaje; en cierta manera, han creído el mensaje.
Pero, sus vidas no muestran un cambio
radical. ¿Seremos así nosotros?
2. LA IMPORTANCIA DE LA DOCTRINA
CRISTIANA (v.3-5)
Ante la pregunta de Pablo, los “discípulos” en Éfeso
respondieron, ‘NO’; “ni siquiera hemos oído si hay
Espíritu Santo” (v.2b). Sus palabras indican que
aquí había una falta importante en su
conocimiento.
Pablo comenzó a indagar más (v.3a), y dio con el
problema (v.3b). No habían escuchado el
verdadero evangelio; no escucharon el
evangelio completo. “el bautismo de Juan” era
simplemente el mensaje del arrepentimiento. Ellos
habían entendido la importancia de reconocer sus
pecados, y dejarlos. Pero había un problema – no
conocían el mensaje completo de Juan (ver Lucas
3:16). Juan sólo podía bautizar en señal del
arrepentimiento de las personas; pero no podía
ayudarles a cambiar. Para eso, necesitaban otro
bautismo – el bautismo en el Espíritu Santo; es
decir, el nuevo nacimiento.
Lo que a Apolos le faltó enseñar, lo hizo Pablo
(v.4); y eso produjo en ellos un verdadero
compromiso (v.5). Entendieron su necesidad de un
mayor cambio en sus vidas; entendieron la
necesidad de algo que ellos mismos no podían
hacer. Dependían de una obra que sólo Dios podía
hacer.

ADVERTENCIA:

i. Para la Iglesia. Si no enseñamos bien el

evangelio, podemos producir
‘convencidos’, pero no ‘convertidos’. Es
tan importante predicar el verdadero
evangelio (Rom 1:16).

ii. Para los que asisten a la iglesia, y se

consideran “discípulos”. No basta con
ser sinceros o fervientes (como Apolos lo
fue); no basta con haber creído cierta
parte del evangelio. Lo que necesitamos
es tener todo el evangelio; la ‘sana
doctrina’. La que nos puede hacer
sabios para la salvación.

3. LA IMPORTANCIA DEL PODER DEL

ESPÍRITU SANTO (v.6)

Lo interesante en este caso es que luego de su

bautismo, Pablo oró por estos nuevos creyentes, y
ellos recibieron una nueva manifestación del
Espíritu Santo. ¡Pablo no hacía eso siempre! Aquí
había una situación especial. Los nuevos creyentes
necesitaban saber que algo dramático había
ocurrido en sus vidas, al creer el verdadero
evangelio. Por eso hubo una manifestación
externa.

Lo que Dios quería enseñarles era que la vida

cristiana no consiste de una doctrina que se
aprende, sino de un poder personal que se
experimenta, y que produce cambios en la vida.

EJEMPLO: Juan Wesley

Lo importante no era las manifestaciones del

Espíritu Santo (v.6b), sino la realidad de Su
presencia en ellos.

Conclusión (v.7)

¿Hemos experimentado el poder del Espíritu Santo

en nuestras vidas? ¿Lo estamos experimentando
ahora?