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Silencio

Quizás Dios quiere silencio...

¿Cómo es esto, si necesitamos hablarle y escucharlo? ¿Cómo es esto, si somos


músicos y precisamente le adoramos con melodías vocales e instrumentales?

Es cierto, Dios quiere escuchar nuestra adoración. Esa adoración en la cual nuestro
corazón se abre y expresa lo que siente en su interior. Aquella adoración en la cual
exaltamos sus hermosas e incomparables cualidades; donde agradecemos lo que Él ha
hecho por nosotros.

Cantares 2:14 dice: ...hazme oír tu voz; porque dulce es tu voz... Dios anhela y ama
escuchar nuestra adoración.

Pero me gustaría compartirte una experiencia que marcó mi adoración.

¿Alguna vez adoraste en silencio?

No hay ningún ruido, sólo dejas que Dios se manifieste como desee.

Y cuando llega ese momento, donde Él se hace notar que verdaderamente está..., para
qué haber palabras, la Presencia de Él lo dice todo.

¿Cómo poder hablar? Si lo único que se siente es un nudo enorme en la garganta. Solo
pensás en tu interior "Dios mío acá estoy..., no sé que decir".

Sabes qué, intenté decir muchas cosas, pero todas me parecían incoherentes, o mejor
dicho no llegaban a decir nada, entonces sentí que mejor sería callar.

Fue increíble, algo nuevo me sucedió. No fue un clic, sino un crack en mi adoración.

Entendí, de ésta manera, otro sentido de esperar en silencio... según como dice
Lamentaciones 3:26. Dios se hace conocer en silencio. Puedo decir que Dios se puede
adorar en el silencio.

Por ultimo, para reflexionar... Sofonías dice: Jehová... callará de amor... por su pueblo

Si Dios, siendo tan poderoso en su divinidad se callará de amor por nosotros, cómo no
nosotros siendo hombres insignificantes ante la presencia de Él?

Cuando entres en la presencia del Señor, trata de no decir nada..., deja que el silbo
apacible se escuche. Él ama el silencio de corazón a corazón, donde dejas que sólo
hable tu alma.

Tu corazón se conforta, se levanta y toma fuerzas para seguir predicando con tu


instrumento del amor de Dios hacia todos los que te rodean. Disfruta la oportunidad de
tomar una herramienta valiosa para buscar su hermosa Presencia.
Oración de un Líder.
Señor, dame un músico que además de saber tocar su instrumento o cantar, sepa estar
en comunión contigo cada momento de su vida.

Señor, dame un músico que se pase más tiempo orando que ensayando.

Señor, dame un músico que te respete lo suficiente, que no se salga del templo cuando
tu palabra es predicada.

Señor, dame un músico que no se moleste cuando alguien toca en su lugar, sino que
apoye y anime a los nuevos integrantes, aportando sus conocimientos y experiencia para
bien de tu obra.

Señor, dame un músico que no ensucie tu altar. que cuando tenga algún impedimento
para ministrar, sea sincero y se siente a escuchar y ser ministrado.

Señor, dame un músico que no toque para él, sino para ti.

Señor, dame un músico del cual se pueda decir que el volumen de su fe y sus acciones
es mayor que el volumen de su instrumento.

Señor, dame un músico que sea puntual, que no se robe el tiempo de los demás, que
llegue temprano a los ensayos y los cultos. que tenga respeto por la gente que ministra y
por sus compañeros.

Señor, dame un músico que viva lo que habla, que haga lo que dice, que sea lo que tu le
has mandado ser. Que sueñe más con perfeccionar su vida espiritual que su técnica
musical.

Señor, dame un músico que antes de afinar su instrumento y su garganta, afine su vida y
la ponga a tono con tu voluntad.

Señor, comienza conmigo, es urgente, para que tu Santo nombre sea conocido en toda
la tierra.

Anónimo

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