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Enero

20
Lección

03

Enfrentando la
oposición real
 Review and Herald, 27 de julio de 1897
 Conflicto y valor, pág. 89
1
Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón,
1 para que saques de Egipto a mi pueblo, los
hijos de Israel… Y oirán tu voz; e irás tú, y los
ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis:
Jehová el Dios de los hebreos nos ha
encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora
camino de tres días por el desierto, para que
ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios.
Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir
sino por mano fuerte.
Se le ordenó a Moisés que reuniera primero a
los ancianos de Israel, a los más nobles y
rectos de entre ellos, a los que habían
lamentado durante mucho tiempo su
servidumbre, y que les declarase el mensaje de
Dios, con la promesa de la liberación. Después
había de ir con los ancianos ante el rey,…
“A Moisés se le había prevenido que Faraón se
opondría a la súplica de permitir la salida de
Israel. Sin embargo, el ánimo del siervo de Dios
no debía decaer; porque el Señor haría de ésta,
una ocasión para manifestar su poder ante los
egipcios y ante su pueblo. ‘Empero yo
extenderé mi mano, y heriré a Egipto con
todas mis maravillas que haré en él, y
entonces os dejará ir.
Éxodo 3:10, 18, 19; Patriarcas y profetas, pág. 258
2
Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y
2 le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a
mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.
Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo
oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a
Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. Y ellos dijeron:
El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos,
pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y
ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, para
que no venga sobre nosotros con peste o con
espada. Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y
Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su
trabajo? Volved a vuestras tareas. Dijo también
Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora
mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus tareas.
‘¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz? Yo no
conozco a Jehová’. Desde el principio hasta el fin, la
oposición del faraón al mandato divino no fue
resultado de la ignorancia, sino del odio y de un
espíritu de desafío.
De todas las naciones mencionadas en la historia
de la Biblia, fue Egipto la que con más osadía negó
la existencia del Dios vivo y se opuso a sus
mandamientos. Ningún monarca resistió con tanto
descaro a la autoridad del cielo, como el rey de
Egipto.
Éxodo 5:1-5; Patriarcas y profetas, pág. 303, El conflicto de los siglos, pág. 272
3
Otra vez Moisés y Aarón entraron en los
3 3 salones del rey de Egipto. Allí,
señoriales
rodeados de altas columnas y relucientes
adornos, de bellas pinturas y esculturas de
los dioses paganos, ante el monarca del
reino más poderoso de aquel entonces,
estaban de pie los dos representantes de la
raza esclavizada, con el objeto de repetir el
mandato de Dios que requería que Israel
fuera librado. El rey exigió un milagro, como
evidencia de su divina comisión. Moisés y
Aarón habían sido instruidos acerca de cómo
SEÑALES Y MARAVILLAS EN EL CIELO

proceder en caso de que se hiciera semejante


demanda, de manera que Aarón tomó la
vara y la arrojó al suelo ante el faraón. Ella
se convirtió en serpiente. El monarca hizo
llamar a sus ‘sabios y hechiceros’, y ‘cada
uno echó su vara, las cuales se volvieron
culebras; pero la vara de Aarón devoró las
varas de ellos’. Entonces el rey, más decidido
que antes, declaró que sus magos eran
iguales en poder a Moisés y Aarón; denunció
a los siervos del Señor como impostores, y
se sintió seguro al resistir sus demandas. Sin
embargo, aunque menospreció su mensaje,
el poder divino le impidió hacerles daño.
Éxodo 7:1, 2, 10-13; Patriarcas y profetas, pág. 237
4
Por tu dureza y por tu corazón no arrepentido,
4 atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la
revelación del justo juicio de Dios.
El faraón deseaba justificar la terquedad que
manifestaba al resistirse al mandato divino, y buscó
algún pretexto para menospreciar los milagros que
Dios había hecho por medio de Moisés… Mediante la
obra que realizó por intermedio de los magos, hizo
aparecer ante los egipcios a Moisés y Aarón como
simples magos y hechiceros, y así hizo desmerecer al
mensaje de un ser superior. La falsificación satánica
logró su propósito; envalentonó a los egipcios en su
SEÑALES Y MARAVILLAS EN EL CIELO

rebelión y provocó el endurecimiento del corazón del


faraón contra la convicción del Espíritu Santo.
Él [el agente humano] puede elegir ser inspirado y
controlado por Satanás, apartarse de todos los sanos
principios. Sin embargo, será juzgado como uno que
podría haber usado todas sus facultades al servicio
de Dios, pero que se negó a hacer esto, y tomó su
posición bajo el estandarte negro de las potestades
de las tinieblas. Su incapacidad de hacer el bien que
podría haber hecho, si hubiese sido un participante
de la naturaleza divina, será registrada contra él como
una señal de que despreció y descuidó la gran
misericordia y tierna bondad de Dios, rehusándose a
reconocer la demanda de Dios para su servicio.
Éxodo 8:32, Romanos 2:5; Patriarcas y profetas, pág. 238; Testimonios para la iglesia, tomo 5, pág. 653,
Panfleto: An Appeal for Missions, pág. 28
5
Y le dijo Faraón: Retírate de
5 mí; guárdate que no veas más
mi rostro, porque en cualquier
día que vieres mi rostro,
morirás. Y Moisés respondió:
Bien has dicho; no veré más tu
rostro.
Es peligroso abrigar la duda
en el corazón aunque sea por
un momento. Las semillas de
la duda que Faraón sembró
cuando rechazó el primer
milagro, se dejaron crecer y
produjeron una cosecha tan
RECHAZO OBSTINADO A CEDER

abundante que todos los


milagros subsiguientes fueron
incapaces de persuadirlo de
que su posición era
equivocada. Siguió
aventurándose en su propio
camino, pasando de un grado
de indagación a otro, y su
corazón se endureció cada vez
más, hasta que se vio obligado
a contemplar los rostros fríos
e inertes de los primogénitos.
Éxodo 10:28, 29; Testimonios para la iglesia, tomo 5, pág. 255
6
Y se levantó aquella noche Faraón, él y
6 todos sus siervos, y todos los egipcios; y
hubo un gran clamor en Egipto, porque no
había casa donde no hubiese un muerto. E
hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y
les dijo: Salid de en medio de mi pueblo
vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a
Jehová, como habéis dicho. Tomad también
vuestras ovejas y vuestras vacas, como
habéis dicho, e idos; y bendecidme también
a mí. Y los egipcios apremiaban al pueblo,
dándose prisa a echarlos de la tierra;
porque decían: Todos somos muertos.
A través del vasto reino de Egipto, el orgullo
RECHAZO OBSTINADO A CEDER

de toda casa había sido humillado. Los


gritos y gemidos de los dolientes llenaban
los aires. El rey y los cortesanos, con rostros
pálidos y piernas temblorosas, estaban
aterrados por el horror prevaleciente. El
faraón recordó entonces que una vez había
exclamado: ‘¿Quién es Jehová para que yo
oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco
a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel’
(Éxodo 5:2). Ahora, su orgullo, que una vez
osara levantarse contra el cielo, estaba
humillado hasta el polvo.
Éxodo 12:30-33; Patriarcas y profetas, pág. 252
7
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley
7 está en medio de mi corazón.
Oró por segunda vez: Padre mío, si no puede pasar de
mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
No seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la
voluntad del Señor.
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
AGRADÁNDOSE EN HACER LA VOLUNTAD DE DIOS

tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.


No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el
reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos.
Jesús dijo: ‘He guardado los mandamientos de mi
Padre’. ¿Cómo? Como un hombre. ‘He venido para
hacer tu voluntad, oh Dios’. Jesús dijo de sí mismo: ‘El
hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley
está en medio de mis entrañas’. ‘No busco mi voluntad,
mas la voluntad del que me envió, del Padre’. ‘El que
dice que está en él, debe andar como él anduvo’. “La
palabra de Dios choca a menudo con rasgos de carácter
hereditarios y con sus hábitos de vida, pero el oidor
que se asemeja al buen terreno, al recibir la palabra,
acepta todas sus condiciones y requisitos. Sus hábitos,
costumbres y prácticas se someten a la palabra de Dios.
Los mandamientos del hombre finito y falible, se hacen
insignificantes al lado de la palabra del Dios infinito. De
todo corazón y con un solo propósito busca la vida
eterna, y obedecerá la verdad a costa de pérdidas…
Salmos 40:8, Mateo 26:42, Efesios 5:17, Salmos 143:10, Mateo 7:21; El Cristo triunfante, pág. 27,
Palabras de vida del gran Maestro, pág. 40

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