OBJETIVO: Que todo creyente entienda la necesidad de tener paciencia y las
practique frente a las pruebas y sufrimientos de la vida y lleve una actitud cristiana en conformidad con la venida de Cristo.
TEXTO DE MEMORIA: Stg. 5:8
INTRODUCCIÓN: Esta lección tiene estrecha relación con la lección anterior.
Los esclavos o jornaleros que eran objeto de abuso y explotación por parte de los ricos opresores, estaban afligidos y amargados en sus corazones tanto así, que anhelaban vengarse de sus opresores por la rebelión y la violencia. Sin embargo por el contenido del mensaje estas personas eran cristianas, por esta razón, Santiago les instruye cómo hacer frente a este sufrimiento.
I. PONIENDO EN PRACTICA LA PACIENCIA.
1.1. Los opresores serán castigados, pero los oprimidos deben esperar en Dios, el juez justo. Stg 1:4 En vez de tomar venganza, encomienden su causa a Dios. Rom. 12:19 1.2. Esto no significa que no pudieran denunciar la injusticia sino que advierte no usar la violencia porque solo, empeorarían el clima social que ya estaba tenso. 1.3. En este caso, la cosecha se convierte en una imagen del día del juicio. El cristiano fiel debe ser como el labrador que espera con paciencia el precioso fruto de su siembra aguardando con esperanza hasta la venida del Señor quien es el juez justo quien nos recompensará a cada uno según nuestras obras. Hech. 17: 31; 2 Tim 4:1; 1 Pd. 4:5 1.4. La Biblia enseña: “Que todo lo que el hombre sembrare eso también segará” Entonces los ricos opresores también cosecharán los frutos de juicio y condenación por las injusticias que sembraron. Gál. 6:7
II. AFIRMANDO NUESTRO CORAZÓN.
2.1. En vez de vengarnos de nuestros opresores debemos afirmar nuestro corazón en la fe, el amor y en la esperanza. 1Pd. 4:19 2.2. No arrastrarnos ante los tribunales unos a otros tal como los gentiles que no tienen a Dios, sino cada vez estar mejor preparados porque el Señor viene pronto, Él está a las puertas. 2.3. Tomemos como ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas. La mayoría de ellos experimentaron soledad, rechazo, persecución y martirio. Demostraron en todo momento, firmeza, constancia y fidelidad a Dios, a su causa y nunca claudicaron en su fe y cumplimiento de su misión. Mt. 5:12 2.4. No solo debemos recordar a los profetas, sino también a los héroes de la fe como Job. Quien fue y es conocido como hombre de gran sufrimiento, perseverancia y paciencia. Job 1:13 – 22. En virtud a nuestra paciencia y fe, el Señor nos restaura y recompensa al doble de lo que podemos haber perdido. Job 42: 10, 12 – 17 2 III. EVITEMOS JURAMENTOS INÚTILES. 3.1. Parece que estos cristianos querían sustentar sus acusaciones o defensas ante los tribunales con juramentos. 3.2. Los juramentos son confirmaciones verbales que pretenden garantizar los dichos o promesas apelando en este caso, a un testigo divino, lo cual estaba prohibido en la ley. Éx. 20:7; Lev. 19:12 3.3. Un hijo de Dios no necesita jurar porque su palabra debe ser una garantía de credibilidad, “Decir sí o decir no” es lo correcto. Toda afirmación que digamos, que no está en estrecha verdad con la conciencia, es dudosa y hasta falsa puede ser, si es así, está destinado a condenación. Mt. 5:33 – 37
CONCLUSIÓN: Nuestra conducta de hijos de Dios debe manifestarse y lucirse
en el trato que damos a otros y en nuestra práctica de vivir una vida limpia y veraz delante de nuestros semejantes. Si es esta manera de vivir, de seguro que estamos aprobados en esta etapa de vida sobre la tierra, podemos aguardar con toda garantía y paciencia el retorno de Cristo por nosotros. 2