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PRESENTACION

El proceso competencial es una de las tareas más importantes que la constitución le ha

encomendado al tribunal constitucional para conocer los conflictos de competencia, o de

atribuciones asignadas directamente por la Constitución o las leyes orgánicas.

En un país constitucional como el nuestro dónde existe la distribución de poderes es

inminente pensar que no haya un surgimiento de discrepancia entre estos poderes y entidades

estatales de rango constitucional al respecto de sus atribuciones de cada uno de ellos. Desde este

punto es que se plantea el proceso competencial como un procedimiento para llegar a una

solución de dichos conflictos; para lo cual el encargado de resolver estas discrepancias y

conflictos que se susciten en el país está el tribunal constitucional, el máximo representante de

garantizar el cumplimiento de la constitución política.

Dicho esto, presentamos el siguiente trabajo de investigación que se realizó de manera

rigurosa y sencilla para el mejor entendimiento de cada uno de los lectores.

LOS ALUMNOS
INDICE
PRESENTACION ...................................................................................................................... 1

INTRODUCCION ..................................................................................................................... 1

EL PROCESO COMPETENCIAL ............................................................................................ 2

I.CAPITULO PRIMERO: ANTECEDENTES Y DEFINICION .......................................... 2

1.ANTECEDENTES .......................................................................................................... 2

2. DEFINICION ................................................................................................................. 5

II.CAPITULO SEGUNDO: LEGITIMACION Y REPRESENTACION ............................. 7

1. ARTICULO 109.- .......................................................................................................... 7

2. COMENTARIOS ........................................................................................................... 8

2.5. Víctor Hugo Montoya Chávez .................................................................................. 29

III.CAPITULO TERCERO: PRETENCION ....................................................................... 32

1.ARTICULO 110............................................................................................................ 32

2. COMENTARIO ........................................................................................................... 33

IV.CAPITULO CUARTO: MEDIDA CAUTELAR ........................................................... 53

1.ARTICULO 111............................................................................................................ 53

2.COMENTARIOS .......................................................................................................... 53

V.CAPITULO QUINTO: ADMISIBILIDAD Y PROCEDENCIA .................................... 58

1.ARTICULO 112............................................................................................................ 58

2.COMENTARIOS .......................................................................................................... 58
VI.CAPITULO SEXTO:EFECTOS DE LA SENTENCIA ................................................. 95

1.ARTICULO 113............................................................................................................ 95

2.COMENTARIOS .......................................................................................................... 96

VI.CONCLUCIONES ........................................................................................................ 107


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INTRODUCCION

El proceso competencial es un conflicto que se da entre los poderes del estado y entidades

estatales con rango constitucional por invasión de atribuciones, o sea, se da cuando uno de estos

poderes o entidades estatales con rango constitucional toma una atribución que no le

corresponde. La presente investigación está dividida en seis capítulos; el capítulo primero trata

de los antecedentes y definición del proceso competencial. El capítulo segundo nos da a conocer

sobre el procedimiento de legitimación y representación de dicho proceso.

El capítulo tercero habla sobre la pretensión de este proceso y siguiendo el orden del código

procesal constitucional en el capítulo cuarto, hablamos de la medida cautelar. la admisibilidad y

procedencia es el tema que tocamos en el capítulo quinto y para terminar nos referimos a los

efectos de las sentencias que más adelante hablaremos en el capítulo sexto.


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EL PROCESO COMPETENCIAL

I.CAPITULO PRIMERO: ANTECEDENTES Y DEFINICION

1.ANTECEDENTES

1.1.Luis Alberto Carrasco García

Nos da a conocer que este proceso constitucional tiene su origen en Europa, en atención al

alto nivel de descentralización territorial que caracterizó a ciertos países europeos, las

experiencias más notables se han producido en países como: Alemania, Italia y España. "este

tipo de problemas que con mayor rigor técnico se entiende como la asignación de

competencias no son nuevos a nivel mundial: en Europa , ya hacia finales del siglo IX, y de

la mano de la instauración de Estados federales y con un alto nivel de descentralización

territorial cercano al federalismo comenzarán aparecer algunas controversias sobre cuáles son

las competencias correspondientes a la Federación y cuales corresponden a los que, si entrar

en detalles de denominación , genéricamente podemos llamar Estados federados". En el

sistema americano, no existe propiamente una institución de esta naturaleza, sin embargo, la

resolución material del conflicto se le atribuye al poder judicial mediante los procesos

ordinarios. En Alemania, la Constitución de WEIMAR de 1919 considero esta figura con la

creación del tribunal de conflictos de los Estados.

Como tal en Estados de estructura federal, como los Estados Unidos de Norteamérica,

Argentina, México, Venezuela y Brasil el conflicto de competencia de desarrolla dentro del

sistema del control difuso a nivel de la corte suprema.

En el Perú los antecedentes de resolución de conflictos entre órganos del estado por

competencias aparecen en el artículo 150 de la Constitución de 1920: " corresponde a la corte

suprema resolver las competencias que se susciten entre el poder ejecutivo y los concejos
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provinciales en el ejercicio de sus funciones autónomas”. Y en la Constitución de 1933,

artículo 154* inciso 13. Atribuciones del presidente: " resolver los conflictos que se

produzcan entre los consejos departamentales"

En el debate de la constitución de 1979, se propugnó un esquema des centralista, que, con

el desarrollo legislativo de la pretendida regionalización, suscitó insoslayables conflictos entre

el gobierno central y los gobiernos locales o regionales.

La ley de bases de la regionalización Nro. 24650, en el artículo 71 prescribía: " los

conflictos entre un gobierno regional y un gobierno local, entre gobiernos regionales, y entre

un gobierno regional y el gobierno central son resultados por la corte suprema”.

1.2. Alfaro Pinillos Roberto

Este proceso tiene su origen en Europa. Las experiencias más destacadas sean dado

en ciertos países: Alemania, Italia y España., Otros modelos, como el americano, si bien no

contemplan una institución de esta naturaleza, atribuyen la resolución material del conflicto

al Poder Judicial. (En Alemania La Constitución de Weimar de 1919 prevé esta figura y en

1921 se creó el Tribunal De Conflictos de los Estados). En la Constitución Austríaca de

1920se creó el Tribunal Constitucional al cual se le asignó además de realizar el control de la

constitucionalidad de las leyes, la tarea de resolver los conflictos de atribuciones. En países de

estructura federal, como los estados unidos de Norteamérica, Argentina, México, Venezuela y

Brasil, se incorpora el conflicto de competencia dentro del sistema de control difuso en el

nivel de la Corte Suprema. En países de estructura unitaria centralista, como Bolivia y

Paraguay, se consagra no solo la potestad de las Cortes Supremas de resolver conflictos de

competencia entre jurisdicciones, sino algunas controversias territoriales y/o funcionales e


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entre Órganos constitucionales.- En el Perú los antecedentes de resolución de conflictos entre

órganos del estado por competencia se encuentran en la constitución de 1920 y 1993.

- Constitución de 1920.- Artículo 150°: "corresponde a la Corte Suprema resolver las

competencias que se susciten entre el Poder Ejecutivo y los Concejos Provinciales en el

ejercicio de sus funciones autónomas".- Constitución de 1933. Atribuciones del Presidente.-

Artículo. 54° inciso 13: "Resolver los conflictos que se produzcan entre los

Consejos Departamentales”. El antecedente más próximo del conflicto constitucional lo

encontraremos en el debate de la Constitución de 1979 y en el desarrollo legislativo de la

regionalización. El novedoso esquema des centralista que asumió dicha constitución provoco

inevitables conflictos, entre el gobierno central y los gobierno locales o regionales, lo que e

intento solucionar con la institución del conflicto de competencia territorial en el árbitro

legal". (ROBERTO, 2007)

1.3. José f. palomino manchego y Harold castillo Veintim illa

El Proceso Competencial es incorporado por vez primera en nuestro ordenamiento

jurídico por la Constitución de 1993, y está contemplado en el inciso 3) de su artículo 202º. En la

anterior Carta Magna de 1979 existía un vacío constitucional en relación con los lineamientos

que se debían seguir para resolver los conflictos 1 que surgían en cuanto a las competencias que

otorgaba la Constitución a los diversos órganos de relevancia constitucional y a los demás órganos

del Estado. Asimismo, se desconocía el órgano o ente competente que debía dirimir tales

controversias. Vacío que en alguna oportunidad intentó ser cubierto por los justiciables

haciendo uso de la en t onces denomina d a Acción de A m par o o la Acción de

Inconstitucionalidad, pero que, a la larga, resultaron ser procesos inidóneos e ineficaces para tal
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finalidad, puesto que se requería de un proceso especial izado donde, exclusivamente, se

diriman dichos conflictos competenciales de índole o relevancia constitucional.

(MANCHEGO & CASTILLO VEINTIMILLA, 2007, pág. 204)

2. DEFINICION

Según a lo dicho de Víctor Hugo Montoya Chávez, el proceso competencial es una

competencia que le ha sido conferido al tribunal constitucional para resolver conflictos de

competencia o atribuciones con rango constitucional y además debe interpretar correctamente el

marco constitucional y legal que les regula.

“Si bien la Constitución hace referencia al conflicto competencial como una atribución del

Tribunal Constitucional quien lo realiza en forma exclusiva y en única instancia, no lo

reconoce explícitamente como una garantía constitucional. Aun así, ha sido reconocido

normativamente como un proceso de carácter constitucional.

Este proceso tiene por objeto velar por el respeto de la distribución de las competencias

estatales previstas en la Constitución, de modo que garantiza la vigencia del principio de

supremacía constitucional e, indirectamente, la continuidad del Estado Constitucional de

Derecho. Se presenta como vía autónoma orientada fundamentalmente a tutelar el orden

constitucional objetivo, tomando en cuenta su dimensión vertical y otra horizontal. El sustento

del conflicto de competencias se encuentra en el respeto del principio de separación de

poderes. Éste no debe entenderse en su concepción clásica, en virtud de la cual la separación

entre los poderes del Estado es tajante y no existe relación alguna entre ellos, sino como un

sistema de control y balance entre los poderes del Estado que contiene relaciones de

coordinación y cooperación entre ellos. Así entendido, el principio de separación de poderes

se constituye en una garantía de los derechos constitucionalmente reconocidos y en un límite


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al poder frente al absolutismo y la dictadura.” (CHAVEZ, EL PROCESO COMPETENCIAL

EN LA JURIPRUDENCIA, (1996-2015))

Luis Alberto Carrasco García coincide en algunas definiciones con Víctor Hugo Montoya

Chávez, al decir que el proceso competencial es una atribución únicamente del tribunal

constitucional y que este a su vez esta para resolver e interpretar correctamente los conflictos

que se susciten en un país como el nuestro.

“Es el proceso constitucional que permite solucionar los conflictos que se produzcan entre los

poderes del estado, organismos constitucionales, gobiernos regionales o municipales, por

intromisión en la competencia o atribuciones de cualquiera de ellos sobre otro, atribuciones

que se encuentran delimitadas por la Constitución y las leyes orgánicas para cada ente.”

(GARCIA)

El autor Ricardo Velásquez Ramírez, sostiene que el proceso competencial es cuando uno

de los poderes del estado o alguna entidad pública toma una decisión que no le compete e

interfiere en la atribución de otros órganos.

“Es un proceso constitucional orgánico que tiende a resolver enfrentamientos que se suscitan

sobre las competencias o atribuciones designadas directamente por la constitución o las leyes

orgánicas que delimitan ámbitos propios de los poderes del estado, los órganos

constitucionales, los gobiernos regionales o municipales. Dichos enfrentamientos se producen

cuando alguno de los poderes del estado o de las entidades públicas toma decisiones que no le

corresponden o rehúye actuaciones que son propias de su competencia, interfiriendo en las

atribuciones de otros órganos que las tienen asignadas por la constitución o las leyes

orgánicas.” (RAMIREZ)
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Por otra parte, Ramiro Bustamante Zegarra también coincide con los comentarios de los

autores anteriores sobre la definición del proceso competencial por ende nos dice que el

proceso competencial es un procedimiento que tiene la finalidad de resolver una disputa por

invasión de competencia o atribución.

“el proceso competencial o controversia constitucional, como se le conoce en algunos

ordenamientos jurídicos de derecho comparado, tiene por objeto resolver un conflicto o

controversia por invasión de competencias o atribuciones otorgadas por la constitución a un

órgano constitucional, es decir, que el tribunal constitucional o quien haga sus veces cumple

la función de garante del reparto de poder.” (ZEGARRA, pág. 822)

Basándose en artículo 202, inciso 3, de la constitución política de Perú Gustavo Gutiérrez da a

conocer que el proceso competencial es el conflicto de competencias que corresponde al tribunal

constitucional resolverlos y además afirma que el objetivo supremo del tribunal constitucional es

garantizar la primacía de la constitución a través de la solución de dichos conflictos. “Se trata de

un proceso de control normativo especial en donde el TC actúa como árbitro, y en el que, como

no podía ser de otra manera, la finalidad suprema garantizar la primacía de la Constitución a

partir de la solución de controversias funcionales o territoriales que pudieran suscitarse entre los

poderes de Estado, los órganos constitucionales autónomos y los gobiernos subnacionales de

carácter territorial.”

II.CAPITULO SEGUNDO: LEGITIMACION Y REPRESENTACION

1. ARTICULO 109.- El Tribunal Constitucional conoce de los conflictos que se susciten

sobre las competencias o atribuciones asignadas directamente por la Constitución o las leyes

orgánicas que delimiten los ámbitos propios de los poderes del Estado, los órganos

constitucionales, los gobiernos regionales o municipales, y que opongan


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1) Al Poder Ejecutivo con uno o más gobiernos regionales o municipales;

2) A dos o más gobiernos regionales, municipales o de ellos entre si o

3) A los poderes del Estado entre sí o con cualquiera de los demás órganos constitucionales, o

a éstos entre sí.

Los poderes o entidades estatales en conflicto actuaran en el proceso a través de sus titulares.

Tratándose de entidades de composición colegiada, la decisión requerirá contar con la

aprobación del respectivo pleno.

2. COMENTARIOS

2.1. Gustavo Gutiérrez -Ticse

El artículo 202°, inciso 3, de la Constitución establece que corresponde al tribunal

Constitucional conocer los conflictos de competencia, o de atribuciones asignadas por el

constituyente a los poderes públicos.

Como Se trata de un proceso de control normativo especial en donde el TC actúa como árbitro

y en el que, como no podía ser de otra manera, la finalidad suprema garantizar la primacía de la

Constitución a partir de la solución de controversias funcionales o territoriales que pudieran

suscitarse entre los poderes de Estado, los órganos constitucionales autónomos y los gobiernos

subnacionales de carácter territorial.

El TC, en propia definición, ha expresado que se trata de un proceso constitucional autónomo

todo predominantemente a la tutela del orden constitucional objetivo, cual se asienta en los
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principios de redistribución tanto de poderes como de órganos constitucionales división

horizontal, sin que ello implique omitir la presencia de la dimensión subjetiva.

En efecto, en otra sentencia, el Alto Tribunal ha explayado dicha postura: "Respecto de los

presupuestos que deben concurrir en los procesos constitucionales de esta naturaleza, este

Colegiado ha establecido también la existencia de un elemento subjetivo que implica que los

sujetos involucrados en el conflicto competencial ostenten la legitimidad especial establecida en

el artículo 109° del Código; es decir, que se trate de poderes del Estado, órganos

constitucionales, gobiernos regionales o municipalidades; y, de otro lado, la existencia de un

elemento objetivo; es decir que la materia objeto del conflicto tenga sustento constitucional o en

las leyes orgánicas que correspondan.

Ahora bien, un proceso competencial no solamente puede darse entre poderes de nivel

horizontal, sino también de carácter vertical. Es decir, cabe la posibilidad de la demanda

competencial tanto entre los poderes del Estado como también entre el gobierno central y un

gobierno municipal, por ejemplo.

Así, en el proceso competencial interpuesto por el Poder Ejecutivo contra la ordenanza

Municipal N° 04-2008-MPF-H/A expedida por la Municipalidad Provincial de Fajardo

(Ayacucho), por medio de la cual se declara como zona intangible toda la jurisdicción territorial

de la Provincia de Fajardo, y en consecuencia, se prohíbe las licencias para la exploración y

explotación minera en la zona; el Alto Tribunal considero que dichas atribuciones son de

competencia del gobierno nacional, tanto, la demanda "debe ser estimada, y por ende, la

cuestionada Ordenanza Municipal 04-2008 MPF-H/A resulta inconstitucional al encontrarse

afectada por un vicio de incompetencia, toda vez que al ser emitida, la emplazada ha ejercido una
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competencia que de manera exclusiva corresponde al Ministerio de Energía y Minas, en

particular, al Instituto Geológico Minero Metalúrgico (INGEMMET) como órgano adscrito a él".

Precisamente para la determinación de las funciones y su titularidad habrá que evaluar

determinados parámetros que le permitan al TC desarrollar y decidir una causa vía el proceso

competencial donde se defina qué competencia corresponde a cada órgano constitucional.

En ese orden de ideas, el TC nos remite a un test de la competencia que debe empezar por

analizar el reparto funcional de competencias a la luz del resguardo del principio de unidad del

Estado, el cual implica la defensa del modelo unitario des centralizado. Asimismo, habrá que

dilucidar la actividad competencia conforme a los principios de cooperación y lealtad regional,

entre otros. A partir de allí el TC sostiene que "se debe utilizar tres fórmulas congruentes con la

búsqueda de la certidumbre competencial, las mismas que están relacionadas con la lista de

materias (se refiere a la lista pormenorizada explicada en la Constitución y en el bloque de

constitucionalidad) y las cláusulas generales (está relacionada con el reparto de funciones

generales entre los distintos órganos constitucionales:

2.1.1. Competencias exclusivas: Son materias asignadas en exclusividad a favor de

organismos constitucionales. Serán positivas si son susceptibles de ser dele negativas son

privativas del órgano respectivo, es decir, no solo exclusivas sino también excluyentes.

2.1.2. Competencias compartidas: Son materias divididas en determinadas áreas de atención,

repartiéndose responsabilidades entre dos o más niveles de gobierno, actividad coherente con los

principios de cooperación y de tutela y control de los organismos constitucionales autónomos,

según se verá luego.


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2.1.3. Competencias delegadas: Son aquellas que un nivel de gobierno delega a otro distinto

nivel, de mutuo acuerdo y conforme al procedimiento establecido en la ley, quedando el primero

obligado a abstenerse de tomar decisiones sobre la materia o función delegada".

Este esquema expuesto por el TC en realidad es muy ilustrativo, y servirá como un medio

para eventuales conflictos. De cualquier manera, la discusión entre estamentos de poder deberá

tener elementos mínimos no solamente para la determinación o decisión final, sino también para

la admisión de una demanda.

En lo que concierne a la capacidad para responder en el proceso competencial tratándose de

conflictos entre órganos constitucionales, estos son los mismos con capacidad activa para obrar,

es decir, los previstos en el presente artículo. (GUTIERRES-TICSE, 2014)

2.2. Ramiro Bustamante Zegarra

El proceso competencial o controversia constitucional, como se le conoce en algunos

ordenamientos jurídicos de derecho comparado, tiene por objeto resolver un conflicto o

controversia por invasión de competencias o atribuciones otorgadas por la constitución a un

órgano constitucional, es decir, que el tribunal constitucional o quien haga sus veces cumple la

función de garante del reparto de poder.

En el Perú, constituye una novedad ´porque la constitución anterior de 1979, no le otorgaba

esta facultad al tribunal de garantías constitucionales. sin embargo, en derecho comparado el

proceso competencial tiene larga data como en Alemania y España. pero en México, por

ejemplo, el órgano encargado de resolver los conflictos de competencia no es el tribunal

constitucional, sino la suprema corte de justicia.

Nuestro tribunal constitucional no ha tenido que resolver muchos procesos competenciales,

generalmente sean producido entre municipalidades por problemas de territorios y concesiones


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de rutas de servicio de transporte público. sin embargo, si lo comparamos con el tribunal

constitucional español, que tiene muchísimas causas surgidas entre el estado y las comunidades

autónomas o de estas entre sí, así como entre órganos constitucionales del estado. Pero estoy

seguro que cuando se consoliden los gobiernos regionales y se tome conciencia de una autentica

descentralización del país, surgirán muchos procesos de esta naturaleza.

No obstante, ello, una sentencia competencial ha causado revuelo en el ámbito jurídico

nacional, con críticas muy severas al tribunal constitucional, me estoy refiriendo al expediente

006-2006-PC/TC (casinos de juego y máquinas tragamonedas) iniciado por el ministerio de

comercio exterior y turismo contra el poder judicial sobre proceso competencial, al haberse

afectado esferas de competencia exclusiva de la demandante y expresamente se solicitaba que:

se determine si el poder judicial tiene facultades para inaplicar normas que regulan las

actividades de los casinos y máquinas tragamonedas, pese a que el tribunal constitucional la ha

declarado constitucionales; y

que se declare la nulidad de las resoluciones judiciales que afecten distintas normas legales,

de manera genérica, la nulidad de todos aquellos supuestos que origina conflictos de

competencia entre el poder judicial y el ministerio de comercio exterior y turismo.

el tribunal constitucional fallo declarando fundad la demanda; en consecuencia declaro nulas

y sin efecto una serie de resoluciones judiciales y dispuso que se remitan copias a la oficina de

control de la magistratura del poder judicial para que proceda conforme a sus atribuciones.

Esta sentencia motivo pronunciamientos de la corte suprema de justicia de la república y de los

29 presidentes de cortes superiores del país, que calificaron la misma de inadmisible en su

esencia y contenido, amparada en una supuesta relación de jerarquía y no de competencia y

arrogándose facultades que no tiene el tribunal constitucional frente a fallos judiciales y deja de
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lado la intangibilidad de la cosa juzgada. así mismo, la editorial palestra publico la obra

denominada “¿guerra de las cortes? a propósito del proceso competencial entre el poder

ejecutivo y el poder judicial” donde aparecen los comentarios, muy críticos, de los doctores Juan

Monroy Gálvez, Jorge Santisteban de Noriega, Ernesto Blume Fortín, Aníbal Quiroga y otros, no

es intención de este trabajo realizar un análisis de la sentencia del tribunal constitucional respecto

a los casinos y máquinas tragamonedas, únicamente ha sido mencionada para demostrar que el

proceso competencial puede ser más complicado delo que parece.

el artículo 202, inciso 3, de la constitución de 1993 establece que corresponde al tribunal

constitucional conocer los conflictos de competencia o de atribuciones asignadas por la

constitución, conforme a ley. Esta norma general y abstracta justamente ha sido desarrollada por

el título IX del código procesal constitucional, materia de comentario.

el proceso competencial tiene por finalidad resolver las controversias que puedan surgir en

torno a la interpretación del reparto de competencias o atribuciones otorgadas, no solo, por la

constitución, sino también por las leyes orgánicas porque a través de ellas se regula la estructura

y funcionamiento de las entidades del estado.

Los conflictos de competencia pueden ser positivos o negativos. Los primeros enfrentan a dos

o más órganos constitucionales entre sí por el ejercicio de una competencia; mientras que los

segundos los enfrenta por negar ambas partes ser titulares de la competencia.

sin embargo, el propio tribunal constitucional sostiene que, si bien es cierto, lo “los típicos”

conflicto positivo y negativo de competencia pueden dar lugar al proceso competencial, también

lo es que cuando el artículo 110 de código procesal constitucional establece que en este pueden

ventilarse los conflictos que se susciten cuando un órgano rehúye deliberadamente actuaciones

“afectando” las competencias o atribuciones de otros órganos constitucionales, incorpora


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también en su supuesto normativo a los conflictos por omisión en cumplimiento de acto

obligatorio, pues no cabe duda de que cuando un órgano omite llevar a cabo una actuación

desconociendo la competencias constitucionales atribuidas a otro órgano constitucional, las

“afecta”. no se trata pues de la disputa por titularizar o no una misma competencia, si no de

aquella que se suscita cuando, sin reclamarla para sí, un órgano constitucional, por omitir un

deber constitucional o de relevancia constitucional, afecta el debido ejercicio de las

competencias constitucionales de otro.

Aunque en principio, pareciera tanto como la constitución como el código procesal

constitucional, utilizan los términos competencias o atribuciones como sinónimos, es decir como

la acción de facultar a un órgano administrativo para poder actuar, confiriéndole el poder jurídico

necesario dentro delos límites legales. sin embargo, ha sido el propio tribunal constitucional

quien se ha encargado de precisar que no son lo mismo, en la sentencia 013-2003.CC/TC2:

“puede entenderse que, en puridad, el termino competencia es utilizado cuando el conflicto

verse sobre gobiernos regionales o municipales, de acuerdo con la lectura de los artículos 191°,

192° y 197° de la constitución, así como lo dispuesto en la ley orgánica de gobiernos regionales,

ley orgánica de municipalidades y ley de bases de la descentralización, en tanto que puede

entenderse por atribuciones a las posibilidades jurídicas de actuación que la constitución y las

normas que la desarrollan, confieren a los poderes y órganos constitucionales del estado.

la competencia hace a un poder conferido por la constitución y demás normas del bloque de

constitucionalidad son aquellas que se caracterizan por desarrollar y complementar los preceptos

constitucionales relativos a los fines, estructura, organización y funcionamiento de los órganos y

organismos constitucionales, amén de precisar detalladamente las competencias y deberes


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funcionales de los titulares de estos, así como los derechos, deberes, cargas públicas y garantías

básicas de los ciudadanos.

en principio, dicho concepto alude a la aptitud de obrar político-jurídico o área de facultades

de un órgano u organismo constitucional, lo cual conlleva a calificar la actuación estatal como

legitima o ilegitima en función de que el titular responsable de aquel hubiese obrado dentro de

dicho marco o fuera de él.

La competencia deviene en la atribución de autoridad otorgada para generar una

manifestación del poder. Su otorgamiento no solo comprende el ejercicio de disposición, sino

también el límite de su uso como potestad. En ese contexto, el estado, a través de uno de sus

órganos u organismos constitucionales puede manifestar válidamente, fruto de una competencia

imperativa o discrecional- según lo dispongan la constitución o las normas del bloque de

constitucionalidad, su voluntad política.

La competencia de los titulares de los órganos u organismos estatales, para realizar actos

estatales válidos, se manifiesta en los ámbitos personal, material, temporal, territorial y procesal.

Al respecto, veamos lo siguiente:

2.2.1. La competencia personal y el acto estatal constitucional

La constitución y demás normas de bloque de constitucionalidad establecen que operadores o

agentes del poder político se encuentran facultados para realizar un determinado acto a nombre y

representación del estado.

En puridad, el sistema constitucional hace referencia a ciertos sujetos denominados

autoridades para que, operando algún órgano u organismo constitucional, sean protagonistas de

ciertas acciones hacia terceros (otras autoridades o gobernados).


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2.2.2. La competencia material y el acto constitucional

La constitución y demás normas del bloque de constitucionalidad establecen que tipo de acto

estatal puede ser realizado por un determinado agente u operador del poder político. en puridad

la asignación de competencias no se reduce a la mención de los sujetos, sino de la conducta que

deben verificar en concreto. es usual que la razón material de la actividad de las autoridades se

expresa en alguna o algunas de las funciones estatales (normar, administrar-ejecutar, dirimir

conflictos, controlar).

2.2.3. La competencia temporal y el acto estatal constitucional

la constitución y demás normas del bloque de constitucionalidad establecen el periodo de

validez del acto estatal ejecutado. en esto casos, la asignación de competencias no se reduce a la

mención de los sujetos, sino a la órbita de validez de las atribuciones en el tiempo. en principio,

la competencia no tiene limitaciones temporales, a menos que la constitución u otra norma

determine que tales atribuciones son categóricamente finitas o accidentales.

2.2.4. La competencia territorial y el acto estatal constitucional

la constitución y demás normas del bloque de constitucionalidad establecen el marco espacial

de validez del acto estatal ejecutado. En virtud de ello, la asignación de competencias no se

reduce a la mención de los sujetos, sino que precisa la órbita de validez intraterritorial de las

atribuciones conferidas. En consecuencia, dicha competencia puede tener un alcance nacional,

regional departamental o local.

2.2.5. La competencia procesal y el acto estatal constitucional

La constitución y demás normas de bloque de constitucionalidad establecen la forma o

mecanismo como deberá realizarse el acto estatal. Por consiguiente, la asignación de

competencias no se reduce a la mención de los sujetos, sino que, además, establece el iter
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político-jurídico administrativo que debe seguirse para conservar la constitucionalidad de un acto

estatal.

La competencia para realizar actos estatales tiene como notas condicionantes las cuatro

siguientes: la indelegabilidad, la taxatividad, la razonabilidad, y la proporcionalidad.

2.2.5.1.la indelegabilidad

la competencia del acto estatal constitucional, es decir, la competencia para realizar actos

estatales, no puede ser objeto de transferencia, cesión o encargo, pues obliga inexcusablemente a

que la atribución conferida sea ejercitada directa y exclusivamente por la autoridad titular del

órgano u organismo a la que se le ha otorgado. siendo así, tal atribución deberá ser ejercida por el

agente u operador encargado de la conducción de ese ente estatal.

2.2.5.2. La taxatividad

El ejercicio de la competencia constitucional está limitado o reducido a lo expresamente

conferido. Esta competencia no puede ser ampliada o extendida en modo alguno. Más aun, las

facultades conferidas a las autoridades de los órganos u organismos estatales son objeto de

interpretación restrictiva.

En el ámbito del derecho constitucional opera el apotegma jurídico que dice que “solo le está

permitido al estado aquello que expresamente le ha sido conferido”, ello a diferencia de lo

dispuesto para la ciudadanía, la que se rige por el principio de que “aquello que no está prohibido

está permitido”.

La competencia asignada puede ser reglada o discrecional.

La competencia estatal reglada es aquella en que la constitución y demás normas del bloque

de constitucionalidad predeterminan en forma concreta la conducta que el operador o agente


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político debe ejecutar, estableciendo expresamente las condiciones, formas y procedimientos que

deberán seguirse.

Esta competencia permite al ciudadano conocer de antemano la decisión que habrá de adoptar

el estado, bastándole para ello situar el supuesto de un hecho dentro del marco de la norma,

principio o práctica constitucional aplicable.

la competencia estatal discrecional es aquella en donde la constitución y demás normas del

bloque de constitucionalidad enuncian el ejercicio de una facultad política, empero dejan en

libertad al operador o agente para elegir el curso del acto estatal; en este caso,, el marco

constitucional no establece condiciones, recaudos o procedimientos específicos, sino solo la

respectiva asignación de facultades, por lo cual el modo, la oportunidad, conveniencia o

inconveniencia de su realización quedan sujetos al criterio político de quien ejerce la

competencia. por este motivo, los actos objeto de esta competencia no son justiciables, salvo el

caso de los órganos jurisdiccionales encargados del control y la defensa de la constitucionalidad

se pronuncien sobre la existencia, a favor de sí mismas, de una competencia jurisdiccional sobre

la materia.

2.2.5.3. La razonabilidad

El acto estatal debe encontrara su justificación lógica y axiológica en los sucesos o

circunstancias que lo generan. En este sentido, la doctrina exige que exista una consonancia entre

el hecho antecedente “creador” o “motivador” del acto estatal y el hecho consecuente derivado

de aquel.

En consecuencia, la razonabilidad implica una adecuada relación lógica-axiológica entre la

circunstancia motivante, el objeto buscado y el medio empleado.

La razonabilidad puede ser analizada desde una doble perspectiva: cuantitativa y cualitativa.
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La razonabilidad cuantitativa pondera el proceso discursivo o inferente que concluye con una

proposición lógica y axiológicamente valida.

Su fundamentación apuesta a la adecuación entre el hecho desencadenante del acto estatal y el

resultado de este en cuanto a su magnitud numérica, dineraria, aritmética, etc.

La razonabilidad cualitativa pondera el proceso discursivo o inferente que concluye con una

regla simétrica o asimétrica de asignación de facultades, derechos, deberes o servicios, según

sean iguales o diferentes los hechos generados por las personas. así busca la determinación de

consecuencias jurídicas homologas para aquellos que se encuentren en idénticas circunstancias y

distintas para lo que se hallen en disimiles circunstancias.

2.2.5.4. La proporcionalidad

El acto estatal debe acreditar la necesaria disposición o correspondencia entre la causa que los

origina y el efecto buscado. en ese sentido, existe la necesidad de acreditar coherencia y

equilibrio entre el antecedente que origina el acto estatal y la consecuencia derivada de aquel.

La doctrina plantea la verificación lógico-axiológica de una proposición jurídica

bicondicional; esto es, que justifique la asignación de derechos, facultades, deberes o sanciones,

si y solo si guardan armonía y sindéresis con los hechos, sucesos o circunstancias

predeterminantes.

La proporcionalidad exige la existencia indubitable de conexión directa, indirecta y relacional

entre causa y efecto; vale decir, que la consecuencia jurídica establecida sea unívocamente

previsible y justificable a partir del hecho ocacionante del acto estatal.


20

En consecuencia, la proporcionalidad aparece cuando la razón del efecto sea deducible de la

causa o que sea previsible a partir de ella.

Ahora bien, más allá de la convención doctrinaria que admite su autonomía como concepto,

en puridad, la proporcionalidad es una modalidad más de la razonabilidad (razonabilidad

instrumental).

Competencia: es competente para conocer el proceso competencial el tribunal constitucional

en instancia única, exclusiva y definitiva, es decir, que lo resuelto no puede ser materia de

impugnación y constituye cosa juzgada.

legitimidad para obrar activa o pasiva(posición habilitante para ser parte de un proceso en

relación con la pretensión que ha sido planteada en el mismo): únicamente pueden intervenir en

el proceso de competencia los poderes del estado(ejecutivo, legislativo o judicial), los gobiernos

regionales, los gobiernos municipales y los organismos reconocidos por la constitución(consejo

nacional de la magistratura, ministerio público, defensoría del pueblo, jurado nacional de

elecciones, oficinas nacional de procesos electorales, registro nacional de identificación y estado

civil, banco central de la reserva, contraloría general de la república, superintendencia de banca y

seguros) ya sea como demandantes o demandados, a través de sus titulares y con aprobación del

pleno si conforma órganos colegiados. (ZEGARRA)

2.3. Alfaro Pinillos Roberto

Los conflictos entre un gobierno regional local y el gobierno central son resueltos por la Corte

Suprema. El Proceso debe transitarse en primera instancia ante la Sala Civil Superior y en

segunda instancia ante primera Sala Civil de la corte Suprema.

Es el proceso constitucional que se ocupa de dilucidar los conflictos que se produzcan entre

poderes del estado, organismos constitucionales, gobiernos regionales o municipales, por


21

intromisión a la competencia o atribuciones de cualquiera de ellos sobre otro, atribuciones que se

encuentran delimitadas por la constitución y las leyes orgánicas para cada ente( art. 109 del

código procesal constitucional)La expresión competencial o conflictos de competencia se utiliza

cuando se trata de gobierno, locales y regionales, en cambio el término atribución conflicto de

atribuciones se aplica cuando se refiere a los poderes y órganos constitucionales del Estado. Esta

atribución del Tribunal Constitucional permite garantizar la división defunciones, y tiene un

importante desarrollo en los Estado Unidos, donde se distinguen los conflictos jurisdiccionales y

territoriales. Los

conflictos jurisdiccionales son conocidos en la doctrina procesal y se presentancuando dos o más

autoridades judiciales se consideran competentes o incompetentes para conocer un asunto

determinado generando una, contienda o conflicto. Lo que se busca evitar son los vicios de

competencia o atribuciones que se pueden producir entre poderes con órganos constitucionales

del Estado, lo que pondría en cuestión, el sistema organizativo de la Constitución.

2.3.1.Elemento Subjetivo;

Los subjetivos deben tener jerarquía constitucional.

2.3.2.Elemento objetivo:

Surge por la aplicación o interpretación de normas constitucionales relativas a la distribución

de competencias o contribuciones. Cesar Landa señala que protege fundamentalmente dos

principios Separación de poderes y de organismos constitucionales (división horizontal)y la

redistribución territorial del poder (división vertical).J Este autor refiere que "La Constitución

peruana no es particularmente precisa en lo relativo a la asignación de atribuciones, pudiendo

generar así conflictos por vacíos normativos”


22

2.3.3. Con relación a los órganos implicados:

2.3.3.1. Conflicto intraorgánicos:

Son aquellos que se producen interdependencias pertenecientes a un mismo organismo. Se

puede presentar conflictos entre entidades superiores (Ministerio) inferiores (Dirección). Por lo

general, estos enfrentamientos no son competencia de la jurisdicción constitucional. Se

solucionan con respecto a los cánones reglamentarios en la vía administrativa respectiva.

Asimismo no serán frecuentes los enfrentamientos alegando o negando

Competencias entre dependencias pertenecientes a un mismo organismo.

2.3.3.2.Conflictos extra orgánicos:

Son los enfrentamientos entre los Poderes del Estado, entre cualquiera de éstos y los órganos

descentralizados o de éstos entre si y entre cualquiera de los anteriores y los órganos

constitucionales autónomos o de estos Últimos entre sí. Su solución está en la vía jurisdiccional

constitucional. (ROBERTO, 2007)

2.4. Luis castillo Córdova

2.4.1. Conflicto de competencias nación

El conflicto de competencia se identifica como un contraste entre dos amas órganos surgido al

afirmar o negar esta recíprocamente suya competencia para actuar sobre un determinado material

cuya resolución corresponde a un ente superior, el conflicto se define como un tipo de

controversia jurídica que se distingue de las demás, tanto por sujetos (son autoridades dotadas de

poder público) como por el objeto (que es la competencia para realizar un acto determinado).

Aparece así el término ‘conflicto´´ unido de concepto de ´´competencia´´ (TRUJILLO RINCON,

maría Antonieta. Los conflictos entre órganos constitucionales del estado. Madrid: publicación
23

del congreso de los diputados, 1995. p.59.), el conflicto se presenta en la medida en que ´´uno de

los órganos considera el comportamiento del metro ilegitimo, ala violar las reglas

competenciales, y lesivo, al invadir la propia esfera de atribuciones (ovocito., p..60)

2.4.2. Proceso competencial. Conocimiento

De conformidad en el inciso 3) del artículo 202 de la constitución política del, pero,

concordante con el artículo 109 del código procesal constitucional (copones.), este colegiado

tribunal constitucional conoce los conflictos que se susciten sobre las competencias y

atribuciones asignadas directamente por la constitución o las leyes orgánicas que delimiten los

ámbitos propios de los ´poderes del estado, los órganos constitucionales, los gobiernos regionales

o municipales.

2.4.3. Proceso competencial. Objeto

En el proceso de conflicto constitucional de competencias se persiguen principalmente la

tutela del orden competencial establecido por las normas que integran el bloque de la

constitucionalidad. En tal sentido, el objeto del proceso lo constituye exclusivamente la

titularidad de una competencia o atribución constitucional pudiéndose determinar en él, la

validez o utilidad del acto que da origen al conflicto, por estar viciado de incompetencia.

Cuando se constate la existencia de un conflicto de competencias o atribuciones, también

resulta necesario que ellas gocen de reconocimiento constitucionalidad. En este contexto, en los

casos en que deba definirse las competencias o atribuciones que cuenten con el desarrollo

constitucional.
24

2.4.4. Proceso competencial. Presupuestos

Respeto de los presupuestos que deben concurrir en los procesos constitucionales de esta

naturaleza [proceso competencial], este colegiado [tribunal constitucional] se ha pronunciado y

ha establecido la existencia de un elemento subjetivo que implica que los sujetos involucrados en

el conflicto competencial ostenten la legitimidad especial establecida en el artículo 109 del

cpconst.; es decir, que se trate de los poderes del estado, órganos constitucionales o municipales;

y, de otro lado, la existencia de un elemento objetivo; es decir, que anula materia objeto del

conflicto tenga sustento constitucional o en las leyes orgánicas que correspondan.

Debe resaltar que el proceso competencial que debe de versar sobre los temas expresamente

previsto en el código procesal constitucional, así como ser iniciando por los sujetos legitimados

por dicha norma. En el primer caso –la materia-, el conflicto debe de estar directamente

vinculado con la constitución o las leyes orgánicas; mientras que en el segundo –los sujetos-, la

parte demandante debe ser un poder del estado, un órgano constitucional o un gobierno regional

o local, la ausencia de uno tales requisitos acarrearas un resultado desestimatorio, dado que

ambos presupuestos procesales son necesarios para incoar el proceso competencial.

2.4.5. Proceso competencial .elemento subjetivo (legitimidad especial para obrar)

Para que se verifique la presencia de un conflicto de competencias o atribuciones, debe

concurrir un elemento subjetivo y otro objetivo. Así, se han señalado que el elemento subjetivo

implica que los sujetos involucrados en el conflicto cuenten con legitimidad para obrar, siendo

estos los órganos constitucionales, poderes del estado y gobiernos locales o regionales por

expresa disposición hoy del art.109 del código procesal constitucional. Es decir, se trata de un

caso de legitimidad especial.


25

2.4.6. Proceso competencial. Elemento objetivo (reserva de jurisdicción constitucional a

favor del tribunal constitucional)

De acuerdo al elemento objetivo, la materia del conflicto [material del proceso competencial

]debe tener una dimensión constitucional, es decir , deberá de tratarse de competencias o

atribuciones derivada de la carta fundamental o , prima facie, de las leyes orgánicas respectivas, ,

quedando de este modo, fuera de la competencia de este tribunal cualquier conflicto de materia

administrativa o de otra índole , ya sea porque no existe coincidencia de sujetos o porque se

advierte falta de materia constitucional.se conoce, así, una reserva de jurisdicción constitucional

de los conflictos de competencia a favor del tribunal constitucional.

2.4.7. Proceso constitucional. (Invidencia sobre la esfera jurídica de terceros)

Debe puntualizarse que en el proceso competencial se resuelve las controversias jurídicas de

los sujetos legitimados por la constitución (artículo 202, inciso) y el cogido procesal

constitucional (artículo 109). Ciertamente, sus efectos-como todo acto legislativo, jurídicas o

administrativo-pueden incidir, directa o indirectamente, sobre la esfera jurídica de terceros, pero

no pueden decir que de allí se derive, necesariamente, una afectación, del derecho al debido

proceso; más aún si se considera a los derechos fundamentales no son absolutos, sino

susceptibles de afectaciones legitimas por parte del estado.

2.4.8. Proceso competencial. Legitimidad activa reserva a poderes del estado y entidades

estatales

Las personas naturales, como la recurrente, no tiene legitimidad para interponer proceso

competencial, estando reserva dicha facultad alas poderes del estado y entidades estatales,

primando finalmente la garantía del orden objetivo constitucional.


26

Conformar lo establece el segundo párrafo del artículo 109 del código procesal constitucional,

para que este máximo órgano de control constitucional conozca de un conflicto de competencia,

es necesario que los poderes o entidades estatales en conflicto actúen en el proceso a través de

sus titulares, y, tratándose de entidades de composición colegiada, la decisión debe contar con la

aprobación del respectivo pleno.

Uno de los requisitos que se debe de cumplir para interponer una demanda de conflicto

competencial, en que los sujetos involucradas en el conflicto cuentan con legitimidad activa en

tal sentido, conforme a lo acotado en el considerando de lo anterior, la legitimidad para accionar

en este tipo de procesos se encuentra reservada a los poderes del estado, órgano constitucional,

gobiernos regionales y locales, mas no a los particulares, como sucede en el presente caso.

2.4.9. Proceso competencial. Conflicto entre poderes del estado

el poder ejecutivo interpone demanda de conflicto competencial contra el poder judicial,

solicitando que se determine (1) si, dentro de las competencias del poder judicial, está la de

otorgar licencia, de funcionamiento para juegos de casino y maquina tragamonedas; (2) si el

poder judicial, en su quehacer jurisdiccional, tiene la potestad de declarar inaplicadas normas

legales, relativas a la actividad de los juegos de casino y máquinas tragamonedas, validadas por

el tribunal constitucional (…) el demandante considera que se afecta la competencia que ostenta,

a través de la dirección nacional de turismo de ministerio de comercio exterior y turismo, sobre

el ámbito de la regulación de los juegos de casino y máquinas tragamonedas.

Admitida a trámite la demanda sobre conflicto de competencia interpuesta por el poder

ejecutivo contra el poder judicial (…) se ordena correr traslado de la misma al poder judicial para

que, de conformidad, con los artículos 107 y 109 del código procesal constitucional, se apersone

en el proceso y formule sus alegatos.


27

2.4.10. Proceso competencial. Conflicto entre gobiernos municipales

En el conflicto competencial (…) el elemento subjetivo queda plenamente configurado, en la

medida en que, en concordancia con lo previsto por el articulo 109numeral 2 del c.p.const., el

conflicto competencial, instaurado se presenta entre los gobiernos municipales (ambos sujetos

legitimados para ser parte en el proceso constitucional competencial), y es cada uno de ellos el

que se reconoce como titular legitimo- por razones compuestas- para el ejercicio de las

competencias cuestionadas.

2.4.11. Proceso competencial. Configuración del elemento objetivo en conflicto entre

gobiernos municipales

El caso se trata en efecto, de un conflicto apropósito de las competencias constitucionales

plasmadas en los artículos 194y 195 inciso 3 y5 de la norma fundamental, referidas

específicamente a la competencia municipal territorial y al ejercicio de autonomía en esta

materia; así como al competencia asignada a los gobiernos municipales para administrar sus

bienes y rentas, y para organizar, reglamentar y administrar los servicios locales constitucionales

esbozadas, se trata de un típico conflicto positivo de competencias, y dicha cuestión deberá ser

dilucidada por este colegiado, debiendo definir a cuál de los órganos en conflicto corresponde

ejercer las competencias constitucionales reglamentadas.

2.4.12. Proceso competencial. Legitimidad de municipalidad para cuestionar acuerdo de

consejo de otra municipalidad viciado de incompetencia

La municipalidad demandante tiene legitimidad para obrar, en la medida en que la relación

material del conflicto se haya producido entre dos gobiernos municipales que se afirman como

titulares de las competencias constitucionales, tal legitimación para el caso materia de análisis

concuerda con los dispuesto en art.109 del cpcont., si una municipalidad distrital considera que
28

otra municipalidad constitucional distrital ha emitido un acto (acuerdo de conejo) vi8cisdo de

incompetencia en términos constitucionales, nos encontramos ante una relación jurídica procesal,

de índole constitucional, válidamente instaurada.

2.4.13. Proceso competencial. Ley orgánica de municipales como parámetro de control de

competencias municipales

A afecto de establecer el parámetro de control (bloque de constitucionalidad)en aras de la

interpretación constitucional que generara la plataforma sobre la cual se realice el control de

competencias este colegiado considera oportuno citar los mandatos constitucionales, así como las

disposiciones previstas en la ley orgánica de las municipalidades (en adelante LOMa) que se

concatenan para efectos de contar con un parámetro de control adecuado en las materias que son

relevantes para resolver el conflicto de competencias si bien la norma fundamental ha previsto un

listado de competencias asignada a los gobiernos locales, en la LOMN la norma que desarrolla

en extenso tales disposiciones constitucionales,. En aplicación del bloque de constitucionalidad

como parámetro de control para interpretación constitucional, corresponde a este colegiado

interpretar las competencias respecto de las cuales se han planteado el conflicto, a la luz no solo

de la norma fundamental, si no que se debe de incorporar a dicho bloque las disposiciones

pertinentes de la LOM, tal como lo señaláramos.

2.4.14. Proceso competencial. municipalidades de centros poblados menor, las atribuciones

que ella reclama la fueron otorgada por las municipalidades provinciales ni modo que ni se

encuentran reconocidas en la constitución ni en la ley orgánica de las municipalidades vigente, la

constitución hace referencia de que las municipalidades de los centros poblados menores deben

ser creadas conforme a la ley, pero en modo alguno considera a estas corporaciones como

poseedores de las mismas atribuciones o competencias que las municipales provinciales o


29

distritales, a las que expresamente se les reconoce como órgano de gobierno9 local, en

consecuencia, a medida que las competencias cuya atribución se arroga la municipalidad del

centro poblado menor, no se encuentran previstas en la constitución políticas del estado ni en la

ley orgánica municipalidades , la demanda debe ser destinada.

2.4.15. Proceso competencial. Propósito de la actuación de los titulares delas entidades

estatales

Cuando el artículo 109 del CPaconst., establece que los poder o entidades estatales en

conflicto actuaran en el proceso a través de sus titulares, tiene por propósito que quede

plenamente manifestada la voluntad de los órganos constitucionales de dirimir el conflicto

constitucional, en sede de este colegiado, es así que, si ha sido el propio titular del BCR quien ha

suscrito la demanda de conflicto competencial, la formalidad podría quedar subsanada si del

análisis de otros hechos sustantivos y procesales se advierte que dicha voluntad resulta

indubitable. (CORDOVA)

2.5. Víctor Hugo Montoya Chávez

Si bien la Constitución hace referencia al conflicto competencial como una atribución del

Tribunal Constitucional –quien lo realiza en forma exclusiva y en única instancia–, no lo

reconoce explícitamente como una garantía constitucional. Aun así, ha sido reconocido

normativamente como un proceso de carácter constitucional.

Este proceso tiene por objeto velar por el respeto de la distribución de las competencias

estatales previstas en la Constitución, de modo que garantiza la vigencia del principio de

supremacía constitucional e, indirectamente, la continuidad del Estado Constitucional de

Derecho. Se presenta como vía autónoma orientada fundamentalmente a tutelar el orden

constitucional objetivo, tomando en cuenta su dimensión vertical y otra horizontal.


30

El sustento del conflicto de competencias se encuentra en el respeto del principio de

separación de poderes. Éste no debe entenderse en su concepción clásica, en virtud de la cual la

separación entre los poderes del Estado es tajante y no existe relación alguna entre ellos, sino

como un sistema de control y balance entre los poderes del Estado que contiene relaciones de

coordinación y cooperación entre ellos. Así entendido, el principio de separación de poderes se

constituye en una garantía de los derechos constitucionalmente reconocidos y en un límite al

poder frente al absolutismo y la dictadura.

Dos elementos son los que configuran la existencia de un proceso de conflicto competencial:

Uno subjetivo, que implica que las partes involucradas en el conflicto competencial ostenten

una legitimidad especial; es decir, que se trate de un poder el Estado, un órgano

constitucionalmente reconocido, un gobierno regional o un gobierno local.

Uno objetivo, según el cual la materia controvertida esté directamente vinculada con la

Constitución o con las leyes orgánicas que correspondan, mas no con otros dispositivos con

rango legal; es decir, que la competencia debe estar referida a un poder conferido por la

Constitución y demás normas del bloque de constitucionalidad para generar un acto estatal.

Ahora bien, en términos generales en este tipo de proceso constitucional se debe advertir

competencias que precisan sus ámbitos personal, material, temporal, territorial sobre el cual se

hablará más adelante– y procesal. Así, la Constitución y demás normas del bloque de

constitucionalidad pueden establecer: qué tipo de acto estatal puede ser realizado por un

determinado agente u operador del poder político, pues es usual que la actividad de las

autoridades se exprese en algunas de las funciones estatales (normar, administrar ejecutar,

dirimir conflictos, controlar) (competencia material); qué operadores o agentes del poder político

se encuentran facultados para realizar un determinado acto a nombre y en representación del


31

Estado (competencia personal); el período de validez del acto estatal ejecutado, toda vez que, en

principio, la competencia no tiene limitaciones temporales, a menos que la Constitución u otra

norma determine que tales atribuciones son categóricamente finitas o accidentales (competencia

temporal); y la forma o mecanismo cómo deberá realizarse el acto estatal para conservar su

constitucionalidad (competencia procesal).

La competencia para realizar actos estatales tiene como notas condicionantes -aunque existe

también la indelegabilidad- las siguientes:

2.5.1. Su taxatividad.- pues el ejercicio de la competencia constitucional está limitado o

reducido a lo expresamente conferido. Ello responde a la siguiente lógica: mientras que al Estado

sólo le está permitido aquello que le ha sido conferido expresamente, a la ciudadanía le está

permitido todo aquello que no se encuentre proscrito. La competencia asignada puede ser reglada

o discrecional.

2.5.2. Su razonabilidad.- la cual implica una adecuada relación lógico axiológica entre la

circunstancia motivante, el objeto buscado y el medio empleado para la ejecución de la

competencia. Puede ser analizada desde una doble perspectiva: (i) cuantitativa, donde su

fundamentación apuesta a la adecuación entre el hecho desencadenante del acto estatal y el

resultado de éste en cuanto a su magnitud numérica, dineraria, aritmética, entre otras; y, (ii)

cualitativa, donde se busca la determinación de consecuencias jurídicas homólogas para aquellos

que se encuentren en idénticas circunstancias y distintas para los que se hallen en disímiles

circunstancias.

2.5.3. Su proporcionalidad.- ya que el acto estatal debe acreditar la necesaria correspondencia

y equilibrio entre la causa que lo origina y el efecto buscado. Se plantea la verificación lógico-

axiológica de una proposición jurídica bicondicional; esto es, que justifique la asignación de
32

derechos, facultades, deberes o sanciones, si y solo sí guardan armonía y sindéresis con los

hechos, sucesos o circunstancias predeterminantes.

El proceso competencial consiste bien en la vindicación o bien en la determinación de una

potestad constitucional o, cuando menos, de relevancia constitucional, caso este último referido a

las atribuciones conferidas por ley orgánica a un ente estatal creado por la Constitución.

Contrario sensu, no es posible controlar a través de un proceso competencial la concordancia de

un acto determinado con el contenido sustantivo de la Constitución, si es que éste cumple con las

condiciones formales y materiales de competencia. Tal pedido debería dilucidarse en el marco de

los procesos constitucionales de control de actos, como son el hábeas corpus, acción de amparo y

hábeas data. Se advierte además una doble finalidad en el proceso; por un lado, el

pronunciamiento sobre la titularidad de una competencia, y por otro, la legitimidad de

determinada decisión (expresada en alguna disposición, acto o resolución), emitida con vicio de

incompetencia; no podría existir conflicto si la duda sobre la titularidad de la competencia no se

materializa en alguna decisión concreta, o si, existiendo esta, no se fundamenta en una

vulneración del orden de competencias. (CHAVEZ, EL PROCESO COMPETENCIAL EN LA

JURIPRUDENCIA, (1996-2015))

III.CAPITULO TERCERO: PRETENCION

1.ARTICULO 110

El conflicto se produce cuando algunos de los poderes o entidades estatales a que se refiere el

artículo anterior adoptan decisiones o rehúye deliberadamente actuaciones, afectando

competencias o atribuciones que ña constitución y las leyes orgánicas confieren a otro.

Si el conflicto versare sobre una competencia o atribución expresada en una norma con

rango de ley, el tribunal declara que la vía adecuada es el proceso de inconstitucionalidad.


33

2. COMENTARIO

2.1. Ramiro Bustamante Zegarra

En la primera parte del artículo, se precisa que los conflictos de competencia pueden ser

positivos o negativos, como se ha explicado anteriormente. Esto es, en primer caso, dos o más

poderes o entidades del estado se consideran competentes para realizar determinado acto y en el

segundo caso, todos se abstienen o rehúyen hacerlo.

La segunda parte del articulo hace una diferenciación entre el proceso competencial y el

proceso de inconstitucionalidad. En efecto si el conflicto de competencias o atribuciones se

expresa por medio de una ley o norma con rango de ley(decreto legislativo, decreto de urgencia,

ordenanza regional u ordenanza municipal) que deba ser contrastada con la constitución, la vía

idónea ya no resulta ser el proceso competencial sino que la controversia debe ser vista en una

acción de inconstitucionalidad, que lamentablemente el tribunal constitucional no puede

reconducir, como en otros casos, porque la legitimidad actividad para dicha acción es restringida

conforme lo establece el art. 203 de la constitución.

En consecuencia, el proceso competencial solo procederá si el conflicto se suscita por una

resolución u acto administrativo o por cualquier norma que no tenga rango de ley. (ZEGARRA)

2.2. Gustavo Gutiérrez -Ticse

De una primera lectura del presente artículo puede afirmarse que el presupuesto central para la

procedencia de un proceso de cumplimiento es que entre las partes exista un conflicto objetivo

que se origine en un mandato constitucional o en las leyes orgánicas correspondientes. En ese

sentido, debe tratarse de actos concretos y debidamente probados "que incidan de modo directo
34

en la competencia constitucionalmente asignada o que se desprenda de la Ley Orgánica de

alguno de los órganos constitucionales que denuncia el conflicto ante este Tribunal, no

pudiéndose alegar un conflicto de naturaleza competencial a raíz de situaciones creadas por

trámites o reclamos administrativos entre órganos, o en base a suposiciones subjetivas en torno a

hechos que no han sido debidamente sustentados o que son improbables e inciertos.

Ahora bien, desde la tipología clásica de la doctrina entre procesos competenciales negativos

y positivos, el TC a interpretado el presente artículo para habilitar hasta 4 modalidades de este

proceso: típico, atípico, por omisión de acto de cumplimiento obligatorio, y por menoscabo de

funciones.

Por la primera, se entiende el litigio por determinar a quién le compete una función específica,

en tanto que, por la segunda, el conflicto negativo, ocurrirá cuando dos o más entidades rechacen

la asignación de una competencia.

En igual sentido parece colocarse León Vásquez cuando siguiendo la jurisprudencia del TC

ejemplifica ambos tipos competenciales. El primer caso, conflicto competencial negativo; y el

segundo, positivo: Aunque fue resuelto bajo la legislación anterior, es bastante grafica la

demanda competencial interpuesta por el Sindicato Único de Trabajadores de Petróleos del Perú,

Operaciones oleoducto Piura contra el Ministerio de Trabajo y Promoción Social y el Poder

Judicial. Dicho sindicato consideraba que el Tribual Constitucional debía determinar la

competencia y atribución de la autoridad llamada por ley para conocer y resolver asuntos

relacionados con los conflictos laborales de los trabajadores a partir de febrero de 1992 y/o las

denuncias por incumplimiento o violación de disposiciones legales o convencionales de trabajo

cuando el vínculo aboral estaba vigente. El demandante consideraba que tanto el Poder Judicial

como el Ministerio de Trabajo eran renuentes asumir sus competencias, perjudicado con su
35

comportamiento omisivo al sindicato y a sus integrantes en su condición de particulares. La STC

Exp. N° 002-2001-CCmc estimó la demanda, estableciendo que el órgano competente para

conocer y resolver asuntos relacionados con los conflictos laborales de los trabajadores, a partir

de febrero de 1992, y/o las denuncias por incumplimiento o violación de disposiciones legales o

convencionales de trabajo cuando el vínculo laboral estaba vigente, era el Poder Judicial.

En el caso del conflicto de competencias entre La Municipalidad Distrital de San Juan de

Lurigancho contra la municipalidad Metropolitana de Lima. La primera alegaba que las

municipalidades distritales tenían competencia compartida con la municipalidad Metropolitana

de Lima en la administración de los parques zonales ubicados en el ámbito de sus territorios. El

Tribunal mediante la STC Exp. 0012-2003 CCTC desestimó la demanda, precisando que era

competencia exclusiva de la Municipalidad metropolitana de Lima la constitución, organización

y administración de los parques zonales ubicados en San Juan de Lurigancho.

En el caso de conflicto por omisión de un acto de cumplimiento obligatorio, el TC ha

señalado que "se configura cuando un órgano omite llevar a cabo una actuación desconociendo

las competencias o atribuciones constitucionales reconocidas otro poder del Estado u órgano

constitucional a la par que las afecta. En éste no se trata, pues, de La disputa por titularizar o no

una misma competencia o atribución, sino de la que se suscita cuando, sin reclamar competencia

para sí un órgano constitucional. Por omitir un deber constitucional o de relevancia

constitucional, afecta el debido ejercicio de las competencias o atribuciones constitucionales de

otro.

Los conflictos por menoscabo de funciones constitucionales se materializan cuando se rehúye

al cumplimiento de un deber constitucional. El TC sostiene que esta modalidad puede


36

clasificarse en: a). conflicto constitucional por menoscabo en sentido estricto. b) conflicto

constitucional por menoscabo de interferencia. c) conflicto por menoscabo de omisión.

En el conflicto constitucional por menoscabo en sentido estricto -alega el Alto Tribunal- "cada

órgano constitucional conoce perfectamente cuál es su competencia. Sin embargo, uno de ellos

lleva a cabo un indebido o prohibido ejercicio de la competencia que le corresponde, lo que

repercute sobre el ámbito del que es titular el otro órgano constitucional.

En el conflicto constitucional por menoscabo de interferencia, las competencias de los

órganos constitucionales están enlazadas a tal punto que uno de ellos no puede ejercer la suya,

sino tiene la cooperación o la actuación de la competencia que le pertenece a otro. En el

conflicto constitucional por menoscabo de emisión, uno de los órganos omite ejercer su

competencia produciéndose, como consecuencia de ellos, una atrofia o imposibilidad de

ejercicio de la competencia del otro órgano constitucional, solo que, en este caso, la omisión

funcional no es condición indispensable para el ejercicio de la competencia o atribución del otro

órgano constitucional.

Y en segundo término, el conflicto por omisión en el cumplimiento de acto obligatorio, los

que se suscitan cuando un órgano rehúye deliberadamente actuaciones afectando las

competencias o atribuciones de otros órganos constitucionales, las afecta. No se trata, pues, de la

disputa por titularizar o no una misma competencia, si no de aquella que se suscita cuando, sin

reclamar para sí, un órgano constitucional, por omitir y un deber constitucional o de relevancia

constitucional de otro.

Precisamente en el caso Poder Ejecutivo Poder Judicial (Exp Ne 006-2 - PC/TC), por

afectación de juegos de casino y maquinas to de la regulación de actividades comerciales de

juegos de casino y máquinas tragamonedas, el alto tribunal considero por el poder judicial afecto
37

las competencias del poder Ejecutivo por menoscabo razón que la tramitación de amparos sobre

la ley en en la materia aludida (si bien una atribución del Poder Judicial), al haber sido declarada

constitucionalmente valida por el Tribunal Constitucional, terminaba por quebrar el l artículo

118 inciso 9) de la Constitución que le reconoce al poder Ejecutivo la potestad de hacer cumplir

las sentencias y resoluciones de los organos judiciales.

En ese sentido, el TC dispone que, "en aplicación del artículo 113 del Código Procesal

Constitucional, debe declararse la nulidad de todas aquellas resoluciones judiciales que han

estimado sendas demandas de amparo o de cumplimiento con desconocimiento de las sentencias

y el poder ejecutivo, deacuerdo con el articulo 118, inciso 9, tenia la atribución de cumplir y

hacer cumplir.

Finalmente, la norma en comentarios, previene que, cuando el conflicto derive de una norma

con rango de ley , será la via correspondiente el proceso dde inconstitucionalidad , lo que por

cierto no quiere decir su declaración de improcedencia, si no la adecuación inmediata para

proseguir con la causa. (GUTIERRES-TICSE, 2014)

2.3. Alfaro pinillos Roberto

Cuando la norma nos habla de que el conflicto se genera por omisión quiere decir que el

organismo rehúye hacer uso de la competencia o atribución que le corresponde, no obstante que

otro organismo constitucional se lo reclama o sobre todo cuando una persona particular selo

solicita y el organismo implicado señala que no le corresponde y que tal Petición o reclamación

debe de ser resuelto por otro organismo) Con Relación al Nivel de atribuciones Implicadas:

2.3.1.Conflictos que versan al nivel de atribuciones señaladas por la Constitución:

Se trata de aquellos conflictos que se producen entre los poderes y órganos constitucionales

del Estado, teniendo el caso del Poder Legislativo que aprueba una Ley para inferir la
38

labor jurisdiccional del Poder Judicial; tal es el caso de una Ley de Amnistía que suspende el

enjuiciamiento o sanción a autores de delitos que no tienen la calidad de políticos. El Poder

Ejecutivo interfiere en las atribuciones del Poder Judicial, sean de tipo jurisdiccional o las de tipo

orgánico; en este último caso, al separar a

Magistrados so pretexto de una supuesta “reforma del Poder Judicial”

Podrían suscitarse conflictos de competencia entre el Ejecutivo y los Gobiernos Locales si es

que aquel se avocara a la organización y administración de los servicios públicos de las ciudades

o se dedicara a planificar el desarrollo urbano, ya que estas son competencias de las

municipalidades.

2.3.2. Conflictos que versan sobre atribuciones que señala la Ley:

Las competencias o atribuciones son asignadas por La Constitución y las Leyes Orgánicas.

Por tanto el conflicto competencial sólo será tal cuando se refiera a competencias asignadas en

leyes orgánicas, más no las asignadas por las leyes ordinarias; salvo si se tratara de atribuciones

especiales que pudieran señalar una ley ordinaria o un órgano del Estado.

2.3.3. Conflictos que se suscitan con motivo de disposición impugnada pendiente:

Este ítem trata para el caso que se promueva un conflicto de constitucional contra una

disposición, resolución o acto cuya impugnación estuviese pendiente ante cualquier Juez

o Tribunal. Este podrá, a solicitud del demandante, suspender el procedimiento hasta la

resolución del Tribunal Constitucional. (art.111º del Código Procesal Constitucional)Artículo

111. (ROBERTO, 2007)

2.4. Luis castillo Córdova

2.4.1. Conflicto de competencias. Presupuestos


39

El presupuesto del conflicto de competencia lo constituyen las decisiones que adopte alguno

de los órganos constitucionales (conflicto positivo) o la omisión deliberada de actuaciones

(conflicto negativo) afectando competencias o atribuciones que la constitución y las leyes

orgánicas confieren a otro órgano. Dentro de órgano decisiones debemos e entender que están

comprendidas las resoluciones y en general los actos administrativos que se emitan.

2.4.2. Conflicto de competencia. Existencia de modalidades

El proceso competencial solamente se reduce a las dos categorías típicas de fórmulas

conflictivas que dos órganos constitucionales se consideran competentes para ejercer una misma

función (conflicto positivo) o que ambos se consideran incompetentes para tales efectos

(conflicto negativo).

2.4.3. Conflicto de competencia. Tipología

Consideramos relevantes pertinente precisar que los procesos constitucionales de conflicto

competenciales y su tipología han sido material de pronunciamiento por parte de este tribunal.

Así se ha señalado que los conflictos competenciales pueden ser típicos o atípicos. Entre los

conflictos competenciales típicos, cabe mencionar los conflictos competenciales positivos y

negativos. El conflicto constitucional positivo se produce cuando dos o más poderes del estado u

órganos constitucionales se diputan, entre sí, una competencia o atribución competencial; el

conflicto constitucional negativo se da cuando dos o más poderes del estado u órganos

constitucionales se niegan a asumir una competencia o atribución constitucional, en cuanto a los

conflictos competenciales atípicos, este tribunal ha tratado, en primer término, conflicto

constitucional por menoscabo de atribuciones constitucionales, indicando que puede clasificarse

en:

Conflicto constitucional por menoscabo en sentido estricto.


40

Conflicto constitucional por menoscabo de interferencia.

Conflicto constitucional por menoscabo de omisión.

En el conflicto constitucional por menoscabo en sentido estricto, cada órgano constitucional

conoce perfectamente cuál es su competencia. Sin embargo, uno de ellos lleva acabo un indebido

o prohibido ejercicio de la competencia que se corresponde lo que repercute sobre el ámbito del

que es titular el otro órgano constitucional, en segundo término, los conflictos por omisión en

cumplimiento de acto obligatorio, indicando que, si bien es cierto que los típicos, conflictos

positivo y negativo de competencia puede dar lugar al proceso competencial, también lo que es

que el artículo 110 del CPConst. Establece que en este pueden ventilarse los conflictos que se

susciten un órgano rehille deliberada actuaciones afectando las competencias o atribuciones de

otros órganos constitucionales , incorpora también en su supuesto novatico a los conflictos por

emisión en cumplimiento de acto obligatorio ,pues no cabe duda de que un órgano omite llevar a

cabo una actuación desconociendo las competencias constitucionales atribuidas a otro órgano

posicional las afecta .no s3e trata, pues de la disputa por titularizar o una misma gano

constitucional competencia, si no de aquella que se suscita cuando, sin reclamarla para así, un

órgano constitucional , por omitir un deber constitucional o de relevancia constitucional, afecta

el debido ejercicio de las competencias constitucionales de otro.

2.4.4. Conflicto de competencia. Distinción entre conflicto de competencias y atribuciones

Debe de recalcarse de la jurisprudencia de este colegiado [tribunal constitucional] distingue

entre conflicto constitucional de competencia y conflicto de atribuciones. Así, mientras el

primero esta relaciona con el gobierno nacional, los gobiernos regionales y los gobiernos locales

(de acuerdo con los artículos de 191, 192, 197 de la constitución, la ley de orgánica del gobierno

regionales, la ley orgánica de municipalidades y ley de bases de la descentralización) el segundo


41

tiene que ver con las posibilidades jurídicas de actuación que la constitución y las normas que la

desarrollan confieren a los poderes del estado y los órganos constitucionales. (STC).

Cabe precisar que el artículo 46 de la LOTC ley [ley orgánica tribunal constitucional ley

numero 26435 hace] referencia a los conceptos de competencias o atribuciones sin distinguir su

uso para algún supuesto concreto, pues ellos junto con otros termino como las de funciones,

facultades y6 protéstales, son utilizados de manera alterna en el ámbito constitucional, Sin

embargo, puede entenderse que, en puridad, el termino competencia es utilizado como el

conflicto verse sobre los gobiernos regionales ley orgánica de municipalidades y ley de bases de

descentralización, en tanto9 que puede entenderse por atribuciones a las posibilidades jurídicas

de actuación que la constitución y las normas que la desarrollan, confieren a los poderes y

órganos constitucionales del estado.

2.4.5. Conflicto de competencia. Conflicto por omisión en cumplimiento del acto obligatorio

Si bien es cierto que los típicos conflictos positivos y negativos de competencia pueden dar

lugar al proceso competencia, también lo es cuando el artículo 110 del CPConst. Establece que

en este pueden ventilarse los conflictos que se suscitan cuando un órgano rehúye

deliberadamente actuaciones afectan las competencias atribuciones de otras órganos

constitucionales, incorpora también en su supuesto normativa a los conflictos por omisión e3n

cumplimiento de acto obligatorio, pues no cabe duda de que cuando un órgano omite llevar a

cabo una actuación desconociendo las competencias constitucionales a otro órgano

constitucional, las afecta no se trata de la disputa por titularizar o no misma competencia, si no

de aquella que se suscita cuando, sin reclamar para sí, un órgano constitucional, por omitir un

deber constitucional o de relevancia constitucional afecta el debido ejercicio de las competencias

de otros.
42

En la jurisprudencia del tribunal constitucional se ha distinguido hasta ahora, 3 clases de

conflicto de competencia.

Mientras el conflicto constitucional positivo se produce cuando dos o más poderes del estado

u organismo constitucional se disputan, entre sí, una competencia o atribución constitucional, el

conflicto constitucional negativo se da dos o más poderes estado u órganos constitucionales se

niegan a asumir una competencia o atribución constitucional junto a ello también se ha advertido

el conflicto de omisión en cumplimiento de acto obligatorio que se configura cuando un órgano

omite llevar a cabo una actuación desconociendo las competencias o atribuciones

constitucionales reconocida das a otero poder del estado o órgano constitucional a la parque las

afecta.

2.4.6. Conflicto de competencia. Conflicto por menoscabo de Contribuciones constitucionales

Más allá de lo previsto en artículo 110 del código procesal constitucional e en los conflictos

de poderes del estado, el recurrente puede aducir que sus atribuciones son perturbadas por un

acto o comportamiento que se considere ilegitimo del demandado que le ocasione un perjuicio, o

bien por interferir en su esfera de competencia o por impedir ejercitar atribuciones propias u

obstaculizar la eficacia de sus actos o turbar su independencia como poder del estado.

2.4.7. conflicto por menoscabo de atribuciones constitucionales. Clases

Se trata aquí de un tipo de conflicto que ha venido a denominar como conflicto constitucional

por menoscabo de atribuciones constitucionales: puede este clasificarse en

Conflicto constitucional por menoscabo en sentido escrito.

Conflicto constitucional por menoscabo de interferencia.

Conflicto constitucional por menoscabo de omisión.


43

2.4.8. conflicto de por menoscabo de atribuciones constitucionales. Menoscabo de

atribuciones en sentido escrito

en este caso cada órgano constitucional conoce perfectamente cuál es su competencia, sin

embargo, uno de ellos lleva acabo un indebido o prohibido ejercicio que le corresponde, lo que

repercute sobre el ámbito del que es titular del otro órgano constitucional.

2.4.9. Conflicto por menoscabo de atribuciones constitucionales. Menoscabo de atribuciones

de interferencia

Las competencias de los órganos constitucionales están enlazadas a tal punto que uno de ellos

no puede ejercer la suya si no tiene la cooperación o la actuación de3 la competencia que le

pertenece al otro.

2.4.10. Conflicto por menoscabo de atribuciones constitucionales. Menoscabo de

atribuciones de omisión

Uno de los órganos omite ejercer su competencia produciéndose, como consecuencia de ello,

una atrofia o imposibilidad del ejercicio de la competencia de otro órgano constitucional, solo

que, en este caso., la omisión funcional no es condición indispensable para el ejercicio de la

competencia o atribución del órgano constitucional. (CORDOVA)

2.5. Luis Alberto carrasco García

2.5.1.Clases de conflicto de competencia

Siguiendo la clasificación desarrollada por Víctor julio Ortecho Villana, podemos establecer

la siguiente:

2.5.1.1. Con relación a los órganos implicados:

2.5.1.1.1Conflictos intraorganicos: son aquellos que se producen entre dependencias

pertenecientes a un mismo organismo. Se puede presentar conflictos entre entidades superiores (


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ministerio) inferiores ( dirección) . por lo general, estos enfrentamientos no son competencia de

la jurisdicción constitucional. se solucionan conforme con los cánones reglamentarios de la vía

administrativa, respectiva.

2.5.1.1.2.Conflictos extraorganicos: son los enfrentamientos entre los poderes del estado,

entre cualquiera de estos y los órganos descentralizados o de estos entre sí y entre cualquiera de

los anteriores y los órganos constitucionales autónomos o de estos últimos entre sí. Su solución

esta en la vía jurisdiccional constitucional.

2.5.1.2.Con relación a la actitud asumida por los protagonistas de los conflictos:

por adoptar desiciones ( por acción Art. 110 del código procesal constitucional). Aquí un

organismo público invade el ámbito de competencias o atribuciones que la Constitución y leyes

orgánicas le tienes conferido a otro organismo.

Por reunir sus atribuciones ( por omisión Art.110 del código procesal constitucional). el

organismo rehuye hacer uso de la competencia o atribucion que le corresponde, no obstante que

otro organismo constitucional se lo reclama o sobre todo cuando una persona particular se lo

solicita y el organismo implicado señala Que no le corresponde y que tal petición o reclamación

debe ser resuelto por otro organismo.

2.5.1.3. Con relación al nivel de atribuciones implicadas:

2.5.1.3.1.Conflictos que versan al nivel de atribuciones señaladas por la Constitución

Siendo que los conflictos de atribuciones se producen entre los poderes y órganos

constitucionales des estado. Puede presentarse el conflicto, " para el caso, por ejemplo de que el

poder legislativo apruebe una ley para interferir la labor jurisdiccional del poder judicial;

también es el caso de una ley de amnistía que suspenden el enjuiciamiento o sanción a autores de

delitos que no tienen la claridad fe políticos".


45

El poder ejecutivo en algunas oportunidades, interfiere en las atribuciones del poder judicial,

sean de tipo jurisdiccional o de las de tipo orgánico ; en este último caso, al separar

indebidamente a magistrados, con el pretexto de una respuesta " reforma del poder judicial".

2.5.1.3.2.Conflictos que versan sobre atribuciones señaladas en la ley.

Las competencias o atribuciones so asignadas por la Constitución y las leyes orgánicas. Por

tanto el conflicto competencial solo será tal cuando se refiera a competencias asignadas en leyes

orgánicas, más no las asignadas por las eres ordinarias.

2.5.1.3.3.Conflictos que se suscitan con motivo de disposición impugnada pendiente. Para el

caso que se promueva un conflicto constitucional contra una disposición, resolución o acto cuya

impugnación estuviese pendiente ante cualquier juez o tribunal. Este podrá, a solicitud del

demandante, suspender el procedimiento hasta la resolución del tribunal constitucional. ( Art.

111 del código procesal constitucional).

2.5.2.Sujeto del conflicto

El conflicto puede producirse ( Art.109 del código procesal constitucional y que opongan

Dos poderes del estado.

Los poderes del estado y otros órganos constitucionales.

Los poderes del estado y los gobiernos regionales o municipales.

Los órganos constitucionales.

Los gobiernos regionales.

Los gobiernos regionales y municipales, y

Los gobiernos municipales.

2.5.3.Objeto del conflicto

El ámbito territorial del ejercicio de la competencia o atribucion.


46

La materia normativa. ( Art. 110 del código procesal constitucional).

2.5.4.Competencia

El órgano competente para conocer el proceso competencial, es el tribunal constitucional. (

artículo 202 de la Constitución y artículo 109 del código procesal constitucional).

2.5.5.Formas del conflicto

2.5.5.1. Positivo:

cuando dos o más entidades constitucionales se disputan entre sí una competencia o atribucion

constitucional. En este supuesto el tribunal constitucional debe encargarse de definir quien es e

titular de la competencia o atribucion en controversia, y Los efectos serán la anulación de los

actos y relaciones jurídicas que legitimidadmente se hubieran producido. ( Art. 110 del código

procesal constitucional)

2.5.5.2.Negativo: cuando Dos o más entidades constitucionales se niegan a asumir una

competencia o atribucion constitucional, la sentencia, además de determinar su titularidad, puede

señalar, en su caso, un plazo dentro del cuál el poder del estado o el ente estatal de que se trate

debe ejercerlas. ( Art. 110 y 113 del código procesal constitucional). Se distingue del proceso

de cumplimiento, por que en el proceso constitucional los sujetos constitucionales se declaran

incompetentes para asumir un mandato constitucional y no legal o administrativo.

2.5.6.Forma de expresión del conflicto

Si el conflicto versa sobre una competencia o atribucion expresada en una norma con rango de

ley, el tribunal declara que la vía adecuada para cuestionar la ley que genera el conflicto es el

proceso inconstitucionalidad ( Art. 110 del código procesal constitucional)


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2.5.7.El conflicto de competencia en la legislación peruana

El tribunal constitucional es el único órgano competente para conocer este tipo de conflicto (

Art. 202 de la Constitución y artículo 109 del código procesal constitucional). En la doctrina se

reconoce que los conflictos constitucionales constituyen el tercer bloque de competencia de la

jurisdicción constitucional, es natural y legítima la competencia del tribunal constitucional para

resolver este tipo de procesos, en razón de que afectan la esencia de la Constitución.

En ningún caso se puede Promover contienda de competencia ante el tribunal constitucional,

respecto de los asuntos que le son propios de cuerdo con la Constitución y su ley orgánica. El

tribunal aprecia de oficio su falta de competencia o de atribuciones ( Art. 3 de la ley orgánica del

tribunal constitucional Nro 28301). (GARCIA)

2.6.victor Hugo Montoya Chávez

La existencia de un conflicto competencial no se desarrolla en abstracto sino que está

asociada necesariamente a una decisión concreta comisiva u omisiva. Es la naturaleza y los

caracteres que asume la denuncia de incompetencia del acto u omisión lo que determina la clase

de conflicto competencial y el tipo de pronunciamiento que el Tribunal pueda expedir.

En ese sentido, es condición necesaria para la procedencia del proceso competencial que

existan una o más actuaciones estatales que adolezcan de vicios competenciales.

2.6.1.Causa petendi: Existencia de un conflicto de competencia

Como el proceso competencial implica un examen de las competencias o atribuciones de las

entidades reconocidas constitucionalmente, es preciso determinar en la demanda la existencia de

un conflicto de competencia; es decir, de qué forma una de aquellas entidades ha afectado las

competencias o atribuciones de otra, ya sea por omisión o comisión.


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2.6.1.1. Competencias de rango o relevancia constitucional

Para disponer la procedibilidad de una demanda competencial es preciso que ésta verse sobre

un conflicto de atribuciones o de competencias entre los órganos reconocidos en la Constitución

(poderes del Estado, órganos constitucionales y gobiernos regionales o municipales), según

competencias estipuladas en la propia Constitución o en el bloque de constitucionalidad. Ahora

bien, a través del desarrollo jurisprudencial se ha distinguido el conflicto constitucional de

competencias del conflicto constitucional de atribuciones.

2.6.1.1.1. Conflicto de atribuciones

El conflicto de atribuciones tendrá lugar cuando exista la necesidad de determinar las

posibilidades jurídicas de actuación que la Constitución y las normas que la desarrollan confieren

a los poderes del Estado y a los órganos constitucionales; es decir, se trata de un conflicto a un

nivel horizontal de alcance nacional.

La Constitución establece una reserva en virtud de la cual la estructura y funcionamiento de

las entidades del Estado previstas en la Constitución se regula mediante leyes orgánicas,

entendiendo como tales a las leyes expedidas con el voto aprobatorio de más de la mitad del

número legal de congresistas, que verse sobre el funcionamiento de una entidad estatal

independientemente de si expresamente se le denomina como tal.

Dependiendo del grado de precisión con el que dicha normativa desarrolla el ejercicio de las

competencias estatales, se advierten:

De un lado, la competencia estatal reglada, que predetermina en forma concreta la conducta

que el operador o agente político debe ejecutar, así como las condiciones, formas y

procedimientos que deberán seguirse. Ello permite al ciudadano conocer de antemano la decisión
49

que adoptará el Estado, bastándole para ello situar el supuesto de un hecho dentro del marco de

la norma, principio o práctica constitucional aplicable.

De otro lado, la competencia estatal discrecional, donde se enuncia el ejercicio de una

facultad política, dejando en libertad al operador o agente para elegir el curso del acto estatal; de

tal forma que, el modo, la oportunidad, conveniencia o inconveniencia de su realización quedan

sujetos al criterio político de quien ejerce la competencia. Por este motivo, los actos objeto de

esta competencia no son justiciables, salvo el caso en que los órganos jurisdiccionales

encargados del control y la defensa de la constitucionalidad se pronuncien sobre la existencia, a

favor de sí mismas, de una competencia jurisdiccional sobre la materia.

Asimismo, el poder conferido por una competencia reconocida a un órgano determinado se

manifiesta en el ejercicio de alguna función estatal, sea ésta normar, llevar a cabo o ejecutar un

acto administrativo, dirimir conflictos o incertidumbres jurídicas, o controlar. En tal sentido, el

vicio competencial susceptible de ser conocido en un proceso competencial se presenta cuando

un órgano constitucionalmente reconocido se subroga inconstitucionalmente o afecta a otro en el

ejercicio de alguna de estas funciones.

2.6.1.1.2. Conflicto de competencias propiamente dicho

El conflicto de competencias propiamente dicho se presenta cuando el conflicto, en clave

vertical, versa sobre competencias asignadas al gobierno nacional o a los gobiernos regionales o

locales.

Esta distribución funcional tiene relación directa con una de las manifestaciones de la

competencia –como lo es el ámbito territorial– que fluye de la Constitución y del bloque de

constitucionalidad, referido al marco espacial de validez del acto estatal, el cual puede tener un

alcance nacional, regional, departamental o local.


50

Esta repartición de competencias parte de la premisa de que la distribución existente para

realizar actos estatales tiene como un carácter válido su indelegabilidad, dado que la

competencia para realizar actos estatales no puede ser objeto de transferencia, cesión o encargo,

pues obliga inexcusablemente a que la atribución conferida sea ejercitada directa y

exclusivamente por la autoridad titular del órgano u organismo a la que se le ha otorgado.

2.6.1.2. Formulación de conflicto

En términos generales, el conflicto de competencias o atribuciones se produce cuando alguno

de los poderes o entidades estatales reconocidos en la Constitución adopta decisiones o rehúye

deliberadamente actuaciones, afectando competencias o atribuciones que la Constitución y las

leyes orgánicas confieren a otro.

Así, se ha establecido que los conflictos competenciales pueden ser alternativamente típicos –

positivos o negativos– o atípicos –por menoscabo de atribuciones constitucionales o por omisión

en cumplimiento de acto obligatorio–, catálogo que, por supuesto, no agota las formas en las que

puede manifestarse un conflicto constitucional.

2.6.1.2.1.conflicto positivo

El denominado conflicto positivo ocurre cuando dos o más entidades estatales se consideran

competentes para ejercer una misma competencia o atribución, o cuando en el ejercicio de una

competencia o atribución se afecta la competencia o atribución de otro.

Este tipo de conflicto puede ser de dos tipos:

1) Clásico, que se presenta cuando más de un órgano constitucional reclama la titularidad


de una competencia o atribución ejercida por otro como propia.
2) Por menoscabo de atribuciones, que se presenta cuando una entidad estatal, al ejercer
indebidamente sus competencias, entorpece la labor de otra sin haber invadido, en
rigor, la esfera de sus competencias. No se discute la titularidad de una competencia
determinada sino la forma en la que ésta se ejerce material o sustancialmente.
Este tipo de conflicto competencial se clasifica, a su vez, en:
51

a) Conflicto constitucional por menoscabo en sentido estricto, que se produce cuando, a


pesar de estar perfectamente delimitadas las competencias de las entidades estatales
intervinientes, una de éstas las ejerce de manera inadecuada o prohibida impidiendo
así a las demás ejercer las suyas a cabalidad.
b) Conflicto constitucional por menoscabo de interferencia, que se produce cuando las
competencias de dos o más entidades están relacionadas entre sí hasta el punto en que
una de éstas no puede ejercer las suyas sin que la otra realice determinadas
actuaciones.
2.6.1.2.2.conflicto negativo

El conflicto negativo se produce cuando dos o más entidades estatales se niegan a asumir una

competencia o atribución por entender que ha sido asignada a otro órgano del Estado, o cuando

mediante la omisión de un determinado acto estatal obligatorio se afecta el ejercicio de las

atribuciones o competencias de otro.

Puede ser de dos tipos:

Clásico, que se presenta cuando más de un órgano constitucional se considera incompetente

para llevar a cabo un determinado acto estatal.

Por omisión en cumplimiento de acto obligatorio o por menoscabo de omisión, que no

concuerda plenamente con la definición clásica del conflicto negativo, sino que por no cumplir

una entidad estatal con alguna actuación determinada, se termina impidiendo que otra actúe

conforme a sus competencias.

2.6.2. petitum

En la mayoría de los casos, el proceso competencial está orientado a recuperar o defender

determinada atribución o competencia asignada a una entidad pública por el ordenamiento

constitucional. Pero no es la única forma existente de plantear el petitum. Así, se pueden

encontrar tres opciones:


52

2.6.2.1. Vindicatio potestatis directa

En el caso del conflicto positivo, la vindicatio o reivindicación de la competencia o atribución

será directa en tanto que procede ante la auto-adjudicación impropia de esa competencia o

atribución por otra entidad estatal.

Es así como se materializa en una pretensión de reivindicación de una competencia o

atribución propia indebidamente ejercida por una autoridad distinta.

2.6.2.2. Vindicatio potestatis indirecta

En los conflictos por omisión en cumplimiento de acto obligatorio o con menoscabo de

atribuciones, la vindicatio o reivindicación de la competencia o atribución será indirecta en tanto

que está orientada únicamente a cuestionar las actuaciones que interfieren o dificultan el

ejercicio de las competencias o atribuciones propias. No tiene por objeto recuperar o defender

una determinada competencia o atribución.

2.6.2.3. Mera determinación de competencias

Cuando se trata de un conflicto negativo, el demandante sólo busca que se determine o

identifique el órgano al que le corresponde el ejercicio de una determinada competencia o

atribución.

También debe tomarse en cuenta que si el conflicto versare sobre una competencia o

atribución expresada en una norma con rango de ley, el Tribunal Constitucional debe declarar

que la vía adecuada es el proceso de inconstitucionalidad. (CHAVEZ, EL PROCESO

COMPETENCIAL EN LA JURIPRUDENCIA, (1996-2015))


53

IV.CAPITULO CUARTO: MEDIDA CAUTELAR

1.ARTICULO 111.

El demandante puede solicitar al tribunal la suspensión de la disposición, resolución o acto

objeto de conflicto. Cuando se promueve un conflicto constitucional con motivo de una

disposición, resolución o acto cuya impugnación estuviese pendiente ante cualquier juez o

tribunal, este podrá suspender el procedimiento hasta resolución del tribunal constitucional.

2.COMENTARIOS

2.1. Ramiro Bustamante Zegarra

Este articulo permite a la institución demandante solicitar, vía medida cautelar, la suspensión

de la ejecución del acto o resolución administrativa materia del proceso competencial o del

procedimiento si la misma estaría siendo materia de un proceso ante un tribunal o juzgado, lo

cual resulta razonable si tenemos en consideración que la finalidad de las medidas cautelares, es

justamente asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.

Ahora bien, esta suspensión no es automática, como por ejemplo en la revisión del proceso de

ejecución coactiva, sino que es a pedido de parte y como toda medida pre cautelatoria debe

reunir los requisitos o presupuestos de:

2.1.1. Verosimilitud de derecho.- es la apariencia del verdadero, susceptible de darse en

realidad con base de certidumbre.

2.1.2. Peligro en la demora. - existencia de una razón de urgencia que justifique la medida

para evitar la irreparabilidad o el grave daño que pueda significar esperar la expedición de la

sentencia definitiva. (ZEGARRA)


54

2.2. Gustavo Gutiérrez -Ticse

Como en el proceso de acción popular, cuando se trate de un típico conflicto de competencias,

el TC puede aceptar el pedido del demandante, con el propósito de impedir que el demandado

asuma las funciones que están en cuestión; lo hara ciertamente con base en la razonabilidad de la

medida.

En ese sentido, en el caso de conflicto constitucional con motivo de una disposición,

resolución o acto cuya impugnación estuviese pendiente ante cualquier juez o tribunal, este podrá

suspender el procedimiento hasta la resolución del Tribunal Constitucional, así reza el artículo en

desarrollo.

Ciertamente, el Tribunal Constitucional se ha pronunciado en ese sentido, Así por ejemplo, en

el conflicto de competencia entre la Municipalidad de Miraflores y la Municipalidad de

Surquillo, ha prescrito lo siguiente:

En cuanto a la medida cautelar solicitada por la demandante, es necesario evaluar los

elementos esenciales de toda medida cautelar en primer lugar, en relación al fumus boni iuris

(apariencia del derecho), en el caso de autos, la pretensión cautelar para ser emitida requiere a

priori la definición por parte de este colegiado respecto de a quién (demandante o demandada)

corresponde ejercer las competencias constitucionales cuya titularidad se reclama. En

consecuencia, no se configura la apariencia del derecho.

En segundo lugar, es necesario evaluar el periculum in mora (peligro en la de- mora); si bien

la demandada ha emitido el Acuerdo de Concejo que aprueba la privatización del Mercado de

Abastos N° 1 y la conformación de un Comité de Privatización, no es menos cierto que la

sentencia que emita este Colegiado vincula a los poderes públicos y tiene plenos efectos frente a

todos. Determina los poderes o entes estatales a que corresponden las competencias o
55

atribuciones controvertidas y anula las disposiciones, resoluciones o actos viciados de

incompetencia. en esa medida consideramos que tampoco se evidencia el elemento en la demora,

dado que en caso asi correspondiera y de acuerdo a lo expuesto- la reversibilidad del acto es aún

viable.

Finalmente, y con respecto al elemento de la adecuación (uso de medida adecuada a los fines

perseguidos), fin perseguido mediante la instauración del conflicto competencial es que este

Tribunal defina a quién corresponde el ejercicio legítimo de las competencias constitucionales

reclamadas. De autos se evidencia que el contenido en la cautelar (que es los efectos de Concejo

y de todo acto de disposición que pueda darse sobre los bienes de dominio público) no es

adecuado para los fines perseguidos, pues actos de disposición no constituyen impedimento

alguno para que este Tribunal se pronuncie acerca de la titularidad para el ejercicio de las

competencias constitucionales invocadas.

En ese orden de ideas, de no advertirse los presupuestos para la tutela de la petición va el

requerimiento cautelar, deberá definirse la asignación de la competencia en la sentencia.

Finalmente, la norma bajo comentario señala que, si el conflicto competencia se suscita con

ocasión de una disposición, resolución o acto en trámite ante cualquier juez o tribunal, se puede

suspender el procedimiento hasta la resolución del Tribunal Constitucional".

La suspensión, en estos casos como sostiene Goza ni, actúa como medida cautelar provisional

que supone impedir que el uso y aplicación de la norma o acto cuestionado genere efectos

irreversibles por eso son medidas de aseguramiento que persiguen conservar el estatus quo o

innovar cuando claramente corresponda ordenar la acción.


56

Evidentemente lo resuelto por el TC será vinculante con la autoridad judicial y deberá adecuar

la decisión que adopte en el procedimiento en trámite a lo dispuesto por el alto tribunal.

(GUTIERRES-TICSE, 2014)

2.3. Víctor Hugo Montoya Chávez

A diferencia de lo que ocurre con el proceso de inconstitucionalidad, en el de conflicto

competencial sí puede plantearse medida cautelar, y es además la única oportunidad en que el

Tribunal Constitucional resuelve una medida de este tipo.

2.3.1.solicitud

La función de la medida cautelar en el contexto de un proceso constitucional consiste en

contribuir a la realización de sus fines contenidos en él; dicha medida tiene un carácter

eminentemente instrumental e interdependiente.

En un proceso de conflicto competencial, la parte demandante puede interponer medida

cautelar solicitando que se suspenda la eficacia de la resolución, disposición o acto materia del

conflicto o bien la continuación de un proceso ante cualquier juez hasta que el Tribunal

Constitucional emita la resolución correspondiente.

2.3.2. decisión

Para admitir una medida cautelar en un proceso competencial, es necesario que ésta cumpla

con los presupuestos establecidos por el Tribunal Constitucional, superando, así, exámenes

sucesivos de apariencia de buen derecho, peligro en la demora y adecuación.

En la historia jurisprudencial del Tribunal Constitucional, pese a haberse formulado siete

pedidos, solo se ha admitido uno, que es el solicitado más recientemente.


57

2.3.2.1.Apariencia de buen derecho

La pretensión cautelar para ser estimada requiere a priori la definición de a quién

(demandante o demandado) corresponde ejercer las competencias o atribuciones constitucionales

cuya titularidad se reclama.

2.3.2.2.Peligro en la demora

Hay mérito para emitir una medida cautelar en el contexto de un conflicto de competencias si

es que el hecho de no hacerlo constituye un impedimento para el ejercicio de las competencias o

atribuciones controvertidas.

2.3.2.3.Adecuación

El elemento de la adecuación implica que la pretensión cautelar debe ser adecuada a los fines

perseguidos con la demanda competencial.

2.3.3. cuestionamiento

Sólo las partes del proceso competencial pueden solicitar la aclaración o subsanación de la

decisión que concede la medida cautelar. No obstante, el Tribunal Constitucional también puede

aclarar de oficio sus resoluciones o bien a subsanar un error material en el que hubiese incurrido

en caso lo considerase

Necesario.

De otro lado, no es posible solicitar la alteración sustancial, modificación o nulidad de la

decisión que concede la medida cautelar, pues ello atentaría contra la inimpugnabilidad de las

resoluciones del Tribunal Constitucional. (CHAVEZ, EL PROCESO COMPETENCIAL EN LA

JURIPRUDENCIA, (1996-2015))
58

V.CAPITULO QUINTO: ADMISIBILIDAD Y PROCEDENCIA

1.ARTICULO 112

Si el tribunal constitucional estima que existe materia de conflicto cuya resolución sea de su

competencia, declara admisible la demanda y dispone los emplazamientos correspondientes.

El procedimiento se sujeta, en cuanto sea aplicable, a las disposiciones que regulan el proceso

de inconstitucionalidad.

El tribunal puede solicitar a las partes las informaciones, aclaraciones o precisiones que

juzgue necesarias para su decisión. En todo caso, debe resolver dentro de los 60 días hábiles

desde que se interpuso la demanda.

2.COMENTARIOS

2.1. Gustavo Gutiérrez -Ticse

El requisito para admitir una demanda de competencia es que haya dos órganos que se

encuentren en disputa sobre el ejercicio de derecha constitución o por las leyes correspondientes.

Tendrá que haber o bien un conflicto positivo o negativo o uno por omisión conforme a las

reglas del artículo 110 de este mismo corpus legal.

Como se trata de un procedimiento constitucional especial, asimilable al proceso de

inconstitucionalidad, el procedimiento será el mismo en tanto sea aplicable. En este sentido,

admitida la demanda, la Sala confiere traslado al órgano demandado y ordena la publicación del

autor emisario, el cual incluir una relación sucinta del contenido la demanda, por una sola vez, en

el diario oficial El Peruano si la demanda se promueve en Lima, o en el medio oficial de

publicidad que corresponda si aquella se promueve en otro distrito judicial.


59

Si la agresión fluye de una norma y esta ha sido expedida con participación de mas de un

órgano emisor, se emplazará al de mayor jerarquía. Si se trata de órganos de igual nivel

jerárquico, la notificación se dirige al primero que suscribe el texto normativo. En el caso de

normas dictadas por el Poder Ejecutivo, el emplazamiento se hará al ministro que la refrenda; si

fuesen varios, al que haya firmado en primer término.

De manera complementaria, y siguiendo la pauta del artículo 92 del CPCo una vez

practicados los actos procesales que correspondan, TC fijará día y hora para la vista de la causa,

la que ocurrirá dentro de los diez días posteriores a la contestación de solicitar conforme a lo

dispuesto en el art. 31 del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional, para informar

oralmente.

Finalmente, el TC expedirá sentencia dentro de los diez días siguientes a la vista de la causa.

(GUTIERRES-TICSE, 2014)

2.2. Ramiro Bustamante Zegarra

Este articulo obliga a los magistrados del tribunal constitucional a calificar el escrito de

demanda del proceso competencial para verificar que cumpla con los requisitos de admisibilidad

y procedencia y nos remite al procedimiento que regula el proceso de inconstitucionalidad. Así

tenemos:

2.2.1.representacion procesal legal

Los poderes o entidades estatales para interponer o contestan una demanda de competencia

requieren de la intervención de sus titulares y se tratan de entidades de composición colegiada,

aprobación del respectivo pleno.

2.2.1.1.Requisitos del escrito de demanda

La demanda escrita contendrá, cuando meninos los siguientes datos:


60

La denominación o razón social del poder o entidad del estado que demanda.

El nombre, numero de documento de identidad, domicilio legal y procesal del titular.

La denominación o razón social del poder o entidad del estado en contra de quien se dirige la

demanda, precisando su dirección domiciliaria.

Los fundamentos en que se sustentan la pretensión competencial, con indicación de las

disposiciones, actos o resoluciones cuya nulidad se pretende.

La relación numerada de los documentos que se acompañan.

La designación de apoderado si lo hubiere.

2.2.1.2.Anexos dela demanda

A la demanda se acompañan, en su caso:

Documento que acredite que el demandante es titular del poder estado u órgano constitucional

que demanda.

Copia del documento nacional de identificación del mismo.

Certificación del acuerdo adoptado por el pleno si la institución demandante tiene una

composición colegiada.

Copia certificada de las disposiciones, actos resoluciones cuya nulidad se pretende

2.2.1.3.Inadmisibilidad de la demanda

Interpuesta la demanda, el tribunal resuelve su admisión dentro de un plazo que no puede

exceder de diez días.

El tribunal resuelve la inadmisibilidad de la demanda, si se hubiera omitido alguno de los

requisitos o anexos de la demanda indicados anteriormente.

El tribunal concederá un plazo de mayor de cinco días si el requisito omitido es susceptible

de ser subsanado. Si vencido el plazo no se subsana el defecto de inadmisibilidad, el tribunal, en


61

resolución debidamente motivada e inimpugnable, declara la improcedencia de la demanda y la

conclusión del proceso.

2.2.1.4.Improcedencia liminar de la demanda

El tribunal declara improcedente la demanda cuando concurre alguno de los siguientes

supuestos:

Cuando la demanda se interponga o dirija contra una institución o persona que no constituya

un poder del estado u órgano constitucional.

Cuando el tribunal carezca de competencia por que el conflicto versa sobre una competencia o

atribución expresada en una norma con rango de ley.

En estos casos, el tribunal en resolución debidamente motivada e inimpugnable declara la

improcedencia de la demanda.

2.2.1.5.Tramitación

El auto admisorio concede a la parte demandada el plazo de treinta días para contestar la

demanda, computados desde el día siguiente de su notificación.

Con su contestación, o vencido el plazo sin que ella ocurra, el tribunal tendrá por contestada

la demanda o declarara la rebeldía del emplazado, respectivamente.

El tribunal puede solicitar a las partes los informes, aclaraciones o precisiones que considere

necesarias para mejor resolver.

Acto seguido, el tribunal señala fecha para la vista de la causa dentro de los diez días útiles

siguientes. Las partes pueden solicitar que sus abogados informen oralmente.

El tribunal dicta sentencia dentro de los treinta días posteriores de producida la vista de la causa,

la misma que es inimpugnable, vincula a todos los poderes públicos y tiene plenos efectos frente

a todos.
62

El proceso competencial, aunque únicamente sea en la norma y no en la realidad, no debe

durar más de sesenta días hábiles desde la presentación de la demanda hasta expedición de la

sentencia por parte del tribunal constitucional. (ZEGARRA)

2.3. Alfaro pinillos Roberto

2.3.1.Legitimidad pasiva

La Ley no lo establece, pero se entiende que será demando el poder u órgano del Estado que

pretende ejercer o ejerce la competencia o

Atribución materia del conflicto o que niega su actuación alegando que corresponde a otro

poder; órgano o entidad estatal1. Datos de identidad de las personas o representantes de los

Órganos que interponen la demanda y Su domicilio legal y procesal2. La indicación de la

competencia afectada y la forma como la otra entidad invade o rehúsa la competencia de aquélla,

en forma precisa3. Los fundamentos de hecho y derecho que la sustentan y la relacionan

numerada los documentos; que se acompañan4. La designación de apoderado si lo hubiere y de

los sustitutos.5. Tratándose de entidades de composición colegiada,; la decisión requerirá contar

con la aprobación del respectivo pleno Las partes pueden actuar directamente o mediante

apoderado, atendiendo a que las normas del proceso de anticonstitucionalidad son de aplicación

supletoria al presente.

2.3.2.requisistos de la demandaxiv.-actuación de las partes en el proceso

Respecto del proceso de conflicto de competencia, no existe un plazo de prescripción,

puede ejercerse cuando se presente el conflicto. El Tribunal está facultado para solicitar a las

partes las informaciones, aclaraciones; o precisiones que juzgue necesarias para su decisión. En

todo caso debe de resolver dentro de los 60 días hábiles desde que se interpuso la demanda (art.
63

112 del Código Procesal constitucional) Artículo 112.- Admisibilidad y procedencia Si el

Tribunal Constitucional estima que existe materia de conflicto cuya resolución sea de su

competencia, declara admisible la demanda y disponerlos emplazamientos correspondientes. El

procedimiento se sujeta, en cuanto sea aplicable, a las disposiciones que regulan el proceso de

inconstitucionalidad. El Tribunal puede solicitar a las partes las informaciones, aclaraciones o

precisiones que juzgue necesarias para su decisión. En todo caso, debe resolver dentro de los

sesenta días hábiles desde que se interpuso la demanda.

2.3.2.1. Etapas del proceso de conflicto de competencia

2.3.2.1.1.Etapa postuladora o expositiva. Se inicia con la presentación de la demanda que

contiene la pretensión del conflicto de competencia.

2.3.3.prescripción: facultad del tribunal para pedir informaciónxvii.-etapas del proceso de

competencia

2.3.3.1.Etapa probatoria. En este proceso no existe la etapa probatoria, pues se trata de un

proceso de puro derecho al confrontarse la decisión del ente agresor Con la competencia del

órgano agredido, es decir se compara las competencias que les están asignadas por sus Leyes

Orgánicas y en laConstitución.1.3.- Etapa conclusiva. Se realizan ¡os alegatos y conclusiones

sobre todo actúa en el proceso1.4.- Etapa resolutiva. Expedición de la sentencia o decisión

judicial de la pretensión por todos, no hay etapa impugnatoria.1.5.- Etapa de ejecución.

Cumplimiento de la decisión judicial por todos; no hay etapa impugnatoria.

2.3.3.2.Contenido de la sentencia

El Tribunal debe expedir sentencia dentro de los sesenta días hábiles desde que se interpuso

la demanda (art, 112 del Código procesal Constitucional).


64

En caso de conflicto positivo. La sentencia determina los poderes o entes estatales, a

que corresponden las competencias o atribuciones controvertidas y anula las disposiciones,

resoluciones o actos viciados de incompetencia. También resuelve lo que procediere sobre las

situaciones jurídicas producidas sobre la base de tales actos administrativos (art. 113 del Código

Procesal Constitucional).

En caso de conflicto negativo. Cuando se hubiera promovido conflicto negativo de

competencias y atribuciones, la sentencia, además de determinar su titularidad, puede señalar, en

su caso, un plazo dentro del cual el poder del Estado o el ente estatal de que se trate debe

ejercitarse (art.113 del Código Procesal).1.2.- Publicación de la sentencia Conforme con lo

dispuesto por la Cuarta Disposición final del Código constitucional. La sentencia recaída en el

proceso competencial se publica en el diario oficial "El Peruano".

2.3.4.código procesal constitucionalley nº 28237

Promulgado 28-05-2004Publicado 31-05-2004Vigencia De conformidad con la Segunda

Disposición Transitoria y Derogatoria, entrará en vigencia dentro de (6) seis meses contados a

partir de la fecha de su publicación. (30-11-2004). (ROBERTO, 2007)

2.4. Víctor Hugo Montoya Chávez

En este capítulo se continúa con el análisis de procedibilidad de la demanda competencial. El

análisis se centrará en el estudio de la legitimidad activa y la sustracción de la materia.

2.4.1.legitimacion activa

El proceso competencial procede cuando los poderes del Estado, los órganos constitucionales

o los gobiernos regionales o municipales consideren que las decisiones que adopte otro de ellos

afecta las competencias o atribuciones que les ha asignado directamente la Constitución o las
65

leyes orgánicas que delimitan sus ámbitos Vale recordar que el poder del Estado emana del

pueblo y quienes lo ejercen lo hacen con las limitaciones y responsabilidades que la Constitución

y las leyes establecen. Por tanto, hay mérito para pronunciarse sobre el fondo de un conflicto

competencial cuando se cumplan los requisitos especiales de legitimidad previstos.

El proceso competencial cuenta con las siguientes dimensiones:

2.4.1.1. La vertical

que deviene del principio de distribución territorial del poder. Ésta se encuentra referida a la

competencia que es reclamada por el Poder Ejecutivo con uno o más gobiernos regionales o

municipales; uno de estos contra el mencionado poder; o de un gobierno local contra uno

regional.

2.4.1.2. La horizontal

referida al principio de separación de poderes y de órganos constitucionales y que también

incluye al conflicto competencial entre gobiernos regionales o municipales entre sí. Sobre la base

de esta postura, se ha establecido que no pueden presentar demandas de conflictos

competenciales los particulares, por no estar habilitados en las normas procesales

correspondientes.

2.4.2.a nivel nacional

Según la normatividad, el Tribunal Constitucional sólo es competente para analizar las

competencias reclamadas por los poderes del Estado o los órganos constitucionales. Por ello, no

es posible pronunciarse sobre las competencias de instituciones que no tienen reconocimiento

constitucional.

Debe recordarse que también existe otro tipo de conflicto de competencias para cuestiones

relativas a procedimientos administrativos dentro de entidades públicas.


66

2.4.2.1.poderes del estado

Un poder del Estado puede reclamar competencias a otro o a un órgano constitucional de

alcance nacional. El único de los poderes que puede demandar a un gobierno regional o

municipal es el Ejecutivo.

2.4.2.1.1.poder legislativo

En el país, el Poder Legislativo reside en el Congreso de la República, el cual es unicameral.

El Congreso es soberano en sus funciones y cuenta con autonomía normativa, económica,

administrativa y política. Está compuesto por ciento treinta congresistas, electos cada cinco años,

quienes deben ser peruanos de nacimiento, haber cumplido veinticinco años y gozar de derecho

de sufragio. Aparte de representar a la nación y no estar sujetos a mandato imperativo ni a

interpelación, los congresistas gozan de inmunidad parlamentaria de arresto y proceso, y solo

podrán ser sometidos a juicio a través de un proceso de acusación constitucional, en caso de

haber cometido un delito de función o una infracción constitucional.

Entre sus múltiples atribuciones, las cuales pueden ser objeto de cuestionamiento dentro de un

proceso competencial, se encuentran las siguientes:

Dar leyes y resoluciones legislativas, así como interpretar, modificar o derogar las existentes.

Velar por el respeto de la Constitución y de las leyes, y disponer lo conveniente para hacer

efectiva la responsabilidad de los infractores.

Aprobar los tratados, de conformidad con la Constitución.

Aprobar el Presupuesto y la Cuenta General.

Autorizar empréstitos, conforme a la Constitución.

Ejercer el derecho de amnistía. No son válidas si pretenden impedir la investigación y sanción

de los responsables de las violaciones graves de los derechos humanos tales como la tortura, las
67

ejecuciones sumarias, extralegales o arbitrarias y las desapariciones forzadas, todas ellas

prohibidas por contravenir derechos inderogables.

Aprobar la demarcación territorial que proponga el Poder Ejecutivo.

Prestar consentimiento para el ingreso de tropas extranjeras en el territorio de la República,

siempre que no afecte, en forma alguna, la soberanía nacional.

Autorizar al Presidente de la República para salir del país.

Iniciar investigaciones sobre cualquier asunto de interés público.

2.4.2.1.2.poder ejecutivo

El Poder Ejecutivo está compuesto por el Presidente de la República y por el Consejo de

Ministros (además de la Presidencia del Consejo de Ministros y los ministerios), así como por las

entidades públicas del Poder Ejecutivo.

El primero de ellos es el Jefe del Estado, que personifica a la nación, el cual es electo por

sufragio directo y debe ser peruano de nacimiento, tener más de treinta y cinco años de edad al

momento de la postulación y gozar del derecho de sufragio. Su mandato dura cinco años. A su

vez, el Consejo de Ministros –en tanto reunión de todos los ministros– está dedicado a la

dirección y la gestión de los servicios públicos, y cada ministro a los asuntos que competen a la

cartera a su cargo. Los ministros deben refrendar los actos del Presidente de la República para

que no sean nulos. Su titular es el Presidente del Consejo.

El Poder Ejecutivo tiene las siguientes competencias exclusivas:

Diseñar y supervisar políticas nacionales y sectoriales, las cuales son de cumplimiento

obligatorio por todas las entidades del Estado en todos los niveles de gobierno.

Ejercer, pudiendo desconcentrar pero no delegar, las funciones y atribuciones inherentes a

relaciones exteriores; defensa, seguridad nacional y Fuerzas Armadas; justicia, con excepción de
68

la administración de justicia; orden interno, Policía Nacional del Perú y de fronteras;

administración tributaria de alcance nacional y endeudamiento público nacional; régimen de

comercio y aranceles; regulación de la marina mercante y aviación comercial; regulación de los

servicios públicos de su responsabilidad; regulación de la infraestructura pública de carácter y

alcance nacional; y otras que la señale la ley conforme a la Constitución.

En el caso específico del Presidente de la República, constitucionalmente se ha precisado que

cuenta con las siguientes atribuciones, divididas según esté ejerciendo su calidad de jefe de

Estado o de gobierno:

Cumplir y hacer cumplir la Constitución y los tratados, leyes y demás disposiciones legales.

Representar al Estado, dentro y fuera de la República.

Dirigir la política general del Gobierno.

Velar por el orden interno y la seguridad exterior de la República.

Convocar a elecciones para Presidente de la República, representantes a Congreso, así como

para alcaldes y regidores y demás funcionarios que señala la ley.

Convocar al Congreso a legislatura extraordinaria; y firmar, en ese caso, el decreto de

convocatoria.

Dirigir mensajes al Congreso.

Ejercer la potestad de reglamentar las leyes sin transgredirlas ni desnaturalizarlas; y, dentro de

tales límites, dictar decretos y resoluciones.

Cumplir y hacer cumplir las sentencias y resoluciones de los órganos jurisdiccionales y las

resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones.

Dirigir la política exterior y las relaciones internacionales; y celebrar y ratificar tratados.


69

Nombrar embajadores y ministros plenipotenciarios, con aprobación del Consejo de

Ministros, con cargo de dar cuenta al Congreso.

Recibir a los agentes diplomáticos extranjeros, y autorizar a los cónsules el ejercicio de sus

funciones.

Presidir el Sistema de Defensa Nacional; y organizar, distribuir y disponer el empleo de las

Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

Adoptar las medidas necesarias para la defensa de la República, de la integridad del territorio

y de la soberanía del Estado.

Declarar la guerra y firmar la paz, con autorización del Congreso.

Administrar la hacienda pública.

Negociar los empréstitos.

Dictar decretos de urgencia.

Regular las tarifas arancelarias.

Conceder indultos y conmutar penas.

Conferir condecoraciones en nombre de la Nación, con acuerdo del Consejo de Ministros.

Autorizar a los peruanos para servir en un ejército extranjero.

Ejercer las demás funciones de gobierno y administración que la Constitución y las leyes le

encomiendan.

Por su parte, el Consejo de Ministros también cuenta con atribuciones privativas. Entre éstas,

se encuentran las siguientes: aprobar los proyectos de ley que el Presidente de la República

somete al Congreso; aprobar los decretos legislativos y los decretos de urgencia que dicta el

Presidente de la República, así como los proyectos de ley y los decretos y resoluciones que
70

dispone la ley; deliberar sobre asuntos de interés público; y las demás que le otorgan la

Constitución y la ley.

2.4.2.1.3.poder judicial

La función jurisdiccional es ejercida por el Poder Judicial con exclusividad, siendo autónomo

en lo político, administrativo, económico, disciplinario e independiente en lo jurisdiccional.

Actúa a través de un presupuesto propio. Éste es presentado al Poder Ejecutivo y lo sustenta ante

el Congreso. El Poder Judicial está integrado por órganos jurisdiccionales que administran

justicia en nombre de la nación, con la Corte Suprema de Justicia en la cúspide, y por órganos

que ejercen su gobierno y administración (órganos de gestión y de apoyo). Es dirigido por el

presidente de la Corte Suprema. Los magistrados actúan con independencia, son inamovibles en

sus cargos, tienen derecho a la permanencia en el servicio mientras observen conducta e

idoneidad propias de su función, y deben gozar de una remuneración que les asegure un nivel de

vida digno. El perfil del juez está constituido por el conjunto de capacidades y cualidades

personales que permiten asegurar que, en el ejercicio de sus funciones, los jueces responderán de

manera idónea a las demandas de justicia.

El Poder Judicial tiene como potestad básica la de administrar justicia, emanada del pueblo.

Por ello, este órgano estatal tiene como principales funciones:

Resolver los conflictos.

Ser el primer garante de los derechos fundamentales. Constituye la garantía inmediata para la

protección de la libertad de las personas frente a una actuación arbitraria del Poder Ejecutivo o el

Poder Legislativo, incluso frente a los particulares.

Ejercer el poder punitivo del Estado, canalizando las demandas sociales de justicia y evitando

que éstas se ejerzan fuera del marco legal vigente. Así, la eliminación de toda práctica violenta y
71

autoritaria no sólo debe limitarse a la vida política, sino también abarcar la convivencia social y

todos los ámbitos de la vida de los ciudadanos; por ello, es de suma importancia enfatizar que en

nuestro régimen constitucional sólo debe imperar el diálogo y los medios pacíficos para resolver

los conflictos.

2.4.2.2.organos constitucionales

Para que un órgano pueda ser considerado de naturaleza constitucional, deben concurrir los

siguientes elementos:

Necesidad, lo que implica que el órgano de que se trate sea un elemento necesario del

ordenamiento jurídico, al punto que su ausencia determinaría una paralización de las actividades

estatales (aunque sea parcialmente) o produciría una ilegítima transformación de la estructura del

Estado. Este elemento también implica que el órgano debe ser insustituible, en el sentido de que

sus tareas sólo pueden ser realizadas por éste y no por otros órganos constitucionales.

Inmediatez, lo que significa que un órgano para ser constitucional debe recibir de la

Constitución de manera inmediata y directa sus atribuciones fundamentales que lo hagan

reconocible como un órgano que se engarza coordinadamente en la estructura estatal, bajo el

sistema de frenos y contrapesos, propio de una concepción contemporánea del principio de

división del poder.

Posición de paridad e independencia respecto de otros órganos constitucionales, lo que quiere

decir que un órgano constitucional para ser tal debe tener, por mandato constitucional, autonomía

e independencia, de modo tal que no sea un órgano ‘autárquico’ ni tampoco un órgano

subordinado a los demás órganos constitucionales o a los poderes del Estado.


72

De otro lado –y tal como fue enfatizado–, en coherencia con el principio de que ningún

órgano puede ser juez y parte, el Tribunal Constitucional no está en capacidad de analizar las

atribuciones asignadas a él mismo.

2.4.2.2.1.banco central de reserva

El Banco Central es persona jurídica de derecho público con autonomía en el marco de su Ley

Orgánica. Cuenta con patrimonio propio, duración indefinida y se encarga de preservar la

estabilidad monetaria en el país.

Es gobernado por un Directorio de siete miembros, de los cuales, el Poder Ejecutivo designa a

cuatro, entre ellos al Presidente, mientras que el Congreso ratifica a éste y designa a los tres

restantes, con la mayoría absoluta del número legal de sus miembros.

Los directores del Banco son nombrados por un periodo de cinco años. No representan a

entidad ni interés particular algunos, y el Congreso puede removerlos por falta grave, caso en el

que los nuevos directores completan el correspondiente período constitucional.

Artículo 86 de la Constitución; artículo 9 del Decreto Ley 26123, Ley Orgánica del Banco

Central de Reserva del Perú.

Las disposiciones que emita el Banco en el ejercicio de sus funciones

son de obligatorio cumplimiento para todas las entidades del Sistema Financiero, así como

para las demás personas naturales y jurídicas cuando corresponda. En el caso de las

disposiciones de carácter general, estas se denominan Circulares y son publicadas en el diario

oficial El Peruano.

Artículo 4 del Decreto Ley 26123, Ley Orgánica del Banco Central de Reserva del Perú.

Sus funciones son:


73

Artículos 84 y 85 de la Constitución; artículo 2 del Decreto Ley 26123, Ley Orgánica del

Banco Central de Reserva del Perú.

Regular la moneda y el crédito del sistema financiero.

Regular la cantidad de dinero.

Administrar las reservas internacionales a su cargo, para lo cual puede efectuar operaciones y

celebrar convenios de crédito para cubrir desequilibrios transitorios. Para tal efecto requiere de la

autorización por ley cuando el monto supera el límite señalado por el Presupuesto del Sector

Público, con cargo de dar cuenta al Congreso.

Emitir billetes y monedas e informar sobre las finanzas nacionales.

Las demás funciones que señala su ley orgánica.

El Banco debe informar al país, exacta y periódicamente, sobre el estado de las finanzas

nacionales, bajo responsabilidad de su Directorio. Está prohibido de conceder financiamiento al

erario, salvo la compra, en el mercado secundario, de valores emitidos por el Tesoro Público,

dentro del límite que señala su Ley Orgánica.

De otro lado, el Banco está sujeto al control posterior de la Contraloría General,

exclusivamente en lo que concierne a la ejecución presupuestal; mientras que la

Superintendencia de Banca y Seguros –dentro de las atribuciones que le reconoce su respectiva

Ley Orgánica supervisará el cumplimiento de la Ley Orgánica, Estatuto y demás disposiciones

del Banco.

2.4.2.2.2.consejo nacional de la magistratura

El Consejo Nacional de la Magistratura es un órgano independiente encargado de la selección,

nombramiento y ratificación de los jueces y fiscales de todos los niveles, salvo cuando

provengan de elección popular. Asimismo, está facultado para extender a los jueces y fiscales el
74

título oficial que los acredita y aplicar la sanción de destitución cuando corresponda. Está

compuesto por un representante de la Corte Suprema, elegido en votación secreta en Sala Plena;

uno de la Junta de Fiscales Supremos, elegido en votación secreta; uno elegido, en votación

secreta, por los miembros de los colegios de abogados del país; dos elegidos, en votación secreta,

por los miembros de los demás colegios profesionales del país; uno elegido en votación secreta,

por los rectores de las universidades nacionales; y, uno elegido, en votación secreta, por 2los

rectores de las universidades particulares. El número de integrantes puede ser ampliado a dos

más, elegidos en votación secreta por el mismo consejo, entre sendas listas propuestas por las

instituciones representativas del sector laboral y del empresarial. Todos ellos tienen suplente y

son electos por un período de cinco años.

A los miembros se les exige los mismos requisitos que para ser vocal de la Corte Suprema,

gozan de los mismos beneficios y derechos, y están sujetos a las mismas obligaciones e

incompatibilidades. Pueden ser removidos por causa grave mediante acuerdo del Congreso

adoptado con el voto conforme de los dos tercios del número legal de miembros. No están

sujetos a no están sujetos a mandato imperativo de las entidades o gremios que los eligen.

Son funciones del Consejo Nacional de la Magistratura:

Nombrar, previo concurso público de méritos y evaluación personal, a los jueces y fiscales de

todos los niveles, para lo cual se requiere el voto conforme de las dos terceras partes del número

legal de los miembros.

Ratificar a los jueces y fiscales de todos los niveles cada siete años. No se admite el carácter

subjetivo como forma de actuación en la ratificación, sino que es considerada como una decisión

con un alto componente objetivo. El CNM ya no puede determinar, a su libre albedrío, qué juez o
75

fiscal no continúa en el cargo, sino que, para hacerlo, deberá basarse en los parámetros de

evaluación antes señalados.

Aplicar la sanción de destitución a los Vocales de la Corte Suprema y Fiscales Supremos y, a

solicitud de la Corte Suprema o de la Junta de Fiscales Supremos, respectivamente, a los jueces y

fiscales de todas las instancias. Las decisiones de destitución deben estar plenamente motivadas.

Extender a los jueces y fiscales el título oficial que los acredita.

Nombrar al Jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales.

Nombrar al Jefe del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil.

Elaborar y aprobar su reglamento interno y los reglamentos especiales que señale su Ley

orgánica.

Establecer las comisiones que considere convenientes.

Ejercer el derecho de iniciativa legislativa conforme a la Constitución.

Las decisiones que emite en el marco de sus atribuciones no son revisables en sede judicial.

Sin embargo, tienen validez constitucional en tanto no contravengan el conjunto de valores,

principios y derechos fundamentales de la persona contenidos en la Constitución, lo que supone,

a contrario sensu, que si ellas son ejercidas de una forma tal que desvirtúan el cuadro de

principios y valores materiales o los derechos fundamentales que aquella reconoce, no existe ni

puede existir ninguna razón que invalide o deslegitime el control constitucional.

2.4.2.2.3.contraloria general de la republica

Es una entidad descentralizada de Derecho Público que se constituye como el ente técnico

rector del Sistema Nacional de Control, dotado de autonomía administrativa, funcional,

económica y financiera, y que tiene por misión dirigir y supervisar con eficiencia y eficacia el

control gubernamental, orientando su accionar al fortalecimiento y transparencia de la gestión de


76

las entidades, la promoción de valores y la responsabilidad de los funcionarios y servidores

públicos, así como a contribuir con los Poderes del Estado en la toma de decisiones y con la

ciudadanía para su adecuada participación en el control social.

El Contralor General es designado por el Congreso, a propuesta del Poder Ejecutivo, por siete

años. Puede ser removido por el Congreso por falta grave. Está prohibido de ejercer actividad

lucrativa e intervenir, directa o indirectamente en la dirección y/o gestión de cualquier actividad

pública o privada, excepto las de carácter docente. Su función es la de supervisar la legalidad de

la ejecución del Presupuesto del Estado, de las operaciones de la deuda pública y de los actos de

las instituciones sujetas a control.

Dentro de las entidades que se encuentran sujetas a control están:

El gobierno central, sus entidades y órganos que, bajo cualquier denominación, formen parte

del Poder Ejecutivo, incluyendo las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, y sus respectivas

instituciones.

Los gobiernos regionales y locales e instituciones y empresas pertenecientes a los mismos,

por los recursos y bienes materia de su participación accionaria.

Las unidades administrativas del Poder Legislativo, del Poder Judicial y del Ministerio

Público.

Los organismos autónomos creados por la Constitución y por ley, e instituciones y personas

de derecho público.

Los organismos reguladores de los servicios públicos y las entidades a cargo de supervisar el

cumplimiento de los compromisos de inversión provenientes de contratos de privatización.


77

Las empresas del Estado, así como aquellas empresas en las que éste participe en el

accionariado, cualquiera sea la forma societaria que adopten, por los recursos y bienes materia de

dicha participación.

Las entidades privadas, las entidades no gubernamentales y las entidades internacionales,

exclusivamente por los recursos y bienes del Estado que perciban o administren.

2.4.2.2.4.defensoria del pueblo

La Defensoría del Pueblo es un órgano constitucional autónomo con la que los órganos

públicos están obligados a colaborar cuando aquélla lo requiere. Su proyecto de presupuesto es

presentado ante el Poder Ejecutivo y es sustentado por su titular en esa instancia y en el

Congreso.

Es dirigida por el Defensor del Pueblo, abogado de por lo menos treinta y cinco años de edad,

que goce de conocida reputación de integridad e independencia. Es elegido y removido por el

Congreso con el voto de los dos tercios de su número legal. Goza de la misma inmunidad y de

las mismas prerrogativas de los congresistas. Su cargo dura cinco años y no está sujeto a

mandato imperativo, con las mismas incompatibilidades que los vocales supremos.

Corresponde a la Defensoría del Pueblo:

Defender los derechos constitucionales y fundamentales de la persona y de la comunidad.

Supervisar el cumplimiento de los deberes de la administración estatal.

Supervisar la prestación de los servicios públicos a la ciudadanía.

2.4.2.2.5. ministerio publico

El Ministerio Público es un órgano autónomo. Cuenta con un presupuesto, aprobado por la

Junta de Fiscales Supremos, que se presenta ante el Poder Ejecutivo y se sustenta en esa

instancia y en el Congreso. Dado que la Constitución no establece la exclusividad de la función


78

fiscal a favor del Ministerio Público, la existencia de un órgano fiscal dentro del Fuero Militar

Policial, a efectos de que ejercite la acción penal en el caso de los delitos de función, no es

inconstitucional.

Es presidido por el Fiscal de la Nación, electo por la Junta de Fiscales Supremos por el lapso

de tres años, prorrogable por reelección sólo por otros dos Los miembros del Ministerio Público

tienen los mismos derechos y prerrogativas y están sujetos a las mismas obligaciones que los del

Poder Judicial en la categoría respectiva. Les afectan las mismas incompatibilidades. Su

nombramiento está sujeto a requisitos y procedimientos idénticos a los de los miembros del

Poder Judicial en su respectiva categoría.

Tiene como atribuciones:

Promover de oficio, o a petición de parte, la acción judicial en defensa de la legalidad y de los

intereses públicos y ciudadanos tutelados por el derecho.

Velar por la independencia de los órganos jurisdiccionales y por la recta administración de

justicia.

Representar en los procesos judiciales a la sociedad, para los efectos de defender a la familia,

a los menores e incapaces y el interés social, así como para velar por la moral pública.

Conducir desde su inicio la investigación del delito, estando la Policía Nacional obligada a

cumplir los mandatos del Ministerio Público en el ámbito de su función.

Ejercitar la acción penal de oficio o a petición de parte, velando además por. la prevención y

persecución del delito así como la reparación civil.

Emitir dictamen previo a las resoluciones judiciales en los casos que la ley contempla.

Ejercer iniciativa en la formación de las leyes; y dar cuenta al Congreso, o al Presidente de la

República, de los vacíos o defectos de la legislación.


79

2.4.2.2.6.jurado nacional de elecciones

El Jurado Nacional de Elecciones es un organismo autónomo que integra el Sistema Electoral

Nacional, y cuenta con personería jurídica de derecho público. Su fin supremo consiste en velar

por el respeto y cumplimiento de la voluntad popular manifestada en los procesos electorales.

Ahora bien, las entidades que integran el referido Sistema Electoral, el Jurado Nacional de

Elecciones, la Oficina Nacional de Procesos Electorales y el Registro Nacional de Identificación

y Estado Civil, actúan con autonomía y mantienen entre sí relaciones de coordinación, de

acuerdo con sus atribuciones. En concreto, el Jurado Nacional de Elecciones actúa a fin de

permitir a los ciudadanos su participación en la vida política del país según los límites

establecidos por ley. Asimismo, garantiza que la acción de votar de los ciudadanos se lleve de

una manera organizada y pacífica, y que el escrutinio sea reflejo exacto de la voluntad del elector

expresada en las urnas mediante la votación directa.

El Pleno es la máxima autoridad del Jurado Nacional de Elecciones y está compuesto por

cinco miembros, elegidos por un período de cuatro años, con renovación alternada cada dos

años: uno elegido en votación secreta por la Corte Suprema entre sus magistrados jubilados o en

actividad, quien lo preside; uno elegido en votación secreta por la Junta de Fiscales Supremos,

entre los Fiscales Supremos jubilados o en actividad; uno elegido en votación secreta por el

Colegio de Abogados de Lima, entre sus miembros; uno elegido en votación secreta por los

decanos de las Facultades de Derecho de las universidades públicas, entre sus ex decanos; y, uno

elegido en votación secreta por los decanos de las Facultades de Derecho de las universidades

privadas, entre sus ex decanos. Estos integrantes no pueden ser menores de cuarenta y cinco años

ni mayores de setenta y el cargo es remunerado, de tiempo completo e incompatible con

cualquiera otra función pública, excepto la docencia a tiempo parcial.


80

Entre sus atribuciones se encuentran las siguientes:

Fiscalizar la legalidad del ejercicio del sufragio y de la realización de los procesos electorales,

del referéndum y de otras consultas populares, así como también la elaboración de los padrones

electorales.

Mantener y custodiar el registro de organizaciones políticas, a la vez de resolver en instancia

última y definitiva sobre la inscripción de las organizaciones políticas y la de sus candidatos en

los procesos electorales.

Velar por el cumplimiento de las normas sobre organizaciones políticas y demás

disposiciones referidas a materia electoral.

Administrar justicia en materia electoral.

Proclamar a los candidatos elegidos; el resultado del referéndum o el de otros tipos de

consulta popular y expedir las credenciales correspondientes.

Resolver en última instancia las reclamaciones que se presenten sobre la constitución y el

funcionamiento de los Jurados Electorales Especiales.

Declarar la nulidad de un proceso electoral, de referéndum u otras consultas populares en los

casos señalados en la Constitución.

Tener iniciativa en la formación de las leyes en materia electoral.

Presentar al Poder Ejecutivo el proyecto de Presupuesto del Sistema Electoral que incluye por

separado las partidas propuestas por cada entidad del sistema. Lo sustenta en esa instancia y ante

el Congreso.

Otras más que señale la ley.

Del ejercicio de sus competencias administrativas supervisoras, a diferencia de lo que ocurre

cuando ejerce competencias jurisdiccionales, no deriva la posibilidad de adoptar decisiones


81

coactivas dirigidas hacia el resto de órganos del sistema electoral. No obstante, los otros órganos

electorales autónomos tienen la obligación constitucional de adoptar todas las medidas

necesarias para que el Jurado Nacional de Elecciones pueda ejercer debidamente las referidas

funciones administrativas supervisoras, pues, de lo contrario, menoscabarían el adecuado

ejercicio de sus competencias.

Sus decisiones las toma apreciando los hechos con criterio de conciencia y resolviendo con

arreglo a ley y a los principios generales de derecho. En materias electorales, de referéndum o de

otro tipo de consultas populares, sus resoluciones son dictadas en instancia final, definitiva, y no

son revisables pues contra ellas no procede recurso alguno. De hecho es la única entidad

competente para, concluido el proceso electoral, proclamar a los candidatos elegidos y expedir

las credenciales correspondientes, sin perjuicio de las demás atribuciones que la Constitución le

reconoce. Sin embargo, la proscripción de modo absoluto de la procedencia de las demandas de

amparo contra las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones resulta manifiestamente

restrictiva al respeto de los derechos fundamentales de los afectados.

2.4.2.2.7.oficina nacional de procesos electorales

La Oficina Nacional de Procesos Electorales también integra el Sistema Electoral Nacional;

es un organismo autónomo que cuenta con personería jurídica de derecho público interno y goza

de atribuciones en materia técnica administrativa, económica y financiera, actuando como la

autoridad máxima en la organización y ejecución de los procesos electorales, de referéndum u

otras consultas populares. Su condición de órgano constitucional le dota de independencia

estructural y autonomía administrativa, motivo por el cual no tienen superiores jerárquicos a

nivel administrativo que pueda conminarlo a adoptar una u otra decisión. El Jefe de la Oficina

Nacional de Procesos Electorales es nombrado por el Consejo Nacional de la Magistratura por un


82

período renovable de cuatro años. Puede ser removido por el propio Consejo por falta grave y

está afecto a las mismas incompatibilidades previstas para los integrantes del Pleno del Jurado

Nacional de Elecciones.

Tiene como facultades:

Organizar todos los procesos electorales, de referéndum y los de otros tipos de consulta

popular.

Definir el presupuesto de dichos procesos.

Elaborar y diseñar la cédula de sufragio.

Entregar las actas y demás material necesario para los escrutinios y la difusión de sus

resultados.

Regular, dentro del marco constitucional y legal, todos los aspectos relacionados con la

implementación y ejecución de la franja electoral de todo proceso electoral, sin perjuicio de las

competencias fiscalizadoras, supervisoras y jurisdiccionales que le corresponden al Jurado

Nacional de Elecciones.

Brindar información permanente sobre el cómputo desde el inicio del escrutinio en las mesas

de sufragio.

Dictar las instrucciones y disposiciones necesarias para el mantenimiento del orden y la

protección de la libertad personal durante los comicios.

Ejercer las demás funciones que la ley le señala.

2.4.2.2.8.registro nacional de identificacion y estado civil

También integra el Sistema Electoral, y su condición de órgano constitucional le dota de

independencia estructural y autonomía administrativa, por lo que se acepta superiores jerárquicos


83

a nivel administrativo que pueda obligarlo a adoptar una u otra decisión. Goza de atribuciones en

materia registral, técnica, y financiera.

Su jefe es nombrado por el Consejo Nacional de la Magistratura por un período renovable de

cuatro años. Puede ser removido por dicho Consejo por falta grave y está afecto a las mismas

incompatibilidades previstas para los integrantes del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. El

cargo es incompatible con cualquier otra función pública, excepto la docencia a tiempo parcial.

Entre sus competencias se encuentran las siguientes:

Inscribir los nacimientos, matrimonios, divorcios, defunciones, y otros actos que modifican el

estado civil.

Emitir las constancias correspondientes.

Preparar y mantener actualizado el padrón electoral.

Proporcionar al Jurado Nacional de Elecciones y a la Oficina Nacional de Procesos

Electorales la información necesaria para el cumplimiento de sus funciones.

Mantener el registro de identificación de los ciudadanos y emitir los documentos que

acreditan su identidad.

Ejercer las demás funciones que la ley señala.

2.4.2.2.9. superintendencia de banca, seguros y administradoras privadas de fondos de

pensiones

La Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones

es una institución de derecho público cuya autonomía funcional está reconocida por la

Constitución.

El Poder Ejecutivo designa al Superintendente de Banca, Seguros y Administradoras Privadas

de Fondos de Pensiones por un plazo de cinco años, y el Congreso lo ratifica, pudiendo ser
84

nombrado para uno o más períodos sucesivos. Continúa en el ejercicio del cargo mientras no se

designe a su sucesor, y le está vedado el ejercicio de toda actividad económica remunerada, con

excepción de la docencia. Asimismo, debe tratarse de un peruano, mayor de treinta años, que

cuente con estudios especializados y experiencia no menor de cinco años en materias

económicas, financieras y bancarias, de conducta intachable y reconocida solvencia e idoneidad

moral. Su presupuesto es aprobado por el Superintendente de Banca y Seguros, quien tiene a su

cargo la administración, la ejecución y el control del mismo. La Contraloría General tendrá a su

cargo el control dicho proceso de ejecución presupuestal.

La Superintendencia ejerce el control de las empresas bancarias, de seguros, de

administración de fondos de pensiones, de las demás que reciben depósitos del público y de

aquellas otras que, por realizar operaciones conexas o similares.

Así, se encuentra facultada para:

Otorgar, denegar, suspender o cancelar la autorización de funcionamiento de las empresas del

sistema financiero.

Adoptar las medidas necesarias para prevenir y/o evitar que cualquier persona no idónea

controle o participe, directa o indirectamente, en la dirección, gestión y operación de una

empresa del sistema financiero.

Examinar, controlar o fiscalizar a las empresas del sistema financiero y reglamentar y vigilar

el cumplimiento efectivo de las obligaciones de registro y notificación.

Verificar, mediante exámenes regulares, que las empresas del sistema financiero posean y

apliquen los programas de cumplimiento obligatorio.

Brindar a otras autoridades competentes la información obtenida de empresas del sistema

financiero.
85

Dictar instructivas o recomendaciones que ayuden a las empresas del sistema financiero a

detectar patrones sospechosos en la conducta de sus clientes. Esas pautas se desarrollan tomando

en cuenta técnicas modernas y seguras de manejo de activos, y sirven como elemento educativo

para el personal de las empresas del sistema financiero.

Cooperar con otras autoridades competentes y aportarles asistencia técnica, en el marco de

investigaciones y procesos referentes a los delitos de tráfico ilícito de drogas o delitos conexos.

Finalmente, la Superintendencia deberá prestar una estrecha cooperación con las autoridades

competentes de otros Estados en las investigaciones, procesos y actuaciones referentes a los

delitos de tráfico ilícito de drogas o delitos conexos.

2.4.3.a nivel subnacional

Tomando en cuenta que la descentralización es una forma de organización democrática y

constituye una política permanente del Estado, de carácter obligatorio, que tiene como objetivo

fundamental el desarrollo integral del país, se ha dividido el territorio de la República en

regiones, departamentos, provincias y distritos, en cuyas circunscripciones se constituye y

organiza el gobierno a nivel nacional, regional y local, preservando la unidad e integridad del

Estado y de la Nación.

2.4.3.1.gobiernos regionales

Las regiones se crean sobre la base de áreas contiguas integradas histórica, cultural,

administrativa y económicamente, conformando unidades geoeconómicas sostenibles,

iniciándose con la elección de gobiernos en los departamentos. Tienen autonomía política,

económica y administrativa en los asuntos de su competencia. Al cumplir sus funciones de

fomentar el desarrollo y la economía regional, fomentar las inversiones, actividades y servicios

públicos de su responsabilidad, en armonía con las políticas y planes nacionales y locales de


86

desarrollo, debe coordinar con las municipalidades sin interferir sus funciones y atribuciones.

Está conformado por el Consejo Regional (órgano normativo y fiscalizador), el Presidente

(órgano ejecutivo) y el Consejo de Coordinación Regional (órgano consultivo y de coordinación

con las municipalidades). Como parte de los bienes y rentas de los gobiernos regionales se

incluyen a los muebles e inmuebles de su propiedad; las transferencias específicas que les asigne

la Ley Anual de Presupuesto; los tributos creados por ley a su favor; los derechos económicos

que generen por las privatizaciones, concesiones y servicios que otorguen, conforme a ley; los

recursos asignados del Fondo de Compensación Regional, que tiene carácter redistributivo,

conforme a ley; los recursos asignados por concepto de canon; los recursos provenientes de sus

operaciones financieras, incluyendo aquellas que realicen con el aval del Estado, conforme a ley;

y, los demás que determine la ley.

Los gobiernos regionales son competentes para:

Aprobar su organización interna y su presupuesto.

Formular y aprobar el plan de desarrollo regional concertado con las municipalidades y la

sociedad civil.}

Administrar sus bienes y rentas.

Regular y otorgar las autorizaciones, licencias y derechos sobre los servicios de su

responsabilidad.

Promover el desarrollo socioeconómico regional y ejecutar los planes y programas

correspondientes.

Dictar las normas inherentes a la gestión regional.


87

Promover y regular actividades y/o servicios en materia de agricultura, pesquería, industria,

agroindustria, comercio, turismo, energía, minería, vialidad, comunicaciones, educación, salud y

medio ambiente, conforme a ley.

Fomentar la competitividad, las inversiones y el financiamiento para la ejecución de proyectos

y obras de infraestructura de alcance e impacto regional.

Presentar iniciativas legislativas en materias y asuntos de su competencia.

Ejercer las demás atribuciones inherentes a su función, conforme a ley.

2.4.3.2.gobiernos locales

En vista de que el ámbito del nivel local de gobierno consta de provincias, distritos y centros

poblados, las municipalidades provinciales y distritales son los órganos de gobierno local que

cuentan con autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de su competencia, y

también se pueden crear municipalidades de los centros poblados. Al respecto, se ha interpretado

que las municipalidades de centros poblados sí pueden interponer una demanda competencial

siempre que acrediten su legitimidad adjuntando la resolución emitida por la Municipalidad

Provincial que dispone su creación.

La estructura orgánica del gobierno local la conforman el Concejo Municipal (órgano

normativo y fiscalizador) y la alcaldía (órgano ejecutivo). Son bienes y rentas de las

municipalidades los muebles e inmuebles de su propiedad; los tributos creados por ley a su

favor; las contribuciones, tasas, arbitrios, licencias y derechos creados por Ordenanzas

Municipales, conforme a ley; los derechos económicos que generen por las privatizaciones,

concesiones y servicios que otorguen, conforme a ley; los recursos asignados del Fondo de

Compensación Municipal, que tiene carácter redistributivo, conforme a ley; las transferencias

específicas que les asigne la Ley Anual de Presupuesto; los recursos asignados por concepto de
88

canon; los recursos provenientes de sus operaciones financieras, incluyendo aquellas que

requieran el aval del Estado, conforme a ley; y, los demás que determine la ley.

Los gobiernos locales promueven el desarrollo y la economía local, y la prestación de los

servicios públicos de su responsabilidad, en armonía con las políticas y planes nacionales y

regionales de desarrollo. Por ello, son competentes para:

Aprobar su organización interna y su presupuesto.

Aprobar el plan de desarrollo local concertado con la sociedad civil.

Administrar sus bienes y rentas.

Crear, modificar y suprimir contribuciones, tasas, arbitrios, licencias y derechos municipales,

conforme a ley.

Organizar, reglamentar y administrar los servicios públicos locales de su responsabilidad.

Planificar el desarrollo urbano y rural de sus circunscripciones, incluyendo la zonificación,

urbanismo y el acondicionamiento territorial.

Fomentar la competitividad, las inversiones y el financiamiento para la ejecución de proyectos

y obras de infraestructura local.

Desarrollar y regular actividades y/o servicios en materia de educación, salud, vivienda,

saneamiento, medio ambiente, sustentabilidad de los recursos naturales, transporte colectivo,

circulación y tránsito, turismo, conservación de monumentos arqueológicos e históricos, cultura,

recreación y deporte, conforme a ley.

Presentar iniciativas legislativas en materias y asuntos de su competencia.

Promover, apoyar y reglamentar la participación vecinal en el desarrollo local.

Brindar servicios de seguridad ciudadana, con la cooperación de la Policía Nacional del Perú,

conforme a ley.
89

Ejercer las demás atribuciones inherentes a su función, conforme a ley.

2.4.4.sustraccion de la materia

Teniendo en cuenta que el procedimiento de conflicto competencial se sujeta, en cuanto sea

aplicable, a las disposiciones que regulan el proceso de inconstitucionalidad, el Tribunal

Constitucional puede declarar liminarmente la improcedencia de la demanda cuando hubiere

desestimado con anterioridad un conflicto de competencias sustancialmente igual en cuanto al

fondo.

En el análisis de la controversia ‘sustancialmente igual’ se examina si la nueva pretensión

plantea un asunto que ya constituye la denominada ‘cosa juzgada constitucional. El derecho a

que se respete una resolución que ha adquirido la autoridad de cosa juzgada posibilita que se

garanticen los derechos de todo justiciable en un doble sentido: a que las resoluciones que hayan

puesto fin al proceso judicial no puedan ser recurridas mediante medios impugnatorios, ya sea

porque estos han sido agotados o porque ha transcurrido el plazo para impugnarla; y a que el

contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal condición, no pueda ser dejado sin efecto

ni modificado, sea por actos de otros poderes públicos, de terceros o, incluso, de los mismos

órganos jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó.

En la historia del Tribunal, sólo ha habido un caso en el que se declaró la sustracción de la

materia, aunque fue una sustracción parcial.

Tal supuesto particular se presentó en el conflicto competencial instaurado por el Poder

Judicial en contra del Poder Ejecutivo por presunta afectación de sus competencias en materia

presupuestaria, en la presentación del ‘Proyecto de Ley Anual del Presupuesto del Sector Público

para el año 2005’ al Congreso de la República que excluyó el monto total que presentó el Poder

Judicial.
90

En este caso, el Tribunal Constitucional estableció que aun cuando carecía de objeto

pronunciarse sobre algunas de las pretensiones de la parte demandante, por referirse éstas a un

proceso de elaboración presupuestaria que ya había culminado –con la aprobación de la

respectiva Ley Anual de Presupuesto–, existía mérito para conocer el fondo de la controversia en

tanto la demanda interpuesta buscaba cuestionar, con carácter general, la conducta del Poder

Ejecutivo frente a la materia tal y como ésta se realiza todos los años.

2.4.5.admisibilidad de la demanda

El segundo examen que debe realizarse de una demanda de conflicto competencial es el de

admisibilidad.

Carece de objeto pronunciarse sobre una demanda que no ha cumplido con los

correspondientes requisitos de admisibilidad al término del plazo establecido. En tales casos,

corresponde declarar su improcedencia por no haberse realizado la subsanación correspondiente,

mas no por sustracción de la materia. El plazo otorgado para subsanar las omisiones de la

demanda es igual al del proceso de inconstitucionalidad.

2.4.5.1.identificación de los representantes procesales

En primer lugar, corresponde analizar quiénes, dentro de los legitimados activos, están

habilitados normativamente para interponer las demandas competenciales.

2.4.5.1.1.Interposición de demandas a través de titulares

En primer lugar, las demandas pueden ser interpuestas por los titulares de las entidades que

tienen legitimidad para presentar las demandas competenciales.

2.4.5.1.1.1. Directamente por titulares

Según la normatividad procesal, los poderes o entidades estatales en conflicto actuarán en el

proceso a través de sus titulares.


91

Sin embargo, vía jurisprudencial, se ha interpretado que ese requisito de admisibilidad tiene

por finalidad acreditar la voluntad de los órganos accionantes de dirimir la controversia

producida en sede constitucional. Por consiguiente, existiría mérito para no exigir la referida

formalidad si es que del análisis de otros hechos sustantivos o procesales se advierte que la

voluntad del órgano demandante fuera indubitable.

2.4.5.1.1.2. Con aprobación del pleno

Se ha señalado en la legislación procesal que tratándose de entidades de composición

colegiada, la decisión de presentar una demanda competencial debe contar con la aprobación del

respectivo pleno.

2.4.5.1.1.2.1. El Presidente de la República

Es necesario que las demandas competenciales interpuestas por el Poder Ejecutivo estén

refrendadas por el correspondiente voto aprobatorio del Consejo de Ministros. Por consiguiente,

contrario sensu, no serían admisibles aquellas suscritas únicamente por el procurador público

adscrito a alguna entidad integrante del Poder Ejecutivo. En estricto, para admitir a trámite las

demandas competenciales interpuestas por el Poder Ejecutivo con la finalidad de cuestionar la

validez de normas o actos emitidos por gobiernos regionales y locales, se exige que se acredite el

cumplimiento de un procedimiento específico.

2.4.5.1.1.2.2. De gobiernos regionales

La demanda interpuesta por un gobierno regional debe estar refrendada por el respectivo

Consejo Regional.

2.4.5.1.1.2.3. De gobiernos locales

Para admitir a trámite una demanda de conflicto competencial interpuesta por una

municipalidad distrital se debe adjuntar el Acuerdo de Concejo correspondiente. Si un proceso


92

competencial se interpone adjuntando el referido Acuerdo de Concejo Municipal, debidamente

suscrito por el alcalde correspondiente, debe admitirse la demanda a trámite aún si este último no

la hubiera firmado.

En el caso de las demandas interpuestas por una Municipalidad de Centro Poblado, es

requisito de admisibilidad adjuntar la resolución de la municipalidad provincial correspondiente,

que acredite la creación del gobierno local accionante.

2.4.5.1.2. Interposición de demandas a través de apoderados

Debido a que el proceso competencial se sujeta, en cuanto sea aplicable, a las disposiciones

que regulan el proceso de inconstitucionalidad, es posible que el legitimado activo cuente con un

apoderado que asuma el proceso constitucional, cuyo nombre debe constar en la demanda.

2.4.5.2. identificación del abogado patrocinante

Si bien con anterioridad se exigía que para la admisibilidad de la demanda, el abogado

patrocinante debía cumplir con adjuntar copia de su DNI vigente y el certificado de encontrarse

hábil en el colegio al cual pertenece, toda vez que un abogado sólo puede patrocinar a nivel

nacional si está inscrito en cualquier colegio de abogados del país y está debidamente habilitado

para el ejercicio de esta función, en mérito al principio de elasticidad , el actual Colegiado en

funciones considera necesario prescindir de la exigencia de tales requisitos.

2.4.5.3. determinación de los argumentos esgrimidos

Es preciso que una demanda de conflicto competencial se refiera a actos normativos

concretos, o a resoluciones o hechos objetivos que incidan en las competencias o atribuciones de

la entidad demandante. Por el contrario, no existiría mérito para admitir a trámite una causa que

se sustente exclusivamente en situaciones creadas por trámites o reclamos administrativos entre

órganos o en base a suposiciones subjetivas referidas a hechos improbables o inciertos.


93

La demanda deberá contener cuando menos los fundamentos en que se sustenta la pretensión,

y se entiende por cumplido ese requisito no sólo cuando se realiza una narración de los hechos y

se identifica los preceptos presuntamente afectados, sino cuando se expresan los argumentos en

virtud de los cuales estos habrían sido transgredidos. (CHAVEZ, EL PROCESO

COMPETENCIAL EN LA JURIPRUDENCIA, (1996-2015))

2.5. Luis Alberto carrasco García

2.5.1. Procedimiento

Conforme con lo prescrito por el artículo 112 del código procesal constitucional, el

procedimiento se sujeta, en cuanto sea aplicable, a las normas que regulan el proceso de

inconstitucionalidad. Se entiende, también, que el proceso competencial pasa por las etapas de

demanda, admisión, alegatos, vista de causa y sentencia.

2.5.2. Titulares en el proceso de conflicto de competencia

2.5.2.1.Legitimación activa

Los titulares de los poderes del estado, de los órganos constitucionales autónomos, y de los

gobiernos regionales y locales. Cuando el órgano en conflicto es colegiado,el acuerdo de

demandar debe ser adoptado por el respectivo pleno. ( Art. 109 del código procesal

constitucional) . Cualquier otro órgano que no cuenta con reconocimiento o rango constitucional

carece de legitimidad activa para interponer un proceso competencial.


94

2.5.2.2.Legitimación pasiva

La ley no lo establece, pero se entiende que será demandado el poder u órgano del estado que

pretende ejercer la competencia o atribucion materia del conflicto o que niega su actuación

alegando que corresponde a otro poder ; órgano o entidad estatal

2.5.3. Requisitos de la demanda

Datos de identidad de las personas o representantes de los órganos que interponen la demanda

y su domicilio legal y procesal.

La indicación de la competencia afectada y la forma como la otra entidad invade o rehúsa la

competencia de aquella, en forma precisa.

Los fundamentos de hecho y derecho que la sustentan y la relación numerada de los

documentos que se acompañan.

La designación de apoderado si lo hubiere, y de los sustitutos.

2.5.4. Actuación de las partes en el proceso

Las partes pueden actuar directamente o mediante apoderado, atendiendo a que las normas del

proceso de inconstitucionalidad son de aplicación supletoria al presente.

2.5.5. Facultad del tribunal para pedir información

El tribunal esta facultado para solicitar a las partes las informaciones, aclaraciones o

presiciones que juzgue necesarias para su decisión. En todo caso, debe resolver dentro de los 60

días hábiles desde que interpuso la demanda ( Art. 112 del código procesal constitucional)

2.5.6. Etapas del proceso de conflicto de competencia

Etapa postulatoria expositiva. Se inicia con la presentación de la demanda que contiene la

pretensión del conflicto de competencia.


95

Etapa probatoria. En este proceso no existe etapa probatoria, pues se trata de un proceso de

puro derecho al confrontarse la decisión del ente agresor con la competencia del órgano

agredido, es decir, se compara las competencias que les están asignadas por sus leyes orgánicas

y en la Constitución.

Etapa de ejecución. Cumplimiento de la sentencia constitucional por todos ; no hay etapa

impugnatoria.

2.5.7. Contenido de la sentencia

El tribunal debe expedir sentencia dentro de los sesenta días hábiles desde que se interpuso la

demanda ( Art. 112 del código procesal constitucional).

En caso de conflicto negativo. Cuando se hubiera promovido conflicto negativo de

competencias y atribuciones, la sentencia, además de determinar su titularidad, puede señalar, en

su caso, un plazo dentro del cuál el poder del estado o el ente estatal de que se trate debe

ejercitarse ( Art. 113 del código procesal constitucional).

2.5.8. Publicación de la sentencia

Conforme con lo dispuesto por la.cuarta disposición final del.codigo procesal constitucional.

La sentencia recaída en el proceso competencial se publica en el diario oficial " el peruano ".

(GARCIA)

VI.CAPITULO SEXTO:EFECTOS DE LA SENTENCIA

1.ARTICULO 113

La sentencia del tribunal vincula a los poderes públicos y tiene plenos efectos frente a todos.

Determina los poderes o entes estatales a que corresponden las competencias o atribuciones

controvertidas y anula las disposiciones, resoluciones o actos viciados de incompetencia.


96

Asimismo resuelve, en su caso, lo que procediere sobre las situaciones jurídicas producidas sobre

la base de tales actos administrativos.

Cuando se hubiera promovido conflicto negativo de competencias o atribuciones, la sentencia,

además de determinar su titularidad, puede señalar, en su caso, un plazo dentro del cual el poder

del estado o el ente estatal de que se trate debe ejercerlas.

2.COMENTARIOS

2.1. Ramiro Bustamante Zegarra

La sentencia que expida el tribunal constitucional en un proceso competencial tiene efectos

“erga omnes”, es decir, que no solo vincula a las partes, sino a todos. Ahora bien, retomando la

clasificación de los conflictos de competencia o atribuciones tenemos:

Si se trata de un conflicto positivo: el efecto de la sentencia es determinar a quién

corresponde ejercer la competencia o atribución controvertida de acuerdo con el bloque de

constitucionalidad; y si la demanda es declarada fundada debe anularse el acto o resolución

administrativa que dio origen al conflicto, pero además pronunciarse sobre las situaciones

jurídicas provenientes de dichos actos.

Si se trata de un conflicto negativo: es decir, cuando dos poderes del estado u órganos

constitucionales niegan ser titulares de la competencia o atribución, el tribunal constitucional

establece que órgano es el titular de la competencia y otorgarle un plazo razonable para que la

ejerza.

Las sentencias expedidas por el tribunal constitucional en los procesos competenciales, son

inimpugnables, únicamente se podría solicitar la aclaración de algún concepto o la corrección de

algún error material, con lo cual queda agotada la vía interna, pasando en autoridad de cosa

juzgada. (ZEGARRA)
97

2.2. Gustavo Gutiérrez -Ticse

La sentencia en el proceso competencial como proceso de control normativo tiene efectos

generales. Precisamente, afín de evitarla intensidad que pudiera propiciar perjuicio en la

adopción de competencias a favor de uno de los poderes en conflicto, la norma habilita al TC

regular el momento en que surte efecto los mandatos contenidos en la sentencia:

Aun cuando el Tribunal Constitucional tiene la capacidad de declarar la nulidad de los actos

viciados de incompetencia o de aquellos en cuyo iter de gestación no se hayan respetado los

alcances de las competencias de algún órgano constitucional, el CPCo. autoriza a este Tribunal

para que, en su caso, resuelva lo que procediere sobre las situaciones jurídicas producidas a

consecuencia de la afectación de las mencionadas competencias. Dicho de otro modo, como

manifestación del principio de previsión de consecuencias -derivado del artículo45 de la

Constitución, que ordena a todos los poderes públicos a actuar con las responsabilidades que ella

exige-, el artículo 113 del CPCo. ha establecido la posibilidad de que este Tribunal module los

efectos de sus resoluciones con la intención de que de ellas no derive una inconstitucionalidad

mayor que aquella que pretende solucionarse,"

Ahora bien, como señala Landa Arroyo(07), siguiendo a Trujillo Rincón: "En caso de

haberse promovido un conflicto negativo la sentencia del Tribunal Constitucional, además de

determinar la titularidad de la competencia o atribución puede señalar, en su caso, un plazo

dentro del cual el poder del Estado o el ente estatal de que se trate debe ejercerla. De esta forma

el referido Tribunal decide estos conflictos determinando el reparto competencial de los distintos

sujetos en litigio, influyendo directamente sobre el sistema de relaciones entre los poderes al

precisar los confines dentro de los cuales pueden actuar su competencia.


98

De allí, prosigue Landa Arroyo, el valor de la cosa juzgada formal, como mate rial de estas

sentencias, no se reduce sólo al fallo, que deberá indicar el órgano al que le corresponden las

competencias o atribuciones constitucionales controvertidas, la anulación de los actos ejecutados

por invasión de atribuciones y la resolución de lo que procediere sobre las situaciones jurídicas

producidas al amparo de los mismos; sino que se extiende también a aquellos considerando en

los que se sustenta el fallo, para que el Tribunal cumpla una función de pacificación de cara al

futuro.

En ese sentido, abona el TC "la sentencia sobre el fondo que pone fin al proceso competencial

tiene como fin principal (normalmente) determinar la titularidad de las competencias o

atribuciones que correspondan a un determinado poder del Estado u órgano constitucional,

seguido, algunas veces, de la anulación de los actos viciados de incompetencia que se hayan

dictado.

Señalamos normalmente, en la medida en que en los conflictos por menoscabo de funciones

en cambio no se trata de determinar la titularidad de las competencias o atribuciones, sino de la

intensidad con la que uno u otro órgano ha cumplido su rol en detrimento de otro. En el citado

caso del Poder ejecutivo vs. Poder Judicial, el TC manifestó sobre el tema lo siguiente:

Es evidente, entonces, que la sentencia en este caso no tiene como contenido principal

determinante la titularidad de las atribuciones del Poder Ejecutivo o del Poder Judicial, pues

ambos entes han actuado en el marco de sus atribuciones constitucionales; antes bien, lo que harí

será declarar la nulidad de aquellos actos -en este caso jurisdiccionales viciados de ilegitimidad

constitucional por haber sido dicados desconociendo las sentencias del Tribunal Constitucional

el precedente vinculante establecido en la sentencia 4227- del Poder y que causan un en las
99

atribuciones constitucionales Ejecutivo. En esta forma de decisión, los efectos de la sentencia

trascienden a las partes legitimadas en el proceso competencial.

En suma, se trata de restablecer la armonía en el poder para ello, el TC con una decisión lo

que hace es buscar armonizar las nuevas relaciones del poder mismo, ya que de emitir una

decisión sin ningún tipo de discrecionalidad en lo que concierne a los efectos de sus decisiones

podría perturbar las relaciones entre los órganos del Estado y los actos estatuidos con la

ciudadanía. (GUTIERRES-TICSE, 2014)

2.3. Víctor Hugo Montoya Chávez

Se ha establecido una distinción entre las sentencias de especie y las sentencias de principio;

se ha precisado, así, que, en las primeras, la labor del juez constitucional es declarativa y se

limita a aplicar las normas del ordenamiento constitucional, mientras que, en las segundas, se

interpreta el alcance y el sentido de las referidas disposiciones forjándose, así, la jurisprudencia

propiamente dicha.

2.3.1.estructura

La sentencia competencial básicamente cuenta con tres partes, tal como puede observarse de

la práctica jurisprudencial: cuestiones preliminares, fundamentos y fallo. Según la normatividad

procesal, debe estar enumerada en forma correlativa y anualmente.

2.3.1.1. Cuestiones preliminares

Es la parte reflexiva donde se deja sentado cada uno de los elementos iniciales para poder

iniciar el análisis de constitucionalidad de los actos o actuaciones vicios de incompetencia.


100

2.3.1.1.1. Debate constitucional

La sentencia se inicia con la fijación de la relación jurídico-procesal (legitimados activos y

pasivos, con sus respectivos representantes procesales) y con la exposición de la posición de las

partes del proceso. Todo ello con el objetivo de precisar la pretensión planteada.

2.3.1.1.2. Puntos constitucionales controvertidos

En un segundo nivel, corresponde también fijar los puntos constitucionales controvertidos,

donde a través de preguntas, el Tribunal Constitucional fija su propia competencia en el proceso

y señala sobre qué temas va a pronunciarse a lo largo de la sentencia (petitum específico).

En este estadío se determina el petitorio específico de la demanda el mismo que será materia

de análisis constitucional. En esta parte se identifica el tipo de conflicto competencial que será

objeto de análisis.

2.3.1.2. Fundamentos

En la práctica jurisprudencial los fundamentos de la sentencia competencial básicamente están

referidos a la delimitación del petitorio, el tipo de conflicto, el test de competencia, entre otros.

Al momento de emitir sentencia en un proceso de competencias, el Tribunal Constitucional no

está obligado a aplicar o refutar los criterios interpretativos propuestos por las partes. Por el

contrario, sería suficiente que éste tome en consideración los mecanismos de interpretación que

considere pertinentes para sustentar una decisión objetiva y suficientemente razonada en

derecho.

2.3.1.2.1. Test de competencia

En los procesos competenciales –así como en los procesos de inconstitucionalidad que,

materialmente, contienen un conflicto competencial– se debe utilizar el test de competencia, en

tanto mecanismo idóneo para determinar la titularidad de las competencias controvertidas.


101

El referido test consta de dos pasos sucesivos analizándose, en primer lugar, si las actuaciones

u omisiones objeto del proceso concuerdan con el principio de unidad y, luego, si lo hacen

propiamente con el principio de competencia.

2.3.1.2.1.1. Principio de unidad

Con relación al principio de unidad cabe resaltar que éste deriva del artículo 43 de la

Constitución en virtud del cual consta que, si bien el gobierno del Perú es descentralizado, su

Estado es uno e indivisible. De ahí que cada nivel de gobierno tiene la obligación de facilitar el

cumplimiento de la misión constitucionalmente asignada a los demás y de no dictar normas que

se encuentren reñidas con los intereses nacionales, contribuyendo así a que el proceso de

descentralización no devenga en una de desintegración.

Asimismo, se ha interpretado que el principio de unidad resulta determinante al momento de

concluir que, cuando una competencia determinada no ha sido asignada expresamente a ningún

nivel de gobierno, ésta corresponderá, residualmente, al gobierno nacional. Además, cabe

precisar que, conforme a la jurisprudencia, la referida cláusula de residualidad deriva de la propia

Constitución.

2.3.1.2.1.2. Principio de competencia

El principio de competencia, por su parte, se deriva del hecho de que, por ser el Perú un

Estado unitario y descentralizado, donde los niveles regionales y locales de gobierno están

facultados para crear normas y no sólo para ejecutarlas; la jerarquía no puede ser el único criterio

empleado para ordenar las distintas fuentes de derecho que existen en el ordenamiento

constitucional.

De ahí que se haya interpretado que las normas de un nivel de gobierno no son

jerárquicamente superiores o inferiores a las que emiten los demás vinculándose entre sí; por el
102

contrario, a través del principio de competencia resultan válidas siempre que éstas se hayan

emitido dentro de las atribuciones correspondientes, tal y como están contenidas en la

Constitución y las leyes orgánicas.

De otro lado, en el contexto de un proceso competencial, el referido principio de competencia

se utiliza para determinar si las actuaciones u omisiones materia del conflicto son admisibles,

contrastándolas con un parámetro de control compuesto con las normas pertinentes –de la

Constitución o de las leyes orgánicas-– que delimitan y reparten atribuciones entre las distintas

entidades estatales.

2.3.1.2.2. Ratio decidendi y obiter dicta

Para justificar la decisión a la cual arribe el Tribunal Constitucional hace uso de razones

principales (ratio decidendi) y subsidiarias, que justifiquen cómo se llegó a la decisión final a

partir de la pretensión planteada.

2.3.1.3. Fallo

Asimismo, se distingue entre las sentencias estimativas y las sentencias desestimativas, y cada

uno de estos sub-tipos con características propias.

Entre las sentencias estimativas se pueden encontrar algunas que han declarado fundadas en

su totalidad, otras fundadas en parte y unas últimas especialmente entre 1997 y 2004– que

declaraban delimitación de competencias sin que se declarase fundada.

Frente a las sentencias estimativas, en más de la mitad de las oportunidades se ha fallado en

contra del legitimado activo, sea a través de la declaratoria de improcedente en el 21% de los

casos y con infundadas en 34%. Con relación a la improcedencia, es bueno recordar que en los

primeros años del Tribunal Constitucional no se realizaba calificación previa de la demanda, sino
103

que se corría traslado de ella a la parte accionada para que, con posterioridad, el primer acto

procesal del Tribunal se establezca en una sentencia.

De otro lado, declarada fundada la demanda se debe establecer un mandato claro que debe ser

cumplido. En la jurisprudencia se puede observar que sólo en algunos casos se ha establecido un

mandato que corresponde al establecimiento de competencias o atribuciones.

Pese a que el mandato debería ser la determinación de competencias (positiva o negativa), en

muchas oportunidades tan sólo se ha exhortado o propuesto dicha definición y en otras más se

ha optado por soluciones tan diversas como realizar recomendaciones u ordenar acciones

conjuntas de demandante y demandado. De lo que se concluye, ergo, que no existe un único

camino posterior a la decisión del Tribunal Constitucional.

2.3.2. efectos

Luego de conocerse lo que implica una sentencia competencial, es importante saber qué

eficacia tiene y si puede ser modificada tras su emisión.

2.3.2.1. Eficacia

En primer término, cabe señalar que los efectos de una sentencia vertida en un proceso

competencial se precisan, específicamente que ésta vincula y tiene efectos plenos frente a todos

los poderes públicos. Asimismo, en la sentencia se determina a qué entidad –o conjunto de

entidades– le corresponde la titularidad de la competencia controvertida y si se anulan las

resoluciones, disposiciones o actos viciados de incompetencia, determinándose, por

consiguiente, lo que procediere sobre las situaciones jurídicas producidas correspondientemente

Ello implica que los efectos de la sentencia vertida en un proceso competencial, deben modularse

tomando en cuenta el principio de previsión de las consecuencias, a efectos de evitar que

devenga una inconstitucionalidad mayor a la que pretende solucionar el Tribunal Constitucional


104

a través de la expedición de una sentencia. En ese sentido, la corrección técnico-jurídica no

podrá legitimar una sentencia si es que de ella se deriva la inseguridad, la incertidumbre o el caos

social. Si bien el Tribunal está facultado para disponer la nulidad de los actos que estime

viciados de incompetencia, ello no debería hacerse indiscriminadamente sin tomar en

consideración la posibilidad de que se afecten derechos legítimos de terceros amparados en el

principio de la buena fe. Asimismo, no es posible disponer la anulación de conjuntos

indeterminados de actos administrativos por considerarlos viciados de incompetencia puesto que,

en ese supuesto, sería difícil estimar la existencia de derechos de terceros que pudieran

vulnerarse. Por consiguiente, las referidas decisiones sólo podrían invalidarse de modo singular y

expreso. Por otro lado, cuando se produce un conflicto constitucional por menoscabo, los efectos

de la sentencia que resuelve el proceso de competencias no están orientados a determinar la

titularidad de una competencias controvertida sino que buscan, principalmente, declarar la

nulidad de aquellos actos que, a pesar de haber sido emitidos por entidades estatales en ejercicio

de sus labores, causan un detrimento en las atribuciones constitucionales de otras entidades

estatales.

Así, por más que la controversia principal sea justamente el litigio de competencias o de

atribuciones, ello no excluye un pronunciamiento sobre el acto en el cual se origina, salvo que el

mismo esté basado en norma con rango legal, pues, caso contrario, carecería de sentido que el

Tribunal Constitucional se pronunciara sobre la titularidad de competencia, dejando vigentes los

actos que hubiese emitido el órgano, poder, gobierno regional o municipal, pese a que carece de

atribuciones o legitimidad competencial. En consecuencia, si bien la disposición, resolución u

acto que motiva la interposición de un conflicto de competencia no es el objeto del proceso por sí

mismo, sí merece un pronunciamiento accesorio.


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2.3.2.2. Pedidos

Pese a los efectos que tienen las sentencias en los procesos competenciales se ha admitido dos

tipos de pedidos. Una es la aclaración y la otra es la subsanación

2.3.2.2.1. Aclaración

Solamente las partes de un proceso competencial están legitimadas para interponer el

correspondiente pedido de aclaración. Por consiguiente, puede concluirse, en sentido contrario,

que las personas naturales así como las entidades del Estado que no participaron del proceso no

están facultadas para solicitar al referido Colegiado que precise los alcances de sus resoluciones.

No obstante, también se puede proceder a aclarar de oficio sus resoluciones o bien a subsanar un

error material en el que hubiese incurrido en caso lo considerase necesario. Asimismo, cabe

resaltar que, en determinados casos, se ha optado por realizar algunas precisiones sobre sus

resoluciones a pesar de haber declarado improcedente el correspondiente pedido de aclaración

precisando, además, que ello no implica una variación de su criterio o un nuevo pronunciamiento

sobre el fondo. Asimismo, en ningún caso, podrá plantearse, a través de un pedido de aclaración,

la alteración sustancial de una sentencia recaída en un proceso competencial o la reconsideración

de su fallo puesto que ello atentaría contra la inimpugnabilidad de las resoluciones del Tribunal

Constitucional.

Además, puesto que el Tribunal Constitucional no es un órgano consultivo, no hay mérito

para solicitar, a través de un recurso de aclaración, que se pronuncie sobre un supuesto ajeno a lo

controvertido.
106

2.3.2.2.2. Subsanación

Cabe recalcar que, en diversas oportunidades, el Tribunal Constitucional ha admitido pedidos

de subsanación orientados a que éste integre al fallo de una sentencia, conceptos desarrollados a

través de sus distintos fundamentos.

2.3.3. ejecución

A pesar de que el Tribunal Constitucional es el supremo intérprete de la Constitución, no

puede sustituir la exclusiva competencia legislativa presupuestal del Congreso, y atribuirse para

sí, la asignación de recursos a las diferentes entidades estatales, ni siquiera para dar

cumplimiento a sus resoluciones.

Asimismo, se ha establecido que la institución de la represión de actos lesivos homogéneos

solo resulta aplicable a los procesos constitucionales de tutela de derechos fundamentales, mas

no a los procesos competenciales, de inconstitucionalidad y de acción popular.

De lo que se puede observar de los pedidos de ejecución, hasta ahora de los dos planteados

ninguno de ellos ha tenido éxito. (CHAVEZ, EL PROCESO COMPETENCIAL EN LA

JURIPRUDENCIA, (1996-2015))
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VI.CONCLUCIONES

Después de un análisis riguroso y minucioso desde el punto de vista de cada autor del proceso

competencial, decimos que es una de las tareas más importantes que la constitución le ha

encomendado al tribunal constitucional, además es un procedimiento netamente competente a

dicho órgano.

Este proceso es un procedimiento que se da cuando surgen conflictos entre poderes o algunos

entes estatales con rango constitucional, por ende el proceso competencial es un procedimiento

que busca la solución de estos conflictos.


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BIBLIOGRAFÍA

CHAVEZ, V. H. (s.f.).

CHAVEZ, V. H. ((1996-2015)). EL PROCESO COMPETENCIAL EN LA JURIPRUDENCIA.

CORDOVA, L. C. (s.f.). ESTUDIO DE LA JURISPRUDENCIA DEL CODIGO PROCESAL

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GUTIERRES-TICSE, G. (2014). COMENTARIO AL CODIGO PROCESAL

CONSTITUCIONAL.

MANCHEGO, J. F., & CASTILLO VEINTIMILLA, H. (2007). EL PROCESO

COMPETENCIAL: ¿UN NUEVO RECURSO PROCESAL PARA ANULAR

SENTENCIAS O DEJARLAS SIN EFECTOS? 204.

RAMIREZ, R. V. (s.f.). DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL.

ROBERTO, A. P. (2007). INTRODUCCION AL DERECHO PROCESAL

CONSTITUCIONAL.

ZEGARRA, R. B. (s.f.). CODIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL COMENTADO. 822.

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