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Resumen
Después del hallazgo del monumento en 1978, este ha sido considerado uno
de los monumentos más importantes de Quiriguá debido a que corresponde a
los primeros años de existencia de esta ciudad, haciendo referencia a sus
primeros gobernantes.
A pesar del deterioro de este monumento y del hecho de que falta un segmento
del mismo, el estudio de este a la luz de los avances en epigrafía e iconografía
aportan datos importantes que enriquecen la historia de la cultura maya del
periodo denominado como Clásico Temprano.
Palabras Clave
Clásico Temprano, Mayas, Iconografía, Epigrafía, Quiriguá
Introducción
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Al tiempo que es testimonio de la existencia desde fechas tempranas, de un
linaje gobernante en Quiriguá, también representa una temprana muestra del
desarrollo del sistema de escritura maya, donde se puede observar la evolución
gráfica de los glifos mayas durante la transición del 8º a 9º B’ak’tun a inicios
del siglo V, que junto con la sintaxis jeroglífica de las inscripciones de estas
fechas no siempre es la habitual, por lo que, constituyen un reto para los
epigrafistas.
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Monumento 27, un altar liso y redondo elaborado en esquisto al igual que el
Monumento 26, así como una ofrenda en el eje del edificio (SD21) la cual
consistió en 6 platos del tipo Seneca Rojo, colocados labio con labio y en su
interior se recuperaron, restos de fauna, jade, cinabrio, pirita y mercurio, por lo
que se interpretó que todo este conjunto y sus hallazgos son evidencia de la
importancia que tuvo este sector de Quiriguá durante el Clásico Temprano
(Ashmore et al 1983:57, Ashmore 2007:251) (Figura 2).
.
Posterior a la documentación de los dos fragmentos de este monumento, estos
fueron trasladados a la Ciudad de Guatemala, para su resguardo en el IDAEH
(Jones 1983:118), por lo que desde esa época este monumento fue guardado
en una bodega y no fue sino hasta principios de 2013, cuando se nos propuso
trasladarlo de regreso a Quiriguá, para ser exhibido en el museo del sitio, sin
embargo dada la oportunidad de poder documentarlo de nuevo, se elaboró un
nuevo calco y se realizó una sesión de fotografía nocturna del texto jeroglífico
para una lectura más reciente.
Clancy (1988: 204) señala que ambos fueron ejecutados en el estilo conocido
como “de envoltorio” característico del periodo Clásico Temprano, del cual solo
se conocen 12 ejemplos, reportados para los sitios de Tikal, Copán y Quiriguá,
lo cual en alguna medida refleja las relaciones y contactos que seguramente
existieron durante esta época entre estos sitios.
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En su tocado se observa al centro un ser zoomorfo, el cual Gutiérrez (2012:93)
identifica como un jaguar que representa al dios Yopaat, que aparecerá
posteriormente en los tocados de los gobernantes del Clásico Tardío, a los
costados se pueden observar las grandes orejeras y adornos que cubren al
gobernante.
Es importante mencionar que encima del tocado sale una especie de punta de
obsidiana o pedernal, asociado a ofrendas de sangramiento ritual en la parte
superior del tocado se observa una mazorca de maíz, que identifica a este
personaje con la deidad de esta planta (Looper 2003: 44-45).
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Las primeras lecturas de este monumento las presentan Jones (1983) y Riese
(1988), Schele y Looper (1996) hacen algunos comentarios sobre el mismo y
finalmente Looper (2003) realiza una revisión a los dibujos y aporta nuevos
datos e interpretaciones al texto, recientemente Gutiérrez (2012), aporta una
nueva lectura, sin embargo todos estos trabajos se basan en los dibujos
originalmente publicados en los año 80, por lo que el tener el Monumento 26,
de nuevo en Quiriguá motivo la revisión del texto jeroglífico la cual se presenta
a continuación:
El texto tiene algunos problemas para su lectura debido a la erosión, así como
al hecho de que por estar fragmentado no se puede conocer la extensión total
del mismo y dejando algunos lagunas para su comprensión. Este se encuentra
conformado por dos columnas dobles en forma de columnas dobles, con
excepción de la sección en donde se encuentra la Cuenta Larga, que por su
importancia ocupa el espacio de dos columnas en una sola (Figuras 4a y b).
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detalles del tocado y de la forma del ojo, lo que sugiere ambos derivan de un
modelo común con ligeras variaciones.
Es interesante notar que estos tienen mucha similitud con los jeroglíficos de
una vasija trípode de la Fase Esperanza (400 – 550 d.C.), encontradas en la
Tumba B – II del Montículo B de Kaminaljuyú, la cual es contemporánea con el
Monumento 26 y a la se atribuye un origen de las Tierras Bajas, (Kidder et al.,
1946: 223- 226) (Figura 5).
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En la lectura menciona la palabra ku-yi-b’a?/xa? que podría referirse al nombre
propio del “incensador” referido anteriormente, aunque su contexto sigue sin
ser claro. El final de este pasaje se encuentra deteriorado, pero por razones
sintácticas y de estilo es probable que el glifo D3 se lea ukabjiiy “bajo la
supervisión de”, ya que luego parece encontrarse el título de Ch’ahoom de 2
K’atunes (2 Winikhaab’ Ch’ahoom) que quizás sea una referencia al
gobernante que llevo a cabo el ritual relativo al incensador, luego viene un glifo
en D4 de difícil lectura, que seguramente corresponde a un título.
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conmemorando el final del K’atun 9.1.0.0.0, casi 40 años antes de la fecha
inicial del Monumento 26.
Parece ser que en C10 se colocó un glifo emblema en C10, se considera esta
posibilidad ya que en la esquina superior derecha del cartucho se observa
parte de lo que podría ser el glifo K’UH, pero debido a que la estela está
fragmentada precisamente ahí, no es posible afirmar este planteamiento.
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representan el nombre de Chan Yopaat, dato que refuerza la identificación
correcta del 4º gobernante con el nombre propuesto arriba (Figura 7).
Ceremonia que según Looper (2003:41) estaría asociada con el fin de período
9.3.0.0.0 2 Ajaw 18 Muwaan (30 de enero de 495 d.C.), ya que la ceremonias a
los dioses del cielo y la tierra, se realizan en lo fines de período. Fecha que
está muy próxima a la del Monumento 26, por lo que existe la posibilidad que
esta estela haya sido elaborada para conmemorar el final de K’atun.
La parte final del pasaje menciona una fecha en el Tzolk’in, que parece ser 10
Kawak (zD1) fecha que podría corresponder al día previo a la celebración del
primer tun del nuevo K’atun celebrado en la fecha 9.3.1.0.0 11 Ajaw 13
Muwaan (25 de enero de 496 d.C.).
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Posteriormente se menciona la sucesión de dos gobernantes de Quiriguá,
siendo Mih Toh el tercero en la línea de sucesión, seguido por Chan Yopaat,
quien podría ser el que comisiono la erección del Monumento 26. Por último el
texto menciona una celebración de un ritual de esparcimiento conmemorando
quizás el fin K’atun conmemorando a los dioses del Cielo y de la Tierra.
Este texto temprano, refleja una flexibilidad en cuanto a las reglas de lectura de
esa época, como sucede con los dos jeroglíficos para el título de Ch’ahoom ya
que en la posición D9 este aparece como se escribe en épocas posteriores,
mientras que en la posición C4 este aparece invertido como si estuviera
viéndose a través de un espejo, lo cual en este caso dificulta un poco la lectura
del mismo.
Por otro lado los jeroglíficos relativos a la sucesión del poder no son iguales, ya
en el del tercer gobernante se escribe 3-TZ’AK-b’u-li, mientras que el siguiente
dice: 4-TZ’AK-mu-li, lo que nos da tres posibilidades, a) Que durante el Clásico
Temprano ambos signos eran intercambiables ya que ambos se derivan de un
patrón original, B) que fue un error del escribano y C) que fuera un
complemento del jeroglífico de la posición C8, dato que no puede comprobarse
debido a que no se conocen otros ejemplos de esta posible combinación
(Figura 9).
Comentario final:
10
Dado que la institución de los gobernantes divinos o k’uhul Ajaw ya para esta
época, esta se encontraba plenamente establecida después de la entrada de
K’inich Yax K’uk’ Mo’ a Copán, dando como resultado en pocos años una
estabilidad dinástica, ya que el monumento habla de la sucesión de dos
gobernantes, ordenando los linajes de la región.
Por último la posible presencia del nombre Chan Yopaat en el texto también
resalta la importancia de este nombre patronímico, utilizado más ampliamente y
de forma variada por los siguientes gobernantes de Quiriguá entre los años 600
y 800 d.C. asi como de las relaciones rituales y políticas que pudo haber tenido
con sitios de regiones de Belice (Lamanai, Nim Li Punit) y Copán mismo, en
donde el culto y los nombres asociados con esta deidad están presentes de
forma muy notoria.
Bibliografía
11
Settlement archaeology at Quiriguá, Guatemala. Quiriguá Reports Volume IV,
University Museum Monograph 126. Robert Sharer Editor.
12
Stuart, David 2012
On Effigies of Ancestors and Gods. Publicacion en internet disponible en el
Blog: http://decipherment.wordpress.com/2012/01/20/of-effigies-of-ancestors-
and-gods/ Consultado el 30 de abril de 2013
Listado de figuras:
Figura 4b. Lectura de texto de la parte superior, lado posterior Monumento 26.
Figura 7: Parte superior del tocado del personaje central del Monumento 26
Tomado de Ashmore 1984:376 y modificado por Crasborn 2013).
Figura 8b. Lectura texto de la parte inferior, lado posterior Monumento 26.
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Figura 1. Ubicación de la Estructura 3C-14 y de los monumentos 26 y 27
(Ashmore 2007:20 y modificado por Crasborn 2013).
Figura 2. Ubicación de excavaciones en la Plataforma 3C-1 y Estructura 3C-14
(Tomado de Ashmore 2007:49).
Figura 3a. Frente del Monumento 26 (Tomado de Ashmore 1984:376 y
modificado por Crasborn 2013).
Figura 3b. Parte posterior del Monumento 26 (Tomado de Looper 2003: 42 y
modificado por Crasborn 2013).
Figura 4a. Texto de la parte superior, lado posterior Monumento 26 (Tomado
Looper 2003: 42 y modificado por Crasborn 2013).
Figura 4b. Lectura de texto de la parte superior, lado posterior Monumento 26.
Figura 5. Comparación entre los glifos de una vasija de Kaminaljuyú y el
Monumento 26 (Tomado de Kidder et al. 1946: Fig. 204c y Looper 2003:42,
modificado por Garay 2013).
Figura 6. Placas de jade sin proveniencia, en color gris se resalta el nombre de
Chan Yopaat (Dibujos de John Montgomery 2000).
Figura 7: Parte superior del tocado del personaje central del Monumento 26
(Tomado de Looper 2003:42 y modificado por Crasborn 2013).
Figura 8a. Texto de la parte inferior, lado posterior Monumento 26 (Tomado
Looper 2003: 42 y modificado por Crasborn 2013).
Figura 8b. Lectura texto de la parte inferior, lado posterior Monumento 26.
Figuras 9a y b. Sustitución entre las silabas TZ’AK-b’u y TZ’AK-mu en el
monumento 26 de Quiriguá resaltadas en color gris (Tomado de Looper 2003:
42 y modificado por Crasborn 2013).