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Formación

ciudadana
Formación
Formación ciudadana.
ciudadana. La formación
ciudadana es un proceso
que forma parte de la Concepto: La formación ciudadana es un proceso que
socialización de los forma parte de la socialización de los
individuos cuyo propósito individuos cuyo propósito es la educación
es la educación en
en valores sociales.
valores sociales, como la
responsabilidad y la
participación, que cooperen en el desarrollo de comportamientos solidarios,
basados en una identificación plena con la comunidad y el respeto a la
convivencia.
En este propósito están llamadas a colaborar todas las instituciones y
organizaciones con funciones educativas de la comunidad, donde las iglesias
también desempeñan un papel significativo. Aunque la Iglesia Presbiteriana-
Reformada en Cuba ha venido trabajando en la inserción de sus feligreses en
el contexto comunal, se pueden encontrar algunas contradicciones que
debilitan esta intención.

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 1 Formación ciudadana
 2 La formación ciudadana desde la visión de la iglesia prebisteriana
 3 Proyección de la formación ciudadana en Cuba
 4 Fuentes

Formación ciudadana
En Cuba, a través del tiempo se han venido realizando disímiles esfuerzos por
parte de la comunidad educativa, con el propósito de perfeccionar las
conductas ciudadanas del pueblo en general, y en especial de la niñez, entre
ellos: libros de texto para las escuelas primarias, formación de docentes,
talleres para capacitación de padres, programas socio-políticos que impulsan
las diferentes instituciones, así como distintas publicaciones y programas
televisivos que tribuna a este fin. Tal vez uno de los más conocidos sea
“Universidad para Todos”, que en el año 2005 ofrece el curso de “Ética y
Sociedad”, en su primera edición.
Este tiene el propósito de acercarse a la tele-audiencia, desde el estudio de
la ética, la moral y los valores humanos, para informar a especialistas y pueblo
en general, sobre las grandes transformaciones, que se vienen desarrollando
en relación con esta ciencia y la importancia de una educación que prepare a
las generaciones más jóvenes para un mejor desempeño en la sociedad. En la
sección de Ética-Educación se ofrece una serie de conferencias sobre
“Ética, civismo y educación”, donde expone sus consideraciones acerca de la
formación ciudadana, la que reconoce como “una parte del proceso de
socialización de los individuos cuya finalidad es la educación en valores
sociales imperantes y humanos universales que regulen la convivencia y la
participación social desde una perspectiva ética, política y jurídica determinada.
La obligación de todas las instituciones y organizaciones con funciones
educativas de la comunidad en mantener el equilibrio de la relación deberes-
derechos ciudadanos. Por supuesto, el hogar y la escuela son aquellas que con
más fuerzas deben enfrentar esta labor, ya que esta responsabilidad no puede
ser suplantada por ninguna otra. A su vez, se vislumbra que no existen
contradicciones entre el cumplimiento de los deberes constitucionales y la
práctica del Cristianismo, lo que implica un adecuado balance en el desarrollo
de una fe comprometida con la sociedad en que se vive.
Trabajar en la formación de valores como la responsabilidad y la participación
ciudadanas no es prerrogativa de una sola institución u organización, es tarea
de todas. El compromiso es compartido.
La formación ciudadana es un proceso que forma parte de la socialización de
los individuos cuyo propósito es la educación en valores sociales, como la
responsabilidad y la participación, que cooperen en el desarrollo de
comportamientos solidarios, basados en una identificación plena con la
comunidad y el respeto a la convivencia. En este propósito están llamadas a
colaborar todas las instituciones y organizaciones con funciones educativas de
la comunidad, donde las iglesias también desempeñan un papel significativo.
Aunque la Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba ha venido trabajando en la
inserción de sus feligreses en el contexto comunal, se pueden encontrar
algunas contradicciones que debilitan esta intención.

La formación ciudadana desde la visión de la


iglesia prebisteriana
La formación ciudadana comienza tempranamente, desde el nacimiento, como
parte del proceso de socialización de los individuos, y su propósito fundamental
es ofrecerle al ser humano una serie de valores éticos que le ayuden en su
desarrollo pleno como parte indisoluble del lugar donde vive. Esta dotación
incluye la puesta en práctica de comportamientos que permitan una
convivencia armónica, donde se espera que las personas sean más
conscientes del valor que representa vivir unidas a sus congéneres y aportar lo
mejor de sí al desarrollo comunal.
El logro de tal aspiración pertenece al trabajo conjunto de todas las
instituciones y organizaciones, y las iglesias presbiteriana-reformadas cubanas,
que vienen creciendo paulatinamente a partir de 1990, pertenecen a este grupo
y ejercen una indiscutible labor educativa en la comunidad. Esta condición
debe alertarlas en su responsabilidad de contribuir a la formación ciudadana,
colaborando así a que las personas se preparen para asumir su función como
parte inseparable de la colectividad. En lo que concierne a la niñez, esta
cuestión ocupa una mayor importancia, ya que todos los espacios educativos -
formales e informales - contribuyen a tal finalidad.
En el caso específico de algunas de estas iglesias, a veces se presentan
contradicciones, porque prevalece una interpretación dicotómica de la relación
existente entre los cristianos y el mundo, la cual puede propiciar que el feligrés
le reste importancia al lugar donde vive, desestimando así el medio
sociocultural. Por otro lado, se observa que las niñas y los niños muestran, a
veces, conductas inapropiadas en lo que respecta a la educación formal en el
tiempo que permanecen en las iglesias, lo que revela la urgencia de encontrar
alternativas que perfeccionen situaciones como estas.
Tales razones instan a realizar un estudio en tres iglesias presbiteriana-
reformadas, dos de La Habana y una de Matanzas, con una población de 61
niñas y niños entre 9-11 años de edad, y una muestra de 42, con la finalidad de
que estos describan a las personas que se comportan como buenas
ciudadanas, puntualizando en las conductas que deben caracterizarlas.
El tema de la formación ciudadana en la niñez cobra vital importancia en los
últimos tiempos cuando se amenaza cada vez más la estabilidad física y
espiritual del ser humano, debido a la estimulación desmedida de conductas
individualistas e inescrupulosas que no favorecen la manifestación de los
valores tradicionales. De esta manera se estimulan actitudes negativas que
perjudican las buenas relaciones humanas, atentan contra el cuidado de la
propiedad social y depredan los recursos de la naturaleza, sin interesar las
consecuencias negativas que provocan tales comportamientos. Se precisa,
entonces, la búsqueda de alianzas que permitan fortalecer programas de
formación ciudadana en los diferentes niveles, de modo que todas las
instituciones y organizaciones con funciones educativas de la comunidad
puedan hacer algo útil para el mejoramiento de las distintas sociedades.

Proyección de la formación ciudadana en Cuba


En Cuba, a través del tiempo se han venido realizando disímiles esfuerzos por
parte de la comunidad educativa, con el propósito de perfeccionar las
conductas ciudadanas del pueblo en general, y en especial de la niñez, entre
ellos: libros de texto para las escuelas primarias, formación de docentes,
talleres para capacitación de padres, programas socio-políticos que impulsan
las diferentes instituciones, así como distintas publicaciones y programas
televisivos que tribuna a este fin.
Tal vez uno de los más conocidos sea “Universidad para Todos”, que en el año
2005 ofrece el curso de “Ética y Sociedad”, en su primera edición. Este tiene el
propósito de acercarse a la tele-audiencia, desde el estudio de la ética, la moral
y los valores humanos, para informar a especialistas y pueblo en general, sobre
las grandes transformaciones, que se vienen desarrollando en relación con
esta ciencia y la importancia de una educación que prepare a las generaciones
más jóvenes para un mejor desempeño en la sociedad.
Así, en la sección de Ética-Educación del curso, la pedagoga Regla Silva,
ofrece una serie de conferencias sobre “Ética, civismo y educación”, donde
expone sus consideraciones acerca de la formación ciudadana, la que
reconoce como “una parte del proceso de socialización de los individuos cuya
finalidad es la educación en valores sociales imperantes y humanos
universales que regulen la convivencia y la participación social desde una
perspectiva ética, política y jurídica determinada.” Cabe señalar que en sus
estudios, esta investigadora considera que el comportamiento ciudadano
requiere de una serie de valores, entre ellos, la participación y la
responsabilidad.
La obligación de todas las instituciones y organizaciones con funciones
educativas de la comunidad en mantener el equilibrio de la relación deberes-
derechos ciudadanos. Por supuesto, el hogar y la escuela son aquellas que con
más fuerzas deben enfrentar esta labor, ya que esta responsabilidad no puede
ser suplantada por ninguna otra. A su vez, se vislumbra que no existen
contradicciones entre el cumplimiento de los deberes constitucionales y la
práctica del Cristianismo, lo que implica un adecuado balance en el desarrollo
de una fe comprometida con la sociedad en que se vive.
El trabajar en la formación de valores como la responsabilidad y la participación
ciudadanas no es prerrogativa de una sola institución u organización, es tarea
de todas. El compromiso es compartido. Por tanto, este trabajo puede contribuir
a la eliminación paulatina de algunas barreras que todavía persisten entre las
iglesias evangélicas y el resto de la comunidad educativa, permitiendo que se
logre así una mayor comprensión por parte de ambas, en la necesidad de
unirse en un mismo fin en lo que se refiere a la formación ciudadana en Cuba.
La formación ciudadana es un proceso que forma parte de la socialización de
los individuos cuyo propósito es la educación en valores sociales, como la
responsabilidad y la participación, que cooperen en el desarrollo de
comportamientos solidarios, basados en una identificación plena con la
comunidad y el respeto a la convivencia. En este propósito están llamadas a
colaborar todas las instituciones y organizaciones con funciones educativas de
la comunidad, donde las iglesias también desempeñan un papel significativo.
Aunque la Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba ha venido trabajando en la
inserción de sus feligreses en el contexto comunal, se pueden encontrar
algunas contradicciones que debilitan esta intención.

"La formación ciudadana nos permite construir una


sociedad más democrática y justa": Ministra de
Educación
En la clausura del Foro Educativo Nacional, la Ministra de Educación presentó las
conclusiones de este evento que reunió a cerca de 3.000 personas en Bogotá.
viernes, 02 de noviembre de 2012

Con un recuento sobre el desarrollo de los tres días del Foro Educativo Nacional
2012: "Formar para la ciudadanía es educar para la paz", que finalizó este viernes 2 de
noviembre, la ministra de Educación, María Fernanda Campo, presentó a los colombianos las
conclusiones de este evento académico que reunió alrededor de 3.000 personas cada día,
entre maestros, rectores, alumnos, expertos nacionales e internacionales.
En el cierre del Foro, que contó con la asistencia del Presidente de la República, Juan Manuel
Santos, la titular de la cartera educativa se refirió a las jornadas de trabajo realizadas a lo largo
de tres meses, los foros regionales, en los que se desarrollaron encuentros académicos,
cine-foros, teatro-foros y cafés del mundo, los cuales contaron con la participación de
estudiantes, maestros, padres de familia y demás integrantes de la comunidad educativa de las
diferentes regiones del país, para un total de 35.000 personas.
"La temática escogida para el Foro de este año fortalece la política educativa del Gobierno,
cuyo principal propósito es transformar la calidad de la educación y formar mejores seres
humanos, con valores y principios éticos, respetuosos de lo público y que convivan en paz".
Así lo destacó la ministra Campo, al tiempo que reconoció que "han sido tres días de intenso
debate, de discusiones muy productivas, de charlas con expertos y de conocer muchas de
las experiencias significativas que se están llevando a cabo en todo el país para fortalecer,
desde todos los ámbitos, la formación para la ciudadanía. Este ha sido un espacio para el
aprendizaje".
Campo sostuvo que es necesario que la formación ciudadana se aborde desde la
perspectiva de la corresponsabilidad y que esta es una tarea que debe asumir cada
ciudadano desde su lugar en la sociedad. "La formación ciudadana no solo se da en un aula de
clase. Los ciudadanos se empiezan a formar desde la familia y luego en la escuela, en la
ciudad y en el barrio", expresó.
En este evento de clausura, la Ministra resaltó que es fundamental entender que la formación
ciudadana es un proceso continuo que se da en todos los niveles educativos: educación
inicial, preescolar, básica y media, y educación superior y que "aunque la escuela no es el
único lugar para la formación ciudadana, sí es un espacio privilegiado para desarrollar las
habilidades sociales de nuestros niños y jóvenes, en el que pueden jugar, discutir y construir
acuerdos para convivir pacíficamente".
Según Campo Saavedra, los maestros cumplen un rol muy importante en la formación
ciudadana, pues no solo acompañan en su proceso académico a sus alumnos, sino
que deben también generar ambientes democráticos, fomentar espacios de participación
y fortalecer la autonomía, que son requisitos fundamentales para un ciudadano del Siglo XXI.
También concluyó que la familia y la escuela deben generar ambientes protectores para
prevenir situaciones de acoso y agresión en diferentes espacios de interacción, tanto
presencial como virtual.
"El foro nacional y los foros regionales nos permitieron identificar más de 170 experiencias
significativas que desde la lúdica, el arte y el deporte promueven prácticas democráticas,
participativas e incluyentes, y facilitan la construcción de una ciudadanía activa. Aquí trajimos
una muestra representativa, para que sirva de inspiración a otros", afirmó la Ministra.
En cuanto a la participación ciudadana en este Foro, la Ministra de Educación se mostró
satisfecha. "Asistieron 3.000 personas en promedio cada día y nos vieron, gracias a la
transmisión en línea que hicimos de todo el evento a través del portal Colombia Aprende, más
de 3.600 grupos no sólo de Colombia, sino de Estados Unidos, Venezuela, Canadá, Perú,
España, México, Ecuador, Argentina y Chile". También participaron activamente, a través de
chats y de foros temáticos, más de 1.000 personas, y el evento fue transmitido en directo por el
Canal 13 durante los tres días. Además, cientos de escuelas en Colombia estuvieron también
conectadas con el Foro.
"Presidente, ahora, nuestro principal reto como país y desde el sector educativo será articular
los esfuerzos que en materia de formación para la ciudadanía hagan todos los actores sociales
e institucionales, para seguir construyendo una sociedad más democrática, más justa, más
equitativa, una sociedad que viva en paz", finalizó la Ministra.

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