Vous êtes sur la page 1sur 2

Aprender a tomar decisiones

 Por Tiching
 30/09/2015
 Actualidad

Vivir es una cuestión de tomar decisiones. Al final, si lo que queremos es que nuestros
estudiantes sean felices e independientes, uno de los temas que debemos trabajar es
la capacidad de atreverse a decidir y, a ser posible, la capacidad de escoger las
opciones que sean más adecuadas y las que les acerquen más a lograr sus metas.

Todo el conocimiento, todas las habilidades, todo lo aprendido se materializa en el


momento de tomar decisiones. De nada vale enseñar valores, o entrenar la resolución
de conflictos, si a la hora de trasladar estos conceptos a su vida diaria nuestros
estudiantes no son capaces de saber reconocer las decisiones correctas.

Aprender a tomar decisiones implica desarrollar conjuntamente muchos elementos de


nuestra personalidad: el espíritu crítico, la autoestima, la responsabilidad… El primer
paso es perder el miedo a tomar decisiones, y a eso también se aprende con la
práctica: desde pequeños deben comenzar ya a decidir cuestiones adaptadas a su edad,
pero que les afecten directamente. Para ello, es importante que tengas en cuenta (y les
transmitas) algunas ideas clave:

 Cada decisión es una pérdida: Siempre que tomamos una decisión estamos
renunciando a las otras posibles opciones, algo que suele resultar difícil de
asimilar, dado que el yo que elige es diferente al yo que tendrá que asumir las
consecuencias de la decisión.
 Equivocarse es una opción: Después de una mala decisión, la vida siempre
sigue adelante, aunque es algo que no siempre es fácil de recordar. Lo
importante es aprender a gestionar la frustración y a trabajar la educación
emocional para ser capaces de reconocer y trabajar los sentimientos que el
fracaso genera.
 Toda decisión tiene unas consecuencias: Si tomen las decisiones que tomen,
les protegemos de las consecuencias de su decisión, nunca aprenderán la
importancia de decidir correctamente. Es necesario evitar la sobreprotección y
que el niño o niña sea quien viva directamente las consecuencias de una mala
decisión.
 No eres tus decisiones pasadas: Es cierto que sí que forman una parte muy
importante de lo que somos, pero debemos evitar vincular directamente nuestra
identidad con las decisiones que hemos hecho a lo largo de nuestra vida. Todo el
mundo tiene derecho a equivocarse, y nuestra autoestima debe estar cimentada
en algo más fuerte que eso. ¡Siempre tenemos la oportunidad de mejorar!

Algunos recursos que pueden interesarte

Si quieres aprender más sobre este tema, te recomendamos que eches un vistazo a estos
enlaces, que te permitirán profundizar un poco más en ello:

 Cómo tomar decisiones importantes en 5 pasos: Un genial artículo de nuestro


compañero y docente Santiago Moll que, de forma sencilla y clara, explica en
cinco puntos las etapas para una toma de decisiones acertada. ¿Te lo vas a
perder?
 La inteligencia ejecutiva: Este interesantísimo libro del filósofo y pedagogo
José Antonio Marina nos habla de la inteligencia ejecutiva o “el director de
orquesta”, como él mismo afirma. La que dirige nuestro comportamiento, la que
nos ayuda a tomar decisiones y a resolver los problemas que tenemos…
¡Imprescindible!
 Toma de decisiones en grupo: ¿Qué objetos son más importantes en un viaje a
la luna? Este ejercicio es una interesante manera de llevar a la práctica en el aula
la búsqueda de información y la reflexión previa a cualquier toma de decisiones.
 Porque más es menos: En la sociedad de la abundancia en la que ahora vivimos
las opciones se multiplican, y muchas veces decidir se convierte en todo un
problema. En este programa de Redes, el psicólogo Barry Schwartz nos da
algunos consejos para superar la perpetua insatisfacción que esta situación puede
generar. ¿Por qué no organizar un debate en clase sobre ello?

Vous aimerez peut-être aussi