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EL MONTAPLATOS
Harold Pinter
(1960)
EL MONTAPLATOS
(THE DUMB WAITER)
El montaplatos
(La escena: una habitación en un sótano. Dos camas, aplastadas contra la pared del
fondo. Una abertura para pasar platos, cerrada, entre ambas camas. Una puerta que
da a la cocina y al baño, a la izquierda. Una puerta a un pasillo, a la derecha.)
(BEN está acostado en una cama, la de la izquierda, leyendo un periódico. GUS está
sentado en una cama, la de la derecha, atándose los cordones de los zapatos, con
dificultad. Los dos están vestidos con camisas, pantalones y tiradores.)
(Silencio.)
(GUS se ata los zapatos, se levanta, bosteza y comienza a caminar lentamente hacia la
puerta, a la izquierda. Se detiene, mira para abajo, y sacude el pie.)
(BEN cierra el diario de un golpe, golpeándolo contra la cama y mira por donde salió
GUS. Recoge el diario y se recuesta apoyando toda la espalda, leyendo.)
(Silencio.)
(Tiran de la cadena de un inodoro dos veces, desde la izquierda, pero el agua del
inodoro no corre.)
(Silencio.)
BEN: ¡Caramba!
(Recoge el dario.)
Un hombre de ochenta y siete quería cruzar la calle. Pero había mucho tráfico,
¿entendés? No sabía cómo hacer para llegar hasta el otro lado. Así que se arrastró abajo
de un camión.
GUS: ¿Qué?
BEN: Se arrastró abajo de un camión. Un camión inmóvil.
GUS: ¿No?
BEN: El camión arrancó y le pasó por encima.
GUS: ¡Andá!
BEN: Es lo que dice acá.
GUS: Dale.
BEN: Es como para hacerte vomitar, ¿no?
GUS: ¿Quién le recomendó que hiciera algo así?
BEN: ¡Un hombre de ochenta y siete arrastrándose debajo de un camión!
GUS: Es increíble.
BEN: Está acá bien escrito en blanco y negro.
GUS: De no creer.
(Silencio.)
(Tiran de la cadena de un inodoro una vez, desde la izquierda, pero el agua del inodoro
no corre.)
(Reingresa GUS.)
(BEN lee.)
¿Me entendés?, como alrededor de la taza. Alrededor del borde. Todo el resto es negro,
¿entendés? Después el platito es negro, menos justo en el centro, donde va la taza, que
es blanco.
(BEN lee.)
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Después los platos son igual, ¿entendés? Nada más que tienen una raya negra –los
platos- justo atravesando el centro. Sí, estoy muy impresionado con la vajilla.
BEN (aún leyendo): ¿Para qué querés platos? Si no vas a comer.
GUS: Traje unas galletitas.
BEN: Bueno, más vale que te las comas rápido.
GUS: Siempre traigo unas galletitas. O un pastel. Sabés que no puedo tomar el té sin nada que
comer.
BEN: Bueno, hacé el té, entonces, ¿querés? Se está haciendo tarde.
No dice.
GUS: ¿Por qué no?
BEN: Pará un segundo. Dice nada más… Su hermano, de once años, vio el incidente desde el
galpón de las herramientas.
GUS: ¡Vamos!
BEN: Es más ridículo que la mierda.
(Pausa.)
(Pausa.)
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(Cerrando el diario de un golpe.) ¿Qué te parece eso, eh? ¡Un chico de once matando
un gato y echándole la culpa a su hermanita de ocho! Es como para…
(BEN lee.)
No tuve un sueño muy descansado hoy, ¿y vos? No es una gran cama. Me hubiera
venido bien otra frazada, además. (Lo sorprende un cuadro en la pared.) Epa, ¿qué es
esto? (Examinándolo.) “Los primeros once.”1 Jugadores de críquet. ¿Ya viste esto, Ben?
BEN (leyendo): ¿Qué?
GUS: Los primeros once.
BEN: ¿Qué?
GUS: Hay una foto acá de los primeros once.
BEN: ¿Qué primeros once?
GUS (estudiando la foto): No dice.
BEN: ¿Y el té, qué?
GUS: Están todos un poco viejos, me parece.
(GUS camina hacia proscenio, mira hacia el frente, después pasea la mirada por toda
la habitación.)
Quiero decir, entrás a un lugar cuando todavía está oscuro, entrás a una habitación que
no viste nunca, dormís todo el día, hacés tu trabajo, y después te vas por la noche de
nuevo.
(Pausa.)
(Pausa.)
(Silencio.)
(BEN lee. GUS busca a tientas con la mano en el bolsillo de su saco, que está colgando
de la cama.)
Ahí va.
No, quiero decir, me refiero a que la vajilla está buena. Está buena. Es muy linda. Pero
es lo más que puedo decir de este sitio. Es peor que el último. ¿Te acordás del último
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lugar que estuvimos? La última vez, ¿dónde era? Por lo menos había una radio ahí. No,
honestamente. Parece que él no piensa molestarse mucho por nuestra comodidad,
últimamente.
BEN: ¿Cuándo vas a parar de farfullar?
GUS: Te puede dar reuma en un sitió así, si te quedás mucho.
BEN: No nos vamos a quedar mucho. Hacé el té, ¿querés? Vamos a estar haciendo el trabajo en
un minuto.
(GUS recoge una bolsita cerca de su cama y saca un paquete de té. Lo examina y
levanta la vista.)
(Pausa.)
En medio de ese camino. Todavía era de noche, ¿no te acordás? Miré para afuera.
Estaba todo lleno de niebla. Pensé que a lo mejor querías dormir, pero estabas sentado
derecho, recto como un muerto, como si estuvieras esperando algo.
BEN: No estaba esperando nada.
GUS: Me debo haber quedado dormido de nuevo. ¿Qué fue todo eso, entonces? ¿Por qué
paraste?
BEN (recogiendo el diario): Llegábamos demasiado temprano.
GUS: ¿Temprano? (Se levanta.) ¿Qué querés decir? Recibimos la llamada, ¿no?, diciendo que
teníamos que salir enseguida. Lo hicimos. Salimos a la hora exacta. ¿Así que cómo
podíamos llegar demasiado temprano?
BEN (tranquilamente): ¿Quién atendió el llamado, yo o vos?
GUS: Vos.
BEN: Llegábamos demasiado temprano.
GUS: ¿Demasiado temprano para qué?
(Pausa.)
¿Me querés decir que alguien tenía que salir antes de que entráramos?
Ya me parecía que estas sábanas no se veían muy radiantes. Ya me parecía que tenían un
poco de chivo. Estaba demasiado cansado para darme cuenta cuando entré esta mañana.
Eh, eso es tomarse un poquito de libertad, ¿no? Yo no quiero compartir las sábanas de
mi cama. Yo te dije que las cosas se estaban yendo a los caños. Digo, hasta ahora
siempre tuvimos tendidas sábanas limpias. Yo me di cuenta.
BEN: ¿Cómo sabés que estas sábanas no estaban limpias?
GUS: ¿Qué querés decir?
BEN: ¿Cómo sabés que no estaban limpias? Te pasaste el día entero adentro de ellas, ¿no?
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GUS: ¿Qué, querés decir que puede ser mi chivo? (Huele las sábanas.) Sí. (Se sienta
lentamente en la cama.) Podría ser mi chivo, supongo. Es difícil decir. La verdad es que
no tengo mucha idea de qué olor tengo, ése es el problema.
BEN (refiriéndose al diario): ¡Caramba!
GUS: Eh, Ben.
BEN: ¡Caramba!
GUS: Ben.
BEN: ¿Qué?
GUS: ¿En qué ciudad estamos? Me olvidé.
BEN: Ya te dije. Birmingham.
GUS: ¡Andá!
GUS: Una vez vi al Villa perder en una final. ¿Contra quién era? De camisetas blancas. Iba uno
a uno en el medio tiempo. No me lo voy a olvidar nunca. Los contrarios ganaron por un
penal. Andá a hablarme de drama. Sí, fue un penal cuestionado. Cuestionado. Les
ganaron dos a uno por eso. Si vos mismo estabas ahí.
BEN: Yo no.
GUS: Sí, estabas. ¿No te acordás de ese penal cuestionado?
BEN: No.
GUS: Lo voltearon en el área. Después dijeron que era todo teatro. A mi me pareció que el otro
tipo ni lo tocó. Pero el referí cobró penal.
BEN: ¡Ni lo tocó! ¿Qué estás diciendo? ¡Le pasó por encima!
GUS: El Villa no. El Villa no juega así.
BEN: Pero dejate de joder.
(Pausa.)
GUS: Porque ¿sabés quién era el otro equipo? Eran los Spurs. Era el Tottenham Hotspur.
BEN: Bueno, ¿y?
GUS: Que no hicimos ningún trabajo en Tottenham.
BEN: ¿Cómo sabés?
GUS: Me acordaría de Tottenham.
(BEN vuelve a girar y lee. GUS bosteza y habla en medio del bostezo.)
(Pausa.)
Sí, me gustaría ver algún otro partido de fútbol. Siempre fui un ardiente hincha de
fútbol. Pará, ¿qué tal si vamos a ver a los Spurs mañana?
BEN (monocorde): Juegan de visitantes.
GUS: ¿Quién?
BEN: Los Spurs.
GUS: Entonces por ahí juegan acá.
BEN: No seas idiota.
GUS: Si juegan de visitantes entonces por ahí juegan acá. A lo mejor juegan con el Villa.
BEN (monocorde): Pero el Villa juega de visitante.
(Pausa. Un sobre se desliza por debajo de la puerta, a la derecha. GUS lo ve. Se pone
de pie, mirándolo.)
GUS: Ben.
BEN: De visitante. Juegan de visitante.
GUS: Ben, mirá para acá.
BEN ¿Qué?
GUS: Mirá.
(Lo miran.)
BEN: Levantalo.
GUS: ¿Qué querés decir?
BEN: ¡Levantalo!
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¿Qué es?
GUS: Un sobre.
BEN: ¿Dice algo?
GUS: No.
BEN: ¿Está cerrado?
GUS: Sí.
BEN: Abrilo.
GUS: ¿Qué?
BEN: ¡Abrilo!
GUS: Fósforos.
BEN: ¿Fósforos?
GUS: Sí.
BEN: Mostrámelo.
(GUS lo mira, se guarda los fósforos en el bolsillo, va hacia la cama y saca un revólver
de abajo de la almohada. Va hacia la puerta, la abre, mira para afuera y la cierra.)
GUS: Nadie.
GUS: ¿O no?
BEN: Sí, siempre se te acaban, ¿no?
GUS: A cada rato.
BEN: Bueno, nos vienen muy bien, entonces.
GUS: Sí.
BEN: ¿O no?
GUS: Sí, me vienen bien. Me vienen bien, además.
BEN: Sí, ¿eh?
GUS: Sí.
BEN: ¿Por qué?
GUS: No tenemos más.
BEN: Bueno, ahora tenés algunos, ¿no?
GUS: Ahora puedo prender la pava.
BEN: Sí, estás siempre garroneando fósforos. ¿Cuántos tenés ahí?
GUS: Como una docena.
BEN: Bueno, no los pierdas. Rojos, además. Ni siquiera necesitás cajita.
(Se miran.)
(Pausa.)
No.
Acá va.
BEN (con cansancio): Poné esa pava de mierda, por el amor de dios.
(Silencio.)
¿Se puede saber qué te pasa? Me estás haciendo preguntas todo el tiempo. ¿Se puede
saber qué te pasa?
GUS: Nada.
BEN: Nunca me hacías tantas preguntas imbéciles. ¿Qué te picó?
GUS: No, nada más me preguntaba.
BEN: Dejá de preguntarte. Tenés un trabajo que hacer. ¿Por qué no lo hacés y te callás la boca?
GUS: Eso es lo que me preguntaba.
BEN: ¿Qué?
GUS: El trabajo.
BEN: ¿Qué trabajo?
GUS (tentativamente): Yo pensé que a lo mejor vos sabías algo.
(BEN lo observa.)
Pensé que a lo mejor… es decir… ¿tenés idea… quién va a ser esta noche?
BEN: ¿Quién va a ser qué, esta noche?
(Se miran.)
(Silencio.)
(GUS sale, por la izquierda, BEN lo ve salir. Después saca su revólver de abajo de la
almohada y se fija que tenga munición. GUS vuelve a entrar.)
Se apagó el gas.
BEN: Bueno, ¿y?
GUS: Es con medidor.
BEN: Yo no tengo nada de plata.
GUS: Yo tampoco.
BEN: Vas a tener que esperar.
GUS: ¿A qué?
BEN: A Wilson.
GUS: A lo mejor ni viene. A lo mejor nada más manda un mensaje. No siempre viene.
BEN: Bueno, vas a tener que arreglártelas así, ¿no?
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GUS: Pucha.
BEN: Ya vas a tomar una taza de té después. ¿Se puede saber qué te pasa?
GUS: Me gusta tomar uno antes.
Espero que tenga algún centavo, igual, si viene. Le correspondería. Después de todo, es
su casa, podría haberse fijado si había gas suficiente para una taza de té.
BEN: ¿Qué querés decir con que es su casa?
GUS: Bueno, ¿no es?
BEN: Probablemente lo haya alquilado nomás. No tiene por qué ser su casa.
GUS: Te apuesto lo que quieras a que es su casa. Te apuesto a que todo el edificio es suyo.
Ahora ni siquiera nos provee un poco de gas, tampoco.
Seguro que es su casa. Mirá, si no, todos los otros sitios. Vas a tal dirección, hay una
llave, hay una tetera, no hay nunca un alma a la vista… (Hace una pausa.) Eh, nadie
nunca oye nada, ¿alguna vez lo pensaste? Nunca nos llegan quejas, ¿no?, ¿por ruidos
molestos o cosas así? Nunca ves un alma, ¿no? – salvo el tipo que viene. ¿Alguna vez te
diste cuenta? Me gustaría saber si las paredes están acustizadas. (Toca la pared sobre su
cama.) No te podría decir. Lo único que hacés es esperar, ¿eh? La mitad de las veces ni
siquiera se molesta en darse una vueltita, Wilson.
BEN: ¿Por qué lo haría? Es un hombre muy ocupado.
GUS (pensativamente): A mí me resulta muy difícil hablarle, a Wilson. ¿Sabés, Ben?
BEN: Dejate de joder, ¿querés?
(Pausa.)
GUS: Hay una cantidad de cosas que le quiero preguntar. Pero nunca puedo ir directo al grano,
cuando lo veo.
(Pausa.)
(Levantándose, bajando la vista hacia BEN.) ¿Cuántas veces te leíste ese diario?
No era muy digna de mirar, ya sé, pero igual. Fue un lío, igual, ¿no? Qué lío. La verdad,
no me acuerdo de un lío peor que ése. No parecen poder aguantar como los hombres, las
mujeres. Una textura más floja, diría. ¡Cómo se despatarró!, ¿eh? Quedó toda
despatarrada. ¡Caramba! Pero yo te quería preguntar.
¿Quién ordena cuando nos vamos? Tengo curiosidad. ¿Quién hace la limpieza? A lo
mejor no ordenan. A lo mejor los dejan ahí, nomás, ¿eh? ¿Vos qué pensás? ¿Cuántos
trabajos hicimos? Pucha, ya perdí la cuenta. Mirá si nunca limpian nada después de que
nos vamos.
BEN (compadeciéndose de él): Pero qué tonto. ¿Te pensás que somos la única rama de esta
organización? Un poco de sentido común. Tienen secciones para todo.
GUS: ¿Qué, limpiadores y todo?
BEN: ¡Qué imbécil!
GUS: No, es que esa chica me hizo empezar a pensar…
(Hay un sonoro traqueteo en la mocheta de la pared entre las camas, de algo que está
descendiendo. Agarran sus revólveres, se paran de un salto, y enfrentan la pared. El
ruido cesa. Silencio. Se miran. BEN hace un rápido gesto en dirección a la pared. GUS
se acerca a la pared lentamente. La golpea con su revólver. Está hueca. BEN camina
hasta la cabecera de su cama, el seguro del arma levantado. GUS deja su revólver
sobre su cama y palmea a lo largo de la parte inferior del panel central. Encuentra un
reborde. Levanta el panel. Se descubre así una ventana para pasar vajilla, un ascensor
“montaplatos”. Hay una gran caja sostenida por poleas. GUS examina el interior de
esta caja. Saca un pedazo de papel.)
(Silencio.)
(La caja desciende con un traqueteo y un golpe. BEN alza su revólver. GUS va a la caja
y saca un pedazo de papel.)
(Una pausa. GUS mira a BEN. BEN toma la nota y la lee. Camina lentamente hacia la
abertura. GUS lo sigue. BEN mira en la abertura pero no hacia arriba de ella. GUS le
pone la mano en el hombro. BEN se la saca de encima. GUS lleva un dedo a la boca.
Se inclina sobre la abertura y diestramente mira por ella hacia arriba. BEN lo aparta
de un tirón, alarmado. BEN mira la nota. Arroja el revólver sobre la cama y habla con
decisión.)
¡Esperen un minuto!
BEN: ¡No hagas eso!
(GUS examina los artículos del bolso y los va sacando, uno por uno.)
(GUS sale, por la izquierda. BEN mira en el bolso. Saca un paquete de snacks. GUS
ingresa con un plato.)
¡Esperen un minuto!
GUS: Subió.
BEN: ¡Es tu culpa, te ponés a jugar!
GUS: ¿Qué hacemos ahora?
BEN: Vamos a tener que esperar a que baje.
(Pausa.)
GUS: Si, ¿pero qué pasa cuando no estamos acá? ¿Qué hacen, entonces? Todos estos menús
que bajan y nada que suba. Puede ser que haya estado así durante años.
(La caja desciende. Se dan vuelta. GUS va a la abertura y saca una nota.)
GUS (gritando hacia arriba por la abertura): ¡Tres McVitie and Price! ¡Un Lyons Etiqueta
Roja! ¡Un snack Smith’s! ¡Una torta Eccles! ¡Un Fruta con Nueces!
BEN: Cadbury.
GUS (hacia arriba por la abertura): ¡Cadbury!
BEN (alcanzándole la leche): Una botella de leche.
GUS (hacia arriba por la abertura): ¡Una botella de leche! ¡De un litro! (Mira la etiqueta.)
¡Tambo Express! (Pone la botella en la caja.)
Ya lo hice.
BEN: No tenés que gritar así.
GUS: ¿Por qué no?
BEN: No se hace.
(BEN va a su cama.)
(GUS frota su revólver con la sábana. BEN saca un espejito de bolsillo y se endereza la
corbata.)
GUS: Me gustaría saber dónde está el cocinero. Deben haber tenido varios, para dar abasto con
todo. A lo mejor tenían algunas cocinas más. ¡Eh! A lo mejor hay una cocina en el
corredor.
BEN: ¡Por supuesto que hay! ¿Sabés lo que hace falta para hacer una Ormitha Macarounada!
GUS: No, ¿qué?
BEN: ¡Una Ormitha…! A ver si atendés un poco, ¿querés?
GUS: Hacen falta varios cocineros, ¿eh?
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¿Por qué no se comunica? Me parece como si hiciera años que estoy acá. (Saca el
revólver de la sobaquera para controlar la munición.) Igual nunca le fallamos, ¿no?
Nunca le fallamos. El otro día lo estaba pensando, Ben. Somos confiables, ¿no?
Espero que el tipo no se vaya a excitar hoy, o algo así. Me siento un poquito agotado. Se
me parte la cabeza.
(Silencio.)
(Leyendo.) Un Pollo con Brotes de Bambú y Castañas de Agua. Un Char Siu y Brotes
de Alubias.
BEN: ¿Brotes de Alubias?
GUS: Sí.
BEN: Pucha.
GUS: No sabría ni por dónde empezar.
Mandaron el té de vuelta.
BEN (angustiado): ¿Para qué hicieron eso?
GUS: A lo mejor no es la hora del té.
BEN (arrojando el té sobre la cama, y hablando con toda urgencia): Mirá. Mejor que les
digamos.
GUS: ¿Decirles qué?
BEN: Decirles que no lo podemos hacer, no lo tenemos.
GUS: Está bien.
BEN: Prestame un lápiz. Vamos a escribir una nota.
(GUS, al darse vuelta buscando un lápiz, de pronto descubre el tubo para hablar, que
cuelga sobre la pared a la derecha de la abertura, de frente a su cama.)
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(GUS lo hace.)
Eso es.
GUS: ¿Qué hacemos ahora?
BEN: Soplalo.
GUS: ¿Soplo?
BEN: Silba arriba si lo soplás. Así saben que querés hablar. Soplá.
¿Qué?
(A la boca.)
¿Qué?
(Escucha. A GUS.)
(Escucha. A GUS.)
(Tubo al oído.)
¿Qué?
(A la boca.)
¿Qué?
(Al oído.)
Sí. Sí.
(A la boca.)
GUS: ¿Qué?
BEN: ¿Sabés lo que dijo? ¡Prendan la pava! ¡No “pongan la pava”! ¡No “prendan el gas”! ¡Dijo
“prendan la pava”!
GUS: ¿Cómo podemos prender la pava?
BEN: ¿Qué querés decir?
GUS: No hay gas.
BEN (agarrándose la cabeza con una mano): ¿Y ahora qué hacemos?
GUS: ¿Para qué quería que prendiéramos la pava?
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¿Y nosotros?
Yo tengo sed, también. Me muero de hambre. Y él quiere una taza de té. Esto colmó el
vaso, sí.
Le mandamos todo lo que tenemos y no queda satisfecho. No, de verdad, es como para
hacer reír al gato. ¿Para qué le mandaste todas esas cosas? (Pensativamente.) ¿Por qué
se lo mandé?
(Pausa.)
Andá a saber lo que tiene arriba. Capaz que tiene una ensaladera llena. Deben tener algo
ahí arriba. No van a conseguir mucho de acá abajo. ¿Viste que no pidieron ninguna
ensalada? Capaz que tienen una ensaladera llena ahí arriba. Fiambre, rabanitos, pepinos.
Berro. Arenques a la vinagreta.
(Pausa.)
Huevos duros.
(Pausa.)
De todo. Capaz que tienen un barril de cerveza también. Capaz que ahora se están
comiendo mis snacks con un chopp de cerveza. No encontraron nada que decir de los
snacks, ¿no? Están lo más bien, no te preocupes. No irás a creer que se van a quedar ahí
sentados a esperar que les suban cosas de acá abajo, ¿no? Eso no los va a llevar a
ninguna parte.
(Pausa.)
(Pausa.)
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(Pausa.)
(GUS suspira y se sienta junto a BEN en la cama. Las instrucciones son dichas y
repetidas automáticamente.)
GUS: Si se da vuelta…
BEN: Vos estás ahí.
GUS: Yo estoy ahí.
(Pausa.)
(Pausa.)
Perdoná.
(Silencio.)
(GUS vuelve a entrar y se detiene una vez pasada la puerta, perdido en sus
pensamientos. Mira a BEN, luego camina lentamente hasta su propia cama. Está
preocupado. Se queda parado, pensando. Se da vuelta y mira a BEN. Da algunos pasos
hacia él.)
(Lentamente, en voz baja, tensa.) ¿Por qué nos mandó fósforos si sabía que no hay gas?
(Silencio.)
(BEN mira fijamente hacia delante. GUS atraviesa el espacio hacia la izquierda de
BEN, hasta el pie de su cama, para llegar a su otro oído.)
Ben. ¿Por qué nos mandó fósforos si sabía que no hay gas?
(Violentamente.) Bueno, ¿para qué está jugando todos estos jueguitos? Eso es lo que
quiero saber. ¿Para qué lo hace?
BEN: ¿Qué jueguitos?
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GUS: (con pasión, avanzando): ¿Para qué lo hace? Ya pasamos por las pruebas, ¿no? Ya dimos
todas las pruebitas, hace años, ¿no? Las dimos juntos, ¿no te acordás?, ¿o no? Ya nos
probamos hace tiempo, ¿no? Siempre hicimos nuestro trabajo. ¿Para qué está haciendo
todo esto? ¿Cuál es la idea? ¿Para qué está jugando estos jueguitos?
(La caja en su pozo baja detrás de ellos. El sonido esta vez viene acompañado de un
silbido agudo, mientras baja. GUS se abalanza a la abertura y toma la nota.)
(Leyendo.) ¡Rabas!
(Hace un bollo con la nota, agarra el tubo, saca el silbato, sopla y habla.)
(Silencio.
BEN cuelga el tubo. Va a su cama y se acuesta. Recoge el diario y lee.
Silencio.
La caja sube.
Se dan vuelta rápidamente, sus ojos se encuentran. BEN vuelve a su diario.
Lentamente, GUS regresa a su cama, y se sienta.
Silencio.
La puerta de la abertura cae y vuelve a quedar como al principio.
Se dan vuelta rápidamente, sus ojos se encuentran. BEN vuelve a su diario.
Silencio.
BEN baja su diario de un golpe.)
BEN: ¡Caramba!
¡Escuchá esto!
(Pausa.)
(Pausa.)
¡Caray!
(Pausa.)
(Sale. BEN se saca el polvo de la ropa y los zapatos. Suena el silbato en el tubo para
hablar. Va hacia él, saca el silbato y se pone el tubo en el oído. Escucha. Se lo lleva a la
boca.)
BEN: Sí.
Enseguida. Correcto.
Entendido. Repito. Ya llegó y está por entrar enseguida. El método normal a ser
empleado. Entendido.
Perfecto.
(Cuelga el tubo.)
¡Gus!
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(Saca un peine y se peina el cabello, ajusta el saco para disminuir el bulto del revólver.
El agua del inodoro corre, fuera de escena, a la izquierda. BEN va rápidamente a la
puerta, a la izquierda.)
¡Gus!
(Telón)