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En ocasiones las jóvenes madres optan por dar a su hijo en adopción lo que
les crea una gran culpa y arrepentimiento, sobre todo en etapas más
maduras de su vida.
se decide tener al hijo sin la existencia de pareja se convertirá en madre
soltera, familia monoparental, enfrentándose, dependiendo de los países, a
grandes carencias y dificultades. Su proyecto de vida se ve alterado y
frenado, llegando a sufrir agresiones por parte de su familia y del entorno y
disminuyendo las oportunidades para conseguir un empleo (cuando lo
obtienen es mal remunerado), sin olvidar que deben educar a su hijo en
medio de un ambiente desfavorable.
Otras jóvenes madres deciden, si el padre biológico acepta su paternidad y
responsabilidad, formar un matrimonio. Sin embargo existen altas
probabilidades de que dicho matrimonio no perdure ya que el padre precoz
se enfrentan a un evento inesperado, sorpresivo; no son capaces en esos
momentos de llevar una vida de pareja independiente económicamente, no
están lo suficientemente maduros para que su relación perdure, ni están
preparados para recibir un hijo y mucho menos cuidarlo.
4.3. Familia
Una de las fuentes de apoyo más importantes es la familia, debido a que
en la mayor parte de los casos la madre adolescente vive con sus padres
o parientes. Y aún en el caso tenga la posibilidad de mudarse y
sostenerse económicamente, el papel de la abuela continúa siendo
relevante por ser fuente de información, ayuda y apoyo para la madre
inexperta. Cuando la familia apoya tanto con el cuidado como
económicamente, las adolescentes tienen mayores posibilidades de
completar sus estudios. De ésta forma, a largo plazo pueden llegar a
conseguir mejores empleos, y mejorar su nivel socioeconómico,
especialmente cuando decidan independizarse. Las madres
adolescentes son vulnerables a cuadros de depresión y estrés,
especialmente cuando no cuentan con el apoyo del padre, lo que
repercute en el trato con el bebé, pudiendo llegar a negligencia o maltrato.
Sin embargo, la familia puede brindar soporte, dirección y apoyo
disminuyendo los riesgos tanto para la madre como para el bebé.
La aceptación y apoyo, por parte de los abuelos, influye positivamente en
la experiencia de la adolescente, incrementa el sentimiento de bienestar
y disminuye las probabilidades de experimentar angustia. Pero,
usualmente se presentan dificultades en la dinámica madre-abuelos,
especialmente en relación a la crianza. Por un lado, cuando se depositan
las responsabilidades en los abuelos, especialmente durante los dos
primeros años, la madre se distancia de su rol, disminuyendo su interés
por el cuidado del niño. En investigaciones sobre la excesiva
dependencia de la madre en la familia, se observó que ésta afectaba
negativamente, tanto en el comportamiento del niño como en la relación
madre-hijo.
En adolescentes mayores, de 18 años a más, se ha evidenciado que es
beneficioso para el bebé que la madre se independice de los padres. El
extremo involucramiento en la crianza puede ser percibido por la madre
como señal de incompetencia, generando resentimientos y conflictos en
la familia. Por lo tanto, es importante que exista un sistema de apoyo
moderado y adaptativo por parte de la familia, para ayudar a la
adolescente en la transición al rol de madre.
Una mamá joven será un poco más comprensiva con su hijo o hija, ya que ella
aún tendrá ciertas ideas de cuando era niña, puesto que su carácter aún no se
ha terminado de formar.
El proceso de crianza será una tarea que normalmente compartirá con sus
padres y a veces también con su pareja, pero no en todos los casos; ya que en
un alto porcentaje de los embarazos adolescentes, los niños se crían sin la
presencia de su padre.
Tal vez haya obstáculo en los estudios o la renuncia definitiva a ellos, pero esto
dependerá mucho de las circunstancias.
Un bebé cambiará el curso de la vida de los jóvenes padres (mayormente en la
madre), debido a la gran carga de la crianza.
5.2. Ventajas
No todo tiene que ser malo cuando los jóvenes llegan a ser padres, ya
que la paternidad en la juventud tiene sus ventajas, que se describen a
continuación.
Terminar joven la labor, pues cuando una madre empieza a criar a sus
hijos muy joven, aquella labor terminará durante o poco después de los
cuarenta años y habrá tiempo para la diversión.
Un mayor acercamiento y una mejor comprensión cuando los hijos
lleguen a la edad adolescente, puesto que la diferencia de edad es poca
y las ideas serán parecidos
Las relaciones madre e hija serán un poco más estrechas, habrá más
confianza en conversar temas delicados.
Se tiene la suficiente energía para estar y participar de todos los eventos
de los hijos
Intercambio de ropa, zapatos, joyas y maquillaje con las hijas; debido a
que el gusto será parecido.
Conocerán a sus nietos con toda la lucidez y energía para disfrutar de
ellos.
5.3. Desventajas
La extrema juventud en la paternidad no es del todo buena y a pesar de
que tiene muchas ventajas, también hay desventajas.
Una de las más grandes desventajas es la inmadurez con la que se
empieza la labor de madre, lo que hace más propensas las
equivocaciones en la crianza.
También existe la probabilidad de que los hijos sigan el mismo camino
de sus padres y tengan hijos a su corta edad, lo que crea una cadena
interminable.
Las jóvenes madres se perderán de disfrutar muchas cosas, como
reuniones y fiestas entre amigos, ilusiones amorosas, su cuerpo
cambiará a corta edad y tenderá a deformarse.
Todas aquellas ilusiones de la juventud se perderán, es probable que las
oportunidades de estudios y superación se aplacen o no lleguen.
Puede ocurrir que aquella madre, debido a su juventud no tenga la
responsabilidad suficiente para desear hacerse cargo, lo que da como
resultado hijos sin figura materna y paterna y con traumas, rebeldías o
criados por sus abuelos.
En la actualidad está ampliamente reconocido que el embarazo en
adolescentes y la maternidad temprana está asociada con el fracaso
escolar, deterioro de la salud física y mental, aislamiento social, pobreza y
otros factores relacionados.
En este sentido no pocos autores afirman que el embarazo en la
adolescencia debe ser contemplado, como un embarazo de alto riesgo.