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Buenas tardes estimados compañeros, con respecto al tema de Comportamiento de la

enfermedad o SicknessBehaviour : es un conjunto de síntomas no específicos que aparecen


como producto de la respuesta inmunitaria ante una infección o inflamación que son
propias de las respuesta de fase aguda:

.-Fiebre, anorexia, somnolencia, sed entre otros síntomas esto se explica a través de
comportamiento de la enfermedad donde una vez que entra un microorganismo y se
pone en marcha la respuesta inmunitaria mientras esta se activa ya las citocinas han pasado
la BHE y enviando mensajes a nuestro amigo el Hipotálamo no me siento bien !!!
Comienzan a madurarse LT, a movilizarse macrófagos, neutrófilos, los cuales lo hacen
mejor a mayor temperatura y además a las bacterias no les gusta el calor y estas no logran
multiplicarse ni con calor ni con hambre, pero para dar esa respuesta inmunitaria se
necesita mucha energía así que la persona se siente débil, sin apetito con sueño es decir está
enferma entonces la enfermedad como un mecanismo para reorganizar las prioridades de
nuestro organismo.

Con respecto a la fiebre interviene la citoquina IL-1 que estimula al hipotálamo para
aumentar la temperatura corporal con los beneficios ya mencionados para la respuesta
inmune.

El gasto energético para generar la respuesta inmunitaria es muy alto así que si la persona
no toma el descanso se hidrata y asume que está mal la respuesta inmune no será tan
eficiente si el paciente sigue moviéndose y gastando energías en otras situaciones no
prioritarias.

Es decir es nuestra responsabilidad al conocer que esto funciona para beneficio nuestro
organismo por ello es que estamos cada día como dice la Dra. Castésapropiandonos de
nuestro sistema inmune.

Feliz tarde.

CELINA CONTRERA

El sistema inmunológico en su función de defender el organismo reconociendo lo que


es propio de lo que no lo es y defender al organismo de sustancias extrañas, recibe
información del sistema nervioso central y el sistema endocrino.

El sistema nervioso central recibe información de los órganos sensoriales y de los


sistemas inmune y endocrino para así controlar y regular sus respuestas. El cerebro es el
encargado de integrar estrechamente los tres sistemas señalados dirigiendo su actuación al
mantenimiento de la homeostasis. Estos tres sistemas son sistemas de control porque
ejercen sus efectos en múltiples órganos y sistemas y están estrechamente relacionados
entre sí, es decir, interactúan los unos con los otros todo el tiempo, tiene como finalidad
conservar la salud, hacer efectiva la lucha por la supervivencia y controlar diversas
funciones para mantener la homeostasis.
El sistema nervioso central y el sistema inmune se comunican y comparten un mismo
lenguaje molecular compuesto por hormonas, neurotransmisores y citocinas, que incluso
van más allá y sostienen la existencia de ciertas similitudes en la estructura y funciones de
ambos sistemas.

El sistema nervioso central y el sistema inmunológico están íntimamente ligados, de


modo que una perturbación en un sistema podría ser reflejada en el otro y tener
implicaciones en la salud física y mental. Una alteración del sistema nervioso tanto central
como periférico, da lugar a la producción por parte del sistema inmunitario de las
denominadas citoquinas, que tienen capacidad para alterar la actividad neuronal, influyendo
en los distintos procesos biopsicológicos.

Por otra parte, la comunicación entre el sistema endocrino y el sistema inmune modula
la respuesta del sistema inmune mediante los receptores hormonales que poseen las células,
siendo precisamente, los tejidos del sistema endocrino los que poseen receptores para
citocinas que les permiten modificar su actividad.

Se descubre la verificación de que el sistema nervioso y el sistema inmunológico


utilizan un lenguaje bioquímico común para la comunicación intra e inter-sistema, por
medio de un conjunto de péptidos, neurotransmisores peptídicos y citoquinas, que actúan
sobre un repertorio común de receptores, que se trasladan por vía física y humoral para
verificar la comunicación bidireccional.

El sistema inmune integrado a los sistemas nervioso y endocrino, en comunicación


permanente, configuran una gestalt. Es decir, un sistema integrado de gran complejidad ,
que funciona como un sexto sentido, que informa al organismo con una codificación
diferente a la forma como usualmente conocemos nuestro entorno, ya que, por tratarse de
realidades que se verifican dentro del organismo, no se pueden escuchar, ver, oler, saborear
ni tocar; no obstante el sistema nervioso no solo decodifica el mensaje con exactitud, sino
que adicionalmente elabora una respuesta con las cualidades requeridas para movilizar al
cuerpo a responder a este tipo de desafío defensivo, que puede ser una respuesta efectora,
bioquímica o conductual.

Un ejemplo ilustrativo de esta forma de comunicación y respuesta efectora del


organismo, es el síndrome del comportamiento de la enfermedad o “sicknessbehavior”
caracterizado por: fiebre, anorexia y letargo. Este comportamiento es una respuesta
conductual a la necesidad del sistema inmune de disponer de mayor energía para realizar el
proceso defensivo, limitando las otras actividades no esenciales para el reto inmune y está
determinado por varias citoquinas secretadas por los leucocitos en su proceso de defensa,
los cuales incluyen la interleuquina (IL-1b, IL-6) y factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α).
Estas citoquinas son secretadas por las células fagocíticas mononucleares activadas.

Debido a que el síndrome del comportamiento de la enfermedad, es una respuesta que


modula el sistema inmunológico y mejora la recuperación, la interacción entre el sistema
inmunológico y el sistema nervioso central es una parte esencial de la defensa del huésped
contra los microorganismos patógenos en general, lo que demuestra que el comportamiento
de la enfermedad: 1) es un estado motivacional, 2) es una respuesta adaptativa bien
organizado a la infección, (3) las citoquinas producidas por leucocitos activados inducen el
comportamiento de la enfermedad y 4) las citoquinas transmiten mensajes desde la periferia
hasta el cerebro mediante las vías humorales y neurales.

La concentración del cortisol en situación de equilibrio, es baja, sigue un ritmo circadiano,


con niveles máximos en la madrugada-8am (más o menos) y luego estos niveles bajan. En
situaciones de estrés los niveles aumentan sustancialmente y lo mismo ocurre con una
respuesta inmune. Ingresa un patógeno y en el organismo hay bajas concentraciones de
cortisol, el patógeno da señales de alarma al SI, estas células perciben estas señales y
comienzan a liberar citoquinas. Estas citoquinas mandan señales al cerebro específicamente
a hipotálamo que aumenta producción de CRH y esto envía señales a la hipófisis que
aumenta la producción de ACTH, esta envía señales a la corteza de las glándulas
suprarrenales y ahí es donde empiezan a producir cortisol en mayores cantidades.

Entonces es que este cortisol empieza la retroalimentación negativa: Ellos inhiben la


respuesta inmune actuando sobre las células del SI, esto causa una inhibición en la
producción de citoquinas. Si bajan las citoquinas, bajan las señales a cerebro, baja la CRH,
baja la ACTH y consecuentemente baja la producción del cortisol. Esto siempre y cuando
el eje HPA esté funcionando adecuadamente. Si no es así, entonces ocurre la resistencia al
cortisol y nunca cesa de estar activado el eje (altos niveles de cortisol), tal como ocurre en
la depresión.

Cuando te refieres a “regular la reacción según la situación”, no me queda muy claro


exactamente a qué te refieres: Es a cuando los glucocorticoides actúan como reguladores o
como inmunosupresores????. Si es eso te explico: Si estás en condiciones normales, al
entrar un patógeno y generar la RI aumentan los GC y se inhiben laRI, esto es regulación,
los GC actúan como reguladores. Ahora, si estas con altos niveles de estrés, y por eso altos
niveles de GC y penetra un patógeno que va a pasar?????, que se generará un RI no
adecuada, en el sentido que tendrá muy bajos niveles o no se generará por que el individuo
tiene un perfil inmunosuprimido.

Ya en intervenciones anteriores se ha expuesto sobre la comunicación que


mantienen a través de la vía humoral y neuronal los sistemas Nervioso,
Endocrino e Inmunológico, una comunicación permanente y concertada que está
mediada por hormonas, neurotransmisores, citocinas y sus respectivos receptores
expresados constitutivamente en las células que conforman estos tres sistemas.
Las citocinas son mensajeros que utilizan las cedulas de los tres sistemas para
ayudar a reparar lesiones y conservar la salud ya que sus señales mantienen la
homeostasis y están compuestas por una red integrada, cada una de ellas puede
inducir su propia síntesis que a la vez induce la síntesis de otras
citocinasproinflamatorias.

La producciòn de moléculas proinflamatorias destinadas a la defensa, por lo


general se acompañan de cambios importantes en la conducta, sin que haya un
compromiso aparente en el Sistema Nervioso central. Personas con alguna
infección manifiestan de una manera transitoria, cierta forma de malestar, lasitud,
fatiga, anorexia, depresión, anhedonismo y ansiedad. Este tipo de
comportamiento de la enfermedad se llama: El Sicknessbehavior que es el
conjunto de cambios conductuales adaptativos que se desarrollan en las personas
enfermas en el curso de una infección. La conducta de enfermedad es un espacio
que el organismo que aprovecha para organizar las prioridades y hacer frente a
patógenos infecciosos.

Las citocinas son producidas por los astrocitos y la microglía, expresan


receptores para las citocinas y amplifican la señalización intracelular inducidas
por estas moléculas. Estas celulas son susceptibles a las variaciones de la
concentración periférica de citocinasproinflamatorias y participan en la
fisiopatología de los trastornos neuropsiquiátricos, la hiperactivación del eje
hipotálamo-hipófisis-adrenales (HHP), el incremento de los niveles de la
hormona liberadora de corticotrofina (CRH) y la alteración del metabolismo de
las monoaminas como la serotonina, dopamina y norepinefrina.

Pero estas mismas moléculas en producción masiva y descontrolada pueden


ocacionar reacciones perjudiciales de hipersensibilidad en los tejidos y de manera
particular en el SN, la piel y el aparato respiratorio. El aumento en la producciòn
de citocinasproinflamatorias aunque la finalidad sea de defensiva, desencadena
alteraciones conductuales y provoca cambios notables en el comportamiento.
Muchos especialistas en el tema, consideran que las citocinas deben ser
clasificadas como una nueva familia de NeuroTransmisores, que se producen en
el cerebro y que son capaces de estimular funciones cerebrales.

Continuara.........

“Mi reflexión ahora es a realmente hacer conciencia de la forma como percibimos,


evaluamos e interpretamos esos comportamientos que tengamos y no los pasemos por alto,
en virtud de que nuestro cuerpo siempre buscara alguna forma de expresar o comportarse
que nos haga saber que algo no está bien porque su objetivo será alcanzar el pleno de
bienestar”.

Valerie: Muy bien, Valerie. Buena explicación.

Resalto: “El aspecto alarmante de este mecanismo (el comportamiento del malestar), que se
considera como protector, organizador de prioridades y que invita al cuerpo, así como a uno
mismo, a centrarse en el estado propio de enfermedad para dirigir el ataque contra el agente
infeccioso; es la inducción de enfermedades neuropsiquiátricas como efecto secundario de
las células que intervienen en la RI (anticuerpos, citoquinas y linfocitos/leucocitos), cuando
ésta respuesta es mantenida por mucho tiempo”.

Marta: Muy buena tu participación.

Muy importante esto que dices: “. Las CTQ inducen la conducta de enfermedad, que es
situación reversible y adaptativa cuando ayuda a la supervivencia, pero si se vuelve crónica
o dura un tiempo excesivo pierde esta capacidad y termina siendo desadaptativa, anormal o
patológica, es decir que ocurre fuera de contexto o en ausencia de estímulos inflamatorios,
en forma inadecuada, o de intensidad o duración exagerada. Esto ocurre:

.- Cuando las CTQ proinflamatorias son producidas en cantidades mayores y por más
tiempo que lo normal.

.- Cuando fallan las moléculas regulatorias que frenan la activación de los componentes
moleculares y celulares de la respuesta.

.- Cuando los circuitos neuronales, que son los que organizan la SB sustancia blanca,
devienen hipersensibilizados.

.- Cuando ocurre fuera de contexto en ausencia de estímulos inflamatorios o cuando es de


una intensidad o duración exagerada.
Una de las principales conductas se encuentra en situaciones en que ya pasó la enfermedad
pero continúa el nivel de agotamiento, apatía, fatiga, con diferente intensidad. Es una
situación muy relacionada a la conducta de depresión. Existen personas que luego de un
proceso de enfermedad son más vulnerables a presentar un episodio depresivo como
complicación de la experiencia de la enfermedad”.

Resalto: “El organismo nos demuestra la íntima relación que tienen psiquismo, cerebro y
sistema inmune, esta respuesta no es pasiva, ni una desaparición temporaria de actividades
usuales del huésped, muy por el contrario resetea la prioridades del organismo para
capacitar al individuo en riesgo a enfrentarse de manera más eficiente”.” En ambas
situaciones parece ser que hay personas más vulnerables que otras, entre las más
vulnerables por lo leído aparecen factores sociales, personales, fisiológicos y vinculares que
podríamos llamar no- saludables para evitar el término “negativo”.

“En mi experiencia con pacientes severos en situaciones muy comprometidas tanto en su


salud física como emocional, doy fe que con la modulación de sistemas de creencias,
cambio de percepción de la situación, tomar el 1er lugar como artífice del presente y no
supeditado a un diagnóstico-pronóstico, sintiendo que el médico lo escucha y no solo es un
caso, incorporando la certeza de que cada día es una oportunidad para encontrar algo para
agradecer, ejerciendo la libertad de saber qué siente y poder expresarse con un buen apoyo
social, sanar vínculos con sus afectos y otros tantos factores a trabajar, puede inducir un
cambio significativo en la modulación conductual”…..En relación con esto, no voy a
profundizar ya que te comento que en el próximo Módulo, van a tener 2 Unidades sobre
Creencias, una enfocada a la Epigenética y otra enfocada a lo Psicológico con una duración
de 2 semanas cada una.

Esta intervención corresponde a la respuesta de la Prof. Marisol del Foro Anterior.

¿Cómo los Glucocorticoides favorecen el cambio de linfocitos Lh0 hacia Lh1 o hacia
Lh2?

En respuesta, las poblaciones de linfocitos T o linfocito TH0, se distinguen dos categorías:


la primera corresponde a linfocitos T progenitores se van a transformar en linfocitos Th1,
gracias a la acción de la IL-12.

Estos linfocitos Th1 producen principalmente interferón gamma e IL-2, lo que es muy
importante, porque tener una respuesta Th1 significa que el individuo tiene garantizada una
excelente respuesta contra los agentes infecciosos, especialmente intracelulares, ya que la
lucha corriente contra los agentes infecciosos está dada por una respuesta Th1, con
producción de interferón gamma e IL-2.
En el segundo tipo de respuesta, los linfocitos Th0 progenitores se dirigen hacia la vertiente
Th2, lo que significa que producen principalmente IL-4 e IL-10, gracias a la acción de la
IL-4 y favorecen básicamente la respuesta de anticuerpos.

La polarización de las respuestas de tipo Th1y de tipo Th2 es responsable para diferentes
tipos de reacciones inmunológicas. Las respuestas dominantes Th1 están involucradas en la
patogénesis de desórdenes autoinmunes organoespecíficos, como la enfermedad de Crohn,
La úlcera péptica inducida por Helicobacter pylori, el rechazo agudo al alotransplante de
riñón, los abortos recurrentes no explicados. En contraste Las respuestas
alergenoespecíficas Th2 por estar asociado a enfermedades autoinmunes como la
hipersensibilidad tipo I o alergia mediada por anticuerpos y el asma .Tambien el síndrome
de Omenn, la Fibrosis pulmonar idiopática, la esclerosis sistémica progresiva, y juegan un
papel en la rápida evolución de infecciones.

Si una persona tiene mayor respuesta Th2, tiene más probabilidades de ser alérgico; en
cambio, si tiene respuesta Th1 como hay una excelente respuesta antibacteriana y antiviral,
tiene más posibilidades de producir mucho daño a nivel tisular. Probablemente, el precio
que se paga por tener una eficiente respuesta Th1 es el desarrollo de enfermedades
autoinmunes como tiroiditis, diabetes, artritis reumatoídea y lupus; en cambio, el que
responde con Th2 es básicamente el paciente alérgico. Es decir, el ser humano se mueve
entre respuestas Th1 y Th2.

Existe una regulación negativa recíproca entre las células Th1 y Th2 ya que ciertas
citocinas de las primeras (principalmente IFN-) y de las segundas (IL-4, IL-10) tienen un
efecto inhibitorio sobre células Th2 y Th1 respectivamente.

Los Glucocorticoides al inhibir la producción de IL-12 por parte de los macrófagos/


monocitos, lo cual inhibe a las células Th1 y favorece la actividad TH2.

El paradigma Th1/Th2 permite una mejor comprensión de los mecanismos envueltos en la


protección y en la patogénesis de muchos desórdenes inmunológicos.

itocinas Inflamatorias en Sistema Nervioso Central

Eréndira Enedina López Robles

Las citocinas son un factor importante en la comunicación bidireccional entre los sistemas
inmune y nervioso. Las citocinas y otros productos de las células del sistema inmune pueden
modular la acción, diferenciación y sobrevida de las células neuronales. Las citocinas no solo están
involucradas en la respuesta inmune, sino también en una gran variedad de procesos fisiológicos y
patológicos, entre los que se incluyen eventos en el SNC y SNP al actuar como
inmunorreguladores y neuromoduladores. Además, la producción de citocinas se encuentra bajo el
control de los SNC y SNP y su balance puede ser modulado por la acción de los
neurotransmisores.
Las citocinas pueden ejercer sus efectos en el SNC en dos vías: directa e indirecta. La
acción directa la ejercen citocinas que están presentes en el cerebro en y/o alrededor de células
neuronales, mientras que los efectos secundarios o indirectos, son el resultado de la acción de las
citocinas en otras células blanco.

Diversas citocinas que actúan directamente en el SNC tienen dos posibles orígenes: 1.- las
que se originan en órganos inmunes periféricos y cruzan la barrera hemato-encefálica a través de
órganos cirunventriculares. Y, 2.- Las que son producidas por las células neuronales dentro del
SNC.

Algunas citocinas y sus receptores han sido demostradas en varios tipos de células del
SNC en condiciones fisiológicas y patológicas. Se ha propuesto que, citocinas producidas por una
cascada de neuronas y células gliales pueden participar en las respuestas complejas autónomas,
neuroendocrinas, metabólicas y de conducta en respuesta a la infección, inflamación, isquemia y
otras alteraciones cerebrales.

TNF-α e IL-1 liberados en la circulación periférica y en cerebro, se involucran en forma


directa en respuesta pirogénica a la inflamación. En la periferia IL-1 y TNF-α inducen un
incremento en la producción de IL-6, el principal pirógeno endógeno que induce fiebre al activar
neuronas termorreguladores del área hipotalámica anterior por vías dependientes de
prostaglandinas.

TNF-α. Citocinapleiotrópica, originalmente reconocida por su actividad anti-tumoral y en la


actualidad como un factor pro-inflamatorio. Desempeña un papel central al iniciar la cascada de
otras citocinas involucradas en la respuesta inmune para controlar la infección. Se produce en una
gran variedad de células como: linfocitos T y B, neutrófilos, monocitos/macrófagos activados, NK,
astrocitos, mastocitos, endoteliales, de músculo liso, sinoviales, ependimales cerebrales y
microglia.

LPS y otros agentes inflamatorios causan una rápida producción de TNF-α in vivo e in vitro, e
incrementan otras citocinas pro-inflamatorias como IL-1β e IL-6.

TNF-α participa de manera importante en una gran variedad de eventos como: shock séptico,
proliferación celular y apoptosis, mediados por cualquiera de los receptores a TNF (p55 y p75) los
que pertenecen a la superfamilia de receptores de TNF.

TNF-α se une a su receptor (TNF-R1) y conduce a la formación del complejo citoplásmico


(TRADD/TRAF2), que activa al NF-kB y permite su translocación al núcleo con activación de genes
blanco. TNF-α es en la actualidad uno de los mas potentes efectores de la actividad de NF-kB a
través del receptor tipo I de TNF (p55) en muchos tipos de células de la periferia y en SNC.
Durante infecciones severas, TNF-α se produce en grandes concentraciones y se le involucra en
anomalías clínicas sistémicas y patológicas como el descenso en la presión sanguínea y shock. En
bajas concentraciones, TNF-α participa en varios cambios autónomos y endocrinos como fiebre e
incremento en la actividad del eje-HPA (eje-hipotálamo-pituitaria-adrenales). TNF-α estimula la
síntesis de proteínas de fase aguda y activa las vías de la coagulación y el sistema del
complemento. Induce la liberación de IL-1 de células endoteliales y macrófagos. La vida media de
TNF-α circulante es corta ya que se degrada en diversos órganos como hígado, piel, tracto
gastrointestinal y riñón.

IL-1. Es pro-inflamatoria, especialmente la forma β, es posiblemente la molécula mas importante


capaz de modular funciones cerebrales durante las agresiones inflamatorias localizadas y
sistémicas. La producción de IL-1 se estimula por una gran variedad de agentes como
endotoxinas, otras citocinas y microorganismos. Su producción durante la respuesta inmune
provoca un espectro de cambios asociados con varias enfermedades. La interacción con el SNC
es responsable de influir en la termogénesis y causar fiebre, letargos, inducir sueño de ondas
lentas, pérdida de apetito e incrementar la producción del CRF. IL-1 es un fuerte inductor de
colonias formadoras de macrófagos, de granulocitos/macrófagos, y proteínas de fase aguda
hepáticas. Excesiva liberación de IL-1 produce importante migración de neutrófilos activados
dentro de las paredes vasculares, estimula la actividad pro-coagulante de células endoteliales e
incrementa la unión de los leucocitos y es igualmente potente que TNF-α en inducir la síntesis de
otras citocinas.

IL-1 estimula la adherencia de leucocitos a células endoteliales a través de la sobre regulación de


moléculas de adhesión intercelular, también actúa sobre vasos sanguíneos para inducir
vasodilatación y con esto contribuye a la hipotensión del shock séptico. IL-1 comparte numerosas
actividades biológicas sistémicas y locales con TNF-α.

IL-6. Pertenece a una familia de al menos seis fosfoglicoproteínas que son liberadas en los
primeros minutos en respuesta a una agresión. Es una de las citocinaspleiotrópicas mejor conocida
que participa en la regulación de una gran variedad de funciones inmunes como: La diferenciación
de células B y T citotóxicas, factor estimulador de hepatocitos, inducción de la producción de IL-2 y
la expresión del receptor de IL-2 en células T, desarrollo de células T, así como las reacciones de
fase aguda y la hematopoiesis.

La biosíntesis de las proteínas de fase aguda por los hepatocitos se regula por varios factores
como TNF-α e IL-1. Sin embargo IL-6 funciona como factor estimulador clave de los hepatocitos
para inducir fibrinógeno, inhibidor de la proteinasa de cisteínas, α-2-macroglobulina y α-1-
glucoproteína ácida. IL-6 interactúa con IL-1 para modificar la proliferación de timocitos, y en
combinación con TNF-α, aumenta la proliferación de células T y promueve la activación y
acumulación de polimorfonucleares. Además de ser producida por células sistémicas linfoides y no
linfoides, la proteína de IL-6 y su mRNA se han encontrado en poblaciones específicas de células
en el SNC durante diferentes condiciones experimentales. Uno de estos estímulos es la
administración intraperitoneal (IP) o intravenosa (IV) del LPS que causa una profunda activación
transcripcional del gen que codifica a IL-6 en plexos coroides y en órganos circunventriculares.
Esto demuestra que IL-6 puede ser secretada en el fluido espinal cerebro vascular (CSF) y unirse a
su receptor localizado en tejido neural para modificar diversas funciones neurofisiológica

Me pareció increíble saber que en individuos sanos, una inyección central y periférica de
citoquinas proinflamatorias puede inducir esta misma cadena de respuestas como fiebre,
comportamiento de sueño, trastornos de alimentación, estados de ánimo e incremento en la
sensibilidad al dolor. Normalmente hay una serie de mecanismos que regulan la producción
de citoquinas y cuando ésta se altera los efectos son perjudiciales. Hecho que se ha
corroborado con las investigaciones realizadas por Ensoli y colaboradores en 1999, quienes
observaron que en algunas enfermedades del SNC, a saber, Esclerosis Multiple, Alzheimer,
Infecciones virales o bacterianas y Encefalopatías en SIDA hay una alteración de
producción de citoquinas.
in embargo no podemos explicar todavía muchos de los procesos de aprendizaje inmune ya
que; los efectos del condicionamiento y el "estrés" en la modulación de la respuesta inmune
dependen claramente las siguientes condiciones: 1) la calidad y cantidad de las
intervenciones conductuales, 2) la calidad y cantidad de estimulación antigénica, 3) la
relación temporal entre la conducta y la estimulación antigénica, 4) la naturaleza de la
respuesta inmune involucrada 5) el tiempo de muestreo del compartimiento inmunológico
que se mide, 6) una variedad de factores del huésped, tales como especies, cepas, edad 7)
las interacciones entre estas variables.

Estos factores nos muestra la complejidad del proceso de aprendizaje que se verifica en
forma espontánea con las contingencias ambientales en el caso de las situaciones
estresantes, y las variables a considerar cuando lo queremos reproducir deliberadamente.
Muchas de las vías neuronales o neuroendocrinas involucradas en la alteración del
comportamiento de la respuesta inmune aún no se conocen. Por lo tanto, necesitamos
estudios que proporcionen un análisis paramétrico de las condiciones del estímulo,
neuroendocrino y del estado inmunológico en el que se superponen con las respuestas que
se están condicionando.

Los Anticuerpos y el Optimismo

Los anticuerpos son proteínas que utiliza el sistema inmune para eliminar componentes
no propios (ej. bacterias, virus). Hay cinco clases de anticuerpos: IgM, IgG, IgA, IgD, e
IgE. Los anticuerpos IgA se encuentran en las secreciones (moco, saliva, etc.) y su función
es defender las mucosas frente a las infecciones. Las NK ("Natural Killer" o citotóxicas
naturales) destruyen células propias infectadas con virus diversos, forman parte de la
inmunidad natural. Los anticuerpos de clase IgG son los anticuerpos mas abundantes en la
sangre, son los de mayor vida media, y su función es defender al organismo de una
infección a largo plazo también pasa la placenta para defender al feto.

El optimismo disposicional es la creencia general de que ocurrirán cosas buenas. Se ha


estudiado la asociación del optimismo disposicional con la inmunidad (es decir, si los
sujetos optimistas tienen una mejor, o peor, inmunidad que los sujetos no optimistas). Se ha
utilizados diversas medidas de inmunidad,: concentración de anticuerpo de clase IgA,
número de linfocitos TD4+ en sangre, número de linfocitos TCD8+ en sangre, número de
linfocitos B en sangre, número de células NK en sangre, concentración de la citocina
interleucina 6 e interleucina 10, reacción de hipersensibilidad retardada, actividad de las
células NK.
Estos estudios han considerado la asociación el optimismo con la inmunidad en
conjuntos, ahora bien, la relación del optimismo con la inmunidad depende del estrés que
sufre el sujeto al momento de medir la inmunidad; si el estrés es controlable y de corta
duración, los sujetos mas optimistas tienen mejor inmunidad (reacción de hipersensibilidad
retardada mas intensa, mayor actividad de las células NK, mayor número de linfocito
TCD4+ y TCD8+) pero si el estrés es incontrolable o de larga duración, los sujetos
optimistas tiene peor inmunidad. Se han propuesto dos hipótesis para explicar esta
interacción; la hipótesis de la frustración y la hipótesis del compromiso con la tarea. La
primera hipótesis supone que la dificultad del optimista para hacer frente al estrés difícil
resulta en frustración y por lo tanto estrés adicional y el estrés acumulado resultante baja la
inmunidad. La hipótesis del compromiso supone que el optimista se involucra en el
afrontamiento al estrés; por otra parte si el estresor es controlable y de corta duración, el
optimista lo resuelve y no experimenta estrés adicional, si el estresor es incontrolable, o de
larga duración el pesimista se desconecta del estresor, mientras que el optimista intenta
afrontar al estresor, lo que le causa estrés adicional, que baja la inmunidad. No está claro
cual de las dos hipótesis es correcta, aunque la evidencia parece favorecer la hipótesis del
compromiso.

Es Mc Ewen en 1993 el que introduce el modelo de Alostasis, Estado Alostático y Carga


Alostática. Los estudios se basaron en índices acumulativos de riesgo fisiológico y
aportaron pruebas que a mayor desregulación acumulada, mayor riesgo de enfermedades
posteriores y déficit cognitivos y también que una de las mayores condiciones
psicosociales asociadas a mayor morbilidad y mortalidad es el bajo nivel socio-económico.
Cuando el sistema se ve forzado a adaptarse a situaciones físicas o psicosociales adversas,
se mantiene hiperactivo y pierde su regulación, se produce la Carga Alostática.

CA es el costo que paga el sistema por una hiperactividad constante y desregulada. La CA


se produce por sobrecarga acumulativa, una hiperactividad desregulada de los mediadores
de alostasis que son mediadores biológicos, marcadores sistémicos primarios. La CA,
modifica la fisiología de los sistemas y desregula la red funcional alterando los marcadores
primarios. Las consecuencias patológicas a largo plazo se evidencian en el cerebro y en
todos los sistemas mencionados, en el metabolismo y en la conducta. Por ejemplo, en el
cerebro, atrofia, muerte neuronal, déficit cognitivo, en el SI: enfermedades autoinmunes o
inflamatorias (fatiga y dolor), en el cardiovascular: arteroesclerosis, eventos cardio y
cerebro vasculares, en el metabolismo: síndrome metabólico, insulino resistencia, obesidad.
En la conducta: estar estresado”, prevalencia de emociones negativas (ira, ansiedad,
depresión).

Resalto, esté párrafo: “Basándome entonces en la frase de Heráclito, “la única constante es
el cambio”, somos seres diseñados para adaptarnos a los cambios que se puede presentar a
lo largo de nuestra vida, sin embargo, cuando esos cambios se hacen en repetidas
ocasiones, cada vez más cercanas la una de la otra, y a la vez las percibimos más difíciles
de superar ya que los recursos con los que contamos se van debilitando ante semejante
amenaza percibida, pienso que constituye un motivo para generar una carga alostática que
dificulta el mantenimiento de la salud”.

Resalto tu reflexión final: “rescato del artículo de investigación Juster, Ewen y Lupien, una
vez más, el papel fundamental de concebir el proceso de salud/enfermedad como la
interacción de diversos sistemas, de forma total e integral; asimismo, la importancia de
realizar planes de intervención dirigidos a abordar, enseñar, fomentar y poner en práctica,
estrategias que permitan estimular la capacidad de resiliencia, como parte de un tratamiento
integral de prevención y porqué no, durante la aparición y tratamiento de una enfermedad”.

Te corrijo: “Si estos, estímulos o estresores son mantenidos en tiempo prolongado, lo que
se considera estrés crónico pueden causar, que los cambios fisiológicos se mantienen en el
tiempo y no retornan a los niveles basales, provocando hiperactividad y/o funcionamiento
inadecuado de los sistemas regulatorios, con consecuencias patológicas. Las cuales se
manifiestan principalmente en los órganos, llamados órganos o sistemas blanco (el cerebro,
el sistema endócrino y metabólico, el sistema cardiovascular y el sistema inmunológico),
que son los responsables de responder a las demandas del organismo para mantener la
homeotasis….. Aquí no se debería hablar de homeostasis sino de alostasis. La homeostasis
la devolución al equilibrio de contantes biológica puntuales como ph, niveles de oxígeno,
etc. Cuando hablas de sistemas que deben regularse para devolver el organismo al
equilibrio eso es alostasis.

Homeostasis: veamos lo que representa para el corazón estos mecanismos de feedback


negativo: Salir de la cama por la mañana requiere un aumento de la presión sanguínea y una
reasignación del flujo sanguíneo a la cabeza para que podamos ponernos de pie y no
desmayarnos (Sterling y Eyer, 1988). Además, nuestra presión arterial sube y baja durante
el día a medida que cambian las demandas físicas y emocionales (trabajo, descanso, sueño,
actividad sexual, experiencias o vivencias cotidianas, entre otras) proporcionando un flujo
sanguíneo adecuado según sea necesario. Sin embargo, la presión arterial elevada
repetidamente promueve la generación de placas ateroscleróticas, particularmente cuando
se combina con un suministro de colesterol y lípidos y radicales libres de oxígeno que
dañan las paredes de la arteria coronaria Así, las catecolaminas y la combinación de
glucocorticoides e insulina pueden tener efectos peligrosos sobre el cuerpo, además de sus
importantes roles adaptativos a corto plazo (Brindley y Rolland 1989). Es cuando basado en
las variaciones de la presión arterial (Sterling and ayer, 1988) hace referencia a un nuevo
modelo: la alostasis, luego McEwen trabaja en el mecanismo de largo plazo o carga
alostática.
El cerebro es el órgano clave de la reactividad al estrés, el afrontamiento y los procesos de
recuperación. Dentro del cerebro, un circuito neuronal distribuido determina lo que es
amenazante y por tanto, estresante para el individuo. Los sistemas instrumentales del
cerebro de este circuito incluyen el hipocampo, amígdala y áreas de la corteza prefrontal.
Juntos, estos sistemas regulan los procesos fisiológicos y de estrés conductual, que pueden
ser adaptativos a corto plazo (alostasis) y desadaptativos a largo plazo (carga alostática). Es
importante destacar que tales procesos de estrés surgen de patrones bidireccionales de
comunicación entre el cerebro y los sistemas autonómico, cardiovascular e inmunológico a
través de mecanismos neuronales y endocrinos que sustentan la cognición, la experiencia y
el comportamiento.

Por ello es importante conocer en Principio los 4 Tipos de Carga Alostática y cómo se
caracterizan para pasar a determinar si hay predisposición en grupos sociales cuya carga
socioeconómica y política es continuamente cambiante.

2da. Ahora si ya hay tratamiento para Presión Arterial, niveles crónicos de metabolismo y
deposito de tejido adiposo, Niveles plasmáticos de hemoglobina glicosilada la respuesta
de estres desregulada (carga alostática)continúa?

En relación a la segunda pregunta: Pienso que sí. Los diferentes sistemas deben actuar
coordinadamente para ajustar sus funciones a las demandas (adaptarse) y esto debería ser
de dentro hacia afuera, donde nuestro organismo es el que debe ajustar los diferentes
componentes “finamente”. El hecho que nosotros tratemos farmacológicamente los
diferentes sistemas que fallan, cuyas interacciones como sabemos son complejas y no las
conocemos detalladamente todavía, no quiere decir que realmente los estemos
“equilibrando” (podemos equilibrar alguno(s) y desequilibrar otro(s)) y es una
aproximación de fuera hacia adentro y para colmo aproximada.

Resalto: “La prolongada secreción de adrenalina, noradrenalina y cortisol (antagonizado


por dehidroepiandosterona) pueden llevar al desgaste en la habilidad de proteger al
individuo estresado y así llevar a un daño en el cerebro y del cuerpo. Se dan cambios en el
cerebro, con disminución de la neurogénesis, además de la disminución de procesos
cognitivos y la habilidad de respuestas fisiológicas al agente agresor”.
“Las hormonas del estrés y sus antagonistas, unidas a las pro y anti-inflamatorias citoquinas
((IL-6, Factor de Necrosis Tumoral) representan los marcadores de carga alostática,
correspondiendo a Mediadores Primarios. Con el tiempo los sistemas biológicos por sobre
o baja producción de mediadores primarios actúan para mantener la química disminuida en
tejidos y órganos, esto lleva a resultados secundario, involucrando trastornos en los
sistemas, metabólico(colesterol, triglicéridos, depósito graso visceral), generando trastornos
de hiperglicemia, resistencia de insulina, alteraciones de lípidos y proteínas; a nivel
cardiovascular(presión sistólica/diastólica y actividad cardíaca) originando enfermedad
coronaria, aterosclerosis; en el sistema inmune (fibrinógeno, proteína C reactiva,
modificaciones en las vías Th1 y Th2) generando trastornos de disminución de la
inmunidad celular o tendencia a la autoinmunidad”.

Todos: Les recuerdo que además del cortisol y de las catecolaminas, las citoquinas (por ej.
IL-6) forman parte de los mediadores primarios considerados como biomarcadores de
alostasis. Casi todos las están dejando de lado

Dentro de las funciones del cortisol, incluyen la modulación de las reacciones de estrés,
pero en exceso pueden ser dañinas. Hay reportes en la literatura que refieren que la atrofia
del hipocampo en humanos y animales expuestos a estrés severo está provocada por la
exposición prolongada a elevadas concentraciones de glucocorticoides (cortisol)”.

Destaco especialmente este párrafo: “los efectos prolongados de niveles altos de


glucocorticoides en las áreas del cerebro principalmente involucradas (hipocampo,
amígdala y córtex prefrontal), pueden producir una disminución en los estados de alerta,
falta de atención y vigilancia, pobre consolidación de la memoria y agresividad,
alteraciones en el sueño, deficiencias cognoscitivas, falta de atención selectiva y
alteraciones en las funciones ejecutivas según reportan Roth, Zoladz, Sweatt&Diamond,
2011”.

Resalto: “En referencia a si presentan diferencia una de la otra, pues sí, una opera a nivel
sistémico-químico y la otra a nivel conductual, la alostasis propicia el equilibrio a nivel
interno (es orgánico), mientras que la resiliencia lo hace de cara al exterior, (actitudes,
conductas hacia el medio), alimentándose interiormente de pensamientos y creencias.”

Interesante respuesta: “Ahora bien, cuando razonamos si una es causa de la otra o qué,
como pregunta la Profesora, considero que fluye en base a una relación causa-efecto entre
ambas, y esto, ¿Por qué? porque para ser resiliente se requiere de variables constitucionales
biológicas y genéticos que actúan como predisponentes de la condición de ser o no
resiliente, podríamos decir aquí que la Alostasis es causa y la Resiliencia su efecto; ya que
un individuo con su biología afectada, disminuida o alterada tendrá menos oportunidad para
llegar a ser un ser resiliente. Sin embargo, al verlo de otra forma, igualmente considero que
un individuo Resiliente puede modificar su biología, sus sistemas y su salud, por lo tanto
pareciera una suerte de círculo que se retroalimenta y en unos casos una pasa a ser la causa
de la otra o viceversa y la diferencia radica...en la individualidad, en cómo cada ser asume
lo que percibe, lo que vive y cómo lo transforma, o si impera la biología y se opta por lo
que se viva a nivel sistémico, considero es una respuesta que varía de un ser humano a otro,
tal vez esté equivocada en el enfoque planteado pero así lo veo”.

Resalto: “Existen características biológicas que determinan la presencia de biomarcadores y


sus implicaciones. El sexo como factor que influye en los biomarcadores llevando a carga
alostática e implica el riesgo de mortalidad. Así los biomarcadores cardiovasculares se
encuentran más frecuente descontrolados en el sexo masculino, mientras que los
biomarcadores neuroendocrinos se encuentran alterados en el sexo femenino. También es
cierto que en los biomarcadores influye la edad, la cultura”.

Resalto: “El tiempo de aparición de un síntoma o enfermedad depende de la predisposición,


la vulnerabilidad, la capacidad de resiliencia y de las técnicas de afrontamiento de cada uno
de los individuos. Inclusive es importante el manejo psicológico y médico que se le da a la
persona. Nosotros como profesionales de la salud tenemos un impacto grande al dar un
diagnóstico, debemos ser responsables y ver al ser humano como un ser completo y no
solamente como un cuerpo a tratar, es importante no caer en el Síndrome de Procusto y
desestimar la técnicas que no conocemos o que "no tienen evidencia científica", no hablo
de chamanerias pero si de técnicas holísticas como el mindfullnes, el reiki, la meditación, la
bioenergética, las técnicas de respiración entre otras que pueden contribuir a mejorar los
síntomas e inclusive a la curación de la enfermedad, una mente sana se refleja en un cuerpo
sano.

esalto: “Cuando se presenta esta desadaptación se han demostrado que se producen cambios
estructurales en las estructuras cerebrales, principalmente en el hipocampo, la amígdala y la
corteza prefrontal. Los cambios causados por la carga alostática no son irreversibles se
dicen que varían en especial antes de los 60 años y la forma en que podemos mejorar y
equilibrar los sistemas es a través del ejercicio, la dieta y buenas relaciones sociales”.
Hola María José:

Gracias por tu trabajo., y por enviaros las referencias de esos interesantes trabajos.

Efectivamente las vías más importantes en relación a la epigenética y el cáncer son dos.
Aumento de células tumorales o disminución de la respuesta inmune.

Hay genes que suprimen la expresión de un tumor, que finalmente ha estado allí toda la
vida. ¿Qué hace que se suprima en un momento dado el gen supresor que lo ha tenido bajo
control toda la vida?

La otra vía es activar genes que suprimen la respuesta inmune.

Pensé que ibas a ahondar en la historia personal del impaciente y si correlacionaba con
algún evento externo (ambioma) que hubiera inducido esos cambios epigenéticos que
planteas como una posibilidad.

Buen trabajo

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