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Expediente 1920-2014 1

APELACIÓN DE SENTENCIA DE AMPARO

EXPEDIENTE 1920-2014
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, veintinueve de agosto de dos
mil catorce.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de
veinticinco de marzo de dos mil catorce, dictada por la Corte Suprema de Justicia,
Cámara de Amparo y Antejuicio, en la acción constitucional de amparo promovida
por el Estado de Guatemala, por medio del abogado de la Procuraduría General
de la Nación, José Leonardo Reynoso Lorenzo, contra la Sala Segunda de la
Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social. El postulante actuó con el
patrocinio del abogado mencionado. Es ponente en el presente caso la Magistrada
Vocal I Gloria Patricia Porras Escobar, quien expresa el parecer de este Tribunal.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el veintidós de noviembre de dos mil
trece, en la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio. B) Acto
reclamado: auto del veintitrés de septiembre de dos mil trece, emitido por la Sala
Segunda de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, el cual
confirma el de veinte de septiembre de dos mil doce, emitido por el Juez Noveno
de Trabajo y Previsión Social, del departamento de Guatemala, que declaró con
lugar las diligencias de reinstalación promovidas por Tránsito Osorio Fuentes
contra el ahora postulante y como entidad nominadora la Dirección General de
Aeronáutica Civil, dependencia del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y
Vivienda. C) Violaciones que se denuncian: derecho de defensa, debido
proceso y legalidad. D) Hechos que motivan el amparo: de lo expuesto por el
postulante y del estudio de los antecedentes, se resume: D.1) Producción del
acto reclamado: a) en el Juzgado Noveno de Trabajo y Previsión Social del
departamento de Guatemala, Transito Osorio Fuentes promovió su reinstalación
por estimar que fue despedido directa e injustificadamente y sin autorización del
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juez que conoce el conflicto colectivo por el cual se mantiene emplazada la


autoridad nominadora, del puesto que desempeñaba como Mecánico pintor y
enderezador automotriz en el Aeropuerto Internacional “La Aurora”, de la Dirección
General de Aeronáutica Civil, dependencia del Ministerio de Comunicaciones,
Infraestructura y Vivienda; b) el Juez de primera instancia al conocer, declaró con
lugar la reinstalación promovida y nombró al ministro ejecutor para hacerla
efectiva, además de ordenar al Estado al pago de una multa consistente en diez
salarios mínimos mensuales vigentes para las actividades no agrícolas, como
consecuencia de los salarios dejados de percibir; c) el Estado de Guatemala apeló
y al elevarse las actuaciones a la Sala denunciada, emitió el auto que en la vía
constitucional se enjuicia, confirmando lo dispuesto por el tribunal a quo, y ordenó
la reinstalación inmediata. D.2) Agravios que se reprochan al acto reclamado:
el postulante argumentó que: a) de conformidad con las disposiciones
establecidas en la Constitución Política de la República de Guatemala y la Ley del
Servicio Civil y su reglamento, se infiere que el incidentante no ejerció funciones
públicas porque no ostentó la calidad de servidor público y, que el puesto que
ocupó en la administración pública no es consecuencia de una elección popular, ni
de un contrato expedido de conformidad con disposiciones de carácter laboral, ni
de un nombramiento emitido por autoridad competente mediante un acuerdo
ministerial o formulario oficial de movimiento de personal, de conformidad con las
disposiciones legales anteriormente enunciadas; b) con el incidentante no existió
relación de carácter laboral debido a que los documentos suscritos son
considerados contratos administrativos de servicios técnicos, bajo el reglón
presupuestario cero veintinueve (029), en cuyo contenido se estableció claramente
que el mismo no ostenta la calidad de servidor público y en consecuencia, no tiene
derecho a reclamar ninguna de las prestaciones laborales reconocidas por la ley
que le corresponden; c) los contratos celebrados con el incidentante fueron
suscritos teniendo como base legal las disposiciones establecidas en la Ley de
Contrataciones del Estado y su reglamento, por lo que su fundamento se
encuentra revestido de disposiciones administrativas y, por lo tanto, la modalidad
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de dichos contratos se revisten de la misma calidad; d) la retribución acordada por


los servicios constituyen honorarios, los cuales por su naturaleza, no son
asignaciones para ningún puesto, empleo o cargo público y que las personas
contratadas con cargo al reglón presupuestario que se discute, no tienen carácter
de servidores públicos, por lo tanto, los mismos no pueden considerarse como un
sueldo o salario, toda vez que el puesto que desempeñaba, el valor del contrato y
la forma de pago de conformidad con la Ley Orgánica del Presupuesto, se fija de
acuerdo a lo dispuesto dentro de las normas contempladas en la Ley de Salarios
de la Administración Pública y en el presente caso, el incidentante no ostenta
dicha calidad. e) la autoridad impugnada procedió con notoria ilegalidad al declarar
con lugar las diligencias de reinstalación y ordenar al pago de los salarios dejados
de percibir, toda vez que el incidentante no ostenta la calidad de trabajador sino de
prestatario de un servicio. D.3) Pretensión: solicitó que se otorgue el amparo y,
como consecuencia, se deje en suspenso el acto reclamado, declarando con lugar
el amparo promovido. E) Uso de recursos: ninguno. F) Casos de procedencia:
invocó los contenidos en las literales a), b), c), d) y h) del artículo 10 de la Ley de
Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad. G) Leyes que se
consideran violadas: citó los artículos 12, 107, 108 y 154 de la Constitución
Política de la República de Guatemala; 3, 18, 25, 84, 86, 191, 192, 193, 379 y 380
del Código de Trabajo; 2 y 4 de la Ley del Servicio Civil; 1, 12 y 17 del Reglamento
de la Ley del Servicio Civil; 4 de la Ley de Salarios de la Administración Pública;
75 de la Ley Orgánica del Presupuesto; 4 de la Ley del Presupuesto General de
Ingresos y Egresos del Estado para el Ejercicio Fiscal dos mil doce; 44, 47, 48, 49,
65 y 69 de la Ley de Contrataciones del Estado; 1, 3 y 4 de la Ley de Probidad y
Responsabilidad de Funcionarios y Empleados Públicos; Circular Conjunta del
Ministerio de Finanzas Públicas, Contraloría General de Cuentas y Oficina
Nacional del Servicio Civil de fecha dos de enero de mil novecientos noventa y
siete.
II. TRÁMITE DEL AMPARO
A) Amparo provisional: no se otorgó. B) Terceros interesados: a) Transito
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Osorio Fuentes; b) Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda; y c)


Dirección General de Aeronáutica Civil. C) Antecedentes remitidos: copia
certificada de las partes conducentes de: a) Incidente de Reinstalación número
trece (13) del Conflicto Colectivo número mil ochenta y siete guión dos mil siete
guión tres mil ciento diecisiete (1087-2007-3117) del Juzgado Noveno de Trabajo
y Previsión Social del departamento de Guatemala; y b) Recurso de Apelación
número dieciséis (16) del Conflicto Colectivo número mil ochenta y siete guión dos
mil siete guión tres mil ciento diecisiete (1087-2007-3117) de la Sala Segunda de
la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social. D) Medios de
comprobación: los aportados en primera instancia en el presente proceso de
amparo. E) Sentencia de primer grado: la Corte Suprema de Justicia, Cámara de
Amparo y Antejuicio, consideró: “…Esta Cámara, al analizar los antecedentes de
la acción constitucional de amparo, así como los argumentos esgrimidos por el
postulante, estima que la autoridad impugnada, al emitir el acto reclamado,
procedió en el ejercicio de su competencia, ya que de las constancias procesales
no se desprende que se hubieren conculcado al solicitante derechos y principios
constitucionales, y el hecho que el auto cuestionado no satisfaga sus pretensiones
no implica que se le hayan lesionado principios y derechos del postulante, porque
el hecho que la Sala recurrida haya confirmado el fallo apelado, al haber
considerado: (…). De lo anterior se colige que la Sala impugnada, determinó que:
a) el vínculo que unió al demandante con la autoridad nominadora (Ministerio de
Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda) fue una relación laboral conforme lo
regulado por el artículo 18 del Código de Trabajo, por haberse establecido
plenamente que laboró del veintiuno de febrero de dos mil uno al dos de agosto de
dos mil doce (21 de febrero de 2001 al 02 de agosto de 2012); b) de la existencia
de un conflicto laboral vigente en el centro de trabajo donde el denunciante
prestaba sus servicios, cuyas prevenciones se encontraban vigentes al momento
del despido. Análisis intelectivo que se avala por parte de esta Cámara y que se
ve reforzado con fallos emitidos por la Corte de Constitucionalidad en los cuales
se ha indicado que la celebración de contratos a plazo fijo son nulos, cuando la
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naturaleza de la tarea obliga a que el contrato de trabajo sea por tiempo


indeterminado (…). Por lo anterior es notorio que los argumentos fácticos del
Estado de Guatemala van encaminados a que se revise el acto señalado como
reclamado, lo que no es procedente, en virtud de que el amparo no es una
instancia revisora de lo resuelto por los tribunales; acceder a ello implicaría
desvirtuar la naturaleza del mismo, ya que, como se ha reiterado en varios fallos,
en el amparo se enjuicia el acto reclamado, pero no se puede entrar a valorar o
estimar las proposiciones de fondo porque de conformidad con el artículo 203 de
la Constitución Política de la República de Guatemala, esta atribución corresponde
con exclusividad a los tribunales de justicia ordinarios. Acoger la pretensión del
solicitante, sería sustituir al juez del proceso en la función que legalmente tiene
atribuida, lo que no es procedente, salvo violación constitucional. Lo anteriormente
considerado evidencia la notoria improcedencia del amparo, porque no ha habido
restricción ni limitación alguna de los derechos que la Constitución Política de la
República de Guatemala y demás leyes garantizan; en consecuencia, debe
denegarse, exonerando al postulante del pago de las costas y al abogado
patrocinante de la multa respectiva, ya que la presente acción se interpuso en
protección de los intereses de la Nación. Y resolvió: “…I) Deniega, por
notoriamente improcedente el amparo solicitado por el Estado de Guatemala
(autoridad nominadora: Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda),
a través de la Procuraduría General de la Nación, y en consecuencia: a) no
condena en costas al postulante, ni se impone multa al abogado patrocinante por
la razón considerada…”
III. APELACIÓN
El postulante y la Dirección General de Aeronáutica Civil a través de su
Interventor, tercera interesada, apelaron. A) El Estado de Guatemala por medio
de la Procuraduría General de la Nación, apeló y reiteró los argumentos
expuestos en su escrito de interposición de amparo. Manifestó que el tribunal de
amparo no tomó en cuenta que el incidentante fue contratado para prestar sus
servicios técnicos en la Dirección General de Aeronáutica Civil, con cargo al reglón
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de gasto cero veintinueve (029), el cual pertenece al subgrupo de personal


temporal del grupo de servicios personales del Manual de Clasificaciones
Presupuestarias para el Sector Público de Guatemala del Ministerio de Finanzas
Públicas y, por lo tanto se ve obligada a reinstalar a una persona que no tuvo
calidad de servidor público por la forma que fue contratado. Agregó que la
autoridad nominadora estima que los contratos suscritos bajo el reglón de gasto
cero veintinueve (029) no simulan una relación laboral, en virtud que éstos fueron
creados para la adquisición de un servicio por especialidad técnica o profesional
sin crear un vínculo laboral. Solicitó que se otorgue el recurso de apelación
interpuesto y se remitan las actuaciones a la Corte de Constitucionalidad. B)
Dirección General de Aeronáutica Civil a través de su Interventor, tercera
interesada, apeló y manifestó que el tribunal constitucional debió conceder el
amparo promovido, en virtud que son notorias las violaciones a los derechos de
defensa, debido proceso y legalidad. Agregó que la asignación económica que
recibía y que constituye el valor del contrato suscrito por el incidentante, tienen
calidad de honorarios, de manera que no pueden considerarse como sueldos o
salarios por no ostentar éste calidad de servidor público de conformidad con la ley
de la materia y los contratos administrativos de servicios técnicos suscritos. Por
último estima que el acto reclamado, no fue emitido con apego a las constancias
procesales y el marco legal aplicable, de manera que el prejuicio causado a tal
proceder, no puede ser reparado por otra vía. Solicitó que se declare con lugar el
recurso de apelación interpuesto, dejando en suspenso el acto reclamado.
IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) El Estado de Guatemala por medio de la Procuraduría General de la
Nación argumentó que reitera en su totalidad los conceptos vertidos en el
memorial de amparo y que deja en claro que la pretensión del mismo no es
constituirlo como una instancia revisora de lo resuelto por los órganos
jurisdiccionales que conocieron las diligencias de reinstalación presentadas por
Tránsito Osorio Fuentes, sino la existencia de una evidente violación a los
derechos de defensa, debido proceso y legalidad toda vez que al emitir los fallos
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correspondientes, se le otorgó la calidad de servidor público. Alegó que el puesto


que ocupaba el incidentante, no ostenta la calidad de servidor público en virtud
que no es consecuencia de una elección popular, ni de un contrato expedido de
conformidad con las disposiciones de carácter laboral, mucho menos de un
nombramiento emitido por la autoridad competente, pues en este caso, lo que se
suscribió fue un contrato administrativo de servicios técnicos, dentro del cual se
pactó entre las partes que no se crea una relación de carácter laboral entre sí y,
que el trabajador no tendrá calidad de servidor público, ni derecho al reclamo de
prestaciones laborales. Por último manifestó que debe tomarse en cuenta que el
incidentante percibía honorarios, por lo tanto esa prestación no puede catalogarse
como un sueldo o salario, en virtud de no tener calidad de servidor público de
conformidad con lo regulado en la Ley de Salarios de la Administración Pública. B)
Transito Osorio Fuentes, tercero interesado, alegó que la apelación interpuesta
por el postulante pretende una revisión de lo resuelto por el tribunal, lo que
desvirtúa la naturaleza del amparo, de manera que si se acoge el amparo sería
sustituir al juez en su función. Agregó que en virtud del principio laboral de
primacía de la realidad, quedó comprobado que laboró continuamente por más de
once años y que existe un conflicto colectivo dentro del cual se encuentra
emplaza la autoridad nominadora, de manera que no podía proceder su despido
sin autorización judicial, por lo que el acto impugnado carece de violación de las
garantías constitucionales. C) Dirección General de Aeronáutica Civil a través
de su Interventor, tercera interesada, alegó que el tribunal a quo debió declarar
con lugar el amparo, en virtud que el acto reclamado no fue emitido con estricto
apego a las constancias procesales y al marco legal aplicable, de manera que
resulta notoria la violación de los derechos de defensa, debido proceso y
legalidad. Así mismo manifestó que el incidentante estuvo ligado con su
representada por medio de un reglón presupuestario cero veintinueve (029), los
cuales son considerados contratos de naturaleza administrativa, de carácter
temporal de conformidad con el Manual de Clasificaciones Presupuestarias para el
Sector Público de Guatemala. Por último alegó que la asignación económica que
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recibía el trabajador, tiene carácter de honorarios, de tal manera que no pueden


ser considerados como sueldos o salarios al no ostentar la calidad de servidor
público de conformidad con la ley de la materia. D) Ministerio de
Comunicaciones Infraestructura y Vivienda, tercero interesado, no alegó. E)
El Ministerio Público señaló que comparte el criterio sostenido por el Tribunal a
quo al denegar el amparo solicitado por el postulante, en virtud que el hecho que
lo decidido no se encuentre conforme a las pretensiones del amparista, no implica
vulneración a los derechos constitucionales que señala que han sido vulnerados,
así mismo que el criterio valorativo otorgado no puede ser motivo de revisión, por
constituir proposiciones emitidas en función exclusiva e independiente de
administrar justicia.
CONSIDERANDO
-I-
Esta Corte ha reconocido, reiteradamente, que es función de los jueces de
trabajo declarar la existencia de simulación de contratos, en aquellas ocasiones en
que se constata la concurrencia de elementos propios de una relación laboral, a
pesar de haberse pretendido encubrirse la esencia del vínculo jurídico subsistente
entre las partes bajo una figura contractual diferente.
-II-
El Estado de Guatemala acude en amparo contra la Sala Segunda de la
Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, señalando como acto
reclamado la resolución emitida por ese órgano jurisdiccional el veintitrés de
septiembre de dos mil trece, por la cual confirmó el auto de veinte de septiembre
de dos mil trece, emitido por el Juez Noveno de Trabajo y Previsión Social del
departamento de Guatemala, que declaró con lugar las diligencias de reinstalación
promovidas por Transito Osorio Fuentes contra el ahora postulante y como entidad
nominadora la Dirección General de Aeronáutica Civil, dependencia del Ministerio
de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda.
Argumenta el accionante que con la emisión del referido fallo, se
trasgredieron garantía irrenunciables mínimas establecidas en la Constitución
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Política de la República de Guatemala, por los motivos expuestos en el apartado


de Antecedentes de la presente sentencia.
-III-
Esta Corte estima que los principios generales del Derecho del Trabajo son
reglas inmutables e ideas esenciales que forman las bases sobre las que se
sustenta todo el ordenamiento jurídico laboral, cuya finalidad es proteger la
dignidad del trabajador, que proyectan su eficacia al inicio, en el desarrollo y al
momento de la extinción del vínculo laboral, y que sirven como una especie de
filtro para la aplicación de normas ajenas al Derecho del Trabajo. Así mismo, esta
Corte ha manifestado que entre los principios de mayor relevancia en materia
laboral se encuentra el de primacía de la realidad, que otorga prioridad a los
hechos sobre las formas, apariencias y lo que las partes hayan convenido incluso
de buena o mala fe. Mediante este principio, el contrato de trabajo es un “contrato
realidad”, que prescinde de las formas para hacer prevalecer lo que efectivamente
sucede o sucedió, por lo que en caso de discordancia entre lo que ocurre en la
práctica y lo que surge de los documentos suscritos por las partes o acuerdos
celebrados entre ellos, se debe dar preferencia a los hechos. Además, se ha
considerado que la presunción contenida en el artículo 19 del Código de Trabajo
opera incluso cuando se utilicen figuras no laborales para caracterizar al vínculo
jurídico y, se refuerza esta idea con lo normado en los artículos 106 de la
Constitución Política de la República de Guatemala y 12 del Código de Trabajo
que declaran nulas ipso jure todas las estipulaciones que impliquen renuncia,
disminución, tergiversación o limitación de los derechos reconocidos a los
trabajadores que fueran expresadas en un contrato colectivo o individual de
trabajo, en un convenio o en otro documento. Concluyendo en que si se
produjeran alguna de las situaciones descritas, se causaría simulación, al
pretender eludir la verdadera naturaleza del contrato celebrado mediante el uso de
figuras extra laborales, lo que le produce perjuicio al trabajador porque se le
niegan los beneficios que las normas laborales establecen a su favor y que la
sanción por ese proceder es la nulidad de lo actuado, lo que causa que los actos
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viciados por las normas desplazadas, sean sustituidos por las leyes atinentes, que
para el caso concreto son las vigentes en el ordenamiento jurídico laboral del país.
Al efectuar el análisis de las constancias procesales, se establece que la
Sala cuestionada, con fundamento en los principios de equidad, justicia y realidad,
determinó que en el presente caso existió relación de carácter laboral por tiempo
indefinido entre las partes, sin importar la denominación de los contratos que
suscribieron, debido a que advirtió la existencia de los elementos esenciales de un
contrato de trabajo. Lo anterior tiene sustento en lo normado por el artículo 18 del
Código de Trabajo, por lo que, al analizar las condiciones en que se desarrolló la
relación entre la Dirección General de Aeronáutica Civil y Transito Osorio Fuentes,
se constató que desde el inicio del contrato hasta su rescisión, este fue ejecutado
en forma continua, porque la relación laboral inició el veintiuno de febrero de dos
mil uno y concluyó el dos de agosto de dos mil doce, por lo que la tarea se realizó
en forma ininterrumpida -extremo que contradijo la entidad patronal, pero que la
Sala reprochada constató, debido a que tuvo a la vista los contratos de trabajo
celebrados por las partes y demás documentos que tuvo como prueba para tener
por acreditada la continuidad en la relación laboral -suscritos bajo el reglón
presupuestario cero veintinueve (029)-, los cuales no fueron redargüidos de
nulidad o falsedad por el amparista, situación que evidenció que el trabajador
ocupó una plaza permanente. Asimismo, demostraron que la naturaleza de la
prestación y las atribuciones asignadas al empleado, obligaba a que la relación
fuera de tracto sucesivo, característica elemental y esencial en una relación de
trabajo, así como lo relativo a que la prestación de los servicios realizados por el
empleado fueron llevados a cabo bajo la dependencia continuada, ejerciendo las
mismas funciones como Mecánico Pintor y Enderezador automotriz en el
Aeropuerto Internacional “La Aurora”, dependencia de la Dirección General de
Aeronáutica Civil, a cambio de una retribución.
De ahí que la entidad empleadora, al celebrar con el servidor público varios
contratos administrativos a plazo fijo con la intención de interrumpir la continuidad
de la prestación, vulneró la ley y, siendo que la sanción por tal proceder es la
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nulidad de lo actuado, se deben sustituir los actos que contienen los vicios
denunciados por las normas desplazadas, como se indicó en el párrafo
precedente. Con ello se descarta que se esté otorgando tutela laboral a una
contratista del Estado, porque la calidad de contratista no resultó ser real, debido a
que la verdadera naturaleza de la relación sostenida entre el Estado y el
denunciante era de carácter laboral, en atención de lo preceptuado en los artículos
18, 19 y 26 del Código de Trabajo y con base en los principios relacionados,
porque no es la voluntad de las partes la que se advierte, sino la existencia de los
elementos que la ley establece como criterios objetivos para su definición -de
contrato de trabajo-, por lo que resulta indispensable hacer la calificación de la
verdadera naturaleza de una relación contractual, cuando haya sospecha de que,
siendo laboral, formalmente se le ha dado otra calificación, siendo competencia de
los jueces de Trabajo hacer la referida valoración.
Este Tribunal manifiesta que los principios del derecho del trabajo son de
absoluta aplicación en los conflictos laborales y el conjunto de normas del Código
de Trabajo y demás normas laborales en el ordenamiento jurídico tienen como
fundamento y fin, la tutela de las situaciones reales de los individuos en su
condición de trabajadores; además, debe tenerse presente que en el ámbito del
Derecho Laboral el principio de autonomía de la voluntad se encuentra limitado,
desde luego las leyes laborales son de orden público y, como consecuencia, la
voluntad de los sujetos contratantes está sometida a la ley, por tal razón, entre
otras, los derechos de los trabajadores son irrenunciables.
Al haberse establecido en la jurisdicción ordinaria que la naturaleza de la
relación sostenida entre los sujetos procesales relacionados era de carácter
laboral, es menester indicar que el emplazamiento de las entidades patronales, de
conformidad con lo regulado en el artículo 379 del Código de Trabajo, contiene
una disposición con carácter preventivo, porque desde el momento en que se
presenta el pliego de peticiones al juez respectivo, se tiene por planteado el
conflicto colectivo para el sólo efecto de mantener la estabilidad en el centro de
labores y resguardar los derechos de los sujetos que han iniciado el medio de
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resolución de controversias mencionado. Asimismo, el artículo 380 del cuerpo


normativo citado, establece que toda terminación de los contratos de trabajo al
existir un emplazamiento, únicamente puede efectuarse si se obtiene autorización
judicial, ello como garantía para evitar despidos arbitrarios; además esa norma no
hace distinción respecto a qué tipo de contratos les es aplicable tal disposición,
pudiendo ser por tiempo indefinido o a plazo fijo, por lo que no puede hacerse una
aplicación restrictiva de la misma y, por tanto, debe entenderse que dicha
protección es aplicable a todas las modalidades de contratos de trabajo
establecidos en la legislación laboral nacional, siempre que no haya concluido su
vigencia. Similar criterio ha sostenido esta Corte, en cuanto a que es factible
determinar la existencia de una relación laboral cuando se prestan servicios bajo
figuras extra laborales, en las sentencias de veintisiete de agosto, veintiséis de
septiembre y ocho de noviembre, todas de dos mil trece, dentro de los
expedientes mil ciento cinco – dos mil trece, dos mil quinientos cuarenta – dos mil
trece y dos mil seiscientos ochenta – dos mil trece (1105-2013, 2540-2013 y 2680-
2013), respectivamente.
Así también es atinente señalar que esta Corte ha establecido
jurisprudencialmente que, de conformidad al artículo 380 del Código de Trabajo, la
inamovilidad que causa el planteamiento de un conflicto colectivo protege a los
empleados del centro de trabajo respecto del que se ha planteado el mencionado
conflicto, motivo que atiende a razones de seguridad y certeza jurídica, es decir
que al encontrarse emplazada la Dirección General de Aeronáutica Civil,
dependencia del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda,
mediante la acción instada por el sindicato relacionado, todas las personas que
prestan sus servicios para ese centro de trabajo gozan de inamovilidad, sin que
sea posible crear un principio de discriminación respecto a los empleados que
forman parte de la asociación permanente de trabajadores que plantearon el
conflicto colectivo y de quienes no lo hicieron, debido a que la norma señalada
(artículo 380 ibíd) es clara en indicar que toda terminación de contratos de trabajo,
aunque se trate de trabajadores que no suscribieron el pliego de peticiones o que
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no se adhirieron al conflicto que se trate, gozan de la protección a no ser


removidos de su empleo sin previa autorización judicial.
Al haberse establecido la existencia de relación de trabajo y el cese de ésta
mientras estaba vigente el emplazamiento, en atención a lo considerado en
párrafos precedentes, se concluye que la relación laboral de Transito Osorio
Fuentes con la Dirección de Aeronáutica Civil, dependencia del Ministerio de
Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, se encontraba protegido por las
prevenciones derivadas del planteamiento de un conflicto colectivo de carácter
económico social y, al no contar la entidad nominadora con la autorización judicial
que permitiera disponer la terminación del contrato de trabajo aludido, esa
circunstancia conlleva la consecuencia establecida en el artículo 380 ibídem, es
decir el derecho de solicitar la reincorporación a su puesto de trabajo y la
restitución de sus derechos laborales vulnerados.
Además es oportuno indicar que el Código de Trabajo señala el
procedimiento que debe seguirse al momento de finalizar el vínculo económico-
jurídico cuando se encuentran vigentes las prevenciones en un centro de trabajo
con motivo del planteamiento de un conflicto colectivo; de ahí que, al haberse
empleado el método de heterointegración de las normas por parte de los órganos
de la jurisdicción ordinaria, fue correcta la aplicación en forma supletoria del
Código ibídem, sin que por ello se haya causado trasgresión a los derechos que le
asisten a la partes, por el contrario resolvió en total apego a la facultad de juzgar
que les asigna el artículo 203 de la Constitución Política de la República de
Guatemala.
En cuanto al agravio relativo a que el incidentante no ejerció funciones
públicas porque no ostenta la calidad de servidor público, en virtud que el puesto
que éste ocupó en la administración pública, no se deriva de una elección popular,
contrato expedido de conformidad con disposiciones laborales, nombramiento
emitido por la autoridad competente mediante un acuerdo ministerial o formulario
oficial de movimiento de personal, esta Corte estima que en efecto, las relaciones
de carácter laboral entre el Estado y sus empleados se rigen por la Ley de Servicio
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Civil, ya sea de carácter general o en caso de que la institución pública de que se


trate cuente con la propia, se aplicará ésta, sin embargo, el Código de Trabajo por
ser el cuerpo normativo laboral de carácter general dentro del sistema jurídico
guatemalteco, establece que las normas tanto de carácter sustantivo como
adjetivo, deben atender a éste cuando, como en el caso sub litis, la ley específica -
Ley de Servicio Civil- no cuente con las figuras atinentes como la simulación
contractual oculta en una contratación de carácter administrativo, pretendiendo
evadir la verdadera naturaleza de la relación, por lo que al declararse dentro de la
jurisdicción ordinaria que la relación sostenida entre los sujetos procesales
relacionados era de carácter laboral, consecuentemente el incidentante ostenta la
calidad de servidor público.
Por último, en relación a que esta Corte emitió fallo en el que se sostuvo
que al contratar los servicios de una persona mediante contratos administrativos
no constituye una relación laboral, se debe señalar que esa sentencia
constitucional constituye un caso aislado en el que se advirtió -en ese caso
concreto- que no coexistían todos los elementos necesarios para sostener que
había existido un contrato de trabajo por tiempo indefinido, como ocurre en el caso
que ahora se analiza, en el que se constató que acontecen esos elementos
indispensables, los que permitieron arribar a la conclusión que existió un vínculo
económico-jurídico por tiempo indefinido oculto bajo figuras extra laborales, que
buscaban ocultar la verdadera naturaleza de la relación.
De lo considerado se determina que la Sala reprochada no se extralimitó en
sus facultades al declarar con lugar las diligencias de reinstalación y ordenar al
pago de los salarios dejados de percibir, toda vez que su actuación se encuentra
ajustada a Derecho al tomar como asidero la doctrina legal emanada de esta
Corte, que refiere que al encontrarse emplazada la parte empleadora por un
conflicto colectivo de carácter económico social, toda terminación de los contratos
de trabajo vigentes debe ser autorizada por el juez respectivo, mediante el
procedimiento previsto en el artículo 380 ibíd, siendo la consecuencia de esa
omisión, la reinstalación del trabajador en el cargo que ocupaba al momento del
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despido anti-jurídico. [En el mismo sentido se pronunció esta Corte en sentencias


de veinticuatro de enero y siete de febrero, todas de dos mil catorce, dentro de los
expedientes tres mil novecientos ochenta – dos mil trece, cuatro mil cuatrocientos
cincuenta y seis – dos mil trece y cuatro mil trescientos dos – dos mil trece (3980-
2013, 4302-2013 y 4456-2013), respectivamente.]
Lo anteriormente señalado evidencia la inexistencia de agravio que haya
lesionado derechos y garantías constitucionales del postulante y que deban ser
reparados por esta vía, razón por la que, el amparo deviene improcedente, y
siendo que el Tribunal a quo resolvió en igual sentido, se debe confirmar la
sentencia apelada pero por los motivos aquí considerados.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 265, 268, 272 inciso c) de la Constitución Política de la
República de Guatemala; 1º, 5º, 6º, 8º, 42, 44, 45, 46, 47, 60, 61, 62, 63, 64, 149,
163 inciso c) 185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad; 35, 36 del Acuerdo 1-2013 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,
resuelve: I) Sin lugar los recursos de apelación interpuestos por el Estado de
Guatemala a través de la Procuraduría General de la Nación, postulante y la
Dirección General de Aeronáutica Civil a través de su Interventor, tercera
interesada; II) Confirma la sentencia venida en grado; III) No condena en costas
al postulante ni impone multa al abogado patrocinante José Leonardo Reynoso
Lorenzo por el motivo considerado; IV) Notifíquese y, con certificación de lo
resuelto, devuélvanse los antecedentes.

GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR


PRESIDENTE, a.i.

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE MAURO RODERICO CHACÓN CORADO


MAGISTRADO MAGISTRADO

HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA MARÍA DE LOS ÁNGELES ARAUJO BOHR


MAGISTRADO MAGISTRADA
Expediente 1920-2014 16

JUAN CARLOS MEDINA SALAS CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ DE COLMENARES


MAGISTRADO MAGISTRADA

MARTÍN RAMÓN GUZMÁN HERNÁNDEZ


SECRETARIO GENERAL

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