Vous êtes sur la page 1sur 16

Universidad Michoacana de San Nicolás de

Hidalgo

Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas ¨Dr. Ignacio Chávez¨

Clínica Propedéutica Médico Quirúrgica

Relación Médico Paciente

Morelia Mich, 4 de septiembre de 2017


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................................................... 1
DEFINICIÓN ............................................................................................................................................................................. 2
CONTEXTO HISTÓRICO ............................................................................................................................................................ 2
DESARROLLO .......................................................................................................................................................................... 5
CLASIFICACIÓN ...................................................................................................................................................................... 10
CONCLUSIONES .................................................................................................................................................................... 12
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………...13

CRÉDITOS………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………14
Introducción

El desarrollo tecnológico ha ido deteriorando esta relación, ha dado lugar a un fetichismo tecnocrático
alejando el compromiso del médico con la persona y ha incrementado la asimetría de la relación; de un lado
todo el poder y de otro toda la sumisión.

Es necesario aclarar que aunque mucho se puede hablar al respecto y se puede encontrar mucha información
sobre la relación médico paciente desde un enfoque humanista; ninguno de los análisis o las propuestas
hechas actualmente puede plasmar totalmente los conceptos que se manejan dentro de la relación médico
paciente y su importancia en el ejercicio de la medicina, si el médico no le dio la importancia requerida desde
su proceso de formación y no cultivó en él el lado más humano de la medicina.

La Relación Médico Paciente es un tema que nos incumbe revisar pues es justo un momento adecuado por no
decir ideal para analizarlo e incluirlo en nuestra formación como futuros médicos.

La RMP está estructurada sobre el principio de la medicina como ciencia social. Debido al carácter social, hay
tantas RMP como personas ya que son diferentes las culturas, creencias y valores que le confieren
individualidad a ese momento y lo hacen único.

Con todo lo antes mencionado es imposible que sin a verse cultivado ese sentido humano en el medico, se de
esta alianza terapéutica basada en sentimiento de fe, confianza y esperanza.

El papel en esta relación puede jugar diferentes variables, pudiendo ser trabajo en equipo equitativo o el
medico poco interesado frente a un paciente no cooperador o viceversa.

Tan importante es este tema para la formación médica que he de aquí su buen entendimiento para diferenciar
al médico de vocación del médico por ambición
Definición

Es una relación interpersonal de tipo profesional que sirve de base a la gestión de salud, y que a su vez está
influenciada o determinada por diversos componentes de carácter económico, profesional, jurídico,
psicológico, moral, ético y estético.
El médico para establecer una comunicación eficaz debe:

 Saber escuchar al paciente y ponerse en lugar de él además de sensibilizarse con su dolor.


 Inspirar respeto por su alto prestigio social y responsabilidad.
 Planear sus acciones y tener disposición para la relación de ayuda.

Contexto histórico
Relación médico-paciente es aquella que se establece entre dos seres humanos: el médico que intentará
ayudar al paciente en las vicisitudes de su enfermedad y el enfermo que entrega su humanidad al médico para
ser asistido. Esta relación ha existido desde los albores de la historia y es variable de acuerdo con los cambios
mi0smos que ha experimentado a través de los tiempos la convivencia entre los hombres, desde la mentalidad
mágica dominante en las llamadas "sociedades primitivas" hasta la mentalidad técnica que prevalece en los
tiempos actuales.
En las civilizaciones antiguas la asistencia al enfermo era realizada por magos y brujos. La enfermedad era
considerada una maldición, pecado, castigo de los dioses y la salud como un don también otorgado por los
dioses. La enfermedad y la salud eran interpretadas sobrenaturalmente. El tratamiento al enfermo era el rito
mágico, el exorcismo, el abandono, la muerte, la plegaria, el sacrificio u ofrenda a los dioses. El médico tenía
un carácter sacerdotal.
En el siglo XVIII antes de Cristo el Código de Hammurabi, el rey de Babilonia regula ya el ejercicio de la
medicina con diecisiete leyes, aparece por primera vez en este código la relación médico-paciente y el
ejercicio médico. Dispone penas para los errores médicos.
La medina científica comienza en Grecia en los siglos VI y V antes de Cristo. Se excluye ahora la medicina
mágica y se adopta una explicación racional de la enfermedad. Surge el concepto naturista de la salud y la
enfermedad se e como un desorden natural. El gran médico Hipócrates señala que hay en la medicina tres
elementos: la enfermedad, el enfermo y el médico. Insiste en la fuerza potencial de la relación médico-
paciente en el proceso curativo y considera que el paciente es, ante todo, un hombre que hay que respetar y
cuidar. El Corpus Hipocraticum, colección de 70 textos médicos, escritos por Hipócrates indica como uno de los
cuatro principios fundamentales “Estudiar más al paciente que a la enfermedad”. Hipócrates abandona la idea
de que la enfermedad es producida por causas mágicas y defiende que la enfermedad es producida por la
alteración de cuatro humores del organismo: la sangre, la flema, la bilis amarilla y la bilis negra. En el Corpus
Hipocraticum se incluye el Juramento hipocrático, indica cómo debe ser la enseñanza de la medicina y se habla
de la eutanasia, el aborto, la sexualidad y el secreto profesional.
En la cultura griega se da un fuerte vínculo entre la acción de la palabra y la curación de las enfermedades.
Para Aristóteles la acción de la palabra del médico opera como un verdadero medicamento y produce
acciones psicológicas en ciertos enfermos. Hipócrates indicaba que el enfermo debe colaborar activamente en
la curación. El médico no debe emplear sus fármacos hasta que ya no haya establecido con el paciente en la
relación terapéutica satisfactoria.
Para Platón el enfermo es amigo del médico a causa de su enfermedad. La relación entre médico y enfermo es
de amistad y, en ella, es fundamental la confianza del enfermo en la medicina y en el médico que le trata.
Durante la Edad Media, el desarrollo científico y técnico queda subyugado al criterio moral y religioso. Con el
cristianismo las órdenes religiosas se hacen a cargo de la asistencia sanitaria que es un acto religioso y moral.
Se crean los primeros hospitales cristianos, la asistencia sanitaria es gratuita para los enfermos sin recursos y
se atiende también a los enfermos incurables y moribundos. El fundamento de la relación médico-paciente en
el cristianismo es una modalidad de amistad cristiana entre los hombres.
El médico medieval le da importancia a la comunicación verbal con el enfermo con el objetivo de darle
consuelo, de aliviarle. Se concibe la enfermedad como un castigo de Dios.
Se producen cambios en el ejercicio de la medicina. En el siglo XII se sistematiza la enseñanza de la medicina
en un curriculum de cinco años en la ciudad italiana de Salermo. En la mitad del siglo XIII se crean las primeras
facultades de medicina en las universidades europeas. Se adquiere un mayor nivel técnico por parte de los
médicos. La asistencia de los enfermos se recibe según la clase social a la que pertenece.
En el siglo XVII, la filosofía racionalista de Descartes con la separación del alma y el cuerpo, el dualismo
cartesiano, provoca en los médicos un cuestionamiento y les lleva a plantearse nuevos temas que antes no se
habían atrevido por temor a enfrentamientos.
En el siglo XVII los médicos empiezan a hacer un estudio natural de las enfermedades. Sydenha, señala que la
especie morbosa sería un conjunto de síntomas que se repiten, idénticamente y de igual modo ordenados, a lo
largo del tiempo, en una serie indefinida de enfermos.
Más tarde en el siglo XIX se desarrolla la medicina científica. Aparecen nuevos modelos como el
anatomoclínico y el fisiopatológico que buscan las causas de la enfermedad, siendo un síntoma un efecto de
ellas. La medicina consigue importantes avances, se describe mejor la enfermedad, pero se olvida del
enfermo. En la medicina hospitalaria del siglo XIX el enfermo es básicamente un objeto cognoscible y una
persona desconocida. La relación médico-paciente es muy insatisfactoria.
Las luchas de los movimientos revolucionarios de los siglos XIX y XX logran la asistencia médica igualitaria. El
enfermo toma conciencia de su derecho a la asistencia, aún en los casos leves. La medicina progresa en
tecnificación y especialización.
El siglo XX desarrolla una medicina masificada. La sociedad de consumo provoca una superabundancia de
productos farmacéuticos. En los hospitales con mayor tamaño y tecnificación se da un uso masificado de la
medicina, superándose la pura relación médico-paciente. Como errores de cometidos por la medicina, a pesar
de los aciertos, reaparece un modelo humanizador de la medicina. El enfermo no puede ser visto sólo según la
estrecha idea científica, sino que ha de incluir a la persona enferma con su subjetividad.
Este cambio intenta recuperar el poder de la palabra como factor terapéutico, lo cual hace resaltar la relación
entre médico y paciente. A este modelo contribuye Freud con su psicoanálisis. Sigmund Freud (1856-1939),
supone un cambio muy importante en la relación médico-paciente al introducir al sujeto en medicina.
Considera que el acto clínico, la relación médico-paciente es fundamental, y la historia clínica un instrumento
imprescindible que permite al paciente contar lo que le pasa. Freud relaciona los afectos del paciente con sus
procesos corporales. Cree que la palabra es el mejor recurso para crear en el enfermo un estado anímico
favorable para la curación. En los diagnósticos freudianos, la “Visión” se transforma en interpretación que
consiste en la interferencia de los pensamientos latentes e inconscientes a partir de los elementos que
integran su contenido manifiesto.
También otros autores como Viktor Von Weitzsäcker, Gregorio Marañón que han incluido lo psicológico en el
origen de la enfermedad. Para Weitzsäcker, el enfermo y la enfermedad constituyen un todo al que hay que
interpretar de manera unitaria. Para Marañón hay que buscar con más ahínco al hombre en la enfermedad y
no la enfermedad en el hombre. Afirma que la medicina es “Ciencia, arte, oficio”.
Últimamente un grupo de autores resaltan la importancia de los autores sociales en los procesos de salud-
enfermedad. Esos factores sociales pueden ser económicos, ambientales, jurídicos.
El gran proceso de técnicas específicas y la especialización de la medicina en el siglo XX los mejores recursos
de diagnóstico y tratamiento han hecho olvidar nuevamente la subjetividad del enfermo y con ello la relación
médico-paciente. Brutti (1991) plantea el “hecho” tratado por la medicina no tiene relación con la persona, de
este modo el paciente no se le reconoce el hecho a la palabra y el medico prefiere obtener la información de
aparatos sofisticados que del examen físico y de lo contado por el paciente. Partiendo del presente somos
sensibles a la necesidad dentro de la medicina actual de humanizar el acto médico-paciente.
Pero resulta interesante saber que el proceso de humanización de la practica medica se remota muchos años
atrás. Y conmueve saber que, en México, a lo largo fr la historia han surgido diferentes personajes.
Para darnos cuenta de ellos hemos revisado un singular caso. El Dr. Fernando Martínez Cortés, Honoris causa
de la UMNSH ha plasmado en su libro “La medicina de personas o la medicina humanística” lo que él llama “Su
proceso constitutivo en el Hospital General de México y en la Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo”.
El pabellón de observación.
- Por los veinte del siglo XX no existía el pabellón 29 del Hospital General de México pero sí el pabellón
de observación. Por fortuna el jefe era un gran clínico Gastón Melo (1889-1933), personaje que supo
rodearse de gente y que ya entonces tenía lo suyo, como son los médicos Raoul Fournier, Salvador
Zubirán, Luis Augusto Méndez, Manuel Martínez Báez, entre otros.

El Doctor Fournier es el personaje central en la iniciación del movimiento medico humanístico


mexicano y él dijo que mucho se inspiró en la conducta de Gastón Melo.

- El entorno sociopolítico y científico-médico según Ignacio Chávez:

Antes de 1920 cuando la etapa sangrienta de la revolución ya había pasado y se iniciaban cambios en
todos los órdenes de la vida nacional, la medicina que se enseñaba de la vieja escuela de Santo
domingo seguía siendo, en cambio la de principios del siglo, la de la pregunta mundial.

El cambio que se vino quemó etapas. En el decenio de los veinte quebró con ímpetu que creció y se
prolongó en el decenio siguiente. Era más una sed de cambio que un cambio organizado en general;
pudo hacerse a favor de una circunstancia favorable.
Años después con el Dr. Fernando Martínez Cortés al frente del pabellón 29 se comienza a integrar un
grupo de psiquiatras y psicólogos con función docente hacia alumnos de carrera médica.

El pabellón 20 del HGM se convierte en la unidad de medicina interna y psicología y es entonces


cuando se toma aprecio en que, dentro de su formación, el medico no tiene las armas para
comprender las repercusiones de la enfermedad en la vida psíquica, cultural y social del enfermo.
Después de algún tiempo, con muchas dudas, pero con mucha motivación, el Dr. Martínez logra estar
de observación en los seminarios Balint en Londres, lugar donde se aplicaban básicamente los mismos
ideales bajo los cuales en el pabellón 29 se venía actuando ya hace algún tiempo. Ahora todo era un
poco más claro, surgieron conceptos a través de los cuales había que definir, como “Que es la patología
del hombre en su totalidad” y así surgió el seminario “La Medicina del Hombre en su totalidad” el cual
se trabajó con profesionales interdisciplinarios todos los jueves durante 15 años en el Pabellón 29.
Con este particular caso se podrá evidenciar el trabajo que se ha hecho desde ya hace tiempo por la
dignificación del paciente y de la profesión Médica como tal.

Desarrollo
Para dar un análisis completo de la Relación Médico Paciente, en primera instancia nos centraremos en los dos
paradigmas actuales bajo las cuales se ha dirigido tal práctica médica. Pero también se tendrá que hablar el
papel importante que juega la bioética en esta relación Médico- Paciente.

Se sabe que la bioética es una disciplina nueva que sirve como instrumento para encontrar soluciones a los
problemas que afectan a los seres humanos, a la naturaleza y a la vida en general.

El término bioética aparece por primera vez a principios de la década de los 70. El desarrollo vertiginoso de
todas las ciencias en general y de las ciencias médicas en particular, puso al hombre ante nuevos dilemas a los
que había que dar respuestas. Como se puede apreciar, es una disciplina joven, pero estudia temas antiguos,
pues incluye el estudio de las actitudes humanas en el campo de las ciencias de la vida y del cuidado de la
salud; examina todas sus esferas a partir de los valores, la ética y los principios morales.

En cuanto a la interpretación de los hechos de la RMP, se describen dos paradigmas en pugna: paradigma
sociológico-humanista y paradigma biomédico-cientificista que determinan una forma de ser y hacer en la
RMP.

La salud puede definirse como "una construcción cultural muy compleja y un estado progresivo de resolución
de las inequidades sociales". Se trata de un constructo social dependiente de la historia, creencias, valores y
redes sociales de significados comunes, estructura económica, estructura política.
Calidad de vida, que es un valor percibido como estado saludable y que define el paradigma sociológico-
humanista de la RMP, centrado en el cuidado de la salud y cuyo objetivo es proporcionar el mejor cuidado a
las personas que les permita desarrollar su proyecto de vida, entendido como calidad de vida.

La experiencia de estar enfermo

La enfermedad, conjunto de signos y; síntomas que definen un estado particular y una evolución.

La enfermedad es un evento objetivo y también una experiencia personal que el paciente conoce a través de
sus reflexiones y de su autocritica y que puede comunicar al médico que sabe escuchar, interrogar y
comprender. Se debe de reconocer que los grados, las formas de experimentar y expresar este estado de
vulnerabilidad varían de una persona a otra. Encontraremos a pacientes más sensibles a sensaciones
somáticas. Pacientes que no prestan atención a síntomas alarmantes, pacientes muy explícitos, pacientes muy
ambiguos, etc…

Un médico además de competencia profesional debe de tener integridad, sensibilidad, objetividad, intuición y
autoridad. Recordando que la autoridad una de las más importantes del médico puede perderla cuando se
expone ante los enfermos sus áreas más vulnerables. Por lo que éste tiene que tener una personalidad
discreta, consciente de sus posibilidades y sus limitaciones.

Enfermos difíciles de tratar

Es difícil llevar una buena relación con un paciente difícil de tratar — como pacientes que buscan imponer
tercamente su opinión, pacientes con depresión no diagnosticada, pacientes “sensibles” a todos los
medicamentos —y lo menos que debe de hacer el médico es contribuir a que este paciente sea difícil de
tratar, sobre todo el médico de poca experiencia que puede llegar a ser manipulado por este tipo de
pacientes.

Psicoiatrogenia, se refiere a un daño mental que ocasiona el médico a su paciente. ya sea por sus comentarios,
gestos, acciones, etc.

La buena clínica requiere que el médico pueda ver la enfermedad como la ve el enfermo que la padece y que
conduzca sus entrevistas usando términps que el enfermo puede comprender. Lo que hace que un paciente
decida apegarse al tratamiento sugerido por el médico o decidir su abandono radica en la relación que
establece con él, ya que no solo los pacientes toman en cuenta las habilidades técnicas y los conocimientos del
médico, sino que también aprecian su voluntad para dedicarles tiempo y escuchar sus quejas.
Las polaridades que opten el médico y el enfermo dan la pauta para su interacción que puede presentarse
como Autoridad-aceptación: Autoridad del médico y aceptación de ella por parte del enfermo. El
reconocimiento de esta suscita en el paciente confianza y esperanza de ser ayudado. El paciente le confiere
autoridad a quien se le aprecia competencia y confiabilidad. Estimación-hostilidad: Aqui la desconfianza
abierta o encubierta anula la influencia del médico. Cercania-distancia. Es bueno reconocer que en cualquier
situación en la que una persona necesita de otra por lo menos hay un germen de antagonismo y hostilidad.
Pero es la capacidad de aceptar protestas sin responderlas con cólera o sin desinterés lo que habla de la
madurez de un médico.

Lo que el médico desea es establecer un diagnóstico, un tratamiento y un pronóstico; y lo que quiere el


enfermo es una explicación, una cura y una predicción.

Aquello que es relevante para el médico como cientifico puede no serlo para el enfermo. Para este último la
enfermedad significa la pérdida de su integridad corporal, de la certidumbre y de la libertad para actuar en las
formas que desea.

Se debe de concebir a la enfermedad y al padecimiento como dos conceptos diferentes.

El padecimiento es la experiencia del enfermo que está siempre fuertemente moldeada por los factores
culturales que orientan la percepción, la conceptualización, la explicación y la evaluación de la experiencia
incluyendo las expectativas del enfermo. Por lo que el médico debe siempre de prestar atención al
padecimiento del enfermo. ya que la desatención del padecimiento es la responsable de que muchos
pacientes no cumplan con las indicaciones de los médicos, se sientan insatisfechos con él cuidado profesional
de la salud y no pocos vayan de un consultorio a otro o bien recurren a sistemas populares de curación. Los
sistemas populares de curación no Son malos, pero esto se deben limitar ya que bien no tratan eficazmente el
padecimiento, y pueden no reconocen y tratar la enfermedad. Por lo que el buen clínico en principio es capaz
de tratar tanto la enfermedad como el padecimiento.

Modelos explicativos de los pacientes

El médico necesita aprender a formular sus preguntas y expresar Sus Opiniones en formas adecuadas a las
características cognitivas a Su paciente y el escenario cultural en que se da la acción médica, ya que muchos
enfermos se resisten a comunicar a los médicos la explicación que ellos ven de Su enfermedad

En la buena práctica profesional un elemento es indagar lo que el paciente crea acerca de la naturaleza. causa
y significado de su enfermedad, y también sus expectativas acerca de su curso y desenlace. Este conocimiento
puede obtenerse en el examen médico general formulando al paciente algunas preguntas en forma directa.
El médico deberá de saber llevar a cabo una comunicación eficiente con cada uno de los diferentes tipos de
pacientes con los que se encontrará. incluidas aquellas personas poco instruidas o educadas en otras
tradiciones culturales que les es difícil comprender el concepto científico de causa, por lo que es necesario que
los enfermos comprendan las explicaciones que los médicos les dan.

Otras prácticas terapéuticas

Es frecuente Observar que los enfermos utilicen primero curas tradicionales y cuando estos fracasan recurran
a la medicina occidental.

El médico no debe de perder de vista que las creencias deben de ser evaluadas en términos de la función que
cumplen en la vida de la persona que la sustenta, nos podremos encontrar con pacientes que no les será fácil
comprender nuestras explicaciones científicas de hechos patológicos y terapéuticos.

Sin importar el nivel sociocultural habrá personas a quienes no les impresiona el hecho de que muchos
eventos de la vida tienen causas que aún están fuera de los alcances de la ciencia, por lo que ellos optaran por
medicina paralela (quiropraxia, homeopatía, acupuntura)

La confianza es fundamental en el paciente con el médico ya que la desconfianza será la causa principal en la
mala calidad entre la RMP, esto podrá verse en el enfermo que opta por no seguir las indicaciones
farmacológicas del médico.

Abordar tanto el componente objetivo como el subjetivo de los enfermos capacita al médico para entender y
responder mejor a sus necesidades.

El médico y el enfermo ante el sufrimiento

Aliviar el sufrimiento es un fin de la medicina y por lo tanto comprender Su naturaleza y ayudar a los enfermos
a contender con él son obligaciones primarias de los médicos.

El sufrimiento se puede definir como un estado persistente de alteración severa del bienestar asociado con la
percepción de eventos actuales o posibles que afectan amenazan a la persona.

El sufrimiento no sólo es causado por la enfermedad y los problemas relacionados con ella, sino también por
el tratamiento, y está poderosamente influida por la percepción que el enfermo tiene sobre su futuro.

El sufrimiento se atenúa cuando el enfermo conoce la causa de sus síntomas, sabe qué hay forma de aliviarlos
y anticipa que puede aliviarse.

Familia del Enfermo


La familia influye de modo favorable o desfavorable en las actitudes del paciente hacia su enfermedad y en su
adhesión al tratamiento. El médico también debe Ser consciente en el impacto que tiene la enfermedad de
uno de Sus miembros.

El médico debe de mantener informado a la familia ya que la falta información puede generar en ellos
angustia y sentimientos de culpa.

La enfermedad puede impactar en el rol que tenía el integrante de la familia

La intervención del Médico en la familia debe inducir en sus miembros una respuesta comprensiva y generosa

Influencias de la cultura en la práctica médica

La sociedad puede ser tanto inductiva como restrictiva. La necesidad de todos los seres humanos a ser
aceptados por los demás es un estímulo poderoso para la adaptación social. Esta se puede ver afectada en el
caso de enfermedad.

El médico ante la enfermedad y la muerte

"Lo que permite al hombre librarse de la trivialidad de su vida es la aceptación de su muerte" —Heidegger.

Biológicamente, la muerte es la interrupción de la renovación continua de las células y de los tejidos. Los
humanos tendemos poderosamente a tener una reacción de negación ante la muerte, esto va desde el
hombre primitivo, niños, religiones, fantasías de reunirse con los seres queridos en el más allá, etc. La cual
utilizamos como defensa para evitar lo inevitable.

También encontramos a individuos que no temen ante la muerte, a la cual enfrentan con serenidad. En otras
hay un miedo exagerado a esta, pero en relación a no haber vivido plenamente. Y algunos otros temen más al
acto de morir que a la misma muerte.

La Dr. Kubler- Ross describió una sucesión de reacciones en personas que sufren una enfermedad mortal a
corto plazo:

a) Negación de la realidad

b) Resentimiento profundo

c) Regateo

d) Depresión preparatoria

e) Etapa final
f) Aceptación pasiva.

Es importante poder diferenciar de "prolongar la vida" y "prolongar la muerte", recordando que es un derecho
fundamental de los seres humanos vivir y morir con dignidad.

El duelo como proceso psicológico:

Este se trata de un proceso de cambio psicológico que se inicia con la muerte de una persona querida y
culmina con la restauración del equilibrio personal alterado por la pérdida. El cual es proceso esencial que
requiere ser socialmente manejado, que normalmente provee de una variedad de rituales funerarios que
tienen como Objeto facilitar el proceso a los dolientes, es por eso que probablemente hemos escuchado que
los funerales son para los vivos, no para los muertos.

Cuando la muerte nos separa de una persona amada, sobre todo si se trata de una muerte súbita e
imprevista, la reacción inicial es de incredulidad. Nos resistimos a aceptar el hecho irreversible. Cuando la
muerte del ser querido no es súbita y ha sido imaginada muchas veces, el evento es menos traumático.

Clasificación
Dado que en los últimos años, hemos estado viviendo una polémica sobre el papel del paciente en la toma de
decisiones médicas, polémica que ha estado marcada por el conflicto entre la autonomía y la salud, entre los
valores del paciente y los valores del médico. Para tratar de reducir el poder del médico, muchos han abogado
por un modelo en el que el paciente tenga un mayor control. Otros lo cuestionan porque este modelo no
asume el potencial desequilibrio que caracteriza la relación médico paciente, donde una parte está enferma y
demanda seguridad, y donde se realizan juicios que conllevan la interpretación de la información técnica.
Los siguientes modelos no describen una relación médico-paciente en particular pero destacan, libres de
detalles farragosos, diferentes visiones sobre las características básicas de la relación médico- paciente.
Consecuentemente no incorporan estándares éticos o legales, sino que constituyen unos ideales normativos
que son “más elevados que la ley”, pero no están “por encima de la ley”.

El modelo paternalista.
Llamado a veces “sacerdotal”. En él la interacción médico-paciente asegura que el paciente recibe las
intervenciones necesarias y que mejor garantizan su salud y bienestar. Con este fin los médicos utilizan sus
conocimientos para determinar la situación clínica del paciente y la fase de su proceso morboso, y para elegir
qué pruebas diagnósticas y tratamientos son los más adecuados con objeto de restaurar la salud del paciente
o calmar su dolor. Por lo tanto, el médico da al paciente una información ya seleccionada que le conducirá a
consentir la intervención que, según el médico, es la mejor. Llevándolo al extremo, el médico informará de
forma autoritaria al paciente en el momento de iniciar la intervención.
Este modelo supone la existencia de un criterio objetivo que sirve para determinar qué es lo mejor. De ahí que
el médico pueda discernir qué es lo mejor para el paciente sin que sea necesaria su participación. Además, se
presupone que el paciente debe estar agradecido por la decisión tomada por el médico, incluso si no estuviera
de acuerdo con ella. En la tensión entre la autonomía del paciente y su bienestar, entre la capacidad de
elección y la salud, el médico paternalista pone especial énfasis en estos últimos.
El médico actúa como el tutor del paciente, determinado y poniendo en práctica aquello que sea lo mejor para
él. No obstante también tiene obligaciones, entre las que se incluyen poner los intereses por encima de los
propios y pedir la opinión de otros médicos cuando carezca de los conocimientos suficientes. Se concibe la
autonomía del paciente como un asentimiento, ya sea en el momento o posteriormente, a lo que el médico
considera que es lo mejor.
El modelo informativo.
Llamado a veces modelo científico, modelo técnico, o modelo del consumidor. El objetivo es proporcionar al
paciente toda la información relevante para que pueda elegir la intervención que desee, tras lo cual el médico
la llevará a cabo. Para ello el médico informa al paciente sobre el estado de la enfermedad, la naturaleza de
los diagnósticos posibles y las intervenciones terapéuticas, la naturaleza y probabilidad tanto de los beneficios
como de los riesgos asociados a cualquier intervención, y sobre la incertidumbre del conocimiento médico.
Llevado hasta el extremo, los pacientes podrían llegar a conocer toda la información médica relevante en
relación con su enfermedad y las actitudes terapéuticas posibles y seleccionar la intervención que mejor se
ajuste a sus valores.
Se basa en una clara distinción entre los hechos y los valores. Los valores del paciente son conocidos y están
bien definidos; lo que el paciente no conoce son los hechos. Es obligación del médico facilitar al paciente
todos los datos disponibles, y será el paciente, desde sus valores, quien determine qué terapéutica se le debe
aplicar. No hay lugar para los valores del médico, para la comprensión y el entendimiento por parte del
médico de os valores del paciente, o para enjuiciar la calidad de los mismo. En el modelo informativo el
médico es un suministrador de experiencia técnica, y dota al paciente de los medios necesarios para ejercer el
control de la situación. Los médicos tienen, como “expertos”, una importante obligación a la hora de
suministrar información veraz, mantener la competencia técnica en su especialidad, y consultar a otras
personas cuando sus conocimientos o habilidades sean insuficientes. Este modelo concibe la autonomía del
paciente como el control del mismo sobre la toma de decisiones médicas.
El modelo interpretativo.
El objetivo es determinar los valores del paciente y qué es lo que realmente desea en ese momento, y
ayudarle así a elegir de entre todas las intervenciones médicas disponibles aquellas que satisfagan sus valores.
Al igual que en el caso del modelo informativo, el médico informa al paciente sobre la naturaleza de sus
afección y sobre los riesgos y beneficios de cada intervención posible. Además, en este modelo el médico
ayuda al paciente a aclarar y articular sus valores, y a determinar qué intervención médica los desarrolla
mejor, ayudándole así a interpretar sus propios valores.
El modelo es un consejero, desarrolla un papel consultivo similar al de un gabinete ministerial para un jefe de
Estado, facilitando al paciente la información relevante, ayudándole a aclarar valores y sugiriéndole a aclarar
valores que mejor los lleve a cabo. Las obligaciones del médico incluyen todas aquellas enumeradas en el
modelo informativo, pero también requieren incorporar al paciente en un proceso global de análisis. Por lo
tanto la autonomía del paciente se concibe como una autocomprensión; el paciente llega a conocer más
claramente quién es y cómo las distintas opciones médicas afectan a su identidad.
Modelo deliberativo.
El objetivo es ayudar al paciente es ayudar a éste a determinar y elegir de entre todos los valores relacionados
con su salud y que pueden desarrollarse en el acto clínico, aquellos que son los mejores. Con este fin el médico
debe esbozar la información sobre la situación clínica del paciente y ayudarle posteriormente a dilucidar los
tipos de valores incluidos en las opciones posibles. Entre los objetivos del médico se incluye indicar por qué
ciertos valores relacionados con la salud tienen más valor y se debe buscar el paciente. El médico analizará
sólo los valores relacionados con la salud, esto es, valores que afectan o son afectados por la enfermedad del
paciente y su tratamiento, y tendrá presente que muchos elementos de la mortalidad no están relacionados
con la enfermedad del paciente o con su tratamiento, y que se sitúan fuera del alcance de su relación
profesional. Además no debe ir más allá de la persuasión moral; en última instancia, se debe evitar la
coacción, y será el paciente quien defina su vida y seleccione el orden de los valores que va a asumir. Al
comprometerse en esa deliberación moral, médico y paciente juzgan la utilidad y la importancia de los valores
asociados a la salud.
En este modelo el médico actúa como un maestro o un amigo, comprometiendo al paciente en un diálogo
sobre qué tipo de actuación sería la mejor. El médico indica no sólo qué es lo que el paciente podría hacer sino
también, conociendo al paciente y deseando lo mejor para él, qué debería hacer, qué decisión respecto al
tratamiento médico sería la más adecuada. La autonomía del paciente se concibe como un autodesarrollo
moral. El paciente está capacitado, no solamente para seguir unas preferencias irreflexivas o unos valores
establecidos, sino también para analizar, a través del diálogo, los distintos valores relacionados con la salud, su
importancia, y sus implicaciones en el tratamiento.

Conclusión
Al analizar el presente trabajo podemos revisar aspectos como la trayectoria que ha seguido la RMP durante
estos últimos años en donde la tecnología ha ido reemplazando poco a poco ciertas cualidades que debe
tomar en cuenta el médico como el sentir de la persona y los factores externos que influyen en su
enfermedad, desde el núcleo familiar hasta la sociedad como tal, y aquellos factores que surgen de la clase
social Como lo Son económicos, políticos, religiosos costumbres y tradiciones del individuo. Es importante
remarcar él papel que juega en la RMP cada una de las esferas de las que se compone la persona enferma
como lo son social. biológica y psicológica. Actualmente, para mejorar la situación, se ha hecho mayor énfasis
en una medicina humanística, enseñar esta práctica en las escuelas y facultades de medicina para que los
médicos en formación puedan mejorar la calidad de atención y cuidados para con la persona enferma.
Bibliografía

 Argente et al. Álvarez, Semiología médica, fisiopatología, semiotecnia y propedéutica.


Volumen 1 2013, Argentina 2da edición. Editorial panamericana. Pp 3-5
 Ramón de la Fuente, Psicología Médica, volumen 1, México, 15a edición Editorial: Fondo
de cultura económica México, Pp. 177-221
 “Cuatro modelos de la relación médico- paciente” Autores: Ezekiel J. Emanuel, Linda L.
Emanuel
 Real Sánchez S. Discriminación y rechazo en la relación médico-paciente con VIH-SIDA.
Implicaciones y propuesta ética. Portales Médicos.com. 2008 [citado 20 Jul 2010].
CREDITOS:

INTEGRANTES DEL EQUIPO:


Medina Villanueva Alejandra (coordinadora)
Escobedo Benitez Isabel
Gaytan Rodriguez Jose Daniel
Jeronimo Bernabe Luis Armando

PROFESOR DEL CURSO: Dr. Moisés García López

Vous aimerez peut-être aussi