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Serie
Compañero o Presa

Libro 2
El Lobo que incubó un Huevo

Scarlet Hyacinth
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Este libro fue traducido por el blog
BRAD PACK C para libre lectura solo te
pedimos que no cambies nada de él.
Nuestro staff realizó mucho esfuerzo
para que puedas leerlo.
Este libro es de contenido homoerótico,
es decir tiene escenas de sexo explícito, si
te molesta el tema no lo leas, y si eres
débil de corazón no sería recomendable.

¡¡Esperamos que lo disfrutes!!


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Dedicatoria

Para mi padre, que fue el primero que me hizo ver la


inocencia en el alma de los animales y me enseñó a amarlos
tanto como él lo hace. Gracias a ti por todo tu increíble apoyo.

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Resumen
¿Merienda o novio? Definitivamente novio. O al menos eso
era lo que pensaba el hombre lobo Liam cuando se encuentra
con el cambia-formas cisne Shiloh. Shiloh es todo lo que el alma
de Liam anhela, una hermosa fiera, luchadora que le pone la
sangre en llamas y hace que todo su ser cante. Pero Shiloh es
reacio a creer en las buenas intenciones de Liam.
Shiloh ha estado buscando al indicado más del tiempo que
puede recordar. En su búsqueda, cometió varios errores, y
ahora es reacio a creer de nuevo, sobre todo en un lobo.
Después de todo, los lobos cazan a los de su especie. ¿Cómo
podría confiar su corazón a uno?
En su lucha a través de malentendidos y tratar de
construir una relación, un tercer miembro se une a su pequeña
familia, un misterioso huevo de cisne es abandonado frente a su
puerta. ¿Va a fortalecer la confianza de Shiloh con Liam o los
separará para siempre?
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Prólogo
—Shiloh, es hora de que encuentres a un compañero. —La
madre de Shiloh tomó una profunda inhalación de su largo
cigarrillo y exhaló el humo.—Tienes la edad perfecta para eso.
Shiloh reprimió una mueca. No sabía cómo su madre
había conseguido que incluso fumar pareciera elegante, pero lo
hizo. Shiloh no era un patito feo, pero no tenía la gracia sin
esfuerzo de la que ella se jactaba. Por otra parte, Shiloh no era
muchas otras cosas, y sus padres nunca dejaban de señalárselo.
Su padre asintió ante sus palabras. Como para confirmar
los pensamientos de Shiloh, agregó.
—Norma tiene razón. No es normal que mantengas este
estilo de vida. Charles se preocupa por ti. Deberías pensar en
establecerte.
Shiloh mentalmente gimió. Charles Meyer había sido un
error con una E mayúscula. Shiloh aún no podía recuperarse de
su propia estupidez por dar su virginidad al hombre. Había
confiado en Charles, creyendo que era un buen hombre, el
compañero perfecto que había estado buscando. Pero había
estado oh tan equivocado, y Charles se lo había demostrado
tratando de controlar todos sus movimientos, prohibiéndole ver
a su familia, e incluso golpeándolo.
Shiloh finalmente había logrado escaparse de Charles,
pero por desgracia, nunca se había atrevido a decirles a sus
padres sobre el abuso del hombre. Estaba demasiado
avergonzado. Ahora, sus padres querían casarlo con el terrible
hombre. Irónicamente, no tenían problema con que Shiloh
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fuera gay.
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Con los cisnes, no era tan inusual que dos hombres se
emparejaran, y eso había sido muy favorable para él, incluso si
no estaba encantado con eso. Su continua negativa de rechazar
a todos los solteros disponibles que habían elegido para él los
había trastornado, y habían quedado satisfechos cuando Shiloh
parecía haberse conformado con Charles. Shiloh no tenía
corazón para decirles la verdad sobre lo que realmente sucedió.
—Mira, Madre, Padre, agradezco su preocupación, pero
Charles y yo no somos tan cercanos como piensan.
Su madre apagó el cigarrillo en un cenicero de cristal y
suspiró.
—Simplemente no puedo entenderte, Shiloh. ¿Por qué es
tan difícil sentar cabeza?
A Shiloh le hubiera gustado saber eso también. Veía
muchos cisnes de su edad acoplados todos los días, y no podía
entender por qué él era diferente. ¿Por qué no había encontrado
a su compañero del alma? ¿Le pasaba algo o qué? ¿Había tenido
razón Charles en tratarlo a patadas? No, eso no podía ser. Dios,
necesitaba un descanso, para no pensar en esto.
—Sólo tengo que encontrar al hombre adecuado, —dijo a
su madre. Sabiendo que no la satisfacería, Shiloh añadió:—
Gracias por tu consejo. Tengo que marcharme durante media
hora.
Sus padres no protestaron, pero Shiloh sabía que no lo
harían. Después de estrechar la mano de su padre y de su madre
dándoles un breve beso, Shiloh se dirigió a su habitación. Se
quitó la ropa y la abandonó en la cama. Por fin, salió a la calle,
al balcón, cambió en su forma de cisne, y se lanzó al aire.
El cielo estaba despejado y soleado, cuando las alas de
Shiloh lo llevaban sobre el valle que lo había albergado a él y a
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sus antepasados desde tiempos inmemoriales.


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Shiloh volaba, simplemente perdiéndose en la sensación y
los movimientos que se acercaban a él tan naturales como
respirar. La música del viento lo tranquilizó, haciéndolo sentirse
mucho mejor sobre el fiasco de su vulgar vida.
Pero su descanso se desvaneció en un instante cuando
sintió otro cisne acercarse. Por unos momentos, Shiloh
consideró continuar su vuelo, pero decidió no hacerlo. Su oasis
de relajación ya no existía, de todos modos.
Interiormente suspirando, Shiloh aterrizó y cambió de
nuevo a su forma de piernas. Miró por encima del hermoso
estanque y aspiró el olor del bosque y del agua. Como la
mayoría de aves cambia-formas, los cisnes no tenían un agudo
sentido del olfato, pero a pesar de eso, todavía se sentía aliviado
por lo que percibía. Tal vez le ayudaría a prepararse para lo que
sería una conversación muy desagradable.
De hecho, momentos más tarde, otro cisne aterrizó junto a
él y se transformó en Charles.
—Hola, Shiloh. Te ves muy bien.

Shiloh gruñó, por primera vez en su vida lamentando que


los cambia-formas siempre terminaran desnudos cuando
cambiaban de una forma a otra.
—¿Qué es lo que quieres, Charles?
—Tus padres dijeron que tienes intención de rechazarme,
—dijo el otro.— Shiloh, no puedes hacer eso.
La irritación recorrió a Shiloh.
—¿Qué te hace pensar que tienes el derecho a decirme qué
hacer?
Charles le ofreció lo que probablemente se suponía que
fuera una sonrisa seductora.
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—Todas esas maravillosas noches que pasamos juntos. —
Sonrió mientras entraba en el espacio personal de Shiloh.— No
puedo dejar de pensar en eso, en cómo te movías, cómo te
sentías alrededor de mi…
Shiloh se sintió un poco enfermo ahora, al recordar su
tiempo al lado de Charles. Irónicamente, incluso había
disfrutado de los primeros encuentros. Charles era caliente, y no
había comenzado a mostrar su verdadera cara hasta después
que Shiloh había comenzado a unirse con él.
—Detente, Charles, sólo detente, —dijo antes de que el otro
cisne pudiera continuar.— ¿Por lo menos te escuchas a ti
mismo? El buen sexo no hace una relación. —Dio unos pasos
hacia atrás, sintiéndose mejor sin Charles tan cerca.— No
quieres que yo sea tu pareja, en realidad no.
La expresión agradable de Charles no cambió por un
momento.
—Por supuesto que sí. Shiloh, te quiero. Somos perfectos
el uno para el otro.

Shiloh puso los ojos en blanco a las palabras de Charles.


Dudaba mucho de las palabras del otro hombre. Tal vez las
había creído una vez, pero podía ver a Charles como el hombre
cruel que era ahora, y no el ideal de pareja que Shiloh había
querido una vez que fuera.
—Lo siento, Charles, —contestó.— No estoy de acuerdo
contigo.
Tenía la intención de poner fin a la conversación ahí. La
siguiente pregunta de Charles lo detuvo en seco.
—Quieres una familia, ¿no? —dijo el otro hombre.
Shiloh apretó los dientes, odiando el golpe bajo. Por
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supuesto que quería una familia. No estaba tan fuera de


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contacto con sus raíces como algunas personas pensaban.


De hecho, quería una pareja e hijos más de lo que Charles
podía imaginar.
Shiloh estaba cansado de ser amable. Si Charles no podía
captar la indirecta y dejarlo solo, Shiloh sólo tendría que decirlo
abiertamente.
—Sí, así es, —contestó,— pero no contigo. Yo nunca, nunca
sería tu pareja.
Sin más preámbulos, Shiloh cambió en su forma de cisne y
otra vez tomó el vuelo. Más allá del valle, la carretera abierta se
cernía. Un pensamiento pasó por la mente de Shiloh. Tal vez,
todo este tiempo, había estado buscando en el lugar equivocado.
Tal vez su destino estaba lejos de los cisnes y con otro hombre,
aún esperando a ser encontrado, viviendo con otros cambia-
formas.
Detrás de él, oyó la risa de Charles.
—Vas a cambiar de opinión, Shiloh. Ya lo verás.

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Capítulo uno
Unos años más tarde
¡Crac!.
Una pequeña línea apareció en la ventana cuando Shiloh
pronunció la última nota de la canción.

¡Tic!.
Los labios del ruiseñor se contrajeron levemente, como si
estuviera luchando contra una mueca.
Tic-tac.
El sonido del reloj hizo que el pesado silencio pareciera
aún más opresivo. Por último, el ruiseñor se levantó y suspiró.
—Es muy admirable que quieras mejorar tú mismo,
Shiloh, pero en verdad, el canto no creo que sea la forma de
hacerlo. —Su voz sonaba amable cuando habló.— Tal vez
podrías intentar algo más, tal vez empezar con un instrumento o
la fotografía. Los cisnes tienen talento para muchas cosas. No
tiene que ser para cantar.
Shiloh habría preferido más que ella hubiera sido
desdeñosa como todos los otros maestros que le habían
escuchado cantar. De esta manera, podía por lo menos estar
enojado con ella. Así las cosas, se sentía vacío por dentro, vacío
y descorazonado.
—Gracias por su sugerencia y por su tiempo, —contestó.—
Lo consideraré.
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La profesora ruiseñor pareció aliviada, y ella le sonrió.


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—Excelente. Hazme saber si eliges un instrumento. Puedo
referirte a algunos de mis colegas. Estarían encantados de
enseñarte.
Shiloh asintió y le dio las gracias. Se despidieron y Shiloh
escapó de su casa, ni una sola vez mirando detrás de él. Sólo no
sabía qué más hacer.
Mientras se dirigía hacia el metro, reflexionó sobre lo que
el ruiseñor le había dicho. ¿Instrumentos? ¿Superación
personal? No. De ninguna manera.
Había mucho más que superación personal involucrado en
esto. No podían entender. Ninguno de ellos podía. Shiloh era
diferente. A diferencia de otros cisnes, nunca había logrado
encontrar a su pareja, la persona que lo completaría. No tenía
nada que ver con su homosexualidad. Había un montón de
cisnes de su orientación sexual u otros cambia-formas
compatibles con su raza. Pero con Shiloh, siempre habían sido
buenos para un revolcón en el heno y nada más. No había
encontrado al único hombre que podría hacer que su corazón se
acelerara y su alma se completara, ni siquiera después de que
dejó su casa atrás y se viniera a la ciudad.
Ahora, era conocido oficialmente como el hombre-puta de
los cambia-formas en Los Ángeles. En su búsqueda
interminable por encontrar a su compañero, se había sometido
a la mitad de la población de cambia-formas de la ciudad. Había
comenzado a perder la esperanza.
Su sueño de cantar era lo único a lo que se aferraba ahora.
Quería tener algo hermoso, algo puro de lo que pudiera estar
orgulloso. Podría haber sido arrogante, pero quería ser conocido
como el cisne que había aprendido a cantar, no el que se había
convertido en un dispuesto agujero para todos los hombres
interesados en una jodida barata.
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Hace unos años, cuando había llegado a Los Ángeles, el
canto no podía haber estado más lejos de su cabeza. Claro, le
encantaba la música, siempre lo había hecho. Le encantaba la
forma en que las notas de un sonido hábilmente tocado lo
invadían, llegando hasta su corazón. Tanto si hablaba de ira,
amor, traición o, si el cantante era un cambia-formas, un ser
humano, o incluso un animal, Shiloh lo entendía. Pero en sus
primeros años de vida, nunca pensó que cantaría él mismo. El
ruiseñor tenía razón. Los cisnes carecían completamente de
oído musical.
Pero con su sueño de encontrar a su compañero
fracasando tan abismalmente, Shiloh necesitaba un nuevo
objetivo. Quería demostrar que todo era posible. Tal vez de esa
manera también podía creer que un día encontraría a su
perfecta pareja. Así las cosas, se había convertido en una
persona a la que él mismo despreciaba.
Shiloh suspiró, odiando que hubiera caído en la
autocompasión. Necesitaba romper con todo esto. Vivir en la
ciudad tenía sus ventajas, pero Shiloh empezó a cansarse de
ella.
En el último momento, Shiloh cambió de idea y se dirigió
hacia el pequeño parque cercano. Una vez que llegó a su
destino, se dejó caer en un banco. Tal vez podría pedir a Nicolas
algún tiempo libre. No tenía dudas de que el otro hombre le
permitiría tomar un descanso. Pero ¿dónde podría ir? Su
familia estaba fuera de la cuestión, desde que sólo habían estado
tratando de empujarlo a apareamientos no deseados. El resto de
sus amigos estaban todos en la ciudad.
Pero espera… eso no era del todo cierto. Carson ya no vivía
aquí. El cordero se había trasladado hacía unos meses a una
propiedad en las Montañas Rocosas con su compañero lobo,
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Brody. Shiloh sólo había estado ahí una vez, pero lo recordaba
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como un muy hermoso, casi idílico lugar.


Por supuesto, si fuera ahí, estaría invadiendo un poco a la
recientemente acoplada pareja. Por otra parte, Carson y Brody
tenían hijos ahora. Tal vez Shiloh podría ayudarles con los dos
diablillos y dar a sus amigos un respiro. Le gustaban los niños, y
sería una bienvenida distracción del caos de su vida amorosa.
Por supuesto, el bebé león y el antílope daban mucho trabajo,
como Shiloh había descubierto durante su único encuentro con
ellos, pero eso estaba bien.
Shiloh sabía que si reflexionaba sobre esto más sólo
cambiaría de idea. Como tal, sacó su teléfono móvil y marcó el
número de su amigo. La recepción era un poco pobre en las
montañas, pero Carson y Brody habían instalado un teléfono
satelital para asegurarse de que podrían llegar a sus amigos en
todo momento.
—Hola, Shil. ¿Qué pasa?
Su voz sonaba sin aliento, y Shiloh no pudo resistir
burlarse de su amigo.
—Hey, aquí, Carsie. Espero no interrumpirte y a Brody.

—Uh... No del todo. Bueno, nada como lo que estás


pensando. —Una sorda maldición sonó, entonces Carson
gritó:— Angel, regresa a la casa. Te dije un millón de veces que
no vayas por ahí desnudo. Clark, ¿Qué haces? No, no subas al
árbol. Es demasiado alto. ¡Clark!
Shiloh no pudo evitarlo. Estalló en risas. Los problemas de
paternidad parecían estar afectando a Carson. No es que Shiloh
no lo entendiera. Carson y Brody habían solicitado la adopción
creyendo que llevaría un tiempo largo que su archivo fuera
procesardo. Al final resultó que, después de un rechazo
desagradable, habían estado en contacto ese mismo día y les
confiaron el cuidado de Angel y Clark.
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Por desgracia, parecía que los dos hiperactivos niños
habían tomado a Brody y a Carson por sorpresa. Tal vez Shiloh y
sus amigos pudieran ayudarse unos a otros después de todo.
—Deja de reírte, Shil, —dijo Carson.— No es gracioso.
—Te puedo llamar en otro momento, si quieres, —
respondió Shiloh, sin dejar de reír.
—No, está bien. —Suspiró Carson.— Brody lo tiene. Así
que, ¿qué pasa por tu cabeza?
—Me conoces tan bien. —Sonrió Shiloh.— En realidad,
estaba pensando. Como que necesito un descanso de la ciudad,
y no quiero sólo correr de un lado para otro todo a solas. ¿Tal
vez podría echarte a ti y a Brody una mano con los niños y estar
con ustedes un poco?
Durante unos segundos, Carson no habló. Shiloh se
maldijo por incluso llamarle. Nunca debería haber asumido que
sus amigos sólo lo acogerían así. Cristo, tenían una vida
familiar. No necesitaban que Shiloh se entrometiera en su
tiempo juntos.
—¿Carson? Carson, ¿estás ahí?
—¿Qué? No. Quiero decir, sí, —tartamudeó Carson.—
Caray. Lo siento. Estaba hablando con Brody.
Shiloh sintió una punzada de celos al darse cuenta de lo
fuerte que era el vínculo de Carson con el lobo. Dejó
apresuradamente la envidia a un lado, sabiendo lo mucho que
los dos habían sufrido antes de lograrlo.
—Así que ¿qué dijo tu hombre?
El alivio corría por él cuando Carson respondió.
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—¿Cuándo puedes llegar hasta aquí?


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Shiloh miró por la ventana del autobús, sumido en sus
pensamientos. Estaba a sólo unos pocos kilómetros de la
localidad más cercana a la casa de Carson y Brody, y había
empezado a dudar de su plan. ¿Qué pasa si Carson sólo aceptó
la oferta de Shiloh para beneficio propio de Shiloh? Dios,
esperaba que no hubiera obligado al hombre a través de su
insistencia.
Ahora que había tenido unas horas para pensarlo, se había
dado cuenta de que las cosas no serían tan fáciles. Él y Brody
compartían una especie de relación ambigua. Shiloh había
estado del lado de Carson durante dos años, viendo a su amigo
sufrir después que el lobo lo dejó. Intelectualmente, sabía que
no había sido culpa de Brody, pero una parte de Shiloh no podía
evitar, excepto que aún se resentía con Brody. Además, incluso
si Carson no tenía un problema con Brody siendo un carnívoro,
a Shiloh todavía no le gustaban los lobos.
Vivir con ellos sería una receta para el desastre. ¿Qué lo
había poseído para llamar a Carson? Cristo, su familia estaba en
lo cierto. Era una gran equivocación.
Pero no podía echarse atrás ahora, y antes de que Shiloh se
diera cuenta, el autobús llegó a su parada. Se levantó, cogió la
bolsa con sus cosas y salió del vehículo. Carson estaría en algún
lugar por aquí para recogerlo de la estación.
Pero cuando miró alrededor, Shiloh se dio cuenta de que
podía sentir a alguien más -un depredador. El corazón de Shiloh
cayó cuando localizó la distintiva silueta de Brody.
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El hombre parecía tan guapo como siempre, y Shiloh
recordó por qué había intentado ligar con él y Carson, la
primera vez, hacía casi tres años.
Brody le hizo señas y le sonrió cuando Shiloh llegó hasta
él.
—Hola, Shiloh. Tuvimos un pequeño problema con los
niños y Carson me pidió que viniera en su lugar. Gracias por
ofrecer ayuda. No tienes ni idea de lo mucho que lo apreciamos.
Shiloh le devolvió la sonrisa, tratando de ocultar su
malestar.
—Yo soy el que tiene que darte las gracias. Realmente
necesitaba un descanso de la ciudad.
Si Brody se dio cuenta de su aprehensión, no lo demostró.
En su lugar, se echó a reír.
—No sé cuánto de descanso tendrás con los niños
alrededor. —Su expresión se puso seria.— Ahora, no me
malinterpretes. Los amo un montón. No podría imaginar la vida
sin ellos. Pero… soy un lobo. Y a veces, sólo quiero…
A juzgar por la expresión de dolor de Brody, no fue difícil
entender lo que el lobo quería hacer. Dos niños pequeños en la
casa tendrían un efecto perjudicial sobre la vida amorosa de
uno. Si Brody y Carson hubieran vivido con una manada, se
habrían beneficiado de la ayuda de sus familias. Por desgracia,
su fuerte conexión venía con un precio. En un instante, Shiloh
cambió de opinión una vez más y se felicitó a sí mismo por su
idea. Parecía que Brody y Carson necesitaban el tiempo libre
más que él.
—No te preocupes, —le dijo al lobo.— Lo entiendo.
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El comentario de Brody lo hizo sentir un poco más


relajado.
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Se preguntó si Brody había compartido ese poco de
información personal a propósito, y subconscientemente
analizó al lobo. ¿Qué podría Brody estar pensando? ¿Por qué
aceptaba la presencia de Shiloh aunque fueran muy diferentes?
Brody le hizo un gesto a su coche, un Land Rover
construido a escala de los caminos de tierra y terrenos
irregulares en la zona. Cuando Shiloh se metió adentro, Brody
tomó posición sobre el asiento del conductor y arrancó el
vehículo mamut.
Después de unos momentos de silencio, Brody volvió a
hablar.
—Sé que no somos exactamente los mejores amigos, pero
quiero llegar a conocerte mejor, fortalecer nuestra relación.
Shiloh dio al lobo una mirada sospechosa. Tal vez Brody
malinterpretó el propósito de su visita. Shiloh, después de todo,
había coqueteado con Brody y Carson una vez. Pero no, eso no
podía ser, ¿verdad? Tenían hijos pequeños de qué preocuparse,
y compartían un vínculo más fuerte que cualquier cosa que
Shiloh había visto alguna vez.
—Uhh... Cierto. Estoy seguro de que haría a Carson
sentirse mucho mejor. —En un impulso, añadió,— Pero no en el
sentido bíblico, ¿verdad?
Brody apartó la mirada de la carretera y le arqueó una
ceja. Estaba sonriendo, Shiloh lo notó.
—Lo siento, soy lobo de un cordero, y realmente dudo que
cualquiera de nosotros pudiera estar interesado en eso de todos
modos.
A partir de entonces, la tensión comenzó a desaparecer, y
Shiloh se encontró a sí mismo bromeando y riendo con el lobo.
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¿Por qué había tenido sus dudas de todos modos? Ahora
que había visto a Brody otra vez, se dio cuenta de que era una
pareja perfecta para Carson.
Después de un paseo por un magnífico bosque, Brody
detuvo el coche.
—Tenemos que caminar desde aquí durante cinco minutos
más o menos, —dijo mientras dejaban el coche.
Shiloh no tenía ningún problema con eso. Inhaló el aire
fresco de la montaña, ya sintiéndose mucho mejor acerca de su
decisión. La diferencia entre estar aquí y vivir en la ciudad era
asombrosa. Podía ya sentir una buena parte de su estrés
escaparse de él. Tal vez incluso podría ir a volar un poco. En Los
Ángeles, tenía que hacerlo en los parques, donde los humanos
no se sorprenderían por ver cisnes, pero simplemente no era lo
mismo.
De repente, un niño delgado, desnudo apareció de los
arbustos y se abalanzó sobre Brody.
—¡Papi! ¿A dónde fuiste?
Brody levantó al niño en sus brazos.
—¿No te dijo tu papá que teníamos un invitado?
Grandes ojos marrones se volvieron a Shiloh y Shiloh
sonrió al niño.
—Hola, Angel. Soy Shiloh. ¿Me recuerdas?
La cría de antílope asintió con la cabeza, con una sonrisa
tímida adornando su rostro.
—Recuerdo. El bonito pájaro.
Shiloh no pudo evitar una carcajada. Angel era realmente
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adorable.
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Por fin, llegaron a la casa, y Shiloh se dio cuenta de que
Carson esperaba en la terraza con su segundo hijo, su cachorro
león, Clark. Clark parecía descontento, y Shiloh supuso que le
habría gustado ir a buscar a su errante hermano. Los dos eran
inseparables.
Una vez que los vio, su expresión se volvió aliviada, y,
junto con Carson, hizo su camino hacia Brody y Shiloh.
Carson abrazó a Shiloh con entusiasmo.
—Hola, Shil. Me alegro de que pudieras visitarnos. Clark,
saluda a Shiloh.
El cachorro le dio una mirada evaluadora a Shiloh, como si
no supiera qué hacer con él. Shiloh ya se había encontrado con
que el joven león era bastante inteligente, muy protector con su
hermano menor, y sospechoso con los extraños.
—Hola, —dijo.
Shiloh ofreció a Clark una sonrisa.
—Hola, Clark. —Se arrodilló al lado del niño y y le estrechó
la mano.— Me alegro de verte de nuevo.
Cuando los cinco entraron en la casa, Shiloh no podía
evitar pensar que tendría un montón de diversión aquí.
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Capítulo Dos
El viento agitaba el pelo de Liam mientras conducía su
moto. Le encantaba la velocidad de conducción en carretera
abierta, la sensación de las revoluciones del motor entre sus
piernas, y sí, también amaba el peligro inherente a la misma.
Nunca usaba casco, incluso si habia tenido un par de accidentes.
A diferencia de los seres humanos, el peligro de morir en
accidentes de tráfico era muy pequeño, y más aún cuando el
vehículo en cuestión era una moto. Además, a Liam le gustaba
esto demasiado para limitarse.
Debe de haber sido la única cosa que lo mantuvo activo en
estos días. La situación en la manada se había convertido en
tóxica. Con el apareamiento de Brody, las familias de los lobos
sin pareja estaban presionando a sus hijos a sociedades
organizadas, por temor a que los hombres y las mujeres en
cuestión encontraran un compañero fuera de sus especies y más
abajo en la cadena alimenticia. El hecho de que el anciano
misteriosamente decidiera cambiar su política y no atacar a las
ovejas y otros herbívoros ya no ayudaba.
El Alfa de Liam, quien quiso la suerte que lo fuera,
también era el hermano de Brody, tuvo un momento difícil para
controlar la manada. El hombre había perdido dos betas en los
últimos años, ambos por haber tratado de matar a Brody y a
Carson, y encontrar buena ayuda demostró ser muy difícil.
Hasta ahora, Liam había servido como beta de Soren. Sin
embargo, después de la reunión con el compañero de Brody,
Soren decidió que necesitaba a Liam en la carretera y vigilando
a Brody. Aunque si Brody encontró la felicidad con su nueva
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familia, a veces cada lobo necesitaba uno de los suyos.


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Sin embargo, tal vez debería haber llamado a Brody y no
sólo dejarse caer sin previo aviso. Brody se habría enojado con
Liam y Soren por hacer de niñera para él, pero sólo aparecer
sería una grosería, incluso si eran casi hermanos. Brody tenía
un compañero ahora, y por todo lo que Liam sabía su amigo
podría estar avanzando con su compañero. Por otra parte, con
dos niños pequeños en la casa, eso era muy poco probable.
De cualquier manera, Liam llamaría, por si acaso. Estaba
lo suficientemente cerca de la casa de Brody para que su amigo
no lo rechazara.
Liam detuvo la moto, sacó su móvil y le dio al botón de
marcación rápida de su amigo. Unos segundos más tarde, Brody
contestó.
—Hey, Liam. ¿Cómo has estado, hombre?
—Bien. Bien, o algo así. —Liam hizo una pausa,
considerando la forma de abordar la cuestión. Al final, decidió
solo lanzarse justo así—. Estaba en el vecindario y me
preguntaba si podría dejarme caer por ahí.

Brody se rió, aparentemente de buen humor.


—Dejarte caer. Bien. Claro, sigue adelante. —Cambió su
tono, sonando un poco más cauto.—Una cosa, sin embargo.
¿Recuerdas al amigo de Carson, Shiloh?
Liam asintió, aunque Brody no podía verlo.
—Por supuesto. El cisne. ¿Por qué?
—Está de visita, también, —respondió Brody.— Sólo una
palabra de advertencia. Todavía es un poco receloso con los
lobos. Está acostumbrado a mí, por lo que no debería ser
demasiado gran problema.
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Liam tarareaba, pensativo, no del todo contento con este


Página

desarrollo.
Claro, él sabía que Carson también tendría amigos, y Liam
menos que nadie tenía derecho a decidir a quién podía recibir
Brody en su casa. Aun así, no podía dejar de preocuparse por los
niños. ¿Sería capaz Shiloh de tratarlos igual, con uno de ellos
siendo un carnívoro y el otro un herbívoro?
Durante los años de la separación de Brody de su
compañero, había sido tarea de Liam mantener informado a su
amigo sobre la vida de Carson. Había contratado a un
investigador privado para este propósito, sin embargo, y nunca
había visto o conocido al famoso Shiloh Holden. Sólo sabía la
información que había transmitido a Brody, que el cisne era
raro, un poco puta, pero, como cualquier persona podría decir,
un buen amigo.
—Bueno, estoy seguro de que va a estar bien, —dijo Liam a
su amigo.— ¿Están los niños bien con que Shiloh esté ahí?
—Por supuesto, —respondió Brody. Liam casi podía ver a
su amigo frunciendo el ceño, y se estremeció.— Sabes que yo
nunca los empujaría a estar en presencia de alguien que los
tratara mal.
—Lo siento, —se disculpó Liam apresuradamente.— Sé que
suena mal.
—Simplemente no lo digas delante de Shiloh. Tiene muy
mal genio. De todos modos, acércate. Los niños estarán
encantados de verte.
Se despidieron y Liam se subió a su moto otra vez de
nuevo, preguntándose cómo sería su encuentro con Shiloh.
Esperaba que Brody tuviera razón y no hubiera ningún
problema.
Una hora más tarde, Liam llegó a su destino.
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Tendría algunos problemas para conseguir que la moto
subiera la montaña -siempre los tenía- y por esa razón, Brody se
acercó a ayudarlo. De hecho, su amigo estaba ahí, sentado
frente a su camioneta, con los brazos cruzados.
Liam se bajó de su moto y se abrazó a Brody.
—Es muy bueno verte de nuevo. —Miró al otro hombre por
encima.— Te ves muy bien. —Mejor que la última vez. Clark y
Angel eran dulces, pero también eran difíciles de cuidar por
padres que no tenían experiencia, y más para una pareja que
acababan de volver a reunirse.
Brody arqueó una ceja después se disolvió en risas cuando
Liam golpeó el hombro.
—Jesús. Yo no quise decirlo así.
—Lo sé, lo sé. —Se rió Brody.— Tú sabes, Carson es genial
con los niños, pero estoy desesperado como un padre, y el
aprendizaje me está ocupando todo mi tiempo con mi
compañero, —dijo mientras ayudaba a Liam a poner la moto en
la parte trasera de la camioneta y fijarla ahí.— Con Shiloh aquí,
me las he arreglado para disfrutar de nuestros hijos, en lugar de
temer lo que vendrá en el siguiente momento.
Liam se sorprendió gratamente por el comentario.
—Bueno, entonces, tengo ganas de conocerlo.
El viaje a la casa de Brody y Carson pasó rápidamente, con
Liam poniendo al día a Brody con noticias de la manada y su
amigo recontando travesuras y logros de los niños. Cuando
salieron del coche, Brody de repente recordó decirle.
—Ah, una cosa más. Shiloh no sabe que vienes. Estaba
fuera volando cuando llamaste. Nos imaginamos que habría
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vuelto antes de que llegaras aquí, pero no lo hizo, al menos no


hasta que me fui.
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Liam se encogió de hombros. Bueno, eso podría ser
interesante. Sabía que los cisnes eran muy protectores de su
territorio, y Shiloh podría no tomar amablemente la repentina
aparición de Liam.
—Tal vez después de decir “hola” a los niños, ¿podría ir a
buscarlo? —sugirió a su amigo. Así, Shiloh se enteraría de su
presencia antes de llegar a la casa, y Liam podría explicar su
presencia aquí sin los oídos de los niños alrededor.
—Sabes, —dijo Brody,— eso podría no ser una mala idea.
Sólo sé cuidadoso. Puede ser un cascarrabias.
Liam se limitó a sonreír. Su estancia en casa de Brody ya
estaba demostrando ser más interesante de lo que había
esperado.

Shiloh aterrizó en la sombra de un pino y cambió a su


forma humana. Tomó una respiración profunda, amando al aire
fresco. Esto era vida. ¿Por qué había dejado el bosque de nuevo?
Cierto, su eterna búsqueda de una pareja. Bueno, lo que sea.
Este descanso le haría bien.
Desnudo, descansó bajo el árbol y cerró los ojos. Esta
tierra no era invadida. Se sentía seguro, y podría tomar unos
pocos momentos para relajarse. Los niños estaban en casa, a
salvo con sus padres, para que accidentalmente no se
encontraran con un Shiloh desnudo.
25

Shiloh sonrió mientras pensaba en los últimos días. Angel


y Clark lo habían animado rápidamente. Los niños y Shiloh
Página

ahora eran los mejores amigos, para deleite de Brody y Carson.


Shiloh deseaba poder quedarse aquí por más tiempo, pero
tendría que volver en unos pocos días. Tenía un trabajo y una
vida esperando en L.A. y una vez que recargara sus baterías,
podría continuar con su búsqueda de encontrar un profesor de
canto y una pareja.
Mientras pensaba en esto, se dio cuenta de que aquí, en
medio de la nada, podía practicar sin que la gente lo oyera y se
riera de él. Shiloh se apoyó contra un árbol y eligió una de sus
innumerables canciones que sabía de memoria. Era una canción
de cuna, algo que había oído a Carson cantando a sus hijos.
Justo cuando terminó la última línea, Shiloh abrió los ojos
y se quedó sin aliento. Se dio cuenta de que había estado tan
perdido en la canción que había completamente pasado por alto
al depredador que se acercaba. Y ahora, ahí, delante de él, había
un alto lobo que no hizo ningún intento por ocultar su
presencia.
—Wow, eso fue algo, —comentó el hombre.
El lobo sonrió, y Shiloh sintió que la cara se le inflamaba.
Le disparó a sus pies, mirando al desconocido.
—¿Quién demonios eres y qué estás haciendo aquí?
El hombre levantó las manos, como para señalar que
estaba desarmado. A pesar de sí mismo, Shiloh no podía dejar
de notar que era impresionantemente guapo. El viento jugaba
con los mechones negros del desconocido, haciendo que Shiloh
quisiera hacer lo mismo. Los anchos hombros del lobo podrían
rivalizar con la amplitud de los árboles a su alrededor, y sus
musculosas piernas parecían subir por kilómetros. Los rasgos
cincelados de su rostro hicieron a Shiloh pensar en los dioses
griegos de la antigüedad. Y, maldita sea, los ojos verdes que
brillaban a Shiloh, en un divertido disfraz amenazaban fundirle
26

en un charco de baba.
Página
—Whoa, precioso. No frunzas el ceño tanto. Vas a tener
arrugas, y no querríamos que eso sucediera, ahora, ¿verdad?
Shiloh nunca se había sentido tan avergonzado en toda su
vida. El hombre había oído la terrible voz cantando de Shiloh, y
estaba burlándose de él. Debió darse cuenta de que Shiloh se
sintió atraído por él, también. Los lobos podían oler ese tipo de
cosas, ¿no es verdad? Shiloh no lo sabía.
Shiloh se mordió el interior de la mejilla y se esforzó por
hacer retroceder la humillación.
—¿Por qué te importa? Y todavía no has contestado a la
pregunta. ¿Quién eres tú?
El lobo comenzó a acercarse, y, por instinto, Shiloh dio un
paso atrás. Al final, incluso si Brody fuera un buen tipo, no
significaba que todos los otros lobos fueran lo mismo. Claro,
Shiloh podía volar, pero odiaba huir sin una pelea. Por no
hablar de que odiaría marcharse sin conocer la identidad del
adonis. Céntrate, Shiloh. Este hombre te espiaba y se echó a
reír, ¿recuerdas? Es un idiota. Céntrate.

—Soy amigo de Brody, Liam Denning. Y tú debes ser


Shiloh, ¿no? Es un placer conocerte.
Shiloh deseaba que la tierra se abriera y se lo tragara en
ese momento ahí mismo. ¿Este tipo era amigo de Brody? Joder.
Lo más probable es que Shiloh se viera obligado a compartir
una casa con él. Parecía que su día de fiesta habría terminado
antes de lo que esperaba.
—Lo mismo digo. —Obligándose él mismo a tomar la
mano de Liam cuando el hombre la extendió, pero se retiró de
nuevo tan pronto como pudo. Su piel quemaba agradablemente
bien después de que el otro hombre lo hubiera tocado, y Shiloh
27

maldijo para sus adentros. Debe de haber pasado demasiado


tiempo sin tener sexo.— Brody y Carson no mencionaron que
Página

ibas a venir.
—Acabamos de hacer arreglos hoy. —Se encogió Liam.—
Me dejo caer por aquí todo el tiempo.
Eso fue apenas una explicación, y Shiloh quería
estrangular a Liam por su arrogancia. Pero ese pensamiento
trajo otro, la imagen de sus cuerpos desnudos y sudorosos
deslizándose entre sí, de la polla dura de Liam empujando
dentro de Shiloh.
Shiloh se alejó del hombre y empezó a caminar hacia la
casa, sabiendo que sólo se avergonzaría a sí mismo aún más si
se quedaba.
—¿Así que vas a pavonearte desnudo de vuelta a la casa de
Brody?, —preguntó Liam.
Shiloh se congeló en seco. Joder, se había olvidado de eso.
Tenía la ropa en la parte inferior del árbol de pino, ya que no
quería asustar a los niños y de repente aparecer delante de ellos
en forma cambiada. Aunque a Angel y a Clark les gustaba
acariciar “el hermoso pájaro”, estaban todavía acostumbrándose
a él, y Shiloh no quería pasarse.

Tomando una respiración profunda, Shiloh volvió sobre


sus pasos y se puso su ropa.
—Por supuesto, a mí mismo no me importaría en absoluto
si te quedaras desnudo, —comentó Liam.— Tienes un cuerpo
increíble.
Esta vez, Shiloh no podía contener su irritación. Le habían
dicho eso un millón de veces, por un millón de personas. Nadie
se preocupaba por lo que había dentro. Sólo veían una concha,
un cuerpo para utilizar para su placer. Liam, sin duda, sabía
todo sobre la historia de Shiloh y encontró una gran
oportunidad de disfrutar un poco, quizás experimentar con
28

alguien fuera de su especie.


Página
Tal vez la suerte de Brody lo había hecho curioso, y Shiloh,
la puta que separaba las piernas para la mitad de los cambia-
formas en L.A., estaría naturalmente ansioso por obedecer.
Furioso, Shiloh respiró hondo y se obligó a calmarse. ¿Cuál
era el motivo de enfadarse? Él había hecho su propia cama y
necesitaba dormir en ella. Tal vez acabara por dar a Liam lo que
quería. De esta forma, podrían olvidarse de este primer
espantoso encuentro. Liam podría ser capaz de simplemente
ignorarlo, y podrían pasar por ser educados entre sí, para que
no ofender a sus anfitriones.
—¿Quieres follar conmigo, Liam? —Arqueó una ceja,
ofreciendo al hombre una sonrisa seductora.— ¿Es eso lo que
estás diciendo? Porque si lo haces, estoy listo.
Los ojos de Liam se abrieron como platos, y Shiloh no
podía dejar de sentirse satisfecho con la sorpresa del lobo. Así
que, ¿el hombre quería jugar? Shiloh le mostraría cómo se
haría.
Se dirigió al lobo, poniendo un extra movimiento en las
caderas. Una vez que se paró frente a Liam, se maravilló de la
altura del hombre. Shiloh no era de ninguna manera bajo, pero
aún tenía que mirar hacia arriba para encontrarse con los ojos
de Liam. No le sorprendió, ya que Brody parecía aún más
grande, pero eso lo excitó como el infierno.
Apretó su cuerpo contra el de Liam y lamió el cuello del
lobo.
—¿Qué? No respondes ahora. Pensé que te gustaba mi
cuerpo.
Liam dejó escapar un sonido ahogado y envolvió sus
brazos alrededor de Shiloh. El calor que irradiaba el lobo era
29

increíble, y Shiloh inhaló, absorbiendo el olor del otro hombre.


Por alguna razón, sus fosas nasales parecían más sensibles a
Página

Liam que a cualquier otra cosa en el mundo.


Las manos de Liam se deslizaron debajo de la camisa, y
Shiloh no pudo contener un jadeo cuando sus pieles se pusieron
en contacto. Sintió la erección de Liam contra su cadera y, de
repente, esto dejó de ser sobre demostrar cualquier cosa. Y justo
ahí mismo, Shiloh anhelaba saborear a Liam, para envolver su
boca alrededor de la polla del lobo y chuparlo profundamente.
Soltándose de Liam, se arrodilló a los pies del lobo y
empezó a desabrochar los pantalones vaqueros del hombre. La
polla de Liam saltó de sus límites, e, imposiblemente, el corazón
de Shiloh comenzó a latir más rápido.
Agarró la dura polla en la mano, masajeando de forma
experimental, probando a ver lo que le gustaba a Liam,
alternando entre suaves golpes y apretones más duros. Liam se
apoyó contra un árbol y gruñó.
—No provoques. Chúpame.
Shiloh temblaba, y su cuerpo instintivamente obedeció la
orden de Liam. Tomó el glande en la boca, gimiendo cuando el
sabor del pre-semen de Liam golpeaba sus papilas gustativas.
En un primer momento, tomó las cosas con calma, disfrutando
de la novedad. Trazó la vena gruesa de la polla de Liam con su
lengua y luego volvió a chupar a Liam una vez más. Balanceaba
su cabeza arriba y debajo de la polla de Liam, llevándolo
profundo, tan profundo que su cara alcanzó el matorral de pelo
de Liam. Liam olía excitante, picante y erótico, y Shiloh no pudo
evitar otro gemido cuando todos los olores le asaltaron. Lo
sentía tan nuevo, y más aún desde que el sentido del olfato de
Shiloh nunca había sido estimulado durante el sexo.
Las manos de Liam alcanzaron la cabeza de Shiloh, los
fuertes dedos se enroscaron por el pelo mientras el lobo
empezaba a follar su boca. Shiloh respiraba por la nariz y se
centró en dar simplemente placer al hombre frente a él. Sabía
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que era un experto en sexo oral, pero, por alguna razón, quería
Página

hacer que esta mamada fuera especialmente espectacular.


Permitió a Liam ir hasta el final de su garganta y tragó, su
excitación disparándose al cielo cuando el lobo aulló su nombre.
Desesperado, Shiloh buscó sus propios pantalones y luchó
con la cremallera, jadeando de alivio cuando su propio puño se
cerró en su polla. Se golpeó furiosamente, la lujuria fluyendo
sobre él en oleadas. Liam siguió empujando su polla dentro y
fuera de su boca, y, curiosamente, le parecía a Shiloh que casi
podía sentir el placer de Liam también, como si el hombre
estuviera transmitiendo sensaciones que corrían a través de él.
El pensamiento casi lo distrajo, pero el éxtasis era demasiado
poderoso para ser contenido incluso por ideas tan extrañas.
Shiloh sólo aceptó todo, aceptó la felicidad que Liam le dio, y le
ofreció todo lo que sabía a cambio.
Con otro aullido, Liam se corrió, llenando la boca con la
semilla de Shiloh. El sabor del esperma de Liam y el
conocimiento del placer del lobo puso a Shiloh sobre el borde
también. Encontró su clímax, su polla chorreando por todo el
césped, y, curiosamente, los zapatos de Liam.
A Liam sin embargo, no pareció importarle. En su lugar,
levantó a Shiloh, efectivamente separándole de su premio.
Shiloh habría protestado, que ya anhelaba la polla de Liam en
su boca. Pero entonces, Liam presionó sus labios en un beso que
hizo que sus dedos se doblaran, y Shiloh se derritió, apenas
incluso recordando por qué había querido protestar. Su cuerpo
todavía zumbaba con las consecuencias de su orgasmo, y cada
uno de sus nervios hormigueaba por la proximidad de Liam. Se
estaba ahogando en Liam, y no quería ser salvado.
Por fin, se separaron, y Liam le sonrió. Shiloh comenzó a
devolverle la sonrisa, pero cuando miró a Liam, se dio cuenta de
algo terrible. Si no tenía cuidado, podría fácilmente enamorarse
de este adictivo hombre. No podría en ningún caso hacer eso.
31

Para Liam, él no era más que una jodida y nada más.


Página
Liam no podía creer su suerte. Lo último que había
esperado cuando había venido de visita era encontrar a su
pareja. ¿Quién habría pensado que sería Shiloh Holden? Si tan
sólo hubiera sabido antes, habría ya reclamado al hombre hace
mucho tiempo.
Había estado explorando el bosque cuando había oído el
alto tono de voz cantando algo que sonaba como una canción de
cuna. Era bastante malo, pero en un sentido, Liam había
sentido la emoción que el cantante puso en la melodía. Lo
llamaba y siguió la voz, sólo para encontrarse a sí mismo frente
a la más caliente visión que nunca hubiera visto, un rubio
hermoso, esbelto, con un cuerpo que parecía esculpido por los
dioses.
Liam no podía recordar todo lo que le había dicho a
Shiloh. Sabía que había caído en su viejo hábito de burlarse
cuando estaba nervioso, pero su compañero parecía haber
entendido que era de carácter burlón y nada más.
Le sonrió a su compañero, y por unos momentos, pensó
que Shiloh le devolvió la sonrisa. Pero entonces, la expresión del
cisne se cerró y se apartó de Liam. Comenzó a limpiarse él
mismo y a organizar su ropa en movimientos rápidos y
eficientes.
—Está bien. Ya está. Problema resuelto.
Liam parpadeó en confusión. Problema resuelto. ¿Qué
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demonios?
Página

—Shiloh, ¿qué?
—Querías un poco de diversión rápida ¿No? —Cuando
Shiloh le miró de nuevo, sonrió, pero no llegó a sus ojos. De
hecho, esos hermosos orbes negros parecían tan fríos como la
noche más oscura.— Ahí la tienes.
Liam se quedó boquiabierto, preguntándose cómo podía
haber malinterpretado el comportamiento de su compañero tan
mal.
—Así que vas a darme la espalda, así como así, —preguntó
en incrédula sorpresa.
Shiloh arqueó una ceja.
—¿Qué? ¿Esperabas algo más?
La sangre rugía en los oídos de Liam. Sus sueños de una
vida feliz acoplado se derrumbaban a su alrededor. Recordó a
Shiloh dormido en torno a muchos, y la ira corrió por él al darse
cuenta de lo que su compañero había, esencialmente, hecho con
él ahora que habían follado.
Liam respiró hondo, tratando de calmarse. Esto no era
sobre los anteriores hábitos románticos de Shiloh. Pasara lo que
pasara, Liam no permitiría que su compañero volviera a eso.
Podrían estar genial juntos, sólo lo sabía.
Por desgracia, Liam la había fastidiado por completo con
sus bromas. Shiloh obviamente no entendía que Liam no tenía
la intención de burlarse de él. Por no hablar de que,
independientemente de las vidas de sus amigos, Liam y Shiloh
seguían siendo depredador y presa. Era natural que Shiloh fuera
reacio a entablar amistad. Liam necesitaba dar marcha atrás tan
pronto como fuera posible y, con suerte, conseguiría otra
oportunidad.
—Mira, lo siento, ¿de acuerdo? —dijo.— Empezamos con el
33

pie izquierdo. ¿Podemos tal vez empezar otra vez?


Página

Shiloh frunció el ceño.


—¿Por qué demonios querrías eso? ¿Qué vas a querer de
mí? —Dejó escapar un profundo suspiro.— Mira, si quieres mi
culo, vas a tener que esperar hasta mañana. Brody, Carson, y los
niños deben estar preguntándose dónde estamos, y no quiero
volver a casa oliendo a sexo más de lo que ya lo hago.
El enfoque sensato desconcertó a Liam. ¿Significaba
realmente el sexo tan poco para Shiloh? ¿Daba su cuerpo a
todos los que le querían? ¿Por qué? Claro, eran cambia-formas,
y tomaban su placer cada vez que podían, pero de alguna
manera, esto parecía diferente.
El lobo dentro de Liam gimió, y sintió un dolor oculto en el
interior de Shiloh. Quizás su compañero había disfrutado del
aspecto físico de lo que habían hecho, pero desde luego no le
gustaba Liam demasiado en estos momentos. Liam tragó el
nudo en la garganta al darse cuenta de que se había comportado
como un idiota y usó a su compañero.
—No, no es así, —se apresuró a decir.— Esto fue un error.
Por unos momentos, la fachada seductora de Shiloh vaciló.
Liam vio el dolor detrás de la máscara. Pero entonces, la pared
estaba retrocediendo, y se encogió de Shiloh.
—Oh, está bien, entonces. Volvamos. Estoy seguro de que
Carson y Brody estarán encantados con que seamos agradables
el uno con el otro.
Shiloh se dio la vuelta, obviamente con la intención de
irse, pero Liam cogió su mano y detuvo a su compañero.
—No lo hagas. Espera, por favor. Lo siento.
Shiloh no lo miró.
—No tienes nada que lamentar. Fue sólo sexo sin
34

compromiso.
Página
—¿Puedo por lo menos compensarte de alguna manera? —
preguntó Liam desesperadamente. Estaba perdiendo cada vez
más terreno. Maldijo su propia estupidez por haber hablado así
a Shiloh en primer lugar.
Para su sorpresa, esta vez, Shiloh se volvió hacia él.
—En realidad, sí. No saques a colación mi canto a nadie.
De hecho, vamos a ser civilizados el uno con el otro mientras
nos quedemos aquí y luego pretender que nunca nos hemos
visto. Y debemos guardar todo este episodio a Carson y Brody,
también. No tiene sentido ponerlos inquietos por nada,
¿verdad? Me iré pronto de todos modos, así que no debería ser
muy difícil.
Liam se sentía como si hubiera sido golpeado por un
camión. Cuando Shiloh se alejó de él, ni siquiera pudo hacer que
sus músculos se movieran. Completamente congelado, sólo
observó a su compañero desaparecer en el bosque de nuevo.
¿Cómo pudieron las cosas ir desde la perfección a la basura en
sólo unos segundos?

35
Página
Capítulo Tres
Shiloh hizo su camino de regreso hacia la casa, todavía en
las nubes. Detrás de él, oyó el ocasional aullido del lobo, y le
dolía el corazón cada vez que el sonido hacía eco a través de él.
Parecía contener tanta soledad y dolor, y cantaba una historia
de dolor y abandono. Pero Shiloh se obligó a no pensar en esas
cosas. Era una estupidez. Debía estar imaginando cosas a causa
de su extraño encuentro con Liam. Tenía que sacar al hombre
de su cabeza y calmarse.
Se detuvo junto a un pequeño arroyo para limpiarse mejor,
y luego reanudó su caminata. Finalmente, llegó a casa de Carson
y Brody. Las luces estaban encendidas, y Shiloh se permitió
entrar
—Hola, —gritó.—Estoy de vuelta.
—En la cocina, —dijo Carson inútilmente. Shiloh ya había
descubierto la ubicación de su amigo.
Cuando llegó a la zona de la cocina, atrapó la visión de
Angel y Clark jugando en el cuarto de al lado, justo a la vista de
sus padres.
—Tío Shiloh, —Angel le saludó con una sonrisa.— Has
vuelto.
Se arrojó a Shiloh y lo abrazó con entusiasmo. Clark
abrazó a Shiloh también.
—¿Quieres jugar con nosotros? Papá dice que no podemos
salir si no estamos bajo supervisión.
36
Página
Sonaba bastante apagado por el hecho, pero Shiloh
entendía la protección de Brody. Angel y Clark eran todavía muy
jóvenes. Incluso si habían pasado por más cosas que otros niños
de su edad, no podían sólo andar vagando en el bosque sin un
adulto vigilándolos detrás.
—Vamos a ver lo que tus padres dicen primero, —
respondió.
—Después de la cena, —gritó Brody, obviamente habiendo
oído el intercambio.— Vamos a tener carne, poco hecha, sólo de
la forma que a nuestro león favorito le gusta.
—Y ensalada fresa de espinaca, para nuestros querido
antílope, —añadió Carson.
Los niños aplaudieron, y Shiloh sacudió divertido la
cabeza. Revolvió su cabello y luego se dirigió a la cocina. Los dos
chicos serían buenos después de la promesa del festín por venir.
Brody se mantuvo ocupado alrededor del horno, expertamente
dando la vuelta al bistec. A juzgar por los fuertes olores, la
comida estaría lista pronto.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó de forma automática. No


era muy buen cocinero, pero sabía su camino alrededor de
ensaladas y varios platos vegetarianos, y lo hacía de vez en
cuando chapoteado con pescado frito.
Carson negó con la cabeza.
—Está bien. Eres un invitado. Y, además, casi hemos
terminado. —Le dio una mirada inquisitiva a Shiloh mientras
recogía algunos de los ingredientes en un bol, empezando a
hacer una ensalada.— El amigo de Brody, Liam llegó hoy. Se
suponía que iba a ir a buscarte. ¿No te atropezaste con él?
Shiloh asintió con la cabeza, tratando de dejar hacia atrás
37

la incomodidad.
Página
Las palabras de Carson habían sacado de nuevo sus
emociones contradictorias que había logrado alejar mientras se
centraba en los niños.
—Nos encontramos, sí. Debería estar de vuelta pronto,
también.
—¿Por qué no volvieron juntos? —Preguntó Brody.— ¿Algo
va mal?
Afortunadamente, Shiloh no se vio obligado a mentir a sus
amigos. De repente, Brody se dio la vuelta e inclinó la cabeza.
Shiloh supo de inmediato que Liam había llegado también.
—Ahí tienes, —dijo.— Ya está aquí, también.
Y con eso, huyó de la cocina y regresó al lado de los niños.
Fue cobarde por su parte ocultarse detrás de su inocencia, pero
¿qué otra cosa podía hacer? Carson lo conocía bien, y lo último
que quería Shiloh era traer su drama a la casa de su amigo.

Cuando Liam regresó a la casa, encontró a sus amigos en


medio de los preparativos para la cena. Se dirigió hacia la
cocina, con la intención de echar a Brody una mano, y al mismo
tiempo saber si Shiloh estaría en esa dirección. Cuando llegó a
su destino, se congeló en seco.
En la habitación contigua a la cocina, Angel y Clark
estaban rodando alrededor, riendo con Shiloh. El cisne permitió
a los dos niños asaltarle por encima, haciéndoles cosquillas,
38

pareciendo despreocupado y hermoso.


Página
Si el cuerpo desnudo de Shiloh le había despertado los
instintos básicos de Liam, ver esto lo atrajo de otra manera. Se
imaginó a Shiloh con su hijo. Claro, sería un poco difícil hasta
que lograran adoptar o algo, pero Shiloh sería un gran padre.
Liam quería eso. Quería una familia con su pareja.
Y luego, Shiloh levantó la vista, y por un breve instante,
sus miradas se encontraron y se sostuvieron. Liam tenía la
impresión de que sabía exactamente lo que Shiloh estaba
pensando. Sin embargo, el momento se rompió cuando Shiloh
desvió la mirada y Liam se dio cuenta de la voz de Brody
llamándole.
—Hey, hombre. Nos preguntábamos dónde te habías ido.
—Sólo admirando las vistas, —dijo Liam.— Es increíble.
Se dio cuenta de que inadvertidamente había lanzado una
insinuación sobre Shiloh e hizo una mueca. Afortunadamente,
el cisne parecía centrado en los niños y no reaccionó.
—Lo es, —respondió Brody.— Hey, los niños estaban
extrañandote. ¿Por qué no vas a saludarlos? La cena estará lista
en un momento.
Liam se hubiera reído de la domesticidad de todo, excepto
que las palabras de Brody efectivamente lo enviaron a las
proximidades de Shiloh. Mientras que Liam no podía imaginar
un mejor lugar para estar, no creía que a su compañero le
gustara mucho en estos momentos.
Sin embargo, no podía exactamente decir “no”. En primer
lugar, Brody se daría cuenta de que algo no estaba del todo bien,
y en segundo lugar, no lo quería. Se unió a los niños y a Shiloh y
se sentó con las piernas cruzadas sobre el suelo. Unos segundos
más tarde, Angel se abalanzó sobre él con su típico entusiasmo.
39

—¡Tío Liam! Te fuiste hace mucho tiempo. ¿Dónde


Página

estabas?
Liam se echó a reír y le robó un vistazo a Shiloh, sin saber
qué decir. Su compañero había querido mantener en secreto su
encuentro, y Liam no estaba seguro si debía mencionarlo.
—Tu tío Liam se encontró conmigo, Angel, —Shiloh le
ayudó.
Parecía que Shiloh no negaría su encuentro y contacto.
Bien, eso sería más fácil con lo que trabajar, por lo menos.
—Sí, —añadió.— Pero me tienes todo para ti ahora.
Angel se echó a reír, y Liam empezó a hacerle cosquillas al
hijo de su amigo.
—¿Quién es mi pequeño tirano?
Los cuatro jugaron juntos durante unos minutos, hasta
que, finalmente, Brody apareció en la habitación.
—La cena está lista. Vamos, chicos. Vamos a que se laven
las manos.
Angel y Clark siguieron obedientemente detrás de Brody y
salieron de la habitación. Con los niños desaparecidos, la
torpeza cayó entre Liam y Shiloh. Se levantaron y se miraron el
uno al otro.
—Yo creo… —Liam comenzó a decir.
Al mismo tiempo, Shiloh habló también.
—Tal vez…
Se detuvieron, se miraron un poco más, y luego Liam tomó
una honda respiración y añadió.
—Tú primero.
—No, está bien, —dijo Shiloh.— Tú primero.
40

Liam habría insistido, pero sabía que podía seguir así para
Página

siempre sin llegar a un resultado.


En un principio había previsto decir que debería ir a
lavarse, también, pero ahora, pensó que podría utilizar esta
oportunidad para pedir disculpas.
—Acerca de antes… No era mi intención ofenderte.
Shiloh suspiró.
—Mira, ya he dicho que está bien. Además, ya no voy a
hablar de eso. Vamos. Debemos prepararnos para la cena, bien.
Liam se habría reído ante el hecho de que, obviamente,
habían estado pensando lo mismo, pero la actitud desdeñosa de
Shiloh cortó su corazón. Tenía su trabajo hecho si iba a
conseguir que su compañero lo perdonara.
Unos minutos más tarde, todos se sentaron en la mesa de
la cena. Carson y Brody habían cocinado una deliciosa comida,
añadiendo grandes postres al plato principal. Liam notó
distraídamente que Brody mordisqueó algunas verduras y
Carson añadió un poco de carne a su plato. Ocultó una sonrisa
cuando se dio cuenta del esfuerzo que sus amigos estaban
haciendo para que sus niños se sintieran como en casa. Los
niños parecían saberlo tambien, porque en un momento, Clark
le arrebató el trozo de carne del plato de Carson y se lo tragó con
una sonrisa.
—La carne es deliciosa, papá. Gracias.
Carson se rió de su niño precoz.
—No puedo ganar contigo, ¿verdad?
Observando a la familia feliz hizo que confusas emociones
se arrremolinaran a través de Liam. Por accidente o por el
destino, Shiloh estaba sentado a la derecha frente a él, y Liam
no podía evitar robar el ocasional vistazo a su compañero. A
41

veces, pensaba que Shiloh estaba haciendo la misma cosa.


Página
Liam se preguntó qué veía Shiloh cuando miraba a Brody y
a Carson con sus hijos. ¿Se imaginaba a sí mismo con una
familia como Liam lo hacía?
El ambiente cálido mantuvo la situación extraña entre
Liam y Shiloh, de manifestarse, y la cena transcurrió sin
incidentes. Después de limpiar la mesa, todos salieron y se
transformaron en forma animal. Lo hicieron, paso a paso, para
no tomar a los niños por sorpresa, y Liam entendió que sus
amigos estaban haciendo que sus hijos se acostumbraran a
otros cambia-formas.
A pesar de ser la única ave, Shiloh no parecía incómodo en
absoluto. Permitió que el pequeño cachorro de león y el antílope
lo olieran, batiendo sus enormes alas alrededor de vez en
cuando, para gran deleite de los niños.
Liam sólo los observaba, su bestia anhelaba a Shiloh.
Quería reclamar a su compañero, para tener sus cuerpos juntos,
para joderlo hasta que ninguno de los dos pudiera caminar.
Pero al mismo tiempo, quería un futuro con su compañero,
plagado de cercas blancas, una casa, dos niños -sin perro, sin
embargo, ya que los caninos domésticos no eran como los lobos.
Brody se paseó a su lado y le dio una mirada penetrante.
Incluso en esta forma, Liam podía decir lo que su amigo estaba
pensando. Estaba atrapado. Brody hizo un gesto hacia el bosque
con su hocico y aulló, diciéndole en la forma de los lobos que lo
siguiera para correr. Liam se resistía a dejar a su pareja recién
descubierta, pero tal vez hablar con Brody le haría algún bien.
Como tal, siguió a su amigo al bosque. Durante unos
minutos, se quedaron en silencio, hombro con hombro, y se
sentía como si nada hubiera cambiado, como si estuvieran de
vuelta en la manada de Soren, hacía años, antes de que Brody
encontrara a Carson.
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Página
Por fin, Brody se detuvo y cambió a su forma humana.
Cuando Liam hizo lo mismo, se dio cuenta de que las cosas
habían cambiado. Brody tenía una familia, y el mismo Liam
acababa de encontrar a su pareja. Pero a pesar de que sus vidas
podían haber tomado giros inesperados, Brody y Liam eran
todavía los mejores amigos. Si alguien podía ayudar a Liam a
salir de este lío, era Brody.
—Así que, ¿quieres decirme que era lo que pasaba en la
casa? —Preguntó Brody.— ¿Hay algún problema con Shiloh?
—En realidad, sí, —respondió Liam.— Él es mi pareja, y la
fastidié cuando nos encontramos.
Brody parpadeó, tomó unos segundos mientras procesaba
aparentemente las palabras de Liam, y luego sonrió.
—Lo sabía. —Levantó su puño en el aire.— Voy a tener
diversión esta noche.
Liam le lanzó una mirada aturdida.
—Carson y yo hicimos una apuesta —explicó su amigo.—
Quien ganara consiguiría una mamada del perdedor.
Liam sacudió la cabeza, sin saber que la conversación se
había descarrilado tanto.
—Jesús, Brody. No puedo creer que hagas una apuesta con
mi vida amorosa. Y además, habrías conseguido una mamada
de cualquier manera.
—Ese no es el punto. Es el principio lo que cuenta. —Brody
se encogió de hombros, y luego su expresión se volvió seria.—
Ahora dime, ¿Es muy grave? Tal vez pueda ayudar.
—Es malo. Peor que malo. —Suspiró Liam.— Ni siquiera
puedo decirte todo porque él me prohibió hacerlo, pero basta
43

con decir que está enojado conmigo, y con buena razón.


Página

Brody arqueó una ceja.


—Hmm… Bueno, ¿has pedido disculpas?
Liam asintió miserablemente. —No quiere oírlo. ¿Qué es lo
que haces cuando Carson se enoja contigo? —Seguramente, los
dos hombres peleaban, también. Todas las parejas se peleaban.
—Le consigo rosas, —respondió Brody.
—¿Rosas? —Repitió Liam. De alguna manera, no podía
imaginar a su amigo en una posición de Romeo ofreciendo a su
compañero un ramo de rosas.
—Así es. —Brody asintió.— Se las come. Literalmente.
¿Quién sabía que las rosas eran afrodisíacas para los corderos?
—Está bien, TMI1 . —Liam estaba empezando a dudar de
que Brody pudiera ayudar después de todo.— Dudo mucho de
que vaya a funcionar con Shiloh.
Brody parecía pensativo.
—Es una situación diferente. Necesitas cortejarlo, hacer
que te acepte como tu compañero. ¿Cuales son los hábitos de
apareamiento de un cisne?
Liam estaba en blanco sobre eso. No tenía ni idea. No
sabía mucho de su compañero en primer lugar. Los informes
policiales no habían proporcionado ninguna información sobre
el verdadero Shiloh, el que estaba detrás de la máscara, y Shiloh
no parecía comunicativo con la información.
—Oh, Dios mío, no lo sé. ¿Qué voy a hacer?
—Cálmate. Respira. Carson es el mejor amigo de Shiloh.
Está obligado a saber algo que te ayude.
—Pero ¿crees que nos lo va a contar? —preguntó Liam.
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Página

1
TMI, Too much information. Demasiada información.
—No sé si es un secreto, y no le preguntaría sobre eso —
respondió Brody.— Pero no creo que vaya a ser necesario.
Vamos. Volvamos a casa. Va a estar bien. Ya lo verás.
Cambiaron de nuevo en su forma de lobo y se dirigieron
hacia la casa. La noche había caído ya en el momento en que
llegaron a ella. Shiloh estaba esperando en la terraza, solo,
sumido en sus pensamientos.
—Carson está metiendo a los niños en la cama, —dijo
mientras los veía.— Ve adentro, Brody. Probablemente te está
esperando.
Brody caminó al interior de la casa, pero Liam se quedó
atrás. Saltó a la terraza y se dirigió a su compañero. Puso su
cabeza en el regazo de Shiloh y miró el precioso perfil de Shiloh,
tratando sin palabras de transmitir su pesar.
—No me mires con esos ojos. —Shiloh frunció el ceño
hacia él.—No puedo estar enojado contigo cuando me miras de
esa manera.
¿Y porque es eso algo malo? Liam quería preguntar, pero
desde que se había quedado en esa forma, no lo hizo. En su
lugar, se aprovechó del hecho de que Shiloh no se apartó. Se
subió encima de Shiloh, lamiendo su cara con entusiasmo.
Shiloh trató de empujarlo, pero el esfuerzo fue poco
entusiasta en el mejor de los casos. Por último, Shiloh recostó
su espalda en la terraza, con Liam junto a él. La noche había
caído, y los grillos habían comenzado su dulce concierto. Más
allá de la terraza y los árboles, Liam podía ver las estrellas
destellar, como diciendo hola.
—¿Qué quieres de mí? —dijo Shiloh suavemente.— En
serio, Liam, te dije que no hay necesidad de disculparse o
45

cortejarme o lo que sea que crees que estás haciendo. Fue sólo
sexo sin compromiso, y nada más.
Página
Era la primera vez que Shiloh le había llamado por su
nombre. Liam encontró que le gustaba la forma en que sonaba
en los labios de su pareja. Sin embargo, no hizo mucho aprecio
o acuerdo con las palabras de Shiloh. En forma de lobo, no
podía hacer mucho con ellas, sin embargo, así que cambió de
nuevo a su forma humana.
—Shiloh, bebé, eso no es cierto. Sé que la jodí. Vamos a
empezar de nuevo. Por favor.
Shiloh suspiró, pero parecía más cerca de ceder.
—Supongo que pudo ser que te juzgara con demasiada
dureza. Bien. No hay ninguna razón por la que no podamos ser
amigos.
“Amigos” no era exactamente lo que Liam tenía en mente,
pero era un paso en la dirección correcta.
—Siento que sin querer te insultara. No debería haber
espiado o dicho eso. Sólo se me escapan cosas estúpidas cuando
estoy nervioso.
Shiloh se rió con auto-desaprobación.
—No importa. Sé que tengo una voz horrible. Quiero decir,
todos los profesores de canto en Los Angeles no se cansan de
decirlo.
—¿Quieres aprender a cantar? —preguntó Liam. Esa era
una pequeña pieza de información en la que podía trabajar.
—¿Tienes que sonar tan sorprendido? —Shiloh disparó de
nuevo, y ahora sonaba irritado de nuevo.— Sé que soy un cisne,
y los cisnes carecen de oído musical, pero nada es imposible si
sólo lo intentas.
Liam no dejó que la bravata de su compañero lo influyera.
46

Podía ver el miedo y el dolor ocultarse detrás de todo.


Página
—Estoy de acuerdo, —respondió.— Y estoy gratamente
sorprendido. Me gusta la música, también. De hecho, cuando yo
era más joven, solía cantar.
Shiloh le dirigió una mirada incrédula.
—No puedes estar hablando en serio. ¿Un lobo que sabe
cantar?
—No parezcas tan sorprendido. —Esta vez, Liam se
permitió reír.—Los lobos tienen realmente buenas voces
cantando. Eso sí, no soy un Andrea Bocelli, pero era agradable
simplemente disfrutar de la música, ¿sabes? A veces, me
gustaría salir de la tierra de la manada, agarrar mi guitarra, y
solo soltarme. Era lo más parecido a la caza que he
experimentado en forma humana.
Le pareció tan extraño que la confesión saliera de él. Sólo
Brody sabía de su afición anterior, y lo mucho que había
significado para él. De alguna manera, con Shiloh, hablar de eso
vino de forma natural.
Shiloh lo miró, sus ojos escudriñando a Liam en la
oscuridad, como si tratara de ver en su alma.
—Pero si te gustaba la música, ¿por qué dejar de cantar?
Liam se encogió de hombros.
—La vida. A cierta edad, ya no tenía tiempo para estar libre
de preocupaciones. Tenía que cazar, proteger a la manada, ir a
explorar para mi Alfa. Las cosas dejaron de ser fáciles. Pero
todavía canto de vez en cuando, a mi manera. —Todos los lobos
lo hacían, si sabían o no. Shiloh sonrió.
—Me alegro. Un don como ese no debe ser nunca
abandonado.
47
Página
Se hizo el silencio de nuevo, y Liam luchó por resultar con
algo para mantener la camaradería, para evitar que su
compañero se fuera. ¿Qué había dicho Brody? Encontrar lo que
le gustaba. Bueno, lo sabía ahora, pero ¿cómo iba a usarlo?
Una idea finalmente se le ocurrió, y antes de que pudiera
cambiar de opinión, le espetó.
—Podría enseñarte, si quieres.
Por un momento, pensó que la había jodido aún más, pero
entonces, Shiloh habló.
—¿Harías eso?
Liam asintió.
—Eso sí, nunca he probado antes, pero si estás dispuesto,
podríamos hacer el intento.
El rostro de Shiloh se iluminó con una sonrisa que podría
haber enviado toda la noche lejos.
—Me gustaría eso.

Escondido en las sombras, un hombre observaba a los dos


cambia-formas juntos. Se había ocupado de encontrar un buen
escondite, donde no pudiera ser detectado, pero no podía
exactamente irrumpir y separarlos.
Mordiéndose las uñas, consideró sus opciones. Al final,
48

cuando analizó a los dos hombres una vez más, decidió que no
podía durar de todos modos.
Página
Un lobo y un cisne no iban bien juntos. Finalmente, se
irían por lados separados, y entonces él estaría dispuesto a
hacer su movimiento.

49
Página
Capítulo Cuatro
Al día siguiente, los preparativos para las clases de canto
de Shiloh empezaron. Para ayudar con este nuevo plan, Carson
y Brody les hicieron un delicioso almuerzo y los despidieron en
el bosque. A juzgar por las sonrisas en los rostros de los dos
hombres, Shiloh sospechaba que pensaban más que en las
clases de canto que tendrían lugar. Era muy posible, ya que la
atracción entre Shiloh y Liam seguía siendo tan fuerte como
siempre.
Liam lo condujo a través del bosque, diciendo que conocía
un lugar que sería ideal para el propósito de las lecciones. Al
parecer, Liam había estado aquí más a menudo que Shiloh y
había explorado la zona mucho.
Finalmente se detuvieron en un lugar alto en la montaña.
El día era claro, y desde esta altura, se podía ver todo el camino
hacia abajo. Shiloh se sintió impresionado por la magnificencia
de la naturaleza, y sabía que tenía que agradecer a Liam por
compartir esto con él.
—Se está realmente muy bien aquí—, dijo Shiloh. —Me
alegro de que me trajeras. Gracias.
—No hay de qué.— Liam sonrió y acarició un lugar a su
lado sobre la hierba. —Ahora ven aquí, mi querido estudiante.
Tenemos una lección prevista.
Shiloh diligentemente obedeció. A la oferta de Liam, se
sentó y comenzó a cantar. Al terminar la melodía, esperó el
veredicto de Liam.
50
Página
—Estás forzando tu voz—, dijo Liam al fin. —La música -
como la mayoría de las artes- tiene que ver con la creatividad.
Te estás empujando a ti mismo para que suene como otras aves.
Shiloh parpadeó. ¿Estaba realmente haciendo eso por su
terquedad en aprender a cantar?
—¿Así que no hay esperanza, entonces?—, preguntó, con el
corazón cayendo.
—Yo no he dicho eso—, respondió Liam. —Sólo tienes que
encontrar tu propia individualidad, tu propio estilo. No pienses
en cómo alguien más canta esa canción. Piense en lo que evoca
dentro de ti. Hazlo a tu manera.
A Shiloh le gustaba el sonido de eso, aunque sólo fuera
porque le dio una libertad que nunca había experimentado
antes. No sabía cuánto progreso hizo durante el día, pero sin
duda tuvo diversión, más diversión de la que había tenido en
mucho tiempo. Cantó hasta que no pudo más, y entonces
hablaron, rieron y corrieron juntos. Cambiaron a su segunda
forma y Shiloh se permitió sentir la seda del pelaje de Liam de
nuevo. A su vez, Liam tocó sus plumas, como lobo y como
hombre, siempre con una sonrisa que hizo que las entrañas de
Shiloh hicieran una divertida danza. Comieron a la sombra de
los árboles y sólo se sentaron uno al lado del otro, mirando las
esponjosas nubes.
Fue una sencilla alegría que Shiloh no pudo evitar sino
relajarse. Cerró los ojos y se acurrucó junto al calor de Liam.
Casi había caído dormido cuando Liam de pronto empezó a
hablar.
—Tengo una confesión que hacer, por lo de ayer.
Al instante, todo deseo de dormir huyó. Joder. Había
51

sabido que era demasiado bueno para ser verdad. Al final, Liam
realmente sólo quería un divertido jugueteo y había estado
Página

jugando con él todo el tiempo.


No confiaba en que su voz no temblara, simplemente dijo.
—¿Ah, sí?
Como si lo animara, Liam continuó.
—Ya hemos establecido que actué como un complet
imbécil. Pero ¿recuerdas, cuando te dije que tenía una razón
para eso?
Sí, Shiloh recordaba. Había sido un comentario extraño,
Liam alegando que decía cosas estúpidas cuando estaba
nervioso. Shiloh no entendía por qué Liam estaría nervioso. Tal
vez el hombre lo explicara ahora.
Liam le atrajo cerca, le dio la vuelta, y obligó a sus ojos a
encontrarse.
—Podrías no estar listo para escuchar esto, pero tengo que
decirlo, o si no voy a estallar. Eres mi pareja, Shiloh.
Shiloh se quedó mirando. Una parte de él no se sorprendió
por las palabras. Había sentido algo especial entre ellos, algo
que realmente no podía explicar. ¿Era esto lo que otros cisnes
experimentaban con sus parejas? Si era así, ¿cómo funcionaba
con otros cambia-formas? La visión de Brody y Carson juntos
era alentadora, y, supuestamente, los lobos se apareaban de por
vida. ¿Pero Liam quería todo eso con él?
Shiloh se mordió el labio.
—Yo... no sé qué decir.
—Sólo tienes que decir “sí”—, respondió Liam, su voz como
la miel. —Yo me encargaré de esto a partir de ahora.
A Shiloh le hubiera gustado mucho hacerlo, pero sentía
miedo. Esto no era como ninguna de las veces que había ido a
52

casa con un hombre, sabiendo que a la mañana siguiente le


mostraría la puerta y nunca le llamaría de nuevo.
Página
Esto significaba mucho más, y Shiloh no creía que pudiera
recuperarse si Liam resultara ser un idiota como todos los
demás hombres que había conocido.
—Tengo que pensar en esto durante un rato.
Liam parecía decepcionado, pero asintió con la cabeza,
acariciando la mejilla de Shiloh suavemente.
—Yo no quiero que te apresures con nada. Tómate tu
tiempo. Voy a estar esperando.
A pesar de las palabras de Liam, Shiloh podía sentir dolor
en el otro hombre, y se sintió muy mal por eso. Sin embargo, la
duda persistiendo en su interior no le permitió alcanzarlo como
él hubiera querido hacerlo. Se quedaron en la zona durante
unos minutos más, pero el silencio era tenso y ahora incómodo,
pesado con el conocimiento de la negativa de Shiloh.
Cuando por fin llegaron a la casa, Liam picoteó la mejilla
de Shiloh y luego entró en la casa sin decir palabra. Incluso ese
ligero toque inflamó los sentidos de Shiloh, y se maldijo por
haber causado la grieta entre ellos.
Frustrado, se sentó en la terraza, al igual que lo había
hecho el día anterior cuando Liam había ido a verlo. Unos
momentos más tarde, Carson llegó y se sentó a su lado.
—Hey, ¿qué pasa? ¿Todo está bien?
Shiloh se apoyó en el hombro de su amigo. Tanto si le
gustaba como si no, Carson se preocuparía por él. Infiernos,
Carson y su compañero estaban ya haciendo de casamenteros.
Era muy posible que Liam hubiera ya mencionado el vínculo
entre él y Shiloh a Brody. Ocultarlo a Carson sería grosero e
inútil.
53

—Dijo que es mi compañero—, respondió a la pregunta de


Carson.
Página
—Felicidades—, dijo Carson. —Entonces, ¿cuál es el
problema entonces?
—No lo acepté—, respondió malhumorado Shiloh.
Carson se aferró a sus hombros y forzó a sus ojos a
encontrarse.
—¿Qué? ¿Por qué?
—No sé si esto va a funcionar, Carson. ¿Qué ve en mí de
todos modos?
Carson se lo quedó mirando como si nunca hubiera visto
antes a Shiloh.
—Eres hermoso, divertido, justo para hacer una lista de un
par de cualidades. ¿Por qué no le gustarías?
Shiloh se limpió las palmas de sus manos sudorosas contra
sus pantalones.
—Es un lobo.
—¿Y qué?—, preguntó Carson. —Brody es uno, también.
Liam ha sido genial sobre el acoplamiento entre Brody y yo.
Shiloh se separó de su amigo.
—No es lo mismo. Tú no eres como yo.
Carson frunció el ceño.
—¿De dónde viene todo esto? No somos exactamente lo
mismo, por supuesto, pero eso no significa nada para ti y para
Liam.
La ira se levantó dentro de Shiloh.
—Tú no lo entiendes, ¿verdad?—, dijo. —Yo soy una puta,
54

¿de acuerdo? Tú eras virgen cuando te apareaste con Brody. Por


supuesto que te amará. Quiero decir, ¿quién no lo haría? ¿Pero
Página

yo? ¿Quién me querría? Soy un bien usado.


Los ojos de Carson se abrieron como platos, y cuando se
hizo el silencio entre ambos, Shiloh se dio cuenta de que había
estado gritando. Su corazón cayó cuando se volvió y vio a Liam y
a Brody en la puerta, con los ojos fijos en él. ¿Cuánto tiempo
habían estado ahí?
Y para empeorar las cosas, la cabeza de Angel apareció
desde la casa.
—Papá, ¿qué es un bien usado?—, preguntó.
Una vena en la frente de Brody tembló.
—Nada, hombrecito. Ve dentro y quedate con Clark.
La culpa fluía a través de Shiloh. Abrió la boca para pedir
disculpas a sus amigos, pero nada salió. ¿Qué podía hacer para
explicar o mejorar las cosas? Sólo sabía que trajo su drama aquí,
especialmente con la presencia de Liam. Joder, joder, joder.
—Iré a empacar—, dijo finalmente, maravillándose de que
su voz saliera firme.
Por desgracia, para llegar a su habitación, tendría que
pasar por la puerta actualmente bloqueada por una pared de
músculos de lobo. Consideró cambiar en su forma de cisne y
volar hacia el segundo piso, pero no tuvo la oportunidad. Liam
salió disparado hacia adelante, agarró su mano y tiró de él fuera
de la casa.
La mente de Shiloh le daba vueltas cuando Liam lo forzó a
través de la vegetación. ¿Qué intención tenía el lobo? Estaba
claro que Liam estaba enfadado por lo que Shiloh había dicho.
¿Le recordaría cuánto le asqueaba Shiloh? Tal vez Liam ni
siquiera sabía sobre el pasado de Shiloh hasta que
estúpidamente lo había gritado a los cuatro vientos. Por otra
parte, Shiloh le había dado a Liam una mamada en el momento
55

de su primer encuentro, y luego señaló que sólo era sexo.


Página
Si eso no explicaba lo puta que era en letras de neón,
Shiloh no sabía qué lo hacía.
Para su gran sorpresa, Liam lo empujó al suelo y saltó
sobre él. Su aliento era caliente en el rostro de Shiloh cuando
susurró.
—No vuelvas a decir esa mierda, bebé. Me duele, a mí y a
nuestros amigos.
Shiloh tembló ante la proximidad del otro hombre.
—¿Tienes alguna idea de cuántos hombres ha habido en
mi pasado? —La verdad sea dicha, Shiloh mismo había perdido
la cuenta.
—No me importa—, respondió Liam. —Yo sabía que
tonteabas antes de venir aquí, pero eso no me importa.
Por alguna razón, el comentario molestó a Shiloh. Así que
el lobo había elegido una relación abierta con él. A pesar de sus
bonitas palabras, sólo quería a Shiloh como un juguete sexual, y
nada más.
—Así que ¿no te molesta que sea una puta? ¿Sólo
felizmente me joderías aunque durmiera con los demás al
mismo tiempo?
Luchó por liberarse de las garras de Liam, pero el lobo era
mucho más fuerte que él. Liam le gruñó.
—No te equivoques, bebé, a partir de ahora, nadie más te
tocará. Sólo yo. —Sostenía cautivos los brazos de Shiloh con una
mano poderosa, y la otra viajaba debajo de la camisa para
acariciarle la piel. —El pasado es pasado. Es una parte de eso,
claro, pero es tu futuro lo que yo quiero.
Shiloh podía sentir la honestidad brillar del otro hombre
56

como los rayos del sol. Cerró los ojos, luchando contra las
Página

lágrimas que amenazaban con caer.


No pudo resistir por más tiempo. En un solo día, Liam
estaba destrozando todos los muros que Shiloh erigió, todas las
certezas y las dudas.
—Sé que no puedo hacer promesas ahora—, continuó
Liam, —pero si sólo lo intentamos, si llegamos a conocernos un
poco mejor, estoy seguro de que las cosas saldrán bien.
—Está bien—, murmuró Shiloh.
—Por favor, no digas que no—, continuó Liam, totalmente
perdiéndose la respuesta de Shiloh. —Somos el uno para el otro,
yo sólo…
—Dije que sí—, dijo Shiloh un poco más alto, sonriendo
ahora. La queja de Liam en realidad era bastante alentadora.
Liam se detuvo y lo miró con los ojos abiertos.
—¿En serio?
—Sí, de verdad.— Sonrió Shiloh. —¿Qué? ¿Quieres oír otra
respuesta?
Liam no dijo nada. En su lugar, simplemente aplastó sus
labios contra los de Shiloh, robando el aliento de sus pulmones.
Shiloh envolvió sus brazos alrededor de su amante, atrayéndolo
más cerca. Dios, ¿por qué se había resistido a esto otra vez? No
podía recordar.
La lengua de Liam se adentró profundamente en su boca,
explorando, reclamando. Shiloh se entregó a la pasión, dejando
que fluyera a través de él como una ola. Las manos de su pareja
empezaron a desgarrar sus ropas, y él lo permitió, ávidamente
siguiendo el ejemplo de Liam. No hubo más palabras, sólo el
asombroso beso en la boca, la fricción y la lujuria que no
conocía límites. Shiloh estaba borracho sobre todo, borracho de
57

Liam. Se sentía como si estuviera soñando y no quería


despertar.
Página
Lo primero en salir fue la camisa de Shiloh, luego los
zapatos y los pantalones. Después de eso, siguió la ropa de
Liam, hasta que, por fin, el lobo estaba magnífica y
apetitosamente desnudo. A Shiloh le hubiera encantado
tomarse su tiempo para admirar simplemente a su amante, pero
Liam parecía decidido a distraerlo. La boca de Liam viajó sobre
la piel de Shiloh, mordisqueando sobre su cuello, lamiendo su
nuez de Adán. Shiloh se arqueó contra Liam, gimiendo.
—¡Oh, Dios. Por favor!
Sabía lo que Liam quería. Podía sentir la urgencia del otro
hombre por clavar sus colmillos abajo en la garganta de Shiloh,
para reclamarlo. Y en ese momento ahí mismo, a Shiloh no se le
ocurrió nada mejor que ser reclamado. Su mente parecía estar
invadida por emociones mitad suyas y mitad extrañas,
mezclándose a través de un velo, y Shiloh anhelaba que esa
barrera se viniera abajo. Ansiaba tener a Liam dentro de él, en
cuerpo y alma.
Abrió las piernas y las envolvió alrededor de la cintura de
Liam, moliéndose en contra de su amante. El lobo seguía
manteniéndolo atrapado, y Shiloh dejó escapar un sonido de
protesta.
—Liam... Vamos. Quiero chuparte.
Nunca había tenido un hombre negándole tal oferta, y, sin
embargo, Liam negó con la cabeza.
—No, bebé. Esto es para ti, todo por ti. Déjame amarte.
Déjame hacer esto a mi manera. —Tragando alrededor el nudo
repentino en la garganta, Shiloh asintió. Liam le apretó las
muñecas por última vez y dijo: —Mantén tus brazos ahí. No te
muevas.
58

—No lo haré—, respondió Shiloh sin aliento. —Sólo...


tócame. Por favor.
Página
Y Liam lo hizo. Soltó su agarre en las manos de Shiloh y
continuó su viaje por el pecho de Shiloh y los abdominales. Su
lengua dejó senderos de fuego en la piel de Shiloh, quemándolo,
haciéndolo desear alcanzar y demandar ser follado. Pero no lo
hizo. Sólo esperó, quedándose tan inmóvil como era posible
dadas las circunstancias.
Finalmente, tenía la boca de Liam donde más quería. El
calor húmedo envolvió su polla, y los choques de energía
atravesaron su espina dorsal, despertando cada uno de sus
nervios, algo que ni siquiera había sabido que existía. Tomó un
esfuerzo inhumano por parte de Shiloh permanecer inmóvil
debajo del asalto, pero sin embargo, lo hizo. Quería, no,
necesitaba obedecer a Liam.
Liam separó las piernas de Shiloh más ampliamente, su
lengua continuando su travieso recorrido. Liam tomó las bolas
de Shiloh en la boca, chupándolas profundamente, lamiéndolas
por una cantidad obscena de tiempo. Se fue más abajo, frotando
el escroto de Shiloh con su soporífera y sensual tortura. Cuando
Liam se alejó, Shiloh medio esperaba que el hombre lo jodiera,
pero en cambio, Liam hizo algo totalmente inesperado. Robó
otro beso de los labios de Shiloh, y luego procedió a adorar cada
centímetro de su cuerpo, besando, acariciando, amándolo
exactamente igual que había dicho. Si Shiloh había dudado
alguna vez de los sentimientos genuinos que Liam tenía por él,
con seguridad podría decir que era una cosa del pasado, si
hubiera sido capaz de hablar, por supuesto. Así eran las cosas, él
estaba ahí, a merced de Liam, casi loco con el placer que Liam le
daba, su clímax tan cerca, pero no lo suficientemente cerca.
Justo cuando Shiloh pensaba que el hombre lo mantendría
en el borde para siempre, Liam volvió a la polla de Shiloh y
realmente se volcó en lo que importaba, tomando a Shiloh
profundo. Su mirada se mantuvo en Shiloh, tan caliente e
59

intensa que Shiloh no hubiera podido moverse aunque lo


Página

intentara.
Estaba hipnotizado, el placer carnal registrándose a través
de un filtro de una emoción que no podía captar lo suficiente.
Y luego, un dedo seco frotaba su agujero y empujó dentro
justo un poco. Liam hizo algo con su boca, una especie de
movimiento torbellino sacacorchos, y Shiloh, distantemente
pensó que podía tomar clases de Liam en dar mamadas, justo
antes de correrse más duro de lo que lo había hecho en toda su
vida.
Algú milagro lo salvó de perder el conocimiento, y a través
de la bruma de su orgasmo, observó a Liam recoger todo el
semen de Shiloh en sus dedos.
—¿Todavía conmigo, bebé?—, preguntó Liam en tono
ronco.
Shiloh asintió con la cabeza, incapaz de hacer su trabajo
con las cuerdas vocales. Toda su cuerpo temblaba de necesidad
y su ano se apretaba en previsión de lo que vendría después. No
podía dejar de sentirse ansioso, su anterior duda regresando
con una venganza. ¿Qué pasaría si Liam se diera cuenta de que
era sólo un pedazo de basura después de esto? ¿Qué haría
Shiloh entonces?
Liam debía haber sentido su vacilación, porque se retiró
ligeramente.
—No tenemos que hacerlo—, ofreció, aunque la idea,
obviamente, no le agradaba mucho. —Podemos esperar.
Sus ojos tenían ese mismo calor, más intenso que un
volcán en actividad, y todo pensamiento de Shiloh se fundió en
una sola comprensión.
—No,— jadeó él. —No hay que esperar. He estado ahí, he
hecho eso.
60

Toda su vida había esperado por este momento, para este


Página

hombre. Ahora, no importaba que fueran tan diferentes.


No importaba que sus posiciones en la cadena alimenticia
debieran haberlos marcado como enemigos jurados. Lo único
que importaba para Shiloh era esta persona increíble, que lo
tocaba como ninguna otra y lo hacía sentir cosas que no había
creído posibles.
—Hazme el amor.
No podía recordar haber dicho eso alguna vez a ningún
hombre. Incluso con todos los chicos que lo habían jodido,
nadie había hecho el amor con él. Liam pareció entender, y se
limitó a sonreír de nuevo.
Inclinándose más cerca de Shiloh, empujó un dedo dentro
del ano de Shiloh. El dígito se deslizó en el culo de Shiloh
fácilmente, y Shiloh gimió, pidiendo más. De repente, su cuerpo
parecía arder con una llama que sólo el toque de Liam podía
apagar.
Liam añadió otro dedo, haciendo tijera con suavidad, con
un exquisito cuidado. Shiloh no logró reprimir las ganas de
empujar de nuevo hacia ellos, necesitando una fuerte, invasión
más profunda. Pero lo que fuera que Shiloh hiciera, Liam tomó
las cosas todavía con calma. Frotó la próstata de Shiloh con
despiadada insistencia, y en un momento, Shiloh perdió el
control de sí mismo, golpeando contra Liam.
Y entonces, Liam sacó sus dedos del culo de Shiloh y lo
abrazó apretadamente. Levantó las piernas de Shiloh, y colocó
su pene en la apertura de Shiloh.
—Shh—, murmuró. —Está bien. Estoy aquí.
Con eso, se empujó hacia adentro. Su pene estiró el ano de
Shiloh, de manera tan perfecta que Shiloh pensó que debía de
haber caído en un sueño. Shiloh no era virgen, no podía estar
61

más lejos de eso, pero todavía se sentía como uno cuando Liam
lo tocaba. La penetración dolía, pero también era la mejor que
Página

Shiloh había sentido nunca.


Shiloh se mordió el labio en un fútil intento por no gritar.
Se aferró a los hombros de Liam, asfixiándose, necesitanto un
ancla en un mundo que ya no tenía sentido. ¿Cómo podía ser
esto posible? ¿Cómo es que no había conocido nunca este tipo
de placer? ¿Por qué sólo Liam había llegado a un lugar donde
nadie había estado nunca antes?
—Simplemente déjate ir, bebé—, susurró Liam contra sus
labios. —No tengas miedo.
Salió de Shiloh y empujó de nuevo, un movimiento rápido
y duro que de alguna manera se las arregló para ser tierno.
Shiloh lanzó un sollozo. ¿Cómo podía no tener miedo? Liam
estaba dentro de él, en el interior de su cuerpo, su corazón y su
mente. ¿Qué quedaría cuando el hombre lo abandonara?
—Nunca, nunca te abandonaré—, dijo Liam. —Estás a
salvo ahora.
Shiloh no sabía cómo Liam había adivinado sus temores.
Tal vez estaba escrito por toda la cara. Tal vez el lobo podía leer
su mente. De cualquier manera, las palabras de Liam parecían
un bálsamo para las heridas que ni siquiera se había dado
cuenta que llevaba. Quería estar seguro. Quería estar con Liam,
siempre.
Liam comenzó un ritmo suave, dentro, fuera, dentro,
fuera, meciéndose en lugar de empujar. Fue lento, siempre
sosteniendo la mirada de Shiloh. No dijo otra palabra, pero no
fue necesario, ya no. Todo lo que Shiloh necesitaba saber estaba
ahí, en esos magníficos ojos, junto con la seguridad, la
aceptación, la lujuria, y oh, Dios, el amor.
En un momento dado, la visión de Shiloh fue borrosa por
unos momentos, y Shiloh se dio cuenta de que había perdido la
batalla con sus lágrimas. Las empujó atrás con ira, odiando
62

parecer débil frente a su compañero.


Página
El pensamiento envió una onda de choque por todo él,
sobre todo porque venía tan inesperada y se sentía tan natural.
Cuando Liam suavemente barrió con el dedo la mejilla de
Shiloh y enjugó una lágrima perdida, Shiloh sabía que no había
vuelta atrás. Para bien o para mal, ya había elegido su camino, y
se acostó con este hombre.

Las lágrimas de Shiloh habrían roto el corazón de Liam si


hubieran sido de dolor. Pero Liam sintió las verdaderas
emociones detrás de ellas. Había demasiada necesidad,
confusión, alivio y afecto oculto detrás de ellas que eran un
tesoro. Shiloh mismo era un tesoro. Desafortunadamente, el
hombre no lo sabía, pero a Liam no le importaba si le tomara el
resto de su vida asegurarse de que el hombre comprendiera su
propia valía.
Continuó empujando dentro y fuera de Shiloh, amando el
férreo control del culo de su compañero en su polla, pero, al
mismo tiempo, sintiendo el placer del cisne hacerse eco en su
interior. Su bestia gruñó su satisfacción, pero aún así tomó las
cosas con calma, sabiendo que era lo que necesitaba Shiloh,
hacer el amor, no follar.
Una y otra vez seguía, y Liam sintió todas y cada una de las
barreras de Shiloh romperse. Llevó a su compañero a través de
la pasión, tranquilizándolo con suaves palabras.
—Yo siempre estaré aquí, bebé. Siempre. —Nunca se
63

cansaría de decirlo, tampoco, porque era verdad, y quería que


Página

Shiloh recordara eso, y que nunca dudara de nuevo.


El placer aumentó lentamente, como el mar que se
acercaba con las mareas. Shiloh se movía con él, y sus cuerpos
cayeron en un ritmo perfecto, en completa armonía. Encajaban
a la perfección. El olor de Shiloh, el agarre de su ano alrededor
de la polla de Liam, el brillo de sus lágrimas no derramadas, la
belleza de sus labios hinchados, y sus ojos, Dios, sus ojos... Todo
en él hizo que Liam quisiera prolongar este momento, para que
durara para siempre.
Sin embargo, su bestia exigió su pago, el lobo necesitaba la
unión para que fuera completa. Los colmillos de Liam cayeron,
y no pudo evitar sino empujar más duro dentro de Shiloh.
Shiloh arqueó su espalda, clavando sus uñas en la piel de Liam.
—Sí, Liam, sí. Reclámame.
Liam habría dudado. Sabía que Shiloh todavía tenía dudas.
Pero si había una cosa de la que ambos podrían estar seguros,
debía ser su enlace, la conexión tan real y profunda que sólo los
verdaderos compañeros podrían compartir.
Así que Liam se fue con sus instintos. Bajó su boca sobre el
cuello de Shiloh y mordió abajo en la deliciosa piel de su
amante. Al instante, el sabor de la sangre de Shiloh lo asaltó,
llegando a sus sentidos como la droga más potente. Hizo que el
vínculo estallara en su lugar, y una nueva serie de sentimientos
se arrastraran dentro de Liam, ya no más tiempo filtrados y tan
intensos que le tomó completamente por sorpresa.
Enterrándose a sí mismo una última vez más dentro de
Shiloh, Liam encontró su punto álgido. Segundos después,
sintió a su compañero alcanzar su clímax también, probó la
ráfaga de endorfinas en la sangre de Shiloh. Alargó su orgasmo
aún más, y fue sólo la preocupación por su compañero lo que lo
sacó de su lujuria. Soltó a Shiloh y lamió la herida para cerrarla.
64
Página
Agotado, se derrumbó, recordando en el último momento
evitar aplastar a Shiloh con su cuerpo más grande. Sintió una
breve punzada de pesar cuando su polla agotada dejó el cuerpo
de Shiloh, pero decidió que podía arreglar eso más tarde. Por el
momento, estaba muy contento simplemente sosteniendo a su
compañero y explorando su nuevo vínculo.
Se puso en cuchara con su compañero y envió un
pensamiento a través de su conexión.
—¿Shiloh?
—¿Mmmm?—, respondió una voz con la mente todavía
aturdida. —¿Qué es eso?
Luego, como si acabara de darse cuenta de que había
hablado con Liam a través de su enlace, Shiloh se volvió hacia
él.
—Estás en mi cabeza.
Sonaba con asombro, pero no enojado.
—Es porque te reclamé.
—Yo no sabía que los lobos podían hacer eso—, respondió
Shiloh sin aliento. —Eso es increíble.
La curiosidad se apoderó de Liam por las palabras de
Shiloh.
—¿Puedo hacerte una pregunta?
Shiloh le sonrió.

—Ya lo estás haciendo. ¿Qué es?


—¿Cómo se aparean los cisnes?
Shiloh pareció considerar la pregunta.
65
Página
—Bueno, en realidad no hacen nada de particular. En su
lugar, sólo más o menos nos aislamos de todos los demás,
excepto de nuestra pareja deseada y simplemente pasamos
tiempo con esa persona. El enlace se forma con el tiempo.
Curiosamente, a Liam le gustaba eso. Tenía mucho
sentido, y estaba complacido de saber que su conexión se
consolidaría si Shiloh acordara llegar a conocerlo.
—¿Y puedes hablar en la mente del otro?
—Creo que algunos pueden, pero es muy raro en estos
días.— Suspiró. —A veces, me pregunto por qué. Se supone que
debemos ser el epítome de la asociación para toda la vida, y sin
embargo...
La tristeza de Shiloh llegó a Liam, y abrazó a su
compañero más apretado.
—No estés triste. Todo el mundo tiene que encontrar la
persona adecuada para ellos, y entonces las cosas caen en su
lugar, al igual que pasó con nosotros.
Por unos pocos momentos, Shiloh permaneció en silencio,
e hizo que Liam se preocupara de que Shiloh cambiara de
opinión acerca de su apareamiento. Pensando en esto, su
compañero le dio un beso suave en los labios.
—Tienes razón. Mi pueblo sólo tiene que buscar con más
ahínco. Lo hice por el camino equivocado, pero al final, te
encontré, así que estoy feliz.
Liam se quedó sin habla. No esperaba que su amante le
abriera su corazón tan pronto, y el júbilo se apoderó de él en la
muestra de confianza. Quería tomar a Shiloh otra vez, para que
sus cuerpos se juntaran, una vez más, pero se dio cuenta de que
la noche había comenzado a caer durante su acoplamiento.
66

—Deberíamos volver a la casa —, dijo. —Brody y Carson


Página

deben estar preocupados.


Los ojos de Shiloh se abrieron como platos.
—Oh, Dios. Me olvidé por completo. Le debo a Brody y
Carson una enorme disculpa por lo que hice. No puedo creer
que hablara así delante de los niños.
Liam estaba bastante seguro de que Carson y Brody
perdonarían a Shiloh por su lapsus. Con suerte, el pequeño
Angel no recordaría mucho de lo que Shiloh había dicho. Buscó
su ropa, sólo para encontrarla en un estado patético.
—Creo que vamos a tener que volver en forma cambiada—,
dijo a su compañero.
Shiloh se rió, y Liam no podía dejar de besarlo de nuevo.
—Para que conste, bebé, estoy feliz también —, le dijo a su
compañero. —Muy muy feliz.
El honesto placer que fluía a través de su vínculo era más
irresistible que cualquier otra técnica de seducción. Y cuando se
encontró con los ojos de Shiloh una vez más, Liam se rindió a la
lucha. Apartando todo racional pensamiento, se abalanzó sobre
su compañero de nuevo y se perdió en el deseo.

67
Página
Capítulo Cinco
Probablemente fue algo así como la medianoche cuando
Shiloh y Liam hicieron su camino de regreso a casa de Brody y
Carson en su forma animal. Shiloh vio luz todavía encendida y
conjeturó que sus amigos todavía debían estar levantados. En
realidad se habría sentido un poco culpable de que los dos
hombres les hubieran esperado si no hubiera estado tan
aterrorizado. Bueno, en cierto sentido lo hizo sentirse culpable,
pero por proferir malas palabras delante de los niños.
—No es nada que no oirán en un par de años —Liam trató
de consolarlo.
—Eso no lo hace correcto y lo sabes.
Brody y Carson se reunieron con ellos en la terraza.
—Los niños están durmiendo— dijo Brody sin preámbulos,
con los brazos cruzados sobre el enorme pecho. —Angel estaba
un poco preocupado por ustedes peleando, pero le aseguré que
las cosas estaban bien. Están bien, ¿verdad?
Shiloh cambió a su forma humana y asintió.
Afortunadamente, su compañero hizo lo mismo y respondió en
su lugar.
—Más que bien—, dijo Liam.
Carson sonrió suavemente.
—Excelente. Ahora entra antes de que te congeles.
—Siento lo de antes—, dijo Shiloh apresuradamente. —No
68

debería haber gritado o dicho eso.


Página
—Sólo por esta vez, vamos a dejarlo pasar. Llámalo... un
apareamiento presente. —Brody sonrió y sus ojos brillaron de
alegría. —Además, no es tan malo —. Suspiró, pareciendo ahora
un poco apagado. —Por desgracia, lo hago yo mismo a veces. —
hizo una pausa y le dio una mirada seria a Liam. —En cualquier
caso, tengo que decirte algo, Liam. Soren llamó. Está
preocupado por ti.
—Le dijimos que estabas distraído.— La sonrisa de Carson
parecía malvada. Liam se quejó.
—Va a molestarme implacablemente cuando vuelva. No
quiero ni saber lo que dijo.
Brody y Carson se rieron.
—Le puedes llamar tú mismo mañana. Ahora, a casa y a la
cama.
Shiloh obedeció a sus amigos, pero su mente se quedó en
el comentario de Liam. Cuando regrese... extasiado con su
recién creado vínculo, Shiloh había olvidado que pronto
tendrían que regresar a sus vidas reales. Liam tenía una manada
y Shiloh amigos y un trabajo en la ciudad. ¿Irían por caminos
separados? ¿Qué quería Liam ahora? Shiloh no pensaba que
pudiera vivir en una manada de lobos. Podría estar dispuesto a
intentarlo, pero dudaba que fuera bien recibido. Le encantaría
tener a Liam a su lado en L.A., pero ¿estaría el lobo de acuerdo
en dejar la manada por él?
Distraídamente se dirigió hacia su habitación, pero para su
sorpresa, Liam lo agarró y la puso sobre su hombro. Antes de
que Shiloh lo supiera, habían llegado al cuarto de Liam. Liam
cerró la puerta detrás de él con el pie y arrojó a Shiloh en la
cama.
69

—Piensas demasiado, bebé—le dijo Shiloh. —Carson y


Brody hacen que funcione. ¿Por qué no podríamos hacerlo
Página

nosotros?
Eso era verdad, y a pesar de lo que Shiloh le había dicho a
Carson, sus situaciones eran verdaderamente similares.
—De hecho, podría ser más fácil para nosotros—, Liam
enmendó. —Soren y el anciano podrían no estar complacidos de
que seas mi pareja, pero no van a tratar de separarnos tampoco,
no después de lo ocurrido con Brody.
Eso era cierto. El anciano sería un completo idiota, por no
mencionar un imbécil, si trataba de separar a Shiloh y Liam
después del completo fiasco con Brody. Por el amor de Dios, en
un esfuerzo por separar a Brody y Carson, el hombre había
emparejado a Brody con una asesina. Afortunadamente, Carson
había salvado la vida de Brody. Eso debió poner las cosas en
perspectiva y, tal vez, les ayudaría.
—Yo no voy a mentir—, agregó Liam. —A los lobos todavía
no les gusta. Es muy difícil para Soren acostumbrarse a esta
nueva política. Pero no tienes que preocuparte por eso, ya que,
como te diste cuenta, no vamos a estar viviendo en la manada.
Shiloh se mordió el labio, sintiéndose mal en su propio
alivio.
—Pero ¿no te duele dejarlos atrás?
—Voy a extrañar a la manada, por supuesto.— Liam se
quedó pensativo mientras se sentaba en la cama. —Más que
nada, me gustaría poder quedarme para ayudar a Soren. Pero
entre la manada y tú, te elegiría a ti en cualquier día, y me
consideraría afortunado de haber tenido la opción.
Una sensación cálida y borrosa se apoderó de las entrañas
de Shiloh. ¿Era esto amor? No podía ser, ¿verdad? Era
demasiado pronto. Pero la alegría innegable permaneció ahí, sin
embargo. Shiloh decidió no etiquetarlo y sonrió a Liam.
70

—Vamos. Vamos a descansar un poco. Ha sido un día


Página

largo.
Liam se acercó a él, y juntos se abrazaron en la cama del
lobo. Habían pasado tantas cosas entre ellos en sólo cuarenta y
ocho horas. Shiloh cerró los ojos y hundió la cara en el cuello de
Liam. Necesitaban un poco de tiempo para procesar todo, pero
por suerte, podían hacer todo eso juntos.
—Eso es, bebé—, dijo Liam a través de su conexión. —
Duerme un poco. Mañana será otro día, y, entre los dos vamos
a decidir qué hacer a continuación.
Como siempre, las palabras de Liam fueron calmantes, y
Shiloh se encontró derivando a un sueño en el seguro abrazo de
su pareja.

Al día siguiente, Liam salió de la cama antes de que su


compañero hubiera despertado. Era pasada la madrugada ya y,
a juzgar por el sonido ocasional de júbilo que oyó venir de fuera,
los otros habitantes de la casa debían estar levantados.
Liam rápidamente se lavó, encontró una muda de ropa y
salió de la habitación. Antes de bajar las escaleras, se metió en
el cuarto de Shiloh y consiguió un poco de ropa para su
compañero también. Le habría encantado tener a su pareja
vestida con cosas del propio vestuario de Liam, pero Shiloh
podría estar incómodo con eso, especialmente teniendo en
cuenta las preguntas que los curiosos miembros jóvenes de la
familia Williams-Wade podrían preguntar.
Por fin, después de dejar a su pareja y haber seleccionado
71

un equipo cuidadosamente, se fue a la planta baja.


Página
Tenía que tener una conversación seria con Soren y
averiguar su siguiente paso. Había sido honesto con Shiloh la
noche anterior. Realmente creía que los lobos los dejarían en
paz. Pero Brody había pensado lo mismo, y Liam no estaba
dispuesto a correr ningún riesgo.
Encontró a Brody y Carson desayunando en la cocina, con
sus hijos corriendo a su alrededor.
—Buenos días—, dijo.
El cachorro león saltó sobre él e incrustó
sorprendentemente las garras afiladas en el muslo de Liam.
Incluso si Clark sólo quería que fuera un juego, dolía. Cogió al
cachorro de su pierna y lo tomó en sus brazos. Clark comenzó a
ronronear, un sonido similar al resoplido muy diferente al de
los gatos domésticos, pero tan lindo.
El bebé antílope dejó escapar un sonido de protesta por
haber sido ignorado y embistió a Liam con su frente. Por
desgracia, sostener a los dos niños hubiera sido imposible, eran
condenadamente grandes en su forma animal.

Riéndose, Carson sacó a Clark de Liam y permitió a Angel


tener su propio abrazo. Cuando Liam tomó al bebé antílope en
sus brazos, los dos niños cambiaron.
—¡Tío Liam!— Angel gritó. —Clark dijo que tú y el tío
Shiloh se van a casar.
—Acoplar—, corrigió Clark, mirando a Liam expectante. —
¿Y?
Brody se quejó.
—Angel, Clark, ¿qué les he dicho acerca de las preguntas
como esas?
72

—Que no deberíamos preguntar eso.— Angel no parecía en


Página

lo más mínimo arrepentido. —¿Es verdad?


—No sabemos todavía—, respondió Liam, poco dispuesto a
comprometerse con una respuesta sin Shiloh ahí. —Eso es lo
que espero.
Angel dejó escapar otro sonido alegre.
—Hacen una gran pareja, igual que papi y papá.
Liam se rió y besó la frente del chico. Puso a Angel abajo y
alcanzó el teléfono. Brody se lo entregó.
—Voy a hablar con Soren —, dijo Liam a su amigo. —
Estaré de vuelta.
Con el teléfono en la mano, Liam se dirigió hacia afuera y
marcó el número del móvil de Soren de memoria. Unos
momentos más tarde, su Alfa y amigo respondió.
—Bueno, hola, desconocido. He oído que has estado
disfrutando de tu estancia en casa de Brody.
—Encontré a mi compañero—, respondió Liam.
—Ya lo deduje. Shiloh Holden, ¿verdad?

Soren no sonaba enojado, y Liam lo tomó como una buena


señal.
—Si. Es todo lo que siempre quise en una pareja.
—Y también es un cisne—, agregó Soren, ahora sonando
reflexivo.
Inmediatamente, Liam se erizó.
—¿Hay algo de malo en eso?
—No, desde mi punto de vista—, arespondió Soren. —
Aprendí mi lección. Mira, puedo hablar con Padre en tu
nombre. No va a ser feliz, pero no creo que vaya a dar muchos
73

problemas. Sólo entre tú y yo, la cosa con Brody realmente hizo


Página

mella en él.
Liam suspiró y echó un vistazo a la casa. Brody y Carson
nunca sabrían lo mucho que los lobos habían estado afligidos
con la cercanía de la muerte de Brody a manos de su propia
especie. Incluso aquellos que no estaban de acuerdo con el
apareamiento entre un cordero y un lobo admitieron que había
ido demasiado lejos.
—Bueno, ya que vas a hablar con él de todos modos,
infórmale que su hijo está muy bien. Son realmente felices, y los
niños son increíbles.
—Me alegro.— la voz de Soren Sonaba ahogada. El hombre
no había visto a su hermano en casi seis meses, desde el día del
accidente de Brody. Demonios, ni siquiera había conocido a sus
sobrinos. Brody era todavía muy protector con ellos, y aún
sentía mucho rencor. —Carson está trabajando con él. Estará de
acuerdo en verte pronto.
—Gracias.— Soren aclaró su garganta, ahora todo alfa una
vez más. —Pero aparte de eso, me pondré en contacto hoy
mismo con Padre y te llamo más tarde. Como palabra de
advertencia, podría querer conocer a tu pareja. Deberías avisar
a Shiloh antes de tiempo.
Liam no estaba muy complacido con eso, pero sabía que
Soren tenía razón. Después de despedirse, cortó la conexión y se
dirigió de nuevo en la casa. Acababa de pasar por la puerta
cuando sintió en el fondo de su mente a Shiloh despertarse y
agitarse.
—¿Dónde estás, Liam?— Le preguntó su compañero a
través de su vínculo.
—Abajo—. Liam sonrió para sus adentros. —Si me hubiera
quedado, estaría tentado a violarte, y tenemos niños inocentes
alrededor.
74
Página
—Podríamos ser realmente silenciosos—, sugirió Shiloh.
Segundos más tarde, retiró sus propias palabras. —Ignora eso.
Sólo vamos a tener que esperar por una vida privada.
Liam se rió.
—Vamos ven abajo, bebé. Carson y Brody están haciendo
el desayuno. Si no lo crees, los niños me preguntaron si tú y yo
vamos a acoplarnos.
La suave risa invadió su conexión.
—¿Y qué les dijiste?
—Les dije que esperaba que lo hiciéramos. Me calaron
bien, sin embargo.
Técnicamente hablando, estaban unidos por la forma de
los lobos. Todavía tenían mucho que hacer, sin embargo,
aceptándolo a través de las costumbres de los cisnes y en
realidad registrarse como compañeros. Liam confiaba en que
todo llegaría a tiempo.
—Así será,— Shiloh le aseguró. —¿Has hablado con tu
Alfa?
—Sí—, respondió Liam. Se dirigió a la sala de estar y se
sentó a esperar a Shiloh. —Me dijo que va a contactar con el
anciano.
Por unos momentos, Shiloh no respondió. Luego, Liam
sintió acercarse a su pareja. Shiloh entró en la sala, pareciendo
magnífico a pesar de su ceño fruncido.
—No confío en ese hombre—, dijo Shiloh en voz alta. Se
inclinó para besar a Liam, y Liam no pudo resistirse a acercar a
su compañero en su regazo.
75

Sus labios se encontraron, y Liam se olvidó de Alfas,


ancianos, y todo lo demás, excepto del hombre en sus brazos.
Página
Su cuerpo respondía a la proximidad de Shiloh, y cuando
Shiloh se derritió contra él y separaron sus labios, no pudo
evitar soltar un gemido.
Se agachó para amasar las nalgas de Shiloh, y su
compañero jadeaba en su boca. Sus lenguas se enredaron, y
Liam en realidad comenzó a quitar la camisa de Shiloh. Podría
haber llegado aún más lejos si el sonido de una garganta
aclarándose no los hubiera interrumpido.
Maldiciendo, se separó de Shiloh y se volvió hacia Brody.
Para su consternación, vio a los dos niños detrás de su amigo.
—¿Ves?—, dijo Clark a su hermano en tono petulante. —Te
lo dije.
Angel hizo un baile feliz, aparentemente muy emocionado
por Shiloh y Liam. Liam quería que la tierra se abriera y se le
tragara, especialmente cuando Carson se presentó también.
Brody arqueó una ceja, pero Carson sólo parecía divertido.
—El desayuno está listo—, dijo antes de hacer salir a los
niños de la habitación.
Brody salió tras él, afortunadamente sin comentarios.
Shiloh gimió cuando sus amigos salieron de la habitación. —
Dios, esto es desesperante.
Liam presionó otro beso en los labios dulces de Shiloh.
—Por desgracia, bebé, parece que vamos a tener que cortar
nuestra visita a Brody. Yo no creo que pueda mantener mis
manos lejos de ti, y dudo que nuestros amigos aprecien que
demos a sus hijos un espectáculo. —Suspiró. —La vida es así de
extraña. Hace unos días, me estaba riendo de la difícil situación
de Brody, y ahora entiendo cómo se siente.
76

—Bueno, vamos a ver eso por el lado positivo.— Shiloh


dejó su regazo, riéndose. —Es una buena práctica para cuando
Página

tengamos nuestros propios hijos.


Ambos se congelaron al mismo tiempo. Shiloh parecía
haberse dado cuenta exactamente sólo de lo que había dicho,
mientras que Liam trataba de procesar sus implicaciones.
Shiloh abrió la boca y luego la cerró, el resultado haciéndolo
parecer como un hermoso pez rubio.
La idea era suficientemente divertida para que sacara a
ambos fuera de su trance.
—Mira, lo siento—, dijo Shiloh apresuradamente. —No
quise decir eso.
Liam se obligó a no hacer ninguna interpretación de las
palabras de Shiloh.
—¿No quieres niños conmigo, entonces?
—Yo... uh ...— Shiloh parecía perdido. —Yo sólo... ¿no te
asusta?
La incertidumbre de Shiloh llamó a Liam.
—Lo único que me da miedo es que un día vayas a cambiar
de opinión y decidas que no soy lo suficientemente bueno
después de todo. Pero no tienes que tomar ninguna decisión
ahora. Yo quiero una familia, pero por el momento, vamos a
tomar un paso cada vez.
Poco a poco, Shiloh se relajó.
—Un paso a la vez. Sí, eso me gusta.
Tomados de la mano, se unieron a sus amigos para el
desayuno. Y como los sonidos alegres que hablaban de la familia
que los rodeaba, Liam atrapó un perdido pensamiento que
venía de Shiloh.
—Me encantaría tener esto con él.— Liam no podía estar
77

más de acuerdo.
Página
Capítulo Seis
Shiloh se removió en el asiento del coche, cada vez más
nervioso con cada segundo que pasaba. Ahora que se habían
despedido de Carson y los niños, se dirigían hacia la tierra de la
manada de Liam. Brody había insistido en ir con ellos, y Shiloh
agradeció el adicional apoyo. Sin embargo, tenía miedo de lo
que pasaría cuando finalmente se encontraran con el anciano de
los hombres lobo cara a cara. Liam reclamó que el hombre
había aprendido su lección, pero Shiloh no podía decidirse a
creerlo.
—Mantén la calma, bebé—, dijo Liam. —No vamos a dejar
que nada te suceda. Y si la ofensiva viene para empujar, sólo
tienes que volar lejos.
—Pero a menos que cambiaras de especies en los últimos
cinco minutos, tú no puedes —, disparó Shiloh a cambio. —
¿Cómo sería posible esperar a que me marche y te deje a merced
de ese hombre?
—Va a estar bien—, dijo Brody. —No confío en él tampoco,
pero nos ha dejado a mí y a Carson en paz.
Shiloh frunció el ceño y maldijo su decisión anterior de no
llevar su arma de fuego por delante en el viaje. Por supuesto, no
podía llevar un arma en una casa con dos niños pequeños,
especialmente una diseñada para matar a especies
paranormales. Nicolas tenía una pequeña obsesión con las
armas, una cosa muy inusual en un colibrí, pero le había
ayudado a defenderse en la gran y mala ciudad. Si se trataba de
balas de plata, gas tóxico, o incluso espadas de todo tipo,
78

Nicolas las tenía.


Página
Por desgracia, el regalo de Nicolas a Shiloh todavía estaba
en su apartamento, y no le ayudaría si el anciano lobo decidía
que no le gustaba Shiloh después de todo.
El viaje parecía no acabar nunca, pero al mismo tiempo,
no suficientemente largo. Cuando el coche se detuvo, se sentía
tan inquieto que quería gritar.
Liam y Brody se bajaron del coche, y Shiloh respiró hondo.
Este momento significaba mucho, y Shiloh no fallaría a su
amante. Era un cisne, ya no más tiempo sólo Shiloh Holden,
sino el orgulloso compañero enlazado de Liam Denning.
Actuaría como tal aunque fuera la última cosa que hiciera.
Su cabeza iba bien alta, siguió detrás de Liam y Brody. Sus
sentidos fueron asaltados por la sensación de depredadores
cuando, por primera vez, se enfrentó al anciano Kevin Wade. A
su derecha había un hombre que se parecía mucho a Brody -
obviamente el hermano Brody, Soren. Para información de
Shiloh, Soren estaba de su lado, por lo que su presencia podría
ser una buena señal. Una bella joven estaba de pie su izquierda.
Había algo familiar sobre ella, pero Shiloh no podía poner su
dedo en la llaga. Esperaba que el anciano no intentara nada
gracioso como había hecho con Brody. Ninguna perra iba a
empezar a poner sus patas en su hombre.
El lobo más mayor ofreció a Brody y a Liam una sonrisa
neutral.
—Brody, me alegro de verte de nuevo. Liam, Soren me dice
que has encontrado una pareja. —Mirando hacia Shiloh, dijo,—
Y este debe ser él, ¿no es eso cierto?
—Sí, anciano,— contestó Liam. —Se trata de Shiloh.
Shiloh hizo una pequeña reverencia.
79
Página
—Es un honor conocerlo.— Mantuvo su tono de voz
educado, y de alguna manera logró encontrar la, fachada
neutral e impasible que su madre le había enseñado. En primer
lugar, sé cortés, había dicho ella. Pero, luego si no te escuchan,
proteger lo que es tuyo, a toda costa. Y eso era exactamente lo
que Shiloh tenía previsto.
El anciano no parecía hostil. No había otros lobos
presentes, a excepción de Soren y la chica. Liam tomó la mano
de Shiloh y la apretó.
—Vamos, bebé—, susurró. —Quiero que conozcas a alguien
que es muy especial para mí.
Los dos grupos caminaron cada uno hacia el otro, mientras
que Shiloh se dio cuenta de Liam estaba dando a la mujer lobo
un mirada. Frunció el ceño, no le gustaba mucho la situación.
Alguien especial para él, ¿eh?
Sintió el momento en que Liam quería decir algo, pero de
repente, la perra salió disparada hacia adelante y se abalanzó
sobre Liam, abrazándolo apretado. Cuando Liam le devolvió el
abrazo, un pequeño interruptor se rompió dentro de Shiloh, y
saltó sobre los dos lobos, forzándolos a separarse.
—Hey, manos fuera,— gruñó a la loba. —Consigue tu
propio compañero.
No sabía lo que había esperado de ella, pero sin duda no
era lo que pasó. Ella se echó a reír, y una mezcla de furia y
humillación corría por Shiloh.
Antes de que pudiera sacarle sus ojos, Liam se lo impidió y
dijo.
—Shiloh, esta es mi hermana, Carlie. Carlie, éste es mi
compañero, Shiloh.
80
Página
La cara de Shiloh se sonrojó en la comprensión de lo que
había hecho. —Te voy a matar, Liam. ¿Por qué no me dijiste
que tenías una hermana?
—Iba a hacerlo. No me di cuenta de que Soren la traería
por delante.
Shiloh no podía encontrar una respuesta adecuada y se
centró en arreglar la pobre impresión que había hecho en los
hombres lobo.
—Lo siento mucho,—dijo. —Yo no sabía que Liam tenía
una hermana.
Trató de ocultar su vergüenza y transmitir su extremo
pesar. Afortunadamente, Carlie se rió.
—Eso está bien. Cualquiera que protege a mi hermano así
está bien en mi libro. Creo que tú y yo nos vamos a llevar muy
bien.
Sonaba tan convencida que de hecho Shiloh se encontró
sonriendo.
—Creo que podrías tener razón.
Carlie tomó posición junto a él, y miraron hacia el anciano
y Soren.
—Bueno, tú ciertamente no eres lo que esperaba, Shiloh,
voy a concederte eso. No tengo nada en contra de que Liam se
acople. Sin embargo, te voy a preguntar exactamente lo que
pregunté a tu amigo cordero un tiempo atrás. ¿Tienes lo que se
necesita para dar a Liam un reemplazo por su manada? No va a
ser fácil, e incluso con mi apoyo, tú y él y no podrán vivir con
Soren.
Shiloh sintió tenso a Brody cuando el anciano mencionó a
81

Carson. Shiloh habló antes de que el lobo pudiera hacer algo


Página

que todos lamentarían.


—Creo que podemos construir nuestra manada con el
tiempo, paso a paso. La cosa más importante es que nos
preocupamos el uno por el otro. Mientras nadie se interponga
en nuestro camino también, vamos a construir nuestro propio
camino.
—De mi parte, no hay por qué preocuparse—, dijo el
anciano. Sorprendentemente, Shiloh se dio cuenta de que el
hombre estaba siendo honesto. Él y Liam en realidad podrían
tener una oportunidad. —Pero ¿qué pasa con tu familia, Shiloh?
¿No van a estar enojados contigo apareándote con un lobo?
Shiloh suspiró. A decir verdad, había tratado de no pensar
en eso también mucho desde que decidió intentar una relación
con Liam. Su madre lo más probable era que estuviera dolida,
su padre sorprendido, y todos los demás indignados.
—No van a ser felices por esto—, respondió, —pero hace
mucho tiempo que rompí relaciones con mis raíces. No dependo
de ellos. No pueden hacer nada para detenernos.
O eso es lo que esperaba, por lo menos. Los cisnes podrían
ser territoriales, pero era poco probable que vinieran detrás de
él y Liam por algo así.
—Está bien. En caso de que necesites ayuda, siempre
puedes contactar con Soren. Liam, sigue considerándose uno de
nosotros, incluso si las circunstancias nos obligan a separar
caminos.
—Muchas gracias, Anciano Wade,— contestó Liam. —
Agradezco toda su ayuda.
—No, las gracias no son necesarias, mi niño—, contestó el
anciano. Luego se volvió hacia su hijo. —Ahora, Brody, ¿puedo
hablar un momento contigo en privado?
82

Brody parecía luchar entre estar de acuerdo con su padre y


Página

negar la petición del hombre.


—Muy bien—, dijo al fin-. —Voy a estar bien de nuevo —,
dijo a Liam y Shiloh.
Cuando Shiloh vio la cabeza del lobo hablar con su familia,
no pudo evitar una abrumadora sensación de alivio.
—Realmente puedo hacer esto, ¿verdad?
Liam asintió y le sonrió.
—Sí, Shiloh. Podemos y lo haremos.
Mientras estaban juntos de pie, charlando, otro coche se
detuvo y Shiloh se tensó cuando un hombre alto y apuesto lobo
salió y se dirigió en su dirección. Un gemido escapó de Liam, y
Shiloh, no parecía encontrar eso muy prometedor.
Frunció el ceño, pero no dijo nada, después de haber
aprendido la lección con Carlie. El lobo llegó a ellos e
inmediatamente bajó la cabeza frente al lobo anciano.
—Anciano Wade, disculpe por la interrupción de la
reunión, pero no quería irme sin ver a Liam primero.
El anciano lanzó un suspiro de descontento.
—Bien, Anson. Hablaremos sobre esto más adelante.
Las palabras parecían amenazantes, pero Anson no
parecía disuadido. De hecho, sonrió y se volvió hacia Liam.
Antes de que Shiloh se diera cuenta, el lobo envolvió sus fuertes
brazos alrededor de Liam, apretándolo firmemente. Para
Shiloh, no se veía como un abrazo amistoso.
Liam se rió con torpeza y se salió él mismo del abrazo.
—Hola, Sonny. Es bueno verte de nuevo. Este es mi
compañero, Shiloh Holden. Shiloh, este es un buen amigo mío,
Sonny Wright.
83

—Un placer—, dijo Anson, —y felicidades


Página
—Gracias.— Shiloh sonrió mientras apretaba con fuerza la
mano del otro hombre. —Siempre es genial reunirse con los
amigos de mi pareja.
Detectó un destello de celos pasar a través de los ojos de
Anson. Se fue tan rápido que Shiloh podría haber pensado que
lo había imaginado si no fuera por el malestar visible de Liam.
—Liam—, dijo a través de su enlace, —¿hay alguna cosa
que te gustaría compartir?
—No es nada, bebé. Sonny y yo salímos hace un tiempo,
pero nada serio. Te lo juro.
—¿Sabe qué?
Liam no respondió, y se le ocurrió a Shiloh, que todavía
tenían muchas cosas que revisar. Sus pasados no se separaban
de ellos tan fácilmente.

84
Página
Capítulo Siete
—Hey, bebé—, gritó Liam. —¿Dónde quieres el sofá?—
Shiloh examinó la cuestión, se preguntó por qué Liam
estaba gritando en primer lugar, y luego recordó que también
había clientes ayudándoles con la mudanza.
—Sólo tienes que dejarlo en la sala—, le gritó de vuelta, y
se volvió para ordenar todas las cajas. ¿Quién sabía que tenía
tanta basura reunida? Casi parecía que era una urraca o un
hurón, no un cisne. ¡Jesús!
Más de tres docenas de cajas llenaban su nuevo
apartamento. Para ser justos, no eran todo cosas de Shiloh.
Liam había traído mucho con él también. La mayoría de los
muebles más grandes eran nuevos, ya que Shiloh nunca se había
preocupado por comprar demasiado en su apartamento
alquilado. Sin embargo, había todo tipo de adornos, cosas que
Shiloh había recogido de diversos mercados de antigüedades,
regalos de sus amigos, recuerdos antiguos de Liam, libros,
DVD’s, colchas, cuadros, la guitarra de Liam, y todo lo que el
lobo usaba para el mantenimiento de su moto. Su nuevo lugar
no era enorme, ya que, a diferencia de Brody, Liam no tenía
grandes cuentas del culo. Pero era de ellos, y una vez que se las
arreglaron para configurar todo, se vería grande. Si es que se las
arreglaban.

Shiloh abrió gruñendo una caja que decía “mierdas


varias”. Debía de haber estado borracho cuando las había
empacado. Por otra parte, últimamente, no podía concentrarse
en mucho más, excepto en su compañero.
85

Uno pensaría que después de varios meses de estar juntos,


Página

Shiloh empezaría a aburrirse.


Ni una sola vez había tenido una relación que durara tanto
tiempo. Demonios, nunca había tenido una relación, y punto.
Incluso con su desacuerdo ocasional, principalmente rotando
alrededor de sus naturalezas celosas, él y Liam encajaban.
Afortunadamente, Anson no había intentado establecer
contacto con Liam de nuevo, así Shiloh ahora se había
tranquilizado de la solidez de su relación con su pareja.
Al principio, habían decidido no cambiarse juntos,
siguiendo la premisa de que ya se habían apresurado bastante
en el apareamiento y necesitaban tomar su tiempo. Shiloh había
reanudado su trabajo en la tienda de Nicolas, mientras que
Liam buscaba empleo. Con su físico y aspecto, fácilmente podría
convertirse en un guardia de seguridad en un club, pero los
horarios les impedirían estar juntos. Al final, Liam había
tomado una posición de guardia en un museo hasta que algo
mejor apareciera.
Incluso si ninguno de sus trabajos los hiciera ricos a corto
plazo, ambos tenían algunos ahorros guardados. Después de
unas semanas bailando en torno al tema, Shiloh decidió que era
verdaderamente inútil luchar con sus horarios cuando
fácilmente podrían vivir en el mismo lugar y ahorrar dinero.
Y así, con un poco de ayuda de sus amigos, Shiloh y Liam
habían logrado comprar una casita propia. Shiloh odiaba pedir
prestado dinero, pero se juró a sí mismo que una vez que la
tienda de Nicolas comenzara a aportar más ingresos, pagaría
hasta el último centavo de vuelta. Liam también conseguiría un
mejor trabajo. Con el tiempo, las cosas caerían en su lugar.
Estaba seguro de eso.
Por el momento, tales preocupaciones no podían velar su
día. Ya echaba de menos a Liam, incluso si el hombre estaba a
sólo una habitación más allá. Rindiéndose a su deseo culpable,
86

Shiloh salió de puntillas de la habitación y echó una ojeada al


Página

cuarto de estar.
Su mirada se concentró en su compañero, absorbiendo la
espalda desnuda de Liam, todos los músculos deliciosos. Shiloh
quería lamer al hombre desde la cabeza a los pies. Quería lanzar
toda la precaución al viento, saltar a Liam, y bautizar su
apartamento, de la mejor forma posible.
—Bebé, no me pongas a prueba,— la voz de Liam vino a
través de su vínculo. —Sólo no tengo tanta resistencia, y
tenemos que acabar con la mudanza hoy.
Shiloh respiró hondo y se esforzó por calmar su excitación.
Era cierto. Tenían que terminar las cosas hoy. Brody había
llegado para ayudarles, y el hombre tenía que volver con Carson
y sus hijos. El amigo de Shiloh, Daniel, también estaba echando
una mano, e incluso Nicolas se había ido brevemente antes de
que el hombre tuviera que ir a la tienda. Cada uno de ellos
tenían trabajos y vidas a las que volver, y no podían quedarse
con Liam y Shiloh para siempre.
—Está bien, está bien, me voy—, le dijo a su compañero. —
Pero no me gusta.
—Te prometo que voy a hacer más que compensarte
después de que nuestros amigos se hayan ido.
Shiloh tragó saliva, diapositivas de imágenes que llegaban
a través de la mente de Liam estaban poniendo a su cuerpo aún
más caliente. Sus pezones se animaron y su polla se puso dura
como una roca en sus pantalones vaqueros. Trató de pensar en
otra cosa, cualquier cosa excepto la polla de Liam golpeando
dentro de él, las manos de Liam sobre él, sus bocas juntas. Bien.
Esto no estaba ayudando.
—Dios, bebé... Vamos a terminar esto, y después de eso, te
voy a follar hasta que no puedas caminar.
87

Shiloh se aferró a esa promesa y se retiró a la seguridad


razonable de su dormitorio. Ahí, encontraron a Daniel que les
Página

sonreía con complicidad.


Maldita sea. Shiloh había olvidado por completo que su
amigo ardilla estaba a su alrededor. Ahora nunca oiría el final
de eso.
—Parece que estás teniendo dificultades para enfocarte en
tus esfuerzos productivos con tu guapo novio en tu inmediata
presencia —, dijo Daniel.
—¿Puedes culparme?— Shiloh sacó la lengua. —Y deja de
mirarlo, Dani. Soy el único al que le está permitido hacer eso.
Por una vez, Daniel no respondió. Sólo se rió y volvió a su
tarea. Shiloh podría haber tenido serias dudas acerca de dejar a
una ardilla manejar sus pertenencias, pero era diferente con
Daniel. No sólo era el hombre su buen amigo, sino que también
manejaba las cosas con mucho más enfoque que otras ardillas.
Era bastante paradójico, dada su personalidad tendente a meter
la pata.
Por alguna razón, Daniel pareció darse cuenta de que
Shiloh necesitaba la distracción del trabajo, y siguió siendo un
parlanchín durante todo el día. La implacable ardilla hablando
ahogó la necesidad de Shiloh por su compañero, hasta cierto
punto al menos. Lento pero seguro, progresaron a través de las
cajas, mientras que Brody y Liam continuaron su propio trabajo
y añadieron los artículos de los muebles restantes.
Al final del día, la mayor parte del material había sido con
seguridad guardado. Todavía había un par de cosas que Shiloh
no estaba seguro de qué hacer con ellas, pero se sentía
demasiado cansado para importarle. Aún así, se habían mudado
con la eficiencia típica de unos cambia-formas. Su casa estaba,
si no completa, habitable. Lo más importante, tenían una cama,
y Shiloh tenía la intención de darle un buen uso tan pronto
como fuera posible.
88

Por fin, se despidieron de sus amigos, con la promesa de


Página

visitar y devolver favores.


Cuando estuvieron solos, finalmente, Shiloh se dirigió
directamente a la habitación y se dejó caer sobre el colchón.
Tanto como quería tocar a Liam, estaba completamente
vencido.
La risa mental de Liam llenó su conexión.
—Sé cómo te sientes, bebé. Vamos a tomar un baño
rápido y dormir un poco. Mañana será otro día.
—Claro—, respondió Shiloh. —Ve adelantate. Estaré aquí
mismo —. No creía que pudiera mover un músculo.
Oyó a Liam ir al baño y comenzar a escuchar el agua en la
bañera. Unos momentos más tarde, Liam regresó a su
dormitorio. La cama se hundió cuando el lobo se unió a Shiloh
en ella.
—Vamos, bebé—Liam lo persuadió. —Voy a lavarte la
espalda.
Shiloh admitió que la oferta era muy tentadora. Liam tenía
las manos de un dios, y la sola idea de tener el toque del lobo
puso a Shiloh duro a pesar de la fatiga. Rodó sobre su espalda y
estrechó su mirada con Liam.
—Tú sí que sabes cómo hacer que un hombre cuestione sus
decisiones.
Liam rió, tomó a Shiloh en brazos y salió de la cama.
—¿Y si te llevo al baño y lavas mi espalda? ¿Cómo te suena
eso?
Mejor que mejor. Shiloh se acurrucó en los brazos de Liam
cuando su compañero cruzó la distancia entre el dormitorio y el
baño. Una vez ahí, Liam colocó abajo a Shiloh y empezó a
quitarse la ropa.
89
Página
Aunque los toques comenzaron a ser platónicos, Shiloh
hubiera necesitado estar hecho de piedra para permanecer
indiferente. A medida que cada prenda caía, su agotamiento se
fundió en una excitación renovada. Alargó la mano hacia su
compañero, y antes de darse cuenta, ambos estaban desnudos,
los cuerpos moliéndose uno contra el otro, pollas duras
deslizándose juntas. Sus labios se encontraron, y Shiloh cayó en
el beso que había anhelado durante todo el día. La lengua de
Liam invadió su boca, reclamándolo, devorándolo. Shiloh daba
tanto como recibía, amando el sabor de Liam, necesitando más.
Sólo se separaron cuando la necesidad de respirar los
obligó a hacer eso. Shiloh se dio cuenta de que la bañera estaba
bastante llena ahora. Liam debió haber notado lo mismo,
cuando detuvo el agua, luego tomó a Shiloh en sus brazos una
vez más.
Con más paciencia de la que Shiloh pudo reunir, Liam
suavemente lo puso en la bañera. El agua estaba caliente, pero
suave, lo justo para los músculos doloridos de Shiloh. Habría
tenido la posibilidad de hacerlo dormir, pero ¿cómo podía
pensar en dormir cuando tenía la polla de Liam a pocos
centímetros de su boca?
Se imaginó los labios alrededor de la polla de Liam,
tomándolo profundo, sintiendo su peso en la lengua. Liam
gimió, notificándole que le había atrapado en el pensamiento.
—Mi pequeño íncubo. Vas a quemarte si no tienes cuidado.
Pero a Shiloh no se le ocurrió nada mejor que quemarse en
el calor de la pasión de Liam. Se imaginó que sería como el
misterioso pájaro de fuego de antaño y volaba, volaba junto con
Liam, unidos por una conexión que nunca se desvanecería.
Y de hecho, cuando Liam se le unió en la bañera, los ojos
90

del lobo se inflamaron con el fuego del deseo. Atrajo de cerca a


Página

Shiloh, y Shiloh se subió al regazo de su pareja.


Ambos gimieron cuando el cambio de posición hizo que la
polla de Liam se deslizara a través de la grieta de Shiloh.
Liam tiró de él para otro beso, y esta vez, no se
apresuraron. Shiloh bebió el sabor de su compañero casi
perezosamente, con ganas de disfrutar el momento y la alegría
de estar en presencia de Liam. Permitió que sus manos vagaran
por toda la piel que pudiera llegar, envolviendo sus piernas
alrededor de la cintura de Liam en el agua.
A su vez, con las palmas de Liam exploró su cuerpo,
trazando su columna vertebral hasta que alcanzó las nalgas de
Shiloh. Amasó las mejillas del culo de Shiloh, sus dedos
frotando en el agujero escondido entre ellas. Shiloh se quedó sin
aliento en su beso, ya sufriendo por la penetración. En este
punto, su acoplamiento había ido más allá del mero placer
carnal. Fue la tranquilidad de su vínculo, de hecho el que a
pesar de todo, estuvieran logrando construir una vida juntos.
Liam rompió el beso y lo atrajo aún más cerca, su boca
viajando en el cuello de Shiloh, mordiendo ligeramente sin
romper la piel. Shiloh echó la cabeza hacia atrás, mitad por
placer, la mitad para dar a su compañero un mejor acceso. En
respuesta, Liam cambió su posición en la bañera, inclinando a
Shiloh sobre su borde. Fue más y más hacia abajo en el pecho de
Shiloh, hasta que llegó a los pezones de Shiloh.
Al ser un pájaro, Shiloh no tenía los pezones en su forma
cambiada. Tal vez era por esta razón que eran adicionalmente
sensibles cuando tomaban su forma humana. Shiloh gritó
cuando la boca caliente de su compañero se envolvió alrededor
de los capullos apretados. Como por propia voluntad, sus manos
se enroscaron en el pelo de Liam mientras trataba de forzar a su
compañero aún más cerca. Liam fue con ello, nunca ni una vez
cesando sus caricias en el cuerpo de Shiloh.
91

Mordió los pezones torturados y Shiloh, de vez en cuando


Página

incluso aplicaba un toque de colmillo.


La polla de Shiloh latía, y sintió que su orgasmo se
acercaba más y más. Pero no, no quería correrse tan pronto, no
antes de que cumpliera su sueño anterior.
A través de una fuerza que no sabía que tenía, empujó a
Liam lejos. Sintió la sorpresa de su compañero, pero no dio a
Liam tiempo para preguntar o protestar. Se sumergió
profundamente en el agua y se concentró en la polla de Liam.
Como ave acuática, podía aguantar la respiración más tiempo
que la mayoría de las personas, y planeaba sacar el máximo
provecho de eso.
El momento en que la polla de Liam lo llenó la boca fue
aún más increíble de lo que había imaginado. Shiloh en realidad
sentía el placer de Liam a través de su vínculo.
—Sí, bebé—, dijo Liam. —Chúpame.
Cautivado con el éxtasis que estaba entregando a Liam,
Shiloh se balanceaba con la cabeza arriba y abajo de la polla de
su compañero, tomándolo profundamente en la garganta y
tragando. Pronto, sus pulmones comenzaron a arder, pero
curiosamente, se sumó a la sensación, y la extrema necesidad de
tener la marca de Liam en él.
Liam follaba su boca, empujando dentro y fuera de la
caverna, invadiendo su garganta. Shiloh se aferraba a la crudeza
de eso, pero de repente, Liam tiró de él hacia arriba y fuera del
agua. Shiloh tomó bocanadas de aire mientras la voz de su
compañero llenó su mente.
—No voy a tomar ningún riesgo contigo, bebé.
Shiloh le sonrió.
—No hay riesgos—, confirmó. —Nunca me he sentido más
seguro que contigo.
92

Más seguro, más feliz y más amado. Shiloh no dijo eso en


Página

voz alta, aunque Liam debía haberlo oído en su cabeza.


Nunca había dicho aquellas tres palabras especiales
tampoco, pero ambos sabían que el sentimiento estaba ahí.
Liam sonrió de nuevo y llegó a sus labios una vez más.
—Eres increíble, ¿lo sabías? Necesito estar dentro de ti en
este mismo momento o voy a estallar.
El agua no era el mejor lubricante que existía, pero parecía
que Liam había tomado precauciones. Dio la vuelta a Shiloh
sobre el borde de la bañera, exponiendo sus genitales al aire
fresco. Un chasquido y un chorro sonaban detrás de él, y luego
un dedo resbaladizo trazó su agujero.
Shiloh empujó su culo hacia arriba, sin palabras
expresando su demanda. Segundos más tarde, Liam le dio lo
que necesitaba. El dígito empujaba dentro del canal de Shiloh,
jadeando.
—Me encanta tu culo—, murmuró Liam. —Sólo
tragándome, tan codicioso.
—Sólo para ti—, Shiloh se ahogó de nuevo. Quería más,
mucho más.
Su vínculo hizo su trabajo una vez más, y Shiloh casi
sollozó de alivio cuando Liam agregó dos dedos más. Cuando su
compañero metió los dígitos dentro y fuera de él, Shiloh se
centró en no correrse en ese mismo momento ahí. Fue difícil, ya
que su clímax se había estado construyendo durante todo el día
y los toques previos de Liam lo habían estado volviendo loco de
lujuria. Mordió el labio tan fuerte como pudo y el dolor leve lo
distrajo, bueno, al menos hasta que Liam le golpeó la próstata.
Los ojos de Shiloh se abrieron como platos y clavó las uñas
en la bañera.
—Oh Dios, Liam. Jódeme, por favor, jódeme.
93

—Oh, bebé, suplicas tan bellamente. ¿Cómo voy a decirte


Página

que no?
Liam sacó sus dedos del culo de Shiloh. Tiró de nuevo a
Shiloh dentro el agua y en su regazo. En un solo golpe, empaló a
Shiloh con su polla.
El grito de Shiloh resonó contra los azulejos de las paredes
del baño con la penetración repentina. Desde este punto de
vista, Liam parecía estar aún más profundo en su interior.
—Móntame, Shiloh,— susurró Liam. —Vamos.
Shiloh levantó su cuerpo y empujó de nuevo hacia abajo,
follándose a sí mismo en la polla de Liam. A su vez, Liam se
alzaba, golpes duros hacían que los dientes de Shiloh
traquetearan y su cuerpo zumbara con el éxtasis. Liam sabía que
su cuerpo también, y en cada uno y todo el tiempo, golpeba la
próstata de Shiloh.
Se movieron juntos, el agua lamiendo su piel, sus cuerpos
conectados de la manera más íntima que dos hombres que
podrían estar. Con la felicidad creciendo cada vez más, Shiloh
no podía soportarlo por mucho más tiempo. Sólo necesitaba
una cosa más para que fuera perfecto.

Incluso mientras pensaba en esto, Liam lo atrajo más


cerca y clavó sus colmillos en el cuello de Shiloh. Con la prisa
del éxtasis que se apoderaba de él, Shiloh encontró su clímax.
Simplemente era demasiado increíble para comprender, y
mucho menos resistir. Se sentía tan conectado a Liam que ya no
parecían dos personas en absoluto. Shiloh ni siquiera sabía
donde terminaba él y comenzaba Liam. Sus cuerpos y mentes
estaban completamente en sintonía. Era su droga y Liam era el
único hombre con el que nunca se imaginaría teniendo dicho
vínculo.
Sintió el clímax de Liam mientras el otro hombre se corría
también, llenándolo con caliente semilla. Su enlace estaba lleno
94

de su placer unido, llevándolos a un orgasmo que seguía y


Página

seguía, tragándolos por completo.


Extenuado, se desplomó encima de Liam, y juntos se
apoyaron en la bañera, disfrutando del rescoldo.
Fue sólo cuando el agua comenzó a enfriarse y su piel
comenzó a arrugarse que lograron reunir suficientes fuerzas
para moverse. Rápidamente, se limpiaron y salieron del baño.
Liam vació la bañera y luego se limpiaron para secarse el uno al
otro. Si sus dedos se detuvieron en cada piel del otro más de lo
necesario, ninguno de ellos protestó.
Una vez más, Liam lo tomó en sus brazos y lo llevó al
dormitorio. Hacía un poco de frío ahí después del calor del
interior del baño, pero su compañero lo arropó, cubriéndolo con
la manta. Más importante aún, se deslizó bajo la colcha
también, y en momentos, el calor de Liam los condujo lejos de
todo el frío.
Más satisfechos que nunca, Shiloh cerró los ojos y se
rindió a su agotamiento.

Desde fuera del pequeño apartamento, un hombre


observaba el ahora sueño plácido de la pareja. Candente furia lo
recorrió cuando los dos se abrazaron juntos. Tomando una
respiración profunda, se centró en calmarse. Robó una mirada
más a través de los prismáticos y luego dio la espalda al
apartamento.
Dejémoslos que disfruten de su equivocada relación. No
iba a durar. Se aseguraría de eso.
95
Página
—Una vez más, bebé—, dijo Liam con paciencia. —Vamos a
empezar desde el principio.
Shiloh le frunció el ceño, su labio inferior sobresalía en un
puchero en toda regla. Debería haber parecido infantil, pero en
Shiloh, parecía jodidamente sexy.
—Esto es desesperante. Nunca voy a hacerlo bien.
O al menos eso dijo Shiloh, pero en opinión de Liam, su
compañero estaba haciendo un progreso real. Ahora que había
aprendido a no forzar la voz, sonaba mucho mejor. Nunca sería
una superestrella, pero su voz era cálida y relajante, aunque él
no lo supiera.
Shiloh le sacó la lengua.
—Sólo piensas eso porque eres mi pareja.
Liam sonrió, puso su guitarra hacia abajo, y se inclinó
hacia su pareja. Besó a Shiloh en la mejilla, encantado con la
manera en que las mejillas de Shiloh se ponían rojas.
—No es cierto—, dijo a Shiloh. —Pero si estás cansado,
podemos tomar un descanso. Te lo has ganado.
Los ojos de Shiloh brillaban con anticipación.
—¿Qué tienes en mente?
Liam no pudo evitar una carcajada.
96
Página
—¿Qué tal un paseo corto a través del parque para tomar
un poco de aire fresco? Si no hay nadie alrededor, podemos
incluso cambiar. —Bajó la voz porque sabía que ponía su
compañero salvaje, debido al hecho de que en realidad no podía
evitarlo. —Y luego, vamos a volver aquí y voy a hacerte el amor
una y otra y otra vez.
Shiloh le sonrió.
—Oh, me gusta esa idea, a pesar de que podría hacer eso
sin la caminata.
Liam negó con la cabeza ante el comentario de su
compañero.
—Basta de eso, o nunca vamos a salir de nuestra casa.
—¿Y qué hay de malo en eso?— Rió Shiloh. —Vamos, no
seas aguafiestas.
Liam se encontraba muy cerca de ceder. Después de todo,
siempre podrían ir a dar un paseo otro día. Pero justo cuando
pensaba así, Shiloh escapó de sus brazos, bailando justo fuera
de su alcance.
—Pero tienes razón,— bromeó. —Tenemos que salir un
poco.
Liam gruñó en broma a su compañero, pero la aceptó.
Transformándose en ropa de calle dejaron su apartamento. Era
un hermoso sábado por la noche, y Liam pensó que lo más
probable es que no fueran capaces de robar un momento en su
forma cambiada. No importaba. Se sentía solo tan feliz
simplemente caminando de la mano con su pareja, sólo otra
pareja disfrutando del buen tiempo. Si alguien los miraba
equivocadamente, era sólo porque eran gays, y no porque Liam
fuera un lobo y Shiloh un cisne. En cierta medida, se sentía casi
97

liberador.
Página
Los humanos los dejaron en paz, sin embargo, y con la
agradable noche, Liam se encontró prolongando el paseo. Se
detuvieron y, en un raro momento de decadencia, agarró un
poco de helado. Ambos disfrutaron del mejunje humano,
aunque Liam admitió que más que el sabor de la golosina, le
gustaba ver a Shiloh chupar el cono y hacer ruidos satisfechos.
Maldita sea, ese tipo de cosas deberían ser ilegales,
especialmente en público.
Al fin, decidieron volver a casa. La excitación de Liam se
mantuvo construyéndose todo a lo largo del paseo, y no podía
esperar para poner sus manos en la piel desnuda de su pareja.
Mientras se dirigían fuera del parque, sin embargo, Liam sintió
una presencia familiar acercarse.
No pudo reprimir un sonido de disgusto al ver a Sonny
caminar hacia ellos. El otro lobo había sido su amigo ocasional
de jodida antes de que Liam encontrara a Shiloh. Liam siempre
dejó claro que eran amigos con beneficios y nada más, pero
Sonny parecía haber malentendido, de todas formas.
Liam y Shiloh no tenían tiempo para hacer su escapada.
Sonny llegó a ellos en cuestión de segundos.
—Hey,— saludó con entusiasmo. —Cuánto tiempo sin
verlos. ¿Cómo han estado?
—Bien—, respondieron Shiloh, y Liam prácticamente
podía oírlo “Hasta que llegaste aquí”, aunque no lo dijo. —
Disfrutando de nuestra nueva vida juntos.
Sonny ni siquiera parpadeó al oír las palabras de Shiloh.
—Excelente. Estaba en realidad había pensado en hacerte
una llamada. —Sus ojos se posaron sobre Liam. —Te ves genial,
Liam.
98
Página
La situación parecía fuera de este mundo. ¿Podría Sonny
estar haciendo esto a propósito, sólo para cabrear a Shiloh? Era
posible, dado que Shiloh prácticamente vibraba de envidia en
este punto.
—Gracias—, respondió apresuradamente. Sabiendo que
pisaba terreno resbaladizo, añadió: —Mira, Shiloh y yo nos
dirigimos a casa. Nos vemos más tarde, ¿de acuerdo?
Sonny arqueó una ceja, pero no protestó.
—Por supuesto. Que se diviertan.
Con bastante más prisa de lo que realmente se necesitaba,
Liam y Shiloh abandonaron el parque.
— Maldita sea. — Shiloh gruñó. —¿No pudo sólo quedarse
lejos? Tú me perteneces.
De repente, la aprehensión de Liam se fundió con la
excitación, extrañamente respondiendo a la pequeña muestra
de posesividad.
—Soy todo tuyo, bebé—dijo. —Ahora vamos a llegar a casa
para que pueda demostrártelo.
Una oleada de lujuria como respuesta llegó a través de su
vínculo con Shiloh, y Liam aceleró el paso. Pronto, finalmente
llegaron a su destino. Pero a medida que se acercaban a su
apartamento, Liam sintió algo que no estaba del todo bien.
Parecía casi como la sensación que se tiene cuando otros
shifters estaban a su alrededor, pero no exactamente lo mismo.
Él y Shiloh se miraron y se precipitaron hacia su apartamento.
No sabía lo que habían esperado, pero sin duda no era lo
que vieron una vez que llegaron a su puerta, una gran cesta de
mimbre, cubierta con una manta. Lo primero que se le ocurrió a
99

Liam fue que sus amigos podrían tener algún regalo como un
tipo broma para ellos. Pero, sin duda, no elegirían algo así.
Página

Además, no se explicaba la extraña sensación.


Shiloh se arrodilló al lado de la cesta y quitó la manta.
Liam quedó boquiabierto. Dentro, había un huevo grande.
Bueno, eso explicaría la extraña sensación que habían
experimentado.
—Es un huevo de cisne cambia-formas—, dijo Shiloh sin
aliento. —Oh, Dios mío, Liam. ¿Quién lo trajo aquí?
—No tengo ni idea.— Le hubiera gustado mucho saber
también, ya que esa persona obviamente conocía la identidad de
Shiloh. —Sólo puede ser uno de los de tu gente.
El malestar de Shiloh llegó claro a través de su conexión.
—Ven. Entremos. Incluso si el tiempo es bueno, tiene que
mantenerse caliente.
Liam en silencio desbloqueó la puerta y la abrió. Su
compañero tomó la cesta de mimbre y la metió en el
apartamento. Parecía completamente hipnotizado por el huevo.
Bueno, tanto como por el sexo caliente.
Si Shiloh sintió su descontento, no dio muestras de eso, no
es que Liam lo culpara. La canasta delante de su puerta había
traído un enorme problema, algo que Liam no sabía cómo
manejar.
Su corazón se apretó en su pecho mientras miraba a Shiloh
recuperar el huevo de la cesta con el máximo cuidado.
—Bebé, tenemos que dejar que alguien sepa acerca de esto.
—Pero ¿por qué?—, preguntó Shiloh. —Alguien lo dejó
aquí. Obviamente, quería que lo tuviéramos.
—No lo sé. Me parece muy sospechoso para mí. —Los
huevos, no sólo surgen de la nada en el centro de Los Angeles.
100

¿Por qué alguien se molestaría en traer uno? Claro, que querían


una familia, pero esto se sentía inaceptable.
Página
Shiloh frunció el ceño mientras acunaba suavemente el
huevo.
—Está bien, así que no son condiciones ideales, pero ¿a
quién se supone que vamos a llamar?
—No lo sé. A tu familia, ¿tal vez? ¿A la agencia de
adopción?
El ceño fruncido de Shiloh se convirtió en una mirada
airada.
—No puedes estar hablando en serio. ¿La agencia de
adopción? ¿Quieres que lo regale?
—A nosotros, Shiloh. A nosotros, —corrigió Liam. —Y yo
no he dicho eso. Simplemente quería señalar que tal vez
deberíamos decirle a alguien sobre esto. Podrán decirnos qué
hacer.
—Liam, por cualquier razón, los padres de este bebé nos lo
encomendaron a nosotros. Ahora, yo no sé tú, pero no voy a
desperdiciar este regalo.
—Shiloh...— Liam tomó una respiración profunda. —Mira,
tal vez este no sea el mejor momento para hablar de esto.
Vamos a hacer que el huevo esté bien por ahora
Su compañero parecía satisfecho con eso, y a pesar de la
persistente sensación de tensión, procedieron a verificar el
huevo. Parecía en buenas condiciones, limpio, y no mostraba
fisuras. Quienquiera que lo hubiera traído debía haber tenido
buen cuidado de él antes. Pero entonces, la pregunta apareció
como por qué la persona en cuestión lo había abandonado en
primer lugar.
Sin embargo, cuando miró a Shiloh y al huevo, no pudo
101

evitar un sentimiento de ternura.


Página
—Liam, sé que no estábamos esperando exactamente esto
—, dijo Shiloh—, pero este bebé nos necesita. ¿Cómo podemos
abandonarlo a él o a ella?
—No estoy diciendo que deberíamos hacerlo.— Liam
suspiró. —Es sólo que estoy preocupado por ti.
Infierno, estaba preocupado por los dos. Podrían
fácilmente apegarse a este bebé, y luego los padres vendrían a
reclamarlo, exigiendo su vuelta. Liam podría ser capaz de
soportar ese tipo de angustia, pero temía por su pareja.
Shiloh colocó el huevo en el centro de su cama.
—Bueno, no hay nada que podamos hacer al respecto esta
noche de todos modos —, dijo. —Vamos. Ven aquí.
Liam tragó saliva, su preocupación por las nubes. No sabía
cómo cuidar de un huevo. Los lobeznos eran diferentes, y el
huevo se veía tan frágil.
—¿Y si accidentalmente lo aplasto?
—No lo harás.— Shiloh sonrió suavemente mientras se
quitaba la ropa.—Nos ocuparemos de este huevo, tú y yo.
Y curiosamente, cuando Shiloh habló, Liam encontró una
necesidad aparecer dentro de él, la necesidad de proteger al
bebé más allá de esa concha delicada. Sin decir una palabra, se
quitó su propia ropa y cambió en su forma de lobo.
Ni siquiera sabía qué instinto lo impulsó a hacerlo, pero se
dio cuenta de que había hecho lo correcto cuando Shiloh cambió
a su forma también. En forma de pájaro, Shiloh parecía tan
majestuoso que humillaba a Liam, y lo invadió un deseo sin
precedentes de proteger a su pareja y al huevo. Está bien, quizás
la situación era un poco sospechosa, pero tenía que preocuparse
102

acerca de esto más adelante. Por el momento, él y Shiloh


protegerían a este bebé.
Página
Shiloh se sentó en el huevo, protegiéndolo con su calor,
mientras que Liam se posicionó al lado de su compañero, listo
para hacer frente a cualquier amenaza que llegara. Lo cierto es
que no esperaba esto, pero juntos, Shiloh y él podían hacer
frente a cualquier cosa. Todo saldría bien al final.

103
Página
Capítulo Ocho
Shiloh no había pasado tanto tiempo en su forma de
animal desde que era un bebé. Desde el momento en que había
empezado a incubar el huevo, parecía que había caído en una
parte instintiva de él mismo, que le decía que protegiera a este
niño a toda costa.
Su pelea con Liam desde la noche anterior lo había
disgustado, pero por suerte, el otro hombre parecía haberse
olvidado de sus anteriores preocupaciones. La mañana después
de la aparición del huevo, el lobo cambió a su forma humana.
En un primer momento, Shiloh no sabía lo que Liam tenía
previsto, pero su conexión pronto lo hizo darse cuenta de eso, y
se permitió relajarse. Debería haber sabido más antes de dudar
de Liam.

Unos minutos más tarde, Liam le trajo una bandeja de


ensalada y sushi. Lo había preparado especialmente para que
Shiloh pudiera comerlo sin tener que cambiar. Liam se sentó en
la cama y suavemente acarició las plumas de Shiloh.
—Come, bebé. Necesitarás tu fuerza.
—Gracias,— Shiloh envió a través de su conexión. Comió
la comida proporcionada, sin nunca moverse una vez fuera del
huevo.
Mientras lo hacía, Liam sacó un sándwich para él mismo,
lo devoró en unos pocos bocados, y luego cambió de nuevo.
Parecía que el lobo compartía su instinto de proteger el huevo.
104

Liam se acurrucó más cerca de Shiloh y le lamió el pico.


—Va a estar todo bien, cariño —, dijo. —No voy a dejar
Página

que nada te pase.


Shiloh interiormente sonrió.
—Lo sé.
Sólo se quedaron así por un par de horas, todavía en forma
cambiada, Shiloh encima del huevo, Liam delante de él, siempre
vigilante. Después de un poco, Shiloh vio la necesidad de visitar
la pequeña habitación del cisne. No quería salir del huevo, sin
embargo. ¿Cómo lidiaban otros cisnes con tales problemas?
—Puedo asumir el control un poco—, sugirió Liam.
Shiloh fue sorprendido por la oferta, pero recordaba que
su gente a menudo compartía las responsabilidades de incubar
huevos. Tal vez no sea exactamente lo mismo, pero Shiloh sabía
que podía confiar en Liam para mantener el huevo caliente y
seguro hasta que estirara las piernas e hiciera sus necesidades
particulares. Asintió con la cabeza y se alejó con cuidado del
huevo. Liam tomó su lugar, acurrucándose a su alrededor,
mientras Shiloh cambió a su forma de piernas y se dirigió al
cuarto de baño.
Usó las instalaciones e incluso se atrevió a tomar una
ducha rápida. No permaneció ahí por mucho tiempo, sin
embargo, y entró y salió del baño en tal vez cinco minutos. Liam
estaba en cuclillas sobre el huevo cuando Shiloh entró en su
dormitorio, habiendo encontrado una mejor posición para
distribuir el calor uniformemente. Podría haber parecido
divertido, si no hubiera sido tan conmovedor.
—Está bien, estoy listo para volver a eso ahora.
Antes de que Liam pudiera responder, Shiloh oyó sonar el
teléfono. Todo su ser le convocó hacia Liam y el huevo, pero la
llamada podía ser algo importante.
105

Suspirando, Shiloh salió de la habitación y fue a coger el


teléfono.
Página
Las únicas personas que les habían llamado regularmente
o de otra manera, eran sus amigos, y si cualquiera de ellos eligió
hacerlo ahora se preocuparían si Shiloh no contestaba.
Tomó el teléfono.
—Hola.
En el otro lado de la conexión, Nicolas rió.
—Hola, Shiloh. Sólo comprobando para ver si todavía
sigue en pie lo de esta noche.
La mente de Shiloh quedó completamente en blanco.
Buscó en su memoria para averiguar de lo que Nicolas estaba
hablando. Claro, él y Liam se supone que se reunirían con
Nicolas y Daniel a jugar a los bolos. Jugar a los bolos, de todas
las cosas. Bueno, Shiloh tenía el huevo del que preocuparse
ahora. No podían dejarlo.
—Lo siento, Nico,— dijo. —No vamos a poder hacerlo. Algo
ocurrió.
—Shiloh, ¿qué pasó?— Nicolas parecía sorprendido y
preocupado. —¿Alguna cosa te pasó a ti y a Liam?
—No, por supuesto que no—, respondió Shiloh. —¿Por qué
dices algo así?
—Acabas de sonar un poco tenso, eso es todo—, dijo
Nicolas. —¿Quieres que vaya?
Mierda, no. Eso era lo último que quería Shiloh. Amigo o
no, era necesario que Nicolas se mantuviera alejado del huevo
de Shiloh.
—No—, dijo también con mucha vehemencia. —No, no lo
hagas.
106
Página
—Caray, qué manera de hacer que un chico se sienta
querido—, respondió Nicolas. —¿Estás seguro de que estás
bien?
Shiloh vaciló. No podía ocultar la existencia del huevo,
sobre todo porque tendría que tomar tiempo libre para
incubarlo.
—Tenemos que decirles—, dijo Liam a través de su vínculo.
—Son los únicos que nos pueden entender.
Shiloh estuvo de acuerdo.
—La cosa es que algo sucedió—, dijo a Nicolas. —No voy a
poder ir a trabajar en... un futuro previsible.
Silencio.
—Bien, ahora eso realmente me preocupó—, dijo Nicolas.
Shiloh podía sentir a su amigo tener el ceño fruncido. —Mira, no
me gusta preguntar esto Liam... no... ¿Ya sabes?
Shiloh quería estar indignado, pero sabía que su
comportamiento era extraño haciendo que Nicolas se
preocupara.
—Dios, no. Tenemos... Tenemos una especie de un nuevo
miembro añadido a nuestra familia.
—¿Qué? Shiloh, ¿qué?
—El otro día, cuando volvimos de un paseo, nos
encontramos con un huevo de cisne delante de nuestra puerta —
explicó Shiloh. —Voy a tener que quedarme en casa durante un
par de semanas hasta que lo incube.
—Shiloh, no voy a decirte que no tomes tiempo libre, pero
cariño, tienes que darte cuenta de la oportunidad que estás
107

tomando con esto. ¿Y si ese huevo era robado o algo así? De


verdad puede meterte en problemas.
Página
Shiloh se mordió el labio nerviosamente. Era más o menos
lo que Liam le había dicho la noche anterior, pero no quería
escucharlo. Ya sentía una conexión con el pobre, indefenso
huevo. Quería que fuera suyo.
—Shiloh, bebé... Quiero eso, también, pero también
tenemos que ser realistas—Liam dijo en su mente.
Shiloh respiró hondo e ignoró los comentarios de Liam.
Volvió su atención hacia Nicolas, una vez más.
—Mira, no te preocupes por mí. Voy a estar bien.
—Está bien.— Nicolas sonaba dudoso. —Llámame si
necesitas cualquier cosa.
Shiloh prometió que lo haría, aunque no tenía intención de
hacerlo. No es que no se fiara de Nicolas. Diablos, el hombre
había sido un amigo fiel durante muchos años. Pero Shiloh no
podía poner en peligro su huevo. La única persona que
permitiría alrededor era Liam, su pareja y socio.
—Vamos a tratar con esto un día a la vez, —envió a Liam
cuando terminó la llamada con Nicolas. —Estoy seguro de que
todo estará bien.

El fin de semana pasó con Liam y Shiloh pasando por la


misma rutina. Luego, llegó la mañana del lunes, y se vieron
obligados a tomar la decisión inevitable. Liam todavía tenía que
108

ir a trabajar, mientras que Shiloh se quedaría en casa y cuidaría


del huevo.
Página
El día se sentía infernal. Fue sólo la conexión de Liam y
Shiloh lo que lo mantenía cuerdo, cuando lo único que quería
era correr a casa y guardar a su pareja y el bebé. Diablos, el
huevo no había nacido aún y ya se habían vuelto tan unidos.
Joder.
Sus compañeros de trabajo se mantuvieron alejados de él,
al parecer dándose cuenta de su mal temperamento, por lo que
Liam no se vio obligado a entablar una conversación ociosa. La
mitad del tiempo, se dividió y se centró en su vínculo con
Shiloh, calmando a su pareja y haciendo compañía a Shiloh en
su mente, aunque no pudiera en presencia física.
Por fin, a mitad del día, Liam se resquebrajó y fue a ver a
su jefe. Afortunadamente, a la señora le gustaba y convinieron
en darle unos pocos días libres. Tal vez no sería suficiente para
proteger a Shiloh todo el camino hasta el momento en que el
huevo eclosionara, pero era mejor que nada.
Tan pronto como terminó su turno, Liam dijo adiós a sus
compañeros de trabajo y salió. Se detuvo junto a una tienda
para abastecerse de víveres, sabiendo que los necesitarían en los
próximos días. No recordaba sentirse tan ansioso en su vida, y
no tenía planes de salir de la casa si podía evitarlo.
Incluso si supiera que Shiloh estaba bien, todavía se sentía
aliviado cuando finalmente llegara a su casa. Shiloh no se
encontró con él en la puerta como normalmente lo haría, pero
Liam no esperaba que lo hiciera. Guardó los comestibles tan
rápidamente como pudo y entonces se dirigió al dormitorio.
Shiloh estaba exactamente donde Liam lo había dejado por la
mañana, en la cama en forma animal, todavía encima del huevo.
La comida que le dejó Liam había sido consumida, pero Liam
sabía que estaba sintiendo la presión.
109

—Vamos, bebé—, dijo. —Ve a tomar un descanso. Voy a


tomar el relevo.
Página
Se quitó la ropa mientras hablaba. Tomando una
respiración profunda, permitió que el cambio fluyera sobre él.
Ahora, en forma de lobo, cambió el lugar con Shiloh,
deslizándose sobre el huevo de cisne. Su compañero cambió de
nuevo en su forma humana y se frotó los ojos.
—Gracias—, dijo. —Tengo que decir que me alegro de que
te tomaras un par de días de descanso. Nos sentimos muy solos
hoy.
Liam sonrió interiormente en la forma en que su
compañero ya se estaba refiriendo al huevo.
—¿Crees que el bebé me echó de menos?
—Oh, lo sé.— Sonrió Shiloh. —Estaré de vuelta.
Cuando su compañero salió de la habitación, Liam cerró
los ojos y se concentró en el huevo debajo de él. Se sentía cálido
y vivo. Era muy extraño. Si alguien alguna vez le hubiera dicho
que un día estaría incubando un huevo, se habría echado a reír,
tal vez incluso habría dado un puñetazo a la persona en
cuestión. Pero ahora, parecía una cosa natural. Se preguntó por
qué. ¿Era algo acerca de Shiloh que lo hizo ser una mejor
persona? Cualquiera que fuera el caso, no podía negar que
quería proteger a este bebé.
No sabía cuánto tiempo le llevó hasta que Shiloh volvió a
hacerse cargo. Parecía que su compañero había tomado más
tiempo del estrictamente necesario, tal vez significando que
Liam tenía un enlace con el huevo. Sin duda estaba
funcionando.
Liam se alejó sin que se lo dijera y permitió a Shiloh
reanudar el proceso de incubar el huevo. Así cuando se preparó
para tomar su posición de defensa, oyó el timbre del teléfono.
110
Página
Liam consideró brevemente dejar que sonara, pero eso no
sería más que una manera de joder las cosas. Shiloh parecía
saber esto también. No lo detuvo la irritación que inundó su
vínculo.
—Nunca pensé que me sentiría así cada vez que nuestros
amigos nos llamaran —, dijo Shiloh. —Sólo deseo que nos dejen
en paz.
Liam sabía cómo se sentía su compañero. Cambió a su
forma humana, acarició las suaves plumas, y sonrió.
—Sólo se preocupan. Nicolas debe de haberles dicho sobre
el huevo.
No era exactamente un secreto, al menos no entre los
amigos cercanos que estaban acostumbrados a decirse todo los
unos a los otros. En verdad, Liam se había sorprendido de que
Shiloh no le hubiera dicho nada inmediatamente a Carson. Pero
de una manera, lo comprendía. El huevo era de ellos. No quería
que nadie interfiriera tampoco. Ni siquiera deberían ser
forzados a considerar discutir su existencia con nadie fuera de
su círculo, especialmente la agencia de adopción. Pero Liam
todavía no podía evitar un mal presentimiento, y osciló entre la
necesidad de la esperanza y el conocimiento de un peligro
desconocido.
Suspirando para sí mismo, Liam fue a recoger el teléfono.
Casi inmediatamente, la voz de Brody comenzó a vociferar
—¿Qué es esto que oigo acerca de que tienen un huevo? —,
preguntó. —Maldita sea, Liam. ¿Tienes idea de la cantidad de
problemas en los que podrías entrar?
—¿Por qué le importaría a alguien?—, preguntó, parte
porque en realidad quería escuchar lo que su amigo quería
111

decir, y porque necesitaba defender su propia posición. —El


huevo fue abandonado. Por supuesto que queremos cuidar de
Página

él.
Brody suspiró.
—Te voy a dar un pequeño consejo, Liam. Eres un lobo.
Los huevos pertenecen a un cisne. Algunas personas no se lo
toman muy amablemente.
Escalofríos recorrieron la espalda de Liam.
—Así que lo que estás diciendo es que podrían pensar que
yo le haría daño. Yo nunca haría eso.
—Sí, bueno, no creerán eso—, respondió Brody. —
Recuerda lo que me dijiste a mí y a Carson cuando queríamos
adoptar la primera vez.
Sí, Liam recordaba. La mujer de la agencia de adopción les
había dicho que Brody y Carson no podían posiblemente ser
padres adecuados ya sea para un carnívoro o un herbívoro.
Brody podría comer a un herbívoro joven, mientras que el
carnívoro podría llegar a atacar a Carson. Pero al mismo
tiempo, había habido alguien que había confiado en ellos, lo
suficiente como para darles la custodia de dos maravillosos
niños. Era alguien en quien Liam había estado pensando
cuando había sugerido hablar con la agencia. Necesitaban algún
tipo de seguro si las cosas salían mal.
—Me acuerdo—, respondió. —Realmente no sé qué
hacer.— Consideró sus siguientes palabras por unos momentos.
—Mira, ¿me puedes hacer un favor? ¿Ese tipo Skylar Pierce?
¿Sigues manteniendo contacto con él?
—Claro—, respondió Brody. —Incluso viene a visitarnos de
vez en cuando. ¿Quieres que hable con él?
Liam sintió inmediatamente la alarma de Shiloh.
—No—, le gritó Shiloh en su mente. —No, no.
112

Por una vez, Liam ignoró a su compañero.


Página
—Sí. Muy tranquilo. Hazle algunas preguntas, de forma
extraoficial.
Brody tarareó pensativo.
—Podría querer ver el huevo.
Una letanía de nos llenó la mente de Liam, fluyendo de
Shiloh.
—Sólo se discreto. No le digas que somos nosotros a
quienes te refieres para hablar con él. Si quiere ver el huevo...
no lo sé. Ya veremos.
—Supongo que es lo mejor que podemos hacer en este
momento—. Suspiró Brody. —Está bien, Liam. Voy a hablar con
Skylar y hacerte saber lo que dice.
—Gracias—, respondió Liam. —Te lo agradezco.
Cuando puso fin a la conversación, la furia de Shiloh
burbujeaba dentro de Liam, amenazando con hacer estallar su
cerebro.
—No puedo creer que fueras contra mí y pidieras a Brody
que hablara con la agencia —, gritó Shiloh en el interior de su
mente.
Liam hizo una mueca y se dirigió al dormitorio.
—Lo único que quiero es que Brody le haga a su amigo de
la agencia unas pocas preguntas extra oficiales —Liam lo
corrigió.
—No hay preguntas extraoficiales, no en una situación
como esta. Todo es importante. Todo es grabado.
Liam luchó por calmar a su compañero que era evidente
113

que no podía.
—Así que te das cuenta de la gravedad de todo esto y
Página

¿todavía no quieres decírselo a nadie?


Era muy extraño tratar de hacer razonar a Shiloh con su
compañero todavía en forma animal. Como era de esperar,
Shiloh no tomó su pregunta muy bien.
—Es mi huevo.— Shiloh se encolerizó. —Ellos sólo me lo
quitarían.
—Bebé... Por mucho que queramos que nuestra familia sea
completa, si lo empujamos, sólo va a ser un gran lío y gordo. Me
importa el huevo tanto como a ti, pero…
Un resoplido de Shiloh interrumpió su frase.
—¿Te preocupas por el huevo? ¿En serio? No eres un
cisne. ¿Qué podría posiblemente entender un lobo acerca de
esto? Diablos, por lo que sé, los de tu tipo se comen a los
huevos.
Liam se congeló y se quedó mirando a su compañero con
incredulidad. No podía creer que Shiloh hubiera dicho eso.
—Shiloh... Bebé...
Pero Shiloh ni siquiera se detuvo ahí.
—¿Sabes qué? No te necesito aquí. Sólo tienes que irte.
Déjame solo con mi huevo. Vuelve a tu manada. Ahí es donde
perteneces. Nunca me vas a entender de todos modos.
—Bebé,—Liam tomó otro paso adelante, —tú no quieres
decir eso.—Shiloh batió sus alas y siseó bajo en su garganta.
—No te acerques más, Liam. Voy a proteger este huevo,
incluso contra ti.
Liam sintió como si le hubieran dado una bofetada. Su
compañero sólo seguía sentado ahí, gruñendo en su manera
típica de cisne, y por primera vez en meses, Liam sintió que
114

había cometido un gran error. ¿Había estado realmente tan


equivocado con Shiloh? Seguramente su compañero no podía
Página

creer tales cosas monstruosas sobre él.


Pero la evidencia estaba en el comportamiento de Shiloh
hacia él y no podía ser negada. Liam lentamente salió de la
habitación. No podía mirar a Shiloh. Le dolía malditamente
demasiado.
Se sentía como si no pudiera respirar. El lobo dentro de él
se quejó por el rechazo de Shiloh, en la separación de su pareja
y el bebé del que rápidamente había comenzado a preocuparse.
Las paredes de la casa que habían sido su santuario ahora
lo ahogaban. Quería salir a la calle, cambiar, y correr, pero vivía
en la ciudad, y no tenía esa opción. Tal vez era mejor. Tanto si a
Shiloh le gustaba como si no, Liam se quedaría. No invadiría el
espacio personal de Shiloh, pero se quedaría al lado de su
compañero y lo protegería en este momento de vulnerabilidad.
Suspirando para sí mismo, Liam se dejó hundir en el
suelo. Ni siquiera se molestó en cambiar en su forma de lobo, ya
que su dolor lo haría ser aún más agudo. Durante mucho
tiempo, se quedó sentado, esperando. Por qué, no lo sabía. La
conexión se mantuvo en silencio, pero las palabras de Shiloh
aún resonaban a través de él, pesadas y venenosas. Diablos, por
todo lo que sé, los de tu tipo se comen nuestros huevos. Sólo
tienes que irte. Déjame solo con mi huevo.
Una y otra vez esas frases asaltaban la conciencia de Liam.
No querían decir nada, trató de decirse a sí mismo. Shiloh tenía
temperamento. No estaba más que enojado y era protector con
el huevo. Se dejaría convencer.
Pero entonces, si sólo tomara un único desacuerdo para
hacer que Shiloh se diera la vuelta y corriera, ¿qué diría eso
acerca de ellos? Liam había pensado que se las habían arreglado
para vincularse con Shiloh. Había pensado que el suyo era un
auténtico apareamiento, e incluso se había permitido pensar en
115

hacerlo oficial. Quería que el mundo supiera que tenía el más


hermoso, increíble compañero. Pero, al parecer, tomó una
Página

pequeña ola balancear el barco y traerlo a la realidad.


Él y Shiloh seguían siendo depredador y presa. Joder,
Shiloh incluso había insinuado que Liam atacaría el huevo.
¿Cómo podían construir un apareamiento con una confianza tan
frágil? La respuesta era fácil, no podían.
En un momento dado, su conexión con Shiloh comenzó a
vibrar con pesar, miedo y tristeza, todo viniendo de Shiloh.
Liam quería ir al interior de la habitación y sostener a su pareja,
calmar a Shiloh y alejar cada molesto pensamiento. Pero, por
una vez, no sabía si sería bienvenido. Era bastante irónico que
hubiera sido impulsado de nuevo a sus primeros días, cuando
había hecho todo lo posible para que Shiloh lo perdonara por su
lapsus. En realidad había pensado que estaban más allá de cosas
como esta, y Shiloh entendería que todo lo que hacía era por el
bien de todos ellos.
Realmente podría ser su culpa. Shiloh tenía razón. Liam
nunca debería haber pedido a Brody que consultara a Skylar
Pierce sin el acuerdo de Shiloh. Por lo que sabía, Skylar
averiguaría quiénes eran y les pediría que entregaran el huevo.
Joder.
No sabía por cuánto tiempo se sentó ahí, fuera de la
habitación que compartía con Shiloh. Un sonido estridente lo
sacó de su trance, el sonido del teléfono.
—Hola—, dijo Brody. —Hablé con Skylar.
—¿En serio?— Liam se frotó los ojos con cansancio. —¿Tan
pronto? No pensé que contactarías con él a esta hora.
—Liam, son las nueve de la mañana— Liam parpadeó y
echó un vistazo fuera. De hecho, el sol ya se había levantado.
Había estado esperando en la puerta toda la noche.
—De acuerdo—, respondió. —No sabía que estabas en tales
116

términos amistosos.
Página
—Es un buen tipo—, respondió Brody. —De todos modos,
escucha. Es muy importante si quieren mantener el huevo.
Liam sintió pánico correr a través de su conexión con
Shiloh. Oh, no, no, no, no, no. El coro de los continuos nos
hacían eco dentro de la cabeza de Liam, y Liam no pudo evitar
tratar de calmar a su compañero.
—Shh, cariño. Todo va a estar bien. Brody nunca haría
nada que pudiera hacernos daño.
No sabía si Shiloh lo había oído o no, ya que la ansiedad de
Shiloh realmente no disminuía. Su corazón cayó, Liam trató de
concentrarse en la conversación con Brody.
—Estoy escuchando.
—Le dije a Skylar que yo tenía un amigo que estaba
acoplado a un no carnívoro y encontraron un bebé de la especie
de su pareja. No sé si Skylar sospechaba de Carson y me refiero
a adoptar de nuevo, pero eso no importa. De todos modos, lo
que dice es lo siguiente. No es común, pero no carece de
precedentes, para carnívoros adoptar herbívoros. Ha habido
varios ejemplos, como la leona que previamente se hizo cargo de
Angel, o incluso Carson y yo. Sin embargo, para hacer esto, hay
un procedimiento que debes seguir. De lo contrario, el bebé será
considerado en peligro y que la gente del bebé tendrá derecho a
intervenir.
—¿Procedimiento?— Repitió Liam. —¿Qué procedimiento?
—Bueno lo primero, la pareja tiene que ser capaz de
proporcionar al bebé una familia. Es decir, tienen que estar
oficialmente acoplados.
—Shiloh y yo no estamos registrados como pareja, Brody—
117

dijo Liam.—Sabes eso.


Página
—Si quieren tener la oportunidad de mantener el huevo,
van a tener que hacerlo—, respondió Brody. —En segundo lugar,
el carnívoro padre o padres tienen hacer un compromiso de que
no le hará daño al niño herbívoro. No estoy seguro de si te lo
mencioné antes.
—¿Lo hiciste tú?—, preguntó Liam, sorprendido.
—Sí, cuando Carson y yo acogimos a Angel. Entonces,
tienes que hacer arreglos para una adopción oficial, a través de
la agencia. Skylar puede hacer eso para ti, pero tienes que
enfrentarse a ti y al bebé primero, para asegurarse de que
puedes proporcionar una familia adecuada.
—Es un engaño—, dijo Shiloh a través de su vínculo con
Liam. —Sólo significa que nos quitarán el huevo.
—No estoy seguro de que sea eso, bebé. Tiene sentido.
Y en verdad, lo hacía. Incluso si los padres originales del
huevo no se presentaran, el pueblo cisne no vería con buenos
ojos a un lobo criando a un polluelo de cisne. Shiloh y Liam no
tenían más remedio que recurrir a la ayuda de Skylar.
Los cambia-formas no tenían todas las autoridades
cubiertas. Sólo tenían a sus ancianos, y de acuerdo con lo que
estos hombres poderosos o mujeres decidieran, vivían en guerra
o en paz con otras especies. La agencia de adopción era el único
organismo que todos los cambia-formas utilizaban, y como
regla general, se mantenían neutrales. Sin embargo, también
tenían un poder significativo que permitía hacer cumplir sus
decisiones. Si Liam pudiera convencer a Skylar de que podría
ser un buen padre con el huevo, estaba todo establecido.
—Brody, ¿qué te parece? ¿Deberíamos encontramos con
este tipo?
118

Brody suspiró.
Página
—Definitivamente, tendrás una mejor oportunidad con
Skylar de que esperar y confiar en lo mejor. No puedo estar
seguro de cómo resultarán las cosas, pero Skylar me ayudó a mí
y a Carson con nuestros hijos. Estoy seguro de que va a tener la
mente abierta.
Liam se mordió el labio, inseguro.
—Mira, voy a tener una charla con Shiloh, y luego te
volveré a llamar y te la haré saber. Gracias por todo.
—No hay de qué.— Brody hizo una pausa. —Cuídense, de
todo ¿de acuerdo?
—Lo haré—, respondió Liam. —Gracias de nuevo.
Con eso, Liam puso fin a la llamada y se dirigió al
dormitorio. Respiró hondo, abrió la puerta y entró. Su
compañero estaba todavía en la cama, esperando por encima
del huevo en forma de animal.
—Cariño, ya sé que no confías en mí,— dijo, —pero tienes
que darte cuenta de que nuestra mejor oportunidad para
proteger el huevo es seguir mejor juntos.
—Lo sé,— dijo Shiloh débilmente. —Lo siento. Realmente
lo siento.
Liam suspiró y se sentó en la cama. Se permitió acariciar a
Shiloh, aliviado cuando su compañero no rehuyó.
—Vamos a estar bien, bebé. Ahora estaremos muy bien.
Ahora, si tan sólo pudiera creérselo.
119
Página
Capítulo Nueve
Liam nunca había sabido realmente lo que conllevaban los
registros de vínculos de pareja. En la manada, la gente
simplemente iba a Soren. Para Shiloh, había sido similar, en la
medida en que las parejas acopladas irían al líder de su valle.
Pero como Shiloh y Liam ahora vivían en Los Ángeles,
tenía que ir a quien trataba con tales cosas aquí.
Afortunadamente, Brody y Carson les ayudaron. Habían pasado
por un proceso similar, y Liam explicó que la agencia les
ayudaría en esto, también. Tal es así, que Shiloh y Liam habían
acordado reunirse con Skylar Pierce.
El hombre no era nada como Liam se esperaba. Los había
recibido con una sonrisa amable, una pequeña charla, y les
preguntó un poco sobre la forma en que se conocieron y cómo
se sentían acerca del huevo. Entonces, sin ninguna otra
observación, había accedido a organizar tanto su apareamiento
como la adopción para ellos.
Ahora, el gran día había llegado, y Liam admitió que se
sentía muy nervioso. Nunca había pensado que iba a hacer de
esto una necesidad fuera de su mero vínculo con su pareja. De
alguna manera, lo hacía sentirse reacio, como si estuviera
contaminando el proceso. Pero no, ambos Shiloh y él querían
que el huevo estuviera a salvo, y anhelaba el calor de una
familia. Además, Shiloh y él eran ya pareja. Esto era sólo una
formalidad, una pieza de papel que haría las cosas un poco más
reales a los ojos de quien tratara de poner en duda la solidez de
su enlace.
120
Página
—Hey, no te preocupes.— Skylar sonrió cuando los
condujo al interior de la construcción donde la ceremonia se
llevaría a cabo. —No es la gran cosa. Conozco a un tipo aquí, y
va a tratar con las cosas de forma rápida y sin dificultades.
Shiloh parecía nervioso también.
—Yo... Está bien. Está Bien. Rápido está bien. Sólo estoy
preocupado por el huevo.
Liam suspiró para sus adentros. Podía entender eso. Esta
era la primera vez en semanas que Shiloh había salido de su
casa. Siempre se había quedado con el huevo, cuidándolo,
proporcionando el calor necesario para su incubación. A decir
verdad, Liam estaba un poco preocupado por el huevo, también,
pero se consoló con la idea de que sus amigos estaban
vigilándolo.
Por fin, Skylar les hizo un gesto a una oficina grande. Un
hombre rubio grande, sentado en un escritorio, mirando por
encima de unos papeles. Al entrar en el cuarto, el hombre se
levantó.

—Hey, Skylar. ¿Son los chicos de los que me hablaste?


—Hola, Garth. Sí, estos son. Shiloh Holden y Liam
Denning.
Liam analizó al hombre con los ojos entrecerrados. Olía a
felino, y no le gustaba, sobre todo alrededor de Shiloh.
—No me vengas con el mal de ojo, lobo. — Se rió Garth. —
No voy a comer a tu pareja. Estoy acostumbrado a tener todo
tipo de cambia-formas por aquí. Ahora, ¿deberíamos ponernos
manos a la obra? Soy Garth Mckenna. Ahora, en función del
oficial antes de que llegue y te dirija en una agencia, esto puede
121

ser muy fácil o muy difícil. Voy a hacerlo más fácil, ya que ¿he
oído que tienes prisa por adoptar a un huevo abandonado?
Página

Shiloh asintió.
—A Liam y a mí realmente nos preocupa, y no queremos
que nadie nos lo quite.
Sintiendo la ansiedad de su pareja, Liam tomó la mano de
Shiloh y le besó.
—Habríamos venido aquí de cualquier manera, al final,
pero teníamos que acelerar un poco las cosas, por el huevo.
Garth asintió.
—Está bien. Voy a confiar en lo que estan diciendo, porque
los avala Skylar. —Recuperó los papeles que había estado
mirando cuando Liam y Shiloh habían llegado y se los entregó.
Liam escaneó las páginas con prisa. Ni siquiera todo eso
duraba mucho tiempo, ya que la agencia operaba en el supuesto
de que un apareamiento estaba ya en el lugar en el momento en
que la pareja estaba ahí para registrarlo. El compromiso que se
requería para un apareamiento de lobo era mucho más grande
que cualquier cosa que la agencia podría aplicar.
—Cuando estés listo, sólo tienes que firmar en la parte
inferior de la última página.
Sin dudarlo, Liam tomó una pluma de Garth y firmó. Para
su alivio, Shiloh siguió su ejemplo.
—Felicidades—, dijo Garth mientras recogía los papeles. —
Espero que lleven una vida larga y satisfactoria juntos.
—¿Eso es todo? — preguntó Shiloh, sonando sorprendido.
Garth sonrió.
—Como he dicho, puede ser tan fácil o tan difícil como
quieras. Ahora, va a tomar un par de días hasta que se procese,
pero hasta entonces, puden tratar con el papeleo de la
122

adopción. Sólo uno cosa más. ¿Les gustaría mantener sus


nombres, tenerlos con un guión, o tomar uno sobre el otro?
Página
—Con un guión está muy bien, creo—, dijo Liam.
—Denning-Holden—, agregó Shiloh.
—Muy bien—, respondió Garth. —Tendrán el papeleo listo
y se les será devuelto en un par de días.
Liam asintió aturdido con la cabeza y le dio las gracias. De
alguna manera, sentía que debería haber sido más complicado,
más trascendental. Pero si quería ser honesto, lo que realmente
le molestaba era que había tomado este paso importante en un
momento en que sintió a Shiloh tan distante, cuando su vínculo
era tan... equivocado.
Al salir de la oficina de Garth, Skylar comenzó a hablar.
—Ya tengo hechos arreglos para que el resto de los
documentos estén listos. Si vienen conmigo, podemos lidiar con
eso, y después de que todo esté procesado, el huevo será
oficialmente suyo.
A Liam le hubiera gustado sentirse contento por eso, pero
algo le evitaba que lo hiciera. El huevo necesita padres que se
llevaran bien, una amante familia, no dos compañeros
separados que ya no podía hacer que su vínculo funcionara por
más tiempo.
—Espera,— dijo. —Necesito hablar con Shiloh, en privado.
Skylar les ofreció una sonrisa comprensiva.
—Por supuesto. Vengan por este camino.
Skylar los llevó a su oficina y luego discretamente los dejó
solos. Shiloh se dejó caer en el sofá, mirando sus manos.
—¿Querías hablar?
123
Página
—Sí—. Liam se arrodilló junto a su compañero y tomó la
mano de Shiloh. —Bebé, tú sabes lo mucho que significas para
mí, lo mucho que el huevo significa para mí. Pero... yo sólo
quiero estar seguro de que eso es lo que quieres. —Se
humedeció los labios repentinamente secos. —La
documentación no ha sido procesada aún. Todavía podemos
decidir en contra de registrarse oficialmente. Y... tú puedes
encontrar otro compañero, un compañero cisne. —Su corazón
dolía aún cuando dijo las palabras. —Yo... yo te dejaría ir.
Los ojos de Shiloh se dispararon hacia arriba.
—¿Qué? Tú... ¿Tú harías eso?
Liam se obligó a ignorar su conexión con Shiloh y
centrarse en lo que él quería decir.
—Sólo quiero que seas feliz. Si no puedes hacer eso a mi
lado, bueno...
—Pero pensé que nos apareamos de por vida—, protestó
Shiloh. —No puedes de repente cambiar de opinión.
Liam cerró los ojos, la visión de la mirada seria de Shiloh
era demasiado para contener.
—Podríamos tratar de romperlo. Quiero decir... Brody
logró, un tipo de, y... Nunca te uniste conmigo, de la forma de
los cisnes, por lo que debería estar bien.
Liam estaba tan concentrado en no romperse en mil
pedazos que cuando vino el golpe, ni siquiera se dio cuenta
hasta que fue demasiado tarde. El golpe lo envió a caer al suelo,
y acunó su mejilla herida sorprendido. En la distancia, registró
el hecho de que Shiloh podría haberle partido el labio.
—¿Cómo puedes decir eso?— Shiloh le miró. —Sé que no
124

he sido el mejor compañero en el último par de semanas, pero


¿cómo puedes decir que no te enlazaste en la forma de cisne?
Página
Liam se quedó boquiabierto al ver los ojos de su
compañero llenarse de lágrimas. Shiloh apresuradamente
apartó la mirada, pero Liam había visto lo que estaba tratando
Shiloh de esconder. Se levantó y se dirigió de nuevo a su
compañero. Volvió a abrazar a Shiloh, inhalando el olor único
del cisne.
—Bebé... Lo siento. Yo... yo quiero lo mejor para ti y el
huevo.
Shiloh se apartó de él y se volvió, con lo que estaban cara a
cara una vez más.
—Y si fuéramos a romper esta unión, ¿qué harías?
¿Quieres volver a la manada, encontrar una bonita perra, sexy
con la que tener cachorros? ¿O te liarías con el famoso Anson
otra vez?
El sarcasmo no era más que una máscara para las
emociones de Shiloh, y Liam luchó por ignorarlo.
—No,— respondió llanamente. —Me alojaría aquí y te
observaría desde la distancia. Me gustaría ir a donde quiera que
fueras, incluso si ya no eres mío. Me aseguraría de que nuestro
huevo se incubara con seguridad y creciera feliz.
Shiloh miró atónito. Se quedó ahí, congelado, mirando a
Liam como si nunca lo hubiera visto antes. Las lágrimas
brillaban en sus bellos ojos de nuevo, pero esta vez, Shiloh no
hizo ningún esfuerzo por ocultarse detrás del sarcasmo. En
cambio, enterró su rostro en el pecho de Liam.
—Oh, Dios, Liam, lo siento mucho. No debería haber dicho
aquellas cosas horribles. Estaba tan asustado por el huevo. Por
favor, por favor dame otra oportunidad. —Se aferró a Liam, sus
uñas clavándose en la piel de Liam a través del material de la
125

camisa. —Te necesito. Yo... te amo.


Página
Liam sintió miedo de decir cualquier cosa para no romper
el bello momento entre ellos. Sabía que Shiloh estaba siendo
honesto. Diablos, sabía que Shiloh lamentaba el intercambio
desagradable incluso entonces. Pero que Shiloh reconociera eso
era algo totalmente diferente. Y escuchar a Shiloh decir las
palabras que había estado esperando desde que se conocieron lo
asombraba. Sin embargo, una parte de Liam temía que el
pánico empujara a Shiloh a una declaración que podría no
querer decir completamente.
—Está bien, Shiloh.— Envolvió sus brazos alrededor de su
compañero y lo apretó firmemente. —Soy tuyo por el tiempo
que me quieras.
Shiloh lo miró.
—¿Estás seguro de eso? Siempre es un mucho tiempo, ya
sabes.
Era el turno de Liam para parecer sorprendido. Shiloh era
verdaderamente serio acerca de esto, entonces. De repente, el
enorme abismo de desconfianza que se cernía entre ellos en los
últimos días comenzó a desaparecer. Liam casi podía ver el
puente entre ellos formarse una vez más. Las palabras dolían
más a menudo que los puñales de plata, y los de Shiloh habían
hecho un gran daño al corazón de Liam. Pero a medida que su
relación fluyó de nuevo en su lugar, parecía que por fin
comprendió la verdad detrás de todo lo que Shiloh había dicho y
hecho alguna vez.
—Para siempre no es suficiente—, respondió. —Yo también
lo siento, Shiloh. Nunca debería haber sugerido la ruptura.
Shiloh se rió con voz temblorosa.
126
Página
—Siempre estás tratando de cuidar de mí, aun cuando soy
un idiota. —Sus miradas se encontraron, y por un momento,
ninguno de los dos habló. El corazón de Liam empezó a latir
más rápido. No habían dormido juntos desde su discusión, y
mientras Liam echó de menos el sexo, echaba de menos la
cercanía aún más. Demonios, no se habían besado aún, y los
labios de Shiloh, su tacto, eran como una droga para Liam.
Muy suavemente, Liam apretó su boca a la de Shiloh.
Shiloh cerró sus ojos, jadeando y abriendo sus labios. Fue un
beso suave, casi casto, y despertó una necesidad más profunda
dentro de Liam. Quería tocar a Shiloh, para asegurarse de que
su compañero estaba realmente ahí en sus brazos.
Poco a poco, el beso comenzó a volverse más caliente, y
Liam metió las manos debajo de la camisa de Shiloh. Sus
lenguas se batieron en duelo, y Shiloh se rindió a la batalla, su
excitación asaltando a Liam en todos los sentidos. Bebía el olor
de su compañero, que casi con incredulidad se había ganado de
nuevo.
Cuando rompieron el beso, Liam empujó a su compañero
en la espalda del sofá y se subió encima de Shiloh. Salpicó con
besos el rostro de Shiloh, necesitando más contacto, con ganas
de más piel con piel.
—No tenemos mucho tiempo—, jadeó Shiloh. —Tenemos
que cerrar las cosas con Skylar y volver a casa.
Era cierto. Su huevo estaba esperando. Eran padres ahora,
y tenían una responsabilidad. Liam se separó de Shiloh,
jadeando con fuerza. Quería tocar a Shiloh todo, lamerlo,
joderlo, disfrutar de toda esa deliciosa piel. Pero este no era el
momento ni el lugar. Con tal de que estuvieran juntos, podría
tratar con un pequeño caso de bolas azules.
127
Página
Se levantó del sofá y arregló su ropa y su desordenado
cabello. Fue una buena cosa, también, porque un poco más
tarde, llamaron a la puerta.
—¿Puedo pasar?,— Preguntó Skylar.
Fue bastante divertido, ya que técnicamente hablando, se
trataba de la oficina de Skylar en primer lugar.
—Por supuesto— respondió Liam.
La puerta se abrió, y Skylar entró.
—¿Está todo bien? — preguntó Skylar.

Liam asintió.
—Genial. Gracias.
Skylar se dirigió a su escritorio, pareciendo tan amable y
sereno como nunca. Les ofreció otra sonrisa.
—Ahora, ¿están listos para firmar los papeles?

Liam y Shiloh se miraron entre sí.


—Más preparados que nunca—, Liam respondió,
sonriendo a su compañero.
Skylar les ofreció los papeles, y al igual que antes, en la
oficina de Garth, Liam y Shiloh pusieron sus nombres en los
documentos. Era un hecho. Pronto serían los padres oficiales
del huevo.
Esta vez, Liam se sentía realmente entusiasmado. Cuando
Skylar los felicitó, no pudo contener su emoción y abrazó al otro
hombre.
—Gracias por todo.
128

Shiloh hizo lo mismo, y a través de su enlace, Liam sintió


la felicidad de su compañero.
Página
—No tienes ni idea de lo que significa para nosotros.
Skylar se rió.
—Ha sido un placer. Siempre es agradable ver que niños
abandonados van a buenas familias.
—Tenemos que irnos ahora, pero vamos a seguir en
contacto—, agregó Liam. Estaba muy ansioso por regresar a su
hogar y a su huevo. Daniel estaba temporalmente haciendo de
niñera, pero de una ardilla no se podía esperar que prestara
atención a un huevo de cisne durante un período prolongado de
tiempo.
Skylar los sacó, y los dos se dirigieron hacia la salida del
edificio. Llegaron a su coche en un estado de ánimo mucho
mejor del que lo habían dejado.
Liam se metió dentro, tomando la posición del conductor,
mientras que Shiloh reclamó el de al lado. Ambos se pusieron el
cinturón de seguridad y Liam salió. Mientras entraba en el
tráfico, no podía dejar de recordar la escena en la oficina, el
sabor de los labios de Shiloh en los suyos, la sensación del
cuerpo de su pareja en su abrazo. Sintió la excitación de Shiloh
responder, y antes de que Liam supiera lo que estaba pasando,
Shiloh se desabrochó el cinturón de seguridad y se deslizó al
piso del coche. Las talentosas manos del cisne aterrizaron en la
entrepierna de Liam, masajeando su ya duro pene.
Liam gimió, luchando por controlarse a sí mismo y
concentrarse en la conducción.
—Bebé, no sé si esto es una buena idea.
El sonido de la cremallera resonó con fuerza en el coche.
—Por supuesto que lo es— dijo Shiloh. —Los dos lo
129

necesitamos.
Página
Y lo hacían, Liam lo sabía. No protestó más cuando la
mano de Shiloh se coló en sus calzoncillos y su eje se encerró en
un puño caliente. Liam gimió y abrió más las piernas para dar a
Shiloh espacio para trabajar. El cisne aprovechó su silencio y se
deslizó entre sus piernas.
Tomó un poco de maniobra inteligente, pero se las
arreglaron para encontrar un equilibrio. Liam siseó cuando su
compañero liberó su polla de sus confines. Sin dar a Liam un
solo aviso, Shiloh bajó la boca sobre la polla de Liam.
El placer explotó sobre Liam, y cruzó su visión. Sabía que
probablemente debería parar el coche, pero conducir con su
compañero chupándole la polla le dio un subidón increíble. En
una ocasión, incluso robó miradas en el pedazo de belleza que
era Shiloh.
Shiloh balanceaba la cabeza arriba y abajo en la polla de
Liam, creando una succión deliciosa. Sus dedos masajeando el
saco de las pelotas de Liam, finas, suaves, y muy familiares. A
Liam le hubiera gustado tocar
—Céntrate en la conducción, Liam—, dijo Shiloh a través
de su vínculo.
Liam obedeció, aunque el pecaminoso toque de Shiloh le
estaba volviendo loco. Una y otra vez, su compañero se burlaba
de él, a veces girando su lengua alrededor de la cabeza de la
polla de Liam y luego cambiando a un ritmo casi insoportable
de succión. Cada nervio en el cuerpo de Liam estaba encendido
con pasión y tensión sensual. Oyó el sonido de otra cremallera y
se dio cuenta de que su compañero se estaba tocando.
En el momento en que sentía a Shiloh hacerse a sí mismo
una paja, su placer se disparó. Shiloh aumentó el ritmo de la
130

succión y Liam no podía soportarlo más. Con un rugido, se


enterró en la garganta de su compañero y se corrió.
Página
Momentos más tarde, Shiloh encontró su clímax, así, su
vínculo entrelazó sus orgasmos juntos.
En un momento diferente, Liam podría haber tratado de
hacer más, pero había ya tomado demasiadas oportunidades.
Por algún milagro, o mejor dicho, una combinación de sus
instintos cambia-formas y su experiencia con vehículos, se las
había arreglado para no estrellar el coche. La pura suerte les
ayudó a no dejarse detener por un coche de policía. Pero a
medida que la neblina del orgasmo se desvaneció, su mente
volvió a su tema más urgente, el huevo.
Su compañero hizo todo lo posible para limpiar y salirse de
entre las piernas de Liam.
—Es hora de correr a casa. El huevo está esperando.
Con una carcajada, Liam aceleró un poco y se dirigió hacia
su apartamento. Él y Shiloh eran amantes, compañeros y
padres. ¿Qué más podía pedir de la vida?

131
Página
Capítulo Diez
Unos días más tarde
Shiloh masticó pensativamente su ensalada, satisfecho en
el conocimiento de que Liam estaba protegiendo el huevo. No
podía creer que hubiera dudado de su compañero ni siquiera
por un segundo. El lobo claramente amaba a su futuro hijo
tanto como lo hacía Shiloh. Había demostrado ser una valiosa
ayuda, haciéndose cargo por Shiloh cuando Shiloh necesitaba
ayuda o simplemente quería estirar las piernas.
Se apoyó en el mostrador, imaginándose a sí mismo, Liam,
y a su niño en unos años a lo largo del camino. ¿Cómo sería? Él
siempre había querido una familia, pero había recibido una
especie de ambos, una pareja y un bebé en una extensión de
poco tiempo. Apenas había logrado absorberlo en su cabeza,
pero de alguna manera, sabía que todo saldría bien. Liam
ayudaría.
De repente, un extraño sentimiento lo asaltó, haciéndole
temblar por sus pensamientos. Su ensalada olvidada, Shiloh
frunció el ceño, extrañamente aprensivo. Desde que se habían
unido con el huevo, sus sentidos se habían agudizado más,
siempre tratando de encontrar las amenazas a su seguridad. Y
ahora, le decían que alguien iba a venir. Cuando Shiloh se
centró, sintió claramente, la proximidad de su propia especie.

—Ven a la habitación, Shiloh—, dijo Liam a través de su


conexión. —Yo me encargo de esto.
—No,— respondió Shiloh. —Voy a hablar con ellos y
132

escuchar lo que tengan que decir. Te quedas con el huevo.


Página
Justo cuando envió este mensaje a su compañero, el
timbre de la puerta sonó. La ansiedad corría por él cuando se
dirigió a la puerta. No había visto otro cisne en años. La mayoría
sólo se mantenían firmes en sus territorios y no se molestaban
con los que elegían un estilo de vida diferente. Sólo había una
razón por la que lo buscarían ahora, el huevo.
Shiloh entreabrió la puerta y no podía decir que estuviera
totalmente sorprendido al ver a sus padres en el otro lado,
acompañado de un grupo de otros cisnes.
—Hola, Shiloh—, dijo su madre. —Déjanos entrar,
¿quieres?
Shiloh le frunció el ceño.
—No, no creo que lo haga.— No tenía ninguna intención de
permitirles entrar junto con su compañero y el huevo.
Les había dicho a sus padres acerca de Liam, por supuesto,
ya que no había tenido intención de mantener su acoplamiento
para sí mismo. Estaba orgulloso de su compañero y feliz de
haber encontrado la otra mitad de su alma. Como era de
esperar, sus padres no habían sido felices, y Shiloh no había
hablado con ellos desde que él les había colgado el teléfono. A
juzgar por la expresión de su madre, su actitud no se había
suavizado en los últimos meses.
Su padre suspiró, sonando irritado.
—Ahora, Shiloh, no hagas esto más difícil de lo que tiene
que ser. Sabemos que lo tomaste. Sólo tienes que entregarlo y
todo va a estar bien.
Era como el cisne mayor dijera esto para que Shiloh se
diera cuenta de la presencia de uno de sus mayores errores,
133

Charles.
—No sé de lo que estás hablando, —le dijo. —¿Y qué estás
Página

haciendo aquí?
—Shiloh, no vamos a jugar—, Charles saltó. —Tú y yo
sabemos por qué estoy aquí.
En este punto, Shiloh estaba completamente confundido.
Sintió la alarma de Liam y envió una ola de consuelo a su
compañero.
—Quédate con el huevo—, dijo a Liam de nuevo. —Puedo
lidiar con ellos.— Dirigiendo su atención hacia sus padres,
añadió: —En realidad, no lo sé, y para decirte la verdad, no me
importa. Déjame solo en el infierno.
—No podemos hacer eso—, ofreció su madre. —Shiloh,
devuelve el huevo. No puedes pensar seriamente que te
permitiríamos mantenerlo.
A Shiloh le sorprendió que hubieran sabido del huevo. Sin
embargo, había esperado tener un poco de tiempo. Acababa de
tener el huevo durante un par de semanas. No le habían incluso
incubado todavía. No es que importara. Shiloh ya lo amaba
como si fuera suyo.
—Soy perfectamente capaz de cuidar de él—, respondió.
Su padre lo miró.
—Así es. Y supongo que tu compañero carnívoro te
ayudará con eso.
—En realidad, sí—, respondió Shiloh. Envió un
agradecimiento a Liam y su insistencia en ponerse en contacto
con la agencia. —Ya se ha comprometido a hacer eso. Él y yo
adoptamos el huevo oficialmente apenas hace un par de días.
La sangre se drenó de la cara de Charles.
—Eso no puede ser—, dijo. —No hay manera de que
134

pudieras haber pasado a través de la burocracia tan rápido.


Estás mintiendo.
Página
Shiloh se encogió de hombros, haciendo una nota mental
para comprar un enorme regalo para Skylar Pierce.
—Cree lo que quieras. No lo hace menos cierto.
Su padre se quedó pensativo, y le dio a Charles estrecha
mirada. Shiloh no tenía tiempo para averiguar las razones de
ello. El cisne mayor se volvió hacia él y le dijo.
—Hijo, ya sea que hayas adoptado el huevo o no, eso no
cambia el hecho de que Charles tiene más derecho sobre él que
tú.
Shiloh parpadeó, sin entender a dónde su padre estaba
tratando de llegar.
—Lo siento, ¿qué? Me he perdido. ¿Por qué Charles
tendría derechos sobre mi huevo?
Su madre dejó escapar un suspiro irritado.
—Shiloh, por favor, deja este acto sin sentido. Sabes tan
bien como yo que Charles es el padre del huevo. Ahora, el robo
de un huevo es un delito grave, Shiloh. Podemos fácilmente
encarcelarte por esto. Charles se ha comprometido a dejar ir las
cosas, siempre y cuando lo devuelvas, pero tienes que
devolvérselo ahora.
Shiloh sentía que el mundo daba vueltas. Los papeles de
adopción lo respaldaban, al igual que el compromiso de Liam
con el huevo, pero de la paternidad de Charles del huevo podría
arrancar de un tirón todo su plan. Sin embargo, mantuvo la
calma y no permitió que los otros cisnes lo intimidaran.
—Yo no he robado ningún huevo —, dijo. —No he estado
en el valle durante años, y no podría haberlo hecho si hubiera
querido. Si Charles es el padre del huevo, entonces tal vez me
135

pueda explicar cómo terminó abandonado en la puerta de mi


casa.
Página
—Como si eso llegara a suceder.— Suspiró Charles. —Por
favor, Shiloh. No seas así. Abre la puerta y déjame entrar
Shiloh gruñó a Charles.
—Como he dicho, no tengo ninguna intención de hacerlo.
—Shiloh, aún te amo. Quieres un hijo, lo entiendo. Me
duele que me robaras el huevo, pero aún podríamos criarlo, tú y
yo.
Shiloh no había pensado que pudiera estar más
sorprendido, pero ahí estaba.
—No puedes estar hablando en serio.— Respiró hondo,
luchando por dar sentido a lo que estaba pasando. —¿Qué pasa
con la madre del huevo? ¿Dónde está?
La expresión de Charles se ensombreció.
—Ella me dejó—, dijo. —Ahora, no cambies de tema. Tú y
yo nos pertenecemos. Ahora podemos por fin tener una familia.
—Ya tengo una familia, mi compañero y mi huevo.— Con
eso, Shiloh cerró la puerta en la cara de Charles.
—Shiloh, estás empeorando las cosas tú mismo, —gritó su
padre.
Shiloh se apresuró a la habitación. Su compañero ya había
cuidadosamente empacado el huevo en su canasta,
protegiéndolo con mantas.
—Necesitamos irnos.

Shiloh asintió, agarró sus documentos, y se dirigió hacia la


escalera de incendios. Consideró agarrar su pistola, pero decidió
no hacerlo. Había que estar loco para matar a alguien con un
136

huevo cerca. Incluso si su objetivo fuera bueno, la bala todavía


podía rebotar y golpear accidentalmente al huevo.
Página
Las posibilidades eran escasas, pero Shiloh no estaba
dispuesto a correr el riesgo.
Al salir de su apartamento, oyó la puerta de entrada
venirse abajo por el asalto de los cisnes. Liam siguió tras él,
llevando cuidadosamente el huevo.
Se las arreglaron para llegar a su coche, pero como era de
esperar, sus movimientos fueron anticipados o sentidos. Los
cisnes los rodearon al llegar a su vehículo, y eran mucho más de
lo que esperaba incluso Shiloh. Liam entregó el huevo a Shiloh,
gruñendo.
—Si creen que van a tocar un pelo de su cabeza, —gruñó,—
están muy equivocados.
—Mantente fuera de esto, lobo,— dijo uno de los hombres.
Shiloh encontró con sorpresa que ni siquiera conocía al tipo.
Dios, ¿había transcurrido tanto tiempo desde que había estado
en el valle?
Liam le enseñó los dientes a la reunión.
—No lo creo. Ustedes son los que están atacando a mi
familia.
A medida que los cisnes se acercaban, Liam habló a Shiloh
a través de su vínculo.
—Bebé, entra en el coche—, dijo. —Los detendré.
Shiloh quería cuestionar la orden, pero sabía que su huevo
estaba confiado a él. Con las manos temblorosas, abrió la puerta
del coche y tomó el asiento del conductor, poniendo al huevo en
el suelo del coche y haciendo lo mejor para asegurarlo.
En el exterior, vio a varios cisnes disparados hacia
137

adelante, hacia el coche. No tuvieron la oportunidad de llegar a


él. Liam cambió a su forma de lobo y atacó con una rapidez que
Página

sorprendió incluso a Shiloh.


Detuvo al menos a dos de los cisnes, mientras que los otros
se cambiaban en su forma animal y despegaban en el aire.
Shiloh gritó cuando uno de ellos cayó sobre el coche y trató
de romper el parabrisas con su pico. Se apresuró a introducir la
llave en el encendido y arrancar el vehículo. Usando los
limpiaparabrisas, se las arregló para temporalmente disuadir al
cisne atacante. No creía que el parabrisas pudiera ser fácilmente
destruido, pero los cisnes son aves de gran tamaño, y podrían
ser muy persistentes.
La forma de lobo de Liam sacó al cisne del coche, y, en
conjunto, los dos animales rodaron de nuevo en el asfalto.
—¡Vete!—, Gritó Liam en la mente de Shiloh. —Busca a
Skylar. Encuentra ayuda.
Shiloh estaba dividido entre su pareja y su huevo. Al final,
decidió que lo único que podía hacer era tratar de obtener
ayuda. Incluso si intentara ayudar a Liam, todavía estaría en
inferioridad numérica, y sólo Dios sabía lo que pasaría con el
huevo.

Las lágrimas corrían por su rostro mientras se alejaba,


manteniendo un constante ritmo y ocasionalmente robando una
mirada al huevo. Una medida de alivio corría por él al darse
cuenta de que el huevo parecía a salvo. No duró, sin embargo,
momentos después, una bala pasó directamente a través de la
ventana trasera, pasando por alto la cabeza de Shiloh.
138
Página
Liam mentalmente maldijo cuando vio a un alto y
masculino cisne prepararse a sí mismo para salir disparado
detrás de Shiloh de nuevo. Sabía que la primera bala casi había
golpeado a su compañero. Incluso la distracción fue suficiente
para causar posibles daños al huevo.
Sin dudarlo, Liam se abalanzó sobre el hombre que puso
en peligro a su familia. Se las arregló para llegar ahí justo
cuando el cisne disparó una vez más. La fuerza de su impulso
envió a los dos a estrellarse contra el suelo. Afortunadamente, la
intervención de Liam hizo que el hombre perdiera su objetivo.
Liam enterró sus colmillos en la carne del cisne,
sintiéndose un poco disgustado mientras lo hacía. Después de
todo, su compañero y su hijo eran cisnes. Sin embargo, este
hombre había intentado hacerles daño, y Liam hacer haría lo
que fuera para detenerlo.
No debería haberle tomado tiempo hacer frente al cisne.
Un rápido movimiento, un desgarro de una vena importante
que bombeaba sangre al corazón del otro hombre, y todo habría
terminado. Pero seguía viendo la mirada de su compañero en
los ojos de su mente, recordando mantener el calor del huevo, la
vida creciendo bajo la delicada concha. Y recordando todo eso,
vaciló.
Por desgracia, eso le dio al cisne la ocasión de recuperar su
perdida compostura. Liam sintió al hombre luchar con su arma.
Sus instintos rebotaron y estaba a punto de desgarrar la
garganta de su oponente, cuando sonó un disparo.
Curiosamente, fue el sonido que registró primera.
Segundos después llegó el dolor. Joder, dolía. Liam nunca había
conseguido que le dispararan un tiro con una bala de plata, y
tenía que decir que no disfrutaba de la experiencia.
139

Afortunadamente, su dominio sobre el hombre hizo que la bala


no golpeara nada vital. En cambio, el tiro afectó la pata trasera
Página

de Liam.
Liam habría tratado de continuar su ataque, pero llegó a
estar consciente de todos los otros cisnes a su alrededor. En su
mente, sintió los gritos de pánico de Shiloh.
—Liam, sal de ahí. Oh, Dios, Liam... corre.
Liam no estaba por encima de hacer precisamente eso. Se
apartó del cisne y lentamente retrocedió, tratando de mantener
sus sentidos. La plata quemaba ya a través de él, y, lo rodeaba,
no tenía mucha oportunidad de escapar.
Sorprendentemente, los cisnes no parecían estar
concentrados en él. Un hombre mayor se acercó a ellos,
mirando ceñudo al atacante de Liam.
—Jesús Cristo, —dijo. —¿Has perdido la cabeza, Charles?
—Shiloh estaba escapándose—, respondió el hombre
llamado Charles. —Y además, todavía conseguimos al lobo.
—Sólo lo conseguiste porque luchaba por Shiloh,— el
hombre respondió con frialdad. —Ahora, Charles, nunca confié
demasiado en tus palabras en primer lugar, pero ahora estoy
empezando a dudar de ellas aún más.
—No puedes estar hablando en serio.— Charles dejó
escapar un sonido de incredulidad. —Ese huevo es mío y Shiloh
lo robó.
Una mujer apareció por el lado del cisne mayor.
—Y, sin embargo, le disparaste en el vehículo que le
transportaba, poniendo en peligro tanto al huevo como a Shiloh.
Incluso si Shiloh tomó el huevo, no apreciamos que le hagas
daño. Es nuestro hijo, después de todo, y acordaste dejarlo en
paz.
140

Así que el hombre y la mujer eran los padres de Shiloh,


entonces. Era algo reconfortante ver que por lo menos se
Página

preocupaban por Shiloh.


Liam se aprovechó de la distracción y comenzó a
retroceder lentamente lejos. Charles debió de percibir su
movimiento, sin embargo, cuando llegó por su arma. Antes de
que pudiera apuntar a Liam de nuevo, sin embargo, la madre de
Shiloh lo apartó de su alcance.
—Yo creo que no. Lo dije antes. Nada de armas de fuego.
Charles apretó los dientes con evidente rabia.
—¿Qué podemos hacer con respecto al lobo, entonces? —,
dijo.
Por un momento, la mujer se volvió hacia Liam. Su mirada
resultaba familiar, y Liam vio a Shiloh dentro de ella. Deseaba
saber lo que estaba pensando.
Entonces, la mujer rompió el contacto visual y se fue
alrededor de Charles. El movimiento bloqueó el cuerpo de
Charles de la vista, y Liam habría apostado dinero que el
hombre no podía verlo tampoco. Al mirar a su alrededor, todos
se dieron cuenta estaban estudiosamente mirando a los cisnes
hablando. Algunos de los hombres reunidos discretamente
dieron un paso adelante, lo que le permitió pasar. ¿Qué carajo?
—¡Sal de ahí, Liam!—, dijo Shiloh. Sonaba un poco más
tranquilo, pero todavía con miedo. —Nosotros los cisnes
respetamos los apareamientos, y deben haberse dado cuenta
de que no hay manera que pudieras haber hecho lo que hiciste
si no fueras mi pareja. Vete antes de que cambien de opinión.
Liam no esperó a que se lo dijeran dos veces. Su pierna le
dolía como el infierno y estaba sangrando mucho, pero su
conexión con Shiloh parecía ser el alimento de su fuerza. Se
marchó, siguiendo la sensación de su compañero en la
distancia.
141
Página
De alguna manera, sabía que Shiloh le esperaba. Odiaba
los riesgos que su compañero estaba tomando, pero pedir a
Shiloh que diera marcha atrás sería inútil, y eso sólo podía
llevar a una situación peor. Si los cisnes capturaban a Liam,
podrían utilizarlo contra Shiloh. Liam evitaría eso, incluso si le
costara la vida.
—Ni se te ocurra pensar eso, Liam.— La voz de Shiloh
llegó a través de su conexión. —Estoy conduciendo en tu
camino. Encuéntrame en la cafetería de la esquina del bloque.
Liam centró toda la fuerza que tenía en su destino.
Moverse haría que la plata le afectara aún más, pero los cisnes
podrían cambiar de opinión en cualquier momento. Por mucho
que Liam odiaba huir de una pelea, sabía cómo escoger sus
batallas.
La cafetería no estaba demasiado lejos. De hecho, en
circunstancias normales, podría haber llegado ahí en cuestión
de minutos sin romper a sudar. En la situación actual, ni
siquiera lograría llegar a ella. Por supuesto, no ayudaba a que
era esencialmente un lobo enorme vagando a plena vista en
medio de L.A. No tenía ni idea de cómo los cisnes cubrirían
esto, pero justo en ese momento, no podía atraer la atención.
Su compañero vino a él, encontrándole a medio camino de
la cafetería. Liam fue cojeando hasta el coche y Shiloh le ayudó a
toda prisa al interior rápido, con movimientos eficientes. Estaba
tratando de ser valiente, Liam se dio cuenta, y se sentía muy
orgulloso de su compañero.
—Aguanta, Liam—, dijo Shiloh. —Voy a conseguir ayuda.
Shiloh puso en marcha el coche de nuevo, y Liam se centró en el
sonido de la voz de su compañero para evitar que perdiera la
conciencia. —No te preocupes, Liam —, continuó Shiloh. —Nico
142

nos echará una mano y estoy seguro de que Skylar sabrá qué
hacer.
Página
Liam quería estar tan seguro como su compañero, pero
con una bala de plata alojada en su carne, no fue fácil. Sin
embargo, conjeturó que podría haber sido mucho peor. Su
compañero o el huevo podrían haber sido heridos. Liam podía
hacer frente a su propio dolor físico, pero no creía que fuera a
ser capaz de soportarlo si algo le sucedía a su familia.
Tirado en el asiento trasero de su coche, no registraba
nada de lo que Shiloh estaba diciendo. Lejanamente reconoció
el hecho de que no parecía que los hubieran seguido, gracias a
Dios. Aun así, era como si Shiloh estuviera tenso como una
cuerda de arco, y Liam podía ver lo mucho que lo rompía en
pedazos tener que elegir entre ir más rápido y correr el riesgo
con el huevo y mantener una velocidad más tranquila y
arriesgar la salud de Liam.
Al final, llegaron a la casa de Nicolas sin más incidentes. El
colibrí vivía por encima de su propia tienda, algo muy
conveniente, sobre todo porque no estaba demasiado lejos para
los estándares de Los Ángeles. Nicolas corrió hacia ellos cuando
Shiloh aparcó el coche.
—¿Qué te pasa, Shiloh?—, preguntó.
Liam no estaba seguro de cómo Nicolas había adivinado
que algo andaba mal, pero Shiloh tenía un aspecto bastante
ansioso por ahora.
—Fuimos atacados —, dijo Shiloh. Detuvo el vehículo y
tomó el huevo. —Liam está herido. Plata.
Nicolas maldijo por lo bajo.
—Está bien, vamos a llevarlo a él y al huevo adentro.
Shiloh abrió la puerta de atrás y cogió a Liam. Liam forzó
143

sus músculos cansados a obedecer y salió del coche.


—No te esfuerces, —susurró Shiloh en su mente.
Página
—Voy a estar bien. Sólo tengo que conseguir sacar esta
bala.
Shiloh lo llevó dentro de la biblioteca de música de la
tienda de Nicolas y arriba hacia el apartamento.
—¿Has llamado a Dani?— Oyó Liam preguntar a Nicolas.
—Necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir.
—No tuve la oportunidad de llamar a nadie, la verdad—,
respondió Shiloh cuando ayudó a meter a Liam en una cama. —
Nico, lo más probable es que sepan dónde trabajo. Vendrán por
mí aquí.
—Está bien, no hay que preocuparse de eso por ahora. Yo
me encargo de la bala. Tú te encargas del huevo y de llamar a
Dani.
—Y Skylar—, añadió Liam mentalmente. —Y contactar
con la manada. Van a ayudar.
—¿Lo harán?—, preguntó Shiloh. Parecía dudoso.
—No puede hacer daño intentarlo de todas formas.— A lo
sumo, se negarían, pero Liam lo dudaba.
—Está bien—, respondió apresuradamente Shiloh. —Sólo
quédate donde estás. Nico te ayudará.
Confiar su disparo del culo a un colibrí no hubiera estado
en la lista de los deseos de Liam, pero exactamente no podía
protestar. Sólo estaba ahí tumbado, obligándose a sí mismo a
luchar contra la quemadura. Por un tiempo, en realidad
funcionó, pero luego la extraña llama comenzó a desvanecerse,
y lo mismo hizo la conciencia de Liam. Liam envió a Shiloh una
breve oleada de afecto y se entregó a la oscuridad.
144
Página
Capítulo Once
Al día siguiente
Shiloh enterró su cara entre las manos, emocional y
físicamente agotado. Con su compañero herido, no había
podido descansar en absoluto, y todavía estaba muy preocupado
por el huevo. Una mano se posó en su hombro y lo apretó.
—No te preocupes, Shiloh—, dijo Skylar Pierce.—Va a estar
bien.
Por un breve momento, Shiloh se dejó absorber en la
comodidad procedente de Skylar. Nunca había averiguado qué
tipo de cambiaforma era Skylar. En su opinión, era una criatura
de clase marina, pero también tenía un don para consolar a
otros que parecía casi misterioso. Tan pronto como Shiloh se
puso en contacto con él, le había ofrecido su asistencia para su
problema.
Afortunadamente, Nicolas había tenido éxito en la
recuperación de la bala de plata del cuerpo de Liam, y su
compañero se estaba recuperando muy bien. Este conocimiento
mantuvo a Shiloh en marcha, junto con el pensamiento de que
su huevo lo necesitaba. Había esperado una cierta resistencia a
su adopción del huevo, pero no bastante para este alcance.
—Mi madre sabe que yo no soy de los que viven
escondido.— Suspiró Shiloh. —Tenemos que demostrar que
tenemos derecho a este huevo.
Skylar asintió.
145
Página
—Va a ser una batalla, pero, irónicamente, el tiroteo
ayudará. Ustedes dos estabais simplemente tratando de
proteger el huevo, pero esta persona Charles le disparó,
poniéndolo en peligro. Eso cuenta mucho y permite a la agencia
involucrarse. —Skylar frunció el ceño ligeramente. —Aún así, no
va a ser fácil, y necesitamos toda la ayuda que podamos
conseguir, especialmente si Charles es el padre biológico.
Shiloh odiaba la idea, tanto más cuanto que ya había
reclamado el huevo como suyo.
—Todo podría ser mentira, por lo que sé—, dijo Shiloh. —
No podemos estar seguros de que el huevo sea de Charles.
Mientras hablaba, sintió la presencia de su compañero
acercarse, minutos antes de que Liam entrara en la habitación.
—¿Quién es este tipo Charles de todos modos?— preguntó
Liam. Era un milagro que pudiera moverse después de su
lesión, pero su voz sonaba sorprendentemente fuerte. Parecía
que después que la plata salió de su cuerpo, sus habilidades de
cambia-formas lo ayudaron a sanar. —¿Qué quiere de ti? —
Llevaba el huevo entre sus brazos y Shiloh sonreía, incluso si
acababa de dejar su lado para lavarse y comer algo. Sólo recordó
la pregunta de su compañero cuando Liam pinchó, —¿Bebé?
Shiloh realmente no quería entrar en su historia pasada
con Charles. Había intentado activamente acabar con todas sus
relaciones fallidas y citas de una noche de su cabeza y ni
siquiera tuvo que trabajar mucho para hacerlo. Ninguno de esos
hombres nunca podría llegar a la altura de Liam. Sin embargo,
Charles representaba un error que creía haber dejado atrás.
Dios, qué equivocado había estado.
La expresión de Liam se ensombreció y Shiloh sabía que
146

su compañero había registrado su pensamiento.


—Oh,— dijo Liam simplemente.
Página
—No estoy seguro de que captaras todo lo que él dijo el
otro día.— Shiloh suspiró una vez más. —Supuestamente, cree o
quiere hacer que todo el mundo crea que robé el huevo. Y
sugirió que podría perdonarme y así él y yo pudiéramos cuidar
de él después de que sea incubado.
El silencio siguió a su proclamación.
—No acabé de entender todo eso —, dijo Liam
lacónicamente. El vínculo a menudo los hacía compartir
pensamientos, pero el flujo no era continuo. En cierto modo,
Shiloh no podía decir que se sintiera mal porque Liam no oyera
esto el otro día. Si lo hubiera hecho, podría haber estado aún
más furioso y consecuentemente haberse hecho más daño.
Skylar tarareó pensativo.
—Sabes, Shiloh, eso es realmente sospechoso. Dijiste que
encontraste el huevo en la puerta, ¿no? —Cuando Shiloh asintió
con la cabeza, Skylar continuó: —Bueno, ¿qué pasaría si este
hombre plantó su huevo ahí a propósito, sabiendo que te
gustaría cuidar de él? Ya que es el padre biológico el que
tendrían primero el derecho, y podrían quitártelo. Entonces,
tendría una manera de obligarte por ese lado.
Shiloh parpadeó sorprendido. Tenía una asombrosa
cantidad de sentido, y era exactamente lo que alguien como
Charles haría.
—Pero entonces, adoptamos el huevo más rápido de lo que
esperaba —, dijo— y arruinado sus planes. No es de extrañar
que estuviera tan enojado.
—Si eso es verdad, no creo que tus padres o cualquier otra
persona sepa al respecto —, respondió Liam. —Ellos me dejaron
salir de ahí, incluso si pudieran fácilmente haberme disparado
147

con otra bala y terminado el trabajo.


Página
Shiloh involuntariamente se estremeció pensando en
revolvérsele su estómago. Se dirigió hacia su compañero,
recuperado el huevo, y se dirigió de nuevo al dormitorio. Como
bien sabía, Nicolas y Daniel estaban esperando ahí. Las miradas
que le dieron le dijeron que habían oído por lo menos parte de
la conversación.
—Shiloh, estoy seguro de que la situación pronto se
remediara por sí misma, —Daniel ofreció. —Tienes nuestro
apoyo, y la del Sr. Pierce. No hay ninguna manera posible de
que cualquier persona pueda entrar aquí y tomar el huevo o
herir a tu compañero.
Nicolas lo golpeó en su estómago.
—Liam está bien, ahora, Shiloh. Vamos. Siéntate. Acabo de
pasar algún tiempo con tu huevo y vamos a tratar con el resto.
Shiloh sonrió tenso a sus amigos. No quería recordar la
imagen de Liam sangrado en el asiento trasero de su coche y
luego luchando por llegar cojeando a la tienda. Su compañero
había sido tan valiente, imposiblemente así, y Shiloh todavía no
sabía lo que había hecho para merecer la lealtad de Liam. —
Gracias—, respondió.
Su corazón pesado, puso el huevo en la cama y cambió a su
forma de cisne. Cuando tomó posición en lo alto de él, se
preguntó cuánto tiempo más tomaría para que eclosionara. No
estaba seguro de cuánto tiempo había pasado entre el momento
en que el huevo había permanecido tumbado y en su
abandono. Su mejor apuesta era que no mucho, y el polluelo de
cisne todavía necesitaba tiempo para desarrollarse.
Mientras pensaba en este pequeño ser todavía en su
concha, una extraña sensación de ansiedad lo atacó. No podía
148

exactamente poner el dedo en eso, pero le recordó el momento


en que había sentido a sus padres y a los otros cisnes.
Página
Sin embargo, era diferente, y algo dentro de Shiloh gritó
“depredador”.
Momentos más tarde, se dio cuenta de que sus amigos se
tensaban también.
—Alguien viene —, dijo Nicolas innecesariamente.
—No te preocupes, Shiloh—, agregó Daniel. —No vamos a
dejar que ningún daño venga a ti.
Shiloh se sintió algo tranquilizado por sus palabras, así
como por el conocimiento de que, técnicamente hablando, la
gente fuera de ellos no serían depredadores. De hecho, a través
de Liam, ya estaba en un noventa y cinco por ciento seguro de la
identidad de su visitante.
El timbre de la puerta sonó y Shiloh sintió, más que oyó, a
Liam dejar entrar al recién llegado. Hubo una ronda de saludos,
y luego Liam apareció en el dormitorio, seguido de Soren.
Daniel y Nicolas estaban analizando con indisimulada
desconfianza, y Shiloh consiguió aplastar sus ganas de sisear a
Soren. Intelectualmente, sabía que el lobo Alfa no tenía la
intención de hacerle ningún daño, pero sus instintos de
protección gritaban que se alejara de la amenaza. Demonios,
incluso le disgustaba tener a Daniel y a Nicolas junto al huevo,
así que le disgustaba más que Soren estuviera ahí.
El lobo alfa ignoró la tensión en la sala.
—Hola, Shiloh. Escuché que tienes un pequeño problema.
Shiloh había sido el que llamó a Soren, sí, pero sabía que
había sido bastante incoherente con la preocupación. Esperaba
que Liam se hiciera cargo de poner a Soren al tanto de la
información. No cambió, y sólo siguió mirando a Soren. Su
149

escrutinio dio sus frutos momentos después, cuando se dio


cuenta de la mirada de Soren deslizarse hacia Daniel en apenas
Página

un movimiento perceptible. Interesante.


—No estoy seguro de cuánto sabes—, respondió Liam en
vez de Shiloh, —pero la gente de Shiloh nos atacó ayer. Quieren
quitarnos nuestro huevo e incluso intentaron matar a Shiloh.
La breve explicación tenía a Soren centrado en la
conversación una vez más.
—Cierto. El famoso huevo. Admito que no entendía mucho
de lo que tu compañero me dijo por teléfono sobre eso.
—Larga historia, pero la simplificaré para ti. Shiloh y yo
nos encontramos un huevo abandonado. Nos acoplamos y lo
adoptamos, pero ahora el padre del huevo lo está reclamando y
acusa a Shiloh de haberlo robado.
Soren parpadeó.
—¿No sería más fácil simplemente devolverlo?
Para sorpresa de Shiloh, fue Daniel quien respondió.
—¿Regalarías a tu cachorro?
Soren guardó silencio a eso y miró de Daniel a Shiloh y
vuelta.
—Está bien,— dijo finalmente. —Sólo dime lo que
podemos hacer para ayudar.
—Simplemente estar aquí para ayudar.— Sonrió Liam. —
Los cisnes no nos tomarán por sorpresa de nuevo.
—No es suficiente—, Shiloh envió a través de su conexión
con Liam. —Finalmente, conseguirán el huevo si no tenemos
una definitiva solución.
La sonrisa de Liam se desvaneció.
—¿Alguna idea?
150
Página
Shiloh pensó por un momento, tratando de recordar todo
lo que había sucedido el día anterior. Algo estaba molestándole,
pero con la lesión de Liam no se había encontrado realmente el
momento para averiguar qué. Por fin, lo recordó.
—El huevo tiene que tener una madre—,dijo Liam. —
Charles se veía muy nervioso cuando le pregunté acerca de
ella. Tenemos que encontrarla.
Esta vez, la sonrisa de Liam era cálida y alentadora. Se
acercó a la cama y se sentó junto a Shiloh. Sus brazos se
envolvieron alrededor del largo cuello de Shiloh. Debería haber
sido incómodo, pero no lo era. Shiloh sintió cómo encajaban
entre sí, y por enésima vez, se preguntó cómo podría haber
dudado de él. Puso su cabeza en el hombro de Liam y cerró los
ojos. Funcionaría. Tenía que hacerlo.

El edificio se alzaba grande y tranquilo en frente de Liam.


Liam tuvo que obligarse a quedarse quieto y esperar. Como
depredador, estaba acostumbrado a acechar, pero de alguna
manera, nunca hubiera pensado que estaría en esta situación.
Shiloh les había dicho que la única manera de averiguar
quién era la madre del huevo sería ir al valle de los cisnes y
buscar en el registro de nacimientos. Después de todo, nadie
esperaría que ellos estuvieran aquí de todos los lugares. Por
supuesto, Shiloh se quedó atrás para vigilar el huevo, y Liam
sabía que si no tuvieran la conexión entre ellos, habría estado
151

preocupado. Diablos, todavía estaba enfermo de preocupación,


pero no podía evitarse. En estas circunstancias, de pie alrededor
Página

y esperando lo irritó tremendamente.


—Mantén la calma—, dijo Shiloh. —Estoy bien y también
lo está el huevo. Los chicos no han estado dentro durante ese
tiempo.
Liam sabía eso, pero él todavía se sentía ansioso. Había
odiado tener que enviar a Daniel y a Nicolas solo en el interior
del edificio. Como los más pequeños cambia-formas, tenían
menos probabilidades de ser detectados si se acercaban
demasiado a los guardias, sin mencionar que pudieran colarse
en el interior con facilidad. El resto de su grupo actuaba como
respaldo, en caso de que algo saliera mal y necesitaran sacar a
los dos. Aparte de Liam, Soren, Brody, y un par de lobos más
estaban en pie.
En realidad, la presencia de Brody ayudó a Liam. El
hombre se había llegado con todo para acudir en ayuda de
Liam, tan pronto como había oído lo que pasó. Hasta cierto
punto, Liam se sentía mal por obligar a Brody a dejar a su
familia, pero sabía que Carson y los niños estaban a salvo.
Simplemente tener a su viejo amigo a su lado contaba más de lo
que había imaginado.
Aún así, parecía una eternidad hasta que sintió que Daniel
y Nicolas se acercaban. Al principio, ni siquiera podía divisar el
pequeño colibrí, no es que se sorprendiera. Por fin, los dos
cambia-formas alcanzaron el grupo de los lobos. La pequeña
ardilla se subió encima de Soren, algo que Liam secretamente
encontró interesante, mientras el colibrí zumbaba alrededor de
sus cabezas. Obviamente, los dos habían encontrado lo que
habían estado buscando. Liam los sacó del valle, a través de
caminos difíciles, siguiendo las instrucciones de Shiloh al pie de
la letra, dejando que su compañero lo guiará a través de su
conexión. Shiloh había insistido en que en algunos lugares, la
tierra era difícil, por lo que era necesario tener cuidado.
152

Por fin, estaban en casa libres y saliendo de territorio


Página

enemigo.
Liam se permitió acelerar, y se sintió tremendamente
aliviado cuando por fin llegaron a su coche. Lo habían cubierto
de la mejor manera posible para protegerlo de posibles cisnes
viniendo desde arriba, pero una duda persistente lo había
molestado todavía en el fondo de su mente.
Tan pronto como llegaron al vehículo, todos ellos
cambiaron y agarraron sus prendas de vestir desde el interior.
—Está bien—, dijo Nicolas mientras se vestía. —Lo
encontré. Su nombre es Sandy Anderson. Levantó la vista de su
ubicación. Parece que vive en Inglaterra.
—¿Inglaterra?— Liam repitió con incredulidad. —¿Por qué
diablos ese tipo contactaría con una mujer de ahí?
—Supongo que quería mantener el huevo sin tener ningún
tipo de molestia,—Shiloh respondió a través de su enlace. —Los
cisnes hembras son generalmente protectoras de sus huevos,
así que tener a alguien del valle como la madre del huevo le
habría causado problemas.
Liam sintió la aprensión de Shiloh sobre lo que estaban
haciendo. Después de todo, esta Sandy podría exigir a su hijo de
vuelta, y entonces, ¿dónde estarían?
—¿Quieres abandonar el plan?
Shiloh dudó por un momento.
—No. Creo que deberíamos preguntarle, pero no hay que
decirle que encontramos el huevo, por lo menos, no por
completo.
—Está bien, Shiloh.— Liam tomó un profundo respiro y
abrió la puerta del coche. —Puedes contar con nosotros.
153
Página
Como era de esperar, tomó un tiempo a Liam encontrar a
Sandy Anderson. Incluso si tenían la dirección general, todavía
tenían que ir a algún oscuro pueblo en el centro de
Southampton. Por suerte, Soren logró disponer de un avión
privado para llevarlos sobre el océano.
Liam habría preferido ver a Shiloh y el huevo una vez más
antes de que se vieran obligados a salir de los Estados Unidos,
pero no tenía ninguna elección. Shiloh necesitaba quedarse para
cuidar el huevo, y no tenían mucho tiempo antes de que los
cisnes trataran de llevárselo de nuevo.
Skylar había alistado la asistencia de Garth para la
protección de Shiloh, de modo que Liam estaba bastante seguro
de que Shiloh estaría a salvo. Sin embargo, por si acaso, envió a
Brody de regreso a la ciudad y dijo a Nicolas que fuera con él. Su
compañero necesitaría un par de caras amables, sobre todo
porque había sido estableció que Skylar iría con ellos.
Daniel se quedó con ellos, y de lejos, Liam notó las furtivas
ocasionales miradas entre Soren y el cambia-formas ardilla.
Hizo una nota mental para investigar tan pronto como fuera
necesario. En cierta medida, le afectaba. El anciano podría
haber estado bien con Liam tomando una pareja fuera de su
especie, pero ya tenía un hijo unido a un herbívoro masculino, y
tal vez no vería con buenos ojos a Soren haciendo lo mismo.
Al final, se colaron en el espacio aéreo británico sin
demasiados problemas. Su piloto los dejó a pocos minutos de su
154

destino, una pequeña comunidad de cambia-formas. Cuando


aterrizaron, se encontraron con que Skylar ya los esperaba.
Página
Skylar explicó que de acuerdo a su reconocimiento inicial,
no consistía sólo de los cisnes, sino también de otras especies
que podrían coexistir. Por supuesto, Liam dudaba mucho de
que él o los otros lobos fueran bienvenidos.
—Va a ser mejor si Dani y yo entramos solos,—dijo. —De
esa manera no iniciaremos las hostilidades.
Soren no se veía emocionado al respecto, pero asintió.
Daniel guió el camino, y el grupo de lobos se detuvo en las
afueras de la aldea. Una vez más, se vieron obligados a esperar,
y el sentimiento de inutilidad llenó la mente de Liam. Habría
sido de mejor utilidad estar al lado de su compañero.
La espera pareció llevar años, pero al fin Daniel, y Liam se
acercaron a ellos, seguidos por una mujer alta y delgada.
—Hey, usted no dijo nada acerca de los lobos. —La mujer
dio una fea mirada a Skylar cuando los vio. —Creo que he
cambiado de opinión.
Liam suprimió la necesidad de gruñirle a ella.
—Mira, sólo queremos hacerte unas cuantas preguntas.
El cisne no parecía particularmente convencido.
—Acerca de Charles. Yo sólo sabía que no debí dejar a este
tipo que me convenciera. Si Charles está involucrado, eso
significa problemas.
De alguna manera, se las arregló para que sonara a la vez
elegante y sórdido. Debía ser algo que sólo un cisne sería capaz
de hacer. Liam mantuvo una postura tan neutral como fue
posible y le ofreció una sonrisa mientras encendía la video-
cámara oculta contra su cadera.
155

—Sólo tienes que decirnos que es lo que sabes, ¿cuándo fue


la última vez que lo viste? Ese tipo de cosas.
Página
Un interrogatorio informal probablemente sería lo mejor y
no alertarla de que estaba siendo grabada. Técnicamente
hablando, esto sería ilegal para un ser humano, pero los
cambia-formas tenían la ventaja de saltarse algunas leyes
humanas.
La mujer arqueó una ceja.
—Muy bien. Él y yo nos conocimos en los Estados Unidos.
Yo estaba de vacaciones y decidí visitar a unos amigos ahí. —
Ella se echó a reír con auto-desaprobación. —Al principio, pensé
que podría ser mi compañero, pero luego me di cuenta de que
no es material con el que asociarse. Parecía bastante divertido,
así que salí con él.
Hasta el momento, nada de lo que había dicho era de
ninguna utilidad para él. Ninguna atadura sexual podría no ser
la norma para los cisnes, pero no era raro en los cambia-formas
en general, y no era un crimen.
—Correcto,— pinchó. —¿Qué más? ¿Te pidió algo?
Sandy se puso tensa.
—¿Qué es todo esto de todos modos?— Preguntó ella. —No
estoy muy contenta con responder a todas estas preguntas. —
Skylar pasó un brazo alrededor de su cintura. —No es nada por
lo que debieras estar preocupada. Sólo tienes que decirnos lo
que sabes, y luego te dejaremos ir.
—Con mi dinero—, insistió Sandy. —No voy a entrar en
cualquier problema por esto.
Skylar asintió, pero Liam podía sentir una tensión en el
hombre. Esperaba que no tuvieran problemas debido a esto.
Parecía que Skylar le prometió dinero en efectivo a cambio de su
156

cooperación, pero Liam no creía que se pudiera haber ocurrido


la idea.
Página
—Te doy mi palabra de que no tendrás ningún problema —
dijo Skylar
Sandy se encogió de hombros y empezó a hablar de nuevo.
—Supongo que no es la gran cosa. La mayoría de la gente
lo sabe de todos modos. Puse un huevo para él. Prometió
pagarme muy bien si lo hacía, y bueno, ¿quién soy yo para
negarme?
A través de su conexión con su pareja, Liam sintió a Shiloh
asqueado.
—No me extraña que no viva en una comunidad de cisnes,
con ese tipo de actitud.
Liam sonrió con fuerza.
—¿Te dijo por qué lo quería?
—Al principio no—, respondió Sandy. Después de una
pequeña vacilación, continuó: —¿realmente no me meteré en
problemas por esto?
Skylar asintió.
—No te preocupes por nada. Tomo completa
responsabilidad. Adelante.
Sandy parecía pacificada.
—Una noche, sin embargo, se puso un poco borracho y me
dijo que tenía un plan. —Ella se rió desagradablemente. —Al
parecer, está enamorado por un tipo que lo dejó años atrás.
¿Shiloh, creo que se llamaba? De todos modos, iba a tomar el
huevo y dárselo al chico, entonces, después de un rato, lo
acusaría de haberlo robado. La única manera para que esta
persona Shiloh mantuviera el huevo sería acoplarse con él.
157

—¿Y no te molestó que tomara un huevo de ti?—, preguntó


Página

Skylar en voz baja.


La mujer se encogió de hombros.
—No es la primera vez que he puesto huevos para parejas
del mismo sexo. Lo que sea que decidan hacer con ellos después
es su asunto—. Ella arqueó una ceja ante Liam. —Así que estoy
asumiendo que se metió en problemas por eso. Bueno, siempre
y cuando no me incordien por eso, no me importa.
Liam sonrió a su vez.
—Le agradezco su cooperación, señora. No se preocupe.
Nadie la molestará.
Tenían lo que habían venido a buscar, y sospechaba que
los padres de Shiloh estarían muy interesados en eso.

158
Página
Capítulo Doce
Shiloh se removió en la silla, tan nervioso como el
infierno. Robó otro vistazo al reloj de la pared. Dios, les está
llevando una eternidad llegar ahí.
Gracias a la asistencia de Skylar, habían logrado establecer
una reunión con sus padres, Charles, y el anciano cisne en la
agencia. Shiloh estaba ansioso de que la situación incluso
llegara hasta el anciano, pero en este punto, no podía dar
marcha atrás. No ayudó que echaba de menos a su huevo como
loco. Estaba en la guardería, atendido por profesionales, pero
aún así no estaría feliz hasta que estuviera con él de nuevo.
Liam tomó su mano y la apretó.
—Va a estar bien, bebé. Con lo que tenemos de Charles y
toda la investigación de Skylar, no hay manera de que la
custodia no nos sea concedida.
Shiloh ofreció a su compañero una sonrisa trémula.
—Espero que sí, Liam. Espero que sí.
Afortunadamente, no tuvo que esperar mucho más
tiempo. Unos pocos minutos más tarde, Garth entraba por una
puerta lateral.
—¿Preparados?—,preguntó. Shiloh asintió con la cabeza y
se levantó. Como Liam, siguió su ejemplo, Garth les hizo un
gesto a la puerta. —Esta es la forma en que se va a trabajar.
Skylar estará explicando la situación, —dijo. —Lo apoyaré con
todos los documentos y el video. Ustedes dos no dicen nada a
159

menos que sea absolutamente necesario o si hacen una


pregunta.
Página
Shiloh asintió con la cabeza en señal de conformidad con
las instrucciones de Garth. Por último, el otro hombre lo llevó a
Liam a la oficina de Skylar. Mientras caminaban, casi sintió la
hostilidad espesa en el aire. Por supuesto, Skylar estaba ahí,
acompañado de varios guardias, pero ellos no fueron los que
atrajeron la atención de Shiloh. Su madre estaba sentada en una
de las sillas, y su padre estaba a su lado. Dieron a Shiloh
doloridas miradas gemelas, pero no hablaron. Charles lo
fulminó con la mirada, y el anciano fue el único a quien sonrió.
—Shiloh—, dijo. —Mírate. ¿Cuánto tiempo ha pasado
desde que nos hemos visto el uno al otro?
—Uh... ¿Cinco años?—, respondió Shiloh. Sabía que el
anciano Kingston actuaba diplomáticamente en cualquier
ocasión. Como regla general, el hombre era justo, pero también
áspero. Shiloh esperaba que el anciano volviera a ver la verdad
en sus palabras y no les diera ningún problema. —Es un honor y
un privilegio estar en su presencia una vez más —, agregó
formalmente. —Este es mi compañero, Liam Denning-Holden.
La sonrisa del anciano se atenuó.
—Ya lo veo. El lobo. No creí que fuera verdad hasta ahora.
El anciano no parecía contento, pero Shiloh se negó a dar
marcha atrás.
—Nuestra unión oficial es un desarrollo reciente—, dijo
con una deshonesta sonrisa, —pero hemos estado juntos
durante meses.
Una vena se retorció en el anciano cisne de frente, y casi
pareció una señal para Charles. El hombre salió disparado hacia
adelante, apuntando a Shiloh con enojo.
160

—¿Ves, anciano?—, gritó. —En realidad está planificando


mantener el huevo en la proximidad de este depredador.
Página

—Shiloh, ¿es cierto?—, preguntó el anciano.


—No veo el problema—, respondió Shiloh. —Liam y yo
hemos adoptado el huevo y nos hemos responsabilizado por
eso. El hecho de que sea un carnívoro es irrelevante.
—No estoy de acuerdo—, respondió el anciano. —Con la
situación tal como es, el más lógico curso de acción sería que el
huevo volviera a Charles.
Shiloh había esperado esta conclusión, pero confiaba en
que sus amigos presentaran su caso ante el anciano.
—Si se me permite, señor,— saltó Skylar. —Creo que no
conoce toda la información.
En silencio, Garth proporcionó a Skylar el vídeo de la
confesión de Sandy. Skylar apretó un botón de su escritorio,
revelando un gran centro de entretenimiento. Insertó el disco
en el reproductor de DVD y presionó el botón de play.
Shiloh había visto toda la cosa antes, pero de alguna
manera era todavía una experiencia nueva. En la pantalla ancha
y plana, Sandy parecía aún más veraz y desdeñosa de lo que
originalmente había pensado. Sus palabras hicieron eco a través
de la habitación, golpeando a todos ellos como una avalancha.
Shiloh parecía lejos de la televisión en favor de la observación
del resto de los ocupantes de la habitación. Sus padres se
miraron sorprendidos y horrorizados, mientras que la expresión
del anciano se había vuelto completamente blanca. Charles se
había ido a un tono extraño de color gris, y Shiloh ocultó una
sonrisa al verlo.
Varias veces, Charles trató de hablar, pero el anciano
levantó una mano, deteniéndolo. Por fin, la grabación terminó,
y Charles desató su saña.
—Todo lo que dice es una mentira—, gritó. —¡Está
161

mintiendo! Lo has oído tú mismo. Ella dijo que le dieran dinero.


Es Shiloh el que robó el huevo.
Página
Skylar se aclaró la garganta.
—Es verdad que la señorita Anderson necesitó un poco de
persuasión monetaria, pero dadas las circunstancias y el tiempo
limitado del que disponíamos, no podíamos hacer nada
diferente. Sin embargo, les puedo asegurar que ella decía la
verdad.
—Además, Sr. Meyer, usted no tiene ninguna prueba en
apoyo de su afirmación de que el Sr. Shiloh Denning-Holden
robó el huevo. —Garth arqueó una ceja. —He aquí los
documentos que acreditan el hecho de que usted estaba en Los
Ángeles el día que lo encontraron. ¿Podría decirnos por qué
vino aquí?
—Sabes, siempre me he preguntado acerca de eso.— La
madre de Shiloh rozó un pedazo de pelusa invisible de la falda.
—¿Cómo llegaría el huevo alguna vez a Shiloh? No se suponía
que estuvieras fuera del valle, Charles, en especial, no con un
huevo.
Charles parecía nervioso.

—Nunca me fui. El huevo desapareció de mi casa.


Garth entregó los papeles al anciano.
—Registros del hotel donde el Sr. Meyer se quedó.
También tenemos el video de seguridad para demostrar su
presencia ahí. —Garth le ofreció una sonrisa desagradable. —Y
eso incluye el momento en que abandonó el hotel con el huevo,
y volvió sin él.
Garth recuperó otro video, pero Charles respiró hondo y
apresuradamente dijo.
—Está bien. Admito que estuve aquí. Tenía la intención de
162

contactar con Sandy de nuevo y tal vez reunirnos. Me hizo llevar


el huevo conmigo. En un momento dado, me aparté la mirada
Página

de él por un segundo, y desapareció.


—Eso no tiene ningún sentido—, dijo el padre de Shiloh. —
Si hubieras querido contactar con ella, podrías fácilmente
haberlo hecho desde el valle.
—Incluso si lo que dices es cierto—, agregó el anciano, —lo
que hiciste es muy irresponsable. Un simple momento de
descuido puede ser fatal para un huevo. Lo sabes tan bien como
yo.
—Lo sé, y lo siento. Eso todavía no los hace mejores padres
de lo que yo podría ser.
—Quizás no—, respondió la madre de Shiloh —, pero
trataste de dispararle al coche de Shiloh con el huevo en su
interior. El lobo recibió un balazo por ellos. Yo creo que tiene
que ser tomado en cuenta.
El anciano se volvió tan rápido que fue casi un borrón.
—¿Que hiciste qué?— Dijo a Charles mientras agarraba al
hombre y lo sacudía.
—Yo... Shiloh se llevaba mi huevo. Tenía que detenerle.
—Y arriesgaste tanto la vida de Shiloh como la del huevo
por tu propio egoísmo. —El anciano liberó a Charles con
evidente disgusto. Se volvió hacia Liam y Shiloh. —Liam,
¿verdad?
Liam asintió.
—Sí, señor.
—Dime, Liam, ¿por qué estás tan concentrado en
mantener este huevo?
—Me gustaría pensar que es obvio—, respondió Liam sin
perder el ritmo. —Es mi huevo y de Shiloh. Amamos a nuestro
163

hijo.
Página
Era una explicación tan simple, y exactamente lo que Liam
necesitaba decir, tanto más cuanto que cualquier persona con
un cerebro y un corazón podía ver la honestidad de Liam.
El anciano asintió, pensativo.
—Parece que he sido bastante mal informado. Pero yo no
soy un hombre temeroso de admitir sus propios errores.
Mantén el huevo, Shiloh, y cuida bien de él.
Una roca se levantó del pecho de Shiloh.
—¿Ya no estoy acusado de robarlo, entonces?
El anciano negó con la cabeza.
—No tienes que preocuparte por eso. Incluso si hubieras
robado el huevo, hecho que dudo mucho, has estado
protegiéndolo de padres inadecuados. —hizo una pausa y dio a
Charles una mirada llena de significado, y luego se volvió hacia
Shiloh otra vez de nuevo. —Por supuesto, tendrás que contactar
con nosotros más a menudo para contarnos sobre él, y sobre ti
mismo.
—No se preocupe, anciano,— ofreció Skylar. —Aquí en la
agencia nos aseguramos siempre de que los niños se adapten
bien a sus nuevos hogares. He tomado bastante interés en este
caso y personalmente me aseguraré de que el bebé está a salvo
en todo momento.
—Y por supuesto que voy a llamar—, respondió Shiloh,
casi mareado de alivio. —Gracias, anciano.
El anciano Kingston le ofreció una sonrisa.
—Una última cosa. ¿Podría ver el huevo, con tu permiso,
por supuesto?
164
Página
Shiloh examinó la petición y decidió que no era arriesgado.
Después de todo, tenía que ir a buscar a su huevo de todos
modos.
—Por supuesto. Vamos a recuperar el bebé ahora. Si lo
desea, puede unirse a nosotros.
—Nos gustaría ir, también, hijo—, dijo su padre. —Después
de todo, tenemos que cumplir con nuestro futuro nieto o nieta.
Shiloh asintió, contento con la petición de su padre. Liam
le hizo un gesto hacia la puerta, y Shiloh se volvió. Su vista fija
sobre Liam y compartieron una larga mirada. Por fin, todo
había terminado. Pronto, podrían volver a vivir sus vidas y
construir su familia.
Estaba tan perdido en sus pensamientos que
absolutamente perdió la cuenta de todos los movimientos detrás
de él. De repente, vio los ojos de Liam ampliarse con horror.
Registró a Liam tratando de decirle algo, entonces el sonido de
un disparo. El dolor explotó en su cabeza, pero sólo lo registró
por un breve momento, y entonces todo se volvió negro.

Liam supo el momento exacto en que la bala golpeó a


Shiloh. Su conexión vibró y, por un momento horrible, Liam
pensó que desaparecería. No lo hizo, y eso era lo único que
mantuvo a Liam de respirar mientras se abalanzaba para
atrapar a su compañero antes de que cayera al suelo.
165
Página
Había pasado un segundo, un solo segundo cuando
ninguno de ellos había estado prestando atención, cuando
Charles Meyer sacó su pistola oculta y disparó a Shiloh en la
cabeza. Liam se dio cuenta de lo que estaba pasando un instante
antes de que la bala impactara en Shiloh.
A lo lejos, registró a Garth lanzarse a Charles y quitarle la
pistola, mientras que Charles gritaba.
—Si yo no lo tengo, nadie lo tendrá.
Liam quería matarlo. Quería rasgar al cisne en pequeños
pedazos. Pero el instinto de estar al lado de su compañero era
más fuerte que el instinto de matar. Se inclinó sobre Shiloh,
frenéticamente tratando de averiguar qué hacer.
Las lesiones de balas nunca habían sido su especialidad -
diablos, no era médico, pero sabía que una herida en la cabeza
podría ser fatal, incluso para un cambia-formas. Su mente
estaba gritando, Oh Dios, Shiloh, oh Dios, Shiloh, una y otra vez,
y no tenía ni idea de qué hacer.
Instintivamente, gruñó cuando un desconocido intentó
acercarse a ellos. No dejaría que nadie hiciera daño adicional a
Shiloh. Protegería a su pareja. Tenía que hacerlo.
Sus pelos se pusieron de punta cuando el viejo cisne se
arrodilló junto a él y a Shiloh.
—Liam, tienes que moverte—, dijo el anciano cisne con
suavidad. —Necesitamos dejar que el médico lo vea.
Liam gruñó al hombre, no quería permitir que nadie
tocara a su pareja. La razón se impuso, sin embargo, y poco a
poco se alejó. Incluso así, mantuvo una estrecha vigilancia sobre
la nueva llegada, por si acaso el hombre intentaba cualquier
166

cosa extraña.
Página
—Tenemos que llevarlo a la clínica—, dijo el médico. Como
por arte de magia, una camilla apareció a su lado, y poco
después, Liam se dio cuenta de un par de asistentes que se lo
llevaban de ahí.
Fue por milagro que logró contenerse y no arremeter
contra ellos, cuando colocaron a Shiloh en la camilla. Se aferró
al conocimiento de que estaban tratando de hacer lo mejor para
Shiloh, pero rápidamente se desvaneció, reemplazado por la ira
y la desesperación.
Temblaba con la necesidad de proteger a su compañero de
todos los demás, y su corazón se derrumbó sobre sí mismo
cuando se dio cuenta que su intervención sólo podría hacer más
daño. Perdido en una bruma de dolor y pena, siguió detrás del
médico y los asistentes. Se dio cuenta de los padres de Shiloh
junto a él, pero su mirada sólo podía concentrarse en Shiloh y
su rostro pálido, la sangre manchando el blanco de la camilla, y
su conexión parpadeó como una vela luchando contra un
huracán.
Los asistentes parecían estar moviéndose muy lentamente,
demasiado lentamente. Cada segundo contaba, y Liam quería
gritarles, decirles que pusieran sus culos perezosos en marcha
para ayudar a su compañero. Por fin, alcanzaron la sección del
edificio que servía como clínica. En piloto automático, Liam se
arrastraba tras ellos, hasta que los asistentes desaparecieron
más allá de un par de puertas blancas. El médico se volvió hacia
Liam y rápidamente dijo.
—No puedes venir en estos momentos. Por favor, espera
aquí y te buscaremos cuando tengamos noticias. Liam abrió la
boca para protestar, pero el médico no le dio la oportunidad. —
Tienes que dejar que hagamos nuestro trabajo. Te aseguro que
167

tu pareja recibirá la mejor atención.


Página
¿Qué podría decir Liam? Asintió con la cabeza aturdida y
dio un paso atrás, permitiendo que el médico siguiera a los
asistentes a la habitación más allá de las puertas blancas. Sus
ojos pegados a las puertas mismas, se dejó caer en un banco
cercano y se preparó para una larga espera.
A su alrededor, se registraba todo tipo de actividad.
Algunas otras personas aparecieron a su alrededor. En un
momento, la voz familiar de Brody trató de llegar a él, pero
fracasó. Sabía que los padres de Shiloh y amigos también se
encontraban en la zona, pero no tenía fuerzas para preocuparse.
No sabía cuánto tiempo se sentó ahí, su cuerpo congelado
en la misma posición, su mente tratando desesperadamente de
captar cualquier cambio en la condición de Shiloh. Por último,
el médico salió de la habitación más allá de las puertas blancas.
Liam se puso de pie, impulsado al movimiento por la
aparición del hombre. Una mirada a la expresión
cuidadosamente neutral del médico le dijo lo que necesitaba
saber, sin embargo.
—¿Va a morir?—, preguntó, con voz temblorosa.
—Hemos logrado estabilizar su condición—, respondió el
médico. —La lesión era grave, la bala penetró un sector sensible
del cerebro. —Liam se desmayó en sus pies, su mundo se veía
tenue a su alrededor. —En estas condiciones—, continuó el
doctor, —un humano habría muerto. Sin embargo, extrajimos
con éxito la bala. En este momento, sólo podemos esperar que
sus habilidades de cambia-formas faciliten su recuperación.

—C-¿Cómo está ahora?— Tartamudeó Liam. Su corazón


latía a un millón de millas por hora. Tenía que confiar en la
fuerza de Shiloh. Su compañero se recuperaría. Liam no podía
168

aceptar ninguna otra alternativa.


—Todavía bajo anestesia, pero estable—, respondió el
Página

médico.
—Pero eso es una buena cosa ¿verdad?— La madre Shiloh
preguntó detrás de Liam.
El médico parecía vacilante.
—¿Qué pasa?— Liam empujó. —¿Hay más?
Tenía la sensación de que ni siquiera quería saber la
respuesta, y su sospecha en unos momentos se confirmó más
tarde, cuando el doctor añadió.
—Tiene que saber que incluso con la ayuda de sus
capacidades, existe la posibilidad de que la bala podría haber
dañado el sistema nervioso del paciente más allá de la
reparación. Incluso si nos las arreglamos para salvar su vida,
puede que nunca despierte.

Unas semanas más tarde


Liam se quedó mirando la pálida figura de su compañero y
le ofreció una pequeña sonrisa a Shiloh que no sentía.
—Hey, bebé. ¿Qué tal esta mañana? Mira a quién he traído
para verte.
Como era de esperar, Shiloh no respondió. Nunca lo hacía,
aunque Liam nunca abandonó la esperanza de que algún día lo
hiciera. Sus pestañas ni siquiera aletearon, y no dio ninguna
señal de que hubiera oído a Liam en absoluto.
169

Liam suspiró y se sentó junto a Shiloh en la cama.


Abrazando el huevo en sus brazos, continuó hablando.
Página
—Espero que te sientas mejor. El huevo debería nacer en
cualquier momento. No querrás perderte eso.
Ninguna reacción. El corazón de Liam estaba herido, y
cerró los ojos por un momento, tratando de calmarse. El médico
les dijo que si Shiloh no se despertaba una semana después del
disparo, sus posibilidades comenzarían a disminuir. Con cada
día que pasaba, se hizo más difícil que Shiloh despertara. Pero
no importaba lo que el hombre dijera, Liam nunca perdería la
esperanza.
Cuando abrió los ojos de nuevo, la vista de la figura de su
compañero todavía venía como un shock. A decir verdad, más
que el pelo cortado al raz que ya estaba empezando a crecer de
nuevo, y, por supuesto, que todo el equipo médico alrededor de
la cama, Shiloh podría muy bien haber estado durmiendo. Aun
así, había algo que faltaba. Shiloh no parecía estar realmente
ahí.
Shiloh había estado tan lleno de vida, tan rápido para reír
y para estallar de ira, que era difícil aceptar que toda la energía
se hubiera agotado en un terrible momento.
Se volvió para mirar a Carson, que había estado esperando
en silencio en la silla junto a la cama. Tan pronto como había
sabido de los disparos, el cordero tomó a sus hijos y llegó a la
ciudad. Brody era el encargado de Clark y Angel ahora, mientras
Carson, Nicolas y Daniel se turnaban con Liam para ayudar con
el cuidado de Shiloh.
—¿Cómo está el huevo?—, preguntó Carson.

—Debería estar saliendo en cualquier momento.— Liam


suspiró, preguntándose cómo había ido todo tan mal. —Shiloh
debería haber sido el único en incubarle.
170
Página
Pero Shiloh había sido despojado de ese privilegio, entre
otras muchas cosas. Liam sólo podía esperar que Shiloh
finalmente se despertara. Mientras tanto, el cuidado del huevo
había caído sobre Liam.
Skylar se había ofrecido para mantenerlo en la agencia,
pero Liam se negó. Ya había tomado una decisión. No importa
lo que pasó con Shiloh, todavía tendría el huevo. Era tanto por
Shiloh como por él mismo. El huevo era de ellos, y Liam sabía
que Shiloh querría que hiciera esto. Afortunadamente, con la
ayuda de los amigos de Shiloh, podría cuidar del huevo, y de su
compañero al mismo tiempo.
Carson parecía afligido.
—Brody llamó,— susurró.
Liam parpadeó sorprendido. No había sentido el sonido
del teléfono sonar.
—¿Cuándo?
—Hace una hora mas o menos —dijo Carson. —
Encontraron a Charles muerto. Alguien lo mató.
Conmoción y rabia corrían por todo Liam. Charles había
sido encarcelado por los cisnes poco después del tiroteo, y Liam
había sido incapaz de llegar al hombre y castigarlo como se
merecía. Había jurado que se ocuparía de Charles en cuanto
Shiloh mejorara. Al parecer, no tendría la oportunidad.
—¿Asesinado?—, repitió. —¿Cómo?
—Oficialmente, nadie lo sabe.— Carson tragó saliva y miró
hacia otro lado. —Pero extra-oficialmente, una desconocida
dirección de e-mail envió fotos.
171

Carson sacó un pequeño netbook de la mesita de noche y


lo encendió. Había estado en modo de espera, Liam se dio
Página

cuenta, y en unos momentos, cargó las imágenes en cuestión.


Eran bastante horribles. Parecía que alguien cortó los
brazos de Charles y lo empujó desde un punto alto. Se dio
cuenta de que Carson ni siquiera miró hacia otro lado, algo
inusual dada la naturaleza sensible del cordero.
—Parece que los cisnes realmente cuidan de lo suyo
propio, —murmuró Carson.
Liam asintió. Una parte de él deseaba haber sido él, el que
lo hubiera hecho. Todavía se culpaba por no haber matado a
Charles cuando había tenido la oportunidad. Había sabido
entonces que Charles representaba una amenaza para la vida de
Shiloh, y, sin embargo, había dudado. A causa de ese momento,
Shiloh pagó el precio.
Sin embargo, a juzgar por las circunstancias actuales, no
creía que fuera capaz de hacer frente a Charles por un buen
rato. Tal vez fue mejor de esta manera. No sabía cómo habría
dicho al polluelo de cisne que había matado a su padre.
Todo se desvaneció en el fondo de su mente cuando sintió
que algo se agitaba en los brazos. Su corazón se agitó al darse
cuenta de la superficie del huevo lentamente agrietándose.
—Bebé, mira—, dijo a Shiloh. —Es nuestro huevo. Está
eclosionando.
En un impulso, colocó el huevo junto a Shiloh, tomó la
mano de su compañero y la puso sobre el caparazón
resquebrajado, su propia palma pulsando sobre él. Su visión se
nubló cuando llegó a Shiloh a través de su tensa conexión.
—Vamos, bebé. Te necesitamos. Te necesito. Yo no puedo
hacer esto solo.
Un choque de algo pasó a través de él, y dentro de su
172

vínculo. Casi sentía a su polluelo llegar a Shiloh en ese mismo


instante. La explosión de energía fue como una ola que barrió
Página

las barreras manteniendo la conciencia de Shiloh de Liam.


Liam se atragantó, asombrado por la nueva vida que ahora
estaba rompiendo al mundo. Cuando contuvo las lágrimas
incipientes, observó con conmoción y pavor cómo el pequeño
polluelo salió del huevo. Su felicidad se disparó al ver los ojos de
su pareja abrirse lentamente. Desde la cama, Shiloh le sonrió.
—Hermoso, ¿no es así?
Liam no lo podía creer. Una parte de él había pensado que
nunca volvería a ver esa increíble sonrisa de nuevo.
—Shiloh... Oh, bebé.
Shiloh envolvió sus brazos alrededor de él, envolviendo
tanto a Liam como al polluelo de cisne en un fuerte abrazo.
—Está bien, Liam. Lo sé. Nunca voy a ir a ninguna parte
otra vez.
Entre ellos, el polluelo graznó, exigiendo atención. Shiloh
se echó a reír y se separó de Liam.
—Parece que nuestro pequeño tiene necesidades. Su
expresión se puso seria. —Gracias, Liam. Gracias por
preocuparte de nuestro bebé.
La forma en que Shiloh dijo esas palabras hizo que Liam se
diera cuenta de algo increíble.
—Podías oírme cuando hablaba contigo.
Shiloh asintió.
—A veces. Por encima de todo, pude sentirte a ti y al
huevo. Los dos me salvaron, Liam. Y lo siento por dudar de ti
alguna vez.
Una voz ahogada llamó la atención de Liam.
173

—Oh, Shil—, dijo Carson. —No lo puedo creer.


Página
Liam se había olvidado por completo de la presencia del
cordero. Tomó al polluelo en sus brazos y permitió que los dos
amigos se abrazaran. Su corazón se sentía como si fuera a
derrumbarse bajo el peso de tanta emoción abrumadora. Su
compañero se había recuperado y tenían un hijo. Liam se aferró
a la vida nueva en sus brazos, el hermoso bebé cisne que había
ayudado a traer de vuelta a Shiloh, y sonrió. Por fin, por fin,
tenían una oportunidad en la felicidad que se les había negado
durante demasiado tiempo.

174
Página
Epílogo
Unas semanas más tarde
Sentado en la orilla, Liam vio nadar a Shiloh en el
estanque, seguido de su polluelo de cisne. Todavía no podía
creer que su compañero se hubiera recuperado de la herida de
bala. Según el médico, la energía de incubar un huevo había
aumentado las capacidades de Shiloh y lo trajo de vuelta a Liam.
Ahora, viendo a Shiloh con su hijo, Reed, era difícil de
creer que pocas semanas antes, Shiloh hubiera estado tendido
en una cama, inmóvil y al borde de la muerte.
—No pienses en eso—, dijo Shiloh a través de su conexión.
En el agua, cambió su rumbo y se dirigió hacia Liam, el polluelo
obedientemente siguiéndole. —Estoy bien ahora, y eso es lo que
importa.
A medida que los dos cisnes llegaron a la orilla, Shiloh
cambió a forma humana, mientras que Reed se tambaleaba en
la hierba en sus pequeñas patas de polluelo. Reed era
demasiado joven para cambiar a forma humana. Le llevaría un
año hasta que ganara esa habilidad. Riéndose, Liam tomó a su
hijo en sus brazos.
—Vamos, hijo. Vamos a casa.
Reed graznó un poco y se instaló en el calor de Liam.
Sacudiendo la cabeza, Shiloh le puso su ropa y envolvió su brazo
alrededor de la cintura de Liam. Juntos se dirigieron fuera del
parque y hacia el coche.
175

Era casi la hora del almuerzo, y había muchas otras


personas alrededor.
Página
Debería haber sido inquietante, y lo era, en la medida en
que otros cambia-formas aún no estaban acostumbrados a ver a
un lobo abrazar a un polluelo de cisne. Pero Liam se sentía muy
agradecido de que Skylar los hubiera ayudado a encontrar este
lugar, un más que solitario parque reservado para cambia-
formas. Aquí, cada uno podría venir, con la condición de que
permanecieran en paz en todo momento. Podrían cambiar a sus
formas de animales, enseñar a sus hijos a volar o cazar. Por
supuesto, no se sentía como la salvaje naturaleza, pero Liam
todavía no podía comprar una casa lejos de la ciudad. Por
desgracia, aunque tanto su manada como los cisnes estaban de
acuerdo con su apareamiento, eso no quería decir que Shiloh, y
Reed pudieran vivir en cualquier ubicación.

Estaba haciendo arreglos con Brody, sin embargo. Brody


tenía la tierra, y juntos, estaban construyendo una pequeña casa
para Shiloh, Liam, y Reed. Sería perfecto, ya que de esa manera,
Reed también tendría compañeros de juegos y Brody podría
construir su propia pequeña manada, como Carson solía decir.
Mientras tanto, sin embargo, Liam había encontrado un
nuevo trabajo, había perdido su anterior, mientras que cuidaba
a Shiloh, y disfrutaba de pasar tiempo con su pareja y su hijo.
Trabajó temporalmente para Skylar y la agencia de adopción, y
tener a su jefe como amigo realmente tenía sus ventajas.
Llegaron a su coche sin incidentes, y Shiloh se sentó detrás
del volante. Liam tomó posición en el asiento trasero. Después
de asegurarse que Reed estuviera seguro, Shiloh arrancó el
vehículo.
—Sabes, estaba pensando. Nunca acabaste de enseñarme
cómo cantar.
Liam se quedó helado. Nunca había sido supersticioso,
176

pero no pudo evitar sino recordar la antigua leyenda según la


cual los cisnes sólo cantaban al morir.
Página
Se dio cuenta de la sonrisa amable de Shiloh momentos
antes de que su compañero comenzara a tararear una canción
de cuna en voz baja. Era la misma que Shiloh había estado
cantando cuando se habían conocido. Reed dejó escapar un
sonido de satisfacción y se acurrucó más cerca de Liam.
—Las leyendas son sólo eso, leyendas—, dijo Shiloh en la
mente de Liam. —Estamos haciendo nuestra propia historia -la
historia del cisne que cantó y el lobo que incubó un huevo.
El temor persistente desapareció de la mente de Liam y
ambos se echaron a reír. Contra el pecho de Liam, Reed graznó
otra vez, y el sonido familiar le dijo a Liam todo lo que
necesitaba saber. Esta vez, nada podría separarlos.

Fin
177
Página
Sobre la Autora
Nativa de Rumania, Scarlet nació en 1986 y creció como
ávida lectora de Karl May y Julio Verne, leyendo historias de
fantasía y aventura. Más tarde, cuando dejó fuera las historias
de fantasía, profundizó en la colección de libros de su madre y,
por supuesto, tropezó con el romance.
Como escritora, sin embargo, Scarlet Hyacinth nació un
verano de un soleado día, cuando un querido amigo suyo, el
mismo amigo que la introdujo en la ficción GLBT, le propuso
que empezara a escribir una historia propia. Como resultado los
dos amigos nunca terminaron esa historia en particular, pero
Scarlet descubrió que tenía un don para la escritura y terminó
por empezar a escribir individualmente. Y así, entre trabajar en
su tesis, estudiar para los exámenes, y leer manga yaoi, comenzó
a escribir la Saga Kaldor. En el camino, Scarlet conoció a mucha
gente maravillosa que la apoyaron, y al final, encontró en su
historia un hogar y, en el proceso, cumplió un hermoso sueño.

http://scarlethyacinth.webs.com/
178
Página
Coordinación del proyecto
Cinty

Traducción
Paqui

Corrección/Revisión
Visionepica

Edición, Diseño y formato


Visionepica

Limpieza de Portada
Clau
¡Y no olvides comprar a los autores, sin ellos no
179

podríamos disfrutar de todas estas historias!


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