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M Ú S I C A DE
EN EL SIGLO XVIII:
LOS VILLANCICOS DE TOMÁS CALVO
Resumen
Los integrantes de las órdenes religiosas produjeron diccionarios y gramáticas que,
además de sus aportes lingüísticos, son fuenre priniaria para la historia de la música de
,
Guatemala. Un ejemplo es el Vocabulario quiché, un manual de conversación espafiol-
k'ichee' cuya única copia conocida se encuentra en la Universidad de Princeton, New
Jersey. Este vocabulario contiene ocho composiciones copiadas por Tomás Calvo, fiscal
de San Sebastián Lemoa en 1726. El fiscal, un oficial laico encargado de los pueblos de
visita, era un maya educado para actuar como agente de la cultura invasora en las
comunidades indígenas. Este trabajo presenta la descripción, análisis y edición de las
composiciones mencionadas, así como otras consideraciones etnohistóricas enriquecidas
por la variedad de temas que el vocabulario aborda, el cual es un conjunto único de
elementos para contextualizar la vida musical en la Guatemala rural de los inicios del
siglo XVIII.
-
* Arturo Duarte es antropólogo guatemalteco, posee una maestría en antropología
de la State Universiry of New York en Albany y es graduado en relaciones internacionales
por la Universidad de Brasilia. Se dedica a la investigación musical desde 1978, fue miembro
fundador de Capella Antiqua y con su grupo actual, La Cantoría de Tomás Pascual,
publicó recientemente música de Huehuetenango, Guatemala, bajo el título El Repertorio
de San MiguelAcatdn. Ha sido ministro consejero en la Embajada de Guatemala ante los
Estados Unidos y representante alterno de Guatemala ante la Organización de los Estados
Americanos. Paulo Alvarado es compositor, violoncelista y productor musical guatemalteco.
Compone música para teatro y danza, canciones, obras para orquesta sinfónica y música
de cámara. Es miembro fundador del Cuarteto Contemporáneo, del grupo de rock hlux
Nahual y de la Sinfonica juvenil de Guatemala, con los que ha realizado 17 grabaciones.
Además de sus conciertos de música temprana e instalaciones multi-mediales, con
regularidad presenta recitales de sus propias composiciones. Ha publicado numerosos
ensayos y artículos de crítica musical y actualmente es columnista semanal de Prensa
Libre. Los autores realizan investigaciones conjuntas sobre la obra de Tomás Pascual y
sobre el Quaderno en pohonchí para ensegar ia música y el arte de cantar. Agradecen a
Elisabeth Lehnhoff, Narciso Cojtí y al personal de la h.lanuscripts and Rare Books Divi-
sion de la biblioteca de la Universidad de Princeton, especialmente a Alfred Bush, curador
de la colección Garret.
O MESOMEAICA
36 (DICILWBRE
DE 1?98),PP. 441-498
Abstract
EIGHTEENTH-CEXTL'RY MLISIC:HE CAROLS
GL~.~TEMALAN OF TOMAS
CALVO
As part of the cultural project of colonialism, the members of religious orders pro-
duced dictionaries and grammars which, in addition to their linguistic contributions,
are primav sources for Guatemala's musical history. A good example of this is the
Vocabuhrio qnzcbé. a Spanish-K'ichee' conversation manual, the only copy of which
forms part of the library holdings at Princeton University. The Vocabulario conrains
eight compositions copied in 1726 by Tomás Calvo, the fiscal of San Sebastián Lernoa.
The fiscal was a Mayan la); official educated in such a way as to serve as an agent of
cultural change in the native communities entrusted to his charge. The article describes,
analyzes, and transcribes the eight compositions in question, which illuminate other
ethnohistorical matters touched on by the Vocabulario. A unique collection of features
in the Vocabulario thus aliows insight into musical life in rural Guatemaia at the begín-
ning of the eighteenth century.
' John M. TXíeekc hace referencia a ésto en Mesoamerican Histoty in United States
iibraries (Culver City, Caiifornia: Labyrinthos, 1990), pág. 6.
Pantaieón de Guzmán, Compendio de nombres en lengua cakchiquei, René Acuña,
editor (México, D. F.: Universidad Nacional Autónoma de México, 1984), pp. 265,314
y 316.
palabras o descripciones de realidades y demuestran que sus autores incur-
sionaban en las áreas de la creatividad musical o literaria. Asimismo, las compo-
siciones incluidas en el Vorabuhrioquiché, deTomás Calvo," demuestran que los
intereses de este fiscal del pueblo de San Sebastián Lemoa rebasaban el cam-
po de la lingüística, y que su compendio de frases y expresiones en k'ichee' y
en español era un manual de relaciones interculturales, que se utilizaba tanto
en las conversaciones con los doctrineros como en las actividades musicales
de la parroquia.
En este trabajo se presenta la descripción, análisis y edición de las com-
posiciones contenidas en el vocabulario mencionado, escrito en 1726. Aun-
que la escasa información proporcionada por el documento dificulta la
identificación de sus autores, estas composiciones pudieron haber sido tanto
obra de compositores metropolitanos como de músicos locales y, no obstante
que las mismas no tienen el sello de lo vernáculo que los anticuarios de la
cultura calificarían de ancestral, su autenticidad radica en que son una mues-
tra representativa de las corrientes e influencias, tanto metropolitanas como
mayas, que modelaban la vida cultural de las comunidades locales. El domi-
nio de instrumentos musicales -y, eventualmente, de las técnicas de compo-
sición musical- observado en la población que habitaba ias áreas de doctri-
na fue principalmente producto de la estrategia de penetración de los frailes
en las comunidades locales. Las órdenes religiosas concedieron a los hijos de
las noblezas nativas la facultad de administrar la vida religiosa a nivel local y,
además de otorgarles diversos privilegios, les proveyeron de la educación y
del conocimiento necesarios para el manejo de las matemáticas, la lectura, la
escritura, así como de otros elementos de la cultura espanola. Dentro de
éstos, a la música le fue otorgado un énfasis especial, debido al interés que la
misma desuerraba dentro de los habitantes del Nuevo Mundo. Testimonio
de este énfasis particular es la traducción de manuales de teoría musical a
idiomas indígenas, lo cual permitió el acceso de las poblaciones locales al
conocimiento de las técnicas europeas de composición y ejecución, y facilitó
el desarrollo de sus habilidades para copiar y, ultimadamente, para componer
música, así como para la interpretación de instrumentos diversos. El Manus-
Tomás Calvo, Lócabuiario quiché, Garret Collection No. 163 (Manuscripts and
Rare Books Division, Princeton University Librar); [1726]). Para efectos del presente
trabajo, se respetó la ortografía del cítufo asignado por el catálogo de la colección. El
nombre del autor, que aparece como Thomas Calbo, fue modificado conforme al uso
ortográfico contemporáneo. El vocablo klchee', para referirse tanto al idioma como al
grupo étnico, se escribe conforme a la ortografía propuesta por la Academia de las Lenguas
Mayas. Se conservó la ortografía en español para referirse al departamento del Quichb. El
manuscrito contiene anotaciones de numeración que no parecen ser originaes de Calvo.
Las páginas que contienen música no estzín numeradas.
crito teórico ?nusicalde Santa Ez~kzliir,en náhuatl," el Quaderno en pokonchí
para trlseñar kz rnrisica y elarte de cantar, escrito en San Cristóbal Verapaz por
el padre Dionisio deZúfiiga,' respaldan la afirmación de que las órdenes
religiosas se preocuparon de la formación miisical de los indígenas de una
manera integral y que los aspectos relativos a la teoría musical también estu-
vieron accesibles para segmentos más amplios de la población y no solamen-
te para las élires bilingües.
Un aspecto relevante de las tareas evangrlizadoras de las órdenes religio-
sas lo coristituyó su interés en crear comunidades autosuficientes, cerradas al
efecto mundano de lo seciilar. Esa fascinación por lo local y lo comunitario
qiie inspiró a los religiosos parece ha!?er contribuido a que en las iíivcstiga-
ciones contemporáneas se subestime el rol de la metrópoli en la conforma-
ción de las características culturales y,en particular, de las preferencias, estilos
v ~isosde la música en las comunidades locales. Ello ha limitado los esfuerzos
por describir el papel de la música en las comunidades indígenas, debido a
que el énfasis en lo local reduce la investigación al descubrimiento de origi-
nalidades o privilegia aquellos aspectos que conducirían a describir caracte-
rísticas indígenas o a exalrar las genialidades de compositores nativos. Sin
embargo, los repertorios musicales existentes en el Nuevo Mundo demues-
tran que los religiosos, lejos de lograr siis comiinidades utópicas, vincularon a
las poblaciones indígenas con el sistema mundial emergenrc y; con ello, las
integraron a una red global de intercambio de productos culturales.
L,
DOCTRINAS,
CABECERAS Y VISITAS
La doctrina era una demarcación eclesiástica concedida a una orden re-
ligiosa, con fines de administración de la población y de conversión de los
indígenas a la fe cristiana. En términos territoriales, estaba compuesta por
una cabecera, el asentamiento principal que era el pueblo escogido como
residencia de los religiosos, y por diferentes pueblos de visita o anexos, cons-
tituidos por núcleos menores de población que quedaban dentro de la juris-
dicción de la doctrina. Aunque los estudios sobre el desarrollo de la actividad
de las órdenes religiosas en Guatemala son modestos, cuando los compara-
mos con la atención que se le ha dado al estudio de la Iglesia secular, éstos
sugieren que la doctrina fue la institución colonial que más contribuyó a la
creación de lo que hoy denominamos como cultura indígena.
Las órdenes monásticas, requeridas para trabajar en los territorios colo-
niales con el propósito de compensar la escasa de ~acerdotes,'~ jugaron un
papel fundamental en la concentración de la población indígena en asenta-
mientos urbanos. En abierta complicidad con los integrantes de la nobleza
nativa, quienes pasaron a integrar activamente la estructura de dominación
del estado colonial, los frailes emprendieron la tarea de congregar en cabece-
ras de doctrina o en los pueblos de visita a las poblaciones o familias disper-
sas, con el propósito de facilitar la administración de los sacramentos y de la
doctrina cristiana y de hacer más efectivo el control de la población, especial-
mente con fines tributarios. Con excepción de las primeras dos décadas del
período colonial, la doctrina fue más importante que la encomienda, no sólo
en términos del impacto cultural derivado de la relación cotidiana que los
frailes mantenían con los habitantes de los pueblos," sino porque gran parte
del territorio de Guatemala -la parte oriental de el Quiché y las Verapaca-,
quedó excluida de la acción de los encomenderos en virtud de que fue conce-
dida en exclusividad a la acción evangelizadora de las órdenes religi~sas.'~
Lejos de limitarse a la ensefianza de la religión, la doctrina se convirtió en
laboratorio para la implementación de nuevas formas de organización social
- -.
'Vl'ásquez, Crónica de laprovinria del santísinza nombre dejesus, IV, pág. 345
-
25 Scheifler, Riqueza de las doctrinas erz ei antiguo reino de Goathemala, pág. 332.
'6 Cortés y Larraz, Descripción geográf;co-moral, 11, pág. 57.
*' Jean Piel, EIdepartamento de/ Quiché bajo id dictadura Liberal, 1880-1920 (Gua-
temala: FLACSO y CEMCA, 1995), pág. 5 1.
El estudio de la producción, el intercambio y el consumo de mercancías
en las doctrinas es un área de investigación con inmenso potencial para desa-
rrollar. En la medida que las doctrinas jugaban un papel central en la organi-
zación de 1a economía, el impacto de la intervención de las mismas por parte
de la Iglesia secular, iniciada en 1753, pudo haber incidido en la destrucción
de las economías locales. La secularización de las doctrinas no sólo separó a
las poblaciones indígenas de sus guías religiosos, sino con ella también íüe
removido el liderazgo empresariai local conformado alrededor de cofradías,
hermandades y otras formas de organización comunitaria que habian ocupado
un lugar desracado en la producción de bienes y servicios durante el bicente-
nario reinado de las órdenes religiosas en el altiplano occidental guatemalte-
co. Todo ello condujo a la descapitalización de las comunidades indígenas y
provocó el colapso de una organización económica esencialmente comunita-
ria, dando lugar a la formación de los empobrecidos contingentes de pobla-
ción que, arrapados en los eternos ciclos de subsistencia, sobreviven en la
actuafidad como La personificación de la cultura indígena.
El largo proceso de secularización de las doctrinas aseguró el éxito de las
ambiciones expansionistas del estado republicano formado en los albores del
siglo XDí. La desintegración social de las comunidades indígenas, pauperizadas
por el impacto de dicho proceso, las convirtió en presa fácil de las agresivas
políticas económicas de un estado que, para forjarse un nicho en el mercado
internacional, recurrió a la mano de obra temporal, provista por esas mismas
comunidades, y a la expansión de su frontera agrícola por medio de la expro-
piación de las tierras comunales. Paradójicamente, la economía familiar de
subsistencia y las formas comunitarias de producción promovidas por los
religiosos contribiiyeron a los esfuerzos de un estado nacional emergente in-
teresado en promover productos que ofrecieran mayor rentabilidad, debido a
que estas modalidades permitían que el grupo familiar o las comunidades
asumieran los costos de mantenimiento de la fuerza de trabajo que sólo se
necesitaba esracionalmente. Adicionalmente, la inseguridad jurídica sobre la
propiedad y, en particular, la falta de un sistema de propiedad individual
sobre Ia tierra, característica de las comunidades que fueron modeladas en
base a las utopias comunitarias de las órdenes religiosas, ofreció, mediante el
despojo de las tierras comunales, una solución inmediata a los requerimien-
tos de expansión territorial para e! desarrolfo de los nurios cultivos.
Sin duda, la destrucción de las formas comunitarias de producción cau-
sada por la secularización de las doctrinas, contemporánea ai surgimiento del
Estado nacional, actuó de manera significativa en Ia formación de éste y dio
lugar a Ia enormidad de ambivalencias que, contradiciendo el proyecto de
sociedad homogénea que imaginaron sus fundadores, todavía separan pro-
fundamente a la sociedad guatemalteca.
:
., , MÚsICA DE GUATEMALA:
LOS WLWNCICOS DE TOMAS CALVO
.,,
..,
LA MÚSICA DURANTE EL P E I ~ O D OCOLONIAL
LA COLECCI~N
GATES
Y LA COLECCI~N
GARRET
DE IDIOMAS AMERICANOS
E1 original del Vocabrtkzrio quicbé de Tomás Calvo se encuentra en la
Universidad de Princeton, Nueva Jersey, en un ambiente cuya solemnidad
hace olvidar que la historia del manuscrito está ligada a la tortuosa historia de
otros tantos documentos o artefactos del patrimonio cultural guatemalteco
que, sometidos a las veleidades del destino, nunca lograron asegurar su pre-
servación en una institución especializada y desaparecieron debido a la avari-
cia de comerciantes y coleccionistas o ante la destrucción del tiempo o de la
precariedad política. E1 manuscrito de Calvo inicia su viaje hacia los círculos
académicos cuando es adquirido por Wiiliam E. Gates, un abogado esoterico
y empresario que estaba convencido de que un conocimiento profundo de
los idiomas mayas era indispensable para descifrar la antigua escritura maya.
Su convicción le motivó a emprender la tarea de adquirir una cantidad ex-
cepcional de documentos sobre idiomas de Mesoamérica. Entre 1914 y 1915
contrató a una persona para que le ayudara a localizar y adquirir documentos
que podrían estar en posesión de habitantes de las comunidades indígenas.
Posteriormente, Gates obtuvo manuscritos adicionales por medio de otra
persona, quien viajó por el interior de Guatemala durante dos o tres años
comprando o adquiriendo documentos. No satisfecho con la labor desempe-
ñada por sus enviados, Gates decidió viajar personalmente a Guatemala en
1921, como parte de una expedición organizada por Sylvanus G. Morley.
Entre 1922 y 1924 desempeñó el cargo de director general de arqueologia de
la República de Guatemala así como el de director del museo de esa depen-
den~ia.~~
A pesar que una interpretación literal del párrafo nos llevaría a asumir
que Calvo es el único autor del vocabulario, una vista superficial de la cali-
grafía del documento revela que el mismo fue elaborado por dos o más perso-
nas. Esto puede atribuirse a que Calvo recurrió al apoyo de ayudantes para
terminar el texto; también puede ser el resultado de que, a su trabajo, Calvo
haya agregado partes de documentos realizados por fiscales que le precedie-
ron en el cargo; o que al mismo, los sucesores de Calvo hayan realizado adi-
ciones oosteriores.
Por lo menos una posible adición al manuscrito original puede ser do-
cumentada en uno de los textos contenidos en el mismo vocabulario, en
forma de una denuncia contra "un indio ladrón de mulas llamado Marcos
Ernandez quiera natural del Pueblo de Santa fechado en Chichi-
castenango, el 10 de octubre de 1727, unos 20 meses después de la fecha que
aparece en el párrafo introductorio. Esa inconsistencia en las fechas también
podría dar cabida a la afirmación de que Calvo, ignorando ciertas normas de
la actividad editorial, no consignó en el párrafo introductorio la fecha de
finalización del vocabulario sino el día en que dio inicio a su proyecto y que,
20 meses después, &te aún se encontraba en elaboración. El párrafo inicial,
además, introduce algunas dudas respecto del origen del autor. Debido a que
los maestros y fiscales gozaban de atributos hereditarios en el uso de sus car-
gos, habría que asumir que Calvo era originario de San Sebastián Lemoa. Sin
4 T a 1 v ~VOcabuLlrio
, tjuirht?, pág. 126.
S<
Robert Stevenson, "Giiatemala Cathedral to 1803", en Inter-American Music
Reviezu 2: 2 (1980), pp. 27-72.
" Lemmon, La música de Guatemala en elsiglo XVIII; Lehnhoff, '"he Villancicos
of thc Guatemalan Composer Raphael Antonio Castellanos".
5"emmon, La música de Guatemala en elsiglo XWII, pág. 90.
" Sor Juana Inés de la Cruz, Obras completas: villancicos y letras sacras, 4 tomos
(México D. F.: Fondo de Cultura Económica, 1952), 11, pig. 7.
'' De la Cruz, Obras completas, ii, pp. 11 1 y 119; Stevenson, ChrzstmasMusic, pág.
62.
5'J Tello, "Sor Juana In& de la Cruz", pág. 19. En este artículo se argumenta que Sor
Juana reutilizó el texto del villancico "Pues mi Dios ha nacido", el cual es original de
Matias Durango.
" Robert Stevenson, "Sor Juana's México City Musical Coadjurors", en Inter-Ameri-
can Music Revieu, 15: 1 ( 1 996), pp. 23-38.
cados en la edición de las obras completas de Sor Juana Inés de la Cruz."' Ello
documenta la circulación que tenían los villancicos sorjuanianos y sugiere
que las investigaciones sobre la vida y obra de Castellanos deben tomar en
cuenta estas influencias que contribuyeron a su formación. Aunque Castella-
nos también pudo haber compuesto música propia utilizando la letra de los
viiíancicos de Sor Juana, una práctica común dentro de los compositores del
Nuevo también se hace necesario determinar si la música que de
estos villancicos existe en los archivos de la Catedral de Guatemala es original
del compositor guatemalteco o es copia de la música compuesta por los maes-
tras mexicanos. Esta última posibilidad es respaldada por el hecho que, du-
rante veinte años, Castellanos se desempeñó como ayudante de Manuel José
de Quiroz, maestro de capilla de la Catedral de Guatemala, quien, a su vez,
se destacó por su empeño en recopiar los libros de coro de la catedral del siglo
XVI, así como en ensamblar obras de autores espaiíoles y mexicano^."^
La notable presencia literaria de Sor Juana en la Catedral de Guatemala
induce a formular la posibilidad de que su influencia pudo haber alcanzado
los dominios coloniales reservados para la acción de las órdenes religiosas, y
que los maestros, fiscales o doctrineros pudieron haber recurrido a los textos
de la poetisa mexicana para escribir sus propias versiones de temas que, por
lo demás, eran tradicionales de la actividad misional. Aunque los villancicos
de Calvo no pueden ser atribuidos a Sor Juana, hay diversos elementos para
suponer que el autor de los mismos conocía los trabajos de la poetisa y, tanto
los temas escogidos como el uso de cierto tipo de expresiones e imágenes
poéticas sugieren que el estilo de la consagrada escritora pudo haber influido
de alguna manera en la inspiración de los compositores locales, &eran éstos
ibéricos o indígenas. No es posible todavía determinar la forma en que este
influjo pudo haber alcanzado las comunidades rurales y, mientras no se en-
cuentre prueba de la circulación de materiales impresos que respalden esa
aseveración, habría que asumir que la transmisión oral, el dictado o la copia
manuscrita pudieron haber sido los medios de diflsión de creaciones metro-
politanas.
6' Debido a que no se ha publicado una edición completa de las obras de Castellanos
no es posible determinar el número exacto de los textos sorjuanianos utilizados por este
autor. Tomando como base las ediciones publicadas, que no suprran veinte composiciones,
se puede establecer que, por lo menos, once de sus textos son reutilizaciones de villancicos
de Sor Juana, entre los cuales están: "La astrónorna grande", "Claro Pastor Divino", "Oigan,
deprendan", "Dice el Génesis sagrado" y otros.
" Tello, "Sor Juana Inés de la Cruz", pp. 19-27.
63 Lemmon, La música de Guatemala en el siglo W I I I , pág. 2.
El contenido musical del vocabulario de Calvo, además de un fragmen-
to del Agnus Dei ya mencionado, consta de dos villancicos eucarísticos, un
villancico dedicado a la ascensión de la Virgen, uno al apóstol San Pedro,
uno al Pentecostés y dos restantes que se refieren a temas de la doctrina cris-
tiana en general. En la presente edición, las composiciones se presentan en la
secuencia en que aparecen en el vocabulario.
1. "HOYDE PEDRO
~WEMOS"~
Los villancias de Guatemala que se conocen hasta la fecha, provenien-
tes del área de las doctrinas adminisnadas por el clero regular, heron m-
puestos siguiendo la forma convencional que consiste en un estribifh para
cuatro voces y varias coplas para solista o ~olistas.'~"Hoy de Pedro cantemos"
es una de las excepciones a esta constante, pues m t o el estribillo como las
coplas están compuestos a cuatro voces. Temáticamente, este viiiancim está
asociado a los de Sor Juana Inks de la Cruz, a quien Ie son atribuidas 58
composicionesdedicadas a San Pedro, dos de las cuales comienzan con frases
muy similares:
Características de la composición:
A cuatro voces. Estribillo temario, imitativo; copla binaria, también a
cuatro voces, homofónica. Salvo una omisión en el compás 26 del bajo, casi
imperceptiblemente corregida en el original, ésta es una de las composicio-
nes completas y más claramente anotadas.
y en alabanzas de Pedro
siempre justa queda corta
Pues cante elogios sin fin
diga de Pedro la historia
repita suaves motetes
cante de un pastor las glorias
1 1 1 <*. - .
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2. "RESUELTOEN LENGUAS DE FUEGO"
La importancia del manejo de los idiomas locales con el propósito de la
expansión del Evangelio, una preocupación del cristianismo desde el tiempo
de los apóstoles, cobró renovada vigencia ante la tarea que los doctrineros
tenían de comunicarse con los nuevos grupos de infieles en el Nuevo Mun-
do, en donde un valle diferente podría significar una lengua diferente. Por
ello no sorprende que el Pentecostés, el día en que los apóstoles recibieron la
gracia de las lenguas para difundir La Palabra en todos los confines de la
Tierra, fuera un gran recurso de inspiración para los religiosos que día a día
tenían que trabajar disciplinadamente para superar las barreras culturales y
lingüísticas que les impedían compartir las profundidades de la doctrina con
los nuevos conversos. Dos enfoques prevalecieron ante esta dificultad y, aun-
que del enfoque racional proviene la enorme cantidad de gramáticas y dic-
cionarios de los cuales el vocabulario de Calvo es un ejemplo, del enfoque
místico nos quedan los reportes de milagrosos aprendizajes de idiomas difíci-
les que permitieron que, como en el Pentecostés, algunos frailes y doctrineros
dedicados a la conversión de infieles recibieran el don de dominar el idioma
nativo en períodos increíblemente cortos y que, en materia de días, fueran
capaces de explicar los misterios de la fe en la lengua de la región. Este villan-
cico es una referencia directa al Pentecostés, tema apropiado para motivar a
los religiosos que dedicaban su vida al aprendizaje de los idiomas hablados
por sus feligreses.
Características de la composición:
A dos voces. Ternario, breve, austero. La parte de contralto está indicada
a dúo y la voz aparece copiada idéntica dos veces. La parte de bajo viene
inmediatamente seguida de otra, que corresponde a la siguiente pieza (N0 3
en la presente edición), tambibn copiada dos veces, como baxofundarnento y
b a o segundo.
I
I
I
i Resuelto e n lenguas de fuego rl<rlbuiOo
P1.1- Tl.au.C.lbn. <726 iI
j IIIII.C"I~I&O: l l l l F . 4 1 1 @1991
Características de la composición:
A cuatro voces. Ternario, dos secciones a dúo alternadas con una parte
imitativa; luego homofónico hacia el final. El baxo segundo (que puede ser un
bajo de ornamento), aparte de que tiene indicado silencio durante los compa-
ses 31 a 40, y a excepción de algunas notas distintas, coincide en lo demás
con el baxojiindamento.
LOSDESAGRAVIOS DESPIGZN
Los desagravios despican
con que en Londres ultrajó
el más sacrílego hereje
el compendio del amor
L o s desagravios despican í i t r i ~ u i a rS >
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4. "HOLA
ZAGALES DEL VALLE"
Aunque el tema central de este villancico es la Eucaristía, la segunda
estrofa semeja una alusión a la ascensión de la Virgen María, lo cual podría
insinuar interpretaciones vernáculas del autor respecto a diferentes aspectos
de la doctrina, El traslape de estos dos escenarios doctrinales podría atribuir-
se a que la inspiración del autor provino de un villancico de Sor Juana Inés de
la Cruz, en el cual se formula una dicotomia que confiere excelsitud a pasto-
res de las alniras y humildad a los pastores que habitan las profundidades del
valle. Mientras en las alturas del monte, los pastores sacros del Olimpo eter-
no cantan las galas a la ascensión de la Virgen, los humildes zagales del valle
corren entre confusos ecos y el estribillo los apremia:
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Esta composición es el único ejemplo de mílsica Iitúrgica que aparece en el
vocabulario, aunque la falta del d o m nobispacm lo hace incompleto. La polifonía
de la composición, por lo menos, indica la capacidad de ejecución que tenían
los coros de las doctrinas. Esta sección de la misa es uno de los escasos ejemplos
que se conocen de composiciones escritas a cinco voces en el altiplano guate-
malteco.
Características de la composición:
A cinco voces. Binario, antifonal, grave. Se ha agregado la letra faltante,
sobre la misma música del miserere nobis.
AGNUSDEI
Agnus Dei
qui tollis peccata mundi
miserere nobis
Características de la composición:
A cuatro voces. Binario, de lírica retórica, imitativo. Además del dete-
rioro en los penúltimos compases del contralto, la parte de bajo ofrece toda la
impresión de una labor súbitamente interrumpida. Su reconstrucción se ha
basado, del 6 al 18, en los pocos compases iniciales que se encuentran anota-
dos, del 19 al 26, en la homofonía de las demás voces y del 27 en adelante, en
la imitación.
SUBETRIUNFAIVTE SENORA
Sube triunfaníe Señora
a las celestes moradas
que en los seráficos coros
está tu silla plantada
Ai cielo sube María
a ser de Dios coronada
dando vida a las esferas
de estrellas toda adornada
Como mariposa amante
hoy más se llega a las llamas
queriendo abrasarse en ellas
que dio al amor sus entrañas
En el Belén de su vientre
le dio al il-lesías posada
y en recompensa hoy la vemos
en el cielo aposentada
Sube como peregrina
buscando albergue y morada
pero sabemos de fe
que va derecho a su casa
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Sube triunfante SeRora i.<r'~r<dT
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F- i '21
7. "LINDOCO~WTE"
Aunque este villancico pudo haber sido escrito pata cuatro voces, sólo
tres de ellas aparecen registradas en el vocabulario de Calvo. El mismo con-
tiene una anotación en el encabezado que, al dedicarlo al Santísimo Sacra-
mento, lo inscribe dentro de la tradición de las composiciones eucarísticas,
las más antiguas de las cuales se encuentran en el Repertorio a2 San Migxel
Acatáa. A pesar de que estos villancicos pueden haber sido usados como par-
te del ritual de la Comunión, el tono festivo de algunos de ellos sugiere que
rambien pudieron haber sido aprovechados en contextos más informales,
como festividades en los atrios de las iglesias o en las fiestas de Corpus.
Características de la composición:
A tres voces. Ternario, breve, parcialmente con tratamiento de pedal en
la voz media. Aunque el manuscrito está dañado en dos secciones, la perfecta
lógica de la pieza no presenta obstáculo alguno a su reconstrucción.
Alarma, alarma
Alarma, alarma
que en las hazañas de un Dios
el morir para dar vida
fue la victoria mayor
finezas, finaas
alarma, alarma
Alarma, alarma... finezas
Quedito, quedo
quedito, quedo
porque en la imaginación
caber un extremo puede
mas un imposible no
Discursos, discursos
quedito, quedo,
quedito, quedo... discursos
Alerta, alerta
alerta, alerta
que la fe nunca sufrió
la censura de orros ojos
que de ciego lance amor
sentidos, sentidos
alerta, alerta,
alerta, alerta ... sentidos
Aprisa, aprisa
aprisa, aprisa
porque el descuido menor
se ha de contar por tibieza
que echa a perder la pasión
Afectos, afectos
aprisa, aprisa
aprisa, aprisa... afectos
Tened, teneos
tened, teneos
no desahoguéis el ardor
que en incendios [ve] lados
se halla bien un corazón
Suspiros, suspiros
tened, teneos
tened, teneos... suspiros
Espacio, espacio
espacio, espacio
por cuanto Dios obró
si toda su maravilla
darse todo es más favor
Asombros, asombros
espacio, espacio
espacio, espacio... asombros
Alarla, a l a r m a
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Aunque el protagonismo de la música en la conformación de los nuevos
arreglos culturales que se originaron durante la colonia ha sido abundante-
mente confirmado, la escasez de ejemplos sobre la actividad musical en las
misiones y doctrinas dificulta las descripciones precisas respecto de sus mo-
dalidades distintivas, y no permite la identlfrcación de estilos de composi-
ción y de ejecución que podrían ser considerados característicos del Nuevo
Mundo. En Guatemala existen apenas dos ejemplos conocidos de actividad
musical con finalidades misionales, siendo ellos la música del Repertorio de
San Miguel Acatán, ya referido, y los villancicos del vocabulario de Tomás
Calvo, cuya edición y comentarios son en este trabajo. La música
de estas composiciones tuvo la particularidad de asistir a los religiosos regulares
en la conducción de experimentos de transformación cultural encaminados a
inducir a los indígenas hacia la adopción de valores culturales renacentistas y,
principalmente, a su conversión al cristianismo. Otros ejemplos de esta acri-
vidad que han sido identificados contienen únicamente los textos de las com-
posiciones y, aunque ello no aporta en absoluto en términos del análisis
musicológico, su procedencia diversa es testimonio de la amplia difusión de
estas prácticas en las doctrinas de Guatemala.
En los villancicos del Vocabulario quicbé de T o d s Calvo, que son el
único ejemplo de música de las misiones conocido para el siglo XVIII, se
perciben elementos que los asocian a sus predecesores contenidos en el Reper-
tono de San MiguelAcatán, compuestos o copiados con un siglo de ante-
rioridad. La coincidencia en lo temático y la ~revalenciade las influencias
europeas en los mismos sugiere que ambos repertorios fueron producto de
tradiciones musicales celosamente guardadas por los religiosos, quienes no
toleraron la introducción de elementos locales en su creación. Indica ade-
más, la preferencia por la reproducción de obras antiguas en menoscabo de la
innovación del repertorio por medio de la composición. Lo paradójico en el
caso del vocabulario de Cavo es que, a pesar de ser un texto bilingüe y de
haber sido escrito para servir de guía para la comunicación entre dos conrex-
tos culturales, no se encuentren registradas composiciones en lenguas nativas
y, a no ser porque las descripciones de la vida cotidiana en San Sebastián
Lemoa comprendidas en el manuscrito nos ilustran sobre algunos aspectos
de la cultura local, la información contenida en las composiciones no hace
referencia alguna a los contextos en los que s e d a esa música. Este hecho da
lugar a ciertas dudas acerca del uso de estas composiciones ya que, como se
ha apuntado, los pobladores indígenas de los territorios misionales apren-
dían la doctrina en su lengua materna. Esto haría suponer que la letra de las
composiciones utilizadas en las misiones estaría escrita en los idiomas locales,
puesto que el objetivo principal de los mismos era facilitar la comunicación
del mensaje evangélico. Sin embargo, como se señaló con anterioridad, las
piezas musicales en el vocabulario de Calvo parecen ser material de referencia
para el fiscal o el doctrinero, quienes posiblemente las traducían espontánea-
mente para efectos de ejecución y de enseñanza. Los temas de las composi-
ciones se enmarcan dentro de los valores predominantes de la cultura euro-
pea y difícilmente aportan elementos de estilo que puedan ser considerados
como procedentes de las culturas americanas. En todo caso, la eventualidad
de que los villancicos hubiesen sido compuestos por Tomás Calvo evidencia-
ría que la influencia de la cultura europea en las comunidades locales era tal
que los indígenas componían conforme a técnicas y estilos primordialmente
renacentistas o barrocos.
La existencia de características locales no se puede argumentar en el caso
de los villancicos de Calvo. No obstante, la falta de partes correspondientes a
instrumentos así como de indicaciones respecto a la forma de ejecutarlos,
podría dejar abierta la posibilidad para asumir que ciertas modalidades de
acompañamiento de los villancicos, basadas en las técnicas de ejecución de
instrumentos tradicionales, pudieron haber contribuido a modificar el aire
renacentista o barroco de la música, y conferirle características vernáculas a la
interpretación de las composici~nes.~~ Finalmerite, es necesario insistir en
que, a pesar de que !os frailes imaginaron comunidades autosuficientes y que
sus esfüerzos lograron manufacturar grupos diferenciados de población que
aún en el siglo XX han sido descritos como comunidades corporativas cerra-
das, las diferentes influencias metropolitanas que se manifiestan en la música
de las remotas comunidades indígenas sugieren la estrecha vinculación de
éstas con el sistema mundial.
Este elemento debe conducir a una revisión de los enfoques tradiciona-
les en la investigación de la música misional, cuyo énfasis debe desplazarse de
la búsqueda de estilos originales o de elementos autóctonos, hacia el examen
de elementos regionales o globales que incidieron en la producción de bienes
culturales, así como hacia el análisis de la difusión de la producción musical,
los mecanismos de distribución de la misma y las redes de intercambio de
tendencias estilísticas que influyeron en la creación artística, tanto en una
comunidad indígena como en una catedral de ciudad grande.