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"Por cultura podemos entender los modos de vivir o los modos de ser compartidos por seres
humanos… Los humanos tenemos la capacidad de ir amoldando y transformando no sólo la
naturaleza, sino nuestras propias relaciones con el mundo y nuestra propia forma de vivir".
Es importante señalar con relación a lo expresado, que estos modos de vivir o de ser no son algo
estático, sino que son dinámicos, activos, implican procesos, que suponen cambios. Ellos mismos
señalan que "a través de nuestra historia, hemos ido creando y modificando nuestra relación con el
mundo en un proceso acumulativo y evolutivo hecho posible porque lo que creamos y aprendemos
lo transmitimos también a nuestra descendencia sin necesidad de modificación genética". Siguiendo
en esta línea encontramos también que la UNESCO en su "Declaración mundial de la diversidad
cultural", define la cultura como "como el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y
materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que
abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas
de valores, las tradiciones y las creencias" (UNESCO, 2001), en este sentido coincide con lo
planteado por Zúñiga y Ansión en su definición.
La cultura supone también una relación con el mundo que nos rodea: con la naturaleza, con
nosotros/as mismos/as, con los demás, con la trascendencia en forma colectiva. Esta relación se da a
través de formas de mirar, de sentir, de expresarnos, de actuar, de evaluar. Son formas propias de
mirar el universo, el cosmos, la creación, la naturaleza, que a su vez nos genera una manera
particular de relacionarnos con ella y el contexto que la rodea. Además implica una manera
compartida de mirarnos y entendernos a nosotros/as mismos/as y a los demás. Es a partir de ese
mirar, sentir y expresarse que se crea la cultura en forma colectiva y se van originando nuevas
maneras de relacionarnos. Zúñiga y Ansión (1997) señalan que "al asumir esta definición operativa
de cultura, es importante recordar que una cultura se gesta al interior de los diversos grupos a los
que los humanos se unen por diversas afinidades, sean éstas ideológicas, de clase, de credo, de
origen territorial, de origen étnico, de edad, de sexo, etc. En estos grupos se generan y comparten
modos de ser y hasta un lenguaje propio que son cultura". Más adelante señalarán que "la cultura no
tiene existencia en sí misma, sino que se refiere a actitudes acostumbradas y a maneras de ser
compartidas (dimensión social) de las personas en concreto (dimensión individual)". Esto es
importante señalarlo porque es lo que nos da pie para poder entender mejor lo que es la diversidad
cultural y la interculturalidad.
Como seres que vivimos en relación, la cultura tenemos que verla también con esas características.
No se da en el aire. Nuestras propias culturas entran de forma concreta en una relación dinámica
con otras culturas. Nos damos así cuenta de que existe una diversidad cultural a nuestro alrededor,
es decir, otras formas de percibir al mundo, la naturaleza, la relación consigo mismos y con los
demás, con las cuales podemos o no coincidir en un primer momento o posteriormente. Así la
diversidad cultural se presenta en espacios definidos donde coexisten grupos humanos con
tradiciones culturales diferentes.
En este tipo de vinculación no siempre ha existido una aceptación y reconocimiento explícito de las
influencias mutuas en las relaciones interculturales que se han dado. Para algunos grupos culturales,
sobre todo el de las clases dominantes, les es difícil reconocer y asumir plenamente la riqueza
potencial que representa la relación con otras culturas. La historia de la humanidad está llena de
ejemplos de influencias mutuas que no se han aceptado manifiestamente y que se han producido en
medio de relaciones sociales jerarquizadas y de procesos de dominación y explotación. Miremos
por ejemplo como se dio el proceso de conquista y colonización de nuestro continente, donde no
solo no se reconocieron las culturas autóctonas y ancestrales que había, sino que además se buscó
en muchas oportunidades eliminarlas o aniquilarlas para poder mantener la explotación y el control
sobre las colonias por parte de los "conquistadores". Igualmente ocurrió con las culturas de origen
africano que arrancadas a la fuerza de sus lugares de origen, vinieron a nuestro suelo y
posteriormente con las afrodescendientes, que tuvieron que "guardar silencio" durante mucho
tiempo y encubrirse culturalmente, sobre todo con la cultura de los conquistadores, para poder
sobrevivir.
Esta dinámica social de dominación en la que hemos vivido ha propiciado un tipo de relación en la
que tiende a imponerse una sola voz. Es una tendencia histórica homogenizante, culturalmente
empobrecedora que, por intereses económicos, políticos y sociales, no asumió la diversidad cultural
como riqueza y como potencial de desarrollo humano. El intercambio cultural por esta vía ha sido
hasta ahora, desigual en provecho del "Primer Mundo", y del tipo de sociedad que ha originado,
imponiéndonos incluso un sistema educativo formal e informal pretendidamente "Unicultural", en
provecho de esa cultura única para justificar la dominación económica, política y educativa
(Camacaro 2007). En el caso concreto de nuestro país fue imponiéndose, como hemos señalado, la
cultura de las clases dominantes, incluso se valorizó más, sobre todo en el siglo pasado, las culturas
foráneas, como por ejemplo la de Estados Unidos y Europa, las cuales fueron presentadas como el
modelo a seguir, en detrimento de nuestras propias culturas. No se dio una relación de igual a igual,
sino que se impuso la ley del más fuerte política y económicamente. Como consecuencia de esto
nos encontramos con que culturalmente como país fuimos abandonando en muchos lugares nuestras
propias culturas y como tal contribuyendo a su debilitamiento y posterior peligro de desaparición.
Nos podíamos preguntar si han desaparecido nuestras culturas. Y aunque comprobamos que no ha
ocurrido eso, nos damos cuenta que ellas se encuentran en un alto riesgo producto de un bombardeo
mediático del propio sistema capitalista que nos quiere imponer "su cultura de consumo" y a seudo-
respuestas que algunos líderes políticos han querido dar al problema, para seguir manteniendo sus
intereses y que está contribuyendo al olvido de nuestras propias raíces.
Vista desde las circunstancias que hemos expresado ¿cómo puede verse entonces la Diversidad
Cultural? ¿Cómo recuperar su verdadero sentido? ¿Como dar un verdadero valor a la
interculturalidad?
La Diversidad cultural hay que verla de forma dinámica y al igual como lo hemos afirmado sobre la
cultura, pensamos que ella no tiene existencia en si misma, sino como producto de la dinámica que
genera. Cada grupo cultural en su relación con los otros tiene su propio movimiento. Este
movimiento genera a su vez una relación cultural, donde si se cumplieran realmente las reglas de
juego, cada una de esas culturas se presentaría tal cual es, dando su aporte, sin necesidad de ser ni
acorralada ni desaparecida por otra u otras que se consideran más fuertes y que es lo que hemos
analizado anteriormente.
Por eso nuestra Constitución Bolivariana (1.999), que plantea en su Preámbulo la búsqueda por
establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, señala
en su artículo 99, entre otras cosas que " los valores de la cultura son un bien irrenunciable del
pueblo venezolano y un derecho fundamental, que el Estado fomentará y garantizará" y más
adelante, en el artículo 100, introduce el término de la "interculturalidad" afirmando que: "Las
culturas populares constitutivas de la venezolanidad gozan de atención especial, reconociéndose y
respetándose la interculturalidad bajo el principio de igualdad de las culturas".
Por lo que hemos ido analizando podemos concluir que puede haber una "diversidad cultural" en un
determinado lugar o espacio, pero eso no implica necesariamente que se de una "interculturalidad".
La interculturalidad, como muy bien lo señala nuestra constitución supone el principio y el respeto
de la igualdad de las culturas presentes en ese espacio, en este caso, en nuestro país.
Orlando Camacaro (2007) de quien hacíamos referencia anteriormente, define por Interculturalidad
"la posibilidad plena de avanzar y sostener un verdadero diálogo de civilizaciones, partiendo del
diálogo intracultural, vale decir, a lo interno de los individuos que se comunican e intercambian
experiencias en todos los ámbitos del quehacer colectivo". Si esto no se da realmente será difícil por
no decir imposible, lograr cualquier cambio estructural que se pretenda realizar. Para él la
interculturalidad representa hoy una apertura, que no se queda en el pluralismo político, económico,
social y jurídico, como señalamos anteriormente. Según su apreciación "es un reencuentro con todas
las civilizaciones, grandes, medianas o pequeñas, un dialogo de reconciliación con el universo,
dialogo y afirmación de un derecho transgeneracional a un ambiente sano, sostenible y duradero, un
dialogo y reconciliación del hombre consigo mismo, partiendo de un dialogo intracultural e
intrapersonal que restablezca el lugar de las relaciones económicas dentro de la facultad humana y
social de administrar bienes escasos del suelo sin detrimento de la continuidad de la vida y donde el
alimento, no sea sólo lo que nos llevamos a la boca, sino todo aquello que pasa por la biodiversidad
y los elementos naturales".
Vista desde la perspectiva de la Revolución Bolivariana observamos junto a Camacaro que "la
Interculturalidad representa, no sólo una nueva forma de fundamentar la educación, sino también
una forma de vida, de convivencia en la pluralidad cultural y étnica, en la tolerancia y el respeto
mutuo, priorizando la cooperación sobre la competencia (subrayado nuestro), partiendo del modo de
ser y de vivir de cada pueblo o grupo humano, del respeto a su identidad personal y colectiva". Por
eso se enfrenta a esa visión unicultural, homogeneizante, deslegitimadora de otras culturas:
Termina señalando que "La Interculturalidad tiene como principio buscar la participación de todos,
sin discriminaciones de ningún tipo (subrayado nuestro), que refuerce la imagen que cada grupo,
pueblo o nación posee y no la imagen de otro".
Cuando hoy vemos que esa derecha endógena, intenta por medio del dominio en la correlación de
fuerzas, controlar la Revolución Bolivariana desde adentro, nos percatamos que se está buscando
echar para atrás todos los logros de participación popular y protagónica de la población obtenidos
en los últimos años por medio de ella, comenzando de esta forma a socavar internamente al mismo
proceso revolucionario. Es una visión mezquina y empobrecedora que solo piensa en sus intereses
particulares (de poder económico y político) y en los privilegios obtenidos en la mayoría de los
casos a partir de la propia revolución, sin tener en cuenta ese pueblo a partir del cual se originó y
creció el proceso revolucionario que estamos viviendo. A la vez le está haciendo el juego a los
intereses trasnacionales del capital que quiere dominarnos de nuevo. De allí la importancia de ser
conscientes a nivel de organizaciones populares de esta situación y buscar fortalecer los espacios
donde el pueblo ha comenzado a tener un rol protagónico como son por ejemplo, los Comité de
tierra, algunas misiones, los Consejos Comunales, organizaciones campesinas, obreras, estudiantiles
y otro tipo de organizaciones populares. En ese reconocimiento intercultural, que no es limosna sino
derecho, se juega el futuro de nuestra revolución. Si queremos construir el Socialismo del Siglo
XXI, se hace necesario que redescubramos nuestras raíces, porque es a partir de ellas que podremos
edificar esa nueva realidad intercultural que tanto soñamos.
REFERENCIAS:
*Ameigeiras, Aldo Rubén. Diversidad Cultural Latinoamericana: una aproximación desde el gran
Buenos Aires. Fuente:http:/Juanfilloy.bib.unrc.edu.ar/completos/corredor/corredorf/comi-
c/AMEIGEIR.HTM
*Asociación Bolivariana de Noticias (ABN). Lucha por la diversidad cultural es lucha contra el
capitalismo: Opiniones del Ministro del Poder Popular para la Cultura Francisco Sesto sobre la
reforma constitucional, publicada el 15/09/07.
*El Troudi, Haiman; Harnecker, Marta y Bonilla Molina, Luís. Herramientas para la Participación,
elaborado con el apoyo de la Dirección del Despacho del Presidente, el FIDES, FONACIT, el
Ministerio de Participación Popular y Desarrollo Social, la Universidad Bolivariana de Venezuela
y la Misión Cultura, Caracas, 2005.
*UNESCO. Declaración Mundial de la Diversidad Cultural, aprobada en la 31ª Reunión de la
Conferencia General, Paris, Noviembre 2001.
[1] Al respecto recomendamos leer el libro elaborado por Haiman El Troudi, Marta Harnecker y
Luís Bonilla-Molina denominado "Herramientas para la participación", elaborado con el apoyo
de la Dirección del Despacho del Presidente, el FIDES, FONACIT, el Ministerio de Participación
Popular y Desarrollo Social, la Universidad Bolivariana de Venezuela y la Misión Cultura en el
2005, donde se aborda entre otros aspectos las barreras que se presentan para la participación y
como superarlas y que consideramos tienen que ver con el tema que estamos abordando; págs. 17-
32.
Los artículos y notas aquí consignados responden a los criterios de cada autor(a) y no
necesariamente están en total correspondencia con los principios u opiniones de Ecuvives como
asociación
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Publicado por Judith Casanova en 18:20
5 comentarios:
Cultura
La cultura es el conjunto de creencias, costumbres, hábitos, prácticas, valores, etc., de un
grupo en específico en un contexto histórico. La cultura puede ir cambiando, según los
hábitos de cada quien, es algo que está en constante cambio. La cultura es parte de la
identidad de cada persona. Nos construye como seres humanos y vamos adquiriendo
nuevos hábitos, nuevas costumbres, etc.
Manuel Calvello
La vista es el principal receptor de la comunicación:
– Estímulos
– Percepción de la realidad y la imagen audiovisual
Signos:
En todos los mensajes existen signos, estos se dividen en dos categorías que son:
– Monosémicos o denotativos- Polisémicos o connotativos (autoexpresión o artística)
Para la realización documental tenemos que tener en cuenta estos dos niveles de
información y significación.
Para que los datos se transformen en información deben poseer las siguientes
cualidades, a saber:
– Accecibles
Producción de mensajes
Para la producción de estos mensajes hay que imaginar un interlocutor masivo, es decir,
¿Cómo percibe y recibe el mensaje?. Esto se debe principalmente porque la conciencia
es un mapa multidimensional y dinámico sobre él mismo y el mundo que lo rodea. Es
decir, nuestra mente crea una representación que nos dice quienes somos y coordina
nuestra acctitud frente al mundo.
Según Luckacs:
– Conciencia utópica: Se define como el conocimiento real sobre todo el universo, el ser
supremo, la conciencia de Dios.
– Conciencia posible: El el conociemiento que algunos renacentistas se acercaron, debido
a que manejaban mucho conociemiento.
– Conciencia real autónoma: Es aquella con que nos manejamos, o sea lo que nos
permite crear conocimiento y la capacidad crítica para tomar decisiones.
– Conciencia real impuesta: Es el conocimiento generado por mensajes manipulatorios
provenientes del exterior. Está en la mayoria de los mensajes.