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OLETÍN No. 5.

c - Quinta Semana - Sábado, 29 de Marzo de 2008


Jorge Peñaloza, Lidia Martínez y Carmen de Peñaloza

Como parte de la Revolución Bolivariana vivimos en un mundo de relaciones culturales, sociales,


económicas y políticas que se van definiendo progresivamente a medida que se desarrolla el
proceso revolucionario. En él cada grupo social trae consigo las raíces culturales que son parte de su
propia idiosincrasia. Igualmente producto de esas relaciones culturales vamos conociendo y
asumiendo conciente o inconcientemente otras culturas que no pertenecen necesariamente a
nuestras culturas originarias. Inmediatamente nos preguntamos ¿Hasta que punto ha sido respetada
o aceptada esa diversidad cultural de la cual formamos parte a lo largo de nuestra historia? A su
vez, ¿Son respetadas nuestras propias culturas en esa interrelación cultural? ¿Qué dice nuestra
Constitución al respecto? ¿Cómo ver esta realidad desde la perspectiva de la Revolución
Bolivariana? ¿Tiene alguna importancia estratégica la Interculturalidad para el proceso
revolucionario en el contexto que actualmente vivimos? Son estas y otras interrogantes que tienen
que ver con este tema las que buscamos abordar en el presente artículo, sabiendo que apenas
abrimos una puerta que es necesario seguir profundizando por su inmensa importancia estratégica.

1. LA CULTURA COMO PUNTO DE PARTIDA

Estamos claras/os que no podremos entender lo que es "Diversidad Cultural" ni "Interculturalidad"


si no definimos primero que estamos concibiendo por "Cultura". Para esto nos vamos a aprovechar
de la definición realizada por Zuñiga, Madeleine y Ansión, Juan (1.997) a propósito de este aspecto.
Al respecto ellos afirman lo siguiente:

"Por cultura podemos entender los modos de vivir o los modos de ser compartidos por seres
humanos… Los humanos tenemos la capacidad de ir amoldando y transformando no sólo la
naturaleza, sino nuestras propias relaciones con el mundo y nuestra propia forma de vivir".

Es importante señalar con relación a lo expresado, que estos modos de vivir o de ser no son algo
estático, sino que son dinámicos, activos, implican procesos, que suponen cambios. Ellos mismos
señalan que "a través de nuestra historia, hemos ido creando y modificando nuestra relación con el
mundo en un proceso acumulativo y evolutivo hecho posible porque lo que creamos y aprendemos
lo transmitimos también a nuestra descendencia sin necesidad de modificación genética". Siguiendo
en esta línea encontramos también que la UNESCO en su "Declaración mundial de la diversidad
cultural", define la cultura como "como el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y
materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que
abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas
de valores, las tradiciones y las creencias" (UNESCO, 2001), en este sentido coincide con lo
planteado por Zúñiga y Ansión en su definición.

La cultura supone también una relación con el mundo que nos rodea: con la naturaleza, con
nosotros/as mismos/as, con los demás, con la trascendencia en forma colectiva. Esta relación se da a
través de formas de mirar, de sentir, de expresarnos, de actuar, de evaluar. Son formas propias de
mirar el universo, el cosmos, la creación, la naturaleza, que a su vez nos genera una manera
particular de relacionarnos con ella y el contexto que la rodea. Además implica una manera
compartida de mirarnos y entendernos a nosotros/as mismos/as y a los demás. Es a partir de ese
mirar, sentir y expresarse que se crea la cultura en forma colectiva y se van originando nuevas
maneras de relacionarnos. Zúñiga y Ansión (1997) señalan que "al asumir esta definición operativa
de cultura, es importante recordar que una cultura se gesta al interior de los diversos grupos a los
que los humanos se unen por diversas afinidades, sean éstas ideológicas, de clase, de credo, de
origen territorial, de origen étnico, de edad, de sexo, etc. En estos grupos se generan y comparten
modos de ser y hasta un lenguaje propio que son cultura". Más adelante señalarán que "la cultura no
tiene existencia en sí misma, sino que se refiere a actitudes acostumbradas y a maneras de ser
compartidas (dimensión social) de las personas en concreto (dimensión individual)". Esto es
importante señalarlo porque es lo que nos da pie para poder entender mejor lo que es la diversidad
cultural y la interculturalidad.

2. DIVERSIDAD CULTURAL E INTERCULTURALIDAD

Como seres que vivimos en relación, la cultura tenemos que verla también con esas características.
No se da en el aire. Nuestras propias culturas entran de forma concreta en una relación dinámica
con otras culturas. Nos damos así cuenta de que existe una diversidad cultural a nuestro alrededor,
es decir, otras formas de percibir al mundo, la naturaleza, la relación consigo mismos y con los
demás, con las cuales podemos o no coincidir en un primer momento o posteriormente. Así la
diversidad cultural se presenta en espacios definidos donde coexisten grupos humanos con
tradiciones culturales diferentes.

En este tipo de vinculación no siempre ha existido una aceptación y reconocimiento explícito de las
influencias mutuas en las relaciones interculturales que se han dado. Para algunos grupos culturales,
sobre todo el de las clases dominantes, les es difícil reconocer y asumir plenamente la riqueza
potencial que representa la relación con otras culturas. La historia de la humanidad está llena de
ejemplos de influencias mutuas que no se han aceptado manifiestamente y que se han producido en
medio de relaciones sociales jerarquizadas y de procesos de dominación y explotación. Miremos
por ejemplo como se dio el proceso de conquista y colonización de nuestro continente, donde no
solo no se reconocieron las culturas autóctonas y ancestrales que había, sino que además se buscó
en muchas oportunidades eliminarlas o aniquilarlas para poder mantener la explotación y el control
sobre las colonias por parte de los "conquistadores". Igualmente ocurrió con las culturas de origen
africano que arrancadas a la fuerza de sus lugares de origen, vinieron a nuestro suelo y
posteriormente con las afrodescendientes, que tuvieron que "guardar silencio" durante mucho
tiempo y encubrirse culturalmente, sobre todo con la cultura de los conquistadores, para poder
sobrevivir.

Esta dinámica social de dominación en la que hemos vivido ha propiciado un tipo de relación en la
que tiende a imponerse una sola voz. Es una tendencia histórica homogenizante, culturalmente
empobrecedora que, por intereses económicos, políticos y sociales, no asumió la diversidad cultural
como riqueza y como potencial de desarrollo humano. El intercambio cultural por esta vía ha sido
hasta ahora, desigual en provecho del "Primer Mundo", y del tipo de sociedad que ha originado,
imponiéndonos incluso un sistema educativo formal e informal pretendidamente "Unicultural", en
provecho de esa cultura única para justificar la dominación económica, política y educativa
(Camacaro 2007). En el caso concreto de nuestro país fue imponiéndose, como hemos señalado, la
cultura de las clases dominantes, incluso se valorizó más, sobre todo en el siglo pasado, las culturas
foráneas, como por ejemplo la de Estados Unidos y Europa, las cuales fueron presentadas como el
modelo a seguir, en detrimento de nuestras propias culturas. No se dio una relación de igual a igual,
sino que se impuso la ley del más fuerte política y económicamente. Como consecuencia de esto
nos encontramos con que culturalmente como país fuimos abandonando en muchos lugares nuestras
propias culturas y como tal contribuyendo a su debilitamiento y posterior peligro de desaparición.
Nos podíamos preguntar si han desaparecido nuestras culturas. Y aunque comprobamos que no ha
ocurrido eso, nos damos cuenta que ellas se encuentran en un alto riesgo producto de un bombardeo
mediático del propio sistema capitalista que nos quiere imponer "su cultura de consumo" y a seudo-
respuestas que algunos líderes políticos han querido dar al problema, para seguir manteniendo sus
intereses y que está contribuyendo al olvido de nuestras propias raíces.

Vista desde las circunstancias que hemos expresado ¿cómo puede verse entonces la Diversidad
Cultural? ¿Cómo recuperar su verdadero sentido? ¿Como dar un verdadero valor a la
interculturalidad?

La Diversidad cultural hay que verla de forma dinámica y al igual como lo hemos afirmado sobre la
cultura, pensamos que ella no tiene existencia en si misma, sino como producto de la dinámica que
genera. Cada grupo cultural en su relación con los otros tiene su propio movimiento. Este
movimiento genera a su vez una relación cultural, donde si se cumplieran realmente las reglas de
juego, cada una de esas culturas se presentaría tal cual es, dando su aporte, sin necesidad de ser ni
acorralada ni desaparecida por otra u otras que se consideran más fuertes y que es lo que hemos
analizado anteriormente.

Por eso nuestra Constitución Bolivariana (1.999), que plantea en su Preámbulo la búsqueda por
establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, señala
en su artículo 99, entre otras cosas que " los valores de la cultura son un bien irrenunciable del
pueblo venezolano y un derecho fundamental, que el Estado fomentará y garantizará" y más
adelante, en el artículo 100, introduce el término de la "interculturalidad" afirmando que: "Las
culturas populares constitutivas de la venezolanidad gozan de atención especial, reconociéndose y
respetándose la interculturalidad bajo el principio de igualdad de las culturas".

Por lo que hemos ido analizando podemos concluir que puede haber una "diversidad cultural" en un
determinado lugar o espacio, pero eso no implica necesariamente que se de una "interculturalidad".
La interculturalidad, como muy bien lo señala nuestra constitución supone el principio y el respeto
de la igualdad de las culturas presentes en ese espacio, en este caso, en nuestro país.

3. LA INTERCULTURALIDAD Y SU IMPORTANCIA ESTRATÉGICA EN LA REVOLUCIÓN


BOLIVARIANA.

Ya hemos analizado lo que presenta nuestra Constitución Bolivariana con respecto a la


Interculturalidad, sobre todo planteado en la línea del artículo 21 de la no exclusión social y en la
búsqueda de una mayor integración y participación social, política y económica. En este sentido
cuando el Presidente Chávez afirma que "para salir de la pobreza hay que darle más poder a los
pobres", no se está refiriendo única y exclusivamente al aspecto político y económico, sino también
al aspecto social y cultural. Una sociedad en la que todavía le cueste a muchos de sus dirigentes o
de los que están en puestos de gobierno, reconocer, respetar y defender la cultura y el mundo de los
sectores populares, no está todavía en el camino de convertir la interculturalidad como elemento
revolucionario de cambio hacia el socialismo[1].

Retomando a Zúñiga y a Ansión (1997) afirmamos que la interculturalidad implica la actitud de


asumir positivamente la situación de diversidad cultural en la que nos encontramos. Se convierte así
en principio orientador de la vivencia personal en el plano individual y el principio rector de los
procesos sociales en el plano axiológico social. Es por este sentido que consideramos que a muchos
de los "dirigentes" de nuestro proceso revolucionario les hace falta todavía poder escuchar y ver los
acontecimientos que están ocurriendo en el país desde la cultura de los sectores populares, meterse
en "sus zapatos", caminar y sentir las cosas desde el lado del pueblo. En la línea de lo que estamos
señalando, apoyándonos en estos autores, vemos que la interculturalidad como principio rector
orienta también procesos sociales que intentan construir sobre la base del reconocimiento del
derecho a la diversidad y en franco combate contra todas las formas de discriminación y
desigualdad social relaciones díalógicas y equitativas entre los miembros de universos culturales
diferentes. Según ellos, la interculturalidad así concebida, "posee carácter desiderativo; rige el
proceso y es a la vez un proceso social no acabado sino más bien permanente, en el cual debe haber
una deliberada intención de relación dialógica, democrática entre los miembros de las culturas
involucradas en él y no únicamente la coexistencia o contacto inconsciente entre ellos. Esta sería la
condición para que el proceso sea calificado de intercultural".

Orlando Camacaro (2007) de quien hacíamos referencia anteriormente, define por Interculturalidad
"la posibilidad plena de avanzar y sostener un verdadero diálogo de civilizaciones, partiendo del
diálogo intracultural, vale decir, a lo interno de los individuos que se comunican e intercambian
experiencias en todos los ámbitos del quehacer colectivo". Si esto no se da realmente será difícil por
no decir imposible, lograr cualquier cambio estructural que se pretenda realizar. Para él la
interculturalidad representa hoy una apertura, que no se queda en el pluralismo político, económico,
social y jurídico, como señalamos anteriormente. Según su apreciación "es un reencuentro con todas
las civilizaciones, grandes, medianas o pequeñas, un dialogo de reconciliación con el universo,
dialogo y afirmación de un derecho transgeneracional a un ambiente sano, sostenible y duradero, un
dialogo y reconciliación del hombre consigo mismo, partiendo de un dialogo intracultural e
intrapersonal que restablezca el lugar de las relaciones económicas dentro de la facultad humana y
social de administrar bienes escasos del suelo sin detrimento de la continuidad de la vida y donde el
alimento, no sea sólo lo que nos llevamos a la boca, sino todo aquello que pasa por la biodiversidad
y los elementos naturales".

Vista desde la perspectiva de la Revolución Bolivariana observamos junto a Camacaro que "la
Interculturalidad representa, no sólo una nueva forma de fundamentar la educación, sino también
una forma de vida, de convivencia en la pluralidad cultural y étnica, en la tolerancia y el respeto
mutuo, priorizando la cooperación sobre la competencia (subrayado nuestro), partiendo del modo de
ser y de vivir de cada pueblo o grupo humano, del respeto a su identidad personal y colectiva". Por
eso se enfrenta a esa visión unicultural, homogeneizante, deslegitimadora de otras culturas:

"Ya no se trata de preguntarnos si la clave de la identidad del venezolano está en el indio, en el


mestizo, el negro o el europeo. Por el contrario se trata de superar visiones uniculturales, la clave
está en la afirmación y valoración del individuo múltiple. De allí que ningún proyecto educativo,
económico o religioso pueda justificar la uniculturalidad sino operativizar la interculturalidad como
principio rector en los sistemas educativos, económicos, filosóficos, científicos, religiosos, artísticos
y políticos".

Termina señalando que "La Interculturalidad tiene como principio buscar la participación de todos,
sin discriminaciones de ningún tipo (subrayado nuestro), que refuerce la imagen que cada grupo,
pueblo o nación posee y no la imagen de otro".

En consecuencia, no se podrá dar una verdadera interculturalidad revolucionaria si no existe el


reconocimiento hacia el otro por parte de todas las culturas implicadas en el proceso. Este ha sido el
planteamiento inicial de nuestra revolución. Sin embargo existe un peligro latente en el momento
presente. Para nadie es un secreto que el Sistema Capitalista ante situaciones de crisis que afectan
sus intereses busca reacomodar sus fuerzas para poder seguirse manteniendo. En el caso venezolano
observamos como indaga además los posibles aliados tanto fuera como dentro del proceso
revolucionario que puedan defender sus planteamientos neoliberales. Nos percatamos que aunque
momentáneamente en los últimos años perdió espacios de poder por la Revolución Bolivariana,
lentamente ha ido colocando de nuevo, dentro de los cuadros principales del Gobierno, personas
afectas a sus intereses que buscan frenar los cambios propuestos por la propia Revolución en la
persona del Presidente Chávez. Este grupo social lo reconocemos hoy como "La derecha Endógena"
que tiene a su vez muchas similitudes con la derecha oposicionista: son parte de esa misma cultura
dominante que no quiere reconocer al resto de las culturas sociales que viven en nuestro país como
actores sociales y políticos del mismo. Son ellos los que desde adentro han ido torpedeando y
desconociendo la participación popular, generando sus propias políticas burocráticas y frenando la
acción Presidencial. Por eso no nos extrañe que este grupo fuera uno de los que no les convenía que
se aprobara la Reforma Constitucional. Por esta razón afirmamos con preocupación que si en el
momento actual que vive nuestra revolución, se siguen pensando las políticas, los cambios sociales
y económicos bajo el planteamiento de esa cultura dominante, no se estará realizando ningún
cambio estructural en el país, simplemente estaremos repitiendo con algunas reformas los mismos
esquemas cuarto-republicanos que hemos estado criticando durante mucho tiempo. He ahí la
importancia y lo estratégico de fortalecer en este momento la interculturalidad como uno de los
elementos normativos del cambio que buscamos.

Cuando hoy vemos que esa derecha endógena, intenta por medio del dominio en la correlación de
fuerzas, controlar la Revolución Bolivariana desde adentro, nos percatamos que se está buscando
echar para atrás todos los logros de participación popular y protagónica de la población obtenidos
en los últimos años por medio de ella, comenzando de esta forma a socavar internamente al mismo
proceso revolucionario. Es una visión mezquina y empobrecedora que solo piensa en sus intereses
particulares (de poder económico y político) y en los privilegios obtenidos en la mayoría de los
casos a partir de la propia revolución, sin tener en cuenta ese pueblo a partir del cual se originó y
creció el proceso revolucionario que estamos viviendo. A la vez le está haciendo el juego a los
intereses trasnacionales del capital que quiere dominarnos de nuevo. De allí la importancia de ser
conscientes a nivel de organizaciones populares de esta situación y buscar fortalecer los espacios
donde el pueblo ha comenzado a tener un rol protagónico como son por ejemplo, los Comité de
tierra, algunas misiones, los Consejos Comunales, organizaciones campesinas, obreras, estudiantiles
y otro tipo de organizaciones populares. En ese reconocimiento intercultural, que no es limosna sino
derecho, se juega el futuro de nuestra revolución. Si queremos construir el Socialismo del Siglo
XXI, se hace necesario que redescubramos nuestras raíces, porque es a partir de ellas que podremos
edificar esa nueva realidad intercultural que tanto soñamos.

REFERENCIAS:

*Ameigeiras, Aldo Rubén. Diversidad Cultural Latinoamericana: una aproximación desde el gran
Buenos Aires. Fuente:http:/Juanfilloy.bib.unrc.edu.ar/completos/corredor/corredorf/comi-
c/AMEIGEIR.HTM

*Asociación Bolivariana de Noticias (ABN). Lucha por la diversidad cultural es lucha contra el
capitalismo: Opiniones del Ministro del Poder Popular para la Cultura Francisco Sesto sobre la
reforma constitucional, publicada el 15/09/07.

*Camacaro, Orlando. Artículo 100: La Interculturalidad; publicado en www.Aporrea.org. el


10/09/07.

*Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, 1.999.

*El Troudi, Haiman; Harnecker, Marta y Bonilla Molina, Luís. Herramientas para la Participación,
elaborado con el apoyo de la Dirección del Despacho del Presidente, el FIDES, FONACIT, el
Ministerio de Participación Popular y Desarrollo Social, la Universidad Bolivariana de Venezuela
y la Misión Cultura, Caracas, 2005.
*UNESCO. Declaración Mundial de la Diversidad Cultural, aprobada en la 31ª Reunión de la
Conferencia General, Paris, Noviembre 2001.

*Zúñiga, Madeleine y Ansión, Juan. Interculturalidad y Educación en el Perú. Foro Educativo.


1997.

[1] Al respecto recomendamos leer el libro elaborado por Haiman El Troudi, Marta Harnecker y
Luís Bonilla-Molina denominado "Herramientas para la participación", elaborado con el apoyo
de la Dirección del Despacho del Presidente, el FIDES, FONACIT, el Ministerio de Participación
Popular y Desarrollo Social, la Universidad Bolivariana de Venezuela y la Misión Cultura en el
2005, donde se aborda entre otros aspectos las barreras que se presentan para la participación y
como superarlas y que consideramos tienen que ver con el tema que estamos abordando; págs. 17-
32.

Los artículos y notas aquí consignados responden a los criterios de cada autor(a) y no
necesariamente están en total correspondencia con los principios u opiniones de Ecuvives como
asociación

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Publicado por Judith Casanova en 18:20
5 comentarios:

dulce nava dijo...


La diversidad cultural refleja la multiplicidad e interacción de las culturas que
coexisten en el mundo y que, por ende, forman parte del patrimonio común de
la humanidad.

La diversidad cultural se manifiesta por la diversidad del lenguaje, de las


creencias religiosas, de las prácticas del manejo de la tierra, en el arte, en la
música, en la estructura social, en la selección de los cultivos, en la dieta y en
todo número concebible de otros atributos de la sociedad humana
15 de octubre de 2012, 12:28

dulce nava dijo...


Este comentario ha sido eliminado por el autor.
15 de octubre de 2012, 12:28

dulce nava dijo...


La diversidad cultural refleja la multiplicidad e interacción de las culturas que
coexisten en el mundo y que, por ende, forman parte del patrimonio común de
la humanidad.

La diversidad cultural se manifiesta por la diversidad del lenguaje, de las


creencias religiosas, de las prácticas del manejo de la tierra, en el arte, en la
música, en la estructura social, en la selección de los cultivos, en la dieta y en
todo número concebible de otros atributos de la sociedad humana
15 de octubre de 2012, 12:30

Mayra Ramos dijo...


definitivamente para conocer y entender la importancia del ambito cultural en el
mundo si se quieres .hay que estudiar.conocer y comprender nuestra
historia.de donde parte todo lo que tiene que ver con las
razas,lengua,manifestaciones,toda esa mezcla diversidad cultural.
29 de abril de 2015, 8:28

Mayra Ramos dijo...


definitivamente para conocer y entender la importancia del ambito cultural en el
mundo si se quieres .hay que estudiar.conocer y comprender nuestra
historia.de donde parte todo lo que tiene que ver con las
razas,lengua,manifestaciones,toda esa mezcla diversidad cultural.
Este proceso presenta contradicciones; estas se resuelven mediante el respeto, el
diálogo, la escucha mutua, la concertación y la sinergia. La interculturalidad no se
ocupa tan solo de la interacción que ocurre, por ejemplo, entre un chino y un
boliviano, sino además la que sucede entre un hombre y una mujer, un niño y un
anciano, un rico y un pobre, un marxista y un liberal, etc.
Por supuesto, la interculturalidad está sujeta a variables como: diversidad,
definición del concepto de cultura, obstáculos comunicativos como la lengua,
políticas integradoras de los Estados, jerarquías sociales, sistemas económicos
inclusivos o excluyentes.
La interculturalidad tiene que ver con problemas comunicativos entre personas de
diferentes culturas y en la discriminación de etnias, principalmente. Otros ámbitos
de los Estudios Interculturales son aplicados en el ámbito de la educación, los
estudios de mercado y su aplicación en el diseño de políticas en Salud. Según
Almaguer, Vargas y García (2007), la interculturalidad del siglo XXI tiene referentes
precisos en los modelos de comunicación de masas en la segunda mitad del siglo
XX, la integración europea, los modelos de comunicación intercultural y migración.
Otro elemento presente en los modelos y los procesos de gestión intercultural, son
los desarrollados por los pueblos indígenas. Según el sociólogo y antropólogo
Tomás R. Austin Millán: “La interculturalidad se refiere a la interacción
comunicativa que se produce entre dos o más grupos humanos de diferente
cultura. Si a uno o varios de los grupos en interacción mutua se les va a llamar
etnias, sociedades, culturas o comunidades es más bien materia de preferencias de
escuelas de ciencias sociales y en ningún caso se trata de diferencias
epistemológicas”.

Cultura
La cultura es el conjunto de creencias, costumbres, hábitos, prácticas, valores, etc., de un
grupo en específico en un contexto histórico. La cultura puede ir cambiando, según los
hábitos de cada quien, es algo que está en constante cambio. La cultura es parte de la
identidad de cada persona. Nos construye como seres humanos y vamos adquiriendo
nuevos hábitos, nuevas costumbres, etc.

El concepto de cultura fue cambiando a lo largo de la historia. Antes se pensaba que la


cultura era un proceso de desarrollo intelectual y espiritual. Y existía una jerarquía entre
las culturas. Se menospreciaban algunas culturas y se admiraban a otras. Los países que
invadieron otros países les quitaron su propia cultura e identidad para establecer la cultura
de ellos.

Por último la globalización le ha dado reconocimiento a las cultura como la indígena y a


movimiento culturales como feministas, etc. [1]
Interculturalidad
“La interculturalidad es un concepto relativamente moderno que lo estudian la sociología,
la antropología, la comunicación y el marketting.”[2] Es el intercambio o interacción de dos
o más culturas a través del diálogo. A pesar de que existen diferencias entre las diversas
culturas, no existe ninguna cultura hegemónica, es decir, ninguna está por encima de otra,
todos son iguales, en el sentido de derechos humanos.
Aunque existen conflictos y diferencias se arregla a partir del diálogo. Con el desarrollo de
nuevas tecnologías como las redes sociales, nos podemos comunicar con otras personas
de otras partes del mundo y así dialogar e intercambiar diferentes perspectivas de la
cultura. La interculturalidad también se da en la inmigración. Cuando otras personas
llegan a otro país, hay mucha interacción. En pocas palabras podría decir que la
interculturalidad es una hibridez cultural, es decir, que diversas culturas conviven y se
mezclan entre sí, sin hacerse un mestizaje.[3]
Multiculturalidad
La multiculturalidad pretende promover la igualdad y diversidad de las
culturas. [4]Significa que coexisten diferentes culturas en un mismo espacio geográfico.
Debido a las jerarquías tanto sociales como pelíticas, se crean conflictos y se
menosprecian otras culturas. Lo cual no es objetivo de la multiculturalidad, sino al
contrario promover que todos tienen los mismos derechos. [5]

Manuel Calvello
La vista es el principal receptor de la comunicación:

– Estímulos
– Percepción de la realidad y la imagen audiovisual

– Bases científicas de las técnicas y tecnologías de los instrumentos audiovisuales

– Imagen audiovisual (gramática audiovisual)

Teorías de la Comunicación e Información


E —— M ——— R (Emisor- Mensaje- Receptor)

Este modelo nace en el ejercito es de carácter vertical y riguroso. En este modelo el


receptor no tiene el poder, ni capacidad creativa. El emisor es el que contiene todo el
poder de comunicación.

I ——- M ——— I (Interlocutor- Medio- Interlocutor)

Se clasifican los mensajes a través de la economía según su valor de uso, valor de


cambio y valor de signo que tomarán un valor cuantitativo, según sea indispensable,
necesario, util, superfluo.

– Indispensable —————- Valor de uso

– Util ————————– Valor de cambio

– Superfluo ——————– Valor de Signo

Para este modelo la comunicación y la información tendrán supremacía. Para el


documental este modelo permite una percepción activa del receptor, porque participa en
el conocimiento de otras realidades bajo un entendimiento sustantivo. La idea es
compartir con otros un segmento de la vida con el resto de la sociedad. Para lograr esto la
construcción del documental no puede romper las reglas básicas de construcción de un
modelo de comunicación.

Signos:
En todos los mensajes existen signos, estos se dividen en dos categorías que son:
– Monosémicos o denotativos- Polisémicos o connotativos (autoexpresión o artística)
Para la realización documental tenemos que tener en cuenta estos dos niveles de
información y significación.

Para que los datos se transformen en información deben poseer las siguientes
cualidades, a saber:

– Oportunidad (Fechas, oportunos)

– Proyección (Hacia el futuro, toma de decisiones)

– Accecibles

– Inteligibles (Leíbles, analizables)

– Utilidad (Cambio social)

Producción de mensajes
Para la producción de estos mensajes hay que imaginar un interlocutor masivo, es decir,
¿Cómo percibe y recibe el mensaje?. Esto se debe principalmente porque la conciencia
es un mapa multidimensional y dinámico sobre él mismo y el mundo que lo rodea. Es
decir, nuestra mente crea una representación que nos dice quienes somos y coordina
nuestra acctitud frente al mundo.

Según Luckacs:

– Conciencia utópica: Se define como el conocimiento real sobre todo el universo, el ser
supremo, la conciencia de Dios.
– Conciencia posible: El el conociemiento que algunos renacentistas se acercaron, debido
a que manejaban mucho conociemiento.
– Conciencia real autónoma: Es aquella con que nos manejamos, o sea lo que nos
permite crear conocimiento y la capacidad crítica para tomar decisiones.
– Conciencia real impuesta: Es el conocimiento generado por mensajes manipulatorios
provenientes del exterior. Está en la mayoria de los mensajes.

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