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a) Definiciones
La adopción* es un proceso legal mediante el cual una persona llega a ser un miembro
legal de una familia diferente a aquella en que nació.
b) Diferencias
c) Organismos canalizadores/reguladores
La Convención de las Naciones Unidas relativa a los Derechos del Niño de 1989 y la
Convención de La Haya de 1993 relativa a la protección del niño y a la cooperación en
materia de adopción internacional, constituyen el marco de principios y derechos que
deben guiar todas las intervenciones y decisiones que se adopten en relación a los menores
de edad y en especial con aquellos que se encuentren en situación de desprotección.
En este marco la adopción nacional e internacional está considerada como una medida de
protección, que debe responder siempre al interés superior del menor, sin que deban
tenerse en cuenta otros intereses ajenos al mismo.
Como recurso de protección, la adopción internacional debe estar garantizada por los
Estados responsables de la misma y sólo deberán intervenir en estos procesos los
organismos competentes en materia de protección de menores.
Estos organismos son los únicos que, por mandato legal, tienen la obligación de que la
adopción internacional se decida siempre en interés del menor.
Los Organismos Acreditados para la Adopción Internacional (en adelante: OAA) son
entidades sin ánimo de lucro inscritas en el registro correspondiente, que tienen como
finalidad en sus estatutos la protección de menores. Están dirigidas y administradas por
personas cualificadas por su integridad moral, por su formación y por su experiencia en
el ámbito de la adopción internacional. Estos Organismos son acreditados por la
Administración General del Estado, previo informe de la Entidad Pública en cuyo
territorio tengan su sede. Para poder desarrollar su actividad deberán estar también
autorizadas por el organismo competente en el país donde vayan a trabajar.
Se entiende por intermediación en Adopción Internacional toda actividad que tiene por
objeto poner en contacto o relación a la persona/s que se ofrecen para la adopción con
las autoridades, organizaciones e instituciones del país de origen o residencia del menor
que puede ser adoptado y prestar la asistencia suficiente para que esa adopción se pueda
llevar a cabo.
Los OAA designarán a la persona que actuará como su representante y de las familias
ante la autoridad del país de origen del menor.
Su control y seguimiento respecto a las actividades de intermediación que vayan a
desarrollar en el país de origen de los menores corresponde a la Administración General
del Estado. El control, inspección y seguimiento de estos organismos con respecto a las
actividades que se vayan a desarrollar en el territorio de cada comunidad autónoma
corresponderá a la Entidad Pública competente en cada una de ellas, de acuerdo con la
normativa autonómica aplicable.
d) Requisitos
1.- Los requisitos para ser adoptante de un menor en España son los siguientes, artículo
175 del Código Civil:
– Ser mayor de 25 años. Si son dos los adoptantes bastará con que uno de ellos
haya alcanzado dicha edad.
– Que la diferencia de edad entre adoptante y adoptado sea al menos de 16 años y
no supere los 45 años. Cuando fueran dos los adoptantes, será suficiente con que uno de
ellos no tenga esa diferencia máxima de edad con el adoptando. Si los futuros
adoptantes están en disposición de adoptar grupos de hermanos o menores con
necesidades especiales, la diferencia máxima de edad podrá ser superior.
Otros requisitos que deberá reunir quien quiera adoptar un niño en España son los
siguientes:
2.- Quien puede adoptar: Cualquier persona o pareja, mayor de edad, con plena
capacidad y que cumpla los requisitos anteriores.
Respecto a la pareja de adopción ante la Ley, debe tenerse en cuenta que no solo
pueden adoptar las parejas formadas por un matrimonio, sino también las parejas de
hecho y las parejas homosexuales. También es posible adoptar sin tener pareja, ya que
está contemplada la adopción monoparental. Sin embargo, no podrán adoptar aquellas
personas que hayan sido incapacitadas para ejercer la patria potestad a para ser tutor legal.
Pleno consenso de todos los miembros de la familia, fruto de una reflexión y una
decisión conjunta y responsable.
Deseo de un acogimiento familiar y no de una adopción.
Disposición a aceptar al niño acogido en su globalidad: con su historia, sus
costumbres, su familia y su forma de ser.
Estar dispuesto a recibir formación y asesoramiento con el fin de ir superando
las dificultades que se puedan presentar durante el acogimiento familiar.
e) Ley reguladora
La adopción se define como un acto, a través del cual, una persona adulta se hace cargo
de un hijo ajeno con la finalidad de establecer una relación paterno-filial entre ambos.
En España la Ley que regula la adopción es la 21/1997, y modifica la regulación anterior
en dos cuestiones fundamentales. Por un lado, la adopción tiene como fin la plena
integración del menor en la familia, protegiendo el interés superior del menor frente a
otros intereses, y por otro lado se crean las entidades públicas para controlar el proceso
de adopción.
Con anterioridad a esta ley, la de Protección Jurídica del Menor 1/1996, ya regulaba la
adopción internacional y preveía la necesidad de valorar la idoneidad de los adoptantes,
ya fuese para una adopción nacional como internacional.
Recientemente se ha dictado la Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema
de protección a la infancia y a la adolescencia, que crea el sistema de adopción abierta, lo
que permite que el menor adoptado mantenga el contacto con su familia biológica en los
casos en que quiera y pueda hacerlo.
La nueva ley también establece criterios comunes para preparar para la adopción a padres
que lo son de acogida, regula el derecho de los niños a conocer su origen y su pasado y
crea un registro unificado de maltrato infantil al que podrán acceder los servicios sociales
de todo el país.
y a la adolescencia .
Código Civil, en la redacción dada por la citada ley.