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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

UNIDAD UPN 284

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN BÁSICA

MÓDULO 1

ANÁLISIS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL

BLOQUE I: PRÁCTICA DOCENTE Y REFORMA INTEGRAL DE LA EDUCACIÓN


BÁSICA.

ACTIVIDAD 3

LECTURA: SECUELAS DEL ORIGEN EMPRESARIAL Y PSICOLÓGICO EN LA


MITIFICACIÓN DE LAS COMPETENCIAS.

NOMBRE: AIDA HAYDÉ CASASOLA ORTEGA

GRUPO: “A”

NUEVO LAREDO, TAMAULIPAS.

A 14 DE OCTUBRE DE 2013
INTRODUCCIÓN

La educación por competencias proviene de Europa con un origen empresarial,

estas han sido clasificadas por diversos programas dependiendo de su fin instruccional.

Gimeno Sacristán reúne información para abordar el concepto de competencia y

estándar, así como su taxonomía, la cual a pesar de la adaptación de cada programa,

guarda relación con la taxonomía de Bloom. No importa el nombre que se le dé, ni los

procedimientos utilizados, lo que realmente interesa es que la escuela logre que los

alumnos adquieran el saber ser, el saber hacer y aprender a aprender.

En la lectura, Sacristán también hace referencia al trabajo de Pérez Gómez el

cual realizó una propuesta para trabajar por competencias enfocándose en el proceso

de enseñanza-aprendizaje.

A través de este texto se clarifica el origen y la concepción de las competencias

al igual que su historia en la educación.


SECUELAS DEL ORIGEN EMPRESARIAL Y PSICOLÓGICO EN LA
MITIFICACIÓN DE LAS COMPETENCIAS

La palabra competencia se ha divulgado junto con los conceptos de habilidad,

destreza, capacidad, aptitud, estándar, objetivo e indicador. Estos términos han sido

utilizados desde la psicología y la gestión empresarial como una función evaluadora de

identificar un comportamiento observable. Este sistema tiene un interés más económico

que educativo, demostrado en la década de 1930 con la Educación Basada en Normas

por Competencias en los Estados Unidos elaborada con el fin de adecuar la educación

y capacitación a las necesidades de la industria.

Se empezó a incluir estas áreas de preparación profesional en los programas

para los profesorados como el llamado Performance of Competency-Based Teacher

Education Program. Se trata de desarrollar habilidades didácticas aisladas a la

docencia y se adaptan los indicadores de comportamiento para mejorar el proceso de

aprendizaje. El progreso del alumno debe ser evaluado en razón a la demostración de

las competencias adquiridas las cuales son redactadas en términos de conductas

observables. La taxonomía de las competencias se divide en: cognitivas, afectivas, de

comunicación, conocimientos básicos, técnicas, administrativas e interpersonales.

Las competencias se definen como acciones observables y excluyentes con un

enfoque de origen conductista pero se descuida el contexto socio-cultural y las

experiencias pedagógicas se reemplazan por enfoques empresariales. Por otra parte, el

concepto de estándares se refiere al tema de la calidad del desempeño, es decir, lo que

se puede exigir. Además ofrece los criterios necesarios para la evaluación.


El proyecto Sócrates-Erasmus titulado Tuning Educational Structures in Europe

pone énfasis en los resultados del aprendizaje, en lo que el alumno es capaz de hacer.

Para ello se formaron tres colectivos fundamentales: graduados, empresarios y

académicos. Se entiende por competencias básicas aquellas que complementan otras

más complejas: cognitivas, motivaciones, valores, sociales y culturales. Dando lugar a

competencias específicas siguiendo los ámbitos tradicionales: cognitivas (saber),

procedimentales (saber hacer) y actitudinales (ser).

En 2003 la OCDE concluyó el proyecto DeSeCo el cual propone competencias

de comunicación en lengua materna y extranjera, matemática, en ciencia y tecnología,

digital, aprender a aprender, interpersonales y cívicas, espíritu emprendedor y

expresión cultural. Estas competencias engloban las habilidades intelectuales, las

actitudes y elementos no cognitivos.

A partir de este proyecto la OCDE comenzó a reformular el currículum escolar.

Pérez Gómez propone sintetizar los rasgos de las competencias fundamentales: un

“saber hacer” reflexivo, con conocimientos, procedimientos, emociones, valores y

actitudes ya que las competencias son básicas cuando resultan valiosas para el total de

la población. Los otros dos ejes están ausentes del currículum dado que la función de la

escuela es instruir, enseñar contenidos convencionales; el resto, educar, no le

corresponde a ésta ni a los docentes. Por lo tanto la función pedagógica fundamental

del profesorado es la educación cívica y ciudadana.


CONCLUSIÓN

La educación por competencias no es un sistema innovador, al contrario, es

regresar a métodos antiguos que dado a nuestra condición socio-cultural está destinado

al fracaso. A menos que logren capacitar a todos los docentes para llevar a cabo esta

metodología. En la lectura de Gimeno Sacristán se hace mención a la serie de

competencias que deben estar dentro del perfil de egreso de los alumnos dirigido hacia

una población industrial. La OCDE adopta este proyecto y lo transforma para educar

ciudadanos, dejando en claro la función formativa de la escuela. Si se satura a los

alumnos de conceptos sin sentido la educación estará incompleta. Si pueden aplicar

estos conocimientos sin reflexionar el por qué, la educación escolar estará incompleta.

Cuando llegue el momento de que el alumno pueda demostrar su comportamiento

reflexivo, sus habilidades y destrezas a través de competencias o estándares, será el

día en que la instrucción de la escuela haya alcanzado su objetivo.

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