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TÉCNICA

DE CULTIVO ESTÉRIL
El alimento de los hongos (más apropiadamente llamado sustrato) es muy parecido al alimento para los
humanos: una mezcla nutritiva que contiene un balance de carbohidratos, proteínas, minerales y vitaminas.
Igual que nuestro alimento, esta mezcla es también exquisita para una gran variedad de microorganismos,
como lo puede ser un pan de molde olvidado algunos días sobre la cocina. Pero a diferencia de los humanos,
los hongos son microorganismos y tienen que competir por los alimentos con otros microorganismos del
mismo entorno. Aquí las bacterias y los mohos llevan la ventaja en la competición, ya que son capaces de
reproducirse miles incluso millones de veces más rápido que el promedio de las demás especies. Cualquier
sustrato que contenga una sola espora de moho o una sola bacteria acabará pronto enmohecido y blando.

Es más, un centímetro cúbico de aire normal en una habitación normal contiene más de 100.000 partículas.
Una lluvia de esporas de mohos invisible y silenciosa, de partículas de polvo y granos de polen están
constantemente asentándose en cada una de las superficies horizontales de la casa, sin importar lo
escrupulosamente limpia que podamos creer que pueda estar.
La única forma de evitar que estos “bichos” secuestran nuestros cultivos de hongos es asegurarse de que
ninguno de ellos llegue primero. Existen dos métodos básicos para conseguirlo: matar bien todo tipo de mohos
y bacterias que están ahí para empezar, y excluir todo el resto que pueda quedar en el aire trabajando en un
ambiente auténticamente limpio (o estéril). La mejor forma de eliminar todo tipo de contaminantes de
nuestros materiales será esterilizándolos en una olla a presión o autoclave, ya que ningún ser viviente será
capaz de sobrevivir ni a las altas temperaturas ni a las altas presiones de su interior. Crearemos además un
lugar estéril filtrando el aire de nuestra área de trabajo y/o esterilizados con desinfectantes químicos.

Estos dos métodos constituyen la técnica de cultivo estéril o aséptico, concepto primordial que, sin duda, se
deberá tener bien aprendido si se quiere tener éxito a la hora de cultivar hongos. Para enfatizar quisiera retirar
esto: la técnica de cultivo estéril es lo más importante que se aprenderá de este texto. Si no se entiende esto,
ninguno de los métodos de cultivo funcionará, aunque se sigan estrictamente las instrucciones. Con mucha
suerte, a lo mejor, se logra un par de setas, pero seguro que lo que se conseguirá será un deslumbrante pastel
de hongos azules, verdes y negros, o una viscosa, apestosa y brillante colección de bacterias. Muchos de los
cultivadores que lo ha intentado han fallado en este punto, y los que obtuvieron éxito aprendieron el camino
de la técnica de cultivo estéril. Espero que los métodos descritos enseñen el camino más fácil, ahorrando
mucho tiempo, dinero y sufrimiento.

LIMPIAR ÁREA DE TRABAJO


La primera tarea será la de preparar el área de trabajo. Lo ideal sería que se dedicase una habitación u otro
espacio cerrado exclusivamente para los proyectos seteros, como una habitación de sobra o algún baño para
invitados que no se use. Si no se dispone de tal espacio, entonces la mayor parte del trabajo podría realizarse
en una cocina de tamaño medio, pero en la que se deberá llevar a cabo una labor de mantenimiento y limpieza
inmaculada. La cocina compite con el baño por ser los espacios de la casa as desastrosos, ya que son los más
activos biológicamente hablando y aquellos donde los niveles de esporas de mohos suelen ser muy altos. El
área de trabajo debería disponer de una mesa amplia, preferentemente con una superficie bien lisa y fácil de
limpiar. Las alfombras son auténticos depósitos de esporas y polvos, millones de ellos son sacudidos al aire
con cada uno de nuestros pasos sobre ellas, por lo que deben evitarse por completo. Los muros deberían estar
limpios y cualquier otro espacio y superficie de la habitación debería limpiarse a conciencia y en profundidad.
Claramente no se puede desinfectar todas las superficies cada vez que se necesite usarlas, pero aconsejamos
llevar a cabo, de forma periódica, una limpieza a fondo y desinfectar todo lo que se pueda antes de cada uso.

El espacio debe estar libre de corrientes de aire para que el movimiento del mismo alrededor del cultivo sea
mínimo. Las ventanas y las puertas han de estar cerradas mucho antes de empezar a trabajar. Una manera de
trabajar en un espacio cerrado que es desinfectarle, es hacerse de una “glove box” o una “clean box” que
puede ser desinfectable al máximo y sin corrientes de aire.

HIGIENE PERSONAL
Ya limpio y preparado el espacio, es el momento de considerar la otra fuente primaria de contaminantes del
laboratorio provisional: nosotros. El cuerpo, el cabello y la ropa son una auténtica selva amazónica de
bacterias, virus y hongos, todos invisibles y la mayoría inocuos para nosotros y para los demás, pero letales
para los cultivos de hongos. Debemos estar lo más limpios posibles: ducharse y secarse con toalla limpia recién
lavada, y ponerse ropa limpia inmediatamente antes de trabajar. No usar poleras o camisas/blusas manga
larga o prendas anchas que puedan entorpecer mientras se trabaja. Atarse pelo, lavar y frotar bien las manos
y antebrazos con alcohol isopropílico 75%.
HIGIENE MENTAL
Una vez que se ha preparado el lugar de trabajo y el cuerpo, hay que atender al estado mental por un
momento antes de trabajar. La higiene mental es tan importante como la higiene personal, ya que el estado
mental va a influir en cómo se trabaja. Si se está distraído o con prisas, probablemente se cometan fallos y
acabe colándole algún contaminante al cultivo. Los movimientos deben ser cautos, medidos e intencionados.
Movimientos innecesarios, bruscos o entrecortados, sólo crearán corrientes de aire indeseables. Hay que
tomarse su tiempo. Si se tiene prisa, ralentizar, o apartar el proyecto unas horas o unos días hasta que se
tenga el tiempo que el mismo necesita. Advertir al resto de personas o animales que vivan en la casa de la
prohibición de entrar a la habitación.

Es importante señalar que el cultivo de Psilocybe cubensis está sancionado en la ley Nº 20.000, al estar los
hongos y setas de la especie Psilocybe en la lista número uno como especie vegetal ilícita (micelio y setas).

El kit de cultivo viene con todo lo necesario para cultivar de forma sencilla en casa (para uso microscópico, no
para consumo). Consiste en un tupper con sustrato fortificado y con ph ajustado para que germine y colonicen
varios tipos de hongos (arroz salvaje y bulk), vial de esporas o micelio (dependiendo del hongo), jeringa 5cc,
esterilla calefactora de 5W y lo necesario para la fructificación.


INSTRUCCIONES RÁPIDAS
Higiene
Limpiar área de trabajo según instrucciones de técnica de cultivo estéril mencionadas más arriba. Cloro,
alcohol 95º, Lysoform, ninguna medida sobra y nunca serás lo suficientemente precavido.

Para garantizar esta técnica de cultivo, este método se realiza mejor en una glovebox o una cleanbox.

Inoculación
1. Dejar contenedor del kit en una superficie de trabajo limpia junto con la jeringa de esporas.
2. Con aguja (no queremos meter contaminantes) inyectar por el filtro en forma de abanico la
suspensión de acuosa completa. Idealmente apuntar hacia los bordes del contenedor.
3. Sellar con una etiqueta adhesiva, scotch o parche la peforación para evitar contaminantes.
4. Marcar el exterior del contenedor con la información pertinente (cepa, fecha de inoculación, etc)

Incubación (4 semanas)
El spawn ha de ser incubado en un lugar templado, sin luz y libre de suciedad a una temperatura de entre 18°C
y 28°C (ideal 27ºC). Si la temperatura de la habitación está dentro de este rango, simplemente ponerlos en
una caja limpia (caja de empaque). Esto debería ser suficiente, si no, se ha dispuesto del heatmat de 5W
dimmeable para llegar a la temperatura (kit invierno), se debe situar el heatmat bajo la caja de cartón o dentro
de la caja de cartón con un par de lápices para elevar el contenedor para que no estén en contacto directo.
Poner al mínimo y con un termohigrómetro o termómetro ambiental controlar dimmer para llegar a la
temperatura ideal.

Los hongos en actividad de crecimiento desprenden calor mientras consumen el sustrato. Hay suficiente
actividad dentro de un contenedor como para elevar su temperatura varios grados por encima de la
temperatura ambiente. Es mejor pecar de cautos por esta razón y asegurarse que no se sobrecaliente evitando
colocar el sustrato en zonas que excedan los 28°.

En una semana, más o menos, se debería empezar a ver signos de germinación de las esporas en los
contenedores. Buscar pequeños puntitos blancos compactos enmarañados, generalmente cerca de la base de
los tarros, directamente debajo de los puntos de inoculación.

Con el tiempo, esas colonias irradiarán hacia afuera formando las primeras esferas de micelio. A partir del
décimo día aproximadamente, las esferas comenzarán a unirse unas con otras y el contenedor acabará
colonizándose totalmente.
Fructificación (2 semanas)
En el momento que ha llegado al 100% el micelio y libre de contaminaciones. Ha llegado el momento de
fructificar.

Romper sello de contenedor (por el costado), sacar la tapa y meterlo en la bolsa de fructificación. Asegúrate
que la bolsa esté recta y con la apertura hacia arriba. La bolsa hace un microclima con un correcto intercambio
de gases gracias a su filtro. Pon la caja en un sitio templado (22ºC – 25ºC) con luz natural o, en su defecto, luz
fluorescente azul, no colocar directamente al Sol o encima del heatmat. Deja la bolsa cerrada, ventila 3 veces
al día.


La evaporación, colonización completa y el continuo intercambio de aire fresco son los factores más
importantes para la formación de primordios. En 7-10 días aparecerán los primeros hongos, los cuales se
vuelven adultos al cabo de una semana aproximadamente. Normalmente, y dependiendo de las condiciones
que se den, el kit dará 1 a 3 cosechas.



Casing layer / Capa de cobertura
Muchas de las especies de Psilocybes, incluida el Psijlocybe cubensis, fructificarán en forma abundante solo si
son recubiertas por una capa de tierra o similar que llamaremos capa de cubierta o casing. La tierra que se
usa para recubrirlas suele estar compuestas por materiales sin nutrientes, pero con altas capacidades de
retención de agua, como la turba o la vermiculita.

Debido a su capacidad de retención de agua, esta capa de cobertura evita que el sustrato se seque; lo que
crea un microclima en el que los primordios frágiles crecen. La capa de cubierta absorbe y cede agua como
una esponja, lo que permite al cultivador mantener fácilmente el nivel óptimo de humedad en el lecho
minimizando el riesgo de inundar y ahora el hongo

De todas formas, si queremos ser muy cuidadosos o pensamos que existe la posibilidad de infecciones en la
capa de cobertura, una rápida pasteurización puede ser útil. Un método simple para pasteurizar pequeñas
cantidades es usar el microondas. Para ello, colocar la capa de cobertura húmeda preparada en un recipiente
resistente al calor o en una bolsa (polipropileno, o bolsas grandes para hornear y meterla en el microondas al
máximo durante 15 minutos. Asegurarse de dejar la bolsa o recipiente abiertos para evitar que rebosen. Dejar
que la bolsa asiente 10 minutos y luego volver a ponerla 15 minutos más en el microondas.

Si no disponemos de microondas, se podrían esterilizar también en una olla a presión a 15 psi durante 45
minutos o en un horno a 180°C durante dos horas. Dejar que se enfríen completamente antes de utilizarlas.
Luego de este proceso, esparcir una capa de la vermiculita de unos 2mm sobre el sustrato antes de pasar a
fructificar.

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