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IMMANUEL KANT

CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA

Traducción, notas
e introducción:
Mario Caimi

COLIHUE ([CLÁSICA
VII

Kant, Immanuel
Cnt1ca de la razon pura / Jmmanuel Kant co11 prologo de
Mano Ca1m1 lª ed - Buenos Anes Cohhue 2\)07
10-Hl p, 18xl2 cm (CohhueCla5H.d)
Traducoon de i\1ano Ca1m1 INTRODUCCIÓN
ISB0: ll78 ll'iO 563 O t9 3
J F1losof1a Kant I Mano Ca1m1 prolog II ¡\fano Ca1m1,
trad III Titulo
EL coJ\TE\.ro FI Iu \Jl'\h\Hl
CDD 190 -l-3
1sro desde las onllas onentales del ~far Balt1co el munrlo
TitL1lo ongmal Krzti/., der remm T'ánunft
V ofrecia, en el s X VIII. un aspecto que ho\ no~ resulta
d1f1c1] de imaginar La exploracwn de los maies del Sur
Coordmador de coleccwn LK vfanano S-v erdloff
reservaba mcogmtas, qmza hubiese alh toda\ rn ,tlgun gran
F qmpo de producoon echtonal Cnstma Amado, CeCJha Espos1to, contmente que descubnr «La reg1on de !\ue\ a Hohnda bnce
Juan Pablo La-..agnmo r LP<md10 Avalos Blacha sospechar fuertemente [ ] que alh se Pncuentra una e\.te11~,1
1
(_1,,.f;:_r¡r¡a ~J.._\~t...1·;~ t-..-.. t< AJ. S\!..t_; <:!'<. BA\~1~l;,Ys ~1.i1'.i~S'' 1.ií.\ ~ 0'2tai ~i'i: i\.W'?1i 1t..__,c\
D1seflo de tapa Estudio L1ma+Roca estaba «enteramente de<;poblada» 2 .:Vlas al'a, la Isla df los
Estados, por el aspecto «desierto ) terrible» de sm montafia<;
)'por la lluvia y la me\ e casi perpetuas, presentaba «el pai~d]P
LA FOTOCOPIA
MATA AL LIBRO mas tnste del mundo» Las mara villas que relat:iron Pl11110 \
Y ES UN DELITO Marco Polo se hab1an perdido en suma\ on:i de ellds queda
e-,~
ban solo unas pocas rarezas la descnpcron de un arbol que
\ í 111
\ \ t¡ estaba en l,l isla H1spa111ola (Ha1tr 1, tan v eneno<>o que dm mir
\~ aosd!J
a su sombra producia la muerte,' una extra11a noncia sobre las
mujeres afncanas (probablemente \ e<>t1g10 de algun relato sobre
l S B N 10 g50 563 ü-19 2 la hornble practica de la Circunc1swn femenmal un 111forme
I S B N 13 978 950 563 049 3 sobre hombre<; caudado<; en el mtenor de Borneo ' Pero el
\ erdadero prodigio, que deslumbrdba a las personas cultas)
(:, Ed1c10nes Cohhue S R 1 que mqmetaba, a la ve?, a los soberanos absolutistas, ocunia
Av D1az Ve\ez 5125
(C l-l05DCG) Buenos Aire<; Argentma
7 Kant Neue Anmrrf..11ngrn ¿ur Erlauterung dtr T71roru der TVi11dr Ed
\\ \\ \\ cohhue com a1 Acad I, 501 '
ecohhue@cohhue com ar
2 Kant Ph}mrhr Grograph1r Ed Acad IX, -Hl
Hecho el deposito que marca la ley 11 723 3 Kant Ph¡mrhr Grogrophlf, Ed Acad IX -lb!
li\IPRE50 EN LA ARGENT!;'\'\ PRll\,TED IN '\RGE01Tl'H 4 Kant Pk;mrhr Grngropfll[, Ed Acad !\'.. ·ll 1
vJ11 MAkJ~! C.".JMI 1N r 1iutx;ccro~; IX

en el continente europeo. Era una corriente de pensamiento j~sticia penal en la que el castigo fuese proporcional al crimen,
basddü en la razón y en ideas humanitarias y republicanas, la sm consideración del rango social del reo ni del de la víctima-"
Ilustra( ion u el Iluminismo.' El pensamiento -de raíces lute- A la_ teoría del ori?en divino del poder político se opusieron
ranas- de serúrse cada cual de la propia razón como criterio leonas contra~tu~li~tas que enseñaban que el origen del poder
último ele la \ erdad, había sido desarrollado largamente por esraba en los mclrnduo~ comunes; 1" y se propuso la división
DesLa1-ct.'' y por Spinoza. En el s. XVIII, e5e pensamiento llegó ele los poderes del Estado, ulmo medio para contrarrestar el
a ser un modelo y un programa de cultura, que incluía la crítica absolutismo. 1: En consonancia con estas ideas, la Asamblea
racional de toda doctrina que pretendiera ejercer autoridad c~nstituyente fra~cesa declan) los «clerechu> del hombie y del
absulura en materia ele conocimiento teórico, de metafísica, cmdadano» el 26 ele agosto de l780; antes, en 177h, el E¿tado
dl' rno1<1l, ele juri~prudencia, de interpretación ele los textos ele Virginia había hecho una declaración similar, que sirvió clt•
sagrado~. de pulílica o ele arte-" El conocimiento racional (no modelo a la francesa.
esccilasrico) de las ciencias, las técnicas y las artes tenía, para También en otros campos· en la ciencia, en la técnica, en la
el llumiuismu, una función social; prometía a la humanidad medicina, en la educacion, en la teología hubu innu\ auones de
la libet aciCi11 de las ataduras de servidumbre y un progreso enormes consecuencias. La confianza fu11damental en la razón
incesante en la dominación de la naturaleza. Con ello se al- condt~u a una creencia uptimi&ta en el progreso indefinido de
GtnZMía u11 cu1nplimiento pleno del destino humano. Este fue la humamdad.
el espíritn con el que Diderot y D'Alembert publicaron, entre .El racionalismo de los ilu~trados no es solamerne aquel
17 51 y 177:2, la E11,;dopéd1e uu Dictiunu11ire R.11úuuué des Sciences, rac101:ah~mo escolástico que procede por deducciones a parrir
des Afls, et des ,ifétiers. ele prmc1p10s abstractos; sino que toma su comienzo en íos
PCl!licu1'trmeme innovador fue el Iluminismo en los terrenos conocimientos concretos que ofrece la experiencia, y procura
jurídico y sucia!. La convicción de que el Derecho y la organi- establecer _las ley_es racionah:~ que rigen los hechos. 12 Jumo
zación oocial se fundan en lü razón se opuso a la concepción CO!l filusofias estrictamente racionalistas y sistemáticas, como

de que la~ leyes y la estructura de la sociedad se basan en un la de W'olff, abarcó también otras empiristas, o escépticas, 0
decreto divino. Las leyes racionales ele la sociedad y ele la moral m~tenalistas, como la~ de Locke, Hp~ne, Bayle, Conclillac,
se extraen del e:,tuclio empírico del ho1nbre natural. 7 Rousseau D Alembert, Holbach, Lamettrie, y muchos más. Kant se in-
e>..plicú la cle~igt1clldad social como una mera consecuencia ele la
i1blitución de la propiedad privada y de la divi~ión del trabajo.~
El libr u de Beccai ia sobre los delitos y las penas promovió una
9. Becca1ia: Dei delitti e dtlle pene, 176 t.
10. Hobbes: Leviathan or tht Maitu, Fu1111 and Powo ofa Commomi:mzlth,
5. Subre d Ilumimsmo ver Ernst Cassirer: Die Plti/v¡ophit: Jer Au:f Ecdesta>ltwl and Civil Lond1e>, Hi.íl, traducido al lalín en 1668 v al
!..larung. Tübmgen, 193:2. Citaremo5 por la edición de Hambmgo: alemán en 179-1. Locke: 1!00 TiwtiJes on Cwil GoNrnment, lb'.JlJ '.Lr<{<lu-
?\Ieiner, l99H. cido al alemán en 1718). Rot1s::.eact. Du co111tat s1J1ial oupiilllip<J ,f11 ,fivit
6 Voltaire: Dutiorwaill philoJophique portatif, Ginebra, 176-1. puhllque, Amsterdarn, 176:2.
7. Ca:,:,irer_ op. cit., p. 330. 17. lVlonte:,quieu: De l'eJp1il dn luis, 17-18. T:rn1b1én Locke en \m ; a
cita<lo:, tratd<los sobre el gobierno.
8. Rou::.::.e.<u: Dúwu1J JUI l'o11gine f/ leJ fondelllen/J de l'inégalité pa1 mi les
/w1nmeJ, Amsterdarn, l755. 72. Cassirer, op. cit., p. 9.
X MARIO C4!M! INTRODl.'CC!ON XI
1
teresó por casi todos los aspectos del Iluminismo; i en política Federico IL el «rey filósofo», reinó entre 17-!0 y 178!i, que
simpatizó con la revolución francesa v con la independencia son los años en que se gesta y se realiza buena parte de la
americana, y sostm:o el sistema republicano de gobierno;1' en filosofía transcendental; pero la parte oriental de Prusia fue
filosofía, su evolución personal muestra que pasó por etapas territorio ruso entre 1758 y 1762, solo recuperado por el mo-
en que predominaba el influjo del racionalismo leibniziano- narca prusiano tras el final de la ruinosa Guerra de los Siete
wolffiano, y por otras en las que prevalecía el empirismo de Años. Los rígidos estamentos sociales y el espíritu militar se
origen inglés. Él mismo, en sus años maduros, concibió su notaban fuertemente en Konigsberg, la ciudad natal de Kant.
filosofía transcendental como una síntesis de empirismo y de Un viajero ruso que la visita en 1789 la describe así:
racionalismo, y a la vez como una superación de la oposición
K.onigsherg. la c<ipital de P1usia. está ent1e bs ciudades más
de ellos. 1'
g1 andes de Emopa. puPs super ímetro 'ilm1a más df' quinif'ntas
verstas. En otro tiempo fue una de las famosas ciudades de
K \:'-IT EN Ko:-JIGSBERG
la Liga, ) aún ahora su come1cio sigue siendo ;,Ígnificati\ o.
La historia de Europa, en el siglo XVIII, está marcada por El río Pre gel. junto al cual ) ace. no titne más de 150 ó 1GO
las tensiones que provocaba el Iluminismo en las instituciones pies de ancho. pero su pwfundidad es tan considnahle. que
políticas. Inglaterra, crecientemente industrializada, tolerante lo nm·egan los grandes ha1cos mercantes. Se cuent~tn más df'
en las ideas, avanzada en las ciencias, se presentaba como un 4000 casas. Y a¡Hoximad<imente 40.000 habitante:-. [ ...1 L<i
modelo de civilización. 1º Holanda seguía siendo, por su tole- guarrnción de aquí es tan numerma. que sr Yen urnfn1 mes
rancia, el lugar donde se editaban muchos libros que estaban por todas partes. [... J Había oído que entl e los prusianos no
prohibidos en otros países. En Francia la monarquía absolu- había oficiales jóvenes [... J peto aquí he ,·isto pm lo menos
tista se encaminaba hacia su terrible final, con la Revolución diez. que no tenían más de quince a11.os ! .. J. Le» unifo1 mes son
y el Terror. Tres emperadores se sucedieron en este siglo en e'. azul oscuro. azul celeste,. Ye1des, con solapas\ hocam<ing<1'i
Imperio Romano Germánico, una institución política hoy casi de color rojo. hlanco v anaranjado. 18
olvidada, pero que entonces daba su configuración política y
jurídica a la Europa central. Dentro del Imperio las guerras En una sociedad tan estratificada y tan militarizada como
eran incesantes. En el pequefi.o Estado de Prusia Federico aquella, no debió de haber sido fácil que el hijo de un artesano
Guillermo I Hohenzollern, el «rey sargento», destinaba dos llegara a tener estudios universitarios. Kant fue el cuarto hijo
tercios del presupuesto nacional a gastos militares.17 Su hijo, del maestro talabartero Johann Georg Kant y de su mujer,
Anna Regina. El bisabuelo paterno, Richard Kant, era oriundo
del distrito lituano de Prokuls, al norte de l\fomel, cerca de la
73. Kant· Bmntwortung da Fragc: Wa¡ i¡f Aufklanmg?, Berlín, 178-L Der península de Curlandia, y tuvo una taberna. El abuelo, Hans
St1eit der Fakultatn~ Kónigsberg, !798.
Kant, se hizo talabartero en l\1emel; murió en 1715, como
74. Kant: Zum rwigrn Fneden. Ein Philompht<rher Entn•urf Kéinigsberg,
17!l5.
75. Kant: Fortsdmtte dcr Metnphysik Ed. Acad. XX. 281 y 293. 78. Nicolai Karamsin: carta del 19 de junio de 1789. En: Cartas de un
76. Voltaire: l.rttrn philnrnphiq11es, Amsterdam o Rouen, 1734. vza1rro ruso: citamos por la ti aducción alemana de Johann Richter:
17. Johannes Haitmann: Da¡ Ge<rh1rhtchurh. Von den Anfangm bis ¿ur Briefe fmrs nmi1rhen Rfi¡endn~ selección y edición de Gud1 un Ziegler.
Grgemrm f, Frankfm t, Fische1. 1955, p. 147. Stuttgart, Reclam, l98ti. p. 25.
MARIU CAIMI INTRODUCCION XIII
Xll
ciudadano respetado y pudiente. Su hijo menor (el padre del condesa Charlotte Amalie Keyserling es la autora del primer
tllósofo) emigró a Korngsberg, y :,e casó allí, a los 33 años, con retrato de Kant que poseemos (aprox. 1755). Pero en 1755 Kant
:\nn.1 Regma Reuter, oiiginaria de Nürenberg, cuyo padre era abandonó esa actividad docente. Presentó en la universidad
tarnoien t,d,10,11 tero de oficio.''' A :,u urn1 to hijo le pusieron una tesis doctora] acerca del fuego, y el 27 de septiembre de
ele nombre Emanuel, como corre:opondía según el calendario. ese mismo año puulicó otw trabajo en latín sobre los principios
El pa:otor franz Albert Schulz, de cuya grey formaba parte _la del conocimiento metafüico. 11 Con eso obtuvo la habilitación
Luuilia Kant, lo hizo ingresar, a los ocho años, en el Coleg10 para enseñar filosofía, en forma privada, en la universidad de
Fncler ioano, una institución de enseñanza sec1mdaria de Komgsberg. El cargo no incluía un sueldo. Dio lecciones de
marcada oriemación pieti"la No se e:,tud1aban allí las ciencias matemática, de ciencias naturales, de antropología, de lógica,
de la !latmaleza. ni ]<1 historia; pero si matemática, griego, he- de geografía, de metafüica, de filosofía moral, de teología
breo, francés ) polaco. veinte bota:, :,emanales se dedicab~n natural y de otros ternas, en el tiempo de la ocupación de la
al estudio dd latín El JO\ en Karn se :,intió i11clinado al e:,tud10 ciudad por tropas rusa~ dio también lecciones de pirotecnia y
de lo:, clá,1cos de !et Antig;uedad. A los dieciséis años, el 27 de de construcción de fortificaciones. En 1765 obtuvo su primer
:,eptternbre de 17 !O, ingresó en la universidad. Había c~atro empleo fijo, corno subbibliotecario de la biblioteca del pala-
focultddb en la universidad de Kónigsberg: la de Teologw, la cio real. .\fas tarde, en 1770, fue nombrado profesor titular
de.Ju 1isprnclencia, Id de '.Vledicina y la de_ Filo:iofía. Kan: siguió de lógica y metafísica, y se dedicó por entero a la enseñanza
curso~ de ciencias natm a les, de rnatemat1ca, de filosofia y de universitaria.
teología. Marnn Knurzen, pietistd y seguidor de \Nolff, fue uno Podemos establece1 con alguna precisión el momento histó-
de lo; profe~ores que tuvo mayor influjo en la formación del rico del nacimiento de algunos de los elementos de la filosofía
joven e 5 tudi.mte y quien le hizo conocer la: o~ras de N_ewton. transcendental. En especial, la valoración de la intuición como
En 17~6 Kant tenmnó sm e:,tudio:, urnve1:i!la11os. Un t10, que un complemento indi~pemable del conocimiento racional, e irre-
era zapdteio, ayudó prob.1blemente al financian~i_ento de los ductible a este, parece haber ocurrido hacia el año 1769: «El año
estudios v paoó la edición de la tesis, que aparecio publicada 69 me trajo una gran luz». 11 A eso le sigue casi inmediatamente
- , ;::,
la tesis de que el espacio y el tiempo s'pn los principios formales
en 171CJ."''
En 17-lfi murió el padre de Kant. Ese mismo año, el recién del mundo sensible; que son representaciones que no se obtienen
graduado se empleó como preceptor, primero en_la casa ~el por medio de los sentido~, smo que están presupuestas siempre
pa,lor Andersch, en la aldea de Judtschen; de~pl~es, en 17,JO, por e~tos."i Al mi:,mo tiempo, y en el mismo escrito, enseña
en la casa del :Vfayor von HuLen, en la proxumdad de Os-
terocle; y finalmente, en la casa del conde de Keyserling; la
2 7. Véanse los títulos de las obras y las fechas de publicación en
nuestra Cronología.
22. Kant: Reflexión 50.J7, Ed. Acad. XVIII, 69. Otros entienden
79 Tudel segun futz Gctme \' Ju1gen Lebuhn: Kant und Konig;berg que esta «gTan luz» comht1ó el! el de;,c.ub1irniento de la ideahdctd del
bi; fuute l.rei, R,mtenberg, lUoc/, p. 78. También en Arse1113 Gulyga· espac~" y del tiempo. Segu111ios a Gwrgio Tonelli: «Die Umwalzung
Í\<1ul, \Ju,cu. Hl77, que ul.11110, pu1 la Lraducuón alem«na de S1grun von l;tJ'.) bei Kant» en: Kant Stud1en, S"!, 1%3, pp. 369-375.
B1tlfeldt. fi,uiUuit, ::iuluk.1mp, IDol 23. Kant: De mundi wmbzlis atque inteL!ig1bifü forma et principizs, ( 1770),
.!.O. Todo >egún A1selllj Gulvga, op. ut., p 23. También en futz Gau;e pa1 <ígrafo l.J: «La idea del tiempo no surge de los sentidos, smo que
) Jürgen Lebuhn, op. cJt .. pp. 8-L está supuesta por ellos», Ed. Arnd. JI, 398.
XIV 'v1AR!O CAl1'v1! INTR00L1CCJ(l>, XV
Kant que el entendimiento, en su «uso real», produce origina- alcanza un conocimiento simbólico a tren és de la analogía
riamente ciertos conceptos que sirven para conocer la realidad Los elementos de esta nueva concepción se desa1 rollaron en
inteligible.24 Los diez años siguientes, hasta 1780, están dedicados las obras sucesivas de Kant, especialmente en los P10lrgomenos,
a entender cómo es posible que estas representaciones originadas en la Cnt1ra de la m¿ón prártzca y en la Crll1Ca de la facultad de
en el entendimiento puro, y no en los objeto5, puedan aplicarse przgm. La exposición sistemática de la metafísica crítica se en
legítimamente a objetos. 1 ; Por los apunte<; rle Kmt en ese tiempo cuentra en el te'\to inconcluso de los Progreso> de lo Afetafts1ra.
(entre los que se destaca el llamado «Legndo Duisburg» de 1775) De5cle l79h trabajaba Kant en una magna exposición de todo
se pueden reconstruir las etapas de esta lnboriosa meditación. <>u sistema, para la que había pensado el título provisorio de
Esta desemboca en la Ciítica de la m;;_ón pura, que es a la vez la Tránsito de los pnnnpwí metafiwoi de la nenna de la naturafe;;_a,
culminación del Iluminismo y el fin del ranonnlismo dogmático, a la fts1ra. Esta obra qnedó también inconclusa: se la conoce
es decir, el fin de aquella torriente de pensamiento que suponía como el Ojms poítumum.
que mediante el empleo exclusivo de la razón, de sus conceptos Kant murió el 12 de febrero de 1801 a las 11 de la maf1ana.
y principios, y de sus reglas de funcionamiento se podía obtener En sus último<; dfo$ lo acompañaron y asistieron su hermana
conocimiento de los objetos puramente inteligibles, y se podía Barbara The¡¡erin y su disnpulo :·amigo Ehregott A. Christo-
alcanzar, en general, conocimiento de objetos cualesquiera, sin ph Wa<>ianski, quien dejó un emotivo relato de la muerte del
que fuera para ello necesario recurrir a los sentidos. filó5ofo. Su discípulo, colega y biógrafo Lud,vig Ernst Borowski
Guiado por la investigación de estc>s problemas del co· en su Relato de fa utda y rl carácter de !mmanuef Kant (180-i) narra
nocimiento, Kant desarrolló la filosofía transcendental, con los detalles de las honras fúnebres, en las que tomaron parte
la que llegó a una profundidad rnmca antes alcanzada en la miles de ciudildanos de Kónigsberg.
exploración de los fundamentos del pensamiento y de las
fuentes de la conciencia, y de las leyes primeras que rigen el lP:TRODUCCION A LA LECfCRA.
universo sensible y le dan su peculiar rr10do de ser. Al explicar DE LA CRITICA DE LA RAZON PURA
como es que productos de la mente, tales como, por ejemplo,
la matemática, se aplican necesaria y universalmente a los En esta introducción no intentaremos exponer en detalle tema<;
objetos. que son productos de la naturaleza, dio una funda- de la filosofía transcendental, ni tampoco trataremos de resolver
mentación filosófica a la física de Newton y, en general, a las problemas de interpretación de pasajes del texto. sino que nos
ciencias naturales. propondrernm la tarea, menos frecuentada, de poner a la vista la
La Ciít1ca de la razón pura tuvo pm comecuencia el final estructura de la obra en su cor~unto, la articulación de sus partes
de la metafísica racionalista; pero no 'iignificó el fin de la y la fonción de estas en la argumentación general. Trataremos
metafísica en general En la misma obra se encuentran los también de explicar algunos conceptos fundamentales, para que
fundamentos de una metafísica nueva. teórico-práctica, que el lector no 'ersado en el tema pueda emprender por 5Í mismo la
lectura. Naturalmente, ese lector deberá buscar el auxilio de los
comentarios, tanto de los que pre5entan exposiciones de conjunto,
24. Kant: op cit, parágrafo 6, Ed. Acad 11 ~q.i como de los que resuelven problemas singulares:)'ª que es casi
25. Ve1 sob1e esto la famosa carta de Kant a Ma1cus Herz del 21 de imposible adentrarse en la C11tica sin una guía.
febrero de 1772
XVI MARIO CAIMI 11\ f!\úOUCCION XVII

DEL TÍTL'LO DE L\ OBR,\ científico. La intuición intelectual y la deducción a partir ele


axiomas, definiciones ) p1 incipios parecían ser tocio lo que se
La Critica de La ia¿ón pura (Kntzk der remen Vemunft) se publi- necesitaba para alcanzar un conocimiento exhaustivo y cierto
có en 1781 en Riga. Su autor teuía cincuenta)' siete aüos. Una del universo. Si acaso había algunas verdades que solo podían
segunda edición, con considerables modificaciones, apareció conocerse por expe1 iencia y no por razonamiento puro, ello
en 1787, en la misma ciudad, y con el mismo editor: Johann se debía más bien a la estrechez y finitud del espíritu humano,
Fnedrich Hartknoch. Llamarnos respectivamente A y B a estas que a limitaciones de la razón misma.
dos primeras ediciones. Esto era la razón pura.
El libro lleva cifrado en el título su contenido. Se trata de Estas conviccione:, optimistas permitían al investigador
un examen crítico ele la razón, para establecer si acaso esta, sin aventurarse en teneno~ doucle la expe1imentación y la obser·
apo) arse en otra cosa que no sea ella misma, puede alcanzar vación no podían aml.Ílmrlo de ninguna manera: en el terreno
un conocimiento que sea digno de ese nombre. de las cuestiones puramente metafísicas. El mundo de los fenó·
Esta empresa se revela en toda su novedad y audacia cuan· menos obedecía a las le) e:, de la razón matemática tanto como
do se la considera en relación con la metafísica racionalista obedecía a esas mi~rnas leyes el mundo que estaba detrás de
dominante en su tiempo. Para los cultivadores de esa metafísica las apanencias fenoméuicas, que era el mundo donde residía
-es decir, especialmente para quienes seguían las enseñanzas el fundamento de estas. Más toda vía: el conocimiento obtenido
de Leibniz y de Wolff- la razón era un instrumento de cono- por medio de la obse1 \ ctción y de íos sentidos resuhaba ser
cimiento tan perfecto y autárquico, que bastaba con aplicar un conocimiento confuso; si se lo reducía a la debida claridad
cuidadosamente las reglas de su uso, para alcanzar todos los y distinción, se volvía un conocimiento pu• ··111r·nle racional,
conocimientos posibles. Descartes había mostrado que las ideas pero entonces sus objetos resultaban ser entidades metafísicas
claras y distmtas eran verdaderas; ahora bien, las iJeas simples solo acce:,ibles a la razón pura.
no pueden contener ni oscuridad ni confusión de sus elemen· Esta manera de pensar se llamó, por entonces, dogmatismo.
tos (pues no los tienen), de manera que son necesariamente Hoy esta palabra evoca en nosotros un sentido ca5i peyorativo:
claras y cl1stintas, y por tanto, verdaderas. Quien tuviera ~n parece que con ella nm refiriéramos a una manera de pensar
repertorio suficiente de estas ideas y wpiera combinadas segu:-1 obcecada, poco receptiva a las objeciones. Pero en aquel tiempo
reglas válidas (que no eran otras que las reglas de la materna· se entendía que era dogmático un pensamiento que procediese
tica) podía estar seguro de llegar a proposiciones verda~eras. a partir de principios, Jefimciones y axiomas, progresando
Por eso, si se lograse hacer un catálogo completo de las ideas mediante meros conceptos, de manera deductiva. Este dog·
simples, todos los problemas filosóficos podrían resolverse matismo alcanzó logro~ muy notables en la exploración de los
mediante un cálculo similar al del álgebra. 1 '' El cálculo lógico, fundamentos últimos de la realidad. Leibniz consiguió explicar
que se identificaba con el matemático, era suficiente ~ara con él tocio el mundo real como una estructura de mónadas o
resolver cualquier problema que pudiera interesar al espmtu suL:,tanc..ías simples, pertectamente armonizadas entre sí por el
Creador. Con ello, cuestiones metafísicas como la de la relación
26. Leibniz (Guilielmi Pac1dii Lubentiani): Aurora, en: Car! lmmanuel del alma y el cuerpo parecían resolverse de la manera más sa·
Gerhart: Die philosophiJdun Sdu iften van Gottfi 1ed Willulm Leibniz, Berlín, tisfactoria. El mundo natmal y el mundo moral, la Naturaleza y
1875-1890, t. VII, p. ti-! SS.
XIX
XVIII "1ARIO CAlrvíl
2
la Gracia, re" elaban obedecer a los mismos principios ultimas, los racionali<;tas desde Descartes hasta v\íolff) ' Voh eremos
; estos principios eran accesibles a la razón. sobre este asunto del método de la filosofía, porque es impor-
La Crztzca de la razon pura nace de la conciencia de la ne- tante para la correcta comprensión del texto de la Cr_zt~ca de
cesidad de fundamentar la legitimidad de estas pretensione~ la razón pura. Pero Kant no adhiere sin reservas al empmsmo.
del dogmatismo y, .;;obre todo, de la necesidad de explicar las En particular, no comparte el escepticismo de los f1losofos
disonancias y contradicciones que, en el interior de él, dejaban empiristas; y precisamente en aquellos temas centrales para
perplejos a los pensadores. Esa Crít1m no eo;;, sin embargo, la Ja filosofía racionalista: en la cuestión de la causalidad : de la
primera e'=preo;;ión de desconfianza en el optimi'imO <logmático substancia, disiente del empirismo y encuentra que no solo es
Ya desde el Renacimiento, filósofos empiristas prefieren atenerse posible, sino también necesario, fundar estos dos concepto"_ ¿e
a los datos observables como si estos fueran la unica fuente válida manera firme v definitiva, aunque tenga que ser una funclaoon
del conocimiento Cor¡ ello se ponen a <;a]vo de los abusos en nueva que to~1e en consideración la crítica empi11sta a esos
los que parece habe1 incurrido el dogm<1tismo, quizá <lema'iiado conceptos, para supera1 la Por eso, Kant concibe su propia
estrechamente asociado, en ocasiones, <1l poder político. El empi- filosofía, el criticismo, como una <;uperación tanto del dogma-
rismo puso prnnto de manifiesto su escepticio;;mo en cuestiones tismo como del escepticismo. La concibe como un momento
de metafísica; lo que es comprensible, ya que estas cuestiones completamente nuevo en la historia de la razón '" ~e_spués
escapan, por <lefinic1ón, a la observación empírica, que es la del criticismo, aquella oposición enconada de dogmatICos y
única fuente segura de conocimiento para estos filósofos. escépticos debería perder toda su fuerza.
La oposición de dogmatismo racionalista y escepticic;mo Kant concibe, entonces, su propia filosofía como algo ente-
empirista llegó a ser enconada, y pm eció insuperable. Los ramente nuevo, nunca intentado hasta entonces. Si la metafísica
filósofos empiristas pronto descubrieron que algunos de los estudiaba las primeras causas y los primeros principios que
conceptos fundamentales del racionalismo, como los con son el fundamento de todo lo demás, el criticismo estudia los
ceptos de substancia y de causa, carecían de fundamento en fundamentos de la metafísica misma. La razón pura era, con
la experiencia, y los declararon obra de la imaginación. Y lo sus conceptos y sus leyes lógicas, el instrnmento para construir
que es peor, encontraron en los sistemas racionalistas con- la metafísica. Ahora se trata de examinar los fundamentos de la
tradicciones insalvables. Kant, que era lector de los gTancles razón pura misma Kant tiene clara conciencia de que llega así
empiristas ingleses, reconoce que les debe a ellos su abandono a una profundidad nunca antes alcanzada; a un terreno entera-
mente nuevo; v lo expresa repet1c . l amente en sus t ex t os. 1ll
del dogmatismo. En 1783 escribe. «Lo confieso de buen gra-
do: la advertencia de David Hume fue lo que hace muchos Es necesario formular este provecto de examen crítico de
arl.os interrnmpió m1 sueño dogmático». 27 Ya hacia 176-i había la razón pura de la manera más precisa La tarea de examinar
descubierto Kant que uno ele los postulados fundamentales
del racionalismo do¡?.mático debía ser ,lbandonado: ese año 28 Kant: Untrrmrhung 11brr die Dmthrhknt dcr G111nd1rzt¿r drr 11otur'1rhm
publica su descub1 imiento de que el método de In: filosofía no Throlog¡r und der Moral (111rnt1gono11 <ohrc lo d1«t~1'.non dr lo< pn11nj>i0< dr
debe confundirse con el método matemático (como lo sostenían lo teologia natural} de lo m0101), Ed Ac<1d. IL 21h ss
29. Kant: Los Progrern< de lo Metofiwa, Ed Acad XX, 263 \ 2fi4 Tam
b1én Prolcgnmmo< § 4, Ed. Acad ; 273 s5
27. Kant I'roltgommn<, Ed. Acad IV, 2h0 30. Kant: Prnlegommo<, Ed Acad IV, 2h2, 277. 279 ss
XX "lAfüO CAIMI INTRODUCU01' XXJ

la razon puede ser ineahzdble, de tan amplia Y aunque la log1cas constnudas con mdependencia de la e'l.penerKia (e0i
contmuar,unos mdefirndarnente, en un progreso sm termmo, decir, con-,t1 melas a p1w11 J ,e refieran, sm embargo, d objetos
la razon que nos pwponemos exammar podna tener aspectos de la expenencia
que se sust1 ,qe1 dll d IlUL,,ll o m,1:, cmd,1doso e'l.amen, y que qU1za Hemos presentddo a0i1 el sentido general del mulo de la
fuesen decisn os para resuh e1 el problema de la Vdhdez de los obra El desarrollo de la argumentc1uon lle\ ara entre otros
conoc1m1ento, rauo1ldle, Pu1 e:,o, Kdnt da a su p1oblema tmd resultados s01 prendentes, a dd\ ertlr que el ne'\o que man
t01mulacion lo¿icd tal, que tocios los elementos del problema tiene umdo,, los conceptos en el JlllClO s111tet1co a pnon es el
estan conterudos en esa l01muL1 de manera explicita Como m!Srno nexo que forma !et l1dbdzon del Ul11\ erso Pero .tdemas,
se tI ,ltd de e:,tablecer si oon \ ,d1das las pretensiones de conoci la re,puestd d l,1 p1c,unt<l de corno son posibles Jo,, JlllC10S
miento que po~tuld Id razon puia, 1educe 'u examen de esta so ,,mtetIC05 a p1 w11 nos per rmtira establecer hasta donde llega
lamente a c1quellu en lo que es<1s pretens1011e,, de conoum1ento el uso legrnrno de Id rctzon pura como facultad cognoscltl\ a
0ie e'\pr esan a los JlllUO" Corno sun JUiuos enunciados por la (uso que solo puede e'l.presarse en tdles JU1uos) Por ranto, no::.
rdLon purc1, son rndepe11d1entes de la e'\penencia, a estos JUICIOS pe1 mlt1ra juzgar con turdamento dce1 Cd de !ds pretensiones
mdependiente:, de toda experienoa los llama K<lnt JU1uos a de Id hlosofia dogmat1ca en cuestiones de metaf!Slcd Dicho
p1w11, y corno son JUlcIOs en Jo, que no solamente se explican de otro modo la respuesta a aquella pregunta no" mostrara
conceptos, ,1110 yue se enunua algo acei ca de los objetos, . , en cuales ,on lo» cammos que el esp111tu humano puede seguir,
ello:, se p1ete11de dkctnz<l1 conourn1entos nuevos, estos JU1c1os para mtentdI re»olver los emgmas de s1 rmsmo del Ul1l\ erso
no :,on meiarneute aU<d1t1cos, smo smtet1cos El problema ) del Creador
general de e'\amm<l1 aquella escurnd1za facultad de la razon,
para \ t r ,,¡ <lcd:,o es \ alid<l como mst1 umento de conocm11ento, El ".IODO DE EXPOSICIO'l U'\,-\ Gl 1\ DE lECILRA
se fo11nul<l dSI de nMnera mas ngurosa, con la pregunta e como
e
jO/l poj1blu loj jlllClOj j//lllllWj a p1 lOI De esta mdnera, lo que La C1 llua dl la w:¿on pwa, donde se plantean\ se resueh en
co11slllu) e nuest10 d'>Unto no e:,) duna facultad rm:,tenosa (la estds cuest10nes, es un libro bastante d1f1cil Lnd de sus mayo
ldLOn), smo una esu uctura log1ca (el JUICIO smtetICo a pr1011), re" dificult<1des se dl!and, sm embargo, si se tiene presente el
cuyo:, elementos todo5 estan exphc1tamente expue5tos en la modo de e'\pos1cio11 que Kant mismo dice h<tber aplicado en
fo1mula del problemd Este tema lo encontrara desarrollado la red.icuon de la obra ll Este no es otro que el metodo que
el leu01 en l.1 mt10ducc10n de la obra (espeoalmente en la en una obrd ,rntenor expone Kant como el metodo propio
segunda echuon, B 1 a B iO), ) en los P1ulegomeno:,
P1eguntarse como son posibles esos JUICIOS s1grnfica dos 37 ~aut P1ole¡,omenw, [d <\e id IV, 26-± <!"obra m1,,ma deb10 se1
co,,<ls en p11rne1 lugd1, corno es que ,,e puede umr, en ellos, el compue,,t.1 ente1<lmente sLgun el modo wllel1w de npu1llw1~ pa1a que
SUJetO) el p1edicddo, Cll<ll es el fundamento que !idee v,d1dd l<l ue!lu,1 pu>te>e " l<l '1:,td toda:, :,u:, a1 l!culauones en >l1" conex1011es
la 5mtes1» de unos v otros conceptos en esto, JU1uos Ya he nalur <lle,'
mos \ 1sto que los ernpH1Stds sostemdn que ese nexo smtetico 32 L1 ) a citdda U111t1Jwhu11~ ube1 die Deuilllhkut du Pnn¿1p1en der
11at111lllhen Tfteolo151< und du \JJial, obr<l redaLl<ld,1 en l/(J2 \ publicada
se bdsdba soldmcnte en Lt 11nagmdc10n En ,,egundo lugar,
en 17b-! l:,d Ac<ld 11 27 l "" El tema fue i etonMdu en l 1 C11t1ca dt la
la prcgi_mta se refiere d como puede se1 que esos JUC!OS sean ia¿vn pura (áprtulo ' [ <l d!!>uplr11<1 de l<l r a¿oi, pur 1 en el u"o clugnM
JlllClO» cognosclll\ os, es deur, como es que esas esti ucturas neo' A 712 », B 7 W :,:,
XX/l MARIO C/\IMl INTRODLCCJ01' XXJ/I

de la filosofía en general. Este método de exposición, al que razón pura." En concreto, ese conocimiento, como todo cono-
se llama aquí «sintético», puede describirse como un método cimiento, conqiste en una representación. Por eso, es necesario
de aislamiento e integración. A diferencia de la matemática, empezar por la representación. No se la debe entender aquí a
que pone al comienzo las definicinne<;. los axiomas y los prin- esta como un hecho p5icológico, sino como un hecho lógico.;;
cipios, y deduce de ellos los demás conocimientos. la filosofía Como lo primero que se puede aislar dentro de este concepto
comienza por proponerse, como asunto de su investigación. vago e impreciso e5 su presencia en la receptividad de la con-
algún concepto gue se presenta oscmo y confu5o. Su primera ciencia, el estudio de la representación conduce, en primer
operación no es definirlo (lo que sería 11nposible en esa primera lugar, a aislar la semibiliclad (la receptividad pasiva), que es lo
fase de la investigación), sino aislar dentro de ese concepto que se hace en la Estética transcendental.''· La sensibilidad no
oscuro y confuso algún elemento que pueda ser llevado a cla- puede explicar, por sí sola, la unidad de las múltiples repre-
ridad y distinción. Por tratarse de un elemento, es decir, de una sentaciones contenidas en ella. Remite, pues, necesarü1mente
parte de algo mayor, ese elemento remitirá a otros que están a alguna facultad activa (y no meramente pasiva, como es la
en necesaria conexión con él. Estos elementos nuevos no se sensibilidad)." Así se introduce después un elemento m1evo:
introducen nunca de manera caprichosa, sino que tienen una el entendimiento. La introducción de este elemento nuevo 5e
relación necesaria con el elemento estudiado primeramente, efectua en la «Segunda parte de la doctrina transcendental de
ya sea por ser condiciones de este, o porque de alguna otra los elementos», que es la Lógica tramrendental, es decir, la
manera resulten necesarios para el análisis completo de él. doctrina del entendimiento. Luego, en el capítulo correspon-
Será oport1mo. entonces, llevar claridad v distinción también diente a la facultad de juzgar, se efectuará la sínte5is de estos
a estos elementos nuevos, e integrarlos co'n el primero. y entre elementos (síntesis de semibilidad y entendimiento). Tal es el
sí. Se obtienen de esa manera síntesis cada vez más complejas,
hasta que finalmente, cuando todn~ los elementos del concepto
estudiado se han tornado claros y distintos, y cuando es clara y 34. O bien de «filosofía de la razón pura» (A 8-1/, B 875).
distinta también la vinculación que los une, se puede, al final 35. Benoist,Jocelyn («Lnnpensé de la représentation: De Leibniz it
del trabajo de investigación (y no al comienzo, como en la Kant», en: Kant-Studien, 89, 1998, pp. :-l00-317. aquí p. 300) 5ost1ene
matemática) formular la definición del concepto estudiado. «que la aportación propia de la Cntffa dr la razón pura[ ... ] es la d1luci-
darión del concepto de "representación'\,_ Ver también p. 301: «En el
Este e~ el orden que sigue la exposición en la Crítrm rfr la ra- prinripio era la 1epresentación». Ver también p. 311.
zón pura. Ese es_ el motivo de la introducción de capítu!m cuyos 36. A 22, B 36: "··· en la fatética transcendental aislaremos primera-
temas son motivo de perplejidad para el lector desprevenido, mente la sensibilidad ... ».
j cuya conexión mutua no se advierte siempre fácilmente. Esa 37. Así también Bonnet, Christian: «Kant et les limites de la sc1ence»,
es la razón por la que la parte mayor de la obra lleva el título en: Ln phdosophn rt 1a menrr. Sous la dn ertion de Pie1 re \\-agnei. l'a1is,
«Doctrina [... ] de los elementos». 13 PUF, 2002. pp. 3-19--102, aquí p. 365: "···este "objeto" o esta "materia·•.
El concepto primitivo al que se le aplica este método de ª'í dados en las fm mas de la q•mihilidad, no podrian. por sí m1sn1os,
suministra1 ningún conoCtmientn m ciencw alguna" Solne la 1Plac:- 1ón
aislamiento es, en esta obra, el concepto de conocimiento por de pasividad) actividad, cent1 al pa1 a este p1oblem;i rlP In intrnducTion
de una facultad espontánea, ve1: Dufour, E1 ic: «RenP1 ques su1 la note
du paragi aphe 2() de l'Analytique t1 anscenÓuHale. Les inte1 p1étations
33 A 17, B 31. de Cohen et de Heidegge1 '» en: Kan!-Stud.1rn, 9-1, 20 1l3, pp (i()-79
XXIV ~1'\RIO C."'.IMI
!f'. rRúDLCCIO'\ XXV
orden general de la exposic1on en la Crzt1ca de la razón pura. cirle a 2tbra¿ar el partido de esos filósofos, o a rechazarlo, por
Ese mismo orden se observa en el interior de cada uno de los una mera elección personal. Era necesaria una fundamentación
capítulos de la obra;·' por ello, estos ofrecen tdmbién la misma racional que rnost1 ,u a que las pretensiones de la >ensibilidad
e>tnil :ura, de,Loncertame a primera vi,ta, de aislamiento de son nece,arías e ineludibles; una fundamentación que mostrara
elerntntos y de síntesis progresiva de sus ternas. "1 que la sensibilidad tiene una función necesaria en el cono-
Tener en cuenta esta peculiaridad del texto puede allanar cuniento, rnclependientemente de l.t opción personal por el
algunas de las dificultades que presenta la lectura. empirismo o por el rauornt!I>mo.
Ese reconocimierno de la función necesana de la sensibi-
Ec. Dl:.SCCBRL\1IENTO DEL\ SENSIBJLID.\D lidad en el conocimiento se fue formando desde temprano en
el pensamiento de Kant Alg1mas de las estaciones de ese reco-
El método de aislar elementos para después sintetizarlos nocimiento son el desLubrimiento de que el método filosófico
nos conduce a aislar, en primer lugar, la forma sensible de la no puede ser el m1,mo que el de la matemática, porgue esta
repre~emanón. y con ella, la capacidad receptiva que llamamos constrn ye su~ com.epto, en l.t ~ensib1lidad (en la ya citada Unter-
sensibilidad. K.1nt entiende por semibihdad la capacidad de sudwng 'uber die DeutluhÁezt der Pri11.¿ip1en der 1wtw Lllhm T/1eulog1e
tener representaciones (y no solamente, por ejemplo, mag1t- und de1 .Ho1al, lrwtst1gaciún sobre la d1:,ti11úó11 de los p11nnpws de
llones, o movimientos reactivos), cuando uno es afectado por la teología natural y de la moral, lí6-!); el descubrimiento de que
objetos.'" La detección de la sensibilidad como uno de los una descripción puramente conceptual no es suficiente para
elementos que resulcan aislado" al aplicar este método se basa dar cuenta de toda, !.t, determinaciones de ciertos fenómenos,
en la suposición fundamental de que hay sensibilidad (lo que como poi ejemplo de Lis diferencias entre la mano izquierda y
queda demostrado al h.tber repre~entación), ~ en la tesis de que la derecha, o entre alguu.ts figuras ) sus imágenes especulares,
el con< 1cimiento sensible no constituye, como quería Leibniz, de modo que hay que recurrir a la intuición sensible (en el
un mero conocimiento conti.1so que se volverá no-sensible tan artículo Von don ersten Grunde des Untetsduedi:s de1 Gegcnden zm
pronto como :,e torne claro y distinto. La semibilidad plantea Raume, Sobre elfundamento pnmero de la diferemza de las regiones en
la pretensión legítima ele ser tenida en cuenta junto con el el espacw, !7G8); 11 la mbteriosd «gran lupi Je 1769, mencionada
entendin:iento. y en igualdad con este, como condición del en la reflexión 5037, [d. Acad. XVIII; 09;' 2 y wbre todo, el
conocimiento. reconocimiento de que el mundo sensible tiene por principios
Es claro gue Kant conocía las pretensiones, y si se puede formales al espacio y a] tiempo, que son principios indepen-
decirlo así, los derechos ele la sensibilidad, por su lectura de los dientes de la experiencia (en la Dzssertatw de mundt se1111b1hs
filósofos empiristas. Pero ese conocimiento solo podía condu- atque intell1g1btlo fimna et prwuptis, D1Sertal!Ó11 sob1e los pnnczpws
formales del mundo sem1ble y del inteligible, 1770).
38. ,-\ 62. B 87. «En una Lógica tramcendemal aislamos el en1endi-
m1ento (t«l como ante>, en la Estenca tran>e.endental, habíamos aislado
.a sew,1b1litLld)».
39. Eote e> el u1 igen de buena pai te de!«.> dificultade.> de la Deducción .+7. Ver la Biblwgrafí« .>obre este tema en el apartado .>ob1 e «Contra-
lI anscendental.
partida> mcongi uentes».
40. A !9, B J3 42. Ver sobie e>lO el ap<11tado corre:,pondiente en l<1 Bibhogi<1fía
MARIO CAJMI I"\ TRODUCC!Oi'J XXVII

L \ Es fÉTJCA TRANSCEI\'DEN1 ,\L el contenido es 1 ec1bido lo determina a él también, de modo


que el contenido debe adoptar necesariamente esa forma Hay,
El p1imer elemento del conocimiento puro a pnon que se por tanto, buenos motivos para suponer que tenemos aquí uno
logra aislar, según lo exige el método, es h1 'iensibilidad. Sensibili- de los fundamentos de la posibilidad de conocimientos (o de
dad es la capacidad de tener representaciones al ser afectados por juicios) sinteticos a p11orz; ya que si conocemos la forma de la
objetos. No sabemos qué objetos serán e>m, ni 5abemos tampoco sensibilidad, podremos conocer, antes de toda e'<perienna, algo
cuál será el mecanismo de la afección " Pero sí sabemos que del objeto: su forma sensible Conviene, entonces, establecer
de ese encuentro primero con el objeto -encuentro en el que la cuál es la forma de la sensibilidad.
mente se comporta pasi\ amente- resulta una representación. La forma de la sensibilidad no puede establecer se por \ ía
Como la mente es finita, no puede u ear objetos con solo empírica. Ella no es un dato más entre otros, sino que es la
representárselos. El pensf!miento conceptual se refiere a los receptl\ idad que permite que ha) a, en general, elatos. Además,
objetos solo indirectamente. por mecho ele otros conceptos y la forma de la sensibilidad no puede ser un concepto; pues
de otras representacione5. Cn contactn mtuitivo, inmediato, en ese caso la sensibilidad no sería lo que es: la capacidad de
con los objetos reales, solo se produce rnrmdo el objeto afecta recibir inmediatamente los objetos (el concepto se refiere a los
de algún modo a la mente Para tener ob¡l'tos reales, la mente objetos solo mediatamente, a través de otras representaciones;
tiene que esperar que estos les sean dado~, y ante esa donación nunca se refiere directamente al individuo singular) Ahora
se comporta pasivamente. La receptividad pasiva es la sensi- bien. ha) dos representaciones que satisfacen, cada una, estas
biliclad. En ella nos son dacios los objetos, que son recibidos, dos condiciones negatÍ\ as. +i Son la representacion del espacio
entonces, como representaciones empíricas. y la representación del tiempo. En los breves teoremas que
Por supue<;to que esto no resneh e el problema de justificar comtit11yen la «Exposición metafísica» del espacio) de tiempo,
nuestras relaciones con objetos metafísicos, suprasensibles, que Kant demuestra que espacio y tiempo no son conceptos, sino
no nos son dados en la sensibilidad, ni pueden serlo: almas intuiciones, y que no son representaciones de origen empírico,
simples e incorpóreas. Dios, los componentes monádicos del sino que su origen es independiente de toda e'Cperiencia: son re-
universo. La relación con estos objetos es el principal problema presentaciones a pnorz. l'\o tienen su origen en los sentidos, sino
de una crítica de la razón pura. Pero solo se podrá intentar su que son supuestas por estos. Para poder recibir los objetos como
solución mucho después, cuando h<l) amos adelantado más en el objetos externos, exteriores unos a otros, hay que presuponer ya
conocimiento de los elementos del concepto de conocimiento. el espacio; de modo que no se puede aprender lo que es espacio
Una representación de origen indeterminado es, pues, lo a partir de la percepción de objetos exteriores unos a otros Y lo
primero que nos es dado. A ella aplicarnos nuestro método de mismo ocurre con el tiempo: para poder recibir los objetos, o los
aislamiento,) eso nos permite distinguir una materia de ella, y estímulos sensoriales, como elementos de una serie sucesiva, es
una forma. La materia depende del objeto Es el contenido el~ necesario presuponer) a el tiempo; por tanto, tampoco se puede
la representación empírica: la sensación. Con respecto a ese
contenido la mente es enteramente pasiva La forma en la que
44. Conviene ad' et tir que no todos los comentaristas de la Estética
transcendental la entienden como la hemos presentado aquí Sobre la
Estética ti anscendental véanse, además de las expos1c1ones geneiales,
43. Sobre afección ve1 el apartado conespondiente en la Bibhogiafía. las obras citadas en el apa1 tado conespond1ente de la Bibliogiafía
XXVIII IN l RODUCCIÓC. XXIX

aprender lo que es el nempo, a partir de la percepción empírica la mnlició11 senoible, configc1rado por la forma ele la sensibilidad.
de series de objetos sucesivos; sino que para tener tales series, Y como tenemos acceso a objetos solo gracias a la sensibilidad,
se debe contar de antemano (a prwn) con la representación del re>ulta que no tenemos acceso a las cosas en sí.
tiempo. Espacio ) t1ernpo sun representadones a prw11, con Podemos, entonces, decir que espacio y tiempo, como
eso, cumplen el primeru de los requisitos para ser formas de la formas de la sen;,ibthLLld, son reales en la experiencia: wclo
sensibilidad. Por orra parte, las representacines de espacio y de objeto empüico lleva necesariamente esa forma; aunque no la
tiempo no contienen bajo sí infinidad de ejemplares de espacim renga por sí mismo, sino que la adopte necesariamente al ser
y de tiempos, tal corno el concepto de cabüllo contiene bajo sí acogido en la sensibilidad. Pero podemos decir también que
infinidad de ejernpldres de cabdllo. ,\las bien, lo que parecen espacio y tit•mpo son ideales y no absolutamente reales: son
ser tiempos singul.tres o espacios c,ingulMes no sun sino po1cw11es solo en el sujeto y por ;,ujc>to, y no tienen ningún significado
del espacio o del tiernpo único~. i\o podemos decir lo mismo ni entidad para las u)s<ts consideradas en sí mismas (es decir.
de lus caballu~ smgulares: ninguno ele ellos es una porción del c0t1sideradas con indPpendencia del sujeto)."'
concepto de cabdl!o. Espacio y tiempo son, pues, unicos, y no Espacio y tiempo, c1s1 entendidos, permiten la enunciación
se los conoce a tra \ és de 'unceptus, smo por contacto mme- de juicios sintéticos a ¡11 w11 en las cien cid;, que se basan en ellos:
di,tto con ellos (por imuidú.i). fales son las características de en la Geomet1 ía y en la A11tmética. Son cond1uo11es de esos
la mtui( ión. De modo que e,p,1c10 y tiempo son intuiciones, y conocimientos a pno11. Pu1que como son formas de la sensi-
no com eptos. Con esto. cumplen el segundo de los requisitos bilidad que neceoMianiente todos los objetos sensibles han de
para ser formas de ti sens1b1liddd. adoptar, se pueden hace1 enunciados acerca de esas formas,
>:o hay, por otra parte, ningcma otra rep1esentación que que serán enunciados v:tlidos para todos los objetos sem1bles,
cumpla esos reyuisitos de manera universal. Espacio y tiempo enunciado:, que no se 011ginarán en comprobaciones empíricas.
son. por tanto, la, formas de la ~ensibihddd; y ddn forma a los Así, por ejemplo, de todo objeto espacial se podrán afirmar
contenidos de la sensibilidad. La fomrn que les rlan es la de la todas las verdades gue Li Geomet1 ía enuncia para el espacio en
cbpersión: diope1;,ión en la e:>..telloridad 1edp1oca, o dü,persión general: será infimtamente divisible; si es un objeto triangular,
en la suces1on. Corno fo unas a p1 wrz de la semibihdüd, espacio y se cumplirán en él la:, lt:) e:, yue rigen para los triángcilos, etc.
tiempo pe1 te11ecen, no a los objetos, sino al slueto sensible. Los Espacio y tiempo re;,ullan, <t:,í, ser origen de conocimientos a
contenidos de la ~emibilidacl se acomodan necesariamente a prion. A la expo;,icióu de espacio y tiempo que muestra que
esas formas. Conucetlas d ellüs permite, pues, un conocimiento a ellos dan oügen a conoClmientos a prwrz la llama Kant «expo-
p1 w1 z de todo posible contemdo de ld semib1hdad. Pero el precio sición trdnscendental» del e:,pacio y del tiempo."·
ele ese conocimiento a przon es altísimo: tocio lo conocido en la
semibilidacl se habrá adaptado siempre ya a unas fom1as que
pertenecen al sujeto; y por tanto, lo conocido en la semibilidacl no -/.5. Se ha <li>Lutido tamlJi0n una tercera posibilidad. que eo,pac10 ¡
tiempo se ongmen en el ;,u¡cto, que tumbtén pei tenezcan a los objetos
se presentará tal como es en sí mismo, sino solamente tal como se mr>mos, como caracterí:,t1ut> estos entendidos como cosas en sí
apa1ece al sujeto. Nmgún objeto de la sensibiliddcl se presenta al Sobre e>to 'er fr .m<;ms .\\.,e\ ie1 Chenet: «Que sont <lonc !' espace et le
conoc11111ento ral como es en :it 11w11w (corno una cosa en sí misma), temp>º Les hypothéoe> cum1déiées p<ti Kant et la lanc mante objecuon de
sü10 que todo objeto ele la se11sibiliddd es solo ji:nómmo. dato de la '·twisiéme po>sibdité",,, en: ÍÍ.1.lllt-Stud1en, 8-!, 1993, pp 129· Lí3.
-/.6. B -!O/.lJ (para el e0>pc!uul, B -!8/-!9 (para el tiempo).
~1ARIO Ci\/MI /NTRODL CC/O'. XXY/
Si bien con esta teoría del espacio y del tiempo Kant se independientemente de la relación que tienen con nosotros; es
ha presentado como innovador y como superador de las dos decir, no podemo<; conocer las cosas en sí mismas.
teorías que entonces se oponían la nc>wtoniana y la leibnizia Las formas de la ~emibilidad dan origen a conocimientos.
na," 7 no profundiza en el tema. El asimto de la Estética no es Pero no podrían obtenerse conocimientos con la sensibili-
ni el e<;pacio ni el tiempo, sino la sensibilidad. Al tiempo y al dad sola. Esta es solo receptividad pasiva, e imprime en sus
espacio se los trata allí solo en la medida en que contribu¡ en contenidos la forma de universal dispersión i\o hay, entre
al conocimiento de la sensibilidad, que es el elemento del co- los múltiples contenidos de la sensibilidad, ningún nexo; por
nocimiento que hasta ahora hemos conseg1Iido aislar. tanto, ningún nexo puede ser conocido ele manera sensible
De la Estética transcendental nos quedan, como resultados: (esto lo había advertido ya Hume). Por eso, ni siguiera podría-
1) la posibilidad de juicios sintt>tico<; a pnorz basados en las mos llamar «múltiple» al contenido de la sensibilidad, si no
formas de la sensibiHdad, el espacio y el tiempo, acerca de hubiera alguna facultad que no fuera pasiva, sino activa, y que
objetos sensibles; con esto, queda fundamentada la posibilidad nos permitiera reunir y conectar entre sí los datos dispersos e
de ciencias enteras, como la Geometría y la Aritmética, y sus inconexos, para percibirlos así como un múltiple La sensibi-
aplicaciones. 2) La autarquía de la sensibilidad como fuente lidad -el primer elemento de nuestro estudio- nos conduce
de conocimiento: la sensibilidad no puede ser reducida a un así, por sí misma ) necesariamente, a un elemento m1e\·o: a
mero momento de confusión dentro del conocimiento inte- la espontaneidad o factor ac/11•0 ele la mente. Este factor Jle, a
lectuaL :~) La necesidad de que todo objeto nos sea dado en el nombre de entendimiento. La ciencia que estudia al enten-
Ja sensibilidad: esta es la única manera como podemos tener dimiento como facultad de pensamiento es la lógica; }' la gue
contacto inmediato con un objeto efectivamente existente (y estudia al entendimiento en la medida en que este es, mediante
no solo pensado). +) El carácter subjetivo (idealidad transcen- el pensamiento, una facultad de conocimiento de objetos, es
dental) de las formas de la sensibilidad, el espacio y el tiempo. la lógica transcendental.
5) (Conseciencia de los puntos 3 :· 4) el universal carácter
fenoménico de todos los objetos de la sensibilidad, es decir, de
L; LóGJC \ TRANSCENDENL\L
todos los objetos que puedan sernos dados en la experiencia.
La sensibilidad solo nos presenta fenómenm: es imposible para Nuestro e~tudio de la semibilidad nos ha conducido a un
nmotros conocer lo interior de las co<;as, lo que las cosas son, nuevo elemento del conocimiento· el entendimiento. Sig1üendo
las prescripciones del método, lo aislaremos ahora a e~te, para
estudiarlo por separado. El estudio de la contribución del en-
47. Leibniz defendía el carácter puramente 1elacional de los conceptos tendimiento puro en el conocimiento de objetos (la lógica del
de espacio). de tiempo. Considerados en la clandad de la razón pura,
no son más que 1elaciones entte las substancias. Newton sostiene la pensar puro de objetos) se llama lógica transcendental.
1ealidad absoluta de espacio y de tiemp0, re( ipientes infinitos que Por supuesto que así como la sensibilidad era imuficiente
contienen todas las cosas Leibniz v Samuel Clarke (un amigo de para producir, por sí sola, conocimiento, así también el enten-
Ne\' ton) inte1 cam bia1 on co1 i e5pondPncia sobre este punto en líl5 y dimiento es insuficiente para ello. Conceptos sin intuiciones
1716. Las cartas fueron publicadas por Clarke después de la muerte
son vacíos, intuiciones sin conceptos son ciegas.~~ Si estudiamos
de Leibmz, en Londres, 1717. Pueden comultarse en la edición de Car!
Immanuel Gerhart: Die phdomphz¡rhrn S1hnftrn i'on Gottfrzed Wzlhelm
Leiblll';:, Berlm, 1875- l8DO, t. VII, p. 3.J.7 5s 48. A 51, B 75.
XXXII '-'!ARIO CAllvll 1'l li.ODL CllO'. XXX///

ahora al entendimiento aislado y en su pureza, es solo para En efecto, las .icciu11es del entendimiento en l(Jj JIH.LlO:i se pue-
cumplir las exigencias del método, y para establecer qué parte den e>l<tblecer de tal manera, que todas ellas queden reg1stradds
le corresponde al entendimiento en la producción de conoci- en una tabla, >in que se pueda ai'Iadir ni quitar nmguna. Esto
nuentos smlét1cos a ¡mon. es lo que hacen los lógicos cuando confeccionan una tabla de
La fundamental contribución del entendimiento es la acti- la> posibles formas Je los juic10s. Y e>to e> lo c1ue puede hacer
vidad que se añade a la pasividad de la sensibilidad, y la com- el e:,tudioso del entenclumento, a partir del concepto ele enten-
plementa. Esa actividad -que Kant llama «espontaneidad»- se dimiento como facultad de los jtucios. ' 1 Con alguna:, pequeñas
e>..presa en sinteszs con las que se impone unidad a lo múltiple modificaciones (que se reducen a la enunciación explíuta de
de la sefüib1lidad. formcts de juicio que para la lógica formal son desdeñables por
La mvestioación
o
del entendimiento se dirige, en consecuen-.
estar implicadas en ot1 a:,, como en el caso ele los juicios infinitos
cia, a estudiar estas acciones de síntesis de las que el entendi- y los juicios singulares) la tctbld lógica de lm juicios sirve de
miento es responsable. En primer lugar, conviene estudiar la «hilo conductor» para el descubrimiento de todas las funciones
síntesis misma. Esta presupone: 1) una multiplicidad que debe sintéticas del entend11111ento. '2 Estas funciones pueden enun-
ser sintelizada (multipliudad que lct sensibilidad snministra); 2) ciarse mediante conceptos que son entonce> conceptos puros:
una acción de sintenzar, es decir, de añadir un elemento a otro conceptos que se originan en ía naturaleza misma del entendi-
(acción efectuada poi la imaginación);"') 3) una unidad que sirve miento y no tienen origen em¡ií1ico. Tod<L >Íntesis efectuada por
de regla, o de meta. a esa acción de sintetizar (esta unidad es el entendimiento podrá ddsificarse como un caso de alg1ma de
suministrada por el entendimiento en sentido estricto). estas síntesis fundament.des; por eso, estos conceptos puros del
Dado que el entendimiento es, en general, la facultad de entendimiento reciben el nombre de «categorías».
la síntesis, esta síntesis tiene la misma estructura cuando se La tabla de la::. categorías contiene necesanamente, en con-
la efectúa en el pensamiento puro, produciendo, a partir de secuencia, tantas categorías como formas del juicio contiene
una pluralidad de conceptos, la estructura única que llamamos Lt tabla ele hts formas del juicio. En ambos casos se trata de
«juicio» y rnando se la efectúa en la sensibilidad, unificando tablas de las funciones sintéticas del emendimiento, a las que
una nn;l;iplicidad de representaciones intuitivas sensibles se considera ya como func.ioues de síutesi~ lógico-formales
en la estr ucturd única que llamamos «objeto». «La misma que operan en el pensamuntu fil genew~ :y.a como funciones de
función que da unidad a las diversas representaciones en un :,íntesis lógico-tramcende11l,des que operan en el pemamienro
;uicw, le da también unidad a la !Tlera síntesis de diversas de ob¡etos. E>lct~ síntesi~ estan t omideradas aquí. por ahora, en
repre>entaciones en una rntuuwn»."' E,ta identidad de las cmlamiento metódico (es decir, separadamente de los objetos a
acciones sintéticas del entendimiento nos presta una ayuda los que pudieran refe11rse).
ine>perada cuando nos planteamos un segundo problema: el El entendimiento, entonce:,, ya solo por ser el qne es \por :,u
de e>tablecer c.u.'de> son las funciones sintéticas de las que la mi,,ma n.tluraleza) pi oducc estos concepto:, fundamentales, puros
espontaneidad es capaz . y a prwrz, que le ~II ven para pensar lo,, objeto>. Como estamos

.:/-9. El concepto de mMgmac1ón :.e desarrollará más adelante. 51. _-\ 69, B 9-L
50. A 79, B llH/105. 52. A 70, B 9.5.
XXXIV "1ARIO (' Al'11 INTRODUCCJ00< XXXV

estudiando aquí al pensamiento en su ai,lamif'nto. como pensa- teca1io en Konigsberg, las bibliotecas de los p1íncipes solían
miento puro, podemos 1 efe1imos a estos conceptos originarios del contener colecciones de deducciones. que eran alegatos_1urídi-
entendimiento corno conceptos del pensm puro de objetos." cos pi esentados ante las cortes del Emperador para sostene1 )
El origen a ,bnou. ;- no ernpmco. de esto'> conceptos puros justificar p1etemiones en el De1echo internacional Algunas de
del entendimiento plantea un problema dtfícil Ellos intervie- las reglas de elaboración de tales alegatos se obsen an en las
nen en el conocimiento de objetos. pues <;on la contribución de! dos Deducciones contenidas en las ver<;iones A; B de la C11trca
pensamiento a ese conocirnieqto. Pero ¿qué garantías tenemos de la ra¿ón p111{r la argumentación se repite desde' a110s puntos
de que esos conceptos, originados en el entendimiento sin la de vista, en nuevos comienzos; se desarrollan argumentac10-
menor participacion de los objeto<;. con espondan \ erdadera- nes parciales. concurrentes al mismo fin; se ofrece un bre\ e
wente a los objetos? ¿Cómo es que estos conceptos a przorz resumen a manera ele cierre.''
pueden fundamentar su preternión ele refPrirse a objetos? cNo La pretensión que se trata de justificar aquí ha siclo ] a
sei án, acaso,\ anos engendros del eiitendimiento destinados a presentada· es la pt etens1ón de tener una referencia a objetos,
permanecer vacíos. sin objeto que les corre<>ponda? referencia que está pt esente en lm concepto<> puro<; a p1 um del
entendimiento. Si se considera esta pretensión en su má.xima
L\ DU>l"CC !O'-: 1 RA:-\SCENDE!\T \L generalidad, aparece corno el antiquísimo problema de e"plicar
las relaciones del pensamiento con sus objetos; problema que
l'\uestra exploración del entendimiento nos condt0o ril Parménide> había planteado como el ele la relación entre el
descubrimiento de los concPptos puros que constituyen su pensar y el ser. El pensamiento puro 5e enfrenta a algo que no
estructura fundamental Como hemos considerado al entendi- es pensamiento: a los objetos reales. Y como los conceptns del
mif'nto a1<lado (según lo disponía el método), nos encontramos pensamiento puro han sido generados con total independPncia
con que esos conceptos remiten, df' por sí, a algo que les sirve de esos objetos, no se \e bien cómo justificar la validez de la
de complemento necesario: se refieren a Jmo11 a objeto~ Pero cone'<ión ele esos conceptos con los objetos. «A la e'-plrcación
esa referencia podría ser solamPnte una preternión unilateral e de la manera como conceptos se refipren a pnorz a objetos, la
infundada Para que se reconozcct 'W legitimidad, esa referencia llamo la Deducción transcendental de ellos» (A. 8.). B 117;
requiere una «deducción» ' 1 Este problema de la cone.\.ión ele conceptos a p11011 con
Buscaría en vano quien pretendiese encontrar en la De- sus objetos venía ocupando a Kant por lo menos desde 1772
ducción transcendental de las categorías una estructura lógica Lo formula ya en su conocida carta a l\larkus Herz del 21 ele
deductiva que organizase todo el argumento. El término feb1 ero de ese año, e intenta resoh erlo desde entonces. Posee-
«deducción» df'be entenderse aquí más bien en el sentido de mos textos que documentan los pi ogTesos de Kant en esa tarea.
«alegato». que aún conserva en español Así lo entendían los Entre ellos se destaca el llamado «Dm,bmgischer Nachlass»
lectores del s XVIII Por el tiempo en que Kant era biblio-

53 Ve1 o.ob1 e Log1ca transcendental p] ap;ii ta<lo conespondiente en 55. Dreter Hennch «Kant·, ~ot1on of a Decluct1on ancl the i'dethoclo-
la fübhograf1;i log1cal Back.g1ound of the Fust C11t1que», ew Eck.art f0t;,te1 lcomp1-
5-f.. Sob1e la Deducción tianscendental en su COllJllnto.; sob1e a<;pectos lado1 )· Aant\ Tranffrndmtaf Ded11rt10111 Thr T711ee Cnl1q1m and t/11 O¡m<
parciales de ella.' e1 el apa1 t~do mu e'pond1ente en la Bibliogiafía po</11m11m, "ltanford. Cahf01m,1· l'nJ\e1s!l\ P1e5'. 198'1, pp '.,!(1-+b
XXX~l
~1.;EJO C.-\.l\ll I\ TRODUCCJOI\ XXXVJ/

i«Legctdo Duisbu1g»1 de 1775. "Aqm ya se eucuent1a Id nue,·a alcanza es independiente del sujeto parncular. Por tamo, es
concepl ión del objeto: la ob¡etiv1dad e:, cohe1 enCla de l_as objetiva. La sin tesis caregor i,d es lo que constituye al objeto (lo
repi belJt,1nonc-s :,egún una regli1 que no depende de l<1 :oubje· que le presta ob.ietividad a ese cúmulo ele representaciones que
ll\ 1dacl Peiu :,ol" nu-, ta1de el filó:,ofo de:ou1bre la cunchc1oll llam«mos «obJetº"). En consecuencia, como los objetos no son
pdrd la ic-:,oluuou completct del proble111'1, lH<llldo 1ec trnoce objeto' si no es gnlcids <t e"a smtesis a la que obligatoriamente
la necesidad de abdndo11,u la concepción sub:,tannahsta del deben someterse la, rnult1ples representdciones, las categorías
)'O. La nueva concepción del objeto y la nueva concepcion del se aplican neceoanamente a los objetos. Que era lo que había
-yo penmten la Deducción de 1781, es decir- la de la vers10n A que demostrar.
de lct Cntua de la 111::.011 pura. Kant no quedó mu\ conforme con la primera versión de
El pensamiento fund<tmental de la Deducción trctmcenden- la Deducción de las c«tegodas, publicada en 1781 en la Crzízca
tal de !et~ calegoría:o es que el elemento mtelecttMl acuvo delco- de la ra;¿ón pura l'1<Jcu1 hacer más clara y distinta la arg·umen-
noornienw (el yo, tiene que apropiarse de la multiplicidad que tación, en una nue\ a \ ersión publicada dos aúos después, en
le ofrece el elemento sensible; e"a apropiacion ocurre mediame lo:, Prolegumenu1-, basada en la distinción de juicios que poseen
una compleja :oínte:oio que la espontaneidad del entendimiento carácter rnerame11te subjetivo (meros registros del contenido
aplicd , 0 bre !et 1mdt1pl1ud,1d sensible Esa smtes1s (recolecc10n de la sensibilidad) que el ll,urnt allí «juicios de percepción», )
de los elernenws de Ja multiplicidad ::oen,1ble; retenc10n de esos juicios que poseen obJetivictid, a los que él llama allí «juicios
elementos en una ad1c1ón progTesi\ a; imtauracíon de la unidad de experiencia»; la objt:'tividüd de estos últimos se debe a que
en la acumulacion as1 producida) solo puede producirse por en ellos intervienen las categorías; por tanto, las categorías
medw de las lunnone::o de smlesis que ) a hemos estudiado. intervienen corno condiciones necesarias en la experiencia,
Hemo~ \ 1;,tn que el catálogo o repertorio ele esas hmc!ones y se aplican a pnorz a objetos. Una tercera versión de la De-
se elaboratJa sub1 e b base de la tabla lógica ele los JUIC!OS, Y ducción apa1 ece en 1781í en lus Jletaphyrnd1e Anfa11g5g1 ünde der
cons 15 t1ct en la tabl<1 de lc1s categorías. En consecuencia, para Nutww1:,:,ensdw/t (f'wnoo!i pmwpws metafí.iuos de la liemia de
que el vo pueda apro¡.mu ~e de la rnultipl1ud<td sensible, e::,ta la natwa/e;¿a); se basa en ld estructura de los juicios en gene-
debe ser sintet1Lada de ,1cuerdo con las categ01 M::O. Pu1 tanto, las ral. Luego, en 1787, en l,l seg1mda edición de la Critica de la
categorías se aplican necesariamente a la multiplicidad sensible. razón pura, presenta una 11Ue\ a versión 'd~ la Deducción, cuya
Esto era lo primero que había que demostrar. arg11mentación, rigurosa y ordenada, se basa en el principio
Ahora bien, la síntesi" categorial (en la que las categorías de que la conciencia de sí mismo (el «yo pienso») debe poder
operan como reglas necesarias que guían el trabajo sinlélico acompaúar siempre a todas las representaciones; de modo que
de la nnagmac1ón) produce una urndad de represen:c1uones las condiciones para que se produzca ese acompaúctmiento
que es cornpletamente independi_ente de la subJet1vH.iad: es (las sílltesis c<ttegoriales\ se aplican necesariamente a todas las
algo opuesto a la asociauón subjel1va de iepresentac101_1es, representaciones. Est,1:, quedan así unidas en una experiencia
que depende ele Li:o caracterbtica" peculiares de. cada sujeto única (objetiva). Los objetos que puedan ser dados en la sensi-
particulai. Aqm, en ld síntesi;, categonal, la m11dad que :,e bilidctd se integian en esta experiencia única, y por tanto a ellos
también se les aplican necesariamente las categorías.

56 Rell. -~ b7h. Ed ...\c<td X\'11, t>51i ;,s.


XXXVIII \!APIO CAl''ll I'\ TRODL'CCl01'

EL ESQUDIAI ISL\10 pensar puro. La lógica sabe de afirmaciones ) de negaciones,


de inclusiones y de exclusiones, pero no de simultnneiducl ni
Esta solución del problema de las relaciones entre el pensar de sucesión, ni de la di\ isibilidad que permite partir lo e·denso
y el ser, o del problema de la posibilidad de que conceptos en infinitas partes. ni de las construcciones au'>.iliares que se
puros se refieran a pn011 a objetm, di>til todm:ía de ser una pueden añadir, en la intuición. a un concepto, para a ver iguar
solución completa. Es manifiesta !a heterogeneidad entre los pwpiedades del objeto al que ese concepto se refiere. El pensa
conceptos, originados en el pensar puro, y los objetos que se nos miento deberá proceder. pues, de manera peculiar. no e,~,lusi­
presentan en la sensibilidad. Los objetos tienen características ,·amente lógica, cuando se te fiera a lo sensible. A esta función
como la temporalidad ) la exteminn espacial, que son entera· del pensamiento. por la cual este procede de acuerdo con oti ª'
mente ajenas al pensamiento. Por mm sólidos fundamentos leyes. además de las le) es de la lógica, la llamaron Descartes ;
que tenga la prete1lsión de los concepto~, de referirse a objetos. Spinoza «1ma,srinación». ,. La imaginación es la manera como el
habrá que\ er si esa pretensión es realizable; habrá que \·er si entendimiento se dirige a lo sensible. que )e es ajeno. Poi ella,
la señalada heterogeneidad puede snperar5e de nlgún modo. se logrn superar la heterogeneidad de entendimiento ) sensibi·
Las categorías tienen su origen en el entendimiento puro. liclad,) en consecuencia, la heterogeneidad de entendimiento y
Nada, en ellas, pertenece a la sensibilidad. Los objetos, por su objeto.··' La imaginación produce un elemento mediador entre
parte, son dacios en la sensibilidad; y en este darse (o en este el pensamiento puro¡ la mera sensibilidad: el esquema.'" Esre
ser dados) no interviene en nada el entendimiento (como tam·
poco intei viene el entendimiento en la sensibilidad pura, que es
completamente independiente de el, y que debe. sin embargo,
ser acogida en la universal síntesis del entendimiento). Para que 51 Desca1 tes: Mrd1talwnr> dr pruna p/11fnsa¡1h10, V ; VI. SpmoDt:
ha~a conocimiento de los objetos, sin embargo, es necesario Trrli ta/11• dr rntellrrtm rmmdal1011r, § 8--1.
que el entendimiento y los objetos se pongan en contacto; lo 58. :\o es así como define la imag1nac1ón Kant mismo. quien 'e atiene
a la definición de \\'olfl, seglin la e ual la imaginación es la facultad ele
que supone un contacto del entendimiento v la sensibilidad. rep1 esentar lo amente. agi egandn solamente que esa H'Pl e'entac1ón
Siendo pasiva la sensibilidad. no se puede e<;perar de ella que se produce en la mtuición :Christian \\iolff: l'rrn11nft1gr Grdanrkrn 11011
emprenda las acciones necesarias pura ese contacto. Esta ini· GOtt. drr Hélt zmd dcr Seele des Mm<rhrn, mffh allen D111gen uhrrhr111pt.
ciativa pertenece al entendimiento. que es precis!lmente, como 17'.20. § 235. En la ed de 17.ll, p. Uüi. Pe10 )ªen la ve1s1ón ele 1787
hemos visto. la facultad activa o e<:pontaneidad. A esta facultad ele la C1i'l1ra dr la ra¿rín pwa reconoce Kant gc1e esa facullad es una
función del entenclirrnenlo Algunos comentaristas han ad' ert1do desde
le toca, entonces, superar la heterogeneidad que la separa de temprano -:\lellm y<i en 1799: Enndopad1<d1r< Wo1tcrh11rh drr knl1•d1rn
los objetos reales, y que la separa de la sensibilidad. Phdomp!m, 11. Band, I Abtheil. 1799, p. 218- la corn-enienc1a ele en-
Este problema de superar una heterogeneidad radical puede tende1 lu imaginación como la pi esentamos aquí: 'et Dúsmg. Klaus:
plantearse de la siguiente manPra: la meclicb en que el pensa· «Schema und Ernbil l11ngsk, aft rn Kants Knt1k drr rrinm fí-nnmft·,_ en-
miento.se mantiene dentro de la esfera de las proposiciones y los K1 ennenrbhl. Lotha1 compil 1dnr)· ,1ufl.lanmg und Sl1p11< St11d11n -:.111
Phdnmplnr und Gei<lngr>rh11 htr dn 77. und 78.jahrlwnrlr 1 t< Gunlrr Gawhck
conceptos, procede de acuerdo con las leyes de la lógica formal. ¿11111 65. Grh11r1'tag. Koln, fiommann·holzhoog. FlD5. pp. --17·71. aquí
Pero cuando se enfrenta a lo sensible, el pc>nsamiento no puede pp 66) 70. Sob1e el concepto de imaginación 'eJ en la Bibltogiafía.
operar solo con las reglas) le; es de la lógica, porque lo sensible el apartado «Esquematismo e imaginación».
tiene sus reglas propias, muchas de ellas ajenas a las leyes del 59 A 138. B 177.
XL Ji\ 1 f{ODUCCIO"' XII
elemento mediador garantiüt cterla homogeneidad''" entre los decir de algún objeto semible que es posible, porque puede
dos e)drernos de entendimiento y semibilidad, y hace posible alguna vez presentarse corno acontecimiento en el tiempo;
así la aplicación de los conceptos puros a objetos."1 y así con las demci.s categorías. De este modo, las categorías
No debe pensar;,e que inctlt rimo;, con e;,to en la falsa muestran que a peoar de Hl heterogeneidad con los objetos,
explicación que consiste solo en suponer una facultad nueva pueden traducirse (adaptarse) a las condiciones sensibles de
para resolver el problema. La introducción de la imaginación estos, y pueden, por tanto, apliLárseles a ellos.
aquí es solo una manera abreviada de decir que aquella he- Las síntesis categoriales, modificada su acción sintética de
terogeneidad se supera porque el entendimiento traduce en acuerdo con la~ condiciones del tiempo, se llaman eJquemaJ.
términos de sen;,ibilidad sus propias acciones sintéticas. Es El esquema no es más que «la síntesis pura de acuerdo con
decir, amolda ;,u actividad ;,ir1tética a las condiciones propias una regla general de la unidad según conceptos, que expresa
ele la :.emil.Jilidacl. A;,í, por ejemplo, la síntesis expresada en el la categoría».'>.! Los esquema:, pueden entenderse, por tanto,
concepto puro de wnt1dad, (concepto que en lógica indica lti como ptocedimientos par,1 conectar esos conceptos puros con
unive1 salidad, paltlcularidad o singularidad) tiene un esquema los objt.'tos: «Esta rep1e:.e11tación de un procedimiento general
que consi:,te en la 1epre;,entación de la síntesis corno adición de la imaginación para procurarle a un concepto su imagen,
s1ue:,wa (en el tiempo) de unidades; eote esquema es el número. la llamo el esquema de ese concepto»."< Estos procedimientos
Así también aquella sínte;,is que se expresaba en el juicio con- sirYen, aun cuando los objeto~ se dan en la semibilidad de
dicional como st (jundamento) entonce.1 {wn.ierni:ncia), cuando se una manera ine>,.plicable '.t¡ue llamamos «afección»), ajena por
la traduce a las condiciones del tiempo, produce la estructura completo al entendimiento Porque comoquiera que se den los
sintética semible: si {wwa) enton1es (efecto), en la cual la cama objetos, se dan en ),¡ :.emib1lidad, y deben amoldarse a las leyes
precede a :,u efecto en el tiempo,) podemos aplicarnos a buscar de esta, que son la~ mismas leyes a las que el entendimiento
causas y efectos ent1e los objetos semibleo; así también aquella atiende al convertir sus categorías en esquemas.
e:itructura sintética que dio lugar a la categoría de substancia, y Si un concepto está contenido en otro, la relación que
que se expresaba en el juic10 Ses P, cuando se la traduce a las guarda con él ~e llama relaLión de subordmaúón; si, en cambio,
condiciones del tiempo, produce la estructura sintética sensible un objeto resulta contenido bajo un concepto (por aplicársele
por la cual las representaciones que forman el fenómeno de un el concepto al ol.Jjeto) se dice que el objeto está sub:,umido Gajo
ol.Jjeto se entienden como propiedades mudables de un subs- el concepto. La diferencia de subordinación y subsunción
trato permanente e inmutable, y podemos decir «la manzana <lesc1il.Je daramente el pwblema del esquematismo, al hacer
es roja»; así también el concepto pmo de posibilidad (que en ~otar la li.mdamental hete10geneidad de objeto real y concepto.
la lógica formal significa ausencia de contradicción) se traduce El p1oblema del esquematismo es el de explicar la posibilidad
corno conLordancia con las condiciones del tiempo, y podernos de la subsunción.

60 Aletea de e>le pernh,1r wnu;pw de homogene1cl.id no> permitimos


remmr a nuestro tiabajo: «Dei 1elle1, die Runclung, da:, SLhema Kant
i.Jber den Beg11íf der Gleichan1gke1l» (ver Bibl10g1,tf1a).
61. Sobre el e5quemal1>lllO ve1 el apartado correspondiente en la 62. A 1-L!, B 18 l.
Bibliograf1a. 63. A I-W, B 179 '180.
I'\ TRODL'CCIO'\ XLIII
XLII MARIO C\1~11

Juicios, a p1 wn o empíricos, acerca de los fenómenos, e\.p1 csan


Los PRINCIPIOS [)EL ENTE!'[)J:\l!['lf()
la sub,unción de todos los fenómeno<; bar• las categor 1as ''' A s1,
Una vez e'<plicada la posibilidad de la subsunc1ón de los podemos decir que las categorías de cantidad se aplican a todos
objetos bajo conceptos puros, nada se opone a c¡uP admitamos los fenómenos· todos los fenómenos tienen una cantidad, son
que las funciones sintéticas del entendimiento (las categorías) extensos, en el espacio y en el tiempo Al ser rlado' en la intm
tienen validez sobre todos los objetos sensible~ Podemos es- ción, forman una multiplicidad empírica qne debe ser unificada
tablecer el principio general que sirve de fundamento a todos por las categorías, y entre ellas. por las de cantidad («A \.iomao;
los juicios sintéticos: «todo objeto está sujeto a las condiciones de la intuición. El principio de ellos es. Todas las 111t1uc1nnes
necesarias de la unidad sintética de In nrnltiple de la mtuición son magrntudes extensrvas»)." 7 También las categoría<; ele la
en una experiencia posible»;'" esas ''Lond1ciones necesarias de cualidad se aplican necesariamente a los fenómenos, como lo
la unidad sintética» son las categonas, que se aplican así a todo ha demo<;trado la Deducción transcendent<il Si recordílmos
objeto, porque de ellas depende la unidad de lo múltiple de la que las categmías son funciones de síntesis. entonces podemos
inmición, unidad de la que depende, a su \ ez, la posibilidad considerar las cualicl<ides sensibles de los fenórnenoo. como si
de la experiencia;) todo objeto es dMlo en la <;ensib1hdad, es fueran resultado de una acción sintética. ) podemos enunciar
decir, es dado como una intuic10n 'iemible, cuya forma es la el juicio sintético a p1 zon o principio del entendimiento que
multiplicidad, que necesariamente h,1 de <>er umficada por aque- Kant llama «anticipaciones de la percepción», ) que dice
lhs funciones de síntesis. Hemos demosttado, en la Deducción que aunque las cualidades sensibles de los fenómenos solo
transcendental, que el yo debe apropiarse de esa multiplicidad, puedan conocerse a postmon (por e\.periencia L se puede sin
) que esa ap10piación tiene la forma ele la unificación sintética embargo anticipar, a p11on, que esas cualidades tendrán una
de lo múltiple de la intuición Hemo-; demostrado también que cierta intensidad, medible en grados («Anticipaciones de la
precisamente aquello que hace objeto al objeto, la objetividad, percepción. El principio de ellas es: En todos lo<; fenómenos, lo
no es otra cosa que esa unidad sintet1ca necesaria. De modo real, que es un objeto de la sensación, tiene magnitud intensi\ a,
que podemos decir que «las condiciones de la posibilidad de es decir, un grado»)."' Todo, en el mundo fenoménico, debe
la e'<periencia en general [es decir, las funciones sintéticas de obedecer a leyes de la síntesis de las percepciones. porque rle
unidad, sin las cuales no habría e'<periencia, porque el ) o no lo contrario la experiencia no sería posible («An<ilogías de la
podría apropiarse del multiple sensihle] 'ºna la\ ez condicio- e'<periencia. El principio de ellas es· La e"periencia es posible
nes de posibilidad de los objetos de Id t,xperienciíl». 1" Tornando solo mediante la representacion de una cone\.ión necesaria
como fundamento estas condicione' uni\ ersales, se pueden ele las percepciones»).'"' Obtenemos así otros principios del
enunciar juicios sintéticos a pno11 \ ;í.Jidos para todo' los fenóme- entenduniento, que son también JUICIOS sinteticos a pnon: 1"'
nos. Estos juicios son principios en los que se basan los demás

66 Prolegomrnor, Ed. Acad IV, 30h S(lbte lo-; p1mc1p1os del entend1
ó.1 A 1.58, B I~l7 rntento ve1 el apa1tado correspondiente en la Bibliogiaf1a
65 A 158. B 197 Pi obableme11te ha) ;i que entende1 aquí «expe- 67 B 202
nencta" como se la clelme en Pwlrf!,nmenn¡ ~ 22, Ed Acacl. IV, 30."í·
68 B 207
como «cone\.1Ón s1ntél1ca de los f;nñmf"lOS ;pe1 ce1wwnes) en una
conc1enoa>,
69 B 218.
XLIV 1 fl l Dl l llO\

analog1a las percepuone;, se umhcctn de c1cuerelo con lc1 ca concue1da con ld> cut d1uones !o1múlc, del 1 t'l.pe11l'nuct
regona ele substancld, es eleur, como acudentes mudable:, ele <fecti, amente 1ea! e:, dlj ue do e u) a e\..bk nua t ot,1 ot rt or1 el icLi
0
un substrato permanente," («P1mop10 de la permdIWl1C1d de pm ld >ens,1c10n, flL,ua w es lot e'l.1stenc 1a de dquello Ljllt t :,ta
la ;,ub;,tc1nud Ln todo c<tmbw de lo;, lenomL no;, pe1111c111ece la coneLtctclo poi loto eund1uone-, Ul11\ ers,1les dt ],1e'l.pettt11t ld, 011
sub>tancia, ) el quantum de ella no se dLrecientct m di;,mmu) e digo efectn amente e\JStente Entre Lb rnud1do cotbE t uenu,b
en la naturaleLa») 12'¡, and]ogm Los camb1m de los fPnomenos que pueden e'\t1'1er;,e ele esto<i prmup10;, se destaca Li «1elma
obedecen a le) es ele causahdctd, que conecta Cdusa y electo ) C!on del 1dealisrno», una demostr,1uon ele que lc1 t om !E nt 1,1
hace que la e>.penencia t1 anscurra en un tiempo umco 1rre de la proptd e'\i;,tencld demuestra \a Id e'\btu1t 1a de objdt»
\ er:i1ble («P1111c1p10 de la suces10n temporal segun la le\ ele en el espac10
la causalidad 'fodas las alterauones suceden segun la le) de Estos pnnC1p10s e\.plu dl1 ' demue,u ,m de m,mera detallada
la cone\.JOn de la cama y el efecto») 1 3'" analogia Todas las lo que antes ,e e'\pt eso en general que «l,b t ondtt 1une, ele pu
sub,tanc1as que puedan percibirse en el espano eslan mterco s1b1hdad de una ex.pe11cnc i..1 en genetdl son al 1 'eL conch iones
nectadas por acnon ) 1edcc10n simultaneas, ) torrnan a,1 una de pos1b1hdct<l de lo;, objt tus de ld e\..pe11e1K1d» [o que en e:'!
conrnmdad («Pnnop10 de la :i1multane1cL1d, ,egun la le) de p10logo ele ]d ob1 el e:ito1bc1 e'l.pre~"tclo cornu un po,ndctdo qm del
la acc1011 reciproca, o cornumdad Tódas lüs ,ubstanuas, en aqm dehmt1\ amente demo:itrctdu y e"tableudo ld te\ uluoon
la medida en que pueden ser percibidas en el espac10 como copeimüllld del modo d( pelbdI ' ~egun lo ha du11ostrdclo ld
simultaneas, e;,tan en unn ersal acc10n reciproca») 4 Por fin, en Deducuon tran;,cendentdl w ubjt!O s1g111hca e\lüJ omletIL.tdd un<1
los «Po:ilulados del pensamiento ernp111co», 'mdu:,o conceptos nmltiphudad >em1ble, de dt uerdo con Lts leH·s nece;,aua, ele ld
corno po;,1b1hdad, reahdcld efect1\ a ) neces1dctd ,e definen conoenud \ no de ,1cue1 do con 1egl,1s :iub1et1\ dS" cdpnchosd,
con respecto a la posibilidad de la expenencia, po11ble no es Las le; es nece;a11d> de Lt L (JllUUlLkl 'ºn dquellds pc ¡¡ las cualtcs el
solamente lo que esta libre de contrad1cc1on, smo aquello que ) o puede apiop1.t1se de l,1 nmltipliuddd ;,en;,1ble ~on por t,mto,
l<1s condic10nes que "e dt li( 11 cumplu neeesandmente pc!r,t que
sed po,ible la e».penenuct \;,1, lc1s condtc wue:i de po:,1bd1d<1d de
70 Lo pe1m,mente e,rn 01emp1e au>eIHe de la pe1cepc10n, peto
1ac1as a ello lu dema> ,lo:, acudente:,) :,e concibe rnmo lo mucL1ble la e'\peuencia sun a l.t 'eL cond1uuues de lob 0L1etu, de ld c:''l.pt:
0
objetJ\u La taLOn p.11a ad11Ht11 aquello pe1m,mente dU>ente e:, que 11enc1ct Ld trabazon s111lel!tc1 que une lo;, ob¡etu, \ tontigu1a el
es necesano p<t1 a la pos1b1hclacl ele l.i expe11enc1d, en este c,tso pa1 a l!lll\ erso, e:,ta ton1Md.t pm los mismos nexos smtelKos que hdcu1
],l pcb1bd1cl.td de ]d npenenuu ub;ll1ca de l.i mutduon, pu1 op0>1uon a po,,1ble la co11ue11ud le! Ullldad del) o, ) la ex.penenua
l<t mua poupuoll de mu1ac10n
11 B .2.2-l
72 L1 suce;10n objelt\ a de la:, pe1 cepuone:, no puede fund.imen
ta1 se en l t oe11e subjetn a de ell,1s la se11e de la ap1 ehens1011 e:, en 76 B 171 '" Ver >ubtt: "''" kma d .ip,utddü cui1e>pl,nd1e!lle en h
s1 m1>I11d, md1fe1ente al 01den obje!J\O La categ011a de causalidad BiGlwg1 .tf1.t
>um1mst1 a un ne'l.o n 1e' e1 s1ble mdepend1ente del 01 den subJetn u de 77 -\ 1'58 B IlJ7
l.i ap1 ehe11>1011 78 B \.V 1 ,,
73 B 232
79 ::Oegun los Pru!egome1w1 hh pi 1 ic1p10:, \ 1enen 1 ot'l el te '.to de l 1
7-1- B.!,()
c1enua Ul1l\e1:,,tl \ pu1 1 de l.t nc1tu1aleL t ¡ 'ºn In"'' clld\ll' t],, dt
7:i -\ .218 B 2b:J S> ld n.itu1 aleza cd -\e ,1cl 1V ,()(¡
XLVI MARIO CAl"1J I'\ fRODUCCIOI\ XLVII

LA DISTINCION DE FENOMENOS Y i\JOU:\!ENOS LA ANFJBOLOL;¡.\ DE LO:O CCJNCEIT05 DE L\ REFLE '\10:\

Estos resultados de la Analítica transcendental (la primera Entre los resultados de la Analítica transcendental se cuenta
parte de la Lógica transcendental) permiten ya una primera críti- también un apéndice, «L'1 anfibologia de los conceptos de la
ca de la metafísica dogmática. La validez de los conceptos puros reflexión», que contiene una disensión de ternas de rnetafisica
y de los principios del entendimiento solo pudo demostrarse leibniziana. 8 ' La reflexión transcendental consiste en clasificar las
en relación con la posibilidad de la experiencia; tal validez se rep1esentaciones según las facultades en las que tienen su origen.
limita, por tanto, a los fenómenos, es decir, a los objetos que son La introducción de la sensibilidad, como fuente de conocimiento
dados en la sensibilidad. Nada se puede establecer con respecto de igual rango que el entendimiento, vuelve ambig11os los con-
a objetos de una i.ntuición que no sea sensible («noúmenos en ceptos de la reflexión: les da un doble sentido; pues ahora hay
sentido positivo», 'objetos dP una intuición intelectual). Si bien dos«lugares transcendentales» adonde referir cada representación,
el carácter fenoménico de los obj('tos dados en la sensibilidad según su origen, en una reílexión transcendental;% las represen-
remite por sí mismo a algo que no es fenómeno, de este algo no taciones pueden originarse en la sensibilidad, así como en el
podemos saber nada; no podernos atribui1 le existencia propia, entendimiento. Por no haber advertido ese doble sentido de los
ni propiedade~ perceptibles por algún intelecto intuitivo.'º Solo conceptos de la reflexión, Leibniz «intelectualizó los fenómenos»"
podemos pensar en ello como un «noúmeno en sentido neua- al suponer que había un único origen del conocimiento legítimo:
tivo», es decir, corno algo que no Po objeto de nue5tra intuiciÓn el intelecto; pretendió así «determinar objetos sin el auxilio de los
sensible; es un «algo= x» 81 que aparece. sentidos»; 88 Locke, a su vez, creyendo también que había un único
Por eso, no es exacta la ontologia que distingue entre fenóme- origen de los conceptos: la sensibilidad, «sensificó» los conceptos
nos y noúmenos; ya que el concepto de estos últimos no pertenece del entendimiento.~º En cambio, si se ad\ ierte y se reconoce este
propia'.n~nte a la ontologia, sino a la gnoseología: es el concepto doble sentido, se puede resolver el conflicto de empirismo y
de un límite de nuestro conocimiento. Como concepto de objetos, racionalismo, mediante una filosofía crítica.""
es un concepto ;;acío; 82 no tiene significado ontológico propio.8 3
Por eso, «el orgulloso nombre de una ontología que pretende
suministrar, en una doctrina sistemática, conocimientos sintéticos
a przonde cosas en general [... J df'be dejar su lugar al más modesto
de una mera analítica del entendimiento puro».R'
85. Ver sobre este tema el apartado COITespondiente de la Bibliografía.
80. Willas.chek, l\!~1cus: «Phaenomena/f',;oul!lena und die Amphibolie Ver también la importante discusión del tema en la sección correspon-
de1 Reílex1m;sbegi 1ffe», en: Mohr, Georg y \Ndl.1,check, J\ilarktts (com· diente del libio de Béatrice Longuenesse: Kant et le po111·01r de ¡uga,
p1lad01es): lllarnÁrr A11rlrgm. lmmm111d Kant: Krit1!. dcr ránm Vrrmmft, Pai is, Pres5E'S Uni\'. de France, l~l93
Berlm, Akadem1e, 199~, pp 32) 3:1 l. ;i<]uí p. 327. 86 :\ 2fi8, B l'.Z l.
81. A 2:50. 87. A 271, B 327.
82. A 2'ifJ, B 315. 88. A 280, B 331i.
83. \Villaschek, op. cit., p. 327. 89. A 27L B 327.
84. A 247, B 303. 90. Willaschek, :\laicus: op. cit. p J.J6.
XL\dll V\~EIO ( Al\11 1\1 hUlJl ( ( 10' .\lJX

L\DI\IHIIL\ la pwpo:,1c1on «Soc1 ate~ es 11101 t<ll» se con' 1ene en wnoumwau,


es pmque esa prupos10011 fkl ~,t11do cid clumuuo de ld ra¿on pu1<l
:-Ied1d!1le el concepto de 11ourneno, l<t All<1lit1cct md1c<1 ¡ :,e ha pdsctdo ,¡] clo1111 Ho dE l entend1rn1erno L;,te, en coopera
o,u o¡Ho limite 1 Pt ro ,d lMcer esto, remite d lo t¡ue quedd
Jll uon cu11 lc1 sens1b1hd<1d put de fl<lter que es.i fui llld Jog1ld llegue
del oti o lado del hm1te, - e" de< H, el lu mcond1u<Hl<tdo, ) ,1 Id a ser conoumre1llo clc U!ld pu;,on<1 (o de un ob1eto\ L1 raLon,
facult<td de lo mcond1uondclo, es decll, d l,1 ¡<1¿011 Estcl es el en ccimb10, no oper<l con per::,onds, m con objeto,, smo oulo con
nuevo elemento que tenemos que a1sl<ti ) estud1d1, ) que te ne pwpoJUWJJeJ del entenJm11e!lto lnsu1be e!>aS p1opu;,1uones en
mo!> que pone1 en cone>..1011 smtetJc<t con todo lo p1 ecedente estructll!dS logK<t;, a ¡nw11 reguladas p01 p11nupro:, .Esto qwere
En p11rne1 lug,u, hc1b1a que ai::.Ln Id 1<1¿011, p<>rc1 \e1 s1 ell<t es decir que las msu ibe o Li,, mteg1 d en esu uctu1 dS !>l!>lernatJC<lS
1
fuente \ ullgen c!P conceptos y JU!CJO!> a p1 Wll El pnmer ejemplo de e:,c1,, esl!llltll!<lS es el ~1lug1smo En este,
«La rci¿on, en senndo eot1 icto, es lci tacult<td de deduc11 de !<1 propos1uon «Sou dlC' t s 11101 t,tl» se mtegw bctJO un p1mup10
lo gener,d lo p<trllcul,u,; de 1ep1esent<1do a esto ultimo, por relettlht!11ente p11111eru 'ludu:, los humbies ::,on mu11:<des»
11
c011s1gu1eute, segun p1mup10!>, v como neces<1no» A chferen La' erd<1d de L1 p10po:,ruun «Souctll!> e,, mor tJ.],,, cons1der a
Cl<l dd u1tend11mu1tu, <dpd¿ de hdcer 1nferenuas mmed1<1ldS, dct desde t>l punto de' btá de lá ldZO!l, dt0pende de b \ erdad de
ld 1J.lOll LS lci tctcultad de hacer mte1 enclds med1atc1s, g1 aucls d SU!> prem1sds Est<ts, c1 ;,u ve¿, h,m de !>er deduuda5 de on,1s, en un
lJ. uite 1\ e11uon de w1 te1 rmnu rned10 Los silog1>mos consisten regreso que tiene pm nwt<L !éUlllll L1 \ <ll red<Ld lk conuumientu:,
preu!>amerne Lll ld deduu wn de un conoum1e11to d pctrtIT de )' de ieglds del cntendurnento d Id meno1 cant1d,Hl pu~1ble ele
un p1111up10 1 L1> prem1!>dS I1ld}Oie!> ele los !>1loghmo:, func10 p1rnup10s Este propoo,llo se ak<Lntcu1a plul<lmente :,1 ~e lograia
lldl1 co1110 pr 111crt'1os LO!ll pcu atl\ an1ente pr 1rnerob) llegar a llfl<l pienusct ¡mrne1 d \u tfadei dlllt11te un!\ e1 sal, que
P01 e::ill lu11uouctrn1ento logJCo p,uece que la ra¿on pudiera fue1 d pr mup10 en se nudo <1b:,o]utu, ) llll Llllll IJ<ll dlI \u, de !J.
llegar, oolu por cunu:ptu;,, ,ti conoum1ento e;.pres<Ldo en un CL1<d :,e pud1e1,111 deduu1 lOdu:, loo conocumemos smgnlaies S1
JUICIO uimu «So u dles es rno1 t<tl», rned1dnte el pi ocedunwnto de Id td¿on e;,tuviera en po'>es10n de ese p1mup10, podna eje1ce1
deducu lo lug1«m1e1lle de su;, prerm~as Pero eu verddC! IJ. rd¿On S<lt1!>factu11,tmerlte su Il<lllll dll ¿c1, t.d como Id huno~ defi111du
110 lkga nunc" a t"e L011oun11Lnto smg11l<Lr de ~O(rate;, Cuando Por eso, en ld l1dtu1<1le¿d nmm<1 de la ldZün esca mscnptcl esta
bmquedd de pr 111up1us t1bwlutos fM1,1 decluu1 de ellos todo lo
condH w11<1du Cn este ~enudo, la rct¿on es lacultdd de lo mcon
91 Pioh~umuM, S )') Ld c\Ldd IV, HlO «l <t expe11enc1<t, que tont1ene d1uoncido Busca, pd1 ,1 tudo conchuonado, und cond1uon, y
tod,, lo q~tc }JL 1ll llLc<' ,ti lllLl!Jdo ,en:i1uk, 110 ,e pone lrm1LE» <t s11111,m.i
luego la cond1uon dt> e~c1 L011Chuu11, acerc,mdose mf1111tameme
[ J A.q11< llu qi1e deue poneile lu1111e, debe f'otd1 fue1.t de ell«, \ e;te
d und p1mit:>1cl cond1uon db;,olutd Pero estd ma'.1ma que g111c1 !<1
e;, Li Ldlllpu dL lo;, ><'lP> 1nteltg1blt'' pmo;,»
<1J ¡ 110 ¡, u11Ll!IU" Ld \1,1d IV l(¡() «u11 lunll1 L'> el 111101110, .dgo po acuon de la ra¿on «solo u.pr e~ct Ul1d le) mler na de Id i ,tLon, !>111
,, 1 ~1 , 0 q11~fu1, 11<.,lL ta11Lu et lo que L>L,1 de11l10 de el como di e'p<tc10 p1elendc1 deu1 11<1dd suh1e l,1 est1uUUia de Lt ub¡et1v1ddd» ,,
Ljllt' t:>l.l fuL1,1 \u 1.t111L1u1 Ld \ ..id IV 3 Í(l, 1 í7
95 \)u, ll ,11..'. 'iub1Ll1li1dttlH«l1d1l>LtJ1dem,il¡ >t10p1ublun.to
¡"ll llt td u,> , t ¡ el t¡J tt 1 1,I ' cut H >pu11d1ullé t 11 l 1 B1bl1u¿1 .tÍl<l '16 RendLH, A.!.un « n .tmL< ndu1t, le D1,def.uf., 1: inle!lung und Bu ch ¡,,
iJJ \!di 11 (, ', \ l \t1upad1jt!1u 11111/11/;whdu At1/tJth,11f'f11!01upftll, en \luhi G 1 \\ dld->thuf. \! wmp1l.tdu1t,o,I A/m;1Au im!tgen 1111111<11111,/
l \ Jen 1 \ l t"lf d-, l01J i ]' 7t1.2 Aant fwltÁ tÍtr IW/tll r llllllltj~ Bulin, \Ltdemk l'l'l8 pp 3í l 370, dCJU!
'11 \!c ll1u u¡i ut ¡i ltll p l5'l
IN rRODl CCIO'\ u
L

En resumen: la razón es una facultad que se aplica a dar La premisa mayor de un silogismo categór_ico:_ «Todo Ses
unidad a los conocimientos del entendimiento !'\o se aplica P» obtiene su validez universal gracias a un silng1<;rno que la
a los objetos mismos, sino a lo'i conceptos y juicios del enten- P r~cede v del cual ella es la cnnclmión. Ese silogismo podría
',
e'\presarse como «Todo A es P; todo Ses A_; luego todo S_es _ "·
p
dimiento, para procurarles unidad ,¡.,temática. Esta unidad
sistemática se obtiene cuando se considera lo singular como Decimos entonces que este silogi<;mo previo e~ la «conchoon»
subsumido en lo univeVial, es decir. cuando se considera un de aquella premisa mayor del silogismo categórico: «Todo S
juicio como derivable ele un principio Por eso define Kant es P». Esa condición tiene a su vez una premisa mayor, que
la razón como la facultad dt:> los principios "7 «La razón es a su vez es condicionada por un silogi«mo precedente; ) así
la facultad de la unidad ele la'i reglas del entendimiento bajo sucesi\ amente. La razón, en su búsqueda ele las condiciones,
principios».''K La unidad racional de lm conocimientos del en- retrocede así hacia una primera premisa que no sea, a su \·ez,
tendimiento se alcah¡,;a cuando 'e puede considerar todos los condicionada: hacia una premisa cuyo sujeto no sea, a <;U\ ez,
wnocimientos sing11lares y contingentes como reunidos bajo predicado, y ele la cual se puedan deducir tod~' los clerná_s
un principio absoluto que permita vpr que esos conocimientos silooismos categóricos. No alcanza nunca esta pnmera p1 enu-
pueden deducirse con necesidad lógica a partir de ese princi- sa, ;ero se dirige siempre hacia ella. Ella es la _expresión ~e la
pin primero. De aquí resulta que el uso lógico de la razón está consumada unidad de la razón, logTada por vrn del s1log1o;mn
dirigido por la máxima de «encontrn1 lo incondicionado para categórico. Si esa premisa lógica hacia la cual se dirige la ra?ón
el conocimiento condicionado propio del entendimiento, con en su retroceso prosilogístico 11 " 1 se entiende -erróneamen-
lo cual se consuma la unidad de este conocimiento».''" te- como si fuera una cosa, entonces esa cosa vendría a ser un
sttjeto efectivamente existente que no es, a su vez, predicado;
eso es el concepto racional de alma. Así, la idea de al~1a surge
L\S IDL'\S DE LA R.\ZÓf' Pl'RA
del funcionamiento lógico normal y legítimo de la razon (surge
La unidad de los múltiples conocimientos del entendimiento, del retroceso hacia condiciones cada vez más altas) cuando ese
producida por la razón, es una unidad colectiva: todos esos co- funcionamiento lógico se combina con una equívoca afirma-
nocimientos quedan abarcadm pm e'a unidad, sin que ninguno ción de la existencia efectiva de una cosa. Esto ocurre cuando
pierda su especificidad. También en este caso, la unidad de lo el principio de la razón: que todo lo comliciona.do. r~mit~ a
múltiple se logra integrando tl•do lo múltiple en un concepto una condición, se cosifica, y se convierte en el pnnop10: s1 lo
que lo abarque: los conceptos de la unidad racional colectiva se condicionado es dado, entonces tiene que estar dado también
llaman ideas de la razón. Como la razón tiene solo tres maneras lo incondicionado que es su condición última. .
ele _rroducir su unidad (según las tres especies de silogismos Algo análogo ocurre con el silogismo hipotétirn. S~ p~em1sa
registradas por la lógica), habrá tres conceptos racionales puros mayor: Si p entonces q, solo resulta válida, como pnnop10, 51
que suministren (o impongan) esa unidad colectiva. Veamos la cumple con la condición de ser la conclusión de un silogismo
génesis de esos conceptos en la naturaleza de la razón. precedente. Ctilizando los parentesis corno <;e usan en las
expresiones simbólicas, podemos e>.presar este s1log1smo a5i:

97. A 299, B 35(i.


98. A 302, B 359. 700. Se llama «pro<>il<l¡?,1'111º" al i ac iocm10 que i etrocede haoa las
99 A 307, B 36-!. condJCiones pre' ias a sus p1 emi,as.
LJI \L-\RIO c,.1¡~¡¡ IYfffüDUCCl0f\ Lll I

S1 entonce, 1,:,1 p entonces q); y he aqu1 que t. por tanto: s1


t, de la totalidad ele los p1 t'd1cMlos como s1 fuera una subsranua
p entonces q. Esto ,1 >U vez remite a ulteriurt.'::, conchc10nes, efecrivamente e\.istente, tenernos el concepto racional de Dw1,
en un 1egreso hana una p1 ern1sa que cont1n ter d en ;,1 la serie el «Ente realbimo», su1;rn ele toda realidad
cumpleta Je lao, u indiuune<; de todus lus sdo¡,;blllllo hiputético, \'emo:, así cómo en Li nalmaleza misma de la razon, \ en su
pu;,iGln, y que tuera la consumación de la urnddd dt· la ídZÓn. e~1gencia de totc1lidad illlond1c1onada de las condicion~, para
Si ahora «hiposta:,1amos» esa premi>a, es denr, s1 entendernos todo lo que es condicior1ddo, se encuentra el origen de aquellas
la totalidad de la sene de lás condicione::, corno una :,ub,,tancia ideas que formaban los temas de [d metafísica dogmática.
efeL ti\ d!11ellle existente, tenemos el conceptu ral wnal de 11wndo. Esa exigencia ele la 1 azón no es una necesiddcl ob1etiva
E,te cuntiene !d <;ene Lumpll'la -y por eso mcond1cionada- de las p10pia de las cosas. DP e::,te requi:,Ho subjetivo no se puede
cau::,as y los elellu>; t,, ei «tuJu que no es ¡)drte» de utra cosa 1' 11 inferir \ ,íliclamerne una nece,idacl objel!\ arne11te \ álicla. Las
1i.unb1en la ided metdl'bica de mu11du tiene, pue,, su ongen en llamadas «metafísicas espeu,tles» (la l\1culogía racional, la
un func1onamit,1Hti lógico legHimo de la razon, que :,e ha n1elto Cosmología racional ) la Teologia racional 1 se consrituyen a
engai1oso p01 la atnbunón dti::,oria de e'cistencia. priori a partir de la manern ele funcionar ele la razón. ''- Pero
El silogi,1110 db; unti\ o, por fin, da origen también a un de e;,os conceptos de alma, de Dios, de mundo, no se puede
conce~1lu 1ctci011cd puro capaz ele producir. en la variedad de los extraer conocimiento \ aledero; p01 que son solo expreoiones
con0Limie11tuo,, u11d u11idacl colee ti\ a, e; decir, una unidad que de la e;,tructura de la ra1Cm, ) de sus e-,,:igencias. La confu::,ión
reúnct lo,, conuumieutus en u11c1 totalidad de ellos Este ;,ilogis- de los requisitos :,ubjetJ\ O> del pensdnüento con la necesidad
mo tie11e la fo1 !lla: u bren p, o bien q (p1 emi;,a mayor); he aquí oLjetiva es la «apaiienoa illboria transcendental», origen de
que no-p ,premÍ>d menor); por LUnoiguiente, es q :Lonclw,íón). las dernó.s coufmiones engdños de la razón. La «apariencia
La cb> unción que comlÍlll) e la p1 emi;,,1 rn,1) or tiene ,;u legiti- ilusoria tran;,cende11td!" ron::,bte en «c¡ue la necesidad >'lbjetlva
midad, curno principio racional necesano, ;,i ::,e la considera a de cierta conexión de nuestros conceptos conveniemc. r·ara el
;,u vez Lomo co11du:,ión de un silogismo anterior. Utilizando entendimiento "" tenid<1 poi una necesid&d objeti\ a de la de-
los pa1é!lle;,í;, como >e us<tn en !et;, e;._preoiones simbólicas, te1minación de las cooas en sí mismas». 11 " :\quí tienen su origen
podemos e'cp1eoar e"te silogismo asJ. O bien x, o bien i,o bien la5 rnetafüica:, especi,tle~. Pm esa equivocación fundarnemal,
p, o bien ql; ht: ctquí que nu es-'; por consig1liente, es: o bien p. wrge una doclrina raciuiMl del alma que:i,t presenta corno una
o bien q A "u \ ez, L prerni;,a ifü1yor ele e~te ;,ilugí:,mo previo :,ub:,tancia simple, urnta11a ! personal, capaz de relacwnar;,e
podría fui mar }MI le de cb) u11cione::, mclusl\ a~ aun mayores. La con otras co,,as, pew diterente de esta> (docuina expuesta
unidad coleu1va buscada por la razon ;e alcanzaria, en este caso y examinada en Jo, «Paralog1:,mos»); surge una cosmología
del pr o;,tlogbrnu db) unt1vo, si ;,e tm 1era una p1 e misa flld) or tal, racional en la que in uinpen lüs contradicciones expresadas
que L(J!ltll\ rera e11 ;,í L1 lut,d1clad de los p1eclic,1clu;, po;,ibles. en en la «Antinornict de la razon pura»; ) surge findlmente una
lllM dio) Lrnuon ccm1pleta, tuera de la cual no guedara ningun
p1ed1L<1clo pu::,1ble lJUe pudiera ser agregado. Ahord bien, s1
«l11pu,t,t;,ic1mus>, e,a prem1:,a, es decir, >i entenclemo, la :,uma 702. Renal!l, _.:\Lun. op. rn , p .-ltí7.
103 A L97, B 3 í.:í. Ver t,rn1b1én la defm1c1cin de A 39fi: «Toda apct
nenud ilu:,on¡¡ se puede lLtlt'l lUll'.>hlll en que b cond1c1ón rnb;d11'a
/U I 1J1,Ju /a/1u. Ecl :\cae! 11, 387 del pensar es tenilLt p01 conourntento del ob¡elo»
LV
L!V MARIO C'\l:Vll INTRODl'Cl 10'-

··d d de e'<tens1on crecientes. Y


teología racional basada en un concepto de Dios que no es más en estructuras ele comp l eJI ª \
que la expresión de los requisitos subjetivos de la iazón en su siempre coherentes entre sí· en sistemas .
silogismo dis; untivo, sin que podamos sabe1 si ec;e concepto co- Esto significa, por ejemplo. que todos los cononmient~s de
rresponde o no a algún ente d!\ ino pfecti\ ílITif'ntc existente. . . l n de entenderse corno conocirntentos parciales
1as ciennas ia · · ble
Tras la apariencia de cuestiones lécnicas solo interesantes e incompletos de un único mundo. a11nq11e e~te sei1 macce~1
para los estudiosos, estos resultados de la Dialéctica transcen- corno tal para el conocimiento. Esos conoom1entos parciale~
. ) · ¡es rompdt1hles entre s1
dental esconden unas consecuencias enormes para el espü itu (las ciencias part1cu 1ares seran, pt , . .
mundo único)\. nndran 111tegiarse, al
humano en general. Demuestran que todos lm <;eculare'> esfuer- (,pues se re fiier en 'a Un ' '. E
zos por resolver mediante la razón pura los grnndes enigmas menos idealmente, en sistemas de complejidad c-1 ec1ente. sto
de la metafísica -aquellas doctrinas del alma inmortal, de la es lo que la iazón e'<ige mediante su idea de mundo. De igual
.d de Dios como suma de toda rPahdad nos
constitución última rnonádica de la naturaleza' del uni\ erso 1110 el o, ague ll a i ea ¡
del Primer !\Iotor inmódl- desembocabi1n solo 'en ilusiones d~ obliga a considerar siempre como defectuosa e mcomp eta
cua \ qmer s1u11, ' '
~ · a parcial de realidadPs que encontremos o que
conocimiento. y no en conocimientn ve1dadeio Esto no quie- · · t
re decir que hílya que renunciar a plantear<;e e<;as cuestiones logTemos efectuar entre los objetos de nuestro conoormen o
metafísicas: qué es el alma, si acaso está destinadi1 a perecer Al considerar incornplet'1S las realidades efectl'· amente cono-
con el cuerpo; cuál es la naturale7a ultima y fundamental del cidas, evitamos ponerlas en el lugar de lo zibsoluto, )_a la vez
universo; si hay un Dios creador 1ector del universo. Es reo.b.1mos e l es t'mt1lo
i , o el mandato.
' de prooresar
"' mfinnarnente
. ..
·n~ci·o·n de lo real '\va que c'1da dete1m111ac1on
impoc;ible dejar de hacerse esas preg1111t'1<;; pero es imposible en 1a d e terrni '' · l
responderlas con la razón teórica sol,i (pura) En el «Canon de parcial se re\ elará corno incompleta, al compararla con e
la razón pura», que se verá más adelante, 1"' se encuentra un Ente realísirno). ..
desarrollo de esta cuestión. De este modo se alcanza un segundo aspecm de _la func:on
Los resultados negati\ os de la Di<1léctica transcendental . de la 1 azo' n- semín este la función de la rnzon consiste
reo ula t1va ' o ' [!l
no deberían llevarnos tampoco a desdeñar por completo e~"poner límites al entendimiento; a la expenenoa Pues« ,a ex-
aquellas ideas que la rnzón genera por sí misma. Ellas tienen . · e contiene todo lo que pertenece al mundo ~em1ble,
penencia, qu . . ¡ f ,·el el
una función propia, que Kant llama «función 1e,gulativa». Con- no se pone límites a sí misma» l"' Librada a "1 m~sma. a ac l\ i_ a
siste en mantener despierta la conciencia de que cuale<;quiern del entendimiento tiende a desarrollar pretensiones ab'iolut1sta5
sean los resultados que alcancemos en los conocimientos de (tiende a actuar corno si p~diera afnrn~r que no h~y nada masque
eriencia\ sus leves, Si bien la ,azon no puede
objetos parciales, ninguno de ellos puede sustituir al conoC!- e l rnun el o ele la exp , · el d
rniento del objeto total, pensado en la idea. Este queda como afirmar nada positivo acerca de lo que está fuera ele ese mu_n o e
· · 'ªel ero frncaso ele \a razonen la metafisICa da
algo inalcanzable que relativiza, por decirlo así, cualquier la expenenc1a, ,'' 111 . l
logro paicial. Al rni'imo tiPmpo, li1s idei1s. precisamente por te<;tunonio acerc-a de esa otra dimem1ón no ernpmca en la que e
p1 oponer estas metas inalcanz;ible<; ill e<;fuerzo coonosciti-.. o · . esta' vedado de 111<mera c¡ue el entc'ndunwnlo tiene
mgTeso no~ ' ' ,
del espíritu humano, hacen que e\te esfuerzo se"' orgamce qt~e reconocer aquí su límite. Por eso dice Kant. en ot1 o te'<. to, que

704 A 795 SS' B 823 SS 705 Profrgómmoí, Ed Acad IV. 3hll


LVI '.'1-'\Rlü ~ ALv11 I\ 1 HODl'CCIOI\ LVII

la funcion de la razón e:, tamL1én «rechazar la:, [... ] pretensiones 11


«Disciplina de l¡l razón pura». ·' Hay, a continuacion, un ex.a
dél entendimiento, cuando e:,te (por haber pod1clo establt>l er a rnen de las po:,ibilidadeo de un uso positivo de la razón pura:
p1ion las condiciones de la pli:,1bilidad de todas las cosas que el el «Canon de la razón purn»Y''' La reconstrucción sintética
puede l onocer) [p1 etendeJ h,tllcr e1Kl·1 raclu dentro de esto:, límite:, del conocimiento racional se hace en la «Arquitectónica de la
la pos1biliclad de todas las cosas en geneial».' 1)( La razón viene a razón pura». 11 " Allí se traza el pl.tno de un ;,1;,Lema ele ld fílo~ufJd
ser así una especie de guardiana de lo absoluto, que impide que transcendental. Finalmente, en la breve «Historia ele la rnzón
ese lugar de lo ab~oluto se<t usurpado por conocimientos o por pura,,· 11 se refíete el nacimiento de la metaf'bica a partir de una
ideologws que pretenden erigirse en doctrinas rnetnfísicas, sin teología primitiva, y se presenta la crítica como la ;,uperación
tener los fundamentos para ello. de las oposiciones de semL1<di;,mo e intelectuafümo (por lo
que respecta a los objeto;, del conocimiento); de empirismo y
L-1. lJ()l'lfU:\'\ f[Z,\'\~CFl\LlL'iT:\L DEL !\!ETODO noologi:imo (por lo que se refiere al origen del conocimiento);
y de nnturalistas (que se valen ele la razón como instrurnE•nto
Cna vez recurridos así todos los elementos del concepto metódico único) y cientilicistas (que poseen un métuclo siste-
de conocimientu pmible por razón pura, se puede proceder a mático). «Solu el camino de la crítica queda abie1 to».
rc'construir sintéticamente este concepto que al comienzo se Veremos ahora estos temas con mayor aproximación.
presentó vago y confuso, y que ahora se ha tornado cfütinto. En el apartado titulctdo «disciplina de la razón pura» la
Esta recon:,trucL ión se realiza en la «Doctrina del método». 1117 argumentación se desarrolla en cuatro secciones. En ellas se
!\o se debena ttatat e:,ta parte de la Crztica como si sus ternas exponen las comecue11nw, ie~trictivas ele la'> investigaciones
hubie:,en ,idu pi upueoros de manera caprichosa por el autor. crítica:, precedente;,; peru la exposición apunt,1 a e.\.traer, de es<ts
Se trata más hiende temas reclamados imperio:i<1mcnte por el restricciones, re~ultados positivus para el uso etecti\'C) de la razón
si"tema )' pur el método. llctbíamos est>.blecido que el método pura. En primer lugar, la 1 azón, en cuestiones de metafísic<t, no
de expm1t 1ón de la C1 itzw e1 a sintético, y este método exige debe adoptar el método de la matemática. E:-.presiones como
yue a] final del aislamiento de los elementos se reconstruya el «definición», «axioma», «demm,tración», tienen sentidos diferen-
concepto. Tenernus, pues, buenas razones para esperar aqui tes en la matemática y en 1'1 filosofía. Esto eyui\ ale a reconocer
e~ct 1 eco1blt ucción Je! concepto de razón pura. que la razón pura (y con elld la filo;,ofía) tie11e un campo propio,
En la Dour ÍIM del método se estudian las efectivas posibi- que exige un método propio pai a operar en él. En seg1mdo lugm,
lidd.deo de ope1ación de la razón en sumo legitimo, aprobado ante los embates del escepticismo, el fi!ósolo no debe procurar
por la crírica. Este uso tiene una parte negativa. la razón debe oponerles una refutación, ::.ino que -amparado, preu>arnente,
ante todo limitar:ie a sí misma, SL~jetándose a los limites que
la crítica le impone como necesarios. Esto se desarrolla en la
708. A. 708 s:,., B 73b os.
109. A 795 ss., B 823 """ :-iegu1mos a .\!0!11, Geo1g, v \\-dl"'chd.,
.\!drcu:,: "Einleituno. Kant> K1it1J., de1 1el!wn Venrnnfl,,, en . .\lohi. G.
106. Kr 1tilc der U1tezúlciafi; Crzllla de !a /awltaJ Je ¡1r::,g(i/1, prologo, Ed. v \\'illc!o,chel k, .\I '.mm pil,1d01 e:,). Klass1A.n A1o!e~l'll !11u1w11uel K,m/:
'\L dd. V' lii7 1116. Knt1lc der reinen í'i:rnunjt, Beilin, 1998, pp ..í- fü, dl1lll p '.Lfi.
107 A 70.í". B 733 :,:, ~0L1 e L1 DoL tima del metodo \ oll> pr ublem,L> 710. A 832 ss., B 8il0 ;,s.
fl·lllILUla1t» \l'I el "P"Itcido Lvt1e>pumltente en l<t B1Llwg1alia. 711 . .-\ 8.'í'.L ""' B 880 SS.
LVlfl v!ARIO CAl\11 INTEODl CCIO' LIX

en los resultados restrictivos de la im e<;tigación crítica- puede Los resultados positivos de la investigación crítica <;e exponen
limitarse a observar que el hecho de que cie1 tos conocimientos en el «Canon de la razón pura». Para explicarlos, se hace necesano
metafísicos sean inalcanzables tiene por consecuencia no sola- introducir en la argumentación algo que hasta <1hora no hahfa siclo
mente la imposibilidad de una afirmación dogmática acerca de desarrollado: el concepto de la razón entendida como unafacultad
los objetos de esos presuntos conocimientos. sino también. a la cuva tarea o destinación es la acción. Esta es la razón practica: la
wz. la imposibilidad de cualquier negación escéptica acerca de fa¿ultad de hacer que ciertos conceptos se tornen efectivamente
11
esos objetos. En tercer lugar, el filó<;ofo crítico no debe estable- existentes mediante una causalidad por libertad. ' La razón pura
cer, a capricho, hipótesis metafísicas para la explicación de los no puede sostener sus pretensiones de efectivo c?nocimiento en
fenómenos (hipótesis que son siempre inverific.ables); sino que el campo de la metafísica teórica. Pero eso no quier:_ deClr que l~
solo puede arriesgar «ficciones heurísticas» con el fin de oponer- facultad de la razón carezca de una tarea o destmacmn qne le sed
las a las pretensiones dogrnátirn<; transcendentes. Las hipótesis. propia, a la que pueda aplicarse satisfactoriamente Esa dt><;tinacion
empleadas a';í como «armas de guerra», permiten mostrarle al de la razón es la de regir la acción.
adversario que él también carece de un saber definitivo; pues La razón tiene su destinación natural en el mundo moral
no puede demostrar la inviabilidad de esas ficciones, así como (en el mundo que obedece a leyes moralesi. 1 '' Es:e mundo es
tmnpoco se puede demostrar su acierto. Finalmente, el filósofo una idea, pero tiene realidad objetirn práctica: tiene ,,mflu~o
crítico no debe aventurarse a ofrecer demostraciones por razón sobre el mundo sensib]e». 11 ' El interés e'ipecul<1tivn de la ra1on
pura, sin haber procedido previamente a justificar, mediante no puede satisfacerse mediante la_ mera espe~ulaci_ór~ tef1nrn
una «deducción», cada uno de los conceptos empleados en esas (corno lo hemos ,:isto); pero los objetos de ese mtP1 es 1la liber-
pmebas. Esa justificación o deducci(m debe mostrar siempre la tad de la voluntad; la inmortalidad del alma, y la ex1~tencrn
\ inculación de los conceptos empleados, con las condiciones de Dios)i 1" pueden alcanzarse por la vía práctica. La conside-
de la posibilidad de la experiencia. De esta m<1nera se evitan ración conjunta del uso especulativo de la ra7011, y de su uso
pmebas caprichosas acerca de las ideas. Del principio general práctico. permite abarcar toda'i las cuestione<; de la r~~on en
que dice quP una demostración legitima debe basarse Pn que lo tre'i preguntas: 1) ¿ Qjié puedo saber? 2) ¿ Qj!P debo harer: 3) G Qye
demostrado es necesario para la posibilidad de b experiencia se
siguen tres reglas: 1) debe haber una deducción de los principios
de toda prueba; 2) si se trata de prnebas de cuestiones concer-
nientes a la razón pura (que procede solo por conceptos), solo como si fuera una prueba racional pura en gene1al íGe1hatdl, Voller:
será posible una única prueba para cada proposición transcen- «Die Disziplm der reinen Vernunfl, 2. bis -L Abschmtt->. en: :\Iohr. C.
, Willascheck, ;\L (compiladores): f<Jrm1'}~r ,~:1~{rgrn _111171_1~11'.te! Ka11t.
dental. a saber: aquella prueba que conecte esa propo<;ición con Kntikdcrremcn Vrrmmfl Beilm, 19~l8, pp ,,d-.iJ,i, agm P .J.l_3J:_ \e1 sm
1

la posibilidad de la experiencia; y finalmente, 3) la razón pura emba1go la definición de esa p1ueba en Log1k Ed Acad. l'i., 11. .
no debe ofrecer demostraciones poi el ahsurrlo («apagógicas»), 713. l\lellin, G S. A.: Enorlopadmhr< W01tnh11d1 dn f,11twhrn Pl11/orn-
sino solo demostraciones que muestren las fuentes de las que pl11c. t V, p. 778.
pueden deducirse los conocimientm demostrados (pruebas 774. El mundo moral se define en A 808, B 83h.
«ostensivas») 112 775. A 808, B 836. Sobre la 1eahdacl objeti'a práctica 'e1 el ejemplo
del comerciante de gTanos, en Los p1ogrcsos de la metafiwa, Ecl. . \cad.
XX. 298.
772. Se ha interpretado de ot10 modo la prneba «apagógica». a saber. 116. A 7~18, B 826.
L\ 'VhRIU LAl'li 1, 1Kl.nlL~L1(!\ l\J

31 '- (!3u pu€do eopewr " 1' La pr m1e1 a pregunta atiende al mteres CJt'l1ctd «d Id \eZ prdCtlCd \ te011ca», en lc1 que lo practico «:,ol,J
de ld rdZO!l pura espeuil,m\ el, !d stcgundd, al rnteres de la razon ou >e LOnrn hilo t onduuu1 pcu a responder d Li cuestwn teonu1
pu rct pi au1Ld, } lct tercer a eo d ld \e¿ pr actKd \ especulan\ a o [ ] e'pecul<tll\ ª" [:,Id metalis1cd p1 act1co e:ipeculdtl\ a ha
tt'lll !Ld \ pe 1111llL lund,u un<.1 rnetdl1s1Ld cunca ,¡du puco L\.plur üdJ. prn los LC;tnentansras, a pesar de corbUtuir
Lu el rnll!1do rno1 '11, la tehuddd de los seres racionales es pro urM no\ uidd 1mpurtctntc mu oduc idct por ld filosolhl u ll!L,1
pu1 uunal a ,us me1 eum1entos morales Esto permlle concebir Hdbrd qut 1eu1rrll pa1"t 1e>plHlder ld; Luesr10nes metalblCdo
un ca~o ,mgul,11 1dtccJJ de «una mtehgenc1a en ld cual esten com a pi,uneo-, mas diterenuado, ) mas ,uuleo que teng,rn en
b111ctdos tn e\.,tdd p1opo1c1on la mas perfecta voluntad moral, cuentd ld 111e\ tldÜle deto1 mc1uon que la perspeCtJ\ a humana
con la :,u,na tt_ liudctd» 1 ' [ste es el 1dwl del :,umo bien El mundo impone et '>Lh ubjt tu',, e, deur, a pldnt<'o, que teng,m en cuentd
mu1,d Pn el c¡uL !et fe liudad es p1oporc10nal a los mereom1entos que el pUt1tu de\ ¡,t,l dl\ llW, dbsoluto, no e, el nueotru, \ que
-.oln es co11ceb1ble paia la 1azm1 pura s1 se lo cons1de1a corno no podtrnu> alutnZc!ilu !-Libra que n~:s1gna1se a que :,ulo esta
ulJ¡,\ de ese,! mtelHjC!lUd que Ieune en SI la olll11a feJiudad) la a nue-.no tll c111ce un,1 rntuh~1Ld diferente dt aquella uenua
\ uluntad m01 üh11e1He pe1 teda Su lo en un mundo mor<ll creado IJLIOn,d pttt" lt ut !L et qu, h<lst<L .ihor.i oe t ultl\ dba L1 .1nalog1d,
\ rtgwo poi un Ct ec1du1 :sctliw y bueno puede enconltdfse un la relc1L1\ 1ddd, ) el umco ab~oluto ctseqmble p.irct llUsotws el
si;,ten1d rdc1011dl que urnfique mo1al1d,1d) tehc1dad de la le¡ llH)1 dl, fui mctn lus elementos de la nue\ a metahs1ca
:\u tcnE mus w11uu1111i11to de este Dws, pe1 o tc1mpuco tenemos Kant Ll de,ctrwl!d en oli1<t; pu,leno1e:, en lo, pa1agrafoo 17)
1m.i rne1 d upw1on acerc.i de su e\.rstenoa (pues esa e;.,.1stenua es ,tgrnLnteo de l,1s P10Ügum11wJ - \ especialmente en el eoullo
e\.1g1dd pm la r,uon moral), smo que tenemo:s una aeenua (o ll,1mado «fortschntte du 0.letdph) s1h», («Lo, progresos dt lct
fe¡ 1 ' L.<l fe rnOJ ,ti tiene un funddrnento Íll me en le! necesidad merahoKa», apt 0\.1111<1darne11Le 1793, publKcido po:,tumo en
H1cund1L 1011<tdd del nMnd<lto mural L' --\.su vez, ld fe en la e;.,.1s 180 l''
lerKid de D1us) en ld \ rd.i hitura del almd es cond1uon pc!ia que En !et « \H¡mtectomL,t de !et razon pw el» se reconstnn e
sed comp1 uJo1ble ld umddd de los fine:s reg1dd ¡::ior el m.indato finalmente el conceptu que nos >Il \ io de punto de pd1 ndct
mural, \ ctqm encueut1a su 1ust1hcauo11 metod!Ld .-\que] cunc.epro vc!go \ de dudo"d leg1tumcldd, que era el de
[n luga1 de la met.ih~1cct dog11rnt1ca teo11cct se p1esenta aqm und «fílo:,ohct de la razon prnct», - 1 se h,1 converudo c!hora en
Ufüt !llé:'ldW,1ca e11te1ct111ente nueva, obrct de la ra,;on pura, pero un cullé epto c.lc11 o \ dbtmtu g1ciuas al estucho de sus elemen
con tundctmento mur <tl Lota metdÍlsILa no depende un/lamente tos nwd1dnte el metodo del ,usld1mento Al smret1zar dhora
de la rc1,;on p1 ,lcl1La -esta no se mteresct por la especulaoon, e:ios ele111euto:, se puede 1econstrnlf el concepto en su umdad
smo pm ]" le\ - pero s1 >e lldoa, en parte en ell,l, pues obtiene !:>1stenhll!Lct, ahora 'e puede comp1 ender que cdd.i uno de esos
de L1 moralidad toda !et whdez de sm fundamentos Es una elemento:s era nece,a110 petra el concepto, que cada uno de ello,
renut1,1 d los utros, en imc1 ct1 tic uldcIOn leg1tHna) no Cdpr iLhcioa

717 A.cllJl 88)1


lid A. ?\!O 13 8 l8 127 A tlO'i, B 83 3 con ielt'l' nua a lct p1egunt,l < cQ_ue puedo eope1cu o,,
179 C ct1wn, Lctp1tulu III «Del opmctr, el 5ctbe1) el c1eet», A. 820 s;, 722 Ecl -\L.td 1\' )íl"
H ti+b "' 123 Ed At.c1d \.:\, 23 í "'
120 A. 82ti B ti iu 12.t. A K±7, B tl7í
LXI/l
LX!f

El conocimiento por razón pum reu1bra aquí su valor, después como se explicará más tarde, en los Progresos dt la metafiqra~
de ser depurado por la crítica En particular, se e;.;.pone aquí «no es la hi<;toria de las opiniones que surgen C'1sualmente aqu1
el concepto de «filosofía en sentido cósmico», en el que se \a 0
allá sino la historia de la razón que se desarrolla a partir
aun más allá de la metafísica como l iencia teórica: se alcanza de co:Keptos,,u" El desarrollo ele la historia de la filosofía se
el concepto de sabiduría. 12 ' Según t>I «concepto cósmico». la puede ordenar así en oposiciones ~ue ~o~ otras tantas fases de
filosofía es «la ciencia de referir todo conocimiento a los fines un despliegi.1e necesario de la razon. S1 bien. s~ exponen en el
esenciales de la razón humnna». 12 . Pero eso precisamente es texto tres pares de oposiciones, se p1wden d1stmgi.m tr~s.fase<;
la sabiduría: «La idea de la unidad necp<;aria ele todos los fine<; fundamentales: el dogmatismo, el escepticismo,; el cnt1cismo.
posibles». 127 La depuración racional y crítica de la metafísica fate último recoge en sí y sintetiza las dos fases anterio1 es
da por resultado una sabiduría que tiene es ti uctw a si<;temática
y rigor científico. Tanto la filosofo1 práctica como la teórica
contribuven a ella. La filosofía ele la razón pura culmina así
en la sabiduría. 12 B A esta la llanrnnamm hov probablemente En su inmensa riqueza, la Critzca dr la ro¿on p11ra aba1ca
conocimiento del sentido de h1 vida huma1;~ Las metafísica~ todos los temas filosóficos. Por eso ha siclo intPrpretacla de
tradicionales ofrecían diversas determinaciones de ese sentido. muy diversas maneras, <;eg1ín dónde haya puesto el. acento el
La crítica advierte que para detennina1 lo positi\ amente se lector. Se la ha entendido como una hmclarnPntac10n de las
requiere un conocimiento que no está a nuestro alcance. Por ciencias físico-matemáticas (Cohen, Cassiier:: com() un<i obra
1

eso, lo determina solo negativamente, al establecer las condi- de metafísica (Paulsen. Paton. \A,·undt), o como una lógica ,To·
ciones que no deben dejar ele ser cumplidas, en la búsqueda nelli). Aun un breve examen como el que hernm of1 ecido hace
de la felicidad: el cumplimiento del deber y la conservación resaltar, inevitablemente, algunO'i aspectos del te'do y pre.sta
ele la dignidad. menos atención a otros. Solo una lectrn a cl1rPcta y reflexiva
La «Historia ele la razón pura», con la que concluve la permitirá formarse un juicio sobre. la obra. Ojalá que nuestra
obra, no debe confundirse con una historia de la filosofí;. Tal traducción contribuva a hacer posible esa lectura.

M.\RIO C.mu
125_. A 839, B 8t~7. Ver Reílexión Hi'í:2, r~d. Acad XVI, füi: «'Se pod1ía Buenos Aires, julio de 2000
distmgi.111, filmof1a científica y 5abiduría: la primPra es enH-l1ción; la
segunda es conocimie~1to de la de<;tinac 1ón del hombre por lo que
conCierne. al entend1m1ento y a la voluntad. [ .] Nadie pi egunta poi
la sab1cluna, porque ella pone en ,1p1it'lc¡<; a la ciPncia, que es un ms·
trnmento de la vanidad».
726. A 839, B 867. Ve1 también l [el. Acad. IX. 2-L
727. A 328, B 38.).
728. Reílex1ón HLí, Ecl. ;\cad. XVII, í ·,2. «Torlas ]a5 dem~' cienuas
son órgan.os de la habilidad, o rn:mdo rna'i. de la sagacidad. La meta·
f1s1ca [es organo] de la sabiduría» Ver t,11nb1én Logira, Ed. Acad. IX,
2-ic: :<Filo5ofía es la idea de una sah1du1 pe1fpcta, que nos mue5t1a el
fm ultimo de la razón humana». 729 Fortschntte (Progresos de lo Metofniral, Ed. Acad XX. 3-ic3.
LXIV l'ITRODULCIO"\ LXV
NOTA ~ l A TRADlJCC!ON la filosoha contemporanea, un sentido ªJeno a la filosofia de
Kant Pero ese no es el tmKu se nudo de una palabra de \ 1eF
El texto trMluc1do es el de la echc1on de Rc1) mund Schrn1dt tradK10n latma, nos hd pareudo prudente ) posible, para un
Immanuel l\.c1nt K11t1/c d11 runrn Vemunft Kc1l h de1 crolt.n und te\.to del s XVIII, atu1ernos ctl uso latmo, moderno) lantiano
L\\ e1ten Ongmal -\usgabe neu herausgegebe11\011 Rct)' mtmd
del termmo
Schm1dt Hambmg Feli\. ~Iemer, 19711 Cudnclo tue necesano, La expres10n «VVlflhchleit» se traduce por «realidad efec
se cornpJ.1 o eote tE''\tO con el de Ido edroones de ld Academia tn a», para d1stmgmrla de «Reahtdt», que a su vez se traduce
P1 miana de IJ.s C1enc1as 1Ed ,.\-C<1d ) de W We1scheclel) de I por «realidad» Esta regla adnute, srn embargo, alguna~ pocas
He1d1omann 1\ eren la Biblwgraha 1'1 'ecoon «Obras de K,mt excepc10nes, sanc10nadas por el mismo Kant, quien hace uso
) echuone' consultadd'") libre de estas equivalencias (p ej en Fortghrztte der Hetaphyszlc
F 11 e clsos de duda, hemos consultado l,1s tr<LC!ucc1ones Ed -\.cad XX, 322)
menuonddds en !et B1bliug1 <tÍld en d ap,u Ltdo «Trc1cluc c1ones En el texto sumrmstramo~ la pagmac10n de las edK10nes
de la ( rtlw1 de la ra::.on puia cu multadas» Adoptamos d \e ceo de 1781 (conocida como ed1c10n Al y de 1787 (wnooda como
las suluuunes pi opuestao poi ella,, ed1c10n B) En razon de las diferencias de la smtax1s alemana
Pdrd ev ilar un e\.cesl\ o numero de notas, mtercalc1mos en )' la espaüola, el sefictlanuento de la d1v1s10n de las pagmas es
el texto 111101110, entre co1chetes [ J, l,b pa!dbrcts o tia,es que solo ap1 O"\.rmado
c1em1u~ nt ceo,<1110 ,1gu:gctr p,11 d completdr el -,e11t1do de alg1111as Las notas de Kant d1;,unguen con la md1c<lc10n «[J\utd
p1 op<l'tuune-, en espdüol de Kant]» Las notas que no llevan md1cac10n de autor son
fr,1duc11110' «Gemut» por «mente» Segmmos < on ello una nuestras
md!Cdt 1011 de Kd1ll «Gernulh (mens, ammuih en Opw postumum, S1gu1endo a Id;, edH 10nes ongrnales, no hemos puesto
Ed AcMl X'\II, p 112 Ln favor de esct n<1ducc1on se hctn acentos en las expre~10nes en gnego
p1onu11uado \ ale110 Ruhclen, MKhctt.1 \Vollt \ F1 ,1m ms '(¡l\ 1er
Chem r Fs \ erdMi que el te11111110 «mentt.» ha cobt ctdo, en

130 \l,ile110 Ruhdt n "º


sentid u du te1 mu Cemu1 em !"dl1L", en
,..J.nal;tuu 'ul 1 1 Rw de J,rneuo, !()U l, pp hl ¡, Rohden dKe que
>on 1,,u,tlmullt ,tceptdh]e;,,' dLll011Lauo;, pm Kdlll multe,) '"m1mu'
tP h1 ctunque le ¡>u <:.te menu, eq u1 \ uto «ctmmu' p (J l Fn Í<t\ 01
dt ]" 11,1th1cuon clt. 'Cuuul > pm lllt nle' >e p1om111ch111 td111b1en
\lich,1el \\ulft D11 !u!lJla1uh0 kut der kunúdan U!Ltilitujd \ f1,1ncu1>
\.d\ 1e1 ( henet f UJJ!Jt dt f ontufa u u ;t;qu" / f; Jlhtliljlll lrullJlllidantu/i
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Ldle, 1'i'l-t p 1'11:\ On 111 cu111mu11u11tul qut le te1 me ck Gwwt n e>t
que l ec¡u1' ,tlenL du Le1 me ldtlll mms ,tUquel " 1ecuu1, L1 D11,utatto11>>
V«1h1n¡,e1 h,1c.e nuldt que h.,mt Lhd el tenmnu corno equ1\ ,denle ele lente del mgles «nwul>> empleado p01 Hume P01 el comra110 tanto
«facultad de 1ep1e'<::nl,1c1on \ que lo emple 1 p1de1en1t_mente poi \!ellrn corno Bo1 n, como mas rec1eme111ente \01 be1 t HmsJ...e, prehe 1 en
:,u neulJ ,tJ1d-td me1,tf1s1c.,1 1l I V,ul11n,,e1 Aummentar t 1 p lJ , sendld ttaducn «Gemut» por el te1mmo latmo «animuJ», que tdmb1en esta
ddema> que los pnmeH» ktnu<1no:, u;,;:u un el te1 mino como equl\ a certtfJCddo en lo;, textos J...antianos
LXVI LW/l

AGRADECIMJENTOS CRONOLOGÍA

Este trabajo no habría sido pmible sin la colaboración de 22 DE >.BRJL, a las cinco de la mañana: nacimiento
1724
mu~~~simas personas. A todas ellas va nuestro agradecimiento. de Emanuel (luego Immanuel) Kant. cuarto hijo
Qms1er~m?s agradecer en particular a los profesores Mariela deJohann Georg Kant, de profesión talabartero,
Paolucc1, Lic. Marcos Thisted y Esteban Amador, de la Universi- de origen lituano, y de Anna Regina Reuter. ori-
dad de Buenos Aires, por la conferción del Índice analítico; a la ginaria de Nilrenberg. El lugar de nacimiento, la
profesora Dra. María Julia Bertomeu, de la Universidad I\acio- ciudad de Konigsberg, pertenecía en ese tiempo
n~I ~e La Plata; al.a profesora Ileana Beade, de la Universidad al reino de Prusia, regido por Friedrich Wilhelm I,
Nac10nal de Rosano; y a Eduardo García Belsunce, del Centro el «Rey Sargento». Se integraba en el imperio de
de In~estigacione~ filosóficas, quienes han leído partes del ma- Carlos VI.
nuscnto y han hecho oportunas sugerencias v observaciones· a
1727 Muerte de Ne•\·ton.
la profesora Adela Carabelli por su asesoramiento en cuestion,e 5
estilísticas de lengua española; al profesor Dr. Antonio Tursi 1728 Christian Wolff publica la Phzlo>ophw ratwnabs m•e
de la Universidad de Buenos Aires, por su respuesta a nuestr~ logica. Su obra metafísica es anterior: Vernunft1ge
consultas sobre textos latinos; a Cecilia Caimi, Llliana Canelo Gedrmcken von GOtt, der H'elt und der Seele des
y R~quel Saldivia por la revisión integral del manuscrito, y a Menschen, auch allen Dmgen 1iberhaupt había sido
Adnana Luengo por su constante olaboración, su consejo y publicada en 1720.
su apoyo- 1730 Kant comienza a asistir a la escuela primaria.
1731-1754 Zedler publica el Grom> 11ofütándzges Umversalle-
xikon aller Wissenschaftrn und Kiin>te, antecedente
de la Enciclopedia francesa.
1732 Kant ingresa en el Collegium Fridericianum,
escuela secundaria de orientación pietista. Se
interesa especialmente por autores antiguos ypor
el latín. Permanece en esta escuela hasta 1740.
Wolff: Psyrhologw crnpmca
1734 Wolff: Psychologza ratwnalzs.
1735 Car! von Linné: SystPma naturae.
1736 Maupertuis comprueba el achatamiento de la
Tierra en los polos. Wolff: Theologza naturalrs
(1736-1737).
1737 Muerte de Anna Regina Reuter.
1739 Alexander Gottlieb Barnngarten: MetaphyHra- David
Hume: A Treat1Se ofHuman Nature (1739-1740).
'1-RIO C ~1'11
1 11«-:Ju1.,,c e 10 , nn
LWlll
.::iEPlu 'lb RE Kant se m~cnbe en la um\ er51dad de puede \ enficarL1] Die }/age, ob die l:,rdc L' ¡,¡/,<
17-W p!tp1Áafod, uu.,ogw [I el cue~t1011 de :,i Id l 1l ria
hoiug:,Leig [,LUtLl prn1up,llmeHte uenua~ natu
rale:, matem,1lll a, filosohct) teolog1a Fedenco II, en\ eJece, cmi:,1deradd desde u11 puntu de \ btd
11..tmddo «El G1ande>, :,ube ctl trono de P1usia f1sICo] Vuelve a Komg~berg Rou~sedu DtiCJ i!J
p 1 u:,id comienza la pnmera guerra de S1les1a Ju1 f 011g1m tl lo /onJemlllto de f'uk:)'zltle ,b<ll "ll !10
honuno Muerte de Chnwan \Volff
17-1-f Segunda guenct de Sile51a
17'í5 Pubhcd la;, nb1a~ Allff,ememl /\atw[!,esih1tht: und
~fuerte de Johann Georg Kant Kant da a la 1111
17-±b Ilzeo/le de5 lhmmels od~1 Ve1:;uch 0011 det Té1fa»llll[.,
pienta :,u te>l> Gedan!..en 1 on Jer iwhren Schat¿ung
und dan 11u,harmd1en l/1411 unge (Í¿:, gan~t11 Hé 1tgt
du Libwdtgw Kiafte [Pemam1entos sob1e la\ er
baudo, nach Nuvtomsdten G1w1diat._,ln ab,clu1,J,ü
dctdei a estunac10n de las fueu~as VJ\ as], editada
[H1stonct i:,uie1 al de la natrn aleZd ) tcvo11" del
luego en 17-±9 cielo, o ema yo acerca de la constltULicm ) del
h_c1nt traLc1p como p1ecepto1 en las ca5a~ de tres ongen meecrn1co de todo el umvei~u, e"\pt1esw
17-±7 175-±
taimhds, en lo5 dlrededoies de Korngsbeig segun p111H ip10s newrornano~J, iílcdzt11twntlf't
Hume Plulu1oph1w! Essays Concenung Human qua 1 undam dt tgne suawta dlflllwtw [Bi e\ e expo
17-±8
Undu::,tandmg :,1c1011 de ,d¿wH;, rned1tauones aceica del tuegoj
Buf±on comiel1ld Id puLlic..1uon de Hzstoue natu (tes15 Jocto1.Jl) P1uzupw1um Jn111w1um w¿rutw1w
17-± () metaphyJuat 1101 a dtluudatw [Nue\ a eluc1dc1uon
ielle oenewh et partuulwe (-± 1 tomo5, publicaoon
term~nada en Ú)U 1),) pubhcd tdmb1en Theune de de los pnmuos pimcip10;, del conoumiP,1to
metdhoKuj Lon e5te ultimo eoc nto obnene la
la Ferre
hdb1htauoP par ,t lct docencia um\ ers1tclna
Rousseau D1:;w1uJ ;u1 le; ;uenceJ et les arts
1750 1756 PublILa Lto ub1d~ Von d,n U1Jad1w J,1 l:rd~,
Didu ot ) D' ..\lernbei t editan la Elllycloped1e ou
1751 1772 Jlhuttenmgen bu Gdege1tlze1t des Ungludw, ,0eLd1e,
dntwnnau e rrrnonne dn ;uuues, des a1 ts et do me
d1i uot!1che 1 ande1 von Europa gegw das buf, do
tzen vo11gen}aft111 b1 tru/fe!i ftat [ \cercd de las "ªu~as
1752 fr,rnlJm rn\enta el pcudnaycb de lo~ teu emotu~ en ocas10n de la desgraua quP
Kctill publica las obrds Untw,mlwng de1 Fmge, ob suh1ewu Jo, ¡1JJ't,~ ocudenta!e, de Emopa a fmeo
175-±
dn Etdi lll tlue 1 Umdrdwng urn rhe Achse, aodwch del c1iío pctsctdu], Gesdmhll u11d Nc1t11t bnd11llb111ig
;ll du Abiuih::,dung des Tages urul de1 NadJl huvo1 der mul.wu11hg1tw Vi}lfalle lÍeJ E1dbebw1 tteld1~:;
bunot etruge Vewnduung Jlll den enten Ztilln zhm an dem E11d1 do 7755:,tw}alm:; etJhli grussen 171ed
Ui:;p/uno; eilittw luzbe und worau; man szch ihrei der E1de cwhut!trt !tat [H1stond) de~u1puon de
ia:;llfu~n Áo111ze [Invest1gauon de la cuest10n los aconteurn1entos mas notable:, del te1 remoto
de si la f 1ena, en su giro alrededor de su eje, que a fines del c1110 175'í Sdcud10 una grdn par
poi el que produce la ,dternanua del dia ) la te de la Tierra], Fortgeset¿te Betwchtung dcr ;ezt
noche, ha sufudo alguna alteraoon desde los ezmgn Zezt u a!u¿uw11wunlll Eufu;clzutterungen
tiempos p11me1os de su ongen, )' de Lomo se [ContrnudCJOll de bs obse1 v aCiones acei ca de

L_
fNTRODUCCfO\I LXXI
LXX MARIO C'i\IMI

1762 Die falsche Sp1tefind1gke1t der vier íylloglítmhen


los temblores de tierra observados desde hace
F1guren erwzesen [La falsa sutileza de las cuatro
alg{m tiempo]. lv!etaphy11cae cum geometna wnctar
figuras silogísticas, demostrada] Herder asiste
usus m J1htlorophia naturalz, rums rpenmen I contmet
a_ las lecciones de Kant (hasta 17h-!) Rousseau·
monadologiam phynram [Acerca del empleo de la
Emile ou de l'fdumtwn; Contrat mcwl Nacimiento
metafísica unida a la geometría en la filosofía de
de Fichte.
la naturaleza, cuyo primer espécimen contiene
la monadología física), Neue Anmerkungen zur 1763 Der emz1g mogbche Bmiflsgnmd ¿u emrr Denwnstratwn
Erlauterung der Theorie der Wmde [Nuevas obser- des Daserns Gottes [El único a1gumento posible para
vaciones para una explicación de la teoría de los una demostración de la existencia de Dios J. vérmc/1
vientos]. Guerra de los Siete Años (hasta 1763). den Begriff der negatwen Gromn m die Weltweishrit
em;¿ufuhren [Intento de introducir en Filosofía el
1757 Entz;Juif und Ankundzgung emer Collegu der phy-
concepto de las magnitudes negativas] Paz de
szschen Geographze nebrt dem Anhange emer kurzen
Hubertusburg entre Austria, Prusia y Sajonia
Betrachtung uber du Frage. Ob die fVestwmde zn
(fin de la Guerra de los Siete Aüos) Federico II
unsern Gegenden darum feucht se1en, wetl sze uber ezn
organiza Prusia en rígidos estratos sociales
grosses Meer rtre1rhm IBosq11ejo y anuncio de un
curso de Geografía Física junto con un apéndice 1764 Beobarhtungen uber das Gefuhl der Srhonen und Erha-
en el que se conside1 a brevemente la cue~tión de benen [Observaciones sobre el sentimiento de lo
si los vientos del Oeste, en nuestras comarcas, bello y de lo sublime]; Vmudz úber die Krankheiten
son húmedos porr¡ue atraviesan un gran mar] des Kopfes [Ensayo <;obre las enfermedades de la
cabeza]; reseüa del escrito de Silberschlag· Tlzemze
1758 Neuer Lehrbegrzffder Bewegung und Ruhe und der da-
der am 23.juli 7762 e; rchimenm Feuerkugel [Teoría
m1t verknupften Folgerungen zn den enten Grunden der
de la bola de fuego que apareció el 23 de julio
Naturwissensrhaft [Nueva teoría del movimiento
de 1762); Untenurhung uber d!f Deuthrhknt der
)' del reposo v de las consecuencias que de ahí
Grnndsatze der naturlirhen l71eolog1e und der Moral
derivan en los fundamentos de la ciencia de la
[Investigación sobre la precisión de los principios
naturaleza] Rusia ocupa Prusia oriental. Kant es
de la teología natural y de la mora!J; este último
súbdito del Zar (hasta 1762).
escrito recibe un premio de la Academia Prusia-
1759 Versuch emzger Brtrarhtungen uber den Optzmismus na de las Ciencias. Kant declina la cátedra de
[Ensayo de alguna'> consideraciones sobre el Poesía gue la universidad le ofrece Hargreaves:
optimismo]. Adam Smith: 17ze 17ieory of Moral la máquina de hilar
Sentzments. Inglaterra conquista Canadá Naci-
1765 Nac!mrht uon der F,11mrhtung ífmer Vorlewngen rn
miento de Schiller.
dem Wmterhalben;alm von 7765- 7766 [Noticia del
1760 Gedanken ber dem frithze1t1gen Ableben des Herrn programa de sus lecciones en el semestre de
}ohann Frzedrzch von Funk [Pensamientos con invierno de 1765-1766] Se publican los Nouveaux
ocasión de la prematura muerte del señorjohann essais wr l'rntendrment humazn de Leibniz José II
Friedrich von Funkj emperador
LXXII
l 1huUl eCJOC L \ \111

] wuml eu10 GtzJ!t1Jeftw, ellautut dwch Tiaume der 1776 Aufiat~e, da:, f'fufalltluop11z bdnjjend [F ;,cntuo au:-r
17bb
Hdaphyj1/,, [~ueno;, de un vis10nano, explicados ca de l<t Ph1lctnth1opm], "ºn dos ema\C,\ ctcerut
n1t::d1anle sueno~ de la metahsICa] En rl:.BRERO de ele un 111st1tuto filantruµ1c0 de De~~dLI \Iuent
e;,tt ano K,u1t e;, nomb1 delo subb1bhotecano del de D<t\ 1d Hume Independenua de lu~ btctdo"
palduo real de Korng~berg, es ~u pnrne1 empleo Urnclo" de Amellca Aclam Srruth ,-111 Tnquu}
ÍljO mto the Natu1e and Cawej uf the TVéalth oj 'Vutw!IJ
Vim dun mte11 G1 undt deJ Untrnduedej de1 Gegenden Se funda el Vm emdto del R10 de Id Pl<tta, con
1768
un Raume [~obre el pnmer fundamento de la capital en Buenos Aires, regwnes menuonadas
dife1 enciac10n de las reg10nes en el espacio] por Kant en Phyot~dte Geug1ap/11e (R10 de la PJ,ua,
Ed Acad IX, 278, 280, Bueno" Aires, Ed AcdJ
l/(¡l)
E;, el aüo de la «g1an luz» La u111ver;,1dad de
IX, -±Jl)
falangen le ofrece a Kant un cargo de profesor
1778 Kant es nomb1<tdo rmembio del ~1:.nado de la
que el no acepta
umver,,1c!dd de h.orngsberg El mm1;,tro Zédhtz
[] il DE. \!\RLO Kant es nombrado profesor de
1770 trata ele lle\ ,u \o a la um\ e1 s1dad de H,1lle
i\letah~ICa ) I og1Ca en la umve1s1dad de Komgs
be 1 o '\ntes habld reub1do un ofrecrrmento de la 1780 Lavo1,,ier Lom1t11za a sentar ]ds bd~e" ele l 1 qm
urn~ ers1dad de Jena, que no acepto Su leccron nuca
maugmctl ;,o~temdd con d1;,putac10n publica el 21 1781 En mayo, se publica Id K11t1/,, der r¿u¡¿n í'enwnjt
DE \GO'> l t) ;,e publica con el titulo De mund1 :iens1bdi; [CntlCd ele la fdZ011 pma), (ed1uon lJ,rn,ada
atque mtdl;g1billl forma et prwcipw [Sobre los pnnci «A»)
pw;, fonnale;, del mm1do ;,em1ble) del mtehgible) 1782 Kant pubhLd un d11unc10 ele la ecl1c10n de la
C01men¿a Id 1l,m1ada «decdda silenciosa» corre~ponclenc1a
de Lambert
1771
Re sena de un hb1 o de Moscati acerca de la:i 1783 P1olegumena za Wtel ;edw Aunjtlgen \letap!t;Jth, die
pnncip,tle, diferencias fisicas en la estructura de al:, Wz:;su1Jdwjt wud auftr6le71 Aonnen [Prolegome
lo;, ammdle;, y del hombre nos a toda metafoILa futurd que haya ele poder
1772 21 Dl'.. r E.BRERO carta >i Markus Herz en la que ex p1e;,enta1;,e orno uencia] Resena ele la obra ele
pone Jo;, pensanuentos fundamentales de lo que Sdrnlz l11t1od1uiwn a una 1€01 w mural para todos
sera la Crttna de la ra;¿on pura En mayo de este luJ se1es humaiws sm dtJl!mwn de iehgwn, pmto wn
aüo dep el empleo en la biblioteca del palaoo un apendzce wbre la pena de muerte Kant adqmere
Vim den imihtedenen Racen der Jt,Jen:ilhen [Acerca una casa propia, en la Pnnzessm Strasse [Calle
1775 ele la Prmcesa] ele Komgsberg Paz de Versailles,
ele lds dl\ersas raza;, humanas] En este año,
probablemente, escnbe el manuscnto conoudo con reconocm11ento ele la mclependencia de
como Du1jburgJd1e1 Nachlass [legado Dmsburg], los Estados mdos de Amenca Los hermano~
en el que explma d1ve1sas ;,o\uc10nes para el pro Montgolfier t omtruyen el globo aerostatico
blema de la Deducc10n transcendental Jenner 1784 Idee ;¿u eme1 al!gemewen Gesdmhte m lt dtbw gu !1
la vacuna d11l1va11oliLa d1er Afou!tt [Idea para una hbt011a u1m ersal en
LIT/V MARIO CAllVlJ
INTRODl lCCION LXXV

sentido cosmopolita] Beantwortung der Frage Was publicar la revista Pl11losop!mches Magazm, en la
lSl Aufklarung? (Respuesta a la pregunta: ¿Qué es
que critica la filosofía transcendental.
la Ilustración?]. 1789 El viajero ruso Nikolai Karamsin visita a Kant
1785 Grundlegung zur Metaphys¡k der S1tten (Fundamenta en la casa de este Revolución Francesa. Se pro-
ción de la metafísica de las costumbres}; Ueber dze mulga la constitución de los Estados Unidos de
Vulkane zm Mondr [Sobre lo5 volcanes en la Luna], América
Von der Unrechtmtiss1gke1t drs Buchernadzdrucks [So- 1790 Kntzk der Urthnlskraft [Crítica de la facultad de
bre la ilegalidad de la copia de libros]; Be5t1mmung juzgar]. Uebei eme Entderkung, narh der alle neue
des Begriffi eznrr Mmsd1enrare [Determinación del Krzt1k der mnen Vernunft durrh emr illtere enthehrhrh
con,cepto de raza lrnmanaJ Reseña de la obra gemacht werdm rnll [Sobre un descubrimiento se-
de Herder: Ideas para la jilo•ofía de la h1Storza de gún el cual a toda nueva crítica de la razón pura la
la human•dad. Prusia aliada con Hannover v con torna superflua una anterior]; tercera edición de
otros estados, contra Austria. ' la Crítica de la razón pura Salomon Maimon Ver-
1786 Metaphymche Anfangr;grunde der Natunmssenrchaft such uber die Trans;¿endentalphdornphze. Leopoldo II
[Primeros principios metafísicos de la ciencia de emperador
la naturaleza]; Muthmasslzcher Anfang der Menschen- 1791 Ueber das Mmlzngen alter philomphzschen Versuche
geschzrhte [Comienzo conjetural de la historia hu- inder Theod1ae !Sobre el fracaso de todos los
mana]; Was hmst: Sir/¡ 1m Denken orientzren ::> [¿ Oué ensayos filosóficos en la teodicea]. Fichte viaja
significa orientarse Pn el pensamiento?]. Otras a Konigsberg para conocer a Kant. Mozart· La
publicaciones: reseña de una obra de Hufeland flauta mágica_
y comentarios a un trabajo deJ akob sobre la obr~ 1792 Vom radikalen Bo~en !Del mal radical] (obra reco-
de Mendelssohn Morf!enstundm. Kant es nombrado gida después en el libro sobre la religión) Fkhte:
rector de la universidad, y miembro externo de Versuch ezner Krztzk alter Offenbarung (Ensayo de
la Academia de Ciencias de Berlín. Asciende al crítica a toda revelaciónJ. Prusia, aliada con
trono de Prusia Federico Guillermo II. Austri~ entra en guerra con Francia. Francisco II
1787 Krrtzk der remen Venmnft [Crítica de la razón pura], emperador.
segunda edición (llamada «B»). 1793 Die Rehgzon znnerhalh der G1enzen der blomn
1788 Ueber den Gebwurh teleolog1srher Prmapzen zn der Vernunft [La religión dentro de los límites de la
Pliilornplue fSobre el uso de principios teleológi- mera razón]; Ueber den Gemeznspruch: Das mag zn
cos _~n la filosofia]; Kntik der praktmhen Vemunft der Theorie rzrhtzg sezn, taugt aber mdzt fur die Pra_xzs
[Cntica de la razón pi ácticaJ. Reseña del libro de [Sobre el dicho corriente: Eso puede estor bien
Ulrich Eleutlzerwlogu Kant es designado rector en la teoría. pero no sirve para la práctica] Jakob
por segunda vez. El profesor de la universidad Sigismund Beck escribe, a pedido de Kant, un re-
de Halle Johann August Eberhard comienza a sumen de la Filosofía transcendental· Erlautcrnder
LX.X\/ l'ffRODlkCIU L\XVll

1us¿ug aw den Ántzschen Sdu iften deo Henn Prof 1797 Dte t!Ltapltr;1Á der S1tten [Ld metahs1ca de las cos
hant 1111/ 1watrn doodben [Resumen exphcat!\ o turnb1 e:,] lle bu un ze1 memtes Ruht aw Ht1od1enltebe
de lo~ esc11tos cnt1cos del p1 ofe~or Kant por ¿u lugrn [::,obre un presunto derecho a mentir por
rndicauon dt el 11llorno] (t1 eo tomos) .'.:ich1ller amor ctl p10¡1moj Mut:,rte de Fedenco Gmllerrno
ab 1 lnmut und Wurde [~ob1e gTaua y d1g!11dad] II >\sc1t.ndc ,ti t10no Fedenco Gmllermo III
coment<ldo por K<Lnt en Die Relzgwrz , Ed c\cad 1798 Dei Stlflt du FaAultaten [El conflicto de lc1s facul
VI l. i) Ll Terrm en F1 ctnc1d, eJecuuon de L ms tades Ulll\ us1tauas], Ant/uupologte zn pra¡jlWfljlher
A VI Repa1to de Polo!11a ent1e Rusia) Pruo1a Hwsuht [ !\.ntropolopa en sentido pragmaticoj
l:_üuü ubu den Emjlujo des jl¡Jondeo auf dze fVít Uebt1 dzt Budunmhem [Sobre la confecc10n de
te11mg [Algo sob1e el mfluJO de Id Luna sobre l<ls hbws] Prologo a Uebergang wn den llttap!t}md1e11
cond1c10nes d1mat1cas], Das Ende aller Dmge [El Anfangsgrundw der Natum tose1rnlwft ¿u1 Php1Á
firMl le todas lcts cosas] El rey ordena a Kant [Tramito de loo, pnmeros pnnc1p10s metaflSlco::. de
no esc11b11 111as sob1 e 1ehg10n Ld i\cadem1a de la c1enuct dt. ld nc1turaleza a la fis1cct] obra en Id que
C1encicts de San Peter~burgo elige a Kant como Kant tr.tbdJO en los ultimos anos de su\ ida \ que
rmembro e\.tranJeI o F1chte Ueber den Begrzff de1 deJO mcondusd (conocida como Opw postumum)
H /jjlfljdzaflsldue ode1 der sogenannten Pl11losoph1e Kant es nombrado miembro de la i\cdderrna de
[Sobre el concepto de la doctrma de la ciencia, Cienc1d~ de .':i1ena Napoleon en Egi.pto Ocupa
o de lo que se llama hlosof1a] c1on <le Ronu por tropas francesas
I;C) ) Zum w.ngen Fnedi:n [Por la paz perpetua] Prusia DeclcUdCJOn cont1a Frchte Napoleon depone
sale de la COclhc10n ) firma con Fianod la Paz de al DireLto!lo Chailes F1<l11<,.01s Domuuque de
Basilea en una negocldc!On que fue cuticadd El V1lle1s publ!Cd el c11l!LU!o C11tu¡ue de la razson pure
e~u no de Kant se hct tomado como una respuesta (expos1C1on de la obrc1)
d este hecho poht!CO 1800 Prologo de K,mt et la obra de J achmann Prufung
17% Vim ewem 11e1ieHÍmgs eilwbeuen vornehmen Ton w de1 Ka11t1jd1en Rdtgwwplulo>vplue [Examen de la
,:u Pfulosuplm [.':iob1e un tono d!tane10 que se ha hlowf1d hdi1t1cma de la rehg1on], epilogo a la obra
.dútdo ultrrndrnente en la filo~o!ld], Ausgleulwng de Chr1st1dn G M1ek\...e 11ttauzslh dwt>dm und
ttlltS auj Jl,fooz ujtand buuhwden matlumatmhen dwtoch littaul!.d eo TV01tub1nh [Diccronano lituano
:Jt111t:; [ \ue¿lo de und disputa matematica que ~e alunan ; aleman lituano], LogzA Em Handbuch
l; coa cu un 111.de11lu1d1do], Ve1Aund1gung des na/zen .¿u Vinlrnwgw [Log1ca l\lanual de lecc10nes]
lb Jdusc.u llliló Trmlúts ¿um lWlf!,lfl Fi 1eden lTl der (ed1uon p1epdtdda por Gottlob BenJammJaesche
Pfulu:uphu [ .\nunuo de la pr o\1111a condus1on de d pedido de Kant)
1111 ti Mctdo de paz perpetua en Id filoso ha] Carta 1802 Physwhe (1wgwplue [Geogi.af1a hsica] (ed1c10n de
a .'.:iomme 1mg sobre d organo del alma El 23 las lecciones de l\.ant, prepaiada, a pedido de
DE ¡t \1u de este dl10 d10 K,mt su ultimd lecc10n este, p0r l!educh fheodm Rin\...j
Ul1!\ e1 <-mma (wbie Jopea) Traducc10n el! latm
dt lc1 L1wuz de la ra:::.on pura pm Born
LXXVIII MARIO CAIMI

1803 Ueber Piidagogzk [Sobre pedagogía] (edición de


lecciones de Kant, preparada, a pedido de este, BIBLIOGRAFÍA
por Friedrich Theodor Rink).
1804 El 12 DE FEBRERO a las 11 de la mañana Kant La bibliografía sobre la Crítica de la razón pura es muy gran-
m:1r~ó. En sus últimos días lo acompañaron y
de. La selección que ofrecemos a continuación se ha regido solo
asistieron su hermana Barbara Theuerin v su dis- por nuestra experiencia personal con los textos, y no constituye
cípulo y amigo Ehregott A Christoph W~sianski, una evaluación objetiva de la totalidad de estos
quien dejó un emotivo relato de la vejez del filó-
sofo: lmmanuel Kant se111e11 let¿ten Lebensjahren ÜBRAS DE KANT Y EDICIONES CONSULTADAS
[Imm~nuel Kant en los últimos años de su vida].
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CII "'!ARIO CAl"11
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Revistas (dedicadas a temas de filosofía kantiana)


Kant-Studien (Hamburg y Leipzig, actualmente Berlín, desde
1896).
Studi Kantram (Pisa, Italia, desde !988).
Kantwn Review (Cardiff, Gran Bretaüa, desde 1997).
Studw Kantwna (Sao Paulo y Rio de Janeiro, Brasil, desde
1998).
CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA

POR
h!'.\L\NLEL K>\1'T

PRüFE~OR EN KONIG~BLR(,_ MIEMBRO DE LA REAL ACADEMIA


DE LA~ Ct!:t-;CIAS DE BERLIN 1

Si:GUNDA EDICIÓN, CORREGIDA


EN ALGUNOS PASAJES¡

RIGA,

EDICIÓN DE JoHANN fRlEDRICH HARTKNOCH

17873

l. La expresión «miembro de la Real Academia de las C1enc1as de


Berlín» es agregado de la segunda ed1c1ón (B) y no figura en la pn-
mera (A).
2. Agregado de la segunda ed1c16n (B).
3. En lugar de «1787>» en la primera ed1uón se lee «1781».
3

[B II]

BACO DE VERULAMIO

Instauratio magna. Praefatio.

D<' nob1s 1ps1s s1/m111s· De 1e a11tn11, q11ae ag1t111, pd1mm 11t hrm1111rr mm
non Op1monem, sed Op1n esse rag¡tmt, ar p10 mio fwbmnt, 11011 Secta1
11or alzr11111s, 011! P!ant1, sed 11t1/itatu et amplih1d11m !111111anaefi111dm11mt11
mofm. Drmde uf 11m mrmnodH arq111 111 rmmmme ronmfanf et 1pr1111
pmtem rm11mt. Piaetnea uf bene rj¡nmt, llfqur lmtawatumrm llMflflm
uf q111ddam 11!fimt11m ff 11ft10 mm tale Jinganf, et ammo ra1111j11anf. q1111111
ieteia s1t 17ifimh enonrjimr et trnmm1> feg¡tm111r 1

4. Desde donde dice «Baco de Verulamio» hasta donde dice «et termi-
nus legitimus» es agregado de la segunda edición (B), y no figu1a en la
piimera (A). El texto de Bacon dice: «Sobre nosotros mismos callamo~.
Pero acerca del asunto de que se trata, pedimos que Jos homb1 es no
piensen que él es una opinión, sino una obra; y que tengan por cierto
que nosotros no trabajamos en los fundamentos de alguna secta, ni en
los de doctrinas, sino en los de la 11tilidad y de la grandeza humanas.
Pedimos además que, atentos a sus intereses. tengan en cuenta lo que
es común ... y vengan a favorecerlo. Además, que tengan buena esperan-
za y no imaginen que nuestra instauración sea algo mfimto y que está
más allá de lo mortal, y que no la conciban así en su mente; cuando
en verdad es el fin y el término legítimo de un infinito error».
4 5

[ .\ w1 numero de pagrnaJ [B l Il] PRÓLOG0 7


A su fü,celenc1a el Ministro de Estado del Re)

BARON DE. ZEDUTZ L >. razon humana tiene, en un genero de ;,us conocimientos
el smgular destrno de \ e1 se agobiada por preguntcls qu~
no puede eludir, pues le son pl,.mte,1das por la naturaleza de la
[ \ I\ 1 [B \ 1 1füm \Ulo 'er101 1
r<lzon 1111;,ma,) que empero tampoco puede respouder, pues
lo1m11tdI [caLLt uno] pot su ¡Mrte el ucum1c11to dt Ja, uen- ;ob1epa~ün toda facultdd de 1" razou humana
ua' ,a:whca rraba¡at u1 el mroe, propto de 1 Etalwua pue:,
Ella cae ~rn culpa suy<l en lSta perpleydad Comienza por
e>tt e,~, umdo del modo J11d' momo ton aquel no ,oJamente
prmc1p10:, CU\ o mo e:, mev1tabJ.: en el cu1 so de la expenenc1a
} esta a la vez suficientemente acreditado por esta Con ello~
1rnd1<1nte el de\ado pL1e>to de un p1otecto1 'lllü poi el mutho
ina> 111t1mo de un alic101udo \ ele u11 dtl'll ado conocedot Poi
asciende ltal como ;,u propiü nrltUJ<llezü lo requie1e) cada \eZ
t"'>O me ,¡no t,unb1en dd t1111co mcd10 que en ueita rnnhda
mas alto, hacia cond1uones rn.b 1emotas Pe10 puesto que [A
t"'ta en rrn poder p,tra teq1morn,u mi g1 ,ttJtud poi la bt"l1t"\ o-
]ultc confianza con la que ¡ E1uknua [ \ \ 1 rne howa corno
VIII] advierte que de esta manera su negoc10 debe quedar
,i )O pudiera tOnt11bu11 en algo a eoe p1opo,1to siempre mconduso, porque ]¿~ preguntas nunca se acab<ln,
se 1,e poi ello obligada a recurru d pnnup10s que sobrepasan
lB \ f] \ L1 nmma bcne\ola atenuon con que 1 L1uk11w1 Ju todo uso posible de la expenencia y que ~m embargo parecen
l10m <1do Ll pnme1a tdicHlll ck e:ota ob1a dedILo ahora tamb1en
e:,t,t :,egL11ida ) eon ell,1 a Lt \ ez wcLt la 1c,tantt" act1\1dad de 1111
c,u1e1a hte1ai1a ) quedo u1 lama:, µ10fu11da \enerauon
;u lugar, en la prnnei" ed1c10n, ha) un texto que dice <Para aquel a
el rH<b obediente \ hunukle :oen 1doi de T E1a/,,n¿ia quien ag1dda la vida e:ipeculanva, l.t apwoauon de un 1uez ilust1ado
} valido es, entre [:,u;] moderado; de;eo.,, una pode10>d rnutauon a
lWvlA.'\LEL MNT t1abdJO> cuyd utilidad es g1a11de, pew iemota,) por ello, enteiarnente
Korng,berg, 23 de abnl de 1787º ig1101ada poi la mirada Hilgar
A alguien tal,) a su benevolente <Ltenuon, dedKo este escnto,) a su
p1otecc10n [AVI] [dedico) toda la HStante act1v1dad de 1111 carrera
l1te1d11" v quedo, en ld mao, piotunJ<t \eneiac10n,
J b1 luga1 de «poi el mucho ma;. intimo» declaia Kant, en una caita el ma' obedientt.) humilde se1 \ ido1 de V Excelenc1<1,
"füe;tei <lel 8 de JUlllO de 1781, que debe coneg11oe «poi ]d relacion lmmanuel Kant
mud10 ma' rntima» (~egun Erdm<L1m «Le;a1Leit>>, Ed Acad IV, p Korngsbe1g, 29 de m<LJLO de 1781»
J88) 7 Prologo de la pnme1a ediuon No hgura en la segundd (B) de 1787,
6 U texto que comienza «A la m1;.md bene\ ola atenc1011 » y que en la que fue ;ust1tuido poi ot10 que t1an;o1buemos a cu11trnuauon
te1111l!ld «23 de abnl de lí87» pertenece a la segunda ed1c1on (B) En de este
6 CRITICL\ DE LL\ RAZON Pl'PA
7

tan libres de soqpecha, que inc lmo la común razón humana' pronto se halló que aunqne el nacimiento de aquella presunta
está de acuerdo con ellos. Pero <lSÍ se p1ecip1ta en oscmidad y reina se deducía del vulgo de la experiencia común, ;- así su
en contradicciones, a partir de la.;; ( uales puede. ciertamente, pretensión debía, con JUSticia, hacen.e sosperho.;;a, <;in embargo,
conclrnr que en alguna parte, en el lundarnento, debe de ha- puesto que esa grnealog1a, en efecto, .;;e le atribuía falsamente,
ber errmes escondidos, que ella empero no puede descubrir, ella seg11ía sosteniendo '>US pretensiones, !A X] con lo cual todo
porque los prmcipios de los que se sirve, pues sobrepa<>an los reca;ó otra vez en el viejo y apolillado dogmatismo, y de alli en e!
límites de toda e'Cperienria, no reconocen ya ningl.ma piedra de meno<>precio del cual se había querido sacar a la ciencia. Ahora,
toque de la e\.periencia. El campo de batalla de estas disputas luego que todo~ lm caminos (según la persuasión corriente)
sin fin se llama mrtafís1ca. han sido intentados en vano, dominan el hastío v el completo
Hubo un tiempo en que a ésta 'f' la llamó la rrmade todas las mdiferentmno, la madre del caos y de la noche en las ciencias,
ciencias; v si se to!na la intención l orno un hecho, ella merecía pero a la vez el origen, o al menos el preludio de una próxima
ciertamente este título honorífico, en \ irtud de la eminente regeneración y esclarecimiento de ellas, cuando, por un afán
importancia de su objeto. Ahora, el tono de moda de la época mal aplicado, 5e han vuelto oscuras, confusa5 e inutiles
lleva a mostrarle un completo desprecio; y la matrona, repu- 1
Pues es en vano pretender afectar 111difermna ron respecto
diada v abandonada, se lamenta romo Hémba: modo max1ma a tales investigaciones, cuyo objeto no purdr srr mdzferrntc a la
rerum, [r\ IX] tot genens nat1sq11r pcitms - mmc trahor exul, mops naturaleza humana. Y aquellos presuntos mdifermt1stos, por
- Ovidio ¡\fetam. '' mucho qne quieran hacerse irreconocibles gracias a la mutación
Al comienzo, su dominio. bajo la administración de los dog- del lenguaje escolástico en un tono popnlar, recaen tamb1f'n
máticos, era despótico. Pero como la legislación todavía guardaba -en la medida en que piensan, en general, algo-"' inevitable-
el rastro de la antigua barbarie, poco a poco fue degenerando, mente en afirmaciones metafísicas, ante las que tanto desdén
por guerras internas, en una completa anarquia; y los escépt1co1, afectaban. No obstante, esta indiferencia que acontece en medio
una especie de nómades que abominan de todo cultivo estable del florecimiento de todas las ciencias, y afecta precisamente a
del suelo, desgarraban, de tiempo c•n tiempo, la asociación civil aquélla cuyos conocimientos, sí estuviesen disponibles, serían.
Pero corno, por suerte, eran pocos, no podían impedir que de todos [los conocimientos pos1hlesj, aquéllos a los que [A XI]
aquellos intentaran reconstruirla siempre de nuevo, aunque uno estaría menos dispuesto a renunciar, es un fenómeno que
sin planes que concordasen entre <>Í Una vez, en tiempos má<; merece atención y reflexión. Es manifip5to que no es efecto
recientes, pareció, ciertamentP, gne a todas estas disputas iba de la ligereza, sino de la madura fawftad dr ;uz.gar11 propia de
a ponérseles un fin mediante cierta fis1ología del entendimiento
humano (del célebre Lorke), y que iba a decidirse completa-
mente acerca de la legitimidad d<' aquellas pretensiones; pero 70. Los guiones Pn la fiase «-en la medida en gue piensan, en general.
algo-» son agregado de esta tiaducr1ón
11 De vez en rumido se oy0n gucF1' nce1c<1 de la superfioalidad del
pensamiento de nuestro tiempo, y de la decadencia de la c1enc1a ngm o
8. La expresión «comün iazón humana» equn ale ap1 o\.m1adamenle sa. Pero) o no veo gue aguéltas cuvo fundamento está bien establecido.
a nuestia expresión «sentido común» como la matemática, la ciencia de la natm aleza, etc , me1 ezcan en lo
9. «Hace poco [era] la más 1mportmm' dP todas. poderma por tant0s más mínimo este 1epioche, smo gue má~ bien mantienen la antigua
familiares e hi3os, ) ahora ando vagante, desten ada ) desposeida» fama de esta1 bien fundamentadas, \ en !a ü!t1ma. mcluso la sob1 epa
CHlllCA O!: L'\ RAZO\ PlJRA
l\\\\ \f\l LL KANl 9
8
!et epoca, [epuc.ct] que no ,e de1ct enn etener mas con un sctber el exaltado afan dogmauco de ,,dber lo hdb1a esperado Pues
i!mono, ) e:i ull<.1 o.1genud planteada c1 la rdlO!l, de que e5ta e5te no pod1a ser s.it1sfedw de otro modo que rnedldnte po
\ udvct a emprender lama" fat1go,a de todao sus tctrects, d od deres magKos, de Jo;, que yo nad,i entiendo Pero ello no era
be 1, el conoum1ento de 01, ) de que iu,tituyd un t11bunal de tampoco Lt mlenuon de la detummac10n naturdl de nuestta
mtiua que la d5egme en 5Ll" p1etcm1oue, leg1l1!Dd5,) que poi razon, ) el deber de l<l hlo,ofia era d1s1par el espejismo que
1 naua de la mal<l rnterpretüc!On, dunque con ello se amqmlase
el wntia110 pueda de:ipctd1ct1 todds ]ds [A XII] dirogdc10neo
rnfundMld5, no med1d11Le ddoo de autondad, smo segun "us tc1mb1en much,1 ilu::,1011 eotll1ldda y encomtadd En esta tarea
leye 5 eternct5 e !11\ ctlldDle,, ) eote [tnbunctl] no es otro que la preste gTan atenuon a Id i.,.lMu;,t1v1d<ld, y me at1e\ o d dectr
que no debe de hdber I1l mi solo problema metaf1s1co que no
a1t11a dt la 1a¿on pwa n115ma
No entiendo poi e5ta una cnt1ca de lo, lilirm y de los s1ste eote aqm reouelto, o pa1a e u ya resoluc10n, al menos, no se haya
nMo, "mola cit. la facultdd de la rdzon en general, en lo tocdnte a ofrecido la cla\e Lct raton ptua es, en efecto, una umdad tan
todos lo 5 c0110urn1.:-nlo5 poi lo, cuales ella pueda e5fo1ldl5e lll perfecta, que s1 el pnrn 1p10 de ella fuera 1muhueute aun solo
dependtentemultl dt toda upe1 anua, por t,mto, la dec1,10n acerca para una U!11Ld cue~t10n, de tod,t;, las que a ella le pldntea su
Je ld pm1b 11idad o 1mpo,1b1hdctd ele und metcths1ca en gene1al, prop1d natw alela, solo se podna rechazado, porque en ese caso
y !et detenm11<1uon, r,wto de sus fuentes, como del akance) de el tampoco e5ta11a en coud1uoues de h<lcer frente a nmguna
loo, lumteo, de ellct, pe1 o todo a partir de pnnup10s de las restdntes con enterd wnfitlb1lidad
fo,le cdmmo, el umco que todavia queddDd, es el que he Al decu esto, creo perubn en el rool10 del lector un d15gusto
tomddo,) me h5 onJeO dt. haber encontrddo, en el, el 1emed10 mezdado con desden, [A XIVJ dnte pretem10ne~ que pdrecen
de todoo, 105 e1Io1es que hasta cthora habrnn pue,to a la 1azon tan mmode6td, y vandglo1106d5, y sm embargo, ellas son, sm
en d 15 cordid com1go 1rnoma, en su u5o fuera de la expenencia compdrauon, mao moder<ldd6 que las de cudlqu1er aut01 del
l\o he eludido ]do, pi egu!lldo de ellct, J15culpandome con la mas comun de los progra1füi.~, que en el pretende demostrar,
mc<lpaudctd cit. la 1 dlOI1 humdlld, 51110 que Ja5 he especificado por e1emplo, la natm d!etd ~imple del alma, o Id necesidad de
completdmente 5 egun punc1pwo, y luego de habet descub1er un p11mer comtert¿o del mundo Pue~ el se compromete a ensan
to el punto en que la razon se entiende mdl com1go misma, char el w11ocmuento hurndno por sobre to~lo, los lumtes de Id
Id;, he 1 e~uelto p,ua entera sat1sfacc10n de ella [A XIII] La expenencia posible, ante lo eUd! ¡o hunuldemente confieso que
respueotd a dquellas preguntas no re,ullo, por cierto, ldl como eso sobrepdSd enteramente nu poder, y en lugar de lo cual yo
soldmente me ocupo de la 1 <lzon misma y de su pensar puro,
cuyo cm10c1m1ento mmuuo'o no tengo que buscddo muy lejos
::n y ese mi:.wu e:.putlu dcrno;,L1a11d e:.la1 activo tambien en ot1as de m1, porque lo encuentro en m1 mismo, de lo cual, ademas,
e:.peue;, de c01wuirnt.nto ;,i ,uite Ludo se tomar a cmdado de co11 egn
¡0 ,, pi mupw> de dl<1" i\ f.ilta de e;,la cou ecoon, la 111d1ferenc1a, Vla )ªla log1ca comm1 me da el ejemplo de que todas sus acciones
dud,1 ) fin t!mu1tL una u11ica e:.L11Lta, son m~ bien prnebas de una simples se pueden enume1d1 de maneta completa y ~16tematica,
i11<meid de pema1 ngu10:.a Nue;,l1a epoca e;,, pwpi,miente, la epoca :.olo que dqm se planted la pregunta de rnctnto puedo esperar
de la uilltd a la que todo debe ,ometei;,e L.i 1el1gw11 poi ;,u wnt1dad, alccmzar con ella, s1 me wn sustrd1dos toda matena y todo
) l,i llgtJlauo1; por ;,u majeJtad, p1ctenden, por lo comun, sustr<1e1;,e a aux1!10 de la expenenua
elld Pew entonce;, ;,u;,utdn und 3u;,t1ficada ;,ospechd conn a ella;,,) no
pueden pietendei un iespeto >l!Ke!O, que lct ia,:on :.olo dcueida a quien Eso es todo acerca de Id 1nteg11dad en el logro de cada uno
ll<l podido su;,lener :.u t..x,1men libie) publiw [Notd ck Karn] de los füws, y dcer td de lc1 ethawtwidad en el log1 o de todos los
1J
CRITICA DE LA RAZON PLIRA
10 IMM!\Nl 'FL KANT
. . - de las reglas v límites de su uso,
fines juntos, que no nos han <;1do propuestos por un desigrno la vez, para Ja determmacion b 1 egu' ndo capítulo de la
caprichoso, sino por la naturaleza del conocimiento mismo, [co- 11 he llevado a ca o en e s
que aque as que ' 1titulo de Dcd11mo11 dr lo1 co11rrpto1
nocimiento] que es la matena de nuestra investigación crítica Anahtica transcendental, con e b"' ]a5 que me costaron
to· y ella5 son tam ien
[A XV] Hay que considera! todavía a la mtewy la dutznarm, pwo1 de1 cntrnd1mirn • ¡ a quedado sin recom-
dos piezas que conciernen a la forma de ella, 12 como exigencias . 1 ue seQÚn espero, no l< ' d
mayor tra b ªlº• e q ' o . t profundidad tiene os
q ue alcanza c1er a '
esenciales que se pueden plantear con jmticia al autor que se pensa Este examen, 1 b. tos del entend1m1ento
Ilos se refiere a os o Je
atreve a una empresa tan e<;curnd1za. lados. U no d e e 1 lºd obiPtiva de los conceptos a
Por lo que concierne a la 1erte:¿a, he dictado, para mí mismo, t de demostrar a va I ez J
puro, y pre en bl . t" por eso mismo, pertenece
la sentencia de que en esta especie de e<>tudios no está de ninguna prwrz de él, y hacerla comprEelnst1 e, propone considerar al en-
mis fines o ro 5e -¡
manera permitido opinar, y que todo lo que en ello5 sea aun sólo esencia1men teª ,. d. d a la po 51b1hdad de e Ya
semejante a una hipótesi<>, es mercancía prohibida, que no puede . . nismo aten 1en o '
tend1m1ento puro 1 ·r ' n ascua1es e'l se basa·' v, por tanto.
1
ser ofrecida en venta ni aun al mas reducido precio, sino que las potencias cognosc1 ilv~ _e b,ietrva· v aunque esta explica
.d ¡ en una re ac1on su J
pecto a mi fin pnnopa1'
' 1
debe ser confi,cada tan pronto como sea descubierta. Pues lo consi erar o .
• •

que anuncia a todo conocim1ento que haya de ser cierto a prwn, importancia con res . . l
ción sea d e gran lle \a cuestión pnnopa
-1 ·a\mente· porq '
es que pretende ser tenido poi absolutamente necesario, 1i y aún no pertenece a e ese~CJ - - 't pl!Pden conocer el entendi
más [lo pretende] una determinación de todos los conocimientos . d . mpre· cque y cuan o, . -
sigue sien o sie - .~dos de toda experiencia, y no r como
puros a pi wn que ha de ser la medida, y por tanto, el ejemplo, miento v la razon, despoJ . , Como e<;to último e5, en
de toda certeza apodíctica (filosófü al Si yo he cumplido, en este es posible la facultad de pednsadrml i'i:;sa de un efecto dado, y por
ia búsque a e a Ce
punto, lo que me comprometo a hacer, es algo que queda librado cierto mo d o, UT . a hipótesis (aunqllP, como
enteramente al juicio del lector, porque al autor le corresponde . l 1a semejanza con un )
tanto, tiene a gm "ectivamente así ' parece,
- t ocasión no es ei,
solamente presentar fundamento<;, y no, empero, Juzgar acerca Jo mostrare en o ra ' ' l ue me permito opznar, Y
a este un caso en e q
del efecto de ellos sobre sus jueces Pero para que no haya nada entonces, que fu er b t bién libre de opmm de otro
que, sin culpa, sea causa de un debilitamiento de [A XVI] ellos, t el lector de a ser am
que por tan o . . - de eso debo adelantarme al lector con
séale permitido [al autor] que él mi<;mo indique aquellos pasa- modo En cons1deraoon d, . dedución subj. etiva no
. d en caso e que m1
jes que, aunque sólo conciernen al fin accesorio, pudieran dar la advertenoa e que . . _ lle yo espero que adqmera
ocasión a alguna desconfianza, para que así prevenga a tiempo 'l t d la COnVlCCJOn q '
haya obrado en e o a b. f a en la que me ocupo aqm
el infhtjo que en este punto aun el más mínimo recelo del lector toda su fuerza \a [deducción] o Je iv ' . puede ser suficiente
¡ cual si es prenso,
pudiera ejercer sobre su juicio. en lo tocante al fin prmcipal. principalmente; para o , '. 92 . 93 t>
No conozco investigacione' que <;ean más importantes, para solo lo que se dice en las pagit~as 1/d~t1110011 el lector tiene el
la indagación de la facultad que llamamos entendimiento, y a . 1
Fmamen te por lo que a ane a
.' . .
'
t 1 d11t111nón disrnrm•a ogica
(l' )
derecho de exigir pnmeramen e a
72 Es decw «a la fonna de nue,tra l!l\ eshgac1ón cnt1ca» También
pod1ía entenderse «a la forma del cononmIPnto». , e "' reten de demosh ar a pnon \el
73 También puede entenderse «Pt1e' todo comic1m1ento que haya de 71 También podna entende1s' de
validez obje\1\ a de los concepto
éf'
hacerla comp1ens1ble»
de h pnme1 a ed1c10n (A)
ser cierto a priori anuncia que pretende 'er temdo por absolutamente
necesano». 75 El autor se iefie1e a la pagm0non '
CRITICA DE L~ RAZCJ'. PURL\ 1]
12

pu1 Wtlllpto\) luego tamb1en una [-\ XVIII] dottmton mttutna el lector llegue a clbcl1Lar el etmJui,to con sufiuente rapidez, y
\estet1La¡, por 1ntuuw110 es decir, rnedJ<mle ejemplos u otras al hacer irreconooble la arnculauon o la estnict111 a del sistema
e \.pltcctuoneo lit éOrWtlo He prestcldo suhciente cuidado a la encubnendola con todos su,, col01eo bnllantes, aunque esta
prnuera Lso cu11ce111M d !d ese!lUd de mi piopos!lo, pero fue [estructuraj es, empe10, lo ma;, 11np01tante para poder JUzg,u
tamb1en la Cdusa contrngente de que no ha) d podido satisfacer acerca ele la umddd e 1doneiclad de el
ltt oegunda exigencitt, no tan nguiosa, peio jUsta Casi siempre, Me pa1ece que puede senn de no poco estmrnlo al lector,
en el curso de rm trabajo, he estado mdeci,o aceica de como para umr sus esfuerzos el los del autor, si tiene la per spectn a de
debia manejcU eoto Los e¡emplos y las exphcauones me pa1ecian éJecutar por completo, y de mane1a durade1 ,,, una obra grande e
siempre necesauos, r pm eso, en el pumei bosquejo, efectiva impo1tante, ::,egun el plan quE !ctqmJ se p1opone [-\XX] Ahora
mente dcudian con opmtumdctd a sus lugares Peio mu) pronto bien, la metafoica, segun los conceptos que d<1remos de ella
ad\ erll ltt rnttg111tud de 1111 tarea ) la mullltud de Objetos de los aqm, es la umcd ciencia que puede prometerse tal acabamiento
que tendua que ocupü1me, v corno me d1 cuenta de que estos perfecto, y ello en b1eve tiempo, } con solo poco esfuerzo,
sdos, en un dbcurso ,eco) rnerameute e:,wlmtiw, ya e'<tenderklll aunque umhcado, de maner<t que no queda para la postendad
bastante ld obia, me pa1ec10 puco aconsejable engrosada todttvia nada mas que d1;ponerlo toJo de manera d1dal11ca segun sus
mas con ejemplos) explicauones que solo son necesarios para propobltüs, sm que con ello pueda ,mmentar el contemdo en lo
fmes de populandad, sobre todo, porque este trabajo no podna mas nummo Pues no es nada mas que el uwentarw, s1sternatica
en modo alguno <ldu.. uctrse al uso popular, y los verdaderos mente ordenado, de todas nuebtlctb poses10nes por iazon pwa
conocedores de la ciencia no tienen tanta necesidad de esta L\.qu1 nada puede pasarnos madvertido, porque lo que la razon
fduÜlduon dUilt¡ue ella siempre sea agiadable, pero aqu1 hasta produce enteramente d partir de s1 nnsma no puede esconderse,
podlcl acarrear algo contrario al fin Bien podra decir el abate smo que es lle\ ado el la luz p01 la lctLon rrusma, tdn pion o como
in ra:,;on y ue s1 se nnde [-\ A.IXJ el tamaño de un lib1 o, no por se ha descubierto el comun prmcipw de ello La per feu" L .11dacl
el nurne10 de sus p<1g1nas, smo por el tiempo que se necesita de esta espeue de LOnocmnentos a pa1 tu de meros conceptos
p<11d entenderlo, de mas de un libro se pod11a decir que urta mm puros, sm que sobie ellos pueda tenei mflUjO alguno, para en
bm e, sz no fiw.t tan breve Pero por otro lado, si la mtenc1on esta sanchai!o, y aumentdr!m, 1x nctdd de la expenenc1a, m tampoco
d11 ig1dd d Id comp1 ensilnhdctd de m1a totalidad ele conounuento un<l mtmuon particular, que httbna de conduur a una expenencia
especuldtn o, chlatada, pero concatenada toda en un pnncip10, deternunada, hace u que esta mteg1 id<ld mcondiuonada no solo
cou el nusmo cle1echo ,e pod11a decu mas de un ltbro habrw sula sea factible, smo tamlnen ne, esar1d Tecum habita et nons, quam
11ualw 11ws dotznto, :,1 no hubLeJa !l1udo que llegar a :,o tan dotznto u stt t1b1 wrta supel!tx 0 PmzUJ
Pue, los med10s auxihMes de lct di,tmuon, si bien ayuclan 1 en
la, parüs, mudMs veceo distraen en el wn;unto, el! no permitir que
78 Podlla entende1se t<lmb1en [ tlcanuda] por medio de conceptos
puws, >lll que sob1e ell<l [e; decn sob1e esa espeue de conocrmrentos,
lb Como 01 d1Je1a «11ld> dL u11 libio h'1b1l<l. :,ido mas mtelig1ble >I no o bien sobre eod rn11dadj puedct tener mfluJO ctlguno paia ensctnchctdd
hub1e1 1 debido llu¡,,u d se1 tan mtehgible» Aqu1, ) en todo el pcLSaJe y aumentada»
d1stmuon» se entiende como Ulld p1op1ed'1d del conoc1m1ento (en el 79 En el 011gmdl «hctceu» Segmmo:, und enm1endct de Hartenslem,
sentido del prnne1 piecepto del metodo caites1ano¡ rewg1da por Schm1dt
17 En el o¡¡,,m,tl :,1 bien fa]tdn ::iegunnos d Ed --\cad 20 <.\Io1a en t1 mismo, y ,ctb1ch cuan e;ca;o es tu menaje"
f 15
IMMANUEL KANT 1
[A XXI] Espero ofrecer yo nlÍ'm10 un sistema tal, de la razón
pura (especulativa), con el titulo· Metnfis1ca de la naturaleza; [sistema]
1
que, sin [tener] ni siquiera la mitad de la extensión de esta critica, ¡
ha de tener empero un contenido mcomparablemente más rico ¡
que ella, que debió exponer previamPnte las fuente<; y condiciones ! {B VII]
de la posibilidad de ella, 11 y tuvo que limpiar y allanar un suelo I PRÓLOGO
completamentP invadido por las malezas Aquí espero de mi lector
la paciencia y la imparcialidad de un ;uez, allí, empero, la buena
disposición y el auxilio de un colaborador, pues por muy comple- 1
! DE LA SEGUNDA EDICIÓN

tamente que hayan sido expuesto<; en la Crítica todos los prmczpws l


del sistema, para la exhaustividad dt>l sistema mismo se requiere 1
todavia que no falte tampoco niguno de los conceptos deducidos, 11
que no se pueden incluir a p11011 en una exposición preliminar, 1
1

S I acaso la elaboración de los conocimientos que pertenecen


al negocio de la razón ha tomado, o no, el andar s~gt1ro
de una ciencia, pronto se puede ver por el resultado S1.[esa
sino que deben ser encontrados poco a poco; e igualmente, puesto elaboración,] después de hacer muchos intentos) prepara ti'º:·
que allí22 fue desarrollada exhamhv amente toda la síntem de los ueda atascada tan pronto como está por llegar a la metc'l, o s1,
conceptos, se exige aquí21 que ocurra lo mi5mo también con el " q ara alcanzarla a ésta, debe volver atrás muchas veces y tomar
análzszs, tocio lo cual es fácil, y más entretenimiento que trabajo ~tro camino; y también, si no es posible poner de acuerdo :
Sólo me queda observar algo concerniente a la impresión. los diferentes colaboradores acerca de la manera como deb
Como el comienzo de ella se retrasó un poco, sólo pude recibir, onerse en obra la intención común, entonces se pu':de :star
para revisarlos, aproximadamente la mitad de lo> [A XXII] plie- p ·do de que un estudio tal no ha tomado todavia, m con
convenCI
gos/' en los cuales encuentro algunas erratas que no perturban, mucho el andar seguro de una ciencia, smo que es un mero
empero, el sentido, excepto la que está en la p. 379, renglón 4 tanteo.' y es ya un s~rvicio prestado a la razón, el hallar, s1 es
contando cle<;cle abajo, donde debe leerse especificamente en lugar osibl~, ese camino, aunque se deba abando~~r, por vano,
de escépticamente. La Antinomia de la razón pura, desde la página ~ucho de lo que estaba contenido en el proposito que antes
425 hasta la 461, está dispuesta a modo de tabla, y así, todo lo que se abrazara sin reflexión d
pertenece a la tesis se desarrolla siempre de manera continua del [B VIII] Oue la lógica ha tomado este curso seguro y~ des e
lado izquierdo, y lo que pertenece a la antíteszs [se desarrolla de los tiempos ~ás antigt1os, se nota en .que desde ~nstotele~ ~~~
manera continua] del lado derecho; lo que dispuse así para que la ha tenido que retroceder ni un paso, s1 no se le quieren con
tesis y la antítesis se pudieran comp,uar entre sí más fácilmente. como mejoras la supresión de algunas sutilezas superfluas, ~
la determinación más precisa de lo expue~to; las ct~ales, em
ero, forman parte de la elegancia de la oencia, mas que ~e
la segundad de ella T<tmbién es notable. en ella que no hay<1
27. Hab1á que entende1 aquí· «de la p'rnb1hdad de esa metafísica» podido tampoco, hasta ahora, avanzar m un -;olo paso, y ~ue
22. Es decn, en la Critica. por tanto parezca, según todas las apariencias, estar conclrnda
23 Es dec1r, en el sistema de la metaf1<1ca. y acabada. Pues si algunos modernos creyeron ensancharla
24. Literalmente «de las capillas» (e¡Pmplares de los pliegos).
16 l~l.'•IAi\Ut.L KANT <...RÍl ICA DE L'\ RAZÓN PLJR.'\ 17
introduciendo en ella, ya capítulos púcológicos acerca de las efectivamente real. El primero es el wnoúrmentu racional teórzco;
diver;,as potencias coguo;,citivas (la imaginación, el ingenio); ya el otro, práctico. La parte pwa de ambos, ya contenga mucho o
[capítulos] metafisuo.i ;,obre el origen del conocimiento o de las poco, a saber, aquella [parte] en la que la razón determina a su
di ve1 sas eopec1e;, de certeza ;,egún la diferencia de lo;, objetos objeto enterameute a prwn, debe ser expue;,ta previamente por
([según] el 1deahorno, el esceptici&mo, etc.); ya [capítulos! antro- sí sola, sin mezclar con ella lo que proviene de otras fuentes;
polog1cos acerca ele los prejuicio;, (acerca de las causa;, ele ellos, y pues constituye una mala economía el gastar a la ventura lo
de ;,m reme<lios), esto viene de ;,u ignorancia de la naturaleza que ingresa, sin poder despuéo distinguir, cuando aquella se
peculiar ele esta ciencia. No hay aumento, sino deformación estanca, qué parte del ingreso puede soportar el gasto, y de
de la;, ciencias, cu.mclo ;,e conJunden los límites de ellas; pero qué [ingreso] ha de recortarse éste.
el límite de la lógica e;,ta determinado de manera muy exacta, La matemática y la física son los dos conocimientos teóricos
p01 ser ella una ciencia [B IX] que no demuestra estrictamente, de la razón que deben determinar a priori sus ob;etos; la primera,
ni expone detalladamente, nada más que las reglas formales de manera enteramente pura; la segunda, de manera pura al
de todo pensar (ya sea a p1 iori o empírico; cualc¡uiera que sea menos en parte, luego empero tambiéu de confo1 midad con
el origen o el objeto que tenga; ya encuentre en nuestra mente otras fuentes de conocimiento que aquélla de la razón.
obstáculos fortuitos o naturales). La matemátua, desde los tiempos más antiguos que alcanza
El que la lógirn haya tenido tan buen éxito, lo debe mera- la historia de la razón humana, en el admirable pueblo de los
mente a su limitación, por la cual e;,tá autorizada, y aun obliga- griegos, anduvo por el camino seguro de una ciencia. Pero no
da, a hacer ab~trncción de to<los los objetos del conocimiento se ha de pensar que le haya :,ido tan fácil como a la lógica, en la
y Je las diferencias 2" de ello5., y [por la cual] el entendimiento, que la razón sólo tiene que ocuparse consigo misma, encontrar
en ella, no se ocupa de nada más gue de sí mismo y de su for- ese camino real, [B XI] o más bien abrírselo a sí misma; creo,
ma. Para la razón, naturalmente, debía ser mucho más difícil más bien, que durante mucho tiempo (especialmente entre los
tomar el camino seguro de la ciencia, si no tiene que ocuparse egipcios) no hizo más que tanteos, y que esa transfonnación h~y
solamente de sí misma, sino también de objetos; por eso tam- que atribuirla a una revoluczán producida por la feliz ocurrencia
bién, aquélla, como propedéutica, comtituye algo así como la de un único hombre en un ensayo a partir· del cual ya no se
antesa]d de las ciencias, y cuando se habla de conocimientos, podía errar el rumbo que se debía tomar, y fa' marcha segura de
se pre;,upone, ciertamente, uua lógica para la evaluación de una ciencia quedó trazada emprendida para todos los tiem-
ellos, pero la adquisición de ellos se debe buscar en las que pos y hasta las infinitas lejanías. La historia de esta revolución
propia y objetivamente se llaman ciencias. del modo de pemar, -que fue mucho más importante que el
En la medida en que en éstas haya de haber razón, en descubrimiento del camino en torno del famoso Cabo-~º y la
ellas debe conocerse algo a pnon; y el conocimiento de ellas del afortunado que la llevó a término, no nos ha sido conser-
puede ser referido a ~u objeto de dos maueras: o bien mera- vada. Pe1 o la leyenda que nos transmite Diógenes Lae1úo, quien
mente [parn] [B X] detenrwwrlo a éste y al concepto de él (que
debe ser dado por otra parte), o bien [paraJ, además, hacerlo
26. Los guiones en la fra.;e fue mucho m•b impm tan te [... ] el
famoso Cabo-» son ag1egado esta traducción. El «Cabo» es pro-
bablemente el Cabo de Buena Esperan.la, como parece mdicarlo Ed.
25. L1te1almente: «de la diferencian. Acad. Il, 11.
- CRITICA DE LA RAZO"< f'! 'RA 19
.s '""""" "" r
nombra a los presuntos de~cuhndores de los más pequeños 1
en cal2'' . ésta [B XIII] otra vez en metal, qmtándoles algo ~
elementos de las demostraciones geométrica>, [aun de aquellos ¡ dándose~o de nuevo,'" se encendió una luz para tocios los :n
elementos] que, según el jlllC!O vulgar, no requieren dem05tra- ! vesti adores de la nat111 aleza ComprendIPron que la razon <;o\o
ción, demuestra que la memona de la transformación efectuada ! entle~de lo que ella misma produce segun su [pro~10] plan, que
por la primera traza del de5cubrimiento de e5te nuevo camino ( ella debe tomar la delantera con principios de sm JlllCJO'i s~gun
debe de haberles parecido extraordinariamente importante a , debe oh ligar a la natm aleza a res pon er a
1 le)'es cons tan tes , J ·
c;ólo de¡·arse conducir por e11 a como
los matemáticos, y que así se volvió inolvidable. El primero
que demostró el trwngulo isósales'- (ya se haya llamado Thales,
o como se quiera) tuvo una iluminación; pues encontró quP [B
!
·

¡
us preruntas, ma e; no d e be
:i fueraºllevada del cabestro; pues de otro modo observaoones
contino-entes hechas sin ningun plan previamente tr~rndo, i~o
XII] no debía guiarse por lo que veía en la figura, ni tampoco se arti~ulan ~n una ley necesaria, que es, empPro, o queº a
por el mero concepto de ell.t, para aprender, por decirlo así, .t La razón llevando en una mano ~us
razón busca y necesi a . , . .d "
las propiedades de ella; sino que debía producirlas 2K por medio principios, sólo según lo5 cuales los fenómen~'> como ente~]
de aquello que él mismo mtroducrn a p11ori con el pensamiento ueden valer por le) es, y en la otra el expenmen:o, ~ue ~ a
según conceptos y exhibía (poi construcción) [en ella], y que, ha concebido según aquellos [principio5], de~e dmguse el la
para conocer con seguridad algo a pnon, no debía atribuirle a la aturaleza ara ser, por cierto, instruida por e<;ta, ~ero no en
cosa nada más que lo que se seguía necesariamente de aquello ~alidad de ~n escola1 que deja que el maestro le diga cuanto
que él mismo había puesto en ella según su concepto. ,. . [ calidad] de un juez en eje1 e icio de su caigo,
qmera, smo en l ntas que él
La ciencia de la naturaleza tardó más en encontrar la ca- ue obliga a los testigos a responder a as pregu
rretera de la ciencia; pues hace apenas un siglo y medio que la ~s lantea. y así, incluso la física tiene que agrad:cer la tan
propuesta del ingenio5o Baro de J'erulam en parte dio ocasión a P 1 . . d u manera de pensar umcctmente a
b ·¡
este descubrimiento, y en parte má~ bien lo estimuló, pues que
Provechosa. revo uc1on e " (
[B XIV] de b11<;car en la naturaleza no atn mr e
la ocurrenoa " .
ya se estaba sobre el rastro de él; (descubnmientoJ que también de manera infundada). de acuerdo con lo que la razon misma
puede explicarsP por una rápida revolución del modo de pensar introduce en ella, aquello que debe aprender de ellla, de lo cudal
. d S ·1 por ec;to a nencia e
Aquí sólo tomaré en comideración la ciencia de la nahiraleza en lla 32 por sí misma, no sab na na a. o o . .
la medida en que está basada en prmcipios empíricos. fa ~aturaleza ha alcanzado la marcha segura_ de _una n_enc~~~
Cuando Galileo hizo rodar por el plano inclinado sus esfera5, mientras que durante muchos siglos no habia sido mas q
con un pe5o que él mismo había elegido; o cuando Tomcellz hizo un mero tanteo.
que el aire 5ostuviera un peso que pJ mismo había pensado de
antemano igual al de una columna de agua por él conocida; o ¡ t !mente lleva ese nombre,
[cuando], en tiempos más recientes, Stahl transformó metales 29 No se trata del Ó'od~ de ca c10 qu~ ~ ua l XVIII al óxido de
smo de un nombre genenco que se a a en e s
un metal l h l d la h1,tona del método e'.
27 En el origmal «el tnángulo eqmlátero» Segmmos a Ed Acad, 30. No sigo aquí con exactitud e i o e bien conocidos
que mcorpora una con ección de Kant, en carta a Schutz del 25 de rienmental, CU)OS pnme1os comienzos tampoco son
jumo de 1787 [Nota de Kant] d A d t «conc01 dantes»
28. Es decIT, producir las mene tonada' propiedade' Pero también 37 En lugar de «c01nc1dentes», E . ca - rae
podria entenderse «producirla», es deur, producir la figura. 32. «Ella» es aquí probablemente «la razon»
20 CRITICA DE L.'.\ RAZO.'< PURA
21

La metafiszw, un conocimiento racional especulativo ente- para nuestra a\ idez de conocimiento, no solamente nos aban-
ramente aislado que se eleva por completo por encima de las dona, sino que nos entretiene con ilusione;, y finalmente nos
em,eñanzas de la e>-periencia, y que lo hace mediante meros engaña! O bien, si sólo e~ que hasta ahora no se ha acertado
concepto:, (no, como ld rnatemat1cd, por aplicación de ellos a la con él," ¿qué seüal podemos utilizar, para tener la esperanza
intuición), [conocimiento] en el cual, pues, la razón misma tiene de que tras renovada bú:,queda seremos más afortunados de
que ;,er "u propio di,,cípulo, no ha teuido hast¡¡ ahor<l un destino lo que otros antes que nosotros lo han sido?
tan favorable que haya podido tomar la marcha segura de una Yo. ten~ría que presu1mr que los ejemplos de la matemática y
ciencia; a pesar de ser más antigua que todas las Jemá;,, y de de la c1enCJa de la naturaleza, que [B XVI] han llegado a ser lo que
yue ;,ub;,istiría aunque todas las re;,tantes hubiesen de desapa- ahora son mediante una re\ olución llevada a cabo de una sola vez,
recer devorada;, por una barbarie que todo lo aniquilase. Pues seiían suficientemente notables para que se reflexionara acerca
en ella la razón cae continuamente en atascamiento, incluso de los elementos esenciale:, del cambio del modo de pensar que
cuando quiere entender a prwn (seb..-tm ella pretende) aquellas a ellas les ha resultado tan ventajoso, y para imitarlas, al menos
le ye;, que la má;, común expe1iencia confirma. En ella hay que a manera de ensayo, en la medida en que lo admite Ja anaJogia
deshacer incontables veces el camino, porque se encuentra de ellas, como co11oci11üeutos rae ionales, con la metafisica. Hasra
que no llevdba adonde ;,e quería ir; y por lo que concierne a Ja ahora se h''. supuesto que todo nue~tro conocimiento debía regirse
concordancia de ;,u;, adeptos en [B XVJ las afirmaciones, ella 33 por Jos objetos; pero todos los intentos de establecer, mediante
está toda víd tan lejo;, de ella, 1 ' que es má;, bien un campo de conceptos, algo a pnon ;,obre ellos, con :o que ensancharía
batalla que paiece estar propiamente de;,tinado por completo nuestro conocimiento, quedaban anulados por esta suposición.
a que uuo e1ercite "us h1e1¿a;, en combate;, hechos por juego, Ensáyese, por eso, una vez, ~i acaso no avanzamos mejor, en
[un campo de batalld] en el que ningún combatiente ha podido los .asuntos de la metafísica, si suponemos que lm objetos deben
todavia nunca adueñarse de la má;, mínima posición ni fundar reglfse por nuestro conocimicmo, lo que ya concuerda mejor
en ,,u \ ictoria posesión duradera alguna. Por consiguiente, no con la buscada posibilidad de un conocimiento de ellos a prwri
hay duda de que ;,u p1oceder ha sido hasta ahora un mero que haya de establecer algo acerca de los obJe.tps, antes que ellos
tarneo, y, lo que es lo peor de todo, [un tanteo] entre mero5 nos sean dados. Ocurre aquí lo mismo que. con los primeros
conceptos. pensamientos de Copérmco, quien, al no podei adelantar bien con
¿Cuál es el motivo de que aquí todavía no se haya podido la explicación de los movirmentos celestes cuando suponía que
enconnar el camino segu10 de la ciencia? ¿Será acaso [un cami· tod<ts las estrellas giraban en torno del espectador, ensayó si no
no] impo;,ible? eDe donde viene, en ese caso, que la naturaleza tendría mejor resultado si hiciera girar a] espectador, y dejara, en
haya afligi<lo a nuestra razón con la tendencia a buscarlo sin cambio, en reposo a las estrell.ts. Ahora bien, en la metafísica se
descanso como 11110 de sus asuntos más importantes? Aún más, puede [B XVII] hacer un ensayo semejante, en lo que concierne
icuán poco fundamento tenemos para Jepositar confianza en a la mtmción de Jos objeto;,. Si Ja intuición debiese regirse por Ja
uue:itra raLón, si ella, en una de lc1s cuestiones más importantes naturaleza de los objetos, no e1iliendo cómo se pod1ia saber apiiori

33. Este «ella» se refiere a «lc1 metafísica» de la que se está hablando. 35. Como si dijera: «si es que ha.>ta ahora no se ha atinado con el
3-1 Es decir: "!" met..tlh1t a esta tod,t\ ía tan lejoo de la! wnco1 danéia». rnmmu de la ciencia».
CRITICA DE LA RAZÓN PURA 23
22 IMMANUf:L KA1'T

algo sobre ella; pero si el objeto \corno objeto de los sentidos) se Este experimento alcanza el resultado deseado. y promete
rige por la naturaleza de nuestra facultad de intuición, entonces a la metafísica, en la primera parte de ella, a saber, en aquella
puedo muy bien representanne esa posibilidad. Pero como no [parte) en que ella se ocupa de conceptos o pnon rnyos obJe-
puedo detenerme en esas intuiciones, ,¡ ellas han de llegar a ser tos correspondientes pueden ser dados en la expenenoa de
conocimientos. sino que debo referitl<L'>, como rPpresentacio1ws, manera adecuada a aquéllos, la [B XIX) marcha segura de
a algo que sea [su] ohjeto, y debo determinarlo a éste mediante una ciencia. Pues con esta mudanza de la manera de pensar
ellas, entonces puedo suponer, o bien que los conceptos mecliante se puede explicar muy bien la posibilidad ele un conocimiento
los que llevo a cabo esa determinaoón se rigen también por el a prwn; y lo que es aún más, se puede dotar de sus pruebas
objeto, y entonces estoy nuevamente t>n la misma perplejidad en satisfactoria<; a las leyes que sirven o prwrz de fun<lamento de
lo que concierne a la milnera como puedo saber o prion algo de la naturaleza considerada como el conjunto de los objetos de
éste; o bien supongo qt1e los objetos, o. lo quP es lo mismo, la ex- la experiencia· dos cosas que eran imposibles con la manera
periencia, sólo en la cual ellos son conocidos (corno objetos dados). de proceder [adoptada] hasta ahora. Pero de esta deducci_ón de
se rige por esos conceptos; y entonces veo inmediatamente una nuestra facultad de conocer a pnon se desprende, en la pnmera
respuesta más fácil, porque la experiencia misma es una especie parte de la metafísica, un resultado extraño y aparentemente
de conocimiento, que requiere entendimiento, cuya regla 1" debo muy contrario a todo el fin de ella, ' 9 [fin) del que se ocupa la
presuponer en mí aun antes que me sean ciados objetos, y por segunda parte: a saber: que con ella 10 nunca podemos salir de
tanto, a prwrz, [regla) que se expresa en conceptos a priori según
los cuales, por tanto, tocios los objetos de la experiencia [B XVIII]
necesariamente se rigen, y con los que deben concordar. Por lo por consig11 iente, en buscar los elementos de la razón pura en aquello
que concierne a objetos en la medida en que pueden ser pensados que se puede ron.firmar o rrfi1tar med_ianfe un npemnrnto Ahora bien, para
la rnmprobación de Ja,q propos1c10nes de la ra~on puta, e<>penalmente
meramente por la razón, y ele manera necesaria, [objetos) que, cuando se aventuran más allá de todos los limites de la e'<penencia
empero, no pueden ser dados en la experiencia (al menos tales posible, no se puede hacer experimento alguno ron los oh1et~s de ella
como la razón los piensa), los intentos de pensarlos (pues pensarlos (como en la ciencia de la naturaleza): por consiguiente, ello sera factible
debe ser posible) suministran según esto una magnífica piedra -olamente con ron aptos v con prinrip10.cp1e quponemos a pnor~ a sabei.
~¡ los disponemos de t~l manera que lo<> mismo<> objetos puedan se~
de toque de aquello que suponemos como el nuevo método de
considerados desde dos puntos de vista diferentes, por un lado como o_b
pensamiento, 37 a saber, que conocemo' o priori de las cosas sólo jetos de Jos sentidos [B XIX] y del entendimiento, para la expenenoa;
aquello que nosotros mismos ponemos en ellas. 18 y por otro fado, sin embargo, como objetos que solamente se p1ensa1;,
[objeto,,] a Jo sumo, para la razón ;miada que se eqfuerza por rr mas
alli de los límites de la experiencia, Ahora bien, si _se encuentra que al
36. Hay que entender que la expreqion «cuya regla» se refiere al considerar las cosas desde aquel rloble punto de vista se produce una
entend1m1ento, como si dije1a «debo prE»uponer en mí la regla del concordancia con el principio de la razón puta, pero que s1 se tomam1
entendimiento». único punto de vista. surge un inevitable confücto de la razon comigo
37. Literalmente: «el :nétodo tranqformaclo de la manera de pen,ar,»
misma, entonces el experimento decide en favo1 del arlf'rto de aquella
como s1 d1Je1a: «el metodo de pensar, de,pués de los cambios intro- distmción. [Nota de Kant].
ducidos en él por la re\ olución de la manera de pensar a la que antes 39. Hay que entender aquí: «contrario al fin de la metafísica». No es
se aludió». posible gramaticalmente interpretar: «fin de nuestra facultad».
38. Este método, copiado del im e<tigador de la naturaleza, consiste, 40. Hay que entender: «con esa facultad».
CR!TIC., DE L-\ RAlO' DL E-\

los lumtes de la expenenc1a posible, lo que es, empero, prec1 01do denegdClo a la razon t>:ipeculatl\ a tocio progre:io en este te
samente el mas e:ienual lllte1es de esta nenua Pero en esto [B rreno de lo suprdoensibk no;, queda roda\ ia el mtento de f\ er]
XX] reside precisamente el expe1 imento de una contraprneba s1 aca,o no ,e encuentran, en el conoum1ento practJCo de ell.t,
de la \ e1 dad del 1esultddo de c1quellc1 pnrnera e\ .1luauon de d.tto;, para dete1 mmar aquel concepto t<tuon.tl t1 ascendente de
nuest10 lü1lüU!l1Ie11lo ldLlürldl a priori, a sc1ber, que e:ite solo lo mcond1uonado, y pa1 d llegar de esa mcmera, cumpliendo e 1
se dmge a fenomenos, mientras que deja de lado a la cosa en de::.eo de la met<1foicct, nhb alla de los l11mtes de todd ex penen
:,1 mi:imc1 como [una cosa que es], por ue1 to, efectivamente c1a po:,1ble con nue:,tio conoumiento a pnon, [conocnmento
re.tl en s1, pero desLonouda paia nosotros Pues aquello que que] solo [eo] po:iible, empero, en la mtenuon p1act1ca ): con
no:i emp11y1 ne( esdu<Lmente a t1 d5~Msa1 los limites de la ex pe tal proceder, l.t ra¿on e:,peculatrva nos ha procurado, para
nenu.t y de todos los fenomenos es lo 1nwnduwnado, que la tal ensanchamiento, al me110:, el lugar, aunque deb10 de¡arlo
1,l¿On iedama, con todo de1echo, neces.tnamente en las cosas 1aoo,) nad.t no> 1mp1dc por consigmente -ame:, bien, ella
en :,1 mismas, p.tra todo condicionado, [reclamando] con ello nos 1m Ita a ello-"- [B XXII] que lo llenemos, si podemos, con
que la se11e de las condiuones sea completa Ahora bien, s1 lo;, daros pracm o;, de ella "'
cuando se supone que nuestrn conoum1euto de expenencia En aquel ensa)o de reformar el proced1m1enro que la me
~e nge por los ubjt'tüs [torn<Ldos] como cosas en s1 mismas taflS!ca ha seguido ha:,ta ahora, emprendiendo una completa
se encuentia yue lo mcond1uonado no puede ser pensado re1 oluuon de ellct, seg1m d ejemplo de los geometi as\. de los
sm wntraduuon, y si, poi el cont1a110, cU<mdo se supone que ul\est1gadure:, de Ja nc1turaleza, H consiste la tarea de esta cntrca
nue~l! ,l i epresent,1uon de las cos.ts, como no;, wn dadas, no
se nge por ellas [tomadas] como cosas en s1 mismas, smo que
estos objetos, como fenomenos, se ngen mcts bien poi nuestra 12 Los guwne> en la fra;e ' dlltes bien, ella nos rnvlta a ello-» son
rn,mera de represent.tu011 se encuentid que la wnt1ad1ccwn se dg1egado de est.t LJ<tducuon
tlumna, y que, en con:iecuencia, lo mcondiuonado no debe ./3 De e:..t nMner.t !~le) e> cenlr<tles de ]o:, mov11111ento> de los cue1
pos cele>te:, le p1 ocu1 a1 un ce1 leld defimt1va a .iquello que Copantco al
encontr di se en Ido co;,as, en la me<l1da en que lds conocemos couuenLO h<1b1..i :,upue;to ::.olo tomo l11pote>1>, y demostraron a Id 1 el
([en la medida en que] no5 son dadas), pero sr en ellas, en la la fuerza 111v1;1ble que enl<tld ld fab11ca del urnve1;0 (la atraccwn de
medida en que no las conocemos, como cosas en ;,i mii,mas, Newton), que h..ibna qued<Ldo p.t1,L >1tcmp1e oculla, ;,1 el pnmero no oe
entollcP:i es m.trnfie1>to que lo llue .ti conuen¿o solo supu;,unos hub1e1 ,1 atJ e\ ido a bu::.cM lo:, ITIO\ irmentos ob;en <Ldo;, de una m<t11e1 a
wmo ema) o, [B XXI] esta fundado 41 Ahma, dei,pues que ha cont1,lJ1d et los >entidos, pero srn emb<tigo ve1dddera, no en los objeto,
del uelo, >mo en el e;pecta<lo1 Je ello; En e:,te pwlogo p1esento la
1elonnd del modo de pem<tr, e'-pue;,td en Id C11t1c<t,) .tnalog<t a aquella
h1potes1;, taml.J1en ;,o]o Lomo l11pote:,1:,, .tunque en el l1dLaJo 1111:,mo
11 Lte expellmento de !.lldLon pu1.t nene mucho en comun con el de est,t demostr<Ld<t no de manc1d h1polet1t a, smo apod1cllc<t, a pa1tu de
lo:, qawuw:, que ello:, a \ eces llam..in ensa) o de 1edauw14 pe1 o que en la lldtU1aleLa de nue;t1d5 1ep1e:,entac,ones de espauo y de tiempo, 1
gene1 <tl !Jdm,rn pwadwuento Slll/dtw l:J analms dd metajzsuo :,epa1 o el [a p,mu] de los concepto> eleml:'nt,Lle> del entend1m1ento, [lo hago as1]
conourrnento pu10 a pnon en do:, elemento> muy hete1ogeneos, a saber, ;o]o pa1d hacei noiar lm p11me1 em.1)0; de td] 1eforma que s1emp1e
el [l onounuento] de ]..¡; co:,dS como fenomeno:,, ' el de !ds co:,a;, en >I son h1potet1cos ['fota dt K<tnt)
1111>mds L.i dwlatua \ uelve <t e1ddúU lo:, d d!l1Üo;, p.u a su wnwrdanaa .f.f. Se ha ;uge11do que ..iqu1 podn.i falt.tr un 1englon, que, 1est!luido,
con l<t 1ded 1..icw11<1l 11eLe;d11<l de lo mwndnwnado, y encuentra que esa dana «ensa¡o dt> t1an;,fonn.i1 t'I p10ced1mrento que Id metahs1ca hd
concmd,mci.1 nuHcd :,e p1odu1.e Je ol!d ll1dlle1d que mechante aquella seguido h,t.>i.1 aho1d, 1 de dade d ell.t l.t marchd segl.ud de Lllld cien
dduenu,H 1011 la cu,d poi L<tnto, e:, \ e1 J"detd [NoL<t de Kant] c1a, al unp1ender una completd 1e,oluc1011 de la metdfo.1t.t, segun
CRITICA DE LA RAZON PURA
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de la razón pura especulativa. Es un tratado del método, no un
sistema de la ciencia misma; pero sin embargo traza todo el uso de ellos, que están determinadas poi aquélla misma."' Por
contorno de ella, tanto en lo que respecta a sus límites, como eso, también está obligada, romo ciencia fundamenta], a esta
también [B XXIII] [en lo que respecta a] toda la organización integridad, y de ella se debe ·poder decir: 111l artum reputans, s1
interior de ella. Pues eso es lo qtw tiene de peculiar la razón quid suprresset agrndum. "''
pura especulativa: que ella puede y debe mensurar toda su Peros~ preguntará: ¿Qué tP<;oro es este que queremos legar
propia facultad según la diferencia de la manera como elige a la posten?ad con una metafüica depurada por la crítica, pero
objetos para pensar; y también [puede y debe] enumerar por ello mismo llevada a un estado inmutable J Al hacer una
completamente incluso las varias maneras de proponerse a sí rápida inspección de esta obra se creerá percibir que su utilidad
misma problemas, y así [puede y debe] trazar todo el esbozo es sólo negativa, a saber, [la de] no aventurarnos nunca, con la
de un sistema de, J¡i metafísica; pues, por lo que concierne a :azón especulativa, más allá dP los límites de la experiencia; y
lo primero, en el conocimiento a pr10ri no se puede atribuir a esa es, en efecto, su primera utilidad. Pero ésta se vuelve po 51 -
los objetos nada más que lo que el sujeto pensante toma de sí twa, tan pronto corno se advierte que los principios con Jos
mismo; y por lo que toca a lo segundo, ella es, con respecto ~ua_les la razón especulativa se aventura a traspasar sus propios
a los principios del conocimiento, una unidad enteramente limites en verdad no tienen por resultado un ensanchamiento,
separada, que subsiste por sí, en la cual cada miembro, como sino que, al considerarlos más de cerca, tienen por resultado
en un cuerpo organizado, existe para todos los otros, y todos inevitable un estrerhamzento de nuestro mo de la razón, pues
existen para uno, y ningún principio puede ser tomado con amenazan con extender efectivamente sobre todas las cosas
seguridad en un respecto, sin que a la vez se lo haya investi- los límites de la sensibilidad, a la cual ellos propiamente per-
gado en su integral referencia a todo el uso puro de la razón. tenecen, (B XXVJ y (amenazanJ así con reducir a nada el uso
Pero para eso la metafísica tiene también la rara fortuna, de la puro (práctico) de la razón. Por eso, una crítica que limite a la
que no puede participar ninguna otra ciencia racional que se pr!mera" 7 es, por cierto, en esa medida, negativa; pero al supri-
ocupe de objetos (pues la lógica sólo se ocupa de la forma del ffilf con ello a la vez un obstáculo que limita el último uso 0

pensar en general), de que sí ha sido llevada por esta crítica a que incluso amenaza con aniquilarlo, tiene en verdad u~a
la marcha segura de una ciencia, puede abarcar enteramente utilidad positiva y muy importante, tan pronto como uno se
todo el terreno de los conocimientos que le pertenecen, [B convence de que hay un uso práctico absolutamente necesario
XXIV] y por consiguiente, puede consumar su obra y puede de la razón pura (el [uso] moral), en el cual ella inevitablemen-
ofrecerla para el uso de la posteridad como una sede princi- te se ensancha por encima de los límites de la sensibilidad;
pal que no puede nunca ser acrecentada; [puede hacerlo así]
porque sólo se ocupa de principios y de las limitaciones del
45. «Aquélla misma» es aquí, prohablemente, la crítica recién mencio-
nada. También podria entf'nderse «detenninadas por aquéllos mismos>>,
es dec1r, por esos mismos principios.
46. Como si dijera: «considera que no hay nada hecho, si todavía
el ejemplo de los geómetras y de los investigadores de la naturaleza;» queda algo por hacer».
(sugerencia de Erdmann en: «Le,arten», Ed Acad. Ill, 5fi8 ss., recogida 47 Probabl_emente haya que entender aquí que «la primera» Sf' 1 efie-
por Schmidt). re a '."ª razon especulativa» antes mencionada. Pero tambi~n podría
refenrse a «la sen~1b1hdad».
CRíflCA ')t. L.\ RAZO"< Pl R;
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para lo cual no requiere, por cierto, ayud,1 alguna de la esp_e· ello la proposición absurc~a de que [B XXVII] hubiera feno
culati va, pero debe ª'egurar~e, sin embargo, contra la reacc10n meno s111 que hubiera al¿;.> que apareciese.'" Ahora bien, , 11
de e:,ta, para no caer en contradicción consigo m1sm~. Dene· pongamos que no se hubiese hecho la distinCJón que mie,;tra
o arle a e'le sen icio de la u íuca !,1 utihdcid po;1twa ~ena corno cnt1ca torna necesal!a, ent1 e las cosas, corno objeto::, dtº Id
decir que la polic1a no produce ninguna utilidad positiva, expenenc1a, y las mismas cosas, como cosas en sí mismas
porque su prinupal ocupac10n es solamente poner fren~ a la entonces el princip10 de causalidad, y por tanto, el rnecanisim~
vwlenoa que los ciudadanos tienen que temer ele otros ciuda· de .la naturaleza
. en la determinación de ell·ts (_ , i, clt··l)e ria
. 'tene1.
danos, para que cada uno pueda atender a sus asuntos c?n vahdez mtegral para todas la~ cosas en general, corno causas
t1<rnqmhdad y segundad. Que el espacio y el t~empo s~i'. solo eficientes. Por comiguiente, o no podría decir del rnismu ente
formas de la 111tmción semible, y por tanto, solo condic10nes P· ej. del aln:a humana, que su voluntad es libre, y que su~
de la exi:,tenc1a ele las co:,as como fenómenos; que nosotros, embargo es_ta sometida, a la vez, a la necesidad de la natura·
aclemá», no tenemo~ conceptos del entenchmiento, y por tanto, leza'. e~ ~ecir, que no e:, libre, sin caer en una manifiesta con·
tampoco elementos para el conocimiento de las cosas, salvo trad1cc10n; pues en ambas proposiciones he tomado al alma
en la medida en que [B XXVI] pueda serles dada a estos con· en precisamente la misma significación, a saber, como co:,a en
ceptos una intuición co1re~pondiente; en consecuencia, [que] general (como cosa en sí misma); y tampoco podía tomarla de
nu podemos tener conocimiento de ningún objeto como c_osa otr~ modo, sm que precediese la crítica. Pero si la crítica no
en s1 misma, sino solamente en la medida en que sea objeto esta en_ada cuando enseña a tomar al objeto en una doble szg-
de la intuición sen:,ible, es decir, como fenómeno, se demues· nificacwn, a saber, como fenómeno o como cosa en sí misma.
tra en la parte analítica de la Crítica; de lo cual, po_r ciert~, se s1 la deducción de sus conceptos del entendimiento es acerta~
:,iui.1e la limitación de todo conocimiento especulativo posible da, Y por tanto, también el principio de causalidad se refieie
d~ la razón a meros objetos de la experie1llla. Sin embargo, se sola1?ente a cosas tomadas en el primer sentido, a saber, en la
hace ~iempre en todo ello -lo que debe. notarse bien- •H la m~d1da en que son ~bjetos de la experiencia, mientras que esas
salvedad de que a esos mismos objetos, s1 bien no podemos m1s~as !cosas] segun la segunda sig11ificación no le están 50 .
conocerlos también como cosas en :,í mismas, al menos debemos metidas, ~ntonces la misma voluntad [B XXVIII] es pensada
poder pensados como tales. 1'' Pues de no ser así, se seguiría de en el fenomeno (en las acciones visibles) cofr\.o necesanamen·
te concord_ante con la ley de la naturaleza, y en esa medida,
·-·------ como no lzbre: y _por otra parte, sin embargo, al pertenecer a
.f.8. Lo; guiones en la frase «-lo que debe notarse bien-» son agregado
una cosa en s1 misma, [es pensadd] como no sometida a ague·
de e;la l1,ulucc1ón.
..f.9 PMa wuoar un ob3eto se reqmere que yo pueda demos_trar su
lla [ley], y por tanto, como libre, sin que con ello ocurra una
posibilidad ly,t sea poi el test1mo1110 de la expenenc1a, a partlr de la
1ealiddd efe~'tivd de el, ya sea a priori, poi la razón). Pero pe mar puedo
[pen,ar] lo que qmera, con tal que uo me c.ont1adiga a nu ,mismo, ~s
empero, no precisa ser buscado en las fuente;, teóricas del conornnien·
<lecü, con tal que mi c.onc.epto ,ea un pensamiento posible, aunqu~ )O
t~; puede estar también en las prácticas. [Nota de Kant).
no pueda a>el;\i.i1ai que en el conjunto de tod,tS las pos1b1l. idctd_es a este
[1111 conc.eptoj le c011e;,pon<le, o no,_ un ob3eto. Pero Pª'.ª atubu_11le a :JO. Juego de palab1as en d oiigmal; como si dijera: «la piopos1<..ión ab·
t,d com.. epto \ ahdez ob1euva (posibilidad real, ) ,¡ q~e 1,1 pnmera e:a surda de que hubiera apanenua sm que hubiera algo que apareciese».
solamente la [pmibihdad] lógica), se reqmere algo mcls. E;,le algo ma;, 57. Es deur, en la determinación de las cosas.
CRITICA DE LA RAZÓN PURA 31
30 IMMAMJEL KANT

contradicción. Ahora bien, aunque yo no pueda ronoffr me· pensada v no necesito entenderla más; v [sólo necesito! que
diante la razón especulativa (y aun menos mediante observa- no pong~: pues, obstáculo alguno en el ca~ino del mecanismo
ción empírica) a mi alma, com1derada desde esta última natural de una y la misma acción (tornada en otro re~pecto),
perspectiva, y por tanto tampoco [pueda conocer] la libertad entonces la doctrina de la moralidad conserva su lugar, y la
como propiedad de un ente al quP atribuyo efectos en el mun- doctrina de la naturaleza también [conserval el suyo. lo que
do sensible, porque a tal ente debería conocerlo como deter- no habría ocurrido si la crítica no nos hubiera enseñado p1 e-
minado en lo que concierne a su existencia, y sin embargo no viamente nuestra inevitable ignorancia en lo que respecta a las
en el tiempo (lo que es imposible, porque no puedo poner cosas en sí mismas, y no hubiera limitado a meros fenómenos
ninguna intuición bajo mi concepto), puedo, sin embargo, todo lo que podemos conocer de manera teórica. Esta misma
pensar la libertad, es decir, la representación de ella no contie- consideración de la utilidad positiva de los principios críticos
ne, al menos, contradicción alguna en sí, si queda establecida de la razón pura se puede mostrar con respecto al concepto
nuestra distinción crítica de las dos maneras de representación de Dws y de la naturaleza szmple de nuestra alma, lo que por
(la sensible y la intelectual) y la linntación que de allí se sigue, brevedad no hago aquí. Por consiguiente, ni siquiera puedo [B
de los conceptos puros del entendimiento, y por tanto, de los XXX] suponer a Dws, la libertad ni la inmortalidad, para el uso
principios que de ellos dimanan. Ahora bien. si la moral pre- práctico necesario de mi razón, si no le wstrazgo a la vez a la
supone necesariamente la libertad (en el más estricto sentido) razón especulativa su pretensión de cogniciones exuberantes,
como propiedad de nuestra voluntad, al aducir a prwn princi- porque para llegar a éstas ella debe servir~e de principios t~les,
pios prácticos originarios que residen en nuestra razón, como que, por alcanzar, en realidad, sólo a objetos de una expenen-
data de ella, ;2 [principios] que sin la presuposición de la [B cia posible, cuando se los aplica, sin embargo, a aquello que
XXIXJ libertad serían absolutamente imposibles; [y si] la razón no puede ser un objeto de la experiencia, lo convierte~ sierr:-
especulativa hubiese probado, sin embargo, que ésta no se pre efectivamente en fenómeno; y así decl~ran que es in:pos1
puede pensar de ninguna manera, entonces aquella presupo- ble todo enmnchamiento práctico de la razon pura Debi, por
sición, a saber, la moral, necesariamente debe ceder ante tanto, suprimir el saber, para obtener lugar para la fe; y el dog-
aquella otra cuyo contrario contiene una contradicción mani- matismo de la metafísica, es decir, el prejuicio de avanzar en
fiesta, y en consecuencia, la lzbertad, y con ella la moralidad ella sin crítica de la razón pura, es la verdadera fuente de todo
(pues lo contrario de ellas no contiene contiadicción alguna, el descreimiento contrario a la moralidad, que es siempre muy
si no se ha presupuesto ya la libertad) deben dejar el lugar al dogmático. - Por consiguiente, si no puede ser difícil, con _u.na
mecamsmo de la naturale<fl. Así. empero, 5 i puesto que para la metafísica sistemática compuesta según la pauta de la cntica
moral no necesito nada más, sino sólo que la libertad no se de la razón pura, dejarle un legado a la posteridad, éste no es
contradiga a sí misma, y que por tanto pueda al menos ser una dádiva poco estimable; ya sea que se tome en cue_nta :'
cultivo de la razón mediante la marcha ~egura de una ciencia
en general, en comparación con el tanteo sin fundamento y
52. Habrá que entender que «de ella» rf'fiere aquí, bien a la «liber- [con] el frívolo [B XXXI] vagabundeo de la misma [razón] sin
tad», bien a «la razón especulatJva» antes mennonadas. Una' referencia
a «voluntad» no es posible gramaticalmente crítica, o [que se tome en cuenta] el mejor empleo del tiempo
53. Como s1 dijera: «de la manera como lo explica m1 doctrina, en por parte de una juventud ávida de saber. que en el habitual
cambio».
32 CR!íi(',-. DE LA RAZO\ PUR.;

dogrnat1,,mo recibe tallla estimulación, y tan temprana, para l . 33


P?r a meptitud del entendimiento comú
sutilizar cómodamente acerca de cosas de las que nada entien- especulación tan sutil· s1· a t b. n humano para una
. , , , n es ien por ¡
de, y >obre l,t> cuales tampoco entenderá nunca nada, así como pnmero, la disposición que todo ,h o que respecta a lo
nadie e11 el mundo [11d entendido], o para dechcarse a la inven- raleza, fdisnosiciónJ c¡ue h· ser um,u10 nota en su na tu
cion de nuevo:, pemamiento:, y opiniones, descuidando así el ' ,ice que no pued ~
con lo temporal \'corno[· l · J
apren<l1zc1je de ciencia~ bien fundadas; pero sobre todo si se ª go mw fi h·
de su completa determinación)"
. a contentarse nunca
ciente p· ¡ J ·
d b :ira dS i;,posíciones
toma en cuenta la inestimable ventaja de poner término para <lucir la esperanza de u .. i fi ' ª .e ido, por sí sola, pro-
nd clJGa 11/Ura· 51 en lo
~iempte a todas las oby0 c1u11e~ contra la moralidad y la religión segundo, la mera [B XXXIII) : . '. que respecta a lo
de manera >Ollúltw, a saber, mediante la clarísima prneba de • • expos1c10n l d l
en contraposición a todas hs . c ara e os deberes,
l,1 ig11orancia de los adversarios. Porque alguna metafísica ha fha debido, por sí sola p1·o'd ~retel ns10nes de las mclinaciones,
habido siemp1e en el mundo, y '1emp1e se encontrará quizá s1· fi nalrnente por ¡0 q ' t uc11) a conc1en ua · e¡e ¡a ¡1be1tad· )'
' ue oca a 1o te 1 '
dlg11ua en él ma' adel<lnte; pero con ella se encontrara también la belleza )' Ja provid . rcero, e magnífico orden,
encia que se present el
una di,ded1cd de l<l razón pura, porque ella le es natural. Es, en la naturaleza por sí s0 ¡ [h- d b. an por to as partes
poi consiguiente, el p1ime10 y el más importante asunto de la ' os, ,m e ido d · ¡l
un sabio y grande Creador del rnund . [ pro UClf a fe en
tilo~ofía, el de quila1 le a elld, de una vez para siempre, todo han debido producir por sí s l l o, s1 Wdo_s estos motivo~J
rntlu¡o pe1Jud¡c1al, cegando la fuente de los errores. el público, en la med1.da o o~ lla conv1cc10n exrendida en
A pesar de esta importante mudanza en el campo de las racionales entonces n 0 -1
'
ell que e a se bas
d .
so o que a mdem 1e
ª en ,run damemos
·· -
Ciencias, y ele la Jierdula que debe sufrir la razón especulativa, que además gana estunación l r esa poses10n, smo
en las posesiones que hasta aquí imaginaba tener, todo lo que adelante, aprenden a 110 ad ,dporque as escuelas, de ahora en
' uu 1carse a sí m·- -
concierne a los [B XXXII] asuntos humanos universales y al que concierne al interés 11 . 1"ma:s, en un punto
provecho que el mundo extrajo hasta ahora de las doctrinas de umano urnversal - · l.
superior )' más amplia q . ll , unc1 mte 1gencia
ue aque a que ¡.
la 1azón pura, pe11nanece en el mismo estado ventajo50 t:n el para nosotros del
'
e

mayor respeto) ued . l


ª mu ¡t1tu . d ,
ldiona
~ '
que ,iempr e estuvo, y la pérdida atañe sólo al rnonopolw de las con la misma facilidad· . [· . d JP . e. d canzar también
e:,weLaJ, pero de ningún modo al mterés de la humamdad. Le pre· ' Y apren en a lrm1tar - ·
entonces, al cultivo de , J , . . . , se umcamente.
esas e e1,1ostrauon ·
g;unto al dogmático más inflexible: da prueba de la perduración comprensibles y suficientes p-1 1 - es umversalmente
de nuema alma después de la muerte, por la simplicidad de danza toca entonces meram~1:~e ~sl~;opositos. morales. La mu-
la subsL,mcia; la [prueba] de la libertad de la voluntad en con- de las escuelas que en est (, , pretens10nes arrogantes
' o como por otr- ·
traposICión al unive1 sal mecanismo, mediante las distinciones en muchos otros astintos) . . ' c1 parte, con JUsticia,
sutiles, ,umque impotentes, ele necesidad práctica subjetiva y qms1eran ser te ·d l .
conocedoras y depositarias d l . n1 as por as unicas
e ta es verdades d l .
objetiva; o Lllen la [p1 uebal de la existencia de Dios a partir del el uso comunican al f)úbr ' e as que solo
concepto de un Ente realbimo ([a partir] de la contingencia de ico. conser vanclo para sí la clave de
lo mucl<Lble y de la neces1clctd de un primer motor) han llegado
jcm1ás di público después que salieron de las escuelas, y han
podido tene1 la más mínima influencia sobre la convicción de 5.J . Con · d.. ·
I o ;;1 ljeia: "(Lomo algo l]L e i·o · J • ,
é;,te! S1 esto no ha ocurrido, 111 puede tampoco esperarse nunca, damente todas las piedi<:.posic '. ' .t ld!1Ld p.tra ie,d1za1 curnpli-
·¡ wiws dfJlnudes ). ' t
que e es y en lo qut:> él debe Sé'I ),, ' lHJ es presentes en ¡0
34 IMMANlJEl KANT CRÍTICA DE LA RAZON PURA
35

ellas (quod mecum nesctt, wlus vult sczre vtderi). ;; Sin embargo, se La crítica no se opone al proreder dogmáttro de la razón en
ha atendido también a una [B XXXIV] pretensión más justa su conocimiento puro como ciencia (pue5 ésta debe ser siem·
del filósofo especulativo. Él sigue siendo siempre el depositario pre dogmática, es decir, estrictamente demostrativa a partiJ
exclusivo de una ciencia que es útil para el público sin que éste de principios n priori 5eguros), sino al dogmatnmo, es decir, a
lo sepa, a saber, la crítica de la razón; pues ésta nunca puede la pretensión de progresar únicamente con un conocimiento
llegar a ser popular, pero tampoco necesita serlo; porque así puro por conceptos (el [conocimiento] filosófico), de acuerdo
como al pueblo no le entran en la cabeza los argumentos con principios como los gue la razón tiene en uso desde hace
sutilmente elaborados en apoyo de verdades provechosas, tiempo, sin investigar la manera y el derecho con que ha
así tampoco se le ocurren las igualmente sutiles objeciones llegado a ellos. El dogmatismo es, por tanto, el proceder dog·
contra ellos. Por el contrario, como la escuela, e igualmente mático de la razón pura, 1m previa critica de fn Jamltad propia de
todo hombre que se eleve a la espe< ulación, incurre inevita· ella. Esta contraposición, por eso, no p1etende favorecer a la
blemente en ambos, aquélla está obligada a prevenir de una superficialidad verbosa que lleva el nombre pretencioso de [B
vez por todas, mediante sólida investigación de los derechos XXXVI] popularidad, ni menos al escepticismo, que condena
de la razón especulativa, el escándalo que tarde o temprano sumariamente toda la metafísica; antes bien, la crítica es un acto
tocará también al pueblo, originado <'n las disputas en las que, provisorio necesario para la promoción de una metafísica rigu·
sin la crítica, inevitablemente se enredan los metafísicos (y rma como ciencia, que necesariamente debe ser desarrollada de
como tales, al fin, también los eclesiásticos) y que terminan por manera dogmática y sistemática <>egún la más estricta exigencia,
falsear sus doctrinas mismas. Sólo por ésta puede cortárseles y por tanto, conforme al uso escolá5tico (no popular); pues esta
la raíz al materialismo, al fatalismo, al ateúmo, al descreimiento de exigencia que se le impone. de que se comprometa a ejecutar
los librepensadores, al fanatismo y [a la] supersllción, que pueden su tarea enteramente a príorz, y por tanto, a entera satisfacción
ser universalmente nocivos, y por fin también al 1dealtsmo y de la razón especulativa, es [una exigencia] indispensable. Por
al escept1C1smo, que son peligrosos más bien para las escuelas, consiguiente, en la ejecución del plan que la crítica prescribe,
y difícilmente puedan llegar al publico. Si los gobiernos [B es decir, en un futuro sistema de la metafísica, deberemos'"
XXXV] hallan conveniente ocuparse de asuntos de los literatos, seguir alguna vez el método riguroso del célebre Wolff, el
sería mucho más adecuado a su sabio cuidado de las ciencias y más grande de todos los filósofos dogmáticos, quien dio, el
de los hombres el favorecer la libertad de una crítica tal, sólo primero, el ejemplo (y por ese ejemplo llegó a ser el fundador
por la cual las elaboradones de la razón pueden ser llevadas del espíritu de precisión en Alemania, [espíritu] que aún no se
a un suelo firme, que patrocinar el ridículo despotismo de las ha extinguido) de cómo, mediante el establecimiento de los
escuelas, que levantan un ruidoso griterío sobre peligro público principios de acuerdo con leyes, [mediante] distinta determi-
cuando alguien les desgarra sus telarañas, de las que el público, nación de los conceptos, [mediante] comprobado rigor de la5
empero, jamás tuvo noticia, y cuya pérdida, por tanto. tampoco demostraciones, [y mediante] prevención de saltos temerarios
puede nunca sentir. en las conclusiones, se haya de emprender la marcha segura
de una ciencia; quien, también, precisamente por ello, fuera

55. «Aquello qne no sabe cuando está r0nrnigo, pretende que se crea
que lo sabe cuando está solo». 56. Literalmente: «debemos».
CRITK .., DE L'\ R-\ZU \, Pl RA
37

lo, elem1 nm, m11im10, ~Jü1 a llegar al todo de !et 1 azon pura \ d
c'>pcudLI ulle ctplo pa1a pone1 en e,e e>tado d una uellCid
,e retrocecld cle,,de el tudu (pues tamb1en eqe LSta düdo en , 1
Lulllu L' !el mpr,dhlul ,1 ::,e le hub1e1a ocurrido piep,uar"e el
por la mtenuon ultuna d1 ella en lo prdLticol hdstd e ada tmd de
Lu,uw pru ,irncntL med1ante lel cnticet dd 01,1,,rno, a saber,
las partes, pues el erbd) u de Ldmb1ar aun solo ld rna, pequenct
dl td 1 ,¡¡on pui d [ 8 "\. "\. \. \ Ilj misma, dd1uenua que no ha)
pa1 le 11H1 u duce mmed1dldmente contr,1dicciones no solo del
que dlI lOL!lI lc t<lnw a el LLidntO .ti mudo de peth•ll dogmatico
s1stemd, "mo de la razon Lumand unn e1 sdl Pero en ]d erpmu wn
ele ,u epoc,, \ -,ub1e la cual Jo,, filo::,ofo::, ele su uempo, asi
ha\ toda\ ra mucho que hacer, ven esto he mtentaclo, con e<,ta
e "rno lth de todo,, lus tiempos p1eledente'>, no tienen nada
ed1c10n meJOr.ts que tienen por fin<1lidad remecl1df, \a la mala
, ue 1e pi"' h,u ,"- unu, a otros Quienes 1 echazan su meto do )
1 cornp1 em10n de la Estet1ca, especialmente ld del concepto
[lcLL.tld11] empero c1 Id \eL, el p1oced1mie11to de la Lnuca de
del tiempo, ) a la oscundad de la deducuon de Jo,, concepto,
[,l 1 1tu11 }Jllt a nu putcdu1 rene1 otrct 111tenuon qul la de hbrar,,e
del emendm11ento,) a la presunt.t ca1enc1ct de una e\1denCJd
lle 1,,,, 1tc1cn11 1::, clL !et 1,u11ua) con\ ertn el t1abaJO en 3uego, la
whuente en Ll" pi uebds de Jo, pr mcrpws del entendimiento
L< rtLLc1 u1 o¡J1lllm, ' la filo,of1a en filodo"ia
puro \a, por hn, la mctlc1 rnterp1 etacion de los paralog1srno:i
Pu1 lo 1//Jt tu1a a t>la :,,6 unda eduzon, no he quendo como
q.il preceden a la psicologia rctc1011dl Hastd .th1 (a ::,aber, ,o!o
e, JlbW LLJ,ll Pü, 11 l,1 ocasion de coneg1r, en la medida de lo
hot'La el final del prnner L c1p!tulu de la [B XX'\:IX] dialect1ca
pu,1 )le la d1fiuiJr,tdes ' lo1s o::,cmidade'> de !ds que puedan
trau,cendentüP ) no mas llegan mr' C<lrnbius del rnodu de ex
!t" ot 1 ,,w ,,¡, d rnu::, 111te1 pr etctuones err,1d.ts que han hecho
0 0 pos1uon ''porque [B XI] <:'! l!empo me era esca,,o,) [porque]
t1upeldl '-l<llld 110 si11 culp,1 nua, d hombres pe1sp!Cdces, al
¡ut df e-,te libro i\o u1cuntre nadd que c<Lmb1ar en las p1opo
0
1u1ll""' n11om,.,,, n1 en sus deu10;,tI<Lc10ne::,, n1 td111poco en la :J8 Cuma a<lioon propramelllc t<ll, aum1ue ::.olo en el modu de demo<
0
¡ 011 ,i,1m1-u l 1 q¡eg1iddCl del plan, lo que !M de atnbwrse en trauon ,olo puedu menuunar lc1 que he he1ho en la p 27) con una
nuevd rdutduon del tdealwmü ¡J>Kologicu \ con una p1 ueb" n¡,uros 1 \
¡)di Lc 2 l 1,1, b(l L '"u11u1 a que ) o l<1s h<1b1<1 ;,u metido antes de
oegun u eu umca po::.1ble del t 1e<tlrd<t<l ubJetn" de Id mtu1c1on e".te111c1
pt L'clll«ilu d 1 ¡-,ubl1co, \ en pc1i te ,1 la ptcutl1<11 con;,tituuon Por mu) mocuo que pueda 'e1 considerado el 1d1 dh'>mo con iespecto
de l.1 1, ;,,t rn ,rna d ::,,1ber, a la natm aleza de una r,1zon pura a los fines e::.encMleo de l<t metaft:irca lo que en\ e, dad el no e' , 1oue
npt u1bu' 1 qut connelle u11<1 \e1detdera e,,tructura orgamca siendo un e:icand<tlo de l<t filosoha,) de l<t r.uon hµmana Ull!\ ersal que
de11ll o de l<t ui<d tudo e;, org,u10, es decu, (donde] todo esta para debamo;, <tdm1llr solo :iubr e l 1 b<l:>e de una creencia la exrstencra de !dS
co,,!S fue1" de nowtro> 1de lcts que obtenemo> toda L1 nMte11a de los
1H10 , [B \_ \_ \. \ lll] cada [elemento] srngul'11 e;,t<l pct1d todo;,, y conoum1eutu;, mdu:io pc11d miewu sentido mterno 1 ) que s1 a <tlgu1en
pur ¡,1mu ,11111ltrn,1::,1n1111rna deb1hdacl, )ªsed un enor (yerro) se le oc un e poned" en dudd no puddmu> o ponerle mngtmd prneba
11u 11 11 ,11u1uü rne\ !lctblemenle debe ponerse Je mamfiesto en s,lt1>factona Comu en lds expies10ne.> ele la p1 ueba de::.cle el renglon
d u,u 1 n 1 1d m11JLHc1b1hd<1d ::,e df11 mara este si;,tema, e;, pero, te1ce10 hdStd el sexto, >e encuentr<t <tlguna mcun<ld<l ruego camb1dr ese
to1rnb1ten de aqut en adelctnte i\o e;, la htmd,1d J,1 que Ju;,tifica Pª"ªJe <le e;td !l1dne1,1 <Ejo pennanente izo puede empoo so una wtuwon
eu 11u Puo tudw los funda111eutu1 d, dttemunauon dt mi 1 wtenua que pu,dw
t::,1a umhc11l/, m1c1 ,mo 1,1 me1a e\ iclenc1d, produudd p01 el mwntrane en mt wn represmtaiwne; ) wmo tales requieren a su , e:::., al[!,o
L'Pel tlllL lllu de ld 1¿11<lkfad de lo;, re::,ultado,, ) a se partd de permanente diférente de ella; wn nfmnlta a lo wal pu,da set dete1m1nadu el
cambw de ellaj y por tanto 11u n ¡:,femta w el tiempo w d qut e/Las wmbtan >
ConlJa estA p1uLb,1 p1e::.wmblementc :,e dua tengo cum1enud de mdne1d
uunedtdld :iolo de aquello c¡u1 e't<t eri m1, e:, deu1 ele m1 rep1esentauon
JJ Piub 1blunt r¡le h l\ l que entender 1qUI "rnte' de p1e::.entd1 el
Lle lOSd> e>;lLrildo en LU11oelllt lll l<l :,1gue qued,u1clu >Ill dec1d11 <,¡ dCd>O
l1u 1u ,u..,uu1u 1 de l,uil 1ncl 1e1u 0 1d" poi 'xhrrndt
IMMANl'EL KANT
CRÍTICA DE LA RAZO\ Pl'RA 39
con respecto a lo restante no se me había presentado tampoco
hay, o no, fuera de mí algo que le corresponda. Pe10 yo [B XL] tengo ningún error de comprensión de los examinadores entendidos
conciencia de mi rx1str11rw en el tirmpo (v por consiguiente, también de e [B XLI] imparciales, quienes, aunque no pueda mencionar-
la determinabilid;id de ella en éste) gracias ;i una experienrin interna, y los con los elogios que merecen, [B XLII] apreciarán por 5Í
esto es más que tener conciencia meramente de mi representación, y mismos, en los debidos lugares, el cuidado con que he tomado
es idéntico, empe10. a la conrienrin emp1ricn de mi e.nstrnc1°' la que sólo
sus observaciones. Con esta mejora está enlazada, empero,
es determinable mediante una refe1encia algo que, [estando] enlazado
con mi existencia, está fi1ern de mí. Esta conciencia de mi existencia en una pequeña pérdida para el lector, que no se podía evitar sin
el tiempo está, pues, enlazada idénticamente con la conciencia de una hacer al libro demasiado voluminoso; a saber, que diversas
relación con algo fuera de mí; y es, por tanto, experiencia, y no ficción. cosas que no eran esencialmente necesarias para la integridad
sentido, y no imaginación, lo que conecta de manera inseparahle lo del conjunto, pero cuya falta algún lector, sin embargo, podrá
externo con mi sentid~~ interno; pues el sentido externo es, ya en sí,
referencia de la intuición a algo efectivamente existente fupra de mí v la lamentar, porque podrían haber sido útiles en otro re5pecto,
realidad de él. a diferencia de la imaginación, se ba<;a solamente en q;1~ él han debido ser suprimidas o expue<;tas de manera abre\ iada,
está inseparablemente enlazado ron la experiencia interna misma, como para hacer lugar a mi exposición actual, que espero que sea
condición de la posiblidad de i>Ila; 10 qui> ocune aquí. Si con la connenria más comprensible; [exposición] que en el fondo no cambia
intelrrtunl de mi e'<i«ti>nci<i, en l<i representación Yo soy, que <icomp<iñ<i absolutamente nada en lo que concierne a las proposiciones e
todos mis juicios y tocfas las acciones de mi entendimiento, yo pudiera
enlazar <i la vez una detennin<ición de mi existenci<i mediante mtuirión incluso a las demostraciones de ellas, pero que en el método
i11telertunl t>ntonces no se precisarí<i necesariamente para ella [parn la de exposición se aparta tanto, aquí y allá, de la anterior, que
determinación de mi existencia, Trnd] la toncii>ncia de una relación con no se la podía intercalar [en ella]. Esta pequeña pérdida que,
algo fuera de mí. Ahora bien, aquelld conciencia intelectual precede. por de quererlo, se puede subsanar mediante la comparación con
cierto, pero la intuición interna, sólo en In cual mi existencia puede ser
la primera edición, queda compensada con creces, espero, por
determinada, es sensible. y está ligada a una condición de tiempo; pero
esta detPrminación, ) con ella la expi>1iencia interna misma, di>pi>nde la mayor comprensibilidad. En diversas publicaciones (a veces
de algo perrnanente, que no está en mí, !que] por consiguienti>, !está] en ocasión de la reseña de algunos libros, a veces en tratados
sólo en algo fuera [B XU] de mí con respecto a lo cual debo pemarme especiales) he observado, con agradecida satisfacción, que el
en relación; por tanto, la realidad del sentido externo i>stá enlazada ne- espíritu de profundidad no se ha extinguido en Alemania, sino
cesariamente con la del interno, para la posibilidad de una expe1iencia
que sólo ha sido tapado, durante breve tiempo, por el griterío
en general; es decir, la conciencia que tPngo, de que hay cosas fuera
de mí, que se refieren a mi sentido, PS rnn segura como la conciencia del tono de moda, [que es el] de una [B XLIIIJ libertad de pen-
que tengo, de que yo mismo existo determinado en el tiempo A cuáles
intuicioni>s dadas les corresponden efectivamente objetos fuera de mí
que pertenecen, por tanto, al sentido externo, al cual, y no a la imagi-
nación, han de atribuirse, [es algo que] debe establecerse en cada caso, embargo <i algo permanente, que debe, por tanto, ser una cosa distinta
sin embargo, según las res-las por ]:is que se distingue la expi>riencia de todas mis representaciones, y externa, cu:va existencia está incluida
en general (aun la interna), de la imaginación, teniendo s1emp1 e por nPresanamentp en la determinnnó11de mi propia existi>ncia, y consfüuyi>,
fundamento la proposición de que hay pfpctivami>nte una experiencia con ésta, sólo una única experiencia, que no tendría luga1 ni s1qu1e1 a
externa. Se puedi> añadir aquí todavía rola nota: la representación de en lo mterno, si no fuera (en parte) a la vez exti>rna. El úómo 7 [ron
algo permn11rntr en la existencia no es lo mismo que una reprrsentació11 mayúscula y sin bastardilla en el OJiginal, Trad J no tiene aquí ulterior
permanrntr. pues ellafuede ser muy mudable y cambiante, como todas explicación, así como t;impoco [la tiene] cómo es que pensamos, en
las [representaciones nuestras, incluso las de la materia, y se refiere sin general, lo estable en el tii>mpo, cuya simultaneid;id con lo c<imbi<inte
produce el concepto de alteración. [Nota de Kant].
samiento con visos de genialidad; y que los espmosos senderos escrito, e,peci,tlrnt·nte en <'I que procede er1 d. . ¡·b .
de la crítica, que llevan a una cienci.t de la razón pma que es · - -. , · .¡ _ bcurso i re, si
Pª"'lJt.:S
_ <tis [delo,, arrJ.ncado;, de su contexto - e,omparan unos
, , ~e
[< 1encia] conforme al uso escolastico, pero corno tal es la única
con otros¡ estas aparenteo, contradicciones] arrojan sobre el es
duradera, y por eso, sumamente necesaria, no IMn impedido c11to una uz deo,\ t•11ut3osa a UJ·os UL' quien se fí·i del . . .
d los esp[ritus animoso~ )' esclarecidos adueüarse ele ella. A , - . ' jllluo a¡encr
Pero ~on muy taciles ele resoh er para quien Sº ha ad - d '
estos hombres me1 itorios, que enlazan con tanta fe liciclad la d 1 'd , . e ' uena o
e a I ea en :iu con¡ unto. Con todo si una t -. . .
profuncl1dael ele la inteligencia con el talento de una exposición t ·. ¡ .. , eona tiene eonsis-
encia, a accwn) la reacción que al comienzo la amenazaban
luminosa (que bien sé que no poseo) les deJO [la tarea de] per- con gra" e peligro, con el tiempo sólo sirven p·1ra li111a
tecLionar mi elaboraoón, aquí y allá todavía defectuosa en lo aspe . ' e r sus
l el r~~a~; y sin en también parn p1 ocurarle en breve tiempo
que atañe a la última; pues en este caw el peligro no consiste ~ esea le eleganua, si hombres imparciales, mteli entes ,
en ser refutado, sino en no ser entendido. Por mi parte no pue- \erddderamente populares "e ocupan de 11 g )
do, de aquí en adelante, entreg.trme a controversias, aunque . b
Kontgs e o.
erg, en el mes de abril de 1787.
prestaré cuidddosa atención a todas las indicaciones, ya sean
de amigos o de adversarius, pdra utilizarlas en el futuro desa-
n ollo del sistema conf01me a esta pwpeeléutica. Como durante
estos trabajos he llegado a una edad bastante avanzada (este
nws entro en mi sexagésimo cuarto aI1o), ;"debo ser ahorrativo
en el uso del tiempo, si quiero realizar mi plan de publicar la
metafbica de la naturaleza y la de las costumbres, como con-
firmación del acierto de la crítica de la razón especulativa)' de
1.1 [razón] p1áctica; y tanto el esclarecimento de [B XLIV] las
o:icurida<les que en esta obra son ca;,i mevitables al comienzo,
como la clefema <le! conjunto, [debo] esperarlos de los hombres
mentorios que la ha11 hecho suya."" Todo discurso filosófico es
vulnerable en pasajes ai:,laclos (pues no puede presentarse tan
acorazado como el [<liscurso] matematico); mientra:, que la
e;,t1 uctura orgánica del sistema, cousideradd como unidad, no
corre con ello ni el menor pehg10; sólo pocos tienen, cuando
[el sbtema] es nuevo, la clest1eza de espíritu [necesaiia] para
cous1cleiarlo en su conjunto; y aún menos tienen gw,to en
hacerlo, po1que a ellos toda novedad les resulta impo1tuna.
1~tmbién es posible espigar aparentes contradicciones en todo

59. Corno s1 d1je1a: «en este mes cumplo sesenta y tres años,,.
60. Habrá que entender: «que han hecho suya esta obra».
f 43

1
{A XXIII)

CONTENID0" 1

Introducción .................................................................... 1

I. Doctrina elemental transcendental .......................... 17


Primera parte. Estética transcendental ......................... 19
1ª sección. Del espacio ................................................. 22
2ª sección. Del tiempo ................................................. 30

Segunda parte. Lógica transcendental .......................... 50


l ª división. Analítica transcendental en
dos libros, y los diversos capítulos y
secciones de ellos .......................................................... h4

2ª división. Dialéctica transcendental en dos


libros, y los diversos capítulos y
secciones de ellos ........................................................ 293

{A XXIV)
II. Doctrina transcendental del método ................... 705
Capítulo 1~ La disciplina de la razón pura ............... 708
Capítulo 2~ El canon de la razón pura .................... 795
Cap1t11lo 3~ La arquitectónica de la razón pura ....... 832
Capítulo 4~ La historia de la razón pura................. 852

67. Este índice se encuenh·a solamente en la primera eó1ción. Los nlíme·


ros de las páginas aquí 111encionados son los de esa edición de 1781.
45

f.\ l /
INTRODUCCIÓN62

L.\ e.>-pe1ienud es, sm ducL1, el pnmer prodcicto de nuestro


entendimiento, l Uando el el.ibo1a l,t mdtena bruta de las
seusauone5 ~ensibles Pi ecbamente por eso, es 1't pnrne1 a
mstrucuon, y, en bu] p10greso, es t<ln magotable en nue\dS en
señanLdS, que ld5 \ idds CO!h aten.tcÜ:, de tuda:, l,15 ge11er.tc1011es
futuras no sufiuan nuncd l.t fa[t,, de lll!e\ os l onoc1mientos que
puedM1 ser cosed1ddos en e~te ,uelo Sm embargo, ella 110 es,
m con mud10, el umco c.impo en el que se puede enceirarº 1 a
nuestio entendrnuento Nc>s dice, por uei to, lo que e\.1ste, pero
no, que ello deba ser nect:sd11dmente d~i,) no de otr.t rn,111era
Por ew mismo, no no:, pruporuona verdade1d umversahd .d,
) la razon, que es tan a\ 1dd de esd especie de conoumientos,
[Al] con ella quedd mas lXUtddd que Sd~1sfecha Ar>01.t bien,
ews conounuentos umversales que tienen a ld veL el Cdracter
de ld neces1d.td 111te1na deben sc1 da1 o:, y cie1 tos por s1 mismos,
mdepend1entemenle de l.t e\.penenua, poi eso, se lo~ llama
conournientos a pnorz, rruentrds que por el contr aI10, aquello
que su11plemenle se tomd de Id e Y 1xne11c1a, como se suele
deur, se conoce soldrnentL a po:iíu toll, o emp1ncamente

62 E:, L1 111t1oducuon de l<l pnme1a ed1c1on, que en mucha, pMtes


wncuen.l..t con la de la st>gund<L L1d1c,1IetTlO> e:,1,1s comudenu<ls en
l«> llül~
ó3 LHez almente «en el que 'e pued.i lzmltd1 »
IMMANUEL KANT CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA 47

Ahora bien, se muestra -lo que es extremadamente no- el entendimiento en el campo de los fenómenos. Allí, aun co-
table-t>~que incluso entre nuestras experiencias se mezclan rriendo el peligro de errar, preferimos arriesgarnos a todo: antes
conocimientos que deben tener su origen a priori y que quizá que abandonar investigaciones _tan i~p~rtante_s. Eºr motivo de
sólo sirvan para darles coherencia a nuestras representaciones algún reparo o por menosprec10 o md1ferenc1a. ..
de los sentidos. Pues aunque de las primeras se elimine todo lo Ahora bien, por cierto que parece natural que no se enp
que pertenece a los sentidos, quedan ~in embargo ciertos con- enseguida, tan pronto como se ha abandonado el suelo de!ª
ceptos originarios, y ciertos juicios generados a partir de ellos, experiencia, un edificio, con conocimientos qu; ~e posee~ s1:1
que deben de haber nacido enteramente a priori, independien- saber de dónde proceden, y confiando en el credit~ de prmc1-
temente de la experiencia, porque hacen que uno pueda decir pios cuyo origen se desconoce, sin_ asegt~rars: prevrn~ente d~
-o que, al menos, crea poder decir-,''·; acerca de los objetos que los fundamentos de él"K mediante mvestigac10nes cmdadosas,
se aparecen a los sei:it~dos, más de lo que la mera experiencia y [parece natural] que por consigtüente se haya plantea?º _hace
enseñaría, y que [algunas] afirmaciones contengan verdadera ya mucho tiempo la pregunta de cómo puede el ~ntend1m1ent~
universalidad y estricta necesidad, que el mero conocimiento llegar a todos esos conocimientos a prwrz, y que alcance, que
empírico no puede suministrar. validez y qué valor puedan ellos tener. [A4] En efecto, no hay
Pero lo que es aún más significativo es esto: que ciertos nada más natural, si por esta palabra(") se entiende aquello
conocimientos incluso abandonan el campo de todas las [A3] que debería acontecer de manera justa y razonable; pero si Se
experiencias posibles, y tienen la apariencia de ensanchar, entiende por eso lo que habitualmente sucede, ent~nces nada
mediante conceptos a los que no se les puede dar ningún ob- es, por el contrario, más natural_ ni más com_prens1ble que el
jeto correspondiente en la experiencia, el alcance de nuestros que esta investigación haya debido quedar sm hacer durante
juicios, más allá de todos los límites de ésta.hº Jarcro tiempo. 70 Pues una parte de estos conocimientos, los
Y precisamente en estos últimos conocimientos que se salen rn~emáticos, está desde antiguo en posesión de la confia-
del mundo sensible, [conocimientos] en los que la experiencia bilidad, y por ello permite también a otros [conocimientos]
no puede suministrar ni hilo conductor, ni correctivo alguno, una expectativa favorable, aunque éstos sean de naturaleza
residen aquellas investigaciones de nuestra razón que consi- enteramente diferente. Además, si se ha salido del círculo de
la experiencia, se está seguro de no ser contradicho_ ~or la
71
deramos, por su importancia, las principales, y cuyo propósito
final tenemos por más elevado que todo lo que puPda aprender experiencia. El aliciente de ensanchar uno ~us conoCim1entos
es tan grande, que uno sólo puede ser deterndo en su progreso

64. Los guiones en la frase «-lo que es exl! emadamente notable-» son
agregado de esta traducción. 67. Aquí se inserta en la segunda edición (B 7) un breve pasaje que
65. Los guiones en la frase «-o que, al menos, crea poder decir-» son daremos en su lugar.
agregado de esta traducción. 68. Es decir, de los fundamentos dE>l edificio recién mencionado.
69. En lugar de «SÍ por esta palabra», en la ~egunda edición (B 7) dice
66. El pasaje que comienza «Pero lo que PS aún más significativo»
(A 2 al final) y que termina «El añadido de un predicado tal produce, «si por la palabra natur::tl». . ..
entonces, u_n juicio sintético» (A 7 al final) coincide con un pasaje 70. En lugar de «durante largo tiempo», en la segunda ed1c1on (B 8)
correspondiente de la edición de 1787 (B). salvo pequeñas variantes dice «largamente».
que se registrarán en notas. 77. En lugar de «contradicho», en la segunda edición dice «refutado».
IM~lr\M,EL l<.ANT
CRITICA DE Lr\ Ri\ZÓf\ PURA
49
por una clara contradicción con la que tropiece. Pero ésta se consiste en la descornpo5ición de los conceptos que ya po-
puede evitar, si uno hace sus invenciones con cuidado; sin
seemos, de los objetos. Esto nos suministra una multitud de
que por ello dejen de ser invenciones. La malernática nos conocimientos que, aunque no sean más que esclarecimientos
da un ejemplo bnllanle, de cuán lejos podemos llegar con el
o explicaciones de aquello [Ao] que ya había sido pensado
conocimiento a pnon, independientemente de la experiencia.
en nuestros conceptos (aunque de manera todavía confusa),
Ahora bien, ella se ocupa de objetos y de conocimientos, sólo son apreciados como cogniciones nuevas, al menos, según la
en la medida en que ello~ se puedan exponer en la intuición. forma, aunque según la materia, o el contenido, no ensanchan
Pero esta circunstancia fácilmente pasa inadvertida, porque los conceptos que tenemos, sino que sólo los despliegan. Puesto
la mencionada intuición puede ser ella misma dada a prwn, que este procedimiento sumirnstra un efectivo conocimiento
y por tanto apenas se diferencia de un mero concepto puro. apriori, que tiene un progreso ~eguro y provechoso, entonces
fatirnulado 71 por semejante prueba del poder de la razón, [ASJ la razón, pretextando esto,7 4 introduce subrepticiamente, sin
el impulso de ensanchamiento no reconoce límites. La ligera advertirlo ella misma, afirmacione5 de especie muy diferente,
paloma, al surcar en libre vuelo el aire cuya resistencia siente, en las cuales la razón añade a Jnion,n a los conceptos dados,
podría persuadirse de que en un espacio vacío de aire le podría otros enteramente ajenos, sin que se sepa cómo llega a ellos,
ir aun mucho mejor. De la misma manera, Platón abandonó el y sin pensar siquiera en plantearse esta 7b pregunta. Por eso,
mundo sensible, porgue opone al entendimiento tan variados quiero tratar, ya desde el comienzo, acerca de la diferencia de
obstáculos, 7 ' y se aventuró en alas de las ideas más allá de él, estas dos especies 77 de conocimiento.
en el espacio vacío del entendimiento puro. No advirtió gue
con sus esfuerzos no ganaba camino, porque no tenía apoyo
De la diferencia de los juicios analíticos
resistente sobre el que afirmarse, corno si fuera un soporte, y al
cual pudiera aplicar sus fuerzas, para poner al entendimiento en
y los sintéticos
movimiento. Pero es un destino habitual de la razón humana En todos los juicios en los que se piensa la relación de un
en la especulación el acabar .>u edificio lo más pronto posible, sujeto con el predicado (aunque yo sólo comide1 e los afinnativos;
y sólo después investigar si el fundamento de él estaba bien pues la aplicación a los negativm es fácil) esta relación e%ppsible
asentado. Entonces se aducen toda especie de pretextos para de dos maneras. O bien el predicado B pertepece al 5ujeto A
confmmarno~ con su buena construcción, o para evitar una como algo que e~tá contenido (ocultamente) en' ese concepto A;
prueba tardía y peligrosa. Pero lo que durante la edificación o bien B reside enteramente fuera del concepto A, aunque está
nos libra de cuidados y de sospecha, y nos adula presentándo- en conexión con él. En el primer ca~o, llamo analítico al juicio;
nos una aparente firmeza de lo~ fundamentos, es lo siguiente: en el otro, [A7] sintético. Los juicios analíticos (los afirmativos)
Una gran parte, y quizá la mayor, de la tarea de nuestra razón son, por tanto, aquellos en los euale~ la conexión del predicado

74. Es decir, con el p1etexto d<' que el procedimiento de análisis


72. En lugar de «estunulado», en la ;,egunda ed1<.ión (B 8) dice «ai1e· sumim;,tra efectivos conocimieutos a prw1 i.
batado>>. 75. En lugar de «añade a priori», en la segunda edición (B 10) dice
7J. En lugar de «opone al entenduniento tan va1íados ob;,táculos», en «añade, -y lo hace a priori-».
la segunda ediuón (B 9) dice. «impone al entendimiento lmuta1..ione; 76. En lugar de «esta», en la segunda edición (B 10) dice «una tal».
tan e;ti echas». 77. Literalmente; «de esta doble especie».
CRÍTICA DE LA RAZ01' PURA 51
50 IMMANliEL KANT

En los juicios empíricos, o de experien_cia, ~o hay con esto


con el suje~~ es pensada por identidad; pero aquellos en ]o<; que
dificultad alguna. Pues esa X es la expenenoa completa del
e.sta_c?nex10n es pensada sin identidad, deben llamarse juicios
objeto que pienso mediante un concPpto A, {concPpto] en el
smte~ico~ .. Los primeros podrían llamarse también juicios de
que consiste sólo una parte de esa experiencia. Pues aunque
exp~icac10n, y los ot~os, juicio<; de ensanchamiento; porque
yo no incluya en el concepto de un cuerpo en general el
aq:-iellos: con el predicado, no añaden nada al concepto del
predicado de la pesantez, ese [concepto] desig11a empero la
SUJeto, smo que solamente lo desmtegran, por análisis, en sus
experiencia completa por medio de una parte de ella, [parte] a
conceptos parciales, que estaban pensados ya en él (aunque de
la cual, por tanto, yo puedo añadir todavía o~ra_s partes de esa
mane~a confusa); p_or el contrario, los últimos añaden al concepto
misma experiencia, que tienen su lugar propio Junto a aquella
del S~Jeto ~n predicado que no estaba pensado en él, y que no
h~bna podido obtenerse mediantc> ningún análisis de él; p. ej. si
primera [parte]. Puedo conocer pre~·iamente el con~e~to del
cuerpo de manera analítica por medio de las caractensticas de
digo: todos los cuerpos son Pxtensos, éste es un juicio analítico.
la extensión, de la impenetrabilidad, dP la figura, etc , las cuales
Pues no necesito salir del concepto que enlazo con la palabra 78
cuerp~, para encontrar conectada con él la extemión; sino que
todas son pensadas en ese concepto. Ahora bi:n, ~o en~ancho
mi conocimiento, y al volverme hacia la expenencia, de la cual
!necesito] solamente descomponer aquel concepto, es decir, sólo
había extraído ese concepto de cuerpo, encuentro, conectada
!ne?esito] hacerme consciente de lo múltiple que siempre pienso
siempre con las características anteriores, también la ~esantez.
en e~, _para encontrar en él ese predicado; es, por tanto, un juicio
Por consiITTüente, la experiencia es aquella X que reside fupr.a
anahtic?. Por el contrario, si digo· todos los cuerpos son pesados,
del conce~to A, y en la cual se funda la posibilidad de la sínteS15
el predicado es algo enteramente diferente de lo que pienso en
el mero concepto de un cuerpo en general. El añadido de un del predicado de la pesantez, B, con el concepto A. . .
{A9] Pero en los juicios sintético~ a pnon este ~auxilio falta
predicado tal produce, entonces, un juicio sintético.
por completo. Si he de salir fuera del ~on_:epto A: para cono·
1

~~ora bien, de aquí resulta claro: 79 1) que mediante juicios


anahtico~ no se ensancha nuestro conocimiento, sino que [AS]
cera otro, B, como enlazado con él, e que es aque~lo en lo qu~
me apoyo, y por lo cual se hace posible la síntesis, pu~s a~u~
se despliega el concepto que ya poseo, y se lo hace compren·
no tengo la ~entaja de buscarlo en el campo del~ expenenoa.
sible ~lfª mí misr:io; 2) que en el caso ~e los juicios sintéticos
Tómese Ja proposición: Todo lo que acontece tiene. su causa.
debo "'11er, ademas del concepto del SUJeto, algo diferente (X)
En el concepto de algo que acontece pienso, por cierto, ~ma
en lo cual se apoya el entendimiento para conocer un predica-
do que no reside en aquel concepto, como perteneciente sin existencia, a la que le antecede un tiempo, etc., y de alh se
embargo a él.8" pueden extraer jutcios analíticos. Pero el concepto de una ca:1sa
indica algo diferente de lo que acontece, y no est~ contemdo
en esta última representación.~ 2 ¿Cómo llego a decir, de lo que
7~. En lugar de «con la palabra cuerpo», en la segunda edición (B JI) en general acontece, algo enteramente diferente de ello, y a
dice «con el cuerpo»
79. El pasaje que comienza· «Ahora bien, de aquí resulta claro» (A¡
al final),_y que termma «en la cual se funda la po~ib1hdad de la síntesis
de p1ed1cad? de la pes~ntez, B. con el concepto A» (A 8 al final) se aquel concepto, pertenece, sin embargo, a él».
encuentia solo en la pnmera edinón En la segunda (B) aparece en 87. En lugar de «s1 he de safü fuera_ del ~oncepto A», en la segunda
su lugar otro texto. edición (B 12113) dice «s1 he de lf mas alla del concepto A_"· ,
80. Como si dijeia: «para conocer que un predicado que no reside en 82. Esta frase fue corregida por Kant en la segunda ed1oon (B 13).
L-'1 RAZ01\ f'l R.-\
52 53

conocer el concepto Je las e a usas como perteneciente a ellos, propio género) por medio di: una somera Circunscripción, sino
aunque no esre contenido en ellos''' ¿Qué es aquí la X sobre determinarlo, de m,mera Lumpleta y suficiente para cualquier
lc1 que se apo) a el entendimiento cuando cree encontrar, fuera u5o, en un sistema, ele <H.uei do con sus fuentes originarias, sus
del concepto de A, un preJ1cado ctjeno a él, que sm embargo di\ isiones, su alcam e } '>lh limites. B<lste lo die ho, por ahora,
est,1 LOnectaJo con el:'"' No puede ser la e'-pe1íencía, porque acerca de lo pecufüu de los ¡uic1os smtéticos.'"
el principio rne11Líonctclo aúade esta segunda representación'" a De todo esto resulta ahorn la idea de una ciencia particular,
J,1 primera, no ~olamente cou mayor universalidad de la que.la que puede servir ele críticu de la razón pura. [.-\11] Se llama
expe 1ienoa puede summislrar, sino también con la expres10n puro todo conocimiento que no está meLclado con nada
Je la nece5idad, y por tanto, enterarnente a pnm 1 y por meros e\.traüo. Pero en par ticuLn se llama absolutamente puro un
conceptos '"Ahora bien, en tale;, principios sintéticos, es decir, conocimiento en el que nn ha; mezclada nmguna experien-
pnncip10;, de efüanchamiento, Jescama todo el propósito final cia ni sem,ación, el cu<ll. por tanto, es posible enteramente a
[.\ 10] de nuestro conocimiento especulativo a prwn; pues .los prwri. Ahora bien, la razón es l.i facultad que suministra los
analíticos son, por cierto, sumamente impo1 tantes y nec·~sanos, p1incipios del conocimiento a prwn.'"' Por eso, razón pura es
peIO sol<lrnente para alcanzar aquella distinción .de los concep- <1quella que contit'ne los pr i11cip10s para conocer algo absolu-
tos que se exige para una síntesis segura y amplia, [entendida] tamente a príu1i. lfn u1ga11011 de la razón pura sería el conjunto
como una constr uccióu' 7 efectivamente nueva. de aquellos pri11cipio5 segun los cuales se pueden adquirir y
P01 ccms1guiente, hay aquí cie1to mi~terio escondido," y sólo pueden ser efecti\ amente l':,tableLidos todos los conocimientos
lit soluoon de él puede hacer seguro y confiable el progreso en puros a priori. La aplicación detallada de un tal organon propor-
el ilimitado campo del conoumiento puro del entendimiento; cionaiía un sistema de la ra¿ón pura. Pe1 o como esto es pedir
a saber, descubrir con la debida universalidad el fundamento mucho, y todavía no >e ha c:stablecido si acaso, en general, es
de l<l posibilidad de los juicios sintéticos a prwr1; entender las posible semejante ensanchamiemo 111 de nuestro conocimiento,
comhciones que hacen posible cada una de las especies de ellos; y en cuáles casos e;, posible, entonces podemos considerar a
y no ca1 actenzar todo este conocimiento (que constituye su una ciencia del mero enjuin<lmiento de lct.rc,tzón pura, de sus

89. El p<1sa1e que cmmenLd «Püt e on:,1gu1enle, h<1y aquí ue1 lO misteno»
83. E::ota pi eguntd se modificó en la segunda edición (B 13). y que tennin<1 «B<L>te lo d!lho, por <1ho1 a, acei <.d de las peculictndades de
8-t. E:,t.i p1egunta fue mod1fiwda en !et segunda edición (B 13). los JllIUm sintético»>, fue ;,ustilmdo tn la segunda edición por un largo
85. En el ongmal. «rep1e:,entaciones». Seguimos a Ed. Acad. pa:.a1e que wnueiwt en B l ¡ wn el titulo «V. En todas las ciencias teóncas
86. Ld j¡ a::,e que com1enLa «No puede se1 la expe1 iencia... » fue modi- de 1<1 razón .. » y que termina en B :¿4 con las palabras «un c1ecim1ento
licad.t en la ::oegunda edición. pióspe10 y lructífe10» De:,pué:, de e:,to, do;, pa;,aje> diferentes vuelven a
87. f.n lugar de «Cünstrncuón», la segunda edición (B 1-l) dice «ad- coincidu las dos ed1c10nes, sah o que ld ;.egunda añade títulos e in ti oduce
qllls1e1ón». . . otras pequeñas modilicac10ne;, que mdirnremos en su lugar.
88. S1 a alguno de lo::, .tntiguo> se le hulJiera ocurndo aun tan solo 90. El pa~aje que comienza «De todo e>lü re;,ulta ... » y que tenrnna «que
pl<1mear estct p1egunt<l, ell<l :,ola hctb1ía of1ecido poderosa res1stenc:a sumuustra lm principios del conocimiento a p1iori» fue mu; acortado
a todo:, lo::o si::otem<l::o de la 1aLón pura, ha::ota nue::.t10 tiempo,)' hab11a y modificado en la segunda edición (B :2-!).
<lho 11 ado a::oí rnuchm mtentos vanos que fueron emprendidos a oegas, 97. En lugai de «es posible semejante ensanchamiento», la ;,egunda
slll '"be1 de qué se tiatabct propiamente. [Nota de Kant]. edición (B '.2.5) dice: «es posible ,1quí un ensanchamiento».
54 IMMAM 1EL KANT CRITICA DE lA RAZOh PURA
55

fue~tes Y de sus límites, como la propedeutlCa del sistema de la exponerse, tanto analítica como sintéticamente, el si'>tPma
razon pura. Una [ciencia] tal no se debería llamar doctrina [de completo de la filosofía de la razón pura, ya consista en la
l~ ra~~n p~ra], sino solamente cntua de la razón pura, y su uti· ampliación o en la mera limitación de los conocimientos de
hdad - sen~ verda~era1?1ente sólo negativa; serviría, no para el ella. Pues que esto es posible, e incluso, que un sistema tal no
ensanchamiento, smo solo para la depuración de nuestra razón puede ser de gran extemión, de modo quP se puede esperar
)':la mantendría libre de errores; con lo cual ya se gana muchí'. acabarlo por completo, [eo; algo que] se puede ya de antemano
s1mo. Llamo transcendental a todo conocimiento que se ocupa evaluar, considerando que aquí el objeto no es la naturaleza
en general, no tanto de objetos, como de nuestros concepto~ de las cosas, que es inagotable, [A 13) o;ino el entendimiento
a przor; de [A~ 2] objetos."' Un sistema de tales conceptos se que juzga sobre la naturaleza de las cosas, y aun éste, a su vez,
llamana .filosofia transcendental Pero ésta, a su vez, es demasiado sólo en lo que respecta a su conocimiento a priori; objeto cuyas
para el comienzo. P_ues, como una ciencia tal debería contener riquezas"' no pueden permanecemos ocultas, puesto que no
~e r:i~nera com~!eta tanto el conocimiento analítico, como el precisamos ir a buscarlas afuera; y según todo lo que se puede
smte~c.° a ~rzorz, ella, en la medida en que se refiere a nuestro presumir, ellas son suficientemente pequeñas como para que
propos1to, tiene demasiada extensión; ya que nosotros podemos se las recoja íntegramente, se las juzgue según su valor o falta
llevar el_ análisis solamente hasta donde es imprescindiblemente de valor, y se las aprecie correctamente. 08
nec~san_o para entender en todo s11 alcance los principios de
!ª ~mt_es1s -~ przorz., que son el motivo de nuestro trabajo. Esta II. DIVISJÓ0." DE LA FILOSOFÍA TR.t\NSCEN[)ENTAL
I~\ est~gac1~~' que no podemos llamar propiamente doctrina,
smo solo cnti~a transcendental, porque no tiene por propósito La filosofía transcendental es aquí sólo una idea,"" parn la
el e~sanc.~am1ento de los conocirmentos mismos, sino sólo la cual la crítica de la razón pura tiene que trazar todo el plan
rectificacion de ellos, y debe suministrar la piedra de toque arquitectónicamente, es decir, a partir de principios, garan-
del v_alor o de la falta de valor de todos los conocimientos a tizando plPnamente la integridad y la seguridad de todas las
prwrz., es aquello de lo que nos ocupamos ahora. Una crítica piezas que constituye 1"º ese edificio. 101 Esta crítica no se llama
tal es, por cons~guiente, una preparación, si fuera posible, para ya ella misma filosofía transcendental solamente porque para
un organ~n; )' s1 esto no se alcanzare, al menos para un canon
de ellos,''' según los cuales,"'' en todo caso, alguna vez podrá
26) dice: «según el cual».
97. Literalmente: «cuya provi<;ión». Seguimos a Tremesaygues y
92. En la segunda edición (B 25) se explica: «su utilidad en lo que Pacaud.
respecta a la especulación». 98. En la segunda edición (B 27) se inserta aquí un breve pasaje que
93. Esta_ frase, con la definición de «conocimiento transcendPnta],, daremos en su lugar. Después de él, el texto sigue igual para las dos
fue modificada Pn la segunda edición (B 25). ' ediciones, excepto por las diferencias que señalarPmm.
94. También podría ente_nd_erse: «debe11a contener a prion; de manera 99. En lugar de «es aquí sólo una idea>>, en la <;egun<la edición (B 27)
completa, tanto el conoc1m1ento analítiro, como el sintético». dice «es la idea de una ciencia».
95. Probablement: haya que entender aqní· «de e505 conocimientos a 700. En la segunda edición se corrigió: «comtituyen»
prton». Pero tam~1en se podría entender: «de la razón pura». 701. En la segunda edición (B 2í) se intercala aquí la frase: «Ella es el
96. Es decir: segun ese orgnnon o ese canon. En la segunda edición (B sistema de todos los principios de la razón pura».
CRI l /C., LE L"'- RALO\ Pl R"'-
57
ser un ;,1;,temd completo debe11a contener tarnb1en un anah;,1s una hlooofia de ]d
detallado de todo el conourn1ento humano a prwll ..\ho1a todo lo p1 ctct1co er~,~:011 p;u; meramente especulatn a Pues
fi ' mee ic d en que contiene mo\ l r '
bien, nueotI a cnt!ca, por cierto, debe pone1 a Id '1std rambien re ere a sent1m1ento;,, loo, cuctles se cuentan ent1 e 1 1 ~" se
und enumu auon completa de todo;, lo;, conceptos pnm1t1\ os empuKas del conounuento cts uentes
que con;,tttu) en el menuonddo conoum1ento puro Pero ella
;,e dbstILne, rdL.onablemente, del allah;,1s detdllado de estos desc~h:ir;L~:~~d~ ~~5 ~1 ~1~~1~ ::::~Udf Id dn 1510n de esra ciencia
conceptos rn1~mo;, como tarnb1en de !<1 reseña completa de los tonces ac¡uelJd [dn JsHmj 1 , que dho~: ~;p~:~::::~,e~~~:neral,
en
de!l\dclo, de ello;,, en parte, porque ese anahs1s no [Al-le] sena pnmeramente una doctmw !oj elunentos d 1 contener
opm tu no, v d que no presenta la cl1ficultad que ~e encuentra en
e1 ¡ ¡ e el raL.on pura )
i segunc o ugar, una dol!111uz dd r!lltodu [de ell,1/ Cae! '¡
la ;,mte~1s, por motlvo de la cU<tl, propiamente la cnt1ca entera e:itas partes prmc1paJes tend11c1 sm subdn 1:,10nes CU} o: ~lnadc e
ex1~tL \ en p<11 te, porque seua contra110 a ld umd,Hl del pldn mentos, ~m embcii b 'no pm" den exponerse aqm •todct\Jd in
ºº Soloa
el <1w11111 la re;,po11sab1hddd de la mtegnddd de un anahs1s ) part>ce ser necesdr io, como mt1 oducc1011 o ad\ ertenua reh
de ll!ld dedu(uon ;,erneJ<1ntes, [1espom<1b1hdad] de ld que uno mmar, e:,to que ha) dos ti oncos del conocnmento h p
pod!ld estai exHmdo en lo que respecta a ;,u propos1to Esta que qmza broten de LU1d ra1¿ con, un dt1nque descon ld1mano,
mtegndad, tdnto dt>l <1nahs!!, corno de ld deducuon a partir de nowtro b ' oc1 a para
s, absd er jel/jtbt!1Jad1 entwd1111unto, por el pllmero de
cuncepw, a p11011 que se sum1mst1<1ran en lo futuro, es, por su el! O;, los o ~etos nos 50 d d
pct1 te faul de completar, con tal que, dllte todo, ellos existan >\hora bien en 1 ~ c1ª OJ, ) por el seg1mdo, son pemadoj
, d me I " en que la sen;,1b1hdad contenoa
corno pnnup1os detal!ddos de Id ~mtes1s, y no les falte nada
de lo que conoerne et e;,te p1 opm1to e;,enudl
~~~e~:nct~:~~'.1~0~ ~1 w11cle1d1 las qbt e consisten ]as cond1c10n~s
on a os o ¡eto:,, ella pertene 1
A ld cnl!cd de !et rMon purd pertenece, ;,egun esto todo lo que
¡fil o:,of1a t1dnscenJental Lct 1:\11
· )J d uctnna t1 cJnscendent
cera Ja d a
constitu) e ld hlosohct t1 ctmcendent,tl,) ellct es la 1ded completd de
lct filo<;of1a t1 d!locendentdl, peto no es, todav kl, e:,tct uenua nm.ma,
~;1~11~:
does debend pertenecer a la pnme1 a parte de ld c1~c1:
los b entos, por que l<ts cond1uones, solo bct¡o las cuales
porque en ( 1 ctnahs1:, solo llt:>gct ha,,ta donde es preciso para el o ~etos oon dc1Cl0s ,d co11oc11mento humano d
en¡mc1<muento eompleto del co11ocun1ento smtetKO 11 prw11 aguellcis bayJ lcls cuale;, ellos tion penscldos , prece en a
\quello J. lo que p1mupdlmente hct) que prestai cttenuon
en lc1d1\1:,1011 de lll1d uenu,1 tal, es que no deben mtroduc1rse
concepto:, que urnteng.m nada ernpn KO, o bien, que el co cer \ que le1 mma <debei l..tll set e l
noc111uento a pnm 1 ,ec1 enteramente puro P01 e:,o, d pesdr de modificada en la oegundd ed1uon ; ~~11c~,~t1 esupue;,to; en elld> fue
qut.c lo> p!111c1p1os "upremo;, de Id 11101 cthdad, y lo;, conceptos 103 La paldb1a «1110\de;,» :,e expie;,t en-la
pal.1b1a LU\d t1..tducuon hteial , t d p1m1e1a ed1c10n con unc1
tu11dc1mu1t,tles de ella, son conourn1ento;, a pr w11, [ \ 13 J no per segunda ed1uon con lll!a pal ib1 :ei~' « ~ll .unento;, muto1e»>, ) en la
tenecen a lct filosof1ct t1 ansl endentdl, porque Jo:, concepto:, de moto1es» , ' )el ,aducuon hte1,1l send «1e;,mtes

plct(er) d1sp1'1Lu, de los dpetito;, e rnchnctuone:,, del c1lbedno, 10.J Con la exp1e>iün ente ¡ l
etc, que son todo;, de 011gen emp1nco, debencin ser entonces Lu1a de Ruhden ' \Iou;,bu cm ~<eles «e J\ 1s1on» >eguuno; una con1e
c11t1cd que ..thu1a exponem~g,~1 .unbien pod1J.t entendeise «aquella
pr e,upue:,to;, en ella tu_ Por eso, la filoso ha tr<1nscendental es
IOJ L1te1d]mente una duct11na elemental
J~6d En ljuga1 de ,<J,1;, cond1uone; bdJO l 1Clldl, ld segi_mdd ed1uon iB
102 Lct f¡ .t>t que com1enLc1 pot que lo;, cunu pto> dt pl.1u:1 ) d1opll - te.e < .i condiuon b<1¡o Lt cu.ti
59

[Bl]

INTRODUCCIÓN 1º7

l. DE LA DIFERFNCL\ DEL CONOCII\!lFNTíJ


PURO Y EL D!P!RICO
,·.
o hay duda de que todo nuestro conocimiento comienza
N por la experiencia; pues si no fuese así, ¿qué despe1 ta ría
a nuestra facultad cognoscitiva, para que se pusiera en ejerci-
cio, si no aconteciera e~to por medio de objetos que muevrn
nuestros sentidos, y en parte producen por <>í mismos repre-
sentaciones, y en parte ponen en mm imiento la actividad de
nuestro entendimiento para compararlas a éstas, conectarlas
o separarlas, y elaborar así la materia brnta de las imp1 e~1011e<;
sens.1bles y hacer de ella un conocimiento de objelos, que se
llama e'l.periencia? Segun r1 llemjJO, pues, ningun con oc imicnto
precede en nosotros a la expeiiencia, y con ésta cornienn1 todo
!conocimiento].
Pero aunque todo nuestro conocimiento comience ron la
experiencia, no por eso srnge todo él de la experiencia l\1e<;
bien podría ser que nUE'<>trn conocimiento de experiencia fuese,
él mismo, un compuesto formado por lo qu0 recibimos median-
te impresiones, ; lo que nuestra propia facultad cognmciti\ a
(tomando de las impresiones sensibles sólo la ocasión puta ello)
produce por 5Í misma; ; este añadido no lo di-;tinguimo'i de

707 ¡::, la mt10ducc1on de la segL111da ed1uon, que en muchas par-


tes comc1de con la pnme1a En las notas mc!Kamos (omc1dencrns o
d1' e1 genc1as.
CHJ l ICA Dl 1A HAZON PURA 61
60
- f ndamental smo cuando un prolongado no está mezclado nadct empírico Así, p. ej., la proposición:
aquellc1 [B_¿] rnate11,1 u l . . obre él v nos ha dado ld toda mudanza tiene su causa. es una proposición a prion, pero
. . . 1 10' h t llamado a ate11c10n s ,,
eje re 1uc 1 ~ ' no pura, porque mudanza e-, un concepto que sólo puede ser
l1db1ltdctd para separarlo. por lo menu;, requiere extraídu de la expt~ricncia.
Put con,1gwente, es una cuestwn c¡ue o . e puede des·
. t . · 'i más precisa, Y que 11 '
tudct\ í,1 unc1 mves igdUl 11 . . . ··eilcia la [cuestión] de ll. EST..\.\IOS E:"-1 POsl:.S )N DE CIERTOS CONOCn!IE;\JTOS
. :l , h pumeia apan ',
iiad1df en seg me d se¿Llll ' d. de h experiencia y aun A l'RIOJU, Y AUN EL ENTENDL\IIENTO
r · , 1 m 111 depen 1ente ' ,
, 1 ha; tal cu11ucm11e1 t"d )S Tales wiwwmentos se CU.\!l"\
1
.\0 C ..\RECE NU>ICA DE ELLOS
~ es de 1os sen 1 t · '"

de todas las impre,wn d 1 npuuos que tienen sus


lLunan a pnu11, y se d1,tmguen e os e1_ .·. , Se trata aquí de una característica gracias a la cual poda-
ber en la expenenc1a.
fuente;, ll po;tei wi z, · ª sa , pero ' no es to d·,n ¡, ·a suficientemente mo~ distinguir, con seguridad, un conocimiento puro de uno
Aquellct e'-:p1e,1on, em l , t J ' )Inpleto de manera ade· empírico. La experiencia nos ensel1a, por cierto, que algo está
. d, 1onar e sen l o ~t .
detennmil da p<11 el t ' o d '"' p de ·1!0 tinos conocimientos comtítuido de tal o cual manera; pero no, que no pueda ser de
• 1 tea a · ue;, ' o
cuc1da a l,t l ue::,uon P dll . ·. 's11ele deci1 que somos on a manera. Por consiguiente, si ~é encuentra, en primer fugar,
· d la expenencia se
deriv,1Jo, de tuentes e , ·t· ·p·1mos de ellos a prwn, una proposición que sea pensada a la vez con su necesidad, el1a
. d, !los o que pai io ' .
a p!lull et paces e e , . 1·· t· ncnte de la experiencia, es un juicio a pno1 i; ~i ademús no es derivada sino de alguna
l d ,d ·irnos mmec ia a1 "d
l iorque no us, l·e uc·versal que, srn .·
em
bargo hemos obtem o
' .
que a su vez es válida como proposición necesaria, entonces
,ino de una reg a Ulll l . e soc"1vase los cimientos es [una proposición] absolutamente a priori. En segundo lugar. la
· · A. - le a gu1en qu '
de la expenenoa. ~ s1, e l b . b"do a tniori que ella se experiencia nunca le~ da a sus juicios universalidad verdadera,
d ue pudo Jd er set 1 r· . .
de :,u \asa, se ice q . . ... b· esperar la expenenc1a o estricta, sino sólo supuesta o comparativa (por inducción);
. d -ir no p1eU'd a
\endría el l )ajo; es ec , p - t· npuco podía saber esto, de modo que propiamente debe decirse: en lo que hemos [B"1]
. . te ·iyera ero ar
de que elect1v,u11en u · Pu ie los cuerpus son percibidu hasta ahora, no se encuentra excepción alguna de
ente a prwn. es lJl ·
sin ernbcugo, enterarD 1 ·ustrae el apoyo, esto tendua esta o aquella regla. Por tanto, si un juicio es pensado con uni-
)esado,, Y que caen cuandu se es s . -·· versalidad estricta, es decir, de• tal manera, q\ié no se admita,
t · b" ¡ . t pm expenencht.
q ue habe1 lo .sa ·ll o ,rn es, lo oue s1°1.1e . no e11Lende1 emos por como posible, ninguna excepción, entonces no es derivado de
Pur con:,1gu1ente, en -1 o l ... 1dependien· la experiencia, sino que es válido absolutamente a priori. La
. . a uellos que L1euen ug,u 11
conoci1mentos a P110 1l' q . .· [B'J] sino los c¡ue tienen universalidad empírica es, pues, sólo una incrementación arbi-
elh expc11encia, " ,
ternente de e::,ta 0 ctqu ' d d· ·periencia en ¿¡bsoluto ..~ traria de la validez, a partir de aquella que vale en la mayoría
d" t 1ente e to a ex
lugar indepen ien en . . t . npíricos o sea aquellos que de los casos, a aquella que vale en todos ellos; como p. ej. en
, ¡ - conocun1n os e1 ' . E
ellos se oponen º' d _.. por experiencia. ntre la proposición: todos los cuerpos son pesados; por el contrario,
sólo son posibles a posterw:iz: es e;1P1 ~ros a~uellos en los que cuando la universalidad estricta pertenece esencialmente a un
los conocimientus a p1 w11 dlllcl!lS juicio, ella señala una particular fuente de conocimiento de él,
a saber, una facultad del conoumiento a prwn La necesidad y
------- , . nte la untudción, po<l1ü entende1se
708. Sr >e mod1fica1a hge1ame .t. p l el ;,enlidcl completo de la
dl c1deCL1du,1mell e
t,1mb1éu: «pa.1 a d e> 1"' 11 . 709 Como si dijera «el sentido común».
0
_d
cue,t1ón pL1nteada». As1 Ed. Aca .
62 IMMANl'FL l<A 'ff
CRÍTICA DE LA RAZON PURA 63

la universalidad estricta son, por tanto, señales seguras de un las cuales ella procede fueran siempre empíricas, y por tanto
conocimiento a priori, y son también inseparables una de la contingentes? por eso, difícilmente se les pueda otorga1 a éstas
otra. Pero como en el uso de ellas 11 " veces es más fácil mos· el rango de principios primeros. Aquí podemos, empero, con·
trar la limitación empírica de los jui( ios, que la contingencia formarnos con haber expuesto el uso puro de nuestra facultad
en ellos, o también a veces es más convincente mostrar la cognoscitiva como un hecho, junto con las caracterhticas ele él.
universalidad ilimitada que nosotros atribuimos a un juicio, Pero no solamente en juicios, sino incluso en conceptos, se pone
que la necesidad de él, por ello es acomejable servirse por de manifiesto un origen a priori de algunos de ellos. Eliminad
separado de los dos criterios mencionados, cada uno de los poco a poco, de vuestro concepto empírico ele un rncrpo, todo
cuales es, de por sí, infalible. lo que en él es empírico: el color, la dureza o blandura, el peso,
Es fácil mostrar que hay efectivamente, en el conocimiento incluso la impenetrabilidad; queda, sin embargo. el e~pacio que
humano. tales juicios .necesarios y universales en sentido es· él (que ahora ha desaparecido por completo) ocupaba; y a éste
tricto, )' por tanto, juicios puros a prwri. Si se desea un ejemplo [B6] no lo podéis eliminar. De la misma manera, si eliminái~
tomado ele las ciencias, basta considerar todas las proposiciones de vuestro concepto empírico ele cualquier objeto. corpóreo
de la matemática; si se desea uno tomado del uso más vulgar o no corpóreo. tocias las propiedades que la experiencia os
[B5] del entendimiento, puede sen ir para ello la proposición enseña, no podéis quitarle, sin embargo, aquellas por las cuales
de que toda mudanza debe tener una causa. Y en esta última lo pensáis como substanrw o corno inherente a una substancia
[proposición] el concepto mismo ele una causa contiene tan (aunque este concepto contiene más determinación que el ele
manifiestamente el concepto dP una necesidad ele la conexión un objeto en general). Así, constreñidos poi la necesidad con
con un efecto, y [el concepto] ele una estricta universalidad de la cual este concepto se os impone, debéis admitir que él tiene
la regla, que [ese concepto de causa] se arruinaría por complPto a priori su sede en vuestra facultad cognosciü\'a.
si, como lo hizo Hume, se quisiera derivarlo de una frecuente
1
concomitancia de lo que acontece con lo que [lo] precede, y Ill. LA FILOSOfL\ TIENE NECESIDAD DE l'NA CIENCIA Ql E
ele la costumbre (y por tanto, ele una necesidad meramente DETERi\ll:\E LA POSlBILlDAD, LOS PRINCIPIOS Y El. ALCANCE
subjetiva) allí originada, de conectar representaciones. Y aun DE TODOS LOS CONOC!}.!!ENTOS A PRIORI
sin tener necesidad ele tales ejemplos para probar la efectiva 1
realidad de principios puros a prwri Pn nuestro conocimiento, Pero lo que es aún 112 más significativo qne tocio lo prececlente 1.i
se podría exponer el carácter imprescindible ele éstos para la es esto: que ciertos conocimientos incluso abandonan el campo
posibilidad de la experiencia misma, y por tanto [se podría ex· de tocias las [A3] experiencias posibles, y tienen la apariencia
poner] a przori [aquella realidad efectiva]. 111 Pues ¿ele dónde iba
a sacar la experiencia misma su certeza, si tocias las reglas según
772. El pasaje que comienza «Pero lo que es aún más significativo» (B
6) v que te1mina «El añadido de un ptedicado tal produce, entonces,
770. Es decir. de esas señales; pero también podría entenderse: «de un'juicio sintético» (B 11) coincide con un_ pasaje con esponchen_te de
ellos», es decir, de los criterios que se mencionarán ensegmda. la edición de 1781 (A), salvo pequeñas varnmtes que se registraran en
notas. Para facilitar la comparación, damos en el te,to la paginación
177. El añadido «[aquella realidad efectiva]» es conjetura de esta
de la primera edición junto con la de la segunda.
traducción. También podría entenderse· «se podría e'poner a priori la
773. La expresión «que todo lo precedente» es agregado de la segunda
necesidad [(es decir, el carácter imprescmd1ble)] de esos principios».
edición.
CRll ILA DE lA RAlOl\ PUR."> 65
l1v\MAi'<lAL l<.A:"ff

de ensanchar, mediante conceptos a los que no se les puede dar cómo puede el entendimiento llegar a todos esos conocimientos
ningun objeto correspondiente en la experiencia, el alcance de a priori, y qué alcance, qué validez y qué valor puedan ellos
nuestros juicios, ma;, allá de todo" los límites de ésta. tener. [A-!] En efecto, no hay nada más natural, si por la pa-
Y precisamente en esto;, últimos conocimientos que se labra natural 11 " se entiende aquello que debería acontecer de
salen del mundo sensible, [conocimientos] en los que la expe- manera justa y razonable; [B8j pero si se entiende por eso lo
riencia no puede surrunistrar ni hilo conductor, ni correctivo que habitualmente 6ucede, entonces nada es, por el contrario,
,dguno, re;,iclen aquellas inve&tigaciones de nuestra razón que más natural ni má;, cornpren&1ble que el que esta investigación
[B7] considerarnos, por su importancia, las principales, y cuyo haya debido quedar largamente sin hacer. 11 " Pues una parte de
propósito final tenemos por más elevado que tocio lo que pueda estos conocimientos, lo~ matemático6, e5tá de&cle antiguo en
aprender el entendimiento en el campo de los fenómenos. Allí, posesión de la confiabilidad, y por ello penmte también a otros
aun corriendo el peligro de errar, preferimos arriesgarnos a [conocimientos] una expectativa favorable, aunque éstos sean
todo, antes que abandonar inve;,tigacione& tan importantes, de naturaleza enteramente diferente. Además, si se ha salido
por motivo ele algún reparo o por menosprecio o indiferencia. del círculo de la experiencia, ~e está seguro de no ser refutado12o
Esos problemas inevitables de la razón pura misma son Dws, por la experiencia. El aliciente de ensanchar uno sus conoci-
libertad e inmortalidad. Pero la ciencia cuya intención última, con mientos es tan grande, que uno sólo puede ser detenido en su
todos su& preparativo5, está dirigida únicamente a la solución progreso por una clara contradicción con la que tropiece. Pero
de ellos, 1ll se llama metafísica; cuyo proceder es, al comienzo, ésta se puede evitar, si uno hace sus invenciones con cuidado;
dogmático, es decir, que sin previo examen de la capacidad o sin que por ello dejen de ser mvenciones. La matemática nos
incapacidad ele la razón para tan grande empresa, emprende da un ejemplo brillante, ele cuán lejos podemos llegar con el
confiadamente su ejecución. 11 ; conocimiento a prio11., independientemente de la experiencia.
Ahora bien, por cie1 to que parece natural que no se erija Ahora bien, ella se ocupa de objetos y de conocimientos, sólo
emeguicla, tan pronto como ;,e ha abandonado el 5uelo ele la en la medida en que ellos &e puedan exponer en la intuición.
experiencia, un edificio, con conocimientos que se poseen Pero esta circunstancia fácilmente pasa inadvertida, porque
srn saber de dónde proceden, y confiando en el crédito de la mencionada intuición puede ser ella mi;,u}a dada a pnor1;
principios cuyo origen se desconoce, sin asegurarse previa- y por tanto apenas se diferencia de un mero concepto puro.
mente de los fundamentos de él 11 " mediante investigaciones Arrebatadoui por semejante prueba del poder de la razón,
cuidadosas; y [parece natural] que por consiguiente se haya [AS] el impulso de ensanchamiento no reconoce límites. La
planteado, más bien,'' 7 hace ya mucho tiempo la pregunta de ligera paloma, al ~urcar en libre vuelo el aire cuya resistencia
siente, podría persuadirse de que en un espacio vacío de aire

//.J. Es deu1, de aquello;, pi oblemas.


/ 15. El p,lSaJe que comienza «Eso> problemas mevitables» y que
778. En lugar de «si por la pabb1 a natural», en la primera edición
te1mma «emp1ende (.Onfiadamente ;,u ejecución» es agregado de la dice «>i por esta palabra».
segunda edición, y no ;,e encuentra en la pnmera. 779. En lugar de «largamente», en la pt1mera edición dice «durante
116 Es deur, de los fundamentos del edificio iec1én mencionado.
largo tiempo».
17 7. La expresión «mas bien» es ag1 egadu de la segunda edición y no 720. En lug,1r de «1efutado>>, en la pru11e1a ediuón dice «contradicho».
se enluent1a en la plimera. 721. En lugar de «<UTebatado», en la prime1a ecl1uón dice «estnnulado».
66 IMMA 'iUEL KANT CRÍTICA DE LA R/\7-0N f'l'R/\
67
[B9] le podría ir aun mucho mejor De la misma manera, Platón la razón añade -y lo hace a priori-, ' a los conceptos dadm,
11

abandonó el mundo sensible, porque impone al entendimiento otros enteramente ajenos, <;in que <;e sepa cómo llega a Pilos, y
limitaciones tan estrechas, in y se aventuró en alas de las ideas sin pensar siquiera en plantearse una pregunta tal. ' 2" Por eso,
más allá de él, en el espacio vacío del entendimiento pmo. No quiero tratar, ya desde el comienzo, acerca de l;i dift>renci;i de
advirtió que con sus esfuerzos no ganaba camino, porque no estas dos especies 117 de conocimiento.
tenía apoyo resistente sobre el que afirmarse, como si fuera
un soporte, y al cual pudiera aplicar sus fuerzas, para poner
IVY~ DEL\ Dlf[Rf:NC!•\ D[ LOS JL'ICJOS \N,\Li'IICOS
al entendimiento en movimiento. Pero es un destino habitual
r LOS SINTU l('O'i
de la razón humana en la especulación el acabar su edificio lo
más pronto posi~le, y sólo despu6s investigar si el fundamento En todos los juicios en los que se piensa la relación de un
de él estaba bien' asentado. Entonces se aducen toda especie sttjeto con el predicado (aunque yo sólo considere lm afirmativos;
de pretextos para conformarnos con su buena construcción, o pues la aplicación a los negativos despué<; 12 " PS fácil) esta relación
para evitar del todo, preferentemente, 11< una prue ba tar d'ia y es posible de dos maneras. O bien el predicado B pertenece al
peligrosa. Pero lo que durante la edificación nos libra de cui- sujeto A como algo que está contenido (ocultamente) en ese
dados y de sospecha, y nos adula presentándonos una aparente concepto A; o bien B reside enteramente fuera del concepto A,
firmeza de los fundamentos. es lo siguiente: Una gran parte, aunque está en conexión con él. En el primer ca<;o. llamo analí·
y quizá la mayor, de la tarea de nuestra razón consiste en la tico al juicio; en el otro, [A7] sintético. Los juicios analíticos (los
descomposición de los concepto0 que ya poseemos, de los ob· afirmativos) <>on, por tanto, aquellos en lm cuales la conexión del
jetos. Esto nos suministra una multitud de conocimientos que, predicado con el sujeto es pensada por identidad; pt>ro aquellos
aunque no sean más que esdart>cimientos o explicaciones de en los que esta conexión es pensada sin identidad, deben llamar·
aquello [A6] que ya había sido pt>nsado en nuestros conceptos se juicios sintéticos. [B 11 J Los primeros podrían llamarse también
(aunque de manera todavía confusa), son apreciados como juicios de explicación, y los otros. juicios de ensanchamiento;
cogniciones nuevas, al menos, según la forma, aunque según porque aquéllos, con el predicado, no añaden nada al concepto
la materia, o el contenido, no ensanchan los conceptos que del sujeto, sino que solamente ln desintegran, por análisis, en
tenemos, sino que sólo los despliegan. IB JO] Puesto que este sus conceptos parciales, que estaban pensados ya en él (aunque
procedimiento suministra un efectivo conocimiento a prior~ de manera confusa); por el contrario, los últimos 'lñaden al
que tiene un progreso seguro y provechoso, entonces la razón,
pretextando esto, 124 introduce subrepticiamente, sin advertirlo
ella misma, afirmaciones de especie muy diferente, en las cuales 725. En lugar de «añade, -y lo hace a priori-,>>, en la prime1 a ed1c1on
dice «añade a priori» Los guiones en la frase «-; lo hace a p1 wri-» •;on
agregado de esta traducción.
722. En lugar de «impone al entendimiento hmitacione<; tan estrerha..»>, 726. En lugar de «una p1egunta t;i/», en la prime1;i edición dice «esta
en la prime1a edición dice: «opone al entendimiento tan variados pregunta».
obstáculos». 727. Literalmente: «de esta doble especie»
723. La expresión «del todo, preferentemente,» es agregado de la 728. La expresión numé1ica «IV» es agregado de la segunda Pdición,
segunda edición, y no figura en la pi ime1 a. y no figura en la primera.
724. Es decir, con el pretexto de que el procedimiento de análisis 729. La expresión «después» es agregado de la segunda edJCión, , no
suministra efectivos conocimientos 11 priori. figura en la primera.
JM,vlAf'.llEL KA 'ff lR/l!L:A UE LA RAZO'-' PL'RA
68
concepto del sujeto un predicado que no e>taba pensado en él, de la experienud. por medio de una parte de é~ta, [parte] a la
y que no habría podido obtene1~e mediante ningún anáfr,is de cual puedo, entonces, ai'ladJrle todavía otras pa1 tes de la misma
él. p. ej si digo: todos lo5 cuerpos son extensos, éste es un JLl!ClO experiencia, dife1 ente:, de las que pertenecían al primero.'''
analítico. Pues no nece>1to salir del concepto que enlazo con el Puedo conucer p1evictmente el concepto de cuerpo de manera
cuerpo,i'" para encontrar conectada con él la extensión; sino q_ue analítica, por medio de Lis características de Ja extensión de
[nece~ito] solamente de~componer aquel concepto, es decir, solo la impenetrabilidad, de l,1 figura, etc., que son pensadas tc;das
[necesito] hacerme consciente de lo múltiple que siempre pien~o en ese concepto. Pe1 u d!wra ensancho mi conocimiento y,
en él, pa1 a encontrar en él ese predicado; es, por tanto, un JUICIO volv1enclo a considerar L1 experiencia, de la que había extraído
anahtíco. Poi el contrario, si digo: todos los cuerpos son pesados, ese concepto de cuerpo, ad\ 1erto que enlazada siempre con
el predicado es algo enteramente diferente de lo ~ue .pienso en las a~1te_11ores caracterhne<1s está también la pesantez, y por
el mero concepto de un cuerpo en general. El anad1do de un com1gmente la añado :iwtet1camente, como predicado, a aquel
predJCado tal produce, .ent~nces, un juicio sintético. . . lli concepto. Es, pues, la experiencia aquello en lo que se basa
Los juicios de expenencia, como tales, son todos smte~JCos: la posibilic.L1d de la sínres1s del predicado de la pesantez con
Pues sería absurdo fundar un juicio analítico en la expenenc1a, el concepto del cuerpo. p01que ambos conceptos, aunque el
porque no preciso salü de mi concepto para formular el j_uicio, un~ no esté contenido en el otro, se pertenecen sin embargo
y por tanto, no necesito ningún testimonio de la exp~~iencia reCiprocamente -aunque de manera sólo contingenre-,"' como
para ello. Que un cuerpo es extemo es una proposJC10n que partes de un todo, a saber, de la experiencia, la que es, ella
consta a prion, y no es un juicio de [Bl2] expenencia. Pues misma, un enlace sintético de intuiciones.
antes de ir a la experiencia tengo todas las condiciones para [A9] Pero en lm juiuus >intéticos a priori este au xiho falta
mi juicio ya en el concepto'. dd cual puedo_ s~l~mi~~te extraer por cornpleto. 1i> Si he de ir más allá del concepto :\.,!:i. para
el predicado segun el pnncip10 de contrad1cc10n, - y co_n_e~lo conocer a utro, B, como Pnlazado con él, cqué es aquéllo en lo
puedo, a la vez, tomar conciencia de ~ ~eces1dad del JlilCJO, que_me apoyo, y por lo cual se hace posible la síntesis,; pues
lo que la experiencia nunca me ensenana. Por el contrario, ª.qm no ,re_ngo la ventaj,1 de buscarlo en el campo ele la expe·
aunque yo no incluya en el concepto de un cuerpo en gener~l el nenc1a. fome~e Id propmKión: Todo !u que acontece tiene su
predicado de la pesantez, aquél designa, sin embargo, un objeto causa. En el concepto de <llgu que acontece pienso, por cierto,

733. Es decir, d1fe;e11te;,_ de l.t;, q11e pertenecían al concepto. Ti eme-


130. En luga1 de «con el cuerpo», en la prnne1a ed1L1Ón dice «con l.i sa; gues y Pac.tud \nota.; dL lo> t1aductores, p. 577) señ.tLrn aquí un
p.d.ib1a cue1po». c.trnb10 notctble de sentido 1 ""pecto de la pnme1 a edición.
731. El p.baje que con11en.rn «LO> ju1uo> de expe1ienc1a, como tales» y 13.J. Los gu10nes en ld fia;,e «-<11mc¡ue ele manera sólo contmoente-»
que te 1mma ·da que e>, ella mioma, un enlace sintético de mtmc10ne;,» >On ag1egado ele eol<t ruducuón °'
;,u,utuye, en la segund.t ed1c10n, .tl pa>':)e de la pnmera que comienza 135 El pa>dje que lülllll'l1Lü "Pero en los ju1c10s smtét1cos a pnorz», v
«Ahoia bien, de aquí 1eoulla cl,tru» 1A I al final),) que termma «en la que te1 mm:1 "c.umo una ,1dqui>1cion efectivamente nue' a» es comú;1
c.ual se fu11d,1 ld po;,1bilidad de la ::.ínte>IS de pi ed1c.tdo de la pe;,antez, a las echcwne" A. v B. Señ..iLunos en notct::. la:. di\ e1 oenc1as Jnclmmus
B, con el concepto A» (A 8 al final). Ambo> pasajes uenen muchas L1 nume1 ación de l,c; págm,b de la pnmera ed1c1ln, para faulit.ir el
frd.>e> en común. cotejo de lo;, textos.
132. Qu 1Lá hdya que entender aquí: «del cual puedo extraer el predi- 136. _En lugai de «;,1 he de 11 má> allá del concepto :'v, en l.i pnme 1"'
cado valiéndome sol.unente del p1inupw de cunt1dd1cc10n». ed1c1on dice «SI he de salu fuera del concepru A_,,
70 IMMi\NUEL KANT CRlílCi\ DE LA RA?ON Pl IR/\ 71

una existencia, a la que le antecede un tiempo, etc., v de allí V. EN TODAS LAS CIENCIAS ffORICAS DE l \ l"Z,\70N
se puede_n extraer jmcios anahtico~ Pero el conceptC: de una ESTAN CONTENIDO<:;, COl\!O PJUNC!PIOS,
c~usa reside enteramente fuera de aquel t oncepto, e indica algo JUICIOS S!Nl rTICOS A PRTORT
diferente de lo que acontece, ) por tanto, no está conterndo en
esta última representanón 117 ¿Cómo llego a decir, de lo que en 1) Los ;uwos matematzcos son todos szntet1cos Esta proposICwn
general acontece, algo enteramente diferente de ello va conocer parece haber escapado hasta ahora a la> obsen aoones de los
que el concepto d~ causa le pertenece a PSO [que ac,~ntece], y le analistas de la razón humana, y basta ser contraria a todas
pertenece necesanamente, aunque no e~té contenido en ello ?H~ las sospechas de ellos, aunque es irrefutablemente oerta ;
¿Qué es aquí eso desconocido = X sobre lo que se apoya el muy importante en lo que sigue P11e> como se bailo que la5
entendi1:11iento cuando cree encontrar, fuera del concepto de A, mferencias de los matemáticos procedían todas segun el prin-
un predicado B ªJeno a él, al que sm embargo considera conec- cipio de contradicción (lo que es requendo por la naturaleza
t a do con e'j?ll'l
. N'o pue de ser la expenencrn,
· · porque el principio de toda certeza apodíctica) se llegó a la com icción de que
mencionado [haJ añadido esta segunda representación¡'° a la también los principios se conocerían a partir del prmopio de
pnmera, no solamente con ma; or universalidad, sino también contradicoón; en lo cual <;e equivocaton; pue5 una proposición
con la expresión de la necesidad, y por tanto, enteramente a smtética puede, por cierto, ser entendida segun el pnnopio
~110~1 y por mer?s co_nc~p_tos. 141 Ahora bien, en tales principim de contradicción, pero sólo si >e presupone otra proposioon
smteticos, es decir, pnncipios de ensanchamiento, descansa todo sintética de la cual aquélla puede ser deduoda, nunca, ernpe1 o,
el propóslto final [AlO] de nuestro conocimiento especulativo en sí misma.
o pnon; pues lo~ analíticos son, por cierto, sumamente impor- Ante todo hay que notar: que las proposiciones propia-
t~nt_es ?"_ necesanos, pero solamente [B l t J para akanzar aquella mente matemáticas son siempre jmcio5 a pnon y no ernpíncos,
distmo?n de los c~nceptos que se exige para una síntesis segura porque llevan consigo necesidad, la que no puede ser tornada
y amplia, [entendida! como una adqm~ición 112 efectivamente de la experienoa [B 15] S1 no se quiere conceder esto, pues
nueva 141 bien, limito 1111 propo>ición a la matemátzm pura, cuyo concepto
ya lleva imphcito que ella no contiene conornmento empírico,
sino mero conocimiento puro a pnon
737 Esta fiase contiene mod1ficanones ª''pecto del pasaie paialelo Al comienzo podría pensarse que la p1 oposición 7 + 5 =
de la pi un era ed1c10n
12 fuese una pi opmición meramente analítica que se s1gu1era
738 Esta pregunta fue formulada de maneia d1feiente en la pnmeia del concepto de una suma de siete) c'nco segun el pnnopio
edicion
de contradicoón Pero si se lo con~1de1 a mas de cerca, se en
739 Esta pregunta fue formulada ele manera diferente en la pnmeia
edición (A 9) cuentra que el concepto de la suma ele 7 y S no contwne nada
140 En el ongmal «representacione'" Seguimos a Ed Acad más que la umficación de ambos m11'1erc•s en uno umco, con
747 La frase que comienza «No puede se1 la expenencia ,, fue fm-
mul<1da de maneia d1fe1ente en la pnmP1a Pdición
7-12 ~n luga1 de «adquisic10n», la pnmera Pd1rion (A 10) dice «cons- c10n poi el hugo p<1saie que comienza « l En te,' 7' lm nm1101 fem 1ra1
tiucc10n»
de la 10¿011 "(B 11)) que te1mma ,dJJ Ideo¡ d1<1 r,1 de 11110 11uu1<1
1.JJ !\ contmuacion, en la pume1 a edic1on hn\ un pa<;<IJP que hemo' port11111or ,, (B 2+) C<1s1 todo el texto comcide con f'w, J''"'r"'"' '
dado en su luga1 (A 101, ) que ha sido s11;t1tu;do en l,l segundct ed 1 Acad IV, 2b8 ss
IM1'L-\NGLL KANT
OU l JCA DE u; RAZOI'< PLR-\
73
72
lo cual no se pien;,a, de ninguna manera, cuál sea ese númer~ nada de mag11itud, sino sol,nnente una cualidad. Por tanto, el
único que los abarca a ambos. El concepto de _doce no esta concepto de la más corta es enteramente añadido, y no puede
en modo alguno ya pensado, sólo porque yo piense a_quell~ ser extraído del concepto de línea recta mediante ningún aná-
unificación de ;,iete y cmco, ) pot mucho que yo analice m1 li>is .. Aquí debe recurrÍI 5e c1I auxilio de la intuición, sólo por
concepto de una suma posible tal, no encontraré en él el_~oce. medw de la cual es po5ible la sínte~is.
Se debe salü fuera de e;,to;, conceptos, procurando el auxilio de Algunos pocos principios que presuponen los geómetras
la intuición que corre;,ponde a uno de los dos, por ejemplo los son, por cierto, efectivamente analíticos y se basan en el prin-
( inco dedos, o bien (como Segneren su aritmética) cinco puntos, cipio de contradicción; pero, como proposiciones idénticas,
y agregando así, poco J. poco, 1-ts unidades del cinco dado en sólo sirven para la concatenüción del método, y [B 17] no como
la intuición, al concepto del siete. Pues tomo pnmeramente princi¡..iios; p. ej. a= a, el todo es igual a sí mismo, o (a + b) >a,
el número 7 i, tomando como ayuda, como intuición, para es decir, el todo es mayor que su parte. Y aun estos mi;mos, sin
el concepto d~ S, los dedos de mi mano, añado ahora poco a embargo, aunque posean valide¿ ::.egú11 meros conceptos, son
poco al número 7, en aquella imagen mía, :as u111dad_es qu_e admitidos en la matemática &ólo porque pueden ser exhibidos
antes [B Hi] reuniera para formar el número;¡, ) veo asi surgir en la intuición. Lo que ac1m comúnmente nos hace creer que
el número 12. 1 • 1 Que 7 tenia que ser añadido a 5 ' ya lo hab~a el predicado de tales juicio~ apodícticos reside ya en nuestro
11

pensado yo, ciertamente, en_ el conce~to de u<na suma= 7_ ~ _,1; concepto, y que por tanto el juicío es analítico, es solamente
pero no que esta suma fuese igual a_l n~11'.1ero 12. La propos1c10_n la ambigüedad de la expre;,1ón. Pues tenenw:, que añadir con
aritmética es, pm tanto, siempre smtetica; lo que se torna mas el pemamiento, a un concepto dado, cierto predicado; y esta
nítido cuando ::.e toman núme10s un poco mayores; pues en· necesidad está ya en los conceptos. Pero la cue;tión no es: qué
tonces se poue de mamfiesto claramente que por más vueltas tenemo1 que añadir con el pensamiento al concepto dado; sino:
que demos a nuestro;, conceptos, nunca podemos encontrar qué pensarnos efectivamente en él, aunque de manera oscura;
la suma medi,mte el mero auáfüis de nue~tJ os conceptos, sm y allí se pone de manifie~to que el predicado está, por cierto,
recurrir al auxilio de la intuición.
110 ligado necesariamente a aquellos conceptos, pero no porque
Tarn poco e5 analítico cualquier principio de la geometría esté pensado en el coucepto mi~mo, sino p,9r medio de una
pura. Que l.i línea recta es la más corta entre do5 puntos, esm1a intuición que debe añadirse al concepto. 1f; • •
pi oposición sin te tic a. Pues mi concepto de recta no contiene 2) La ciencia de la natwaleza (physiw) wntiene en s1; wmo princi-
pios,11úúus úntéticos a prwn. Quiero presentar solamente un par
de proposiciones, como ejemplos, como la proposición: que
/et J. Com iene , e1 sob1e e;, lo la ca1 ta de Kant '1 SchuL~ del 25 de en todJ.s las alteracione5 del mundo corpóreo la cantidad de
no\ 1emllle de 1788 materia permanece inalterada, o que en toda comunicación ele
U5. Ed. Acdd c..0111ge: «Que j lt'11w . 1Le ser aü,1d1do a 7». movimiento, acción y reacción deben ser siempre igciales entre
/ /6 Ayuí ddie1íc11mt:1ta1"' un pasa¡.; que figma en B l?. (y que se
lidLu e 1110 , en sll Jug<l1 l, segun Paul ! lo; nmgen !lu~ne: "Eu ~e we1te1 e
!Cxt\ t>i:,clm·bungsh) pothese Lll K,mt> l'wlegorne1M ~u!ld LUr -· Auflage 147. El que comier¡¿a: «Lo quc: aquí comCmmente nos hace
pa;.aje
dt 1 Ki \! ,,, en. fí.unl Siudzm, 8~1, l~J<l8, pp. 8 ! 89. la111b1en Ymlilnge1 c1eer») que termina «una intu1t 1011 c¡ue debe aliadu>e al lUflcepto» es
"'d "' .,,, 1 1,, u•,i.L1 pu1 Sch1111dt', 1euirn1e!lda esa modd1c,1c1on el que, >egún V,tihinger y Ho; nmge11-Huene, debería ser desphtLado
¡, 1
di lugar que indic.amo> en nue>lra nota antenor.
74 IMMl\Nl'El KANT CRITICA DE LA Rl\ZO'l P! 1RI\ 7.S

sí. En ambas no solamente está clara la necesidad, y por consi- ello no solamente se facilita uno a sí mi'imo 'ill propia tarea.
guiente, el origen a priori, sino [que está claro] también que son al determinarla exactamente, sino que también \'ie le fanl~la]
[B 18) proposiciones sintéticas. Pues en el concepto de la materia el juicw a todo otro que quiera verificar si hemos. cumplido
no pienso la permanencia, sino solamente la presencia de ella en satisfactoriamente nuestro propósito, o no. Ahora bien. el pro
el espacio mediante el llenado de éste. Por consiguiente, salgo blema propio de la razón pura está contenielo en la pregunta:
efectivamente del concepto de materia. para añadirle a przon a ,
¿Como son ponbles p11001 1mtrt1cos a pnon'') .
él con el pensamiento, algo que no pensaba en él Por tanto, la Oue hasta ahora la metafísica haya permanenelo en un
proposición no es pensada analíticamente, sino sintéticamente, esta~ tan vacilante, de incertidumbre y de contradiccio~es,
y sin embargo [es pensada] a prwrz; y así en la'i restantes propo ha de atribuirse solamente a esta causa· que no ha;~ 'emd.o
siciones de la parte pura de la ciencia de la naturaleza. antes a las mientes este problema, y quizá inclmo la. ~1ferencia
3) En la metafÍSlca, ;i.unque se la considere solamente una de los juicios an11ht1ros y los smtétrcos En la 1e<;oh:o.~n ele este
ciencia [que] hasta ahora sólo [ha sido] intentada, pero [que] problema, o en una prueba suficiente de que la po,1b1hdad rnya
sin embargo [es] indispensable en \irtud de la naturaleza de la explicación él exige no tiene lugar e17 .los hechos, <;e hrnd~ la
razón humana, tienen que estar contenidos cononm1ento1 smtét1ro1 estabilidad 0 el derrumbe de la metaf1s1ca. Dmnd Humf, qmen,
a pnorz; y la ocupación de ella no consiste meramente en des- entre todos los filósofos, más se aproximó a este problema.
componer conceptos que nos hacemos a prwn de las cosas, y aunque no lo pensó, ni con mucho, de i:ianera suficientemente
explicarlos así analíticamente; sino que pretendemos ensanchar determinada, ni en su universalidad, smo que se detu\O sola~
a pnorz nuestros conocimientos, para lo cual debemos servir mente en la proposición sintética de la con~xion del efet to
nos de aquellos principios que añaden, además del concepto con sus causas (prmopmm causalrtat1s), creyo [B20l obtener
dado, 148 algo que no estaba contenido en él, y que por medio [por resultado] que tal proposición a prwrr era completamente
de juicios 5intéticos a pnorz llegan tan lejos, que la experiencia imposible; y según sus conclusiones, todo. lo que llamamos
misma no puede seguirnos tan lejos; p. ej. en la proposición: metafísica vendría a reducirse a una mera qmmera ele pres:mta5
el mundo debe tener un primer comienzo, y otras así; y así, la intelecciones de la razón [acerca] de aquello que, en 1 eahel.ad,
metafísica consiste, al menos en lo que respecta a m fin, en puras es meramente tomado de ia expenencia ) ha sido 1 ev e.stido
proposiciones sintéticas a pnon por la costumbre con la aparienc~~ iluso1 ia de la nece,1el~d,
nunca habría caído en esa afirmac10n destructora ele toda filo-
sofía pura, si hubiese tenido a la vista nuestro problema en ~u
[BI'l]
universalidad; pues entonces habría comprendido _q:1e segun
su argumentación, tampoco podría haber 1:1~temat1~a p:Ira,
\'J. PROBLEl\L\ GENERAL DE LA RAZON PCRA porque ésta contiene, ciertamente, propm1C10nes s111tet1cas
a prwrr una afirmación de la que su buen entendimiento lo
Se gana ya mucho, si se puede retrnir una multitud de in- '
habría apartado entonces muy pro b ahl emente 1"'>
vestigaciones en la fórmula de un unico problema. Pues con

7-19. Como si dijeia: «su buen sentido lo habiia apa1tado de hacer


748. Así en el ong:mal; como s1 d1Jera: «añaden al concepto dado» esa afirmación».
1'1 ,lA \Ul::.L hA "\ 1 CRllll.A ')L LA '<AlC1' PLRC\
77

En l,t ;o,uluuon del ptoblt.md ptecedente e5t:-i. mdmda a la\ ez um,er::,al, las p1egunta::, que la rdZOn pura ,e plantea a s1 mlS
lct po:,1b1lH.Ltd del u'o pwo de !d 1a,:on en la hmdamentacJOn y en ma, ' a !<1, que ell.r es un¡.iulo,,tda por ,u propia necesidad a
el de:,dtrollo de todd;, ld~ c1erK1ct, que conl!enen un co11uc1m1ento 1esponder como me101 pueda'
teo11u> a p11011 de objeto,, e' dcu1, la re,puc,td ,¡ ¡¡:¡, pregunt,t> Puesto que, ernpeio, Pn todo5 Jos mtento, que ha habido
"Lomo er pm1bh la nwllmalzw pwa ;:i hasta ahora, de responder <1 estas preg1111tas naturales p eJ
" ( omo n pu11bli la uwua pura de la 11atu raleza,., si el mundo tiene un cum1enzo o existe desde la etermdctd,
Puesto que e;,td::. uenc tds estan efecll \ ,uucnte dadas, se puede etc , siempre se han h<lllado contrad1cc10nes me' it<1bles no se
Jeu itunarnente preguntar de elld' wnw 'ºn
po,1bles, pue' que ella:;, puede dar por terrnmada la cuest10n con la mera d1spos1oon
" posible, e::,ld du110;,t1cLdo poi ;,u eledI\J 1ealidac¡ 1 '1 pero en
;,on nat1md para la metahs1ca, es deur, con la pura tdcultad de la
lu que ie;,pecta d !d metajwca, [B2l] d debuente pwgreso que ha rawn rmsma, de Ja cual, uertamente, siempre brota alguna
terndo hd;,td dho1a debe hc1ce1 dud,u d cualquiera, con funddrnen metafo1ca (sea Id que fuere smo que debe ser posible llegar a
to de Ja pus1b1hdad de elb, ,1dernas, pm que de mng1Hi<\ de las la certe,:a con ella, yd sed subre el saber o [sobre) el no sc1ber
[rnetah~ica;,] ha;,t,t ahm,t de::,a1rolladds se puede decir que, en lo acerca de lo~ objetos, es dern, (debe ser po;,1ble llegar], 'r d sea
que conuerne et ;,u fm esenu,ll, sea elect1va111ente real a una deo510n acerc<L de lo5 (ibJeto;, de las p1eguntas de ella, o
A.hora LHen hay que e ons1de1 <1r est.r e!>peue 1Íl wnoumtenlo acerca de la capacidad o mc.:1pac1dctd de la ra,:on, de jUZgar algo
td111b1en, en ue1 to ::,ent1du, como dddd y la metd!i~ILd e:, efect1 c.on respecto a ellos, y poi uns1gmente [debe ser posible], r a
"amente 1edl, "1110 como uenua, :01 ernper o como di:,posic10n seo. ensancha1 confiadamente nuestra razon pu1a, o imponerle
ll<ttUral (metaphy:.iw naturnfo) Pue~ la r;:i¿on humana, acicateada lumtauones determmadas y ;,eguras E;,ta ultuna pregunta, que
por ;,u prop1.r nece;,1dad, sm que la mueva a ello la mera' <Ll1l na<-e del p1 oblema um\ ersal pi ecedente, sena, con 1ust1cia,
dad de [pretended ;,<Lber mucho, p1 ogr e::,d lllLOlltu11bJemenle esta "Como e' poszbü la ll!lttJ.fi 11w wnw cienaa.,
hdo,ld .te¡ u ellas pi eguntas que no pueden :,er re;,pundidds poi Ld cntica de la iazon condm e pue,,, en ultuno tP1 mmo,
mngl.m uw empmco de !.t 1azon m poi pnnc1pw" tonlddo' de necesanamente a !et uenuct en c<tmb10, el uso dog1natico de
,t]!J \ ct51, en todos lo\ homb1e,, tdn pronto como !,t rctzon se ha tlJd. ,ll! u1t11:i fconduce] a cthnnctc.wne& :im tupddmento, [B23]
em<1nchddu En ellos h,:t>ta lc1 e;,pecuttuon, hct lic1bido :01empre a lc1s que pueden oponer&ele;, /ot1 do] igu,tlmente \ erusmule;,, v
elect1\ ,1mente alguna metafa;,1cct,) ,egl.ma est,mdo ,dlt s1emp1e por tdnto, !conduce] <1l esctptwHnu
\ cthm..i., tamb1en de esta, oe preg1mta Y e::,la c1enc1<1. tampoco puede se1 de una exte11'10n grande
[B22] "Como e1 po,1bt, la mdajww wnw dopornwn natwae ) desalentadoi a, pm que no ! 1 atd de ob3etos de la razon, CU) a
(,;, deu1, éLOillU su1gen, de la natu1,deü1 de 1<1 1azon hum,ma multiphuddd es mhmta, su10 meramente de si rmsmct, de
problemas que nacen enter..i.mente de su seno, ~ que no le son
planteados por la natmaleLct de l<ls cosds que ::,on dilerentes
150 AJgHno pocl1Jc1 dud,u de eot(J ult111H.J l , lo qut 1e:,peda d lct uenoa
de ella, smo poi la [natur<1lezc1J SU) d propia, pue::, entonces, s1
pur 1 de Lt 11 11u1«kL.1 Pe10 b 1a con lon1,u L 1 con:,1de1,1uon Lb d1Juu1
¡p:, pi upos1uont> que se p1 p;,entct1 ti com1en¿o d1 l.i tb1c.1 ¡.n op1.trneule
ello. ha llegado previamente ,¡ e onocer por completo su propia
d 1,b.i emp111u1 como l.t de\.; µull, 1 cnu,1 dt l.i nw,m.i ¡_,mlld.id de facultad con 1especto a los ob¡etos que puedan p1esenta1sele
111ite11.1 ],1 dc l.t 11w1u.1 l.i de l.i igu,dd.id ele '1lU011} 1eaccl01l, de Y en l,l expe11encct, debe torna1 se faol deternmur p01 completo,
pi onto ,e \lL'4,u ,1 c1 \ i cmn icuon Lit que cun:otitu\ u1 trn,1 ph);!W!I! pwum j con seguudad, e! ctkance \ los lumtes de :,u uso ema) ctdo
1o ralwnalun) que comu 11enc1a mdepc11d1enlL Ü1en rne1 tu' '>U e\.µucst.t IUcls c1lla de todos Jos !mute~ dt la expenenc1a
poi '>ep.i1 aclo en tud,1 :,u e\.len;,1011 e:,tJ Pch 1o .;mpl1.1 ["<ut,1 de 1'..intJ
79
CR!l ICA DE LA R'\ZCf\ p¡ RA
IM~1A \' EL KJ\ 'IT
uella que contwne los pnnci
riori i ) Por eso razon pura el<; aq nte a pnon l n o1!!,anon de
Por consigmente, se puede y se debe considerar como no P 1 abso utame \ )S
acaecidas todas las tentativas hasta lhora hechas, de produm p1os para conocer a go de aquello' pnncip10<; segun t
dogmat1ramentnma metafisica, pue<; lo anahtico que ha) en una u la razon pura sena el conJlmto eden ser efect1\ amente
º [B2 S] se pueden adqmnr \ pu Oº a p1un1 La aph
otra [de ellas], a saber, la mera descomposicion de los conceptos l
cua e, mientos pur '
que residen a pno11 en nue<;tra razon, no es toda' ia el fin, smo establecidos todo<; lo<; co70CJ anon propon.10nana un qstema
solamente una preparacion pard la metafi<;1ca propiamente dicha, caoon detallada de un ta org t es pedlf mucho \ toda' ia
razon pura Pero como es o al es posible aqm un
a saber, [para] ensanchar a prwrz smtetICamente sus conocim1en d e la d so en a-ener ,
e ha estableo o s1 aca ' o ento ) en cuales casos
tos, ) [aquel anahsis] no es apto pai<l esto, porque meramente no S d t 0 conoorn1 d 1
muestra lo que esta contemdo en esm conceptos, pero no, como ensanchamiento1 e nues r s considerar a una oencia e
llegamos a prwrz a tales conceptos, para podn determmar luego es posible, entonces Pº7:~a~on pura, de <;us fuente<;) de ~us
tamb1en su uso\ ahdo con respecto a los [B2 +J objetos de todo co mero enJmciamiento de del sistema de la razon pura l na
nacimiento en general Tampoco es necesana mucha abnegac1on hm1tes, como la propfdeut1c~l ar doctrina [de la ra70n puia]
para renunciar a todas esas pretemmnf's, pues las contradicciones [cienoa] tal no <;e debena am ura " su utilidad, en lo
smo solamente critica del la raz~~ s~na ~ erdacleramente <;olo
de la razon con<;1go mVima, que no pueden negarse ) que en el specu aoon, 1 ara la
proceder dogmatico son adema<; me\1table<;, han despopdo de que respecta a l a e 1 ensanchamiento smo so o P
todo su prestig10, hace ya mucho tiempo, a toda rnetafr;1ea que neganva, serv1na, no para e 1 nantendna libre de errmes,
t a ra?on, " ª 1 < d l todo
ha) a e"X1stido hasta ahora Mas firnwza <;e nPce<;1tara para no depuranon d e nues r is1mo LlctmO tramcen en ta a
dejarse detener por la dificultad mterna y la resi<;tencia e'l:terna con lo cual ya se gana much en eneral, no tanto de ob1etos,
que se oponen a procurarle, por fin, mediante otro tratamiento conoc1m1ento que se ocup;, c01~ocer lo<; [All] oh1etos, en la
enteramente opuesto al hasta ahora [aplicado], un crecurnento como de nue<;tra manera e asible a p11ori i Un q<;tema de
prospero y fructifero a una ciencia md1spensable para la razon medida en que ella ha de seftr afia transcendental Pero esta, a
humana, [ciencia] a la que se le puedf cortar todo brote que le tales conceptos se l\amana do~ para el conuenzo Pues, corn~
su vez todavial'' es demasia o de manera completa tanto e
crezca, pero cuya raiz no se puede desarraigar
una o~ncia tal debena canten~ smtetico a pnon,1 Pila, en la
conoomiento anahtico, como
VII lo E\ 'r DIVISION DE UN\ CII:NCI \ P-\Rf!Cl L \R QUE
LLEV \ EL NOl'v!BRE DE CRITICA DE L '\ R \701\¡ Pl Rr\ 1 1 se explica
- - - acle aqm un pasaie en el que
ed1c1on se an,
152 En la pnmera al conoc1m1ento la
De todo esto resulta ahora la idea de una ciencia parhcul<ir, el termmo «puro» refendo «es os1ble semepnte ensanc i
que puede llamarse cntica de la razon pura [A 11 J Pues la razon 153 En la pnmera ed1c10n dice P
,, no fi<nn a en
es la facultad que summistra los prmop10<; del conocimiento a miento» t~ a la especu 1ac1on o·
l que respec ' ' '
154 La expres10n «en o
on endent-il es
la pnmera e d 1c1 [i del conocnniento transe
155 Esta frase, con la de m1c1on
757 Hasta aqm el texto que pe1 tenece sohmente ah <pgunda ediuon a echc1on d
Lo que s1¡,rue, hasta el final de la mtroducuon es un texto comuna las diferente en 1a pnme 1' fi ra en la prnnera e 1c10n
156 La e"pres10n «toda> ia» no gud b a contener a pnan de mane1 a
ed1c10nes pnmera \ segunda excepto por d1ferencns menores que t nde1se " e eii
md1cmemos en las notas Pa1a fac1hta1 la compa1 ac1on md1camos la 757 Tamb1en po d na en e 1 t1co como el smtPt1rn'
a tanto el conoc1m1ento ana J
pagmac1on de la pnmera ed1c10n \ 11 de la segunda \et
comp '
So CRÍTICA DE LA RAlÓN PlCRA 81
medida en que se refiere a nuestro propósito, tiene demasiada libros ni de los si;,temas de la razón pura, sino la de la misma
extensión; ;va que no:,otros podemo;, llevar el anáfüi, solamente facultad pura de la razón. Sólo cuando esta [crítica] sirve de
hasta donde es irnprescindiblemente necesario para entender fundamento se tiene una piedra de toque seg11ra para apreciar
en todo ;,u alcance lo;, pt incipio;, de l.t ;,ínte;,b a ¡mo1 i, que son el contenido filosófico de obras antiguas y nuevas en esta rama
el motivo de nuestro trabajo. [B:l6J Esta investigación, que no [tjel saber]; en caso contrario, el historiador y juez, sin autori-
podemos llamar propiamente doctrina, sino sólo crítica trans- dad ning1111a, juzga las infundadas afirmaciones de otros por
cendental, poryLte no tiene por propó:,ito el ensanchamiento medio de las suya;, propia;,, que son igualmente infundadasHd
de lo, conocimientos mismos, sino sólo la rectificación de ellos, La filosofía transcendental es la idea de una ciencia, iw
y debe ;,umini;,trar la piedra de toque del valor o de la falta de para la cual la crítica de la razón pura tiene que trazar todo
valor ele todo;, lo;, conocimientos a pnort, es ayuello de lo que el plan arquitectónicamente, es decir, a partir de principios,
nos ocupamos ahora. Una crítica tal es, por consiguiente, una garantizando plenamente la integridad y la seg1iridad de todas
pr eparacióu, si fuern posible, para un organon; y si esto no se las piezas que constituyen 1" ese edificio. Es el sistema de todos
alC<mzare, al menos para un canon de ellos, 158 según el cual,rn los principios de la razón pura. 1 1 Esta crítica no se llama ya
Í>

en todo caso, alguna vez podrá exponer;,e, tanto analítica como ella mi;,ma filosofía tramcendental solamente porque para ser
:,rntéticamente, el sistema completo de la filosofía de la razón un sistema completo debería contener también un análisis de-
pura, ya comi:,ta en la ampliación o en la mera limitación de tallado ele todo el conocimiento humano a priori. Ahora bien,
los conocimientos de ella. Pues que e;,to es po,ible, e incluso, nuestra crítica, por cierto, debe poner a la vista también una
que un sistema tal no puede ser de grnn extensión, de modo enumeración completa de todos los conceptos primitivos que
que se puede e:,perar acabarlo por completo, [es algo que] se constituyen el mencionado conocimiento puro. Pero ella se abs-
puede ya de a11temano evaluar, considerando que aquí el objeto tiene, razonablemente, del análisis detallado de estos conceptos
no es la naturaleza de lcts cosas, que es inagotable, [Al3] sino mismos, como también de la reseña completa de los derivados
el entendimiento que juzga sobre la naturaleza de las cosas, y de ellos; en parte, porque ese análisis no [Al--1] sería oportuno,
dUl1 éste, a su vez, sólo en lo que respecta a su conocimiento [B28] ya que no presenta la dificultad que se encuentra en la
a p1 t01 i; objeto cuyas riquezas 1"º no pueden permanecemos síntesis, por motivo de la cual, propiamente, la crítica entera
ocultas, pue:,to que no precisamos ir a buscarlas afuera; y se- existe; y en parte, porqu0 sería contrario' a la unidad del plan
gún todo lo que :,e puede presumir, ella:, son suficientemente el asumir la responsabilidad de la integridad de un análisis y
pequeñas como para que se las recoja íntegramente, se las
juzgue según su valor o falta de valor, y se las aprecie correcta-
mente. IB'.D!Aun menos hay que esperar aquí una crítica de los 767. El pasaje que comienza "Aun menos .. -" y que termma «igualmen-
te infundadas» pertenece sólo a l" :,egunda edición, y no figura en la
pnmera. En su luga1, en la pi n11era ed1lión figi.u a el título «//. Diuúzon
158. Probablemente hay" que entender aquí. «de esu;, conocimiento:. de la filosofw transcendental".
a pno1i". l:unbién podría entender:.e: «de l<L raLón pura». 162. En lugar de «e5 la idea de una ciencia», en la pnmera edición
159. E,, decir: :.egún e;,e orga11011 o ese canon. En la primera edición dice «es aquí sólo una idea».
cl1Le: «>egún Jo;, cu,de;,», 763. En la primera edición decía: «constituye".
lb() Liteialmente. «cuy,1 piü\i;,ión». Segunnos a T1emesayg-ues y 764. La fiase: «Ella es el sistema de todos los principios de la razón
Paca ud. pura" no se encuentra en la p1 imera edición.
82 /1'1/VlAM 'fl lv\ '< T CRrTl(A DE LA R vnN Pl RA

de una deducc10n seme3antes ¡1esponsab1lidad] dP la que uno practico, en la medida en que contiene mo' des, 1 se refil'1 e a
podna estar exumdo en lo que rE"lpecta a <;¡¡ propo51to Esta sentim1entos, los cuales se cuentan entre !,ts fuente<; empu 1u1<;
mtegndad, tanto del analm5 como de la deducnon a partir de del COnOCIITI!elltO
conceptos a pnorz que se summ1straran en lo futuro, e5, por su Ahora bien, s1 se qme1e efectuar la d!\ JSIOn de esta ciencia
parte, fac1l de completar, con tal gue, ante torio, ellos e\.15tan desde el punto de v1<>ta umversal de un sistema en general, en
como pnnc1p1os detallados de la smtes1s, ) no les falte nada tonces aquella !d1v1s1on] 1' ' que ahora exponemos debe contener
de lo que concierne a este prnpo<>ito esencial pnmeramente una dortrmo dr !01 rlrmento1 11 'de la 1 azon pu1 a, \
A la cnt1ca de la razon pura pertenece, segun esto, todo e
en segundo lugar, una dort1 mo drl metodo fde ella) dela una ele
lo que constituye la filosofía transcendental, ; ella es la idea estas parte<; prmopale<> tendría sm <;ubd1\ l'>Ione,, e U\ os funda
completa de la filosof1a transcendental, pero no es, toda\ rn, mentos, sm embargo, no pueden exponerse aqm todd\ 1<1 Solo
esta c1enoa m15ma, porque en el ,inahs1<> solo llega hasta donde parece ser necesano, corno 111troducc1on o ach erten< 1a preh
es preciso para el enJlllCtamH'nto ompleto del conocumento mmar, esto que ha) dos tronco<> del urnoc 1m1ento humano,
smtét1co a p11orz que qmza broten de una ra1z comun, aunque de'iconoc1dc1 para
Aquello a lo que prmc1palmenfe hay que pi estar atenc10n nosotros, a 'iaher rem1b1hdod} entendmmntr, por el pnmern de
en la dn1s10n de una ciencia tal, que no deben mtroducirse ellos los oh1eto<; no<> son dador, y por el >egundo, son pemad01
conceptos que contengan nada empmco, o bien, que el co Ahora bien, en la medida en que la sem1bd1dad contenga
ni
noc1m1ento a pnori sea enteramente puro Por e<;o, a pesar de representac10nes a pr1011 en las que e ons1ste 1a con diuon
que los pnnc1p1os supremos de la morahdad, y los conceptos !B30] bajo la cual nos 'iOn dadm ob¡etm, e lid per tenecera a la
fundamentales de ella, son con oc urnentos a pnon [A l:)j no filo<;oÍia transcendental La [Alb] doctnna ti dllscendental de
pertenecen a la filosoha transcendental, porque aunque ellos los sentido<; debe na pertenecer a la pnrner<t pa1 te de !et cwnua
no ponen por fundamento ele <;U<> preceptos los !B20] rnncep de los elementos, porque las cond1c10nes, <;olo ba¡o las cuales
tos de placer y displacer, de apetitos e mclmac10nes, etc , que los ob¡etos son dado'i al conocm11ento ht1md110 preceden a
son todos de ongen empínco, sm embargo, con el concepto aquellas baJO las cuales ellos son pensados
del deber deben mclmrlos necesauamente (como obstaculos
que deben ser superados, o como e<;tJmnlos gue no deben
convertirse en movile<;),"' en la redacc10n del si<>tema de la
moralidad pura 1'" Por eso, la filo<;ofía tramcendental es una
filosofia de la razon pura meramente e9peculatn a Pues todo lo 767 La palabia «moviles» se expiesa en la prnneiél edic1on con una
palab1a ctl\a tiaducnon htetal seua «fundamentm motoies'' ven la
segunda edrc1on con una palab1 a cu; a t1 :irlucr1r1 n litei al sena «J esm tes
motores»
765 Los paren tesis en la fra;;e" e orno oh,tiiculo' [ J est1mulos 1ue no 168 Con lc1 expr (";ion ente coichetes «dn 1s1on" seguimos una cnn¡e
deben convertHse en moviles)" son 8Q;1Pgado de esta traducc1on En tma de Rohden) i\!oosbll!ge1 l:imh1en podi1él entende1se «M¡uPlh
el ongmal d!Ce en smgular «como oh,taculo que debe ser superado, critica que ahora exponemos»
o como estimulo que no debe con' er tu se en movil» 169 L1leialmente una doctrma rlcmmtal
766 La frase que corrnenza "POl que aunque ellos» y que te1 mma 170 En lugar de «conw;te b rnnd10011 hé!JO la cuill" 1<1 pt 1me1 il ed1non
«sistema de la moralidad pura» es difei ente en la pr rmera edrcron dice «consrsten las condioones baJO la cual»
----1

\ \ B J,¡ J

CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA

I
DOCTRINA TRANSCENDENTAL
DE LOS ELEMENTOSm

171 Lneralmente «dod1ma eleme11L,d l!an:,cendent,1l»


(Al!!] [B.33]

Parte primera de la doctrina transcendental


de los elementos 172

LA ESTÉTICA TRANSCENDENTAL

§ 1171

C UALESQl'IERA sean la manera y los medíos por los que un


conocimiento se refiera a objetos, aquella fmam•rnJ n por
la cual se refiere a ellos inmediatai:iente, y gue todo pemar
busca como medio, es la mtuicirín. Esta, empero, sólo ocurre
en la medida en gue el objeto nm es dado; pe10 esto, a su
vez, sólo es posible -al menos para nmotros, los humanos- 1"
en virtud de que él afecta a la mente de cierta manera. La
capacidad (receptividad) de recibir representaciones gracias a
la manera como somos afectados por objetos, <;e llama mu;1-
b1bdad. Por medio de la sensibilidad, entonces, nos son dodo1
objetos, y sólo ella nos suministra mt111c1011r>, pero por medio

772. Lit<?ralmente: «doctrina elemental transcendental».


773. La división en parágrafos, y la conespondiente numeración. 'iE'
encuentran solamente en la segunda edición.
174. Con <?I añadido de la palahrn PntrP rnrdJPtPs «(manera]» segnimm
una indicación de Vaihmger, quiPn '<e>fiala qup la f1 <ise e'itá impe1 fec la-
m<?nt<? construida, y reprocha además el ti'<! dP la Pxpre'i1on «medro»
en dos sPntidos dif<?rentps Vaih111ge1: lí.ommmtar, tomo II. p. l
175. La expresión «-al menos p;ira nO'iOtlO'i, los humano'-" es aña-
dido de la segunda edición Los gniont>s en e«a misma expresi0n son
agregado de esta traducción
88 IMMA V el h.A '\ T 89
Je! entendnmento elloo 0011 plmadvs, y de el ou1gen wrueptos un cuerpo aquello que el er li ndumento p1ensd en ella, 'corno
ludo pen~ar, empero, debe refenrse en ultimo termmo, sea !et oub:.tai1chl, la lue1 za, lct dl\ 101b1hdad, etc , e 1g11almente, lo que
dueLlamenle (duecte) o por un 10deo, por med10 de uertas ca en ella pertenece d ld sens,1uon, corno lct un penen <1b1hddd, l<l
1 ,tcten~tJca, 1 ( md1recte), a mtu1uones, ) poi tanto, en nue>tro dure¿a [ -\21] el color etc, me queda toda\ ia, de esta mtmoon
ca;;o, d l,t sens1b1lid<td, p01que nmgun objeto nos puede ser empmca, algo, a sc1ber, !et exru1s10n) la fig1ua [:,ta:, pertenecen a
d<1do de otia m<tnera la mtmcron pma, la que, como urM mera form,1 de la sens1b1hdad,
[B3.J] El efecto de un objeto solire la capaucfad 1epresen ocurre a prwn en la mente, mcluoo ,m un objeto efectl\ amente
tdtr\ d, en Id med1cl<t en que ~omos afectados por el, es [A.20] 1eal de los sentidos o de la se11sac,on
JllIJllllOll Aquella mtu1uon que ~e refiere ,ti objeto por med10 A una uencia de todo, los pnnc1p10s de la sens1b1hdad a
de ~enoctuon se llama empirua El objeto mdetermmado de una p1 wn la denornmo estetua t111mandental 1'() Por cons1g111ente,
mtu1uon empu!Cd oe ll<1mctfenomeno debe habe1 Lll1cl uenc1a tctl que [B36] comtltU) e la pnmera
Ln el lenomeno ll<tmo matma de el a aquello que correo pon paile de la doctnna tramcendental ele los elemento,, 1' 1 en
de d !et ~ensduon, pero d aquello que hace que lo muluple del cont1 dpoo1c10n a c1quell" que contiene los prmup10s del pensar
fenomeno pueda ser ordenado en cierta~ relaciones, lo llamo puro y que se llc1rna log1Cd tI c1nscendental
!<1 jo1 ma del fenomeno Pueoto que aquello solo dentro de lo
t udl Ja;; 0 ensc1uones se pueden 0tdenc1r y pueden ser dispuestas
en ue 1ta forma, no puede ser a su vez, ello mismo, sensac10n, 179 f, deu1, en la 1ep1e,entd 1011 peio tdmb1en pod!la entendeise
entonceo ]d mctlena de todo fenomeno nos es dadd, ciertamente, <en el», e:. decu, en el cuei po
solo a poJtmorz, pew ]d forma de todos ellos debe estar presta 780 Los alemanes >On los urnco> qi,e se s1n en dhoia de !d pdlab1a
11 prwn en la mente, y por eso debe poder ser considerada
uhtua pa1d de;,1¡,nar con elL1 k que ot1os llamdn cntlca del gusto
Hay aqm, en el lundamentu, uua e:.peranza fallida que conc1b1e1a el
<1pctr te de todd senoduon
excelente an.th:,ta B<1umg.u ten de 1educn a pnncip10s de la 1a,wn el
Lletmo purac. (en sentJdo trdmcendental) a todas las represen en¡uIC1d1111ento c1 it!Lo de lo bel],1 ) de ele> ar a uenua lds reglds de e,e
tac10nes en !do que no ;;e encuentra nada que pertenezca d la en1u1udm1ento Pe10 ese empeno es vano Pues lds menc10nadcU> ieglas
semauon ,':,egun esto, lc1 formc1 pura de las mtmuones sensibles o Cl!te¡¡os son, >egun su;, luente> [B :.egun su>. p1 mupdle> fuente;,],
en oene 1 ,d, en Id cudl todo lo mult1ple de los fenomenos eo mtu1 me1<1111ente empu1co;,) poi ta1,tu no pueden nunc,1 se1 \u pa1ct le\ e> a
do ben ue1 t,b i elauoneo, ~e encont1 Ma a przon en 1a mente I \E sa pnon [B p<trd le) e;, a pno11 de te mmadas], por las cudles deb1e1 a ieg1i se
nuc>.t10 JUICIO de gw,to, ante> b1, n e:.tc ultimo comtmne, p1op1.imenle,
!01mcl pmc! de ld sem1b1hdad se llamara tarnb1en, ella misma, !.t p1edia de toc¡t1e p,u d [e' cthhu j l.:i e:>cdctitud de esci, 1egl,1> [BJb] Por
rntuuwn [B35] pura Aoi, cuando separo <le !et repre~entduon de e;,o eo, acomej<tble dejcu que e>.t 1 denom11i.1uon :.e p1e1da [B o bien de
JªI que esta denommac10n :.e p1e1 cL1] \ i ese1 vai la pa1 d aquelld doct1 ma
que es\ erdcider,1 c1enud (con lo t udl 'e esta¡¡a tarnb1en mas cei ca del
/ 76 1 a fi .i~e "f!Ol me<lw <le ue1 ta> ca1acte11st1cas» e> agreg,ido de la lenguaje \ del sentido de lo:. antiguo:, ent1 e qmene, eia ll1Ll) f,unosa
>egun<la e<l1uon la dl\ l>IOn del conounuento en Ul<Hhp:u 1'W \ or¡1u) [pa1entes1s solo
177 l:,n lug.u <le "pue<l,1 ser m<len,t<lo en ue1lai> relauones», en la p11 en B] o b1Ln comp,u tll !d denommduon con la nlo;,ohd e;,peculat!\ a
mt!ra e<l1uon J¡c_e <>.ed mt1udo como 01 de11,1<lo en oei tas 1e!dL!Ones» ) toma1 la e;,tetica, en pci1 te en sentido ti anscendental, \ en pd1 te, en
178 I.unb1en pod1i.1 entendt!r>e «Id fo1md pu1d de Id> lntu1uont;, >1¡,rnfic,ido p>1Lologico [1\iotd lie Kant La fiase <O bien compa1 tu [ J
:,en:.1blt!'> en general :.e e u con ti di a a prwn en la mente, en Id cual todo s1gmfic<1do p:o1culog1co» se enc11ent1d :oolo en Bj
lo mult1ple de lo:. feuomeno> e;, mtmdo en c1e1 ld> 1elac10nes» 187 Lite1dlmente <<ld doct11llc1 e1ementdl transcendental»
90 IMM1\NLEL K1\',T CRÍTICA DE LA RA?ON rL R·\ 91
[A22] En la estética transcendental, pues, en primer lugar determinada, sólo en la cual es posible la intuición del estado
ais!aremo> la sensibilidad, separando todo lo que el entendimien- interno de ella; 1' ' de modo que todo lo que pertenece a las
to piensa con sus conceptos en ella. para que no quede nada determinaciones internas es representado en relaciones de
más que la intuición empírica. En segundo lugar separaremos tiempo. El tiempo no puede ser intuido extenormente, a<;í como
de ésta, todavía, todo lo que pertenece a la sensación, para tampoco el espacio [puede ser intuido] como algo en nosotros
que no quede nada más que intuición pura y la mera forma Ahora bien, ¿qué son el espacio y el tiempo' ¿Son entes eferti-
de los fenómenos, que es lo único que la sensibilidad puede vamente reales? ¿Son sólo determinaciones o relaciones de las
suministrar a prwrz. Con esta investigación se hallará que hay, cosas, pero tales, que les corresponde1 ían a éstas también en sí
como principios del conocimiento a prion, do~ formas puras mismas, aunque no fueran intuidas' ;o son [determinaciones
de la intuición sensible, a saber, espacio y tiempo, en cuyo o relaciones] tales, que sólo son inherentes a la mera forma de
examen nos ocuparemos ahora . la intuición, y por tanto, a [B38] la constitución subjetiva de
.·'
nuestra mente, [constitución] sin la cual estos predicados no
podrían ser atribuidos a coso alguna' Para instrnirnos acerca de
[B37J esto, vamos a exponer, en primer lugar, el concepto de e>pacio
Entiendo por cxposir1ón (rxpositio) la representación distinta
Sección primera (aunque no detallada) de lo que pertenece a un concepto; la
de la estética transcendental exposición es metafísica cuando contiene lo que representa al
concepto como dado a prwri. 18 i
DEL ESPACIO 1) El espacio no es un concepto empírico que haya sido
extraído de experiencias externas. Pues para que ciertas sen-
§ 2. Exposición metafísica de este concepto 1' 2 saciones sean referidas a algo fuera de mí (es decir, a algo [que
Por medio del sentido externo (una propiedad de nuestra está] en otro lugar del espacio que aquél en que yo estoy). y
mente) nos representamos objetos como fuera de nosotros, y también para que yo pueda representármelas como contiguas
a éstos todos [nos los representamos] en el espacio. 183 En éste y exteriores 18" las unas a las otras, y por tanto. no solo como
es determinada, o determinable, la fo1ma de ellos, su tamaño, diferentes, sino como [situadas] en diferentes lugares, para
y la relación [que guardan] entre sí. El sentido interno, por ello debe estar ya en el fundamento la representación del
medio del cual la mente se intuye a sí misma o [intuye] su espacio. En consecuencia, la representación del espacio no
estado interno, no da, por cierto, ninguna intuición del alma
misma como objeto; pero es, sin embargo, una [A23] forma
. 784. Es decir, del alma .
785. El pa.,aje qne comienz<i «Para mq1111rno' m e1 ca rk esto» v que
termina «representa al concepto como dado o pr10n» pe1 tenece sola·
782. La expresión «§ 2» y el título «Exposición metafísica de este mente a la segunda edición. En su lugar, en la p1imera edJC1ón dice:
concepto» están solamente en la segunda edición. «Para instiuirnos acerca de esto, vamo<> a con,ide1 a1 p1imernmente
783. Como si dijera: «nos representamos a algunos ohjetos como si el espacio».
estuvieran fuera de nosotros; y a todos esos mismos objetos externos 786. En lugar de «como contiguas y exte1io1e"" en la primf'ra ed1Ción
nos los representamos en el espacio». dice: «como exteiiores».
[\ l l Ll h

puede :,u obtenidd pui c:\.per tenu<l a p<lt rn de l,io 1eLioones


de¡ tenomeno e \.te1nu, :,mo que <:,ta e\penenl u e\te1 n<l eo, unnersal de espacws en general, ,e bas 1,1mplunt't1le u1 lurr
,rnte tudu pu:,ible dl<l m1omd :,olo mtdmnte la menuoD<1da raciones De aqu1 ,e ,¡gut yue, con 1espPctu a el tind 111ni1u"n
rep1l''>LI1l<l<1011 a p11un '.que nu es ernpu H 1 I ,¡¡\e de fundctmen[{) de todo' Iu,
[ \2-tj _¿ Ll e;,pc1uu L 0> u1M 1 epi esentaoon a p11ou necbar1d conceptos de el " .\:,1, lcldus lo, p1 rnop10, geomeu 1co,, p
L¡Ul , 11 , e Je tund,unento ele todas ]a, mtrnuu11es e\.te1 nc1s e3 que en un trld11gulu, du:o leidos ,umado,,, son llld\ ores que
0,uill« puede unu lMcer;,e tma 1ep1e:ic11t,1uon de que no el lercero, nuncd ,e dediicen de Ju;, concepto, um\ e1,,tlb de
ha' d e:,pctuu, aunque s1 se puede pensa1 mu\ bien que no linea \ de t11dn3Lilo, ,rno dt- Lt mtu1uon, ) dlu a pnou cun
certeza apod1cnca
:,e JencuuitJe en el ubjetO [B )lJj ,dgLmo Pur con;,1gu1ente, [el
e'püuu] b con>ideiddü como !et cu11d1ullll de pu,1btltddd de 1) El e,pac10 es repre,ent<1do como una rnagmtud mhn1w
loo lenomenu, ) no corno Ulld dete1 mmetuon dependiente de dada Aho1ct bien, todo [B lOJ concepto se debe pen,ar corno und
tl!u, \ L' und rep1cotmc1uun ap1w11, que nece:,<1nctmerlte ,¡ne representduon yue esta l(J!1ternda en una multnud mfimra ele d1
de lu nLLunt nto de los fenornenu:i e\.terno:, ' ferentes rep1esentauone:, posibles komu Li ca1auensncd comun
) [ l t-ofMUU 110 e> un conct-pto d1:,uns1,o, o, ~orno :,e de ellas),} que por tanto lds contiene a e:,ra-, ba¡o jJ, pew nmgLm
,uL le ti< Lll l!Ill\ ehal, de relauones de !d;, Cü>dS [ .\...! 1] en ge
wm epto, L orno tal, puedL -,e1 pe1bado como s1 contu\ Ihe "//
nei ,d :,m1, lllhl Hllui 1 1tm pm ,t Pues en pnmer lugar uno puede Huna multitud mfimta de 1epre;,entauones i ,m ei11ba1~0, <1s1
I l pi e-,entctr oe :,o]o un u meo e;,pduo, ) Cll<llldo se h.rbla de
es pensddo el espac10 (pue' toddo l<!s pd1 te:, del e:.p<1uu, ha:,lct t,]
mut hu, e >J>dUOo, ,e enl!ende por ello:, :,olo pdrtes de uno ) el mfimto, son s1multane<1s) Poi t<lnru, lar epresentc1uon or 1g1n<l1 u
mi;,mo eopduo wuco \ e,t<1;, pdrte:, tdmpoco pueden p1eceder de espauo es 1ntu1cw11 a pr 1n1, ) , concepto 1 ''
,d L'>fldUU umui ommdli-ucctdo1, corno s1 fue1dn elunento;, de
el 'ü pmtu de los lUctks tue:,e poo1ble la cornpo;,1uon de el!, § 3. Exposición transcendental del concepto
'>lllO ljUE- ~olu m el pueden ser pensc1dc1, El e:, e:,enc1<tlrnente
de espacio
urnco, lu rnultiplt- en el, ) poi tanto, tamb1en el concepto
Entiendo por npo:iuwn t1an:iundental la e'l.phcac 1011 de un
concepto como p1mup10 d partu del cual puede ser entt-nd1cld
la pos1b1lid.rd de ot1 os conounuento:, smtetKos a pnun Pdr a

789 En lugd1 de «CUllLepto:, de el» en !et p11me1 et ediuon dKe «con


cepto:, <le ello:,»
190 I:.I pctoct¡e que coimen¿d [! t s¡JdclO e;, 1epi eoentctdu " 1 que
te1mrna «es mtu1uon a prw11, \ no lOncepto» oe e11cuent1d ;,olo en
la >egunJ,1 ediuon Suotltuye 1 un l1"''1Je que e>ld :,uldmtnle en L1
pnmeid ed1cwn \ que dite ~ )) 1 l e;,p,iuo es tcpi e:,e1itc1du ddclo
como unct mc1g11iwd mfirntd l n LOllceplo urn1t1 s d dt t >p<1uo que
es cornun t,1nlo d un pie como 1 una 1 ,tra) no puede detei mrnc1i 1Mda
wn ie;,pecto d !et mctgmtud .'.:ii no fue1d poi Lt mi0>t'DlL1 <lt> hmne, t>ii
el pi og1 t>so de la mluJCwn rnm,u11 con e epto de i eLtc wi1<:s enLei i "1 ld
en s1 un prmupwm de fa mhmtt1d de e!Jds» Este fJd>d)é bla ,oJo en Lt
pnme1d ediuon, \ no hguia en l 1 :,egunda
IMM/\MJEL K1\NT CRfTICA DE LA RAZÓN PI 'RA 9S
94

este propósito se requiere 1) que tales conocimientos procedan [A.26] [B42]


efectivamente del concepto dado; 2) que esos conocimientos CONCLUSIONES A PARTIR DE LOS CONCEPTOS PRECEDENTES
sean posibles sólo bajo la presuposición de una manera dada
de explicar ese concepto. a) El espacio no representa ninguna propiedad de cosas
La geometría es una ciencia que determina ~intéticamente, en sí, ni [las representa] a ellas en la relación que tienen entre
y sin embargo a priori., las propiedades del espacio. ¿Qué debe ellas, es decir, [no representa] ninguna determinación de ellas
ser la representación del espacio, para que sea posible tal cono- que sea inherente a los objetos mismos, y que subsista aunque
cimiento de él? Él 191 debe ser originariamente intuición; pues se haga abstracción de todas las condiciones subjetivas de la
de un [B4 l] mero concepto no se pueden extraer proposiciones intuición. Pues ni las determinaciones absolutas ni las relativas
que vayan más allá del concepto, lo cual, empero, ocurre en la pueden ser intuidas antes de la existencia de las rnsas a las que
geometría (Introducción, V). Pero esta intuición debe encon- les corresponden, y por tanto no pueden ser intuidas a p11orz.
trarse en nosotros a priori., es decir, antes de toda percepción b) El espacio no es nada más que la mera forma de todos
de un objeto; y por tanto debe ser intuición pura, no empírica. los fenómenos de los sentidos externos, es decir, la rnndición
Pues las proposiciones geom~tricas son todas apodícticas, es subjetiva de la sensibilidad, sólo bajo la cual es posible para
decir, están enlazadas con la conciencia de su necesidad, p. ej. nosotros la inhlición externa. Ahora bien, como la receptividad
el espacio tiene sólo tres dimensionPs; fWro tales proposiciones del sujeto para ser afectado por objetos necesariamente prece
no pueden ser juicios empíricos o juicios de experiencia, ni de a todas las intuiciones ele esos objetos, se puede entender
pueden ser deducidas de éstos (lnt1oducción, II). cómo la forma de todos los fenómenos puede estar dada en la
Ahora bien, ¿cómo puede estar en la mente una intuición mente antes de tocias las percepciones efectivamente reales, y
externa, que precede a los objetos mismos, y en la cual puede por tanto, a priori; y cómo ella, siendo una intuición pura en
ser determinado a priori el concepto de estos últimos? Manifies- la que todos los objetos deben ser determinados, puede con
tamente, no de otra manera, sino en la medida en que ella tiene tener, antes de toda experiencia, principios de las relaciones
su sede meramente en el sujeto, como la con<>titución formal de de ellos.
éste, merced a la cual es afectado por objetos recibiendo por Según esto, sólo desde el punto de vi~ta de un ser humano
ello una represmtación inmediata de ellos, es decir, una intuición; podemos hablar de espacio, de entes extensos, etc. 101 Si pres-
por tanto, sólo como forma del sentido externo en general. cindimos de la condición subjetiva, sólo bajo la cual podemos
Por consiguiente, sólo nuestra explicación hace compren- recibir inh1ición externa (a saber, así como seamos afectados
sible la posibilidad de la geometría como conocimiento sintético por los objetos),I'i; entonces la representación del [B.+3] espa-
a priori. Toda manera de explicación que no suministre eso,
aunque tenga, en apariencia, alguna semejanza con ella, 1q2 cepto de espacio» y que termina «por estos signos de la manera más
puede distinguirse de ella por estos signos de la manera más segura» se encuentra solamente> en la segunda edición.
segura. 193 794. No debe entenderse esto corno si las conclusiones acerca del
espacio se basaran en hechos empíricamente conocidos. El «punto de
vista de un ser humano» es el punto de vista alcanzado hasta ahora_ en
797. Es decir, el espacio. la progresiva aplicación del método sintético, mediante el mal, poco
792. Rohden y Moosburger conjeturan: «semejanza con la nuestra». a poco, sP recomtruyen el conocimiento y sn objPlo
793. El pasaje que comienza «§ 3 Exposición transcendental del con- 795. Como si dijera: "ªsaber, esa condición subjPt1va comiste en que
91

uu nu s1glllÍlLil 11c1da [ -\27] L,te p1ed1cado se dlllOll) L c1 lc1:0 con 1especto d l<ts cos,1s, cuctndo oon conotder,teLh pu1 1.1 rüL'.Un
cus,ts ,olu en Ll rned1d<l en que oe nos apd1ecen, e, declf, [en en s1 mbrnas, es dlur, :,111 pi estdr cttenc10n .t ld e on:itltll( ion de
J,t m< d1cL1] en que scrn uL¡ttuo de lc1 oens1b1hd,1d Ld lo1ma nuestrd sens1b11iddd \fü mamos poi tanto l<l 1,dulu,/ unpu ua
r unst,rnte JL e,a i tu pl1 \ id,1d q uc llan1'1n1us oens1L1hdad, es del espauo (con respecto todd posible e'\pe!lt>nua L'-le!lM
lllhl cond1uon nece:odtld de todds l<ls 1elc1uones en Lis Luale:,
<lunque d lci \e¿ 11 ' Id tdwlulaJ trnniandt!ltal de e 1 t'> dt ur que
sun rntu1dos ubjelos Lomo luu et de nosot1 º'' ) s1 se hdce [el] no es nada, tan pronto corno ,up11rn1rno, l<L l ond1uon de
dbst1aLuon de esoo objelu:,, [esc1 lo11na eo] una mtu1uon pura la pos1b1lrddcl de toda e'\pe11enua \ lo tomdmos Lurno ,dgo
que llL \a el nornb1 e de Lsp<luo Como no podernos hacer, de que >ln e de fund,unento de las Losa, en ,1 m1,mas
lds lOnJ1uoHes pdrtKul"1e:, de 1,1 sens1b1hdad, cond1c10nes de Pero ademds, ,¡parte del t>spacio no ha\ nmg1mc1 uttc1 rep1e
l,1 pos1bil1LL1d de lds u);,d;,, smo solcirnente de los tenomenos :,entciuon subjetJ\ a y refendct <l dl 0 o nte1 no, que ,e puedc1 l!dma1
dt ellc1s entonce;, podemos deur que el espac10 dbarca todas a prwn oLJel!\ a Pues de mnguna de ella:, se pueden clc•n\ ar
lcis ui:,cts que pucdc1n p1c:oentMsenos extenormente, pero no propm,iuones smtetlL<lS a prwrz corno [se pueden de11\ MI de la
tudd;, lds u;;,cts en s1 m¡:,nias,) a sean mtmdas o no, 111 tampoco mtll!uon en el espacw, (~ 3¡ Pm e::io, pdrd lublclr con pr eus1on,
< u,dqu1c1 et se,1 d oUJeto que !cts mtu) J.
111
Pues de lcis mtmc1ones a ellds no Je:, conesponde mnguncl idealidad clllllCj ue comndan
de ut10;, entLs pe11sdntes no podemos Juzgar s1 estan hgddas a con la 1epresentdC10I1 del esp<lc10 en que pertenecen ,uldmente
),1:, rn¡:,111,ts cond1uone;, que hm1lcil1 nuest1 a mtmuon) que son
a l<l comtrtuuon sub¡etl\ d del modo de ,e1 del :,ent1do, p e¡ de
ll!ll\ us,dme11te \ <lhd,ts fJ<lI<l 110sot1 os Sr la limttduon de un
la\ ista, del mdo, del t<tcto, poi med10 de lcis sensdcwnes de los
JlllllO l<l mtegTarnos en el Loncepto del ::iuJeto, entonces el JlllCIO
t0lmes, somdos) cdlor, l<ls cuales, ernpe1 o e orno ,,on nw1as
tienl v,tl1de¿ mcond1uonc1dd La p1opos1uon 1odas las cosas sensac10nes ) no mtu1uones en s1 mi;,rnas no d,m a. conocer
11 mngi.m objeto, ) mucho nH uos a p11orz
eotdn un<ts JU11lu a l,b ot1 a:, en el espduo, v<lle solamente con
l,t lm11tduo11 ;,1 eo<lo cos<ls se tornan Lomo objeto:, de nuest1a 111
tu1uo11 ,,,~11s1ble ~1 <lqlll aüctdu lc1 cond1uon J.l conLepto,) digo 198 En >u e1empl,u ) .i unp1e"'u ( m11g10 Kant 'pe10 t,unb1en d !et, e,;
lod,1:, l<l> co;,d:, como tenomeuo:, e">.te1nos, estan unas JUnto a 799 FI fM>djé que um11enL<1 «Pues tk nmgund dL ell,1:, \ que te1 mmd
lcts otr dS en el eopauo entonce;, est<l reglct \ale umversalmente y '\ mud10 meno:, a pno11 >llSlllu\ e, e11 lc1 o,egund,1 ed1uon ,d >JC mente
;,m hrnH<1uun [B i-tj I\uestra;, e\.pv~!L10nes enseñan, segun esto, pa,a¡e de L1 p11me1ct ecl1uon < Pm eso e:,l<l cond1uou :,ubjetl\ d l'e todos
lo, fu10menu:o e\.te1110:, no puede uimpat .tt>e ton mnguna oti a El
1 'l.lb] la ¡¿afolad \es deur, la\ <llidu objetl\ ci) del eopauo con
buen >.auut <ll un' 1!10 no pe1 tenece a ias dete1 mmduune,, objett\ d5 del
iespedu d todo aquello que pueda p1ese11tarseno;, e\.te1101men 11110,) poi tdnto de un objeto, mn :,1 ;,e Ju cons1duc1 Lomo lu10meno
te como objdO, pe10 d !et\ eL'. [emena11] la idealidad del esp,1c10 >mu" Lt con>l1tL1c10n p.u l!tul"1 del sentid u en el >UJdO que lu sdbo1ec1'
Lo:o tolo1e:. no son ptop1edade, de lo, cue1pos a LU).t 111tu1c10n e,tan
hgctdo:,, 'moque [tcllm] lc1mutell sun :,olo mud1hL.ic10nes del o,enudu de
'"dlíll>' ,dcLl pu1 lo> UUjetU:i 1 :,ulu pudemu:, 1eubn mlu1uon ex la 11stc1 que e, afectado pm l" Ju¿ de c1e1 ta mdnera Pu1 el cunt1a110
¡, 1111 en l 1 me d1cl i e11 c¡ue :,e<tmll> efed1\ ,1111Lnte afectctdli> pm ello»' el espdcIO, como cun<ltc1on de 1)S OUJelos e"\. terno:, neleSdl iamente
º'
L p u 1 nltólo ele 1,:,l 1 lt c1'e :,un ctgt to¡,,c1<lu de e'L" ll a<luu_10n pe1teneLe al fenomeno de elloo, ti a >U mtmuun Sc1bo1 > colcH no ;,on
/ 11/J l c1 j¡ 1;e 1 -,, m 1ntutdct:, u no fue t<1chc1dc1 poi Kc1nt en su wnd1uoneo nec1,;,,u 1<1:0 [ <\29] '>olo b<lJO las cu,des lo:, objetos puedan
e1empLu nnpte:,o tOtILLLlOll \. \.11 :,egun V<ithrnge1 Aumnu:nlar, llegar a 'e1, pc1ta nu>ul10:, obJHOs de Jo, senndo:, Estan enlaLado,
con el fenomeno solo como efe, too, contmgentemente '1ndd1<los de la
tomo 2 p J l3
197 L 1p,1l1b1d :,o]d111e11Lt fue oup1urnda en la :oegund 1 ed1c1on 01gdmuuon p,u t1LLd,u Por e:,o 1,1mpuco son 1ep1eo,enlduo1wo, a prw14
98 IMM1\NL'EL KANT CRITICA DE lA R,~ZÓN r1 IRA
99
[B45] El propósito de esta observación no es sino impedir [B4h]
que a alguien se le ocurra explicar la [aquí] afirmada idealidad Sección segunda
del espacio mediante ejemplos que están l0jos de ser suficientes, de la estética transcendental
como, a saber, que por ejemplo los colores, el sabor, etc., con
justicia no son considerados como propiedades de las cosas,
sino solamente como alteraciones de nuestro sujeto, que in- DEL T!El\!PO
cluso pueden ser diferentes en diferentes seres humanos. Pues
§ 4. Exposición metafísica del concepto de tiempo 2" 1
en este caso aquello que originariamente es, ello mismo, sólo
fenómeno, p. ej. una rosa, vale, en sentido empírico, por una El tiempo 1) no es un concepto empírico que haya sido
cosa en sí misma que, empero, [A30] a cada ojo puede apare- extraído de alguna experiencia. Pues ni la simultaneidad ni la
cérsele diferente por lo que respecta al color. Por el contrario, sucesión se presentarían en la percepción, si no estuviera a p1 ion,
el concepto transcendental de los fenómenos en el espacio es en el fundamento, la representación del tiempo. Sólo si se la
una advertencia crítica de que en general nada de lo que es presupone se puede representar que algo sea en uno y el mismo
intuido en el espacio es una coqa en sí; y de que tampoco el tiempo (a la vez) o en diferentes tiempos (sucesivamente).
espacio es una forma de las cosas quP les fuera propia a ellas en [A31] 2) El tiempo es una representación necesaria que sirve
sí mismas; sino que los objetos en sí no nos son conocidos en de fundamento de todas las intuiciones. Con respecto a los
lo más mínimo, y que lo que llamamos objetos externos no son fenómenos en general, no se puede suprimir el tiempo mismo,
nada más que meras representaciones de nuestra sensibilidad, aunque muy bien se puede sacar del tiempo Jos fenómenos. Por
cuya forma es el espacio, pero cuyo verdadero correlatum, es consiguiente, el tiempo está dado a priori. Sólo en él es posible
decir la cosa en sí misma, no es conocida por medio de ella, 2'"i toda la realidad efectiva de los fenómenoq. Éstos pueden todos
ni puede serlo; [cosa] por la cual, empero, tampoco se pregunta desaparecer; pero él mismo (como la condición universal de
nunca en la experiencia. la posibilidad de ellos) 2º2 no puede ser suprimido.
{B47] 3) En esta necesidad a prwri se funda también lapo-
sibilidad de principios apodícticos acerca de las relaciones del
tiempo, o axiomas del tiempo en general. Éste tiene sólo uno
dimensión; diferentes tiempos no son simultáneos, sino sucesivos
(así como diferentes espacios no son sucesivos, sino simultáneos).
sino que están basados en sensación, y el buen sabor incluso en senti-
miento (de placer y cfüplacer) como un electo de la semación. Tampoco Estos principios no pueden ser obtenidos de la experiencia, pues
podría nadie tener a priori ni una rPprPspntación de un color, ni la de un ésta no daría ni universalidad estricta, ni certeza apodíctica.
sabor_cua~q_i:iera; pero el espacio concierne solamente a la forma pura Podríamos decir solamente: así lo enseña la percepción común;
de la mtu1c10n, y por tanto no encierra en sí ninguna sensación (nada
empíiico); y todas las especies y determinaciones del espacio pueden, e
mcluso deben poder ser representadas a prior~ si ps gue han de originarse 207. La indicación del numero de parágrafo «§ 4,,, ) Pl título «Expos1
con_c<?ptos tanto de figuras, como cle relaciones. Sólo por medio de él es ción metafísica del concepto de tiempo» son agregados de la segunda
posible que las cosas sean objetos externos para nosotros». edición ..
200. Quizá haya que entender aquí: «por medio de la sensibilidad», 202. Los paréntesis en la frase «(corno condición universal de la posi
o bien «por medio de la forma de la sensibilidad». bilidad de ellos)» son agregado df' la sPguncfa edición.
CRI 111 \ JE: L ~ R'\L\J\ PGR'\ 101
/0L

,e E:,tos prmc1n1u' ',1len como ieglas ba¡o !et,, pi opiamente e,, ti anscenduJl,d -\qm ,,olo c1gTego que el con
p2 ru nu 'l " l debe 1 J r-
e u,tlc,,, en gener,tl ,, 011 pu:,1ble:, l,b e'-penenuüs,) nos mstru\ en cepto de mudanza,; con el el concepto de rno' im1ento (como
mudanza del lugdr) solo e' po:i1ble medi,mte la re pi esentauon
,ltlks di: e:,ta, \ 11 0 rned1dnle esr,1 e
¡ 1 l lll mi;u no es un umceptu d1,un:,1\ o, o, con10 se 'uel del tiempo,\ en ellct, c¡ut' ,¡ eotd representauon no tuera mrui
leul [uii cot!Lcpto] um\ ers,d, ,,u1u tl!lct to1 ma pu1 ,t de lc1 mtu1uun eion (11Herfü1) a p1 w11, rnn¿,un u:mcepto, sea el que fue1e, podna
~< nc,iblL Dit< 1uile" nempu" sun ool.w1u1le pcu tes [A32] del mis hacer comprensible Ll po:o1b1hc!c1d de una mudc1n¿a es decH, de
mu ucrnpo few ]a iepieoent<tuon que solo puede se1 dada pm un enl,tce de predILddos opdestos contrdd1c torhtmente (p ej el
' t 1 nocn oe 1>uch1a den\ ar de un ser [de una cosaJ en un lugar, ; el no ser de la 1111smd cosa en
Ull U!lllO objlld e,, mtlllUOll l el! 1, ¡-
cO!lleplu um\ er:,,t! Id pwpo,,1uon de que düe1entes tiempos no ese 1111:,1110 lugar) en uno \ el m1,mo objeto Solo en el tiempo
¡me den :,ei smiultdneos Lsta pwpo,,1uun e~ smtet1c<L,) no puede pueden ambds [B.JC)j detern111rnc10ne" Lontr ad1ctonamente
lhH ei c1 p,u tu de concepto" sol,u11enle Lstct contemd.t uunedldtct opuestas encuntra1ot' en unct cu\a, a s<lber, una dupuej dt la atta
Illt nte, poi ldillo, en lü mruiuon \ rcp1csentctuon del tiempo Por lc1nto, nuestw concepto de tiempo e'-phca L1 po:,1b1hdad de
-:, Li mhnitud del tiempo no oig111ficct nctdct mas, smo que tantos conourn1entos smtLlILOS a p11011 como e'-pone la teona
1
tudc1 caut1dc1d determI11<ldc1 del t1cmpo es posible solo med1ctnte geneial del 1110\ 1miernu que lle) e, poco fertil
1B tt\] lnnnauones de un uempo u111co que :,in e de fundamen
lo p eso, \d u:pie:,el1tcluOn ollgmc111a tiempo debe ser dad,t § 6. ' Conclus10nes a partir de estos conceptos
11
l , no ilinutadct Pei 0 cuando ld" pattes misma" de digo,) toda
0 <l) El tiempo no es al¡;u c¡ui: subs1>ta por ,,i mismo, o que
c,uitiddd ele un objeto, solo pueden ser represent,1das detern11
sec1 mherente c1 l,ts coocts, e orno deter m111ac10n objetn a, ) que
i1c1< l,ulluite med!ilnte lrn11tauon, en e':>e caso la representac10n
poi tanto pennanelca s1 se hace ctbotracuon de todas Ja,, con
e urnpiL t,t [de t-se <ligo] no puede e,,td1 dad.t poi c01Kepto::., (pues
dtl ll>nes subjet1\ dS de la 11,tu1uun de ellcts, pue, en el pnme1
t ,tus :oolo conuu 1u 1 r epi esent.tc10nes par Udle::.) ' smo qu~ ~na
1 caso, c1un sm objeto efeLl1\ dl1H nte real, oe11a digo que ,,ena
lltlll«--füll uunedi<ltd debe ser\ u de lunddmento de el!ds
efectivamente red! " Puo pm lo que ccmuerne a lo l ..\33J
segundo, el, como un or d1'11 u c1na dete1 mmac1on mherente
§ 5. Exposición transcendental del concepto d lc1s CO':,dS mismas, no pod11a preLeder a los objetos, como

de tiempo cond1uon de ellos, 111 se1 rntu1do) conocido a pnorz mediante


Puedo iumtume, p<li.t e::.to, dl uº 3 donde, paia ser bieve, propos1uones smtencds Pm el contrano, esto ultuno ocurre
lie pue':>tu ennc los drticulm, de Id e'-pus1uon metafisica lo que mu; bien, si el tiempo no t'S nadd mas que la condicion sub
JE't!\ et bajo la cuc1l pueden tener lugar en nosot1os todas las

;J.> L> ==-<noo m::.ti Ll 'r en ,mte> de L1t"per1ei1CJcl, v no poi medio


206 El pdóctje que com1enu «§ ' [ "Pº"1uon u ,m,cendentd! del
de tll,1 concepto de tiempo ) quL te1 muu LjllL no L" pu cu fe1 td eo an<1d1do
Jt! t LJL ]u ,u ck ¡)lleo e,,tuo , 0 lu cunt1c nu11ep1e::.entac10ne;, pa1c1c1
0
le;,¡ en Lt p11mu ,t cd1uun dice ipue> en eoe c,1;,o [,1, 1ep1e::.entc1c10neo de la segund<l ed1c1on
207 L1 e\.p1 e;,1011 "§ h ;,olo 'e' ( 11Lllellll a en 1'l >e~,tmd" ed1c10n
pu u llé' pi t't cdu1
2U; l n lu ,u de de elL1', 1p 1obctblemtnle <de Li, p«¡¡e,,, o bren' de 208 Como 0,1 tlijeid '"1unque 1w huL1ua nm¿un oÜJdO efecl1\ctrnente
l l;, iepie;,e~ldUOJlD p,11c!<lk" ¡,en ]d p1m1e1,1 ed1uon deua «de ella,, 1cctl el uunpo ;,e11" d]50 dctln unenle 1e<1l,
ro2 l'vlMANt EL K;\h;T CRITICA DE LA RAZO-, Pl'RA ro3

intuiciones. 2"<) Pues entonces esta far ma de la intuición interna inmediata de los [fenómenos] interno<; (d<:> nuestras alrna<;)2 1" ;
puede ser representada antes de los objetos, y por tanto, a prwrz. precisamente por eso, mediatamente, también de los fenome·
b) El tiempo no es nada más que la forma del sentido in· nos externos. [B51] Si puedo decir o pnon todo<; \o<; fenómeno<;
terno, es decir, del intuir a nosotros mismos y a nuestro estado externos están en el espacio.) están determinado' o pnon <:egun
interior. Pues el tiempo no puede ser una determinación de las relaciones del espacio, 211 entoncPs, a partir del prinripio del
fenornenos externos; no pertenece [R.50] ni a una figura, ni [a s<:>ntido int<:>rno, puedo dPcir de man<:>ra enteramente unive1~al
una] situación, etc., y en cambio determina la relación de las todos los fenómenos en general, es decir, todos los objeto<; de
representaciones en nuestro estado interno. Y precisamente los sentidos, están en el tiempo, y necesariam<:>nte Pstán en
porque esta intuición interna no suministra ninguna figura, relaciones de tiempo.
procurarnos nosotros subsanar esa carencia mediante ana· Si hacemos abstracción de nue¡tro moneia de intuirnos intP·
logías, y representarnos la sucesión temporal por med10 de riormente a nosotros mismos y de abarcar en la facultad reptP
una línea que se prolonga en el infinito, en Ja rua] lo múltiple sentativa mediante esta intuición, también todas las intuicionPs
constitu;e una serie que tiene sólo una dimensión; y de las externas: y si por tanto tomamo<> a ]o<; obj<:>tos como puedan <:er
propiedades de esa línea inferimos todas las propiedades del en sí mismos, entonces el tiempo no es nada Solo tiene validez
tiempo, excepto una: que las partes de ella son simultáneas, y objetiva con respecto a los fenómenos. porque é<;tos son ya co<;as
las de él, empero, son siempre sucesivas. De ahí resulta clara· que suponemos como oh;ctos dr 11ucst101 1ent1do>, 212 pe1 o deja <l<:>
mente también que la representación del tiempo e>, ella misma, ser [A35] objetivo si se hace abstracción el<:> la sensibilidad <l<:>
intuición, porque todas sus relaciones se pueden expresar en nuestra intuición, y por tanto, de aquella manera de repres<:>n
una intuición externa. tación que nos es propia, 213 y se habla de cows rn grnrrol Por
[A34] c) El tiempo es la condición formal o priori de todos consiguiente, el tiempo es solamente una condición subjetiva d<:>
los fenómenos en general. El espacio, como la forma pura de nuestra (humana) intuición (que PS siempre sensibl<:>, es deciI, [<:<:>
toda intuición externa, está limitado. como condición o pnon, produce]2 14 en la medida en que somos afectados por objetos),
sólo a los f<:>nómenos externos Por t'l contrario, como todas
las representaciones, ya tengan por objeto cosas ext<:>rnas o no,
en sí mismas pertenecen, como determinaciones de la mente, 270. Es decir: de los fenómenos del alma
al estado interno, pero este estado interno debe estar bajo la 277. También podría entende1se· «todos los fenómenos externos
están determinados a prwn en el espauo, ) 'egún las relacione'> del
condición formal de la intuición interna, por tanto, [bajo la espacio».
condición] del tiempo, entonces el tiempo es una condición 272. Quizá pueda entende1se también aquí· «porque esto (es dern.
a prwrz de todo fenómeno en general, a saber, la condición fenómenos) es lo que son ya las cosas que suponemos como obJe'"'
de nuestros sentidos».
273. Es posible entender aquí· «)' pm tanto. si se hace abstrae< ion de
aquella manera de representacJOn que nos e< prop1ct». pero tamb1rn
209 En vez de «condición subjetiva bajo la cual pueden tener lugar puede entenderse: ")' por tanto, s1 se hilce abstracción de la sen'lht·
en nosohos todils las mtuic10nes», se ha 3Uge1ido que habría que leer hdad (o del carácter semihle) de ;¡quella mane1a de rep1esent<1c10n
«condición suhy'tJVa sólo baio la cual pueden tener lugar las mtuicio- que nos es pi opía».
nes en nosotros» {«allem» en vez de «allP»; sugerencia de Erdmann, 274. La expresión enhe c01chetes «[se pioduce]» es sugeiencia de
recogida por Schm1dtl. Tremesaygues y Pacaud.
104 CRITJG\ DE U\ F<AZ(JN PL-RA

y en :,1, fuera dd :,ujeto, no es nada. No por ello deja de ser fenómeno mismo, en el qu<' son mherentes estos predicados,
1wcesa1 iamente objeti\ o cou re:, pecto a todo~ los fenómenos, tiene reahd.td objeti\ a; la cual faltd aquí por completo, excepto
) por tanto tarnb1en cun respecto a todas l.ts cosa:, que puedan en la medida en que es meramente empírica, es decir, [en la
presentársenos en la experiencia. No podemos decü: toda:, las medida en que] se conoidera al objeto mismo meramente como
cosa:, e:,tán en el tiempo; porque en el concepto de cosas [B5:2J fenómeno,; acerca de lo cuL1I ha ~le consultarse la precedenre
en general se hace ali;,lraccion de toda especie de intuición ele observac10n de la pnmera :,ección.
ellas; pero é:,ta es, propi.tmente, la condición para que el tiempo
pe1 tenezca a la r epresentacion de los objetos ..'\hora bien, si la § 7.~ 17 Explicación
comlicH·m se integTa en el concepto, y se dice: todas las cosas,
como fenómenos (obíetos de l.t intuición semible), estan en el . Contra esta_ teoría que ¡,, oto1ga al tiempo realidad ernpí-
nernpo, entonce:, el principio tiene su genuina exactitud objetiva nca, pero le mega la ab;,oJma y transcendentdl, he recibido,
y su universalidad a p11ori. de hombres inteligentes, Ulla objeción tan unánime, que por
Nuestias afirmaciones enseñan, por tanto, la reulidad em· ello supongo que debe de preoeHtarse naturalmente en todo
pu1ca del tiempo, es deor ,u validez objetiva con respecto lector a quien estas conside1 c1ciones no le sean IJ<1bituales. Dice,
a todo:, los objeto:, que put:dan jamas ser dados a llLH:'Stros pues: Las i:1~1danzas son efectivamente reales (e;,to lo prueba el
sentidos. Y puesto que nuestra intuición es siempre semible, cambio [AJ;] de nuestras propi,to representaciones, aunque se
nunca puede sernos dado en Lt e;.,.periencia un objeto que no quieran negar todos los fenómenos externos y sus mudanzas).
tenga que esta1 lMJO la condición del tiempo. Por el contrario, Ahora bien, las mudanzas sólo sém posibles en el tiempo; por
le denegamos ,ti tiempo toda p1etew,ió11 de realidad ab,oluta, consiguiente, _el tiempo _es ,dgo efeclivamente real. Lt respuesta
dquélla, a ,~,ber, por la que él, aun sin tener en cuenta la [AJt)] no encrerra mnguna dihcultc1d. Coucedo tocio el argumento. El
forma de ; .ctestra intuición sensible, sería inherente a las cosas tiempo es, por cierto, algo efoctivamente real, a ,aber, la fon11a
de manera absoluta, como condición o como propiedad. Tales electivamente real de la intuición intenld. Tiene, uor tanto, rea-
propiedades, que corresponden a las cosas en sí, no pueden lidad subjetiva con respecto a !et experiencia int~rna; es decir,
nunca serno' dadas por los sentidos. En esto consiste, pues, tengo efectivamente la [B5-!J representació.n,del tiempo y de
la uiwhdad transcendental del tiempo, según la cual éste, si se nas determ111ac10nes en el. Por tanto, él ha de ser comiderado
hace abstracción ele las condiciones subjeli va~ de la intuición efectivamente real, no como objt:to, sino como la manera de
;,t>nsible, no es 11acla. ) no puede contarse entre los objetos en representación de mí mismu romo objeto.~ 1 ' Pero si yo mismo,
sí mismos \sm la relación ele ellos con nuestra iutuición) ni u otro ente, pudiese intuirme a mí mismo sin esta condición
como subsistente ni corno inherente. Pero ni esta idedlidacl, de la sensibilidad, entonce:, esas mismas determin.tciones que
ni [BSJJ la dd espacio, han de compararse con la;, subrepciones
de la 'ens,Lcíon, purque en este caso"'" ;,e pre,upone que el
dallas que se piesenta11, engafiu,amente, corno pertenecientes a lo;
objetos mismos.
217. La expie;ión «§ 7,, se tllLllentra sólo en la segunda edición.
215. T!en1e>d)gueo,) P.1cduJ e>..piiL,m. «lli en LcdiJaJ dt: >llLl>ldlllta,
218. Según la pumual íón ong11Ml, habtía que leer aquí: «Por tanto, él no
rn en <aliJ,ld Je deciden te».
ha de ser comiderado, efectivarnenle, como objeto, o,mo corno el modo
.!.lb. E,, decn, en el Ul:,o de l,1 :.erbdliCrn ) de lcto cualitLidt:» secun· de repiesentación de mí mí>mo umw ol.Jjetuv. Segtlimo> d Ed. A.cad.
106
INllV!A"ll'EL K,;1\ T
CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA 107
ahora nos representa
. . mos como mudanz d ..
conoc1m1ento en el qti ' as, pro uc1nan un taciones, pertenecen empero solamente al fenomeno, el cual
· e no se presenta · J
tiempo, y por tanto, tampoco la d dna a representación del tiene siempre dos lados, uno por el cual se considera al objeto
1ª rea¡1·d a d empírica de e'I 21<> e mu anza • Ou d
~ P a, por tanto en sí mismo (prescindiendo de la manera de intuirlo, por lo
. . , como condic· · d d '
expenenc1as. Sólo la real1ºd d b l IOn e to as nuestras cual, precisamente, la nah1raleza de él sigue ~iendo siempre
. 1
segun o explicado más a ºb E' 1 a a "º uta no p d l
ue e ser e concedida, problemcítica); y el otro, por el cual se mira a la forma de la
d . . .. · 'rn ª· ~ no PS nada ·
e nuestra mtu1c10n interna no e'" . mas que la forma intuición de ese objeto, [forma] que no debe ser bmcada en
ti 1 · ,,¡ se quita d '11 d
cu ar de nuestra sensibilid d d - e e. a con ición par- el objeto en sí mismo, sino en el sujeto a quien !el objeto] sP
del tiempo, )º éste222 ~ '. esaparece también el concept0 221 aparece, y que sin embargo corresponde efectiva y necesaria-
. no esta 1igado a los fA38J b.
smo solamente al suieto l . . e o ~etos mismos, mente al fenómeno de ese objeto.
p J que os mtuye
ero la causa poda cual esta ob·f'c:, El tiempo y el espacio son, por tanto, dos fuentes de conoci-
~n unánime, y por. parte de a ue1lo ion es h_echa de manera miento, de las cuales se pueden extraer a priori diversos conoci-
tienen nada convincent q s que, sm embargo no mientos sintéticos; [A39] especialmente la matemática pura da un
d ad del espacio [B55J e que .oponer l d · '
N a octnna de la ideali- ejemplo brillante [de ello], con respecto a los conocimientos del
' es esta 0 espp b d
apodícticamente la rea]i"dad . b l ra an po er demostrar espacio y de sus relaciones. [B56J A saber, ambos, juntamente,
l a so uta del ·
es opone el idealismo s - espac10, porque 5e son forma~ puras de toda intuición sensible, y por ello hacen
los objetos externos no' egudn el cual la realidad efectiva de posibles [las] proposiciones sintéticas a pnon Pero estas fuentes
pue e ser de1 t d d
gurosa; en cambio, la del ob. t d nos ra a e manera ri- de conocimiento a priori se determinan a sí mismas piecisamente
(de mí mismo y de mi est d~e) o el nu~stros sentidos internos por eso (porque son meras condiciones de la sensibilidad) sus
. a o es c ara mm dº
conciencia. Aquéllos 223 --'· e ratamente por la límites, a saber, que se refieren a objetos meramente en la me-
, pouian ser mera . . .
pero este, 22~ segu' n la op1· . , d ll a panencia ilusoria dida en que éstos son considerados como fenómenos; pero no
e . n10n e e os · b '
eiectrvamente real Pero n t . ,, f'S mnega lemente algo exhiben cosas en sí mismas Sólo aquéllos2; ' son el campo de la
· o uv1eron en ct t
que sea preciso negarles su efectiva Ji ien a que ambos, sin validez de ellas; si se sale de ahí, no tiene lugar ningún otro uso
rea dad como represen- objetivo de ellas. Esa realidad 226 del espacio y del tiempo deja
intact~ por lo demás, la seguridad del conocimiento de expe-
279. Es decir, del tiempo riencia; pues estamos igualmente ciertos de él, ya sea que estas
220. Por cierto p11edo dec". . . formas sean necesariamente inherentes a cosas en sí mismas, o
1 ' ir. mis represe t·
as otras; pero eso significa solamente , .. n ,1¡ iones se siguen las una5 a solamente a nuestra intuición de estas cosas. Por el contrario,
ellas como [de algo que está) en una que_~osotros somos conscientes de aquellos que afirman la realidad absoluta del espacio y del
forma del sentido interno. No or e:uces10n tPmporal, es decir, según la
una determinación objetivame~te i ~ es el tiempo algo en sí mismo, ni tiempo, ya los supongan como subsistentes o solamente como
227. Probablemente ha)·a q d nl e1e1~te a las cosas [Nota de Kant].
sentid 0 d ne ar e aqu1 ah ex ··
e «representación». ' 'pres10n «concepto» el
222. Es decir, el tiem o N
«este concepto». P . o es posible, en el original, interpretar 225. Es decir, sólo los fenómenos.
226. Vaihinger (Kommentar ... tomo 2, p. 412í dice que la expresión
223. Es decir, los objetos externos
224 E d · . · «realidad» que aparece aquí «es evidentementE' sólo un enm de e5cri-
. s ec1r, el objeto del sentido interno. tura, o de imprenta, en lugar de idealidad». Pero también la traducción
latina de Born trae aquí «realitate».
108 CRlllCA [[LA RAZO' PlJRA 109

mherente;,, ck bu1 tcllcunu ar ;,e en confüuo con los pnnc1p10s rmentos matem,lt1cos a p11u11 \al laltarle, una mtrnc10n a p11ot1
Je lct e\.penu1ua mi::.nhl Puc;, ,i se deuden put lo prn11e10 (que objetl\ amente valida) \ erdctderct) m poner las p10pos1oones de
e,, poi lu comun, el pcu udo de Jo, 111\ e,trgddores matematJCos la e\.penencra''' en [!\.-le l] conc01 danua necesar ra con aquellas
de !et Ihltu1dleL,1 deben ;,uponer dos no cosas ';,ubs1stente' poi afirmaciones En nuestrd [BS8] teona de lc1 \ erdadera nctturaleza
s1 m1;,nlas, eteincts e mlrmtd; (el e;,pano; el tiempo) que e\.1::. de esta:, dos formas de lct 'ens1b1hdad ong1nanas se remedtdn
Len (::.m que ha) d, empc10, nddct efect1\ amente real) solo pctra ambas dificultades
ctbctrLM en '1 todo lo efectivamente real S1 abrazan el segundo Fmalmente, que la estet1(a transcendental no puede con
pMndo \dl [\-!U] que perteneceu dlguno;, que prote;,an una teo tener mas que esos dos elemento~, a saber, espdCJO ) tiempo,
nct mel,\ÍblLd de la natur,1lezd ) tienen al espacio y al tiempo queda claro, porque todos los otros conceptos perteneuentes
por 1elauone, de lo, fe11orneno;, u11us JUnto a los otro~, o unm, a Id sens101hdad, mcluso el Je mo\ un1ento, que reune ambos
de,pue, de lo:o ut1os¡ ab,t1,ndct;, Je Lt expeue1ic1ct, cttmque [I357j elementos, presuponen algo emp1nco Pue, este w p1esupone
rep1escntctd,b, u1 ld c1b;,t1dcuon, de maneta confus,1, enronce; !ct percepc10n de d!go mov1! Pero en el espac10, considerado
tienen qm. ncgddes c1 l.b documas matematKc15 11 pnor1, en lo en s1 mismo, nada e;, Illü\ il, por eso, lo moql debe ser algo
1eferente d ]d, co,as dec tl\ amente r ed!e, (p eJ [las que estan] en que se encuentra en el e:,pauu solo por expe1 zencza, ) por tanto, un
el espdc10, ,u\ ,t!1Jez, o al menos, la certe¿a apod1ct!Ca, puesto datum ernp1nco De la m1smct manera, Ja estetJCa transcendental
que esta nu tiene lugdr a p(Jjte1w11 ) lm concepto;, a prwn de no puede [tampoco] contar entre 'ns data a pnorz el concepto
cspdCJO ) Llernpo, segun esta opm10n, son solo cnaturas de lct de mudanza, pues el tiempo rmsmo no se muda, smo algo
1111<tg1nauon cm <1 luente efecl!\ <1mente debe ser buscada en la que esta en el tiempo Por <ons1gmente, para ello se reqmere
expeuenoa, de !et;, relacione;, ctÜstractas de esta, !et rmaglnac1on la percepc1011 de alguna exbte11c.1a, ) ele la suces1011 de las
h<l hecho cth!,o que conuene, si, lo mm ersctl de ella,, pero que determma::10nes de ellct, y por tanto, e\.per 1enua
no puede ocutIII dt-clt\ ctmente srn las restncc10nes que la na
tm alLLct ha u,bLcido con ellcts Lo;, pume1 os sdlen gctnando, en
la mechda en que hctcen ctcce,1ble el campo de los fenomenos
[81Cl]
pdra ;,us dfum,1uo11e;, I11dtemat1ccts En cambio, ,e emedan en
gr,rn L011tus1on pr eus<Lmente poi rnotn o de e sets cond1oones, § 8. 231 Observaciones generales sobre la estética
u1ando el eutend11rnento qmer e 11 mas ,tll<l de ese campo Los transcendental
seg1mdos gana u, uertamcnre, con res pecto a e;, to ultuno, a saber, 13
I P11mero sera nccesdllü e\.phcar tan cl1stmtamente como
la-, rep1eseut,iuones de espaoo) tiempo no se les atra\lesan en
sea posible cual es nuestt a opm10n con respecto a la [A-12]
el La mm u, cu<1ndo qmc1 e11 ¡u¿g,n acer c,1 de los objetos, no como
const1tuuon fundctmental del co11ourn1ento sen~1ble en general,
fenomenos smu mer<Lmente en rel<Luon con el entendun1ento,
paia prevemr toda mterpretac10n erronea de ella
pe1 o no puc.dt-n 111 d,u raLOll Je Lt pu,1b1lidad de los conou

229 Qmza lia\ a que entende1 c1qu1 do, prmc1p10, de la e\.penenc1",


J_17 f1unt>ot1guc>) Pac,md rnte1p1etan «\d lo> enL1encLm como 230 E, deu1, el !TlO\!Ill!ento
>UO>L HlU,l> o CO!üO dCC1dente»> 23 T Lt expre>10n ,§ 8' pertenece ;olo a la ;,egunda ed1c10n
228 Lomo ,1 d1JLJ,l du, ASº" que no son cosa:,,, 232 La e\.p1e.'l1on <<l »e.) dg1eg 1<lu de la segundc.1 ed1c1on
110
IMMANUEL l\ANT
CRÍT!Ct\ DE LA RAZÓN PURA 111
Hemos querido decir, pues: que toda nuestra intuición no
es nada más que la representación de fenómeno; que las cosas en s1. mismos.
. Pues en todo ·caso conoceríamos completamente 'b 1· ¡ d
que intuimos no son, en sí mismas, tales como las intuimos; ni sólo nuestra manera d e 1·ntuición , es decir ' nuestra sens1 . 11c. a ,
sus relaciones están constituidas, en sí mi~mas, como se nos n ésta siempre sólo bajo las condiciones de e'ipac10 y t1ern-
aparecen; y que si suprimiésemos nuestro Sltjeto, o aun sola- yoauinherentes ongmanam
P . . . ente al su¡'eto·' lo que puedan . ser
. los
mente la manera de ser subjetiva de los sentidos en general, '. -
objetos en si mismos . nunca llegaría a sernos conocido,
d 1f . m aun
d
[entonces] toda la manera de ser de los objetos en el espacio y mediante el más esclarecido ~onocimiento e enomeno e
en el tiempo, todas sus relaciones, v aun el espacio y el tiempo !los ue es lo único que nos es dado. . ..
mismos, desaparecerían; y que como fenómenos, no pueden e Po; eso, [la doctrina que dice] que toda nuestra sens1b1hc!ad
existir en sí mismos, sino solamente en nosotros. 243 Permanece no es na da ma·s que la representación confusa de¡ las cosas, ¡¡ qne·
enteramente desconocido para nosotros qué son los objetos en contiene. so 1amen te aquello que les con esponc e a e as. en · s1
sí y separados de toda esta receptividad de nuestra sensibilidad. .
mismas pero so·1 o en un amontonamiento de cai d. actenstJCas.
No conocemos nada más que nuestra manera de percibirJ05, re re~entaciones parciales que no podemos iscci-:1:1 con
que es propia de nosotros, y que tampoco debe corre~ponder ~
yconoencia, . es una ia e ls1'fi ca ción del concepto de sensilnhdad
. 11 y
necesariamente a todo ente, aunque sí a todo ser humano. Sólo d f • eno que hace inútil v vacía toda la doctnna de e os.
de ella nos ocupamos. Espacio y tiempo son las [B60J formas Lae diferencia
enom ' entre una representación
' [BfJ l] con flL, sa /v la re l
puras de ella; sensación, en general, la materia. Sólo a aquéllas resentación distinta es meramente lógica, y no cono~rne a
podemos conocerlas a prion, 234 es decir, antes de toda percepción p 'd s·n 1 duda el concepto de Derecho de que se sirve el
contem o. ' d t de él
efectivamente real, y por eso ella SP llama intuición pura; ésta, 235 'd (n2·"'
1 contiene lo mismo que pue e ex rae1
senti o com l !erar · práctico
empero, es, en nuestro conocimiento, aquello que hace que se la más sutil especulación, sólo que en e uso vu t'> • y
lo llame conocimiento a posterior~ Ps decir, intuición empírica. uno no es con Sel. ente de estas múltiples representaciones d · [con-l
Aquéllas están ligadas a nuestra sensibilidad de manera absolu- tenidas] en ese pensamiento. No por eso se puede ec1~ que e
tamente necesaria, cualquiera sea la especie de nuestras sensa- conce to vulgar sea sensible y contenga un mero fenomeno,
ciones; éstas [A43J pueden ser muy diversas. Aun si pudiésemos [A44] ~ues el derecho no puede aparecer, sino que su concepto
llevar esta intuición nuestra al máximo grado de distinción, no reside en el entendimiento, y representa una dmanert de se~
por eso nos aproximaríamos más a la naturaleza de los objetos (la moral) de las acciones, que les correspon e a e as en s1
mismas. Por el contrario, la representación de un cuerpo en la
. t . . . no contiene nada que pudiese corresponderle a un
1n uic10n ¡f · de algo v
233. No se ve cuál es el sajeto de la oración "Y que, romo fenómenos, no ob'eto en sí mismo, sino meramente e enomeno '. . , ;
pueden existir en sí mismos ... ». Va1hinge1 (Kommmtar... tomo II, p. 446) la ~anera como somos afectados por ello; y esa re~e_r.t1v1dad
no trata el tema directamente, pero hace una paráfrasis en la qup quedan de nuestra capan'd a d cognoscitiva · se llama sens1b1hdad, ¡· y
separados el espacio y el tiPmpo, y los fPnómenos: «la dPsaparic1ón de e.
nteramente diferente del conocimiento del o Jjeto
y t. y de los "fenómenos" que "sólo puedPn Pxistir Pn nosotros'\,_
234. También podría entenderse: «a aquéllas podemos conocerlas
per~ai~ece
en s1 mismo,e aunq ue con la mirada se lo pPnetrase a aquél (al
solamente a priori>>. Bom: «Ac forma quidem sola poterit ex antici- fenómeno) hasta su fundamento mismo.
patione cognosci».
235. Es decir, la sensación.
236. Literalmente: «el sano entendimiento».
112 CRITICA DE L.\ R..'.\LOI'. Pl,Ril 113

Por eso, la filosofía leibmzo-wolfiana les ha asignado un nada que ataña a dlguna cosa en si misma, entonces se pierde
punto de vista enteramente erróneo a rodas las investigaciones nuestra distinción transcendental, v en ese caso creemos cono-
sobre la 11<.ltmaleza y el ungen de nLie:,tros conocimientos, al cer, a pesar de todo, co~as en s1, at;nque por todas partes (en el
um;,1dera1 la cliferenua entre ¡,, sensibilidad y lo intelectual mundo sensible) aun en la más p10funcla [B63] invesngación
como meramente log1Ca; pues ella es, marufie;tamente, trans- de lqs objetos de él, no tengamos comerc10 con nada, sino con
cendental, y no cunuerne 111e1 ,u neme a la fur ma de lct distin- fenómenos. Así, cie1 tameute, llamaremos al arco iris mero
nó11o111d1stmción, sino al origen y al contenido de ellos/ 17 de fenómeno que se presenta cuando llueve con sol; pe1 o a esta
manera que no es que por la p1 imera'" conozcamos solamente lluvia [la llamarenws] la cosct en ~1 misma; lo que es correcto,
de manera confusa la manera ele ser de las cosas en sí mismas, en la medida en c¡ue entendamos este último concepto sólo de
;,mo que no la conocemos de manera alguna; y, tan pronto manera física, como aquello que, en la experiencia universal,
como sup1 imimos nuestra manera de ser subjet1 va, el objeto aun con tocias las diferente:, ~itu<tciones con respecto a los
representado, con las propiedades que la intuición sensible le sentidos, en la intuición está, empero, determinado así, y no
atribuía, no se encuentra en ninguna parte, ni puede encon- de otra manera. Pero si tomamos e;,to empírico en general
t1 arse, pues es precisamente esa manera de ser subjetiva la que y, sin volvernos a la concordancia ele [A-16] ello con cada
determina la fo1 ma de él, e omo fenómeno. sentido humano, preguntamos si también esto representa un
[A-l:'íj Por lo demás, disting11imos en los fenómenos aquello objeto en sí mi;,mo (no las gotas de lluvia, pues éstas, en ese
que es esencialmente inherente a 1.1 intuición de ello:,, y que caso, son ya, corno fenómeno~, objetos empíricoo), entonces la
vale par a todo sentido humano en general, ele aquello que les pregunta acerca de la referencia de la representación al objeto
corresponde a ellos de manera solamente contingente, al no es transcendental, y no sólo esas gotas son meros fenómenos,
ser valido sobre [Ja base de] la referencia de la sensibilidad sino también su fo1111a redonda, y hasta el espacio en el que
en general, sino solamente wb1 e [la base de] una pa1 ticular caen, no son nada en sí mismos, sino meras modificaciones
d1sposíc.ión u organización de este o de ac¡uel sentido. Y en- o fundamentos de nuestra intuición sensible; pero el objeto
tunces al primero de e:,tos conoc.imientus se lo denomina uno tramcendental permanece desconocido para nosotros.
que representa al objeto en sí mismo, pero <d segundo [se lo El segundo asunto importante de nuestra.~stétíca transcen-
denomina uno que rep1esenta] :,olamente al fenómeno ele él. 1 '~ dental es que ella no merezca algún favo1 meramente como
Pe10 esta diferencia es solamente empírica. Si uno se c¡ueda hipótesis verosímil, sino que sea tan cierta e indudable como
en ella \como acontece comúnmente) ) no com1dcra (como pueda exigirsele [que lo sea] a una teoría que debe servir de
debe1ía acontecer) a aquella intuición empírica, a su vez, como 01ganon. Para hacer enteramente e\ iclente esa certeza, escoge-
me1 o fenómeno, de manera que en ella no se puede encontrar remos algún caso, en el cual la\ alíclez ele éste 2 "º pueda tornarse
[BG-l] manifiesta y pueda c.ontribmr a una mayor claridad de
lo que ha sido expuesto en el~ 3. 21 '
.! 37 E, Jecu, de lo;, conuc1rnentu>. Pero tamb1é11 puJ1íc1 entende1se
«de elido,», e;, JeciI, «Je],¡ d1,t111uón o cunfmión»
23/J L dec11. poi L1 ;,en,1bil1d,1J.
2J9. T,unb1én pod1 Id ente11de1;,e '"tl p11mero de e;lu;, co1wurn1entoo, 2-1-0 Es decu, de e>te orga11011.
;e lo Jenomrnct uno que repre;,enl<t ,d objeto en s1 nu;mo, pero el 2.f-7. La frase") pued<t cont11buH ,i una ma;or claridc1d de lo que ha
>eg1rndo [s.; Ju denommaJ ;,ul,u11ente el Jenómenu de él". sido expue;,to en el § 3,, e;, ag1 eg,1do de la segunda ed1c1ón.
115
CRITICA DE l!\ RAZON Pl!RA
JMtv!/\Nl IFL KANT
. . t de beis dar 17 ¡man vuestro
Suponed, pues, que el espacio y el tiempo sean objetivos . . ¡ así Por cons1gu1en e, . .
summ1strar .a go· · · . fun d aren e· ¡ vue stra proposición smtetiu.
en sí mismos, y sean condiciones de la posibilidad de las cosas obieto en la mhnoon, Y f i\t<id de mtuir a pnon;
en sí mismas; entonces se advierte, en primer término: que de J ·d· vosotro~ una aet '
Pero si no r:s~. iera e_n . ·m la forma no fuera, a la vez la
ambos proceden, a prwrz, propmiciones apodícticas y sintéticas si esta condK_1on subjetiva serio ba· o \a cual e~ posible el objeto
en gran número, especialmente del t>spacio, al que por eso condición umv.ers~l ~ prz(nn, s 1a)· s{ el objeto (el triángulo) fuese
investigaremos aquí preferentemente, como ejemplo. Puesto mismo de esta mtu~c1on exte1_1 ~estro sujeto.¿ cómo podríais
que las proposiciones de la geometna son conocidas sintéti- algo en sí mismo, sm referenc1~ a te en vuestras condiciones
camente a prwn y con [A47] certeza apodíctica, yo pregunto: ce necesauamen .
decir que lo que ya . .. 1 debía también convenir
éde dónde sacáis tales proposiciones, en qué 5e basa nuestro tnur un tnangu o, - di
subjetivas para cons 1 . . o? pues no podríais an<i r
entendimiento para alcanzar tales verdades absolutamente ne- . lt "ngu 0 en <>l m1sm
necesanamente a n<i (d tres líneas) nada nuevo (la figura), que
cesarias y universalm~11te válidas? No hay ningún otro camino, a vuestros conceptos e . mente en el objeto; ya que
sino por conceptos o por intuiciones; pero ambos, como tales [B66] debiera encontrarse necesana . . nto v no mPdi<inte él
t de vue<;tro conoc1m1e ,
que son dados, o bien a prwn, o bien a po1tmo11. Los últimos, éste est.-í. dad o an es . ( . t bién el tiemno) no fuera
a saber, los conceptos empíricos, e igualmente aquello sobre . . t . el espac10 y as1 am r .
Por cons1gu1en e, s1 . . . . 1 que contiene condic10nes
lo que se fundan, la inhlición empírica. no pueden suministrar . de vuestra mtuJC1on, a
una mera forma l l s piieden sei para vosotros.
proposición sintética alguna, salvo que sea también meramente . . b · ¡ s cua es as cosa ' .
a przorz, so1o ªJº a . t ondiciones subj. etiv<is, en 51,
empírica, es decir, una proposición de experiencia, que por tanto . los que sm es as c d
objetos externos, . . tablecer a przori, sintéticamente, na a
jamás puede contener necesidad y universalidad absoluta, que no son nada, no podna1s es P . guiente es indudablemente
son lo característico de todas las proposiciones de la geometría. . t externos or cons1 , .
acerca d e ob~e os . "bl . [ ~4"l probable que espacio
Pero [con respecto a] lo que sería el medio primero y único, a nte pos1 e n1 n ~' ' . ·
cierto, y no merame . . · de toda ex1Jenencrn
saber. llegar a tales conocimientos mediante meros conceptos 1 dioones necesanas
Y tiempo, como. t
as con
) son con 1c1on
d. . es meramente subjetivas de
d
o mediante intuiciones a prwrz, está claro que a partir de meros (externa e m . erna . . con ¡a cual
. .' . elacwn e '
2 12 fJOI eso. to os
conceptos no se puede obtener conocimiento sintético, sino toda nuestra mtmc1on, en r s dadas en sí de esta
solamente analítico. [B65] Tomad tan sólo la proposición: que f ·menos y no cosa
los obietos son meros eno J t b'e'u por eso se puede
J l [f ómenos am 1 '
con dos líneas rectas no se puede encerrar ningún espacio, y manera; de los cua es ~n ~eta a la forma de ellos, pero
por tanto, no es posible figura alguna; y tratad de deducirla del decir murho a prwrz por o que _resp_ . de la cosa en sí misma
concepto de líneas rectas y del número dos; o también [tomad d d . ] ni lo mas m1mmo
nunca [se pue e ecir to de esos fenómeno<;.
la proposición de] que a partir de tres líneas rectas es posible que pudiera servir de '.1:1ndamen teoría de la idealidad del sen·
una figura, y tratad, igualmente, [de deducirla] meramente a II. Para confirmaoon de esta t de todos \os obJ·etos de
partir de esos conceptos. Todo vuestro esfuerzo es inútil, y os ¡ · t no y por tan o, , .
tido externo y d e m er ,f . puede servir muy bien
veis obligados a acudir a la intuición, como lo hace siempre la .1 0 meros enomenos,
los sentic os, com . d l ie en nuestro conocm11ento
geometría. Os dais. entonces, un objeto en la [A48] intuición; la observación [esta]: que to o o ql
pero éde qué especie es ésta? ¿es una intuición pura a prwn, o
una empírica? Si fuera esto último, entonces nunca podría re- .• on la intmc1ón. pero tam b.len
· p odría
sultar de ella una propo~ición de validez universal, y aun menos 24? Es decir, en relac1on el

l
¡ · ·n con ascua es»
es decü en relación con e'ia'i
,
una proposición apodíctica; pues la experiencia nunca puede entenderse «en reacio b' t antes menuonada5
«condicione'i meramente su 3e p,,as,,
LR.i 1ILA UE LA P.\Z(h Pl R.\ 117
116

pe1te11ece a ],t 111lu1uon (e'-.ceptuados, por tanto, el ~ent1m1ento puede preceder a todct acuon de pens<tr algo cuctlqu1era, e, la
Je plüce1 ) d1,pbce1, y la\ olunt<ld, que no son conoc1m1entos) mtmc10n,) "1 ella no contiene nada mas que relauone>, [es) la
no cunt1ene nada mas que meras relc1c10nes de los lugares en torma de la mtu1c1on, lc1 ct1c1I como no 1epi esenta nada, s,d'v u
lllld L11tu1uon (e'-.ten.,10u1, [BtJ7j [de la] rnudan¿a de lugct1e'> en la rnedidd en que algo e, puesto en lc1 mente no puede
(mo\ 11n1ento), 1 y le) e, ,egun /ds cuales esd muJanLd es de >er ot1 a co,c1 que la manera como la mente e, afectadc1 por
te1mmacL1 (fue1.z;as rnot11ces) - 11 Pero con ello no e, dado que su propia actn idad, a saber poi este [Bll8] pone1 las repre
es lo que estd p1 e:iente en el lugM, 111 que es lo q we actua en :ientauune~ ele ellct, 4 ' y poi tanto, por,¡ m1sm<t, es deur, [no
Lis cos<ts rn1,mJs,- 4 ' fuera de la muda1uc1 de luga1 Ahord bien, puede ser otra cosa que] un sentido mterno >eg1m ,u forma
111ed1a1lle tnLr,1s rebt 10ues no se conoce una cos,1 en s1, por Todo lo que es represent<Ldo poi medio de un sentido es, en
lcl!lto, hct) que JlLtga1 qtw, puesto que p01 el sentido e\.te1 no no e:ia medida, >1ernpre fenomeno, ) pm con:iigUJente, o bien
110s son ddC!,15 11c1d<t mas que me1 <l, rep1 esentdcwnes relacwna no debena ser admmdo en modu ctlguno un -,enndo mte1no,
les, este solo puede contener, en su representauon, la 1 elauon o bien el Sujeto que es objeto de el puede 4 ser rep1 esentado
ele un ubJdO cun el su¡eto, ) no lo 111te1101, que pertenece al por el solo como fenornenu, ) no como el JUZ6ana acerca ele
ulijeto en s1 As1 ocuu e ldrnb1en con la mtrnc10n 111te!IM No si mbmo, s1 su mtwcwn fue,e meia esp01Jt,rne1dad es decir,
soL.unente que en ellc1 lá mc1tena propiamente dicha, con la [rnLu1c10n] 111lelectuc1I En e:,to, toda la dificultad cons1,te ,olo
que ocupamos nuestra mente, consiste en lcts rep1e~entduones en como puede un stueto mtuu :ie a s1 mi,rno mter rormenre,
de los scntlduJ ntenws, smo que el tlempo en el que ponemos pe10 estc1 dificultad es cornun a toda teonct La conciencia de
esc1s 1ep1esent<Luones, el cual precede c1 la conuenua misma >l m1:,mo (apercepuon) e5 ld 1ep1eo,entauon ;imple del Yo, y
de ella., en la e'-.penenc1a, ) [le] s1ive de fund,1mento, como s1 :,olo put ella fuera dado, opontaneamwít, todo lo mult1ple
cond1uon foun.tl de la manera corno L1s ponerno" en la men en el ,ujeto, entonce~ la mtu1uon mterna se11ct 111telectuc1l En
te, umt1ene) a relauone~ de ~uce~ion, de smrnltane1dad, ) de el ser humano esta concrencht 1equ1ere percepc1on mterna de
,1quello que es smrnltaueamente con la ~uce,,10u l[1el<Lc10ne,] de lo muluple que es pre\ 1amente ciado en el ,u¡eto, )' la mane1 a
lo permanente) Ahora bien, aquello que, como representac1011, Lllmo esto [rnulttple] e> dadu en L1 mente sm e~pontane1clacl,
debe !!cunarse, en virtud de esta dife1encia, &ens1b1hdad S1 la
fawltaJ de h.tce1 se comuentt' de s1 nusmo ha de recoger (ap1 e
hender) lo que) ctt e en la mente, esta [facultad] 1' debe afectarla
213 La mle1p1etauon dl' «muda1ua de lugct1es» como un gemtno
depenchente de «1 elduone:,» e;, conJelu1 .il (\et Kant «Euuge Beme1 a ella» 11 ) solu ele e;a manerd !t sa facultad] puede p1 oducu una
h.ungen ¿u l ud\' 1g Heu111cl1 Ja1'ob ;, Pi ufung de1 i\lendt'bsohmchen mtmuon ele s1 misma, CU) Ll tui ma empero, que reside pre\ 1a
i\lo1getblunden», Ed ALdd VIII, 133, ctt pot VcLi!unge1 Kommentai
torno Il p 17~ >> L po;1ble ente11de1 t0<Ü e>t.i 01auon como «no
contiene nddd 111<1> que 1elduone> de Jo, lugares [ ], mud,1n¿d de 2-16 Es deu1, de la mtu1c10n Ed Acdd mterp1et<1 «de l.i mente»,
lugd1 e, ( J \ le) e'" mo1.hhLando el texto He1degge1 \Kant mul das Problun du \lt1aph¡s1I..,
214 ll ld1go p.1;,.iJe que uim1euu «II Para t.onfümac1on de e;,ta ed rJo;,te1 ni.um, 1'!7 J, p 18 í, not,1) dice que no debe aceptMse esa
teo1 Id "\B tJ í ) que te1mma "Y solo put:den tene1 \ ,tl1de¿ p.i1a objeto; modilkacwn
de unct e'.pe11enua poo,1ble, 1B 73, tm;il de la esteuca t1M10>cendental 2./7 Lneralmente «podn,1»
t'> dg1 egddo de !J. :,cgund<1 e<l1uon, ) no figu1 d en ld pnme1 a
2+8 fa decn, la ctpe1cepc10n (V<tt!un<!ie1 Kouunwtar, ll, p -!8~'
2./-J 1,unbien pod11a entende1::,e «Pew Lüll ello no e; dado lo que e;ta 2+9 fa deu1, a la mente Va1hrn~e1 \Íiu1111nwta1, I !, p -J 8~ chce que
pi eo,e11te en el lug,u, 111 lo que ,1Lllld en \..¡, cO>.t> m10,ma>" es "ª ld parte pasl\ a»
118
IMM/\NUEI l\ANT
CRITICA DE LA RAZOt' PURA
mente en la mente dete .
· ' rmma en la .-
tiempo, Ja manera como 1 : representaoon fBfi9) del hiciera una mera apariencia ilusoria. 2 '-1 IB70J Pero esto no ocu-
porque elJa2'" se intu}'e a ~ n:ult1ple está reunido en fa mente· rre según nuestro principio de la idealidad de todas nue,tras
- s1 misma no c ·
s1 m "ma inmediatament d , orno se representaría a intuiciones sensibles; más bien, si se atribuye realrdad ob1etwa
.
manera como r , , , , , , 1 e e manera
d espont
· - .
anea, smo segun la a aquellas formas de representación, no se puede evitar qne,
· 'ªpor entro '
se aparece , _, .. .is ¡J 'Y en consecuencia, como por ello, todo se transforme en mera apanenria ilurnrirz. Pues
TTI s· . . ma, y no como es.
. I digo. en el espacio y en el ti . . si se considera al espacio y al tiempo como maneras de ser
la de objetos externos . - empo, la Intuición, tanto que, según su posibilidad, deben encontrarse en cosas en sí, 2 i i
, como tamb1en la t . . .
mente, los representa a d f au o-mtu1c1ón de la yse reflexiona sobre los absurdos en los que uno entonces se
·111·1
[e _, afecta nuestros sentid ca a uno de
, .
est b. J
os o ~etas tal corno enreda -pues dos cosas infinitas (que no deben ser ni substan-
· d os, es r1ec1r com
quiere ecir que esos b' ' o aparece, eso no cias ni algo efectivamente inherente a las substancias, y que sin
o ~etos sean 11 ia
rza. Pues en ef feriómen l b. mera aparzrnrza iluso- embargo deben ser algo [B 71 J existente y hasta la condición
d e ser que les atribu· o, os o J11eto~• ·, e• in cuso 1 1as maneras
necesaria de la existencia de todas las cosas) 2 ''; quedan, aunque
J r irnos, son con~1c11 rad ·
a go eiectivamente dad . . os siempre corno se supriman todas las cosas existentes- 2:. 7 entonces no se le
o, so1o gue en la dºd
manera de ser depend 1 me i a en gue esa puede tomar a mal al bueno de Berkeley que haya degradado
d e l Sujeto. e so amente de la · .
en la rela . - - . especie de mtuición los cuerpos a mera apariencia ilusoria; y hasta m1estra propia
b. Cion que con el tiene 1 b"
o ~eto, comofenómeno s d"f . e o ~eto dado ese
, ' e 1 erenna de él '
en si. Por eso no digo l mismo como obieto
' gue os cuerpos J 254. Los predicados del fenómeno pueden ser atribuidos al ohjeto
es t ar fuera de mí o q11 . 1 meramente parezcan mismo en relación con nuestro sentido, p. ej. [B70] a la rosa !-;e le puede
. , e m1 a ma sól 0 p
conciencia de mí m· are¿ca estar dada en la atribuir! PI color rojo, o el aroma; pero la apa1iencia ilusoria nunca
. ismo, cuando afi '
espacio v del tiempo d d rmo que Ja cualidad del puede ser atribuida, como preclicado, al oh¡eto, p1ecisamenle porque
d l :
e a existencia de ellos)2j2 ¡
' e acuer o con J
ª cua1(c~mo condición ella atribuye al ohjPto fil q In que le corresponde a é5lP solamf'nte en
relación con los sentidos, o Pn general, [en relación] rnn el sujpto; p.
especie de intuición y os pongo a ambos, 2 >l reside en mi
- . ' no en esos obi t . ej. las dos a-;a.s que inicialmente se atribuye1 on a Sah1rno. Lo que no se
mia s1, de aquello que yo d b" Je os en si. Sería culpa encuentra jamás en el objPto en sí mismo, pero sí se enrnentra siempre
e Ia contar entre los fenómenos, en la relación de él ron el sujeto, y es inseparable de la rep1esentación
del primero, [Ed. Acad : «del último»J es fenómeno; y así, los predicados
del espacio y del tiempo se atribuyen legítimamente a los Objetos de
los sentidos, como tales, y en e-;to no hily ninguna apariencia iJu-;oria
250. Probablemente ha a Por el contrario. si le atribuyo a la rosil en n el rojo, a Saturno las asas,
c~n.sdente
( de sí mismo» ¿~:i/?ate:ider aqu! «la fac dtad de ser
a1hmger: Kommentar JI, p. 484).'
res
percepc1on) o bit,n «la mente»
o a todos los ohjetos externos rn si la extensión, sin considerar una
determinada relación de esos objetos con el sujeto, y sin limitar a ésta
257. Probablemente hava mi jnicio, sólo entonces smge la apariencia ilusoria [Nota de Kant].
de ¡ · · ·. ' que entender a · ¡
a mtmc1on externa v el d l . , qm «ta como el objeto 'el 255. Como si dijera: «mane1 as de ser que, cons1derndas ya sólo en lo qup
Va1hing:'r (Kommentar, IÍ, 486 :s.)\mternaJ afecta nue~tros sentido~». concierne a sn posihilidad, dPben encontraf';e en cosa-; en sí mismas».
una parafra.s1s que parece confi1111a~ f'ti ;ta la propo-;1cwn, pero ofrece
256. Los paréntesis en la frase «(q11E' no cleben se1 snhstancias ! ]
252. Los paréntesis en la .. 5 a mterpretación.
de ell ) ornc1on· e d' . - existencia de todas las cosas)» son agiegado de esta traducción.
os » son agregado de esta traduc . . on icmn de la existencia 257. Los guiones en la fra-;e «-pues dos co-;as infinitas [.. ] quedan,
2 53 Es d · c1on.
. ecir, a 1os cuerpos ,v al al ma. aunque se supriman todas las cosas existentes-» son agregado de esta
traducción.
120 121

e;,.1stencia, que de esa rnanerd se hd1Ia dependiente de la no podemos estdblecerlo), pero no por esta \ ülideL u111 \ er -.al
1ect!IC.ldd, ;,ubs1;,lente por s1, de ll!ld no co~a corno el tiempo, lesa manera de 1ntmoon] de¡d de se1 sens1bilidad, prec1c,,1
debe na t1 dnslo1 m<l1se, con este, en p111 d ctpct11e11c1a 1lu;,01 lcl, mente porque es den\ c1cid ( rntllttu:i Ju na/ 1&11:,) \ no ollg111M1d
u11 ab~mclu del qlle hct;,Ll ,t!1u1J. 11c1d1e se lw hecho culpáble 1mtwtu:i Ollgwanu1} r por tanto no es mtu1uon mtelectudl, l"
IV :Cn la teolog1a 11'1tur,d, e11 Id que se p1ema un ob3eto cual por las razones que acübarnos de c1duur, solo parece
que no solamente no puede ;,er, parc1 nosotros, ob3eto de la w11esponderle al :Cnte 011gmM10, pe10 nuncd c1 un ente [que
111tu1c10n, smo que no puede ser de nmg1ma manera, para el es] dependiente, tanto segun su e:>.1stenucl, corno ~egun ~u
1111::,mo, ob¡etu de lct 111tu1uon ~e11s1ble, se ha tomado cuidado 111tmc1on (la cuc1l detet l11llht l<t exi:,tenc1c1 de el con r espeLto d
set mente !et p1 ecctuuon de e;,.duir, de todct su 111twc1011 (que t,d los ob1ews dados),-'" c1unt¡ue e~ta ulllmct obsen ac10n a nuestra
dt:be ser todo su co110u1111ento, y no pwJiLr, el cu,d siempre teona estetica debe ser cont,t<la soldmente como e:>.phcac10n,
demue:,tra lim1tac10nes), las cond1uones del tiempo y del pero no como fundamento de demostr ac10n
espctuo Pe1 o ccu11 que derecho se puede hacer esto, si antes
se ha hecho, de dmbos, formas de la;, cosas en si mismas, )
aun tales, que, corno condiuunes a p1 wrz de la existencia de
,Bí3)
lc15 ( usc1s, pernMnecen, ,mnque se h..tydn supnnudo las cosas
mi~ma '>e Pues como cond1uone;, de todd e>..1stencia en gene CcY\CIL:,IO"-: m Lu:,1E11c \ JR.\i\'.>lENDr\I.\I
r,d, ckbu lclll sedo tarnb1en de la e>..1ste11ua de D10s Si no se
qu1t re bcttt:'I de ellos-' fo1rnds objetivas IB72] de todas las
0 Aqm tenemos un;i de lüs p1eLas necesanas pdl ,t lc1 soluuon
cosc1s, 110 quedct ot10 1ecurso que IMcerlos foimas sub3etl\ao del problerrlcl general de la filosof1a trdnscendentc1l aomo ion
de nuesua manera Je mtu1uon, tc1nto e>..terna como mterrld, puitble:, la:i propu:,awneJ >llltettw:, a wn ~ a >c1bc1, 111tu1uone:,
que oe ll<tma sen~1ble prn que izo 1s 011g11wlla, es deor, !no e:,] pulds a pnoll, espauo) tiempo, en lds cuales, :,1 quetemo:, u,
t,d, que poi ella :,ec1 J.idd lc1 e>..1stenuc1 m1srH<1 del ob3eto de la en un JU1uo a prwn, 1!1L1> c11la del concepto dc1clo, encont1 dmos
mtu1uo11 () e;,td [nlclnerc1 Je mtuuon],"J 1 por lo que podemm aquello que no puede ser de,( ub1e1 lo a p1 wrz en el concepto,
entemle1, solo puede con esponderle al Ente ongmano), smo peio :,1 en la rntmuon que lt lOlle::.poncle, ) puede se1 enla
que depende de ld e>.1ste11c1d del ob3eto,) por tanto, es posible Ldclo >mteucamente con c1quel, lus cuales 3mc10s, empero, por
:,olo g1dUL1S a que Id capc1u<Üd repre:,el1tdt1va del su3eto es e;,e moti\ o, nunca pueden llegai mas alla de los objetos de
,dectüda p01 c1quel los sentido:,, ) solo pueden lt•nei 'alideL pai a objeto:, de la
fampol o e~ necesa110 que l11111temos nue~t1 c1 manera de e>..peuencM po>1ble
111tu1uon en el e'>pauo ) en el tiempo a la sem1b1hdad del ser
humano, puede ser que todo ente pensc1nte fimto debd con
cm d,11 ntcesa11drnenle en esto con el ser humano \dunque e:,to 260 lfab1a gue entender gue l.1 e\.1>tenu,1 del ente es e1ta o aqu,lla
ewtmcw, segun l.i iel.Luon que el t me tenga con lns objeto:, d"Jo,, pe10
esLl tel.iuon depende de L1 mtutu1,n,) d que :,olu nwcl1.inte ld mt111c1on
son ddclo, los objeto; E;, 01,tm.tllc,dmtcnle po:,1ble tdmb1en '.,mngue
2J8 L decn, del e>p.tuu \el Liu11po, pe10 t.imbien podttd entendeise ctlgo fo1zddo) lee1 « 1].i cu.il Gntu1t hJll] L1 ¿'\.J>tellu.t de el due1mm,t con
de el!"'', e:, decu, dtc I"' 101 m"' o cond1uone.> de nuest1 .i mtmc1on ie>peuu d lo, objetos cl.idu>)", e11te11d1e<ldo c1q111 ,,].¡ e>..1c,lenLtct de el»
.!.:i9 L, Lkur, l.i 11llmuo11 ongma11a wmu sujeto de la U1ac1011, ¡ «la CL,.i! [mttuuon] torno objelu dtreUo
122
CRITICA DE LA RAZON P\JR'\ 123
[ \ 'íO/ IB74)
S1 llamamo<; 1em1b1bdada la reffptnndad de nuPstra mente para
Parte segunda de la doctrina reobir representaciones en la medida en quP ele algi ma manei a
transcendental de los elementos26I es afectada, entonces, en cambio, la facultad de p10duor ella
misma representaciones, o la e1jJontane1dad del conocnmento, '
LA LÓGICA TRANSCENDENTAL es el entend1m1ento Es propio de nuestra naturaleza el que la
mtuwon nunca puede ser smo 1en11blr, P'> deor, solo contiene la
manera como somos afectados por los objPtos Por el contra
INTROoucc1oN
f no la facultad de pensar el objeto de la mtmc1on sem1ble e~ el
entend1m1ento Nmguna de estas propiedades ha ele prefenVie a
Idea de una lógica transcendental la otra Sm sens1b1hdad no nos sena dado objeto al,gm10, ) sm
I. De la log1ca en general entendun1ento, nmguno sena pensado Pensamiento<; ~lll conte
mdo son\ aoos, mtrnc1ones sm concepto<; son negas Por eso es
dP ]~~estro conocumento surge de do5 fuentP<; fundamentalrs tan necesano hacer sensibles sus conceptos (es decn afiadirles
~ ente, de las cuales la pnnw1 a e<; [la de] i ec b l el objeto en la mtwcion) como hacer 111tehg1bles sm mtmciones
;:;~~t~~I~:s ~:;~~=~~~I~~d ~e la~ 1~npres10np 5),) ia ~e;~~~, ~
1
(es deor, llevarlas bajo conceptos) 2' 1 Tampoco puPclen estas clm
facultades, o capacidades, trocar sm funoones LI e11tc11d1m1ento
(la espontaneidad d 1 ~e o met )1ante esas representacmnes
nos es dado por la e os codnceptos 'por la pnmera, un objeto no puede mtmr nada. y los sentidos no p11eden pemar nada
· segun a estp es ¡1enwdo en ¡ Solo de su umon puede surgir el [Bí6] conocmuento Pe1 o no
aquella representac10n ([considerada] co re a~on con por ello es hoto mezclar sus contnbuc1ones. 1 1 smo que ha\ gran
nac1on de la ment ) I t mo mera eterm1
motivo [A52] para separar cmclaclmamente [estas facultades]
tanto, los elemento: dent:~~~~1~stconceptos constitu) en, por
una de la otra, y para d1ferenoarlas Por eso cl1stmgu1mos la
que m los conceptos, sm una mtrntro conocim1ento, de modo
c1enoa de las reglas de la sem1b1hdad en general, es clecir, la
les corresponda m tam 1 IOn que de alguna manera
' poco a mtmuon 5!Il concept d estetica, ele la cienoa de las reglas del entendumento en general,
producir un conocnn1ento A b , b os. pue en
emp1ncos Em"irzco1 cuando m º' 'ºn , o ien pu ros, o b ien
es decII, la logrea
r ' una spn,acwn (que ¡
presencia efectiva del ob1eto) esta all t d presupone a
i con em a pwos cua d
1a representacwn no s ¡ J
l ' , n oa
llamar a esta ultima laemea~e7c; 7mguna sensac10n Se puede
262 La palab1 a «Erkenntms» lle'> a gene1 o femenmo cuando s1gmfica
«rononmrento», y lle'> a gene1 o neut10 ni ando s1~mlH 1 hilo Jll<l1u 1l
eso la [B-5J ena e cononm1ento '>ens1ble Por sentencia» )a l\Iellm senalo que Kant emplea la pahh1 a a 'eces en
cual alo-o ;[A ~7Jtu1c1on pdura contiene solamente la forma en la genero neutro pero con s1gmficado de «conoc1m1ento' unndn qmerP
<:> , es mtm o \ el COHce t 0 sigmficar el conocimiento en sentido ohJPh e> lque ~su' ez puede ser
mente la forma d ¡ '' P puro contiene sola
e pensar un ob¡eto en ge lJ objeto del conocP1) As1 es en el nso p1esente (Ge;¡\ i\lellm Fnn
las mtu1c10nes puras 0 l nera 1 mc,tmente
rlopadnrhn fYmtrrburh drr !.nt1>rhrn Phdornp!ne tomo ll seu 1011 2 jPn 1
los ernpn1cos solo ap ost conceptn' puros 'ºn posibles a prion,
' os erzorz \ Leipz1g ]/QC) p 377, nota)
263 Como s1 d13e1 a «es tan necesa110 que uno haga 'en,1bles sus
conceptos, como lo es que uno haga mtehgibles '1Is mtu1c1one"1
267 Literalmente «cloctrma elemental transcendental» 264 Tamb1en podna entenderse «Pero para ello no se reqme1 e mez
cla1 sus contt 1buc10nes»
1 i'•~ L lL , - \ r CRJílC~ Dt: LA R"'ZO'< Pl Ré\

\. :,u \ eL la loi:,1c1 puuk ,u em¡..Jlend1da con un doble ps1Lulog1ct 1100 enoena fiene pur tanto pnnop10> ernp111cus,
¡>l •>JHh1lu \et como lu¡.,Kc1 dd uou um\ u :,,d dd entu1d1m1ento aunque ellct e" generctl en medida en que se 1ehere d! mo
\ d uJrnu lu!:,lld dd u;,o fMI t1L u!,ll de el L<l p11me1 et con u ene del entend11111emu ;,111 dl5tllluon de objttos Por eso tctmpoco
'"' 1Lgic1-, ctL-,ulut,1rnenle ncct.odl 1c1<, dé'I pensar sin lct;, cuale;, no e:, m un ,a¡zon del enteudmaento en gener,t!, m un organon de
1id1 U><i dl;:,unu dt l u11t'IldllrnLnto, \ se dH1ge, poi Cd!ltu, d eote, [B78J uenuct> pdrt1Lu!<l1es, ,1110 simplemente un Cdta1 t1co del
,ll1 tul1hll en luu1t,1 l<1 d11u::,u_L1d de lus oLJetos a lu:, cu,de;, el entendmuento com un
p11elk c;,ldI du ig1du l c1 loi:,1L ,1 dd u:,u pdrtJcular del entend1 Por tcmto, en la log!La generctl la pd1 te que debe comt1lmr
ime11l1J LOlltleill Lio 1e¡).1'> pc11a pensct1 reuamente sobre una u11cl clucl1m,1 pu1ct de !et r,1¿on se debe separar completamente
cJLI ld '- 'f)LUl de ub¡etnc, \que!L1 pued1 du1ommai>e logKa de dque!Li [p,u te] que con~l1tu'ye 1,1 log!Ca dphcada 1aunque
, krnent.d bld en' amb10 [pucd1 dcnunrn1a1 >ej d 01ganun de [ ,\ 1-l] 01t mpre gu1t r.tl .'::>olu la p11me1d es, p1op1,unente, oen
1 ,¡d o de d<¡Uelld 1ient1.i l c1 ult1m,1 ;,e pone di co1111en10, mu Ud, dlll1qm. bit 1 e \- ,ullfa, \ tctl como lo exige Id e\.pos1c10n
Llict-, H'L L'> u1 lao es1 ud.t'>, 101110 p1 opedeut1u1 de !ds uenudS, e>tola::,ncd de u1M ductrma clernent,d del entendimiento " En
1lllHJlll ""!:,Ul1 lc1 mctn!id de l.t 1d1un humand e;, lu n1a:, ldrd10, e:,t.i los log1cos deben tener a Id\ 1sta ;,1ernpre dus regla:,
d ¡, >uldl Id 1 azon llei:,d solo cuando lct oenuct \ ,¡ estd acctbadd 1) Como log!Ld gener,tl, ella hace abstracoon de todo con
d, sdc hctLc lit mpo ) solo Dece>Jld el ultimo retoque para su temdo del e onoum1ento 111telecn1<ll, ) de la di\ e1s1d,1d de sus
< <ll 1Cl < wn \ pe1 lecuun Puc, uno debe conocer los objeto> objetos, \ ::,u]u se ocupct di:' Id mera fo1 ma del pensctr
1 c1 u1 un g1 ddo L.t:,r,u1tc ,dto :,1 [B 77) pi etende d1cra1 !et 1e¿, la 2) Como Jo¿pca pu1 c1, 1w llene prrnc1p10s empinco;,,) poi
c,e>.,1.in l,1 e udl -,t puede pi oduui UIM uencia de ellos tanto no torna 11add (como \ ece;, se h<1 ue1do) de la ps1colo
1 d log1Ld ~/ 11Lr,d poi <iu ¡Mttc t:> 'ªlog1ca purd, \a logica g1a, la cu,d, por tdnto, no tiene mflujo ,llguno sob1 e el canon
'f'lH üdd En Lt ¡i1 u11e1 d hctcenws ab;,tr a1uun [-\ 5 lj de tud,i;, del t'nlendu111ento l::, unc1 doctona demo,,lrdda,) tocio en ella
l.t:, , und1uoneo em¡m ic d> IMJO lcts cuctles se ejerce nuestro debe ::,er oer to ente1 ctme1lte a p11o!l
L llll nd1m1enlo p e¡ [hau mus dbst1 acuon] del mflu¡o de lo que !l,rn10 log1La aph( .icl<t 1contra la >1g111ficac10n 01 dr
lm ;,enodm, dd ¡uegu de l<l Imdgmauon, de Lts le)es de la naua de e:,ta p.ildbra, segun !et ulctl ella h,t de contener uertos
mell]()I Jet del pudo del halnto de la mchnctuon, ele , pm eJeruuo~ ]Mld lo:, u1<tles la log1ca pura da la regid) e:, una repre
t mt<) tc1rnh1, n clL Lh tm Htcs dt> los pre¡muos, \ en gene1al ::,entauun del entendumcnto) de l,1s 1eglct> de su uso nece;,ano
dt wcL1, Lb t dUSdo d, ¡d, < ualb pud1e1c111 Slll!:,ll, p<1ra nm,ot1os 111 wmreto, a :,aber, bdJO l.t:, L und1uo11e;, cuntmgentes del >LIJetO
1 !lllOS tO!lOC l!ll!llHOS O ct lc!S cu,des ]JUd1er,lJl :,etlcs 1!11fJUl.ldOS, [B70] que pueden 1mpecl11 o la\ or c:cer e ole uso, !et> cudles toda;,
[hM em<h ah-,tr ,\LUOn de ell.1 c,j pm que solo atdñen al en ten solo emp111camente :,on dacia:, Trata de L1 dtenuon de lo 1¡ue
d111nu1to b.qo ue1 lc1, ur e un~t,inuas de ld c1phc,!c1011 de el, ) !a obstaculiza \ de Ja:, corhecuenc1c1s de ellct, del ongen del
fJ<Ll.t cuuo1ulao, d estc1, ,e ncces1ld e\.peoenud Pm tanto, una e1ro1, del estcido ele ducld de e:,u u pulo, de Llll1\ JCuon, etc , )
11¿,ua gt11u11L puo puut o,e ucu¡M cll 111010:, p1111c1p10s a p1w1t, la log11a gene1al \ p111<1se1umpurta con rt.>peclo a ella como
\ e;, un u11w11 dt! u1tu11/u111u1lu' de la rdLOn, pe1 o :,olarnente en la moul pmct [ <\ )5] q11e cunt1ent: :,ulcimente lü" le) es morales
lo que 11,,puld a lu !d!llhd dd u"u de elluo se" cu.il luete el
cuntu11du ullpu1cu o trct1bcc11d0nt<tl¡ Puu una Lu.;w1 .;uwal
26J [, deur dd ><nndo rnmu11 G :'.i \ \ldlm bn¡dvpadmlm ¡¡ ortcr
'< lldlll,l ap!iwda, U<L11du c,e cln1>.,é a Lt;, n•gld> del lhO del en
bmh du Artfo1hw P!u!wvpllll torno VI, je na' Le1pLit, lbO-! p 19
tcndmuullo bc1¡u ].i;, 1oncl1uuucs oUbJLll\ d> emp111cd" que la 266 L dlu1 de u1i.t dou1 mc1 de ]o:, elernelllo> dél entendnmento
127
CRITICA DE LA Rf\ZON F'L'RI\
126 IMMA Nº J[L K/\ '-IT
. . v por tanto. sólo ti ata de
.- 1 otras cuan d o prensa.,
necesarias de una voluntad libre en generai)2"- [se comporta] relac10n con as . 1 d dar a las I epresentacione'i,
la forma intelectual que se es pue e
con respecto a la doctrina de la virtud en sentido propio, que
· el origen de ellas. .
considera esas leyes bajo los obstáculos de los sentimientos, cua 1quiera sea e . • extiende su influcnoa
de las inclinaciones y pasiones a las que en mayor o menor y aquí hago una observaoon qi:e v ue se c!Pbe tener

medida los humanos están somet1<los; la cual nunca puede sobre todas las consideraciones quedsrguenno,~i~iento a p11orz sP
. t ber· que no to o co
redundar en una ciencia verdadera y demostrada, porque ella, bien a l a vis a, a sa . l . , lo aquél por el cual cono-
d be llamar transcendenta , smo so , . . . . so
tal como aquella lógica aplicada, nen'sita principios empíricos e , '"'" ciertas rcp1 esentac10nes (mtmcione,
y psicológicos. cernos que (y como¡ . . ólo a ¡mon , 011 posibles (rs
conceptos)sóloseaphcanapn_mrns 1 l élapnon}.1;n
. ºbT dad del conocimiento o e mo e e
decir, la pos1 11 . presentación transcendental,
II. De la lógica transrendrntal · ¡ espano es una re ' .
Por eso, m e [ ] . deterrninación geornetnca
La lógica generaf, como lo hemos indicado, hace abstrac-
·
[B81 l m tampoco
lo es nmguna
l
- '
t se puede llamar transcPn

_ · · 0 que so amen e ·
ción de todo contenido del conol irniento. es decir, de toda de el a priori, s~n . t de que estas rept esentacíones no son
referencia de él al objeto, y considera solamente la forma d en t a ¡ el conoc1m1en , .
o
.1
· ·
·b·1·dad [por la cual se exp te.a
l. J
lógica en la relación de los con oc irnientos unos con otros, es d e ongen . mprnco v a pos1 1 r el l
e , , d ?71 eferirse a pnon a objeto<; e a
decir, la forma del pensar en genernl. Ahora bien, [así] como , · embargo pue en r el ]
como, srn ' , t h·e· n transcendental el uso e
. · A · ismo sena am 1 '
hay tanto intuiciones puras como empíricas (como lo expone experiencia. s1m b'. neral· ne10 si está limitado
. t de o ·•etos en ge , ~
la estética transcendental). así también podría encontrarse una espacio respec o J .d llama [uso) empírico. La
bº tos de los sent1 os, se ,
diferencia entre un pensar de objetos [que fuese] puro, y un solamente a o ~e d tal'" lo empírico pertenece,
pensar empírico [B80] de los objeto;;. En ese caso habría una --]
[A:>! J ~re~d·f cia de lo transcen en ' ,
'l 1 crítica de los conocimientos, y no
lógica en la que no se haría abstracciún de todo contenido del or cons1gmente, so o a a bº t
P l · · d llos con su o JE' o.
conocimiento; pues aquella que contuviese meramente las concierne a la re a non el e . t t1."a de que pueda quizá
· · t en a expec a , ·
reglas del pensar puro de un objeto excluiría todos aquellos Por cons1gu1en e, . ¡ ·etos no como
refieran a pnm z a o Jj ,
conocimientos cuyo contenido fue1 a empírico. Se referiría haber conceptos que se_bl . meramente corno acciones
también al origen de nuestros conocimientos de objetos, [A56] intuiciones puras o sens1 es, smo
en la medida en que él no pueda se1 atribuido a los objetos;
mientras que por el contrario la lógica general no se ocupa de --- ·' (-v cómol» son ag1egado de esta
ese origen del conocimiento, sino que considera a las repre- 269. Los pa1éntesis en la expres1on «, ' v
sentaciones -ya estén en nosotros mismos, a priori, desde el traducción. . , obreentender aquí la expresión «rf'·
comienzo, o ya sean dadas empíricamente- 2" 8 sólo según las 270. Se ha sugE>ndo que se d~b~~~-~os en acusat1' o, corno si d1¡E'• a. «es
leyes según las cuales el entendimiento las emplea las unas en ferente ª"· )' ponE'r lo< rornpie
. . t
. ], l·
s) rPfie 1r a a pos1
·b1l1dad del conocimiento,
decii [el conoc1m1en o qne i d !\d. kt:» iecogicla por Schm1clt)
o al ~so de él a priori" (sugPdrenc1a (e 'dec1~r fsp Íla~1a transcendental]
, pue de enten erse·· " es
Pe1 o tarn b 1en l de' el
l
a ¡nio11h. Véase (',n 1un
267. Los pa1 éntesis en la frase «(que cont1P11e solamente las le; e5 [. J la posibilidad del conocirn1ento, o e uso ,
de una voluntad libre en general)" son agi-egado de esta traducción.
de la rn~on pura, A 11111, B 25. . Ed A d
268. Los guiones en la frase «-ya estén en nosotros mismos [...] o ya 271. En el original: «pueda,,. Segmmos a . ca .
sean dadas empíricamente-" son agregado de esta traducción.
128 129

del pensar puro, que ::.e<ln, por tanto, conLepto>, pe10 no de ta;, mnece-,ar ias, tiene a\ eces t<lmb1en lct de::.\ enrap -ademct"
1
ungen empnKo m e>tctico, no" !Meemos de antemano la idea de la\ erg11enza de qrnen lct plantect- de que mduce a quien
de una uenc1ct del entemlumento puro) del conounuento pu10 de:iu11dadctrne11te l<l e:,cucha, d d,u respue:itas ctbsm das,) a dM
dt lct l cll0!1, put tl l uctl pen;,,lrnu;, lo;, ob¡etuo, e11le1 ,1mente a d ll t1>0110 e"pect.iLulo de que unu [B83] (como deuan los anti
pno1 t L n<l uencia tal que dete1 nunase el 011gen, la extens1011 guo,) ordene! el clm o, ) el otro smtiene deba¡o un colador
) l.t vcthdel objetl\ .t de t.tles conoc1mientos, deben<l llam.u se Si la \e1dctd con,i;,te en l<1 conc01danuc1 de un conou
lovlla tramundwtu~ poi que se ocupa me1 amente en lao, le) e:, mtu1lo con su objeto, e-;e objeto debe chstmg1mo,e, poi ello,
d:l entend11111ento \ de lct 1azon, pe10 solamente en la medida de uno,, pues un LOnocHmento es falso u1ando no concuerdd
en que eo,ta 1etendc1 a jlllOll a objeto,,-< [B82] ) no, como Id wn el ob¡eto al que se refiere dUllque contengct algo que qu1za
log1La general tanto a lo" conocm11entoo, i dl!On.tle" empu ico::., puchera \ ,der pctrd otros objetos Ahor<l bien, un cnteno um
como a los pmos, "m clife1enc1<1 \ ersal de \ e1 dctd ~ena aquel que fueo,e \ ahdo pdra tocios lo,
conoum1e11to,, sm d1slmc1011 de sus objetos Pe1 o e>ta claro
III. De la dnwon de la logua gwual ill arwlttua y dwlecttca que, puesto que en t<tl l 11te1 u> se hace abstracc10n de todo
contemdo del conoumiento (1elere11ua a su objeto),) [Aj()] Id
La dul!gua) tamo"d pi eguntct, con Id que se p1 elendi<l poner \ e1clad conue1ne precisamente a ese conternclo, eo, enterctmente
en ,1puetus d los logICos) >e p1ocu1ctbd llev,ulo" d un punto en unposible} c1bsu1do p1 poi una seíi<ll de la verclctd de
el t]llL o bien te111<rn que dej,u>e s01 prender en una m1seiable ese contemJo de los c0110umientos 1 que por con~1glJ1ente
}

dwleu, ' o bien le1U<ll1 que 1econocer "u ignorancia, [A58] y no es posible d,ll una Ldtactel!st1ca sufiuente, } a la \e¿ urn
pm t,mto, la \,mid.td de toda su d1te, es est.t 0Qye e:, la l'ttdad~ \ ero,,tJ, de 1,1 verdad Puesto que mas aruba al contemdo de un
L.t def1111uon nornmal de la \ erdad, a o,aber, que ella es la con conocumento !u hemos l!dnrndo) c1 lc1mate11a de el, se debera
cordancM del conoumiento LOll su ob1eto, "e concede .tqui )' dtur no :.e puede pedll nmguna caralteuo,t1ca um\ ersal de la
,e ptesupone, pero o,e qwere ~J.ber utc1l e, el u1te110 un!\ersal \ e1dctd ele u11 conocurnento, segun la matena, porque ello e::.
) seguio Je Id \erddd de lodo conounuento cont1MliLtor10 en :.1 nu~rno
E-, ya una g1 ande 'r nece,dr Id p1 ueb.t de prudenuct o de Pe10 en lo que conLWI ne <tl conocII111ento seg1111 l<L mera
mteligenu,1 el "ctber yue es lo que r<lZOllctblemente "e ha de fo1mct \dejando de !<lelo todo cu!ltemclo) esta 1gUct!mente cla10
pi egunt<11 Pues s1 lct pregunta es, en s1, ctbsu1 da, ) exige 1 espues gue una logK<l, en la medid<l en que expone lds regla" unl\er
:,ale:.\ /B8-lj neces,1nds dt>J entend1m1ento, debe p1esentar en
esct:, rnismds r eglct:i u1tei 10-, de Lt \ erddd Pues lo que Lts con
272 Qu1üt ¡.rne<ld entende1se tambten «ll!ld uenuct del conoun11ento t1Mhce et e::.lct:i es tctbo, penque el entendumento se opone alh
pu10 dd entend1m1ento) del conoum1e11to pu10 de l,1 i,tLüll" (segun a :iw, 1eg]d:, unt\Ll:i<lle:i dd pem,dr, \poi t.mto, [se opone] a s1
uH<t 0 u¡,u cnu<1 de [¡ dnMnn, i ewg1d,1 pm Sdurndt) mi::.mo Pew e:ilos uite11u:, conuernen solo d la forma de la\ e1
2l; [s Lku1, se 1d1e1e d objelOs solo en !et rncd1d<t en que es poAJ!e
dud, es deur, del pen<>ar en gene1,1l,) en esa medida son mu\
pe¡¡;,,ulos ,1 e::.to> 11 prw11 ; no en ld med1d<t en que ;,e lo> cunuLLd
empu 1L ,rn1ente Pe1 o umb1e11 podna entende1se «en !,1 medida en
que t»td nfeudd a ob¡t tu, 11 pnon'
2 ll Ln l" p111ne1 ,1 ul1uu11 «D1,dele», en [d Acdd «Dtctllele» Se 27J lu, 0 u1t>llc» tll l.i f1"" ,1dtmcts de ld \e1guen¿,¡ de quien!"
gum1u;, !,1::. ed1uoue> de Sdmndt) de \Vetschedel pl.tlllLet-» ::.un <1,,1e",1do de e>l<l 11<1ducuon
130
CRJTICA DE L'\ RA?ON Pl 'Rr\ 131

acertados, pero no suficientes. PuPs aunque un conocimiento e'\aminarla,P• 'iímplemente, segun esas le) es. Sin em bilrgo h<n
fuera enteramente conforme a la forma lógica, es decir, no se algo tan seductor en la posesión de esa aparente ilrte de dm ]e<; a
contradije_ra a sí :nismo, siempre podría todavía, sin embargo, todos nuestros conocimientos la forma del entenrlmnento, aun·
contradecir al objeto. Por tanto, el cnterio de verdad meramen- que uno esté TTIU) \'acío y pob1e, por lo que respecta al contenido
te lógico, a saber, la concordancia de un c-onocimiento con ]a<; de ellos, [A61 J que aquella lógica general, qlle es un mero mnon
leyes un~versales y formales del ('ntendimiento y de la razón, para la e'-·aluación, hi! sido usada como sí fuera un orgonon para
es. por cierto, la rond1t10 Hne qua non, y por tanto, la condición la efectivil producción de afirmacione<; objetlv as. o al menm pai a
ne~ativa de toda [A60] verdad; pero la lógica no puede ir más [producir] la ilusión de afinnaciones objetivas; y por tanto, en
alla; y el error que no atañe a la forma, sino al contenido, 110 \erdad, con eso se ha hecho abmo de ella. Ahora bien, la lógica
puede descubrirlo la lógica con ninguna piedra de toque. general, como presnnto orgonon, <;e llamil d10lnt1ro.
Ahora bien, la, lógica general descompone todo el negocio Por muy diferente que <>ea la signific-ación con la mal lo<>
formal del entendimiento y de la razón en sus elementos v los anti!ruos empleaban esta denominación ele una cíem ia o artP,
presenta a éstos como principios de toda evaluación ló,srÍC:, de se p~ede comprobar con seguridad, por el nso efectivo que ellm
nuestro conocimiento. Por eso, esta parte de la lógica puede lla- hacían [de ella], que ella 2"" no era, entre ellos, [B8b] ninguna
marse analíti~a, y es, precisamente por eso, la piedra de toque, al otra cosa que la log1ro dr la opanmcw zl11rn110 l 'n arte sofística de
menos, negati_va, de la verdad; porque con respecto a esta<; regla 5 darles apariencia de verdad a su igno1 ancia, y aun a sus engaños
se debe exammar y apreciar previamente todo conocimiento, en intencionales, imitando el método de la metirnlosidad fjlle la
lo que respecta a su _forma, aun antes de inve<;tigarlo en lo que lógica en general prescribe, y empleando la tópica de ella p<1ra
respecta a su contemdo para saber [B85] si contienen2 7" verdad disimular toda ficción vacía lRI Ahora bien, se pnede obsen ar,
positiva en lo que se refiere al objeto. Pero como la mera for-
como una advertencia segura y útil, (jlle la lógica general, ron·
II_1ª_ del conocimie~to, por mucho que concuerde con las leyes s1derado como orgonon, es siempre una lógica de la apa1iencia
log1cas, no e5 suficiente. ni con mucho, para establecer por ello ilusoria, es decir, es siempre dialéctica. Pue'i no nos enseña nada
la verdad mat:rial (objetiva) del conocimiento,277 nadie puede acerca del contenido del conocimiento. sino únicamente las
aventurarse a ~uzgar ace_rca de objetos sólo con la lógica, y a condiciones formales de la concordancia con el entendimiento,
afirmar cualqmer cosa, sm haber recabado previamente, fuera las cuales, por lo demás, son enteramente indiferente<; en lo (jlle
de la l?~ca, información fundamentada sobre ellos, para <>ólo respecta a los objetos; y por eso el atrevimiento de servirse ele
despues 27
mtentar, según leyes lógicas, la utilización y la cone'\ión ella como de un imtrumento (orgonon), pi!ra (al menos como
de ella g en un todo coherente consigo mismo; o mejor aún, para
pretensión) 282 ensanchar y ampliar uno su<; conorimiento<;, no

276. «Contienen» en plmal en el onginnl 279 [q denr, pa1 ,1 examma1 e5a mfo1mac1on Pe10 ta111h1én podna
entende1se. «pa1 a exammarlos», es dPc 11, pc11 a exammar lo5 oh1el(Vi
277. En el oiigmal: «para el conoC1rn1pnto» Seguimos una enm 1pnda 280. Es decn. de la dn1léctica
de G111lo, recogida por Schm1dt. Qmza haya qup entender aquí «de
los conoc1m1entos» 287 La construcción ont,'1nal de e'ita ornc1ón e<> objetable Seguimos
enmiendas de Ei dmann ) de Va1hmge1, recogidas por Schm1dt
278. Es decil, la conexión de esa información. Pero también podría
entende1se: «la conexión de ellm", e<; dec11, de los objetos 282 Los paréntesis en la frase «(al menm romo pretem1ón ),, son
agiegado de esta tiaducc1ón.
132 133

puede conJuu1 ct 1ldda lllcl:, que a L1 dJctr!dtanena de ctf1rmar generc1l ,e¡ peu:,<tdo ulJ¡c lu ,dguno, I:'> l<l an,d1t1u1 tJdll>cen
con [ \tJ2] alguna üp,111enua ilt1>on<1 -o tümb1e11, de rebdtn d dentctl, ) [esJ a ld \ ez ll!ld logH .1 de Lt \ er d<1d Pue:, mngun
c<1p11cho--' todu lo que uno qu1eia conoC1m1emo puede co1JL1,l(lec1da :,m pei de1, d la \ ez, rodo
Cna en<,eil.,mLa tdl no conu1erd,L, de llld11u ,1 ,tlguna, con la [ \b3] contemclu, e:, dt'Lll tcidct H-terencld a ,dgun ub¡ero, \ por
d1gmdc1d dtc la hlo;,oha Por e;,u, ,d contar ent1 e lu que coi 1 e:,pon t<Lnlo, tud,1 'erdad Pern u mué' lllll) dl1,1Ul\ o) '>tducltll el
de c1 la log1L,1 eola Ju10m11Muon de d1dlect1cd, se hd prelelldo ,e1 \ ll :ie de e:,ro,, e 0110umH llloo pui os del entendmuento, \
lt 11lt:'t 1de1 l<t] como Ulld u Lltw dt: l<1 upw 1L1uw i!11:io1 tu Jwf¿itnu., ) de estos pimup1us pu10, lpo1 :,1] ,olo:,,) aun mcb dll,1 ele los
l Ul no ¡,¡) y LWiJeI cl!l!Uo 1w:,uu º" que se Id enuendd dql!l lllrnte, de la f"1.pe11enu,1 qm es, ,rn <'mbd1go, ld m11ca que llO;,
puede sum1m;,l1 dl l<t ll1dlt:t ld \ob¡ctu;,¡ [B88J d ]d que pueden
:ier aphcddos aquello;, umcepto:, pmo:i del tlllend¡¡rnenro- "
el e11Lendim1e11to pu1 e:,cJ cmre peligro de hdcer mediante
>Ofi>lU ¡,¡, \ ct(ld;,, llll lbO !Yl<l[U J<d de Jo, f!l ll1up10:, l11Cl amente
IV. Dl la d1Li1:iwn cü ILZ log1w lttllfüllldental ' en anal1twz tonnode, del ente11d1mentu puru, JUL¡,<tndo rndbllntctmenre
r dwlatlla lw111cwdu1ta/1:.; acerca de ob¡eros que 110 no, :,u11 dddu,, > que quua no puedan
:,ernu' dacios de nmguI1<1 uiüner<L Pu1 con;,1guiente, jJUe0w que
En U!lct log1cct l! d!l;,ct:ndt:nt,tl ct1:,L1mu:, el e11le11dt!tllento
el!<t-' debend ser prop1<1merne ;,olu un CdllUll pcu et id e' ctlt1auon
t,d como ctnte:,, en L1 e:,Let1u1 lJct11:,ce11denl'1l, !et 5e11'1b1hd,1d;
del uso emp111co, 0e lMLe un u-,o mdeL1do de ella Llldndo 0e
) de~tdcctmo;,, de nue;,lt o co11uc11mento, >olu <ll¡uc!Lt p.1rtt: del
lct hace 'ctle1 como el 01gw1u11 de un Li:,o unn er ;,,ti e 1lm11tc1do
pt:n\<11 c¡ut: llene :,u ougen umcamente t~n el eutcndmuento
) con el ~olo enreud11n1eutu pu1 o :,e o:,a JULg<11, di1 I1lcll \ de
Ll uso de e;, te co11oum1ento pu1 o, empe1 o, :,e ba~,1 en estd
c1dn ;,rnletJC<lmerne ctce1cc1 Je uLJcto;, en genc1,d Poi tamo
cond1uon de el ' que nu;, :,ect!l dddu;, objeto~ en la 111tu1uon,
el mo del entenclurneuto pmo ;,ella, en e;,e caso, dialecnco
<1 lu-, cu,tle:, "qucl puedü ;,e¡ <tplicado -' Pue> ;,rn mtu1uon todo
La segunda parte de l<t log1ca tr<111;,cemlentdl debe, pue:,, :ier
Hue;,tro co11oum1enlo cctrece de objeto~, ; entonce:, quedd
una cutJCd de <-':itd apaneikJcl ilu~o11,' dMleu1cct, ) ~e Jl,rnn
en tu <1nwnte \ c1c10 Lct paHe dt: la log1cc1 t1,1n:,ce11dental, pm
d1d!ecncd ffdibleudent,d, no [poi que :ié lü t;~1l!enda] corno un
t,mto, que e'.pone lo:, elemento;, del conourrnentu puro del
ctrte de :,u:,utar dogrnttt1Lanw me t,1! c1pc111enc1d 1]11~011c1 1 un arte
entci1J11rncnto," ) los pi mupws :im los cn<Lle~ no puede, en
mu) usu,d, lamentdblemente, en mucha;, pi e:,ud1gJtduone:,
metafi~1cas), smo [porgue se ]d eill!endt:] como una un1ut del
28 ¡ l º' gu1unL::, en ld hüoe «-u t,u11b1en, (lt, 1e\J,1t11 ,1 c,1p11d1u-» oon
entendmllento) de la IdZOn con 1e:ipectcJ a su u;,u h1perf1s1co,
"g1egc1du dL Lold l!,1ducuo11 para poner a] d.c"' ulJ1crtu l<i fdbd ap,u 1enuct tlusuuct de las
J.8./- L1 ed1uun ck :Xlmudt llde «lug1cd t1dlbL" .':>eguunuo d Ed >\cad [ \b l J p1 esunuones mtundctdd.5 de ellct, "' ) pa1 a 1ebdJ<tr sus
28 J E::, del ll "L 11 e::,L.1 cond1uon del cu1wu!l11ento pu1 º" '\Ju es po::,1ble
L1 leuu1 <l "Lll eotd cund1uo11 del uou»
28/J Ln el u11g1nal d loo cuak> ,iquellus pueddn oe1 <tplK,idos» 288 Lu;, gu1une> en L1 f1,L'>c ' que eo, sm emba1go, ¡,, urncct [ ] con
::iegmmu> " 1 d .\c,id cepto' pu10::, del elltemlllluentu ">Oll ,1g1egc1do de e::,ld t1dducc1on
!87 fl genltl\ uh,, de entu1de1>e ct!l11U ::,ubjUI\ o «el conoc un1ent¡¡ 289 P10b,tlilemenle hct) ,1 t¡u1 .:ntende1 qu.: e;, te 'e!lct» >t' 1e hu e" la
pu10 yut> el entendurnullo ¡;u::,ee o del que LI enteudmucnltl e> Ldfl<IZ», log1ca, pe1 o lctmb1en pod11.t 1 11>e a l,1 a11,1!1uc,1
LUlllO \! dijLI<l <d l0110Ul11lt'!llú mteleuu,d ptHO» .!!JU P1obctLlemenle ha)d q11< entende1 ctqu1 «de l" 1,1¿011» Pe10
13.s
134 IMMANl'El KV·T

pretensiones de descubrimiento'" 1 de ensanchamin1to (que yos; por eso, ella es posible sólo por medio ~~ una zd_ea de la
ella pretende alcanzar mediante meros principios transcen· totnltdad del conocimiento intelectual n pnorr- y mediante la
dentales) 1 " 2 a mera evaluación y protección del entendimiento división, determinada a partir de allí, 2'" de los conceptos qu_e
puro frente a los espejismos sofísticos. lo constituyen/'"' por tanto, es posible sólo por medio de l,\(:'i]
su mterronex1ón en un qstema. El enlend11niento puro no solo
se separa completamente de todo lo empírico .. sino incluso de
toda sensibilidad. Es, por consiguiente, una m11dad sub<>1<;tenle
[BfülJ por sí misma, que se basta a sí misma, [B90] y que no se puede
División primera aumentar mediante ningún añadido que provenga de fuera. Por
de la lógica transcendental eso, el conjunto de sus conocimientos constituirá un ~istema
que ha de ser abarcado y determinado bajo una idea; [sistema!
LA ANALÍTICA TRANSCENDENTAL cuya integridad y articulación puede smnii:i~trar a la Yez una
piedra de toque de la legitimidad y autentiodad ~e todas las
Esta analítica es la descompmirión de todo nuestro co- piezas de conocimiento que se incluyan [en e-;e, conjunto]. Pt>ro
nocimiento a przon en los elementos del conocimiento puro toda esta parte de la lógica transcendental consiste en d~s '.1hro1,
de Jos cuales el uno contiene los ronrepto1 del entend1m1ento
del entendimiento. 2' 13 Lo que importa aquí son los siguientes
~untos: 1) Que los conceptos sean puro~, y no conceptos empí- puro, y el otro, los pnnápios de él.
ncos. 2) Que no pertenezcan a la intuición y a la sensibilidad,
sino al pensar y al entendimiento. 3) Que sean conceptos
elementales, y que se distingan bien <l<' los deducidos, o de los Libro primero de la analítica transcendental
compuestos de ellos. 4) Que la tabla de ellos sea completa, y
que ellos llenen enteramente todo el campo del entendimiento LA ANALÍTICA DE LOS CONCEPTOS
puro. Ahora bien, esta integridad d<' una ciencia no puede ser
supuesta de manera confiable sobrP la base de una apreciación Entiendo por analítica de los conceptos, no el análisis
aproximativa de un agregado producido sólo mPdiante ensa- de ellos, ni el procedimiento habitual en las investigaciones
filosóficas, de descomponer y llevar a distinción, según :u
contenido, los conceptos que se ofrecen; sino la de\romj10.11czon,
también podría entenderse «de dio''', ''' <lecir, «de la razón v del menos intentada todavía, de la fnmltad mzsmn del rnte11d11111ento
entendimiento». ·
para investigar la posibilid<ld de los rnnceptos a priori [i\6(~]
297. Literal:1'1e_nte: «de invención» P10bab)emPnte haya qne entender buscándolos nosotros en el solo entendumento, lugar de nao-
«de descubnm1ento de nnevos conncim1er\tos, v emanchamiento <le!
conocimiento». '
292. Los paréntesis en la frase e(que Pila p1 etemle [.. ,] princip10s 294. Literalmente: «del conocirn1ento o priori del entendimiento», con
transcendentales),, son agregado de esta 11 aducción
un genitivo sub.ieti' o.
293. El genitivo «del enten<lnniento" ha dt' entende1 ""como subjeh,o:
L95. Hay que entender: «determmada a par ti! de esa idea».
«conoCJm1ento puro que el entend1m1entn posee, o dPI qne el entendí·
miento es capaz»: como si dije1a «conocm1iPntn intPIPrt1nl puro» 296. Es decir, que constituyen ese rnnorimientn.
136 /vi l\\lLL 1\A1'í
137

1111u1lo de ello,,, ) a11,t!1Ldlldu el u"u puto de e:,te en gener,tl, ,ummi:.t1a une! regla 'egu11 lc1 cu,d " cctdct conct::pro puro del
¡rne;, e:,le e5 el neguuu pi upio de und [B'Jl] filo;,ut1<1 lI ,ui,,cen entu1clumento le puede '>U dNet 1m1Mclo, a pnoll, su lug,u, ¡ a
ck 1Hdl, lo dund6 e;, el l1dtd1111e11Lo log1co ele Ju;, cotllepto;, en todo" ellos 11mto;, le;, puede set de tu m11Mdd ap1w11 ;,u mtcgndctd,
lc1 frlo,,olld en genet ,d Por e 011:,1guret!lt\ persegua emu;, los todo lo Lual, de no 0>er d::,1, dl pendella del capI!cho o dPl dútr
comepto" pmo6 hctstd :,US p1111ie106 embrwne;,) p11mord10s
l ll el enlend1mienlo humc1110, u1 el c¡ue ¡<Leen pi ep<Lr<Ldu; hastd
que h11cd111u1le, con ucct:,1011 de ld expenenna, ;,e <le;,<t1101lctn),
lilit l ctdu:, de Lis LO!ld1uone:, en1¡n11u1:, 111he1 entes a ello~, ;on Sección primera del hilo conductor transcendental
l'\f)ltesto;, en "u purt'Lct por el m1:,mo enlend1m1ento para el descubrimiento de todos Jos conceptos
puros del entendimiento

Cdpítulo primero
~fas a1ubc1 ,,e defmw ,tl entt"11d11H1tnto de manerd meramente
de la analítica de los conceptos
neg,ttl\ a como una Íüudtad no 'em1ble ele cunocurnento ,\hura
DLt Hllt) (.(J\lil ( IOR P.\R.\ LI Dl~ClBRl1\llLf\l() bien, mdepenchenternente de Ja ,,en.:,1L1liclad no podemo~ :oer
lll IU!HJ~ /()::, ((),\ll JYj():O l'l'Wh DLl ! \JLl\DJ\l!L.'\ilO pdrtiupes de[. \iil-\] mtllluon t1lgund Por tanto, el e11le11d11mento
no es facultad de mtu1c10n Pero Jue1ct de la !füU] mtrncwn no
Cu,rndu "e pone en ;:icuon unct ÍdLU!tad cog110sutn <L, se des
hay nmgu1M ot1a manera de conocer, smo por concepto;, Pu1
tanto, el conocmuentu de todo entendmnento, [o] ,¡] menos,
tac di 1 -,c•g1111 Lt,, ch\ l t od' uc "'1one;,, d1fe1 e11te;, concepl< i:, que cLrn
del hun1dnu, es un LOnocm11ent(, p01 conceptos, no mtult!\ o,
u e unocer e'>d Ícll ult<1d \ que >e pueden 1eumr en ufüt lista mas o
smo di~cuisn o fodc1s Id,, mtu1uone;,, como ::,e11"1ble:,, se: bdsan
llll !l():O det..ilLu1,l, ::,egun lc1 0b:,e1 \ duon de ellos ;,e ha) a lle\ ddo
en afecuone:,, !os conceptth pu1 LOns1gL1te11re, ' en hmL iu11e:,
,¡ l c1bu dtuc1111e un t1u11p() mas [u meno,,j ldrgu, o LOl1 llld\Ol [o
'
rn, nur 1 pu::iptldl ld NunLct se pue<le delet!1lllldl con stgu11cl,1d,
J f nt1endo por runuon Id urndctd de l<l acuun de ordenai di' er~cts
rep1 est•JJt,1uones ba¡o tm,1 corn un Poi tdnto los co1lleprus :,e
oegun e,te ¡i1rn ulm1wntu put c101 decu, !11el <llllCO, donde est,lra
uH1qill'lct e:,td 111\ e-,tlgctuon ,\dernas, los [.-\li7] conceptm que
tunclün en la e:.pontc111t•idad del pensar, cts1 corno Id, mnnuo
ne;, se11,1Lile;, [;,e !und,m] en l<t i eL eptn i<lMl ele las 1mp1 e:o1ones
cts1 ;,e e11cuentidIJ c,ulo L ll,ll!du !id\ O( dSIO!l, son descubierto,, s111
Ah01d bien, el entendurnuito no puede hace1 de e;,to;, concep
nmgun unlen 1u [B'llj urnd,td ;,1sternaticd, smo que füMlmenre
to:, n111gu11 ot10 u,,o que Ju1g,u mediante ellos Como mng1ma
'-l loe, <1grnpc1 '>tllll '>Pg1111 Slb sellleJctnzc1s y :,e los dispone, seg1!!1
rep1 e:.entc1uu11 se 1efit•1 e dttt'Lldmente al ob¡ero, ;,<lh o ,,olu \d
lc1 mügmtud del umtemdu de ello,, desde los :.11nple,, lMsta lo:,
mlU1L to11, un Llllllepto nuntú es r efel!do mmed1dtdrnente a un
111c1s LOI11pueo1<J:,, l'll ::,t 11e,, que no tienen nM!a de s1:otemat1c<1s,
obJelo, 'olllu d ,i!guna ot1 ,1 ¡¡ ¡;1 e,entauon de este (sec1 mtu1cll)n,
dlll l<[ lll Sedl1 c':,Ldhlc'l !dd'> Lll lWl ld l1ld!1el d, 1neWd1ca 1nerne
o seci eJl,1 rrnsma ; d CO!lLL"ptn, Por cons1t,'1Hente, el JlllUO es el
1 c1 hlu:ouí1,1 l1,llble11de11tctl llene ld \el1ld]c!, pero tdmb1e11 Lt
1ild1,,tc 1011 ck buot ,\l sw, lUillL plus ,,egun un p1111up10, po 1qut
t /Ju, '>lll '\L II, p111 º' } 0111 rneLdtt, dd entu1dume11to , orno de
l!Jlcl UllJd,td c1b;,nltHc1, \ poi e;,u deben e'tzu cOllCdtenctdos unu'
2'J7 :::ie h,1 ,u¿e11du que Lt 1 '.IJ!e'10ll ''POI ui1101¡,u1ente> deb1,1 ;,e1
reernpLtútd,1 dqu1 p<H "empu i>» (,uge1 é\llld d~ \d1cl-,u 1t Lug1dc1
ltJll ul1u;, '>( ;,;<J11 un cunceptu o ideó Pe1u tdl Lt,Jlldlen,u ion
pu1 'iclurndt'
CRITICA DE LA RA70N PURA
139
¡rv¡~11\ 'ilB KANT
a \as funciones de la unidad
de manera comp Jete ' 1
conocimiento mediato de un objeto, y por tanto la represen- Pue d e exponer
. . · n, to se pue
d
e mu
)" bi· Pn poner en obra, o
tación de una representación de éste En cada juicio hay un en los Jll!C!OS. '<--ue es
concepto que vale por muchos, y bajo este murlzos comprende mostrará la sección sigmente
también una representación dada, la mal, última, es referida
entonces inmediatamente al objeto. Así, p. ej., en el juicio todos
los mopos son dw1S1hÍfs, 208 el concepto ele lo divisible se refiere a [A/O] [B9S]
otros conceptos diversos; entre éstos. empero, es referido aquí Sección segunda del hilo conductor
especialmente al concepto de cuerpo, [AG9j y éste, empero, a l descubrimiento de todos los conceptos
ciertos fenómenos 2"" que se nos presentan. Por consiguiente, para e d" · to
puros del enten im1en
(B9-J.] esos objetos son representados di? manera mediata por el
concepto de la divisi~ilidad. Todos Jo<; juicios son, según esto,
funciones de la unidad entre nuestras representaciones, pueq en § 9.'(l() De la función lógica del entendimiento
ellos. para el conocimiento del objeto, se emplea, en lugar de en los juicios
una representación inmediata, una mm rlemda que comprende ., n eneral de todo contenido de un
bajo sí a aquélla y otras muchas; y en 'irtud de eso, muchos Si hacemos abstracoon,; a~a me1 ~forma intelectual, encon-
conocimientos posibles son recogidos en uno. Pero todas las juicio. y sólo atendemm, en e , '\ fmede ponerse bajo cual10
l ft1ncion del ppnsar, en P ' ,
acciones del entendimiento pod,,mos reducirlas a juicios, de tramos que a l tiene baJ· 0 sí tres momentos
. da una de las cua es con bl
manera que el entendzmirnto en general puede ser representado rú b neas, ca . t mente en la ,¡g11iente ta a.
Puede representárselos converuen e
como una facultad de ;u::::gar. Pues él, segun lo precedente, es una
facultad de pensar. Pensar es el conoomiento por conceptos.
Los conceptos, empero, como predicados de juicios posibles, Cantidad dr lo1 Jllirws
se refieren a alguna representación ele un objeto toda\ ía in- Universales
determinado. Así, el concepto de cuerpo significa algo, p. ej. Particulares
metaL que puede ser conocido por medio de aquel concepto. Singulares
Por consiguiente, él es concepto solamente porque bajo él están 3
2 Relarwn
contenidas otras representaciones. por medio de las cuales él Cuahdad Categóncos
puede referirse a objetos. Por consiguientP, es el predicado de un Afirmativos HipotÉ>ticos
juicio posible. p. ej. todo metal es un cuerpo Todas las funciones Negativos D 1,yuntivos
del entendimiento pueden, por consiguiente. ser halladas, si se Infinitos
-J.
Mnd11'1dad
Problemáticos
298 En el origmal «todos los cuerpos >On rn>tdables». Adoptarnos una Asertóricos
corrección del p1op10 Kant en su ejemplar' a impreso. Así también Apodícticos
Ed Acad.
299. En luga1 de «a ciertos fenómenos». corngió Kant en su ejempla1
ya impreso «a ciertas mtuic10nes» (Según Erdmann· Narhtroge, núme1 o ---- - < ll» se encuenti a so l o en la, segunda
~
Pchoon
XXXVI, citado por Schmidt) 300 La exp1es1on «:o<,
[13'Jt¡j Pue,,tu que e,,Ld d1' blún, en dlgunu" puntu:,, dllnque del predtccldo aunque "ect 11egcttn u) J solo atiende a,,¡ eote e,,
l lU [e 11pu11to,,] e,,e¡¡u,dc,,, p,u el e c1pd!l<tr:,e dtc lct tecmld u:,ual dll tbl!ldu ,ti ,u¡etu o es oput">to del Aquelld, unper o con,1de1d
dt lu:, lugKu:, [ \; l] 11u "el dll m11cce:,ct1 hb Lb -,1gu1ente:, pr el au al ¡muo ldrnb1en ,egun d \,doro contemdu de ód ahn11,1uon
'1Ul1l > LOlll! el l.t !!lle! pt ClcH 1011 l 11 Ulléd q dé ' l j>lld!t r d tellll'l lu.s1La [electuddct] pur med10 de un p1 ed1cddo meumt'nte
l Lu,, lug1cu:, dicen cun 1ctzu11, que en el w,u dc lu:, JU1uo:, neg,lt1\ o, \ [cun-,1de1,1J t¡llt gctndBCht aporta t lla cun re; pedo
t 11 :,du6l'>lllU:> :,e puuk L1,llctl d lu:, jLllUUo :,11161d,utc:, como ¡111uos al con1unro del cu110um1e1!lo 51 }O hub1e1d dicho del alrnct
L, 111\t1 <.,,dc:, Puc0 pi euo,,lJllt llle porque no nt nen exten:,1011, el que ella no e,, mort,d, <ts1, med1'1nte un JUIL!O negc1tl\ o, h:ibnd
¡ncd1c,tdu de ellu,, llU puede 1elcru,,e "ulctmente d dlguna [pa!te] 1mped1do, al menm, un errur .\hoict bien, mecl1dnte la p1opo,,1
tk lu qut- t "~' culllu11du LJc~u el conceplu cid :,u¡eto, \ "er ex.e huelo, C!on el ,dma e, no rnu1 t,,I, he ,1hrmado efoc ti\ <1mente ::,egun
unpuu de ,d'\1lllct uLJct [palle] P.Jt cons1gmenle, [el pred1cddo] la toima lu¿1cc1, punH ndu et! <tlllld en ld exten:,10n 1hm1tctdd de
0

\<lle f!.ll el cllllld l Ull( eplu ,m L "Le,pUUll ld[ l0!11U :,¡e,, te ft!e!d lll1 lo, ente,, que no mueren Peto corno lo mor tctl contiene una
t • Jlh , ¡Hu de ',tl1ch ¿ Lu1nu11 '-1 lit [U\ 1e,e U!lcl t-Xlen:,1011, } el p1 ed1 parte de la exte1bIOJ1 tot<1I de lu::, ente" posibles, } lu que no
t cLdU \ cd!t 'te tJcll d ludct lc1 '>lco111ÍlLclU011 de e:,td ~l LOlllfJcll dll10S, en muere [co11uene] ld otra [p,u tej, entonces con 1111 pi opo:,1uon
( cl11lb1u llll Jll!LlU >lll¿uLu l Oll uno de\ ,thdu L011lllll, nie1dmente no ,e ha dicho ot1c1 co:,d ,,1110 que el almc1 es una [co'>ct] ent1c
curnu umoum1cntu ,,e.sun ]el lct!ll1d<td, entu!lce" se compm ta, 1 1,, rnultllud mhmta ele !cts L 1J>c1s que quedd11, s1 elunmo rodo lo
cu11 IbfkUo d eoll uimu L1 urncL1d con n""PLlto d la mfimt:ud, mm tal Pero con ello lc1esl11<1 mfimta de todo lo posible sol u
\ prn 1anto e,, en ,,¡ 1111,mu, e,em ktlmente diferente de el P01 ha sido hm1tadd en ]d med1dct en que :,e lic1 0>t¡,>ct1c1du de ella lo
cu1101grnente, s1 e\ d]uu llll JllILlU 'lll.l,Ul,11 11wluwm slltgulwe) no mu1 tell, [BiJ8] } ,,e b,t pu e:, to el! dima en l<t exten:,1011 r estelnte
c,olu flOI lo que re,pecta d ,u\ <1hde¿ mttuld, :,mu l<lmb1en, corno de :,u e,,pac10 1 Pe1u <1u11 con e"ta exch1:,1un, e:,e ópac10 :,1g11e
umuum1u1to en g<'ne1 ,¡J pu1 Ju c¡ue 1 espec td d Ja e.mudad c¡ue siendo mfirnto, 1, ,,e pued< n 0>Ll:otrae1 de el tudel\ 1c1 mucha,
lll IW cu , on1pclr dUcm co11 otr º" cur 1ocurnenlo,, es uerta111ente Dhb p,ute,,, sm que pu1 ello d LOncepto del [ \.73j alm < c1eLCd
d1Íl l t'!llC ck lu, jll!UU:i Ue \ dlJUeZ L0111Ul1 \jltdtdil W//ll/llllllil}, ) en lu rna~ rnHurnu } :,E.:t dt'tenwnc1du dfirmatI\ amentt Por
mu el e un lug,ll e:,pu 1c1I u1 u11<1 ldbld curnpletd de los momentos c01b1gu1ente, e,to:, JUlllu,, mfimtus en lu que conuerne a lct
dt l f>Lllodr u1gu1u,tl 1c1unL¡ue uer lü111ente nu en lct lug1cd, que se e\.te1i,,1on log1cd, :,un efecll\ <1mcnte ~olu lmulc1L1\ u,, en lu t¡ue
lm1Hc1 -,uLm1e11le ,ti [WJ/j u:,o de loo ¡rnuu:, entre s1) conuerne c1l contemdo del < (J!IO< u mento en general ) en e~d
J.' De ld mhmd mc111ua deben d1stmg1m"e tamb1en, en
tlllcl lug1ca tran:,lendent,d luspuuus 111Ju111ús dt ]u:, u/11nwt1uw,
J \. ~ ;¡ dll!Hjlle en !et log1L,1 gene1<tl se Lllenlen, con razon, en el
3U3 ~egurmos a Ed ;\Lad En el 011g11ldl b OidC!ün e'.>l<l e:,u ita de tal
n11tnu o de dc1uellu:, \ no cu1btHU) ,rn un m1cmb1 o par tKula1 que pod1 ld L,!1(LJ!de10,C LlJll10 < eJ clhlld !10 L> lllUl t,d pero tUn
llldllt:l d,
de Id di\ 1,1on Pu e:, e'ld hc1cc <1bo,t1 ctLuon de todu conterndo ello nu ,e tend11ct l" m ctuon c1hi mc1tn <l que el texto :,en,dd Ve.:t>e !xctnl
, .\!ctdpli '>lh Vokkm,mn», td \L dd \.A. VIII p ..i()7 '<ll1lll1d non e:,t
mm tahs / dmma e:,t non mm talr» J\ote>e que el texto no dile <el
>/!! Ll:,ujcludchubo olcumporlct eo,imp1eu_,o Pueceob\roque ,l!md e:, mmutt,d '> nu :,e cth1m, 11 e,e,na \tda del ,l1,11a, >ulu >e ,tlnma
)t' \ JUILIO 0111~1dc11
el pe 1 el el texto Ull,,llldl ou,,1e1 e llld; bien que el que él pi ed!Lctdo cmpn 1cu «lllOI L,d' 11u le CO!l\ lene .\;1 >e d" e ,d,,o
'lJ< lu ot 1 t 1 t <>uULllllJL!JlO e) b1u1 Lt ldJJlJdad' :,obre el ,dm,1, cun un p1td1c,tdo tumddu del llltrndu JlllJtb!e
>0' J l d¡¡ 1 que clllt ndu "qui c¡ue e::,t,P oe 1L11e1e c1 L1 lug1L<1 gene1,tl> 30./- En lug,u de «en Lt e~Lt:füJUll 1e:,lünle ele :iu e>pdUO» 1<1 p!llne1 t
\ 11u 1 L1 dl\ 1_,w11 , dUl1ljllL lo ulurnu eo, gLllllcll!c,d1uente poo,1ble ed1uon dice «en el e:,pc1c10 1e:itdnte de >ll e"te11s1on >
143
( RITIC A DE LA RAZ01' PURA
IMl\1A \11 IEL 1~1\ \IT

. de la esfera del conocimiento pn<;ible


medida no deben ser omitido5 P!l la tabla tramcendental de en o-en eral, una pa1 te d . todas ·¡untas, la psfera
todos los momentos del pensar en los juicios, porque la función 1:J l •,t cia de un rnnn o, \ 'e l'
acerca de a ex1~ en f l onocirni0nto, equ1\ a e
del entendimiento aquí ejercida qnizá pueda ser importante en . d le estas es eras e c
entera. Qwtar e una e el contrario. poner1o
el campo del conocimiento puro pnon de él. a ponerlo en una de las re.stanl teds; )!' psorrestilntes. Por tanto, en
3ª Todas las relaciones del pensar en los juicios son a) la en una esfera, s1gm ica
· ·n quitar o e a .d rl ' de los conocimien
del predicado con el sujeto; b) la del fundamento con la comP· . t. , hav cierta comurn ª
unj·uicio d1svun J\.O ') tuamt>nle pe10 por
,. e se e'<c 1U\ en rnn , ,
cuencia; c) la de los miembros remndos de la división, los unos tos, que consiste en qu l d d d) t i'11an el conocimiC'nto
con los otros (en un conocimiPnto di\ idido). rn' En la primera . tola 1 a e erm \'
eso, s111 embargo, e'.1 s'.1 dos ·untos el contenido entero e e
especie de juicios se consideran en su relación recíproca sólo verdadero, al cons.titmr, tod YJ -¡ 'esto es lo qne considero
dos conceptos; en la segunda, dos juicios; en la tercera, varios . . om1ento da o. so 0
un umco cono , o· 11 de lo c¡ue sigue.
juicios. La proposición hipotética: si existe una justicia perfecta, necesano o s. b ervar aqrn
' en. .raz
. f ción muv especia . ¡ d'e
'd d d losjlllClOS es una un ,
el malvado contumaz será castigado, contiene propiamente la 4ª Lamod a 1 ª e l . . . d [u l()O] qne no cm1tribn~ e
relación de do5 propo5iciones: Existe una jnsticia perfecta, y el , ter dishntivn e " .
ellos, que posee el carac . . « ( c. a de la cantidad, la cua \¡
·d del JlllCIO pues n1er ' d
malvado contumaz e5 castigado Queda aquí sin decidir si acaso en nada al contern
., ° ,
ha\· nada mas que cons ,
tihiva el contenido e
ambas proposiciones son en sí verddderas. Lo pensado en este 1
dad y la re ac1on, no ') 1 ¡ l la cópul<i con respecto
. -¡ interesa a va ore e '
juicio es sólo la consecuencia. 3rn' finalmente, el juicio disyuntivo
[B99J contiene una relación de dos o más proposiciones entre
un juicio), smn que s~Jo. . p blemát1ros son aquellos en los r¡ne
al pensar en genera· moos ro mentepoHhfr(arbitrario)
1negar como mera .
sí, pero no [relación] de secuencia, smo de oposición lógica, en se toma el a fi rmar o e ' 1 [ l fi~ar o negar] es cnns1·
. . · · · n ns ue e a ••••
la medida en que la esfera de una de ellas excluye la de la otra, Asrrtonro' [son los Jll1CIOs] e · ( q d d \ [A75] Apod1rt1ro1 [son
,¡; · t ·cal ver a ero; '
aunque sin embargo, a la vez, [reladón] de comunidad, en la derado como e;ect111amrn f 1 'd 10 nne>ano.'')7 Así, \o<; do<:
medida en que ellas juntas llenan lct esfera del conocimiento , ) ¡ se lo cons1 era con d
aquellos en os que . 1. . .o llinotétieo (anffff ms )
propiamente tal; por tanto, una [A71) relación de las partes de ¡ · , con<:tih1ye e JU!Cl r ,
J\Jicios cuya«>Rre ac1on ·
l . . . J en cu;·a acción reciproca
!mente [ os Ju1c1os ¡
la esfera de un conocimiento, en la cual la esfera de cada una ) e ign~ " ( . b de la división) son, toe
de las partes es complementaua de la esfera de la otra, con
consequem,
. tivo 3o_ 1111ern ros . . .os
consiste e1 d isyun , . ' n el e· em lo anteri01, la propos1oon:
respecto al conjunto completo del conocimiento dividido; p. ellos, sólo prnblemahcos E J Pnc·1il asertó1icameute, smo
. . · fecta, no se enu ' ·l
ej. el mundo existe por ciego «zar, o por necesidad interna, o existe una JUShCia per . . . hitrario que es pnsl< i 1e
por una causa externa. Cada una de estas proposiciones ocupa, que es pensada sólo corno un JUICIO ar ·a es ~sertórica."" Pm
. n s11pono-a· y sólo la consecuenc.I< '.
que a1gu1e . o '

305. En el 01 iginal dice: «c) la del conocimiento dividido y de los . el rimP1 ca,o, fnese una función del
miembros reumdos de la divi<;16n, los uno<; con los otro<;». Seguimos 307. Tal como <;J el pensar, en[ Pfunrión] de la far11/t,1d de ¡u::f,ar, )
una corrección de Kant mmno, mamnc1ita en su ejemplar imprPso. mtmd11mmlo, en el segundo, !lnha ón que <olo en lo que sigue
l o de la razon. Una o sen acr
(Según Erdmann: NachtragF, número XXXVII, citado poi Schmidt). lm en e te1c~r , . . [Nota ele Kant].
paréntesis en la frase «(en un conocirrnento di' iclrclo)» 'ºn agregado encontrara su exphcac10n. , qu l" '\5í en Ecl Acad.
1 . . al abreviad O" «( mztec. \ rflníf . ' ~
de esta traducción. 308. En e ongin ' . ·. SP. urnas a Ecl. Acad
306. Conviene entender aquí por «COTl'PC11encia» la forma de la con· 309. En el original· «lo ch') untIVO"·, ~ ( derir el enlace en fonw1
secución o ilación: el enlace entre el anl<'cedPnte; el consecuente. 3 70. Como si dijera· «sólo la consecncmn ,es '
lhll lc 1 l l u\ !\"LO' Pl RC\

L>U, e:,u-, 1u1uu:, puc du1 lllch1:,o :,e1 m,u11he:,tamente t<1bos, \ :,m
0
1Ll ll)l ¡
t rnbdt;,;o tonMdu-, p1nblu11dl!camulle, pueden :,e¡ cund1uotl•'
del lUllUll!lllelllU de ld \LlLLld \:,1, el JU!LIU d lllll!ldu t\l\Íl pu1 Sección tercera del hilo conductor
11u;u 11::111 tlult\ e11 d Jll!Uo dh) ltlllJ\ o un '>ll)lllhcctdu ,olo proble para el descubrimiento de todos los conceptos
11hll!Lo d 0><1hL'I qm .dg1uen :iupong.t, dltllLjll<' :,e..i put [1310lj un puros del entendimiento
IttlllllLlllO, e,td p1upo:,1uun,) >11\c, cmpuo \LO!llll !et rnd1c.iuo11
dt l t.umnu e110neu, lit d m1me10 de tudu, lo:, que uno puede § 10.' ' De los conceptos puros del entend1m1ento
un ll.tl p.t1.t L'l lUJlllJdl lü lprupu::,ruull] 'e1dctde1 .t L1propu0>1L1on o categorías
l i1 uli lt m,ll1t ,¡ t :,, pu1 t,mto, dquell<L que e "PI c::,d L1 pos1b1hdad
1 d logJCc1 gent.'1,d, como\ <l \ <lr1<1s \ eces o,e ha che h1J h,H t
""ld111t nlt' logJLd \CjllL 110 es ubjel!\dJ, e, decH, [e"p1esc1J una libre
db:,t1 ,1cuon de todu cuntemdu del conoum1entu, \ t 'PE r d que
t lll lltlll dL fHL,taile \ c1hdu <1 lllld p1opu:,1uun t,d, [o e"p1e,aj
de otra pa1 re, cud!qu1e1" que >ett, le :,ectn dc1dc1:, r epi <">c'tlt<1uo
1m<1 Mh11b101111H:r,m1e11te <t1b1tra11a de elL1 en el c·11temltm1ento
ne:,, pc11..i t1a11:,fo¡¡n,uLt'o pr!ll1erar11ente en cunceptu•,, lo que
l ,¡ [¡it upuo,1cH ll 1j ,¡<,u tulle<! lMbld de etectJ\ d 1e<lliddd logKa, o
ocm 1e afü1lit1camente Poi contia110, l,1 logit .t tr ,u bl endén
\ t'1 dc1d, t,tl cumu, pu1 e¡emplu, t IJ un :,1lug1orno luputel!cu [.\71i]
t,d uene a Jmort ,mte s1 un rnultrple de la :,eu,1üd1dctd, que l<1
t 1 11111L,uil111 e11 Lt pwm1.,.1111<1\0! ,e p1e:>entd prublemdl1Cc1men
e:,tetic.t tran>cendcnt.tl [ \77] lé c,frece, par,t dclrle, d lo:, con
lt \ t 11 l.t ptuni:,,1 rneno1 d:>e1lo11c,¡menle,) mueo,t¡,¡ 1 que la
cepto> puro:, del ente11J¡¡mu1tc1 Lllld maten.t ,m la cudl ella'
¡n u¡ , loh wn cold \ d e1 dctLMÍd 1un el eutend1m1entu seg1111 las
nu tend11d umgun cuntemdu, ) pu1 tanto ,t·r r.t ente1 amentt'
lt \,-,de e\te 1 l d proptls1uon ,1pocl1ct1cc1 p1L'l1>,1 ,¡!et <1>e1 to11la
, dua Ahurd bien, e:,p,iuu ) twmpu cunt1e11en un rnuluple
[1 urnuj de ter !111!1.tcLt pm ('~do, 11•\ t''> lllbllhl> del entt•mlumento,)
de Id mtu1uun pu1d a puoll pe1u peitenCLen, :im emb,tr::,u a
pt>1 ,•-,u, [L1 p1uhc1 comu ¡nopt,.,!Llon] que <1tllrnc1 a /J1w11, \de
la:, condiuune~ de ltt 1ecep\1\1Jctd dt:• rn1e,,tr,l mente :,o\o h.tJO
t -,,¡ llld!leI d t \.pt c0d Li üece:,iddd lu~1Cd Ahu1 d bren, puesto que
l.1:, cu,du, elb puede iet ibu rcp1 e,entauune:> de objelo:,, ld>
c1c¡111 tuclu ot: llluHpOtd g1ddu..ilme11te ,¡\ ernend1!111e1llu, de 11l<l
cu.ile:,, pm ttLntu, deben afeua1 swrnpte Ltrnb1en al CtJllL('ptu
11t 1.t q UL un.> ¡uLgd pi¡¡ 11ero ,dgu p1 <ilileIH<t[l( am1_ uw, ('!l :,egwda
de elld Pe1 u ]d. e:,pontdnt l(lttd de nue,t1 o pensdr t°'\Ige qtw
l.i iu!lld u\t'll0llldll1éllle, flUl \1•1dddero,) h1M!mente Jo afümd
, umu ül¿u m:,eµ,u.ibleme11le enl.iudu cun 1 I entemlmuentu, e:,
d,' 11 uHnu [,1h;oJ 1Jt:LL\,ll!O <1pochct1t.u1wnte entonces estis ne:, 313 Ld e'\p1 c>tüil '§ lU pet lt ill lt 'olu ,1 l.1 ::,egulld::t ed1LJU!1, \ nu >e:
huH 1u11,, de l,t mod,tlitLtd :,e pueden denurntndt t,trnLHen otros encuent1 d en Id pr 1me1 a
l.tlllth rnu11tullu:, del peii:,a1 e11 get1e1,d 311- E, deu1, la lo6IL.L lt.Lll::>U 11dt:nld! '.:il:' hd >Uge11du to11eb11 de
m,inei.L qut. c¡t1edcl>e «>Jll I" u111 dlu::, \e' decl!, lo:, cunceplu' pmuo
no LendJtdll nmgun contemdu 1 POI t,u110 ::,e1 i.m ente1 dl11entt: 'dllOo"
(cortecuon de\ 1 ecLu1 1 p<H :::ichm1dt1
l¡l fu1n.! lllll!llU \ LUlbtLllllltlj e::. d'1LllU1H..l
3/:J L1 n!le1p1e1,<uon de l.1 h,i;,e d,¡¿, ur.tlu,, pu1 t.t1tlu lkben "ftcu,u
,¡ I Ll >llJtlu de rnm,t1<1 "' prnli.tulc111tnlc l 1 p10¡""1uo11 <LWJ
siempte t,ulllJJen di cu11t t ¡;tu de, ILL'', e.o LUlll!U\ uuda V,ulimgu te:,ume
lt>!1( 1 PLit) jhJdt1d .SLI Lü111btt 11 el tt!1lLu.dt1tk qt1L -.e ptt,::.ellld
a::, 1 el pwLluna '(::,¡" !!ILJm,1 pw¡Juo1uon nu puedo entender Lt e .\ que
L:il l l01 ll 11 llt lllt t 11 !l j ll Ll1lt:-,.._l lllL l)()l
,e 1ehe1e el de: elld" , .\ 1c:ct¡Jll\tdad"J é.\ cond1uuneo ''e\ como
'! ..' l, d,, 11 "~"un 1" 1, \ '' dd c 1itt nd1111ll 11lu, flutL 1 t t 11lc >ltk1 'e pueden lo::, uLjUt» ,de u.u .¡\ u napto de e!L1"' '\o enuendu ndcLt Leu
11111l>1cu OL_,u11l1, lt \ t ' de ell 1 ,,, dec11, d, ld p1up1h1t 10111111>111« [ma<, bien] ·Lo:, cu"lt,, pu1 L«ntu deben ,¡fell.ub ::,1ernp1e "t:ll" "
0

I' l () 1,, lJl ,ll IUll >l!Jllll JllL Jll\ 1d1tL1 L»l }Jlh1l.Jd1d,td elld , e> dc:rn, '.i lc1 1ie!lle ',, ,'vd1l111 ¿e1 ·R,rnth;Ju,,,t'n, p -t 'í ~ \,"otro'
CRITICA DE LA Rl\ZOC. PL'RA 147

J ¿ la el conceptci
este múltiple sea primeramente. y de nerta manera, recorndo, Bl0f] La iíntrm pura, rrpmmtaaa m gerwa, e ·d,
[
acogido y enlazado, para hacer de el un conocimiento. A esta d l tendimiento Entiendo por tal srnteqs aquclld qm t s
puro e en fi.. damento rle la umdad smlétKa a p11011, a<;1, m1e<;tio
acción la llamo síntesis cansa en un 111 . l te en lo<> numeros ma,ores) es
1
[B 103J Entiendo por íÍntes1s, en la stgnificación más general, contar (esto se _nota es~~,ºª ;e~1e ocun e segun un fundamento
la acción de ar1adir unas a otras diversas representaciones, ) de una íí11tes1í segun roncrp , pd q ) B o este concepto se tornil
comprender su multiplicidad en un conocimiento. Una <;ínte>i> tal ún de unidad (p eJ la ecena . ªJ
com 1 .d rl en la smtes1s de lo mult1ple
es pura, si el múltiple no es dado empíncamente, sino apnorz (corno · or tanto a um a b
necesan~, _P te,son llevadas diversas representanone<> a;o
el [que se encuentra} en el espacio y en el tiempo) Antes de todo Anahtrcamen , t del ue trata la lógica ge1wran Pero
análisis de nuestras representaciones, éstcts deben ser p1 eviarnente un concepto (un asun o q t ·one-; sino la 1111/rílí puw
t no las represen ao ·
dadas, y ningún concepto puede surgir analiticamente en lo que llevar a concep os, l emer1il l<i logic a trnmc
respecta a su contemdo Pero la síntesis de un múlbple () il sea dado de las representauones, [es algo qne ''¡ '10cnniento
empíricamente, o a pnón) produce ante todo un conocmúento gue . e debe sernos dado a p11011 pilrn e cm
Lopnmero qu. lo m11lt1jJlede la \A7()j mtuic1on prna. la
puede, por cierto, ser todavía tosco y confuso al comienzo, y gue
por tanto requiere el análisis; sólo que la síntesis es aqueUo que síntesis de esto mult1ple p . r
de todos los objet_os.' es orla ima ·nación e-; lo -;egundo, pero
lguno Los conceptos, que
todavia no ~~r:: :~:t:~nct~:~c;~~~~~,ºq:i~ consisten -;olamente en
propiamente recolecta los elemento<> pai a los conocirnicntm, y los 1
reúne en cierto [A78] contenido; por eso, ella es lo primero a lo
le dan umd . d esta unidad sintf>tica neces<inn., hacen lo
que tenemos que prestar atención. si pretendemos juzgar acerca
la representaace1lo;on:ci~iento de un objeto que -;e presenta, \
del origen primero de nuestro conocinuento. tercero par
La síntesis en general es, como veremos, el mero efecto de el entend1m1ento.
se b asan en ._ d .d d a lils di' ersd<; representa
la imaginación, una función ciega, aunque indispensable, del L . a func1on que a um a , , ,
a m1sm l d t mbién [B JOS] umdad <i la rne1 a smte"1,~
alma, m sin la cual no tendríamos. en general, conocimiento ciones en un ;uzcw, e a ~ na mt111nó11· [función] que,'
alguno, pero de la cual sólo raramente somos conscientes esentaoones en u ' ¡ 1
de d iversas repr . l e lhrna el conC"epto prn o e e
alguna vez. Pero llevar esa síntesis a conrrpto¡ es una función d de n 1anera universa , s ' .
expresa a . . to pues , mechante
que compete al entendimiento, y medJante la cual él nos pro- . . t El mismo enten 0 m11en ' , /
enten d 1m1en o. , . e • ]as cuales él producía, E'Jl
porciona, sólo entonces, el conolim1ento en la significación . t las nusmas acciones por , d
preosamen e medio d~ la umdad analítJCa, la forma lógica e
propia [de este término] conceptos, por b", medio de ]<i umdild smtet1ca de
un juicio, introduce t~i:1"1, ien, por 1 n contenido transcenden
, . ¡ · t JCJOn en gene1a, u
lo mu1tip 1e en a !l1 u . o lo cual ella<; se llaman conceptos
suponemos que puede entenderse, en una rupote'l'i más arnesgada· das l s repiesentaoones, p r
cuales [condic10nes de la ieceptividad], por tanto. deben afecta1 siempre ta en su l d. . 1to que 'e refieren a p1 IUll a obJelos, 1o que
puros de enten im1e 1
también al concepto de ella» (es declf, al com epto de la lógira transcen . al no puede llevar a cabo
dental) Pero también porhía entendersp· "h' cuales !condH 10ne>J, poi la logicil gener' ente t<intos t oncqitos pu
tanto, deben afectai s1emp1 e también al C'Jn<:epto de ellos» (es declr, de Jo, De esta manera surgen prec1sam b etos de la
ob1etos) Y también: «los cuales [ob1eto>J deben ,1fectar >1empi e también ros del entendimiento que fse re_fierenl;1:~~1~=b~a len\;¡ tabla
a la i epresentac1ón (·'concepto") de la receptn 1dad» intuición en genernl. como unoones º '
376. Kant corngió en su ejemplar)ª imp1eso· «una función del
entendimiento» (Según Erdmann: Norhtmgr, 11ume10 XLI, citado por
377 En lugai de «[función] que>', pod1í<1 entendPr>P «[llmd<1d] q11P"
Schm1dt)
p1ecLC!e11te, en tud<Jo lo,, JlllL!u" pu;,1ble,,, pue,, el entend1m1en en si a p1w11,; 50!0 en vu'11d ciL lc)s n1ctleo 1 ' el es un entend1
lu ~e cJguld enlL1ctmenlc u1 Li;, rneuuuuddd,, funuullb, ) ;,u miento prn u, pue~ ::,ulo pot ello, el puede entender algu en lo
!J.L ult<ld quulc1 Lull elLL u1tua111t:nlc me11c,u1dda Sit,mendo d rnull1ple de la rntuH ion, ' ' dec,r, puede pemdf un objeto de
\1 t'toteln IL1ma1crno;, 111/,J,ot 1<1.\ ,\ e',to;, LOlH L ptu;, [ \80] pue;, e!Lt [,¡,¡ d1\ 1::,1011 v hd l)< ne1ddu ,,1::,tenBllLdmente a pd1nr de
1lll~;,l10 p1upo>1tu e;, en ,,u 1J11gen, idenuco dl de el, aunque en un p1mop10 comun, d :odbe1, [<t pc1rtJij de \,1 tctcu[tad de JULgar
Lt 1c,dL!,dUUll ,,e d!e¡a llllltho Je este la que es p1cus,1mente lo nmmo que Lt facultad de pefüar), )
no ha ::,mg1do de m,merd 1dp>ud1Lct, d pd1tJ1 de una busqueda
de conceptus puros crnp1 t-nd1dct al c1ca,,o, [l unceptos] de CU) .t
[Bllllll enurne1dc10n completd [B !Ol] nunca se puede e'tar :,eg1110,
pue:,to que se Id mheH 0010 por mduLuon, ,,m pensar que de
Tdbla de la~ categorías e"td ulurn,t nMnera u u nea oc' llegc1 a entende1 pm que 1es1den
en el entendHmentu puro p1eu,,m1ewe esto:, come¡.,tu:, r no
otros Fue un mtento d1gnu de un homb1 e dé <lguclu mgerno el
De la cantidad: [mtento] de Arntotde1, de bttocJ.1 e::,o~ con(cpto> hmd.tmern,tles
l 1uJad
Pero como no po$elü 11m1:,tu1 p1mup10, los fue 1 ecog1endo d
Plwil!idwf
luta!1dad med1d,l que topabc1 con ellu~,) emontto p11rnero dieL de ellos,
que UJ.mo wtegu1 tm (p11::d1C,\11lL!llo~) .\ co11tlllllcll ion ere) o hctber
l encontiado ot10::, cmco, cpie ,1grego con el nombre de postp1e
De la cuaüd.id. De la rel.ic1on: clH amento::, Pe10 $U tdbl<l ~161110 siendo defectuo:,a Ademas, se
Rut/1dad J, lllhllllillll ) JUb;iSllllLILl encuentran entre ello:, tJ.rnb1e11 c1lgunos mud1 ele !el sens1b1hdcid
\1,1/LIUIL (;ub;/anlia d a1ud1m) pwa (quando ufll, 11/lll, d'l (omo p11w, lllllll~ ) t,1rnb1en uno
f l!li//di/011 di untJal!J,¡J} dqJcnJenc1a empu 1c o 1motw), que nu perténecen a este 1 e"'1st1 o ba~1co del
Lctti:'" ) deLlu 1 entenc!1nuento, o tdrnli1e11 ::,e cuentan lo:, conc.epto:, den\ ados
J, Wlllll!lldad \dlLIOil 1 euprnc,\ (actw, passzo1 ent1 e los concepto:, pm111t1\ os, \ algcmos de e,,to::,
cnt1e t'l "gente\ el p.1uente) ultunos Ldtc1n enteramente'
A propostto de etotos ultm10,, [l onceptos] he!) que ob:,en a1
D<" la modd.hdad: toda\ Jd que Id~ Cdlt:gm Id~ e omu \ e1 dcLde10::, 1 unupto:, jn 11n1iwu:,
Pu11tdulad - mtpu,,1bil1dad del entendrn11ento pum (Jcnen sus wnupto'> du 1u1du:,, 1g11,d
E \IS/l!tLIJ no e \.1"lenc1a mente puws que no pueden ser om1t1dos de rnanerd alguna
\¿,u1dad - uH1tmgenua en un :,1::,tem,1 cumpleto de \,¡ filo:,oha tianscendental, [ \82]
pe1 u en u11 en::,,l \o rnu<lmu1te ultico puedo contentarme con
f 0otd e' pt!L 0, Li lbt,1 el._ ludo:, lo::, e 01Kepto0011gHhll lJ.!llente '
lc1 rnerd menuon de ello~
pw <b dl !.t '.>lllle>b [ll!llcepto:,] t¡m ti entu1dm11enlo umt1u1e

,¡') h 1ur Ll111111llJ en >U cJ< uipLu '" 1rnp1eou, L1 e\.p1e,,1on 011 3/':J De,dc un punto de \1111 g1,tlddllcdl tawb1en pudna entende1>e
"u1,u1,trnenlc 1::ie"un L1cllll<tll!l \,iL/ilw~, nume1u ~l lV, utcido «[ou1l1::0>1:,J que el entcnd1m1u1l i tuuuene en :,1 ap1w11 ',oto en 'nrncl
jhH 'iclurndt de L1 cudl'
CRl!!CA DE LA RAZON PURA
IMMi\Nl l[L !~1\f\ T
. bles para ello no sólo sería
[B 108] Permítaseme que a estos com eptos del entendimiento, con todas las defü1iof~n~lsdexh1gi Los compil~timentos e'tan
. t b én ao e acer.
puros, pero derivados, los llame los pred1mb!fsdel entendinuento posible. smo '1111 1 tó ica sisternát1Ca, corno
puro (en oposición a los predicamentos) Si se tienen los con- va; sólo es nece:>ario llPnarlos; y una fa-Pc1·11~ente d lugar en el
' "te que se ) Prre
ceptos originarios ~ primitivos, es fácil añadi:z los derivados y la presente. no permi d epto v hace notar" ln
ue ertenPce, prop1arnentP, ca a c~nc - ',
subalternos, y trazar íntegramente el ai bol genealogico del en-
tendimiento puro. Puesto que aquí no me ocupo de la integiidad
~ez ~on facilidad cuál [lugar] e<;tá aun vaoo
del sistema, sino solamente de la [integi·idad] de los prinopios
[necesarios] para un sistema, dejo esta complementación para § 11Y 2
otro trabajo. Pero se puede realiza¡ bristante bien e5te propó
sito si se echa mano de los manuales de ontología, y, p ej-, a
Acerca de esta tabla de las ~~tegorí~~~ut:~:~ ~ ~~::~:1 :~~~~~
1

vaciones interesantes, que pfu ¡era~ q t1'fi' a de todo« lo« cono


la categoría de causalidad se le subordman los predicables de to de la arma oen L,
la fuerza, de la acción, de la pasinn; a la de comunidad, los de importantes respcc t t hla en la p<1rtP tco11ca
. l Pues c¡11e es a a , .
presencia, ' 10 de resistencia; a los predicamcnto5 de la modalidad, cimientos rac10na es d" , . te t'itil v aun mchspensahle
- xtraor manamen
los [predicables] del surgir, del perecer, de la alteración, etc. de la fil oso fia, e5 e, 1 rplnn de, ln tntnlrdnd de u11a
Para trazar de manera complleta e b ~ e11 conceptos a ¡mon,
Las categorías, enlazadas con los modu de la sensibilidad pura, d. d en que e a se as" -
o también [enlazadas] unas con otras, dan una gran cantidad nnwn en 1a me 1 a - . t 1Cf!;ZÍ11 pm111p1ní detcrmmadoí,
v para dw1dirla matemnt1Came1_1 e. , \a solo a partir de quP
de conceptos a przorz derivados; tomar nota de ellos, y, en la ' es alero que J resu lt ª c!aro por 's1 mismo, ' '
[ pleta todos los
medida de lo posible, enumerarlos de manera completa, sería "' bl f ne de manera com
una empresa útil y no desagradable; pt 10 pte5cindible aquí.
0
la mencionada ta a codn rle t dimiento e incluso la forma
t Jementales e en Pn ' ,
Intencionalmente me dispenso, en ('ste tratado, de [dar] las concep os e ] d 11 el entendnniento humano, )
. t a [B 11 () e e os en
d e un sis Prn . . . . d , ',
definiciones de estas categorías, aunque pudiera estar en pose- s los momrnto1 ele una pro; ecta a -
en consecuencia 111d1ca :oda 1 d le ello' de lo cual lw
sión de ellas. En lo que sigue descompondré estos conceptos . ¡ f , e mcluso e m m L
ciencia especu ª I'• a,
'

[A.83] hasta el grado que sea suficiente por lo que 1 e<;pecta a la __ t a iarte 1H He aquí ahoin
dado una mup<;tra tamb1en en o I f .
doctrina del método que estoy elaborando [B 109] En un siste- observaciones d
ma de la razón pura ellas 121 se me pod1 ían e'<igir con justicia; algunas d e esas bl contiene cnatro clasPs e
"s· que esta ta a, c¡ue l
pero aquí sólo distraerían la mirada del punto principal de la
L a p11111er '!l d ¿· ,·¿·r en primer ugm,
conceptos del entendimiento, se pue P J\ 1 l ,
investigación, al suscitar dudas y ataques que, sin mPnoscabo de
la intención esencial, muy bien se puedPn posponer P"ra otro
trabajo. Sin embargo, ya a partir de lo poco que he expuesto < ,, iR [IJQ) ha<;ta donde
d J don d e d ice «~ 11 , ·
322 El texto que va ese e ;i I ;iancia del cononrn1ento
sobre este asunto, resulta claro que un diccionario completo, - \eisnJe<; ue a conc 0 iu
dice «1eglas 1ogicas un~) '-t re <;{1\0 a la c;egunda edJC1ón, \ no 'e
conqgo nmrno" (R l lh, pe1 ene
encuentl a en la pnmera 1 t \a que uno 5e p1 oponga oh te
323. Es decn, de una c1enc1a espern a I
320 Va1hmge1 propone pone1 «1eacc1ñn" ( (;egn111·1rk1111g' en lugar de
«p1 esencia» ( Gegenwart) (Vaihmge1 · «l~andglm<;en•', pp 453-45.J) ne1, o p1oyecte elabmar f' de la nenc1a de la natmalez;1
324 P11me1 os p1 mc1p10<; meta is1cos '
327 ProbablemPnte haya que entender aquí que «ellac;" se refie1e a
«las defimc10nes». [NotD de Kant]
152 CRlflL'I UE LA RAlüf'< PURA 153
en do,, oeLuones, de l<1;, uJcdes l,1 p11rneta se d1nge d objetos enlace el Loncepto de una w1l1a) el de una rnb:itanua., ya se puede
de L1 iutu1u1m tldntu de la pmd, como de la empu 1ca), ' la entende1 mmed1<ttamcnte el utflu¡o, es deur, como es que una
;,Lg1-rnd,t, a !<1 e\.btenLkl de es los objetos \¡ ,¡ St'd u u os en t eldc 1011 substancia puede llegar a ser cc1usa de algo en otra substancia
um olru•,, u [e111el,1uuu! con el entellll11n1entu1 De ahr resulta que para ello es preciso un acto p,u ticular del
l d p1 ime1 ,1 d,be L1 llama11d) o L1 de l<ts c ,1Legothls matema entend1rn1ento,) asi con los restantes [conceptos]
ltca:i,) l,1 sLgund,1, l,1 de lc1s duwmaw Como se \e, la pi unei a 3w obJnv En [el caso de) una urnca catego11<1, a saber, la
d<1se 110 tiene cuueldlos, que se enu1entr<111 sol<1111ente en !<1 de romumdad, que se encuentra baJO el titulo tercero, [B 112] no
"eguuda dd,,e L,,¡,1 d1Je1e11u<1 debe lei1u un tund<1mLnto en es tan obvia como en las dernas la concordancia con la fmma
b llcllm,tleLd del ernend1rn1ento de un JUICJO discur51vo, que le corresponde a el3 2 ' en la tabla
Zda ofocr, (¿uc Lll todos los casos lM) un mismo numero de de !ds funcwnes log1cds
cc1tego11cls en Ldcld cl,1se, et ;,c1ber, tres, lo que 1gl.1dlmente mC!ta Para e~tar seguros de e~la concordanua se debe notar que
et lc1 kfle;,.1011, ) d que tod<t clJ\ 1s10n a pr to11 por conceptos debe en todos los jlllLIOS d1S) untivo~, la esle1a (la multnud de todo
:iu, p01 lo ge11e1 ,ti, m1<1 dicotomia Y el esto se ctg1 egd tudel\ ia aquello que esta conterndo baJO el) 32 ' es representada como un
que la tercer c1 c,ll¡ g01 !el en todus lo;, casos, ;,urge del enl<lce todo dn ichdo en partes (lo~ rnnceptos subordmados),) pue;,to
dl' lc1 segunda de -,u L l,i;,e con Id pnmerd que uno [de esos concepto~] no puede estar contemdo bajo el
[13111] ,\;,1 Id totaLtdad tot<1hdadJ' no e;, olllO la plu1,ll1d<1d otro, se loo p1e115<1 Lomo wo1dmadvJ los unos Lon los ohos, )
urns1detadd como u111d<1d, lc1 l11111tauon 110 es ;,mo 1eahd<1d no [como] :iub01dmados, de manera que se determman unos a
euL1.tc1dd con negctcJOn, !et comumdad' es lc1 wu:iaÍldad de una otros, no undatewlmente, corno en una :iene, smo reup1 owmente,
sub;,tclllLkt en l,i determllld( ion de la otrd de manera reciproca, '2 como en un ag1¿gadu (s1 un rrnembio de la d1vis10n es puesto,
hn,drnenle l<t nea:,u/aduo es smo Id e;,.1stenud que esta dada por quedan exclmdo,, todos loo demas, ) viceversa)
Id posilHlidc1d rn1s11ia Pew no oe p1en::,e que por ello la tercera Ahora bien, una cone;..1011 semepnte es pensada en un
( <1tego!la e:, 1111 com epto me1 dlllente de11\ ado, ) no m1 concepto todo de cosas,'i'1 en el cual una [de ellas] no esta, como efecto,
p1 imJtn o dd eniend11111ento pm o Pues el enLice de los concep Jubordmada d la otrn, cumo Lausa de su e>..1stenod, smo que a
l<h p111ne10 v :iegundo, paia procluur el terce10, 1equ1ere un la vez, ) de manera reuproca, esta wo1dtnada como causa en
c1Lto pc11 uurl,ir cid entendmuemo, que no es identKo c1l ejercido lo que se rehe1 e a la dete1 mmac10n de las otras (p ej en un
1on el prn11e1 u\ el -,egl.mdo .\si, el LOnu~pto de un numero (c¡ue cuerpo cu; as partes se atraen reuprocdmente unas a otras, y se
perteneLe a Id c,1Legm1'l de L1 totdhd<1d) no e" s1emp1e po,1ble ofrecen t<1mb1en res1;,te11LMJ, lo cual es una especie de conex10n
t u,rndo c::,tc111 los co11Leptu" de multitud) de umd,1d \p ej en la mu) diferente de la que ;,e encuentra en la mera relac10n de
1cp1Loe11Lauon de lo mfirnto). lll [t<Lmpoui], a paitll de que ;o !d causa con el efecto (del funddmento con la consecuenoa),

,}, J [ 11 1,uL gerrn-1nc1 ( 1l!l1ut, \ en ti e pa1 en


lMot,u diJJ,1 l 1 ¡Mlcdn a de
tub L1 J>"L1ln t tk r 11L Lttmct 1Tutulllu.t \rnÜ-t:, >1gmht .tn «total1d,1d» 328 Debena decu "ª ell,1» (-t lc1 c<1tegonc1), p10bablernente ha) a que
il. n l umumd<1d' ,rn b-t,t,u ddL1 en el uugu1<1! entender c1qu1 que «del» ;,e l l fiere al concepto puro
:il. 7 I 1mb11 n pod1 J,t u1t1 ndcrse <en lc1 dt>let mmauon de la, ot1 as» 329 «BdJU el», e; Jecu, b,1JO t l JutC10 d1syunt1vo
L d dt ll t ntllhtuun L<lU><il Je lc1s oubo1,mu<1;, en 1eLtuoIJ de comuntd<ld 330 En el ongmd! «en un todo Je las cosas» ~egmmos und conecc10n
es 1eup1occ1 de Va1hmge1 «RanJglos;,en» p -15-±
154
IMMANUEl l\ANT

CRITICA DE LA RAZOt\ PLRf\


en la cual la consecuencia no determina -
\ ez, al fundamento v P ( ' reciprocamente, a '>ll
' / or eso como el e d d ongen,; justifica la sospecha de que [quizá] tenga su fundamento
con el mundo) no constit rea or el mundo,
. U} e un todo co - t El - en algima regla del entend1m1ento, [fundamento] que, como
cedim1ento del entend . n es e. mismo pro
im1ento uando - t ocurre a menudo, quizá sólo ha) a 5ic\o intPrp1 eta do folo,amente
esfera de un [B 113} co d, es e se repre<;enta fd
ncepto 1v1dido ¡ b - Estos predicados presuntamente tran•cendentale" [B 11 t] de las
cuando piensa una cosa como d "bl 'i11º o serva e1 también
b ros de la di\ isión e lV!SJ e- )'a 81- ¡ . cosas no son nada más que requisitos)' cnteno<; log1co" de todo
. ' ' como os m1em
- n e1 prnne10 se exch , ronoam1r11to de fas rows en general, \ ponen por fundamento de
sm embargo están enla d l) en unos a otros'
- 'za º" en una esfi - / él las categonas de la cantidad, a saber, las de umdrzrl, jJhm1hdrzd
el como enlazadas en un todo' J las era, as1 s'." repre<;cnta
tales, cu va e'<1stencia ( b . _parte<; de la ultnna corno ; totahdad; sólo que ellos, rn a éstas, que propiamente debenan
/ como su <;t¡rnCias) le d ser tomadas de manera material, como perteneoente<; a la po<.,1
una también con e'Cclus1ón d I d . - correspon e a t ada
e ns emas bihdad de las co,as mismas, las usaron, en' erdad, <;olo en una
s1gnificac1ón formal, como perteneoente<; a la e'-1genc1a logKa
§ 12.
con respecto a todo conocim1ento, y sm embargo, dP<;cmdada-
Pero en la filosofía tramcendenta] d l mente, transformaron esos criterios del pensar en propiedades de
cuentra además un ca ítulo . e os antiguo' se en- las cosas en sí mismas Pues en todo cononm1ento de un ob1cto
entendimiento que au!qu que contiene conceptos puros del hav 11mdad del concepto, que se puede llamai unrdrzd mrzhtrztma,
' e no se cuenten entre¡
em b argo, se01ín ellos d b . as categorías, sm en la medida en que por ella se entienda solamente la umdad
d e objetos, en cuvo cas en ser tenidos Por conceptos rz priori
b' , e
de la abarcadura de lo múltiple de lm conoonuentos, como
las categorías, lo q~1e no o~1:~~~:ro,, aumentarían el número de 1 por ejemplo la unidad de tema en un drama, en un d1scmso,
expuestos en la proposi~ión tanr liEstos [conceptos puro:J ~stán
quodlzbet ens est unum v 'b
· erum, onum Ah
amosa entre los escolasticos·
b
¡ en una fábula En segundo lugar, [ha) J 11erdrzd con respel to a
las consecuencias Cuantas más consecuencia<; \ erdaderas [,,e
de este principio resultó - l ora ien, aunque el uso siguen] de un concepto dado, tantas más -;eñas de la realidad
muv po Jre en lo q
consecuencias (que sólo P d /. ue re5pecta a las ob1etiva de él A esto se lo podría ll<1mar la plmahdad rnahtatn·a
d e manera que en ¡0 -¡r ro UJeron . proposic·o1 nes t auto lógicas) de las notas características que pertenecen a un concepto como
1a metafísica casi sólosu irnos tiempos se suel d 1 l ,
. . · e ar e un ugar en a un fundamento comun (no [nota<;] que son pensadas en él
por su prest1g10 venerabl . b
un pensamiento que se h e, sm em argo como cantidad). Finalmente, en tercer lugar, [ha) J peiferrwn,
-
vaoo que parezca ser mere
ª comervado tanto f
. . iempo, por muy
'
que consiste en que inversamente esa pluralidad conduce todo
' ce siempre una mves.;gac·
·" - d
ion e su de nuevo a la unidad del concepto, y r-om uerda ente1 amente
con éste, ) con ningim otro, lo que se puede llamar la 111trg11drzd
337 Como si dljera «Cuando el ent ruahtrztwa (totalidad). De lo cual resulta [B 115) que e'º' entenas
divisible, aplica el mismo pi ocecl ePcl1miento piensa una cosa como lógicos de la posibilidad del conoc1m1ento en general, a las t1 es
:sfera de i:_n concepto CTI\ idido» ~~entn que cuando se i epi esenta la categm ías de la cantidad, en las cuales la umdad en la gene-
t9 = B JO,, «El rmsmo e t d mpa1 ese con el pasa:Je de & JO '
mismas acciones»
n en 1m1ento d • 'n
, Y me 1ante precisamente las ración del qurzntum debe ser tornada de manera mtegramentP
332 Vaihmae 1
d b r E''<p ica «como enlazad
etermmación ieciproca» Va h Ras en un todo mediante la
i mger " andglo•,en», P 454 333 Probablemente «ellos" se refiera a los autores antiguos menc10
nados al comienzo
CRITIC'\ [;f: LA R/\ZON PURA
157
liomogenea, las t1a11s!01lll<ll1 J.qm, ,olo con el p1opos1to de al deJar de lado enteramente Id relac10n de e~o, conceptos con
( onedar en und conuencia, tdmbien, conoum1entos que son ob3etos, [Bllb) el p1meJu111ento con ellos' es ,,omeudo a
futuogeneo.;, rned!cmtL l<l cuahJJ.d de un conocmuento como reglds log1Ca& Lll11\e10iJ.le& de lü conc01danc1a del conoum1ento
pimopio <H A01, d cuteno de la pos1b1h<ldd de un umcepto (no cons1g o nusrn o l l '
cid ob¡do de ello,) ' es la dehrnuon, en Id ut<tl l<l wudad dd
lOnccpto, la clulad de todo lo que mmcd!dtamente puede ser
dcduudo de el, ) fm,dmc.nte Id mtegrufad de lo que de el se ha
C\.tra1<lo, constlluyen lo que se puede e>..1g1r par¿ Lt p1oducuon [.\.d-!]
dd concepto completo, o bien tdmb1en, el 1r1ll1 w de una lupotem Capítulo segundo de la analítica transcendental
e0 la cornp1 ens1b1l1Jdd del jundamwto di e\plwwon wpuesto, o
la umdad de el \sm h1potes1s J.u>..1h,u), l<l ierdad (conc01d,rnua ÜE L.\ DI:DUCCIUN DL LO::i CO'\JCcPH)S PL RU::i
u1t1e ellas ) con la e\.penencld) de lns comecuenc1as que se DcL L\!LND!MltN!O
deduLc<ln de el ) hn<llmente la wllg11dad del fundamento
de e>.phc,1uon con respel LO J. ella,, las que no han de remitir a Sección primera
nMia mas, m a nadJ. menos, ljlte lo que !id sido 0iupuesto en la
h1potes1s, ) \ ueh en ü smm1m,ti a1 dll<lhtICctmente, a po.;teuo11, lo § 13. 3 Jl De los pnncip10s de una deducción transe. en
que hab1<l sido pensJ.do smteucamc.nte a p1 w11, y concuerdan general
con ello Por com1guiente, med1<l11te los conceptos de umdad,
'erdad) perfecc10n no se completa la tabla transcendental de Los JUrlbtas, cuJ.ndo lldbldu Je de1 echos) de pretens10neo,
!do c<1tegonas, como ~1 fuera mcompleta, ~mo que solamente, d1stmguen, en un p1 oceso ¡u11dJCo, la cuest10n ace1 ca de lo
que es de Derecho (quuf jllflJ de Id [cue~t10n] que ,,e refiere al
hecho (quui fail1), y e'\.1g1endo prnebd de ambas, llaman a la
pmnera lprneba], que tiene gue mo~tra1 el derecho o tarnb1en la
J 3t ~e ha ;,er'ialado que la con;,l! ucuon de l<l h<l;,e que con11enu
De lo cudl iesulta que e,u, u1te11os» ] que termma «medMnte la pretem10n leg1t1m<1, la chduwon Nos se1 \irnos de una multitud
uic1hdad de un cunoum1ento Lomo p1mup10» es defectuosa, y se ha de conceptos empmcos sm opo~1uon de na\i1e,) nos cons1de
p1opue,to mte1p1et,ula como ;,1 d1¡ua «En eso:, c11teno;, log1Cos de ramos auto1uJ.dos, aun s111 deJucc1011, a a~1gnarleb un sentido
Lí posibilidad del e 0110um1enlo en gene1 al es tan aplicadas las l! e:, \ una ~1g111ficac1011 imag1na11J., i; i pmque siempre tenemos a
Ldlego11do de lci c'111t1d,1d en l.ts ll!<iles l<l urnJctd en la generauon del
quantum Jebe ,e1 torn.iJc1 Je mane1,1 111teg1amente homogene.i, de
nunet d que e,,1;, L,llegot 1c1;, ;,olo cun el pi upo>HO de conecta1 en un.i
( unuenLt.t tamb1e11 tonoum1ent0;, 11v lwmogweo;, :.on dete1rnmada:, 337 Pwbdl.Jlemente ha7a que entende1 aqu1 «el p1oced1m1ento con
poi l,1 cu.ihd,1d dL un LOnoc1m1ento corno prmupw» (:,uge1enua de e;,o, Lüntepto5» Gc11u.i llv1o1ente adara «el maneJO de ellos'
t 1drnann 1ecog1cL1 p01 ::ichm1Jt¡ 338 Aqm teun111.i el texto qm pe1 te11ece wlo ,l l.i .'>egun<l.i ed1uon, )
335 Ou1L,l ha\ .i que cntende1 «(110 dd objeto de los conceptos)» que corne1uo d1uendo «§ 11 » B 109
~c h,1 "':;uge11du lc1 cu11eu1un \no del obJllO Jt el) (co11ecuon de 339 La exp1e;,10n «§ ¡3,, no e>ta en la pr11ne1a ed1c1on
!Lute1i>tem 1u~1st1.id.t poi ~chm1dt)
3-10 Va1hrnge1 supone que en lu~dl de <<1mag1nan.1» (ewgebt!Jete)
) )b [o, deu1 que ;,e dedu¿c,m del fund.trnento wpueo,to, puo t,1mb1en
K.mt debe de haber e>uito leg1tm1a» (ewe gt!t1,A H Va1hmger
pod11J enlende1 "" «de ell.i" es deur, de l<l lnpoteo1s «Randglos;,en», p -Jc55
CRÍTICA DE LA R>\ZO'< rl Ei\ '.59

ambas se refieren enteramente a prwn a objetos; a <;abe1, los


mano
va de ellos Pe h ' [B ¡ ¡-¡
la experiencia b!.,para clPmo,trar la realidad objeti- conceptos del espacio y del tiempo. <orno formas de la 'emi
. ro ay tam ien conceptos us el bilidad, y las categorías, como conceptos del entendimiento
de suerte de>tmo . · urpa. os, como los
' . . , que circulan con casi univen>al inrlulg . Pretender intentar una deducción empírica de ellos sería un
pero que a veces son inte elado' I· cncrn,
y entonces cae uno en no ~ u - con ª.pregunta quid ¡um.
trabajo enteramente inútil; porque lo distintivo de su nahu aleza
la deducción de ellos 1 P q dena pder~leJI.dad con respecto a reside precisamente en [A861 que <;e refipren a sm objeto' sin
. . , a no po er a uc11 nmgún [A85] f d - haber tomado de la experiencia nada para la representación de
mento preciso, m a partir de la ex erien . . . un a ellos. Por consiguiente, si es necesaria una deducción de ellos,
razón, que tome nítido el d h pI cdia, m [a partir] de la
p erec o a uso e ellos. i+1 ella deberá ser siempre [una deducción] transcendental.
ero entre los varios conceptm ue f .. Sin embargo, de estos conceptos, como de todo conocimien-
entremezclado d ¡ . . q orman el tejido muv
- e cononmiento humano hav 1 , to, se puede buscar en la experiencia, si no el principio de su
estan determinados tamb·. ', a gunos que
mente independiente de t~en para e. us~ puro a priori (entera-
1 posibilidad, al menos las cama<; oca5ionales de su generacion;
de ellosº;2 re . . da e'<penencia), y esta competencia en cuyo caso las impresiones de los sentidos dan la primera
blecer] la leJ~:~~~~~e~:;:i una deducción; ~orque para [esta- ocasión para abrir respecto de ellos toda la potencia cognosci-
[tomadas] de la ex . . uso no. son suficientes las pruebas tiva y producir la experiencia, la cual contiene dos elementos
- . penencra, pero s111 embargo uno debes b muy heterogéneos, a saber, una matena para el conocimiento,
como
tomados que esos . co ~cep tos pue d en referirse a objetosa no
es de er [materia] procedente de los sentidos, y una cierta forma de
ción de Ja expenencra alguna
- · Por JI
eso, amo a la explica- ordenarlo, procedente de la fuente interna del puro intnir y
objetos rn manera
la d d como - conceptos p ue d en re f enrse . a priori a
del puro pensar; los cuales, sólo con ocasión de las primeras,
1
:- e-uccwn transcendental de ellos, )' la distingo de la se ponen en funcionamiento y producen conceptos." Tal ras
deduc c10n empzrzco., q 1 • treo de los primeros esfuerzos de nuestra facultad cognoscitiva
ha sido adquirido por::i:u~stra. a manera como un concepto
P nenoa Y por reflexión b - para ascender, de percepciones sing11lares, a [Bl 19] concepto<;
que por tanto no concierne a la le . . . ,. so re esta, y universales, tiene sin duda su gran utilidad, y hay que agrade-
el cual se ha ori2inado 1 . - git1m1dad, smo al hecho por
o a poses1on cer al célebre Locke que haya abierto, el primero, el camino
[B 118] Ahora tenemos ya dos cl~se d
enteramente diferente q d s e conceptos de especie
' ue concuer an empero entre sí en que
para ello. Pero con ello nunca se obtiene una deduwón de los
conceptos puros a priori, porque ella no se alcanza, de ninguna
manera, por este camino; pues en lo que respecta al uso futuro
347. En el original: «el derecho almo -1 . de ellos, que tiene que ser enteramente independiente de la
Pero también pod1ia entende . l e.·"· Segu1mo~ a Ed. Acad. experiencia, deben mostrar un certificn.do de nacimiento muy
impersonal «uno» como . drse que el dgemtivo se refiere aquí al SUJ. eto
' si !Jera· «e erecho al diferente de [aquel que certifica] su procedencia de la expe-
42. Como si diJ·era· . t · ._ uso que uno ha<e».
3 · «V es a pretension de ell os, d e ser competentt>s riencia. A esta derivación [A87] fisiológica [así] intentada, que
para ta l uso a priori». ,
343 · Tamb·ien pouna
.J - entenderse· "'ªman
pueden refe1irse a objetos». Véase. l era como conceptm a pnori 344. Probablemente haya que entenrler aquí: «Los cuales [es dern. el
dice: «solamente se pu d 11 e pasa¡P paralelo de A 56 = B 8 l que pnro intuir y el puro pemar] sólo <On orasión de las 1mp1 es1ones sen so
e e amar tnim<endent 1 1 . '
que estas representacione 5 no d . ª e conocimiento de riales se ponen en acción y prodn<en conceptos». Pero también pnede
[por la cual se explica) cóm son e ~ngen empírico, y la po5ibilidad entenderse «con ocasión de la primera», es deli1, de la materia
objetos de la experiencia». o, sm em argo, pueden referine a prion a
¡,v\M."cNU:L KA 'ff Cf(Íll< t\ DE L"c RAZO.'< Pl R."c
160

no puede llarna1se propi,tmente deducción, porque concierne contrario, con los co11ceptoo purnJJ del entendumento comienza la
a una quaeJJtwnem faLl1, la llamaré, por eso, la explicación de ineludible necesidad de buscar la deducción transcendental, no
la posesión de un cu11ucirn1e1itu puro. Es claro, por tanto, que sólo de ellos mismos, sino también del e~pacio; porque, puesto
de éstos"' sólo puede haber u1M deducción transcendental, que ellos hablan'"" de objetos, no mediante p1edicados de la
v nunca una empíuc..i., y que esta última, con respecto a los intuición y de la sensibilidad, sino [mediante predicados] del
~onceptos puros a pr 1011, no consiste sino en vanas tentativas pensar puro a priori, se refieren universalmente a objetos sin
en la~ que sólo puede ocuparse quien no haya comprendido la [atender a] ninguna de la~ condiciones ele la sensibilidad; y no
naturaleza enteramente peculiar de estos conocimientos. estando fundados en la experiencia, tampoco pueden mostrar
Ahora bien, aunque se admita la única manera de una objeto alguno en la intuición a priorz, en el cual hayan fundado
posible deduccióu del conocimiento puro a prwrz, a saber, la su síntesis antes de toda e-'.periencia; 350 y por eso, no solamente
[que se efectúa] por la vía tianscendeutal, de ello no resulta, despiertan sospechas acerca de la v,lliclez objetiva y los límites
sm embargo, que ella"" sea mevitablemente necesaria ..Más de su uso, sino también toman ambiguo aquel wncepto de e!Jpacw,
auiba hemo~ persegrndu los conceptos de espacio y de tiempo, porque se inclinan [B l'.21 J a usarlo más allá ele las condiciones
mediante una deducción transcendental, hasta sus fuentes, y de la intuición sensible, por lo cual también fue necesaria, más
hemos [B l'.2.0j explicado y determinado su validez objetiva a al!iba, una deducción transcendental de él. Así, pues, el lector
prwrz.J·>' Sin emb<11go, la geometría sigue su marcha segura por üene que estar convencido de la ineludible necesidad de tal
puros conocimie11tos a prw11, sin tener que pedirle a la filosofía deducción transcendental, antes de haber dado aun un solo
una carta credencial acerca del origen puro y legitimo de su paso en el terreno de la ra¿ón pura; pues de otro modo procede
concepto fundamental de espacio. Pero el uso del concepto, a ciegas, y después de haber andado errante por varios lugares,
en esta ciencia, solo se dirige al mundo sensible externo, de debe volver a la ignoranua de la cual había par ticlo. Pero tam-
la mtuición del cual el esp,tc10 es la forma pura, en la cual,3'' bién debe entender distintamente c!e antemano la inevitable
entonces tiene su evidencia inmediata todo conocimiento dificultad, para no quejarse de la oscmidad, allí donde la cosa
geométri~o, porque se funda en la intuición a pnori, y [en la misma está envuelta en espesos velos, y para no desanimarse
cual] los objetos son dados a prwr1 (en lo que respecta a [A88] demasiado pronto [A89] por [la tarea de] despejar obstáculos;
la forma) pm el conocimiento nusmo, en la intuición. Por el porque se trata, o bien <le abaudonar por completo todas las
pretensiones de cog1üciones de la razón pura, el terreno más
preciado, 3 ' 1 a sabet, [el que eslaj más allá de los límites de toda
J.:f.5. E> deci1, de lo> concepto> pu1 os a prio1 t anles mencionados. experiencia posible, o bien de llevar a su perfecta realización
T.i.mbién podrí,t entende1>e: "E" dd!O, por tanto, que sólo d_e éstos
puede habe1. .. ». Seguimo> una <.onección de E1dnunn, recogida pm esta investigación crítica.
Schnmlt.
3.-f.6_ «Ella» es aqm. la deducción traw,cendental del conoumiento
a priori. 349. En singular en el 01ig11Ial: «h,1bla». Seguimos a Ed. Acad.
347. T,1111b1en podrí,1 entende1>e: «... y hemo> explic,1do y determüMdo 350. También pod1ía entenderse: «tampoco pueden mo;,trar objeto
a p1101i >U ,aJidez objell\ct». alguno en la mtmuón a pnor~ ea]" cu.i.l [mtmc1ón] fundaban su síntesis
,).:f.8 E> de cu, en l,t for rna pm a, pe10 también podría entenderse «en el ante:, de toda expe1iencía».
cual», e> decir, en el mundo de lo, sentidos. Nuestra traducción parece 351. Como sí dijera: «se trata_ o bien de abandonar el terreno más
umfirmad" poi De Vleescl1ctu1;e1: La déd1utivn, ,·ol. II, p. 163. preciado, a saber...».
CRITICA DE LA RAZON PURA 163
IMMANUEL l<A'H
sensible [B 123] deban ser conformes a las condicione'i formalPs
. Más arriba, al r~ferimos a los com eptos de espacio y de de la sensibilidad que residen a p11on en la mPnte re'iulta dar o
tiempo, hemos podido hacer comprPnsible fácilmente cómo porque de otro modo no serían objetos para nosotros; pero
es qu_e éstos, com_o conocimientos a pmm, sin embargo deben que además deban ser conformes también a las cond1oones
refenrse 1~ec_esanamente a objetos; y [cómo] hacían posible que requiere el entendimiento para la urndad''' <;1Dt('t1ca del
un co_noc'.m1ento sintético de ellos, mdependiente de toda pensar, eso no es una inferencia tan fácil dP entender. Pues ]o,
expeneno~ .. ~ues como sólo por medio de tales formas puras fenómenos bien podrían estar, acaso, constitmdos de tal ma-
de la sens1b1~1dad un objeto puede aparecérsenm, es decir, nera, que el entendimiento no los encontrara ronforrne'i a la"
~uede ser objeto de la intuición empírirn, entonces espacio v condiciones de su unidad, y [de tal manernJ qne tocio estm 1e1 a
t1em~o. ~on inhlicio?~s. puras, que ron tienen a prwri la [B 12'.Íj en tal confusión, que p. ej. en la serie de lo5 fenómenos no se
cond1c10n de la pos1b1hdad de los objetos como fenómenos v ofreciese nada que suministrase una regla de la sínte'ii'i, y que
la síntesis en ellos tiene validez objetiva '' correspondiese, por tanto, al concepto de causa ) efecto, de
Por el contrario, las categorías del entendimiento no noc; manera que este concepto sería, entonces, enteramente vacío,
presentan la.s c~n.~iciones bajo las cuales los objetos son nulo y sin significado. No por ello lm fenómeno<; cle¡arían de
dados ~m la mtm~10n; por consiguiente, pueden, por cierto, [A91] ofrecer objetos a nuestra intuición, pues la intuición no
aparecersenos objetos, sin que deban referirse necesariamen- necesita en modo alguno de la'i funciones del pensar
te a funciones del entendimiento, y [sm que] éste, por tanto Si uno pensara librar'ie de las fatigas de esta nn estigación
contenga a przorz las condiciones de ellos. Por eso se present~ diciendo que la experiencia ofrece incesantemente Pjemplo'i de
aquí una dificultad qne no encontramos en el terreno de la esa regularidad de los fenómenos, que dan suficiente ocasión
sensibilidad, a saber, cómo condwonfs mh¡etwas del pensar han de para abstraer de ellos el concepto de causa, y para acreditar a la
tener vabdez ob;etwa, es decir, [han de] suministrar condiciones vez, con ello, la validez objetiva de tal concepto. no notaría que
de la ~osibilidad. de todo conocimiento [A90] de los objetos; de esa manera no puede, en modo alguno, <;urgir el concepto
pues sm las f~nc10nes del entendimiento pueden, por cierto, de causa; sino que él, o bien debe estar fundado enteramente a
ser dados fe?o~enos en la intuición. Tomo p. ej. el concepto de prwrz en el entendimiento, o bien debe [B 12 4] 'iel abandonado
causa, que s1gmfica una especie particular de síntesis en la cual por completo, como una mera ilusión. Pues ese concepto exige
a continuación de algo A es puesto algo enterament~ diferente absolutamente que algo A sea de tal naturaleza, que otro algo
B, según m~a regla. 1 ; 2 No está claro a pnorz por qué los fenó- B le siga neresarzamente y según una regla absolutamente umversal.
men~s habia? de contener algo semejante (pues no se puede Los fenómenos suministran, desde luego, e asos, a partir ele los
aduc1r expenencias como prueba, porque la validez objetiva cuales es posible una regla según la cual algo acontece habitual-
de este concepto _debe poder ser expuesta a priori) y por eso es mente, pero nunca [dicen] que el resultado sea necernno; por
dud_oso a frzorz s1 un concepto tal no c;erá quizá enteramente eso, la síntesis de la causa y el efecto po5ee una dignidad que
vac:o y [s1 acaso] ~o encontrará en ninguna parte, entre los no se puede expresar empíricamente, a <;aber, que un efecto
fenomenos, un objeto. Pues el que los objetos de la intuición no solamente se añade a la causa, sino que e'i puesto pm mrd10

352. Kant_ corrigió esta frase en su ejemplar impre, 0 , y puso: «es 353. En el origmal, en lugar de «tm1dad» (Fwhnt) dicP «comprPn,1ón»
ku~sto segun una regla.ª pnon, e' deci1, dP manera necP,~ria». {Según (Emncht). Segmrnos a Ed Acad.
r rnann: Narhtrage, numero XLIX, citado por Schrnidt).
IM~L'\f\l l::L KAf\T CR!l I( A DE L.'.\ RAZ01' PL,R.'\

de ella, y resultct de ellct. La estricta u1Ü\ersalídad de la regla empero, dos condiciones, sólo bajo las cuales es posible el
no es tarnporn una p10p1edad de las reglas empíricas, que por conocimiento de un objeto: en primer lugar la rntuzuón, por
mclucción no pueden recibir más que una [A~J:2] universalidad med10 de la cual el 1 '" es dctdo, pero sólo como fenómeno; en
compai dtiv,1, es Jeur, un<1 aplicab1l1dad [muy J exten<liJct. Pero segundo lugar el wncepto, por el cual [A.93] es pensado un ob-
el mo de lo'> conceptos pu10s del entendimiento se alteraría jeto que corresponde a e:,a intuición. Pero por lo que antecede
por completo. ~i se pretendiera tratarlos sólo como productos es ciar o que la p1 irnera conJic1ón, a saber, aquélla sólo bajo
e111pü1cus. la cual los objetos pueden ser intuidos, reside, Jb(I en lo que
re:,peda a la forma, a prwn en la mente, [) sirve] efectivamente
§ 1-1. "' Tránsito a la deducción transcendental de fundamento ele loo, objetos Con esta condición formal de
de las categorías ld sensibilidad concuerdan necesm íamente, por tanto, todos
los fenómenos, porque ,ólo mediante ella pueden aparecer,
Solo SlJll posibles do5 caso5 en los cuale~ una representa- es decir, pueden ser empíricamente intuidos y dados. Ahora
cion sinrelica '" y sus objetos pueden coincidir, [pueden] re- se pla11tea la cuesrión de o,i no precederán a p1 w1 z también
fernse necesari<1mente unos et otros/'º y [pueden], por decirlo conceptos, 3 bl como condiciones sólo bajo las cuales algo es,
así, encontrarse entl e sí. o bien cuando sólo el objeto hace aunque no intuido, sin emba1go pensado, en general, corno
posible Id 1ep1esent,tuón, o bien cuando sólo bta [Bl25] hace oLjeto;J"1 pues entonces todo [B 126] conocimiento empírico
posible <1! objeto Si es lo primero, entonces esta referencia es de los objetos es necesa11ameute conforme a tales conceptos,
sólo empüit a,) Ja representación nunca es posible a ptioti. Y porque sin presuponerlos a ellos nada es posible como objeto
este e5 el caso con el fenórneno 357 con respecto a lo que, en de la e.x.perieuua. Ahora bien, toda experiencia contiene, acle-
ellos, pe1 teuece a !et sensación. Pero sí es lo segundo, como md.s de la intuición de lus sentidos, por la cuctl algo es dado,
L.1 representación en sí miw1a (pues no se trata aquí de la también un conupto de un objeto que es dado en la intuición,
causalidad de ella''' por medio de la voluntad) no produce o apctrece; según esto, conceptos de objetos en general sirven,
su objeto en Lo qiu 1e;,pata a la existenlla, la representación como condiciones a priori, de fundamento de todo conoci-
es dete1 mmante a pno1t con respecto al objeto, cuando sólo miento de expe1iencia; en consecuencia1 la validez objetiva
poi medio de ellct es po,,ible w1wur algo como un objeto. Hay, de las categorías, como conceptos a p;1ori, se basará en que
sólo por medio de ellas es posible la expe1 iencia (po1 lo que
Jjf. La exp1e>1Ón «S l-h no está m en la pnmera edición, m en la toca a la fo1ma del pemar). Pues entonces ellas se refieren
:,eguud,1. Segurnw' cl Ed :\cad.
355 Se hct suge¡¡do lee1 "1 e presentaciones smtéticas», en plural, en
lug,u de «u 1u 1ep1e:,ent,1c1úu ;imét1Ld». (Sugerencia de Erdmann, 359. Es decir, el ulijeto.
1ecog1d,1 p01 Sd11rnclt). 360. En el origind]: «1e>iden». Segmmos a Ed. Acad.
356. Enllendct>e: 1efen1 se mutuamente, Id 1epre:,entauon a sus olijetos, 361. La expre>IOn "ª p1wrt,, puede tomarse tdmb1én como adjetivo,
y éstos a ella y no como adverbio; y emoncec, queda: «no precederán también
357. ::::.e ha ¡.Hopue>lo pone1 aquí «con lo> fenómenos>>, en plu1d!, para conceptos a p1iori».
p1 e:,e1 va1 l,1 Lülll 01 danc1ct cu11 el re>to de ]d hase (suge1 en u a de Gnllo, 362. La exp1e:,1ón «en general» puede tomarse también como adJe-
1ecog1cL1 poi Sclmndt) ti,o, y no como adve1b10. En e;,e caso queda: «pen:,ado como ob1eto
358 En el origmal: «de eJ,,. Segwmos a Ed. Acad. en general».
166 IMMANUEL KANT CRITICA DE LA RAZ01'< PURA

necesariamente y a priori a objetos dt• la experiencia. porgue por la apercepción ongma1 ia. ~?clas e<;ta'i facultarles tien~n:
sólo por medio de ellas puede, en general, <>er pt'!l'mdo cual- además del uso empírico, tamb1en uno transe., gue se refü 1f
quier objeto de la experiencia solamente a la forma, y gue es posible a pnon De e'ito he1~H~'i
[A94] La deducción transe de todos lo<; conceptos a pr1011 tratado ante'i, en la primera parte, con rPsperto a lo11mtuio1, [,\J ,¡
tiene, pues, un principio al cual tiene r¡ne dirigir<>e toda la intentaremos ahora comprender a las otras dos ¡taniltadP'>]
investigación, a saber, éste: que ellos deben ser conocidos'f' según su naturaleza.
como condiciones a prwrz de la po<>ibilid<td de la expe1iencia 101
(ya sea de la intuición que se encuentra en ella, o del pem<tr).
Precisamente por eso son neces<trios ronreptos que suministren
Sección segunda
el fundamento objetivo de la posibilidad de la experiencia. Pero
de la deducción de los conceptos puros
el desarrollo de la experiencia en la cual se los encuentra no
del entendimiento
es la deducción de ellos (sino su ilustración), porgue en él""
sólo serían contingentes. Sin esta [B l'.27] referencia onginaria
a una experiencia posible en la r¡ue '>f' presentan todos los DE LOS fUND".i\l'CNTO<; A PRIORI DE 1 "- POS!BIUD \D
DE LA EXPERlf i\ICI \
objetos del conocimiento, no Sf' podr m entender la referencia
de ellos'ºf a algiín objeto.
Oue un concepto haya de ser generado enteiamente a
Mas hay tres fuentes originari<tslf 7 (capacidades o faculta-
des del alma) que contienen las condiciones de posibilidad pno-;;, y haya de referirse a un objeto, atm~ue no. tenga. su lu-
ar en- el concepto de una experiencia posible, m consista en
de toda experiencia, y que no pueden ser deducidas, a su
vez, de ninguna otra facultad de la mente; a saber: sentido, ~lementos de una experiencia posible, e'i [algo] ente~amente
imagmaaón y aperreprión. En ellas se fundan 1) la 1inopsis de contradictorio e imposible. Pues en ese caso no tend:ia cn~le
lo múltiple a priori por el sentido: 2) la sfntesrs de ese múltiple nido algimo, porque no le corresponderí~ ninguna mtmoon,
por la imaginación; y finalmente 3) la umdad de esa síntesis ya que las intuiciones en general, por med10 de las cuales pue-
den semos dados objetos, constituyen el terreno, o el entero
ob'eto de Ja experiencia posible. Un concepto a Jmon que ~o
se ~refi~iera a ellas, sería sólo la fo11na lógica pai ª [constn l
111
363. Algunos traductores interpretan aqm ~rf'Conocidm», en lugar un concepto, pero no sería el concepto mi'imo por el cual algo
de «conocidos».
364. En el original: «de las experiencias» ~eguimos a Ed Acad. fuese pensado.
365. Es decir, «en ese desarrollo». PPro también podría entenderse
Por tanto, si hay conceptos puros a prror'., éstos no pueden,
«en ella», es decii. en la expe1iencia. por cierto, contener nada empírico; pero 'ilTl embarg.o deb_en
366. Es decir, de los conceptos o pnon ser puras condiciones a pnon para una e~penencia posible, solo
367. El texto que co:i1ienza «Mas hay tre> fuentf's origina1ias .» (A en Ja cual puede basarse Ja realidad ohJet1v.a de ellos
9-+) ) que termma «Y sobre este fundamento, el unico posible entre Por eso, si se quiere saber cómo <;On po~rbles In~ conceptos
todos. ha sido llevada [a térrnmo] ta111hién nuestra deducción de las puros del entendimiento. se debe investigar cuales .'e:~ l<ts
categorías» (A 130) pe1 tenece solamente a la pnmera ed1c1ón En la
segunda edición (B, 1787) fue smtitu1rlo por otro que pondremos a
[A96] condiciones a pnon de las que depende la pos1b1hdad
contmuación y que va desde B 127 hasta B 16!1 de la experiencia, que sirven de fundamento de ella aunque
168 l~Jtvl-'10/Uf:L KANT CRI ! !CA ú[ L.'.\ RAZOCJ PURA

;,e haga ab;,t1acc10n de todo lo empírico de los fenómenos. Un ellas, jamás se 0Iiginarío1 ,dgo como el conocuniento, el cual
concepto que e>..presara de maneia uni\ersal y suficiente esa es un todo de representaciones comparadas y conectadas.
condición fmmal y objetiva ele la experiencia se llamaría un Por consig1üente, si al sentido, porque él contiene, en rn in-
concepto pwo del entendimiento. Una vez que tengo conceptos tuición, una multiplicidad, le atribuyo una sinopsis, a ésta le
pu10s del entendmuento, puedo muy bien concebü objetos que corresponde siempre una síntesis, y la 1aeptivuladpuede hacer
qmza [sean] ünpo:,1bles, [oj quizá [sean], en sí mismos, posibles, posibles los conocimientos sólo enlazada con la e:,pontaneulad.
pero 110 puedan se1 dados en ninguna experiencia, pues en Ahora bien, ésta es el fundamento de una triple síntesis que
Lt coue>..ión de esos cm1ceptos puede haberse omitido algo se presenta necesaiiamente en todo conocimiento, a saber:
que sm embargo forma parte necesariamente de la condición [síntesis] de la aprehemwn de las rep1esentaciones como mo-
de una expe1ienc1a posible (concepto de un espíritu), o quizá dificac10nes de la mente en la intuición; de la reproduwón de
conceptos pmos del entendimiento sean ensanchados más de ellas en la imaginación, y su teconoc1mientoir.R en el concepto.
lo que la experiencia puede abaicar (concepto de Dios). Pero Éstas conducen a tres fuentes subjetivas de conocimiento que
lm elementos de todos los conocimientos a prwri, incluso los de hacen posible al entendim1c11lo mismo y, a través de él, [hacen
ficciones caprichosas y absurdas, no pueden ser tomados de posible] toda [A98] [la] e>.periencia, como producto empírico
la e>..peliencia (pue~ de otro modo no serían conocimientos a del entendimiento.
p11on), pero siempre deben contener la~ condiciones puras a
prwn de una experiencia posible y de un objeto de ella; pues Advertencia preliminar
de otro modo no solo no se pensana nada por medio de ellos,
La deducción de las categorías está ligada a tantas dificul-
sino que ellos mismos, sin datu, tampoco podrían ni siquiera
tades, y obliga a penetrar lan profundamente en los primeros
surgir en el pensar.
fundamentos de la posibilidad de nuestro conocimiento, que,
Ahora bien, estos conceptos que contienen a pnon el pensa-
paia evitar la extensión de lll1d teoría completa y sin embargo
miento puro en toda experiem.i,1, los encontramos en las catego-
no omitir nada en una investigación tan necesaria, me pareció
nas; y es ) a una deducción suficiente de ellas y una justificación
aconsejable antes prepar ctr que adoctrinar al lector mediante
de su validez obJt>l!va, [A97J ~i podemos demostrar que sólo por
los cuatro números siguientes; y no presentar sistemáticamente
medio de ellas puede se1 pensado un objeto. Pero como en tal
la exposición de estos elemento~ del entendimiento sino en
pensamiento opera algo más que la unica facultad del pensar,
la tercera sección, que vic>ne después. Por eso, el lector, hasta
a sabe1, el entenduniento, y [como] éste mismo, como facultad
[llegar] allí, no ha de dejM que lo aparte la oscmidad que es,
c.ognosciliva que tiene que referirse a objetm, precisa también una
explicación pm lo que respecta a la posibilidad de esa referencia, al comienzo, inevitable en un camino que todavía no ha sido
nunca hollado; [oscuridad] que, según lo espero, se iluminará
debemos considerar previamente las fuentes subjetivas en las que
en la mencionada sección hasta [llegar a] la comprensión
consisten los fundamentos a pnmz de la posibilidad de la expe-
nencid; [y debemos considerarlas] no atendiendo a la naniraleza completa.
empírica de ellas, sü10 a su naturaleza transcendental.
Si cada representación singular fuera enteramente ajena 368. Lite1almente: «1ecogmción>'. Sobre la equi\ alencia ele este tém1i-
a las otias, y estu\ 1erd, por decu lo así, aislada y separada de no con el ele «reconocimiento» véase De Vleeschau we1: La Jéductwn,
vol. II, p 265.
171
CRITICA DE LA RAZON Pl 'R,\
IMMl\Ni 'EL KA'ff
múltiple que ofrece la sensibilidad en su receptividad origina na
l. De la síntesis de Ia apre h enswn
. , en la intuición Tenemos. pues. una síntesis pura de la aprehemión
De clondequ·iera que surpn . nuestra .
sean producidas po l . f1 . s representanones. ya 2. De la síntesis de la reproducción en la imagi.nación
· r e m UJO de co>as e t '
mternas; ya se ha)•an . . d ' "- ernas, o por camas
, ongma o a p11on o -. Es, por cierto. una le) meramente empni( a [aquélla) segun
como f enómenos: ellas, [A90] co ' . emp.1nc:-amente,
mente, pertenecen al senfd . mo mochficac10nes de la la cual las representaciones que con frecuencia se han suce-
I o mte1 no v co t l dido o acompa:üado, terminan por asooarse unas con otra'>,
nuestros conocimientos está el , , - n:o a es, todos
la condición formal el 1 ~dso.metr os, en ultimo término a y con ello se ponen en una conexión segun la cl!Ltl, aun sin la
e senti o mterno a s b 1. ' presencia del objeto, una de esas representanones produce un
e cual todos ellos deb d ' a er, a tiempo en
l en ser or enado'i t d ' tránsito de la mente a la otra, <;egún una regla constante. l'ero
en relaciones. Esta b . ' conec a os, y puestos
es una o servac1ón crene l esta ley de la reproduC1ión presupone que los fenómeno'i mis-
poner por fundamento t d l .b ra , que se debe
1i . en o o o que sigue mos estén efectivamente sometidos a una regla tal. ) que en el
oda mtuición contiene en sí un - .. múltiple de sm representaciones tenga lugar, de conformidad
no sería representado como t l . 1 mult1ple que, empero,
el tiempo en la sucesió d l a '. s1 a 1:1-ente no distinguiera con ciertas reglas, un acompañamiento o una sucesión, pues sm
n e as impresion " eso, nuestra imaginación empírica nunca 1ecibiría nada pa1a
pues en cuanto conten d e, unas tras otras·
1 a en 1m 1175/antr · '
puede ser jamás otra cosa b 1' mnguna representación hacer, que fuera adecuado a su facultad, )' por consiguiente,
que a so uta unidad Ah b'
para ~ue d e este múltiple resulte unidad d l . . .. _ora ien,
permanecería escondida en el interior de la mente, como una
por ejemplo, en la representación del e. a mtmc1on (como, facultad muerta y desconocida para no'iotros mismos Si el
primer lugar el recorrer la lf r ·~spac10), es necesario en cinabrio fuera ora rojo. ora negro, ora liviano, ora pesado,
a él;3"9 acción que llamo 'l, mt u idp ICI ad, y luego el reunirlo si un ser humano mudara ora en esta figura animal, ora en
. · ·d ·' n eszs e la a'firehe - aquella; si en el día más largo el campo estm iera [A 10 l \ ora
.- l ns1011 porque está
dmgi -¡a· directamente a la int mnon a cual ofr cargado de frutos, ora cubierto de hielo y de nieve, entonces
un mu tiple ' pero no pued e nunca producir
' lo ece, por 1 cierto '
contenido precisamente en una rr'fire1mta 1• como ta , y como mi imaginación empírica no tendría ni siquiera la ocasion de
· recibir en los pensamientos al pesado cinabrio, al tene1 la
e lo una síntesis. e on, SI no concurre a
1 representación del color rojo; o si cierta palabra se asignara
Ahora bien, esta síntesis de la a reh .- ora a esta cosa, ora a aquella; o, también, si la nusma cosa se
también a prwrz, es dec· p em1on debe efectuarse
Ir, con respecto a las nombrara ora de una manera, ora de otra, sm que imperase
que no son empíricas p . ll representaciones
.l · ues sm e a no podr' en ello cierta regla a la cual los fenómeno<; estuvieran, ya poi
m as representaciones del es acio . mm.os tener a pnon
tas sólo pueden ser generada; <l· lll [lals]d[el tiempo; pues és-
me iante a AlOO] síntesis de lo
sí mismos, sometidos, entonces no podría tener lugar ninguna
síntesis empírica de la reproducción
Por comiguiente, debe haber algo que haga posible esta
reproducción misma de los fenomenos, al se1 el funclamento
369 . . u no esperana
- aquí «reunirla ld t>ll?" , f' s decn,
.
As1 parece entenderlo De VI a la mult1pll('idad a prwn de una unidad sintética necesaria de ellos. Pronto se
,e p b e ese 1am' e1 · L d d ·
2vV... o.lf ro ablemente «e']» se re fiiera a 1 múlt'· l a f urtwn, tomo II • p llega a ello, si se considera que los fenómenos no son cosas
o gang Carl Die Transzendmtale D;duk ip e an!es menc10nado (así en sí mismas, sino el mero juego de nuestras representac10-
Auflage der Knt1k drr rnnen Vernu zft E ¡. t10n drr Ratcgorun rn der enlrn
mann. 1992. P 154); pero tamb~én ·: ~ommentar Frankfurt: K.Joqter-
P e< e iefenne al «reconer».
CRÍ 1!CA l>E LO. RAZON PUKA 173
172 l\l~!Af\Ut:L KAi'<T
371
nes, lJ.Ue finalmente nenen a parar en determinaciones del tianscendentales de Ja mente, y en consideración a ella deno-
5entido inte1uo S1 poderno5, pues, mo5tidr que aun nuestras minaremos a esta facultad también la facultad transcendental
rnáb pu1 as intuicione; a p1w11 no pi oducen conocimiento de la imaginación.
alguno, salvo en la medidct en que contienen un enlace tal
de lo múltiple, que haga po5ible una síntesis integral de la
1ep1oducción, "º entonces esta síntesis de la imaginación [Al03]
e;tá fundada, aun a11te5 de toda e>.periencia, en principios
a Jn wll, ) se debe suponer una síntesis transcendental pura 3. De la síntesis del reconocimiento en el concepto
de ella, que si1 ve de ltmdamento de la po~ibilidad misma de Sin conciencia de que lo que pensamos es precisamente lo
toda experiencia (Ja cual [Al0'.2] p1esupone necesariamente mismo que pemabamos un momento antes, sería inúti: toda
la reproduct1bilidad de lo5 fenómenos). Ahora bien, es ma- reproducción en la serie de las representaciones. Pues se~ia una
nifiesto que s1 trazo, en el pensamiento, una línea, o si me repre 5entación nueva, en el e5tado actual, [represen,tac1on] que
propongo pensar el tiempo que va de un mediodía a otro, no corre 5 pondería al acto mediante el cual ha temdo q:1e .s~r
o también, si sólo quiero representarme un cierto número,
genera d a P oco a poco·, 1v lo múltiple de ella nunca consntmna
. .
debo p1imero, necesariamente, asir en el pensamiento, una un todo, porque Je [altana la unidad ~ue sólo la connenc1a
tras otra, estas múltiples representaciones. Pero si yo dejara puede sumini5trade. Si, al contar, olvidase que las umdades
que se me fuera del pensamiento la representación prece- que tengo ahora a Ja vista''" han sido añ~didas poco ~-poco
dente (las primeras partes de la línea, las partes previas del unas a otras por mí, entonces no con~cena la generac10n del
llempo, o las uni<lade5 1 epresentadas una~ tras otras), y no la conJunto mediante esta adición sucesiva de uno a uno, y por
1eprodujera al pasar a las siguientes, entonces nunca podría tanto, tampoco conocería el número; pues. este conce~to c~n­
surgir una representacion completa, ni ninguno de los pen- siste 5olamente en la conciencia de esa mudad de la smtesrs. _
samientos antes mencionados, y ni siquiera [podrían surgir] La palabra «concepto» 17 J podría conducirn~s ya por s1
las más puras y primeras representaciones fundamentales de misma a esta observación. Pues esta conCiencrn 1~na es lo
e5pacio y de tiempo. que unifica en una representación lo m~ltiple ~ntu1do poco
Ld síntesis de la aprehensión está, pues, inseparablemente a poco y luego también reproducido. Esta conC1enc1a puede
enlazada con la síntesi5 de Id rep10ducción. Y corno aquélla a menudo ser sólo débil, de manera que la conectamos con
constituye el fundamento t1amcendental de la posibilidad
de todos los conucimielltos en general (no solamente de
los ernpíncus, sino también de los puros a príon), la síntesis 377. No está claro a qué se refiere este «ella». Se ha propuesto corregir:
«ellas» con ¡0 que el antecedente podrían se1 las «accwnes tra~scen­
rep10ductiva de la imaginación se cuenta entre las acciones dental~s» antes mencionadas (sugerencia de Ei dmann, r~cog:i ª-por
S-h ·dt) Pero también podría entenderse «en wns1derac10n a la smte-
si~»il~a s~a la de la aprehemwn o l<t de la repwducción). La referenoa
a la mente, po:iible en e:ipañol, no es posible en a_leman.
370 'fambién podrü ente11de1>e. '"-¡ue una :iíntesi:, integral de la 1ep10- 372. Literalmente: «que :ie ueinen ahora ante nus senndos» . .
dwuón lo hdg,1 po:iibJe,, (di enlace). Véa:ie sin embargo De Vleeschau- 373. Las conullas, en la expresión «concepto», no están en el ongmal;
wei: La dedulltun, vol II, p. '.255. «la :,ínte:iis empírica de la asociación se >On agregado de e:ita traducuón.
entiende gi dcia;, a la oínteoio a prion de l.i illlu1uón fomrnl».
174
IMMA \ll J[[ f\ANT

CRiTlCA Df LA RAZÓf'< rl'f<A 17.s


Ja generación de la representacion sólo en el efecto, pero no
en el acto mismo, es decir, inmediatamente;"' [Al04] pero b cuerdan entre s1. co
_ n respec-to a éste;
.
no obstante esta diferencia, siempre se debe encontrar una l·eto' nece5ariamente
o[AJOS] con ague JI a lll11'dad en la que consiste
. d e b en tener
es dern, ..
conciencia, aunque le falte Ja cla1 id ad eminente; y sin ella son
enteramente imposibles los conci>ptos, y [juntamente] con elfo,, el concepto ~e un objeto como sólo tratamos con el nrnlt1-
el conocimiento de los objetos. Es claro, sm embargo, q.ue, va uel X que les corre'iponcle
l de nuestras representaciones,' q l diferente de todas
Y aquí es, entonces, necesario explicar qué se quiere decir Pe l
(el objeto), puesto ~ue tlen es nada para no5otros, [entrmces
. e que ser a go
con la expresión «un objeto de las representaciones». i 7 ' Más
arriba hemos dicho que los fenómenos mismos no son nada más nuestras representa~1ones, n;:
n~cesaria no puede ser otra c_os.a
que representaciones sensibles, que en sí deben ser considera- Ja unidad que el objeto hac . ·a en la síntesis del mulli-
qu e la unidad formal de la cEonnenos decimos: conocemos rl
dos precisamente como tales, '7h y no deben ser considerados l de
las representac1on· es. . ntonce.
.d d . te'tica en el mu- t1p· 1e
como objetos (fuera de Ja facultad representativa). ¿Qué se Pe f tu do um a sm 1. . .
entiende, entonces, cuando se habla CTP un objeto gue corres-
ponde al conocimiento, y que por tanto Ps diferente de él? Es
d
e
~la
ob'eto cuando hemos e ec ª.. l es im osiblc, si la inlmc1on
intuición. Pero esta [umdac_J
1 .da se~m peo-la por una fnncion
una r " , ..
fácil comprender que ese objeto dPIJe ser pemado sólo como no ha podido ser proc uc1 ' . ' ·a"R a pnon la rep10dncc1on
1
íntesis ta, que ll aga necesan epto en el cua l este !mtil -
de S
algo en general= X, porgue fuera de nuestro conocimiento no 'ble un conc . ¡
tenemos nada g11e pudiéramos poner frente a ese conocimiento del múltiple y haga pos1 s u11 triárwulo como objPto, a
como algo que le correspondiese. tipleJ se unifique. A s1,· pensamo "'

Pero encontramos gue nuestro pensamiento de la referencia


. · d cierta manera». Hemos i11te1pretado
~~ee<~~~>~como,un<i(como
d11pl~cfación ~: lt~a~~~:C~~1 litPralturadPl o-ramatKa
l<itín proh1lhr~
• _
de todo conocimiento a su objeto lleva en sí algo de necesi- , determinados 11 pnon P .. n contemda Pn él expi e
1
dad, pues éste es considerado como aquello que SP opone a
que nuestros conocimientos sean determinados al azar, o de sión «se oponP' si IH'ríl u ' , .
. éase la misma estruc o· ) V. ase
e
uin o bien prohibrt, quominus; v «orno «impedire, quo mmus» e,,

----
manera caprichosa, y antes bien [hacr) gue estén determinados A 5Ó9 B 537, traducida por Born 1 l l 972: " ... lo t¡ue les m1p.1de
a priori de cierta manera; l77 porgue ar tener que referirse a un v1' chauwer: La dédurt1on, vo . ' P· - \' las determina o pnon.
De ees esentaciones ser arbitrarias, , . es i ecisarnPnte la
a[ nuestras repr . - que nos hacemos del ob¡eto
J La representac1on P ·dad nuestras
. Poi esa neces1 · .
~
374. Se ha sugerido que debería entenderse: «de manera que la co- ... . de nuestras representac10nes. . UP están detPrmm<icfas
nectamos con el efeqo, pero no con el acto mismo, es decir, [no la necesidad.
C ·l· Die Tr11n,Jn den t11lr DeduÁtwn da
'<leales no son arb1tranas. smo
~o~iori»strucc1ones i
¡(':1;k
R~frg"ri;,
conectamos] inmediatamente con la generación de la representación» Contra esto Wolfgang drr remen lrrmmft Em Knnunr_n
(sugerencia de Adickes, iecogida por Schrnidt).
"' da mlm h<jfog1
t Frankfurt· Klmterrna~n,
r:i:r:r
d "".'_
170 e,,¡ m•" P"'' ''1H"'7"
¡,
«~~ «:s~a
375. Las comillas, en la expi esión «lln objPto <le In$ reprP>entnciones», stá enfrente» del cononmH'n o,
no están en el oiiginal; son agregado de E"ita traducción.
~]
o one» como si quis_iera eci: interpretación. tend11amos

~o
376. Es decir, deben ser consideradm romo reprPqentaciones semibles. . o diferente de este. Segun J Ps considerado como nqucllo
Literalmente: «que en sí deben ser c0ns1derados precisamente en esa ) es enfender «pues éste [(el objeto)) e nuestios conoc1miP1itos
qque
misma
de especie»;
esa misma o bien «que en sí deben Sf'r rnmi<ieuidos preci>amente
manera». ue está enfrent<ic¡o, ) [encontramos qu caprichosa, smo qup estan
- . d manera
· ados al aza1. m e
están deterrnm, : . d · ·ta manera».
377. Literalmente: «como aquello que se opone a que nuestros cono- detenninados o pnon e c1e1 . d ser tanto «función» como
cimientos no sean determinados al azar, ni de manera caprichosa. sino 378. El sujeto de «haga ne~e~an~~l~~:n~e·1;derse: « ... producida por
«regla», de manera que t<irn ie:a~egla que haga npcesana ... »
tal función de síntesis segun u
CRITICA DE LA KAZOI'< PURA 177

:,e1 con:,uente:, (_k la cumpos1uon de tres !mea!> rectas segun <1lgun objeto que cm respond1e1 a a nuestras mtmc1one~, pu e o
lllld regid de dCuerdu con id u1dl Ulld mtu1uon tal puede ser este no es nada ma5 que el algo del cual el concepto e""presa
repr esentddd en u1alqwer momento Ah01 .t b1u1, e!:.ta 1m1d11J tal necesidad de !.t 5mte~1,
dt La 1egla determma todo mull!ple, ) lo lurnt.t a cund1( 10ne:, Esta cond1uon 011gm,u 1a y transcendental no es ot1a que
que hacen po:,1ble L1 umdad dtc la .tpercepuon, y el concepto lct apenepuon twmlmdwtal [ '\ 107] La conuenc1a de s1 mismo
de esld umdild e:, L1 repre:,ent.tuon del objeto= X que pienso segun lcts determmac1one~ ele nuestro estado, en la percepc10n
med1.tnte los rnenuonddos pred1c.tdus de un triangulo mteuor, es merc1me11Le empHK<L, siempre mudable, no puede
[ >\. lOIJ] Todo cunuumrento reqmere un concepto, por h,1ber nmgun )O"º estable o peimanente en este flujo de fe
mu) imperfecto u obscu10 que este sea, pero este es, segun nomenos mternos, ) habitualmente se la lldma !Jent1do mlenw,
su forrnd, ;,1ernpre algo umversd!, y que sirve de regla Asr, o 11percepcwn empu ua Aquello que tiene que ser representado
el l onceptu de cuerpo, por la umd.td de lo mult1ple que es necernnamente como nume11camente 1dent1co, no puede ser
pemddo nwd1ante el, srrve de regla a nuestro conoumrento pensc1do como tal med1,mte datos emp1ncos Debe ~er una
de tenomenos e""terno:, Pero puede :,er una regla de !ds mtm condrc10n que p1ecede a toda expe11encia, ) que la hace po
uones solo porque repre:,ent.t Id repruduccron necesana ele lo s1ble a esta rn1snM, Id que pone en v1genc1d tal pr esupos1uon
mult1ple de Ju:, fenomenos cl.tdos, y por tdnto [representd] ],1 tldnsce11de11tc1l isi
urnddd smretic<l en lit coHC!enua de ellos As1, el concepto de Ahord bien, en nosot10s no pueden tener lugar conocnmen
cue1 po, ante una per cepuon ele digo fue1 a de nosotws, hace tos, 111 nmgunc1 umdaJ de dlo5, m cone""10n de ello5 entre si, sm
11eces<lna la 1ep1esentac10n ele la exte11s10n, ) con ella, Id de aquelld umddd de la conuencict, [umdad] que precede a todos
la nnpenetrc1b1!tdad, la de l.t figu1a, etc los d11t1J de las mturc10nes, y solo con referenua a la cual es
[n el funddmento de toda neces1dc1d esta sremp1 e una con posible cualqmer representauon de objetos A esta conc1enc1a
d1c10n trdnscendental Poi tanto, debe hallc11se un fundamento pura, 011gmana, 111\ a11able, l,t 11.tmare la aperlcpaon transcen
transcendental de la umddcl de la conuenua en la smtes1s de dental Que ell.t me1 ece e~e nombre, es algo que se ad\ rerte) a
lo mult1ple de todas nuestras mtmcrones, ) por tanto, tamb1en d.tramente porque aun L1 mas pma umdad objetiva, a sabe1,
[en la ~mte:,b] de los conceptos de los objetos en gener,d,) por Id de lo~ conceptos a prwn (e~pac10 )' trempo 1 es posible solo
comrgwente t.tmbren [en la ~111tes1sJ de todos los objetos de Id por referenua de l<ts mtuuone~ a ella L<t umclad numenca
exper ieuua,' 1 [fundamento J sm el cudl se11a imposible pensar de esta apercepcron sin e, pues, a przo1 z de fundamento de

379 T,1mlnen rod11,t eutende1se ") pm tanto, tamb1en [un fun<ldmento 380 L 1te1almente mngun, rrm,mo», o mngun «JIH mismo> (Selbst)
tr.mscen<lental de lo, concepto;, de lo::. objeto;, en gene1,d, y poi cons1 381 No e:,ta dd10 rndl t» el 'UJeto de e:,la fiase,} cual e:, el objeLO duec
1;,u1ente Lunb1en [un funddmento t1drnceudeuL.tl] de todos los objetos de to :,1 el >Ujeto eo l<.t «cond1uon reuen menc10nada, )' la presupo:,1c10n
Id e>.pu1e11u,t De Vleeo,d1duvve1 (La dedullwn t1wwcendantale, \ol II, p es el objelO du eclo, o :,1 es ld e'-peuenc1a la gue pone en \ 1genua, a su
1t:dJ rnd!Ld gue encont1amos, eu ]d umcfad <le L1 smtes10, «l) ]a smteo,1s veL, a ld pre:,upo:,1uon o cond1uon Pctton mle1 pi eld «La expenenoa,
de Li di\ e1s1d id de nuestid.> mtu1uoneo., 1) loo conceptm de objetos 3) d su \ ez debe !Mce1 vdhdu e;tt:. fündamentu tlanscendentdl (o esta
todos lo'> con(_eptos de la expei1cnuM Esto p.uece d]JO)dl Id deuown pieoupo>1c10n)» He1bert J.unes P.iton Aant'; A1etaphpn of Etpmenie
de entender gue lm. gemtnm, se 1efie1en d e;,a srnteo1> Vease tamb1en A Commenlm) 011 tlu Fmt Holj oj tlu Alltil du remen Vernunjt London
\\ Cail Dtt Tra1tk_endwtale Dcdultwn do Aallgumn, p 177 Geo1ge ~!len &. U1rn m, 1()70 1 1936 , tomo 1, p -109
179
CRIT!CJ\ DE Lt\ Rl\ZOt\ pi 'R'
178 IM~1J\ '\' IFL 1-\J\ 'd

, <;on lo<> úmco'> 0 b ¡etos ¡i-


\ \0\1] que
todos los conceptos, tal como la mult1phcidad del e<>pacio y laciones Los fenomeno'i d te \ anuelln que en ello'
d ·nme 1atamen , '·1 )
del tiempo [sine de fundamento de] todas Jao; intuicione5 de
la sensibilidad
1 pueden sernos d a os I 1 b t <;e llama mtuic1on 1 en>
se refiere inmediatamente a o 1~ o sma«; <;1110 que -;on. ello<>
[A 108] Precisamente esta unidad transcendental de la cosas en <:I mi ' , 1-
estos fenómenos no son - , l \ ez tienen 'ill oo1eto,
apercepción hace, de todos ]05 fenómeno<> posibles gue pu , tanone<:, que a 'il
mismo'>, solo i epre<;en d intuido por no'>otros, \ p01
dieran estar Jlmtos en una experiencia, una concatenación de \ el cual, entonces, ya no p_uP e se;mpínco, es denr, \Pl ob¡eto]
todas esas representaciones, según leyes. Pue<> e5ta unidad de eso podría llamarse el obJelo no
la conciencia sena imposible, si la mente, en el conocimiento transcP!ldental =X b. to tramcPndental 1que pfec
de lo múltiple, no pudiera hacerse consciente de la identidad , o de P<;tP o JE'
El concepto p111 . X tocjos nuestro<; con<x1
·d' t co - en
de la funoón por la cual ella N lo enlaza sintéticamente en .i
tivamente es siempre l en 1 ,J - / eºtro'i conceptos empÍI ic
ºen touo'i nn ' l
º'
un conocimiento Por consiguiente, la conoencia originaria mientos) es aquP 11 0 qnc f , m oh¡cto, P'> ( el ir,
¡ necesaria de la identidad de sí m15mo es a la vez una con- . . ene1a1, re erenn,1 a 1 'd
11ede q1mm1strar, en g t 1 o11< ppto no p11E e
ciencia de una unidad igualmente necesaria de la síntesis de
P . 1'1 Ahora bien, PS e
realidad objetiva .. , d . ada '\ no com wrne a
todos los fenómenos según conceptos, es decir, según reglas · t icion etermm , ,
contener ninguna m u .d d debe encont1 a1 sP pn un
gue no sólo los hacen necesariamente reproducibles, sino nada más que a a~ue_lla un~:la ~uE'edida en q11e [P<>e mult1ple]
tambien determman, por ese medio, un objeto para la intui- multiple del conoc1m1ent~, p e<;ta i pfe1 enc1a no e'> otra
ción de ellos, es decir, [determinanj el concepto de algo, en · n b1pto ero t
tiene referenoa a u 0 J . de la conoPnoa, \ poi tan o
el cuaJl' 3 ellos están concatenados nece<;a11amente; pues sería cosa que 1a un1 a d d npcesana '
1 1 [ f ctuada] nor a un< ion1 f
imposible que la mente pudiera pPmar, a przon, la identidad , t . del mu t1p e e e r l
también de la sm es1s l a repre~entac ión A iora
de sí misma en la multiplicidad de <;us repre<;entaciones, si no d nlazar o en un,
comun de la mPnte, e e , deradd corno necP""ºª
ttniera ante la vista la identidad de la acción suya, que somPte ·¿ d debe ser cons1 '
bl·en ' como esta um a do el conoon11e
nto <;P quPdz,na '>IT1
toda síntesis de la aprehensión (<"¡ue e<> empírica) a una unidad a pnon (pue<: de otro mo
transcendental, y hace posible. ante todo, su concatenación l~•
según reglas a priori Ahora porliemos deterrnmar más exac- rnanei ;-i que quede "E''
este paszt¡e el e t r
tamente nuestros conceptos de un ob¡eto en general Todas las 385 Se ha sugPn d o corrPgi 1 to' ern íncos puede <;umm1s I a,
representaciones tienen, como n>p1 e<;entaciones, su ob¡Pto, y nne a todos nuestros roncep d p I eahd;id ob1et1\ ª" A ,1
aque110 -1 )b]eto es f'Cll, ' y¡
pueden ser ellas mismas, a su 'ez, objetos de otras represen- enei al, referenciaª un e ' coment::mos De ee
~~, ~~c~d \V. Car\ aclopta esta '°\:e~~~~, :1to, exp\1c-a " el objeto
schauwe1, sm refenrse d¡rectamen la n~ces1dad de pemRr una plu
transcendental ( J no es otra co<;a qu~onnai an una umcbd irnh>olublr
382 La expresión «ella» ha sido discutid¡¡ por lm editores y los mtér- de 1ep1esentac10nPs como s1 i nne \;-i H'ctlidacl ob1eti'"1
pietes, ;a que el témm10 que hemos trddl'cido como «mente» es neutro ral1dad
, d .t ¡ ps nt1 a cos, -1 ' \
[ J El objeto transcen e,1 a n 0 , s» Con ello, pa1 ene1 a wc ma1 se
en alemán Al establecei una conrordanr1a con «mentP», adopt:imos tios conoc1m1ento' empmco IDe Vleesc h,unvet La
una sugerencia de Wille, recogida por Schrmdt d e nu es la c01recc1on ' \ , \a
or el texto onginaL Y no po 1 '.(()(l\ Lsta p,11 ere 'f'l tam i;cn ,
383. «En el cual», es dern. en el concepto, pero también podría en- ~rdurtwn tramrrndantale, 'ol ll, P l explicar el te'ctO ongm,1\ '111 L1
tenderse. «en lo cual», es dectr, en el «algo» mterpretac1ón de Vmhmger, qm~1 ,1 facto1' smtet1co rn la> rep1 p-;en
384 Es decn, la mte1cone'c1ón (coherenr1.i) ele la síntem de la apie- , ) alncle a la prPsenna e un 2) ' ')()
correcc1on , H Vaihmger- [)ed11kt1nn, pp '
hensión (según W Car! Die Tran1;:.mdmtal1 Drd11!.t10n, p 182) tac10nes sensibles ans ~
180 IMMAi\l;EL KANT CRÍ 1ICA U[ LA RAZOC< PL,RA

objeto), la referencia a un ol>jeto transcendental, es decir, la p01que le faltaría [al conocimiento]'" la conexión según leyes
realidad objeti\ a de nuestro conocimiento empírico, se basará uni\ersales y necesarias,) por mnto, él sería, por cierto, intui-
cu ld [A 110] ley transcendental de que todos los fenómenos, ción desprovista de pensamiento, pero nunca conocimiento,
en la medida en que mediallte ellos han de sernos dados y por tanto, para nosotros no sería nada.
objetos, deben estar bajo reglas a priuri de la unidad sintética Las condiciones a pnO/ t de una experiencia posible en gene-
de ellos, sólo según las cuales es posible la relación de ellos ral son a la vez condiciones de la posibilidad de los objetos de
en la illtuición empírica, es decir, que ellos deben estar, en la la experiencia. Ahora bien, yo afirmo: que las wtegorías recién
experiencia, sometidos a condiciones de la unidad necesaria mencionadas 3ºº 110 son nada más que las w11düiones del pensar, en
de la apercepción, tal como en la mera iutuición [deben estar una experiencia posible, así como el e5paáo y el tiempo contienen las
sometidos] a las condiciones formales del espacio y del tiempo; wndiciones de la intuición para ella. Por tanto, aquéllas son tam-
y aun má:>: que [sólo] mediante aquélla3 ~" se hace pmiLle, ante bién conceptos fundamentales para pensar objetos, en general,
todo, cualquier conocimiento. que correspondan a los fenómenos, y por tanto tienen, a prior~
validez objetiva; que era lo que propiamente queríamos saber.
-!. Explicación provisoria de la posibilidad Pero la posibilidad, e incluso la necesidad, de estas catego-
de las categorías corno conocimientos a priori rías, se basa en la referencia de tuda la semibilidad, y con ella,
también, de todos los fenómenos posibles, a la apercepción ori-
Hay sólo una experiencia, en la cual son representadas todas
ginaria, en la cual todo, necesariamente, debe ser conforme a las
las percepciones en concatenación integral y conforme a leyes;
condiciones de la integral unidad de la conciencia de sí mismo,
a:>í como hay sólo un espacio y [mi] tiempo, eJJ los cuales tienen
es decir, [A 112] [toJo] ddw estar bajo funciones universales de
lugai todas las formas del fenómeno y toda relación del ser o
símesis, a saber, de la síntesis según conceptos, sólo en la cual
del no ser. Cuando se habla de diversas experiencias, son sólo
la a percepción puede demostrar a priori su integTal y necesaria
otras tantas percepciones, en la medida en que ellas pertenecen
identidad. Así, el concepto de una causa no es nada más que
a una y la misma experieHcia wúversal. Pues precisamente
una síntesis (de aquello que sigue en una serie temporal, con
en la unidad integTal y sintética de las percepciones consiste
otros fenómenos), según conceptos; y sin taJ, unidad, que tiene su
la forma de la experiencia, y no es nada más que la unidad
regla a priuri y que se impone a los fenómenos, no se hallaría
sintética de los fenómenos según conceptos.
la unidad integTal y universal -y por cofüiguiente, necesaria- <wi
1A11 l J Una unidad de la sínte~is según conceptos empíricos
de la conciencia en lo múltiple de las percepciones. Pero éstas,
sería enteramente contingente; y si éstos no se basaran en un
entonces, no pertenecerfan a experiencia alguna, y por tanto
fündamento transcendental de la unidad, sería posible que una
no tendrían objeto, y no serían nada más que un juego ciego
muchedumbre de fenómenos llenara nuestra alma, sin que
de las representaciones, es decir, menos que un sueño.
de allí pudiera jamás resultar una experiencia. Pero entonces
quedaría suprimida toda referencia del conocimiento a objetos,
387. También podría entenderse: «le faltaría [a la referencia]».
J86. E:, decii, mediante ),1 1mH.L1d de la apercepción. Pero también 388. Ed. AcaJ. trae: «que las wltgorlw mencionadas más arriba».
podrM entende1;e: «medi,mte aquéllas», es decir, mediante las reglas 389. Lo> guione:, en la f1a;,c: «-y p01 consiguiente, necesaria-» son
o L1; condiciones ante;, mencionad<1s. agregado de esta traducción.
CRITICA DE LA RAZON PURA 183

![síntesis] de la aprehensión). Ahora bien, la representaci{m de


Todos los intentos d e d e d uor · d e ¡a experiencia aquellos una condición universal según la nial (y por t<into. de la mi,ma
conceptos puros del entendimiento, v de atribuirles un origen manera) Nl puede ser puesto cierto múltiple. se llama una regla;
meramente empírico, son, pues, ent~ramente vanos e inu'tiles y si debe ser puesto así, [se llama] una ley. Por tanto, todo<> los
Nd ª a di'd
re e qu~. P· ej., el c~ncepto de una causa lleva consigo el·· fenómenos están en una integral conexión según [A ll +] leyes
rasgo de Ja ne_ces1?ad, que mnguna experiencia puede dar, [pues] necesarias, y por tanto, [están] en una afimdad tmnsrmdmtal. de
ella. nos ensena, ciertamente. que un fenómeno habitualmente la cual la [afinidad] nnpínm es mera consecuencia.
le s1gu~ ª!go difer~nte, pero no, que eso debe seguir] e necesaria- Oue la naturaleza ha va de regirse por nuestro fundamento
mente, m que de el, como condición, se pueda inferir a priori v o:;ubj;tivo de la apercep¿ión, y que incluso haya de depPnder
con :~mpleta universalidad. la consecuencia. Pero aquella re~I~ de él, en lo que respecta a su conformidad a le) es, [es algo
e~pmca de la asociación, qne hay que suponer en todo, cuando se que] ciertamente suena muy paradójico y ext1año. Pero si
die: q~e todo, en la serie sucesiv-a cle ]o<; [A I 13] acontecimientos se reflexiona que esta naturaleza no es. en sí, nada más que
está SUJeto a reglé!S de tal manera, que nunca ocurre nada a lo qu~ un conjunto de fenómenos, y por tanto, no es una cosa en sí,
no.preceda algo a lo_cual siempre sigue: esto, pregunto yo, como sino meramente una muchedumbre de representaciones de la
l~y?: la ~atura]eza ¿en qué se basa? ¿y cómo es posible esa aso- mente, entonces no causará asombro que sólo en la facultad
CiaCio~ r:i1sma> El fundamento de la posibilidad de la asociación radical de todo nuestro conocimiento, a saber. en la apercep-
de] multíple. en la medida en que está en el objeto No sella J
~fimdad ~s explic~: 1:
ción transcendental, se la vea en aquella unidad sólo gracia<; a
riel .múltiple. Pregunto, entonces, (cómo la cual ella puede llamarse objeto de toda experiencia posible,
mtegraJ afimdad de los fenómenos (por la cual ellos están sttjetos es decir, naturaleza/" ni que precisamente por eso podamos
a leyes constantes, y deben sttjetarse a ellas)? conocer a priori, es decir, como necesaria. esa unidad. a lo
~lla es muy comprensible según mis principios. Todos los que quizá deberíamos renunciar/" 1 si ella fuera dada en sí,
fenomenos po~ible.s pertenecen, como representaciones, a la independientemente de las primeras fuentes de nuestro pensar.
completa co_~oenc1a posible de sí mismo. Pero de ésta, como Pues entonces yo no sabría de dónde tendríamos que tomar
repr~s:ntac10n ~ranscendental, es inseparable la identidad las proposiciones sintéticas'"; de tal unidad universal de la
nu~er:ca. y ~s cierta a priori. porque nada puede llegar al co- naturaleza va que en ese caso se debería obtenerlas de los
noom1e~to, s1 no es por medio de esta apercepción originaria. objetos de' I~ naturaleza misma. Pero como esto sólo podría
Ahora _bien: como esa identidad necesariamente debe intervenir ocurrir empíricamente, entonces de allí no 5e podría extr<ier
en la smtes1s de todo múltiple de los fenómeno<;, en la medida
en que ella ha,ra de llegar a ser conocimiento empírico, 101 en-
tonces los fenomenos están sometidos a condiciones a priori a 392. Quizá haya que entender aquí: «(\- por tanto, [siempre] de la
las cuales debe ser adecuada de todo en todo la síntesis de ellos misma mane1a)».
393. Literalmente: «entonces no camaní asombro verla sólo en la
facultad radical de todo nuestro conocimrento, a saber, en la a¡wr cep
390 elEsdecir·e
Per~ o .1 17 la n;e d.d
r a en que esP fundamento está en el objPto. ción tramcendental, en ;iquella umdad sólo gi-acias a la cual ella puede
llamarse objeto de toda experiencia posible, es decir, naturaleza.»
- ngibna e' arra.ª entender: «en la medida en que ese múltiple
es ta en e 1 o ~eta». Seguimos a Ed Acad. 394. Literalmente: «lo que quizá deberíamos dejar por el camino.»
397. _Probablemente haya que entender aquí: «en la medida en 395. También pod1ía entenderse: «los principios sintéticos».
esa smtes1s debe llegar a ser conocimiento empírico». que
IM\lr\ <llL Mí\T

otra mudad que ld uierarnente contingente, que no alcanza, cbOlldUOn [tiene a p1 lUI l por lunddmento] ld [ ..\. l liij "lllté':>b Pllld
m con mucho la concatenac10n necesana a la que se alude de !et unag11Muon, ) Id urnc1enc1a emp1ncd [t1ent a p1zo¡1 por
cuando se habla de naturaJe¿a hmJ,1111entoJ la apei cepuull pu" il, es decir, Id mtegra] identidad
de,,¡ nnsmo a tra\es de todas las representac10nes posibles
S1 dÍlOI<L 4ueremo~ persegu¡¡ el fundamento mtemo de bra
[e\¡ l 'i] cone'Jon de las representd( iones hasta aquel punto en el que tod.b
dl~ deben com ergir p<trd ,dcanzar alh fnhtlmente Id m11dctd del
Sección tercera de la deducción de Jos conceptos wnucuwento [iequend<t] p.ua una e-.::peneJJua pos1ole, debemos
puros del entendimiento comen¿ar por la apercepc1011 pma Todas la,, mtuioones no son
nadd pdr <L no son os, ) no nos conciernen en lo 111d~ 11111111110, si no
DL l \ RLL\ChY\ DCL Li\ l LN1JII\IIL0! JO COi'< OBJETO'.:> pueden ser dcog1dds en la conuenCJa,) a conflu) an en ella dJrecta
1 N Gl>ILRAL, 1 DI: l \ Pü'.:llB!LJDW DE CONOCERLO'> A PRJORJ o mc!Jrectamente,) s.olu g1ctUds d esto es pus.1ble el cunoum1ento
-\ L::i lU'.:i lenemos, a p1 w1 i, conuenud lle ]d mtt-g1 dl identidad de no:,otro~
nmmos con 1especm a todds ]a,, representauones que puedan algu-
Lo que en Id "eLL 1011 pi ecedente hemos expuesto por se
fld \ ez pertenece¡ a nue,t10 conou1111ento, [tenemos conc1enc1a de
parJ.do) <L1~lallJ.111ente, lo p1e,,enta1emu~ J.huia remudo y en
esa 1dent1dad] comu de LllM cuncliuon nece,ana de la po~1b1hdad
concJ.tenac1011 Hct) Lr es fllentes subjetn ª"del conocuniento, en
de Wdds lc1s repre,entauone" (pm c¡ue e~tas pueden rep1 esentar
]d,, tjUe desca11s,1 J,1 pusiL1hdad de una expenencia en general
d]go en mi solo en vJTtud de que pertenecen, con todo lo ciernas,',-
y del co11oum1ento de Jo,, objetos de e~ta !Jtnt1du, unagmalWll
a und conc1enckl, ) por tanto, deben, al menos, poder ser conec
y aperapuun, Lalla una de ella" puede ser considerada como
tadas en elld) "C~le prmc1p10 tiene, a pnon, validez, ) se puede
emprnca, es deu1, en la aphcac1on a fenomenos dados, pero
!Lunai el pwwj110 tramcendental de la wudad de todo rnu!L!ple de
toda:, elL1~ "ºn tarnb1el! elementos o fundamentos a p11u11, que
nuestrd!:> iepiesentauoues 7 poi tanto, ramb1en en la rntu1oon) '"'
lldcen po51ble este nusmo uso emp1nco El sentido representa
Ahoht bren, la umddd lle lo multiple en un su¡eto es ~mtetJCd,
empnicamente d lo~ tenomenos en la penepllon, la 1magmaao1~
por tanto, la úpeicepuon pwc1 [ .:\117] sm111111st1a un prmcip10
en la d~OLldLIOn () iepioducuon), ld apercepcwn, en !J. rorlllenCLa
de Id umdctd smtet!Lct ele lo multrple en tod:1 111tu1, 10n posible 3 ''
emp111w de Id identidad de e"tds re pi esentauone~ repi olluLtivas,
con Jo,, tenornenm por Jo~ cudle~ hdn sido dadas, y por tanto,
en el ICU!llUUllllertÍO conuenua, ¡ esta "umetidct 1 la f01ma de Id concr<0nc1a» 1De Vlee
Pe10 lú pe1cE.puon en su conJmllo tiene a pnon, por fun scham\er La duladt01~ \ul !I, p 327, nold 3)
dJ.mento, ld mtmuon pura (con respecto a ella como 1epre 397 En lugar de «lüll todo lu demas>;, se ha >Uge1rdu coneg11 «con
"entduon, l..i f01ma de Id mtmuon mte1na, el trempo), 3 'º la tudas !.L> dernús» 1suge1enud de Ldmann, 1ecog1Jd poi ~d1m1Jt 1
398 OuiLJ. hd\ c1 que entende1 aqm «() por tanto, tdmbien, pi mc1p10
de la ;-;udc1d de todo lo m iluple que hay en la mtmc1oni» As1 De
396 P10Üelb!emente qmeia decn <lljlll «con 1espeLto a b percepcwn, Vleescl1dm\ ei La J,;duuwn ' il I l, p 330
t oH:,idei d(Li como 1ep1e,entdCI01P> \dm1que tdmlJien :,eua gl:.imdtiLal 399 Pre; tese bien atenuou c1 estd pwpooiuon, que "" de lc1 ma\ 01
mente po>11Jle «con 1e:,pecto a b mtu1uon puia, cons1de1ada como irnportdllll<l l!>dds ].i, i epi b< JJl.iuones nen en und 1eíe1 enc1d necesd1 ld
1 epi e:,entac1011») De Vlee,,d1dll\\ PI exphccl esta fiase en ti e pa1 en tesis a und pu>thli: conuenu.i ern¡m 1cc1, pues >l no tu\ ier an esto, \ >I luese
«toda peILepuon, eu tdnro que rep1 esentauon es un fenomeno de enteramente m1pos1lilc' lleg,u , ¡cne1 conueIJU<l de e]J.i, entonLL s sena
r ¡ 1¡ '\ Df lr1 P 0 l1 t r'
1' 't \ 1 FL , \ r
t dr lc1
la smtec;1<; ur,1 'prnrluctn al dP la miag1n,H 1rn1 P<; •n ' '
[, \ 118] Esta umdad smtet1ra pi e'iupnne empero una smte'1' p ' ] f11nd<1111ento de la pnc,1htl1cl<1cl de !cicle• cn11"
o l,1 mclu\e, \ '1 aquelh1 ha de q>r necp.;;a11a a ¡¡111111, entonce<; la ;iprrcepc 1on e '
m11ento espen<1lrnente ck la C\fll t1enu,1
ultima debe 5er tarnb1en una 5l!lte'w, a /n 1011 Por tanto la umd<id e \ l ntes1c; ele lo mult1pk Pl1 Ja 111h1gmM ion 11 lJ;irn,1111<"'
tnn-;cendental de la apercepnon c,,e 1efie1e a la smtes1<; pina de d s1 [l ] el f r a dt he, 111tu1rHlllt'
tran,cendental cuando c,m Mce1 i e1en k 1 l lt J, \
la 1rnagmc1oon como a una cond1c 1011 a /n 1m 1 de la poc;1b1hclad SE' dm e a ¡n 10111Mcla mac; que ,i\ rne1 o enlace e e mu ip l
de toda compoqoon de lo mult1ple en un cnnncHmento 1 glacl ele "'eta s111Lec1c; se lL11na t1,1!1',(f'!ldP11t0l l tnndn r r1'1
Pe1n soldmente !et 1mtrm ¡11od11rt11 o la 1m1;:,111rmnn puede tener la mue' LO '

I,1g-u 11 fnon, pu e' la reprndun1\ a 'W li•c;¡¡ en cnnd1C1ones de


h e'-¡ienenc1a Por tanto, el pr mnplll de 10 11mcL1cl 1wce<,<1na ele ------ - 111 ecepocnrrn'1p1tillr
~o 1 L P'.pl ('5!011 <l!llf'' ele la clpPr CPfl' !Oll l '
f H' " \j(ll] ()
1 l to PP<l1ntntendf'1sPtm1b1tn p111\l i¡ t I¡
(011 e ccn e'\. º 11 P"'. •1 f'c:lt'll dern 1111 r' u1IC'" r l 1n10
pm h <¡w1<ºflC](lll 11,tqu!_R ¡I )nmn eqnn ¡], nte dr f111 pn1 p•1 1
lo mismo q11e rl"' 11 q11e no P'.1st1an P1 i o todc1 concienc'l PmpP1n l,1 uso K ml ,¡ 'eces l(l)' 1 i l º 111\Pr punt trnn und "pi 1t lw 0n
tiene unc1 l efPfPPC1a nPr eqi Jcl < un 1 rrnH ient 1 1 l 11n,cC'ndrnt1l 1pr e1 n \ ease E" i l el t r "' " 1to011p1h -, 1 1 1 l un 'º11t1dt1 1 J 1 pi npnsrc inn
\ 1 \lhi fHlO ,e1n c11n e 11
a toda e'.pe1wnc1a p21t1cul21 a 'alw1 1 l,1 Lnnc1rnc11rle1111 rnrsmn Ed '\ carl l , , lit 1 llP ¡ 1 , 1111 , , 1, ck l 1 11111g11111 wn
Lomo ipell epcron \1ngn1111<1 E' pnp' disolut nnentt> n0rP'1110 fjl!P resnlt rnt<" De\ lec st hin" tr e p lCJ nt1cln rk ¡ur l i , '-Plit 1c ' n
1e1 CE'\Kltln
es ,1nte1101 ,t l l ' ¡;
f'll l 'l'
en rnr LOnoc1m1epto toda Cl'ncwricra pe1 IPn<-/t ad 1m 1cn'lc1crJC11 rle
1
l ilrc 1, 1011 rlt ¡ 1'l" 1 eprrnn °1 1
rnr rnr,mo Hm aqur entonce« 1ma nrnd ld smlct1c l dl ]p m11lt1ple de de esd ,mtesro \lene ante' q11P ,Ir E''-l rlt c,c\c •b lJ" \ 11 q
, i en l'lll o empn H n
b concrenci<l1 que 'E' conoce apnon 'que summ1st11 el funchrnenll1 la E''-Pº'H rnn CJ 1 H' f'l11\ l l ll > ¡7 p 11011 n e 1111\>w
p<11a p1opos1c10nes 'mtet1cas a }'non r¡ue cnnc¡prne11 ~l pennr puro IDe V lee,clnu'' PI la drd11rtw11 \o i11t,PI<.. :111 lo ll 1111 i 1nLc nor 1
l que a en 1lqu1"1 f 1Cto1 tl nee<-"' ¡
E''.actamente como espacw \ t1en1pn [sumlllrstran el fundc1mentnj pa1a ent1ence 1 1 J trn<, l'iton f\rn1t < \[110¡ 1)
aquellas pwpc1s1c10nes que dtanen l h lor rn.i di h rne1 < mtmcmn La cu,rlqmer ol!O hct\11 nece,a110 nnet~1;e~111/ f],¡/f o/ th1 l\11/1! du 11' 1rn
pi oposH ion 'llltPtKa q11e cada ronru 111111 rmpu ffO ddc1 n1tp debe rstir m off1p111mrr 1 (nmm1ntan 11 "1 \<i h ¡q-n tomP 1 p
~ '\ 'r 1 k \ en" 111\111
enL111rla Pn une umc< conc1encn de s1 es Pl p¡¡m 1p10 rzhwlutammlf frnnmft Lonccin 1 e'' Cl l l 1 -'o]itirnd1ddel1 1¡1e1ccp
- fI r
tb) not l ) ~ 'll l lln
¡ f 11 'llle el
,1 re ll H n '"
t) ni111110 \\oll" 111'0 e-¡¡] [)u
~
prnner o \ ,mtetrco de nuest1 o pens<r en g"nen l Fer o no se debe
le con lc1on nnien e
c1on \ !,1 c;111tes1s e~ e
'-!
ohrdai que J,1 mera rep1esentac1nn ¡n 1111efe1cncn a todd'i Lis ot11s d r f\fl/f'rnn1 nin dn cnt1 n 111//11!'/ d1 r !u it1! ÍI 1
cu1 a mudad colectn a ella hace posible P' l 1 cnrn H nrio ti 111" enrien lnm-mdrntalr [)rm1lct1m1 r ¡"' l r smtr'1' d1 11 rm 1g1n11 t(ll\
tal [Que) esta lepresentacron sed chr1 onutnll l''l1lfll!H 1 u osru1<1 rm1111 rrrr>m1ft p !O-;) HoppP e ICP ']ll" ' l ( 1 'll 1 H 111'"1 lll g
011 n¡1¡ C]Uf' l (1!1( \ll '"'
ello 1w lmpor ta nada m s1qmera 1rnpn t l l r ' fec t11 < 1e rlichd de elh es ant1:1101 ,1 l t apercepct 1 'n \ i¡ rr1 ch1 'i'tr n \níl igr rn
1cl• nt l P r< ll" wn
<;mo L1 pos1b1lrd te! de la fotm1 lOf!;ICl ¡lp todo (ono11m1Pnto se b1'1 Hoppe ' D le t1,1n'1~1 \\ 11 l ' c¡¡m¡1il 1¡\n1 p, In mm111rf !v1 if
n"cesa11<unente en la 1elac1c'n ew psi 1 lf'<'I< C'J1< r<m [entrncl1rl 1] rnmo ( ,ern g \1 ' ,h r \ \1 11,.,_us l 1'C 1t"
'
[\ 11 /¡/ drr ri111f11
¡ nmm¡1 J>e 1l !in '\I ' el rm1< w \il I\ l'l' 1 ,<1 1\" 1c1111 p
¡q{( mi' 1 e] 1< '.1<1 tom J
1110 famltad ['\ota de Kant]
1
10() Entendemc1' quP la e'.p1esH r u1 1 roc1d1cwn a /111n11 dP lapo 180 He1degge1 lM qistemc o qlue no i 11\ r1111¡1m ¡] Jll<l e 'illl' '1 clq1 i i
cedenc1d ¡w1r 1 o fl
51b1lrdad » e<.ta en a cu satl\ o \ depPnde cl,,l \et hn «se r efie1 e ' ' q e'.p!eSil\d ll!lc\ plé '"'l C](l1l J ¡ J11C'J)(>'l(J<lll ¡]t
o f1rn'e a ,\ 'l]Wl' '!'
,1,1 Pnt1f'11dP el ¡nca¡e DP \ lePcth11mc1 111 drd11rtrnn 'º! 11 p iih «ante h i¡w1 cepcwn 1 \11011 tf 11 p 1 rst1 , 1Qrnfir 1clo
¡, 1 l 1 1 K rnt ¡rnec11 !11'1\
l'e111 aquell<1 P\.p1es10n l >nihren pod111 'nlPncl rse cumo uno t"<p1e ¡r¡ ir11 1nr C111F' ' Pº 1 ,llri" h ¡re 111111 ifJP'l" '<'Q\IJl l lt 1 lt1~\,tl
swn en nomm,1t11 n \ entonce' h hn q Jl ¡, t 1 'P,n t rnto la 1rn1d<cl c¡ue es el roram l 1trno col 1 t l ¡~ 1111•0111 ir inri ¡i1<1 º f n m in un i
que 1aape1upcr
on t1 l!1'C'-!l( en a \
ll ]' <rCT -, ¡ I
1 1'1 E'Ill,.,,., 01 111111111
t1,rriscendental c1e la ape1repc1nn 1ornn 1rnc1 coll<lrrwn 11 ¡1nnn ele J¡ ' f, 1 ~1F1oht1111n
urnc lcl •t 11ctmli ''"e\<rt
1 ,, 1 ,el ¡q- 1 n --
pos1b1lrclad de todd composrcron de l\1 nrnlt1plE' en un cnnuc1m1ento 1,
\lrra¡1h10! fr wkfci1l Kloste1n1'!11!1 -Ita t ' i i e 1 1
se 1efie1e a la srnte'ls pma de la 1ma~1narr11n> fsto pe1rn1t1na 1esalta1 P < c;P d111oe Ilctd<:l n1as qt1E" (1 en 1ce
L1 subordmacron ele la nna¡;1n~c1011 rt'c¡H to d1 l entrnrlrmwnto como +02 Iamb1en pnd1 ¡,1 enlE'llCl t i s '='
lo 1nd1ca \ia1limge1 Drd11Át10rI, p 21 del multrple a p11nn»
1 11 l LL ""'- 1 l f(l 1 lc l>L l - R'l¿c 1, e'l R_,

ieterenuct d l<t un1<Jctd 011 0 rn,l!hl dé ld dpe1cepuon e' 1ep1e teldcron con una cu11uei Lid d1 menos pLh1ble el fenomeno
,entddd LUmu llele:,,u1,t a J)!Wlt ~lw1,t b1e11, LOlllU estd ult1md 1rn11ca p11dt1d llegd1 :i. ,u un ob¡eto de conocm11ento pcttd 110
,¡¡ \ t de fumLum lllo de la po:,1L1liLLtd de todL! cunoumiento, ootros \ poi cu1b1t,Ult 11ll 110 send nddJ. par a nosot1 os,\ como
L1 un1dc1d uc11,,Lendc.11L<tl de lc1 01nte;,1::, ele lc1 imctgmduon e' ld e11,1 mbmo lltl t1u1e 1edlt,L1d ub¡etnd alguna,\ ,olo ex1:,te en
lur 111,1 pu1 a de tL,du L L)lhlLlllllLlllo pu:,rble, medldnte ld cu,d ,,¡ , , >I1oum1entu, nu :,e11c1 <º!1 gene1 al, nadd} Pei o como wdu
poi L,mto debt'n oet rept e,entddo:, a J)//UJ/ ludo;, lo" ob¡eto" lenumenu contiene un mult1ple ) por tc1ntu se encuenL1an en la
clc Ulld e\.pu 1u1u,1 pus1Llc mente di\ e1:,as perct¡KllHle" e11 0>! ll11"lllcb d1,peroas \ a1slacL1o,
[\]]'Ji Li 111u,iaJ d, La aptutpc1uu 1on 1oputo a la Jl!lllJll de eo nece,dno un e11L1ce ch elld;, [enlc1ce] que ellds no pueden
la l!llli' 11wc1,,n , 1 , ! tnf111d11111c11tu,' \ esct n11snht u111dacl, con tene1 en el seulldo lllb!llu H,1 \ en 11osut1 os, entonces, una
1e,¡.ieL~" d L1 Jlllli111 t1artJllf1Jwtal de !et 1rnctgm,1uon [e:,] el fdlllllad dell\ el de :,llltl '>h de ese l11lllt!p\tc, a \a quL lld!11dl110o
wtc1ulwuu1tu p111J Pur co11"1gu1ente, en el t11lu1durnento ha¡ unagmctuun \ c1 Lll\d M1 ion, t¡e1udcJ 111111ed1ata111enre oob1e
LUlllit 1m1L 1lll1' pu11b a p1w11 c.¡ue cuullenen lc1 urndad n1::,ce:,a1 ia Lb perLepuunes, b llamu r!pr ehe1b1on 1 ' Pues ld 1111dgrnc1uon
de lct :,111te:,1:, pu1 d de l,1 ll1ldg111c1uo11 lOll respecto a todo, los tiene que l1E:1 di lo rnuluple de Id mttllelOn a 111w ww1orn, \ p01
¡, norncnu' il'"iblc, L,to' [urnuu11ucnros] ;,011 Li;, tategollw, LlHJ>1gu1e11te debe p1c11dmente ctcoger lc1s rmpre,wne, en :,u
t:, deui eullt epruo ¡ntto:, del eHtencl1m1ento, pu1 LO!bJgmente dl t11 id,td es clecu, debe 1¡ 1 e hender \<1:,
l,1 lauiltctd co,,nu>llll\" tcrnp1uea del >E'I humano contiene [ -\Ul] E, clc11 u, ernpt 1u, c¡uL dlll1 e,a dp1 ehen:,1011 de lo mu]
11cu :,ct11 u11ulte un entu1durncnto que se 1ehe1c a todo:, lo, upll, poi s1 "olet, no pr odtkJJ ld c1u11 mngcnM 1rn,1gen, m mngcma
nbjUu:, de lo:, >enttL!u,, du11que oolo poi mecho de lct mtu1uon conc,ltenauon de \et:, 1rnp1 L ',lOllb s1110 lrnb1e1 d uu lunddmento
\ de lct s111re,i:, de elLt p01 lc11rnc1g1nauon, bdJO las e uales estan, ,ub1et11 o jldia que' ll!M petcept lclll LJUe lct mente hubiese dejado
enln11c t s, tud()s lus fenomenus, cumo dc1to::, para una e\.penen p,u,1 pasar a ut1c1 tueo1::, L\u( d(Ll 1etu11e11duLt con lcts que le s1
u,1 po,1Llt \h01a b1c11 ¡rneoto que e:,td referu1ua de los feno guen, \ b1 no hub1c1d un tuudctmu1lu :,ubjet1\ o p.uct] repre,entar
menos c1 lct c. \pe11e11uc1 pu-,ilile e, 1gu,tlmente nece:,M1a (pue:, <1:,1 :,elle" u1lera0i de clld>, t''> det d, una J,lellltdd reproduell\ a de
"rn cll<1 11u ubtt nd11c1m1io e011oum1c11to algu11u µ01 medio de !ct imctg1n.tt 1on, la euctl e'> tdmL1L'll, pueo, :,o\o emp111ca
ellos, \ t llu, [HH t,ulto no 11u:, co11Ler111I 1,m en 11,1da), :,e ,1gue Pu u f1Ue'>lo e¡ uc "1 !,to le pre,ultauunc~ "!:! 1q>r oclujeran unas
que el crncndumentu pm o pm meclio de las categonas, es un d utr do, ::,m d1te1encld,
1
Ldl como cct,11ctlmé11te :,e JUI1tan, no sm
¡nmup10 lrn nMl ¡ -,mtel!eo de tuda, Lis t'\.jJCI icnud:,,) que los gu1d mngcma collldtenauon dete1 rnmac\d de ell,1,, smo me1os
len o llll llU> Lit 11t n 1111'1 1l/111 w w 11uuw w al lnhnd1m1t1lto
l c1 cun, c11e11ctuon nece"'llld del cnknchm1ento con los fe
nomu1u:, pm mecho Je lcts catcgo11<b !d expo11d1emo, ahora .JO.J Que l,1 m1c1¡,mc1uon e' un m¡,1ed1en1c ncuc:,,uw de Ll pu cepc10n
tomt nzctndu dec,de c1hc110, a ,,1be1, [uJme11Lcu1do] pu1 lo emp1 m1>11M, t 'ctl¡,o en lo que qur¿a lll1Ll;lll1 po1Lolo¡,u hd\ a pen:,c1do dlll1
llLu l u pi m1u u que mis l ~ Ulll es dddo es el fenomeno, que, Lo ,e debe en p,ule et que lm111n cSld facultad >Olu d las 1ep1oduL
::01 cstct enlct.tc1du coll lct conue11ud, se !Luna pe1 eepuon <"111 Id uone>, \ en paiLe, a que :,e uc\u qut lus ;enl!do, no >ol,1mente nos
summi:,t1c1b,m nnp1eswn"' ,rno que <ldema:, L1s comb1nc1bc1n ,1 e>t,b
\ p1oduudn 1mdgent» de lth L bjt l00> p.11,1 lu cu,tl >lll duda, <ldemas
de la 1eu'pt1\1d,1d tk [,1, 1m pr e'w11eo, ,e 1eq1ue1e ,tlgo l1M> a >dber
-lih La, 'PI blllll LUll 1 t»pec!o ª"es oSClll d -\.,,1 lo 1eLonou~ tamb1en im,t lunuun de J,1,111te:c,1s dt- cJlc1, f\ola de K,rnt]
\ uhm,st>1 D ,fhf trn~ p 21 .J05 P10b<1bkmeule qu1<c1 d dt en , de mc1ne1,l 111dde1entt»>
CRITICA DE L.'.\ fü\~(l'< rl Re\
190

amontonamientos carente<; de regla, ) por tanto, no surgiría llamo la afimdad de ellos. No pode1Tlll'> encontu1 r lo en nrngun
conocimiento alguno, por tanto ]d reproduc oón de ellas debe otro lado, sino en el pnnopio de la umdild de lo apercepc 1011
tener una regla según la cual nna i epre<;entacion debe ponerse con respecto a todos los conocimientos que ha; '111 de peitene
en conexión más bien con é'ta que con otra en la ima(!,1nacion. cerme a mí. Segun él, enteramente todos lo' fenómeno'> deben
Este principio subjetivo y rmpí1110 de la reproducciÓn según inoTesar en la mente, o deben ser aprehendidos, de tal maneril,
reglas se llama la asonarzón de representac10nPs. ql~e concuerden con la umdad de lil apercepci(m, lo qne se11c1
Ahora bien, si esta unidad de la a<;ociación no tm iE'ra tam imposible sin unidad sintética en la cone,1011 de ello'>. lc1 que,
bién un fundamento objeti\ o, de manera que fuera imposible por tanto. es también ob1eti\ amente necesaria _.
que los fenómenos fueran aprelwmhdos por la imaginación [A 123) La unidad objeti\ a de toda con cieno~ (ernpn irn) en
. ¡I" [
de otra manera que bajo la cond1cion de una pmible unidad unil conciencia (en la ape1 cepc1on rn 1grn,1na es, en onces,
sint_ética de esa aprehensión, entonce<; sería algo entPramente b condic1on necesaria, incluso de toda pm1ble pe1 ( epoon, \
la afimdad ele todos los fenómenos ~pro,imil o remota es una
1
accidental el que los fenómenos se acomodasen en una conca-
tenación del conocimiento humano Pues aunque tunérarnos la consecuenoa necesaria de una sínlE"iI'> E'll ld 1maginanon que
facultad de a<:;oc1ar percepciones, ~eguiría <;iendo, empero, en está fundada a pnorz en reglas.
sí [A 122] Pnteramente indeter rnmado ,\ contmoente que ellas La imaginación es, pues, tambien una facultad de ur_ia
v
fuesen, además, asociables;) en el caso de que no lo ftwran, se- síntesis a p11on, y por e<:;o le dilmos el nomb1e de imilg11iauon
ría posible una multitud de pe1 cepciones, e incluso, qmzá, toda productiva, y. en la medida en que no tiene, con 1e<;pecto a
una sensibilidad, en la cual se encontra<:;e en mi mente mucha todo el múltiple del fcnomeno, otia rntenuon que la urndad
conciencia empírica, pero incone,a, y sin que perteneciese a necesaria en la síntesis de éste,''" ésta puede llamar'e la funnon
una conciencia de mí mismo; lo que es impo,ible. Pt1es sólo gra transcendental de la imag1rn1c1ón Pni pso, P'i cie1 ta mente e\.tia~
cías a que cuento todas las percep( iones como pe1tenecie~tes fío, pero pm lo dicho hasta aquí e<:; e\ iclPntE', que sólo por medio
a una conciencia (a la apercepcion originaria) 1!1" puedo decir, de esta función transcendental de la 111Mgmac1on es posible la
respecto de todas las percepciones: que )O SO) consciente de afinidad mi<:;ma de los fenómeno'; con ella, la a<:;ociaoón, )'
ellas. ~ebe haber, por consig11iente, un fundamento objetivo, mediante ésta, finalmente, la 1epi oducc1on seg1m le; e<:;, ) , en
es decir, [un fundamento] que se entienda a pno11 con ante- consecuencia, la e"periencia misma; porque 'in ella lo'i con
rioridad a todas las leyes empíricas de la imaginación, en el ceptos de objetos no confluinan en una expe1iencia-_ _
que se base la posibilidad, e incluso la necesidad de una le\ Pues el Yo estable ; permanente (de la ape1cepc1on pmal
que se extienda sobre todos los fenómeno', a saber, [una le~· constihne el correlato de todas nuest1a~ 1ep1esentauone<>, en
que obligue a] considerarlos a ésto<;, todos, como datos de !o's la medida en que es meramente po<:;ible tornarse consciente'i
se~tidos que son en sí asociables) r¡ue están sometidos a reglas de ellas, ¡ tocia conciencia pertenece a una apercepción pma
umversales de una integral conexionen la reproducción A este omniaharcado1 a, t~ l comn toda [A 12 t1 intuicion sen<:;ible, corno
fundamento objeti\ o de toda asociacion de los fenómenos lo

407 fambrén podría entenderse ''f'll un<i cnnc1enna (de la apeicep


406 La frase «per tenecrentes a una connerK1il (a la apercepc10n on- CIOn ongrnm Iah>
grna11a),, puede entender se tamb:én como s1 dlJPr<i «per tenecrentes a .JOB Es dern, la smtes1s del íenornenn: no es gi <Jm<Jt1c.1lrnente poqblf
una concrencra ele la apercepcior 011gmar1a,, 1efe111 este pronombre a lo rnultrple mPncwnaclo ,mtes
e Rll 1, 'I DI: L'I RAZU\ Pl R'I 193

rep 1e,entduun [pe1 teneu:j a ll!ld 111tu1uun mter Ild pu1 d, ,1 ,aber, uon de la urncL1d nec e'n11a dt:: la apercepuon purd Lo~ do~ e\.
,d tiernpu Ahu1d bien, e:,,ta <lpe1cepuon e' la que debe anad¡¡,e tierno,, d ,,dber, ,e11'1b1lidctd y entend1m1emo, dc•ben Mticularse
,\ lcr unag1nauon pw et, p,u d hdce1 mtelectu,d Lr tunuon de ella nece:,,u 1ctme11te por mecho de estd hmc1on tr an,cendt::ntal de la
Pue;, Pll ;,1 rn1;,m<l l,t <,1t1le,1"> dl' lü 1111agrnauon, dtmque e1e1u(L\ 1ITI<1gmc1uon, pue;, de otru mudu, dquelld' 'dalla, uertamente,
a p11011, e' :,,iemp1L ;,eno1ble, po1que e11ldLd lo rnuluple ,,olo r,il fenomcnos, pe1 u 11u ubjt lu:,, de un conocm1ento empmc o, 1 por
unnu e;, te ap1uut en Id rntwuon, p e¡ la hgur d de un t11angulo t,ullo [no d,¡¡ td] L\pene11cl<l alguna La expenenud etecm a, que
Pu u 111ed1ante ld 1ddnon de lu rnult1ple con ]d umddd de ]d curbl>le en la ap1d1Pno,1u11 en la asoc1ac10n ,en la rep1oducc10n)
ape 1cepuon :,e p1 oducen cunceptos, que pertenecen al emen 1 finalmente en el 1ec 011uun11ento de los lenomenos contiene

durnentu, pero solo pueden lleg,lJ a p10duur;,e poi medio de la en el [A 12 í] Lilnrnu 1 111d> alto (de los elemento, en~pmcos d~
111ld'-'ll1dUüll en rele1e11ud et ld mtu1uon sensible h" la e;,,pe11enua', concepl<b que hacen pu:,1ble Id u111d<.td formal
fenemo;,, pueo, una 111Jdg1nauon pui a, •!U como una !acuitad de lc1 e'.pe11enua, ¡ cuu ella, ruda 1 ahdez olJjetl\ a 11 t rdadl del
fund.Hnental del ,dma lwnu1lcl, que >H \e a p1 wn de fundamento w11ocu111ellto ernpu1cu L"to;, Junddrnentos del 1 econocun1ento
de todo conocimiento '1 1 Pcn med10 de elld enlazamo>, por un de lo mulliple, en lc1 me,lida en que conuenwn me1a111enfr a la
leido, lo nll!lt1ple de ld mtu1uon, con,' 1- pur otio lctdo, la conch forma di: una 1 1pu 1ww1 lll genewl, ;,on aquellds LlL!tf,lil UL> Fn ellas
se bd~a, entonce,,, tod.t umd.id fo1mal en la ,1me>b de ]d 11nao1 v
1Muo11, ) por mecho de eota, tdrnbien de todo uso empmco 11
../.U9 Ld coiJ>l1 ULUüll Je eold 01 .tu un no e:, cla1 a Of1 ecemos una \ e1 de elLt en el 1et onoomiento, la rep1oducuo11, l<t d>• icklUOil
, 1,m b,bddd e11id11nup1dauo11 de De\ leeoch,nme1, qwen e>..plica la aprehu1;,wn, ; d,1 pdr,1 ctb,qo hasta llegai a lo:, ícnornenos.
d ,um qJtü u ]el umdcid de l.t ;llllL01' oolu puede ,u1g11 ,¡) ielern und purque e;,l1h ;,ulo por mecho de aquellos elementcb pueden per
mtdl1pliucl.1d mttut1 \et, pi e\ ¡,ll1JL!lle ;1lllelILdd<l poi la und,,,uhtL!Oll, d tenecer al c011ucmuento , en general, d llt!eona conciencia.,,
Lt umdJ.d m \,u 1 tbk tk j,1 l unuu1u.1 de llll l11blllü De \ lee:,ch,1u 11 u,
Luddwtw11 \ül Il p lh2 Dem,me1cI:iemepnteennendeelpa>d]e \ por Lanto, a 11o~ot10:, mi,rnos
lluppe 1e'"" el ,ut1udu )<l utMlu de lbJI:i¡,emg licJppe «Die t1<lll Pur cu1h1g1ucnle, :,,on 'º' no~otr o;, m1on10;, q u1t neo mll odu
,¿eudentctle Duluk11un m de1 e1:,tu1 AulLtge", p 115-1 Pe10 e:, po,1ble umoo en Jo, tenomeno:, Pl 01den) la 1eguLn1dad de ellos, que
tctinL 1, 11 t'11tu1du l.t Ltll1m" !J,1:,e en un u1den d1fe1enk «con rt:Je1enud
0 Jl,un,nnu, nat111alc::,a, \ rni podnctmoo encontrado, en ello,, ,,i
" l.t rntuic ion >t 1I>1lilt ,o)o puule11 lleg,u ,¡ prnduu1>1c poi inecliu de
¡, mictt-,lildLlüll l on Lllu '" obuen1c L1 111te1 p1 etac1011 de fuq0t Dutl1
en ¡,1 p í-1 de :,u 1e1 -,1un dt L1 deducuo11 "~1 bien es a t1 a\ es de L1
le! llJll<l1uon ele la u1mL"l 111 ce>ctlld de L1 apuLepuon pma" 1 .\101;
1el.tuu 11 de lu mulople ( uu l,1 umd,1d de L1 ,1pe1 cepuon como :,u1 gen
lo' 1 ,mLLjJlü> en gu1u,d, loo cuuLepw> que se 1ef1e1en ,1 l<l w1u1uo11 Richl en Ac1nl .S1ud1<n J 2llo, c1t poi T1 emesd\ gue> 1 P.iL,llld en
,11 t1,1ducuou, note! 17 p
" ' 11 ,1Lle ,ulu puedu1 ;,uq011 <1llcd1,mte Lt 1m<lgmac1on»

/ /(! C ,u] ;u,,,1e1L t (111 L1'Jll ctqut polllel1dU llll<l8llldUüll ll ,llJ0>Le1Kleutd]», ell +13 E, Jecll L:i >c'11>1lid1d.td h1 en Ed Acc1d Pe10 ld ed1uon ong111c1!
lub.tl de 1111.1,,,m,1uo11 pt11,1, \ \ufü;,mg C"il Di, Tiam:_n1du11alt Dtduktw11 tl..tt "t¡udlu, i1u J.u 1.i11" doude bablla que enrende1 que "aquello;»
du fwltguiu1'111 du c1it 11 luj/110, du AllllA da wmn le1111111fi p 121 'ou lm du, 1c '.l1unu:, ,1nte> 11;enuunado>
../.11 l.~rnlne 11 pod11,1 e1llcllllc 1>e ,que :,11' e de funcL1men10 di" todo ../.7../. P1ubctLleuwntc h.11 .i que entende1 «tcimb1en [L1 umdad) ele todo
U>O empu1co»
t llllüLlll1lélllU 11 pnu1 l'
//..! Ln el tt \.lu d1Le ; u1n '.)egmrno:i a Ed "'cad 11elllt,,dl :Olll' ./15 '.:le lu ouge11do um e¡,u ¡ l ID.to de rn<me1 a que quede ><solo pm
p,1cc1ud ut,111 tmd p1up11e>ld de tu11eu,10n Je R1tlil, ;egun le! cu,tl medw de ,1qudlu, elernemu, del conoum1ento eu gene1al, pueden
1
¡ tl'\.lU t¡ucda11c1 d',i1 111ed10 de e>lcl ldC tiltad en[a¿,11110> el muluple ve1lenet.eI a DUe.'.:itld CUJlLllIHlcl, \pul tanro 1 '1110.SUtluS D11.'.:il110::i»
1
dt" l t rnlu1uu11 co11 el LJernpo, pu1 llllci p,u le, ) poi ull .t p,u te, con ~uge1u1ud de lf,¡1 lt lbtelll 1 eLog1da poi Schm1dt1
195

la confonrndcid de ellm a le\ e<;, \ preosarnentP por ello deben


nosotros, o la naturaleza de nue'it1a mt nte, no ln'i hub1erarnm
hacer posible la expenenc1,1 Pnr conqgmente, el entenchm1entn
mtroducrdo alh ongrnanamente Pue'i esta umdad ele la natura
no es meramente una facultad de lmrnar<;P reglil' poi compil
leza tiene que ser una umclad necesa11a e<; clecrr, crerta fl pnon,
rnoon de lo' fenomeno<; el e<;. el 1111<;1110, la leg1<;laoon pa1a la
de la conex1on de los fenomenos Pero corno 1hamo' a poner
natmale7a, es declf, que sm entenchm1ento no hilb1 tcl en general
en marcha, a pnon, una umclacl 5111tet1ca 'il no es!lJ\ 1eran conte
naturaleza, es dec!f, umdacl smtet1ca [A 127] de lo nrnlt1ple ele
mdos a pnon, en 1<15 fuentes cogno<;c1tl\ is ongmanil'i [prnprn'iJ
los fenornenos, segun regla,, pues lo<; fenomenm. Lomo tille'
de nuestra mente, fundamentos 'i11h1et1vos de tal urncfad, \ <;I
no pueden tener lugar fuera ele no'iotros, 'ill10 que 'iolo e'l.1,ten
estas conrl1c1one'i 'iuh1et1\a'i no fueran, lci ve7 ohJPtnamente
en nuestra sens1b1hdad Esta.' 'empero, como ob1etn del cnnn
\ahdas, al ser los fundamentos [Al2iiJ rle la pm1b1lidacl de
cmuento en una expenenoa, con tocio lo que puecfo contener,
conocer, en general, un objeto en la e"penennaº 11 '
es posible <;olo en la urnclad de la apercepc ion Pero la umLlcid
Mas amba hemos defimdo al mtmdnmmto dP \ ana'i milne1 a<;
de la apercepc1on es el fund<1me1ltn ti <rn<;cendentill de l,1 nece
corno una espontane1clad del conoc11mcnto (por opo,1non d la
sana conformidad de todo'i lo<; fenomeno<; en una e"pe11enuo
receptn 1clad ele la sem1b1hdacl), como tmil facultad de pe mar
a le' es Preos<1rner1te e<;ta rnismil umdacl ele l<t ape1 cepc10n
o tamb1en, como una facultad de los l onceptos, o tamb1en, de
con' re~pecto a un nrnlt1ple de rep1 esentilc10ne<; \a <;aber. para
los 1mc1os, defimc1ones que, bien m1racla'i, con\ c1ge11 [todd<>]
cletermmai lo a p<Htlf de u11c1<;n\,1) 1 e<; la regla, \ la facultad ele
en una Ahora poclemo' caractermirh como la fflmftfld de fas
estas reglas [e'] el entend11111ento Ln con<;en1enua. todo<; lo<;
reglas Esta cai actenst1rn es mas fecund i \ se aprn'-irna ma'i a la
fenomeno<;, como e"rwnenoa<; po'1ble<;, 1es1den a ¡n1011 en el
esencia ele el La sens1b1hdacl nos da fonfülS (de la mtmoon), pero
entend11111ento, ' reciben ele el 'iU po,1b1hclad formal tal como
el entendumento [nos da] reglas Fste e~ta <;¡empre ocupado en
residen, como meras 111tmc1one<;, en la sens1b1hd,id, )' solo por
escudnñar los fenomenm, con el propo<;tto de encontra1 en ellos
alg1ma regla Las 1egla'i, en la medidil ( n que 'ion ob1et1\a<;,' 1 esta son posibles, en lo que H"ipecta ,1 J,1 forma
Por mu¡ e"ageiaclo, 'v mm ilhsutdo, que <;uene cleur que el
(por tanto, [en la medida en que] pertencc en neces;:mamente al
entend1m1ento e'i, el mismo, la fuentP de ia'i ]~..,e<; de ]<1 n<itn
conoc11mento del ob1eto) 'ie llaman leve' Aunque aprendemos
muchas le\ es por la experiencia, estil s <;nn, 'im embargo, solo
cletermmac1ones pa1 ticulares ele le\ es mas elevada<;, entre las
cuales las mas altas (baio las que estan todas las dema5) proceden .J79 V,Hh111ge1 hace not<li que la e'pi P<;1on "fst·p no puPele rPfern 'iP
a prro11 del entend11rnento m1<;1110 \ no <;nn torn<1clas de la e"pe a la <;ensib1heldel smo que rlPbe 1efeni se a \ 1 1nt111alP1'1 o bwn a L1
«umel ld 'illltPt11a» antPS menc10111ths \ 11hmge1 R <ndgln'st'Il r 1){¡\
nencia smo que mas bien deben p10cura1 le'i a los fenomeno<;" 1' De VleeschaU\\E'I obsen 1 que eq 1 ,11gei enn 1 d1 \ 11hmgc1 ec,t0 plen 1
mE'nte Jmt1ficaela» IDe Vleesrham' ei 1 rt drdurtrnn 'ol 11 p ~íh
1

-120 Pi ob-ihlE'mente ha\ a que entenele1 ,1qm «p1ra elPter mmar ese
4 76 Los signos de mtei i ogacion en est-i (\ H ion son dgregados de multiple 1 p,11 tn ele nn 1c,n\ 1 1rp1 e'>ent1c111n es elecn pa1 a rlete1 mma1
1
nuestra traduccion u e lo p01 mecho de un cc>ncepln en el que sp 11mfiq11Pn todo'''" elemt Ptc s
dispei sm de ese mult1ple P,ua e'\pltc,u est1 ft l'ir ent1 e p n entes1s
-J77 En este luga1 puso K'1nt en 'LI ejerrpl.u rlt la oh1a una ml<1taoon de
Cail iern1te a la 1etle'\1on í7í0 que dice «Regla es la u111,e1s1\idad
lectm a dudosa «Reglas en la medida er que [1 1qn esentan )] h existencia
ele la conclic10n en la ele lt't mm 1r1on del rnult1ple \\ulfg mg l 11 l D1r
como necesa11a» (Ei drnann l\arhtwgr numero LII c1t pm Schrrndt,
Trmw:mdnrtalr [)rd111tin11 d1rlrnfrf!m1111 rn drr n <1111 Juflagr drr f\n/rÁ do
478 En lugar ele «deben procunrles d los fenomenos> poelna en ten
re111e11 l'rrmmft Trn Amnmnrlrtr p 2 il
elerse tdmbien «les pi ocu1 an a los fennmeno ,,
¡\J\u-1 'l Ll hA' 1 lhll I \ 197

1<tlCLct, \ put lct11lu [ld h1enle] de !et u111clc1d 101 mal de ld na tu tll\Je;,emu' del objelu 1,111 l!l\ e>l!g,H aqll! otrd \ eL'. cumo [-\Ull]
1,dt L'.d, e,.i <1fü rn<1uon e:, ;,111 e111Üd1gu, e \.dLld, \ adec Uddd a] eote podt lü llegd1 a 'e1 uu;, t onuudo) nue:,t1 º'umceptm, oei ian
ob¡eto, ,\ ;,,tbe1, ,1 lci e\.pC11enud Poi c1e1 to, !,1s ll'\ e:, en1pa 1t ,1:,, 111e1 amente emp111co,, \ J<ü concepto~ a p11u1t ::,1 lo:, obtll\ ie
t urnu t,de", de nmgu11c1 111.u1e1d ¡iucdt n deu\ dt :,u ougell del semo;, de no:,ulruo 1111:,mo::., elllonces dljLWllo c¡ue esta solo en
enrend11111e11tu pu1 tJ, <1,1 cun1u L1 111rneuoct mult1¡;liucL1d de los 1100,ol! os no puede dete11una1 l'1 m<lne1 a de o.er de un uh¡eto
lenorneno' no puede oe1 ouf1uenteme1lle curnp1 eud1cL1 a pdlll! d!le1e1He cJe 11ubt1<10 reptt ,e1Jlauune;,, e::, cleu1, [no puecJe] ~er
de Id !01 m<1 pur d de L HJtmuun ;,en,1lile Pe1 u todc1:, ]a, le\ e;, un íund,une1ito p<11a que tcng<1 t¡ue habt'I 1nu u1;,<1 d lct que le
e!lljltl !Ld5 '>llll "ul,lll1elltP [.\ UXI detCfl11llldl l0!1e' pa¡ tiuiJat es curnengd algo tal corno lu que renemus en los pe!lod!11lento,,
de !et;, le\ e;, pu1 ,1;, del entencJm11u1tu, bdjU ]et, e u,des, \ :,egun en \l:'Z dé Sér \dLld. llld'> bien, tud.t e,ü 1epte>e1Jl,1uu11 Por el
Lli)d notlll<l, dquc!L1;, son, d11le ludo, pus1lile;,, \ [b,11u Lt:, lll<tle:, cunt1 a1 w, s1 Ll!11Ldll1éllle 111 h oc up<.l.n1u;, d1• fenurnenu::., no >ulu
¡ :,egun l ll \ d nuunaj lo:, le110menu:, tnm<1n lllld frn m,1 de le\, tal e:, pcb1ble. :,mu t<1mb1t'!l !l<cces,u10, que (Je1 (U' Ct1nceptos a
e orno tudu:, l<h lenomenu-,, 'edll l uale:, lue1L11 J<t:, dilere11t 1do Je puun precedün c!l cu11uurn1e!llo empmco de• los ob¡eto:, Pues
ou lu1111d ern¡nuc-t deben 'er 'm ernbdrgo ~1ernp1e coi!101Ine::, cumu lenomcnos, ellu;, cu11'tllll) en un ubjelo c¡ut' e::, ta ,olo en
,¡ l<1s cond1uune::, de Lt lu1mc1 pu1 d de lü ,e11:,1b1l1dad nu:,ul10:,. p01que una merd mod1fJLdUOn de nue;,tra ,ens1b1hd<1d
Pu1 L 01 b1gu1l'!1LL, e i e11te11d111ue11tu pu1 u e:,, e11 Lt:, lütegui Id::,, no se enu.ent1a fucr<1 de nuc,ut1us :\ho1,i b1t•n, e,ta misma
lü Je\ dt.- L1 umdMi 'mteLKd dé lollu' Ju, le11omenos, ) d,i hace repi e,entc1uun que todu, eo,u' feuomcnos, 1 pu1 td!ltu, mdos
po,1ble, ante todu,' uugma1Mmente, L1 e\.jJt'lle!lUd, en lo que lu, oÜjelUo con \o, que pOlLuno~ oc upai nos, eotan en 1111 es
roe a d Ja fui 111<1 de ella En [" deducuon ti <1mc de ],t::, ccttegm ldS, deu1, 'º11 cJeteimmauone::, de 1111) u 1 , 1denucu, e \.pt e:,d, como
empeio, uu lLI1ldllHb que hace1 Hddd llldS que ton1<1r cornpien nece:,aud, un<1 mtegral umd,id de ellos 111 en lll1d \ la misma
,1ble eotd 1elduu11 del u1te11d1rnieutu con L1 '>e11'1liil1d.td, \ pm apeicepuon En esa mmlc1d de lc1 _conuenu,1 po:,1Lle LO!IO,ble
medw de e::,t,1, con to,Ju::, los ubjetos de L1 e\.penenCJd, ¡ pm tambien, ernpew, Id íu1 rn<1 LOdu l onuum1ento de lus objetos
tanto, Li \ <1lidez ui,1et11 d de lu' cutllcptu:, pllt<)::, a p11vn de el, 1" '.med1<rnte el cudl lu mult1p!e cs pem<1du cumu pe1 leneuente
eotable( it ndu ,l',¡ el m igen ) la 1 erddd de ello, a un [umcoj objeto)""" Po1 L ,rn,1g111ente la rndnua como lo
mult1ple de la repre;,ent<1uun :,,:¡1::,1ble hntuic1oni pe1tenece
lZt!'l\l'.ol \! \( HJ\ 'd \J\!,I\ U!:. I O. l '\."'.l flllll a una cunue11ud, pieceuL curnu lnrnM mtelectual de el, 12
\ UI \ \ L:-,\l \ l'\J'.o\BlllU\D DL l:O! \ DLULl l\(l'-l a todu cunounuento del ob3eto, ) ella l1lb111d cun,titu}e, a
!JI l lJ'o UJ'.l Ll'IU:O l'LRU:o Dll L '. IL '.lJl\lll 'd() p11un, un c011oum1ento 10111l<ll de todo, los objetos [:\ 130] en

~1 lus uli¡ttu:, de lu, que 'L' utupc1 nucol!O uJ11t,(l!!l1Cnto


lue1a11 m1:,111<10,, tlU pud11c1rnu, lt•iie1 cu1JLeptos a
uh,t> Lll ::,¡ .f-22 Litercilmeme de mi"'º d11'i1ll!" 1!:Jdl,11
.f-23 [, <leu1, urnd,td dL !u, luwmeuu:i Pew l«111l;1en pudu<1 en-
Jn IV/ l dl' dluo Pueo cde donde 1bd!J10o d UUtéllérlu:,) :C,¡ lo:, ub
lu1dé1.<,e "umcL1d de e!L1ó.» ' ' deu1, de !,ts de ter mnMc10neo cinte;
menuunada'

121 '.::it L1 t:\.jll t ,1u11 'li p11u11• 11u oe lu!lld tulllu c1d¡ct1\ u ljllt 1nud1fita ,,
12.f- E.n t'l u11gHMi deo,t,tLd<lv 1 un 111'1) U'.:>LUt1 «per teneuente " Ln
Objeto»
'' om ept<h prnu, ,mu curnu dth eil;w qut rnud1f¡, ,1 ,i curnpt e11'1ble"
lcillltJ!en [JU<"de enlcndt 1 "' 'uc1dd lllct\ qut 1u111.rr cun.¡i1 t'll>1lilc ,1 p11u11
.f-25 E, deu1, cumo fu1m,t mldc'Cll1<d del lunoum1en10 que Sé men
nld 1e!dCH>l1 [ ] L1 \<.JliLkL'. Ubjelll.r de Ju, lUllltf!llh ¡iuiu' de t"l' uotl,r rnrned1cil,une111e a tontrn uctt ion l cI m1e1 p1f'l.Jl1un «( ornu tui ll1<l
llllelellu.d del ubjelU' nu c•o g1 <111.tl1t ,dmel1le puo1blc
1 ¡qc¡
1Pl11 \[)fl\F\l' P\
1'-'l'li\ 'i L 1
en q enl<11cidoc, e11 el 'ntencl111nentn \ lll' "' 11 1'11111(1 q11(
generdl en J,1 nwdHfa en r¡ue ellrJs 'ºn pemadoc, rategonasl 1
qu17'1 rl ente11d1rn1ento poch,1 sfr mr d11nt0 r sn, l r nr i pi'" l l
I et '1nteqs de ellos pm lcJ 11nag111,H ion p11ra L1 urndad d0 todo' nwm1n el C1uto1 dC' l,1 e"penencrn en ]d CjllL '( u1c w 11t1 111 lr"
las 1epresentauones con res¡w( tn l 1 apC'rc-epnon ong1!lana oh1etos rh d e ntonu''> a< uu 1do P"r 1 1 neu ,1d id lo' di fl\ ''
preceden a torio cononm1ento empm( o Poi t,rnto l~is con de la, '-¡wnenc id ,¡ '>c1ber ele una nec r qr] id q¡]11• ti' 1 ,u1 ~1d 1
ceptos p11ros del entencl11mento son po,1h]e<; a ¡mn11 \ 1tm en la e'pe11en< ¡,¡ ele 11 !recuente 1soc 1,10011 lrn ce,1rl,1d] qur
cqn respecto a la e'.penencia nece'idl Hl'i [a pnr11l 'iolo porque f''i, al fin temd 1 fal,1mente por ob¡PtJ\ 1 e' d• en [!1h di 1t\ nl
nuestro 1nnnc im1entn no se ocupa mis yue de fenomC'nos, cm a del ha!ntn p<:t" pwculto luego dP maw tit Plll\ con,ecut 111
1

pns1h1hdnd res1rle en nn<;ot1os Tlll'ilnlh lll\ d nme'.1011 \mudad 1


1! cleda1<t1 tpit e<; 1mpos1ble llegar, con P\to'> uHKq t ' ' ' r (111
len la rep1esentacin11 de un oh¡eto) encuent1 nn me1 nniente los pnnup10<; a que ellos c\,rn luga1 ,1l\1 11df' \11, lurntf' cll l 1
en nosotros v por tanto, deben prereder a tocia e'\ penenc1<i \ e'.pe11enc1a Pero la den\ ,ic1on rmp11 l(a ll3 \ "·\! t>n l 1 1 11 11 1111
(lºb"n hacerla tamb1en, ante todo pos1hle a esta por In que bos !11(llltlernn no puede hacerse comp 1t1hlP ltin l 11c d1d 1d
respecta a la forma t a partir de ('>fP limdarrn nto el tmKo efcc tJ\ a ele lo· eonoc 1rnrentn' a ¡n 1m 1 uent1hcos c¡n• l• 1wn u'>
1

posible entre todo-, ha siclo lle\acl.i f,1 termmo] tamh1C'n nuestra a salwr, los de \,i m11trmat1ra pma \ ele 11 r 11111111 11111 1110/ r/1 111
clecluccion ele las cateaorrns ii nat1nalr::_11 v e<, en ton res refutada por \o, ht <ht"
" Ll p111nE 10 de E";t('s c\os hombre5 1lu,t1e'> 1]¡¡ 10 dt p,11 t 11
pai 1,1, pue1tas a la n/111,af!,OllOll porque la 11zo11 un,i \e? r¡'lt
El celeb1 e LolÁe por falta dt est,1 ( orn1der auon \ porque
tiene de su lado loe, penrnsns \a nn <>f' dq,1 dl [P!1f'l dcnt1 o de
encont1 o en la ,,..,,_per rencra e r'n< eptl'S pu1 os del entendimlf nlo,
h1 111 tac1one' pm 1mpreoc,as recomendac101H 'de rnuder,1cwn
los cle1no tamb1en de la e'.pe11en< Id \ prmed10 sm cmbargo 1
el segtmdo 'e pntrego ente1airn nte al 1111/J/1 ¡,11'<1 pw» ur \ l
dt: nnnerct tan 111comrmnztr, qw se 0lrP\ 10 a h,icer con ellos ~ 11
haber dPc,et1b1e1tn que lo que se tPnta P"l 1a70I\ Prd nn °nga
sa\ os para [ak ai11a1] cnnoum1c ntn<; q11P \ an mue ho mas alla de
no t,rn um' e <;a\ ele mH c,t1 a facult1d coQ.110'0t1' a \lima no'
todos los hm1te'i ele la e'.pPnenua Da11d Ilumr rPconnon quP
dhponernns a ha< er llll ellSil\ O [p11ra \PI 1 SI 110 ,p pod1 el f\11' 11
para roder hacer ec,to ultimo Pfl TH'U sano r¡up e'tO'i rnnceptm
a la razon hurn,1na con fe!Judad pm e1111c ~,tn' dos e,ui\111<;
t1 n ie1 an sp 011gen a p11011 Pero como el no pod1c1 e' phnrse
as1girnrle lurntes dete1 n11nados, \ sm embai Sº rnantE: ner abierto
COIT'O eia posible que el enlendmrn 11tn dPhwra pensar corno
para ella todo el 1 ampo de la act1\ idacl que le es ,1decuad,1
enlazados necesa1 Mmente en el objeto e oncepto~ que nri estan,
Solo qrnern d,11 antes la drftnwrn dr 1111 mtrv11 1a1 'icm <cm
ceptos de un oh¡eto en ge11e1al me(h,rntP \ne,< u de' b ml1m 1011
ele e<; te se c0Ps1cler,1 e omo drtn m111ad11 1e'P' cto ele 1111"1 de l 1s

fimnm1e1 lor;1m1 [1 equencld par i1 ln5 ]\1H 1m
1
\ ,¡ l;:i funr 10n del
¡rnuo ratrf!,n111oe1,1 \,1 ele \,11elac10n del <:;u¡eto con el p1"'rl1c,1do

t7.8 L1tu llrntnlC' pilt ti hLdW /r1rl111/1


J2q Qu 11 1 \ 1\ 1 que enlE'11d"1 iqm fum 1om' lng1c ts dtl iuzg11
como lo SIH!,ltlt- \clickt' l\1 COllf'ClH111 lPCO\;;ld l !'º' 'xhm1dt
CRll JC-\ ::Jt: L k-\ZO\ Pl RA 201
200

p eJ toJu:, luo uie1 pu" :,on d1' 1:,1bles Con re:, pecto tl! uso mera enlace] de la 111tu1uon sensible, o de !et no oeno1ble, es una
mente log1co dd entu1d1m1ento qucdd, unpe10, mdete1mmado, acnon del e11te11dHrnento que de::,1g11a1 emos con la denunu
1
<l L Ucd ' de lu:i do:, [B ll<Jj Lunceptos se le qmere a,1gnar la nauon general de ~rnto1' pdtct hctcer notctr a la 'eL, con ellu,
Íllllll011 dt olljdll ) d LUd] Jet dL ¡11edJLddO J\¡e:, 5e puede decir que no podemos rep1e::,ent,unos nada como enlaLado en el
tamlnen Alg1 i dn 1:,1bk 1::.:, un e ue1 po Pu o mediante Id c,ltegona objeto srn h,1berlo enl<liddo p1 eqc1me11te 11osut1 o:, mi:,mos }
Je ,ub,tü11u,1, :,1 pongu b<lJO ell<l el concepto ele un cuerpo, se que entre todtls las repre:,entaci011e,, el enlme eo la umca que
de tu 111111'1 quL Id 111tu1uon empincd de el, en l<l e\.penenua, no es dada pur los objetos, ::,1110 que solo puedc sei efutudda
JdJe L011:,1du <11\e 'wmr,1e :,olu Lo mu :,uJt:'lO,; nunLct como r11e10 por el sujeto m1on10, poi qm. e:, un aLto ele la e:,pontane1dad
p1 ulic<tdu ) <lSl en lo,lct:i las 1estctntes catego11c1:, de e:,te Fac1lmente :ie cHhcrtira ctqu1 que esta acuon debe :ier
ollg1nc11h1mente una, ) t qm\ ,i!ente para rudo, Jo:, enlace,, \
que la d1soluuon, ana!tm, c¡ue pai ece se1 lo contrano de ella la
piesupone empe10 s1emp1e, pues alh donde el e11tt:.nd11111ento
Secdón segunda de Id deducción de los conceptos no ha enlazado pre\ i,lmu1tc nada, nu puede tcunpoco dboh e1
pmo~ del entendimiento nada, porque "olu pv1 d hct podido sc1 dadé, [algo] a !et facultad
repre:ientatl\ a como enlaLaclu
Dl Ul LLlU'\ IJC\.\:oll '-lll \l \l DL LU::i CCJí'\IUF'IO:o Pl RO::i Pe10 el concepto de enlace adema, del concepto de lo rnul
DLl L '.J L '\llll\llL'- JU tiple\ de la oulleo,i:, de e:ito [mult1ple], lle\ et wmigo tambien el
[conceplo] de la umd<lcl de ello [nla(e es la 1epresentac1011 ele
§ 15. De la pos1b1hdad de un enlace en general !<l umdctd oulletua de lo [B 131 l multiple La repiesentaoon ele
lo mulllple Lk !d, 1qJi e:,entc1uones puede ser dado en una esa umdctd no puede plle", ~mgu del enbcc, antes bien, ella
mtu1uon que es mer<lmente :,e11:,1l.Jle, e:, decH, que no e:i nad<l al ,1ñadu,e a la rep1e:iuH<tciuu de lo mult1ple hace posible,
mas ,¡uc recept1\idad 'la tu1ma de e:,c1 !IÜLuuon pm:dc residir ante todo el u:,ncepto del enlace F ,rd u,uclctd, c¡ue precede 1
¡111011 a todo'- Jo, cüncepms de enlc1ce, no e, aquelld cc1tegor ia
a p11011 P11 nue:il1<l lc1udtc1d re pi t,:,entati' a :,m SE'f empero, oti a
LU:,,t que Id mc111u<l corno Ll su¡Lto e:, atcctddo Pe10 el adaa clc la umd,tcl 1§ 1()1, pue' mdcls !,is cc1tegona:i se baoctn en fun
uuneo log1LaS en los 3rnc10:i, pe10 en e$to:i ) a e,ta pefüado el
1 1 un¡wutwJ de un rnultiplc u1 general nu puede nunca \ emr
a iw:,utJ u> p01 mul10 tk Jo:, st ntidus, } pot cons1g1Hente, no enlctLe, \ por tanto Ja umdctd de conceptos dddo:, La cate§,ona
f)LtLLk Ll!npucu v,r,11 umterndo taml.Jien, d la' eL, en la lorma
pu1 t de lü mtui, 1011 :,e11s1ble, [B 130] pues es un acto de la
e :,punlc1J1udacl de !et lül ulud re pre::,enta t1' d, ) pue,to que a ~31 En Iu,,,u de «dL Lt u tuiuoi >en;,1ble (1 ele],, no sénoiLle» se h l
L :,tc1 a dile i Li1Llct de Lt :,en::,1b1hclad, se !et debe llamar en ten
:iugu1do p011L1 de ]el iuttuuun empuicct o de L1 no ernpn1c,1 LO
1
¡¡eLUOll de \Idhn reco3i t, poi :::iLhrn1dt
dmuento ultullL e:, todo enlc1ce rc1 :ieamo::, conscientes de el,
~32 J\io se ..lttendé ctqui 1 ,i bs rep1eoentauones oon ella' m1s111<1>
o 1io ln Scctmu:, ' 1 ot ,¡ uu enldce del muluple de !et mtu1uon, identll<l-" ) [:ii] por ctm>iguwnte 1 n,1 puede 'ei pénoadd ,m,1lnrc«menre
u de \dIJUo cun-..,epldo \ Cil el ldSO de lü pinneict >d sea [un por medro de ],1 ot1,L Lc1 10111 u11<111 ck una de élL" l!Lne qué d1:»mgun >é
siémp1e en ]d medida en que ;,L li"bld de un mulupk de L1 L01lCJLncia
de j,15 otl el~ ) c1qui oe l1 cll 1 , 1Luncnre de l<> ;,mlesi, de esta conc1encia
I >0 LHci dilll lllL cli ti :::iu.,Ul!l;e , } d \ ¡ 1 (po,1LIL ['-'ota de K,mt]
( R!TlCI\ Dt Lf\ f' \?O', f 1 R \
202
cr 1 identidad de \a ape~cPp< ion de uu
presupone \a, pues, el enlace Por ldnlo, debemos buscar aun A <;aber, esta mteºra 1t1enP una <;mte>t' de 1'1~ ie
más alto esa umdad (como cuahtatn a, ~ 121, a'ª be1, [clebemo5 rnultiple dddo en la mtrnoon co\1 1< JPll< ¡,\ dP C'id s111tc'iJ'- p<;
buscai la] en aquello que contiene en >1 111h!TIO el funclamen lo mediante a< 01 \IP acon pa11íl a el n e1sas
1 e 5entauones,) so 1
to de la umdacl de diferentes conreptos en lo' JUH 10'» ' por ppos1ble Pues la conoencrndernpin< a ~m ;ete1 ene ia ,1 \,1 ic1ent1
cons1gmente, [contiene el fund,1mc 11to] de !et po,1b1liclad del en si ispe1sa \ 1 e
rep1 esentauones es, ' t ia no ncu1 re con so 0 qn
tanto esa re erenc ' \ e
entendrnuento, mcluso en su uso log1co dad del snJeto Por , , , la iepiesentac10n, smo q11
vo acompañe coi
1 conoenoa cae' ,
da nna r1 e¡Jresentac1011 a '
1 h
1 ] que \o ana ' 1
§ 16. De la unidad originario-«intética para ella <;e reqmere l l tesis de c11"' Por conqgmcn
de la apercepción otra' que sea consciente~ e as;;; 11110 ro11nr11na un rnult1ple c!P
te, solo porque puedo en aza<~<;1blc e ue me represente 1a ulm
El }ó pzenso debe poder acomp<1na1 a todas mis 1Ppresen representaciones dadas, e<; P t1lzr1011n e<; dec!f, la urndacl
tac10nes, pue<; de otro modo, sena rPp1esent,icfo en m1 algo rn ern1 1epu1r11 ,
t1dad de la ronornna \ l b,iJO L1 pi esupry;ic1nn
[B 132] que no podna ser pemciclo, que 'JPne a <;1gmfic<1r, o poon solo e~ Pº'1' e t
anal1t1ra <le \il aperce 1 [n 1\11 n ppn<;aJ1lJento qne e<., ª'
bien que la r epresentac10n 'iE'I ta unpo>1ble, o q1w, cil meno<;, ele <i\truJlil \rnndacl] smtet11a ne IJertene< Pn, toclils
no 'iena nada para mi Aquella repi e<.enta< mn que puede e-;la1 ' o d das en la 111n11n011 i
i epi esentaonnPs a tilnl<' como que la' r Pnno
dada antes ele todo pensar se lhma mtuwrm Por con,1gmente as a , quiere el e or , <;eocrn v e<;O, '
\ JS puedo 1 eunu a
1,
todo rnultiple de la mtmc1ón tiene una referPnc1a necesana al e ll ' , 1111 el 11S1110 o a n1en< '
en una conoenoa e m1 n , toda'- rn la conCJPlll l<l c1e
}ó pzcmo en el nusmo su¡Pto en el que Pse multtple <;e encuentra l mismo no sea ' \
en pl\a. \ aunque e el pre'11po11P sm em ),n ¡ro,
Pero esta representac1011 es un acto la r1pontrmndad, e' deor, epresentac1ones, do
la mz/1 m el e l as r lecir scilo porque p11e
no puede 'ier considerada como perteneciente d 1'1 5ens1b1hdad la po<;1bi\idad de esta ultima, ~' e mlt1r',Jp de t'll,1s. \as llamo
La llamo aprrrrpnon puia parn d1,tmguula ele la rmpzil(a, n cler en una conc1enoa o n
cornp1en
[la llamo] tarnb1en la apnrrporn 011~ma11a, pot que es oqm lJ,¡
conC1enc1a ele s1 nusrno que, al prod11u1 J,i 1ep1esentac1on }ó
p1enrn que debe poder acornpaiíar a toclíl' las otras ; es una)
la misma en toda conC1enc1a, no puede <;er acornpafiacl,1, a <;¡¡
\ez, por nmguna otia A la umrlacl d0 ella la lL11110 tarnb1en la
umclacl tramcmdrntal ele la conoenoa de<;¡ mismo, pm a 'ieiialar
la pos1b1hdad ele conocurnento a pnm 1 a pa1 tir dP ello Pues las
mult1ples represcntanones que 'ºn d,ulas en una c1e1ti1 mtrnuon
no ser 1an, todas ellas, mzs repr esentac 1one,, s1 no pe1 tPnen0ran,
todas ellas, a una concJPnc1a de si nw,rno, es clecu, que como
representaciones rnias (aunque no <.,fa 'ro ccm<;cwnte de ellas
corno tales) deben ser adecuada<; necesa11amente a aquella con
cl1c1on solo ba10 la cual ellas purdrn cne\.istir en una um' ersal
conc1enC1a ele s11111'1110, pne'i ele otro modo nn me pPrtenecenan
todas ellas a mi [B 133] De este enlacP ong1nano pueden s<1carse
muchas consecuencia'
20.;

et tudel, cllcto 11w 1 eµ1 e'ellldCJOnes, pue-, de ot1 o modo ) 0 ten nece:,dt hl ele elLts 1 e¡ Lle 'e 11,rnu umd<Id ,¡¡uet1ca on 0 111cn 1a
ch td un) o t,m ab1ga11,1clu) cll\ e1 so, l orno 1epi esentauone;, de ]d ,1pertepc10n, a L1 Lual e:,tdn sornet1dd:, toci.b ],i,, wpre,en
LU\Je:,e de l.1-, que hiese cunsuente L.t urndc1cl omtet1La de lo tdoones c¡ue me sun dctd.,;,, [B \Jb] ¡wrn et L1 u1ctl eold~ deben
nrnlt1ple de lc1~ mtmuone-,, torno d<1dü a p1w11,' e'>, pue;,, el <l<lernas, se1 sumeud'1' rnt d1d.nte und ,,1,1le:,1o
íu11cLrn1e11to de Lt 1cleut1dctd de !et apercepuon mi;,ma, la que
pi CLede LL p1 w11 el todo mz pen;,d1 dete1 mm,1du Pe1 o el enlace § 17. El principio de la unidad sintética
no eold en lo,, ub¡etu,,,} no puede se1 tonMclo de ellu;, de ctlgun de la apercepción es el principio supremo
modo por Lt perLepuon, ) sulu de;,pue;,, mediante ell,1, ser de todo uso del entendimiento
Llcug1du en d eutenclmuemo, srno c1ue es solarnenle [B 131] una
El p1111c 1µ1<1 ;,upr emo de la puo101hdad de toda 11nwuon
0L1 et del entendmuento, que no ó, el mismo, nada mcts que
con respecto et ld sei htb1lidad e1 et, :,egun l<l Esreticct ¡¡ ctnoc que
la lat ultad de enlclLdI a p11u11 \ de lle\ ai bctjO Id umdctd de Ja
todo lo rnult1ple de dqueli,t e:,ta bajo l,i,, cu11d1uo11es lurrnales
üpercepuon lo mull1ple de 1ep1esentac10nes dctdas, p11ncip10
del eopauo) del lit !1tpu El p1 mup10 :,up1 erno de ella !111'11la,
qm es el ,up1 emo en todo el conuun11ento humano
con re:,peclo dl e11tLndmi1ento, e' que todo lo mulnple Lle la
r,tt' p1 lllllp10 de Id umd,td lleteS,l!ld de la ,1percepuon es,
mLU1uon e,tct bct¡o cundKwne,, ele J,1 m11dc1d ,1menca 011gma
pu1 uu tu 1denl1cü v poi t,mto, es una p1 oµo;,1uon analitica,
na 1 ' ' de lct dpe1cep1 ton 11 BdJO el pnmet u [ele estos p1mc1p100]
pero oll1 emb,Hgo Jedara nece;,anct unct smtes1s del multiple
estan todds lcts nrn!t1ple;, 1ep1e;,ent'1t10lle:, de la 11Huuon, en
cLtdo e11 u11c1 mtu1utlll, [smte,1;,] ~111 lc1cu,tl110 puede ser pensada
la med1dc1 en c¡ue ell,t;, no:, 'º!l dadm~ bdJO el oegundo, en !et
dt¡ue!ld mlegr,1] rdent1dctd de la cunuenua de si mismo Pues
rned1dd en que deben poder oe1 enla~wlm [BU7] en und con
med1d11le d Yo, tomo rep1e:,enL1uon ~imple, no es dddo nmgun
uencld, pues ~111 estu !1<\da pueLie :,er pens,1do 111 Luno 1du por
mulllf•le, [e;,te] '>üldmente en l,1 mturc10n, que e' diferente de
rned10 de elJ,h, poi que le!;, rep1 esentc1L1ones d,1dct, no " rd11,111
c1quel,' puede ~et dctdo ) [,ulcmientej por medw del wl11a
en comun el a( to dt la <1pe1 Lepuon, }(¡ p1cmu, \ poi ellu no
[]'ucde] oe1 ]Wll'>ctdu en una conuu1c 1'l lfn entencl1m1ento en
,,enan abct1Lctd," ¡untc111wnte en u1M conc 1enoa de,,¡
el t¡ue pur medio de ld co11uenLrn de,¡, iue~e dado a !a vez
tuclu d 111ult1¡-ile 1nti111 w, el nue,l!ll oolu puede jietllill, \ debe
bu,L,11 Li inru1c10n en lu,, c;em1dos So¡, pues, consuente del
438 Tamb1en pod11ct u1ter,de1>é «que oO\ LUiloUente a p11u11de1m<1
) o 1dent1l u um 1 e~pel to ,1 lo rnult1ple de lcts representac10
>mte'1' neLe\ctl ld de , llct>
11e~ qtie me ;,011 dctd,b en unct llllu1uon, poi que l,i:, llamo a 439 Ltte1 ,llmu1le \,1 tuudcid o¡¡g111,1no smteuca'
todct, Lllcts 11rn 1 epi L,,e11t,1uunes, que con~titu} en una E,,t 0 es ++O El e>p,1uu \ d t11 rn p1J 1 rnd,1;, Lt; pd1 te> de ello> su11 t111iuduno
lu mt,,mo que deu1 que SU) con,uente de una ~mtes1s a puon ) poi t,rnto, 1ep1e>elltauo11e; :,m¿ul ue' con d muluplé que> ellu>
uml!ell(ll en<,¡(, e.1,t l,1 Lqet1ca ti.msl ) ' p01 tclnto, no [s,J11] me'º'
cunLeplu' poi med10 dt. lu' cuales ptec1>dnWnle la 1111,,nM c,muenuct
[,e enL uenn a] e unte l!ldd en much.io 1epi esc.nl.1uune> ,mo mudta>
J_;; J Lne1 ,tJme11le tm ''o 1111'1110 :,dfot' rep1e,,c.ntc1uune; [,t u1Luent1an] cuntemd"' en 1<1M,' en la conueDL!cl
.f3J \ ,ulunge1 ,ug1e1 L cut l et,u e>l,t J¡ ,¡,e <le 11Mne1 d que quede <<LOI110 de dlcl, ¡ pot tc1ntu e11u1ent1,rn ,ilhj tumo Lll111pue,l<1:,,' en co1ioe
p1uduudct ap1tu1N 1V,ulrn1ge1 R,rnd"lo,,cn p ¡ 11 cuuiuct >e e11Luenl1c1 l t u111dctd de L1 cu11uenc1ct cumu 1whl1w j.JE'lU
J_;;6 L, <lec ll que e:, d1le1 eme del ,, U" ;lll t'mba1 go 011gm<L11,1 L:,t,l swgulw u/ad ck ellos e' 11npo1 t.mte en h

/_;;/ L1tu.dmeme dtl ''u nmmu ~,//;11 1phcciUU'1 'é'clO,e § ). l ['.\ut,1 de h.,wt]
207
CRITICA DEL\ Rr1ZO'" F'\ RA
206 i'1MA l [! 1 \ H

resentanone'> 111w1, al \o'' i ident1co, \


El entendnmmto es, para hablar n general, Ja fo( ultad de los atnbu1rlas, como rep 1 d s OJnteticamente t n un,1
c011orm11mto1 E'itos consisten en la 1 eferenod determmada de t al estar en aza a '
por cons1gu1en ed, o abarca1 las a toda e; 1untas por med10 de la
representac10nes dadas, a un ob1eto Ob¡rto, empero, e'i aquello apercepnon, pue ' '
en cm o concepto esta 1rumdn lo multiple de una rntwoon dada e'<pres10n un!\ ersal }O p1rnrn 'i o un nnnnp10 para n1<1l
Ahora bien toda umon de las r epre'ientaoone'i exige urncfad de P t pnncipio no es, ernper , r
ero es e ible en rene1al, c;mo c;olo para ague 1p01
la conoencia en Ja smtesVi de Plla< [n consecuenc1a, la umdad qme1 entendnrnenlo pos g
ercepoon pura en '1 r
l ren1e'it'ntaoon jllrn10 'º
de la conoenoa es Jo umco que con'itJtu\ e Ja referencia de las medro d e cuya ap lt le \quel entendmuento por
representac10nes a un objeto, \ por tanto, la validez objetiva no es dado todavia mngun m~,:~ d;do ,1 l<t \e7 el mult1ple dP
de ellas, \ en consecuencia, [es lo 1m1co que hace] que ellas cu\ a conc1enc ia de si nusmo ¡d , a 1 epre
, l iG] un entendumento en '1l tuc e cu '
lleguen a se1 conocnmento<;, " sobre ella, en consecuencia, la mtmcion. B 1 b t , <1' ec;a 1 epi esentaoon,
reposa la pos1b1hdad m1,ma del entend11mento t a la \ ez 1os o JE' o' e '
sentac1on ex1s ieran , d dd 1 nc1enua un acto pa1 t1cul,u
El pnmer conocumento puro del entend11mento, entonces, a la um a e a co '
no requenna, par ' [ ] l eqmei e el entendm11Pnto
[conoom1ento] en el cual se basa todo Pl re'if <111te mo de el, de smtes1c; del mult1ple, como o i no mtu\ e l'ero ¡J<11" el
(conoormento] que a la\ ez es, ademas, enteramente mdepen meramente p1ensd, )
humano, que l"H tablPmente p] pnmer pnn
diente de todas las cond1001ws de la mtrnc10n ~em1ble, es el t humano e es me\ I '
enten d 1m1en o lH~ de hace1 se lll s1qrncrn el mas
prmop10 de la ongmana umdad 1m/et1w de la apercepc1on d nanera que e no pne l
C1p10, e I t d 11ento poc,1ble. \ d sed e e uno
As1, la mera forma de la mtmc10n sensible e'\tP1na, el espaoo, oncepto de otro en en l1l
no es toda\Ja conoom1ento, solo <11mm1stra el mult1ple de
m1111mo c
1 mo va sea [el e uno ] qiie ' umc¡ue teng,1 como
que mtu)a e m1í ' / bl ll 1 tencra] Pmpero, de ot1a
la mtwc10n a przo11 para un conocumento pm1hle Pe1 o para fundamento una mtmoon sens1 e, ' "' ,
conocer algo en el espacio, p eJ una lmea, debo tia:¿mla, ~ espeoe que la lmh11oon] en el espauo ) en el tiempo
[debo] por tanto (B 138] produor smtetJCamPntP un determma
do enlace del mult1ple rlarlo, de manera que la undad de esa ~--~--~ "
acoon es a la \ ez la umdad de la conoenc1a (eu el concepto t " l 'ºmismo» (,Sefb<t
4.J / L1te1a lmen e, ª iiente puerlo 1bm l a1
t d ise "\poi conc;1¡;t ,
de una !mea),) solo por ello es conocido un objeto (un espac10 'º
442 Tamb1en po d n,1 en en e )il E''< l e<;1on 11111' er<;'l! p1rn<o l orno
determmado) La umdad smtetJCa de la conc1enua es, entonce<;, las a toda e; jUntas pm rnedw de P prll'll f<;tcl \ ,1nanlP JTI\ e1 l111'1
te Pn una aperre ' ¡
una cond1C1on objetl\ a de todo conocurnento, no [una cond1 enlazadas srntet1rnmen 1 d rl tªt11 a de la c0ncienC1a <;f'l n ,1
d
el 01den de depen enc1< ª' a um a sm ' ' '
t t a1nente !ac; 1enrP'entac1onec;
oon] que meramentP) o reqmera para conocer 1111 obwto, smo t 1 enlaza1c;mell< 'r ¡
cond1non c;11 fiKiPn e Pª 1 'y¡ Pntrndurnento hn1ln ' 1
[una cond1c1011] a la cual debe estar c;ometida toda mtmc1011, d t De eec;c 1MUWe1,'011 1111 ¡
Peio corno a '1er e to' di\ ei , 0 , no pc;ta dada poi P
para llegar a ser ob¡eto para mz, porgue de otrn rnaner a,) sm esta cia Pll ec;oc; e1ernen '
umd,1d d e la conc1en ' d l -' t1cl id de 1i rLtncion c,n1tet1c i
l conC1enna e a iuPn l
smtes1s, el mult1ple 110 se muna en urn con e wncm w p1en<o, <;1Jl0 poi ª d -' nu t 1De \ lceschau'I e1 ~o
que he; enlaza en la m11da ue 1a concw ,
Esta ult11na propos1cwn ec; como ln hemoc; dicho, ella
ded11rt1on 'ºl ITI P ll/J el a ui que «el» se 1ehere al
misma analit1ca, aunque haga de la urnclad 'imtetJCa una con 4.f) P1 ohablernente ha\ a que ente1~ el1 , q afo Pe1 o t<mb1en podn;i
d1c10n de todo pensar, pues no dice nada mas c;mo que todas nado al corn1Pn?o 11e pan,
"PI 1nc1pHP mencIO ' al «acto» de l<i 01 cicJOn pi ecPrlente
rnzs 1 epresentac10nes, en una 111trnc10n dada cualquiera, deben entende1se que se iefieie t d anm qne «el, se iehe1e al
estar sometidas a aquella cond1c1on '>nlo ba¡o la cual puedo 4-14 Pi obablemente ha va que en en e1 , d
«entenchm1ento humano» iec1en nwnc1nna o
2úb ¡\l\H lt:L 1 \I 209

§ 18. Que es la mudad objetiva de la conciencia de s1 § 19. La forma logica de todos los JUICIOS
consiste en la umdad objetiva de la apercepción
I et un u/ad t11111 iuwlwtal
de !et apei eepuon es aquella }" r
l.t r u d todo LI muluplt- dado u1 u11a llltllll 1011 e> remudo en
de los conceptos contemdos en ellos
un LUilltpto rk uhjelo Pur e;,u >e llcund Objlllla ) debe >er :\'u11cd he pud1du ,,atbfecho con ]el Jefirnuon que
d1stm¡,uHL1 dL la u111dad Jltbjt t1uL de lc1 cu11uu1ud que es una dan lo" log1tu,, dd Jllll!u cu 0 ene1 c1l, este es :,egun cl1cen elll1'
d1i1111wwuon J,lswt1do llltunupu1 tl cuc1l 1 clquel rnult1ple d( la la 1ep1ese11t,1uo11 d< u11,t 1Ll<tuon ent1e Jus Lu!lu::ptci, ~!!1
mtu1uo11 L, dddo ernp1ntdl11U1lt pa1 d t,d uilcttL El quL \u pue d1olllnr [B l j l j d(jlll LOl 1t!Jus ,Lee rea ele lo defectuuoO ele !d dt fi
da rn1j1u1L 1unrn/u01i:,r1entL dll muluplL como sunultaneo
'e1 muon, que cun\ 1cne en todo Lcbu, :,u]o et lo:i lllll!O" wt, "'u! li uo
o tumo oULhl\ u dtpl nde dL u1 tunst,rnuas u de ¡_onchuone' pe10 no et ]o, lnputd!LUo Jll ,t lo:, dis) unt1\ º' puco e,,tu, ulumuo
ernplllc,1c, l'm t>Su la llll!LL1d ernpu1ra [B 110] de la cunnenc1a no contienen und 1el,te HJ!1 dt conceptus, :,mu de uuus jlllllu>
poi clSOlld( ¡l)l1 de Li;, l l pi ese llt<lLIC'lle<., LOllClel ne E lid ITIIS!Ild a solamente ubser \u \Jlll c,umhendo dt' yue de <?:,te u 101 de la
u11 lcnomtno ) es enterdll1llltt' tonllngu1le Pm el contr,u10 log1Lct han b1 utado mud1c1s Lu11setuenuc1, unpo1 tu11<b 1 que
Ll !01 ma pu1c1 de Ja mtu[( 1011 en el tiempo rntretmuHr" turno ,tqm no esta derermn1ctdu en que tons1>te e,,ct nluLlull
11 tmuon en 0 enual qrn umticne un muluple dctdo e,,ta :,orne Pe10 >! lll\ e,t1go m ts ex<tctamente, en utda iuruu Id re
lJd,1 a Lt umddd 011g1na11a dL L1 LOnuem Id soldme11ll pur la ferenud erll1L tunoc1m1L11tos dados, ) s1 lt1 el1>tmgo, como
H tercm 1 i nu t'ódl ict dt Ju rnult1ple d1c !d mtwuon d un [umcu] 1 pe1teneuente di enttndmuu1w, de !et 1eldll0ll >egun le\es de la
),1 ¡nen-,o u1 cunsecut llLJd poi la smtt sis µu1cl del entend1 1magmclL10ll iep1 odudn ,i \[r ddlH.mj que ,u Jo llene' al dez sub
1

rn1u1to que '>ll 1 e ll p11u11 de tumL1mu1to de Id empH!Ca Sulo 3etn .t) enLUcnt1 u qut un JU!<. 10 no es nadd ma' que ld mane1 a
dljlld!ct llll!dMJ es ObjetI1 cllllll1te \ ahd,1, lc1 u111dc1cl ernpu1ca de de lle\ df d \a Ull!d.td [!\ d de ld dpCrLepC10!1e0!l0Llil1lé!ltüo
la ct¡x ru puon que no ton:,1def<lmo" aqm \ que, ddema,, es dado:, -\ ew etpurna J,1 topuld es en [B 1-1.!] dlus pard cfotmgun
,u]u de111 1dd dt ld p11mL r 1 l> qo umd1uunes dddcl~ lll Wll1 uto la mudad obJCU\ et de ,epre,,entdL1une,, dacl,i,, de Lt [umdttd]
t1u1c ,<J!dmuite \ ahdez subJLtl 1 el l no enldül !et rep1 esentanon wbjeU\d Put>s estd [tupctlct] 111d1ta let 1tlerenua de ella, d Lt
run tmct to:,c1, ot10 ton otra lO'd, 1 L1 umclad
d~ lle1tct ~ldldlJ1,1 apercepuon ollgm,ulcl \ lc! unulad !lal:;(JIW dt ella,, aunque el
de ]el e urn 1u1uc1 en d(jllello qut es emp1nco, no e,, netes,u 1a m Jlllllü nusmu :,c<t unpu 1(u ) pot t<1nto tontmgenre p CJ Jo,,
u1111u,,dmentL 1ahdc1 ton rt,pello a ctquello que es dado cuerpos son pe'>ddo:, l on ello ue1 ttl!11ll1le no c¡me1 o deor
que esas rep1 esentdC!Olle:i deu<1n estdr umda, 1tCLléJilila/ll ttle

.+.+7 Ld pwl1p doclllllcL dt 1 h tu«llu fi 0 u1"" o,do¡,1>l1c10 conuerne


,olamente a lo> ,¡Jogi:,nJc, Lctlc,,m1cus \ clt1nquL no es n,tdd nMo
que una ;:u tnn cina p l! d pi uduut e:,coud1endu u.tu u1ud> mmcdiatd>
\wmequeulwe 1m1nedwtue b qo Lt> pi L ll11'do ck ti!! >ilut,i>lllu pu1 u Lt p l
+I J L, d1u1 pu1 el 'u1t1d< 11l!unu 1cuell m1nuun 1du puu tam 1ie11ud Je [quL h t\ J m tS l f cu<'> de mfe1enud> que la:, de la p11mel'l
lm u l" d111 Llll<'lldL1'e poi l 1 u1"l e" deu1 pu1 Id duu1m1Muon figu1a no hcib111 terndu um cll J solo especnl oue1te ol nu hub1e1d
dd ',t'\llldu llllLI lll) l tULll ll1CliUUll,lCh log1ddu mo1 0 u le:, ,1 h" Jlll ll > t llL 0 0J 1cuo un pi Loll,,JU L\du:,1' o como
J Jó l n el Jll"lll il r ,¡ ¡ dt :,l tc tdu con rn ti u:,cul 1 1ete1eilClcl [ Ja aqucllu, ,1 lus que dL bLn de11 '" tudoo, Iu, dcm '' lu ljLil' empuo es
L n 'u µ1uhu fdLo o,egun d § <I [ \utcl de ¡,_,u1 ]
211
lRITIC'I DE LA rA7!J ri I'
210

¡ mhnonn rm¡1u 1c a '' e<;ta drtn m111ado


una a la otra en la mtmc10n empH 1cc1, <;1110 que ella<; deben ur es da do en una urnl ªl 11
q )('t to ,1 una de lc1s funciones log1ca<; pm a ¡u1gílt ,1que ª'
estar mudas una a la otra fil 1 zrtud dr la unidad 11rrnar1a de la
con res1 d d l " cuales' r<; lle\ ado el una e n11r w1Kt<I
apercepc10n en la smtesis de Ja, mtmc10ne5, es denr. [nmda'ij a saber, por me IO e íl ,
n las rnfrfTl!llllí no <;Oll 11<1dil m,1<; gm j 1Ié
segun prmupios de la determma( ion ob¡etl\ a de todas las en genern l Aliora ble , e, l 1 l
representaoones, en li! medida en que dt> ella' p11ede llegar ~mente esils funoone5 para p1zgílr en la mee ic i en guc n
Cl~~lt1 le ele una mtmoon clad,1 estil clelt't mm<1do con t "'Pe( to a
a producrrse conocirmento. prmopios que dernan todos del
pnnopio de la umdad tramcendental de li! i!percepcron Solo 0
:ilas l \) i i Por cons1gmente, lo multJplP en uníl mtmcmn dilc1'1
en 'u tud de ello esa relaoon se trn na un ¡uwo, e.:; decir, una esta tambien neceqnamente <;omet1do a l.i' e MegorI<l'
relc1cron que es ob;fl11ammtr1'{Jhda v (jlle se di,,tmgue ,11fiCie11
temente de la relac1011 de esas ITIJ\TllilS repesentiloones. en
la cuc1l solo hubiese "ahdez sub1etn a. p ei segun le\ es de la [Bl-1-l]
asooac1on Segun estas ultimas, ) o solo podna decir cuando
sostengo un cuerpo, siento una pres10n del pe<;o, pero no [podna § 21. Nota
decir] el, el cuerpo, es pesado, lo (jllP eqmville a dec1r (jlle e.:;tas lJn mult1ple contemdo en unil mtmc10n qw \o !lílmO mm
dos representauones estan enlazada'> en el objeto, es denr, sm ante la qntcs1s dd cntcndmuentn. corno
es representa d o, me dl d t
diferencia del estado del su1eto!"') no e<;tan 1untas mernmente t Ja umdad neawna de la conoenuíl e si,\ e<, o
en la percepc10n (por mm iepet1dd que esta sea) perteneuen; :ed10 de la categ011íl ' i L<,ta, entonces, rndH d
ª~1~1~~~~:C.~enna emp1nca de un mult1ple dado pe1 te:wc1ente
q [umca]' mtmc10n esta sometida a una con e H ncJc1 de
a una a r~o11 tal como la mtmoon ernp111ca e'>t<I c;omct1d,1
[Bli \]
s1 pma p [ t, 'con] <;em1ble que 1gu,1lmente t¡pne ]uga1 a
a una pura m m I ' '
§ 20. Todas las intuiciones sensibles están bajo
las categorías, como condiciones sólo bajo las cuales
lo múltiple de ellas puede llegar a reunirse ---- l «dadn en l '118 mtu1cwn
449 En el o11gmal, re<;a]tado con rna\ n<;cu a
en una conciencia
empmca» R s1 bei ¡im mecho d('
Lo mult1ple dado en una mtmc10n sensible debe estnr nece 450 T,1mb1en puede entende1se <ague 11 ,1
sanamente bílJO la ongmilrrn ur11dad smtetJCa de la apercepnon, la cual> d S lil qornenclP R \ 1111111
porque solo por medio de esta es posible líl u111dad de líl mtmCion 457 A s1 en e l ongrnal Ed Ac,1 corng<' e
' ..¡ 171 Pe1 o Jl oh.il,lf'mf'nlP h l ' i qnP 1clopt•1 u1n
(§ 17) Pei o aquella acoon del entendumento poi la cudl lo mu] ge1 11R.indglrw;e1P P el F <.., hnrnlt ,eoun ¡ 1cu1l clr he dccn
co11 ecc1on de Valentme1 rechogi a pol 1l r r»l<' nu1~t i o f ilt 1ha ' n el on
tiple de representaCiones dadas (,ean mtmnones o concepto") es 1§ ¡_¡\,,,,que corno emostl< 10 l~ ll
lle\ i!do bi1Jo una i!percepnon en general, e' la fnnc1on log1ca de aqu\" 1 te~lo c011esponchente qmclo tnlon< <'' inrltudo tn e
g1111 \ f l 11 esenlMh unidad rl1 la ml111non
los JU1CIOS (§ !<)) Por consigmente todo nmlhple, en la medida en 452 La demo,trac10n sedhdasél [en ~ l ? l]UE' 1ncJ11, l <1c!11p' ,, f'll " u1n
JOJ la cual un objeto es :J 0 urn H 1 1 h 11
~mtes1s de Jo rnult1ple da~o P 81~~~n~~ 1~~ 1~~; 1~e~~\~\ c['~'.:~~ 1 ~¡~ ¡z, 11 1]
1 1
fe1encia de e5to clcido, 8 ª um , , lt 1rlo 11m
1
/../-8 Como s1 dIJE'I a '"1!1 que el est1dn del su¡ e to haga diferencia +53 [n el o11g1nal «pe1tenec1ente d 1 na rnlrnnoll 1 '
algund>
Inil\llSCUla)
212 l ll l.n\T eRI l lt , DE L.\ f{.\L'.0\ Pl hc1 213

przon - Ln 1,1 p1upl>o1uon jJlLlcdentt e,¡a hechu, ent-.)J1Le,, el de por que tenemo:i p1eu,amt nte e:,tas tunuone:, párd ¡u¿g,n
cumH:nLu J._ u1M ,Juf11Ldv1c Je !u, cunleptu' pwu, del entend1 ) no otrcls, m de pu1 qut l 1nempo) el e;,púuO son !,b urnc,1s
lllil lltO Lll lct u1,d puL,tu que Lb l dlE.go1 klo :iur 0 en me1 ,1mente fo1 rna;, de nue:,t1 d 111tu1uon pLl>1ble
t n el ultL nd1rnll llio 1111l1p111 !11 nlo11Ullt' dt la :;u101bdui11d ckbu

iMter ab,t1dlLIOn wcL1' i,1 ck lc1 nMnerü como lo multiple es


§ 22. La categoría no tiene otro uso
cL1do p<11 a Ulld lllllllt 1u11 emp111c<1, pa1 a hjarmE- :,olclmente en para el conocimiento de las cosas,
!<1 11rnd<1d quL d e11lemlimKnto rnlroduLe en 1-t mturuon por que su aphcac1ón a objetos de la experiencia
medio de l,b c,1tet,ouc1s I: n lo que '1gue (31 .2b se mo:,trara, a
¡>d1l11 Je lc1 m,1nuct comu e' cL1cL1 L1 mtu1uon emp1uca en la Pema1 un Objeto,) cOIWLll un ob3eto, no es, pue:, lo nusrno
:,e,i:i1bd1d<1d (B l i Jj l¡ue lct uruddd de dL1 no e' oti,1 que aquella Pl!es pdrd el conuum1ento se reqmeren do, elementos en
que lc1Lctltblll1c1 :oe¡,ull d precedente§ 10, pr e:icnbe dl muluple pnmer lu¡,,u el cmKeptu poi el cual e;, pensado, en gener _,_1
de lllld mtu1uu11 ddda en gene1<1l, \ ,olo dl e'.phcdr, entonce, un ob3cto IL1 categu11d), \ en segundo lut,dI la mrn1uon pur la
ld \ ,tl1du de dl,h " p1 w11 cun 1c:ipLllU d todu:, los objeros de cudl el e:, dadu, puco,;,¡ concepto no pu(lier a ,erle Jadct lllM
nue:,t1 u:, suHrdu\ ,e .Jk,l!Lc,ua ernerame!lle d prupo:,Ho de ld mtwuon corre:,ponchente, el seua un pensc11111entu ,et,11,1 la for
deducoon md, pew >111 ob¡eto d!guno, 'v por med10 de el nu ,,e11d pu:,1ble
l'ew de: un LlL1ne11to, >lll emlMrgo, no pude h,1cer ab:it1c1c nmgun conocumentu dl cosd alguna, pues que \O sup1tse nu
llelll u1 Ll ¡n ut bd dlltuw1 d 0><1ber [nl) ¡.;udc hacer abstiaccron] hablla, rn pod11a habe1, nada' 4 c1 lo que mi ¡xn..,,umento pud1eia
ck que Ju nrnlt1pL pa1 el L1 1nru1uuu ddx su dudo) a antes de
0 ,tplrcctrse .\horct bren, tudct l<l mtu1uon ¡w,1ble para nosotros
Lt ,11llc01:0 del ente11clim1ento e mdepend1u1lu11u1ll de ella e' :,em1ble Lstetrcc1), poi um~1gc11ente, el pe1b<tm1e1lto de un
Corno empe 1 o lJlll dct dyu1111dLtumm,1du Puv., >1 qu1s1era re ob3cto en gene1 et! rned1d1tle m, concepto pu1 o Jel entt:cnd11111en
pi l'Ultctl!Jlc en t l [Jt:l1>ctm1u1lu un Llllcnd1m1ento q m_ llll1J\ ese to :,oln puede l!tgd1 ,t ,u pa1d nusotro, conoorn1erno en b
t l nucmu u¡rnu pur eiernplu un [lnteud11!lll'I1tuj dl\ rnu que mLd1da en yuc este [concepto puro del e11te11d1m1ento] ,ec1
no :,e 1epi e::,cnt<t:,e ob1eto:, d,1do,,, ::,mu por lll)" i epresemac10n re feudo <t oL¡eto;:, de ki, ,,u1t1dus Lt mtmuun :ien:o1Lle [B 1-tl]
Ju:, obFro, im,rno;, lue,en, d lü \ eL dc1du, o p1 oduc1dus; L1s es, o bK n mtmuon pnr t (e~pdlJO ) nempo o bien mtu10011
catu.;un..t" nu tendJJd!l 01grnhcadu d]guno LUJl 1e:,peuo a un empmca de aquello que es epresentado, por la semc1c1on
'u1;uum1ullo LL! Lllct:, 'Ull ;,(;\o 1 eglcts p,u ,t un ultcnd11111ento mmed1,1tamente como 'tcctl\ drnente e'.1>tente en el espauo
e u 1" Llller d 1-u ultdd e tJ11:,i::,te en pe1bct1, es deur, u1 lü acc10n de y en el t1ernpu Por !,1 detennl!ldL!Oll de Id prnnt 1ct podemos
!Je, d! d lc1 u111ddJ tk lct ctpc l l l puein Id SllllL>b dL lu multiple que obrener co11uumientus a pnuJJ ele elbjetO~ len la mcuernctt1ca
k lict 01du d<1clo de utra p,ult, en l,1 mtu1uo¡¡ [enttndmllento] pero wlo en lo que ctmue1 ne a l<t fur rna ele ellos, como fenu
yuc pu1 si nu,mo e11LUllLLS, !l,1d,1 W!Wcl ,moque :,olu enl,1za \ menos, queda con ellu todct\ ia mdeuso s1 dCcl~O pocha habe1
uidutct L rndle11ct pdtd d co1wun11u1tu, Lt mtu1uun que debe
:ieile d,1d.i a el pu1 el ubjetu Pe Jo Je la peuilMr iddd dt_ mre:,Lro
e11LL 11d11111t ntu de pr 0Juu1 a p1w11 urn,lcHl de ld dpe1 cepoon -/-J-f- [J i\Lcid trae no\¡ ltJllcl lll poJtld babel fütda 5111 >LlbJcl\ cll
.'leg11m10> a "ld11111dt
oolu peH mecho c!L Lt> Ldtegur ¡,¡,, ) [131-J u] ,u]o por medio de
-t5J En el u¡¡¡,m 11 e11 1 t rned1cL1 en que e:,te e:, dt:c11 el cclntepto
Lot,1 preLbd e'pLue ¡ eie e:ite p1eu,u numero de ellas, no :,e
pu1 u del Lntendumcmo \u, . , poo1ble que la e;.p1 e,1on este oe 1efie1 a
prn de d,u ultu101 lu11d<1nlLlllu, t,tl cumu f1w "" puede darlo] aq111 a Lt e'-p1eo1011 lOnoum1ePto' que ct11teLecle
CPITIC \DEL\~ \70' ri R\ z1c;

cosas que deban ser rntmda'i en e'ia forma Poi cm1';1gmente, nuestrn mtmcion srnsibk Espaoo \ tiempo, como cond1c101wc,
los conceptos matemat1cos no son, por s1 m1'imos, conoc1 de po<;ihrhcbel ele que puedan sernos dados ob¡et¡F; no P'\ henden
m1entos, excepto en la medida en que se presuponga que ha) 'ill \ahdcL mas alla de lo.;; ob¡rtos de lo.;; se11t1clo-,, \ por tanto

cosas que solo pueden sernos e'<h1b1ch1'i en la forma de aquella solo [\alen] pa1a [objPtos] de la e'\penenoa \las <11l,1 de e'º'
mtmoon 'iens1ble pura Pero la'i ro11H en el f1pa110) en el twnpo !mutes no rPpresent<rn nada pues ,o!o e<;tan en los sent1dm \
son dada' solamente en la mechd,t en que son percepciones fuera de ellos no tienen nmguna r eahd<tel efect1\ ci l º' cnnrq1
(representaciones acompañadas de semac1011 ), ) por tanto, tos p111 os del entendnrnento estan hbr es de psa lunitac1nn, ' c,p
mediante la representac10n empJJ ica Por con'i1gwente, loo e'\t1enden tarnh1en a los ob¡eto'i ele ]CT mtrnoon Pll general \ ,1
conceptos pmos del entendmuenln aun t u,indo se ilphquen a sea :,emc1dnte a 1<1 nuestra o no lo 'iea, con tal (jl1e '"ª s0n<;1ble
mtmciones a pnrm (como en la m1temilt1ca), solo summ1stran \ no mtelech1al Pero esta ulte11n1 e'-.ten<;1on de los conceptos
conocimiento en la medida en que e'>la'i,' ' (\ por con'i1g111ente, mas alla de nuf1tra mtmnon sensible no nos 'ilf\ e pm <i 1rncln
tamb1en los conceptos del entend11mento por medio de elbs),' Pues entonces son \ fü io'i concepto' de ohJPlos ele lo'i r¡ue no
pueden ser aplicadas a mhHCJOllP'i empmcas Pm cons1g1uente ociemos ¡uzgai, por mecl10 ele ,1<111ellos,' ''il acdso son poqhle<;
las categonas, por medio de la mlrnuon, no nos sumim'itran ~ 110 lo , 011 rnei il'i fm mas de pen.;;amiento c,111 red helad oh¡et1\ '1
tampoco cononm1ento illgunn ele la'l cosds, scih o solo nweliante porque 110 tenemo<; 0 mano nmg1ma mhnnon a la que pueclci se1
la aphcac10n posible de ellns" 'ci 11 mt111rzon m1p111ra, es drcir, aplicada la umdad .;;mtct1c<1 de la aper cepnon que e' lo urncn
ellas sin en solo parn la pos1h1hdad del rononm1rnto fmpmro que aq1wlh'i [fn1rnas de pPn,amrento] contienen de modo que
Pero este se llama expenmna Por con'>1g111ente, Ja.;; n1tegona> pnedcin [E 1i()] detenmna1 un oh¡eto Solo 11/lrlflO mtu1nnn spn
no tienen mn12,1m otro uso pilrn el 'onoc1micnto de las cma> s1ble \ empmrn pnede darle'i <;Pnt1clo \ .;;1gmficado
sah o solo [El 18] en la medida en (j11P estil'i puedan ser tom<ida~ S1 se .;;npone, pues como rlndo, un oh¡eto de l!l1<\ mt111c10n
romo ob1etoó de una e'\per1eJ1CI<1 po.;;1ble iornblr, se lo puede 1 epresPntar nertanwnte, medrnnte todo.;;
los redICado.;; que ies1den \a en In pre,upo~1uon de qlle no /¡
110

§ 23. rmr~\jwnde nadfl dr In q11r prrtmrrc a la mtwun11 m111hlr por tanto,


[mediante los predJcaCTOS de] que 110 e'i e'dP!l'iO O (j\lP 110 os[d Pll
La propos1c10n antenor es de la m<i; or 1mportanna, pue5 el espacio que su drn '1CIO!l nn es \lll tiempo que en el no '" e1~
determma Jos Jumtes del uso de los e onceptos puros del en cuentra al¡erac1on (q1ces1on de la'i detem111rnnnne'i en el ll"'mpo;
rend1m1ento con respecto a los ob¡< tos, tal corno la EstetKa etc Pero no es ptnprnmente conoum1ento 'il meramente mdICo
transcendentill detenmno los hm1te' del uso de le! fonna pura de como no r1 l,1 mh1K1on del ohJPln sm pode1 clecn q11e e'itd e nnte
mdo en ella, pues entonces no lv' repre'ientaclo lci po.;;1b1hclad de
un ob¡eto'"' paia 1111 concepto puro del entencl11111ento, porque
-456 Ha\ que entende1 «en lc1 p1ed1d 1 rn que es<ts mtmc10ne, a
p11on» -----
J57 Lo' parenle<;1s en la f¡,1se «(\ po ( onqgmrnte [ J p01 medio ¡ í9 ( 011 , iene entenclei aqu 1 nnno s1 dqe1a ohy,tos de lns cu dt'
de ellas!' son agiegado de esta t1aducc1w1 \ no se encuentian en el no podE'Ill"' ¡uzg::tJ por medio ele aquellos concPptos p111 ns " Ma>o
te'\to ongmal eJlps ;O!l pos1blPs "
458 Es decn «de las catego11as, PP1 o ta111b1Pn podna entende1se de 460 p 1 ob,ihlemPnte ha' a que entende1 ~Cj\11 «pues entonces no he
ella» es decn de la mtmcwn pma iepiE'sent ido 111 , 1qmP1<1 la pr1'1bil1d id de un nh1eto'
CRt t ICA lJC. LA R'IZON PURA 217
216 1'lf<ih V LL lv- '> í

que en no,utro;, subyace a Jinun, Lomo fundamento, una cierta


11u hL pud1du d,u nmguHd HltlUUc)l1 que le co11e,pund1e,e, smo
forma de la mtmuon sensible que se basa•'' en la receptividad
que ,olu pude deu1 que ld [mlwuonJ nuesna no e,\ ahda pata
de la capacidad de representanon (sens1b1hdad), el entend1
el Pe1 ,, lu 1fü1s impu1 t,mte e~ dqu1 que et tal algo' 1 no pudi td aph
miento, como espontaneidad, puede deterrnmar el sentido
¡,n>de lll bH¡tlHºld lll1d UllH el Lategolld, p eJ el lül!Lepto de una
mterno, de acuerdo con Id umddd smtetJLa de la apercepc10n,
:,ub,tanu,1, e' du~ir, de c1lgo ljlle puede e\.btir como ,uy•w pero
mediante el mult1ple de representac10nes dadas, ) [puede]
Jlllllt d <orno mero pi edicc1du, ,lLet cd de lo cual no ,e si acaso
pema1 as1 la umd,td ;,mtetK<l de lci apercepuon del mult1ple de
pod11c1 h.1bl i .ilg1Hkl cosd que cor 1e,pondie,e d e,la dete1 mmauon
lJ. 11llu1cwn Jens1ble a prwn,"' corno ld cond1c10n d la que deben
dd pensd1111enlo, ,1 ld mlwuon empmca no me d1eia el caso de
estar sometidos ncces,marnente todos los objetos de nuestra
dpltcat ion Puo ma\ \obre esto en lo que sigue
mtmc10n (humanci), en virtud de lo cual las categonas, corno
meras fo1mas del penstlmH:'nlo, obtienen rea!iddd objetiva, es
decir, dphcdcIOn d [Bl5lj ob1etus que puedan semos dados en
IBl >lJ] lJ. mtmc10n, aunque solo (Orno lenomenos, pues solo de estos
podemos tener mtmuon a p1 wn
§ 24. De la aplicación de las categorías
tsta swteJzs de lo rnult1pie de ld mtu1c10n sensible, que es
a objeto~ de los sentidos en general posible y necesd11a a prwrz, puede llamarse figuratwa (:,yntlzeszJ
los co11cepr,i, puros del ente11d1m1uitu, mediante el mero :,peaOJa), para d1stmg1m la de aquella que sena pensadd en la
entendmuuHo, >e refieren a ob¡elus de la mtuiuon en general, mera cdtegona con 1especto a lo rnult1ple de una mtu1oon en
:,in que Lb le det1o1 mrnctdo >t estc1 [mtuiuon] es Id nuestra, o generdl, y que se llamd enld< e del entendamento (:,yntftem mte-
,dgun.:t ou<1, cun tal que ,ed se110>1Lle, pe10 pieus,1mente por llectualz.i), ambas son t111mcendentale:,, no so!,unente porque ellas
e so ,on rnuct, Jo111uLJ dd pemamunto poi med10 de lds cUctles ummas proceden a p1 wn, smo tamb1en porque funddrnentan
tudd \ ict 110 ,e cono( e umg1w ob¡t lo delenrnnado Ld smtes16, o la pos1b1hdad de otro cono< m11ellto a prwn 41 '
enlc1ce dd rnult1ple en ello;, ;e 1efe1hl merclmeute d l,1 umdad Pero la smtes1s hgu1dtiv<1, (Uctndo se dmge solamente a la
de l,t .11w1ctpuu11 ) p01 e"e mecho era el fund,m1ento de la mudad ougmaudmcnte srntetJL-t de la apercepuon, es decir,
p<Js1b1liddd del umoum1u1tu a pr w11, en 1-t med1cL1 en que este [wando se dmgej a esa umdad transcendental que es pensa
;,e bc1::od en el u11eud1m1enlo, \ pm L,mtu, no '>Olo tr dll;,cenden da en las cdtegoncts, debe lldmai se JtllÜJIJ twmiendental de la
tdl '>lllo L<1nil1ien mu«) pmdrnente rnleleclu,ll 1 Pero puesto tmagznaaon, para d1stmguu~e del enldce me1amente mtelec
tu«! lmagznauvn es la íacult<td de representar en la mtmuon

/(J / [11 t,] otll.lll,tl \lgo 1cu11 lllJ.\ LbLU],1, olll LM>lJ.1d1lla) 463 [ntendemo:- que el >UJeto del \ e1 Lo «;e Lct:-<t» e:i «ld mtwuon
162 H 11 que eutu1de1 c1qui r omu :,¡ d1¡e1.t JJU oolo [e1.t u11,t ;111te:.b] >emible», peio tambien pod11~ c.ei 'und cierta !o1ma», dlltes rnenc10
lt.tii,u mlcm.d ,1no t<1mLien 111c 1,t 1 p1ir,mtenle mtelt'ctuctl» L1mb1en nada
pud11<1, nte11du:,c 1 pui L<111to nu :,ulu [e> Lll1 cu11uu11uentu] tran:,cen 464 Tambien poduc1 entender ;e ") [puede] <L'>J pen:-a1 a p11011 la um
dent,tl s11w 1.u11l1ien m1 i '1 pui<1mu1Le mlt'lectU<d 1 Pero el contexto d<1d >mletKa de Id dpercepuon del multiple de la wtuwon JeJwtble»
,, 111 1,d p10lub1 hdl,Lu d1 un Lunuum1c11LU pu1,unente mtelLuu,tl 465 Tambien podua entende1 '>e «tundament,rn a p1 w11 Id puo,1b1lidad
':\¡ 111t11 fH LL,u que lu:i ,tdjLlll º' ti 1mLLndelll-tl t mtelectua],, ;e de otw conocurnento» Vec1.>tc \lll emb<11go !d eA.p!tcduun de K,mr en
rLÍlLléll ,1 ],1 ;111te;,¡; ;egu1mO> ,1 lle Vlu:::i1h,1t111u La Jidudwn, 1ol .\So= B 80
lll pp lbh"'
218
219
un objeto aun sm la presencw de el. Ahora bien, como toda
nuestra intuición es sensible, la imaginación, en virtud de j¡¡ sólo como nos aparecemos ante no'iotios, y no como <;onws
condición subjetiva sólo bajo la cual ella puede darles a los en nosotro'i mismos; [R lS:i] a saber. porgue nos intuimos a
conceptos del entendimiento una intuición correspondiente, nosotros sólo como <;Omos afertadoíiI1ternamente, lo que pa1ece
pertenece a la sens1b11idod; pero en la medida en gne Ja 5íntesis ser contradictorio, ya que tendríamos que comporta1 nos como
de ella, empero, es un ejercic10 de la espontaneidad, la cual pa<;ivo<; respecto de nosotros mismos; por eso, también, en los
es determinante (y no. como el sentido, [B 152] meramente si<;temas de psicología <;e prefiere, habitualmente, considerar al
determinable), 4 " 6 y puede, por tanto, determinar a prion al ¡ent1dn mtm10 e orno idéntirn a la facultad de la aprrrrpuón (que
sentido, en lo gue concierne a la forma de él. de acuerdo con nosotros clbtinguimos c11idadmamente ).
la unidad de la apercepción, en esa medida la imaginación es Lo que determina al <;entido interno es el entendimiento y la
una facultad de, determinar a pnon la sensibilidad, v su síntesis facultarl originada de éste. de Pnlazar lo multiple de la intuición, es
de las intuicioties, de acuerdo ron las rater;orw' deb~ ser la sín- decir, de someterlo a una apercepción (en la cual desrnnsa lapo-
tesis transcendental de la 1mag111acwn; I~ gue' es un efecto del sibilidad misma de él). '"R Ahora bien, como el entPndimiento, en
entendimiento sobre la sensibilidad y la primera aplicación de no,otros los hmnanm. no es, él mismo, una facultad de intuiciones,
él (y a la vez, el fundamento dP todas las restantes) a objetos de y a éstas, aunque estuvieran dadasH'" en la semibilidad, no puede
la intuición posible para nosotros. Como [~ínte~is] figurativa, él acogerlas en ¡Ípara poder enlazar aquello gue entonce<; vendría
ella se distingue de la síntesis in te lec tu al, [efectuada J solamente a ser lo múltiple de la inhiición propia de él resulta que la síntesis
por el entendimiento, sin imaginación alguna. Ahora bien, en de él, cuando se lo considera a él únicamente por <;Í mismo, no
la medida en gue la imaginanon es espontaneidad, la llamo es nada más gue la unidad de la acción de la que él es conscientP,
también a veces la imaginación fnoductwa, y la distingo así de como tal [acción], aun sin la sensibilidad, [acción] por la que""
la ref~oductiva, cuya síntesis esta sometida solamente a leyes él tiene el poder de determinar intemamentP la sensibilidad con
empmcas, a saber, a las de la asociación; la cual [síntesis], por respecto a lo múltiple que a él puede serle dado de acuerdo con
eso, no contribuye en nada a la explicación de la posibilidad ]a forma de la intuición de ella. 171 El entendimiento. entonces,
del conocimiento a przorz, y por eso no tiene su lugar en la bajo la denominación de ,(ntem transrendental de la 1mag111aci01~
filosofía transcendental, sino en la psicología. ejerce sobre el Sl~jeto paswo cuya facultad es él [mismo], aquella
a.cción de la cual decimos, correctamente, que [B 15 i] por eUa es
** afectado el sentido interno. La apercepción, y la unidad sintética
Éste es, ahora, el lugar para explicar la paradoja que a todos de ella, está, pues, tan lejos de ser idéntica al sentido interno, que
debió de parecerles notoria en la exposición de la forma del
sentido interno (§ 6); 4" 7 a saber. [para explicar] cómo es que
éste nos exhibe ante la conciencia, incluso a nosotros mismos, 468. El posesivo «de él» puede i eferirse tanto a «lo múltiple» como
al «entendimiento». De Vleesc-hauwe1 inte1preta que se 1efiere a este
último (De Vleeschauwer: L(f drd11rt10n, vol ITL p. 20.t).
466. Los paréntesis en la frase «() no, como el 'entido, meramente 469. En el original: "Y a ésta, aunque estuviera dada>•. Seguimos una
determinable)» son agregado de estil traducción con-ección de Vaihinger: «Randglossen», p. 457.
467. Se ha sugerido poner<<\§ 8)» rn lugar de«(§ 6)» (Corrección de 470. También podría entenderse: «[unidad] por la qne».
Gawronsky. recogida por Schmidt) 477. Es decir, de acuerdo con la fom1a de la intuición p1opia de la
sensibilidad.
lRlllCA DEc j' R~Zu\ PGR.\ 221
220

el!d, ,rnle:, 01en, corno luu1te de todo enlace, se du1ge al rnultiple de lo mulnple en el espac10, cuando hacemos abstracc10n de
de 1'1:, wtu1llune1 tnge1waL, b j t.Dn 1 el nomb1e de las categonas, este ) solo atendemos a la ac l. 10n por la cual deter mmamos
[,e du1ge,] J.nte, de tu<ld mtmuon :,en:,iole, a oÜjetos en gene1al, el Jllltzdo mtento de acuerdo <on la forma de el, es mcluso lo
poi el cont1J.110, d senudu mteino contiene la mera fo1111a de la que produce, ctnte todo, el concepto de la suce,10n Por con
mtu1uon, pew :,m enlJ.ce de lo mult.tple en ella, y por wnto, no ,i,gmente, no es que el entendimiento encuent1e) a en este un
contiene mela\ 1<1 nmgmM mlwuon detennuzada,, la que solo es enlace tal de lo multiple, smo que lu produce, al afeaarlo ' 1 Pe10
pu,1ble graud:, d ld umuenuJ. de la detennmaoon de el" i por como b que el Yo que piensa '>C d1:,ungue del Yo que se mtu) e
mecitu de la acuJn Lrcrnscendental de la irnagmaoon \mflujO sm a si mismo (ya que puedo representarme tambien, al menos,
tetILO <ld entendumento :,obre el sentido mtemo), a la que llame corno posible, otra especie de mtu1c10n) ) es sm embargo
identico a e:,te, por ser el mhmo sujeto, como e, que puedo,
:,mtes1:, figm dll\ a
Y e:,to lu pe1 l. ilnmus constantemente en nosotros No por consigmente, dec11 }ó, l umo mtehgenua ) como sujeto
podemuo, 1eprese1ll,m10:, en el pe11:,<1m1ento una lmed, sm tra pemante, me conozco a mz mismo como objeto pensado, en la
;¿ll!fa en el pens<1111iento, m [po<lemo:,] pemar un orculo, sm medida en que ademas de ello me soy dado [a mi mismo] en
dejo zb¡¡ lo, m [podemos] rep1 e:,entarnos l<1:, tres dunens10nes del la mtuic10n, solo que no [me conozco] tal corno SO) ante el
espauo, sm 1foponer, et partir <le un mismo punto, tre:, !meas entendHrnento, smo que, al igthll que los otros fenomenos, [me
perpend1l. ula1e~ t:cntre :,1, m tampoco [podemos representarnos] conozco] como me apctrezco mi mismo, esto no tlene rn mas
el uempo, ,111 prt>:,tai atenuon, en el tiazado de una !mea recta m menos dificult<1d que [la que tiene la cuest10n de] como es
(de:,tmada a ser ]<1 repiese11tduon figmativa externa del tiempo), que yo puedo se1, pdia mr mismo, en general, un objeto de la
meiainente a la dcucm de smte:,i:, de lo mult1ple, por la cual [B 1íb] mtmc10n y de las percepc10nes mternas Pero que debe
determmarnos suce:,i\ amente el sentido mtei no, y [sm prestar ser efectivamente dSJ [es algo que] puede mostrarse claramente
atenuon] poi e:,e med10 a la suces10n de e:,ta dete1mmauon en s1 se le da al espctuo el \alor de una mera forma pura de los
el'· El mov1rn1ento, como dcuon del sujeto (no como [Bl5.J] fenomenos de los sentidos e'-ternos, (con:,iderando] que no
<letei mmauon de un objeto),'-º y en consecuenoa, la smtes1s podemos representarnos al tiempo (que no es, sm embargo,
objeto de la mtuicwn ex ter 11dJ 1 de otra manera que mediante
la imagen de una !mea, en la medida en que la trazamos, sm
172 Ln el 011g1111l <con> Al poner «[)]con» segunnos una coneLCIOn cuya manera de expos1c1011 no podnamos conocer nunca la
de Gm l.rnd i e< m;1cl,1 poi '.:>clumdl mudad de su dunens10n, y [considerando] igualmente que la
-173 [:, deui, del «:,ent1do mterno» anle:, menuonado
determmd(JOn de la extens10n temporal, o tambien la de los !u
-17-1 H<>\ que entu1dei «L1 ;me;,ion de e'ld dete1mmauon en el
,ent1do 111te11w f\o e' po>1ble la mterpr etac10n 'la ;,uce;,1on de e;, ta gares del tiempo, paia todas las percepc10nes mternas, tenemos
dete1m11Muon en el tiempo» que tomarld siempre de aquello mudable que nos presentan las
J75 Ll mm im1eHto dt uu vb¡elo en el e>pciuo no compete a una c1enc1a
pui" 1 en con>e< UL llCia tcimpoco " 1<1 geomet11a, poi que el que algo
-176 Como si dijera «no es que el entend1m1ento encuentre) a en el
;,ea mo1 d no puede conoLel ;,e a prw11, >!!10 solo poi expei ienud Pero
el mo11rn1ento comu d111npuon de un e;,pac10 es m1 delo pmo de la ;enti<lo mterno t<ll enl<1ce de lo m,iltiple, :,moque lo produce, .-ti d.fectai
;,mle:,i;, :,uLeS!\ a de lo urnllrple en 1.-t mtu1uon externa en general p01 al sentido mterno»
l,, nnag11Muon pi oduLt11 d ) no ;,o lo compete a l,1 geometua, smo -177 Los pcI1entes1;, en la frcI,e «lque no es objeto de 1.-t mtmc1011 ex
mdmo ,1 l<> h]o,oh<> tJ ,l!bLendenl.-tl [Notd de Kant] le1nc1" :,un .-tgregado de esta tracluccion
CRÍTICA DE U\ Rr\ZON rt mA 223
222 11\f,v!f\1'1 'EL KANT
pensar que lleva a la unidad de la apercepl ión lo múltiple de
cosas externas; y que, en con~ecuencia, debemos ordPnar la1 toda intuición posible, se requiere también 11na determmada
determinaciones del sentido interno, como fenómenos, en el especie de intuición, por la cual ese rr.1últiple P~ dado, enton-
tiempo, precisamente de la m1sma manera como ordenamos ces mi propia existencia no es, por cierto, fenomeno _(Y aun
en el espacio las de los sentidos externos; y por tanto. [consi menos mera apariencia ilusoria), pero la detenrnnauon de
derando que] si admitimos, para Psto~ últimos,"'" que conoce- mi existencia'~º [B 158] sólo puede ocm rir de acuerdo cou la
mos objetos mediante ellos solo en la medida en que somo' forma del sentido interno, según la manera particula1 como es
afectados externamente, debemos conceder también, para el dado en la intuición interna lo multiple que ) o enlazo; ) por
sentido interno. que por medio de él nos inhlimos a nosotros consig11iente no tengo, según esto, conommcnto alguno de mí
mismos sólo como somos afectados internamente por nosotror mismo, tal romo soy, sino meramente tal como me aparezco a
mismos, es decir, que en lo que concierne a la intuición interna, mí mismo. La conciencia de sí mismo dista todavía mucho dP
conocemos a nuestro propio 'mjeto sólo como fenómeno, pero ser un conocimiento de sí mismo que prescinda de todas las
no como lo que él es en sí m1smo.t 7'l categorías, las que constituyen el pensamiento de un oh;eto m
gmeral mediante el en lace de lo múltiple en una apercepc10~
Así corno para el conocimiento de un objeto d1fe1ente de mr,
[B l 17] además del pensamiento de un objeto en general (en la cate-
goría), preciso también una inhiición, por la cual deter~nmo
§ 25. aquel concepto universal, así también, para el conocirmento
En cambio, en la síntesis transcendental de lo múltiple de mí mismo, además de la conciencia, o además de que vo
de las representaciones en general, y por tanto, en la unidad me piense a mí mismo, preciso también una intuición de lo
sintética originaria de la apercPpción, tengo conciencia de
mí mismo, no como me aparezco a mí [mismo], ni como, en
480. El Yo pienso expresa el acto de determin3r mi e;::istencia. Poi
mí mismo, soy, sino sólo [tengo conciencia de] que soy_ Esta consiguiente, la existencia es ya dada por ello, pero la manera como
representación es un pensar, no un intuir. Ahorn bien, como para la tengo r¡ne deteimim1r, es decir, [la manera] como tengo que poner
el ronocimimto de nosotros nusmos, además de la acción del en mí mismo lo múltiple r¡ue a elh1 pertenece, no esta dada con ello_
Para ello se requie1e intuición de sí mismo, en cuyo fundamento esta
una fo1ma dada o priori. es decir, el tiempo, [forma] que es sensible
: pertenece a la receptividad de lo determinable Pe10 s1 no poseo
478. Es decir, para los sentido' extprnos; pero también pod1ía enten además [B 158] otra intuición de mí mismo, que antes del acto de de-
derse «para estas últimas», es decir, para las determinaciones de los frrminor suministi e lo rfrtrrminante en mí (sólo dP l n; a espontaneidad
sentidos externos. tenao conciencia), tal como el tirmp() [suministra] lo determinable,
479. No veo cómo se puede Pncontrar tanta difirnltad en que el sentido ent~nces no puedo dPterminar mi existencia (lomo [Px1stencia] de
interno sea afectado por nosotros mmnos. Todo acto de atcnrión puede un ente espontáneo), sino r¡ue sólo me i epresento la espontaneidad
damos un [B 157] ejemplo de ello. El entendimiento determina siempre. de mi pensar, es decir, del detennina1; y m1 existen eia signe siendo
en él, al sentido interno de acuerrln con el enlace que él piensa, de dete1minahle sólo sensiblemente, es decir, como la existencia de un
modo que llegue a prodncint' nna intuición interna que corresponda fenómeno. Pero esa espontaneidad h<ice que me llame a mí mismo
al múltiple en la síntesis del entendnniento. En qué medida es afecta- intelu1.mrw [Nota de K3nt. Los pa1éntesis, en los dos casos, son agre-
da con ello habitualmente la mente, podrá perrihirlo cada cual en sí gadow de esta traducción].
mismo. [Nota de Kant].
Ch! l ll iJl: LA RAZOf\ Pl lRA 225
224

mull!ple en m1 rnlbmo, pu1 ld cudl determmo ese pensamiento, no se entende11ct como es que todo lo que pueda presentarse a
) e\.1,,to como mtehgenud que tiene conuencict solamente ele nuestros senndos debia e-,tar sometido a las leyes que surgen
~u tcLutltdd de enlazai, pew yue [e,,tctndoj, con [B l 5l)] ie~pecto a p1w11 solo del entencl11111em0
a lo mulnple que elld tiene que enl.lzar, somet1d<l a una con Ante todo fhtgo not,u que entiendo por Jllllem de la ap1ehen-
d1c1on hn11tati" a, yue ell<l llanM el sentido mterno, solo puede J1u11 la compo>1uon de lo mult1ple en una mtmc10n ernpinca,
hdcer rntmt1vo dquel enlace"t segun relaciones temporales que poi l<t CL1ctl "e torna po,,ible Id percepc10n, es declf, la conoencia
ie,,1den enter<lmente lue1a de lo" cor;ceptos del entend1m1en~o empmca de ellct (corno fenomeno)
propiamente tale~, [mteligenuct] que, por eso, solo se pue e Tenemos fa11nw de la mtmc1on sensible a przorz, tanto e-xtema
onocer et "i m1,,rna meramente tal como ella se dparece a s1 como mtema, en lcts 1epresentac10nes del espac10 y del tiempo, y
L 'In~ [ d trdn,,tormdr,,e] en unct mtuiuon (que no puede ser dellas debe ser siempre confonne la smte>1s de la aprehens1on de
n11~ " , ) o 110 "e lo rnultiple del fenorneno, porque ella nu,,ma solo puede ocurnr
mtelectu,11, d<ldd por el entendmnento mismo ' y no c i
conoce11ct a ~1 m1"m,1 "1 su ulluuwn tuera mtelectual de acue1do con esct founct Pero el espac10 y el tiempo no solo se
1epre!:>entan a przon como jomzw de la mtrnc10n sensible, smo como
mtwcwne:i ello~ rn1srnoó ([mnuuones] que contienen un rnultiple),
S 26. Deducción transcendental del uso empírico
) [;,e representan], por con>1gmente, con la determmac10n de la
universalmente posible de los conceptos puros
umdadde ese multiple en ello' (vectse la Estet trctnsc) ''' [Blbl] P01
del entendimiento com1guiente, yct JW1tarnentL con (no en) e!:>tas mtwuones es dada a
Ln lct duluawn metajoua "e rno,,t10 el o11gen a prw11 de la:, pnv1tct la vez, como cond1uon de lct smtes!S de toda aprehemwn, la
t omplcta con cm dct1Kid con
' ' "'
.1
catego1 M" en oener ,t 1'111eu1dn e "u c
1 l ,
l d
en l,l de ucc10n
] wudad de la stn/eJ¡j de lo rnultiple, fue1 <l de no,,otros o en nosotros,
lct" tunuones um\ ers,de" 1ogicd" ue pe11SdI' y por tdnto tarnbien [e,, d<Ldu] un enlace al cual debe conformarse
tramandental \e e\.pu"o \d po,,ibihdad de el!ds como co110Ju todo lo que haya de pode1 5e1 rep1e,,entctdo detem1madamente
s a j11 w11 de ob¡eto" ele una mtmuon en gener,d i§S _O,
nuen to d dd a pnon
) l) -\ho1.1 lM) que exphcdr la po,,1bih a e wnocer '
~or rned10 de las wtego11m, Jo,, objetos que puedan alguna vez 483 El espacw, 1epie;e11l<1<lo como ob;eto, komo elecnvamente se
~tekntill)t a 1l1tl:il1o:i jen/1do:i, [) de conocerlos a pnurt] ~o "egun lo iequiere en la geomet1Ict), ¡ont1ene mas que mera fo1ma de la 111
lct tm nl<l de l<t mtmuon de ellos, ,,1110 segun las le ye~ e s~ e1; tuiuon, .:t ,.ibe1, [contiene] w11¡unuo1t, en una 1epie;e11ldCJ011 wtuztwu,
lctce cl>i pue~, [hav que e>.phcdl lü pos1b1hdddj de p1escn ¡b¡le de lo mult1ple d.ido ;egun Lt fumi.t de l.i semib1hdad, de mdneia que
' ' :1 ¡ 1 ¡ y y de hdceda po>l e la formad~ la mtuuwn ;umm¡,t1a un meio mult1ple, pe10 !,t rntuuwn
d J,t 11 ,ttu 1 ,1\eLct, por e eu1 o d>l, ª e ' ,
"- [B bOJ Pue" >m est,l dpt1tud de ellas formal[wmmi;tid] um<ld<l de!" iep1esentauon Esta mudad Id conte,
lllC l U>O d e ll d 1111"1na
' 1 en l<l fatelicd, como pei teneuente merdmente a la [B lbl] sens1b1hdad
solo pd!d hacer notar que elJ,¡ precede a todo concepto, a pesai de
que pre;upone und ;mte;i; que no pertenece a los senudos, por la
cu.1! empe10, llegdn a sei, dnte to<lo, posible; todo; los conceptos de
e:.p.iuo) de tiempo Pues como pu1 medio de ella (al deteim111a1 el
entendurnenlü a L1 >ell5ilnh<l<ldJ 50H dddos, en pnme1 lugai, el espacw o
el ttempo como mtmuone;, eutonces Id umd<ld de esa mtmcwn a prwrz
pe1lenece al espacw ¡ al tiempo,) no al concepto del entendimiento
(S 1-!) [Notd de Kant]
CRITICA DE LA RAZOl\i Pl RA 227

226
que guardan uno con otro una relación de tiempo Pero en el
en el espacio o en el tiempo. Pero esa unidad sintética no puede tiempo. gue pongo por fundamento del fenóme:1~. como 111tuir10n
ser otra gue la [unidad] del enlace de lo múltiple de una dada interna, [B 163] me represento una 11111dad smtet1ca neces;ma de
intuirzón en general., en una conciencia originaria, de acuerdo con lo múltiple,'xx sin la cual ag1!f'lla relación m: J)odría ser ~ada !de
las categorías, sólo gue aplicada rn 4 a rmestia mtrnnón sem1b!e. En manera] detrrrninadrz (con respecto a la s11cPs1on tempo~~IJ en mm
consecuencia, toda síntesi~, por medio de la cual e~ posible la intuición. Ahora bien, esa unidad sintética, como conchc1on a pnon
percepción misma, está sometida a las categorías; y puesto que bajo la cual enlazo lo múltiple de una mtumón en genarz!., es -.si
la experiencia es un conocimiPr1to por medio de percepciones hago abstracción de la forma constante de 1111 mtmnon mtema,
conectadas, las categorías son con<licionPs de la posibilidad de [es decir, si hago abstracción de] el tiempo-~x" la ~~t~goría de
la experiencia, y tienen, por tanto. validez rz ¡morr, también con rama, mediante la cual, cuando la aplico a m1 sem1h1hdad, todo
respecto a todo~ los objetm de la experiencia. /o qur acontece lo determino, segun su relanon, en rl ll~m!10 en genna!.
". .. * * Por consiguiente, la aprehensión, en un acontec1m1cn.to tal -y
por tanto, este [acontecimiento] mismo, en lo que concierne a la
[B 162] Así, p. ej., cuando convierto en percepción la intuición pmible pe1cepción-''"1 está sometida al concepto de la rrlar1onde
empírica de una casa, mediante la aprehensión de lo múltiple los efectos y de las mmas, y así en todos los otros casos.
de ella, 483 me sirve de fundamento la unidad neresarwdel espacio
y de la intuición sensible e'\terna en general, y trazo, por así
decirlo, la figura de ella, 18 ' de acuerdo con esa unidad sintética Las categorías son conceptos que prescriben a /mon leyes
de lo múltiple en el espacio. Pero precisamente la misma unidad a los fenómenos, 1'11 y por tanto, a la naturaleza, como conjunto
sintética, si hago abstracción de la forma del espacio, tiene su de todos los fenómenos (natura materwhter 1¡1ertatrz); y ahora,
asiento en el entendimiento, y es la categoría de la síntesis de lo puesto gue ellas no son derivadas de la naturaleza, ni .se ri~en
homogéneo en una intuición en general, es decir, la categoría por ella tomándola por modelo (porq:1e en caso contrano senan
de la cantidad, a la cual tiene gue ser completamente conforme meramente empíricas), se pregunta como hay gne entender gue
aguella síntesis de la aprehensión, es decir, la percepción. 487 la naturaleza deba regirse por ellas, es deci1, cómo pueden ell~s
Si (en otro ejemplo) percibo el congelamiento del agua, apre- determinar a priori el enlace de lo múltiple de la nah1Taleza, sm
hendo dos estados (el de fluidez y el de solidez) como [estados] tomarlo de ésta.m Aguí está la solución de Pse enigma.

484. Puede entenderse tanto «aplicado [el enlace] a nuestra intuición


sensible», como «aplicada [la unidad] a nuestra intuición sensible». 488. Podiia entende1se también: «me represento necesariamente una
485. Hay que entender: «mediante la aprehemión de lo múltiple de unidad sintf>tica de lo múltiple».
esa intuición». No es gramaticalmente posible referir aquí lo «múltiple» 48.9. Los guiones en la f1 ase «-si hago ab<;tracc1ón [.. ] del tiempo-»
a la «casa» recién mencionada. son agregado de esta traducción .,
486. Hay que entender: «la figura de la ca.<;a». 490. Los guiones en la fiase «-y por tanto,[ .. ] po,1ble pe1cepc1on-»
487. De esa manera se demuestra: c¡ue la síntf'<;i<; de la aprehf'mión. son agregado df' esta traducción. . .
que es empírica, debe ser necesariamente conforme a la síntesis de la 497. También puede entenderse: «que pre<;cribf'n !P) es a p11on '1 lm
apercepción, que es intelectual y está contenida enteramente a priori fenómenos».
en la categoría. Es una y la misma espontaneidad, la que allí con el 492. Hay que entende1: «sin tomar df' ésta :se enlace'~· No es giama-
nombre de imaginación, y aquí [con el] de f'ntf'ndimiento, introduce t1calmente posible entende1: «sm tomar de esta ese mult1ple».
un enlace en lo múltiple de la intuición. [Nota de Kant]
228 1 l l \ 'L LL KA'< T Ch! rl ' 0[ LA R..,ZOh Pl RA
229
!B lo-.!] Como [e:, que] l<l:, leye5 de Jo:, fenomeno:,, en l<l na respecta a su enbce, su¡etos a l<ls Ldtegonas, ele las cuales de
lu1 <1letc1, deb<111 concoHLu con el entend11meuto ) con :,u forma pende la natu1dleLd (cons1der,1dc1 meramente como naturaleza
a ¡11101 t., e:, du 11, con la facultad de el, de enlaza1 lo mull1ple en en general) como del tunddmento ong1nano de su necesana
gene1al, no e:, ma::. exl!..ino que [l,t cue::.t10n dej como !e::. que] conformidad a le; es (como natuw fomwlztu spectataJ Pero Ja
lo:, fenomeno:, nn:,mos deban concord,l! LOn la fo1 m..i de la facultad pura del entend11memo, de prescnb11 a p1 w1 1, rnedi<lnte
mtu1uon :,eu:,1ble a p11011' '' Pues la5 le) es no existen en lo::. fe me1 .is categoua:,, las le\ es a los fenornenos, no ~e extiende a
norneno:,, :,mo 50]0 rel<1l1\ amente al sujeto al que los fenomenos mas leyes que aquella~ en la:, que se ba,,d una natu1aleza en
:,on mherente:,, en ld med1dd en que el nene entendm11ento, as1 genera~ como conformidad de los fenomenos, en el espac10 y
Lomo lo:, fenomemi:, no ex15ten en 51, smo :,olo 1el,tl1\ dmeute <1l en el tiempo, a leyes L1::, le) es particulares, por concermr d
m1:,mo ser, en la medida en (lUL l1ene :,enl1dos A la::. L05a:, en s1 fenomenos emp111camente determmado:,, no puedt-n J¿Juwje
n115ma:, :,u contorm1d,1d J. le) e:, le::. couesponde11a de m,merd enteramente de ellas,'' dtmque es tan, todas, sujetas a aquellas
ne( e:,ana, '1L!l1 fue1 a ele un entendmuento que la:, conouese Debe concur11r Id expe11enc!d, para conoce1, en genera~ estas
l\•10 los fenomeno:, son solo 1epresentauones de cosas que ultuna:,, uo pero so!J.meme dquelld::. leyes a p1 wn dan enseñanza
estan p1e:,entes sm ser conoudas'" en lo que re:,peLta <1 lo que acerca de la expe!lenLM en generaJl i ) de dquello que puede
puedJ.n :,er en s1 Como meras rep1 e:,entacwnes, empero, no se1 conoudo como un objeto de elld
e::.t<ln b.i¡o oltd ley de conex10n que aquel!d pre::.u1ptd poi la
facultMi de l<l:, eonexwne::. Ahor d bien, ,1quello que conedd lo
§ 27. Resultado de esta deducción de los conceptos
rnuluple de b rntmoon :,ens1ble es Id irnagmauon, que depende del entendimiento
del entendm11ento eu lo que respectd a la umdad de l<t smtes1s
mtelelludl de ella, y [depende] de la sens1b1hddd, e11 lo que No podemos pens<t1 nmgun objeto, s1 no es mediante las
respecta a la mult1phudad de Id dprehem10u Puesto que toda categonas, no podemo:, wnocermngun objeto pensado, s1 no es
po~1ble pe1cepuon depende de Id smtes1s de l.i üp1ehens10n, mediante mtmc10nes que correspondan a aquellos conceptos
) elld nu:,ma, empero, esta smte:,1:, emp1ntd, depende de la Aho1a bien, todas nue"trns mtu1c10nes son sensibles, y ese
ti ,msLendenlal, y por tan lo, [depende] de las L<llegonas, enton conoc1m1emo, en ld medida en que el objeto de el es dado, es
Les todas las pe1cepuones pos1ble5,) por tdnto tdmb1en todo empuKo Pero el conounuento empmLQ [B looj es expenenna
lo que pm·d.i llegar ,t l.i co11ue1K1d emp111c,t, es deu1, [Blii'í] En consecuenuu no e.1 po:;1ble paru no.iotroj nmgun conoL1m1ento a
todo:, lo::. fenomenos de la naturaleza, deben estai, en lo que p11on, a no ser uruwment1 Je ob¡etos de una npenenua posible""'

l!h G,n Lid "'lm ente ,[1 que Lb le) e'> [ ] deb,m comudu [ J no e> .f95 fa deur, no pueden deduui,e de las le) es en las que se basa una
mas e xtl ano que el que lo-, fenorneno, n11'11lO> [ ] dd.Mn c.urnu<lir natmale.la en general, p1e,,__11ptas a pnon por el entend1m1ento puro
¡ J CompJ.re>e Prulegu1ne1w>, L<l l\<..ad IV, J.97 (ut<l<lo poi De\ lee +96 «Esldb ultimas» se iefiere a las «leyes par ttcuLues» ante;, menc10
sd1dm,er La d,Jactwn vol lll, p 2 ¡lJ) 1lddas (mte1p1etac10n de (,orland, rewgrda poi Sd1m1dt) Va1hmger
4 ') 1 l:,n luga1 dt> «e:,t,m p1 e>ente> "m se1 cunoutL1,,,, podn,1 entende1se 111<.hca que debe sup1 unu "e el :iub1 ª) adu de !d exp1 e,1011 «en gene1 ah
l,1mb1en 'ex1oten sm "e1 cono( 1J,1s» 1.mil.Hen pod11d entende1"e que (H Va1hmger «Randglo;,sen», p -±57)
Id oi.iuon lel,ll!\ .i ,e ieheie, no ,1 co:,,¡,,, "mo d ,<[o,, !c11omeuos», wn 497 Aqu1 Lonv1ene "ub1a)J.1 ld exp1es10n «en generdl» (segun
lo que quedd1i.1 «que e"lan p1esenle" "rn "e1 conou<lo>», o bien <q1ie Va1l11nge1, loe ut )
existen '>ll1 se1 conoudo,,,
.+98 Pa1d e\ it,tr q11e alguien se ofenda p1ec1p1td.damente poi las ala1
230 11'1~ANl 1fl l~ANT

231
Pero este conocimiento que PSlá limitado meramente a
objetos de la experiencia, no por ello está tomado todo él Si alguien pretendiera proponer todavía un camino me-
de la experiencia; sino que tanto en lo que concierne a las dio entre los do-; ú11ico<; caminos mencionados, a saber, qne
intuiciones puras, como [en lo que concierne] a los conceptos ellas''"' no fuesen ni primeros principios a pnon Je nuestro
puros del entendimiento, hay elementos del conocimiento que conocimiento, pensados CljJOllfáneamenfe, ni tampoco extraído<;
se encuentran en nosotros a prrm l ,,,,, Al10ra bien hav sólo dos de la experiencia, sino di<;posiciones subjetivas de pemar,
caminos por los cuales puede pemarse una conc:nd~ncia nece- implantadas en nosot1os juntamente con nuestra existencia,
saria de la experiencia con los conceptos de los objetos de ella: arregladas por nuestro Creador de tal manera, que el 11so de
o bien la experiencia hace posibles esos conceptos, o bien esos ellas concuerda exactamente con las leyes de la naturaleza
conceptos hacen posible la e'<pe1 iencia. Lo [B l (i7] primero no de acuerdo con las cuales sigue su curso la experiencia (una
ocurre con las categorías (ni tampoco con la intuición sensible e<>pfcie de 11strma de la prrformaoón de la razón pura), entonces
pura); pues son ccmceptos a priort, y por tanto independientes sería decisivo contra ese mencionado camino medio (además
de la experiencia (la afirmación de un origen empírico sería de q11e con tal hipótesis no <;e alcanza a divisar un fin, [es
una especie de generatio aequirnca). En consecuencia sólo queda decir, no se alcanza a ver] hasta dónde se pretenderá lle\·ar la
lo segundo (por decirlo así, un sistema de la e/ngenes1s de la presuposición de disposiciones predeterminadas para _juicios
razón pura): a saber, que las categorías contienen, por el lado futuros): [B 168] que en tal caso a las categorías les faltaría la
del entendimiento, los fundamentos de la po•;ihilidad de toda nerr<;idad que pertenecf es€'ncialmente al concepto de ellas. Pues
experiencia en general. Pero cómo es que ellas hacen posible p. ej. el concepto de causa, que expresa la necesidad de una
la experiencia, y cuáles principio& dP la po'>ibilidad de ésta comecuencia bajo una condición presupuesta, sería falso, si se
suministran ellas en su aplicación a los fenómeno<;, lo explicará basase solamente en una necesidad subjetiva arbitrariamente
más ampliamente el capítulo siguiente, acerca del uso transe. implantada en nosotros, de enlazar cie1 tas representaciones
de la facultad de juzgar. empíricas según tal regla de la relación. Yo no pod1 ía decir: el
efecto está enlazado con la causa en el objeto (es decir, nece-
sariamente); sino solamentP [podría decir que] yo e<;toy consti-
rnantps consecuencins pPrjudicialPs dP e5ta proposición, qui Pi o sólo tuido ele tal suerte que no puedo pensar esa reprPsentación de
recor.d~r que las categorías no están limitadas, en el prnsar, por las
otra manera que así conectada; lo que es precisamente lo que
cond1c10nes de n~Pstra intuición SPmible, sino q11P t1Pnen un campo
1hrnitado; y que solo el rnnorrr lo qne nos representarnos en el pensa- más dPsea el escéptico; pues entonces todo nuestro saber por
miento, la determinación del objeto, requiere la intuición; ron lo cual, medio de la presunta validez objetiva de nuestrm juicios no es
a falta de esta última, el pensamiento del objeto, por lo demás, puede nada más que pura apariencia ilusoria, y no faltarían quienes no
segmr te_mendo sus consecuenciaq verdaderas y provechosas en el zHo admitieran [hallar] en '>Í mismos esa necesidad subjetiva (que
de ~o razon que haga el sujeto; [usoj que. empero, como no siempre está
dmgido a la determinación del objeto, ' poi tanto. al conocimiento,
debe ser sentida); al menos, no se podría disrntir con nadie
smo [que] ~ambién [está dirigido] a la [determinación] del '1tjeto: del acerca de aquello que se basa meramente en la manera corno
querer de este, no se puede exponer todavía aquí [Nota de Kant]. está organizado su sujeto.
499. Ed. Acad. modifica (siguiend0 1m1 ( 011ección de l\Iellin) como si
dijera: «sin.o que tanto las intuicionPs pura.s, como los conceptos pmos
del entend1m1ento, son elementos del conocimiento que se encuentian
a prwrz en nosotros».
500. Habrá que entender aquí que «ellas» son las catego1ías.
CR! l IL'-1 DE L-\ R-\ZOi\ PuR-\
132
233

Breve t,oncepto de esta deducción racwanws, precisamente ~egun las func10nes) el [ .\ 131] orden
de aquellas potencia, de la mente que se ,uelen comprender
Es l<l expos1uon de h.b conceptos puros del entendumento baJO la denom111ac10n amplia de entend11mento en geneial
(y con ellos, de todo el conocmuento teonco a prwn), como [B 170] Pue;,to que la menoonada logKa, meramente formal,
pnnc1p10s de lct pos1lnhddd de la expene11Chl, [y es ]d e>.pos1 h,1ce abstracc10n de Lodo contemdo del conoc11n1ento \\a ~ea
, 10 nj de esta, empero, Lorno dllermlllaczon de los fenomenos
este puro o empmco), y se ocupa solamente de la fo1 ma del
en el espac10 ) [B 169] el tiempo en general, - finalmente [es pensar (del conoum1emo d1scursl\ o) en general, por tanto,
la e>.pos1uon] de esto,"º 1 a part!f del pnnop10 de la umdad puede abarca1 tamb1e11, en su parte anahtrca, el canon para la
smtetKa v11guwr w de la apercepc10n, como [prmop10] de la razon, la fm ma de la cual tiene su norma segura, que puede ser
101 rna del entend1m1ento con respecto al espac10 y al tiempo entendida a prwrt, por mera descompo,1c10n de las accwnes
corno fo1 mas ong1nanas de la sens1b1hdad de la razon en sus momentos sm tornar en cons1derac10n la
""* * naturaleza peculiar del conoumiento alh empleado
La logKa transcendental, e,tando 111n1tada a un contemdo
Solo hasta aqm considero necesana la d1v1s10n en paragra
determmado, a sabei, solamente al de los conocimientos puros
fos poique nos ocupabamos de los conceptos elementales
Ahor,1 que vamos d 1ep1esentarnos el uso de ellos, el discurso a przon, no puede imitarla en e::,ta d1v1swn Pues se hace mam
, _ t otll fiesta que el aso tran.icendwtal de la ra¿on no es obJetl\ amente
podra ,war1Zdf sm el l a/-1 en concdtenauon con mua
valido, y pm tanto, no pertenece a la logua de la ueidud, e, dec!f,
a la An<lhtKa, ::,1110 que, como una logtca de la apanemza tlaso11a,
reqme1e una parte espeudl Je! edific10 doctnnal escolastico,
Libro segundo de la analítica transcendental con el nombre de Dzalectua transcendental
Por eso, el entendmuento y la facultad de Juzgar tienen
LA ANAllllCA DE IOS PRINCIPIOS
en la log1ca transcendental su canon del uso obJetn amente
valido, y pm tanto, verdadero, ) tienen su lugar en la parte
La log1ca gener,tl esta ed1hcada segun un pl<ln que comc1de anahtica de ellc1 Pero Id ra¿on, en sus mtentos de establecer
exact<lmente con l,l dl\ iswn de las facultades cognoscitivas su algo a p1w11 sobre los ob1etos, y de ampliar el conoum1ento
peno 1es Estas son 1',ntendwuento,jawltad de 1uzgar) ra¿on Por por sobre los l11mtes de la [A 132] expenencia posible, [B 171]
eso, aqut.lla doctlllld trata, en su A11<lht1cd, de Wllleptos,jlaUosy es enteramente dtafeltua, y ws iluso nas afü mauones no se
acomodan, de mngund manera, en un cc1non como el que la
Anahtica debe contener
JU! [,tus puede >u Mjlll ld.nlo «el e>pano) el tiempo", c.01110 «los
Por tdnto, la Analttua de luj pruu1ptoj sera solamente un
fc. 11 omenos corno md1hO 'l-t dcte1mmac10n» (pm e::.Ld. ultuna pos1b1
hd,td ,e cJ, ud1~ De VleesdMU\\e1 La deductwn, \OI III, p 27-l, notd.), canon para la fawltad dl ¡u<gar, a la que le enseña a aplicar a
L,unbien p1,cdc 1dun "' ,1 loo' Loncepto> putos del entendnn1ento» fenomenos los conceptos del entend11111ento, que contienen
J02 l Lt) que enlemlet >lil d1\ to!Oll en p<11 agrafo>» la cond1uo11 de reglas a prw11 Por este motn o, al tornar por
J(}J El lé\.lü que h.1b1« comu1L,1dci 'Ll c.eleb1e Loc1..e» (B 127) ) tema los p1 opios prmapw~ del entendwuentu, me sen. líe de la
qm. turn11M en co1H.,ile1Mu011 conLrnu,t> IB lol/ pe1Lenec.e >Olo a la denommac10n de dOltllna de la facultad de pt::gw, con la cual
>Pgund 1 cdl( 1un de l<1 oln.t, >U>lllll)'t' ,1 l« dt-ducuun t1,llJ:,cendent,Ü que
esta tarea queda caracte1 lZd<ld de manera mas preosa
se encuent1,1 en l.1 p11rnetd edic10n, enl!e l<t:, p«g1nd.> A <J-l \ A 130
CRinli-\ DE LA R/\ZON PURA 23.5
234 IMMMlUCl l<ANT

Introducción [A 13-1], un [B 173] juez, o un politólogo, puede tener en la cabe7a


muchas excelentes reglas patológica'i.jundicas o política<;. hasta
DE LA FACUL1AD TRANSCFNDENT\L DE JUZGAR E~ GENER.\L tal punto, que pudiera llegar a 'ier un profesor ITill) exacto; \
sin embargo, puede enar fácilmente en la aplicación ele ellas,
Si se define al entendimiento, en general. rnmo la facultad ) a sea porque le falte la natural facultad de juzgar (aunque no el
de las reglas, la facultad de juzgar e'i la facultad de s11brnm1r bajo entendimiento), ele modo que puede entender lo um\ ersal 111 abs-
reglas, es decir, de discernir si algo está, o no, bajo una regla tmrto, pero no puede discernir si un caso 111 cmwetoesta oomet1do
dada (rasus datar lrgzs). La lógica general no contiene precepto a ello; o bien porque no haya sido preparac~o suficientemente
alguno para la facultad de juzgar, ni puede contenerlo Pues, para ese juicio, con ejemplos y casos 1 ea!Ps Esta es, ademas. J;:i
dado que hace abstramón de todo rontemdo dr1 cononm1ento, no le unica y grande utilidad de los ejPmplos· que aguzan la facultad
queda más que la t~rea de (Bl72] de'icomponer analíticamente de juzgar. Pues por lo que toca a la corrección y precisión de
la ~le~a _forma del conocimiento en conceptos, [A LB] juicios y la inteligencia, por lo común le son más bien perjudiciale>, \d
rac1oomos. estableciendo así reglas formale'i de todo uso del que raramente cumplen de manera adecuada la condición de la
entendimiento. Si pretendiera mo'itrar de manera universa] regla (como ras1f\ 111 trrm1ms), y además, muchas\ eCP'i debilitan
cómo se debe subsumir bajo esta<; reglas, es decir. (cómo se debe] aquel esfuerzo del entendimiento, de concebir reglas de manera
discernir si algo está bajo ellas o no, esto no podría onmü de suficiente y universal, e independientemente de las circunstancias
otro modo. sino, otra vez, mediante una regla Pero ésta, preci- particulares de la experiencia.; lo habitúan, al fin, a senüse
samente por ser una regla, requiere, de nuevo, una indicación de ellas más como fórmulas, que como principios. As1, los
de la facultad de juzgar; y así se pone de manifiesto que si bien ejemplos son los (B 17-1] andadores ele la facultad de juzgar, de
el entendimiento es capaz de instrm ción y de equipamiento por los que nunca puede prescindir aquél a quien le falta el talento
medio de reglas, la facultad de juzgar es un talento especial que natural de ella. ' 05
no puede ser enseñado, sino solamente ejercido Por eso, ella [A 135] Pero aunque la lóg1ca general no pueda darle precep-
es lo específico de aquello que se 'iuele llamar ingenio natural, tos a la facultad de juzgar, muy otro es el caso ele la [lógica]
cuya carencia ninguna escuela puerle compensar; pues aunque transrmdental, a tal punto, que parece que ésta tm iera por tarea
ésta pueda suministrarle a un entendimiento limitado muchas propia el dar firmeza y corregir, mediante reglas determma-
reglas tornadas de una inteligencia ajena, y (p11eda]. por así de- das. a la facultad de juzgar en el uso del entendimiento puro
cirlo, injertárselas, la facultad de servirse de ellas correctamente Pues para procurar ampliación al entendimiento en el campo
debe pertenecerle al aprendi7 mismo; y no hay regla de las que de conocimientos puros a priori, por tanto, como doctrina, la
con esta intención pudieran preso 1bírsele, que esté a salvo de filosofía no parece necesaria; o mas bien, pai ece inopm tmrn,
ser mal aplicada, si falta ese don natural.;,,. Por eso, un médico porque después de todos los intentos hechos hasta ahora. poco

504. La car:nc1a de la facultad de juzgar es lo que propiamente se


llama tontena, y un defecto tal no puede iemed1a1 se. Un ingenio ob- (la 1rnmdo Prtn). no es i ;iro encont1 <Jr a hombies muy PruditO'i, que, en
tuso o limitado. al que no le falta1a nada m;ís que un gi ;ido suficiente el uso de su nenc1a, dejan vei, muchas \eces. aquel defecto que nunca
de entendimiento y de concepto~ propios OP éstP, puede muy bien ser puede ser co11eg1do. [Nota de Kant]
prepa1ado, mclus? hasta la erndJCión. medrnnte el aprendin¡e Peio 505 En el texto dice «de él». Segmmos a Ed Acad
como, poi lo comun, en ese caso tambw11 suelP faltar aquella [facultad]
236 CRITI( A De LA RAZOh Pl RA
237
o mnuun le11u10 ~L h..i ga11,ldo con elld, peto como ulllla, para lo, co11ceplos pu10~ dd L 1Jtend1mrento, bajo e'ª" condioone,,
pre\~~rn lo;, yeno" de lü tacult,td de jtlL:g,u (lapsus1udun) en el ) su\ en de fundamento rle todos lu;, <lema:, conoc1m1ento, a
u,, 0 de lo~ pocus concepto~ pu10;, del e11te11dm11ento que e;,tan puon, es deor, ele los p1rnop10s del entencl1m1ento puro
en nuv,uo pude1, pard e"o es requeuda la filosoha, con todd
;,¡¡ pcnet1ac1on y ~u di te derno;,trntn o (,tunque el pr O\ echo,
entonce,,, ~ea ;,olo negdt1vo)
l'ew la úlo;,oha n dmcendental tiene la pecuhandad de [>i.l'l;) /Bllo)
que, ddema;, de la 1eglá loma~ bien, [adunas] de la cond1uon Capítulo primero de la doctrina transcendental de
un1\ er~dl pdl d reob la~). dddd en el concepto pu10 del entend1 la facultad de juzgar (o Analítica de los Principios)
miento, puede mostrar a prwn a Id vez el caso al que han de se1
aplicada;, u La cáu;,a de lá \ entdjil que en e;,le puuto tiene, con DcL E::O,QUUI \J l::O,l\JO DE Lo::, CONCEPTO:::,
1e;,pecro c1 toda;, la~ ouas c1enc1as d1dact1cas (eA.cepto la mate Pl 1RO:::, llLL L 'l ILl\Dll\llLl\ 10
matica) re;,1Je p1eu;,amente d!u en que ;,e ucupc1 Je conceptos
que deben r eíeur;,e a pr wn a ;,m objetos, por cons1gu1ente, la En todas las subsunnone;, de un ob¡ero bclJO un concep
\ ,d1dez objLt!vd de ella"' no puede ;,er e;,tableudd a pu:,terwn, to, la rep1 esentac10n <ll p!1me10 debe ser humogenea con el
[A L:HiJ pue;, ello dejctlld enteramente mtacta'" 8 aquella drgmdad ulumo, 10 e" decir, el Loncepto debe contener aquello que
dL elL1, ,,1110 que d l,1 \ ez debe exponer, mediante caractenst1cas e;,ta rep1e~entado en el ob1eto que hcij que subsunw ba10 el,
lllll\ ei ;,,tle" pero ;,uhuente;, pdrd :,u conoc11111ento, las cond1
pue;, e::.to, pieu,<1mente )Jgmfica la e'-.p1e;,10n un objeto esta
uones pdra que puedan ser dados objetos en concordancia contemdo b1yu un concepto As1, el concepto empniLo de un
con <lquello;, conceptos, en Cá>O contra110, careceuan de todo platu tiene homogene1d<1d con el [concepto] pu10 geometnco
Lontemdo, ) por tanro, :,enan meras formas log1cas y no con de un wwlo, pue::. lá iedonde.t:, que esta pensdda en el prnne10,
ceptos puws del e11tend11111ento se puede mtmr en el ultimo
fata doil111w trwwwdentaL dl la fawltad de p1z:gar contendra Ahoia bien, conLepto> puto::. del enlend1miento son corn
du::, capitulo" el primero, que trata de la cund1c10n ;,ens1ble solo pletarnenre heterogeneos en cornparac10n con mtmc10nes
b<lJO l,1 l udl µueden ser empleados concepto,, puros del enten ernpmcas (} en gene1 ,d con [mtu1c10ne~J sensibles), y nunca
d11111ento, e" deu1, del e;,quemat1:,mo del e11lendm11ento puro, pueden ser hdll<tdos en mtuiuon alguna E11tonce,, ccomo es
el :,¿¿;w1Jo, dE. los jlllLlO" ;,mtet1co::.001 que se mfieren a pnori de posible la :,ub:,unlWíl de l,1::, ultimas b,lJO lo;, pnmeio;,, y por
tanto, la apltLauon de la e ategona a fono menos, puesto que
!06 .\phc.M!,L'»' se 1ehe1 e pi olMblemente a la exp1 es10n «1 eglas» que
nadie d1ra esta, p ej lc1 dus,tlidad, puede ::.e1 mtmda [B 177]
<'ta de11t1u del pa1entes1s tamb1en por los sentidos esta contemcla en el [ A.138] fenome
J07 b cleu1 Lt \ ,d1clet obJelI\d ele l<l filowha t1anscenclental, pero
t,unl)[( u pod11d e11tende1>e «ld \dliclet objel1\c1 de ello:»> (es cleor, de Huckrn..inn \ ..i;,1 como la dt' R ~chnudt, ti aen lllld forma en clamo
luo concepto, reuen lllt..HUUlldclu:,) plurdl \ <\ on clenen»¡ que pud11a d<lr lugd1 d emencle1 «de ]a, [cond1
J08 V,uhmgu 1f n c011 ecuon iecog1cla pu1 :::ichm1dt) pwpone que en uone:,J de lo> JU1uos >mlet1LU'>''
lug,11 de llJtdLld> ,e lect <1t¡u1 «desateud1d.l» 57U [] texto es dudo;o :::ic 0 um10, a Ed Acad Ül1 ct> mle1 pi etc1uone,
109 :::iegu1mo, l,1 td Acad , pero lds ecl1c10nes A y B (segun tic1en «e.un l.1 [1ep1e;,u1tc1uun] del ult1m0»
238
CR111CA DF l A RA7Ó"l í'l 'RI\ 239
no? Esta pregunta tan natural e mi portante Ps, propiamente,
la causa que hace necesaria una doctrina transcendental de Después de lo que ha sido mostrado en la Dedmc ión de
l~ facultad de juzgar; a saber, para mostrar la posibilidad de las categorías, nadie dudarii, espero, en dPcidi1 'ie acerca de la
~orno conrrpto~puros del rntendmumto pueden ser aplicado<>, en cuestión de si esto<> <;onceptm putos del entendimiento son dP
beneral, a fenomenos. En todas las otras ciencias, en las que uso meramente empírico, o también de ll'io tramcendental,
los c~nceptos mediante los cuales es pensado universalmente es decir, si, como condiciones de una e'<pe1 ienna po'>ihle, 'P
el ob¡eto no son tan diferentes ,. heterogéneos de aquellos refieren a prion solan1Pnte a fenómenos, o si, como condicione<>
~ue lo representan a éste in concreto, tal como es dado, es de la posibilidad de las cosas en general, pueden e'CtPnderse a
m?ecesano _d~r un_a explicación especial de la aplicación del objetos en sí mismos ('iin restricción alguna a nuestia sensibili
pnmero al ultimo. " 1
dad). Pues allí hemos visto que los conceptos son enteramente
Ahora bien, está claro que debP haber un tercero, >12 que imposibles, y no tienen significado alguno,;¡, si no !Ps e> dado
debe estar en homogeneidad, por una parte, con la categmía, un objeto, ya a ellos mismos, ya, por lo menos, a los elempntm
Y p~~ otra part.e, con el _fe~ónwno, y que hacp po<>ible la apli- en los que ellos consi'iten, y poi tanto no pueden düigirse a
CaClon de la pnmera al ultimo. Esta representación mediadora cosas en sí (sin considerar si, y cómo, pudieran sernos dacia'>);
debe ser pura (sin nada empírico), pero [debe serJ, por una que, además, la única manera como nos son dados objPtos
parte, mtrlertua!, y por otra parte, 1ens1ble. Una [representación] es la modificación de nuestra sPnsibilidad; finalmente, que
tal es el esqumw tramandental.
conceptos puros a p11on deben contener a p11nri, además dP
El concepto del entendimiento contiene unidad sintética la [B 179] función del entendimiento en la categoría, también
pura de lo múltiple en genPral. El tiPmpo, corno condición condiciones formales de la sensibilidad [A 1-W] (a saber, del
forma'. _de lo múltiple del sentido interno, ) por tanto, de la sentido interno), las cuales contienen la condición universal,
conex10n de t.oda~ ~~'representa< wnes, contiene un rntíltiple sólo bajo la cual la categoría puede ser aplicada a algún ob¡eto
a przon en la mtmc10n pura. Ahora bien, una determinación Llamaremos a esta condición formal y pura de la sensibilidad,
trans~endental del tiempo es homogénea con la categoría (que a la cual está re<>tringido el concepto dPI entendimiento en su
constituye la unidad de ella), en la medida en que es universal uso, el fsquema de ese concepto del entendimiento; y al procedí
y se basa en una [B178]regla a priori. Pero por otro lado es ho- miento del entendimiento con estos esquemas, [lo llama1emos]
rno_génea c~n el fenómmo, en la medida en que [A139] el tiempo el r>qunnatismo del erltPndimiento puro.
esta contemdo ~n t~~a representación empírica de lo rntíltiple. El esquema, en sí mismo, es siempre <;ólo nn producto de
Por eso, una aphcac1on de la categoría a fenómPnos será posible la imaginación; pero en la medida en que la <;íntesi<; de hta
por medio de la determinación transcPndental del tiempo la última no tiene por propósito ninguna intuición singular, <;ino
cual.. como el esquema de los concepto<; del entendimiei;to, tínicamente la unidad en la determinación de la sensibilidad,
media en la rnbsunoon de los últimos bajo Ja primera. >11 el esquema ha de distinguirsP de la imagen. Así, cuando pongo
cinco punto<; uno despuf's del otro ... e<>to es una imagen del
,f77. Quizá deba entendPrse aqu1: «de la aplicación de los primeros
\os conceptos) al ultimo (al objeto)».
número cinco. En cambio, si solamente pienso un número en
general, que tanto puede <>Pr cinco como cien, este pensar P~
572 Como si d~era «Un tercer elemento».
573. Es decir, en la subsunción de los f0nómeno1 bajo la rategoría
574. Kant agi egó aquí «no tienen <;en ti do p;i1 a no<;otrm» (E1 dmann
Narhtragr, LVI TI, rerngido por Schmidt)
i~l~l' l LL K'\N 1 CRI l lLA lJ[ LA <Azoe, PLRA

lc1 i epi e:,em<tuun de un mctudo de rep1 e;,,entai en una imagen de conceptos sensibles 1como [los] de las [ .\1-12] figuras en el
lllld t ctlHJddd ip LJ rn1ll :,e_sun c1e1 to concepto mas bren que espac10) fes] un producto', por dSJ decH lo, un monograma de
estc1 imagen im:,md a la cudl, en el ultimo ca:,o, drfiulmente Lt imetgmauon puia a p11,nt, poi el cual ) segi.m el cual, las
pod1 ld) o ..ibc11 c..i1 lc1; comp,u,ulct con el concepto >-\hora bren, rrnagenes lleg,m a :,er, etiltL todo, posibles, lds cuales, ernpei o,
et esta representauon de un p1oced11111ento UllJ\ ers,tJ de la deben ser conectddas con el cuncepto siempre solo por med10
1magrnüuon ¡H1d sum1111:,l1 df su mMgeu a un [B 180] concepto del esquema que ellas desig11etn sm que, en sr mismas, lleguen
Id ll..irno el csquemd <le ese concepto nunca a ser enteramente congruentes con el Poi el contrano,
Ln \ e1 d,1d, a nuestros concepto:, sensibles pm os no les el esquema de un concepto puto del entend1m1ento es algo
Sl! \en de lun<ldrnento 1IH<tgene:, de los objetos, s1110 [ i\ 1-11) que no puede "º llcvetdo imagen dlg1ma, smo que es solo la
es<1uenMs J,rnhl:, imagen <tlguna de un triangulo :,ena adecua sulte::,i" pu1d, conforme a una regl<t de !et umdad ~egun concep
<fa di concepto de un tJ t<lngulu en general Pue:, no alcanLana tos en genei al, que la categond expresa, 11 ) es un producto
lc1 Ul11\ er:,<tlid<td del concepto, que hace que este \alga para transcendLntal de la 1magm<1c,on, [producto] que conC1erne a
todu;,,, iectangulos no ILctüngulos, etc , s1110 que estana lun1 la de ter mmac10n del 5erlt1do mtei no en general, seg1m cond1
ta da s1empr e solo d unct p,u te de esta bfera El esquema del uone" de la fornid de el, del tiempo), con respecto a todas
t11etngulo mmca puede e>..1~t11 en otra pai te que en los pen:,a la~ rep1 e5entauones, en Id medida en que estas debieran estar
n11e11los, ) s1gT11hcd lJlld 1 egla de lct smte:,1:, de la 1rnag1nac1on, mtu conectddas entre >I a p¡¡o11 en un concepto, conforme a
co11 1e:, pe< to a figui as pm d:, en el espauo Aun mu cho menos la ll!Udad <le la apercepc1on
ülcanL,l Jetmas un objeto de la e>..penenc1a, o una imagen de Sm detenernos en un anah:,1s seco ) ted10so de lo que se
el, ,tl Lonccpto u11p1I lLO, :,1110 c¡ue e::,le ;,e 1 efiere siempre m reqmere, en gener,tl, pai<t los esquemas ti anscendentales de
mcd1etldmente et! e,quema de la mMgmduon, como 1egla de concepto~ pu10s del entenchm1ento, piefenrno:, e\. ponerlos en
ld Jeteunl!ldUOll de nue::,lra rnttuu011, segun cierto concepto el 01 den de ]d,, catego11a5 en conc\.10n con esta,,
ll!11\ u set! [I concepto de peno ::,1g111ficá und 1egld Je acuerdo [B 182) Ld nnagen pm,i de to<ld" las Cdnt1düde:, (quanlorum)
con ld cual i1111mag11Muon puede trazar, de rnanerd urnvers,tl, ante el "enndo e\.terno, e<, i l L,p,tuo, pero de todo5 los objetos
lct figuia de un dmmal LUcld1 u pedo, sm esldr hm1tadd d nmguna de lo, senl!dos en gene1d! el tiempo Pe10 el e:,quema puro de
hgu1 ,1 srn¿i.tl<11 part1uda1, que lci e>.penenc1<1 me ofi eoera, m ld wnt1dad (quantttattJ), umw [e~querna] de un concepto del
r,unpoco a nmgund unagen posrb!L que) o pud1cu 1 epi esenta1 entend1miuitu, e~ el 1w11u1u que es una repre:,entaC1on que
m conueto [,te e:,qucmal1srno de nue;,,l10 entend1m1Lnto, con dbet1cd !et achuon :,uce5I\d de lo uno a lo uno (homogeneo,)
1espccto et lus tenomeno-,) el lá mera tu1111d de ello~, e~ un arte Poi tanto, el numuo no e:, vtra cosa que la [ .\1-13] umdad
e:,( ond1Jc1 en Lts pr ohmcl1da<les del a!md hum,u1'l, CU) as ver
dddud;:, [B lbl J opuüuone:, d1hulrnente le adl\ memos alguna
:;76 El >llJdO de esta 01 auo11 ,ubo1 dw<lda es «Li c<Ltegon,¡,, ) el ob ew
\CZ a la N,umetleLd y la;, ponb"-ll10S en descub1eito a la vista 1
(lo e'p1e:i"do) e,' qm. (= l<t 1 t .,L1) puo t,unb1en podna entende1,e el
Podemos deCir apencts e:,to la wwgm es un pwducto de la <que> = lci ,mLe>I>) como :iu¡c to ' d<t C<ttegond> como lo expresado
Íd< ult,HI empuKct de la 1111dgrnauon p1oducll\ d, el e:,quema Con ellu quc<ld!ld md1cadu <¡UP el e>quema e, la >II1tes1:, pw.i que ex
presa a la C<ttegu11a Al d<lOf t tl l<t ¡ nme1 a suluc1011 segu1mo> a Bom
( qu<tm Cdtegona exprnrnt )
3 I 1 V,11hmge1 >ug1u e 4ue ;e le<t <tqm <<le l<t mMgm«uon 1ep1o<lud11;,1 :;17 En el onguMl de dlc1 Col!ecc1on de 1',mt (Erdmdnn Nach
( IbmL,lo,,en p 418 trage LI"\ \
f/\1~1 \Nl IFI KA 'ff CRITICA DE U\ R1\Z()"< f'l R'\ 243

de la smtes1s de lo mult1ple de una mtu1c10n homogenea en [ i\1-H] El esquema de la substancia es la penrnirienoa de


general, de modo tal, ,¡q que produzco el twmpo m1<;mo en la lo r:al en el tiempo, es decir, la repre<;entanon de ello com~
aprehens10n de la mtmc10n bstrato de la determmacion empmca gene1 al del t1dempc,
Realidad es, en un concepto puro del entendimiento, aque su manece ues m1cntias todo lo Ema<>
!lo que corresponde, en general, a una 5emac10n, aquello, por ~s~:~ti~at(t1 ~~~,~~rno tram~t~re, ~1110 que en el tiamcu:ie la
tanto, cu;o concepto en s1 rm<;mo md1ca un ser (en el tiempo), ex1stenoa de lo mudable Al trernpo, entonces, que es, e rn1<>
negacion (es aquello] cu~ o concepto representa un no ser (en mo mmutable \ permanente, le couPsponde en Pl fonomeno
el tiempo) La opos1C1011 de ambas ocurre, por tanto. en la ' bl la ex1<;tenc1a es det 11 la ,ubstam hl, \ 'º'ºen
¡0 mmuta e en ' l
diferencia del mISmo tiempo, como un tiempo pleno, o \ ac10 ella puede ser determmada seg1m el tiempo 1a <a1ce<;1on \ a
Puesto que el tiempo es 'mlamentc la fonna de la mtu1non, [y J Ita eidad de los fenomenos)
por tanto, de los objetos, como fenomenos. entonce<; aquello que simu n d 1 a Y de la camahdad de una cosa en
El esquema e a caus '
general es lo real, a lo cual, cuando ec; p11P'>to, ~ '1~~~~~~t:;1:~~
en estos corresponde a la sen<>anon e<; la rnatena transcendental
de todos los objetos como cosas en s1 (la cm1dad, 10 realidad) aJao diferente Consiste, pues, en 1<1 '>ll< e'>IOn e
Ahora bien, toda sensac10n tJPne un grado o una cantidad. por
la cual puede llenar mas, o meno<;, el m1<;mo tiempo, e5 dec1r, 1a"me d 1da en que esta sometida a( una regla ca 1 dP la re
El es uema de la comumdad accron renpro , i 0
el sentido mterno. respecto de la rmsma representauon de un q 1 d d de las subc;tannas poi lo que conoe1 ne a sus
ob¡eto, hasta cesar en la nada (= O = negatm) Por eso, e5 una opr~c~~~1:s \aª,1multane1dacl de !etc. \B 18 ~] detPrmmac wne<;
relacion; cone'üón, o más [Bl83] bien, un transito de la realidad acc1 e d ' 11 las de la otia seo1m una regid Ul11\ ersal
d una e e as con ' " d 1
a la negac10n, lo que hace representable toda realidad como un e El esquema de la pos1b1hd,1d es la concordanc ta ed ~
quantum, y el esquema de una realidad, como [esquema) de la d di\ ersas representac10nec; c0n las rond1c10nes e
cantidad de algo, en la medida en que ello llena el tiempo, es smtes1s e 1( que ,2 lo opue<;to. en una cosa, no
precisamente esta generacion continua) umforme de ella' 20 en ti~~deº,;;\~~~~tr¿1e~, s:~o <;olo c;ucec.1\ o'. por com1gc11c1~te, la
el tiempo, al descender, en el tiempo, a partir de la sensaoon que p de la repre<>entacion de una co<>d Pn un tic mpo
ttene un c1e1 to grado, hasta la de sapa IICIOn de ella, o al ascender determmacion
gradualmente, desde la negacion, a la cantidad de ella cualqmera d f ]¡ e'c1c;tencI<t
[A145] El esquema de la reahda e ectJ\a e<; '1
t mpo detenmnado
578 La tiaducc10n de la exp1es1on «el 1dmch, daR» por «de mo<io tal,
en un ie d 1 dad es 21 la existencia de un obieto
El esquema e a neces1 '
que» no es segma Garcia i'viorente «poi la cual», Bo1n «1ta, vt»
en todo tiempo d t
579 En la palabra «cos1dad» no sP enruent1a el nw;mo radical qne Por todo esto, se \e que el e<;quema de ca a e8 egona
sirve pa1a nomhrnr la cosa en s1. se Pmple1 0!10 nic!Kal que u'nalmente repre,entar [solo una determl!HIClOll dPl
nene el <>ent1do de oposic1on a la me1asuh¡et1\1dad Podemos entender contiene y hace
'
que con la palab1a «cos1dad» <>e nombra lo que COllC'>ponde (del lado
no subjetl\ o) a la 'ensac10n (que es lo pwpiamente subjetn o) As1, Ja
realidad a la que se refiere el texto,\ que '>P p1esenta como smommo de h da que sea pue<>to»
cos1dad. es algo que esta en el objeto \ que corresponde a la 'en<>anon 527 Literalmente «cuando el capnc o 111'111 ~f' Panl""n (Kant, ',tntt
522 Con este «quP» seguimos rnn cm recr1on
(que es lo que e'ta en el sujeto)
520 Es denr, de la 1 eahdad antes mePcrnn?da gart ' 1898) I ecoi:pdn poi Schrrndt el " h clt1
l edKinn (Nctn e 'e rn1
523 El , e1 bo «es» falta en a pnme1 a
l~l\l'\ \ l t:L KA\ T l Rll IL \ DE L'I RAZOi\ Pl R'I

nem¡m], , asi, el de J¿ LLlnt1ddCl, [contiene; hace iepresentar] ong1na1 ia), a regld5 um\ ersd!e, de la s111tb1s,) pard tornctrlos d:>J,
la genuetuon \smte,1;, 1 del tiempo mismo en la sucesn a apre con ello, aptos para la mtegr.tl Lonex10n en una expenenua
hew,10n d<., un objdO, el e,quu1ld de let cuahdaJ, la smte,,1s de Todos nuestros cononm1entos, empero, rbiden en el con
la ,ensauon ltiercepuon¡ con la representac10n del nempo, Jllnto de tocld la expenem 1a posible,) en la Ulll\ eroal ietere11Cld
o el llenetdo del tiempo d de L1 reletc10n, !et idauon de las a ella cum1ste la \ etddd transcendental, que precede a toda
per cepuone' ent1 e s1 en todo tiempo (es decir, segun und regla [\e1dad] empmca, y la h<lce posible
dc !d determmduo11 <lel tiempo), finetlmente, el esquema de la Pe10 salta d la vistc1 larnb1en que, aunque los esquemas
moclethd<.id ) de sus catego11ds, [contiene ; hace representar] de la ;,em1b1ltddd [B 18bJ realrLan, ante todo, a las catego11ds,
el nunpo mismo, como el co!leletto de la determmdcIOn de un tamb1en, sm embargo, las restrmgen, es decrr, las limitan a
objeto :,1 pe1 tcncl e <ll tiempo,; como [pertenece a el] Por e,o, comhuones que residen tuerd del entendm11ento (a saber, en
Job ebque!1ldb nu son nüda ma" que dl!enmnacwmJ del tumpo," ' l.i semibrhdad) Por eso el esquema es propiamente solo el fe
a p1 tort, seg un 1egld '" y esta;, se refieren, :,egun el 01 den de las nomeno, o el concepto sen:,1ble de un objeto, en concordancia
catego1Ms, a l<l Jlllt dd tiempo, d! wntuudo del lumpo, al 01den c.on la Cdtegona (NumeruJ e;l qaanlllilJ plweuomenon, sensatw
[B J8 >] ilrl l11 mpo ) füJcilmente etl coryunto dd tu:mpo, con respecto 1eahtw phaenomenon, co11stam et pe1dwabzle raum JubJ!antza plzae
,1 todm lus objetos posibles nomenon- -aeternztas, nue1Jzlas, phaenomena etc )J ' S1 dejamos
i\ petrtu de ebto quedd claro que el esquemdtismo del enten de !ddo una condic1011 re,tuct1\a, parece [c\1-1-7] que amphh
dimiento 1111:.chante !et -,mtesi" transcendental de la imag1nac10n edramos el concepto ante~ hm1tddo, as1, las categonas, en ,u
no clesembocd en mngund otra coba smo en ld umdad de todo s1gmficdc10n pura, sm todas !ds cond1c10nes de ld sensibrhddd,
lo mult1p!t. de Id mtrncion e11 el sent1du mterno, ) asi, mdirec debeudn tener valrdeL para cosas en general, tales co1110 JOll., en
tarncnte, en !et umddd de la <lpercepuon, como funuon que lugar de lo cudl sus esqlwmas lds representan solamente tales
concspunde ,iJ sentido mte1nu (duna receptn 1ddd) Por tanto, wmo aparecen/ y entonces aquellas [debenan .iparentemente]
los esquemd'.> de los concepto:, [~\l-1-b] pmos del entendurnento tene1 una ,igmficaoon mdepend1ente de todo~ los esquema,,
"011 l<l:, \ udc1derao) tmKa5 condiuones p::tra procurarles a estos y mucho mas e.xtend1dd En realidad, es cierto que les queda
nna 1elerenua a objeto:,, ) por tanto, J1gnifiwaon,) pm eso lab a los conceptos pu10:, del entendimiento mcluso despues de
calego11c1s, '11 hn, no tienen otro u,o, mas que [el uw] po:,1ble hacer ab:,t1dcc10n de todd condiuon sensible, una s1g11ificaoon,
empu JLO ¡mes s11 \en meiamente para sumeter a lo:, fenomenos, pero soldmente logKa, [!et s1grnficauon] Je me1<l mudad de lds
med1dnte hmdarnentoo Je Ulld mnd,1d necesana a przm z \debido 1ep1esentduones, a !d;, cud!e;,, 'empe10, IlO les es dado rnngun
Ll L1 umhcdUOll neceoet1 !Ll de todd conuu1ud en una aprecepcron

52ó El 11wnaoes ld Cdnt1dctd <orno fenomeno, la JlWauon es ld realidad


321 La c .. p1e>JOn ent1e cmd1ete:, [>olo una due1mmauon del como fenomtcnU lo wmtant, i pe1 durable de las cosas es la sub5r.anc1a
tiempo] e> nw1 L011ecuon de A.d1ckes, <cll :,u ed1uon de la Cntua di como fenomeno - - la eünudaJ e> la nece:,1dctd como fenomeno
la w~on p111<1 188'1 1ecog1dd po1 Schm1dt ::i27 Qmza con\ enga entender dqm «en lugai de la r epresentac10n
Jl.:J Ln lugdt de dde1m1!l<1uunc> del tiempo» po<l11ct entenderse que hacen de tale:, cosas los e:,quemas, que las representan >olameme
ldl11bJe!l deten11ll1clU0!1e:, tempUI ctk:, ', é:0[L1Ó> 110 ;e! ldll y e\, éll e:,e Ld>O, tal w11w aparellrt»
dete1m111<1L'o11e:, del uempu m1;rno ~1110 que pod11a11 :,e1, poi e1emplo, 528 Es decu, a ]ds 1ep1e;ent1cwnes, pero qu1¿a cu11' eng« considerar
<letc1 mHMuone:, tempo1 ale:, de la, co:,a" la pos1L1lidad de que Kant "" esle iefinendo aqm dnectamente a los
CRITICA DE LA Rt\70'i rl R \

Pues c;on prec1<;amente estas, [aquellc1s] en cm a refe1 ene ia d


ob1eto, v por tanto tampoco s1~11ficanon alguna que pudiera e'penencrn posible debe consistir todo conoc 1mwntn pmo
prod11cir un concepto''q de ob1eto As1, p eJ , la substancia s1 a p11011 del entend1m1ento v [aquellas] CU\ a relac1011 con la
uno supnm1ese la determmac1on sensible de la permanencrn sens1b1hdad en general [B 188] expondra por f'SO todos los
no s1gmficana nada mas que un algo que puede ser pensado pnncrp1ns transcendentales del uso del entend1m1ento, de
como sujeto (sm ser un predJCado de otra co'm) Pero con esta manera completa, v en un sistema
representac1on no pnedo hace1 nada, puec; no me [B 187] m Los pnnop10s a pnon no lle> an pse nombre umcamente
d1ca que determmac1ones pose~ la cosa que ha de ser temda porque contwnen en s1 los fundamentos de otws Jll!CIO> smo
por tal sujeto pnmero Por cons1gmente las categonas, sm los tamb1en porque no estan basados, a su ve? en conocmuentos
esquemas, son solamente funuones del entend1m1ento para supenore~ 111 mas gene1ales Pero esta propiedad no los e,1
conceptos, pero no representan ob1eto alguno Esta s1gmfica me de toda demostiac10n [Al t tl] Pues aunque ~ sta no pueda
non la reciben de la sem1b1bdad que rPahrn al entPnd1m1ento luego ser desarrollada obJet1v amente, smo que ma'i b1f n su v ,1
a la vez que lo 1estrmge de fundamento de todo conocnmento de su ohJE to e<,to no
1mp1dc que sea posible v aun necesano summ1strar una de
mostrac1on a partir de las fuentes c;ubjell\ as de 1'1 pos1b1hda<l
de un conoomiento del ob1eto en genernl pues de no >cr as1,
r \1 la proposIC1on atraena sobre sr mr<:rna, igualmente, la f01tJ<:1ma
Capítulo segundo de la doctrina transcendental de sospecha de [se1] una afirmac1011 meramente suh1 ept1c ia
la facultad de juzgar (o Analítica de los principios) En segundo lugar nos limitaremos a aquellos pnnc1p1m
que se 1 efie1 en a las categonac; Por tanto no pertenecen al
SJSTE\,I \ DE TODOS LOS PRJNUPJOS terreno marcado para nuestra mvestigac1on, m los pnnop10s
DEL fNTf'\fDll\flfNlO PURO de Ja Estetica transcendental, segun los cuah-s el espacio ) el
tiempo son las cond1c1ones de pos1h1hdad dt todas la'> cosas,
En el capitulo anterior hemos considerado la facultad como fenomenos, 111 tampoco la restncc1on de e'tos pnnop10>
transcendental de JUZgai c;olamente segun las cond1c10nes a saber, que no pueden ser refendos a cosas en s1 mismas Tarn
unn ersales, solo baJO las cuale<: ella esta auto11zada a emplear poco los pnnop1os de la matema!Jca forman parte alguna de
los conceptos puros del entendmuento para 1mc1os smteticos este sistema, porquP son extra1dos soldmente de la mt111uon '
Ahora, nuec;tra tarea es exponer en enlace SVitematico ]o<; 110 del concepto puro d l entend1m1ento [R J 8()] sm embargo
0

JUICIOS que el entendmuento efe( hvamente produce a p11nn puesto que, 1girn !mente, son Jll!CIO'i s111tet1cos o jmo11 tenclt <l
su1eto a esta cautela c11t1ca, para lo nrnl, c;m duda, nuestra tabla un lugar aqm necesanamente la pos1b1hdad ele ellos no p,111
de las categonas debe sum1111str2rnos la gma segura) natural
530 Ec;ta frase es dudosa pm su con,trncClon '>t>!l;111mm a Fe! Ac1d
conceptos puros del entencl1m1ento antes mennon-1cloc; como s1 dijera Se han sugeJJdo entre oti<is h' \11nntt>s '>mo qrn nn pnnc1pm nn5
«a ellos (a los conceptos puros dt>l entend1m1ento empe10 no les es bien s1J\ e de fundamento de todo ronornrnento de sn oh¡eto \h llm)
ciado nmgun objeto» etc «'>mo que 11115 b1Pn pone p01 fund1mento todo conocurnento d<> su
529 En lugar de «p1 oducu un ron et pto», Kant rnn1gio aqu1 «p1 ocl11rn objeto» (Gnllo) (Tocio segun Schm1dtl
un rnnocnrnento» (Segun Schm1dtl
CRI 1ll ~ DE L'\ R>\ZON PUR>\
IMMA.ill[L K.'°1 'ff
248
. t apodídica -ellos no nece- [A 151] Ahora bien, la p10po,,ición: que a ninguna cosa le
demostr ar su cm 1ecuon y ce1 ela "bl l "bT d· d
t eso . ,i1 5ino ::.úlo para hacer comprens1 e a pos1 _1 1 a com·iene un p1 edicado que la contradiga, se !l,rn1a el principio
SI clll ' . de 1tes V nara deduorJa. de contradicción, ) es un criterio universal, aunque sólo ne-
de bles conm mueutos a p1 tort ev1 I , i ' . . .

~ebe1e1mls habl,u- tamb1en del p1incipio _de _los JUI~::" ª7~~ gativo, de tod..i verdad, por dio mismo, empero, pertenece
lit1cos v e5to en [A 150] opo~ición al de los smteticos, de .. sólo a la lógica, po1que vale para conocimientos, sólo como
' 1 . que esta contrapos1uon conocimientos en generul, sin tomar en consideración su con-
l ue )1 op1amente nos ocupamos, por .
l;be1~1 la teoría de los úlurnos de todo malentendido, y los pone tenido; y dice: que la contradicción los aniquila y los supnme
a la vista nítidamente en :,u na hu aleza peculiar. enteramente.
Pero se puede también hacer un uso positivo de él; esto es:
no solamente para excluir la falsedad y el error (en la medida en
que se basa en la contradicción), sino también para conocer la
EL ::Ol::OlL/\I.\ lJI: LU::O PRINCIPIOS DEL J:.N'!END!l\!IE~IO PURO verdad. Pues si el juzcw es analtt1co, ya sea negativo o afirmativo,
su verdad siempre debe poder ser conocida suficientemente
Sección primera según el principio de contiadicción. Pues de dquello que, como
concepto, reside en el conocimiento del objeto y es pensado
DEL PR!NUP!U SUPRH!O DE TODOS ya en él, se negará siempi e con ectamente lo contrai io; pero el
LU::o Jl!ll.lUS .\NALl!!COS
concepto mismo deberá ser afirmado necesariamente de ello,;"
[B 191] porque lo contrario de él contradiría al objeto.
Cualqmera sea el contenido de nuestro c~n~cimiento, i Por eso, debemos admitir, ciertamente, al principio de con-
como rnera ue este se refiera al objeto, la cond1uon umversa, tradzccwn como el prmupzo uili\ ersal y enteramente suficiente
aunqt~ sólo ;1egat1va, de todos nue::.tros juicios en generaltes de todo wnocinuento anahttco; pero su autoridad y su utilidad
' - . en caso contia110 es os
ue 110 se cuntiadigan a si 1msmos, ' no van tampoco más allá de [ser] un criterio suficiente de la
l~üuos no son, en sí mismos (incluso sin toma.r en cuenta ~1 verdad. Pues el que ninguu conocimiento pueda serle contra-
J L. •t ¡\ nada. Pero aunque [Bl90] en nuestro JlllUO no ha) a rio, sin aniquilarse a sí nusmo, eso hace ele esta propo,ición,
u lje l 1, d · b go enlaLdf los con-
cont1..id1Lción alguna, él pue e, sm em a1 , . l b' por cierto, una condztio [A 15'.2] sine qua n~ri., pero no hace ele
cepto5 de una manera difeiente de como lo requiere e. o ~eto, ella un fundamento ele determinación de la \·erclad de nuestro
o nrnbien sin que no" sea dado fundamento alguno! r:1 .ª prwn conocimiento. Ahora bien, puesto que nuestra tarea concierne,
' ' ¡· · · .- tal· y así un JUICIO, aun
ni 1 pmtcrw1 I que just1 ique un Jlllll 0 , ' , 1 propiamente, sólo a la par te sintética de nuestro conocimiento,
' d l'b ·e,de toda conl!adicción interna, puede 'er fa'º' o tendremos siempre, ciertamente, la precaución de no actuar
e~ta11 o 1 1

cai ecer de fu11ddmento. nunca en contra de este pnrn ipio inviolable, pero nunca po-
dremos esperar de él ningún esclarecimiento respecto de la
verddd de esa especie de conocimiento.

533. fa deor, el concepto deberá ser afirmado necesanamente de


aquello que r esrde, como concepto, en el conoc1m1ento del objeto
CRITICA DE LA Rr\ZON Pl 'RA

De este princ1p10 célebre, aunque despojado de todo


IAlS-l]
contenido y meramente formal, hay empero una fórmula que
contiene una sínte'iis que se ha introducido en ella por de'icuido, Sección segunda del sistema de los principios
y de manera cornpletanwnte innE'cesaria. DicP: es imposible del entendimiento puro
que algo a! 11mmo trrmpo sea v no "ea. Aparte de que aquí se ha
añadido de manera superflua (mediantE' la palabra 1mpos1ble) ÜEL PRl:--iCIPIO SLTRL\10 Df r< llH l~
la certeza apodíctica, que debPrfa entenderse por sí misma a LOSJCIC!O'-, C.!NfLl!Cll\
partir del principio, además la p1 npnsinón Pstá afectada por la
condición del tiempo, ; es corno ;;i dijera: Una [B 1921 cosa= La explicación de la posibiliclad de juicios sintPtirns es nna
A, que es algo= B, no puede ser 11nn B al mismo tiempo; pero tarea con la que no tiene nada que hacer la lógica genera 1, que
puede muy bien s~r ambo'i (tanto B como non B) de manera ni siquiera p1 ecísa conoce1 el nombre de ellos En una log1ca
sucesiva. P. ej. uri hombre que es ¡oven no puede ser, simultá- transcendental, ernpern, éste f'S el negocio más importante ele
neamente, viejo: pero el mismo hornbrP puede muy bien ser todos, e ím lmo el único, si 'ie habla de la posibilidad de juicios
jo'> en en un tiempo, y no joven, es decir, viejo, en otro tiempo. sintéticos a prwrz,; de las condiciones y del ale anee de la v,1li
Ahora bien. el principio de contradicción, como principio dez de ellos. Pues luego de acabado [este n<'gocioJ. ella puede
meramente lógico, no debP restringir sus asertos a relaciones satisfacer perfectamente <;U [propia] finalidad_- a saber, la de
de tiempo: por eso, [A15:1j rnrn fórmula tal es entPramente determinar el alcance y los límites del entend1m1ento pu1 o
contra1ia al propósito de él. El equívoco viene meramente de En el juicio anahtico me atengo al concepto dado, pa1 a esta
que a un predicado de una cosa 'iP lo separa primeramente blecer algo de él. Si es afirmativo, le atribuyo a ese concepto sólo
del concepto de ella, y luego 'ie conecta con ese predicado aquello que ya estaba pensado m él; si es 1wg<iti\ o, sólo excluyo
su opuesto. lo cual nunca produce una contradicción con el de él lo contrario de eso.' 3 ' Pero en los juicios smtE'tJCO'i df'ho
sujeto. sino solamente con su predicado, que ha sido enlazado salir del concepto dado, para conside1a1 en relacion_con él algo
sintéticamente con aquél; y [esta contiadícción se produre] enteramente diferente de lo que Pstaba pensado en el. [B 19 !] la
solamente cuando los predicados primero y segundo son cual [relación], por ew, nunca es ni una relación de identidad,
puestos al mismo tiempo. Sí digo un hombre que es inculto, ni una de contradicción; y ron respecto il esto mm ca se puede
no es culto. tiene que estar allí la condición: of mismo tiempo; descubrir, en el juicio mismo, ni la \·erdad ni PI error
pues aquel que en un tiempo no es culto. puede muy bien ser Admitiendo, pues: que se debe salir de un concepto dado,
culto en otro tiempo. Pero si digo ningi.m hombre inculto es para compararlo sintéticamentf> con otro; entone Ps_ e<, necesario
culto, la proposición es analítirn, porque la nota (de la incul- un tercer [elemento], sólo en el cual plwde surg11 la smtest'i de do'
tura) forma pi!rte, ahora, del roncepto clel sujeto, y entonces la conceptos. Ahora bien,~ qué e<; este [elemento] tercero, el medio
proposición negativa resulta innwdíatamente del principio de de todos ]o<; juicio<; sintéticos) Ha;·'<' snbmcntc un con¡unto en
contradicción. sin que se nece<;ite afiadir la condición: rzf mismo
tiempo. E'ita es la causa por la r¡up antP<; he alterado la fórmula
534. Es deci1, lo cnntrn1 in de lo quP \a e'tab;i pensado en el rnncepto
[Bl93] de él, de manera que la naturaleza de una proposición
Pew también podría entPnde!5e: «lo contrmm de él mi5lll0" e<; dt'<n,
analítica fuera expresada dí~tintamente por ella.
del concepto. .
535. Segmmos una corrección de Mellin, rerngicla por Schnmlt Ln
el original dice: «Es solamente un conjunto»
l El l ll " U~ t 'I R.\LO\ Pl RA
J\I vl.\ vl LL kJ\ \ f 253

el que e,t.in LU!lluucL.L tud"' nue;,t1 ,1;, r ep1e;,erndc1one;,, a saber, La péJtbdulad de la' \f1e11encza es, pues lo que les da reali
el ;,ent1do mtu no, ) lct tui !lld de el a pr w1 t, el tiem¡:in La smtes1;, dad obJE.11 \a a todo, lllk''>ll º'
conoc1m1em•)5 a p11orz Pero la
de l.i, r epi e;,cllldUOllL;, ;,e b.i;,ct t.11 la l!lMgmac ion, pe1 o lu 1 mrd,1d e'-penencid ,e bd0a en Id u11HÜd s111tet1ca el• Jo, fenomenos
o,rntet!Lü de ell,b (que e;, iequurd.t p,u.t dju1uo) [:,e basd] ell la es deor, en una smtesi;, segun conceptos de un objeto de los
umd.td de l.t .tpe1ce¡x1on \qw lMora que ou:,cdl, enlome-,, lc1 ft.nomeno, en generd!, >lll l.t cual ella no llegana a ser conoc1
po;, 1b 1bddd de lo;, JLl!Uo;, smtet1co;,, )" puc;,lo que toeº' 1 t res 'll rmento, "smo w1a rap~od1á de percepc10ne~ que no ,e podr 1an
conl1cnen L1, hwnte:, de representauo11es a prw11, tamb1en [ha lldcer compdtiLle;, entre &1 en nmgun contexto, segun reglas de
Ora que IJLt;,Ldf c1qm] J.t pu010rhdad de Jll!l!O;, ;,rntetICOS puro0, una conc1encra (po'11ble rntegramente mterc.onectacla, ) por
t mdu;,o ,,e 1,m nece;,,u 10;, d pát tu de esto:, fundamentos, s1 es consrguiente tampoco ¡,e pod11an hacer compdt1bles] Lon la
que ha de tenu lug.tr un conoum1ento de objetos que se base urndad tramLendentdl \ nece0>dfW. de la apercepcron [B l 9b]
;,uldrncnte en L1 smle;,1s de las repre:,entacrones Por con5rgmenLe, ti e".pe1 it.nua tiene pnnc1p10s de su forma,
~ 1 un Lonocunrenro lM de tener realidad obJetl\ d, es decir, que le 011 \en a p1 zorz de fundamento, a saber, reglas l!l11\ ersdles
["1 ha de] 1efume .t un ubjelo) [ha de tene1] en el ;,1gmficctum1 [-\ 1)7] de la umdad en Li srnresis de los fenomenos, [pnnc1
)" ;,211Lrdo el ob¡eto debe podu ;,er dacio de alg1ma m,mera Sm p10;,] cu)a red!id,1d obtt tlVd, como condrc10ne, necesar1cts,
e;,o ¡0 , corn epto':. "ºn \ ,1uu;,, ) con ellos se ha pensado, [B 19 5] puede ser dernostrdd<1 ;,iempre en la c'\.penencia, e mcluso
puo en reahdád no se hd conocido nadd mediante este pensar, en !et pusib1l1dad de ella Pero fuera de esta referencia, las
;,rno que ;,ulc1rnente oe ha jllgddo con rep1 e;,entacwnes Dar un propo'1icw11t.o 5111tet1cas a pnorz son entefd.menre imposibles,
objeto [ .\ l )(ij ;,1 e;,lo no se hct de entende1 a su \ ez de manera pmque no po0ieen un tercero, a saber, un Gbjeto puro," 1 en
solc1mente medicll<l, smo [que s1g111fic<l] e".h1bn mmediatamente el cual le! u melad :,,mtet1c<1 ¡md1erd e\.hibu la rPdlidad obJetiv a
t n Id mtuiuun no es nada mao que iefenr la representauon de de ~u" concepto;, 1 '
el d Id e\.pe11enua (\d sed electl\d, o solo posible) Incluso el Por e5o, aunque del e>pdCIO en geneial, o de l"s figuras que
espc1uo) el t1u11po por mu\ pu1 os que esto' conceptos sean de Id imagmauon productJ\ d di;,eña en el, conoLcamos mucho a
todo lo empmco,) pu1 !Tlll\ uer to que sea que son representados pnon, medidnte Jlllll0'1 '1mtetKo;,, sm que necesltemo5 paia ello,
ente1c1mentc a p1 wn en 1,1 rnent~, .11 • tend11an \ cthdez objetl\ a, m efeltl\ amente, expenenc1d ctlguna, tal conoc1m1ento, empero,
tenclr!clll sentido 111 ;,1gmhL dUOll, s1 no se rnoJ1 Ha su u;,o nece no 5ena !láda mas que atarearse con una mera farnasia, si el
oa110 en los ob1etu;, de l,1 e".penenua, pues la iepresemadnn de espduo no tu\ 1erd que 5er considerado como cond1c10n de
eUos es un me10 esquemc1, que se H.fiere siemp1e c1 la rnMgmauon lo5 fenomeno5 que comtllu) en la matena de la expenenc1a
reprodm tl\ et, la que Lv oca d los objetos de la expenencia, sm externd, por lo cual aquel!o;, JUICI0'1 smtet1cos puros se refieren,
1
lo<i u1dle;, ello:, no tt:ndnan '1g111hLdl10ll alpma, ' y as1 es con
todo;, Jo;, concepto:, :,,rn d1ferenua
538 Qu1u com enga entender sm esa umdad smtetica ella (la ex pe
uenc1a 1 no llegana a ser conocnmento
536 t 0 du.11 el >L11l1do mterno lc11m,1gmauon \ Li <1pe1cepuo11 539 En h1l\a1 de «Ull objeto pu10» Ed Acad tiae «nmgun objeto»
J 37 Ou 1z 1 tkba ente11de1oe 'olll lo;, cu<1le;, 1es decn 'm lo> objetos 5-1-0 La 1" -l_icuon del 011gm 1l e;, 11 ip1 eusa Segmmos una sugerencia
tk l,1 .:::.Jkl 1enL1<1 ellm \e> deu1, el e:,pctuo) el uempo; no tend11,m de Vc1ilrn1ge1 l d~dndglo>oen p -!58 Tamb1en podna entenderse
:,1grnht tuon d0 una Pe10 1,m1b1en putcdL entt nde1:,e «>m la cual (eo «L.1 urndad >.mtel1c<1 de ;,u;, co1Kt.ptoo pud1eoe exh1bn [su] 1eahdad
deui >ll1 1<1 e-.pellenua) ello:, (el eopduO ; el l1<:'mpo no tend11an Objetl\ d>
.::i1gn1hc<.iuun dlgun,t>
CRITICA DE LA RAZO"\J PURA 2.55
254 IM"\1\Nlll '. KA"IT
fenómenos nunca podría at1ibuírseles conocimiento de un ob¡eto
aunque sólo mediatamente, a la experiencia posible, o más bien que les corre<>pondiese. Incluso las le) es de la naturaleza, si ~e las
a la posibilidad misma de ésta, ) sólo en ella fundan la validez considera como principio<; del mo empírico del entendimiento,
objetiva de su síntesis. llevan eonsigo, a la vez, una. expresión de necesidad, ; por tanto.
Por tanto, puesto que la expniencia, como sínte5is empírica, al menos la sospecha ele una cleterminacion a part1r de funda
es, en su posibilidad, la única especie de conocimiento que mentos que son válidos a przon y antes ele toda expenenna Pe10
le da realidad a toda otra síntPs1s, ésta, como conocimiento a tocias las leves ele la naturaleza, sin cl1ferenoa, están <;orneticla<;
priori, posee verdad (concordancia (B 197] con el objeto) só!o a principio~ wperiores del entendimiento, pue<; ellas solo los
porque no contiene nada más que lo que [A 158] es necesario aplican a éstos a casos parhculares dPI fenomeno Solo estos,
para la unidad sintética de la experiencia en general. pues, <;mrnni'>tr an el concepto que contiene la conclic10n, ; por
El principio supremo de todos los juicios sintéticos es, en· decirlo a<;Í, el exponente ele una regla en geneial; mientras que
tonces: todo objeto está sometido a las condiciones necesarias la experiencia sumimstra el caso que está ba¡o la regla.
de la unidad sintética de lo múltiple de la intuición en una No puede haber peligro, propiamente, ele que <;e tomen
experiencia posible. . principios meramente empíncos por prmcipios del entendi-
De esta manera son posibles los juicios sintéticos a przorz, s1 miento puro, ni tampoco a la inversa; pues la necesidad segun
referimos a un posible conocimiento de experiencia, en general, conceptos, que distingue a los ultimm, y rn; a falta en cualquier
las condiciones formales df' la intuición a priori, la síntesis de la proposición empírica se percibe fácilmente, p01 muy genernl
imagínación, y la unidad necesaria de ella en una apercepción que sea <;U validez, puede impedir fácilmente e<,ta equivoca·
transcendental, y decimos: las condiciones de la poszbzbdad de la ción Pero hay principios puros a p10n que sin embargo no
experzencza en general son, a la vez, condiciones de. la pos1b!h1ad quisiera atribuir al entendimiento puro como peculiares de él,
de los ohytos de la experiencia, y por eso tienen validez objetiva por que no son extraídos de conceptos puros, [B !99J sino de
en un juicio sintético a priori. intuiciones puras (aunque por intermedio del entendimiento),
pero el (A160] entendimiento es la facultad ele los conceptos
La matemática los posee, pero su aplicación a la experiencia,
Sección tercera del sistema de los principios y por tanto, su validez objetiva, e incluso la posibilidad ele tal
del entendimiento puro conocimiento sintético a pnon (la Deducción de él) siempre se
basa en el entendimiPnto puro
Por eso, no contaré entre mis principios a los ele la mate
fuPRESENTACION SISTI:l\L\ TICA DE TODOS
mática, pero sí aquellos en los cuales se basa la posibilidad
LOS PRINCIPIOS SINTÉTICOS DE EL
y la validez objetiva a prwrz ele é.;;ta, y qne por tanto han de
El que, en general, haya principios en algún lugar, debe consicleraro;;e como pr incipium ele esto5 principios, y van ele los
adscribirse únicamente al entendimiento puro, que no solamente conapto1 a la intuición, pero no dr fa mtulC1Ón a conceptos
es la facultad de las reglas con respecto [B 198] a aquello que En la aplicación de los concepto<; puros del entendimiento
sucede, sinque que es él mismo fuente de los [AI59] principios a una experiencia posible, el uso de la síntesis de ellos es, ) a
según los cuales todo (lo que pueda presentársenos como objeto) matemático, ya dznám1m, pues ella se dirige, en parte, s0lamente a
necesariamente está sometido a reglas, porque, sin ellas, a los la mt111oón ele un fenómeno en general, ; en parte a la rxistcnna
Cf<I 11 \ Df:. LA R'IZO\ PGR.~ 257

[de el] Pero lds con<liuone;, 11 p1w11 de la mtmc10n son entera \ a la apl1cduon de estuc, prmcrp10s Pero pronto ,e pondra de
mente necesdfids con respecto d und experiencia posible, las de mamfiesto que, tanto en io que conoerne a la [B20! J evidencia,
\a C)-Jstenua de los ob¡etos de und mtuiuon empu Ka posible, como en lo que conc1en1e a ld determmac10n de los fenomenos
[son], en ,, 1, -,olo contmgentes Por eso, lo> p11nup10s del uso a pnon segun las categonas de la cantidad) de la cualzdad 1si
rnatematILo se enunudfan <le manera 111condiuonaddmentc :o,e <1t1en<le umcamente d ld forma de estds ult1md,;, lo, [-\ 1b2j
nece;,Mkl, es deu1, .tpmhct!cd, nuentras que los del u;,o dmamico, p11nup1os de elld:, :o,e dhtmguen, en eso, notablemente d, lo,
si bren poseerdn tamlnen el caracter de una neces1ddd a przon, do, restdr1tes, pu..:s aquello;, pueden tener una certeza mtmt 'a,
lo poseetan solo bdJO Id cond1uon del pensamiento emprnco en mientras que estos, una :,olo d1:,cursn a, aunque en ctmbos Ccl>O>
lll1d e'-pe,nenud y por ¡,rntu, ,o]o de Jllcllleld mediata e [B'.!00] la certeza ,ed plena Por ¡. ~Ll, a <tquellos los llamare los pnnc1p10s
mdnecta,) por ~onsigmente (aun sm menosc¡i!:Ju de su certeza 11wtematuo:;,) a estos, lo-, dwam1coJ '' 1 Pero se notara que aqm
con respecto d lct exper renc1a en t>ener di) no contendran aquella no me refiero [B202) m d los prmc1p10s de la .\1atemat1ca en
evidencia mmedl<tt.t [A Jol J que es propia de aquellos Pero esto un caso, rn a los pr 111c1pw" ele la Dmamrca general (f¡,rca) en el
:,e podra JULgdr nWJOI en l<1 umdus10n de este sistema de los otro, smo solamente d lo-, del entendnrnento puro con relac1on
al sentido mte1110 (sm dbtmuon de !d, representauones dadas
pnnup10s
L<1 tabla de las categonas nos proporuona ld gura mas na en el), de los cuales reuben todos aquellos su poo1b1hdad Les
tura! pai .t l.t tabla de loo, pr mup10s, porque estos no son otra doy su nornb1 e, por tanto, mas en consrderauon de su aplica
cosa que reglas del uso obJet1\ o de las prnneras Segun esto, c10n, que por su contemdo,) procedo ahora al eAamen de ellos
todos los prmupios del entendimiento puro son en el 1111,1110 01den en que e;,tctn representado;, en la tabla

Ax10mas 5-1-7 Todo enlace (lOI1JU!1clw e:,, y,{ wmposnwn (composll10\} J. w11n1011
de la (ne>..us) La l?nrnera es l<t s111le>1s de lo rnult1ple [cu) os elementos] no se
mtll1Cl011 per tenece[nj nece;,ar 1amenlP unos J. otros, como p eJ los dos tnangulos
en los que >e d1v1de un cuadrddo mediante]¿ d1agoual, tonM<los por s1
2 3
mismo:., no se pertenecen necesanJ.mente uno al ot10,) tal e, la s111tes10
Antropauones Analogi.as de lo lwmogenw en todo lo que puede se1 cons1de1 ado matunatual/lenle
de la (smtes1s que a su vez puedt dn 1duse en la de la agregauon; la de la
dela
walmo1~ de las cuale;, la prnneu ,e d111ge <1 magmtude:, ntemlla;, la
percepuon expenenua
ot1<1 a magmtudes llllenswm) El segundo enlace (nexus) es la smteo1s
-1 de lo mult1ple, en l<t medida en que [;,m elemento:,] se pe1 tenece[n]
nutsanamente unos a otro:;, corno p eJ el ac.udente e:, 1ep1e:.entado como
Postulados e11lat<1do a prwn a alguna :.ubstanoa, o el efecto a la causa, - [mult1ple]
del que poi tanto eo repre:,ent.tdo [como] enl<1zado a p11011 tamb1en en tanto
pensamiento empinco que es lteterogeneo, al cual enlJ.ce, pne:,to que no e:, arb1tra110, lo llamo
en general dwamtco, poique conueme ,t] eulace de la euitmcza Je lo rnult1ple
\[enLtce] que [B 202] a >U ' >e puede d1,1Ju en el [enlace] Jiiuo de
los fenumeno> enne :.1, y en el natafii1w, enlaLe de ellos en la facult,1d
He elegido con curdado estds denom.nauones, para que cug11u>Lltl\ a a prw11) [Nota Je Kant Esta not,i pe1 tenece a la ,egunda
no se depi dll de notdi ld> diferenoas referer.tes a la e\ rdenoa ed1c1011 B,) no apa1ece en la ed1c1011 A.]
CRrrICA DE LA RAZON PURA
259
lMV\,\NlEl KA'<T
Llamo magnitud extensiva a aquélla en la que la rep1 esen
l. Axiomas de la intuición " 2 tación de las partes hace posible la representanón del todo (y
El principio de ellos es: Todas las intulCloneY son magnitudes por consiguiente, precede necesanamente a ésta) No puedo
extenswas. representarme línea alguna, por pequeña que sea, <;m trazarla
en el pensamiento; es decir, [sinJ generar poco a poco [Alli3I
todas las partes a partir de un punto, [v sin] dibujar, ante todo,
Pmeba
esta intuición de tal manera Lo mismo acontece con cualquier
Todos los fenómenos contienen, según la forma, una intui- tiempo, aun el más pequeño. En él piemo solamente el tránsito
ción en el espacio y en el tiempo, la que sirve a prwn de funda- sucesivo de un momento al otro, donde, a travé> de todas las
mento de todos ellos. Por tanto, no pueden ser aprehendidos, partes del tiempo, y de su agregación, <;e genera finalmente
es decir, recogidps en la conciencia empírica, de otra manera una magnitud de tiempo determinada. Pue~to que la mera
que mediante la síntesis de lo múltiple, por la cual se generan intuición, en todos los fenómenos, es o bien el espacio, o el
las representaciones de un espacio o de un tiempo determi- tiempo, por ello [B204] todo fenómeno, como intuición, es
nados, es decir, mediante la composición de lo homogéneo una magnitud extensiva, puesto que sólo puede ser conocido
y la conciencia de la (B203J unidad sintética de este múltiple mediante una síntesis sucesiva (de una parte a otra parte) en
(homogéneo). Ahora bien, la conciencia de lo homogéneo la aprehensión. Según esto, todos los fenómenos 'ºº
intuidos
múltiple en la intuición en general, en la medida en que me- ya como agregados (multitud de partes previamente dadas), lo
diante ellaj 43 se hace, primeramente, posible la representación que no es el caso de toda especie de magnitud, sino solamente
de un objeto, es el concepto de una magnitud (quant1) Por de aquellas que nos representamos y aprehendemos extenszva-
consiguiente, aun la percepción [misma] de un objeto, como mente como tales.
fenómeno, es posible solamente por medio de esta misma uni- Sobre esta síntesis sucesiva de la imaginación productiva
dad sintética de lo múltiple de la intuición sensible dada, por en la generación de las figuras, se basa la matemática de la
medio de la cual se piensa la unidad de la composición de lo extensión (Geometría) con sus axiomas, que expresan las con
homogéneo múltiple en el concepto de una magnitud; es decir. diciones de la intuición sens1blP a przorz, sólo bajo las cuales
todos los fenómenos son magmtudes, y magmtudes extens1Vas, puede producirse el esquema de un concepto puro del fenó-
porque, como intuiciones en el espacio o en el tiempo, deben meno externo; p. ej entre dos puntos es posible sólo una línea
ser representados por medio de la misma síntesis por la cual recta; dos líneas rectas no encierran un espacio, etc. Estos son
son determinados el espacio y el tiempo en general. ' 4 ' los axiomas que conciernen propiamente sólo a magnitudes
(quanta) como tales.
Pero en lo que respecta a la magnitud (quantztas), es decir, a
542. Así en la edición de 1787 (B) En la pnmern edición, A, de 1781,
dice: la respuesta a la pregunta· ¿cuán grande e' algo?, no hay [Al61]
«De los axwmas de la intuición Prwcipin del mtrndrmzrnto puro· Todo¡ los
fenómenos son, según su intwnón, magmtudrs extensivas". A esto Hgue el
texto que comun¿a «Llamo ma¡;mtud 1xten nva a oquilla en la que. ·"·
fenómenos contlf'nen .. " hasta <londe dice " la misma síntesis por
543. Ha de entenderse aquí· «mediante tal conciencia»; aunque tam- la cual son determinados el espacio } el tiempo en general», falta en
bién es gramaticalmente posible enlendei «mediante tal intmción». la edición A
544. El pánafo precedente, desde donde dice «Prueba. Todos los
U{l]JC.'°I DE L'°I RAZOC, PURA 261

260
prwn. pues sólo él,,' es el h
para ella axiomas en ~enlido propio, aunque varias de estas pura, con toda su p , . que abce aplicable la matematica
reus10n, a o ~etos de 1 .
proposiciones ~ean srnlet1ca5 e mmediatarnenle cie1 ta5 ( mde- cual no ~e c.ompreiid . . . a expenencia; lo
ena por SI mism · ·
monstrabtlw). Pue5 que una igualdad sumada a una igualdad, ha• dado luoar tamb1é11 a mas . d e una ocosm este pnncipio,
·- L "\
11t • d.
o ~ustra1da de bta, da una igualdad, son pi opo~1ciones ana-
0
nornenos no son . . . rct 1ccion. os fe
L 0 ~d' en si mismas L· t · ·. .
htKas, ya que soy 111med1atamente c.on~c.iente de la id ·ntidad
.
pus1ble 5ol,unente me,1·1 1t !· (.el eldin, uic10n elemp1nca es
' ctI e a pura
de una [B'.20.l] de estas generac10nes de magnitud, con \a otra; por tanto lo c¡ue l·t G . d. espacio) el t1em¡)o'1 ·
. , ' eometi !él ice de . . .. ,'
pe1 o los axiomas deben se1 pwposiciones sintéticas a przofl. objeción para aquell· . esta, \ale tamb1en sin
ct, ' no tienen Ju o a ¡ .
Por el contrario, la5 proposic10nes evidentes de la relación prete;>..tan] que !u b , l l od as e0cc1patonas [que
~ 0 Jt tos e e os sentid d.· "'
numérica son, por cierto, sinteticas, pero no universales, como rresponder a las reo] 1 !el . 05 po nan no co-
. o '' t a construcc1ó l .
las de la Geometna, y precisamente por eso no son tampoco a la rnfinita dl\ isib1liJ "·el e1e ldS ¡·meas o de nen e espac10
1 \p ej.
o~ angu os). Pues
l . .
axioma~, smo que pueden ser llamadas fórmulas numéricas. con ellas se deniega la validez ob· .
Que 7 + 5 sea = l'.2, no es una proposición analítica. Pues ni a la vez, a toda matemática y 110 Jet1vab al espac10, y con él,
- el . , se sa e ) a por q · ¡
en la representacion de 7, rn en la de 5, ni en la representación d on e esta ,..nuede ser up ~ ¡!Ld(!a a los fe , L ue ,\ 1a~ta
de la composicion de ambas, pienso el número 12 (aquí no los espdcio v tiem¡Jo' . . nomenos. a síntesis de
J, como [s1ntes 1,J de J· f . .
~
5; .
se trata de que tengo que pensarlo a éste en la aduw11 de los tuda intuición es lo r d Ü] nM esencial de

ot1o:i do:i; pue5 en la proposición analítica sólo se pregunta si hensión del fe'nóme1;~w i;ce posil~le ~la \·ez la [A. lhój apre·
pienso efectivamente al p1edicado en la representación del e\terna v en co11'e , ) . or cons1g1uenre, toda experiencia
'J u C.UPI1Cil t· b.. d
sujeto). Pew aunque sea sintética, esta proposición es sólo lo:. obietos de ell· . , l , ldlll ren to o conocimiento de
J a,) n que a mate1n~t·
singular. En la medida en que aquí sólo se atiende a la síntesis demuest1a de aquélla \ ctle t b.. a H..a, en 5U uso puro,
de lo homogéneo (de las unidade5), la síntesis aquí sólo pue- Todas las ob·, .· , am ien nece5anamente para ésta.
1ecwnes umtra e>o , , ¡
de tener lugar de una unica manera, aunque el uso de estos una razón mal [B')()-] , . suu so .unente a1gucias de
. ' - / l!l~lru1da que e ·
números, luego, sea universal. S1 digo: con tres líneas, de las hb1ar a los obJ. ero- d l .d' rroneamente pretende
0 e o;, senn os de h d. · - f
cuales dos, juntas, son mayores que la tercera, se puede trazar nuestra sensibilid·icl ' ' con ic1on ormal de
' , y, .u1nque no ;,ean · e -
un triángulo, tengo aquí la mera función de 1,1 imaginación los representa como b l . . smo me1os ienomenos,
pioduc.tiva, la que !Alb5] puede trazar las línea5 mayores y miento en CU) o C' o Je u~ ends1 nmrnos, dado;, al entendi-
' .bO no 5e pu , · .
menores, y puede también haceda, encontrarse a voluntad, pnori de ellos -1·11t. t. ua, por c1e1 to, saber nada a
0 e H d1nente v po 1 t t
según toda cla,e de ángulos. Por el contrario, el número 7 es conceptos puro' d ¡ . ';_ dll o, tampoco mediante
0 e espac10· n · ·bl .
posible sólo de una úrnca manera, y así también el número que lo> determina a ést '. ibsena pos1 e la ciencw misma
os, ª sa er, la Geometría.
l'.2, que es generado mediante la síntesis del pnmero con 5.
Tales p10posiciones, pues, no deben llamarse [B'.20ti] axiomas
(pues en e~e caso habua mfinitos de é,tos), sino fórmulas
numericas.
gramat1calmente enten<l ~ . ~ e~ e pnncip10». No es posible
Este prinup10 tianscendental de la matemática de los 5-15. Hav
/ que ent en <l er ,( !).llC5' ~ l 0 t

fenómenos le da gran ampliacion a nuestro conocimiento a 516 E . e1 dt¡U1 " es solo este conocimiento»
. n el ongmal. «pudría» (en singular). Segi.. :11os a Ed ..\c~d.
IMMANUEL KANT
e RITICA DE LA Rc\?Oi\ rl RA

2. Anticipaciones de la percepción'"'
saber. mediante la ap1 ehens1ón de ella, en la cual la connencrn
El prindpio de ellas es· En tor/01 /o¡ fenómrnoí, lo 1eal, que eí 1111 ernpír ica, en un uerto twmpo. puede crecer desde la nada= O
ob1cto de la sensación, tzene magmtud rntmswa, es decir, un grado hasta la medida dada de ella), ) por com1gmenle una 11wgmt11d
mtm1111a, en conespondencia con la cual a todo<> los objeto'> de
Hucba la percepción, en la medida en r¡ue é<;ta contiene semación, se
les debe atnbuu una magmtud mtell\11'0, es decir, un gTado de
Percepción es la conciencia empírica, es decir, una [concien- mflt~o -;obre el sentido ""
cia] en la cual ha;, a la "ez, sensación Los fenómenos, como A todo conocimiento med1;:mte el cual puedo conocer )
objetos de la percepción, no son intuiciones puras (meramente determmar a pnm1 aquello r¡ue pertenece al conoc!lrnento cm
ro;malesl. como el espacio y el tiempo (pues éstos no puedrn pmrn. se lo puede llamar una ant1npaoon,; sm duda es éste el
ser percibidos en sí mismos) Contienen en sí, pues, además sigmficado que E pie.uro daba a su [A 16 7] np1 es1on rcpo)c1p¡rt1;
de la intuición, t;imbién l;i<:; m;iterias para cualquier objeto en Pero puesto que en ]oc; fenómenos hay algo que nunca es cono
gene1 al (mediante las cuales se reprec;ent;i algo e\.ic;tente en el ocio a pnmz, y en lo que, por eso mismo. comi-;te propiamente
espacio o en el tiempo), es decir, lo real de b sensación, como la diferencia entre lo empírico y el conocimemto a¡mon, [B'.200]
representación mernmente subjeti,a, de la cual'"~ uno puede -;er a saber, la sensación (como matena de [;i percepción). de ello
consciente solamente de que el Wjeto es afectado, y a la cual se sigue que ésta es, propiamente, lo que no puede jamas ser
se la (B208] refiere a un objeto en general Ahora bien, de la antK1pado Por el contra!Ío, las determmaciones prn as en el
conciencia empírica a la pura es posible una alteración gradual, espacio y en el tiempo, tanto en lo que connerne a la fig1ira
en la cual lo real de ella desaparezca enteramente, quedando como a la magnitud, pochíamos llamarlas antiopaciones de los
una conciencia meramente form;il (a pnon) de lo múltiple fenómenos. pues representan a pnorz todo lo que pueda ser dado
en el espacio ) en el tiempo; y por corniguiente [es posible] a po1terwn en la experienoa Pero supnesto que se encontrara
también una síntesis de la gcner;ición de la magnitud de una algo que se pudiese conoce; a pnon en toda sensación, como
sensación, desde su comienzo, la mtuición pura = O, hasta una sensación en general (<>in que fuera dada una en particular), esto
ma1rmtud
0
cualquiera de ella Y como la semanón, en sí, no es merecería ser llamado anticipacion en sentido extraordmano,
una representación objetiva, y en ella no se encuentran ni la porquP parece extraño ant1npap;e a la e-.;periencia en aquello
mtuición del espacio, ni la del tiempo, entonces le correspon que concierne precisamente a la matena de ella, la cual sólo de
derá, no una magnih1d extensiva, pero sí una magnitud (y es a ella puede extraerse Y así es aquí efect1\ amente
La aprehensión por medio de la mera c;ensación llena
547 Así en la ed1c1ón de 1787 \B) En la p11mera ed1c1ón. A, de 1781,
sólo un instante (si no tomo en consideración la suce<;ión
dice· de muchas sensaciones) Por comiguiente, como algo en el
"Las ont1opononn El pnnopM que ant1npo todas la< prrrepoonn romo fenómeno, cuya aprehensión 110 es una <>mtes1s suces1" a que
ta!n diff a<i En todos lo<fenomeno1. t1rne fo srnwc10n,} ln rra! que a ella
fe ronnpondr rn d ohjfto (rralzta< pluzrnomenon} una magnitud wtmílM,
er den>. un grado" A esta s1gue rl tnto que romzen ~a "' l todo cononm1ento
medwnlf el cual • 54-9 El pánafo p1ecedente, de-;de donde rlicP «Prneh<l Percepc1011
348 Qurza ha' a que entendPr aqu1 "POl mecho dP la cual» es l,1 connenc1a empmc;1 » ha<;ta dondP dH P " un grado dP m!ltqo
<;obre el sentido", falta en la ed1c1ón A
Cf(J l ll , DL L.'.\ RAZOI\ PLRA
IM\\A '.l el KA '11

p,ogrcse desde lao p,uteo hdotd b rep1eoe!lldUOI1 completa, no m1 grctdo, el cual poi pe qu<:.ño que sea, nunca eo el menor de
tH:.ne n1c1gmtud c 'dello!\ a ,1Jguna, J¿ faltd de sensaoon en el todos, r asi es en gene1 c1l cun el calor, con el momento de la
:,mu m:,tante lu 1e¡nu,entdlld [ \168j a este corno\ dUO, por gra\ edad, etc
1111 La p10p1edad de lds rnagmtudes, segun la cual en ellas
consiuuienLe = () \h01a b1eu lo que en J¿ 111lu1uon empnica
coue~ponde a la se1bdUOn es 1eahdad \1wl1tm phae11umaw11), nmguna p<1i te eo lc1 men01 pus1ble \llmg1ma parte es sHn¡...le), se
¡0 que corie">ponde a ld falta de ella, [es] negac10n =O Ahora llama la cunt111uidc1d de Ellas El espac10) el tiempo son iJUanta
bien, toda [8210] sensdUOll es capaz de und d1sn11nuc1on, de wntuuw, porque no puu!t' ser dctda nmguna parte de ellos, sm
modo que puede dismwu11 y as1, poco a poco, desaparecer encerra1 lct ent1 e lm11tes (puntos e rnst<lntes), por tanto so lamen
Por coo, ent1e Id redhdad en el fenomeno, 'r la negaoon, ha) te de modo tal que esta parte mbrna sea a su \ ez un espauo o
unc1 concdle!léi.uon contlllUd de muchas posibles sensdc10nes un tiempo Por c011s1gmente, el espdc10 consiste solamente en
mtermedicts, la difere1Kict entre lás cuctles es siempre menor que espac10s, ) el tiempo, en tiempos Puntos e mstantes oon solo
!et dilerenua entie una dada) el cero, o lct completa negacion 111111tes, es deui, meros h11:,ctres de la hm!tauon de ello;,, pero
Lsto es lo red! en d feuorneno tiene siemp1 e Ulld rnagrntud, los lugdres p1esuponen siempre aquellds mtmc10nes que ellos
l<t ui,ll enlPU 0 110 0 e encuentra en la aprehens10n, pues esta han de !mutar o de de tu lflllldl, ) c1 partir de meros luga1 eo,
oclll re f"ll med10 de la mera senoac10n en ur Pbtante, ) no como elemento:; que [ \ 170] pudierdn oer dados antes que el
mPLitctnle la smtesis suces1\ d de muchas oensac10rtes, Y por espac10 o el tiempo, no :,e pueden componer 111 el espac10,
consiguiente, no procede de las p,u tes <ti todo, por tanto, tiene m el tiempo 1<tles magmtudes pueden llamarse tamb1en jlu
yente,, porque ld smte:,i:, lde !et imagmac10n productivct) en la
una mdgmtud, peio no eA.tensl\ et
\hoi.i bien, a aquella mc1gmtud CJLle solo es c1p1ehendida generauon de ellc1s e:; un prog1eso en el tiempo rnya [B212]
corno umdad, ) en Li u1dl ld plurc1hdad solo puede ser repre commuid<td se suele senalar especJctlmente por med10 de la
senudc1 mLdiante lc1 c1p10A.irnauon a la negacion =O, la llamo expreswn flurr (transcur 1 ir)

11
la w~nttiul wtuwz a Por tanto, roda realidad en el fenomeno 1odos los fenomenos en general son, segun esto, magrntudes
tiene \ 1 t,lgrntud mtensl\d, es <leen, un grado Si se c011sidera COHtmua,,, bien seg1m su mnuuon, como nrng111tudes extensi\ a,,
eolct recth<lc1d corno cc1usc1 \yct sea de l<l sensauon, o de otra bien segun Id meia percepuon (sen:,aoon,) por tanto, reahdad),
u',thd.id u 1 el fenomeno, p ej <le unct ctllerauon), entonces el como magrntudes mteml\ as .'::ii Id smtests de lo mult1ple del
grddo de la 1 enhdM1, corno caus<l, se lldrna momento, p eJ el fenomeno es mte11 urnpida, eole [mult1ple] es un agregado de
momentu de \d gH\ edctd, [A 1b9] ) ello es as1 p01que el grctdo muLhos lenomcnos, ) no es p10piamente fenorneno corno un
solo desig1 M lc1 mctgmtud LU)'d ap1ehe11s10n no es sucesna, quantum, [c1gregadoj que no es generado por la mera progres10n
srno mst,l!Jt,rnea Peio esto lo toco aqu1 solo al pasar, pues por de id smtesis produdi \ d de crertc1 espeue, smo mediante repe
t:Juo11 de una smtesis que siempre se mterrumpe Si llamo a 13
ahoia no me O( upo de la causalidad
[B.211] \ 0 1, segun esto, todc1 sensduon, )' pm t,rnto, tambien tale10s un iJUantum de dme10, lo denommo asi correctarnerne
tiJd,t ( ,lhcLtd en el tenomeno, por pequenc1 que se,1, tiene un en ]d med1dc1 u1 que e11tie!!do por ello el contemdo de un marc~
1 dL pldta fina, el cuc1l e~, }'U! uerto, una rnctg11itud contmua en la
¡,¡ ctdo e' d("l ll una rn.1gmtud mtens1\ a, que SHcmp1 e puede
-,<:. d 10111111 u1cfa \ e11ue ld ieahdMI ) Id negauon ha) una que mnguna pdt te es lc1 nhl;, peque na, smo que cu<tlqu1er parte
1
e uncctlelldl 1011 cuntlllllcl de 1 edhdades puoible'>, ) de pe1 cep
podud comt1tuu una moiildd que contend11d matena para [mo
uutlL' ¡Ju:,1bleo ["uu] rnenures ludo color, p ej el IOJO, nene riedds] aun menou,s Pero si por dquel!d denommc1non entiendo
CRirlCA DE LA RAZ0°' rUR/\
266
[B'.21 t] Si toda realidad en la percepción tiene un g~ado,
13 táleros [en numeras] redondo<;, como otra<; tanta<; monedas ent1e el cual\ la neganón tiene lugar una gracbuon mfimtil de
1
(cualquiera sea su contenido de plata), entonces los denomino gi ado'i rncla ·,el menores, y 5in emba1 go e ada sentido debe
de manera inap1opiada como un quant11m de táleros; debo más t
tener un oe enTl!ll<
L ' · ado m ado de recepli'- 1dad ele la'> <;en5acio
b''
bien llamarlos un agregado, [Al71] es decir, un número de nes, entonce.;;, no es posible ninguna pcrcepc10n. ) por tanto,
monedas. Pero como a todo numP10 la unidad debe servirle de tampoco e\.pei 1enna· · a 1guna, que demuestre · , 'a , sea de manera
fundamento, entonces el fenómeno. como unidad, es un quantum, inrnecl1dta o mediata (poi medio de cualquier rodeo que .;;e ele
y como tal [es] siempre un continuo en la mferencia), urn1 completa falta de todo lo 1eal en el_ feno·
Si, pues, todos los fenómeno~. considerados tanto extensiva meno, es decir, nunca se puede extraer de la e\.pene1~oa ~na
como intensi\ amente, so11 magnitudes continua<;, entonces [B213] dcmost1 ación del espacio vacío, ni de un t1em\JO vano I ues
la proposición· que también toda dlteiación (tránsito de una cosa, la completa faltil de lo real en la intmnón sensible no puede,
de un estado a oti o) es continua, podría ser demostrada fácilmrnte rn pnmer lugai, ser perl ibida; y e~ segundo lugar n_o puede
y con e\idencia matemátirn. si la ( amalidad de una alteración ser ink1 ida a partir de ningún fenomeno rn de lil d1ferenu~
en general no estuviera enteramente fuera de los límites de una del grado de lil realidad de él, ni se puede tampoco suponerla
filosofía transcendental, y no prernpmiera principios empíncos Ja1; la exphcacion de él Pues aunque toda la rntmc10n de un
Pues, el que sea posible una rau<,il qne altere el estado de las cmas, Irspano o ele llI1 tiempo determinados sea . , ente1amente
_ _ real,-
es decir, que las detemüne a lo contrario de cierto estado dildo, eso es decir, [aunque] rnnguna parte de ellos , este\ acia, aun as1,
no nos lo re\ ela a pnon el entend1rn1e11to; no meramente porque uesto que toda 1ealiclad tiene su grado, el nwl, ma11te111endose
no entiende la posibilidad de eso (¡me<; esa inteligencia nos falta P lteracla 1~ inaonitud extem1va del [A 173] fenómeno, puede
ma ' ' " 0 ' - d fi t
en muchos conocimientos a priori) sino porque la mutabilidad d1srnin11n hasta la nada ([ha~ta] el vacíoJ_ a tiaves e 111 m os
concierne solamente a ciertas determinaciones de los fenómeno>. eldaüos, debe haber infinitos giado' d1fe1 ente'> con los que
que sólo la experiencia puede enseñar, mientras que la musa de ~stén llenos el espacio o el tiempo, y la magnitud mtenm a en
ella se encuentra en lo inmutable. Pero puesto que no tenemos diferentes fenómeno<; debe poder <;er men_or o may01, aunque
aquí ante nosotros nada de lo qne pudiéramos valemm, más que la magnitud extemiva de la intuición sea igu~L.
los conceptos puros fundamentales de toda experienciil posible, [B2 l!í] Vamos a dar un ejempl'.) de esto. Cas1 todos los hs1
entre los cuales no debe haber absolutamente nada empírico· por cos, al percibir una gian diferenna c!P la cantidad de matena
eso, no podemo<;, sin daño de la unidad del sistema, anticipamm a de diversa especie en igual volumen (en parte, med~antP el
la universal ciencia de la naturaleza, [A 172] que <;e basa en ciertas crravedad 0 del peso en parte mediante el
mo1nen t o d e 1a 1::> e ' , . )
experiencias fundamentales. momento de la resistencia a otras materiac, en mo_v1m1ento '
No nos faltan, sin embargo, demostraciones del gran infl11jo infieren de allí unánirnemPnte: e~te vo:umen (magnitud e\.ten-
que tiene este principio nuestro para anticipar percepcioneq siva del fenómeno) debe de estar vaoo en todas la'> matenas,
e incluso para subsanar la falta de ésta5, en la medida en que
cierra el paso a todas las conclusiones falsas que ele allí podrían
extraerse.''" _,I f ,n ]n 0crai elº") smem b a1uo»,CO!l\E'll · leºI
el 11'1 ·1quí "' s1 1crual-
_i,1 , ' o '' .+ -q\ • ""
mente». As 1 Jo sug1e1e Va1hmge1 («Randg\o-;,PJP, P ::>. 1 _
552 1i1mb1én poclna entende15e «de ella", es dec11. de la mt111c10n
550. Conviene entender aquí· «)aq rnndus1ones fahaq que podrían mem 10n0da ante'
e:'<.t1aerse de la ausencia de pe1cepc1ones».
268

dunq ue en dl\ e1 :,d medida e \ qmen de e, tos Í!S!LO,, en ::,u ma\ ores .\Ii mtenuon aqlll nu e,, en modo algi.mo, afü ma1
!lle\\ 01 pc11 t( rn<1lemc1Lico::, \ !llecc1mcos, ,e le h<1b1 ia podido que e::,to sea decti\ c1mente dSI en el ca::,u de la diferencia ele
m U! 1u Jdll1'10, l¡lle ellu:, lundc1b<ln e:,la mte1 ellUd oll) d :,uldmente lcto nMte1 ic10, segun ,,u pe'o t speC!ÍJco, omo solc1mu1te e>.poner,
en unc1 p1coupo:,1um1 metc1fbIL<l, lo que ello:, tanto prt-Lenden a partn de un pnncipio del entendimiento puro [ A.17 )] que
e\ 1tc11' [Lo li<1ce11 ct,1] en la mecl1dd en que o,uponen que lo b IlcllUrctleza de nuestras pl 1 cepuoneo hace posible tal cla,,e
1wl en el ec,pduo no qme10 lLtmadu aqm 1mpenet1abihclc1d m de exphcac10n, ) que se ) erra cuando se supone que lo real
fH''º poi que e::,tus surt cunLeplo::, empnllu>J e:, 11!lljo1me u1 tudm del luwmeno es igual oegi.m el grado, y que solo es d1lereme
pwtu \ ::,o\u c,e p11ulc di::,tmgu¡¡ segun lct rnctg111lud e\.le11'1va, p01 la agregacwn ) por la mc1gnnud extens1\ a de esta, con la
c>c, deut, :,eg1111 1<1 mull!tud A e::,td presuposruon, pcud L1 cual prete11,10n, 111duso, de afirmctr e'>to a pnorz por un [pre,untu]
no pudic1n tener tundamu1to ct!gunu en L1 e'.pe1 ie11u,1, } qut' p1111up10 del entend11111entu
pm co1Jo1gu1cnte l '> merc1mente metcLfi::,ica le opungo) o una [B2 t7] Srn embargo, par a un mvestigador habituado a lo
[ <\ l/ lj dl!TIO>l!d( !Oll tJal1SllllUelltdl que cllll1LJllE- llO hc1\a de tramcendental ) que por ello se ha "uelto cauteloso, e::,td an
e>.phLc11 la chte1 Clllld en el llenctdo de \o::, e,panos, 01 supnrne tiupauon de la percepuon tiene en s1 siempre algo e'.tr ano
e11te1,1menll !et p1esuma nece::,iddd Je ,¡quelLt p1 e:,upo:,ic1011 ) SU,,Lltd Cierto:, lSuupulo:o cllerca de que el entendm11ento
de que la nwnuonada dile1encid solo oe puede e'.plic<11 me [pueda antiupa1] tctl p1 opus1uon smtetica como es la del
d1anre lct supo::,K!On de e'>pM io::, \ ctuoo,, \ [esta demu::,trctuon giado de tocio lo rec1l en los !enomenos, \ por tanto, [l<1] ele la
rnhl] tiene el mento de, ,¡J meno,, deJM di ente11dimKl1lo en po,1b1hdctd de unc1 d1ferern 1c1 mterna de ld sen::,c1uo11 mi;,ma
libertad de pensdr estd dtie1 enC!a tarnb1e11 de otw modo, [B21tiJ luando se hace ctbst1 ctcuon de la cualidad empmca de ella'.
s1 lct e\.phcJ.uon de Id naturdle,i:,1 h1ue1d dqlll necesLLna alguna y poi tanto queda todct \id ld p1 egunta, no mchgna de oer re
h1pote~1' Pue' aqu1 \ emos que <1unque eop<1uus ig11c1le,, puedan suelta ccomo puede el entendmnento aqm enuncrn1 [algo]
::,er llen-tdu::, completctmente poi mctteticlS d1fe1 entes, de modo &111leticct.11ente a p1wr1 ctcen c1 de fenomenos, ) ant1c,pa1 lo,, et
t.tl que en nmg11110 cie ello' ' hd) d un punto en el que no se eotos mclu;,o en aquello qm e::, p1opia) meramente emp111co,
ene uentt e lct p1 esenud de ellds, todu lo 1edl que tiene lct mi::,ma <1 >ctber, en lo que conc terne et la ::,e1bc1c1on °
cudhddd, tiene un g1ddo de elld \[g1c1clo] de 1e::,1::,tenC1a o de La cualidad ele la se11sctuo11 es :,1emp1e 11ie1c1m<.nte empHKd
pe~o \el e u .... l, sm d1sn11nuuon de ld magmtud eJ...tensl\ do mul no puede ~er repre;,ent<tUd a prwn de manera algi.ma lp ej
t1tud puede se1 menor hdsta el mfimto, antes de que tllct 'se colmes, sabor, etc) Pero lo real que corresponde a las senS<luo
Ulll\ 1e1 td en v M 10) dt':-ctpct1e,i:cc1 /\::,1, una expans1011 que llen<l ne:, en gene1 c1l, por opos1uon et ld negaC1on =O, >olo 1epre~enta
un espc1uo, p e¡ calor, e ig11al1nenle cu<1lc¡uier ot1d ie.didctd algo cuvo concepto cont1enl en si un ser, J no s1g111hca rMdct
\ln el lenomeno) puede, sm dep1\dlld111 en lo mas mmimo 111'15 que la [ /\17(J] 'mte:,is en urM conc1enc1a empmca en ge
111 ,¡un l,1 n11mmcl pc11 te ele este eopauo d1:,mmu11 mfimtamente ne1<1l Pues en el sentido mtl no la conGenc1a emp111ca puede
en sns g1 c1do,, y sm embargo [puede], e on e>os gi ctdos meno auecentd1;,e de,,de O h<1::,la cudlqu1er giado ma)o1, de manera
re::, llcn.u el e::,pauu tdnto co,1 o on o fenumeno con [grLLdu;,J

:JJ5 L.t h,i,,e de Kdnt e;,ta mcompletct C::ieguuno, ouge1 enu,1;, de \lellm
J7 J l n el 011g1!1cd de dmbo» ~egult 'º'" Ed ·'ILtd ) <le Vdleutrner, iecog1clá;, pm ~chm1dt
55 t ~e ellLtc llUL ,rnLt.:. ele que Ll ( u,d1dác1 ,e 'ueh a \ dCJO 556 \iudtdo de Va1hmger («Rctndglossen", p 45()¡
IMIC1AM 't L KACJT
CRI1ICA DE Lr\ RA?O"l PL 1RA 271

que un~ mism~ mafitucl extensiva de la intuición (p ej una ,


superficie ilummada1 excita una sensación tan grande como un contemda en la percepción, <;ino que contiene la unidad smtetica
ª?1"e_gado de muchas otra<; \menos iluminadas) juntas. Por ron de lo multiple <le ésta en una ronciencia, [urndad smtética] en
sigme~te, se puede hacer completa abstracción de la magmhid
la rnal rnrl'mte lo esencial de un conocimiento de lo' ob¡rto1 de
extensiva del fenómeno, [B218] representarse, sin embargo, en }o<; sentidos, es derir, de la experiencia (110 [B2l<ll me1amente
la mera sensación en un momento, una síntesis del incremento , de la mtu1cion o semación de los sentidos) Ahora bien, en la
uniforme desde O hasta la conciencia empírica dada. Por eso, experiencia las percepciones vienen a encontrarse unas con otras
todas las sensaciones, como tales, son dadas ciertamente solo scílo de manera contingente, de modo que de las percepcinne'i
a po1tmorz; 5 ' 7 pero la propiedad de ellas, de tener un grado, mismas no resulta necesidad alguna de su conexion, ni puede
puede ser conocida a pnon Es notable que en las magnitudes 1e'iultar, porque la aprehensión [es]"' 11 sólo un Jtmtamiento de lo
en general sólo podemos conocer a prwn una única cualidad, a multiple de la intuición empírica, pe10 no se encuentra en ella,
saber, la continuidad; mientras que en toda cualidad (lo real de en el e<;pacio ni el tiempo, representación alguna de la necesidad
1
los fenó1:1enos! no podemos conocer a priori nada más que la de la e'Xistencia enlazada de los fenomenos que ella 1unta '" Pe10
cantidad mtensl\'a de ella, a saber, que tienen un grado; todo lo como la experiencia es un conocimiento de los ob1etos mediante
demás queda abandonado a la experiencia. percepciones, y en consecuencia, en ella ha de representarse la
relación de la existencia de lo multiple, no como [esa cxistenna]
es ¡untada en el tiempo, sino como está objetivamente en el
3. Analogías de la experiencia''~
tiempo; pero el tiempo mismo no puede ser perCibido; entonces
350
El principio de ellas es· La npmencza e1 ponble rnlo medwnte la detemünación de la existencia de los objetos en el tiempo sólo
la reprnenfaaón de una conr::aón neresana de las perrepnones puede ocurrir mediante el enlace de ellos en el tiempo en general,
y por tanto, solamente mediante conceptos qne conecten a Jmo11
Prueba Y pues éstos siempre llevan consigo a la vez necesidad. entonces
la experiencia es posible sólo mediante una repre,entación de la
~xperiencia es un conocimiento empírico, es decir, un co conexión necesaria de las percepciones. "
2

noCimiento que determina un objeto mediante percepciones. Los tres modi del tiempo son pemwnenrw. sures1011 y mnultanez-
Es. por tanto, una síntesis de percepciones que no está a su \ez dad Por eso, tres reglas de todas las relaciones temporales de los
fenómenm, según las cuales puede ser determinada la exi<;tencia
557. Tanto en la eJ1ción A \1781) como en la B (1787) dice aquí"ª
prwrr». Segmmos a Ed. Acad
558 Así en la edición de 1787 (B) En la pnmera edición (A) de l781, 560 En el texto angina! falta este verbo C'on ección de J\ lellm, 1e
dice: «Las analogías de la expenenna. El pm1np10 u111versal de ellas gi't1ada por Schrnidt.
es· Todos los fenómenos. por lo que conc1e1 ne a 'u e'Ci<;tencia, e'tán a 567 Se ha propuesto una mod1fic;ir10n de esta f1 ase, con la que guecla
pnorz sometidos a [A 177] reglas dP l,1 detenrnnación de la relación de na· «pero no se encuentra en ella repi esentac1011 algi.ma de la necesidad
ellos: los unos con los ohos, en un lternpo'>. A esto sigue el texto que de la ex1stenc1a enlazada de lo' fenomenm que ella i1mta en el espacio
comienza: «Los tres rnod1 del tiempo son ·"" ; en el tiempo" (5Ugerencia de Wille, rerngida p01 Schrn1dt)
559 Es dec11, de las analogías; pero también pod1ia entenderse «de 562 El párrafo precedente, desde donde dice «Prneb<1 E'penenu<1
ella», es decJT, de la expenencia. e' un ronorim1ento empínco »hasta donde d1cP «conex16n ziece'm i.1
de las percepciones», falta en la edición A
CR! l ILA DE L.'.\ f\/\ZO'\ Pi.,R"'
273
de cacla uno de ello, con 1especto a la unHLd de todo tiempo ser conocrda a prwn, ) aunque por este cammo pud1eramos
precederan d tod,1 e'>penenua, ) la haian, ante todo po,1ble mfenr alguna e'>1stencia, no podnamos conocerla a eola de
[BL20] fl pr rnup10 gu1e1al de las tres an<.1logias se ba,, modo determmado, es dtour no podnamos anncrpar en que
u1 la 111wlad n1cce,dr 1c1 de la dpercepuon con respecto a toda la mtu1uon ernp1nca c1e ella se d1stmgue de otras
conuenu,, c111p111cct po;,rble ([con re;,pecto] c1 lc1 percepuonl Los dos p1mr.ri1os precl<lentb, que he llamado maternati
w todo tzun/Ju ) en cor1secue11ua, puesto que c1quellct [umdad] cos en atencon a que JUSt1Ílcci11 la aphcac10n de la matematicc1
:,¡¡\e a p1w:1 dt- tund.l!nento, [el prmcrpro 5e basa] en la umdad a los feromenos, se refenün a los fenomenos segun la mera
o,mtcticct de lodos ]o;, fenomeno5 segun lc1 rel<.1uon de ellos en pos1b1hdad de estos, ) en<,enaban como pod 1an ellos tdnto
el tiempo Pues la apercepuon ong:inc1na se refiere al 5enlrdo 0
11 lo concermente a su mtuK10n, como en lo concermente
mter no (c1l C0!1JU!lto de todcts las rep1 e,entac10nesl, ) mas a lo real de su percepc10n ser generados ;,egun la:, regla, de
pi ecbctmcnk [se 1ehere] a p1 !Oll et la lmmct de el, e;, deur, a la una :,,mteo,1s matemat1ca, por eoo, las magmtude, numencas,
1el,1cron ck ld muluple conuenuct empuKct en el tiempo Ahora y coa ellas la determmauoP del fenomeno como mac mtud
lnen en !et ape1cepcron 011gmana ha de ser umficado todo este pueden ser usada, tanto en uno como en el otro [pn;opio]
mulliplc por lo que toca a sus 1elauones temporales, pues eso f.\ ¡7q] Asi, p eJ , podre componer el grado de las ;,en;,auones
dJCe !et umJ,,J t1ct1bcend1cntal de ella a pnon baJO la cual e,ta de la luz solc11 con UIMS 200 000 dum111ac10ne;, de la luna, \ lo
todo lo c¡Ut lld) d de pe1 tenecer a m1 conoum1ento 1es declr, pod1e ddf a prwn de manera dete1mmadd es deur [lo podre]
d mi unH o [conornmento]), ) por tctnto, [todo] lo quto pueda construir Por eso a los pnmeros pnncrp10, podernos llamarlos
llegai a st-r tlll ob¡eto para m1 l:.sta wudad :;mtet1caen ld relctuon const1tu ti vos
lempoi,ll de tod,b lds pe1lepuonc;,, {wudad] qut e:;ta dlllrr!lm~da :\Iu; otro debe ser el cc1:;,o de aquellos !pnnc1p10;,] que han
a ¡mo11 e:, puc;, la le) que lOdds lds detet nunduones [ \ 118] de someter a p1 wn bajo reglas la existencia de 105 fenomenos
tempmcilt-, ern1nncd~ deuen estar bajo regla;, <ll l.i dete1mma l\1e;, como e~ta no ;,e puedt l omuu1r [B222] ello,, ;,olo poLhan
UOli tunporct[ Ulll\ Proctl,) las cll1dlogidS de lci eA.penenc1a, de refenrse a la rel,1uon de la eA.Jstenoa ) no pod1 an surnmistrar
la:, que vc1rnu;, c1 llctta1 ahota deben ser tales reglas mas que pnnup10s meramLnt1c 115ulat1<0:; '\qui, pue, no ha)
[stos p1mup10;, tienen Je parl1Culci1 que no toman en que pen,,ar m en d'>lOma,,, ,11 ion dl1tiupac10nes, smo que s1nos es
con;,1de1 ctc1011 loo fenomenoo,, m la smtesrs de l<t rntmc10n d.ida una percepuon en unci relciuon temp0;-1 l con otras (aunque
emp11iLa de ello:, smo me1,trnente la eu.itcnua.,) lct 1elauonde mdetenmnadas), nu se podi a deut 11 prwn cual otra percepcion rn
dios ent1 l 0,1 cun ie;,peuo a esta eA.1ste11ua de ello:, A.hmct bien cuan grande, fes la que e;,ld. enlazadci nece,anamenre con aquellc1],
el modo como algo eo aprehendido en el [B2.21 J fenomeno 'mo como e;,ta enlazada nece;,anamente con aquellc1 en lo que
puede ,,er dete1 m111ado a pno11 de tal manera, que la 1egla de respt-cta a la e'>Istenua en e~te modo ' del tiempo En la filosoha
su smtes1s puedd d,tr a lct vez esta mlu1c10n a p1 Wll en cada las analog:ias ,1g111fican algo mu; diferente de lo que 1epresentan
e¡emplo emp111u que se presente, es deur, put-da produurld en la matenMtica [n eotct son 101 mulas que enuncian la 1g11aldad
a partJT de a!l1 Pero la e'>1stenua de loo tenomu1os no puede de do, relac10nes de mag:i1itud, ) [oon) s1emp1e cumt1tutww, de
manera que s1 son dadoo dos miembros de la proporc10n, con

J63 l t111b1en pudt 1t u1tende1:,e [cont iencta] <lL l t pe1 LLpuon1>


:;6-+ Qu1L t h" t que emende1 aqm <a p>t tu de e>ct l<- 0 1t o t pd1L1r
de e t >llllt >l> :J65 'moJo, en ldtm en el ullgmal
1~1MA1'\ 'll KANT
CRITICA DE LA RA70N PURA 275
ello es dado también el tercero, es decir, puede ser constrnido ·¡,,,
sible conocer sintéticamente a ¡mon algo de ellm. Pero no <;cm
Pero en la filosofía la analogía no es igualdad de dos relaciones
sino fenómenos, Cll) o conocimiento completo, al que deben it
mantrtat1~as, sino [de dos relaciones] ruabtaln'as, en la cual, a parhr
a pat ar en último término siempre todos los principio<; a Jmon,
de tre~ miembros dados [AI80] solo puedo conocer y dar a prwnla
e<; solamente la experiencia posible; v en con<;ecuencm, ello$
relaooncon un cuarto, pero no l'í/ecuarto mmnbromismo; aunque
no pueden tener por meta ninguna otra cosa, sino meramente
te~go, por cierto, una regla parn bmca1 lo en la experiencia, y una
las condiciones dP la unidad del conocimiento [B22-1] empmco
sena! para e~contrarlo en ella. Una analogía de la experiencia será,
en la sínte<;i> de los fenómenos, pero ésta sólo es pensada en el
ento_nces, s~lo una regla según 1'1 cual, de las percepciones, ha de
esquema del concepto puro dPI entendimiento, de cuya unidad,
surgir la mudad de la experiencia (no como ['i fuera] ella misma
como [unidad] de una síntesis en general, la categoría contíenP
una perce~ci~n'. [entendida] como intuición empírica en general),
la función, no rPstiingida por condición sensible alguna Por
y como pnnc1p1<? valdrá para los objetos (para los fenómenos) no
consiguiente, mediante estos p11ncipios esta1 emo' facultados
const1tut1mmcnfe, sino sólo [B22Jj regulatwamentr. Lo mismo valdrá
para componer, sólo según nna analog1a, los fenomeno<; con la
también par~ los pos_tuladn<:: del pensamiento emp1rico en general,
unidad lógica y univer<;a} de los conceptos;'"~ J por eso, en el
los que conciernen JUntamente a la sÚ1tesis de la mera inhlición
principio mismo nm serviremos, por cierto, de la catPgona, pero
([síntesis) de I~ forma del fenómeno); [a la] de la percepción (de
en la Pjecución (en la aplicación a fenómenos) pondremos en <;U
la matena de el), y [a la] de la experiencia (de la relación de estas
lug3r""' a su e<::querna, como clave del uso de ella, o mas bien,
p~r:epciones); a saber, ~~e son sólo principios regulativ05, y se
se lo pondremo<; a aquélla al lado, como condición resttidiva,
distinguen de los matematicos, que son constitutivos, no por cirrto
con el nombre de una fórmula del primero "''
en la certe~a, qu: en ambos está establecida a prwn, pero sí en la
clase ~e ev1den:ia, es decir, en lo inh1itivo de ellos'"7 (y por tanto,
tambien [en lo mtuitivo] de la demostración) .
. _Per~ lo_~ue se había advertido con respecto a todos los prin- [A!82]
op1os smteticos, y que aquí debe ser notado especialmente, es
esto: que estas analogías tienen su única significación y validez A. Primera analogia
no como principios del uso transcendental del entendimiento P11nopw de la permanenrza de w mb1tanria
sino meramente [como principio<>] del uso empírico de él, [A181]: En todo cambio de losfenómeno1permanece la rnb1tm1na, v el
y por tanto,. sólo como tales pueden ser demostradas; y que en quantum de ella no se acrecienta ni disminuye en la naturaleza
con$ecuenc1a, los fenómenos no deben ser subsumidos direc-
tamente bajo las categorías, sino solamente bajo los esquemas
de ellas. Pues si los objet05 a los que han de ser referidos estos 568 También podría entendene· «Pst::u emos facnltados pm a com·
principios fuesen cosas en sí mismas, sería enteramente impo poner [o n:un11, o qmtet1zar] ]oq ff'nómenos [entre s1], sólo qegun una
analogíci con la umdad lógica y umve1sal de Jo, conceptm"
569 Literalmente: «en lugar de él» (en lugar del pnncipio, o bien·
566 D ebería d ecu: «s1 son d0do' l!f'' miembro' de la propm ción con en lugar del uso de la categoríci), aunque uno espe1 ana «en luga1 dP
ello es dcido tcimb1én el cua1to» A,1 Ed. Acad. ' ella» (de la categoría)
567 También puede entenderse «en lo mtmtno de ella», es decir, 570 «Del pnmero» es decn: del pnnc1p10, o bien· del uso Se han
de la ev1denc1a. propuesto muchas mte1p1etaciones ) vanantes de este mtnnccido
pasaje; hemos ti atado de presentadas Pn las nota5
276 J''l'l"' \l El K/\ '< 1 U(!ll DE l.\ R.Zu'. llR"'
277
P1u,ba I\uestia ap1dumw11 de lo rnulnple del tenomcnu es ::,iempre
Iodo:, lo:, fenornenu:, e:,t,111 en el tlernpo, :,olo en el cual, sucesi\ a, \ es, poi com1gmente, siempre cambJcmte Por tanto
( o mu '>ubst1<.ttu ceirno fo1 ma pu manen te de la mnuuon mter nuucct podemos, poi ellc1 '>uld dete1rnmar ,¡este mulnple come;
lld\ puukn :,e1 1ep1e:,entc1dc1:, tdntu !et :.1111ulta11e1dadcomo la :.uce OOJllO de lcL e\.pe11enuct, ""'smmltdneo, u ~e s1g11e suce::,i\ dmente,
:.wrt l:J l!cmpo p01 t,mtu, en e1cu,1l1odu [B22 >]cambio de lo:, de no hctber en el hmdamt nto de el algo que e0 :.tempre, e~ deur
!enumeno:, IM de :,er pemddo, permanece) no cdmb1d, porque al¡,o duwdou v pamanentt de lu cuctl todo [B221>] cambiu v [tuda]
el L'> at¡uL llu u1 lo que la '>ULesron o \¿ s111mltane1d,td pueden ,,·1mltcmeiJcLd no son 1udü ma:, que otros t,mtu::, modos (mod1 del
:,er 1ep1e:,t.ntctdd~ ;,ulu como dete1111111auune:, de el ~hor.t bien, t1emp<) como lo pu m,muite e'-i::,le ~olo en lu pen11auLnle poi
el t1unpu en s1, nu puede ::ier puubido [n L011::,ecuenc1a, en tamo, son pu~ 1 ble::, lc1s rdc1t iones de tiempo put.> la simultcmeidad
lo~ objeto:, Je la pe1cepuon es deu1, en Jo, fenornenos, debe i ld :,uce,ion >on ias mmª" relaoones en el tiempo), [ .\183] e,
ern unt1 ai se el -,ulht1c1to que i epi esenta c1l tiempo Pll gene1al, y <leu1, lo pe1mc1nente e'> el 1ufotratum de Id iepre:,enrctcJOn empi
LL Pi u1cil pm de :,e1 ¡wrc1b1do, en Id dprehe1b1on, todo cambw llLd del tiempo nu>mo, [::,ub:,tr.tto] ,olo en el cual es posible todd

o -,1multdne1d,1d pot medio de Id 1elctuon Je lus tenomeno:, <letemunauu!I temporctl l d pennanencia e\.presa, en geneial,
cun PI 1 t1e10 el substJdtu de todo lo real, es decn, de lo que al ltempo como el cu11 el,uo constante de tu,la e\.i,tenua de Jos
pe 1tuwt e a id e ».1ste11ud de lds cosds, e:, Lt rnb1tum w, en la fenomenos, de todo cd111b10 ) de tocio acompdnctillientu Pue, el
cudl tudu lo que pertenece et l,1 e>..istenud puede ser pensado cambio 110 dkctnza ,1] tiempo nu:omo, smu ::,ulo a lo, fenon 1e110 , en
::iolu corno clttPi mmctuon l'ot consigmente, lo permanente, el llempo (<1>1 como b simullctne1ddd no es un modus del tiempo
~olu en rclauon con lo cudl pueden ser dete1 rnmadas toda> la:, nusmo, )ªque en el no hd) partes s1multanea::,, smo que todas
1eL1L1u11e~ ternprn ,1lcs dc los lenornenos, es ld ,ubs1,mcia en el wn >LKe:,1\ ds) '.::i1 '>e pret< nd1erd dtllblllr dl ltt-rnpo m1>mo una
lenumenu es dt:t H, lu red.l de este, lu llldl, corno sub,trdto de >uces1011, hab11ct que ptns<11 ot10 ttempo, en el que e,a sucesion
tullo camb10, pe11t1d11cce :,1empre el nnsrno Y como el!d no fue,e po>1ble ~olo grdlhl'> d lo pe1mdnuue reubt Ja l <t.;ltJZLlil u 1
puede cctmbklr en l,t e:».blenuct, entonces tarnpoLO su qudntum dl\ er~as pd1 tes suces1\ d::, dL !et sene tempo1<.tl una magmtud, que se
en lc1 11dtu1,deül ¡mt.de dU111entct1se m d1,1nmmr,e ' !Luna dwact01L Pue5 en lc1 mer.t :,uces10n sul,imente, la e\.1stenud
esta"iempre de:,dpaieuendo) comenzando,) nunca tiene lama,
mumna nMgmtud Por t<.tnto, sm esto permanente no ha) reldcion
J1/ [ , <lec11, con e>l ,ubstiatu 1.u11b1en po<li1a emen<leist ) en el
cu.ti puelk 'u puubidu todo c,m1bio o :,nnultM1e1<l.id poi medw de
tempo1dl d]g1111a Ahora bien, el tiempo en s1 mi>mo no puede
11 ll L1uo11 de 111> lu10me11r» LUll el u1 ]d .ip1ehem1on" se1 pe1ub1do, por tdnto, e,to perrnane11te en los fenomeno, es el
J/2 \ ,¡ u1 ld ed1uou <lL 11 ::17 l:l L11 ld p11me1 d ed1uon \A) en lugdf 'ubst1atum de todct dete1111mduon temporctl, ) en consecuencid
cld lt '.to qu1 <om1tnLd <l'uuup1u ck Lt pei manen u et de l.i '\UO,tdnua,,, tambien la cond1uon de pos1b1hdad de tudel umddcl smtenca
1 qu1 teimm.t' tdmpu"o :,u c¡11'Ullum en Lt natu1ctleL,t puede aumen
t,u 'e 11i d1smmllll >e", dice Pi mupw de pe1 manenci,1
ludu, le' lu10rnu10:, cunt11nen lu perma11rnlL (rnb1twu111) cumo el s11amente o oimtd1,1nedmc me fn ctlenuon a 1.1 piime 1a maner,1
objLtu llll>mo 1 lo nrnJctble tomo me1" duurrnn tuon de .tquel, e1 el tiempo eo con:,idei ddü l onw ;e1 ie del tiempo en dlenuon d la
dtut [cumu] un mudo tomo el obj<:>lU e-..1:,Le segunda, [el tiempo e, cu1ioHle1 ddo] como e'.tenswn del nempo,,
Pi ucb.1 dt> e>l l pi llneict dllcdu¡,1.1 J73 En el 1e-..1u <u1 tl fund,ui e111u de elL1" con lo que piobablememe
lodo, lo:, lcnomenu, L>t,lJl eu el tiempo E>Le putde Jeturnrna1 de 'e quiere clc.cn <>en el !uncl,1mLnto tk 1.1 e>.perienci<t» ,\doptctmos una
do' l1hlllt 1 l\ !.11eL1uon de L1 e'.i:,te11ua de ello' >ebLlil oLclll >Ulé wi1eccwn ck [1 dnMnn 1eu>b1Jd pm ~dumdt
CR!TJC A DE LA llAZO'' f'l f{¡\ 279
278 1~1M/\M 'EL l\At'<T
la ccrnza que r¡uedó. : tendrás el peso del humo Pre<.,npoma.
de las percepciones, es decn, [la comlición de posibilidad] de pue<;, como incontestable. r¡ue incluso en el fuego, la mate11a
la experiencia, [B227] y en esto pPrmanente toda e'\1stenna y (substancia; no p<'rece, smo que solamPiltf' la fom1a de ella sufre
todo cambio en el tiempo pueden <;er considerados sólo como una mutación Así también la propos1non de la nada no sil le
un modus de la existenna de <1quello quP queda y permanece nada, era sólo otro corolario del princ1p10 de b pc1 manenoa, o
Por tanto, en todos los fPnómenos, lo permanente es el objeto más bien de la e".istencia peidurable del su¡eto (en sentido pro
mismo, es decir, la substancia (phaenomenon), pero todo lo que ¡mil'-' de los fenómenos Pues s1 ar¡uello gue, en el fenómeno,
cambia, [Al8-t] o puede camb1r1r, pertenece sólo al modo como :1
,e quiere l\amai substancia, ha de ser propiamente subst1 ato
esta substancia o estas substancMs existen,[) pertenece,] por tanto, de toda determinación tempmal, entonce<; sola} umrnmente
a las determinaciones de ellas rn ello debe pode1 ser determinada tocia ex.l'itencia, tanto en
Encuentro que en todo tiempo, no sólo el filó<mfo, sino aun el el tiempo pasado, como en el tiempo futuro. Po.r ese:, podernn<.
entendimiento común han presupuesto Psta permanencia, como daile a un fenómeno PI nomb1 e de substancia, solo porque
un substratum de todo cambio de lo~ fenómenos;) que también piesuponemo'> la existencia de é_l en todo tiempo. lo que [B'.229J
la supondrán siemp1e como mdudable; sólo que el filósofo se no r¡ueda bien expresado mediante la palabra permanencia,
expresa sobre esto de una manera algo más precisa cuando clice· pues esta [palabra] se refiere más bien al tiempo futuro Sm
en todas las alteraciones en el mundo permanPce la rnbstonna, y embargo, la necesidad interna de permanecer esta, por ne1 to.
sólo los amdrntes cambian Pero en ningún lado ha !Jo ni siquiera enlazada inseparablemente con 1<1 necesidad_ de haber sido
el intento de una demostraoon esta proposición tan sintética,) siempre, y poi eso, la expresión puede [A 18ii] c¡uecla1 G1g111
ella, incluso, sólo raramente está, como le corresponde, a la cabeza de mlnfo m/11/, m 111!111um 111! ¡wm w•nt1, eran dos p1opos1c10ne'>
de las leyes puras de la naturaleza vigentes enteramente o prwrz que los antiguos conectaban inseparablemente, y q:ie ahora,
En verdad, la proposición de que la substancia es permanente, a veces, se separan por eqtJi,·ocacion, pm que 5e piensa que
es tautológica. Pues sólo esta pennanencia es el fundamento por conciernen a cosas Pn <;Í mismas, y que la pnmera podna Sf'f
el cual aplicamos al fenómeno categoría de la substancia; y se contraria a la dependencia del mundo [1especto] de una causa
habría debido demostrar que en todos los fenómPnos ha) algo suprema (tamhién, incluso, en lo que toca a la substanc_ia _de
permanente, en lo cual lo mudable no es otra cosa que una deter- él), lo gue e<; una preocupación mnecesana, va que ar¡m solo
minación de su existencia. Pero puesto que tal demostración nunca hablamo5 de fenómenos en el campo de la e'\penencrn, cu;a
[B228] podría ser desarrolhicl,1 dogmátJCamente, es decir, por umdad nunca sería posible ~¡ dejásemo<; smgir nuevas cosas
conceptos, po1que concierne a una proposición sintética o p11on, (en lo que toca a la substancia) Pues entonces se el~m111a11a
y [como] nunca se pensó que tales proposiciones son válidas sólo aquello qne e<> lo único que puede representar la nmdad del
con respecto a una experiencia posible, ) por tanto, sólo pueden tiempo, a saber, la identidad d:I <;~1h<>t1 atum, solo. en el cual
ser demostradas mediante una dcduccion de la posibilidad [A 185] tiene inteoTal unidad todo camb10 Esta pP1manenc1a, empero,
de ésta última; entonces no es ele mara\ illarse si [tal proposición] no es má: que la manera de rep1 cscntarnos la e".!5tenua de la<.
ha sido puesta por fundamento de toda nperiencia (porque se cosas (en el fenómeno).
siente la necesidad de ella para el conocimiento empírico) pero
nunca ha sido demostrada
Se le preguntó a un filósofo: ¿cuánto pesa el humo? Él 574 Los paiéntes1s en la fiase «(en sentido p1op10)'• son agregado dP
respondió: quita del peso de la madera quemada, el peso de esta ti aducc1ón
IMMAf'<L E:L h.A:\ T CRff!CA DE LA R.AZOCI PURA
280

La;, dete1 rninaciones de una substancia, que no son otra un estado al otro, y del no-ser al ser, los que, por consiguiente,
co~a que paiticulare5 maneras de exi;,tír de ella, se llaman pueden ser conocidos empíricamente sólo corno determina·
aauicntes. Son o,iernp1 e 1ea les, por que conciernen a la existen· ciones cambiantes de lo que permanece. Suponed que algo
cia de la ;,ub;,ta1IC1d :Id;, negaciones ;,on sólo deternunaoones comienza, absolutamente, a ser; para eso debéis tener un punto
c¡ue expies<1n el no·,'>éI de ctlgo en Id -,ub;,tamia). Cuando a del tiempo, en el que no era. ¿Dónde vais a fijarlo, si no es en
e;,to 1e.:d [B:230] en Ja o,ubstancia se le atribuye una ex1stenoa aquello que ya existe? Pues un tiempo vacío, que precediese, no
paiticuLlr (p. ej. al movimiento, como accidente d_e l_a matena), es objeto alguno de la percepción. pero si conectáis este nacer
a esta e>.istencia se la llama la inherencia, para d1stmgmrla de con cosas que antes estaban y que perduran hasta aquello que
Ja existencia de l.t snb;,tctncia, que se llama subsi;,tenoa. Pero nace, entonces esto último eia sólo una determinación de lo
[A 187] de aqui ;,e originan mucha;, interpretaciones erróneas, primero, de lo permanente. Y asi es también con el perecer:
y se habJ,1 de manera más exacta y cor~ecta si se designa_ al pues éste presupone la representación empírica de un tiempo
dccidente solo como la manera como e;,ta dete1rnmada positi· en el que un fenómeno no es más.
vamente la exi;,tencia de una substancia. Sin embargo, debido Las substancias (en el fenómeno) son los substratos de todas
,1 las cumhciones del uso lógico de nuestro entendimiento, a las determinaciones temporales. El nacer de algunas de ellas,
aquello que en la existencia de una ;,ub;,tan_cia puede cambiar y el perecer de otras, suprimiría incluso la única condición
nuenlr,1;, la subo,tancict permanece, es mevitable separarlo de de la unidad empírica del tiempo, [B232J y los fenómenos
algún modo, y comidera1 lo en relación con lo propia:nent¡: se referirían entonces a dos tiempos diferentes, en los cuales,
permanente y radical; por eso, tamb1en, esta c~t:gona esta uno junto al otro, fluiría la existencia; lo que es absurdo. Pues
baJO el título de las relctcione;,, más como con_dic1011 de ellas, hay solamente un tiempo, en [Al89] el cual todos los tiempos
que corno si contuviera ella misma una ~:lac10n. _.. diferentes deben ser colocados, no a la vez, sino unos después
En estd permanencia se basa tamb1en la correcc10n del de los otros.
concepto de alteración Nacer y perecer no son alterac10_nes de Así, según esto, la permanencia es una condición necesa-
lo que ndce u perece. Alteración e;, un mo_do de ex1stlf, que ria, sólo bajo la cual los fenómeno:, son determinables en una
sigue a otro modo de existir del mismo objeto. Por eso, todo experiencia posible corno cosas u objetos. '~5 ;En lo que sigue
lo que se altera es pennanente,. y sólo ;,u e:,tado cambw. Puesto tendremos oportunidad de observar lo necesario acerca de
gue, por consiguiente, este cambio sólo conoerne a las deter- cuál es el criterio empírico de esta permanencia necesaria, y
mmaciones que pueden cesa1 o comenzar, entonces yoderr:os con ella, de la substancialidad de los fenómenos.
decir, con una expresión que parece un poco paradOJKa: solo
lo permanente \la substancia) es [B:231] allerado, lo mudable
B. Segunda analogza
no ,ufre alteración, smo solo un cctmbio, ya que algi.mas de·
terminaciones cesan, v otras comienzan. Pwzcipto de la sucesiór1 temporal segun la ley de la cawalidad
[A 188] Por eso, la' alteración sólo puede ser percibida en Todas las dlteraciones suceden según la ley de la conexión
substdncia;,, ) el nacer o perecer en sentido absoluto, que no de la causa y el efecto.
concierne merame!lle a una determinación de lo permanente,
no puede ser nunca una percepción po;,iLle; p:1es prec~samente
esto permanente hace posible la re pi esentac10n del transito de 575. También puede entende1se. «loo fenómenos, como cusas u obje·
W>, son dete1mmables en una expenencia posible»
282 l~!Mi\NUEL KANT CRÍTICA DE LA RAZÓC. Pl 'Ri\

Prueba sea conocida como determinada, la relación entre los dos estado<;
~El principio precedente ha demostrado que todos los debe ser pensada de tal manera, que con ella se determine como
fenomenos de la sucesión temporal, en su conjunto, son sólo necesario cuál de ellos debe <;er colocado antes, y cuál rlespués, 7
alte:acwnes, es decir, un sucesivo ser y no-ser de las deterrni no a la inversa. Pero el concepto que lle\ a comigo una necesidad
naoones de la substancia que permanece; v en consecuencia de la unidad <;intética sólo puede ser un concepto puro del entendi-
[que]"" el ser de la substancia misma, que. sigue al no-ser d~ miento, que no resida en la percepción, y éste es aquí el concepto
ella, o el no-ser de ella, que sigue a la existencia, en otras [B233j de la relación de la ca11Sa y efecto, de los cuale<; la primera determina
~alabras, que el nacer o perecer de la substancia misma, no al último en el tiempo como comecuencia, y no como algo que en
t1e_ne lugar, Este [principio] también habría podido expresarse la mera imaginación podria preceder (o bien, en general, no ser
as1: Todo cambio (mcesión) dr los fenómeno1 es sólo alteración; pue 1 percibido). Pm consiguiente, sólo porque sometemos la <;ucesion
el nacer o perecer de la substancia no son alteraciones de ella de los fenómenos, y por tanto, toda alteración, a la ley de la cau-
porque el concepto de la alteración presupone como existente: salidad, e<; posible la e'<periencia misma, es decir, el conocimiento
Y por tanto, como permanente, precisamente al mismo Sl~eto empírico de ellos; y por tanto, ellos mismos, como objetos de la
con dos determinacione<; opuestas. Tras esta advertencia pre- experiencia, sólo son posibles según esa misma ley.'"
liminar sigue la prueba.) La aprehensión de lo múltiple del fenómeno es siempre
Yo percibo que los fenómenos se suceden unos a otros es s11cesiva. Las representaciones de las partes siguen las unas a
decir, que en un tiempo es un estado de las cosas, cuyo contr~rio las otras. Si acaso se sit,rtien también en el objeto, es un segundo
era en el estado precedente. i 77 Conecto, pues, propiamente, dos punto de la reflexión, que no e<;tá contenido en el primero.
percepciones en el tiempo. Pero la conexión no es obra del mero Ahora bien, por cierto que todo puede llamarse objeto, incluso
sentido ni de la intuición, sino, aquí, el producto de una facultad toda representación, en la medida en que uno es consciente
sintética de la imaginación, que determina el sentido interno con de ella; pero lo que esta palabia [B235] debe significar para
respecto a la relación temporal. Esta [facultad] puede enlazar de los fenómenos, no en la medida en que éstos (como [Al90]
dos maneras los dos estados mencionados, de manera que el representaciones) son objetos, sino sólo fen la medida en que]
uno, o ~l ?tro, pn:ceda en el tiempo; pues el tiempo no puede designan un objeto, requiere una investigación más profunda.
ser perc~b1do en s1, y con respecto a él no se puede determinar En la medida en que ellos, sólo como representaciones, son a la
en el obJe~o, de modo empírico, por decirlo así, lo que precede vez objetos de la conciencia, no se distinguen de la aprehensión,
y lo que sigue. Por consiguiente. sólo soy consciente de que mi es decir, de la acogida en la síntesis de la imaginación; y por
imaginación coloca un [estado] antes, y el otro después; no de
que un estado preceda al otro en el objeto; o, con otras palabras,
[B23-1] por la mera percepción queda indeterminada la re/anón 578. Así en la edición de 1787 (B). En la primera edición (A), en lugar
ob¡etwa de los fenómenos que se siguen unos a otros. Para que ésta del texto que comrenn «Prmcipio de la sucesión temporal según la ley
de la causalidad» y que tennma " .. ellos mismos. como ob3etos de Id
experiencia, sólo son posibles según esa misma le;,, dice: «Pnnc1p10
de la generación.
576. Agregado de Valentiner. recngido por Schmidt. Todo lo que ocurre (comienza a ser) presupone algo a lo cual sigue
5'..7. Deberia dec~r aquí «en el tiempo precedente», como lo señala 1Pg1111 uno rrglo». A esto sigue inmediatamente el te-.;to que comienza:
V\ rile, en correcc10n recogida por 'Schmidt. «La aprehensión de lo múltiple del fenómeno es siempre sucesn a,,
Cf\11 K A DE L'\ RALO ' Pl R.'\

Cüll ,-iouíeme
ü '
se debe deu1: lo múltiple de los fenómenos es
' 1 ¡·
múltiple. Aquello en el fenómeno, que contiene la concl1uon
generado :,iernpie ,uce:,i\ amente en l.1 :iw11te. Si os enomenos de esta regla necesa1 ia de la aprehensión, es el objeto.
fuesen cusas en sí nusmas, nadie podna estimar, a ¡.Mt t11 c~e la Conrínuemoo, ahoici nuest1a tarea Que algo acontece, es
:,ucesión de las representac10nes del múltiple de _ellos, como decir, que algo, o un eqaclo, que ante;, no era, llega a ser, [es
esta enlaz.ldü este rnultipk• en el objeto. Pues solo tenemo' algo que] no puede se1 percibido érnpíricarnente, [B'2J7 J si no
que ver con nuestras representaciones; cómo p1~edan ser las precede un fenómeno c¡ue no contiene en ;,í ese estado; pues
cosas en sí misma~ (sin con,iderar las representac10nes con las una realidad efectiva, que [A 192] siga a un tiempo vacío,) por
que no::. afectan) [es .dgo que] está fuera de la esfera de m:estro tanto, un nacer al cual no precede estado alguno de las cosas,
conocimiento. Aunque los fenómenos no son cosas en si mis· tan imposible es de aprehender, como el tiempo vacío rmsmo.
mas, y son sm embargo lo único que puede sernos dado para el Toda aprehensión de un ctcontecímiento es, pues, una percep-
conocimiento, debo imhcat que eo,peue de enlace en el üempo ción, que ::,igi.1e a otra. Y pue::,to que esto es así en toda síntesis
le corresponde dl múltiple en los fenómenos mismos, mie?tras de la aprehemión, comu lo he mostrado antes en el fenómeno
que la representanón de e,te mulLiple e:1 la ap1eh~ns10n es de una casa,';" entonces ell<t'"' no se diotingi.ie toda vía, por ello,
o,iempie suce:,iva. Así, p. ej., la ap1ehem10n de lo n:ultiple en de otras. Pew advierto tamo1én: que sí en un fenómeno que
el fenomeno de und cc1sa que esta ante mí, es o,ucesiva. Ahora contiene un acontecirmcnto, llamo A al estado precedente de
se plantea Ja pregunta: 0,1 acaso lo múltiple de esa _cas~ misma la percepción, y B al siguiente, eu la aprehensíóll, B sólo puede
es en sí sucesivo, lo que, por cierto, nadie adn11t11a. Ahora suceder a A, pero la percepción A no puede segi.ür a B. sino
'
bien, tan' pronto corno remonto nus · concepto>, [B236] d e un que sólo puede precedei la. Veo p. ej. un barco que desciende
objeto hasta una signíficacíón tr amcendental, la casa no es la corriente . .l\fí percepoón ele su posición más abajo, sig11e a la
una c;sa en sí mi::.mcl, :,mo sólo un fenómeno, [Al91] es deur, percepción de la po::.iciól! del barco más arriba en el curw del
una representación, cuyo objeto transcendentdl e::, descono· río; y es imposible que en la aprehemión de este fenómeno el
cido; ¿qué entiendo, pues, por la pregunta de cómo pued~ baico sea percibido primero más abajo, y después más arriba
ewu enlazado lo múltiple en el fenómeno mismo (que no es, en la corriente. Por consiguiente, el orden en la sucesión de
por cierto, nada en sí 1msmo)? Aquí, aquello que reside e~ la las percepciones en la .tprehensión e~tá aquí determinado,
aprehemíón sucesiva, es comiderado como reprecsent~c10n, y esta última está ligada a él. En el anterior ejemplo de una
pero el fenómeno que me es dado, aunque n~ sea mas que casa, mis percepciones podían, en la aprehensión, comenzar
un conjunto de e::.as repre::,eutauones, e::, conside:ado como por la cumbrera de ella terminar por el piso, pero también
el objeto de ella::,, con el cual ha de concordar mi_ ~oncepto, [podían] [B238] empezar por abajo, y terminar arriba, e igual-
que extraigo de las repre::.entacíones de la aprehens10n. P~onto mente podían aprehendc'r pm la derecha o por la izquierda lo
se advierte que, puesto que ld verd.td e:, la concordancia del múltiple de la intuición empírica. En la serie de estas [Al93]
conocinuento con el objeto, aquí sólo se puede p1egi.w_tar por percepciones no había, pues, ningún orden determinado que
[a, condiciones formales de la verdad empírica, y el fenom~~o,
en contraposición a las representacione::, de la apreh~nswn,
puede ser repreo.enlado como el objeto _d~ ellct::,, di::,tmto de 579. También p0düa entenderse: «Y puesto que esto, en toda síntesis
ellas, ::.ólo si está bayJ una regla que lo distmgue de toda otra de la ap1ehen.:,ión, e,tá conq1tuido como lo he mostrado antes en el
aprehemión, y hace necesaria una e:,pecie del eulace de lo fenómeno de una casa ... ».
580 Es decir, la aprehem1ón, o la pe1cepc1ón (no: la casd).
286 IMMANL'EL lv\NT CRITICA DE LA RAZÓN PURA

hiciera necesario cuándo [o por donde]' 81 debiera yo comenzar Supóngase que a un acontecimiento no le precediese nada
la aprehensión para enlazar empíncamente lo múltiple. Pero a lo cual él debiera seguir según una regla; entonces, toda <>u-
esta regla se encuentra siempre en la percepción de lo que cesión de la percepción estaría determinada sola y únicamente
acontece, y ella hace necesario el orden de las percepciones que en la aprehensión, es decir, sólo subietivamente, pero rnn ello
se siguen unas a otras (en la aprehensión de ese fenómeno). no estaría determinado objetivamente qué, en las percepciones,
En nuestro caso, pues, deberé derivar la sucrsión sub¡etwa de debiera ser lo precedente, y qué debiera ser lo siguiente. De
la aprehensión, de la sucesión obp·twa de los fenómenos, pues esa manera, tendríamos sólo un juego de las representaciones,
de otro modo aquélla es enteramente indeterminad~ y no que no se referiría a objeto alguno, es decii, ningún fenómeno
distingue un fenómeno de otro. Como aquélla es enteramente podría, por nuestra percepción, distinguirse de otro, por lo que
caprichosa, ella sola no demuestra nada acerca de la conexión concierne a las relaciones temporales; porque la sucesión en
de lo múltiple en el objeto. Por consiguiente, ésta comistirá en el aprehender es por todas partes igual, y por tanto, no hay
el orden de lo múltiple del fenómeno, [orden] según el cual la nada en el fenómeno que la determine, de manera que por ello
aprehensión de lo uno (lo que acontece) sigue a la de lo otro una [B2+0] cierta sucesión, como objetiva, se haga necesaria.
(lo que precede) según una regla. Solo por eso puedo estar au- No diré, pues que en el fenómeno dos estados sigi.ien uno al
torizado a decir, del fenómeno mismo, y no meramente de m1 [AI95] otro; sino solamente: que una aprehensión sigue a la
aprehensión: que en aquél se encuentra una sucesión, lo que otra, lo que es algo meramente sub;etwo, y no determina objeto
significa tanto corno que yo no puedo efectuar la aprehensión alguno, y por tanto no puede valer corno conocimiento de
de otra manera que en esta precisa sucesión. objeto alguno (ni siquiera en el fenómeno).
Según una regla tal, pues, en aquello que en general pre- Por consiguiente, cuando conocemos por experiencia que
cede a un acontecimiento debe residir la [B239] condición algo acontece, presuponemos siempre que algo precede, a lo
para una regla según la cual siempre, y necesariamente, se cual sigue según una regla. Pues sin esto, yo no podría decir del
sigue ese acontecimiento; pero inversamente no puedo re- objeto, que sigue; porque la mera sucesión en mi aprehensión,
troceder del acontecimiento y [A 194J determinar (mediante si no está determinada por una regla con respecto a algo prece-
aprehensión) lo que precede. Pues nmgún fenómeno retrocede, dente, no justifica una sucesión en el objeto. Por consiguiente, el
del instante siguiente, al precedente; aunque se refiere, sí, a que yo haga objetiva mi síntesis subjetiva (de la aprehensión),
alguno anterior, en cambio, el progreso de un tiempo dado, al [es algo que] acontece siempre en consideración de una regla,
[tiempo] determinado siguiente, es necesario. Así, porque hay según la cual los fenómenos en su sucesión, es decir, tal como
algo que sigue, debo referirlo necesariamente, en general, a acontecen, están determinados por el estado precedente; y sola
algo diferente, que precede, y a lo cual sigue según una regla, y únicamente bajo esta presuposición es posible la experiencia
es decir, necesariamente; de manera que el acontecimiento, de algo que acontece.
siendo lo condicionado, da señal segura de alguna condición, Por cierto que esto parece contradecir a todas las observaciones
y ésta determina al acontecimiento que siempre se han hecho acerca de la marcha del uso de nuesti o
entendimiento, según las cuales sólo las percibidas y comparadas
sucesiones concordantes de muchos acontecimientos, tras fenó
587. En el original: «que hiciera necesano si yo debiera comenzar.. ». Se- menos que los precedían, son lo que primeramente nos lleva a
gi.nmos correcciones de Mellin y de Erdmann, recogidas por Schmidt
lRllilh DE: l~ R'IZO'\ Pl R'I 289

ck;,( ubrn una reglct ' [B2Hj ;,egun lct Lu..il c1eHos ctconteum1entos Tenemos rep1 esentauone' en nosoti os, de las que tamb1en
si< uu1 ~ 1 u11p1e d ue1 tos fenomenos ) esto es lo que prnnero nos podemos lleg<lr a ser eunsuentes Peio por muy e\.tend1dd
d~ <lt <1;,ton dtc turrn..irnus el LOnceptu de c..iuscl Puesto [A l<Jb] en que sea esa conuenua ) por muy e.>..acta o puntual yue sea,
tüles te 1rnmos, este LU11Lepto send me1clrnente emprnco, y !el regla ellas segi.uran siendo sKmpre solo rep1 esentauone" es decir,
c¡ue el ;,um1mstra, de que todo lo que dLOntece llene Ulld causd, se detennmdc10nes mte1 nct" de nuestra mente, en esta o aquella
lM 1dl1 cu11tmgu1te lomo Id expenullld n11smd, la umverscllrdad y relac10n de tiempo cComo llegamos d ponerles un ob¡eto a
01
me estcL1d Je d1'1 'enan entol!l t·s sulu unputcldcls," ) no tendnan estcts representduo11es, o a atnbuu les, ademas de la 1eahdad
\u dc1du d \ .ihdLL urn\ e1 s,t! p01 q UL no senan a p11011, smo que sub1eti\ d de ell<ls como mod1ficacwues, u11d [1 ed!Jddd] ob¡etJ\ a
t~tt11h1n lunddd,1".> -,olu en Id mJucuon Pero aqw ocune como ele no se que ei;pecie, L1 sigmficdcJOn objetlv a no puede con
e un ol! <1;, i epi eseJ!ld( iones purdS a ¡n wrt \P eJ espauo ) tiempo), s1stu en la refe1encrn a otra repiesentauon (de aquello que "e
qm podernos tcxn ,ledas de id ex peuench\ como conceptos ddros, pretendia llama1 ob¡t'to) ~ , pu(:, entonces se reitera la preo1mta
/:)
sulümente pu1que l<ls hemos puesto en la e\.-penenc1a nosotros, y ee orno es que estd 1 ept e~ellldLlun, a su \e,:, sale de si misma
d;,i ld pi odu¡unos a esta, ante toJo, mediante ellas Por ue1 to que Id ) adquiere sigmfic<luon objet!\ a ademas de la sub1et1va que
d<1r 1dád log1l,\ de es1.<1 i epresent<1uon de una regla que determma le es propia como dete1111111ac1on del estado de ld mente? Si
l<t sel ie de lus dLonteunuentos, es solo posible, como un concepto 111vest1gdmos cual es la nuevd co11stituuon que la 1eftrencta a un
cil Ld usd, L uando hemos hecho uso de ella en la expenenua, pero ob;eto les dad nuestras representacwnes,) cual es la d1gmddd
ueitct cufü1de1duon por dld,' Lomo condiuon de la umdad que estd" poi med10 de dl.t reuben, encontramos que ella ºº
::,mtetil d de los fenomenos en el tiempo, fue el fundamento de la no hace otra cosa que tm nar necesario, de c1e1 ta nMnera, el
e\.}Jt: nenud misma, y preLecho, pm tanto, a prwrt a esta enldLe de las rep1esentdc10nes, y someterloº' a una regla, y que
!'ur cmis1gme11te, se tratu de mostra1 poi medio de ejemplos, 111\ ersamente, solo [B2.t3 J pOI que ue1 to urden en las 1elduones
qw muKa, rn ctm1 en la expenenua, atnbunnos la suces10n tempordles de nuestras representctc1011es es neces.u10, se le,
\de un ücmltel umento, cu<1ndo .tlgo acontece que antes no asigna a ellas srgmhcauon ob1etiva
est,1ba 1 al objeto, distmguielldol,t de l<l [sucesion] subjetiva de [A.198] b1 l<l smtes1s de los fenomenus, Jo multiple de las
nucst1.1 [B2-UJ aprehemwn, sdlvo si lid), como fundamento, 1epresentac10nes s1ernpn s1g11e uno a otio Con ello, empero,
ulht JLºld que nos obltgd d obsen,n ese orden de las percep no se representd objeto ctlt-;uno, po1que mediante esta suces10n,
uunes ~Dds bien que otw, e n"JusL esl<l [AEJ7] obhgac10n es que es comun a todas lcts dp1 ehem10nes, nada se distmgue de
pi opMnwnte lo que l1dce, ante tu<lu, posible la representaoon lo otro Pero tan pionlo como percibo, o piesupongo, que
de Llllcl suces10n en el objeto en esa suces10n hay un<1 eferenua al estado precedente, [a
partu] del cual la represernauon sigue segun una regla, algo
se representa como aconteunnento, o como lo que acontece,
.J82 l orno ,1 d1je1 a :,o lo <le>pue> de pe1 c1bir ) compa1 a1 Id.-'> conc01
ddnles »llLt:;,!OllL> de mucho, dconteum1enlos ltds fenomenos que lo;,
pieced!dll ;,urnu> IJe, ido;, d de;,cubm una regla '"o bien «solo des
puco, de puc1b11que1nuthu> aLontt.urrncnto> ;,1guen (de una manera 58) L1terd!mente <(de aqut.!lci q 1e se pr etend1a llamar del objeto)»
qm l, uJlilp u Juon mue,tra que e, LüllLorcLmte) d uuto> fenomenos Segum10s Ulld co1reLc10u de J\!ellrn recopdd poi :xhrn1dt
qm lo;, pit<cdcn lleg,111w;, a dt.sLLtbrir una iegla " J86 Es deur, L1 relerenua d un OUJeio
58J \u1bu1d,b o,oln p1eo,11ntlccunente J87 Ttlmbren puede t.ntemlt 1 'e <\ >u meter L10, (c,omete1 hs 'epr e
J ~ J f:, det 11 <ler td obo,e1' mua de e:,t,t reg],1 sentdc!Ones a und r eg!d)
IMMANl;El KANT CRJTICA DE LA RAZON PURI\

es decir, conozco un objeto, que debo poner en el tiempo en en la medida en que aquéllos ·'11 les determman su e'Cistencrn
cierto lugar determinado, tal que ningún otro le puede ser asig- en el tiempo, es deci1, la establecen según una regla Pues mio
nado, según el estado precedente. En consecuencia, si percibo en {o¡ fenómenos podemos rnnoar emp111camente esta contmwdad e11
que algo acontece, en esta representación está contenido, en la conratenac1ón de lor twmpos
primer término· que algo precede; porque precisamente con Para toda e'Cpenencia y su posibilidad se requiere enten-
respecto a esto recibe el fenómeno su relación temporal, que dirmento, y lo primero que él hace no es: tornar distinta la
consiste en existir después de un tiempo precedente, en el que representación del objeto; sino, en general, hacer posible la
no era. Pero su lugar temporal determinado, en esta relación, representación de un objeto Esto ocurre gracias a que [B2 L'í]
[el fenómeno] sólo puede recibirlo en la medida en que en el él traslada a los fenómenos y a la existencia de ellos el 01 den
estado precedente se presupone algo a lo que él'RR sigue siem- temporal, atnbuyendo a cada uno de ellos, en la medida en
pre, es decir, segú11 una regla; de lo cual resulta que en primer que es consecuencia, un lugar determinado a pnon en el tiempo
lugar, yo no puedo invertir la sene y anteponer lo que sucede a en atención a los fenómenos precedentes; [lugar] sm el cual el
aquello de lo cual sigue; y en segundo lugar, que si el estado que fenómeno no [A200J concordaría con el tiempo mismo, que
[B244] antecede es puesto, este determinado acontecimiento determina a pr10n su lugar a todas sus partes. Esta determma-
sigue indefectible y necesariamente. Por ello acontece que se ción del lugar, empero, no puede ser tomada de la relación de
instaura cierto mden entre nuestras representaciones, según los fenómenos con el tiempo absoluto (pues éste no es objeto
el cual, lo presente (en la medid« en [A 199] que ha llegado a de la percepción); sino a la inversa, lm fenómenos mismos
ser) da indicio de algún estado precedente, como correlato, deben determinarse unos a otros sus lugares en el tiempo, y
aunque indeterminado aún, de este acontecimiento que es hacerlos necesarios a éstm ;q¡ en el orden temporal; es clen1,
dado; el cual [correlato, a su vez,] se refiere a éste, ;~q como lo que sucede, o acontece, debe seguir, segi:m una regla urn
a una consecuencia suya, determinándolo, y conectándolo versal, a lo que estaba contenido en el estado anterior; de lo
necesariamente consigo en la serie temporal. cual resulta una serie de los fenómenos que por medio del
Ahora bien, si es una ley necesaria de nuestra sensibilidad, y entendimiento produce y hace necesarios, en [a serie de las
~or tanto, una cond1r1ón formal de todas las percepciones· que el percepciones posibles, el mismo orden )' la misma contmua
tiempo anterior determine al siguiente necesariamente (pues no concatenación que se encuentran a prwn en la forma de la
puedo yo llegar al siguiente, si no es por medio del precedente); intuición interna (el tiempo) en la cual todas las percepciones
entonces es también una indispensable ley de la representaoón deben tener su lugar.
empírica de la serie temporal, la de que los fenómenos del Que algo acontece, pues, e'i una percepción que pertenece
tiem~o p~sado determinan toda existencia en el '>iguiente, y a una experiencia posible, que se torna efectiva, s1 considero al
que estos,"'º como acontecimientos, no tienen lugar, sino sólo fenómeno corno determinado por lo que toca a su lugar en el
tiempo; por tanto, si lo considero como un objeto que puede

588. Es decir, «a lo que el fenómen0 s1gup ~1emp1 e». Pero el texto dice
literalmente: "ªlo que ello sigue siempre». Seguimos una corrección 591. Es <leen: los fenómenos del tiempo pasado.
de W11le, recogida por Schmidt. 5.92 Es <leen, a los lugarP' En el or 1ginal dice «hace1 lo neresa11r1
589. Entiéndase: a este acontecnniento. a éste», es decir, al lugar de cada uno Seguimm una coi H'ccwn de
590. Habrá que entende1 aquí estos fimómenos del tiempo siguiente. Gorland, recogida por Schm1dt
I\ \t-1 l LL K,~ H CRll k ". DE L"' R".ZO\ PL P'I 293
:,iunpre ,,er lullüdo, ,tcg1111 una regla, en l<l "ene concatenada entonces debena teneilu [a e,re] por un mero 1uego sub1etn o
de la~ perccpuones [sta [B1H1] 1egla, empe10 para deter de mb imag1nac10nes, [ ,.\202]' si a pe,ar de todo me represen
muldl algo 'et,un la suce,1011 del tiempo, es que en aquello ta,e, en el, algo ob1etl\ o, debena llamarlo un mero sueno Por
LjllL p1ecedc ¡13 dL enconll<ll'e la cond1uon baJO la cual el wm1gmente, la relduon de los fenomenos (como percepcwnes
acuntLumiu1ro <,1en1pre (LS du 11, nu esa11arnente) sigue Por posibles), segun la cual lo poste11or (lo que acontece), por lo
cun:, 1g111c11te, el pnnc1p10 de 1a¿on ,ufiuente [A201] es el fun que concierne a su existencM, e~ta cletermmado en el tiempo
cJ,1 metlto ele la e\.pe11enu.1 po,,1ble, a saber, del conocnmento neces-tna111ente ) segun lllld regid, por algo precedente, es
ubJL t1\o Je los fenomenu' en lo que respecta a la relac10n de decu, la relac10n ele la causa al etecto, es la c.ond1cion de la
ellos, en Id se11e ,uces1" d dd tiempo \ ahdel objetiva de nuestros jll!CIO' e111p1ncos, con respecto a
I d dt: mu,tr «uun ele estd p10pos1uon se basa solamente en la sene de las percepuones, [y es], por tanto, [la cond1c10n] de
lus momento:, siguientes Forma pa1 te de todo c0110um1ento la verdad empmca de ellos,J ¡,y por tanto, de la expenenc1a
ernpincu 1.1 srnte'1' ele lo rnull1ple poi la mMg1nac10n, [smtesis] Por eso el p1mc1p10 de la relacion causal en la suces10n de los
que es ,kmp1e suce'l\ a, e, clec.11 en ella, la;, representac10nes fenomenos Vd!e tamb1en pardJh todos los objetos de la expe
,,e o, 1gueu s1emp1 e las unas a Id:, otias Pero la suce;,10n no esta nencia (bajo las cond1c10nes de la suces10n), porque el 111i,,1110
cleteunHMda en la imag1nac1on, segun el orden (de lu que debe es el fundamento de la pos1b1h<lad de tal expenencia
precede 1 } lo que debe seguu),} ld seue de las representduones Aqm, empero, se presenta todavia una duda que debe ser
que se :,igucn unas a otia;, "puede ser recunrdd tdnto hdcra resuelta El pnnc1p10 de la conex10n cdusal de los fenomenos
dtl dS Lomo hdua ade!dnte l'ei o sr esd smtesrs es una smtesrs de esta limitado, en nuest1 d formula, a la sene sucesn a de ellos,
Li aprehe11'lü!l (de lo muluple de un fenomeno dado), entonces mientras que en el uso de el se encuentra que el se aplica tam
el 01 Jen e:,ta dctermmddo en el obJelO, o bien, pard hablar bien al acompaña1111ento de ellos, y que la causa ) el efecto
con rna;u 1 prec1s10n, ha\ alh un orden de la smtesis sucesiva pueden ser smrnltaneos Por e¡e111plo, en la habitacwn ha) un
que c!Lternimd un 0b1eto, [u1de11] segun el LUd! algo debe ne Cdlor que no se encuentra di [B2-18j alfe libre Busco su causa,
cesanarnente pr ecedei, y cuclnclo ew e~ pue~to, lo otro debe ; encuentro una estufa encend1dd Pero esta, como causa, es
~tcgmr necesa1Mmu1te Poi consiguiente, ~1 m1 percepc1on ha de simultanea con su efecto, el calor en la hdbitacwn, por con
l,111 tener el conoun11ento de un ctcontecwuento, es <lecu, [un s1gmente, no hay aqu1 sene sucesn a, segun el tiempo, entre
e onourniento] de d]go que efect!\ amente acontece, entonces CdW><l y efecto, smo que 'ºn s1multaneos, )' sm embargo, la ley
elld debe se 1 w1 Jllll!O empmco, en el cual uno piense que sigue vigente La [A20i] mayor paHe de la, causas efioentes
LL -,uces!OH L5ld dele1lll111dda, e~ deu1, que presupone, en el en la iMturaleza es simultanea con los efectos de ellas, y la su
tiempo otIO lenomeno [B'.2-P] al que ella sigue necesanamente, ce,wn temporal de estos ult1mcb es la ocas10nddd solo poi que
0 dL acuerdo con und 1egld Ln cdso contra110, si} o pusiera lo la causa no puede ejecuta1 todo su efecto en un mstante Pero
.mlLLc-dente, \ d .LLunteum1enlo no le sigmeia necesanamente,

595 Tambien puede entenderse <1qm «de ellas» es decn, de las pe1
J 'Jj Litd.d 111ulle en ld 1011c.t1en.tuon de L1::, pe1 cepuone'" cepcwne'
; 1-1 In lut,'"1 Je L, ,ene de l-t;, 11cp1ese1!l-tc10ne> que ::,e >1guen UildS a
J!J6 En el 011s1nal podu.i entenclu se "' -ile tamb1en antes de'" pe1 o
ut 1 a:, en el ulJ"'JJl d d1LL l.1,u1e de un<t> de ]d, >1gu1entes represen >t1ponemoo, que :,e tr-ita de un u:,o dl!t1guu de 1-t pi 0pos1c10n '' 01, en
t.tuone:, p 1oliJlile e1101de1mp1enl.i) ~egunno> d Ed A.e-id lug-tr de fui como ut1 -t; \e ces 'e encuentJ a
IMV\f\NUEL KANT CRÍTICA DE U\ RAZO\i PI 'RA

en el instante primero en que nace, él"" es siempre simultáneo el criterio empírico de una substancia, en la medida en que
con la causalidad de su causa, porque si ella, un instante antes, ella parece manifestarse, no por la permanencia del fenómeno,
hubiese cesado de ser, éste no habria nacido. Aquí se debe notar sino mejor y más fácilmente por b acción.
bien que lo que está en consideración es el orden del tiempo, [B'.250] Allí donde hay acción, y por tanto, acti,·idad ) fuer
y no el curso de éste; la rel<ición permanece, aunque no hava za allí hav t<imbién sub<;tancia, y sólo en é5ta debe buscarse
transcurrido tiempo alguno El tiempo entre la causalidad de el 'asiento)de aquella fértil fuent; de los fenómenos. Esto e"t<Í
la causa y su efecto inmediato puede ser evanescente (por tanto, muy bien dicho; pero cuando uno ha de Pxplicarse acerca de
ambos pueden ser ~imultcírwos), pero la relación de la una al qué es lo que entiende por substancia, y quiere, al hacerlo,
otr~ sigue s~endo siempre, ~in embargo, determinable según evitar el círculo vicioso, no es tan [A'.20.:J] fácil a<;umi1 la re<;-
el tiempo. S1 a una bola (jlle vace sobre un almohadón relleno ponsabilidad. i"H ¿Cómo 'ie pretende, a partir de la actividad,'""
e imprime en.él una depresión, la considero como causa, ella inferir inmediatamente la perrnanenna de lo que actúa, lo que
es simultánea con el efecto Pero sin embargo los distingo a es, empero, una señal tan esencial v propia de la substancia
ambos mediante la rehición temporal de la conexión dinámi- (phaenomenorz)? Pero según nuestra [exposición] precedente,
ca de ellos. Pues si deposito la bola sobre el almohadón, a la la solución del problem<i no tiene t<il dific.ultad, aunque sería
figura anteriormente lisa de éste le sigue la depresión; pero si enteramente insoluble siguiendo la manera habitual ([q11e
el almohadón tiene (no sé poi [B249] qué) una depresión, de consiste en] proceder [uno] con sus conceptos sólo anahtica-
ello no se sigue una bola de plomo. mente). Acción sit,'llifica ya relación del sujeto de la causalidad
Según esto, la sucesión temporal es ciertamente el único con el efecto. Ahora bien, porque todo efecto consiste en lo
criterio empírico del efecto, con respecto a la causalidad de la que acontece. y por tanto, en lo mudable caracterizado por el
causa, que precede. El vaso es [A204-] la causa del ascenso del tiempo""º según la sucesión· por ello el sujeto último de ello es
agua por encima de la superficie horizontal de ella, aunque 1 lo pnrnanenfr, como substrato de todo lo cambiante, es decir,
ambos fenómenos sean sirnultcíneos. Pues tan pronto como la substancia. Pues según el principio de la causalid<id, las
extraigo el agua de un recipiente mayor con el vaso, se sigue , acciones son siempre el fundamento primero de todo cambio
algo, a saber, la alteración de la posición horizontal que allí de los fenómenos, y por consiguiente no pueden residir en un
tenía, en una cóncava, que toma en el vaso. sujeto que a su vez cambie, porque en ese ca>o se precisarían
Esta causalidad conduce al concepto de acción; ésta, al otras acciones y otro sujeto que determinase este cambio. En
con~epto de fuerza, y por su mtermedio, al concepto de subs- virtud de esto, la acción, como criterio empírico suficiente,
tancia. ~~mo no quiem mezclar mi propósito crítico, que se prueba la substancialidad, [B25 l J sin que me <;ea preciso bmcar
refiere umcamente a las fuentes del conocimiento sintético a primeramente la permanencia de él''" 1 mediante percepciones
prior1,,, con análisis que atañen solamente a la explicación (no a
la ampliación) de los conceptos, dejo la discusión detallada de
ellos a un futuro sistem<i de la razón pura; si bien un análisis tal 598. Valentiner ;en corrección recogida por Schrrncll): «no e> [una
se encuentra en abundante medida también en los tratados de cuestión] tan fácil ele responder».
esta clase ya ahora conocidos. Pero no puedo dejar sin tratar 599. Literalmente: «a partir del tratamiento".
600. En lugai ele «caracterizado por el tiempo", pocl1ía entenderse
también: «que caracte1iza al tiempo».
597. Entiéndase: «el efecto".
607. Es decir, la permanencia del '>lljPto (inte1 pi etac1ón de Erclmann,
IM;\IANUEL KANT CRITIL.'\ DE L'I RAZON PURA 297

comparadas, la cual [bmquedd] tampoco podría nunca llevarse conocimiento de fuerzas efectivamente existentes, el cual sólo
a cabo por este camino con la exhau~tividad que se requiere puede ser dado empíricamente, p. ej. [conocimiento] de las
para la magnitud y e'tncta validez universal del concepto. Pues fuerzas motrices, o, lo que es lo mismo, de ciertos fenómenos
el que el 5ujeto primero de la causalidad de todo nacer y pere- sucesivo5 (como movimientosl que ponen de manifiesto tales
cer !lo puede (en el campo de Jo, fenómenos) nacer y perecer fuerzas. Pero la forma de roda alteración, la condición sólo bajo
él mismo, [A206] e' una mferencia segura, que va a dar a la 1,1 cual ella, como nacimiento de otro estado, puede producirse
necesidad empírica y a la permanencia en la existencia, y por (cualquiera sea el contenido de ella, es decir, el estado que es
tanto, al concepto de una substancia como fenómeno. alterado), y por tanto, la sucesión misma de los estados (lo
Cuando digo acontece, ya el mero nacer, sin atender a lo acontecido) puede, sin embargo, ser considerada a priori según
que allí nc1ce, es en 5Í mismo un objeto de la investigación. la ley de la causalidad y según las condicione5 del tiempo. 603
El tráusito del no-ser de un estado, a este estado [mismo], [B253]Cuando una substancia pasa de un estado a a otro
ya por sí solo requiere que se lo investigue, aun suponiendo b, el punto del segundo en el tiempo es diferente del punto
que tal estado no conruvie'e cualidad alguna en el fenómeno. temporal del primer estado, y le sigue a éste. Igualmente,
Este nacer, como ya se mostró en el apartado A, no atañe a también el. segundo estado, como realidad (en el fenómeno)
la substancia (pues ella no nace), sino al estado de ella. Por difiere del primero, en el cual ésta no estaba, como [difiere] b
ello, es mera alteración, y no nacimiento a partir de la nada. de cero; es decir, aunque el estado b se distinga del estado a
Cuando esle nacimientoºº" es considerado como efecto de una sólo por la magnitud, la alteración es un nacimiento de [A208]
causa ajena, se llama creación, la cual no puede ser admitida b-a, que no e5taba en el estado anterior, y con respecto a esto 004
entre los fenómenos como un acontecimiento, pues ya su mera [el estado anterior] es =0
posibilidad suprimiría lc1 umdad de la expeiiencia; aun cuando, Se pregunta, pues, cómo pasa una cosa, de un estado = a,
si con51dero todas las cosas, no como fenómenos, sino como a otro= b. Entre dos instantes hay siempre un tiempo, y entre
cosas en sí, y como [B252] objetos del mero entendimiento, dos estados en ellos hay siempre una diferencia que tiene una
[entonces) ellas, a pesar de ser sub5tancias, pueden, sin embar- magnitud (pues todas las partes de los fenómenos son siempre,
go, ser consideradas como dependientes, en lo que toca a su a su vez, magnitudes). Por consiguiente, todo tránsito de un
existencia, de una cau:ia ajena; pero esto, entonces, introduciría estado a otro acontece en un tiempo que· está contenido entre
muy diferentes sigmficados de las palabras, y no ~e aplicaría a dos instantes, de los cuales el primero determina al estado del
lo5 fenómeno~, como objetos posibles de la experiencia. cual la cosa sale, y el segundo [determina al estado] al que la
Cómo es que en general algo pueda ser alterado; cómo es cosa llega. Ambos, pues, son límites del tiempo de una altera-
posible que a un estado en un punto del [A207] tiempo pueda ción, y por tanto, del estado intermedio entre los dos estados,
seguirle uno opuesto en otro [punto], de esto no tenemos, a y como tales pertenecen ellos también a Ja alteración completa.
p¡¡oll, m el más mínimo concepto. Paia ello se requiere el
603. Adviérlill>e bien que no lh1blo de la alteración de ciertas 1elaciones
en general, smo de la alteración del estado. Por e>O, si un cuerpo se mueve
ieLog1<.ld pu1 Schm1dt) Vc11hmge1 («Randglo;,;,en>>, p. -l.60) sugiere: «la umformemente, no altera en nadd. ;u e;tadu (de movimiento); pero sí [lo
permanencia de ella'" es deci1, de la ,ubstancial1dad. altera], >l su movimmto aumentd o disminuye. [Nota de Kantj.
602 Literalmente. «cuando este oiigen». 60+. Entiéndase: con respecto a esa cantidad recién nacida= b-a.
CRfTICA DE LA RAZON Pl'RA 299

Ahora bien, toda alteración tiene una causa que demuestra de nuestro conocimiento por la razón pura, que debe tomarse
su causalidad durante todo el tiempo en el que la alteracion por principio universal el ser enteramente desconfia?os. Y; sm
progresa. Por consiguiente. esta causa no produce su alteración documentos que puedan suministrar una deducoon [Al IOJ
de manera súbita (de una vez, o en un imtante) sino [B2S4] en exhausti\ <1, no creer ni admitir nada semejante, aunque se
un tiempo, de manera que así como el tiempo va en aumento, apo) e en la má~ clara demostración dogmática
desde el instante inicial a hasta la culminación de la alteración Todo aumento del conocimiento empírico, y todo progreso
en b, así también la magnitud de la realidad (b-a) es generada de la percepción, no es nada más que un ensanchamiento de
a través de todos los grados menores, contenidos entre el pri- la determinación del sentido interno, es decir, un avance en el
mero y el último. Por consiguiente, toda alteración es posible tiempo, cualesquiera sean los objPtos, fpnomenos o inhiicione<;
solamente mediante una acción continua de la causalidad, la puras E'itP avance en el tiempo lo detPrmina todo_, y en s1 mi'
cual, en la medida en que es uniforme, se llama un momento mono es determinado, a su vez, por nada; es decu, su<; partes
La alteración no consiste en estos momentos, [A200] sino que sólo son dadas en el tiempo, y mediante la smtPsis de éste;
es generada por ellos, como efecto de ellos. pero no son dadas antes de él."º'' Por eso, todo tránsit_o en la
Ésta, pues, es la ley de la continuidad de toda alteración, percepción. a algo que sigue en el tiempo, es una dPtemm1aoon
cuyo fundamento es éste: que ni el tiempo, ni tampoco el fenó- del tiempo mediante la generación de esa percepción; y p11Psto
que aquél,('" 7 siempre y P~- todas sus partes, es una n:iagnitu ~~
meno en el tiempo, consisten en partes que sean las mínima~ [de
[el tránsito en Ja percepc10n a algo que sigue en el tiempo]
1
todas], y que sin embargo el estado de la cosa. en su alteración,
pasa por todas estas partes, como elementos, hasta su segundo es la generación de una percPpción, como magnitud, a través
estado. Ninguna diferencia de lo real en el fenómeno, así como de todos los grados, de los cuales ninguno P<; el mínimo, desde
tampoco ninguna diferencia en magnitud de los tiempos, es el cero, hasta el grado determinado de ella. De aquí re'itilta
la mzmma [de todas], y así el nuevo estado de la realidad crece la posibilidad de conocer a primz una le;· de ~l~' alte:aóoncs,
a partir del primero, en el cual ella"º; no estaba, pasando por por lo que respecta a la forma de ellas [B2~>6] ~n~iciparnos
todos los infinitos grados de ella. cuyas diferencias, de unos a solamente nuestra propia aprehensión, cuya cond1oon formal.
otros, son todas menores que la diferencia entre O y a. puesto que está en nosotros antes de todo fenómeno dado,
No nos importa aquí nada qué utilidad pueda tener este cie1 tamente debe poder ser conocida a p11orz
principio en la investigación de la naturaleza. Pero cómo puede Así, tal como el tiempo contiene la condic ion sensible a p11011
ser posible enteramente a prwri tal principio, que parece así de la posibilidad de un avance continuo de lo existente hacia lo
ensanchar nuestro conocimiento de la nah1raleza: eso requiere, que le sigue, [así] el entendimiento, por meclio de l_a ~-mdad de la
y mucho, nuestro examen, aunque la apariencia a primera apercepción, es [A21 l] laconclición a przonde la po'i1b1lida~ de una
ojeada demuestra que [ese principio] es real y verdadero, y determinación continua de todos los lugares para los fenomenos
uno [B255] podría, entonces, creer que podía ahorrarse la pre- en ese tiempo, por medio de la serie de la5 cau<;as v los efectos,
gunta de cómo [tal principio] ha <;ido po5ible Pues hay tantas
y tan \ ariadas pretensiones infundadas de ensanchamiento
606. Es decir, «antes del tiempo".
607. Es deor, el tiempo.
605. Es decir, esa realidad. 608 Agregado de García Mo1ente
CRITICA DE L..\ RAZON PURA 301
300 IMMAi\Ul::L Kf\'.\IT

de lus cu.de:, las pJimeras auastran tras sí indefectiblemente la la> <lderminaciones de esta~ cosas que existen simultáneamente
existencia de los ult1mos y con ello hacen válido pai a todo llempo una~ fue1d de Id~ utras, para Jecir que la sucesión recíproca'"' 9 de
(umversalrnente), y p01 tanto, [hacen válido] objetivamente, el las percepciones está fondada en el objeto, ) para representar
conocimiento empírico de la~ relaciones temporales. a>í la simultaneidad como objetiva. Ahora bien, la relación de
substancias, en la cual una de ellas contiene determinaciones
[B258] cuyo fondamento e:itá contenido en la otra, es la relación
C. le1ce1a analugt'a de influjo; y si recíprocamente, esta [relación]"ltl contiene el
P1 mopw J,; lil ;una!tane1Jad, :,rguu La ley de La accion rec1p1oca, o fundamento de las determinaciones en la otra, 611 es la relación
Wlllll//lJad de comunidad o acción ret íproca. Por comiguiente, la simul-
Tóda:i lcls substanuas, en la medid.t en que pueden ser taneidad de las sub;tancias en el espacio no puede conocerse
percibida:, en el e:ipacw corno :iimultánea:,, están en univer:,al en la experiencia de otra manera que bajo la presuposición de
acción recíproca. una acción recípwca de la~ unas sobre las otras; e:;ta es, por
consiguiente, también la condición de la posibilidad de las cosas
mismas como objetos de la e>..periencia.bl?
Pi ueba Las cosas son simultáneas, en la medida en que existen en
Swwltánea:, :ion lc1s cosas, cua11do en la intuición empírica la uno y el mismo tiempo. Pero ceu qué se conoce que están en
percepción de la una puede [B257] seguir a la percepción de la uno y el mismo tiempo:' Cuando el orden en la síntesis de la
otra y v1cevena (lo que no puede oclllrir en la wcesión temporal aprehensión de este múltiple es indiferente, es decir, [cuando]
de los fenómeno:,, tal como ha sido mostrado en el segundo puede ir de A a E, pasando p01 B, C, D, o también al revés,
pnmipio) Así, puedo dirigir mi percepción primero a la luna, y
después a la tierra, o también inversamente, primero a la tierra
y luego a J,1 lu1u; ) porque las percepciones de estos objetos
609 García Mo1ente: «la suce,wn 1eversible».
pueden seguirse 1ecrprocamente la una a la otra, digo que ellos
610. Suge1encia de García Moren te. En lugar de «esta relación», se han
e>..isten simultáneamente. Ahora bien, la simultaneidad es la propuesto la<. correccwnes: «cadd !>Ubst,mlia» (\\11lle) y «una de las cosas
existencia de lo múltiple en el mismo tiempo. Pero no se puede (lenomémcas)" (Ei dmann), amb,1;, p1 opuesta> recog1das por Schm1dt.
perobiI el tiempo mismo, para inferir que, estando [algunas] 611. Puede se1 «en la ot1a cosa», o «en la ol1a 1elación». La interpre-
cosas puestas en el mismo tiempo, las percepciones de ellas wuón má..> n.:ttlllal «en la ot1a ~ub;t<1ncia», no es posible en alemán.
pueden seguirse una:, a otras recíprocamente. La :,íntesi~ de la Se ha sugerido la enmienda «en l.:ts ol1<1s (substancids)» (sugerencia de
W1lle, recogida pm Schmidl).
imaginación en la aprehen:,ion piesentaiía, por tanto, cada una
672. Así en la edición de 1787 Eu la prime1.:1 edición (A), en lugar
de estas percepcione:, sólo como una [percepción] que exi;te del texto que comienza «Pnncl(.Jlü de la ;imultaneidad, según la ley
en el sujeto cuando la otra no esta [en él], y viceversa; pero no de la acción 1euproca, o comurndad", y que termina «... también la
[permiti1 ía afü mai] que los objetos fueran simultáneos, es decir, cond1uón de la poo1b1hdad de las cosas mismas como objetos de la
que cuando uno esta, también el otro esté en el mismo tiempo; y expenenc1<1», dice: «Pnnc1p10 de la comumdad. Todas las substanC1as,
en},; rnedid<t en que son snnultaneas, están en mleg1 ,L] comumdad (es
que esto sea necesario para que la:, percepciones puedan seguirse
deca, .:tcuón 1ecípwca en ti e elido,)». A eso sigue el texto que comienza:
recíprocameme unas a otra;. Por consiguiente, se requiere un «Las co;as ;on simult,íneas, en medida en que existen en uno y el
rnncepto del entendmüento, [concepto] Je l,l mutua sucesión de nmrno tiempo.»
IM'vl/\NUEL KANT CRITICA DE LA RAZON P\JRA 303
302

de E a A. Pues si fueran sucesivas" 13 en el tiempo (en el orden objetos Por tanto, a toda5 las 5ubstancias en el fen?meno, en
que comienza en A y termina en E) sería imposible comenzar la medida en que son simultáneas, les es necesano esta1 en
la aprehensión en la percepción de E, retrocediendo hasta A; integral comunidad de la acción r:cíproca entre ellas. ,,, ,
porque A pertenece al tiempo pasado, y por consiguiente}ª La palabra comunidad es ambigua en nuestra lengua, )
no puede ser objeto de la aprehensión. ·r tanto rommunw como rommemum No5 ser-
pue de querer deci . d· J
[A212] Suponed que en una multiplicidad de substancias como vimo<> de ella aquí en este último sentido, el de una comrnu ac
fenómenos, cada una de ellas estuviese enteramente aislada, es . - ·ca sin la cual la misma !comunidad] local (commumo spatu)
d111am1 , - 1
decir, que ninguna obrase sobre las otras ni recibiese de ellas , nunca podría ser conocida empíricamente. ~s tao notar, en
recíprocamente influjos; en ese caso, digo: que la simultaneidad nuestras experiencias, que sólo lo> influjos contmuo'> en todos los
de ellas no podría ser objeto de una percepción [B259] pmible, y ' lugares del espacio pueden dirigir nuestro s~nt1do de un ob1eto
que la existencia de una no podría conducir a la existencia de las al otro; que la ]uz, que juega entre nuestro ºJ~ y los cuerpos del
otras por ningik camino de la síntesis empírica. Pues si pensáis que , one en obra una comunidad mediata entre nosotrns
mun d o, p . d I -¡ ·"''
estuvieran separadas por un e'pacio enteramente vacío, entonces ,y E'11 os, y así demuestra la simultaneidad e os u tunos, que
( .b.
la percepción que avanza en el tiempo, de la una a la otra, podría no podemos mudar empíricamente ningún lugar pero lf .esa
sí, determinar la existencia de ésta por medio de una percepción ' mudanza) sin que por todas partes la materia nos haga _ros1ble
siguiente, pero no podría distinguir si el fenómeno sigue objetn·a· la percepción de nuestro lugar; y lquej ella :ólo por. medio de su
mente a la primera, o si más bien es simultáneo con ella recíproco influjd11' puede exhibir {aunque ~olo n_ied1atamente) <;U
Debe haber, por consiguiente, además de la mera existen · lt ·dad·,,,, y mediante ello, la coex1stenoa de ellos, ha5ta
s1mu anei , · - [A2 l t]
cia, algo [más], por lo cual A le determina a B su lugar en el los más remotos objetos. Sin comunidad, toda percepcion
tiempo e inversamente también, a su vez, B [se lo determina] (del fenómeno en el espacio) qu:~ª separada. de las otras, )'.la
a A; porque sólo bajo esta condición las mencionadas substan cadena de representacione'> empincas, es decir, la expenencia,
cias pueden ser representadas empíricamente como existentes comenzaria enteramente de nuevo con cada ~uev_a ~ibjeto. [B2~ l]
simultáneamente. Ahora bien, algo le determina a otro algo su ; sin que la [cadena] precedente tuviera la mas mu:iuna conex1on
lugar en el tiempo, sólo si es causa de ello, o de sus determi- con éste, ni pudiera estar en relación ten_ip~ral con el No pretend~
naciones. Por tanto, toda substancia (puesto que ella sólo en lo , con esto negar el espacio vacío; pues el siempre puede :st~r alh
que concierne a sus detnminaciones puede ser consecuencia) donde las percepciones no alcanzan y no hay, por cons1gwente,
debe contener en sí la causalidad de ciertas determinaciones conocimiento empírico de la simultaneidad; per~ entonces no es
en la otra. y a la vez los efectos de la causalidad de la otra; objeto alguno para toda nuestra experiencia posible.
es decir, ambas deben estar en comunidad dinámica ([A2!3]
inmediata o mediatamente), si la simultaneidad ha de ser cono-
674. El autor se refiere a la lengua alemana
cida en alguna experiencia posible. Ahora bien, con respecto 615 La concordancia del sttjE'tO «la luz" con los ve1 bm «poner en obra»
a los objetos de la experiencia, es necesario todo aquello sin y «demostrar» es msegura en E'l 011gmal Segu1mm una enmienda de
lo cual sería imposible la experiencia misma de estos [B260] Ad1ckes y de Erdmann, i ecogida por Schmidt .
676. Conviene entender aquí: «por med10 del reciproco mílujO de los
cuerpos del mundo». .
673. En el original: «pues si fuera 'UCP'iva». St>guimos una 'ugerenc1a 617. Conviene entender aquí· «la simultaneidad de los cue1 pos del
de W11le, recogida poi Schrmdt. mundo».
CRÍJ lCA DE LA RAZON PURA 305
IMMANUl::L KANT
304
Como explicación puede servir lo siguiente. E~ nuestra existencia, lo que es imposible, porque el tiempo absoluto no
mente todos los fenómenos, en la medida en que estan conte- es objeto de la percepción, con el cual los fenómenos pudieran
nidos ~n una experiencia posible, deben estar en la comunidad compararse; 5ino que la reglc1 del entendimiento, sólo gTacias a
(lOmmunw) de la apercepción; y en la medida en qu~ los ~b3e­ la cual la existencia de los fenómenos puede alcanzar unidad
tos han de ser representado;, como conectados en simultanea sintética según relaciones temporales, determina a cada uno
existencia ellos deben determinar recíprocamente sus lugares de éstos su lugar en el tiempo, y [lo hace] por tanto a priori; y
en un tie~1 po, y constituir así un todo. Si esta. comunidad de manera válida para todo y cualquier tiempo.
subjetiva ha de basarse en un fundamento ob3etivo, o ha. de [A.216] [B263] Por naturaleza (en sentido empírico) enten-
ser referida a fenómenos [considerados] como substanoas, dernos la interconexión de los fenómenos según su existencia,
entonces la percepción de uno [de ellos] debe ~mcer posible, según reglas necesarias, es decir, según leyes. Ha), por consi-
corno fundamento, la percepción del otro, y v¡ceversa, para guiente, ciertas leyes, que son a prwri, y que hacen, ante todo,
que la sucesión que siemp1 e está en las .perce~ciones c?mo posible a una naturaleza; las empíricas sólo pueden tener lugar, y
aprehensiones, no sea atribuida a los ob3etos, smo q:1e estos ser descubiertas, por medio de la experiencia, y como consecuen-
puedan ser representados como simultáneamente e~1stente_s. cia de aquellas leyes originarias según las cuales la experiencia
Pero esto es un influjo mutuo, es dec!f, una comum.da~ real misma es, ante todo, posible. Nuestras analogías exponen, pues,
(commercium) de las substancias, sin la cual, por cons1~u1ente, propiamente, la unidad de la naturaleza en la interconexión de
la relación empírica de [A215] simultaneidad no. podna ten~r todos los fenómenos bajo ciertos exponentes que no expresan
lugar en la experiencia. Mediant: este comrnerczu~n, .,los f~no­ nada más que la relación del tiempo (en la medida en que éste
menos, en la medida eu que estan unos fuera [B262] de los abarca en sí toda existencia) con la unidad de la apercepción,
otros, y sin embargo, en conexión, con;,lituyen un compuesto la que sólo puede tener lugar en la síntesis según reglas_ Todas
(compositum reale), y tales comp~sita so~1 ~osibles de. d1ve~sas juntas dicen, pues: todos los fenómenos están en una naturaleza,
maneras. Por eso, las tres relac10nes dmamICas, de las cuales y deben estar en ella, porque sin esta unidad a priori no sería
surgen todas las demás, son la de inherencia, la de consecu~ncia po>ible ninguna unidad de la e>..periencia, y por tanto, tampoco
ninguna dete1minación de los objetos en ella. ,
y la de composición.
Acerca del modo de demostración del q~e nos hemos ser-
* ** vido con estas leyes transcendentales de la naturaleza, y de la
E- stas son ' pues ) las tres analogias de la experiencia. No. son
d
peculiaridad de él, hay que hacer, empero, una observación
otra cosa que ptincipios de la determinación de la e~istencia_ e que debe ser a la vez muy importante como prescripción para
los fenómenos en el tiempo, según los tres modtsde este; [~egun] todo otro intento de demostrar, a prori, proposiciones sintéticas
la relación con el tiempo mü,mo, como cantidad (la ca'.1_t1clad y a la vez intelectuales.ºrn Si hubiéramos pretendido demostrar
de la exi~tencia, es decir, la duración); [según] la rel~cion ~n estas analogías dogmáticamente, es decir, por conceptos, a
el tiempo, como serie (sucesión), y finalmente tamb1en en el, saber: que todo lo que exi,te sólo [B26-J-) se encuentra en lo
como conjunto de toda existencia (simultáneamente). ~st_a
unidad de-la determinación del tiempo es íntegramente dma-
mica, e 5 decir, el tiempo no es considerado como ctquello en lo 678. También puede entenderse: «intento de demostra1 proposiciones
cual la experiencia determina inmediatamente su lugar a cada a p1 wr~
sintéticas y a la vez intelectuales».
CRITICA DE LA RAZON Fl'RA 307
306 !MMAl'<UEL KANT

que es permanente; que todo acontecimiento presupone algo ' hilo conductor de las categorías, único que puede descubrir "
en [A217] el estado anterior, de lo cual sigue según una regla, hacer notar toda laguna del entendimiento, tanto Pn com epto<;
finalmente, [que] en lo múltiple que es simultáneo, son simul como en principios
tánem los estados [que] están en relación unos con otros según r
una regla (están en comumdad); entonces todo el esfuerzo • 4. Los postulados del pensar empírico en general
habría sido inútil. Pues no se puede llegar, desde un objeto
\ro. Lo que concuerda con las condiciones formales de la
y su existencia, a la existencia del otro, ni al modo de existir
ex eriencia (segun la intuición y los conceptos), es posible.
de él, mediante meros conceptos de estas cosas, por mucho
P[B266] 2do. Lo que está interconectado con las cond1c10ne<;
que se los analice a éstos. ¿Qué [recurso] nos quedaba? La
materiales de la experiencia (con la sensacion \, e' eféct1Vamentr
posibilidad de la experiencia, [entendida esta última J corno un
conocimiento en el cual deben poder sernos dados, en último ~ l
3ro. Aquello cuya interconexión con lo efectivamente rea
término, todos los objetos, si es que la representación de ellos
está determinada segun condiciones urnversales de la expe
ha de tener realidad objetiva para nosotros. En este tercer
[términoj," 1" cuya forma esencial consiste en la unidad sinté· nencia, es (existe) necesariamente.
tica de la apercepción de todos los fenómenos, encontramos
condiciones a prwrz de la determinación temporal integral y
necesaria de toda existencia en el fenómeno, sin las cuales la [A219]
determinación temporal empírica misma sería imposible; y
encontramos reglas de la unidad sintética a pr10rz, por medio faplzcaoón .
de las cuales pudimos anticipm la experiencia. Por falta de este . d la modalidad tienen la pecuhandad de
Las categonas e '
método, y con la ilusión de pretender demostrar dogmática· ue no incrementan en lo más mínimo, como determm~oones
mente proposiciones sintéticas que el uso empírico del entendi- del objeto, al concepto al que <;On unidas como predicados'.
miento recomienda como pnncipios suyos, ha acontecido que smo que sólo expresan la relación con la facu~tad de conoo
se haya intentado tan a menudo, pero siempre en (B265] vano, miento Cuando el concepto de una cosa esta ya con:pleto~
una demostración del principw de razón suficiente. Nadie ha uedo sin embargo todavía preguntar, acerca de ese objeto, s1
pensado en las dos analogías restantes, aunque siempre se ha P t oº1.ble o también efectivamente real, o, en este
es meramen e p ' , . -
hecho uso de ellas [A218] calladamente;"2º porque faltaba el último caso, si es también necesario. C~n ello no ~e piensan mas
determinaciones en el objeto mismo, smo que .,olo s~ pre.gunta)
_ ta e'ste l;unto con todas sus determmaoone<;
como se compor \J
679. Literalmente: «en esto tercero». con respecto al entendimiento y a su uso empínco, con respecto
620. La unidad del universo, en el cual todos los fenómenos han de Pstar a la facultad empírica de juzgai' y con re<;pecto a la razon (en
conectados, es manifiestamente una mera consecuenc!il del principio,
tácitamente adoptado, de la comumdad de todas las substancias que son la aplicación de ella a la experiencia).
simultáneas; pue-; si estuviesPn aislada.s, no constitui1ían, como pa1te1,
una totalidad; y si su conexión (acción recíproca de lo múltiple) no fuese
necesaria ya por razón de la simultaneidad, no se podria_ a partir de ésta. fundamento de la posibilidad dP un cononmient_o empírico, [a sabei, el]
como relación meramente ideal, infem aquélla, como [ielación] real Si de la coexistencia; v que, por tanto, uno infie1 e solo i etrospect1\ amentP,
bien en su lugar hemos mostrado que la comunidad es p10piamente el de ésta a aquélla, c'omo su cond1c1ón [Nota de Kant]
308 CRITIC-\ DE L~. RAZO'l PURA

Por eso mismo, los principios de la modctlidad no son un_objeto tal, como el que e~ pensado mediante el concepto.
nada más que definiciones de los conceptos de posibilicldd, ele As1, en el concepto de una figura encerrada entre dos líneas
realidad efectiva y de necesidad, en el uso empírico de ellos, rectas no hay contradicción, pues los conceptos de dos líneas
" con ello, a la 'ez, restricciones de todas las categorías al uso rectas y de la intersección de ellas no contienen la negación
met amente empírico, sin que se admita ni permita el [uso] trans- de una figura; [A.221] ~ino que la imposibilidad no se basa en
cendental. [B2WJ Pues si éstas no han de tener un significado el concepto en sí mismo, sino en la construcción de él en el
meramente lóg1Co y no han de expresar analíticamente la forma espacio: es d~cir, en las condiciones del espacio y de la deter-
del pensar, sino que han de referirse a w:,11s y a la posibilidad, mmac'.on de el; pero éstas tienen, a su vez, su realidad objetiva,
realidad efectiva o necesidad de ellas, entonces deben aplicarse es decir, se refieren a cosas posibles, porque contienen en sí,
a Id expeliencia posible y a 1<1 unidad sintética de ésta, sólo en 11 prwn, la forma de la experiencia en general.
la cual pueden ser dados objetos para el conociiniento. Y ahora vamos a poner a la vista la amplia utilidad v el in-
[A220] Así, el postulado de la posibilidad de las cosas exige flujo de este postulado de la posibilidad. Cuando me rep;esento
que el com epto de ellas concuerde con las condiciones forma- una cosa que es permanente, de manera que todo lo que en ella
les de una experiencia en general. Pero ésta, a saber, la forma cambia pertenece meramente a los estados de ella, no puedo
objetiva de la experiencia en general, contiene toda síntesis nunca con_ocer, solameme a partir de un concepto tal, que una
que se rel¡mere pa1 a el conocimiento de los objetos. Un con- cosa ser:1ejante es posible O bien me represento algo que esté
cepto que dbarca en sí una síntesis ha de ser tenido por vacío, constitmdo de tal manera, que cuando sea puesto, siempre e
y no se refiere a objeto alguno, si esa smtesis no pertenece a la mdefect1blemente le siga algo otro; y esto, ciertamente, puede
experiencia, ya sea por ser tomada de ésta -y entonces [al con- ser pemado así sin contradicción; pero no se puede juzgar, por
cepto! se lo llama conapto empíriw-011 ya por ser una hínlesis] eso, [acerca de] si acaso una propiedad tal (como causalidad) se
sobre la cual, como condición u priori, se basa la experiencia encuentra en alguna cosa po:iible. Finalmente, puedo represen-
en general (la forma de ésta), y entonces es un conapto puro, tarme diversa:, cosas [B269l (substancias) que estén constituidas
que pertenece, sin embargo, a la experiencia, porque su objeto de tal manera, que el estado de una de ellas acarree una conse-
sólo puede encontrarse en ésta. Pues ¿de dónde se pretendería cuencia en el estado de la otra, y viceversa; pero si acaso tdl rela-
obtener el carácter de la posibilidad de un objeto pensado a ción puede corresponder le~ a cosas cualesquiera, [es algo que] no
pnorz mediante un concepto sintético, 621 si no fuese de la sín- puede decidirse a partir de estos conceptos, que sólo contienen
te~1s en la que comiste la forma del conocimiento empírico de uncl síntesis meramente arbitraria. Por consiguiente, sólo en [el
los objetos? Que en un concepto tal no deba estar contenida hecho ele] que estos conceptos expresan a prwri las relaciones
ninguna contradicción, [B268] es, por cierto, una condición de las percepciones en toda experiencia, se conoce la realidad
logica necesaria; pero no es, ni con mucho, suficiente para la [A.222] objetiva de ellos, es decir, su verdad transcendental, y
1eahdad o lije ti va del concepto, es decir, para la posibilidad de be la conoce], por ~ierto, independientemente de la experiencia,
pero no mdepend1entemente de to<la referencia a la forma de
una experiencia en general, y a la unidad sintética, sólo en la
621 Los gu10nes en la fra.> e«-) entonces se lo llama wnapto mzpn iw-»
son ag1 egado de esta traducnón. cual pueden ser conocido5 empíricamente los objetos.
622. También puede entenderse: «pensado mediante un concepto Pero si uno qui>iera hacerse conceptos nuevos de substan-
s1ntet1Co a prio1 i». cias, de fuerzas, de acciones recíprocas, a partir de la materia
310 IM'vlA."<l IEL KANT CRÍTICA DE LA RAZON PURA 311

que nos ofrece la percepción, sin tomar de la experiencia misma Pero dejo de lado todo aquello cuya posibilidad <;ólo puede
el ejemplo de la conexión de ellos, se caería en puras fantasías ser tomada de la efectiva realidad en la experiencia, y considero
cuya posibilidad no tiene en su favor ninguna señal distintiva, aquí solamente la posibilidad de las co<;as medirrnte concepto<;
porque en ellas no se toma pm maestra a la experiencia, ni a pnon, de las cuales"" paso a [B271 J afirmar que nunca pueden
se extraen de e!L>c esos conceptos. Tales conceptos inventados tener lugar a partir de tales conceptos [considerados] pm sí
no pueden, como las categorías, obtener a príorz el carácter rnismoo;," 1" sino siempre sólo [considerados] como condiciones
de su posibilidad, como condiciones de las que depende toda fonnale<; y objetivas de una experiencia en general.
experiencia; sino !que pueden obtenerlo] sólo a postmori, Por cierto que parecería que la posibilidad de un triángulo
co~o [conceptos] que son dados por la experiencia misma; y pudiese ser conocida a partir de su concepto [considerado] en
!B210] la posibilidad de ellos debe ser conocida a posterwrr y sí mismo (él es ciertamente independiente de la experiencia):
empíricamente, o_ bien no puede ser conocida en modo alguno. pues, en efecto, podemos darle enteramente a pnorz un objeto,
Una substancia que estuvie<>e presente permanentemente en el es decir, constrnit lo. Pero puesto que esto''D e<> sólo la forma
espacio, pero sin llenarlo (como aquella rnsa intermedia entre de un objeto, él seguiría siendo siempre sólo un producto dt•
la materia y el ser pensante, que algunos han querido intro- la imaginación, [A22 i] la posibilidad de cuyo objeto seguiría
ducir), o un particular poder fondamental de nuestra mente, siendo dudosa, pues para ella se reqniere todavía algo más, a
de intuir (no meramente deducir) con anticipación lo futuro, saber, que una tal figura <>ea pensada bajo [las] solas condiciones
o finalmente una facultad de elJ,1, de estar en comunidad de en las cuales se basan todos lm objetos de la experiencia. El que
pensamientos con otros seres humanos (por muy alejados el e<;pacio sea una condición formal a prwrz de las experiencias
que estén), [A223] ésos son conceptos cuya posibilidad carece externas: el que precisamente la misma síntesis figurativa, pm
enteramente de fundamento, porque no puede ser fundada la cual construimos un triángulo en la imaginación, sea entera-
en la experiencia ni en las leyes conocidas de ésta, y sin ella mente idéntica a aquella que ejercemos en la aprehensión de un
es un enlace de pensamientos enteramente arbiti:ario," 2 l que fenómeno, para hacemos un concepto empírico de él: esto es
aunque ciertamente no encierre ninguna contradicción, no lo único que conecta con este concepto la representación de la
puede abrigar la pretensión de realidad objetiva, y por tanto, posibilidad de una cosa tal. Y así, la posibilidad de magnitudes
de la posibilidad de un objeto tal como el que aquí se quiere continuas, y hasta la de las magnitudes en general, puesto que
pensar-" 2 ' Por lo que concierne a la realidad, es comprensible los conceptos de ellas son todos sintéticos, nunca está clara a
de suyo que no se puede pensarla in concreto sin la ayuda de la partir de los conceptos mi<;mos, sino sólo a pa1 tir de ellos, como
experiencia, porque ella sólo puede remitirse a la sensación, [B272] condiciones formales de la determinación de los objetos
como materia de la experiencia, y no concierne a la forma de la
relación, con la cual, por cierto, se podría jugar en fantasías.
625 En lugai de «de las males» (cosas), pod1 ía entende1se también
«de los cuales» (conceptos).
626. En lugar de «a partir de tale5 conceptos por sí mismos», se ha
6~3. También puede entenderse: «un enlace efectuado por el pensa- sugerido: «como tales conceptos por 5Í mismo»> (enmienda de Har-
miento, [enlacej totalmente arbitra1io'>. tenstein, recogida por Schmidt).
624. Ha) que entender: «y por tanto, no puede abrigar la pretensión 627 Habrá que entendei aquí: «Pero pue,to r¡ne el producto de esta
de que sea posible un objeto tal como el que aquí se quiere pensai». construcción».
J12 JI'.)

eu la e.\.pe1 iencia en general; y ¿dónde se habrían de buscar de aquellas mialogícls, desde mie5ll a percepcion electl \ arneme
obJetm que coi respondie::.en a los conceptos, si no fuera en la real, hd:,ta la cosa, en la serie de la:, percepciones posibles. Así
e\.periencia, ::.ólo por Id cual nos son dados objetos? si bien conocemos la eAistencia de una materia magnética que penetra
nosotros, sin lMcer que preceda la experiencia misma, [smo] rudo, los cuerpos, a partir de la percepción de la limadura de
me1 amente por 1eferenci.i a la~ umdiciones formales, bajo las hieno arra:,trada, aunque nos sea imposible, poi la constitu-
cuales, en general, algo e::, determinado en ella como objeto, ción de nueolros órgano::., una percepción inmediata de esta
y por tanto, enteramente a p1ion, aunque sólo en referencia a materia. Pues, en general, según las leyes de la sem,ib1lidad y
ella y dentro de Sll5 !mutes, podemo::, conocer la posibilidad el contexto de nuestras percepciones, nos encontraríamos, en
de las cosas, y caraneri¿ar\a. una experiencia, con la intuic 1ón empüica inmedidta de ella, s1
[A225J El postulado ele conocer''"º la realidad efectwa ele las nuestro::, sent1dm fueran más :,utiles, cuyd tmyuedad no interesa
cosas exige penepczón, y por consiguiente, sernación ele la cual en nada a la forma de la experiencia po::.1ble. Por con:,iguiente,
uno es consciente; pero no precisamente [percepción] inme- hasta donde llega la percepuon y su aditamento según leyes
diata del olijeto mismo cuya existencia ha de ::.er conocida, empíricas, hasta allí llega también nuestro conocimiemo de
sino concatenación de el con alguna percepción efectivamente Ja exio,tencia de las cus<l~. Si no empezamos por la experien-
real, segun las analogías de la experiencia, que exponen toda cia, o no procedemos [B274] 5eg-lm leyes de la interconexión
conexión real en una experiencia en general. empírica de los fenómenos, en vano pretendemos adivinar o
En el mtro wnupto de una cosa no se puede encontrar ningún investigar la existencia de co::.a algrnia." 1" Una poderosa obje-
caracter de su existencia. Pues aunque él sea tan completo, que ción, empero, contra e~tas reglas de demo,lrnr mediatamente
no le falte ni lo más mínimo para pemar una cosa con todas sus !et existencia, la plantea el tdcafomo, cuya refutación está aquí
determinaci011es internas, la existencia no tiene nada que ver ensulugdradecuado.
cou todo eso, sino solamente con la pregunta de si una cosa tal
nos es dada, de manera que la percepción de ella pudiera [B273] Rejutauou del 1dealwno
precede1, si fuere preciso, al concepto. Pues que el concepto El icleafümo (me refiero <1l matma~, es la teo11d que declara
preceda a la percepción s1g11ifica la mera po::,ibilidad de él; pero que la eAistencia de lo:, objetos en el espacio t\1era de nu~ol1 os
la percepción, que suministra la materia para el concepto, es es, o bien meramente dudo~a e mdcnwJtwble, o bien falsa e
el único carácter de la realidad efectiva. Pero también antes impoJible; el pnme10 es el lideülí:,nm] problwuitzw de Drnailt:,,,
de la percepción de la cosa, y por tanto, comparativamente a quien declara indudable solamente una"'" afirmación empírica
pnon, se puede conoce1 la existencia de ésta, con tal de que (rmertiu), a saber: }(¡soy; el es el dugmJ.tzw de Bukehy,
esta [existencia] esté interconectada con alguna5 percepciones, quien ded,1ra que el e~pacio, con todas las co:,as a las cuales
5egún Jos prím 1pios de la conexión empírica de ellas ([segúnJ él como inoeparable condición va uniclu, es algo imposible en
las analugía,). Pues entonces la existencia de la cosa está in- sí mi::.mo, y que por e::.o, tamoién lds cosas en el espacio :,un
terconectada con nue,tras percepciones en una [A.226] expe-
1 ienLia poo,ible, y podemos llegai, siguiendo el hilu conductor
629. Ha.>w clquí el te\.lü CU!llllll d l.1.', ed1uunes A) B. Lo que >1g11e. hasta
los t1e:, ..i.;lenscus, se encuent1a solclntente en la ed1c1ón B.
628 TJ.mb1én puede emende1oe: «para conocer». óJO. e< Una» destacado en el u11gmal con rna) usuila y sin bastarddLt.
314
l 1 11 IC -\ ['l L ' f1 \ 7 n' rr PA

meras fantas1as El 1de<lh'>1110 clogmatrco e<; me\ Ita ble, '1 se


H"1hll' P<J1 una (0\0 hiera de mt \ 110 poi L1 rnf'ra irp1n111t11nn11
considera al espaoo como propiedad que Je<; corre<;ponde a
las cosas en s1 mismas, pue<; en ec;e ca5o, este, con todn dquello
¡de u11,1 < º''' fuc ' 1 i1 el•i 1111 rº n 'on<,e< u ene ¡,1 1,1 cletf'1 mmM ion
a lo que sine de cond1c1on PS algo abc;mdo En la LstetKa de mi e'<-t<.ten( 1,1eni1 tiempo'º'º es po'1hk por L1 l''t t't"llC~d
transcendental, empero, hemos amqu1laclo el fondanwnto de dL e º'.i' f'f¡ cfJ\ ,m)('nte re<1 1f'<; que [B-7/h] ¡wrc1ho 11cr;:i
1 ue
j
1111 \hrn a bien lct conuern 1<1 en el tiempo p<;t,1 f'll a7<1< il
este 1dealmno El problem<lt1co, que no afirma nada sobre
lH l (''id! l<llllt ll t (' ' (( 111 ¡'1 con< icnoa rle ],1 ¡ms1bd1ct1d ' de E'td
esto, 5mo que solo [B27 )j ,t!ega la mcapaodad de demo,trar,
t n¡1rn ¡J Por con<.wuwntE, tamb1cn c-;ta en
por e'<-penenua mmed1ctta, una ex1,tencrn fuei a de h1 nue1tra, drtf'1 llll11dl ion CT ' ~ CT l n<;a< fllPI d dt
es razonable \ adecuado a 11na manera de pemar filosnfica 1 l,17íl(j ,¡ lll les]Tl' '
º111 e11tenmlae;::1<,lcnoa l eº'' 1 l
e'crupulosa, ~ sabe1, [la de] no pen111t1r mngun ¡mc10 dern11~
m1 como< onchoon ele la dete1 rnmaonn ternpora es e Pe ir ,¡
ron( wno<i dP mi propia e'\1<.tennd t"' d Id \ <"7 t111<1 conuenc 1.1
dntes de haber encont10clo una prneba suficiente La p1 ueba
!llll1l'( lI<lt "
~ el(• l' 1 e'<-1..,tcnna de otras cn<>as luera de m1 l
reclamada debe, pues, mo<>tia 1 que de las cosa-; e'<- terna<; tene
mos tamb1en e>.,penen11a, \ no solamente mwgmanon, lo cual
Oh1m annn 7n En la prneba que antccerle <,e ach l'l tu,¡ que' a
de i lmno le P'> de\ 11elto, con rna\ or derPCho -,11 prop10 ¡u ego
solo podra llevarse a cabo s1 'e puede demo-;trnr que mduso
nue,tra e'<-penenna mtnna, mdudahle para De,car tes, es po I 1s11pnrn<i que l a 111111- d e'.nei
i, '
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lf'llC!cl mnJPch,1ta e1 a la mte1 na,\
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t ele ell 1 rnlo íl' 111Fr111m las'º'""' e'<-te1na<>, pern "ºo e e
s1ble solo s1 se presupone e'qienenc ia n/01111 qur a p.i1 11 ' 'J' el f t
mane1,1 poco fid od1gna ' '' \01110 Slf'll1jll<" que d pa1t11b C (' ec O<; ¡
Tcorona d dn<; <;e mfieren rau<;a<; drtrrm111ad111, porque tam ten puec e
n~1d11 en no-;otrns lTil'illlO'i la e a usa de !<1<> l epi p<;entaoc~m
<;
La mera ronc1enc1a, pero 1 mp111camente c!Ptermmada de ue ;:id<;rnb1mos, qm7a erroneamente, a e osas e'<-te1nas l e10
m1 propia ex1-;tenc Id, rlenrnest 1 a ld exi-;tenc1a de lo<; nbJPto1 en ; 111 <e demt1e<,t1a que la e'<-penenoa e'\te1na es, p1opian1Pntf'
el e<;pac10 fnPra 1 ' de m1
llllllE'( 1ld t ,\ '
'q l 111f' [B ~J/7] ..,o Jo por medio de ella p<, po<ible, no

Pwrba
So; consoente de m1 ex15tenc1a como deterrnmada en el
tiempo foda deterrnma( ion tu11p01 al pi e<npone algo pmna
nen te en la percepc1011 Pe1 o e-;to perrnanentP no puedf' -;er <1lgo
en rn1, porque, ante todo, pn u~<imente 1111 e'<-1stenc1a debe
pode1 ser dete1 mmada en el tiempo por e<to permanente"'
Por con-;1guiente, la perc epnon ele esto pPrmanf'nte <;o)o f'<;

637 E<;te «fue1a» puede que1e1d,'11 tRntn en el e'dP!lOI dP m1»(en


latm «fYflO',\ como <«tdC'ma<; de 1111' 'en latm •pwrtrr'' \\¡ R1tzel In
sostemdo que debemo<; entenrle1 l 1 '-..p1 r<;1nn en este ultimn <entido
\V R1tzel Bnt1age ¿111 R11t1/, drr w1101 lé1111mfl l'lK! p 12()1
632 En el prologo ele L1 <egundR t d1uon, B \ \ \ !\ 1wh, K 111t pide
que >e >ustJ•ma E»ta frase por nt1 11p1e 1l11 porw
! \ In >Jl t.1 k.'-1."-T ( RI rrc; DI: LA RAZü\ Pl 'ZA 317

1d !et lUllllLI1Lld JL 11ueolla prup1,1 e\.1Stel1Ll<l, pero 01 la deter 1epr eoc.!1lc1c1on ll1(1 .imenll llltlÍlllual de la e;,puntane1dad de
t!lllldl 1un de elb en Ll LILmpu e' deur lct e\.pc1 ienud mte1 na un sujeto pensdnte Pur e:,o este Yo no tiene tampoco el mas
l'ut LlLl tu l,1 1 et--1c:scnl<tL1011 yo lU}, que exp1 e:,a Id conoenoa mm1mo pi l'd1cc1do de !et mauuon, el cual, como pu manwte,
<¡lll pu< de aui111pdn,t1 ,t Ludo penoar, es lo que enuerrd en SI pudie1d se1 \u le ele co11t:l,!lo <l l.t determmauon tempordl en
11111wd1at,lrnc11lt lct l ,•,l1 !1lld de un :,ujelo, puo no [enuerra] el sentido mre1110, tal Lonw ld unpent11ab1lzdad [lo] es en la
,w11 1v1wumu11fo .d¡,u1w 11L el, ) pm t.u1tu tampoco mngun rnatena corno mtmuon em¡wu,1
¡, onoc11me11tu] l 1npu tcO, es Jeu1, [n111gu11ct] e\.pe11encM, pues Ofoauauon 3ª De que se 1eqmera ld e>..1stenua de objetos
fld 1,1 , ILt >e ll q u1e1 e a Je mas del pensamiento de algo existente, e\.ternos para la po:,1b1hdad de una conc1enua cletermrnada de
t,rn1b1c11lllllll<1011 1 .1c¡t11 [mtmuon] mte1n<1, con 1especto a la nosotros mismos no se 01gc1e que toda i epresentaoon mtu1t1v a
, u,d l'' ,k, 11 d l1u11pu c!dx "1 dt lt 1 m11Mdo d :,lljLlO, para lo de cosct:, e\.ternao mduva a la \ ez la ex1stenud de estcto, pues
, ¡ne '1t•l1 fil cu,,i:, mtlud1blemente, OUJdus e\.ter11us, de modo aquella' - bien puLdL se1 el mero efecto de la imagmac1011 (en
qut en cuthcLuu1u.t, I" expe11enua mte111d 1111:,llld e:, posible Jo:, sueüos chl como ll1 Li lucurd), pe10 ellct lo es meramente
,1du mLJ1ctumu1te ¡ ~ulu pot med10 de Ll e\.te1 na por la 1epioducUOl1 de c\1He110res percepooneo e\.teinas, ]a,
(Jf¡ 1611 111 W!i .z' Con esto concuerda ente1<lme11te todo uso uldles, como ::ie h<t most1c1du, son posibles solo poi la recthdad
et n¡J11 lLO dt• uuc:,tt ,¡ Ltcultad cugnusun \d. en l<t dete1 !lllll<lUOn etect1\ d de objeto> e\.temu'> Aqm solo babia que demostrar
1
clel l!Llll¡Jll \u -,ol.u11u1tl que -,olu pudemo;, pe1ub11 tod<l que l<l e'-pe11e11ua mternd gener<tl solo [B279] es posible por
dett 1 imn"' lldl del tiempo med1<lnte el cc1mb10 en Lts 1 elduone::i medw de Id e\.pe11enu.t e>.ten1d en general Si esta o aquella
e\.temd'> t l mu\ rnuentu con 1espedo a lo permanente en el p1esuntd e\.penetKld no es mera Irndg111.tc10n, [es algo que]
e-;pat l<) p , ¡ t 1mm urnento del ool con [B2Al] 1especto <l lo:. debe ser et\ eugciado ,egu11 lcts deter111111ac10nes particulares de
ob¡elos de Id nu !<l) :,lllO [qut'] no tenemuo H<ldd permanente ella) p01 compa1.ic10n cun lo:, cntenos de toda e\.penenc1d
qlie ¡;udtc 1,1rnu' puue1 como lllllllUUll, b,lJº L l LOllLeplo de efectn dmenle 1e.ti ' "
Luht ,ub;,t<ltll 1a, c1 nu ou l.t 11wlulil ) dllll eold peunanenoa no
, \ L\.lldllLt ele ld e\.t1eue1Ki<t t''-lL111'1 ,rnu c¡ue eo pre,upuesta
a l!i /011 u1111u cond1uon nece,<ll !el de tud-t dete1 !11llldUOn Fmalrnente, pm lo que conuerne al terce1 postulado, el
te ;nprn .d, \ pu1 LUlbl(\Uienle l<tmb1en como dete1 mmac10n oe iefiere .i ld necesidad mateual en la e.xIStenua, y no a la
de 1 ;,u1t1do rnternu < on 1es pello a 11ue::il1 a pt opl<l e\.1stenc1a me1.imente fo1111.il) log1cü en lc1 cone>..1011 de los conLeptos
medhrnte l<l e\hllllU<l de co:,ds e.xternds Ld conuenc1d de m1 Ahora bien, puesto que nmgi.m.i e.x1stenu<l de los objetos de
lll!Slltll ( n l,1 1epreseut<lc1011 }ó no e::i un.1 111tmu011, smo una lo:. sentido:, puede :.er conuud<l enteramente a prw11, <lunque

un "'tlltdu L,te1 tw , ddJel1llh dt,tmgun mmedhll<ln1ente, po1 ello, 637 Enoend,1:,e !et 1ep1e;e!llduon mtu1l1\ d de LOSd> e'ten1d>
l 1 rnt1.< iu cptt\ 1cLtd de u1hl ullLuuon e'te1n,1, de la e'pont<lneid.td 638 El texto c¡uL cum1enu Ln.i ¡1ode!O>d ob3ec1on, empe10, con
que cctt dcte11¿,1 ,L totLt unctgnMuon Pu e> el me1 o 111Mgm«1 un sentido l1 d e;,t," 1egld::, de dcmu;,tr'11 med!cttamente la e"1stenc1a, le! plantea
~"tu no dlllc¡u1Lu 11 Lt f¿cu!tdd de mtmuon, quL h.t de :ie1 detummada el 1dt,d1>11w, lll\ a 1efu tduon e;,ld ,1qu1 en su luga1 adecuado» ) que
pu1 L1 l!lld 0 1Ihlcl0n ["'<otd de Kant] te1rnm<l con " poi compa1,1uc1n con lo:, u1lenos de toda expe¡¡enua
o,{¡ Ln el u11gm d «püdLrno:, em¡nende1» '.:ic:guimo:, u1M enmienda efectl\ amente 1e,il" e:, dg1eg<ldo de ld segundd ed1c10n (B), ) no se
de G1dlo iecog1da por '.:>Lhm1dt enrnenti d en la ed1uon A de i78 l
CRITICA DE LA RAZOt\ Pl RA 319
318 !vf\1!\M LL KA'ff
de ¡¡1 existPncia necesaria, sin la cual la natm aleza no pocl!la
l1l s1qu1e1" ' 11 e
sí rornparatme a priori. relativamente a otra exi'itencia ya dada, · · · ~ t~ nr lliaarb
Por eo;o ' la proposición nada acontece
[A22íj aunque sin embargo también entonces sólo puede poi ciego a 7 ar (117 mundo 11011 datur WW') .e' unct ley a /man de la
tratarse de""' aquella existencia que debe estar contenida en naturaleza; e igualmente: ninguna nece<adacl en 1'1 naturaleza P'>
algún lugar en la interconexión de la experiencia, de la cual la riega, sino necesidad condicionada, y por tanto, comprensihle
percepción dada es una parte; por eso, la necesidad de la exi1 (na~I datur fatum) Ambas <;on le; t>'i [B28 l] tales. que pm ellas el
tencia nunca puede ser conocidd''"' por conceptos, sino siempre juq?.o de las alteraciones es sometido a una naturalr¿a de los tMm
sólo a partir de la conexión ron aquello que es percibido, (como knómenm), 0 bien, lo quP P'i lo mismo, [e", somet1clo]
11
según leyes universales de la P\periencia Ahora bien, no hay a la unidad del entendimiento, sólo en la cual' ella' pueden
ninguna existencia que, baJO la condición de otros fenómenos pertenecer a una experiencia, [entendida] como la umdad
dados, pueda ser conocidíl como necesaria, salvo solamente la 'iintética ele los fenómeno<;. Estos dos principio<; eo;;tan entre los
existencia de los efectos a partir de causas dadas, según le~es dinámico<; El primero es propiamente una con-,ecuenua el~!
de la causalidad. Por comiguicntc, sólo podemos conocer la principio de la causalidad (bajo las analogrn<> de L1 expenenc hl
necesidad, no de la existencia de las cosas (snbst;incias). sino LI segundo se cuenta enl1 e los principios de la modalidad, que
del estado de ellas; y [B280J [podemos conoce1 la] según le~.t's aiíade a la determinación causal el concepto de la necesidad,
empíricas de la causalidad, a p;irtir de otros estados dadm en la que e<;tá, empero, sttjeta a una. regla del entendimiento E'.
la percepción. De aquí resulta que el criterio de la necesidad principio de b contin\!ldad proh1b1a tocio Síl lto en la sene dE
reside solamente en la ley de la experiencia posible: que los fenómeno<; (alteraciones) ( 1111111111do 11011 datur [A229J rnltus).
todo lo que acontece está determinado a priori por su causa pero también, en el conjunto ele tocias las intuiciones empmcas
en el fenómeno. Por eso, sólo < onocemos la necesidad de los en el espacio, toda laguna o ruptura entre dos fenóm,enos (non
efectos en la naturaleza, cu vas cansas nos son dadas; y la seilal datur hwtus); pues a.sí se puede expresar la propos1c1on de que
distintiva de la necesidad en la existencia no va más allá del en la experiencia no puede introducirse nada que demue<;he
campo de la experiencia posible, y aun en éste no vale para la un, acío, 0 que aun siquiera lo admita como parte de la smt.es1s
existencia de las cosas corno substancias, porque éstas nunca empüica. Pues por lo que concierne al va.cío .que se pudiera
pueden ser consideradas como electos empíricos, ni como algo pensar fuera del campo de la experienc:a. poc;1ble ([fu~1 ;iJ ~!el
que acontece y nace. Por consiguiente, la necesidad [A228J mundo), [tal vacío] no cae dentro de la ¡unsd1cc1on. de 1 mero
concierne sólo a las relaciones de los fenómenos según la ley entendimiento, el cua 1 solo decide sobre las e uest10nes q1w
dinámica de la causalidad, y a h1 posibilidad, que allí tiene su conciernen al ;iprovecharniento de fenómenos dado' para el
fundamento, de inferir a pnon, a partir de ;ilguna existencia conocimiento empírico; y es un problema para ~a ra..zon ideal,
dada (de una causa) otra exic;tencia (la. del efecto). Todo lo que que va tocl;ivía más allá de la po;fera de una e'Cpenenoa pos1b'.e,
acontece es hipotéticamente ncrt-''iario; éste es un principio que [B282] y pretende JHzga1 cice1n1 de lo que la c!rcuncla' hrmta.
somete la mudanza en el mundo a una !Py, es decir, a una regla a ésta misma, ) por eso debe ser conside1 aclo t>ll la dialectica
transcendental. Fácilmente podríamos representar estas cua

639. Así en el original Ed. Acad. corrige (según Mellin): «lamh1én


entonces uno sólo puede llegar a». 64-;-;;,n el oiiginal: «sólo en el cual». Seguimos una enmienda de
640. En el original: «nunca puede poder se1 conoc1da'>. Seguim0s a E1clmann. 1Pcogida pm Schmidt
Ed. Acad
CRIIICt DE U\ RAZO:i PURA 321
320

t10 propo;,icione;, \tn mando non dutur !twtw, non datur s~l~as, no;, ;,un dadus lo;, objet1);, Si acaso puede haber olras [A231]
non datur 11w1:J, non datu1 jatum), ·.al como todo;, los pnnc1p10s percepcione;, que la;, que, en general, pertenecen al conjumo
de 01igen transcendental, por su orden, según el orden de de uue;,tra experiencil posible, y por tanto, si acaso puede
la;, c,llegoríJ.s, ) podríamo;, asignarle"u a cadJ. una su lugar: haber otro campo de la materia, enrerarnente diferente, [es
pc10 el lector ya e1ercitado lo hará poi sí mismo, o ?e~cubrna algo que] el entendimiento no puede decidir; él sólo se ocupa
facilmente el hilo conductor para ello. Ellas se reunen tocias de la ;,ínteoi;, de aquello que es dado. Por lo demás, salta a la
únicamente en no adnutir, en la sínte~is empírica, nada que vista la endeble¿ de nuestra~ inferencias habituales, por las
pudiera hacer quebranto o menoscabo al entendimiento Y. a cuales instau1.rn10;, un gran reino de la posibilidad, del cual
lJ. t ontinua intercone'l.ion de todos los tenomeno~, es decJr, todo lo efectivamente real (todo objeto de la experiencia) es
a lJ. unidad de los conceptos de él. Pues sólo en él [A230] se sólo una pequeña parte. Todo lo efectivamente real es posi-
hace pmible la unidad de la experiencia, en la cual todas las ble; de aquí se sigue, naturalmente, según las reglas lógicas
percepcione;, deben tener su lugar. de la conveisión, la proposICion mera.mente particular: algún
Las cuestiones de ;,i el campo de la po;,1bilidad es mayor posible es efecti.,amente real; lo que parece [B28-±] sig11ificar:
que el campo que contiene todo lo efectivamente real, y de. si mucho es posible, que no es efectivamente rea!.n•l Por cierto
este a su vez e;, mayor que la multitud de lo que es necesano, que parece que uno pudiera poner directamente el número de
~on cuestiones interebaules, cuya resolución es sintétic,1, pero lo posible por encima del de lo efectivamente real, también
que también caen sólo deutro de la jurisdicc'.ón de la razón; porque para constituirlo a esto último algo debe añadirse a
pues vienen a preguntar, ap1 oximadamente, s1 todas las cosas, aquello. Pero yo no conozco esle añadido a lo posible. Pues
como fenómenos, pe1 tenecen al conjunto y al contexto de una lo que aderná;, hubiese de ser añadido a ello, sería imposible.
única experiencia, de la cual cada percepción dada es una parre, Sólo a mi entendimiento puede, además de la concordancia
que pm cons1guierne no puede [B283] ser enlazada con ot1 os con la;, coudiciones foi·111ttles de la experiencia, se1 le añadido
fenómenos, o bien, si mis pe1cepcione;, pueden pertenecer a algo, a saber, la conexión con dlguna percepción; pero lo que
má;, de una experiencia posible (en la umversal interconexión está conec.tado con ésta ;,egun leyes empíricas, es efecti\'amente
de esta). El entendumento le da a pnon a la experiencia en ge- real, aunque no sea percibido inmediataw~nte. Pero que en la
neral sólo Id regla segun las condic10nes subjetivas) formales, integral interconexión con lo que me es dado en la percepción
tanto de la <,ens1bhdacl como de la ape1cepción, unicas que la ;,ea posible otra ~erie de fenómenos, y por tanto, [que sea posi-
hacen posible. No podernos en manera alguna concebir ni h~­ ble] ma;, [_.\:23L'.] que una úuica experiencia omniabarcadora, [es
cerno;, compremibles otras formas de la intuición (que espacio algo que] uo se puede i11fe1ir de lo que es dado; y aún menos,
) tiempo), 11i tampoco olrd;, formas del entendimiento (que sin que digo sea dado; purque sin materia no se puede pensar,
la;, di,< ursi\ c1;, dél pemar, o del co11ocirniento por conceptos), en general, nad,t. Lo que ~ólo es posible bajo condiciones que
aunque fueran po;,ibles; pero aunque pudiéramos [hacerlo], no el ;,u vez ,011 meramente posibles, no lo es en todo respecto. Pero

pertenecerían a la e'l.peiiencia, único conocimiento en el cual

6 t2. f. 11 el o 1 igmal. "derno;,t1,u le». Adopt.l!llU> Lúl 1 ecuune:. de Gnllo 6./.3. Como s1 d1Je1a. «IM) mwJ1a:, co;a;, que son posibles,) q1·e no
) de Etdmann, regi,ti.tdas por Schm1dL 'ºn efectn·amente reale;,».
CRIT'Ci\ l'E LA RA70' Pl R; 323
322
faltan pretens10nes osilda.;; a las yue 110 se sustrae tilmpoco la
en este [sentidoj'H se torna la pregunta, cuando se pretende nrenCia e omtm que no es, empero, [B28ii] ac rerlttac1on algu
saber s1 la posibilidad de las cosas llega mas alla de lo que la na) entonces nuest1 o entend1m1ento estarn ab1er to il Cllétlqu1er
expenenoa puede alcanzar dPhno sm que puedd negarles su aprnbacion il aqudlos enun
He hecho rnenc10n de estas cue5tIOne<> solo para no depr riddo'> que c1trngue 1leg1t1mos, e'\.Ijan sm embargo en el mismo
nmguna laguna en lo que, segun la op11110n [B285] comun, tono de confianza ser adm1tidos como "erdarlero5 ª'1orna'>
pertenece a los conceptos del entendmuento Pero en verdad, Por comr¡rrnente, cuando al corn epto de una cosa se le agrega
la pos1b1hdad absoluta (gue es \ ahda en todo re<>pecto) no es smtetICan;-~ñte una determíi1aci0ñ a7JITorí,~de5e ngilici<;arr'ienié - -
un mero concepto del entendnniento, ) no puede de manera anad1r , 1 no una prnebd rle tal proposrc1on por lo meno<> un,1
alguna, ser de uso empinco, smo que pertenece solamente a la du!ucCion de la let,rit1m1dild de su afirmac10n
razon que va mas alla de todo mo empmco posible del entendi PPro ¡0 , prmopmo; de la modahdild no son oh1etl\ amente
miento Por eso hemos debido contentarnos agm con una mera smtetJCos, porque loe: pred1cadm ele la pos1hihdad, de la reah
observaoon cntica pero hemos dejado la cuest1on, por lo demas, dad etec tJ\ a\ de l;:i nE'ces1dad no aumentan en lo mas m11111no
en la oscundad, hasta un mas amplio tratamiento fuh1ro al coiicE'pto dE'l cual .;;e¡ mmnan, agregando algo a la represen
Puesto gue deseo cerrar este cuarto numero, \ con el, a la tac ion del ob¡f'tr) Pei o puesto que srn cmbai go siempre son
"ez, el sistema de todos los prmcip10s del entendimiento puro smtetico'>, lo '>On l .\l l 1] ,olo '>ub¡etn amente e5 dec!f, ai1aden
debo dar todav1a razon de por que he llamado preosamente al concepto de una cosa (real), de la cuill 1' por otra parte,
postulados a los pnncipio.;; de l..i modalidad No gmero tomar dJCen nada, la pntenud cognosnt1vi1 en la cual el surge \
110
aqm esa expresion en el qgmficado que le han dado algunos en la que tiene su asiento, de manera que s1 el estil conectado
autores filosoficos [A23i] recientes, contra el sentido de los solo en el entenchmrento con las cond1oones fornrnles de la
matemat1cos, a gmenes ella prnptamente les pertenece, a saber expenenoa, su objeto o,e drce posible, s1 e<,ta en 111tercone>:1on
que postular qmere decir dar por mmed1atamente cierta una con la percepcion ;ensac1on, como rnatcrrn de los sentido'>) \
propos1oon, sm jUStificati" o m prueba, pues s1 hubieramos de por ella es determrnc1do por medio del E'ntendnrnento enton
admitir para las proposic10nes smtet1cas, por mas evidentes que ces el objeto e'.> efectn amente rNL s1 esta dete1 mmildo p01 lil
sean, gue uno puede prestarlPs, <;m deducoon, por el prestigio del mtercone, 1on de las pe1cepc10nes segun conceptos, entonces
prop10 emmoado de ellas, aprobaoon mcond1C1onada, entonces el [B287] oh¡eto <>e dice necesario As1 los pnncip10<; de lil
esta perdida toda cntICa del entendimiento,,,' ; puesto que no modalidad no dJCen de un concepto nctcla rna<> que la acoon
de la facultild cognosc1t!\ a por J,t cual el e~ generado Ahora
bien, en la maternatica '>e llama poc;tulildo a la propm1c1011
644 La e'cpres10n «Sentido» es sugerencia de Valentmer, recogida practica que no contiene nada rna'> qut la smtesic; por medio
por Schm1dt de la cudl nos damos ilnte todo un obieto \ generamo<> el
645 La constrncc10n de esta fiase en el ongmal no nos re5ulta clara
L1te1almente «Pues s1 hub1esemos dP >rlm1tn eso p•ra las propos1nones
smtet1cas por mm evidentes que sp 11 que uno estm 1era autonnclo a
ligadas sm deducc10n [solo] poi el p1est1gio de su prop10 enunnado sin deduccwn [50 Joj poi el prestig10 ele sn pi op1<' enunciado 11 que
a la c1prob.ic10n 111cond1c101Mda » Pe1 n tamb1Pn podrn ti atarse de un1 le conespondel!a ap1obac10n mcond1c1mnda
fiase mcompleta que d!Jera «Pues si hub1esemos de adm1tir eso p-ua fi./6 Tamb1en pod1M entc-ncle1 se ch 1 nnl > enncepto\
las propos1c1ones smtetrcas por mu\ e\ 1dentes que sean que ellas
324 ,-
] -;;

LO!lLepLo de el p ei ck,,u1ba un en culo :iob1e un plano, con de elLb e\.1sta se :,1gd ,dgu en Lto ciernas, \ \, e\ ei set, \ de e:,ta
una !mea dada a partn de un punto dddo, ) und pi opo::.1uon Ifümerct puecld tener lug,u una um1umd<1cl de cubstclncias Eoto
:,emeJdllte nu pul de ~e1 derno~l1 dLlct, poi que el proled1m1ento flllo!TlO \,de tamb1ell pd1ct !,ts rht,rntes uHegu1 ,,,, p ei como
que e\.1ge e:, prec1:,,u11ente ctquello por mecho de lo cual, en una cosa pueda se1 1denl1u1 a uuct, mue hdo, e:, du u, [c,urno]
¡JI une1 Le11111110, gelle1 arnu:, el LOIIl Ppto de una figura tal As1, pueda ser Ulld magnnud, e te Poi tanto, nuentrd, t,dte la mtm
~egun eolo podemo~ po:,tulM, con el 1m:,mo derecho, lu:, p1m c10n, uno no Sdbe :,1 poi llled1u de Ja, Lategu11a,, p1e1bct un
L 1p10:, de ]d mod,d1cLtd, pur que ellu:i no c1L1mentan :,u cuncepto objeto, m s1 a elle!:, puede l 11 gt ne1 et!, co11esponde1 le, ob¡etu
de cU',a,,,'' [ \_¿J )j '1110 :,olo md!l,lll !et mctneia como el e:,, en alguno,) cl>l oe coufirrnct q11e l de pu1 s1, no :,un wnuullltlll-
gener ,ti, enlaütdo con Lt pulenc1d cogno:,c1t1vcl to\ smo meras jounm del 11/u [que Sil\ en pürdj hcice1
conuum1entos a pctrtlr de mtmuo11e:i dctd,ls - [15189j D'" ah1
tm:,mo se sigue tctmbien que d pdrtlr de mera, LdtLgun.b 110
se put:de hace1 nmguna prupos1c10n srntetICa P e¡ en tocLt
[!3200]
ex10>Lenuc1 ha) substc1nc1c1, es deu1, <Ligo que solo puede e'.10>rn
l)¡i,¡ rn \UU\ Gl '\Ll{ \l \l ~bJL\l \ Dl 1()~ PRlNC lP!O~¡,.¡ti como su1eto) no como me, o pr ed!lüdo. o bien, toe! , c,J, 'e, un
qua/lllllll, etc , donde llO ha} lldd,t que pud1e1 el Sel\ lfllU' para 11
[:, mu¡ d1g11u de :ie1 11ut,ulo que no pudemm, entender la !Ilds c1lla de un concepto llüdo ) t onecta1 otzo con el Por eso,
pu~1b1lidctd de LU'>d aigunc1 ,egun i<l me1ci ccilegona, "mo que tctmpoco se lld con,egu1dn num d dernost1ctr \l!M p1opo,1c10n
debemo~ Ll1opune1 :,1ernp1 e de unct mtu1uon, pMci e\.poner en srntenca d pd1t11 de rnuus uJJlceptos pmo:, del entendnrnentu,
e!ld ]d 1e<thdad ub¡eu\ et del umcepto pm o del entendmuento p ej la propo:,10011 todo lo qut e\.1:,te de manera contm¡,ente
lomenoe p e¡ !et" catego11cl:, de la 1elc1uo11 Por me1os con [lene unct cdu:,ct I\u11cct ,!:' pudo llegar d demostra1 ¡,¡a, que
ceplos no :,e puede entende1 Lomo 1) digo pueda e\.1olll ,o]o que sm esta relauon,' '' uosonos no pud1111mo:, éU111p1uu!t1 la
como :,u¡du, no é orno n1e1 a deter 1n111ac10n de ollas cus,ts, es ex1>tenud de Ju contmgeute, e:, deu1, no pod11ainos umoce,
deu1, l(O!llu dlgo pued,tl ::-er subst,rnuct, o como 2) porque digo a p1w11, por el entendm11e11tl), lü e'G:,tenc1a de una Losa tal,
es, ut1 u ctlgo debct :,e¡, por tan tu, como ,tlgo puedct, en general, de Ju cual, empe1 o, nu :,e 'lt)1ll' que e:,a 1111:,ma sect tarnb1e11 ¡,
ser Ldlloct, o bien 3 1 <.orno, ,1 e\.1:iten \ ar1d::, cosas, de que unct comliuon de po>il)lliddd de Lb co:ict:i 1111:,nJclS Por eso, ,1 'e
qmer e \oh er a LOn:iult,u rn 1esl¡ a derno:,t1 dC!Oll del prrnc1p10
de ldllscthdctd, se cHh el llf,\ que pud1mo:, demootr di!O ,u\u fJ'll'
(> 17 \lulwnl L1 1tul1Jud t/utna cll Ullcl Loo,,, pon¡,u, ue1 Lctmente, mao, 1
c¡m lc1 po,1bilutid, puu i1u rn la w"i, put:"' elL11m11c,1 puede conte11e1, objeto:, de unct e»-pe11e11ua po:,1ble todu lo que acontece rudu
en L1 te ,d1d,1d 'lel ll\" m,b de lu que '"tctbd LU11Lu11du en ,u pu,1btl1 dlonteumiento) pre,upone urM causa, ) ello de tal mane1a,
cL1d Lllrnplet,1 ~mu que !JlléolcJ que l« po0>1bil1dad er,1 meramente una que pudm10:, demo:,t1c11 lo ,uiamente LOrno pnm 1¡_,1u cL ; pu
pus1LJOJ1 de la cuo,t ..,uu 1e'pu.lu ,d uliclld1m1e11to 1,d Lbo un pu !LO de >1L1lilbd de ict t>\.penenua, ) por lctnlO, del w1Wdinlu1tu de un
e'te ullo11t "" L1 i t ,tl1dctd ekLl1\ a eo d l.t \ eL u11<1 LUI1é\.Wll de elld ton
objetU d,ldo e11 ic1 lltlllllWll ,m¡nruu,) 110 [pudm1u:, dLiun:,trc1iloj
¡,, }'Llllf>Uun l\u1c1 de hdnt]
ti l 'i Ll le\.lü t¡lle u11w llLd ,()1J,e1' ,tu un gene1 ,ti al s1stemc1 de Jo,
a p,ut1r de meros comeplo, I\o :,e puedtc negar, :orn ~mbdrgo,
p1111up1u, \ qut 1urnrn,1 \ la po,1bd1d,td nw,rn« de elLts se ba,a
en1eidme11te u1 L'l l it1e1enu"" es dLÜuon del" ~><cgund" ed1uon B'
1 11,, 'e Ll1l uu1ti,1 en l" ed1c10n de 1781 ( ,,\)
326 lRrJICA DF L\ R \!O~ f'l f \

que la pt opos1non todo lo contm(\ente debe tener und cama 1


cm1t spnnclenn,1 algo ¡1rrma11mtre11 la mtu1uun \ p<11c1 E'"-Pº
sea [B2ll0] cla1amente entPnd1da pnt qmenqu1eta, a partir d~ ne1 ,1s1 L1 1eZI lid ad nhp'tl \a de ec;p e 011( epto ), necesitanwc, u11,1
mero> conceptos pero en ese caso el concepto de In cc1ntm<Ten 111lu1c1on 111 r/npa11ol[una mtmrion] de la mc1tenc1I, porqtw c,olo
te esta tomado \a de tal mane1 a, que no contiene ]<1 categ~na el r<.p<1( H > c»la dete1 mm ad o de manera ¡wrmanenle, mw11t1 c1c,
de la modalichcl lcomo c1lgo Cll\o no-'Wt íc purdr prmor1,\.mo que rl twmpo, '> prn tointo, todo ln que ec;ta en el <;,(: nt1cln mte1 no,
la de relauon (como algo que solo corno consecuencia de Oll\ e sm cesar '.2) Para e'<h1bir [d alt1111uon como 1,1 mtmuon
otro puede e'\ist11 I, \ en ton res P'i, poi nerto, una pi npmJCion ron p-;poncltC'n l P al concepto ele u111rn/11!11d, dcbemoc, tom<> 1
iclent1ca lo que c;olo puerle E '<l'itn como con<ecuenc1a, tiene rnmo c¡emplo el mO\ 11111ento, e orno altPJ ac10n en el esp,100
su cama I:n realidad, cuando lPnemos que da1 e¡ernplos de r mrl11>n solo dP e<;ZI 111ZI1w1 a pod<-'rnn> h,H et noc; mtu1bles Lic,
e'<1stenna cont1rn;ente, nos ref Pnmos siempre a a!toanonr¡ \ altt•1 annnE"i, Ul\ ,1 poc,tlnJid,1d mngun entenrlnrnento prn o
no me1 amente a la poc;1b1 helad dP! prmmmmto de lo mntrnno' ' ¡nwclP l om p1 ernlP1 , \lte1 acwn pe; enl<1re de dcte11n mauone'
Pero una alte1 a don es un d( ontec11rnento, que [B'.!'ll J romo tal op1wc;t,is ent1 e si de mane1 ci contt ad1c tm ia, en la e'\ 1:;tencia de
solo ec; po<1ble por una ca11<a, l 11\ o no c;p¡ por c¡m-; 1 ~1Jiente, de una\ la nmma cus,1 Corno pe, posible que de un [8202] estado
por c;i es posible,' asi, se com1( e la contmgenoa en que algo cL1clo c,e s1g,1 otro de 1,1 misma cosa. opuec;to a eL [es algo que] 110
solo j'lJPde e'<.1<:l11 corno efecto de una c<1usa, por ec;o, si una sol u nmguna razon puede harer'iP comp1 ens1ble sm e¡emplo,
cosa es tornada por contmgente, ec: una propos1oon anahtICa smn c¡ne 111 c,1qu1e1d puede hacerselo mtthgiblc <im mtmcion,
el deor que tiene una rausa \ esta mtu1non eo; la del mo\ Hmento de 1m punto en Pl cc;pa
.\un mas notable, empew es que para entender la pm1h1 c10, cu\ a e'1stcnna en diferentes lugares (como cono;euwnc1<1
hdad de las cosas como ronc;f'rnencia de las categonas, \ por cle clcte1 mmanonC's rontrapuec;ta<;) c<i lo que, p11rneramP1itc,
consigmente, para exponer la 1mhdad oh¡ctn a ele las ultimas, 110 nos !Mee mtmtl\ a l<t alterauon PuPs p,trd hit cernos pensc1blcc:
solo necesitamos u1tmoonPs, smo mcluc;o siempre mtwnonr' lurgo J,1<; a ltet dC!Cl!lC'S mte1 na> mt'imas debemos hare111ns
n trrnm Sr tomamos p e¡ los t onccptos pm os de !et 1elannn, conrebiblP hgurat1\ <l'lle1lle el tiempo, corno forma del o;entido
encontrarnoc; que 1) para dar if' al conrepto de wb,trmrw, en mterno, medran te und hne,1, \ J,1 ,dterdl ion mterna, nwd1a11tc
el tia1ado de esa !mea (movmuento), \ p01 tanto, [debernos
hau'1noc; rorn ehtble] la e'1stenu,1 <;1tces1\ a de nnsot1os mis
650 Se puede p(nsar facilmente el no ser de la mater 1a pe 1 o ¡0 , anti mn,' 'en chfo1entes estarlos, rned1diite L1 mtmc1011 e'<.te1na el
guos no mfi11e1011 ele eso !<1 contmgcnc1a de ella :\1 siquie1a el cambio
del ser\ el no se1 de un esL1d(1 el (do de nna cosa en lo que conqste fundamento p1opio de todo clln e' e<,(e que toda ,1lteranon
toda alte1 acwn, dernuesti a la iH i,1 de este e<;t1do a ¡Mrtn por pt esupmw algc' pe1 rnil11e11te Pn la rntmnnn aun \a solo par,1
decn lo aSJ ele la efectl\ a 1c,il1dad sn con ti n 1n, p e¡ el i epom de ser pe1r1b1da corno alteracH'l1 pero en el o;rnt1do mterno no
~n cue1 P' que sigue al IllO\ 1rn1en tn iw demw <,11 a dlln h contnwenrn
1
<,(' encucntia l1lll\D111ª 1nt111non pe1 m,11w11te - rm,1lmente, la
e rnn' ~Tlllf'nto de el a p11 t11 de Pl pt 1me1 o f'S 1(1 contt a 1~ 0 del categona ele mm111111fad, pot lo c¡ue 1ec;¡wl tZI d '11 po>1b1lidad,
11 lt1mc> 1Uf'S este cont11110 1r¡111 e't1 opurrtn 11 ot1 o solo log1 camentc
\ no 1raht11 :::ie debe11d demost111 r¡,1e rn {11~01 dPl m1n 1 m~entn Pn el no puede en modo '1l1o.,uno ser romp1cncl1da por la rncrn ra1on
mst,mte antenor fue1d posible que el cuerpo m or¡11rl momrnto hub1e11
estc1clo en 1eposo p,ua clemo,t1m 11 cont111genc1 r de w ll10\llll!entn
no que el drc¡111nest1PTl1 e¡)(lsn p1 t en f'SC' e"º imh(h ''J'll"q, 1, hirn 61/ ]omlnE'n puede entende1se •<la P'.1'1t nct 1 suce,n,1 di' ll!lt:''l111
pueden esta1 JUntos [\ota de ~ rnt] \o» \!lllt't pt et,rcinn de ~E'h1h1ch, 1rcor.;1rL1 pnr 'xbm1dt
CRITICA Dt: L'\ RAZOf\ PUR.'\
329
} pu1 co1b1gu1ente, nu eo pu:,1ble entender la 1 ealrdad Objetn a de nuestra ndlu1 aleza sm el dLI x1ho de mtrnnones emp1ncds
de e~k cum eptu :,111 mlu1uon, ld que ha de ser externa en el externas, 111d1cdrnos las hm1tduones de la po,,1b1hdacl ele un
topal 10 Pues e como se pretende peusar la pos1b1hdad de que, conoc11111ento tdl
c,1 e'-JolE.ll \ dl 1a~ :,ub:.tdnc.ias, de la existencia de la una [de Ld ulnma consecuencia de toda escd secc10n es, pue:, todos
ellas] pucd<.1. seguu se algo (como efecto) en la ex1slenua de las lo:, pr111c1p10s del entenclmuento puro no 'ºn mas que prmc 1
ot1ds , reup1oc<.1.111ente, ele 111<me1d que porque ha7 algo en la p1os a prwn de la pos1b1hdad de la expenenua, ) ~olo a esta
¡mmera, por eso tamb1en en l<.1.s [B2SJ3] otras deba haber algo, ultm1d se refieren ta111b1eu tuclü, las propo,,1c1ones smret1cas a
que no puede ente11de1 ,e umcdmente a partir de la ex1stenC1a pnorz, y la pos1b1lrdad m1:,ma de ellas se basa enteramente en
de L1s u luma, J Pues e,Lo se exige p.u a la comurnddd, pero no esta referencia' ¡J
e~ compr e11:.1ble enlre cosa, que se ai:.lan completamente por
la subs1stenud de cddd unct ele ellds Por eso, Lezb1u¿, al atnbuu
les und cumumcl<ld d las subst.rnc1a:. del mundo [entendida,]
,0L1merne como el entencl11111ento solo' , la:. p1ensd, necesito Capítulo tercero de la doctrina transcendental
la med1duon de und di\ 1mddd, pues [tal comurndad] le pare de la facultad de juzgar
uo, JLbtlÍ1cdddnwnte, rncomp1 e11s1ble solamente a partir de la (Analítica de los principios)
ex1slenucL de ell<l:. Pe10 podcmo:, hacer no~ muy c.omprens1ble
ld po,1b1licLtd de la cornumdacl (de l<ls subst<l11u<ls como feno DEL FUND \\J[,'\j() DEL\ m:,¡fr,UO'\i DE lUDO'.> ro:, OBJETO'.>

rne1100¡, s111os lds 1ep1Lsentdmos en el espauo, y poi tanto, en E'\ l,L\LR\l li\ fflAE\O\JL\4\ 1\0l \IL'v4

lc1 111tu1uon externa Pues este ) a contiene en s1, a pnun, re la


utmes exLe1 n.is fo1 rn.i!es, como con<l1uone;, de Id po;,1b1h<lad No solctmente hemo~ 1ecrn udo) c1 la tierra del entendumento
de las 1e<.ile:, (en ac.uon \ iecLcuon, ) por tdnto, [relauones] pmo,) examnuclo c.mdaclosamente cada parte ele ella, ,1110 que
dt comumddd) - De la misma manera se pue<le faulmente ademcts ld hemos med1Jo hemos <lelermmado su lugar a c<lcla
mosUdr que ld po:,1b1hdád ck lds cosas como magmtude\) pm cosa [de l<ls que hay J en ella Pero esta t1eua es una isla,) e~ta
tanto la 1ec1hdad oby't1vc1 de la catego11a de cant1d<ld, solo se encenüdd por la 11c1tu1alezct 11110,ma en lurntes m<llterables Es ]a
putcde e"\.pone1 en lü mtu1uon externa, y solo por med10 de l!Cl!a <le Id ve1cL1<l \un nomb1e encamador), [B295] rodeada de
esta :,e puede aphc,u <le'>plle> tdmb1en d] :,ent1do mterno Pero, un oceano va:,to) tempe:,ruo~o, que es el prnp10 asiento de la
par el e\ 1Lu Lt pi ohJld.tJ, debo dejar a la refle,.,_1011 del lector [la ,1panencia 1luso11a, en el que mucho banco de mebla \ mucho
101 mulüuon dt] lo,, e¡ernplos de esto lnelo que pronto ~e de1ntc hngen nue\as tierras,), [A23o] en
ToJd est,1 ub:.e1 \ duon e" de gran 1mpo1 tanua, no soldmeme gdüando mce~.tntemente con \ ctUdb esperanzas al manno que
pc1rd LU!1Íll!l1dl mie:,t1.1 ctnte1101 rcfutauon del 1dedhsmo, ,mo viaJd en busca de descubunuentos, lo complican en a\ enturas
c11111 nM,, pc11 el, LUclndo :,e ti ate de w1wum1ento de :,1 11wnw a partir que el Jdmas puede ab,mdonar, pero que tampoco puede Jama,
,le la muct [Bll)-tj cunuer1Clct mle1na,} de ld dete1mmauon lle1-ct1 a termmu Pe10 LLnte~ de a\encu1cLrno, en este mar pc!ra

6.J3 1odJ. la <UÜ;,e1\,1uon gtnerJ.l al ;,1stemJ. de los p1mc1p1os», que


/J)l Lnt1u1!Lt;,é cu11w lc1;, p1en>d el enlendnrnento ;,m 1111e1 \ enuon le1rnm,1 aqu1 e;, dg1egddu del 1 seg u.ida ed1c10n IB \no se encuentra
dt 11 0Llb!Od1cbd, en lJ. prnne1a (c\l
CRlflC ,,_ DE LA Rt\70N r1 R \ 33 1
330
el meto uso empírico del entend1m1ento. entonce'- p<i1ece .que
explorarlo en todas las latitndes y cerciorarnos de si hay en ella~ la\ enl,1J<l que de ella <;p obtiene no corn¡~en<;a los gastos ni lo-,
algo que se pueda esperar, se1 á ut1I dar pre\ iamente una mirada 1enarnt1\0S Ah01a bien, a ello <;e pod11a re<;pnnded1 qu~ ;10
al mapa de la tierra que queremos abandonar, y preguntar, en P i- • el <11 para el anmento e mu' 10
ha\ impet tu1em ia mas peqn ic1, , , b 1 [13 )<J/]
primer térmrno, s1 no podríamO'' contentarnos con lo que ella conncumento. qne la de pretender s1emp1 e sa er e e - º
contiene, o también, si no debe1 rnmos contentilrnos, por nece- antemano el )IO\ echo, antes de emprender !Il\ est1ga( inne,. \
sidad, [con ello], si acaso no hub1ern en pi1rte alguna otro suelo ~nlcs de que ~\llO pndwra hare1 se a1111 el má'i m1111_mo ~~nnc~pto
sobre el que puclié1 amos establecem()';; en <;egundo témlino, ruál de este n10'"'ºcho. aunque ~e lo lU\ ie<;e ante lo<. OJOS ero i\al\.
es el título que nos da la pme,ion de esta tierra misma,) por el r . d ¡ acérsele cmnp1ens1 Je.
sin ernbar?o, una \c11ta1a q¡l1e p_uedí:c~),lo \ [.\'.2381 ele<.ganado
que podemoo tenerno<; por '>egmos frente a todas las pretemio \"la \eZ interesante, aun ,1 ma'> ,
nes enemigas Si bien ya hemo<; respondido suficientemente a ' d de l<tl im e<.tiCTaCJÓn trans( endental. \ e'> ~<.ta q11e e 1
apren 1;;: " 1 ínco que rw
estas preguntas en el cur'io de la, \nillítica, mm revision sumaria entend1rn1ento ocupado <;o\arnrnte en sumo en11 . 1
ele sus soluciones puede reforzar lil convicción, al umficar los , bre l'ts fuentes de s11 j)top10 connnrn1ento, ¡mee r,
re f1 e"1ona so ' l ¡ · ,
momentos de ellas en un punto , , b. 1 pero ha\ algo que no puec e 1<1cer, "'"
Sl, a\illl?ar 1nu; !PI' ) ', . [ ioj \\'iO Tll
Hemos visto, a saber: que todo lo que el entendimiento e'l.- te dete1 minarse a sí mismo los limites de su prop ,
trae de sí mismo, sin tomarlo de l,1 experiencia, no lo tiene para 1 i. lo ue uede estar dentro o fnera de toda sn e'ifera. pue'i
ning1m otro prnpó'iito que para usarlo en la e'<periencia Los s~~:rello~e n~cr'iitan precisamente ]a<; pi o fundas un rst1gaoo.
[B'.2911] principios del entendimiento puro.: a sean constituti'º' p~s,que hemos l!ev ado a cabo- Pero "i él no puede d1<;tmgrn1 'it
a p11on (como los matem<iticos), o sohimente regulativos (corno ~1e,rtas cuestiones están, o no, dentro de 'iU hori1nnte, e:1ton'. e~
los dinámicos), no contienen nacfo má'i q11e, por decirlo así, , de sus pretensione'> m ele <;11 poses1on, smt
[A237] sólo el esquema prn o para la experiencia po'>ible; pue<> n~::~~~:ta ~:~~~tar con toda clase de hu.m1llante\repren<.10
ésta tiene su unidad sólo de la unidad sintética que el entendi- q11es si sob~pasa ince<;antemente (como es mrnta~le lo, lumte'>
miento imparte de por <;Í, y originariamente, a la <;Ínte<;is de la '' , ·¡ · espe11smos
de su dominio y se extra\ ia en 1 us10nes ) - el "
imaginación en relación con la a percepción.) con 1especto a A , pues que el entendimiento no puede hacer, de to o
la cual deben estar ;. a a pnon en relación y en concordancia sus p:i~~c1pio; a¡mon. e incluso de tocios sus concepto<;.:1t:1<~11~~~
los fenómenos, como dato<> para un conocimiento posible 1 , .co \ nunca un uso tran<;cendental, es u11< 1 ~
Pero aunque estas reglas del enlendim1ento no solamente son que e ernp1n , , ·c1 \ icc1ón cle<;ernbtlla
, ne si puede ser e onoCJ a con con ,
ve1 dad eras a Jnzorz, smo que '>011 incluso la tu ente de toda\ er- s1oon q [B')<l8] ron,ecuencias El uc;o tra1l';cendentdl de
en 1mp01tantes L , , _ . . -1 , elendo
dad, es decir, de la concordancia de nuestro conocimiento con un concepto en cuak¡nier p1mcip10 es este. que: e i .
objetos, porque contienen en sí el fundamento de la posibilidad l , m1mw,-"" '1 el [11,0] emp1uco. cU<111do
a cosas rn genna ) en si ' el a ob· etos de
de la experiencia, como conjunto de todo el conocimiento en él es referido meramente a fe11nme11or;, es eClr, , l
el que nos puedan ser dados ob¡ptos, aun así no nos pa1 ece
suficiente que se ensefie meramente aquello que es\ erdade1 o,
sino [que pretendemos que se nos ensefie ademá'-] lo que uno
apetece saber As1, pues, si mediante esta 111\ est1gación cntica
no aprendemos más de lo que \a por nosoti os mismos, sm
una irn estigación tan sutil, habi famos puesto en p1áctica en
332 333

unct 1 \j!l!lllilWl [ \.Z )lJ] po:,1ble De ,l]h ,,e comp1ende que en presente d los sentidos 1¿nmque procluc1clo a puunl FI concepto
geue1 ctl, o,olo el ulurnu puedct ru1e1 lug,u P,u c1 todu cunLepto de mag111tud buscd, en esrct misma. ciencia, su soporte \ ..sent1
Sl tu u 1ere p1 unei c111ie11tl lct lut 111c1 lugicct ele u11 colll eptu 1del Ju en el numero, ) e;,te <l >ll 'eL en lus dedu;, en las cuentas
1
pl ns,u 1 en >?,t Ill 1,d \ en o,t:'gundu lug,u, [se re4u1e1e] t<trnb1eu Id del <1bc1co, o en l,b Id)LLS \punto, que ,e ofrecen a ld \1sta El
pu,,1b1lidc1d Je J,u le un ub¡elo ,ti cual ,,e I efiei d Sm e" te ult1mu, cor1Lepto ;,1bue ;,1endo o,tempr e t,ene1 aclo a pnon Jllnto co11 l0s
no tiene 11111):,Llll senudo,) es ente1ctn1enle \ dUU de contenido, pt111up1m, smtetILos o form,ila;, <l partu de tc1les luncepto,, pe10
,nuiquL tud,1\1ct l01Jse1 \e ]d hmuou lug1c<l ele hace1 un cuucepto el u,,o ele ello,, \ la nJeienuct a objeto' que putdan ser dados
, pc1t lu dt da/1j l lldlesq1ue1d \hurd bien, el objeto no puedL
1
no puede, en ultimo termmu, buscai se en otro lado gue en la
,t>de d,lllo d un concepto de ut1<l mdne1d c¡ue en la mtmoon, e\pellenua, CU) d pos1b1hdc1cl (el lo c¡ue concierne d b lorma
\ ,, 1 unc1 rntu1um1 pmc1 e' po,,1ble a p11011 ,mlcs del ubjeto, ellu:, contienen a p!lu11
t<lmpuui dlci lllhl11d puede obtcue1 "u objeto, ) pm tanto, la [B300] Que e;,te es t l ca<io tarnb1en con todds ]a, carego11as
\ <llidcL ob¡t.:J1\ a,,,¡ no es solo medhmte la mtmuon empn1ca, ) con los p1 mc1p10s dab01 ctdu;, d partrr de e !lc1,, ;,e hace marn
Je la cu,tl ellct e~ L.i mer<l furm<l Poi Lorn,1gmente, tocios loo he::,to tcimb1en desde que no podemos defim1 [de mdnera] real
Lonceptu" , con ello;,, todos los ¡n111upw,,, pm mucho c¡ue n111gun<l de ell<ls, es del 11 Jnu podemus] h<lcer compi en;,1ble
se<tn pus1b]e,, a p11u11, ,e rLhe1 en <l rntu1uone;, emp111cd,, eo Id po,,1bil1dad del objeto de ellds, sm de;,Lender emegu1dd <l
de( 11 , d d.1111 fJclld una e'cpe11enu,1 pu;,1ble ::im e;,to, 110 l1tnen !ds cund1c10ne,, de 1" sen;,1bil1dc1cl,' ' ) por tanro, a ld lormd
nrngullct \ alideL objt t1\ c1, \lllO que son ;,olo ull mero Juego, sea de lo:, fenornerws, a lo;, cudles, torno umcos objetos de ellas,
de l<l m1dgll1aUOl1, ;,e,l del e11tend11111ento, con !et;, iespecll\ clS ellas deben, en [_ \2-H] comtuienua, ;,e1 hmJt<tda,, porque
s1 ,e suprime est<t cond1uon desdpai ece todd 51gmficac10n,
1epie;,e!ll<luu11L' 1omense lctll ;,olu, LOll10 [B.ZlJlJ] ejemplo, lo'
conceptuo dL ld matem,llKa, ) pi 1n1ei ctn1ente, en sus mtu1uone;, es deur, [toda] ieferenu<l ,ti objeto, } uno no puede lMcer"e
pma'> [l ec,p,1c10 tiene ne;, dunen;,wne;,, <ntre do;, purno;, ;,olu cunceb1ble med1dnle rnngtm CJemplo que cosd es !et d üd1da
puede ]¡,1bc1 una lmed 1 el t,1, et( \unque todos e;,tos pi mc1p1os, pwp1amente con tales e um epto,, Antes, itl e'cponer b tabla
\ lü rtpiesernctuon del ob1eto en el que ;,e ucup<l dquellct uen de Lts cc1tegol1a,, no;, d1;,pens,uno;, de l<ls del1111c10nes de Cddd
uc1, ;,e<lll genuc1du, erne1,1mente a p11ull en [ \210] la mente, no unc1 de elL1;,, pm c¡ue no er dll nect,,ctIIas pdrd nuestrd mtencron,
,, 1omhectnan nada, ;,1 no;,otw;, no pud1er dmu;, ;,1empre exh1b1r yue atiende umcarnente ,¡j usu swldllo de e!Ls,) uno no debe
;,u"' ;, 1g1 uhcMiu en lenume11m, 11en ob¡eto;, empmco;, ) l'or e;,o ,istmnr, con t:mpr endmuernos mnece,<lnuo,, resp01bdb1hdadto
se e>cigt, t,m1b1e11 hL1u1 1cm1bl1 un corn eptu ab,t1<lcto, es deu1, de las que puedL ;,u di,puhctdu Nu er<l und e;,.cusct, srno una
e'\ poner en 1'1 mtu1uon el ub¡cto que le corre;,po11de, pu1que 1egla de piudenuc1 de nu desdu1<lble rmporta11ua, la de nu
'>lll es tu, el LU11Lepto quulc111c1 (( omu 't:> suele deu1) sm swtuio, an 1e~ga.i se a clefin11 enseg1nd<l, \ no mrentdI, m pi erende1, m
e;, dl"llI o,lll ;,1<'lllÍH.ddu 1 c1 I11dlemaucc1 cumple e,,ta e;,.1ge11ua teg11dad o pi eu~ron e11 lc1 d, ter llll!l<ll!Oll del com epto, cuando
"'
niuJi,u1tL lc1 c.un;,tl ULUO!l de Id hg111<l, que e' un knorneno
bJb El tL \.lu que cum1cnu h ,de que nu pudernu' defimr ' \ que
tenrnn l >lll de>cendt 1 l d L,, ¡uncliuolle> de L1 sens,1bil1lL1d»

rnnespondc ,, ¡,, >eguu¡Lt i 1!1 ).l Ln L1 p11mc1c1 ld1uon fibUid en


su lug,l! el tl \.lO :,1 0 u1uue ck,Jc que 110 poden '" dt>f111n mnbun,1 de
dlct> >lll de:,unde1 lll><C:t,utdcl 1 1" cund1uu11L' Lle l" oe11>1bd1d,1d'
334
\RITICI\ DE lil R,\ZÓl\J F'I RI\
es suficient~ con una u otra carnctenslica cualquiera de éL im 335
que se reqrnera para ello una l'TlUineración completa de todai Si pte>unclo de la permanencia (que es Ullil e-xi'itenc ia en todo
aquellas que constitu; en el e oncepto entero. Pero ahora se tirmpo;, no nw c¡ueda, parn el concepto de subst<1nc1a, nada
p~ne d_e manifiPsto que el fundamento de esta precam ión yace má<; c¡ue j,i rep1 ec;en tación lógica del sujeto. [rep1 esenta< ion]
aun m~~ hondo, a <>~beL _9ue no podíamo<; definirlas, ilimgue que pretendo 1 eahzar 1 epre<.entándome algo que <,(1!0 como
lo hubiesemos querido."' smo que si se suprimen todas las sujeto puedP [B301] tener lugar [A2 13] (sin ser preclH ado dP
cond1c1ones de la [A2 .J.2 J sensibihclacl, qne las Cilrilcterizan co<;a algllna) Pero no sobnwnte no conozco conchcione'-> bajo
como conceptos ele un mo empírico posible, y se las toma por la> rna le5 e5te pri\ ilegio lógico llegue " pe1 tenecerle a alguna
conceptos de cosas en gcncrnl \ p01 tanto. como [si fueran] de cosa; sino que tampoco se puede hacer. a partir ele f>I, nada más,
uso trans_cendentaP. no queda nada que hacer con ellas, más ni se puede extraer la más mínima consecuencia, porcplE' con f>I
que considerar la función lógi< a en los juicios como condición no <;e determina objPto a !gimo del mo de este e oncepto, \ poi
de_ pos!b_ilidad de las cosas mismas, sin poder indicar en Jo rnmiguiente no se sabe si f>ste acaso significa <:1lgo. Del concepto
mas mnmno ~óncle puede tener ella su aplicación y su objeto, de causa (si dejo de lacio al tiempo, en el que algo sigue. según
; po_r tanto, como puede tenPr. en el entendimiento puro sin una rf'o!a a aÍoo clifPrentel no encontraría vo en b categona
sensi b1hdacl, alguna significarnm \ validn objetiva.'"'
1
pum n~d~ má;: sino que h~y algo a partir el~ lo rnal se p~iede
. Nadie pue_de clefinn el concepto ele magnitud en general, inferir la e-xisl<'llCJa rle algo diferente; y no solamente no sf' po·
si no es aproxunadamente as1 · c¡ue es la determinación de una d1ía distinguir una de otro la causa y el efecto. sino que, puesto
cosa, por la cual se puede pensar cuántas veces en elb está que estp «poder mfer ir»"'" 1equiere bien pronto condiciones de
p_t:esto el t_mo. Pero este «cuánta<; veces» se basa en Ja repeti las cuales no sé narla, el concepto no tendría cleterrni1rnción
CJon su~esi\ª· )' ?ºr tanto, e_n •'I tiempo y ~n _la síntesis (de lo alguna de cómo aplicarlo a al¡,,'lín objeto. El presunto principio·
h?mogeneo¡ en e>te. La rea hrlad, por oposic1on a la negación. todo lo contingente tiene una cansa, se presenta, cieitamente.
solo Se puede definir. si 'e p!ensa un tiempo (como COl~Unto con bastante solemnidad, como si l!eYaia en sí mismo su propia
de todo ser), que, o bien esta lleno de algo. o bien está vacío. dignidad. Pero si yo pregunto:¿ quf> entendéis por contingente ;i
y vosotros respondéis: aquello rnyo no ser e<; posible, entonces
yo quisiera saber en c¡né p1etendéis conocer esta posibilidad
~57. 1\le refie1 o ilquí a la definrcion 'ea!, la cual no sobmcnte arnmpa del no-ser, si no os reprf'sent;fü;. en la serie de los fenómeno>.
na al nomb1e de tina co<;<1 ron ot1 palabrns mrís comprPmible>. sino
que contiene una señal d1stiritl\ a ( lrira por la cual el oh¡rlo (defin 1t11 m\
una sucesión ven f>sta una e-xistencia que sigue al no ser (o <il
puede ser cono:1do s1emp1 e dP manf': 11 se,t.,nin1. , poi la cnal el concepto revés). y por't~nto, [si no os representái:-,] u~ cambio; pues el
defirndo se t01 n,1 ·•pto p111 a la <tplicac ron La defirnción real seiía. [A2 l2j que el no-ser de una cosa no <;e [A2..J.4] contradice a s1 nw;mo,"''"
poi cons1guie1;te, aquella que no soL1mente hace distinto a un rnncep es una débil [B.102] apelación a una condición lógiczi, c¡ue es,
to, smo_ tamb1en. a la 'ez, a ia rmlidod oh¡rln o cif' él. Las defimciones
ciertamente. nece<;aria para el concepto. pero que no es. ni con
matemat1cas. que e·d11ben e11 ];i intn1c1611 al nb¡eto, de acueiclo con c]
concepto. son de esta ultima especie [Nota ele Kant]
65~ El pasa¡e que comienza "A'lles, al expone1 la tilbla de las c;ite·
gonas ... » .' que te1 mrna «... ;1gnrficacio11 ' , ;¡Jrclez obJell\ ª"· 65.G Las com1llas, en la f".;presiñn "poder inferir». son ag1 eg;¡do de
se encuent1 a sobmente en la 111 imn a edición 1IA \ , fue supnm 1el esta ti aducción.
lasegunda(B;. ' "' oen
660. Como si clijera· "flllPS >i aducís qiw ]¡¡ rnntmgencia de 'llld co"1
consiste en que el no-ser dP esa cosa no encierra conti ad1ccion,,
IMl\lr1 \ l LL hA \ T CRI l IL, UL l A RALO\ PLRA
jj6 337

mu( ho, ~ufiueute pafd LJ. po~1li1lid..id 1e,t!, del nusmo modo que Pe10 a pctI t1r de esl<L func10n e~ dec11, a partu de Id turma del
puedu "upr 1!11!1, t'll d pen:,..im1ento, cu,dqu1er :,ubstanu..i e\.1s concepto u111c,1mente, no S< puede conocer nadd, m :,e puede
tente, :,m cont1acleu1me ..i 1111 nw,mo, pe10 no poi ello puedo d1:,tmgu11 cual olijeto h<t d, somete1 se a ella, precbc1mente
mfer 11 la contmgenci.t ub¡etJ\ a de e!Li en su e\.1stenua, e~ clec1r, porque se ha hecho ab~ttctLuon de la condIC1on sensible bayi
Id pus1bd1d..id de :,11 no ser en st m1srn..i In lo <pie 1e~pecta al la cual los objetos, en gene1 al, "e pueden someter a ella Pm
< oncepto de comm11d<Ld, e:, laul comprende: que, puesto que eso, las categoncts nece~1tan, aciemas del concepto pmo del
Ll:, cJ.tegur1a~ pm<ts de :,ubstd!lchl) de CdUs..ihdad no adnuten entendHmento, determmac10nes de !<l aphcac10n de ellc1s ,1 l<1
n111gunc1 defimuun que determme di objeto, tampoco podra sens1b1lidad en general (esquema) y sm ellas no ;,On LOncepcos
hc1cedu l,l c,tusa!tdad reup1 occt en Id 1elac1on de las substancias poi los que un objeto sed conoudo, m d1~trngu1do de otros,
ll!M~ <on olias \wmme1uum) l\cld1e 11a podido toclct\ 1..i definu >1110 solamente otrcts tdtítdS HM!le1<1s de pen>M un ob¡eto de m
lct pos1lnhdctd, la e>d,,Lu1ua ) la ner es1dctd, de ot1 c1 mane1 c1 que tmuones po-,1ble5,) el'"' dd1 l< :,u '>lf,l1lfic<tclo, "egun uu" lunc1on
poi una tctutulugB m,u11he:,la, u1.rndo "e bel p1etemlido ext1..ier cualqmerél del ernend¡¡mento (baJO concl1uones que toda\ 1a
l<t ddnuuon clL ell<t~ sol<.1ment, del entenchrmento pmo Pues l1an de p1eusMse), e-, deur, i/1 difuwlu, por con:,1gmente, ellas
el espcp,rno [que LOJ1>1s1e e i] pom 1 Lt pos1b1hdctd logICa del
0 no pueden ser dLfm1cl<1s d su \ ez Lds h111c10ne:, logKcis de los
1owepto segu11 l<t cu,t] el no se contiachce a si 1111:,mo) en lugar JUtuo:i en general u111dad) ¡ih1r<1hcfad, afiun<1L10n) negauon,
de Li pu:i1b1lrd<1d t1dn><e11cle111,tl 1 de l<ts cos<1s ('egun la ctldl sujeto) predicado, no pueden se1 defimdas sm mcmnr en un
<d LOllLeptu lt. coi re~po11de w1 uÜjt:tiJ) wlo puede engJ.iiar j c1nulo, poc que la dehn1uon debe1 ra su, ella misma, un JlllCJO,
dej<tl sctt1sled10:, d lo~ 111e;.,.pe1 ros" y poi cons1gmente, deliena l-Ontener ya e~as !unciones Pero
l Lt) <1lgo e\.tJ a!'ío, \ ha~td <1b:,lll do, en que ha) ,1 Lll1 Llll1Cepto ]..i, c<Ltego11<15 purds no sou ot1,1 cosa que representac10nes
,d cu,1! tkhc1 co1re0pondeile un 01gmficctdo, peto del que no de las cu:,as en gene1 cil, en J,t medida en que lo mult1ple de
<ie pucdc1 d,u dchmuon dlgm1,1 Pero las categonas tienen e~to la mtu1uon de ell<t~ debe ,l'r pens<1do medlLmte unct u otra
de p.11 t1LuLu 4w :iolo rned1c11itc l<-1 um \ er5,tl umdll!Oll sem1ble de e,a~ !unciones lug1( dS nhtgmtud es la deter m111duo11 que
puLdu1 tenu un ~1gmhu1do deLefllllllddo [ .\2-! )j ) un,t refe solo puede ser pensJ.da 111cd1<mte un JUICIO que [A.2-±b] tenga
rcnuc1 a ctlgnn objetu, peto e-,ta Luud1uon es dej<tda ,le !ctdo Cdnt1d<1d \f uduwm wmmunl) red!idad, aquel!ct que ,,olo puede
en l,t categorht pur,i pue-, e-,tct no puLde contener inda mas ser peno,ddd med1<1nte un JUH.10 afü mat1 \o. substanria, lo que,
que l<t lunuon lot,K<L de lle\ ct1 lo mull!ple L<1JO u11 concepto con respecto a Id mtmuon, debe ~er el su¡eto ultimo de toda>
la:, demas detern1111<1uone" Pe1 o d<¡ u1 queda 111clete1 mmddo
cuales son dcpellas cosd" con 1e:,¡;ecto d !et> Lll<tles uno debe
ó6 / Ln lu 0 ,u de ¡rn,1üil1d 1d t1 ui:,cedental' c:o111gH Kant en el tien11se de estü func1011 ma:, b1e11 4ue de ot1d ) por t,mto, las
<jtmpLu 1a 1m¡He:,o poc,1bd1ddd 1e..i],, 1::iegun E1dmd !11 Naditia¡,1,, categouas, sm la cond1uon dt !.i HltU1c10n sen:i1ble parct la cual
11umuo C\. \.] ut,1du f;Ol ~cl111udt1 ellds contienen !et ~mte:,1>, no llenen nmg1ma referenua a ob¡eto
óo2 Ln u11d p 1L1li1 1 uu1gunu dt e>lO> cone,eptu> :ie pt edt quuplifiw1 determmaclo <tlguno, \ no pueden pu1 cons1g1uente, clefimr a
tun 11,tc!d \ nu >l putde, '-JlO!lll tll!l dlu la po>1LHhcL1d 1taldt ellu>, ;,10,e
,up1J111L t¡,d, mt1u,ton ,u1,,bk 1L1 umca que te11cm1»), \ :.olu qued<t en nmguno, y en con,eLuu1ua no ttenen, en s1 nusn1as, \ ahdez
tul1Lt> l 1 pu,1Lid1dad !0~1"1 t> deu1 que d concepto [BJ(I l] 1pem<1m1entu de conceptos objell\ os'' ¡
''Pº'1hk 1tuocuc1t1 c>rnpt1u dLe,to ;,moq11eo,el1<ttc1dec,1el,e1ehe1ea
1m ub¡t to,) poi t,mto '' ~1 0111l!cd ctlgo ['lolct de 1'.c1nt E.o,Lc1 nol.t no ftgu1d
en la ptmie1.t cdtuon \ o>nu :.u! mttllte e11!,1,,cg11ndd 1BI]
IMvtt ,¡ FL KA 'ff CRIT!C"- ::JE L"- R<\Z('' Pl R \ 339

[B303] De aqm se sigue mnegablemente que los conceptos <;e hi1ce i1b<;ti ctn ion de toda< ondioon de J,1 mtrncion sen,ible
puros del entend1m1ento nUJl(IJ pueden ser de uso transrmdm 0 para no'>otros no se dete11111nc1 por con'aguient1:
lJJll( a JXl'il bl ' ' < J j 1
ta~ smo que pueden ser wm¡ne solo de urn empmro, y que los 111!1"\lll ob eto, '' <;1110 solamente se e"\ pi esa e flPThar e e 111
prmc1p10s del entendimiento pm o solo pueden, en rrlacion b º11 en ~cner<1l ,co~un diferentes mod11 Pero paia E 1 uso de
con las cond1oones generales de una expenenna posible, ser o Jl' l o ' ~ dern is una frn1c ion de l<t facultad ele
un concepto '>e reqmc Je ,1 ' l
refendos a objetos de los sentidos,) nunca a cosas en general ial ' un ob1cto es •rnbsumido bajll e \ pm
u7o¡i¡ SO b le l d Cl ' J ' \ J
(sm tener en cuenta la manera como Jao; mtu) amoo;) 11 ' J 0 e] la condioon al meno<; f01ma 'ªlº .i
tanto ['>e 1equ1C'r ' 1
La anaht1ca transcendental tiene, segun eo;to, este importante ' 1 d dado en la mtmcion \1 (¡ilta esa e eme ic1on
resultado que el entendimiento no puede nunca hacer, a p11n11, rnal a go pue e ser ' ' 1 ieda supi 1m1ct1
el e 1ª facultad de Jll?ºar resquema entonce' r¡1 d
mas que anticipar la forrr1a de una expenencia posible en ge ' 0
l d , iecla se1 <;uhsmm o
toda subsunc1on pue<; iMda e' e a o que pi
neral, v que, puesto que aquello que no es fenomeno no puede , 1 to 11or cono;wmente, el uso me1ame11te trans
bªJº e concep "' '1\
ser objeto de la e'<penencia, [el Pntend11mento] no puede nunca cendental de lds e <ttq;on,1s no es, en \ erdad uso a 1gi.1;rnH
sobrepasar las limitaciones de la sensibilidad, solo dentro de las no tiene nmg1Jn nhJe~o cletPrmmado,' !1l 51qrne1d [,\_le] ut1
cuales nos son [A2-!7] dados objetos Los pnnop10s de el son oh Pto deter~mable segun lc1 fnrm,1 De ,\qm se sigue c¡ue ,\
meros pnnopios de la e'cposICion ele los fenomenos, ) el orgu aieoon<i \11'1 tampoco alcan?a para mngun p11nnpin <;111letico
!loso nombre ele una ontologia c¡ue pretende sumnustrar, en una e, "' ' P ¡ )º pnncipioo; del entend11nienlo puro <;nn solo
a p11on, ' que t 0
¡ el
de uso ernp111co, pero nunca ele uso ttan/scendl~n1t~ ~{,~1~~~ctt~1;l
doctnna sistemahca, conoom1entos o;mtehcos a pno11 ele cma<; en
general (p ej , el pnnc1p10 de cansahdad), debe depr su lugar al do haber mngun pnnnp10 smtet1co o mm1
mas modesto de una mern anaht1ca del entendumento puro
0 de la e'\penenoa posible
[B304] Pensar es la acoon de 1efenr a un objeto una m caml1r eso uede ser aconse1able e".p1esarse as1 las categouas
tmc10n dada Si la especie de Psta 111tu1oon no está dada en
modo alguno, entonces el ob1eto es mPramente tran<;cenden
pura<;, Sln C ~nd1ooneo; formales de la o;eno;1bihdc1d, tienen 11na
tal, y el concepto del entendmuento no tiene otro uso que el
transcendental, a saber, la u melad del pensar de un mult1ple en 'ichm1dtl Probablemente h,1\a qne ente11de1 <qtu com;s '~1~(¡:1 ~ l;~
general '' Ahora bien, mediant< una categoría pura en la cual unidad de pensamiento o umcl td pem,1d,1 que con p
iltiple de la mtuic1on» l t
mi el [ J mnoi_¡n ob¡pto smo so amen e
666 En lt igar de «no se t etenrnna -, d
n el e em )l,11 \ ,1 unp1 e'o «no se elennm<l
que termma «no tienen, en s1rn1<;m1, 'ahrlez de conceptos oh3Pt1'º'" se exp1esa>>, conigio Kan e J l conm e rnd,i , 1110 "'l 1mente sP
se encuent1 a solamente en la pnmei a echc1011 \A) [ ] mngun ºrsbJeto, "EP~~1~~n~o ;;o~h;;ar¿r numeio C"\ \.VI c1t,1do poi
66-t En luga1 de n nunca [pueden S('I 1efendos] a cosas en general expres,1 » egun r l ' e

(sm tene1 en cuenta la mane1a como ]¿s mtm amos)» con 1gio Kant 'ichmidt\
l t [
l h l
lug u le so 1e 1 cu
ti
'
t h 1 stwe 11do h
-,
en el eJempla1 \a 1mp1 eso «\ num ' [puedc>n 'ie! 1efe11clos] a cosa1 rn 667 A.si en e lex o ~rl1 ¡'' ¡, r nm1end l de Ei dmann J ecog1d i
gene1 al smtel1camc>nte (sm tePe1 en ( urnta el modo como las mtll\ a conecc1on «poi medio ce a nn e
mos 1 s1 han ele p10cluc1r conorunwnlO» (~egun f1dmann Narhtmgr Por Schm1dtl l
or t mto se l eqrne1 e a cnnc ic1011 ,
¡ al
numeros CA. "XIII v C"\A.IV CHadrJ por Schmrdt) 668 Coin iene en ten d e1 "' P '
665 En lugar de <de un mult1plt 'n geneial», co111g10 Kant en el os la cond1c1on fo1 mall ha10 la cua 1 »
men ' ' l m1ITTO Kant en el E'Jt'lllpl 11 ' ' nnp1eso
e¡emplar \a 1mp1 eso «de un multiple de una mtu1c1on posible en 669 En lugai de «uso a gunol » Cl So Frdnnnn Vorhtrrw1 m1me1 ''
general» (Segun Er dmann lv{[(htrr1r¿r m1me1 o CX.XV, citddo por «USO aJouno pa1a conocPt a go>) egun ..,
e '\X\ Il,cit,1do por Schm1cltl
340 CRJJJ1 ~ l 1 J. R ZO'\ Pt R-'I
341

,1¡,rnfiLdLlOll rne1arnente trdnsce11de11t,d, pe10 uo son de mo s1grnficado pueden tener que aquella, formas puras ,ens1ble,
t1,111su::11dt rn,d, penque este ec 1mpos1ble en ,¡ nusmo, ¡a que por la, cud!es al menos e:, dadc, un objeto, m1entrd:, que una
d elL1, le, fctlt,m tudds l,i::, cund1uones de u1ctlqu1e1 lbü (en Jlll e,pec1e de u1!dt e Je lo !1Jl1 tt1ple propia ele nuestro entencl1
uu' d oc1ue1, L10 con ln 10ne' forn1,deo pa, d subsu1n11, baio eso5 miento, no ,1gmfica nada, 'i! nu ,e añade aquella mtu1uon solo
conceptu,, cu,dc¡u1e1 obju,1 L[Ue pud1e1,1 oer dddo Yd t¡ue elL10, en lct cuc1l [el mult1ple] - puede ser dado - Sm enil.M1go, :,¡a
ª'
enlonu:,. como mer categur1as pm a,) no han de ser de w,o uerto, OOJetos, como fenomenos, /o, llc1mc1111os entes 'e1b1bles
ernp111¡_,o ' no pueden ser de [uso] tfo'<Scendental, no son de uso (phaenomena). d1strngmenclo Id rndnera como los mtmmos, ele la
algu110, s1 se Lis sep..ir et de todd sen:,1b1hdc11J, es decir, no pueden co1bt1tuc10n ele ellos en ,1 !llbrnos, \a imphoto ya en nuestro
ser ctphc,tdct> ,1 nmgun obJelO que pueda ser J<:clo, antes bien, wncepto que, poi dSl deur, les connapongamos a ellos,)ª sea
ell<1:, :,on mu,unu1te Id touna pma del uso del entecd11111ento esws [objetos] mismos, [tomddo;,j segun esta ulllma consntu
con respeuo a los ubjdos en general,) del pensar, :,m que por CJon,'- 1 ,1unque no Ju, mtu) dl110S en elld, - o) a ramb1en otras
ellct suld ¡.iueclan pe1bc11 m detu mmar objeto alguno ' " cosds posibles que no ;,on oh¡etu de nuesl1 º'se nudos, en tanto
Pe1 o aq u1 l1c1 )> en e 1 iund,m1ento, un engaño cl1f1c1I de que wn objetos me1arnente pensados por el einend1m1ento,
e\ 1ta1 1 Lcb <c1lego11as no 'e basan, se¡, un ;,u u1 rgen en la ; [a e~,tos] lo, llc1mernos entes wtelrgrbles 1 noumuia) Ahora se
sens101hd"-d, LO!llcJ L1 s jonru1:0 d1 la zntuuwn, espduo \ l1ernpo, plantea la pregunta cpueden tener nuestro, concepto;, pmos
por U)]ls1gu1enlc p,ueceu ctd1111t1r una ctphcdCJO!l <ln1plic1da
0
,
del entencl11111enlo una ,1gmfi¡_,duon con respecto a estos uln
mct' dll,1 de todu' lu' objeto;, de lu;, sentidos Pero ellas no mos,) pueden ser una manera ele co11ucedos'
,un pur :,u parte, llctcL1 mas que fo1111as dll pallamzwto, que solo 'e
Pe1 o ) ,1 desde el cum1enzo muestra aqw una amb1guedad
contienen lc1 Idcultad logK,t de umficar a p1 wn en una concren que puede dc11 ucc1~1011 et un t\1 ctll m,dentencl!do que, puesto que
Cid lo muln¡ile [B30b] clc1do en la mtmuon, ) entonce,, s1 se el entencl1m1ento, cu,mclo !ldmd mero tenumeno c1 un ob1eto
le' qulld ld umc c1 mtwuon pus1ule para nosotros, aun menos en una relc1uon, ,e hace d L1 \ ez, fuera de esa relaoon, una
representac1011 de un ob;etu en s1 llllJlllu, ) por eso se persuade
de que [B307] puede hc1ce1 :,e tamb1eu CO!lLtpM de un objeto
(J !(! Lomo s1 d11':1,1 '" IJ,1, >011 J,1 me1,1 fo11nc1 pu1c1 del w,o del entendi tdl, ) [;,e per~udde] ele que, pue;,to que el ~nteud1m1Lnto no
1mc1lltl 1 un 1e'pt l lO ,¡ lu, ub¡elo> en gene1 <ll, \ L1 fm nM pm d del pens,11,
sum1mst1d otros [concepto~! que ld:, ¡_,c1tego11as, el objeto, en
,¡¡ que poi bel sulc1 fo1 rnc1 l,t;, Ccltego1 t,b puuJ,m pen:,,u m dete1 mlll<ll
ld ullimc1 s1gmfiedc10n, debe poder ser pensc1do, al menos, pm
ol>1ern ,tlgu110» h 1u t,1ml>1en poch 1a ent1:.nde1 ,e "ella;, son me1 dmente
l,1 fui rnc1 p111c1 del uso dd elllendurnento con ie:,pecto a lo; objeto; en e:,to~ concepto, puros del entend11111ento, pe10 por e:,o [el en
"tnu,d \ cun 1e>peno ,¡} peno«! sm que p01 dla:, 1es decn, por Lis tendm11ento] es mduuclo engaño,amente a tümar el concepto
cd' e'\ou,c:, 00L1s 0oe puedc1 pen>dl m dete1 mma1 objeto alguno» enteramente wdllummudo de un ente mtehg1ble, dque e'] algo
b 71 l l pa,,1¡e que com1e1Ecl «l'e1 o aqm ha), en el fundamento, un
t'lh\,ll!ü 1B 11)) ' que tu rnrna " debe ;,e1 e11lend1du como ldl solo
e11 igmhl ,1do lll!!,11111 o, (13 JolJ) figu1 a :,ol.Hnente en lc1 segund<1 ed1c10n
Ln su lug,u esta, en Lt prnue1d ed1uon, ot10 pasaje que pomliemoo 673 En luga1 de «el rnult1ple, puede entende1oe ldmb1en «el objeto»
ma:, ddeldnte 67-J Es dec11, si a lo; ob¡ero, tenoPiemcos le> umnaponemos esos
6 72 [u lug,u ele 1 UlM c1pltLdl 1011 amplic1da ma.<, ,l]lc1 de Lodos los objetos m1>rno:, objelo:,, pero tomado0 tal como son en ,1 mismos
de lo;, sentidos, puede entende1i,e tamb1en ><UlM aphc,1uon ,1mpl1ada ó 7!J [s deu1, aunque no mtm amos los objeto> en 1,1 comt1tuuon que
,1 tudoo luo ubjdüo de loo senlldo:," tienen en s1 n11smos
L R!TIU\ DE u\ RAZO ' r\ RA 31,3
342
>et demo,ti ada mei amente a pai tir de !a no contradKc1011 ele
en general fuera de nuestra sen,1b1hdad 1 prn un concepto un concepto de e!Li, smo solamente ,d ilu<;tra1 este [conceplo]
detnmmado de un ente qne no<;otros pud1eramos de alg1mi! con una mtmcion que le e on espondct Por consu:,i_nente '1
manera, conocer mediante el entend1m1ento qumeiamo<; aplicar ]ds catego11a<; a objdos que no 'ºn l onst
S1 entendemos pm noumenn una cosa, m la medida rn qur 110 ch i<idos como fcnomcnos, deben<imo<; pone1 pm fiindarnento
es ob1eto de nuntra mtuwon ffm1/J/r pue<; hacemos nb,trdcc1on rle ol1 a mtmc1on diferente dt> l<i <;f'!1<:;1hlt>,) entonce<; t>l ohjt>to c;end
nuestro modo de mtrnc1on de ella, entonce<; e<;to e<; un nonrneno un noummon 01 11g711jirado prmt11 o Pero puesto que una mtrnnon
en sentido negatno Pero <;1 entendemm por tal un ob)Cto de una t,t! a c,abet, ld mtuioon mtelectual, e~ta c1b,olutanlC'nte fuera dr
mt111orm no >emzhle, entonce<; <;uponemos una part1cul<1r espenr nueo:; tra facultad
e: Co 6~ 0 , 0 t 1 ,;ic., el uso de l,1s calegona'
11 ..._,
tamplHO
de mtrnCion, a <;aber, la mtelectual que no es empero, la nue<;tra, puede llegai, en modo ,i\g1mo mac, alla dt lo~ !mutes de los ~b
\ de la cual no podemos entender m s1qmera la posibilidad ' ieto, de la e'-peuenua. \ a los entes <;e11'1blec, lec, coll e'ponden
eso sena el noumeno en <;1gmficado po\1!110 , por cierto, entes mtehgibles, [B )()llj v aun puede h,ilw1 entec;
1
La doctnna de la sens1b1hdad es, a !a \ ez, la doctrma de mteh<>ibles con los cthtle' nuestra facultad "'mi ble ele mtmoon
los nomnenos en sentido 11egatno, es decir, de cosa<; que el no ti~ne relaoon alguna, pe 1 o nuec;tro'i e onceptos del cnten
entend11111ento debe pensar sm e<,ta 1eferenna a nue'itto modo dmuento, como meras formas del pen<,arn1entn para nuec;tra
de mtmCion, ' por tanto. no solamente como fenornenm, smo mtmuon <:;f:'!l'i!ble, no alcclnzan en lo rna<; m1rnimo l1<1>ta ec;to<; \
como cosas en s1 rmsmas, acerca de las cuale'> el, empero, en e'>ta prn ¡,1 nto, lo que llamamo<; 11011111mm1 dehE c;e1 entendido conw
abstracCion, comprende a la 'ez que él no puede hacer mo de t,d solo en s1gmficado 11cgat1< o
sus categonas, [B308] en esta manera de com1derarlas, 1 porque Los fenomenos, en la medida en que son penc;aclo~ Lomo
éstas'-' tienen s1g111ficado solamente en relanon con la umdad ob¡eto' c;egun la umclad ele las catt>gon,1'i w llam<in [ \21 Jj phai
de las mtwc10nes en el e<;p;ic 10 \ en el tiempo, [;] pueden de nomma''' Pero si admito cosas que c;on mero'- ob¡t>toc, del en ten
termmar a prwrz precisamente e<;ta umda<l, mediante concepto<; durnento , que sm embargo, como tales, pueden 'er dML1' a un~
urn\ ersales de enlace, solamente graCias a la mera idealidad del mtrnc1on aunqtl ' no oem1ble
ú
, (por tanto ' rmam 111t1n/11111fi !!f'!t1111h'
1
e<;pac10' del tiempo Alh donde no puede halla1 se esta umdad entonces tale'i cosa' se llarnanan nn11mma 111trlbg1hdw
del tiempo, por tanto, en el nomneno, alh cesa por completo
todo el uso\ aun toda la s1grnficanon de la<> categonas pue<; no
se puede entender m <;1qrnera 1<:1 po<;1b1hdad de las cosas que han 679 Ac¡u1 tenmn<i el pc!SilJE' que h<i cornrnndo f'prn l(j\11 h1'
el fund,imento un engaño ,, 1B iO j\ ' qup fiQ,lll l sohmente en
f't
de conesponder a las categona-; por lo cual puedo rermt11me l

a lo que adu¡e en la obsen ac1on general al capitulo antenor, al secrunda edtc10n


comienzo Ah01 a bien, la po<;1bilirlad de una co<;a nunca puede GBO FI pasaje que comienza «Los fenomenm en h n1echch en que son
1 ' >J8 ss \, 'lllE' te1mm 1 , smo que c,olo
pennclos como o l 'Je t os " '"' -
es 1 r 11 , ido Jo que pueda sPi el ido en l 1 1ntml 1011 1
\ 2 l ¡>< 1 tpnec l

676 Los pa1entes1s en la fiase' que es algo en gener d fuera de nuest1a l t la piinlºI ~ edirion (A , fue q1sl1tu1dt 1 en h segunda B
sn l unen e a ' " ¡ f d
sens1b1hclaclJ» son agi egddo de est> ti iduccwn el asaie que cmrnenza «Pe10 1c¡u1 ha' en e un 1mento un
1101 p (B 3()-\ \ qiie tºt mm> " de he se1 entenchdn como t 11 'ºlo
677 Es decn en Psta maner<t 'bst1 11 ta de comideiat hs cO<;cls enottnO » ) ""
en ~i<!I11ficado 71f!!.a11< º" B ~OlJ\
1
678 Es decn las categonas Ed r\cad con ige «porque pue'>to que
estas tienen s1gmficado soLunente Pn i el,1c1on con la umd<id de las
6Rl "En lugai el; «poi t,mt<v en el 01ign11l dice <como '3egrnrnos
mtmc10nes en el esp,1c10 \ en el t1t"rnpo p11eden dete1 rnma1 a pnon una co11ecc1on de Vuhmge1 «R rndglc"srn p thl
pi ec1sarnente esta unidad»
CRI i ll \ LE: LA RAlO\ Pl R"-
344 345

,\hora bien, uno tendita que pefüar que el concepto de los pod11c1 oLupar igu,tlrnenlt d nue:,tr o entendurnento puro,} que
fenomeno:,, limitado poi la [stet1ca transe , surnm1,,tra ) a, por podna ocup.ulo de mane1d mud10 ma:, noble
si mismo, lc1 1 e ah dad ubjel1 va de los nuu11te1w1 um, '\' JUStifica la fodds nuestras representauone,, en efecto, son refenclas por
di\ 1s1on Je los objetos en J1hauwmwa ) 1wumuw, ) poi tanto, el emendnrnento a ,dgun objeto, y puesto que lo,, fenomenos
tambien pa dl\ 1s10nJ Jel mundo en un mundo sensible ) uno no son ,,1110 rep1e,ent<1uoues, el emend11111ento los 1efiere a
rnteligible ( mundm )lm1b1fo et l1ltdlig1bd1j), ) ello de la s1gu1ente un algo, objeto de la rntmuon sensible, pero entonces e,,te
nldnera que l,t diletttKhl dqu1110 <llaüe meramente a la forma algo e,,'" sol,unente el objeto transcendental Este ~1gmfica
log,1 td del conocnniento confu,,o o d1stmto de una ) l<l misma empero un algo = x, del que no Sdbemos nada, 111 tdrnpoco
cOSd smo d \d d1H 1sa manera corno ello:, ' puedeu ser düdo:, podemos, en gene1<1l (,egun la dctual di,,posIC1011 de nuestro
ong;tM!ldmente a nue,,lro conoum1ento \ ,,egun ld t ual ellos entendrnuento), >aber n<1dd, :,1110 que solo puede senlr como
en ;, 1 mi:,mos, segun su ge11e10, ::,e <l1,,tmguen ent1e s1 Pues s1 un wrrefatum de la u111d<1d de Id apercepc10n para la umdad
los sentidos nos representan digo meramente w11w apwea, este de lo mult1ple en la rntmuon ,en~1ble, [umddd] por medio
digo debe ~e 1 , tambien en s1 mismo, una COSd, y un objeto de de Id cual el entendu111ento lo umficaº' en el concepto de un
lll~d mtuiuon no sensible, es deu1, del entendnrnento, es dec11, ob¡eto Este objeto ti dnsccndental no se puede separa1 de los
que debe ;,ei posible un conoum1ento en el que no se eucuentre dut/j ,,em1bles, p01que entonce, no [A'.!'ílj queda nada por lo
sensibilidad ,dgtrnd, y que te11ga unKdrnente <1bsolutd r edhd,1d cual fuera pen>ado [11s11111,mo no es, por cons1gu1ente, objeto
objdiva, es deur, por el cuül nos se,m 1epre~e11tMlus los ob¡etos dlg1mu del conoc1m1ento, smo solo la repre~entac10n de los
1t1L wmu 50 n, mienttds que pm el c011t1d110, en el _u:,o emp111co fenomenos bdJO el concepto de un objeto en general, el Lual
de nue:,u 0 entenclurnento, l<ts cosd5 :,olo :,on [.\2 )()] conoudds e~ determmable por lo mull1ple de ellos
wnw apwuen Pm cons1guientt:>, ddemds del uso emp111co de lü:, Pr eusdmente p01 eso las categonas rarnpoco representan
categm1<ts lel cu.ti esta !mutado d cond1uone:, sensible:,) hc1L11d un mngun objeto part1culd1, dado solamente dl entend1m1ento,
lbO ¡mw, ) ,, 111 embargo objel!\ dmente valido, \ no pocltlamos smo que ~olo su ven para deterrnmd1 ctl objeto tiamcendent<tl (al
aÍll mdi lo que hasta dqm huno:, sostemdo que nue:,t10s cono concepto de algo en gener med1<1nte dquello que es dado en
< muento' mteledudlcs prnos no e1<tn nadc1 mas que prmup10s ]d se11s1b1hdad, par a conocer <1,1 empn icamente lo:, fe11omenos
de ]d e\.¡xNuon ' 3 dd lenomeno, que no llegdb<111, a pnu11, mas b,yo conceptos de objetos
dila de Id po,,1b1lrtfad fu11n.tl de ld e'-pe11enud, ¡rne:, üqm esta11a Pero en lo que atane et Id causa por la cual, no siendo sa
abierto ante nowtrns un mu) ouu L<tmpo, un mundo, por as1 t1,fat to110 el rnbstraturn de ld sensibilidad, se ha <lñad1clo a los
decu, pen,,adu en el e:,pn!lu \qmza mduso t.unb1en mtmdo), que phuenornerw, aclem<ls, noumena que solo el entendu111ento puro
puede pensM, ella re,1de ,oldmente <1lli Lü sem1b1hdad () su

ó8..'. Piub 1bkiiiuilL lM)d q1ie entendei MJLU que «ello»> oe 1efieie a
Íllh)lllLllo' \ iimrnieno>, o d lo> mullllm, '.lnsible e mtdigil>lt, pe10
tc1rnl>ien puedL entuidei0><=' «dlá'" e:, deu1, Lt> lll>d> 1modiflc,rndo en
LUi1'LLllt l!Ud el ie:,lO de!" hdSe) 68.J En lugd1 de «este algo ', l0illg10 Kant en el ejemplai ) a
t>B l En luL ll cte pnnupw:, de [d e:>..posiuo11 >, cu11i¡,iu h.dlll en el 11np1 eso «este algo, como to de una mlu1c10n en gene1 ,tl es ,,
<JLl1tpl 11 ' " impiec,o p1rnup10> de L1srntt.w, di:. lo mulllple> \::iegun ::ieg1111 Eidmann Nad1trage, 11umew CA.XXIV, ut.tdo poi Schm1dt;
l idllldllll vmh!WI!/ !1Ul11Ll0 LAA.ld ll, ut.ido poi ::ic1m11dt) 665 L deui, umfica a eo,e mult1ple
1rvrv1A ';I 'El KANT
31,7
campo, a saber, el de los fenómenos)''"" está limitada, ella mis
ott a especie de intuición,) aunque nuestro pensa1 puede hace1
ma, por el entendimiento, de manera que ella no se refiere a
ab'itracción <le aquella st>nsibilidad,"'" subsiste la p1egunta <le '1
cosas en sí mismas. sino solamente al modo como las cosas nos ~ '] d elm .concepto \ de s1
entonces no E"i una mera forma [,·\ ')~·hl '" ·,
~arecen a nosotros, merred nuestra constitución subjetiva. 1
tras esa st•pa1 acion queda, en general, un objeto.
Este fue el resultado de toda la Estética transcendental; y se
El objeto al cual 1 efiero el fenómeno en general es e.I ob¡eto
sigue también, de manern natural, del concepto de un fenóme-
t1ansce11 d en' tal ' es de ,.e 1·r ' el pensarmento
'
enteramente 111dcte1 .
no en general: que a éste debe corresponderle algo que no es.
minado de algo en genetal. Este no puede llamarse 11011mmon,
en sí, fenómeno, porque 1m fenómPno no puede ser nada por
ues no sé lo que él es en 'iÍ rni<>rno,) no tengo co~cepto ~lg~1~0
sí mismo y fuera de nue<;tro modo de representación, y por
Pd e e· 1, sa lvo tan
, sólo [el] del objeto . de una rntmc1onI isem1ble
. t n
tanto, si no [A252] ha de 1Psultar un perpetuo círculo, la palabra
•eneral, el cual, por tanto, e'> idéntico para todo_s m en~n~enos,
fenómeno indica ya una 1e fer encia a algo cuya representación
~o puedo pensarlo mediante ninguna categona; pue<> e<,ta 'alE
inmediata es, tiertamente, sensible, pew que en sí mismo, sin
para la intuición empírica, para llevada ba_10 un com epto de
esta constitución de nuestra sensibilidad (en la cual tiene su
objeto en general. Por cierto que im uso pu:o de la categona
fundamento lil forma de nuestra intuición), debe ser algo, es
decir, un objeto independien!E' de la sensibilidad. es ·pos1'ble ,1»11 es decir, no enciei ra contradrcoon; fi pero no. tiene
\ alidez objetiva alguna, porque ella no se re ere a mnguna
De aquí surge ahora el concepto de un noumenon, que no
7 intuición que tuviera que recibir así la umdad de un ob¡eto.
[es],t>x empero, positivo, ni [es] un conocimiento determinado
pues la categoría es una mera función del pensar, por la cual
de cosa alguna, sino que significa solamente el pensamiento de
no me es dado ningún objeto, <;ino que sólo es pensado lo que
algo en general, en el cual hago abstracción de toda forma de
pueda ser dado en la intuición.'m _ . .
la intuición sensible. Pero para que un noumenon signifique un
Si le quito a un conocirnento ernpm.co.todo pema.r (mediante
verdadero objeto que se distinga de todos los fenómenos, no es
las categorías), no queda ningún con0Clm1ento de ob_1eto alguno,
suficiente que yo hberemi pensamiento de todas las condiciones
de la intuición sensible; debo, ildemás, tener fundamento para
suponer otro género de intuición que esta que es sensible, en el
689 Ed Acad. conige. «de toda sensibilidad."
cual pueda ser dado un objeto tal; pues en caso contrario mi
69 0. En Ju ai de «y de si tras esil separación queda, en _general, un
pensamiento es vacío, aunque <;in contradicción. No hemos oh'eto», co~·igió Kant en el e¡emplar 1ª impreso·"º s1 '.1"s.esa '_PfM
podido probar. más arriba, que la intuición sensible sea la única ra~ión queda, en general. una mtu1c1ón pns1bhc'\ (Segun Erd111<1nn
intuición posible en general; sino que ella lo es sólo para naso· Narhtmge, número CXXXVI [, citado por Se hm1dt1
tros;" 8" pero tampoco pudimos probar que sea posible, además, 697. En lu ai de «es posible», corrigió Kant en el _e1empla1 ) a 1m
p;eso: «es l~gicamente posible» (Según Erdmamr Nai11tiage. numE'IO
CXXXVIII, citado por Schm1dt)
686. Los paréntesis en la frase «(y campo, a saber, el de los fenó- 692. El pasaje que rnmienza· «Los fenómenos. en b nwd1cL1 en que son
menos)» son agregado de esta tr adm ción. pensados como o b~e . tos... ,, 1'A 2.J.8 ss.) v, que tennma·
. • ,
" , ,smo
l' que solo,
687. La expresión entre corchetes «fes]» es agregado de Hartenstein, espensacl1) lo nue ., ptieda' ·ser dado en la mtuJCrOil" . :A L1,
l 1 pe1 tenret
d 'B\
recogido por Schmidt. s~lamente a la pnmera edición (Al,) fue sustituido en a segun a' ,
el asa· e que comienza: «Pe10 aquí hay, Pn el fundamento, un
688. Es decir· que Ja intuición sensible es la única intmcrón posible 01
p - p.. »· (JI') . _J()'))) que temiina: «. clr·be ser entP11d1do como tal solo
pa1a nosotros. engano _) ,
1

en csigmficado negatí7'Cr» (B 309)


319

pue<o medi,tnte la me1d intmc1ón no se piensa nada. y el que esa extiende más allá de ésta.'"' pero [110 tenemosJ ninguna intu1·
afección Je lct se1i:,1bil1LLtd esté en mí no consLnuye una referenoa ción, ni siquiera el concepto de una intuición posible. grauas
de tal repi esentauon a ubjetu alguno. Pero s1, por el contrario, a la cual pudieran sernos dados objetos fuera del campo ele
ehmmo toda intuiuon, [. \:2.J-l] queda todav ia la for !lld del pensar, la sensibilidad, ) [gracias a la cual] el entendimiento pudiera
b dt>cll, la mane1 ,1 de determinar lt!l objeto para el múltiple ele ser usado asertoruamente r11cb allá ele ésta. Por e onsigi.uenre, rl
ul1ct mtuición po~ible Por eso, las categorías se e.\.tienden más concepto de 1wumenon es t,m sólo un [B31 l] wncepto lwuh para
que Ja mruición ,em1ble, prn que ellas piensan objetos en general, limitar la pretensión de Id semibilidad, ) por tamo, es sólo de
sin atendei todavía a la partiu1l<lr manerd (de la sensibilidad) en uso negativo. Sin embargo, no está inventado caprichooainente,
la que ellos puedan se1 d<tdos Pero no por ello determinan una sino que está en interdependencia con la limnación de la sen-
!1ldVOl estera de ob¡etos, p01que no se puede suponer que unos sibilidad. sin que pueda, sin embargo, establecer algo positi\ o
tal;s puedan ser dados, sin presuponer como po,ible una especie fue1 u de los términos de ésta
de intmción diferente de la sensible, pa1a lo cual, empero, no La división de los objetos en phauzumena y rwumena., y del
estamo:, autonLddos en modo alg11110. mundo en un mundo sensible y uno inteligible, no puede, pues,
[B:JJU] Llamo p1oblematico a un concepto que no contiene ;,er admitida en sigmficado po;,1t1vo,''"' aunque los conceptos,
contiadicción, 1 que ddemás está interconectado con otws por cierto, admiten la divb10n en sensibles e intelectuales; pues
conocilmentos. corno una limitación de conceptos dados, a estos últimos''"" no se les puede clererminar objeto algi.mo, y,
pero cuya realidad objetiva no puede ser conocida de ning1ma en consecuencia, tampoco se los puede dar por objetivamente
manera. El concepto de noummon, es declf, d_e una _cos~ q~e válidos. Si uno deja de lado los sentidos, ¿cómo pretende hacer
no ha de ser pensada como ob¡eto de los sentidos'. s1110 ,sola· comprensible que nuestras categorías [.c\25G] (que serian los
mente por un entendnn1ento pm o) co:no co;,a en s1 m~srn_a, no únicos conceptos que quedarían para los 1wumc110) signifiquen
es contradíctono, pue;, no se puede ahrmar de la sens1~1hdad, algo todavía, puesto que para que tengan referencia a algún
que sea la única e~pecie posible de intuición. ~,.\~_emas, este objeto debe ser dado todav1a algo más que la mera unidad del
concepto es nece~ar io, para no extender_ la111lmc10n se~s1ble pensar, a saber, una intuición po:,ible, a la cual aquellas puedan
hasta las cosas en sí mismas, ) por consiguiente, para limitar ser aplicadas? El concepto de 1wumen~ torpó).do sólo problemá·
l,t validez objetiva del conocimiento sensible (pues lo restante, ticamente, sigue siendo, sin embargo, no §ólo admisible, sino
4
[A255] a lo cual aquel [conocimiento] no alcanza, se llarnan'' i imprescindible como concepto que impone limitaciones a la
11 oumena, precisamente para indicar con ell~ _que aquellos sensibilidad. Pero entonces eso no es un objeto zntdzgtble partí·
conocimientos no pueden ensanchar su dorn1mo sob~e todo culM para nuestro entencl1miento, sino que un entendimiento
lo c¡ue el entendimiento piensa). Pero al final la posib1hclad de al cual le perteneciera serí,t, él mismo, un problema, a saber,
tc1les 1wumuwrum no se puede entender,) la e.\.ten,ión que está
in.í.s all,1 de la estera de lo;, fenómeno' es (p<tra nosotros) vacía,
69.J. Es deor, m,í:, allá de la e,fera ele los fenómenos. Peru también
es decir, tenernos un entencluniento que prublemátuameute ,e pu<l1ia entenele1se «nú> allá <le Jo:, fenómeno:»>.
695. La exp1e>ión «en s1gmfll aJo pos1uvu» falta en la pnmera edJC1ón
(A).
693. La falt<1 de conw1d,mua ele núme10 (<do ie>ldme [.. ]se llaman») 696. Ga1cía :\!mente conJelutd que ,,estos úlmnos» son los noúmeno;
>e encuenlJ a en el uttginc11. Ed. Ac,1J. curnge: «lu> 1e:, tan te>». y el 1mmdo rntelig1ble.
350 CRÍTICA DE U\ RAZÓ1' Pl RA 351

[~l problema de cómo podría] conocer a <;u objeto no discur- semejante juego de palabras no es más que una evasiva sofístírn
s1vamente mediante [B312] categorías, sino intuitivamente en para eludir una pregi.mta difícil, reduciendo el sentido de ella
una intuición no sensible; [entendimiento]"'l7 de cuya posibili- de manera cómoda. Con re<;pecto a los fenómenos se puede,
dad no podemos hacemos ni la más mínim<i representación. por cierto, usar el entendimiento y la razón; pero se plantea
Ahora bien, de esta manera nuestro entendimiento recibe una la pregi.mta de si éstos tienen todavía algún mo, cuando el
ª.mpliación negativa, es decir, no es limitado por la sensibilidad, objeto no es fenómeno ([sinoJ noumenon); y en este sentido <.,e
smo que más bien la limita él a ella, al denominar noumena a las lo toma cuando se lo piensa en sí mismo, como meramente
cosas en sí mismas (no consideradas como fenómenos). Pero inteligible, es decir, como dado al entendimiento solo, y no a
él se impone también a sí mismo inmediatamente los límites los sentidos. Se plantea, pues, la pregunta de <>i, fuera de aquel
de no conocerlas mediante las categorías, y por tanto, de sólo uso empírico del entendimiento (incluso en la repre<>entación
pensarlas bajo el nombre de algo desconocido. newtoniana de la estrnctura del universo), es posible ademá'i
Encuentro, empero, en los escritos de los modernos, un uno transcendental referido al noumenon como objeto: pregunta
uso enteramente diferente de las expresiones mundus sens1b1lzs que hemos respondido negativamente.
e intelbgibihs."'''' [uso] que se aparta enteramente del sentido de [A258] Si, pues, decimos: los sentidos nos representan
los [A257] antigi.1os, y que no plantea nin.gema dificultad, pero los objetm romo aparrren, pero el entendimiento [nos los re-
en el que no se encuentra tampoco otra cosa que palabrería presenta] como ion, esto último no ha de tomarse en sentido
vacía. Según él. a algunos les pareció bien llamar mundo transcendental. sino meramente empírico, a saber: [nos los
sensible al conjunto de los fenómenos, cuando es intuido; v representa] tal como ellos, siendo objetos de la experiencia,
llamarlo mundo inteligible, [m 13] cuando se piensa la interc;- deben [Kll-J.] ser representados en la integral interconexión de
nexión de éstos según leyes universales del entendimiento. La los fenómenos; y no segi.ín lo que ellos pudieran ser fuera de
astronomía teórica, que expone la mera observación del cielo la relación con una experiencia posible y, por rnmiguiente,
estrellado, representaría el primero; y en cambio, la contem- [fuera de la relación] con los sentidos en general, y por tanto,
plativa (explicada, por ejemplo, según el sistema copernicano [según lo que ellos pudieran ser] como objPtos del entendí
del mundo, o incluso según las leyes gravitatorias de Newton) miento puro. Pues esto nos será siempre desconocido; hasta
representaría al segi.mdo, a saber, a un mundo inteligible. Pero tal extremo, que también sigue siendo desconocido si acaso
un conocimiento transcendental (extraordinario)ºº'' semPjante
es, en general, posible, al menos como uno que está sometido
a nuestras categorías u su a les. El mtcndmmnto y la sens1b1hdad,
697. _La expresión entre corchete> «[entendimiento]» es conjetura de
Garcrn Morente. En lugar de «{entendimiento]», podría entenderse en nosotros, sólo enla¿ado1 pueden determinar objetos. Si los
también «[objeto]». separamos, tenemos intuiciones sin conceptos, o conceptos sin
698. No se debe emplear, en lugar de esta expresión, la de un mundo intuiciones; en ambos ca<>os, t epresentaciones que nn podemo"
mte!ectua~ como se suele comúnmente hacer en el discurso alemán; referir a ningún objeto determinado.
pues mtelectuales, o sensitivos, son >olampnte los conorimimtos. PPro lo
que só.lo puede ser un oh; eto de una u otrn eqpecie de in.tuición, P> decJr,
los ob1etos, deben llama1se inteligibles o sensibles (a pesa 1 de lo duro
que suenan las palabras). [Nota de Kant. Esta nota fiQL1ra solamente 699. Se ha sugerido que en lugar de «extraordinario» debería <leen
en la segunda edición (B) y no figura en la primera (AJ]. «extrasensible» (propuesta de Vaihinger, «Randglossen», p. -liil)
CRITIC .'.\ DE L.'.\ f<AZÓ'' PL'RA
353
Si alguien tiene locl.1via reparos en renunciar_al uso me- puros, meramente intelig1bles, es enteramente vacío ele todo,,
ramente tt ame endenta! ele las categoría:, des pues de todas los principios de su aplic ctción, porque no :.e puede concebir
e;,tas drgumentduoneo, que haga un ensayo ,de ell_a_s en un~ manera alguna corno ello;, hayan de ser dado;,;) el pensamiento
a fo mauon srntética cualq u1era_ Pues una [afirmac10n] anah- problemático que deja, empero, lugar abierto para ellos, sirve
tica no lldce avanzar al enlend1m1ento, )' al estar él ocupado solamente, como un espacio vacío, para limitar los principio;,
úrnc<lmente en lo que eotá ya pe!lsado en el concepto.' deja sm empíricos, [A2ti0] :.in contener en sí ni mostrar ningún ot10 ob-
deudlf si éste, en :,í mismo, tiene una referencia a objetos, o s1 jeto del conocimiento fuera de la esfera ele estos últimos. 7" 2
solamente sig11ifica la [A259j unidad del pensar en general (la
cmd hace abotracc10n de l,t manera como pueda ser dado un
lBJlój
ob¡elo); le es sufioenle saber lo que está en su concepto; y le
e;, mdite1 ente a qué pueda refe1irse el concepw m:sm_o. ~ue Apéndice
haga un emayo, según esto, con [B315j algún pnnop10 smte_tICo
) presuntamente transcendental, tal como: to_do lo que e~1ste, DE LA ANFlllOLUGIA 7ºJ f)]: LO::, CO:'\CEvro::, DEL\ REf LLXIU:\
existe como substancia, o como determmac10n dependiente POR LA CU.'<fUSION DEL L::,O EMPÍRICO DEL E>lll:.NDl'.\IILYJO
Je ella; [o bien:] todo lo contingente existe como efecto de CON EL lZAS::.CL>JDEXL\L
otia cosa a sabc1: de su caw,a, etc. Ahora bien, yo pregunto:
(Je dónde pretende obtener estas proposiciones sintéticas, La reflexión (rejlexzo) no ~e ocupa de los objetos mismos, para
puesto que loo (onceptos no han de vale~ co_n resp:cto a un~ obtener de ellos, directameme, conceptos; sino que es el estado de
e:-.penencia po,ible, smo para cosas en si mismas \noumena). la mente en el que nos prepararnos, primeramente, para encontrar
7
¿1) 011 de esta aquí aquello tercero "" que siempre s:
preosa las condiciones subjetivas bajo las cuales podernos lleg.ir a los con-
en una proposición sintética, para conectar entre s1, e~ _ella, ceptos. Es la conciencia de la relación de representaciones dadas,
concepto:, que no tienen ningún parentesco l~gico (ai:ahuco)? con nuestras diferentes foentes de conocimiento; [conciencia] sólo
Nunca probar,1 ou proposición, y lo que es mas ,todav~~' nunca gracias a la cual se puede determinar correctamente la relación
podra Justificar sic¡uiera la posibilidad _de_ tal afirmac1011 pu:a, de ellas entre sí. La primera pregunta, ante~ .de todo tratamiento
sin recuinr al uso empüico del éntend1m1ento y sm renunciar ulterior de nuestra representación,'º" es: é~n qué facultad de
a;,í por completo al jmcio pmo, en el que no hay nada que conocümento están conjuntadas' ¿Es el entendimiemo, o son
pertene¿ca a los sentidos. Así, pue~, el concepto'" de objetos
1
los sentidos, los que las conectan o las comparan? ?vlás de un
juicio es admitido por costumbre, o conectado por inclinación;
pero por no precederle reflexión alguna, ni seguirle, al menos,
700. tn lugai <le «aquello tercero», conigió Kant en el ejemplar ya
unpr e, 0 . '"1q 11ellu te1 ce10 de J,1 mtmc10n». (Según Ei drnann. Na1htmge,
númeio CXXXl:X., utddo pm Sclm11<lt). Como s1 dijera. «aquel te1cer
elemento» 702. Conviene entender. «fuera de la esfera de estos principim em-
701 Ell lu<>dl de «él concepto de objetos pmos», corngró Kant en el píiicos».
e¡ernplai ) ~ 1mpie>o. "~l concepto poo;tivo, el conucumento po_>1ble 703. En el 011ginal: «anfibolía».
de objetos pmos». (Segun Erdmann: l'vad1ttage, nume10 CXL, c1tddu 704. En srngular en el ongmal ::Oe h,1sugendo la enmienda «de nue'>Lias
p<H :::ichm1dt). 1ep1e;enlaliune;» (:,uge1encia de Erdmann, reuig1dct pu1 Schnmlt,.
CRÍTICA DE U\ RAZÓN Pl RA
354 1"1MAi\I 'EL l<ANT

criticame?t~, [A261 J vale por uno que hubiera tenido su origen en tac-iones bajo un concepto) para los juicios unzversales; o de la
el ente_nd1m1ento. ~o todos los juicios requieren una invest1gació74 diversidad de ellos, para la [B318] generación de üu1c1os] par
es decrr, una atenCión prestada a los fundamentos de la verdad; ticulares; de la concordancia, de la cual pueden i esultar juicios
pues cuando son [B317j inmediatamente ciertos, p. ej. entre dos afirmat11'os, y de la oposición, de la cual [pueden resultar! juicio<;
puntos puede pasar solamente una línea recta, entonces no se negativos, etc. Por este motivo, según parece, a los mencionados
puede indicar en ellos ninguna señal de verdad más precisa conceptos deberíamos llamarlos conceptos de comparacion
que la que ellos mismos expresan Pero todos los juicios, v aun (concrptus comparat1oms). Pero puesto que cuando no se trata de
todas las comparaciones, requieren una rej!exió~ es deci;, una la forma lógica, sino del contenido de los conceptos, es decir, de
~'.e_renciación de la potencia cogno,citiva a la que pertenecen los si las cosas mismas son idénticas o diversas, si son concordantes
JUICIOS dad~s- A la ~cción por la cual cotejo la comparación de las
o están en oposición, etc., las cosas pueden tener una doble
representaoon:; en general, c0n la potencia cognoscitiva en la que relación con nuestra potencia cognoscitiva, a saber, con la sensi-
[esa comparac10n] se lleva a cabo, [acción] por la cual distingo si bilidad y con el entendimiento; pero de este lugar en el mal ellas
son comparadas entre sí como pertenecientes al entendimiento deben estar, depende la manera como ellas convengan unas con
puro o a la intuición sensible, la llamo reflexión transcendental Pero otras; por todo ello, sólo la reflexión transcendental, es decir,
la relación en la cual los conceptos pueden convenir unos con la relación 708 de representaciones dadas, con una u otra especie
otros en un estado de la mente, son 7"; de identidad y dwersidad, de conocimiento, podrá determinar la relación de ellas entre sí;
de concordancia y oposiaón, de lo interior y lo exterior, y finalmente y si acaso las cosas son idénticas o diferentes, concordantes u
de lo determinable y la determinación (materia y forma). La correcta opuestas, etc., no se podrá establecer inmPdiatamente a partir
dete1:1'.1inación de esta relación se basa en cuál sea la potencia cog- de los conceptos mismos por mera comparacion (comparat10),
nosot1va en la que subjetwamenteellos convienen unos con otros: sino sólo por medio de una reflexión ( reflexw) transcendental,
si [es] en la sensibilidad, o en el entendimiento. Pues la diferencia mediante la diferenciación de la especie de conocimiento a la
de estas últimas hace una gran diferencia en la manera como han que pertenecen. Por consiguiente, se podría decir, por cierto:
de pensarse los primeros. 7º" que la reflexión lóg1ca es una n:iera comparación, pues en ella se
[A262] Antes de cualesquiera juicios objetivos, comparamos hace completa abstracción de la potencia cognoscitiva a la que
los conceptos respecto de 707 ]a identidad (de muchas represen- pertenecen las representaciones dadas, y por tanto, de acuerdo
con eso, hay que [B319] tratarlas como homogéneas por lo que
toca a su asiento en la mente; pero la rr:flex1ó11 transcendental (que
705. La falta de co:icordancia numérica Ha relación [... ] son») se
encuentra en el ongmal. Se ha sugerido la enmienda: «las relaciones se dirige a los objetos mismos) contiene el fundamento de la
[... ] ~on» (correcc!~n de Hartenstein, rerngida por Schmidt). Ed. Acad.
cornge: «la relac1011 [... ] es la de».
706. Como si dijera: «la diferencia entre las potencias cofmoscitivas una sugerencia de Valentiner, i ecogida pm Schm1dt. Se ha sugendo
hace una gran diferen:~a en la manera como han de p~nsarse los también qne habría que entender «comparamos los conceptos con el fin
conceptos». Pero tamb1en podria entenderse «la diferencia entre las de [llegar] a la identidad [. ] a la diversidad [. ] a la concordancia,,
potencias cognoscitivas hace una gran rliferencia en la maner<i como (etc., así Ed. Acad.).
han de pensarse las primeras (las relauones)». · 708. Quizá sea oportuno entender aquí «es denr. [la conciencia de]
707. En la frase original aparece una indicación gramatical de finalidad la relación de las representaciones dadas, ron una u otra especie de
(«con el fin de»), que luego no se desarrolla; restauramos la frase según conocimiento". Así lo ha sugeiido Mellin (C'ltado por Schmiclt)
Chll l 'DE~~ RAZO' FLR'I
357
fHhilid1dctd de !et cu111p,nc1uo11 objetiva de l,ts rep1esentdc1ones :,ea enter,unente :ieme¡,mre e 1gildl a otr<l, esta, ,m embMgo
1 nll L ,1 \ por Lct1llO es rnu; dite1e11te de la ultm1d, porque fuera de ella, \ precisamente por eso es una pdrte d1le1 ente de
!ct l \2(u] ¡JOte!1Llcl LOg110:,U[l\ a el la que ellas ll pe! tenecen la pnrnera, a la que :ie anclclc pard const1tu11 un espac10 ma) or,
nu e' pn Ll>dmente !et m1sm,t Este\ refle'>cl011 tr<l!1SLendental es } por eso, esto debe \ült l par l tudo ctquello que es ,imultdneo
mi dd>t 1 del que nadie ¡.mu.le e'>c1m11 se s1 quiere jULgar algo en lo:, rnult1ples luget1 e"' del t-,pacw, por mucho que ello sea
ll Jntoll :,ubre co~cis ~hura nos ocupet1erno;, de ellet,) de etlh en otros re:,pectos, sernt iantc e 1g1ial
t>'>ctrett 1ei110:i no puLct Ju¿ para Id dete1mmetc1on del negoc10 2 Co!llordanua) opo:,tlWll Cuando !et realidad es 1epre,en
¡n up1u dt>l eutcnd1rn1ento tadc1 solo por el entendun1ento puro ( 11alllw nourrunon) no :ie
l Jd,nfldad v 1!z, wuiad ~1 un objelu se nos representa\ anas puede pe11'<lf mngund opus1uon entre realidades, es dectr, [no
\ Ll t:, pero cctdct \ ez LO!l !ets !11b!11dS de ter mmetuones mten1ds se puede pemet1 j una rel,tuon tdl, que ellas, [A265] enlaLadas
ijlllllt!a:, 1 l ijllllllltlm), entonce:, el, s1 es tomado Lomo objeto del en un sujeto, sup11man mutuamente las consecuencias de ella:,
Lntu1d11111Lntu pur i e, :i1empre p1ecisetrne11te el n11smo, y no mismas, \ se lengc1 3-3=0 Por el LOntrai 10, lo real en el fenome
[L:i] rnuLh,1:, [lo,d:ij, smo solo und u111La cosd (numerua 1dentztw), no (wilztfü plwi11om111011 puede [B32 l] hallarse ciertamente en
pt:ct o '>I p" te11orncuo e!llOnLes no nnpo1ta !et compa1 auon de los opos1uon entre s1,), 1 eumdus tn un mismo sujeto, puede uno
concepto, ,11lo que pu1 mucho que en lo tm<lnte <l ello:i tocio d111qm!d1 enteramente, o en pai te, lw wmuulncza:, dtl ot10, como
'>t<t ,dent1LO !,1 cln u s1ddd de los lugares de este fenorneno en do, fuerzas motnces en l.i rn1sm<l lmea 1ecta, en la medida en
él 111¡,,rno t1t.mpu es un fund<lmento sufiuente de la dwer:iidad que andsl1d11, o empupn a un punto en du ecc1ones opuestas,
11 umo1w del ubiuo (de los sentidos) m1,mo Asi, en el caso de o tdmbien, como un plc1cu q11e se eqmhbra con un dolor
clu'> 00 t,1s llL db1hl, se puede hacu cornpletd dbstiacuon ciL toda 3 Lo uztn wr ) lo e.>..ll 1 zor En un ob¡eto del entendHmento
dJ\ u ;,1dc1d mtu nd 1Je l,t [A2b-±j LUahddd ) de !d Cdntldad), y puro, es mtenor solo dqudlo que no tiene nmguna referenoct (por
es b,tstdnte c¡ue :,e,111mtu1ddsa1,1 \e¿ en d1versos lugares, pdra lu que respecta a ]d exi:,tu1u<l a digo diterente de el En cambw,
tLne 1J,t;, por [BJJO] nume11Ld!l1e!lte dl\ ersct:i Lllbm::. tu\ o <l los lds determmac10nes 111te1101 e-, de lll1d :,ub1liwlia pluzuwmcnon en
ft uu 111e 11 o, poi cu::,,\S en :,1 misma,,, y por tanto, por wtelltg1bilw, d esp<luo no :ion 11<1da mc\s que relac10ne:i, 11 y ellc1 m1smct es
t, ckur poi objetos dd entend11n1ento pu10 (aunque les puso enteramente un conjunto de puras relac10nes Conocernos a la
d nomb1 e de fenornenos a Cdu:,a de lo confu:,o de la:, iepre subsletnua en el espauo sulctmtnte poi fue1Z<lS que actuan en el,
,enlc1uuneo de elluc, 1,) entonces :,u p1mup1u dE:. !o wd1:,u1rllble ¡a petrel dfrastrar a otrd'> !Mua ctl!i (at1 acuon) ;a pd1 c1 impedir la
¡n inupwm idwt1tat1:-. ¡¡¡Jz:,anubtfwm) no podM, por ueno, ser prnet1 auon en el (repubwl1 e unpenetiab1hdad), no conocerno,,
rt tutddo Pu o put :,to que wn objetos de !et :,en:,1b1hdad, y el O[!d5 p10p1edades c¡ne LOll\tJlcl\ cl!1 e] COI1Ltpto de Id ,ubstancia
eiJtencl1rn1cntu <on 1e:,pedo a ello,, no es de uso puro, smo que aparece en el espac10 ) que Ilamdmus matena Por el con
meramt ntc ernp1nco e11tonce:i la plur J.!iddd \ la cln e1s1dad trdno, como objeto del <cntendun1ento pu1 o, toda sub,tanod
m rneriL,l .,, dad,1 )d por el espac10 mismo, como cond1c10n debe poseer determ111dc10nes mte11ores ) fuerLas que remiten
dL los fuiomeno:i exle1 no:, Pues u11c1 pdrte del espauo, aunque
711 J;,.,rnt comento e>te fJd'> ye en su eJempl u 1 a 11np1eso <en el e,
p tuo ha) mttd> 1el 1t10ne> exte1n 1:, <:11 el ;ent1du rnte1110 ha1 me1a;
!U!:I !:.,, Lkur de ¡,, 1eile;,.1un lu 0 1L,l 1,Jc1uo11es 111te11ld>, lo c1b;,oluto hlta » 1Sc 0 un E1d111,rnn l\ad1t1a,,:
1 /{) 1, dec11 l<ls 1ep1e>entac10ne' numew CXLVIII utado poi Sclrnudt¡
l'vll\\A\l EL KA'IT CRITICA DE LA R.'.\ZC''< Pl R.'.\ 3S9

a la realidad interior. Pero , gué accidentes interiores puedo rrpi r<;entaciones). Por e<;o, el espacio ) el tiempo ft~eron po<>i-
pensar, sino aguellos [A266] que mi sentido interno me ofrece? blr,, aqueL solo por la relacion de la' <;ubstancta'>, e<,tc\ poi !a
a saber, aquello que es, o bien un pensar, o bien [algo) análogo cone,ión de ]as determmaoones de ellü'., una'- con ot_ras, como
a éste. Por eso. Leibniz, puesto que se representaba !as [B322] fundamentos y consecuencias Y as1 debena o;e1 efe_ct1' amente,
substancias como noumena.. hizo de todas ellas (e incluso de los si el entendimiento puro pudiera refenr<ie mmc~iatamente a
elementos de la materia. luego que lPs quitó, en e! pensamiento, objetm, ) si el espacio y el tiempo fuesen detenmn~riones de
todo lo que pudiera significar relación extPrior, y por tanto, la~ co<;as en sí mi5mas PPro s1 solamente son mtmoones <;en-
también la composwón)7 12 sttjetos simples dotados de potencias <;ibles, en las cuales determinamo<; todo<; los ob¡eto<; solamente
representativas, en una palabra, mónadas. como fenómenos, entonces la forma de la inhiioon (como una
-1 1lfatn10 y Forma. E~to<> son dos concPptos que se ponen constitución <;ubjeliva de la sen<;ibilidad) pi e cede a toda matena
por fundamento de toda otra reflexión; tan inseparablemente (a ];is sensaciones), y por tanto, e<;pacIO ) tiempo p1 ecedPn a
enlazados están con todo uso del entendimiento. El primero todo' los fenómenos y a todos lm datH de la e'Cpcnenua, \
significa lo determinable en general; el segundo, la determi- [ella]7'l má<> bien la hace a é>;ta, ante todo, posible. E~ filosofo
nacion de ello (ambos en sentido transcendental, Pn el que se intelectual no podía resignarse a que la formapr~ced1era a la<;
hace ab<;tracción de toda diferencia de aquello que es dado, as misma<; ' ,,\ les determinata a éstas <;U pos1b1hdad;. era. una
S ,
t O~<
y de la manera como es determinado). Los lógicos llamaban observación enteramente acertada, si él supoma que mtrnm;1'
antiguamente materia a lo universal, y forma, a la diferencia la' cosa<; tal como <;On (aunque con [A2fi8] una represent~n~n
específica. En todo juicio se puede llamar materia lógica (para confusa) Pero puesto que la inh1ición sensible es_ una cond1C1on
el juicio) a los conceptos dados, y forma del juicio a la relación subjPtiva enteramente particular, [B32-1] que s~rve a Jmon de
de ellos (por medio de la cópub,i. En todo ente, las partes com fun d a men to de toda percenc1on, \, PS origmanamPnte
r _ ¡ ¡la .71for
~
ponentes de él (eHmtzalza; son la materia; el modo como ellas ma dP ésta; por eso, sólo la forma, por s1 m1<;ma, es e ac .ª' 'r
están conectadas en una cosa, PS la forma esencial. También, lPJOS de que la materia (o las cosas mi<;mas ~u: apareoeron)
con respecto a las cosas en general, SE' consideró a la realidad deba seidr de fundamento (como uno debem1 JUZgarl~ se~m
ilimitada como la materia de toda posibilidad, y a la limitación meros conceptos), la posibilidad de ella presupone ma'i bien
de ella (negación) como aquella forma por la cual [A267] una una intuición formal (espacio y tiempo) como dada.
cosa se distingue de otra según conceptos transcendentales.
Pues el entendimiento exige pnmeramente que algo sea dado NOTA A LA ANF1BOLOGIA 715 DE LO!'> CONCTfYfO!)
(al [B323J menos en el concepto), para poder determinarlo DE LA REFLEX!O'-:
de cierta manera. Por eso, en el concepto del entendimiento
puro la materia precede a la forma, y por eso Leibniz supuso Permítaseme que al lugar que a>ignamos a un concepto,
primeramente cosas (mónadas), e interiormente, una potencia ya en la sensibilidad, ya en el entendimiento pmo, lo llamP
representativa de ellas, para fundar después en ellas la relación
exterior de ellas; la comunidad de sus estados (a saber, de las

77 3 Es deciI, la forma.
7 f./.. También podría entendene «la fonna es dada por sí >ola»
772 Lo5 pa1éntes1s en la frase «(e inclmo de lm elementm [ J también
la mmporirwnl» son agi egado de e<;ta ti aducc10n 775 En el ongmal· «anfibolin»
CRI l ll DE L.\ RAZO'l Pl;RA

luoa1 tramlendentaL De tal rnaneia, el dictamen acerca de ese se bdSdll umcamente en una anfibologia 1 transcendental, e~
b
luga1 que le coII e>ponde a todo concepto segun la dn ers1dad deur, en una confu;,10n del objeto puro del entenclIImento,
de su u~o, ) la mst1 ucuon paia detennmM, segun reglas, ese con el tenomeno
lug,u d todo concepto, sena l,t topua l!art.1lU1dentaL, una doc Por faj¡d de una tal topICa transcendental, v enganado, por
Lnna que, al distmgun siempre d cual potencld cognosciti\ a tanto, por la dnfiliolog1d ' de los conceptos de la reflex10n, el
pertenecen propiamente los conceptos, [nos] pi eser vana, con celeb1 e LeibmL eng10 un :,z:,ltma wtelellual del mundo, o mas
todo cuidado, de LLs subrepciones del entendimiento pmo, ) bien, ere) o conocer la constnuc1on mterna ele las cosas, al
de los engdnos que de alh smgen Se puede llamar lugar log1co comparar todo' los ubjdos solamente con el entendumento
a e<tdd concepto, [) J a cada titulo, ba10 el cudl esten muchos ~ con los conceptos abst1acto;, formales de su pensar Nuestra
lOnoc11111entos En esto se basa la topua !agua de :\ustoteles, tabla de los conceptos de la reflex10n nos p1 ocm d la mesperada
de la que pochan seJ\nse los maest1os )' los madores, para ventaja de poner a la vista, en todas sus parte::,, lo d1stmtivo de
buscar, entre [A1Vlj ue1tos t1tulos del [B321] pensa1, lo que su doctrma, ) a la vez, el tundamento pm el que se guia esta
cuadrase mt:JUI con la rnate11a que teman ante s1, y paia razonar peculiar manerd de pensar, el cual no se basa en nada mas
sob1e ella con apM1enud de p10hmdidc1d, o para charLu con que en un malentendido El comparo todas las cosas unas con
abundancl<l de p,tlabras ot1a;,, solo mediante concepto::,, y no encontro, como era na
Lc1 topIC,1 t1 an'>Lendental, en camb10, no contiene mas que tui al, ot1 as dderenuas e u ti e ell,1s que aq uell<>,, poi las cuales el
los utado'> cualw titulas de toda comparauon y difeienuauon, emendumento distmgue unos ele otros sus conceptos puros A
Jo~ qut. se dbtmguen de 1,15 categonas en que por ello~ no :.e Id;, condiciones de la 111tmc1on :iens1ble, que lle\ an c011sigo sus

e'-pone el ubjeto, ~egun aquello en lo que consiste el concepto p1opias d1ferencld;,, no la" tu\ o por ongmanas, pue~ la sensib1h
de el \magmtud, 1e,ilidad), smo que se expone :ioldmente, en dad era para el ::,ulamente un modo de rep1ese11lduon confuso,
wdct :,u multiplu iddd, lct comparauon de lds 1epresentauones, ) no una h1ente p,trticul,u de representac10nes, el fenomeno era
lct cu<>l p1ecede al concepto de lds cosas Pero e::,ta comparacion paia el la representat 1011 la w:;a en s1 nmma, aunque chferente,
1equ1eie pre\iamente una 1efle\.10n, es dec11, und determma por ,,u tonnd logKa, del conoumiento segun el entendimiento
cion del lugar al que pe1 tenecen las rep1 esentacione5 de l,ts [A27 l J [B327], pue~to que aquella,- 1i pm su hdbitual faltd de
l05as (omparadcts 51 las p1e1b'1 el entendimiento puro, o s1 la d1secuon, mtrocluce en el (Oncepto del<> cos,1 oe1 ta mezcla de
sens1bihddd Ja, d,t en el fenomeno 1ep1esentac10nes accesond> que el entendrn11ento Sdbe apartar
Los concepto:, pueden ser compdrMlos logicamente, sm de el En una p<>labra Leibmz zntele1 lua/i;¿o los lenomenos,
p1 eocup,u 'e <>cerca de donde per teneLCdl1 sus objetos, si como tal como Locke hab1d Stmijzcado todos los concepto' del en
1wumuza, al entendimiento, o como phaenomena, a Id sensibih tendim1ento :iegun un sbtemd de 11oogo11w , s1 se me penmte
dad Pero ;,1 con estos concepto' queremos ir ,t los objetos, es
ne(esar hl, pi ev1arnente, una i efle\.ion trdnscendent<ll acerca de
cual e' la potenud cogno~nt1vd pa1d la cual han ele ,er objeto:,, 716 En el 011gifüd «anhbolicl»
;.,1 dCdSO [h<ln de ::,erlo[ pai<1 el entendmnento pu10, o pard la 717 PLObablemente lM) a CJUL enle1,de1 ,1qw "ºbJLLU del enlti1du111ento
puro»
,em1b1liclad ~111 t,Std 1elle\.10n, lMgo 1111 u:io 111U) m:ieguio de
778 [n el 011gm,1l «,mhbolM»
e::,to:, conceptos, ) se producen pie::,unto:i [A270] p1mup10' 779 Ent1end,1se L11ep1e,e11t<tuon fenome111L,1 c1 el fenumeno como
[B32b] ,mtetICos que la 1,1zon cntica no puede reconocer,) que iep1e>ent<tuon
CRIT!C"'. DE li\ R1\ZOC, Pl'RA
l'v!MAMJEL l'ANT
dim1ento :entre los conceptos), sino en la intnición sem1ble
servirme de esta ex . - ) es decir ! h b ·
· pre,1on externa (en el e<;pac10), y alh los lugares hs!COS son enteramente
como conceptos de la re fl ex1on ' ' · os ª brn considerado
lugar de busca ¡ . '. emp·incos o a stractos ;io En indiferente<; e on respecto a las determinaciones mterna<. de
r en e entend1m1ento )' 1 ... las cosas, \ un lug<ir b puede recibir a una cosa que e<; f'!l
fuentes enteramente d'f d en a sem1b1hdad dos
que sólo en conexión pod . . -
J erentes e repres t . !
en anones, fuentes]
teramente sem<:>1ante e igual a otra que está en un lugar= a.
. nan ¡uzgar acercad d exactamente corno si ella fuera, mtern<imente, todo lo diferente
o ~etivamente válid d " e co5as e manera
b a, ca a uno de estos d h que se quiera La diversidad de los lugares no solamente hace
atuvo solamente a una de 1as elos 1a que. gran e<; ombres
- ¡ . . se
5 posible,) a por <;Í sola, !'>ll1 ulteriores condiciones, la plurahd,1d
e 11 os, se refería mmedi.at amente a 'cosas e ' egtm · · a opm1ón de
que la otra no hacía nad - n s1 mismas, mientras y la diferenciación de los ob¡eto<; corno fpnórnenm, smo que la
a mas que conf d' hace también necesaria Por tanto, aquella aparente ley no e'>
representaciones de la . un Ir u ordenar las
• e pnmera. una ley de la naturaleza. Es simplemente una regla anaht1ca de
Segun esto, Leibniz com · la comparac1ón' 1 ' de las cosas por meros conceptos
sentidos, comÓ cosas en ae paro entre ellos los objeto<; de los
ti ne1 meramente e ¡ d. . En 1eg11ndo termino, el principio de que las realtdade'i (como
to. P rzmeramente en la mt,d·d 1 a en que ha d
ne enten
. Irmen
meras afirmaciones) no se oponen nunca lógicamente un<:t'i
éste como idénticos o d n e ser 3uzgados por
vista ~olamente los co~~;;~os i~:r:~l~sl\1esto que él tenía a la
a otras, [A27:11 es una proposioón muy verdadera acerca de
la relación de [B329] los conceptos; pero no significa lo más
en la mtuición sólo en la 11 b' ' y no el lugar de ellos
_ ' cua os o ¡etos P d mínimo, ni en In que concierne a la naturaleza, ni Pn general
no presto consideración al na al Ju ue en ser dados, y en lo que concH'1ne a una cosa cualquiera en sí misma (de éc;ta
conceptos (si el obiet h gud gar transcendental de esos
J 0 a e contarse ent J e - no tenernos concepto alguno) I\1es la oposición real tiene lugai
entre las cosas en sí mis ) re os ienomenos, o
. mas ' Pntonces no pudo !AT2] h siempre que A B =O, es d<:>cir, cuando, estando una realidad
otro resultado, sino que él [B'3 2 SJ . ./ aber enlazada con otra en un sujeto, una supnme el efecto de la otra,
lo indiscernible que val ·¡ , extendiera su principio de
' e so o para conc t d 1 lo cual i;in cesar es puesto de manifiesto en todos los obstáculos
general ;21 tamb1·e·n 1 b' ep os e as cosas en
nomenon)· ' con ¡ a os o .J11et 0 , de los sent1'd os (mundusphae- y reacciones de la naturaleza, los cuales, sin embargo, pues i:;e
, 0 que crevo haber d basan en fuerzas, deben ser llamados reahtotn phaenomena. La
ensanchamiento al conoc'.1m1en . t o d eprocura
Jan h ol un no p pequeño
. mecánica general puede incluso dar, en una regla a pnon, la
conozco una gota de amia a ira eza. or Cierto, si
o· como una cosa - · condJCion empírica de esta oposicion, atendiendo a la oposi
sus determinaciones i'nte , en s1 misma, en todas
mas, no puedo ad ·r ción dP \ai:; direcciones; una condición de la cual el concepto
e ellas sea tenida por difer t d m1 ir que ninguna
de ésta es idéntico a aguéll ;~ ; e º.tra, si todo el concepto
d trani:;cendental de realidad nada sabe. A pesar de que <:>sa
espacio, entonces tiene su 7~
propmición no la anunció el señ01 de Leibniz con la pompa
ero s1 ella es fenómeno en el
gar, no meramente en el enten- de un principio nuevo, se sirvió de ella, sin emba1go, para
afü maciones nuevas, y sus sucesores la incorporaron expresa-
720. También pod na
- en ten d eise· «crimo r
mente en su sistema Leibniz \\'olfiano. Segun este pn11cip10,
~onceptos d~ reílex1ón abstracto~» onceptos empíricos, o como
27 Tamb1en
conceptos de laspod1ía
cosas»entende1se·. " que vale, en gene1 al, sólo para
723 En lugar de «regla analítica dP la comparacion», el ougrnal 11 aP
722
. Co mo si· d !Jera:
· «si todo el concP «regla anahtica o compar<tción» Segmmo5 a Ed Acad
tdentICo al concepto de cu l . pto de una de esas gotas es
a qmei oti ct».
CRITICA DEL-' PAZG'\ PI R\

los males, p ej , no son nad,t ma,, que consecuenuas de las aLt1\ o alguno con el de otrd, s1 10 que alguna tercerd causa,
lnmt<luone:i de l<l:i u 1<ltUI ,b, e, deu1, negact0ne:i, porque eotm, que mflu\ ese en todas, clebia hacer que :,e corrbpond1esen
son lo umco que :,e upune a la rt-<1hd<Ld (en d mero concepto su:i estados uno, con on o;,, ) no por Cierto, mE-d1ante una
clt> una co,a en gcner,d es etcu1\<l!l1ente asi, pero no en la:i a>1>tenc1a ocas10nal pdrlH ula, mente aphcadd a cadct cctso
losas corno lenmneno'> De la nusrna m<lnerd, lo:, adepto:, de >mgular (:,ptema as:,otenltai, ~mo por rned10 de ld umclad de
el no ,,olo encuent1 ,tn pos1Lle, smu tdmL1en !ldlural, umficar la idea de una causa\ ahda pard todas en la cu.d todas ellas
tod,t 1eahd,1J, :,m que fuer dele temer opo:,10011 alguna, [B3 )llj deben rec1b1r ,u ex1stenc1cl y ,u permanenc1d, ) por tanto,
en [-\17-t] un u1te, po1que no conocen ot1a [opos1uon] que la tamb1en la corre:,pondencia reuproca entre ella:, segun le; es
de la contradtcuon por la 01,d el concepto de una cosa es, el Ul11\ ersales

mhmo, su¡.n1rntdu , pe10 no [conocen la opostc10n] del mutuo En marta tu muw, su famosa doc!nna de tiempo; eJpacw, en la
quebranto, en l<l que un fundamento real :,upume el efecro del cud! el mtclectuali.w estas fo1 md~ de la sens1b1hdad, ,e m 1gmo
otro \ p,u ,t e:ita solo en la :,ens1b1hclad encont1 amos las cond1 simplemente en ese rr11smo engaño de la refle,1011 transcen
uon~~ paia representan10s un tal [quebranto mutuo] dental S1 qmero representarme con el mero enlend1m1ento
tn teue1 temwzo, lct monadolog1a le1brnL1dna no tiene otro reL1c1ones e'l.ten01es de las cosa,, esto solo puede acontecer
hrnddrnento, srno que este hlo:iofo represu1to L1 d1ferennd de pm med10 de un concepto de la acc10n reciproca de ellas, )
lo mtenm y lo extenor solo en relauon con el entendun1ento :,1 he de conectar un estado Je Id rmsma co,a con otro estado,
Lds substdnu,ts en gener<ll deben tener c!lgo rnterwr, que esta, esto solo puede acontecer en el or cien de los funcl<lmentos y
p01 tdnto, libre de toda:, lcis 1 elauones e\.ternas, y en conse consecuencias A:,1, Le1bmz conub10 el espduo como un Cierto
cuenucl, [libre] tdmbren de la cornpos1uon Poi cons1gmente, orden en la comumd.t.d de l.t:, sub,tancras, v el tiempo como
lo :,imple e'> el fundamento de lo mtenor de l<ls co:,a:, en si la secuenua dmarmca de los estado~ de ellas Pero aquello
nusmas Pero lo mtenor del estado de ell.b no puede cons1;,lJI peculiar [B332] e mdepend1ente de [A276] las cosa,, que am
en lugcH, figura, contacto o mo\ 11n1ento ldeterrnmauone; bos pdrecen tener en s1, lo ad~n1b10 al caracte1 wnfi1:,o de esros
que son to(Lt" relduones extenores), y p01 e:,o 110 poderno> conceptos, el que hacld que aquellu que es una mera forma de
atubun d !ds substanuas ot10 e:,tcldo mtenor que aquel por el relaciones drnam1cas fuer.t temdo por una mtmuon smgular
cual no;,otros mismos detenn111d!l105 111teuo1mente nuestro subsistente por s1 misma, que precedia a las cosas m1sm.ts
sent1clo, a sdbe1, el e1tado de las rep1e:,entauones As1 e:ituv1eron As1, pues, e:ipac10 ) tiempo eran la fmma mtehg1ble de la
pronta:, !ds monacL1s, que se supone que const1tuy en la rnate11a conex1011 de las cosas (substancias) sus e:,tado:,) en s1 mismas
funddrnentcll del unn e1 so ente1 o, peto CU) a fue1 za adn a solo Pero las co:ias eran :,ub:itanu.t.s rntel1g1Lles (subJtauttae nounu
consiste en represent,1uone:i, poi la cUctl ellds pwpiarnente solo na) Y 0111 embargo, el pretend1a hacer \ aler estos conceptos
son dCt1v,1s sobie :,¡ mismas para los fenomenos, porque no le concedia a la ,ens1b1hdad
Poi eso mismo, tamb1e11, :,u pI1nc1p10 de ld posible co nmguna manera prop1cl de mtu1uon, ,moque l<ls buscaba en
nwnzdad dl {a:, substanuas entre [B3Jl] el!d, tll\o que ser una
[ \17)] wmonza p1eotab!twla, ) no pudo :,cr un mfluJO f1s1Lo 72-1 Conviene entende1 «De Li cu.d l tU>d todas l,b .ub,ranc1d> deben
Pue-, porque todo [es cldr\o] solo mte!lormente, es decu, >e 1eubn su e:>..I>lenua) :iu petmánenuct ,, Pero tdn,b1en puede en ten
ucupd [:,oluj en -,u:, H p1e,ent,1uunes, poi dlo el e:,tado de las de1se «De la Llldl CdU>d todo, lo:, e~tdUOS deLen 1eobu >ll e:.¡_1otenc1d
repre:,,ent,tuones de uncl substanua no podM estdr en enlaLe ) ou pe1manencia ,,
366
IMMi\Ci' JEL Ki\'.T

el entendimiento todas -2; . l I CRITICA DE LA RAZ01' PL'RA


d e 1os objetos, y no les 'de'aba me uso a represe t .
al . n ac1on empínca
desdeñable negocio d JI , os sentidos nada más que el corre'iponcfü'nte a nnestras palabras en la intuición Si las que
e vo ver confosa 1 jas de que no entendemOí lo 111/enor de los row_s han de significa1
d el primero, y deformarlas. ª"
s representaciones
que no comprendemos con el entendimiento puro lo que las
Pero aungue pudiéramo d .
te el entendimiento puro s ecir ~Igo sintéticamente. median , cosas que se nos aparecen puedan ser en sí, entonces !esas
. , acerca ue row.s en · quejasJ son injustas y poco razonables; pues pretenden qne uno
sm embargo es imp 'bl ) Sl mismas (lo que
' os1 e esto no p d · ' pueda conocer, y por tanto, intuir, las cosas sin los sentidos;
ser referido a fenómenm 1' o na en modo alguno
mismas. Por consig-ilient . os gue :1º
e. en este ultimo
representan cosas en sí y en comecuencia, [pretenden] que tengamos una facultad
transcendental debe · . caso, en 1a reflexión cognoscitiva enteramente diferente de la humana, no sólo por
. re comparar mis e . lo que respecta al giado, [A278J <;ino incluso en lo gue respecta
b a_¡o las condiciones de la sensibilidad onc~ptos s1:mpre sólo
no serán detetininac1'one d l ' } as1, espac10 y tiempo a la intuición y a la [B33 i] especie; y por tanto, no habríamos
s e as cosas en · · d de se1 <;eres humanos, sino seres de quienes nosotros mismos
nos; lo gue sean las co . si, smo e los fenóme
sas en s1 no [A2Tj / ¡0 se,. no podemos decir si acaso son posibles, y aun menos. cómo
tampoco {B333J sab ¡ ' Y no necesito
er o, porqne nunca d están comtituidos En lo inte1 ior de la naturaleza penetran la
una cosa de otra mane pue e presentárseme
A . d ra. gue en el fenómeno observacion y la disGcción de los ÍE'nómenos, y no se puede
s1 proce o también con l .
reflexión. La mate . b os restantes conceptos de la saber hasta dónde éstas llegarán con el tiempo Pero, con todo
' na es ru stant 10 ph ello, aguellas preguntas tramcendentale'i que van más allá de
corresponde interiormente lo b aenomenon. Lo que le
espacio gue ella ocupa " e, t d use¡ o en todas las partes del la naturaleza no podríamos responderlas nunca, aungue la
· ' ; n o os os efectos ¡¡ · naturaleza entera nos fuera descubierta, pues no nos es dado
Y gue ciertamente sólo pued f que e a ejerce,
en se1 enóm d 1 ni siguiera el obse1 var a nuestra propia mente con otra intui-
externos. Por consigui· t enos e os sentidos
en e, no tengo · . ción gue la de nuestro sentido interno Pues en ella -27 reside el
a b soluta, sino sólo u11a . t . 'd d mnguna mterioridad
111 enon a co · secreto del origen de nuestra sensibilidad. La referencia de ésta
vez consiste en relaciones t . mparatffa, gue a su
· . ex enores Pe ¡ b a un objeto, y lo gue sea el fundamento transcendental de esta
mtenor de la materia . 1 . ro o a solutamente
tampoco más gue una'mseegur n e. entendimiento puro, no es unidad, [es algo que] está sin duda escondido demasiado pro-
a gmmera· pu · t fundamente para que nosotros, gue incluso a nosotros mismos
a 1guno para el entend1· . t ' es es a no es obieto
m1en o puro· y ¡ b' J
nos conocemos solamente mediante el sentido interno, y por
gue pueda ser el fundament d , e ~ ~eto tianscendental
. o e este fenome ll tanto, como fenómenos, pudiéramos emplear un instrnmento
matena, es un mero a!go72h de lo . . n.o que amamos
mos lo gue es aungue l . cu~! m siguiera entendería- tan inepto de nuestra investigación, para descubrir otra cosa
' a g-iuen pud1e d . 1 que fenómenos, [gue] siempre, una y otra vez, [encontramos],
podemos entender nad l ra ec1rnos o. Pues no
' a, sa vo Rguello gne lleva consigo algo cuya causa no-sensible quiséramos, empero, investigar.
Lo que hace extraordinariamente útil esta crítica de las
inferencias !efectuadas] a partir de las meras acciones de la
725. Probablemente hava
· t · .. , que entender aq -. t d reflexión, es gue ella expone nítidamente la nulidad de toda<;
m u1c1on», o bien «todas la . m. « o as las especies de
726 Al d s representac1one5». las inferencias acerca de objetos gue uno compara entre sí
· " go» estacado co ·
na!. n mayuscula Y sin bastard1ll a en e 1 ongi-

727 Es decn: «en nuestra mente».


CRÍ"l 1C.A DE L'I RAZÓi\ Pl R.<\ 369
1
solamente en el entendimiento, y a la vez confirma aquello en coust1tuir una cliver;,idad de las cosas nusmas,7 " ;:,mo que más
lo que no:,otros IA'.279] [B335] hemos ifüistido principalmente: bien la pre:,upone a ésta,) "1 el concepto de lo uno no se distingue
que <lunque los fenómeno;, no estén comprendidos, como cosas internamente del dt;> lo otro, entonces sólo estoy poniendo una y
en ~1 rni;,nms, ent1 e lo;, objetos del entendimiento puro, son sin la misma cosa en diferente:, relauones. Ademá,, por el ai'ladido
embargo los umcos en los uiale;, nuesl10 conocimiento puede de una mera afirmación (realidad) a otra, se aumenta lo positivo,
tene1 realidad ubjeliva, a :,aber, en los que a lm, conceptos les y no se le quita ni se suprime nada; por eso, lo real, en cosas en
cune;,ponde Id intuición. general, no puede contradecirse emre sí, etc.
Cuando 1efle>.ionamo;, de manera rneiamente lógica, ***
comparamos sencill<lmente nuest10s conceptos entre sí en el
Como lo hemos mostrado, lo;, conceptos de la refle>.ión
entendirmento, [atendwndo a] si ambos contienen lo mismo;
tienen, en "irtud de cierta interpretación e1 r ónea, tal influencia
si se co11liad1cen o no; si algo está contenido internamente en
sobre el uso del entendimiento, que han podido descaminar a
el t m1cepto, o se le adjunta; y ( uál de los dos es dado, cuál,
uno de los má;:, penen antes filósofos, lle\ ándolo a un presunto
empero, ha de valei ;,olamente como una manera de pensar
si;:,tema de conocimiento intelectual, que se p1 opone determinar
lo dado. Pe1 o si aplico esto;, conceptos a un objeto en general
sus objetos sin ]d a~i;,tencrn de lo;, seutido~. Por eso mismo, la
(en ;,entido tiansc.), ;,in determinado más [para establecer] si es
exposición de la anfi.bologrn"" de esos conceptos comorn causa
un objeto de la intuición ;,ensible o de la intelectuc1l, enseguida
engañadora que es ocasion de falsos principios, es de gran
se muestran limitaciones (J.i de no salü de este concepto), que
utilidad para determinar de manera confiable los límites del
de:,baratan todo uso empínco de ello;,, y que poi eso mismo
entendimiento, y para est,tblecerlos con segi.iridad.
demuestran que la representación de un objeto como cosa en
[B337] Por cierto, se debe decir: lo que conviene, o con-
geHeral no es meramente 1mufiuente, sino que sin dele1 minación
tradice, a un concepto umversalmente, también conviene,
sensible de ella,7 2' y con independencia de una condición em-
o [A28 l I contradice, a todo lo particular que está contenido
pmca, es en sí misma contradutoria; y que por comiguiente, se
bajo ese concepto (dutum de omnl et nullo); pero sería absurdo
debe, o bien hacer abstracción de todo objeto (en la lógica), o
modificar este princrpio lógico de manera que dijese: lo que
bien, si se supone uno, se lo debe pemar bajo condiciones de la
no está contenido en un concepto univ(frsal, tampoco está
intuicióu semible; y por tanto, [demuestran que] lu inteligible
contenido en lo;, particulares que están bajo él; pues éstos son
e>.1güía una intmción muy particular, que [B3Jt.i] nosotros no
conceptos particulares p1ecisamente porque contienen en sí
tenemos, y que a falta ele ella, no e;, nada para nosut10J; [A.'.280]
mas de lo que es pensado en el universal. Ahora bien, todo el
pero que por el conlrario, tampoco pueden los fenómenos ser
sistema intelectual de Leibniz está efectivamente construido
ob¡etos en sí mi;,mos. Pues si meramente pienso cosas en general,
Id di \'e1 :;id ad de las 1elaciones ex temas no puede, por cierto,
7l.9. También podría entenderse: «puede, por cierto, no constJruir ... ».
730. En el ollginal: «anfiboha».
7l 8. E, dt>cu, ;,m determm<lción ;,emible de ld rni;m<l 1 epr esentac1ón. 731: Tom<lmos el gemtl\ o alemán aquí como geml!vo explicativo
La rde1 enud <lpareutemenle mc1;, nalur di. «Sil! de ter mm<luón sensible 1analogo al que ;e usa, p01 en la; f1a;es: «el problema de la
Je l<l 100,,1», es 1mpo>1ble en ale man, poi que el :,ub;tantn o «cosa» es \ahdeL", «la cahficac.ión de santo»). Pero larnb1én podria entenderse:
llf'UlLO «la e>.po:,1cion de la causa de la anfibología de esos conceptos».
CRrrlCA DF U\ RAZO'\ fl R'\ 371
370 IMMA \JUEL l<ANT

os concepto" rlc ella no


sobre este ultimo prmop10 )' cae, por com1gmente, a la ve7 ' ¡ que porque e ntre l
se pocl !la e ec1r , " toda t eahclacl <;ea- armonta entre si
que este, JUnto con toda la arnb1guedad que de el surge en el
uso del entendurnento
~e encuentre\ conílicto, [B1i<)j lo mteno1 es el! \..'.H l1 <;uhstrato
Segun mero<; conreptos. l 1 1cletermrnac tone<; e-..te1101 e'> Por
El prmc1p10 de los mdi,cermbles se fundaba propiamente de toda rel,1oon o lde toeª' ,1<; l t dao; lo'> conchc1nne'> de
en la presupos1c1on de que s1 en el concepto de una rosa en h go abo;tracuon e e o ' '
rn1rngu1ente, '> 1 ª t conrepto de u11<1 co'm
general no se encuentra cierta d1ferenciac10n, tampoco ~e la t ngo urnratnen e a 1
la mtrnc1on, \ me a e l
uedo rncer a ~ ¡,
h t acc1on de toda re la uon
encontrara en las cosas mismas, por cons1gu1ente, todas las 1 en gene1a,l entonce<; r b d 11 concento de c1quello
cosas que no se d1stmguen unas de otra' } a en el concepto b go de e que ar u r
externa, Y 'illl ern ar l meramente deterrnma
de ellas (segun la cualidad la cantidad), serán enteramente fi re \acion a uuna, srn 0 '
1dént1cas (numno eadem) Pero como en el mero concepto de 1
que no s1~111ca y
o
tonces pa1 ece que
de al11 se <;¡o~mera que
' o
etone<; mtenores en ) h b algc1 que es absolutamente
una cosa cualqmera se ha lwcho abstracción de muchas de las ( b<;tanoa u 1e<;e ' ,
en to d a coo;,1 su d 1 determ1nac1one<; P'\tenores.
cond1nones necesana' de una mtmc10n, entonces, por una rede a to as as '
mtenor )' que pre bl que por tanto eo;e mh1t111
cunosa prenp1tac1on, se toma aquello de lo que se ha hecho har1endola<;, ante todo, pos1 es, y mma relauon exteno1, \
abstracc1on, por algo que no se puede [B338J hallar en nmgun e no contiene 'ªme;'
11tm fl¡p<;e a lgo qu l () las cosa<; corp0r,tle' -,on
lado,) a la cosa no se le admite nada más que aquello que esta [ f algo] mnp e, pues '
por tanto, uese ' d la<; partes unas fuera de
contemdo en el concepto de ella ,¡ ones a 1 meno<;, e ' '
s1empr e 'º lo 1 E ao ' <)S n111grnna<; dete1 mmanone<;
[A282] El concepto de un espac10 de un pie cubico e' en orno no conorem
sí mismo 1dent1co, dondequiera que lo p1eme y cuantas veces las ot1<1'>) ' \ e sah o las [que tenemo"J por nueo;tro
absolutamente mte1 iore<;, b'trat11m no .;;o lamente <;eI ia
qmera yo pensarlo Pero do9 pies cnb1cos se diferencian, sm 1tonres este su '
sentido mterno, e1 1 or1 nuestro sent1clo mter
embargo, en el espacio, meramente por sus lugares (numrro h en (fJOr ana og1a e
simple, '>1110 tam 1 s deni toclac; la'> C0' 3 '
diversa), éstos son cond1c10ne' de la mtmnon en la cual es dado no) determmado por 1epresentacw1dus, e entes ~1mple5 dotados
el objeto de este concepto, no pertenecen al concepto, pero 'H01 op1amentr mona m, o
senon, [B pr ' t do mll\ bien s1 no füera
s1 a la entera sem1b1hdad DP igual forma, en el concepto de s Esto estana o '
de representaoone l to de uno cosa en gene1 al,
una cosa no hay opos1oon ¡¡Jguna, s1 no se ha enla7ado nada porque hay algo mas que e concep
negativo con algo afirmativo, v conceptos meramente afirma
tivos no pueden, enlazados, efectuar '11pres10n alguna Pero d Se u1mo> una enmienda de
en la mtmoon sensible, en la cual es dada una realidad (p e1 733 I:,n el ongrnal «no se pod1a ecn » g
t ada por Schnndt -'
mov1m1ento), se encuentran rond1oones (direcc10nes opues Frdrnann, 1egis 1 ¡ ººcap itona hab1t1nl ue qne
1 ecurnr aqm a ª ' ' '
tas) de las cuales se habia hecho abstracción en el concepto
d
734 S1 se preten wse den actua 1 un,1s contia ¡,1'
po1 lo menos las rfOfrfates no11menr n~ ~~t rE''l]¡;i;td ,pura \ ilJClld a Jos
de movurnento en general, que hacen po,1ble un conflicto ot1as se debena aducir un E'JPmp od e ' 11º ¡~presenta en gene1al
que no es, por cierto, log1co, a saber, [cond1oones que] hacen ' ' ] e enten 1er,1 si e " '
sentidos (BJ3') pm a que ' P o nmcrtrn e¡emplo puede SPI tornar1o
posible un cero= O a part!f de lo puramente pos1tn o,-' 2 ) no algo, o no representa nada er l \28 il que nnnc,1 of1 ece m" que
de otra pa1 te que de la expenenc1a t m11hca nad,1 mas s1110 que el
ta propo<;ICron no si,,. ' '
P hornomrno. \ ª"
1' es ' fi
ene meias ,1 1mac10ne ,
, no contwne n,ic1.1 neg1tJ\ P
K J
concepto que con ll h dudado \'Jot,i de ant
732 Convtene entende1 como •1 dIJel a «a partir de factm es pura una pt opo<;1C10n de la que nunca emm '
mente pos1t1vos» 735 En la Ed Acad «este en armoma"
J/2 e Rf 1 L.\ ul l \ 1 \!O' 2l R'I
373

entre las condic10nes [c\18-tj oolo bajo la, cua]e;, pueden ser nado El que ¡o, >l hügo ab,trdcc10n de estcts relduones no
nos dddos objetos de !et mtrnuon externa, ) de lü::i l Uale::i el tenga nad<l mas par a pcns ll, no ~upnme el concepto de una
conceplu puro haLe dbS[J ctcuon Pue:i enLOllLe;, oe \e que un co,,,t Lomo fenomcno nt tampoLo [,up1 tme] ti concepto dl un
lenomenu pen11a11ente el! el espüuo (extens1011 1mpenetra objeto 111 ab:,t1wto, pero st !'upnme] toda pooibilidad de uno
ble) pue<k Lontene1 mcrcts reldLJOnes, ) nc1da abo.olutamerne tal, que sea detum111dLle por mero:, conceptos, es clecu de
mte110i, ¡ sm embMgo, puede ser el :,ub:,tia/11111 p11mew de un 1wu111enon Poi uenu qm es sorp1endente 01r que und cosa
toda percepuun e'cternd Cie1Lamente, por mero, lOncepto:, ha; a de con,isnr enter<lmente en 1elaciones, pero una cosa
110 puedu penodJ 11<tda e'cte11m ;,m algo mte11or, pr eusdmeute t,1! es mero lenomeno ) nu puede ser peibdda por categonas
poi qm. lo-., L0t1Leptos r elac10n..des ¡nesnponen absolutamente pm<l;, consiste en Id mera 1 elduon de algo en general, con los
cos¿¡s düdd:, ) no son posibles sm estas Pe10 puesto que en la :,enlldo5 Igu<llmente, las n lduoncs de las cosa:, m ab:,trallo, ;,1
mtmc 10n e,td contemdo ülgo que no esta en el mero concepto ;e LomienLa pur mero~ LOm epto~, no pueden [B3-U] pensarse
de una cusa en gener,1l ) este ¿¡lgo 3' su111m1stra el :,ufotratum de otra münera smo [supumendo] que una e:i la causa ele deter
que no se11a conocido p01 meros conceptos, ü saber, [pue;,to mmauones en ld otia, pue, e,e es nue:,tro concepto mtelectual
que en 1,1 rntu1uon e::ita contemdo] un es¡Mc10 que, con todo Je rtlauone:, Pe10 pue,to que entonces hacemos c1bstiacuon
lo c1ue el contiene, consiste en merüs relctc10nes formctles, o de toda mtmuon, quedd suprmndc1 toeld una manera como lo
tambien re.des, p01 ello, no puedo deur que porque sm un muluple puede determmar 1eup1 ocamente su luga1, a sabe1 la
/..dgoJ dbsolutamente mte1101 no puede set represeutada por to11na de la sem1b111dad, (el [A28b] espacw), el cual, empt:.ro,
me10:, 1Vltlepto1 cosa ,dguna, poi ello, en lü5 cosct;, m1srnct5 que precede et tod<l c.<lusctltdMl empn Kct
estan Lontemdas baJO e5o;, conceptos, y en ld zntu1cwn de ellas, Sr por objetos me1dmente mtehg¡bles entendemo5 aquella,
7

no ha) a nadü exteno1 en CU) o fundamento no hct) a algo clb'o co:,as que son pensad,1s º' por categonas puras, sm esquema ele
luwmente mtenor Pues si hemo5 hecho abst1<tcuon de todcts las la sensibilidad, entonces esos tales son un posibles Pues ]d con
condiuones de la mtmc10n, [B3 1l] no 1105 queda, ciertamente, dic10n del uso ob1et1\ o de todo~ nuestros comepto, del enten
en el mero concepto nada mas que lo mtenoi en general, y 1<1 d1m1ento es sol<lmente L1 espeue de nuestra mtu1c10n sensible,
relauon de ello entre ,i, solo pm lo cuül e5 posible lo extenor por )d cual no:, son dado:, objetos, )' si hacernos abstracc10n
Peio e:,ct nece51d,td, que wlo se tul!(:la en una ctbstrücuon, no de esta ultima, lo:, pumero:, no tienen ntnguna referencia a
tiene lugar ent1 e ld5 co:,cts, [ A.18 íl en la medida en que ellcts son objeto d!guno E mc.lmo s1 se pretendiera suponer otra especie
dadas en la mtuiuo11 con determmat 10nes tüles, que expresan Je mtmuon que estc1 sensible nuest1 a, nuestras func10nes de
meras 1elauone:,, sm tene1 por hmd<lmento nada mtenor, poi pensar no tend1 tdn, c.on respecto a ella, sigrnfic<tuon alguna
que no son co5<lS en s1 misma:,, smo solamente fenomenos Pero S1 por ellos ''entendemos solamente ob1ecos de una mtmc.10n
lo umco que Lonocemos en la mcttena son mera;, ielctuones (lo
que 1l,1mamos deteimmac10nes mtenMs de ella es mtenor :iolo
comparat1\ amente), entre elld,, empero, !cts hay mdependiente:i 737 P1ob<1blemente ha) a que entende1 aqu1 «de un objeto t,tl,,
} permdnente;,, pm !ds cuales nos es dado un objeto determi 738 tn lugd1 de «son pens"d"s", lülng10 Kant en el eJempl<tI \a
imp1e>o «son ~onoud,to por no;,olJo:,» (Segi.m t1drna1m Nadttrage,
numew CL, citddo poi ~ch1wdt1
736 lctmb1en pod11<1 ente11de1;,e «e:,ta cosct» 739 E, decu, poi obJetoo, me1dmente mtehgibles
CRITIC/\ DF l r\ RMON Pl Re\ 37.S
374
para un entendimiento enteramente diferente del nuestro; el
no sensible, para los cuales nuestr . . cual, por tanto, es, él mismo, un problema Por conc;1g1J1ente,
tienen validez v de 1 l as categonas CJertamente no
. · _, os cua es, por cons· · el romepto de noummon no e'i el concepto de un ob1eto, srno
pmás tener conoc1·m1·ºnt ' o a 1guno 'm. igmente. t · ·•
no podemos
el pioblema, inevitablemente ligado a la linutaoón de nuestra
entonces por cierto que d b i d m u1c10n ni concepto),
. e ensera mTd 11 ¡ semib1lidad, dE' si no pudiera haber ob1etos entPramente des-
esta significación mera t . os os noumena, en
. men e negativa· pu ¡¡ ligados dE' la int11ic10n de ella, {A'.2881 una pregunta que solo
icen nada más si· ' es e os entonces no
d. ' no que nue~tra espe · d · . ., puede SE'r respondida de manera mdeterminada, a saber· que,
dirige a todas las cosa c1e e mtmc10n no se
[B3 ',.,J
~ ª ·t. o 3etos de
s, smo mPrament 1 b. puesto que la intuición sensible no se refiere a todas las cosas
nuestros sentidos, v qu
de ella es limitada ~ poretentconsedcuencia la validez objetiva sin dic;tinc1ón, queda lugar para más y para otros objetos,) pot
', an o que a luga 1 . consiguiente, no pueden ser negados de manera absoluta, pero
especie de intuición \' t . r para cua qmer otra
' 1 por anto también [ a falta de un corn epto determinado (pues ninguna categoría es
ob1etos de ella Pero ent para cosas que sean]
un noumrnon e~ deci 1
J · onces es p obl · · apta para ello) tampoco pueden ser afirmados como objetos
r emat1co el concepto de
' r, ªrepresentación d para nuestro entendimiento.
no podemos [A28/] d . · e una cosa de la mal
ecir que sea posibl · · De acue1do con esto, el entE>ndimiento limita la sensibilidad,
pues no conocemos otra . . e, m que sea imposible,
' especie de t · · · ,¡n ensanchar por ello <>tl prop10 campo; y al advertirle a ella
sensible, ni otra espec· d m mcion que la nuestra
. 1e e conceptos q ] . '
nmguna de las dos e~ adecuada a
que no pi etenda referirse a cosas en sí mismas, c;ino sobrnente
b" ue as categonas, pero
eso, no podemos po JI ' un o Jeto extrasensible."" Por a fenómenos, piema él, para sí, un objeto en sí mismo, pero
re o ensanchar ·r sólo como objeto transcendental, que es la causa del fenóme-
de los obietos de nue t pos1 ivamente el campo
J s ro pensc1r m<'is allá d l d .. no (y por tanto, no [es] fenómeno él mismo) ) que no puede
d e nuestra sensibilidacl
·
" d .t.' d.
' ' a m1 1r a emás d ¡ fi ·
, e as con ic1ones
ser pemado ni como magnitud, ni corno realidad, ni como
todavía obietos del P ensar · puro ' es d · e os enomenos '
J subc;tancia, etc. (porque estos conceptos requieren siempre
ellos no tienen ninguna sio- "fi , . . eo'.'. noumeno; porque
aducida. Pues acerca de 1bm cac10~ pos1t1va que pueda ser formas semibles, en las que determinan un objeto); del cual,
as categonas hav d .. por tanto, se ignora si SE' lo ha de encontrar en nosotros, o fuera
e as solas no alcanzan . • _, que a m1t1r que
·JI . para e1 conoc1mie t d ¡ de nosotros: si es suprimido a la vez que la sensibilidad, o 'ii,
s1 mismas, v que sin los d t d l n o e as cosas en
m~ramente, subjetivas de 1:1;ni; ~;7sibihd~d .serían formas cuando la [B3 15] quitamos a ella, él toda' ía seguiría estando Si
queremos llamar noumrnon a este objeto, porque la rep1 esenta
objeto. El pensar no es . ac e entendumento, pero sin
. , por cierto en sí d ción de él no es sensible, somos libres de hacerlo. Pero puesto
sentidos· v por tanto t. ' , un pro ucto de los
,; 'no es a tampoc r "t d que no podemos aplicarle ning1mo de nuestros conceptos del
no por ello tiene imned1"ata. o im1 a o por ellos; pero
·¡· ' e mente un uso · entE'nclimiento, esta representación permanece' acía para no
aux1 JO de la sensibilidad· ' propw) puro, sin
Tampoco se puede deci; p~rque entonces carece de objeto. <;otro<;, y no sirve para nada más que para señalar los límites de
pues éF'1 significa . q.1e el noumenon sea un tal ob¡eto· nuestro conocimiento sen<;ible, [A289J: para dep1 un Pspacio
' precisamente el conce t0 ' restante, que no podemos llenar ni con experiencia posible, 111
un objeto para una int . . . P problemático de
mc10n enteramente [BJ -+'4j d"fi I erente v
I mediante el entendimiento puro.
La critica de este entendimiento puro no permite, por tanto,
que se log1e un nuevo campo de objetos, fuera de aquello'> que
740 Es ddecir, a un obiet
747 E . J o extenor a 1<1 <;emibihdad
· s eclf, el noumeno.
377

pueden presentdt::.ele del como tenornenos, m que se dt\ ague l<t d1ferenc1auon de un oli¡do :,1 el es algo o nada, '" procedera
por mundos mtehg1bles, m siquiera en el concepto de ello::. seg1111 el urden y el preceptu ele las categona~
1:.1 et t 01 que mduce ,1 ello de Id nu11er<l mas especiosa, ) que [B3 !7] 1 A los concepto~ de todo, mucho } uno, ,e les
puede, ut.rt,trnente, ser d1suilpc1do, aunque no JHSt1ficado, opone el que todo lo .:,upume, es deur, el de mnguno, ) as1, el
re::,ide en que el uso dl'I entt:•ndumento se hace, contra lc1 de objeto de un concepto al cual no le cou esponde nmguna 1rnrn
termmc1uon de el, t1c1nscendental, y los objetos, es declr, las uon que pueda ser md1cada, e>= nadu, es deu1, un concepto
mtu1uone::, pm1bles, se deben regir por conceptos, y no ern sm objeto, como los 11ou11u1w, que no pueden ~e1 contados
pero lo~ concepto::, poi 111tmc10nes posibles (bolo en ldb cuclles entre las posibrl1dddes, cttmque no por ello deban tampoco
::,e bd::,ct la v,1lideL objetl\ a de ellob) Ld causa de esto es, a su ser dado, por impo>1ble> 111.J rnlwm.i), u como oerta, m1e\ as
vez que la ctpercepuon, y con ella, el pensctr, precede a toda fuerzas fundamentdles, que, p01 uerto, se [A29 l J p1efüan sm
pmtble 01denauon dete1mmada de las 1epresentac10nes Por conl!c1d1cc1on, pew tctmbi<on son pensadct; sm ejemplo tomado
consiguiente, penbanws algu 1 en general, y lo determinarnos, de la expenencia, y que por consiguiente no deben se1 contadas
p01 un lado, ben~iblemente, pero [BJ4.ti] dbtmgu1mos el objeto entre las posibilidades
en gene1,d, rep1e;entc1do rn abJtJacto, de esta manera de mtmrlo, 2 Realidad e> algo, negc1c1011 es nada, a saber, un concepto
) entonce::, no; queda una mctneia de dete1mmarlo meramente de la falta de un objeto, como la sombra, el fno \mhzl pma
por el pen::,ctr, la cud! es, por c1e1 to, Ulld mera forma log1ca llt!Ulll)

;111 conte'udu, pe1 o 1105 pa1 ece ser, sm embargo, una manera 3 La mera forma de la mtuiuon, sm substdncia, no es en
como el objeto existe en si m15mo (noumenon), sm considerar ,,¡un objeto, smo la condiuon meramente formal de el (como
la mtuicion que esta limILada a nuestro; senndos fenomeno), como el e'>pduo pmo,) el tiempo puro, c¡ue son,
ciertamente, algo- 1 corno tui mas de mtmr, pew no son, ellos
nusmos, objetos que sectn mtuidm (em 1maguuu111m) -
[A290] . \nteb de ab,111dona1 le! An<lhllca trdmcendental, [B3-!8] 4 El objeto de un concepto que se contradice a s1
debemos aüadu algo que, ctunque no tengc1, en ::.t, particular un nn~rno es na¿1, poi que el concepto es nada, lo 1mpos1ble, como
portctnua, podnct pct1 ece1 sm embargo e\.1g1ble para !et mtegndad por ejl:'mplu ld figi.1rct iectilmea de dos !ctdo~ (111/izl negatu uml
del ;1!:.terna Ll concepto rna> ctlto, poi el cuctl ~e suele comenzar La tabl<l de esta dn füOJJ del concepto de !lada 1pues la dn i
unct hlu>ohd t1an>cendentct!, e; IMbitudlmente la d1\ 1s1011 en lo s10n del de algo, que curre pctteja con e~ta, sigi.1e por si misma),
posible ) lo 1mpus1ble Pe1 o puesto que tudct d1 \ is10n pi es u pone debe1ld, entonce>, disponerse as1
un concepto dl\ 1d1du, deue mdKa1se uno mas ctlto todavia, )
e>te es d concepto de un ulijeto en gene1d! (tumctdo problema
tlLamcnte,) ;m deudn tii es algo, o nada) 1 Corno las categonas 7++ Re:,,<l!L.tdo cun ma) t1>cul 1 \ :,,m bct:,Ld1dillc1 en el 011gmctl «-\lgo»,
~<\,.ull»
son los umcos conceptos que se refieren d objetos en general,
7+5 Re:,altddo con ma\ muila \ "1!1 bc1:,ta1 d1lla en el ongmal
<<.\.lgo>>
7+2 Re,,,dtado lOll nld) u:,uil,t ) ;,m bd;,t,u d11l,1 en el 011g111cil 716 -\s1 en ld ;,egund" echuo 1 IB Ln la pnme1ct ed1c10n 1A 1 el or
«Algu" den de e>ta O!duon es «como el e:,pauu pu10 \ el l1empu puw \eTZS
7+J Re:,,tltddu cun 1nc1; º"lul") ;,m b,1,,t,ud1ll<1 en el 011gmal «Algo>>, wwg1111111um,, que ;un, uert,1mldte u!go como lo1n1<1'1 de mtmr pe10
Hl'\idJct> no son ellos m1:,,mos, objetos qt e se,m mttudm,,
IMMAG!UEL KANT

[A292J Nada,, CRITICA DE LA RAZOi\ PURA


379
como
[A293]

l. División segunda de la Lógica transcendental


Concepto vacío sin objeto,
ens ratzoms. DIALÉCTICA TRANSCENDENTAL

2. 3. l!\TRODUCCION
Objeto vacío Intuición vacía
de un concepto, sin objeto, l. De la apariencia ilusoria transcendental
m!ul pnvatwum ens imagmarwm A la dialéctica en general la hemos llamado má<; arnba !og1m
4. de la apanenoa Tl11s01za. Eso no significa que sea una doctnna
Objeto vaoo sin concepto, de la prohabdidad; pues ésta es verdad, aunque conocida por
mhzl negatwum. fundamentos insuficientes, y el conocimiento de ella, por tanto,
es ciertamente deficiPnte, pero no pm eso engañoso,~ por tanto
Se ve qu~ l~ cosa [que es sólo una criatura] del pensamiento no debe ser separado de la pai te analítica de la log1ca Aun me-
(nro. 1) se d1stmgue de la cosa imposible 717 en que aquélla 110 no<; deben <;er tenidos por idénticos fenómeno y ap011cnrw dus01 w.
P.~ede ser contada entre las posibilidades porgue es mera fic [KLíOJ PuPs la verdad, o la apariencia ilusoria, no están en el
non (a~n~~e no contradictoria); mientras que é&ta es opue5ta ob¡eto en la medida en que es intuido, sino en el ¡uicio sobre
a la pos1b1hdad, pues el concepto se suprime incluso a sí mis- él, en la medida en que [el objeto] es pensado Por consiguien
mo. Pero ambas son [B349J, empero, conceptos vacíos. Por el te, se puede, ciertamente, decir con verdad· que los sentidos
contrario, el nzhzl pnvatwum (nro. 2) y el ms 1magmarmm (nro no yerran; pero no porque siempre juzguen con acierto, sino
3) son data vacíos para conceptos. Si la luz no ha sido dada a porque no juzgctn en mo~o alguno Poi eso, tanto la verdad
los sent~dos, uno no se puede representar tampoco las tinie- como el error, y por tanto también la apariencia ilusoria, como
blas; Y s1 no han sid? percibidos. entes extensos, uno no puede incitación a este último, sólo pueden encontrarse en el juioo, es
representarse espac10 alguno N1 la negación, ni la mera forma decir, sólo en la relación del objeto con nuestro entendimien-
de la intuición, son objetos, sin algo real. to. En un conocimiento que concuerda mtegramente c.on las
le\eS del entendimiento, [A294] no ha\1 e11or alguno En una
representación de los sentidos no ha) tampoco error alguno
(porgue ella no contiene ningún juicio). Pero ninguna fuerza
de la naturaleza puede, por sí misma, apartarse de sus propias
leves Por eso, no errarían ni el entendimiento por sí <;oJo (sm
influjo dP otra cansa), ni los sentido<; por <;Í; el prime10, porque,
si él actúa meramente según sus leyes, entonces el efecto (el
747. Literalmente: «no-cosa» juicio) debe concordar necesariamente con esas leyes Pero
en la concordancia con las leyes del entendimiento cons1<;te lo
3>-,¡

tor mal LlL ludc1 \ cr dc1d Ln Jo, ;,entrdu, 110 h,t; JUlUO alguno, m lo denu~, son dce1t,1J<1, \ por la cual lc1 fau,!tad de JUZgM es
\udaduu m tdLu Peru pueoto que fuer,1 de e:,ld:, do;, tuente, de;,ldl1111JdlLt poi mtlUJU de ld l!fütgmauon, orno que no:, oc.u
de LOnoumwntu i1u lenemu' mngu!ld otra, de ello ,e :,1g11e p,unoo d(jlll solcmwnlt. de la apa1ltllWl du"orw t1w1.itllldenta¿ que
que el l 1t ur te;, pnl\ ucddo ;,uldmlnte put L l 11!<1d \et t1do mflujo mflu; e subH pr l!lup10;, l ll) o d'=>O no eotd m s1q u1erd d1ng1Llo a
de L1 e11:,ilJ1lKL1d 'oulne el LlllCmlurnenlu ¡iur lo cu,d aLunlel e
0
ld e\pu1enud 1en Lll)O ldO,U tendn.tmoo al meno, und p1echa
llllt' lu;, fundc1mu1tu:, :,ubjdl\ os del JlllLIU [BJ > l] ot' L011ful!du1 de ruque de la cor i ecc10n de ellos), 'smo que, cumr,1 todas hs
, un luo ob¡N1\ u' ' hdc<:n que e;,to;, :,e cI[JdI ten Je su clete1 ,id1 erlenu,1s de ld u 1t1c no:, c1pai ta enterc\1nente a no~otro'
lllllldl iuu 1 t,tl L ornci w1 cuerpo en mu' 1n11e11to n1,1nteudu,1 lllbmos del u~u emp111co de la:, catego11d;, ~ no, engc1ña con
,iernp1e dt poi ;,1, ]d hned redct en la m1;,n1'l dHeL(.1011, pe10 :,e el eopej1Sl110 de un e1b<tnd1ürn1cnto del entwJwucnto pwo
de'o\Id <n rnu\rnuento LUI\O LUdnclo ollct fue1La mlluye en el l ldmMernu:, 1n11w11rnte1 lo'> pnnuptlh LU) a aplrcauon se
<1 Lt 'ez cun ot1 <1 d1reL( 1011 Por e::,o, par a d1st111gu11 Lt [A2~) í] wntiene enteramente denlJ o de ]o;, hm1tes-, [A29b] de una
c1cuon peu1ha1 del entend1n11ento, ele )d tuerz<L que con dl,1 e\.pe11enua post ble,) pi .nup1os t1ansa11dwte" a Jo, que pre ten
.,e meLdd, ;,era 11eceo<1r10 con::,1de1a1 ,d JU!LIO erroneo corno dtn :,ub1 epdsa1 "'ºº lmHtes Pero entre estos no cuento el uso,
L1 d1Llgon:il ent1 e do:o fue1 ¿a:, que ddt 1m111a11 al J u1uo eu do, u dblbO, t1w1Jandwtal de 1,b categomi,,, que e:i un mero en or
d11ecc 1011e, dill tt !llt'~ que enuerran, pot do! de< n, un angulo, de u11<1 fautltdd de JULgc11 no suficientemente ref1 enada por la
) [st>1 a nece:,c1110] de;,cornponer <Lquelld ctcuon cornpue:,ta en cnt1ca, [facultad de Jlltg,u] yue no pre:,tcl ,ufic1ente atenc10n a
Ido, sl!np\c., del enlend1m1enlo ; de Id :,en;,1bil1dad, lo uta!, en lo:, hm1te:, clt'l :ouelo solo :,obre el cu,i! le es pe1 n11tJdo su Juego
JLllLIUt, puru' a pnon, debe <Lcontecer med1c1nte la 1etle>..1on cil entend1rn1entu pu1 o, smo [que entiendo por tales pnncrp10s
t1<1!l'1LenLkntcII, p01 la cU<il (Lomo) d h,t ;,1clu md1c,1do) a Ccldct t1d11:,ce11denteo] electJ\ rh prrm 1p10s que nos mCJtan a de1 nbar
1 epi e;,entac10n ~e le cl,1g11a :,u lu[\dI en ld potenua cog110:,1ut1\ a todm aquellos l110JOlle:o de lm11te;,,) a anugan10:, un suelo eme
,ulecuMl,t et t>lld ) poi tanto, t,unb1cn :,e d1:,t111gue el mf1UJO de tdmente nue\o, yuc no rtc01wce clern<L1cacwn alt,11.ma Por eso
la ultuna solne ctquella
11 no son 1dent1co~ l1w1Ju1ulenta! \ tJllllJlt ndwte Los p1 muptos del
f\up:,t1ct taie<t no e;, clqu1 trc\t,u de Id ap,uenc1<L 1lu:,una em entend1m1ento pu1 oque ma~ ál r iba e\.pu~1mo;, han de tener un
p111La (p eJ de lLl [1lu:,10nJ opt1La), que '1e emue11tra en m,1:,1011 u,o mer,unente empmco) no [BJ::íJ] lran:ocendental, es decir,
[EH >2] del u:,o emp111LO de regla;, del entendurnento que, por c1ue akctnce rna:, ,dlct de lt1~ lm11te:, de l<t e\.penenCJa Pero un
pnnup10 que supr 1me e~,is lumtac10ue:o,) hasta manda sobre
pa:,,n la:,, :,e lL11na tiamitndenll ~1 nuest1 a cnt1ca puede llegar a
descub111 !el dpa!lenua tlmol!Ll de estos p1esuntos prmc1p10s,
71/f Lt :,tm1bd1d"d ;,1m1tltdct ,¡[ enlend1m1cntu L01110 objeto >Ob1e
tl, 11 ,d e,1e t'Je1ce :,u func10n, e;, l<t fueute tk lo, conul nn1eulo> lectle,
Pe1u e!L1 m1,nh1 t'll L' rned1dct en que rntlu\ <:' ellct m1,ma, >OÜ1e ld
del 1011 dll , ntendumcnw \ !et dete1m1uct ,d jlllllO, e:, el íundctmu1to /JO I º' fhller1lt."1' en Id 11 t;e '¡en cu; o Cd"' Lend11clrno> al meno>
del u llll 1\uta de l\dnt] una p1ed1a de tuque de lct LcH1eLC1on de ello:," sun ,1g1egc1do de e;,ta
7./'! P1uu<1blemen1e lia1 ,¡qué entemlé1 «qui "tl rnlluJO dt !et ,1Luon t1dducoon
dt l<t ,u1;, 1bd1dJJ '<JlJlc. l<t dLllüll cid l lllenduu1tlllo Pe1u l<1rnb1en 757 Lis preu:,wnes 1e11rnnulog1c.d'1 de K,ml en f'rnlegumerwi Ed -\cad
pud 11 ,1 entt nde1>e «ti 111llu¡u de Lt >e11;,1b1liclc1d u bren, de !et, poten IV, JJ2, e\1gtl 1,m ctqrn !et tJ dl htlLlO'l «lim1tduone:,» \ no «ltmlle>» Pe1 o
u,1' tugnuoLill\ et> 1 ,ob1e ayuellu:, 1e> deur >olJie lo:, JU!UO> pu10> a el w1ill 'do nu> pet1 eu" e\1¡,ll ]d t1,rducc10n que herno, pue"lO En la
pr IUll wnt11m,1uon de Ll 01 ctuun h.dlll 1!115'!110 'ut-1' e ,tl te1 mmo «lurnte:,»
CRITI\ !\ IJE LA R -'IZO'\ Pl 'Ri\

l~l'v\AN\ 'El r('\NT


m1ent1 ,1, gue la d w. . ¡-ec t.Ka 1'ogica,
· en la resolución de la5 rnfe
entonces aquellos principio5 del uso meramente empírico. por iem ¡a<; fal, 1ce 5 , tiene que habfrselas solamente con un enm en
- de le)º' princip10s . o con una ªfJ<utenc Id ilusorrn
oposición a los últimos, se podnín llamar pnnopios mmanmte1 la oh <;enaoo 11
del entendimiento puro. artificiosa en la imitación de e<;to<; Ha;' por comiguiente, una
La apanencia ilmoria lógilrl, gue consi5te en la mera dialécttrn natural e ine,·itabk de la razon pura: no una en la cual
imitación de la forma racional tla apariencia ilusoria de las se enreda por sí mismo algún chambón pm falta de conuum:en
inferencias falaces), surge 5olanwnte de una falta de atención to<;, ni una que haya inventado arttfioosamente algun 5oh.'tª:
a la regla lógica. Pero tan pronto como ésta [A297] -;e aguza para confundir a la gente razonable, sino una que es mher( ntt
sobre el caso presente, ella desaparece por completo. Por el a la razón humana de manera imposible de cont1a11 e<;tar, )' que
contrario, la apariencia ilusoria trnmcendental no cesa, aunque mmque ha; amos descubierto su máquina engañma, no dep\c~e
ya se la haya descubierto y se ha; a entendirlo di'itintamente, P'\hibii sus falsas apariencias, 111 de empu¡ai a la razon [B3,n1
por medio de la crítica tramcendental, su nulidad. (P ej la ime<;anlementP a extravío<; momentaneos. que tienen que ser
apariencia ilusoria en la proposición· el mundo debe tener cm regidos una ; otra 'ez
un comienzo en el tiempo) La lausa de ello e<; ésta· que en
nuestra razón (considerada sub¡Pt1vamente como una facultad n. De la razón pura como asiento de la apariencia
cognoscitiva humana) residen reglas fundamentales y máximas ilusoria transcendental
del uso de ella. que tienen enteramente el aspecto de principios
objetivos.) por los cuales 7; 2 acontece que la necesidad subjeti\ a A. De la w¿ón en grnnal
de una cierta conexión de nuestros conceptos en beneficio del Todo nuestro conocimiento comienza por los sentidos, pasa
entendimiento, sea tenida por una necesidad objetiva de la de allí íll entendimiento, y termina en la 1azón. poi enoma de la
determinación de las cosas en sí mismas. Una 1/zmón que no se cual no se encuentra, en nosotros, nada m~s alto para elab'or~r
puede evitar, tal como [B354] no podemos evitar que el mar, 1"m(aten '
·a del" intuición v f1ara llevat la ba¡o la suprema [A2 l. ]
' ' d f . ' d
hacia adentro, nos parezca más alto que en la costa, porque allá unidad del pensar. Pues ;o debo ahora dar una e m1oon e
lo\ emos mediante rayos luminosos más altos que a ésta; o aun e<; ta suprema potencia cognoscit1> a, me encuentro en alguna
más: tal como tampoco el astrónomo mismo puede impedir ¡ .. d d De ella tal como del entendimiento, ha> un mo
que la luna, al salir, le parezca más grande, aunque a él no le pe1p PJl at f ¡''eº' decir lómco en el cu'1l la ra;ón hace
nwrarnen e orn1a, , , b' • .,
engañe esta apariencia ilusoria. ab-;tracoon de todo contenido del conoomiento-, pero t~mbien
Por consiguiente, la Dialéctica tramcendental se contentará un uso real, en el cual ella contiene en <;i misma. el ungen de
con descubrir la apariencia ilusoria de juicios transcendentes,;. ciertos conceptm y principio<; que ella no toma m de ]o<; <;ent1-
con impedir, a la \·ez, que ella engañe; pero no puede conseguir dos ni <le! entendimit>nto La primera facultad ha sido hace ; a
nunca que ella, además, llegue a desaparecer (como la apariencia mlll ho defirnda por Jos lógico<; como la facultan de mfern de
ilusoria lógica)) deje de ser una apariencia [A298] ilu,oria Pues manei a mediata (a diferencia de las mferenc1as mmediatas, ron-
nos las habemos aquí con una 1hmón natural e inevitable, que srqumtm rmmrdiatH): pero la segunrla, q11e genera por s1 m1smn
se basa en principios subjetivos, ; los hace pasar por objetivos, conceptos, no se llega a entenrler en virtud de ello Ahora bien.
puesto que aquí se nos presenta una rlivisión de la razonen una

752 También podría entende1se: ") por ello»


lRIT CA Df: LA RAZUi'< PllR,O,

Í<tcU!tdcl log 1c,t \ [BJ :ih] u11c1 tran:,cendentctl, se debe busc<lr un to Ulll\e1sal puede se1\!l ele p1em1sd ma\or en un silogr:,mo,
con e eptu :,upe11or de e:,ta fuente de conoum1ento que aba1 que ) el t-nll ndurnento oh c're 11 p11un t,t!es pi opo:,1uone::i unl\ er
ba¡o :,¡a amumi concepto:,, en tanto que, pot clfüt!Ogia COI1 lo, :,aló, entonces e,tas tMnbren pueden ser llamadcts pnnc1p10s,
conceptos del entendurnento, podemos esperdr que el concepto en atenc10n al mo po::i1tile de ellas
logi( 0 :,nmm1st1e <1 J,t \ ez la d<l\ e del t1,rn:,cendentdl, \ que l<l [,\301] Pe10 :,J cons1dernmos estos prmc1p10:, del entend1
tabla Je l<ls funuones de los p1une1os summ1:,l1e a la vez la miento puro en ;,1 mismos, segun el ongen de ellos, entonces
gm,i gene,i\og1cd de los conceptos de la razon lo que menos son, es conllumientos por conceptos ' Pues m
[n la pr 1111 e 1d p,u te de nuestia Log1c,1 transcendental ::irqu1era senan posibles a p1 ton, s1 no hic1e:,emos mten em1 Id
dehrnmos ,ti entendnnrento como facultad de las reglas, aqm mtu1uon pura (en la matemdt1ca), o las cond1uones de una
drsungurmo:, de el d !et rctzon, denomm<lndold la J11wlt11d de los e\.pe11enc1a pmrble en gene1al Que todo lo que acontece tiene
p1 mupw; una causa, no puede mfe11rse a pMt!r del concepto ele aquello
[ .\300] La e\.pres1lm de p11nup10 es amb1gc1<l,) comunmen que, en general, acontece, antes bren, el prmc1p10 muestra
te :,¡0mhca solo un conoum1ento que puede ser u:,ctdo como como, ante todo, :,e puede obtener un concepto emp1nco
o
pi rnopio aunque en :,1 1111:,mo, y segun su ongen propio, no dete1111111<ldo de aquello c¡ue acontece
:,e,t prrncipio ,dguno Cualquier propos1uon urnve1sal, hast~ Por cons1gcnente, el entend1mento no puede 0iurnm1:,trar
und que hctyd siclo tonlddd de Id expenencia (por mducc10ni, conoum1entos s111tet1co::. por conceptos, )' esto::i 'on, propia
puede set, 11 de premisa ma) or en un s1log1smo, pe10 no por mu1te, lu::i que l!dmo p1111up10s en sentido absoluto, rmentra::i
ello es un pnnupio Los dX1011ldo rnatemat1cos (p eJ entre dos que tod<ls Id, prüposruoue:, urnversales en generdl pueden
puntos puede hdbe1 solo una lme<l recl<l) son mclmo conou ll,tmar se prmup10s comp.u atn amente
mrcnto:, u 111 ,ersd!es ap11011, y por ello se loo llama, con razon, E::i un dllt1gc10 dese<J, que qu1Ld algurH \ ez, qmen sabe
pr urupws, en 1e!duon con los cdsos que pueden ser subsurn1 cu<lnclo, se cumphra qtH alguna\ e¿, en lugai de l<l mhmtd mul
dm b<lJO ello' Pe10 uo por e0io puedo deur c¡ue conozca por tiphudad de Ido le; e:, U\ :,e busquen lo;, pr mc1p1os ele elld:,,
pnnopws, [BJ57] en ge11e1 dl ) en s1 nuorna, estd propiedad de pues solo en ello puede com1sl11 el seer eto ele s1mplifica1, LOmo
las !mea" 1eLt<lo, o,rno solo en la mtmoon pura wele deur se, Id legr:,lduon Pero lds le) e$ son dqm solamente
Por eso, \ 0 1l,lm,u 1ct conourmento por pnnc1p1os <l aquel hmrt,1uoue:, de nuestra hbe1 t<lcl a concl1c1ones bdjO l<lo cuales
en el que rono¿co poi conceptos lo pai t!lul<lr en lo unn ersal ella concuerda mtegramente consigo misma, por tanto, se re
,.\,, 1, pues, todo o,ilogrsmo e;, Ulld forma de de11\ <lLI011 de un fiuen a <ligo que es, enteramente, nuestra propia obra,) ele lo
Lonourniento a p,ut11 de un pnnc1p10 Pues Id p1ern1:,d 11l<l)Or cu,ll 110:,otJos mismos podemo,, ser la (ausa meditrnte aquellos
:,ummisua siempre un concepto que helee que todo lo que sea
subsumido bajo la conclic1on de el, sed conocido a pa1 tJr de el,
segun un pimup 10 .\hor<l bien, puesto que todo conocmuen 75..J E, <leen <•no >011, de nmgnna In<lne1<l, conoc1m1ento:, por con
cepws»
755 P10bablemente hd) d que eJHende1 d.CJUI que solu 'l.] mse1 td1 un
<lcuuteunuento smgular en !et e,u uctu1d gene1 ,ti de l.i e'.penenua 1cons1
7J 3 1,mibien pod 11 .i entende1se como s1 d1Je1a «que todo lu sllbsu de1andolo comu efeuo de ,llguntt c,msa), se puede conoce1 como e'.pe
nudu lid.JU Lt condiuon de esa p1 em1sd. I11'l) 01 sea conoudo a pana 11enu.i e> deur conuce1 mtth<lnte un concepto emp111co dete1mmado
de e,,1 p1em1>d. mavo1, ,eguu un punup10» e,e .tCOllfLum1ento, que as1 dej<l d<c ::ier me1 .i pell epcwn ,ub¡etJ\ d

¡ I
CRÍTICA DE LA RAZON Pl IRA
386 I~ l'!ANLTL KANT
tres líneas rectas hay tres ángulos, se conoce inmediatamente;
conceptos."" Pero cómo objetos en sí mismos, cómo [A:i02] pero que estos ángi_;los, juntos, son igi_rnles a dos rectos: e;, solo
la naturaleza de las cosas se someta a principios y haya de ser inferido. Como necesitamos constantemente la mferenna, y por
determinada según meros conceptos, es, si no algo imposible, ello, acabamos por acostumbrarnos enle1amente a ella, al final
al menos algo muy paradójico en su pretensión. " 7 Sea de esto ya no ad\ ertimos más esta diferencia, ) muchas' eces, como
lo que quiera (pues aún nos queda por hacer la investigación de en el raso de los que se suelen llamar engaños de los sentido<;,
ello), al menos resulta de allí claramente: que el conocimiento tenemos por inmediatamente percibido lo que sólo hemos
por principios (en sí mismo) es algo enteramente diferente del inferido. En toda inferencia [B3fi0] hay uno proposición que
mero conocimiento de entendimiento, [conocimiento] que sirve de fondamento, y uno otra, a saber, la conclusión, que se
puede, por cierto, en la forma de nn principio, preceder a otros extrne de ;:iquélla, y fü~almente la deducción 7 " (cornecuencial,
conocimientos, pero que en sí mismo (en la medida en que es según la mal la verdad de la ultima [proposición] está conectada
sintético) no se basa en el mero pensar, ni contiene en sí algo inclefectiblemente con la verdad de la primera [proposición 1
universal según conceptos. Si el juicio inferido está contenido ya en el primero, de manern
[B3.59] Si el entendimiento es nna facnltad de la unirlad que puede ser deducido ele él sin mediación ele una tercera
de los fenómenos por medio de reglas, la razón es la facultad representación, la inferencia se llama inmediata (rnnseq1101tw
de la unidad de las reglas del entPndimiento bajo principios. 1mmed10to): yo preferiría llamarla inferencia del entend1m1ento.
Así, nunca se dirige primeramente a la e'<periencia, ni ;:i algún Pero si además del conocimiento pue<;to por fund;:imento, es
objeto, sino al entendimiento, para darles unidad a priori por necesario todavía otro juicio para poner en ejecución la con-
7
conceptos a los múltiples conocimientos· de éste, la cual se secuencia, entonces la inferencia se llama un silogismo '" En
puede denominar unidad de la razón ves de mm·/ otra Pspecie la proposición todos los hombres son mortales están contenidas
que la que puede suministrar el ente~dimiento. ya las proposiciones: algi_mm hombres son mortales, algunos
Éste es el concepto general de J;:i facultad de la razón, hasta mortales son hombres, nada que sea inmortal es [A30 J] un
donde se lo ha podido hacer comprensible con total falta de ejem- hombre; y éstas son, entonces, conclusiones inmediatas a
plos (los que sólo habrán de ser dados en la continuación). partir de Ía primera. Por el contrario, la proposición: todos
los letrados <;On mortales, no está contenida en el juicio que se
había puesto por base (pnes el concepto de letrado no e<;tá. en
[A30J] él) y sólo mediante un juicio intermedio puede ser conclmcb
a p~itir de aquél. - .
B. Del uso lógico de la ra¿ón En todo silogismo pienso primero una reglo (moj01) por medio
del rntendzmirntr. En segi_mdo lugar, submmo un conocimiento
Se distingue entre lo que es conocido inmediatamente, v lo
que sólo es inferido. Que en una figura que está limitada por hajo la condición de la regl<i (minm1 por me<lio de la fornltod de

756. También puede entenderse: «;· de lo cual nosotros podemos ser 758. Hab1 ía que entender, no una tercera propo,ición, 'ino más bien
la causa mediante aquellos mismos conceptos». el acto de extraer o de establecer la conclu,mn (' éa'e Kant· Lng¡Á, §
757. Probablemente haya que Pntendf>r como si dije1 a: «la pretemión S9 \ 'us notas, Ed. r\cad. IX, 121).
de 1educír a principios unitarios los objetos en sí, la natmaleza de las 75ÍJ. L1te1 almente: «una mfe1 encía de la razón».
cosas, es, s1no1mpos1ble, al menos pmadójíca».
um il ' DE LA R'\ZO' Pl R.-\

)ll~~lll F11Mlmente ddu1111110 rn1 conoum1cnto con el predicado und facult,1d rnerdmentc ,,ubdlternd, [facultad dej dc1rles., a ]o,
de [d ttgLt [B 1ti l J 110/lllmw), \ pu1 t,mto a p11u11, por med10 de la conourmento;, dddo;,, una cierta forma que se Jldmd [forma]
ra:::,011 P01 cun,1gurenle, Id rel.tuon que ld premisa ma) or, como log1ca, ) por la cual lo;, conoumientos de entend11111ento ,on
ieg!d, rcpre::kl1ld entre un conournrento) ;,u condic10n, co11,t1 subor dmctdus unos '1 ut1 os,) lds reglas mfe1 iores a otras ,uper 10
tu) e Li;, d1fer ente:, e:,peue> Je oilug1>11lO> Son, por cun,1gmente, res \la cond1uun de ld.., ( U<tles abarcd en su eotera la cond1c10n
preu>amente de treo d,1;,es, t,d como todos lus Jllll IO;, en generd!, de la, p11me1 ,1;,) en !d med1d,1 en que ello se pueda efrc tuai
en lci rned1dd t•n que ~e d1te1e11uan en la mdnera como e'..pte medI<uHe la compardc 1011 de ellos? Estd es Id cuestwn ele la
s,111 lc1 1elc1c10n del cunoc1miento en el entend1mrento, d ,aber que nos ocupamos dhorot, solo pro\ is.wnalmente :\Iultiphci
;,dogismos wtrgu11101, o bien luputelum, o bien driyuntlLrJ~ dad de las reglas y umdad de los prmcip10s es, en efecto, una
S1, como oclll 1 e much,1;, \ ece;,, la conclu;,1on es planteada ex1genua de la raLO!l ])did poner al entendimiento en mteg1dl
como un ¡muo, pai<l \ ei ;,1 no de11\ d de JlllUO;, \a dados, mte1cunex1011c011o1go1111omo '1S1 corno el entendimienw lle\ a
medlc1nte Jo;, u1<tles es pen:,aJu un ob¡eto enteramente drfe b,130 concepto;, <l lo multiple de la mtu1c1011, ) as1 la pone a
rente, entonce;, busco en el entendm11entu la aseroon de e;,ta e:ita en [AJOhj cu1wx1011 Pe1 o un p11nup10 tal no les prescnbe
cundu:,1011, [pdr d \ er J ;,i ,l(,ct;,o eo,t [dseiuon] no se encuentra le\ ,ilgrnM a lo;, objeto:, ) no contiene el fundamento ele la
en el b,1JO uertas cundiuones, segun una regla Ulll\ ersd! Si po>1Lnl1ddd de, en gene1 al, conocerlos y determmarlo, como
encuemro una l \JO,i] e omhuun tal, ) ;,i el objeto de la con tdleo,, smo que e, merdmente una ley subJeti\ d de la econonua
, lu.>wn '>e put>de :,11b:;.um11 b,yo la cond1C10n da<la, entonces con Lto, po;,e,,10ne;, de nue;,tro entend11n1entu, pdia reducir, por
ella 111 ha sido condmda L1 p,u tu de la regla, que tamb1en valt comp<11auon de los LOilc eptos de el, el uso um' ersal de ellos
para 0/10:, ob¡Lto:, del co11oum1u1to Poi donde se \e que ld razon, al mm1mo numero posible, sm que p01 ello oe este autonz<1do
en !et mlerenoa, p1 ocm d reduui Id gran mull1pliudad del a exig1r de los objeto:, mismos tal conc01danua, que [B31l3]
conoun11ento del entend1m1ento di 111m1rno numero de pnn fa' 01 e ce !et comodidctd ) el ensanchamiento de nuestro en ten
op10s (condiuone:, ll!ll\E'ISd!es),' [piocurc1] efectuar, con ello, dumento, 111 a oto1ga1 le c1 dquella ma'..ima, a la 'ez, \ <lhcle.L
L1 ma '.11na urndüd de ellos ubjetl\a En una palabrLl, Id cuestiones ccontiene a prwn la
ldlOn en >I, es den1, ld Idlon pura, pnnc1p1os; reglas smtet1cos,
)' en que podian con:,1stu e;,os pr mop10s'
El prm edmuento tor mal ; log1co de eJla "1 en lo, s1log1s
mas ) a no;, dd >ob1 e e>lO un<l gma sufioente acerca de en que
C. Dd uso p1110 J¿ la 1a::_o11 lunddmento se apo) dla el pi mc1pio transcendental de ella en
el conuumiento smtet1co por r'1zon pura
, Puede disld1 st' la 1 Ll.lOn) eY es ellct, entonce,,, una tuente
Pnmeramente, el :,ilog1~mo no se refiere a mtmuunes, par d
111depend1ente de conceptus y de Jll!ClUS que solo en ella se
lle\ adas OdJU 1egla;, (como el entendumento con sus categonas)
uugman, \ con Ju;, cu,tles ella se 1ehere a objetos, o e> ella
w10 a concepto, } JUiuu;, Por con;,igu1ente, aunque la ra¿on
pma se .cll!1j<l a objeto:,, no tiene referencia mmed1atd a estos,
700 !:,,, Uelll Lt cunclu,10n», pu1 L1 co11:il1ucuon de la fi,1,e alemana
],1 e\.¡n e:,10n ell.t' 1to puede tene1 como dllLec eclente> 01 '!,1 con'e
c uenu.» 111 ],, .i:iuuuu», comu p.uece11d po:,1ble en espanol 761 Es dern, de ]d 1aLon
390 IMMJ\NLEl K1\NT
CRITICA DE LA RAZO!\ Pe 'RA 391
ni a la intuición de ellos, sino solamente al entendimiento
y a los juicios de éste, que son los que se dirigen en primer rl enlendirniento prn o [B36!l] nada sabe, pues él <>ólo <>e o( upa
término a los sentidos [A:107] y a la intuición de ellos, para de objeto<; ele una experiencia posible, cuyo con~cimiento y
deter:ninarles su objeto. La unidad de la razón no es, pues, rnva 5íntesis <>On 5iernprc condicionados Pero lo mcond1c10-
la um.dad de una experiencia posible, sino que se di5tingue nado, si efectivamente tiene lugar, puede ser conside1 ado en
esenoalmente de ésta, que es la unidad del entendimiento. pa1tirnlar segun todas las determinaciones que .lo (fotmguen
Que todo lo que acontece tiene una causa, no es un principio ele todo condicionado, y debe, por ello, summ1strar mate11a
71
conocido y prescripto por la razón. Hace posible la unidad de para varia<> proposiciones sintéticas a pno11: '_'
la experiencia, y no toma nada de la razón, la cual. [B3fi4] sin Lo'> principio<; que <>urgen de este prmc1p10 <;upremo de la
:sta referencia a una experienna posible, no habría podido razón pura <;erán, empero, transrendente~ con respecto a todo<>
imponer, por meros conceptos, tal unidad sintética. los fenómenos, es decir, no se podrá hacer de él mmca un uso
En segundo lugar, la razón, en su uso lógico, bmca la candi empírico, que sea adecuado a él. Se distü.1g~iirá por completo,
ción universal de su juicio (de 1<1 conclusión); y el silogismo no pues, de todos los principios del entend1m1ento (rnyo uso es
es, él mismo, otra cosa que un JlllCio, por medio de la subsun- ente1 amente inmanentr, pnes ellos tienen pm tema solamente la
ción de s~1 condici<~m bajo una regla universal (premisa mayor) posibilidad de la experiencia). Ahora, bier~, si aquel p~incipio:
Ahora bien, puesto que esta regla, a su vez, está expuesta al que la serie de las condiciones (en la smtes1s de los ~enomenos,
mismo intento de la razón, y ello, debe buscarse, hasta 0
también del pensar de las cosas en general) se extiende ha'>ta
donde sea posible, la condirión la condición (por medio de lo incondicionado, [e'> un principio] objeti,·amente acertado, o
un prosil?gismo), entonces se advierte que el principio propio no; cuáles consecuencias manan de allí para el uso empírico
de la razonen general (en el uso lógico) es: encontrar, para el del entendimiento; [A300] o si más bien no hay tal principio
conocimiento condicionado del entendimiento, lo incondicio- de la razón objetivamente válido, sino un mero precepto ló-
nado, con lo cual se consuma'"' la unidad de él. gico de aproximarse, al ascender a condiciones cada vez más
Pe:o esta máxima lógica no puede volverse un principio de elevadas, a la integridad de ellas, introduciendo así en nuestro
la ra¿on pura de otra manera, que suponiendo que si lo condi- conocimiento la máxima unidad racional posible para nosotros;
cionado es dado, está dada también (es decir, está contenida si, digo, este requerimiento de la razón, merced a un malen-
en el objeto y en su conexión) roda la serie de condicione' tendido, [B36fi] ha sido tenido pm un principio transcendental
subordinadas unas a otras, [A308] la cual es, por tanto, ella de la razón pura, el cual, in cm riendo en precipitación, p~stula
misma incondicionada. en los obJPtos mi'>rnos tal integridad ilimitada de la sene dP
Pero ese principio de la razón pura es manifiestamente sznté- las condiciones; y cuáles, en este caso, son las interpretaciones
tzco; pues lo condicionado se refiere analíticamente, por cierto, erróneas y los engaños que puedan infiltrnr5e en los silogismo~
a alguna condición, pero no a lo mcondicionado. Además, de CU) a premisa mayor es tomada de la razón pura (y que qrnza
él deben surgir diversas proposiciones sintfticas, de las cuales sea más petición que postulado) y que ascienden, cle'ide la
experiencia, hasta las condiciones ele ella: esto será nue'itro

762. Entiéndase como presente de iPdicati' o del 'erbo «consumar»


(y no como subjuntivo del verbo «comumiP). 763. También puede entenderse: "Y debe, por ello, suministi a1 a p11m1
materia para varias proposiciones sintéticas».
392 393
J.Sttnlu en !<1 D1<1lect1cct transcendental, que\ amos a desarrolldí tos de la rclzon 511 \en pct1 a wmp1ende1, tal comu los conceptos
,d101 <1 d pa!l!f de l<l' Jueule' de dl<l, que e;,t,m profundamente del entendrn11ento sll' en para entender 1lao percepoones' S1
e:,cond1dJ.;, en ld 1 dLOl1 lnlllhllld 1 d d1\1dn cmo;, en do;, p.u tes, cont1cnen lo mconcl1c1011ddu, conciernen a algo bay> lo cudl
Lt pr mietcl de !d, cu,dc;, ha de tr,tldf de loo lUllapto:. !JafLllllldenle> todd e'Cpe11euuct trl 11e ,11 lugdr, pero que a >U\ e¿ no e, nuncd
de !et 1ctLon pui et, ) ld ;,egundct, de Jo;, rallOllrtW:. dwluttw:. ) un objeto de ld eApenenud algo hacia lo cual conduce ld 1ct.wn
l1 <lfücendentes de ella en sus mierencias onginddas en la expe11em.1d, } de acuerdo
con lo cual ella evaluc1 ' dfHec1ct el giado del tbo empmco de
ella, pero que nuncd eo IBJb8J un m1ernb10 de !d ;,mtes1s ernpi
11ca S1 tctles conceptos, dp<tr te de esto, tienen\ ahdez objetl\ a,
[.\310]
pueden llama1 se WTlltpt111 1atlOllltatt \COIKeptos correctameme
Libro primero de la Dialéctica transcendental mfendos), s1 no [Id tu:~nen!, son obtemdos poi asruc1a, mediante,
di menos, und dpct1ie11uü iluso11d de mferenoa, ) pueden ;,er
01" LO:. CONCI'..PTOS DE LA RAZON PURA lJd111c1dos cumeptm ratwunanh; (conceptos sofoticos) Pues esto
no puede oer establecido hasta ' l capitulo de las mferenuas
Como c¡uierct que se ieoueh et !et cuewon de la po;,ibilidad dldlect1cas de ]d 1a60JJ pura, no podemo:, tom<ldo toda\1a en
ele lo;, comepro;, por iaz011 puid, ellos no son conceptos obte considerctuon, :,mo qt1l poi ahorct, asi como d los concepto;,
111dos poi !d mera reflexion, ;,1110 poi mierenud T,unlne11 lo;, pm os del entend1rn1entu lus hemos llan1ddo Cdtegona>, les
( om epto;, dtl entendumento son pen;,ddos a p1 wn, ctntes [B 307] d,u emm d Jo, c011cepto' de la raLon pura un nombi e nue\ o, )
de la e\.pe11e11Cid y en benefiuo de esta, pero no contienen los ll<tmdremos 1deas t1,!llscendent,des, peru e,td denornmaoon
1ldcid ma;, que la umdcid ele Id reflex10n ;,obi e Jo;, fenomenos, l<t e>..phcaremos ; lc1 Jllotlficc1remos ahora
en la medida en que ellos han de pe1tenecei necesariamente
d una conc1enua emp111ca posible Siolo por ellos :>e \ uelven
posible;, el conounuento) !et Jelern11nduon de un objeto Por
[ \312]
td11tn, ellm, sumimstran, ,mte todo, mctter Id para la mferencia,
\ no le'> pr ececlen concepto;, a prwn de objeloo, [conceptos] de Sección primera del libro primero
los cuctle;, pud1erd11 ;,e1 mfe11dus Pm el contrano, la redhdad de la Dialéctica transcendental
ob¡t•t1\ d Je ellos se funda ;,oldmellle en que, puesto que en ellos
( 011,1;,tc lc1 !01 Illd mtelectu,d de todd e>..penencid, ;,u ciplKduon
debe pode1 '>el mo,t1adct siempre en Id eApenenoa
Puu la de11on11nc1u011 de un concepto de la iazon mues A peoc11 de lc1 gian nquezd de nuestra lengua, muchas\ eces
uc1 ; c1 dlltc todo que el no admite ser limitado dent10 de la el pemad01 se encuentr,1 t n dificultades aceica de la eAp1es1on
t "-[lt'litllllcl po1que conuetnc a un conoumie!llO Jd cual que con\ iene e>..actamente et ,u concepto, ) a falta de la cu.ti
lticlu [< unounucntu] emp111cu eo solu Ulld pctrte (qwLa el todo el no puede hacerse entender por otros, m aun poi s1 mhmo
[ 't ) 11 J clic Jc1 e'<-pe11cncia posible o de la s111tes1s empmcc1 de forjdf p.tldbr dS uue\ cto /B3iJ 1)j es una pi etens10n dt legiolar en
dld , ¡>01 uer to, mnguna eApeuenua efect1 \et Ju dlcanza ¡amas los 1d10mas, que rara\ eL ctcierta,) antes de 1ecurnr a eote 1eme
u1terc1mente, pe1u ellct s1emp1e forma pc11te de el Loo concep d10 desesperado, es dConse1ab1e busca1 en una lengua muerta\
CRITICA DE LA RAZO"l Pl RA

394 IM\ll\'<l 'FI KANT


de lo que él <;e entendió a sí nfr;mo, si es que no cletPrnüno
erudita, para ver si en ella no se encuentra este concepto junto suficientemente <;U concepto, v por ello, a veces hablo, o aun
con su e-xpresión adecuada; y aunque el uso antiguo de ella, pensó, en contra de <;U propia mtenc1ó11
por descuido de sus creadores, sP hava vuPlto alo-o vacilante ' p]¡¡tón notó bien pronto que nuest1 a potencia rogno'c 111\ a
siente una necesidad mucho rná<; ele\ ada qu~ la de met an;e1~le
; b
es preferible, sin embargo. consolidar el significado que le era
especialmente apropiado (aunque siga siendo dudoso si en deletiear fenómenos sPgún la unidad smtet1ca, paríl [h31 I]
aqu~l tiempo se había pensado e-xactarnente esP mismo), que podei leerlos como e-xperiencia;) que nne,tra iazón se elf'\ íl
arrumar uno su negocio solo pm hacerse incomprensible. n<ltmíllmente a conocimiento<; que llegan tan lPJº"· que nmg1rn
Por eso, si acaso se hallara, paia un cierto concepto, sólo una obieto que la e'<periencia pueda dar pudiera jílrná<; hílcPl se
única palabra, que en el signifirndo ya establecido convinie'e rnngruenle con ellos,) que sm emba1go, no por ello de1an de
exactamente a este concepto, cuya [A3Elj diferenciación de tener su realidad,) no <;Ofl en modo alguno rnern<; q111meríl'>
otros conceptos emparentados con él fuese de gran importan- Platón encontró 5US ideas e<,pecialrnente en todo lo que es
cia, es aconsejable no usarla con prodigalidíld, ni emplearla sólo práctico,"" es decir, en lo que se bíl5a en la l.1be1 tad, la e udl a
<;U vez .~,1 , 1 '
, [" ' 1 1~ ] ºe encuentra entre Jo<; conoum1ento'i que 'ºn un
para\ ariar, corno sinónimo, en lugar de otras, sino presen·arle
cuidadosamente su significado propio; pues de otro modo producto peculiar de la razon Qmeu q1mie1a obtener de la e'\
fácilmente ocurre que una vez que la e-xpresión ya no llama periPnoa los conceptos dP la \ i1 ll'.d, quien, de> ¡¡quell<~ qu,e <;o]o
particularmente la atención. sino que se pierde entre el montón puede servir, corno rnucho, de> ejemplo para una '."'phcaoon
de otras de significado muy dive1gente, se pierde también el imperfecta, pretencliern lrncer una fuente de conoorn1cnto, corno
pensamiento que sólo ella habríd podido preservar. [-;i aquello fueia] un modelo, (tal como efpctrvamentP muchos
[B370] Platón se sirvió de la expresión idea de tal manera, lo han hecho), ese tal lrn11a de la v!rtud una cosa 1rnpos1ble )
que se advierte fácilmente que entendió poi- ella algo que no ambigua, mudable según el tiempo y las ciicunstan~ias,} que no
solamente no es tomado nunca de los sentidos, sino que in- podría emplearse para regla alg1rna. Por el cont1 ano, Cílda cual
cluso sobrepasa en mucho los conceptos del entendimiento, advieite que si alguien le es [B372] presentad~ corno model.~1
en los que se ocupó Aristóteles; pues nunca se encuentra en de virtlld, él mismo tiene, ernpe1 o, siempre solo en su propia
la experiencia algo congruente nm ello. Las ideas son, para rnbeza el verdadero originíll, con el que compara a ese pi es unto
él, arquetipos de las cosas mismas, y no solílmente claves de modelo \ sólo seo1111 el cual lo aprecia Este [ori1:,rinal] P'i, líl idea
experiencias posibles, como las categorfas Según su opinión, 1 1
de la\ ¡ 't~ d, con ;P5pecto a la cual toda clase de objdo'i" dP la
emanaban de la razón suprema, } de allí habían sido partici-
padas a la humana, que ahora, empero, ya no se encuentra 764 p 01 cieito que extendió su concepto también a los conocimienlo'
en su estado original, sino que rnn esfuerzo y mediante la es ieculatl\ os, siempi e que fue 1an pttI os' quP fuei an r!ados Pntei arncn~P
:eminiscencia (que se llama filosofía) debP evocar las viejas 11~norre c]u, 0 sobie L1 rnatem{it1ca, aunC]llP e'ta no tiene S\l obicto en
111
oba ;ite que en laexpenenrrn po11hlr [n eso no puPC!O scguu;n. rom~
ideas, ahora muy oscurecidas. No voy a meterme aquí en una
ta poco en la deducción rní-;tlCa de psas ide,1s, rn pn las e'.ag,fiaciom'
investigación literaria para e'tablc< er el sentido que el sublime '~Tis nrnles él las hipostas1ó. poi así dec11. ,1unque el kng;u<i¡e 1•]e, ado
filósofo atribu) ó a su expresión [AJl 4J Sólo observo que no es fielque se sin ió en este campo puede mm bien 1eClbll un~ mte1 pt ~t,ic 1011
nada ext1aordmario, tanto en conversaciones comunes corno mas moc!Psla, adPcnada ,1 la nal111,den1 ele Lis ros.is [~ot;1 dr t\,1111]
en escritos, entender a un autor, mechante la comparación 765 L1te1almente· «torios los poSJhies oh1f'to 5 "
de los pensamientos que expre<;a ~obre su objeto, mejor aun
cRmc~ CE L'I k'liO'i Pl KA 397

e'-pe11e11ud pr c:,rdn ,u\ iuo, ue1 t<tlllLilte, Lomo Ljernplus corno Cttdnto ma-, (u!lcu1d.rntl> ;::011 L5ld idea lue1dn ld leg1ol 1u0n
plllebds de ld lctLt1L1hcldcl, en oerto grado, de dquello que el \ el gobierno t,rnto menos h tcuenre, ser 1an, por l rer to, las
< onc< pto de !d JdLon !IldmLt1 pero nu como di qucl!pos El que petM> \ a,1 pue>,, e> mu\ rnzo,1<1ble (Lomo lo ahtrna Platon\
1amas un hombre ob1c dt. 11ldllerd cJdeutddd d M¡uello que esta que :,1 ellus .dlcll1Lclldll un <lrckn perfecto, no ,end necesana
contumlo u1 Id ided ¡mr,1 de Id \11tud no demue,trd que ha)d nmg1ll1d de est,i, .\unque Lsto ultimo nunca llegue <1 realiLarse,
<1h.;o qum1er JLO en e:,te pc1i:,,1m1ento Pues a pesdr de ello, tocio es, empe10, [B37-lj enteramente aceitada la tded que mstaura
¡muo sobre \ dlor o d1°" .du1 mu1,des solo es po;,,1ble mediante a ese ma'\1rnurn como <1¡¡1ueupo, pa1<1 lle\'11, de 1cuerdo (O!l
estd idea, por t<1nto, dld sn \t. 11eces.u1<1me11te de fundctrnento el l,1 cOibtttuuun ¡u11d1Ld de los hombres celda \ eL ma, cei ca
de toda ap1u'\l11lduon d la perlecoon m01al, por lllll) alejado, dt la llldvOr pu feLuon pm1ble Pues cual herva de ser el gra
dt elL1 qut. no-, teng.m los obstdculos [c¡ue ha) J en la lldtll!aleLa do max1mo en el ui.d deba detene1 se la hum.m1clad, \ cuan
hum.rna [obsta< ulmj lll\ o g1 .ido no puede ;,e1 dete1 rnrnddo grande ha) d de ser, por tanto, Id gTleta que necesdr 1<unente
[ \ llli] L1 1epub!ua pfotonzca ha llegado d ser p10\erb1al quede entre la 1cled ) ~u lt...dhLcH 10n, e:,o nadie puede m debe
como un pres unto ejemplo notono de perfecc1on soñadd, que detetmmado, p1eus.unente porc.¡ue hct\ libertad la que puede
solu puede tener su o,cde en el ce1eb10 del pens.tdo1 ouoso,) tr.t>pas.tr LUdlqllle1 lm11te dado
81111Áu encucnt1,1 11nso110 que el filosofo dh1md1d que 11uncd Pero nu soL1mente en dquPllo en lo que l.i iaLon hurnand
1cg1na bien un pr mu pe, s1 no tu\ ie1 a pa1 t1upauon en las mue>lra \etdadera c<1u:,<thd<1d, > en lo qut !ds ideas re:iultctn
ideds Pero me¡or ,e hdnd 111\ est1g.mclo mas ese pensam1ento, su caus.ts efiuentes (de l.t~ <1cu0ues y de le» objetos de ellas\
v '>dLandolo d l.t luz con nue\ o esfuuzu (<11l1 donde el hombre a :idbe1, en lo moral, ,mo t,unb1en en lo que toc« a la narn1d
e'\celente nm dejd srn ayudd, yue depndolo de lado como leu lllbl1ld, \e Platon, con aue1 to, rntJd,ts pi uebd~ de que ella
mulil con d 11me1dble [B.37 l] ¡ dúwso p1etexto de ld imp1<LLl1 se ollgma en las ideds l' lld pl,mta, un amtn.:d, la chspos1oon
cdb1hddd L'n.t comlituuon de ld 11l!l\l!IW l1butad humana segun 1egu!df de L1 fab11ca dd mundo (pwb<tbleme1m t.i111u1t,1, en
le\ t's yue h«g<1n que la ltbt rtad tÍl wda wal pttltÍll wnz:,tu con la tmJLes, tudo el orden de ld n.ttw ,deta) mue,,tran distmtarnente
dt lo1 ot101 (no de Id rna\.illld teliud,ld, pues esl<t segun M) a por l-\318] que solo son po:,ibles :iegun ideds, que, por oe1to,
51 1111:,111'1 es poi lo menos, Ulld 1ded necesdr1<1, que se debe nmguna cnc1n11" srngul.u, b,yu !ct' condtuunes smgul.u es de
pone 1 poi tunddmenlo no ,o\,m1ente en el prnner diseño de la :,u e'\iotenud, eo cong1 uellle um la idea de lo llld:, per feuo de
umst1luc1011 de un Lstctdo, 51110 tdmb1en en tod<1s J.i,, leyes, y en :,u e>peue (<1s1 Lomo tdrnpoco el homb1e es congruente con la
t>lld, ,t] Lum1enLo ,e debe bdce1 dbst1dlU011 de los obstaculos ide<t de la humc1rndctd, qm tél n11smo, mclu:io, lle\ a en su d!nM
pr e5u1tes, que qmLd no ourpn tanto de Id nctturalezd humcma comu el <tlljl!Ll!po de :,uc, ,1cc10nes), pero yue :im embargo
de mc111er .i rne\ 1tdble, srno mas bien del db.mdono de le» a u ten aquc.ll<10 idea, en el entendm11ento supremo son smguldres,
t1Ld\ 1dects en Id leg1sL1uon Pues no se puede encont1ar nada 111c1ltuables, estan 111teg1,unente detummadas,} ,on lds cau,as
m.b J,mo,o rn menos digno de un filosolo, que Id apelduon or1gmM1d> ele las cosd:,, ) solu la tot<1bddcl de su enlace en
plebe\ a et u11c1 e'\pe1 ieuud pi esuut<1mente contJ <11 ia, lcl que no
e'\1>t111a ,1 ,1 su debido l!empu se hub1e1<111 tomddo aquellas
chspos1uones de .tu1ei do con lds rdeds, [ .\ i 17] ) s1 en lugar de 766 Lunb1en puede enteude1 "" pc>10 que ;,m emb,ugo dCJUdl.io icleao
c>tan 111teg1dmen1c> dcte1mrn 1dct5 en el emendun1ento >up1emo, de
est,1s, conceptos g10,e1os no hub1e1an arrumddo todct buena
l!l,ll!U.t 0111gul«1 e lll\ ,u1.ibk
mtenuon, preusdmente poi oei t0111<1dos de Id expe11e11Cld 767 P10b.1blt 111t'nre hd) 1 que enténde1 <1t¡u1 ',ulu l,1 tut,d1d<1d del
Jv)'vl1\»l [L l\A 'ff
CRITICA DE LA RC\ZON PL RC\ 399

~B~~l~ll~; ~~~~e~~~;~ª.Y ~ni cadrnP nte, es enteramente adecuíldo


.
e l irnptJlso
1 1
eja e ª o o exagerado de la . ·
espmtual del filo· s0 fo, d e e lC\ arse de laexpre5mn,
en el que 'e encuentran toda clase de galerías de topo de u1rn
ra?ón qiw 'anamente, pero con bnena espet anza, P'\r ª'a en
· · .J
racton que sólo copia;"' l0 r·isico
. d el orden del' dCOT15Iue
h bu<>ca de tesoro<;, y que hacen 111<;egura aquella ed1ficacion El
la
· conexión arquitectónica
' de oJ .
' segun nes es dec· o, a1ta
fi mun · u5o transcendental de la razon pura, [) l los pnnup10;, e 1cle"'
~~:ª:~~~ L~nl~sfuerzo qu.e merece respeto e imi,tación; ;~r~~~ de ell,1, son, por t,mto, lo que ahora nos compete conocer con
precisión, para poder determinar) apreciar correctanwnte el
de ~a legislaci¿~e\ c~:cl~rr~~i= lo'i prinlcipios de la moralidad, inílujo de la razón pura, y el\ alor de ella Pero antes de dcj<1r
1011
ante todo · , ' en os que las ideas hacen
pu~la~'~~le aungu~
b
e<>ta introducción pr0liminar, e".horto a aquellos a qu1e1ws la
nunca a la exdperiencia misma (del bien) filosoha les e'i cara (lo c¡ue, por lo comun, se r!ice más de lo que
r expresa as enlei amente · .
mu¡ part1culai -, " . . en esta, PS un mento se ern ucntra), si es que hallan convmcente e'ito ) lo c¡ue <;1gue,
·uz~a , que s1 no es reconocido, es solo poi que se lo
J b po_r me?10 de las rmsmas reglas empíncas cm a\ al a tomar bajo su protección la expresión idea, en su s1grnficado
corno pnnc1p1m. por él mismo;-,, ha d b' d .' . idez, oiiginal, para que en lo sucesivo no se me?rle, para peqmuo

~~;i:~s~:~~oh~e~~;1~~1 ~:¡;:;d ~~ ·epx~;~ ~i:e~ ~~ r::~:l~~st~~1~;


l .
ifon
' n respecto a a~ le\ el
de la ciencia, con las expresiones usuales, con ]a, cuale;,, poi
lo comun, se designa toda clase de especies de represent<1oon,
1nor~ es,. 1a _experiencia es (idesgraciadamente!l la mad d, l en de<;cuidado desorden Pues no nos faltan denominacwnes
apanencia ilusoria \ es [A '·H9] i re e a exactamente adecuadas a cada especie de representac1on, sm
las le• es acerca de/ , . sumamente I eprensible tomar que nos sea necesario echai mano a lo que es jA3:20] propiedad
o pn;tendPr limitarl~sq~~~~l~.bo lwm, de aquello que es llfdw, de otra. He aquí una escala de ellas· El genero es reprncnfa(!Óll
en general (rrpraeffnfa/10). Bajo el está la representación con
En lugar de todas estas comideraciones, cuvo d b'd d
;~rrollo comtrtU) e, en efecto, la dignidad pectdi~r ]~ fi~os~:
tia, nos ocupamos ahora en un trabajo no tan brilla~te P
d: conciencia (pm:ept10) Una pncepoón c¡ue se iefiere 'ºlamente
al sujeto, como modificación del estado ele él, es sensanon ( 1r11-
ampoco carente de mérito, a sabei: en allanar consoli,daero sat10); una percepción objetiva es conorznucnto (cogmtw) Este
suelo para aquellos majestuo,os IB37ó] edificios ~ora]e<;; [su:!~; e> o [B377] bien wt111nón, o bien ronffpto (mt111t111 l'el wnreptu>)
Aquélla se refiere inmediatamentf' al objeto, y es singular, éste.
mediatamente, por medio de una característica que puede '>er
común a muchas cosas. El concepto es, o bien concepto empmro,
enlace
dad delde las cosas»
enlace Pero ta m blien
de las ide 'l e entende1 se: «1ólo la totah-
. pu ce
o bien ronrepto puro; y el concepto puro, en la medida en c¡ue
aquella idea del e:iemplaiaspenfe undn e1 so es ente1 amente adecuado a tiene su origen solamente en el entendimiento (no en la 1mag<>n
- , e1 ecto e una especie»
pm a de la sensibilidad) se llama notw. L1 n concepto formado
168 Nuestra ti aducnón es con etm al I
no se entiende. J ' ºª Pª Iª b 1 ª onginal 1"Cüpeil1ch»)
por nociones, que sobrepasa la posibilidad ele la expenencw. es
769 Con' iene entende1: «ese im uh
ménto mu' particular» p o e<;p111tual del filósofo es un la idea o concepto de la razón A quien se ha va acostumbrado
a esta diferenciación debe resultarle m<;op01table ou l1,1mar
b1én podría entende1se· "1Ps~rºelels,uerzo menc1onado antes Pe10 tam
770 Es decn, poi ese m f
idea a la representación del color rojo. Ella ni siquiera puede
as mismas» es decn ¡ d
mterpretac1ón de "POI él mismo" romo, 1 1 ' · poi as 1 eas La llamarse noción (concepto del Pntenclimiento)
no es posible en aleman - e lJPr<I "poi el mismo filósofo»
J\I 1 \ l EL h.A\T

f \lllj Segun Psto, en la cm1dus1on de un sdog1smo rest1 rng1mo~


un predicado d un uerto !B37()j objeto, despues de h,iberlo
Sección segunda del libro primero pensado, 'pieviamente en la premba ma)O!, en toda su
de la Dialéctica transcendental extem1on baJO uerta Lond1uou Est<l n1ag111tud consumada de
la e\.ten;,10n con 1 e, pedo a una cond1uon t<ll, :,e llama la 11111
ima!1dad (unnusaltta.i 1 A el!d le c01re5ponde, en la smtes1-, de
lcts 111huc10nes, la totatulad 1unno11ta.i) 1 1 ele las conJ1uone;, Por
Lt .\11,tlllILa transu:.ndeutal no;, dio un ejemplo de corno la tanto, el concepto tran~cendentdl de l<t rdzon no es oti o que
nwra l01rna logKa de nuest<o cor10um1ento pueda contener el el de la totalidad de las wnduwnn para un cond1uonado dc1do
ungen de e onceptus puro;, a p1101 ¡ 1 que dntes ele toda eA.pe ,.\hord bien, puesto que ;,olo lo mionduwnado h<tce po:,1ble ld
ne11ud 1 e prt sentdll objetos, o que, m<1s bien, mdn ctll la umdad totahifad de l<ls cond1uones, e 111\ ersamente, la totalidad de las
;,mtelJCd que es Lt urrn a que hdce po;,ible [B378I un conoumiento cond1uone:, e;, :,1empre ell<t misma 111cond1uonadd, p01 tanto,
emp11 ico dt' ob¡eto-, I el fornid de lm JlllUU~ 1cOll\ ertida en un un concepto rauoncll purn :,e puede defina, en gene1 ctl, me
1
l (Jllccpto de la ,mtesr;, de lds mtwuone<, p1odu¡u categml<l>, las d1dnte el conceptu de lo l!H ondiuonado, en la 111ed1dd en que
qm. d1ugen todo U\O dt l entend1m1u1to en la expenenoa Asi el conrrene un fundürne!llli de Jet ;,mtes1:, de lo condiuonado
tamlnen podemos e-,rwra1 que la tormct dt> los silog1smos, si se [,.\U l] '1.ho1ct bien, h,tlircl tantas clases de concepto, puros
le\ c\pltCc\ d \.i umJad c,mleltca de [cL~ tntUlU011eS de conloumcJad de \a raLon,7' cuanta::. espeue::. de lelacrnn ha\ a, que e\ en
cun Lh cclt<_guna'> L untench ,1 el 01 igen de pc1rtKuLues conceptos tendimiento "e repre::.ente por medio de lds calegonas, \ por
,, ji! wn, et lo, que pud1emos l!clm<l1 conceptos pu1os de la razon, com1grne11te hdb1a que b11sccl1 primero uJJ 111w11d1uona{k de
o 1duL1 twm1i11dwtale1 \ que determmaran segun punup1os el u"o Lt s111les1s wttgowa en un &egundo, [un rncond1uonado]
dd entcndHmento eu la totahdctd de ld e-,,.pe11encic1 completa de Lt ::.111te::.1:,, lupottlua di:' lo,, m1cmbros de una sene; tercero,
L<l hmuon de Lt r dLOn en sus 111fe1 en u a" consistia en la Je la ,,11,tes1" do¡ untlca de lcls p,u te;, en un ststema
u111\u,,dtdc1d dd conoum1ento pm conceptos, v el s1log1smo Pues ha; otras Llntct;, especies de s1log1smos, cada una rle
nu,rno e, un ¡u1uo que es deLernunddo a [ \ -l.22] prwn en las cuales d' ,mza, plH pr o::,ilog1smos, haud lo mcond1uonado
toda la e'-.tenswn de '>ll conchuon La pwpustuon C<l)O es 1ma haCI,1 el ,uJeto que ) et no es el mismo, predJLado, la otr c1
mor tal pud1e1 ctb ) o e>.t1cte1 ldmbien de l,t e\.pe11encM, solo hdua id pi c::.uposruon [B l80] que no presupone n,tda ma::., )
p01 L l entt mhrmentu Pe10 bmco un concepto que contenga
\d t 011d1uon bajo la cu<ll e~ d<ldo el p1 edKddo (aseruon en
gene1,d¡ Je e~e ju1c10 1e, deu1, aqm, el concepto de hombre), 773 lnuend.io,e «de:,pue-, dt h,1lie1 pensc1d0 eo,e p1 edicddo' La
\ despue~ que, hl subsumtdo b<lJU estd condic1on [tonMda] en mte1 pret.ic10n <de:,pueo de \1dbe1 pens,ido ese objeto» no es po:o1bl,:
>egun el 011,,,rn.il
to(.lcl -,u e\.te110,10n (todo, lo:. hombre:, "ºn m01t<llts), deternuno
771 En el LL 'to ,,t emplt d p11mu o ]" pal<tb1 a de ongen gu marnco
segu11 ellc1 el conoum1erno de 1111 OOJUO {Cd)O e" mental) r,u\l!heH> ¡ ' luego la de u11be l ldtmo («Totalitat») para exp1eoa1 el
coJJcepto de totdhddd ron ¡, uue 'JL-lle a quedM ]" tutalidud (um
771 LuulilLll puede enrendu:,e pudld c011lcne1 a j!/Wll el ungen lll'1/a>) l1 totalidud
dt '"Jll< plü> ptuu:, 775 H.i' que emende1 'd Lumepto iduonal tldmceudenral»
;/¿ fd111li><n fllitde tn!eudeioe cuutend1d ti p11011 ti u11 0 tn de 716 Ha1 que <>fllt'11de1 <de conceptos pmo> que pellenecen a la
f' ll llLUJ llLóo Lúllll ptc» r.lLOn' o bien de conteplu:o 1dUlrnale::. puro»>
< RITI( \ DE lJ\ R '\70'\ f'l \ \

la tercera, hacia un agregado de los miembros de la di\ 1wm


lmteme\ lo nrnl en \ crdad p<; lo mcnn( que 'E p11Pde dcor de
ademas de los cuales no se regu1ere nada, para comurnar la
d1v1s1on de un conceptn Por l so, lm conceptos r duonales puros ; ob¡eto Pn 1 El cont10no ramb1en se l,1 emplea a' el p<; para
111
de la totalidad en la smtesh de las cond1c10nes, [entendidos) mdii ar quP <Jlgo es, altdo Pll todo re<.,pecto \dt rn,1nera iltmJtacL1
al menos, como t;ireas para ( ontmuar, en lo posible, ha<;ta lo
(p f'] 1¡ poder ,1h, 0 !utn' \ en e<;ta s1¡;r11h< auon ri/J1n/11tm11111tr
/JnHblr , 1g111hé <111<1 aquello que es posible en todd mtt nc1on m
mcond1c10nado la umdnd del entendirnwnto, 'ion necesanos 1
estan fundados en la naturaleza de la ra?on humc1na, aunque todo rnprrto lo cu<tl " su \ P7 es lo nrn' que puedo clern a1l11 il
por lo demas les falte a estos conceptos transcendentales un uso de ]íl po, 1biidad de unil [ \ 31.:i] cosa Ahora bien '1 1 ece' Pstas
zn concreto proporc10nado a ello',, y no tengan, por tanto, otia sigrnficilcJOnC<; 10111c1clcn \s1 p e¡ lo que es mtPmilrncnte
utilidad gue la de condunr al entendimiento en una direccwn m~posiblP e<., tarnb1en 1mpos1blP en todo n spe( to ' por tanto,
en la gue el uso de el, ensarn h,1do al e'<tI erno, se haga a la 1ez ah,olut<1rnentP Pern en la ma1ona de Jo<; caso<, ,e cip<1rtan mh
mtegramente concordante consigo mismo rnt<lrnente ml<lS de otras, \ no puedo en maner<t alg1inci 1nfern
[A324] Pero al hablar no'iotros agm de lc1 totalidad de lai q\l( pnrc¡uP algo <;piJ posible en s1 mismo sp<t por ello pos1hlP
conchc10nes) de lo mcondJC1011ado, como t1h1lo comun ele todos tambiPn en todo respPcto \ por tanto ab,oluta mente \un
mas de Id nece-,idad aosoluta mostrare, ma5 adelante quP ella
los conceptos de la ra?on tropt' 7,unos otra 1 ez con una e'<pre<;1on
de la gue no podemos pn·<-cmdlf,; gue 5111 embargo no podemos
de nmguna mane1 ci clepende de la mternci en todn5 los rasos \
usar de manera segura, por una ambiguedad gue por un largo que por con>1<'U1e11te no puede cons1derd1 <,e que 'i1g111fiquP lo
abuso se le ha adlwndo La p1J ibra absoluto es una de las pocas rnisrno que e'i~ Ac¡uello cu1 o contiano [R ~82] e'i mternamen
palabras gue en su s1gmfü <1do ¡mm1h1 o han sido adecuadas a un te nn¡wsible es d IQ,o cu\ o contrano es por t 1erto impo~ible
concepto al cual nmguna otrn palabra d1spomble 'de la nusma tamhwn en todo s1>11t1do \ p01 tanto [Pse <1l~o] es el mismo
lengua corresponde e'<actamente, y cu;a perrhda. o lo que es absolut<1mente necP'iallO, pe10 no puedo mfern reCipiocamen
te que lo contrario de lo que P'i absolutamente net e'iano es
lo mismo, cu; o uso vacilante debe acarrear com1go, por eso,
tamb1en la pe1d1da [B38l J del rnncepto mISmo, ele un concepto
;trruammtr 1mpostble, es dec11, que la neces1clad ahrn!uta de líls
11
cos<t'i spa una nece<,1dad mtnna, pues esta necesidad mtcrna e'i,
del gue no se puede prescmrln ''1n gran pe1JlllCIO ele todm los
enJU1Cmm1entos transcendentales, porgue el traP mll\ atareada en e iertos casos, una e'pre51on ente1 cinwnte \ ao<1 con lci cual no
porlcmos enla?ar m el m,1<; rmmmo concepto por el contrano la
a la razon Ahora se emplea frecuentemente la palabra abrnluto
[expresion] 'de la necesidad de una cosa en todo<; lo<; 1espectos
meramente para md1car c¡uP algo es ob<;ervaclo de una co<;a m
sz mzsma, y gue por tanto \ale mtf'lnammtr I:n este s1gmficado ([con ie'ipet to] a todo lo posible) llc1 a consigo mu\ pait1cul<1
abw!utammte poíiblr s1gn1fJ( drh\ lo gue es posible en si mrsrno res determmaCionPs I\1esto que la perd1d<1 de un comeptn de
gran <1pli( ac 1on en la fi\osofia especul<1t1\ a no puede mmcd ser
mdife 1ente al fil mofo espero gue tampoco IP serd mcl1fe1 entP
777 Es dern, que el ag1 egado <' tal que contlf'ne dhsolutamente ]íl detei mmanon \ la preservanon cmd,iclosa de la Pxp1 es1011
todos los m1emhro>, 1 nmgun ri11 mb1 o nue' o puede , em1 a 1g1e
ga1,e a el
de la que depende el concepto
778 La expreswn «<Í1spomb1f' es C011Jetu1 ,t <le Pmto dos Santos ,
f1 ad1que J\loruj'io pm;i hadurn h E''>pl es1on 1lennna mach der H1nd»
de s1grnficado dudoso 779 En lugai de «la e,p 1e,1on» podna enten<lerse t~mb1r11 rl
concepto»
, 1 1\ l cL v.' 1 ( RITIC GL l-\ r(-\.:'.(J\ t l P

l \ ·Uli 1 \ IL ,e¡\ lI e de ld pcildbl el afoulutu Lll e:,td 01grnhldl!Ol1 Enttendo por idea llll c uncepto ne1.t.>dt1u de !et ra?on ,¡] gue
a.mpltdda \ L1 c)pund1e d lo qc1c e:,\ .iltdu de !1ld!ler<l rnerdmerne no le puede ,,er cL1do llll\f:,lll1 ub¡etn cong1 llt nte en lo> ;,ent1dos
lO!llpdt.Hl\ el, O ell llll !e>peUu p.ttt1uddf, ¡me:, eolU ultimo e>ld Por con;,1grnente, nue;,tro~ concepto> put ,1, clE: Id ra¿on, que
1<c:,tr m"idu a condiuune:, pe1 o aquello \die >ll1 1estl icuon ,tl101a e\.<Lmmamo,, son ulw::o l1amtu11lwlldl 1 JB ~8 i] )on con
-\ho1 a b1e11 d LUllLL pto 1auo11<1l t1 dll>ce nden t,d :,e 1ehe1 e ceptos de la 1dlOil pur d, pue;, cons1de1 ctn rudo conourmento
:,1emp1 e suldlllUltc a !et tut<thdctd absolut,1 en lc1 smtes1s de l,1s de expe1ienuct cumo dete1111111ddo poi 1111d tutalidad c1bsolutc1
cond1L 10ne,, \ 11u11u1 <lLdbd smo en lo que es 111cond1c1ün<lclo de cond1c10nes ?\o son fingido, ct1b1t1dfht!nente ,mu btable
ctboulutctmente t::> deui, en todo respecto Pues lü raLon purd udos por la natu1 dlezct de la razon rni>rnc1 \ -,e refie1 en nece
le deJct todu ,d enlcndurnento, el [B HU] que en pi 1me1 tet mmu sanamente, por e:,o, c1 lct 1otdl1dad del usu dt 1 entendumento
se rehere a lu, ol;¡do:, de Id mtmuon, o !lld:, bien, c1 la :,rntes1s Fmalrnente, ,on transcendentes, )' sob1epd'>dl1 los hmtte> de
de ello:, ' en la l!11'tgwauon Ella solo :,e re:,e1 \et la lutülidad todci e'.peuem.1d, eu la cu<1l poi tanto, nurKcJ puede presentarse
db-,uluta en el tbo de los concepto:, del emendmueuto, ¡ pi o un objeto que ,ea adecuctdo a Id idect t1d11,cendent<Ll Cudndo
UH a Jlt'\ c11 h,bt,1 lo ctb:,uhllctmente mcond1uonadu la tulldctd se nombrct und tdLd :,e dile mudw ~egun el ub1eto como ob
;,i11tet1cd yue e;, pensadd en ld Ldlegur 1c1 Por e:,o, d e;,ta ,e la Jeto del entendmuento prno), pero ,egun d :,1uero' le, deur,
puede lldll1dl ld uudad ,f¿ ra,on de lo:, fcnomeno:,, t,d curno a en dtenuon d la eleur \ r eahddd de el ba10 UIM condiuon
<1qmlla que ld categuna u,p1e::,a ::,e ]<1 pw:dc llc1m,u unulad dd empH1c,1) ,e dice lllll} pu10 precisamente p01que ella, corno
wtrndun1uzlú A;,1 ;,egun e::,to, la razon :,e 1ehe1 e ;,oldmcnte LOHLepto de Pn 111axwwm, nu11La puede ,e1 dctd<t m cont 1llu de
,tl u:,0 del ernu1d1rnientcl ) ello no en l<1 medida en que e,,te mc11wrc1 con¿rnente .\hura bien, como e'>to ulnmo, en el uso
Lunticne d fundctrnu1to de Ullcl e\.pcuenu.i posible (pue;, la meramente eo,peL ulc1t1\ u ,Je lc1 [ \328] 1ctLOn, e, propiamente
tur,t!1dad ctb:,o]ut" Lle lc10 cond1uoneo 110 es un concepto gue :,e todo el propo~1to, \ b 'l}1tux1mduon a un concepto que en la
¡rnt>d,t t.mplc,u en una e\.pe11u1ua, )'el que mgund <:. 'penenL1d eJecuuo11, empero, nuucc1 es ,tlcanzddo \ 1ene a >er lo mi,1no
"º' l!lu)nd1u011dlL1 , smo p,u et pt c:,u 1b1de l<1 du e cu un hc1ua quL >I o,e falldid el conu:>pto enterc1rnente, entonce> se dJCe de
utM uer td 11111cL1d de Id ljl!e el e11te11d11mento no tiene con un concepto tetl eo :;o/u Ll!M 1ded -\si podnd ch.cl!se la tot<lhdad
LLJAO al"'uno ) que >e euu1mmd a 1eu1m todc1::, las acuune::, ctb,oluta de todo:, lo> fenomenos e:, 10/u ww uiea, pue;, como
del u1tend1mtcnto L011 [ ~3..'.7] 1e;,pecto a Cdda objeto en una no pudemo;, nm1Ld bo:,queJar algo ;,emeJdnte en una m1dgen,
tutc1lidctd ab:;oluta Pur e:,o, el Ll>O ubjetl\ o de lus concepto;, quedct corno probluna :,m soluuon Por el contrano, pue~to gue
puro;, de ]d rdLOn e:, :,1emp1L tramcwduzh, mientras que d en el u:,o p1 dLl!CO del elltl nd!lmento se tr c1ta sold y umcdmente
de lu:, L011Leptu:, puro> del cnle11d11111e11to, de acue1 do LOn ld de ld eJecuuon ;,eguu 1 egld>, [B l81] lct idea de b rdLOn practica
natu1,duc1 de e,LL debe >U s1u11pie 1n11wnu1h )ª gue el se ;,1emp1e puede :,er efect1\ c1mente ddda m conuelo, aungue ,olo
lurnt.J mu amente c1 ld e\.pet 1enuc1 posible en parte,) es la cond1uon md1~pensc1ble de wdo u~o pracnco
de la ldLOn Su eJecuuun es siempre lim1tcldd ) dehuente,
78U Jambren fJUdi Id t ntt.ndei se «d Lt >lllt<c>to de ella,, es decu de pe10 dent10 de lnmtes no dllerrnmables, ¡ por tanto, ,1emp1e
l' mlutuun
1!ff LDtienda>e la iaLun
11J..'. PtulMulunente LO!l\ e11,,,,t e11tende1 aqtn como s1 d1jelci <una 783 Ha) que enLLndet ,1qu1 pu1 WJeto el oUJelO gumancdl dt> ],¡,
uu t,1 unnLtd que el entend1m1u!lu no ctc1e1 td et tutlLeUll en modo 01c1uon0;, emfJll ll ,¡, que en ultun 1 mstanc 1<1 b l'l mundo empn 1co
d,,,uno \>e 0 un Hum>úeth bam¿uwntaf, Dwf,/,,t¡f,, p 17
CRITICA DE LA Rt\ZO\ rl'R'\

para considerar los objetos en <;Í mismos, como detpn111nadrh


está bajo el influjo del concepto de una integridad absoluta sintéticamente a pnm 1 con respecto a una u otra funnon de
Según eso, la idea práctica es siempre sumamente fructífera) la razón
es inevitablemente necesaria en lo que respecta a las accioues [A330] La razón, considerada como facultad de una oerta
efectivamente reales. Y hasta tiene la razón pura, en ella, cama- forma lógica del conocimiento, es la facultad de mfenr, es decu,
lidad para producir efectivamente lo que su concepto contiene: de ju7gai de maner~ mediata (mediante la :~1hsunnon dP 1~1
por eso no se puede decir de la <;abiduría, de manera un poco condición de un JlllClO pos1blP, baJO la cond1oon de uno dado1
desdeñosa: es wlamente una 1dfa, sino que pi ecisamente porque El picio darlo es la regla universal (premi.sa 1m1_; or, ma¡m)
es la idea de la unidad nece~ana de todo<; los fines posibles, ella La subsunción de la condición dP otro llllClO posible, bajo la
debe sen ir de condición origmaria - al menos, restrictiva-,- 14 condición de la regla, es la premisa meno1 (11111101) Ll ¡uic10
de la regla, para todo lo práctico. cfectÍ\ amente reaL c¡ue enuncia la aseroon de la regla en el
[A329] Aunque debamos decir de los conceptos transcen- caso lllbwmido, es la conclusión [B387] (w11d11s10) La regla dice
dentales de la razón: son sólo ideas, no por eso habremos de algo 11111 ,ersalmente bajo una cierta condicron Ahora b1Pn, Pll
considerarlos supei fluos ni nulos. Pues aunque ning1Ín objeto un caso que se presenta, tiene lugar la condJC1on el~ la reglcl
pueda ser determinado por ellos, ellos pueden servirle al en- Por consigu1eute, aquello c¡ue era uni\ ersalmente \ah do ha ¡o
tendimiento, en el fundamentu, \ sin ser notados, como canon ac¡uella condición, serii considerado como dhd~ tamb1é~ en
de su uso ensanchado y coherente; con lo cmtl él no conoce, el caso presente (c¡ue lleYa consigo esa cond1c1on1. S~ \e fanl
ciertamente, ningún objeto más de los que conocería según mente que la razón, mediante acciones del entend11rnento c¡ue
sus [propios] conceptos, pero es mejor dirigido, y es llevado constitu\ en una <,críe de condiciones, llega a un conocnnrento
más lejos, en ese conocimiento Por no [B386] decir, ademá<;, Si a la p;oposición· todos los cuerpos son alte1~bles, <;ólo llego
que ellos quizá hagan posible un tránsito de los conceptos de porque comienzo por el conocimiento más lejano ren el cual
la naturaleza a los prácticos, y puedan darles de esa manera, no está todavía el concepto de cuerpo. pero que contiene la
a las ideas morales mismas, apoyo y concatenación con los condición de él): todo lo compuesto es altnablr, de este paso
conocimientos especulati\ os de la razón. La explicación de a otro más próximo, que está bajo la condición del pnme10
todo esto debe esperarse en lo que sigue. los cuerpos son compuestos; y sólo a part11 de este Pª'º a un
Pero de acuerdo con nuestro propósito, dejamos aquí de tercero, que ahora conecta el conocimiento lejano '.alterable)
lado las ideas prácticas,) consicleramos por eso a la razón sólo con el que está presente: por consiguiPnte, [A331] los rnerpo'
en el uso especulativo, y clPntro de éste, todavía más estricta- son alterables; he llegado, a través de una sene de cond1crones
mente, a saber, sólo en el uso transcendental. Aquí debemos (premisas) a un conocimiento (conclusió1:) Aho~a bien, tocia
tomar el mismo camino que tomamos antes, en la deducción serie cu\o e"<ponente (del juicio categónco o h1potet1co) e<;
de las categorías; a saber, [debemos] examinar la forma lógica dado, ,; puede continuar~ por tanto, esta misma acción de b
del conocimiento de razón, y ver si acaso la razón no llega a razón conduce a la rat10rmat10 poly1yllog11tl(a, que e<; un<I se11e
ser, por ella, también una fuentP de conn·ptm [que sirvan] de inferencias, que puede ser contmuada ha<;ta distancia<; inde-
tenmnadas, rª por el lado de las condiciones (prrprOl)flog/\mnl),
ya por el [B388] de lo condicionado (pei rp11yllogm1101)
784 Los gi.¡¡on:s en la fiase «-al menos, restnctn,a-» son agregado
de esta t1aducc1on
C RI l ILA [E l 'I RAZO\ Pl R'-1

Pronto :,e ctlh 1erte que ld cctdena o sene de lo:, p1 os1log1s aun as1 debe contener \<1 tot,ilidctd de la cond1c1on, ctunque
mos, e" dLUI de los conoum1ento:, mfeudo:, por el lado de los nunca podamos lleg<11 a c!lH1 carlct, ) lc1 sene completa debe
fumL.1rnuito:, 0 de l,t s t ond1uone,, pdra un LOnot 1m1ento dado, uet e:,ct11amente ;,er \ erdctdeia, si lo cond1c1onado, que es con
[u] LOll ot1,b p.tlab1d, [,1 Je111 wcuulwh de \u, :,i\og1:,rnu,,, debe ;,1derado como unct COibU l!LllLhl que de alli ,,urge, hct de\ ctler
compm t,u,,e con 1e:,pecto d la lauiltacl ele Id razon de mcrnerd por \ Lrdctdero [,tu e,, unc1 e>.1genua de la rctLO!l, que anuncia
ddeicnte que la ,1n1 deiundu1ll e:, deur, que el p1ogre'>O de la >u conocmuento como duu m111,tJo a p1w11 \ como nece:,ano
iMon por d L1do de lo Loncl1uon<1do, mcd1<lnte ep1silot:,mos \a sea en :,1 mr~mo ) entom e" 1w necesita fund,unentos, \et, ,,1
Pue:, como en el pi 1mer cd:,o el LOnoumiento (w1ult;;w, :,olo e:, e:, deduudo, corno m1ernbw de tma sene de fundamentos que
dddu LülllU cond1uonado entonLe:, no :,e puede lleg,11 a el p01 es, ella misma, mcond1uonalmcntE- ver <ladera
mecho de la 1azon de o tia rnane1 ,1 que b<tJO la presupos1uon,
al meno:,, de que todo:, lo;, miembros de la :,ene del lado de
L1::, Londruunes, e:,Lan dddo:, (totalrd<td en!,\ ;,ene de l,1;, p1em1
[AJJ lj IB 1YOJ
:,c1::,) porque :,olo ton e,,tc1 p1e;,upo:,1uon es po:,1bk a p11011 el
¡muo pr e:,ente prn d contrMIO, del ],1do de lo cond1cJ011c1do, Sección tercera del libro primero
0
de \et:, corn,et uenua:,, ;,e p1en:,c1 :,o lo una :,e11e [A.3 12) que de la Dialéctica transcendental
c1ta !leowulo a , 1 1 'r no ) a cnteiamente pr esupue,,rc1 o dada, ) poi
t,u!lu :Oto un progre~o pott:cnc1ctl Poi eso, :,1 un conounuento
e;, con:, 1derMlo torno LnndK1on.1du, la r.lzon ;,e \e obhgüd,1 a
(Onsiderai Lomo complel<l !el sene ele lüs cond1uo11es en b lmed 1\o nos ocupamos aqu1 Je una chaleLtKct logrca, la cual hace
,is< enduite, ) como ciada en su lotühdad Pt"I o s1 e;,e mismo ab,,tracuon de tudu LOntemdo del conoum1ento ) soldrnente
l onocm 11 ento e~ cun~1de1 ado a la \ ez como cond1uon de otros pone al de;cub1erto lct fc1bd apc111enua ilusona en ]et forma de
conournrento;, [B38tJj que constitu) en, unos b<lJO lo~ otws, loo, s1log1:,mo:,, smo de unc1 transcendental, que debe contener,
unct ,ene de conseu1em ld;, en !mea de;,lendenle, entonces enteramente a pnort, el 011gen de uertos conoum1ento" pm
pm de ,,e de ente1 amente mdilu ente a 1<1 ¡ ,\zon, hc1:,t<1 donde razon pma, ) de ciertos conceptos 111fe11dos, CU) u objeto no
;,e e'.tlend<t ese p1og1e:,o a pw!t poj/erwri,) s1, en general, es puede, en modo c1lgunu, >er dctclo empmcamente, y que por
posible lc1 totc1hd<1d de estd :,ene, porque ell,1 no preus.t una tanto residen enteramente fuera de lct facultad del entend1
;,ei ie l<ll pcu a \d condusJOn que lrene ante ;,1, ya que e:, la esta miento pmo De la relauon naturctl que el uso transcendentc1l
) et ;,uhuentLmcnte duen11mada y <t;,eguradct grctcia:, c1 sm de nuestro conoumrento, lcmlo en mfer enuc1,, como en JlllLlOS,
hmdc1mentos a ¡w1lt Jmon <\hora bren, pudie1ct se1 que por debe tener con el [uso] log1w, hemos aprendido que habra
el lc1do de l,h umd1uo11es Lt sene de las pr erni:,cts tengct un ;,Oldmente tres especies de mfe1encias cl1dlect1cas, que se re
[demuitu] p1unr10 corno cond1uon suprenM o [que] no [lo fieren a las tres Llc1:,es de mfer enuc1;, por lds cudles Id razon,
tengct] ) que pur t,mto a pwtl p11011 ['>cct] ' sm l11mte;,, pe10 a pa1tu de prmup10s, pw~de ctkanzai conoumrentos, v que
en todo [esto] el negouo dt> ellct LS ascenclt.r desde la s111te,,1s
cond1uonc1da, c1 la que el entendllrnento quedct siempre ligado,
7/J 1 l ,t t 'PI L'oiOll en lle cmdit>le> [;,e<t]» e> ,uge1UILhl tk l!,u te1bte111, lldstd la mcond1uunada, que el nunca puede alcanzct1
1ecot:,1dd poi '.:iclrn11dt' ddopt,tdd por ~d ..\c,1d
410

CRITICA DE LA RAZO'i f'l R1\ 1,11


Ahora. bien, lo universa] de toda referencia que rnie<;tras re.
p~esentacion~s pued.en tener, e<; 1ºla referencia al [B3~) J] sttjeto: tudos lo> ot10<,, hasta alcanzai los má> remotos mit>mh1os de
2_ la referencia a objetos, y eso. bien [A3:3 tj como fenómenos, la smtesi~ emp11ica; sino que [tal pto\ecto] e<; unic,1mentt un 1

bien como objetos del pensamiento en oeneraL Si se enlaza puro \ legitimo producto, o problema. ele la razón pu 1 a
esta subdivisión con la que esta más anib:, toda relación de las Cua]e<; son los mod1 ele lo' conceptos puros de la razon que
:.eprese.ntaciones de la que pod amos ha.c_ernos, ya un concepto, rstán ha¡o estos tres títulos de todas las ideas tran'icenclPnt<:ile,,
, a un_a '.dea, es de ~res clases. _I la relacion con el sttjeto; 2º con
0
se exponclra ele manera completa en el pi oximo rapítnlo. Si-
lo mult1ple del ob_Jeto en el lenomeno: 3º con todas la<; rnsas
eg
m'n el hilo de his cateoorías.
<::>
Pues la razón pma no se refiere
en general.
nunca directamente a objeto<;, sino a los concepto' del enten-
Aho.ra bie.n, :o.dos los conceptos puros en general se ocupan dimiento de ellos. De la misma manera, 'iólo en la exposición
de la mudad smtetICa de las repre,entaciones; pero los conceptos completa se podrá explicar di'itintamente. cómo e'i que la razón,
de l~ :az~n pur~ (ideas transcendentales) se ocupan de la unidad por el mero uso sintético de la misma funcion de la que se\ ale
smtetICa mc?nd1cionada de toda<; las condiciones en general En para el silogismo catego1 ico, necesariamente debe ir a parar
consecuenCia. todas las ideas tramcendentales se podrán redum al conrepto de la unidad absoluta del w¡eto prnsantc; rómo el
~ tres dasrs, de l~s cuales la pnmera contiene la unidad absoluta prncednniento lógico en el [silogismo] hipotétiro debe acanear
1mcond1ciorn1da; del su¡rto prnsantr, la srgunda, la absoluta rmidad necesnriamente tra'i sí la idea·x- de lo absolutnmente incondi-
de la senr de las condwones del fr11om1 no; la tercera, la absoluta unidad cionado rn una se11ede conditione'i dacias;~ finalmente, [como]
de la condición de todos los ob¡fto-1 dd pensar en general. la mera forma del [B393] 'iilogiomo dis) untivo debe acarrear
El Slljeto pensante es el objeto de la pszrología; el conjunto de tras s1 necesariamente el supremo concepto de razón, ele un
todos los fenóm:nos (el mundo) es el objeto de la ros;,,olog1a; y ser de todo1 /o1 seres; [A331í] un pensamiento que a primera\ í;,ta
la cosa que contiene la condirión suprema de la posibilidad de parece ser extremadamente paradójico.
to~o lo que pueda_ser pensado, ser de todos los seres)'"" es el No es posible. en verdad, una dedumon ahjefira ele e:,tas
objeto de la teologza. Por tanto, la razón pura suministra la idea ideas tramcendcntales, tal como la que pudimos ofrecer ele las
para una d~ctri~a transcendental del alma (p.~ydwlogra rallonafa), categorías. Pues en efecto ellas. precisamente porque son sólo
para una c1enc1a transcendental [B392] del mundo (rosmolog1a idea~. no tienen referencia a ningún objeto que pudiera serles
rat1011alzs), y finalmente, también para un conocimiento [A33,'i] dado de manera congruente. Pero podíamos emprender una
transcendental de Dios (thcologza transsrendcntalzs). y ni aun el deducción subjt>tiva de ellas. a partil clP la naturaleza de nuestra
mero proye~to de una u otra de e<;tas ciencias puede adscribirse razón, v así la hemos efectuado en el presente capítt1lo.
al entend1m1ento, aunque él estuviera enlazado con el más ele- Se ~e fácilmente que la razón pura no tiene en su intención
vado uso lógico de la razón, es decir, con todas las inferenrias nada más que la totalidad absoluta de la '<íntesI'i j)()r el lado de lm
concebibles, para avanzar de un objeto de él (fenómeno), a rond1rz01m ()a sea de la inhe1 encia, o de la dependencia, o de la
concurrencia), y que ella no tiene nada que ver con la mtegri-
dad absoluta por el lado de lo condwnnado. Pue'i la necesita 'iolo a
786. O bien: «el ente ele todo< los entes», o «la esenciil ele todas las
aquélla para presuponer la serie completa ele la'i condicione;,, y
esencias». La palabra alemana «v\'esen» significa tanto «ente» como
«esencia», Y_en muchos casos cm responde también al subst;intivo '"PP>. dársela así a pnon al entendimiento Pero una vez que P-xíste una
La ti aclucc1on latina ele Born trae: "1wt11ra om11111m naturarnrn>>
787. El te'<to ongmal eq inseguro en eqta fiase. Seguimos a Ecl Acarl
Ull l lc 1 OE L" 'hlc;'\ Pl R.O.. 413
412

condiuon 111tcg1 amcrne (e 111concliciondddrnente dada, } a no se :,ec1etamente ele fund,m1u1tu un parentesco de Id e:,pec1t' del
nece:,ita un concepto de la 1a¿on p<l1a Lt p10secuuon de la sene, gut hct\ entre el procedurnento logllo) el l!dll>Ct'ndent,d t'S
pue:, el entenclumento cid por si nu,,rno todo Pª"º dt-;,cenclente, tdmL1en una de la,, cue:,tJ<mes CU) el 1e5pue,,ta ,u]u dtbe e,pe
[B Jl) lj Je l<t Londiuon <1 lo wndtuunado De esa manera, las ideas tcl1se en la contmuauon dt' e;,tas lll\ esugac1one, [\)lb) Poi el
tictn;,cendentdle" su\ en ;,olo p<11d mcender en Lt ;,e11e de \,.b con momenro, hemo~ cilcctnL.ldo \ d nuestro fm pues a Jo, 1B itJti/
d1uone" !M,td lu mLond1uo1Mdo, es decir, ha,,ta los prmup10s conceptos trcmsLendenrd!Ls de la raLon, que habmMlrnente, en
Pe 10 en lu que 1cspel ta al dwemu haua lo [A Dí] concl1uonctdu, la tL011a de Jo,, filoso fu~ '>P ( onrunden con otro,, sm que ello:,
lM\, pot uerto, 1m uso log1Co que se e'Cnende hasta mu) lejos, [el los d1:.tmgdn "1c¡rnera, comu e, cleb1do, ele los concepto:, del en
uso] que nue:,t1a 1d.Wn hace de lcts le) es del entendmuento, pe10 tendml!ento, nosotro;, hemo;, podido saLct1 lo;, de esa s1ructuon
no hctv [u:,u] tr..t115tendental d!guno,) s1 no:, hacemos una idea amb1guct, hemo:, pod1du md!Lar el ongen de ello,, y con ello
de Lt totahddC! ab;,oluld de unct smte;,1s tctl \del progmsw), p eJ de a le!\ ez, su numew detennmado -no pudiendo haber dt ello,
Lt -,ene completd de toda'> las dlter.tuone" Jutwm del mundo, estc1 un numero rna) 01-" ) herno, podido repre,entatlo,, en una
es Ulld l natmc1 del pen;,,un1ento (em ialtonIJI, l\Ue ,,olo e;, pe11:,c1da mte1conex1on sistematiL<.l merced d lo cuctl qut.da limitado \
Lapucho;,amente, y que no e:, pr e~upue:,ta nece;,a1 iamente poi la demarcado un c.arnpu particular paid ]el razon puta
1azon Pue;, p.ml la pos1bihddd de lo condiuonctdo se p1esupo
ne, pot uer to, l,1 totalidad de sus condiuones, pero no lct de su:,
consecuenuas P01 con;,ig111ente, un concepto tal no es una idee!
Libro segundo de la Dialéctica transcendental
tidlJ:,Lendent,tl, ;,olo de !et cual nos ocuparnos aqui
fmctlmLnte, :,e ad\ eitlfa tambien que entre !ds ideas trclns Dr LOS RACIOCINIOS DIALECl!COS 9
" DE LA R.\ZO >J PURA
c.endentctle:, rn1smct;, ;,e t1 ct;,luce una cie1ta111teiconex10n) um
dad, ) que Id razon pma, por rnellio de ellas, reduce todo;, smi
Se puede decir que el objeto Je una rnera 1dt.a trd110>cenJen
c.OnOCllTilento" d Ull si;,lel1ld rJ d\ anzai, del LOllOU!Tilento de;,¡
tal es algo de lo cual no ,e tiene concepto al¡,uno, 1 aunque
rni;,mo (del ,1lma) dl conocl!mento del mundo, y por mecho de
e;,te, al Ente pnmo1dictl, es un p1ogre;,o tctn natural, que pdreLe
;,emepnte c!l p10g1e;,o logico de lct rctzon, de Ja;, [B39)j prerni::,cls tdecls, el 01den menuonado swtetnu, sella el mas dpwpt.ido peto en
,t la cunc.lus1on " Ahora bien, ;,i aca;,o dqm, en etecto, ;,in e la elaborcluon que nece,cli 1amenle debt> pt ecederle, se1 a mas .id.:cuct
do el analztzco, que mvieite e>e 01du1 patd el fü1 de cumpl11 nue,no
gian pwyello, a\anzando no,ot1os de aquello que lct e\.pei1enc1a 110"
5Ullllllt>l!a mmediatamente l 1 do<inna del alma ,1 la dui!111w dd mw1do
788 Lc1 metdh:.Ka t1ene po1 ob1eto p10p10 de ,,u 1me;,t1gauon ;,o]o l!es
) de c1ll1 ..U conoc1m1ento de Dws [\ota de h.ant [,t,1 nold pute11ec~
tdt..t" Dw 1 l1be1 tad e rnmurtahdad, de mane1 a que el segundo concepto
a la 5egunda ed1c1on (B), ) no esta en la pnrnera \ J
enl.tLado con el p1une10 h.i de conduui al te1cL10 como condm1011
nect>:idi ta Todo tquello de lo que e:il.t c1e11Ltd ctdemas >e ocupa, le >11\ e 789 Los gu10nes en la fi.tse « uo pudiendo hc1bei dl ellos un nume10
111.1) 01-» son agi egado de esta tradLcc10n
50 10 de med10 p.tid lleg,u d estcts idec10) a la ieahdc:td de e!ld,, No ido
nece 5!ld fldl '1 ld uenud de Id natu1 ale La :.mo p<t1 ,, llegar mas alla de Lt 790 Tamb1en podna entende1se <De la' mfe1 enci.ts d1alect!Cd>"
l1dllll deL 1 Ld mteh~enua de e!l.L> hanc1 que lc1 teologw, Ll moia~ \ poi el SegumHb, en el LHulo la \ ei ,,10n t1 c1cliuonal
enJ,1ce de ambas 11 religto1~ \ poi tanto, los hne> stip1emo" de nuesua 791 Lc1 e\.p1e;,10n «c1lgo de lu cu,1! nu 5e tiene concepto ct!"'uno,, debe
e>..t>tenu.i dependte,,en urncctmente de ld. facultdd e:.pecul«ti' ,\de la Wmd1'e pwbc1blemente en un senltdo no hte1al como 51 d11e1c1 '"dgo
1dLOn \ de n.tdd mcls En un.t 1epi eou1tctuon 5tslenhll1Ld de <tqut.llas que no oe ""be bien que es, o , c1lgo de lo que no 5e nene nmguna
CRfTICA DE lA RAZO'i DL 1RA
41.=;

esa idea nece~ari~mente haya sido generada en la razón segun 1 nada multiple, la unidad absoluta de ese sujeto mi-;mo, del cual.
las leyes ongmanas de ella Pues, en efecto, de un objeto que de esta manera, no tengo concepto alguno A esta mferenoa
haya de ser adecuado a la exigencia de la razon, no es posible d1<tlect1ca la llamaré el paralogmno tiamcendental La segunda
concepto alguno del entendimiento, es decir, [no es posible 1 clase de mferencias sofí<;ticas apunta al concepto transcendental
un ~oncepto] tal, que pueda ser exhibido en una e;,penencta de la totalidad absoluta de la sene de las conchc 1011e'i para un
posible ; que pueda hacerse intuible [A339] en ella. l.Jno se fenómeno dado en general. y, de [el hecho de] que tengo siempre
expr:_sar'.~ mejor, y con menos riesgo de mala inteligencia, si un concepto contradictorio de la umdad smtet1ca mcondic1onada
[B3~ 1] d'.Jese: que nosotros, de un ob¡eto que corresponde a de la sene poi un lado. infiero que es acertada la umdacl opuesta.
una idea, no podemos tener conocimiento, aunque sí [podemos
1
de la que, sin embargo, tampoco tengo concepto alguno Al
tener] un concepto problematico. estado de la razón en estas mferencias chalecticas lo llamare la
Ahora bien, al menos la realidad transcendental (subjetiva) de antmomw de la razón pura Fmalmente, segun la tercera espeoe
los conceptos puros de la razón se basa en que nosotros somos de inferencias sofísticas, a partir de la totalidad de las condroo-
11.eva?os a tales ideas por un silogísmo necesano. Por ta.nto, habrá 1
nes para pemar objet05 en general, en la medida en que ellos
silogismos que no contienen premisas empíricas, : por medio pueden serme dados, mfiPt o la umdad sintet!Ca ab<;oluta de todas
d:= los cuales nosotros, de algo que conocemos, inferimos algo 1 las condiciones de posibilidad de las cosas en general, es decir,
diferente, de lo cual no tenemm concepto'112 alguno,¡ a lo cual, a partir de cosas que, según su mero concepto transcendental,
empero, por una apariencia ilmona mev1table, otorgamos reah no conozco, mfiero un ser de todos los 'Wre~,m al que conozco
dad objetiva Tales inferencias. por tanto, en atención al resultado aun meno'i por un concepto transcendente, y de cuya necesidad
~e ellas,. han de lla~arse má~ bien inferencias softstiras, que incondrcionada no puedo hacerme concepto alguno Este silo
mferencias de la razon: aunque en v1rh1d de lo que las ocasmna. gismo dialéctico lo llamaré el 1dml de la ra?ón pma
p:ieden llevar este último nombre, porque no son inventadas,
m se han origínado por casualidad, sino que han surgido de la
naturaleza de la razón. Son sofismas, no de lm hombres, sino [A3 ll] [B l'l'>I
de la razón pura misma; ni siqluera el más sabio de los hombres
puede librarse de ellos, y quizá pueda, con mucho esfuerzo, e\itar Capítulo primero del libro segundo
:=I err?r, pero no puede librarse enteramente de la apariencia de la Dialéctica transcendental
rlusona que incesantemente lo veja y se burla de él
Hay. pues, sólo ~res especies de estos silogismos dialécticos,
DE LOS PAR,\LOGISl\!05 DEL\ R1\Z00i PURA

tant~s como son las ideas, [A34 O] a las cuales se dirigen las con
clus10nes de ellos En el silogismo de la primera clase infiero, El paralogismo lógíco consiste en la falsedad de un silo
del concepto transcendental [B398] del Slljeto que no contiene gismo por lo que respecta a la forma, cualq111era sea, por lo
demás, su contenido. Pero un paralogísmo transcendental tiene
un fundamento transcendental para mfenr fal«amente seg1111
represen;ac1ón con contemdo» Tal acepción de «concepto" e' comente
en alernan
792 La expres1on «concepto» en este conte;.to debe entenderse 793 Tarnh1én puede entenrle1se· «un ente de todo<; los entes», e' rleor
p1obablemente en sentido no literal, como si d13e1a «conocimiento» un Ente supremo '.Dios)
o «representación»
CRITIC'I DE LA Rr\ZO\ Pl R'°I

la forma. De esa manera, unJ. inferencia errónea t<ll tendrá su se~"lm la natura!eLa de una filowfía transcendental. i\o hay que
tundarnerno en la naturaleza de la razón humana, y acarreará dejarse detener por [el hecho de] que yo, en e'ta i-nopo,íción
una i!w,iCm inevitable, aunque no insolulile. que expresa la percepción de sí mismo, tenga una expencnoa
Aho1 a llegamo5 <1 un concepto que antes, en la li'tJ. general mterna, [B-!Ol]) que por tanto la doctrina racional del alma.
de los concepto' transcenJentales, no hct sido 1egistrado, y edificada solire elld, 110 oea nunca pura, ,íno que esté, en
que "m emba1gu debe contarse entre ellos, sin c¡ue por ello se pat te, fundada en un p1 incipio empírico. Pues esa percepción
<lltei e, empero. aquell<t t<tbla en lu más mínimo, y sin declararla mterna no es nada más que la mera apercepción: Yo pzenso; la
cldectuusa. E~ el concepto, o, si se prefiere, el juicio: yu pienso. cual hace inclu'o po,ibleb todos los conceptos transcenden
Fácilmente se ve que el es el vehículo de todos los conceptos tales, en los cuales se dice Yo pienso la substancia. la causa,
en general, y por tan ro, también de los tran:cendental_es, y etc. Pues la experiencia mterna en general, y su po,;ibilidad,
que por con,igmente está s1emp1 e comprendido entre estos, º.la percepción en general ) bll relación con otra percepción,
y que por esu e' igualmente t1amcende_ntal, pero no puede sm que sea dada empíricamente ninguna determinación ni
tener ningún titulo espectdl, porque el solo [B400] sirve para diferencia particular de ellas, no puede ser considerada como
presentar todo pensar corno perteneciente a la conciencia: ~in conocimiento empírico, sino que debe ser considerada como
emba1gu, por muy [.\ 'H'.2] puw que sea de todo lo emp.inco conocimiento de lo empnico en general, y forma parte ele la
(ele 1"15 im pi e'1one' Je lo~ sentido,), sirve empero para distln- investigación ele la posibilidad de toda experiencia, [mvestioa-
guu dos cla,es de oli1etos a pai tlf de la natur<tleza de nuestra ción] que es ciertamente ti <tmcendental. El más mínimo obj~to
potencia repre~entativa. }ó, como pensante, soy un objeto del de la percepción (p ej ) solamente placer o displacer) que
sentido mterno, y me ll<tmo alma. Aquello que es un objeto de se agregase a la representanón general de la conciencid de sí
los sentido' externos, se ll<tma cuerpo. Según esto, la expresión: mismo, convertiría la psil ología racional inmediaramente en
Yo, como ente pemantt:', s1g1tifica ya el objeto de la psicologia, la una [psicologw] empü ica
que se puede llamar cloctrlll<l racional del alma, si no pretendo 17a pienso
.
es, por tanto, d único texto de la psicolo2fa
o
racio-
sabt:r del alma nadd más que lo que, independientemente de na!, a partir del cual ella ha de desarrollar toda su sabiduría.
toda e:xperiencia \que me determina más precisamente e in f,1cilmente se ve que este pemamiento, si ha de estar referido
ro11ueto), puede ser iuierido de este concepto Yó, en la medida a un.objeto (a mí mismo). no puede coritener nada más que
p1ed1cados transcendentales de él; pues el más mínimo predi-
en que él se presenta en todo pensar. .
Ahura bien, \d doctnna muunal dd alma es efectivamente cado empírico arruinaría la pmeza racional ele la ciencia y su
una empreba de ebta espene; pues si el más mínimo [elemento] mdependencia de toda experiencia.
empüico de mí pemar, '1 cualquier percepción partic.ulotr de m1 [A34-1] [B-102] Peio ac¡m bólu tendremos que seguir el hilo
ebtado interno, se mezclara entre los fundamentos de con0Cl- conductm de las catego1 ím,; sólo que, puesto que aquí ha sido
m1entu pr opíob de esta ciencia, ella ya no sería más [doctrina] dada primeramente uua cosa, Yo, como ente pensante, por
racional, sino doctrma empuua del alma. Por consiguiente, te- tanto, no alteraremos cie1 lamente el orden que las categorías
nernos ya ante nci>otros una prebunta oenc1a, construida sobre guardan entre sí, tal como ha sido representado antes, en la
la unica pwpooiuón. }'(¡ p1cwu, ) cuyo fundamento, o falta de tabla de .ellas; pero comenzaremos aquí por la categoría de
fundamento, podemos 111ve,t1gd1 aquí muy adecuad<lmente y substancia, por la cual se representa una cosa en sí misma, y
CRÍl ICA DF LI\ R1\ZO\ PL R1\
/,Vl"IA"il fl KANT

así recorreremos la serie de ellas hacia atrás. La tópica de la la personalzdad; y estos tres elementos junto,, la e1pmtualulad;
doctrina racional del alma. de la cual debe ser deducido todo lo la relación con los objetos en el e<;pacio da el wmemo con lus
demás que ella pueda contener, es, según esto, la siguiente· cuerpos; y por tanto representa la substancia pen<;ante como
el principio de vida en la materia, es decir, como alma (anima)
y como el fundamento de la ammahdad; ésta, limitada por la
El alma es espiritualidad, [da la] mmmtahdad.
wbstancia. ,,,.¡ Ahora bien, a esto se refieren cuatro paralogismos de una
doctrina transcendental del alma, que e<; tenida erróneamente
2 3 por una ciencia de la razón pura, acerca de la naturaleza de
Según su cualidad, Según los diferentes nuestro ser pensante. Por fundamento [B HHj de ella no podemos
11mp(f; tiempos en que existe, poner nada más que la representación simple, y en sí misma
numéricamente idéntica. enteiamente vacía de contenido: Yo; de la que no se puede ni
es decir, unidad siquiera decir que sea un concPpto, sino una mera, conciencia
(no pluralidad). que acompaña a todos los conceptos Por ese Yo, o El, o Ello (la
cosa) que piensa, no se representa nada más quP un sujeto trans-
-1 cendental de los pensamientm = x, que es conocido solamente
[Está] en relación por medio de los pensamientos que son sus predicados, y del
con posibles objetos en el espacio. 79 ' cual, tomado por separado, nosotros no podemos tener jamás
ni el más mínimo concepto; por eso, giramos alredecfoi de él
[A345] IB403] De estos elementos surgen todos los concep- en un perpetuo círculo, pues debemos servirnos siempre ya de
tos de la doctrina pura del alma, únicamente por composición, la representación dP él, para poder juzgar algo acerca de él: una
sin conocer en lo más mínimo otro principio. Esta substancia, incomodidad que es inseparable de él, porque la conciencia,
meramente como objeto del sentido interno, da el concepto en sí, no es tanto una representación que distingue a un objeto
de inmaterialidad; como substancia simple, [el] de incorrupti- particular, sino una forma de ella''"' en general, en la medida en
bilzdad; la identidad de ella, como substancia intelectual, da que ella 7" 7 ha de ser llamada conocimiento; pues sólo de ella 7"~
puedo decir que mediante ella pienso algo.
794. Kant corrigió en el ejemplar ya nnpreso: «existe como substancia». Pero ya desde el comienzo debe de resultar sorprendente
(Según Erdmann: Nad1tragr, número CLXI, citado por Schmidt). que la condición bajo la cual, en general, _yo pienso, y que por
795. El lector gue no acierte a compi endn fácilmente, a partir de esa1 tanto es una mera constitución de mi sttjeto, haya de ser válida
expresiones en su abstracción ti ansceudental, el sentido p>icológico de
ellas, y porgué el último atributo del alma pertenece a la categoría de
or.irtrnria, [B +o8] las enconh·ará suficientemente explicadas y justificadas 796. Es decir, una forma de la rt'pt esentacion
en lo gue sigue. Poi lo dermis. wmo disculpa por las expresiones latinas
797. Entiéndase: «en la medida en gue la rep1 esentación" No es
que, contra el buen gusto en materia de redacción, se han infiltrado en
posihle que la e-xpre,1ón «ella» se refiera aquí a la conciencia, que no
lugar de las alemanas de igual significado, tanto en esta sPCción como
es un substantivo femenino en alemán, >mo neutro
en toda la obra, he de aduci1 que he preferido menoqcabar en algo la
gracia de la lengua, antes que hacer más difícil el uso académico por 798. Es decit, de la representación. Pero también pod1 ía entenderse
la más mínima ininteligibilidad. [Nota de Kant]. «del conocimiento».
LRll \ A DE -A RAZO' PLRA

a Li \u: pMct todu lu que p1c11:,d ; que sub1e unct propo:,1C!Ol1 [ \. i 181 .\hora L1cn pue::.to que l,1 propuo1uun }o pmzso !to
que ap,u en ta ,,e 1 ern¡m 1Ld podJ.mo:i alre\ erno:i c1 tundc11 un Jlll nMcb p10blematicamenle) contiene la fonna de todo JlllClO del
c1u c1pudictico \ ll!ll\ u :,al, a ;,dber que tocio lo que p1ensd e::,ta emendmucnlu en seue1al \ aLompand a todas las categonas, corno
con;,titll!do ck LL manerc1 cornu \d :,entenoa ele la conc1enoa de \durnlo de ella~, pu1 ldnto, es cidro que las mferenc1as ,1 pc!rtn
!1!1 mi:,rno lu dLdai d l 011 1e,pecto c1 un
1
[B lOS] Lc1 Ldusa de ello de tll,l puLdE n contenl i tm mo meramente transcendental del
e;,ide en quL debu110:, <lt11bu11 les nece::.<lnamente, a pnorz, c1 !.is ente11dumcnto que e\.clm e toda mtionus1on ele la e\.penenoa,
1 ) de Cll\d n1'l1cha nosutro::., despues de lo que mas arnba herno:,
co::,<l::,, tod<l:, [cts propieddde::. [ .\ l Pj que constitm en l<l::. cond1uo
w:, , ¡ OdJO lc1s cLwle;, nuson o:, las pen::,c1mos Ah01a bien, de
1110,trado, ) a de dntemano no podemos hacernos nmgun concepto
1 0 0
\ enld.Jº"º Pur tanto la seguiremos con OJO cnttco a tra\ es ele todos
un ente, pen-,,mte no puedo LLne1 l<l mas m11111n,11ep1e,entauon
por unct e,pencnu,1 e\.tern<l, ::,rno ;,olamenle por la conuencia los p1ed1camento;, de !et dounna pura del alma
de mi llll'Il1º Por con:,1g11wme, L,lle::. objetos no :,on n.J.da mas
que ¡,1 tr,ubklt'rn 1a de estc1Lurn1cnua rn1a a utias co::.as, qt;e PRJ\lLR P\J-, \LOLdb\JO DEL\ Sll3::il \i\U-\.LlD \ll' 1()

::.olo poi dlu c,on rep1 e::.entc1dc1s corno entes pensantes Pero a
pi upo::,iuon 'w p1en:,o e::, tornada, en ese c,1:,0, de rnaner a sola \quellu CU\ a reprt sentc1uon es el Slijlfu absoluto de nuestros
mulle p1ublcmat1Ld no en ld med1dc1 en que pud1erc1 contene,r JU1uu-, ¡ poi eso nu put de se1 usdclo corno clete1 mmauon de
m " pcH ,_V 1on dc un<l ex1::,Lenua 1el coi,zto, e1 go mm e c1rtes1ano¡, otra cusct, es 1ub1tanua
,ec 1111 su po;,1b1hd<ld para ve1 cuale~ propiedades
1
o,ll1U , ¡
'to, como ente pensdnte, SO) el JlljllO abjoluto de todos mis
0 0 l JlllUOs pooibles, ) esta repre;,entauon ele 1111 rnrsmo no puede
on&,111.td<h ell e,t,t p1opo,1uon tdll ~unple rudie1ctn 11 a Pdf,U d
b

ser u::.ada corno pred1LaJo de nmguna otra cosa


oLtjdU tlL cll,t 1\ d ::.ea que e'te e'.1sta o no¡
')¡ corno fundamtnto de nueotI o conoun11ento rduo11c1l Poi cons1gu1ente, )O corno ente pen;,ante (dima) soy subs
puw c!L eille' pe n<,,mtes en generc1l hubrera algo ma:, que el taruza
, u~zlo, , 1 nu> ctu\.1\iaiamo' con las obsen auone' acerca del
Jllc ~o ele ucotl º'
pe11"cLI11lentos, \ con lcts le) e:, naturale> Crfüca del primer paralogismo de la psicología pura
11
del \ 0 pt u::.ctnte que de ,dh ,e pueden obtener, entonce::. se
Hernm rnostr<ldo, en la parte anaht1ca de la Log1ca trans
ui , rnat 1, 1 un<1 p>1Lolog1ct ernp111cc1, que sena una espeue de
1 Lendental, que la:, Lategonas puras (y entre ellas, tarnb1en ld
/llt~fu,w d< ¡ '>tntidu ultc1no \ que qmza pod11a serv11 paia de ;,ub,tanua) en sr 1111:,mas PO tienen nmgunct ::,1gn1ficaGon
e\.plic ,lJ ¡0 , tcnornenu> ck e:,te, pero nunca p,tra revelar
objetn<l, sr no se les ::.ornete una mtmc1011 [A3-t<)j a CU)ª rnul
c1qudLt-, pr upit d,t,!L, que no putenecen, en manerct <llg1rna, a
t1phc1ddd puedd11 ser aplicadas, corno funuone:, ele l<l urndad
]et l 'P' i tLnc•« pu::, 1b!L \corno ld> de lo [B lOhj simple), m para
smtetica Sm e::,o, ell<l;, son solamente func10nes de un Jll!UO
p u¡, ,,u 11 p,1dut1u1111clll< ,tlgo ,KerLa ele lo::. Lnle::. pen::,ante::. en
1
L,e u,d qne cunuuthl ,1 lc1 lldlUrdleza de ello:,, no ,ena, p01
11
tc1i1Lu un,1 p>ll ulo¿;1,1 ruu01ud
800 U p<l>dJe que con11enn «Pnme1 pa1,tlog1::.rno de!" :,ub:,t<lnc1<l
l1ddd, 1'\ J-lb 1 \ que lenmna ") por e;,o se ensanchd 111,1:, de lo que
pud11,t ,du11Ld.J l,1 expe11enua po::.1ble» (¡.\-!O~ 1 fig1lf,1 ,o Limen le en la
,que tudu lo que p1u1s,t e,1,1 LUll>llLUldO de la
J) i luu!<l 1 di¡Lt l pI1rne1d ed1c10n y h<l >ido i<cernplaL<ldo en !et :,egunJa poi 0110 texto
,,,gu11 lu JLd Llcl lc1 LUilllU1ll,t de 1111 1111> 1110
111i::.n1 t n1 u1t 1 t cLJI110 que c1 tuntrnuauon de este pond1 emos
t';.LO\ l-Gll.,lllllldü \U
422
r RITli \ DE U 1\ \lO'\ 1 1 1\ \
sm conterndo De toda co<;<l en general puedo dec1r que e1
substancia, en la medida en que la d1stmgo de los me10<; pre mtmc1011 Por éOJhl~UIPillt• <,p puede oertdmente ¡wiobu que
dicados y determmac1ones de las cosas Ahora bien, en todo esta rcprpso1ta< 1011 ,¡emptc \ uch e a fl!E <;e ntarse en todo p0nsdr
nuestro pensar el }ó es el >lIJPto, f'n el cual los pensamientos pero no que <,pa u1ht mtwo<m est,lble \ perm,inente dcntt o rlt
son mherentes solo cornn determmaoones, \ este \o no puede !<1 cual rnmbtt n lns pensdnuentos (corno mudable-,
ser usado como la determm1c ton de otra cosa Por tanto, lada De aqu1 <;e s1¡;1Jt que ti pnmer óilog1smo de L1 psH o logia
cual necesanamente debe cons1deraVie a s1 mismo como la tiamccnde11till no' aporto sol,tmente und presunta cog111C1on
b
substanoa, debe considerar] al pemar, "' 1 empero, solo como nt1e\<1, ,¡] b,H er pasa1 dl >u¡eto log1co constante del pensar
accidentes de su e"\istenc1a \ determmanones de su estado como<,¡ fuera Pl r onourrnento del <,tqeto real de Id 111herenc1<1 '
Pero e que uso he de h"cer de este concepto de s11bstancia' [c;u¡< toj del cual no tenPmns nt el m.ts mrn1rno ( onm mne11to
Que\ o, como ente pens mte, pcrdmo para mi mismo,\ m na¿co m podemos tenet lo, porqm la conett>ncia e' lo tmtco qm bar e
m pere¿co de manera natural, esto no puedo conclmrlo de el en de todas J,1, representaoones, pensam1PI1l<1' \ [lo umcoJ en
modo alguno v sm embargo solo para ello puede sen Irme lo t ual, pm tanto, rleben ern ontrn1 '" toda, 11l1P,lia<, pe1u r
el concepto de la substannalidad de m1 sujeto pensante, sm lo uonec, como u1 u11 sn¡rto tran<;cendc ntal \ noc;otni'i fuera
cual bien podna p1esc111d1r dP p[ ' 112 ele esta c,1~rnfirncton log1ra del l:o, no tenemo<; 1 onoum1tnto
Tanto es lo que falta para que se puedan mfenr estas prop1e alguno dt>l 'itljeto en 'il mNno que, como c,ub'.tralo le Sil\ e de
dades a partir de la mera catei;;-<ma pura dP una substancia, que fundampnto ,¡este ) a todo, lo<; ppn<,am1entos I\'o ohstctnte
mas bien debemos poner poi hmdarnento la pPrmanencia de c;e p11ecle m11\ bien 'iegun otorl!,ando \ ahdu a l,1propo~1t1011 e{
un objeto dado tomado de la e"\penenoa, s1 queremos aplicarle alma e1 m/J1fa/I( w, con tal que u110 <;e 1eqt,ue a q11e estf' e oncp¡ito
a el el concepto, empmcamente ut1hzable, de una subrtanaa nuestro no conduzrn en lo mas mm11110 111d'> <1deld11tc', !ll pueda
Pero en nuestra propos1c1on no hemos puesto por fundamento ensenar umguua de las consecuencias !\
1) 1] hab1tuale'> de la
e'cpenencia alguna, smn qut> simplemente fwmos mfendo a doctnna sofistH a dt \ ,dma, corno p e¡ Ja pe1 ¡wtua durauon de
partir del concepto de J,1 r ela( ton que [A i,JO] todo pensar t1e ella a tra\ es de todil'i l<1s alteraoones " ctun de la muerte del
ne con el Yo, [entendido] como el 'UJeto comun en el cual [el homb1e, \por tantn, a que el cJe51gne <;0J,1me11te una <;ubstanu.t
pensamiento] es mherente ' 1 'T1mpoco poclnarnos, aunque nos en la idea. pero nn en la re,d1dad
lo propu<;1eramo<;, expone1 tal pPrmanenoa mediante nmguna
observac1on segura Pue, rl 'to esta, cie1tamente, en todo<; los SH,l '\DO P\R.\LO(d':>\10 DL l \ ',J\!PLlUll\tl
pensamiento5, pero con estd representac1on no esta enlazada rn
la mas rmmma mtrnc1011 que lo d1stmga de otros objetos de la Aquella cosa cu; a acc1on nunca puede c,er cons1clei ,ich1
como la e oncu1 renoa de m11chas cosa<; actuante> es nmplr
Ahora bien, el <1lma, o el l:o pemante, es una [rnc,a] tal
801 Es dern a los pensamientos Por cons1gmente, etc
802 Es dern p1 escmdu de ese rnncepto de 'rn bstanc1alidad
803 Seguimos la lectUJ a de [,el \t id Tm1bwn pod11a entenderse
«smo que a pa1 ll! del concepto de la 1elac1on (concepto que todo 804 l 1tenlmente <ll cl,n al 'llJE'lO logico conqante del pen<; \l r01
pensamiento tiene\ hemos nfr11clo el \O como sujeto comun en el el cononm1ento dPI 'lljeto 1e il de h 111h( 1C'm11
que el pensamiento es mheiente> BOí f,derir 'int defuncL1me11todt'l'rn T1mb1Pnpnch11t'nlendtr't
<;H\P dt l11nrl 1mrnto de esl• pensuniento 'd1 todo los ''tlo'
CRITICA. DE LA RAZO\ PCRA

Crítica del segundo paralogismo de la psicología hcJ.cerlo? La [AJ,)3] proposición: Cn pensamiento sólo puede
transcendental se1 el efecto de la unidad ab:,oluta del ente pensante, no puede
É:,le es el ~.\quile:, de las inferencia:, dialécticas de la duLlrina ser tratada corno analitiLa. Pues la unidad de un pensamiento
pu1a del ,1lma; no un me10 1uego sofístico que un dogmático que consiste ~n muchas representac10nes es colectiva y puede
fabrica pa1a dades a sus dfümaciones una pasajera aparienci.i referirse, segun los mero~ conceptos, tanto a la unidad colectiva
ilusoria, sino una mferencia que pa1 ece resi:,tir aun el más pene- de las. substancias
.
que en ella conjunramente actúan 1como el
1

trante e;.,.amen) la mvestigación más escrupulosa_ Helo aqu1 movnmento de un cuerpo es el movimiento compuesto de
Todd substancia wmpueita e;, un agregado de muchas, y l.1 todas las _pa~tes de él) com_o a la unidad ab5o[uta del sujeto.
acción de algo compuesto, o aquello que es inherente en éste Por con~1gmente, la necesidad de la presuposición de una
como un tal !compuesto!, e:, un agregado de muchas accioneb o substancia simple, en un pen~amiento compuesto, no puede
accidentes, que e:,lan di;,,tubwdus entre la mullitud de las subs ser comprendida según la regla de la identidad. Pero que esa
rancias. A.lwia bien, un efecto que su1ge de la concurrencia de nmma proposición haya de ser conocida sintéticamente y
muchas [..\352] substancias actuantes e:, ciertamente posible, si ese enteramente a priorz, por puros conceptos, eso no se atreverá
efeuo es mer<Lmente exte1no (corno p. ej. el movimiento de un a sostenerlo responsablemente, nadie que comprenda el fun-
cuerpo es el I1lO\ im1enlo urnJicado de todas sus partes). Pero otro damento de la pos1bilidctd de proposiciones sintéticas a prwn,
es el caso de los pensamientos, corno accidentes que pertenecen tal como lo hemos expuesto más arriba.
mternamente a un ente pensante. Pues suponed que lo compuesto . Ahora bien, tambie11 es imposible deducir de la experien-
pensara; en tal ca;,o, cada parte de ello contendría una parle del cid esta unidad necesaria del sujeto, como condición de la
pensamiento, pero sólo todas las partes juntas contendrían el posibilidacl de todo pen:-,amiento. Pues la experiencia 110 da a
pensamiento entei o Ahora bien, esto es contradictorio. Pues, conocer_ necesidad alguna; para no hablc11 de c¡ue el concepto
po1que la" repre;,entaciones que están repaitidas entre diver:.os de l.i umdctd absoluta esL:í muy por encima de la esfera de ella.
entes (p ej Lis palabras singulares de un ve1so) nunca conslitU) en ¿De dónde tomamos, entonces, esta proposición, sobre la que
un pensamiento completo (un\ erso), por eso, el pensamiento no se apoya todo el silogismo psicológico?
puede ser mherente a un compuesto como tal. Por tanto, él es Es manifiesto que, si uno quiere representarse un ente pen-
posible solamente en una substanua que no sea un ag1egado de sante, clebe ponerse uno mismo en el higar de él, y debe, por
muchas, y que por tanto sea absolutamente sirnple."uº tctnto, poner su propio sujeto en sustitución del objeto que quería
Lo c¡ue se suele llamar el ne1vus proband1 de este argumento considerar (lo que no es el caso en ninguna [A35-t] otra especie
re;,ide en la pwposición: que muchas representaciones deben de mvewgación), ) que 110:,otros exigimos ab~oluta unidad del
estar contemclas en l<.t unidc1d absolut<.t del sujeto pensante, para sujeto parn un pensamiento, solamente porque de otra manera
comtituü un pensamiento. Pero e:,ta proposicion nadie puede no podna deorse: Yo piemo (lo múltiple en una representación).
demo:,trad<t pur curneptUJ. Pues ¿por dónde comenzaría, para Pues aunque la totalidad del pensamiento pudiera ser dividida v
repai ti da entre muchos sujetos, el Yo subjetivo no puede ser divi-
dido 111 repartido, y a éste lo presuponemos en todo pensar.
806. fa lllU) fául cl..1rle d e:.t,1 pruelM el hc1b1tu<J.l 1op<tje <le la p1eu:.1ón . P01 consiguiente, tdnto aquí, como en el paralogismo ante-
e>cul.ist1cct Pe10 pa1d m1 p1opcís1to e>) <1 :,ufic1ente poner a Ja vi:.ta el rior, la proposición formal de la apercepción: Yo pienso, sigue
lllt;lü argumento, ,J.llnque >ea de manera popular [:'\ut.i de K<1nt].
siendo todo el fundamento sobre el cual la psicologia racwnal
1,27
( t'l l IC /\ LlE L \ K \?'1' PL RA

1'1'11\'>I CL l\,c\\T rn\ '"uieto tran<;cendent<1P Ul\ et repre


('] S1gn1hca algo e11 c;ene ' le prPC\<;arne1itc pnrque
osa el ensanchanuento de Sll'i cononm1entos, propos1c1on que, e ite debe set 'i1111p d
sentannn nert,1111c1 '1ertamf'nte ncida pue e ,er
ciertamente, no es una expe11encia smo la forma de la aper da en el pue'i e '
no se detE'n111111 n<1 ' l mechante el concepto
cepoon, que se adosa a toda expenenoa v la precede, pero l iern nia-; c.,1mp e que l
re¡ne<;f'nta el o e e rn11 l d d de\¡¡ repre<;cntaoon el
que sm embdrgo debe ser considerada swmpre 'iOlilmente ron Pero \a sm1p io a ' el el ¡ l
de un nlE'I o a l gn ento de la -;11 nphn a e é
referencia a un conoc1m1ento pm1ble en gene1,d, como una rilo un conocuni ¡ t
un sujeto no e" por d des de el c;e hace comp e a
condzczon merammte mb;ffzua de este, a Id que nosotrm, 1leg1t1 ~tl)eto nw,mo ¡n1P
<; ele \a<; prop1e a
l ente I)or la e,prls1011 o
r
mamen te, com ertunos en condJCJOn de la pos1b1hdad de un 1 lo des1ona so ilill l 1
abst1ilcCJon ' ~e '"' d esion que ¡JUeC u ilP JCdf
conoom1ento de los objetos, a saber. en un concepto de un ente enteramente' acw de contem n f''-pr
\
pensante en general, porque no podemo< 1epre'ientarnoslo a a todo sujeto pcn<.antt' l '¡o p1f'nso siempre lllM
este sm ponernos nosotros mt'imos, Jllllto con la formula de l \ \íli1 Lo ufrto es que, ~0~1 ~ eto r,1mplicidad) pe1n no
nuestra conciencia, en el lugar de todo otro ente mtehgente umdad ¡¡\y;oluta, pero lngJCa,¡ e s l m\plicidad ele 1111 c:;u¡eto
Pero la s1mphc1dad de mi mismo (como alma) tampoco se ello la e ectn a s1 d
que \o conozca por ' b t ria no c; 1g111fica n;:i . ;:i
l \OSO\ <;U san. e e
dedurr efectn amente de la propo<;1non Yo prenso, smo que la Tal como la p1opos1c 101 1 uedo hacer, rn ronoe
pnmera"' reside \a en todo pen'imrnento La propo;,1c10n Yo a pnra de la cua no P 1 d
ma'i que lc1 cdtegor1< , b me e'i perrnitil o ec1r
SO'\' szmple debe ser consideradil corno una [A~.::; "Jj expres1on JCOI ac;1 tam ien J
to uso a\ouno empir d lun l substanCid cu\ a
mmediata de la apercepc10n, il'í! como la premnta mferenna ' "' nple es eor, '
\o"º" una q1hst,1ncia e;¡¡ , t "de lo mult1plc pero
cartesiana cogzto ergo rnm en\ erd,1d e'i tautologica puesto que el contwne una sm es1
reprec;entaCJon nunca on no nos enc;ena m
cogzto (sum wg1tons) enuncia mmedmtmnente la reilhdad efectna e<;te t oncepto, o tamh1en esta propoc;1s~10 'como objeto de l,1
Pero }'ó soy nmple no s1g111fica nada ma'i, smo que esta repre ec;pecto a m1 rn1 d
lo ma<; mm1mo con r de c;ubstanoa e'i usa o
sentac1on J'ó, no abarca en si m la mas rnm1ma mult1phc1dad, el concepto nusmo d
e'penenc ¡;:¡ porque h c1on que e'ite <;omet1 il il
y que ella es umdad absoluta (aunque 'iOlo logica) smte'il' s111 m,,u l
'iolo como funCJOil d e , 1 l nte para la conc H ion
Por cons1g1nente, la tan famosa prueba ps1cologJCa esta el , \ por tanto, 'i!ll objeto,) \a e so ame objeto alf'Lmo que c:;e
fundada umcamente en la unidad mdn mble de una repre t ro no pilra "
de m1e'itro cnnoc11n1en o, pe cerca de la pre'iunta
sentac10n que solo dinge al urh11m con re'ipecto a una perso ilr Vamos a hacer un ensayo a
pue d a me11C
na'º~ Pero es mamfiesto que el 'tljeto de Ja mherenc1a solo ut1hdcid de e'ita p1opn'i1uon 1 fi maoon de la nciturcileza
transcendentalmente es de<;1gnado mediant0 el Yo adosado al Toclo'i deben admitir que <l ª¡ I n j¡¡ medida en que \o
pensamiento. sm que se de;cubra [con ello} la mas mmrma l l tiene a\f'Lm va or e d
<;Hnple del a ma so o ¡"da materrn il este 'iUjeto, \ pue o
propiedad de el, m se sepa, rn se conozca, en general, nada de por ella puedo d1stmgmr de 1~'ºde la cilduodad a\¡¡ que e'ita"
en consecuencia, e'cceptliar a ti con toda propiedad,
l ¡ 1 'I: a e<;te uso apun ' \
esta siempre c;omc ic ' b \ or eso muchas 'c<e 5 se ª
807 Probablemente ha'ª que e'1tende1 aqu1 que da pnmeza» qmere la propos1uon otacla mas arn a, P
dec11 «la propos1c10n )ºpienso» pero tamb1en podn,1 entenderse que
s1gmfica da s1mplrudad», como 'o sugiere Ed :\cad
808 Hennsoeth (en Trans::.endmtofr Dwlr!,11!, p l !3\ da il entender
que el sujeto «dmge > en la med1dci Pn ¡ne se '1be ,1 s1 mhmo como 809 Se entiende eveptua1 di alma
«efectuaoon del pensa1», \ que por 'Jburrr» ha de entenderse «los 810 F' dew \,1 mate11a
actos de pensa1 » Igualmente el pasa1e no nos queda claro
e>.pre::,a d,,1 el ,tlmd nu es c01po1ea .:\ho1a bren, s1 ;o puedo serne1anre a estos, que no ,un, en general, objetos de [,1 mtmcion
mosttclf que, [AJ)/] aunc¡ue a e::,ta p10plh1uon cardm,d de la e\tern<l,'' ,m embargo, clquel algo que :,11\ e de fundarnemo
doctnna 1auon.tl del ,tlrnct en Id s1gmficac10n pm a de un mero de los fenomerlü> e\.ter rnh, j que dfecta d nue,tro sentido de
1u1uo de la razon \d p,utn de catego!las putds), se le otorgara tal manera que este rE.é ihe la, represent.tcrones de e:,pac10, de
toda la\ dl1dez ub1eti" d (todo lo que p1en,a e:, ,ubsta11C1d :,imple), matend, ele figura, etc, este af.;o, con,1de1ddu corno 1zvumuw11
no :,e pod1Ic1 IJ,Ker, ,111 embargo, el mas mmuno uso de esta (o rneJOr, corno objeto tia1i>cLndental , poclna ser tamb1en a la
p1opo:,1c10n, con iespecto d la heterogene1cLt<l o al parentesco \el el sujeto de los pe1bctm1entos, aunque nosotros, merced a la

de dL1 ' 1 con Id m,tte1id, entonce" esto :,era lo m1:,1no que si yo manera como nuestro ,ent1clo externo es afectado por ello, no
lmbie:,c:_ reiegadu eotd p1 e"unlct cogmuon po1Colog1la et! campo recibdmos nwguna mtuuon de representauones, de\ oluntad,
de las mer<1s idecto, a l,b que Jctltc1 ld iecthdctd del uso ob1et1\ o etc , srno merctmente de e:,pauo ) ele las cletermmac10nes de
I.:n lct E,tet1cct transcendentctl herno::, dernost1ddo de manera este Pero este algo no e~ e>.tenso, m impenetrable, m com
111neg<lble que los l Uerpu::, son meros fenomeno:, de nuestw puesto, porque todos e:,os pi eclrcaclos conuernen solamente
sentido e\.terno,) no UJSd'> en ::,i misma, De dcue1do con esto, a la sensib1lidctd ) a l.t mlulC1011 de ella, en la medid<l en que
tencrno, duecho a dcu1 gue nuestro WJetO penodnte no es cor no,otros ~amos afcctddos por tales objetos (por lo ciernas,
pareo, es deur que, puesto que es represent<ldo por nosotros dLoconoCJclos pa1d nosot1os) Pero esas expres10nes no dan
como objeto del sentido 111te1110, [ese su1eto] en la medrdct en d conocer que dctse de cibJeto sea, smo solamente que a el,

que p1en,.i, no puede .>er objeto de los ,ent1dos e>-tenws, es como fub1eto] que es considerado en s1 mismo, srn referencia
deur, no puede ser un fenomeno en el espauo Esto qu1e1e a ,ent1dos externos, estos predicados [AJ '>9] de los fenomenos
cleui que nunca pueden present<lrsenos entes pensantes, como externos no pueden serle atnbmclos Pero los predicados del
tales, entre lo-, fenomenos e>.te1nos, o bien, que no podernos sentido mterno, rep1 esenldUO!les) pensar, no lo contradicen
mtuir e\.tenorrnente lus pensdnnentos de ellos, ,u conuenua, Por tanto, aun s1 se admite ld simphudctd de la naturdleza, el
,,u, deseos, etc , pue,, todo e:,to pertenece al sentrclo mterno <l]md hurrt<llld no se diferencia suficientemente de ld matena, en
Ln efecto, este ,ugumento p<Hece '>e1 aquel natmal ) popular lo que conc1e1ne al sub::.tratum de ella, si se ld considera (como
que dUll el entenclmuento mas cornun" 1 [A3.J8] p<lrece haber e, debido) mer ctmente corno tenomeno '"
encontrado desde tiempo mrnemonal, y en 'irtucl del cudl el ha ~i !ct mcttena fuerct und cosd en s1 misma, entonces ella, como
comenzdcln ,l cons1de1 M, ) d de:,cle mu; temprano, a las almas ente compuesto, se clistmguma emeramente del alma, como ente
corno entes ente1amente d1lere11tes de los cue1pos
Ah01d bien, <1unc¡ue la extens1on, la rmpenetrab1hddcl, la
mterco11ex1011 ; el mo\ muen to, en resumen, todo lo que los 813 En luga1 de «!ll c.ontu1g.tn nada semej<lnte a eo,tos que no son, en
sentidos externos pueddn sumimstrai no:,, no sean pensamien gene1<ll, objeto:, Je la mt1uuo01 extt1na» podna ef1tende1>e tambren "º
tos, sent11111ento, mclmdUOll m dec1s10n, 111 contengan nada aunque e;,tos e:,ten umterndo-, [pl ro] sm que sean en gene1al, objetos
dL la !11lU1Cl011 e\.lél 11,1»
814 T<tmbren poJ11ct entende10>e «el alma humana no se diferencia
:,ufiuentemente de la matu 1c1 s1 ;,e la com1de1" como e> debido; me
811 [,deu1 deJ,ilm<l ,[¡¡" nopuede1efe11I>ea«e0>taprupu>1uon» i<tmeme como ft'nomeno en lo que conc1e1ne al oufotratum de e;,te»
como p,11 ece poorble u1 e>p<tnol Heumoeth \ Tram¿endentale Dzalelctik, p l 18) >U6'1e1 e que el «subsn ato»
81.:'. Como >I d11e1 <l , d :,e nudo comun» e;, ;,ub,t1ato de l<l m<1tena
cRÍTICA DE LA RA70°'> F'l 'R.·\
431
430
simple. Pero ella es solamPntP un fenómeno extPmo. cuyo substra- . ··a s1·m!)le no es un conocimiento
\ tanto la conoenc1< t
tum no se conoce por ningún predicado que se pueda aducir, por l $\,por ' '. ' l nuestro sujeto. en la mE'd1da en que
de la naturaleza simple e ed lla de la rnate1 ia. como ente
consiguiente, bien puedo suponei que él' es, en sí, simple, aun·
1
'
e<;te haya de ser d1st1ngu1 o por P
que por la manera como afecta a nuestros o;entidos, produzca en
nosotros la intuición de lo extenso, y por tanto, de lo compuesto; compuesto. t es apto para determinarle lo pe-
PPro si este concep 0 no ' . . ue el
y que por consiguiente en la substancia en sí misma, a la que con . . . . . , d su naturaleza en el UTUCO ca!:>O en q.
respecto a nuestro sentido externo le corresponde la extensión,
cu liar J d1stmtl\ o e b l· mparación de mí n11smo
lea do asa er en ,¡ co ' '
pnec1e ser emp ' '' · _ '. t ia ,1; entonces, aunque
residan pensamientos que puedan ser representados con concien- l el \· expenem 1a e:-. en ''
cia por el sentido interno propio de ella. De tal manera, aquello c:Jn o1Jetos e ~da,[A31il] sabe1 que el }íJpensante, el alm~
s1emp1e se prete1 . dental del sentido interno;
mismo que en un respecto se llama corpóreo, en otro re'>pecto, a 1 ra el obieto transcen J
( un nomore pa .J. . . ín uso quP se extiPnoa
la vez, se1ia un ente pensante, cuyos pensamientos nosotros, por . 1 t 01 esion no tiene mngi_
es s11np e, es a exr eso 110 pHede ensancha1
cierto, no podemos intuir, aunque podemos, sin embargo, intuir a objetos efectivamente re<i 1es, y p~r.
las señales de ellos en el fenómeno. Con ello, quedaria anulada · · 1to en lo más m1111mo
nue<>t1 o conoom1e1 d 1 . l ioía racional con s11 p1 in
la expresión de que sólo las almas (como particulares especies de A se derrumba to a a ps1co e o· . . l d
substancias) piensan; más bien habría que decir, como es habitual, s1 . . - como tampoco en nrngcrn otro a o,
cipal 'ioporte, y m aqrn, ·! las, cogniciones mediante meros
que los hombres [A360J piensan, es decir, aquello mismo que
podemos esperar ensan< iard. t '1a mera forma wbjeti\a de
como fenómeno externo es extenso, internamente (en sí mismo) , m n1eno<; nie ian e '
concepto<; ()' a 1 l . ci·a) sin referencia a una
seria un sujeto que no es compuesto, sino simple, y que piensa. oncepto'> a conoen ' ,
todlls nuestros c ' l . concepto fund<i-
Pero sin admitir tales hipótesis, ~e puede obsen ar en general· . 'l I . ello porque e m1srn 0
~!:~~~~~ :1 ri~~;t~;Izcz11
1
que si entiendo por alma un ente pensante en sí, ya en sí misma
es inadecuada la pregunta de 'ii ella es de la misma especie que t
mnjJÍf es de t~~ ::~;pe~~~~ ~~~~1:~:~. ~ 1~~
en ninoirna expenenc1, u ,
puec1e en con rar. o- . ' "ªr a él como concepto
la materia (que no es ninguna cosa en sí misma, sino sólo una ha,-. por tanto, mngun cammo paia 11 eº
especie de representaciones en nosotros) o no lo es; pues se obJetivamente válido.
entiende de suyo que una cosa en sí misma es de otra naturaleza
que las determinaciones que constituyen <;ólo su estado. TERCER PARALOGJS:-.10 DEL,\ p[RSON·\LIDAD
Pero si al yo pensante lo comparamos, no con la materia,
sino con lo inteligible que sirve dP fundamento del fenómeno - . - de la identidad numérica de '>Í
Lo que tiene conoenc1a .d penona
externo que llamamos materia, entonces, puesto que no sabe- . . " diferentes es en esa rned1 a, una .
mismo en tiempo ' '
mos nada de eso inteligible/'t> tampoco podemos decir que el Ahora bien, el alma es etc.
alma se distinga de ello interiormente de algún modo. Por tanto, ella es una persona.

875. Es decir, el substiato.


876. Literalmente: "PUf''>to qne no <;afwmos n;ida de éh lo que puede
referirse tanto al «fundamento», como «lo inteligible». La referencia
a «fenómeno» es giamat1calmente imposible. ---1-d-.-- \Veischedt>I trae «ntrmo» (subra) ado)
817. ,a e 1c1011
432 llv1\L'\ \U el KA;, T CRfl le,., úl LA RAZOI\ PtJRA
433
Crítica del tercer paralogismo de la psicología gmente, [ese obo,en adurj ne llegara d mlenr la per manenc1a
transcendental objetl\ a de 1111) o mismo ' a partir del\ o que acompaña, con
S1 qmero conoce1 por expene11uJ. !J. 1dentrdad numencd de rnmpleta identiddd, tm1"1s ld~ 1epresent<1uones en todo tiem
un objeto e'\.te1 no, [A3G2] p1esta1e atencwn a lo per mdnente po en mi concienud, [ \JbJ] por mas que lo admita a este"-
de J.quel fenomeno, d lo cuJ.l, como sujeto, se refiere todo lo Pues no siendo el tiempo en el que el observador me pone, el
1estanle, como dt>lernun,lc1on, y nolJ.re \J. idenudad de M}uello [tiempo] que se encuentra en mi propia sens1b1hdacl, smo el
en el tlempo en el que e~to cambia Ahorn biell,) o soy, empero, que se encuentra en la "ens1b1hd<1d de el, la identidJ.d que esta
un objeto del sentido mtemo, ) todo tiempo es meramente la enlazada necesariamente con m1 conCJencrn no esta por ello
101 ITlcl del sentido mterno En comecue1KlJ., ) o refiero todds ) enlJ.Lada con l<l [conCJencrn] de el, es decir, con la mtmoon
cadd una de mis deter mmac1ones sucesn dS, et mi mismo corno externa de m1 >UJeto
numeiKdrnente 1dentKo en todo tiempo, es dec11, en la foima Por consrguiente, la 1dentiddd de la conoencia ele ¡¡¡¡mismo
de lü mttuuon mterna de m1 mismo ' 1i Vista as1, la personalidad en diferentes tiempos, es solo una condiuon formal de mis
del dlmd no debena ser consrderddd m siquiera como mfend,1, pensanuentos y de la mrerconexwn ele ellos, pero no demues
smo como una propos1uon enternmente identica, [que enunch1] tra la 1dentidM-I numer lld ele m1 Slljeto, en el cual, sm tener en
la co11ue11ud de s1 mismo en el tiempo, ) estd es la c,u1sa por la cuent<l la identidad logica del yo, puede haberse produoclo, sm
Clldl Psa p1 oposJC1011 es \ ,d1da a prwrz ' 11 Pue~ no dICe, en efecto, embdrgo, un cambio tcil, que no permita mantener la identidad
I1ddd mas, s1110 qu<> en tocio el tiempo en el que i>O) consciente de el, aunque ¡permita) toda\la atnbmrle el homofono yo, el
de mi 1111~mo SO) consciente de ese tiempo, como perteneuente cual, en todo otro estado, mduso el de la transfo1rnac10n del
a la urndMl de mi ~o nusmo, 1" '1 ) es lo mismo 1>1 chgo todo ese Stljeto, podnd con~en dl el pensamiento del sujeto antenor, y
tiempo esta en rm, como urnddd mcl1,idudl, que [s1 digo j) o, con as1 pues transnunrlo"'' tamlHen al s1gurente ~n
1dent1dad nume11ca, me encuentro en todo ese tiempo
Por ums1g111enle, J,1 1denliddd de la persond :,e encuen 827 Como >i chje1a «ld. pei111dnenc1a obJetJ\a de m1 mz mismo»
tia meletect1blemente en m1 prop1<t conciencia Pero si me (Selb>t)
<ons1de10 desde el puHto de vista ele otro (wmo objeto ele !et 822 fa deu1, poi mas que admita a este Yo
mtu1uon externa de el), entonce:, este observador exte 1 no me 823 Qutla tOn\ engd entcnde1 ,1qu1 «to1be1 Vd! lo;, peusd1rnentos del
cons1cle1d ,t m1, ,mte todo, en el tumpo, pues en Id apercepcwn, SUjelo ante1101, } ,bi pue:, [fdT1511lllllSelos a} s1gu1ente»
el tiempo, propiMnente, "olo en m1 es repr ese11tddo Por cons1 82" Una bol,t el,bl!Ld 4ue choca con otia en daecuo11 1eu1hnea.,
le comunK,t a e;ta todo ;u 1110' 11rnento, y pot canto, todo su estado
(si solo >e atiende d lo; lug<11es en el espac10) Ahord bien, segun la
<111cilog1<1 con c.ue1pos t<1le;,,, >uponed sub>t,muas, una de las cuale> le
818 T,u11bien pod11<t ente11deVie "!o iefiew en todo tiempo, e-, dec11, en mfundiese a Id ot1 d 1epi esentduone> JUntarnente con la conoencia
l,1 101111,¡ dL ],¡ mtuJCion mte1 IM de nu mi>1110, tod<1>; cctd,1 una de 111i> de de e;,t,ts, [A 3b lj enwnces >e pod1id pens,u t0dd und sene de ellas, la
te1 m11i,tuo11e> ;,ucesl\ d5, d 1111 rrnsmo como nu111e1 K,unente identKo» prnne1d de l,1.> cu.tle; comtmic,1;,e su e>lddO,JU!llo con la concienc1d de
819 Tm1 bien puede entende1 ;,e «:,mo corno un p1 mup10 ente1 ,tmente el, a la '>egundd, e;ta comumcd;e su p1 op10 e>l<tdo, JUI1ldmente con el
identico [ ] 1 e;,t,¡ e> la Cduoa poi l.t cu<tl e;,e p1 mupw e> , ahdo a de lci -,ubst<1ncia anrenor, 1 lci tet ceia, y e>ta, 1gualrnente, comumc,1se
pt W1l» los e>tados de toda> la;, p1ecedentes, JUnto con el suyo prop10 } la
820 Como >I d1Jeid «pe1teneuente a la umd,1d de rm 1111 11wmo» conciencia de [todm] ello, A.>i, l.t ultima substancia :,ena c.onsuente
1)eJb,t) de todos los e;tddo> de Ja;, que ,rnte'> de elld fueron alte1ddas como si
f\JV A '<l,El 1\ANT \RÍTIC A r>E LA R1\ZO". Pl RA 43,:;

[A36+] Si bien la propo;;iciéin de algunas escuelas antiguas (sólo] porque su acción sea interrnmpida durante alg11n tiempo
q:ie todo fluye )' que nada en el mundo puede ser permanent~ Prro est.'1 permanencia mi nos es dada por nada, antt:'s de la 1den
m estable, [es una p~oposición que] no puede sostenerse, tan ti dad numérica de nuestro \o mismo,'" [ident1dacl] que infenmos
pronto como se admiten las substancias, [esa proposición], 5¡n de la apercepción idéntica; sino que ella''" es. pnmei amente,
e~ba1go, no es refutada por la unidad de la conciencia de sí infenda de ésta (y de ella''º debería luego, ,¡ ';e procediera en
mismo. Pt1es_ nos~tros mismos no podemos juzgar, a partir de rrectamente, seguirse el único concepto de sub'>tancia que puede
nuestra conc1enC1a, si acaso. como almas, somos permanentes ser empleado empíricamente)."' Ahora bien, puesto que esta
o no
. lo w',. _ · _rorque 1o u· meo
somos· · que contarnos como nuestro yo' identidad de la persona no se sisrue, de ninguna mane1 a, de la
m1sn:o - ident1co es aquello de lo cual somos comcientes, y así, identidad del Yo en la conciencia ele todo el tiempo en el que
po~ cierto, debemos juzgar necesanamente que nosotros, en todo yo me conozco; por tanto, tampoco se ha podido, más arriba,
el tie_mpo en que ~omos con,cientes de nosotros mismos, somos fundar en ella la substancialida<l del alma.
preC1samente los mismos. Pero no podemos dar va por válido Sin embargo, y tal como el concepto de <;ubstanc.ia, )' el
esto desde el punto de vista rle un extraño; porque, como no de lo simple, también el concepto de peisonaliclad puede ser
encontramos en el alma ningún fenómeno permanente, salrn conservado (siempre que sea meramente transcendental, es
solamente la representación Yo, que las acompaña v/ conecta a decir, unidad del sujeto. que por lo demás nos es desconocido,
tod. as, ~ 2 " no po d emos ~=mea decidir si este Yo (un mero pensa- pero en cuyas determinaciones hay una conexión integral
miento) ~o fluye tamb1en, tal corno los restantes pensamientos mediante la apercepción); y en esa medida, este concepto es,
que por el son encadenados los unos a los otros incluso, necesario y suficiente para el uso práctico; pero nunca
[A365] Es, empero, notable que la personaÍidad, v lo que podemos hacer alarde de él [A36G] como ensanchamiento de
ella presupone: la permanencia, y por tanto, la sub;tanciali- nuestro conocimiento de nosotros mismos por razón pura, la
1
dad del alma, sólo ahora deba SPl - r1robada . n.leS
r L s·1 pu dº.
1esemos cual, partiendo del mero concepto del ;o misrno" idéntico,
presupon_~rla a ésta,827 ~e e_llo no se seguiría aún, por cierto, la nos engaña con la ilmión ele una duración ininterrumpida del
perdurac1on _de I~ conoenCia, pero sí [se seguiría J la posibilidad sujeto; pues ese concepto gira siempre alrededor de sí mismo,
de u~a conc1enc1a duradera en un s1~eto estable; lo cual va es y no nos hace adelantar en ninguna cuestion que apunte a un
suficiente para la personalidad, la cual no cesa inmediata~ente conocimiento sintético. Qué clase de cosa en sí misma (objeto
transcendental) sea la materia, nos es, por cierto, enteramen

fueran
ll . lm de ella m·s 1.ma,· porque e ll os habnan
· sido
· tiampuestos rn
e .ª' JUnto con la conciencia; )' a pesar de ello, no hab1ía sido. ella la 828. Como si dijera: «de nuesti o mi mimw» (Selbst) Debe entende1 se
misma persona en todos estos estadm [Nota de Kant]. que para que nos sea dado el conocimiento de la pe1 m<mencia, ele be
8~5. _La expresión «yo mismo» "" aquí traducción de «Selbst» «el se1 nos dado previamente el conocimiento de que el: o es <;!f'mpre unn
m1 mismo». ' ' y el mismo (posee identidad numénca).
826. ~e entiende: «que acompaña v cnnecta a todas las rPpresentacio· 829. P1obablemente haya que entender aquí· «esa pe1manencia».
nes». ero tamb1en pod1ía entenderse· «que los acompaña v cone t 830. P1obablemente haya que entender aqur· «de esa permanencia».
a todos los fenomenos». , eª 83 T. También podría entenderse: «el concepto de substancia, que sólo
82? Plrdobdabdlelmente quiera decir: «s1 pudiésemos presuponer la subs- puede ser empleado empíricamPnte».
ta nCJa 1 a e alma». 832. Entiéndase: «del mi mismo idéntico» \Selbst).
LRlll( 'I DE L'I Ri\ZO\ PLR">
437

te de.,,conoudo, :,111 embargo, la permanencia de ella como Crítica del cuarto paralogismo de la psicología
lenorneno puede ,e 1 oboenada, puesto que es representada transcendental
como digo externo Pero puesto que ) o, s1 quiero observar En pnmer lugar vamos a someter a prneba a las prernba:,
.i.l rnei 0 \u en el c.i.mb10 de todd:, lao rep1 esentac10nes, no Podemos afü >nar, con rnLon, que solo aquello que esta en
tengo oti o con elato de 1111:, cornparauont:,, ma:, que -otra nosotros mismos puede :,er percibido mrnedwtamente,) que
, ez-'" a 11¡¡ mismo con Id> cond1uone:, um v er:,dles de 1111 sol,unente mi propia ex1ste11ua puede sei el objeto de una
conuenud, pm ello, no puedo dar smo respuestas tautolo me1a percepc1011 Por cons1gmente, la existencia de un objeto
gicas a toda:, Ja:, pi eguntas, mti oduuendo subreptic1dmente electivamente real, fuera de 1111 lsi esta palabra se toma en s1gm
1111 cuHcepto" la umdad de el, ent1e ]ds propied,tdes que me fiLado imelectudl; nuncct es d<lda directamente en la percepoon,
cOire:,ponde/i a mi m1>rno como ubjelo, ¡ pre:,upomendo lo :.rno que solo puede serk ,rnad1da con el pensamiento a esta,
que :,e quena saber (que es una modificduon del sentido mterno),'l como la caus<l
e"teuor de ella, y por tamo, [oolo puede ser] mfenda Por eso,
Ll { L -\RfCl P-\RALUGl'.:>l\10 DI: L.\ !D!:,-\LlIHD t<.tmb1en Carteoius lumto, con ¡ust1ua, todct percepc1011, en el
(ne 1-\. RLl -\UU;>. !:, \.11:.R"P,) sentido mas estllcto, a la propos1c10n Yo (como un [A368] ente
pensante) "°) Pues esta daro que, puesto que lo externo no
Aquello cuya existencia solo puede :,er mfendd corno [la eota en mr, no puedo yo encontrarlo en m1 ape1cepuon,) por
e\,i:,tencid de una] causd de pc1cepuones dac1'1:,, tiene una tdnto, tampoco en percepuon d!guna, la cudl, propr<.tmente, eo
e'-1ster1Cid :,olo dudo:,a solo la determmac10n de la apercepc10n
[ ,\Jb7] Ahma bien, todos lo:, fenomeno:, e'-ternos son de Poi cons1g111ente, no puedo, propiamente, perc1b1r las cosas
t1 ¡ espeue que l,t existencia de ellos no puede ser percibida e».temas, smo que solo puedo mfe11r la e'-1stenc1a de ellas d
' '
mmedi<ttamente, smo que :,olo se puede mfer 11 1us dl4 como 1a paitir de m1 pe1cepc10n mtenu, al considerarla a esta como
causct de percepc10nes d<tdas el efecto, CU) a causa pt oxuna 1;;,;, digo e>.terno Ahora bien, la
p01 consigwente, ld ex1slenctd de todo:, los objeto:, del mferenna que'ª de un electo dado, a un<t causct determmada,
sentido e'-terno e:, dudosa A e:,ta 1ncei udumbre Id llamo la es siempre msegura, porque el efecto puede habe1 nacido de
ideahddd de los fenomenos e'-ternos, v !.t doct1111d de es.t idea mas de una Cdusa Segun esto, ;,1empre sigue oiendo dudoso,
hdüd ,e llamd idealismo, en contraste con el cual, la afümac1011 en la refe1encia de la percepc10n a su cama, s1 esta es mtenor
de una posible certeza de objetos de los sentidos externos se o extenor, ) s1, por con:,ig1uente, toda:, las peicepc10nes que
11.una dualwno llamamos e'-ternas no sou un mero Juego de nuestw sentido
mterno, o :,r acaso se refieren d objetos externos efeun amen
te reales, que sean la causa de ellas /\l menos, la existencia
8..J 3 Lo:, o-uwnes en Lt h a,e , -ot1,l vez-» son ,tg1 egado de e:,ta na de estos ult1rnos es solo mfenda, ) corre el peligro de tocias
las mferenc1as, mientras 1¡ue por el contra110, el objeto del
ducoon "
834 A_:, 1 u 1 el ouguMl Pero pod11a :.upo11e1:.e que en J,1 1edacc1011
de Li f¡a;,e e;,tuv1e:.e supue:,ta td( 1t,unente L1 e-..p1eo,1on •LtBtenz», con
lo cu,tl quedaiia «orno que ;,olo ;,e puede mlu11Lt como la causa de 835 Los p.uente;.1, en lo! ha;,e «\que e;, una mod1fic<lc10n del sentido
mterno)" ;,on ag1egddo de esta t1d.ducuon
pe1 cepuoneo d,1dd;,»
CRITICA D!: LA "1\ZO'< rt RA 439

duallltll: es deor, que puede ad1mtir la. PXi,tencia de la mate1i,~,


sentido interno ~"º rnim10 con todas mis representac10nes1 sin <;a! 11 de l.i mera conciencia de 51 nw;;mo,) sm supone¡ nadd
es percibido inmediatamente, y la existencia de él no admite más que Ja ceitPza de las rPpresent<icionf''- en 1111, ?ºr tanto. ['an
duda alguna. ~uponei imí<> que] el rogito, ergo 111m PuPs romo el considera d
En consecuencia, no híly que entender por rdeabsta a alguien esta nrnteiia. \ aun a la posibilidad rnterna dP ella, como un
que niega la existencia de los objetos e' ternos de los sentidos, rn:ro fpnóme; 10 que, sPp<irado de nuP5tra <>ensihilidztcl, no "'"
sino a quien solamente no ílclmite que se la conozca por per nada, entonce-; elb e>, pai a éL <>ólo un<i PspcoP de repres.en
cepción inmediata, pero qu2 de ello [AJ<iD] infiere que nunca, tacione-; (mtnicion) que se llaman e'teu~re'. no como 'iI '"'
(aun] con toda la experienna posible, podemos llegar a estar refiriPran a objetos rttnnoí en " m11moí, -;mo 1:orque refieren
enteramente ciertos de la realidad efecfü·a de ellos. la-. percept iones al e<;pacio. en el cuztl t_odo e<>ta fuera dP todo,
Ahora bien, antes de e'iponer nuestro paralogismo en su mientra<; que t'l mismo, PI e<>pauo, e<>ta en nosotros.
engafiosa apariencia iluso1 in, debo obsen a1 pi e\ iamente que ! Ya de'>de el comienzo no> hemos pronunciado a fm or de
se debe distinguir necesariamente un doble idealismo, el tians ; este iclPalmno tran-.cendental. Por con"1guiente, -;e de<>~anece,
cendental) el empírico. Entiendo por el 1dralm110 transcendental ; en nue<;tra e oncepción doct1 inal, todo recelo para adm1tn ) dar
de todos los Jenómenos. la roncepcion doctrinal segun la cual por demn-;ti <1da, sohre el te<>timorno de nue'itrn me1 a autoco1.1
los consiclPramos a torios ellos como meras rep1esentac10nes, tiencia, tanto la e'l.i<:;tencia de la matpna. como la e:1stencia
y no como cosas en sí mismas, y según la cual el tiempo y el de mí mismo como ente pensante Pue'i yo "º)' consciente de
espacio son solamentP formas semibles ele nuestra intuición,) nJi<, iepre<>entacione 5 , por consigmentP, e'l.1sten e'>tas, y [<"'osto]
no determinaciones de los objetos dadas por sí, ni condiciones }O rrnsmo, que tengo esas rcpre<:;entac 10nes Ahora ~1en, los
de los objetos. como cosas en sí mismas. A este idealismo se objetm e'tPrnos IJo<> cuerpos) 5011, empero, mero' fen~meno<:;,
le opone el rralrn110 t1011sre11doztal, q1w comidera al tiempo yal Y por tanto, no 'iO!l tampoco nada má-, qu<" una especie de las
espacio corno algo dado en (independentemente de nuestra ~eprcsentacionP'i mías, cuy os ohietos son algo solamente mP-
sensibilidad). Así, el realista transcedental se representa los diante esas represent<iciones, pero -;eparados de ellas no sot1
fenómenos e'itemos (si SP admite la efectiva realidad de ellos) nada p01 tanto, existen J,1s cosas [A371 j e'<ternas, ~;._~ctamen P
como cosas en sí mismas, que existen indPpPndientemente de nv¡·sto vo tnismo· V ambos <;obte el test1momo !11!llechato
como' ' , ; , '' ' .· · 1 l
nosotros y de nuestra sensibilidad, y que, por consiguiente, de mi conc icncia de mí mismo, con la sola chtere.1:cia e e que a
también estarían fuera de nosotros según los conceptos puros repie<;entanon de mí mismo, como [repre<;entac1on) del 'iUJPlo
del entendimiento. Este realista transcendental P'i, propiamen pensantP, es refPTida solamentP '11 sentido mterno, m1ent1 as .que
te, el que después desempeña el p<ipel de ideali5t<i empínco, las rcpresPnt'1ciones qiw incli< an ente<; e'< tenso<; <>on 1efen~~s
y después de haber presupuesto fal<><imente que si los objetos también al -;entido externo En lo tornnte a la reah?acl e_[ectl\ a
de los sentidos h<in de ser externos, [entonces] deberían tener de objPtos c'<tf'T nos, no tengo necesidad de mfenr, as1 co.mo
en sí mismos, incluso sin los sentidos, su existencia, encuentra, tampoco la tengo en Jo toe<rntP al~ reahdMl efectiva del ob¡eto
desde este punto de\ ist<i, que todas nue5tras representaciones de mi <;Pntido interno (mis pemarn1entm); puP'i t<into uno como
de los sentidos son insuficientPS para darle certeza a la realidad otro no son nada más que 1epresentacinnes, CU) a ~ercepoon
efectirn de ellos inmedi<itíl '.conciencia) es a la \ ez una prueba 'il1ficwntP de la
[A370] Por el contrano, el idealista transcendental puede ser realidad efecti\ <i de ellas.
un realista empírico, y por tanto, tal como se lo denomina. un
CRI l ICA [JE LA RAZOC. PüRA

Por consicru1ente, el Hleali::.ta transcendental es un realista nue;,tras intuiciones externas; pero ese algo no es el objeto
empü ico, ) le comede a Id 1fülle1 ia, c.or:w. fenómeno, una que entendemos con las representaciones de la materia y de
realidad efectiv<l que no necesita ser mfenda, smo que es las cosas corporales;ºJ; pues éstas son solamente fenómenos,
percibida inmediatamente 1'01 el contrario, el_ realismo tran~­ es decir, meras especies de representación, que se encuentran
cendenlctl cae necesMiamente en una s1tuauon embarazosa, ;,iempre sólo en nosotros, y cu ya realidad efectiva se basa en
y se \e oLlígado a dar lugar al idealismo empírico, porque él la conciencia inmediata, tal como se basa en ella la conciencia
comidera " los ob1eto:, de lo:, :,ent1dos e>..ternos como algo de mis propios pensamientos. El objeto transcendental es des-
diferenle de Jos ,e11t1Jo::, 1111:,mos y [conside1,t] a los meros conocido poi igual, tanto con respecto a la intuición interna,
fenómenos como entes mdependientes que se encuentran como a la externa. Pero [A373] no se trata tarnpolu de él, sino
hiera de nosolro::.; puesto que, cieJtamente, aun con la meJOt del empüico, que se denomina [objeto] o.temo, mando es re-
c.onuenua de nuestra repre:,er1tac10n de esas co:,as, d1:,la mucho presentado en el espa( to, y objeto rnter 110 mando es representado
de ::.ei indudaLle que, cuando existe la repre:,entación, existe urucamente en la relauon de tiempo; pero el espacio y el tiempo
también el objeto corH'&pond1e11te a ella; mientras que, por el se encuent1 ,m, ambos, solo en 1wsotros.
c.ontraiio en nue:,tro :,isterna, esas cosas e.\.ternas, a saber, la Como, sin embargo, la expresión: faera de nosotros lleva
materia, en , todas su:, configuraciones y alterac10ne::.,
. [\'r'>]
"' , 1.- no consigo una ambigüedad inevitable, ya que tan pronto significa
son nada ma::. que meros fenomenos, es decir, representac10nes algo que existe {0/TlO cosa sí 11wma diferente de nosotros, tan
en nosotros, de cuya realidad efectiva somos mrnediatamente pronto algo que pertenece meramente al fenomeno externo; por
conscientes. eso, para poner a salvo de la inseguridad este concepto en la
Ahora bien, puesto que, hasta donde yo sé, todos. los última >ignificación, que es en la que propiamente se toma la
psicologos partiddnos del 1ded!ismo empuico son realistas cue;,tión psicológ1ca acerca de ld realidad de nuestra intuición
tran::.cendentales, ellos hdn procedido de manera enteramente externa, vamos a distinguu los objeto, empáiwmente eAleriores,
consecuente, al otorgarle gran importancia al ideali5mo em- de aquellos que pod1ían llamarse así en sentido tianscendental,
pírico, uno de los problema;, de los cuales la razón hum~na lldmándulos directamente cosa~ que 1e emut:nl1an en el espacio.
difícilmente encuentra Id manera de ,al!r. Pues en efecto, s1 se Espacio y tiempo son, ( iertamente, representaciones a prw-
considei an los fenómeno" e\.ten105 como rep1 esentaciones n que residen en nosotro;, como formas de nuestra intuición
que son efectuadas en nosotw, por sus objetos, [entendidm] sensible, aun antes de c¡ue un objeto efectivamente real haya
como cosas en ;,í que se hallan fuera de nosotros, entonces no determinado, por sensación, lllit'Stro sentido, paia que lo repre-
se ve como se pueda conocer la existencia de _é;,tas de otra sente en aquellas relaciones sensibles. Pero esto material o real,
manera que mediante la infe1encia que va del electo a la cau- este algrf 38 que ha de ser intuido en el espacio, necesariamente
;,a, [inferencia] en la cual siempre debe seguir siendo dudoso presupone percepción, e independientemente de ésta, que indica
si Id últimax"' está en nosotros, o fuera de nosot1os. Ahora
bien, por oerto que se puede aclm!lir que algo que, en sentido
transcendental, podría estar fuera de nosotros, sea Id causa de 837. También podiia entenderse, quizá, como s1 en la redacción se
d1wnguie1an dos nivele;, de leugua1e. «no e;, el ub1eto que entendemos
por "repreJentaúones de la mate na y de las wsaJ coi powld'>>.
838. La palabra «algo» está destacada con ma) úscula y sin bastardilla
en el 011g111al: «Algo».
442 1Mv1AMJEL KA"ff CRI l !CA DE LA RAZOC. í'URA 443

la efectiva realidad de algo en el espacio, no puede ser inventado tado por pf't lepdón, es también efecfü amente real en él, pues
ni producido por ninguna imaginación. La sensación es, por si no fuera efecti\ amente real en él, es decir, ¡,,no fue1al ciado
consiguiente, [A374J aquello que indica una realidad efectiva inmediatamente por intuición empírica, tampoco pod11a ser
en el espacio y en el tiempo, según ella sea referida a una u inventado, porque lo real de las intuiciones no >e puede concehIT
otra especie de la intuición sensible. Una vez dada la semarión a p11or1 en mn<lo alt,'1mo
(la cual, si es aplicada a un objeto en general, sin determinarlo Poi conqguiente, toda percepcion extema prueba mme-
a éste, se llama percepción), se puede, por la multiplicidad de diatamente algo efectivamente real en el espacio, o mas bien,
ella, inventar en la imaginación toda clase de objeto~, que no ella es lo efecth amente real mismo; y en e<;a medida, entonce<;,
tienen, fuera de la imaginación, lugar empírico en el e~pacio el reali5mo empírico está fuera de duda, es decir, a nuestras
ni en el tiempo. Esto es indudablemente cierto, )'ª sea que se intuiciones externas les corresponde algo efectivamente real
tomen las ~ensaciones de placer y de dolor, o también las de los en el espaoo. Por cif'rto que el espacio mismo, con todo5 sus
[sentidosF í<• externos, como colores, calor, etc., la percepción es fenómeno<; [entendidos] como representaciones, solo está en
aquello mediante lo cual debe ser dada, primeramente, la materia mí; pPro en pse espacio, sin embargo, lo real, o la materia de
para pensar objetos de la intuición sensible. Por consiguiente, todos los ob1etos de la intuición externa, es dado efectiYamente,
esta percepción representa algo efectivamente real en el espacio v con independencia de toda ficción; y es, además, imposible
(para atenernos, por esta vez, sólo a las intuiciones externas) que en ntc npano sea dado algo extenor a norntro1 (en sentido
Pues primeramente, la percepción es la representación de una transcendental), porque el espacio mismo, fuera de nuestra
realidad efectiva, así como espacio es la repr~entación de una sens1bihdad, no es nada. Por comiguiente, ni el más riguroso
mera posibilidad de la coexistencia. En segundo lugar, esta rea idealista puede exigir que se demuestre que a nuestra percep-
lidad efectiva es representada ante el sentido externo, es decir, cion le corresponde el objeto fuera de nosotros IA376] (en
en el espacio. En tercer lugar, el espacio mismo no es nada más sentido estricto) Pues si hubiera algo seme¡ante, no podría
que mera representación, ) por tanto, en él puede ser tenido por se1 representado e intuido como exterior a nosoti os, porque
efectivamente real solamente lo que en él es representado,H'º) psto presupone al espacio, y la realidad efectiva en el espacio,
recíprocamente, lo que en él [A375] es dado, es decir, represen [entendido] como mera representación, no es nada más que la
percepción misma. Lo real de los fenómenos externos es, por
tanto, efectivamente real sólo en la percepcion y no puede ser
839. La expresión entre corchetes: «[sentidos]» es agregado de Ed efectivamente real de ninguna otra manera.
Acad.
Ahora bien, a partir de las percepc10nes se puede genei ar
840. Se debe prestar atencion a esta propmición paiadójica, pero
cierta: que en el espacio no ha) nada más que lo que en él es repre conocimiento de lo5 objetos, ya sea por un mero juego de la
sentado Pues el espacio no es, él mismo. nada más que 1epresentación, imaginación, ya también por medio de la expe1iencia. Y en
y en consecuencia, lo que está Pn él, debe estar [A37~] contemdo en tonce>, por cierto, pueden >urgir repre5entaoones engai1osas, a
la representación, y nad<i hay en el espac10, smo en la medida en que las cuales los objetos no les corresponden, y en cuyo'> casos el
esté efectivamente representado en él. Una p1oposirión que cierta engaüo ha de atribuirse, ya a nn espejismo de la imaginación
mente debe de resultar extraña que una cosa >ólo puede existir en la
representación de ella; pero quP aquí pierde lo [que tiene de] chocante, (en el sueüo), )'ª a un yerro de la facultad de juzgar (en los
porque las cosas de las que nos ocupamos no son cosas en sí, sino sólo llamados engaños ele los sentidos). Para eludir aquí la falsa apa-
fenómenos, es decir, rep1 esentaciones [Nota de Kant] riencia ilusoria, se procede según la regla· lo que e1tá en ronexwn
l:V\"-\ANLl[L KANT C'Rl l ICA DE LA RAZOC; PL'H.A
444 445

con una penepuon, 5 cgún leye:, empúica~, es efectw~mente !eal. Pero pe1cepción inmediata, e;, un benefactor de la razón humana,
este engaño, tanto como la vigilancia con:rn ~!, atan~n tant~ en la medida en que 1mo obliga a abrir bien los ojos, al dar
al idealismo como al dualismo, ya que en el solo se trctta ~: l,t aun el más mínimo pa~o de la experiencia vulgar, [A:-l78] y a
forma de la expeiiencia. Para refutar al idealismo emp.mco, no ad1mtir entre nuest1 a:. posesiones inmediatamente, como
[entendido] como un falso re(elo acerca del~ 1:eahdad ob.1et1vc~ algo bien adquirido, aquello que quizá sólo hemos introducido
de nue,,trns percepciones externas, es ya suficie1He que lü P.er ;,ubrepticiamente. La ur1lidüd que estas objeciones idealistas
cepción externa pruebe inmediatamente una re~hdad efecuva p1 es tan .tquí, s<dla ahor d el.tramen te a la vista. Por fuerza nos
en [A377] el e 5 pücio; el cual espacio, a~nque en s1 sea solamen~e arrastran a considerar ->i no queremos enredarnos en nuestras
una mera forma de las representaoone>, tiene sm embargo mis comunes afü maciones-''' a todas las percepciones, ya se
realidad objetiva con respecto a todos los fenómenos externos las llame internas o ex ter 11'ts, meramente como una conciencia
(que son, a su vez, nada más que meras '.~presentac10n~.s), Y[e> de aquello que está ligado a nuestra sensibilidad; y a conside-
suficiente]"1 también, que sin percepc1on, ~o wn posibles m rar Jo,, objetos externo> de ellas, no como cosas en sí mismas,
la ficción misma, ni el sueño; y que por cons1gu1enle, nues~ros sino sólo como representaciones de las que podemos llegar a
sentidos externos, según los dati:, de los cuales puede. surgir la tener conciencia inmediatamente, tal como de cualquier otra
experienciü, tienen sus objetos correspondientes, efectivamente representación; pero que se llaman externas, porque están
reales, en el espacJO. . . .. . ligadas a aquel sentido que llamamos el sentido externo, cuya
El zJeafota dogmatico sería aquel que ntega la ex1stenc1a de la intuición es el espacio, c•l cual, empero, no es a su vez nada
materia; el e:,céptzco, el que la pone en duc~a porque la tiene por más que una e,,pecie interna de representación, en la cual se
indemostrable. El primero puede serlo umcame.nte porque el conectan entre sí cierta:, pe1 cepciones.
cree encontrar, en la posibilidad de una matena. en ge~eral, Si tomamos a los ob¡etos externos por cosas en sí, es abso-
contradicciones; y no nos ocupamos aquí, tod.av1a, de el. La lutamente impo;,ible comprender cómo habríamos de llegar al
sección siuuiente, sobre las inferencias dialéctica,, en la q~e conocimiento de la realidad efectiva de ellos fuera de nosotros,
se represe~ta a la razón en su conflicto interior con referencia apoyándonos solamente en la mera representación que está en
a con Cep tos que ella se [forma]~•L acerca de la po;,1b1hdad . de . nosotros. Pues uno no puede tener sensa~iones fuera de sí, sino
aquello cuyo lugar está en la inte.rconexón de la e.x~~r.1enoa, solamente en sí mismo, ) toda la conciencia de sí mismo no
. · <1yu d ar a· a sortear esta dificultad. Pero el idealista ...
tam b 1en es suministra, por eso, nada má;, que, únicamente, nuestras propias
céptico, que impugna únicamente el fundamento de ~uestia determinaciones. Por consiguiente, el idealismo escéptico nos
afirmación y que declara imuficien.te nuestra per;,uas10n _de la obliga a echar mano de la úmca escapatoria que nos queda, a
exi;,tencia de la materia, [persuaswn] que creemos fundar en i saber, la que conduce c1 la idealidad de todos los fenómenos; la
cual la hemos demostrado en la Estética transcendental inde·
pend1entememe de esta;, consecuencias, [A379] que en aquel
8-1-1. L,1 expie:,ión en ti e c01 che te:,: «[es ,,uficiente ¡,, es u11,1 suge1 enoa
momento no podíamos prever. Ahora bien, si se pregunta si,
de Tremesa) gue:, ) Pacaud. .
8.+2 L,1 expiesión entre cmcheteo: «[founa]" es sugerenua de Kehr
b· 1 1- erng1d,1 poi Schmnlt. E11 lugar de «conceptos que ella se lotma
a~ ~r~<: de la po>ibihdad de aquello ... », la Ed. Atad. tiae: «conceptos 8.+3. Lo, guwnes en Id exp1 t»ión «-s1 no queremos emed;u nos en nues-
de la pos1b1hdad de aquello ... ». uas más comunes afümac1011es-" son ag1egado de esta traducción.
CRITIC1\ DE Li\ RAZOf\ PI 'R,'.\ 447

1
50 0
lrnstd donde la e'\penencia posible no<; pueda_ <>umumtra1 el
según esto, el dualismo tiene lugar <;olamente en la doctrina ob¡eto de dl,is. entonce<; nunca pmá<; se nm ocurnrn emprender
del alma, la respuesta es iC1e1 lamente' Pero sólo en <;entido mdagacione<; acerca de los oh¡eto<; de nuestros <;ent1d0',, en lo
empírico; es decir, en la intercone'l:1ón de la expenencia,"' la que ic'ipccta a lo que ellos puedan <;eren sí mrnnos, e<i deui,
matena, como substancia en PI fenómeno. es efectivamente iefPrencia alguna a ¡0 , <;cntidos Pero <;1 el p<>icologo tonM lm
5111
dada al sentido e'l:terno; as1 como el Yó pensante, también como frnómeno<; por co<,a<; en sí misma<;,) a <;ea que, como m,1tenahsta,
substancia en el fenómeno, es dado ante el sentido interno.) adnuta en , 11 doctrina sola y umcamcnte la matena, o que, como
los fenómeno<; deben ser conectados entre sí, por amba<; partes, e'píntualista, [admita] sólo entes pcmantes (a saber, '>egun la fom1a
según las reglas que esta categoria introduce en la concatenación de nuPstJo sentido mtemo), o que, como duah<;ta, [Jos admita] a
de nuestras percepciones, tanto e'l:ternas como internas, para los do'>, como cosas e'l:1stentes por s1, siempre es demorado por
[formar] una e'\periencia PPro como habitualmente sucede, un malentendido q 11 C' lo obliga a razonar <;ohst1camente acerca de
se pretendiera ampliar el concepto del dualismo y tomarlo en la manera cómo pueda exist11 en sí rmsmn aquello que no es cosa
sentido transcendental, entonces. ni él, ni el pneumatismo que por en c;í, <;ino solo el fenómeno de una cosa en general
un lado se le opone, ni, pm otro !ddo, el matenabsmo, tendnan el
más mínimo fundamento; pues en ese caso uno habría equivo
cado la determinación de sus propios conceptos, tomando por
una diferencia de las cosas mismas la diferencia de las maneras [A381]

de representación de los objetos, que permanecen desconocr- CoNSIDERACION \CERCA DEL cuNJl'NlCJ
dos paia nosotros en lo que respecta a lo que son en sí [El] Yo, DE LA DOCTRIN \PURA Dfl ALMA,
representado en el tiempo por el sentido interno, y los objetos FN CONSECl'[NClA DE 1:,qus P\R.,\l OGJ<;i\jCl<;
en el espacio, fuera de mí, son, ciertamente, fenómeno<> e5pec1fi
carnente ' 1 ; muy diferentes; pero no por ello son pensados como Si comparamo'> ]a dortrma del alma, como fisiolog~a del_sen-
cosas diferentes. El ob;eto twnsmulmtal que sirve de fundamento tido interno,' 1° con la dortnna del cuerpo, como una fis1ologia de
de los fenómenos e'l:ternos, P igualmente, aquello que sirve de lm ob¡eto'> de Jos sentido<; e'l:ternos, ademá<; de en~~ntrar que
fundamento de la inhüción interna, [A380] no es ni materia, ni en ambas e<; mm ho lo que <;e puede conocer ernpmcamente,
un ente pensante en sí mismo. sino un fundamento, desconocido enrnntramos e<;ta notable diferencia· que en la ultima oenna
para nosotros, de los fenómeno< quP <;11ministran el concepto puede conocei <:e mucho a pwm, a partir del mero concepto
empírico de la primera especie a\Í como el de la segunda de un ente e'\ten<;o 1rnpenetrahle; mientra<; que en la pnmeia
Por cons1gmente, si no<:otros, tal como la presente critica no se puede conocer a p11orz sintéticamente nada, a parttr del
manifiestamente nos lo impone, permanecC'mos fieles a la regla roncepto de un ente pen.,ante. La cau<;a es ésta Aunque ambo<;
antes establecida, de no continuar con nuestras preguntas sino sean fcnorneno<;, el fenómeno [que se pi C'senta] ante ~l sentido
e'\terno t1ene a lgo estable
< ,
o pern1anente. que <;U111m1<;tra 11n
844 Como s1 dijera· «en la d1,po,1nón ordenada de la e'\penenc1a»,
o bieir «en el contexto de la expenem 1a»
845 En el ongmal «escépticamenlt"' Segmmos una conecc1011 de 846 fambien pod 11 a entPnrle1 se «de los <;entidos mterno<;» 'Seginmo'
Kant mismo, indicada en el p1ologo rle la primera edición (A XXII) una lec tui a de Ro,en k1 anz, recogida p01 'Schmidt
) recogida poi Schmrdt
CRITICA uE U\ RAZO' Pl RA
449

:,ufotratum que sin e de tundamento de lJ.> dete1 mmac1ones compue,,ta ele meros fMr ..dogi:,mos, sm embargo no se le puede
rnuJable~, \ por Lons1guiente, un Loncepto smtetico, a saber negar und unpo1 tan te ut1lidJ.d negat1v d, ,,1 no :,e la comidera
mas que como un tr,ttdmICnlo t ntico de nuestras mferenc1ds
el del esp,tcio ) [elj de un fenomeno en este, n11entr,1s que el
cl1a]eLtJCJ.> d saber, de J.que!ld'' de la rdzon comun j natur<tl
nernpo que es la urnca touna de nuestr,1 mtu1c!lln mte1 nJ., no
[ \.383] e Para que neLe'>Hilmos und doctnnJ. del aln1d fun
tiene iMcla pei nMnente,) por lM1lo solo cid a LülloLer el cambio
dada mer<tmente en pnnupws puws de lJ. raLon., Sm duda
de las cletenmnac1ones, pero no el objeto cleternunable Pues en
pnnc1palmenle p<lra ctsegll!ar nuest10 yo nrnmo' pensante
aquello que llamamos alma todo esta en contmuo flujo y nada
contra el pehg10 Jd mate11d]N110 Pero esto lo consigue el
es permanente, sah. o acaso (s1 upo se empecma en ello) el Yo,
concepto rac10nal de nuestro ro l/lt5f!W' 1 pensante, que hemos
ue es tan ,,imple pmque esta representauon no tiene contemclo
4,tlguno, \ por tanto, no tiene mngund mulnphuclad, por lo uial of1ec1do Pues, kJº" ck que d< -,pues de el'' ha\ a quedado
temor dlguno de que s1 st el11mna la matena, sed sup1umdo
parece representar un [ \382] objeto simple, o meJOl d1d10, pa
tctmb1en todo pen:,a1 \ ctun Id e>.1\tenc1a de ente,, pensantes, mas
rece clesionarlo Este }ó debena ser una mtmc1on que, por estar
presupue~ta en el pensar en generdl (antes de toda e'-penencia), bien se mue;,ti il d<1rnmente que :,1 ehmmo al su1eto pensante,
Lomo mtuiuon a p1 w11 sumi111st1 ara propos1C10nes ,,1ntetica,,, debe qued<t1 supnm1do todo el mundo corpmeo, que no es
nada smo el fenome110 en la sensibilidad de nuestro su1eto, y
si hubier..i. ck se 1 posible pi oducir un conocimiento 1dUcmal
una e>pecie de representduone~ de el
puio J.cerLa de l..i. naturalezd de un ente penscrnte en gene1al
Pei este \o no es 111 mtmcion 111 concepto de objelo J.lguno Con ello por uerto, no co110LCO mejor a este )O rrwmJ' '
0 pen:,ante, p01 lo que 1<..speUJ. d <,us prop1edJ.des, 111 puedo en
smo la merd forma de la concienciJ.,'~ que puede aLompanar
a dmbas especies de representaciones ) las puede ele\ a1 as1 al tender su perm<tnenc1a, m tampoco, siquiera, !d mdependencld
de su e:-.istenu,t 1e~pedo de d]gun sub:,tratum tramLenJemdl
rdngo de conoumientos, en la medida en que sea dada, ademas
de lo~ fenomeno~ e'l.lu nos, pues esto me es tan desconocido
J.!ui.rna otta cosa'" en la mtmuon, que ofiezLa matena pa1a la
e.amo aquello Pew como ~111 embargo, es posible que )O
re~i esentauon de un objeto Por consigmente, se den umba
tome ocd:,ion de ot1 J. pa1 te, ) no de fundamentos meramente
toda la ps!Lologia rac10nal, corno una uencia que sobrepasa
todas !J.s potencias de la razon humana, ) no nos quedJ. nada especulJ.tl\ º"' para e:,perM pMJ. 1111 naturaleza pensante, una
mas que estudiar nuestra J.lma sigmendo el lulo conductm de existenuct mdepe11d1ente) pernhrnente d pesar de todo posible
camb10 de m1 e>tJ.clo, por tdnto ) d se ha ,tdelantddo mucho
ld expeuenua,) contene1nos dentro de las hm1t,1ciones de las
cue;,twnes que no\ dn mas dlla que hasta donde una e'\.penencia
mterna po,,1ble puede exponer su contemdo 8.f9 Es <leen de Li,, mfe1 en ud.;, di dect1c as»
Pero aunque ella, como conocimiento [capaz] de ensan 850 l 1te1d!menre «nue;,uo '>I mi;,mo» (Selbsr) El ;ub1,nado con
diamiento, no tu1ga ulihdJ.d alguna, smo que, como tal, este lct1,1 b<1;,t,ud1lla en la t>xp1e,1011 ';o mirnw» es dg1egddo de esta
uaducuon
8J/ l1teralt11entt <nue;t10 >1 nmm<' (Selbst\ El ;ub1d).tdo con let1a
8.+7 h_ant con 1g10 en el ejempl.u ) a 1mp1 e:,o «El olijLLO Je ld conc1en
b,1.1w.1d1!Lt, en ld e'p11:,;10n ')º 11m11t0» es dg1egddo de esto1 t1a.ducuon
ua de,,c<mocido pa1,1 nosoll º"' (:::,egun E1 dnMnn lvalhiiagt numero
852 fa dern, dtspues de adm1t1do t»e concepw
CL \.]\ utado pm :::,chm1dt)
8.J8 Literalmente «en la medida en que sea dado ,1dema,, ,1lgo 853 Lnu,dt11ente «t e>le >1 mi>mo (Selbs.t) El s.ubiavaclo con letid
bd>td1d1Jl,1 en l,1 e\.p1e;,10n 'Yº mw1 l», es J.¡,iegado de e;t,1 t1admc10n
diferente en la 111tu1c10n»
C 'UTICA Df J. RAZO'\ Pl RA
450 IW1A'Lfl l\A'IT

s1, habiendo ad1mt1do libremente m1 propia ignorancia, puedo aun fuern de nuestros sentidos Pue<; la matPna CU\ a comurndacl
sm embargo repeler los ataques dogmat1cos de un ad\ersano con el alma <;mCJta tan gTande.;; reparo<;, no e' nilrla m<t<; quP una
1 mera fo1 ma o una cierta especie de representanon de un ohieto
especulativo, y [A384] mostrarle que el Jamas puede saber mas
acerca de la naturaleza de m1 •m¡eto, para denegar la pm1bihdad descononrlo medrnnte aquella 111trnc1on que se denomma el
de mis e'<pectatn as que \o, para atenerme a ellas sentido e\.terno Por cons1gu1ente bien puede haber algo fuera
En esta apanenc1a 1]u<;ona tran<;cendent<tl de nue>tro 5 con de nosotros a lo cual con esponcla ese fenomeno q11e llamamos
cepto<; psIColog:icos se fundan luego, aciemas, tre<; cuestwnes v nrnte11a pero eso no esta fuera de nosotros en la n11';ma cu<lhclad
d1alect1cas que constituyen la meta proprn de la psicologia que como fenomeno smo que e.;;ta en nmotros <;O]<imente como un
racional, y que Jamas pueden ser resueltas de otra manera gue pe11'mrnw11to aunq11e ese pensamiento, medrnnte el sentido rnen
por las 1m estig<1c1ones preet·dente<; a saber 1) [lil cue<;t1on] de la c1011ado lo repre>ente como s1 se encontrase fuerd de no>ntro.;;
posibilidad de la comurndad ch 1 almil con un cuerpo orgamco Por com1grnente, maten<t no s1grnfica una especie ele substanCJas
es decir [la cuest10n] de la arnmahdad ) del estado del alm~ enter<imente hete1 ogenea )' diferente del objeto del sentido mtemo
en la vida del hombre, 2) [la cuest1011] del comienzo de rita (alma) .;;1110 solo la heterogeneidad de los fenomenos de objetos
comumdad, es deor [la cuest10n] del <tima en el nanm1ento del (que en >1 m1<;mos nos >on de<;ccmoodos) cuvas representanones
hombre,) antes de el, 3) [la rne<;tJon] del final de esa comum llamamos exte111'1'i, en comparac1on con aquello<; [fenomenos]' '
dad, es decir, [la cue<;t1onj del alma en la muerte del hombre que contarnos entre los del sentido mtemo, aunciue ellos, tanto
y despues de esta (cuest10n de J¡¡ mmortahdarl) corno todos lo' demas pensamientos, pPrtene7can 1gi1illmente solo
Ahora bien, \o sostengo que todas las dificultades que se al qyeto pemantP, solo que estos esconden en s1 este engano que,
cree encontrar en estas cuestiones, \ mediante las cuales, corno pue>to que representan lo> objetos en el espaCio parecen desligar
[s1 fueran otras tantas] objeoone<; dog:inaticas, algunos procuran <;e del alma \ flotdr fuera ele el!d, rmentras que el e<;pano mismo
darse a s1 mismos la dpanencia de alcan?ar una compren>1on rna 1 en el que son mtmclos no es nacl<l m<is que una representac1on
profunda de la naturnlen ele las co<;as, que la que puede alcanzar Cll\ a contrctfigi.ira de la nmma cuahclad, fuera riel alma, no puede

el entendumento vulgar, ['ion dificultades que] se basan''; en un encont1 m se en manera alguna Ahora la cuest10n \a no es la de
mero espeJismo segun el cual uno h1post;rna lo que e'\1ste mera la comu111d<Jcl del [A 18h] almil con otra<; sub.;;tancias e\ tenores
mente en los pensamientos \ lo supone en la misma cualidad gue a nosot10s, conoodas \ ele especie d1fe1ente, smo solamente la
un objeto efectivamente real fuera del 'illjeto pemilnte R a saber
[se basan] en que se toma lil P'<t<:n<;1on que no es nada mas gue 8 í6 Fn lu¡;ar de «en compardc1on con aquellos fenomenos» pndi ta
fenomeno, por una propiedad de lt1s cosas e\.temas, que sub<;istwra t>ntt>mleI'e tamb1en «en compaiac10n con aquelh' 1t>piesen1<1c1ones
aun sm nuestra sens1b1hdad [A38 5] \ [en que] se toma al mm1 con lo que l,1 f1 ast> compleld quedana «cm dS reprt>st>ntaoones 111ma
miento por una acc1on de ellas, que ocurnera efectivamente en si mos e\.lt>inas en compaiac wn con aqut>llas [i epi e't>nt<ic1ones] que con
' l tc1111os r11t1 f l 1s del sent1clo mtt>rno 1nnque elhs hnto como tnclos los
d<emas pens<1mJPntm pt>i lt>nezc«n 1gualmentt> solo d] SUJt'to pensallte
solo que estas t>sconden en si estt> eng1110 que p1wsto qut> repiest>nt111
8:;4 En el ongmal «se basa» Seguimos a Ed Acad los ob1etos en el t>sp>cIO pai ecen deslu:;arse del alma\ ílota1 fuei a de
85:Y Qrnza com enga entendn aqm como si d1Jei a «\ supone que ella 1111entns que el espac10 mismo en el que son mtmcl lS no t'S i11d,1
tiene la misma cualidad que un objeto efectn amente real t''Ctenor al mas que un i iep1esent'lc10n cu\ a cont1afigma de la misma cualidad
>Ujeto pensante' fut>ra del dima no puede enconti a1 st> t>n mane1a algu1n>
( f(/ f ICA DL LA RAiUN Pl HA
453
452
di;) lc1 umc,.ion dt! l<t, tefHe~l'l\l,1u01w, dtl ~tnmlo lllltl no lüll dese,onoudo, que el mm 1mie11to nu e~ td efecto dt• e,t<l eMl><l
l<t~ nwd1hc.ic10ne> de 1rne~t1<1 >cm1li1lid.id e'\tt>!l1<1, )' lOI1lO e~l,1~ dt>&conue,1d.i, ~rnu rnt~r,uneilte el fenomt no tk•l llltlu¡o de ell,1
pueden e~t.11 cnnecJ.id,1~ t!t1t1c ~1 ~l'g1111 lt>7e, lomr,mtt'~, dt! rn,uHfül >obte 11ue~l10') ~t t1l1du~. que e11 culbtU1t tlt 1<1, 11111g111111 dt' lo~
c¡u(;;' g, ,uden ,,,1ie1enud rn1.i~ ton ot1,1~ t•n HlM e'\¡w11enu.1 do,'' ,i!_,,o tutJd de llchLlJt)o :.111u lllel<l., tcp1i ocJtl lll<ll , ,
1
i\lwnt 1 , 1, 111cu1l< 11gt1111rh p111lo~ lu., ltc1H11\ll:'11u, rntl:'111u'> \ en nu,ot10, \ qut Jhll ttJ l 10 u1u1rc Jltl t, , l nh" 11 ¡¡, 1t1 ,¡
los externo' corno me1 "" representac10nes en la e"-pe!lenl !el, Lt !llcilu1c1 In c¡ut. p1odulL en 110,otro, lct> 1cp1c ,ult,1• 1 11c
no encontramos nada ,1bsw du rn nadtl que l1<1ga e"\.tiana ld >moque el rn1;,mo (\ poi rctntu, tamb1en ld matenct, qut. poi
comumddd de ambas eopecies de ,entido Pero tan p1ulltO el ,e da a conocer) e;, mera repi 1_sentdc10n, ) que fintllmen
como hipostaoiamos los fcnumcnos externos, } no los rele te, toda la art1fic_ictl dificultad se 1 educe d [explicar] como, y
nmo> a nuestro sujeto pen:,dnte corno representacrones, smo poi que cc1u;,d, !ds rep1 esE ntacmneo de nue~t1" sensib1hd"d
tambiw como W>il!J que >Ub:iDltll p01 :it jiiua de nowtro:i en la 11wma u,tan euldLadas una, con otrds de tal rn,me1 a, que aquellds
cualidad wmo wn en no:iot1o:i ; refeJ1mos tl nueot10 :,u¡etu pen que l!dman10s mtll!c1ones externds pueden ,er repre,entddas,
san te las dcciones de ellos, que Jo:, mue>ll an como fenomenos segun le) es empmcas, como objetos fuera de nosot1 º"
una
relacionados unus con ot1u:,, tenemos un caracter de ld> cau:,as cue:.t10n que no enuerrc1 l.t presunta d1fic ultctd de e>.phcar el
eficientes fuerc1 de nosotros, que no :,e puede bdcer concordar 011gen de Ido represcntauone:, de causas efiuente:, que por su
con Jos efectos de ell,1s en no:,otro:,, porque aquel' se refiere espeue son enteramu1te e\,t1ana~, y que ,e encuentrc1n tuera
meramente a Jos sentidos e\.le1nos, m1ent1,1> que los efectos <le nusot1 os, tomando no:,ol1 us lo> fenomenos de una cauoa
se refieren al sentido mterno, Ju:, cud!e,,' ' aunque e:,ten um desconocida, por la cc1md luerc1 de nosotros,"º lo cual solo
dus en un sujeto, son empero e>.Lremadamente heterogeneos puede ocd;,1u11a1 e onhi,10n En ¡wc10s en los que :,e p1 es en ta
Pue:, no tenemo:, ,llh otro:, electo, e\.ternos que Ja, rnuddnLas un e1ro1 de mterp1dc1uon aird1gado en largd co,tumbre, es
de lugdr, 111 otrd:, fue1zct:, que lu:, e,tuerzu, CU)OS efectos son un posible lle\ ar lot [ \J88j 1eu1ht duon pr ontarnente a aquel
relaciones en el esp.tuo Pe1 o en nosotros los efectos :_on pen g1ado de cumpiens1b1liJdd que podna ser procurddo en otro,
s,umentos entre los cudle:, no hd) rel,tc10n Je [AJ81] lugar, Cdso:. en los que no l1't) una 1lm1on rne\Hable seme¡ante, que
de mu\ 11 mento, 111 Je hgi_1r<t, m de Jete1 mmauon del espa de,conue1 te Lt concepuon del pensamiento Por eso, estd ta1 ea
111
en general, ) perdemo, pm completo el hilo conductor nuestta <le libe1ct1 a la rdLOll Je teo11as sof1:,ticas dificilmente
00
[que lle\ a], de las CdU><t:,, d Ju:, efectu:, de ella:, que debe11all te11gd) a la di:,tmuon que le es necesana pdía tlkanzcu plena
mosti arse en el senndo mterno ' ' Pero debenamos tener en >dt1:,facc10n
cuenta que Ju:, cue1 po:, no :,on obJe los en :,i, que nos es ten
presentes, smo un rne1u fenomeuo Je c¡lllen ,clbe c¡ue objeto
860 Comu SI dIJera «ld dihcultdd de explKdt el 011ge11 de Id, 1e
p1eseutc1uone, que en 'eI ddd !JIº' 1u1en de co>cts en SI como si e:,e
u11 0 en e>lll\ Ierd en d fe110111eno T1ernes.-t\ gue:. 1 Pacdud sugreien
857 E, deui c1quel ca1<tcte1 dé l<t> causa:, fue1,t de no:,otlO>» una emrnenda poI l,t que Ldll1lJtct el sen u do de 1'1 h a,e que quedd
8:J8 E:, dec 11 los :,enudo:, e\.te1nos., el :,entido mte1no» e"plic,u el oll¡,en de las Itc¡JlL>etllctuune, [pu1 mecho] de ca1¡,,i:, efr
859 1ctmbien podrld entende1,e «y pe1demo' p01 completo el hilo uullc> en1e1c1rnenle e"t1,tJ1,t;, \ que 'e encuen[J m fueid de no;,ul!os
cunductui de Li.;, e.tu>«' cu,111du con,1de1 ,m10:, lu> elLLlU> de ell.to qu'- lu!llando no:.utt u:, él lenOI1lénO dt und causa desconot 1dd, por l t cau:,<t
tuetd de nosot1os,
deliei Mn muoll ctr:,e en el :,ent1du 111te1 no»
CRITICA DE LA RAZ01'; Pl 1RA 455
454 IM?v!ANUEL KANT

Creo poder procurarla de la siguiente manera. como objetos, y los separa enteramente del sujeto pensante.
Todas las ob;monef pueden dividirse en dogmátirns, mitras) Esta subrepción es el fundamento de tocias las teorías acerca
escépticos. La objeción dogmática es la que va contra una propo , de la comunidad de alma y cuerpo, y jamás se pregunta si
siczón; la crítica, la que va contra la pruebo de una propmicion acaso esa realidad objetiva de los fenómenos es enteramente
La primera requiere un conocimiento íntimo de la constitución : conecta, sino que se la presupone como ja admitida, y sólo
1
de la naturaleza del objeto, para poder sostener lo contrano ' ~r 1azona 5ofísticamente acerca de cómo se debe e"plicarhi )
de lo que la proposición afirma acerca de ese objeto; por eso comprenderla [A390] Los habituales tres sistemas que se han
es, ella misma, dogmática, y pretende conocer mejor q11e la r ronrebido acerca de esto, y que son efectivamente los únicos
parte adversaria la constitución de la que se trata. La objenón posibles, son el del mfhl)o fis1co, el de la aJ mon10 preestablecida,
crítica, por dejar intacta la proposición en su valor o en su m ) el de la omtmrw wh1mot11rol
validez, y atacar sólo la prueba, no necesita conocer mejor al Las dos última<; mmwras de explicar la comunidad del alma
objeto, o atribuirse un mejor conocimiento de él; sólo mue11ra ron la matPria se basan en objecione'i contra la pnmera. que
que la afirmación carece de fundamento, y no que sea falsa es la representación del entendimiento común. '" 1 a saber, que
La [objeción] escéptica opone una a otra, alternatÍ\ amente. la aquello que aparece como materia no puede ~e1, por su influjo
proposición y su antítesis, como objeciones de igual impor mmediato, la causa de reprP'iPntadones, que son una especie de
tancia, cada una de ellas, alternativamente, como dogma, y la efertos Pnteramente heterogénea. PPro entonce'> [estas maneras
otra como la objeción a él; es, pues, dogmática. en aparienn~ de explicación] no puedPn enlazar, con aqut>llo que entienden
por los dos lados opuestos, [A389] para aniquilar enteramenle por objeto de los sentidos extPrnos, el concepto de una materia
todo juicio acerca del objeto. Por consiguiente, tanto la ob1e que no es"' 2 nada más que fenómeno. y que, por tanto, ) a en
ción dogmática corno la escéptica deben arrogarse tan íntimo sí misma ps"' 1 mera repre'ientación quP ha sido producida por
conocimiento de su objeto cuanto sea necesario para sostener objetos externos cualesquiera; pues de otro modo dirían que las
algo acerca de él, ya sea con una afirmación o con una nega reprPsentaciones de objetos externos (los fenómenos) no podían
ción. Sólo la [objeción J crítica es de tal especie que, con sólo ser causas externas de las 1epresentac1ones en nuestra mente,
mostrar que para los fines de la afirmación se supone algo que lo cual sería una objeción enteramente carente de sentido, pues
es nulo y meramente imaginado, derriba la teoría, al sustraerle a nadie se le ocurrir<'i tener por una causa externa aquello que
el presunto fundamento, sin pretender, por otra parte, decidn ya ha reconocido por mera repre<>entacion Por comiguiente,
nada acerca de la constitución del objeto. de acuerdo con nuestros principios, deben dirigir sus teorías a
Ahora bien, según los conceptos comunes de nue,tra ra [mostrar] que aquello que es el ohjt>to verdadero (transcendental)
zón, somos dogmáticos en lo que respecta a la comunidad en de nuestros sentidos e'<ternos, no puede ser la causa de aquellas
la que está nuestro sujeto con las cosas fuera de nosotros,~ representaciones (fenómenos) que entendemos con el [A3~)1 j
las consideramos a éstas como verdaderos objetos que subs1s nombre de mate1ia. Ahoia bien, como nadie puede alardear,
ten independientemente de nosotros, según cierto dualismo
transcendental que no atribuye aquellos fenómenos externos,
como representaciones, al sujeto, sino que, tales corno nm los 861 Es decn: «del sentido comu11>'
suministra la intuición <>emible, los desplaza fuera de nosotro~ 862 En el ollgmal falta el HI bo Segmrnos a Ed Acad
86 3 En el 011ginal falta el 'erbo Segmmos a Ed Acad
1~1M.'INUEL CRÍTICA DE L.\ RAZOI\ PURA
KANT 457
con fundamento, de conocer algo de la causa transcendental de antenores demostraciones, e::,te 1deah~mo transcendental, si es
nuestras represenldciones de los sentidos externos, su afin11ación que no quiere hipostasiar abiertamente las representaciones y
carece enteramente de fundamento. Pero si los presuntos rec- desplazarlas fuera de sí, como verdaderas cosas.
tificadores de la doLlrina del influjo físico quisieran considerar Sin embargo, contra la común opimón doctrinal del influjo
la materia, en tanto tal, según la común mdnera de representar füico se puede hacer una fi.mddda ob;euón o itzca. Cna comuni-
propia de un dualismo transcendental, como una cosa en sí dad corno la que se presume entre dos e>pecies de sub::,tancias,
misma (y no como mero fenómeno de una cosa desconocida), las pensantes y las extensas, pone por fundamento un tosco
y dirigir su objeción a mostrar que un objeto e_xterno tal, que duali:,rno, y hace de la5 últnnas, que no son sino meras repre-
no muestra en sí otra cau5alidad que la del mov1m1ento, nunca sentaciones del sujeto pensante, cosas que subsisten por sí. Por
podría ser la causa eficiente de representacion~s, sino que ~-e­ consig1liente, el rnctl comprendido influjo físico puede hacerse
bería intervenir un tercer ente para instaurar, s1 no una acc10n fracasar completamente, s1 se pone de manifiesto que el fun-
recíproca, al meno5 una coITe5pondencia y armonía entre los damento de la demostración de él es nulo y se ha introducido
dos,"'' entonces ellos comenzarían su refutación admitiendo en :,ubrcpticiarnente.
su dualismo el rcpwrnv \jffUbü<; del influjo físico; y así, con &u Por consiguiente, la famosa cuestión de la comunidad
objeción no refutarían tanto el influjo natural, cuanto su propia de lo pensante y lo extenso, si se [A 393] resta todo lo que
hipótesis duali5ta. Pue5 todas las dificultades que a~ñen al enl~ce e:, imaginario, se reduciría sencillamente a [explicar] cómo es
de la naturaleza pensante con la materia surgen, sm excepc1on, posible en un sujeto pensante e11 general, la wtuzczóu externa, a sa-
solamente de aquella representación dualista subrepticiamente ber, la del espacio (la [mtrnc1ón] de un llenado de éste, figura
introducida: que la materia, como tal, no es fenómeno, es de- y movimiento). 8 "; Pero ninglín hombre puede encontrar una
cir, mera representación de la menle, (1epresentación]_ a id qu~ re:,puesta a esta cuestión, y jamás se puede llenar esta laguna
coITesponde un objeto desconocido, sino que es el objeto en s1 de nuestro saber; sino que sólo se puede indicar con ella que
mismo, tal corno existe fuera de nosotros e independientemente los fenómeno:, externos se atnbuyen a un objeto transcendental
de toda sensibilidad. que es la causa de esa especie de representaciones, (objeto]
[A392] Por consiguiente, contra el comúnmente admitido que, empero, no conocemos, y del que jamás llegaremos a
influjo físico no puede hacerse ninguna objeción dogmática. tener concepto alguno. En todos los problemas que puedém
Pues si el adver5ario wpone que la materia y su movimiento presentarse en el campo de la experiencia, tratamos a aque-
son meros fenómenos, y por tanto, sólo representaciones, llos fenómenos como objetos en :,í mismos, sin preocuparnos
entonces puede coloca1 la dificultad solamente en que el por el fundamento primero de la posibilidad de ellos (como
objeto desconocido de nuestra sensibilidad no puede ser_ la fenómenos). Pero si :,obrepa5ctmos los límites de ella, se torna
causa de representaciones en nosotros; pero nada lo autonza necesario el concepto de un objeto l1 amcendental.
a presumir esto, porque nadie puede averiguar, acerca de un De todas estas advertenua:, acerca de la comunidad de los
objeto desconoodo, qué es lo que éste pueda hacer o no pueda entes pensantes y los extensos es consecuencia inmediata el
hacer. Pero él debe admitir necesariamente, seg·ún nuestras

865. Qu1t.í h.iya que euten<let :tqttí, rnmo conjeturan Treme>dygue; y


86-t. Es decir, ent1 e el objeto externo y las representac10nes. Pac<1u<l: «(la intu1uón <le lo que lo ll.:na, la fig1Ir,1 y el mo\ llmento)».
f\IMANLIEl KANT CRlfJCA DE u\ RAZO\ PL'RA 459
F
veredicto acerca de toda'i las disputas u objeciones que concier· ¡ él lOn el mundo corpóreo, es únicamente una consecuencia
1
nen al estado de la naturaleza pensante antes de esa comunidad de que, en aquello ele lo que nada se sabe, las lagunas se_ col
([antes dej la vida), o después de suprimida ta] comunidad (en man con paralo¡,rismo'i de la ra7ón. en los que uno con\ 1erte
la muerte). La opinión de que el sujeto pensante ha podido sus pensamientos en cosas y los hipostasía. de lo cual surge
pensar ya antes de toda comunidad con cuerpos, se expremia una ciencia imaginaría, tanto con respecto a lo que afü mat1-
así· que antes del comienzo de esta especie de la sensibilidad. \ amente se sostiene, cuanto [con re5pecto] a lo que se mega,
mediante la cual se nos [A394] aparece algo en el espacio, han 1 ) a presumiendo cada cual de saber algo acer_:ca de objetos de
podido ser intuidos, de una manera enteramente diferente, ' los que mngun ser humano tiene concepto''". alguno, ~a con-
los mismos objetos transcendentales que se nos aparecen, en \ irtiendo sus propias representaciones en objetos; de m~ner a
el estado presente, como cnerpos. Pero la opinión de que el que cada cual <;e revueh e en un_ eterno cí_rculo ele amb1?1:1e-
alma, después de la cesación de toda comunidad con el mundo dades 1 contradicciones. Nada smo la luodez de una cntica
corpóreo, puede seg1nr pensando, se enunciaría de esta forma rigmo~a pero jmta puede liberar de este e<;peji<>rno dogmático
que si cesara la esperie de sensibilidad por la cual objetos qiw. mediante una imaginaria felicidad, retiene a tantos :ntre
transcendentales, y por ahora enteramente desconocidos, se teorías y sistemas, y [puede] limitar tocla5 nuestra' pr:tens1one<>
nos aparecen como mundo material, no por ello quedana especulativas meramente al campo de la expenen_na posible,
suprimida toda intrnción de ellos, ; e~ muy posible que esos no por medio de superficiales ~urlas ~cerca de los_mtentos tan
mismos objetos de'irnnocidos siguieran siendo conocidos por a menudo fracasados, ni mediante piado5o'i suspiros ante las
el Stljeto pensante, aunque pt no en la cualidad de cuerpos ' limitaciones de nuestra razón, 'iino por medio de una cletermi
Ahora bien, nadi(' puede aducir, a partir de principios e<;pe nación de lo5 límites de ésta, llevada a cabo según principios
culativos, ni el más mínimo fundamento para una afirmación seguros; [determinación] que e<;tarnpa con la má-x1ma seguridad
tal, ni tampoco explicar, siquiera, la posibilidad de ella: smo su nihil ultrnus en las columnas hercúleas que la naturaleza
que sólo se puede presuponerla; pero tampoco puede nadie misma ha erigido para que el viaje de nuestra razón prosiga
hacer ninguna objedón dogmática válida contra ella. Pues solamente ha<;ta allí donde [A3961 alcanzan las costas de la
quienquiera que sea. no <;abe, acerca de la causa absoluta e e'\periencia en SU continuo progreso, [:ostas] que_ no podemos
interna de los fenómrnos e-xternos y corpóreos, miís que yo, o abandonar sin aventurarnos en un oceano sm onllas que, tras
que otro cualquiera. Por tanto, tampoco puede alardear, con [mmtrarnos] perspectiYas siempre engañosas, al fin nos ~bliga
fundamento, de saber en qué se basa la realidad efectiva de los a abandonar todo esfuer70 penmo y largo, por estar pm a<lo
fenómenos externos en el estado presente (en Ja vida); y por de esperanzas.
tanto, tampoco [puede pretender saber] que la condición de *~ *
toda otra intuición externa. o aun el [A 395] sujeto pensante
mismo, "ª)a a cesar después ele él'"" (en la muerte). Somos todavía deudores ele una e-xplicación distinta )' uní-
Así, pues, entonces, toda disputa sobre la naturaleza de \ ersal de la apariencia ilusoria transcendental ) sin embargo
nuestro ser pensante v [sobre la naturaleza] de la conexión de

867 La exp1 e;1ón «concepto» debe entenderse aqu1 corno 'il dijera
866 Es decn · «desput>s del estado actual» «conocm11ento»
ll<itltl ,11 éll lu~ p.11 ,dog1~mu~ Je J,1 1.i.lon p1u ,1, el~! lomo d() l,1 Put>~lo (jllt:l llU~oti m, 1:!11 el ¡x m,u, eu gener ,d, lltlt enw~ ali"
¡u~11fiL<1<,,1011 dt: 1,1 d1~po~1tlllll ~1~lenrntll<1 dt: t:llo~, c¡ue tou~ tt.tluon de wd,t 1t'le1 enu,1 dd pem,uuwntu .i 1, L1<d,¡u1e1 uhjvto
p.1i.dd.i <1 l.t t.ibl.i dt• l.i~ L.tlegu11,t~' 'No pudm10~ t:mp1t:mlt!1 (y.t se,1 dt' lo~ ~e11t1do~ o di:l e11tendu11wntu puiu), l<1 ~llltt'~l~
de la& cond1uone-, ciL un ¡ll 1t tlllH uto u1 _,,t n , d 1, 0 l 110 e~
1
l,1s ,ti cunllCIEu tk ló:>l.t 'Lu 1011 'ilt e'-ponerno5 ,ti pelt:,ro de
l l d l ll!ld id d ,¡¡, lllll\ lj 1111 ,, ,¡ fll1'l LIO' Illbllh, tk l1l tl!Ud Ubjtli\ l ol<lU Jl]< l lJ1 1ll1 Ll!ld 'tll< h clc l ¡l< !1odl Je 1 l() L 11 e J

ll!UjJOl lllll l \l1lllü ll1lt tll ll l !11Uo O,d'!,fctlc 1 Lo[d ulJ!J dlJUJ1 'l!JetU que tO> lti11cl.i t 11uJ1e<t!lit1llL 1 tl! u11,t te} tc,tl1lduO!l
0
Iodd apaurnwL tlwoua puede s1tuar:,e en que se toma la ,mtetica de un objeto
condic10n rnb;etz, a del pensar por el conocim1ento del ob1ew Pero de esto se sigue tambien que la mferencia d1alect1ca
Por otra parte en la 111t1oducc1011a1,1 D1dlectica ti.t1bcendental que conduce a la condiuon dtc todo pensar en general [candi
hemos mostrado que la razon pura se ocupa solamente de la Cion] que es, ella rmsma, mcond1cionada, no comete un error
toldhdad de la smte:,i:, de las cond1uo11e:, para un cond1c10nddo en el wntemdo (pues e,a mferenc¡¿¡ hace absnacc10n de todo
dado '-\hora bien, como la dpM1encia ilusona d1alectica de la wntemdo u objeto; [ '-\398] smo que falla solo en ld forma, \
razon pura no puede ,er una apdnenoa iluso¡¡a emp1nca que debe ,er llamada pa1alogismo
se encuentre en un conounuento emp1nco deterrmnado, elld Puesto que, ademas, )d UlllLd COJ1U!U011 que acampana todo
:,e iefenra a lo Ul1l\ ersal de las condiciones del pensamiento, pensar es el Yo, en la pr opu:,ic10n um\ ersal Yo pienso, por tanto,
'r habra solamente [A3<J7] t1 es casos del uso d1alect1co de la la raLon ~e ocupa de esta conuiuon, en la medida en que ella
razon pura m1smd es mcondic10ndda Pero elld e; solamente ld condioon
l º La smte:,1s de las cond1c10nes de un pen:,amiento en formal, a ;aber, la umdad logKd de todo pensamiento, en el
general cual hago abstracc1011 de todo objeto, ) ~m embargo se la re
2º La smtesis de las condic10nes del pensamiento emp1 p1esenta como un objeto que \O pienso,' 'a saber, [cerno] el
neo Yo nusmo y la mudad mcond1uonada de este
3º La s111tes1s de las cond1c10nes del pensamiento puro Si algmen me planteara, en g¡_neral, la preg11ma ecomo esta
En todos estos tres casos la razon pm a se ocupa :,o lamente con;titmd<1 una co~d que piensa~,) o no sabna responder m lo mas
utc la totahd,id absoluta de esta smtes1s, es deur, de aquel!d muumo a przorz, porque la respuesta ha de ser smtehca (pues una
cond1c10n que es ella nusma mcondic10nada En esta di\ i:,1on duahtica qmza explique el pens'11 pe10110 da rungun conocumen
:,e b<lsa tambien la t1 iple apanencia ilusona transcendental, que to ensanchado de aquello en lo que ~e fundd ese pensar, por lo
da oca:,1on a tres secuones de la D1<llect1ca) que :,um1mstra la que 1especta a su pos1b1hdad) Pero para toda resoluc1011 smtetica
ided paia ot1 as tantd:, apd1 entes c1enc1as [obtemda:,]' 1 por ratun se reqmere mhnc10n, ]d que ha sido enteramente ehmmada en
pma la p:,icolog1a, Id co~molog1a y la teolog1a tramcendentales este p10blema tan general De ld mbma maneia, nadie puede
r\qm nos ocupamos solamente de la primera responder, en ;u umversahdad, la pieguntd cque clase de co,a
debe ser aquella que es mo\ 1\? Pues la e"tem10n impenetrable
(matena) no esta dada en eoe Cebo Ahora bien, aunque \O no
868 L1tuc1lmente <de Ll JUst1fic,1c1on de ]a, d1spos1uones s1>tema tenga, en general, ie:,puesta alguna para aquella preg1mta, me
ne"' de ellos [d1spo0>1uones] que conen p,u,t!e]a, c1 l" LtbLt de J¡, paiece que podna darla, srn embargo, en un CdSO :,mg11lar, con
Ldte~,,(H 1 l',

869 La e"-p1e>10n [obterndds] es o,uge1erKid de T1emesavgues ¡


Po1cducl 870 Es dec11 «como un objeto pe 1sado poi mr
l'v1'1;\ '\I EL KA 'JT

la pro pos1C1on . . . que ex resa la e.o . r CRITICA DE LA Rr\ZO'I Pl'RA


pienso. Pues este Yi.1 eps ¡ . noenc1a de sí mismo. [A399)Yo
. e su¡eto pnmero d . Ahora bien, la mera apercepción (Yo) es substancia en el
simple, etc. Pero entonces e·st d b . 'es ecrr, sub<;tanna,~t
. . as e enan ser 1 concepto, simple en el concepto, etc.: y así, todos aquellos teo
empmcas, que sin ernba . meras propo5ic10111n
rgo, sm una regla w · l 1
remas p5icológicos tienen su acierto incli5cutible. Sin embargo,
en general, V apnorz las r d. . uversa gue enunciara 1
'7 ' 'on 1C10ne5 de J b·1· ;
no pod1ian" ' conterJºr º . ª
' ,erney1ntes pred· d 1
pos1 1 1dad del pensai
'
mediante ellos no se conoce del alma, de manera alguna, ac¡uello
cos). De esta manein m· t l .'. Ka os \que no 'ion empm que propiamente se r¡uisiera sabec pues todos Pstos predicados
· I 111 e ecc10n que al .
patente,[\ gue me Pºrm·" ¡· ' comienzo parecía tan no \a len para l<1 intuición. y por eso. no pueden tener tampoco
-' ~ Iua ¡11zgar po
la naturaleza de un ente ' ' r puros conceptos, acerca de cnn<;ernenc ia alguna que sea aplicada a objetos de la experiencia:
to d av1a . pensante, se vuelve l r )' por t<rnto, son enteramente vacíos. Pues aquel concepto ele
no hava descub· t 1 sospec 1osa, aunque
p _, ier o yo e error de ella \ sub<;tancia no me enseña gue el alma perdure por sí m15ma, 111
ero la ulterior inve<;tigacion .
atributos que me a<;1g110 ~ '. acerca del origen de estos que <;muna parte de las intuiciones e"\ temas que a su\ ez) a no
' " Ill! CO!TIO ent
puede descubrir este e El! e pensante en general, puede ser ¿¡, idicla y que por tanto no pueda nacer ni perecer
· iror. os no son d · por alteraciones ele la naturaleza: puras propiedades que podrian
nas puras, mediante las 1
cuaesyonop·
na a mas que catego
d eterminado sino [q . J ienso nunca un ob•eto hacem1e co.s,'llo'icible al alma en la concatenación ele la e-<penen·
' ue pienso sola ¡ . J
ia, y gue me podrían revelar algo en lo que respecta al origen
representaciones para d t . mente a umdad de las l
. tu· . . , e ermmar un obiet d 11 ; de ella y a su (''ilado futuro [A-Hll] Pero s1 yo digo, por una mera
m ic10n que sirva de f .1 J o e e as Sm una
unuamento la cat .
pr~porcionarme concepto al d eg?na sola no puede , categoría· el nlma es una substancia simple, entonces, puesto que
Ja mtuición es dado el b. t guno e un objeto; pues sólo por' 1
el de ;i1wfo concepto intelech1al de substancia no contiene nada
1as categorías. Si decla o re o, que desp ues ·
es pensado según más gue la indicación ele representar una cosa' 7 ' corno sn¡eto en
.
fienomeno, previamente d b ro que una cosa es b sí, sin que sea a su\ ez predicado de otra, e5 claro que de ~!lo no
una su stancia en el i
· · .. e en serme dados d. d se sigue nada de la permanencia, y que el atrihuto ele lo -;imple,
mtu1c10n de ella en los c 1 N;1 d. . pre ica os de la f
' ua e5 IStmgo J
mu dable, y el wbstmtum i¡ . o permanente de lo por cie1 to, no puede añadir esa permanenoa, : que por tanto
Je es m . h
erente. [A.100] S
1 a cosa misma) de ¡¡
ague o qur solo uno no recibe, con ello, ni la más mínima enseñanza acerca ele
J a una cosa la 11 1
meno, quiero decir que hi intuici. amo s'.mpu en el feno lo que pueda ocurrir al alma en las alteraciones del mundo. Si
parte del fenómeno onde ella es, Ciertamente una algi.iien pudiera decirnos que ella es una parte simple de la materia,
· pero gue no p d '
etc. Pero si a/uo es C()J1oc·d ~e e a su vez ser dividida podríamos deducir de ésta, a partir de [o que la expe1 iencia nos
Y no en el fenómeno no t
0 1
'º como s1m J · I
P e so o en el concepto' enseña de ella, la permanencia,), juntándola con la naturaleza
· ' engo con ello ¡; t. '
simple, pod1 íamos deducir la indestrnctib1liclad de ella. Pero de
miento alguno del 0 b. t ,· ' 'e ec ivarnente, conon
~e o, '1110 solament d ·
me formo de algo en g I e e im concepto gue todo ello no nos dice ni una palabra el concepto del Yo en el
. ene1 a que no es apt 0 . . p1inc1pio psicológico (Yo pienso).
propiamente tal Diao ¡ para una mtuicion
· o so amente que p·
enteramente simple . ienso a 1go de manera Pero que el ente que en nosotros piensa suponga que puede
. . , porci11e efectivament .
mas, smo meramente 1 e no se decir nada conocerse a sí mismo mediante pu1 as c<1tegorias,: preci<;arnente
que es a go.
mediante aquellas que, en cada título de ellas. e-<presan la uni
877 En el 011mnal·, d ·
dad absoluta, \ iene de aquí La apercepc1ón es, ella misma, el
S
872 Como ' "' , 'Pº na» egi11mos a Ed Acad
si dIJeia·" ¡ ¡
en os cu,¡ es me baso pai a d1stmguiI
873 Llleralmente: «no contiene nada má-, smo que debe 5er 1 epr e
sent.:1dct una co5a>).
LRI rJ(,., ::JE l-\ R-\Z0'< Pl R'I

fundamento de la po;,1bihddd de la;, categonds, las que, por >u lo que respecta .t la condiuon de e"ta,' 'pero la premi,d menor,\
pdíte, no representan nada mas que la smtes1s de lo mult1ple la conclus1on, en lo que re:,pecta <1! ,dnu, que l1c1 ,ido subsum1d<1
de Ja mtmc10n, en la mechd.l en que eso [mulnple] tiene u111dcld büJO esta cond1C1on, hacen un U50 empn ILO de la mis1n.1 categona
en la dpercepcwn Por eso, Id Loncienc1d de s1, en generdl, es la As1, p eJ, [,\-103] el LOJ1Leptu de substdnUd, en el paralog1smo
repre;,ultduon de aquello que es la conchc1on de toda umdad > dE- l<t s1mphudacl, es un Loncepto pmamente mtelectudl, que, sm
que es, empero, ello mismo mcond1cwnado Pu1 eso, del Yo pen la, condiciones de la mtu1c10n sem1ble, es de uso meramente
sante (dima) que se piellsd' 'a s1 mismo como [A-102J :,ubstanua, tianscenclental, es decu, 110 e, de u5o alg1mo Pe1 o en la premisa
como sunple, como nume11cdmente 1dentico en todo tiempo,> menor, el mismo com epto se apl1Cd d] objeto ele tod<L e\..penencia
como correlato de toda e\..istenc1a, del cual puede ser mfen<ld mterna, sm e:it<L!Jlecer pre\ 1<1rnente lc1 cond1c1on de la aphLauon
tocia otra existencia, se puede decir que en ve.;: de wnocene a j/ de el w wnoeto, c1 saber, la pern1c1nenuc1 de el, ) sm poner por
rruinw poi medw de lm c11ttgo11m, el conoce m.t, bien l.ts categor ias, fundamento esa cond1uon, ) por eso, se hct hecho de el un uso
) d trct~ es ele ella,, todos los obJelOs, en la umddd absoluta de la empmco, que, empero, es 111ddn11s1!Jle ctqu1
apeicepuon, y por tanto, por mulw de sz m1:,mo Ahor.t bien, es, Para mostrar, fin.timen te, la conc.tlenac10n s1stenMhLd de todas
pm cierto, mu) e\ 1clentc que c1quello que de!Jo presupone1 pard e>t<t» afirmctuones clialeLlJCd» en U!kl doctnna' ',of¡,t1ca del alma,
conocer, en gene1 <Ll, un ob¡eto, no puedo ) o conoce1 lo como si en un.t d1spos1c10n 01denada de la ia1on pura,) P•lld mostrar, pm
ello rrusmo fue1c1 un objeto, ) que el ¡o m1Jm1F' determmante tanto, la mtegndad de ellcts, notese c¡ue Id apercepuon se ejeLUta
\el pensar) es dile rente del yo mZJmrf-' detet mm<l!Jle (el su3eto en to<lds Lt,, dctses de l,l,, LdtegO! tdS, pe10 solo :ie clphcaen aquello:,
pemc1nte) como el conoum1ento es clite1 ente del OOjE'tO Sm em concepto" del entenclmuento quL en c<1d.1 una ele aquella5", sirven
bdrgo, ndda es mds !ldllli ,ti nt tent.tdo1 que Id dpanenud tlusona a los restantes de fundamentü de la umdad en un<L percepc1on
de tomM ld umddd en la s111tes1s de los pensamientos, por una po:,ible," en co1becue1Kld [se üplH_d en lo:, conlepto~ de] sub
u111dc1d pe1u!J1da en el SLIJelo de esos pemdrmentos Se podua s1stencia, 1ec1hddd, urnd.td 1110 plmdbddd) \ e'.istenoct, solo que la
l!dma1 [a eslct apct11enu<11lus011<1] la sub1 epuon de la conciencia iawn SL los repre,,enta aqui a todo" dlo,, Lomo r 011cliuones de la
h1postasiadd (11ppe1ceptwrm'-- :,ub:,tantwlill) po,,1b1bddd de un ente pensante, que d su\ ez son mconcl1c10nadas
S1 se qmere ciar un titulo log1w ül paidlog1smo que ha) en Por cons1g1nente, el alma conoLe, en s1 1111,,ma
las mterencias cl1alectICct5 de Ju doctuna 1duo11c1l del alma, en la
medida en que ellds tienen, sm embargo, p1enmas couectas, se lo
puede cons1clerdr un !>ophmna fig111ae dlltwrm en el Lu,d la p1enma 878 P1obablememe ha) a qne entende1 aqu1 «en lo que 1espect,1 a l.t
!11'l\ 01 hace un uso me1amente tramLendental de lü c.ttegoua, en
cond1uon que esta contemd.t, o 1epi e>r 11t<1d<1, en la Ldtegona»
879 ~e IM >uge¡¡do que eu ve¿ de 'Lil ll!M doct1 m<1» debe1 i.1 leerse «de
una docl¡¡na» (;,uge1 enu<1 de E1 dnunn, recog1d<l por ~chm1dt Pero
delie entencle1;,e que l.t> ,1hrn1.1uune'> d1aleu1Cas es1an concatenadas
/l?J En el texto f,dtd el \ e1 bo "fliell!>d" ;,egu1mo> a Ecl AL,td, que a >I>temaucamente de modu que lo1ma11 una doct¡¡na
>U \e¿ >Igue nn.t coriecc10n ele i\lellm, 1ecog1d,1 poi 'idu111dt 880 Es deu1, en cada una de J<1:, lU.ttro clases de Latego11as
875 Lite1,dmente «el >1 rn1>1110» \~e!!J,¡ 1: 1>t1b1.t; <tdo wn let1 <t b<1s 887 L1te1almente «1e:i1den en ei lund<1mento de l<t umd,1cl en una
t<11 d11!,1, en !.t e\.p1 es10n ';o 11w11w", e:i ,1g1 eg.1do d1:- e;td t1 ,1clucc10n pe1uepc10n posible, p.na todos los rest<LnteS>>, o bien «e>tan en el
//7ó L11e1.dmentL «el :i1 m1;,mo,, \'il'JlJ,1 1:.,I ,ulJ1,1;.1du cun let1.i li<t> fund.1mento de los re:itante:,, cumo lundamen!O de L1 umcl,1d [que
ta1ddL1, en 1.1 exp1e>1on ")º 11m11w» e> .1g1eg.1do de e:itd l1<1ducuon hd)j en nna pe1cepuon po>1ble» ~egu1mos la mte1p1et<LCIOn de Tre
877 Ln el te\.tu appeneptw1m ~egu1mo:i a Ed Ac.1d lllé>d) gue>) P<1Laud
466

CRITICA DE lr\ Rf\l0'-1 Pl RA 467


¡ \-10-lj
[A W'í] La razon es la facultad de los pnnc 1p101 Las
l º La umdad znrond1r10nada de la relaaon
ah1macm11Ps de la psICologia p11r;:i no contienen predICados
es decu em¡nnco1 del ,1lma, smo ar¡uello1 que 11 ec; que t1E nen lugar,
a s1 m1sma,.no como inherente, deben dete1mma1 al objeto en s1 mVimo mdepend1entemente
smo como de la e'<penenna, y por tanto por la nlPrn ra?on Por cons1
rnhrwentr g\llente, en iusticia debenan ec;tar fundadas en pnnc1p101 \ en
conceptos Ul11\ ersales de las naturalezas pensantes en general
2° La unidad znrondwonada
de la wa!idad
3º La unidad zncondznonada PP10 en lugm de ello se enrnentrn gue la1 nge a todas la re
en la pluMlzdaden el tiempo i11 ptesentanon 1111.sri.ilar Yo pienso, h1 cual precisamente porgue
es decir
es decir, e\presa (de manera mdetermmada) la formula pura de toda
No como una totalidad real,
smo no numencamente diferente mt e'<penencm, se presenta como una propos1c1on universal
en diferentes tiempos, que\ ale para todos los entes pensantes,\ como sm emhaigo
simple'''
smo como uno es una propn'm ion smgul;:ir en todo1 los respectos, adopta la
Y precisamente el mHmo apanenna 1lu1nt1d de una umdad ab1oluta de las cond1c10nes
Hljefo del pemar en general,; en\ trtud de ello se emancha mas alla
de to gue podua alcanzar una e'<peuenna posible "
4 º La umdad mcond1r10nada de {a o, Htmna en el eifiarzo
es decir,
[\hora bien, puesto gue ];:i propcl51non }n p1rnrn 'tomada
no como la conc1enc1a de muchas cosas fuera de ella
problemat1carnente) contiene la forma de todo JlllCJO del
sino '
entendnmento en general y acompaña a todas la1 categonao;,
solamente dr la CX1ítenoa de rlla imrma
rnmo \ el11culo de ellas, por tanto, es claro que las mferenc1as
)' la de otras cosas, empero, meramen,te
a partir de ella pueden contener un uso meramente transcen
como la de reprerentacwner SU) as '"•
dental del entend1m1ento, que exclm e toda 111trom1s1on de la
expenenna, } de cuy a marcha nosotros, despues de lo gue
ma1 aniba hemos mostrado, _ya de antemano no podemos
882 N o pue d o mosti ar agm tr>da, ia com h;:icernos nmgun concepto ventiljoso Por tanto, la segmremos
a su \ ez, a la categona elº la 1 d d smo oq con e1ponde lo simple con ºJº cut1co a tra\ es de todos 101 pi edJCamentos de la cloc
~ , rea i a
l
capih1o1igu1ente, en ocas1on de otr ue eso se probaia en el
concepto [Nota de Kdnt) o moque la rn,ron hace del nmmo
88 '3 Pmto dos Santos, Fnd 88'J El te·do que corn1enn «P11mP1 pa1 alognno ele h subst,mc1ah
del tiempo» ' ique J\1ornpo 1 ngie1en «en la plmahdad dad" ( >\ )-18 1 ) que tenrnna «se ens,nch..i nns dla de lo que pod1n
881 Probablemente ha~ r¡11e f''1tende1 a ,1\cam.ir un.t expe11enc1a posible» (A ..¡()';! pe1 tenece solamente a la
cosas, empero, me1 amente co 1 qui «\ la conciencia de otra1 pmnera ed1uon En su luga1 en la segunda edioon <p.u ece el texto
sm as» Pero tamb1en pod11a ºntmod a concilenc1a de representaciones qne ponemo' a contmuacion texto que e mm enza «pe1 o en fa, or de la
empero, meramente com , ¡ ' E''l erse "' a ex is tencia d e otras coias brP\ edad B -IOb) ' que te1rnma «En lo que sigue se tend1 a nportum
o a existencia de rep1esentac1one1 im11»' d,1d de hacer u 10 de esto» (B -B2) Pa1 ci mejor cornp1 ens1011 i epet1mos
ent1 e corchetes el pasa¡e ente1 o desde su com1e11?0
IMMAMJEL KA'\T CRn ICA llE u\ RAZÓN Pl :RA

trina pura del alma]; pero en favor de la brevedad desarrolla subJtancia. Esto último\ a muy lejos; por ew, requiere también
remos su prueba en una concatenación ininterrumpida. data que no se encuentrnn en el pensar, y quizá (en la medida
Ante todo, la :iiguiente consideración general puede aguzar en que considero meramente lo pensante como tal) más de lo
nuestra atención :.obre esta especie de inferencias. No conoLco que yo jamás encontraré (en él).
ningún objeto rne1ameme porque pienso; sino que :iólo porque 2) El que el Yo de la apercepción, y por comiguieute, en
determino una intuición dada, con respecto a la unidad de la todo pensar, sea algo singular que no puede ser disuelto en una
conciencia, en la que consiste todo pensar, puedo conocer pluralidad de sujetos, y que por tanto designe un sujeto lógico
algún objeto. Por comiguiente, no me conozco a mí mismo simple, [es una proposición que] reside ya en el concepto del
por ser consciente de mí mismo como pensante, sino cuando pensar, y es, en consecuencia, una proposición anahtica; pero
soy consciente de la intuición de mí mismo como determinada eso [B-1-08] no significa que el Yo pensante sea una Jubstancza
con respecto a la función del pensar. Por eso, todos los madi simple, lo que sería una proposición sintética. El concepto de
de la conciencia de sí en el [B-1-07] pensar, no son todavía, en wbstancia se refiere siempre a intuiciones, que en mí no pueden
sí, conceptos mtelectuale:i ele objetos (c,ttegorías), sino meras se1 sino sensibles, y que pm tdnto residen enteramente fuera del
funciones lógic,ts que al pensamiento no le dan a conocer objeto campo del entendimiento y [fuera] de su pensar, sólo del cual,
alguno, y por tanto, tampoco [me dan a conocer] a mí mismo sin embargo, se trata aquí propiamente, cuando se dice que el
como objeto. El objeto no es la conciencid de lo determwan- Yo en el pemar es simple Sería maravilloso si aquí, precisa-
te, ·'·"' s-ino solamente la del yo rm:Jrrcu·'x; detentwtúble, es decir, de mente en la más pobre de toda;, )as representaciones, y como
mi intuición interna (en la medida en que lo múltiple de ella si fuera mediante una revelación, me fuera ciado'""' aquello que
puede ser enlazado de acuerdo con la universal condición de por lo común exige tantos preparativos, para discernir (como en
la unidad de la apercepción en el pensar). las partes de la materia), en lo que la intuición expone, aquello
1) Ahora bien, en todos lm juicios, yo soy siempre el sujeto que es substancia; y más todavía, [para discernir] si ésta, acaso,
determinante de aquella relación en la que consiste el juicio. Pero pudiera ser, además, simple.
que yo, que piemo, deba tener, en el pensamiento, siempre el 3) La proposición de la identidad de mí mismo en tocia
rango de rn;eto, y de algo que no puede ser considerado como multiplicidad de la que yo wy consciente, es también una
ligado al pensamiento a manera de un predicado, es una pro- proposición que reside en los conceptos mismos, y por tanto,
po:;iuón apodíctica e incluso idéntica;''" pero no significa que analítica; pero esa identidad del :iujeto, de la cual puedo llegar
yo, como ob;eto, sea un ente sufo1:;tente por rní mismo,'"" o una a ser consciente en todas las representaciones de él, no se re-
fiere a la intuición de él, por la mal él es dado corno objeto; y
por consiguiente, tampoco puede significar hl identidad de la
886. Ed. Ac,td. c01iige: «no es la conciencia del yo [mismo] detenni- persona, por la cual se ennende la conciencia [que cada cual
nante» tiene] de la identidad de su propia substancia, como de un ente
887. Liteialmente: «la del sí mismo» (Selbo,t). El subravado con letia pensante, en todo cambio de estados; para demostrar la cual no
bastardilla, en la e.\.pie:.ión ")º mÍ>llto», es agiegado de e~ta t1aducuón.
888. También podría entenderse: «es una proposición apodíctica e
iJent1<a a sí misma»
889. Quiú puedct entende1>e t,unlllén: «que yo, como ab;eto, sea para 890. En el 011ginal: "Yº lueia eludo» Segmmos una enmienda de Ed.
mí mi>mo un ente JUbsútente por sí mismo». Acad.
CRITICA DE LA RAZO'< Pl RA 471

sería bastante con el mero análisis de la proposición) o pienso, v·gundo lugar, aüade a aquel concepto un predicado ',el de
sino que se requerirían di' er5os [B ±09] juicio> sintéticos que la sunphodad) que no puede ser dado en e"penencia alguna
se basaran en la intuic10n dada Entonces, las proposiciones sintétJCas a pnrm no son, como
4) Distingo mi propia ex1<;tencia, como [existencia] de un lo hemos afirmado, factibles ) admisibles meramente con
ente pensante, de otras co<;as fuera de mí (entre las que esta rr<;¡Jerto a obietos de una expenencia posible, 1) e<;o, corno
J \ ~q J •

también mi cuerpo); [ésta] es también una proposición anali pti11rip1os de la po<abihdad de esa expenenoa mism~;- - smo
tica; pues otras cosas son aquéllas que yo pienso como dntmtas que pueden dirig1r;e tilmb1én a co<;as en general} en si misma:,
de mí Pero con ello no sé s1 acaso es posible esa conciencia de rnnsec..uencia que pone fin a toda esta crítica y que mandana
mí mismo, sin cosas fuera de mí por las cunles me sean dadas dejar todo como e<;taba Pero el peligro no es aquí tan grande.
representaciones, y si ) o, por consiguiente, podría existir me si uno considera la cosa más de cerra
ramente como ente pensante (sin ser un ser humano). En el procedimiento de la psicologia rac10nal domina un
Por consiguiente, con el análisis de la concienoa de m1 1 paialogismo que <;e expone en el siguiente '>1log1smo
mismo en el pensamiento en general, no se ha avanzado 111 lo ( Lo que 110 puede ífr pensado 11no [romo} s11jrf0: '.mnpn10 en1te
0
más mínimo en lo que respecta al conoomiento de mí m15mo smo [romo} m¡eto, y por conHgulfnte, es mhítanoa ·
como objeto La expo>ioón logica del pensamiento en general ' [B-111 J Ahora bien, un ente pensante, roníldcrado moammtc romo
se tiene erróneamente por una determinación metafísica del tal. no puede íf1 pemado sino [como} rn¡etn
objeto. Por rons1gu1ente, tamhién ex1Ste solo romo tal, es deczr, como
Un gran obstáculo, e inclmo el único, que puede oponerse substanna
a toda nuestra cntica. se presentaría si hubiera alguna posi
bilidad de demostrar a pnorz que todos los entes pemantes En la premisa ma¡ or se habla de un ente que puede ser pen-
son, en sí, substancias >imples, y que por tanto, corno tales (lo sado en general, e-n todo respecto, y en consecuencia tamb1.én
que es una consecuencia del mismo fundamento de demos tal corno pudiera ser dado en la intuición Pero en la premisa
tración) implican inseparablemente la personalidad, )' tienen menor se habla de él solamente en la medida en que él se con
conciencia de su propia e'< 1<;tencia separada de toda materia sidera a sí mismo, como sujeto, sólo en relación con el pensar
Pues de esta manera !ldbríamos dado un paso fuera del mundo v con la unidad de la conciencia, pero no a la vez en relación
sensible, habríamos entrado en el campo de los noúmeno¡, y ~on la intuición, mediante la cual él~''" es dado, como objeto, al
[B-HO] nadie nos disputaría ahora el derecho de ensancharnos pemar Por consiguiente, la concl11s1ón <;e oht1ene per soplmma
más en éste, de culth arlo. : de tomar posesión de él, segun figume d1ct10nzs, y por tanto, por un so fi sma '"'
la buena estrella favoreciese a cada cual Pues la propo51rion
Todo ente pensante, como tal, es una substancia simple, es
892 Lo> paréntew; en la fra<;e «() P<>O. rnmo prmnpto' de la pm1b1hd<ld
una proposición sintética a priori; porque, en primer lugar, va de p<;a expe11encia mm11a)» son agi egado de e<; ta traducc10n
más allá del concepto que '>e le ha puesto por fundamento, y 891 Seguimos \con los dm agregados ent1e c01chetes «[comoH una
aüade al pensamiento en general, la especze de ex1'fencia;~" 1 } en enmienda de Vo1 lander, 1 ecogida poi Schm1dt
894 En el ongmal· «ella» Segmmos a Ed Acad
895 El pensa1 se toma, en amba'i p1em1<;as, en mu) diferente s1grnfi
897 Es dern, la existencia propia de una substancia cac1011 en la p1ern1sa ma)or, [se lo toma] como d1ng1do a un ob¡eto
CRITICA DE LA RAZO!'l PURA
\\í\lAC.LEL h.A 'ff 473
472
17
[B.+l'.2] Que esta resolución del famoso argumento en un necesaria para aplicar a oí mismo,"' como ente pensante, el
paralogismo es enteramente correcta se ve distintamente s1 :e concepto de substancia, es decir, [el concepto] de un sujeto
que subsiste por sí mismo; y la simplicidad de la substancia,
consiente en consultar otra \ ez, acerca de esto, la observacwn
general a la presentación sistemática de los prmcipios y la ligada a ello,'q" queda enteramente suprimida juntamente con
sección de los noúmeno", donde ha ,ido derno>trado que el la realidad objetiva de este concepto, y se convierte en una
concepto de una cosa que por sí misma puede existir cm~o mudad cualitativa meramente lógica de la conciencia de sí
sujeto, pero no como mero predicado, no lleva consigo, aun, mismo en el pensar en general, ya sea que el sujeto sea com-
realidad objetiva, es decir, que no se puede saber s1 le pudiera puesto, o que no lo sea.
corresponder, en general, un objeto, porque no se entiende la
posibilidad de tal manera de existir; y en consecue~cia, que Rf:FCT.-\.CION DE L-\. PRCLB.-\. OFRECID.-\. POR l\.fENDEL:.,SOHN,
[ese concepto]'"" no suministra absolutamente mngun cono- DE LA PERl\IANENCL-\. DEL ALMA.
cirrnento. Pero si él ha de indicar, con la denominación de
sub;tancia, un objeto que puede ser dado; si él ha de llegar a Este penetrante filósofo notó bien pronto, en los argumen-
ser un conocimiento, entonces debe ser puesta p01 fundamento tos habituales por los que se pretende probar que el alma (si
una mtuición permanente, que es la condición indispensable se admite que sea un ente ~imple) no puede dejar de ser por
de la realid.1d objetiva de un concepto, a saber, aquello sólo descornpoúczón, una insuficiencia con respecto al propósito de
mediante lo cual es dado el objeto. Ahora bien, en la [B.+13] asegurarle la necesaria perduración, puesto que aún se podría
intuición interna no tenemos nada pe1 manen te, pues el Yo es suponer una cesación de la exi~tencia de ella por e,itinción. En
sólo la conciencia de mi pensar; por tanto, si nos q~edamos su Fedon intentó excluir de ella esa caducidad, que sería una
deterndos sólo en el pensar, nos falta también la condición verdadera aniquilación, confiando en demostrar que un ente
simple no puede cesar de ser, porque, puesto que no puede ser
disminuido, y por tanto, [no puede] perder, poco a poco, algo
de su existencia y transformarse así [B-H-J.] paulatinamente en
en general (por tanto, tal como éste l?uede ser dado en la mtuición),
pero en la premisa menor, [;e lo torna] soLunente como consistente en nada (pues no tiene en sí parte~, y por tanto, tampoco plurali-
la refe 1enc1a a la conc1enc1a de sí, con lo cual, entonces, no se p1ema dad alguna), entre un instante, en el que es,
y otro en el que ya
objeto alguno, w10 que wlarnente se representa la 1efe1 encia a ;Í [mis- no es, no habría tiempo alguno, lo que es imposible. Pero no
mo], como >Ujelü ~corno la forma del pensa1). En la p11111e1a. [p1en11sa] pensó que aunque concedamo~ al alma esa naturaleza simple,
se habla de cosas que no pueden ;er pensada.> smo [LUrno] ,u1e1os; pe10 a saber: que no contiene un múltiple [de partes] unas fueia de tas
en ]a segunda no [,e habla] de cosaó, sino del [B-ll?J pimar (haciendo
ab;,trac.c.ión de todos los objetos), en el cual el l:o su ve siempre de o/raj; y por tanto, [que no contiene] magnitud extensiva algu-
>UJéto de la conoencia; por eso, en la conclmión no se puede dedurn: na, aun así no se le puede negar, ni a ella, ni a nada existente,
;
0
no puedo ex1,tir ;ino [como] su3eto, smo solamente: al pema1 mt una mag11itud intensiva, es decir, un grado de realidad con
~.\.btencia, puedo emplearme a mí m1>rno sólo LU!110 ;,ujeto del j1nc10; respecto a todas sus facultades, y en general, [con respecto] a
lo que es una p10pmíuón 1dént1ca, que no 1evela ab,olut,unente nJ.da
sob1e la especie de m1 existencia. [:'-Jota de Kant].
896. El ,u'iad1do entre c01chetes: «[ese concepto]" se basa en una
897. Es decir, al sujeto pemanle m1;,mo.
co¡¡ección de Ed. Acad. En el 011gmal ha) aquí un pronomb1e neuno
que pod 1ía co¡¡e;ponder a los antecedentes «cosa» o «sujeto». 898. También podria entenderse: «ligada a él», es decir, a ese concepto
474 CRITICA DE LA RAZO'i PL'Rf\
475

todo aquello en lo que consiste la existencia; [grado] que puede ~


disminuir pasando por todm los infinitos grados menores;\ así,
la presunta substancia (la cosa cuya permanencia todavfa no puestos en gran perplejidad por otras po'1brlrdades, qiw no son. en lo
está firmemente establecida) puede convertirse en nada, aunqur más mímmo, más audaces. Una de ellas es la posrbrlrdad de la partr-
rión de una rnbrta11r10 11mplr en vanw; snbstancias, ) recípi ocamente.
no por descomposición, sí empero por paulatina atenuación 1 la confluencia \coalición) de muchas [substancias] en una simpl<:>
(remmw) de sus fuerzas (y por tanto, si se me permite ernplPar Pues aunf]UP la divhrbrlidad presupone un compuesto. no r e(juiere
el término, por languidecimiento). Pues la conciencia rni'lma necesariamente un compuesto de substancias, smo solamente de los
tiene siempre un grado que 'iiempre puede ser aún disminui- grados (de las di' ersas facultades) de una; la misma ;,ubstancia. Tal
do;''" y en consecuencia, también la facultad de ser consciente como se puede pensar fjlle se reducen a la mitad todas las potencias;
facult<ides del alma, mcluso la de la cnncie1icia, pero de maneta tal que
de sí mismo, [B-1-1.5] y así todas las restantes facultades. Por swmpte siga habiendo substancia; así t<imbién se puede representar sin
consiguiente, ~igue sin estar demostrada la permanencia del contiachccion f]Ue esa mitad extingrnda se conserva, pe1 o no en ella,
alma, como rriero objeto del sentido interno; y sigue siendo sino fuera de ella, y que, puesto que ªfJUÍ habría srdo demedi'1do todo
aun indemostrable; aunque sea de por sí clara su permanencia lo que en ella pudiera haber sido real, y en consecuencia, tu\ iera un
en la vida, cuando el ente pensante (como ser humano) es a grado por tanto toda la existencia de ella, sm faltar nada, entonces
~urgirÍa una sub,stancia particular fuera de ella. Pues la plrn alicl<id
la vez. para sí mismo, un objeto de los sentidos externos; con que hab1fa sido d1Vidicla, estaba \a antes, pero no como plrnalrdad
lo cual, empero, no alcanza su propósito el psicólogo racional de substancias, sino de toda realidad. como quontum dP la e'<rstencia
que intenta demostrar, por meros conceptos, la absoluta per- en ella; v la unidad de la substancia era solo una manera de existir,
manencia de ella incluso ma<; allá de la vida.""º que hab;-fo sido convertida, sólo por esa dr' isrón, en una plm ali dad
de la [B-t17] subsistencia. Pero también de la misma manera puede_n
confluir varias substancias simples en una, con lo cual no se pe1dena
nada más f]Ue la mera pluralidad de la subsistencia, al contener una de
899. La clandad no es, como dicen los lógicos, la conciencia de una ellas el grado de realidad de todas las precedentes ]Untas; ) qmza las
representación; pues ciertn gTado de conciencia, que empero no es substanci<is _simples, que nos suministran el fenómeno de una mate1 ra,
suficiente para el recueido, cldJf' de encontrarse inrluso en much<11 [pudieran] producir (por crerto que no mediante un mfiujo mecáni_co
representaciones oscuras, porque sin ninguna conCJencia no haríamm, ni químico ele las unas sobre las otras. pero sí pm medro de un [mllu¡o]
en el enlace de [B415] representaciones oscuras, diferencia alguna, desconocido pi!ra nosotios, del cual aquél fuera sólo el fenómeno),
que podemos hacer, empero, ent1 e los atributos distinti\ os de mucho1 mediante una similar partición dmamira de las almas de los padres.
conceptos (corno los de Derecho y equidad, } como [los conceptos] del como mar:mtudes mtenmms. almas de mños, al compensar ª'luellas su
musico, cuando abar ca a la vez muchas notas en su fantasía). Sino que es merma, a' su vez, mediante coalrcrón con nueva mate11a de la misma
clara un_a representació_n en 12 f]Ue la conciencia es suficiente para [tener] especie. Estoy mu; lejos de otorgar a semeJ<mtes di\ agacrones el_ más
mnnrnrw de la diferrncw de ella r PSpPcto de otras. Sr ésta es ba1tante mímmo \ alor ni la más mínima\ alidez: ) los precedentes pnnc1p10s
para diferenciar, pero no para la conciencia de la diferencia, entonces la de Ja Analítica han insistido suficientemente en que no se haga de las
representación debería todavía lbmarse oscura. Por ta.nto. hav infirntos categorías (como [p. ej.] de la de substancia) otro uso f]Ue el empírico.
grados de conciencia, hasta su extmción. [Nota de Kant]. ' Pero si el iacionalista es bastante aurJaz uimo para hacei. de la mer<i
.900. Aquellos f]UP, para poner en camino una nueva posibilidad, facultad rlP pensar, (sin ninguna intuición permanente f]Ue summrstr e
creen habe~ hecho ya bastante con insistir en que no se puede mostrnr un objeto\, un ente que subsiste por sí mismo, sólo porque la umdad
contrnclrcc1on en sus p1esuposicrone5 (tal como, en general, [lo hacen] de la apercepcion en el pensar no le permite e'<plicac1ón algun<i que
aquellos que, tenie_ndo soLunentP en las intuiciones empíricas en la tome por punto de partida lo compuesto. mientras f]Ue [B 118] hcina
'rda humana un ejemplo del pensar, creen entender la pmibihdad meJOr en confesar que no sabe cómo e'Cplrca1 la posibrlrdad de una
de ese pensar también después ele la cesación de ésta) pueden ser naturaleza pensante, ¿por qué no hab1ia de tene1 derecho el motnwfnta
CRfTICA [)[ L'I f\'l¿llt\ 1-'l K.;
[B llti] Ah01 a bien, s1 tomc1mo;, nuestras propo;,ic1ones 477
anteriores, tal como ell.1s, en tanto que :,on 'áhdas par ,1 to- :nedw '"'su existencia en el espacio o <-'11 el tieinpo. ' e ómo Ju
dos los entes pensantes, deben ser tomadas en la psicología
nace, entonces las propo · ¡ ¡
::,¡uones e e a CÍ()(_ tr tna racillnal del
l
ama no comenzarían por 0 l ¡
racional [entendida] corno si;,tema: en concatenctuon jl/ltetua, . conc<-'pto e e un entt' pe ns in te
y pcu tiendo de la cc1lego1 ía de relación con la proposición. en general, >ll10 por una redhdad electl\ T \ i T)'¡ t" 1' - 1
manera coino é f , ' · , ' r ' r lf e e a
todos [B-11í] los ente:, pensantes, como td!es, son 'ub,tct11cic1s, a a sta uese pensada, luego C]llt' hubiera sido
recorremm haoa atrás la serie de ellas, !1dsla que se cie11e el lo
P nado todo lo que en ella es t•mninco
r
¡o l l,<Jj o·e uec
' o
-' j -
llUna
círculo, entonce' no' encontramos, al final, con la e:-.i:,tenua que_ corresponde a un ente pensante en gener,tl, e orno lo
mues ti a la tabla siguiente.
de ellos, '" 1 de la cual ellos, en ese sistema, no sólo son com-
cientes con independencia de !et' coscts exte1io1 es, sino que
también pueden deteiminarlas a éstas"'"' (en lü que respectd
a [B-ll8] la permanencia, que pertenece necesariamente al
'.2º como su¡etu, 3º rnnw su¡ew 11111ple,
carácter de la substancia) a partir de sí mismos. Pero de aquí
:,e :,i.srue que el 1deali!imo, en ese mismo sistema racioncili:ilil, 0
-J. WlllO rn¡etu ufen/ICO
es ine\itable, ctl menos t:l [ideafürno] p1oblemAtico; y si la en todo eo,tMlo Je mi pensar.
existenua Je co:,c\;, e.\.te1io1e' no es e:>..igible para la deter-
minación de la [exi:,tencia] propia en el tiempo, aquélla es Ah?1a bien'. puesto que üc¡u1, en la segunda p1opCJsición
admitida de maneia enteramente superflua, sin que se pueda no esta determmado si yo puedu e:>..i:,tir Y :ier pensado sól~
dar nunca una prueba de ella.
~~mo sujeto y no tam~ién como pr eclicado de otro, el con-
Si, en cambio, seguirnos el proceder analítuo, según el . pto de un Sujeto esta tomado aquí ele lllime1 ct rnei amente
cual el Yo pienso, como una p10posición que ya en sí misma log1ca, y _queda indeterminado si ha de entenderse con él un~
encierra una existencia, sirve de fundamento, como dado, y sub:itancia, o no. Pero en la tercera propo,ició11, la unidad
por tanto, [sirYe de fundamento] la modalidad, y si la des- ab~oluta de la apercepción, el Yo simple, en la r epresenraci6n
componemos [a esa proposición] para conocer su contenido, a la cual_ se refieren todo enl,1ce y toda separación, en los
es decir, [pMa saber] si c\caso este Yo determina sólo pm e5te que euns1ste el pemar, se vuelve importarÍte también por sí
nmma, aunqu~ )'º no ha) a e~tc\blecido tod.i vía nada acerca
de la co11_s_t1tuc10n del sujeto, ni de la subsistencia de él. La
apercepcwn_ es algo real, y L1 :iimplicidad de ella reside ya
a la miom<l <lUddua de se1 \¡¡:,e de sLt pnnupw p,u a un uso opuesto. en 5u pos_1b1lidad. ~:\.hora bien, en el espacio no ha\' nada r;al
manteniendo la umdad fü1rn,d del p11mern, aunque t.¡mpoco él puedd
apela1 a la expe1 ienua para apoyar :,us püotbil1dade:,! [Nota de l\..rnt q_ue sea simple; pues lo:, punto:i (en los que comis,te lo único
Los paréntes1; en la fra:,e: «(sin ninguna 111tu1uón pe1 rn<lnente que ~imple [que_ hay] en el espacw) sun mero' límites, pero no
sum1111>l1e un objeto)" son ag1egddo de e;,t« tra<lucuóu]. oon, ellos nusmos, a_lgo que s11 va, e 01110 pai le, para constituir
90 l. Es deu1, de lo, entes pensantes. al espaoo. Por consiguiente, de aquí se sigue [B-4:20] la impo-
902. Es decii, al"" cosdo e;.,_te1101es, pero l<lmbréu puede enten<le1se:
«d )¿¡ eA.1:itenu,P. De e:,la últJma maneta interp1 eta Ed. Ac,1d., que
enmienda: «a la cual pueden también determmar». 903 Pdrobablemente haya que ente11de1 aquí: «det<,rmma, sólo por el
11ec110 e 11np 1lldI e.\.i>tenua».
l\1\-lAN\ 'FL KANT CRITICA DE LA RAZON Pl'RA 4¡9

sibilidad de una explicación de mi manera de ser, como mero qur, pa1 a nosotros, en la\ ida, carece de hmdamenro. sino que
sujeto pensante, a partir de los principios del materwlnmo Pero nos aromeJa. más bien, que tomemos e<;ta negativa de rrnestra
corno mi existencia, en la primera proposición, se rnm1dera razón a dar una respuesta satisfoctoria a las preguntas curiosas
como dada, ) a que no dice que todo ente pensante existe (lo que \an más allá de esta vida, como una señal de ella,""' de
que afirmaría de ellos a la vez la necesidad absoluta, y por que apaitemos mie<;tro conocimiento de nosotro<; nll';mos, de
tanto, demasiado) sino <>ólo: yo exHto pensando; por e<;o, ksa la espernlaoón estéril ; desaforada, aplicándoln <il fructífero
proposición] es empírica, y contiene la determinab1lidad de uso práctico; el cual,""' aunque esté siempre dirigido a oh1etos
mi existencia meramente con respecto a mis representanone! de la e'<perirncia, toma de más a \to sus principios, y deternü
en el tiempo. Pero como, a mi vez, yo necesito para ello ante na la conducta de tal manera, como si nuestro destmo llegase
todo algo permanente que, en la medida en que me pienso, infinitamente más allá de la e'<periencia, y por tanto, más allá
no me es dado jamás en la intuición interna, resulta que no de esta \ida.
es posible determinar, mediante esta conciencia simple de Por todo esto se ve que es un mero malentendido el que le
sí mismo, la manera como existo: si acaso como substancia, da origen a la p<>icologia racional La unidad de la conciencia,
o corno accidente. Por consiguiente, si el matenalHmo no es que sin e de fundamento de las categorías, se toma aquí por
apto corno modo de explicación de mi existencia, tampoco intuición del sujeto, como [sí fuera intuición] de un objeto, \
es suficiente para ello el espmtualismo; y la consecuencia es a ella se aplica la categoría [B+22J de substancia Pero ella es
que no podernos, de ninguna manera, conocer nada de la ' solamente la umdad en el pensar, por la cual,<)º" solamente, no
naturaleza de nuestra alma, en lo concerniente, en general, ' es dado objeto alguno, y a la cual, por tanto, no puede apli-
a la posibilidad de su e-xistencia separada. carse la categoría de substancia, la que siempre presupone una
Y ¿cómo iba a ser posible que, mediante la unidad de int111nón dada, y [por la cual], entoncE's, este sujeto no puede
la conciencia, que sólo conocemos porque la necesitarnos ser ronocido. Por consiguiente, el sujeto de las categorías no
imprescindiblemente para la posibilidad de la experienna, puede, en virtud de pen•;arlas a éstas, obtener un concepto de
fuéramos más allá de la experiencia (de nuestra existencia en , sí mhmo como objPto de las categorías; pues para pPnsarlas a
la vida), y que incluso e-xtendiéramos nuestro conocimiento éstas debe poner por fundamento su pura conciencia de sí, que
hasta la naturaleza de todos los entes pensantes en general es lo que había que explicar. DP la misma manera, el st~eto,
[B-±21] por medio de la proposición Yo pienso, [propminon en el cual la representación del tiempo tiene originariamente
que es] empírica, pero indeterminada respecto de toda espem su fundamento, no puede determinar, en virtud de ella, su
de la intuición? ptopia existencia"'" en el tiempo; y si esto último no puede ser.
No hay, por consiguiente, psicologia racional alguna, como
dortrzna que nos suministre un complemento de nuestro co
nacimiento de nosotros mismos; sino [que la hay] solamente 9() f. Es dern: «de la razón»

corno d!Soplzna que le impone a la razón especulativa, en este 905 En el te'<to ongmal «lo cual» Segmrnos <i Ed Acad
campo, límites que no se pueden sobrepasar, por una partP, W16 Es decir, por la umdad Pero también podría entende1se "POI el
rnnl", es decir, por el pen,arniento
para no echarse en brazos de un materialismo sin alma, y por
907 En el te'<.to ongma)- «la existencia p10pi<i de ell<i» Seg\llmos a
otra parte, para no perderse divagando en un espirituali'lmo
Ed Acad
tdrnpoco puede tenet lug,11 lo pnrnero, como detenTil!ldUOíl de un objeto de la e>..penenchl lt:: prest<1 a L1 rdlOn con r e:,pecto
de ,, 1 1msmo (corno ente pemante en general) pm medio de a e>te mte1es ele el!d, el nu de:,de1idble :,e1\1no de plH1edc1 d
cubie1 to de todas la:, posible, afinndc10ne:, de lo conr1 <11 JO lo
Cdtegur !dS '"
que no puede sucecle1 de otro modo que ,,1, o bien uno prne
\B J.LJI As1, ¡mes, en [d medtdd en que se esperdba obtenerlo ba apod1ctILamente su propos1uon, o ,,i esto no rhullci bien
d ti d\ es de lc1 fi\o,,oha especuldtt\ d, se desvanece en espet anzd buscd las fuentes de esta ll1Lctpctudad, lds c ud!e,, s1 rcs1du1 en
fr ustradd un conoumiento que se busco mas alla de los !mutes lds lumtac1ones necesands de nl'est1a 1,1zon, deben someter d
de lct e'..penenoa posible, \ perteneciente al mas alto 111te1es todo adversano preusdmente a la misma le) de renunuM d
de la hurnamddd, [BU l] con ello, sm embargo, el ngor de la toda pretens10n de afinndc10n dogmat1cct
LrttILa, al demo 0 t1M d ld, el Id nnpos1b1hd,td de estdblecer, mas Sm embargo, con esto no se p1e1 de, aq u1, 111 lo mas mm1mo
dlti del limite de !el e'..pe1 iern M, dogn1atKclmente, digo acerld en lo que respecta a ld JUSt1ficac1on, e mcluso d Id ner es1dad, de
supone1 una v1dcl futura segun pllnc1p10s cid uso p1act1co de
la razon enlazado con el especulatn o, pue:, de todo,, modos,
908 l: l l:o pienso e;,, Lomo ) ,1 ;,e dijo, UJM piopo,,1uon empmc<1 ) la den10st1duon me1clmenre especulan\ d nuncd ha pochdo
conuene en ,,1 la piopo;,1uon 'to existo Pe10 no puedo deut todo lo
tener rnfluJO cllguno sobre l<l rdzon humd!1d vtdga1 Esrn [de
que pten>d, ex1>te pues en e;,e Lª"º la p1op1edad de pen;,,u hd11'l, de
todo;, los entes que la po>een, entes necesanos Poi e;,o llll exi:,tenc1<1 mostJac10n] esta de tal modo clsentada sobre la punta de un
L.unpoco puede comide1.uoe como deducida de ld p10po;,1uon Yo cabello, 909 que dllll la m1Sll1d e,cuela solo puede m<1ntenerld
pietbO, como lo ere) o C,u te;,ms (po1que, en caw cont~di w, debe11<1 alh en !d medida en que la hace gu ar 1mnte1 rnmp1ddmente
pi ec ede 1 ¡., pi enu;a !11d\ oi todo lo que pien;,a, exi;,te¡, >lllO que e1 wb1 e si n11sma corno un trompo. y a ,us pi op10s ºlº'' >1" por
idenLILa a elld [E>ld piopo;,iuon] expi e>d una mtuiuon empuicd mde
t,mto, [la derno:,t1,1c10n] no summi:,l!d nmgun fundc1rnento
turnm.td<L, es dec11 [u11<1l pe1cepcion () poi t,mto prueb.t que [B-1231
t>n el fundamento de e>ld p10po;,1uo!l exi;,tenu.tl !1dy Y'' una :,ema pe1mdnente, sobre el cual ,e pueda edificar <1lgo La:i demo,,
uon que, en con;,ecuenu<L, pu tenece a la sens1b1hd.id), pero pt ecede tracwnes que son utiles pa1 et el mundo con,en an [B-t.2 )j aqm
, ]d. expe encia que ha de dete1m111dr, p01 111ed10 de Id c<Ltt:.gulla, el su\ alor sm merma d!guna, ) ,ti depo11e1 dquelld, p1eten,10
1 11
ubjeto de la pe 1cepcion, con 1e; pecto ,ti llempo, y la ex1>lenua nu es nes dogmdt!Cds mas bien gJnan en dandad ) en con\ 1ccwn
dqui, tod<L\Ja, Lllla categm1'1, [una catego11a,] como tal, no ;,e 1efieié a
un objeto dado de mane1 a mdete1 rnnnda smo ;,olo ,1 uuo del que se
;mcera, pues mstalan a la razon en su don111110 peculiar, a
tiene un concepto,\ del que ,,e q .. ie1e 'abei 51 aden1<1;,, fuei'1 de e1te saber, en el orden de los fine:i, que es a !J \ ez, oer tamente, un
concepto, e,ta pue;to, o no UrM peicePuJn mdetermmada ;igmhla orden de la natuialezd, pero entonct.s el!d, ' 1 a la \el, como
aqm algo 1eal qL1e ha sido dddo, pe1 o :oolo [d.ido] .il pens<Li en gene1al facultad practica en s1 misma, sm e:,td1 lmutadd a las cond1
) pm tanto, 110 [dddo] como fenomeno, m tdmpoco como LOO>d en s1
mi>llld 11wu11wwn), sino como <1lgo que efect1v .imente ex1;,te, ) que e1
de, 1gnado como tal en la p10pos1c10n \o pienso Pue:, 11<1) que notdf
1
que s1 ,1 1'1 pi opo;,1uOil yo piemo, la lie 11.im<Ldo empB i< no qu1e10
con eso deu 1 que el }o, en esa p1uprn,iuun, ,ea und iep1e:oent,1uon
empillt d, e; mas bien un.i [repiesentac10n] pmamenle mtelectual
por que pe 1t<'nece ,¡] pensat en genei ,1] Pe1 o slll ,1lgun<L 1epi e;,ent.iuon 909 Corno ;,1 d1Jeld «e;,ta hedld de tale;, sut1!eL.L>, a,1 (,,11u.1 \lme11te
ernpBtc.t que surnmisn e ],1 mate1 td p<L1 a el peu;di, el delo Yo p1emo no 1
910 Es declf, en la opiillO!l dt I.1 pll)pid e>cuela
ten di 1d lug"i, \ lo empn 1co e> oOldmente l.i LOnd1c10n de la dplicduon
dd uso, de L1 faculI,1d mte!eLlual pma [I\ot,1 de Kant] 911 Piobablemente !ld) d que u1tcndu ,iqrn d'e10 ullonc" Li 1Lu11
0
CR111CA DE LA RAZOi'< PCRA
i'1MANl EL KANT

ciones del último,º' 2 tiene derecho a ensanchar al primero,q'1 posible ensanchamiento de nuestros conoCin1Íento'i, junto
y con él, nuestra propia existencia, más allá de los límites de con un impulso proporcional a éste, queda siempre [\ 1gente],
la experiencia y de la "ida. A juzgar por una analogía con la aunque debamos renunciar a entender, a partir del mero
natwale¿a de los seres\¡, ientes en e~te mundo, -en J05 cuales conocimiento teórico de nosotros mismos, la perd11rac1ón
la razón debe necesariamente suponer, como principio, que necp•;ana de nuestra existencia
no se encuentra ningún órgano, ninguna facultad, ningún irn·
pulso, es decir, nada, que sea superfluo ni desproporcionado CONCLL1S!01' DE LA SClLUCIO;\i
para el uso, y por tanto, nada ajeno a un fin, sino que todo es DEL PARALOGIS'.\10 P~ICOLOG!CO
perfectamente proporcionado a su función en la vida- 91 ' el ser
humano, que puede. él solo, contener en sí el úhimo fin final La apariencia ilusoria dialéctica en la ps1colog1a racional
de todo eso, debería ser la única criatura exceptuada de ello. se ba'ia en la confmión de una idea de la razón ([la idea] de
Pues sus disposiciones naturales, no sólo en lo que n»pecta una inteligencia pum) con el concepto, completamente inde-
a los talentos y a los impulsos de hacer uso de ella~, srno termmado, de un ente pens;:inte en genPral. Me pienso a m1
principalmente la ley moral en él, sobrepasan en tal medida nli<;mo, para los propósitos de una e'<perienci<i po<iible, hacien-
todo el provecho y la ventaja que él pudiera extraer de ellas • do abstracrión de toda experiencia efecti' amente reaL y de
en esta vida, que la últimaq 1:; incluso enseña a estimar sobre · allí infiPro que puedo ser consciente de mi existencia también
todas las cosas la mera conciencia de la probidad de la inten· fuera de la experiencia y de (B427] las condiciones empíricas
ción, aunque falten todas las ventajas [B426] y aun [si faltalla % de ella. En consecuencia, confundo la posible oh~tiamón de
vana y engañosa fama, y él se siente 916 interiormente llamado mi existencia empíricamente determmada," 17 con la presunta
1
a hacerse a sí mismo, por su conducta en este mundo, aun conciencia de una existencia separada posible, de mi yo mzsmd' '
renunciando a muchas ventajas, apto para ser ciudadano de pensante, y creo conorer lo substancial en mí, corno un sujeto
uno mejor, que él tiene en la idea. Este poderoso argumento tiamcendental, cuando sólo tf"ngo en el pensdmiento la unidad
de prueba, que jamás puede ser refutado, acompaiíado por . de la conciencia, que sirve de fundamento de todo determinar
un conocimiento que aumenta sin cesar, de la conformidad ' [entendido] como mera forma del conocimiento.
a fines en todo lo que \ emos ante nosotros, y por una vISta ' El problema de explicar la comunidad del alma con el
de la inmensidad de la creación, y por tanto, [acompañado! rne1po no forma propiamente parte de aquella psicología de
también por la conciencia de un cierto carácter ilimitado del la que aqm se trata, porque ella tiene el propósito de demo<;-
trar la personalidad del alma también fuera de esa comunidad
(dr'ipués de la muerte) y por tanto es, en sentido propio, t1onf
972. Es decn, del orden de la naturaleza. Pe10 también podría enten andente, aunque se ocupe de un objeto de la experiencia, s1
de1se· «de la última», es den1, de la naturaleza.
973 P1 obablemente ha\ a que entender aquí: «ensanchar al orden
de los fines».
974. Los gu10nes en la frase «-en los cuales la 1azón [.. J p1opomonado 917. Como s1 dijera· «confundo el posible hacer ahstramon dr 1111 e'<IS·
a su fum 1ón en la' ida-» son agregado de esta traducción. tenrn1 empíncamente dete1 minada».
975. Es decn, la le) moral. .918. Lite1almente: «de mi sí mismo» (Selbst) El sub1ayado con letra
976 En el texto·") se siente». Segum1os a Ed Acad. ba~t~rd1lla, en la exp1es1ón «)O nmm0>>, es agiegado de esta traducción
1 \\\N;ll:L hA'.f CRI flc Dt 1 t\ R'l¿O' PL R>-1

bien 00 Lmit nre u1 !d rnLJ1da en que deja de se1 un ubjeto de manera al SUJetu de la ~uuoenc1a como [B t'.llJ] fenomeno,
lct ei..pei 1e 11 uc1 '.::illl embargo, con nue::,rrc1 dounna se puede ciar meramente porque nu torna en cuenta en modo <llguno la
ll!M u:,,pue,ra ,,ufiuente td111b1en a esto Ld d1ht ultdd que ha especie de mtwuon, ;,J i:Jl" e' ;,en,,1ble o mtelectual Por el no
:,idu ocaoiOJi dé eote prublemd cuns1sre corno es ::,db1do, en Id me represento a m1 ante m1 mismo, m como so;, m tampoco
pi L 'll]AlLt,1 hctu ugenuddd dPl objeto del -,urndu rntu no \el como me ap,uezco d 1111 nll,,mo, srno que me pienso solo corno
<lima; ~ 011 le);, ob¡lloo de lo::, ,,ent1dos e;...te1nos, pues a c1quel [pienso] a cualqmer ob¡eto en general, de lU)a espeue de
e;,ta ligaclc) ::,ul<lrnente el tiempo. ) a estoo, üde!11dS, el espauo, mtmcron hago ab,,tracc1on ~1 me represento a 1111 aqm como
LOil1(J Ll,i1cliuun luu1JLd de la ¡¡nu1uon de ello::, Pero ::,i se nene su;eto de los pensa1111entus, o cumu firndaml!lto del pen;,a1, es
en uienu que ]"" dc)S i::speue:, de ob3etos se d1le1i::nuan entre tas manera:, de repre;,t:lllduon no s1g111hcan las catego¡¡as ele
, 1 <lC!Lll 110 mre 1 narnenre, ,111u ,olo en la rned1dü en que uno ji :,ubstanua o de cc1usd, pues estds ;,on aquellas func10nes del
af!iuut e\.tenorrnente al ouo, [B L28]) [L1ui::] poi tdnto <lquello pensar (del jt1Lg<1r) aphc<tclas \a d nue;,rra rntu1c10n sen,,1ble,
q'ue, e umo co::,ct en s1 mb1na, ,u\ e de lund<lmcntu del feno lds cuales, por c1er to, se1 Idn requenclas' ' s1 } o qms1erd cono
!lldlü Je )J. mateua qu!L:a no sea t<ln hete1 ugeneo, entonces arme .\hora bien,) o pretendo, empero, ser Lori,,c1ente de mi
,,e de"' ,uiece esr" d1f1udtad, i- no queda otrd <llgun<l :,mo l<l de solo como pen;,c1llle, cle¡o de !ddo como sed dado 1111 prop10
LO!llu es l-'u,, 1Lle, en geue1,ll, Ulld comwuclctd de suL::,t,muas, yo !IWlllO L!l ld 1ntmuo11, } e11tunces el pocl11d "er para m1, que
[dihcu!Ldd] cu\ª ::,uluuon e" ta LI1kl ,tmeute fue1 a del cMnpo de pienso, mero fenomeno pero no en la med1dd en que pienso,
la ps,iculug1 a,) ~m dud,1, como lo JllLgd1a laulmente el lector en la conuenc!d de 1111 mismo en el l11e1 o pensar, yo SO) el ente
de,,¡ mes de lo que lia sido d1cl10 en la An<1ht1L<l de L1" potenu<ls 11mmo, 11<1 del cual, empero, no me es dado toddv ia, por ello,
tu 11 dc1 111 emalc-s ) las facultade;,, t,unb1en fuer,1 del ecunpu de nada para el pensar
todo conoun11entci humano Pero la p1opos1uon Yo p1en,,o, en Id mcd1d<1 en que s1g11ifica
Yo ex.1.Jto pemando, no es mera fu11c1011 logKa, smo que cletermma
Ou:o 1 1', \l!U'\ c,r '\LRAI -\ll:RL-\ DEL IR.-\N:i1ro
al >UjelO (que entonces es a la vez objeto) con respecto a la e>..is
tenud, y no puede tener lugar "ll1 el sentido mterno, cuya mtm
Dl: L-\ P:olLUL ()t,1-\ RAL!U'\-\1 -\ L \ CCJ:i1'!01 OGl \
c10n :i1emp1e summ1stI<l ,¡] OUJeto no como cosa en s1 m1smC1, smo
L d propu, 1uon Yo pienso, o bien, yo ex1::,to pensando, es me1amente como tenomeno Pm cons1gmente, en elld [B-J-30]
una propo, 1uon empn1ca Peto d unct [ptupos1uo11] t<ll le s11\e )<l no hav ,,olo rne1a bpolltdne1clad del pensai, smu tamb1en
de lundarnenro una mtuuon emputcd, ) en cun,ecuem ia, receptn 1dad de ll 111tu1uon, es decir, el pensar ele 1111 mismo
t<tmbien [le sin e de tund,unento] el objeto pensado, como aplicado a Id mhnuon ernpmca de ese 1111s1110 sujeto En esta
tenomeno,) d,1, p,u ece como s1, segun nuesll" teon,1, el dima,
mtegiamente, l!ldtbO en el pen::,dr, ,,e con\ 11t1eia en fenomeno
\ dP e-,,1 111 an.:'ra pue,,tia LUl!Ue!lUd lll!SI11<l, cuino n1er<1 apa 919 Como si d1JeI<l que L1> categ,ouas sellan reque11dd, !pa1d el
wnoum1ento) Li [d \.cdd t1ae una coueccwn «Id cual [mtu1c10n
11 enc 1a du,utM, st dd)1era refe11r en efecto, a la nada ;em1ble], poi C!t.Ilü, ;uld 1equendct»
11 pen,"1 tu11lc1clu pm s1. es solo la lunuon log1ca, ) por 920 Como si d1Jerc1 ")o 'º) L1 co:,a en s1 misma», pe1 o t<lrnbien po
unto fJll!a e,puntct11e1cL1d del enl<lLe de lo muluple de una d11c1 ententle1;e «el se1 m1>mo" La exp1e;1on ,demdnd «\Ve,en», que
mtuiuun mer,llnente posible, ¡ no 1epi e,entd de HlllglllM nornMlmente u dduumo; c1qlll po1 «ente», se puede t1 aduc11 tdmb1en
pu1 ~<!::ieP>, y poi <<e~c11c1a»
CRITICA DE LA RAZOf'< Pl RA

últim.a .el sí mumd' 21 p('nsante debería entonces, pues, bmcar las mente intelectual de la determinación de mi existencia, pero
condICwnes del uso de sm funciones lógicas como categorías de i mediante cuáles pr ed1rndos) Mediante ningunos otros que ]o<;
substancia, de causa, etc., no meramente para designarse, como que deben serme dados en la intuición sensible, } así ; o iría
objet~ en sí mismo, con el Yo, sino también para determinar la a para1 de nue\ o allí donde estaba en la psicologia raciona 1, a
especie de su existencia. es rlecir, para conocerse como noummon, saber, a la necesidad de mtuiciones sensibles pura prornrnrles
lo cual •. empero, es impmible, pues la intuición empírica interna <;Ígnificado a mis conceptm intelectuales""" de <;ubsti1ncia, cama,
es sensible, y no proporciona nada más que data del fenómeno, etc, sólo mediante los nw les puedo tener conocimiento de mí
el cual no puede suministrar nada al objeto de la conoenoa pura mismo; pero aquella<; intuiciones nunca pueden a¡udarme a
para el conocimiento de su existencia <;eparada, sino que solo sobrepi1'mr el campo de la experienci<l Sin embargo, en lo que
puede servir para lo<> propósitos de la experiencia ( oncierne al uso práctico (el nrnl, empero, siempre está dirig1do
. Pero si se supone que en lo que sigue, no en la experienna, ' a objetos de la ex.periencia),'' 2 ; ; o estaría autorizado a aplicar
smo en c:erta~ (~o meras reglas lógicas, sino) leyes del uso puro estos conceptos, de acuerdo con la significación analógica en
de la razon, validas fl pnon, concernientes a nuestra exi<>tencia, ' el mo teórico, a la libertad y al sujeto de ella; entendiendo por
se encontrase ocasión parn presuponemos enteramente aprwn ' ello<; <;o]amente las funciones lógicas de sujeto) predicado, de
como legisladores, en lo que respecta a nuestra propia exutenria, fundamento v comecuencia, de acuerdo con las cuales las ac-
) [para presuponemos] t<lmbién como determinantes de esa rione<; o los [B-1-32] efectos se determÍ!wn de acuerdo con esas
existencia, entonces por ello se descubriría una espontaneidad le) es de tal manera. que pueden ser explicados siempre, a la
por la cual nuestra efectiva realidad sería determinable, sin ve7, con bs leyes de la naturnlew, de acuerdo con las categorías
que se necesitasen para ello las condiciones de la intuición ele substancia y de causa, aunque surjan de un principio entP-
empírica; y aquí advertiríamos que en la conciencia de nue 5 1amente difPrente." 2'' Esto ha tenido que ser dicho solamente
tra existencia había, contenido a prwn algo r¡ue puede servir para pt evenir el malentendido al que fácilmente está e>.. puesta
para determinar nuestra existencia -que sólo de modo sensible la doctrina de nuestra intuicir'Jn del yo mmnn," 27 como fenómeno.
pu:'de ser [B43 l] íntegramente determinada-' 112 con respecto En lo que sigue habrá ocasión de hacer uso de esto
a nert.a facultad interna, en relación con un mundo inteligible
(por cierto que sólo pensado).
Pero esto, sin embargo, no haría avan7ar en lo más mí-
nim~ los intentos en la psicología racional Pues por ¡iquella
admirable facultad que sólo la conciencia de la le\ moral me 92-J Literalmente «del entendimiento».
revela,'¡¿ yo llegaría a tener, ciertamente, un pri~cipio pura
1
.925 Los paréntesis en la frase «{el cual, empero. siempi e está dmgido
a ob1etos de la experiencia)» son i1gregado de esta traducc10n
.926 Tamb1en puede entendet 'ie· «Li> ª' r1ones o lo'> efectos s<> <kte1 m1
927 El subra~ado en basta1d1l!a de la expresión «sí mismo» es agre n,111 de acue1 do con esas le; es de t<cl manera, que, JUntamen te con ii'ls
gado de esta traducc1on
leHs de la natm aleza, pueden ser explicados siempre de acue1 do con
?22 Los gtnones en la f1 ase· "·que sólo de modo sensible puede ser las catego1ías de substancia)' dE' causa, aunque SUIJan de un prmcipw
mtegiamente determmada-» son agiegado de e'ta tiaducción. enteramente chfe1 ente»
923. También podría entenderse: «que es el pnmer o que me revela la .927 Es dern. de sí mismo (Selbs ). El subr;nado en basta1d1lla, n la 0

conc1enc1a de la le; moral». e'p1es1011 yo m1<mo, es ag1egado de esta t1aducc1on


CRITIC21 DE L-" RAZOi\ PL RA
!Ml\t'\NUEL KAf'. T

Capítulo segundo del libro segundo incondicionada, pero pronto se enreda en tales contradicciones,
de la Dialéctica transcendental que se ve obligada a desistir de sus pretensiones en lo que
respecta a la cosmología.
L->. _.>,;-;TINOl\IL\ DE LA RAZON PUR.-\ Pues aquí se manifiesta un nuevo fenómeno de la razón hu-
mana, a saber: una antitética enteramente natural, para la cual
En la introducción a esta parte de nuestra obra hemos no se precisa cavilar ni tender lazos artificiosos, [B--l 3--i] sino que
mostrado que toda apariencia ilusoria transcendental de la la 1azón cae por sí nü,,rna en ella, y de manera inevitable; por
razón pura se basa en inferencias dialécticas, cu; o esquema ella, ciertamente, [la razón] queda preservada del sopor de una
suministra la lógica en las tres especies form~les de los [.:--Hl6] convicción imaginaria, producido por una apariencia ilusoria
silogismos en general, así como las categorlds encuentran_ su meramente unilateral; pero a la vez es inducida a la tentación,
esquema lógico en las cuatro funciones _de todos 10S J:uc~os. ya de entregarse a una desesperanza escéptica, ya de adoptar
1
La primera especie de e::,os racwcimos sofbticos se refe!ld ,t la un empecinamiento dogmarico, poniéndose rígidamente en la
unidad incondicionada de las condiciones rnbjelwas de toda,, cabeza ciertas afümacione::,, sin prestar oídos ni hacer justicia a
las representaciones en general (del suje:o, o del alma), _en los fundamentm de la parte contraria. Las dos [posiciones] son
correspondencia con los ,,ilogismos categoucos, cuya premisa la muerte de una filosofía sana, si bien aquélla podría llamarse
mayor, como principio, enuncia la referenoa de un pred1ca_do también, en verdad, la eutanaw.L de la razón pura.
a un [B--i33] rnjeto. La :.egunda e:.peue de argL'.mento d1<tlectl~~ Antes de mostrar las escenas de discordia y de quebrantos
tendrá entonces por contenido, por analogia con los s1'.og1,,- que este conflicto de las leyes (antinomia) de la razón pura
mos hipotétüm, la unidad incondicionada de las condioones oca,,iona, daremos cie1 tas explicaciones que pueden aclarar y
objetivas en el fenómeno; así como_ la teraw espeue, que _se JUStificar el método del que nos servimos en el tratamiento de
presentaiá en el capítulo siguiente, tien~ por tema launidad nuestro objeto. A todas las ideas l!anscendentales, en la medida
incondicionada de Ja,, condiciones obJetlvds de la posibilidad en que conciernen a la totdlidad absoluta en la síntesis de los
fenómenos, las llamo wruepto:i del mundo, [A--l-08] en parte pre-
de los objetos en general. _
E,, digno de nota1se, empero, que el paralogismo transcen· rnamente por esa totalidad incondic10na?a, en la que se basa
dental produjo una apariencia ilmoria meramente umlateral, tam~ién_ el con~epto del mw1do como un todo, [concepto] que
con respecto a Id idea del sujeto de nuestro pensai; y que parn es, el mismo, solo una idea; en parte porque se refieren sola-
la afirmación de lo contrario no es posible encontrar 111 la mente a la síntesis de los fenómenos,} por tanto, a la [síntesis]
más mínima apariencia ilusoria originz.cla en conceptos _de la empüica, mientras que por el contrario la totalidad absoluta
razón. La ventaja está en ter amente del lado del pneumatismo, en la síntesis de las condicione5 de todas las cosas posibles en
aunque éste 110 puede negar el defecto hereditario que lo ~leva general [B--J-35] dará ocasión a un ideal de la razón pura que
a di,,iparse en mero humo en la p1 ueba de fuego de la cnt!Ca, es enteramente diferente del concepto de mundo, aunque
a pesar de todas las apariencias que lo favorece~- _ está en relación con éste. Por eso, así como los paralogismos
Muy otro es el resultado si aplicamos la razo~ a la sz_nteszs de la r~zón pura pusie1on el fundamentü para una psicologia
objetwa de lo:> fenómenos, [A--1-07] en la cual ella_ piensa, o~rta· dialect1ca, la antinomia de la razón pura pondrá a la vista los
mente, hacer valer con mucho brillo su pnnup10 de la umcl.td principios transcendentales de una presunta cosmología pura
l'v1"11\1'l EL KANT CRITICA DE L.r\ RAZO"< PuRA
490

~ra~ional), no para darla por válida y adoptarla, sino, corno lo tu; a llna 1n1c) precisamente [una <;erie] de condiciones para
rnd1ca ) a la denominaci~n d~ u~ conflicto de la razón, par¡ un cond1nona<lo. subordmadas una<; a otras (no coOidmadas
representarla en su apanenc1a ilusoria, deslumbrante, pero !unas ron ot1 as]~ La razón exige la totalidad absoluta <;ólo en la
falsa, c?mo una idea que no se puede hacer compatible con mrdida en que ella concierne a la <;erie [A 110] ascendente de las
los fenomenos. cnnditiones pztra un condicionado dado, por tanto, no [la ex1_ge]
rnando <;E' trata de la línea descendente de las consecuencias,
ni tampoco cuando se trata del agregado de condi_ciones coo~­
dinadas para esas con<;ecuencia<; Pues las cond1oones [B-131]
Sección primera de Ja antinomia de la razón pura
e<;tán \a presupuestas con respecto al condicionado dado, y
ha\' q;1e considernrlas como dacias también junto. con éste;
Sis 1EM,\ DE LAS IDtAS cosMOLOGICA s mientras que, como las consecuencias no hacen posibles a sus
condicione<;, sino que más bien las pre<;uponen, uno puede, en
. Ah?:ª bien, para poder enumerar estas ideas con prensión el progrPSO hana las consecuencias (o en el descenso ~esde ~a
s1stem_at1ca, segunrn:p~inripio, debemos obsen ar pnmeramenlr
condición dacia, a lo cond1oonado) desentenderse de s1 la sene
que solo del entendnrnento pueden surgir conceptos puros 1 termina, o no termina; ven general, la cuestión ele la totalidad
transcendentales; [A W<ij gue la razón no genera propiamente
de ella no es una presuposición de la razón
concepto alguno, _smo que a lo sumo fzbera al ronrrpto del en· Así, necesariamente se pien<;a que un tiempo enteramente
tm~1m1ento de las rnevitables limitaciones de una expenencia 1
tran<;cnrrido ha<;ta el momento dado, es también dado (aunque
pos1~l~, y procura. por consiguiente, ensancharlo más alla de
no spa determinable por no<;otros) Pero por lo que concierne
los limites de lo ~mpírko, aunque en conexión con [B i.16] ello al !tiempo] 'enidero. como él no es la condición parn i:egar al
Esto ocun e en vmud de que ella exige, para un condicionado
pre<;r1Jte, p'ara comprenderlo a éste es enteramente md1ferente
dado, absoluta totalidad por la parte de las condiciones lba¡o cómo ti atemos al tiempo venidero· si se prefiere hacerlo cesar
las_ cuale~ e~ ~ntenduniento somete todos los fenómeno~ a Ja ~ en algún momento, o si se prefiere dejarlo correr has:a_Io infi-
umdad srntetJCa), y con ello convierte a la categoría en idea '
nito. Sea la serie m, n, o, donde 11 es dado como cond1C1onado
tr_a~scendental, para darle integridad ab<;oluta a la síntesis em 1
1 rpspecto de m, pe10 a la \ez como condición de o, [sup~ngase)
pmca mediante la continuación de ella hasta lo incondicionado quP la sene va) a en sentido ascendente. desde el cond1nonado
(que n~nca s_e encuentra en la experiencia, sino sólo en la idea) ' na (/, k. 1, etc.) e igualmente, en sentido descendente, desde la
La razon exige esto según el principio: si está dado lo condwo 171
rnndición na lo condicionado o (p. q. r, etc.); debo pi esuponer
nado, entonen e\tá dada tamb1rn la entera wma de lru condwones)
la primera serie, para considerar n como dado, )' n es posible,
p01 tanto, lo absolutamwte wcondffwnado, sólo mediante lo c~al según la razón (lsegún1 la totalidad de las condiciones) [A-J.11)
aqt~ello [condicionado] era posible. Así, pues, pnmeramente,
<;ólo por medio de aquella sene, pero su posibilidad no se basa
las 1~ea~ transcendentales no so~ propi_amente nada más que en la sPrie siguiente o, p, q, r. que por eso tampoco [B-J.38) puede
cate 0 onas ensanchadas hasta lo rncond1cionado " aquélla s
<l - d. '1 se 'iE'T con'iiderada como dada. sino sólo como dab1lzs.
Pº. ran ~sponer en una tabla ordenada según los títulos de las Llamaré rcí',rrm1a a la síntesis de una serie por el lado de las
ultimas I ero en segundo higm, no todas las categorías seniran condiciones, ecs decir, a partir de aquella que es la [condición]
para ello, sino solamente aquellas en las que la síntesis comli
CRITICA DE L-'\ R-'\ZO'\ Pl R.-'\
493

mas pró,jma al fenómeno dado, hasta las condiciones más partes del espacio, por la cual lo aprehendernos, es, empero,
remotas; v p1og1eólL'u, en cambio, a [la síntesio] por el lado de lo >Uu?>iva, y por tanto acomece en el tlempo, " contiene una
condicionado, a p-u tir de la consecuencia más próxima hasta sene. Y como en esa serie de los espacios agregados (p. ej.
laº [consecuencias] mits remotas. La primera va lll anteadentw, de los pies en una_\ ara)' 1" ' a partir de uno dado, los [espacios]
la segunda tll wwequentw. Lts ideao co:,mológicas, por con;,i- que despues se anaden con el pensamiento son siempre la
01tiente se ocupan de la tot<llidad de la síntesis regTesiva, y van wnduzón del lzmzte de los precedentes, resulta que la mcduwn
ü '
1n antuedwtw. no zn wmequentw. S1 ocurre esto último, no es de un espacio ha de considerarse también como una síntesis
un problema necesario de la razón pura, sino uno arbitrario, de una serie de condiciones para un condicionado dado;
pu1que para la comprensibilidad completa d_e lo que e:,tá dado sólo que no se distin811e en sí mismo el lado de las [A. -113]
en el fenómeno necesitamos ciertame1ite los lundamentm, pero condioones, del lado hacia el cual está lo condicionado, y en
consecuencia, [B-1.+0] regre:,jw, y progressus en el espacio parecen
no las consecuencias.
Para disponer ahora la tabla de las ideas según la t<tbL1 de ser idénticos. Sin embargo, puesto que una parte del espacio
las categorías, tomemos primeramente los dos quanta prnm no es dada por la otra, sino solo limitada [por ella]. debemos
genios de toda nuestra intuición, tiempo y espacio. El tiempo comide1ar también, en esa medida, como condicionado todo
es en sí mismo una serie (y la condición formal de todas la~ espacio limitado, el cual presupone a otro espacio como la
eries), y por eso hay que distinguir a pno11 en él, respecto co1H.l1uón de su límite, y así sucesivamente. Por consiguiente,
0
de un presente dado, los anteadentta como co;1d1~10nes (lo wn respecto a la limitación, la progresión en el espacio es
pasado), de los wnsequentzbus (lo tuturo). [A-±12] l or com1 también un regressus, y la idea transcendental de la totalidad
o-¡_Jiente, la idea transcendental de la totalidad absoluta de la absoluta de la síntesis en la serie de las condiciones atañe
~erie de las condiciones para un [B-139] condicionado dado también al espacio, y puedo preguntar tanto por la totalidad
se refiere solamente a todo el tiempo pasado. Según la idea ab>oluta del fenómeno en el espacio, como por [la totalidad
de la razón, todo el tiempo transcurrido, como condición del dbsoluta del fenómeno] en el tiempo transcurrido. Pero si
momento dado, se piensa nece:,ariamente como dado. Por lo acaso es posible, en general, una respuesta a esa [pre81mta],
que concierne al espac10, en él, en sí mismo, no ~ay nin?Lll1d [es algo que] se podrá determinar en lo ft¡turo.
diferencia entre el p10g1e:,rns y el regre:,rns, poi que el comtituye En segundo término, la realidad en el 'espacio, es decir, la
un agregado, pero no una serte, ya que las partes de él sor: todas 11wteria, es un condicionado cuya:, condiciones internas son sus
simultáneas. El momento presente sólo lo pude considerar, [propia:,] pa1 tes, y [del mal] la:, parles de las partes son las con-
respecto del tiempo pasado, como condicionado, pero _nunca d1uones remotas; de manera que aquí se produce una síntesis
como condición de él; porque e'te momento su1ge, p11rne1a regresiva, cuya totalidad absoluta la razón exige, [totalidad]
mente, sólo poi medio del tiempo transcurrido (o más bien, que no puede tener lugar de otra manera que por medio de
por medio del transcurnr del tiempo precedente). Peru co'.no una división consumada, por la cual la realidad de la materia
las partes del espacio no están ,ubordinadas unas a ~tra5, smo o bien se disipa en la nada, o bien [desaparece al convertirse]
que estan coordinadas, una parte no es la c~nd1c10n de ld
posibilidad de la otra, y él no constituye en s1 rrmmo'. como
el tiempo, una serie. Sin embargo, la síntesis de las mulnple> 9:!.8. El pie, como medida de luugHud, tuvo \alores va11ables enne
25 cm; 3-1 cm Lt va1a vaha ap10x111J<tdamente tl3 cm. '
llVIMANUEL l\ANT
CRrrICA DE LA RAZON PURA 495
494
en aquello que no es ~a materia, a saber, en lo simple En excepto sólo en la medida en que lo rontm~r~te en la e;fr;te_ncia
consecuencia, hay aquí también una serie de condiciones) debe ser considerado siempre como cond1c10nado, y segun la
un progreso hacia lo incondicionado. regla del entendimiento remite a una condición, b~o la cual
[B44 l J En tercer término, por lo que toca a las categonas es necesario remitirla a ésta a una condición supenor, ~lasta
de la relación real entre los fenómenos, [A4 l 4J la categoría de que Ja razón encuentra, sólo en la totalidad de esa sene, la
substancia con sus accidentes no es apta para [ser] una idea nemzdad incondicionada. , .
transcendental; es decir. la razón no tiene ningún fundamento, Segun esto, no hay más que cuatro ideas cosmolog1cas,
con respecto a ella, para dirigirse regresivamente a condiciones. según Jos cuatro títulos de las categorías, si se t~man en ~uent.a
Pues los accidentes (en la medida en que son inherentes a una aquellas que implican necesariamente una sene en la smtes1s
única substancia) están coordinados unos con los otros, y no • de lo múltiple.
constituyen sede alguna. Y con respecto a la substancia, no
están propiamente subordinados a ella, sino que son el modo ,
de existir de la substancia mioma. Lo que aquí todavía podna [BH3]
parecer que fuese una idea de la razón transcendental sena
el concepto de lo substanaal Sólo que como esto no significa
otra cosa que el concepto del objeto en general, que subsiste, ' La absoluta integridad de la
cuando en él se piensa meramente el sujeto transcendental sin rompo>1nón
predicado alguno, pero aquí se trata solamente de lo inron 1 del todo dado de todos los fenómenos
dicionado en la serie de los fenómenos, resulta claro que lo •
substancial no puede constituir un miembro de ella. Lo mismo ' 3
2
vale también para las substancias en comunidad, que son meros La absoluta integridad del
agregados y no tienen ningún exponente de una serie,~ 20 pues ' La absoluta integridad de la
d11'ls1ón surg1m1cnto
no están subordinadas unas a otras como condiciones de la • de un fenómeno en general
posibilidad de ella, lo que sí se pudo decir de los espacios, cuyo de un todo dado en el fenómeno
límite nunca estuvo determinado en sí, sino siempre [sólo] por
..¡.
otro espacio. Por consiguiente, queda sólo la categoría de la
causahdad, que ofrece una serie de causas para un efecto dado, La absoluta integridad
en la cual [B442] se puede ascender, a partir del último, como de la dependencia de la 0:11tcnna
lo condicionado, hasta aquéllas, como condiciones, y [así] se de lo mudable en el fenómeno
puede responder la pregunta de la razón.
[A415] En cuarto término, los conceptos de lo posible, lo [A+ 161 En primer lugar hay que observar aquí _que la idea
efectivamente real y lo necesario no conducen a serie alguna, de la totalidad absoluta no concierne a nada ma'> que a la
exposición de los fenómnw~, y por tanto no al concepto puro
del entendimiento, de un todo de las cosas en general. P01
929. Sobre el «exponente de una serie» véase A 331, B 387 (cit. por consigrnente, se consideran aquí los fenómenos como dados,
He1msoeth: Tians¿rndentole Dw!rktik, p 209 nota 25). '
CRITIC'I DE L> RAZO> Pl R'I
497
; la razon exige Id 111teg1 idad absoluta de las cond1uones de no \segun la guia de las ccltegonas, que la representan como
Id pos1b1hdad de ellos, en Id med1dd en que btds constltU) en una sene de concl1uone' par et un cond1c10naclo dado) esta
una sene, ) por tdnto, [e'.1ge] und smtes1s etbsolutdnwnte contemdo necesanclmente lo mcond1c10netdo, [B 1-!5] por mas
cornpletd (e, dec1r, [completd] en todo respecto), por mecho que se deje sm dec1dir s1 acaso, ) como, esd totahdcld hd de
de J,1 'ual el fenorneno podna ser expuesto segun ]e,es del ser realizada [por ello] la ra.ton emprende dqu1 el carnmo a
entend11111ento partir de la idea de !et totalidad, dunc¡ue tiene propiamente por
En o,egundo lugar, Jo que id razon busca, en eset smteo.1:, mtenoon ultima lo uuonduwnado, ya sea de la sene entera,
de J,to, cond1cwnes que ,e desdllOl!et a !et manera de una sene, o de una parte de ella
) regresl\ dITiente, [B-!-l-l] es solo lo mcond1c1011<1du, por as1 Ahora bien, a esto rncond1uonado se lo puede pensar,
deCJrlo, la mtegI1dad en let serie de las prern1sets que, todds bien como s1 cons1stJe1a mer.unente en la se11e entera, en
JU!lteto, no pi es u ponen nmguua oti a ulte11or E:, to uuonduw !ct cual, ernonces, tocio, los miembros, sm e'.cepc1on, seuan
nado eota :,1emp1e contemdo w la totalidad abwluta de la jlrze, rnnd1uonados, '> solo !el tot,dtddd ele ellos se1 ia absolutamente
cu,mdo uno ;e !et representa en !et mMgrnetuon Pe1 o e5td mcond1uonddet, y entonces el 1eg¡ejc,W se llama mfimto, o bien
srnte:,1:, absolutetmente completa es, a su \ ez, :,olo un et 1de,t, lo Jbslutdmente rncond1uonado es solo una parre de la sene,
pues no :,e puede ,etber -di menos, de antem,1110- '"' si una [parte] a !ct cual estan subo1 dmddos los restantes miembros de
[smtes1s] tal e; po:,1ble ldmb1en en los fenomenoo. S1 uno se ella, pero que no esta, ella rni~ma, sometida a nmguna otra
repre:,enta todo por meros concepto:, puros del entend1m1en comhuon J>J En el pnme1 (aso, Id sene [A-l 18] no tiene limites
to, sm cond1cwne:, de !et mtmuon sensible, se puede decu a paite pnorz (no tiene cormenzo), es decir, es mfimta, ) sm
dl! edamenle que pdr a un cond1c10netdo dado esta d,Hid embargo esta enteramente dada, pero el 1<g1e;,JUJ en ella nunccl
tamb1en la se11e completd de las cond1c10nes subordulctdct:, esta completo, ¡ solo puede !letrnar se lo mfimto potentzalztu
unas a otias, pues aquel solo es dado por med10 de esta Pe10 En el [B-!-!G] ;egundo ca5o hety [digo que es] lo pnmero de lct
en los fenomenos se encuentia una part1u1lar hnutauon de lct sene, lo cual, con respecto al nernpo transcurndo, se llama
manera como son dadets !ds cond1uones, [A 117] a sabe1, por el wmzen¿o del mundo, con respecto al e~pac10 [se llama] el
med10 de la smte;1s ;uces1\a de lo mult1ple de la 111tu1uon, !mute del mundo, con respecto a ]ds partes de un todo dacio
que tiene que ser completa en el regre55w Ah01d bien, sigue dent10 de sm !mutes, lo :,zmplt, con respecto a las causas, lit
siendo un p1 oblcma [clete1 mmai] s1 acaso e~ta 111teg11clclcl es absolut,t npontaneidad (libertad), con respecto a la existenua
~em1blemente po,1ble Pero la idea de estd mtegndctd reside, de las cosds mudetbles, let 11ew1dad natu1al absoluta
por ue1 to, en la razon, 111clepend1entemente ele la pos1bil1dcld,
o 1mpos1b1lidetcl, de conectar con ella conceptos e111pu 1cos
ele manera adecuada P01 cons1gmente, como en la totalidad 937 Ld Lotdhd.td db;,oluta de la sene de ]ds condic10nes pa1a [ ,.\ -118]
un wudiuonJ.do dddo e;, ;,1empie mcondic10nada, pmque fuerJ. de
absoluta de la s111res1s regre;l\a de lo mult1ple en el fenome ell.i no lM} }d m<-L> wndiuone;, con 1e;,pecto a las cuales [e,a totalidad]
pudiei d se1 c.ondiuonddd Pe1 o e;,td lotdhddd db>olutd de una sene ta]
e, soldmente und idea, o mJ., bien, un concepto pioblematico, cuyd
930 Lm, gu10ne, en la f1 <.L>e «-al meno;, de antemano-» son agi egado po;,1b1hddd debe ser mve:,t1g,Hh, y debe ;,edo con respecto a la maneia
de e;,td trdducuon como puede estai contenido en el Jo mcondiuonado, que es i:ropia
m~nte ]d idea t1d11scendental que aqm 1mpo1ta [Nota de Kant]
CRITICi\ DE LA Ri\70'• PURA
499
l\1M!\NllEL KANT
v aunque no so-
. t das tran<;cen d en t es, i ,
Tenemos dos expresiones: mundo y natura/e¿a, que a veces ademá5, esta<; idea' 'ºn o. , f , pno'i, fil lo q11P lfíput11
. t s deor a \os enom ·¡ l
se confunden. La primera"'L significa el todo matemátJCo de bre11a~an al o bJf' o, e ' J nte del mundo 'ien'ii J P
todos los fenómenos y hi totalidad de la síntesis de ellos, tanto
' .
11. la e¡penr, smo qu
e 'ie oc11p<i11'º 11 ame
la síntesis hasta un gra r
dJ
) · 11bargo e\ an \l
en lo grande como en lo peque1'io, es dPcir, tanto en el pr°' (no de noumrn11, smexperwnoa e1 . ·bJ se las puede amar a
greso de ella por compo'>ición, como por dn isión. Pero este q ue snh1epa'a to da pos1 e.
. . ., ionrrpto1 de m1n1 do
d nte PI1 m1 op1rnon,
mismo mundo se llama naturaleza,''" en la medida en que es todas muv acerta amP .' d 1 (B • '8] incondicionado ma-
, 1 el. f cm e o ..,...,. ' l
considerado como un [A +19] todo dinámico, y no se atiende En att'11C10l1 a a t eren. . d dinámico al que apunta e
, . d lo incond1oona o , , . ptos
a la agregación en el espacio o en el tiempo, para [B+t7] pro tematH o j e . b a las do'i primeras, con< e
'a sm em argo, d 1
ducirlo como una cantidad, sino a la unidad en la e:rntmczade regrmus, yo 11 aman, , . to 1del mundo en lo gran e " en o
los fenómenos. Entonces, la condición de lo que acontece se de mundo en sentido estnc i ronrept01 transrmdrntn
s restantes, Pmpero, - d
llama la causa, v la causalidad incondicionada de Ja causa en el eque1'io), va las d 0 · . ., r ahora, todav ia, e
P · E t distmc10n no es Pº
fenómeno [se IÍama] la libPrtad, mientras que la condicionada, de la n11t1n11lc;:,11 ,<; a. d 11 o-ar a ser más importante
· pero pue e P,,,
por el contrario, se llama causa natural en sentido estricto Lo espeoal importanoa,
condicionado en la Px1stencia en general, se llama contingente, en \o que sigue.
y lo incondicionado, necesario. La necesidad incondicionada
de los fenómenos se puede llama1 necesidad natural. , ura
Las ideas de las que ahora nos ocupamos las he llamado ,, d de la antinomia de la razon p
Seccton segun a
más arriba ideas cosmológicas, en parte porque se entiPnde
por mundo el conjunto de lodos los fenómenos, y nuestras ANTITÉ ncA DE L.\ RAZO:\ PUZA
ideas sólo se dirigen a lo incondicionado entre los fenóme·
. de doctrinas dogmáticas, en-
nos; y en parte también porque la palabra mundo, en sentido Si tética es todo conpmto fi . nes dogmáticas de lo
transcendental, significa la totalidad absoluta del conjunto de . , . . no las a rmaoo .
tiendo por antitet1ca, . d 1 s que en aparienua, son
las cosas existentes, y nosotros dirigimos la mirada solamente . · ¡ conflicto e 0 ' ~ · sP
ront1 ano, smo e _. (thesm cum 11 nt1thes1¡, sm que
a la integridad de la síntesis (aunque [A420J propiamente
conocnnientos dogmat1cos , . derecho a la aprobación
sólo en el regressus a las condiciones). En comideración a que llos un superior ·
atribm a a uno el e e s de afirmaciones u111-
1 • - t. no se ocupa, pue ' 1 d
A-1-21} La ant1te ica . ntos universa es e
\ ·deia conoom1e
laterale<:, sino que cons1 . al conflicto de ellos Pntre
932 En el ongrnal· «lo primero» Seguimo> a Ed. Acad. ,l lo que concierne 1 a
933. Natm aleza, lomada (formahtrr) significa la interconn1ón la razón, so o en , La antitética transcendenta es un
de las detennmaciones de una cosa segtín [A -119] un principio interno sí va las causas de este. . . de Ja razón pura, de las
,, dP la antinomia , l
de causalidad. Por el contiano, por naturaleza [tomada] wbstantwe(ma inve'itigación ace1ca de ella. Cuando no aplicamos nues rn
terzahter) se entiende el con¡unto de los fenómPnos, en Ja medida en que Lau<;as v del resultado . d 1 eriencia. para el nso de
éstos, graCJas a un pnncipm mterno de causalidad, están integralmente , t a objetos e a exp
mterconectados. En la pnmera acepción se habla de la naturalen de
razón meramen e . . \BH9] sino que nos aven
. . d 1 entencl11111ento, , -
la matena flmda, del fuego, etc, y la palabra se emplea ad¡ertwe; en Jo<; prínop1os e - 11- d los límites de esta, surgen
camb10, cuando se habla de las cosas de la naturaleza, se tiene en el trnamo'i a extenderla roas a a e
pensamiento un todo subsistente [N0ta de Kant].
CRITIU\ Ul: Li'. R-1ZO\ PLRA
500

teoremas sojzstzcos que ni pueden esperar confirmación por la razón-"" si son adecuadas a la umdad de la retzón, oerán de-
experienoa, ni tienen que temer refutacion en ella, y cada uno masiado g1 andes para el entenduniento; ) si son apropiadas
de los cuales no sólo esta en sí mismo libre de contradicción, para el entendimiento, serán demasiado pequeñas para la
sino que incluso encuentra en la naturaleza de la razón las razón;'"· de donde debe surg1r un conflicro que no se puede
condioone'3 de su necesidad; sólo que, desgraciadamente, el entar, comoquiera que se lo torne.
contrano tiene de su parte fundamentos igualmente vahdo:i Estas afirmaciones sofísticas inauguran un campo de
y necesanos de su afirmación. combate dialéctico, en el que lleva ventaja let parte a la que
Las preguntas que se ofrecen naturalmente, en tal dialéctiL.i se permite el ataque, y [A-l23] es \ encida, con certeza, la
de la razón pura, son, enronces: l ro. En cuáles proposiciones, /parte] que se\ e obligada a proceder sólo a la defensiva. Por
pwpiamente, la razón pura está, pues, ineludiblemente someti- eso, recios campeones, ya sostengan la causa buena, ya la
da a una antinomia. 2do. En qué causas se basa esa antinomia. m.ib, están seguros ele lle\ arse la corona de la victoria, con
3ro. Si acaso, y de qué manera, le queda abier Lo a la razón en sólo que cuiden de tener !et prerrogativa de hacer el último
esa contradicción, sin embargo, un camino [que conduzca] a embctte y no estén oüligado~ a sostene1 un nue\·o ataque del
la certeza. contrincante. Uno puede tanlmente representarse c¡ue esta
Un teorema dialéctico de la razón pura debe, según eso, arena ha sido siempre hollada con bastante frecuencia; que
tener en sí esto que lo distingue de todas lets proposiciones mucho:, t1iunfos han sido obtemdos en combate, por ambas
sofüticas: [A.-132] c¡ue no se refiere a una cuestión cap1id10sa, partes; pero c¡ue para el ult11110, [B-t.51] que era el decisivo, se
que se plantee sólo en cierto sentido ai bitra1 io, sino [que se cui<ló siempre de que el campeón de la buena causa quedara
refiere] a una [cuestión] con la que toda razón humana, en w solo dueño del terreno, p1 olubiendo a su contrincante que
avance, debe necesar ietmente tropezar; y en segundo término, continuara llevando las armas. Nosotros, corno jueces impar-
que él, junto con su contrario, no implica una etpariencia iluwria ciales del combate, debernos dejar de lado completamente
meramente ai tificiosa, que fuera a desaparece1 inmediatamente [la cuestión de] s1 es por la c.tuset buena o por la mala, por la
tan pronto como se la entendiera; sino que implica una apa- que combaten los adversarios, y debemos dejar que decidan
riencia ilusoria natural e inevitable, c¡ue incluso [B-L>O] cuando primero su asunto entre ellos. Quizá, después de haberse
uno ya no es más seducido por ella, sigue bur !ando, aunque má;, cansado que lastimado uno al otro, ·comprendan por sí
ya no engañe; y a la que por consiguiente se puede hacerla mismos la insignificancia ele su querella y se separen corno
inofemiva, pero nunca se la puede extirpar. buenos amigos.
Tal doctrinet dietléctica no se referirá a la unidad del en·
tendimiento en conceptos de experiencia, 5i110 a !et unidad <le
la razón en meras ideas, [unidad] cuyas condiciones -pue5to de la síme:,i:,». Pew también pod1ía entenderse «Como unidad absoluta
de la r.itón», o bien «como .ibsolula umdad de las reglas».
que ella, primeramente, corno &íntesis según reglas, debe ser
935. Lo:i gu10nes en la f1a;e «-pue;LO que ella [ .. ] congruente con la
cong1 uente con el entendimiento, y a la vez, si11 embargo, razón-" son agregado de e:ila ti aducción.
corno unidad absoluta de ella,q·" debe ser congruente con la 936 En el origmal, en smgulctr: «s1 es adecuada a la umdad de la razón,
se1d dem.io1.ido grande para el entendimiento; y s1 es apropiada para
el entendmuento, se1 á dema:,iado pequeña para la ra¿ón». Seguunos
93..f.. Probablemente haya que entender aquí: «como uniclctd .ibsoluta d Ed Acad.
502 l'J!MAl\l EL KA 'ff ( RITIC'\ OF L-1 RAZO' Pl R \ 503

Este metodo que consiste en contemplar un combate puu!c 11 esc()ncler afirmanone, ta Isas rn ,e las puede hace1
afirmaciones, o mas bien, de pro\ ocarlo, no pdra 111\ 1s1blc» [ \ 121] \a que las demostraciones deben proceder
finalmente en fa\ or de una u otra parte, smo para 1mest1gar s1Pmpre 51gu1cndo el hilo de la mtuH ion pura \ mediante
s1 el objeto de el no e.;; qmza un mero espeJlsmo que cada \lnt1 5111le,1<; siempre e\ 1clente En la filo'>ofia e\'.penmental
uno trata\ anamente de atrapar,)' con el cual nmguno !Ai24j bien puede ser util una duda que produzca dilaCJon pero al
puede ganar nada aunque no se le ofrezca resistencia esle menos no es posible nmgun malentendido que no pueda ser
proced11111ento, digo, se puede denominar el metodo m1pt1 ~ub<;anaclo facilmente, \ los ultimos medios pílr,1 decidn una
co Es completamente diferente del e1rept1mmo lqur esj un contra\ er<;ia deben esta1 finalmente en la e"per 1encia \a se
prmc1p10 de ignorancia artificial \ c1ent1fica que 50Ca\a lol lo<; encuentre míls tarde o mas temprano La moral puede
fundamentos de todo conoCJm1ento par a no deprle en mn !BIJ l] dar al menos en e'CpenenCJa<; posibles todos ,us
guna parte, hasta donde sea posible nmguna confian7a m pnnup 10 , t,nnb1en zn cnnrrrto Junto con las consecuencias
segundad Pues el metodo escept1co busca la certeza tratando ptactJCt1s \ con ello puede e\ 1tar el nnlentPnd1do de la abs
de descubnr, en esa disputa sostemda smceramente por ambas tracuon En cambio las afirmanones transcendentales, que
partes, v desarrollada con entendimiento, [B 152] el punto de ' se atnbm en a si mismas cogI11c10nes que se e>-tienden fuera
malentendido, para hacer corno los leg1sladores <;ah1os quede del campo clE todas las experiencias posible<; l1l estan en el
la perpleJidad de los 1ueces en los litigios, e\'.traen ensenanza ca5o de que la '>1ntcs1s abstracta ele ella.;; pudiera ser dada en
para s1 mismos acerca de lo que es mcompleto v no esla alguna mtu1c10n a prum H' 111 estan constitmclas de modo tal
suficientemente determmado en sus ler es La antmomrn que que el malentendido pudiese ser descubierto por med10 de
se pone de mamfiesto en la aphcac10n de las leyes es, para alguna e"\penencia Por tanto, la razon transcendental no
nuestra lnmtada sabiduna. el me1or ensayo de prueba de la adrrntc mnguna otra piedra de toque que el ensa\ o de umfi
nomotetica, para llamar con ella H la atenc10n de la razon tacion ele sus afirmaCJone<; entre ellas, \ por tanto, antes, [el
1que en la especulacmn abstracta no ad\ 1erte faCJlmente su! enSa)o] de certamen de ellas entre s1, libre\ sm estorbos,\
J+I)
errores) " 8 sobre lo" momentos en la determmac10n de sus esto es lo que pondremos a h ora en marc h a
pnncip10s
Este rnetodo escept1co es, empero, esencialmente propio
solo de la filosofia transcendental, ven todo otro campo dem
v est1gac1ones e"cepto en este se puede, por CJerto presnndJf
de el En la matematica su uso sena absurdo, porque en ella no

937 Es decJr con la i.nt1Pomia Como s1 d11era ' la antmomrn11ne


pai 1 llamar la atencion de la 1azon sob1e los momentos en la deter
mmac1on de sus pnnc1pios Esta «determmac1on de los pnncip10s• 939 Tunhien podJia entenderse pudiera ser dada a prw11 en alguna
es la «nornoteticl> 1ec1en mencionada
111tu1cion
938 l os p1sentes1s en la f1 ase <(que en la especulac1on [ J sus errom' 9/0 Lts 1ntmomns se suceden segun el 01den de las ideas transcen
son agregado de esta ti aduccion
rlent1les cit1chs nns arnba [Nota de Kant]
lMMAP.lJEL KANT
505
[A42ti] [B-!5-!j l.-\427] [!H55]
L\ Ai'iTI:'-lOMIA DEL\ RAZON PCR.-\

Primer conflicto de las ideas transcendentales

Teszs Antüesis
El mundo tiene un comienzo en el tiempo, y en el espacio El mun~o no ti<me comienzo, ni límites en el espacio, sino
también está encerrado en límites. que es mfimto tanto en lo que respecta al tiempo, como en ¡0
que respecta al espacio.

Prueba Prueba
Pue:, oupóngaoe que el mundo no tuvie1a comienLo alguno Pues supóugase que tiene un tomienzo. Como el comienzo
en el tiempo; a,í, lia:,ta Lualquier momento dado habrá tra11scu es una e.>..isten<-ia a ht que preceJe un tiempo en que la cosa
rridn una eternidad, y por tanto, hab1 á tianscm rido una se1ie no es, debe hdber precedido un tiempo en el que el mundo no
infinita de eotados de las cosas en el mundo,'" 1 que se sucedie- est~ba, es decir, un ~ierr_ipo vacío. Ahora bien, en un tiempo
ron unos a otros. Ahora bien, la infinitud de una serie comiste \~crono e:, posible mngun surgimiento de cosa alguna; porque
precisamente en que nunca puede ser completada rnediaute nmgu1M parte dé un tiempo tal tiene en sí, más que otra [parte
síntesis sucesiva. Por consiguiente, una serie infinita transcu- cualqmeiaj, condición alg1ma distintiva de la existencia, antes
rrida en el mundo es imposible; y por tanto, un comienzo del que de la inexistencia (;a se ~uponga que [esa condición] sur-
mundo es una condición necesaria de la existencia de él, c¡ue ge por sí misma, o por otra causd). ~·• Por tanto, bien pueden
era lo primero que había que demostrar. rnrnenzar en el mundo algunas series de cosas, pero el mundo
Con respecto a lo !Jegundo, supóngase de nuevo lo contrario, m1>mo _no puede tener comienzo alguno; y por consiguiente
entonces el mundo será un todo infinito dado, de cosas que es mfinno con re:, pecto al tiempo pasado.
e>.isten :,imultaneamente. Ahora bien, la mag11itud de un quanli Por lo que toca a lo segundo, supóngase primeramente
que no está dado el una intuición cualquiera" 11 dentro de ciertos lo contrario: a saber, y ue t::! mundo es finito ) limitado en el
límites,'1• 1 no podemos pensarla de [A-128] [B-156] ningún otro esp_acio; se encuentra, entonces, en un e:,pacio vacío que 110
modo que mediante la :,ínre:,is de las partes, y Id toldhclc1d de esta hm1tado. Por consig1liente, no sólo habría una relación de
las cosas en el espaczo, sino también [una relación] de las cosas
9.JJ. T1111b1én pod1íJ. entt::nclerse. «hJ.b1á L1J.n,c1111Hlo en el mundo con el espauo. Ahora bien, como el mundo es un todo absoluto,
una ;,e1 ie mfimtd de estados de las cosas»
Y-f.l.. TJ.mb1é11 pod1 ía entenderse: «la magnitud de un quuu/1 que no
e:,tA dddo dent10 ele ciertos límites de toda mtmción». 9.f.f.. La mte1p1etJ.c1ón "Yª se -'>upongct que e:,a ex1stenc1a surge po 1 sí
9-f.3 Podemos mrnir corno un todo un quuntum mcletermuhtdo, llll>lllct, o por ot1J. cctu>a» no e.'> pu::.1ble g1<1maticalmente.
506 I' i'l \ il EL KA"il r ?.ll ICA DE Lo l\1\ZO\J FL !\A 50¡
un 111ant1 tal solo [pndemm pensarla] por mPchn ele id srnte111 fuera dél e ual [i\U()j [B i57] no hn; nm¡,11.1n oh1eto de la mtm
completa, o pn1 medio de 11 repetida acl1non de la unidad a uon,' pc11 t<into mngun co11P]<Jtn del nrnnclo con el cual este
s1 Il1I'llla /4 Segun esto, para pen<,df como un todo al m11ndo p<;(U\ 1e1 a en re]dc1on rP'>tilta gl'e la re!<:lc10n del mundo con
que urupa todo'i los P<;pac,os, tendna q11e con'1deu1rse como rl rs¡rn< 10 '<1c 10 <;ena un<1 relaoon de el" con lll!U!,1171 oh¡rf(}
completa la s111te>1s '\U( e<;p, a de las parte;,, de un mundo mfimto PPto t<1l iel,H ion \ por tanto la hm1taoon del mundo por el
es decir, debena con'i1de1 ar<;e como tran<;eu111do un tiempo P~prtuo \ ,\( w no e<; nada, por tanto, el rnundc 110 es limitado
mfimto en la enumc1 dc1nri de tnd<i<; las cosa<; u1P\1<,tentrs lo rn In r¡uc 1 cspecta al P~pacio, es decir, es mfirnto en lo que
qu" es m1pos1ble Segm1 esto un dg1 rgado rnfimto de rom re~p' eta a la e·dPns10n ''
pfeC'tl\ drnente reale;; no puede set con>1derado corno un todo
dado, \ por tanto, tampoco como chelo 'Tn11lltanmmente rn
con<;ecuenoa. un nrnndn nn e1 1llfin1to en lo <1ne re>pelta a la
extens1011 en el espaun '1!10 que estn crn <'n ndo en 'illS lm11te1
que era lo segundo

[ \4 l!] IBI 11J]

Observación a la pnmera antinomia

A la trns JI Ohmvonon a la antztrm


No he buscado 1h1<;1one>, con eo,tos argumentos rontra La prncbit de la mfimtud de l<t >ene dctda del mnndo) del
d1ctonos para aducir \lll1 prneba de abogado (como se suele ton¡unto del lllL!!ldo se basa en que en'ª'º contra no un tiempo
<leen), que se Sir\ e del dP<:cmdo del oponente para su propia vaCln \ <1s1m1°mo un e'pac10 \ ac10, deberrnn constm11r el hm1te
\ enta3a, \ que se complace en depr que este apele a una le¡ dPI mundo i\ho1 a bien no 1g11oro que se han bmcado escara
mal entendida, parn erhfirnr sobre h1 refutauon de ella sus tona<; de esta comPcuenc1a, pretendiendo que es mm po>1hlr
propias pretens1one' 1le(\it1ma<; Cada una de estas pruebas un lmntc del mundo, segun el tiempo \ segun el Psp1c10, sm
esta tornada ele la m1turaleza de la cosn, y se ha presc111d1do r¡ue sea pi et 1so <;11poner un tiempo nh,c>luto antes del t om1en70
del mundn, m un espac10 absoluto e"tend1do fueia del mundo
ct1anclo esta enc"'I raclc' dent' o de l11111tes sm que nos se 1 prerno 1 rfrctnamrntl real lo qne es 1mpos1ble Estm mm de ;icuerdo
u1r la totalidacl d" t•l p H med10 de la mecl1cfa es dern !por
< on<;tJ
con la ultm1<1 parte de esta opm1011 de los filosofo, de In esuu.1'1
mecl10 de] lar 4.-128] fB-t 'íú] s1rites1s SUCt:'<;¡\' de sus par tes Pnes los
hm1les determm 1n \ ,, h 1111eg11d 1d al e-..rlun todo vl1nmento
['\ota de Kant] •) 16 ll 1' CJllP entende1 <un<11el<1t 1011 del mundo
9 t5 El concepto de tntahd id no es, en este caso oti<1 rosa qne h ? r El Psp-inn E'" mer dmente l 1 forma de la mturc10n e'\tE'lllil (m
rt'presentaoon de la s111ttS1s completa de sus pa1tes porque rnmo tu 1uon 111111111 pero no es u11 objeto PfetlI\ unente 1eal qne pueda
1\.\\\-\ ,l EL IZA'\ T 509
508
de la\ en taja que pudieran darnos las mfe1enua:, erroneas de le1b111,;1ana El eopac10 e, meramente la forma de la mtmcron
los doom,lt!COo pm amb<1s pane:, e\.terna, pero no es un objeto efectivamente real, que pud1e1 a ser
T<l~1 b 1 en hdbna podido probar \o, en apanencid, la te;,1:,, mtrndo extenormente, \ no es un correlato de los fenomenos,
antiopdndo, corno e:, co,turnb1 e de los dog:maticos, un concep :,mo la forma de Jo, fenomenos mismos Por cons1g1uente, el
to ei roneo de lc1 mfirntud <le llllcl 111<1gmtud d.t<la lnftnzta es una e:,pauo no puede pre:,enta1 'e de manera absoluta (por s1 solo)

111 agmtud [tal] que no e:, posible otra ma\ or que elld e;, <leu~,
1
como algo determmante en ld e"istencia de las cosas, porque no
m,t\ 01 que Id mult1md alh contemda, de una umd,rd dc1dct¡ e5 un ob1eto, smo solo la tormd de objetos posibles Las cosas,
<\hora bren, nmguna multitud es !d mas gTande, porque siempre pues, como fe110111enos, detem11nan al espacio, es decir, entre
pueden dnad!fsele una o mas umdades Por con:,1grnente, una todos los posibles predJLados de el lmagmh1d) relacron) hacen
rnc1011 itud mfmit.t dada es imposible, ) por tanto tambien [es que e'te u aquel pertenezcan a ld realidad efectn a pero el e'Pª
im;0 ,, 1LJel un mundo mfünto (tanto segun la sene transu1rnda, uo, como algo que :,ubsbnera por si, no puede, !Il\ ersamente,
corno S< 2,lJn la e"ten 0 ion), esta, pues, lirmtc1clo por ambos lado,, determ11M1 la realidad efedl\d de las cosas en lo que respecta
Asi hab 11 a podido) o desc1rrollar mi prueb,l, peto ese concepto a la mag111tud m a Id figu1a, porque el en si mismo no es nada
no coi , uercla üm lo que se entiende por un tudo mhmto Con efelll\ amente real Por cons1gu1ente, un e'pac10 (sea lleno o
ello uu se representa''' cuan gwnde es [e:,e todo] ) por tanto, \ auo)' puede ser hmitdclo por fenomenm, [ .\-!33] [B.+61] pero
su conl epto n,1 e, tampoco el concepto de un 11wum1m1., orno los fenomeno:, no pueden ser lwutados por un ejpacw vano extenor
que LOI1 el solamente [ .\-Hl] [B-!60] se piensa ,u rel,1c1011 rnn a ellos Esto mismo \ale para el tiempo '\hora bien, concedido
una umcL1 d di bill .l! 1'llllél1te adoptada, con re;, pecto a !et cual
el '' es mct\ 01 que todo numero Segun que ld umd.rd que se ser llltu1do ex ter 10i mente 4. ntt» de toda,, lc!s cosas que lo deter
adopte sea rna\01 o menor, el mfimto sena ma)or o menm, mrrran [que lo) lleniln o lo limllan\ o que mas bitn :,ummistidn
pero lü mfirntud, puesto que consiote me1 ,1mente en la relac10n und 111Luuw11 onpu zw conloi me d la f01 rna de el, el e>pacw, con el
con eo,.t lmirl.ad dddd, pe1rn,rnecena sKmpn' la m1~ma, aunque nombre Je e>pctcw dbsol11t0 110 es ot1 d cosd que lamer a po:,ibilrdad
ciert.rrnente ld rn.rgnitud db,oluta del todn no oe conocena pm de fu1umeno' e"re1 nos en l 1 medida en que ellos o bien pueden
é\isui en s1, o bien pueden dnild11oe a fenornenos dados Por con;i
este rned10 de lo que tampoco se trata aqm gu1ente, la mtuiuon emp11 Jcd no esld comp¡;¡est,1 de fenomenos ) de
El conc~pto \e1dade10 \lramcendent.rl) de la mhmtud es e,1uuu 1de percepcion \ de 11 lu1uon \ aciaJ Lo uno no e:, coneLtto
que 1,1 ~mtes 1 ,, sucesn a de ld UI11dad en la mechuon de un quan de lu ot10 en la srntesis :,1110 qu,.. [dmbos] solo es tan enlcizado:, en
t11111 nunca puede estar acabada "u De aqu1 se '1gue de mdnera una } la nw,md mtu1L10n empn ILd como la matena ¡ la forma de
ella Sr se pretende pone1 uno de estos dos elementos ctp.u te del
otzo (el espctcw apetite de t0dos los fenornenos) de all1 sll!gen toda
clase de detei mmduones \ ,H 1cts de la 111tll!c10n externa que no son
no podernos e-xt 1 ae 1 el concepto a pa1 tn de la mtu1uon del todo pe1cepc1011eo po;1bles P eJ mu\ imiento o reposo del mundo en el
dintuiuon] que en este Cd<>O e:, 1rnpo;1ble1, solo podemo> concebalo e>pduo mhn1to \ aCJo, una dete1 mrnac10n de la relac1011 de ambos
a este [concepto] rnedi-rnte ld :,mte,1> de!"' p.11 les, hctold completar emie si, que nuncct puede sei pei c1bida,) por tanto es el predicado
~l mfimto ,d meno> en !et idea ['\ota de Kant] de un rneio ente de ldZOil ["Jota de Kant]
':J-1-éJ Piobctulernente h,n.i que entemle1 aqm como >l dtje1c1 «con ]d 95/ ~e ctd\1erte facrlmente que [wn estd expres10n] se qlllso dern el
exp1e:,1uu tuJo rnfuuto no se iep1e;enta» e;pauo wao, en la medida w qw es lwutaJo por fi11ome1zoJ [A-U-l] [B-HJl j
9-1-9 L decn, el rndo mfimto } poi tamo el [eopctuo \auu] L¡ue testa Julf10 dd mundo, al menos nu
930 l,,te [i¡uantwn] con nene asi unct multitud 1de l,1 umcL1d dadd) comradice lo> pi mc1p10s ll dnscendentaleo, \ puede, pues, :,e1 ad mi
510 l\l\' \Nl EL f\A'. T C Rll IC A [lE LA RAZQ', Pl RA 511

muy segura que no puede haber transcu1 ndo una eternidad todo ec;to es mcl1c;c ut1ble, sm embargo, que se deben aclm1t1r
de e<;tados efectn amente reales que se s1gmeran uno<; a otros eo;t,1o; dos (OSdS imposibles el ec;pilcio \ aoo fuera clPl rnunclo
hasta un momento dado [mnn1P11to] pre,ente),) por tanto, } el tic mpo \ ac10 anteno1 al mundo, 51 <;e admite un hrn1tP del
que el mundo debe tener un comienzo 1m111do \ ,1 <;ea en el espacio o en el tiempo
Con 1 especto a la segunda parte de la tesis, se dmpa por Pues en lo que concierne al rodeo por el que se p10cur<1
cierto, la dificultad de una sene mfimta y sm embargo transcu Plucl11 la < 011,ecuenua <;egun la cual cleornos que ''1 el mundo
rnda, pues lo multiple de un mundo mfimto en ,u e~tem1on es tm irrn hm1te<; segun el tiempo) segun el espauo}, [entoncpc;]
dado mn11ltrmeamente Pero para pensar la totalidad de tal mult1 el \a( 10 mfi111to debena cleterrnmar, en lo que respecta a la
tucl, como no podemos rPtrntirnm a hm1tes que establezcan por lllru;rnt\lfl, la e'\1Steno<1 de cosas efectl\ amente 1ea les, [e'e
s1 mismos en la mtu1non e<;a totahclacl, debernos dar cuenta de iodeoj en el fondo co11,1ste solo en que en lugar clP un m1111dn
nuestro concepto, que en ta 1 ca c;o no puede proceder a partl[ " ¡n¡¡¡hfr c;e p1ens<1 quwn ,abe que nmnclo mtehg1ble \ en lugar
del todo, IHc;ta la multFud clPterrnmacla ele lac; partes, <;moque de un p11rner comie1170 una e'<.1stencm a la que precede un
debe e'<pnner la pos1h1hd,td de un todo p01 mecho de la smte111 tiempo ele no c;e1 l se pwnsa en general una e'<.1c;tenc1a que no
sucec;¡\ a de las partes Puesto que esa smtes1c; dobena comt1tu 1r /HC\llf'nnr mnguno n/M m11d1r1011 PTJ el mundo en lugar del hrmte
una sene que nunca llegara a su <lcabamwnto, entonces no se dP li1 P'dcnc;10n <;e p1enc;an 111111/an1J11eHlcl todo del mundo,\ de
puede pensar una totalidad, m antes de ella, m tampoco en e<.c modo c;e eluden el tiempo\ el espaoo Pe10 aqm se trata
consecuencia, por medio de elld Pues el concepto mismo de <;olo del 11111nd11> phaenomrnon \ de <;U rnagmtucl, en el no se
totahclacl es, en este caso la rcpresPntaoon de una smte11s pu( de en manera alguna hacer abstracuon ele las rnenc1onaclas
consumada de las partes, \ esa conc;umac1on es 1mpos1ble,, comhoones de la sens1b1hclad, '111 <;uprumr la esenna ele el
por tanto [es imposible] tamb1en el concepto de ella fl mundo sensible, s1 e'i hm1taclo, nece<;anamente re'1cle en el
\ílClO mfimto S1 se pretende prescmdir a p11orz ele este, \ por
tnnto del ec;pac10 en general como condJC10n ele pos1b1hdacl
de los fenomenos,' 'entonces queda suprnmclo todo Pi mundo
qem1ble Pero solo este nos es dado en nuestro problema El
m1md11> 111tdhg1h1h>no e<; nada ma<J que el concepto um\ er<;al ele
un nmnclo en gene1al, [concepto] en el que se hace abstracoon
de tooa<; las condJC1onPs de la mtmc10n de e<Jte,' 1 con respec
to a ese [concepto], por con,1gu1ente, no es posible nmguna
propo<;1c1011 smtet1ca, 111 rifirmat1va m negatJ\ a

t1do en lo que conc1e1 ne ,l e'toc; aunque no poi ello su pos1btl1d id


pnrda ser afürnada mmed1dlamente 1 [Nota de Kant]
952 larnb1en puede en tende1 se «s1 se pi etende pi escmd11 de este \
pn1 t,mto del espdc10 en general c01110 cond1c1on a pnorz de la poq
que es ma)'OI que cualqu1e1 nunP1 o, lo que es el concepto rnatematKo h1lirl id d( lno fenOITIPll()S
de lo mhmto [Notd de Kant] 9 )J Ha\ que entende1 t onchciones de la mlmc1on de este mundo»
512
CRITICA DE LA. RAZON PURA
\A-kl-!] [B-lb2] 513
\A-t35\ (B-!63)
Segundo conflicto
de la antinomia de las ideas transcendentales
de la razón pura

Tesis
Antüesú
Toda substanCJa compuesta, en el mundo, se compone de
par tes Si·mples , v, no existe ' en general, nada más que lo &imple, En el mundo ninguna cosa compuesta consiste en partes
0 lo que es compuesto de ello. simple,,, y en general no existe en él nada simple.

Prueba
Prueba
Pues supo ned que las ,,ubstancias compuestas . no consistíe-.
sen en partes simples; entonces, si, en el pensJ.nuento, se :>upn Suponed que una cosa compuesta (como substancia) comis-
miera tod<l composición, no quedJ.1 ÍJ. ninguna pa~ te cm_npu_est~, ta en partes simples. Como toda relación externa, y por tanto
y \como no habría partes ;,imples) tampoco mnguna h:ar te] también, toda composición de substancias, es posible sólo en
. nple v por tanto no quedaría nad<l, y en consecuenua _no el espacio, resulta que el espacio que lo compuesto ornpa debe
sn
habría ' sido
, dada substancia alguna. p or cons1gu1en
· · te'. o...bien constar de tantas partes cuantcts sean las partes de las que consta
mpos1ble suprimir en el peusamiento toda compos1c10n, o el compuesto. Pero el espacio no consta de partes simples, sino
~::n debe quedar, después de la supresión de ella'. algo que
de espacios. Por tanto, cada parte del compuesto debe ocupar
un espacio. Pero las partes absolutamente primeras de todo
subsista sin composición, es deCJr, lo simple. En el pnmer cJ.so,
compuesto son simples. Por consiguiente, lo simple ocupa un
1 puesto no comistirfa a su vez en sub,,tancms (porque
e~~:~stas la composición es sólo una rela~i~n
contmgente de
espacio. Ahora bien, como todo lo real que ocupa un espacio
abarca en sí un múltiple de [elementos] que se encuentran
las ;,ubstancias, sin la cual estas deben ;,ubs1stu co~10 entes que unos fuera de los otros, y por tanto, es compuesto, y como
erduran por sí). Ahora bien, como [A-±30) [BHi-1] este caso
~ontradice la suposición, queda solamente el ;,egundo [ca:oJ:
compuesto real, no [es un comput·sto J de accidentes (pues éstos
no pueden estar unos fuera de los otros sin substancia) y por
a saber, que el compuesto substancial, en el mundo, c0Hs1;,te tanto [es un compuesto] dt:> :iubstancias, resulta que lo simple
en partes simples. .. " .d 1 sería un compuesto substancldl, lo que es contradictorio.
De aquí se sigue inmediatamente que todcts lcts cosas e La segunda proposicion de la antítesis: que en el mundo no
mundo son entes simples; que la composición es sólo un existe nada simple, tiene que significar aquí solamente: que la
esta d o ex tern O de ellas·' )' que aunque nunca podamos
. sacar existencia de lo absolutamente simple no puede ser expuesta
enteramente de este estado de enlace las sub;,tancias elemen- a partir de ninguna experiencia ni percepción, ni externa ni
interna, ) lo absolutamente simple es, pues, una mera idea, cuya
f'vl"vl \M fl K \ 'ff 5r5

tales } aislar las, Ja razon debe pensarlas sm em bdrgo, rnmo tP1il1cL1d 0h¡( tl\ ,1 no p11eck nunca ser e'-puesta en mng1ma e'
los pnmeros su¡etos de toda compos1c1011, , por tan~o, como pcnrnna f](l'i!hlc \ pnt tanto en la e'..pos1c1on ell· los fenomenos
entes simples antenores a esta 1 1 no !1P11e rnnguna aphcac1011 m ob1eto Pues supongamos que
5P p11d1e1a encont1c11 un ob1Pto de la e'-pe11enoa para e>ta idea
tr,nm cndPntctl. entom es la mtmoon Pmpmca ele algun obJPto
<lebcr1<1 sP1 1cconooela corno una [111tmc10n] tal que no contu
e"
\ lt";e ahsolut;:imentf' nmt,ri.m mult1plf' [dP p;:irtes] tenores unas
a ntrns, \ enla7<ido en umdad Ahorn bien puesto quP no es
\ altda un;:i mfereno;:i que\ il\ a de la falta de conoenoa de un
mult1plt> tal, a la entera unpos1b1hdad de el en alg1ma mtmc10n
de 1111 ob¡ctn" pE'ro esto ultimo es completanwnte nf'cesano
pa1 ,1 la s1111phodad absoluta, se sigue que esta no puede ser
mfr11da de mnguna percepc1on rna !quiera r¡ue esta <;ea En
romecurncia, pue<;to que nunca puede ser dado, en nmguna
e\pe11e1ma posible, algo en calidad dr objeto absolutamente
sm1ple, pe1 o el nrnndo '>Pm1ble debe ser com1clerado como el
umJun\o d(' t1)da" \as e'<penencia'> poc;1h\es, Je<.,u\ta que en el
no es dado n;:ida <;1mple
Lsta sPgunda prnpos1oon de la ant1tesis \a mncho mas lejos
que la pnmera, que exdu\ o lo simple 'iOlo de la mtmoon de lo
tnmpuesto, rnient1a<; que esta [segunda propo'iJCJOn] lo expuha
de la entera naturnle7a, por eso, esta [propos10011] no ha podido
ser demostrada a pa1 tu del concepto de un objeto dado de la
mh11c10n extPrna ([concepto] de lo rnmpuP'>to), 'ill10 a partir de
la rel;:inon de el 1 ' 1 con una e'-penenc1a posible en general

O)) fn lugat de «la enter,11mpm1bd1d1d de e! f n >1!.illll<l nituKJOn


de tlll oh¡etn, la echc10n de 1781 h<1e «la epte1a 1mpcNbil1dad de un
[nrnlt1ple] 1 d en alguna mtu1c10n del nnsmo oh¡eto»
91() P1 obahlt'mente h,n a que enlende1 "ª p,ll tn dé !a 1elac1on del
com eptu de lo s1mpk con la P'-pen"'tK11 posible> Pe1 o tamb1en pod111
954 Lite1almente "' po- tanto ante110rmente d esta como rntr 1 t'lllt 11dc1sc de ella, es clec11 a pa1l1t de la 1elac10n dt Lt p1opos1cion
>mi ples» con u11,1 e'pen!'nna posible en gen!'1,d
CRirlCA rA: LA R.\LO'< fl R'I

l.\-! ol/) B4b7)

Observación a la segunda antinomia

II. Ob;,o uauon a la anL1tern


I. r1 la teol5

Cuando hablo de un todo que necesa11dmente LOliotd de Contra e:, ta propos1uun de una dn 1s10n mfimta ele \d
matend, CU) o fund,1mentu de prueba e;, meramente mate
arte:, s11nples entiendo pm dio solo un ludo sub,,tancMl, como
matico, le\ antdll ubjeuone;, lo:, 11w11ad/jüLJ, e:, to:, se hacen ) a
~; w111poo1lllm pi upiarnente tal, es decn' la umdüd co11tmgente o,u;,pecho;,os poi que no c1dm1ten que las mas clc11as p1 ueba;,
de lo mult1ple que, siendo düdo poi ocp111ado (ül menos en el
matemcitKas tengan \ ,1hdet co1110 conounnento;, que pene
e1botrn1cnlo), es pueoto en un enlace reupioco, ! de ese modo
tren en la natu1 c!leza del espauo, en la medida en que el es
P [ 1 ] ' .:\1 eopauo p1op1amente, no hdbna que
constihl\ E- a go uno ' 1 l efeun amente lü co11d1uon Jo1 mal de lc1 pus1b1hdad de toda
\l,unado iompo:.1ll1m, smo totum, porque lcis partes de e "ºo :,un mctlena, smo que las con;,ideran :iolo como mferencias a pa1 tu
todo ) no el todo rned1'll1te J,ts pd1 te:, A lo sumo
pos1 bl 1cs e rl el , ¡ Pew de wnceptoo ab:itrc1ctos, pero aib1t1ano,,, que no pod11ctn ser
se lo pcd11a !ldrnar un compu:,1tum tdwle, pe[L) no iw e relendos a cosas efectl\ amente ieales Como :,i tuera aun tan
esto eo merZl oL1t1leLct Corno el espeluO no es un compuesto de ;,olo po:,1ble concebir otra especie de mh11uon que la que es
substanCI,l> i!11 s1qmera de acCidentes reales), si supnrno toda dada en la mtmuon ongmanct del espauo, ) [como si] las de
debe qued,u uadel, m Sllllllerel el punto, tei mmdcione:i de e;,te no se c!plit dran a pnon a la \ t:L 1 ' a todo
compo,,1uon en el no
nes eole ,,ulu es posible corno lun1te de un espc!UO (\ por aquello que es pmible ;,olo pu1 que llenct ese espduo S1 se le'-
p ) r
tdnto de un compueoto LspaCIO ) "
[-\1-10] [B-11i8] tiempo no p1estd 01dos, se debenct pensar, c1dem,h del pulllu rnatematKo
se componen, pues, de parteo sunples Lo que solo pu ten et e -que es simple, pero no es unc1 pdl te de un esp<1uo, smo mera
al estado de una oubstanua, aunque tenga una magmtud' (p mente el lumte de el-' ' tümbien punto" fo,1( º"' que son, por
e L1 ctlterauon) tampoco se compone de lo oirnple es dt:cn, uerto, tamb1en 01mples, pew tienen, como paites del espac10,
J t do de L1 alter,1uon no se migma poi acumulüuon la \ent,lja de llenctdo a este con ,u rnercl agregctuon -\h01a
un uer o g1a d ¡
de mucha> alterauones sunples N ue:,l1 a mferenu,t e o com bien, :,m repetir ac¡lll lüs n.fut,;uones comunes) c\,u as de este
puesto a lo simple es\ ,ilida :,obmente pü1 a cosas que subs1stc1n ,tb:imdo, que ~e encuent1 ,u¡ 1 n gran numero, pues e" entei <l
os acuclente;, del estado no subsisten pu1 rne1lle muul prelende1 elmlld<Lr soh~t1c<lmente la e\ idenua ele
poi si misma S Pelo l l
•011:,iot.uente uno puede facilmcnte dl i umM '1 l,i 1n.1tt 'l1dl!la mcdJ<lllte rneros coHcepto" el1:,cm sn os, obse1 \o
s1 n11sn1os Poi ~ o '
de lo s1m¡Jle como ele mento<. u11st1tull\ u ;,olamente que ;,1 la filosoha cl1sput<1 aqm ele mc1ner<l tastid10,a
prue b ,¡ d e l,¡ neces ldacl J
de tudo compuesto substanuctl, \ con ello [uno puede ,u 1111na1
'U pi oposito s1 e>..tieude dem,1s1üdu lc1 pi l!L ba
en genera ¡, to d u º '
9:18 l.imb1en puede e¡¡tu1du :,,L Lll!1lu :,1 lds Jete1 mm,tuone:, a prw1 z
de e:ite nu concernieran a L1 'eL
9:19 Lo:. gu10nes en Lt fr,10,e «-que e> ,imple [ ] el lnrnte de el-» >un
Lno ul' ag1egddu de e>ta t1 dducuon
9 J 7 L!le! <Ilmen,e '\ d 0'' Lu11'l1tu\
º
e ILU!l m,t) u:,c
CRITIC'\ ílE 11\ RA71l"J Pl 1RA

) p1 etende da1 le validez parn todo compue'itn sin d1<;tinc1nn, , cnn b maternat1ca, [A+ +'.2] !H-t 70] ello sucede pnr que oh Hfa que
como ) a ha ocurrido efectivamente varias 'ece<; en e'ita c11e-;t1ón 5e trata <;olamentP cle frnrmzrno>; de la<. cnnclr
Pm lo demás, hablo aquí de lo simple solamente en la c10ne<,"1" de ellos Pe1 o ;:iqrn no es sufioente encont1 a1, pílra el
medida en que es dado necesariamente en lo compue>to, mnrrptn ¡11110 rfrf entrndzn11mto ele lo cornpueo;to. el con e eptn de
puesto que éste puede di'i,gregar'ie en ello,')/" como en <;uq par lo 'iimple; <>ino [que lrn\ que] encontra1. para la 111t111om1 de lo
tes comtitutiYas. La s1gnificanón proprn de la pahibra [Ami compuesto (de la rnaterrn1, la intuición de lo simple,: e'to P<,
[B4li9j monas (según p] uso de Leibnitz) debiera referirse <;rílo a enteramente irnposihle, seg1m líl'i Je, es de la semibilidad, \ poi
lo simple que es dadn mmcrfzatamrnte como subqílncia <;imple tanto, le' impo51ble] tamb~rn mando se trata de ohjetoo; rlP
los
(p. ej en la conciencia de sí mio.mol ;·no como elemento del <;ent1dm Por comiguiente, aunque pcirn un todo compue$to de
compuesto, a lo que se podría llamar mejor el atomu1 Y como 'ubstanna5, pen<;aclo meramente c-on el entendimiento pmo.
pretendo de1'nostrar las substancias simples sólo con respecto al 51¡.;a <;iC'ndo \ áhdo que anteo; de toda c-ompminon de él deberno;,
tener lo simple, f";to no es\ cílido, 5Ín embargn, para un tnt11m
compuesto. como los elementos ele ellos,"" 1 podría denominar
la te~is"'' 1 de la segunda antinorniíl atnmút1ra trnnscendrntal
rnb>tnnt111/e plwenomnwn, el mal. e-orno intuición ernpnica en
rl r<.paC10, tiene la propiedad !lC'Ce'iaria de que ninguna porte
re1 o como esta palabra ha sido empleada hace) a largo tiempo {
de rl es simple, porquE' ningnna parte del espac-in P'i simple
paia denominar una pílr1icuhu mane1 a de explicación de 101
Lm mnnad1stas, sin embíl1gn, han sido suficientemente sutiles
fen(nnenos corpóreos ( molewlarum). ) por tanto presupone
lrnmoJ para intenta1 elud11 esa dificultad p1es11ponienclo, no al
com:eptos empírico,, fla tesis] puede llamarse el principio , f'<>pacio (()1110 Una condición dP fa poo;ibifidíld efe fo;, objetos
dialéctico de la monndoln'.',ia de la intuición e'..terna (rnerpos), sino a éstos, y hi rP!ación
dinámica de las sub'itanc-ias en genern l. como la ronclic-1ón de
la poo;ib1lidad del espacio Ahora bien, <le los cuerpo' tenPmoo;
un ronc-epto sólo en la medida en que son fenómenos,"'' pew
rnmo tales. pr esupmwn rwce'iariarnPnte el espacio, como la
condición de la posibilidad de todo<; lo'i fenómenos extc'rnos:
r w;í la esc-ílpatoriíl es inútil, habienclo 'iido suficientemente
dP<cartada ílntes, en la Estética tramcendcntal Si fueran cosas
en sí 1111'irnas. la pmeba dC' lo'i monadistas tendría, pm cierto,
\ alidez.
[A i4-3] [B P l] La segunda afl1111ac1011 dialectica tiene la
pa1 tírulariclad de que tiene c-ont1 a sí una afirnrnnón dogmM11a
960 Como si d1¡e1a· "dacln r¡ue lo compuE>sto puede d1sgie¡;amen
que es L1 1m1cíl, ent1e !ocias L1<> [ctfii mac iones] <>nfl$tica<>, fJUP
lo simple»
967 Es dern. como los elementos de los compuestos En el on¡;mal
«de ella», «de ellas» o «de ellos» Qmzá puchera entenderse «p1rtcn
do ;o clemustiai que las su,t,mc1as sm1ples son los rlementos de las 'lfi) In el m1g1¡1.tl «de b cond1c1on" 'en smgular
compuestas», como mte1 pi eta Ga1 cía il.!01 ente 'lli I Como '1 d1Je1 a «podemn .. 1ep1 ese11ta1 no' lo' rue1 P"' solo como
962 En E>! ollginal. «fil antítesis» Seguimos a Ed Acad. IP1111mrnos"
CRiTICA DE LA RAZO'< PURA 521

emprende la tarea de demostrar de manera evidente, en un


objeto de la experiencia, la efectiva realidad de aquello que
antes hemos contado meramente entre las ideas transcen-
dentale:., a saber, la simplicidad absoluta de la substancia;
a saber, [tiene en su contra la afirmación dogmática de] que
el objeto del sentido interno, e[ Yo, que piensa, es una subs-
tancia absolutamente simple. Sin entrar ahora en eso (que ha
sido detalladamente tratado más arriba) sólo observo: que si
algo es pensado meramente como objeto, sin afiadir ninguna
determinación sintética de su intuición (tal como acontece
mediante lanuda representación Yo), no se puede, por cierto,
percibir en esa representación nada múltiple ni composición
alguna. Como además los predicados por medio de los cuales
pienso ese objeto son meras intuiciones del sentido interno,
tampoco allí puede presentarse nada que demuestre [que ha ya]
un múltiple [de elementos] exteriores unos a otros, y por tanto,
[que haya] composición real. Por consiguiente, la conciencia
de sí sólo tiene la peculiaridad de que como el sujeto que
piensa es a la vez su propio objeto, [ella] no puede dividirse a
sí mismay.,.:; (aunque [pueda dividir] las determinaciones que
le son inherentes); pues con respecto a sí mismo, todo objeto
es absoluta unidad. Sin embargo, si ese st~jeto es considerado
externamente, como un objeto de la intuición, mostraría en sí,
empero, composición en el fenómeno. Pero así es como se debe
considerarlo siempre, si se quiere saber si en él hay un múltiple
[de elementos] exteriores unos a otros, o no lo hay.

965 «Ella» es la conciencia de ::,í antes mencionada. También podría


entenderse: «él [es decir: el SUJelU que piensa] no puede dividirse a
sí mismo». Seguimos la interpretación de Heirnsoeth: namzwdwtalc
Dia/eJ..ti/,,, p. 236.
( Rll ll A, [)[: LA R \ZO'- Pl R \
522
\ \if1\ IB-tll\
[ \ -tHJ IB-1721
Tercer conflicto
de las idpas transcendentales
de la antinomia de la ra7ón pura

Tesll Ant1tem t do en el mundo acontece ,ola


!\o ha1 hber tad <;1110 que o
La causalidad segun le-yes de la naturaleza no e<; la umrnde
mm ]e1 e<; de l<t natu1 aleza
la cual puedan ser derné!do' todos lo5 fenomeno<> del mundo mrn t e <; C ¡,,'
Es necesano para e'\phcé!rlos, admitir ademas Ullél camahdad '
poi libe1 tad

Prwba P111rha lb tad en sentido t1 an<;een en a '


d t \

:":iupongase que no ha) otra rnusé!lidad que la que obedrce <:;uponed que ha\ a una l da <;a helad ,,eo1rn la cual pu
art1c u \ar e cau ' tJ
a las le\ es de la naturaleza. entonces, todo lo que arontmpré corno una eo;pet te P' t dPI mundo. et saber una
contec1nuen os t
<;u pone un estado antenor, del que se sigue mdefectiblemente, d1r1,rn ocu1 nt \ a º' bsolutamen e un
t estado ' por ta.n o
'
segun una regla Ahora bien, el estado antenor debe m, el facultad de tornenzar " de el entonres, en '11
de consecuenoas · t
mismo, algo que ha acontecido l[algo] que ha llegado a ser ta111h1en una sene l0 i1enzara ab<;o\utamen e
en el tiempo, en el que antes no estaba). porque si lrnb1e1e tud de e5a espon a11 t e1dad no 'º cm de e<;a espontane1 a dd
e la detenrunac1on 1 l -'
<>Ido siempre, su consecuencia no hctbna surg1do solo [ahora! una ,pr¡e, smo qu l e<; deor la cau5::i ic ::iu
l ducoon de a sene, d
por pnmera \ ez, smo que habna sido siempre tamb1en Por n11smn para a pro de manera que nada pt ece a poi
t nmrn101 a ah'Solutarnente, t detennmadd, 'egun le1 es
consig1!lente, la camahdad de la causa. por med10 de la cual ue acontece es e t
algo acontece, es, ella nusma, algo aconteczdo, que presupone lo c¡ur e<;a acnon q d c1on presupone un es a
) ¿ orn1enzo e ac
a su 'ez, segun la le\ de la naturaleza, un estado antenor, v la conslantes l ero to o e tia \ un pnrne1 con11enzo
todd\ ia no ac t ' ,
camalidad ~le el. \ /este presupone igualmente otro aun 1~1as do ele una cau'Sa que
on [p1 e<;upone un e ,
1 <;tado que no tiene, con
antig110. etc Por con,1giuente, si todo acontece segun meias d111<1tn1co d- P la acc1
d t d esa nusma ca u" ,
'ª 111no1ma
e-.
cone"-1011
le\ es de la naturaleza, ha' siempre solo un comienzo suba! el \e<;tado\ prece en e e ' <>ne de el en modo alg1rno
clecn que no se 'iie- 1 l
te1 nn, pero nunca [A-1- lh] !B-+:1-1-] un pnmer comienzo,\ por c\P c,111,a1ic ld d • PS ' dental se opone a a e\
\ l be1 ta el transcen 1
tanto no ha\ en gene1al mtegndad de la sene por el lado de Por con'Slg111cntP. a i d \ l \-1-1/] \R !71] ec,t,1U''
dr cn115<1hc" l d
\ un
p 11 \,1ce tdl e º'
t < segun el cual no C'l Pº'1 t
bl º
l<15 camas que prtn1enPn unas dP otras Ahora bien. la le1 de
Id naturale1a co11s1,te pr Pr1<;arnente en que nada acontece 1m sure'i'º" de la' cau'-ª" efioen e . ~ie por tanto tampoco <;e
u1mlM1 al guna et l • la, e,nenencia,
r
\ q
c1a es poi tanto, una v aua
uiusd suhoentemente de'ennmada a p11orz "' Por con,1g111rnle, lI1 1 expenen , '
enrm ntra rn mngt ,
u1<1t111<1 del pen'iam1ento
966 La e'<p1 e-;1011 'º pnorr> debP tnnn1 se aqu1 en sentido pre ktntnno
como si d1Je1 J. <de antemdno o parir 011/f Asilo sostient Henmocth
homrmdrnrr1!1 Dwlrl.t1Á p 2 ) 11 noL1
CR!TIC'\ DE LA RAZO'°' PL RA

la propoo1non que d1Le que todct LctUsctlidad es posible solu :\o tenemos, pue:,, mcls que rwtwale;¿a, en !el cu<1l debemoo
,eg1111 ]e\eo de la natmaleüt se Lont1ctd1Le a s1 ITibma en su bu:,car L1 COJKcttenctuun \ Ll u1du1 de los acoutecnmentoo del
um \ e1 ,,tl1clctd ilu n!lada \ e:,¡a no puede, pue,, ,e1 ddnuuda mundo La libertad mdependi:ncia) respecto de las Je\"" de
Lomo lct umca la naturaleza, es, por c1e1 to, unct l1buacwn de unc1 wauwri. pero
De ctcue1 do um esro, se debe ddmmr una CdUoctl1dad poi tamb1en del l1tlu cundultur de wdct> las reglas Pue~ no :,e puede
mecho de la cual ctlgo al onrece, sm que la causu de ello e,te decir que en lugdr de las le\ es de ld natmaleza mgresen en L1
ademas dereunmadct a oll \ ez poi otla Lfüts,1 precedente, segun cau;clhdad del curso del mundo le) es de ]el libertad, y d que s1
le)es nece5ct11ct>, es decn, [oe debe ad1111t11j unu ejpontane1JaJ e:,tct fuese determinada pm le\ es, no sena libertad, smo nada
afoo!uta dL las causcts, capaz de comenzar por :il nwma uncl ,ene mas que naturdleLd Poi com1gu1ente, la natmalezd) la hbertdd
ele fenorneno, que t1anscut1 c seg1111 le\ es ele la natu1 aleLa, [:,e tramcendentd] se d1ferenc1clll LOII1ü conformidad a le; eo) au
debe <1d1111tu], poi lctnto, la libertad t1an0Lu1dent<1I, sm la cual oenuct de le) es, ]d pnrnera de ]el, cuale>,"' por cierto, abrunM el]
Ju :>elle oucesnd de Ju, luwrnenos, mcluoo en el curso de la enten<lmuento LOI1 la d1f1Lultdd de buscdr la pwcedenoa de lo,
nutu1,ileüt, nuncc1 es completa poi el !delo ele las causas aconteum1enLo, lddct 'eL mas arnba en la sene de Lb causc1s,
porque la Cc!lbahdctd en ella> es oiempre cund1c10nada, pero
en compensauon promete 111tegr<1l umdcld de ld e\.penenocl,
) conforme et ley e~, por el com1ct110, la ilus1011 de la hbe1 tad
promete, por Cieno, <1] entemJ1m1ento mqu1s1tn o, reposo en
la cadena de lc1s cctusds, al conduu1 lo hasta una causalidad
mwnd1uonada, que com1en.t:ct a actuar por oI misma, pero
que, :,1endo uega, rompe el hilo conductor de las reg 1as, solo
por la guia del cuctl eo posible una e'-penenua mtegrct.nente
concatenada

[ .\ l-H>] [B-17ii] 1-\-1-!9] [1-177]

Observación a la tercera antmomia

l. A la trn:. II. Ofoe1 uaczon a la antlloo


Por cte1 to, lü idea tiansLendental de la libertctd no comt1 Ll delenso1 de lct omrnpotenc1a de la ncttur aleLcl IJ1:iwuaua
tu\ e 111 con mucho el comemdo completo del concepto p>1 ti.inscendent,tl) en opo>!C!On a Lt duct1mcl de ld libertad, ctfirmd
na ;u propo;1uon de lü s1g1ente manera, contrd los rduoomos
CRITIC \ OE L-\ R \Zr ''· Pl Ri\

cologico de ese nombre. el cual es, en gran pmte, empmm sofhticm de la últimi1 "7' S1 110 odn11t1'. rn rl mundn. nado q11r 'rn lo
smo <;o lamente el [conc eptnl de la e'ipontm1e1dad ahsnluta de mntrmat1mmmt1Jmmnn1rg1m d l1rmpn. nn tcnn< lnm¡inm 11r1t 1 1dad
la accion,' 1"" corno fundamento propio de la imp11tahd1dad rle dr hii1tar algo qur ffil lo d111am11a11101/r p1 rmnn ¡rgun la m11w1hdad
é.;,t,1, pero es. sin embargo. la ver dad era pwcl1 a dP P<;cárnfalo , , Omén os m;:inda concebir un estado a hs0lut;:imente p11nwro
para la filosofía, que enc11ent1a clifü ultacle<. lll'rnper<1h!P<; para del mundo. \ por tanto, un comienzo absoluto ele la se11e ele
admitir tal especie de causalidad incondicionada. "-\s1 pue\ los fenómen~s que tiansn1ne poco a poco.\ poner limites a
en la cuestión de la libertad de la \ oluntad, aquP!lo que ha hi ilnmtacla naturaleza. para procurarle a\ ue'Stra unagmaoon
puesto siempre en tm1ta perple]ld<id a la 1a1ón e<;peculat1va, r1 un punto de reposo" Puesto que las substancias, en el n_iunclo,
propiarnentP [algo] sólo trm11rmdrntol, )' <;e refiere <;o lamente 1 han sido siempre -al menos, la umclad ele la expenenc1a hace
a sí >e debe admitir una facultad dP cnmPn1ar por 11 una sene necesana tal suposioón- ,,- 1 no ha\ chficultad al~:rn en snponer
de cosas o de estados suces1\ os ;\o es igualmente necesario también que el cambio de los estddos de ellas. es dern. una
poder Pxphcaí- cómo es posible tal [farnltad], ya quP tamb1en serie ele sus alteraciones, ha} a sido siempre;: por tanto, 1:0 es
en [el caso de] la caw;¡1hdad <;egi.m leyes de la naturaleza tenr ' preciso que se busque ningun primer con:ie~?o, 111 materna ti<?
mosque contentarnos con conocer o pnm 1 que tal [causalidad] 1 rn dinánuco La posibiliclad ele tal fihanon rnfimta. 'Slll un pn
debe ser presupuesta. aunque no comprenclmnos de manera mer miembro con respecto al cual todo lo 1estante fuera mera
1
alguna cómo. por cierta ex1stenc1a. es puesta la exi'itencia de derivación. no se puede entender en su pos1b11rdacl_ Pero s1
otta [cosa],)' en lo que respecta a ello debamos atenernos sola por ello pretPncléis arrojar lejo<; [ele\ osotro<;] f'SOS ~mgmas de
mente a la experiencia Ahora hemm expuesto esta nPce'iidad 1 \,1 natmaleza, os veréi-; obligados a arropr [tambren] nrncha~
de un primer comienzo ele una Sf'ne de fenómenos a partir dr propiedades fnndamentales <;intéticas (fuerzas ft~1clamenta le: 1
la libertad: aunque [la hemo'i expue<;to], propiamente, sólo en que tampoco podéis comp1 ender, [A.-1-'í 1] [B !-;ll] ) la pos1-
la medida en que era preciso para comprender un origen del biltdad nusma ele una mudanza en general debe tornár<;eO'S
mundo, mientras que tnclos los estados que >iguen se pueden inadmisible Pues si no hallarais por e\.periencia que ella es
tomar por una suce'Sión 'Se¡,,11m meras le; es de la natrn al na efecti\ amente real, nunca podríais concebir a pnm 1 cómn era
[A..J.50] [B..J.78] Pero como con ello queda clemostrada íaunque pn-;ible esa incesante sucesión de ser_\ no ser
no entendida) la facultad de comenzar por sí una 'Sene en el Ahora bien, aunque se concediera, de toda'S maneras.
tiempo, nos es permitido también, ele ;:ihora en adelante, ham una facultad transcendental de la libertad, para comenzar
que comiencen por 'SÍ segun la camalidacl. en medio del nmo las mudanns del mundo. esta facultad cleberfa e<-tar. por lo
del mundo, diversas series, ) [nos es penmtido] atribuirles a menos, sólo fuera del mundo (aunque s1emp1 e sigi.1e siendo
las subst;:incias de él"'" una farnlta<l ele actuar por libertacl. l\'0

971 Hav que entender· «cont1 a lo'¡ ,1c10crnrns sofhllco'> de 1,1dolt1111.i


969 También podría enlende1se «smo [que const1tu¡ e] soh.mcntr el de L1 hbe1tacl»
[rnntemdo] de la espontane1darl 1hsoluta dr la accH'in» .972 Los gu10nes en la fiase. «-al nwnos [ ] tal supos1uon-» son
970 Es d0ci1 · «atnhu!!IPs a l<1s "'hsta11c1as del m1111dc,,•; pero tamh1rn ag1 eg,1do de esta traducc1on
pod11a entendP1 se '<al11bu1rles 1 l 1s '11bst<11ic1,1s de ellas». es decir de _973 rambién pod11a entenderse «cambio de los est,1clos ck el". es
las senes dern. del mundo.
CRITICA DE LA RAZON PloRA
JMJvlAl\L'tL KA'JT 529

hay que dejarse detener aquí por un malentendido [que es], a una atrevida pretensión la de ~uponer, fuera del conjunto de
saber, que corno una serie sucesiva, en el mundo, sólo pude todas las intuiciones po::.1bles, todavía un objeto, que no pue-
tener un comienzo comparativamente primero,} a que siempre de ser dado en ninguna percepción posible). Pero no puede
antecede un estctdo de las cosas en el mundo, no es posible nunca estar permitido que se atribuya a las substancias, en el
ningun ( om1enzo ctbsolutarnente pr irnero de J<1, se1 ie;, durante mundo mismo, tal facultad; porque entonces desaparecería
el curso del mundo. Porque aquí no hablamos de un corrnenzo la mayor parte de aquelld concatenación de fenómenos que
aboolutamente primero según el tiempo, sino según la causah se determinan necesar iarnente unos a otros según leyes uni-
dad. Si ) o ahora (por ejemplo), de m;:inera enteramente l1b1e, versales, a la que se da el nombre de naturaleza; y con ella""'
y sin el influjo necesaiiamente determinante de las causas [desaparecería] la señal de verdad empínca que distingue la
naturales, me levanto de mi silla, con este acontecimiento, y experiencia del sueño. Pues JUHto a tal facultad de libertad
con sus consecuencias füllurales hasta el infinito, comienza de sin ley ya casi no se puede pema1 una naturaleza, porque la:;,
manera absoluta una nueva serie, aunque según el tiempo ese leyes de esta última serían alteradas incesantemente por los
acontecimiento :;.ea solamente la continuación de una serie pre- influjos de la primera, y el juego de los fenómeno,, que según
cedente. Pues esta decisión y este hecho no están en Id secuencia la mera natuialeza sería regular y uniforme, se voh ería con
de meros efectos naturales, y no son una mera continuación ello confuso e incoherente.
de ella, sino que las camas naturales determinantes ce:;,an por
completo antes de ellos, ci con respecto a este acontecimiento,
que sigue, por cierto, a aquéllas, pero no se sigue de ellas, y por
eso, debe llamarse un comienzo absolutamente p1 imero -no
según el tiempo, pero sí en lo que respecta a la causalidad-'' 7i
de una serie de fenómenos.
La confirmación de esta necesidad de la razón, de apelar,
en la serie de las causas naturales, a un primer comienzo por
libe1 tad, luce muy claramente en que todos Jos filósofos de la
Antigi1eclad (excepto la escuela epicúrea) se \'!eron forzados a
suponer, paia la explicación de los movimientos del mundo, un
pruner motor, es decir, una causa que actuaba libremente, y que
comenzaba primero, y por sí misma, esa se1 ie de estados. Pues
no se atrevieron a hacer comprensible un p1imer comienzo a
partir de la mera naturaleza.

97.f. Pi obctblememe ha) a que entender aquí: «ce:,an poi completo


antes de esa decisión y de e'e hecho».
975. Los guione' en la frase «-no según el tiempo, peio ;,í en lo que
re>pecta a la c.ausahdad-» son agregddo de e>l« t1aducu(m 9í6. Hay que ente.,de1: "Y con eo.a concatenación».
530 ( nlfl( '\DEL-\ R \Z:O"< PI R \

[ \-h2/ [B-t8U) [ \4, ,J [B4hlj

de las ideas transcendentales


de la ra?ón pura

A11t1trní
tn el mundo debe haber algo que,' \a sea como No P'\JSt<' en nmgund pai te un ente ab,olutamente nec esa
el, o como su cau">a, <;eci 1111 ente ah'iolutamente necP'iano no 111 rn el mundo 111 tue1 a del mnndn como causa de el

P1ueba f'rnr'111
El mundo sens1 1;le, ( 01T'o con1unto completo de todos los Suponed que el mundo m1<;mo sea 1m ente nue~ano, o que
fenomenos contiene a la \ez ima sene de mudanza' Puessin h,na un rntt nu f , 011 n rn el, entonces, o bien h,1brlcl en la ~ene
estas 1w no, 'iena dada m aun la 1epresentaoon de la 1er1e de <;us muta< ion Es 1111 comienzo q11e sena mr(lnd1uunalmente
temporal, q11e es una cond1C1011 de la pos1b1hdad del mundo necrs;:irm \ poi t'1i1lo, 'llll causa -lo que contradtu a la lev
sensible '~Pero toca mwlil!l7d e<;ta snJeta a su cond1non que dmamic d rlL l, 1 detei m!lli1!COll de todos los fenurnenos en el
precede en el tiempo, \ baJO la cual ella es necesana Ahora tiempo '' 0 bwn la SE'lle misma no tencl11.i cnmwnzo 3Jg11110
brt:n todo condrc ro11ado 111e este dado presupone con n·1pecto ) ,iunque fuera cuntmgente, conchuonada en tod<h su'i pa1 tes
a 'll e'-1stenc1a una st: 11e completa de cond1uones, ha1ta lo emb,n i.:i;o Pll 511 totalidad sena ah<:nlutameute nece<;a rl<l e
5111
ab1olut<tmente mcnnd1unnado, que es lo lUlKO ilb<;o/utamen 1momhuo111< lil, lo que 'E' con tr ,rd1ce ,a <;J rmsmo porqne Ll
te necesano Por con,1gmc nte algo absolutamente nece1ano ('\t,trrirta c!P un 1 multit11d no puedP ser necesctna <:J nrnguna
debP e'c1<;t11 <;¡ e\.1stc una mudanza como con,ecuenc1a de ello ' parte ele ella ' posee 11na e"1stenoa necesana en ,¡
t
Pf'ro e<:to necesano per tf wce, e[ m1<:rno al mundo 1e1rnble Supoiwcl, pnr el contrano, que hub1e1 d fuer,1 del mundo
Pues suponed que este fuera de e<;te, entonces la sene de [as llll<l taU'-.d del mundo ab,olntamente necesaJld entonce-,
mudanzas del mundo tend1 ia en ello su comienzo, <;m [ \+S4J pJla, como [ .\ ¡ í )j [B í8 5] rmembr o supt emo rn !ª
ffllC dr la
1

[B-l-82] que esta causa necesaua pertf'nec1era, sm embargo, ella 1 rrwwíde ]a, mutdonne<; del mundo, cnmenzana pnme10 la

977 L1te1aJment<- <nl muncl 1 pe1tenece algo quP , Corno >1 d11rn 979 l 01 g¡nones E'l1 Lt fi<1se <-lo que conliad1ce [ ] lenorrienos en el
«e, 11eces1110 que C'll E 1 mun 1o ln\ • 1lgo quP " Cornp•rese con el twmpo-, >Pll l--,I eQ, 1do ele esl i 11 1dlH e 1011
final de la prueba \ L J ¡ B i82 1 990 H" que enlt ncle1 , nmg,un<1 pu te de e'a rnult1tucl
97R El tiempo corrH1 r •nd z 10n fomnl dP la pn>ih1lid1d dP h> mu , o~¡ L'l p 1 \ •hi 1 ,m11111 ar ,e tnrn 1 en dos 113rnfic tel(l!ll' L1 p11me1'l
1
d0mas las prrcede [lecrrnn dp Ecl f\rarl J en H1dad ohytl\ amente P\ lf(fl/!I \ en ell i '" c 1 u,,1 el 1 corn1"nzo 111(71 et un i se11L de est'ldns
pe10 subJel1\ d!l1entP ' en 1,1 1ealiddd efectna de 1'1 conoencia, esl1 1 ¡('( 1() L
~ qo., nd.t es ha<i< (/ , en ella\ 1 cmsalic\ad emp1ez'l
11
f'll' «'fl ' i l " , ~ i 1 l [\lnt>
1epresentacwn como e 11alorne1 ot1a solo es d.idd con oca>1011 de las (fit' rn ¡ 1e 1us 1 rnism1 \qui ( onclu\ o de la pi 1me1 1 'l a u tnr'l
pe1cepc10nes [7'ot i de l\.ant] dr K1ntj
532 CRITICA DE L" Rr-ZO"' Pl R'I
533
misma al mundo :,ensible Peio esto es 1mpo:,ible Pues como ex1stenc1a de estas ultima:,,'º' 'r la sene de ellao Pero entonces
el com1en¿o de una sene tempor<ll :iolo puede :ier dete1 mmado ella mismct debena comenzar a dCtuar,) :,u Cdusahdctcl estana
pm <lquello que precede ;,egun el tiempo, la cumliuon supre ~1tuada en el tiempo,) por e:,o mbmo, empero, en el con¡unto
ma del comit-nzo de imd oene de mut<1c10nes debe e.,1st1r en de lo:, lenomenos, es deur, en el rnu!ldo, y en consecuenud elld
el liun¡m en q11e ella ' dllll no er,1 (pue:, el com1en¿o es una mlS!na, la causa, no estana fuera del mundo, lo que contradice
e'\.btenua antes de la cu,11 precede un tiempo en el que \,t uJo,d la l11¡.iote:,1:, Por consiguiente, 111 en el mundo, 111 fuera de el
que comienLa todct' !d no era) Por c.on:,1gu1eute, L1 C.elu,alidad \pero en en!dce cau~al con hd) mngun ente dbsolutamente
de la cau:,a net e:,Mtd de lds mut1cwne:,, ) por t<tnto, tarnh1en necesano
la causa m1:,nM, pertenece al tiempo, ) t' 1r tanto, al fenorne
no 1solo en el u1<1l es posible el t1e:rnpo, e.orno to1ma de el¡
\ por c.on,,tgrnente no puede ser pensada scpa1 adamenle del
mundo seus1t1le que es el conjlmto de todos los tenomenos
Por C0Ib1gmente en el mundo n11smo eota c.ontemdo ,dgo
ab-,olutarnt:nte iwces,u 10 (\a sea esto la entetd sei 1e 1111:,ma del
mundo, \el UJ1d rarte de e\) " 1

l \l.Jbj [B-!8-!I

Observación a la cuarta antinomia

l. A la tem
P,uct demo;,t1ai L1 e-..1stenua de Ull ente neces,u10, no tengo Si al remontar la se11e de los lenomeno:, paree.en hallarse
que uscti aqm otro J.rgumento que: el toHrwloguo, que d:,uende drfirnltdde:, que :,e oponen a !d e:>..1stenc1a de una causa suprema
de lo cond1u01Mdo en el fenomeno, el lo mcondic10nado en absolutamente necesanct, e:,ta~ [drfirnltdde:,] no deben de basar
el co1Kepto, com1de1andolo ,1 esto [111condJC1011ddo] como la se en mero:, conceptos de la ex1stE>nc1a necesana de una cosa
c.ond1uon nece:,cu ia de l<t totalicttd alJ:,olutd de la :,elle La en gene1dl, y por tanto, no debeJJ de se1 ontologicas, smo que
te11tati\ d de p1 uebd et pdr t11 de 1,1 mera idea ele un ente :,up1emo deben de surgir del enlace causal c.on una sene de fenomenos
para suponer, para ella, m una c.ond1c10n que sea, ella nusma,

982 «Ell.1» e> dqu1 <!<l >t.11e ele mut,tuone,,, reuen menuo1u<l.t 98.J. La exp1 es10n «de estds ullrnB>» puede 1 efe1 n se tanto d las causds
983 Poi «Un<l pa1 te de el» ha~ que enrende1 «una pc11 tt. del mundo» como a la> mutacwnes 1ec1en mencionddas
Pero tamb1en po<lua entende1se «1ma parte de elLv,, es deu1, una 98J Es dectr, paia la :,ene, pero t'"mb1en pod11a entenderse «para
p,irre de la sene ellos», e' du.ir, pa1d lus fe110menos
534 l RITIC A DE LJ\ RA70'l rt R\
535
en gene1 al compete a otro pnnc1p10 de la razon, ) tal pllleba 111tond1C111n<1d,1, en consecuenoa, deben de <>er [chficultade<> J
debe1 a, p01 eso, pi esenhrse poi separado rn'5molng1cil<> e mfendas segun le; es ernpmcils Pues debe
La prueba co<>mologKa pura no puede e'\pone1 l,i e•mtenc1a po11e1 <>e de m<tmhe<>to qne el ascen<>o en lc1 sene de lil<> cau'iil'>
de un ente necesa110 de ot1a manera que deJai1clo a lil vezs1n (en rl mundo sens1blP) nunra puede acabar en una concl1c1on
1 esoh er [la cuest10n de] s1 el es el mundo mismo, o ur1d coslt empt11rn mronrhcion,1dil, '"' \ que el ilrgurnento roo;rnolng1c o
diferente del mundo Pues para aveng1iar esto ultimo se reqrne basado en la contmgenna de los estados del mundo <:egun l<ts
1en pnnup1os que\ a no son cosmologICos,} que no a\anzan m11tiluone<> ele el,''' re<>ulta contrario ¡;¡ b -.upo~1c 1011 ele una
en la sene de los fenornenos, <>mo [que se i eqrneren] conreptos caus<1 p11nH'1 iJ que cb comienzo absolutamente pl!rner o a la
de entes contmgentes en general (tomados en com1derauon 'ief!C'
solo como objeto" riel entendnmento), } un pnnc1p10 [que [A¡ í<J] [B 187] rn p<;ta ilntmonm1 SP ponp ele l11rl1Ufiesto un
'an a] para conectarlos a estos."' mediante meros concepto~ contrnstp ""trnr'in <1 .,<tber que con el mismo a1gumento con
con un ente nece<><tno. todo lo cual pertenece a una filmof1a el q1u' rn li! tP,IS se mfino la e'ostenoa de un ente p11mord1ill
twnffmdrntf, cu\ o lugar no Psta toda\ 1c1 oqm 'i(' mfü re en L1 antitesh c0n el rn1<>mo ng0r, lil no t '\l"tenc1il clP
Pero una\ PZ que se emprende la p1 ueba por la '1a ro>mo /\J 1'11111P1 O :,e dtjO hm llll )fJ llfrf'Wrln, J10ffjllP tnd() el tiempo
log1ca, pomendo por fundamento la sene de los fenomenos p.iqndo <1br11rn en,¡ ]a -;ene de tocias las conclH 1nnes. \con e!L1
\ el ref!.rP\\11\ Pn elh spgi1n lP\ PS emp1m·a<; de ];¡ cilmahdad, ptw,, tamh1en lo Ul( 011d1oonildo llo nece<>ilnn \hmil <>e d1re
\a no <>e puede, de<:pue<; s<thrse de Pll<l \ p<1qr a algo qne 1a no hm lllllf!.1111 1n nrrr1mw preCViill11PJlte porqw' tncln el tiempo
no pertenece a la sene wmo miembro [de ella J PuP> [ '\ Vi8l tr<111qrnn1do ~ba1r¡¡ en "1 ]¡;¡sene de tncla> ]iJ<; cnnel1uones rque
[B~8b] algo debe ser co11<>1dernclo corno rond1c1on en el mismo poi tr1nto r;on tncl,1<>, ,1 q1 \C?, conchn01rndil<>i La c<1u<.a de elln e'
s1gmficado '' en que se tomo la relac1on de lo conchuonado eqln el ¡n 1m( r ,11 gurne11t0 tomíl en cuPnta <>ohmwnte lil tatofidad
con su condic10n en la st ne que tema qne conducir en pro nhrnf11t11de1<1 'PllP dP las cond1nonP<> que <:e cle1rrn1111íln tll1il'>
gre~o contmuo. a esa cond1c10n <>uprema Ahora bien, si esa n ntrns en el tie1rpo. \ obtiene con ello algo m1 onchcwnaclo \
relac1on es sensible \ pertenece al uso ernpmco pm1blr del 11etf'<>rHJO Poi el contrano. el segundo torna •"n rons1dernoon
enlencl1rn1ento. entrmcP<> la concl1c10n o causa suprema solo la co11/111r;mrr11 de todo nquello que es dPtermma.cln en la in ir dr!
puede clausurar el rrg1rmH <;Pgun le'r e<> ele la sPm1h1hdad, l /1cm/10 lpm cine iJ mela uno [de los elemento<> aq dete1 mm<tclos]
por tanto, solo como algo que pertenece a la sene temporal. le ptecede un tiempo en el que la cond1onn ml'illlil debe se1 il
\ el ente necesa110 debe ser cons1dPrado como el miembro qll ve7 dcterrmn<1cla como cond1c10110cla \ con lo cua.1 E'ntonce<>
supremo de la sene del nrnnelo todo 111rn11d1001rnclo [ L\ l h l] [B l !N] v toda nere<>iclnd a.h<>olutri
quecl.111 completilrnente supnm1do<> PPro el <i1mlo ele mferenr1<t
M en ambos [argumento<>] mtn conforme" lil 1a1nn lrnmilna.

986 Hab1 a que entepde1 "PaJ a conecta¡ los d estos entes contmgen 91111 lamh1rn pod1ia en't'nde1se "en una cc1ncl11wn rmp111c,1111ente
tes»
l!H ond1nm11da"
98 7 Corno s1 d1je1 a "pues a 1 ( rms1rle1 '11 a ci lgo rmno ronJ1nnn se debé 91111 Es clccn lar; mut<icHmes del mundo pe10 L1mlllen puede enttn
hacerlo en el mismo sent1ch »
ch 1>r hs mut 1r1<me' dt' ell0s» er; decir rlE lo<: e'tadns del p11rncln
IMMA:>uEL lv\NT
CRI 1IC.'I DE L"I RAZO\ PLJR.A
537
Sin embargo, ha habido qmen se tomara la libertad de dar
común, a la que muchas veces le clContece incurrir en conflicto
semejante salto (pEHt~um.; n.; a.A.A.o y¡:vo.;)."'I" Pues se infirió,
consigo misma, al considerar su objeto desde dos puntos de
de las mutaciones [que hay] en el mundo, L1 contingencia
1i;,ta diferentes. El seüor de Jfauwz comideró que la disputa de
empírica, es decir, la dependencia de ellas respecto de causcts
dos famosos astrónomos, surgida de una dificultad semejante
empíncamente determrnantes, y se obtuvo una serie ascendente
acerca de la elección del punto Je \'ista, era un fenómeno su-
de condicione" empHicas, lo yue estaba muy bien. Pe10 corno
ficientemente notable como para redactar un tratado especial
aquí no se podía encontra1 ningún primer comienzo ni ningun
sobre ella Pues el pnrne1 o razonaba así: la luna gua en torno de
miembro supremo, se aLandonó súbitamente el concepto ern-
su eje porque vuelve hacia la tierra constantemente la misma
pnico ele la contingencia, y se tomó la categoría pura, la que
cara; el otro: la luna no gua en torno de su e¡e, precisamente
entonces dio lugar a una serie meramente inteligible, CU) a in-
porque 1 ueh e hacia la lie¡¡a constantemente la rni~ma cara.
teg1idad se basaba en l<t eAistencia de una causa absolutdmente
Ambos raciocinios eran correctus, según el punto de \'ista que
necesaria, la cual, como no estabd atada a ninguna condición
se adoptase para observar los movimientos de la luna.
sensible, de ahí en adelante quedó liberada también de la
condición del tiempo para comenzar ella misma "u [p1opia]
causalidad. Pero este proceder es enteramente ilegítimo, corno
se puede inferir de lo que sigue.
Contingenle, en el sentido puro de la categoría, es aquello
cuyo opuesto contradictorio es posible. Pero no se puede
concluJr, de la contingencia empírica, a la [contingencia] in-
teligible. [Cuando] algo sufre una mudanza, lo [A-160] [B-±88]
contrarío de ello ([lo contrario] de su estado) es, en otro tiempo,
efectivamente real, y por tanto es también posible; por tanto,
esto [contrario] 110 es el opuesto contradictorio del estado
anterior, para lo que ~e requeriría que en el mismo tiempo en
que el estado anterior estaba, hubiese podido ser, en lugar de
él, su contrario; lo que no se puede inferir de la mudanza. Un
cuerpo que estaba en movimiento = A llega al reposo = non
A. Ahora bien, de que un estado opuesto al estado A le siga a
éste, no ~e puede mferir c¡ue el opuesto contradictorio de A sea
posible, y por tanto, que A sea contingente; pues para eso se
requeriría que en el mismo tiempo en que era el movimiento,

.9.90. ,,S,ilto a utJ o géne1 o» (srn dcento;, m espín tus en el origrnal).


P1 olMblemente ha) ..i. que entender: s,dto a ot1 o génew del ;,e1. ;,,l\tu del
mundo lenomémco ..i.l mundo noumémcu; a~í lo entiende He1m;,ueth.
lrallS¿endentale Dial.ü1I., p. 25-L
538 1~1vl;\ '-l 'EL KA:\ T
CRITICt\ DE LA R VO'-' rl RA 539
hubbiese podido 'Pr, rn lugar de él, el J eposo. Ahora bien ¡.\-11>'.2J IB1<10¡
sa emos más s· ¡ •
tiem . . , .mn que e reposo fue efe.ni, amente real enel
Pº s1gmente, : por tanto, que era también po,ible Sección tercera de la antinomia de la razón pura
mov1m1ento en un tiempo. } reposo en otro tiempo no están
ºP\l:stos entre sí de manera contrad1ctona Por ta~to la su Ürl !NI ERES DEL\ R.\ZOi\ [i\ hlE Clli\I Ll( 10 SC\O
ces10n de determinaciones opuestas, e5 decir la m t .'
demuestra en d ¡ . ' u anon, no Ahí tenernos ahora to<lo el juego dialécllco de las ideas
d 1 . . mo o a guno la contrngencia segun conceptO!
e ente11d1m1ento puro. v no puede cond .- 1 tns111olog1ca'>, que no admiten que les <;ea dado un objeto
existencia de , . ucrr tampoco a a
. . un ente necesano según conceptos uros del co11g1 u ente en ninguna e'Cperwncia po'i1ble, ; ni 'iiqmern, que
ente1_1~1m1ento. La mutación prueba solamente la co!mgenc1'a la tazon las pieme en conc01danc1a con le; es uni\ersale'> de
ernp1nca es deci , l ' la nper ienc1a, y que sin embargo no han sido concebidas de
, r, que, 'egun a 1e\ de caw:alidad el estado
nuevo no habría p OuL ...i·d o t ener ¡u erar DOr sí mismo s1·n' manern ar b1traria, sino que la razón es conducida a elh1s ne-
g ue 1 " • , · umi causa cesar1<1mente en el progres,o continuo ele la sínte-;i;, empírica,
¡ perrenece
·d a tiempo preceden re ""' r, 't
· .r:,, a causa. aungne se
a consr ere como ah.;;olutamente necesar1·a clebe encon trar1e tuando ella se propone lihe1 ar de tocla condición) abarcar en
e e.
d e e' ta manera en el tiemp d b , su tot<:ih<lad incondKionada aquello gue según ieglas de la e-....-
r _
1.os 1enornenos. • o, " e e pertenecer a la se¡¡e de
periencia sólo puede ser determinado de manera conclicionada.
Esas afirmaciones sofísticas s011 otros tanto;, mtf'ntos ele resoh er
cuatro p1 oblemas naturales e ine\Ítables ele la rnz<'in, [proble-
mas] de los que sólo puede h<tber preci<;amente ese numero, ni
má'>, m nwnüs, porgue no hay más se1ies de p1e;,upos1ciones
sintéticas gue limiten a pnon la sínte'iis Pmpí1 ica
Las b1 illantes prPtensiones de la razón gue ensancha su
dommrn ma' allá de todos los limite> de la e;.,.periencia, las
ht>mos prt>'1°ntado sólo en fó1mulas sPca'- que contienen sólo
el fundamt>nto [A Hi3] [B i91] de las 1ei\ indicaciones jurídicas
de ella;) como conviene a una filosofía trnmcendental, hemos
despojado a éstas de todo lo empírico. aunque 'i<'ilo en el en-
lace con e<;to [empírico] las afirmacione' de la razón pueden
lucir en todo su esplendor. Pero en esta aplicación, )' en el
ensanch<imiento progre'ii\ o del uso dP la razón, la filosofía, al
comenzar en el campo de ]a<; e-....perienoa<; ; elP\ ar<;e poco a
porn hao;;ta f'>;i!5 ideas sublimes, mue<;tra una cl1gmdad tal, que,¡
rlln pudiera sostener sus pretemiones, dejmia mu; atrá' el\ alor
997 larnb1én podiía emendene· «es d dr tnda otrn ciencia humana, ya que ella pronwte [darnos] el
hab1 ía podido tene1 luga - ec11. que el e<; lado nue\ o no fundamento p<tra nuestras ma; 01 es e'Cpectati\ as; perspecti\ as
al tiempo p1 ecedente ~egt.rtnolr" <11 m1dsmo. 'llll ldllla causa que pertenece
' n ev e causa 1 ad» sob1 e los fine'i ultimos en los cuales todos los esfuerzos de la
razón deben, al fin, convergir. Las cuesoones ele s1 el mundo como [::.i fuera] un combate ,ostcnido meramente pu1 ¡uego.
tiene un comienzo, y límites ele su exren~ión en el espacio; de ni aun menos, que mande absolutamente que se haga la Pª'··
si en algún lugar, y quizá en mi Yo""" pensante, hay una unidad po1que hay mucho interés en el objeto ele di:, puta-''• no t1en,,
mcl1visible e inclestrnctible, o si no ha) nada más que lo dlVI· mas recurso que reflexionar acerca del origen de e,te d1semn
sible y perecedero; ele si en mis acciones soy libre, o si, como de la razón consigo misma, [para \ er] si el e u lpable de el no
otros entes, soy clmg1clo por lo' l11los de la natmaleza ) del será un mero malentenchdo, tras cu yo esclarecinuento qmLa
destino; de si, finalmente, hay una causa suprema del mundo, [:\.465] [B493] las orgullosas p1erens10nes de ambas paire-,
0 si las cosas ele lá naturaleza, y el orden ele ella,q"; constituyen queden supnmiclas, pe10 en compensación comience una re·
el objeto último en el que tenemos que detenernos en _t~clas genc1a pacífica y duradera de la razón ::.obre el entendirmento
nuestras consideraciones: son cuestiones por cuya soluc10n el ) los sentidos.
matemático daría con gusto toda su ciencia; pues ésta no puede Por ahora postergaremos toda \Ía un poco este esclareci-
procurarle ninguna satisfacción en lo que respecta a los fines miento exhaustivo, para tomar en c011>icleración, pre\ iamente,
supremos ele [A-!64] [B49:2] la humanidad y más caros a ella. [la cuestión ele] cuál e::. la parte poi la que nos inclinarídmos. si
Indmo la clioniclacl más propia ele la matemática (ese orgullo ac.aso nos \ iésemos obligados a tomar partido. Corno en esta
ele la razón h~mana) se basa en que ella le presta guía a la razón cuestión no consultamos la piedra de toque lógica de la vt>rdacl,
para entender la natmaleza, su orden y su regulMidacl, tanto en sino meramente nuestro interés, esa inve~tigación, aunque no
lo grande como en lo pequeií.o, y también en [lo que respecta_ a] decidd nada acerca del derecho disputado por c1mbas partes,
la unidad admirable de las fuerzas que la mue\ en; [y le permite tendrá sin embargo la utilidad de hacer c.omprensibie por que
llevar esa comprensión] mucho más allá ele las expectativas quienes toman par te en esl<l cbpula han prefeI1clo acloptdr
ele la filosofía que se basa en la experiencia común; y da, con uno de los p.u ticlos antes que el otro, ~in que ha\ a siclo cama
ello, ocasión y estímulo para [emprender] un uso ele la razón de ello una mejor comprensión del objeto; y también [tendrá
ensanchado más allá ele toda experiencia, y además, surni11ist1a la ut1hclad] ele explicai algunas otras cosas accesorias, p. ej.
a la filosofía ocupada en ello los materiales más excelentes la \ ehemencia fanática de una parte, y la fría aserción de la
para sustentar su investigación con intuiciones adecuadas, en otra, y por qué [las partes] aclaman con alegre aplauso a uno
la medida en que la naturaleza ele ella lo permite. de los pai ticlos, y están prevenidas de antemano. y ele manera
Por desgracia paia la especulación (quizá, empe10, por irrec.onciliable, contra el otro.
suerte para la clete1rninación práctica del hombre) la razón, Pero hay algo que determina, en esta evaluación provisona,
en medio de sus mA'l.imas expectativas, se ve atrapada en tan el único punto ele vista desde el cual ella puede ser efecrnacla
apretada multitud de fundamentos que se oponen unos a ot:os, wn l<l debida precisión; y es la comparación de los principios
que -puesto que ni su honor ni su misma segundad consien- que las partes adoptan como puntos de partida. Se obse1 \a,
ten que se retire a contemplar con indiferencia esta cl1scord1a en la;, afümaciones ele la antítesis, una perfecta uniformidad
de la manera de pen~ar,) una completa unidad de la má,,,ima,

992. Literalmente: «m1 Yo mismo» '.Selbst).


993. También puede entenderse: «el orden de ellas», es decü, de las 99-1. Lo;, gu1one;, en la f1 '1,e «-puesto que m su honor [ . ] él objeto de
cosas de la naturaleza. d1;,puta-» son agregado de e;,ta uaducuóu.
l~íMANUEL KANT CRfTICA DE LA RAZÓN PlJRA .543

a saber, [A4G6J [B494] un principio del puro empmsnzo,"'" no deducrión de lo condicionado a partir de lo incondicionado. lo
solamente en la explicación de los fenómenos [que están] en que la antítesis no consigue hacer; para ésta es mu7 desdoroso
el mundo, sino también en la resolución de las ideas transcen el que a ],1 pregunta por las condiciones de su síntesis no pueda
dentales de la totalidad del mundo mismo.""'' Por el contrano, darle ninguna respuesta que no deje siempre, sin fin, [algo]
las afirmaciones de la tesis ponen por fundamento, además de , por preguntar Según ella, desde un comienzo dado se de?e
la manera empírica de explicación dentro de la serie de los ' ascender a otro más alto; toda parte conduce a otra parte aun
fenómenos, comienzos intelectuales, ven esa medida la máxi más pequeña; todo acontecimiento tiene siempre por causa,
mano es simple. Pero [en consideracÍón a] su nota diferencial ' por encima de sí, otro acontecimiento; y las condiciones de :a
esencial, la llamaré el dtJgmatzsmo de la razón pura. existencia en general se basan siempre, a su vez, en otras, sm
Así pues, del lado del dogmatismo en la determinación de llegar a tener nunca 5ostén y apoyo incondicionados en una
las ideas cC!smológicas de la razón, o [del lado] de la tem, se 1 cosa subsi<;tente por sí como ente originario.
revela Tercero, este lado tiene también la ventaja de la pop11landad,
przmero cierto interés prárt1co en el que toma parte sincera que no es, por cierto, la parte menor de su pr.estigio. El en-
mente todo [hombre! 5ensato si está advertido de su verdadero tendimiento común"'" no encuentra la menor dificultad en las
provecho. Que el mundo tenga un comienzo; que mi Yo'r ideas del comienzo incondicionado de toda síntesis, ya que
pensante sea de nahiralna simple, y por tanto, incorruptible; él, de todos modo>, pstá más habituado a descender hacia las
que sea, a la vez, libre en sus acciones voluntarias, y se eleve por consecuencias, que a ascender hacia los fundamentos, y en los
sobre la coacción de la naturaleza; y finalmente, que el orden conceptos de lo ab<;o]utamente primero (sobre cuya posibilidad
todo de las cosas que constituyen el mundo se origine en un no cavila) tiene una comodidad, y a la vez un punto fijo para
ente primordial de quien todo recibe su unidad y apropiada atar a él el hilo conductor de sus pasos; mientras que no puede
conexión, son otras tantas piedras fundamentales de la moral encontrar ningún agrado en el ascender sin descanso de lo
y de la religión. La antítesis nos priva de todos estos apo}m, condicionado a la condición, siempre con un pie en el aire.
o al menos, parece privarnos de ellos. [A 168] [B-l-96] Del lado del empmsmo en la determinación
Segundo, se expresa por este lado también un interés esperula· de las ideas cosmológicas, o [del lado] de la antítem, primero no
two de la razón. Pues si se admiten y emplean de esta suerte las se enrnentra tal interés práctico fundado en principios puros de
ideas transcendentales, [A467] [B495] se puede abarcar entera· la razón, como el que contienen la moral y la religión. Antes
mente a priori toda la cadena de condiciones, y comprender la bien, el mero empiri<;mo parece sustraerles a ambas toda fuerza
y todo influjo Si no hay ningún ente primordial diferente del
mundo; si el mundo no tiene comienzo y por tanto tampoco
995. Por «pmo empinsmo" hay que entender aquí un emp1ri1mo tiene un Creador; si nuestra voluntad no es libre y el alma es
«ba5ado estricta y exclusivamente en p1;ncip1os de la experiencia» (H tan divi<>ible y corrnptible como la materia, entonces lils idea<;
He1msoeth· Trans:¿rndentale Dwlektzk, p. 266, nota 120). y lo<; principios momle1pierden toda validez,)' caen juntamente
996 Es decir, las ideas rnn las que se piensa al mundo como totalidad
con las ideas transcmdentaler, que eran su soporte teórico.
(y no solamente alguno de lo" contenidos del mundo). como p el en
la co1mología de Lucrec10. Así lo explica Heimsoeth: Transz:,endentale
Dzalektzk, p. 266.
997 LJteralmente: «m1 Yo mJSmo» (Se/hrt) 998 Como s1 d1.ie1a: «el sentido comun», «el buen sentido».
CRITICA lJE U\ R-'\ZO'I f l R.;
54 5
!'ero ui 1umpimauu11 el ernp111:,mo le ohece al mteres Jamas representar zn w11u1 tu \d lo simple 1 111 aclm1t11 a que rn
eopel ulatl\ o de la razon \ e11taps qiw son rnu; :,eduLloi d>, y la natwaleza rrusma se p011g<l pm hmd,1mento una Liculrad dt.
que oob1epd0>a11 en mu< ho a Lio que puede prometer quien obrar de manera 111depend1ente de l<ls le)t'S de la naturalt'Ld
pi ofe;,a comu dogrnat1cu !do ideas de la rdLOn Segun aquel, el thbertddJ) que con ello se re,ll rnJ,t la tared del ememl1m1ento
u1tu1du11renw otempre e>ld Pn ;,u :,uelo prop10 a :,<1be1, en d de 1m est1gar, siguiendo el lulu conducto1 ele regido neé e:,an,1"
l unpo de me1d> ex.penu1CldS posible:,, CU)dS le)e> el puede el >urg11111ento de los fenomenos, m [ A.-170] [B ilJb] hnalmente
111ddg,u \ pu. mellio de id:, u1ale;, puede en:,,mch,u :,m fm su concedeia que se busque, par .t cudlyuier [lo:,a] que ~E ,1, !et Ldlba
e onm 1m1emo :,egu1 o \ l ump1ens1ble Aqui el puede ) debe fuera de ld I1<ltur<lleLct (ente pi unorlh,d), por c¡ue no con e,( e mo,
e'\h1b!l ,¡ la mm1uon el objeto, tanto en si rmsmo, como en nada mas que a esta, ) solo ella es !et que no;, ofrece ob¡uos \
:-,u,, 1eldl1one:,, o dlln en concepto;, CU) d 11nagen puede ;,e1 Id que puede rnstr mrnos dcerut ck sus le; e,,
pi e:,u1tdda cl,u,1 ) distmlamente en mlmuones dddds ana Bien es uerto que ~1 el fi!o,ofo emp1nco no llene, con su
logds I\o ;,ol.unente no necesita dbandonM esa cddena del ant1tes1", ot1a mtenuon que repr imu !et petulanud \ L1 tc1ne
mclcn de la ndtu1.deLd, paia ( \H¡tJ] [B-1<)7] pasar a depender ndad de ld r ctzon que de:,conoce su ver dddera dete1 mHMuon
dt:. 1 le et:, U!\ os uby.. tos nu conoce, porque, lomo cnaturas del y que a!drdea de 1ntelzgenua) de sabe1 alh donde p1 opiamente
pen,,ume11lo, nuncct pueden se1 <lctdos, smo que m >iqmerd la mtehgenua y el saber tenrnnan, y que pretende hdcer pci
le e-, pe1 m1llclo db,rnllon,u su tdrea y, :,o pre te\. to de que ya sar por promocwn del 111teres especulatl\ o aquello d que ,,e
t:,ta acdbada, pasd1se dl dom1mo de ld rdLOn idedÜZ<rnte) a otorgd validez en atenuon al mce1 es prdUllO, par et 10mpe1
los conceptos t1 dllscendentes, donde ) a 110 neces1td ob-,e1 var cuando le queda comodu, el lulo de !cts lll\ e:,ttgctc tOJH:'' l 1s1c,t:,
Jll un estigd1 <le ctll1e1 do con J,1s le) es ele !et 11<1trn alez.i, smo y, con la ex.cusa de la amphac10n del conoc1m"e!llu ctLti lo
,,olcirnPnte [neceslld] pemm e uwentai, segu10 de que no puede a ideas transcendenldle:,, poi Id:, cu<tles p1 opt<tlllentl 'OlL) sE
se1 1dutado por hcchoo de la niltmalezd, p1eusamente porque conoce que nada .ii j(/be, si, digo, el emprr 1std ,e e onremdrd
no e,tc1 hgi!do ,d te:,umomo de ellos, smo que esta autorizado con esto, su pnncipio se11a tllld m<1x1md de moduaL 1011 en las
d pctocldos pm d!to, o rndw,o d subordmddos d ll!1d dulondad pretensiones, de rnode:,tia en lds .dirm<luone:, \ a la \ ez del
ma~ ele\i!dd d ,abe1, ld de la raLon pur.1 ma\imo ensanch<Ln11ento pus1ble de nue,,q o emenchm1e11to
Po1 tso, el empmsta Jdlllas pe11'litira que :,e supongd que g1auas a Id maestia que p1op1.tmente 110:, e,, <1signddd, a saber
,dgmM epocd de ld natm d!e¿c1. scd la dbsolutdmente pmrn:'1c1, ld expe11e11u<l Pues en t,d cctso no 110:, sellan sust1 ardas, para
m que sc comiclere d!gun 111111,e ue la perspecll\ tl que el tiene los fines de nuest1 os dSuntos pr dLl1cm,, 111 las p1ernpo.iu zone.;
sobre Id ex.ten:,1011 de ella, como el ult1mu !mute, m que >e mtelectuales, 111 la fe, aunque 110 se las pod1 ia presentar con
p,toe dL lo;, objeto, de Id !lüturaleLa qL1 e el puede descomponer el titulo) la pompa de uenud m de [A. l71 j [B--l CJCJ] cogrnc10n
pm medio ele !d ob,,e1' cluon ) <le Id llldtematica, ) que puede ldUOIMl, po1que el :.aber especuldtl\O propiamente tal no
ckte1m11hu ~rntetrcdmentc en Id mtmuon lde lo extenso) '~ 1 a puede encontrar en parte dl6Ulld ollo objeto c¡ue el de ld e'
aquello:, [ubjdm,J que rn el sentido Ill Id 1111dgmac10n pueden pe11enc1a, ) s1 se t1 aspasdn lo:, lnrnle~ de estd la smtes1' que
procu1a conocun1cntos nue\ u::. t mdepenclienres de ella no
tiene sub:,trctlo de ]d 'lltu1uun 11 el que put.d<t ,er e¡e1ud,t
'!')') r L\ c¡ul eutu1du UJI11ü 'I dtjLfd "jd!Tl,t> IJe!lmtnd que >é pa;e Pero ::.1 el empu1smCJ '>t' v w h l el !11bl11u du~ttldLCu l l n
de Ju L ;,.le!l'O el cl(jLJPl]0; OOJelo;, [ J \el lo sm1pkJ» re~pecto a Ja,, 1<leas (como mrn lid~ \ eces ou1n, L 11 1 ..., , (un
IMMl\NUEL KANT CRITICA DE LA RAZÓN PllRA 547
11 1
atrevimiento lo que sobrepa5a la esfera de sus conocim1ento1 creetía que el entendimiento común recibiría con a\ ide?
l "

intuitivos, entonces incurre él mismo en la falta de la inmtt un p1o}ecto q11e promete satisfacerlo nada más q11e con co
destia, que es aquí tanto más reprobable, cuanto que cone\I~ nocimientos de e-xperiencia y con la interconPxión racional
se ocasiona un perjuic10 irreparable al interés práctico de la de ellos, mient1 as q11e la dogmática transcendental le obliga a
razón. elevarse a conceptos que sobrepasan con mucho la penetra
Ésta es la oposición entre el ep1curdsmo 10"" y el platon1SmO. ción v la facultad racional de las cabezas más ejercitadas en
[A472] [B500] Cada uno de ellos dice más de lo que sabe; el pe;1sar [A !73] [B.)01 J Pero precisamente es esto lo que le
pero de tal manera, que el pnmero estimula y favorece el saber, empuja. P11es se encuentra entonces en un e<;tado en el que ni
aunque en perjuicío de lo práctico; el segundo suministra ex· aun el más letrado puede aventajarle. Si él 111111 entiende poco
celentes principios para lo práctico, pero por eso mismo. con o nada de ello, nadie puede jactarse tampoco de entender
respecto a todo aquello c1cerca de lo cual sólo nos es dado un mucho más, y aunque no pueda hablar aquí de manera tan
saber especulativo, le permite a la razón entregarse a explica· escolá>tica como otros, puede empero razonar sofísticarnente
ciones ideales de los fenómenos naturales, y descuidar, por infinitamente más, porque se mueve entre meras ideas, acerca
ellas, la investigación física. de las cuales se es precisamente más locuaz, porque no 1c whr
Finalmente, por lo que concierne al tercrr momento que nada de ellas; mientras que en lo que se refiere a la investigación
debe ser considerado en la elección provisoria entre las dos de In naturaleza debería enmudecer y confe'>ar su ignorancia.
partes en conflicto· es sumamente extrafio que el empirismo . Comodidnd y vanidad son ya, pue<;, una fuerte recomendación
sea enteramente contrario a toda popularidad, cuando uno [en favor] de estos principios. A eso se afiade que aunque para
un filósofo <;ería muy penoso suponer como principio algo, sin
poder rendir<;e cuenta a sí mismo de ello; o nún más, introducir
7000. Está, sin emba1go, todavía la cuestión de s1 Ep1curo habrl, concepto<; cuya realidad objetiva no puede entenderse, nada es
111111
enunciado alguna vez esos principios como afirmaciones objel:Jvas S1 1 más habitual, sin embargo, para el entendimiento cornun
no eran más que máximas del uso especulativo de la razón, él mostró Él qniNe tener algo con lo que pneda comenzar con confianza.
en ellos un espíritu filoqófico más genuino que el de cualqmera de lo!
filósofos de la Antiguedad Que en la explicación de los fenómenos
La difirnltad para comprender tal presuposición no le inquieta,
se debe proceder como si el rampo de la investigación no estuv1~ra porque a él (que no sabe lo que <;ignifica comprender) mmca se
recortado por ningún límite ni comienzo del mundo; [que se debeJ le pnsa pot In cabeza; y tiene por conocido lo que le es familiar
tomar la mate1 ia del mundo tal como ella debe ser s1 queremos que e en virtud del uso frecuente. Por último, todo interés especu-
la experiencia nos m'ltruy;1 acerca de ella; que no se debe recurnr a ' lativo <;ucurnhe en él ante el [interés] práctico, y se imagina
ninguna otra generanón de los acontecimientos, más que a la manera .
como están determinado< por leyes inmutables de la naturaleza;) entender} saber aquello que [B502] sus temores o sus esperan-
finalmente, gue i;_o se d'.'be 1ecurrir a ~inguna cat~sa .que sea diferente zas le lle\an a suponer o a creer. [A474] Así, el empirismo de
del mundo; [A 412] [R 'JOO] son todavia ahora pnncip1os muy acerta
dos, aunque poco obse1va<los, [que sirven] para ensanchar la filosofia
especulativa, así como también para hallar los principios de la moral
de manera independiente de fuentes aux1hares extiañas, sin que por 1001 Como s1 diy'ra· «el sentido comun», «el buen senl1do»
ello qmen exige que se ignoren aquellas proposiciones dogmáhcas 7002. «Él" es aquí el sentido comun
mienti as estemos ocupados en la mera especulación, pueda ser acusado 7003 Poi «entendimiento común" ha) r¡ue entencle1 ar¡uí «el sentido
de pretender negarlas [Nota de Kant]. comun'" «el buen sentido».
CRITic~ DE L'\ R'\ZO' Pt R'\
549

]d 1
tzon n a110,cendent<tl ideal1zdnte quedd de,,poja<lo de toda wmemdo de los funddmE-nto5 de< llas, tal hombte -s1 se ,,upone
1 1
pupular 1d<td \ pu1 muchds Losas pe1Jud1oales que ella '" ' pueda que no conooera ot1 d >dhd,1 del .tp1 ieto, mas que declararse
c"meiH::r tontld lu> p1rnLip10s p1act1cos supremos, no ha) que en Íd\ or de una u otra de la::. dou1mas en conílicw- 1"" estana
tuiiu que \d\d, tt<t::.pa,,u Jamas los hmites de la escuela) en un estado de mtermmable 'aulac1on Ho\ le pa1 ecena
ddq•m Id ,tl 0 un p1Lol1gw rn111m1<imente con,,1<lerüble entre el Wll\ mcente que la voluntad humana es ltb1e, mañana cuando

pt•L,itco Jll Íd\ 01 alguno en la muchedumbre tomc1se en co1151de1ac10n ld mdisuluble cadena de la naturaleza,
I a 1,1zon humzuu e::. dI qu1tectomca por Ddllll ale za, es denr, dana por cierto que la libertad no es mas que autoengaüo, )
Ci•t1 s1Jc ra tudo" lo" Lonoun11e11tos como s1 perteneuerdn a un que todo es mera naturaleza Pero cuando se tratard de obrctr
pu, 1bL ,bLCI!ld \ por e"u ad1mte ,,u\,unente dquellos p11nup10s ) de actuar, ese Juego de !d 1.tLon meramente especulatn a
que poi lu rnenos, nu turnen, a uu cunoun11ento que elld >e desaparecena corno las 1magenes de un >lleno, \ e5cogena
pr upe me tener, ll1l a paz de e,tai )unto con otl o:, en algun >!::.le sus pnnc1p10s solo segun el mtere" practico Pero puesto que
nh1 Pe1 o l,b piopn,,1uones de la dntlteo,1s son de t,d genero, que com iene a un ser qut> refk '-lO!ld e 111\ est1ga dedicar alglm
hacen Lnle1 ametlle 11npo,,1ble el .tc.tba1111ento de un ed1fiuo de tiempo al solo e"arnen cnt1co de ~u propia razon, de,,popndose
u iJLX 1mientos ::ieg1m ell.ts, pai et celda estct<lo del mundo hay para ello de toda ¡.M1uahdad, y comurncar dSl pubhcameme
,, 1"rnpte otro nMs dllllguo, en cada parte hct\ siempre otias, a otro,, sus observac1one,,, para que ellos Ja,, e\ aluen, a nadie
que ,1 ,,u \ ez ,o 11 c1r, 1s1b]e,,, antes de c.tda aconteumiento ha) se le puede tomar a m.tl, ) .tun menos 1mped1r, que haga que
otro qdc a ,,t 1 \ eL fue genelildo ig1Mlrnente en otro l.tdo,) en ld las p1oposic10nes [A-176] ) [B50-!] sus antites1s comparezcan
e-..¡,,tem 1a en general todo [es] siempre solo Lond1cionado, >lll ) ::.e defienddn como puedan, ~m temer amenaza alguna, ante
qcIL i ecuno 1 La 111u~l.tlld e"1stenc1d mconcl1uon.td.t ) pnme1a Jllrctdos de su nmma cond1uon (ci saber, de la cond1C1on de
\, 1 uue;,Lt· que Id anllle'1" no admite en mngun lddo algo pn debiles seres humanos)
JTit'l\~, 111 un Lun11enzo que pud1e1d ser\ lI como tunddmento
db-,ulmo Je ld cunot1 ucuon, es enteramente 1mpos1ble, con tales
pi esnpos1u011i:.S, un ed1huo completo del Lünocun1ento [A-<7.:i] Sección cuarta de la antinomia de la razón pura
[B )U~] Poi esu, el 1nte1 e,, MquiteLlomco de la rdzon (qc1e no
red,1md Lllld umddd empuKa, s1110 una umdad rauonal pma
a ¡nw1 1, gl.1a1da en ,,1 und 1ecomend.iuo11 n.itulill e11 tavm de Dr. LO:, PIZOBLE\J \:-, 1R..\'\:-,( CNUl '\J ! .\LE':> DE L.\ RAZO'\ PL RA,
E'\ L.\ \llDID \ l:, '\ QUE DEBEN .\B::.OLlJT.\ \!ENTE
[d, dhunac1011es de la tesis
l'e 1 o ,¡ un se1 hLlllldno pud1e1 a emancipai o,e de todu mteres, PODER ::.ER RE::.lJEL10::.
) con tot.il md1le1 encia con respecto a lds consecuencias, [pu
Pretender resoh e1 todos lo~ p10blemas ) 1esponder a todas
di et dj uHb1de1 dI las dfu maciones de Lt razon .itend1endo solo al
lds p1eg1mta~ sena una lani.trronddd descarada) una presuncion
t,m e\.travdgante, que con ella uno se pin ana mmed1atamente
de todo Cieclito Sm embargo, !My ciencias CU) a natmaleza es tal,
/UO+ Pu 1 elld, lid\ que entemle1 ctqu1 «!.1 IdLon trzmocendenlctl 1Jea
J¡,:.mtt'» menuonJtLt ante:, ::ie lM :,uge1 Hlü ,uo,tllUll «ellct> pm «el» es
deu1 el e>Leptid:,mo i\:,1 LJ i\cctd 1006 Los gmones en la frase «-si se supone [ J doctrmas en lünfütto-»
JOO:J RecÜLddü con n1d;mcula en el ongmdl «un Pnme10» >on dg1 egddu de e'ta t1 aducc10n
550 l RITICA DE LA Rl\ZO', PL R \

que toda cuestion que se presente en ellas debe absolutamente cuales se pueda ex11J'1r, con derecho, una respuesta sat1sfactona
poder ser respondida a partir de lo que ya se sabe, porque la concem1cnte il la iwturalew del objeto sm que al filosofo le 'iea
respue'ita debe surg1r de las rmsmas fuentes de la'i que surge la penmtido <;lJ<;trae1 se a Pila alegando una O'iCtmdad 1mpPneti able,
pregunta, v en las que no esta permitido en modo alguno ale~ar y esas pregunt<Js <;o]o pueden refcnrse a 1clea'i CO'imologica<; Pnes
una 1g110rancia me' 1table, smo que se puede exig1r la 'iolucmn el ob¡eto debe ser d<:1do empmcamente } la preg1111ta se refiere
Lo que es 1usto o m;mto en todo'i los ca'ios posibles, debe poder sol<1rnente a la adecuacion de el a una idea S1 el objeto es tram
saberse seg1m la regla, porque concierne a nuestra obhgauon, cendental ' poi cons1gi11ente, clesconoodo en s1 mismo, p PJ
v no tenemos obhgacion alguna con respecto a lo que no podemos [cuando 'ie prCIJ'11!1ta] s1 acaso el <:1lgo n1\o fcnomeno (en nosotros
sabe1 En la exphcac1on de los [A477] [B505] fenomenos de la mismo<;) es el pem<1r (PI alma), e<; en 'il mismo un ente simple, s1
naturale?a, sm ernbsrgo, es mucho lo que debe quedamos 111 acaso ha\ una causa ele todas las cosa'i en su conJtmto, que spa
oerto y son muchas las cue'ih011e'i que deben quedar msolnbles, absolutamente necesana, etc, entonce<; tenemos que buscar,
porque lo que sabemo'i <;obre la naturaleza no e'i, m con mucho, para m1c'itrn idea, un objeto del que podamos confesar que nos
sufiuente, en todos los casos, pai a lo que prctendemo'i explicar es desrn11oc1clo, pero que no por e<;o sea rrnpo'i1ble " Solo las
Ahora bien, se plantea la cue'it10n de s1 en la filosofia transcen , [AP<J] [B)07] 1deas rn'imologica<> tienen la peculianda<l df' que
dental ha\ alguna preh•unta refenda a un objeto propuesto a la pueden ptPsuponei que su ob1eto es <lado,\ [que es ciada tamb1enl
ra?on, que no pucd,t sei re'ipond1da por esa misma razon pura, la smte,1s ernpmca qne se reqmere para el concepto de el, \ l<1
y de s1 puede ser leg1t1mo smtraerse a la re'ipue'ita defimt1va p1egunta que 'iurge de ellas se refiere 'mlamente al progre<;o ele
aduoendo que [ese objeto], como [algo] absolutamente mc1erto esa smte'iI'i, rn la medida en que [ese progreso] tiene que contener
(por todo cuanto podemm conocer), se cuenta entre aquello de totalidad absoluta, esta ultima ya no e<> empmca, p1w'> no puede
lo que tenemos, en H'rdad, suficiente nocion como para plantear ser dada en mng1m<:1 e-.penenoa Puesto que aqrn 'ie trata de 1m<:1
una pregunta, faltandonos empero enteramente los med1m, o la cosa umcamente como objeto de una expenenna po<;1ble \ no
facultad, ele re'iponrlerla alguna vez
Ahora bien,) o afirmo que la filosof1a transcendental, entre
1007 Por rierto que no <;e puede da1 re<;pnesta 1lguna al l pi Pgunt1 por
todos los conoomwnto'i especulatn O'i, tiene e<;ta pecuhandad l,1 ndtuialeza de un ohJelo t1 amcendental a sahPr [no se puede decn]
que nmgima cuest10n que concierna a un objeto ciado a la que n [e"c objeto] pe10 'il [<;e puPde i e'>ponder] qne Li prrgunfa mr,1111
razon pura es msoluble para esa misma razon humana, v que no er nada poi que no puede dane nmgun oh¡eto de elh Poi e'io tod1s
mnguna excusa que alegue 1gnoranc1a me\ 1table o pi ofund1dad las preguntas de la p<;Kologia tran'irPndental se pm·den ie,ponde1 \
est,m efPrt1vamente 1e<;pondrd<<; pues se 1efieren al <;l!Jeto ti dn" de
msonclable del prohlemil puede e'<mur de la obhgac10n de
todos los fenomeno<; mternos, ['uJeto] que no e' el mismo fenomePn
responderla de manera exhaustiva y completa, porque prec1 ~ qur por rons1gmente no esta dado como objeto \ en el nnl mngun 1
samente el mi'imo roncepto que nos pone en condiciones de de l<1s categ01 ia<; (<t la'> que p10prnmente [A +70] [R 107] se dmge h
pregimtar nos debe capacitar para responder a esa pregunta pirgllnt1) ennH"ntr,1cond1c1orH'>;p1rn su aplicac ion P01 c.on,1guil'ntc
\a que el objeto no se encuentra fuera del concepto (como en aqn1 'e pre<;enta el caso en el que trene \alrdez la e'.prP'i!On ,11]g-i1
[q1w dice] que [no dai] nmguna 1e<;pue'ita es t<mb1en \1n1 1e»pnesll 1
el caso de lo justo \ lo m¡usto)
s.ihr1, qlle es ente1zimente nula\ \'lCJa una pregunt 1 poi h n<trn1lf'? 1
[ '\+78] [B )Oh] I:n la filosofrn transcendental no ha\, empero rle 1quel Algo que no puede <;p¡ penndo mediante mng1m p1ed1ndo
otra' p1 egimtas, smo solo las cosmologicas con respecto a las tletrrmmado porque e<;ta pue<;to ente1<1rneute fue1 et de l,1 e<;fe1 •de ll"
obJrfo<; quP pueden wrnos d>dos [J\ota de K •nt]
CRITICA DE LA RAl02\ PüR..\
552 553
como una cosa en sí misma, la 1espuesta a la pregunta co,moló· de nuestros concepto,, y la clave de ellos, por consigcuenre.
gica transcendente no puede estar en ningún otro lado, sino en no está en nosotros ni en nuestro pensar puro, sino fuera de
la idea, pues ella.1 1' " no se 1efiere a ningún objeto en sí mismo;) nosotros, y precisamente por eso en muchos casos no puede
con respecto a la experiencia posible no ;,e pregunta poi aquello ser hallada, [A-!81 J (B509j y por tanto, no puede esperarse
que puede ;,e1 dado ut cow 1e/u en una expe1iencia cualquiera, sino ninguna solución segura. !\o considero aquí la:, cuestiones de
por lo que está en la idea, a la cual la "ínte;,is empírica sólo nene la analítica tramcenclental que se refieren a la deducción de
<¡ue aproxima1se; por consiguiente, [la cuestión] debe poder ser miestros conocimientos pmos, porque ahora tratarnos solamen·
resuelta a pai tü de la sola idea; pues é;,ta es una mera cnat:rn a de te de la certeza de los juicios con respecto a los objetos, y no
la razón, la cual, por tanto, no puede deponer la respofüab1hdad con respecto al origen de nuestros conceptos mi~mos.
tra;,ladándola al objeto de;,wnocido. Por consig1üenle, no podremos eludir la obligación de !dar],
[A.+80] [B-308] No e;, tan ext1aordinario como al comienzo al menos, una resolución crítica a las cuestiones racionales
parece, que una ciencia pueda exigir y espera1, para toda;, la> planteadas, profiriendo quejas sobre las estrechas limitacio-
cuestiones que pertenecen a su e;,fera (quaestwne:, dome:,tuae), nes de nuestra razón, y admitiendo, con la apariencia de un
;,ólo re;,olucione;, cierta;,, aunc¡ue [ésta;,] por el momentd quizá humildhimo conocimiento de nosotros mismos, que está por
todavía no hayan ;,ido hallada;,. Fuera de la filosofía tramcen encima de nuestra razón el decidir si el mundo existe desde
dental ha y además du;, ciencia;, puras de la razón, una de con· l,1 eternidad, o tiene un comienzo; si el espacio del mundo
tenido meramente e;,peculativo, y la otra de contenido práctico: está lleno de ente;, ha~ta el infinito, o si está encerrado en
lJ. matunátua pura) la uwwl pura. ¿Hase oído jamás que, debido ciertos límites; si algo en el mundo es simple, o si todo debe
a una necesai1a 1g11orancia de !J.s <ondiciones, se hay a dado por :,e1 dividido hasta el inf1111to; si hay una generación y produc·
l!~cie1 to cuál ,ea J.1 1e]dción perfectamente e>.acta, en núme1 os c1ón por libertad, o ,i todo pende de la cadena del orden de
racionales o 11rauo11ale,, del diámetro con la circunferencia 1 la naturaleza; y finalmente, si hay algún ente enteramente
l\1e:,to que con lo;, p1imeros [esa 1eldción] 110 podía :,er dada de incondicionado y nece:,a1 w en sí, o si todo es condicionado
manera co11g1uente,) con los ;,egundos 1""' 1 toda\ía no habido en lo que respecta a su existencia, y por tanto, dependiente
hallada. se JUzgó que al menos podía conocerse con certeza en lo externo, y contingente en sí. Pues tocias estas preguntas
la imposibilidad de esa solución, y Lambert suministró una conciernen a un objeto gue no puede ser.dado en ningcma otra
prueba de ello. En Jo, p1íncipio:, universales de las costumb1es parte, más que en nue;,tro;, pén;,amientos, a saber, !conciernen
IM<la puede :,er mue1to, pmque las proposicione;,, o bien son a] la totalidad absolutamente mcoudicionada de la síntesis de
e1ueiamente nuldS y vacías de sentido, o bien deben surgir de lo;, fenómenos. Si no pe demos deci1 ni decidir sobre ello nada
nue:,tro;, mero;, co1;ceptu> racimMles. En cambio, en la ciencia cierto a pa1tir de nue:,t1os propios conceptos, [A-!82] [8510]
de la naturaleza lM) una infinidad de conjeturas con respecto a no tenernos derecho a echarle la culpa a la cosa, que se nos
ld, que nunca puede e;,pe1 m ;,e ce1 teza, porque los fenórnenm esconde, pues una cosa tLd no puede sernos dacia (porque no
natu1,de> 'ºn objetos que no> son dados irnlependientemente se encuent1a en ninguna parte fuera de nuestra idea); sino que
debemos bu,car la causa en nuestra idea misma, que es un
1
""

1008. "Ella» es aquí «la p1 egunta cosnlúlóg1ca transcendente».


1009. Es deu1, med1,mte )o:, números irracwnales (nota <le Ed 1070. Hay que entender: la causa de nuestra mcapac1dad de decidir
.\cad.~ algo cierto .
CRITICA DE LA RAZ01' PuRA 555
554
dioon de la existencia en general con
problema gue no admite <;o]uc10n alguna v acerca de la cual, prnccdenc1C1, de la con ] de s1 ha de ser producido poi una
sm embargo, suponemm ob<>tmadamente gue le correqponde todas las preg·11nta5 [acerca orrre<;e mfinitamente no
c. una :,mtes1s que pr o·
un objeto efectivamente real Una expos1c1on precisa de la sintest> 11rnta o por ble 11 ;'\o podna15
una expenencia pos1
cLalect1ca que reside en nuestro mismo concepto nos llevana es a!t an?a d o poi nm g ' l d tra mane1 a el fenome
e-.:p icar e o ' '
pronto a la completa certeza acerca de lo q11e tenernoq que ¡) e¡ e,phca1 rneJOr n1 compone de partes
\a supusierai<; que se
jlttgar con respecto a esa cuest10n no de un cuerpo, i' )Qne ele manera contmua, siempre de
A vuestra excusa de falta de certeza en lo concermente a ~imples, o que se com¡ , d resentarse a vo<;otros
estos problemas se le puede- oponer, en pnrner lugar, esta pre paites co111p1w<>tas, pues ¡ama<; pue e1ap compos1oon mfimta
\e m tampoco m '
t,'lmta, a la cual, al menos, debe1s responder d1stmtamente cDe un fenorneno s1rnp ' ¡ d º solo en la medida
eren <;er exp ica o'
donde llegan a\ osotrm Ja-; ideas cuya solunon os enreda aqm Los fenornenos rcqui [B~l2] son dadas en la
.J de exphcaoon :J
en tal dificultad? rSon acaso fenomenos cuya exphcac10n os en que sus conn1c10ncs d d ellos [1\..t.8..t.]
de lo que pueda ser a o en ,
hace falta,} de los cuales, de conformidad con esas ideas, ~olo perLepoon pero to > l 11 m1Smo una percepc10n '
terie1s gue buscdr los prmc1p10s o la regla de la expos1c10n' Su todo abw uta E'S, e o '
reun1 do en un ' llo cuya e'\phcac1on se
1opimnentE' aque
poned gue la natmaleza se os descubnera por entero, que nada Pero e:,te to d o es, P dentaJe<; de la razon
1 oblem'1' tran<;cen
se ocultara a vuestros sentidos mala connencia de todo Jo que requ1e1e u1 º' pr oluoon de e<;os problemas nunc«1
se pre&entase a \ uestr;i mtmc10n, aun a-;1 no podnais conocer Pue<;to que, entonces, 1a res 1 ~penenoa no podeis
lla mi<;ma en a e~ ,
zu conrreto, mediante nmguna expenenoa, el objeto de n1estras puede presentar<;e, e , h , lle atnbmr al obieto con res
º to lo que ava q ' J
ideas (pues [para ello J -;e reqmere, ademas de esa mtmoon com declf que sea moer L' t meramente en" tH'<;tro
1p uestro º"Jeto es a '
pleta, tarnb1en una ~111tes1s acabada [B 511 J ) la rnnoenoa de la Pecto a esto ues" d d f de el por eso, solo tene1s
ele ser a o uera '
totalidad ab-;oluta de ella, [A t8 3] lo que no e<> posible mediante l nebro, \ no puc d con" o<;otros mismos \ de
¡ zar concor anoa
mngun conocm11ento empmco),) por tanto vuestra cuestion que cmd,1r d e a tcanlogia' h
gue ace e vu ,
d eºtra idea una preo;unta
no puede ser, en modo alguno, necesana para la exphcac10n pre\e!llr 1a an fi 10 ' te dado que tamb1en
de nmgun fenomeno gue se presente, ) por com1gmente, no tepre<;entanon de un objeto emp1ncamen '
puede ser planteada (por deorlo as1)w 11 por el objeto mismo
Pues el objeto nunca puede presentarse a vosotros, porque
no puede ser dado por mnguna expenenc1a posible Queda1s ----- d «no conc1e1ne a nmgun1 e'-pe
1012 Tamb1en podna enten er se
siempre, con todas la<> percepc10nes posibles, atrapados entre
cond1nonrs, va sea en el espaoo o en el tiempo, y no alcanza1s 11 encn poo;1hle' a en un todo absoluto Li
or mas que se reun
/073 Como o;¡ d qei ª "P ' ¡cada uno de esos elemento'
nada mcond1c10nado para establecer s1 eso mcond1c10nado ha tot,11id-HI de lo d1do en los fenonwncVi i(gin 'tanto -lluo fenomemcol»
de >er puesto en un comienzo absoluto de la smtes1s o en una d pe1cepc10n \ por ' .., d Fl
d idos SE'l\1lln sien o una l \! ll n recogida por Sch1111 t e
totalidad absoluta de Ja sene sm comienzo alguno Pero el todo, Pe10 a pu t11 de un l suge1enc1a e e ct ido lo que puede o;e1 dado en
to ) pone «pero o
en [su) s1gmficado empmco es siempre solo comparati\O El And c1m h 11 e 1 1ex !lo mio;mo urn percepc1Pn
1hso1uto no es e
todo absoluto de la cantidad 1el um\ erso), de la dn 1s1on, de la elloo; H'lli1l d o en un
todo
H Herm,oeth lirm<-en den ta /'
En fi, o1 clc eo;t1 con ecc1on se pi ommc1ci
D1a/rÁIJÁ p 282 l d r aqur «con res pecto ' la
707.t Probablemente ha\a que en en e
7077 Los part>ntes1s en la exp1eswn «(por decirlo ao;1 1» son agreg1do
de esta traducc1on reo;oluc1on de esos problemas»
556 CRI l ICA ut. LA Rt>cZON PURA
557
hay que conocer, pues, segun leyes de la e\.penencia ; La 1111
aplicación y por sus consecuencias, que en la representación
resolución dogm<lnca no e,, pues, incierta, ~iuo imposible. abo,tracta. Esta es la gran uuliclad [A-18fi] [B51-1] que tiene la
Pero la [resolucíonj crítJC.a, ,:¡ue puede ser enteramente cierta. manera escéptica de tratar las cuestiones que la razón pura
no considera la pr eguma de manera objetiva, smo según el propone a la razón pma, [nMnera] gracias a la cual, con poco
fum1'1mento de conoLimieulu en el que ella se fundd. e~Juerzo, uno puede desembarazarse ele un gran fárrago dog-
mático, para poner en su luga1 u11a sobria crítica que, como
un" erclddero catái tic o, hará e>.c1 etar con buen éxito e 1de lino
[.wi;] fll;u¡ junto con su acompañante, la pedanrería.
Por tanto, si acerca de una idea co~mológica yo pudiese
Sección quinta de la antinomia de la razón pura entender anticipadamente que cualquiera sea el lado de lo
incondicionado ele la síntesis regresivd de los fenómenos por el
Ri:.!'R[SL\ I \Uu.\ r::,cLPlJC.\ DE L\S cGr:STIO\E::i que ella :,,e incline, ella sería, par d todo conapto Je! c11tc11J11111e11to,
cu::,\!(lLO(,!C-\S \ lR.-\vES DE l.\'.i (L'XfRO o bien demruiado g1a11de, o bien dm1aw1do ptqueiia; entonces ¡o
lDL.\::, IK-\.\'.:>LL.\DL\ l.\J.[::, comprendería que, puesto que a4uélla se refiere solamente a un
objeto de Id experiencia que tiene que ser enteramente aclecua-
De buen grado de,i~liríclmos de la exígencía de recibir una do1"17 a un po,ible concepto del entendimiento, ella debe ser
re~pue~ta dogmática a nue~tia~ preguntas, si comprendiéramos enteramente vacía) sin "igmficado, porque el objeto no se adapta
ya de antemano que comoquiera que resulte la respuesta, a ella, por mucho que yo me empeñe en acomocl:uselo. Y este
sólo aumentaríd nue~tra igT10rancia, y nos precipitaría de una es efectivamente el ca.su con todo' los conceptos cosmológicus,
incomp1eri,ión en ot1a, de una osu1!ldad en otra aún mayor, que precisamente por eso enredan a la razón en una antinomia
y quizá aun en contrddicciones. Si nuestra pregunta apunta inevitable, cuando ella se liga a ellos. Pues si suponéis
sólo a afirmación o negación, se actúa con prudencia al dejar P1 ime1u: [que] el lllundo 1w tu:ne ningún Wlllien.¿o; entonces,
~in tratar, por el momento, lus p1 e~untos fundc1mentos ele la él es demasiado grande para vuestro concepto; pues éste, que
respuesta, pc1ra c01i,icle1 ar primero qué es lo que se ganaría si con'i'te en un regreHus sucesivo, nunca puede alcanzar toda
la 1e~puesta 1es11ltd1a en un sentido, y qué, si resultara en el la eternidad ya transe.unida Suponed [qúe el mundo] tiene 1111
sentido opuesto. Si resultd que en ambos casos se obtiene un comienzo; entonces él, pai a \u estro concepto del entendimiento
me1 o sinsentido (11um1:1i:,) 101 " tenemos una motivación fundada en el ng1esjUJ empÍiico necesario, es demajiado [A-187] [B515]
para examinai c1íticamente nue~tra pregi.mta misma, y para pequeno. Pue~ como el comienzo presupone siempre un tiempo
\ er si no ,e b.tsd, ella rni,rnd, en una pre~uposición infundada, que antecede, no es [un conuenzo] incondicionado, y la ley del
y [,i no] juegd con una idea que delata mejor su falsedad en la u'o empÍiico del entendimiento os obliga a preguntar por una
condición temporal aún más alta, y por consiguiente el mundo
es, obvidmente, clema,iadu pequeño para esa ley.
!O I 3. EH el 011g111<il «que hace de vue:,,n a idect una ¡::n esunta i ep1e,en·
ldCW11 de .dgu empu 1L.t!llellle düdu,) pu1 lülllO. de un objeto que ha¡
que Lll!Wce1 '"gun le) e:, de L1 e>..pe1 ienua» Seguuno;, .i Ed. Acad. 7017. En el angina]: «Objeto de Ll experiencia, la gue ha de :,er ente·
1O16. .-'i.,1 en e 1011g1nal. ramente adewad<t». Segu1mo;, Ed. Acad.
sss l'v!Mi\"Jl 'EL KANT CRITICA DE LA RAZO'< Dt;RA .559

Lo mismo ocurre con la doble re5puesta a la pregunta petsigue el porqué[que pregunta por] una ley natural i~e\ itable,
por la magnitud espacial del mundo. Pue5 s1 él es rnfimto e y 0 , obliga1<>2<> a ir más allá de ese punto e~ conform1dad_cn11
ilimitado, entonces es drmostado grande para todo concepto la 1ev causa 1 de la' exper iencia·, )" encontrais que tal totalidad
empírico posible. Sz es finito y limitado, entonces es legítimo de l~ conexión e> demasiado pequeña para vuestro concepto
que os preguntéis: ¿qué determina ese límite? El espacio vacío empírico necesario. _
no es un correlato de las cosas quP sub5ista por sí, y no puede Cuarto Si suponéis un ente abwlutamente nffr,ano ()a sea el
ser una condición en la que podfüs deteneros, ni aun menos, mundo mismo, o algo en el mundo, o la causa del m:mdo): lo
una condición empírica que constituya una parte de una ex onéis en un tiempo infinitamente alejado de cualqmer pun_to
periencia posible. (Pues ¿quién puede tener una experiencia femporal dado; porque de no ser así, dependería de_ otra ~x1s­
de lo absolutamente vacio ?) Pero para la totalidad absoluta tencia diferente y más antigua. Pero entonce~, e5ta ex15tencm es
de la síntesis empír\ca se exige siempre que lo incondicionado inaccesible para vuestro concepto empíricc:. ~ demas111dn grande
sea un concepto de experiencia. Por consiguiente, un mundo para que jamás podáis llegar a ella a trnves del desarrollo de
linutodo es drmrwado pequrño para vuestro concepto. un regrern1s cualquiera. . ._
Segundo, si todo fenómeno en f>I espacio (materia) consta de [A489] [B517] Pero si, según vuestra o~ll:1_0t~, todo lo que
un número rnfimto dr portes, el regrnrn¡ de la división es siempre (va ,ea como condicionado. o como cond1c10n; pertenece al
demasiado grande para vuestro conrepto; y si la diumón del es- ~undo e 5 contmgrnte, entonces toda existencia que os sea ~ada
pacio cewra en algún miembro de ella (en lo simple), entonces es demaswdo pequeña para vuestro concepto. Pues os obliga "
1 18
él (\ es demasiado pequeño para la idea de lo incondicionado buscar siempre otra existencia de la cual ella dependa.
Pues este [A-!88] miembro deja siempre por hacer [B516] un En todos estos casos hemos dicho que la idea del mundo es,
regressus a más partes contenidas en él. va demasiado grande, ya demasiado pequeña para el regremH
Tercero, si suponéis: que en todo lo que acontece en el ~mpírico, y por tanto, para cualquier posible concepto del
mundo no hay nada más que consecuecias según leves de la entendimiento. ¿Por qué no nos hemos expresado de manera
nat111ale¿a; ini" entonces la causalidad de la causa es sie~pre, a su inversa, y no hemos dicho: que en el primer cas_o el co~cepto
vez, algo que acontece, y hace ne1esa1 io vuestro regressu¡ a una empírico es siempre demasiado pequeño para la idea, mientras
causa aún más alta, y por tanto, [hace necesaria] la prolongación que en el segundo, [es) demasiado grande, y que p~r-ta~to, la
de la serie de condiciones a parte priori, sin término. La mera culpa, por decirlo así, correspond~ al regreHuS ~m_rmco, y en
naturalr¿a eficiente es, pues, dema¡¡ado grande para todo vuestro lugar de ello hemos acusado a la idea cosmologica de apa1 -
concepto, en la síntesis de los acontecimientos del mundo. ta~se demasiado, 0 demasiado poco, de su fin, a saber, de la
_ Si escogéis, aquí y allá, acontedmientos efectuados espon- experiencia posible? El motivo era éste: la experiencia posible
taneammte, y por tanto, la generación por lrbertad, entonces os es lo único que puede darles realidad a nuestros conceptos;

1078 Probablemente haya que Pntender que «él» se refiere aquí al 7020. También pod1ía entende1se «entonces, poi una ley natm_al
antes menc10nado.
«regrenu<>'
mevitable, os persigue el por qué, y os obliga.,, pe1 o tal mt;-rpreta:1on
7019. Como s1 dije! a: "'I suponé1~ q1w en todo lo que acontece en pareceria excesivamente dependiente d_e una comprobac1on emp111ca
el mundo no hay nada que no sea una consecuencia de le) es de Ja psicológica La expies1ón «poi qué» esta 1ealnda con rna;-uscula) ~m
nalm ale za».
bastardilla en el 011gmal.
560 CRITICA DE LA RAZON PURA

sin ello, un concepto es mera idea, sm \ erdad ni referencia a das, como entes extensos, o como series de mudanzas, no tienen
un objeto. Por eso, el concepto empírico posible era la norma en sí, fuera de nuestros pensamie11los, existencia fundada. Esta
según Ja cual la idea debía ser juzgada [para decidir] si era doctnna la llamo el zdeal1smo tramandentalw¿i El realista, en
mera idea y crialma del pensamiento, o sí encontraba en el semido transcendental, hace de estas modificaciones de nuestra
mundo su objeto. Pues ,ólo de aquello que sólo es supuesto sensibilidad, cosas subsistentes en sí, y por eso, com ierte meras
con motivo de otra cosa, y que debe disponerse de acuerdo representaciones en cosas en sí mismas.
con ella, se dice que con respecto a ella es demasiado grande Se nos haría injusticia si se nos atribuyese el idealismo
o demasiado pequeño. Entre los juegos de las [A-±90] [B:518] empírico, tan desac1editado ya desde hace tiempo; el cual,
antiguas escuelas dialécticas estaba esta cuestión: sí una bola mientras supone la propia realidad efectiva del espacio, niega
110 pasa por un agi.1Jero, ¿qué se debe decir: que la bola es la existencia de los entes extensos en él, 1\J¿¿ o al menos, la en-
demasiado grande, o que el agujero es demasi<tdo pequeño? cuentra dudosa, y no admite en este asunto ninguna diferencia
En es le e.aso es indife1 ente cómo prefiráis expresaros; pues no suficientemente demostrable entre el sueño y la \·erdad. En
odbéis cuál de ellos está con moti\ o del ot10. Por el contrario, lo que concierne a los fenómenos del sentido interno en el
no diréis: el hombre es demasiado largo para su traje, sino: el tiempo, no encuentra en ellos, como cosas efectivamente rea-
t1<1je es demasiado corto pa1a el hombre. les, dificultad alguna; e incluso afirma que sola y únicamente
- Hemos sido conducidos, pues, al menos a la wspecha esta experiencia interna prueba suficientemente la existencia
fundadct de que las ideas cosmológicas, y con ellas, todas las efectivamente real de su objeto (en sí mismo, con toda esa
afirmac10nes sofísticas puestas en conflicto unas con otras, determinación temporal). w" 3
quiza tengan por fundamento un concepto vacío y meramente [B520] Por el contrario, nuestro idealismo transcendental
imaginario de la manera como nos es dado el objeto de esas concede que los objetos de la intuición externa son efectiva-
ideas, ) esta sospecha ya nos puede conducir al rastro umec- mente reales, tales como son intuidos en el espacio; 1021 y que en
to pdra descub1ir la ilusión que durante tanto tiempo nos ha el tiempo [son efectivamente reales] todas las mutaciones, tales
engañado. como las representa el sentido interno. Pues como el espacio

1027. A veces lo he llamado también idealismo fanna~ para d1stm-


Sección sexta de la antinomia de la razón pura guiilo del materia~ es decü, del [1Jeahsmo] rnlgar, que pone en duda
la exisrencia de las cma.1 externas mismas, o la mega. En algunos
casos parece ser acome3able servm,e Je esta expresión, mejor que de
EL JDL\LI::i.\10 TR..-\>.::iCJ:.NDEN L\L COMO L.-\ CL\\'E
la menc10nada más arriba, para evitar toda inte1 pretauón errónea.
DE L.\ RESOUTJÓ;'\I DE LA DL\LECTIC.-\ CO::.i\!UL(JG!C:\ [Nota de Kant. Esta nota pertenece sólo a la :,egunda edición, ) no
figura en la p1imera].
En la Estética transcendental hemos probado ~ufü.iente­ 7022. En el 01iginal: «en ellas». Seguirnos a Ed. Acad.
me11te L¡ue todo lo que e; intuido en el espJ.cio o en el tiempo, 7023. En el 01igmal son dos oraoones entre paréntesis: «(en sí mismo)
y por tanto, todos los objetos de una experiencia posible para (con toda esa determinación tempoial).» Seguimos a E<l. Acad.
no,ottos, no son nada más que fenómenos, es decir, [A-±91] 1024. Como si di3e1a: «Poi el contra110, con nue:,tw 1<leali:,mo trans-
[Kí 19] meras representaciones, que tales como son rep1esenta- cendental se puede pensar que los obJelm de la intuición externa son
efectivamente tales como son mtu1dos en el espacw".
CRITICA DE LA RAZOi\ PLRA
IM~li\NUEL KANT

es ya una forma de aquella intuición que llamamos la externa, nna percepción, según leyes del progreso empíric?. Son, p_11_es,
[A-Jc92] y sin objetos en él no habría ninguna representación efrctivamente reales, cuando están en intercone\.1011 empmca
empírica, resulta que podemos y debemos suponer en él entes con mi conciencia efectivamente real, aunque no por eso sean
extensos que sean efccth amente reales; y así es también con rfecti\ amente reales en sí [mismos], es decir, fuera de ese pro·
el tiempo. Pero aquel espacio mismo, junto con este tiempo, greso de la experiencia. ..
y junto con ambos, todos los fenómenos, no son en sí mismos Nada nos es efectivamente dado, excepto la percepnon) el
cosas, sino nada más que representaciones, y no pueden exi1tir progreso empírico de ésta a otras percepciones pmibles_ Pues
fuera de nuestra mente; y aun la intuición interna y sensible de en sí mismos, los fenómenos, como meras representac10nes,
nuestra mente (como [intuición de unJ objeto de la conciencia), 'lólo snn efectivamente reales en la percepción, que en verdad
cuya determinación se representa en el tiempo como la suce no es otra co'm que la realidad efectiva de una representación
sión de diferentes estados, ') 2' no es tampoco el yo 1" 1 " propia- empírica, es decir, fenómeno Llamar cosa ef:ctiv~m:nte real
mente tal, tal como él existe en sí, o el sujeto transcendental, a un fenómeno, ante'i de la percepción, o bien s1gn1fica q11e
sino sólo un fenómeno que ha sido dado a la sensibilidad de debemos encontrar esa percepción en el progreso de la ex-
este ente desconocido para nosotros. La existencia de este periencia, o bien no tiene significado algun_o Pue_s que exista
fenómeno interno, como [existencial de una cosa que existe en sí mismo, sin referencia a nuestros sentidos 111 a [nuestra]
en 5Í misma de esa manera, no puede ser admitida, porque su experiencia posible, [es algo que] ciertamente se.po?1ía decir,
condición es el tiempo, q11e no puede ser determinación de [B522] si se estuviera hablando de una cosa en s1 m:sma. Pero
ninguna cosa en sí misma. Pero en el espacio y en el tiempo la se trata meramente de un fenómeno en el espacio )' en el
verdad empírica de los fenómenos es suficientemente segura v tiempo, que no son determinaciones de cosas en sí mis1~as,
se distingue suficientemente del parentesco con el sueño, [B52ÍJ sino solamente de nuestra sensibilidad; por eso, lo que esta en
10 )'{ ~ • l ¡¡120
si arnbos, 017 están interconectados correcta e integralmente, ellos l]os
1
fenómenos) [A-Jc91 J no son, · en s1 mismos, a. go,
según leyes empíricas, en una experiencia. sino meras representaciones, que no se encuentran ~~ nmguna
Por tanto, los objetos de la experiencia nunca son dados parte, si no están dadas en no.sotr?s. ~en la percepc1on) .
en s1 mzsmos, sino sólo en la experiencia, y no existen fuera La facultad sensible de mtmc10n es propiamente solo
de ésta. [A-lc93] Se dehe admitir, por cierto, que pueda haber una receptividad [que nos torna aptos] para ser_ ~fecta~os de
habitantes en la luna, aunque ningún hombre jamás los haya cierta manera con representaciones cuya relaoon reciproca
percibido; pero esto sólo significa que podríamos encontrar- es una intuición pura del espacio y del tiempo (meras forn:Rs
nos con ellos en el progreso posible de la experiencia; pues es de nuestra sensibilidad), v que se llaman ob;etos en la medida
efectivamente real todo lo que está en un contexto junto con y
en que están conectadas son determinables en est_a relación
(en el espacio y en el tiempo) según le) es de la umdad de la

7025 También pod1ía entende1se: «cuya detenmnación se representa


como la sucesión de d1fe1entes estados en el tiempo». 7028 La falta de conco1danc1a (s1tjPto en smgula1) 'e1bo en plural)
1026. Lite1 almente: «el sí mismo» (Selbst). se encuentra en el original.
7027 Por «ambos» hab1 á que entendPr aquí «la verdad empírica y el 7029 La expresión «algo» está 1e alzada con 1n<t) úscula y sin bastar rl11la
sueño»; pero también pod1 ía entenderse «el espacio y el tiempo» en el 011gmal: «Algo»
experienoa. La caw,a no ~en;,ible de estas repre"eulacione;, nos !d cadena de la experiencia, en ;,entidu ascendente, desde la
es emer ,1mente de"co11ocicid, y por eso no la podemos intuir percepción presente, hacia las condiciones que lc1 determinan
como objeto; pue" uu objeto tal no debería ser representado ni a esta seg1'111 el tiempo.
en el espctClO m en el tiempo (que son meras condiciones de la Por con;,ig11ieme, cuando me represento en su conjunto
1 epi e:ienlac ión sen;,iLle), condiciones sin lclS cuales no podemos a rodus lo:i objetoo. existentes de los sentidos, en todo tiempo
c.onc.ebi1 iutuición alglllM Sin embargo podemos denominar v en todos los espacios, no los pongo en ellos antes de toda
objeto tramcemlenta! a la causa meramente inteligible de los experiencia; [B.'í24] sino que esta representación no es nadct
tenórnenos en general, solamente para tener algo que corres- má, que el pensamiento de una experiencia posible, en su
pumla a la se1io,1l.Hlidad [c.omiderada] como receptividad. A mtegndad absoluta. Sólo en ella son dados ac¡uellos objetos
e;,te objeto transe.endenta! podemos atlibuide toda la exten 1c¡ue no son más que meras representauunes;. [A49h] Que se
sion ) toda la mterc.onex10n de nuestras [B.?2Jj percepciones diga, empero, que existen ames de toda experiencia mía, sólo
posibles. y podemos decn que él es dado en sí mismo antes significa que se encuentran en aquella parte de la experiencia
de toda experiencia. Pero los fenómenos, con 1 especto a él, haua la wal debo aún progresar,"' '1 a partir de la percepción.
no son dado;, en sí, ~ino sólo en esa experiencia, porque son La causa de las condiciones cmpír icas de ese progreso, y por
mera:, repre:ientac10nes que sólo como pe1 cepciones :iignifican canto, con qué miembros puedo encontrarme, o también,
un [A !~)5] objeto efectivamente real, a saber, cuando esa per- hasta dónde puedo encontrarme con tales [miembros] en el
cepción está inte1 conectada con todas las otras según las reglas ngrwus, es transcendental, y poi eso, me es necesariamente
de la unidad de la experiencia. Así, se puede decir: las cosas deswnoc1da. Pero no nos ocupamos de ella, sino solamente
etec.tivdmente reales del tiempo pasado están dadas en el objeto de la regla del progre;,o de la experiencia en la cual me son
transe.endenta! de la experiencia; pero son objetos par a mí, y dados los objetos, es decir, lo;, fenómenos. Y además, por lo
efectivamente reales en el tiempo pasaJo, sólo en la medida que toca al resultado, es enteramente indiferente si digo que
ell que me represento que una serie regre;,iva de percepcio- en el progreso empírico en el espado puedo encontrarme con
nes posibles (ya "ea con l,1 guía de la historia, o siguiendo las estrellas que e;,tán cien vec.e:i má;, dislcmtes que las más leja-
huella~ Je Ja;, causas y lo;, efectos) según leyes empírica:,, en nas que veo; o si digo que qrnzá se encuentren en el espacio
una palab1a, el c.ur;,o del mundo, conJuce a una serie temporal cósmico algunas [estrellas], aunque jamás un ser humano las
tramcu111da, como condición del tiempo pre:iente, [serie] que haya percibido, o vaya a percibirlas; pues aunque como cosas
entonce;, e;, represemada corno efectivamente real sólo en la en sí rnismas, sin referencia duna experiencia posible, fueran
interconexión de una experiencia posible, y no en sí misma,wJo dddas, para mí no son nada, por tanto, no son objetos, salvo
ele manera que todo;, los acontecimientos que precedieron en la medida en que están contenida;, en b serie del reg1e:,:,u:,
a 1111 e\.iste11cia, transcurridos de;,de tiempo inmemorial, no empírico. Sólo en otra relaz ión diferente, si precisamente
significan nadd más que la posibilidad de la prolongación de e;,os fenómenos han de ser empleados pata [comtituir] la idea
cosmológica de un [B525) todo absoluto, y si, por tanto, se
Udta de una cuestión que tra~pa~" lci;, límites de la experiencia
10.30 famb1én pocl1ia e11tencle1,e. «[tiempo] que entonleS es repre-
'entado corno elecl!\ amente 1 e,d ;,olo en ld concatenac1ón de una
e,\.penenua po;,1ble, ) no en ;,í rni;,rno». 1037. Ed. Acad. trae «progmur>> 1en ba,la1d1ll,l).
s66 1~1'11!\\UEl K/\f\T CR111C A DE U\ RAZO°" Pl RA

posible, tiene importancia la diferenciación de la manera como roncepto de lo condicionado· que por ello''.'" algo es rdPndo
se tome la realidad efectiva de los mencionados objetos dr los a una condición. \ si Psta a su vpz es condrcionacla, a una con·
2
sent1dos,1<" [A497J para evitar una engañosa ilusión que debe die ión más remota, ) así a travrs de todos los miembros dP la
surgir inevitablemente de la errónea interpretación de nuestros serie. Esta proposición PS, pues, ami lítica, y no tiene nada que
propios conceptos empíricos. temer de una crítica transcendental. Es un postulado logJCo
de la razón: [PI postulado de] perseguir con el ente~~imiento
y continuar tanto como 5Pa posihle aquella conex10n de un
Sección séptima de la antinomia de la razón pura concepto con sus condiciones, que estáwi. ya en el concepto
mismo.
Además: si tanto lo condicionado como su condición son
REsoLUCJ():\ CRITICA DEL CONFLlCTO COS:\lOLÓGICO
DE LA RAZONºCü:\SIGO ,\IIS.\L\
cosas en sí mismas. entonces, si lo primero ha sido dado, no
sólo ps impuesto el rrgrPsws a la segunda, sino que ésta está
Toda la antinomia de la razón pura se basa en el [siguienteJ también ya efectivamente dada; y como esto vale para todos
argumento dialéctico: Si lo condicionado está dado, también los miem,bros de la serie, resulta que la serie completa de las
lo está la entera serie de todas las condiciones de ello; ahora condiciones. v oor tanto también lo incondicionado, es ciado a
bien, objetos de los sentidos nos son dados como condiciona la vez, 0 má:, 'bien, es presupuesto, en virtud de q:1e está dado
dos; en consecuencia. etc. Por medio de este silogismo, ruya lo condicionado, que no era posible sino por mecho de .ª~:1ella
premisa mayor parece tan natural y evidente, se introducen. serie. Aquí la síntesis de lo condicionado con su cond1C10n es
de acuerdo con la diversidad de las condiciones (en la síntesis una síntesis del mero Pntcndimiento. que representa las cosas
de los fenómenos) en la medida en que constituyen una ~e tales como 1011, sin prestar atención a [la cncstión de] si pode-
rie, otras tantas ideas cosmológicas que postulan la totalidad mos llegar al conocimiento de ellas, y [B.527] cómo p,odemm
absoluta de esas series, y que precisamente por ello inducen alcanzarlo. Por el contrario, si [sólo] mP ocupo de fenomenos,
a la razón, inevitablemente, a un conflicto comigo misma que como meras representacionPs, no <;on ~ado.s si yo no llP
Antes de poner de manifiesto lo engañoso de este argumento goal [A499] conocimiento de ellos (es decir, [s1 yo ~o .llego]
sofístico, debemos [B526j prepararnos para ello, mediante hasta ellos mismos, pues no son nada más que conocumentm
la corrección y determinación de ciertos conceptos que se empírirns), no puedo dPcir, en el mismo sentido: si lo.c?nd1-
presentan en él. rionado está dado, también están dacias todas las cond1oones
Primero la proposición siguiente es cierta de manera clara e (gue son fenómenos) para él; y por tanto, no .puedo en modo
indudable: que si lo condicionado es dado, precisamente por alguno inferir la totalidad absoluta de la sene de _ellas. Pues
ello nos [A498] es impuesto un regrcssui en la serie de todas las los fenómenos, en la aprehensión. no so~ nada mas que una
condiciones que llevan hasta él; pues esto está implicado en el síntPsis empírica (en el Pspacio y en el tiempo), y por :anto.
sólo en esta [síntesn] son dados. Pero no se sigue [de 0qu1] que

7032. También podría enrendPrse: «la 1ealidad efectiva de los objetos 7033 Quizá ha; a que entender aquí: «poi ese concepto».
de los sentidos, [en tanto que son] pensados».
7034. Conviene entender: «condición que está».
CRI JI( A Dt. LA '{rZO , 1 GRA
569
568
;,i lo condic10nado len el tenomeno) esta dado, por eso este conceptos La smtesis de lo cond1c10nado con su cond1c10n v
dada jLmtamente LOn ello, \ pre;,upuesta, la smtesb, en la que la entera sene de las ultimas (en la premisa ma\ or) no mclt;i~
consiste la condic10n empl!lca de ello, srno que esra [s111es1s] en si nmguna hrnitac10n por rned10 del tiempo, m concepto
solo tiene lugar en te! 1cgresous, \ nunca sm este Pero en tal caso algrn10 de sucesion Por el contrano, la s111tes1s empmca ) la
bien se puede deu1 que pur este lctdo e:, mandadu, o 11npuestv, sene de \a<; cond1c1ones en el fenomeno (que e;, ,ubsmmda
un regress10 a lcts cundiuo11es, es decir, una smtes1s empinca en la premisa menor) es necesa¡¡amente suces1\ a, ) solo en el
contmt1<1, ) que no pueden faltar cond1c10ne:, que ,ean dddas tiempo es dada una [cond1c10n] [ras otra, en consecuenoa, )O
no podnd presuponer aqm, como alla,l<H la totalidad ab;,o]uta
a rraves de ese reg1oszo
De aqm rbulta claramente que la prermsa rna) or del de la smtes1s y de la sene representada mediante ella, [B52<)]
silog¡:,rno cosmolog1co toma lu cund1uonado en el ;,tgmfi porque alla todos los miembros de la sene estan dados en si
cado transcendental de una categona puia, rmentras que ],t (sm wnd1c10n temporal), mientras que aqm son posibles ,olo
p1ern1;,a menor [lo tomct] en la signihcacion emp111cd de un mediante el [A501] regres1us sucesivo, que es dado solo graoas
umcepto del entendmuento apl•• ddo a meros fenomenos, )' a que se lo ejecuta efectivamente
[que] en const-cue11ua se encuent1a aqui ctquella [B í.28] lala Despues de la convmcente prueba de tal errm del argumen
na dialectica que se lJ,1ma sophmna figurae dutwrm Pero esta to que se pone por fundamento comun (de las afirrnac10nes
falacia no esta [A500] elabu1ada artihciosctmente, smo qt•P es cosmolog1ca;,) ambc1;, partes litigante:, pueden ser rechazadas
una mu') ndtll!dl equl\ ocac10n de la razon \ ulgar Pues p01 con JUSt1cia, pues sus ex1genua;, no e,,tan fundadas en trtulos
ella presuponemos (en la prennsa ma) or) las cond1c10nes, solidos Pero con ello no quedct termmada su que1 ella de modo
1
) la sene de ella,,, srn e>.amen \por deudo as1), "' si ctlgo es tal que quede probado que ellas, u una de ellas, no nene razon
dado como condiuonado, porque esto no es otra cos,t que en la cosa misma que afirma (en la conclus10n), c1unque no
Id e\.igenua log1ca de suponer, para una conclus10n ddclc1, ha) a sido capaz de demostrarla con argumentos probatonos
premisas completas, ) <llh, en la cone'\.ion de lo condic10nado eficaces Parece que no hubiera nctda ma,, claro que [esto] de
con su condiuon, no se encuenua rnngun orden ternpmdl, dos de los cuale;, uno afirma que el mundo tiene un cmmen
se las presupone en si, wnw dadds smwltaneamente Ademas, zo, y el ot10, que el mundo no llene comienzo smo que existe
e> igualmente natmal (en la premisa menoil con,,ide1dr los desde la etermdad, uno debe tener razon Sr asi tue1e, corno
fenomenos como cosas en s1, y como objetos dddos dl mero es 1gU<1l la dc111dad por ambcis pa1 tes, es unpo,ible a\ enguar
entendimiento, corno [lo fue cuando] aconteuo en l.i premisa de que lado esta el derecho, y lci querella perdura, aunque el
mayor, ) a que hice absnacc10n 1 " de toda;, las condiuones de tnbunal de ld i azon ha) a llamado a sile11c10 a las partes Para
l,1 rntrnnon, solo baju las cuale:, pueden ser dados objetos Pero termma1 Id di;,puta de manera fundamental y a satisfacc10n de
aqui no habiamo;, ad\ e1 tido una diferencia notable entre los ambas partes, no queda otro med10 smo que, puesto que pue
den 1efuta1se tan bien una a la otra, ~e c011\enzan finalmente
de que disputan por nada, y de que uei ta apanencia iluso na
JUc;:J Lo> parentesrs en la frase «[por decirlo dSr\» son a01egddo de
<o>td rduu.. 10n
L1
!U3o .Cn lrtg,u de"'ª que hrce ab:,lrdcc10n>>, puede entenden,e Lrmb1en 1037 Hd} que entender "Yº no pod1ld presuponer en l,1 premisa
menor, como lo hice en la premisa ma)Or»
«en l,1 cudl hJCe ab;,tracuon»
1
M~1ANl'EL 10\i'T C RJTICA DE LA RAZON PURA e-¡
"/

transcendental les ha figurado una [B530] realidad efectiva, siciones Pn conflit to pueden ser falsas Si digo· él es o bien aro-
alb donde no habfa ninguna. (A502] Este camino para zanjar mátiro, 0 no arnrn::ítico (z•el ma11eolm1 ve! non maz'~olnisl, am~o>
una disputa que no puede ser dirimida mediante un juino, es juicio'i e 5 tán opnPstos Pntre sí de manera contrad1ctor_ia, \ "º'º
el que vamos a tomar ahora. el piimero f''i fal'io, mientras que su opuesto contrad1ctono. ,,
* .... saber, algunos cuerpos no son aromático<;, in~lt_i~e tambien los
currpos que no t1e11m olor alguno-_ En la opo51c1on precedente
A Zenon el eleát1co, un sutil dialéctico, ya Platón le reprocha (Jm dnpamta) la condición contmgente de~ :o_ncepto de los
baque, como un sofista malicioso, para mostrar su arte intentara cuei pos (el olor) permanecía todavía en el JlllCJO contrano. v
demostrar una misma proposición con argumento<; especiosos, no fue <;uprimida por éste; por eso, el ultimo no era el opuesto
y enseguida intentara rPfutarla con otros (argumento<>] igual cont1 adH torio del primero
mente fuertes. Afirmaba que Dios (que probablemente no era Si digo, de acuerdo con eso· el m~ndo_, e~ lo que respect~
para él nada más que el mundo) no era ni finito ni infimto, al rspac io, PS 0 bien infinito, o no es rnfimto \non e1t 111fm1t1rn,
que no estaba ni en movimiento ni en reposo. y que no era entonrPs, si Ja primera proposición es fa]<;a, su opuesta con-
ni semejante a otra cosa, ni diferente de otra cosa alguna A tradictoria: el mundo no es infinito, debe ser verdadera Con
quienes le juzgaban sobre este asunto les parecía que él había ello \O sólo supiimiría un mundo infinito, sin poner otro, a
pretendido negar completamente dos proposiciones contrad1c sabe;, uno finito. [A504] [B.í:32] Pero si se dijese: el mundo
torias entre sí, lo que es absurdo. Pero yo no encuentro que . 1 infinito ' o bien finito (no-infinito), entonces ambas
esto le pudiera ser imputado con justicia. Pronto examinaré es, o b 1e1 ·el
[piopmiciones] podrían ser falsas. _Pu~s en e'e caso cons1 ero
más de cerca la primera de estas proposiciones. En lo que al mundo como dPterminado en s1 mismo en lo que re,pecta
concierne a las restantes. si él con la palabra Dws entendía el a su cnntidíld, ya que en Ja proposición opuesta no m~ lumto
universo, debía decir, por cierto: que éste ni está presente en a 5uprimir la infinitud, y con ella, quizá, _tod~ _su existencia
su lugar de manera estable (en reposo), ni muda (de lugar] (se
sepat a d ,el, 1n1R 51· 110 qtie añado una determmac10n ~ al . mundo
mueve); porque todos los lugares están sólo en el universo, y [entendido] como una cosa efectivamente real en s1 rmsma. lo
éste mismo, entonces, no está en ningún lugar. Si el univer10 que puede ser igualmente falso, a saber. en el caso de que e~
abarca en sí todo lo que existe, entonces no es tampoco, de mundo no fnese dado romo una rosa en sí mmna, y por tanto, SI
acuerdo con eso, ni semejante a ninguna otra cosa, ni diferente
110 fue 5 e dado tampoco, en lo que respecta a su cantidad, i:i
de ella; porque fuera de él no hay mnguna otra cosa [B53 l] con como infinito, ni como finito. Permítaseme llamar a tal opos1-
la que pudiera ser comparado. Si dos [A503] juicios opue<;tos
entre sí presuponen una condición inadmisible, entonces, a
nón opow10n dralért1rn, y a la de la _c~~tradicción, en cam ?10,
la oposwón analzt1rn. Así, pues, dos Jll!CIOS opuestos entt e si de
pesar de su oposición (que no es propiamente, empero. una manera dialéctica pueden ser ambos falsos, porqu~ uno no
contradicción), quedan 511primidos los dos, porque queda su solamPnte contradKe al otro, sino que d1< e a lgn ma<; que lo
primida la condición sólo bajo la cual había de tener validez ,
requerido para una contradicción.
cada una de esas proposiciones.
Si alguien dijese que todo cuerpo, o bien huele bien, o bien
huele no bien, queda [todavía] un tercer caso, a saber, que no -~038 T~robablemente Jia,a que entender aquí «toda la e'<.1stenc1a de el
tenga olor alguno (que no exhale aroma);) así, ambas propo (e< dern. del mundo), entendida como existencia mclepend1ente»
CRITICA DE LA KAZUN PlJRA
IMMA1'<L.t:L IZANT 573
572
Cudndo se con>ideran como opuestas entre sí de manera en su totalidad; porque ell<t, como serie de representaciones
contradictoncl las Jos propo>iciones: el mundo es mfirnto en ,ubo1 dinadas, sólo consi:,te en el iegreJsus dinámico, pero no
la cantiJcld, el mundo es firnto en su cantidad, s~ supone que puede exi:,tir antes de é:,te, en sí misma, como una serie de
el mundo 1la serie completa de los fenómenos¡ es una cosa co,a~ subsistente por sí 1'q"
en 51 miom~t. Pue> permanece, aunque ) o :,u prima .el regre>>UJ Así, según e:,lu, quedd suprimida la antmomia de la razón
infinito 0 fimto en la serie Je sus fenómenos. Pero s1 ret11u_ es,1 pura en sus ideas cosmológicas, al haber mostrado que es [una
presuposición, o esa apai iencicl ilu:,oria transcen~ei;tal, ~.mego antinonlict/ meramente dialéctica,) es un conflicto [que se da]
que él sea una cosa en ,i mí:,ma, entonces [A:Ab] [B::d~] el en una apariencia ilu~oria que surge porque la idea de totalidad
conlhcto conuadictoiio de ambas afirmaciones :,e convierte absoluta, que sólo tiene validez como condición de cosas en
en un [Lonflicw] meramente dialéctico, y com~ el m_und~ sí mismas, 'e ha aplicado a fenomenos, que sólo e>..isten en la
no existe en sí1""1 \mdependientemente de la sene iegiesiva rep1esentación, y cuando constituyen una serie, [existen sólo]
de mi:, repre:,entaciones), entonces no existe ni corno un todo en el regrcc,sus sucesivo, y que no existen de otro modo. Pero
injinito en 51; ni como un todo fimto en sí. Sólo se lo enrnentr~ inversamente se puede extraer de esta antinomia también un
en el 1egie>JllJ empíriLO de la serie de lo~ fenomenos, y no en s1 p10\ ed10 verdaderu, no ciertamente dogmático, pero sí crítico
· Por eso cuando ésta es siempre condiuonada, nunca ) doctrinctl. pue:, se puede probar por ella, indirectamente, la
mismo. , t <l
e~tá dada enteraniente, ) el mundo no es, entonces, un o o idealidad transcendental de los fenómenos, si acaso alguien
incondicionado, y por consiguiente no exi,_te tamp~co como no tuviera suficiente con la prueba directa [ofreCidaJ en la Es-
un tctl, ni con cantidad mfimta, ni [con cantidad] fimta._ _ tet1ca transcendental. La p1 ueba consistiría en este dilema: S1
Lo que se ha dicho clquí de !el primera idea cosmol~g1ca, a el mundo e:, un todo existente eu sí, entonces es, o bien finito,
saber de l<t tot,tlidad ab:,oluld de la cantidad en el feno~eno, o Líen infinito. Ahora bien, e5 tan faho lo primero como lo
vale t~mbién para todas las resrantes. La serie de las cond1C10nes segm1do (según la prueba ofrecida 1<·' 1 más arriba, de la antítesis,
sólo se encuentra en la :,íntes1:, regies1va misma, y no en s1, en por una parte, y de la tesis, por otra parte). Por consiguiente,
el fenómeno, como en una cosa particular dadcl .antes de todo es falso también que el mundo (el [B535] conjunto de todos
regimus. Por eso, deberé también decir: la multitud de partes los fenómenos) sea un todo exi:,tente en sí. l,-\507] De lo cual
ei~ un fenómeno dado no es, en sí, ni finita ni infinita, porqu~ el se sigue que los fenómenos en general, fuera de nuestras re-
fenómeno no es nclda que exista en sí mi5mO, y la5 partes solo pre:ientaciones, no son nada; que era lo que queríamos decir
son d,tdas mediante el 1egressus de la :,íntesb que de:,compone, con la idealidad transcendental dP ellos.
y en él; regressus que nunca es dado ~e manera ~lbwlutamente Esta observación es importante. Gracias a ella se ve que
mteoia ni como finito, ni como mfimto. Eso mismo vale para las pruebas de la cuádruple antmomia, ofrecidas más arriba,
la s~rie de las causas ordenadas unas sobre la:, otras, º.para [la no eran ilusorias, sino que estaban bien fundadas a saber si
serie que va de] la existencia condicionada hasta la_ mcond1- se hací<t la pre:,upo:,ición ele que los fenómenos, ~ el mun,do
cionadamente necesaria, [A50b] [B53-l-] la cual [sen_e] nunca
pueJe ser cmi:,iderada ni como finita ni como infirnta, en s1,
7010. También podría entende1se. «exiotir antes de é;te, como una
se11e, >ubsi;lente poi >Í, de cosas en ;í mism,1:»> (así Ed Ac.id.).
!039 En \d primeid ediuón deua: «y el mundo, como no exi,,,te en >í», /O.JI. En l.i primeia ediuón dec.ía. ">egun las pruebas ofrecidas».
CRITICA DE LA R1\ZO\ F'l R,\

que podamos llegar en la exposición de los fenómeno<. ciados


sensible, que los abarca en sí a todos ellos, eran cma<; t>n sí
es, a su \f'7. rond1ciom1da, porque éstos no son ohJetos e11 , 1
mismas El conflicto dr las propo<;kione'i quP de allí se P'<traen
tni;rno'i. en lm que qm7á pudiera tPner lugar lo absolutamente
re" ela, empero, que en la presuposición n''iide una faht>dad, v
incomhciornidn. sino meras representariones empíricas. que
con ello nos lleva al descubrimiPnto de la" erdadera ma1wra d~
deben em ontrar ~iempre en la intuición su conchción, qne Jn;
ser de las cosas, como ohjetos de los sentidos Por comiguiente,
determina seg1m el espacio o el tiempo El principio dP la rílzón
la dialéctica transcendental no fa, orece en modo alguno al es·
e<;, pues. p10pi.imente sólo una 1egla que rnm1da un rcg1rm/\ Pn
cepticismo, aunque <;Í al método escéptico, que puede emeiiar
en ella un ejemplo de s11 gran utilidad, cuando <;r pPrmite que se
la <;erie de Ja<; condioones [A509] [Kí37] ele los fenórnenm
dados, [1rg1em1í] al que no le es permitido detenerse en algo
enfrenten unos a otro<; ron la máxima libertad los ar~mcntos
tJ
absolutamente incondicionado. No es, pues, un p1inripio de !<1
de la razón, los cuales <;Íempre sumini'itranín algo provechoso
po<.1bilidad de la Pxpe1 iPncia ni del conocmuento empí1 ico de
y que sirva para la cor reccíón de nuestros juicim, aunque no
los objetos de lm <;entidos, \ por tanto, no e~ un principio del
sea finalmente aquello que se buscaba.
rntendi1111ento; pues toda expenencia está encerrada en >U'i
lnnite5 (de acundo con la intuición dacia); no es tampoco 11!1
/111nnp10 rm1st7t11tmo de la razón pa1 a ensanchar el concepto rlel
[A >ll8j [B5 lt>J mundo <;ens1ble más allá ele toda expenencia posible, sino que f:"i
un principio de lama) or continuación po<1ble de hi Pxperienua,
Sección octava de la antinomia de la razón pura
y del mil)Of ('manchamiento posible de ella, [principm] segun
el cual ningún límite empírico debe tener el valor ele 111rnte ab-
PRINCIPIO REGUl \TI\'() DI: L\ R \70N PU0\ soluto; e';, por tanto, un prmnp111m de la r,1zon que postula, romo
CON RESPECfO A LAS !'.)EA:i COS:VIOLOGICAS regla, lo que debe acontecer por nuestra parte en el regrrsmí, ) 110
an/111pa lo que C'itá dado Pn 'iÍ en el ob¡cto ante< de todo 1rgrm11(
Puesto que por medio del principio cosmológico rle la to
Por e<;o lo llamo un principio 1rg11!at11•0 de la razón, mientra<;
talidad no es dado ningún max11num de la serie de condiciones
que por el contrario el principio de la totalidad absoluta de la
en un mundo sensible [entendido] como cma en sí misma, smo
Sf'JÍ(' de las condiciones, [entendida] como dada en p] ob¡cto (rn
que sólo puede ser unpur~to romo tarea en el 1rrrrrrn1S de ella 111 u
b ' lo'i fenómenos) en sí rnismo," 1H sería un principio cosmoló,¡,rKo
el mencionado principio de la ra?ón pura, en su significacion
rnmtih1ti' o, CU) a nulidad he querido rno'itrar con esta distinción,
así enmendada, conserva sm embaro-o su buena validez ' no ;a
b / pa1a impedir con ello que a una idea, que sirve meiamente de
como ax10ma para pen<ar la totalidad en el ohjf'to como si fuera
regla, 'ie le atribm a \por subrepción tr amcendental) realidad
efectivamente real, sino como problema para ei entendimiento,}
objrtiq:'" 11 lo que de otro modo ocurre inevitablenwnte.
por tanto, para el sttjeto, para que [éste] emprenda y continue,
de acuerdo con la integi idad en la idea, el regressus en la serie de
las condiciones para un condiciomido dado Pues en la semihi
7013 li1mb1én podn<t entendP1'P" «[entendich] corno chch en ,1 misma
lidad, es decir, en el espacio ; en el tiempo, toda condición a la
rn el ob3eto (en los fenómenos)».
7011 L1rer almenle "; he quer rdo rmpedu con ello que a una idea,
gur q{J\ e me1amente de 1egla, no se le at11bu) a (por 'ub1 epc1ón t1 am·
7012. Probablemente hava que entPnder aquí· «en el 1egmrnr de la rrndrntal) 1eahdad ob3"t1\;p Es ot10 caso de la rnmt1ucc1ón latma
serie»
IMMAC.LEL K.'l~T CRITICA DE L.\ RAZOl\ PL RA
577

Para dete1 minar aho1 a debidamente el sentido de esa regla De una línea recta se puede decir, con razón, que puede
de la razón pura hay que observar ante todo que [A510j [B538] se1 prolongada al infinito,; aquí la distinción de un [progreso]
ella no puede decir qué "ea el ob;rto, sino como debe realizarse el mfinito y un progreso indefinid,unente prolongado'""' (progre-
regressus empii 1w para llegar al concepto completo del ob_¡~to. m1:i m wdefiwtum) sería una sutileza vana. Pues s1 bien cuando
Pues ~i ocuu ie~e lo pi imero, ella sería un pnnnpwm constitu- se dice: trazad una línea, suena ciertamente más correcto si
tivo, [y un principio] tal nunca es posible por razón pma. Por se agrega in mdefinilum que si se dice lfl uifi.J11t11m; porque lo
consiguiente, nunca se puede tener, con ella, la intención de primero no significa nada más que: prolongadla tan lejos como
decir que la serie de las condiciones para un condicíonado dado vvwtroJ querálC!~ pero lo segundo [;ig11ifica]: nunca debél.l cesar de
sea, en sí, finita o infinita; pues con ello una mera idea de la prolongarla (lo que no es precisamente la intención aquí), sin
totalidad al>solutct, [totahddd] que sólo es producida en ella mis- embargo, cuando sólo se trata de poder, la primera expresión
ma,1""·' pensaría un objeto que no puede ser dado en ningu~a eo enteramente correcta; pues podéis hacerla siempre mayor,
experiencia, ya que a una serie de fenómenos se le otorgana hasta el infinito. Y así es también en todos los casos en los
una realidad ol>jeriva independiente de la síntesis empírica. Por que se habla solamente de progmJUJ, es decir, del progTeso de
consiguiente, la idea de la razón sólo le presc1 ibirá a la ~íntesis la condición a lo condicionado; en la serie de los fenómenos
regresiva en la serie de las condiciones una regla según la cual este progreso po~ible va al mfimto. A partir de una pareja de
ella progresa desde lo condicionado, por 1:1edi? de tod~s las pad1es podéis proseguir sin fin en la línea descendente de la
condiciones subordinadas unas a otras, hacia lo 111cond1C10na- generación, y podéis muy bien concebir que ellaw; 7 efectiva-
do, aunque éste nunca sea alcanzado. Pues lo absolutamente mente [A512] [BS-Hl] prosigue así en el mundo. Pues aquí la
incondicionado no se encuentra en la experiencia. razón no p1ecisa nunca totalidad absoluta de la serie, porque
Para este fin, piimeramente, hay que determinar con exac- no la presupone 101 ' a ésta como l ondición ni como si estuviera
titud la síntesis de una serie, en la medida en que ella nunca dada (datum), sino sólo como algo condicionado, que es sólo
es comple1a. Con este propósito ~e emplean habitualmente dable (dabde) y e; adicionado sin fin.
dos expresiones que tienen que distinguir algo allí, sin que se Ocurre algo muy diferente con el problema [de establecer]
sepa indicar bien cual es el fundamento de esa distinción. Los cuán lejos llega el regmsus que a;ciende en una serie, desde lo
matemáticos hablan solamente de un p1ogres.iw tn uifi.mtum. condJCionado dado, a las condiciones; si icaso puedo decir: es
Los investigadores de conceptos [A51 l] [B539] (filósofos), en una 1egresión al irifi.wto, o bien, es una regiesión que se extiende
Jugar de ello, pretenden admitir como válida sólo la expresión sólo mdeji!lldamente le¡o:. (w mdefinitum); y si acaso, entonces, a
p1ogrern1s in rndejirutum. Sin detenerme aquí en el ~-~amen del partir de los seres humano\ que ahora viven, puedo ascender,
eser úpulo que hizo aconsejable par a ellos tal ~h:,t111c10n, m en el iemontando la serie de sus antepasados, al infinito; o si sólo se
uso bueno o estéril de ell,1, t1 ataré de determmar con exactitud
esos conceptos con respecto a mi intención. 70+6. En el 01igmal: «la d1wnuóu de un mfimtu f de un p10greso
imletermmablemente prolongado». Seguirnos a Ed Acad
70-17. fa decir, la línea descendente de la gt>nerac1ón :\o es gramatical-
que yci enconnamo; en A HH. Born traduce «l•olw [... ] tlllpedue, quo mente posible que el antecedente de este pronomb1 e sea la e~pre:,1ón
mrnw [ ... j 11 ibuatw>>. «p.t1éjd de pJ.d1es».
1045. Como ;i d1Je1J.: «tot<tlidMl que no es p1oduuda má, que por WJ8. En el ongmal. «po1que no es p1esupue01td». Segmmos una co-
!J. idea m1sm""· lléLLIUH de Erdrnann, recogida pm ::Oc h11udt
CRITICA DE LA RAZO'J PL'RA 579
I' 1' 'A '•l 'EL KAI\ T
[A11 i] [Rí+'.2] En ningllllO de los dos casos, ni en el 1egrrrn1t
puede decir que por mucho que yo haya retrocedido. numa m mfinrtmn ni Pn el 111 111drfimt11m. se cons1de1 a que la serie de l<ls
se ~ncor:tr_ar~ un fundamento empírico para comiderar que la condic1orws ;.ea dada en el objeto corno infinita 0-'o son cosas
sene esta lumtada en algún punto, de manera que estO\ autori que se<in ch1das en sí mismas, sino sólo fenómenos que, como
zado, y a la vez obligado, a segllÍr buscando, para cad~ uno ele cond1onncs los unos de los otros, son dados solamente en el
l~s tat~radeudos, sus antepasados, aunque no [esté autorizado r~grrH11t mismo Por tanto, la cuestión)ª no es· cuán giande
m obligado] a presuponPrlos sea, en sí misma, esa serie de condiciones, si es finita o infinita;
. , De ac:1~rdo con eso, digo: si ha sido dado el todo en la intui plles ella no es 1rnda en sí misma; sino [que la cuestión es ahora J ·
~ion empmca, entonces el regresmien la serie de sm condiciones cómo tPncrnos que efectuar el regrem1s empírico, ) hasta donde
mt~mas va ~I infinito. Pero si sólo ha sido dado un miembro de la tenernos que proseguirlo. Y ahí ha/ entonces una diferencia con-
sene_, a partJr del cual debe comenzar a andar el Tl'gnmusharia fa side1 able en ln que respecta a la regla de ese progTeso Si el todo
t~tahd~d ~bsoluta, entonces ocurre sólo una regre5ión hasta una ha sido dado empíricamente, es po11blr remontar al mfimto en h1
d1st_a~1-c1a mdeterrninada [B'i+ 11 (m [A5J:.~] mdefinztum) Así, de la se!Íe d0 'ill'> condiciones internas. Pero si [el todo] no está dado,
d1v1s1on de una materia dada dentro de 'ill" límite<; ([divi5ión] de sino qu0 ti0ne que llegar a ser dado primeramente mediante el
un cuerpo) se debe decir: va al infinito. Pues esa materia está dacia rfg¡emH empírico, entonces sólo puedo decir e5 prmhlr al mjimfl)
enteramente en la intuición empírica, y en consecuencia [e,tá a\a!l7ai hacia condiciones de la serie cada vez más altas En el
dada! ~~n todas sus partes posibles. Ahora bien, puesto que Ja primer caso ) o podía decir: existen siemp1 e más miemb1 os, )
cond1C1011 de ese todo es su parte, ! la condición de esa parte es lrniemb1 ns] empíricamente dados, que los que alcanzo mediante
la pai te de la parte, etc., y en este regremls de la descomposicion el regrrrnH (de la descompo<;ición I; pero en el seglmdo [caw sólo
nunca se _encuentra_ u_n miembro incondicionado (indivisible) puedo clecii] · puedo ir siempre más lejos en el 1cg1rrn1i, porque
de esa se_ne de cond1c1ones, entonces no sólo no hav en ningún ning1m miembro está dado empí1icamente como absolntanIPnte
lado ~n fundament_o empírico para detener la divisiÓn. sino que incondicionado, y por consiglliente [todo miembro] permite
los m1embr~~ ultenores de la divi'iión que ha de proseguir están que siempre sea posible un miembro todavía más ele\ ado. )
dados empmc~rnente. e_ll~_s mismos antes de esta división que autoriza, por tanto, la necesaria pregunta p01 éste Allá era ne-
av~nza. es decir, la d1v1s10n va al infinito. Por el contrario, la cesario enronf)({rmás miembros de la serie; pero aquí es siempre
sene de lo~ antepasados de un ser humano dado no está dada, necesario prrg1111tarpor más [miembros], porque ninguna [A51 S]
en su totalidad_ absoluta, en ninguna experiencia posible; pero !Tri 13] e-:pe1 iencia limita absolutamente Pues o bien no tene1s
el regres~ILSva, sm embargo, de cada uno de los miembros de esa ningun<i percepción que limite absolutamente \ uestro 1eg1eirni
g:ne~ac1~n_a uno a:1:enor, de manera que no se puede encontrar empnico, y entonces no debéis dar por acabado' l.lestro rrgrmm,
mnglm lnmte empmco que exhiba a un miembro como absolu o bien, sí tenéis una pe1 cepción tal que limite n1estra serie, ella
tamente !ncon?icionado. Pero como sin embargo los miembro,, no puede ser una pa rt0 de 'ue~tra 'WI ie ) a 1 ecorricla (p01 que
que aqm podn_an ~ummistrar la condición para ello, no están aquello que bm1ta debe ser diferente de aquello que es hm1tado
tampoco ~n la mhución empírica del todo ya antes del regieuuJ por ello). \' entonces debéis continuar vuestro rrgrrrnlí t<imb1én
entonces _este no \a '1] infinito (de la división de lo dado), sin~
hasta esa condic1on, \ así en adelante
[que ~ros1?ue] en una e\. tensión indeterminable de la búsqurcla L<i c;eccion sigui~nte dará su verdadero sentido a estas
de mas miembros ~ue se aüadan a los dados, [miembros] que a
obsenaciones, <il Gplicarlas.
:o.u \ ez son dados siempre sólo de manera condicionada.
580 lf'<1'v\A ,¡ t l hA'H CRITICA DE LA 1-.AZO'. Pt RA

Sección novena de la antinomia de la razón pura ,e termma poi completo el confücto de lü ra,wn consigo m1:,ma,
) a que no solo quedct d1s1pdda, mediante Id resoluuon u Jt!Cd, la
Du , '"u L\1Puuco DEI PRI 'K 1P10 RJ:.bL r ".! l\ o Dl 1 " apanenud ilus01ia que !et lle\ dOd et la d1sc01 dia co1higo mISrna
R.VO'l, e O'\ RL:>Pl:.ClO .'\ IOD.\:, L.\:O, !Dl:A::i e ():O,l\!01 ()(,!(\:O, :,mo que queda decl<trado en su lugar, el senl!do en el cual
ella concuenld consigo misma,) cu\ a sola mala mterpretac10n
Pue,to qm., como lo hlmo' mostr d<lo mudlds \ eces, no hay ocas10no la dbputa, '> [as1J un p1mup10 que ei d dwlut1co se
un tbo n dnsceudent,tl, m de lo' conLeptos pui º'
de 1entend1 wm 1erte en uno doi! nnal En electo, s1 se puede probar la
1111e11lo, 111 de los de !« raLon, puesto yue l,1 totalidad db,oluta efiLdua de eote de <1cue1 do con ,u s1gi11ficado oUbJetn o, [que
de \ds se11es de condtuones en el mundo sensible 'e basa sold Wfürste en] determma1 el ma) or u'o po,1ble del entendmnento
rnlntt' en un U>O Lrctn>cendenldl de l,t 1dzon, Id cu,il e'\.1ge e'a en la e'\.penenud de mane1 a ddecuada et los objetos de ella,
mtegT1clad mcond1uo1ldda en aquello que ellct piesupone como entonces es exactamente como ::.1 [AS 17] [B 'í-l 1] el, como un
LU'd ell ol misma [A.J lb] [B )-l-l] puesto que, empeto, el mundo ax.10ma (lo que poi razon puia es 1mpos1blel, determma1a a
sensible no connene ndlia semeJdnte, entonce' )d nunca ma' prwn los obJelo;, en si nu~mos, pues tampoco este 1" 1 podna
,e puede hab!di de la cant1ddd ctbsoluta de las senes en el, de eJerce1, con respecto d lo~ ub]l'IOS de Id expenenc1a, ma \ or
51 serdn limitadds, o en jl ilnmtadas, smo 'ºl,unente [,e puede mfluJO sobre el emdnchanuento ) Id rect1ncac1on de nuestro
!Mbla1 de] hastd donde hemos de ret1ol ede1 en el 1eg,11s:,w wnoumiento, que el de mootraise efica¿ en el uso emp1nco
empu Ko, al ret1 otrae1 \d expe11enud d su' Lond1uones, para mas ampl10 [posible] dt> nuestro entendHmento
yu<-, cumpliendo la regla de Id rctzon, no nos detengamos en
11rngu11et ot1et respuestet d Id, p1eguntas de ella, smo sol<lmente l. Resolución de la idea cosmológica de la totalidad
en !et que sea adeuiddd et! objeto de la composición de los fenómenos
Pur com1guiente, solo la caltJc¿ del p1 mupw de la 1a.¿on como de un todo del mundo 10>2
reglct de !et wntwuauon ) de Id cant1d,1d de ll!M eJ1.pet1enua
posible es la umcd que nos queda, despues que IM sido sub Tanto aqm como en las restantes cuest10nes cosmolog1CdS,
ueHtemente mostrddd la tdlta de \ ,1hdeL de el como pi mup10 el tunddmento del p11ncip10 t eguldt1vo de la r dLOn es la pro
co11st1tutl\ o de los tenomenos en s1 mismos 1' '' Y ddemas, s1 po pos1c10n que en el ugre~>w empuICO no se puede encontrar
11 1 mnguna o.perzenua de un lmute ab10!uto, y por tanto, de nmgu
demos ponerld a aquella ante Id\ isld de 111dllCid mduddble, "
lld cond1uon que, come. t,d. Sl<l ab:,ulutamente uzwndnwnada
emp11uammte El funddmeu~o de ello es que una eJ1.penenc1a
/O J9 '.::>e hd ,ugendo co11 cgu 1.1 e'\.pt e:,,10u 'fcnornLllO" eu ;,1 m1;,rnm»
1

tal debena contener und hn11uc10n de los fenomenos por la


de mdne 1a que que<la1 a «de lo;, fenomeuo:,, lomo co><t> en >I m1;,!1ld'-"
1;,uuerenud de E1 dm,1rn1 o b1eu «<le ld> co;,,b en :,,1m1:,mo1~ 1 1,,uge1 enud
1
de \d1d,e:,, ,1rnb<1,, 1ecog1d<1;, poi '.:idum<lt) Beumoeth mterp1et,1 Id
e;,.p1e>IO!l corno un,1 <1lu;10n d Id rnet<1f1;1Ld dogm,1l!c,t que lülllct lo:, 7057 1Ltb1a que entender «e,,te d>.!OIIJ.i»
fcnomeno; como co;,,to t ;,.1:,,tente> en :,,1 (Hem10oeth lrnm~mdentale IO:JZ td Acdd adoplc1 und wu ecc1011 de \Jellm, segun !d cud] es le
D1uhÁt1/., p 319, not<1) tllulo que<ld "Re;oh1uon de l 1 1dc<1 co;molog1Cc1 de la totahddd de
/UJU H,1\ que ente11de1 "'l podemo;, lhtce1 \ e1 de mc1m•1,11n<ludc1ble la compm1uon de los fe11ornenoo pa1d [consl!lunj un lodo del mun
,1qudl<1 urnca \dhdez del p1mup10 de la 1c1zou como 1Lgl,1 [ 1 de tllld do» la exp1e;,10n «un todo del mundo» puede enlLnde1;e como «un
e;,.pe11euuc1 po:,1ble,, umve1::io»
582 <RITIC"' DE Li\ RA?Oi'; PURA

nada, o por el vacío. con los que tendría que tropnar, por magmtud del mundo mediante la mag111t11cl del 1re,1n1m em
medio de una percepnon, el Tfg1PHUS en su a\ anee, lo que es pínro Pero de éste nunca 5é más, smo que de cada miemhw
imposible Ciado de la serie de con<l1ciones <;Íempre debo ª' annr ernp1
Esta proposición, que '1ene a decir que en el rpgrrm¡¡ em 11cdmentf> hana un miembro aún más ele\ ado (más lejano)
pírico llego siempre <;olo a una condición [A518] [BS Hi] que Por comigrnrnte, con él no e<;tá ab5olutamente rletermmad,1
debe ser considerada ella n1Í';ma, a su vez, como empíricamPnte la cant1dad del todo de lm fenómenm, y por tanto tampolo
condicionada, contiene m tennnm la regla de que por muy le_¡os se puede decir que e<;e rcg1ernfí va) a al mfimto. porque esto
que haya llegado)' o con e<;to 10 ''en la sene ascendente, <;iernpre antIC1paría los miembro''º" hasta lo'> cu a Je<; el 1eg1em!l aún no
debo preguntar por un miembro más elevado de la serie, ya ha llegado, y repre<;entaría la multitud de ellm [como '>1 fuera]
sea que éste me sea conocido por experiencia, o no tan grande, que nmguna sínte<;is empírica pudiera llegar h,1sta
Ahora, para la resolución del primer problema cosmologi ell<l, ¡ en consecuencia drtnmrnaría antes del rcg1emH (aunque
co, no se necesita nada más que resolver si en el rrgresms hacia la <;olo de rrnmera negativa) la magnitud del mundo, lo cual es
cantidad incondicionada del todo del mundo (según el tiempo irnpo51ble Pnt>s é<;te (en lo que respecta a la totalidad ele ell no
y según el espacio) este ascenso nunca limitado puede llamarse me e<; ciado mediante ninguna intmc1ón, y por tanto tampoco
una regreswn al mfimto o solamente un rrgresm~ mdefimdamente nw es dada su magnitud antes del 1rgren11s Segun esto, acerca
contm11ado (111 mdefimtum) de la magnitud del mundo en sí no podemo'l df>rir nada. 111
La mera representacion universal de la serie de todos los 51quie1a que en é'lte tenga lugar un 1egre~ms m mfimt111n, smo
estados pasados del mundo, así como de las co<;as que e<>tán, que solo debemo'> buscar, de acuerdo con la regla que deter
a la vez, en el espacio del mundo, no es ella misma nada más mma el rrgremt1 empí1 ira en él, el concepto ele su magnitud
que un regressus empínco posible que concibo de manera to Pe10 esta regla no dJCe nada más, <;1110 que por mu> le1os que
davía indeterminada, y <;ólo mediante el cual puede surgu el hayamo'l llegado en la <;ene ele la<; rond1nones empí11cas, nunca
concepto de una serie tal de condiciones para la percepción tenerno'l que <;11poner un límite ab<;o]uto, [A520] [B.'í 18] smo
dada.lll;t Ahora bien, el [A.519] [B547] todo del mundo lo tengo que clebemo'l 'lubordmai todo fenómeno, como condiuona-
siempre sólo en el concepto, pe10 nunca (como un todo) en do, a otro que es la condición ele él, y que por tanto debemo-;
la intuicion. Por consiguiente, no puedo inferir, de la cantidad progre<;ar, además, hacia ésta; lo cual constituye el regrrmt1 zn
de él, la cantidad del rcgressus, y determinarla [así] a ésta segun 111drfi111tum, que, como no determma nmguna cantidad en el
aquélla; sino que ante todo debo hacerme un concepto de la objeto, se diferencia de manera sufioentemente distmta del
(rrgrrmH] m 111ftmt11m.
Según esto, no puedo decir: el mundo es 111.fimto en lo
7053 1amb1én puede entendE'! 'ie «con él», es dern «con el regresms» que respecta al tiempo transcun ido, o en lo que re<;perta al
7054 Por consigmente, esa sene del mundo no puede ser m mayor eqpac10 Pues tal concepto de cantidad, corno mfirntud dada,
m meno1 que el po'i1ble mi;rnm> empínco, sólo en el cual se basa el
concepto de ella Y como éste no puede 'iummistrar nmgún mfimto es empíricamente unpo'l!ble, )' por tanto es absolutamente
determmado. pero tampoco algo determmadamente fimto (ab'ioluta
mente limitado), entonce>; re'iulta claro que la cantidad del mundo no
podemos supone1 la m firnt;i m mfimt;i, p01que el regremH (por el mal 7055 Quiza haya que entender aqm «antic1pana [algo acerca] de los
ella es representada) no adrrnte m lo uno m lo otro [Nota de Kantj miembros»
CRlTICA DE LA AAZül\ PLJR.A 585
l"IMA!'il'EL KANT

irnpu:,1ble también con respecto al mundo [entendido] como De aquí se sig11e, pues, ld respuesta afimtatwa. el regressus en
ob¡eto de Jo::, sentidos. No diré tampoco: el regmsus a partir de la sene de los fenómenos del mundo, como una determinación
una percepción dada, hacid todo lo que la limita a ésta en una de la mag11itud del mundo, Vü 111 indefirutum, lo que viene a
sene, tanto en el espacio como e11 el tiempo transcuirido, va al decir que el mundo semible no tiene ninguna magnitud abso-
mjúuto: ¡mes esto presupone l.i magnitud infi11ita del mundo; ni luta, smo que el reg1rnm empüico (~ólo mediante el cual [ese
tampoco: ésta es Jilllta, 1" ,,, pues el límite absoluto es igualmente mundo] puede ser dacio, por el lado de sus condiciones) nene
imposible empüicamerne. Así, no podré decir nada acerca del su regla, a saber, la ele progresar siempre (ya sea por propia
objeto todo de la experiencia ([acerca] del mundo sensible), experiencia, o ~iguiendo [A5'.2:i] [K!50] el hilo conductor de
su10 que solamente [pod1é decir algo] acerca de la 1egla según la historia, o mediante la cadena de los efectos y sus causas), a
la cual la expe1iencid tiene que ser dispuesta y desarrollada de parti1 de cadd miembro de la serie, entendido e.orno condicio-
manera adecuada d su objeto. nado, hacid un miembro más remoto, y no excusar se nunca del
Por consiguiente, la respuesta primera, y negativa, a la pre- ensanchamiento del uso empírico posible del p1opio entendi-
ountd cosmológica por la mag11itud del mundo, es: el mundo miento, lo c.ual es, e11 definitiva, el único y propio negocio de
~o tiene ningún comienzo primero en el tiempo, ni límite la razón con sus p1incipios.
extremo en el espacio. No se prescribe aquí con e'to un regrernm empírico de-
Pues en caso contrario, [el mundo] estaiía limitado, por un te1 minado, que prosiguiera sin e esar en una cierta especie de
lado, por el tiempo vacío, y por el oti o lado, por el espacio vacío. fenómenos, p. ej. que a partir de un ser humano viviente se
[:\5:21] lBS-El] Pero corno él, como fenómeno, no pue_de estarlo deba ascender siempre en una ::.erie de antepasados, sin esperar
de 111n"111w de las do::. maneras en sí mismo, pues el fenómeno [alcanLaij una primera pareja, o [que se deba avanzar] en la
no es ~na cosa en sí misma, entonces debería ser posible una se11e de los cuerpos celestes, sin admitir un último sol; sino que
percepción de la limitación por medio ele un tiempo absoluta· se manda solamente el progreso ele fenómeno en fenómeno,
mente vacío, o de un espacio ab::.olutamente vacío, [percepción] aunque éstos no procuren una pe1n•pción efectivamente real
mediante l.i cual estos confines del mundo fuesen dados en una (aunque ésta, por su grado, sea denMsiado débil para nuestra
expe1iencia posible. Peru tal experiencia es imposible, poi estar conciencia, y por ello no pueda llegar a ser experiencia); porque
enteramente vdcía de contemdo. Pm consiguiente, un lunile aun a pesar ele ello, pertenecen igudlrnente· a la experiencia
ab~oluto del mundo es empüicamente imposible, y por tanto, posible.
es tarnbien ab,olutamente imposible. 1<1
17 Todo comienzo está en el tiempo, y todo límite ele lo extenso
[btáj en el espacio. Pero el espacio y el tiempo sólo están en
el mundo sensible. Por tanto, sólo los fenómenos en el mundo
/036 I-L1b1:í que entende1. «lll t,1rnp0Lo: esta n1<1gmtu9 dél mundo
e:,tan l11n1taclos, de manera condíciondcla; pero el mundo mismo
Pe 1o t,1mb1en pod11a e11tende1>e «ni tampoco. e,le [e, deu1,
no está limitado, ni de manera condicionada, ni de manera
el mundo] e;, jillltO».
/057 Se hc1 de oli>e1 v,11. que l,1 p1 uelM ;,e lhl desa11 ollc1do ,1quí de una incondicionada.
ma11e1c1 enterame11Le dile1eme de ]et <logn1ál1c,1 [que :,e p1e::.entó] lll•Í>
dl l !LM, en l,1 ,rntíte;,1;, de l.i pi 1me1,1 .intinun11a Alli h.1bi.1mo::. ::.upue;,lu
que el mundo ::.en'>1ble e1 a, ><•gun l.1 rn,rne1 .1 cu mu ;,e lu 1e¡n e;,ent,m el en el tiempo o en el e'>pacio, s1 no ocupaba todo tiempo ) todos los
dngni.1l1,mo) el vulgo, una co'>a que eo,t.iba J,1d,1 en ;,1, en su tot,d1<lc1d, espac100. Por e,o, Id condu,1ón eia d1tere11te que aquí, a. '>abe1, se había
.mte::. de todo regres;us:) le hd01'llllO> iehu,<tdo un lug,u delern1111.1du 111fe11do !.t efeLL1\'a mfimtud de el. de K,uJt].
CRITICA DE LA R"<ZO'- Pl RA
586 IWIANLEL KANT

Precisamente por Pso. v como el mundo nunca purdr 1n ¡;1r1ms empírico A pesar ele esto. no está permH1do ele nmg1rn<1
totalmente dado, y ni siquiera la serie dP las condiciones parn un :Uanera que de un todo tal. que es divisible al mfin1to, <;e diga
condicionado dado, como serie del mundo, puede ser totalmmtr 1
e romponc de 1m numno mfimto de jlmfrs Pue'i aunque toda' ]a,
dada, el concepto de la magnitud del mundo es dado solamente parte<; e'itén contPmdas en la 111trnc1on del tocio, no e'ta con
por medio del [A523] [B5S!] regresms, y no antes de éste, en 1ma tenida alli, sin embargo, toda la d¡¡•1swn, la cual sólo consiste
intuición colectiva [antenm a él] Pero aquél consiste siempre en la descomposición progresi\ a, o en el 1rgrrm11 mismo, q11e
sólo en el [acto de] drtmnmar la mag1ütud, y en consecuencia es el que, en primer lugar, hace efecti\ amente 1ea! .la sene
no suministra ningún concepto determinado, y por tanto, tam Ahora bien. como ese 1egressus es mfinito, todo'i los miembros
poco ningún concepto de una cantidad que fupse infinita con (partes) a los que él llegue estan contenidos en el todo dado,
respecto a cierta [nrndad dej medida; por comiguiente. no va como aarraados, pe 1 o no [está contemda] la entPra srrzr de la
·~
!) t
al infinito (como si dtjéramm, (a 1m infinito) dado), sino que d11'1slón la cual es infinita de modo sucesivo, y nunca e'ita en na,
avanza en una extensión indeterminada, para suministrar una y por ;onsiguiente no puede exhibir una multit11d infinit,1 ni
cantidad (de la e"Xperienna) que se torna efectivamente real una conjunción de ellos"''" en un toe-lo .
sólo por medio de esP rrgrrmH. Esta ac1vertencia general se puede aplicar pnmerarnente
con mucha facilidad al espano. 'Ibdo espacio intuido en 'iUS
limites es un todo tal, luyas partes, en toe-la deslompmicion, son
II. Resolución de la idea cosmológica de la totalidad
siempre, a su vez, espacios, ) por eso es divi,ible al infinito
de la división de un todo dado en la intuición
[A525] [B553] De <1qm se sigue con toda naturahdac1 la
Cuando divido un todo que está dado en la intuición, voy segunda aplicación, a un fenómeno externo :ncerrado dentro
de un condicionado a las condiciones de su posibilidad. La de sus límites (cuerpo). La divisibilidad de este s: b~sa en la
división de las partes (subdwwo o decomp0Ht10) es un 1egrern11 divisibilidad del espacio. que rnmtituye la pos1bil:da~ del
en la serie de esas condiciones. La totalidad absoluta de esa cuerpo [entendido] como un todo extenso. P~r con~1guiente,
serie sólo estaría dada si el regressus pudiera llegar hasta partes éste es divisible al mfinito, sin que por eso este compuesto ele
mnpln Pero si todas las partes son siempre, a su vez, divisibles un número infinito ele partes.
en una descomposición que prosigue de manera continua, Ciertamente, pareoera que, puesto que un cuerpo debe <;er
entonces la división, f'S decir, el regrnsus, \a de un condiciona- representado, en el e<;paoo, como substancia, es~ cuerpo'. en lo
do a sus condiciones zn 1nfi111tum; porque las condiciones (la, que se refiere a la le) de la dinsibilidad del espacio, <;e di<;t111gu1-
partes) están conteniJas en lo condiciom1do mismo, y corno rá por eso de éste; W'" pues ciertamente 'ie pue~e c0ncede1 que
éste (A52.t] (B552] está enteramente dado en una intuición la descomposición, en el último, nunca pod11a 'illp~1mll toda
encerrada dentro de los límites de él, todas ellas están también composición, ya que en ese caso incluso todo espacio, que no
dadas juntamente [con él]. Por consiguiente, no se puede llamar
al rcg1ess11s meramente una regresión m mdefinitum, que era lo
único que permitía la idea cosmológica anterior, en la que yo 7058 Es decu una conjuncion de los miernb10s Pei o también podi 1ª
entencle;se «u~a conJ11nCJon de ella». es decir. ele la mull1tud 1eucn
tenía que avanzar de lo condicionado a sus condiciones, las
menc10nada ,
cuales estaban fuera de él, y por tanto, no estaban dadas a la 7059 Es decu, poi se1 1 epresentado como subsLmc1<1, se d1stmgm 1a
vez por él ) con él, 'iino que sólo venían a añadirse en el re- del espacio
588 IV\V!A "L EL h.A!'. T CRITICt\ DE Lt\ R!\¿ON PllRA 589
tiene nada de subsistente por s1 mismo, ces.111ct de ser (lo que mi:,mas solo son dadas ) detu rn111ddds por rned10 de ld subd1
es 1mpo;,1blc), en camb10, que no ha\ a de quedar 11dda s1 se 11 ;, 10 n,d1Lho brevemente, [se bdSd en] que el todo no esta)ª
sup1 une, en d pu1s<tm1ento lo<fa compos1uon de la matena en , 1nusmo d1v1d1do Por e;,u la dn 1s1on puede de ter mmar en
[es algo que] no p.trece que se pueda hacer compatible con el el una rnulutud que llega ha:, ta donde se q lllerd ,n anzar en el
concepto de u11<1 ;,ubst,mua que tend11a que se1, propiamente re11rejj/ü de la el!\ 1;,1011 Por el conn a110, en un cue1 po orgamco
el su¡eto de todc1 compos1uo11, ) debena subs1stu eu sus ele o;gamZddo al mfimtu [A 527] [B 'í5 'í] el todo) des rep1esentado,
mentos cttmque se hubiera sup11nlHJo la conex1on de estm en piec 1;,amente poi ese concepto, como dn icl1do, ) se encuentra
el espauo por l,1 que constltU) en un cuerpo Solo que con lu en el, dnte:. de todo regiey,u:, de Id d1v1s10n, una multitud de
que en el fenomeno se !Luna substancia no oc un e lo mismo que partes, determmada en s1 rmsma, pero mfimta, con lo cual
uno pe11sa1Ic1 de u11c1 co~a en s1, mech,mte un concepto puro uno se contrad!Le a s1 m1s11;u, pues ese de:,arrollo mfimto es
del ultcndm11ento Aquello no es SLljeto absoluto, srno unc1gen comiderado como un<t selle que nunca puede se1 acabada (111
pe1 mc1ne11te de ld [ ..\ i26] [B5) 1] sem1b1lidad, y nada mas que fimta;) sm embMgo, corno [un de:.arrollo] acabado cuando se
mtu1c1on en la cual 110 se encuentr<l 1ldda mcond1uonado lo roma en ~u con¡untu La d1\1s1on mfimta solo caractenza al
.\hora b1eu, aunque esta 1egl.1 del p1 ogr cso <ll mfimto u 1 la fenomeno como quantum w11ttnuun1,) es mseparable del llenado
subdl\ 1s10n de un fe11omeno como meto relleno del bpauo dd espduo, porque preusamente en este [llenado] reside el
se cumple sm lugar a dud<ts, ella no puede tene 1 validu , 1 fund,unento dc la d1v 1;,1b1h<lMl mfimta Pero tan pronto como
p1etendu110~ e"tenderla tamb1en d la multitud de las fMJles algo es torrMdo como quuntum d1:ouetu111, es dete1 mmad<t en ello
qut en uerta maneia ya l stan 5epar<ldds en el todo d<ldo, y la multitud de Lts umdade;,, 'r poi e;,o es s1emp1 e igual a algun
constnu¡ en as1 un quantum dm1etum Supone1 c1ue en un todo nurne1 o Por cons1gu1eutc, t uan !tcJº' llega la orgamzauon, en
01gamL<1do (orgamzaclo) 1 ' 0 cada parte este orgamzada d su vez, un rnerpo 01gamzado, [es .tlgo que] solo la expenenc,a puede
y que ele esa mdnera, al dn 1d11 las pd1 tes d} mfimto, siempre ,e eo,tablecer,) aunque e;,ta no llegue con certeLa a nmgu.1a parte
ene u entren nun dS parte;, 01ga111¿adas, en una palab 1ct, que el 11101 gamca, eslds [pdrtes] deben estdr, ~m ernbdrgo, al menos en
todo este orgamzado .ti mfimtu, es algo 1mpr<tct1Lable pdía el la e>..pellenud posible PeHJ cudn leJOS se extiende la dn 1s1on
pema1mento, ctunque s1 se puede pema1 que las parte;, de Id tran~cendent,t! ele un fenorneno en general, no es asunto de la
matena en su de;,compos1uon al mfimto, pud1ernn estc11 oiga e».penenc1a, smo [que es] un Jmn zpwm de la r,tzon, de no dar
mLaclcJ:, Pues la mfmllucl de la d1v1s10n de un fenomeno dddo nunca p01 <1bsolut<1menre cumplido el reg11jJUJ emp1nco en la
en el e:,pdc10 se bd,d umcarnente en que por :,u mtermed 10 lllbl de;,wmpos1uon de lo exlemo, [de;,compos1c10n efectuada] de
e:; ddda me1 ame me la dn 1s1b1lidad, e;, decir, una multitud, en arne1do con Id ndturaleza de ese fenomeno
:,1 absolutamente 111dete1mmada, de partes, pero esas partes

/U6(} ln cldjell\O fotmJJO >OO!L una !cl!L getllla!l!Lcl (gegf1edert, 01ga


mz ido 'L e '-pltcd em1 e pc!1 Lnte,¡, poi 111e<l10 de un >llJUlllmo tollnado
,ub1 L un l 1c11L 6recoL1l!n<1 1u1¿,u.111Jtu fr11, org.rn1Lc1<lu)
106 I P1 ubc1blemu1te lht\ <1 que entencle1 aqu1 «pu1 mte1 medw del
fenomeno pe1 u tc1mb1en puclll<1 emu1de1 >e <poi mte1 medw de Ja
d11 1:.wn \ t<1mb1en poi mrermedw de ]d mhnirucl>
590 1~1"1AM_EL 1<.Al\T
CRITICA DE L '\ R·\ZO'. Pl R1\
[A 128) [B >>hj

Nota final acerca de la resolución de las ideas Nm ha p<isado <iq11í inad\ertida un<i diferencia e~encrnl
matemático-transcendentales, y advertencia qur ha) entre lo<; ohjrto<;, E'S decir, ent1e los conceptos del en-
preliminar acerca de la resolución tendim1rnto que la razon procura E'le\ ar a ideas: a sahE'r, que
de las ideas dinámico-transcendentales Segun mwstrn tabla clE' las categorfas, arriba presentadél, dos de
ellas s1gnifirnn una <;Íntesis motemát1ro de los fenónwno<;, y ]él<;
Cuando n"p1 esent;m10s en una tabla la antinomia de la razón dos restantE's una [síntesi'i] dmám1ro [de ello<;] Hastél aquí esto
pura, a través de todas las ideas transcendentales, al indKar el pudo ocmnr mu~ bien, ya que así como en la representación
fund.m~ento de e<;e conflicto y el único medio de superarlo, que unh et sn l de todas las ideas transcendentales siempre perma
cons1st1a en declarar falsas las dos afirmaciones contrapuestas, neríamos entre condicione<; m r1 frnommo, así también en las
hemos representado por doquier las condiciones como si se dos matem<itico tramcenclentales no tE'níamos otro ohycto qne
vincularan a sus [respectn os] condicionados senún relaciones r! [ob¡eto] en el fenómeno Pero ahorn que a\ anzamos a con-
del espaci.o y de 1tiempo; lo cua 1es la presuposíci~n habitual del cepto~ dmóm1ro' del entendimiPnto, en la medida E'n que Pllm
entendnrnento humano común/"' 2 y en lo cual, tambif>n, se basó deben adecuarse a la idea de la razón, aquella diferenciacion
tod~ a~uel conflicto ~n ato1Kión a esto, toda~ las representanones se \ u<"h P irnportantE', y ahre ante nosotros lma pE'r spectl\ a
d1alect:cas ele la tota11dad. en la serie de las condiciones para un cnternnwnte nueva con 1 <"specto al litigio en que está e ompli
cond1c:~naclo dado. ernn enteramente ele !a misma e1peoc La rnct1 la 1azon; el cual élntes ha <;ido desntnnado porque estab<i
concl1c ion era conect<1da ( on lo condicionado <;Íempre en una >me t'dtficado. por ambéls partes, sobre presuposiciones fal-;a<;; pero
de laque ambos e1an miembro~, y eran por eso homogéneo¡, )a que que ahnrn, ptwc;to que quizá en la [AS30] [R:'i 'i8] antinmma
el rcgiern1rnunca estabél poma do como acabado; o bien. para que din{imica c;e enntentre una presuposición tal, que pueda ser
eso ~legarn a acontecer, un miembro, en sí mi'imo condicionado, compatiblP con la prE'temión de la razón, clec;de este [m1e\ o]
debia tom~rse E'n:ó~1eamente por un [miembro] primern.) por punto de vista, ) como el juez subsana la falta de unos fun-
tanto. por mcond1uonado En todo eso no se consideraba 1'"" el damentos de derecho que por ambas partes habían quedado
objeto, ~s .decir, lo wnclicionaclo. sino la [A529] [B.557] serie de ignorndm, puede ser 011rglado a satisfacción de ambéls par te';
las cond1c10nes para PI; y r<;p la consideraba] <;Ó]o en lo tocante ala lo que no se podía hacer con el conflicto [que se presentabél]
c~nti~ad de ella; y la dificultad, que no podía ~uperarse mediante en la <intinomia nrntemática.
nm~m- acuerdo. sino sólo mediante un corte completo del nudo, i,;:i<; c;e1 ies de las condiciones <;on. por cierto. todas homogé-
consistía en que los asuntos de la razón son. o bien demauado neas en la medida en qne se atiE'nda solamente a ]él exten<11J11 de
lmgos, o bien demrrnodo rmtn1para E'I entendimiento,'"" de modo ellas· [rn la medida en que se atienda a] si son adecuadas él ]él
que éste nunca podía aden1ar<;e a la idea de ella idra, o s1 ellas''"" son demasiado gTande<;, o demasiado pequeña~.
para nquéll<1s Pero el concepto del entendimiE'nto que sirve de
fundamento de esas idea<; contiene, o bien solamente una 1mtn11
7062 Corno s1 chjeta: «la ptesupos1c1ón habitual dE'l sentido cnmtm de In homogéneo (lo cual se presupone en toda cantidad, télnto en la
humano».
7063 En el 011gmal «cons1cle1 aría» Segunnos a Ecl Acad
106-t. L1tet almente· «cons1st1a en que la 1azon le h,te 1a las ct1'as 0 bien 7063 Es dern, \ds ideas, pero quizá ha; a que entende1 aqm de ot1 a
demar10do lm/:m, o bien d1ma<1(Jdo rmlar 11 entE'nrl 1m 1entn" 11rnnr1 a "º s1 [las SE'!lE''>] son cle1n;F1ado g1 andes, o demasuclo pequeñd,s
pa1.i .ir¡11r\Ja>, (es dern, pa1a aquella 1de<I)
592 1\1'\AMEL KA'<f CRI 1IL.0. D~ -'1 RALON PL RA
593
compos1uon de ella, e orno en su divis10n), o bien tambien [una argi.unentos dialecnco:. que buscdbdn, de uno u otro modo, !el
smtesb] de lo fnterogeneu, lo cual puede, al meno>, ser ddrn1l!do totdhdad 111cond1uo11<1da en mero:;, fenomenos, [A53'.2] [B'íbOJ
en L! smtes1s dmamKd, tanto en la del e11Lice cau-;al, corno en las proposic10nes de la r azon, por el con ti ctno, pueden ser
L1 del [enlctcej de lo necesallo con lo contmgente amb11S uufode1aJ en la s1g1uficc1oon corregida de esa manera,
De cthi \ iu1c que en !et cone;.1011 mctlematKa de las sene;, lo c,1,d nunca puede ocu11 ll co11 lds ideas cosmolog1Las que
de lo;, fenomeno;, 110 puecld entrar nmgi.uM otra condiuon, conciernen a una umddd mt ()ndiuonada que es meramente
sah o lc1 semzblt, es decir, una [condiuonj tdl, que secl ella matematica, po1c¡ue en elido, no se encuentra nmguna otrd
misma una parte de la ;elle, mientras que, por el contrdr!O coneliuon de la ser 1e de los ft HOmenos, mas que aquella que
!et ;,e11e d111anncc1 de las Loncliuones sensibles admlte ademas e> tdmb1en ella mbrna fenomeno, ) que, como tal, const1tu) e
Ull<l cond1uon hetei ogenect, que no es una pctite de la sene, tamb1en un miembro ele la sene
smo que, como muamenll mttl1g1blt, 1e'>1de fuera de la sene,
[X5Jlj [B):JlJ] en \lltud de lo cual la 1aLon queda S<ll1sfecha III. Resolución de las ideas cosmológicas de la
) lo l!Kond1uon<ldo ;,e antepone a los fenornenos, ;,m mtro totalidad de la derivación de los acontecimientos
duu1 confus1on en l<l se11e de estos ult1mos, que es siempre del mundo a partir de sus causas
umdKionada, ) sm mtu1 ump11 lc1 mh111g1endo los pnnop10s
del entend11111ento Se pueden concebir wlo dos especies de causalidad con
"\hoia bien, en \ iJtud de que Jet::. idea& d111am1ca;, <tdrniten respecto a lo que ocurre o bien la [caus,d1elael] :.egun !el na-
und cond1uon de los fenornenos fuer d de l<t sene de ellos e:. twaleza, o bien p01 l1be1tad Lt primera es Id. conexwn de un
elcu1, und [cond1uon] t.tl, que no es ellct mismd fenome~o, est<1do con uno precedente en el mundo sensible,""' [estado]
ocurre ct!go que es enle1 dmente d1lei ente del 1e'ulta<lo de Id dl que dc¡uel sigue segun unc1 1egla Ahora bien, puesto que Ll
ctnt11101nia rn.ite1nat1cc1 ll"' A Sdbe1, e:,ta hdc1.i que an1bcts dÍlI cawalidadde lo~ fenomeno5 :.e basd en condIC1ones de tiempo,
mauones d1alect1cas opue5td5 <lebie1 dn :oer ded<11 <tdds fabds ) [como] el estddo p1ecedente, s1 hubie1a estado siempre, no
Pm el con ti <1110, lo mtegramente condiuonddo ele las senes hab1ld pwduudo un efecto que smge por pnmercl \ ez en el
d111.11111Lcl:o, que es msepardble de elld5 como lenomeno;,, co tiempo, re>ultcl que id cdusahdad de la causa de aquello que
nectddo con la conel1uon, ernpu icamente mconelic10nadcl, pero ocune o nace, tdmbien ha nawlo, ) segun el pnnop10 del en
tambien no Jumble, Sclt1sfdcen .ti entendzmuntu, 1 ' por un lado, tendmuento preuscl elld mi:,n"t, ,1 ;,,u \ ez, una causd
) d !et ra::.on, pm otw J,1do, ") al pa5o que 5e de1rnrnb,m los [A53J] [B.Jbl] Poi el colll1cl110, enuendo por libertad, en
sentido cosmulogico, la faCtdtdd de comenzar poi :,1 mzww un

7066 [n el 011grn"J •de L1 ant111un11" " ::,tcgumrns a Ed A.c.:id que a


su' e¿ .1dupl" u11c1 co11ecc10n de tfaitenstern
IU/J 7 E1 dnMnn :.ug1ei e que en lug.u de •>.tl1:.fctLeIJ di u11l11dwut11Lú» la ;,eue de lo> fenomenu,, [\ se la pud1erd concebrr] sm 111te11urnpn
se lec1 .tqu1 •puedu1 ,,u1sl"cu ,d ullt1zd111zzulio> Bennu l 1dm,mn con ello en lo nl.l:. rrnmmo l" se1 w de las cond1uor1e;, ernplllcas,
1 c;,,nterP en Ed A.e.id lll, p 580) emonces una [coud1uonj t,d pu(!l ld ><'l adm1t1d" como en1pz11uLmwll
10ó8 Pues el entend1m1ento 1w "drrnlt, wlu jwullltllV.l u1ugund LOll 111w11dtllonada, de modo que pu1 dl,1110 ocui1111a nmguna ruptll!a en
d1uun que fue>e, dl..1 rru;,ma em¡.rn l( drnente ulC ond1uOndd<1 Pero el 1eg1ww ernpu1üJ LOntmuo [\lota de Kant)
)l fl<lld .ilgo 'ond1uon"do en el fenomcrni) se pud1er.:i cumebu una 1069 Com 1ene 1 ntende1 «cun un c;,tado p1 ecedente que esta, el
Lond1uon znttlz1c,zble yue no pe1teneuera pues comu un m1emb 1o, ,¡ t.unb1en en el mundo ;,ens1ble»
594 11\'\11\"il 'fl l\i\1' T CRITICA DE u\ R ;?()', F'l R1\ 595
11
¡ d la causalidad de Id cual
estado, ' 1°- 110 es ¡ a· a su \ ez seo1 m la /og1111111P11le (por mó\ 1les de la <;0ns1b1hdadl, se denomma ammal
ey e la naturaleza, sometida a otra causa que la detP~m (m/nt1111m hwtum) cuando puede sPT coamonado patolog¡ramcnt1
segun el tiempo En esta significación, la libertad es una I~~: El albodrío humano eo;, n01 tamentP, un mb1tr111m 1m11t11111m,
transcendental pura fJUP, primeramente, no contiene nada pero no eo; hrutum, sino bhrrum, porque la sens1b1lrdad no lrncc
tomado
t de Ja experiencia, V) CUYO ) 0b1eto
J ' en sem1nd
ISL o j uoar necesana Ja acCión de él, o;ino que en el ser humano re'i1de rnhl
~<mpoco puede ser dado, en nmguna experiencia de rnai~er~ facultad de detprmmar<;e por 'iÍ mismo, independwntemente de
e_te1 mmada; porque es una le) univenal de la' posibilidad la coacción ejerCJda por mm iles sem1bleo;
misma de toda e-xpenenc1a: que todo lo que acontece debr Se\ e fácilmente que s1 toda causil lid ad en el mundo o;ens1blr
tener una causa, y que por tanto, también la causalidad de la fui:";e mrra nalurnleza, todo acontecimiento eo;taría dPt0rrn11rndo
causa, [causalidad] que d!a mmna ha armztrodo o nacido, dt>b~ por otro, en el tiempo, sPgún IP>rs necesanas.; por tanto. pue<,to
~e;1~r a su v_ez_u~a causa; con lo cual, entonces, todo el campo qur los fenómenos, en la medida en que determinan al albed110,
a expenencia, hasta donde qmera que <;e e".tienda se deben hacl'f neC'esarrn toda acción. como resnltado natlll al de
\ e t . , con
1 I e en un COl1Jll11to de mera naturnleza. Pero como de e'a ellos, entonces la o;uprPsión ele la libertad ti an "endenta! íll11-
man~r~ no se puede obtener ninguna totalidad absoluta de las qmlarÍ<l a 1,1 vez toda hbrrt<1d práctica Pues ésta presupone qne
conchc1ones en la relación ama!, la razón se crea la idea d aunque algo no ha) a aC'ontendo, habda drhzdo acontecer, v que
u_na espontaneidad que pudiera comenzar por sí misma a obrare '>ll rama en el fenómPno no eríl, pues, tan determmantP, que no
sm que se precisara anteponerle otra causa para dPterminarla' hubiera, en nuestro albedrío, una camahdad para produrn, m
a su vez, a obrar, según la lev de la cmwx ión causal , depenchentemente de aqnclJas causas naturales.) aun en contra
lb Es;obremanera notable que en esta idea transcendental de la de su poder) de su influjo, algo que e<;tu\ iera cletenmn,ido, en
1 erta se funda_ el concepto práctico de ella, v que aquélla co11º· el orden del tiempo, seg11I1 leyes empíricas, ;- por tanto, para
tituve
, . en é sta, 'O>J propiamente,
• el momento ' de las dificultades
' '
comenzar mternmcnte ¡w1 Huna o;erie de acontPnmientos
q[ u~ s1emp~~.han rodeado la CllP'itión de la poo;;ihihdad de ella La [AS35] [B."í63] Ocm re aquí. pues, lo que en general o.,e en-
k>31] [B.)62] hbertad en sentido prárt1ro es la independenc1· º d 1 cuenti a en el conflicto de una rn?on que sP aventura a atr,we:,ar
albed no, · respe:to d e la roamon por impuhm de la sensibilidad " e los límites de una experiencia posible que el problema no es
Pues un albedno es •rnHblren la medida en que es afertado pato- propiamente fi110lóg1rn. sino tiamrrndrntal Por eso, la cuest1011
de la poo;1bilidad de la libertad mteresa, nertilmente, a la po;1-
cologrn, pero, puesto que se basa en arg11mentos dialPct1coo;
1070 Es decir. la causalidad de !2 hbe1 tad Pe1 o 'e ha s1 O" el ele la mera razón pura, solo la filosofía trarncendental debe
«la cau,al1dad del cuah e< c!Pc11 cfpl e't el 0 ( ' t"'cdn o coneg11
1eco21cla en Ed Acad ¡'
'°'
¿ h ª <;ugei enc1a e E1 clnunn,
we a 1ntP1p1etado tamb1en que Jo U
ocuparse de ella, y de su soluc1on Ahora bien, para ponerla
Ji:,;~º
1

es, dete1mmaclo segun el tiempo, aqm, es la omon (:\orbe1 t a ésta en condiciones de dar, sobre este asunto. una respnesta
«KaGnts Auflo,ung de1 F1e1he1tsantmom1e ode1 Dei unanta<tba1 e K sat1sfactona -que ella no puede rehtfüir-,"' 'debo prP\ 1amente
d es )()O
'e" 1ssens» n
• Tir '.:'~)er
en z ' '
?to !ngr<rhr ,nt<dnrft, nume10 3, 111er, 2000
ern
1
)l)() tratar de determinar mas precisamente el proC'edumento de ella
Pp , , . aqm p ; ¡ ·
en este problema, mediante una observaoón
¡'~ 71t ~a; que entender «) quP aquella idea tramcendental de la
r er a constituye, en P<ta libP' tad p1 act1ca» Se ha sugendo cm Je
;'berq1;ed"l9uella const1tu>e en é<te», decn, en el conr~pto práct1cogide
E» 7072 Los gu10nes en la fraqe «-que ella no puede 1 ehu«ll -'' '>0!1
J a isuger enc1a de \,\ ille, i ecogida por Schm1dtl
agi egado ele esta l1 adt1cc1on
IM',\AMA:L KANT CRITIC-'1 DE LA RAiON Pl'R.-'I
597

Si los fenómeno, fueran cosas en sí mi,mas, ) [s1,] por razón. Pues si los fenómeno::, son co:,as en sí mismas, entonces
tanto, el espacio ) el tiempo [fueran] formas de la e>..istencia no se puede salvar la libertad. En ese caso, la naturaleza es la
de las coscts en ~í rnbrnas, entonces las condiciones, junto con causa completa y en sí sufioentemente determinante de todo
lo condicionado, pertenecerían siempre, corno miembros, acomecimiento, y la condición de éste está siempre contenida
a una y la m1s111c1 ~e1ie, y de allí surgiría también en el caso sólo en la serie de los fenómenos, los cuales, JUHto con los
presente aquella aHtinomia que es común a todas las ideas efectos de ellos, son necesarios bajo esa ley ele la narurale-
transcendentales, [a saber], que esa serie, mevitablemente, zaw" Si, por el contrarío, [~-\537j [B565j se considera a los
del>e1Íd1 e:,ultar demasiado g1 c111de o demasiado pe quena para fenómenos nada más que como lo que efectivamente son, a
el entendimiento. Pero los conceptos dinámicos de la razón, saber, no como cosas en sí, sino como meras representaciones
de los que nos ocupamos en este número y en el siguieme, interconectadas entre sí según le) es empíricas, entonces deben
tienen e~la peculiaridad: que puesto que ellos no se ocupan tener a su vez otros fundamento:, que no son fenómenos. Tal
ele un objeto considerado como cantidad, sino solamente de la causa inteligible, empero, no es determinada por fenómenos
e.tDtenua de el, uno puede hacer abstracción de la cantidad de la en lo que se refiere a su causalidad, aunque los efectos de ella
serie de las condioones, y así sólo impo1 ta, en ellos, la [A531i] aparezcan fenoménicamente, y puedan, entonces, ser determi-
[Kíb-J.] relauón clrnArnica de la condición con lo rnndicionado, nados por ot1 os fenómenos. Ella e:,tá, junto con su causalidad,
de modo que en la cue:,tión acerca de fü1tu1«.ileza y libertad fuera de la serie; por el contral!o, sus efectos se encuentran
e11conu amos ya L1 dificultad de si acaso la libertad será, en en la serie de las condJCiones empíricas. Por consiguiente, el
general, posible, y en caso de que lo sea, si puede ser compa- efecto puede ser considerado como libre, en atención a su
tible um la universalidad ele la lev naturnl de la camalidad· y causa inteligible, y sin embargo, a la vez, en atención a los
por tanto, [encontramos la dificul~ad de estctblecer] si será u:u fenómenos, [puede ser cons1deiado] como resultado de éstos
pi oposición ve1daderctmente disyuntiva la [que dice] que todo de acuerdo con la necesidad de la naturaleza; una distinción
efeLto en el mundo debe surgir o bzen por naturaleza, o bzen poi que debe parecer extremadamente sutil y oscura cuando se la
hbe1 tad, o si no podrán má:, bien tene1 lugar a la vez ambas presenta en genera1 y de manera completamente al>str dCta, pero
w:;w en diferente re:, pecto, en uno ) el mismo acontecimiento. que se esclarecerá en la aplicación. Aquí sólo he pretendido
La exactitud de aquel piincipio de la integral interconexión hacer la observación de que, como la integral interconexión
de todos los acontecimientos del mundo sensible de acuerdo de todos los fenómenos en un contexto de la naturaleza es una
con ley es ndtu1 dles in vdriables ha sido ) d establecida como un le) cuyo rigor no admite e>,.cepuones, é~ta debería derrocar
principio de la analítica transcendental, y no tolera infracción necesariamente toda libertad, si uno se obstinara en [afirmar]
alguna. Por consiguiente, se plantea solamente la pregunta la realidad de lo~ fenómenos. Por eso, también, quienes siguen
de si, sin embargo, con respecto al mismo efecto que está aquí ld opinión vulgar nunca han podido llegar a conciliar la
determinado según lü naturaleza, pudiera acaso tener lugar naturaleza y la libertad.
también la lil>e1 tad, o si bta está enteramente e>..cluida por
aquella regLl inviolable. Y aquí, aque!lct presupmición común,
pero enganosa, ele la 1eal1dad ab:;aluta de los fenómenos muestra
enseguida su influencia perniciosa con la que confunde a la 7073. También podría entenderse: «lm cual e;,, ]Unto con los efecto;, de
ellos, están necesariamente bajo esa ley de la naturaleza».
CRITICA DE LA RAZON PURA 599
598 f'Vl\1'\M'El fV\NT

f -\ i ~8J [B5ohj efecto de ella se encuentre, sin embargo: en el fenomeno. Pero


toda causa eficiente debe tener un caracter, es decn, una le)
Posibilidad de la causalidad por libertad, en unión de su cau<;alidad, sin la cual ella no sería causa. Y entonces,
con la ley universal de la necesidad de la naturaleza tendríamm en un s1tjeto del mundo sensible, primeramente,
En un objeto de los sentidos, a aquello que no es fenóme· un rmártn cmp1nro, por el cual sus acciones, como fenómenos,
no lo llamo mtehg1ble. Segun eso, si aquello que, en el mundo estarían en íntegra interconexión con otros fenomenos, segun
sensible, debe ser considerado como fenómeno, tiene en sí le~ es natmales con-;tantes, y podrían ser der!\ adas de éstos,
mismo también una facultad que no es objeto de la intmción c~mo ele pa-;] condiciones de ellas, y por consigmente, al estar
sensible, pero por medio de la cual puede, sin embargo, ser enlawda'i con ésta<;, [esas acciones] resultarían ser miembros de
causa de fenómenos, entonces la musabdad de ese ente se puede una única serie del orden rn1tural. 1t1 77 En <>egundo lugar habría
cons1d:rar d~sde dos puntos de vista· como mtehgzble según que otorgarle [a ese s1tjeto] también un rmácter ~ntehg1ble poi
su acrwn, [entendida] como !acción J de una cosa en sí misma, el cual él es, ciertamente, la causa de aquellas acciones -como
y como sem1blc, según 'ill'i [c>ntendidos] como [efectm] fenómenos- 1 " 7 ~ [carácter] que, sin embargo. no está su1eto a
de un fenómeno en el mundo sensible.' 117+ De acuerdo con ninrruna condición ele la semibilidad, y no es, él mismo, feno-
esto._ ~e la f~cultad de un sujeto tal nos haríamos un concepto me~o. También se podría denominar al primero el carácter
empmco, e igualmente también un concepto intelectual de su de una cosa tal en el fenómeno, ) al segundo, el carácter de
causalidad, las cuales ambas concurren en uno y el mismo efec la cosa en sí misma.
tow·; Esta ~oble manera de concebir la facultad de un objeto E'ite sujeto actuante no estaría, en lo qu~ respecta a su
de los sentidos no contradice a ninguno de los conceptos que carácter inteligi.ble, sujeto a condiciones de tiempo. pues el
tenemos que hacernos de los fenómenos y de una experiencia tiempo es sólo la condición de los fenómenos.:_ no de las cosa5
posible. Pues como éstos,/("" por no ser, en sí mismos, cosas, en sí mismas En él 1117" ninguna amon narerw, 111 perererw, )'por
tienen que tener por fundamento un objeto transcendental tanto [A540] [B568] él tampoco estaría sometido a la ley ele
que los deter:nine como mnas 1 epresentaciones, nada impide toda determinación temporal [v] de todo lo mudable· [la de]
que a este ob1eto transcPndental [AS39] [B.567] le atribuyamos, que todo lo que aronterr encuentra su causa en los fenómenos (del
además de la propiedad por la cual aparece [como fenóme- estado preCE'dente). En una palabra, la causalidad de él, en la
no], también una causalidad que no es fenómeno, aunque el
7077 Hay que entende1 · «y poi consiguiente. al esta1 las acc10nes
enlazadas con sus condiciones, esas acc10ne> resultarían ser rmembro'
de una úmca sene del oiden natural». Pero también pocltía enten-
7074. También podría entendeise· «como mtehg1hlr según su amon,
deise· "} poi cons1gu1ente. al estar las acciones enlazada~ con esos
como [causalidad] de una cosa en sí misma; y como rrnrzble según 'LIS
fenómeno,, e'as acciones re>1rltaiían se1 miembros de una u mea sene
efectos, como [camalidarlj rl0 un fenómeno en el mundo ~ern1ble» Segui
mo~ la mte1 p1 etanon de He1111';oetlr Trrzmzrndentalr D10!r/..t1k, p 347 del orden natm al»
7078 Lo> gtnones en la frase «-como fenómenos-» son agregado rle
7015. Es dern. la facultad emrír 1ca \ Ja causalidad mtelectual CODCll·
nen en uno) el mismo efecto Peio también podría entendeise «los esta traducción
cuales ambos [es dern. el concepto empírico; el concepto intelectual] 707.9 Es dern. en ese sujeto actuante No es g1amatrcalmente pos1hle
concun en en uno; el mismo efecto». mterpretar la expresión «en él» como si se refü1e1a al tiempo antes
7076. Ha; que entende1: «Pue' romo e'tos fenómenos». mennonado
600 IMMANUEL KANT
601

medida en que ella es mtelectual, no estaría en la serie de las efectos en el mundo sefüible. porque ellos, en éste, siempre
condiciones empíricas que hacen necesario el acontecimien- están determinados prenameme pur condJCiones empíricas
to en el mundo sensible. Este carácter intelig1ble no podría en el tiempo precedente --aunque [están as1 determinados
nunca ser conocido inmediatamente, porque no podemos pre\ iamente] sólo por medio del cai ácter empírico (que es el
percibir nada, salvo en la medida en que [algo] se aparece mero fenómeno del inteligible,-'""·' y son po-,1ble;, solo como
[como fenómeno]; pe10 debería ser pensado, sin embargo, en una continuación de la serie de las causas natu1 ale s. A,í, pues.
coüformidad con el e<trácter empírico; tal como debemos hbe1tad y naturaleza, cada una en su significación plena, se
poner, en general, en el pensamiento, por fundamento de los encontrarían a la vez, y sin conflrcto alguno. en precisamente
fenómenos, un objeto transcendental, aunque nada sepamos la;, mismas accione>, según se Ja;, confronte con su CclLbd inte-
de cómo es él en sí nusmo. ligible o [c.on su causa) sensible.
En lo que respecta a su carácter empírico, ese sujeto, como
fenómeno, estaría sometido, según todas las leyes de la determi-
nación, al enlace causal; y en consecuencia, no sería nada más
[A.5-12] [B 37llj
que una parte del mundo sensible, [parte] cuyos efectos, como
cualquier otro fenómeno, deriva1ían indefectiblemente de la Explicación de la idea cosmológica de una libertad
naturaleza. Así como los fenómenos externos influirían en él, [y] en conexión con la necesidad universal
así como su carácter empírico, es decir, la ley de su causalidad, de la naturaleza
se conocería por experiencia, [así también] todas sus acciones
deberían poderse explicar según leyes naturales, y todos los Me pareció convemente trazar primero el bo,quejo de la
requisitos para una determinación completa y necesaria de ellas iesolución de nue,tru problema transcendental, pa1 a que se
deberían encontrarse en una experiencia posible. pudiera apreciar mejor, en COI1Junto, la marcha de la razón en
[A5.tlj [B56~] Pero en lo que respecta a su carácter in- la rewlución de él. Ahora vamo:, a di~cernir lo;, momemos del
1 eredicto de ella, que son lo que p10piamente nos interesa, y
teligible (aunque de éste no podemos tener nada más que
vamos a examinar cada uno en partü u lar.
el concepto general) el mismo sujeto, sin embargo, ·debería
quedar liberado de todo influjo de la sensibilidad y [de toda] La ley naturd! [que dice] que todo lo que acqntece tiene una
determinación por medio de los fenómenos; y puesto que en causa; [ley que dice] que la causalidad de e,a cáusa, es decir, la
él, en la medida en que es un noumenon, no acontece nada, [y] awón, -puesto que precede en el tiempo ) , [puesto que] con
no se encuentra ninguna alteidción que requiera una determi- respecto a un efecto que allí oe úllgllla. no puede haber estado
nación temporal dinámica, y por tanto, [no se encuentra en siempre, sino que debe habe1 úcurruio- 1" ' 1 tiene también su
él] ninguna conexión con fenómenos, como causas, entonces, causa entre los fenómenos, por la cual es determinada; y [que
en esa medida, ese ente actuante sería, en sus acciones, libre dice] que, en consecuenua, todo;, los acontecimientos están
e mdependieute <le toda necesidad natural, la que sólo se
encuentra en el mundo sensible. De él se diría, con acierto,
7080. Los gu10nes en la f1.io,e «-dunque [.. ] del nHehg1b!e)-» son
que el comienza por 51 mzsmo sus efectos en el mundo sensible, ag1egado de esta traducción.
sin que en el la acción misma comience; y esto tendría validez 108 /. Los gu10nes en la f1 J.se «- p1w:.w q¡,e precede [ J debe haber
sm que por ello tuvieran que comenzar por sí mismos los oiumdo--» >on ag1 egado de eo,ta traclucuón
602 CRITICA DF l A Rf\ZO'> Pl RA 603

empíricamente determinados en un orden natural· esta lev sólo [A54-I-] [B.572] Por consiguiente, todas las acciones de las c<ima-;
en virtud de la cual los fenómenos constituyen t:na nat~;a/e¿a naturales en la sucesión del tiempo son ellas mic;mas. a '>ll \ ez,
y pueden suministrar objetos de una e'íperiencia, es una le¡ efectos, que presuponen, de la misma manera, su5 causas en
del entendimiento, de la que no está permitido apartarse con la serie temporal. l'na accion ong111mw, por la c1wl ocu11ie1a
ningún pretexto; ni [está permitido, con ningún pretexto,] algo que antes no era, [es algo quel no se puede espernr de la
eximir de ella a ningún fenómeno; porque en ese caso se lo conexión causal de los fenómenos.
pondría fuera de toda experiencia posible, y con ello se lo di~­ ¿Pero es acaso también 1wcesario que, si los efectos son
tinguiría de todos los objetos de una [A5-i:i] [B571 J experiencia fenómenos, la causalidad de su causa, la cual (a sabe1, la mal
posible, y se haría de él una mera criatura del pensamiento v causa) es también fenómeno, deba ser solamente empírica'
una quimera. , ¿y no es posible, más bien, que aunque para todo efecto en el
Aunque esto aquí parezca nna mera cadena de caus<1s que. fenómeno se exija una conexión con su causa segun lt•\ es de
en el regressus a sus condiciones, no admite ninguna totalidad la causalidad empírica, sin embargo esa causalidad empírica
ahsoluta, esta preocupación no nos detiene, pues ya ha sido misma, sin interrumpir en lo más mínimo '>ll concatenación
resuelta en la evaluación general de la antinomia de la razón, con las causas naturales, pueda ser ernpe1 o un efecto de una
cuando ésta se dirige a lo incondicionado en la serie de los causalidad no empírica. sino inteligible? es decir, [efecto] ele
fenómenos. Si cedemos al engaño del realismo tramcendental una acción que con respecto a los fenómenos fuese originaria.
entonces no queda ni naturaleza, ni libertad. Aquí se plante~ [acción] de una causa que por consigmente no es, entonces.
únicamente la cuestión de si, cuando [sólo] se reconoce, en fenómeno, sino que es inteligible en lo que se refiere a ese po-
toda la serie de todos los acontecimientos, una mera necesidad der, aunque por lo demás, 1"" como un miembro de la cadena
natural, acaso es posible, sin embargo, que a ésta misma,"' 12 natural, deba ser contada enteramente entre lo que pertenece
que por un lado es mero efecto natural, por otro lado, empero, al mundo sensible.
se la considere como efecto [que se produce] por libertad; o Precisamos el principio de la causalidad de los lenomenos
bien, si entre estas dos especies de causalidad se encuentra una entre sí, para poder buscar y asignai, para los acontecimiento<>
directa contradicción. naturales, condiciones naturales, es decir, causas en el fenó
Entre las causas en el fenómeno no puede, seguramente, ha- meno. Si eso se admite, y si no se lo debilita con excepción
ber nada que pueda empezar por sí, y absolutamente, una serie. alguna. entonces el entendimiento -que en su uso emp1rico no
Toda acción. como fenómeno, f'n la medida en que produce un
acontecimiento, es ella misma ,icontecimiento, o acaecimiento,
que presupone otro estado en el que se encuentre la causa; y así, 7083. Hay que entender: «en lo que se 1efiere a todo lo demás». Es
todo lo que acontece es solamente la continuación de la serie, el sujeto humano el que es causa inteligible en "irtud de '>U pode1 rle
y no es posible, en ésta, un comienzo que ocurra por sí mismo. ejercer acciones originaria<; (como 'iUjeto moraJ1, \" pPrtenece a] r:11111do
sensible en todo lo demás. Así lo inte1preta Hmske. qmen sen.d.1 el
paralelo con Cntzm de la ra¿on prart1m, Ed Arad. V. 97, para mchcar
que se trata aquí de temas morales. aunque Kant e' 1te emplem el
7082. P1obablemente ha\a q11e entender aquí: «considerarla a esta \ ocabulario pi opio de la razón práctica. (0Jorbe1 t Hm'>ke: «Kimh
misma serie». Pero también pod1J<1 entendef'e: «con;,iderarla a esta Aufü)'iung der F1 eiheit'iantinom1e oder Der unantastbare Kern dP'
misma necesidad». Gewissens». p. 185).
bo4

\e, en todos los [-\)J. :í] [B'í7 )j '1conteurn1erno>, nada mas c¡ue completamente a pa1 tu de ,u ca1i:,a en él t~ nomenn ,c._suu
fültuwleüt \ eqa JW,UfiLado parc1 lucerlo a:,1 nene tuJu lo le)e" naturales ;,1gtue11do el Lclfilcle1 met<1meme CPlt;<J,uJ ele
que puede e'.1gir, \ lcto, e;_phLc1uont:.> h0>1ca:, prosiguen sm t1 ,1bas ello> como ,uprerno tuudünH nto de t '-phldllu11 \ clq 1ndu
>U ma1cha -\hma bien no le produLe el rne11ut quebrc111to el enteramente de lado, cOI11(J [c1le,o j de0>l nn,il 1du, l J LJ.J ctLtt. r
,upunPI -ctunque sect por lu demas como una mera hcoon- ' mtehg1ble, gue es 1<1 caus<L tr<tnscendenr,d de aquel e,, e¡_;to en
c¡ue e11ue lc1s cau:,ct:, 1ldtu1c11L> IM\ tctmbien algunas que tienen la medida en que el ' sed puesto de rna111fit :,to pur el [l ,LLl( ret j
u11 poder que es solo mtehg1ble, pues Ja deler mmauon de e>le emprnco, (que as1 se comportanal corno d >tgn,) '>t 11'>1b!t clt:>
poder pcttd la acuon nun(d >e b,bd en cond1uuues empnICas, el Aphquernos e,Lo a L1 e;_pcnenclil [l homb1 e e, unu dt lo,
~mo en me1 os fund,1rnento, del entendumento, pero de modo lenomenos del mundo sen>tLle, i poi eso e> tc1mb101 un" de
tdl quL fa muun de e:,t,1 CdLt>ct en eL firwmwo es L011luune a l.i5 Lausds naturctle;, CU) d ca1io,tl1ddd debe t»tar ::>lljCt 1 c1 le\ (,
t0dc1, lct:, le\ e:, de la Laus,d1dctd empu !Cd Pue:, de esta manera emp1ricc1s Como tal, segun e,to, debe tenet t,unb1en tal curnu
el ,ujeto <tLtu,1nte, como wu:,a plwwumawn, estdlld v mculado todd;, !ds dernas cosas de l.i natm,de¿a un lMaUei em¡;l!ILO
d L1 nc1tu1,tlezc1 en ld dependenuc1 de roda:, ,us acuone:,, [de Lo ad\ ert1mos por las poteroas \ facultad e, que el pune dt
pe 1denc1t1] que 110 suh111c1 sepatduou, ) solo el pltaenumwon mamfiesto en stb electos En la lldtur,deLct 111d1Hm<1d<t o que
dtº e.,e sujeto (con todc1 l<l Ldus,ll1dad de el en el knomeno) tiene \ida meramente ammal, no encont1 arnlio nmgu11 funda
LUULendna ue1 lds cond1uone, que, s1 se qmere ascender del mento para conLeb1r alguna ÍdLUltctd que no ,e,i Lond1uonadd
ou¡eto empmco dl t1an~cendent,d, debenctn ser cous1derctdas de manera merdmente sensible Solo el hombre, que poi orrd
L01no rne1cLrnente mtehg1bJe, Pueo, :,1 segl.Hlllus la regld de parte conoce '1 toda la füttu1alezd umL.tnwnte pur !os oe1Jt,clo::,,
L1 naLurctleLd sol,unente en c1quello L¡ue entre los fenomenos se conoce d '1 m1>mo tarnü1en por rne1<1 c1p1crcepurw 1 [~e
puedd ,er la Lausd, elltonces podernos desp1euLup,uno> de wnoce cts1) en dCL1011es) en de tu mmac10nt, mtt:>111ds qut. no
que fundamento de esos fenomenos) de >U rnte1cone;_10n sea puede contar entre las rmp1es1011es de Jo, sentido, \ e; p"r,1
¡.wn,,tdo en el sujeto trdn~cendental, que no" e, de.-,co11oc1do s1 mismo, por un lado, uertamente, fenomu10 pero por otro
emp111Ldmente Lste tund,tmento 111telig1ble no ,l[ane a lcts lado, a saber, con iespeLlo <1 ( ILI tcts tacu]tdde, [es] un oDJeto
cue~uones emp1nca~, ,1110 que mcumbe meiamente dl pem,df meramente rntehg1ble, po1que lct ctcoon de el [ '-\) l7J [B')/ l] no
en el entendmuento puro, [A.J !b) [B í7-!J y aunque los electos puede contarse ent1 e lo que perteneL e d lot 1ec.epl!11CL1d de Li
de e,e pensar y ob1a1 del entendumento pu10 ,e encuentren en sens1b1hdctd A. esas fdui!tc1des lc1s l!cLn1cunos entendnmento )
Jo:, fenomenus e:,tos deüen, >lll embargo, podu se1 e;_plicados raLon, en part1culdf l<1 ultima ,e d1te1enoa, propia 1 p1mupdl
mente, de todas las potenu<ts ernp111<-<1mu1Le cond1uo11adas,
pues elld com1derd sus objeto, solo segun ideds, ) detei mmct
/ú8.f. Lu' gmones en Lt ÍJ,1se «-que en su uso [ ] pelle\ h,tcedu ,L,J-> :iegi_m ellas al entend1mwnto, d cU<tl luego hale un uso ernpu ico
>Oll ".,,1egcldo de e,ra llelduc.uon de sus conceptos (que, por uerto, son tamb1en puro,' ''
/U'/J l (;' 0 uwnc.' en la f1,i,e «-,Lunque sea [ ] me1a ficc10n "son
de ól<' tJ ddUCUUJ1
cl-,l Cl,ddu
1086 Comu ,¡ d1ju,1 <de e>lct nhll1e1 d el stqt'lu ,1dllc111le como wu.sa
p!taenumenu1~ e>klllel enc,tde1Mdu ,1 lú. nettm,tleúl de letl l1ldl1etd., que tocl,L\ 7087 E> cleu1, «en Li rm dida en que el cuallu 11lleh31ble>
[d.:, au.10nl'> de e:,,L wuja plwe1wme1wn :,e11cL11 dependientes de la natm dleza 1088 Tamb1en puede enlende1>e ,1amb1en poi ue1 to cit. lu' !con
LOn un<L dependenuc1 Ldl que no h,1Lin,L en elL1 sep,uaoon» c.eptos] puro,)»
606 IMMANCEL KANT CRITICA DE LA RAZÓ"I PURA 607
Ahora bien, que esta razón tiene causalidad, o al menos, sino solamente un querer que di,ta mucho de ser necesai io.
que nos representamos una [causalidad] en ella, es algo que sino que es siempre condicionado. al cual, por el contrano,
está claro en virtud de los zmperatzvos que, como regla5, les el deber enunciado por la razón le opone una med1cla : una
imponemos, en todo lo que es práctico, a las potencias que meta, e incluso una prohibición y una estimación. Ya se trate
(en ello] operan. El (verbo en infinitivo] deberwwi expresa una de un objeto de la mera sensibilidad (lo a~adable) o de [11n
especie de necesidad y de conexión con fundamentos, que objeto de] la razón pura (lo bueno): la razo.n .no c-ede a aquel
no se presenta en toda ía naturaleza. El entendimiento puede fundamento que es empíricamente dado, 111 sigue el orden ele
conocer de ésta solamente lo que existe, o lo que ha sido, o lo las cosas tal como éstas se pre<;entan en el fenómeno, <;ino qne
que será. Es imposible que en ella algo deba ser diferente de lo se fabrica, con entera espontaneidad, un orden propio 5egun
que efectivamente es, en todas estas relaciones de tiempo; es ideas, en las que arnmoda las concliciones empír!cas, ;: según
más, el (infinitivo verbal] deber no tiene significado alguno, si las cuales ella incluso declara necesarias unas accione<; qut> 1111
se atiende meramente al curso de la naturaleza. No podernos embargo no han ornrrido y que quizá no ocur_ran nunca. pero
preguntar qué debe acontecer en la naturaleza; así como tam- de las cuales presupone empero que la razon pud1t•ra tene1
poco [podemos preguntar] qué propiedades tiene la obligación causalidad con respecto a ellas; pues sin eso no podría e<;pera1,
de tener el círculo; sino: qué acontece en aquélla, o qué pro- de sus ideas, efectos en la experiencia.
piedades tiene el último. Detengámonos ahora aquí, Y. admitamos,~ª\ men_?_s_ como
Este «deber» 1""º expresa una acción posible, cuyo funda- posible, que la razón tiene efe:tivamente [AJ-U] [B:l//] c,w-
mento no es nada más que un mero concepto; mientras que salidad con respecto a los fenomenos; en ese caso, ella'. por
por el contrario el fundamento de una acción meramente na- más que sea razón, debe empero e'<hibir un carácter empmco,
tural [A548] [B576] necesariamente tiene que ser siempre un porque toda causa presupone una regla ~egún la cual. siguen
fenómeno. Ahora bien, la acción, por cierto, necesariamente ciertos fenómenos a manera de efectos; y toda regla exige una
tiene que ser posible bajo condiciones naturales, si el «deber>>!O'll uniformidad de los efectos en la que se base el conc-epto de
está referido a ella; pero estas condiciones naturales no atañen causa (como (concepto] de una potencia); [concepto] al que, en
a la determinación del albedrío mismo, sino sólo al efecto y la medida en que debe resultar a partir de meros fenómenos.
al resultado de éste en el fenómeno. Por muchos que sean los podemos llamar el carácter empírico de ella;l<"' 2 [carácter] que
fundamentos naturales que me impulsen a querer, por muchos es constante, mientras que los efectos, de acuerdo con las dife-
que sean los estímulos sensibles, no pueden producir el deber, rencias de las condiciones concomitantes y en parte limitan tes,
aparecen en figuras variables. _.
Así todo ser humano tiene un carácter empmco de su albe-
7089. Se trata del verbo deber con que se expresa el deber moral (sallen),
distinto del verbo deber con que se expresa el carácter forzoso o inevi-
drío,!''"~ [carácter] que no es nada más que una cierta causalidad
table de algo (muHrn). Traduciremos, según el contexto, por «deber» o
por «tener la obligación de», o «tener la obligación [moral] de».
7090. Las comillas, en la palahra «deber», son agregado de esta 7092. Es decir, el carácter empírico <le la potencia antes me~cionarla
traducción. Así lo interpreta Heimsoeth: Transzrndentale Dwfekt1k, p :lb/..
7097. Las comillas, en la palabra «deber», son agregado de esta 7093. Como si dijera: «Así, el albedrío de todo ser humano tiene un
traducción. carácter empírico».
( BI l tl,... uE L-'1 R..\Ltl"\ Pl R
6ob !'-1' ~ L EL K.-'I 'ff bCSJ

de :,u fo¿un \et que e:,tct e\.h1be en sus efecto, en el fenorneno, awntelldo todo dCjllE l!o que ha uonuudo ,E ;:;un t! cur"J de l<t
rn1ct 1colct oe'lll1 Ll cud! >e rnu<cden mfuu los tundctmentos de naturaleza, v que de acue do con los luncbmentos empmco,
o :o
ld 1ct¿on \ la, ctcuonc> de t lLl 1 1 segun su e~pec1e \ su grado, de este, deb10 acunteLe1 11ilaliblemente Pe u a \ <l l ' l 11 , on
\ ,e pul den )t¡¿gar lo, pnnup10:, subjetl\ os del albedno ele tramo, o al meno, creuno, enconrrdr que la:o 1de,b de Li
d l orno Lote cdtctLler emp111co debe se1 ext1a1clo el m1:,mo, razon han mo,tradu efect1 \,miente CaLtoa!icldd cun re<-pect,i a
como l teuo de Ju, fe11omenos ¡ de la regla de estos, que las acuones del humb1e [entu1d1da,] como knomeno, , qut
la e;,_pe,ie11ua ,um1111,trd resulta que todas las acoone> del e,tas no han <tconteudo porque e>tu\.1eran derer rnmctd 1' por
hurnb1 e ._r1 el tu10rneno <c:,lan determmadas, segun el orden causas ernp!! 1cas no, :01110 poi e¡ ue eotaba11 dLte1 mmddd' pc)r
d, lct n ttur,dua a pail1r del caracter empmco de el) [a pait1r] lunddmentos de la razon
de !et, un to l dusas u H1curn1tdntes, ) si pucl1eramos e"ammar [ \;Jlj [B)7ll] \ho1a b1t>n, supuesto que ,e puchera decn
lid -,1 et et Ion do tudlb lo, tenmneno> del dlbedno de el [ -\5.JO] la razon tiene causalidad ,_on respecto al fenomeno, e podna
[H "'>j ne liaL11d 1\1 ,uM sul,t dll!Oll humana que no pudiera entonces llamarse libre su ,1coon s1 se cons1dt>ra que ella es
mo" ¡1I ede~ , con ce• te¿a \ que no pud1e1dmos conocer como nece,<tnd \ e;,ta mu) e"-dCLamente determmacld en el cdracter
ncce~ct1 Ia d pd1 tJI ck ,us cond1uones pre\ ias Pm con:.1gu1ente empuico de ella 1en su mctncrd de sennr 'Cste esta cleterl1!ma
de,de el p ,pt( dé \!Sta de eote carauu empn1co no ha) liber do d oll vez en el c<tracter 111telig1ble 1en Id m,mera clE. pen,dr
tad al"c'lM \ :,1 i ernbaroo ,olo segcm el podemo> cons1de1ar Péw esta ultima no ld conocernos 01110 que L1 des1¿namo> pur
.11 lioI~1Lrl t uct11du :.ol.1':'nente p1etcndemos ob.1ena1{lo] e m i11ed10 de fenurnenos, quL prop1,1mer1te ,olu dan a conocer
\ c:,t1g<t1 [¡,1ulL '\JL,llllente cumo ocmre en la antropolog1cl, los mmed1atamente el modo de sentn \el C<i1acrer ernp1nLo
mo\ i]e, dl :,,io acuerne~ Ah01a bien la acc10n, en ld med1dd en que ha de dmbtll!SE a la
Pé o >1 co1l'.'l1Cler J.!110~ e:,as n11sn1as accwnes en relcluon rnanerd de pe1bar, como ['>1 lci manera de pe;,a1 fuerd la] cause!
cun l,, ldLOn ) Lienarnente, no [en rel,1uon con] Id 1a¿on de elld, no mulla de elLl >egi.m le\ es empmLls es deu1
l>¡JLcul.H11 t p,nd nplwulm en lo que re>peu<t al ongen de de tal mane1a, que ld> cuPd1uunes ele lc! 1azon pmLL pucuf1111.,
tell"' ;,rno [cuando L1> cons1deramo:.] solamente en la medida smo solo de tal manera, que lus efectos de elLt plluduz t n
< 11 que la rLLLOll e, la cLlusct de la gene1a1 wn ele ell<ls, en una
paldb1 ,1, ,1 la:, conl1 ontamm, cc,¡1 f'qcl ' 1 atendiendo a lo p/lll
1098 L1 mo1,1hd<.id p1op1dmeme J.! de Ja:, accwnes \me11to 1 culp 1
tuo, enconLr<tmO> una regla ) un 01den mu) diferentes del mclu,o la de nue:,t1-t p10p1a conduct t pe1manece p(l1 eou enteramente
orden de la nc1twalcLa Pue~ entoucé:,, qu1La no debe/la habei omita pd1" nuo,ot1os i\ue:ot1.c0> 1mpu1 tc10neo, >olo pueden 1ele1H'e ti
La1acte1 empnllo Pe10 cuanto de e>le es pmo electo del t l1but 1cl
} cuanto h,1 de <lt11bu11se a 11 me1a natm,LleLcl \ °' ]
0 , defectCJ, del
IU9 t l :, deu1 de !d. i dLon 11 lt.miouelh Tramz:endentah DuzleJ..t1Á, p tempe1amento que no puulen 'él 1mputctdu, como uilpa:,, o a],¡ le] 1¿
,(i') Pu-i L unbten pocl11cl enlu1de1 'te de ello:»' e> cleu1 de lm fun comtlluuon de e:,te / n111 tlo fcrtwwL 1Jdd1e puede ><lberlo \ p01 e>u
el tl11L lllllS i tt ttm dt" 1el tl n rnenuonado> tampoco puede nadie JllLg.u cun en'e1 i Jlbt1cM [\ut,1 de h.rnt/
/(, )J E, ckc11 lo:, pi 111up10' :oubJet1vos del albeclno ele todo ser 1099 Es decir no 1 esult.i de 11 m<lm 1 t de pem,u
hum uw 1100 E> dec11 los eft l tus ele l 1 m me1 ,1 ele perló u u de l" 1 lLun ¡n11 d
!U 1(1 f, dern de la iegl<l de lo> lenomeno:o Pe10 t.unbKn podna Lu11b1en pod11.t Entenderse t(/lll !u' efectos ele dlc1~ t; dt t 11 ele 1 ,
e11lé11de1>e de ld 1egla de e>te» e> Jeu1, ele l<l 1egla del efecto cond1uone' ,mte:, menc1011,1dc1s l c1 v1md1c10n de tud 1Jlc10 lilH, , , ¡
!U9; L:o dt.Lll con l ti LLU!l
lq mo1al \H1mk.e h.ants A.uf O>Ul1 0 clu F1cil1e1to 1nt1 1u111 l u• ll,
610 !M'Vlt\ '\/LEl KANT
CRITICA DE LA RAZON PURA

el fenómeno del sentido interno. La razón pura, como facul·


aquello que acontece en el tiempo. Por eso, ninguna acción dada
tad meramente inteligible, no está sometida a la forma del
puede comenzar absolutamente por sí misma (porque 50]0 puede
tiempo, y por tanto, tampoco a las condiciones de la sucesión
ser [A5.)3j [B581 J pembida como fenómeno) Pero de la razon
temporal. La causalidad de la razon en el carácter inteligible
no •w pnede decir que antes ele aqnel e'itado 11 " 2 en el cual ella
no naCI', ni comienza a producir un efecto, por decirlo a5Í, en
dete1mina al albedrío. preceda otro, en el cual ese estado m1'imo
cierto !momento del] tiempo Pues IA5.52] !B580] en tal caso
e'i determinado Pues la razón misma no es un fenómeno, ) no
estaría ella misma sometida a la ley natmal de los fenómenos,
está sometida a ning1ma de las condiciones de la sensib1hclad,
en la medida en que [esta le;. J determina, según el tiempo, las
de manera que en ella. incluso en lo tocante a su causalidad. no
series causales; y la causalidad ser m, entonces, naturaleza, y no
se verifica ninguna 'iucesión temporal, y por comig1üente no se
libertad. Podre:nos, por consigmente, decir: si la razón puede
le puede aplicar a ella la ley dinámica de la nahiraleza. que es
tener causalidad con respecto a los fenómenos, entonces ella
lo que detennina la <;ucesión temporal según reglas.
es una facultad mediante la cual comit>nza, primeramente, la
La razón es, por consiguiente, la condición permanente
condición sensible de una serie empírica de efectos. Pues la
de todas las accione<; ai bitrarias poi las cuales el hombre apa-
condición que reside en la 1 azóu no es sensible, y por tanto
rece [como fenómeno]. Cada una de ellas e<;tá determinada
no comienza ella misma. De acuerdo con eso, se verifica aquí
previamente en el carácter empírico del hombre, va antes de
aquello que nos faltaba en todas las series empíricas: que la
que aconte7.ca. En lo que %' refierE' al car~cter int:lit,11ble, del
condwón de una serie sucesiva de acontecimientos pudiera
cual aquél es sólo el esquema sensible, no tiene validez mng1111
ser, ella misma, incondicionada empíricamente. Pues aquí
a11te1, rn ningún dnpué1, y toda acción, independientemente de
la condición está fuera de la serie de los fenómenos (en lo
la relación de tiempo en la que está junto con otros fenómenos,
intelicible) y por tanto no está sometida a ninguna condición
es el efecto inmediato del carácter inteligible de la razón pura,
sensible ni a ninguna determinación temporal por medio de
la cual, por tanto, actúa libremente, 'iin estar determinada
una causa anterior.
dinámicamente en la caclena de la'i causas naturales por funda-
Sin embargo, la misma causa forma parte también, en otro
mento'i externos ni internos que precedan según el tiempo; y
respecto, de la serie de los fenómenos. El ser humano es, él
esta libertad de ella no se puede considerar sólo negativamente,
mismo, fenómeno. Su albedrío tiene un carácter empírico que
romo independencia de [todas las] condicione<; empíricas (pues
es la causa (empírica) de todas sus acciones. No hay ningima
con ello la facultad de la razón cesaría de ser una causa de
condición, de las que determinan al hombre de acuerdo con ese
los fenómenos) sino [ASS.J.] [B582] que 5e puede caractenza1
carácter, que no esté contenida en la serie de los efectos naturales
también positivamente como una facultad de comenzar por
y que no obedezca a la ley de éstos, 11 º1 [ley] según la cual no
sí misma una serie de acontecimiento'i, de manera quE' en ella
se encuentra ninguna causalidad empírica incondicionada de
misma nada comienza, sino que ella, como condición incon-
dicionada ele toda acoón a1 hitraria, no tolera >obre s1 níng1ma
unantastbare Kern des Gew1ssens», p. 185, rerrnte a B 581); se podna condición precedente según el tiempo, mientras que su efecto,
infenr que los efectos de esa cond1c1ón. que preceden a la acción en
el sentido mterno, son las máximas prácticas.
7107. También podría entenderse: «a la ley de ella», es decir, de la
serie antes mencionada. 71()2 Conviene entender «que antes de aquel estado de elL1» :es
rlrcir, rle la 1azón misma)
CRITICA Je l '\ Ri\Z.J'> PL R, 613

,, 11 , t rnLct1' o con11tnLc1 en J,t 5ene de lo, fenorneno>, pero unp111cas menuu1Mclcts \Ia::i aun la tau::icd1cLtd de Id razon no
e
uunca puede con-,l!tmr c!lh un pumer comienzo a.b::ioluto e;, cu1b1cleradd solinknte UJmu ,,¡ concurnera [con ot1as] smo
1\ id e\.¡Jrcdl t l p1 mup10 res~uldtl\ o de Id iazon mediante un [que es con51dera.dct] en ,,1 nw,ma como cumplcta aunque Jo::,
ljL111ph> Lc!lllde!U del u;,u emp1!1CO de el -no pcua confirmarlo motor es >en51bles no e::iten en su Íd \ or .,mo mdLbO enteramente
pc1c;, t de::i p1 ud.M' nu ,,11 \ u1 pa1 ,1 cth1 mauone5 t1 a.n5c.endenta en su cuntra, la acuon ,e au1bL,)e al caracter mtehg1ble de el,
k:, - [( nne"e tllld MUull cl! lnt1,u1a, p e3 una ment11,1 rnalevola 1 ahora, en el momentu en qm. miente, el tiene toda la culpa
e u11 Lt cu,il un h(Jlnb1 e bd mn oduodo ue1 to desorden en la por tanto, Id razon, mdepend1entunente de todas las cond1c10
;,ut JL tLtd [rnu1tll et J qu~ p!1rne1 dmente se 111\ e5t1ga con respecto nes empmcas de la acuon eta enterameme libre v bta debe
,t lu' LlU' ik> dL !u' qttL h.1 5wg1du \ de la que luego se ponde1a
1mputa15e enterame11te el !et negh'Senua de ella n' /
cum' pm de su k mi pul ida del, ¡unLo con !,is con5ec.uenc1cb de Se ctdv 1e1 te foulmente en e'te JUICIO de 1mputal ion que en
ell" \tu1clH ndo a lo p!lrneru, se e\.al111!1d el Ld!dder emp1nco el ,e tiene en el pe11;,ctm1c_nto que la raton no es afeCLada en lo
de: 1. l L,bt.t :,u::i tuu"e" qt1e ,e: bu::icdn en Id educduon dcfinente, nMs m1mmu poi tuda lque1L1 sub1b1hdad que elld no ::ie altera
ut ld;, rn,d,i;, cu1,1pctmct' en p.Hte tamb1e11 en la rrMhg111dad de un 1dllnque ::,e ,tlte1an ::iu' tenomenos [A"nb] [BS8-!] el ,aber, Id
lldluu•l de,,\ u¡,,<1nlctdu 1 en pctue "t atnbu) en a la ligereza y a IIhll1erd como ell,t se rnubtra en 5t!', efecto::, que en el!el no prece
Id 1111pt uclu1cld, en tudo !u cLictl nu ::iL dejd!l de con;,1derar [ade de mngun estddo que dPte1rnme ,ti [e::,tado] .,1gmente, \ por tanto
111", j l,•' ccttbcl, uc,h1unctlc e, cun >lb Hbtl):,ctLJone' l:.n todo ello que elld no perteneced la ::ier1e de la., conchuone~ sen,,1ble~ que
::ie pwc eck como en t,enerctl, en ld 111\ teollgctuon de la sene de h,Ken neteSMIU;, a lo::, renornlnu:o seg1m !e\es de la nattJid!eta
[,h tdll'>ct' dutc11111n,n1tc, dé un c!euu 1Mturctl dcido <\hora bien, Ll!d, la r,t¿on, esta p1e,ente \ ts 1dtnncd en todas las acuone::i del
dUdquc [ \ ~ ~ 1] [l:hb •] ;,t ue<t que [d Llcuon e'ta detenmnctda hombre en todas Id::, c1rt im,t,mCkl'> temporale::i, pero e!Lt misma
pu1 [toduJ loU ;,l repruebd, 5111 emb,ugo, a su autor, y no [5e le nu esta en el nempo rn cde e11 un e'tddo nue\ u en el que ante~ no
rqJr tH lJa] Jor ,u rMtur,tl desg1ctucldO, rn pur Ja,, Cl!cunstanLklS estaba con respecto el e::itc c!Lt e' dettwwwnll, pero 1w dlh111u
1
que ,ubre d mflu1 e1c1n 1115Hjttte1ct plll ld \ idct que antenom1ente nab!e Por e.,o, no se puuie preg1mtar e por que lct razon no 1e ha
llt 1 clf,t, pue' 5tc prhupune que ::ie pudnct pre5undlf entera.mente deterrnmMlu dt orro modo [a il mwna]° smo ::iol,1mente epor que
de (Orno hc1\d ,1Jo e::irct 'r [que se pod1ld] con,rderar la sene eU,t nu ha determmado dt ut1a manerd, med1ctnte su cctusahdad
trcLn,uu r1dct ele l<t;, cond1uo11c, como '1 nu hub1erct temdo lug,u, loJjeno111e1wJ' Pero nu e-, pu;,1blc [d,u] respue::iLl ,tlguna a e5to Pue~
) Jcunc,1du,1t j t '>td ctcuon cumu ente1ctmente mcund1u01Mda con ou o caracter mteh¡,,1ble habi•ct dado ot1 o [cctracter] ernpmco )
1e::ipt do ,ti, ,,t<.!do ¡Hectdentc como ;,1 el autor, con ella, hubiera uld11du clc.umos que el ctgeme a pesar de toda la vida que hablc1
curnc 111 ,do crller,111wnrc pu1 s1 n11;,111u una ;,ene de consecuen lle\ adu rMsl1 entonces podr ¡,1 tldbe1 01111t1do, sm embargo, !et
c1ci::i L,ta 1qn ubcluo11 oe bd::ict en UJLL le¡ de l,1 r,t¿on, de acuerdo mennra, esto ::ilt,1Hhca soLmitntc que ellct bta mrned1atctmente
cun la u11l 'e le! Lun,1de1a a estcl tomo una causa que habna b,~o el poder de !et raLon, \ que ]el rdton, en ::iu causalidad, no esta
pud1du , hc!btJct dt b1do dttumrnM la cunducta del hornb1e
ele olrd ,i1a1k'1J. H,dtcpLndtullernerne de tuua5 la;, cond1uunes
770-1- Ha) que entende1 "\ e' a acc on aeLe 1t11bu1I>e cnk1J.mente
u11a omi;,10n Je la 1c1ton
J.

J /U, l , , uwuc' c 11 !J. h ,i,,e <-no ¡Mi ,1 [ ] u ,mscendentales ,_,, son 110.J En el ougm d ,rnnque dlt'I ~1 ::iegu1111os a Ed -\cdu
0 1106 l-Lt; que eulendu cor l"}WllO ,¡] e::it«Clo r Lte\L)'
d
0
1 l-. tdu de t- l<l L1 ddULLhJil
1'1"-'\;\'<I EL KANT CRÍTICA OF LA RAZO"- r1 RA

sometida a ning1ma de las condiciones del fenómeno ni del cur<;o Se rlf·he advertir bien que con esto no hPmos pretPnd1do
del tiempo; y que la ruferencia de tiempo, si bien puede constituir mo<;trar la rfrrt11'0 rralzdad de la lilwrtad como ¡,¡ foer,1] una
w1a diferencia principal de lm fenómenos entre ellos, como éstos de Ja<; facultades [ASS8] [BS8fi] que contienen la causa de lm
no son cosas [en sí mismas]. y por tanto no son tampoco causas en fenómenm de nuestro mundo semible. Pues. aparte de que
sí mismas, 11 '17 no puede constituu diferencia alguna en la acción eso no habría sido una consideración tramcendental, c¡ue solo
con respecto a la razón. 11 '" se ocupa de conceptos, tampoco podría haber re,ultado bien,
[A5S7] (B585] Por consi¡,ru1ente, en el enjuiciamiento de las pues nunca podemos inferir, a partir de la e'.pe1iPnna, algo que
acciones libres sólo podemos llegar, en lo que concierne a su no debe ser pensado según leye' de la e'-pPriencia. AdPmás.
causalidad, hasta la causa inteligible, pero no fpodemos llegar] ni siquiera hemos pretendido demostrar la jJnílb1bdad de la
más allá de esta; podemos conocer que ella puede ser libre, es libertad; pues tampoco esto habría resultado hien, poi que en
decir, que puede ser determinada de manera independiente de la general no podemos conocer, por mero' conceptos a Jm011, la
sensibilidad, y que de ese modo ella puede ser aquella condición posihilidad de ningiín fundamento real ni de ning1111a causali-
de los fenómeno<; [que e<;] incondicionada en lo que concierne a la dad. La libertad está tratada aquí <;ó]o como idea transcendental
sensibilidad. Pero por qué el carácter inteligible, en las circunstan- por medio de la cual la razón piensa comenzar absolutamente
cias presentes, produce predsamPnte ese fenómeno y ese carácter la serie de las condiciones en el fenómeno mediante lo que es
empírico, [esa cuestión] sobrepasa toda facultad de nuestra razón incondicionado sensiblemente; en lo cual, empero, se enreda en
para responder[la\, e i.nduso [sobrepa<;aj toda competencia de una antinomia. con sm propi.a.s leyes, [leye'>\ que ella prescribe
ella aun sólo para preguntar; tanto rnmo [los sobrepasaría] si se al uso empírico del entendimiento. Qne e'ta antinomia se hasa
preguntara por qué el objeto transcendental de nuestra intuición en una mera apariencia ilusoria, ;• que la naturaleza no nta m
sensible externa produce preci<;amenle <;ólo intuición m el espario conjlzcto, por lo menos, con la causalidad por libertad· e'io era
y no alguna otra [intuición] Pero el problema que teníamos que In único que podíamos alcanzar [a demostrar], y era, además,
resolver no nos obliga a ello. pues era solamente éste: si la libertad lo único que pretendín.mos.
se encuentra en un conflicto con la necesidad de la naturaleza en
una y la misma acción; y eso lo hemos respondido suficientemen-
te, al mostrar que puesto que en el caso de aquélla es posible una
[A.).'í'.J] [B.5::17]
referencia a unas condiciones de especie enteramente diferente
que en el caso de ésta, la le; de la última no afecta a la primera, y IV. Resolución de la idea cosmológica de la totalidad
por tanto ambas pueden tener lugar con recíproca independencia, de la dependencia de los fenómenos,
y sin perturbarse entre sí. según su existencia en general
En el número precedente hemos considerado las mundanzas
del mundo sensible en la serie runámica de ella'>. en la que cada
una de ellas est:í. sttjeta a otra, corno a su cama ,\hora e'ia srriP ele
7707. Tcimbién puede entenclei sp· «como éstos, en sí mismos. no son
cosas, \ poi tantn no mn tampoco 1 rn sí mismos] causas».
los estado<> nos sirve solamente de guía para llegar a unn. e'<istencia
7708 Como si d11era· «la accicín no se dife1enna de la 1azón segun que pueda ser la conrución suprema de todo lo mudable, a saber,
el tiempo. no le sigue a ésta en ei tiempo, como el efecto ,1gi.1e a su [para llegar] al rnf P necesano. No se trata aqtú de la causalidad incon~
causa fenoménica" dicionada, sino de la existencia incondicionada de la suh<>t<mcia
IMMA'.LEL hA'.f CRITICA DE LA R-'.ZO'. PL RA 617

misma ..\sí, pues, la sene que tenemos ante no,otws es propia- Por consiguiente, en la aparente antinomia gue tenernos
rneme solo una [serie! de conceptos,) no [una seneJ dE: intu1uone>, ante nosotros nos queda aguí todavía una salida. ya que las do,;
en la medida en que la una e5 la condICión de la orra. proposiciones en conflicto podrian ser ambas \ erdaderas a la \ ez,
Se ad\·ierte fáolmente que, puesto que todo, en el conjunto en diferentes respectos; de manera que rod,1s las cosa; del mundo
de Jo, fenómenos, e, mudctble,; por t.mto e~ con<liuonado en sensible fue,en enteramente coutíngentes, ) por tanto, h1vieran
su e;...istencia, no puede haber, en toda la serie de L1 e\.istenoa siempre sólo una exi~tenc1d empíricamente condicionada, \
elepe11dic11te, ningún nuemb10 inconelICionado, CU) a existencia sin embargo hubiese también una condición no empírica ele la
fuese absolutarnenre necesaria; y en consecuencia [se ad\ iertej serie entera, es decir, [hubiese] un ente inconclicionadamente
que. ;,i lo~ fenórnenm, fuesen cosas en sí mismas,) precis<tmeJ1[e necesario. Pues éste, como condición inteligible, no pertene-
por e;,o la condíuon de ello> pei tenecíera siempre, junto con cería a la serie como un miembro de ella (ni siquiera como el
lo condic10nado, a m1a; la misma serie ele intuiLiones, jarná:, miembro supremo). [A.>61] [B589] ni tampoco convertlfía en
podría haber un [.\.J(J()j [l.Lí88] ente necesano como cond1oón empíricamente inconelICionado a mngún miembro de la serie,
de la e\.istencia de los fe11ómeno;, del mundo sensible. smo que le dejaría al ernero mundo sensible su existencia empí-
Pero el regre:,ouJ <lmámiLo tiene esta peculiaiida.<l que lo ricamente condicionada, que atraviesa todos los miembros [de
distingue del rnatemáuco. que, como éste se ocupa solamente éste]. Por consiguiente, esta manera de poner por fundamento
de la composición de las pa.1 les para comtituir un todo. o de la de los fenómenos unct existencia rncondicionada se distinguiría
disgregación de un todo en sus pcu tes, las uindiuunes de esta en esto de la causalidad empíricamente incondicionada (de la
serie ~iempre deben >er com1deradas como parte> de ella, y libertad) [tratada] en el artículo precedente: en que en el caso de
poi tanto como homogéneas, ) en consecuencia. como fenó- la hbe1 tad, la cosd misma, como causa (rnfotantza plwenomenvn)
menos; mientras que en aquel regressu.i, como no se trata de la formaba parte, sin embargo, de la serie ele las condiciones, y
posibilidad de un todo inc.onelicionado [constituieluj a partir de sólo su wuJalulad era pens<tda como inteligible; mientras que
¡.MI tes ddda>, ni [<le la po~1bih<lad] de una parte incondicionada aquí el ente necesa1 io debio ser pemaclo enteramente fuera de
de un todo d<i<lo, sino [que se nata] de la derivación de un es- la serie del mundo sensible \como ens txl1anumJanum) ) [como]
tado a partir de su cau~a, o [de la <le1ivación] de la e;.,.istencia meramente inteligible, sólo graCias a lo cual se puede nnped1r
Lontingente de la substancict mi~rna, a pai tir de la. necesaria,'"'" que quede él mismo oometiclo a la ley de la contingencia y ele
!et con<lición no precisa constitun necesariamente, junto con la dependencia ele todo~ lm fenómenos.
lo cundicionado, una selle empíuca. El prmczpw tegulatwo ele la razón es, pues, en lo que respecta a
e:,te problema nue~tro: que todo, en el mundo sensible, tiene una
e·mtencia empíricamente condiuunada, y que en ninguna parte
7709. P1obdb]emen1e lM;..1 que entende1 dqL1Í ''"' p<utn ele);:¡ e-..1>tenc1J hay en él, en lo que reo,pecta d ning1ma propiedad, una necesidad
neLeoa11d» La exp1es1ó11 «e'.1>téllLid" (Dmew' que aparece antes en el incondicionada; que no hay ningún miembro de la serie ele condi-
te-..tu tiene géne10 neut1u. lo que p.uece >et un ub:,L.lculo pa1d e>,l ll1· ciones del cual no se deba eo,peiar >iempre la condición empírica
1e1 p1 etdu(m. Pe1 u no '" impu,1ble que L1 f¡ ase"ª pa1 tir de L1 nece>a11a»
se 1efie1a a u11 >lllónimu de ex1>tenc1a, de géne1u femenrnu. L\olenz.,
en una e.\.periencia po>1ble,) [del eual no se deba] bu:,carla. en la
,ub1 eentencl1du. T,u11b1én pucl1 Id entende1 se •«l P·ll l11 de L1 ,ub>L«l1Cla medida en que se pueda; y que nada nos autoriza a derivar una
n<:L t»a1 Id" len1end1cL1 como «rnb,tun/ia 1wurne1wn de ex1,tenc1a 111con existencia cualyuiera. a pai tir ele una condición exterior a la se1ie
d1uunMJa,,, >egun He1m:,ueth: TranJ::mdentu.h Dwle/,.td., p 388, ernpüica, ni tampoco a tenerla [a una exisLencia cualquieia] por
CRITICA DE LA RAZOi'< Pl 'RA

. d más que fenómenos;


·bl contiene na a .
absolutamente independiente;, subsistente por sí misma_ dentro El mundo <;ensi e no . s que siempre estan
i epresentaoone · ·
de la serie misma; pero [gue nada nos autoriza] tampoco a negar p<;tos, empero, o;on r:ie1 as , 'ez· v como aquí nunca
por eso, sin embargo, [A562] [B )90] que toda la serie puede estar iblemente a su ' · , d
conclit mnad as se ns sas en sí mismas, no es e
fundada en algún ente inteligible (el cual, por eso, está libre de b . t )S nuestt os co d
tenerno5 por o Je r • t . ado'i a dar. a part11 e un
toda condición empírica, y contiene, antes bien, el fundamento stemos au onz d
adrnuar que nunca e 1 . . empi.rícas un salto fuera e
· d as senes ' ,
de la posibilidad de todos esos fenómenos). nuernbro cua1quiera e • 'bT d d como s1 fueran cosas en si
No pretendemos demostrar con esto la existencia necesaria la interconexión de Ja ;ens1 ~ \ r:i;damento tianscendentaJ de
e incondicionada de un ente, ni siquiera [pretendemos] fundar misma" que existieran uerab e d 1ar para buscar fuera de ella"
¿·era a an 01 '
en esto [que hemos expuesto] la posibilidad de una condición ella<;, Y a Ja<; que se pu '. , 1 ·erto debería finalmente
meramente inteligible de la existencia de los fenómenos del · · t a· lo rua por 0 '
la causa de su ex1s eno , t' , e 1tes pero no cuando se t1 ata
mundo sensible; sino que solamente, así como limitamos la ra- d (Oía)COn mg 1 " ·
ocunir al tratarse e ya continu-encia misma es
e> de cosa<;, cu , b
zón para que no'abandone el hilo de las condiciones empíricas de nwras representanon . mm otro rerr1crnH que
ede llevar a nm,,.,. "'
y no se extravíe en fundamentos de explicación transcendentes y <;ólo fenomeno, y no pu f , Oº es decir a aquel que e<;
· Jos enomen ,, '
que no pueden ser representados nunca m ronrrrto, así también, a aquel qm' <l etenmna 1pensamiento1111 fundamento
por otro lado, limitamos la ley del uso mernmente empírico del emp111CO. . p ero r epresentarse
. en e d . del mundo sensi·ble ' v,
, enos es eor. ·
entendimiento, para que no decida acerca de la posibilidad de las inteligible de los fenom , l l'b ado de la contingenua
~ f ndamento i er . . d
cosas en general, y no declare 11npos1ble lo inteligible sólo porque \representarse ese u . i al rr iruus empínco ilimita o
no podemos emplearlo para la explicación de los fenómenos. del último,1111 no es contrario n. l gl' ">6-+] fB.J92\ completa
f , enos m a a ¡-,_, l .
Con ello, pues, sólo se muestra que la completa contingencia en la serie de 1os enom ' b., empero, Jo úmco que
. d , 1111 Esto es tam ien, ']
de todas las cosas de la naturaleza y de todas sus condiciones contingenoa e estos. . nir la a mente antinomia, y eso so o
(empíricas) puede coexistir muy bien con la suposición arhitraria odíamos hacer para suprn P . da condición pa1 a cada
P d' hacer~e. Pues s1 ca ·bJ '
de una condición necesaria, aunque meramente inteligible; y de esta manera po ia . la existencia) es sens1 e,)'
1 ¡ ie concierne a ·
que por tanto no se encuentra entre estas afirmaciones ninguna condicionad o ien o qt , J erie entonces ella misma
ertenece a as , , . d
verdadera contradicción, y por tanto pueden ser ambas verdaderas recisamente por eso P ( l denrnestra la antites1s e
P . · ada como o · ·
Aunque tal ente inteligible absolutamente necesario fuera en sí es a su vez, con d ¡c1on, . . te o bien debía subsistir
, . . ) Por cons1gmen ' b.
imposible, esto no podría ser inferido en modo alguno a partir la cuarta antmomia . . 'xi e lo incondioonado, o ien
de la [A563J [B591] universal contingencia y dependencia de un conflicto con la razon, que;·¡~ serie, en lo inteligible. CU) a
todo lo que pertenece al mundo sensible, ni tampoco a partir éste111 i debía ser puesto fuera e
del principio de no detenerse en ningún miembro singular de
éste, en la medida en que es contingente, para remitirse a una --- c1·1 del mnn<lo sens1blP Pe10
1171 E' <leen, lb . <l <lP la. rontmgen
i e1 ,1 o
'
d d 1 contmgenc1'1 de lº' n lt irn º'"' ,
causa exterior al mundo. 111 " La razón si,gue su marcha en el uso el - entende1se«libP1'1 e a. ° ~
1amb1en po na .
empírico, y su marcha particular en el uso transcendental. es decu, de los fenornen 05 l d los fenomenos Pe1 o tam-
7712 Es decn. la contmgenc1a rntegia , e pleta Lle el!,P', es dectr,
, d , enten<le1se· "la contmgenchl com
bien po 1 1a
77 70 Probablemente ha;a que entende1 aquí que el «pnncip10» de la sene. l d ,
prohibe tanto «detenerse en nmgún m1emb10» romo «remitnse a una 7113 Es deor: "ºbien lo inconc JC10na º'
causa exterior al mundo».
620 CRtTIC- JE: L~ FhZO\ PL H'\

ueuo:,idctd no e;.1gt' rn per rn1tc nmgwM cond1c1on emp1uca lo mcundiuonctdu que e,, de lo que prup1t!mente se tratd en
que en cu11>ecuenuct e' rnco11d1uo11adctmente nece;,<tno con aquello que e::,ta enteramente lucia del mundo oens1ble ) por
1bpecto a los fe¡¡umenos tanto, [en aquello que e::,td/ fue1 el de roclü e\.pern:nud po,1ble
El L1'0 emp111Lu de la r,LlO!l \CO!l 1especto a Id;, cunchc1011e:, lt1, ided' se torndn twmanJutto nu ,ll' en [entonu:''] rneramen
de lc1 e\.1:,tenu,1 en el mundo ;,en::,1ble 1 no e'> a!tcl<tdo por l<1 te para !d con:,umacwn det lbO empmco de !d 1azon 11" cual
,1dn11s1on de un ente meiarnente mtehg1ble, smo c¡uc, conlorme fconsumac10nj 1 1' :,1gue s,1endu :,iempre una tdea que nunca
et! punup10 de la cu1upletc1 com111gcnc1c1, d\ ttnza de un,b cond1 se puede redhzar, pe1 o a Id que 'm embargo ha; que dlatar),
l tune:, emp1nctt::, et ot1,b 111a::, c1ll<1:,, que s1emp1e sun 1gualmente smo que se ,eparan ente1 ,unen re de el 1 ' ) se fab1 JLan para s1
ernplllLcb Puu e:,e p1111upw ieguldt!VO no e\.du;e tttmporn mi;,md~ objetos Cll\ d mate1 ia 110 e;, tomada de ld expenenna \
!et ctleptac10n de una cüUocL 111td1g1Lile que no e:,La en !et ;,e11e, cu; a rec1hdc!d ubjetl\ct tdmpocu :,e basa en !et COI1'U!Tictuon de
c 11d11do ::,t, l!ettd del Lbo ]llllO de lc1 razo11 \Lon 1e:,pt_do d lo, lc1 ,ene emp111ca, ::,1110 en conceptos a }11 to1 t Tales ideas
finc;, 1 Pue:, entom e;, dqut>lld 1" ;,1gmfica :,olo el fund<lmeuto, tran:,cendentes tienen un meramente mtehg1ble, el cual,
para no::,olrn, nH r,um,nte tiazbcendental ' de::,conoudo, de ue1 lamente, puede ::,er ddmll1do como ob¡ero ti anscendental
Id pu::,ibil1d<td de 1<1 sene sem1ble en gener<tl, [tund<lmento] del qut> por lo dern<1:, nada se sabe, peio con ic'>pecto a el 1-"
lll) a e>.i:,tenc ia, rndependientc de todd:, la::, Lond1uone~ de la no tenemo:, de nue::,L1 d pane, pct1<l pe11oc1do como und cosa de
ult1nM, " e mcondK Hm,1d<lmente ncce;,dr 1<1 con r especlo ,¡ tlla., terrmnable por med10 de ,u:, pi edicado, diot1ilt1\ º" e mternos,
[ \ )()')] [B "í9 l] nu ;,e upone en lo !11dS mrn1mo a lt1 ilmlltclda [.\. íbiiJ [B394] m fundamento> de la po::,1bihdad [de el] lcomo
contrnge11u,1 de Ja, pr1merct~,' 1' y por e::,o, lümpoco ,¡J reg1t1juJ [woctj independiente de rudo, !os concepto" ernpu 1co:, 1 12 rn
:,m hn en la ::,ene de l,t~ cond1uones em¡:miLc1s [tampoco] la mas 1111111111'1 ¡ustlhcacion Lllle nos auto11ce a su
poner un objeto td!, el cual, por eso, es ll!1'l rnerd Lll<ttura del
L::oCOlltlll\.1.\L .\ !t)D.\l.\ \\ll\(Ji\!l\DLL.\R.\70\.IPlR..\ pemt1m1ento .'::im embargo ent1 e tudas lu::, ideas cosn10logicas,
<1quell<1 que dio ocas1on p.ud la cu<lrta <llltmornia nos aprenua
;\Iienlras te11g,m10::, por ulijeto de nuest10;, conLepttb de la p<11<1 que"' enluremo' est' P<l"º Pues la e;.istenu<l de los feno
rc1Lon rne1<1mente Li totalidad de]"" conchuone~ en el mundo menos, que no esta de !1ill!jUlld manezd fund<1da en sr misma,
,e1b1blc,) lo que puede oci1r111, respecto de el, 111 en se1\1Uo smo que siempre e;, cundiuurMda, nos exige que busquemo;,
de la 1aLon, nueq1,1:, 1de<1s son, por cierto, l1c\nscc11dentc1le;,, algo d1,tmto de todos Jo, Jenorncnos, ) por tanto, un objeto
pe1u, sm embargo, lwmulog1w.:. Pero t,rn pronlu como ponemo:, mtehg1ble, en el que cese esa contmgencM Pero pueoto que una
vez que nos hemos tomddu el pei m1so para suponer, fuera del
c<1mpo de tuda la semilnhd<1d, uuct re<1hdctd efectl\ a sub:,istente
111 I H.11 que eJJtLnde1 «Pue, entonce;,, <1c¡uella c.>U'd mtelig1lJJe,,
17 7) H,1\ que tcntu1de1 «llldl'.pu1d1eute de wcLt;, Ja;, cond1u011e> de
lct ot'J ll'. oellóllile' 7778 Eo deur «l,1 cun;,umdl ion o 1 edhtac10n cornplerc1 del mo ernp1
/ / //., Pwlic<Lileme111e Ln ,¡ que eillendu ,1qu1 "ª l<t tl1m1t<1tLl cuntrn mo de ]d Jdb)ll" Fn el 011g1JJcd «el cual» Segrnmo, ,1 Ed -\cad
geuuct Je l<t> cundiuolle>' 1119 fa decu, se ;,epaian ei,te1dmente del mo ernpnico de ),l iato1,
1117 [,, deu1 1e;,peLlo del mundo sem1ble 1<1::,1 Ju conh1ma Hum 7720 E, declf, con 1e,peuu c1 e"e oÜjeto mteligible
;,oeth Tian;::_uicÍwtahDwLlkill p .:>'I l, pe10 t,unl.J1en putde entu1de1oe 1127 Qu1za pueda entender>e Lctmb1en «(poi ;,e1 [el] mdepencl1ente
1e>pcLLo ,k L" cund1uone>,) tctmb1en ie,pecw de l,1 tor,1licL1d de ludo;, lo;, COllLL pto> emp111co;,¡
IM"'ll\ "\UEL KNJT
CRÍTICA DE LA RAZON PURA

por sí, los fenómenos tienen que ser1 in cons· d d -1


modos contingentes de ld re resenta . - I e_ra o~ so ? como objetiva de ello<,. 1124 y en ellos no se encuent1 a nada más que
por entes tales, que son intel~encias :¡;~~ !~s~~:t~~/ntehlgibles,
la mera forma del pensar. Sin embargo pueden ~er exhibido-;
no nos queda nada 1n - I _ · · resu ta que 111 concreto, si se los aplica a fenómenos; pues en éstos tienen
as r¡ue a analog1a de d propiamente la materia para el concepto ele la experiencia, que
empleamos los conce tos de la ex . <, . acuer o con la cual
concepto de cosas int~ligibles d tenenna par~ hacemos algún no es nada más que un concepto del entendimiento zn ronoeto.
el más mínimo conocimient Ce as cuales, en s1, no tenemos ni Pero las ideas están todavía más alejadas ele la realidad objeti' a
de lo contincrente de ot o. orno no cobramos conocimiento que las rategorzas. pues no se puede encontrar ningún fenómeno
b ra manera quepo · · en el que puedan representarse 111 conoeto. Contienen cierta
se trata de cosa~ que n t. r expenenna, pero aquí
e o Ienen que ser obietos d l . [A568] [B.596] integridad a laque no llega nmgi.m conocimiento
deberemos ded · ¡ . . J e a expenencia
uor e conoom1ento de el! · d ' empírico posible, y la razón se propone, con ellas, solamente
que es en sí necesario a ti d as a partir e aquello
general. Por esá, el '. par r e conceptos puros de cosas en una unidad sistemática a la cual procura aproximar la unidad
.. ' primer paso que damos fu d l empíricamente posible, sin alcanzarla jamás por entero.
sensible nos obliga a [A:)tlíJ [Bsqc¡J era e mundo
conocimiento por la investí ación,d comenzar nuestro nuevo Pero todavía más lejos de la realidad objetiva que la idea
sario va dedu . d 1 g el ente absolutamente nece- parece estar aquello que llamo el ideal; por tal entiendo la idea,
., Cir e os conceptos d -11
las cosas, en la medida en 11 e e os conceptos de todas no meramente ll1 ronoeto, sino in indw1duo, e-; decir, como una
y éste es el ensavo que ha que e as soln n:e~amente inteligibles; cosa singular determinable, o determinada, sólo por la idea.
, remos en e prox1mo capítulo. La humanidad, en su plena perfección, 112 ' no sólo contiene
la ampliación de todas las propiedades esenciales que perte-
necen a esta naturaleza, y que constituyen nuestro concepto
Capítulo tercero del libro segundo de ella, hasta (llegar aj la completa congruencia con sus fines
de la dialéctica transcendental -lo que sería nuestra idea de la humanidad perfecta-; 1120 sino
también todo lo que además de ese concepto, pertenece a la
EL IDEAL DE L\ RAZÓN PURA determinación completa de la idea; pues de todos los predi
cados opuestos sólo uno puede convenir a la idea del hombre
Sección primera perfectísimo. Lo que para nosotros es un ideal, era para Pla-

DEL IDEAL EN GENERAL


7724. Es decir, de la realidad objetiva de esos conceptos puros del
Más arriba hemos visto que media entendimiento.
tmdmzzento. sin las cond· . d l nte conreptospuros del en- 7725. Quizá convenga aceptar aquí la sugerencia de Born. qmen
1c10nes e a sen ·b Td d t1aduce: «La naturaleza humana en su plena integiidad y pe1 feccitlll"
representar objetos, porque f lt l s1 . I _1 a , no se pueden
a an as cond1c1ones de la realidad («Natura humana 111 pfrna mtrgntalr s11a ar perfrrtione,,) Heimsoeth ad
vierte que la expresión «humanidacl» no debe entenderse aqu1 como
un substantivo colectivo que designara a todm los seres humanos, o a
7722. falta el ve 1 bo 1 .. la especie humana, sino como aq11ello que lo hace a uno ser humano
7723. Ha, en e ongmal '3eg11imos a Ed Acad. (H. Heimsoeth: Trans¿mdmtalr Dialrktik. p. -U.í, nota 13).
. ) que entender: «modos e .
mismos, inteligencias, se rep1 t•sentanolmo cb1ertos _entes que son, ellos 7726. Los guiones en la fiase «-lo que se1 ía [. J humanidad perfecta-»
e • os o ~etas mteligibles».
,
son agregado de esta ti aducción.
l'-lMAi\UEL Ki'lf\ T CRITICA DE LA RAZON PURA

ton una idea del eute1uluniento dwmo, un objeto singular en la en un ejemplo, es decir, en el fenómeno -como. por ejemplo,
intuicion prn a de él, lo más perfecto de cada especie de entes al sabio en una novela- 112 " e:i algo impracticable, y tiene en sí
po~1ble,, ) el fundamento originario 1127 de todas las copias en además algún tanto de absurdo ) de poco edificante, ¡a que
el fenómeno. las nah1rales limitaciones que infligen continuo quebranto a la
[A5<i9] [B597] Pero 6Íl1 atrevernos a llegar tan lejo6, debemoo integridacl en la idea hacen imposible toda ilusión en tal emavo.
admitir que la razón humana no solamente contiene ideas, sino y así tornan sospechoso el bien mismo que reside en la idea, y
también ideales, que no tienen, por cie1to, como los plutó11Ll0), lo hacen semejante a una mera ficción.
fuer La c1 eMÍ\ a, pero 51 fiierz:.u p1allna (como principios regulati· Esto es lo que ocurre con el ideal de la razón, el cual debe
vus;, y sin en de fundamento de la posibilidad de la perfección basarse siempre en concepto:, determinados y debe servir de
de ciertas aaiones. Los conceptos morales no son conceptos de regla y de modelo, ya sea de la observancia, o de la evalua-
la razón enteramente puros, porque algu empírico (placer o dis· ción. 11u) diferente es lo que ocurre con aquellas criaturas de
placer) le, 5irve de fundamento. Sin embargo, en consideiación la imaginación acerca de las cuales nadie puede explicarse, ni
al principio por medio del cual la razón pone limitaciones a la dar un concepto comprensible [de ellas]; [criaturas que son],
liGertad. que en sí nu ece de ley, (por con~iguiente, cuando se por así decirlo, monograma:,, que son sólo trazos singl.ilares,
atiende meiamenre a la fo11na de ellos) pueden servir muy bien aunque no determinados por ninguna regla que pueda dar,e;
d<! ejernplos <le conceptos puros de la razón. La virtud, y con y que más que constituir una imagen determiuada, constituyen
ella, la ,abidmia humana en su entera pweza, son ideas. Pew un diseño que, por decirlu así, flota cerniéndose en medio
21 s:.ibio (del eswico) es un ideal, es decir, un se1 humano que de diversas experiencias, [diseño] corno los que los pintores
ex.i~te meramente en el pensamiento, pero que es enteramente y los fisonomistas dicen que tienen en la cabeza y que son,
congrnente con la idea de la sabiduría. A."1 como la idea sumi· seoún ellos ' como una silueta de sus productos o también de
o
rn•ma la tl'gla, así el ideal, en ese caso, sirve de modelo para la sus evaluaciones, que no se puede comunicar a otros. [A estas
dete1 minación completa de la copia; y no tenemos otra norma criaturas] se las puede llamar, aunque sólo impropiamente,
de nue,tras acciones que la conducta de este hombre divino ideales de la sensibilidad, porque se presentan cumo el mo-
[L¡ue lle\amosj en no,otros, 112 ' con la que nos compararnos, delo inalcanzable de po~ible~ intuiciones empíricas. y [A.571]
nos ¡uzgamo5, } con ello nos hacemos rne1ores, aunque nunca [B599j sin embargo no suministran ninguna regla que pueda
pod:imos alcanzar la. Aunque no se les oro1gue nunca realidad ser explicada y sometida a prneba.
objeti\ el (e'..i~tencia), no por eso e'los icleales se tienen que tomar El p10pósito de la razón con su ideal es, por el contrario, la
poi quime1 a~, 5ino que sumini~tran una norma indispen5ab!e de determinación completa según reglas a priori; por eso ella conci-
la 1<1zón; ést,l precisa el concepto de aquello que [A.570] [B598] be en el pensamiento un objeto que tiene que ser determinable
e' completo en su e,pecie, para apreciar y medir por él el gTado completamente según principios, aunque falten las condiciones
y la:i ca1 encias de lo incompleto. Pe1 o p1 e tender realizctr el ideal suficientes para ello en la experiencia, y el concepto mismo
sea, por tanto, transcendente.

1/ }.7 Quiú com engd mte1 p1 et ar aquí, con Bor:n: ") el prototipo».
/ 128 También pod1 Íd entenderse:") no tenerno:, en no5ot10s otra nor· 1729. Los gmones en la fra:,e «-como, [... ] en una novela-» son agTe·
ma de nuest1d> acciones que I,1 conductd de e;te homb1e d1\Íno,». gado de esta traducción.
CRITICA DE LA RAZ00 r>l RA 627
626
pnnnp1um de la determinación completa se refiere, p01 rnmi
Sección segunda del capítulo tercero g1üente al contenido, y no meramente a la forma lóg1n1 l·,, el
princip;o de la <;Íntesis de todos los predicados que tienen que
DEL IDFAL 1RANSCENDEN1 \L constituir el concepto completo de una cosa.~ no meramente
(f>ROTOTYPQ,\ TRANSCFNDFNTALF-) [el principio] de la representaoon anahtíca por medio de uno
de dos predicados opuestos; v contiene una presupos1non
Tod.o concepto, en lo que respecta a aquello que no está tran<;cendental, a saber, [A.l73] [B601] la de la matena dr toda
contenido en él, es indetermmado, y está bajo el principio de pos1bd1dad, la cual se supone que contiene a p11on los data para
l~ detP:mmabzlidad: que dr rada do1 predicados opuestos contra
la pos1b1lidad part1rnlar de cada cosa
d1ctonamente entre sí, sólo uno puede rnnvenirle; [principio] La pi oposición: todo px11trntr eíla rompletamrnte determmado
que s~ b~s~ en el principio de contradicción, v que por eso es no sigiüfica solamente que a ello, de cada par de predicado<;
un pn~c1p10 11'.eramente lógico, que hace abstracción de todo opue<;tos dado1, le conviene siempre uno, sino tambien· que d

f
contem~o. del conocim1ento, y no considera nada más nue 1 la ello le conviene siempre uno dP todos los predicado<; /1011b/n,
orma logica de éste. · con esta proposición no sólo se comparan logicamente lo>
Pe~o to~a cosa, por lo que respecta a su posibilidad está predicados entre s1, smo que se compara transcendentalrnentc
a d emas
_ · · · d e ¡a d eterminación completa,
bajo el p rmc1¡;10 ' 1nn la cma misma con el conjunto de todos los p1edicados po,1-
segu~ el cual a ella le c1ebe convenir uno de todos los posibles ble<; Ella quiere decir: para conocer íntegramente una cosa, <;e
predicados de las [A572J [B<iOOJ ~osas en la medida en que son debe conocer todo lo que es posible, y [se debe] deternunarla
comparados 11
¡ · · .con d sus contrarios· Fste n nos e b asa meramente
J mediante ello, ya sea afirmativa o negativamente La dete1 m1
en e .~rmc1p10 e contradicción; pues considera, además del m1cíón completa es, E.n consecuenoa, un concepto que nunca
relac10n de d os pre d.ica d os contradictorio~ entre sí también ª podemos exhibir in ronrreto en <;U totalidad, y en con<;ecuenoa
cada e.osa, en relación con la entera poS1bil1dad[entendidaJ com~ se basa en una idea, la que tiene su sede solamente en la 1'1zon.
el conjunto de todos los predicados de las cosas en general· val 1 la cual prescribe al entend1m1ento la regla de su uso integral
. 11 ;2 como con d ic10n
suponerla a ésta · - a prwrz, se representa cada
' Ahora bien. aunque esta idea del ronpmto de toda po11h1bdad
cosa como s1 ella derivara i 1n su p1 opia posibilidad a
la pa r · ·-
ti. d
par r e -[considerada] en la medida en que ese conjunto. como con~
r 1cipac10n que tiene en aquella posibilidad entera.11H El dición, sirve de fundamento de la determrnación completa de

«7730. En lo que- sigue emp l earemos como imómmos las ex resiones


determmac10n completa» )' «determmac1ón omnímoda» ~e irnos
materia pa1 a todos lm predicados posibles), <;J se encontJ ara en la ideci
a Kant· Forlrrhritte der MetaphynÁ, Ed Acad. XX, 332 . gu
de una cosa 5mguh11, probaría una afinidad de todo lo poqble, poi
77E37d En el ~Endgmal hay una falta <le concordancia de "~ne1 o Segu1moº med10 de la identidad del fundamento de la determmauon completa
a ,r mann 1 Acad ·,quien
) · ·mrerpreta «Este piincipio»
o · '
de ello. La detrrmmahihdad de todo ronrrpto está suboidmada a la 11111
7732. Es decir, al suponer a la entera pos1b1hdad vrnalzdad (1mwerwhfa¡) del pi mc1pio de la exclmion de un med1ado1
7733 . 1'am b"ien pue d e entenderse: «se representa . cada cosa de la entre dos p1ed1cados opuestos; pero la determmacwn de tmci rora e1tá
manera como ella deriva». subordmada a la totalidad(1m11•rmtm), o al conJtmto de todos los p1P-
7734.1 Pm tanto, mediante este pt mc1p10 c;ida cma es 1efenda a un d1cados posibles [Nota de Kant]
con e ato comun, a saber, a la entera pos1b1hdad. la cual (es decff. la
toda cma- este dlü m1,,1TI<l 111determ111<lda en lo que respecta cu; o concepto exp1 e,a ) a en :,1 mbrno un ,er i poi tanto se
a lo" p1ed1caclo, que pudie1dll con,,ntuu be COl1JUlllo, y aunque la llama realidad 1cos1dad porque ;,olo por ella,) ,oJo ha,ta
nosot1os, por medio de ella, no pensemuo uada nhio que un con donde ella alcanza, lo;, obJdO;, ,on algo \Cosas), mientras que
JU!llo de todo:, loo predicado" po;,1Lles en general, 0111 embargo, la negaoon, opuesta a ella [ !\ )7 5] [Bt)03 J s1grnfica una mera
.'>J in\ c;,t1ga1110:, ma,, de ce1 ca, e11cont1 aino:, que e:,<l idea, como carenoa, y cuando se la p1en;,d solo a ell<t ,,e repre,enta la
concepto ong1nano, e'.clU)e una multitud ele predJLados que supre-,1011 de toda cosc1
estan ) a dados, corno dem ados, por med10 de otros, [AS7-!] Ahora bien, nadie puede cu1Keba de mane1<1 determmaela
[Bbll2] o que no pueden suL,istlf JUntos,) que se depura hasta una negac10n, ,rn tener por Junddmento la afinnac1on opuesta El
con;,litu11 un concepto complet<lmente duer mmado a prw11, y Ciego de nacnrnento no p,1Pde hc1cP1se m lcl rna:, rnrn1ma repre
con ello ;,e com ie1 te en el concepto de un objeto smgula1 que sentacion de las t1111eblc1:,, poi que no tiene nmguna [rep1 esenta
e;,ta deterrnmado completamente por una mera idea, ) que por uon] ele la luL, m el :,c1h ªJe [puede hacer >t- rep1 e:,entc1uon alguna]
tanto debe se1 denommado un ideal Je la razon pura de lc1 pol;reza, po1que no conoce la opulencia 11 " El 1g11orante
Sr d todo;, lo;, p1 eclic<ldos posible;, los C01b1dei amos no no tiene noc10n c1lgi.mc1 de ,u 1g11u1dnua, purc¡ue no la tiene ele
solo ele maner<l log1ca, smo trdnscendt:::ntal, es decu, segun la ciencia, etc 11 " 0 Por con;,1gu1ente, udos los conceptos ele la:,
el conlemdo de ello;, que pue<le :ier pemado a pllon en ellos, negauones son eler!\ ad os, \ l<ls 1eahd"cle-, contienen los data\,
entonces encont1 amos que por med10 de algunos ele ello, por a,1 decirlo, la matena, o el contemdu ti a1bcenelental, para la
,e 1epresenta un ser, ) poi med10 de ot1 o, se 1epresenta un po;,1b1hd<1d ) la completa dtte11111nauon de todas las cosa;,
rneio no se1 La negauon logica, que se mdica solamente poi Por cm1s1guiente, s1 en nucst1 1 rctLon se le pone por funda
med10 de la pdl<1br.:i !lo, 11 nunc<1 esta lig.:iela p1opiarnente a mento a la eletermmauon omrnmucLt tirl ,ub;,t1 ato transcen
un concepto, smo ;,ol<1111ente a la relauon de este con ot10 en denta] que contiene, por dec 11 lu el;,,, todu eJ ecCen O ele rnatena
un JUiuo, ) µ01 con;,iguiente nuncd puede, 111 con mucho, ser del que pueden tomarse todos lvs p1ed1cados posibles ele l<L'i
suhuente p<u a caraelu 1z.:i1 un concepto en lo que se refiere wsas, t.sle ,ubstrato nu es nada nM> que l,1 H~ccl clL un tocio de Li
di contemdo de el L1 exp1 es10n «no mor tdl» 11 no puede dar [ ~~7b] [Bl¡(l l-] r~ahdad \ u111nh1úu 1ealzta//.',) fodcts lc1~ negaoones
d conoce1 que con e!ld :ie rep1 e;,entd un mero no ser en el \ e1dade1as son, entonces, 11ddd mas que lwutauond, ) no oe
objeto, smo que dejd mt<1Lto todo c ontemdo Pm el contra110, !el~ podna denommar dol si no l>tll\ 1era en el funddmento lo
una nlgauon ti a11:>cendentdl s1g111fic<1 el no ;,eren s1 mismo, al 1hm1tado (el todo)
cucll se opone l<t afüm<1uon t1anscendental, que es un algo 1 "

1739 Lds obset \ <Luone;, ) Jv, c,dculos Je iOs '"l! o nomos nos han
ensenado muchas cosd.5 adrn11aoleo, pe10 lo nia:, m1po1 tantees, qu¡¿a
//3J Lo:, gu10nes en l.i f¡,t;,e «-[con,1de1ddd] [ j de toda cos.i-» son que nos lMn de>cubwrto tJ dlmmo de ti 1,,norlllltlll, que la 1aLon hu
1g1 egddo de e;,ld t1 ,tducuon rn,ma, >1!1 e>o;, conourrnentos !llll1Ld hdbria podido iep1esenta1;,e can
1736 «i'<o) re;,,dtddo en el 011gm.d con ma; uscula \ s111 b<Lsta1d11la gid1H.le Id 1eflex10n ace1cd ele el debe p1oducu una "ldll mLH.LlllLa en
m co11111J,i> <No I.1 detemrn1auon de lo, fine; nlt1mo, del u;,o de nuestra 1aLon ['\ora
113 7 Desldcado con ma\ mcul.i, >111 b,1,t.i1 d11ld 111 com11las en el de Kant]
011¿111<1! ''\J1d1Lste1 bhch» 17-f.0 ~e ha obse!\ ado que !et 10L,1 qm figu1 d di firMl de !d 01 dC1on
1138 Destacado con md\ uscu!d >111 b,t>taidi!Lt 111 comilla, en el antenor debe¡¡a estdf en este lu,;cl1, ,1 final ele h 0Jdc10n acerca de la
ong111<d «Et\' as» 1g1101dlllM \uge1enc1d de \Vule 1Lcog1cla poi Schm1dt\
CRffl( 'I DE LA R/\?ÓN rl 1RA 631
630

Pero también se repre-;enta, mediante esta posesión com contenido transcendental de elloc;, sino [un concepto] que 105
pleta de la realidad, el concepto de una cosa en si m1sma, como cnmpiende rn 11 , y la det,,rmin:ición omnímoda dP tocia _cosa
si estuviera completamente determinado; y el concepto de un <;e ba<;a en ]a limitación de ese todo de la realidad, al atribuir
entzí rrabmm1 es el concepto de un ente singular, porque en la algo' ,' de E'">ta a b cma, pC>ro e_xcluyendo l~ restante; l_o c¡ue
determinación de él se encontrará [siempre] uno de todos los come· 1c
· 1e con e 1 0 bien "J o b1r11 1" ' de la prem1<;a mavor
;
cl15\ un·

predicados opuestos posibles, a saber, aquel que pertene?ca, lJ\ a \ con la cleterminac1ón del objeto mediante uno ele ]05

de manera absoluta, al ser.' " 1 Es, por consiguiente. un ideal 1


mie~ bios rle E''ª di\ic;ión en la premic;a menor De acue1do
transcendental, que sirve de fundamento de la determinación con ec;to, Pl uso de la razón por el cual ella pon~ por funda-
!I1PIÜL' de u determinación clP todas Jac; cosas poc;1hle5 al 1dP<d
omnímoda que se encuentra necesariamente en tocio lo gue 5
existe.: que constituye la condición material suprema y com- tianscendcntaL es [un uso! análogo a aquel según_el :ual ella
pleta ele la posibilidad ele ello, 1112 !condiciónJ a la cual debe pi ocedP en los silogismos clisyunti\ os; Pste fue el ~nnc1~10 que.
ser reconducido tocio pensar ele los objetos en general, por lo - -·b~ ptiºe por fundamento dP la cliv ic;ión mternat1rn de
mil' arn "' ' . 11
que respecta al contemdo de ellos. Pero es también el único todas ]a 5 idea<; transcendentales, !principio] seg1'.n el cual e '1S
auténtico ideal del que es capaz la razón humana; porgue son genei a das de manera pm alela y correc;ponchente a las ti es
sólo en este único caso un concepto, c¡ue en sí es universal, de r'>pec1ec; de los silogi<;mO' _ ..
una cosa, es determinado completamente por sí mismo, y es Se entiende por sí mi<;rnn c¡ue la razon, para ~ste propo_s1:0
reconocido como la representación de un individuo. st1vo ue es 5 0Jo el de representarse la necesan~ determ1m1-
ción, ommmoda
q - d e las cosac;, no IA'78] \Bfiílh] presunone
r
La determinación lógica de un concepto por la razón se e) • •

basa_ en un silogismo disyuntivo en el cual lit premisa ma;or la existencia de un ente que coi responda ~¡ ideal, :mo \c¡u~
iesupone] sólo la idea de éste. para cleduc_1:, a part!r de unc1
contiene una división lógica (la división ele Ja esfera de un con-
cepto universal); la premisa menor limita Psa esfera a una parte r talidad incondicionada de la dete1 minaoon 0111111modct, la
c~ndicionada. es decir, la de :o limitado. El ideal es, pues, P;1t a
!ele ella], [A577] [EGOS] y la conclusión determina mediante
ésta 11 • 1 el concepto. El concepto universal de una realidad en . ¡ modrlo (/)(Ofnfyho11) de todas ]as cosa<>, las cuales toc,J'i,
e ll de ,r 11 1 . l
~ene~al no puede ser dividido a prio11, porque sin la expe- como copia<> (e;tyjJa) defectuosas, tornan ele a í a _matena e e
nencia no se conocen especies determinadas ele realidad que su posibilidad, y acercándose~ rl mác; o menos, estan siempre,
estuvieran contenidas bajo aquel género. Por consiguiente, la sin embargo, infinitamente lejOS de alcanzarlo. . ..
premi'íl 1mryor transcendental ele la determinación omnímoda Así. pues, toda Ja posibilidad de las cosas \[la poc;1b1'.1dad]
ele tocias las cosas no es nada más que la representación del de la síntesis de lo múltiple según el contemdo d_e _elJ,is) c;e
conjunto ele tocia la realidad; no meramente un concepto que considera derivada, ) solamente se considera 011_gmana la
comprende ba;o sí tocios los predicados en lo que respecta al [posibilidad] de aquello que enoerra en sí toda realidad. Pue'

7141 Como s1 dIJera: «aquel que se cuente, de manera absoluta (v no 1744 Destacado con mayuscula, 5in basta1d11la, en el ongrnal·
denvada) entre los predicados del se1». , «Emiges» d ¡¡ ¡
7742 Es declf, de la posibilidad de todo lo que existe. 1745.~ Expiesiones destacadas con ma:úscula, srn basta1 i a, E>n e
7143 Es decir, mediante esta paz te ongmal. «Ent"'eder und Oder>>
tocia:, las negc1uune> que :,on lo:, 11111coo precl1Laclo:, por lo:, no se basana en la lrnulauon Je! ser o!Jgll1dl 10 1111,rno, :,mu
que tudu lo demd> puede d1stmgmr:,e del ente redh:,1mo; :,on [en Id hm1tcluonj de :,U mtegr,il con>el uenchl, ' de la ui<ll
nierd' lirn1tauullt"., de una Jeülidctcl ma)Or,; füMlmente, de ld fo1 ITidl ld p<lr te tdmbieu todct nuc'otrd sen,1bil1dctd, Jllntu con
red!iclc1d >UI1ld \ pu1 tdlllo, la presuponen a esta, ; ,on mero> toda reahd,1d en el fenomeno, ]d que no puede tui mdr parte.
cle1 l\ ,idu, Lk elL1, en lo que r e:,peLta al conlerndo lud<l lü 111111 como mgi ed1ente, de ]d idea del :,er supremo
t1phudd(i ele la;, cO>d" e> ;,olo un<l rnaneia, iguctlrnente rnult1ple, [A580J [BtJ08] S1 cont1nt1dlllu' per:,1g1nendo d:,l estd idea
ele !imll<\1 el couctplu de Lt >Lllllcl redhdad, que e:, el ;,ub;,l1 ,1to nue:,trd, > la h1pootct:,1dmos puc!Jt:mos, med1dnte el mew con
cornu11 de: [tuddoJ elLts, r,d como toda:, las figlllas son pu,1ble:, cepto de ]d 1 ectliddd sup1 emd, dete1 mmar al ser 01ig111a110 como
:,olo como d1\ e1 '"1;, !1ldne1 d> de lun1tai el e:,p,1uo rnfimto Poi urnco, simple, Ol!llllO,UÍJuente, ererno, etc , en una p,dabi d,
e:,o, ,¡] uL,JeLu del 1dt.,d de Id JdLOn, [objeto] que solo en elLt ,e pod1emo:,, med1dnte tudlh lo, p1 edicamento:,, dete1 rn111,u )n
encuu1tl d, ,e lu llc1md tdmb1en el Jll 011g11w1 w \eni u11gmw wm~, en su mteguddd llll und1uul1c1cL1 [] concepto de un :,ei ral e:,
en !et medida en que uu tiene mngun olio [ente] oob1e ;,1, [,,e lo el de Dt01, pen:,ctdu en :,enl!do ti c1mc emlent,11, 'r <10>1, el ideal de
1Lt111'1j el Jcr rnprc111ú \dlJ rn11111w111),) en L1 nwd1dc1 en que tudo, Id iaLon puu e:, el ob¡eto de unct !wlogw t1 dllScendentdl, como
por ,,er cundiuouadu, e:,td bctJO el, [:,e lo llc11TI<1] el Jtl dt [. \ 'í79J ) a lu he d1d10 mas di nba
[1H>07j todw lu:, JlffJ uw rntwm1 Pero todo e:,to no ,,1gmficd Ulhl Sm emb,ugo, este u,,o de la 1ded ti a1bcendental t1 c1nopdsa
1el,1cLlll ob3eu\ d de un ob3eto efecl1\ dmeme 1ec!I, con onas r1<1) d Ju:, lurnte, de ld detumnic1c1011 de elld ) de ,u licitud
LlJo,1,,, ::,1110 [L1 1eL1oon] de L1 ulw con ww eptos, ) no:, deja en Pue;, ld rilLO!l la puoo, solo como el iu11upto de todtL H"ahd,1d,
cornpldd rgnoranuci ctcercd de lc1 e\.1,tenuá de un ente de tan poi tunddrnento de !ct dett·1 rn11iduon omn1moda de lt1s cosas
en gene1,tl, >111 eJ._ig11 c¡ue todd e,,a redlidad eotll\ 1e1d dad,t
e\.l epuunale> pi enclds
Como l<tlllpou; ::,e puede deur que un ser 011g1nai 1u LO!lo!O>ld ob1etrvamente ' c011sl1lu} e1 a, ella 11110,nltl, una cuc,a 1'' Esta
en mucho, 'e1t.0> de11\ ado:,,; d que cadct uno de e'tos lo p1 e::,upo ult1rnd e:, una meu1 hcuon poi medio d.:: Id cu,tl r eurnmoo
ne d dLJUél, ) pur tdntu no puede con::,l!l1111 lo, re:,11lta que el idec!l ) 1edlizt1mos en un 1dedl, corno ot tuerd un ente :,mgult1r, lo
del se1 011g111d110 tc1mbie11 debe :,er pensddo como :,imple muluple de nue;,tict 1ded, para lo cual no renemo::, aut011Ld
Poi e:,u, 1,1 de!l\dUOll de Lodd otid pos1b1hd<td a partir de c10n, 111 [ltL tenemooj :,1q111e1a ptHtt :,upone1 ld po::i1bil1cfad
e:,le :,er oi 1g111,u 10 no oe puede tampoco co11:,1derar, hablando de una lupote>l> t<tl, dt> ld mbm,i Jlldl!era, ld> co1beutenuc1,,
con p1opieddd, como unc1 l11n1taiwn de ;,u ::,uprerna realidad que duna!hl!l ele tc1l 1dl::'td t,nnpocu cunuernen en naLL1 a la
111, por d:,1 deur lu, como und d1u1sw11 de ella, pue:, en e:,e LdSO
dete1 !TI!lldCJon omrnrnodd de !tts co::,as en ge11e1 d!, Ill [le nen
el :,e1 011grnc11 w ,,e1 ia cons1der .1do como un mei o agr egddo lama:, m1111md mlluenu<1 :,uli1e ella, pdlü lú ( thd oulo l" tdl<t
e1 d nece,,dl ia ' 11
de entes dei l\ ados, lo u!dl es imposible segun lo precedente,
aunque lu hct\ dl11U> i epi e::,entado as1 al com1enLo, en el p11mer
IJo::,quejO tu:,co L<l :,uprema redlidad ser\ 11 ld de tund,u1iento de
11./-7 Cu mu >I dqc1" «'.>L lMo,,¡¡ "en L lnrnLtLhl!l c!t l uJiljlll1lu lUtd! de
Lt po::,ib1hdc1cl de wdct> Id:, co,,a::, ma:, bien como un fiu1d1111tu1/o
lo que Je! >LI o,up1 LlllU C:.L '1gu1 L umn LU!l'd u ene Jci JL el'
) nu '" comu un lOlljlllllo, ) la mult1phudad ele lds prnne1 dS
1/18 rL1r yue ellle11de1 «Ll ldLUll, ,¡J ¡JUlkl l L "11.l f'Ul lun1Lun11ll<l
la Lomo ,olu 1 u111u cunu·¡nn 1) lhJ ccJmu U»d "
I I 16 [n el u1 igrn,d ,\ llctlLu> Seguimos a Ed ,\cdd , que Gdoplct und 111!:1 farnb1en pL1d11d e11ltnd,,,1 ,,uJu tl"l" l111ui c'"111tce\'Jl, 1
UH!C:lllU!l dt' :\!eJl111 id relea"
( RITICA DE L1\ Rr~ZO'J Pl 'RA 635
l\l'vlr\M1FL IV\NT

[A.581] [B609] No es snfü iente describir el proceder de el conjunto de toda Id realidad empírica como condic10n de
'iU ¡m'>ibilidacl En vn tud ele una ilu'i1ón rrntural co11';1dt•1 íll11o'i
nuestia razón,} la dialéctica de ella; se debe procurar, ademas,
descubrí: l.as fuentes de ésta, para poder explicar esa misma rnmo u11 principio qi1e debiera 'ier ,-¿¡Jic!o paia todils la-, cn'ª'
ap~nenc1a ilusoria, como un fenómeno del entendimiento: pues
en gerwrdl digo que [como principio] propiamente \Ztlc >o1o
pdia nque\ln<. [cosas] que <;On dada<; como objeto<; ele m1e'it10o;
el ideal del que hablamm esta fundado en una idea natural.
y no meramente caprichosa Por eso pregunto· (Cómo Jlecra <;ent1do' f:n consecuencia, dejando de lado P<;a hm1t,ic1on,
la razón a considerar toda ld posibilidad de las co<;as co~o tendremo'i al principio empínco de nue-;tros concepto<; de la
derivada de una única [posibilidad] que sirve de fundamento, po,1b1hclad de las cosas como fenomenos, pm un pi me 1p10
a saber, [como derivada] de l 1 [posibilidad] de la suma reah trano;cendental de la pmibilidacl de las cosas en general
dad, y a presuponer luego que ésta está contenida en un ente ]] que después hipostasiemos esta idea del cnnjnnto de
originario singular) toda 1ealidad, se debe a que convertimm dialect1camente la
umd,lcl d11tnb11twa del mo empírico del entend¡¡mento en la
La respuesta surge por 'Í misma de las discmiones dr la
umdad rnlert1va de un todo de la experienci,1, ; pensamos este
Ana.lítica transcendental. La posibilidad de los objetos de los
sentidos es una relación de é<>tos con nue<;tro pemar, rn la todo de lm fenómenm como si fuera una cosa <;111gular que
cual algo (a saber. la forma empírica) puede ser pemada a contm iese en sí toda realidad empírica, [e osa] que entonces,
przor~z, pero aquello que comtítuye la materia, la realidad en el
pm medio de [A583] [Rfil l J !a -,uhrepcion tramcendental \a
fenorneno 1do que corresponde a la sen,ación) df'be <;er dado, mencionada. se confunde con el concepto de una cosa que
estii en la cúo;pide de la posibilidad de todas la<; cosa<;, para la
sm lo cual no pod1ía ser tampoco pensado, ni podría ser re
determinación omnímoda de las cuales suminist1 a las cond1-
p1esentad~. por :anta, su posibilidad. Ahora bien, un objeto
11
de los sentidos solo puede ser determinado completamente 51 ciones reales '"

se lo compara con ~odas los predicados del fenómeno, ) se lo


representa, afirmatn a o negativamente, mediante ellos Pero
con:o, en ese caso, aquello qne constituye la co<;a misma (en el
fenoi:neno), a saber, lo real, debe ser dado, sin lo cual tampoco
podna ser pensado: pero 1quello en lo cual [A.382] [B6IO] es
dad~ lo rea! de todos los fenomenos es la experiencia única
ommabarcadora, resulta que la materia para la posibilidad de 1750 Poi consigmente. aunque f''le 1dPal dPl '<'1 rezdís1mo sr;i un;i
t?dos lo.s objetos de los <,entidos debe ser presupuesta como meia repiesentac1óu, en pnmei lugai se lo rrah¿a. eo; decn. 't' lo ton·
s1 estuviera dada en un con¡unto, sólo en cm a limitación vie1 te en ob1eto; luego es h1po1ta11ado; ) fin<1lmente. poi un pi nt;i eso
p:1eden ?ªs~rse toda pm1bilich1d de los objetos/empíricos, la n<1tmal de la iazon hacia la con,nmanón de la umdad. e' mcluso
penonzfiradn, como pionto mo,tiairmos; p01que b urnci<1d iegu],1l!\a
d1ferenciac1011 de ellos entre 'il, v su determinación omnímoda de la e'<-penenc1a no se basa en los ft'nómeno' m1,mo' ;,o!o en la
Ahora bien, en efecto, no puerlen serno'i dados otros objetos sem1b1hd:id; smo en l;i conexión de lo múltiple de ellos poi mrdm dt>l
que los de los sentidos,) fno pueden <;ernos dados] en ninguna rntrnd1m1€77ln (en una apei cepuón).; poi tanto la urnd<icl ele la re<ihclad
otra parte que en el contexto de una e\periencia po'iihle; en 1up1ema) la omnímoda deteimmab1hdarl lpos1b1hdadl de todas ];is
consecuencia, nada es pma nr1lllrOí un objeto, si no presupone cosa' paiece residn en un entendnniento sup1 emo.; por tanto. en un,1
mlfhgnwa [Nota de Km1t]
,, 1 ~ l Rl ! 1"--, L L., l -- R l(l l P _,

St<cdo11 íerce1 d del capitulo tercero l\ 11\ "lj [nt>JJj -\ho1d b!t n, la idzon ,e pone e11 l)LhLd del
cunceplo dt un ente:: que 'e" dpto pct1 a oeme1ante ev elu1u<1
Di lll'l ',(,l \!1 d()\ lll l h ,¿¡)\ l'oP!( l l '-1[\ \ dL l<t l '-IStenuct cumo es b I1c'Lé,1cldcl mco11d1oonadd [lo lMcc J
\h 1 1"\ ¡ 1 td h 1 1 t , 1'd l ', t 1 ' l l L l "\ :o r R -., l PRl \l U no rarnu pa1a mfuJI a pi1u11 d pdrtlr del cnncepto de el ,u
e '-btenua 'pues ,,1 >e dtI e11er d d e,o, oolu knclnd que bti,car
\ peoar cL , old 11t u 01cL1d ur 0 enle qu"" l!Uk ld raLOll, de entre T1ll:'ru' LOncepto, \ nu teml1 ld neces1d:i,! dt puner p01
pieou¡June1 ,ilgcl qut. pmdct oer 1 ir de tund,tmento completo tundc1111e¡¡tc, una e>.1:,tenua d td,t, ,mo :,olu pd1a e11contrd1
al e 1aendrnuenrn pa1 d lc1 Lktc1 rn1nct110n omnm1odd de luo t:'lllle [CRlUó lo, cUnLlfJlOO> de LU><b pos1blt':,, aqut'} que 11U tenga
conceplc1:, lk el dlcl ddv 1e1 te el Ldracter ide,t! ) rne1 amente en :,1 iiada que ,eá ll1Lc!ll1f'ªnble con la nece,1cL1J ab:,l,lt,td Pueo
fiLL1uo de e>a p1coupo:,1uun denht:,tMlo f,Kilmente pc11a que c¡uE dl¿o dt:h-• e'10l11 de rn<t11erd db,,olutdmente neu:sa11d e:,
\d}cl d pe1:,u<1duoe vilu [JU! e:,o, dt- [ \'í8-1] [Bhl2] to!lMI de Jlgu quL ellc1 dd pu1 e,r,1blec1do \a ele acuerdo con la prnne1 d
uirne 1!i,tto d un,1 mer c1 crnturd de :,u propio pensamiento l!lfe1enuct '.:>1 ella puede t'l1mllldl todc! lo que no e" uirnpanble
pcH uu eme t letl11 ,uneme 1edl, [) nu lo ha11«] s1 no lue1,1 wn eod neLeo1dad, e>.t eptu u 1d :,ol,1 [uJ:,aJ, entonces esta e:, el
<1prtm1,1d" por ,d¿_un orru tl1,,l11 u d bu:,ca1 :,u iqiuso en ,tlgcm ente db:,uluta,1k nte nece,dnO ) a o<- comp1 end_1 ]d neLc,1dacl
lLlg,n en el 1e!_,td\Uj de lo cond111on,1d1,, que e:,td clddo a lo de el 1eo deur, ,e la puc.cld lieduur ele ,¡¡ solo e orn epto) 1 o
111 uJ11dH 11,11c1d<l l[llL ue1tctmen[e no e:,td dc1do 1omo efec lld [:,e 1a Lomp1 e 1düj
ll' dl!leillL 1cal u1 ,,1 rn sc,,t111 :,u me10 LOIH ef-'lcl, pe10 que .\ho1d L1en, dqudlu Ul\ u umccpto pdra todo r.,po1 que~
v::O lu Ul!lLU que p11ecie LOlll¡Jlet,u la oc>lle de ldS cond1uones 1onuene en :,1 el porq11c, 1 que 11u tiene defecro alguno en mn
1 c 11 11t1d,t:, ,1 :,tto tu11cLllnenlu:, f:,rct e, la m,ud1c1 lldtu1,tl que gllll ll :opello, que e:,, en todo c,ufiuente Lomo cond1uon, 'pa
lUllld tudct l.lLUll l1tlilhl1hl, dllll !et !!Uo \ Lilg<tt dllllCJlle 110 toddS 1ece pu1 e'>u 1111-,rno ou r leme dpt(J pcl1 d Ja neLe:,1d:iJ dbsoluta,
pu,e1 u.lll Lll, 11" [Id r,tL:ullj 1111 lOI11!2l1Zd por los Lonceptos, p<Hqut pu,e\ endo el m1'>mu todct:, Lt:, co11d1uone, pdr a todo lo
,u, 0 put ld e \.¡JL 11u1uc1 \ ul¿,u, \ po11e, pue,, pu1 fundc1mc:1Jto pu,101L. nu p1euJc1el1m:,rno LLllHhuon algunc1, \ m 01qme1c1 eo
,d¿,u l \.blclllc PL!t; L>L :,udu :,L huude, :,1 no esta d5e!ltcldo 1apdL dL adnut11 lct, \ en cu1beLuu1uc1 '>etl1:,fdcL ctl meno:, en un
en la ,oc 1 llld11ll1\ ilile ele lo dboulut,unente nece,ano Esta, ,1::ipeuo, el Lunce},tu de l.t necec,1dad 111comhc1onada, en lo que
d cU \ ¡ L rlut,l ,m clpu\ O ol lodd\ ld qued.l, bclJU t lid\ fuera nu puede igu.ll,mele nmgun dio urncepto .\j8oj [Btil-1] que, f
de L l Id un e:,pc1l w \ _¡, w \ Sl tºlld no !u llena todo olll dejcll
rnnc,tt!l lu.,,n l-' tia d fv1 v11c e~ dLut ,¡ 110 t» 111hn1t<1 en su
1e,1hclad 7151 Lus pa1e,11es1::i en L1 t1<1se e::i decn [ j su ,o)o 1onceprJ :,on
:-i1 ,tl ,,, 10 c¡uL ljl!llld Ljlll ,e,1, e"\10,lL, ultonce:, oe debe ad .tg1eg tdu de eola uaclucuon
0
m1ll1 t,uuL1u1 quL ,t!¡,o L>.blL nuoililJJllellfr Pue' lu Lontmgenle //Jl lumo "' dljera «con llene en:,¡ l c 1espue;,,a P"l" lucld pi cgllntd
e\.ble ,,,!u L,qu lc1 t und1L!Otl de otra Losa que es Lausa oU\a, pur el ft ud,udult > l Ge "-fllL\lune' 'pu1 que' \ pu1 iue nt,u1
<lt.:::il,lLdd~t:::. c.on lld) lbLUL.l\ t'l! l üll"'iL d, Üd:'.)ta1d1l11 \ ::.111 •l,:,lHh
:')1!1
, de eolct 'dlc lcllllL1u1la111fe1e11Ud hclota [!1Lga1 aj Ulld c,rnsa
de 1nte11 u"auon
que nu e:, Lc111tm¿c11lL \ que prtllodrnentL f-'Or eso e\.1Ste sm
77J3 I ª' fI,be::i qul nu t1u1L detc clo dlguno en nm;:;nn rt::ipecto que
LU!lthuu1 1 \ 11Lles,ul<ln1ente Este e:, el ,ugumt.nto en el que ld t>, éll luUO oUÜL!éllle e Ol110 umd1uu11 pueden \t¡ tbun '" l,l!ltO ,¡j 5lljt:l0
!dLUll bct:,,1 :ou p1ug1e:,o hctu<l el tnte ollgm,u10 <lc l.1 otau011 punu¡:.,,il clljlldlo t ll\O c-incepto' tumo .t l.11espue::it.1
d tudü c¡;u1 c¡ue' md1cc1dct en d Le:dt tUlllu el Du1qw~>
CRfTICA DE Li\ RAZOi\ Pl RA

por ser defectuoso y necesitar complementos, no muestre en sí No se le puede negar a E'Ste concepto cierta solidez, si se trctta
esa característica de la independencia de todas las condiciones de dcrmonn; a saber, si se ha admitido 'a la e'.istencia de un
ulteriores. Es verdad que de aquí no se puede inferir todavía ron ente necesario nrnlquiera. )'ha\ ;icuerclo en que se debe tomar
seguridad que lo que no contiene en sí la condición suprema y partido acerca de dónde hay que situ<irlo; pues entonces n~ se
completa en todo respecto, por eso mismo deba ser condicio- puede eleoir mejor, o más bien, no se tiene opc10n algl.mR, sino
nado en lo que concierne a su existencia; pero no lle\ a en sí la que uno e~tá obligado a otorgar su voto a la unidad ahs_ol_uta de
única característica de la existencia incondicionada, de la que la realidad completa, como fuente originarict de 1'1 pos1b1lrdad.
puede valerse la razón para conocer, mediante un concepto a Pero si nada nos empuja a decidirnos,) preferimm dejar estar
prwn, algún ente como incondicionado. todo el asunto hasta que nos' e;irnos forzados ;i otorgar nues-
El concepto de un ente [dotado] de la suma realidad sería, tra ;iprohación por el peso tot<il ele los argl.mwntns, es decir,
por consigi.Iientt~, entre todos l0s conceptos de cosas posibles, cuando se trata meramente de d1rtamrnar cuánto sabemos de
el que mejor se prestaría pa1 a ser el concepto de un ente in- este problema. > cuánto es lo que sólo alarde<imos ele saber,
condicionadamente necesario,) si tampoco lo sati<;face a éste entonces la inferencia anterior no ap<irece, ni con mucho, en
completamente, 11 " no tPnemos opción, sino que nos vemos una figl.na tan favorable,) necesita bene' olencia para subsanar
obligados a atenernos a éL porque no podemos desechar por la carencia de legitimidad de sus prPtensione''-
completo la existencia de un ente necesario; pero si la admiti- Pues si damos por bueno todo tal corno aquí está ante
mos, no podemos encontrar, en todo el campo ele la posibili- nosotros, a saber: que. primero, a partir de cualquier [.t\,)8R]
dad, nada que pudiera pretender, con mayor fundamento, tal [BliHi] existencia dada (aunque se<i, ;i] menos, fa p<irtír] de la
prerrogativa en la existencia. _ mía propia) se infiere legítimamente la existencia de un ente
Tal es, pues, la marcha rn1tural de la razón humana. Esta incondicionadamente necesario; seg1mdo. c¡ue debo considerar
se com ence primero ele la existencia de afgún ente necesario. como absolutamente incondicionado un ente que contiene toda
En éste conoce una existencia incondicionada. Luego busca el realidad. y por tanto, también toda condici<:'m; y en consecuen-
concepto ele aquello que es independiente ele tocia condición, cia, que por este medio se ha hallado el concepto de b cosa que
y lo encuentra [AS87] [Blil.í] en aquello que es, ello mismo, es apta para la necesidad absolut<i; de [todo] e<>to, empPro, no
la condición suficiente de todo lo demás, es decir, en aquello se puede concluir que el concepto de un entehmi:aelo, que no
que contiene tocia realidad. Pero el todo sin limitaciones es posee la suma realidad, sea, por eso, contrad1ctono con la ne-
unidad absoluta, y llev;i <iparPjado el concepto de un ente cesidad absoluta. Pues aunque no encuentre\ o en su concepto
único, a saber, del ser supremo; y así, ella 11 ;; conclu;e que el lo incondicionado que la totalidad de las condiciones lle\ a ~a
ser supremo, como fundamento originario de todas las cosas, implicado, 11 ;" de ello no se puede concluir de ningi.ma manera
e'<iste de manera absolutamente necesaria. que su existencia deba ser. por eso, condicionada; tal_ como,
en un silogismo hipotético, no puedo decu · s1 no e5ta ciert<i

7154. Ha) gue entende1: ") si ague! concepto de un ente realísimo


tampoco satisficiera completamente a este concepto de un ente incon- 1156. También podiía entencle1se: «que implica la totalidad de las
dic1onnd<imente 11ecesa1io». condiciones». ;'\lo se puede decídn, pm la sola forma sri <imatrurl, cu<il
7155. Es decir. la razón. es el sujeto) cuál es el objeto de esta 01 <ición r p]ati\·a
t u1iJH ion d sctlJer, dqm, [,, de la 11Heg11cL1d ,,eg11n t unl eptos
l<tmpoui e>td lo urnd1uonadu Ame:, bien, ,egu¡¡ e111n:, teniendo
l<1 pu,1LnlicL1d ele lUlb1de1a1 t<t111b1en curnu rncuud1t tull<tlfa
n1u1LL nLcL>,tr10:, todo, lo:, re:,mnre, e11le> lirnll<tdu, JLilll¡tk no
~J()tLmu, CO!ldl!ll !et llt-U.'Ó>llLld dL ( ll()' d }ldl lll dl l LU!ll eptu
u111\P1-,,d q11e ck ellu, lLl1ell10> De e:,ta ma11e1ct, e111pe10, eote
di L,lllllUHu nu r100 hd :,Ullllllbll ddu tll el rn,i:, rn1111mu e 0111 eptu

de Jc1:, p1up1eclade:, de Ld1 eme nece,,,u10, \ en gene1,d no ha


lug 1,1do 11c1dd
:::im ernli,ugo e:,te ,ugumcnlu 1011:,e¡\,1c1e1ld1mpo1ld!1Ua,
I
\ tlll pre:,t1g1t) que nu puede :,u le [ \ ít\lJ] [ll(il/ ,11:,tr,udu en
-,el(u1d-t prn mol!\ o dt e:,td lll>UÍ1Ul'l1Lld objPll\ d Pue, ,,u poned
que lrnb1e1 d oblrgctuone:, que tuer.m enteramenlt' legitimas
en L1 1ded de ld 1aL011, pu u que 110 tu\ wran mngmM re,dré"Ltd
l ll J,. ,1plicauu11 e\ no,otro:, m1:,mu:o. e:o de lll, que !1lJ tu\ ILr,m
motLHe,,, ,¡ no -,e pre,,upl1"1Cid un :oer :,11p1emo que puchera
cLllk'> electo\ apremw c1 L1-, le\ e' p1dcl!t,1s, de e"t" mane1<1,
tend11c1mo,, rctmb1en !et obligauon de prbtctr :,egl!lnuento d
umceptu<, c¡ul' dUnqul uu fnerdn objetl\ dmente sufíc1enres, son
cmpeto 'tgun la nwd1dd de nue,,tra rclLun, p1epunder,u1te:,,)
en e 0111p,tI,1uon LOI1 lus cuale:, no LlllllKemu:o n<1da rne101 lll
Sólo son po5ibles tres manera!> de demostrar
l llct:o con\ me eutc l:-J deber de e legn >dLdI 1,1 ac¡ lll del equ1lib110
la existencia de Dios pm la razón especulanva
et Id mdec 1'>1011 de lc1 ópec ulduo11, por medio de unc1 ad1uun
p1aLlJCc1, t incltl'oo !et rctzon, lO!llO el rna,, esuupuhho ele los lodo:, lu, cctmrno,, c¡ue cu11 e>te prnpo:,1tu puLCtu 1 ton1c1rse
jlleCe:,, no e11Lom1,u1,1 ell :ol m1:,rnc1 nmgund ¡u,,ubcM 1011, :,1 con11enzan, o bien pur l.1 e\.pe 1!Cllc hl duer llllllddd) lc1 fJdI trc u
c':,lcl!ldO bdJU id 111tJue11Ud de JTIO\ iles d}Jle!llldlltCS 110 hub1e1d ldr con:,tJtuuon de nue:,t1u nnmdu :,ens1ble, [c 0 n,,tituuonJ que
(Jbedeudu dllll LO!l defectuu>d lomp1 eri:,1011, d e'>ll'> funddrnen L011UlCl110> por llleLlIU de dt[ilC]lc1 [e\.peuencldj, \ chUencJen
to:, de :,u JlllLlO que :oon tdlt.',, que no conocemo;,, ,d menos, d pMtJr ele ella, "1gu1endu l<t::. k >e:, ele ld 1 c1u-,c1liJad, h<t,,td la
1unguno me¡m c¡ue ello:o Ccllbd !1ld:, clllct, que t:'-ld ÍllC!d dcJ llllllldo, o lJ!Cl1 punen empin
\unc¡ue este ,ugumu1l(J es eh'< lr\ <1me11te trc11i:,cendernal, c,imeme por fund,mwJJLo :,u]o lllld e;,pu1cnud rndt ter mmacld,
poll\llt' :,e b,bd Lll lct m:,uÍillL11Lhl 111t111belú de lu Luntmge11Le
l'.O l!l1puo l,l!1 o1!1lpk \ llc\lll!cd cjllc e:, ,1p1(Jp1,1du clllll pc!!d d
~t 11t1do ldlllllll hwnctllt) m,1:, co111t11Le tan pruntu lUI1lO ,,e lo 1157 En el Dllgm,d "f.hl' .i el' "legu1mo> ,, Ed ~\cdd
Lllllchll L el e'te hd>ld el L'nu \e que l<t,, cu:,,¡:, ,11f1Lll l!lUd,rn1,1:., I /J8 Lo, ><gno; dt 1nte1 rog,tt n;ll, en l" tr.t;e , dunck
t¡UL lu üÜdll~t lüd1..> ~un LLt,1 de t~l,t L!ttdu1...uurt
1
11c1cc!l ' pereLCt1. pu1 u¡¡i:,1gu1eme, deben tene1 una l,lll,d, o
1179 Cum,1 :01 dr¡e1.t •l!lld m,1 llld n,tlL!l,d del" lllldt
CRfTll "'. DE L"'. RA70'> Pl RA

es decir, una e'\1stenoa cualcrnera, o bien, finalmente hacen Pmpero, !1ldlc,m7ab1e v [es una idea que] propiamente 'ilfH'
abstracc10n de toda expe11enoa e mheren enteramente a p11on, lllíl'i pílra l11111tar al entend11menlo que pd1 a e·denclerlo <;obi e
a partJr de mero~ concepto<;, ]d e'\1stenc1a de una causa que e'l la nur\ os ob¡etos Aqu1 se encuentra algo e'\ trnño \ ahsm c1n qut
mas alta [A"J<)l] [Bb!CJ] I a prnnera prueba es lafiílro teolog1ra la mfci enoa que\ a de una e'\iqenci.i dad<t en genei al a algtui,1
la segunda, la rom10/og1ra la te1 cera, es la prueba 011tnlog1rn ;\o E",i'itenua ci bsolutc1rnente nf cf'<.,,1ria, pa1 ccc [una 111 fe1 e11u<1]
0

hav mas [pruebas] que e<;tas, \ no puPde tampoco haberla<; impenosa ) c011 ecta, \ 'ill1 embargo tenemos entera mentt
Demostrare que la n11on no logra nada, 111 por uno de e<;tm contra nosotros toda<; las conchuones que el entendimiento
cammos (el empmco) 111 tampoco por el otro (el transcenden clehr <,atisface1 pa ¡a fo1 m<ir'le un concepto de t<i l nece'i1dMI
tal),\ que despliega nrntilmente <.,us illa<; para remontarse fuera En todos lo'l tiempo<; se lrn hablado del ente ahw!11tam111tr
del mundo <;em1hle rnec!Jcmte t l mero poder de la especulac1on nrrr1m10 sm que se hava hecho tanto esfuer70 prn enlt'ndcr
Pe1 o en lo que 1 espelta a 1 01 Jen en que e<;tos tipos de prneba si acaso se puede, qqrnera, pen<;a1 una cosa de e<;a especie \
deben ser presentado' para <.,1J e'\amen sera precisamente el corno <;p puede penc.a1 l<i como [el psfucrzo que se ha hecho]
mverso de aquel que sigui> la ra?on que se enscincha mas\ ma'l, m<is bien por demo'ilríl1 <;u e'.istencia Ahora hwn por ne1to
que es el orden en que pnrnet0 los hemos chspuesto Pue<; <;e rpw una defi111c10n nommill de ese concepto es mu\ faul a
'era que, aunque la e'\penenoa e<; la que da la pnmera oca'l10n , ber, que es algo CU\O no 'ler es imposible, pero con e<;to no <;e
0
pa1a ello, e<; <;111 embargo el mero ronapto tramrendmtal el que gan<i ll<tda en la [Aí'l \j [Bh21] comprenc.1011 de l,15 condirnme<;
conduce a la razon en este mtento de ella, \ el que en todos que h¡¡cen 1mpos1ble 11 con'i1derar el no <;e1 de una cosa como
esos ensayos establece la meta que ella se ha propue<;to Por ah'>olutarnente 1mpemable. \ que son p10prnmcnte lo que se
eso comenzare por el examen de la prueba transcendental,\ desea saber, P'i decir, s1 mediante e'e concepto pensarno<;, l 11
vere despues que puede hacer la ad1cion de lo que es empmc o gencrdL algo, o no [pensamos nada] Pues el chmma1 rnedwnt(
para aumentar la fuerza demostratl\ a de ella Ja palabra 111rnndwn11adn, todas la'i cond1c1ones que Pl entend1
miento siempre reqrnere para c01n1clerar algo como necesano
es algo que esta toda\ 1<1 mu\ leJOS de hacerme entender si M ª'º
entonces, mediante un concepto de lo mcond1oonadamente
[A í<J2] [B620]
necesano pienso toda\ ia algo, o qrnza no pienso nada
Sección cuarta del capítulo tercero ,\las aun se !ld creido e'\pht a1 por medio de ll!M multitud
de ejemplos este concepto a\ enturado meramente al anr \ qw
Dr 1 \ n1Posrn1un \D nr 1 lN \ rRurn \ O"lIOLOGIC \
al final se ha\ uelto enteramente cornente de modo que tod,1'
las ultenores p1eg1mtas por -;u mtPlig1hihdad han parH ido del
DE l \ r \l'-fl:, '-IC 1 \ Df D1ns
torlo mnecesanas loda propns1c1011 dP l<i geometnil p e¡ que
Por todo lo antenor se 1- e fac1lmente que el concepto de un un t1 1a11g1ilo tiene trPs ¡¡ngulns ec. ab'>nh1tamentP necesa11<1 \
ente absolutamente nece,a11n e<; un concepto puro de la ra7on del m1'irnO modo se hablo de un oh¡eto que e<;ta enterarnentl'
es decJr, una mera idea, t U),, 1ealidad oby·t1\ a dista mucho
de esta1 dernostiada porq11e J,i ra?On tenga nece'l1dad de ella,
[es una idea] que, adema-,, <;o]o mdica nerta mtegndad que P5, /760 '-,e h,i -,uge11clo lee1 MJ111«nece<1110 fn luga1 de w1pn,1hl1 1

,¡ 1ge1enc1a de '\c111e 1e1 og1cL1 poi 5chm•dt


Y( ,._\ l C.L ¡ r "\ ¡ O¡)

rut Id de la e:,h r,t de 11ue;LlO t•nrend11n1c:nro cumo ol o,L en ten


0 que pudtt:ra haber cunr1ad1LL lL n, pues ld ( l» 11w ue1" '¡dt >él
diucl mu\ b1d1 lo que ;e qu211'1 deur LU!l el LO!lLepto de el nece,atrd e\.fenuunente, u1 l. 11Jtt1rn, l"1 I¡lUuJ lh11j tJtcL1
lodu, l<» c¡emplu, ,tduudu, e>tan wrnddo,, sm e'\.cepuon, ¡me'> e on L1 ,upr e,1011 de lc1 u"a l1!bllld Lctbe1, O>ll¡)' imtdt) a
:,ulu de ¡wcw:,, puu nu de luóW \ de la e,,,renL1'1 de ell,1s Pe10 la \eZ todo lu interno D1,i,, e' tJ111rnpote11lL, e,re n td1 ¡t 1,10
le! 11eLL,!dcld lllLU!ldll l0!1ddd de \u, jllll lUO, lltl [.,O, l!l1d ilLLt'Sld,1d nece:,dno I "on1111¡,utu1t hl nu ¡iuc,de 'u ,u~,1 m11dd ,1 pc,11t"
<.lb:iulutd de lct> LO,,d> Pue; l" nece,1dctd "tb,uluta del JlllllO e:, ll lld dn 11 ucL1cl e, d, ur, Lll 1 t ¡¡ l<' u 1hmr o [p ue :o 1-lCJlld , , 1de11 lle u

,ulu una nece:,HL1d cu11d1uonad,1 de ld Lma, o del [-\ 'íl1-!] [Bb22] al concepto de e,tp PL 1" ,1 de u" Du11 110 d t 1H,,11c,, ,1 1 t"old
,r, ( licdl lu del ¡wuo l 1. prupus1uun pr ec edentc no dE:u,1 que dada ni Id ornmputellcJd lll nu.gun urrcl de Ju, p1 .::,ilctciu, ,k
1 el pue, han s1du :,up1111.1,1u, ltJdo-, jlllllo cun li >llJefu , u1
ne::. a!lf.!.Ulu, "'n clb::.olut,uncntc nece:,'1nus, :,mu que b,11u lci
Lu1HJ1L ~ur1 de que e\.btct que e>te d,1dol un t1"mgulu t'\.10,ten e:,e pulodlll!elllU 110 cljldltLC: lll Ll rnao, l1lllllllld Ldlll!ddlLCluu
tdmbien , n d neu.>,drhlflll nte tH'' angulo, Sm enllJcugu, e>l-l Hdbeto \ btu, pues Ljllt >1 >upumo el pit:dkddu dé un JtllllU
11 eces1dctd log1Ld hct dunustudo lrene1] un poder de ilw,wn t,m
jlllÜdlTieJHe LUll d olljltO l1ll1l( d puede StlrC,il Lllld L0!1ll-tdlL
(:,ld!lde que ,d hctLu0>e uno un concepto a p1w11 de Ulht co:oc1, CIO!l mterna, ,ed cu,t! fu(,, el p1ed1(ctdo ~uº" 'Í'1tll" Jhu1c1
que l>tctba di:opllLSlo LlL red mod0 que en l,1 op1rnun ele ,mo otra escapato11a que cleur 1'- ha) >llJE'lO'> q¡¡e nu f1Utdu1 ,u
jinhrnu\ u1 ,u L<J!!1pu·n,1un ,1lJ,ucc!lJct tamlJ1cn la e-...1,,tu1uú, :oupnrmdos \ Ljlle poi le111tu deben ,,ub,blll Pe1<J eso ,e11,1
unu uu,1 podu mit:nt cu11,egu11dc1d que, pue,to que al ubjdu cumo deu1 c¡ue hc1; Slljt'lu1 ab,olutamenre ne' esc11ws, que e,,
de e:,le cu11Lt:plo ll co11 L,pu1Hte nelL,,H 1.1rnu1te le! L '-l~t enu.i, lllM prbUpl)O>!Ll011 Lll\ d ILgJtmuc!dd p1ec1:,.tmelHe he puntu c!l
e<, deu1, b,tJU !et Lond1uo11 de que) o pullg'1 e:oú lO'd cu mu dctdcl duda ) LU >-t po,1bil1tL1d queJhilS rno-,tr,u me Ptu:::' nu pued(J
(e-...blullei tc1rnb1e11 ó:>Ll e\.lolenua es pue:,ta 11CLL')df!,11llellle hacerme lll el ma, 11111111110 CO!lt <'pto de una co5a qut: ,1 fue1d
;:,eg w Lt tq~l.1 lil la 1dcnudad \ que p01 e:,u e:,e ente e:,, el ::ouprnrndd LJLllltu] con tudcJS ,us p1ulll ado,,, [-\í'lo] [Bn2 Jcj
1 1
llll\ll1cl, dU:,olur,1111uHL llt.Le,,,uw, pu1que ,¡¡ e'.tO,lellLld es pen <lejdfa trd:, ,¡ una cuntrad1cuon, ) srn L corn1 c1ci1c uon no
odd.t en un e unu pttl ,u¡JttLSLU a cc1p11d10, \ bdJU l.t Lond1uon tengo, por medm de mt:'ru:o cu11LefA°' puru:o a p11,111 111ng1ma
de qm \O pungct el ubJ~tu de el caractenst1ca de la 1mpos1b1hdad
::i1 Cll Ull JlllllU tdell[!LO 'll\lllll10 el p1edJCMIO) Llll1ó:>tl\0 Contra tocios e:, tos 1c1uuumos Ulll\ ero,de~ (d lo, cllalt:'s
d >LIJLLO, ou1ge u11c1 contrddicc1on, ) por e::,O cl1¡.,o c1quel le nmgun St:'I humdno puedt' negc1rse) me desafiai,, \ osot1 os c un
l Ul l e-,pundL' el e'ote neLeó:>dl ldlllLJlte Pe1 o ::,1 SU]ll l!IlU el '>ll]LlU un ldSO que p10!--'onus tumo unct p1uebc1 p01 el Lechu [c!euo]
Jllillu Lllll Ll p1Ld1c.1du L!llume:, 110 ;,urge cunnc1d1cuu!l algu que lM; un cu11ceptu, > pH'U'dll1ente solo este umco, ' tn
nct, pue:o 1w /w¡ ¡a !Ullla l un lo que puedct Ji,d..Jtr Lunn ,1d1L urn1 el cUctl el no su, o b -,up1 '-~wn de su olJ¡eto, e:, en ,,¡ mi,,11M
Pune1 tlll t11,111glllu \ :,uprnH!l, empero, los Lre> ,rngulih de el, cont1achuona, \ este e> l I concepto del ente re,tli,,11110 E,re
e:, Lu11l!c1d1LlcH10, P' 10 :,up1u11ll el t11c1ngulu JUlllO con 'Lb t1e:,
,\11.',llllh llll es rnng1111d LUllllcld!LL!Oll E-.,1dclll1Ll1ll' lu l1ll:,l1l0
1161 P10lML!unulle h.t¡,1 c1ue tlllLnde1 aqL<1 «el concepto dte U1,i::,
ucu 1re con el LOllLcpro de u11 ente <1b:,ulutctmente lll'lé>.1110 e& identteo ,¡] cunceplli dl un t nt1 tlllllllto»
1\1LJ)j [lHil-lj :::i1 ,u¡llll1lb l,1 L'1Sle11ud de el, ottpllllll> Lt L05d l 161 ln el Ul igm,d «llU u, c¡t.L dd ,tlllJt,l ultd hulp 11011,1 que [.tquellct
m1orn,1 ulll t1Jd1J\ oll'> p1ul1Lctdu>, cele dn11de hdbthl de \t'llll >egun L1 cu.tl] debe1" cleu1 ,,
dltuuce' !et LOI!tlctd1u llm' Ln lo t:;,.te1no no hd) JMcL1 lOll lo lló) Re,.dlctdo con mct¡uoc.JL1 , ,111 b,1't,udd],i t'fl el 01tgrn,d
(~[u1en»
lRITllA DE L.'.\ RA7Cl', PlRA

posee, deC1s, toda 1eahdad, \ esta1s autonzad 05 a 5uponer como no es mac; que una miserable tautolog1a I <l pal<1bra re<1l1cl id
posible un ente tal (Jo que , o por ahora concedo, aunque el que en el concepto de la coo;a suena diferente cp1e [la palabra!
concepto que no se contradICe a s1 mismo dista mucho toda\ 1a ex11tenua en el con< epto del prechcado 110 1e111C'h e e<;to 1
de demostrar la po<ab1hdad del obieto) 11 " 'h
1 b
n ora 1en, en a
¡ Pues 11 llarnaVi reabddcl tarnb1en a tocio pone1 [cle¡ando] 111
to ta 1dad de la realidad P<,la cornprenchda tambien Ja e\ !';ten na dele1 mmado que es lo que pone11) habei1 pue<;to \a la losa
por cons1gu1ente, la ex1stenc1a esta [contemda] en el concepto rnn tocios 111s pred1cddos en el concepto del Sl!Jeto, \ la habe1s
de una cosa po51ble 111 rA:J<)/j [B62 5] 'Si esa, cosa se >upnme tomado por efect!\ amente real,; en el pi ecl1rado [ \ 1<rn] rBh~h]
entonces se supnme la po<;1b1hdad mterna de la cosa, lo
es contrad1ctono
qu: solo la repet11 S1, por el contrdno, adn11lJS, (orno debe haLe1 lo
en ¡mt1oa, todo <;er rauonal, que tod<1 propoc;1l 1on e">1stenu,ll
Respondo habe1s rncurndo ) a en u na contradiccion ec; smtetICa, <como quere1s afirmar, entonce'>, que el pi ed1carlo
cuando, en el concepto de 1ma co5a que prelendmis pensar dP la ex1<;tenua no se puede sup11mir sm contrad1Cc1on' Puec;
5olamente en lo concermente a su po<;1b1hdad, mtroduJi'iteis "ª esa prerrogat1\,1 ,o]o les corre,ponde d las [propo,1c10nP'>]
d1<;11nulado bajo algnn nombre cualqmera. el concepto de la analit1cas, ( l l \ a ca1actenst1La precisamente se ha<;,1 en eso
existencia de ella S1 se os ad1mte esto, entonce<;, en apanencia, E<;perana amq111la1i;m1odeoc; esta aiguoa <,ut1l, por med10
habeis ganado el Juego, pero en \ erdad no habe15 dicho nada, de una determ111ac10n exacta del concepto de e'o~tPnoa, s1 no
pues habe1s mcurndo en una mera tautologia Os pregunto la hubiera encontrado que Id 1lus1on [que cons1stt] en la confus1on
propos1c10n esta o aquella cosa (que os concedo que es posibl de un predicado logico con uno real (ec; dern, [con] la detenm
cualqmera que ella sea) existe e"ta propos1c10n, digo, ¿es im~ nac1on de una cosa) rechaza ca<;1 tod,1 enmienda Iodo lo que
propos1c10n analitica o smtet1ca? S1 es lo pnmero, entonces uno qmern puede sen 1r de Jned1cado logun, hdsta el 'iUJeto puede
con la ex1stenc1a de la cosa no añadis nada a vuestro pema ser predICado de s1 mismo, pues la log1c,1 hace ab-.,tracuon de
miento de la cosa, pero entonces es necesano, 0 bien que el todo contemdo Pero la determmarwn e<; un p1ed1Cado que se
pensamiento que esta en vosotros sea la cosa mi<;ma, 0 bien anade al concepto del SUJeto,) lo aumenta Por cons1gmente
que ha) a1s presupue<;to una existencia como s1 formara parte no debe ec;t<lf ) a contemda en el
de la pos1b1hdad, Y luego ha) ais mfendo la existencia, segun Ser no es, evidentemente un p1ed1(ado real, es dec1r, un
lo que se pretendia, a part1r de la pos1b1hdad mterna, Jo que concepto de algo que pudiera añadirse al concepto de una
cosa Es mera pos1oon de una cosa, o de ciertas determina
7764 El concepto es siempre pm1ble s1 no se contrad 1cp Esa e 5 Ia rn
nones en s1 mismas En el mo log1co es solamente la copula
~a~te1}s~1ca logica de la pos1h1lid'ld \ poi elh el oh1eto de el SP d1stimn1e de un Jll!CIO La propos1c10n Dws es omnipotmte, contiene
e m 1l negat1l11m1 Pero el p11ede <m Pmha1 go ser un con ce to va~ dos conceptos que tienen sus ob3etos D10s) ommpotencia,
fª1 nocua~eeyemuest1 1
a en pa1 tinila1 la realidad 'ohJPtiv a de la , 1 ~te\JS p;r
concepto es enge>drado, lo cual se basa s1em e ern Pro
la palabra es no es ot10 predicado mas, [A5lJ()j [B627] smo
1 solamente aquello que pone al predicado en 1elac1on ron el
tal como se mostro masan ihct en prmc1p1os de la expcnti1C1~ p0fible
\ no ~n el pnnc1p10 del an ih11 lp11nnp10 dP contiadirc1on' Est1 es
;ma a \ ei tenc1a para que a partu de la pos1bd1clad de los con re tos 7166 La frai;e "110 resueh e ei;to» es de d1hc1l mterp1 etac1on Prnb'lhle
\[~ogitcadl
1,0 a e dnt
noKse i]nfiera mmedntamPPte la pm1b1lidad de las co<as (1r il mente qrne1 it declf «no resveh e el p1 oblPm>' o «no a\ 11d'1 • de c1d11 \J
se trat3 de una u otra de las opc10nes planteadas en L1 01ac10n p1ece
1763 L1te1almente <en el' ( nceptu de un posible' dente, Pero el veibo que t1aduc11no1 p01 «Jesohe1» e< poh,emJCo
1_RITll ,_, Dt '--~ {- U\ "l ~-

,u¡t w \hcn c1 bH ¡, ,¡ tumo di ;,u¡eto \ÜHJ>I ¡unto con todo, de 1111 e uncepto .\derna.:, ,1 en Ll rn e u~d concibo todd r eah
"1' ~)[ld lcet\,¡-, e11trt luo, que c,ta ld1l!Lru11't ornn1potenua d,1c! e\.cepto und entonces con que \o d1 6 ct que e,a CO;,d
\ d1~u Dwi <l l h ' tlll Dio' ulttll1l t' nu le pon 0 0 rnn¡,un ddectlHha e\.bte no se le dnade !et redlid,\ll de la qne uHcLld
pri dHado llllc' u ,d uJllLL}Jlc1 de D1u, ;,1110 L¡Ue [pongo] :,o smo que e\.I>te con la misma ca1 e nua con qne \o id habld
!,u11L11lt ,d ;,UJLlu u1 ;,¡ rn1;,rno cun tudm, ;,¡io p1ed1ec1do:, e5 pensado pue, de Otro modo lo que e ,!;,Le ,ena Otl el CO>d
tltu1 [pu11...,u) tcl ub;llu u1 1t-1'1uon e on 1111 wnuptu .\mbos que lo que\ o lMb1ci pLnsddo -\hmo. bien si conc1bc1 un ente
deben co11tt lll1 e'.,1ct,.i11Lnte lo nn;,rno \ por e:,o '11 con como [s1 el fuera.] la suma 1eühdad ,m cMenu , entonces
,, plo 0,1~ ~'-Pie,a ,ul lmd1k lc1 po:o1Lil1dc1cl no puede >erle sub:,1sltc toda\1a siempre L1 tUe>l1011 de :,1 [Lse U1lt] e;_1;,te o
¡ td1du ,, d l ¡,,.¡ ,¡ ¡'u1qut tJ f1Id1Sl oll llJjUü corno dc1do no Pue5 aunque a m1 conu pw n 1dc1 le falte del p<Js1ble con
1h,olut<1mentc. !J' 1 11 ed!lJ de !et e\.p1e;,1111 el t ' 1 a;,1 lo temdo real de una co,a en generdl falta eJllpe1 <> todü\ ia albo
deLt1\ '1ll1ente re,tl nu tu1H1u1c !1ddct Illd;, LjUC lo 111e1aniente en lc1 re!dC!Oll CcJn !lll uitell t '-tddo de perbar d Sdber, que el
º'
posible L 1u1 ¡,tlt 1 tlectn drnull<" J ed lt;, JH> con nen en fütda conoum1u1to de e:,e ub¡eto \1 a po~iblt tambien a poJ/u wn
llldo qut [ki que tu1ll1u1u1] C!Ll1 !talero:,] pu,1b\e, Pue:,, como Y aqu1 .:,e muestra r,1rnb1en L1 cc1dsa de la d1hcult'1d que en
t '>ltl~ -,1¡,rnf1c m Ll Ll'11uplll i111e11t1d:, que aqudlos [s1¡,mhcdn] esto impera Si ,e natc1id dl un ob¡etc1 de lo:, sentidos 'ºno
, l ubjLlu ' l" p(J;,lL1011 de el e11 si 1111;,rno en cdso de que este podnc1 confundn la e\.10,1enc11 dt lü cosa con el me10 concepto
lllllll\ ll oL ll1d;, que dque! lnl L011LLf)lO fJO e\.pre:,cl!ld todo de la cosa Pw_ ~por mulio del concepto el objeto e,, pensado
, l uli¡t LO \ ellldnt u, lltl se11'1 tampucu el concepto ctdecuddo solo como conco1 ddnte L(JI1 lds cund1c1ones Ul11\ er;,a]e, de
de el l'ell1 en m1 ¡Atti¡¡nunw hd ~ nMs ton lus uen taleros un Lonoom1ento emp111co ¡1o'!b!e en general m1ennas que
dtLll\dlllentL rcdko lJUL con el 111uu (uncepto de ellos ,es poi medio de la e\.1stenud '°'
peii:,,1du corno conrerndo en el
ele tu , on ]d fJ\''1bil1dMl de ello:, 1 Puó el objeto, en la red!idctd contexto de la ellle1,1 e\.¡wncnua, [-\ti01] jBo1lJ] as1 pues
cktll\ c1 nu e,r,1 ,olu cu11ten1do en rn1 concepto an,1ht1Cct por med10 de !et conl \.!Oll ton el conte111do de la entera e"
lllLlHL :,mu qt1e se dllddL :,111tLl1Lan1ente d m1 concepto (que penenc1a el concepto del ob¡tto nu es amnentddo en lo mas
1111 1 ddu rn111<1t wn de m1 e,t,tdo) sm que por rned10 de rmmmo pero nue-,t1olH11~d1111ento rec1bt por mtermed10 de
b k J¿r "'.lt no1 d irn cont.-Lpto e.>o:o uen talei u:, pen.>ado, el, una po~1lile pe1 cepuon nns ~1 por el conrrano querernos
ctume11tcn ello:, m1s1nuo en lo !TidS 11111111110 pensd1 la e\.1~tcnu'1 :,ulu poi mullo de la c.;ttegona pma, no es
[ \(¡\l()j [fü¡l\] l'u1 lctlltu s1 piui;,o una cusa pu1 med10 de maravilla que no podarno~ aduu1 caiaue11~t1ca algwu para
lus t'1 cdtL tdu:, que \u qu1e1 a \ pm cuctntoo pred1cc1dus \o d1:,l111gmrla de ld rne1ü pos1b1hd,uJ
c¡u1uc1 111.Juso u1 la duumlll<lUOll 01rm1mudd) no se anade
m lo mas m1111111u <l lc1 cu:,d con que \o anac!a esa cosa es
Puc~ d1e nu ;,et ,i:,1 ki que t, \.blll!d no send prtuoamente lo 1768 lonw '1 d11e1 d Lod" Lw t ,tl1d ide' t:\.cepto un'
llll,!lllJ Cjllt 'u h,tbtc1 pu1Sc1do en PI LOl1Llpro, s111c1 mas [que 1169 Heun,udh e\.pltc 1 1 o 1ue [ /alta p,u \ l 1 e"\.1,.Lenu 1 no e,
,_.,oj \ \ i 110 pud11c1 d~,u que t..\.1'le pauscemente el objeto una 1tal1tm >lllO l' 1 eldl ttlll cun mt ut ido total del pen;ai P n ,1 \d,
co>,t> dd mundu fenumLfllUJ c'u >1grnfü L po>1ble Lump1ub 1uun 11
po;terw11, ;,e"un el p11nup1u rnoCJ 11del11e,1hdad decll\ 1 Henn;,ot__bt
Tram:¿uzdt11!11h D1..thl t1!c. p lh J 1 u1111c a B 27 2
\}Ji l l ll oLl l \[ \ U l e l l d1 \ , n b·i.,t lr 7170 \u e, LI 110 el ,11:,rnhc tdo Je J, e'-.p1es1on que t1,lduumo;, pm
lite tl ll"JJld .1:,1 pul' da dom
650 1"1"1t\\l'Fl K1\NT CRITICA DE LA R1\ZÓ1' Pl'RA

Contenga nuestro concepto de un objeto, pue>, lo que l l célebre Leibmz e<;tuvo lejos de alcanzar lo
quiera, y tanto como qmera. debemos salir de él. sin embargo, idea,é~e;~ett:1{~~ \abcr logrado, a ,aher. [estu\ u lejos dej ;,u
para otorgarle a éste Ja existencia. En [el caso de] los objeto5 de que .- de co1nprencle~ a pnon la posibilidad de lln ente
pretens10n
los sentidos esto acontece por medio de la interconex_ión con ideill tan elevado. 1 ¡ -
alguna de mis percepciones. según leyes empíricas; pero para ' . . te s<1n perclirl.os tocio el esfuerzo ve t1a1a10
Por cons1g111en , · · 1, l
objetos del pensar puro no hay medio alg1mo de reconocer s a 1~1 tan célebre prueba ontológica (carte:,1ana1 e< d
dedicado' · d tos, \ un se1
la existencia de ellos. porque debe ser conocida enteramente existencia de un ente snpremo, a p<1rt1r e concep , _, ,
a pnori, pero nuestra conciencia de toda existencia (ya sea humilnO anaría, con las meras ideas, tan poco en conoc_urnen_
inmediatamente, por percepción, o por medio de inferencias t com~ [lo que] un comerciante [ganaríaJ en capital. s1, p<ir<1
que conectan algo con la percepción) pntenece toda entera os. _ l s cero<> a su arq11eo
mejorar su situacion, agregase a g-uno
a la unidad de la experienciil. 1171 y si birn no puede decirse
que una existencia fuera de este campo sea absolutamente
imposible, ella es, empero. una presuposición que no podemos [.\1;01¡ ¡nn11
justificar con nada.
El concepto de un ente supremo es una idea muy útil en Sección quinta del capítulo tercero
muchos respectos; pero precisamente pcn que es mera idea,
ella es enteramente inepta para ensanchar, por medio de DE l ' J\tPOSIBILID.\P DF CN \ rrz11EB.\ cnc;\1u1n1~JC'
ella sola, nuestro conocimiento, con re,pecto a lo que existe. .. · DI: L\ nisTF'\CL\ PE D1m
[A602j [B630] Ni siquieril puede informarnos algo más sobre la
posibilidad. 1172 La característica analítica de la posibilidad, [ca- fue al(To enteramente innatural. y una mera novedad del
racterística] que consiste en que meras posiciones (realidades) . . º 1- f o el pretender obtener de una idea concebida
no generan contradicción alg1ma, no puede 'erle denegada a mg~~~~1::~0e~t:~a~1ente caprichosa, la existencia del ohjet_n
él; 11" pero como la conexión de todas las propiedades reales de c1- En verdad nnnca se lo hahnc1
· que le correspon ia. · ' .d ¡
en una cosa es una síntesis, a< PI ca de cuya posibilidad no po- m1sm 0 - , no l1ubiera precedido la neces1 at
· t tado por esta via, s1 ' . 1
demos juzgar a przori, porque las realidades no nos son dadas m en ' _ d ara la existenoa, a go
subj·etiva de nuestra razon, e suponer, P . d n a\
específicamente. y aunque esto ocurriera, no tendría lugar en pudiera etenerse e ,,,
necesario en general (en l o que un 0 'd d 1,L, ,
ello juicio alguno, porque la característica de la posibilidad . l azón uesto que esa neces1 a e E na '>f i
ascenso), y s1 a re . ' p p. o se hubiera visto forzada el
de conocimientos sintéticos debe buscarse siempre sólo en la . diciom:1da V cierta a nm1, l1 e • , •

experiencia, a la cual no put'dc pertenecer el objeto de una mcon , ,to que en lo ¡1osihle. satisficiera tal ex1genna,
buscar un concep , . · S . -
v diera a conocer. enteramente a pnnn, una ex1s_tenoa '_e el e\ o
) l - te en la idea de un ente iealís1mo.) eqa sol,1
7177. Como si dijera: «toda nuest1 a conciencia ele toda existencia f.,.j efncontpra]:aºdaª eass1· para el ccmocimiento117' más determin;ido de
lJene su luga1 úrncamente en la urndacl dt' la experiencia». ue e1n ' ' e , , • •
7772. Quizá pueda entende1'e también «N1 SH]Uiera puede mfo1rnar-
nos sobre la posibilidad de algo m;ís».
---~ ¡ "'ésta fuP ern}1lecda. as!. 'ólo par;i
77 73. P10bablemente ha;. a q1ie entencle1 aquí: «110 puede serle dene- ¡ 17 J. Tarn bién pocl11a entcm e1 ""-
gada al ente sup1emo». el conoc1miento».
b ;-,
)- CR.fltC-\ Oc t~ ¡-{LO\. l:LR....,

<ll¡t1dlu d< crc..i de lu t u,d \ <l se eotab.i con\ enL1do, o persuachdo e\.peue11' "' en ge11e1 al, d !d e>..1stc lll Id de lo nec eodflU Pur
pu1 olJ u ld(L1 de q uc dcu1J e \.1'lH, d ,abu, del ente nece><lllO wn:,1g1ueme, 1a pi udJ<l wm 1 j!L,1 ¡;tinro de p 1, nd,, prnprarnt n
Puu e11lullL-:-s 'L uudtu é'ct mctrchd 11<ltural Je la razon, \ en k, la e\.penenc1a ; poi "rnro no ,e de,'lrrolla en tu amente a
lug,u JL te1 t11t11 tl , ti e''- l Ollce 1Au oe inte1ito co1nenzc11 por pnoit, ll 01ltu!(JglC li.lLOll \ uJl11\I el Obje[() de toda e\.¡Jenen
ei fl<lld J, dul 11 dt Ll Lt llLl é'>ldaJ de la e '1:,lu1ua [neceo1cL1d] oa po,1blt :,e tL11n,1 m•md'' Lntunce:, elld oe \l,1rnd por e'o
quL el t:'Jldud JL.ll!lddo c,0lu a :,uplu [ -\llO~J [Bh31] De aqm Id prueba (UjJJIUÍU::!,ll z lom() t lL1 clckrnao ti::ice abotracc1on de
'ld .>:,Iu Lt !11 du 0 1 td,1 p1 l!L ba u11tulo.>:,Kd, que 110 "ont1ene nadd tud-. p1c1p1edad µdt t1ud t, de ]u:, ub¡eco, ele Lt é' pe11e1ic1a oui
ljlle ptit J¡ odtl,ldLt:i m ,d entu1dm11ento sano\ natural, m la tUcd e,té mundo pocl1!d dhtmgmrse de tock, [<Aro mund.il
<ll e\.dilll ne intu111H 1 la:, e\Jgenucb dcadernJLas pu>ilJle euto•1ce~ elL1, Vd en ~u dr 11um111dc10n 'e cl1:,ung,1e de
l ¡ µllllOLI uJll,ulu~licl'!llL \di110,dt:\<ll1llllul <lhUidLÜ!bef\d lc1 prncba f¡,!Lottu!o¡;1u1 q«t.. 1u¡lllue, pür 1,11' ,1rgHrnu1tac1l,
!1,, Jlt J<JLLlL l 1 iuc:,1lLtddl"olulctconlct;,umd1é<llicldd puo nes, ob,en duunes de L1 p1cL uh u LOibtlluc lüll de e,re n1unc"L1
ui ltlt,-ll d1c UJJ c 1t.<I u,mo L1 p1Lcedulte, ele lct ;,u111<l JLdhJ,1d :,en;,1ble nuestro
,' lc1 m, Loddntl de l 1 t q:,tu1L1,1 condu; e ma~ b1e11, de b nece Pero ld pruc La cuntlllLlct -,n mlu enua el ern, nece~.tllO pue
01dad llll u!Lh< lt 11dcia p1 C\ iamu1le dada, de al3cm ente a la de :,eí deter •TI!llddv ;,,J lo de tll1d umcct mdner <., e:, decir [puede
ll"ctl1dad il111,iracic1 de e,te,) <ti bctcer e;,u, ce! meno;, encamllhl :.e1dete1111111c1du] Cl>ll t espe~W , t0clu:, Jo:, pLb1ble, prcdtlcdo,
tudv 1c11 l.\¡" LiL lü111"Jdo de láLU!hll que 110 ;,e 0 ¡ ,e1c1 r,H iunal opuec,to-, ,olo pm m1cd10 de ll!lu de ell0,, e,, Lun,ecuenu:t,
0 JUÍi;,lJLO rJLLU cjllL _j tlkl1U' e:, 11dllllaÍ,) que trae aparej<tda debe :,t:r Jett1 mrnc1du li /,un ntc por 'tl re lllepto \.hora
L1 nu; 01 ¡Al 'll"o1011 no :odllmente pa1a d entt:nd1rn1entu bien solo e" pu:,1Lle un 11rnco Lür1Lepto que [:o.endo] co11cepto
Lon1mi, ,,11u t_,n1l 1u1 pct1ct el e;,pecuLtl!\O, d::,1 corno ldJll[)Jt:'n de una Lu,c,, ]d deltt l1lllll a esta ll pi w1 l LlHnpL::tdmeme d ,;::be ,
t1a¿c1 \h1ble111enl0 Lh p11muct:, luKdS tuncl,une!lld]e:, de tud,1s el [co11Lt'ptid dd u1/t:., r111fo,1m1, por curb1gLt1ente el e 01,~eplu
Lb pr u1cb,i;, el¡ lc1 tcolugld natu1dl, [lmed:,] que ,1empre se han del eme :edl1,u110 eo el [ \hUb] !BIJ -3 J.] •llllCO pm i11e :10 del
;,e¿cudc; \ quL 't '>t'guuan, pui mucho que se las esconda) cual ~uecle ,er pens.tdo un ente neceodt w, e, deur e\.bte
ddur ne con l,'!Jld f¡ ondo;,1cbd ) tantos dl 1eqm\ es como ,,e neu,:,arJc1mentc un ente su pi emo
qmt>1 a f ,,,::i prw b.t, que Le1bmz 1lctll10 tamb1en lc1 ¡pruebct] f,¡ <'-'.>fe a1gwne11tu Lo,mu1051t o se ¡untáll t11llu.o pr111L 1pw:,
a w11t1ru;v11l1c1 nw 11J1 e;, ld que ,d1orct pondit:rno:, a la \ 1:ota ) sof1:,t1co,, que la 1:tzon e:,peu1l 1tn a pal'ece hc1ber apebclo
;,on1Lle1 él1lu:, d e\.,L!l1Lll aqm a todd ~u h,1b1hdctcl chccleu1ca púra p1cKlL1u1 la ma\ 01
D1LL, pu~;, '>1 ,dsu C\.1;,te debe e\.btir tdrnb1en un ente apdutc11c•a 1lu:,01 hl trdt1"Lende11t,d posible Pero\ ctmos et dejilI
c1b;,ulut,m1enk 11u e:,d1 iu -\IKHd bien, al 1nenos 'u rn1s1no ex¡, de lado pur el rnumcmu, d e\. 1nien de ellos, pctrd poner ele
tu, ¡iur LUIL1gu1c uk, e: ''1'1e un ellle Llb,o!utctn;~nte necesano
I « pi Uilbd. rnei101 contiene unc1 [AtJü5] [Blí33] e\.pe11enc1a,
Li p1em1oct mc11u1 ltuul!ene] la conclus10n, d pa1t1r de una //17 E,L,l rnfe1t-nc1,1 eo dem btddu LUnoudct p hd q1 1L >e~ nece,,u1t1
e\.poneil" dqui !d1_,;d111u11e ':le La"" d1 L1 p1t.0um" le\ n,1tu1.d nano
leudentd! de lct L-tu:,,d1d,1d q tu Je lu '.,1.llilJ,Ul!, t1c:11e >ll ulU>" Lt
cu,d, s1 ell..t e.:-i ..t ,:;u \ eL
l u11l111 itl dt bt. Le11e1 1,::,L1dlrneI!lL un l l dU~..t
0
I1 ! l ullLtul ¡;tlclu,1 eulc11dt:i::.<c «que el eot,1b., dL>llll tdo >Olo á há>ld que [,; SU!t CÍe lct:, uluScb ,ulJu1di.1,L,l,b tll1d5 d ()[¡,¡:, kdl1llle
l tll1ljJlc Lu fo1¿0,amenle en un 1 c,uh.l ,,t" ldt,111e!lle neceo,u1a, ,m J,1 cu ti , !L1
1171! l u 1iu >! dqu" m p.uct el ,<tnu \ n,11w,d >t-nudo LOl11L1n ¡ 1,1 sede)] nu ec,t,U!d uimt,]c>tl
1\,,r,1 de hdnt]
fM\lf\ "l EL 1-V \NT
CRíTICA DE LA R-'.ZCJ'\ r¡ R'\ 6.::;s
manifiesto sólo uno de los ardides de ella, 117' con el cual ella
CP<;iclad a b<;o]uta es una e'.istencm por me1 os conceptos Ahora
fonnula. corno [un argumento] nue\ o un 'dejo argumento en
biPn, <;i digo· el concepto del m/11 1cahrnm1 es un conrPpto
figura d1sfrazada, y apela a la concordancia de dos testigo,, a
tal, , es, piecisamente, el único que con\ 1cne a la e'.1<,lencw
sab~1, de. un testigo por lpa1 tf' dP J la ra 7ón pura, ; de otroe cm 0 nec~<;aria y que es adecuado a ella, enlome<; cleho admitir
testunomo es empírico. l uando en\ erdad sólo esti el pi imern,
también que esta ultima se puede infern ele el ,\<;!, pues, e'>
que [s1endoj unico, cambia solo el lt aje) Ja\ oz, parn ser tenido
propiamente sólo la prueba ontolog1ca por me10s concepto<,
por un segundo [testigo] Para e'itablecer con entera seguridad
la que conbene toda la fuerza prohatona en la que ~e llama
su_ funda1-r:ento, esta pruebil -,e ha,a en la experiencia} toma
[piueba] cosrnolog1ca; y la presunta e'\pP11encia esta cntcrn-
as1 la apanenoa de ser dife1 ente de la prneba ontológica, que
mente ociosa [; está] qmzá solo para conducu no<; al concerto
pone toda su confianza en meros conceptos pw os a pnm 1. Pero
de la necesidad ab,oluta, pero no para derno,trar [que] e'ila
la prueba cosmológica se \ale de esta experiencia sólo para
[reside] en alguna cosa determinada Pue~ tan pronto <orno
dar un único p'áso, a sallPr, qne conduce] a la existencia de
tPnemos esta intención, debernos abandonar mmedizitarnente
un ente necesario en general Qué atiibutos tiene éste, fes algo
toda experiencia, y buscar entre concf'ptos pm o'., [pata \Ti]
que] el argumento empírico no puede ensefiar; antes bien, en
cuál de ellos [Ali08] [Bfí31i] pudiern contener Ja<; cond1n01w~
este punto la razón se aparta ente1 amente de él 117" y busca entre
11 de la po'iibilidad de un ente ah<;olutamente necesano l'c1 o s1
meros conceptos: '" [busca], a 'iaher, qué atributos debería
de esta manera se comprende [aun] tan 'iólo la pos1lnhdad de
ter~er, en general, un ente ab.,olutamente necesario; [Ati07J un ente tal, entonce<; queda demostrada también la e'\I'itPlll ia
[B635] es decir, cuál, entre tocias las cosas posibles, contiene
de él; pues esto es lo mismo que decir.: entre todo lo po"1hle
en ~í las condiciones que se equieren (rcqumta) para una ne
hay uno 11 q 1 que lle\ a aparejada la necesidad a b<;o!uta, es deut,
ces1dad absoluta. Entonces cree encontrar sola y únicamente
ese ente existe de manera absolutamente rn'ceó<1na
en el concepto de un ente reahsirno esos requisitos, v conclme
Todas las falacias en los ra7onamientos se de<;cub1 en mas
en seguida: ése es el ente absolutamente necesari; Pero e;tá
fácilmente, si se las presenta de manera e<;1olií'it1co HP aq111
cl;iro que aquí se pre'iupone que el concepto de un ente de la
una e'.posición tal.
suma .realidad satisface enteramente a] concepto de la absoluta
Si es correcta la proposición: todo ente absolutamente ne-
necesidad en .la existencia, es clecir, que a partil de aquélla se
cesario es a la vez el ente realísirno (lo que es el 11nz·111 prohandr
pued~ ~educ1rla a ésta; una proposición que el argumento de la prueba cosmológica), entonceó ella, (orno todo<; lo<; ¡mu os
ontologico afirmaba, [ar gurnento] que, por consiguiente, se afimrntivos, debe poder 5er con\ ei tida, al menos pn amd1115,
supone y se pon~ por fundan10nto en la prueba co<;rnológica, entonces· akunos entes 1ealí,1mos son a la •ez ente<; ab-.oluta-
mente neces~rios. Ahora bien, un mi rra!mmmm no se disting1w
en la que se habia quendo, sm emb;irgo, e\ itarlo. Pues la ne-
en nada de otro, y por consig11Íente, lo que" ale para a!g1wo1 de
los que están contenidos bajo ese concepto, \ ak tarnb1en pa1 a
7778 P1 obablemente ha; arme rntencle1 aquí "Uno de los ar elides de todoi Por tanto, podré (en este caso) cnm ertir tamb1en ah10!11ta-
la 1azon especula!"ª"
7779 Es decw «se aparta ePte1arnente del aigumento empírico»
7780 L1te1 almenle "hmca en pos de meros conceptn 1 ,, Se!?,11im , un;i
suge1enc1a ele C1d111ann ''Le s:ir tep en Ld r\cad JlJ. p ,>81
0 7187 Como 51 d1je1a· «ent1e todos los '<"JP'flº'1hles h~n uno» «Cno"
destacado con ma; úsrula) óm basta1d1lla en el 01 rgm,1l
1 1 h 1l LL "'-" \ f U\11 ll t\ lJl l ~ kt\lU '< Pl R-'I
muth, e;, cku1 tudu u lle 1tc<tlio1rnu es un ente nt.ces..inci Cclllh) p10;, del tbO dt:> la fdLOn no 11os facultan pcua ello 111 siquiera
bldpi ( 1pu 01L 1011 c:o,ld dt te1 mmctdd a p1 tul t mu Mnt:nte pur oll'>
en la expenerK!d misma, ) a un menos pueden P>.tende1 este
cunu:pto" 1 e,ulte1 yu<- e 1 1llL I u conLt- pto del ente 1 e,d1:,11111,
pnnc1p10 p01 enumd de estd hdst t all1 donde esa cdclena no
debe lle1 df dpeu e3c1dd ta11101ell Lt ueces1ddd elb0ull!lct de e:,tc, puede se1 prolongada de mnguna maneia \ il Lt falsa sans
que t Id piu bct111ullc lu q11c ,d11rnabe1 ld pruebd ontolu¡.,tld facoon que L1 raLon sE da a 01 1l1!,,1Dd en lo lOnl e1me11te a b
) lcJ c¡ue lct cu011wlu 0 1c<1 ¡,o [A1>0 1Jj [BbJ7j que11a 1econ0Ler, co110umauon de e'a o,ene, [fa],a sat1;,facuon] que se p1ocluce
puo c ue ,,m emLJcll!:,u pon1<1, dU11que suLtt.pllu<tmente, en el
1 p01que fi11cdmente ,,e el111111ht toda cond1c10n -sm ld cual,
fundeunento de ::,u0 I .1uuu111u0 empero, no puede tener lugar nmgcm conLepto de una necesr
\s 1, el segundu u1m111u que tonld la 1-tzon e0peculama dad- 11 ' \ como entonceo uno no¡ uede Lurnprender '" 1Mdc1
petrel derncy,t1 dJ J,1 e\.Jotenu-t del ente o,up1 emo nu solúmente ultenor, tiene C'-O por l!lld cun:,u1n<1uon de ,u concepw le¡ [ ,1
es tdll engdnuso como el p11metu, srno que t1ent:' ddemds en
wnfu~1011 de la po"1b1lHL1d lobtld de un cm,cepto dt' todci la
,, 1 estu de iep1ob,1ble qt1e cornete u1M 1g1wialw ¿luu!u, ¡.Hlc> reahd<ld reu111dct (sm cont1c1d1cuon mte1na\ con la [pos1b1hdctd]
nos ¡.nomele recorrer unct send<t nue\ <t, pe10 tias un peljueno tramcendental, que re11were un p1 llZllprnm de lct fctcttb1lid<ld dé
1 udco no0 conduce de \ ueltü el ],1 \ 1eja, que por t.! h<tb!ctlllü> esa smtes1s, el cu<ll, a su 'eL ,o]o puede d1n¿n 0e ,d c<tmpo de
abandunadu las e;...pe11enchts poo,ibles, de
l k dicho Ldct. pocu quL ell e0te a1gumeutu ui:,rnolugILu 0e Fl arnfino de la p1utbct u1'm >log1ca ;,olo dpunta a elu
u< ,dtdbd todu u11 rndo de pr elt n~1u11e~ d1edec ticd", qut l<t cnt1c<1
du la demostranon, a p11011 \ por mero,, c,mc eptos de la
ti dll~l endenta! putde ldulmente deocub!l1 ) de0tnm Ah01 a
exi:;tenc1,l de un ente nece-,a110 [demo0LidCJOllj que debena
1 O} a pr t-oentMLt, \ de¡ct1 e que el kLtor) da\ ezadu pro;,1gd ld lle\arse a cc1bo ontolo¿ILameille pdtd lo Uldl, empero 1100
lllvt.,llgdC!Ull dL lus p1mu¡Hu" eug,ul.oo,o-,,) lo,, sup11md >entuno;, e11teLtmente rncc1pac es Con e<;e propuo,ltu, a p,n t1r
-\lh, pue,, ,,e enu1c:ntict, p é), l¡ el p11nup10 ltdnscendentül de un<l e'>.io!Enua etect1\dl1lt:'llte 1éal lde u11c1 e'l.pt Ll"'11c1a en
ck rnlen1, de lo u,1uu1gente Ulld Cctll,d, [p1mup10] yut. tiene general' puest 1 poi funrL1ment(, rnfer1rnos, como me1or
;, 1¡.,1uhLMio solu en el wundo .,P11"1ble pe10 c¡ue tucrd de este podtinos ctl6llll<i cond1u()J1 ab,ull!Lamente 1wcesa11ct de ella
J1(J nu 1e m ,1q u1t ra se nudo Pueo el conc eptu merdrnente
Intonce;, 110 lenernoo, neLe,,1dad di::' explitct! ld po,1L1lidad de
rntdclltl<ll clL lu co11ungente nu puede plUduu1 mnguna p10 e5ta 1"' Pues, s1 [ \l d l] [Bll )lJj t ol" den10strddo que elL1 e\J0te
pos1uon srnlet1Ld como la de lct cdmal1dad, ) el pi mupw Je
esta ulunL1110 ue11e rnngnn 01t,mhcctdo m cuteno ,dguno de su
e, enteramente supedlua lc1 pi eg-unra por 11 po01h1liddd de
dla S1 c1hura qne1 emos detu 111mc11 nrns pr eusdlI!E nte a este
usu t:-\.ctpto solo en el mtrndu seus1blL, pe10 ciqu1 o,t lo hace ente nece0ai 10 en lo que S<' rehere a su natur,dezc1, en ronces
se 1\ ¡¡ µ1 el io,<lmente p,u a 1emunlct10,e lue1 et del mundo ,ens1ble no buscamos aquello que e' ,ufH iente p<1n cmnp1encler, a
_¿ l 1I \(¡lt)j [Bidhl ¡J1l!lup10 de que, de la impu-,1üd1dc1d de partlf del cor1Lepto de d Lt neces1d"d de \d e \.1stenc1,1 ¡i 11b
llll<l ,e ne 1ním1L1 de edll>dS dad<1s tllldo µu1 enumd de ot1 d;, en
s1 pudieramo0 [h 1ce1] e00 110 necesitanc1rnos mngund pre
d lllU!ldU oLlb!Lle ;,t:' Lünclu\ d ll!M pn111e1d Ldl!Sü lu> pll11Ll

1783 Loo, g,u101wo en l 1 f1c1;e «->ll1 la e Idl [ J de una nece0>1dacl- ;un


Jll:Jl lnclu11,,rnd j, wLlt:llll<ldequt:> -'ie¡,u1mu,un,icu11eLUOD dg1egado de esld n ,1ducuon
clL J: d \e td 118-1 H,1\ que enl nde1 «Lt po,1t)tl1 1 d de esta cund1c rn11>
658 CRITICA DE LA RA70'i Pl'fP, 6s9
suposición empí1 ica; no; buscamos solamente la condioón no PS l<i e'<-p1 esión mode1acla ele una hipótesis perm1t1cla, srnn
negativa (cond1t10 szne qua non) sin la cual un ente no sena la osada pi etensión de una certeza apodíctica; pues el cono-
absolutamente necesario Ahora bien, esto podría ser así en cim1ento de aquello que se pretende conocer como s1 fuera
toda otra especie de inferencias [que,] a partir de una con- ahv1lutamente nece"<ano, debe lle'ai aparepda, el también,
secuencia dada, [llegara] al fundamento de ésta; pero aquí, necesidad ah,oluta.
por desgracia, ocurre que la condición que se exige para la Tocio el p1nblema del ideal transcendental consiste en en-
necesidad absoluta sólo puede encontrarse en un único ente, contrar, bien un concepto parn la necesidad absoluta, o bien,
el que por eso debería contener en 'iU concepto todo lo que es para el conct>pto ele un<i cosa cualqniern, la necesidad ab<;olutd
exigible para la necesidad ab,oluta, ,v por consiouiente
/:) ' hace de ella. 11 "' Si se puede lo uno, se dehe poder también lo otrn;
posible una inferencia a pno11 de [la r¡ne resultnría] é<;ta; es pues la razón reconoce como ahsolut<irnente necesario <;Ó]o
decir_ yo deberíp_ pode1 mfern también inversamente: aquella aquello que es necesnrio il partir ele "'11 concepto Pero [Afil:i]
cosa a la que conviene e'te concepto (de la suma realidad) es [Bfi-! 1] lo uno\ lo otro 'iobrepa,an enteramente tocios lm !1lil'i
absolutamente necesana; y s1 no puedo mferir así (lo que debo e\tiemadm e-;fuerzos por wt1íforrr a nuest1n entendimiento
admitii, si quiero e\ itar la prueba ontológica) he fracasado acerca ele este punto;' tambif>n tocios los intentos ele comolm lo
también en mi nuevo cnmino, \ me encuentro otra vez en el ele e<;<i inrnpaciclad s11; a
punto de partida_ El concepto de un ente supremo satisface La nece,idad incondicionada, que tan imli,¡wn-:ahlemen-
a p¡¡o¡¡ todas las preguntas que puedan formularse acerca te precisamos como soporte último ele toda<; las co~a-;, e'i un
de las determinaciones internas de una cosa, y por eso es un verdadero abismo para la razón hurnan<i l'\1 aun la etPrnidad
ideal sin [,\fü2] [Bli-J.0] 1gu<i l, poi que el concepto nniversal rmsma, poi mu; estrernececloramente "ubhrne que plwda pm-
lo distingue a la vez, entre todas las cosas posibles, como un tarla un Hollri, 11 ' 7 llegn a hacer una impresión tan 'ertigmosa
incli\ id u o. Pero no satisface en modo alguno la pregunta por en la mente; pues ella sólo 1111dr la duración de !as cns,1-;, no la>
su propia existencia, que era la única [cuestión] ele la que 1nporta No se puede e\ itar, pt>10 tampoco 'ie puede soportilr,
se trataba aquí; ) a la pi egunta de alguien que supusiera la el pensamiento ele que un ser que nos representamos, ackma'i,
e>.1stencia de un ente necesai 10 v ~ólo quisiera saber cuál como el más alto de todos los [entes] posibles, se diga, de algün
ele tocias las ~osas, debía con'ilfler~rse como tal, no se podrí~ modo, a sí mismo: Yo sov ele eternidad en eternidad: no hav
responder: Este aquí es el ente necesario. nada además de mí, excepto aquello que sólo por mi\ olnntad
Puede muy bien estar permitido suponn la existencia de un es algo, pno (de donde tengo yo el ser~ Aquí todo se hunde bajo
ente de la máxima sufic1e11cia como cau<;a de todos los efectos
posibles, para facilitar a la razón la unidad, que ella busca,
de los fundamentos de e'\plicación. 11 " Pero at1everse a tanto, 1786 Es decn, Ll neces1dad absoluta de la co~a, pe10 t,1mh1é11 puede
que uno llegue a decir: un mir tal n lífc nerrwnamrntr, eso ;a entf'ndl'I 'f' «la nen:s1dad ah,oluta de p\,,, es <leen, del concepto Según
Hennsoeth Trans:¿rndentalr DwlPAllk p -EJ9, esta f¡,"e '" 1efie1e ,11 iiI
gunwnto ontolog1co, que pronu a demoqra1. «ii pa1 tn de uno ele todo,
los concept()S posibles, la n11trnoa de lo pensado e orno neceo;a11a,,
7785 También puede entenderse· «pa1a frto!ita1 a la tazón la nmdad 7787 Alb1ech von Halle1 «Un,ollkommene Ocle uhe1 die E"1g1'eit"
de los fundamentos de e-,.plirac1ón (;11e ellii bn,Cii" \como si lo bmrndo ,Oda mconclusa sob1e L1 etf'rn1daclL 173b Segun Hennsoeth· Trans¿cn-
poi la razón fueian estos lumhmlPntm. )- no la umdad de ellos' dmtalr Dwlrl.t1k p ~O!. nol<i
l t 1....... \ c._. J'\.. 6¡,¡

nuoot100, \ J" ll1cl '1111'\ }lLtlLv tu!l tt,u,t! que la 1m111111ct oolo I)¡.:;CLBRI\lIE\lD 1 t\PLJ, \l JU\ Dl: l \ \P\Rll \L l\ Jil \()
:,e uei 1lé11 ,rn ;,lblc'.lltu ctnte l<t !dLu11 e:,peu1l'1ll\ ,1, ,1 lct que Rl.\D!.\UL!!L\ L\ lUD\'> L.\' Fhl1lB\'.) !K\'i'.:>ll\.[11 \.l.\Ll'-
!lctlLt le dle,,t,1 lhtLLl cle:o-1pct1c-lC:1 el L1 un,1 "Hllll d l,1 ot1a, ,rn Dí:.1 \ r\l::i!L\.d\ Dl: l \ l \ l l \LCL~\R[!I
,l nn¡ied1mc>11tu
tllL11u1
,\llllllci:O lllLlfd:O ck Lt lld[l1J.dLLd ((Lle l<c\Ll.ln ,u e\.J'.:,lellUcl Lis duo p1ueba-; deo,d110Jlddcl:, hastd "ho1cl :,e mtemc11un de
¡Ju! lllL clicl de Lleilu' declu, f!l l!lldlleu 11 ll!Lol l Uldb)e;, pelle\ l1lclllel d tl ,¡¡i,cendem,d, e;, CÍelll, CU!l mdepenclc'i1Clc1 de flllllCI
l«)'>ull(J:O l'u..::, llu 11ucluno:,, LUl1 ld ulht 1 \ .i1 H>11, ,et,llll lc1 pw;, ernp1I1Co:, Pues s1 biu1 a ld [p1 ueba] cosmulug1cc1 le :,11 \e
lllLLtgac1ud lL dldo oUllLklllllllLllle kjlb [) ,JbjdU t1,rn;,LCll de funcldmenro und e:i.,.penenc1d tn gene1al, [e,,,1 ptuebci] no
dL iH,d que >11 \e de rund,l!uenlo de Ju, l1no¡¡,,11u;, ) jlllllll ~e desanulb .l pcu ll! de ,dgullc1 p,u tlcUldr con:,¡!lul ¡,lJl de estc1,
u li e:!, el fund tlllclllu pul d Lltdl tille :,l,a 'Llhtbtl1d 1d l \{Jl lj srno a pait11 de pl111up10:, ¡n11lh de !et ra.run, LU!l 1cle1encid
[g¡, ¡..:] lle!lt l :,[d:O LUudtLHllH:, ollfJl Lllhlo nia '> b1c ¡] ljllL Ullcb, a UtM e\.1;,Le11u.i d.tdc1 ¡.io1 rned1u de una 1onl1e11u" em¡m 1L,L
\\lll l11Loll lJl,1bk, )-l-lld nu,ul1u,, ; lo olgLtL11 ;,¡, !ldu, dlll1LJLie en gener<ll, [AllL'íj [Bb-t l]) hct:,ld ll<'ga ,¡ ab<l11do11ct1 e>[d guM
l 1 \thd lllblu.l, pul ul!,\ fJLl!lL, e:,lL Udcl.1, ~ ;,ulu JIU:, t.dLe ell pMa apu)ctI:,e en merus cor1ceptu, pu1th c\hma bien,, cual
tuiduti l'e!t) u11 1dL~1 de ld 1,l.1011 fJllld ll\J¡iuuk lLu11.u;,e e,, en "'"td, p1 uebct, L1 ct11:,ccndc:ntctle:,, Id cau:od de L1dpa11enL hl
llil\Llll/Jf;L pu1c¡t1 e lltl l!Lllt •llll fJll;,ellld! llllli:olll\d ul!d LL!ll 1luoülhl d1<l]ecuc,1, pero nat11;,1l, qc1e cu11ecta Jo,, conclpw:, de !et
11LctdtH1 de ,d 1ecttléLtd, lllcto qul Lt llU e;,1ddd :,ul1jt'll 1 .! de necesidad \ de b ,umd 1e,iJ1d'1d \ que torn" rect! aquello Cjl1e
ld ¡,l¿lJP, ele lle\ J.l
et L l uu;,UlllctUc)d, ¡;01 Jllcdw ele el tu,lc1 no putde :,er srnu idea, v h,H e Li 111post,bl'> '1 de elJu, e Cudl
Uti!cl,,d l'ut tUllo1;:;u1u1tL :,1 llu e> dddu 111 ,1qmerd
:,¡¡¡fél!Ld e:. la L<lllS» de que '1c'cl me1 n ible '»1pune1, ent1e las Lº'ª" e\1~
t lllllu ub¡t tu pe1bctl1le nu t ' l,l1upuc u me:,u ulctl!le LOllltJ lctl, lentes, ,tlgo neLe'>ct!lu en ,¡, \ [de t¡lle oea u1e\ 1tc1lJlej a !d \e¿
d!lle' L1en, cun10 n1e1ct tdld, dlbe cncu1lt1d1 :,u ;,ede,) :,u retrucede1 ernpeio temblcln,lu ante l<t e\.1-,te11c le! de t,d ente,
-,ult1u.in, en !d !ldtm,deLd de j,¡ ¡ ctLUll,) p()l Lct11tn dt be pudc1 como ,1 se e,tu \ ierd d!lte un ,1b,,mo), Y cumo :,e puede lug1 ar
,u lll\L>llo,,1du, pl!L;, [et lctLull LUtb1;,lL p1eu:,ctt1HlllL en que que la 1azon :ie ennendct d si m1:i,hcl d er Cd de cotu:, dSunco,, \
¡1udu1tu> dct1 LUPlllct de Ludth llllL,l! u-, LCilll L [Jlu;,, up1111011,;, que pan1cndo del eolddu \ulilc!1lle dt U!ld "probanon t1m1dcl'
\ ctfü ¡¡1,'uu11e;,, \ ,1 fJU! l!1Ldhl ele lund,u11e11to, ubjell\ o,,) a,,¡ olé111pre lL\ ucddct de nue1 u /1( guL d lci 'ie1ena cumpre,i,1011'
;,Ull lllld lllLld .1p,u1enud dtbUfld, pu1 lllLdlu dL !u11d,u11cnlo:, [salgo 111u¡ notc!blL ljlll, ol i;c p1e:iupouc> que c!lgo e\.i:,te,
:,uLjtt11 º' no se pued,1 eludu la cotbLLuLllL!d de que tdrnb1en d!gu e\.1'>k
uece::.dndmente Lii estct mfuencu eme1,1111e1He lldllllal ictun
qut: 110 pm ellu) .i SLgu1c1 1 :,e bhctb,1 el <l1gume11lo co;,molog1cu
Por el conli dI w, s1 ;,upongn u11 l unl epto, Lua lqwel.l que sea,
de una cose!, encuentro que )d e;-.1:,tenua de ella 11uncd pl,ede
ser repre:ient.tdd µ01 m1 cu111(i dU;,nlutLLrnente nece~a11c1,) 1juc>,
J/)b l 1'1,L1u1pucltt1tlltt11,lu>e 'f•u1que 110 tiene, p,11,1 p1uu!ldl ,ed lo que fuere lo que e\.I,ld, ikldci me 1mp1de pen;,a1 el no o,er
ll iill.J 1...l1ll1k(1 1..llll dL )U lc(d1d . 1li ll'i,j l lll~h ~jllL
//, J U 'l)'"' lle e\le ',1 uu dLiJc e' dud1,ou, p(,d11c1 ,e¡ ¡,rnlu el
tele ,d
'' ' tu el uUJLlv \l ll1l~ndet 1¡u1 '-' el td"il >c,SlllL1ll> Id 7790 l11L1,tlrnénlc \que J<'dl1¿,¡ t l 1pu,l..t-'.cl ,\C¡Ul'llcJ l]l'é n,i puéd~
lc(tLU.ldt td ~uld yued>t' 1e¿ '1,Sl1c llJl llUJllüli;Jt ,J1 1I ut11bll!Jl ¡e1>11101clea» lieme1ct1gue.; 1 J'dC<tl d lll!e1p1e1an «1eali:ic ec 'libo
I t..l u-:::i1cL_1 p~n ')di.n11c.il lJnlll!v t1 c1cl ut p -Ll7
662 f'v1~1'\Nl 'FL l<ANT CRITIO\ DE Lr'\ R \70'1 PL R '\

de ello; ) que por tanto, si bien debo suponer algo nece<;ario, . .. ·a de la> cosas; sino a mantener siempte
conc1enrn a la ex1'itenc1 l . deriv·1c10n \ a tratada
en general, para lo existente, no puedo pensar ninguna cosa . l · n;:ira una u tenor ' ' .
abw1 to P cmrnn 0- r _ d. \Íonada Pero s1 todo lo
singular corno si ella misma fuera necesaria en 'iÍ. Esto [AGlfij . 1"" or e<;o con10 nlln \On 1
[Bii.+.+] significa: nunca puPdo rnm/1/rtm el retroceso a las con
<;¡pmpre. P , d h er con'1de1 ado por nosot1
_ ·¡ ·do en las co<;as e es
º"
qur p<; prrc1 JI , . '""entonce<; tampoco CO'i<l
diciones de lo existente, srn suponer un ente necesario; pero como condicionalmente n~c_esano, t ) puede <;er con'iiderada
nunca puedo rnmrm:,ar por é'ite. alg111rn (que sea darla empmcamen e
Si debo pensar, en general, algo necesario con respecto como absolutamente ne,esana. el béi5 'iHponer lo ab:,oluta-
De aquí <;e :igue, e1~c~~:~j~'.e u:s sólo tiene que sen i1 de
a las cosas existente<;. pero no estoy auto1 izado a pensar
ninguna cosa corno rwcesMia en sí misma, l l'•I de allí resulta
mente necesa1 io fi:ra .d _] , P.1: 1~ ele lo'i fenómenos, como
inevitablemente que la nece~idad y la contingencia no deben . . d 1 max1ma urn au pos1)
referirse a las cosas mi<:ma<;, ni deben concernirles a ella>, princ1p10 e a ' ele ellos·''"' y nunca pocléis llegar a ello 01
fundamento <;upremo d " 1 - anda con'iidera1 siernp1 e
porque en casD contrnrio ocurriría una contradicción; [; que] 01in a reo- a os m, '
r/11111ndo,porque 1as'"' e t- - . d ¡ ·d d
por consiguiente ning11110 ele esto' dos principios es objetivo, . el das las causas emp1ncas e a um a
como der i~a as tod ''1 \ t ... edad comideran contingente
sino que sólo pueden ser, a lo sumo, principios subjetivos de L filosofo> e a f n igu
la razón, a saber. por una pa1te, [el principio de] buscar, para os . 1 t aleza pero [consideran] la matena,
l forma de a na ur, ·'' . . .
toe a , . . . de la razón \ ulgar, como or 1gma1 ia
tocio lo que es dado como exi5tente, algo que sea necesario, de acuerdo 'ºn el Jll!C!O. .d do la materia, no de
es decir, nunca detenerse si no es en una explicación que . p si hubieran cons1 era , .
y necesaria .. ero b t ato ele los fenómeno<:. srno rn "
haya alcanzado a pnon la consumación: pero, por otra parte.
manera re~ativa. ~orno ·~1d; ;Íla entonce<; hahría desaparecido
también [el principio de] no esperar nunca esa consumación, imsma, segt.m la ex1s:encl<d l c. ·dad absoluta. Pues nn hav
es decir. [de] no admitir como incondicionado nada empírico, . t la idea e a neces1
inme d rntamen e ' , d absoluta a esa existencia,
eximiéndose así de una ulterior derivación. En tal significación, t la razon e manera 1
na d a que a e a ' . . . conflicto sunrimirla en e
ambos principios pueden muy bien >ubsistir uno junto al otro . 11 puede siempre, v sin ' r ¡·
smo que e ª _ b',' la nccesidziel ahsoluta .reste w
como [principios] meramente heur í5ticos y regulativos que no · t .11"' pero tam ien , .
pensam1en o, . [ \6IR] [Bü ¡ !i] Por cons1gmen-
procuran nada más que el interés formal ele la razón. Pues uno únicamente en el pensamiento. ¡
ele ellos dice: debéis filosofar acerca de la naturaleza como si para
todo lo que pertenece a la existencia hubiera un fundamento
primero necesario; [debeis ha(erlo así] con el solo propósito de ~~ . .d -ar siempre. pm eso, como a\Ín
7197 Es decir: «os conmrn<i <1 con<I .. E' 1 . _
introducir unidad sistemática en vuestro conocimiento, [lo que - ¡ · 1 deteim1n<1c1on smg-¡ilm».
condicwnada cua qme d b ~ consi·derarlo j)Cll" nosott os
haréis] al ir en busca de una idea tal, a saber, de un fundamento 7193. También po d na · en tenu,
-'o¡·se·. « e e ,ser ,
supremo imaginario; pero el otro os conmina a no tomar por tal . t mo condicwnado».
necesanamen e co o de los fenómenos: pero
fundamento supremo, es decir, a no tomar por absolutamente 1 . ro mo funrbmento fsuprem
1194. E,s CPCll.
11
dunento ,uptemo de e ;1». P<,
necesaria, a ninguna [A(i lí] [Bh tí] detenninacíón singt.ilar que t<1mb1én podrí;i entendP1 se «corno un , .
d d a 1 tps mencionada.
decn, d e ln 11111 a , ' la r;17ón puede siPmpt e, ' sin
~ H
779:J. ay que en tendet · «smo que l ' samiento» No . es gi nm.1~
. · es<i ex1stenc1a en e pen '
confhcto, suprimir ' fi qní a Ja «Pxistenctd" ,rnte'
7797. También podría entende1se· «nmguna cosa en sí misma como t1calmente posible que «ella» se re iera a
necesana>>. mencionada.
CRITIL-1 DE LA RALO'\ P\.JR'\ 665

te, ue1 tu pi mnp10 1eg11lml\ o deb1ct de se1 \ ¡¡ de tunddmento manda] considerar todo enbce en el mundo como si proced1eia
de aquella con\ 1c e ion 1 J< En efecto, tamb1e11 Id e\.ten;10n ) de una Cdus,1 omm:,ufic1ente y necesand, con el fin ele funddr
lc1 irnpenet1 db1!iddd (que JUntct' comt!luy en el concepto de ,1lh la regla de una urndad di:' !'1 exphcac10n de el, 11 " [umcladl
matc1 lül >Ull el punuptum emp1!1cO '>L!pt crno de l<t u111dad de s1stemat1ca y necesana ~egun leyes tm1vefod!es,) [el snsod1cho
Ju, fc110111etHh,) llenen en 0:,1, en Lt 111ed1cü en yue [e:,te] e;, [un ideal] no es una afir macion de und e\.1stenud nece:,ana en :,i
pt me 1p1u] cmpn 1Ldme11te mcond1uonddo, une\ prop1ecLtd de Pero a )d vez es rnev1tc1ble rep1esentarse e-,te prmc1p10 formal,
pr mupru 1eguldt1\ u ~lll emba1go, como tud,1 detern1mduon de por med10 de una suL1epuon trctn~cendentdl, como [si fuerd]
!et Irldtena que curbtllu'r e lu re,d de ella-; poi t<111to, tdmb1en co11st1tutivo, y concebtr escl umddd de manera h1postatica Pues
)d rrnpeneu db1liddd- 11 ' e' un efectu (cLcuon) c¡ue debe tener a;,1 como el espauo, porque hace pos1hles ongJtMnamente todas
oll c,tLbd, \ por e:,u, 01empr e :,1g11e ;iendo de11 \ ücLt, 1esulta que las figuras, que son solamente diversas hm1taoones de el, es
!et mutenet no eo aptc! parct [,er] !et 1dec1 de un ente necesano temdo por algo absolutamente necesano ) subsistente por sí,
kntend1doj como p11nup10 de tmic1 umddd dellvctda, porque y por un objeto dddo en si rmsrno a priori, a pesar de que es
cadd Ulh1 de Id;, prop1eddde; 1edle;, de ella, poi :,e1 derl\ dd,t, es solo un pnnnpwm de ld sensibilidad, asi tamb1en, puesto que
:,ol() cond1uonc1lrnente nece:,a1 td, y puede, prn con:,1g1nente, se1 la umdad :,1stemdtica de Id natmaleza no puede ser eng:tdd
'>l1Jl!ll1Hdd t'll ;,1, pero cun ello ;e ;up11rnnld toda Id e\.1;,tencia de mnguna maneta en prmup10 del uso empmco de nuestra
de lc1 11i.lte11d, pe10 :,1 e:,lo no ocmllera hab11amos ,tlcdnütdo, razón, sdlvo en la medtcld en que pongamo; poi fundamento
unpu1c,tmente, el fundamento supremo de la umcbd, lo cual la idea de un ente realisuno, [entendido] como causa suprema,
estd p1 olub1do pm el p1mc1p10 1egul.ttn o :iegundo, de mudo ocurre de manera enteramente natural que por eso esd idea
que ic:,ulu ljUe ]d mate1 !el, y en geuer.d, lu que pertenece ,ti sea representada como un objeto efectivamente real, ) que
mundu no e:, ctpto pdra ld ided de un ente 011g111dno nece;,dno este, a su vez, por ser la comhuon suprema, sea representado
[ente11d1ch,] cumo un mew pn11up10 de l,1 ma>.1ma umdüd como necesauo, y por com1g111ente, [acune que] un [A6'.20j
unp111L,,, ;,mo t{tte [e;,e ente] deLe oe1 ;,1tuM1u fue1d del mundo, [Bb-±8] pnnup10 regulativo se t1 dnsmute en uno wmlttutw{¡, [lo
) ,i:,1, pi!eo, podemos segun de1 ivando cunfiJ.cLunente los teno cual es] una subrogctuón que se pone de milmfieslo en qué >L
uwno, del mllndo,) su e\.1ste11cht, de 0tros [fe11omenu:,], como considero como co:,J. en ;,1 " ese ente supremo que eta, con
,¡ no hub1u c1 mngun ente 11ece;,,u 10, ) s111 emb,ngo podemo:i respecto al mundo, dbsolutdmente (mcond1cionadamente)
pt ut w ,u 111L eo.u1temerne Lt 111teg11dctd de !,t de 11, c!uon, [A619] necesdno, esa neces1ddd J10 es capaz de concepto alguno,,¡'"
[Bb J 1] Lllll1u ~1 u11 [ulle nece;,ct1wj t,d fue1d p1e:iupuestu cumo y por com1g111ente debe haberse encontrado en mi iazón solo
un !udd,1mullu "upienw como cond1c1ón formal del pensar, pero no como condic10n
.)Lgun L>td; cu!l;1duc1uones, el ideal del ente supremo no e;, matenal, e hipostatica, de la existencia
lldlLt lllcb cjlll un punupw u¿ulutno de Lt lclLOn, [prmup10 que

! 198 H<t} que entencle1 «de Ja e\.plic,tc1011 de ese enlace», o bien «ele
I I 'lf; Lon' lLllc entenJe1 'luuJd<11L1llO de dquell,1 cun' lCc JOn de lo> ld explll<icJOn del mundo»
lilc»ulc' de L1 \nt1gucclctd» 7199 Qu1¿a haya que entende1 dCJ u «no e, capdL ele da1 lugdf a
I I Y7 Lu, gmulle, u1 L1 f1 d:,e ,_, pm t,mto [ ] unpc11elJ <tb1lid<icl-» concepto "lguno", e> deu1, no podemo;, formarnos concepto alguno
"lll cl!:J, t 0 tdu de tolcl lJ ,(liLlLL!Ull de ella
666 l"l\1ANUEL l{ANT CRITICA DE LA RAZO"I Pl 'RA

Sección sexta del capítulo tercero miembros inferiores, a Jo<; cuale'i está antepuP<;to, requeriría
la inve<;t1gación ulterior de un fundamento <;u:yo, aún mas
DE LA I:\IPOS!BILIDAD DF l A PRl'EBA FÍSICO-'! I:OLOGJCA alto Pe 1 o si, por el contrario, se lo quiere separar de e<;a Cd
clena, v, por ser un ente mernmente inteligible, r:o s: qmere
Si, pues, ni el concepto de cosas en gPneral, ni lit experiencia de comprenderlo en la serie de l<i<; causas naturales, <que puente
alguna ex1stenoa en gen na~ pueden cumplir lo que se exige, queda podrá tender entonce<; la razón, para llegar a éP Pues_ tod<i<;
todavía un medio[, a s<tlit>1 J· cnSil) ar si una experiencia determinada, ]a<; leves del tránsito de efPctos a causas, e incluso toda smtew;;
y por tanto, la [expPriencia] de las cosas del mundo presente, de su y em,anchamiento de nuestro cono:im~ento, :n general, e<;tán
naturaleza y de la disposioón de ellas, no suministi a un argumento refer 1do'i nada más que a la expenencia posible, \ .Pº' tanto,
que pueda ayudamo<;, con seguridad, a adquiri1 la com icción de meramente a [A622] [Bfi50] objetos del mundo sensible,\ solo
la existencia d~ un ser supremo. A tal prueba la llamariamm la rnn respecto a ellos pueden tener 1201 alguna significaoon
fiszco-teológirn. Si ésta t.:.'lmbién fuere imposible, entonces no será El mundo presente nos ofrece un teatro tan inmemo de
posible en general ninguna prneba <;atisfactmia, [obtenida] por la va 1iedad, orden, conveniencia y belleza, ya se lm busque en
razón meramente especulativa, de la existencia de w1 ente qlle la infinitud del espacio, o en la división ilimitada de éL que
corresponda a nuestra idea transcendental. incluso de acuerdo con los conocimientos que nue<;tro debd
[A621 J [BG.+0] Después de todas las observaciones prece- entendimiento ha podido obtener acerrn de él. ante tanta-;
dentes se entenderá bien pronto que la respuesta a esta pregunta , tan inmensas maravillas todo lenguaje pierde su vigor, los
puede esperarse que sea mu) fácil y rotunda. Pues ¿cómo ~umeros pierden su capacidad de medir. e incluso nue<;tros
podría darse jamá:; una expeiiencia que fuese adecuada a una pemamientos pierden toda limit_ac~ón, de manera que nuestro
idea? En eso consiste precisamente lo peculiar de la última: juioo sobrP el conjunto debe d1lmrse en un asombro mudo,
que ninguna experiencia puede ser nunca congruente con pero por ello mi<>mo más elocuente Por todas partPs vemos
ella. La idea transcendental de un ente originario necesario [y] una cadena de efectos y causas, de fines y medios, regularidad
ommsuficiente es tan desmedidamente grande, tan elevada por en el nacer o en el perecer, y puesto que nada ha ingresado
sobre todo lo empírico -que siempre es condicionado- 12'" que, por sí mismo en el estado en que se encuentra,. éste seiíala "-
12

por una parte, nunca se puede rennir, en la experiencia, ma- siempre más allá, a otra cma, como cau<;a de el, [causa] que
teria suficiente para rellenar nn concepto tal; y por otra parte, hace necesaria precisamente esa misma demanda otra\. e!, de
uno siempre anda a tientas t>ntre lo condicionado, y siempre modo que, de esa manera, el univPrso entPro se hun?1~1a en
buscará inútilmente lo inconrlicionado, de lo cual ninguna ley el abismo de la nada si no se supusiera algo que, sub'il'itiendo
de alguna síntesis empüica nos da ejemplo [alguno] ni la más por sí mismo originariamente e independien_temente,} <>iendo
mínima indicación sobre ello exterior a esta infinita contingencia, la smhiv1era ;. . como causa
Si el ente supremo eqtm iera en esa cadena de condiciones,
sería él mismo un miembro de la sPrie de ellas, y tal como los
1207. También pod•ía entende1se· «v <>olo con re,pecto a el '.es decn.
al mundo sensible) puedt>n tene1».
7200. Los gu10nes en la fiase «-que siempre es cond1c1onado-» son l Aca d en 1~1gei «ello señah1» 1,e,
- la E,e.
7202 Es decir, el esta d o <;ena
agiegado de esta tiaducc1ón decir, la cosa que se encuentra en un e<>tado senala
CRITICA DE LA R~LOC, f'lJRC\
668
de su nacimiento, asegurara a la vez su pe1 dut ddón. ¿Cuán esta prneba. La razón, que se eleva sin cesar por rned1u de
gnmde debemos pensar [que eo] esta C.tLbd suprema? \[supre- tan poderosos argumentos que, aunq·1e empíricos, e recen
ma] con respecto a todas las cosas del mundo). No conocemos CO!btc1ntemente bajo sus manos, 11" puede dejarse abatir por
el mundu en todo su [A.b'.23] [Bb5l] contenido, y aún menos las dudas de la especulación :,1>t1l y abstracta hasta tal punto.
podt>rno~ c1preciar su cant1d.tdu"' por comparación con todo que una mirada que ella eche a las mara\ illas de la naturc1leza
lo que es posible. Pe10 puesto que en atención a la causalidad y de la majestad de la fábrica del mundo no la arrc111que de
ptecisamos un ente ext1emo y supremo, cqué nos impide que cualquier indecisi•'n cavilosa, corno [:,i la arrancara] de un
lo pongamos a la vez, con 1especto al grado de perfección, sueño, para [hacerla] elevarse de grandeza en grandeza, IEbta
por encima de todo ot10 {ente} posible? Esto podemos efectuarlo la máxima [grandeza), [y] de lo condicionado a la cond1uón,
fácilmente, aunque solu por medio del frágil contorno de un hasta el supremo e ÍJ1condicionado creador.
concepto abstracto, si nos 1epresentamos reunida en el, como Pero aunque no tengamos nada que objetar a la racio-
en una substancia única, toda la perfección posible. Concepto nalidad ni a la utilidad de e:,te procedimiento, sino que m"º
este oue es favorable a la exigencia de nuestra razóp de eco- bien tengamos que encarecerlo y que estimularlo, no por <"llo
nomi~ar en los prmcip1os; que no está en sí mismo sometido podemos, sin embargo, justificar las pretePsiunes de este ai-
a ninguna contiadicc1ón; y que incluso es beneficiosu para el gumento, cuando él quiere <:irrogMse Lerteza apodíctica y una
ensanchamiento del mo de la razón dentro de la experiencia, aprobación que no precisa Jill\>s1m favor ni apo;o ajeno; y no
en vütud de la orientación que una idea tal pwporciona hacia se puede perjudicar a la buena causa de ningu11a manera. si
el orden y la conveniencia; y que nunca, empero, es contrario, se rebaja el lenguaje dogmático de un razonador altane10, al
de manera decisiva, a una experiencia. tono de moderación y modest1c1 ele una creencia suficiente para
Esta prueba siempre merece que se la mencione con respe- t1anquilizar, aunque no para mandar sumisión incondicionada.
to. Es la más antigua, la más clara y la más adecuada a la razón [AG'.25] [BG53J En consecuencia, afümo que la prueba físico-
humana común. Üd vida di estudio de la naturaleza, así como teológica nunca puede, por s1 sola, demostrar b e>..iotencia de
tiene de él su existencia, y de el recibe siemp1e nueva fuerza. un ente supremo; sino que debe dejar siempre que la [prueba]
Introduce fines e intenciones <tllí donde nuestra observación ontológica (a la cual [la füico teologiui] sólo le sirve de intro-
no los hubiera descubie1 to por oí misma, y ensancha nuestro ducción) subsane esa carern ia, y por tanto, aquélla 12 'J¡ ,ig1ie
conocimiento de la naturaleza por medio del hilo conductor de siendo siempre la que contiene el 11111w wgumenlo puszbfe (en la
una par t1cul<Lr unidad cuyo principio está fuera de la naturaleza. medida en que haya. en general, una prueba especulam a)'"".
Pero estos conocimientos tienen un efecto retroactivo sobre su que ninguna razr'n humana puede pasar por alto.
propia causa, a saber, [sobre] la [A62.J.] [B652] idea que fue Los murnentos p1incipales de la mencionada prueba físico-
ocasión de ellos, y aumentan la fe en un creador supremo, teológica son los siguiente:,: 1} En el mundo se encuentran, por
ha:ita [tornarla] una convicción inesistible.
Por eso, no sólo sería desconsulc1dor, sino también ente-
ramente inútil, p1etende1 ch,rninui1 en algo el p1estigio de 120./-. Es decir: «) poi tanto, ]<1 pi ueba onlülógiut».
7205. También podría entenderse: «(en la medida en que se trate oólo
de una prueba especul,itiva)»; como s1 qu1;,1era depr lugar para una
1203. Hd) que emen<le1: la c.u1ll<ld<l, o magrntu<l, del mundo. p1ueba no sólo e.>peculat1"1, si110 p1ácllc.i.
670 '"1MA1' 1 'EL KANT CRITICA DE L"I RAZO"- Pl'RA

todas partes, signos evidentes de una ordenación que sigue un barcos, relojes) infiere que precisamente esa camalirlad, a 1;abe1.
propósito determinado, llevada a cabo con gran sabiduría y entPndimiento v voluntad, ]p sin e a ella 12 "" de fundrnnento.
en un todo de mdescript1ble multiplicidad de contenido, así cuando ella, u'" 'a la posibilidad interna de la nah1raleza que
como de ilimitada magniturl de extemión. 2) Esta ordenación actúa libremente (que hace posible todo arte, ) quizá 1m lmo
conforme a fines es enteramente ajena a las cosas del mundo, [haga po<;ible también], ante todo. a la razón). la hace de11var
y está ligada a ellas sólo de manera contingente; es decir, la toda\ ía de otra arte, qui?á sobrehumana: inferencia que quin
naturaleza de di\ ersas cosas no pudo, por 'iÍ misma, a través de no pueda resistir la crítica transcendental más incisiva, <;e debe
medios que se combinan de tan diver<;as maneras, 120" concordar conceder, sin emhargo, 1211 quP si hemos de indicar una causa.
para det~nninaJ¡:o intenciones ultimas, si ellos no hubieran sido no podPmos proceder aquí de manera más segura que segrn1
elegidos y dispuestr.s 2117 con toda propwdad para ello por un la analogía con semejantes productos conformes a fines. que
principio racional ordenador. rlP arnerdo con ideas puestas por son lo<; único<; [productm] cu vas causas } cu; os efectos nos
fundamento. 3) Existe, por consiguiente, una causa sublime y son enteramente conocido<; La razón no podría asumir, ante
sabia (o varias), que debe ser la causa del mundo no solamente sí mi<;ma, la responsabilidad de abandonar la causalidad, que
por fromdzdad, como una natmalna omnipotente que operara ella conoce, para ir a fundamento<; exphcath m oscuros e in-
ciegamente, sino [que debe ser la causa del mundo] por liberta~ demmtrables, que ella no conoce
como una inteligencia. -t.) La unidad <le ella se puede inferir De arnerrlo con este razonamiento, la conformidad a finP<>
con certeza, en aquello a lo que alcanza nuestra observación, y lo atinado de tantas disposiciones de la naturaleza debena
a partir de la unidad de la referencia recíproca de las partes demostrar tan sólo la [A.627] [B6.'í!í] contingencia de la fonna en
del mundo, [consideradas] como miembros de [A626] [B65·tJ el mundo, pero no [la contingencia] de la materia, es decir, [no
una fábrica artificial; y [se puede inferir] con probabilidad, más la contingencia] de la substancia [Pn él]: pues para e<;to último
allá [de lo que alcanza nuestra observación], de acuerdo con se precisaría, además. que se pudiera demostrar que las co<;as
todos los principios de la analogía. del mundo serían en sí mismas ineptas para semejante orden
Sin disputar aquí con la iazón natural acerca de aquella y concordancia según le; es universales, si no fueran, mduso
inferencia suya, en la cual ella, a partir de la analogía de algu- en la rnb1tanna dr ellas, el producto de una sabiduría suprema,
nos productos de la naturaleza con aquello que produce el arte pero para esto se precisarían argumentos muy diferentes de
humana cuando hace violencia a Ja naturaleza y la obliga a dejar los de la analogía con el arte humana La prueba podría, pues,
de proceder de acuerdo con los fines de ella, y a adecuarse a demostrar a lo sumo [la existencia de] un arq111trrto dd mundo.
los nuestros, ([a partir] de la semejanza de ellos 12118 con casas, que estaría siempre muy limitado por la idoneidad de la materia

1206. Tamb1en pod1ía entenderse "ªtravés de tantos; ~an 'ariados 7209 P1 obablemente ha; a que entPndP1 aqtw "'11 \e de lnndamentn
medios combmados». de la natui-:.!r>Z.:t».
7201. Es dern, s1 los med10s no Íl'1blf'ran sido elegidos; dispuestos, 1210 Probablemente ha\ a que entende1 aquí «cuando la ra?fin
pe10 también podría entenderse· «s1 ellas [es decir, las mtenciones natl!Ial»
determmadas] no hubieran sido elegidas y dispuestas». 7217 La estructura de esta oración E"i. «Sm disputar aquí ron la ra7fin
7208 Probablemente h<'l)'ª gne entende1 aquí·"ª partn de la semepma natural acerca de aquella 111fe1encia SU\''1 (en Ja cual ella [ ] mfiere r ]
de los productos de la naturaleza antes menc10nados». cnt1ca transcendental más mc1s1va' se debe concede1. sm embargo"
CRI 1 I( A UE LA R \2U\ Pl Hr\

que él elaburar<1; pew no [podría demostrar la existencia de] etc. ~or c.on~ig1dente, !..i fisico-teología no puede ~umimstrar
un ueadur del mundo a cuya idea todo e;,tuviera sometido; lo nmg1111 concepto dete1 min<1do de la CclLha suprema del mun·
u1al está muy lejos de ser' suficiente para el gran propósito en do, Y por eso no. puede ;er suficiente como principio de una
el que se tiene puesta la mi1ada, a saber, [para] la demostración teolog1a,. la _cual tiene que constituir, 1111 a su ve¿, el fundamento
dt> un eme orig111dt 10 omni:mficiente. Si quisieramos derno;,trar de la rehg1on.
l<.t c011tinge11cia de la materia misma, deberíamos recurrir a un ~] puso a la totalidad clb;,oluta es enreranH'Ille impu~ible a
argumento tran;,ceudental, lo cual preci;,amente, empero, ha traves d~l .camrno empírico sin embargo,,,~ lo etectü,1 en b
Le1tici0 que e\Úa1;,c: dLjll;. prueba fis1co-teológica. (Alí'.2'.Jj [Bli.'í7I r. [)p c¡ué medio se nile
Por cons1guientt\ l,1 inferencia procede a partir del orden uno, pues, para pasar sobre una sima tan ancha?
y de la funcionalidad que tan universalmente se observan en Gna. vez que se ha llegado a admirar lc1 ºTitndeza de la
el mundo, [enternlido;,J como una disposición enteramente sab1duna' del poder ' ele ·· el e crea d orel e ¡ mundo.
0 ] • • "' como
110 se
contingente, y concluye la existencia de una causa proporcional pued.e llegar más lejos'. ,e abandona de pwnto e~te argumento
a ellu1. Pero el concepto de e;,a causa debe darnos a conocer desanoll<1do por mecho de prueba.<, empíi ica,,, y se pu~a a la
ele ella algo completamente determznado, y por eso no puede contm~enc1a del mundo,; a deducida al comienzo a partir del
;,er otro que el [concepto! de un ente que, como ente omni- orden)' de la func10nahd<1d de él. De esta contingencia sola se
suficiente, posee todo el poder, toda la sabiduría, etc., en una pasa e'.1tonc~s, <;olarnente mediante concepto;, transcendenta lb,
palabra, toda perfección. [A6'.28) [B65tí] Pues los predicados a la .ex1stenoa de algo absolutamente necesario; Y del concepto
[que le atnbuyenJ un poder y una excelencia muy grande!>~ asom- de la necesidad ab:.olutü de la causa primera, [o,e pas<Lj al con-
brosos, mmensos, 110 ;,uminislran un concepto determinado, y cepto completamente determu1~,do, o determinante, de el,:':. a
no dicen, propiamente, lo que es la cosa en sí misma, sino que saber, laJ c~~ceptoJ de una reali~ad onmíabarcadora . .-\si, pues,
son ~ólu representaciones relativas de la magmtud del objeto, al la prue?a f1sICo_·teolog1ui quedo atascada e 11 :,u empresa, y en
que el observador (del mundo) compara consigo mismo y con e_se. ~pn~to pas~ de un "alto, ~úbitamente, a la prueba cos,mo-
su propia capacidad de wmp1e11sión, y que resultan igualmente log1Ca:) como esta es :,olo una prueba ontoló"ica cfüimulacla
laudatorias si se engrandece el objeto, o s1 se empequeñece, realizo s.u propó;,ito, en :·erdad, sólo mediant~ la razón pura:
cun respecto a el, el ;,ujeto que observa. Cuando se trata de a~n~ue ,ti c~1m1enzo hab1a negado todo parentesco con ésta y
la canlidad (de J,1 perfección) de i.ma cosa en general, no hay habia expuesto todo ba~andose en pruebas evidentes a partir
otro conce¡.ito dete1minado que aquel que comprende toda la de la experiencia.
pE·rfección po;,ible, y solamente la totalidad (omnttudo) de la Los físi~o-teólogos no tienen, pues, motivo ;)ara mostrarse
realiéhcl está completamente determinada en el concepto. tan despe~t1 vo;, ante el modo ti arbcendenta] de ~rg L.:->ientación
Aho1 a bien, no esperaré que nadie ;,e arrogue la potestad m paia m1ra1 lo con desdén, con la anoganua de ciar I\ 1 --lente~
de entender la relación de la magnitud, por él observada, del
mundo (tanto en lo que concierne <t la extensión como en lo
que 1espl'cta al contenido), con la omnipotenci,1; [ni la relación]
7212. Ed. Acad.' 0111.:;c "fll 1nc1p10 de unct teolugi.1. el n 1,t] /pnncipio)
del u1den del mundo co11 la ;,ab1duría ;,uprema; [ni la relación] tiene queum;t1lLlll "·
de la urndMI del mundo con la unidad absoluta del creadvr, ~21!. 1-L1_1
que elllende1. ""¡ concepco ímeg1amP!lle ddermmado,
0
ete1mrnctnte, de aquello ab;,olut.1meme 1H'et''ª 110 ,,.
1'1'11\ "\fl EL l\1'\ "\/T CRITICA DE LA RAZO"\f Pl'RA

conocedores de la naturaleza, (orno [quien mira] la telaraña de [.\b.:ll] [Bb:i:J:


osc_uros caviladores. Pue5 con sólo que quisieran examinane
a s1 mismos, encontrarían que de<;pués de haber avanzado Sección séptima del capítulo tercero
un buen trecho en el [A630] f Bh.'58] suelo de la naturaleza v
d~ la experiencia, y al verse stn embargo siempre a la mi5m~ CRIIIC\ DC TOO\ lCOLOGIA [QLT PROCCDAj ,\ P\Rlm
d1stanoa del objeto que parece e<;tar frente a la razón de ellos, DE PRl~CIPIOS ESPECl'L\1 !\ O'S DC L\ R \7()'\
de repente abandonan ese suelo y se trasladan al reino de las
~neras posibilidades, donde e>peran acercarse, en alas de las Si Pntiendo por tPologia el conocimiento del ente oi igirn1
idea~,. a aq~ello que se habia smtraído a toda su busqueda nn, ella es [una teología que p10cede], o bien por mC'i a ranm
emp1nca. Fmalmente, cuando ueen que mediante un salto tan (theolog10 wt1011ah~), o bien por revelación ([throlog10} 1r1•1 fata) La
grande han h~c~o pie [en suelo] firme, expanden el concepto, primera concibe q¡ objeto,) íl por mera razón p~1ra, a tra\ f"i de
ahora d~termmado, (en cu; a posesión han llegado a estar, sin puros conceptos trnns<endentales (cm m1g111an11m, rcahmmum,
sabe: como), sobre todo el campo de la creación. y explican ms mtwm,) ) se llama teologia transcendental. ) a por medio
mediante la experiencia 1aunque de un modo bastante pobre, de un concepto qut> Pila toma de la naturaleza (de nue5tra alma)
Y mu; por debajo de la majestad de su objeto) 1211 el ideal, que [y concibe entorKt>S a su objeto] como la su pi ema intehgC'ncrn.
era solamente un producto de razón pura, sin querer admitir ) debería llamarse tC'ología natural. Aquf'l que sólo admite uníl
que han_ llegado a ese conocinuento, o a esa presupo<;ición, por teoloi:,ría tramcendental se denomma drúta; aquel que acepta
un cammo muy diferente del de la e">periencia. además una teología natural, [se denomma] tmta. El prirne10
Así, según esto, a la prueba físico-teológica le sirve de fun- concf'de que por merlio de la mera razón podemos conocC'r, cJ
damento la c~s:nológica, y a ésta [le sirve de fundamento] la lo sumo, la e'<istencia dt> un ente originario, nuestro con e epto
prueba ontologKa de la existencia de un unico ente originario, del cual, empero, 1m es meramente tran'><endental, a saber, sólo
como ser_supremo; y como fuera de estas tres vías no le queda [podemos conocerla] como [la e'\istencial de un ente qne tiene
abierta mngu_n~ otia a la razón especulativa, resulta que la toda realidad, [existencia] guf', empero. no se puede determi
prneba ontolog:ca, que procede a partir de meros conceptos nar con más precisión. El segundo afirma que la razon está en
pur~s de la razon, es la única posible, si es que en general es rondiciones de determinar más precisamt>nte el oh1eto 5egun la
posible una prueba de una proposición elevada tan por encima arn, 1 o~a con la naturale7a, a saber, como un ente que, por [su]
de todo uso empírico del entPndimiento. entenduriento y por [5u] "ohmtad, contiene en sí el fundamento
originario de ~0das las demás cosas. Por consiguiente, aquel se In
rep1esenta [(al en~n miginarin)j 5óJo como una musa del mundo(\
queda sin decidir si e~ [rausa del mundo] por la [,\632] [BfiliÓJ
necesidad dt> su propia naluraleza, o por libertad); éste, be lo
representa] como un creador drl mundo

7215 En la pnmeia edIC1ón esta frase que dice «nuest1 o concepto dPl
1274. Los p~réntes1s en la fiase «(aunque de un modo [... ]majestad cual, empero." era ligeramente d1fe1P11te,; decía· «pero c¡ue nm><;/ro
de su objelo1 » son agrc5ado de esta traducción concepto de él».
LRITIC-\ Df: 1""' R,.,ZO'\ Pl R, 677
'-'\lt:L M'\f
676
l d teologrn t1a1bLetldenta e,, o bien aquella que ,e pro \le contento ac¡u1 c.on dehrnr el conoum1ento teonco como
pone dei 1\ ar la e'-1:,renu.t del •nte ong111<1110 ..t par tlf de una unCJ por el Llldl conozco lo que e>.t:ile, \ el practico [como un
C\.f;etlelKl<l en gen u cll 1-,111 deter rnmai nctcla rn,i::, preuso acerca co11our111ento] por d uul me represi: nto lo que debe en:i/u
dd ,u u.ido al cu.ti ella pet tenece), 1 ' ) ,e ll<tm..t [entonce:,] .)e¡,un esto el uso teonco de Ja rctLon es aquel mediante el
w111wtwfuow u cree cunoce1 ld e"1stencia ck el por n1eros U1<1l conozco a pno11 (como nece~a1101 que algo es, \ el prac
conceptos~ \111 el au ,_1!tu de la menor e"penencia, ) :,e llama t1co, [aquel] por el cudl st. conoce a p11on lo que debe ocurnr
A.hora bren, s1 el que digo sea o [el que digo] clebd ocurm, es
untutwlu10 w [al50] 111dudablemente cierto, pe1 o ~111 embargo es [digo] solo
1 d twlu.!,W nutullll Hil1e1e lc1s propiedades) la e'dstenua ele
un u ec1du1~ del mundo, a partir de 1,1 const1tuoon, del orden co 1d1c10nado, entonce<; uerta determmacla cond1c1on para
1

) de ld urnclad que se encuentran en ese mundo, en el cual se ello, o bien puede ::,er Lib~olutdmente necesana, o puede ser
debt n supu11e1 dos especies de causalidad coJl su:, respecl1 vd;, pie:,upue::,td "olo como ,ub1tr,lJht r contmgentl 1 'En el pnmer
reglas a sdber, n.nwaleza \ libertad Pm eso, ella, desde ese caso la cond1uon es po::,Luladd 1pe1 thesm), en el seg1mdo, es
m~mdo, -,e ele\ d. a la surnd mtehgencia, ya sea [entendida] supue::,td (pe1 h}potltrnu) (_ ,)mo lid) leyes p1act1ca> que ,on ab
Lomo ~ 1 mupiu dt. wcl,t pe1 fecoon) orden naturales, )'a [como ::,olut,une11te nec.e5d1ras 1!u.,, mor<tles;, resulta que [At)J-l] [B(Jb2]
,1 up10 ele toda perlecc10n) orden] mo1ales En el pnmer s1 ellas presuponen nece,drrarnente una e'\.i::,tencia cu,ilqmera
1 111 como cond1uon ele po:,1b1hdctd de la fue1u comtr1ctna de ellas
cc1~0 ~e \l,mia fi_izco teulugw, en el ultimo, teologw moral
1

P-ue~to que con el concepto de D10s no se suele entender e::,a e'\.i,tenua debe ser po1tulada, porque lo concl1uonado, d~
tan :,ulo unct naturdleL<t eterna que dctua ciegamente, como lo cudl parte la mferellCid que \ d a dar a esa condiuon deter
u11<11 a1L de la~ ul-,,ls, swo un ente :,upremo que tiene que ser el mmada, e::, recunoudo a p11011 Lomo <Lbsolutamente nece~ano
uectdor de l,1;, co:,ds pur rned10 de enle11dumento [AoJJ] [Bhi>l] Mas adeldnte most1 dremos, c.on respecto a lds le) e, mm al es,
, lilx 1tcLd, \ Lomo ,olo e:,e concepto no> mte1e~L1, :,e pod11Ll, que ella, no solamente pre:iuoonen la existennd de un ente
Lll 11 , 01 neo,t1 ,d dt1c,/a tod,t le en D10s, y dejarle :,o]dmente la supremo, s1110 que adenM,, pue:ito que cle,de otro punto de
o o e \ 1sta ellas son ab:,olutamente necesanas, 1 ' lo postulan JUStifi
dÍlI rnacwn de un eml ongmL1110, o de una causd suprema ..JII1

embürgu como nadie, por no <Lmma1:,e a dfümar algo, puede cadarnente, aunque en \ erdad ,olo en lo practico, por ahora
se 1 mculpado de negado e> mas rnoderddo y mas JUsto deur de3emos apa1 te e::,te modo de rnLonam1ento
el c1ci:ila uee en un Dios, pero el te lti [uee] en un dw:i viuo ([en Pue,to que cuaudo 5e trcltd solamente de lo que ex1ote (no
w ,t] ,11 11111u11111ntdltgwtwm' Aho1<L iremos a busc..t1 bs posibles
de lo que debe ser), lo cond1uonado que nos es dado en la
1
fuentes de Ll,do,, e,Lo~ ell'>ct}OS de la razon
1278 Tarnb1en pod11d ente11de1;e 'entonce>, CJCI td de1ermm¿cJ,1 con
d1uon o bien pue<le >et ,Ül>ulut,umnte necesai1<1 pdld ello, o puede
/21[ J' ub tblunl'llt li 1\, L¡Ut tnlémJe1 ,tqu1 «tlUld del mundo al
1
se1 p1e:,upue:,td :.olo como ,ub1'1<111 i ; contmgente» ~eg111mos L1 que
1.,u 11 c...,,t e.-\.1Jl11e1 lhl pt1 t:>11ece>
p n_lce ;e1 ld m1erp1et<Luun de He ni:,oed1 lmm~uu/wla!t Dw!t! /¡/._,
1_¡ '\,l tl tt>ultJ~•c, ¡,11t' e;t.i connene le) e> niu1,t\e;, que pre
11101 p :i3b
, ¡ ,11 , 11 la" ,._1;,tu1 c1ct dt tdl st1prerno 1ecto1 dd mundo m1ent1,ls que
11 1279 Se hd :.u¿cndo mod1fic, 1 e;,t" lt.ise de ffidnerd que quede «pues
id ltulu~'ª m 01 ,d pu1 el cunt1a110 es una COJ1\KC!Oll de la ex1ster:oa
de un e~lc sup 1emu [urn\ 1cuo11] LJLH' se ba;,d en leye:, rnord\e:, ['\Jot,t
to que el e~te ;,up1 emo, de;,dc utu punto de \ 1sta, es ,ibsolutamente
nece:.ano» 1ouge1enu<l de \Vdk reéos1dd por Schn11dt'
dt l\.a!Jlj
l"'IMA 'l' 'EL KA'\ T CRITICA DE LA RAZO'i Pl RA

e'l:periencia es pensado siempre también como contingente, rnrno el de lo contingente, toda significación CU) a realidad
la condición que le corresponde no puede, por ello, ser cono· ob1cti\ a pueda hace1 se compremihle m conrrFID
cida como absolutamente necesaria, sino que sólo sirve como Ahora bien. s1 a partir de la existenoa de las mw1 [qne están]
una presuposición del conocimiento racional de lo condi· rn el mundo se infiere una causa de ellas, esto no compt te al
0

cionado, que es necesaria relativamente, o más bien, que es uso natura! de la razón, sino al uso e1prrulat1rn de ella; porque
zmpresrmdzbfe, pero que en sí misma, y a prwn, es caprichosa aqnél no refiere las cosas misma<; (sub<;tancias) a alguna caus21,
Por consiguiente, si la necesidad absoluta de una cosa tiene sino [que refiere a una causa] sólo aquello que amntere, \ por
que ser conocida en el conocimiento teórico, esto sólo podría tanto, [refiere a una causa] los r1tado1 de eflm. [comide1 ad os]
ocurrir a partir de conceptos a prwn, 112 " pero nunca como !la como empíricamente contingentes; el que la substancia mm11a
necesidad] de una causa ' 111 en relación con una existencia (la materia) sea contingente en lo que respecta a su existencia,
dada por experiencia. debería ser un conocimiento racional meramente e<;pecubti·
Un conocimiento teórico e~ espcrulatwo 1uando se refiere a rn [A631i] [Btifi l] Pero aunque se tratara sólo de la fornrn del
un objeto, o a conceptos de un objeto, a los que no se puede mundo, del modo de su enlace y del cambio de él, si yo qrns1ern
llegar en ninguna experienci0 [A635] [Bfüi3] Se opone al ca· inferir de ello una causa que fuera Pntcramcnte diferente del
nonm1e11to natural, que no se refiere a otros objetos, ni [a otros] mundo, esto sería, también, un juicio de la razón meramente
predicados de éstos, que los que pueden ser dados en una especulativa, ya que PI objeto, aquí, no e<; 1m objeto de_ una
experiencia posible. experiencia posible. Pero entonce~ el principio de la cau~nhd_ad,
El principio de que a partir de lo que acontece ([a partir] que tiene validez sólo dentro del campo de las expenencrns,
de lo empí1 icamente contingf'nte), [entendido) como efecto, v fuera de éste no tiene ni empleo ni aun sig11ificación alguna,
~e infiera una causa, es un principio del conocimiento natural, ~e desviaría completamente de su destinación.
pero no del especulativo. Pues si se hace abstracción de él, Ahora bien, afirmo que todos los ensayos de un u<;o mera
como principio que contiene la condición de una experiencia mente especulativo de la razón, en lo que respecta a la teolo,gia.
posible en general. y si, eliminando todo lo empírico, se pre- son enteramente estériles, y son nulos y vanos por lo que toca
tende enunciarlo [como si tuviera validez] para lo contingente a la constitución interna de ellos; iw que los principio<; del uso
en general, entonces no queda ni la menor justificación de natural de ella no conducen en modo alguno a una teología;
tal principo sintético, que permita entender, a partir de él, 1222 y gue en comecuencía, si no se ponen por fundamento le\ e'i
cómo es que pueda yo pasar, de algo existente, a algo (llamado morales, o no se las emplea corno hilo conductor. no podna
causa) enteramente diferente de ello; es más: en tal uso mera haber ninguna teología de la razón. Pl1es todos los principio'>
mente especulatÍ\.o el concepto de causa pierde también, así sintéticos del entendimiento son de uso inma1wnte; pero para
el concimiento de un ente supremo se requiere [hacer] un uso
7220. También pod1ía entenderse «esto solo podtia ocunu a pnorz a
trascendente de ellos, para el cual nuestro encendimiento no
partu de conceptos»
7227. Quizá pueda entenderse tamh1éll" «pe10 nunca romo [el cono·
cnniento] de una causa». 7223. También pod1 ía entendeise· «poi lo que toca a la rnmtituc1ón
7222. También podría entende1 <;e· «no queda ni la meno1 Jmtificación interna de ella» (es decir, de la teología). Segmmos a H He1msoeth·
de tal pwpos1c1ón smtética que penmta entender, a pa1 tir de ella.». Trans:mdentalc Dwlrl.tzl.. p -l-H.
680 tl/SI

está preparado. Si la ley empüK,tmente válida de la causalidad solamente a objetos ele! umocinnento empírico, [es deurJ a
ha de conducir hasta el ente onginario, éste debería formar fenómenos. Por comiguente, tampoco con un procedim:ento
parte ele la cadena de lm objetos de la experiencia; pero enton- tJanscenclental '>e logia nadd t OJl : especo a la teología ele una
ces él mbrnu, como todos lo:, fenómenos, sería condicionado razón merarneme especuldl1v,t.
a su vet. Si, empero, se permitiera [Ab37] [Btikíj dar el ~alto Pero si uno prefinera poner en duda tod,1s las demostra-
poi encima de los lírrntes de la experiencia, por medio de la ciones precedentes de la A11alllita, antes que abandonar la
lev elinámica ele la referencia de los efectos a stb causas, este convicción del pern de argu11:Pntos tdn laigarnente empleaclo5,
p;ocedimiento ~qué concepto puede suministrarnos? Lejos aun a5í uno no puede, ~in embargo, negarse a cumplil m1 inti-
estara de darnos t111 concepto del ente supremo, porque 1,1 mación, 5i exijo al mf•nus una jmt1ficación <tcerca de cómo, ;.
e:>-periencia nunca nos stuniniotra el rna;,.uno efecto posible mediante que 1lurninac ion, se atre\ e a le\·antar vuelo, mediante
\que ~ería el que tend1ía que dar testimonio ele ;,u causa). Si, el pode1 de mern5 ideas, p01 encunad,, todtt expenenc1a posi-
sólo paia no dejar ningún vacío en nuestra razón, nos fuera ble. Rogaría que se me hiciese gracia de nuevas pruebas, o ele
permitido subsanar esta falta de determinacion completa por elc1boracíolle~ perfeccionad<1s de pruebas vieja5. Pues aunque
medw de una meia idea de la suma perfeuión y de la ne- no haya mucho para elegir .1qm, ya que todas las pruebas
cesidud urigina1 id, Psto podría, ciertamente, conceder se por meramente especulativas se reducen a una sola, a saber, a la
grac1.t, pero no poclnd ser exigido como un derecho [fundado ontológica, ) por consig1üente 110 tenga yo que temer que me
enj una prueba ü re>1stible. La prneb<t füico-teológica podría, abrume la fertilidad de los dt>fensores dogmáticos de aquella
pues, dar ¡i poyo quiza a ot1 dS p1 ueba;, (s1 la:, hubiere), pues une razón de5pojaela de sentido~; y aunqut' además -sm que me
la e'>pet ulauón con la intwc1ón; pero por sí misma más bien parezca por esto c¡ue ~oy mu y combativo- 122 ' no quiero rehuir
prepara al r'ntend1miento para el conocimiento teológico, y le el desafío [A(i3YJ [BiiG7] de poner a la vista la falacia presente
da una dit ección recta y natural para este, antes que ;,er capaz en todo intento de esa especie, y Je anular así sus pretensiones;
de realizar ella, pur si sula, la tarea. sin embargo, la esperanza de mejor fortuna no quedará jamás
Con esto se ve bien que la:, preguntas transcendentales enteramente ~uprirnida en aquello:, que están ya acostumbrados
sólo admiten respuestas tian;,cendentales, es decir, [respuesta;,] a la persuasión dogmática; ; pm eso me atengo a la exigencia
consistentes en mew;, conceptos a pnort sin la más mmirna única y justa, de que se ot1ezca una justificación universal,
mezcla de lo empüico. La cuestión es aquí manifiestamente basada en la naturaleza del entendimiento humano y también,
smtetica y e:-.ige un ensancham1entu de nuestro conocimiento juntamente, en la [narnr,dezc1J ele todas las restantes fuentes ele
más <tllá de todu;, los lí1rntes ele la e:>-periencia, a saber, hasta conocirnienm; [una ju:,t1ficauón] de cómo se pretende hacer
llegai a la exi;,tencia de un ente que tiene que corre;,ponele1 para ens,mchar entecamentt• a prwrt el conocimiento que se
.t n uestJ .t mvia ielea, !AG3 8] j 8tJ!J(J J a la cual no puede igua- posee, y para extende1 lu !J,tsta alh adonde no llega nillguna
larse jamás experiencia alguna. Ahora bien, según nuestras e;..periencia po:,ible, > poi t,rntu [a donde no llega] ning1m
derno;,traucne~ precedentes. todo conocimiento :,intético a medio de a:,eg1trdde >ll 1ealtdad objetiva a concepto alguno
pnu11 t:"' pmible súlu poi que expresa las conelrciones fo1males
de una expe1 iencia posible, y todos lo;, principio;, tienen, por
umsig11iente. una vulide.i: sólo inmanente, e5 decir, se refieren 1224. Lu;, gu1one'> en la !i,t,e "-,111 que me parezca [... ] cktll<lS1adu
combali\ o-» son ag1 egadu de P>ld 11 dducc1ón.
CRIT!CA DE LA RA?Oi'< Pl'R,\
682
l oncepto de un entP ne-
el t anscendenta 1, como e c
concebido por nosotros mi,mos Comoquiera q11e haya llegado por 5U ¡a o r 1 [rle el] lo ciue !ue1 a U'11trano a
· ealísimo \ e unmar 1 ¡
el entendimiento a ese concPpto, la existencia del objeto de él cesano) r ', tenece al mPJO fenómeno 1ª
no puede encontrarse analHicamente en él, porque el cono la suma iealidad, \vJ lo c¡ude plert )· a la ,ez elimmar todas
fÍ<;mo en sent1 o a 0 · \ d ¡
cimiento de la e:ustencw del obieto consiste preosamente en antropomo: 1 t va pro\ enoan del atnsmo. , a e
que éste está puesto en si m1smo,Jurra del penwmzento Pero es las afirmaoones opuesfias, , i u ' 1 cu~! es mu\ fául para tal
¡ arztronomor mw; -- o ' /
dmmo o de
'tiro )'ª c1ue 1os n11s111 0
enteramente imposible que uno 'ie 'alga por sí mismo de un r ~ fundamentos mediante
. t '
concepto) que. sin segui1 la conexión empírica fpor medio de ttatarn1en o en · . d el de la razon humana
e a la \ 1sta la 111capac1 ª
la cual, empero, son dacio'> siempre sólo fenómenos) llegue al los que se pon . · d
rmar la existencia e un f
I \li l l J \BbhS)j ente tal. necesa dd
descubrimiento de nuevos objetos y de entes transcendentes para afi t . , ara demnstra1 la mept1lc1 e
. uficiente<; tamo1en P '
Pero aunque la razór, en su uso meramente espPculativo, na mente son s n . d do- ide pretendena alg1nen
1
., opuesta r ties e e '-
diste mucho de ser suficiente para este propósito tan grande, toda a fi rmaooi1 · • . . d la razón el conocimiento
ra especu 1ac10n e ' , '
a saber. para alcano:ar la existencia de un ente supremo, ella obtener. por pu '. _ ue sea el fundamento
hav nmgcm ser supremo q . , d
tiene sin embargo una utilidad muy grande en él, !Afi-10] de que no 1 •
1 le condene mngt.111<1 e
[BtibR] [utilidari que consiste en] corregzr el conocimiento de originario del todo; o de que a e no esentamos se<rún sus
' . d otros nos repr · ' ' "'
él,'n:; en caso de que se puchera obtenerlo 121 " por algún otro las prop1eda es que nos -¡ las re'lhdades dinámicas
· s como ana ogas a ' ' 1)),
lado; hacerlo concordante com1go mismo y con todo propó'iito ronsecuenna., d llas en este último caso, --
üe· o e que e e '
inteligible; y purificarlo de todo lo que pudiera ser contrario de un ente pensa1 . , tambien a todas las lirnitaoones que
al concepto de un ente originario, y de toda mezcla con limi- debían estar sometidas. , bl te a las intelio enoa' que
'bilidad impone mevita emen ' '. "'
taciones empíricas. la sens1 . . ? 11 ,o
Por eso, la teologia transcendental, a pesar de toda su insufi- por exper~enc1a cono~ee:~s-~speculati"o de la razón, el ente1
ciencia, conserva sin embargo un uso negativo importante, y es Para e uso mera como un mero ideal, aunque [como
una constante censura de nuestra razón, cuando ésta se ocupa supremo queda, pues, d omol un concepto que con'iU
solamente de ideas pura:- que por ello mismo no admiten otra un ideal hb1e de tacha; [que . a e 1 ano [concepto] cuva
ona todo el conoom1ento rnm ' , '
norma que la transcendental Pues s1 alguna vez, desde otro ma ) cor . . de ser demostrada por esta v1a, pero
punto de\ ista, -quizá [desde un punto de vista] práctico- 1227 la ]
rea 1 ,
·dad obietiva no pue
J l . ' i hubiere una teo 1ogia mora
- ¡
premponrzon de un ente supremo y omnisuficiente, como suma tampoc~ puede ser re~~~-i~:;~1~ia, entonce' la teología trans
inteligencia, afirmase sin réplica su validez, entonces sería de que pudiera subsanar ,1 ohlemátira demostra1 ía
l antes fuera so o pr ' , .
la ma;or importancia determinar exactamente ese concepto, cen d enta , que . 'bl dio de la determinac1on
su carácter imprescmd1 e, por me

7225 Probablemente haya r¡ue entender: «el conocimiento del ente


supremo»: pei o también podna entende1se· «el conocimiento de ella". . " a sean otez1ta<, \a dn<IOí, 'a o11tropomorfi1ta<»
e5 decir, de la existencia antes menc10nada 7228. Literalmente. ) d , en el'ª'º de r¡ue esas p1op1e-
7229 «En este ultm10 caso», es ecir.
1226 Hay que entender: «en caso de que se puchera obtener ese
cononmiento». dades le convimesen. r d d '>nde [ J por
d mtenogac1on. en la iase "º e e
1227. Los grnones en la frase «-qrnzá [desde un punto de v1staj prác- 7230. Los signos e , agieuado de esta t1aducoon.
tICo-» 'ºn agi egado de esta ti aducnon. expe1 iencia conocemos '" son "'
CRl'll.'.\ Uc ~-" R"'ZO'- PLR.'.\ 685
dd concepto de ella, ¡ pur la rncesante ce11su1c1 a¡..il1cada d
1
de ellas, ;,1emp1e que podani->s impedir uerto [Ab-13] [Bél7ll
unc1 rdlOn bct-.tante~ \ ece:, engaüadd por !et ,e11,1bil1dc1d ) no eqll!voco) que podamos enco¡¡lr ar la d1recuon prop1ü de ella,
~1emp1 e com ur ddnte con :,u:, pr op1ct:, ideas Ld nece-.1dc1d, L1 A:,1, pues, todo hace :,o:,pechM que las ideas transcendentd!es
mfimtud, Id umddd b C'\.1~te11uc1 fue1c1 Jd mundo \no como tendran :,u LbO legitimo v poi cons1gu1ente rn11wnwte, ,nrnque
almc1 dd mundu), la ele1111dc1d ~m co11d1uones de tiempo, la cuando ,e equl\ ocd el >Jgmhcado de ellüs ) se la> tomd por
onrn1p1e:,enud :,m cond1uoncs [A6 U] [fü¡7()j del espac10, ld conceptoo, de cosas efectivamente reales, puedctn se1 trctnscen
0111mpote11oa, etc , son rne1 º' pi edJLddo, ti d!lSccndentales,) dentes en la aphcdoon, 1 pur ew mismo, engaüosds Pues no
por e:,u el conccptu de ellus, depur.1do [concepto] que toda es la idea en si misma, >lllü :,olamente su uso, lo que puede,
teolog1a t..into neces!la, solo puede ~er exl1 c11du de la [leolog1d] con respecto a toda la e1.penenc1a posible,) a !Jubrec1ola1lu l[>er]
ti anscendenral transcendente), ) ü lwb1tur!a dsei] mmanente) 12 '- segun que se
dmJa dlfectamente a un obJetO que presuntctmente le con e:,
ponde, o que solo se dm¡a al uso gener<ll del entendumento
i\rnn1ci- \LA. DIA.LI:l ne\ íK\\:,C1 \DE\! \L
con respecto a los objetos de los que este se ocupa, \ todos los
errores de o,ubrepuon han de atnbmrse siempre a un defecto de
la facultad de Juzgar, ) nunca ,d entend1m1ento 111 a la razon
DLL l :iu RLGLI \l J\ 1 ! DL 1 ;.:, !Lll \~ Lk L \ R\lU\ Pl.JK\
La razon no se refiere nuncd dtrectamente d un objeto, smo
Ll result..ido de todos los ensa) os d1alectico, de J,1 raLon >olamente al entendmuento ' pm medio de este, al tbo emp1
neo de elld m1:,II1d, por consiguiente, ella no aeu conceptos lde
flld a no ,cJ!::imente confin11'1 lo que) d hemo<o duno:,t1 ctdo en la
\naht1(d t1..in~Lendenral, c1 '"1be1, que todos nucsnos rauourno;, objetos), smo que soldrnentt: los mdena y les dc1 <lCjUella umdad
que p1etu1dt·11 lle\ c1rno:, mc1s .tlb del campo de la e1.pe11enua que pueden tener en >ll rna '-ll1M e"ren~1011 posible, es decir, con
re,pecto d la totahdctd de Jete, o,eues, [totdhdad] que el entend1
posible :,on ''ng,mosos ) cc1recen de fundamento, ,1110 que
110:, Pll'.>eÜ<1, a la \ eL, esto en pai ncula1 que la 1üLOn humana, rrnento no cons1de1d mmcc1, :,rno [que] solo [Lon,ideict] aquella
en e:,te c\')ll!lto tiene nna ptopeno,wn natu1,d a t1c1spasa1 ese conex1on por medw de la wal, pm tudcts pa1 tes, !Jl p1odua11, set,'11n
himte, que lci;, ideas transcendentales :,on para elL1 tan natuia conceptos, sn w, de cond1uone, Poi cons1g1nente, lar azon tiene
Je:, como lo :,un L1' LdtegmhtS p..i1a d entenclmuento, aunque [AbH] [B672 J por ob¡eto p1 opiamPnte solo al entend1m1ento v
con la cltfu enud de que as1 como las ultimct:, conducen a L1 a Id d1spos1L1on convernente de ec;te,) as1 como este reune lo
\ erdctd, e:, dLur, d lct Mlecuac1on de nuesl!os conceptos con mult1ple :=n el ob¡eto por mecho de conceptos, üSI reune aquella,
el obJelo, Lis pt 1rne1 as pr oclucen una me1aap,u1e1K1<1 i[u,oud, por su parte, lo multiple de los conceptos por med10 de ideas,
que e:, nre:,¡,llble, \ cu; o engctüo <lpena, :,J puede contener:,e estctbleoendo una cierta umdad colect1vd como meta de las
medran te la nrn~ Hgur osa c1 rtJLd dcuones del entendnniento, [<lcuunes] que, por lo dernas, solo
fo do lo que e:,ta fundado en la l1dtur,lleLa de nuest1 as fa se ocupün de la urndctd distnliut1\a
e uludes debe :,er funuollctl, y concorddnte con el uso cou ecto

1232 He1mooeth mlerp1eta esl met<lfo1as corno .ilus10ne> "la> 11na


!l.31 L, deu1 <lt1e111uu.iuo11 del conu:plü que l.i leulog1.i l1<tmcen genes de l<t «pdlom.i» 1A .3, B ~I > de Id «l1e11" de Ll 'ei ddd» 1 .\ 2 ~5, B
dent,d pu:,ee ) quL co11>lllU\ e >U tem" 2(J-!;,) (He1111soeth 1/ang_wJwtah Dtaülct1!.... p 11 J not<1 J()ll)
CRÍTICA DE Li\ RA?O' Pl RA 6R7
686
Si tendemos la mirada sobre los conocimiento<; de nue<;tro
En consecuencia. afirmo: las ideas transcendentales nunca
son de uso constitutivo, corno !serían) si por ellas fueran dados entendirniPrlto en la entera e'<. tensión de ellos, encontrarno' que
conceptos de ciertos objf'tos. en el caso de que se las entienda aquello que la razón di<.;pone acerca de ellos <le la manera que
así, son meros conceptos sofísticos (dialéctico<;). Por el contrario, Ir es peculiar, y lo que ella trata de prn~ucir, ~s lo mtrm~t1ro del
empero, tienen un uso regulativo excelente e indispensablemente conocimiento, es decir, la interconex1on de este a partir de un
necesario. que consiste en dingir al entendimiento hacia cierta principio Esta unidad de la razón pre,upone siempre una idea.
meta, en atención a la cual las líneas directrices de todas las a saber, la [idea] de la forma <le un todo del conocimiento, [un
todo] que precede al 1onocirniento determinado de las pa1 te'-.
:eglas .de él convergen en un punto que, aunque es sólo una
idea ljocus mzagmarius). es decir, !aunque es sólo] un punto del y que contiene las condiciones pa1 a asignarle a prwn a cada
parte su lugar y su 1 elación con las restante~. Esta idea pmtula.
cual n~ r,art~n. en wrdad, los rnnceptm_ d~l entendimiento -ya
que el esta enteramente fnera de los hrn1tes de la expenencia según eso, una unidad completa del .cononrnwnto qn'." es pw-
posible-, 1234 sin;e sin embargo para procurarles la máxima uni- pio del entendimiento, en vittud de la cual ese [rnnoorn1Pnto'.
dad junto con la máxima extensión. Ahora bien, de aquí surge no se constituye corno un mero agregado contmgente, smo qm
llega a ser un sistema interconectado se?rím leyes necesana'i.
para nosotros, por cierto, la ilusión [que nos hace ver] como si
No se puede decir propiamente que esa idea sea un concepto
esas líneas directrices particr <111 1' ,., de un objeto mismo que se
encontrara fuera del campo del conocimiento empírico pmible de un objeto, sino [que es un concepto] de_ la u melad completa
de esos conceptos, en la rnedid;:i en que e<;ta <;trve de. regl;:i al
(tal como se ven los objetos 1( orno si estuvieran] detrás de la
entendimiento. Tales conceptos ele la razón no se obtienen de
superficie del espejo); pero e~a ilusión (que bien se puede inhi
la naturaleza; más bien inte11 ogamos a la naturaleza de acue1 do
~JT •. de manera que no engaf:tE') es, sin embargo. [A<i-15] !B67,1]
con esas ideas, y tenPrnos por incompleto nuestro conocimiento
md1spensablemente necesaria, si queremo5 ver. además de los
mientras [A6 1h] [B671] no sea adecuado a ellas. Se admite qui:>
obj:tos .que tenemos ante lm ojos, también, a la vez, aquellos que
estan leJOS de ellos, a nuestra e~palda; es decir, si, en nuestro caso, difícilmente se encuentre tierra pura, agua pura, a;rc pwo. etc
querernos dirigir al entendimiento más allá de toda experiencia Sin embargo, se precisan los conceptos de eHos \[conceptml
dada ([que es] parte de toda la experiencia posible entera) 123", y que, en lo que 1 es pecta a la c.omplet~ pureza, tienen su. origen
sólo en Ja razón) para determmar debidamente la part1c1panon
por tanto, llevarlo al máximo y extremo ensanchamiento.
que cada una de esas causas naturalP'i.tiene en el fe_nórn.eno.
y así todas )as materias se reducen a tierras (por ~si dern, el
7233. Ha; que entender") a qiw P'iP punto». mero peso), a sales y cuerpos combustibles (q11: v1en~n a sei_
7234. Los guiones en la frase «-ya que[ ... ] experiencia po,ible-» son la fuerza), y finalmente a agua) aire, como veluculos \por as1
agregado de esta traducción. decir, corno máquinas por medio de las cuales las pret:edente<;
7235. Lite1 almente: «como si esas líneas directrices fueran excluida<» actúan).11 ,- para explicar según la idea de un mecamsmo las
Seguimos a Ed. Acad.
7236 Es deci1: '~experiencia dada que es parte de toda la experiencia
7237. Esta clasificaoon de las «materias» ('11hstanc1a5 qum11~zi~I ~;'
posible .entera». Segmmos aquí una conec.ción de Ed. Acad., sugerida
por J:ia1 ten~tem. En el ongrmd ha; un datn·o poco comp1emible, que explica y amplía en la lección de física llamada Dan:zgrr Ph) <zk, l1iL1 ;.
qmza pod11a explicarse como un<l comtrucción paralela a la fiase Ed. Acad. XXIX, p. l(íl. La fue1za de lm cuerpm rnmbu'it1bles <;e ddlf'
p1 ecedente («ademas de los oh¡eto'i "). como ,¡ d1je1 a: «además de la
pa1 le de toda la e"Xperiencia po<1lilP ente1a» al flo¡,,risto, que E'' lo que propiamente actúa en ellos.
688 IMMA,\l}EL KA '>T
CRITICA DE LA rZAZO\ Pl.Rr\ 689
acciones químicas de ],1s materias entre sí. Pues aunque uno no
A la inversa, la unidad sistemáuca ,como mera idea) eo, sola-
oe expre:,e efectivarneute de e~a rnanPra, es muy fácil descubrir
mente unidad proyectada, que se debe considerar, en sí misma,
tdl in!lujo de la iazón en Id~ da~ificaciones de lo:, invPstigadores
no como dada, sino sólo como problema; y que sirve para
de la naturaleza
encontrar un princípium para el uso múltiple y particular del
S1 la ra¿ór1 es u na facultad de deducir lo particular de lo
entendimientu,' 2 "' y para dirigir [este uso) mediante él y darle
universal, entonce:,, o bien lo universal es ya en jí nerto, y está
coherencia también en lo que concierne a los casos que no
dado, ) entonce:, se iequiere oólo facultad de ;uq;ar para la
están dados.
oub:,unuon, y lo pm tic u lar es determinado necesariamente por
[A.648] [B676] De aquí solamente resulta claro que la uni-
ello. A esto lo llamaré el uso apodíctico de la razón. O bien lo
dad sistemática, o rac10nal, de los múltiples conocimientos del
uní\ eisal es supuesto solo probLematiwmente, y e, una mera idea;
entendimiento es un piincipio lóguo [que sirve] para ayudar
lo particular es c.ie1 to, pero la universalidad de la regla para esa
al entendimienlo con ideas, allí donde él por sí solo no llega
con~ecuencia es todavía un problema; entonces, varios casos
a [establecer] reglas, y a la vez, para suministrar concordancia
part1culare:,, que ~on todos cie1tos, se en:,ayan con respecto a
(sistemática) bajo un principio, y por ese medio, coherencia, en
la regla [para ver] si .se siguen de ella; y en ese caso, si parece
la medida de lo posible, a la diversidad de las reglas de él. Pero
se1 que todos [Atí-J.7] [Bii75] los casos particulMes que puedan
si la índole de los objetos, o la naturaleza del entendimiento
darse se siguen de ella, :,e infiere la universalidad de la regla,
que como tales los conoce, estuviera determinada en sí para
y a partir de ésta, después, se infieren también todos Jos casos
[tener] unidad sistemática, y sí se pudiera, en cierta rnedída,w"
que e11 sí mismo~ no están dados. 1m A esto lo llamaré el uso
postularla a ésta a prior~ aun prescindiendo de ese interés d.e
hipotético de la razón.
la razón, v [si] por tanto se pudiera decir: todos los conoCJ-
El uso hipotérico de la razón ba&aclo en ideas que se ponen
mientos posibles del entendimiento (inclusive los empíncos)
por fundamento como conceptos problemáticos no es propia-
tienen unidad racional, y están sometidos a principios comunes
mentt• [Hn u:,oJ wmlltutwo; a saber, no es de tal ndturaleza gue ele
de los cuales pueden ser deducido~ independientemente de
el, si se juzga con todo ngor, se siga la verdad de la regla universal
su diversidad; [entonces ague! principio] sería un principio
que ha siclo supue:,ta como hipótesü,; pues .:cómo se pretendería
transcendental de Ja razón, que haría que la unidad sistemática
saber toda51'ts posibles consecuencias que, al seguirse del mismo
no fuese necesaria sólo subjetivamente y lógicamente, como
pnnc1pio supueotu, demue:,tran la universalidad de él:' Sino que
método, sino objerivarnente.
es [un w,o] :,olo regulativo, [que 5irve] paia introduciI medi,rnte
Expliquemos esto mediante un caso de uso de la razón.
el, en la medida de lo posible, unidad en los cunocimientos
Entre las diversas especies de umdad según conceptos del
pan¡cu]ares, y apro:x.z11w1 así la regla a la universalidad.
entendimiento se encuentra tambien la de la causalidad de
El uso hipotético de la razón se dirige, pues, a la unidad
s1otemática de lo:, conocimientos pwpios del entendimiento;
) ésta, a su 1 eL. e~ la p1ed1a Je toque de la ue1dad ele las reglas. /239. En el origmal: «un pnncip10 p,1ia lo múltiple y para el uso par-
ticular del entendimiento». Seg1.1m10s a Ed. Acad., que a su vez sigue
una corrección de Valentiner.
12 i8. ·i:unbién pud1ia entende1;.e: «>e infieren todo, los casu;, aun
7240. El texto de Ja expresión «en cierta medida» es mseguro. Se-
los yue en,¡ no esL<111 dados». guimo; Ja; sugerencias de Kehrbach y de Erdmann, recogidas por
Schmidt.
CRI f!CA DF LA RAZO'< rr Rf\ 691
690
ro, mei amente h1potét1ca No se afirma que deba encnntrar"P
una substancia gue se llama fuerza. Los diversos fenómenm de
una misma substancia nrne<;tran, a primera vista, tanta hetero- efectivamente una [unidad] tal: sino que se debe buscarla en
geneidad, gue al comienzo uno debe suponer casi tanta<; v tan beneficio de la ra:>:ón, a s;iher, para e<;tablecer nerto'i pn11c1p1n'
\·ariadas fuerzas de ella. como efectos se presentan; tal ¿orno para las diversas reglas [.\(iSOJ [Bii7R] c¡ue !i1 e'periencíi1 ptwda
en [Ali.HJ] [Bfi77] la mente humana la sensación, la concienna, sumini'itrar: v que, hasta donde sea posible. 'e debe mt10ducu
la imaginación, la memoria, el ingenio, el discernimiento, el de esa mane~a unidad si.,temát1ca en el conocimwnto
placer, el apetito, etc. Imc ia !mente una máxima lócrica manda Pe 1o si se presta atencion almo tn1mcendental del entendi-
reducir tanto como sea posible esa aparente div:rsidad me- miento, se advierte que esa idea de una fne1za fond;inwntal en
diante el [procedimiento de) descubrir, por comparación, la general no sólo está, como problema, de,tin.ada almo h1pnte
identidad oculta, y [de] tornprnbar si la imaginación, enlazada tico, sino que pretende tener realidad ob1et1va, por nwd10 de
con la concien~ia, no será memoria, ingenio, discernimiento, la cual se postula la unidad sistemática de \a<; dn ersa'i ft¡przas
qmzá incluso entendinuento \. razón La idea de una fiier¿a de una substancia, \ se establece un pi incip10 apodíctico de
fimdamental-acerca de la cu;il, empero, la lógica no descubre la razón Pue'i aun ~in haber en'iavado la coinndencia de l;i<;
s1 acaso la hay- 1w es, al menos, Pl problema de un;i represen- di\ ersas fuerzas, e incluso si después de todo' lo' ens<i\ º" no
tación sistemática de la multiplicidad de fuerza' El principio lof'Tamos descubrirla, pre,uponemos, sin emhargo. lc¡uel se
lógico ?e la 1azón exige que se realice, tanto como sea posible, la bencontiará: v e'iO no solamente debido, como en el < ;i<;o
e<a unidad; y cuanto más idénticos entre sí se encuentren los aducido, a la unidad d la <;uh<;tancia, sino que inchI'O alh
0

fenómenos de una y otra fuerza, tanto más probable es que donde se encuentran varias [~ubstancia'] -si bien. en ue1 tn
no sean nada más gue diversas expresiones de una y la misma grado, homogéneas-, 1m como en la mate1i'1_ en geneiaL l<t
fuerza, la cual se puede llamar (comparativamente) la fim¿a razón presupone la unidad o;istemática de mult1ple<; ~uerzª.'·
fiwdamrntal de ellos. De la misma manera se procede con las puesto que las leyes particulares de la nat~1ral.e~a estan baio
reotantes. 12 ~ 2
otras más generales, y la economía de lm prmc1p1os no e<; solo
Las fuerzas comparativamente fundamentales in< deben <>er un principio económico de la razón, sino c¡ue re'iulta ser una
comparadas a su vez entre sí, para que, al descubrir su coin- lev interna de la naturalezaY•'
1

cidencia, sean llevadas más cerca de una fuerza fundamental En verdad, no se entiende tampoco cómo podría tener
única radical, es decir, ab,nh1t<1 Esta unidad racional es, empe- lugar un principio lót,ri.co de la unidad racional de. ]a, regla~,
51 110 se presupc1siera uno transcendent;i] por med~o del cual
tal unidad sistemática, [entendida] como pertenec1entC' a lo'
7247. Como s1 dijera: «cu; a ex1stenc1a la logica no demuestra». Los objetos mismos, [A651] [B67D] se supone a pnmz c?mo nece-
gmones en la f1 ase «-acerra de (. ) si acaso la ha\_,, son a~eaado de saria. Pues écon gué derecho puede e'<1g1r la razon, en uso
esta ti aducción , e b

7242. Qmzá haya que entender aquí «con las 1estantes fucr?as» Pero
el texto no lo deter mma, ) pocl11a entende1 se tam brén «con los res-
77.4.J Los guiones en la frase «-si bien [ ) homogéneas-» '<ll1 ;¡gregaclo
tantes fenómenos" Heunsoed1 1nterp1eta que se hace referencia aquí
al '.i1étodo aplicado p01 el pm,olo(jo a lo' re5tante5 «sectores [. ) de lo de esta t1aducc1ón
ps1qmco,, (He1msoeth: Trons:mdn1talf DwlrAflk p. 573). 7245 También podría entende1se: «51llO cine se' ueh e una le' mterna
7243. Literalmente «las fue, zas fundamentale5 compa1 atJ\ as» de la natm aleza».
693
lógico, tratar como [,1 fuera] una unidad, sólo que e~condida, de todo~ los conceptos empuicos po:;,ibles, en ld medida en
la multiplicidad de las fuerzas que la naturaleza nos da a co- que puedan ser de¡¡vados de otros más altos y más generales,
nocer, y cleiivd.da,L'" en le! medida en que ella pueda hacerlo, e> una regla escolástica o un princípío lógico sin el cual no
de alguna fuerzd. luuclamental, si ella pudiera admitir que era h,1bría ningún uso de la razón, porque podemos concluir de
1gud.lrnente po~1lile que Lodas las fuerza:, fuesen heterogéneas lo univen,al a lo pa1 tícular sólo en la medida en que se ponen
y que la unidad si::.temauca de !,1 derivación de ellas no fuese por fundamento propiedades universales de las cosas, bajo las
adecud.cfa a !d. uatmülezü? Pues entonce::. ella pt0cedería en con cuale::i está11 las [propiedades] particulares.
tra <le su propia destinación al proponerse por meta una idea Pe10 que también en la naturcdeza se encuentra esa concor-
que contrüdijese por completo Id dispo::.1ción de la naturaleza. dancia, lo presuponen los hlosofos en la conocida regla esco-
Tampoco se puede dec11 que elL1 haya tonMdo pi eviamente, de lastica: que lo::. comienzos (principios) no deben multiplicarse
la con::.tltuuón contingente de la naturdleza, esta mudad ,egún ~m necesidad (entza pr11ete1 necemtatem non e.11e mult1plnandu.).
prinCJpios de ld ralón. Pue~ la ley de la 1azon [que manda] Con ello se dice que la naturaleza misma de las cosas ofrece
bu::.carla es nece::.ar ia, poi que ,in ella '2 ,- no tend1 íamos razón mateiial para la urndad racional, y que la aparente diversidad
alguna, y ;,in bta. ningun u~o coherente del entendimiento,)' a infirnta no debiera impedirnos sospechar, ¡ras ella, unidad de
falta de é-.te, [no tenduamo::.J ninguna nota sufinente de la ver- las p10piedacles fundamentales, a partir de las cuales la multi-
dad empínc.a, y poi consiguiente, en atención a e::.ta última 121 ' plicidad puede ser de1 i \dela solo mediante más determinación.
debemo~ presuponer Ja unidad sistemátic,t de la natuialeza A esa unidad, si bien es una mera idea, se la ha buscado con
corno objetivamente váltda y necesaria. tanto empeño en tocios los tiempos, que antes se ha terndo
Encontramo::. e~t,l p1e::.uposición tramcendental también, motivo para moderar el deseo ele ella, que para estimularlo.
de manera sorp1endente, escondida en los principios de los Ya fue mucho que los químicos pudieran reducir todas las
filósofos, aunque ellos no siempre l1an advertido que e:,taba sales a dos géneros principales, las ácidas y las alcalinas; y
allí, o bien no ::i1empre se la han confesado a s1 mismo::,. Que ha:,ta intentan considerar también esta distinción como una
todas las multiplicidades de las cosas singulares no excluyen mera variedad, [A.653] [Bb81] o expresión diferente, de una y
la 1clentidad de la eopeue; que las varias especies deben ser tra- la mü,ma materia fundamental. Se ha intentado reducir poco
tadas sólo como [AG5'.2j [BGSOJ diferentes determinaciones de a poco las varias especies de tierras (la ma:reria de las piedras,
unos pocos generas, que éstos, empero, deben ser tratados corno e incluso de los metales) a tres, finalmente a dos; pero aun
[d1feiente~ determinaciones] de famtlws aun más elevadas, etc.; no contentos e on eso, no pudieron librarse del pensamiento
que, en con::,ecuencia, ::.e debe buscar cierta unidad sistemática gue Jos lleva a sospechar, tras estas variedades, sin embargo,
un género único, e incluso un principio común a éstas y a las
sales. Se creerá, quizá, que esto es una operación meramente
12.J.6 Es deui, deil\ai esa nwlt1phudad. Pe10 Lamoién pod1íd enten económica de la razón, para dho11arse tanto e5fuerzo como
de1se «de11vail,1s», e; decü, de11\ai esas fuerzas.
sea posible, y un ensa; o hipotético que, si resulta bien, preci-
12.J. 7. }fa) que emende1. "'lll esa le)"· No e; posible la mterpretación:
"Stn esa umdad».
:,amente por esa unidad pre:,ta probabilidad al fundamento ele
12.J.8. P1obablemenle ha;- a que entende1 aquí: «en atención d la nola explicación supuesto. Pero tal propósito egoísta se distingue
[o ,d c11te110] de la ve1dad empínc,t» antes menuonada. No es posible muy fácilmente de la idea según lü cual todo::. pre::iuponen que
l.1 leLLui a: «en atención a la verdad empí1 ie<1».
CRITIC'A DF LA RAZO'-: Pl'Rr\

esa u~idad r~cional es conforme a la naturaleza mi<>ma, y que do 11 ;" (de la cletPrminación), 12 ' en atencion a la mult1phcid<id de
la razon aqm no mendiga, smo que manda, aunque sin poder las especie<;; porque el entendimiento, en el primer caso. p1em,1,
determmar los límites de esa unidad. por cierto, ha¡o <;Us concepto<;, mucho [contPnido]; pero Pll el
Si entre los fenómenos que se nos presentan hubiera tan segundo caso pien'ia tanto más [contenido] dmtro de rf/n,. Esto
gran diversidad, no digo dE' l<t fo1 ma (ptw<; en eso pudieran ser se ex pi esa también["\():).')] [Bri8.l] en la muv diferentP manera
semejantes entre sí) sino dPl contenido, es decir, en lo que rrs- de pensar de los investigadore'i de la naturaleza, alguno<; dP
pect~ a la multiplicidad de los entes existentes, que ni siquiera lo5 cuales (que 'ion principalmente especulatl\"o<;) son como
el mas agu~o entendimientn humano pudiera encontrar, por enemigos de la hetC'rogeneidad y buscan siempre la unidad del
cornparac1on de uno con otro, ni la más mínima semejanza (un género. y lo<; otrm (principalmente mentalidades empme<15)
caso ~ue se puede mm· bien pensar), entonces la ley lógica de tratan ince<;antemente de dividir la naturaleza en tanta multi·
los generas no, tendría lugar, [A65"lj [füi82] ni habría tampoco pliridad, que casi se debC'ría abandonar la esperanza de j11zgar
c_on~epto alguno de género. ni ningún concepto universal, ni los fenómenos de ella según principios unive1sales.
s1qmera, tampoco, entendimiento alguno, ya que él se orupa Este último modo de pensar tiene por fundamento, como
solamente de ellos. El principio lógico de los géneros presu· e<> manifiesto, un principio lógico que tiene por prnposito la
pone, por tanto, un [principio] transcendental, si es que ha integridad sistemática de todos lm conocimientos, cuand0 vn.
de _ser aplicado a la natura len (por la cual entiendo aquí sólo partiendo del género, desciendo a la multiplicidad que p'.1diera
objet~s que nos_ son dados). Según éste, en el múltiple de una e:,ta1 contC'nida bajo él; y de tal manera procuro darle e'~tens1ón
expenencia posible net esariamente se presupon? homogenei· al sistC'ma, tal como en el primer caso, en el que a<>ci'.'ndo hacia
dad (aunque no podamos determinar a jmori el grado de ella) el género, procuro darle simplicidad. Pue<; a par'lf de la esf Pra
porque sm ella no serían posibles los conceptos empíricos, y drl concepto que designa un género no SC' puede saber hasta
por tanto, no sería posible experiencia alguna. dónde puede llegar la división de él, 1n 1 tal CO!T'C' tampoco se
_Al principio lógico de lo-; géneros, que postula la identi- puede, a partir del espacio qne la materia puede ocnpar, 'iil ber
dad,. se opone o_tr~ [pnncipml, a saber, el de las esprcies, que hasta dónde pueda llegar la división de ella. Por eso, todo [!/nrro
reqmere mc_!tiphc1dad v diferencias de las cosas, a pesar de la exige diversas r~penc1, éstas a su ve7 [exigen] di\ ersil'i mhespmrs,
concorda~c~a de ellas bajo el mismo género; y que prescribe y como no hay ninguna de éstas quP no tenga siempre a su vez
al ente~d1_m_1ento atendt>r a e'itas no menos que a aquéllos.124n
Este prm_c1~10 (de la sutileza, de la facultad de discernir) pone
se\·eras lumtac10nes a la ligeieza del primero (del ingenio). y 7250 Como si dijera· «de la compren,1ón".
la razon muestra aquí un iPtc>ri's doble v contradictorio en sí 7257. También podría entende1 se: «(de la precisión)» o «(de la e"<ac·
mismo: por un lado el interés ele la extenszdn (de la universalidad) titud)».
con respecto a los géneros; por otro lado [el interés] del rontrm· 7232. Es deci1. L1 d1vi,1ón ele! género Así ln mterpreta Heirnsoeth·
Trrm<:¿mdmtalr D10!rkt1Á~ p. 582. Pe10 tamb1Pn pod11a entende1 se «l.i
d1\Ís1ón de ella», es decir. de la esfera ;mtes menc10nada En geneial
7249. Pobablernent: ha; a guP entender aguí «atender a las especies hemos modificado esta frase, que lite1 alrnente dice: «Pues ni a partH
n~ menos gue a los generos". Pero también podría entemlerse: «atender de la esfera del rnncepto gue designa un gé11P1 o, ni a pa1 tir del espac10
a estas no menos gue a aguélla», es decir: «atender a la multiplicidad que la materia puede ocupai. se puede sabe1 hasta dónde puede llega1
y a las d1ferenc1a.s. no menos gup a la identidad». la división de ellos» (o bien: «de ellas»)
CRITICA DE. L.l, RP.zo:, PL RA
696
una esfera \una e:-.ten~ión como wrueptw wm11wni:,), la razón [A657] [Bb85] Esta ley Je la e~peuficación tampoco puede ser
exige, en ou entero ensanchamiento, que ninguna especie sea tomada de la experiencia; pues ésta no puede brindar perspectivas
cofüiderada, en sí mi::,1rn1. como la [especie] ínfima, porque que lleguen tan lejos. En la drferenciación de lo múltiple la espe~
como ella es siempre un concepto que sólo contiene en sí lo cificación empírica pronto se detiene, si la le) trancendental de
que es común a diversas cosas, éste'"-' no puede estar comple- la especificación, [ley] que antecede ya, como un principio de la
tamente determinddo, y poi tanto, no puede tampoco [Ati:íú] razón, no la ha conducido a buscar tal [diferenciación], y a seguir
[B68-t] estar referido mmediat,lmente a un individuo, y por barruntándola siempre, aunque ella no se revele a los sentidos.
consiguiente debe contener bajo sí siempre otros conceptos, Para descubrir que las tierras ab~m bentes son de diversas especies
P'i decir, subespecies. Esta le) de la especificación se podria (tierras calcáreas y muriáticas) se requüió una previa regla de la
expresar doÍ. cntzum vanetates non temere ejse minuendas. razón que ünpuso al entendimiento la rarea de bmcar la diferencia,
Pero se adviene focihneme que también esta ky lógica al presuponer que la naturaleza era tan rica en contenidos como
carecería de se nudo y de aplicación, s1 nu tu' icra por funda- para sospechar que la había. Pues tenemos entendimiento sola-
mento uua ley transcendental de La e:ipel!ficauón, c¡ue por cierto mente bajo la presuposición de las diferencias en la naturaleza,
no exige de las cosa~ que pueden llegar a ser objetos_ nuestros así como bajo la condición de que los objetos de ella tengan en sí
1 1
una efectiva infi!lltud con re, pecto a las diferencia::,; ' ' porque homogeneidad; porque es precisamente la multiplicidad de aque-
el principio lógico, que afirma solamente la indetermt1ial1Ón de llo que puede ser abarcado bajo un concepto lo que constituye el
la e~fern lógica con respecto a la posible división, no da ocasión uso de ese concepto y la ocupación del entendimiento.
para ello; pero que sin embargo impone al entendimiento la La razón, pues, le prepara al entendimiento su campo 1)
obligación de buscar ,ubespecies bajo cada especie que se mediante un principio de la lwmogenudad de lo múltiple bajo
nos pre sen te, ) [de buscar,] par a cada diferencia, diferencias géneros superiores; 2) mediante un principio de la zarzedad 1

menores. Pues si no hubiera conceptos infe1101es, no habría de lo homogéneo bajo especies inferiores; y para completar
tampoco rnperwm. Ahoia bien, el entendimienrn conoce todo la unidad sistemática, añade 3) aún una ley de la afimdad de
solo mediante conceptos; en consecuencia, por lejos que el lle- todos los conceptos, que manda un tránsito continuo de cada
gue en la división. [no conoce] nunca por meia intuición, 5ino [Ab58] [Bb8ti] especie a cada una de las otras, a través de un
siempre, cada vez, por concepto5 inferiore:;. El conocimiento crecimiento gradual de la diferencia. Podemo~ denominarlos
de los fenómeno5 en la dete1 mi nación omnímoda de ello" los principios de la lwmogeneidad, de la e:;peujúaczón y de la
(que solo es po5ible por medio del entendimiento) exige una conllmadad de las forma~. El ultimo surge de la unión de los
especificación de lo> concepto::, de él que avance sin cesar, y dos primeros, luego que tanto en el ascenso hacia géneros
un progTeso hacia diferencias que todavía quedan, de las cu,tles superiores, como en el descenso hacia especies inferiores, ,"'
se ha hecho db,tracción en el concepto de la especie, y aún ha consumado la interconexión si~temática en la idea; tl>> pues
más en el del género. entonces todas las multiplicidades quedan emparentadas entre
sí, porque todas ellas proceden de un único género supremo, a
través de todos los grndo~ de la determinación ampliada.
7253. Hay que entender: «este concepto».
/25..f.. Como si titje1«1: «no e"-1ge que sean 1 ea!) efectivamente mfinnas
1255. También podría enrenderoe: «Sé ha comtmMdo en la idea la
las d1ferenua, de¡,,, co\as que pueoen llegar a ser oLjetos nuesnos».
cuncatenación sr,temática».
698 IM'vll\NUFL KN>T C"RITIC A DE LA Rl\70N í'l'RA 699
La unidad sistemática de los tres princip10s lógirns se c!P la diferencia, por medio de los cuales se puede llegar ele una
puede ilustrar de la siguiente manera. Se puede considerar a la otia; en una palabrct, no hay especies ni suhespecie<; qne
todo concepto como un punto que, como punto de vista de un sean (en el concepto de !et razón) inmediat~., unas a otn1<;; <;mo
espectador, tiene su horizonte, e' decir, [tiene] una multitud que son posibles siempre esr cies i:iterrnedias, CU\ a d1ferenc1a
0

de cosas que a partir de el pueden ser repre,entadas, y por asl con repecto a la primera [Ah60] [Bb88] y a la segnnda es menor
decirlo, abarcadas con la mirada. Dentro de este horizonte que la diferencia de éstas entrP sí. _ . . .
debe poder darse una infinita multitud de puntos, rada uno La primera ley, pues, impide el extra\ JO en la mult1phodad
de los cuales, a su vez, tiene su horizonte más estrecho; es de diversos oéneros originarios, y recomienda la homogene1-
decn, c2rla especie contiene subespecies, según el prinnp10 dad, la segu~da, a su vn, por el contrario, ponP lirmtacio~es a
de la especificación, y PI horizonte lógico se compone sólo de esta tendencia a la concordancia, y manda la diferenciac1011 de
horizontes menores \sube,pecies), pero no de puntos que no las subespecies, antes de que uno, con su concepto universal,
tengan e'<tensión alguna ([no de] individuos). Pero para diversos se vuelva hacia los indi\ iduos La tercera las reune a ambas, al
horizontes, es decir, géneros, que están determinados a partJr prescribir, 11 '" Jllnto con la sum~ m_ultiplicidad, sin embarg<_) la
de otros tantos conceptos, se puede pensar que está trazado un homoCYeneidad, mediante el transito gradual de una e<;pecie a
horizonte común, desde el cual, como desde un punto central, otra;¡~ cual indica una especie de afinidad 1h 7 de las di\ er5as
se los abarca a todos con la mirada; [.r\6.19] [B687] éste es el rnmas, )'ªque todas ellas han brotado de un [mismo] tronco
género superior; hasta que finalmente el género supremo e5 el Esta ley lógica del contmm spmmnn (formarum log1mrum)
horizonte universal; verdadero, determinado desde el punto presupone empero una [ley] transcendental (lrx ro11t111w lll natu-
de vista del concepto supremo, y abarca bajo sí toda multipli ra) sin la cual el uso del e_nt~~dimiento serí~;Jev~~~ al e"\:t~av10
ciclad como géneros, e'peries y subespecies. mediante aquella prescnpc1on, ya que ella - qmza tomana un
A este punto de vista supremo me conduce la ley de la ho camino directamente opuesto a la natm alew Por consigmente,
mogeneidad; a todos los inferiores, y a la máxima variedad de esta ley debe basarse en fundamentos purm transcendentales,
ellos, la ley de la especificación. Pero como de esa manera en \no [en fundameDtos) empíricm. Pues en e<;tP ultimo caso, e'.la
toda la extensión de todos los conceptos posibles no hay nada ~-endría después de los sistemas; mientras que ~!la es_ ~rop1a
vacío, y fuera de ella no se puede encontrar nada, resulta que de mente la quP ha producido, en primer lugar, lo s1stemat1co del
la presuposición de aquel horizonte universal, y de la completa conocimiento de la naturaleza Tras estas leyes no se e'iconden
división de él, surge el principio· 11011 datur varuum formmum, tampoco intenciones de realizar un ensa) o con ellas, !tmrn1?~s)
es decir, no hay diferentes géneros primeros y originarios, que corno meras tentativas (aunque, por cierto, esa [Aóh l] [Bh8J]
estén como aislados y separados unos de otros (por un espacio intercone'<ión, cuando se verifica, suminis'ra un podPrnso
vacío entre ellos); sino que todos los múltiples géneros son sólo
divisiones de un género único, supremo y universal; y de este
principio [se sigue] la consecuencia inmediata de él: datur con-
7256 El sujeto del verbo «prescubn» es «la tercera [ley]». Al enten-
t1111wm farmmum, es decir. todas las diferencias de las especies derlo a.si segmmos una con ecc1ón de Ed. Acad.
limitan unas con otras y no permiten un tránsito de unas a las 7257 Literalmente: «una especie de pa1entesco».
otras por un salto, sino sólo a través de todos los grados menore5 7258. Ed Acad. comge· «ya que él» (el entend11mento) Seguimos el
te'.lO ongmal
CRrrJC'I DE LA RAZO'.\ PURA 701
700
2 3
fundamenm para dar poi fund,Hfa la unidad hipotética1.11ente tenemos que buscarla; " sino [que mediante esa le\ no se
concebida, y [esas leyes] tienen así también en este sentido su nos suministra] nada más que una indicación general, de que
ulilidad); 1 '~' :,ino que se ve nítidamente que [esas leyes] juzgan tenemos que bu:,carla.
que la economíd de las cau~ds fundamentales, la .multiphLidad [Abti2] [Bh'.W] Si alterarnus el orden de los pnncipios que
de los efectos, y una afinidad, 1'"', que de ülh d11na11a, de los ahora han quedado presemados, para disponerlos dr arne1du
miembros de lü 11.tlmaleza, son [todos] en sí mbmos conformes wn el uso en la e.xpe1 zelllza, los principio~ de Id unzdad sistemática
a Id Jdzón y adecuados a Id natwaleza, y que por consiguiente qued,uían así: mult1plllldad, ajúudadll<"y wudw~ pero tornada,
eo,os principios poseen su propiü validez 12 " 1 de nMnera directa, cada una de ellds, como idea, 2 " 7 en el grado supremo de su
y no meramente como procedimientos del método. perfección. La razón presupone los conocimientos del entendi-
Pero se ve táulmente que esa continuidad de las forma:, es miento, que primeramente se aplican a la experiencia, y busca
una mera idea, a la que no puede asignársele ningún objeto la unidad de ello~ segú!l ideas, la cual [mudad] va mucho más
congrnente en la e\.periencia, no solamente porque las especies, allá de lo que la experiencia puede alcanzar. La afinidad 12 "' de
en la natm ,deza, están efectivamente sepdra<las, y por eso lo múltiple, sin pe1juicio de su diversidad, bajo un principio
delien constnuiI en s1 un quantum d1:,creturn, ) si el progreso e.le unidad, no concierne solamente a las cosas, sino mucho
gr<1dual en la afi.nidüd '2" 2 de ellas fuera continuo, elld debería más todavía a las mera:, propiedades y poderes de las cosas.
contener 12 "' tambien una verdadera infinitud de los miembros Por eso, si, p. ej , por un<t experiencia (aún no curnpletarnente
i11ten11ed10s que estuvieran entre dos especies dadas, lo que e:, corregida) el curso de los planetas se nos da como circular, y
imposible; szno también porque no podcmm hacer ning{'.n ~so encontramos desviaciones, sospechamos [que] éstas [están]
empíiico determinado de esta ley, ya que por ella no se md1ca dentro de aquello que puede hacer cambiar al círculo, según
ni Id más mínima característica de la afinidad, [caractenslica] una ley constante, a través de todos los infinitos grados inter-
que sir va como criterio de la búsqueda de la serie gra_dual medios, hasta llegar a una tlt>U de esas órbitas divergentes; es
de Ja diferenciación de ella,IL••• y que indique hasta donde decir, aqueJlos movimientos de Jos planetas, que no son un
círculo, se aproximarán más o menos a las propiedad•:s de
éste; y vamos a dar a la elipse.mu Los ~ometas presentan una
f.!.59. Loo. pMénte,i;, en la fiase «(aunque, por cierto,[ ... ] su utilidad)»
o,on ,tg1eg.1du de esta uadm.uon.
1260. Lite1 ,limen te: «un parentesco».
1265. Hay que entender: «ha:ila dónde tenemos que buscar la serie
1261. Litci .tlmente: «llevan c.om1go ;,u p1opi.t [carta de] recomen- giadual de esa d1ferenciac.ión».
tl,1c1ón» 1266. Literalmente: "parente;w».
1262. Lite1almente: --un parentesco».
7267. En el original. «como ideas» (en plural). Segmmos a Ed.
1263. P1ob<lblewente h<ly.t que entender aquí: «la naturaleza debe-
Acad.
11a contenei». Pew tarnb;én pod1í<l entender::ie. «la afinidad debería
7268. Literalmente: «el parentesco».
co11 tene1 ».
7269. El 011gínal pr e:,ent,t aquí Ulhl ligera falta de concordancia.
126.t. Quizá ha; a que entender aquí «de la d1fe1enciación de la afim-
d<lll". o t,unb 1en «de l<l dde1enuac1ón de las e;,pec1e;,»; pero tamb1en Seguimos <l Ed. Acad.
¡wdii.t entende 1;,e --de la d1lerencia_uón de ella», e;, <lecii, de la natma- 7270. Es deur, ::ie nos ornnc que la elrpoe puede se1 la figura buscada.
leza,) también «de la dde1enc1auon de ello~"" es decir, de los giados Pew también podría entende1se· ''Y van a dai a la elrpse», es decir, los
a lu> c¡u~ ,e alude en l<l e».p1e::iión «:,ene gradual». movimrentoo, de los planeta;, desciiben una elipse.
CRrTICA DE LA RAZON PURA 703
!MMAC.L EL KAC.T
702
atmque indetermiiuda, y sirven de regla de la experiencia
dife1encia aún mayor en sus trayectorias, pues ellos (hasta posible, Y_ son empleados con felicidad también en la efectl\ a
donde llega la observación) ni siquiera retoman en redondo; elaborac10n de ella, como p1 incipios heurísticos, 5111 que se pue-
pero entonces conjeturamos [que tienen] un curso parabólic•,, da" sm embargo, llevar a cabo una deducción transcendental
que está, por cierto, emparentado con la elipse, y que, cu:t.ido [.-\bb-1] [B(l0:2] de ellos, J,1 cual, como se ha demostrado más
el eje mayor Je ésta se p1olonga hasta mu) leJOS, [Abtd] [Bb~ll] arriba, e~ siempre imposible con respecto a las ideas.
no puede distrnguirse de ella en todas nuestras obse1 vac1ones. . En la An,.d!tica tiamcendental hemos distinguido entre los
Así, guiados por aquellos principios, llegamos a la umdad de pnnop1os duzamuo!i del entendimiento, [que son) principios me-
los géneros c¡le las figu1as de esas órbitas; y a través de eso nu~ente reg1d<1ti\ os de la 11llu1c1un, y los [principios] matematzws,
[llegam0s] mas alla, u. l,t umdad de la causa de todas las leyes que son constltutt\'us con iespecto a esta. A pesar de esto, las
del movimiento de ellas (la gravitación); desde ,dli, después, en- menc10nadas leyes diuámicas son, ciertamente, constitutivas
sanchamos nuestras conqmstas y procmarnos explicar también, con respectoª. la e:x.penemw., puesto que hacen posibles a pnorz
por el rmsmo principio, todas las variedades de aquell~s reglas lo;, concepto1, sm los cuale~ no tiene lugar experiencia alguna.
y las apa1entes des\ iaciones de ellas; y finalmente anadirnos Por el contl ano, los pnnc1p1os de la razón pura no pueden ser
mucho más de lo que la experiencia puede jamás confirmar, comt1tutn os 111 siquiera con respecto a Jos wllleptos empíricos,
1 1
a sabei, [procmamos] concebir incluso, ;; según las reglas de porque no puede serles dado ningún esquema de la sensibili-
la afinidad, cursos hiperbólicos de cornetas, en los cuales estos dad ~ue le_s corresponda, y en consecuencia no pueden tener
cuerpos abandonan del todo nuestro sistema solar y pasando nmgun obje~o _zn Wlllret~. 5'1 desisto de tal uso empírico de ellos
de sol en sol, unen, en su curso, las más remotas partes de un como prmc1µ10s constrtuuvos, ¿cómo pretendo asegurarles,
sistema del uni\erso que para nosotros es ilimitado, y ::i..ie está sm embar?o, un uso regulativo, y junto cm; él, alo0 11 na validez
concatenado por una y la misma tuerza motriz. objetiva.' cy qué sig1lificado puede tener éste?'" 7 •
Lo que es notable en estos p1i11cipios, y lo único que nos El entendimiento constituye un objeto para Ja razón, tal
ocupa, es esto: que parecen ser transcendentales, y ~unque com_o la s,ens1bd1dad lo e~ para el entendimiento. Convertir
contienen meras ideas para la observancia del uso empmco de en ,s1stemat1ca l,1 unid<1d de todas las posibles accwnes empí-
la razón, 1271 -[ideas] que este últuno puede seguir sólo, por a:,í ncas del ~ntendmuento es u11c1 tarea de 1a razón, tal como el
decirlo, asintot1camente, es decir, de una manera meramente entendumento conecta lo múltiple de los fenómenos mediante
aproximativa, sin alcanzarlas jamás- 12 , i ellos, sin embargo, concep_tos, y lo somete a leyes empíricas. Pero las acciones del
como proposiciones sintéticas a p1 ion, tienen validez objetiva, entend1m1ento, sin los esquemas de la sensibilidad, son znde-
temunadllJ~ y de la misma manera, la [A6i)S] [B693] unzdad de
la 1a¿on es_ en sí misma también mdetemwzada con respecto a
12 71 En el m iguMI, y en Ed. Acad : «)' finalmenle añadimos m~cho
mas de lo que la expenenLhl puede pmús confirmdI, a sabe1, [anadi-
las c.on,dic10nes bajo las cuc1les el entendimiento ha de enb.zar
mo>] el concebir 111duso,» Adoptamos uua suge1encia de Gbddnd, s1stematicamente sus conceptos., y con respecto al grado hasta
1erng1dd p01 Schm1dt.
1272 Como s1 d1Je1 ,1: «ideas pa1 a que >ean acata<l.t.> en el u:,o empírico
de la 1azón». 127./. Hay que entende1: «<" qué significado puede tener este uso
1273. Los guiones en la frase «-[idea>] q11e [... ]sin alcanzadas pm.í.>-» iegulativo?».
son agTegddo de e;,La traducoón.
CRITICA DE LA RAZÓf'. PURA

el que ha de enlazarlos. Pero aunque no se pueda encontrar en especulativa que se basan solamente en el interés especulati\ o de
la mluzcum ningún esquema para la unidad ~istemática completa ella, aunque podría parecer que hieran principios objeti\"lis.
de todos los conceptos del entendimiento, sm embargo puede Si principios meramente regulativos se consideran como
; debe ser dado un analogon de tal esquema;) e<;o es la idea del constitutivos, pueden, como pi incipios objeti' os, ser anta-
ma:nmum de la división y de la reunión del conocimiento del gónicos; pero si se los considera meramente corno 11uu111105,
entendimiento en un principio. Pues lo más grande de todo, entonces la divergencia de la manera de pensar no es camada
)' lo absolutamente completo, se puede pensar de manera por un verdadero conflicto, sino sólo por un diferente interés
determinada, porque se dejan de lado todas las condiciones de la razón. En verdad, la razón tiene sólo un único interés, \
re>trictivas, que producen una multiplicidad indeterminada. el conflicto de la' rrníximas de ella es sólo una di,·ersidad) una
b1 consecuencia, la idea de la razón es un analogon de un mutua limitación de los métodos para satisfacer ese interés.
e~quema de la sensibilidad; pero con la diferencia de que la De tal manera, en este 1 aciocinante prevalece el interés de la
aplicación de los conceptos del entendimiento al e'quema de multzplwdad (según el principio de la especificación). en aquél,
la razón no es un conocimiento del objeto mismo (como [lo empero, [prevalece! el interés de la unidad (según el principio
es] en el caso de la aplicación de las categorías a sus esquemas de la agregación). Cada uno [AGG7] [BfüJ.)] de ellos cree tener
sensibles), sino solamente una regla o principio de la unidad su juicio a partir de la comprensión del objeto. y sin E'rnbargo
sistemática de todo uso del entendimiento. Ahora bien, como lo basa solamente en ~u mayor o menor apego a uno de los
todo principio que establece a prwn la unidad omnímoda del dos principios, ninguno de los cuales se basa en fundamentos
uso del entendimiento tiene validez también, aunque sólo objetivos. sino solamente en el intert'S de la razón; ) por eso
de manera indirecta, para el objeto de la experiencia, resulta podrían llamarse máximas, mejor que principios. Cu~ndo veo
que los principios de la razón pura tendrán realidad objetiva que hombres perspicaces disputan entre sí acerca de la carac-
también con respecto a este último; sólo que no para determi- terística de los seres humanos, de los animales o de las plantas,
nar algo con respecto a ellos/1; 5 sino solamente para indicar y hasta de lo~ cuerpos del reino mineral, y que unos su¡:;onen,
el procedimiento por el cual el uso empírico y determinado p. ej. caracteres nacionales particulares y basados en el linaje,
[BfüJ.l] del entendimiento en la experiencia puede llegar a ser o también diferencias marcadas y liereditarias de las familias.
[A6füí] completamente concordante consigo mismo, gracias a razas, etc .. mientras que otros insisten en que la naturaleza, en
que se lo conduce, tanto como sea posible, a la coherencia con el este asunto, ha producido disposiciones en tocb idénticas,: en
principio de la unidad omnímoda, y se lo deriva de él. que toda diferencia se basa sólo en contingencias externas, sólo
A todos los principios subjetivos que no proceden de la me es preciso tomar en consicleración la naturaleza del objeto.
naturaleza del objeto, sino del interés de la razón con respecto para comprender que él está oculto para ambos demasiado
a cierta perfección posible del conocimiento de ese objeto, los profundamente como para que puedan hablar fundándose en
denomino máximas de la razón. Así, hay máximas de la razón b comprensión de la naturaleza del objeto. "\o es nada más que
el doble interés de la razón, del cual E'sla ua1 te toma a pecho
lo uno, y aquélla lo otio -o bien simula [hacerlo]-'n; por
7275. En plural en el 01iginal. Probablemente se 1efiera a los objetos
de la expe1iencia. Se ha p1 opuesto la co11 ección: «LOn 1especto a él,,,
es decir, con respecto al objeto de la experiencia antes mencionado 7276. Los guiones en la ir a<sf' «-o bren simula ,haceilo]--» son agregado
'.sug.erencia de vVrlle. recogida por Schmidt). de e;,ta traducción.
706 IMMANl IEL KANT
CRfTICA DE LA RAZON PUR'\

tanto [no se trata de nada más que de] la diferencia entre las
[Ahó9J [Bb~J7j
máximas de la multiplicidad de la naturaleza, y de la unidad de
la naturaleza, [máximas] qu<" se pueden unir muy bien, pero que
DE· p -
L ROPOSJTO ÚLT!l\!O DE LA DIALECTIC-\ NATllR.\.L
en la medida en que son tenidas por conocimientos objetivos DE L.-\ RAZO;-.; HL\l \N.-\
oca~ionan no solamente conflicto, sino incluso obstáculos que
impiden por largo tiempo el progTeso de la verdad, hasta que
~as ideas de la razón pura no ueden . . .
en s1 mismas· sino que d b P -¡ nunca ser dialect1cas
se encuentre un medio de unificar el [A668] [B696] interés ' e e ser so o e J ¡ d
único que hace que de 11 ma uso e ellas lo
conflictivo y de dar satisfacción a la razón acerca de esto. . e as nazca para nos t
nencia ilusoria enaañosa· p 11, o ros, una apa-
Lo mismo ocurre con la afirmación o la impugnación de la 1::> , ues e as nos so ·
la naturaleza de nuestra razó . n impuestas por
tan famosa ley que Leibniz puso en circulación y que Bonnet todos los derechos v .n, y este tribunal supremo de
apoyó de manera excelente, de la escala continua de las criatu- no podría contener,e:rs~t;;:_s10nesl de nuestra especulación
ras; que no es nada más que la observancia del principio de nanosu-u Probabl ll1smo 1 uswnes y engaños origi-
afinidad basado en el interés de la i azón; pues la observación ' emente e as tenga .
buena y conveniente e l d. .' n, pues, su destrnación
y la comprensión de la disposición cie la naturaleza no podrían razón. La turba de los n .ªd ispos1c1ón natura] de nuestra
sumimstrar lesa ley] como afirmación objetiva. Los peldaños de argu1 ores gnta d
[denunciando) absurdidad , d.' como e costumbre,
tal escala, en la medida en que la experiencia puede dárnoslos, ) contra 1ccwnes v ,·t
go b terno, en cuyos planes íntimo ll , , \ I upern a1
están demasiado lejos unos de otros, y nuestras diferencias a rnya acción benéfica debe - s eda no! puede penetrar, y
presuntamente pequeñas son por lo común grietas tan anchas misma, ) hasta la cultura n~ agra e:er e su conservación
en la naturaleza misma, que no se puede contar con tales obser- condenarlo. que a capaC'lta para vituperarlo y
vaciones (especialmente cuando se trata de una multiplicidad
Uno no puede servirse de un conce . -.
gmnde de cosas, pues debe de ser siempre fácil encontrar ciertas dad, sin haber llevado a cabo la d d pt_a a pno; z con seguri-
semejanzas y aproximaciones) como [si mostraran] intenciones él. Las ideas de h razo· ., e ucc1on transcendental de
de la naturaleza. Por el contrarío, el método de buscar orden . ' n put<t no admiten p · -
dm nón corno la de l ts c t, . . . '. or Cieno, una de
en la naturaleza siguiendo este principio, y la máxima de l ' ª egonas, pero s1 tiene t
o menos, alguna validez objetiva aun . ~que e~er, por
considerar que [ese orden] está basado en una naturaleza en
no han de representar meras vacfas crÍ~~1~:: ~ne! e~:~mmada, y
general (aunque quede indeterminado en qué parte de ella, y
(entza ratwno ratzocinanto) fA670J [Bt-CJS) F sam1ento
hasta dónde), 1277 es ciertamente un principio regulativo de la ' L entonces deb d
to do punto posible una deducción de JI e ser e
razón, legítimo y excelente; [principio] •1ue como tal, empero, ~ifcrente de aqut>lla {]lle se puede e:i·ec et as, au1,1que sea muy
va mucho más allá de donde pudieran seguirle la experiencia Esa- es 1d consumación ' del neo-o . . u. ar con as catego nas-
o la observación, pero sin determinar nada, sino sólo para eso es lo que ahora emprende~e:~:nt1co de la razón pura, y
indicarle a ella 127 ~ el camino de la unidad sistemática.

antes menc10nadas (Erdmann: «Lesarten» en Ed


1277. Los paréntesis en la frase «(aunque quede[ .. ] hasta dónde)» son acLH1do con una inte1pn'tac1ón de Schondo-ff \ Acad lll, 582, de
agregado de esta traducción. 7?79 e d 1 e1¡.
- · orno si 1Jera. «no pod1ía cont - ·
1278. E; decir, pcu-a md1ca1 le a «la expenencia» o a «la observación», ilusiones~ engaños». enei en s1 mismo el origen de
708 CRÍTIC.t\ DE LA R'IZ00 Pl RA

Es muy diferente si algo es dado a mi razón como un ob1eto de experiencia, mientras que nunca pueden ser contro:u ias a
en sentido llano y simple, o solamente como un objeto en la idea. él, entonces es una má.nma necesaria de la ranm procerle1 de
En el ptimer caso mis conceptos se dirigen a determinar el acuerdo con tales ideas. Y esta es la declucoón transcendental
objeto; en el segundo hay, en verdad, sólo un esquema. 12 '" al de todas las ideas de la razón especulati'> a, no como pi mcipios
que no se le otorga directamente objeto alguno, ni siquiera de ro11st1tut11'osclel ensanchamiento de nuestro conocuniento sobre
manera hipotética, sino que sólo sirve para repre>entarnos, más objetos de los que la experiencia puede dar, sino como
por medio de la referencia a esa idea, y por tanto, de manera principios 1egulatwos de la unidad sistemática ele lo múltiple del
indirecta, otros objetos en la unidad sistemática de ellos. Así, conocimiento empírico en general, [conocimiento] que con ello
digo que el concepto ele una suprema inteligencia es una mera se cultiva y se corrige dentro ele sus propios límites más de lo
idea, es decir, [que] la realidad objetiva de él no debe consistir que podría ocurrir mediante el mero uso de lm principios del
en que se refiere directamente a un objeto (pues no podríamos entendimiento. sin tales ideas.
justificar la validez objetiva de él en tal significación'; sino que [A67'.2] [B700] Explicaré esto. De acuerdo con las men-
es solamente un esquema, ordenado según las condiciones de la cionadas ideas, [entendidas] como principios. pnmoa111u1tc
máxima unidad racional, del concepto de una cosa en general; (en la psicologia). <>iguiendo la guía de la experiencia interna.
[t>squema] que sirve solamente para conservar la má>..ima uni- conectaremos tocios los fenómenos, acciones y receptividad
dad sistemática en el uso empírico de nuestra razón, al derivar de nuestra mente como sz ésta fuera una substancia simple que
uno el objeto de la experiencia, por así decir lo, del objeto existiera de manera constante (al menos durante la vida) con
imaginario de esa idea. como [si éste fuera] el fundamento de identidad personal; mientras que los estados de ella, ele los cua-
agué!, o su causa. Entonces diremos, p. ej, que las cosas del les forman parte los [estados] del cuerpo sólo corno Cf)l1diciones
mundo deben [A671 J [Bb99] ser consideradas como s1 recibie- extemas,' 2" cambian continuamente. En segundo lugm debernos
ran su existencia de una inteligencia suprema De tal manera. (en la cosmología) indagar las condiciones de los fenómenos ele
la idea es propiamente sólo un concepto heurístico, y no uno la nah1raleza, tanto internos como externos. e,i una investiga-
ostensivo; e indica, no cómo está constituido un objeto, sino ción que nunca puede estar acabada, como sz ella 12 ' ' fuera en sí
cómo hemos de buscar nosotros, bajo la dirección de él, 1 c~ 1 la infinita y no tm·iera un miembro primero o supremo; aunque
constitución y la conexión de los objetos de la experiencia en no por ello negamos, fuera de los fenómenos, los fundamentos
general. Ahora bien, si se puede mostrar que aunque tales tres primeros de ellos, meramente inteligibles; pero nunca estamos
ideas transcendentales (P>l(o/ógi1 a, cosmológzca; teologzca) no se autorizados a i11l10ducirlos en el contexto de las explicaciones
refie1en directamente a ningún objeto que les corre<;poncla, ni a naturales, porque no los conocemos. Finalmente, \ m te1ce1
la determrnación de él, sin embargo todas las reglas del uso em- lugar (con respecto a la teología) debemos considerar todo
píi ico ele la razón conducen, si se presupone tal ohjelo en la idea, lo que pueda formar parte del conjunto interconectado de la
a la unidad sistemática, y ensanchan siempre el conocimiento
1282. En el original: «de la cual forman parle los estados del cuei po
sólo como condiciones extern8s». Seguimos una conección ele Ed.
7280 Quizá sea posible entender: «el objeto es, en 'e1 dad, sólo un Acad.
esquema». 7283. Probablemente habrá que entenclu: «como si la natmaleza». o
72 81. llay que ententler: «bajo la cli1 ección de ese wncepto». bien, «como si la serie de J05 fenómenos n"turales».
IMMANUEL KANT CRrflCA DE U\ RAZON Pl 'RA 711
710

experiencia posible como si ésta constituyera una unid.ad abso- ningún obstáculo positivo, y no puede sernos permitido que,
luta, pero íntegTamente dependiente y siempre condIC10na.da sólo por el crédito de la razón especulativa ux; que quisiera
dentro del mundo sensible, y sin embargo, a la vez, como Sl el consumar su tarea, introduzcamos como [5i fueran! objetos
conjunto de todos los fenómenos (el mundo sensible mismo) efectivamente reales y determinados, criaturas del pensa-
niviera un único fundamento supremo y ommsuficiente fuera miento que sobrepasan todos nuestros conceptos, aunque no
de su ámbito, a saber, una razón que por así decirlo fuera s.ub- contradigan a ninguno. [Ati7.J.] [B70:2] Por consigi.tiente, [esas
sistente por sí misma, originaria y creadora, con referencrn _ª ideas] no han de ser supuestas en sí mismas, sino que sólo su
la cual [A.673] [B701] disponemos todo uso empmco de nueJlta realidad 1'"" ha de tener validez, como [si fuera la realidad] de
razón, en su máxima extensión, como si los ob3etos 1msn:os un esquema del principio regi.1lativo de la unidad si;,temática
tuvieran su origen en aquel modelo originario de wda razon; de todo el conocimiento de la naturaleza; 11 ' 7 y por tanto, ellas
es decir: no [debemos] deducir de una substancia pensante tienen que ser puestas por fundamento sólo como analoga de
simple los fenómenos internos del alma, sino que [de~emos] cosas efectivamente reales, pero no como tales [cosa;,] en sí
deducirlos unos de otros según la idea de un ente simple; mismas. Suprimirnos, del objeto de la idea, las condiciones que
110
[debemos] deducir de una inteligencia_ suprema el orden limitan nuestro concepto del entendimiento, y que son, empero,
del mundo y la unidad sistemática de él, SIDO [que debeIIlos] las únicas que hacen posible que podamo;, tener, de una cosa
tomar de la idea de una causa omnisapiente la regla segun la cualquiera, un concepto determinado. Y entonces concebimos
cual Ja razón, en la concatenación de las causas y los efectos algo de lo cual no tenemos concepto alguno [acerca] de lo
en el mundo, sea empleada de la mejor manera posible para que sea en sí mismo, pero que concebimos c¡ue está en una
su propia satisfacción. relacion u'" con el conjunto de los fenómenos, que es análoga
Ahora bien, no hay nada que nos impida suponer esas a la que tieuen lo;, fenómenos unos con otros.
ideas también como objetivas e hipostáticas, excepto sol_o la Si, de acuerdo con eso, suponemos tales entes ideales, nu
cosmológica, en la cual la razón choca co_n _una antIDomia s1 ensanchamos propiamente nuestro conocimiento acerca de
quiere realizarla (la psicológica y la teologica no contienen los objetos de la experiencia posible, 12 "'' sino [que ensancha-
nada semejante). Pues no hay una contradicció_n en ellas_, Y mos] solamente la unidad empírica de ésta última por medio
por eso ¿cómo podría alouien discutirnos la realidad objetiva de la unidad sistematica, para lo cual la'idea nos suministra
de ellas' si él [mismo] sabe tan poco acerca de su posibilidad,
,
para negarla, -· s·ID em b argo,
como nosotros, para afirmar1a:'JI"'
para suponer algo no es suficiente sólo que no se oponga a ello 7285. Como si dijera: «;,ólo por el crédito que nos merece Id razón
especulativa",
1286. «Reahdad» no significa aquí existencia pfectiva ( H7irklirhkcít), smo
sólo predicación posit1rn (Realitat) o «realidad objetiva». (He1msot>th:
1284. Los ;,ignos de interrogación en la frase: "¿cómo podría[ ... ] para
Trans¿oulentaü DialeJ..tik, p. 612).
afirmarla?» son agregado de esta traducc-ión: Ed_._Acad. trae, en_ luga1
ele los signos de interrogación, signos de admirac1on, que no figrnan en 7287. C'omo " d1yra: «de la unidad sistemática de todos los conoci-
la edioón ele Schmidt, ni en la de \\Te1schedel, 111 en la de He1demann. miento, que tenemos dcerca de la naturaleza».
Lo neuado 0 afirmado puede ser tanto la posibilidad, comola realidad 7288. Litt>1almente: «pe10 de lo que concebimos una relación».
objeti~a, como también las ideas objetivas mismas; en este ultimo caso 1289 T"mb1en podría entenderse: «no ensanchamos propiamente nues-
habría que leer: «para negarlas [... ] para afirmarlas». tro rn11uc1m1t•nto m,b ai];í de Ju, ohjt>tos de la expe1ienria posible».
CRÍTíCA DE LA RAZO:. Pl,RA
713
712

el esquema; la cual [idea], poi tanto, no v_ale_ c~mo princi\io respecto a la má>..ima unidad -que hay que indc1gar--· 2''" del uso
constitutivo, sino meramente como prmop10 regulatn o. empírico de ella, aunque no [puedo sumini,trarle sat;>lacción]
Pues con que pongamo5 una co~a corre5pondiente a la idea, con respecto a esct presuposición misma; lo cual demuestra que
un algo, 0 un ente efectivamente real, con ello no se dice es el mterés especulativo de ella, y no su pers¡:.JJcaua, lo que la
que quenarno5 en~dnchai nuestro conocimiento de las cosas autoriza a tomar por punto de partida un punto que está tan
con conceptos transcendentes; pues ese ente se pone por por encima de su esfera, para considerar desde allí a su;, objetos
fundamento sólo en la idea, y no en sí mismo; y por tanto, en un todo completo.
[5e lo pone por fundamento] sólo para expres_ar la unidad Aquí se muestra una diferencia en la manera de pensar,
sisLernática [Afü:í] [B703] que nm ha de servir como hilo ante una y la misma presup0~ición; [diferencia] que es bas-
conducror del u~o empírico de la razón, sin que establezcamos tante sutil, pero que sin embargo es de gran importancia en
nada acerca de lo que sea el fundamento de esa unidad, o la la filosofía transcendental. Puedo tener fundctmento suficiente
pi opiedad inrerna ele un ente tal, en el que ella se basa como para suponer algo de nMnera relativa (jappo:,ztw relatwa), sin
[si se basara] en una causa. . estar autorizado, sin embargo, a supone1 lo de manera absoluta
Así, el concepto transcendental, y el úmco cletermmado, (suppos1tio absoluta) Esta diferencia se aplica cuando se trata de
que la razón meramente especulad va nos ~a ele Dios,_ es'. en el un principio meramente regu!ilfi\'O, cuya necesidad la conoce-
sentido más preciso, deista; es deur, la razon no sunumslia m mos en sí misma, aunque no [conocemos] la fuente de ella: y a
siquiera la validez objetiva de tal concep:o, sino 5o]amen_te la la cual [necesidad] 12 " 1 le suponemos un fundamento supremo
idea ele algo en lo cual toda realidad empmca funda su umdad sólo con la intención de pensar más determinadamente la
5uprerna) necesaria; [algo] que no podemos c~nceb!f de otra
universalidari del principio, tal como p. ej. cuando concibo
manera yue según la analogía con una substdncia efectivamen- como existente un ente que corresponde a una mera idea, que
te real que sea, según leyes ele la razón, la causa de tocias la> además es [una idea] transcendental. Pues emonces no puedo
cosas, en !et medida en que nos propongamos pemarlo como nunca suponer en 5Í misma la existencia de esa cosa, porque
un o o jeto particular y no prefiramos, conlentán~onos con la no alcanza para ello ninguno de los conceptos mediante los
mera idea del pnncipio 1egulativo de la razón, clepr de lado Id cuales [Ali77] [B705] puedo concebir algún objeto de manera
consumación de todds las condiciones del pensar, como algo determinada, y las condiciones ele la validez objetiva de mis
que sobrepasa al entendimiento humano; lo cual, empero, no conceptos están e>..cluidas poi la idea misma. Los conceptos
put>dc '>Cr compatible con el propósito de una perfecta umd_ad de la realidad, ele la substancia, de Ja causalidad, y aun Jos de
,i~tem<lticd en nue~tro cononmiento, [unidad] a la cual la razon, la necesidad de Id e:>-istencia, no tienen, además del uso por
al meno~, 110 pone lin11taciones. el cual hacen posible el couocimento empírico de un objeto,
Por eso ocm re que si supongo un ente divino, no tengo, ninguna otra significacion que determine a algún objeto. Por
ciei tarnente, ni el rna~ mímmo concepto ni de la posibilidad in
terna de ,u ~urna pe1 feL ción, ni de la nece>iclad de su e:>-istencia;
[. \t)/(J] [B /(l-tj pe1 o que entonces puedo, ~in embargo'. sati~facer 7290. Los grnone> en l<1 lra>e «-que hay que mdagar-» son agregado
tod,ts ]ds otras cuestiones que conoernen a lo contmgente, ~ de e>ta traducción
puedo summistrMle et la razon la más perfectd satisfacción con 1291. Tambwn pod1 ía entende1 se «al cud] [pr 1nupio/». Se!:,'Lrimo; a
Heím;,oeth: Tram¿endentalt DwleÁt1k, p. bl-L
CR!l ICA DE L \ RAW" F'l KA

consiguiente, pueden bien sen 1r para exphrnr la pos1 b1hdad de en el mundo sensible tienen 'ill aplicación; pero como dquellíl
las cosas en el mundo sensible, pero no fpara explicar] la po<>1bi pi e'llflO'iJCión tran'>cendental no la tengo tnmpoco pi11,t mngi.m
lidad de una totalidad del mundo mi>mo; porque ese hmdamento otro ll'iO que el [u<,o] relntivo, .1 "1ber. para que <,11mmistrf' el
de e"\plicación debería Pstar fuera del m1mdo, ) por tan~o no mh1t,.1t11rr' de la máxm1a umdacl poqh]e de l,t e'penenu:i,
debena ser un ob1eto de una expenencia po51ble Ahora bien. enton< e<; e<;toy autorizíldo a pensa1, por n1Pdto de propieclcide'
un ente mcomprens1ble tal, el objeto de umi mera idea. puedo gue pertenecen sobmente <1l mundo sen,ible, a 1111 ente que
suponerlo de manera relativa al mundo <;en'>ible, aunque no cl1"tingo dPl mundo Pue<; no pretendo en modo alg11110 -rn
[puedo suponerlo] en s1 mismo Pue<> si al ma)'Or mo empmrn estov autonzado a pretenderlo- 12 '" conoce1 ec:e ob1eto de rni
posible de m1 razón se le pone por fundamento una idea (la ideíl'. según lo que él sea en si: pue' para e'o no tengo nm¡,,rtP1
de la umdad sistemáticamente completa, a la que pronto me [Afi79I [B707] concepto, e inclmo 'º' conceptos d0 r0ahdc1tl.
referiré de manera más prec1,d) que en <>í m1<>ma nunca puede de sub'itancia, de causalidad, \ hasta el de nece<;1dad en líl
ser exhibida de manera adecuada en la expf'riencia, aung11e P".l'it"'ncia, pierden tocia c:igrnfü acion, ) son \ acHl'i 11ombn°<>
es indispensablemente necesana para aproximar la umdad dP conceptos, sin conterndo íllg11110, "I me a\ ent111 o con ello,
empírica al má"\imo grado posible, entonces no 5olamente fuera del campo de lo<; sent1clm. P1emn solamente la n·lac 1r;11
esto\ autorizado, smo incluso obligado, a realizar esa idea, g11e 1m ente, c¡ue en si mi<;mo me es •'nteramente df',connc ido.
e.;; deor, a ponerle un ob¡eto efect1vamentf' real. aunque sólo h'llílrda con la máxima unidad s1<;tematJCa ele la tolcl hdad del
corno un algo en general que no conozco en sí mismo,) al cual, ~imverso, solcimente pílra hacer de el e! esc¡uema del pi me 1p10
sólo [ton la medida en que es entendido] como un fimdamf'nto 1egulativo del má'<1mo uso empn ico pm1ble ele m1 r azon
de aquella unidad sistemática, le otorgo, en 1elación con esta Si ahora diriCTimos la mirada al DDJeto tramcendent,1! c1p
ultima, aquellas propiedades [Ali78j [B70bj que son análogas nuestra idea, ve~os que no podemos pre<;upnne1 rn H mmna \,¡
a los conceptos del entendimiento en el mo empínro [de éste] efectiva realidad de él de acuerdo con lm conceptm de realidad.
Concebiré, pue<;, por analogía rnn las realidades en el mundo. de <;ubstancia, ::le cciusalicbd. etc . porc¡tie e<;tos co.icepto'> nc1
[por analogía] con las substanuas, con la causalidad v con la tienen ni la más rnímmil aphcac1ó11 a algo que es enteramente
necesidad, un ente que pn<;ef' todo esto en la suma pe:fección, rliferente rlel mundo sem1ble Pm cnnsH~l.uent<'\ la <;11pos1uon
y puesto que esa idea sólo SL basa en mi razón, podré concebir que hace la razón, ele un ente <;11premo como cama p11mera,
a ese ente como una razon sub1:1trnte por s1 mmna que es causa e<; [una <;upo<;1ci<'in] meramente rei<it1va, pen<;adct en pro ele la
de la totalidad del universo prn medio de las ideas de la mhi umdacl sistemática del mundo sens1h!P, y es un me1n a~f!.0 1 11
ma armonía y unidad; de mane1a que de10 de lado todas las en la idea, de lo cual nosotros no tenemos concepto alg11110
condiciones que limitan la idea, solamente para hacer po'>ible, tocante a lo que sea en s1 Con esto 'iP e'\phca también cómo e'
amparado en tal fundamento origmario, la unidad sistemática que aunque con respecto a lo que. [siendo] existente, es dado
de lo múltiple en todo el unh er'io, va tn:l\ és Je ella el máx1-
, '
mo uso empírico posible de la razón, al comide-ar todos lo>
enlaces como s1 fueran disposicione<> de una rnzón suprema, de
7292 Los grnones en la fiase «-mesto) aut0117a<lo a p1eten<leilo-"
la que la nuestra es una débil copia. Pienso entone es a estf' ente son agiegado de est<1 t1,1Clucc1Pn
supremo por medio de meros conceptos que propiamente sólo 1293 La expresión «algo" esta clestaca<la en el Pngm<il sm h,1qa1 <l-;1,1
\ con l11a\ use u la «Et\' as"
CRITICI\ DE: Lr \l\ZO Pl R~

d los ,,tnndo, nos es preosa Lt ided de un ente 011gmd110 que gmente no es tornado de manera absoluta) en 11 11wmu como
en , 1 sed nui::,ww ,m emb,ugo no podemos tener nunca m el digo efect1\ amente real, ,mu que es puesto por lundarnento ,olo
mas m 1mrno Loncepto ele e,te rn de su nelotdad db:iuluta de IDelncra problemat1ca (porque no podernos alc,rnzarlo por
\.hoi<l poclemo' puner d la\ 1sta claramente el resultado ele med10 de nmgun concepto del entendimiento 1 p.ua cons1de1 ar
todcl !et Dhilel uc,L ll<l!1,ctndent,1l, v [ .\ú80] [B708] detern1111ar toda cone'-.10n de las cosd:, dd mundo sensible como .1z ellas
e\.<lCtamente el p1opm,1to ultm10 de las iJe,i,, de !el r<Lzon pu1a, tuv1e,en en e:,te ente de razon su hmdamento, pero soldrnenre
que :iolo ,e tor rMn d1,dectrccts por equl\ OCclC10l1 )' poi descwdo wn el proposno de fund<Lr en el la umdad s1sternatrcd que p.u a
L1 ra¿on pmd, en \erdad, no o,e ocupa mas que de si misma,) la razones nnpre:iund1ble, m1ent1 <lS que para el conoc1rn1ento
no puede tctmpoLo tener otro negouo, p01que a ellcl no le ,on emp1nco del entend1m1entu L5 \ ultajOS<l de toda:, las maneras,
dado, ¡0 , ob¡ew, pai ct [que los llL \e ,1] la umdad del concepw ) nunca puede serle el Ch ersa ''
de exper1enucl, :,mo Jo, conoum1ento:, del u1tendm11ento para Se mterpreta mal ]el :i1g111hLelUOn de es<L idea tan pronto
[qm. los llt \e a] !el umclcld del conct.pto de la 1cl.W11, e' deur, [a la como se la tiene por l<L <Lh1 maoon, o aun solo por la pr esu
wudad] de 1,1 mtercone>.JOn en L.J1 p1mc1p10 La umd<ld propia po,1c1on, de una co,a E fectl\ ctrnente real, a la cud! se preten
dL lar ,1zon e:, Id un1dc1d del si,, terna, ) e:,<l umdad s1:,tem<lt1ca no diera atnbmr el fundamento <le Id comlltt.c1ou '1stemat1ca del
le :,u ve a l<l rel1on ubJLtI\ amente, a !1ldnercl de pnnop10, pdra mundo, antes bien, se dej<l enteramente sm deudir cual sea,
e\.tende1 ]d :iob1 e los ob¡eto:i, s1110 subJetl\ ,unen te, corno maxr en s1, la natur d]eza del fund<Lmento de elld, " [fund<Lrnemo]
m<l, p<lr<l e\.tenderla sobre todo conourn1ento empmco posible que se sustrae a nue,trn5 conceptos, y solamente se pone
de los objeto:, 5:,111 emb,ugo, !el mtercone\.1011 s1stematica que una idea corno un punto de Hsta, sola y umcamerne desde el
Id ra¿on puede darle el! u,o empn 1co del e11te11dm11ento no cual se puede e\.tender dqm lld um<l<ld que pdra la ra¿on es
solamu1te fel\ 01ece e'el e\.tens10n, srno que <Lcrcd1t,1 tarnb1en, d tdn esencial, y para el entendnniento es tan salut1fen, en una
la\ eL, l<L jU:iteL-1 de dld, ' el jn u1c1pwm de td! umdad ;,1,temat1Lcl pdlabra [Ah81] [B7 l0j e:ia º'el tr an5cendental e5 rnerdmeme
e;, t,unbien objetn o, dunque de melner a mdeternundda (p1111u el esquemd de aquel p1mup10 rt'gulatno por med10 del cual
pwm vagum¡, 110, corno pi 111c1p10 const1tutn o, par el detenmna1 la razon, en l<L medida en que ellél puede, e\.l!ende ,ob1 e toda
<Ligo con 1 e;,pecto a ;,u objeto duecto, ;,mo par,1 fd\Olecei) la expenenua l<L wudad :,1;,ternatrca
comohdai ha:itd el mhnito \[h<L;,la lo] mdetunnnado), corno ll pnrner objeto de un<l 1de<l t,d soy ) o nusmo considerado
rnc1ximd) prmup10 mer<Lmente 1egulctt1vo, el u:,o ernp111LO de solamente como natu1aleza pensdnte (alma) S1 quiero buscar
l<L l<lZOn pm mcd10 de lc1 clper tura de mie\ o;, cammo;,, que el las prop1ed<Ldes con lc1s cuales e'dSte en s1 un ente pensante,
entendimiento no conoce,' eso sin 11 j•ll1ld5, en lo mas 111mm10, debo 111terrogM a la e\.pt>r 1e11uc1, m ;,1qme1 c1 de las Cdtegonas
contra Lt'> le\ e;, del uso empH!LO nusmas puedo aplicar el e:,e objeto m una sola, excepto en la
[ .\ti8 l] [B70()] Pe1 o la 1dLOn 110 puede pe mar esct urnddd
:,is tuna nea de otro modo que dclndole a su ided, a la \ eL, un
729-J T.unb1en podu,1 entenderse «gue p.ud ld JdLon puede se1
objeto el cu.ti, unpew, no puede :,er dado por nmguna expe unp1e;und1ble, n11enl1d; que p,u,t el conoum1ento empnicu del en
!lcnua, pues la e\.pe!lel1Chl nuncd :,umm1;,t1 d un ejemplo de tenJnrnt-nto puede 'e1 'entdJOSd el°" todd.> Lt.> rnane1 ª" \ nunca puede
pcrfLua urndc1d :,btemdt1cd \ho1d bien, e:,e u1tt. de razon (lm 1ede pe1Jud1etal,
1at1un11 ratwunatm es, por ue1lo, una mera idea,) por cumr IZ'JJ Hdb1a que entende1 l 1 nc1tu1,deL,1 del funddmento de e'd
1
wr 'lrtuuon sr,temauca del mundo>
i' i~1ANL'EL KA 'ff CRITICA DE LA RAZ01' PLRr~ 719
718

medida en que sea dado en la intuición sensible el esquema ón1enos de nuestra alma '"'" Pue'i entonces
resprcto a 1t~' fcn ]
de ella. Pero con eso no llego nunca a una unidad sistemática no se mezcl,1J. leyes empíricas de lo'> fenómenns corpora e,,
de todos los fenómenos del sentido interno. Por tanto, en lugar n de 1m 1v diferente especie, en lil' e"'plH :i~:~iries de
qll(' ·S()
del concepto empírico (de ;:¡quello que el alma efectivamente a uello que pertenece solamente a 1 srnt1·do 171 trrno; ' enton . -
es), [concepto] que no nos puede llevar mu; lejos, la iazón c;s no se admiten hipóte<;is fútiles acerca de la genernc 1011. la
toma el concepto de la unidad empírica de todo pensar, y. . ·1 c1"0'11 ,. la p-1lin{Yene<;ia de las alma,, etc.;' por tanto
amqrn il , ' ' o f t·
al pensar esa unidad de manern incondicionada y originaria, la comider ación de ese objeto del sentido interno <.e _e decclua
hace de él un concepto iac1onal ([una] idea) de una substancia ' · ezcL:i con pwp1e a e 5
de manera enternmente pura Y sm m ' . . .
simple que [siendo] en <;Í misma invariable (personalmente lwterogéneas; ) aderr:ás, la investigación raonnnl se d1nge a
idéntica), está en com umdad e on otras cosas efectivamente remitnL dent10 de lo posible, los fundilmentos_de e"\phcanon,l
reales fuera de ella; en una p2 1abra: [hace de él el concepto] de ' - - · · · ·[AC8t]lB;P]rodolocua
en este SllJ-E'tO, a un u111cn pnnc1p10. i 1 - . _
una inteligencia simple subc,istente ror sí misma. Pero con esto · . - b ·en se efectua sola \
se rfectúa de la rneJOr manera. o mas i .
ella no tiene presentes n-.d<l más que principios de la unidad .
umcamen t e, por mec!io d'~ tal, esquema , romo 11 [éste] fuern un
sistemática en la expl;cación de los fenómenos del alma, a rnte efectivamente I ea!. La idea psicológica no puecle ta~1poco
saber: [los principio' del comiclerar todas las determinaciones significar otra co'>a que el esquema de 1111 co~cepto regu at1vo
como [si estuvieranj ¡•n un único s10eto; [considerar] todas las I'i~es si yo qui'>iera aun tan solo preguntar s1 el alma no es, ~n
potencias, en la :nedid,1 de lo posible, como derivadas de una sí, de naturaleza espiritual, esa pregunta n~ tendna 7111gun
única fuerza fundilnwnta], [considerar] todo cambio como sentido. Pues mediante un concepto till supnmo no sol amen-
perteneciente a los estadc>'i [Ali83] [B71 l J de uno y el mismo l te la naturaleza corporal, sino en general todet. rniturn eza, es
ente permanente, y fdr] 1 eprescntar todos los ftnomenns en f deor,
. todos los predicadm de cualquier expenencia posible,
b"eto para
el espac:o como enteramente diferentes de las acciones del v por tanto todas las condiciones para pensar un o J . , ,
pensar Aquella simplicidad de la substancia, etc., tendría que ~111 concepto tal; lo cual es lo único que hace que se diga que
ser solamente el esquema de este principio regulativo, y no ' [ese concepto1 tiene un sentido. _
se la presupone comn si fuera el fundamento efectivamente La se<nmda idea regulativa de la 11zón meramente especu-
real de las propiedades del ;iJma. Pues éstas pueden también lativ~ es~¡ concepto de mundo en ge1~era1. Pues la naturaleza
basarse en fundamentos rnuv diferentes. que no conocemos. es rn )iamente, sólo el único objeto ciado con re<;pecto a 1
tal como tampoco podifomrl'i conocer, propiamente, al alma ct;Jla ¡razón requiere principios regubtivos. f,<;ta nahnaleza
en sí misma por med10 de estos predicados que suponemos.
aunque pretendiéramos darles validez para ella de manera
absoluta; ya que ellos constituyen una mera idea, que no puede /796 Como s1 dijera· «es deor, !con ,ólo que llfü" 'e cmde] de hacerla
de ninguna manera ser rept esentada zn concreto. De una idea \~ler.meramente en ieldc1ón con el u>o s1,temático de la ¡,tzon. con
psicológica tal no puede surgir nada má5 que beneficio, con ies ecto a los fenómenos de nuestra alma".
sólo que uno se guarde de hacerla valer por algo más que mera 72~7 En la p1 irnPI a edición decía· «en ]a, e'\plicac1c1es de aquello ~1;e
tie~e que estar solm11ente ante el m1t1do 111/crnn" H_e1rn<oE'th e'<phca . r e
idea, es decir, sólo reliltiva ;i 1 mo 'íistemático de la razón, con 1 ue se resenta como fenómeno en el 'ent1clo mte, •10»,) iem1~, a 1,1
~o¿t1111a ~e Priestle; (Heimsoeth: Trnn<zcndcntnlr D1ulr!..t1Á, P· hl! .
IMM.\l\LJEL MNT CRITICA Dt: L.\ RAZOC. Pl.JRi\ 721
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es de dos clases: o naturaleza pensante, o corpórea_ Pero en que las ideas cosmológic,1s no son nada más que pnncipios
lo que concierne a esta última, para pen~arla según 5U pooi- reg1dativos, y e-.tán mu) lejus de instaurar, como si fuera de
bilidad interna, 12 '" es decir, para determinar la aplicación de manera constitutiva, una wtaliddd efectivamente real de tales
las cateoorías a ella, no p1ecisamos ninguna idea, es decir, [no series. Lo restante se puede buscar en su lugar, bajo [el título
preosa~osJ una 1epre:>entación que sobrepase la experiencia; deJ la Antinomia de la razón pura.
ni tampoco es posible ninguna [1epresentación semejante] La tercera idea de la razón pura, [idea) que contiene una
con respecto a ella, po1que somos guiados allí solamente poi suposición meramente relativa de un ente [considerado] como
la intuición ::,ens1ble, ) no como en el concepto psicológico la cau<>a única y omnisuficiente de wdas las series cosmológicas,
fundamental (Yu), que contiene a priori cieita forma del pemar, es el concepto racional de Dws. [A686] [B7U-] No tenemos ni
a saber, Id mudad de éste_ 12 '1 ' Pu1 con5iguiente, no no> queda, el más mínimo fundamento para suponer de manera absoluta
para la [Ali8:í] [B713] razón pura, nada más que la naturaleza en \para suponer en sz) el objeto de esa idea; pues ¿qué [otra cosa]
generdl, y la integTidad de las condicione~ en ella, según algún podría facultarnos, o al menos autorizarnos, a afirmar, en sí
principio. La totalidad ab5oluta de las serie5 de esas cond1c10- nlismo, a partir de su mero concepto, un ente de la suma perfec-
nes, en la deducción de los miembros de ellas,1 'º" es una idea ción y absolutamente necesai io por naturaleza, o a creer en él,
que, cie1 tamente, nunca puede realizarse por completo en el de no ser el mundo, sólo con referencia al cual esta suposición
uso empírico de la razón, pero que sin embargo su ve de regla puede ser necesaria? 1w 1 Y alh se pone claramente de manifiesw
[acerca] de cómo hemm de proceder con respecto a ellas, a que la idea de él, 1m1 tal como todas las ideas e~peculativas, no
saber, en la explicación de los fenómenos dado> (en el regTeso o quiere decir nada más sino que la razón manda considerar
ascenso) [debemos proceder] como si la serie, en sí, fuera infinita, todas las conexionesu'u del mundo según principios de una
es det ir, [debernos proceder] zn indefimtum; pero allí donde la unidad sistemática, y por tanto, [manda considerarlas] como sz
razón misma es considerada corno causa determinante (en la todas ellas procedieran de un único ente omniabarca<lor, [que
libertad), y por tanto, cuando se trata de principios prácticos, fuera] causa suprema y ornni:,uficiente [de ellas]. De esto resulta
[debemo5 proceder] como >i no tuviéramos ante nosotros un claramente que la raLón, aquí, no puede tener por propósito
objeto de lm >entidos, sino [un objeto] del entendimiento puro; nada más que su propid regid formal en el ensanchamiento
[~ituación en la cual] las condicione" ya no pueden ponerse en de su uw empírico, y nunca un ensanchamiento por encima
la 5erie de lo5 fenómenos, sino fuera de ella, y la serie de los de todos los lúmtes del wo empuuo; ) en consecuencia, que bajo
estado5 puede se1 comiderada como si ella fuera iniciada (por e~ta idea no se esconde ningún piinupio comtitutivo del uso
una causa inteligible) absolutamente; todo lo cual demuestra de ella dirigido a la expericuc1a po5ible.

1298. Cumu >' d1je1a: «Pe10 p,ua pensarla a est,_ última segun su 1301. Hay que entende1 que ;,olo el mundo puede mduc1mos a afir-
pu:,1b1hdad u, Le i na». mar ese ente, o facultarnos para ,1firmai ese ente o para creer en él.
1299 l:-Liy que entende1 · «la unidad del pema1 "· Ed ..\cad c<1mbi.1 Los signos de inte11ogdc1ón en la f1d.>e «¿qué otra cosa[ .. ] puede ser
l,1 pmic1ón de un,1 coma, con lo que se obnene. '.'que conuene oerta necesa1ia?» son agregado de estc1 traducción.
fo 1md dd pema1, a saber, la mudad de el a pnun». 1302. Es decir, lc1 idea del .>er pe1 lectísuno. '0Jo e> g1 ai11<1ticalmente
1300 Como s1 d1je1a: «ld totahd.td ab:,olutd de: Ja,., :,e11e> qlle '>e p1odu- posible referü este p10nombre <tl «mundo» recién menc10nado.
cen al concatena1 deduct1v,unente lo:, miemillos de e,a, se11es». 1303. En s111gul<1r en el 01iginal: «tod,1 conexión».
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Esta unidad formal suprPma que se basa solamente en con la unidad racional en el mo empírico de ella. Pero ni ,''iqu~e1a
ceptos de la razón, es la mudad de las cosas ronformr afine.f, yel este contratiempo puede alcanzar, e~ gener3J. a la _le\ mbma
interés esperu!otwo de la razón torna nece<;ario considerar todo en lo que concierne al propósito umversal \ teleolo,g:ico. Pues
ordenamiento en el mundo como si hubiese brotado del designio enunciar un error de un anatomista. cuando
aunque se pue da' d ' ¡
de una razón suprema. Pues tal principio abre [Ah87] [B715J ·1 fiere un miembro ele un cuerpo animal a un fin que se puec e
nue\·as perspectivas a nuestra razón, dirigida al campo de las ~i:1:t1 ar distintamente que no se sigue de aquél' <sin emhargo es
experiencias, [perspectÍ\. as] de conectar las cosas del mundo de completamente imposible drmostmren un cao;o, que una chspo-
conformidad con leye<; !eleoh'>gica,, y de llegar, por ese medio, a sición de la naturaleza, cualquiera que <;ea, no tiene fin alguno
la máxima unidad sistemática de ellas. La presuposición de una Í1or eso también la füiologia (de lm médico'í) emane ha su mm
inteligencia suprema corno única causa del uniYerso -aunque, limitado conocimiento empírico de los fines de la e<;tructlll a de
por cierto, meramente en la idea- 1111 ' puede siempre, pues, ser los miembros de un cueq10 orgánico por med10 de un pnnop10
\.entajosa pará la razón, sin que pueda nunca serle perjudicial suministrado por la mera razón pura; [y lo ensancha] tanto: qtd1e
Pues si con respecto a la figura de la Tierra (redonda, aunque algo uno supone a 111
-
º"ª d t
amen e, y a ,
Ja vez con la aqrnescencia e
. ..
aplanada), "" de las montañas y de los mares, etc., suponemos ond1"dos que todo en el animal llene su utilidad
to dos los en t' , . . .,
de antemano meros designios sabios de un Creador, podemos, \' su buen propósito; pt esuposición que, 'il fuese constitutl\. a,
por esa da, hacer una multitud de descubrimientos. Si sólo nos : h ma-º leJ·os de lo que la obsenación que hasta ahora
ma mue o ' , ll
atenemos a esta presuposición, como a un principio meramente hemos hecho nos autoriza a ir; de donde i _esulta, pues. ~ue e a
regulatwo, entonces ni siquiera el error puede perjudicarnos. Pues no es nada más que un principio re¡,'l.ilativo_ de la razon _[que
de allí, en todo caso, no puede seguirse nada más, sino que allí s\r\·e] para akanzar la máxima unidad sio;temat1ca por medio de
donde esperábamos una concatenación teleológica (nexusfinabs) la idea de la causalidad final de la causa sup1 ema del mundo, Y
se encuentre una [concatenación] meramente mecánica o física romo si ésta, como inteligencia suprema, fue'ie la causa de todo
(nexus effertwz!l) [A688] [B7Hi], con lo cual, en tal caso, sólo en conformidad con la intención má'i sabia. . . - .
quedamos privados de una unidad más, pero no arrninamos [A689] [B717] Si nos apartamos de esta restnc~1on de_la idea
al uso meramente regulativo, la razon se ext1 a\. ia de dn er>_as
maneras, pues entonces abandona el suelo de la expenenua.
730.f.. Los gu10nes en la frase" -aunque[ .. J en la idea-» son agregado ero el que debe contener las señale<; de su cammo.
de esta traducción. que es. elnp ' "bl ·
·
1 porenc1ma e
d e'll "'"se 'aventura a lo incomprens1 ,e e. mescni-
7305. La' entaja que pioporciona una forma esff>rica de la Tirna es
table, ante cuya altura necesariamente contrae el vertigo, pue'i
suficientemente conocid«; pero pocm >aben que el aplanamiento de
ella en [fomM de] un esferoide e' lo único que impide que las prot11be ella, desde este punto de \ ista, se ve c~mpl_etamente separada
rancias de la tierra füme, o también de montañas meno1es levantada1 de todo uso concordante con la expenenoa..
quizá por terremotos, desplacen continuamente en grado notable,; en El primer yen o que surge de emplea1 _la 1d_ea de un ente
tiempo no mu; largo, el eje de la Tierra; s1 no fuera que el abultamiento supremo no de manera meramente regulat1Ya, smo de manera
de la Tierra bajo la Línea [ernatonal] forma un monte tan inmPnso. que
constitutiva (lo que es contrario a la naturaleza de una idea) es
el impulso de cualquier otra montaña nunca puede sacarlo, de manera
percPptible, de su posición relati' a al Pje. Y sin embargo se explica 1m
hesitación esta sabia dis¡:rnsJCión por el equíhbno de la masa tenestre.
que una vez fue fluida. [Nota de Kant]. 7306. Hav que entende1: por encima de ese suelo
IMMA 'IUE:l. KAC:T ( RITICA DE LP. RAZON PURA

la razón perezosa (ignava ratw)-""' Se puede denominar a:,í a de toda compren;,ión. Aún má:> claramente salta a la vista esta
todu pi mcipw que haga que uno tenga a su investigación de COibecuencia perjudiciJ.l eu el [ca:,o del] dogmatismo de nue;,rra
la Ddlu1,deza, en cualquier punto que sea, [..\b~JO] [B718] por idea de una inteligencia suprem<t, y en [el caso de] el :,i:,tema
absoluumeiite acdbada, y que la razón, por consig11iente, se reológico de la naturaleza /A69l] [B7I:J] (físico-teología), en
entrewuc: al de:,can:,o, corno si hubie1a rectlizaJo completa· él"'" eu óneamente fundado. Pues entonces todos le» fines que
ment~ su ta1 ea. Por e:,o, la idea p:,icológica mi:,ma, uicmdo ;e se muestran en la naturaleL<t, y que a menudo sólo son fines
!et emplea como un principio constitutivo para la explicación porgue nosoti os mismos lo;, convertimos en tales, sirven para
de Ju:, fenómenos de nue:,tra alma, y deo,pués incluso para el hacemos muy cómoda la iudagación de las causas, a saber,
en:,anchamiento de nue:,lro conocrmiento de ese sujeto aun para que, en, lugar de buscarlas en las leyes universale:, del
ma:, all:t de todd experiencia ([para el conocimiento de] el mecanismo de la materia, uno Ül\ oque directamente el decreto
estado ele ella después de !d muerte) es muy cómoda para la inescrutable de la Sétbiduría 0iuprema, y considere consumado
r<tzon, pero tambien ar ruina completamente todo u50 natural el esfuerzo ele la razón, precisamente cuando se e\.ime del uso
Je ell<t de acuerdo con lú guía de las expenencias, y lo hdce de ella, el cual [usoJ, sin embargo, no encuentra en ningún lado
,ucumbir. Así, el espiritualr:,ta dogmático explica la unidad de la ll!Ll guía, excepto allí donde nos la suministran el orden de la
peroona -[rnmbd] que permanece inmutable a travh de todo; naturaleza y la serie de las mucLmzas seg'lm las leyes internas
los cambios de lo:, esla<lo~-ll'" por la umdc1d de la :,ubstancia y más universales Hi' de ella. Este error puede evitarse si no
pemante, que él czee percibir inmediat;:unente en el yo; [;)el consideramos desde el puntu de\ ista de Jos fines nada más que
mterPs que ponemos en cosas que oc un irían 5ólo después de algunas partes de Ja natm como p. ej. la distribución de la
1me:,tra muertt>, lo explica por la conciencia de la naturaleza tieua tirme, la e:,tructur a de ella, y la constitución y situación
inmatt>rial de nue,tro st0eto pensante, etc., y 5e exime de in- de Lis montañas, ni [consideramos desde el punto de vista de
vestigar dentro de la naluralezau"" la causa de estos fenómenos lo; fines] únicameute la mganización en el reíno \ egetal y en
interno~ nue~tros a partir de fundamentos e>..plrcatlvos fbicos, el animal, sino que hacemos enteramente wuvenal e:,a unidad
pa~ctndo por alto la5 tuentes inmanente:, del conocimiento de sistematica de la naturalezd con respecto a la idea de una inte-
la experiencia mediante una especie de acto de autoridad de la ligencia suprema. Pues entonce~ ponemos por fundamento una
razón transcendente; y así favorece ~u comodidad, pero a costa conformidad a fines según leyes universales de la naturaleza
de las que ninguna disposición particular está exceptuada, sino
7307. Así !ldmab,m los antiguo; dialécucos a un p,tralogismo que que sólo [está] señalada de maiwrn más o menos reconocible
decía J.>Í: Si tu <le;trno e; que ,.i.ne; de e>tJ. enlermedad, entonces ello para nosotros, y tenernos un prmcipio reg1dalivo de la unidad
ouu111:1, ;a 1ecun.i.:o J. un médico, o no. Ciloon dice que e;,la mJ.ne1J. sistemática de una conexión teleológica, [conexión] que no
de mletl! 1eube ;u nomb1e de que, :01 5e la ;,1gue, no queda ya ningún e'tamos autorizados, sin embargo, a determinar de antemano,
modela idLÓn en la vidd. Esa eo, 1,1 cdw,a poi IJ. cual denommo con
el im>mo nombie al argumento ;,ofüt1co de la razón pu1J.. [0íot,1 <le
K,mt). 1370. «En él», e, decir, en el dogmJ.li>mo de h' idea: pero también
/ W8. Lo; guiones en ]d f1 ase «-unidad que permanece [... ] cambios pod1ía entender:>e «en ella», es decir, en la mteligenc1a >uprema, o en
de itb "'t.tdm-» o,on agregado de e'ta traducoón. la idea de una inteligencia suprema.
130.9 Lite1 almente. ""e exime de toda inve;llgctcion natuial», o bien 7377 En lugar de «las leyes rnternas y más urnversales», Ecl ...\cae!.
""e exime de toda rnvest1gauón de la naturaleL<i». tiae «l<1;, leyes interna;, y urnver;,ales».
726 l:VW1\l\I El Ki\'iT
rRITIC/I Df LA RAZOl\ Pl Rr\ 727

sino que, mientras la esperamos, 1<1 1 sólo [Ao92] [B720] estamos nat111 ale za, la Pxistencia de tal cansa suprema mtPligente Pue' '>I
autorizados a perseguir la conexión físico mecánica se!rlm le\ es no se puede presuponer a pnon la <;uprerrrn conf01 mida el a [im".,
universales. Pues sólo así el principio ele la unidad co~forru'e a en b naturaleza. es dPcir, [si no se puede presuponerlal como
fines puecl.e ensan~har siemp1 el uso de la razón con respecto pertenPciente a la esencia de ella, cCÓmO Se pretende t('ll('f p\
a la expenenoa, sm quebrantado en ningún caso. mandato de buscarla y de aproximarse, por la escala de ella,
El. segundo yerro que nace de la. mala interpretación del a la perfección <;uprema de 1m rreadm, [Pntend1cla] como una
mencionado principio de la unidad sistemática es el de la razón pe1 fección absolutamente necesaria, y por tanto, cogno,ohle
trastornada (pm•rrsa ratio, U01TflOV rrpOTtfltiv rat10m5). La idea a pnnnº El principio regulativo e'<ige que la unidad siste1rnítica
de la unidad sistemática deberfo servir sólo pai a buscar, como <;ea presupuesta ele manera ab,oluta, y por tanto, como si se
principio regulati\ o, esa mudad en el enlace de las cosas según siguiera de la esencia de las cosas: [e'<ige que sea p1esupue'-ta]
leyes naturales universales, y también para que, en la medida corno 11111dad de la naturafrza que no e<; solo conocida emp1rica
en que algo de ello se pueda encontrar por vía empírica, se mente, sino que es presupuesta a pno11, aunquP aún ele manera
tenga la creencia de que uno se ha acercado otro tanto a la indeterminada. PPro si previamente pongo por fundamento 1111
integridad del uso de ella,·lll aunque nunca se la alcanzará. En ser supremo ordenador. entonces, en verdad, queda suprimida
lugar de ello se invierte la cosa y se comienza por poner por la unidad dP la nahiraleza. Pues ella PS enteramente ajena a la
fundamento. como [si fuera] hipostática, la efectiva realidad naturaleza de las cosas, y contingente, y tampoco puede SPr
de un principio de la unidad conforme a fines; se determina conocida a partiI de leyes universales de ella. 1' 11 De allí nace un
[luego] de manera antropomórfica (porq11e en sí [mismo] es erróneo círculo en la demostración, pues se presupone aquello
enteramente inescrntable) 11 ' el concepto de tal inteligencia su- que propiamente se tenía que demo'itrar.
prema; y entonces se imponen fines a la naturaleza, de manera Toma1 el principio regulativo de la unidad si,temática ele la
violen:a y dictatorial, en lugar de buscm los, como es justo, por naturaleza por un [principio] comtihitivo,} presuponer lupo'ita-
el carnmo de la mdagación física, de manera que no solamente ticanwnte, corno causa, lo que sólo está puesto en la idea como
la teleologia. que tendría que ser\ ir meramente para completar fundamento del uso coi.1cordante ele la razón, [J\G~1-il [B722] es
la umdad de la naturaleza de acue1 do con leyes universales sólo desconcertar a la razón. La Í!we'itigación de la natmaleza
t~ene más bien ahora por efecto [Afü)J] [B72 Í] el suprimirla'. sigue su camino [guiándose] únicamente por la cadena de las
smo que además la razón se priva a sí misma de su propio fin, causas naturales, de acuerdo con leyes universales de ella'i: [lo
a saber, el de demostrar, de acuerdo con éste, 1<1' a pr1rtir de la sigue,] por cierto, de acuerdo con la idea de un creadm, pero
no para deducir de él la conformirlad a fines que ello poi toda'i
partes indaga, sino para conocer la existencia de él <i pa1 tir de
7372. Como si dijera: «mientras esperamos que se nos presente». esa conformidad a fines -que se busca en las esencias de la'
7373. También podría entenderse· «se tenga en esa misma medida la
creencia de que uno se ha acercado a la integi idad del nso de ella».
7374. Los paréntesis en la frase «(prnque en sí[ ... ] inescrutable\» son acuerdo con las le; e'i uni'-ersales menr1onadas antes (sugerpncrn de
agregado de esta traducción. Wille, rPcogida por Schmidt) .
.7375. Es decir, de_ acuerdo con este fin de la ra?ón (qrnzá sea posible 7376. Es decii, a partir de le\ es uní\ ersales de la natunileza rle las
mte1pretar tamb1en: «de acuerd0 ron esta ley») Se ha propuesto cosas; pero también podi ía entenderse «a partir de leves nni\ e1 sales
modificar de manera que quede· «de acuerdo con éstas», es decir. de de ellas», es deci1. de IE') E'S um\ E'1sales de las cosas.
CRJ 1!CA DE LA RAZÓN PURA
Fv\MAhl'EL KA'<1
. 729
smo solamente la naturaleza de la razón l
cosas naturales--' en lo posible, también en las esencias de preguntas,
. y [las plantea) so lamente acerca ª que
de nos
l elplantea
· .las
-
todas las cosas en general, y por tanto, [para conocerla] como interior de ella. Ahora po d emos confirmar estaa fiispos1C10n ..
absolutamente necesaria. Esto último puede alcanzarse o no; [quel a primera vista [habrá parecido] t -·d a rmac10n,
pero la idea sigue siendo :,iempre correcta, e igualmente tam- a las dos cuestiones en las ue la razón a re\ i . a, con re~p~cto
bién [sigue :,1endo acertado] el uso de ella, si ha sido restringido mterés· y con ello pod q 11 pura tiene su max1mo
' emos evar a su ente . .
a las condiciones de un principio meramente regulativo. nuestra• comideración
.
de la d.ia 1e(
- ·t·1ca d e ella.ia consumaoón
La completa unidad conforme a fines es la perfección As1, pues, s1 se pregunta (en atenc·. .
(l ons1derada absolutamente). Si no la encontramos a ésta en la cendental) u,., pr · . wn ª una teologia trans-
[B7')-J-] unero: s1 hay algo diferente del mundo [ '\6%]
esencia de las cosas que constituyen el entero objeto de la ex- - que contenga el fundamento del d , ' ,
periencia, es decir, [que constituyen el objeto] de todo nuestro de la interconexión
' . leyes univers
de e'l segun or en l del
1 mundo y
conocimiento objetivamente válido, y por tanto [no la encon- es: sin duda. Pues el mu n d o es una suma de feª es, · a respuesta
tramos] en las leyes universales y necesarias de la naturaleza, consiguiente debe haber lo-. no menos, y por
él 1310 d . [ a ºun fundamento transcendental de
(cómo pretendernos concluir directamente a partir de allí la
5~ s~e~:;He: s~lamente
, es ec1r, un fundamem J bl
idea 1m de una perfección ~uma y absolutamente necesaria de entendimiento puro. Segundo. para el
un ente supremo que es el origen de toda camalidad? La máxi- ente es substancia si posee!· .· . P ¡· l pregunta: s1 ese
etc., res ond . , . d rnaxnna rea idad, si es necesario,
ma unidad sistemática, y por tanto, también unidad conforme t d 1p o. q~e esa p1egu11ta no tiene ningún significado Pu
a fines, es la escuela, y aun el fundamento de la posibilidad, o ª" as categonas mediante las cuale . . es
del máximo mo de la razón humana. La idea de ella está, por concepto de un obieto tal r t. s procuro hacerme un
• . J , 10 ienen otro uso que el em ..
consiguiente, [A.695] [B7:23] i115CfJdrablemente enlazada a la co, y no tienen nin¡,rírn sentido, si no se a r, . . pm-
esencia de nuestra raLÓll- Esta misma idea es, pues, legisladora una experiencia posible es decir ¡s· P Ictn ª1ºbJelo:i de
para nosotros, y por eso es muy natmal suponer una razón semible. Fuera de este ~ampo , i no se ap JCan al mundo
canee t son meras denominaciones de
legisladora que le corresponda (intellectus archetypu:,), de la cual p o~ que se pueden admitir, pero mediante las e 1
se derive toda unidad sistemática de la naturaleza, corno [si no se pue e entender nada. Tercer{l si finalment ua es
derivara] del objeto de nuestra razón. pregunta: ¿estamos autorizados ' al :ne110 s, a pensar e se aplantea la
este ente
Con ocasión de la Antinomia de la razón pura dijimos que
todas las cuestiones que plantea la razón pura deben abso-
lutamente poder ser re:iueltas; y que la excusa basada en las 1319. Lo que y,1 he d1d10 antes acerca d 1 d . . .
la desl111auón 11 ronia de ell· . _e ª 1 ea ps1colog1ca y de
r r a, como p1mc1p10 [AC00']
1 [B7') ]
limitaciones de nuestro conocimiento, [excusa] que en mucha; ll>O me1ame1He ieuulativo de¡- , --±1 para el
expone1 ot1a ~ez en p·u ticulai· l i l .'
" d iazon me exi d• ¡
cuestiones !1dturales es tan inevitable como legítima, no puede - me e a p10 111dad de
ser admitida aquí, porque aquí no es la naturaleza de las cosas,
. 11 . '
~a
' l uswn transcende t 1
aque a umdad ;1stemat1ca de toda rnult1 licid d d
- I
segun a cual
es iep1esentadd hipostálitamentt' El w!edi ª e sen_t1do mterno
meJante al que la uít1ca h·1 b ,d P miento, aqm, es muy se-
[l\ota de Kant]. ' 0 0
senª tan iespecto al ideal teológ1Co.
1317. Lo, guwne> en la ti ase «-que ;,e busca[ ... ] cosas naturales-» son 7320 Es decir, un fundamento tramL , d 1d
b1én puede eutender;,e· «un fuud e,1 enta el mundo; pero tam-
,tgi·egado de esta L1a<lucuón. deu1, de los fenómeno~. amento transcendenral de ellos», es
1318. También podría entenderse: «¿cómo prerendemo" concluir a
pa1 Li1 <le allí precisamente la idea ... ».
730 1~1Nli\M EL KANT
CRI flCA DE L.\ RAZOi\ PL'RA
diferente del mundo, segun una analogw con los objetos de la
experiencia? la respuesta es: rzertammtr, pero sólo como objeto transcendental), pero con referencia al orden de la fáh1ica riel
en la [A697] [B725] idea, y no en la realidad; a saber, sólo en mundo, -[orden] sistemático y conforme a fines, que debe 'ier
la medida en que él es un substrato, desconocido para noso- presupuesto por no<>otros cuando estudiamos la naturaleza-' 'e·
tros, de la unidad sistemMica, del orden v de la funcionalidad hemos pensado aquel ente, que desconocemo<;, solamente 1rg1111
de la disposición del mundo, [unidad, ~rden ) conformidad la analogw con una inteligencia ([que e<>] un concepto empírico;,
a fines] que la razón debe erigir en principio regulativo de su es decir, que en atención a los fines y a la perfección que en el 'ie
investigación de la naturaleza. Aun más, podemos admitir en basan, lo hPmos dotado precisamente de aquellas propiedade~
esta idea, sin reparos y sin reproche, cie1 tos antropomorfi<imos que, según las condiciones de nue<;tra razón, put>den contener
que sean favorables al rnenc10nado principio regulativo. Pues el fundamento de tal unidad si'itemática Esta idea está, pue'i,
es siempre sólo una idea. que no está referida directamente a enteramente fundada ron resperto al uso de nuestra razón nz rl
un ente diferente del mundo. sino al principio regulafüo de la mundo Pero si p1 etendiéramo<> otorgarle\ alidez absolutamente
unidad sistemática del nrnndo. pero sólo a través de un esque objetiva, oh1danamo<> que lo que pensamm es <;olamente un
ma de ella,' 32 • a saber, [¡¡ travé'] rle una inteligencia suprema ente en la idea; ) como habríamos comenzado, entonces, por
que fuera creadora de él dP acuerdo con designios sabios un fundamento que no puede en modo alguno ser cletermmado
Con ello no se ha pretenrl1do pemar qué sea en s1 mismo este por medio de la observación del mundo, quedaríamos por ello
fundamento primero 1w de la unidad del mundo, sino cómo incapacitados para aplic.ar ese pr inc.ipio de manera conforme
nosotros hemos de emplearlo, o más bien, cómo hemos de al uso empírico de la razón.
emplear la idea de él en relación con el uso sistemMico de la Pero (se seguirá preguntando) éde esa manera puedo,
razón respecto de las cosas del mundo. pues, en la consideración racional del mundo, hacer mo
Pero (se seguirá preguntando)¿ de esa manera podemos, sin del concepto y de la presuposición de un Pnte suprPmo?
embargo, suponer un úmco, 'abio y omnipotente Creador Sí; y precisamente para eso puso la razón por fundamento
del mundo? Szn ninguna duda; no sólo eso, sino que debemos esa idea. ¿Pero estoy autorizado, entonces, a con'iiderar las
presuponerlo. cPero entonce<> no en<;anchamos nuestro cono disposiciones semejantes a fines como (si fueran] de<;ignio<;,
cimiento más allá del campo de la experiencia posible? De [AfüJ9] [B727] deduciéndolas de la voluntad divina, aunque
mnguna manrra. Ptie5 sólo hemm presupuesto un algo,"n [A608] por intermedio de disposicione'i particulares establecidas
[B726) de lo cual no tenemos concepto alguno [referente a] lo para eso en el mundo' Sí, e<;o podéi5 hacerlo también. pero
que sea en sí mismo ([hemos prrsupuesto] un objeto meramente de tal modo que debe tener, para vosotros, el mi<;mo 'al01 si
alguien dice que la 5abiduría di\Jna ha ordenado todo de esta
manera para sus 1' 2 ' fines supremos, o [si dice] que la idea de
7321. Probablemente ha;-a que entender aqní «esquema rle la idea»,
la suprema sabiduría es un regula ti' o en la im estigación de
pero también podría entender<;P «esquema de la umdad sistemática»
1322. El texto de 1787 trae «no-fundamento» ( Ungrundi, en lnga1 de
«fundamento pnmero» ( Urg'unrl; ';eguimos la vernón de 1781. que es
la que adopta Ed. Acad. 132.J Los guiones en la fiase «-[orden] 51Stemát1co [. J estudiamos la
1323. «Algo» destacado con ma) lÍ<cula y <m bastardilla en el ongmal natmaleza-» son agiegado de esta ti aducción.
«Et\vas». 7325 Seguimos la lección de Ed Acad En el onginal no se puede
detennma1 de qmén son los fines <upremm
732
CRITJC A DE L.'.\ RAZO'\ Pl R.'.\

la natmaleu )'un principio de la ur11dad de ella, [urndadj :,is· d J 733


temática v confmme a fine>, [alcanzada] ele acuerdo con le) e> os a poner por fundamento la idea de él - . .
por analocría con una el ºt _ . .. ' para Lons1clerzir
mm ero,al~:, de la naturaleza; [que es un regulativo] también º "eimmanon caunl - l f .
como ¡si es tu\ ieranJ con, d ·. , , , d os en o menos
'
mcluw alli donde no pe1c1Limos aquella [unidad], es decir, otros '"' eCtd os Sbteniattc an1enre uno, cun
que alh donde la perc1bi:,, cleLe :,er enteramente igual para
Preusamente fJoi estL e't
vosotros decir: Dio:, lo ha querido :,abi<1mente a5í, o bien: la su lamente a pensar 1 la _1 J ~ el<1mos l
autonzaclo· t b ·
' ~, an1 1en, no
natm,ileLa lo ha dispuesto sabiamente. Pues la máxima uní· ' e, w"1 e mundo ¡ ·c1
con un antropomorfismo _ . . . en d 1 ea de acuerdo
d<ld :,1stemát1ca y conforme a fines, la cual [unidad] vuestra ma:, sut11 (sm el c . ¡
pensar nada d · f) 1 in " lid no St' podría
razon exigio que :,e pmiera, corno principio regl.ilativo, por e e ' a ,ahe1 Cl'n10 u 11
dimiento complctcenci· r J.' , eme que posee enten-
fundamento de toda investigación de la naturaleza, fue preci· ' ' \ üi:,gusto e · 1 l
proporcionado a éstoo, 11 u/ l ' igl. '' mente un apetito
samente lo que º" dio el derecho a ponei poi fundamento la ·
atnbuüle fd ese ente] un
' ) ,una 'o. untctd . • '. et·c., ~111u ¡tan101én) i.
a
idea de unct inteligencia suprema como eo,quenu del principio muclw, pues a aque·¡ 1, a 1
ª pcr1ecuon 111fimt·1 (
¡·
b
', ¡ue so repasa en
H'guldtl\O,) tenéis tdnta confirmación de la legitimidad de ' u "-ljllepuc1é·
por el conocimiento empírico del ~~m~o,le>tar dUlo1izados
vuestra idea, cuanta conformidad a fines encontréi:, en el la reguldlh d le)' de la u11 1(¡ l . or_ "11 e mundo."" Pues
mundo de acuerdo con eL 112 pero como el mencionado prin- <le s1~temal1ca qu -, .
mos la naturaleza cuiiw . . d ter e c¡ue estudie-
:;¡ poi to as partes h- t l fi .
cipio no tenía ono proposito 4ue bu:,car la unidad nece:,aria, >e encontra1 a fe11 ella) un- l d . . , d:, a e in nrto,
y la mayor po~ible, de la naturaleza, no:,otrns, en la medida · ll d Ó>1"temat1ca y cm f fi
JUnto con la l11il)'or mulu )/ j . , l onne a ne::,,
en que la alcancemos,w' tendremos que agradecérsela a la } Jt re1ac po:,1ble Pu ,, d
per fecció11 del mundo ólo , · l> aunque e esra
. ~ pocu Vb 1umbrarem , . l
idea de un ente supremo; pero no podemos, :,in incunir en mos, >111 e1nbargo es pr op· 1 1 l 0 .
io e e a e 0 1slac·1011 · el
º' ) a canzare-
contradicción con nosotws mismo:,, [A700] [B?'.28] pasar por el buscar la) pre:,uponer la t •j ' e nuestra r<tzón
alto las leye:, universales de la rMlurdleüt, sólo en atención a · oc ,l;, partes· \ debe " ·
venti1Joso para nosotrm, . . ', oer siempre
Llo crnde5.u 2 ' se puso por fundamento la idea; [no podemos ¡ - 1spone1 seuu 11 este P . . l
B7'J0] d. . , ) iiuncd puede ser perjudicial [A -01]
, · '
pasarla:, por altoJ paia considerar esa conformidad de la na· naturaleza. Con e~lz~ rep.' ' r 1'.1.up10 a observación de Ja
turaleza a fines corno [algo] contingente e hiperfüico 1''"por lo resentauuu de la idea de t111 C' 1ea - d or
que concierne a su origen; porque no estábamos auto1iza<los
a suponer, por encHna <le la naturaleza, un ente [dotado] de 7330 s . - '.
egu1mo-, una CO!Iecuon <l • H ,
las aludida,; propiedades; :,ino que sólo [estábamos autoriza· Acad. En el m1gmal dice· «¡}a¡ l t. l dlttn.>tem, iecog1<ld por Ed.
· .
te1nunac10n cau 0 a] de ¡0 ·f . ' t.ün;,1( e1ar ' JllJJ .i.n,L1()g1a
·
Lün una de-
> enomcno, cu• ¡· '
s1stemát1(.amente uno; ro11 ot 105,>.> ., .i1u >1 estuvieran/ conectados
733/. Hdv' que entend ei-·· «no >e poJría
1326. E, decir: de acuerdo con el princip10 regulativo. tolllarnos p 01 ctus., d e ¡ 1nun <l o:.> ' pen;a¡ nacLi del ente que
.. u
132 7. Hay que entender: «en la medida en que alcancemos esa urn<lJ.d
1332. Es <leen , pi opu1 cwna · d u, , Ja ( ompla . .
1
tera llllente: "propo1 ciunrr<lo . l l Lenua y a 1 d1sgtJ sm. L1·
132/J E, deor, «solo en atención a las cuales leyes». Peio también .
COillü "PJ opo1 uor1 '"t<lo ::i d'1 C1I~ºU:::iLJ»
" a e '" u c1ue jJ u <l I ld· en ten der,e o bien
1
\ } ,
podríJ. entendeise «sólo en atención a la cual», e;, <leur, solo en aten- antes menc10na<loJ o b1er " ', et a complacenc1a, o al place1
ción a la naturaleza». 7333 Como · d , r cornu "PI opo iuon,t. d os a ese ente» '
1329_ P1ob,1blernente haya que entender «h1perfíslLO» como >i <l11e1a .: s1 IJCid: "CJUe >obrepa;ct en mu 1 .·
pud1erarnos eo,tar autonLado, a , t L l e 10, pue;,, a aquella que
«>obienatL11al». • • ' 0 .i 11uuir e po -
empnico del orden del mundo» ' I nuestro conoc1m1emo
CRITICA DE LA RAZON PURA
735
l'v\Mi\N\ 'EL Ki\NT
734
pero engaiiosa, producen persuasión ) un :,aber imaginario,
supremo, puesta por fundamento, también está claro: que no pe10 con ello, [producen] eternas contradicuones ~ di,putas
pongo por fundamento la exi<;tencia y el conocimiento de tal
ente. sino solamente la idea de él. y que por tanto. no deduzco * * *
nada de este ente, <;ino <;o]amente de Ja idea de él, e<; decir. Así. todo conocimiento humano romienza con intuicio-
de la naturaleza de la<; cosas del mundo [considerada] según nes, de allí pasa a conceptos, y termina en ideas. AunrF1e con
esta idea. 1w Y también parece que cierta conciencia, aunque respecto a los t1 es elementos tiene fuentes de conorimiento a
no desarrollada, del uso auténtico de este nuestro concepto p11011 que a primera vista parecen desdeñar los límites de toda
de la razón, hubiera darlo ocasión para el lenguaje modesto y npeiienria, una crítirn llevada a término, sin embargo, fno<;)
justo de los filósofos de todos los tiempqs, ya que ellos hablan convcncf' df' quf' toda razón, en uso especul<iti\·o. nunca puede
de la sabiduría y de la providencia de la naturaleza, y de la salir. ron eso' elementos, funa del rnmpo df' la expe1 iencia
sabiduría divina, como si fueran expresiones de significado pmiblf'; y de que la destinación propia de esa facultad supe-
equivalente; y aun prefieren la primera expresión, cuando se rior de conocimiento es servirsf' de todo<; los método<; \ de lo<>
trata de la razón meramente especulativa, porque ella refrena la p1incipios df' ello<; sólo para indagar la natu1aleza h<tsta lo má<;
pretensión de [hacer] una afirmación mayor de la que estamos íntimo de ella, de acue1 do con todm los pi incípios de u ni dad
autorizados [a hacer]. y a la\ ez lleva a la razón de vuelta a su posibles, entre los nrnles el de los fines es el más importante,
campo propio, la naturaleza. pero nunca para pa<;ar por encima de los límites de ella. fuera
Así. la razón pura, que al comienzo parecía prometernos de los cuales no hay, para nosotros, nada más que espacio 'racío
nada menos que el ensanchamiento de los conocimientos más Por rierto q1w la in\ f'Stigación crítica de todas las proposiciones
allá de todos los límites de la experiencia, no contiene, si la que [A703] [B73 l] pudieran emanchar nuf'stro conocimiento
entendemos bien, nada más que principios regulativos, que más allá de la experiencia efecfü-amente real nos ha conYencido
prescriben, por cierto, una unidad mayor que la que puede suficientemente, en la Analítica transcf'ndf'ntal, de qne ellas
alcanzar el uso empírico del entendimiento, pero que prerisa- nunca pueden conducir a nada más que a una f'xperif'nci<t
mente porque llevan tan lejo<; la meta a la que éste tiene que posible; y si uno no desconfiara aun de los más claros tcore
aproximarse, [A702] [B7 ~O] llevan al grado máximo, por medio mas ab<;tractos y universales, y si las pnspectiYas aparentes)
de la unidad sistemátini, la concordancia de éste consigo mis- seductoras no nos indltjeran a librarno<; df' la coerción de los
mo; u li pero que si se entienden mal y se los tiene por principios primeros, entonces hahríamm podido, por cierto, dispensar-
constitutivos de conocimientos transcendentes, [entonces], por nos del fatigoso interrogatorio de todos los testigos dialéctico<;
medio de una apariencia ilusoria que es, ciertamente, brillante, que una razón transcendente hace rompMecer en apoyo de
sus pretensiones; pues ya sabíamos de antemano. con plt'na
certeza, que toda la pretensión de ella es, quizá, bien intencio
7334 También pod1ía entende1se: «y que por tanto, no deduzco nada. nada, pero que debe ser absolutamente nula. porque concierne
según esta idea, de este ente, sino <;olamente de la idea de él, es deetr,
de la naturaleza de las cosas del munrlo". a una ciencia que ningún ser humano puedf' obtf'ner jamás
7335. Probablemente haya que entender como si dijera· «pero que,¡ Pero como no se termina nunra el discurso si no <;e desc11b1 e
lJe,an a tal unidad mayor !rJs rnnocimientos, llegando ha>ta el giado la verdadera causa de la apariencia ilusoria por la cual aun el
máximo de la concord~ncia del Pntendimiento comigo mismo, es sólo más racional puede ser engañado, y [romo] la re,olución de
po1que ponen tan le.1os la meta a 1'1 que éste tiene que aproximarse».
736

Lodo nue:,tro conoc1rn1ento transcendente en sus elementos


\[resoluc10n que es] lln estudio de nuestra fültlll aleza interna)
no tiene en sí misma poco valor, y es inclu;,o un deber para el
filosofo, no solo fue necesa11u indagar detalladamente, hasta sus
h1entes p11me1a~, tod,l esta elc1bo1ación de la razón especulat1\a,
aunque [fuese] vana, ;,moque -puesro que la apa1iellcia ilusoria l.1.70>) /B7lJ)
d1,déctica aquí no solamente es engaiiosa para el juicio, sino
[B732] también es seductora para el interés que uno pone aquí
en el juicio, [A70-t) y siempre es natural y seguirá siéndolo en
todo el poi \'enír- 1' 3 '' fue aconsejable redactar detalladamente,
p01 decirlo as1, las actas de este proceso, y depositarlas en el II
archivo de la razón humana, para prevención contra futuros DOCTRINA TRANSCENDENTAL
) erros de especie semejante. DEL MÉTODO

fJJb. Lu> guwnes eu la ha:ie «-pue:,to que la apanenc1a [ J el pol\e-


n11-»;,on -tgregJ.do de e>t-t ti aducción
739

[A706J [B/3.1] [en hlanrn]

[A707] [B73,"í] Si considero el con_Junto de todos los conoci-


mientos de la razón pura v especulativa como un edificio, para
lo cual tenemos en nosotros, al menm, la idea, p1wdo dPCir quP
en la doctrina transcendental de los elementoo; hemos rnlcu-
!ado los materiales de construcción, y hemos detPrminaclo el
edificio que con ellos se puede construir, la altma; la solidez
de él. Por cierto resultó que, aunque habíamos querido harPr
una torre que llegara hasta el cielo, la prO\ isión de matPriales
alcanzó solamente para una casa donde vivir, que fue apenas
suficientemente espaciosa para nuestros trabajos en el 'melo
de la experiencia, y suficientemente alta para abarcar\oc, con
la mirada; mientras que aquella audaz empresa debió frncasar
por falta de material, sin contar con la confusión de la-; leng11as,
gue inevitablemente hizo que CT eciera la discord1a entrf' los
obreros acerca del plan, ; que ellos se dispersaran por todo el
mundo, para construir cada uno por su lado, de acuerdo con
su propio pro) ecto. Ahora no tenemos que ocuparnos tanto
de los materiales, cuanto, más bien, del plan; y como estamos
advertidos de no aventurarnos en un proyecto caprichoo;o )
ciego, que quizá pudiera sobrepasar todos mrestros recursos,
pero sin embargo no podemos renunciar a erigir una habitación
sólida, [tenemos que] hacer el cálculo de un edificio [que e<>té]
en relación con la provisión [de material] que no<; es dada, )
gue a la vez es proporcionada a nuestras necesidades
Entiendo, pues, por doctnna transcendental del metodo,
la determinación de las condiciones formale'i de un [A708]
[B736] sistema completo de la razón pura Con estP propo-
sito, tendremos que ocuparnos de una dimplma [de la nm'ín
pura], de un mnon, de una arq111tertómm, ; finalmente de una
CRIT L-'\ DE: ~-'\ R~ZO'\ PLRA

de] s1 [ese conoc1m1entuj eo ens,mchddo o lrmrtaclo por un


' t \ iectliza1emo'> cie:,de un punto ck
/c111u1u1 ele ict 1c1L 1111 pui, ll el , mbie de una loglla JUIUU, las [pi upo,1t 1nnt c,J 11egat1\ as tienen pm tarea propia so
¡ ic¡u< u t1ue con 11 '1
\ 1,tc1 ttd110,te11cl e!ltd ' ' pe to al uso del en lc1mente la de w1pul11d11101 ! 101 eso tamb1en las propos1c10nes
L r l 1s bCllt' 1,1, con ies e negatn oto que !Mn de 1mpedu un co11oum1ento fabo alh donde,
p111 Lua :,e >Lhl,l e I ' l l de manerü deteuuosd,
E'! tl pe1 o :,e red ¡¿,
'111 embargo, un errm nunca e:o pusrble, oon mu) >erdaderas,
LUtd1n11entu 'n 1:/ 11 ' '
0
l t• \im!tdcl 1 d 111 nuu11c1 ec,pe
j \ , !Ld genUcl JlO e> " ' b ( por oerto, pero \ auc1:, ,., deur, no :,un pr u por cwnadcts a su
l )UJ que coino c1 ¡uº d ¡ ei1tendim1entu p
1 e uiioc urn >nto p1op10 e fin, ) por eso mismo, rn uchas \ eces, 'ºn ndKulds Como la
llL p,lt nu1Lu el " j o' !ll tam¡)oCO [esta
¡ ] ¡ [ unuun11ento pur / ' prupo:,ruon de aquel urddor escolM que .\leJand10, srn e1er
e1 no [eotd l11111Lctl ,1 d e 11 de Sll1 tomar ¡)restado;,
0 UJ tuo e et no pue , Cito, no habr1c1 pud1do e ,mqu1star uerrot c1lg1111a
l
lin1H,tdct d uu ti'~ L ' l da 1111 , c¡ue .1resenta1
ccniuu1n1e1nu;, Le l otJ,b c1e1, 1oa',, ic1ce1 !lct ' tcc111td' ' r
e1npleadas Pero all1 dL1nde la::, lm11tctuones de nuestro conoc1m1ento
¡ p bici ) e '.pteolUlH:';,
L!lnlu;, paict mdo1 u;, º"' d lct:;e de c1enuct,, [lltu po,1ble ;,on !Tlll\ cst1echas, g1.rnde el ,d1uente pdldJULgar, muv
el! telctuOll LU!l \u o,I;,lellldr~(~l~\ldtl~lli'~,l~!Ldll et\ e;,tudiante, de u1gctñu,ct Id c1pcJr 1u1uot Jlu,oud que se ofrece, v el per1mc10 que
lu;, \ "''l ife,1unc recn1cc1;, l fic iclo ' uso el solo ha de >e ,,c 0 u1na del t 11u1 t,, lU!l'1de1<lble, ,¡JJ¡ lo lllgatno del alee
otntu1\cu1u, c.Jt• non• ¡) i e;, L ll \O SI'º 111 ' ' uondnnento, c1ue solo :,11 \e pc11 a presen ar nos de los errores,
c1p1e11de1 ma~ u1ck tiem 111d' impu1 tanod yuc mue hcto en:,eüanzds pos1tl\ as poi las
c11,tle, nuhtrO conuumH nto podna hclbe1 reub1du un aumen
to ,\la couuon por lot cu<1l ::,e lumtd la propens10n const,m[e a
. o de la doctrina transcendental aparta1 se de uertas ngld,, \ finctlmente ,e la e'"t1rpd, se la llama
Capitulo pnmer
del método d11c1plma H<l) que d1:,t111guu lc1 Je la wlt1ua, que solamente tiene
que p1 ocurotr UJld dot11::;11 sm :,upr mrn, en cctrnb10, otra que) a
L\ ,),:,L ll l l\ \ lll l \ !Cl_\LO\ l'UK\ estotl.M d1:;pornble P<lrot le! lorn1<1uon de un talento [AílO] [Bí38]
que posee \a p01 s1 mismo una proptm10n a expresarse, la
' lit no lo son rne1 otmente por la d1suplma p1estara una cont11buuon negatna,' 3 " ) la cultma
1 u' Ju1c J)l" Jltºdll\ll><l
o l terndo 110 gozan de
' o t 1rnlJie11 pu1 e L011 ' \ lot dot ti m<l pre'>tdr an ll!M contnbuuon po:,1t1va
íur 1nct 1t\l,!Ca, 0111 ' d :l ber de ¡0 ,, seres humanos,
1 tt el eseo e e ><l Cuotlqme1d co11cederc1 faulmente que el temperamento,
e-.pet lclt e:onn1,1 ll • liosos enern1"0' de nues
~ duocl con10 e11\ ic to ª'1 como los talento\ qutc ;,e complacen en permitirse un mo
ol \,), con;,1t l e1" u 1 , [ l ] c1ue mcesantemente
¡ ¡ inoun 11 u1ttl, unpu ;,u \1m1enlo lib1e ) "111 hm1totuu11e;, (comu la 1mag1nac10n ) el
tru lll1¡)ll 'º le u , .\.~OlJj [B 7 17 ¡ \ ,e reqmere casi una
L.i,ut el e1,,anc!t"1n1entlu, l I l toleranuc1 \ todav1d rnao,,
u 11 es t<tn 'º o
"llJoluuld ~)dld p1 .. K 1 (
' '
¡, l t\ !l \ dp!tClll 7338 ~e bien que en el c;,wL.i1 'e :,uek empledt el nombi e
p.u ,1 p1 ,,( u1 a1 , ' • e u en ¡01 nM neg,1ll\ a
de düupluza tomo :,u10mmu dt 1u:,trucc1on Pero ha\, en cdmb10,
':it ¡1uLdt: pu1 ltl !o¿,ww1u1Lt, e'>\Jf o':!l lo t¡ue respecta dl
L lU
muLho, oti u:, c,i:,u:, en Ju, qu<c l i p!Imer d e'>p1 eoJOn, [entendida]
11 ¡ue ó:>l qme1 d, pe1
l u,duu1e1 \Jl<J\JU"-llll l ' al [ 111 cue:;t1on cumu regwzw d1Juplwano, ><: dt>llllcue cu1dddü>Llmente de la segundci,
cunt~111do ck i1ue~t10 cu11001111cnto en gener, , ' ' [eutend1dc1] com0 u1111zan::.a ' Lt 1rb1na 11atu1c1leLd de J¿s cosas e'1ge
umb1en que 'e IL>e1,ei1L1:,1m1tcl> ""p1eswnes con\emente' pdld estc1
d1;,trnuon, [de moduj que de" u CJLI' nwic.1,e pt 1m1tc1 emplear dguella
pctl.tb1a en otw senl!do c¡m no >ed el negatl\ o ['fot.t de Kant]
CRITICA DE L1-i RA70i\ Pl Rci
ingenio), precisan, en mucho:, respectos, una d1<>ciplina Pero 713
que la razón, a la que propiamente le compete pre<>cribir a todos ih<;ona sof1qica puede subsistir. sino gue debe t1 a1ciUI1a1 <;e
los demás empeños la disciplina de t•l!o<;, prPcise, ella misma, rnsrgi.iida a sí misma, sean cuales fuerPn los fundamentos gue
una tal [disciplina], eso ciertamente puede parecer extraño, y Ir sin an de excusa
en efecto, ella ha eludido ha<>ta ahora tal humillación precisa- [A.71'.2] [B7.J.0] Pe10 hay gue notar bien que f'll esta <;egun
mente porque ante la solemrudad y el grave decoro con que da parte de la Cntica trarncendental dmJO la drsc1plma de la
ella se presenta, nadie podía caer fácilmentP en la sospecha de rn7ón pura, no al contenido,'<·" sino tan <;ólo al rnetodo del
[que ella incurría en] un 1uego f1 Í\ olo, con ficciones en lugar conocimiento por razón p11ra Lo primero ) a ha ocurrido, en
de concPptos, y con palabras en lugar de co<;as. la Doctiina de los elemento' Pero el mo de la razón es tan
?\o se requiere una crítica de la razón en el uso empírico, similar [a <;Í mismo]. c11alquie1 a <;ea el objeto al que se aplique.
porque los principios de ella [A71 l] [B739] están sometidos a ; sin embargo, en la medida en que ha de ser transcendental,
un examen continuo con la piedra dP toque de la experiencia, es a la \ ez tan esencialmente diferente de todo otro, que sm
asimismo, tampoco [es necesaria una crítica] en la matemáti- las advertencias de una doctnna negativa propia de una dis-
ca, cuyos conceptos deben ser exhibidos inmediatamente m ciplina e<;pecialmente dispuesti1 para ello, no <;P pueden e\ !lar
conrreto en la intuición pura, y con ello se descubre en seguida los e1 rores que necesariamente deben <;urgir de la impropia
todo lo que <;ea infundado o caprichoso. Pero allí donde ni la aplicación de métodos que, por oerto, otras \eCP'i comienen
intuición empírica, ni la puni, mantienen a la razón en una a la razón, pero no [le convienen] aguL
órbita visible, allí -a saber, en el uso transcendental de ella
según meros conceptos- H" Pl!a precisa una disciplina que
refrene su propensión al ensanchamif'nto por encima de los
estrechos límites de la experif'ncia posible, y que la aparte de Sección primera del capítulo primero
la extravagancia ; del error, [; la precisa] tanto, que incluso
toda la filosofía de la razón pura sólo tiene por ocupación esta L-\ DISCIPLINA DE LA R,\ZOl" Pl 'R \
utilidad negath a. Extravíos ai,Jados pueden remediarse con EN EL USO [)()(;~!Al ICO
la censura; y las causas de ello<;, con la crítica Pe10 allí donde,
como en la razón pura, se encuentra todo un sistema de en- La matemática ofrece el ejemplo miis brillante de una rnzón
gaños e ilusiones que están bien enhizados entre sí y reunidos pura que se ensancha felizmente por sí misma. sin el auxilio de
bajo principios comunes. pa1 ece requerirse una legislación la experiencia. Los ejemplos son contagiosos, espec1almen'P
particular, y negativa, la cual, con el nombre de d1srzplma, a parn la misma facultad, la cual naturalmente se hsonjPa el('
partir de la naturaleza de la razón y de la de los objetos del uso tener en otros casos la misma buena suerte que en un caso le
puro de ella erige un sistema, por decirlo a<;Í, de la cautela} del ha tocado_ Por eso. la razón pura e>pera poder emanch.ir-;e,
examen de sí, [sistema] ante el cual ninguna falsa apariencia en el uso transcendental, [A713] [B71 l] con tanta felicidad }
tan profundamente como pudo hacerlo en el [uso] matemático,
especialmente si aplica allí el mismo método que aquí le lrn ~ido
7339 Los gmones en la frase «-a saber, [ J meros conceptos-» son
agi egado de esta ti aducc10n
7310 Ha; que entende1 «no al rontemdo del connr1m1ento pm
iazón pura».
CRI I k '\ DE LA Rl\ZON PURA
IMMA"'UEL KANT 745
744
de tan manifiesta utilidad. Por consiguiente, nos importa mucho ción, así debe ser pensado, corno universalmente determinado,
saber si el método para alcanzar la certeza apodíctica, [método] el objeto del concepto al cual eso singular le corresponde sólo
que en la úlrima ciencia se llama matemátuo, es idéntico a ª.que! corno esquema de él.'<1 2
con el cual se busca, en la filosofía, precisamente esa misma En esta forma comiste, pues, la esencial diferencia de
certeza, y que allí debería llama1se [método] dogmátuo. estas dos especies de conocimiento racional, y no se basa en
El conocimiento filmófiw es el cononrruento racwnal por la diferencia de la materia de ellas, ni [en la diferencia] de sus
concepto;~ el matemático [es el conocimient.o] por wmtrUl~lÓn objetos. Aquellos que pretendieron distinguir entre filosofía y
de los conceptos. Construir un concepto s1grnfica: exh1?Jr a matemática diciendo que aquélla tenía por objeto solamente
prwn la intuición que le corresponde. Para la construcc10n de la cualtdad, mientras que ésta [tenía por objeto] solamente la
un concepto se requiere, pues, una intuición no empmca, que wntidad, toma1 on el efecto por la causa. La forma del conoci-
por consiguiente, como intuición, es un objeto swgular, pero miento matemático es la causa de que éste sólo pueda dirigirse a
que sin embargo, como construcción de un concepto ([como quanta. Pues sólo el conet'pto de cantidades se puede construir,
construcción] de una rep1esentación uuiversal) debe expresar, es decir, se puede exponer a piori en la intuición; [A71.5] [B7-t3]
en la representación, \ alidez universal con respecto a toda~ la_s mientras que las cualidades no se pueden e;.,.hibir en ninguna
intuiciones posibles que hayan de estar bajo ese concepto. As1, otra intuición que la ernpinca. Por eso, un conocimiento racio-
yo construyo un tnángulo al exlub~r el º.bjet~- que corresp~n~e
nal de ellas sólo puede ser posible por conceptos. Así, nadie
a ese concepto va mediante mera 1magmauon, en la mnuc1on puede obtener una intuición correspondiente al concepto de
'; 1 realidad, de otra parte que de la experiencia; y nunca puede
pura, ya, de acuerdo con ella, 1 rn también en el papel, en a
intuiuón empine.a, pero en ambos casos enteramente a przon, hacerse partícipe de ellü pn01 i a partir de sí mismo y antes de
sin haber tomado de ninguna experiencia el modelo para ello. la conciencia empírica de ella. La li¡,rura cónica se podrá hacer
La figura &ingular dibujada es [A71.t] [B7.t2] empírica, y sirve, intuible sin auxilio empirico alguno, meramente de acuerdo
sin embaroo, para expresar el concepto, sin menosc<tbo de la con el concepto; pero el colo1 de ese cono deberá ser dado
universalidad de éste, porque en esta intuición empírica se previamente en una u otra experiencia. No puedo de ninguna
atiende siempre sólo a la acción de construcción del concep!o,
para el cual muchas determinaciones, p. ej. [las] d.~l tamano,
7342. Es deu1, que la:, dete11L!l1auone> obtenidas a partir de las con-
de Jos lados y de los ángulos, son enteramente md1lerentes; Y
d1uones UI1l\ er><.1.le:, de l<.1. const1 uccíón son a la vez dete1 minaciones
por consiguiente se hace abstracción de estas diferencias, que del objeto, y así peim1ten un conocimiento sintéuco a p1io1i de é>te
no alteran el concepto del t1iángulo. (en la matemática). Peio también pod1ía entenderse: «tal como esto
El conocimiento filosófico comidera, pues, lo particular sólo smgular está determ111,tdo b,i]O ciertas condicione:, uni\ ersales de la
en lo univer~al; el matemático, lo unive1sal en lo particula1, e com.ti ucción, así también el ob_¡eto del concepto al cual eso smgular
le conesponde solo como <:»quema de él, debe ser pensado como
incluso en lo singular; y sin embargo [lo hace] a prwrt )'por umversalmente determmado,>. E> decir, que a;,í como es umversal la
medio de la razón, de manera que tal como esté determinado determmación de lo singular, en la wnstrucción, así también es univer-
esto singular bajo nertas condiciones universales de la comtrnc- sal, (o debe ser pema~a como Llfll\ ers<.1.ll l,1 detei rnmac1ó11 del objeto,
ya que lo omgular e.> solo un e:,quema del concepto de él. Véase Kant:
Unterwdwng uber die Deutl1J1A.e1t dei Grundrnt:::.e der nuturlidun n1eulogze
und do .'vfoia~ § 2, Ed. Ac.ad 11, p 278 ss.
7341. Hay que entender: «de acuerdo con la imag1iMuón».
CRITICA DE LA RAZ0 ' I'\ R '\ 747

maneia poi med10 de una l \717j [871 'i]


111te1 no, etc De e<;ta
, d 0 siempre por Ja mtu1c1011
manera exhibir en la mtmcion el co1Kcpto de una causd en cadenn d e ra70fü
amientos.
ºmua dente \ a la \ ez Ulll' e1 'ª ¡
general, como no sea en un e¡emplo que la expenenna me llega a la soluoon enteramente e\ I
sm111m<;tre, etc Por lo duna' la filosofm trata de cantidades ele la rue<,tJOn ,trnve <;o lamente cant1dade5
1
tanto como la matematJCa p <'J [trata] de Id totalidad de la Pero la rnatematic,1 no un /tamb1cn la mera cant1dc1d
la rreometna, ';JJ10 ' b
mfimtud etc La maternatH a <;e ocupa tarnb1en de la chferencia (qu1111/11,) como en º 1 1 b alh hace completa a .,
entre las !meas \ las superficies, como espaoos de diferente ) o en e a ge ra, \ ' l
(qua11lltatn11 ' corn d 1 l t q11º ha de <;er pen<.ado e e
cualidad, de la contmmdad de la extens1on, como cualidad de d 1 t aleza e o lje o e '
tralc1on e a na m, d t -' 1 Er1tonce' escoge nna
esta Pero aunque en tales casos ella<; tengan un objeto comun, cepto e can 1uac e
acuerdo con ese con l 1 )!J'itrucc1ones de cantidades en
la manera de tratarlo con la razon es enteramente diferente, ;ira toe as as C< '
cierta notctCIOll P') 1 a(l1c1on -,ubstracc10n etc'
corno para ª ' ' 1
sm embargo, en la cons1derac10n filosofica ven la rnatemat1ca genera1(numero'> , 1 el 1 l>n1 caracterizado tamb1en e
z \ uego e ia l
extrarc1on d e rai ' 1
e '
Aquella se atiene solo a conn,ptos um\ ersale<;, esta no puede el -' de acuerdo con las t 1
hacer nada con el mero concepto, smo que se dmge ensegrndaa ¡ de las cant1 aul''> '
concepto um\ er;a 1 b e11 la mtrnoon segun oertc1s
ld mtmc10n, en la cual e onsidera al concepto m conrrrto aunque 1 de e-,ta'i e'X 11 e ' '
versa<; 1e ac1ones ' ada \ mod1fin1da por
l t da o¡1eral 1011 gener' '
no empmcamente smo solo en una [A711>] [B7i l] [111tmc1on) reglas unnersa es, o t 1 d ha df:' se1 d1\1d1da por
que ella exhibe a pnorz, e' decir. que ella ha constrmdo \ en d , , 11 dlh donrle tmcl can ll a '
la cant1tl a , d b 1111 t 0 , ' ,eoun la torma gue
la cual aquello que se sigue de las conchciones urn\ ersales de oha, ponr 1º"cara cteres e am ª" J por med10 1'
de una cons
el \JS!On etc \ a'il
la construcc1on, debe ser\ ahdo tamb1en Ulll\ eVialrnente para caracten?a a l ª 1 ' b [IJeoa] la geomet11a
¡ IJerra tan ien com 0 o e
el objeto del concepto comtrmdo tn1coon s1m b ° Ka, 0 t , 1101 \ a 0 oeometnca (de lo<.
onstrucoon] os o
s1gmen d o una lc
t ' '
Desele a un filosofo el nmcepto de un triangulo, \ de¡ese 11 1 d Pl umoom1ento c\1<;eur<;1\ o
le buscar, a su manera, cual e<; la relac10n de la 5uma de sus l etos mismos), hasta a I e on e 11 i
o 1J s conceptos nunca podna llegar
angulos con el angulo recto I\o l1ene !11dS que el concepto de por mecho de mero d stas situaciones tan diferentes en Ja,
una figura que esta encerrada en t1 es !mea<; redas, \ en ella ¿Cual sera la causa e eb l -'o¡n5 uno de lm cualec;
dos ha 1 es razonau e ,
el concepto de otros tantos ang1ilos Podra re flexionar tocio el que se encuentran t el otio por mtmc1ones
tiempo que qmera sobre este concepto, que mmcct extraera [de mo por concep os, \ - J
emp1en d e su cam el 1 s concepto'' •1 [A118
el] nada nue\O Puede aiwhzar el concepto de !mea recta o que el exhibe a pnmz de acuer o con o
el de ang11lo, o el del numPro t1 es, v ton1drlos d15tmtos, pero
no [puede] llegar a otras propiedades que no residan en e<;to1 ---~ ( como pa11h1d1c1on, s11bst1acc10n,
conceptos Pero que el geomet1a se proponga esta cuest1on 1313 [n el oJ1gm~d" ~~:t;~'¡a colonc1on del p;uentes1s
etc )» ';egu1mos a t f1 ase de ma11e1 a qne i esulte tod1
Conuenza en,egu1da por comtrmr un tnangulo Puesto que
sabe que dos angulas recto' ]Untos, <;mnan tanto corno todo1 /)4 f ';e ha sugerido corregid¡ els a ' el i ' mod1ficc1d i (>11ge1enc11
operaoon por la cual la cant1 'lC es gpne1'
los angiilos ad\ acentes que puedan trazMse a part1r de un el por Schm1dtl
de \\ille, rerngi ª ~ ]eJSe , ]nqa 1 ¡]¡ donde el conoc1rn1ento
punto, sob1 ~una lmea recta sumados, prolonga un lado de su ll 15 1 arnb1en podna enienc 1ed10 OC' rnr1 os conceptos,
tnangiilo, ', obtiene dos angulos ad; acenles que son, Juntos, d1<curs1\ o nunca pod11a l egar poi n 1 f Cu1l sen [ J ron los
1giiales a c1o' rectos Luego dl\ ide el angiilo extPlllü de esto1, 7346 1 os •ngno'> cle mte11ogac10n en a r;ise e
? ª°'eg'ldo de estc1 t1 ddtH r1on
trazando una lmea paialela 11 lado opuesto del tnangi1Jo,) \e conceptos ,, s011 ' t<'
que aqm ~mge un angido ad\ acente e'Xtenor, que e' igual a uno
l RITJl \ DI: l " RAZO"\ PL k \ 749

[B/-Hl]De c1cuudo cun lc1s doct!lnas tunctunentale;, transcen rn u1 generctl [>e trata] ele lc1 e'-htencia, ~mo de lcts propiedades
dent,tles e'-pue;,tas rn,1o arnba e:,t,1 c<Lusa esta clara :\o se trata de los objetoo e11 o! mi~moo, solamente en !d medida en que
ac¡u 1 de propu:,1uone;, analrncas que pudieran se1 generadas ellas estan enlc!Ladcts con el concepto de ello;,
poi me10 ,tJ1,d1:,1;, de concepto~ \ell estu el hlmofu tend11,t sm En el ejemplo cteluuclu hemos procurado solc1rnente hacer
dudd \ enl,tjd solnc su rJ\ ,t]\ smo de [propm,1uolles] ;,rntetica;, e\ 1dente la gran difcrenucl que ha; entre el uso drscursl\ o de
, tdes, que ;,tcan conoé 1dds 11 p1w11 Pues no tengo que consrde Ja 1azon, seg1111 conceptos y el [uso] mtu1t1\ o [ele ella], poi
1c1 1 lo c¡ue efelt1\ dmente pienso en rn1 concepto de tnang11lo construcc10n de los conceptos '\hora bien, naturalmente se
,e;,u 110 e, ndcla mas que la mera defmiuon\, mas bien debo s,tlir p1 egunta cu<J.l es la cdusa que hace necesctr10 t<J.] mo doble de
de i->l, para¡¡ d pt<lp1edddes c¡L1e no residen en este concepto la raLon, y cuales son lc1;, condIC1ones por las que sE- puede
pu 0 que sin ernLar¡,o pu tenecen d el .\hora bien eso no es conoce1 si solo ocurre el pnmeio, o larnbien el seg1mdo [de
pu>ible de ot1 d 11ld11ei ct que dete1 mmandu ) o 1111 ob1eto seg1d1 esos usos]
L1;, conel1uone;,, ¡a de la rntmuon empmca, ya ele la mtu1uon Todo nue;,tio conoumiento se refiere, en ultimo tern11no,
pma Lo pnmeio dd11ct poi 1esultado solamente una proµos1 a mtu1uones pooibles, pues solo por 111termed10 de esta, es
uon emnu1cct 1111ed1ante lct med1uon de los dngulos de el¡ que dddo un ob1eto A.hui a biu1, un concepto a prwn (un concepto
no cont~ndr 1<1 un!\ er~ahdad ,tlguna, m aun meno;,, necesidad no empu1co), o bien ¡a contiene en si una mtu1c10n pura,)
\ 110 ~e trat<J. [c1hor,1] de [p10po;,1uo11es] ;,emepnte;, fl segundo entonces puede ser coust1 u id u, o bren no contiene nada mas
¡n oc cd11111c11to es !<1 con;,ln1cc10n matemalll a,\ ctqm preci;,a que Id smte,1s de rntuic1ones posibles, que no e;,tan dadas a
mente la geometr Kd, por medio de ld cual, en u1M mtu1uon przmz, ; entonces se puede, [ L\720] [B718] por med10 de el,
pu1ct, d51 lomo en Id unp111ca, a11ddo lo rnultiple que pertenele Jll7gar smtetlc<J.menle, y pnon, pero ;,olo d1scursn dmente,
,d esquema de un tnangulo en general, ) por tanto [pertenece! pu1 conceptos, ¡ nuncct rntuil1 \ drnente, por la construcc1on
di concepto de el, pm medio de lo cual, ciertamente, deben ser del concepto
const1 u1d<l~ p1opo>1é tone:, sl!ltel!cds umve1 ;,ale;, -\hora lnen, de todas lcts mtrnuones nmg1ma es dctdd a przorz,
\:,1, pues 111ul1lmenle hlu;,ofdnd yo sob1e el tl1<mg1do, e:, salvo la mera fo1ma de los !enomenos, e;,pac10) tiempo,) un
deur [1llut1lmente] 1eflp \.1011aucl d1scursi\ amente [sobre el], sm concepto "'de estos, corno qua11t11, 1"' ;,e puede e\.lubn a pnon
Jlega 1 con ello [ \/ l <lj [B 7-J.7] ma;, cilla de la mera defimc10n, l,1 en !et mtuJC10n, es decir, [se puede] constnur, ¡a sec1 JUntamente
cu,d empc10 debe11a se1, ell \ e1Jad, m1 punto de partida Hd),
prn outo, una smtE-sis transcenclent,d por me1os conceptos
que poi su pa1te, oulo k s,tle b1u1 al filosofo, pe10 que nunca bajo ]¿s cuales la pe1cepc10n de una cosa en genetal pod11.t pertene
cuncwrne mas que d unc1 cosd en gener,tl, LajO que Londiuorieo ce1 a la e'.pe11enu.t pm1Lle> Hem1:,oeth mterp1 eta El conocllmento
Id pu a puon de dlct pud11a pertenecer a la e\.penencra pos1 fi!o,ofico puede alc.tnz<11 p1 opoólClOlle> smtet1c d> a p11un acerca de Lis
ws1:, pe10 :,olu con la cond1uon (k que]¿ percepcmn de es1as pueda
ble 1 Pero en ]u;, pi oblemcts rn<llematKos no se tratd de esto,
penenecer a una expe!lenc1a po:,1ble 1He1msoeth Tia111::_11ulwla!e
Dwle/,,td,, p 6b2l
/->.J7 Ou1¿ t hd\ 1 que u1tendu como 'l d1JU 1 ) conue1ne ,1 L1> 13.JB Con\ 1ene enlende1 dCJLU concepto en sentido dmpl10, como
o
cuiH!tu;JJLo lJU 1"' cu tlu l 1 pe1cepc1on de urM co,,1 en ¡,ene1dl po «rep1 esentac10n»
di 1 1 pu tellClU l l t e\.flt'l 1enc1<1 po>1ble» O bien '\ estas [es decir ]do 73.J9 En el 011~11Ml qaanlü lpo1 que la const1 ucc1on e:--1ge datn o
condicmnes perJ>dcLu; en L1 :,mleoto uanscendent,d] son las concliuunes plu1,tl;
7.50 i'11vlr\ 'ICEL KANT

con la cualidad de ellos lla fürura d 11 ) '"" CRlllCA DE LA RAZÓ'. PLRA 751
puede exhibir a pnon er1 '¡~ . ,.,t ... e e os ya también [se
" · j
1a cantidad d IJ (l l!1 ll!C!OO O CO
_ . · ns t rmr meramente hacen solamente a poífmorz, por medio de la e\:periencia. la
. e e_ os a mera smtes1s de lo múlti le h - cual llega a se1 posible o,ólo de acuerdo con aquellos principios
mediante el numero '"r p l . P omogeneo)
por medio de la cual ~os s~~ e~ ~ maten a de los fenómenos, sintéticos.
tiempo sólo puede se . , a as cosas en el espacio ven el Si uno ha de juzgar sintéticamente [acerca] de un concepto,
' r representada en la perc .. ' debe salir de ese concepto e ir a la intuición, en la cual él es
tanto, a postenon El - . epc10n, y por
· un1co concepto q dado. Pues si uno se qtIPdara detenido en lo que está contenido
ese contenido empírico de los fe - ue representa a pno11
cosa en oe l , l . . nomenos es el concepto de en el concepto, el juicio sería meramente analítico, ) [;,nía
º nera, >e cononrrnento sintético de ·1 r <>2 solamente] una P'<plicacíon del pensamiento de acue1do con In
puede suministra¡· 11 ad . e a przorz no
- < a mas que 1a m ¡ d que efectÍ\ amente t'Stá contenido en él. Pero; o puedo iI desclP
aquello que la percepc· - d d era reg a e la síntesis de
ion pue a ar a p 1
~uede suministnl! o priori la intuición del o~ rnon, _pero nunca el concepto a la inhüción, pura o empírica, que le corresponde,
esta necesariamente deb -. bjeto ical, porque para e'Caminarlo en ella 111 conrreto y para conocer a Jmnn o a
Las . . e ser emp1nca. poífer1011 lo qne le corresponde al objeto ele él. Lo primew es
proposic10nes srntéticas ne fi
general cuva intuición 110 !. q se re eren a cosas en el conocimiento racion<il y matemático por construccion del
' puec e nunca ser d d . concepto; lo segnnclo, el mero conocimiento empírico (mecá-
transcendentales De d ª a a pnon, >on
· acuer o con est l . . nico), que nunca puede suministrar proposiciones necesarias;
transcendent<i les ntinra d d o, as propos1c10nes
' < pue Pn ser d
l ª as a Pn01 z mediante
-
construcción de concept . apodícticas. AsL yo podría descomponer 1rn concepto emp11 ic o
os, smo so amente po .
e ontienen tan sól l l _
o a reg a seo-un la cu l
r conceptos. 11 '3
d b b
del oro, sin ganar con ello nada más que el poder enumerar
píricamente cierta un1·daLd . t':t. d a se e e uscar em- todo lo que pienso efectivamente en esta palabra; con lo cuaL
sm e rea e aq 11 ciertamente, ocurre un perfeccionamiento lógico en mi cono< i
ser represe t d · ·. ue o que no puede
unidad] d~ l:sªp~r::1ptuc11·ot1vam) epnte a priori [A721] [B749] ([Ja miento, pero no se adquiere ningún aumento ni afiaclido Pero
nes. ero no pued h"b· tomo la materia que se presenta con ese nombre, y realizo con
en un caso cualquiera . , 1 en ex I Ir a pnon,
, rnnguno e e sus conceptos, sino que lo ella observaciones que me darán diversas [A722] [B7,í0] propo
siciones sintéticas, aunque empíricas. El concepto matemático
7350. Conv·iene enlen d e1 comp si di.era «( de un triángulo lo construiría yo, es decir, lo daría a pnon en
la figu1 a de ellos)». · J ' con lo cual se construve
la intuición, y por esa vía obtendría un conocimiento sintético,
7357. Como · d.. ,
.- si !Jera· se puede rnmtruir h. 1 fi pero racional. Pero si me es dado el concepto transcendental
sentac1on, 0 el concepto d · o ien a gura (la repre-
cualidad de ellos), o bien~ le es,rac\o ;.: ele tiempo juntamente con la de una realidad, substancia, fuerza, etc., él no designa ni una
el . o anit nte .a smtes1s del -¡ l h intuición empírica, ni una intuición pura, sino solamente l<i
e espacw) tiempo (la mera cantid·i ll- .. - . mu 1ip e omogéneo
del número. ' (,'esto ultimo se hace por medio síntesis de las intuiciones empíricas (que, por tanto, no put'-
1352.. - Es decir ' el co noc11rnento
· · sintético d den ser dadas a prion). y como la síntesis no puede dirigirse
tamb1en podiía entencleise· el , . e este concepto; pero a priori a la intuición que a él le corresponde, de él no puede
genera 1,, I ecién mencionada. · cnno<"rn1ento sm e ico d e la «cosa E'n
· t•t
surgir ninguna proposición sintética determinante, sino sola-
7353. L-imbién po(I 11a - en ten d ei i,e: «las n ..
nunca pueden ser dacia d T oposKwnes ti ansc-enclentalao mente un principio de la síntesis 1' ' ' de intuiciones empíricas
l ,s me 1ante const ·· d '''
so amente por conceptos a pnmí». i_ucc1on e conceptos, sino

7354. Poi medio del concepto ele causa salgo. efectiv~mente, del
752 (RJ ¡ ICM DE l A RAZOI\ PL R.;
753

posibles Por consigmente, una propos1c10n transcendental pacio y en el tiempo, y que poi tanto contiene una existencia,
e& un conoumiento &111tet1co rac10nal por meros conceptos, ) corre5ponde a la sensac10n Con respecto al ult 1m 0 , 1ino que
) por tanto, discm&ivo, pues por 111termed10 de el 1i ' llega a nunca puede ser dado de manera detenrnnada, como no "ea
ser, dnte todu, po;ible toda mudad smtetica del conocimiento empn1camente, no podemos tener, a przo1 z nada mas que con
empu Ko, nuentrd& que ninguna mtmcion e& dada a pnorz poi ceptos mdetei mmddo5 de la smtes1s de posibles sensac10nes,
med10 de el 1"º en la medida en que ell«s pcrtenezcan 1" 1 a la u11Idad de la
[,\723] [B7.Jl] A&i, pues, ha; dos mo& de la ialün, lo& cuales, ape1 cepc10n (en una expenenu<.J. po,ible) Con respecto a la
apd!te de la un!\ er&ahdad de lo& conocimientos y de la gene pnmera,u' - podemo& detcrmmar a pnon nue&tros conceptos
rac10n a prwn de ello&, -lo cual tienen en comun- 13 ' son sm en la 111tmc10n, oeandonm lo~ ub1etos m15mos en el espacio)
embaigo, en &u maicha, IIlll) d1ferente&, 1i x ) lo son porque en el tiempo por med10 de una smtesis umforme, para lo cual
en el tenomeno, [consideiado] como aquello p01 medio de lo lo, consideramos meramente como quanta Aquel se llama el
cual nos &on dados todos los objetos, hay dos pieza& la forma uso de la razon segun cmKepto&, )ª que 1" no podemos ha
de la mtmoon (espauo ) tiempo) que puede ser conocida y ce1 nada mas que llevai fenomenos, por lo que conoeme al
deteirrnnada enteiamente a prwn, y la matena (lo hsico) o el conte11Ido 1eal, ba¡o ( onc epto& los cuales [fenomenos] lit• no
contenido, que sig1uhca un algo 11 ' que se encuentra en el es pueden ser determmado» luego 1H de ot10 modo que empm
camente, es decir, a posterwrz (pero de acuerdo con aquellos
concepto&, [entend1dm] como regla5 de una smte5i& empmca),
concepto emp1nco de un dcontecnmento (en el que digo acontece), este es el uso de la r«Lon poi wn&trucc10n de [A724j [B752]
pero no \ oy a la 1Iltmc1011 que exhibe m wnaeto al concepto de causa,
smo [que \O)] a Id> condic10ne,, temp01ales en gene1al que pudieian
encontiaise en la expenencia, de acue1do con el concepto de causa
[*] Piocedo pue,, meramente p01 conceptos, y no puedo proceder 7360 Probablemente h<t) d que entender aqu1 «con respecto al
poi comtrucuon de conceptos, p01que el concepto es una regla de la contemdo»
smtes¡,, de Lt,, peicepuone:,, que no son 111tu1c10nes pmds, y que p01 1367 E:, <leen, en la medida en que l<1:, sensac10nes pe1 teneLcan pe10
comiguiente 110 pueden se1 dadas a prwn [Nota de Kant [*] Tambien tambien pod11a entende1:,e en ld medida en que ello> \los conceptos
pod11<t entendei:,e <«l las cond1c10ne:, tempo1ales en general que antes menc10nados) pe1 tenezcan»
pudieran enconlrdrse, en la expenenna, con\ emente:, al concepto 7362 Hay que entender «LOII respecto a la fo1ma de la 111tmc10n»
de CdU,,d>] 7363 En luga1 de «ya que>>, ld Acad co1nge «en el cual»
/35!J ls deur, poi mtermed10 de e>e conoumiento, pero tamb1en 7364 Tambien podild enteude1se «los cuales [conceptos], E>to es
podna entenderse «por 111terrned10 de elld», e:, de cu, de id p10pos1uon ta11a ma> de acue1do con el tema gt.nerdl del pa11afo, pero se11a poco
tr <1nscendentdl wmpatible con la fra:,e enceu<1da ent1e pa1entesi:, que sigue a cont1
1356 fa <leen pm mtermedw de ese conoumiento pero tambien nuauon En los pasajl> pMdlt los de Unterwdwng uber die DeutluhAeit
podr ia entendei >t> «poi 111teimed10 dL ell<1 , e:, deur, de la pi opow.. 1011 der Grunwatze der nat111lulun Thwlvgie und der tfvral el auto 1 parece
ti an>cendentdl ieferuse tanto a Id dete11mnauon de concepto:, como a la de objetos,
1357 1 o:, gu10nes en !<1 Íld,,e «-lo cual tienen en comun-» son agre pe10 1econoce la exi:,tenci<1, en la hlo:,ofia, de concepto> manahzables,
g<1do de e:,ta t1aducuon que solo pueden dett>i mm<1i poi l.i obsef\ dUOn de sus objetos as1
/3J8 En smgula1 en el 011g111dl «A.,,i, pues, ha; un uw doble de la «cada cu<1l pei c1be [ ] en l,1 conue11u<1 rnmediat<1» lo que es un ap~tito
1,tLon el cu<1l [ ] es sm emba1go, en su ma1cha, muy diferente» (Ed Acad II, 284)
13 ;9 La exp1e:,10n <«.rlgo» esta de>tdcdda con ma7 uscula y :,rn bast<1i 7365 En lugd1 de «luego» se ha sugeudo leer «por ese med10», suge
dill<1 en el 01 igmal «lt\~ as» renc1a de Ei dmann «Le>di ten» en E,d Acad I II, ') 83
754
CRITICA DC LA Rl\7ÓCJ Pl R!\
7S5
conceptos, ) a que 1'"" é~tos, puesto que se diricren ya a una
7
intuici_ón a pri.orz, 1'" precisamente por eso pueden ;er dados raleza; mientras que la filosofía pma, por el contrcirio. rha¡rnct'a
tamb1en en h1 ~n.tuición pm a, de manera determinada, a pn 011 aquí y allá Pn la naturaleza con concepto<; discursi\·os a ¡mo11,
) sm data empmcos. El examma1 todo lo que existe (una rosa sin poder tornar intuitiva a przon la realidad rlP ellos. ''' ; ;,in
en el espacio y en el tiempo) [para establece1] si acaso ven podP1 tornarla, precisamente por ese medio. fiderlig11a Pare
qué medida, es un quantum o no lo es; [para establece;( que ce también que no les faltara, a los maestro<; de esta <lrte, t''ª
en ello deba ser representada 1ma existencia, o una carencia· confianza en sí mismos; y [que tampoco le folta1a11] al pubhcu
[para establecer] en qué medida este algo '"'(que llena espacio:
1
las grandes expectativas puestas en la habilidad de ellos, si al
o tiempo) es 1m primer rnhstratum o es una mera determinación· guna vez se ocuparan de esos asuntos. Pues como ellm apenas
si acaso tiene una referencia de su existencia a algo diferente: si alguna vez han filosofado sobre su matemática (iuna 1a1ea
como causa o [como] efecto;; finalmente, si está aislado, o si difícil') no les viPne a las mentes ni al pemamiento la d1fe1encid
está en. recíp:oca dependencia con otros en Jo que concierne especifica entre uno y otro de estos usos de la razón En ton et''·
a la ex1stenoa; el examinar la posibilidad de esa existencia reglas corrientes y empleadas empíricanlf'nte, que ello:, toman
su efectiva realidad y necesidad, o lo contrario de éstas: tod~ de la razón vulgar, les sirYen en lugar de axiomas. Les t1P11c
eso comp~te al conorzm1mto ranonal por conceptos. al que se sin cuidado de dónde les vengan los conceptos ele e<;pacio \
llama_.fi!o~ófiro. Pero el determina1 a p11on urn:t intuición en el de tiempo con los cuales (como únicos q11a11t11 originauo<;) '.f'
espaoo (figura); el dividir el tiempo (duración), o meramente ocupan; e igualrnentp les parece inútil indaga1 el origPn de los
el c.onocer lo universal de la smtesis de lo uno y lo mismo en conceptos puros del entendimiento, ; también el alc<111ce de
el tiempo y en el espacio, y la cantidad de una intuición en la validez de ellm; sino que sólo [les importa] valerse de ellm
general (número) que de allí smge: eso es una obra de la razón Y en todo esto hacen muy bien, 'iiPmpre que no sobrepa<;en
[que se realiza] por construcnon de los conceptos, y que se el límite que les ha sido a<;ignado, a <;aber. el de la nal11ra/c¿a
llama [obra] matrmátzca. Pero así, sin darse cuenta, pasan clt· 1campo de la semibiliclad
. El gran éxito que la razón obtienP por medio de la matPmá- al terreno inseguro de los conceptos puros, y aun transcen-
tICa conduce naturalmente a presumir que, si no ella misma dentales, donde el suelo (1n~tab1hs tellus. mnabd1s unda) 110 le~
[al menos] el método de ella tendrá buen éxito también fuer~ permite ni tenerse en pie, [A721i] [B7S l] ni nadar, y [donde]
del campo de las cantidades, a que él 1"'" reduce todos sus sólo se pueden dar pasos fugaces, dP los cuales el tiempo no
concept~s a intuiciones [A725] [B753] que puede dar a prion, conserva ni la menor huella; mientras que por el contiario, h1
por medio de lo cual llega a dominar, por decirlo así, a la natu marcha de ellos en la matemática p1 oduce una carretera quP
aun la más tardía posteridad puede pisar con confianza.
1366. En luga_r de «ya que», Ed. Acad. conige: «en el cual».
Puesto que nos hemos impuesto el deber de dete1mina1
1367. .Tambi~n puede entendersf'" "PUPstos q11P se di1igen ya a priori
exactamente y con certeza los límites de la razón pura en el
a una mtmcion». uso transcendental, pero como un afán de esta especie tiene
1368. La expresión «algo» está dPstacada con ma) úsrnla) sin bastar- la pec11liaridad de que, sin tomar en cuenta las má5 t !ara' :
dilla en el 011gmal: «Et\\ as».
1369. Es decir: «va que este método»; pero también podría entenderse:
"Yª que ella», es decir, la razon nntemática.
7370. También podría entenderse· "'in poder, a priori. tomai intmtn .i
la realidad de ellos».
~-Rí f!C.'.\ DE L~ rv:-zo:-. ?l'RA
757
ené1gicas aJ\e1tencias, se deja engaüar una y otra \eZ por la no puede ser defimdo, 5ino ,oto e.1.pluado. Pues, como en él
esperanza, ante,, de que uno abandone por completo el intento tenemos sólo algunas notas de cierta especie de objetos de los
de llegar, andvesando lo,, límites de la experiencia, a las en- >entidos, nunca es seguro si con la palabra que de,,ig11a el mismo
cantador as comarcas de lo mtelectual, entonces es necesario objeto no se piensan una"\ ece;, rná;, [A728] [B756] notas de él,
quitarle, por decirlo a,,í, hasta la última ancla a una e,,¡wranza ) otras veces menos. Así, puede ,er que uno, en el concepto de
fantaseadora, y most1 a1 que la aplicación del método mate- 010, además del peso, el colo1, Id maleabilidad, piense también
mático en e,ta especie de conocimiento no puede producir ni la propiedad de que no "e G>-.1da, mientras que otro quizá la ig-
el más mínimo provecho, a menos que fuese el de poner al nore. U no se sirve de cie1 ta, notas sólo mientras son suficientes
descubierto más distintamente sus propias debilidades; [y es para efectuar distinciones, en cambio, nuevas observaciones
necesMio rnost1 ar] que la geomet1 fa y la filosofí..1 son dos cosas suprimen ctlgurn1;, [notas],) ponen otras en su lugar; así, pues,
enteramente diferentes, aunque se den la mano en la ciencia el concepto no está nunca encerrado en límites seguros. éY de
de la natu1aleza; y que por tanto el procedimiento de la una qué se1viría, además, definir un concepto tal:' 137" porque si p. ej.
nunca puede se1 imilctdo por la otra. se trata del agua )' de ;,u;, propiedades, uno no se detendrá en
La 1igur osa exactitud de la matemática se basa en defini- lo que se piensa con la palabra a.sua, sino que pasa a [efectuar]
ciones, a:...iomas, demostraciones. ~le limitaré a mostrar que experimentos, y la palabra, con Ls pocas notas ligadas a ella,
la filosofía no puede ofrecer nada de esto, en el sentido en que e:, sólo una derzominauón de !et cosa, y no un concepto de ella;
lo torna el matemático, [A7'.27} [B755} ni puede imita1lo. Que } por canto ld presunta definición no es otra co;,a que Ullcl de-
el geómetra, con su método, no produce, en filosofía, más te1 rninación de la palab1a. En ;,egundo lugar, para hablar con
que castillos ele naipes; [y que] el filósofo, con el suyo, sólo propiedad, tampoco se puede definir ningún c0ncepto dado
puede p1ovocar, en la parle que le toca a la matemática, mero a priori, p. ej. suLstaucia, co1usa, Derecho, equidad, etc. Pues
parloteo; si bien la filosofía consiste precisamente en conocer nunca puedo estar segmo de que la representación distinta
Jo,, p10pios límites, y aun el matemático [mismo], si su talento de un concepto dado (todd\ ía confuso) ha sido desarrollada
no está y.t limitado por la natuialeza y acotado a su oficio, no con todo detdlle, salvo sólo cu.tndo sé que ella es adecuada al
puede desecha1 las adve1 tencias de la filosofía, ni situarse por objeto. Pero puesto que el concepto de éste, en la medida en
encima de ellas. que es dado, puede contener muchas represent.tciones oscuras,
l. De las dejzrúuoneJ. Defim1, como la exp1e,ión misma lo que nos pasan inadve1tidas en el análisis, aunque siempre las
indica, debe significar propiamente 5ólo exponer originaria- empleemos en la aplicacion, resnlta que la exhaustividad del
mente el concepto detallado de una co,a, dent10 de los límites análisis de mi concepto es siempre dudosa,) :,ólo puede, [A729]
de él. 1•7 J De acuerdo con esa exigencia, un concepto empínco [B757] mediante muchos ejemplos acertados, llegar a ser presun-
twa, pero nunca puede tomarse apod1Lticamentecierta. En vez de
J37 J. El wra1 ter detallado ;,1g1lifica la clan dad) suficiencia de las notas; la expresión definición, pre!t>riiía emplear la de e.<posiczón, que
los lwuteJ [>igmfican] la prec..i>ión: que [la.:, nota,] no son má;, <.¡ue las sigue siendo cuidadosa, y a la cual el crítico puede ac01 darle
que pertenecen al concepto detallado; 01 iginariamente [>1gmfica] que cierto grado de validez mientras conserva reparos por lo que
esd deternrnMc1ón de los limites no e;,l,í deduuda de cu,.Jqu1e1 pa1te,
y p01 com1gmente no ha mene>le1, ademá;,, de una demostración; lo
c11<ll haiíd mepta la p1esunta definición para estar en la cú;,p1de de 7372. Los signos de mterrogduon en la frase "¿) de que [...) concepto
todo;, Jo, juic!O> ,ob1e un objeto. [Nota de Kant]. tal?» son agiegado de e;,ta traducción.
CRITICA DE LA Rt\ZO°\ P! RA 7.S9

filosóficas son producida<; solamente como expoo;ic innes de con


concierne a la exhausti' idad Por comiguiente, puesto que m ceptos dados, mient1 as que l,1s [definioone'i] matemat1cao; ['ion
los conceptos dados empírium1ente, m los conceptos dadm a produc irL1'i] corno con'itrncciones de conceptos ong1!la1 i,1mente
pnori, pueden ser definidos, no quedan otros que los [concep- fabricados, que aquellas son producida<; solo ,malit1rnmente,
tos] pensados arbitrariamente, en los que se pueda ensayar esa por descomposición (cuya integridad no es apodíctKamente
destreza. En un caso tal puedo siempre definir mi concepto; cierta), [mientras que] éstas [son producidas] 'iintctirnmente, \
pues debo, ciertamente, sabe1 lo que he querido pensar, pues a'ií Jabnran el concepto mismo, rn1ent1 ,1s que por el contrano
lo he fabricado yo mismo a propósito, ¡ no me ha sido dado. las pnmeras sólo lo exphran De aqm 1esulta·
ni por la naturaleza del entendimiento, ni por la experiencia; a) que en la filosofía no se debe imitar a la matemática
pero no puedo decir que con ello haya definido un verdadero anteponiendo las definiciones, excepto sólo a manera de mero
objeto. Pues si el concepto se basa en condiciones empíricas. ensavo. Pues como ellas <;on de'icomposioones de conc epto'i
p. ej. un barco-reloj. 1' 7 ' entonce<;, mediante este concepto dadc~s, esos conceptos, aunque aún ( onfmos, anteceden, y la
arbitrario, no está dado toda\ ia el objeto. ni su posibilidad; a exposirion incompleta precede a la completa. de modo que
partir de él1' 74 no sé siqrnera o;¡ el tienP, en general. un objeto; a partir de algunas notas que hemos extraído de un anáhs1'i
y mi definición puede llmnar<;P mPjor una dPclaración (de mi todavía incompleto, podemos inferir muchas cosa'i, antes de
proyecto) que una defimción de un objeto Por consiguiente. haber llegado a la exposición completa, es decir, a la definición;
no quedan otros concPptos que sean aptm para ser definido>, en una palabra, que en [A731] [87,)()j la filosofía la definicion,
que aquellos que contienen una síntesis arbitraria que pueda como distinción precisa, debe concluir la obra, más bien que
ser construida a priori; : por tanto, <;ólo la matemática posee iniciarla.H'; Por el contrario, en la matemática no tencmo'i,
definiciones. Pues el ohjPto que ella piensa. lo exhibe ella ante~ de la definición, concepto alguno, ya que por é<;ta el
también a prwn en la intnición; y i"ste, con o;eguridad, no pue- concepto es, ante todo, dado; y por tanto ella 1""debe y puede
de contener ni [A730] [B7.S8l más ni menos que el concepto, siempre comenzar por allí.
porque mediante la definición el concepto del objeto fue dado
originariamente, es dec!f. sm deducir de ninguna parte la
definición. La lengua alemana no tiene, para las expresiones 7375. La filo<;ofía bulle de defimciom•<; defPch1o<;as. pnnc1palmente de
de la o:poí1non, exphcaoon. dn/mac1ó11 y definwón.. más que la aquellas que contienen, efectivamente, elementos pa1 a una defimc1on.
pero que no los cont1enPn completo<; Ahora bien, si no <;e pu_dier,1
única palabra: definición; y por eso tenemos que apartarnos un
hacer nada con un concepto. ha<;ta hahe1k' defimdo. la situauon ck
poco del rigor de la exigencia por la cual habíamos denegado la filosofía sería muv mala. Pe1 o como <;e puede siempre har et de los
a las definiciones filosóficas el título honorífico de definición, y elementos (del anáÍ1s1s), hasta donde ellos alcanzan. un mo bueno \
limitaremos toda esa observarnm a [decir] que las definicion~s segm o, entonces se pueden emplear con mucho pt O\ echo tamb1e11 ld'
defimc1ones defectuo<;as, es decir. las proposic10nes que no <;On toda\ ía
pi op1amente defimc1one<;. pero que p01 lo <lemas snn _' ei rbde1 as.\ que
7373. Quizá se 1efiera a la <ne/». un autómata constnndo en Praga, son por tanto aproxnnac10nes a Pllas En la matpmat1ca la defimc10n
ent1e 1580 y 1600, por Hans Schlooheim pan1 PI emperado1 Rudolfll pertenpce ad me: en la filosofía. ad mdwr rr<r Es magnífico lleg-ar a
Es un i elOJ con forma de b2rco de lI es mástiles, con su tripulación , ella, aunque a mPnmlo es mu) d1fíCJl Los Jtmsta' toda'¡,¡ buscan una
sus cañones. Se consena Pll PI :-,1iiseo Biitámco Bnt1.<11 Jlfureum Gu1dr, defimCJon de <;U concepto de DerPcho [!\ota de Kant]
London, 1976, p 108 (figma 1 ' p 109 (Pxphcac1ón) 7376. Es decn, la matemática.
7374 Com,1ene entender·"ª pa: tu de ese concepto»
l.\l'.V\Af\LIEL KAi'<T CRll ICA DE LA RAZÓN PUR.'I 76!
760
b) Las definicione~ matemáticas nunca pueden ser erróneas. [A733] Por el contrario un principio sintético [derivado] sólo
Pues como el concepto es dado, ante todo, por la definición, a partir de conceptos nunca puede ser inmediatamente cierto;
resulta que él contiene solamente lo que la definición pretende p. ej. la proposición: todo lo que acontece tiene su causa; pues
que sea pensado poi medio de él. Pero aunque no puede.en- tengo que recurrir a algo tercero, 1378 a saber, a la condición
contrarse allí nada erróneo por lo que concierne al contemdo, de la determinación temporal en una experiencia, y no podía
a veces puede haber defecto, aunque sólo raramente, en Id conocer directa e inmediatamente, a partir de los solos con-
forma (en el ropaje), a saber, en lo que concierne a la precisión. ceptos, un principio tal. Los principios discursivos son, pues,
Así, la definición ordinaria de la circunferencia, que dice que algo enteramente diferente de los intuitivos, es decir, de los
ella es una línea (Urva CU) os puntos todos son [A732] (B760] axiomas. Aquéllos requieren siempre además una deducción,
equidistantes de uno (del centro) tiene el defecto de que la de la cual los últimos pueden prescindir enteramente; y corno
deterrrnnación rnrz·a se introduce innecesanamente. Pues debe éstos, precisamente por esta misma razón, son evidentes -lo
haber un teorema especial, que se deduce de la definición, que nunca pueden pretender ser los principios filosóficos, a
y que se puede demostrar fácilmente: que toda línea cuyos pesar de toda su certeza- 1371i cualquier proposición sintética
puntos esten todos a igual distancia de uno único,. es curva de la razón pura y transcendental está infinitamente lejos de
([qne] ninguna parte de ella es recta). Por el contrano, las de- ser tan evidente (como se suele decir con obstinación) como la
finiciones analíticas pueden ser erróneas de muchas maneras, proposición: que dos más doJ son cuatro. Por cierto, en la Analítica,
ya porque introducen notas que no residían efectivamente en la tabla de los principios del entendimiento puro, me referí
en el concepto, ya porque carecen de la exhaustividad que también a ciertos axiomas de la intuición; pero el principio allí
comt1tuye lo esencial de una definición, porque uno no puede citado no era, él mismo, un axioma, sino que sólo servía para
estar enteramente seguro de la integridad del análisis de aquél. suministrar el principio de la posibilidad de los axiomas en
Por eso, el método de la matemática, en el definir, no se puede general, y él mismo esHHo sólo un principio [derivado] a partir
imitar en la filosofía. de conceptos. Pues incluso la posibilidad de la matemática
2. De lo~ axwmas. Éstos son principios sintéticos a priori se debe mostrar en la filosofía transcendental. La filosofía,
que son inmediatamente ciertos. Ahora bien, u~ concepto por consiguiente, no tiene axiomas, y a ella nunca le es lícito
no se puede enlazar con otro sintéticamente y sm embargo decretar sus principios a priori de manera tan absoluta, sino
de mane1 a inmediata, porque para que podamos salir de un que debe (A73.J.] [B762] allanarse a justificar por medio de una
concepto, se necesita un tercer conocimiento mediador. Ahora deducción rigurosamente exacta su propia competencia con
bien, como la filosofía no es más que el conocimiento racional respecto a éstos.
por conceptos, en ella no se encontrará ningú_n principio ~u:
merezca el nombre de axioma. Por el contrano, la matemat1- los conceptos en la intuición del objeto, puede conectar a prior~ y de
ca e' capaz de [tene1] axiomas, porque ella, por medio. de la manera inmediata, los predicados de éste».
comtrucuón de lo;, conceptos, puede conectar a pnorz, y de 1378. Como si d1je1a: «tengo que ponerme a buscar una tercera
manera inmediata, en la intuición del objeto los predicados de cosa».
e;, te; 1 ' 11 p. e 1. [B76 l] que tres puntos están siempre en un plano. 1379. Los guiones en la frase «-lo que nunca [... ] su certeza-» son
agregado de esta traducción.
7380. En las ediciones A y B falta este verbo. Seguimos a Ed. Acad.,
7377. También pod1ía entemler;e: «por medio de la comtrncción de
que a su vez sigue una corrección de la tercera edición (1790).
f\1M1\J\t CL KA 'H
rF\ITl\A DE L1\ 11!\ZO\ rL 11 \
3. De las demo>tranones Sólo una prueba apodíctica, Pn líl
medida en que es intuitiva, puede llamarse demostración La De todo eso <;e sig11e, pue';, que no conviene a la natu1aleza
experiencia nos enseña, oertamente, lo que e;u'1e, pero no, de l,1 filo<,ofía, principalmente en el campo ele la razon pum.
que eso no podría ser de otra manera. Por eso, ]o<; argumentos el hacer alarde de una marcha dogmatJC<i ) adornarc;e con Jm,
empíricos no pueden suminic;trar ninguna prueba apodíctica título<> y las condecoraciones de la matematJC<i. a cu; a orden
A partir de conceptos a priori (en conocimiento'> discursnos) ella no pertenece, annque tPnga tocio\ loe; mot1\ os para espP1 ar
no puede nunca, empero, smgir certeza intuitiva, es decir. una fraterna umón con ella Aquélla'> son \ ana'> pretem1ones.
evidencia, por mucho que el jnicio sea apodícticamente cierto q1w nunca pueden alrnnzar buen 1esultado, y qne mas lnen
1
Por tanto, 'iólo la matemática contiene demostracíonec;, porque deben ir a dar en <;entido contrario a las mtencione<> de ella ' "
ella no deduce sus conocimientos a partir de conceptos, smo ele poner al descubierto los trampantojos de una razón que
a partir de la construcción de éstos, es decir, de la intuición, desconoce sus límites, y de reconducir, por medio de un P'>-
que puede ser dada a priori de manera correspondiente a clarecimiento suficiente de mw<>tros conceptos, la an ogancia
los conceptos. Incluso el procedimiento del álgebra con <;m de la especulación al modesto, pero solido conocimiento de <>Í
ecuaciones, a partir de las cual E'' ella, por reducción, p1 oclure nfr;mo La razón, en sus ensayos transcenden~ale<>, no podrá,
la \ erdad juntamente con la prueba, es una construcción, si entonces, tender ante sí la vista con tanta confianza, como si
bien no geométrica, sí empero caractenstka, 1" ' en la cual, al el camino que ha recorrido llevara d1rectamente a la meta;
expo~er los signos, se exponen en la mtuición los conn-pt'l'i. ; no podrá contar tan audazmente con las premisas SU) as
pnnc1palmente los de la relauón de cantidades, v aun sin puestas por fundamento, como si no t:iera necesano volver
tomar en consideración lo heurístico, c;e preservan de errores a menudo la vista atrás y prestar atennon [para ver] si no se
todos los 1 aciocinios poniendo a la vista cada uno de ellos clescubren quizá, en el curso de los razonamiento'>, faltas que
Por el contrario, el conocimiento filosófico debe prescindir [A73ó] [B7f) t] habían pasado inadvertida e; en los pi innp10<>,
de esa ventaja, ; a que debe considerar lo universal siempre 111 ) r¡ue hacen necesario, o bien determinarlos más a éstos. o
ab>trarto (por conceptos), mientras que la matemática puede cambiarlos del todo
examinar lo univer5al zn ronrreto (en la intuición singular) y sm Divido todas las proposiciones apodíctJCas (ya sean clemo<;-
en:=_~argo a prwn, mediante una representación pura, [Ans] trables, o inmediatamente ciertas) en dogmata y mathnnata Una
[B 163] con lo cual se hace visible cualquier paso errado Por eso, propoc;ición directamente sintetica a partir de conceptos es un
preferiría que las primeras se denominasen pruebas acroamtitzcas dogma; mientras que una propo~ición tal, 1184 por const1 ucc1ón
(disc~IrSi\·as), porque se gufan <;ólo por meras palabras 11 " 2 (por de los conceptos, es un mathema. Los juicios analíticos no no~
el objeto en los pensamientos), v no demo>traoones, las cnales, enseñan del objeto, propiamente, nada más que lo que el
como ya la expresión lo indica, se desarrollan en la intuición concepto que tenemos de él ya contiene en sí; porque ellos no
del objeto. ensanchan el conocimiento más allá del concepto del st0eto,
sino que sólo lo explican a éste Por ec;o, no puedt'n llamar se
convenientemente dogmas !palabra que quizá ~e podría tra-
7387 P1obablemente ha; a que entende1 aqní «ra1acteríst1ca» como
s1 d1Je1a: «en la que se emplean caractere5».
7382 También podría entendene· «porque sólo se pueden efectua1 7383 Hay que entender: «a la!. mtencwnes de la filosofía»
por med10 de meras palabras». 7384 P1obablemente ha; a que entender· «mientras qne una p10po-
s1ción smtét1ca»
CRITkA DE LA R'IZOI\. PL,RA
duu1 pm !>Wll11um1 Pero de la~ dm, especib menu011dda, de 765
pi opos1uones ~mtencds a przon solo las que fo unan pai te del entonces todo metodo dogmutzco, } a sea tomado d l
temdt1ca i ' d ll d e a ma
conournwnto filosofico pueden, segun el uso habitual del len d ' o es<L1 I o a o de ctl21ma
"' md11era pecu liar e-,
gua¡e, llt: \ ctI c~e nombre, v d1f1cilrnente se ll,lmana dogma/a a e poi s1 IJKOnv ememe "' Pue~ el no h ,
] t ¡ ¡ ace mas que ocultar
lct'> p1opo~iuones de b c111tmel!La o Je J,t geomLl1M Por tc111to, ª" a tas ) os error e~, ) engaña a la filo,of1a, cm a mtenc10n
este mo conhr rna la exphc,1uon que dimos, segun la cual solu propia e, hacer \ cr en su luL mas clara todos lo~ pasos de la
los JlllClOS por conceptos, y no aquellos por con:,trucuon de razon Sm embargo, el metodo puede s1em re ser s
Pues nuestra razon [A.7 iSJ [B76ó] ( b P l)stunatuo
conceptos, pueden denommarse dogrnatKos su ~etn amente es ella
.\l101ct bten, tuda !et raLon pu1a, en su uso meramente especu rmsma, un sistema, peru en el uso puro de ella, por med10 de
latl\ o, no contiene rn un solo JWCio d11 edamente smtetico d partu me1 os conceptos, es solo un s1~tema de la mdaoac10n
de conceptos Pues por med10 de ideas elld no es cctpcU, como lo prmc1p10s de umdctd, lrnddga< 1011] a la cual solo"'la e p segun
1 >d L ll lC!hlil \

herno~ rnosti ctdo de 3muos ~mteticos que teng,m 'ahdeL ob3etivct, e pue e proporuonar maw11d Acerca del metod
de Uild filo~of1d ti dnscendentctl no se pued d odprop10
mientrds que mediante [.\;17] [B7o 'í] conceptos del entendumen ¡ e ec1r na a aqm
to ell,l estctblece, si, pnnup1os seguros, pero no duectdmente a ) a que so o nos ocupdmos de una cntrca de nuestra s1tuac10~
pati mwm,il 1 " ' de si en general pode ¡ fi
pa1 tu de concepto~, smo siempre wlo indu ectamente, por medio l ' mos ec i car ) hasta que
de !et relerenua de esos conceptos a ,tlgo enterctmente contin d turct podemos lle\ ar nuestro ed1fic10 co 1 '
, n a matena que
poseemo~ (los conceptos puro, a pnorz)
geute, a saber, ü b e>.pulutllil posible, en cu¡ o caso ellos 11 ' son
clpod1d1Larnente CleI tos Clldl1dü se la presupone a eSld ([cuctndo
se p1e~upon2] algo como ob3eto de e>..penenuas posibles), pero
en s1 mismos (dueLlümente), a pnon, no pueden m siquiera ser Sección segunda del capítulo primero
conoudos As1 nctdie puede emender de m,rneia 11gu10samente
e\.ddd Lt pi opo-,1uon ,,LOJo lo que acontece tiene su cctusa»,ll8 n
s0Lm1ente et partrr de esto> conceptos dados Por eso, ella no es L\ Dl:iCIPU\-\ DE l-\ RAZO'\/ Pl RA
un dog111a, ctunque desde otro punto de \ ISta, a saber, en el um C00. RéSPECTO -\:,u USO POI EMICO
co Cdmpo de su mo posible, es decir, en la e\.penencia, pueda La razon, en todcts sw, emp1esas, debe someterse a lct en
muy bien ser demostrada apocbctic,tmente Pe1 o se la denomma nea, y no puede meno~cctb,u !et libertad de esta co
¡m11up10, v 110 teon ma, et pesctr de que debe ser demostrada, y ello Proh 1b1c10n, sm per3u d icarse a sr misma ) &m atraer n nmguna
sobre si
es pmque nene ]d propiedad p,1rticular de que ella misma hace una sospecha que le es de~Íd\ ornble No ex1~te nada tan im or
po-,1ble ante todo el lumlctmento de su demosliac10n, a saber, la tctnte, en lo que toca dl prO\ echo, nctdd tan sao-rado ue P d
e\.penenua ) ,iempre debe se1 p1esupuesta en esta sustraerse a esta mspecc10n que controla} qt~ exa~~na,~u~u:
!\hora bien, s1 en el uso especulctll\ o de la 1azon pura no
hct), tcunpoco en lo referente dl contemdu, mngun dogma,
~:~:m~:~~~>lmeme ")-l se lo ha) a tonudo p1estado del [que usa el]

7385 Ha¡ que entender «en CU) o LdSO esos p1111up10s,, 7388 Ha) que entend d
culatl\ o de ia razun pu7~,, «es e por s1 mcon\ entente en el uso espe
/38b Lds conullas en lct hase "todo lo que aLontece llene su causa»
son ag1 egado de esta t1 aducuon 7389 Tamb1en pod11ct entenderse t d ¡
facultades» 'Ll i ica e a sJtuac10n de nuestras
CRITICA DE LA RAZU'< P'.JRA 767
766 IM1v!f\l\,I 'EL J\ANT
nadie puede jamás p1obar la ilegitimidad de esa posesión.
no conoce acepción de personas. En esa libertad SP basa inclmo Es algo preocupante y que produce ab<1tim1ento 01 que
la existencia de la razón, que no tiene autoridad dictatorial, tenga que haber, en general, una antitética de la razon pm a.
sino que la sentencia de ella es siempre sólo el consenso de v el que 6sta, que representa el foro ju<licial <;11p1emo al que
ciudadanos libres, cada uno de los cuales [A739J [B767] rlPbe ~stán sometidas todas la<; disputas, deba incurri1 en disputa
poder expresar sin reservas sus escrúpulos e incluso su veto. consi;ro rrfr;ma. i\Iás arriba bemos tenido ante nosotros tal
o
Ahora bien, aunque la razón nunca se pueda rel111rnr a Ja aparente antitética de ella; pero se pmo de rnanifie<>to que se
crítica, no siempre tiene, sin embargo, causa para rehuirla Pero basaba en un malentendido, segun el cual, de acuerdo con
la razón pura en su uso dogmático (no matemático) no es tan el prejuicio vulgar, se tornaba a los fenómenos por cosas en
consciente de la exactísima observancia de sus leyes supremas. sí mismas, y después se e:-.igía una integridad absoluta de
que no deba comparecer con timidez, y aún deponiendo ente- la síntesis ele ellos, 1 "'' dP una u ot1 a manera (pero q11e ern
ramente toda afectada autoridad dogmática, ante el ojo crítico i21.ialmente imposible de las dos maneras): lo cual. empero,
de una razón superior erigid<l Pn juez ~1 puede esperar~e de los fenómenos :Ko había entonces,
.i\!luy otra es la situación, si ella no tiene que habérselas pues, una efectiva cont111d1roón dr la ra¿ón consigo misma en
con la censura del juez, sino con las pretensiones de su con- las proposiciones: la se1 ie ele los fenómenos dados en >i tiene
ciudadano, y sólo se tiene que defender ele ellas. Pues como un comienzo absolutamente primero, y: esa serie, [tomada]
éstas pretenden ser tan dogmátICas, aunque en el negar, como absolutamente y en sí misma, no tiene comienzo al¡,'1.mo; pues
aquélla en el afirmar, entonces ocurre una jmtificación Ka( ambas proposiciones son mu; bien compatibles. porque 107
av8pcorrov, que asegura rnntr<i todo perjuicio, y que procura fenómc11a1; por lo que respecta a 'ill existencia (como fenóme_nosJ
una posesión amparada en un titulo, [posesión] que no precisa en si nmmos, no son nada, e'i decir, son algo contrad1ctouo. )
temer a ninguna pretensión ajena, aunque no pueda ser sufi- por consiguiente la presuposición de ellos naturalmente debe
cientemente demostrada KCH' fXA118ElCTV. arrastrar consecuencias contradictorias.
Entiendo por uso polémico de la razón pura la defensa [A741] [B769] Pero no se puede aducir ese malentendido ni
de sus proposiciones contra las negaciones dogmáticas de [se puede] zanjar con él la disputa de la razón, si se afirrnara,
ellas. Aquí no se trata de si las afü madones de ella no podrán por ejemplo, de manera teísta: hay un Ser supremo, y por el
quizá ser falsas también; sino solamente de que nadie puede contrario, de manera ateí>ta: 110 hay mngún Ser rnprnno: o bien,
afirmar jamás con certeza apodíctica (ni aun [A740] (B768] en la psicología: todo lo qne piensa posee una unidad absoluta
tan sólo con una mayor apariencia [de verdad]) lo contrario y permanente, y en consecuencia, se distingue de toda unidad
[de ellas]. Pues no estamos en posesión sólo precariaH 90 de lo material perecedera; a lo cual otra [proposición] opusiera: el
nuestro, cuando tenemos en nuestro apoyo un título, aunque alma no es unidad inmaterial, y no puede ser excluida de la
insuficiente, de ello,l-l'l 1 y [cuando] es enteramente cierto que

substantivo femfnino en latín, er¡uivalente de Brnt¿, suh<;tantívo mas-


7390. Quizá haya que entender aquí «posesión p1 ecaria» en su sentido culino aJemán, que es el que aparece aquí.
etimológico: posesión obtenida por ruego, otorgada poi gracia, debida 7392. Es decir, de la síntesis de los fenómfnos; pero tamh1én podrfa
sólo al favor. entenderse «de la sínte:,is de ellas», es dfcir, de las cosas recién men-
7397. Es decir, «un título, aunr¡ue msuficiente, de lo nuestro»; pero el cionadas.
texto trae: «de ella»; probablemente >ea una reminiscencia de «po.nrsri0>>
CRITICA DE U\ RAZOf\ PG1lA
!MMAl\l;EL KANT 769
768
caducidad. Pues el objeto de la cuestión está aquí libre de todo te cierto que jamás ;,e presentará hombre alguno que pueda
lo ªJeno que contradice a su n~turaleza, y el enten~imiento se afirmar lo contrario con lu menor apariencia [de verdad], y aún
ocupa solamente de cosaJ en Jl mLSmas y no de fenomenos: _Se menos, [que pueda afinnarloj de manera dogmática. Pues como
encontraría aquí, pues, por cierto, un verdadero conflicto, solo él solamente por medio de la razón pura podría probarlo, ten-
si la razón pura tuviera algo que decir, por el !~do de. ~anega~ dría que intentar demo;,trar que era imposible un Ser supremo,
·· ue se aproximara al fundamento <le una afirmac10n, pues y [que era zmposzble] el sujeto pensante en nosotros, como inte-
c10n, q d ·
or lo que concierne a Ja crítica de los argumentos e qm~n ligencia pura. Pero éde dónde sacaría los conocimientos que le
P . . , 1 u<1• n
afirma dogmáticamente,1 3 '13 ella se le pue d e ª.d m1tir a e , s1 habilitaran para juzgar así sintéticamente acerca de cosas [que
por ello abandonar esas proposiciones, que tienen en su favor están] fuera de toda expeliencia posible? 1"'' Por consiguiente,
el interés de la razón, al que no puede apelar el oponente. podemos abandonar toda preocupación de que alguien alguna
No comparto la opinión que algunos hombre~ excelentes vez nos demuestre lo contrario; [podemos e~tar tranquilos,] ya
y reflexivos (p. ej. Sulzer) han expresado tan frecue~temente, que no necesitamm cavilar, por eso, sobre demo;,traciones que
cuando sintieron la debilidad de las pruebas habidas hasta cumplan las exigencias escolásticas; sino que podemos admitir,
ahora: que se puede esperar que alguna vez se halle? demos- al menos, aquellas proposiciones que están bien concatenadas
traciones evidentes de las dos proposiciones cardmale~ de con el interés especulativo de nuestra razón en el uso empírico,
nuestra razón pura: hay un Dios, hay una vida futura: ~A;-t2J y que además son el único medio de unir ese interés con el
(B770J Antes bien, estoy cierto de que esto nunca ocurnra._Pues interés práctico. Para el adversario (que aquí no debe ser con-
¿de dónde sacará la razón el fundamento de tales afirn:ac1?nes siderado solamente como crítico) tenemos preparado nuestro
sintéticas, que no se refieren a objetos d~ _la experie~~1.a mala non liquet, que infaliblemente lo desconcertará, mientras que
posibilidad interna de ellos? Pero tamb1en es apod1ct1camen- nosotros no rehuimo~ la retorsión de él sobre nosorros, ya que
estamos constantemente respaldados por la máxima subjetiva
de la razón, [A7-t3] [B77l] que al adversario necesariamente
1393. Puede entenderse tanto «la crítica que la parte n~g.ativa hace, le falta, y bajo cuya tutela podemos mirar con tranquilidad e
de ¡0 ,, argumento;, expuestos por quien afirma do~rnat1camente»'.
corno «la crítica de los argumentos, efectuada por quien afirma dog indiferencia todos los golpes que él da ~n el aire.
máticamente». ..
De esta manera no hay, propiamente, ninguna antitética
1394 Quilá haya que entender la frase «ell~ se le pue~e adm1tu a de la razón pura. Pues la única palestra para ella habría que
él» como , 1 dijera «la crítica se le puede admitir al en_tendumento q~e buscarla en el terreno de la teología pura y de la psicología pura;
argumenla pm la pai te negativa». En lugar de «a el''.' \V1lle .(segun pero ese suelo no soporta a ningún combatiente con toda su
nota de Sdrnmlt) ha sugendo conegir "ªella» (a la razon pma), _como
. e . . la mera crítica de lo;, ar 02:umentos afirmativo> dogmaticos, armadura y con armas que sean temibles. Él podría presentarse
óol d IJ l<1 . fi .. ) 1 de sólo con burla, o con j':ctancia, lo cual puede provocar risa,
(la mera negación, que no se ap1ox1ma a una a rmac10n se e pue
muy bien adrmtü a la 1a;:ón, w1 que hay~ confhcto (es.~ec!f, sm tener como un juego pueril. Esta es una observación consoladora,
e ue dbdndonai las pi opos1c10nes dogi11at1cas afirmatn.as). Erdmann que infunde nuevos ánimos a la razón; pues ¿en qué otra cosa
1 ~rei ieta de una mane 1;1 diferente: «ellos (esos a1gumentos) se le
puelen mu) bien ddmitu a él (al crítico del dog~rnt1smo) como rnsu-
fioentes» (como s1 d13e1a: se le puede adrmtlf al cnl!co del dogmati·s~~
que esos argumentos son insuficientes) (Eidmann: «Lesarten» en. · 1395. Los signos de rnterrogación en la frase «¿de dónde [... ] expe-
nencia posible?» son agTegado de esta traducción.
Acad. III, 583).
CRITICA DE lr\ l\1\ZOI'\ PI f\A 771

770 IM/\lAM TI KAr-,T


e<;prculatI\ a La disputa no pone a 1de<>cubierto entoncE"' nada
mas que rierta antmornia de la iazon, que como '>l' basa en la
podría confiar ésta, si, estando llamada a corregir ella <>olil tocios
los errores, estuviera desunida en sí misma, sin podf'r e<>perar naturaleza de ella, necesa11amente debe ser e-;curhada ' cxa
mmada Lila la nilt1' a con la ron'mleracion de <;U oh¡etn por
paz ni posesión tranquila?
Todo lo que la naturaleza rmsma dispone es bueno para dos lado,, 1" " ) con 1ge el juirio de ella al hmita1 lo Lo que aq_m
es contro\ el'iial no e<; la cow, smo el tono Pues aunq11P ha; a1s
algún propósito. Hasta los venenos sin en para' enrer a otros
debido ahilndonar el lengu¡ije del wher. os quedan <;ufiuentP'i
venenos que se generan en nue'itros propio<; humores, ; no
renmm paia hablm el lengciaJr de una firme [A7 L'í] [B77 ~]fr.
deben, por eso, faltar en una rolccción rompleta de remedios
(~arrnacia). Las objeciones contra las persua:,iones) Ja ¡irrogan [lengcia¡e] ju~l!ficildo ilnte la mas ngm o-;a razón
51 a Dovul l!umr, [hombrP] de sangre fna, p1op1amente
oa de nuestra razón meramente especulativa son impuestas
por la naturaleza misma de esa rnzón, ; deben por tanto tener creado para [eJercei] el equihbno en el juicio, <;e kp1 rgcmta
ra: ¿qué os ha mo,ido a socavar, con dudas t1<1baJOsamente
su buena destinación y propósito, de los que no debe hacerse
caso omiso. éCon qué propósito fa providencia ha puesto cavilada<>, la convicción tan consoladora) prO\ echosa pa1 a los
algunos objetos, aunque están roncatenados con nuestro más humanos, de qur la penetracion de s11 razón es sufioPntP para
elevado interés. tan altos, que ca~i [Ali!) [B772] sólo nos es afinnilr [la existencia de] ur_i Ser <;up1 emo.) para [ilk~nzai] el
dado alcanzarlos con una percepción confusa y dudosa para concepto determinado de El? él responderíil· nada mil.s q_ue el
nosotros mismos. por la cual las miradas esnutadoras quedan propósito de hacer progresar a la razón en 'u_ rononrn1ento
de sí misma; va la vez, cierto di<;gc1sto por 1<1 '10lenna que <;e
más incitadas que satisfechas 01 '""Si acaso e'> provechosoª' entu-
rar determinariones atrevidas ron 1 especto a esa<> perspectiva<;, quiere hacer~ la razon cuando se hace a]ilrde de ell,1 ) se le
e_s algo al menos dudoso; y quizn sea incluso perjudirial. Pero impide, a la vez, confesar libremente 'illS deb1!1dade,, que se
siempre es útil, sin la menor duda. dar completa libertad a la Je hacen manifiestas a ella en el examen de s1 m¡<;ma S1, en
razón que investiga j que examina. para que pueda cultivar sin cambio, le preguntáis a Pnestlry, [hornb1e1 dado e". el mi' amente
a los prinripios del mo rmpínro de la razón. y ren11Pnt'.' a toda
traba~ s~ p~opio interés, qm· resulta tan favorerido si se impo-
nen hm1tac1ones a su conodmiento, romo si se lo ensancha: v especulación transcendente, cuale5 fueron lo5 mO\ 1les _que
que sie_n:p_re resulta menoscabado si intervienen milnos ajen;s lo llevaron a él, pío y celoso maestro de 1ehg10n, a dernbar
para dmg1rla de acuerdo con propósitos forzados, en contra esos dos pilares fundamentales de toda religión, la hbe1 tad de
de su marcha natural. nuestra alma y la inmortalidad de ella, (la e<>pernma de una
Por consiguiente, dejad que 'uestro adversario hilble sólo , ida futura es, para él, sólo la expectati\ a de un rmlagro de
con la iazón, 1" 17 y atacadle solo con armas de la razón Por lo resurrección), no podría responder sino· el interés de la razon,
demás, no os preocupéis por la buena causa (del interés prácti- que se ve menoscabado si se pretende sustraer cierto' objetos a
co), pues ella nunca se pone en juego en la disputa meramente las leyes de la nah1raleza material, úmca'i [Ie;e'i] que podemos

7396 Seguimos a Ed Acad al rns"rt<i1 los >ignos de mte1rog<ic1ón en


7398 Con' 1ene entende1 · «La disputa cult1' a a la 1 azon median le el
esla 01 ación No figuran en las edJC101ws de Schm1dt, de \Ve1schedel
recurso de cons1dera1 el objeto de ella (de la razón) de>de dm punto'
m de Heidemann
7397. Ed Acad co'lrge· «dejad c¡ue \Uestro ad,ersano muest1 e sólo de vista»
razón)).
lRlíKA Dt L'\ RAZON PlR.'\
l~lMAf'<l t:L MNT 773
772
conocer y determinar con e¡.._actitud. [A7-J.fi] [B~7-l] Parecería muy absurdo esperar de la razon esclarecimiento, v preocrib1rle
inJUSto descH..red1tar al ultuno, que ha ~<Lb ido ~onohar su afirma· previamente, sin embMgo, [en favor) de qué pa; te debe éste
uón paradójica con Lt intención de la rehgion,) c~usar dolor a necesariamente resultar. Además, la razón, ya por sí misma,
un hombre bien pensante, poi que él no puede onentarse, tan está tan bien dominada y stijeta dentro de límite'> por la razón,
pionto como se ha extraviado fuera del campo de la c1~ncia que no necesitáis movilin11 a lc1 guardia parn oponer re::,istencia
de la natuialeLa Pero esta misma gracia se le debe conceder cn '.l a aquel partido cu; o inqwetante predominio os parece
al no menos bien intencionado }fume, cuyo carácter moud pehgrnso. _En esta dialéctica no hay victoria alguna que puedct
11
es intadiable, quien no puede abandonar "" su eopeculación daros motivo para inquietaros
abstracta, porque considera, con razón, que el objeto de ella Además, la raLón precisa mucho esa disputa, y sería de
ieside fuera de los límites de la ciencia de la naturaleza, en el desear que ~el~ hubiera P¡ercid~ antes, y c~n permiso público
1lumtado. l ues entonces tamb1en se habna p1oducido antes
campo de las ideas putas .. u_na _crítica madura, ante cuya aparición debíctn aplacarse por
¿Qué se ha de hacer aquí, especialmente en atenc10n
al pehgro que parece amenazar desde aquí al bien c~mún
1
s1 mismas todas estas que1ellas, al reconocer los combatientes
l\ctda es más natural, nada es más justo, que la decis1on que su propio enceg11ecimiento ) cUS prejuicios, que eran lo que
debéis tomar sobre esto. Dejad hacer a esa gente; si ponen ~e lm, había desunido.
mamfiesto talento, s1 ponen de manifiesto una inveotigaoon Hay en la natmaleza humana cierta iminceridad que al
profunda y nueva, en una palabra, con sólo ~ue pongan _de fin, como todo lo que viene de la [A7-!8] [B776] naturaleza,
mamfiesto razon, entonce-; s1em p1 e gana ]d 1 azon. Si recun 1s .ª debe contener una dispo~1ción para buenos fines; es a saber,
otros medios que los de una razón libre de coacción, s1 chumus una inclinación a disimular uno sus verdaderas opiniones, y a
alta traición; si convocáis al público, que no entiende de t~~ hacer ostentación de c1eitc1s [otras], adoptadas, que se tienen
sutiles elaboraciones, como si tocárais a incendio, os pone1s por buenas y encomiable;, Con toda certeza los seres humanos
en ridículo. Pues no se trata de lo que sea provechoso o per· por medio ele esta tendenua, tanto a clisim:ilar, como tambié~
jmhcial paia el bien común, en esms cos:1s, sino so!'lm,en,te_[:e a adoptar una apariencia que les es favorable, no solclmente se
trata] de ha::,la donde puede llega1 la razon :11 su ':_~peculauon han civili;:.ado, srno que poco a poco, en cierta medida, se han
que hace abo, tracción de todo intc'r é:,
[A 7-l I] [B 7 / .Jj Y de s1 se moralt;:_adv; porque ninguno podía penetrar el afeite de decoro,
honorabilíclad y decencia, y en consecuencia cada uno encon-
puede e::,perar algo, e 11 general, di:' esta, o se la debe abando
nar en favor de lo práctico. Así, pues, en lugar de acometer tr~ba, en los ejemplos de bien, presuntamente auténticos, que
a golpes de espada, contemplad más bien tranquibmente, ve1a en torno de sí, una escuela de mejoramiento pard sí mismo.
desde el dsiento seguro de la crítica, e::,ta chsputa que para lo_s Peto estd disposición a presentarse mejor de lo que uno es, y
combatientes debe resultar trabajosa, para vosotros entretem· ª,expresar opiniones que uno no tiene, sirve, por decirlo así,
dc1, y que, teniendo un desenlace ciertamente incruent,o, d,e~e solo p1ov1Jorzamente para sacar al homb1 e de la barbarie v para
re::,ultai piovechosa pa1a vue::itros conournientos. Pues es dl"o hacerle adoptar, primeramente, al menos la apa11e11ua Je! bien
que él conoce; pue::, después, cuando ya están deoarrullddos
los principios auténticos y P5tán í11co1 porado::i en la manera de
J39'J Se IM ;ugeudo que P!l lugai de_ «dbdnd~nar>>, se enuenda aquí
pensar, aquella falsed<1d dd)e ser combatida poco a poco con
«ad 1111 11p> \sugerencia de \\'die, recog1da por Schm1dl).
774 IMMAl\lXL KNff
CRn ICA DE LA RAZÓN P\ 'RL\
775
energía, porque de otro modo ella corrompe el corazón v no
permite que las buenas intenciones se desarrollen, [sofo~án­ buena causa, que la insidia, la simulación y el engaño Que en
dolas] bajo la maleza de la bella apariencia. la ponderación de lm fundamentos [A.7.50] [B778J rnciona]p<; de
Me causa pesar percibir e'ia mi5ma insinceridad, simula- una mera espPnilación todo tenga que ocim ir con prob1J,1rl,
ción e hipocresía incluso en las expresiones del pensamiento es lo meno5 que se puerle exigi1 Pero si se pudie1 a contar,
especulativo, 1" 00 donde lo" seres humanos tienen, sin embargo, rnn ~egu1idad, <iunque sólo fuese con ese mínimo, l<i di'>puta
muchos menos obstáculos para revelar, como es justo, de ma- dr la razón especubtiva acerca de las import<intes cuestiones
nera abierta y sin disimulo la confesión de sus pensamientos, de Dio';, de la inmortalidad (del alma) ; de la libert<id, o bien
y [A.749] [B777] no tienen [en rilas] ventaja alguna. Pues¿ qué ) a estm-ía resuelta hace tiempo, o bien sería lle\-<icla a té1 mino
puede ser más perjudicial para los conocimientos, que el que muy pronto. A sí, muchas veces lil pureza de la intención está
hasta los meros pensamientos que [los hombres] se comuni en relación im er<;a con la bondad de l<i cosil misma, ; ésta
can unos a otros, sean falsificados; que el encubrir las dudas tiene, quizá, más opo<;itores sincero<;; p1obm, que cldemo1es
que sentimos acerca de nuestras propias afirmaciones; 0 que [que lo semi].
el dar una coloración de evidencia a argumentaciones que a Presupongo, pues, IPctores que no ndmitan que un<i cilu~a
nosotros mismos no nos satisfacen? Pero mient1 as sea la mera justa sea defendida con injmtícia. Con respecto a ellos está deci-
vanidad privada la que instigue a estas artimañas secretas dido quP, segun nuest1 os pt incipios de la c1 ítica, si no se atiende
(lo que es comúnmente el caso en los juicios especulativos, a aquello que acontece, sino a lo que en justicia tendría que
que no tienen un interés particular y que no pueden alcanzar acontecer, no debería haber, propiamente, ninguna polémica
fácilmente una certeza apodíctica), la vanidad de otros ofrece de la razón pura. Pues ¿cómo podrían dos personas sostener
resistencia con pública aprobarión, y las cosas llegan finalmente una controversia sobre una cosa cuya renlidad ninguna de
allí donde las habrían llevado, aunque mucho antes, el ánimo ellas 11 º1 puede exhibir en una expe1iencia efectiva, o ill menos
m~s puro y la más pura honradez. Pero allí donde el público en una experirncia posible; [una cosa] sob1 e cuya solil irlea él
opma que argüidores sutiles se ocupan nada menos que de medita, 1"' 2 para extraer de ella algo [que es] mas que idea, a
hacer tambalear los cimientos del bienestar público, allí no saber, la realidad efectiva del ohjeto mi<;mo" ¿Por qué medio
sólo parece sensato, sino también permitido, y aun honroso, pretenden acabar la controversia, si ning1mo de ello' puede
ir en ayuda de la buena causa, aunque sea con fundamentos hacer direct<imente comprensible ni cierto su [propio] partido,
sólo aparentes, antes que dejilt les a los presuntos oponentes sino que sólo puede atac<ir y refutar el de <;u oponente:' Pues
de ella aun tan sólo la ventaja de rebajar nuestro tono a la tal es el destino de todas las afirmaciones de la [A.7.51] [B779]
moderación de una mera convicción práctica, y de obligarnos razón pura: que, puesto que van más allá de las condiciones de
a admitir la carencia de certeza especulativa y apodíctica. y si toda experiencia posible, fuera de las cuales no se encuentra
embargo yo tendría que pe1mu c¡ue no hily en el mundo nada rn ningún lado dorumento alguno de la verdad, pero como
que sea menos compatible con la intención de defender una
7107. Es decir, nmguna dr las dos peisonas. Pe10 el 01 iginal camhia
el géneto. ) trae: «ninguno de ellos» (ninguno de los do<; hombrps
7400. Literalmente: «en las expresiones de la manera especulativa que discuten).
de pensar».
J.J02. l~m1b1én puede entendt>i ,e. hter al mente, «él mcuba»; «él» e; el
hornb1 e que dtscute, como se seiialó antes.
CRll !CA DE LA RAZOC, PLJRA
777

sin embaroo deben servirse de las leyes del entendimiento, alguna crítica de esa razón misma y en una legislación que se
que esLán destinadas únicamente al uso empírico, [leye~] sin base en ella; tal como lo afüma Hobbes: el estado de naturaleza
las cuales no se puede dar ni un solo paso en el pensamiento es un estado Je injusticia y de violencia, y necesariamente se
1~1 debe abandonar para :,ometerse a la coacción de la ley, que
sintético, ellas siemp1 e ofrecen 1'º' al oponente flancos desguar-
necidos, y pueden, alternativamente, aprovechar lo:, flancos !muta nuestra libertad sólo para que pueda ser compatible con
la libertad de cada uno de los otros, y precisamente por ello,
de:,guarnecidos del oponente.
Se puede considerar la crítica de la razón pura como el [pueda ser compatible] con el bien común.
veidadero foro judicial para todas las controversias de ella; pues De e;,ta libertad forma parte también la de exponer al juicio
ella no está irn¡;ltcada en estas últimas, que se dirigen i~media­ público, sin ser por eso acmado de ser un ciudadano revoltoso
tamente a objeto:,, sirio que está instituida para determmar los y peligroso, los propios pemamientos, [y] las propias dudas
derechos de la razón en general, y para juzgar acerca de ellos, que uno no puede resolve1 por sí mismo. Esto reside ya en el
de acuerdo con los principios de :,u institución primera. '"'.
1
derecho originario de la razón humana, la cual no reconoce
Sin ella ''" 3 la razón está como en estado de naturaleza, y solo otro juez que la misma razón humana universal, en la cual cada
puede hac~r valer, o proteger, sus afirmaciones y preten~i?nes, uno tiene su voz; 1")" y como de ésta debe v·enir tocia mejora
mediante la guerra. La crítica, en cambio, que todas l~s d_ecis.i?nes de la que nuestro estado sea capaz, ese derecho es sa>rrado o '
las extrae de las regl<ts fundamentale:, de su propia mstttuoon; y y no pueJe ser restringido. Además, es muy poco sensato
cuya autoridad nadie puede poner en duda, nos trae la tranqmh- proclamar peligrosas ciertas afü maciones atrevidas, o [ciertos]
dad de un estado de Derecho, en el cual no tenemos que resolver ataques temerarios a aquellas [üfirmaciones] que tienen ya de
nuest 1as disputas de otro modo que mediante un proceso. Lo que su lacio la aprobación de la mayor y mejor parte del público;
pone fin a las pendencias, en el primer estado, es u_na vzctona, de pues eso sig11ifica otorgarles una [A753J [B781] importancia
la cual ambas partes se jactan, y a la cual la mayona de las veces que no debieran tener. Cuando oigo que una mente que no
sigue sólo una paz insegura instituida por la autoridad, que se es vulgar ha demostrado que no hay libertad de la voluntad
[A75:2j [B780] interpone; en el segundo [estado], [lo que pone fin humana, que no hay esperanza en una vida futura, y que no
a la:, pendencias] es la sentenlia, que, ..ti alcanzar aquí a la fuente existe Dios, tengo deseos de leer el libr~, pues espero que su
mi:,ma de las controversias, debe garantizar una paz perpetua. talento haga progresar mi, conocimientos. Ya sé de antemano
Las interrmnables controver:iias de una razón meramente dog- con entera certeza que él no podrá haber demostrado nada
mática obligan también a buscar finalmente la tranquilidad en de tocio eso; no porque yo crea estar en posesión de pruebas
irrebatibles de esas importante:, proposiciones, sino porque la
crítica transcendental, que me enseñó todo el acervo de nuestra
razón pura, me ha convencido enteramente de que así como
7-/.03. Hay que entender: «las afirmaciones de la razón pura siempre
ella 11117 es del todo insuficiente 11 .i" para [sostener] enunciados
of1ecen».
1-f.0-t Heumoelh mterpret,t. «)' para juLgar acerca de. la l.egili'.nidad
<le las pi e tensiones de la razón, :oegún las reglao <le su mstJ:uuon on·
gmaria [ .. ], es decir, pomendo al descubie1 to la ~estmaoon. natural'. 7406. También podría entenderse: "cada uno tiene su voto».
) el sentido, de los organos de e:oa esnuctllla orgamca». (Heimsoeth. 7407. Hay que entender: «así como la ra¿Ón».
7ia111:¿endentale Dwle!..tík, 703). 7-/.08. Conviene entender: «así como a la I"tzón no le alcanzan sus
1-105. lLty que entencle1: «Sll1 la crítica». recuisos".
CR!TlCA DE L\ Ri\ZCl'i rl Rl\

778 1\lMi\ '<l EL K"INT


rntonet'' nada sería má<> acomejable pm lo p1011to, pern a la
afirmativos en este campo, así de poco, y aun menos, sabrá, \E'Z nada <>errn más\ ano ni más estéril a !a larga, r¡11e mantener

para poder enunciar negati\amente algo sobre esas cuestione~ bajo tutela dlll antf' un tif'mpo la razón de la 111ventud, \ \lle-
Pues ¿de dónde pretende el presunto librPpensador tornar sn servai la, al menos durante ese tiempo. de la seducnon 1 e1 o
conocimiento de que p. ej. no hay ningún SPr supremo) Esta si de<>pues, ya la curio<;idad, ya la 1r:od~ de _la época, le po~en
proposición Pstá fuera del campo de la e"\periencia posible, en la'> nMnos escritos <>emejantes r resist1ra pntonc es aqnella
y por eso, también fuera de los límites de todo conocimiento convicnon ju\ PmP Ar¡uél r¡ue para re<;1stir lo' ataque' de 'ill
humano. Yo no leería al defensor dogmático de la buena causa ach er<;ano no lle\ a comigo más que armas dogm~~c~1<;. )' ~llH:'
contra este enemigo, porque se de antemano que él sólo atacará sabe desenvol\f'r la dialéctica oculta que [A;,),i] [!318JJ
110
las aparentes razones del otro para procurarles aceptación a las reside en , 11 propio pecho no menos que en el del antagornsta,
suyas; y además, un espectáculo cotidiano no da tanta materia \(' pre<;entar'>e r;:izone' sólo aparentes, que tienen la ve11ta1a de
pai a nue' as observaciones, como uno insólito e ingeniosamen la novedad, contra 1 azones sólo aparentes q11e; a no la tienen.
te concebido.""" Por el contrario, [A75 tJ [B782] el adversario smo que suscitan la <;ospecha de un ahu'>o de la credulidad ¡11
de la religión, que a su modo es también un dogmático, le ciaría \ eml Ci ee que no p 11 ede mostrar que ha salido de Lt s111eoon
a mi crítica la ocupación deseada, y [le daría] ocasión para una infantil de mejor modo que desechando aquella<; ach e~tenc 1ao;
ma) or enmienda de los principios de ella, sin que haya nada bienintencionadas; y habituado a la mane1a dogmat1ca, bebe
que temer de él a brgos <;orbos el veneno qne corrompe dogmat1camente sus
¿pero acaso no hay, al menos, que poner sobre aviso contra p1incipios _ _ 1
tales escritos a la juventud que ha sido confiada a la enseñanza Precisamente lo contrario de lo que aqm se aconse¡a es o
académica, y no hay que mantenerla alejada del conocimiento que debe ocurrir en la enseñanza acadér_nica; per~, ciertamen
temprano ele proposiciones tan peligrosas, antes de que su juicio te, sólo bajo la presuposición de una 1mtruccion Cl~1dadosa
esté maduro, o más bien, antes de que la doctrina que se quiere en la nítica de la razón pura. Pues para poner en e1ecuoon
implantar en ellos haya echado firmes raíces para resistir con · · · de ella lo más pronto po,1blc v para mostra1 l<l
1os prmcip1os ., . . · el
energía a toda persuasión de lo contrario, de dondequiera que suficiencia de ellos aun ante la ma; or apanenna i1usona ia-
ella' enga? 141 " léctica, es inexcusablemente necesario dirigir los ataques, que
Si en los asuntos de la razón pura todo debiera quedar a el dogmático son tan temibles, contra la [propia] razon
par e 1 .el l t1 ca
en el procedimiento dogmático, y si se debiera despachar al de él,1<11 que aunque débil aún, está ese arec1 a pm a .en '.
adversario de manera propiamente polémica, es decir, de tal v hacerle hacer el ensayo 1112 de examina1 pieza p_or pieza la'

afi nnaciones
· i·nflindadas
' ' del adversario · comparandola' con
1
manera que uno interviniese en el combate v se armase con , .
argumentaciones para [sostener] las afirma~iones opuestas, aquellos principios. No puede resultarle difícil .d1qpa1 las en
mera niebla,)' ª'í siente de,cJe temprano su propia fuerza pa1 d
aseguiarse por completo contra tocia'> Ja<; ih1qone;, pe1Judic1<1Jec,
1.J09 También puede entenderse «1ma 1lm1ón cot1d1ana no da tantJ
matena [ ] como una msóht,1 e rngc>nt(1>amente concebida».
7470 Como s1 d1Jeia· "¿) no ha; que mantenerla alepda del conoc1-
m1:nto prematm~ de p1opos1rtones tan peltgiosa', hasta que >llJUICJO
---
7477 Ha\ que entendc1 · «contia ]a 1azón del estudiante»
este madu10, o mas bien, hast,1 que la doctnna [ J hd\a echado fi1mes 7112 Es deor· «hacer q11e el f''tud1cinte haga el ema\O»
raíces para res1st11 [ p,, '
780 Ch! l IC l!L ~O. R~lU' Pt R-'\

:,emejdl1tt..:,, que d] fin debeu pe1 der pdl el el todo b1 dio A.ho1a derecho,,, para que lc1 1,uoll ,ti menos se quede perpleja por la
bien, aLmque lo:, mi:,moo [A.Tíb] [B78-t] golpes que dernban opos1uon de un ene11l!gu de modo que ,,e mt1oduLca en s11o
el ed1fiuo del enumgo deban :,er iguctlmente rumosoo para su pretem10neo d!gun<1 duda \ pr e'te mdos et Id C!lt1ca Pe1 o depr
p1opic1 co1bUucuon especulatna -s1 el aCdSü tu~iese la mten yue todo quede solo en eoa drllid \ dpumar a que se recomiende
CJon de u 1g11 und 11 ' f"ito le tiene sm cmdddo, ya que el no 1,1 conv1cuon de la p1up1c1 1g:nuranc1d, ; Id confe,,1on de ella,
la necesita pdra !1db1tctr en ella, smo que tiene ante s1 ademas no solamente como un 1emed10 p,ua Id anoganc1ct dogmat1
una pet spectl\ d eu el Cdmpo piactKo, en el yue puede esperar, ca, :,mo a Id vez como id manera de drnmlf el conflicto de la
con fundclmento [encontr.u) un suelo ITidS füme para engir alh ldLOn consigo 1111s1nd, es unct p¡ opue:,td \ and, \ no puede en
:,u sistema rauu1Ml y :,¿lutifero modo alguno, se1 v1r pMd p1ou11ar un e:, ta do de ti anqmhdad
,\:,1, segun e:,to, no ha\ p1opiamente polem1c<l algulht en a la raLon, smo que, a lo mas, e~ solo un medio para hacer que
el cctmpo de ld rdzon pura Ambd:, pa1tes combaten con el de:,p1erte de :,u dulce 'ueno dog.11at!Cu pald someter oU estado
a11e ) oe baten con sus p10pM> somlJr<l:,, pue:, :,c1Jen tue1c1 de a un ex,unen mas cUJdctdo~o 111 Pero corno, sm embargo, esta
lc1 natm,deüt [pd1d u] adonde no ha) nadct que sus garras mane1 a ese eptlld de sus ti cter'e d un asunto en OJOSO de la razon
dog111at1Las pued,u1 agarrar ) retener Les e:, faul pelear, las parece ser, por deudo a~1 el Ldll1ll10 mas corto pd1a llegar a
sombras que <llo-, despedaLan se rehacen en un momento, und tranqmhdad hlosofica perm,rnente, o fpdt eLe ~er] al meno,,,
como los he1 oes del Wulh,tlla para poder 1egoup1 se otra vez la ldlI etuct prmupal que con gl.1oto toman aquLllos que creen
eJl bdtdllds mu uentd:, que con un desden budon de toda' Id' 111\ est1gauones de esta
Pero no hd \ tampoco nmgun uso e:,ceptKo de la razon especie oe dan [a s1 m1omo,j un aspecto filooofico, encuentro
pma que sed dd1111s1ble, al que se pudiera l!drnar el p1mc1p10 que e~ nece,dllO e.xponer esta manera de pensa1 en la luL que
de 11t'utrnlid{lll e11 todas Lts connm ers1as de ella Inutar a la le es propia
1azon e ontrd s11111'>!11Ll, propmuonc11 le ctr 111,Ls por c1rnbos !ctdu:,,
) luego contemplcu t1'1nqu1la ) budoname11te Slh combates
111'1~ en'11 deudo:,, no pc11t•ce bien, desde un punto de \ ista
dug11Mtico, s1110 que parece propio de un a111mo maligno que
se ,deg1 a con los males a1enos Por cierto que s1 se mira la De la imposibilidad de un apaciguanuento escéptico
lll\ enctble olxecauon de los d1gmdo1es, ) su petulaiic1<t, que de la razón que se halla en desacuerdo
no se [A7.J7] [B7tl1j pueden moderar 1111 cou mngund cnt1ca, consigo misma.
no lM), ell 'erdctd, mas 1e medio que oponer d lü fanfarronena
La conciencia de mi ignora11L1cl (s1 esta no es 1econoCJdct a la
de una pc11te otra [lünLuronena] que :,e apo\ct en los m1omos
\el como necesaria) en\ eL de poner fin a mis 1!1\ estigdciones,
es rnao bien, p1op1amente !et ldUSd de despe1tai las Toda 1gno
f 11) Loo e,uwneo en Lt !1,1:,e ,,_,,¡ el [ J ellgu UIItl-» oon ,tg1eg<.tdo 1anc1c1 e:,, o bien 1g1101 ancht de lds cosa,, o bien [1g11ordnc1ci] de
ck e:,,t,I l1J.dULLlOll
!-ti t L1te1J.!menrL 'que no >e puede n10de1d1'> (en >mgulct1) probd
li!t menle dL b 1 entender >e <[olicecdUUnl qut• no >e puede rnocler dl '» 7-J/5 P1ob,1bkmente hct\ d qde entcnde1 "Pdic! hctcer que de>p1ette
>t ha o,11¡st1 rdo cor 1e¡,u de m«1wr,t qut. quede «[petu!,mud] que no se de >U duke sueno Jog111,ll1Lo \ que sumetct ou estado d un examen
puede moder,tP 1:,ugerenua de bdmann, retog1da por :::ichrnrdt 1 mas curddduso»
782 l'l' 1 \ \ll FL K ~ \ T
lRl]flA DE l'I R\7Cl'- <'!In
783

la cletermmac10n ) de los lmnte<; ele nu cononm1ento Ahora ra ' mediante este, la entera delirnitc1( ion
bien, cuando la 1gnoranna e' contmgente, debe mntarme, en chamet10 de la I ter ', fi qt1e 'o sea t<>noranlé en lo
el pnmer caso, a mclagar dogmat1ramentr las cosas (Jo<; ob1etm) de ell,1, e<; e¡eor, '>ll super oe ' ' aun l ficte ¡)uecla º contt ne1
bJeto<; que e<-a sup 1
en el segundo [caso, c!Phe mntarme a 111daga1 ], 01t1cammte, los qur 1e'>pecta a l os 0 ellcJ contiene, !11 ,¡\
limites ele mi conoc1mienüi posible Pero que m1 1gnoranrn
10 so\ con respecto a la exten'10ll que
no - iones de ella
sea ab<;o!utdmente necPsana \ que por P"io mP e\.mia de toda tainano' ,1 las \11n1tac 1 'ob eto<; posible<- de nue<;tJO conou
ultenor 1m est1gac1on, !es algo que] no se puede establecer Ll c011.Jlll1tO de todm o jt l a que tirne su hot vonte
er una <;upe1 10P P an ,
emp1ncamente, por obser,1aczon, 'illlO solo cntJCamente por miento nos pareces ' b la e11tern e\.tens1on de e l\d,'
uello que a arca ' l
zndagaczon ele las fuente<; prmwra s ele nuestro conocim1ento Por aparente, a'ª l)er, aq º to aoonal de la tnt,1\idac
¡ os lldrnar1o e 1con ce p 1'
cons1gr11ente, la cletermmac1on ele Jo<; hm1tes ele nuestra razon que no,otros iern bl 1 7arl<) Pmp1nc,1mente \ han
rl E unpos1 e a can ,
solo puede on1rnr rle ac uerclo con fundamentos a prrnrz, pero mcond1oona a ,s d d te1 mmailo ajn wn seg1m eierto
t el is los mtentos e e ' ¡.
la l11mtac1on de ella,'''' que es un conoc11n1ento, aunque solo <l
s1 o' anos o e " [A7h0] [B788] toda<; las pregunta' <t
mcleter mmado, ele una 1g11orancia que nunrn puede supnrn1rse pnnc1p10 Sm embar ºº' ello que ¡Juecld estar fuera ele
se dinaen a aqu
por completo, puede conocene tambien a poítenorz por med10 n11cstr,t 1azo11 pura º
tamb1Pn en '
la l111e \ c1ue lo limita '
'
ele aquello que, en tocio sabPr, nos queda siempre por s<1ber ese honzonte, o acaso f el, ººº' <reo<rr afos de \d razon
D el Hume ue uno e ' ' "" o
Por cons1gu1ente, aquel conocun1ento ele la propia 1gnoranoa, [l 1l u-,tre c\\J el 1 d todd' ac¡udlas pi eg1mta'
eH1 haber espac 1<l 0 111<
[conoc1m1ento] solo posible por medio de una cntica de la razon humana, que cr berla~ e\. u\<;ado fuera ele! honzonte
misma, es czenrza. este no es nada ma<; que jJrrrrpoon, ele la cual <;ufinentemente, con ha el Pd t i11ar SP <lctlJ\ o pi mo
no pu o e errn '
[A75q] [B 787] no se puede clec1r hasta donde podra llegar la de fila que e l , emper0 ' 1d d ' sobre pj obsen o mm
¡ ipio de causa 1 a
mferenc1a a partir ele elL1 S1 me represento la superficie de la palmente en e prmc l 1d de el no est<1ba fundacl,1 en nmguna
Tierra (de acuerdo con la apanenna sensible) como un plato, acertadamente que la \eic' iento a przorz (' que m
<l en nmgun conoom
no puedo saber hasta donde sP extiende Pero la expenenna cogmoon, e<; eor, b el 1 concepto de una causd
t b Ja vahdez o ietl\a e l
me enseJ1a que hasta donde qmera que llegue, siempre \eo m¡u1era l o es a ª ' ¡ ºle d 1 toda su autondac
l) , que por eso, o qn, '
un espaoo en torno a m1, en el cual poclna a\ anzar aun mas, efioente en genera , ' e a utilidad UJ11\ ei <;dl de
el del esa le' smo una m r,
por cons1gmente, conozco lurntaoones del conocurnento que no es la neces1 a e , ce<;1clad >t1b¡et1\ a que de
1 xpenenoa, \ una ne '
;o tengo efect1\amente de la Tierra en cada ocas1on, pero no el en el curso d e ªe D 1 anclad de nuesha r,17011,
los limites ele toda clescnpoon posible de Id Tierra Pero s1 he alh <;urge, que el llama habito e a mhcaepr'a m:s a!ld de tocia e'pe
el se pnnc1p10 que 1 '
llegado a saber que la Tierra es nna esfera; que la '>nperficie de de hacer un uso e e 1 l d el de todas J,1s preten<aonP.,
¡ el cle,pties a nu i a '
ella es una superficie esfenca, entonces, a partir de una pequena nenoa, eonc U\ o al alla de lo empinco
parte ele ella, p eJ [a partn ele] el tarnafío de un grado, puedo de la rdZOl1, de tr, en gener 'mas
conocer, ele manera determmada \ seg11n pnnc1p10s a pnon el
o 11
-- Ecl \ncl IV l íh"
1 ¡0 de Prn Ic"omrna ~
¡ J77 En el p,t<;<l)e para e d,l l t del J'<) licito de la 1 11011
¡ ¡ mi<;ma e 1m1 e
<e explica «SO b1e a mea bl 11 101111 ,cionP> a cnnoc1mwnto;,
n compat1 P<; " '
7416 Es decir, la lnrntac10n de ld 1azon Pa1 d la d1strnc1on de los se encuent1 an y so <;t11cc1ones del mo ele la i 1zon
conceptos de «limite» ' de «hm1tac1on com 1ene 'er l'rofrgommo< § t1amcendentes "las re d "h•bn expul"do ,¡ hon?onte fue i i
57 Ed Acad IV 314 ss 7118 En las ediciones >'\. \ B ice
de ella» Segmmos a Ed Acad
CRITICA DE Lf\ RAZON PURA

Un procedimiento de esta clase, para someter a examen Nuestra razón no es algo semejante a una ll<tnura extendida
los falla de la razón, y para someterlos, según los resultados, en lejanías indeterminables, cuyos límites se conocieran sólo en
a reprensión, se puede denominar la censura de la razón. Está general; sino que debe compararse más bien a una esfera, cuyo
fuera de duda que esta censura conduce infaliblemente a la radio se puede calcular a partil de la curvatura del arco sobre la
duda ace1ca de todo uso transcendente de los principios. [A761] superficie de ella ([a partir] de !et naturaleza de las proposiciones
[8789] Pero esto es sólo el segundo paso, que dista mucho sintéticas a prion), y a partil del ( ual luego se puede obtener
todavía de consumar la obra. El p1imer paso, en los asuntos con segmidad también el contenido y la delimitación de ella.
de la razón pura, que caracteriza la edad infantil de ella, es Fuera de esta esfera (campo de la experiencia) nada es objeto
dogmátiw. El recién mencionado segundo paso es escéptico, y da para ella; 112 º y hasta lcts preguntas acerca de tales presuntos ob-
testm10nio <le la cautela de una facultad de juzgar escarmen- jetos atañen sólo a principios subjetivos de una determinación
tada por la experiencia. Ahora, empero, es necesario todavía completa de las relaciones yue pueden presentarse entre los
un tercer paso, 111 ') que le corresponde a la facultad de juzgar conceptos del entendimiento dentro de esa esfera.
madu1a y viril, que tiene por fundamento máximas firmes, de Estamos efectivamente en posesión de un conocimiento
acreditadd universalidad; a saber, [el paso que consiste en] sintético a prio1i, como lo demuestran los principios del enten-
someter a evaluación, no los fillta de la razón, sino la razón dimiento, que anticipan la experiencia. Si alguien no pudiera
mbma, en lo que concierne a toda su facultad y su aptitud hacerse comprensible la posibilidad de ellos, podrá tener dudas,
para conocimiento" puros a prwri, lo cual no es censura, sino al comienzo, acerca de si ello, están efectivamente en nusotros
cnttw de la razón, [crítica] mediante la cual no solamente se ap1iori; pero no puede, por las meras fuerzas del entendimien-
sospechan, sino que se demue,,tran a partir de principios, no to,1'21 tener ya eso por una imposibilidad de ellos, y no puede
meramente las lmutacione; [de la razón], sino los límites determi- d,lr por nulos todos Jos pasos t¡ue da la razón guiada por el hilo
nado" de ella; no solamente la ignorancict en lo c¡ue concierne conductor de ellos. El puede decit ~olarnente: :ii comprendiéra-
a una u otra parte, ~ino [la ignorancia] con respecto a todas las mos el origen y la autenticidctd de ellos, pod1 íamos determinar
po,ibles cuest10nes de cierta especie. Así, el esceptici,mo es el alcance y los límite& de nuestra razón; pero mientras eso no
un lugar de descanso para la razón humana, donde ella puede haya ocurrido, [A71i3) (8791] toda, las afirmaciones de esta últi-
reflexionar sob1e su excur:iión dogmática y puede levantar el ma se aventuran a ciegas. Y de esa manera ei,taría bien fundada
plano topográfico de la región en la que se encuentra, para una completa duda de toda filosoffa dogmática que hiciera su
poder elegir su camino, en adelante, con mayor segu1idad; camino sin crítica de la razón mi6ma; pero no por ello podría
pew no es un lugar de habitación parn residencia permanente; denegársele a la razón tal pr0greso, si estuviera preparado y
pues ésta sólo puede encontiarse en una completa certeza, ya asegurado con una mejor fundamentación. En primer lugar
sea del conocimiento de kl, objetos mismos, o de los límites porque todos los conceptos, e incluso todas las cuestiones que
dentro [A 76:2] [B 790] de los cuale, todo nuestro conocimiento
de objetos está encerrado.
1+20. En la primera edición deci,1: «nada es objeto ante ella»; seguirnos
la lectu1a de Ed. Acad.
1-119. El tema de lo:. l1e:i paso;. (o estadios) en el desarrollo de la filo· 7:/.21. También podría entenden,e. «pero no puede tener ya eso por
sufía oe desarrolla en el texto pa1alelu Fo1t;d11itte do .tletaphyJLÁ, Ed. [equivalente a] que ellos sean impo:.1l>les para las meras fuerzas del
Acad. A.X, p. 2b'.l ss.) :281 ss. entend1m1ento».
786 1'1"1;\ 'll 1ll KANT
CRÍTICA DE LA R !\ZO" Pl R."-

la razón pura nos presenta, residen, no en h experiencia, sino, . _ · to --aunque nunca haya
a su vez, sólo en la razón misma, y por eso deben poder ser Hume tenía qmza en~\\c~~:,",:1,ie~e nosotroc;, en juicios <le
resueltos, ) se debe poder comprender la validez o la nulidad desarrollaclo esto por co - 1 11- 1 q c;tro concepto dPI objeto.
. . ·amos m;:is a a e e nue
de ellos. Y tampoco estamos autorizados a desechar esos cwrta P'pecie, .\' . espene . · - "2' Cómo
. d e JlllCJOS. -
¡)uPdCI
problemas con la excusa de nuestra incapacidad, como si la He llamado m1trtua a esa. . ¡·.del concepto que lrnsta
medio de la e'épenenoa, sa 11 . d
solnción de ellos estuviera efectivamente en la naturaleza de : o, por - 1111· [esto] no está e'épuesto a mng,1ma du a.
las cosas; ni a negarnos a proseguir la investigación de ellos; ese momento tema, · - · d ercrpcio-
. . s ella misma una tal c;mtes1s e P
porgue la razón ha engendritdo sólo en su propio seno esas L,¡. e-..penenoa e .' ' ' iciones que a e ¡e ana
- ¡ - de '
a cual mediante otras percer ".
ideas, de cu;-<1 validez, o de cuya apariencia ilusoria dialéctica. nes, l , acius a una pei cepc ion
ella está obligada a rendir cuentas. acrecienta mi concepto. que poseo gr, ' to [ \76'í]
, demos salir de nuestro concep , , .
Toda polémica escéptica e<tá propiamente dirigida sólo con- Pero creemos quepo . . ·ento tumbién a p11m1
tra el dogmático, el cual, sin tener desconfianza de sus principios l13 -rn]
'· . )
ensanchar nuc<;tro conoon11
.
to bien me ian e
' '.
d. t el entendimiento puro. ton
-
objetivos originarios, es deciI sin crítica, pwsigue su 1mrrha Intentamos es • ede ser un oh1rto de la rx
_ Jlo que " 1 menoc;, pu J
con gravedad; [aquella polémica] tiene poi finalidad solamente rrsprcto a a9ue. ' ediante la razón pnra, con rPspPcto a
el desconcertarle a él su teoría, y llevarle al conocimiento de sí. prnrnoa, o bien mcluso m t bién [con respecto a] la
· d des de las cosa e;. o am
En sí, ella' ' 21 no decide nada con respf'\to a lo que sabemos y aque 11 ª' propie a . l .. ni111ca pueden ¡irec;entai SP
. . d l!os o 1Jetos que
a lo que, por el contrario, no podemos saber. Todos los fallido, existencia e aque ' _ feo no distin0iiió estas dos
ensayos dogmáticos [A76-lj [B792] de la razón son fart11 que en la expPriencia. Nuestro. escep i h b - d"' hido haet'rlo,
· · · 10 sm embar"º· a na e
siempre es útil someter a la censura. Pero eso no puede decidir especies d e jUlCJOS, con , : 'hl "'esa inultiplicación de los
. t por 11npos1 e , '
nada acerca de las expectativcts de la razón, que espera un mejor y tu\·o directamen e - . . r decirlo así, este pa1to
t partir de s1 mismos, : , Pº , \
éxito de sus esfuerzos futuros, y pone en ello sus pretensiones;' 1' ' concep_ os a ntendimiento Uunto con la ra?Oil1 sm
la mera censura no puede nunrn. pues, poner fin a la con ti O\ er,ia espontaneo de nuestro e . . . Hr \ or tanto [tuvo] por
sobre los derechos de la razón humana. 1a fec\ mdación por la expPnenna,· · , ·os p
przorz el e e 11 m,, i P'
"·narios todos los presuntoc; prmc1p1 11
.1ma,,,1
Puesto que Hume es. quizá, el más ingenioso de todos los
escépticos, y sin disputa es el más destacado en lo que concierne
a la influencia que puede tener el procedimiento escéptico en ¡ ¡ por completo-» son
provocar un examen exhaustivo de la razón, por ello vale la 7424. Los guiones en la h¡¡se «-aunque nunca ...
pena exponer, hasta donde convenga a mi propósito, el curso agrega do de esta traducc1on.
. . ·a de comparar e l pnsa} par a - ó

de sus razonamientos, y los extravíos de un hombre tan inteli- 7425. Heimsoeth mdica la convenlreEndcr<' . d ¡-.' 'J -,-,. it1l '277 \ .no
§ "- h t a .~ ')< . ne« \ '. _, - ' ,
gente y estimable, los cuales han comenzado, sin embargo, al 1e1o de Prnlr[J,omrno. dLI 10 teas Dwlrktzk
e
_, ,
71-L nota ..
01
(Heimsoeth: Tran;;¿rn _ _ ' í Jlü ue ha<;la e>P momento
seguir el rastro de la verdad. 1426. Literalmente: «mas alla de 1111 con er q
tenía». _ . t )aito en que el enlenchm1ento
7427. T;imbién podna entendbe1se. <~es el,' sin h;iber sido fecundado
7422. Es decir, la polémica escéptica antes citada. 1
uunto con la razón) se alum ra a s1 m1smc
7423. Literalmente: «las expectiti\ íl'> de la razón. de E»pe1ar un mejor por la expenenc1a». h tende1 aquí «los pi esnntos pnnc1pios
éxito de sus esfuerzos futuros, ) de poner en ello sus pretensiones». 7428. Probablemente ª)ªque en _
. d l entendimiento\ de la ia1on".
a prw11 e '
Cl(! J IC.A DC LA R.O.ZOI\ PURA

y encontró que no son nada más que un hábito que surge de (lo que ocurre a prwrt, 11 ' 1 ) con::,lltuye la realidad objt't1va de
la e.\.pe1 iencia y de la5 le) e5 ele ella, y que por tanto son reglas él) lo confundió con la ~ínte:-,i::, de los objetos ele la experiencia
merdmente empüica5, es decir, en sí rni5rnas contingentes, a efeui\ ,1mentc real, la cual, por cie1 to, es siempre empírica; pero
las cudle> 11o~ot1 os le~ atr ilmimos una supuesta nece5idacl y con ello, de un principio de Id afinidad, que tiene su asiento
um ver saliclad. Par J. afirnM1 e5ta extraña propo5Í( ión 5e 1efirió ,ti en el enkndmliento y enuncia una cone:-..ión necesaria, hizo
pi incipio, uni\·er>almente reconocido, ele lar eldción de ld causa una regla de la a::,ociación, que se encuentra solamente en
con el efecto. Pue5 corno mnguna facultad del entendimiento lc1 imaginación rep10ductiva, [A7G7] [B795] y puede exhibir
puede llevarno5 del concepto ele una co>a a la e\.i>tencia de enlace;, sólo contingentes, ) no objetivos.
olta que p01 ello fuera ddda de manern u1Ü\ er,al) necesana, Lo::i e>.travíos escéptico::, de este hombre que por lo demás
ere) ó que podia conclu11 de ello que 1105otros, ,in experienci<.1., e;, e.\.tremadarnente per;,picaz, surgie1on princip.dmente de
no tenernos nada que pueda aumentar nue~tro concepto y una ca1 encía que él tenía en común con todos los dogmáticos,
pueda auronzarno~ a [enunciar] un tal juicio que se ensanche a saber, que él no abarcó con la mirada de manera sistemática
a pnon a ,í nmmo. Que la luz del Sol, que ilumind la cera, todas las especies ele 5Í!lles1~ a prwri del entendimiento. Pues
[..\7tíb] [B79-f] a la vez la funde, mientras que endmece la entonce" hab11a encontrado que p. ej. el p¡¡nupw de la penna-
arcilla, [es digo qw-] ningún entendimiento pod1 ía adi\ inar, y nenua -sm menciona¡ aquí los otros- 1132 era uno que anticipaba
aún menos podna iníenr de acuerdo con una ley, a partir de la experiencia tanto como el [puncipio] de causalidad. Con
conceptos que previamente tengamos de e5td~ co5a5, y solo la ello, él hab1íd podido tdmbien scflala1 límite, determinados al
exper ieucia puede emeñarnos tal ley. Por el contrario, en b entendimiento que se ensancha a p1 ion, y a la razón pura. Pero
lógica transceudent,ü hemos visto que 5Í bien nunca podemos ir como el solarneme pone lwutaúunes a nuestro entendimiento,
uzmeJiatamente más dl!á del contenido de un concepto que nus sin mignarle lwzites, )' 5uscita, por cierto, una desconfianza
es dado, podemos ~in embargo conocer, enteramente a p1 iori, general, pero no produce un l onocimieuto determinado de la
pero con refe1encia a un tercero, a 5aber, a la e.\.pe1ieucia posible, ignorancia que es inevitable pai a nosotros; ya que él somete
) por tanto, en efecto, a pri011, la ley de la conexión con otras a censura alguno;, principios del entendimiento, sin poner ese
cooa~. Por consiguiente, ~i la cera que ante, era sólida ~e funde, entendimiento, eu lo que reopecta a toda su facultad, en la
puedo conocer a p1 io11 que algo debe habe1 p1 ecedido (p ej. balanza de la crítica para e.\.aminarlo; y al denegarle lo que
el calor del ool), de lo cual e~to se 5igi.iió de acuerdo con una él efectivamente no puede hacer, va más allá, y le niega toda
ley cnn>tante, aunque yo, sin experiencia, no pueda conocer_de facultad de emancharse a pnon, a pesar de no hc1be1 wmetido
manera detenmnada, a p11011 y :,in ser in::,truido por l<l experiencia, a exameu toda e~a facultad; entonces [por todas esas razones]
ni la cama, a partir del efecto, ni el efecto, a partir de la causa le acontece lo que siempre abate al escepticismo, a saber, que
Él mfü ió, 112 " pues, e1 roneamente, de la contiugencia de nuesl! d él mismo es puesto en duda, porque sus objeciones se basan
determin<.1.ción según la /ey, 11 "' la contingencia de la ley mi;,ma,
) el ::,alir del concepto de una co~d e ir a la expenenciü po::iible
/.J3/. En la pnmera edición decía: «la que ocurre a przon» ;como s1
dijera. «la experiencia pu;,1ble, que ocurre a pri01i»). Se corngió en la
/-/.29. 1Lt\ yue entender: "Hume mfinó». segunda edición de la manera que ponemos.
¡-/.JU. Co;wiene entende1: «de la contingencia de la determinación 7+32. Lo;, guiones en la f1a;,e "-;,in menuunar dCJUÍ a lo;, olw;,-» son
que nu:,utws hac.emo:,, segun la lir. .igiegado de esta traducción.
CRITICA f'E LA RAZO'< r\ R,\ 79 1

790 . (' ido ha lleaado allí, no t1enP ; a más


de l,1 1 azon misma uai o
solamente en fart1s, que son b1empre] contingente,, y no en ) . temer· pue'> entonce' diqtmgi.w entre su poses1on ;
[A768] [B796] principios, que podrfon tener por comecuenna ;::aci;;;'c ;t~:la ente~arnente fuera de ella, sob1 e lo cual no hcne
q .1 d lo cual tampo( o puede em ecl,usc en
una renuncia necesaria al derecho de [hacer] afirmacione'
Pretenq10nes. .
v acerca e ' fi
, A ·1 el procedimiento e<;céptic o no es m/1.1 ar/0110 en
dogmáticas controversias '"'"s. •h
Pero como él tampoco reconoce diferencia alguna entre . ara l 1s cue'itiones de la razón. pero sí e'> nn t7cmc10 p1crara 10110.
s1p ' ' l t 1 deellayparaindicar[le]recmsosehcaces.
las demandas fundadas del entemlimiento y las pretemrone' paia despertar a cau e a ' .
la a ella en sus poseq1one'i legitmias
dialécticas de la razón, contra las cua]eq, sin embargo, están que pue den a fi.n nar ' '
dirigidos principalmente sus ataques. 1e su Ita que la ra1ón,
cu;o impulso peculiarísimo no ha qido aqní impedido en lo
más mínimo, sino sólo [ha qido] estorbado, no siente que esté Sección tercera del capítulo primero
cerrado el espacio para su p1opio ensanchamiento. y nunca
puede ser disuadida por completo de sus intentos. a pesar de LA lllSCIPLl1'.\ DC 1 \ R \?:O'.\ Pl'R \
que aquí o allá se vea hostigada Pues contra lo' ataques uno se CUN RESPEC ru A L \S HIPO 1I c;¡s
apercibe para la defensa,; se oh,tina en imponer sus exigencias
con rigidez todavía ma; or. Pero una completn computación Puesto que por la crítica de nuestra razón finalment~ <;~­
de toda la facultad propia. y la convicdón que de allí surge, en el uso puro y especulatl\ o de ella. en \ er a .
de la certeza de una pequeña p0sesión frente a la vanidad de hemo'>dque b da ¿no dehNía ella1rn abrir un campo
pretensiones más altas, s11primen toda disputa, y mueven a 11 o po emo' sa er na
• ,
' 1 nue al meno' sea d a d o
tanto más amplio par a mpotfm. en e ·1 ' 0
contentarse pacífiramente con una posesión limitada, pero . ntar ficciones v opinar, aunque no afirmar .
indisputable. Jll\ e ' . ·• ¡ d d1tacrar smo nue.
[Al/O] [B7!l8] Si la m1agmaoon no ia e b · ·1
Contra el dogmático sm crítica, que no ha medido la esfera . ·1 . de la razón ha de prod11w jimonn.
ba· 0 la estncta v1g1 anoa '
de su entendimiento, y que por tanto no ha determinado srgún J debe haber siempre prevrnmente algo que sea ente1 a·
principios los límites de su conocimiento posible, ; que por rntonce'> .· l i prmh1hdad
1n
ente cierto v no fictioo ni mera opimon, )' eso es , 1
consiguiente no sabe ya de antemano cuánto puede, sino que 1
, ·t·d orlo nuf' toca a a
del ob.eto mismo En,tonces esta penm i o, p . ·1.•
cree que lo descubrirá mediante meros ensayo,, estos ataques realid;d efectiva de éste, buscar refugio en la opmion; la cual
escépticos no solamente son peligrosos, sino que le resultan . . ] empero para no ser infundada, debe qe1 puesta.
incluso fatales. Pues si él es alcanzado en una única afirma- [op1mon , ' ·· quello
como fundamento de explicación. en co~ex_10n con a .
ción que no puede [A769J [B797] justificar, y cuya apariencia que es efecti' amente dado y que por consigmente es cierto. )
ilusoria no puede tampoco explicar 1 ' " a partir de principios.
entonces ella se llama !11pótrm. . 1
entonces la sospecha recae sobre todas [sus afirmaciones], por Ahora bien. como no podPmos hacernos, a p11or!'. m ~
mu) con\ incentes que por otra parte puedan ser. , . . t de la posibilidad de la coneA.1011 d1
rnas mmuno concep o
Y así el escéptico es el maestro disciplinario del argüidor
dogmático, [que lo conduce] a una sana crítica del entendimiento
7434 Probablemente ha; a que entende1. «¿no debe1 ía esta nit1ca»
7433 L1te1almente: «no puede tampoco dc»a11ollar»
CRITICA DE L.'.\ RnZO'i PL RA
IMMANl..JEL KANT 793
792
námica, y la categoría del entendimiento puro no sirve para tales conceptos, aunque no contuviesen contradicción, no
concebirla, sino solamente para entenderla, cuando se la tend1 ían tampoco, sin embargo, objeto alguno.
encuentra en la expe1iencia, resulta que no podemos crear en Los conceptos de la razón son, como ya se ha dicho, me-
el pensamiento, de manera originaria, de acuerdo con estas ras ideas, y no tienen, ciertamente, obJ"eto aloi.mo
o en ninouna
o
categorías, ni un solo objeto de una naturaleza nueva y que e\.periencia; pero no por eso designan objetos ficticios y a la
no pueda ser dada empíricame_nte, y ponerla ~or fundam~nto vez tenidos por posibles. Son pe11:,ados de manera meramente
de una hipótesis permitida; 11 i., pues esto sena poner baJO la problemática, para fundar, con referencia a ellos (como ficciones
razón vanas quimeras,1" 3 b en lugar de los conceptos de cosas. heurísticas) principios regulaüvos del uso sistemático del enten-
Así, no está permitido inventar cualesquiera nuevas fuerzas dimiento en el campo de la experiencia. Si no5 apartamos de
originarias, p. ej. un entendimiento que tuviera el poder de eso, son meras criaturas del pensamiento cuya posibilidad no
intuir su objeto sin [el auxilio de los] sentidos, o una f~erza es demostrable, y que por eso no pueden tampoco ponerse por
de atracción 1" 37 sin contacto alguno, o una nueva especie de fundamento para la explicación de fenómenos efectivamente
substancias, p. ej. una que estuviera presente en el espacio reales mediante una hipótesi~ Pensar el alma como simple está
sin impenetrabilidad; y en consecuencia, tampoco [está per- permitido, para poner, según esa zdea, una unidad necesaria y
mitido inventar] ninguna comunidad de substancias que sea completa de todas las facultades de la mente -aunque no se
diferente de todas aquellas [A.771] [B799) que la experiencia pueda concebirla in concrel~ ,rn por principio de nuestros juicios
suministra: ninguna presencia, si no es en el espacio; ninguna acerca de los fenómenos internos de ella. Pero suponer el alma
duraL.ión, si no es solamente en el tiempo. En una palabra: como substancia simple (un concepto transcendente) sería una
nuestra razón sólo puede emplear las condiciones de la ex- proposición que no solamente seria mdemostrable [A772] [B800]
periencia posible como condiciones de la posibilidad de_ las (como lo son muchas hipótesis físicas) sino que sería también
cosas; pe10 no [puede] de ningún modo crearse, por decirlo aventurada de manera completamente caprichosa, y a ciegas,
1
así, otras, con completa independencia de éstas; """ porque porque lo simple no puede pre~entar;,e en ninguna experiencia,
y si se entiende por substancia aquí el objeto pe1 rnanente de la
intuición sensible, no se puede comprender en modo alguno la
1:/-35. Quizá haya que entender: «poner esa naturaleza nueva por posibilidad de un fenómeno mnple. Entes meramente inteligibles,
fundamento de una hipótesis pennitJda». Si se supone que _hay una
evocac1011 del subotantivo femenino latmo res en el substantivo mas- o propiedades meramente inteligibles de las cosas del mundo
LUlmo alemán Gegemtand y en el espaüol «objeto», entonces se podría sensible, no se pueden suponer, como opiniones, en virtud de
entender también «poner e;,e objeto [{eoa "rem obiectam", como traduce rúnguna autoridad de la raLón, que tenga fundamento; iHo aunque
Bmn)] p01 fundamento de una hipótesis permitida».
!+36. Quiú lMya que entender aquí «someter a la rd2Ón vanas qui-
meias>>, o bien «atJibuü a la iazón vana5 quimeras», o bien «apoya1 la
«peio no podiia crea1 se ella misma e'>a poo,ibilidad, independiente-
ra¿on en vana> quimeras». mente de aquella;, condic10nes» ~Tremesa) gues y Pacaud).
1437. En lugar de «fuerza de atracción», Ed. Acad. corrige: «fuerza
1439. P10bablemente ha; a que entendc1: «aunque no se pueda conce-
de e.xpamión». bu 111 co1taeto esa t1mdad nece;,ana», pe10 también puede entenderse:
743/J Qui.lá h.1ya que entender aquí: «pero no podría crearse otras
«aunque no se pueda concebn m co1taeio esas facultades de la mente».
cosas nuevas, independientemente de aquellas cond1c10nes». _Pero Lo, guiones de esta fiase son ag1eg.tdos de esta traducción.
también pod1ía entende1se: «pero no podiia ciearse otras cond1c10n~s
nueva;,, mdepend1entemente de estas cosas». Se ha sugerido tambien 1-1.JO. En la tercera edición se modificó: «se pueden suponer, como
794 1~1»1Al\l 'EL KA '<T
CRITICA DE LA Rf\7.Ó'< Pl RA
79.5
(pues'.º que no se tiene concepto alguno de la posibilidad 0 im·
P?s1b1hd~d d~ ello~) tampnrn los puede negar dogmáticamente No se pueden admitir hipótesis transcPndentale<; del mo P'>·
nmg1ma mtehgencia presuntamente mejor. peculativo de la razón, ni la libertad de servir<;e dP fundamentos
P~ra la explica~ión de los fenómenos dados no se pueden explicativm hiperfísicos para sub<;<inar la falt<i de fundamentos
aducir otras ~osas m otros fundamentos de explicación más que explicativos físicos; en parte, porque con ello no se hace pro-
los que han s1d~ puestos en conexión con los [:a] dados, según gresar a la razón, sino que más bien ella interrumpe tocio el
leyes de los fenomenos ya conondas. Cna h1pótem transrendental a\ anee de su uso: y en parte porquP esa licencia necesariamente
en la cual se empleara una mera idea de la razón para explicar la privaría, finalmente, de todm lm frutos del cultivo del <;uelo
las cosas de la naturaleza, no se1 rn, poi eso, una e:\plicación, va que le es propio, a saber, el de la experiencia. Pues nwndo se
ci:1e ~q.uello qt~~ no se entiende suficientemente a partir de (05 nos torna difícil. aquí o allá, la explicación natural. tenemos
pmc1p1os empmcos conondos, se explicaría por medio de alao siempre a mano un fundamento tramcendente de explicación.
d~ lo que_ ~o se entiende nada. Y el principio de esa hipóte;i 5 que nos exime de aquella indagacion, [A77cfj [B80'.2] y que
solo servma propmmente para dai satisfacción a la razón, v concluye nue<;tra investigación, no con la comp1 en>ión. sino
no_para p:omover el uso del emenchrniento con respecto a lds con la complet<1 incomprensibilidad de un principio que ya ele
objetos. El orden en la natmaleza, y la conformidad que hay antemano estaba concebido de tal modo que debía contener
en ella a fines, deben explicarse su vez por razones natmales, el concepto de lo absolutamente primero.
y ~egun_leyes naturales, y [A773] [B80l] aquí aun las hipótesis El segundo requisito exigible para que un<i hipótesis sea
mas arnesgadas, con tal que se<tn físicas, son más admisibles dio na de ser admitida es la suficiPncia de ella para dete1 minar
que una [~i~)Ótesis] hiperfüica. es decir. que la apelación a un a Jmon, a partir de ella, las consecuencias que est<ín dadas. Si
c:·eador d1v1.n~, que se presupone con este propósito. Pues se· uno se vp obligado a recurrir para esP fin a hipótesi<; auxiliai es,
na un prmc1p10 de la razón perezosa (1gnom mt10) el de pasar entonces ellas suscitan la so<;pecha dP [que aquí ha;] una mera
por alto de una vez todas las causas cuya realidad objetiva, al ficción, porque cada una de ellas requiere, en sí, la misma jus-
menos en lo que conciernP a la posibilidad, se puede lleaar a tificación que era necesaria para el pensamiento que se había
conocer todavía mediante la prosecución de la experie~cia, puesto por fundamento, y por eso, ninguna puedP llegar a ser
para busc~r reposo en una mera idea que es muy cómoda un testigo apto. Si bien la prPsuposición de una causa ilimitada
para la razon. Pero por lo que concierne a la totalidad absoluta mente perfecta hace que no falten fundamentos de explirnción
del fundamento de explicación en la serie de ella 5 ,11 11 eso no de toda la conformidad a fines, de todo el orden\ la grandeza
puede constituir obstáculo algimo, con respecto a los objetos que se encuentran en el mundo, sin embargo aquella lprPsu-
del mundo, porque como éstos no son nada más que fenóme· posición], en atención a las aberraciones y a los males que, al
nos, nunca se puede esperar que en la síntesis de las series de menos según nuestra manera de entender, se presentan, precisa
condiciones haya en ellos algo acabado. otras hipótesis nuevas, que la salven de éstos,'w [entendidos1
como objeciones. Si la independencia'"' simple de'! alma

opiniones, en \Í1tud de una autoridad de la 1a?ón, que tenoa funda-


mento». "' 7442. Ha: que entender: «que la sah en de estas dpsviac10nes > de
7447. Hay que entender: «en la seriP de las catJSas». estos males».
7443. Conviene entender esta mdepPndencw en el sentido de se1 pm
si \y no en otro. como acCJdf'ntp).
l:'>l\\AC,Lfl K-'1 'ff CRl1!C-'I DEL-' R~.ZO'. 1 e R,\

humana, [independencia] que ha sido puesta por fundamento la expenencia. Fuera de e-;e campo, opl/lar h lu mhmo <jl!P
de los fenómenos de ella, es impug11<1da por las dificultctdes jugar con pensamientos, a no ser qué uno lU\'ier<l, acerca rk
de los fenómenos de ella, los CU<tles son semejantes a las mu- un camino in~egrno del ju:uu, la mera op1111ón de euc.:ontra 1
tauones de una materia la! crecuniento y la di,,rninución~,'rn quizá en el la wrdad.
ernonces ::,e debe un ocar el aux1l10 de nue\ ª"hipo tesis que no [.-\77h] [B8ll.f] Pe1 o cttmque en las cue;,tiu1K» mcrameme
carecen, por cierto, de apariencia, pero que no tienen ninguna espenilati\ as de la razón pur el no tengan lugar la:, hr¡><1te:ii,
certificación excepto aquella [A.775] [B803] que les _co:1cede paia fundar en ellas la,, proposiciones, elb-, ,011, é!Tl)kl o. ente
la opinión supuesta como fundamento principal, [op1mon] en ramente admisibles, cuando se trata solamente de ddenderlas,
cuvo auxilio, sin embargo, fueron convocadas. es decir, no [son admisibles] en el uso dogmáuco, pero :,í en
, Si las afirm,lliunes de la razón aducidas aquí como ejem- e~ _uso polémico. Pero entiendo por defensa, no la rnultiplica-
plos (la umdad incorpórect del alma, y la exi,,tencia de un Ser CJon de los argumentos qlle derrrnéstran la afirmación propia,
supremo) no li,m de tener el valor de hipótesi~, sino de dogmas smo la mera anulación de lds co::;·níciones sólo aparentes del
dernustrado:, a pr 101 t, entonces no es de ellas de lo que se trata. adversario, destinadas d relnttiI la propo,,ición sostenida por
En ese caso ha) que tener cuidado de que la pr uebct tenga la nos~itros. Ahora bien. tuda, la~ prupos1ciones sinrét1cds por
certeza <tpodíctica de una demostración. Pues pretender hacer r~zon pura tienen lci pecuh,md.icl de que aunq\le aquel que
meramente p1abaf;/e l<t re<tlidad efectiva de tales ideas, es un afirma la realidad de cierlds ideas nunca ~abe tantCJ como para
propósito absurdo, tal como si alguien pretendiera_ demos· prestarle certeza a esa propo:iic1on su¡a, por otro lado el ad-
tiar de manera meramente probable una proposioon de la versario tampoco puede saber más, para afirmar lo conrr arI<).
geometría.1 i.' La razón separada de toda experiencia puede Esta igualdad de la sue1 te de Id razón humana no fd \ore Le, en
conocer todo solamente a pno11 y como necesauo, o no puede el conocimiento especulciti\ o. a nmg1mo de Jo:, dos \ él es""'
conoceilo de nmg1111a manera; por eso, el juicio de ella no en consecuencia, la verdader,\ paleot1a dt' cuntH:nclas'L~ue nu:
1 la
es nunca opinión, srno que es, o abstención _de todo juicio, o se aquietan. Pero en lo que sigue se rno:,lrcl!á que sin emlMrgo,
bien certeza dpodíctica. Las opiniones y los JU1uos probc1bles con respecto al 100 práctuo, la iazón tiene un dc rt•chu a ,upune 1
0

acerca de aquello que les corresponde a las cosas, sólo pueden a_lgo qu~ no estaría en modo alguno autori;;-;adct <t presnponér,
presentarse corno fundamentos de explicación de aquello srn suficientes argumento, probatorios, en el campo de b mera
que es efectl\ amente dado, o [como] consecuencias [que se especulcición; porque todas lds p1esuposicione, ele esa especie
siguen], de acuerdo con leyes empíricas'. de aquello que esta menoscaban la perfección de la c,,peculacíón, pei o el interés
puesto por fundamento como algo efectivamente real; y por práctico no se preocupa de elb. Allí, p11es, ella dbpone de una
tanto, sólo pueden presentarse en la serie de los objetos de posesión c_uya legitimiddd ella no precisa demostr<tr, ) cuya
demos:racron ella, en realidad, [A777] [B805J no podría tam-
poco otrecer. Por cons1guiente, es el adversano el que llt:'ne que
/../.../.-l. Como , 1 d1y1 d ld mdepernlenc1a o sub>tanci,d1d,1d del dima «es demostrar. Pe10 como é~te tampoco sabe má~ acerca dei objeto
1mpucmdd,1 poi que los [enómeno> de elld p1e;,enwn la d1fi<_ult,1cl de que puesto en duda, para demostrar la no ex1stenrict de el, que lo
son s~meJantes (en el crecimiento y la d1smmuc10n) a las mutduone>
de Ulhl ll1dte11LP>.
/../.../.5. Se nata dljllÍ ele probabilidad y no de ve10>1m1htud, con~eptos
que deben di>tinguirse, según se explica en Logd" Ed. Acad. IX, 81. 1-1-16. H,1) que enlendei. «el cu11rium1ento e,peculauvo '"'""
798 CRITICA DE LA R1\ZO'\ l'I RA
799

~ue [sabe] el primero, quien afirmaba la realidad efecfaa de pueda emplear contra vosotros. Por consigl.üente, si contril
el, _entonces se muestra aqu1 una ventaja del lado de aquel que la suposición ([asumida] desde éllgún otro punto ele \ ista rn1
afü ma algo como presupos1non prácticamente necesaria (mehm espenilati\ o; ele la naturaleza inmaterial del alma,> [con ti d \,1
est ronrh'.10 pomdrntzs). Porque él tiene la posibilidad de <>en irse. suposición] ele que esta n<1turaleza no está someticlzi ;:i 11111¡:,rtm,1
por decirlo así, en legítima defensa, de los mismos medim, en transformación del cuerpo. se os opone la clificu ltacl de q1w
favor de su buena causa, de que se vale el adversario contra la e'>periencia parece demostrnr, sin embargo, gne tanto el
ella; es decir, [tiene la posihiliciad cie valerse] cie las hipótesis, aumento de nuestras fuerzas e'pilitmtles, como el quebrnnl,1
que no han de servir para co1holidílr la prueba de ella, sino sólo mielllo de ellas. son >ólo unil diferente modificación de nue>trns
pa~a mostrar que el adversario entiende demasiado poco del órganos, podeis debilitar la fuerza ele esa pruehil c;upnmenrlo
objeto de la disputa, para poder_ufanarse de tener una ventaja que nue-;tro cuerpo no ec; nada mac; gue el fenómeno funda-
sobre nosotros en la comprem1on especulativa. mental, al cual, como a una condinón. c.,e 1efiere en e] e<;taclu
~as hipót~sis están pernutidas, pues, en el campo de la presente (en la vida) toda la facultad de la semibilidad. ; con
razon pura, solo corno arma5 de guen a; no para fundar en ella. todo pensar. La dec;unión con el cuerpo es el final de ese
ellas un ?erecho, sino sólo para defenderlo. Pero aquí ciebemos mo sensible ele \'Uestra facultíld cie conocimiento.\ el comienzo
buscar siempre en nosotros mismos al enemigo. Pues la razón [A77<J] [B807] del [l!';o] intelect1ial [de ella]. El cu~rpo no se1ía,
espec_ulatJVa, en su uso transcendental, es rn si" dialéctica. Las pues, la causa del pe11<;a1, sino una condJC.ión meramente 1es
objec10nes que pudieran ser temibles están en nosotros mismos. tnctiva de é5te, \ por tanto, habría que considerarlo, ciertílmen-
~ebernos sacarlas a la luz como si fueran antiguas reivindica te, como promotor de la \'ida sensible) animal, pero también.
nones nunca caduca_das, para fundílr en su anulación una paz ) aun más, corno obstáculo p<iia la \ida pura y e'ipirituaL \
perpetua. La tranquilidad externa es sólo aparente. Se debe la depenclf'ncia de la primera, 1117 respecto de la constituc1011
extirpar el germen de los ataques, que reside en la naturaleza del cuerpo. no demuestra nada en fa, or de la dependencia de
d~ .la razón_ humana; pero h~mo podríamos [A778] [B80ó] toda la vicia, respecto del estado de nuestros órganos_,i 1' Pc10
extuparlo s1 no le damos líl libertad. e incluso el alimento podéis avanzar aún más, y encontrar nuevas dudas, bien no
para gue eche hojas poi lils que se ponga al descubierto, par~ expresadas toda\·ía, bien no desarrolladas suficientemente
gue así po~amos despuPs a1 iancarlo de raíz? Meditad, pues, La contingencia de las procreacione~, que entre los seres
vosotros mismos en objeciones que no se le ha\ an ocurrido humanos, así corno entre las criaturas irracionales, depende ele
todavía a ningún adversario, Y prestadle incluso, armas, 0 ce- la ocasión, y además, muchas veces, del sustento, del réginwn,
dedle el lugar más fav01able que él pueda desear. No hav en de los caprichos y ocurrencias de é$te,) a menudo incluso del
ello nada 5ue temer, ~:ro sí [algo] que esperar, a saber:, que vicio, opone una grave dificultad a la opinión que sostiene Id
os procu_re1s una poses1on que nunca más os sea disputada, en dmación eterna de una criatura cuva \'ida ha comenzado en
/

todo el tiempo venidero.


. ~e :1.1estra armadura completa forman parte, también, las 7447. Es decir. c<la clepenclenc1a en que la \ida sen,1ble \ ~mima! 'C'
h1potesis de la razón pura, las cuales, aunque [sean] solamente encuen t1 ª"·
armas de pl~mo (porque no e>tán <1ceradas por ninguna ley de 1448. Como si dijera: «no demuest1a que tocia 'ida dependa del
la expenenc1a) valen tanto como las que cualquier adversario estado de nuest1 os órganos» \pues la ,·ida espq itual no depende de
ese estado).
'>OI
boo
ui cun;,Ectiiucts ¡,m m:,1¡.,rnficctntes ) tctn completJ.mente aban puede abarcar, con merd, le> es empmcct,,, el cdmpo e urnpleto
don,icLt,, d nue,,t1ct hbutad Por lo que conuerne a la durac10n de la:, pm1blb co:,ct:, en :,1 m1smd,, as1 comu no,,otro-, L1mp0Lo
de lct e 5 peue ente1 a \J.qu1 en Id fierra), con respecto a ella pudemo::i, fue1 a de la ex¡iu 1enua adqm1 ll c1lgo P'll ,\ rn1t>t1 e\
, ~E,t dificu!Edd l ' puco Hnpu1LJ.nte, porque lo que es dzar en razon de rnd11e1a fu11<lMl 1 l\u otc debe Luns1dua1 que qmt n
d md 1, 1duu nu dc¡ct de e::it,u sornelldo, sm emba1go a una \ uel \e esos rncdws de dele nsd lupoteticoo [ \ 781) [Bh( ll/) umn d
I<:'~lct el, el rudo, pero e::iperar, de causas tan 111s1grnhcante:,, lds pi etens10nes de un ctd\ u o,,u 10 audctz en le\ fl(\lJ'H llJll qu1, 1 l
un dectu un rnn1u 10 0 lUil 1eopedu a utd,1 111d!\ iduo, parece hacer de ellos sus \ erdade1cts opmiones l º' ab,rndo111 L n
uu ¡,miente an 1e:,¿ctdo ,\ es ro, empero, pode1:, oponer una pronto como ha rechdzadl lct anog,mua doc:!rnaticct d,_,J id
¡ ~ioll '>l" tlctibLcnLILnt.:i.l que rod,1 v1dd es propiamente ,o!o
11 \e1sdJJU Pue:, aunque dlgc<tLn 'J'Iv ailtl la,, afürnac1une- a¡lna:,
[ \
1
hU\ [BH)8] intehg1ble \ nu e:,t<t somu1dd d !ds mudanzas 5e 11111ltd a rehu::,ctbe \ a ne~dr pareLca modl::.LU \ n>odeu1do
del ounpo \no \¡,1 comenütdu cun el nctunuento, rn termmct1a ::.111 embct1gu, :,1cmp1e t lil eiomo como qrnere da11L, d te' l'>
cun Lt mue 1te l{ue e;,lJ. \ 1J,1 no es nada mas que un mero fe ob¡eciont.::, ;,U\ dS el \ dlor dl' dunost1anones Je lu cunt1ot110
llll!llL!lU e::i deui uua 1 e¡Hesentac10n sensible de la pura vidd esa preten:,1011 e, tan souc b1ot ) ,1n o gante lOI1lt1 s1 el hubiera
t ,pu itu,tl \ que todu t 1 mundo sensible es una mera imagen dbr<lZddo el p<I1tido dfirnMll\O,) su dS<Cruon
que ;,e utrece a nuest10 modu de urnoomiento actual, ) que, ~ parlu de aqu1 se H fllll '" que en d lhü e,¡wculatJ\ o

lOlllll un ::,ueno, no llene en si nmguna realidad OUJetl\ d, que de la razon lcts h1potcs1s w1 t1u1tn \ dhdu alguna en :,¡ mi,,
111
si 111 tu) el d!JlW, Ja, co'd" -) d nosot1 o:, 1111,,1110:,- ' tal wmo :;on, mas, como opm1oneo, 5Ilhl [que la tienen] ,oJo con reLioon
no:,\ ei 1ctmo;, en un mun<lo de !ldlur,deLd" esp111tudles, con el a pretenswnes ti <ln:,cendentes opuestas Pues lú exteno,1on de
cuctl nue'>lJ c1 umcu cume1 uo verd<l<lero no ha <.omenLado con los pnncip10s de la eA.pe¡¡encu posible et Id pos1b1liddcl de
el n,turniento rn teun1nct1 a con la muerte del cuerpo \como ld::, cosas en generctl e<; t<tll l1 c1nsz enclz nte corno l<l ahrrndc1on
1ne1 us fcn01neno:i1 etc de la realidad objetn a <le dquellos concepto,, que no pueden
\unque no sepctmo;, llct<l<l <le tocio e:,to que aqui ctlegamos encontrar sus objetos en mngund parte sdh o tuerd de lo, j¡
hipuretJLdlllente contrd el ataque, m afümemos senamente rn1te, de toda experiencia posible Lo que la raLon pura JUZga
nMLt de ello ) aunque todu esto no sed rn s1qmera una idea dsertoncctmente lcomo toJu lo c¡ue Id ra¿on conoce 1 debe ser
de l<l 1 diOll :,¡¡10 Ulld mer d tHJ!ld "onabtda en el pewa1nw1to nece::,ar 10, o no e:, 11clda En con;,ecuenc1<l, ella, en\ erdad, no
),\l,t Id dell nsd, ' p1ocedemu> aqm sm embargo de 111<lne1a contiene opirnone" Pero Id;, mt:.11c10nacld, l11potes1:, son solo
1Llltu,uncnte u1nlorme a l<t 1<1zon, cudndo dl dd\e1,,<1110, que JU1uos problemalicos que, al menos, no pueden ser refuta
L iec> !ictber ctuotadu todJ. la po,,1b1li<lJ.d al p1etender enonea dos, aunque pm oerto fütdd pueda demo>turlos, ; [ .\78..Z]
lllL llU:' que l~ cctr e!1l ld de lds cund1uones emp1ncas de ella [B810] por cons1gu1ente no >On opm10nes prl\ adas, • ' pe1 o
:,e,t uiict demost1duo11 de !et l ompletd 1mpo:,1b1lid<ld de lo que sm embargo no >e puede, 1d/Oll<lblcmente, p1 esundll de ellas
11
,J"!tr 0 ., cr eunu>, le rno,u clJ110:, sol.:i.mente que t<lrnpoLo el (mdmo pa1a !J. t1 ctnqmhd,1d mterna) ante lus escrupulos que
;,e pre:,entdn Pe10 se !ds debe mctntene1 en calidad de tale,
) [se debe] e\ itar cmdado::iamente que ;,e presenten como si
1 ¡ ¡lJ ¡e>' '°uic>ne> en L1 l ,he«-\ c1no;,ouo:i1111>1110>- :ion .1s1eg.1do
dt l \l l 1 lLllllt lUll
¡¡!O l ilcl <tliuc .. tc c,rno Llll me10 LU!lu:pto conceb1do en el pensa l.f:; l Ecl .\cad cui 11se , p01 l un.siguiente oun pú1 d> opmwnt''
!Jl!Llllü j! llcl l t dtÍLlb l
prn ,1d.is»
CRITICt\ DE LA Rr\ZÓ\ Pl•R 'I 803
802

estuvieran certificadas en sí mismas y corno si tu\ ieran ak-una


rnmiguiente, la prueba debió mostrar a la\ ez la posibilid;:irl df' 1
validez absoluta, y que ahoguen a .la razón bajo ficcio~es e
llegar <;intéticamente, va /mnn, a cierto conocirn1ento de cosa<;,
ilusiones. [c~nocimiento] que n; e'itaba contenido en el concepto de ellas
Si no 'ie pre'ita atención a esto, la' prueba<; corren como ngm1'i
de'ibordadas, sin orden y a campo tra\ iesa, bacid. donde las
lleve accidentalmente la penrliente de una a'iociacion oculta
Sección cuarta de] capítulo primero La apariencia de convicción, que se ba'ia en causé!'> <;ubjeti\·a<;
de la asociación y 'ie tiene por la comprensión de una afinidad
L\ DISCJPLIN.-\ DE LA RA701' PUtA natural. no puede contrarrestar la duda que pasos tan atrevidos
CO:\ RESPECfO .-\SUS PRl-EBr\S deben justificadamente suscitar. De ahí viene también que todos
los intentos de demostrar el principio de razón suficiente hayan
Las pruebas de proposiciones tran<;cendentales) sintéticas sido vanm. según lo admiten universalmente los entendidm.
tienen, entre todas las pruebas de un conocimiento sintético a y que con anterioridad a la aparición de la crítica t1 amcen-
p110ri, la pernlinridad de qne Pn ellas, la razón, por medio de dental, puPsto que no se podfa abandonar este principio, se
sus conceptos, no puede\ oh er <>e directamente hacia el objeto, haya preferido apelar obstinadamente al <;ano entendimiento
sino que previamente tiene que demostrar a j;r10ri la vaÚdez humano 1"'" (un recurso que [A78 lj [B812] siempre prueba
objetiva de los conceptos, ) lü posibilidad dE' la síntesis de que la situación de la razón es de,esperadal antes que intentai
ellos. Esto no e'i sólo una regl;i necesaria de prndencia, sino nuevas demostraciones dogmática<;.
que concierne a la esencia y íl la posibilidad de las pruebas Pero si la proposición para la cual se busca una prueba es
mismas. Si tengo que ir, a pnon, má'i allá del concepto de un una afirmación de la razón pwa, y si yo qme10 incluso ir, por
objeto, eso es imposible ~in un hilo conductor particular. que medio de meras ideas, más allá de mis conceptos de e'<pe-
se encuentre fuera de ese concepto. En la matemática, es la riencia, entonces es aún más nf'cesario que ella contenga, 11 ' 1
intuición a pnon la que guía mi c;íntesis; y allí todas las inferen- además, como una condición necesaria de su propia fuerza
cias pueden efectuarse innwdrntarnente en la intuición pura. 1 ~ ' 2 probatoria, la jmtificación de un Pª"º SPmejante de 1'1 síntesis
[A783] [B8 l l] En el wnodmiento transcendental, en la medida (si es que tal [paso] fuera posible). Por eso, por muy ve1osírnil
en que se ocupa solamente de conceptos del entendimiento, que pueda parecer la presunta prueba de la naturaleza simple
ese hilo conductnr es la e'\pPriPncia posible. Pues la prueba no de nuestra substancia pensante a partir de la unidad de Ja apei -
muestra que el concepto dado (p ej. [el concepto] de lo que cepción, se le opone ineludiblemente la dificultad: que puesto
acontece) conduzca di1 ect<imente a otro concepto (al de una que la simplicidad absoluta no es un concepto que pueda se1
causa); pues tal tránsito SPrfo un c;alto que no se podría ju<;tifi- referido inmediatamente a una percepción, smo que, como
car: sino que muestra que lc1 e'<¡w1 iencia mic;ma, y por tanto el
objeto de la e;..periencia, sería imposible <;in tal conexión. Por
7453. Como -;i diJer<t: «apela1 al sano sentido común».
7454. Es deci1, «que es<t p1 oposición ron tenga» En el 01 igm,il «en-
7452. En la segunda edicion se 'n11ig1ó de m;inera que quedara:
«pueden efectuarse inmed1aramente a pa1 ti1 de la intuición pma". tonces ella debería contener, antes bien," Seguimo' la lectura rle F d.
Seguimos a Ed. Acad. Acad.
CRITILA DE LA Rr20'< Pl R., 805
1l l

d1rect<lmente al predlCddO requendo, smo [que se dinJ<l d el]


ich" d1 be 'Ll l\lLl trnc Jllt mk11do no se puede entende1 corno
solu poi medio de un pnnupw de la posib1hdcid de ensanchar
],t rnei d l ui1 del1l 'd que e sLa un1tt rnd,1 in todo Jnnim (o que,
a prwrt nuestro concepto d<1do, hasta [llegai a] la, ideas, \ de
dl , t, , puede éoc u lo , ttrnque ,1,1 cons1dérada, sea una
1 1 110 reahLar estas Si se emplea siempre esta cauteJ,1 si ante~ de
t ¡H l ,e!lldLlúl, ,¡i11pk putd,1 Lunduur n1e a la concrenud \ 1

1 mtentar la prueb,t, uno delibera prudentemerne consigo mismo


,d l unuu 111 1u1tu de unct, u"d u1 !u uwl pueda estar eontemdo
com1derdndo corno puede esperar tal ensanchamiento por
,, ],J, ¡ r,e 11 ,ctI l'ue, s1rne1t:p1e,ento [d íue11a de 1111 cuerpo
11 medio de la razon pm ü \ en que funda "u esperanza de ello,
Lll 1 un c l't11 el ª'1,11n,1duddo 'es para 1111 U!1d urnddd
,tlJ'c>llli.i \ !11' 1q>1tou1t,1uu11 de el es simple, por eso pued~
11111 ) [com1de1ando] de donde pretende obtener, en este caso, esas
cogrnuone> [ >\78íij [Bb l.+] que no pueden se1 desarrolladas d
"'lne'- 1 1 lct 111ed1,mte el ,11u\ 1m1ento dt' un punto, porque e
partir de concepto,, 111 tampoco [pueden ser] antic1pad<ls con
, ,ilutilt ll dt t l !lu 1111pu1td <1qui, \::,e puede, :,m d1s1nmuc1on de
respecto a una expenenua posible, entonces uno se puede
l t tm iLct pt 11 ,,1du r,m ptc¡uu1u um1u se qrner<1 ) por tanto, [se
ahorrar mucho, esfuerLo, penosos) -;m embargo estenles al
lll'l de ¡;tcns ulu\, lllJlnen como s1 ~e [ '\í8 i] [B8l3] encontrara
nu exig1de a la razon lo que e>ta, rnamfiest.lrnente, por encima
Llt un ¡JU tn !\ iu clé dqu111u cundu11e que s1 lu u111co que me
11
del poder de ella, o ITI<l;, biu1, al someterla a ella -que no se
e-, d uo t" 11 tuer 1 1 rn()tr ¡¿ de un cuei po, el cuerpo pueda ser
deja imponer limites de buen g1üdo, cuando le ,ob1e\iene su
¡)'" Ii' ,Ju cuno sub:,ld1tu,1 -,11nple, [,olo] pu1que la representa
1mpubo e::,pecul,ltn u de ens<lncharn1ento-" 1 a la disciplma
u ll de 0 1 !Me' 1b>lidll lllll de rudd rnagmtud del (onterndo
de la abstmencia
b¡J.ll hd \ p<ir ldillll e;, s1111plc \ho1<1 bien pu e oto que lu onnple
La p11rnera regla e;, pues, esta no 111tenta1 mnguna prueba
, ld db::,tldU 'i}d e' mu) dilt'1<'11ll de lo ,imple en el objeto,
11 lhtnscendent<1l sm h.ibei 1cfle\.10nadu p1 e\ iarnente) sm habei
, [¡Jt•t",fLl\ qt1e ,l \u .¡u"' u1 d p11mer ;,enudo no <lDdrca en sz
lllld un.ltipliud td en el ~egundo [;,uit1do], ,11 ;,1grnficar el
JW,tificado de donde se pr elt'nden e\.li aer los p11nupws sobre
lo;, cu<1les se piefüd eng1rla) con que derecho se puede esperar
<lhi~t 1r 1,,11'1 ¡_,uuL :,et u11 llHllepto mu) cumple10, a sabei,
11111

le ellos el buen e\.ito dt Lts conclusiones Si son pnncipios del


fJU. dl' Jt 01 g1 1,u 1 LuPLenc:1 mucho ba¡o >l, por ello de;,cub~o
entendimielltO (p eJ el de la causalidad\ es en, ano [pretender]
u ,, t"lugb!l10 t'uu ¡..i<lrd b,urunt,ulo a e::,te por dnt1cipa o
11 1 1 llegdr por rnec.ho de ellos a 1de<1s de la ra¿un pm a, pues ellos
,,lié" , 111 r,tl ui!' ¡ellll d p1 u\ ¡,011,1 11u ;,e eonctbn ia 111ngrn1d sos
tienen \ ahdeL solo para objetos de una expenencia pmible
jJt. l l ,.t tu ~1 1 ,1 l 1 ,1 uebd¡ e> nece;,ano tenei d rn<1110 un o 1teno
1 S1 fuerd.n p1111cip10;, [tomcido;,J de la rdLOn pura, entonce;,, otra
l u11;,L,Ull ck ld pu~ilJtl1d.1d cll l,1s p1uposiuunes smtetlCdS que
tlLJle,1 tit 1e L1~rn:iol1ctr nM> de lo que lü e'penenua puede dar
\ ez, es muul todo esfue1Lo Pues la raLon tiene, ciei tamente,
algunos de ellus, peru como prmupios objetn os son todos
1
l ll'' ¡ iu'Lt:li<,j LUll'i>Le en que la p1ueb,1 nuncd se,1 iefeuda
dialect1cos, ) solo pueden tener \ alide¿, a lo :,urno, corno
pnnc1pios regul<1l1\ os dd usu coherente v sisternatico dentro
1¡ \JI 1 1 tl 1 it lll' ¡JutJe ,,;,tell lODLt>l!Id,1 en todo pen de la expenencia Pero ~1 t,des presuntas p1 ueb<1s ) d estan
de e~lLl l1.Jduu.HHl
L l. l¡
, .n ........ l111 hf.. :::iun á . . ..iegddo
l p l Ll l l
<.., ¡ - '-; ._, '-..-' presentes, oponed a la engcmOsd com 1cnon el 11on lzqutt de
¡¡ (_ , , ,, le ll c um¡ut t>•t conuenci.1 ,1s1 cun;,1de11dc1
1
) t L \ ¡..._ ~) e 'Jt:.-l l ..._tui ::-i t l[ k
1-1 ;- tul i..,
1, 1 1 p 1cl1 i, , 1,1, 1 du" una Cti>cl ,olo tll la uwl puedc1
J.J:;9 Loo. gu10ne> en ld fr,"e <-l1uic no ;e deJd [ ] de em,mcham1ento-»
t.:-.t ll l(._ 1l Li1h.IU Li (JLll">~l ;on ag1 e¡,Mlo de e;ta t1 dducuor1
1 ¡, H 11
<¡L L t' ilci du mil" 1 p 1 .LoJ cu1"1ducLdu
806 IMMAN' 'FL KANT
CRITICA DE LA Rl\ZO"' rl 'M 807
vues_t.ra mad1:ra facultad de juzgar, [A/87] [B815] y aunque 110
podais todavia ~e?etrar la ilusion de ellas, tenéis empero ple- la Analítica transcendental, p ej , el principio: todo lo que
no derecho a exigir la deducción de los principios empleados acontece tiene una causa, lo habíamos extraído de la única
en :llas, la cual [deducción], si ellos han surgido de la mera rnndición de la posibilidad ohjetiva de un concepto de lo que
razon, nunca puede seros ofrenda. Y así no tenéis necesidad en general acontece: que sería imposible la determinaoon de
alguna de ocuparos de desemb1 ollar y de refutar cada una de un acontecimiento en el tiempo, y por tanto [sería imposible]
las ª?.ariencias ilusorias despro\ istas de fundamento, sino que ese '.acontecimiento), como perteneciente a la e'.pe1 iencic1, a
po~e.is desechar, en un solo montón, de una vez, en el foro no ser que estuviera sometido a esa regla dinámica Y esa es la
judicial. de una razón crítica qiie exige le¡ es, toda la dialéctica, úrnca demostración posible; pues sólo gracias a que al concepto
que es magotable en artimañas se le determina un objeto por medio de la le') de la causalidad.
~a segunda peculiaridad de las pruebac; transcendentales el arnntecimiento 1 epi esentado tiene vahdez objeti\ a, es decir,
es esta: que para cada proposición transcendental sólo se [t1eneJ verdad. Por cierto, se han ema;ado otras prnebas de
puede e~contrar una 1Í111ca prueba. Si tengo que hacer una este ptincipio, p ej a partir de la rnntingencia; pero e uando
i~'.erencia, no a partir de conceptos, sino a partir de la intui- se mua [esta prueba] má<; de cerca, no se puede encontrar otra
C!On que corresponde a un concepto -ya sea una inuición característ1c a distintiva de la contingencia má" que el 11rrnterrr.
P.urª'. como en la matem<'ítica, o una empírica, como en la es decÍI, la exi'itencia a la cual precede 1m no-ser del ohJeto;
cienoa de la naturaleza-, 1'"'en ese caso la intuición que está y por tanto se vuehe siempre al mismo argumento S1 hay
puesta p~r fundamento me summistra múltiple materia para que probar la p1oposició1r todo lo que piens:t es simple. uno
propos1c1ones sintéticas, [materia] que puedo conectar de más no se detiene en lo múltiple del pensar, sino que permanece
de_ una manera; y como puedo tomar por punto de partida solamente en el concepto del Yo, [rnncepto] que es simple.
ma~ de un punto, puedo llegar a la misma proposición por ) al cual es referido todo pensar. Lo mismo acontece con la
vanos caminos diversos. demostración transcendental de la e-xistencia de Dios, que
Ahora bien, toda proposición transcendental parte solamen solo se basa en la [A789] [B817] 1eciproc1dad de ]ns concepto.,
1
te de un 1Ínzco +bI concepto, y enuncia la conclición sintética de de ente realísimo y ente necesario, y no puede bmcarse en
la posibi~id~d del objeto según ese concepto. El argumento, ninguna otra parte.
por cons1gu1ente, sólo puede ser uno solo, porque fuera de Con esta nota de advertencia se reduce la crítica de las
es~ concep'.o no hay nada más por lo cual el [A788] [BS!fi] afirmaciones de la razón a muy poca cosa. Allí donde la razón
objeto pudiera ser determinado, y por tanto la prueba no realiza su tarea mediante meros conceptos, es posible sólo una
puede contene~ nada más que la determinación de un objeto única prueba, si acaso es posible alguna. Por eso, ya cuando se
en general segun ese concPpto, que es también uno solo. En 'e presentarse al dogmático con diez pruebas. se puede creer
con seguridad que no tiene ninguna Pues si tuviera una que
demostrara apodícticamente (como debe ser en los asuntos
7460. Los guiones en la frase''-"ª sea una [. J de la naturaleza-» son de la razón pura), ¿para qué p1 eci'iaría las restantes' Su pro-
agiegado de esta tiaducc1ón. pósito es solamente como el de aquel abogado parlamenta no·
7467. Destacado con mayúsrub , sin bast<l! clillrt en el 01 igmal· un argumento es para éste, el otro para aquél; es decii. [son
«E1nen1).> ,.
argumentos] para aprO\·echai los puntos débiles de suc; jueces,
\v\vh'ILEL KA\T /509
808
qu1ene::i, ::,111 profundizar mucho, y con el propos1to de desem La\ erdadera causa del tmpleo de prueba:, apagog1cas en
ba1aza1::,e pronto del d.::,unto, aterran lo pnmero que le::i llama dn ersas c1enuas es probablemente esta S1 lo:, fundamentm
L1 ,1tenuon, y deciden de acuerdo con ello de los que debe ser deduudo cierto conournrento [,,onj dema
L,1 tercera regla peu1liar de la razon pura, c11<1ndo se L1 Slddo numero"º'" o ) cLCen ocultd5 a denMs1,1da p1ofund1d<1d,
soméle a una d1,,uplma con ¡(,:,pecto a l<ls p1ueb,1::, transcenden entonce,, se rntentd [\ e1 J ,,¡ no se puede alcanzar lo poi medio
tale,, es que ::iu::i pruelJas no delJen ::ier nunca apagoglla~,
lth'
::,mo de bs consecuencias .-\hor d b1u1, el modus punim, que consiste
[que deben ,,e1] ,,1empr e v~llll.llla.l L.t prueba d11ecta u ostensl\ a en condun la\ erdad Je uu e onoum1ento a pai tu de la\ erdad
e::i, en todas las especie:, del conoum1ento, aquella que enlaza de sus consecuencias, solo eotana per rnit1clo s1 todas las posr
a la \ eL. la con\ !LUOD de la \ erdad, con la penetrauon en las bles consecuenuas de el " hter dll \ erdddercts, pues ernonces,
fuente::, de e::ita, p01 el contuno, la [p1 ueba] apagog1La puede, par et esto 1"' solo es posible un urnco functunento, que por
::i1 p1 oduu1 cc1 teu, pero no [puede pr oduu1] comprens1b1hdad cons1gu1ente es tamb1en el jtundümenlo] \ udadero Pero este
de Lt \ erdad en lo que se refiere a la concatenac10n con los prnced1m1ento es 1mp1adic<llJle porque esta por encuna de
fundamentos de la po,,1b1liddcl de ella 111 ' [A790] [B818] Por eso, nuestras fuerLas el concelJu loéfos las consecuenuas posibles
las ultimas' " ~on antes un 1ecmso para caso de emergenua de cualquier p1opos1uon supue~ta,) sm embargo uno se sin e
que un proced1m1ento que Sdt1:,fagct todos los pioposJto,, de la de esta manera de razonar üllltque, en verdad, con c1ertc1111
1azun Sm embargo, estas tienen, sobre las pruelJas d11ectas, dulgenua, cuando ::ie trata de demostiar algo meramente como
una v enlªJª en lo que respecta a la e\ idenua, [\ entaj<l] que l11potes1s, y ~e admne 1,1 mferenua por an<llogict que s1 tantas
reside en que la contrad1cc10n lle\ a ::i1emp1e m,1yor d,u1dad en consecuenuds como ld::i qui:' se hün ens<l) <1do concuerdan bien
:,u represent<luon que la mejor cone;...10n, ) se <lpro;...rma mas, con un fund<1mento supue~to, todas las restantes [consecuen
por ello a lo mtmtn o de una demostr ac10n Cias] posibles t<lmb1en concordar<ln con el Por eso, por este
[A79l] [B819] Cdmmu nunc<1 se puede llctmforrnar una h1potes1s
en una verdctd demostr<lcla l:l modu> tolüw Je los racroc11110s
1162 Las pruebas ap,1gog1cds se dehnen en Log1A, Ed Acdd IX, 71 que concluyen de l<ls con~euwnc1as a lo::i fundamentos, no
«u1crndo 111fie1 o Lt , e1 ddd de Ulld. pr opos1c10n, de Lt t,1beddd de >U
conu,u1c1» 11es la demost1,luon ¡;01 nduLIW ad ubrn1dum), vea:,e en sol<1mente pruebct de manera enteiamente 11gur osa, s1110 [que
:,egui(Lt, A 7lJl B ollJ Volf..er Ge1h,ndt le d" a ld e'>.¡;1e,,10n «¡.>!UelJd lo hace] ademas con gran fduhd<ld Pues con solo que se pue
dfMgogll<l" un <1k,rnce mas amplio, segun el, tod,1 ope1dC!Oll de la da e;.,.tiaer de una propos1uon una umca consecuencia fals<l,
1,1¿on pu 1c1 es <lP""º"lld <Óed lo que tue1e lo que h,1g,1 1'1 ¡,1¿on, e:,o esa propos1uon e:, fc1Lc1 Lnto11ces, en lugar de recorrer en
" "
se electua en m!e1enc1as ¡ogILaS, que s1emp1e son '" ap,1gog1c,1s " u 1 la
una prueba osten::,1\d todd !,1 selle de lds razone:, que puede
medidd en que :,e apO) ,m unuumente eu cogmuones 1dLlOn"les» Ld;
pi ueb,1:, 0,,lenst\ ª"' entonce:,, ;e1 tdn dquellds en J,ls que mtel\ 1enen conduur a la \ e1 dad de un conourn1ento poi medio de l.t
conounuentos empn1cm Getl1d!llt, Volke1 «Die D1;,¿1plm de1 1e111en comprensron completa Je lct pm,1b1hdad de el, solo es preciso
Ve1111mlt 2 b1:, ± .\b,chmtt en :\loln, G y \V1lld5ched. , M (com
¡; 1t 1dme;l Aluss1Áa 1wlcr;rn lnunanut! Aunt Anl1Á do remin l ununft
fü>dl!1, j(Jl)8 pp 571 )tJ.J, ,\qlll p 593
/4b3 Como s1 d1Je1,1 «llO puede 1Mce1 que "e comprendd como la 7-1-65 Ha) que entender ''"! tud<1:, l,t:, pu:,1bles consecuencias de ese
, erd,1d esld. conect<1da con loo, fundamentos de su po;1ü1hdc1d» wnuum1en tu»
/-/.6-1- lLn que en1ende1 ld.S p1uebds de Id ult1llld dct:,e 11.ls p!llebas 1466 Ed .\cdd co111ge «p<t1ct é>l<iS' 1es dec11 pdrd toda;, Lis pus1bk,
comecuencias)
,1¡.Mgog1cds
810 CRITICA DE LA R,\7()['; PI 'f{,\
l"t'vlNLELK\\l

enc:mtrar, entre las consecuencias que se simren de lo c t conflicto de la opm1ón opuesta, ron las cond1cionP<; '>ub¡et1\ <1'
de el · · [ ,y on rano
' una umca consecuencia] falsa . . de 1<1 comp1 t'm1b1l1dad propia<; de nue<.l1 <1 razón. lo rual no
es también fa! , ~ con eso ese contrano
so. y por tanto el conocimiento que había que tiene rnnguna míluencia paia recusar por e<>o la co<;a m1<>ma
d emostrar es \ erdadero. (a<;1 romo, p ej . la nece'iidad mcondJCionarla en la e'.i<>tencia
. Pero la prueba apagogirn '>ólo puede estar permitida en las de un ente no puede ab<;olutarnPnte se1 comp1 e11d1cL1 pOJ
ciencias en las que · bl no-;otros, : poi eso opone resistPncia rnb¡ftn·amrnt1. con dere-
b. r d es 1rnprrn e mtrod11m rnbrej1twamente lo
su ~e ivo e nuestras representacÍ{)nes en lo obiot· b cho, íl toda pruebíl especulativa de un 'ier supremo necesano,
en J · . J' ivo, asa er
e conocimi~nto de aquello que está en el objeto. Pero ali¡ pero [opone re<;1stencia] ileg1t1mamente a la pmibiliclacl de
donde predomma esto ultimo r~,,· debe . f tal ente origina110 en ll nwmo), o bien amba'i, tanto la parte
. · ocurnr con recuenria
que 1o contrano de c_ie_1 ta proposición, o bien contradi a que afirma como la que niega, engañada<> por la apa1 ienna
~~~-i;:~nte ~ las cond1nones subjetivas del pensar, pero ~o ilu'imia ti anscendental, ponPn por fundamento un con repto
¡ ~t
' o bien que ambas proposiciones se cont d. imposible del objeto. y [A793] [B821] entonCP'i rige l<i regla·
-¡ b ra rgan una
a a o _rn so o ªJº una condioón subjetiva que erróneament 11011 e11f15 1111l!a rnnt praed1rato, P'i decir, que ambas cosas· tdnto
es ternda por objeti\·a; v como la condición es falsa entonce: lo que uno enuncia afirmativamente del objeto, como lo que
~mbas [proposic10nes] pueden ser fa Isas sin ue 'se d uno enuncia ncg<itivanwnte de él. son erroneas,) no 'E' puede
mfPrir de la falsedad de una la ver dad de la ot q pue a llega1 al conocimiento dP la. verdad de manera apagóg1La,
bl [~792] [B820) En la matemática esta subrep~~~n es impos - por la 1efntac10n de lo contrnrio Así, por e1emplo, oiando <>e
. e. _or eso, ellas1""~ tienen allí el lugar que les es pro io En]~ presuponP qne el mundo sensible rn ¡¡ mmno P<>tá dacio en 'itl
ciencia de la naturaleza, e orno all1 todo se funda en i·npt .. totalidad. es falso que él deba se1 o bien mfimto en el e'ipdcio.
e · · b mc10nes
mpmcas. esa su repción se puede impedir, en la mavoría de o b1m [que deb<i ser] finito y limitado; porque ambas cosa-, son
¡?s casos, por comparación de muchas observaciones· pero este falsas Pues fenómenos (como meras representaciones) que
ipo de prueba es allí, en su mayor parte, irrelevant~. Perol estuvieran rlados, sin embargo, m 5( 1111511105 (r orno objetos). 'CJn
ensayos transcendentales de la razón pt1ra se ¡· dos algo imposible, !' la infinitud de esa totalidad imagin,uia se1 Id,
el t el l rea izan to 05
·¡en r~ d~ ]~ q:1e es propiamente el mfdwm de la aparienria por cierto, incondicionada, pe1 o o:;ena contradi( tona (porque
i usona ra ect1ca es decir dP ¡0 b" . todo en los fernín1Pnos es condicionado) con l<1 determinac1on
- ' ' su ~Pti,·o que se le presenta
a la razon, en sus pre · b" . incondicionada de la cantidad, que está presupucstíl sin em
. . misas, como o ~etivo o incluso se le
quiere _u:1poner como tal y aquí, en lo que concierne a las bargo en el concPpto.
propos1c10nes sintéti_cas, no puede estar permitido ue uno La prueba apagógica. es también, propiamente, la 1lus1ón
JUStifique s~: afirmaciones refutando lo contrario. Pue; o b. que s1emp1e ha engañado a los admirndores de la prof11nd1d<id
esa refutac10n no es el • l ien 1igurosa de nuest1 os arguid01 es dogmáticos; es, por decirlo
na a mas que a mera representación del
<isí. el rampeón que quiere demostrar el honor v el dererho
irrebatible del partido que ha adoptado, o!rec1endme a pelea1
7467 Probablemente ha vague entenelfT «all1 el el . con cualquiera que pretenda ponerlos en duda, a1111q11e con
mtroduccwn subi eptKJa' 'ele la SU b~f' t l\ JCla·el'» on e predomma e1ta e<>a fanfarronada no se resuelva nada en [lo que concien1e a1 b
7468. Ed Acad. e'<plrca en nota· «la' pllleba . cosa, sino sólo en [lo que concierne a] la fuerza respecti' a de lo'
«Lesa1ten" en Ed. Acad Ill ' , )-o.¡..I
f ) /•
';ipagogicas» iErdmann
/)12 CRITICA DE L.\ P.ZON PURA ~13

LontrillLanres, ) ello :,ol<imente del lado de aquel que torna la vez, y que le da confiünza en sí misma, el que pueda y deba
oiem1\'a. Los eo,pelt<idoreo,, ,d ver que cada uno, [.\7~l-l] [B8'.2:2] a ser ella misma la que eje!Ld esa disciplina, sin admitir sobre sí
:,u turno, ran p1 onto e:, \ enLedm, tan p1 onto es vencido, muchas otra censura; ) también, que los límites que se \e obligada a
\'eces se dejdll lle\ c11 por ello et poner en duLLt eo,cépticamente ponerle a su propio uso especulati\'o limitan también las pre-
el objeto mismo de la contrO\ e1 sia. Pew no tienen mOÜ\ o para tensioneo, sofístiLcts de todo adversario, y que por tanto, puede
dlo, ; baota g1 itarlc:s. 11011 dejewo11ów lJllJ tempw eget. Cada uno presen ar 11 "" de todos los at,tyues todo lo que pudiera restarle
debe co11duu1 :,u asumo directamente, es decir, mediante una todavía de sus anteriores exigencias exageradas. La utilidad
p1 u e La leg1tim,1 deo,\11 ullctda por medio de una deduccion mayor, y quizá la úmca, de toda filowfía de la razón pura, es
t1allo,Le11dernal de lu::i JuncLtrnentos de prueba, para que se vea por consiguiente sólo negativa; a saber, ella no sirve, como
t¡ue pueden <1dtlLir en :,u propio fm or sus p1ete110,1ones racio· organon, para el ensanchamiento, sino como disciplina, para
nales. Pues s1 su adversario se basa en fundamentos :,ubjelivos, la detet minación de los límites;; en lugar de descubrir verdad,
e:, ue1 uunente f,1Lil refut,u lo, pero eso no rrae ventaja alguna tiene sol.:i.mellle el silenLio00 méi ito de impedi1 Jo, errores.
para el dogmáuco, quien por lo común se atiene igualmente a Sin ernba1go, del.Je haber en ,iJgún lado una fuente de co·
las Cdli>a:, subjeti\'ct:, del juicio, y de la misma forma puede ser nocimientos positivos que pertenezcan al dominio de la 1azón
llevado pm su ctd\ etoario a una situación difínl. Pero si amba~ pura, ) que quizá sólo por equi\ ocación fA79li] [B8:2-±] den
pm lt'::i pwLeden sólo de maneta directa, o bien not,lrán por s1 ocasión para e!lores, pero yue en verdad constituyen lc1 meta
mio,mas la d1fiu1ltad, e indw,o la impo::iibilidud, de encont1ar del empeüo de la raLCllL Pues si nu fuese así, ¿a qué causa habría
el tít11lo [le"itirnatorio] de sus afirmaciones, y entonces podrán de at1ibuirse el anhelo mcunternble de llegar a desembarcar
alegai snla~1e11te ]d p1escripción [de la causa], o bien la ciitica en algún lado, más allá de los límites de la experiencia? Ella
descub111á taulmente la apariencü ilusona dogmát1La,} obhgdta so,pecha [que ha) allí] objetos que tienen para ella gran interes.
c1b1,1zón pma a deponer, en el uso espeuilati\ o, sus pretensio· Toma el camino de la mera especulación, para acercarseles;
neo dema::iictdo ele\ acL1s,; a recogerse dentro de los límites de pero ellos hu) en dllte ellct. Probablemente se pueda esperar
s11 suelo propio, a sc!Ler, de los p1incipios prácticos. que tenga mejor suerte en el único camino que le queda, a
saber, en el del uso praclllv
Emiendo por canon el wnjunlo de los principios a pnon del
mo coI1ecto de ciertas fauiltades de co110Limiento en general.
[.'l.1~1iJ [BxnJ
Así, la lógica general es, e11 su parte analítica, un canon para
Capítulo segundo el entendimiento ) paia la razon en general, pero sólo según
de la doctrina transcendental del método la forma, pues hace abstracción de todo contenido ...\sí, la
Analíricct transcendental er d el <:.<t11on del entendwuento puro;
b. C.\:\0'.; lJlc L\ RAZU~ PURA
pues ::iólo él es capctz de ve1 JMle1 os conoLimíemos siméricos

[:, 11101 t1hcado1 para lá razón humana que ellct no log1e

1Mdct en :,u tbO puro, v que mclw,o neLesite UllcL disciplina para
7169. Se hci suge11<lu conegn e>lcl Íl<be de 1J1<1llet,1 que quede:") que
poner LOlO a Slb exce:,os ) par<1 imped11 lcts rlusiunes que de poi t<1mo ellos [e, deu1, Iu, lím11t-,] pueden presenat» (>ugerencH ele
ellu::i le , ienen. Pe1 o por otrd parte e:, algo que la le\ anta otra lüi LemLem, 1ecug1clct pu1 Sdrnm!LJ.
IM' 1 \ 'il 'EL 1-(1\ \ff CRIT!Cfl DE LA Rl\ZO"- Pl'R-\

a_prz~n Pero no hay ningun canon alh donde


cognoscith·an~~s po~1ble
. El propósito último al q11e en último término se clirige la
mngun uso correcto de una facultad especulación de la razón en el uso transcendental 'ie rPfiere
se~n to~as las pruebas olí eciclas hasta al10ra ~ocloora 1e1:· a tJes ohjetos: la libertad de la voluntad, la inmortalidad del
miento smtético de lae ra;¿on . pura en su , l conoCI·
. alma, y la existencia de Dios. Con respecto a los tI PS. el mte-
enteramente im osible P ., uso especu ativo, es
del uso especul~tiv o di? ~~~~;~~lie~te,[no h] ay canon alg1mo
rés meramente e<;pecuhitivo ele la r;11:ón es mm esca<,O, y por
él clifícilmente se habría empt en elido un fatigo<;o trabajo de
dialéctico) sino que t el 1. . es e uso es enteramente
respecto ~acla más o ~ _og~ca transcendental es, en este investigación trame. que lidia con interminables obstáculos;
[B825] a~aso h . , que chsc1plma. En comecuencia, si [A797j porque de todos los descubrimientos que <,ob1 e esto pudiPran
ª),en general, un uso correcto de la razo· hacerse. no se puede hacer ningún uso que clcnrnestre su uti-
en cuvo ca , 0 el b ¡ t .. ' ' n pura, Jich1cl 111 conrrftn, es decir en la Íl1\·esti~acion de la natm<1leza
.· _ [ Je e 1a )f'r tamb1e11 un ra11on de ella éste no
re f enra a1 uso especulat·no, , smo
. so 1amente J , p - sr El que la voluntad sea libre, c;ólu puecle atañer a la cama
l a ra;¿on ' que ahorn' ,.a' rn os a m
. . a uso radico de
vest1gar. inteligible de nuestro q11e1er. Pue'i por lo que concierne a
los fenómenos que son las expre<;iones ele ella, e<; decir, a la"
acciones, una máxima fundamental que no puede <,e1 infnn-
gicla, y sin la cual no podríamos ejercer la razón en el uso
Sección primera del canon de la razón pura
empírico, nos indica que nunca debemos explicarlas ele otra
manera que (como explicammJ todoc; los demás fenómenos
DEL f!:'\ DJ lil!U DEL l'SO Pl'RO DE Ne TST RA RAZÓ:\ de la naturaleza, a saber, según la' le; es im ariables de ésta.
En segundo lugar, aunque se pudiera llegar a comprender
másUna del uso e~ la
allá propensió el e su n~tur~leza arrastra a la razón a ir
que el alma tiene una naturaleza e'piritual (; con ella. [se
uro . . expenencrn; a aventurarse, en un uso pudiera llegar a comprender] su inmortalidad), no se puede
~e to'd por m~d1_o de meras ideas, hasta los límites e'\tremos contar con ello, ni con respecto a los fenómenos de esta vida
o cononm1ento, v a no enco t 1. .
consumación de su cic'l · n rar_ eposo <;1 no es en la (como funcbmento explicativo [ele ellosji, ni [A7D9] [B827l 11
u, en una totalidad · t -·
sis tente por sí ·E t _ sis emat1ca sub- con respecto a la peculiar natm alez,1 del estado futuro; ·"
. e s e empeno 'e basa se l 1.
especulativo de ella se b _ b.· ._) ~mPnte en e mterés porque nuestro concepto ele una naturaleza incorpórea P'i
en su interés práctico?
' 0 ª 'ª mas 1en u mea · l ·
' ) exc usn amente meramente negativo, y no ensan( ha en lo más mínimo nuestro
conocimiento, ni ofrece ninguna mareria apta para [sacar l con
Ahora quiero dejar de lado la f
pura en lo especulativ . . ortuna que tenga la razón secuencias, corno no sean aquellas que sólo pueden valer por
bl o, ) pregunto solamente por los ficciones, que la filosofía, empero. no admite. En tercer lugar,
emalls en cuya solución comiste el fin último de el! . pro-
que e a lo alcance 0 no . a, ) a sea aun cuando se demostrara la e'\istencia de una inte\igenc ia
demás [fines] tienen sola;~e~~; e~e,s;l~~t~ea;nce~~l
[füD1] todos los
con la naturaleza de la _ 10s. e acuerdo ~---

' ' razon estos fines s d b 1-170. También podría entenderse: ··m' 'E' ¡rnede cont'11 con ello.
tener, [A 798] [B8'.2(j . ' _, . upremos e erán como fundampnto exp1irat1' o. rn con respecto a los fenómenm dP
. ' ) a su \ ez, 11111dad pa
JUntos aquel interés de 1 h .el el , ra promover todos esta' ida. ni con respecto a la peculrar natm aleza del e5tado futiu O"
. a urnam a que no est' b d. el
a nmgún otro superior. a su or ma o Los paréntesis en la fra'e «(como fundamento P'<plicat1' o [de ello'] "
son agregado de esta t1 aduccié>n
l~\'v\AC,l'f:l M'ff CRITICA DE L'°' RAZON PLRA

sup1 ema, si bien podríamos comprender en general a partir dado por la razón enteramente a pnon, y que no mandasen
de ella la couformidad a fines en la disposición y en el orden de manera empíricamente condicionada, :,íno absolutamente,
del mundo, de ningún modo estaríamos autU1iLados a deducir :,erían productos ele ld razón pma. Tales, empero, son las leyes
de ella ningund disposíuón ni mngún orden pár tícul.ues, ni a moiale.1; por tanto, sólo éstas pertenecen al uso práctico ele la
mferir los audazmente allr donde no se los percibiera; ya que es razón pura, y admiten un cdnon.
una regla necesaria del uso especulativo de la razón no pasar Por comiguiente, tocio:, los aprestos de la razón, en el rrabajo
por alto las causas naturales y no abandonar aquello acerca que se puede llamar filosoha pura, están clírigiclos, en verdad,
de lo cual podemos instruirnos por medio de la experiencia, sólo a los tres problema:, mencionados. Éstos, a su vez, tienen
para deducir algo que conocemos, de aquello que sobrepasa su propósito remoto, a :,aber, lo que hay que hacer si la voluntad
poi completo todo nuesrro conocimiento. En una palabra, es libre, si hay un Dios y un mundo futuro. Ahora bien, como
estas tres proposiciones son siempre tr amcendentes para la esto [..\801] [B82D] concierne a nuestro comportamiento con
razón especulati\·a. y no tienen ningún LbO inmanente, es respecto al fin supremo, [resulta que] el propósito último que
decu, [ningún uso] admisible con respecto a objetos de la al establecer nuestra ra¿ó11 tiene la naturaleza, que nos dota
experiencia, y por tanto [llu tienen ningún uso] que sea útil sabiamente de lo que necesitamos, está düigiclo propiamente
para nosotros ele alguna manera, sino que, consideradas en sólo a lo moral.¡¡;¡
sí mismds, son esfue1Los ociosos, y encima extremadamente Pero es necesario tener t autela para que. puesto que dirigi-
difíciles, de 11uestra razón. mos la mirada a un ob¡cto que es ajeno 1472 a la filu,ofia trans-
Sí, en comecuenci.l, estds tres proposiciones cardinales no cendental, no nos extraviemos en digresiones y no lesionemos
nns son nece;,arids para el Júber, y sin embargo la razón nos la uniddd del sistema; pero también, por orra parte, para que
las recomienda con tanto empeño, entonces la [...\800] [B828] no falten la distinción m la [fuerza de] persua,íón, si uno dice
unportancia de ellas debe de concernir propiamente sólo a demasiado poco de esta nueva materia suya. E,pero cumplir
lo p1altzw. con ambas cosas si me mantengo lo más cerca posible ele lo
Practico es tocio lo que es posible por libertad. Pero sí transcendental y omito enteramente lo que aquí pudiera ser
las condiciones del eJerc1cio de nuestro libre albedrío son psicológico, es decir, empírico.
empü rcds, la razón no puede tener allí ningún otro uso que
el regulativo, y sólo puede servir para efectuar la unidad de
l.J71. Como si d1jt>1a: «Lt natu1,tleta nos dota sabiamente de lo que
leyes empíricds; así, p. ej., en la doctrina de la sagacidad, la neces1t.imos; al dutan10:, de nue>lld 1,1¿ón, el p10pC»1to último de la
cornb1n.1ción ele tocios los fines que nos son propuestos por sab1d l1c1tu1aletd estU\U Jmg1do pwp1<lmente sólo a lo mo1dh.
nuestras inclinaciones en uno solo, la jéltúdad, y la coordinación 7.J72. Todo;, los conceptos p1dcllcos :,e dn1gen a objetos del agrado o
de lo:, medros pa1a llegar a ella, son lo que con;,tituye toda del de;,dgrado, es decir, del pL.u e1 o del d1;,pl,tcer; por tanto, al menos
Id ocupación de la razón, que por ello no puede promulgar mdnectamente, a objetos de nue;,trCl ;,ent1m1ento. Pero como este no
es Ulld facultad ele representac1on de la;, cosas, smo que está fuera de
otras le) es que las p1agmat1Cas del cumpor t,uniento libre para toda la facultad cogT10>ut1vd, ll'>lllL1 que lo:, elementos de nuestros
alcanzar los fines que los sentidos no:, recomiendan, y por tanto JUiuos, en Id medida en que estos ;,e 1efieren al pldcer o al displacer,
nu puede promulgar leyes pmas determinadas enteramente pe1 tenecen, pu1 tanto, d Id filuwhc1 p1 ,'ictica, ) no,¡] con1u1ito de tod" la
a pum i. Por el cont1ario, leyes puras prácticas, cuyo fin fuese filosofía tramc.endentd], la cual ;,e oLUpa :,ulamente de nmoc1m1emos
pu1os a pn.011. [Nota de Kant]
CRITICA DE LA R'\?Clf\ PI R.'.\

Y entonces ha; que notar, primero, gue por el momento libertad con respecto a los impulsos
aqt1f'llo que se llama . 1 con respecto a cau~as
me serviré del concepto de libertad solo en sentido práctico, - a o;u vez natm a eza, d
sensible-;, no sera' - t º eso no nos irnpmta na a
y que deJO de lado, por haberlo tratado más arriba, el [con- · eo; \ 111 as ren10 a~, ·
eficientPs supenor / ' la ra?ón solamente con
cepto de libertad] en s1g11ificado tramcendental, [concepto] - - d de interrogamos a ' ' _
en lo practico, on to ] dLe 1 a con dicta sino que eo; unc1
que [.·\80'.2] [B830] no puede ser presupue<>to empíricamente 1 ' ,
respecto al jneffjJf(I [rec r l 1· e podemoo; deja1 de ladn
como un fundamento c!f· e\ plicación de los fenomenos, srno .- ente especu a iv a, gu .. P
cuest1on meram '. _ . d" .. .Ja al hacei u onlltll 01
que es, él mismo, un problema para la razón. Cn albedrío t · tencwn esta 1ngH1<
euando nues ra m 1 l"b t d práctica por e-.::perwncia,
es meramente ammal \lllb1tr111m brutum) cuando no puede . . . iocemos a 1 er a , 1
consiguiente, cor
-;as natura eo;, asa
1 ber [con10] una cal!'ª i-
,
se1 determinado de otra manera que por medio de impul<;os d l 1
como una e ª'cm '· . . - ¡ ¡~ voluntad m1ent1 as
sensible-;, es decir, patológ1ramente Pero aquel que puede se1 - ¡ determmac1on e e " '
dad de la razonen a l e u11a mdependPnoa de
detet mmado independiPntenwnte de los impulsos sensibles, t cendenta e-xw
nue la liberta d ra1!'s t ': a la causalidad de ella,
) pm tanto, por medio de rnó\ iles gue sólo son representados 't _ . 1H (en Jo que a ane' ,
e<;ta 1 azon misma f , especto de todc1'> las
por la lilZÓn, '>e llama hh1e olbedrw (01b1tmm1 hherum); y todo ·e de enorneno~11 1 ·
de comenzar una sen . t l mundo <;ensiblc. \ en
lo que esté en cone-xió11 ( 011 este, ya sea como fundamento o · t pertenec1en eo; a
causas determman es . la le\ dP la naturale7<L \
como ( onsecuencia, se clPnomma p1árt1r(I La libertad práctica · en' ser contraria a ' 1
consecuencia, par . . "ble ven consecnenoa sigue
se puede demostrar por expenencia. Pues lo que determina el
albech ío humano no es solamente aquello que Pstimula, es de Por tanto, a toda hl
experiencia pos1 h' lema no se le plantea a
Pero este pro '
siendo un pro ema . consiguiente en un canon
en, que afecta inmediatamente ,1 Jos sentido<>, sino que tenemos -
la razon en e uso
1 práctico· v por
,,
L '
l ente ele dos cue<>t10ne"
una facultad de sob1 epone1 no', mediante 1 Pp1 Psentaciones de - ocunamos so am
de la ra70I1 pura nos r • . d la I azón lrn1 a, \ cnn
lo que es beneficioso o per jud1ual aun de manera más remota, . 1 ·nterés practico e ' ' -
q ue conoernen a l l I 111 canon del uso de ella.
a las impresiones [ejercidas] sobre nuestra facultad apetitiva 1 el be ser pos1) t> t '
respecto a 1ascua es e . l· f tira? I a n1Pst10n cit.
<;ensible. Pero esas reflexione<> rrcerca de lo que es digno de ser . , Di 'cHav11nav1ca u t ' ~ .
a sabe1: eHa) un .os. . -)lo al '>aber eo;¡wc11lat1\'o,
apetecido en atención a todo nuestro estado, es decir, [acerca , d ntal conoerne se '
la libertad tramcen e d eilterarnente ind1fe1e11te,
de] lo que es bueno y prove< hoso, se basan en la razón. Por el ·ar de 1a o com 0 '
\ la Pº demos eje d l pra' ctico· v sobre el 1a se
eso. ésta promulga tambien le) es que son imperati\ os, es de- ' [ ºO l] {Rín')] se trata e o ' ·,
cuando Ao - ',- . licación en la Antinomia de
cir, le_ye5 de la hhntad objetiva o;, gue dicen !o que debe arontem, puede encontrar sufioente e-xp
aunque qui?á no acontpzca nunca;) así se d1strngPn de las le¡n
la razón pura
de la 11at111ale:.a, que tratan sólo de lo qur arontrrr; por lo cual se
llaman también le)eS prácticas '+ 7 <
[,\803] [B831] Si acaso, empero, la razón misma, en es-
tas auiones por las cuales prescribe leyes, no está a su vez
determinada por influjos que Je vienen de otra parte, y [si]

------- «e"\.1ge que


esta iazón misma sea mdepPn-
' ( e
1-173 Probablemente ha; a que entender aquí «po1 lo cual aquéllas l f7-+ Ha; que entende1
se llaman tamb1en leHs prác'1ra'"
diente».
820 CF{!f!CA JE ,_A R-\20'\ PL RA. 821

Sección segunda del canon de la razón pura La segunda preguntd es meramente pi áct1ut. Como tal,
puede, ciertamente, pertenecer a la razón pura; pero entonces
DCL JDL\L DLL l:l!E:\ ~l;l'RL!l!O C0'.\10 Fl >.'DA'.\11:,'.\TO no e:, transcendental, sino mm al, y por tanto no puede, en sí
DL DL!Llüll>l_\C!U>I ])t_L !!'.\ l'U'li\10 DEL\ R\ZO'.\' l'CR\ mi:,ma, dar ocupacion a nue~tra crítica.
La tercera pregunta, a saber: si hago lo que debo, équé
La raLón no:, condujo, en ;,u uso e;,peculali\ o, por el c<tmpo puedo entonces esperar' es práctica ) teórica a la \ ez, ele ma-
de 1'1s e;,.perrencia;,; y como tampoco allí se put:de encunt1ai nera que lo pr cictico sólo conduce, como un hi!,) conductor,
nunca plena ;,at1slacc1ón pa1a ella, [nos co11clujo] de allí a las a la respuesta ele la pregunta teórica, y si ésta alcanza ma¡ or
idea::, especuLití\ a::,, que al fin, ernpe1 o, nos condujeron de elevación, [a la respue:,ta] de la pregunta especulativa."'; Pues
vuelta a la experienci<t, ) a;,í L urnplíeron ;,u propfoito de una todo ljpel(Jr se dl! ige a !<1 felicidad, y es, con respecto a Jo
manera que :,1 bien era util, 110 couespond1a, empe10, a nue;,t1a práctico y a la ley moral, preci,amente lo mismo que el saber
expectatI\ a. r\hora sólo no:, quedü un ensayo por hacer, a saber: v Ja lev de la naturaleza -,011 con 1es pecto al conocimiento
[H·ij ;,i t.unlHen >e encuenua razón pma en el uso piáctico; teórico' [A80b] [B8:-l-l J ele b:, cosas_ :\qué!¡,-,, desemboca, por
::,i en el, ella [no;,] conduce a las ideas que alcüncen Jo;, fines último, en Ja conclmion de qm- algo (que determina el ultimo
supiemo:, ele la razón pu1.t, que acübamos de indicar;) [vei] fin posible) e.1, porque algo debe acontelCt~ éste:< 77 [desemboca en
;,1 esta, cle,de el purnu de\ isla de :,u interé;, prkt1co, no pod1á la conclusion de] que algo (que opera como causa suprema)
utu1garnu;, ¿¡¡_.¡ uello que nos niega por completo con respecto e.1, porque algo acontece.
al [mler é;,j e;,peculati vo. La felicidad e:, la sati:,facción de todas m1t:»tra;, inclinaciones
Todo interés ele mí razón (tanto el especulativo, como el (tanto exte!l.lll't, en lo que se refiere a la multiphciclad de ellas,
pr.-íctíco) se reúne en la:, l1es preguntas siguientes: como mtewwe, en lo que ,e refiere al grado. como también
[A8lL!] [B8:J:Jj protenswe, en lo que se refie1 e a la duración). A l<t ley práctica
l) ¿ Qjlf puedo .wbn? que nace de los móviles de la fd1cidadla llamo pragmática (regla
2) ¿ Q!d debo haw? de la sagacidad); pero a aquella -en la medida en que ha) a
3) ¿Q!ié puedo eJperai? alguna tal- 1' " que no tient> por móvil nada más que [alcanzar]
La primera pregunta es meramente e:,peculativa. Hemos el merecimiento de serfehz, la !ldmo moral (ley moral). La p1imera
agotado \me ufano de ello) tocias Ja;, respue;,tas posibles para aconseja lo que hay que IMce1 o,i queremo~ ser partícipes de la
ella, y finalmente hemos enconl1ado aquella con la cual la felicidad; la :,egunda mandd cómo debemos comportamos, sólo
ra¿o1~ se debe contentar, y con la cual tiene también motivo para ser dig110s de la felicidad. La primera se basa en principios
para cuntenta1,e, :,i no atiende a lo p1áctico; pe10 quedamos
tan lejo:, de los do, grande:, fines a los que estaba propiamen-
te di1 igido todo e~te empeüo de la ra¿ón pura, como si, por 7./75. Como >I d!Jt'Id «;,ólv conduce, como un tlllo conduLL01, a la
1e;,pue;,t,1 de la p1egunta teó11la, qt1e :,e \Uehe una p1egunta e:,peu1-
de:,gana, nos hub1ésemo, negado desde el comienzo a hacer lau\ a cudndo alc,1nza l11d) 01 ele\auón».
e:,e trabajo- Pur consiguiente, si se Lutta del sabe1, al meno;, es 1./76. Hay que entender: "el e>petar>>.
::,eguro, y queda estableCJdo, que en lo que toca a aquello:, dos 1./77. Hd) que en tende1: "el saber».
p1oblcmas nunca podremos obtenerlo. 7./78. Lo, guiones en la frase «-en la medida [... ] alguna tal-» son
agiegado ele e;ld t1aclucuón
lRITJU\ DE LA Ri\70\ PI R \ 823
822 IMMJ\M íl 1<1; 'ff
mtematJCa] moral, m1ent1 as que la umdad <;1stemat1ra de'¡~
empmcos, pues SI no es por med10 de la e'Cpenenoa, no puedo nat1m1leza ff{!Jlll p11nn¡no1 e1¡iewlaf11101 dr la w:on no pudo ~
sdber cuales son las mclmac10nes e\.Istentes que pretenden ~
uemo<; t l 1 , ''' pornue
rae' -1 Id ¡,t?on twne, s1, c;111salidc1rl con te
ser <:atisfechas, 111 cuales <:on las causas naturales que pueden iecto a la hbe1 tad en gene1 al. pero no [la tiene! l on re'ipN to a
operar la sat1sfacc1011 de ellas I a c;egunda hace dbstracc1on de ~oda la natur ale?a, \ los pnnop1os morale' de Ja raznn pueden
la<: mclmac10nes \ de lm rned10s natmdles de satisfacerlas,\ rodunr ciertamente, acciones hb1 es, pe1 o no [pueden produ
cons1deia solame;Jte la libertad de un ente ranonal en generaÍ P ] le\ es de la natu10le7a [A808] [B8i(il fn con'.ecuencia lm
\ la> condioones neccsanas >olo bctjO lac; cuales ella concuerda º1\nop10'> de la ra?on pura en c;u uso p1dctJCo -pnc1<,amente
con la d1stnbucion de la fohurlad segun pnnop10s, 1·-" \ por ~mpero, en el uso moraJ-1'' t1rnen realidad objelt\ a
consit,'LHente, al menoc; puede bac;arse en meras ideas de la razon Llamo al mundo, en la medida en que sea con!m me a
pura, ; ser cononda a pr11m todas las Je\ e' morales (como puede serlo, de anwrclo con la
[A807] [B83 'ij Supongo que eirctn amente ha\ leyes mo libertad de (os seres ranonales, ; como debr serlo ele acue1 do
nles puras que determman enteramente a pnorz (srn tener las le" es neces¡¡nas ele la m01ahdarÍ' un mundo mm al A <;J
cons1deraoon por mo" ilec; empmcoc;, ec; deor, por la fehndad) cont d lo se lo piensa <;o]arnente corno un mundo mtehg1hle
en en 1c , d , f , \
el hacer \ el om1t1r. es decir, el uso de la libertad de 1111 ente or ue alh <:e hace abstracc1on de toda e; la<: con inom.., '11H '1
racional en general, \ que esac, leH'<: mandan abr;olutanunte ~el~ mora ltdad \ aun de todo5 los obstdrnlo' !que se opnncn]
(Po de manera meramente h1potet1ca ha10 ]d pre<;uposic10n de , 1 lcJrb1hdad o corrupoon ele la naturalew
a la mor,t 11c' 1 el rn P 1 el
otros fines emp1ncos) y que pnr consigmente <:on necec;anas humana) En e.;;a mecl1da, el e..,, pues, una mera ideil, pe1 o J ea
desde todo punto de v1<-ta Lc;ta propoc;1c1on puedo, con 1mt1C1a, ct1ca que puedP \ debe tener efect1\ amente su mfltl)O 'obre
presuponerla, no solo apel,mdo a las demostrac10nes de los ~~~nund,o sensible, para torna1 lo a e<;tP tan conforme a cs01~lE·a
más e<:cldrec1dos moralistcts, smo [apelando] al JlllClO moral como <;ea pos1 ble L
a 1de0 de un mundo mm <1 l tiene, por t
' 1, h
'ºJ
ele todo ser humano, SI el <-e a\ 1ene a pensarl+"' d1stmtamente realidad objetiva, no como si ella se refinera a ~rn o JPto e e
una lev tal una mtmoon mtehgihle (que no podemos comeh!f, <:mo [como
La razon pura contiene, p11r<;, no en su uso especulativo, do sensible 1)eto [entendido] como un
<;¡ se re fi nercal al Inlln ' [
pero s1 en un cierto uso pra( tico, 'c;aber, en el uso moral, pnn ~b eto de la razon pura en el mo practJCo ele ella,\ como s1 ',~
c1p1os de la prmb1/zdad de la e\pmmrw, a saber, [pnnc1p1os] de reAnera a] un co1p111 rr7}ít1rnm de ]o<; sere<; raoonales en el
aquellas acc10nes que, de acuerdo con loe; preceptos morales,
pod1 zan encontrarse en la lmt011r7 de la humamdad Pues como
ella manda que tales [acc10ne<,] deben acontecer, ellas deben ------
poder acontece1, \ debe ser posible, por com1grnente, una 7481 Tamb1en podna entPnde1se «rn1entra5 quP !.1 umdacl '1<-tenJ<1l1c ~
de la naturale7a no pudo se1 derno>ti acL1 <rpm pn,1nprn1 nprw a/1 n
particular especie de umddd s1'itemat1ca, a saber la [umdad
de la 10:n11» [ ] 1 ,0 n
7482 Lo' gmones en la fiase «-p1ec1<;amerte uso 11101,1 -
ao1 euado de e<;ta t1 aducc1on
7479 Tamb1en podna entende1se <ella conc11e1d<i <;egun pnnc1p10< 1ÍBJ Ha\ que entende1 «no como <;! "'ª ide,1 'e i el111e1 ,1'
ron la d1stl!buc1on de la felind 1d» 7481 Qmza pueda entende1'e tarnbwn «\ [entendido como] un rmp111
7480 Tamb1en podna entende1se wie todo ser humano, mando el my<lzrum de los ,e1es 1<1c1011<Jles en el>
qu1e1 e pensar»
CRÍl IL,., DE LA R.'.\ZON PUR 'I

en la medida en que el libre albedrío de ellos, 1" ' ' bajo leyes cual haga lo que debe, e~ deLir, [se basa en la condicion] de
morales, tiene en sí mismo i11tegTal unidad ~isternática, tanto que todcts las acciones de Jo~ seres racionales acontezcan corno
consigo mismo, corno con la líber tad de cualquier otro. si procedieran de una voluntad suprema que abarcase en sí, o
Esa fue la respuesta a la primera de las dos preguntas de bajo sí, todo albedrío panicular. Pero como la obligatoriedad
)d raLÓ!l pma que concie111e11 al interés práctico: Ha¿ aquello que procede de la ley moral sig11e siendo válida para el uso
poi lo wal te to11teJ dtgno de [_-\t)OU] [B8~i7j w fe!t::.. La seg1mda particular 1'''' que cada uno haga de la libertad aunque otros
pregunta es: éacaso, si me comporto de tal manera que no soy no se comporten de manera adecuada a esa ley, resultd que ni
indi§l,110 de la felicidad, puedo por ello esperar ser partícipe de por la naturaleza de las cosa~ del mundo, ni por la causalidad
ella? La respue~ta a esta [pregunta] depende de si los principios de las acciones mismas la relación de ellas con la moralidad,
de la ra¿ón pura que p1 escriben a p1 w11 la ley conectan con está determinada la 1elacion que las consecuencias de ellas 1187
ella de manera necesaria también esta esperanza. tendrán con la felicidad, ) la mencionada conexión necesaria
En comecuencict, digo: que a~í como los principios morales de la esperanza de 5er felu con el incesante esfuerzo por hacerse
son necesarios según la r.1zón en el uso practtw de ella, igual- digno de la felicidad no puede ser conocida por la razón si por
mente nece::,ario es tctmbién, según la razón, suponer en su fundamento se pone mera naturaleza; sino que [esa conexión
mo tcólllo que cada cual tiene motivo para esperar la felicidad necesaria] sólo se puede e,perar si una razón suprema que mande
en la misma medida en que se ha hecho digno de ella por su según leyes morales es puesta a la vez por fundamento, como
comportamiento, y que por co11siguiente el sistema de lamo- causa de la naturaleza.
ralidad e::,tú enlazado i11(foolublemente con el de la felicidad, A la idea de esa inteligencia en la cual la voluntad moral-
pero sólo en la idea de la razón pura. mente más perfecta, enlazada con la suprema beatitud, es la
Ahora bien, en un mundo inteligible, es decir, en el mundo causa de toda felicidad en el mundo, en la medida en que esta
mor,d, en cuyo concepto hacemos abstracción de todos los está en exacta relación con la moralidad \[entendida] como el
ob~taculos [que se oponen] a la moralidad ([obstáculos] de merecimiento de gozar de la felicidad), la llamo el ideal del bien
la~ inclmaciones) se puede pensar también como necesario supremo. Así, pue~, la raLón pura sólo en el ideal del supremo
tal sistema de la felicidad proporcionalmente e11lazada con la bien originarw puede eucontuu el fundamento de la cone)..ión
moralidad; porque la libertad, por las leye, morales en parte prácticamente nece::,aria de ambos [A.81.l] [B83U] elementos del
1mpubada y en pd1te 1e,llingida, [es] ella misma la causa de bien supremo derivado, d sctber, de un mundo inteligible, es
Lt um\ e1sal felicidad, J por consiguiente los seres racionales, decir, [de un mundo] mu1al. Ahora bien, como, por medio de
bajo Id dirección de tales principio~, serían ellos mismo, los la r,1zón, debemos repre,entanws a no~otros nece~ariamente
autoll', Je su p1opia bienaventmctnül dmadera, y a la vez, de la como pertenecientes a ese mundo, aunque los sentidos no nos
bienavenmranza duradera de los otros. Pero este sistema de la rep1esenten nada más que un mundo de fenómenos, [resulta
rno1 alidacl que ~e 1ecompen,a a ~í misma es sólo [A810] [B838]
una idea, cu) et realización se b<1~ct en la condición de que cada
7.f.86. Como s1 dijera: «Pe10 wmv l..t ley moral 01gue >1endo oblígawna
para el uso particular».
1-185. Ou1Lá se,t LOnveniente entender aquí: «el libre albed1io de cada l.J87. P10bablemente h.Lb1á qL1e entender aquí: «las consecuencias
Lmo de ·;;Üos». de esas acciones".
CRITICr\ DE LA R,\ZO"- PURA 827
826 li'lMA'füEL KANT

que] deberemos suponer que aquél es una consecuencia de . 1 b. no del bien supremo, lo llamó Le1bm::
m01alesdb<l1Jn e go ielor distinguió del remo de la natura/r¿a, en
nuestra conducta en el mundo sen5ible; 14 ' ' v como éste 1w' el mno e a f!,raoaº ) 1
no nos ofrece tal cone-xión, [deberemos supo;wrlo] rnmo nn el uc ellos ~stán sujeto5, cie1 tanwnte, n le) es morn es, pero
mundo que para nosotros e~ futuro. Por consiguiente, Dios) )~s cnin oti as consecuencias de s11 conduela que las que se
una vida futura son dos pre'rnposiciones que, 5egún p1incipio1 1ll Pd l d la naturaleza de nuestro mundo sen51ble
·guen e curso e ' . d d
de la misma razón pura, son mseparables del mandato que la ~~or consiITT.iiente, vernos en el reino ele la giaoa, don e tot a
0 1 medida Pn qne noso ro'>
razón pura nos impone. fell. e~id ad nos esr)era, excepto en• · a · - e
ella por no s r
La moralidad, en sí misma, constituye un <;i5tema; pero no mismos limitemos nuestra part1c1paoon en . l
la felicidad, excepto en la medida en que ella sea repartida de dwnos de ser felices, es una idea p1ácticnmente necesana e e
o
manera exactamente prnporcmnal a la moralidad. Pero P50 5ólo
es posible en el mundo inteligible, bajo un sabio Creado1 ) la r~1~nÍcves
prácticas, en la med1dn en que a la vez llegan
Regidor. La razón se ve obligada a suponerlo a éste, junto con .f
clamentos subjPti\ 05 de las nccione'., es rleor. len la
la vida en ese mundo -que no';otro'i tenPmo'i que comiderar a se~id~ne~ ue llegan n sel] principios subjetn os, se llnma n
como futuro-"' 1' 1 o bien [se obligada) a considerar las leyes ~~~,wnm. Laqevahianón de la moralidad, según la pureza e;h1 el;
mornles wmo fantasía<; vncía'i; porque sin aquella presupmi· v sus consPcuencias, se hace 5pg1m idt111; la ob1crvanrza e as
ción deberfa quedar anulada la consecuencia necesaria de ellas, Í es de ella serun má,, 1ma1. .
que la razón misma conecta con ellas. Por e<;o también cada
ey , .o tod') el curso de nuestra vidn esté sujPto a
Es necesario qne '- . ·
iinnosible que esto ocuna, 51
uno ve las leyes morales como mrmdam1entos, lo que no podrían maximasmorales,peroa 1a\ezes r .el _11'"
ser si ellas no conectaran a p11on con su regla consecuencias . - no conecta con ]n lev moral -que es una mera I e~
la I azon fi . te que dete1 mine, par<1 el cornportmmeuto
proporcionales, y por tanto, si no llevaran comigo promrws una causa e 1c1en d t le
y amenazas. Pero ellas tampoco podrían [A812] [B840] hacer ll i in¿ un resultado que correspon a e-xac amen ,
confo1 me a e a, 'd , lA8 l3] [B8 11] otra, a nuestros fine<;
esto, si no residieran en un ente necesario, [entendido] como ) a sea en esta \ J a, o en . . el
el bien supremo, que es el único que puede hacer posible tal más elevados. Por consiguiente. sin nn D10s y srn un nrnn 1o
unidad funcional. que ahora no es visible para nosotros, pero qt~e esper~m~s~ ~;
Al mundo, en la medida en que en él se atienda solamente marrníficas ideas de la moralidad son, por oerto,_ ~ Je ·ºde la
a los seres racionales y a la interconexión de ello5 según leyes elo~io )'de admiración, pero no motores del propos1tol) todo
.ón porq11e no co1mean todo el fin que es natura a
0
.
:~:c:ac~io~al, [fin) que es necesario )' que está detennurndo a
• !.J-l){
7488. Ha~ que entende1 · «deberemos suponer que ague! mundo piwrz por la razón pma m15ma.
inteligible es una consecuencia de nuestra conducta en el mundo
sensible». Pero también pod11a entenderse: «deberemos >u poner gur
aquella conexión necesaria es una ronsPC"l!encia de nuestra conducta 1497 Los g1.11~nes en la frase «-que es una me1;:r idea-» son agreg0dn
en el mundo sensible». de psta t1 aducción ¡
7489 En el origmal: «como éste»; la c-on¡rmc1ón «V» es agiegado dr 7492 H;:rv ue entende1. «conforme a la le¡ mo1a"
Ed. Acad. ' ' e ' . , g, d 'a entf'nde1 <;e «DO colman tocio el fin que para
7493. Tamb1en po n d hnalmente 1 está determmado
7490. Los gi.11ones en la frase «-que nosotros [ .. ] como futuro-» son todo ser iac1onal está detenrnna o na , ,
agi egado de esta traducción a p11orr por la iazón pma rmsma, \ es necesano».
c_hl 1•c~ Ol:: LA Ri\Z01' PURI\

Lt sol,1 fehuddd esta ICJOS de ser patd nuestra razon el com s1 misma, 1 ' 1 per t1 echaclc1 LOn toda la suficiencia de una calba
plt to bien fll,1 no l,t aprueba 1po1 mucho que Lt mt lrnauon la su pierna, ele acue1clo con l<t ma,, perfecta confonmdad a fine,,
dec,pe 1 s1 no esl.1 uu1da dl mereum1ento de ser tel1.1:, es deor funda, conse1 \a\ ejeulta el orden Ulll\ ersal de !cts cosas el cual
et lct cundrn ta mm ,dmulle buena Ld Sc)ld moralidad, ) con [orden], empero, nos e,,ta muv oculto en el mundo sen:,rble
ella d ,u!o 111uu11111wto de :ier feJ¡¿ eslct Ldrnb1u1 lejos de ,,er Esta teolog1a moral tiene sobre la especulatt\ a la peculiar
el e omplelo bien P,u d cornpletctrlo a este, aquel que no se ha \ent"Jª de que ella urnduct- mtahblemente al concepto de un
eompor tctdo dt: 11lcmu,1 md1g1M ele ld h::l1uddd debe poder tene1 Ente ongmct110 umw pi /1w1w) raciona~ [concepto] que la
Id es pu ci!lza de llegd1 d :,er pa1 t1upe de ella N 1 ld 1111:,ma razon, teolog1a especul,lt1\ a m s1qme1d nos mdua a partir de funda
lib1 Pele toda mtenuon pi!\ cidc1 puede ¡uzgai de otro modo, s1 mentos objetl\ os, 1" \ del que mucho menos puede wnit1Ue1
dlct ,m considu,n nrngun mteres p1op10, se pont- en el lugar no; u" Pues m en !el teolog1d tran~Lendental, m en la natural, por
de u11 su qtw tu\ 1c1 et que refMl lll a otros tod.1 lct td1uclad, pue::, mu) lejos que la iazon no;, lleH en ellas, encontiarnos mngun
en la Hit a pr ac tILct las dlJS p1ezcts es tan enlazadds esenualrnente, fundamento s1gn1ficctt1\ u para "u poner solamente un umeo ente
aunque ele t.d mane1 <1, que b d1spos1uon m01al del ammo, [A8 l.J] [B8 ±i] que ,mtepong,tmm a todas !ds causas natmale~ \
u>mu condiuon, es lo que pnrne1.unente !Mee po-,1ble Id pdr [que sea tal,] que tengclrnm ,,¡¡fiuente moti\ o para hacer depen
tiupctuon en le! feliuclad ) no es que, al reves, !d perspect1v<t der de el, a id vez, tudds e:,t,t5 causds, en tocio respecto 1' 1 Por el
de leliuddcl h"ga posible !et d1splb!UOn moral del ammo Pues contra!lo, s1, de:,de el punto ele\ 1std de la umdacl moral, como
en e;,le ultuno cdoO elb no seua 11101,t\, '" ) por tanto [A81+] [;,1 fuera desde] und le) necesarld del ltl11\ erso, cons1cle1amos la
1B8+2] tc1mpoco suld d1g11,1 de Id completa fehucLtd, que no muca cctu:,d que pod1ld cldde a esta una efiLaLid ddeulddd, 1 y
1 e conoce ante ]d razun, ot1 a hm1tauon que la que pro'\lene
por tanto [que podna dadeJ tarnb1en fuerzd de obhgauun para
de nuestl et pr opta concludd cont1ai1a a Id mm al nosotros, re:,ulta que [esa causa] debe 5er una umca \ oluntad
Poi e on:,101uente !et felicidad, en la exdcta mecl1cla de la ,uprema, º' que abarca en s1 toclati esas le) es Pues e como
b

111 0 1 ,¡\iclld de los ::,erE.s rcluonales, p01 la cu,tl ellos son d1g110s
podndrnos encontrdf en d1fe1 entes \ oluntades una umddd
c!L t>!lcl e::, lo rn11co c1ue comt1tu\ e el bien supremo ele un mundo perfecta de lus fines' Eoct \ ulunt<1d debe ser ommpoterne, para
en ti qut debemo::, 111stdlarnos, segun los preceptos de lci razon
pu1a, puo p1c1d1L.1, el uütl, ciertamente, es tiolo un mundo
rntehgible, ) a que el mundo ;,em1ble no nos p1omete que la l.f-96 Tclmb1en pod11d ell[endet 'e <[bien sup1 uno ongma110] en el
natrn ,deZcl de !<ls cosa> tengct la 1111smd umcl<td o,1~ternatILct de que una IctlOn ,,ub;,ustente por :,1 misma»
lo::, fines [mundo] Ul)ct 1ecthdctd 111 tawpoco puede funda1se l-J97 1,unb1en pod11a entenclei:,e nte uugmanoj que la teologia es
de otia nhmerd que sob1e Id p1esupos1uon de un bien wpre pecul<ttn a m ;,1qu1e1 a no:, l!ldtca a pcu tn de fund,u11ento;, objetl\ os»
rno ougmcU10, [munclu] en el que una ia¿on subsistente p01 7-J98 Qmz,l ha)a que entender aqm ") de CU)ª efectl\a iec1lrdcid
mucho menos puede w11u1ue11wJ con luncl,11nento' obJelJ\ os,
/-J99 L1te1almente «) del l ud tu\ 1eramos sufiuente motn o para
hace1 depend1erues, <l la\ ez, toda:, e:,tas cau'd' en todo iespecto »
/ t'J ¡ f, cku1 en e;te ullnno ca;o !el d1,poo,1uon del animo no ;,e1 ia IJOO Ha) que entende1 «l,t umc,1 um,a que pod11a dalle d esta le¡
11101 dl
una ehcauct adecudda»
1-l'JJ 1,1mb1en pod11a entencle1se [u1mlcld ;,1stemat1ca] CU)'l ieah 1:>01 T<lmb1en puede entenderse « esulta que debe habei una urnca
dcld 1oluntad suprema»
IMM1\ 'il!El f\J\NT CRITICA DE lA RAZÓi' Pl:RA

que toda la naturaleza v la referencia de Pila a la moralidad en conectados o pnnn con la posihilidad interna de la~ cosas; ¡
el m:m~o.le estén sometidas; omnisciente, para que conozia con ello [conduce] a una teolngw t1mnrrndrntal que toma por
lo mas 111tnno de las ffr;po5ic10nPs del ánimo v el valor moral principio de la uni<lad sistemática al ideal de la suma perfec-
de ellas; omnipresente. para que esté inmedÍatamente ceica ción ontológica, el cual [p1 i11cipio] conecta todas las cosas
de toda necesidad requerida por el sumo bien del mundo: I"" seg1m leyes de la naturale?a universales v necesarias, porque
eterna, para que en ningún tiempo falte esa concordancia de todas ellas tienen su origen iin• en la necesidad absoluta de un
la naturaleza y la libertad, etc. único ente originario .
.Pero. esa unidad 5istemática de Jo5 fines en este mundo de ¿Qué urn podemos hacer de n11est1 o entendimiento. m
las mtehgencias -el cual, aunque como mera naturaleza sólo duso con respecto a la experiencia, si no nos proponemos
pueda llamarse mundo sensible, como sistema de la libertad fine<;) Pero los fines má'i eleYados son los de la moralidad, y
empero, puede llamarsP [mundo] inteligible, es decir. mund; éstos sólo la razón pura puede darnoslos a conocer. Pero [aun]
moral (regn11m gmtwr)- 1'Pl conduce infaliblemente también a pro\·istos de éstos, y siguiendo la guía que ellos nos dan. no
la ~m1dad de todas las <osas que constituyen este gran todo: podemos hacer, del conocimiento de la naturaleza. n111gun
umdad conforme a fines, basada en leyes universa!e 5 de la uso conveniPnte con respecto al conocimiento.' "11 • allí donde la
naturaleza -así como la primera [unidad] se basa en le\€s naturaleza misma no [A817] [B8 Lí] ha introducido una unidad
umversales
_ . ,v necesarias de la mora1-1s"' )' re·une ¡a razon
,· conforme a fines; pues sin ésta no tendnamos ni siquiera 1 azon
practica. con l.a especulativa. Se debe representar al mundo alguna, porque no tendríamos ninguna escuela para ella, ni
como [s1 hubiera] surgido de una idea [A816] [B8HJ si ha ningún cultivo [de ella] por medio de objetos que ofrecieran
d~ concordar con aquel uso de la razón sin el cual nosotros la materia para tales conceptos. Pero aquella unidad conforme
mismos nos tendríamos pot indignos de la razón, a saber. a fines es necesaria, y está fundada en la esencia misma del
c~n el uso moral, que se basa enteramente en la idea del albedrío; y ésta, entonces, que rnntiene la condicion de la
bren supr~mo . .Mediante ello, toda investigación de la natu- aplicación de ella in ronrreto, debe serlo tambit>n; ;,,- y as1 la
rale~a reobe una dirección [que apunta] hacia la forma de
~n. sistema de los fines. v en su máxima extensión se vueh·e
f1s1co-te.ología. Pero ésta, habiendo partido del orden moral 7505. P1obablemente haya que entPnder aquí «porque todas Ja<; ro<;as
r.entend1doj como una unidad fundada en la esencia de la tienen su origen»; pero también podría entender<;e «porque toda> las
libertad Y no contingentcmente instaurada por mandamien- leye> lienf'n su 01 igen».
7506. Según Heimsoeth, este «uso comeniente con respecto al co-
tos externos, conduce la conformidad a fines, [propia) de Ja
nocimiento» consi<;te en «la nwestigación de le;es ; de 5isternas de
naturaleza. a fundamentos que deben estar inseparablemente leyes según el hilo conductor de las idea' especulativas». Así, hi guia
snrninistiada por las ideas prácticas se snpe1pone a la guía pHJ\ ista
75 por J;¡s ideas de la rnzón Pn su nso teó1 ico (HP1msoetlr 7imm:mdentolr
02. dCodrno
SI dijera: «pa1 a que preste inmediata asistencia a toda D111/rkt1k p. 772). Tamh1én pod1ía entende1»e «no pndt>rno' hace1. del
n~ces1 a ex1g1da poi el sumo bien del mundo». conocirrnento de la naturaleza, nmgún uso te leo lógico con i especto
7:J03. Los guiones en la frase «-el cual, [... ] (regnum gmtwe)-,, son al conocümenlo».
agregado de esta traducción ' '
7 7507. P1obablemente h<1; a qne entender: «la unidad confo1rne a fines
504. Los guiones en la frase «-tal corno [ J universales\ necesa1ias-" mm al es es necesa1rn, \ está fundada en la esencia misma del alhed1ío;
son agi egado de esta traducción. por consiguiente, tamhién es necesa1ia la unidad conforme a fines dP
CRITICA DE LA. RALO\ PLRA
832 833

elevacwn transcendental de nue~lro conoum1ento 1ac10nal poi el [concepto] correcto, no porque la razon especulatn a
no su 1a la cdusa, s1110 solo el efe do de la confor m1ddd a fines nos ha; a con\ enudo de ,u e\.dct1tud, smo porque [ese con
pi act1ca, que la razon pura nos impone cepto] concuerda perfectamente con los pnnc1p10s morales
p 01 eso, encont1drnos tambren en ld h1stona de la razon de la razon Y as1, finalmente, es siempre la razon pura,
hurndna que dnte~ que loo conceptos morales estu\ 1eran pero solo en su uso practico, la umca que tiene el mento de
suhuenternenle depurados \ dete1 n1111L1do>, y antes que se conectar con nue;,t1 o m,1;, elevado mteres un conocimiento
entendiera, a p,ut11 <le p1mup1os neceo<lnos, !d mudad s1ste que la mera especulauon solo puede figurarse, pero al que
matJLd de los fines de acuerdo con ellos, 1 '"el conoc1m1ento no puede daile validez, ) [la umca que tiene el mento] de
de la natrn ale za -e mduso un grado considerable de cult1\ o hacer de el, con ello, no un dogma demostrado, pero s1 una
de la razonen muchas otras c1enuas- 1"J' en parte solo pudo presupo;,1c10n ab;,olutamente necesana pdra lo que se refiere
pr oduur concepto> tosco~ y vago~ de la di\ mi dad, ) en parte a los fines mas esenciales de ella
dejo, en general, una 111d1ferenoa sorprendente con 1e~pecto Pero cuando la razon practica ha alcanzado ese punto
el esa cuest10n Lna eldb01auon ma)Or de las ideas m01ales, elevado, a saber, el concepto de un ente ongmano umco,
que se torno necesaria pm la le) moral extremadamente en cuanto bien supremo, d!d no puede arrogarse la potestad
prna de nuestra religwn, aguzo lld atenuon de] la razon -como ;,i se hubiera elevado p01 encnna de todas las cond1
helera el objeto, por el mteres que le obligo a tener por el, ) nones empmcas de la dphcauon de el,) como si hubiera as
,, que conr11Lmye1dn a ello m mas dmpl10s conoumrentos cend1do hastd alcanzar el conoc11mento mmedidto de nue\ os
111
de la no1turaleza, 111 cogn1uones transcendentales acertadas Y obJetos- 1' 11 de tomai ese concepto por punto de partida) de
hdedigncl~ (que siempre [A818] [B8--!b] han fallado), produje deducir de el las le) e;, mor<.1.les mismas Pues precisamente
ron 1 un concepto de la esencia d1\ ma que te11emos ahora la necesidad piadic<.1. mternd de estas fue Id que no;, condujo
a la presupos1uón de una causa ;,ubsistente por s1 misma, o
bien [a la p1esupos1uon) de un Sdb10 Regidor del mundo,
la natu 1alez.t [urnddd] que contiene 1,1 cond1uon de la aphc,1uo11 zn p,1ra pi estarles eficacia a aquella;, leyes,) por eso no podemos
wncreto de la u111d,1d confo11ne a fines mo1 .tleo» He1msoeth explica considerarlas, 1t1\ er;,arnentt, como contmgentes segun e,te, ' 1
«>olo un<1 untddd confo1 me et fine> en el oe11t1do del 1dectl del bien ) como denvadds de una me1a \oluntad, y en partrcular, [no
>u pi emo puede hdce1 posible Id ctpl1c,1uon" de lo; 1rnpe1cttn º" pu10> podemos cons1derad,1s como denvadas] de una \ oluntad
en L1 efeltl\ d 1e<1klo1d del mundo (w wntulo)» lHe1msoeth lransz:.en
de la que no [ -\819] [B8-l/] tendriamos concepto alguno s1
do11tale Dzaldt1J.., p 772)
1508 Es deClr, !et urnddd s1stemanca de los fines de arnerdo con no [nos] lo hub1erdmos fabuc,1do nosotros, de acuerdo con
conceptos m01,ile;, Pe10 1amb1en podua entende1se «) antes que se aquellas leyes En la medida en que la razon practica tiene
entend 1e1 et, segun t.tleo conceplm, ) a p,u tll de pnnup10:. necesanos, ld el derecho de conduuruo:,, no tendremos por obhgatonas
umd,i<l >i:.lemauc,1 de lu:, !me»>,) tamb1en «v antes que se entend1e1a las acc10nes porque son mandamientos de D10s, smo que
!d urncloid s1stemaucct de lo> fineo [p10duudctj :.egun tdles concepto>~
a pa1 tu de p11nup100 nece:,ctnos»
/509 Los gcnone> en 1,1 hase «-e mclu:,o l ] ot1as uenCias-» son
ag1 egctdu de eold l1 aducc10n J:;ll Loo gu10nes en la fiase «-como s1 [ ] nue' os objetos-» son
/510 ::ie hct suge11do entende1 «la> 1dects mo1ctle> produ1e1011» \ouge og1eg<1do de esta trctducc10n
1enua de E1dmann, 1ecog1da poi ::ichrn1dt) 7:;72 Hdy yue entende1 «>e.t,11n e;,te Reg1<l01 solbIO»
CRITICA DE LA RAZOC< Pl'RA 835

lA8:20) lB8-+8]
las consi.deraremos como mandamientos divinos 1or ue
estamos mternamente obligados a ell<'ls.''" Estudia~1mo;r;¡¡ Sección tercera del canon de la razón pura
la libertad bajo la unidad rnnform fi . . ..
de la razóD'1>1i v eª nes, segun pnnc1p1m DE LA OPI'.'íl(lN, EL S.\BER y L\
' , creeremos adecuarnos a la voluntad d. ,.
so lamente en la medida en ue ten , n ma
moral que la · _q gamos por sagrada la b El asen'io1"" es un acontecimiento en nuestro entendimien
de 1 . razon no'i ens0na a pa r rll d e la natura 1eza misma'
as acc10nes; creeremos servirle''!" sólc) s·1 t b . to. \acontecimiento! que puede decansar en fundamentos obje·
ma · b. d 1 · ra apmos pot el tiv\l'i, 1wro que también exige causas subjeli\ as en la mt'nte dE'
) _or ien e :nu.ndo, en nosotros y en los otros. La teolo ·a
i[n.oral], por cons1gu1ente, tierw sólo un uso inmanente a sabgie quien juzga. Si [el asenso1 es válido para cualquiera, con tal que
SirVe para Cllffi P\'Ir nuestra d estmación
. aqu1· en el '' d r, posra razón, entonces Pl fundamento Je él es objetivamentf'
inserta· n d anos en el sistema
. de t d l fi . . mun. o' suficiente, y el asenso se llama E'ntonCf''i rom'1rr1ó11. Si tiene su
b d o os os nes v no [s1n·el
~;~7¡ a an donar, de maneraextravngante, o in~Íuso dolosa fundamento sólo en la particular comtitución del sujeto, se

la bu~n~o~ uctor de una ~azon que legisla moralmente sobr~ llama persuasión.
ºf
a la ide d iucta en la vida. para anudarlo inmediatamente
d ' t a e er supremo, lo que produciría un uso tramren
La persuasión es una mera apariencia, porque el hmdamen
to del juicio, [fundamento] que reside solamente en rl snjeto,

e:;~:~ke~~ q~~ t[al rnmo. el !mo transcendenteJ de Ja mer~ n tenido por objetivo. Por e'io, un juicio tal tiene sólo validez
pnvada, y el asemo no se puede comunicar. Pe1 o la \ erdad
CJ?n, necesanamente] debe trastornar Y t
vanos los fmes últimos· de l a razon.
. , , ornar se basa en la concord<Incia con el objeto, con re'ipPC·to al cual.
en consecuencia, los juicios rle cada entendimiento deben ser
concordantes (rommtientia uní tnt10, 1011sc11t11111t mtrr se). La
piedra de toque del asemo, [p<Ira determinar] si es conYicción
o mera persuasión, es, pues, externamente, la posibilidad de
comunicarlo y de encontrar que el asenso es válido para la
razón de todo ser humano; pues entonce<; al menos se presume
7573: Literalmente: «po1que somos intemam . que el fundamento de la [A821] [R8t9J concordancia de todo<;
Seguimos una sugerencia de E d
584.
. l ente obligables a ellas».
r rnann. " ,esaiten» en: Ed. Acad. lll, los juicios, 1 '~º a pesar de la diferencia de los sujetos entre sL
descansará en el fundamento común, a saber. en el objeto, con
7574 . Qrtuza. ¡ia) a que entender aquí «estudiaremm el cual, por eso, todos concordarán y con ello demo<;trariin l;i
mo; como si dijera· «nos e f ' "como un lat1ms
7575 . . . s orza1emos por alcanzar».
Qu1za ha; a que entende1. «Estud· . verdad del juicio.
m11dad conforme a fines . '. . . iaremos la libertad como
tudiaremos la libertad ba:ose[l~dn. pnn.~1p10s de la razón». O bien: «Es-
e J " IrE'C'ClOn \ guía d J l ·d d 7578. Literalmente: «Del opina1, el saber; el crPeP»
a fines, según piincipios d l . , e <i um a conforme
H e a razon». 1579. Lite1almente: «el tene1 por ve1dadP1<w. Sobre este concPpto.
7576 ª}que entende1: «c1 eeremos se v 11 D'1
sen i1 a la vol un ta el di' ma». ' r ª º''" o bien «CI eeremos ; los dP opinión, dP fe ) de saber, com iene \·er el pasaje pa1 alrlo ele
Fo1t<rhritle der Jfrtoph;;<ik Eel Acacl. XX. '.2<1fi ss
7577. Se ha s1werielo
"' con egi·r ele mane1 ague gueele· l d ·- 1520. Como si d1je1a· «la 1azón ele la concnrcl<rnr1a de todo' ]o,
un uso t1anscendente [uso ur J e ·"o que p10 ucma
dente] ele la mera Pspe' cu] q_ ' mpero, tal como el [uso ti anscen JU!CÍOS».
' ~ aCion>).
LRfTll-'\ DE JI F."\ZU' PLR"

Segun eoo, la pe1 suas10n no puede, pm cierro, d1stmgmrse I\o me es hu to a1 rog<l1 me la poteotad de upllla1, sm :,abe1, ¿J
;,ubjell\ dmente Je la con\ icuon, Luando el SUJetO tiene d la menos, algo, por medw de lo lUcd el jlllLIO que en s1 es mera
\ i;,ta el dou1su sol<lmente como tenomenu de ;,u p1opia mente, mente problt.m.ttJcu 1tculie lllld conex10n con la\ ercL1d, ]"cual
pu o el en;,d\ o yue LOll los tund.unentos de el que son \ ahdos [cone\.10n] aunque no st., cornplet<t, es, '1lll ernbdtgu, algo mas
pdrd 110:,ol!oo :,e hdce en d entendmuento de otios, [para \er] ol que una ficuon capncho~d 1 d le) de unc1 cone\.10n tcd debe ser,
proJucen :,ob1c unc11c1LO!l cLJena precisamente el m1sn10 efecto ademds, uertd Pue:, :,1 c0n 1 especto a elLt no ten¡, o tampoco
que en la nue:,l! d, es un medio, aunque solo subJetl\ o, [que] Il<lda mas que una op1111on entonces todo es solu un Juego
por nerto no [011\e] paid p10Juur con\1Cuon, pero s1 paia de la imdgmdL!Oll, olll lct rna:, 111m1ma relauon con la\ erddd
deocub11r la \ cthdez meramenre ptl\ ada del JUIC!O, es declf, En los JUIUo;, poi rdLOn pwa no esta pernut1do opma1 Pues
[pard de;,Lub111] en el ,1lgo que es me1ct pusucls10n como no se apo) '1n en tundarnento" de e\.pe11encia, [ .\8...! i]
S1 aderncls se pueden desplegdr Lts wusm subjetl\ as del JlllCIO, [B811] smu que dlll do1ide tudo e:, necesa110 todo nene que
[camas] que nosotros tornclmos por fi111d11mt11lu:, objetl\ os de el, se1 conouclo u p!lo11, 1e:,u]td que el prmc1p10 de la cone\.1011
\ [s1 se puede,] pm tdnto, e\.phcar el asen;,o engañoso como exige um\ eroahdad) neces1düd, y por tanto ente1a certeza en
un dLOnteum1ento en nuestra mente, sm que se necesite para caso contrano, no se em uentr d mngund gc11a que nos lle\ e d
e;,o Lt constnuc10n dd objeto, entonces ponemos di desnudo la la\ erd<ld Por e;,o e' alisurdu uprn<11 en l<t matemdl!ca purd,
dpat ienua ilusm Id, ) no ::iet emos) a engctñados pm elld, dunque Ul10 debe saber, O bien debe abstener:,e de jl!Zgct1 r Jo mi;,l110

s1 sec1rnos :,1emp1e tentddos, en cierto grado, cuando la cau;,a sub ocu¡¡ e con lo> p1 mup10:, ,Je Li mordhddd, pues uno no puede
Jet1vd de ]a dpd1ienuct ilusona esta ligada a nuestra natmaleza arne'1gar Ulla acuon [>olu] pm !et merd opm10n de que algo
l\o puedo afumat, e> decir, enunu<lt como un JUlC!O ne e'1ta penr11t1do, smo que nene que sabe1 lo
ces<lihtme!lte \ ,thdo patd cu<llquier<l, nadct mds que aquello Poi el co11trct110, en el u:,o transcendent,11 de la r'1zun el op1
que [A821] [B8.JO] p1oduLe com1cc10n La persuctsion puedo nar e:,, pm uer to, lllU) puco, pero el 5abe1 es demaolddo Desde
gua1dada p<lra 1111, s1 esto; contento con ell.1, pero no puedo, un punto Je v1std me1 amente espec ul,ttn o, p01 cons1gc11ente,
m debo, pretende1 hdce1 la \ ahd-1 fuera de im aqm no podemm JUZgd1 po1que Ju:, fundctmentos subjem os
El asensu, o Id \ dhdez subjetl\ d del JUil!O, con reo pecto a del asenso, que son lu:i pueden p1oduu1 Id te, no merecen
la com 1cuon \que pm,ee a ]¿ ve.t validez objetiva) tiene los nmguna aprobctuou en c ue5l10nes e:,peculatl\ as, ) d que no
ti es grados :,1gu1entes oprn111, uea y oubn Opuwr es un asenso se oost1enen sm ctu\.1110 ernpll1Lo, m se pueden comurncai a
con conoenud, [que es] m:,ufiuente tanto ,ubjetl\ a como ob ot10" en la mismd medida
Jet1\ amente S1 el ull!mo 1 1 es solo subjet1\ amente suficiente, Pe10 el clsenso que es 1m,uhucnte teo11camente, <Oll ruputo a
) a la \eZ 'e lo tiene poi objel!\dmente msufiuente, se llama lo p111ctuo solameme, oe puede mu) bien lbmar fe Esa mtenuon
Ulil fmalmente, el asenso que es suhuente t,mto subjet1\d practlld es, o bien L1 de L! lwbdulud, o bien l.1 dL Id 11101ululad, Id
Lomo obJetl\ <lmt.nte se l!dma 1abe1 La ,ufiuenua subjet1\ a pnmera :,e d111ge c1 hne~ et! lill1di10:, y co11tmgentes, l,1 segunda,
,e llama wmiuwn (pd1,1 m1 mismo), ]d objell\d, liJtc¿a \paia a fines ab;,ulutamente necesa110s
todo:, 1 l\o me detend1e en la exphcáuon de concepto' tan lna \eL que e:, p1opue:,to un hn, !do cund1uoneo pa1a
cornp1ens1bles ,dcc111LdI lo sun l11potet1can1ente necesa11,ls Eoct necesidad
e:, oUbJetlvameute suhuentc, aunque solo [ .\82 i] [B852]

7321 H n que entende1 '~1 el a>emo»


l'vl'vl1\Nl EL KANT CRITIC/\ DE LA RAZON Pl 'RA RJ9

comparativamente, 1; 21 si no conozco otras condiciones bajo sin embargo, en mucho<; casos, podernos concebn en el pensa-
las cuales se pudiera alcanzar PI fin; mientias qlle es absolu- miento e 1rnagina1 una empresa para la cual <;uponemos tener
tamente suficiente, y [suficiente] para todos, <;i sé con certen fundamentos suficientes, si hubiera un medio de establecer
que nadie podría conocer otrn> condicione<; que llevaran al fin la certeza de In cosa, [de ello resulta q:1:J ha; un ana!op,011 d ~
11
propuesto. En el primer caso, mi presuposición, y el asenso a ¡0 p1art 1co en los juicios meramente teorJCo<; a cu;. o asenso
ciertas condiciones, es una creencia meramente contingente, wm iene la palab1 a .fe, a la que podemo<; denommai la Je doctn-
pero en el segundo caso, es una creencia necesaria. El médico nal. Si fuera posible establecerlo mediante 0lg1111a e"pe11enoa.
debe hacer algo por un enfermo que está en peligro, pero no \
0
estaría dispuesto a apostar todo lo que po<;eo a que ha;
conoce la enfermedad. Considera los fenómenos v como no se habitantes en alguno, al menos, de lo> pla11Pta> que vemo<;
le ocurre nada mejor, juzga que es la tuberculosis'. Su creencia Por eso eligo que no es mera opinión, smo una firme fe (<;obJE•
es meramente contingente, incluso según Sll propio juicio: otro cnvo aciei to arrksgaría yo muchas cosas buena~ de la v1dal,
quizá acertaría mejor. A esta creencia contingente, que sirve de q11,e ha) también habitantes en otros mundos
fundamento al uso efP<tivo de los medio<; para ciertas acciones, [A826] [B85 q Ahora bien, debemos confesa1 que la doc-
la llamo fe pragmát1m. trina de la existencia ele Dios pertenece a la fe doctrinal Pues
La ajmesta es la piedra elP toque habitual, [para saber] si lo que aunque con re>pecto al conocimiento teónco del mundo no
alguien afirma es mera persuas1on, o [si es,] al meno<;, convicoón tenga"º que diíponer nada que p1es11ponga necesanamenle
subjetiva, es decir, creencia firnw. A menudo alguien exprPsa est~ p~nsamiento como condición de mis e>;p\irnoones de
sus sentencias con una pm fía tan confiada y tan inflexible. q11e los fenómenos del mundo, sino que mas bien esto; obligado
parece haber dejado de lado enteramente toda preocupación a servirme de mi razón corno si todo foese rneia rrnturaleza,
acerca del error. üna apuesta le elesconcierta. A veces se re\ ela sin embargo, la unidad conforme a fines es una cond1cion
que él posee persuasión suficientP para valorarla en un ducado, tan grande de la aplicación de la razón a la natunileza, qm-
pero no en diez. Pues al primero lo arriesga, pero sólo cuando no puedo pasarla por alto, ya que, ade:11ás; la e'\penenc1a
se trata de diez [A825] [B853] advierte lo que antes no había me ofrece ejemplos de ella en abundancia. I ero no con~zco
notado, a saber, que bien puede ser que se hn) a equivocaclo. otra condición de esta unidad, que haga de ella, para nu, un
Si uno en el pensamiento se representa que tiene que apostar hilo conductor de la investigación de la nntll! aleza. excepto la
a algo la felicidad de toda la \"lela, disminuye mucho nuestro pi esuposición de que una inteligencia suprema ha ordenado
juicio triunfal, nos volvemos muv pusilánim,es v sólo entonces todo así, de acue1 do con los más sabios fines En con_secuen
descubrimos que nuestra cr eencÍa no llega tan,lejos. Así, la fe cia. es condición para un propósito ciertamente contmgente,
pragmática tiene solamente 11n grado, que puede ser grande o pero no poco importante, a saber, para tener una guía en la
pequeño, según la diversidad del interés que esté en juego investioación de In natmaleza, el pt esuponer un sabio Creador
Pe1 o como, aunque con respecto a un objeto no podamos del m 1 ~1 do El re~nltado de mi~ ensa; º'confirma además con
emprender nada, y por tanto el asenso sea meramente teórico, tanta frecuencia la utilidad de esa pre>upmic1on -cont1 a la cual,

7522 También pod1ía entende1se: «Esa ncces1dad es sub1etna: pp10 7523 Ha' que entender· «el asenso que se pi esta a los ¡mc1os me1 a-
es sólo comparatl\ amente suficiente" mente Leo11cos".
li\\,\\r\NL[L Mi\ T CRITICA DE L.'.\ R.'.\ZO~ PLR.'.\

además, nacL1 hay que pueda aducirse de manera decisiva- 1i 21 Pero la fe meramente doctrinal tiene en sí cierta mestab1-
que digo demasiado poco :,i pretendo llamar mera opmión a lídad; uno se aparta de ella muchas veces, por las dificultades
mi a~enso; sino que se puede decir, incluso en este contexto que se encuentran en la especulación, [A.828] [B856] aunque
teorico, c¡ue Cieo firmemente en un Dios; pero entonces esa fe uno vuelva indefec.tiblemente siempre a ella.
no es, en sentido e:,tncto, práctica; sino que se la debe llamar .i\Iuy otra cosd es lo que ocurre con la Je moral. Pues allí es
una fe doctiinal, que la [A8'.D] [B855] teología de la naturaleza abwlutamente necesario que algo debe acontecer, a saber, [es
(!io1co-teología) debe ¡noducir nece:,ariamente por todas partes. ab,olutdmente necesario] que yo obedezca en wdo a la ley
En atención a e~a misma s<tb1dmía, si se consideran las magní- moral. El fin está establecido aquí de manera ineludible, y según
fica~ dotes de la naturaleza humana y la brevedad de la vida, lodo lo que yo puedo entender, sólo una única cond1Ción es
tan madecu<lda a aquéll<ls, :,e puede encontrar igualmente un posible, bajo la cual ese fin está concatenado coherentemente
JundamentcJ sutiuente para una fe doctrinal en la \·ida futura wn todos los fines, y por ello posee validez práctica, a saber:
del alma humana. que haya un Dios y un mundo futuro; yo sé también con toda
La exp1e:,ión fe es, en esos casos, expresión de modestia certeza que nadie conoce otras condiciones que conduzcan
de,de un punto de vista objetivo, µero sin embargo, a la vez, a la misma unidad de lo~ fines bajo la ley moral. Pero como,
de:,de un [punto ele vista] rnh¡ttwo, [es expresión] de la firmeza entonces, el precepto moral es a la vez mi máxima (tal como la
de la confianüL Aunque me limitara aquí a darle al asenso razón manda que lo sea), creer<' mdefectiblemente en la exis-
meramente teórico solamente el nombre de [una] hipótesis tencia de Dios y en una vídc1 futrna, y estoy seguro de que nada
que estuviese ) o autorizado a suponer, ya con eso me com- podría hacer vacilar esa fe, porque con ello serían derribados
prometería a tener, de la me.lo le de una causa del mundo, y del mis principios morales mismos, a los que no puedo renunciar
otro mundo, má:, conocimiento conceptual que el que puedo sin hacerme aborrecible a mis propios ojos.
efectivamente mostrar; pues acerca de lo que supongo, aunque De esa manera, despue<., del fraca5o de todos los propó-
solo sea corno hipótesis, debo conocer, en lo que respecta a &itos ambiciosos de una raLón que se extravía más allá de
sus propiedades, al meno:, lo wficiente para que no tenga yo los límites de toda experiencia, no& queda todavía bastante,
que inventar el wncepto de ello, sino solamente la ex1stenaa de ello. de manera que tenemos c,rn~a para estar contentos con ello
Pero la p,tldbra fe se refiere 5olamente a la guía que una idea desde un punto de vista práctico. Por cieno que nadie podrá
me da, y al mflujo subjHivo sobre el desarrollo de mis acciones ufanarse de saber que existe un Dios y una [A8:29] [B857]vida
rauunales, [desarrollo] que me retiene en ella, 1'"' aunque no futura; pues si alguien lo sabe, entonces él es precisamente
esté yo en condiciones de dar cuenta de ella desde un punto el hombre que hace mucho que estoy buscando. Todo saber
de vista especulativo. (si concierne a un objeto de la mera razón) se puede comu-
nicar, y entonces yo podría esperar ver que por medio de
la enseñanza de él se ensanchara mi saber en tan admirable
/ 52 J Lo, gu1uneo, en ld f1 ,1se «-contra la cual [ . J deus1vd-» son medida. No; la com·icción no es certeza logzca, sino certeza
ctg1ega<lo de t'"==>l~l l1ctducc1ún. moral; y como descama en fundamentos subjetivos (de la
/ 52 5 t 'u11fü ~1 d11e1 ~1 «des.111 ollo gne me confirm,\ en tal idea» 1según disposición mo1al del ánimo), resulta que ni siquiera debo
!Zuhde11 ) :\lom,lrn1ge1) Ao,1 pd1ece entendedo tdmb1e11 He1mo,ueth: decir: es moralmente cierto que hay un Dios, etc., sino: yo e~toy
l1i11tJ:::.uzdmtali Dwfdtzk p. 78-L
CRITICA DE LA RA7-0CJ Pl'RA

apodícticamente, él tendría que demost1ar 1'i imposibilidad


estárt~~ :1~;rel:~as~!1~~~a: u~
moralmente cie t t E . . de ambos, a lo cual cie1 tamente no puede curnpromete1 se
otro mm;do la .fe en Dios y en
ánimo que así como ¡· m1 d1<;pos1oon moral de ningún hombre razonable. Eso sería una fe negof¡¡'O, que no
' no corro pe igro d d ¡ . podría, por cierto, producir moralidad ni buenas dispo<;icio
así tampoco me pre e per er a pnmera,
. ocnpo porque pucd nes de ánimo, pero sí podría producir un analogon de ella<;,
Jamás la segi.mdaY'" ª serme arrancada
a 'iaber, podría 1efrenar enérgicamente la irrnpción de las
Lo único que aqtll· d esp1erta · d udas es que esa 'e . 1
se asa en la res . .. . . · 1' rac10na [disposiciones de ánimo] mala<; .
b
ánimo s· p uposic10n de d1spos1ciones mondes del Pero, se dirá, ¿eso es todo lo que logia la razón pura.
. , I nos apartamo~ de esto • su .
fuese enteramente i'nd·f ) , ponemos a algmen que mando abre peVipectivas [que rnn11mís allá de los límite'>
1 erente con respe t ¡ l
les, entonces la cuestión . c oa ª" eyes mora· de la expeiienciaJ ¿Nada rná'> gue dos artícnlos ck fe? iOtro
un problema para la e guel la. razon plantea se vuelve 'iólo tanto habría podido alcanzar el [A83l1 [B8591 entendimiento
se ca~o se a puede
specu ac10n v en e _ l común, 1-' 2K sin pedi1 para ello comejo a los filósofos!
apovar toda vi' a . ' /
, ' ', por cierto con fu 11 d·1
nientes de la ai l . '
f
' mentos uertes prove- N'o voy a encomiar aquí el servicio que la filosofía ha pres
sean tales que 1: moga_1a, pero ndo con unos [fundamentos] que
s encona a deseo fi d b
tado a la razón humana con el laborioso esfuerzo de su crítica;
aun si el resultado fuera meramente negati\'o: pues acerca de
a ellos.1;27 Pero [A830] [B8-8j . - n anza e a rendirse
' ' .') mngun ser h ello se hallará todavía algo más en la sección siguiente.¡ Pero
cuestiones. está libre de tod . .' umano, en e'itas
de buenas disposiciones de~ ~~~~res. Pi:<» ~unque por la falta exigís, entonces, que un conocimiento riue es importante para
moral, tambié11 e . no este pnvado del [interés] torios los seres humanos haya de sobrepasar el entendimiento
.
suficiente para hace
n ese caso 5!l1 emb
t ' l
d r·
. argo, que a rnterés] común, 1"" y tenga que seros revelarlo sólo por filósofos.' Eso
. · r que ema a existencia de n· .[ mismo que reprocháis es la mejor confirmación de lo <Jcertado
tema] al futuro · Pl1es Para e ll o 110 se prec · d ws, . ) que
.
que él no pueda d . isa na a mas, smo de las afirmaciones hechas hasta ahora. porque con ello se
' a uor re1 tez.a algu d pone al descubierto lo que al comienzo no se podía prevet,
ente tal, ni nzn una v·d na e que no hay ningún
como eso debe1~ ~ a futurn; para [aducir] esa [certeza], a saber, que a la naturaleza. en aquello que es importante
¡a ser emostrado por mera razón, y por tanto
para [todos] los seres humanos sin distinción. no se la puede
culpar de distribuir sus dones con parcialidad, y que en lo que
respecta a los fines esenciales de la natmaleza humana la1 más
7526. Ed. Acad. conicre: «que as· . alta filosofía no puede ir más lejos gue la guía que ella 'w ha
la ultima, así tampoco"me i"' . 1 corno no corro peli,srro de perder
Ja.más la piimera»_ p _ocupo poi que pueda se1me arrancada otorgado también al más común entendimiento.
. . La m en te numana
1527 , pone (tal como
11amenle con todo se1 raciopal' [r\H l l ~r;o que oc:11Te necesa
la moralidad aunnne no [., '(]_ [JB8.J8] un mte1es natuial en
' ·1 sea un 1ntere< ind· .· . . .
p1eponde1
.
ante. Consoli·d
• a d ' .,iume'ltad ese 111l\¡ iso.· rn pract!lamente
a razon mu' dócil e ·n ¡ · [I · ' · eres, : encontraréis a
1 . , · 1 e uso a enront a.· ) · ¡
mrn con el inteiés pia'cti·ccJ t .. . r iris ma< ese arec1da, paia
· - · am 1)Jen el mte é 1 · . 7528 Es decir, el sentido comun
cmda1 s de fo1 mar antes h . - l l s e<:pecu at1' o. iPero si no
·' , omb1es iueno<: ai 1n .1 7529. Es decir. el sentido com1·m.
nunca ha1 é 1s de ellos tamp l t ' ' que so o sea a medias.
de Kant]. oco rnm lrf'' que tengan fe <:in cera 1 [Nota 7.)30. Es decir: «la guía que la natmalez<l ha oto1 gado»
CRITICM DE 0- RAZO'\ PGRA

¡-\:-i ,1¡ ¡Bxt,ol anad1do contmgente, 111 ha y a nmg1ma canridctd mdetennmc1da


Capítulo tercero de pertecc10n que no tenga su~ limites dererrnmadoo, a pnorz
de la doctrina transcendental del método Por tanto, el todo e~ta orgctmlctdo (mtnul11Lzo)) no amontonado
(coaceruatw), puede, por ue1 to crecer mternamente (pei mtus
L\ -\Rt¿_ll]Ji l l(J;\ll \U! 1-\ R.\ZU'\i PLR.-\ jlljaptwncm) pero no e:;,.ternarnerne (per uppo:ill1011un1, tal como
un cuerpo ammal, al cudl el crecimiento no le aiidde nmg1m
Ent1tndo poi arquzü,Lomw el a1 re de los s1,remas Puesto que rmernbro, smo que, sm alteracion de la propoic10n, hace a cadd
l<.t urnd,1d s1ste111.:tl!ca e;, aquella que pnmer,unente lOl1\ ierte al uno de ellos mas fuerte ) mas apto pard sus fines
conoun11u1to cornun en ciencia, es decir, que de un me10 agrega Para su redhzac10n lct rdect reqmere un esquema, e" dec1r, una
do de ellos hale un sistema, iesulta que Ll cuqllitedo111ca es Id mult1phcid,ld e"enual) un orden esenual de las partes, dererm 1
doctnna de lo cient1ficu en nuestro conoum1ento en general,) por nado" a prwn a parhr del prmc1p10 del fin h 'Aquel e,quema que
t,mto form.t parle necesa11clmente de l.t doctrnl<l del metodo no esta disen.tdo ~egun una relea, es decir, a partJr del fin pnnupal
B3:.10 el gob1eino de l.t razon, nuestros conounuentos no de la razon, smo [que esta d1senado] empmcamente, seg1111 pro
pueden sei, en general, unc1 rapsodM, smo que deben const1tuir pos1to.> que ,e presentan de manera contmgente (cu) o con1unto
u11 ~1slemct, solo en el cudl pueden apo) ar \ lle\ ar adelante no se puede conocer de antemano) produce umdad tewua, en
los hnes esenu,des de ella 1 ' '- I:nt1endo empe10 por :,1stema camb10, dquel que surge solamente en conformidad con una
lct u111d<1d de los mult1ple;, conocnmentos b<.tJO una idea Esta idea \[cc1;,o] en el cud! !et razon impone a prwrz los fines,) no los
es el concepto rctuon.:tl de lct ±01 ma de un todo, en la medida espera empmcamente) hmdd un<1 umdad wquttutontca Aquello
en que med1crnte ese concepto se determma a p1 ion tanto la que llamamos c1enua no pHede surg1r tecrncamente, en \ irtud
e"tem10n de lo rnult1ple, como el lugct1 respectivo de las partes de lc1 semepnza de lo mulL1ple, o [en\ 1rtud] del u;,u cnntmgente
[! conlepto 1ctuonal uent1fico connene, por consigmente, el del conocim1ento zn conueto paia toda clase de fines _,_ternos
fm ) la ±01 rnct de aquel todo que es congrnente con el 1 La j capncho~o;,, smo [que tiene que smg1r] arqmtecromcctmente
umd.td del fin dl que se 1efiei en tGdd;, lds pcti tes, y en CU) a idea en \ 11 tud del parente~co ) de la deducc10n a part!f de un umco
todds elL1;, ta111b1en se rene1 en una, a otras, hace que cada parte fin supremo e mterno, quL hace posible primeramente al todo,
puedc1 ech,use de menos, cu,mdo ocurre el conoum1ento de las el esquema de ella i 3 ' debe conrener el contorno (nwnvgwmma)
resta!lle;,, [AtLH J [B8t>l] ) [hc1ce] que no ;,e p10duzca nmg1111 } lct di\ is10n del todo en f \83 tJ !B8h.2] miembros de acuerdo
con ld idea, es dec!f, a prwn, 1º" ) debe dbtmgu1r ese [rodoj de
todo~ los oti os, de manera seg11ra y segun pnncipios
J33 / L, deui «de un me10 ag1 eg"do de conoum1entu:»>
I J3.!. L, deu1 'lo.> fine> e:,enudlc> de la r<1LOI1»
1J >3 l'i olMbkmellte hc1 \ d yue entende1 ac¡Lu «el concepto i ,iuoiMl l:i3+ Ha\ qne enlende1 «,1 pa1m del prrnop10 conslitmdo pm el
LienlIIILLl ec,ntiuw poi cun>it,Lllt11le, el fin\ la fo11nd de ,iquel todo que fin»
e' cunl41ueme eon e'e concepto' Peio lcimbiu1 pod1id entendei'e «el 7535 [, decn, el e'quu11,i de le! c1enc1a
coucL plu i,1u01Ml uenLiheo cuntiu1e poi con:,iguiente, el hn \ l t tui illct 7536 Ha) que enlende1 que LL dl\1>1011 tend1ic1 c¡ue redliLai,e de
ck "lJud tudu que e, congiuu1le eon ese tm» Heim~ueth mleipietcI dlllel do con Lt 1,lecI, e' cleu1 a p11u11 pei o Ccimbien podi i,1 entenclu"e
de otid llldllCtd ,e,,i l01m,1 dd todo es cong1ueme con el fin de ti <debe conlene1 Je .icuei do eoü lc1 decl, es deui, a prw11, el contoi no
uenu,1 \Hum,uuh Ti 1m::_rn1Ít:11tal, Dwld.tt!., p 7lJCl 11wnugw11una) ) !" di\ 1'10n Jd todc, en [ -\i:) l-1 J [Btiti..! j miemb10:»
l'Vl\!1\ \\ CL K/\NT CRITICA DE U\ RA70N Pl'RA 847

Nadie intenta instituÍJ una ciencia sin basarse en una idea tiem o completos, a partir de la mera confluen~ia de concepto<;
Pero en la elaboración de ella 1517 muy raramente el esquema,
e incluso la definición que él da 15 18 de su ciencia al comiemo,
r
reco e
ctados; aunque todos [esos sistema<>] teman su e<;q11ern~,
- l hacia rna<>
corno un uermen origina1 io, en la razon, a que no , ,
cm responden a la idea que él tiene; 1' 1" pues ésta reside en la ue despl~garse; y por eso no <;o lamente _cada imo de e_llos e<;ta
razón como un germen toda<; cuyas partes están todavía oculta> ¿r anizado en sí mismo según una idea, smo qu~ adema<; todo<;,
y mu;. poco desarrolladas, y apenas son cognoscibles para la g ta' 1 un.idos entre sí de manera funoonal, como kv;
a su vez, es ' I · · h
observación microscópica. Por eso, como torlas las ciencias son miembro> de un todo, en un sistema del conoom1ento uma-
concebidas desde el punto de ista de cierto interés uni\ ersal, no permiten una arquitectónica de todo el saber h_umn.no,
no se debe determinarlas ni definir las según la de<;cripción de la ~~al, en el tiempo p1esente, cuando ya tanto rnatenal se ha
ellas que su autor ofrece, sino [que se debe definirlas; dete1 ·untado o p11ede ser recogido de la'> minas de ant!g~10s_ edificios
minarlas] según la idea que uno. a partir de la unidad m1tuial Joe<;moronados, no sólo sería posible, sino que m s1qme1_a sen:
de las partes que él ha recolectado, 1' 1" encuentra fundada en difícil Nos conformamos aquí con completar m1estr,1 Luea,
la 1azón misma. Pues entonce<> se encontrará que el autor. } saber, solamente con diseñar la arqu1trrtómm de todo conoci-
a menudo también sus más tardíos seguidores, dan vueltas miento proveniente de la ra¿on pura, y comenzamos ahora ~01
alrededor de una idea que no han podido tornar distinta para el unto en qne la raíz general de nuestra potencia cognosotJ\ a
sí mismos;; que por eso no pueden determinar ni el conteniclo se~ivide, V echa dos troncos, uno de los cu ale<> ec;_ l~ w;:,011 Pero
propio, ni la articulación (unidad sistemática) ni los límites de - . ,d - toda la facultad cogno<>ot1va supe1101,
aqui ent1en o por razon ' ' , .
la ciencia. v opongo, pnes, Jo racional a lo ernpmco. . .
Es una lástima que sóio después de haber recolectado du- , s·1 h ago a b straco·o· n de todo contenido del conocurncnto, . .
rante largo tiempo, de manera rapsódica, seg1ín la guía de una objetivamente considerado, resulta que todo cono~1m1en:o.
idea que reside escondida en no<>otros. muchos conocimientm [ A..83ó] [B8fi t] subjeti' amente, e<; o bien histórico, o bren rac10-
que se refieren a ella, [y que nos sirven] como materiales de , 1 El conocimiento hi<>tórico es cognzt10 r>: datlí. nuentra<; q1'.e
na · , · ] dencn
constrncción, e incluso [sólo de8puf>s] de haber pasado [A83SJ 1racional es cogmt10 n pnnczpm Cualqmera sea a procc - ,
[B863J mucho tiempo combin:rndolos técnicamente, nos sea e e . • d d quien lo posee este
ori!!inaria de un conocnmento a o, para d d
posible, por primera \ ez, ve1 la idea en una luz más clara, y es histórico, si él conoce solamente en el grado ven la m~} a
diseñar arquitectónicamente 1111 todo según los fines de la ra- en ue [el conocimiento! le ha sido dado deode afne:a, '"
zón. Los sistemas parecen haberse formado como lm gi_1<;anos, q 1 h ·do dado por la e"periencia inmediata, p01
sea que e ª'a s1 ' )
por una gennatzo aequwora, incompleto> al comienzo, y con el un relato, o p~r instrucción (conocimiento<; generales '.º1 e<>o.
· n ha ahrendido propiamente, un <;jstema de filoso'.1a, _P e3
qme ru z.r:r r aunque ' tenga en la cabeza to d os 1os prmc 1p1os ,
7537 Es decir. en la elaboración dP la ciencia e1 d e m 0 ':JJ• · 1 · - d t dn
defimciones v demo<;tracione"i, junto con la art1cu aoon e o
7538 Hay que entende1 «la defimcrón que da qmen mstitu)e la
c1enc1a».
el edificio d~ctrinal, y pueda repetirlo todo de rnemona, n_o
7539 Es decw «con esponde a h1 idea que tren e qmeP mst1tm e la tiene más que un completo conocimiento !mtrmm de la filo<;oha
c1enc1a>>.
7540 Ha) que entende1 «l,is pai tes que el autor de la oenCia ha
1 ecolectado». 7547 Lite1almente «le ha sido dado desde atta pa1le"
l~IMA!'.UEL KANT CRI l ICA IA:' L'I R.-'IZON PURA

wolffiana; :,abe,) Juzga, sólo en la medida de lo que le ha sido sin embargo a pno11, -a sabe1, [ocurre] en la mrnición pura,
dado. lmpugnadle una definición, y no :,abe de dónde ha de que por su misma pureza está libre de errores- 1" " ) excluye
:,acar otra. Se educó según u!la razón ajena, pero la facultad de todo engaño y todo error. Por consiguiente, entre todas la:,
imita1 no e> Id de produc.i1; es decir, el conocimiento, en él, no ciencias racionales ( 11 puu1 i) :,ólo la mátemática se puede
;,u1gió de la razon, y aunque, objetivamente, era por cierto un aprender, pero nunca la filosofía (a no ser históncarnente);
conocimiento r dcional, sin embargo, subjetivamente, es me- sino que, en lo que respecta a la razón, 1'"' se puede solamente,
ramente lli;,tórico. Ha curnp1 endido y retenido bien, es decir, cuando mucho, aprender a ji!01ofar.
ha aprendido, y e;, la copia de un hombre viviente, vaciada en [..\838] [B86b] El sdema de wdo el conocimiento filosófico
) e:,o. Lo:, conocimientos racionales que lo son objetivamente es la filosofia. Se la debe torna1 objetivamente, si se entiende
(es decir, que en el comienzo sólo pueden :,urgir de la propia por ella el modelo para la e\ aluación de todos los ensa) os de
razón del :ier humano) pueden llevar ese nombre también filosofar, la cual [filooofíaj '" ha de servir para e\ aluar toda
subjetivdmente, ;,ólo s1 han sido extiaído:, de [A.837] [B865] filosofía subjetiva, cuyo edificio es, con frecuencia, tan múlti-
tuentes urÜ\ e1 :idle;, de la 1 azón, de las que puede surgir también ple y cambiante. De ese modo. la filosofía es una mera idea
ti crítica, e incluso la iecmación de lo aprendido; es decir, de una ciencia posible, que no está dada en niHguna parte zn
!pueden lleva1 e;,e nombre solamente] si han sido obtenidos concreto, a la cual, em pe1 o, uno pwcura aproximarse por varios
a partir de principio>. caminos, hasta que >e descubra el ;,enclero único, muy m\ ad1do
Ahora bien, todo conocimiento racional e;,, o bien por con- por el crecinuento de la sensibilidad, y se logre hacer igual al
ceptm, o bien por const1 ucció11 de los concepto;,; el primero modelo -tanto como ello sea concedido a los hombres- 1 ' 1 '
se llama [conocimiento] filosófico, el segundo, matemático. la copia, que ha;,td ahora es fallida. ~Iiemrns [e:,o no se haya
Acerca de la diferencia rnterna de ellos he tratado ya en el alc,mza<lo], no se puede aprender filosofía; pues edónde está,
capítulo p1imero. Cn conocimiento, según esto, puede ser quién la posee, y cómo se la puede reconocer? Sólo se puede
objetivamente filo:,ófico, mientras que es subjetivamente aprender a filosofar, es decir, [sólo se puede] ejercitar el talento
hi;tonco, corno ocurre entre la mayoría de los escolares, de la razón siguiendo, en cierto~ emayos que e,,tán disponibles,
y con todos los que nunca miran más allá ele la escuela y los principios universales ele ella, pero siempre con la salvedad
siguen :,iendo escolare:, toda su vida. Pero es curioso que el del derecho de la razón, de examinados a ellos misrno:, 1'"' en
conocimiento matemático, tal como se lo ha aprendido, pue- las fuentes de ellos, y de confümarlos, o recusarlos.
da st>r contado, sm emba1go, también subjetivamente como
conocimiento racional, y que en él no se halle esa diferencia,
corno [,,e \el halla J en el filmólico. La causa es que las fuentes 15-12. Lo:. guione> en la fiase «-a saber, [... ] libre de errare>-» son
ag1egado de e>ta traducuón.
de c.onocirniento, :,<'ilo de Ja:, CUdle:, puede extraer [el SU) o]
75-13. E, deca, como conoum1ento rac10na! (; no h1stónco\.
el maestro, nunca e;,tán en otro lado que en los principios
15-1-1. Se ha suge11<lo mod1fica1 eo,t,1 f1a>e <le manera que quede: «el
e:,em iales ) auténticos de la razón, y por tanto, [e:,os cono- cual [modelo]» (:,uge1enc1a de Rme11k1anz, recog1da por Schm1dt).
umientos] nunca pueden ;,er adquuiclo;, en otro lado por el 75-15. Los gu10ne:, en l.r f1d>t:>" tamo como[ ... ] a los hombies-» son
esl ul.u. ni pueden ser r ecu>Mio:,, y eso p1 eci:,amente porque agiegado de e>td tiaducuon.
el u;,o de la razon dquí ocuII e :,olamente 111 wnaetu, aunque 15-16. P10bablemente ha) et que entender aquí «de exammar esos
pnuc1pios mismo»>.
8.so /'v1\11\M LL Kl\NT <Rífll A flE LA Rl\ZO'l p¡ 'Rr\

Pero hasta entonces el concepto de filosofía es sólo un . ad sistemática que la filosofía, [entendida] segun ese
ronrrpto esrofa1t1ro, a sabe1, [el concepto] de un sistema del es la umdc - . 1»1 [A810] [BRliR] preo;cnbe desde el punto
conrepto co<;mico,
conocimiento que, como ciencia, sólo e<; buscado, 1'"' sin que
se tenga otro fin que la umdad <;Í<,lemá11ca de ese saber, por d \ ista de los fines. - \t
e p eso los fine<; esencia · ¡Ps n 0 son todavía los mas a os,
tanto, la perfección lóg1ca del conocimiento. Pero ha) también - 01 -. ede haber uno (<;J 'iP ha ale anzado una pe1 lec_t,1
un concepto ro1m1ro (ronrrpt1H 101m1n11) que ha sen ido siempre de estos solo r:1. d 1 , 1) Poi e'iO, Pilos, ()bien <;O!l el hn
·dad sistematica e a razoi
de fundamento de aquella dPnommación, 1 ' " pnncipalmente urn e fi balternos que pertenecen nec E''iíll 1'1111Pllte
cuando se lo [A8:i9] [B81i7] personificó. por así decir, y se lo final, ? son mes su ; El rimPro no es otro que la completa
rep1esentó, como un modelo, eon el ideal del fi1owfo. En este ad aquel ~?mdoe~~::~bre ~la
est111ac1on ' -
filosofía acerca de esta se Jlanfrn
t la fi]o<,n ia
sentido, filosofía es la ciencia de la reJerencia de todo cono virtud de esa preem111enc1a que iene ' l
cimiento a los fines esem íale<> de la razón humana (teleologra mora '
1 En
.- d 1 dio el 110111 )fe
moral ante toda otra asp1rac1on e .a razon, se 1 \
rat10n1s llllmonar), y el filósofo no es un a1 t1sta de la razón, sino el - bién entre los Ant1gum. qernpre a a 'e7 '
legislador de la razón humana Sería mu; jactancioso llamaVie de filos~l:·e~~:al moralista: v aun l~-holal apane11c1a e'<te1101
uno a sí mismo un filósofo en esta <>ignificacwn, ) pretender pnnop <_ • 'i _ ón ha re que toda'> í,1 ,1ho1 a
de dominio de <;J mismo por a I az nnclo
haber llegado a igualar al modelo, que <>olo está en la idea. 'sofo a algi.Iien segun oetta d1mlogi.a, aun ct,
se l\ ame filo
1 ~ '
El matematrco, el físJC.o, el lng1co, por muy excelente que
sea el progrt'SO de los primero' en conocimientos racionales su saber sea limitado . 1 . d la razón humana (filosofía l
Ah a bien la leg1s ac1on e ' ' ·
en geneial. : el de los segundo, en conoomientos filosóficos dor b. et~s la naturaleza Y la ltbe1 tacL) e ont1ene. pues,
tiene os o ~
en partirular, son solamente arti<;ta<; de la razón. Ha; ademá1
l 1 . de la, natura 1eza, com o tamb1en la le\ moral, al J

un maestro en el ideal," 1'' qne los pone a trabajar a todos éstos, tanto a e; . articulan'<; Jero finalmente Pn un
[) que] los emplea corno instrumento<; para promover los fines ~m_nienzo en d~s s1_~~:ª1',[fi1osofia de, fa natmaleza se refiere
esenciales de la ra7ón humana Sólo a éste deberíamos llamarlo umco sistema , ots~l de las costumbre<;, <;olamente a aquello
a todo lo qur exzs e, a ,
el filó<;ofo: pero como a él mismo no se lo encuentra en ninguna
parte, mientras que la idea de la legislación de él se encuentra que drbde exfi1l1t1r. f' es empero o bien un conocimiento por
por todas partes en cada razón humana, nos atendremos sola To a oso ia , ' . d . , · "
- tira o un conocimiento i arional a partir e pune 1p1lo
mente a la última, 1' ' " ) detPrmilldremos má<; precisamente cuál razon P '· f · el <.egunc o,
El pn·n1ero ·se llama 11 1º'º ia pura.
c.
-.
emp1ncos ~

15.f.7 Puede entende1se también: «que solo es buscado como ciencia»


filos[~f8ía, elm][~~~~-J
Ahora bien, la fi105ofía ele la razón purla
propedé11t1ro (ejercicio pre 1.umnar
h. ...
b. · ), q ue 1!1'> .est1ga
~
a
~:~~lta~~e la razón con respecto a todos los conocimiento<;
Sob1 e la «pe1 fección logrea» del cnnocllmento se purde consultar la
e'-plicac1ón en Log1k, Ed. Acad IX, pp .:lb a 81
7548. Es clecll· «ha sen1do s1emp1e de fundamento del nombre
filosofza»
--- - pto rornnro a aque ¡ que se refie1e a lo c¡1w
7549. Hav que entender: «un 1mie•tro que <;ó!o P'\.I5te en el ideal». 7557 Se llama aqu1 rona 1 t1ntc1 dete1mmo <;P[!,l.111 ron
· t sa a cada cua . poi ' ' ~
7550. Probablemente ha) a que en1"nde1 aqní· «nm atend1emos 'º necesanamente m eie ' ' '
l
a cuando se la con>Jde1a
1 ósito e1e una c1enc1<, '
lamente a la idea». Pe10 también podi ía entenderse: «nos atend1 emos rr/J/o< e<ro m/lro< e p1opl. h l l d d 'pai<1 cierto, fine• cuale•q1uc1a
solamente a la 1azón» solamente corno una de as a }t J a e
[Nota ele Kant].
1/1.l\lAV [ l Kr, 'ff
CRIT!C-\ le L- <-\AY'- f 1 h'

pui os a p11011, ) se llamJ. 1 ntua, o bien, en segundo ter mmo,


quHmcos dl separar las mate nas, lo que hacen los matemancos
[es] el sistemd de !et rdzon purd (oenc1<1), el completo conoc1
en su teona pwa de las cant1ddcleo, mucho mds esta obligado
miento filo~ohco Lctnlu \ erdJ.duo como dpaiente; por 1azon
d hacerlo el filo>olo, J-Mrd podo dete1 mmar con segundad Ja
pmd en rnlerLOllL '\.1011 s1stematica, ) se ll<trtht metafuua
pai l!upauon que tiene, en t luso , ctgabundo del entendumento,
au11que este nornbr e puede darsele tdmlnen d todd l,t filosofrn
unct particulctr espeue de conocumento, el\ alor propio de ella,
pu1,1, mclu1da !J. c11t1ca, p,ua reumr t,1nto Id un est1gacron
> su mfluencia Por eso, !et r,1zo11 humana, desde que comenzo
de Lodo aquello que puedd <llgund \ ez se1 conoudo a prwn,
a pensar, o mas bien, a 1efk x10nar, no ha podido nunca pres
como la e-....poo1c10n de dquello que const1tu7 e un sistema de
cmdir de una metaf1s!La, pe10 tampoco ha pod1clo exponerla
cunou1mentos hlosofico:, puios de esta especie, pero que es
suficientemente punficücld de todo lo que es e-....traüo a ella I a
d!lerente de tocio uso emp1nco de la iazon, ) tambren del
idea ele esa oencia es tan <1noguci como la razon e>peculcttl\ a
uso rndtemJ.tlLü de elld
humana, <'.l que razon no especula, y<t sea de manera eocolasti
Ld met<llb!L,1 se el1\ iele en ld [meL1fisica] del uso espewla
ca, } a de manera popul.u > 2:ie dPbe confesar, sm embargo, que
tno de ld i<tzon pm,1,; en l<t ele! mo prall1w de ella,) es, por l<1 diferencia entre los do~ [ \8.t lj [B87Jj elementos de nuestro
t,mto, o lnen mllajl5lw dl la natura/e;¿a, o bien metafi:,1w dl las
conoum1ento, <l!gunos ele lo, cu<tles 1 estan en nueslr o pode 1
w"lu11tbllS ,\quell,r contiene toelos los prmupios r<luonJ.les
enteramente a p11ur1, \ otr O> 'o>nlo pueden ser tomJ.dos a posterwrz
pui os dd conournll.>ntu teonw de todds !J.s c°'"" obtenidos por Je la e'-penenod sigu10 siendo lllU) nnpieosct, mcluso entre
los pensador es p10fes10n,de~ } poi eso nunca pudo pi oducir la
meros conceptos\} p01 tanto, con exdm1on de la matem,uICa),
1
estd [cunllene] lm prmupios que detennllldll a pi wn el haa1 y
determmJ.uon de lo~ lm11te~ ele una especie paiticular ele cono
d 011utu, ) los h,1cen necesdiIOs Ahor,1 bien, ld mordhdad es
cumento, y por tanto [rnmcd pudo producir] la genrnna ielea de
Lt umc,1 confoimrddd de !ds acc10nes a le;es, que puede ser una uencia que ha ocupado d la razon humana tanto ) durante
cleduuelct enteiamente a p11011 ,¡ paitll de prmcipws Por eso,
tanto tiempo S1 se deua me1<1fis1c ,i es la uenud de lo~ p 1un eros
!J. metalrsJCa de las costumbres es propiamente J¿ moral pura,
p1mup10s del conoumiento hLunc1no, no se se11dldbJ. con ello
en Id que no se pone pu1 fundamento nmgund a11t1 opolug1a
una espeue pa1l!Lulai, 1 ~mo ~oldmente un rango respecto
1
\rnngund [ ,\8 U] [B870] wnd1c10n emp111cd) La metaf1s!la
de la unnersctl1dad, poi el cuál ella 1 ' no pod1d, entonces, ser
<le ld rdzon especuldll\ a es lo que se suele llamar metaf101La
rn ollltulo 1s/1 llto, pero en la medida en que la doctrm<l pura
dt. ld mor di fo1mct pctrte, ~m embargo, del tronco p,11 t1utldf
1
/J52 ~e refie1e a l,1 qlllm1c,1 <ln,rLt1c t 1 en espec1<d d L11010>1e1 [segun
del conoc1mrento humano poi razon pura,) partKul,Limente Ottf11ed 1-lotle « .\1 ch11ekwmk und Luch1chte» en Geu 1 u \1oh }
1
del [conoumiento] filo>ofico, conservaremos ,1quella denom1 \1'ucu, \\ 1IL1;,d1ek (comp1L1do1 v, lmmanael Rant Kntdc 0du remen
lernunfl, Bedm, 1(j(J8, pp (¡J/ (J ¡ 1, dq u p h.22)
nduon jJdlJ. dla, dunque !et dejemos de lado aqm porque no
15J3 PwbablementL h.11 d c¡ue enlende1 d(jlll <dlgunos de Jm cu<1les
pertenece ahuia J. nuest10 proposito wnoc11111entos»
Ls ele l,t 111a) or 1mportanuc1 al)/a1 conounuentos que por
IJ5-J Piobdblememe h 11 ,1 c¡11e erne1 de1 «una especie p<11 t1uda de
su genew \ por su ougen son d1fe1ente> de otros, e impedir 1
wnoc1m1ento» Pe10 tc1mb1en pod1 Jd entencle1se «Ul1d especie pdi ti
cmdadosamente que confin) c111 en una mezcla con otl os con los LU!J1 de pnnup10;,»
que estJ.n habitualmente enlazados por el uso Lo que hacen los IJJ5 fL1¡ que entu1du ']JO! d c1M] l<1 metdÍISJL,l > Pew t,1mbien
puede entende1;,e "POI el LLMl ese conoc1mento»
l"l\1/\Nl E! KA 'lT CRITICA DE lA Rt~ZON f'l RA

di:tin.~ida claramente de lo empínco; pues también entre los Por ello ha ocurrido que, puesto que los filósofo<; mismos erraban
pnnc1p1os ~mpíri<-os, algunos son más universales que otros,; en el desarrollo de la idea de su ciencia, la elaborac10n de ésta
por ello mas alt?s; e; dónde se ha de hacer, en la serie de esa no pudo tener ningún fin determinado, m guía alguna <;egura,
1
subordmación ""(en la cual no <;e d1<;tmgue lo que es conocido v ellos. con un diseño hecho de manera tan capnchma. ) sm
enteramente a prwn de aquello que sólo se conoce a postmon), ~aber el cammo que debían tomar, y desacordes s1ernp1 e entre sí
el cor:e que d1<;tmga la przmera parte) los miembros supremm, acerca de los descubrimientos que cada uno [de ellos] pretendía
de la ultima) los [miembros! subordmados" éQué diría uno s1 la haber alcanzado por el [camino] snyo, hioeron que s11 eiencia
c~~nología sólo pudiera carnctenzar las épocas del mundo cln 1 fuera desdeñada, primero por otros, v finalmente mclmo entre
d1endolas en primeros siglos, y los [siglos] que les seguían 1 l'no ellos mismos
se preguntaría ce! siglo quinto, pj décimo, etc, fo1man también [A84.'í] [B873] Todo conocimiento pmo a p11011, en\ 11 tud de
~arte de los pnmeros? Y dP esa misma manera ) o pregunto la facultad cognoscitiva particular <;ólo en la rna 1el puede tener
rpertenece a la metafísica el concepto de lo extenso? Vosotros su asiento, constituye pues una unidad particular.) la metalmca
re_:pondéis· isíl Ea.'¿ pero también el [concepto] ele cuerpo 1 1511 es la filosofía que tiene que exponer aquel c-onoum1ento Pn esta
e\ el de ct~erpo flmdo ~ [A8 q [B872) Quedais perple¡o<;. pues 51 unidad sistemática. La parte especulativa de ella. 'que se hc1
se sigue as1, todo termmará pm pertenecer a la metaf1sica Con apropiado preferentemente de ese nombre, a saber. aquella que
esto ~e ve que el mero grado de subordmaoón (lo partrculai ba¡o llamamos metafiszm de la naturaleza, y que a partir de conceptos
lo UTil\ ersal) no puede detennmm los lí1111tes de una ciencia, s1~o a przorz comidera todo en la medida en que [eso todo] es (no lo
que, en nu~stro caso, {sólo pueden determinarlos] la completa que debe ser), se divide de la siguiente manera
heter~gene1dad y d1ferenc1a del origen Pero lo que oscurenó La metafísica 11<1mada así en sentido estricto se compone
ademas por otra parte la idea fundamental de la metafísica fue de la filn,offa tiamrcndenta{ y de la finolog10 de la rnrnn pma
que ella, como conocimiento a pno11, muestra cierta homoge- La pnmera estudia sólo el entend1m1mto) la 1azon nu'ima en
neidad con la matemática, [homogene1dadJ que, por lo que un sistema de todos los conceptos y principios que se refieren
conoe~ne al ongen a przon, [hace que estén]" '7 emparentadas a objetos en general, sin suponer objetos que est111·1eran dado'
entre s1; pero en lo que respecta la manera de conocümento (ontologza); la segunda estudia la naturale::.a, es deor, el C011jtll1to
por conceptos en aquélla, en comparación con la manera de de los objetos dados (ya sean dados a los <;ent1dos. o s1 se qrne
JUZ~ar a przmz sólo mediante la construcción de los conceptos, re, a alguna otra especie de intuición),) es, por comigu1ente,
en esta. y por tanto, [en lo que respecta] a la diferenoa entre una fi110logza (aunque sólo rat10nali1) Ahora bren, el mo de
un conocur:1ent~ filosófico } el matemático, se re\ ela aquí una la razón en esta consideración racional de la natmalen es, o
he_tero~ene1dad igualmente rotunda, que se sentía siempre, por bien físico, o bien hiperfísico; o mejor, [es] o bien mmanentc.
as1 decirlo, pero que nunca se pudo llevar a criterios precisos o bien transcendente. El primero se refiere a la natmaleza en
la medida en que el conocimiento de ella puede ser aplicado
en la experiencia (111 ronrrrto); el segundo [se refiere] a aquella
7556 Es decir, en Lise11e de Jo, pnnc1pios subordmados unos a otio 5
sene en la cual algunos p1 mc1pin' ocupan la «pnme1 a pai te» , son Jo;
«miembros sup1emos» que eshid1a la metaf15ica '
7558 P1obablemente ha) a que entender aqu1 «la pa1 te especulatl\ a
7557 En el ongmal faltan estos \erbm Seguimos a Ed Acad de la metafis1ca»
Clll rJCA DL LA RAZO'\ f-'LRA /J57

cone\.10l1 de lm oli¡etos de la expenenc1a que sobrcpaod toda Por com1gu1ente, tocio el ;,1stemct ele la metafisica e,,ta
e'-peuenua [ \8 HJj [B871] Poi eso, esa fü10lugkl twmwulente wmpue"to de cuat10 partes p1111c1pales l) La untolugw 2) La
tiene por objeto, o bien una cone;,.1011 u1ltt1W, o bien una e>.te1 fiJzologw rauonal 3\ La lOolllologta iacwnal -O La teologw raczo
na, l,1 ~ cuales ambas, empuo, van mas alla de la e;,.penenoa na! La seg-uncia pctite, a saber, la doctnna rcluonal pura de la
posible, ,1quella es la fo,10log1a de toda la natur,ileLa, es decir, naturaleza, contiene do, !-\8-t7] [B87'i] secc10nes, la ph)szca
el cunourmwto tw1¡:,ce11dental del mundo, esta [es la fio10log1aJ iatwnal11 1 i ; la pj)dzologw wtwnalts
de la conullenduon de la naturale¿a entera con un ente [que La on_¡,'1na11d 1cled de una hlosohd de la iazon pura prescnbe,
estd] sub 1e l,11Mtl!laleza, e:, cleu1, el W!Wlllllle/llO tramundental ella mi,,ma, e~ct dl\ 1s10n, ella esta estdbleuda, por tctnto, arquz
de Dw1 1 ' tutonuamenll, ele acuerdo con los fines esenciales ele ella, ''' \
Cn ccunli10, la fis10log1d mmanente estudia ld 11<tturaleza no de manera meramente tewua, de acuerdo con parentescos
como el cOI1JUnto de todos los objetos de los sentidos, } por acc1dent,t!mente pe1 c1biclo~ ) , p01 as1 clec1rlo, a ld buena ele
tdnto, [estudl<l L1 n<1h11dlezd] tcd como ella nos es dada a 1wwl!OJ, D10s, pe10 p1eusctmente poi dio [esta estableuda] de manera
,rnnque solo segun [l<ts] cond1uones a plloll, baJO la:, cuales ella mmutctble) leg1sl,tto11<1 Pe10 aqm se encuent1,m alg1mos pun
puede, en generdl, se!llos dada Pe10 hay solo dos clases de tos que susutan duda,) que poJ1I<m debilitar !et con\ Kuon de
objetos de ella J' 1) Los de los sentidos e>..ternos,) por tanto lot legitu111J<1d de ella
el umJunto ele ellos, 1 1 l<1 naturaleza corporea 2) El objeto del Pnmero, e como puedo ~pe1 ar [ctlcanzar] un conoomiento
senuclo mteino, el alma,), segun los concepto> fundamentales ap1w11,) poi tanto una m< tdÍl'>Ka, de los objetos, s1 ellos wn
de esta en generdl, la natwaleza pemante La metaf1s1ca de la dados a nuestros sentidos, por tanto a po:,tei wn? 1'' y e como
ndtuialeza c01 porect se llotma jiJ1W, pero como ella solo nene es po~1ble, segun pimc1p10~ a prwll, conoce1 la naturaleLa de
11
que contener los punup10s a p1 w11 del c0110um1ento de ella, J

be llarnot] ji;,tCLl rauunal La metahsica de la naturdleza pensdnte


1563 l\<o ;e p1en:,e que entiendo poi t<1l lo que ;,e suele llamar ph¡ma
se lldma pJuologw, ) por ld nusma causa ieoen mencionada, gemra/is, que e' ma:, m,ttemattt d que nlo:,oha de la naturaleLd Pue" la
hay que e11te11der d4ui solo el wnorzmiento rallo/la! de ella metc1fis1La de ld ndtU1 <LleLd >e ¡Jcu ,t enteramente de la matemcttica \
no of1eLe tampoco, m con mucho, ldiJto:, conoc1miento> ampilfiLdtl\Os
wmo e5ta, pe!O >ll1 emliotigo es Ulll\ 1111po1t.:mte en lo que iespecta
/ 539 En ~1 0 11 ¡,m,11 no ,e ;ub1 d\ d la p,1lab1 ,1 «t1anscendentaJ,,, en la fia a la u1t1ca del conocm11ento p1110 dd entendumento en geneid] que
:,e, el cono< 11111ento t1d1bcendental de D10s» ~egmrnos a Ed Acad haya de sei aplicado d ld natu1 d]eu, por falte! de ella, mduso los
/ 'J6U L deut «hdv ;olo do, d~e:, de objetos de id h;,wlog1d 111manen mdtemauco; pue;,to que dd]uereu a ue1 tos conceptos comunes que
te» Peio totmbien podi1<t entendei:,e «liay :,olo do> daoe> de objeto> en \etdotd o,on [concepto;,] mu<1h,ic0s, han ieca1gado a la teond de
ck dlo»>, e; deui, de lo; oentidos la natu1aleL<l, sin da1;,e cuu1td, con h1potes1s que se des\ anecen ante
¡ 361 lla) que entenclei «el LOllJUi!lo de e;,o; objeto;» unJ. uiticd de e,,os p1mupios, ;m que poi esos~ p1o<luLcd meno:,ccJbo
7562 Hav que entendei <pe10 corno la mddfi;icd de la nattmdeta J.!guno del u;o <le Lt matemdt1c t que es totalmen1e imp1 escmclible) en
coi pm e, :,olo tiene qu< conlene1 dc¡uello:o pnnup!O> del conuum1en ese cdmpo [Note! de Kant]
to de J,1 natmdletd que son pi 1nup10> a prwr1», peio tambien podi1a 756t P1obc1blemente h,t)a que entender aqm «de cJcnerdo con Jo,
entendu'e «pe10 como elL1 :oulo llene c¡ue contenei lo; p11nup1ü> dd fines e:,enc1ales ele ld 1útOn»
conoumiento 11 pno11 de ella», e' Jeui «peio como 1.1 metalioica de 756:; Tdmb1en pod11a entenderse «écomo puedo espe1ar de Jo,, ob
l,i ihlluialeta c01pu1tca ;olo tiene que contenei los p11nup10:0 dt. ,1quel JelO> un conocrnuento a prwn p01 t,1nto, und metafis1ca, >l ellos son
LOnounuento dl la iMtui,tleta que e:, un conoumiento a prw11> dados a nue;,t1 º' :oent1do,,, y p01 dnlü a posterwri'»
858 l~l~i;\'\l l<ANT
CRITICA DE U\ RAZCl'\ F'l R•\ 8s9
las [A8-!-8] [B87fi] cosa,, 1;""; alcanzar una fisiología raaona{'
La 1espuesta es: ~o tomamos de la experiencia nada más que rica que constituya ella sola un estudio, pero es sin embargo
lo_ que es ne ce sano para dm 1101 u11 objeto, en parte, del sentido demasiado importante para que se la elimine del todo, o para
externo, [y] en parte. del sentido interno. 1"' 7 Aquello""' ocurre que se la coloque en otro lugar en el que pudiera encontnn
me~1ant'." el mer~ concepto de materia (exten,ión impeiJPtra- todavía menos afinidad que en la metafísica. Es. por tanto,
ble m~111mada); esto, mediante el concepto de un ente pen- meramente un e"\'.traño que ha sido acogido hasta <i hora, al
sante (e_n la representación empírica interna: Yo pienso). p01 que se le concede asilo por algún tiempo, ha<;ta que pueda
lo ciernas, en toda la metafísica de estos objetos deberíamos ocupar su propia vi\ ienda en una antropología completa
abstener~os completament<> de todos los principios empíricos ([que es] la pareja corre<;pondicnte a la doctrina empírica de
~ue pu~1eran agregar al concepto alguna experiencia para la naturaleza).
_¡uzgar aJgo acerca de e<;os objetos a partir de ella. Esta es, pues, la idea general de la metafísica: la cual,
Segund.o: édónde queda la p11cologfo empínra, que siempre como al comienzo se exigió de ella 1 ;-,, más ele lo que razona-
ha m~nte111do su puesto en la metafísica, y de la cual en nues- blemente puede ser exigido, y [como] por algún tiempo se
tros tien_ip~s se han esperado tan grandes cosas en favor del abrigaron agradables expectativas acerca de ella, finalmente
esclarec1m1ento de ésta, clf";pués que se hubo abandonado la cayó en univPrsal descrédito, cuando uno 5e ,·io defraudado
esperanza ~e establecer a p1 ion algo válido? Re<;pondo: ella, a en su esperanza. A partir de todo el curso de nuestra crítica
ªparar al.Ji donde debe pone1se la doctrina de la naturaleza se habrá llegado a suficiente convicción de que aunque la
-[la doctnna] propiamente tal (empírica)-"'"' a saber, del lado metafísica no puPda ser la plaza fuerte de la religión, sin em-
de la ~lo~o~ía aplicada, pai a la cual la filosofía pura contiene bargo siempre debe mantenerse como e! baluarte de ella; y
los pnnc1p10s a przon, la cual, por cosiguiente, debe, por de que la razón humana, que es dialéctica va por la dirección
nerto, ser enlazada con aquélla, pero no debe ser confundida de su naturaleza, nunca puede prescindir de una ciencia tal.
con ella. Por consiguiente, la psicología empírica debe ser que la refrena y que impide. mediante un conocimiento de
enter~mente desterrada de !a metafísica, y está enteramente sí científico y enteramente evidente, los estragos que de otro
exclmda de ell.~ ya por la idea de ésta. Sin embargo, se deberá modo produciría indefectiblemente, tanto en la moral como
segurr. conced1endole, empero, según el uso académico, un en la religión. una ra7ón especulativa carente de leyes. Por
lugarcito en:¡¡~ (aunque sólo como digresión); [AS-1-9] [B877] consiguiente, se p11ede estar seguro de que por muy remilga-
Y ello por mo\"lles económicos, porque ella todavía no es tan dos o desdeñosos [B878] que se muestren los qne no saben
juzgar a [A8SO] una ciencia según la naturaleza de ella. sino
únicamente por sus efectos accidentales, siempre se volverá
7566._ También podría entende1se: «hómo es posible conocei se2'\m a ella como a una amante con la que hemos rPñido: porque
0
pirnc1p1os a prion la natu1 aleza de l;Vi cosas""·
la razón, puesto que se trata aquí de fines esenciales, debe
7567. QJLiizá ha; ague entender como 1i dijera: «pi11 a darnos un objeto
.[que es ) a un objeto del sentido externo, va un obíeto del sentido
trabajar sin descanso. ya sea para [idcanzar] una cognición
interno». · J bien fundada, o para la destrucción de buenas cogniciones
7~68. Es declf, la obtención del objetn del sentido externo. ya existentes.
l:J69. Los guiones en la frase «-[la doctrina] [... ] (empíncal-» son
agregado de esta traduccion.
7570. Ha) que entende1: «se exigia de la metafísica»
( g¡ l ,l "' UL ~,.; rt-\b./\ Pl 861

La meldfbica, pues, tanto [la] de la naturaleza, COI~10 [la] ¡-\C>í2J [Bxxu)


de la:, cu,tuinbreo, ) pctnícul<lr mente la crítica de la r_a.zon que Capítulo cuarto
:,e dVentura [a \·olai] con suo pwpia;, alas, l~ cual [c1 it1ca] pre· de la doctrina transcendental del método
l ede de mctnera p1ep111LZto11u (p1 opedéutica 1, ,on lo muco 4ue
compone. aquello que, en ;,entidu gent:ino, podemo:, llam<lr L.:.. Hbl\lRL·\ Dl:. L..\ R..\Zu:.: Pl,!{ \

ttlu:,ofía. E,ta lo refiere todo a la ;,dli1duua, pero por el cammo


de ]d ciencia, que es el úniuJ que, una vez que está t_razado, Este título está aqu1 ooldrnente para señalar 1111 lugar '7 '
nunca :,e cielld, y no pe1 mite extravíos. La matem_at1ca, la que queda en el :,1:,tema. ) que debe ser llenado en el futuro.
uencia de la naturaleza, ~ aun el conocimiento emp1nco del :\le lmüto a eclld1, desde un punto de \ i:,rn meramente tr ans-
homlii e, tie!len un alto \ dlo1 como rnedws paia fin~s de .la cendental, a sabe1, desde la naturaleza de la razón pm a, una
humamclctd, en ,u nia) u1 p,u te, contingentes, pero al hnal, sm mirad,1 somera sobre el con¡ unto de los trabajos que ella hizo
ernbai go, pdl a fine;, nec.esa!lo;, y e;,enciale;, ~e la human1ddd; hasta alio1d; lo que po¡¡e ame mis ojos, por cierto, ed1finus,
pero e>o, ;,olo por mediación de un conocm11ento rac1011cll pero ;,ólo en 1uinas.
poi mei u;, conu'pto;, que, comoquiera que se lo llame, no es Es bastante notable, aunque naturalmente no pudiera ocu-
propiamente :,ino melafbic.a. .. .. rrir de otro modo, que los hombres, en la infancia de la filosofb,
Por e;,o nn;,mo, la metafí;,ica es tamb1en la consumacion ~e u
comenzaron por onde 110:,ot10s ahora prefe1 irfan10s acabar, a
tuda wltuia de la razon humana; [comumación] que es [AS.) l] saber, [comenzaron] poi estudiar primero el conocimiento de
[B879] mdi:,pensable, 1 " 1 aunque ;,e deje de l.tdo _el influjo de Dio:,, y la esperanza de otro mundo, o incluso la consutuoón
elld,' ';" corno cien< ia, sob1e ciertos fines determmados. Pu'."s de éste. Cuale:,quiera que Juerdn los toscos conceptos reliposos
ella cunside 1,1 a la r <1zon :,egún los elementos de ella, y seg1111 mt10ducido:, por los ant1g11os u:,os que sub,i:,tí<tn tocLtvía del
:,us máxunas :,upremas, que deben servir de fundamento a la estado de Larbarie de lo~ pueblos, esto no le impidió a la parte
po.izbdidad rni;,ma de .tlg1urns ciencias, y al uso ?e to~as [ellas.]. más e:,cl.trecida dedicai sv a hb1 es in ve;,tig<1cíone~ acerca de este
El c¡ue ella, como mera especulac10n, .srr_va mas pard tmp~d1~ objeto, y lácilmenle se comprendió que no podía haber una
errores, que para ensanchai el conoc11n1ento, no mer:o;,caba manera más profunda) segltra de complacer al poder im·1s1ble
su valor, sino que le da, mas bien, dignidad ) autolldad e.n que rige al mundo, para IA.853] [B881] ser felices al menos en
v 11 tud de su cargo de censor, que asegura el ~rd~n y'.ªar~orn~ otro mundo, que la observancia ele una buena cunduua en la
uni\ersales, e incluso el bienestar de la repubhca cient1fica, '¡ vida. Por e:,o, la teología ) la moral fueron lo:, dos motores, o
que impide que los trabajos ,rnimmos .Y _frnctíferos de ésta se mejor, los Jos puntos de referencia de toda> las investigaciones
aparten del fin p1mcipdl, [que es] la felicidad um\ ersal. racionales abstractas a las que, desde entone.es, [los hornb1 es]
siempre se han entregado. Pero fue la p1 imera, pr opiamcnte,
la que arrastró a la razón meramente especulativa poco a
poco a la ocupación que llego d ser después tan famosa con el
nombre de metafísica.
!'í77. 1~unbién podiía entende1se «[cultwa] L¡ue es ind1spemctole».
/572. p 10 oablernente !Mya que entende1 dquí: «el mt1UJO de l.i me·
tdh.SlLd».
862 JMM\'.l[l l'c\l\T CRITICA DEL,\ R \ZO'- Pl R". 863

No\ O\ ahora a di<;tmgun lct' epocas en las que ocurno esta los noolog¡¡fa> l or!tr, que en tiempos mas reciente<; 'ilk\ll!O
o aquella mudanza en la metaf1sJCa, smo que \o¡ a presentar, al pnrnero, \ Le1h111;:., que s1gu10 al ultnno zllmque a ba<;tante
en un bosquejo somero, solamente la di\ eVi1dad de la idea, que d1stanoa del <;Viterna rn1stJCn de el), no pudieron tampoco
d10 ocas10n a la' prmopale' re\ oluoone<; Y alh encuentro un en este debate llegar a mnguna deos1on Epzwro pr0t ed10
tnple proposito que d10 ongen a l<ts muddl17'1' mas importantes al meno<;, mucho mas con<;ec11entemente segun su <;1stern<1
en este teatro de la chscord1a sensualista (pues nunca fue, con c;us conclusiones, 1m1' alla de
1) En lo que re>pfcta al ob;eto de todos nuestros conoom1en los l11mte<; de la experiencia) que An<;toteles \ Locke lpnnCJ
tos rac10nales, algunos fueron filornfos senwalista> <;olamente, palmen te el ultimo), qmen, de<;pues de h<lber dern ado de l,l
otros, solamente filornfo' rntdrrtualzsta1 Puede Ilamar<;e a expenenc1a todos los concepto<;) pnnnp1os, \a tan le¡os en el
Epzcuro el mas importante filmofo de la sens1b1hdad, [v] a uso de ellos, que afirma que se puede demostrar la ex1'tenna
Platon [el mas importante filosofo) de lo mtelectual Pero esta de Dios ) la mmortahdad del alma (,nmque ambos objeto<;
diferencia de las escuelas, por <;ut1l que <;ea, babia comen estan por completo fuera de los [A8) 1] [B88 3] limite<; de
zado \a en los tiempos mas tempianos, y <;e ha manterndo la expenenc1a posible) con tc1nta e\1dencia como cualqmer
mmterrump1damente por largo tiempo Los de la pnmera teorema matemat1co
[escuela] afirmaban que solo en los ob¡c tos de los <;entidos 1) En lo que rnprcta al mrtodo S1 se ha de llamar rnetodo a
ha\ realidad efectl\ a, y que todo lo <lemas es 1magmac10n, algo, eso debe ser un proced11n1ento segun p1 mnp1of i\hor a
los de la segunda [escuela] denan, por el contrano en lm bien, los metodm predomm<1ntes ahora en esta rnma de la
sentidos 110 ha\ [AS.54] [B882] nada mas que ap,mencia mvest1gaoon se pueden di\ 1d1r en f metodos] 11at111ah>la>
1lusona. solo el entend1m1ento conoce lo \ erdadero No por y [metodos] czentzfiro> El natmalnta de !,1 ra?on pum toma
eso denegaron los pnmeros preusamente su realidad a los como prmcrp10 que con la razon Hilga r que el l!dlna la 'i<l na
conceptos del entend1mwnto, pero esta era, segun ellos, solo razon), sm cwncia, se puede lograr mas que con la especu
lr>gzca, mientras que para los otro<; [era] 1111stua Aquellos adm1 lac10n, en lo que respecta a las cuest10nes mas ele\ adas, que
t1eron conceptos mtelertuales, pero füpus1eron ob;l'fos <;o lamente const1tU) en la tarea de la metafis1cd Ahrma, pue<;, r¡ue <;e
sensibles E<; tos ex1grnn que los ob¡etos ver dndero<; fueran puede determmar el tamaño) la d1stanC1a de la luna a sm1ple
meramente 111telzg1blfl, y sostu\ieron una 111tU1rzon [efectuada] \Jsta de manera mas segura que por rodeo<; matemat1co'i
por el entend1m1ento puro, no acompañado por los sentidos, [Esto] es mera m1sologia llevdda a pnnc1p10<; 1 ' lo que es
v, segun la opm1on de ellos, solo confundido 1 4
'.2) En lo que respecta al origen de lo<; conourmentos raoonales
puros, s1 son denvados de la expe11enna, o s1 111depend1ente 1575 Por «noologista<» h,m de entende1<;e lo< nc1onab<tas ['e¡;1m
Hoffe Otf11ed «A1ch1tektomk und G1 'chKhte der remen Ve11111nft
mente de esta, tienen la fuente de ellos en la razon Arlltotrlrs
en l\loh1 G ' \'v11la<;check l\l (compilad01es\ RlarnÁn fo¡/u;m
puede ser considerado el ¡efe de lo<; emjnmtm, ) Platon el de lmman11rl Aant Ant1!. drr r1111rn 1rrn111ift, Rr1 l111 1'lll" pp b 17b1)
aqm p 6.+0]
1576 Qmza ha'a que entende1 aq111 «rne1a nmolog1a e11g1d1 Pn
p1mnp10" Hoffe md1ca que lo' «n<itmabstas» o «1111solog(1' ,il11d1
7574 Qmza ha\a que entende aqu1 " el entend1m1ento puro no
do<; en el te-xto son los adeptos al mero sentido< omun \ 1em1te 1 h
acompanado por los sentJdos, \ al que segun la opm1on de ellos, los 1
sentido' solo confunden» (o de<conciertan) escuela escocesa de los «common qpnqe philo,ophe1' > Hoffe op
C!t' p 6.+2)
lo nM:, abo,u1du de todo, e:, el desden de todos los medios
kc mcos, en< orn1ddo corno un lllltodo pa1 tuulw de ensanchd1
uno sus conoc1m1enw:, Pue:, por lo que atañe a los [que wnj
nc1tu1ali;,tds pur w1u1ua de mct\ 01 mtehgencr,t, [a e:,to:,] no se
le, puede fu11cidd,trnc ute 1eprochctr !ldd<t Siguen ,1 l<t r c1zon ÍNDICE
\ ulgar, sm ulan<11Sl de su 1g1101dnC1d como sr esta fuera un
rni:tudo que lrnb1e1 et de contener el seer eto para eJ...trae1 la
\ e1ddd del p10luuclu puLO de Democuto Qyod :iapzo, satis
ol 1111/u, 1wn ¡gu cu10, u.lt quod 11a:itfw wrumrw:i1q11e Solvne.l,
Para los siguientes md1ce~ de no b
temdo en cuenta los t b m reo, ) anal1t1co hemos
Pen e:, lenM, con el que pueden vi\ rr contentos} [A 816] ra ªJCb pre\ ws q .
ed1oones de la Critlla di la ia;:.on pura de ~~ ~~umpdn~n d Ja,,
:,u
[Bb8-cl] dignos de apwbc1uon, sm p1 eocupdr:,e por la oencia y Rrbas ) el Ind d er emann, ~chm1dt
) ;,m l1 dslo1 nd1 el t1 ali<1JO de estd ' rce "- per~unas publicad 0 (' ,
TcLnto en el Indice ¡ b por ' ,,f<11tm
P01 lo que se r ehere a los que obser \ dl1 un me todo cunttjuo, L ( !10111 , es C.01110 en e) f d l
las referencias remllen 11 n Ke ana it1co
e:,ttis nenen aqrn ld opuon de p10ceder, bien de manera dog ' numer ,1cion de las :l 1
ed1crones A ) B de 1't ( n t ua {el l
a 1a;¿on pul{l ' pdgmas e e dS
mc1t1Lu Li1en de m,u1e1a e:iclptua, pero en rudos los casos trenen
ld ulilig<luon de pioceder de !1ldlleid .ll.lÜJllutua S1 menciono
aqm, con referenoa a la pnmera [opcionj, di celebie Hólff, y E:::>TEB\\ A\1 \DOR, :\h1uu \ P\Oucu '1\R( l 1'
''' < ~ HbT! D
p:11" la :,egurn.ld, a Dauui Hume, puedo, por lo que respecta a
m1 ¡-i1opo.,ito actH<tl, dejdI sm menuonar a los restantes Solo
qut da ,tbierto el Ulllll/W ll ltllO S1 el lector ha temdo la amcl
b1hdad) l<t pctuenud de 1ec01rerlo en m1 compañict, JUzg11e
<lb ora :,1 ,lLdSO si el c1ccede a conl11buu cou lo SU) o pcu a hacer
de e;,te ;,endero una carretera, no se podra alean.lar toda\ ia
clllles del teirnrno del presente siglo, lo 4ue muchos siglos no
pudieron logren, a saber llevu.r a l,t raLun humana el completa
Sdllsfacc1011 en aquello que ha ocupado siempre, ctun4ue hastt
ctho1a en \dl10, a su afan de sabe1

J577 En el 011gl1Ml «ele los profundos poto>" :,egu1mo> d Ecl


\cdd
866

ÍNDICE DE NOMBRES Leibniz B 293, B 320 s., B 323, B J21i 332, B 337, B lhO,
B 469, B ti30, B 632, B 691i, B 8-W, B 882
Alejandro B 737. Leibniz-Wolff B 61, B 329.
Antiguos, los B 83, B 85, B l n. B 229, B 290 nota, B 312, Locke A IX. B 119, B 127 s, B 327. B 882.
B 868, A JO nota; ver también «Filósofo> de la Ant1- Mairan, de B 489
g11edad» Mendelssohn B 413.
Arcesilao B 883. Newton B XXII nota, B 3I:l.
Aristóteles B VIII. B 105. B 107, B 324, B 370. B 882. Ovidio A IX.
Baco de Verulamio (franci~ Bacon) B II, B XII. Persio B 883.
Baumgarten B 35 nota. Petrus Ramus B 172 nota.
Berkeley B 71, B 274. Platón B 9, B 370-374, B 499, B 530, B .J% s, B 88! s
Bonnet B 69ti. Priestley B 773 s.
Brucker B 372. Segner B 15.
Cartesius (Descartes) B 274 s , B 422 nota, B 405, B ()30, Sócrates B XX)Cl.
A 355, A 367 s. Solón B 883.
Cicerón B 717 nota. Stahl B XII.
Copérnico B XVI, B XXII nota, B 313. Sulzer B 769.
Demócrito B 883. Terrasson A XVIII
Diógenes Laercio B XI. Thales B XI.
Dogmático (/)ogmat1krr) A IX, \ er «Dogrn{itico/s» en el Torricelli B XII.
Indice analítico Wolff B XXXVI, B 864, B 884.
Epicuro B 208, B 478, B 499, B +99 nota, B 881 s. Zedlitz B III.
Estoicos B 597. Zenón de Elea B 330.
Filósofos de la Antigüedad B 478, B 645, \ er «Anti-
g1109>.
Galileo B XII
Haller B 641.
Hécuba A VIII.
Hobbes B 780.
Hume B 5, B 19 s.. B 127 s, B 774 s., B 788, B 792 ss. B
88+.
Lambert B 508
860
Acroamática ~ak1u11mat1Jlh). pruebas a. B 763.
ÍNDll'l:. A"'ALÍTICO
Adecuado (u.daqu.at;. objeto a. a las e·ügencias de la razón B
. · t. que tiene su fuente Jó5, B 37,), B 38-l. B 196, B 635, B tí7-L B 7.56.
A po~li!rioti. eiemen~o ,~c·l LU,~l>l~ll~l~eI~.,uB 7-El; lu d,1do en la Afección (djfél..twni. la:, 11llwl.Íones se basan en afecciones B
enl1e:-..¡Je11e11lh1bX.i,A._, - .d B~rs· 93; dllto afección B L)3, B 156.
, . . B 3 ! B ·1¡;q dado a nue;,tros senll us i ,
e>-¡Je11enc1 . 1 -., _ - .. ' Be 1 B -1 ~ B 17S B '.270 Afinidad i,Ajfin1tat). integral a. de lo:, fenómenos A 113; a
. . ,, '•ll I' -)¡ , , con1n. ,,...,, ::>, ·' '
el!lfJllllO l) 1 , , ) 1 , J • r
transcendental y a empírica..-\ 11-~, funddrnento objeti\·o ele
D7-ló\' . .
' · · ,. l., pi w 11 necesidad y Ul1l\ er- asociación de lo~ fenómenos A 12'.2 y s., B 79-1, ley de a. de
A priori. "eii,de:o dt:l ('ntJULl llllc•1 _c 11 . X" B 101 J<.¡, concepto~ como p1 inc.ipío de continuidad de las formas
, . ·a B . ¡ ' B (i~. B 8:>1, comp. A - v'
'-.d l lll '-t J e:,d lLt
·
• d l . u1üfindo de la palabra:
\
a: B ti85 y ~-, B 688 ) s., B 6%.
Absoluto "ab111luí do:. uous_ . e :,1" , osible en sí mismo, Afirmación \Bt"jalumg). ,t. transcendental (opuesta a negación
dlJ:,ulutdrnenk !h1,1lile ,1grnflca lo que es P uede decir de un tizn10cemle11tal: mera carencia) un algo cuyo concepto ex-
i ,de 111lern,u11enle, : eo lu meno;, que se p . . 11 ue p1 esa ya en sí rmsmo u11 se1 B (i()'.2.
¡ , ·t ·, P, ~i' l h' ,,lJoululct!llCllle pus1ble o,1gmfica aque lo q ..
º·'J' '-' . . . , l ·¡· .t d 11ente ves o mas
, ... ,·• le eu ¡udo resot ctu. \ ct e 1 11n1 a dl '; ·1
Afirmaciones cosmológica& (/,.owwlo151jd1e Be/111upt111115c11;: B
"" t LdU , ¡' l ' 1 b1hddd de una cosa B 081, A 5:29, pruel.ia de la exi'->knci<t de Dios B 518, Sistema de las
cue se pc.cc.k Lleui (,e ..t P~" · B F9 B 321 ·
/'! B ) ".'· e;,DaÓ<) a. B .i.)7 nota, A -J.3l ...l..' ' idea> coomológicas B -ló5 ss., comp. B -19.J.., B -l96, B 506. B
,)_ti, . º-;' ; -- B ·' :LJ B 2-J.5. A 200 )' s>.; comienzo a. A 51..¡., B ,117, B 535.
1
i·ffp"'-.,_.¡,,l- ,_)_, . 38B-53.\
~,' ¡:,, ~' B...J.lJ5 B.:ílLB582;sujettJa.A~-J,, ::> ,. Afirmar (behauptm): enunciar un Jlliciu \·;diclu para cualquiera
..¡.d=:l-!11, .. , _. --BrllB-!?-A-18.J.B
- - - ·J d - \ .p ' = B -1XJ ,) ' ,J - ' B 8..J.9.
S2:J B ,):J,J. tu o a. r _, ' . B -·r B 5..¡.5 B 5-l7
. r · L1 e:-..penenc1a :'JJI, • , '
Agregado ;Agg,-egat): en relación COll Jos conceptos pw os:
umte ,1. eu
,)'..!.): lllül?,l.l•l . 1 . B ')31 A 188· rnaunitud
. nacer •: pe1 ecer en 'en tic o a. - - '- '. d d integridad de la ciencia no se ba;,a en a. B 89; fenómenos
~- "~ .-) l~J; totalidad a. en l<l mtmciónB ,J,'Jl, tu~,~h_d~ B ~6-±e ir.tuido:i e.orno a. B 10-L B '.212, B :2i7; de Jo, objetns en un
. \· A-)'í=B'í(Jl·real!dada.A.JJ6- J '
L>ol'llt.:SCdUSaes- ,"JJ,. , .' d '-8--B()l'í sistema B G73, B 8ti0, JUÍl ios di:,yuntivo;, determinan los
· '::;05=Bol3·u111da a ..,.,,J<I- •·
J1L:Le:,lLl .1u d. :"'- ... o ' · B elemento;, recíprocamente, LOlllO en un a. B 112; a. de los
i .,_. d ,, te , 1J,,·1dt11::.): dete1 tllÍ!1clC10nes de Lllld sustanc_1a miemb10:, en la di\i~ión de un concepto B 380; a. en una
,,c~1 e.i \" ~ '11 la L¡ue la e.:-..istencia de la sustanoa es serie B .J.3~1, B -1..J.l, B ±.J.6 y s., B ..J.57, B 552.
} J 1
id l1ldl1C1'"1 ~~
} ' . ,
~--, . t B '>JO ld :,u,tanua permanece,
dete1rn11i.tcla pu:,1t11 clll1el1 e - ' B 183 A 3-El Agregación (Aggteg11tw11). síntesis de lo homogéneo B 201
.lüS J.. C1.-u11
. . b ldl1
. uU - ·) y-·
-1 ~
,1 interno' \ e\.lel no:,
-'
' ' nota, B '.202 207; B W-l
U)!J11)
1
B 1-ll. . . Aislar (1sol1enn): a. rnetodo tílusófico 870, a. la sensili1lidad 35,
¡ ¡ edic,il..Jle del entendnmento
, JI
Acción \]!waflull;;,, ¡¡ /! ..iw::,1· ... , lB Y ' .. VIII· a recíp1oca entre a. el entendimiento 87, a. la razón 362.
_ B 1\)n B J,)ll. ,t. 11;,1bles ""A ' · . .
p1t«> '. l - E [('()· swte0iis a. del entend1m1entu Albedrío ( Wíl!for): B 56'..2; libre a. B 830, comp. B 8'.28, B
rl \ e ¡Muente ) j ' B 1~ ..¡.· . ong1-
' • ' ,
836, B 577 SS.
B ;JO. a. ,t1,HbLclldt.:nldl cié lct inh>gmac1on ,) ' d
n.u ia B .~7:.2.
870 871
Álgebra (Burhstabcnmlmung, Ah;eber)· B 745, B 762. comp 10 l~l. identidad del Yo como proposición a. B 107 ((Jf), el
Antmética. principio sup1 emo de los jnicios a B 189 !CJ3, comp B '.20 i
Alma (Seele)· a, substancia pensante como el principio de Y s, B 311, B 5'.26, B h2S; juicios íl afirmíltl\OS; negat1vm
vida en la materia B 403 yo pPnsante A :i6 l, A -1-02, comp B 190. B l~rl; procedimiento a. B 418, parentesco logico B
B 394, B ±00, B 813, A 381, A 101; a como sujeto B 43:¿, a. 315; el principio de la determinación completa no ~e refie1 e
sttjeto de los pensamient(I<; A :l í8; a , naturaleza pernante B al principio de la repre<;entación a. B hOO. ca1 acter t'itJ( a íl
710: a., objeto del sentido interno B 37, B IOO, B -HB, B 4Lí, de la po<;ih11idacl R 630
B 427, B 711, B 874, B 87fí. J\ i,)7 s.; a., idea B -+28 ss., B 710 Analogía (,1nalnglf)· diferencia entre a de la rnatematirn y a
s., B 769, B 799 s., B 802, B 806; a., principio reguhlti\ o B de la filosofía B '.222, a de la e'\periencia B '.200. B 218-21),)
XXIX s, B 710- 712; permanencia del a. B 413 ss., A 393 s.;
Analogon. B 693; B 853.
tres facultades del a.: A 94.
Anarquía (,1nmrhze)· A IX.
Alteración/mudanza ( Vnondr11mg): tránsito de un estado a
otro B 213. comp. B 2S2, B ·+77; a., sucesivo ser y no ser de Anfibología (Amph1bolrr): a. transcendental· confusión del
las determmaciones de líl <;ub<>tanciíl B 232. comp B 149, B objeto puro del entendimiento con el fenómeno B ,126, a de
251; cambio de los fenómenos B 233, comp. B XLI, B -+30; los conceptos de la reflexión B 316-3+9, B 336, B 512
como intuición corresponcliente al concepto de rnusa B 291, Animalidad (Ammalztat)· principio de vida en líl materia B W3,
comp B 292, B 487 s.; solo posible mediante la represen- cornunidíld del alma con el cuerpo orgánirn A 384
tación del tiempo B 48, comp B S,'l s., B SS, B 252-254, B Anticipación (Ant1:¿1pat10n)· significado de la palabra íl B 208,
290 ss.; continuidad de la a.: B 254, comp B 230 s., B 468, a. de los fenómenos B 209; principio trnmcendental de las
B 480 SS. a. de la percepción B 207
Análisis (Analym): a. opuesto a la síntesis B 103; a. presupone Antinomia (Antmoml()· (De la rílzón pura) estado de la razón
la síntesis B 130; a. de los conceptos A XVIII, B XXI nota, en sus inferencias dialécticas B 398; conflicto de las le; e<; de
A 13, B 25, B 27 y s , B 90; a. de la conciencia de mí mismo la razón B 43-l-; a. matemáticas y dinámicas B 432 ,')!),)
B -W9 y s.; su principio B 62 1 notíl.
Antitética (A11t1thet1k): (De la razón pum) conflicto de Jo, apíl
Analítica (.Analvtzk): a. trnmcernlental B 89 349; lógica de la rentes conocimientos dogmáticos B 4-l-8; íl tramcendentíll
verdad B 87, B 170; canon para el entendimiento puro B investigación acerca de la antinomia de la razón pura, 'ill"
824; a. Transcendental se divide en: a) a. de los conceptos causas y resultado B 448: aparente a. de la rnzón pura B
B 90-B 169, b) a. de los Pdncipios B 169-349; resultados de 768, B 771.
la a. B 303, B 377 v s., B .í64, GOD, B 670, B 731, A 348 )
Antropología (A11thropolog1e)· investigación fisiológica del
s., B 3.J7.
hombre B 578; en la MetílfísJCa de las Co<;turnhres no <;e
Analítico/a (a11alyt11rh): descompo<;ición de conceptos en las pone a la a. por fundamento B 869; psicología empuica y
exposiciones filosóficas B 7'58, B 760, B 749, B 23; propmición a. B 8í7.
a. no hace avanzar al entendimiento B 311; conocimiento a.
Antropomorfismo (A11thropomorphm1111í)· B 720, B 72,'í, B
B 25, B 215, B 64, B 191; regla a B 328; juicio a. A 7, ; s., B
668, B 728
872 873
Apagógica/o (apagogmh). pruebas a. B 817) ss. 209; a. sucesiva en la p1oducc1ón del tiempo mismo B 182;
Apariencia ilusoria \Schew): a.i. empí11ca B 35ls., B 35 1, síntesis de la a. y sínles1s de la apercepoón: una y mi;,ma
comp. A 3%, a.i. lógica B 353 s.; a.i. transcendental B 352 s., espontaneidad B 162 nota.
B 355, B 5-l-l-, B b70, B 732, A 396, comp. B -l-!9 s., B 86, B Árbol genealógico del entendimiento puro (Stammbaum
88, B -126, B 731 :,., B 791; logica de la a. i. (dialéctica) B 86, d. r. V): B 108.
comp. B 170, B ~:qg; la a.i. no está en el objeto en la medida Argüidor ( Vernlinfiler): a. dogmático B 797, B 821; a. sutiles B
en que e~ intuido, ;,ino en el jmcio sobre él: B 350; a.i. como 777; turba de los a. B (i97.
distinta de fenómeno B 69 ss., 3-!9 ss.; océano como a:,iento
Aritmética (Arithmetzk): B lS.
de la a. i. B 29.S; apariencia del bien, bella apariencia B 776.
Ver «Ilusión» Aritmética (arzthmetmh): proposición a. B 16, B 70-±, comp B
205, B 299; p10cedimiento del álgebra: construcoón simbó-
Apariencia sensible (rnwluhe1 Sd1ein): B 787.
lica B 7.±5, comtrucción característica B 762.
Apercepción (Appei::.eptwn): facultad de la conciencia de sí
Armonía (Harmmue): B a preestablecida (vo1herbeitunmtc
mismo B G8, B 127 nota, A 117 nota; a. pura u originaria A
JJarmonze): a. p. de la sustarnia (según Leibniz) B 3:-ll, comp.
J Hí, B 132, comp. B 131 ) s:,., B 138, B 142, B 3-!5, A 111, B
B 70(i, A 390 s.
113 y ss.; unidad transcendental de la a. B 132, A 36 ..:;, A 107;
umdad anahtica ) unidad sintética ele la a. B 133; principio Arquetipo ( Urbzli4: B B 372, B 37-!.
de la unidad :,intética de lo múltiple A 117, B 133, B 12-!, A Arquitectónica (Anh1tth.tom/.): arte ele los sistemas, doctrina
106 y os. A l 12 y ;,;,. ; comunidad de la a. B 2 61, fundamento ele lo científico B 8GO, aryuitectónica ele la razón pura B
de l¿ po;,ibihd.;d de la;, categorías B -!01, B -!03, A 107; la 736, B 860-879.
umd.td :,iutetlca de la a e;, el entendimiento mismo B 13-! Arquitectónico/ a (mchilel.ton111h): plan a. a pai tir de principios
nota; a. distmguida de la conciencia empüica A 107, B 132, B 27; la razón e;, a. poi natm:tleza B 502; unidad a (opuesta
B 133; auto-conocimiento por mera a. B 57-!, A -!OO. a unidad técnica) B 861; cfüeüo a. según los fines de la razón
Apodíctica/ o (11pod1ktfüh): propooiciones a. de la geometría B 863; división a. del ~i:,tenB ele ld metafí::oica B 875; interés
B 39, B -!1, comp. B 6-!, B 199, B 406, B 76-!; prueba a. B a. ele la razón B 503.
7b2; división de las proposiciones a. B 76-l; certeza a. B 1-!, Articulación (Art1A.ulatwn). estructura A XIX, organización (ar-
B ~El, B -l?, B 57, B ti 1, B 189, B 191, B 652; conceptos del tiwlatio) B 861, a del 01:,tema del conjunto de conocimientos
entendimiento apudícticamente ciertos B 757 y s. B 765-767; del entendimiento pu1 o B 90; unidad sistemática B 862.
uso a. de Id razón B b7-l; principio de la razón B 678.
Artistas de la razón ( Vmwnfikümtle1): el matemático, el físico
Aprehensión \App1ehemiun). percepción B lti2, B 527, A 113; y el lógico, B 867, ver «legi:,Jaclor de la razón humana».
empírica B 1(J2 nota, B ltí-l, A 108, B 235; sucesión subjetiva
Asintóticamente (11Jymj1lollSl!t): B 691.
de la a. B 23-! y ss., B 2-!0 y ss.; síntesis de la a.: composi-
ción de lu múltiple en una intuición empírica B 160, B 219, Asociación (As:,o¿iatwnl. a. de las representaciones: principio
oíntesis de la a. por J.1 imaginación B 233, B 235, A 120, A subjetivo y empírico de la reproducción (de la imaginación)
98-101; a. sucesiva B 18-!, B 204, B 2'.25, B 23-! y s., comp. B según reglas A 121, B 1-!0, a. de los conceptos en la experien-
cia B 127
, \er «Hábito»; lev de a B l-l-2
como regla en Hume B ¡q l. A j,
la a. B 811 nota· fu d
' n amento objef
12
-,
.' B L>2; a ~ntend1rla
} s' causa, 'iuh¡etivas de
d l '
r Bueno, lo : G""· d,.,¡· objeto de Jamón pena B ,;71;
Cambio ( ivérk,el) · sucesión de los fenomenos B 23 -l. c.omp
122; síntesis de la imacrinilc1'c· B -~"o e a a. A 1J3 } s., A B 22lí, B 301. A 383. el c. sólo concierne a los e<;tados de lc1
/Y ' 111 1.·1-l- V s A 11- A
Astronomía (A,hon ,\. , ., t1, 123. 'iubstancia B 230 s.; cambio de las determinac10nes A 31-11
om1e;. a teonca \
comp. B ?fiO B r- , a contemplativa B 313 Canon (l{anon): el concepto de los pnnnp10s a /mo11 del tl'o
- ' -//\S.;sobre]ad1 d '.,
nomos B 189· el des. b . . sputa e dos famosos a5tró- corree.to de ciertas facultades de conocimiento en general f\
· , ' cu rnnH'nto
B h03 nota; reglas de la a fi ¡ l del ab· d ¡
< rsmo e a ignorancia 82 J.; la lógica genern 1 pura es un e del entendimiento ) de
• r c. < < nK dC en Ja a. B 690 v s
A~e_1smo \Atlze1smus): B XX,XI\' B 6( . ., . la razón, solamente en sumo formal B 77 s: la Analítica de
ib9. i8, afirmación ateí 5ta B los principios es soh1mente un c. para la facultad de JHZgai B
171; las ideas como c. del rntendimiento B 38 ): B 73(), :-rz i
Atención (Aufinerksamkezt): acto de a R ¡--(·
At · · ,)Jnota ss.; c. corno diferente de Organon B 2(), B 8.'l, B 9~).
omus: elemento d 1 •
469. e comprn''ito (diferenciado de monas) B Cantidad ( Qyanfltat, Gro"d · c. de los JUicios B 9:1; categorías
de la c. B 106, B 11-l-; c. real o intensiva, riue tiene un g1 aclo
Autoconciencia (Selhíthm'lljí il · B 218.
ss .. A 12'.2 s; apercepc·.
. .
, !se!'
wn empmca A 107·
A -101' apncepción B 152
.
pmcamente determinad d . . , ~-,conciencia em- Carácter ( CharaÁ/e1): diferencia entre el e empírico del fenó-
a., Yo: B 40-í SS. a d" . a e )m¡ p1oprn e'\1stencia B 275 SS. meno y el c. inteligible de la cosa en sí B .í(í/;. ss, B Sii.
- ., '., istrnto a conocí . d . . , , B :577-585.
b8; a .. fundamento de las .. t . miento e si mismo: B
a., identidad de la conc· ', <.'1 egonas B l-21, A 111 s., B -l-01 · Carácter detallado (A111fi1hrhrhknt)· claridacl) suficiencia de
B 130; - identidad ' It:'ncm en las re ·
pre<;entac10nes B 133
'
11
• • d ' las notas de un concepto B 755 not<1 , en su e'\lrnu:-.ti\ idad
l urnenca e la a A 113· . . . '
a a. B -l-13; a. pura B -J-')2 Vi ' umdad log:ica de (lógica) constituve lo esencial de la definicíon de un concepto
AxIOma. - · er «Apercepción» B 7GO.
(A:nom'· pr · .· . ·
B 3 - ·. . ; · oposJC10nes smtéticas a 1 · · B -/ · .
")6, son m tuitn as B 760 . . P ion hO, B 28b, Catártico (Kathartzkon)· c. del entendimiento comun B 78 s ;
300; a. del t. _ } s · ª de la geometna B 20 • • la crítica corno c. B .) 1-l-
iempo B !;· no l . . +, l"1.
comp. B 53() B ~' - B ,..;_3 la} et. en la Filosofía 760-762 Categorías (Katrgmun)· conceptos de un ob¡eto en gennal.
' ' +.J, / ;), y SS d l . '
202-207, su jJrincipio , . d e a mtuic.ión B 200 B mediante los cuales la intuición de éste se considera corno
B' no es un a ll /(íl. '
Ien ( Gute, das) ideas v e . determinada respecto de una de las fonoo110c; lc'lt,ric as 1eque11
. , xpenenua del b B 3--
rea lizar el ideal en url e· l · l.'J, p1etender das para los juicios B 128; concepto<; pm os clel entenchmientn
Jernp o (sab ·o
sospecho el b. B 598· . . I en una novela), torna que se refieren a prio1 i a objetos B 10.J; Tabla de las c B !Oh;
b · supremo B 83') \· 's ' apanenoa.
ele] b B --,.
· I lo; del ideal del la fo1ma pura del uso del entendimiento con respecto a los
8')8 - , s., supremo h 01 " · . .
•J ; B 8-12; ente necesar1· ¡d. Ic'lnano} derivado B objetos en general,) del pensar, "111 que p01 el1<1 sola puedan
'()
8 -+ ; uso moral de la a . o en ten
b
e 1 0 co ¡ b
mo e . supremo B pensar ni determinar objeto alguno B 30.1; fo1mas del pen·
d e 1b . supremo B 844 r,zon se as1' ent eramente en el ideal samiento, que sólo contienen la facultad logica de unificar a
priori en una conciencia lo multiple dado en la intuición R
876
30.'í s.; c. rnarem<ttic.ts (11wthcm11t1:,d1c K.). c. que se refieren a Commercium: comu1üddd dinámica de lc1;, ,ustanc1as B 2ti0;
objetos de la mrnicion \tantu de la pura, cumo de ld empí11ca) influjo mutuo, real B Hil, B 302.
B l !O: c. dn1c1m1cc1:, ,d¡1wm1.ic/1e [{.).clase de c. que se refieren Commurzio: comwlidctd ;,ubjetl\ et de la apercepción B 2h0.
a !et exi,tenc1a de los objetos de la intuición B 110.
Comparación \ Vug!wlwng . c. Jóg1Ca y tt anscendentdl B 318
Causa : Unadu;: concepto de c. B 5, B L2'.2 ;,;,., 750, A 11'.2, s., B 32c'i, B f1ll l.
cateuoría de L. B -t'.2~l s., B -13'.2; ver «Causalidad».
o Comunidad ( Cemeuodw/t, 11 éch:,dwl!l..ung): en sentido logico.
Causalidad '. ll.cw:;,i/11a/: prinupio de c. B XXVII; el concepto categoría deri\ cicla de lo;, JUKius dioyunt1\ os B 106, B 108, B
de c ,w,nifü.ct una eopec1e parncular de síntesis, en la cual a 111 v s.; no es po,1ble :,in intu1t ión externa B 2~J2 v :,., B 302,
contmt~ctuon de ,ügu ..:-\es µue,to algo enteramente diferente su e~quema B 183) ;,. ; L. loLctl (Wlllllllllllu spcitu) B :260: c real
B '"'gún una regLt B l'.2'.2 ,., pi inLipio de la sucesión temporal B 261 y s., o dinárniLa (cummc1u11111): principio B 2.'56-'.26:2;
'Cº'llll la lev de Lt e B '.23'.2-'.256; la relación de la c. al efecto e, condición de posibilidad de la e>..periencia B 258, comp. B
lü ~ond1c1Ó>1 de ld \ d!idel objetÍ\ a de la experiencia B '.2-17. 26-1, B '.265, B '.2h~), B ~l02, c. de cuerpo ) alma A 38 J. y ss.,
Censura de la razón (Z n.i111 Je1 Vi:n11111jt): B 788 s., B 79'.2, ) .. 391-3%, B -!'.27 y SS., B 710 y s.
B 7~l.'i. Concepto \Begn/j): surgen del entenelimienru B 3'.·L se basan
Cero (Zc10;: B '.2!0, B 338. en funciones lfu11dddas en la espontane1ddd del pensar) B
Ciencia (Wissenschaft): sistema B 869; la c. arquitcclonica 93; repre;,entación rnediar,1 de un objeto, a tra\ és de notas
mente, e11 \ 11 tud dei pai entesco y de la deducLión a partll B 377, comp. B 3~J ) ;, , B '.)3 ) s.; conciencia en el gue lo
de un único fin ,upremo e interno B 861; la c. está basada en multiple de la intuic1011 e~ reunido en un conocimiento ~.\
unc1. idea B 8(1\J ;,, , B 870 s; andar seg11ro de la c. B \'Il-X\'. !03, B 7-J.l; regld de smte-,i~ de las percepciones B 150 nota, B
B XIX, B X.\Jll, B 878, B 88-t; fu11dc1mento a la pü.i1bil11lad 7.Jl, A 106; c. sin intuicio1w~ son\ acíos B 75, B '.2~18, comp. B
:2(J7, B 3 l8 y s.; c. puros y empüicus B 7-1, B 267, B 377; B
nmma de algunct;, c. B 879
7.J5, B 117, B 672, B 757 ) s ; c. del entendimiemo y c. de la
Científico/a \s;.ie11tifD1h). B 81>0; B 877; B 883 s.
razón B 367; c. de derechu \Red1t:,begrifj; B til, B -11-1, B 50-J.;
Claridad 'Kla1!1ut) es clara una representación en la que la su definición bu-,cadc1 poi los juustas B. 759 nota; c ele un
1 f .
t oncieni...ia e;, ;,ufü.iente para tener concienci,1 ele la di erenc1a noumeno, tan ,oJo un t.orn t'ptu limite para limitar la preten-
de ella. te:,pcdo dP otras B -11-l nota. sión de la sensibilidad,) poi tanto, es sólo de uso negatrvo B
Coalición (l\.ualit1un) sínte;,i;, de c. B '.201 nota, comp. B -11.í 310-311; c. de la raLón ( Vcnwnftbegnjfe) B 3(i6 ss.; B 380; c.,
¡¡o ta. problema ,in solución B 38.J., B 510, comp. B 799; concepto
Cogito cartesiano: B -!05; A 355, A 37ll. racional de la forma de un wdo 8tiO, c., ficción heu1ística o
príllcipio regulativo B 79<1, Jus prescriben la dirección al
Comenzar \aiifangw). do> ;,ignific,ido;, de la paldbra c. B -±83
entendimiento B 383; c incondKionaelo como título común
nota. de rudos lo;, c. de la razón B 380; los c. de la razón no se
Comienzo \.rl11fa11g). e.\.i;,tencia en el tiempo B -18'.2; c. subal- obtienen de la naturaleza. 'ü10 que ésta es interrogada con
terno y c. absoluto B -17'.2 y ss. ellos B 673; c. de la refleA.1ón :Reflo.wmbeg11fje) B 316-3.J.9
(\ er «Anfibología»)· c limite ( G b
nonmenon es u 11 c ¡ · .t
· ren¿ ecr1 zlli· el concepto de
. . "' 'JJI· Conocer (rikrmzm;: c. a pnorr potencias cognoscitt\ as del
·· tmi e para lnmt l ·
serníbihdad B 3 lO- )l ar a pretensión de la entendimiento prno A XVT, B XII, B XIX, chfe1encia entie
conceJ1t t
naturaleza (t1an17endr11t~ ¡\·.·t. l
e ,) \ ""
os ran<;cendentes de la pensa1 y c. B XXVI nota; fenómenos son lo que podemos
·~ 'au11rg11fl()las ¡ ..
en atención a lo · . l ti' ' · ic eas cosmologJCas e de manera teórica B XXIX, B 146, B 165, B 16h nota. B
. . mcom icionado dinámico B +-+8
19·1} s.
Conc1enc1a (Brze11¡¡f\rp1)· autoconci . (
empírica B 133 B ')()'l B '!()8 B e~cia Selb1tbm•11Htsrw) e Conocimiento (Erl.rnntim)· percepción objetiva e' e 1 rngn1tw)
· ' - -, ~ e, 211 B -+H .
(formal) B 208, B BO. A 3 /') \ lO- ' , , } n_ota; e pura B 377; referencia determmada de representaciones a un ob-
• B 1~2, B 363, B 275, A
1
·3 '50. A 31i l, B W i, &ubre -: ¡- jeto B 137; comprender lo multiple de la'i representaciones
C d' . pc1on de la c. h1postasiada A -102 en un c. (síntesis) B 103; c. racional ( Vnn11nftnltr11nt1111) B 7-11.
on Ic1ón (Berfmg1111gl· c. Llll!venal B ()) B . ' .
c. a p11orz B .)(), B 12 2 B l'>I 1 B , '' 26ó, _B 30.2 nota; B 750, B 7.32, B 8(i.5; c. histórico B 8!i-i, c. filosofico B 8li ), B
2() LB 271, B f)OO B 11 ~- - - ' 16 ~· B !99, B 2.J2, B 256, B
1 86(), B 81í9; c. matemático B 7·12, B 8k'í, c práctico B XXI,
A 90 v s · c · · B
.)'.10, c formales B 'íO B ( - 's Ú É .. , , . empmca 527, do'i tioneos del c. humano B 29, A 15
- · ) )

179, B 197. B 207 B 2 3,1 B)/ ,H B i,' - _12.'3, B_ 125, B 136, B Construcción (I<mHtruJ.tzon)· c. simbólica 1de la autrnPtica) \
B 27'.2, B 283. B 286.·~-.l;J '' l~J6, ~ 2~o, B 267, B 271, ostensiva (de la geometría) B 7.J.5 s : e matematJCa de lo'< con
B ib7 B +,RfJ B (¡· , 8 t L ~ ~JO.'' B 3-+i, B 127, B +38 ceptos B 751 s., B 758, B 760, B 762, B /li 1. cornp B XII
B 3fi 3· B · ( ·. ·.., no rt ' B ''if1 t1• B -3 / - A
:J, ' 95, B 96 B 98

Construir ( komtnnrrrn) · c un concepto c.1gnifin1 e\'.tübir a p1 w11
· · 3J8, c mtern;i B í 12· . · · '
por fuera de la serie de d.• .c. mer~mente mteligible, la intuición que le corresponde B 7 iO s. B 718, 750
.J.8.'i, B 558 v B 559 nota ~0~8Ac10nes (i~con_dicionado) B
397 l-00 .¡.¡¡· 0. l. . B' · ) ss., B .188-.)90, comp. A Contingencia (Z11falhgke1t): categoría de la modalidad (opuesta
. ' · a, c. ogica 21i8 B 'i0')· . a necesidad) B 106; principio regulatirn B f) ! 1 '. A 11 L B
fi.J.8; c. neaatíva B fi'i9· , '. -·c. material B 60+, B
B 2·12 B ')"', . e • ''.•e necesana B í.'-l, B 66 B 19( . 11.J.; concepto meramente intelectna l B f) 17; ley de la c de
, ' -18, c. obietna B 138 B 2- , , _· J) s., todos los fenómenos B 589, B 591 s.: creencia nece'ia1ia B
sensibles B ?56· c · b. . B' !l, B +32, A ~b v s.; e
- · · su ¡et1va f2 B .¡.9 B ~ . / 852; principio de la contingencia integral de los fenr'nnenoc,
122; ~ 151. B 283, B 3111. B 323 r's , '., ·'.1, B 65 y s., B B 500 ss.; c. empírica e inteligible B 48b. B -!87 s; c de lo
A 12.J, B 3.)4. B 3%. ) ., B +32 ! s., B 819 y s.,
condicionado en la existencia B 447; c de los /arta B 795;
Condicionada/o (bedm t) 1 • c. de la fornrn y la materia B ti5+ s., c de la determmacion
B xv
B -:>(·' . g
",.,_ Jcll-t\ s B388,
10 e'>ta fundado en sí mismo B q¡ 1
B YJJ ,), segun la le) B 7D4; c del rnnndo B fl."íO; c de la forma del
+8+ ' s B +9 5
- - ~
r •
.B -r /
s., -.. y s , B 436 yss., B +80 B
J ,) )' SS., B >36 V SS B - -1 '
" ' B ~ - .' mundo B 655, B 6.'57; e de las procreaciones B 807 s
.J.J9, B .J63 ' s., B .587; s B ( l') n' (' '. o~ ) s., ,J,'J6, B
' -·· i_, J16,B6-+9 Contingente (<.ufalhg, da.1 Zujalhgrl B 301, comp B 28'.) ~-, B 301
Con~ic!o ( T11ídmtmt). ine\ itable c de la . ,. . s., B ++2. B -í86 SS., B .'509, B ,117, B 558, B 612, B 617, B ti33,
B XIX; 'er «Antinomia» . razon consigo misma B 816; fines c. B 851; unidad c. de lo multiple B -llih, B Hll
Conformidad a fines, Funcionalidad (Z. . . Continuidad, continuo (SfPt1g!.11t, 1trt1g) e es lc1 propiedad
la naturaleza B .J.2.) s B VO _ r~kmafi1gknt): de ª de las mag11itude<; <;egún la cual en ellas mnguna parte es la
800 s' B 827 B R- .. ' · ¡,) SS' B ;l~) SS., B 1 28. B 771 s., B
menor posible (ninguna parte es simple) B 211. e<;pi!cio) el
,
' nes B 8.)-f.
'.J.t, urnc ad conforme a fi -
tiempo como q11anta rnnt111u11 B 211, cornp B 218, B '.24 1, la
880 881
ley de la c. Je toda alteración 25-1- s.; principio de la c. de ciamiento de la razón pura, de sus fuentes y de sus límites,
hts fu1mas B 686 ss. como la propedéutica del sistema de la razón pura B 25;
Contradicción ( IVulmprudt): principio de c. B 12, B 14 ss., B crítica transcendental B 2fi; la idea completa de la filosofía
190 SS., B 330, B 599 s., B 62-i. transcendental, pero no es, todavía, esta ciencia misma B 28:
Convicción ( Uberzeugung). B 8-1-8 ss., B 8.'í2 s. (ejercicio preliminar), que investiga la facultad de la razón con
Cosa (Dlllg, Sache): c. en sí (misma) (Ding an sich selbst) dis- respecto a todos lo5 conocimientos puros a pnon B 869.
tincion fenómeno-cosa en sí B XX, B XXVI, B XXVIII, B Cualidad (Qualitat): c. de }05 juicios 95; categorías de la c. B
·12--L'í, B .¡g 72, B l 1-i, B 16-i, B 178, B 182, B 18b, B 188, B lOG; c. como lo real de los fenómenos B 218.
206 y~, B :22J, B 2:29, B 233 y s., B 251, B 27-1, B 305 nota, A Cualitativa (quahtatw): en filosofía la analogía es igualdad de
30ll 315, B 320, B 323, B 326 y s., B 329 y s.; cosa en general dos relaciones c., y no cuantitativas B 222.
B XXVII, B 51, B 328; substancias inteli,gibles (rnbjfantwe Cuerpo (Korpe1): aquello que es un objeto de los sentidos
11011mena) B 332, comp. B 310; no podemos conocerla B 335
externos B -1-00.
) SS., B 358, B lll, B -1-22, B 428 y SS., B 519 y SS., B 521), B
Cultura (Kultur): c., di5tmta de disciplina B 737; la c. presenta
532, B 53-1-, B S 13 y s., B 5-EJ nota, B 553, B 5<i3 y ss., B 587,
una contribución posiuva B 738; la metafísica, consumación
B (¡(J.1, B 702, B 7ti8 y SS., B 81-1-, A 101, B 128 y s., B 357, B
360, objeto transcendental B 3ti6, B -1-05; no-cosa ( Undm¡i;¡ de tocia c. de la razón humana B 878.
B 5ti, B tib, B 71, B 348. Declaración (Deklaratwn). d. de los conceptos arbitran os B
Cosmología (Kosmologze): ciencia transcendental del mundo 757.
(co\llzulogw wtzonafo) B 391 s., B -1-28, B 87-1-; la c. pura racio- Deducción (Deduktwn) significado jurídico de d. B 116; d
nal es, de acuerdo con la antinomia ele la razón pura, una metafísica de las categorías B 159; diferencia entre d. empí-
apariencia ilusoria, deslumbrante pero falsa B -1-35, comp. rica v d. transcendental de los conceptos B 117, B 127 y s.;
B 700. prin~ipio de la d. transcendental de los conceptos puros B
12ti; necesidad de d. transcendental de los conceptos puros B
Creación (Sdwpfzmg): B 251.
117 y s., B 119-122; d. transcendental de los conceptos puros
Criatura del pensamiento ( Gedanl..endwg, Gedankenwesen). del entendimiento B lb- Hi9, A 95-130, B XXXVIII 159,
B 3-18, B 39-l, B -17.3, B 517, B 571, B 59-1-, B -1-97, B 697, B B 228, B 285 f., B 50!l, B 199; d. subjetiva y d. objetiva A
799, B 701. XVI, comp. B 393; d. subjetiva de las ideas transcendentales
Criterio (Kritenum, Kenn¿eu/ien): c. ele verdad lógico B 8-i, B 393, B G91 y s., B (i97 y s., B 815; d. mística de las ideas
c. universal pero negativo de verdad B 190, c. lógicos de en Platón B 371 nota
todo conocimiento de las cosas en general B 11-1-, el c. de Definición (Defimtzon, Erl..larung): (exposición, explicación,
la ne( e~idacl reside solamente en la ley de Id experiencia declaraoCm, definicion, B 758) d. como criterio de posibi-
posible B '.280 lidad de un concepto (condición lógica) B 115; d. real de
Crítica de la razón pura (Krzttl.. der rel!len Vemunft): la idea un concepto (posibilidad transcendental) A 2-11 nota; d.
de una ciencia particular B 2-1-; una ciencia del mero enjui- nominal de verdad B 82; d. nominal de lo absolutamente
necesario B ti20; d. matemáticas A 2-11 nota, B 75-1-, B 757 y
ss; d. del triángulo para el filósofo B 7-Hi; diferencia entre d
de la lógica transcendental B 3.J.~)-73'.L cnmp B XXI nnt;i, B
y exposición B 7S7 y ss , d. matemáticas producidas como XXXVIII, B 170, B 282; d natural a la 1 a1ó11 B XXXL B J 1 l
c01!s.trucciones de conceptos, d. filosóficas producidas por \,, B .)10, B fi()<), B 723, B 77.1. B 3hli: del propósito nlt11110
anahsrs de concepto> B T>R-76 l.
de la d. natural de la rnzón humana B (i97-7JO
Definir (defimeren): exponer el concepto detallado de una co a
5 Dictum de omni et nullo: principio lógico· lo qiw mm 1Pnf', o
dentro de sus límites B /.):)y nota; d. de manera real B 300.
contradice a un concepto unÍ\'f'rsalnwnte, tamhien con\ ienl\
categ~rías: funciones lógicas de definición que no pueden ser o contradice, a todo lo particul21r que está contenido ba10 e-;p
defimdas A 241, A 2-J.4, comp. B 108 y ss, B 756 v ss.
concepto B 337: todo el sistema intelectual de Leibniz e<;tcí
Deísta (Dmt)· aquél que sólo admite una teologi~ transcen- fundado en este principio B 337
dental B (i,)9, B 66 l. B 703. u
Dios ( Gott): uno de los problemas ÍTH'\ itables ele la razón pura
Demostración (Demon1trat10rz): sólo puede llamarse d. una B 7; objeto de la metafísica B :NS nota: objeto de ld throfo~ra
p~ueba apodíctica. en la medida en que es intuitiva B 762; tmnsrendcntabs B J()2; el : la cosa que contlenf' la cnnd1cron
~olo !ªmatemática tiene d. B 762, comp. B 233; las pruebas suprema de la po<;ibilidacl de todo lo que pueda ser pPn'iado
Jilosoficas son discur<;i\a'i (acroamáticas) B 763; prueba A 391 v ss., B 393, B 3~18, B fl()(i y s.: causa suprema B '.n~l.
transcendental como unica d. posible de las proposiciones B 491, .B 650, B 653, B 656, B 713 y s., B 728. comp B ! 12:
sintéticas B Rl () 82,-l.
creador supremo B 652, B 729; incondicionado creador B
Descomposición ;Drkompo11tion. Zrrg!icdmmg. subdn'iíw, de- 652; existencia fuera del mundo B (l(J9, B 723 y<;<;.; c1t•ador
rompoí1!70): rrgrcn11s contmuo en la serie de condiciones en el del mundo B 660; arquitecto del mundo B 61.'í; Pnte nr igi
fenómeno B 553, B 5-J. I y s., B SS l y ss. Ver «Análisis». nario, ser originario (ms ong111ari11m) B ()()(i Y'' . B 72, B J~) 'i.
Determinable (best1mmliar, Bntimmbarr, daí): lo d. en la auto- B 609, B 612, B 646, B 619, B (iSS y'' B 6.'í9 ¡ '~-. B 81.l,
conciencia empírica B XL; el Yo mismo cleterminante difiere ser supremo (ens mmm11m) B (í()(í ) ', e>-istencia clf' im ~e1
d'.'l. Yo mismo d. A 402, B 407, comp. A 381; d. según con- supremo B 6Ú -670; ser df' todo'i ]o<; 'ieres (rns mt1111n) B hOíi
d1c1ones de la intuición empírica B 157 nota, B 30 t B .J30 607, B 651; ente primordial B 3<¡ l, B J87, B l~l4 y', B 4()1-\,
B 522; la razón no es d B S8 i, comp. B 790. ' ' ente absolutamente necesario B .rn0-4-89, B Slli' ", B .'i<J.1.
B 613 v s., B wo v ss., B v22. B r1·32 y ss. B 657, n 587 :i:n:
Determinación (Bnt1mmun¡j: el. completa u omnímoda (dm- funda1~ento supr~mo B 6 j..j. \ <;., B (} 1(i ) s., B 701, B 70 !:
d1~a11g1~r)· propósito del ideal de la razón, que concibe un fundamento originario B ()fül: inteligencia suprema B h()~l,
objet~. mteg~·ame_nte determinable según principios B 599 y B 701, B 715 y s., B 718 y s., B 720, B 725) s., B 827, B 8.í l,
ss. B 633: pnncrp10 meramente lógico de la determinabilidad
suprema <;abiduría B 727; unicl<td de la realidad 'up;·cma )B
de los conceptos B liOO: principio de d. completa (transcen-
611 nota, B 624 v ss.; ente realísimo (ms rrnlm111mm1 B h.>J
dental) para las cosas B ."í99, B ()()()y s. nota; lo determinable
v ss.; B XXXII, G24, B 8lli; ~-,comp. B fiOh y'', B lil 1 \
B
en general es la forma de la d. B 317, B 322.
~s., B 628, B 632; ente omnisuficiente, ente ornniabarcador
Dia!éc_tica (D10!rkt1k) ·lógica general como pre'mnto organon B B 6.'í5 v s., B 7].t; tres pruebas ele la existencia de d (f1~ico
8::>; logica de la apariencia ilmoria B 86, B 3 49, comp. B 782 y teológi~a, cosmológica, ontológic;:i) B 618) s<;, B (i]] ) <;s.: el
ss.; d. transcendental B 81i, B 88, B 354, B 390, segunda parte ideal de la razón pura es objeto de la teología tramcend0ntil 1
884
805
B 608, B 6'.29 y s., B tLH, B 6-l'.2 y ss., B 7'.2ti; relación del
Dogmático/s (Dogmatiker.: bajo la administración de los d.
concepto de d cun la mor al B 839. B 8-l l, B 8-!b y s.; correcto
tuvo la metafísica su dominio despótico A IX; \Volff: el más
concepto de eo,enna di\ ma B 8-!5. .
grande de todos los filosufo::, d. A XXXVI; el escéptico es
Divisibilidad ( Tltlbaikc1t). d. del tiempo y del esp_ac~o B ~lb, el mae,tro di'>ciplina1io del arguidor d B 797, comp. B 817,
d. de la matcna B -!W, B H6, B -162, B 515, B .J33, B :i-ll_; B 8'.21 SS., B 006.
d. al infinito B .).)J ss.; d. de una sustancia simple B -116;
Dogmatismo (Dogmatwnus): el d. es el proceder dogmático
comp. B -lb2 !71.
de la razón pura, sin pre\ ia crítica de la facultad propia de
Doctrina (Leh1e): d del alma (Setlenleh1e) ver «Psicología»; d ella B XXXV; pretensión de progTesar únicamente con un
de t 1 virtud ( Titget1d!t!11 el B 79, comp. ).loial; d. del cuerpo conocimiento puro poi 'onceptos B XXXV; d. de la metafí-
(Koipe1ltl11c fi.,iologia de loo ubjeto: de los sentidos externos sicd: prejuicio de avanzctr en ella sin crírica de la razón pura
A 381; d. ti amcendentental del metodo (!Jwwzendentale Jle- B 30, d. de la razón pura B .t~l-l.
tlwdmleluc). detcrrnmación debo, condicione:, formales de
Dualismo (Dualwmus): A 3tí7, ..\. 376 v ss., d. en sentido ern-
un ,,io,temé~ completo de lc1 razón pura B 736.
pínco) d. en sentido tramcendenta.'l A 37U, A 38~1, A 391,
Dogma: una p10puoició11 directamente ~intétic~ a partir de A.392.
conceptos B /().¡ (dugmata); comp. B 803, B 8-16.
Ejemplos (Be1..1p1de): la única uuhclad de los e. B 173; andadores
Dogmática (Dugmat1/...): d. Transcendental B 500. de la fornltacl de juzgar B 17.Jc, comp. A XVIII.
Dogmático/a (dog111at1~d1): proceder d. al comienzo de la me- Empirismo (Empmsmus): B -19.J y ss.; e. dogmático B -199.
ldÍÍSica B 7, comp. B 789, la crítica no se opone .ªl proceder
Ente de razón (VenzunfhLesen): B 709; ver «Criatura del pen-
d. de Ja razón en su conocimiento puro como c1enc1a (pues san11ento».
ésta debe ser siempre dogmática, es decir, est1ictar~ente
demo:,tr,1 ti\ a a partir de principios a priori seguros), smo al Entendimiento ( Féntand¡ potencia de la mente B 137, B 169,
doomatismo B XXXV; el lbO d. de la razón sm crítica cu_nduce comp. A l'.2tí) opuesto a semib1lidad B 29, como facultad de
a afirmaciones
b sm
. fundamento B --, · · ·· d . B 7b-l , ver
')')· JUICIOS p~nsar B 75, B 106, B 145, A 97; facultad de los conceptos B
«Dogma»; demo"ti aciones desarroll~~as dogmá~ica~1ente 93; facultad espornánea B 75, A 162; facultad de los juicios
B 228, B '.2.í.), B '.2b3, método d. B 7b::>, comp. B 88-l, en _el B 9-1, B 106, A 126; u&o lógico del e. B 92-9-t; facultad de las
proceder d. :,on inevitctbles l,ts contradicciones de la razon reglas B 171, B 197 s., B 3Stí, B 359, A. 126 s., comp B 672;
consioo misma B 2-l; objecion d. es la que va contra una facultad de enlazar a prion B 135, comp. B 16-l; facultad de la
prnpisiuon J. A 388., con tia. el adm~ti~o influjo füic~ no umcldcl smtética de la ape1 cepcíón B 133, comp. B 153, B Hi9,
puede hacerse ninouna objec10n d. A 392; ex,tltado afan d. A 119, .-\ t.27; fuente de los prmcipios B 198; legislación para
de saber A XI Il, J~ctrinas d. B -l-18, ver: «Tética»; la resolu· la naturaleza A 12b s.; condición de los fenómenos B 2-1.t,
ción d. no es incierta sino imposible B 512; lenguaje d. de un B 256, A 127, A 119; fueme de la verdad B 296; aplicación
ra.wnador altanero B h.)2, dulce suefio d. B 785; ideah::,mo d. del e. al campo de los fenómenos B 6 s., B 75, B 93, B 13.'í,
B 27.t, A 377; espirituali:,ta d. (dogmatmf¡e¡ Spintuafot) B 718; B 139, B 1-15, B 153, 31.t, B 3.f..l., B 352 s., A 12-l, A 126; el e.
La Disciplina de la razón pura en su uso d. B 7.tO. no puede determinarse a si mbmo lo.s límite:, de su [prop10]
uso B '.2Sl7; aislado en la lógica transcendental B 87; elementos
886 887

dos los fenómenos de los sentidos extern~s. es decir,


del e. A 98; P. puro B 9. B 88. B 106, B 310, A 96, A 119;
dl e tonclición 'iub¡"eti\·a ele la sensihilidacl, sólo ba¡o la crn:l eBs
objetos del e. puro B 31-! 5s.: límitE's dPl e. puro B 193, B 337: a co - . . . ex·terna B 4"·
conceptos del e. puro B 102 S'i. B lO l, B !05, B 118, B 120, posible para nosotros la intmc1on _, e . vacio
366 s.. A 95 ss., A 128: uso pmo del e.: B 88, B 90, B 320, 21-! B 4.SG--lS/.
oposición entre entendimiento intuitivo y discursho B 135. Es e~ificación (Spezifikat10n): le) ele e. B 68-l-688·, con~~
B 138 s., B 14.). B 311 s., B 312-3+.+, B 7Y8. B 882. P. . . ¡og1co
prmnp10 :0· ·., ,
- . B, (º'is - lev transcendental de la e. B b8
Escepticismo (Skept1¿1sm1H): B VIII, B XXXIV, B XXXVI. s . e. empírica B (180. -· B
B 23, B 128, B -!51 ss., B .)35. producto de la cautela de la .,
Especulación (Spekulot10n) : B ·q • B ,21 _,' B 2_._,
'í .B -l-9, • . B 4.i2.
B !i
facultad de juzgar B 789, B 7~) r; s.: productor de limitriciones ,- 2 , comp Bln)
80..j.· e. abstracta B ...-:i · -· B ;;4. ' mera ¡ e. B -,.,, 81
(y no límites) B 795 s. s. B· 879; e. tramcendente B --·1 ncia de a e B 1cic-,,
I ;, . ; arroga . ,d 1 '()').
'
B 771; propósito de ~_e. 1 B º')t·
0 1 desgracia e a e. ~. -·
Escéptico (Skept1ker): maestro d¡c,ciplinario del arg1iidor dog- - •

mático B 797, comp. B u;g_ indecisión de la e. B bl!.


E la tivo/a (spekulot11'): con<;tru1non · - e. B _ic -s 1·• demostn1-
Escolásticoía (sdrn!ost1srh)- edificio doctrinal E'. B 170; espe- specu . B --:--:( ·• compren'31Ul1
culación e. B 870. _. B 124 B lil.c\ 5 ,_. pensamiento e. 1 ' 1 .
c1on e. · ' r )'· . ¡., 0 e B 81 !· ideas
B 805· cono<imientos e. B ,i( ,i, impt 1 .- ' -
Espacio (Roum): el e. 110 e5 un concPpto empírico Pxtraído de e. -14 , B f\3' , ) · mteres
. - e. B -+.'C)' ºS B (ill..j. B ;()-J; razon e.
B / -+ ' ·• · '
experiencias externas B el no es un concepto discmsi\ o e. · e -· --· --r B 778· ·uicios e.: B
o universal de relacione<; de las cosas Pn gPnera] B 39; el e humana B 870; di_sputa P. B 11_2. B;~XVIII~-~ B XXX s ..
777· razón e.: B XXI, B XXIV s., , B -01 B
es una intuición pura B 38 s.; el e. es una intuición singular B XXXIV B XLIII. B so:-i. B 611, B 634, B ti-1-'., i , )
136 nota: la representación de E' e'i una forma de la intuición ~. ~ "B 73 'í· B 771 B R-lfi. B 877, B 881, conocim1ento e,.~e
sensible o przorz externa B 160; el e. es una forma pura de la ;2J, ... : . , . e de la razon B 80 .¡._ B 833.
intuición B 122; el e.()' el licmpo) contiPnen las condiciones la razón B XXVI: cuest10nes_ . B 83'i A 3ll4; e.
B 851; principios e. de la razon B 610 ss., ,' .
de la intuición A 111; el e. es la intuición del sentido externo estéril v desaforada B 421; saber e. B 499 s.
A 378; el e. no representa nmguna propiedad de cosas en si,
ni a ellas en la relación que tienen entre ellas B 42, B 45, B Espiritu~lidad (Spmtuohtdt): B 403, B 807.
52, B 274, A 369; el e. es 1epresentado como la condición Espiritualismo (S¡11nt11oh>mus): B 120 s. - . - e
de posibilidad de los fenómenos. y no como una determina- Espontaneidad (Spontonntilt. Selh.:tto_t1gke1t): ~:18. B LH~ eL;O,
ción dependiente de ellos. y es una representación a prion; - -i. e del conocm11Pnto B 1.1 • comp.
los concep tos B 1 ' · ·1 B 102 B 132 B
que necesariamente sirve de fonclamf;'nto de los fenómenos B 170· B 157 B 430 s.; e. del pensar B 9.:i, . . '
externos B 39; deducción tramcendental del concepto del 42S B
430, ~omp. B 132: e. de la facultad repr;~~ntatl\~':._ ~
e. (y del tiempo) B 119; el e. es la mera forma de la intuición 130; e. práctica B 430 s.; e. de la razón p~r~ practica B .11( '
sensible externa B 137; e. corno intuición formal B 324; el e. absoluta de las causas B ·174, comp. B ,/bl.
e. tiene realidad empírica e idealidad transcendental B H;
Esquema (Srhemo): e. transcendental: condición fom_ial Y_~ur~
exposición metafísica del e. B 37 y exposición transcenden-
tal del e. B -J.l; el e. es representado como una magnitud delasensihilidnc1 B 1-q/.;proce dimiento
. de,.la imagmanon
B22J B
179 s.; concepto sensible ele un ob_JPto B 18b, comp. ,
infinita dada B 39; el e. no es nada más que la mera forma
888
889
J0'.2, B 30-L B 3-L2, e., rnonugrama de la imaginación pura a
Expo~ició~ (E\po11t1un, E1orte1 ung, n.pu.i1t10): representación
puo/l B 181, dctermifü1liún tran~cendental del tiempo B 178,
d1:,tmta \aunque no dctdlldcl<t) de lo qne pertenece a
B !8-i s.; e., repre;,enlat ión mediadora B 177; e., realintdor y - t B 'l8 l
cuncep o ~ ; a:, el efinil ione:, filosóficas son producida:.
un
restrictor de las categorías B l8S s., B 195, B '.2'.23 s.; e. de ]a,
como e. de corH..epto:. dadus B 758; e. metafísica B '38· e
categu1ía;, B li:L~- 18-t, e. del triángulo B 180, B 7.+2, B 7-16; e. tran:,cendenral B .+O. ' ' ·
puro B '.L9(i, cardcter empírico del hombre como e. :,ensible
del carácter inteligible B 581; acciones del enteudimientu Ext~r~or (da.i Amwe)._B 317, B 321 y s., B 330, B 3.+0 y s.,:\.
sin e. de la sem1bil1dad ~on indeterminada, B b!J'.2; idea de 368, lo e. en el 1de,tl1smo trnmcendental A 370- n.' 3~(·
/J.
la 1a¿ón como aiwlugon de un e. de la ,ensibilidad B b93; e. Extravagancia (Sdm'am1ne1). B 128.
de llll p1im tpio 1 egul,tti\ o 13 702, B 7 l0-712, B 707, B 725, B Facultad \ T7e11noge11): ver --Conocimiento», «Alma», «Razón»
727; e>quema de la ciencia B 8bl s., B 863. «Entend1m1ento». '
Esquematismo (Sd1cmatzww:,). e. del entendimiento puro B Facultad _de juzgar ( UJte1M1ajt) en sentido lógico: una de
175, B 17~), B líli-187; e. del entendimiento en relación a la las tres facultades cognm,citivas B lb"()- facult· d d º b
b · · ' et e ~u sum1r
mudad de la apercepción B 18,); e., arte escondida en las ªJº reglas _B 171, comp. B !()(), B 30-t, B 360, B 67-1; un ta-
profundidade' del ,dina human« B 180. lento especial que no TJuede
r-
~er enseüado B ¡~¡')- s. en sent1·c1 o
Estética (A.ithct1k). e:.téL1cct tramcendental, teoría transcenden- transcendent<tl B 17-t s.; canon nara la f. j.. B 171- doct .· el 1
f · B I()n.3 ¡ , . r . , 11na e a
tal de los :,ent1dos B 30, ciencia de todus Jo, principios de . J. .. :.J -tJ, con<lruun de lü f. J- (esquema) B 30-t. Facultad
b ;,elbibilidad a p1w11 B 35 y s.; ciencia de las reglas de la empmca de juzgar B 2li(i, comp. B 789, B 81-t.
sc11:,1biliclad en general B 76, comp. B XXXVIII, B 30, B 33, Fe racional ( Vemunjiglaube). B 857.
B 37 73, B 87, B W'..2, B 136, B W-', B 1-18, B JGO, B 188, B 27-1,
F~licidad_ ( Clzidwel1gkeit) la ::.atisfacción de todas nuestras
B 305; su resultado B 169, B 518, B 53-t, A 357, B 378.
mclmac~ones en su r-r:t:ltiplicidad (~.ttenszve) en su grado (m-
Euianasia (Eutlwnarn:, jllJijter lod'¡: e. de la Filosofía a través lcnJzve) ) en su duranon (prulell.liuel B 83-L lev; praon1a·r!Ca.
..
J , • f , 0
del bceptici>mo B .+3 J.. e) prac 1ca que nace de los móviles de la f. B 83-t . B
8')8· d" el 1 ¡· ' } s.,
Exhibir (dm::.tellen): La mdternática exhibe 5U5 conceptos en . - ' _ser . ign~ ; a · 837 y ss.; espeji~mo <log111ático: f.
la inluicion B 8, B '.287, B '.299, B 739, B 7-ll. 1magmana A 39.J. ·
Experiencia (Erjíthnmg): la e. es una e:,pecie de conocimiento Fenóm~no. (~rnheuzung, Plwerw111enu11). olJjeto indetermiIMdo
que reqrne1e entendimiento B XXVII; conocimiento empí- de la u:tmnón empírica B 3-±, comp. B X.XVI, B 51 y s., B
rico B ll-7, B Hi:J )' ss., B 218, B '.23-t, B 277; unidad sintética b8, B 11-1; objeto de la perce¡xión B 207 B '>"r· b. ·
·bl B ' --·',o Jeto po-
s1 ~ l -159; o~jeto de la experiencia posible B 252, B 208,
de lct~ percepc10nes B '..2'.2h; urndad sintética de los fenómenos
B l~:), B 218; cu11ocimiento por medio de percepciones co-
9
B _9J Y s.; _objeto del entendimiento B 392; distinguido de
nectdda~ .\ lGl; enlace sintético de intuiciones B 12. la . apanencia_
B b9 1' s ' B 3.¡q, , comp . B !');:;
_.._, .._JI; 1u rea ¡
B ¡--
Experimental, Filosofía (E~penmentaLplulo:,oplue): B .+52. 1111~1110 B (iU9 )' s.; repre~entac.ión B ti(), B 16-t, B 236 B 305
1
B .Jl8 y SS., B 5'.27, B 53.í. B :J(j5 B 591 B '1')1 ' 3-¡ ') '

Experimento (E>..pe1 iment). B XIII, e. de la razón pura B B 3 ºb B ' , ' U- ' _ , l y 55.,
8 , _390 )' ss.; _Phaenomerwn B 306, el concepto sensible
XVIII y s., B XXl I.
de un objeto B 18b; entes sensibles, como fenómenos (Ers-
891
chflmmgcn), en los cuales se distingue la manera como los
intuimos, de la constitución de ellos en sí mi<;mos B 30(), f Fin (Zuwk) · f. de la naturaleza B 71 q s~ , f contingente-; \ ne-
y noúmeno B 294-315 cesanos B 851; f. último y subalterno B 868, comp B 878 'i .
f último o supremo B 491 ', B 827 S'i, B 832 847; orden de
Figuras silogísticas (1yllog1st11c/1e Figuren). doctrina de las cuatro
los f B 42."'í s, unidad sistemMica de lm f B 812 ss.; B 8()0
f. s. B 141 nota.
ss .. fin final \Endzweck) B ~ 2 "'í, B 8h8
Filosofía (Ph1lowphre): el 'ii5tema de todo el conocimiento
Física (Phynl.) · rnetafí.;;ica de la natnrnlrza corpórea R 87 +s.,
filosófico B 866; la legislación de la razón humana (filosofía)
física pura diferenciada de la fr;ica propiamente dicha o
[ . J contiene r .. J tanto lit lev de la naturaleza, como tarn
empírica B20 nota; comp B X, XII XIV
bién la ley moraL al comienzo en dos si<temas particulares,
pero finalmente en un único sistema filosófico 868; f. de la Físico-teología (Phy,17.othtofng1r) f -t. o teologia de \,t natura
naturaleza (Ph. der Natw). se refiere a todo lo que exi<;te 868; Ieza B 8.'í.5.
f. de las Costumbres (Ph der S1tten)· se refiere solamente a Fisiología (Phy1101og1e): f. de la razón pura, que estudia la na
aquello que debe existir B 868: f. pura (reme Ph ): un cono- turaleza. esto es, el con¡unto de los objetos dado<> (;a sean
cimiento por razón pura B 8fi8. f empírica (empzmdze Ph ): dados a los sentidos, o s1 se qniere, a alguna ot1a e'ipene de
conocimiento racional a partir de principio> empíricos B intuición) B 873, y es por ello una f. tianscendente B 874, a
868; f. objetiva (oh)Pktwe Ph ): PI modelo para la e\aluación ella se le opone una f. inmanente que e'itudia la naturaleza
de todos los ensa;.- os de filosofar [ .. J una mera idea de una como el conjunto de todo'i los ohJetos de los sentido5, \ poi
ciencia posible. que no está dada en ninguna parte m conri€lo tanto, tal como ella nos e.;; dada a nosotrm; aunque sólo segun
B 866; f. es la ciencia de la referencia de todo conocimiento las condiciones a pnon, bajo las cuale'i ella puede, en gene
a los fines esenciales de la razón humana (tdeologw ratzoms ral, sernos dada B 874; cierta f del entendimiento humano
humana e) B 8G7; f. subjetivil (s11b1ektwe Ph): sólo un concepto de Locke A IX; una especie de f. del sentido interno, como
escolástico, a saber, el conrepto de un sistema del conoci- psicología empírica B 405, opuesta a una f de !os objetos de
miento que, como ciencia. sólo es buscado, sin que se tenga los sentidos e'l.ternos como una doctrina del cuerpo A 381;
otro fin que la unidad sistemát1rn de ese saber, por tanto, la f. de los médicos B 716.
perfección lógica del conocimiento B 860, f. transcendental Forma (Fmm)· f. lógica B 79 y s, B 8-t.) s., B 07, B 175. R 2fi7,
( Transzendentalphilowphie): B 27 , problema general de la f. B 298, B 302 nota, B 305 nota. B 318. B 3H5, B Jli'.2, B 377,
t. B 73, B 91 s.; peculiaridad de la f. t.: B 174 s., B 505; límites B 386, B 599 y s., A 95, B 117 nota; f. de los juicios B 322.
( Gren¿en) de la f. t. B 213; puntn más alto de la f. t. B 113; mera f. del pensamiento B 170, B 267, B 2!Jf\, B 302, B 389, B
método de la f. t. B 766, comp B 4.í2, sistema completo de 411 nota, B 59.S, en sentido transcendental B 127 nota; la de-
la f. t. B 107; f.t. de los antiguos B 113; ver también B 2.J, B terminación de lo determinable B .i22-324, f. de la intuición
152, B 155, B 346, B 400, B -1110, B 491, B 505 ', B 508, B B 34, B 36 y s., B 50, B 55, B 6b; s, B 12~), B 1.50, B l."í:-l y
563, B 704, B 761, B 829, B 873. s., B lfiO nota, B 164, B 206, B 283, B 305, B 323, B 347, B
Filósofo (Phzlornph): el f. es un legislador de la razón humana (y 349, B 751, A 369, B 52, B 160, B 457 nota, B 459, B 49, B
no a1 tista de la razón) B 867; f como investigadores de concep- 54, B fi8, B HiO, B 224, A 381, B 34, B H nota, B 47, B SO.
tos B 538 s., Filósofo sensualista (Sensualphilornph) B 881 s. B 56, B 59 y s., B 120, B 140, B 347, B 298, comp. A 128, f
892
Hábito ( Gcwohnhett). por asociación de representaciones surge
. . , J').+· f de la experiencia B 118, A 110,
de \a apercepcion .--. · · · . ._ -.\. pq. una necesidad subjeti\·a B 5, B 127. comp B 788, B 793.
·>-
B ¡_:i,
B 37ti. B 2ti/-27J, B 273, 303, 1%, 361' cornp;, -· ,
· B .+-> 1 comp Heurístico (heumt1jd1). la idea es solamente un concepto h. B
t del l unu<'trnit•11LO la unidad de la conciencia - B B e·> 699; las ideas como ficciones heurísticas B 799; principio;,
-~ l !<:\. B L''.I, f del lenórneno B 3-1, B 22~, cor~p-. L, .
-HU, ..\ l ltl, B ~lb, B -12, B Líti, B 300,_ B L.>9'. B ¡ 1_8. f. de 1'1 heurísticos B 6-1-1, B b9 l.
,). ti¡-; \ s .. ¡ de la sens1b1hdad B 3-l ) s., B -U, B Hilo conductor (Leztjáden), Guía: h. c. para el descubrimiento
na t ur,aleza L • / ' B -íl -.\.
- B -3 B 118 B 331, .-.\. 128, f. del sentido e;-,.terno '. de todos los conceptos puro;, de la experiencia B 91 ss., h. c.
-l.;, .:ic' ' B -•) B •)g') \ ':l8(} f del de las categorías B 26.\ B -102, B -l-±-1, de la e>.periencia .-.\.
-\8 ) f del :,entiJo interno B -19, lJ_, k -'." _· ' • B
•e ' B 16l1 B ')83 B 30.:i. comp. 382; h. c. de la lmtoria B 550; h. c. de la experiencia posible
enteml11menlo B lh-1, comp. .:' -') - 'B 306 -.\. 3C9 B
309. B b09, .\ 128, B 71 y ,,., B 2bl, B L~1, '. :._ , '· '. f B 811, h. c. de la intuición pura B 810, comp. B -152, B -102.
-) \ ihl B 83 B L'i2, B 15-1-, B 299, B 301, A 12~) SS., . Hiperfísico (hype1phrsi1ch)· uso h. de la razón B 88, comp. B
,_, ·' · ' ' . · · B -l9/ comp.
del conourniento. lct un'.dad de l~ conci'e'n,cia_ - B 62 B 873, funddmentos expliccttivos h. B 801, comp. B 728.
A l l8. B l2~l. f. del lenomeno B 3-l, B 22~, con2P·. , . Hipostasiar (hyposta,1ercn). h fenómenos externos A 386;
-182, A 110, B 36, B -12, B 156, B ~o.o, B -1.;9,, B 1.-18, f. d,e l~ com ertir los pens<tmientos en cosas A 395; h. las represen-
B tí¡~\ ,, . f de la sens1b1hdad: B 3-l) s., B -1 3,
natu1d leLd - · , ., · l B -ll A. tacioneo, y desplazarlas fuera de sí e.orno \ erdaderas cooas
- l~ .- ' l' l l8 B 331 A 128, f. del sentic o externo ,. A 392; h. la idea del se1 supremo B 608, B 610, B 611 nota,
-L), .)tí, ) . . ' B -2 B 99'> \ 380· f. del
,, v) f del ~entido rnte1 no B -l9, l.J ' - -, · _ ' B B 6-l3.
,rn. · . . · . ·g B 283 B 30.'">, comp.
E.nteudm11Pnto B lb 1' comp. B ,1º_' , . 'B 'j()fí \ 369 B Hipótesis (HypotlteJe): e nterio de una h. B 115; demostrar
rnD, B tJ(l~l. A l'.28, B 71ys.,B261, B 12b, · :; , '
n A Jti l, B s.i, B 1:>:1, B 15-1, B 299, B 30-±, A 121 > ss. algo meramente como h. B 818; h. prohibida y permitida
A XV, B XXII, B 6-10, B 798, B 805, comp. 608 8."í5, A
,. . ·a de la posibilidad ( Urquell de1 Mogluhlezt):
Fuente ongman 360; h. füica B 800 eh hiperfb1ca B 801 s.; h. regulativa B
B 6Jj. __ 675; h. tran~cendent<tl B 800 ;,., h. de la razón pura; h. de la
Fuerza (lí.wjl): concepto de f. B 2-±9, comp. B 269, B ~J-1. razón pura B 806; en uso polémico B 80-1 ss.; como juicios
Función (Funktwn): urndad de la acción de 01denar ~1ver~as problemático;, 809 s.; h fútiles 71 l.
iep1e;,entauone;, l.Jdjo una común B 93, f. de rnuda en
. - B q ' con1p B 98 B 100 nota, B 103, B :102 nota; .
ºt Hipotético (hypothettjch): Jllicio h. B 100, medios de defensa
h. 808; uso hipotético de la razón B 675 ss.
jll!Ull" · -±, · ' • ¡ R ón B 100
de la facultad de JUZgar: B 103, B 30-l; f. de a az Homogeneidad (Homogenellat, Gleiclwrt1gke1t): el concepto em-
nota. pírico de un plato tieue h. con el concepto puro geométrico
Funcionalidad (ZwcdmajS1gle1t): ver «Conformidad a ~n~s». de un círculo B 176; el esquema transcendental es un tercer
Fundamento originario ( Urgnau4: B 596, comp. B bOI' B elemento eu h. con la categmía y con el fenómeno, y hace
6l5, B t)59, B tiW, B 706, B 725. posible la aplicación de la primera al último; principio de h.
de lo múltiple bajo géneros supe1io1es B 685 ss.
Fundamento real (Realg1um4. B 330. .
Grado ( GuuÍ'j. de la sen~ación B 182, ,n:_agnitud intensiva B Ho1izonte (Hon¿ont, Gemht,:,Árei.J): diversos h. lógicos B 686 s.; h.
universal y verdadero 687 s.; h. del conocimiento B 787 s.
207 ) ,,, , infinitus g. de la realidad B h-l.
894
el espacio o en el tiempo, r por tanto, todos los obrto<; de
Idea (Idee)· concepto de la razón (comp.) formado por nocio- una experiencia posible para nosotro'i, no son nada mas riuc
nes que sobrepasa la pos1b1hd,1d de la experiencia B 377; fenómenos, es decir, meras reprPsentaciones. que tales e orno
concepto necesario de la razón. al que no le puede ser dado son representada<;, como entes extensos, n como serÍP' rlP
ningún objeto congruente en lo5 sentidos 383; propiamente mudanzas, no tienen en 'SÍ, fuera de nuestros pensamiPntos.
sólo un concepto heurístico, y no uno ostensi' o; que indica. existencia fundada B ,)18-519.
no cómo está constituido un objeto, sino cómo hemos de Idealista (Jdeah1t)· A 368 ss., i dogmático A 377, i. Prnpínco
buscar nosotros, bajo la dirección de él, la comtitución ; A 369; i. escéptico A 377, i. rit,'ltroso A :17.1, 1 transcendentill
la conexión ele los objetos ele la e'<periencia en general B
A 370 s.
699; i. transcendentales (trans:¿rndentalr ldrrn) conceptos de
la razón pura B 38.J.. Idéntico ( 1dent1srh) · el principio de la unidad necesa 1 ia de
la apercepción es i. B 13S, A 365, comp. B 138, la'i propo-
Ideal (Idea~: la idea, no meramente in concreto, sino in siciones analítICas son i B 16. B 13S. B 29~l, B !07, B 111
individuo, es decir, como una cosa singular determinable, nota, A 362; ;o i. B 13.J; sujeto i. B .J.19; s11stanci;i (Pl alma)
o determinada, sólo por la idea B 596; i. de la razón pura personalmente i. B 710; juicio i B 62:2; representac10ne<; i
(Idetil der rrmrn Vernunft) concepto de un objeto singular que
B 131 nota.
está determinado íntegramente por una mera idea B 602;
i. del bien supremo (Idcrzl des hochsten G11t~) a la idea de e'>a Identidad (JdentTtat): i. lógica: del predicado con el sujPto B
10, B 194; reglil de i. 622, A 353; principio de i de lo indis-
inteligencia en la cual la voluntad moralmente más perfecta,
enlazada con la suprema beatitud, es la causa de toda feli- cernible leibniziano B 320, B J27 s.; i irnmi'rica B 31~1, B
cidad en el mundo, en la medida en que ésta está en exacta 402, A 107, B 361-3fi6; i de la especie B 670 s, B h82. i de
relación con la moralidad (entendida como el merecimiento la apercepción (de la conciencia) B 13J-13j; i personal B
de gozar de la felicidad) B 838 700; i. de mí mismo B 408 s.
Idealidad (Jdealitát)· idealidad los fenómenos e'<ternos A Ilusión (Jll11s1on)· i. lógica B 622; i natural B 610; i. natural e
367, comp. A 366-380, i. transcendental del espacio B t4 s.; i. inevitable B 354. Ver: «Apariencia ilusoria».
transcendental del tiempo B 52, i. de ambos B 53 ss., prueba Ilustración (!ll11st10t1011) · el desarrollo de la experiencia ec; la
indirecta dP la í. transcendental de los fenómenos B 534 s. i. (como contrario de deducción) de los conceptos a prion
Idealismo (Ideahsm1H): B VTII, B XXXIV, Refutación del I. del entendimiento B 126;
B '.D4 ss., B 518-525, A 36q ss Idealismo empírico B 519, A Imagen (BTlá)· producto de la fan1ltad empírica de la inrngi-
369, B 371 s.. B 376, i. material o i. vulgar B 519 nota, o i. nación productiva B 181, comp. B 179, A 120; el esquema se
psicológico B XXXIX nota, que pone en duda la existencia distingue de la i B 179 ) ss ; i. pura de todas las cantidades
de las cosas externas misrnas. o las niega B 519 nota. Esta B 182.
doctrina declara que la exi\tcncM de los objetos en el espacio Imaginación (Emhild1111g>kwft)· facultad ele repre~entar en la
fuera de nosotros es, o bien meramentP dudosa e indemos- intuición un objeto aun sin la presenoa de él B 151. cornp
trable -i. problemático, Descartes-, o bien falsa e imposible B 276 nota; facultad de síntesis que lleva lo múltiple a una
- i. dogmático, Berkeley B 274 Idealismo transcendental o imagen A 120; i reproductiva B 794 y s., A 100 102, B l "i2,
formal: esta doctrina declara que todo lo que es intuido en
896
897
i. productiva B 152, .-\ 120 nota, B 2íl, c~mp. B 195, ~ 205,
B 211, A 118, B 123; facultcid de determmar a pnort ld _sen divi~ión de Jo, s. B Jill; s. e ategoticos B 361, B 432; s. hipotéticos
~ibilidad B 152; i. pura a pnon B 181; pn!11er_a aphrnL_tOn el
B 3151, B 433, B fil ti, s Úb) tmtn os B 361, B -133, B 60-1 s.
entendimienro sobre la sensibilidad B b2, tacultad _t~m~a: Infinito/ a (unrnJfulz). como agregado: B -l-5í; mag11itud i.: B
mental del alma A l'.2-1; ~u produuo: el esquema B 119-181, 458; vacío i.: B -±01; progreso i.: B 445; i. en su realidad: B
función ciega, aunque ind1spe11~db!e del ,llma B 103. 612; serie i.: B -±54, B 460. B 511, B 538 ss.; divisible ali.: B
Impenetrabilidad ( Undu1dulrzngluhl..ezt): B 32L 553 ss.; di\ isión i. de la Ilhtteria: B 467, B 541, B 555, B 650;
juicios i.: ver <'.Juicios».
Imperativo (Jmperat¡¡): ley práctica, leyes de la libert~d- ob-
jetivas que dicen lo que debe acontecer, aunque_ qmza no Infinitud ( Urzendlu!tkeit): concepto matemático: B 460 con-
acontezca nunca; se distingen de las leyes de la nat:~~leza, cepto tramcendental: B +tiO, por ejemplo, i. del espacio: B
que tratan sólo de lo que acontece B 830, comp. B ~J/:J. 39, B -159 ss., i. del mundo: B 515, i. del tiempo: B -17; ver
también B 530 ss., B 5-18. B 5-}9, B 650.
Imposibilidad ( Unmogl'.chkezt): c_~m~ categor~a. (opu,~:ta a
Influjo físico (physúcher Etnjlus.1, znjlu:x.zo physilu.1]: B 331.
po 5ibililfad): B lOb; i. log1ca: B 624; L real. B 2~~' B -1-L.
Inherencia (lnhii.ren;j: categoría de i. y subsistencia B 106,
Imputabilidad (Jmputabzlztat): i. de la acción B 416. . ..
B 111, B 129, B 227, B 2~-lO, B 291, B 422, B 432, B 1-41, A
Incondicionado/ a ( unbedingt, das Unbedingte): idea: pnnLip10 350, B 403 s.
supremo de la razón pura: B 36-1, ~ 365,,)c?mP; B 39:; ;m-
po5ible de ser expe11mentado: B 36!, B -L~, B :>11, _!5 :Jl~, ~ Inmanente (zmmaneut): usu 1. de todos lus principios sintéticos
del entenclimiento B 664, mol. de las ideas transcendentales
538, B 55-1. B 593, B 6-!-9; mera idea B XXI, B_~b, ~ t~ b, B 671.
exisido por la razón B 592; rn~~os de loL B 3/J ss., 3J3 ~
B -U5 s ; condición suprema B .J:J9, necesidad natural B .t-1,J Inmaterialidad (Jmmatenalitat) i. del alma corno sustancia
5imple B -±03.
~-- comienzo ab5oluto de la regre~ión en las cond1c1ones B
,)c-1''.. o., com¡J. B 495 , B 586; fundamento 01iginario8-
de .todas Inmortalidad (Immortal1tút. l!nsterblicltkeit): B XXX, B XXXII;
la~ cosas B 612 ,s., necesidad absoluta B -180, B 4. 1_; l. ma- problema inevitable de la razón pura: B 7; objeto de la meta-
temático y dmámico B -l--18; totalidad de las cond1uones B física B 395; demostración de la i. B 424---127; imposibilidad
-1-13 SS., B 438, B HO. de una demostración de la i. y de su contrario B 769 s., B
Incorruptibilidad (Jnl..01rupt1btlztal): concepto de i. B -103. 773, B 778, B 781, B 858, comp. B 806 ss., B 826 ss., B 839,
B 855 SS., B 882 s., A 351, B 3b6, B 384, B 39-± s.
Indiferentismo (J11Jifjerentmmo): A X.
Inducción (Jndul..twn): la i. da solo universalidad comparativa Intelectual (intellel..tuel~: manera de representaLión (opuesta
B 3, B 12-l-, B 241, comp. B 107. a semible) B XXVIII, B Jl2; conciencia i. B XXXIX; el
problema de una intuicion i. B 68, B 72, comp. B 148, B
Inferencia raciocinio, silogismo ( Ven111njt.1Lhlufa. B 357, B 360. 308, B 335 s.; sistema inteledudl del mundo (Leibniz) B 326;
~3 ;-) .:; o l) 11 B 10 l. B 1-H B 169, B 350-366, B 378 SS., BB
L0l1lj.J. B ' ' "'
1) • \ ' ' ' - . síntesis i. B 152, B 16-1.
381) 5_; í. dialectica B 390, B 396 ss., A 382, A 402; r. :of1sn~~.
-132 s.; el ...\quiles de las i. dialécticas A 351; s. psicológ1Co A 3.')3; Intelectualizar (mtellel..tumen): i los fenómenos \Leibniz) B
326 s., i. las formas de la 5ensib1lidad (Leibniz) B 33 I.
898
objetivamente válida B 142; relación del objeto con nue;;trn
Inteligible (mlflhg1br4: opuesto a semible B 313, comp. B entendimiento B 350 ; tabla de los j. 95 s.; j. universa le;; B
320. 95 s., B 317; j. particulares B 95, B 318; j. singlllares B <).),
Intellectus archetypus: B 723 B %: j. afirmativos B JO, B 9.), B 91 s., B 193, B 302; ¡ ne
Intensiva, magnitud ( 1ntms11·r ( ;r0j3r): grado ( Grarl) B 207, B gatívos B !O, B 95, B 97, B 193, B 736 s.; j infinitos B l 1, B
211; grado del influjo sobre el '>entido B 208, B 210, B 211 95, B 97 s.; j. categóricos B 95, B 128, B 1-fl; j hipotéticos
ss., B 207-218, B 201, comp. B 11-+, B 415, B 208 s., B 212, B 95, B 98, B 100, B 141, B 392; j. disvuntivos B 9.1, B 99, B
B 21-L 100, B 112, B 14L B 393, B fül4 s.; j. problemático'> B ~b, B
100, B JO!, B 809, B 8.)0; j. asertóricos B 9.J, B !OO. B 101,
Interconexión (Zusammcnhang)· ver «Experiencia», «Siste-
B 809; j. apodícticos B 17, B 9.'"í, B 100, B JO!; la necesidad
ma».
incondicionada de los j. no es una neresidad absoluta de las
Interés (Jnteresse): i. de la humani<fad B XXXII, B 423, B 826; cosas B 621 s.
i. de mi razón, reunido en tres preguntas B 832 s., comp. B
Jurista (Rec!ztslrhm): B l lli, B 7S9 nota.
833-841; i. especulativo de la razón B 494-501.
Legislación ( Gefft<grhung): entendimiento como legislación
Intuición (Anschauung): represent,teión inmediata B 33, B 41,
para la naturaleza A 126; l. de la razón B 728; J particular)
comp., B 47, B 93 y s., B 377, A 109; representación singular
negati\ a: disciplina B Tl9, B /80, B 868.
B 317, B 138 nota, B 741; tocio pensar debe referirse a i. B
33; sin conceptos son ciegas B 75. comp. B 125 y s., B 314, A Legislador de la razón humana ( Gcfetz:gcbrr drr mr71lrhhr11cn
111; i. sensible B 52, B 72, B 9~l, B 188; i. sensibles se basan Vcrmmft): el filósofo, a diferencia del matemático, el füírn \
en afecciones B 93; i. pur:a, forma pura de la sensibilidad el lógico B 8()7; ver «Artistas de la razón». "
B 3-~, B 35, B 41, B 60, 81; espario y tiempo B 10/, B 353; Ley ( Gesctz): a prion B 165; regla necesaria B '263, regla de
i. pura formal B 161, B 324, B 4.)7 nota; i. empírica B 34, la existencia necesaria B 280; regla objeti\ a y necesaria A
B 60; i. internas y externas B 42, B 137, B 160, B 291 y ss., 126; unidad formal de la naturaleza A 127, representación de
B 3-±0, B -±57, B -±65, B 520, A 362 y s., A 372 y SS., B 387, una condición uni\·ersal según la cual debe ser puesto cierto
B 39.+, B .+00; i. intelectual B 68, B 72, 114; i. originaria múltiple A 113; diferencia con l. empírica (ver «asociación»)
( zntuztus orzgmarws) e i. derivada ( int111t11s dmmtivus) B 72, B 152, A 127 y s.
B 467; i. posible para nosotros :13, B 1.+6, B 152, B 306 Ley moral (S1ttrngefct:J B 833-847; ley moral basada en ideas
y SS., A 252, A 255. de la razón pura B 834; diferencia con la ley natural B 868.
Inventario (Jm 1mtar): i. de nuestras posesiones por razón Libertad (Frezhnt): l. transcendental B -Hli, comp. B -173 y s.,
pura A XX. B 47G, B .516, B 561ys.,B569, B ."!80, B ,í82, B 829, B l/I,
Investigación ( Untersud11mg): atención prestada a los funda- B 831, B 561, B 497 y s., B 509, B 581, B 831, B H7, B 589, B
mentos de la verdad B 316. JG'\VII-XXIX, B .+13 y SS., B 560-586, B 65.i, B 77;:;,, B 868, B
Juicio ( Urtez4: j., conocimiento mediato de un objeto B 93; j., -±73) ss .. B 5fil, B S8ti, B 8; l. práctica: negatirn B 5G2, comp.
función de unidad B 94, j., el modo de llevar representacio- B 311, B 585, B 831, positiva: B 831, B .í62; l. política: B 3,)8,
nes dadas bajo la unidad de la ape1 cepción B 140 s.; unidad B 373 y s., B 780: consideración psirnlógica: B .+76, B SG3.
901

Limite ( &w,___r) l de l.t 1dlOn purd B 7 'i-l, l de l,1 e"penenua tr,rnseu1demaJI B Ti l l1ct11'cendental t111tll~llid~ntale L
posible B \. VllI not,1, B >.. ".I, B X \.IV, 4.. \:IV, delnmtduon contiene los pnnnp1os del pt w,d¡ pm u B 3h, la uenClcl ckl
de los 1 del entenJnrnento 4.. \.VI, 1 del enteudumento lntencl1m1e1,to puro ) dtl umuc1rn1e11tu puro de la fdlOll
puu, B \lH, l.t \nhbulug1ü \ ],1 cletellmnac10n de lo> l del por d ut,d pensc1mo, ll,, ubjltO> enre1ctn1r:nte a pnon, que
entencl1m1enlo prn u B JJtJ l de ld >em1li1hd,td B \.XI\ :, , deter mma el ongen, ld e\.tens1on ) l<t \ah de z ob¡etn a de
l dete1 mmdclu, ,1p11011B1-ib1, l distmtos ele lcb l11rntdc1ones t,db t onoum1ento, B l
B 787,
Lugar lógi.co (!ogodiu 011) t c1dd com epto 1 cc1d,1 titulo ba¡o
L1nutac1ón (L111watwn é1md11a11f...u11j; 1, Ccll<cgu1ia de eu,tlidctd el cu,d eslen mu,J1u,, cu11ou1111entos B t2 ¡:,
!Oll, la l e, 1ec1hdad enlctzada con negauon l l 1
Magmtud ( Gw,j1) urndctd '.:illltl uca de lo n•uluple de l<t m
Logica (Lugif...1 lü l H::nua de lds regla, del entendurnento en ~u1uun >tcl1»ble dadcl B 20 l, comp B 11 ), B 201, B ..?88 B
ge ne1 ,ti B 7ll l de ¡,, dfM11enua (L dtj Sdlll/lj) la dialecl!La _ q -l, B iO.! not,t, B ) ib '>U t squemct es el nume1 o B lS2, 111
tlü11<,ctcnde11tal corno Ui1'1 c11llcct del entendimiento ) de c0un11uct B _! 12, 111 c ·-.tt m1\ et B 201 notcí B ..?OJ B 211, rn
L i<tzon con reopecto a su lóO hiperf1sico, eo una c11tiea de 111te1bl\a B 201 I1U[d B 20í, B 7-J-i) S:, B -1)8, B no Jll
l,t apü!lellCJd 1lw,m1d d!Liled!La B 88, 1 de la \ erdad (Lo c1b,oluta B !bO
~d.. Ju ll'iduhu/1 \!1'tht1ea t1,rnscendental B 87, 1 del uso
Mal en el mundo ( Ubd dn We!t) >e¡., un Le1bmz B J..?lJ
p-ut1utLu del entu1dílmcnto tL dts lnwndnen Vnstandoge
b1t11uh:,) 01g,t11on dt E.Sta o de aquella oenc1a, contiene Lt, Matemática \ 1kthemcttd¡ l<t 111 B A :\JI B A\' s, B -!, dite
1egld> pan 1,e1,sa1 rectamente "olire una cie1 ta eopeoe de 1enud de la rn con Id filo>ohct B 712 ""
ob¡ctoo B 7b, 1 del usu u111\ ebal del enlend1miento 1Logd fl.Iatena ( \laluu, Sioff m (lo f¡-,1co' u el CO!lléJ11dü nue SI'
fi . '! "'
1frj aLlgunuwn l h'twultsg,b1t11nh.o) la c1enc1a de las 1egl,1s m 1ca un algo que >e em 11e11t11 en el e,paC!o) en el tiempo
d"'I e11te11dl1111e11to en gene1dl, connene 1'1, regLts ali>oluta \ que poi tanto' 01ll1ent una e'l.btenua, \ cu11e5ponde a Id
mente necesana> del pen5ar B 7b, hctce ab,tracuo11 ~le todu sens,1c1011 B 7.Jl, rn dtl Ít:>nomenu , ll111L!ll dr 1 E/jduw 1111,
contemdo del conounuento 111telectuc1l, ) de la dn ers1d,td clL¡Ue!lu que CUire>pond1 " le! >ell5dL1011 E i 1, 111 en sentid~)
de >u5 ob3etr»,) oolo stc ucupc1 de la me1d lur llld del pemar t1 an,cendent,t! ( 1111 tww~rnlÍtlll11lu1 l 'í:ntwidt \ lo determmable
B ;:-;, 1 ge11e1 ül B 77, l general aplicctdd cuando se dl!lge en geneial B LU
<1 l<t> 1eglc1" del lbü del enttnd1m1entu bc13u l<1s cond1uone, Matenahsmo (Jlu.tu wlwnm) B 3-1, B Lm ~ , ,\ 380 el peligro
>dU)ltl\ d\ ernp1ueas que la ps1colog1d nos enseña ) tiene del m<tlerMh,mo 4,. 183 v

pi mup10s ernp1ucoo, ,1unque es gene1 dl en la medida en


Mathema ( \Jathww) unc1 prop0,1uu11 smtet,cct por cu1btrnc
que se rcht re dl U'>O del entend11111ento 5111 distmc1on de
C!On de lus concepto" (r ontra110 el dugrna, chr ectdmente
ob¡tctos B 71, und 1epi e"'"ntac1011 del entendun1enlo) de la, 0>111tet1ca, por c011u pto::i B 7b 1
0

1egl.b de ,u uso necesano m concreto bdJO l,i, co11d1uones


co11trngente' del >u1eto B 78, l general pura se ocupa de Máximas de la razon ( \laumw de1 f'eiltunjt) p1111up10'> ,ub
n1e1 o> i:i1 mupw' a p1101 z, e> un c<tno11 del entend1m1ento ) jet1\ os que no pwceden de !et natmdlela del objeto orno dt l
de la 1 ctzo11 pe1 o >o lamente en lo que 1espeu,t " lo formal mte1e::i de la rdL011 um 1ESpecto a uert,t pe1fecc1on po::i1Lle
del uso de ellos, "ect cual tuere el contemdo (emp111co o del conocmut.nto de e>t:> objeto B bll-1
902
903
Metafísica (l1,fetaplzys1k): este nomhre puede dársele también
a toda la filosofía pura. incluida la ciítica, para reunir tan- Método (Methode): (Vnfahren narh G11111dsat¿cn) procedimiento
to la investigación de todo aquello que pueda alguna vez según principio" B 833; m. dogmático (dogmatmhc Ml B 7 l l,
ser conocido a priori. como la exposición de aquello que m. escéptico (5keptwhe ,\Jethodr) B 451 5., utilidad del m e. B
constituye un sistema de conocimientos filosóficos puros 51-L B 535. B 792, B 881; m matemático (matematzsrhe M)
de esta especie: es el sistema de la razón pura (ciencia), el B 740, B75+; nuern método de pensamiento (1'rra11dertr M.
completo conocimiento filmófico (tanto verdadero como der Denk1111gsart) B XVIII.
aparente) por razón pura, en interconexión sistemática B Modelo originario ( Urbzldj: De toda razón- B 70!, \ er
869; Filosofía transcendenta 1: la m. llamada así en sentido «Ideal».
estricto se compone de la filosofü1 transcendental y de la Monograma (A1onogramm): m. de la imaginación pura a pno11
fisiología de la razón pura. La pnmera estudia sólo el en- Bl81; B 598
tendimiento V la razón misma en Un Sistema de todos los
Moral (Szttlzrhe): unidad m.: B 843; edificios m.: B 371i; le) m.
conceptos y principios que se refieren a objetos en general,
(s1ttltd1): B 79, B 375, B 8.56: principios m.: B 8:"í6; orden m.:
sin suponer objetos que estuvieran dados (ontología) B 873;
B 844; juicio m.: B 835
m. de la naturaleza corpórea B 874; m. de la naturaleza pen-
sante B 874; la m. es el sistema la razón pura (ciencia), Moralidad (SittlicMezt): si<;tema ele la m.· B 837, B 839: relación
el completo conocimiento filosófüo (tanto verdadero corno con la felicidad: B 838 ss., B 851.
aparente) por razón pura, en interconexión sistemática B Motor (Trzcbfeder): B 29, B 583, B 617.
869; aunque este nombre puede dársele también a toda Movimiento \Bewegung): m. corno mudanza del lugar B 18, B
la filosofía pura, incluida la crítica, diferenciándose de de 58, B 67; m. corno fenómeno, representacion A :-187; m. en
todo uso empírico y matemático de la razón B 869; m. del el espacio B 291, comp B 277, B 330; m en el espacio hace
uso especulativo de la razón pm (m. de la naturaleza) B intuitiva la alteración B 292, comp. B 290 nota. B 157 nota;
869, y se suele llamar metafísica en sentido estricto B 870; m. corno descripción de un espacio B J:í5 nota: m. como
m. del uso práctico de ella (m. de las costumbres) B 869; la accidente de la materia B 230; m. corno acción del sltjeto
m. de las costumbres es propiamente la moral pura B 8fi9; B 154 y s.: fuerzas motrices B fí7, B 2.í2, B 492, B 812 y s.;
la m. es efectivamente real, si no como ciencia, sí empero m. y reposo B 290 nota, B .J.88; comunicacion del rn B 17.
como disposición natural (metaplm1ca naturalz>) B 21, B 22; B 363 nota; m. de un cuerpo A .'i:í2 y s.; m. ele planetas y
la idea de la m. es tan antigua como la razón especulativa cometas B 690; suposición del primer motor en los antiguo<;
humana B 870; aunque la m no pueda ser la plaza fuerte de A477yss.
la religión, sin embargo siempre debe mantenerse como el
Múltiple (Mannigfalt1ge. das): rn. del fenómeno B 34, A 123, B
baluarte de ella B 877; se volvera a ella como a una amante
160, B 238; m. de la intuición B !06; un enlace del m. de la
con la que hemos reñido B 878: la mrtaffora, tanto de la
intuición B 130; el espacio y el tiempo contienen un rn. de
naturaleza, como de las costumhres, y particularmente la
la intuición pura a priori B 102: una síntesis del m. dado en
crítica de la razón son lo único r¡ue compone aquello que, una intuición B 13S.
en sentido genuino. podernos llamar filosofía B 878; la rn.
es la consumación de toda nilturn de la razón humana Mundo ( TVi1t): m .. conjunto de todo~ ]o<; fenómenos B 391.
B H7, B .J..83, B .'í~H ss .. B 587; conjunto ele todas la intuí-
905

ciones pus1Lles B .J.79, todo matemático o todo dinámico pacio y en el tiempo, a le;'es B 165, n. de las cosas ( Hésen der
(1Mtwztleú1) de todu~ lus fenornenus B -J.-±6 s.; la totalidad Dznge) B 721 s.; n. :,ubsl<tlltive (materialzter): conjunto de los
ab~uluta del cunjunro de las cosas existentes B -±-±7; la serie fenómenos, en la rnedicLt en que éstos, gracias a un principio
complet,t de los fenómenos B ."í32; distinción entre mundo interno de causalidad, están integralmente concatenados B
sensible e mtehg1üle B 305, B 311 ss., B -±09 s., B -±-±7, B .J.61, -1-±6 nota; nat11ra matenaliter spectata: conjunto de todos los
B 588 ss . B 8llt) ss., B 8-J.2; m. moral B 836; fábrica del m. fenómenos B 163.
B C:)'.2; arquilecto del m. B 655; acontecimientos del m. B Necesidad (NutwendigAeil): necesario e~ aguello cuya ímer-
:)60 ss.; cunceptoo del mundo B -±3-±, B -HG ss., B -±59 s., B conexión con lo efectivamente real está determinada según
51-±, B .)17, B 71.2; Illctyur bien del m. B 8-±7; consideración condiciones universales de la experiencia B 2füi; esquema
rctciurBl del rn. B 7:2tJ, U!liclad del m. B 656; todo del m. B de la n. B 183; n. señal ~eguz<i de un conocimiento a prion -!;
-13-+, B -155, B 5-L"í ss., B 70.1; uso de nuestra razón en el m. n. -contingencia, categorías de la modalidad B 106.
B 7'.26; limite del m. B H<í, B -Jc59, B .+61, B -tm, B .+99, B
Negación (Negation. l'tmemung): n. lógica, n. transcendental
515, B 5.+8, B 550; mag11itud espacial del m. B 515, B 532,
B 602, n. como mera CdfenCJa B 603 s.; lo que corresponde
B 541í, B 517 ss, B 550, B 656; curso del m. B 523; orden
a la falta de ~ensación, es n. = O; negación es aquello cuyo
del m. B .J9-J., B 6'.Jli, B 701, B 72.J, B 726, B 728; serie del
concepto representa un no~ser (en el tiempo: B 182; las n. son
m. B -15-1, B -Li9, B -!82, B ."í-HS, B 550; alma del m. B 669;
limitaciones 004, categoría den. B lOti, B 111, B 182 s.
c1eado1 del rn. B i>.!.5, rnudan¿as del m. B 477 ss.; estados del
rn 13 -l8.í; comienzo del m. A XIV, B -±46, B -15..J. s., B .+59, Noción (Notzon, notzo): n es el concepto puro en la medida en
B -lbl, B ..17. 1,s, B -±9L B -El-±, B ..J.99, B 51-± s., B 52'.J, B 5-±8, gue tiene su 01 igen solctmente en el entendimiento y no en
B /!Jb; rn. ~emible (Sinnenwe!t): cm~unto completo de todos la imagen pura de la sensibilidad B 377 s.
los fenómenos B -±80, B 700, totalidad de la experiencia B Nomotética (Nomuthct1A: B .+:12.
5..J.8, comp. B 32cl, B -Hl9, B -1-P, B 587, B 619, B ó37, B 700, Noogonía (Nougunie): Locke había sensificado todos los con-
B /¿4; rel,teión con el m. B 831, B 836. ceptos del entendimiento ~egún un 5istema de n. B 327.
Músico (1u1Lkunstlu). B -11.5 nota. Noúmeno (Noumenon): entes inteligibles B 306; n. es el con-
Nada (,Vahó): B .H/-349; tabla de la n. B 3.J8. cepto enteramente indeterminado de un ente inteligible,
Naturaleza (Natiu): en la medida en que es considerado como (que es algo en general tuera de nuestra sensibilidad) B 306;
un todo dinámico, y no se atiende a la agregación en el espa- el concepto de n., es decir, de una cosa que no ha de ser
cio o en el tiempo, para producido como una cantidad, sino pensada como objeto de lrn sentidos, sino (solamente por
a la unidad en la e;dstencia de los fenómenos, B 4..J.6-..J..J7; un entendimiento puro) como cosa en sí misma B 310 s.; el
(en sentido empüico) la interconexión de los fenómenos nombre de algo desconocido B 312; Noumena: las cosas en
;,egún su ex1;,tencia. según reglas necesarias, es decir, según sí mismas (no consideradas corno fenómenos) B 312; n. en
leyes B '.2ti3; n. adjecli\ e Vurmal1te1): concatenación de las sentido negativo: una co~a, en la medida en que no es objeto
deternrnwcione:, de una cosa según un p1incipio interno de de nuestra intuición sensible B 307, cosas gue el entendi-
uws«lídad B ..J.-1 l> nuta, 1w.tura formalitn speL!ata: naturaleza miento debe pensar sin esta referencia a nue~tro modo de
en geneial, comu confo1rr11dLJd de los fenómeno5, en el es- intuición, y por tanto, no ~olamente corno fenómenos, sino
906
907

·1· de l~ .
1ne11or exT)enencia. se ll arna o. B füiO
como cosas en sí mismas, acerca de las cuales él. empero, en e1 aux1 10 ''
r . . B -(·
esta abstracción, comprende a la vez que él no puede hacer 1. · del uso pa1.ncu. ·lar
, dPl entend1rn1ento I - i.
uso de sus categorías B 337; n. en significado positivo· un Organon: ogKa
L
.
el con¡unto

d e aq1iello<; principios seg1m

objeto de una intuición no 'iPmihle B 307. o. de la razon pura. . . . ieden ser efecti" anwnte
l eden adqmnr v pt
los cua es se pu . : tos puros a ¡man A 11
Noologista (Noofogzst): a E'mpiri<;ta), en lo que re<;pecta stablecirlos todm los conoorn1en . . .
al origen de los conocimientos racionales puros, si son inde- e. ,
Palingenesia. d e 1as a lmas (Pal111r:.01n1f
u dn Srelrn): h1potes1s
pendientemente de la expe1 i0ncia) tienen la fuente de ellos
en la razón (Platón, Leibnil\ B 882. fútil B 711. . . d d de un silogi,mo
Paralogismo (Paralngmnu~f): P· log1co,lqf~1iseera
1 ªsea su cont~nido
Número (Zah~: cantidad de una intuición en general B 752, . ct;1 a la ornrn, cua ' · l
comp. B 7+8; esquema de la cantidad B 182; fórmulas nu- por·1ot)·
lo quettan<;cendenta
i espe ' l : s1·¡ ogism
. o dialéctico
. , en el cua se
B '
méricas B 205 s.; el contar es una sínte<;is según conceptos º" · ' P·
d 1 epto transcen d en tª 1 del 'llJC'tn que no. con
B 1O+, comp. 13 7-+8, A 102 s infiere, el e conc .el d b 1 ta de ese Sl!J. cto m1<;rno,
1 le la im1 a a so l1
·1t·
tiene na a mu P ' ' B '.jq-_ )<)8.
Objeciones idealistas (zdeafHtische Em1f'ü1fe): A 378. del cual, no se tiene concepto alguno , . i , .

Pena (Stra(c'~: B 3 .
Objeto ( Gegenstand, Ob;ekt): o en sentido lógico ( Ob;ekt): B 73
B XXYI nota. B
23+, B 137; o. como fenómeno: B 236, B 522, B 125, B 146, , , ¿·r . .· tre p v conocer , ¿
Pensar (dnzkrn;: 1 e1enc ia en . B '321 B +11 ·\ 3q7. P es
A 399, B tilü, A 373; o. empirico B 52, B 62, o. transcen-
dental A 372; o. en la idea B 72 J y s., B 778; relación del
XXVIII, B 1+6, B 16.'i, B 194 ~ ~:4 B, 1+(i, B '.2i~i ft:m-iones
conocimiento por conceptos . , i.,ieto: entender íl lgo
entendimiento con el o. en general A 115-128; o. = x A 104 . . . B 9.:> )" ss P· un ouJ
y ss; o. pensado por merlio clel concepto y o. pemado por del p. en los JU1c10s. . . . .B, lOf' B 1-l.S. cnmp B 11-L B
1 ·1 · l de la mtrnoon ),
medio de la existencia B 628; o. en general B 51 y s., B 125 en
1'3 o mu
,) ' 1'°7
t1p e .
.) ' B +06, B +11 nota,
B 4'J2- ' A 117 nota: P· puro a
y SS., B 150, B 159, B 178, B 208, B 303 y SS., B 328 y s., B · .· B 120
335 y SS., B 3+6, B 365, B 133, B 507, B 59+, B 60i-6IO; O. pnou · . acornpa!ladas
transcendental (trans¿rndrntales Ob;rkt): la causa meramente Percepción (VI{¡/¡¡ nchm1m1;)- repres~ntadom~e~ real A 3 71, B
. · B l+li· representac1011 e ª g .
inteligible de los fenómenos en general B 522; un mero algo de sensac1011 . . , - · B lbO _ B ()-1, B ')()· sínte<;J<; de la
2 2- ,
de lo cual ni siquiera entenrleríamos lo que es, aunque alguien .521; conoencia empmca 2-2· , . te<;is de la aprehen'iión B
pudiera decírnoslo B 333 sensación B 18+, comp. B / 'sm . ·a \ l')()· síntesis
, . . enlazado con la conc1enc1, r -: '
Ontología ( Ontologie): el orgulloso nombre de una ontología lh2, fenomeno · del fenomeno . B ') ').
- 2 ,-,, único caracter de la,
que pretende suministrar, en una doctrina sistemática, co- de la . matena . . B ?73· determmac1011 . . . ele l·t apercepción
' ' ..n
nocimientos sintéticos a pnon de cosas en general (p. ej., el realidad efectl\-a - ' . . _, -,fi- · e'i.periencra:
368· modificac10n d e 1 se11 t1do mternod1"1. elR J(l
·· 1,
B ')18 c,s, B
principio de causalidad), debe dejar su lugar al más modesto ' d. d p conecta as 1 • ' -
de una mera analítica del entendimiento puro B 303; o. como conocimiento por me 10 e . B 161 comp. B '.20.l: P
de las cateoonas '
'>"l3 <;s: la P· d epenue º - B '3(·-
_J

parte del sistema de metafísica B 87+, B 873. . confu,íl


-e - • a v externa i\ 10;, ' ' 1 ss., P·
-

común B 41: --2· P· mtei l1c J


P 11Pu7rpt1011. d p.- l·
). e<> una ' representaonn
Ontoteología ( Ontotheologie;: la t0ología transcendental que B
cree conocer la existencia de Dios por meros conceptos, sin ,\ duclosíl
con conciencia.11 ·
. l.)na·
P· " que se 1 e fi er e solamente ' al sujeto.
-
912

«Canon»; naruraleza de lar.; A VII, B XIII, B XXXVII s., Realismo (Realwnw): 1. transcendental, que considera al tiem·
B :2'.2, B 38-t, B H9, B 6..J-2, B 697, B 723, E 739, E 771 s., B po y al espacio como algo dado en sí (independentemenre
805, B 877, B 880, riqueza::, (acervo) de lar.: B 781; aunas de nuestra semibilidad}, i. empírico, según el cual a nuestras
ele la razón: B 77'2; esencia de lar.: B 723; r. perezosa (ignava intuiciones exte1nas le~ corre::.ponde algo efectivamente real
111tw). B 717, B 801; t. ~uli::,i~tente por sí misma: B 700, B 706, en el espacio A 375.
B 8 !2, r. lra::.tornada \jinvma ratw): E 720; Receptividad (Re.::.eptw1tdt): B 33, B 42; sensibilidad: B 33, B
Real (real, Reale, da;,): lo r., un objeto de la sensación B 207 ss.; 43, B 61, B 75, B 150, c.omp. B 59, B 74, B 93, B 102, B 129,
lo r., en el espacio B 215; lo r. en el fenómeno B 210. B 158, B 214, B 430, B .:í'.22, B 575, A 97.
Realidad (Rcahtat). lo que conesponele a una sensación: B Reciprocidad (Re.::.1p1olabtl1tat): B 816 s.
182; cosidad: E u0:2; quantum: B 183; concepto universal Reconocimiento (Rclogmtwn): A 115; síntesis del r. en el
der.: E ti05, B ti19, B 6:18; referencia a objeto B l'.l..J-, A 109; concepto: :.\. 97, A 103· A. 110.
apliccKión a la expe1iencia. B 199, comp. E l..J-8, E 150, B Reflexión (Uberlegung). B 316-319, comp. B 325, B 351, B
19-±-19!), B :2-±:2, B 2li..J-, B 268, B 269; verdad transcendental: 331 s.
B :270, B 288, B 291::.s.,B300, B 310, B 335, B 367, B 397, E
..J-12 ~., B 501, B 538, B 595; existencia: E 597, B 62..J-, B 678,
Regla (Rege0: B 113: r. del pensar: B 76, comp. B 77, B 360
s., B 672; r. empíricas. B ..J-90, B 691, B 793; r. necesarias, a
B 693 s., B ti98, E 701, B 808 ::,::,.; r. de la matemática: B 206;
priori: B 243, B 2.J.7, B 2o3, de la naturaleza A. l 13, dinámica
r. ele los noumena; B 320, E 338; r. absoluta y transcendental:
B 816; r. de la razón, principio regulativo, B 536 ss., B 5H.
B .J2 ss.; t. omniabarLadora: B 657; r. empírica del espacio y
del tiempo: B 44, B 5:2, B 5..J-; r. de los fenómenos: B 610, B B 685, práctica B 575.
209 s., B 21 l, B 2Hi ::,::,., B 225; r. ::,uprema o suma: B 606 ss., Regressus: r. en lit sene de condiciones B 5..J-0, comp. B 439
B bl..J-, B 632; r. subjetiva: B .J3, B 2..J-2, B 397; r. ilimitada: B s., B 484 s., B 51-l ss., B :J26 ss., B 532 ss.; r. dinámico B 534,
322, B 632; concepto logico: como mera afirmación: E 328, B 588; r. empírico B 517, B 538 ss., B 5-±..J- ss., B 371, B 591,
B 336; como palabra: B 625; como mera posición: B 630; B 593; r. matemático B .)88: r. sucesivo B 529, B 53-±; r. de
opuesta a la negación: B 300, comp. B 329, B 3-1-7; r. lógica la división B 554; r. de lo condicionado a lo incondicionado
ele lo::, conceptos del entendimiento: B 882; categoría: B 106, B 612; distinción emre r. m mfinitum de r. m indejinitum B
B 111, B 302, A ..J-03 ss., A 40-±; esquema de la categoría de 5.+0- B 5..J-3, B 546-B 5-19, B 151 s., B 713; r. impuesto B 526,
r.: B 182 s. B 536.
Realidad efectiva ( W11 A.lullA.ett): r. lógica (verdad): B 10 l. r. Reino de la gracia (Rezcli der Gnade): distinguido por Leibniz
e., lo que estcl conciltenado con las condiciones materiales del reino ele la natmdleza B 8..J-0, mundo moral B 843.
de la experienua: B :266, comp. B 521, B 523, A376; r. e., Relación (Relation, TérftalL!m). categorías de lar. B 106, B 219,
lo que e::,lá en interconexión con la percepción y por ella B 288, B :290 s., B -!lo, i. de los objetos en el tiempo B 219,
determinado por mecho del entendimiento: B 286; como la comp. B 162 s., B :230, esquema de r. B 18..J-; juicios ele r. B
co~a fueid de 1111: B 275-:U:J, B 28:2-286, B :287, B 302, A 37'.l 95, B 98 s.
ss., esquema de lar. efectivd. B 18-±.
91s
914

Religión (Rrbg10n): A XI, B XXXI, B 496, B G56; intención . B 3-0 A 37()· distinción ente s. interno'
de lar.: B 774; pilares fundamentales Ja r.: B 773 s.; piedras entre s. _YBe~~XIX
externo.
·:s.:
B 27G.' B +oo, B -127, A 378.. ~-18'
,_ B !82 B 871í, A 3.J/, A
fundamentales de lar.: B t 9 l; metafísica como fundamento B 386: s. externo, B 3;' comp. , - B rn
de lar.: B 877; ley moral de nue'itra r.: B 815; toscos conceptos s., . B ·r B l<J comp. B ,J1 ss., l<.
'-l71 A 378 s.; s. mterno , I, . , v B 1() ' B 'J()'J
religiosos: B 880. ' ' ~ 0 B 1-9
/ B 18'2, B \8J, , .. , - ~.
B 139, B l.JO, B 15 8 s., __ ' _ B '><n. B TºlJ B 51~1, B
Representación ( Vorstellung): B 242, B 243 s., A 97, A 99; , - B220 B 23'3 B 2,1.:i B 21 8 , -·, ,, "'''
B2l!, • '' ' . . emp1nca
·cepc1on - ·. 1 \ 1()7·" interno
lo subjetivo y lo objetivo de la r. B 819; juego ciego de las 579; s interno como apel1d 1
, ·
·t ·1·1c!~cl· •\ q<)- ohJ·eto del
r. A 112; r. y objeto A 10-t 5S ; división de las r. B 376 s.; r. r . .. f a e a sens1 11 " ' " '
como conuic mn onn, _ \ 0r·- \ 3~\S s B l 71 ·
externas e internas A 371; r. <nnfusas y distintas B 60 <;<;.; . . A 107 A 357, A :·b9, f ,) )/SS.;- ' . • ,
s. mterno. . , . e A 09· aradoja del s. interno B
fenómeno B 521; r. puras a priori B 762 s.; r. sensibles A forma del s. mterno. B .L), , , P ... B 1'2-l'í6·
. .. · t v apercepc1on. ,i '
129; r, relacionales B 67. 1')2. distmoon entre s. m ern 0 i • . • el. B ·l'i4.
, . o ori<Yen oculto de la sens1b1hda ,, ,
Reproductibilidad de los fenómenos (Rcj;rodu::::_¡bilitat dn s. mterno com . " . . . B -'J'3· sinopsis de los s:
Ersrhe11111ngcn): A 102, A 108. unidad sistemática del s. mterno. ; _, ,
República platónica (plato1md1r Rrp11bh!..): B 372 ss. A 94, A 97.
Ser racional (z·ermmftzges H·hm): B 8:34 ss \
Restringir (rr1t1ing1am): los esquemas a las categorías· B 186. · 10 ,, IP!wcnomrno111.
Ser sensible (S11111cmcnrn): ver« enome1 F : .
Retorsión (RetorS1on): del adversario sobre nosotros
B 770. Ser como cópula (Sezn, als blofe Copula)· B h2ii: , -
~ )· d las condiciones: B XX, B 3h-I ss., B 381
Saber, el ( Mssen, das): B XXX, B 8.50 s., B 856 s. Sene (Re1he. s. e B '36 B lº(l ºS B 121 ss B S3h ss.,
B 391- B 394 -t ) SS., ' o ,, , ' ' ' .
Secunda Petri: B 172 nota. ss.,_ , 556' B 563 B ;i8fi ss .. B fi49; s. ascendente
B 043 ss., B ss.:_ ' .' d las. B :379 s'i., B +36 ss.,
Sensibilidad (Swnhdzknt}: B 29 s, R 33, B ()l, B -U, B 60; s. y -~ , B ,,..,
forma de la intuición: A 126; s. distinta al entendimiento: B ), descendente B ·131; - -
totalidad_ e
B 53( B ')' i
- -1·1 B -q·) B
.), ;,,
B 484. B 487. B o2o ss., . . ) s<;.. , +· • . , : B :-198:
75 s., A 124; como objeto del entendimiento: B G92; origen 612 B 713, A 396 s.; noc10n transcenden:ª!, ele s. , , B
de la s.: B 334; campo de las : B 753; filósofo de la s.: B 881; ' 1 . . d 1 s. B is> SS B ,l93,
totalidad absoluta en a smtes1s e a,._. d, -1 . '.' B '·~rn s'
. crres1,·a e as ;-, ' , '
s. distinta a entendimiento contwm: B 320 s., B 323, B 326, 134, B 801; síntesis progreSJ\'i1 y re? ' . B r2 B 484
B 332; impulsos o estímulos de la s. (en sentido moral): B -11 s-23 B538;s.delosfenomenos. I SS.,
B ,') -t, J ' 8-
562, B .J76, B 583, B 585, comp. B 830 s. ss.; s. meramente inteligible: B 4, b.
Sensible ( 1rnnhr1, s111nlid1): s. corno contrario de inteligible
S i mi'smo (Selbit\:1 determinable B 407, A +02 B 14q B 21¡q.

(m11nd11s rfm1h1h1) B 312, B 882. s· 'fi do Significación (Bcdrut11ng)· sentido , , , , ,
Sensificar (sensifi;¿zren): dar contenido sensible (sentido) a un ign1 ca . ' b. tos B 300 comp. B 302 nota, B 308.: s pro
referencia a o ~e ' . . B 9 c- epto sin 'i
concepto: B 75, B 229, comp. B 2~18; en Locke, sensificación blemático B 100; s. meramente logico - i; conc . B 12'3
de los conceptos del entendimiento: B 327. A rl9, A 240 concepto sin s. como concepto 'a~1~07-300;
Sentido, Sentidos (Szmz, Smnr): <;ensibilidad A 94, A 115; B 148; s. negativo en el co;1~epto ~~ ~1muneno; 891) v s.; el
determinación de los s.: B 151 s., comp. B J.)7; relación s. transcendental y s. .empmco B o21, comp. -· /
917

infinitivo verbal «debe1» no tiene s. si se atiende meramente indeterminada: B J~)(), s. dio) u11ll\ a: B 379 s.; s. empírica: B
al curso de la naturaleza B .)75. 16-1, B 25~), B 273, B 368, B -13-l, B 507, B 525, B .527, B 751;
7
Silogismo ( f cnwnfl:.lltl11JS). ver «Inferencia». s. figurativa: B 151 s., B 15-1: s. uniforme: B 7.)1; s. h1potétJca:
B 379 s.; s. intelectual: B lSl s., B 16-1, B 7-17; s. categórica:
Simplicidad (Sw1jilv.1tal, E11zf1llMwt): de la existencid o no de
la s.: B -HJ3 os, B 171; pa1c1logismo de la s.: A -±03. B 379 s.; s. metafísica: B 20!; s. a prion necesaria: B LL"í; s.
objetiva de los fenómenos: B -133, s. productiva) reproduc-
Simultaneidad (Su11ulta11ezlal, Zuglczdz:,em): e.\.istencia de lo
' tiva: B 212, A 118; s. progwsiva y regresiva: B -138 ss., B 51 l,
múltiple en el mismo lÍempo: B 257: principio de la s.: B B 533, s. (como inte1conex10H) real: B 272; s. (como enlace)
2.Jt;-'.2b2, comp. B G/, B 183 s., B 191 s., B 219, B 22-l ss., B físico y metafí~iLO: B 201, nota; o oucesiva: B 209, B -l-l-l, B
2 17 ~-- B J.'íh, B -1 bO, B .128. , -IS l s., B -1.'íti, B -t.60; s. transcendental: ver «Transcendental»;
Sinopsis (S)naprn). o. ele lo múltiple a priori por el sentido: A s. intenumpida: B 212; s. acabada: B 510.
~! L comp. A 97.
, Sintético/a (:,ynthetiJd1). conceptos 5. a pnori: B 267; afimrnción
Síntesis (Synthcrn, Zuoammemet¿ung). enlc1ce B 130 s.; la acción ; s.: B 31-1, B 770, conocimientos s. a prion: B 18, B 25 s., B 28,
de añddir unc1s a otras diversas representaciones, y de corn- B 10 s., B 189, B 357 ,., B 363, B 386, B 630, B 810, A :381:
p1 e11cle1 su multiplicidad en un conocimiento: B 103; opera- conocimiento s. rauonal. B 7:JO, B 790, B 82-l; principios s.:
uón del entendimiento: B 102, B 130, comp. B 1-1--l s., B 153, B i B 175, B 187, B 223, B 325 s, B G25-627, B 760 s., principios
S2G; s. pm"t: B 103 o., comp. B 130 s.; s. a pno11: B 25, comp. ; s. a priori: B 188, B 363 s.; prmc1pio supremo de todos los
B 28, pos1b1hdad de la s.: B 8 lO; conceptos originariamente juicios s.: B 193- !97; juicios s.: B l 1, B 13, ejemplos: B 12, B
puros de la s .. B 106, comp. B 10-1 s.; s. de la agregación y de 15 s., comp. B 10-20, B 88, B 175, B 792; posibilidad de los
la co<tliuón. B 201, not<t; s. de las intuiciones: B 378 s., B 7-l7, juicios s.: B 193 s., B 19!!, B 792; Juicios o proposiciones s. a
B 750; s. de b apercepción: B 133, B lfi2; s. de la aprehensión: priori: B 17-20, B -l-l, B 56, B 6-1 s., B 73, B 20-1 s., B 263, B
B lb{) so., A. 97, A 98-100, A 108; s. de las condiciones del 31-1 s., B 36-1, B -110, B G91, B 7-16, B 80-l, B 810 ss., A 382;
1
pensar: ..\ 396 s.; o. de los conceptos: A XXI, A 28; s. de la propooiciones s. transcendentales: B 7-18-750; naturaleza de
imaginación: B 10-1, B Líl ss., B 16-1, B 257, B 296, A 118 s., las proposiciones s. a p1 ion B división de las proposi-
B +3-l; s. ele posibles sensacioneo: B 751; de la experiencia: B ciones s. en dogmata y mathcmata B 76-1; representaciones
21>7, s. del conornniento: B G-l9, s. de los fenómenos: B 22-1, s.: B 12-l; concatenación o.: B -!lb; objetiva y subjetivamente
B 3t>.Í, B -t.33; de lo homogéneo (matemática): B 162, B 201, 1 s.: B 286.
B 20.J, B 556, ss ; s. de la generación: B 208, B 211, B 221; s. ·Sistema (Sptem): la unidad de lo:, múltiples conocimientos
'egún wnceptos: B 10-l, B 195, A 111 s.; s. del espacio y del : bajo una idea: B 8ti0; todo ai ticulctdo: B 861; concatenación
tiempo: B 20b, s. del reconocimiento en el concepto: A 97,
, a partir de un principio: B 673, comp. B 89 s.(interconexión
..\ lOJ ss.; :,. de la reproducción en la imaginación: A 97, A
en un s.); s. de la razon pura: B 766, comp. B 1-1, B 25-29, B
1()() 102, A 118; oíntesis ele lo heterogéneo (dinámica): B 201,
109, B 860 879; s. completo de la filosofía transcendental: B
nota, B 556 s., o. de loo conceptos puros del entendimiento: B
107; futuro s. de la razón purd: B 2-rn; s. de todos los prin-
Lí3; s. de l<ts 1ep1esentaciones: B 10-1, B 13-l ss., B 19-1; s. de cipios del entendimiento pu10: B 187-29-l; s. de la libertad:
lc1s percepciones: B 750; s. abstracta: B -153; determinada e
B 8-13, comp. B 78-1; comp. B 78-l; s. de los fines: B 8-l-l; s.
919

918 B S2 B 16 B -1--1-1
Subsistir (submt1ren) , ' ' t ble en la e"1stenoa,
cia ( Su b5/anq .\ s es lo mrnu _ a B 'J-\1 B '2-i(,- ) s,
de todos los fines B 8 17, ' de la p'>Kolog1a rauonal B ¡lb Substall 1 B 2')'1 comp - '
ss, extens10n del s B h8i, Mte de los 'i B 8h0, '1'itemade substrato de todo lo relea - 'r1one" temporale'i B 231,
¡ s eterrnrna - ')o o
engaños e 1lus1ones de la ra7on pura B 73q substrato de to el as a t B 119 comp -ºº ',
d stir como 'iUje o , d 1
Sistemático/a ( í'y'Sfema/l((h) nencia como umdad s de 101 s, algo que pue e ex1 B ')7q B 3 3<), B hfi i, s, lugar e a
conoc1m1entos B 8h0, B lo 'i del conocm11ento Bh/1 300 s, A 1()1, como cosa - ' t 1 B tb L' compue<;ta
<) s1rnplP o elernen a - } Sb
comp B b88, concorclanc1d s B 676, totalidad s B 8F acoon B 2 ! 'i ' s
r: B -f( ') -fil
- B -ol"/ ''' ' B 812 'i ,\ 3 ) l s ' ~)18( '
metodo s B 71J5, B 88-J., prec1'i10n ' B -J.3 }, maneras B B -t08 -1-13, B ib, L 3q) wb>tantia pharnmnmon B i,

88-J., mtegndad s B h83, const1tuc10n s del mundo B /()() s pensante ) extensa A , ;,)] com B hh3 " , un algo ql1P
A ±03 B 391 s en el espaoo B ~ , B l\,'° B ?88 B 300, A. i 18,
- ' Jeto on, - '
puede ser pensado corno su b te B 2 'íO ' , ' , sujeto
Sofista (Soplmt) B 3 í-J., B S lO
Sofisticación (Soplmt1Áat1011rn) de Id razon pura B 398
A 3Sl, s, sustrato de tod~_lo can'i1U
e toda compos1oon B '13, s,
::a J PB
nrnero B 2'í0 ',A
¡()7 B -f 13 " , s
d t por SI m1<;1DO '
Sofístico/ a ( •oplm/l((/¡ urnunftdnd) argumento s B 717, sofis qq
3, ' ' s ente subsl'iten e bl B 800 pi mop10
d 1 mtmoon sen'il e l
tenas \ac1as B 88, artes B 8h, teoremas s B -J.-J.9, doctnna objeto permanente e a B '>2-t 212 B 2q1, p11nop10 de ,l
s del alma A 311. teorM'i 'i 388, d1alect1co B 672, comp de la pe1 manencia de la" B-2'·9 B '.zq2 ", B 3i0", B i )<J,
B 5.25, pretens10nes s B 82 l, m¡,>urnento" B í25, conn'ptos B'JSbss, v., 1 el t lm
acoon reoproca_< ) _, A. 163 corno su1etos s11np es o ac
s B 88, B 32-J., B 368, afinrninones 'i B 150, B 171, B 190, B B 428 B Hl, B / )8" '" ' 'B , 21 _ B -LlO s , facultad de
518, pnncip1os s B 63 , tememas s B -J.49, propos1c1011es '
de potencias 1eprese11tat1va'i ' 1J el' ' B i78 categona el e
el el l' s ' de rnun o , ')')
s B 449, apanenoa 1lusond 'i B 739, mferencia s B 397 obrar por liberta e a - B 230 B :¿qi, B 302, B _¡__,
s, B 4-P, B 525, rac10nmos 'i B 13.2, B 632, doctnna s del S
B 106 B 111, B 129, B 22I, ' de<; B un, B l8h,
, ' -1-1 A 379 e<;quema
alma A 3,)1, B 403, comp A i80 B -t29s ' B4i2,B-1- - 11' B 27q' s B0lr: , ),
Bh7bs B701
'
Sophisma A -J.02 comp B 6, B 10, B l ' d , epto de los B -1-tl, cornp
stancial (Subítantuile. as) conc B '( q
Subalterno/a (subaltein, 1mtm4rordnet) conceptos s B 108 Su b ze plwenomenon " 1
facultad s B362, comienzo ' (del mundo; B 472, fines s '97
B +- ' totmn rnb5tant10 B 23'7
) de ]m fenornenO'> '_,
B 868 Substancialidad (S11b1tm1t10ht¿atl sl a A 3-tR \ )1, B 3h'í
de las e a m
Subjetivo/a ( wh;eAt11) c011'it1tuoon s de nuestra mente B B 250, para1og1smo ' 3q9 s de todo lo
) 1 osa misma» -~ e ' 1
38, B j<), B !J2, lo s de las representaciones B 819, los de Substrato (Sub1t10f « a : - de todos lo'> pemam1entos (e
la sensac10n B -14, como medmm de la apanencia 1lusona real (la substancrn) B 221, s ( 1 tiempo) B 22) s 's de la
d1alectJCa B 820, en relclc1on con objetn o B H, comp B vo) A 3'í0, s de los fen01~:rt:1;n~ io (lo permanente) B 22h,
51, B 820 representaoon emp11 ]Ca d rt das las deternunaoone'i
231 B 32-1 s e 0 ' )
Subrepción (Subnptzrm) afü 1mH ron fübrepticia B 188, errores co1np B 228, B , , l 1 fenomenos (la rnatena
., c) ,ubsti ato e e os d
des como atnbu1bles a la facultad de 1uzgar B 671, comp B extenores B ,, 3 5 ' r s B 752, concepto e
B 6Lí, A 359, cornp A 381, p11rne
53, B :>37, B 611, B 6-l7, B 820 A 389, B -102
Subsistencia (Subszsten:ó B 210 comp B -1-19
como mudtllLdUOn l¡ <''t do dé el e" :,ubdUOn sensatw ,10< dan•)~ ::mtl tudu m ob1Lto \ generamos el concepto
una petcepuun ob1eu \ d es Lu11uLm1ie11tu , ec:o'utzv' B 37tJ de el B 287, 1-' ck! ¡;ei,,,, 1llen J ~u'pincu en gener<tl lo,
PerfeLLl011 1 1u!!lu1w11<nhº,J B 7-!.J., B 1 l 1 pirnupw::, de la rnudal d.id no dicen de un concepto Padd
Pcrn1anenc1d lJ h1111l1 /¡/u/ L n rnodo del tiempo B 11<) Lt mas que la díuo11 r:le !d facultad cognosutn a por l<l L lldl el
p de lu ie<ll cll t! l!Clllpu bljlleiff1 Je ld ;,Lbfcll1Lld B 183 -\. e' >;ener ado B 2b7
l J.+ -\. l-17 B lblJ B 221> -\. 18 ;, e\.1stenuu. en todo tiempo B Predicables (P1aJ1kubilu11 p del entendumento pmo, ccrn
300 fJllllupiu (,¡ 1.,1uliut,) de la p de la st,;,tann<t B 22 1 2 -l2 ü ptos den\ ddu- d1- l en ' ll(lHmento pm os B 108
cond1oon necL0>ana de L1 e\.penenuct posible B 231 B /') > Predicado Piadzkat p h ",iL' \ p real B tJ2b
unu10 ernpu1cu de L1 jJLl!l1ctl1e11l1d B 2J0, ILtutac1on de la
Predicamentos \Pli1Jt/,¡,11h1ill! 1as categona::, corno p B 107
piuc.L,t de \le11clt!,,,,ul,n de !et p del dltna B -tl-l !lb comp
B 118 B -WJ \ 3111 3h7, -\. J~:d --\. -W l ; 55 Preformac1ón, s1stem:i. de la P!(lfo11uatzum!J}jtt111) B lo/

P<.!1manente 1l1 lw11luli, Bdwnllllh, dri01 lo que es s1111l1ltaned Prenusa menor 1 Untm11~ B 1()1 B 360, B 38b, B í27 , B
mente con Id ~uce51on B 67, ou su atu ele tocio lo c<1rnbMute bO-i ;, , p m dd pdr dlo",ismo ,\ -i02 "
loustd11Ll t) B 2 íO lücLt dltetdUüll p1e~upoue dl1:,u p en la P11nc1p10 ( GrundsaL::. P111t~1p 5ut-() p a puon del entendurneü
11nu1uo11 B -l-l2 1epu.. sentano11 Je algo p no e;, representa to pu1 o PO eotan L..i;,<,doo, eq ll ll0< •nuento:, supe, 10res n1
uon p B \_I I not<t, B 2'J2 B 275, cornp A 3 50, fenomeno p mas 6ene1d!es B 180 u 1!1tp Is l9b, B 7li0, p de l<t mtluoon
en el c;,p<1uu B 3 JO Lornp B .277) s , no podenw:, conuLer pu1a (ct\.IOITid5J, B 168 B 10Cí' " , p del entendmvento B 171
e\.Jole,1cia p de l,t natu1,deza pensarne "-\ 383, -\ 361, comp B 81-l-, B 175, B 187" ~' B no, s, B -lOO B 291, comp B
-\ -j..¡.lJ ) " 71i5, B 7'.JO, B i9b, B (_1<d p de la razon pura B 357, B 31J-l-
Penc1011 Pt/1!1011 B 31>b v ss, B 52b, B .Jl)l) B ht>:> ' 5,, B blJ j r s p de loo ¡mc10,,
<trMlmcos B 18) 1Y3, p de Ju, J'!lc1os ,,11,tet1cos B 1~13 ¡l)/,
Plact:r y d1splace1 \Lwt 1111J Unlu"tl B '.29 B -l--l- nota B (Jh
p d1;;cu1;,no.s e intu1tJ1(h B ~1>1 p cl111am1cos B Fl8, B 201
B -iOl, B SlJ7
bt-1n1sl!cos B U1l, p 1i.p1c111c11tes \ trdnscendenlb B o)2 \
PlUiahdad o Cano.dad ( V11th11t ode1 Qwntltat) categona de s, B 3b5, p conslnut1\cb) reg11lctt1\0:, B 221213,B2cJii, R
J, p B lOb, B 111, B 11-l, p LU<1!1t<it1\ t de ]el notas B 11-l .)92, B (/).._'. p matu11c111cu, H 188 y s, B i9'1, B 201, B 221
Pneurnahsn10 \P11uu11atwnuo B 13 i B 2l)b p ;,ubjet1\u" 1 ''b]ell\OS B 353) s B 69 ~' P1mup10s
Po~1b1hdad, posible !Jlu¿)uhkLzl, 111u1)uh p log1ca del con (P1 w~1pu11) conoumrt: !lLOo oliltet,co;, por concepto;, B 3 57
cepto düei ente ele la p real, transcende11tal dt L1s coscls B p1mup10 de Id.ton sufiuLnlL Sat::., om <.urinhLndtll GwnJ¿ B
' \ I B i02 \ B 302 not,t p1ed1cados de ld p B 28h, lo que 2-i6 B ](¡ l, B 811, p ref.,ul,rn 1 o de 1t r<1 1 01, (1,gulutz,ej P111u,b
LOllLUPrda con id' LonJ1uoue, formales de id e\.penencld rft, J e1 nunft1 po;,tuL1, cnmo regla lo que debe acontecer por
\'et, un l., mtrnuon \ lo, Lunceptoo, e,, puj¡bf, \ er «c2tegona > nne,t1a parte en el '€!!n>11l\ ) no ant1C'F' l 1 que eota d«do
\ L l < m1pos1b1lidctd> en ;,¡ eu el objtlO dl11:e" de tod0 regre.isu> B SJ7
Postulado \POltu!at p en la matemdtlcd p1opo::,1uull prdCtJCa P1 obab1hdad 1TVidmdu rnli /¡¡ dl1 \ erdad conoudd por tun
qut no contiene !lttda mas que la :,111tes1s por 111ed10 de la cual damentos 111;,ufiueme::, lS 3 ~Y, comp B 803
910

Problema de la razón
B 490 B 51') B -., . pura (Problrm drr r. V': B 3()? B '
Prop d- ·
' '-, Jc>h.

e eutica (PropildeutTA) B IX· B 2'· B -r· B .


Prosilouisn (P
o· lo
' .>,
ros_yflor;Hm11d; B "8--38G B .

1 J;
'-,

8h9.
-t.J.J,
T
Quantum: B 18:-l; R 212; Q. de dinero o de táleros B 212;
Q de la sustancia 224; fenómeno como q contimmm; 'e1
«Cantidad», «.Ylagnitud».
911

p rue b a (Bnom)· la d. ' . l' f " /


, , , ' ,3-()
L 1()4 B ;, .
IS\lp lllil de l . Químicos ( Chrm1Áer): B XXI, B 680) 'i., B 870
a sus p. B 810- B 823· ~ ~azon pura con re>pPcto
imposibilidad de ur1a ;1'
p onltoloi?ca (ontolog¡¡rher Bewm)·
' '. o. a e\'. t . d .
Raciocinio ( VrrnunftffhlriJ.D· Yer «lnfe1emia»
o. cartesiana B 630· 1 b . is enna e Dios B 620· p Racionalista (Rat1011alist): el r. B 117, 'ii<>tPma r B ll8.
. . · ª prue a fis1co-t 1 ¡ - ·
P· o. d1sunulada B ') ,->-1 . I
' ·
e eo ogICa es sólo una Rapsodia (Rhaprnd1r): r. de percepciones: B l~l.J; r. de los
' ' ' ª P o proc d
~onceptos puros de la azón B Ó58. e e a partir de meros
'
conocimientos: B 860; surgimiento rapsodico (azaroso) Je
Psicología (P~vdwlag1c): o «Doct . la tabla de las categorías B lOfl; recolección rap<:ódica de
metafísica de la n~turaJ, rma del alma» (Scdrn!dnr)· conocimientos referentes a la ciencia B 8fi2 .
.d . , ' eza pensante B 3-' fi . ,
senti o mterno A 38 l \ fi . 1' - 1-t; <:ioloofa del Razón ( T'ernunft): en <;entido más general: B 863, comp B 730,
1 .
e o b~eta de Ja P B 'Nl
' er" s10 ººJa»· 1 . ""
-"" ' , e sujeto pensante es
. · · · , comp B 400· ¡ en su uso meramente formal· B 3.)5, B 38fi, B (i7 t, comµ
razon pura pusieron el f•ind , os para 1ogismos de la B 357, B 339-3fil, B 362-36.J.; facultad de los principios: R
43 r - <1mento para .
o; comp B 400- B 402· B 41 - B , una p. dialéctica B 355, B 35ti, B 3()2 ss, B 68.J., A 405, comp B '.2-1, B 3S~l, B
nal como doctrina sino c~m ;.- _4~~; no hay una p. racio- 86.5; tiene como tal sus elementos propios: B 35.S, B 7~)!;
razón especulativa, en este ca~11 ISC1~ J~a que le impone a Ja facultad de la unidad de las reglas del entendimiento bajo
sobrepasar B 421 · t po, limites que no se pueden principios: B 359-363, B 392, B 671, comp. B .J.35 s, B 557,
700. A 350, A 361'. p. ranscendental B 391, B 400, B +03, B
B S59, B 575, B 692 s., B 730; libre de la limitación de la
Puro/a (rezn): conocimientos B experiencia: B () s., B 435; facultau de ln incondicionado·
300, B 444· repre t . p., l ss., comp A 11 B 195 B B 383, comp. B 364, B 592; facultad del fundanwnto del
. . ' . _ sen ac1ones p B /.f c . . ' .,
?· eJ B hO, B 6:J, B 73, B 75 B l lf) ' - omp. B 31, p. a pnori, conocimiento: B 6-J.O, B 6-J.2, B 68·~, B 692 s.; no contiene
111tuiciones p.: B 3 4 B ' '' B ];8, B 19.), B 198, B l ¡¡. más que los principios regulativos del conocimiento: B .)76,
B . . ss., 42, B 60, B 65 B 1-·i· . ,
P· , 132, conceptos p.: B í\() 13 <JI ' • ' apercepc1ón B 671, B 729 s.; razón práctica: B S78, B 375, s., B S8.J., .í79
B
B. 320, B 3 Hl, B 43:), B 488: 7S3·ss., B .198'. B 207, B 267, ss., B 829 s .. B 8-J.6 s., r. ptmi práctica: B .í7G, B 822, B 838,
430; pensar p.: B 79 B ' 'conc1enna p.: B 208 B B 8 +2, B 817 Antinomia y clialértic<i de la r.: B 4 +~l, B 723;
p.: B 34, B 120 B lSri~.,
3( )') . ,
.12_0:. p. empirismo: B 49 L for~1a
i, prmop10s P . B 198
archivo de lar.: B 732; satisfaffión ele la r: B 88.J.; cemu1a
-· B 304 B 48(i'· ni t . .. : categorías p . B de lar.: B 659, B 7.19, B 767, B 788, B 792, B 795, B 8Tl, B
' ·
828; espacio) tiempo aP. errn p · B r;-1 · fi _ · ..
B 3·¡·-. ; , losofia p.: B 753. B 879; establecimiento de lar.: B 829; campo para lar pura·
psicología p.: B 406 B 43-.' _1, e~guerm p.: B 177, B 29fi; B 3%; marcha natural de lar.: B 612, B fil l s.; geografía de
100: razón práctica ' . B ·-~;-.smtes1s p.: B 103 s.. B 140 A la r.: B 787, B 790; tribunal supremo: B fiD7, B 768, comp.
366, B 430· ente11d· p'.. ,'); J, uso p. de la razón: B '-l6'J~ B B 780, B 823; historia de la r.: B 845, B 880-88.J.; límite de
., llTIJento p.: B 88 . , -
del entendimiento: B 90. s., B 10(), B 310; uso p. lar.: B 730, B 7S+, B 763, B 790; determinación de los hm1
tes ele lar.: B 78G, A 395 s., ver: «Crítica»; Interés de la r:
ver: «Interés», B 490 ss., B 772, B fi82; canon de lar.: ver:
920 921

suma 1 edli<lc1d como s. de la toda la multiplicidad de las cosas: Teleoiógico/a (teleologi:,(h) leyes t.: B 715; conexión t.: B 719:
B h06; s. de la máxima uni<lad posible de la experiencia: B concarenación t.: B 71.:J, propósito t.: B 716.
70ii, B 725; s. de la intuición: B -t99. Teología (Theulogtt): ser de todos los seres como objeto de la
Subsunción, subsumir (Sufoumptwn, sub:,umzcrcn): B 171 s., s. t.: B 3~)1, B 608, la t. como el fundamento de la religión: B
fenómenm bc1jo catego1íc1~: B 176; s. bajo esquemas: B '.233. 656; crítica de toda t. especulativa: B 659-670, comp. B 8-1:2:
B 30-t; conocimiento bajo la condición de la regla: B 360, clasificación de la t.: B b )9 s., B 8-12-8-i-t; t. pura: B 771; t.
B 3GJ., B 386. transcendental: B 392, B 608, B 669, B 723, B 8.J.-t, B 87.J.;
Sucesión, sucesivo/ a (Fulge, Sukzession, suA:¿essw): un modo del uso negativo de la t. transcendental: B 668.
tiempo: B '.219, comp. B 183, B 22-t y ss., B 232-259, subjetiva Tesis (Thws): afirmación dogmática de )ds antinomias: B -t-18,
\de la aprehe!bión, alteración) y objetiva (de los fenómenos) B -15-t, B -158, B JG'.2, B -!80, comp. B 49-t ss., B 53-t)
B 238-2-W, B 183, B 226, B 232 ss., B 247, B 528; como cam- Té ti ca ( 171ellli.): todo conJunto de doctrinas dogmáticas: B
bio: B 233, el movimiento del sujeto produce el concepto -1-18
de Ja s.: B 15-t s.; la síntesis empírica es necesariamente s.: B
Tiempo (Zeit): representauón a priori: B .1() s., A 373; intuición
528; regressus s.: B 529.
formal: B 182, B 305; fo1 ma de la intuición: B -17 s., B 55, B
Suerte ( Gluck): B 117. 102 s., B 1-!8, B 182, A 3o9, A 373; forma de las intuiciones
Sujeto (Suíydí): ~- ab~oluto .-\ 348- 351; s. determinante: B internas: B .J.9, B 5-J., B 163, B 22-t, B 2-L), A. 115, A 3W, A 381;
-107; s. que piensa y es a la vez ~u propio objeto: B-171; como forma de los fenómenos· B -182; forma del sentido interno:
alma: B -132; ~- simple y que piensa: A 3GO; s. actuante: B B 49, B 5-t, B 19-t, B 292, A 362; forma de la sensibilidad: B
567 s.; s. lógico simple: B -107; sujeto lógico y real: A 350: l li); forma pura sensible: B 306; intuición interna a priori:
s. tramcendental como un algo en general: A 355; unidad B -18, c0mp. B 162, A 1ealidad del t.: B 53; idealidad
absoluta del s.: B 398; naturaleza inmaterial del :;.: B 718; transcendental del t: B -1~1, B 51, E 52 35., B 70, E 308, comp.
concepto tramcendental de s.: B 397 s.; ideutidad del s: B B 567, A 367 ss.; condición subjetiva: B 1-13. B 157, A 373;
-Hl8, B JJO ss.; s. que no pueden ser ~uprimidos (necesarios): condición de posibilidad de los fenómenos: B '.f). B 50, B G7,
B 623; s. de la conciencia: B -128 s.; s. del pensar: B 429; s. B l-t8, B -180 s.. A 110; condición de la experie1'cia: B 66;
de la cau~.:i.lidad: B 250 ~-; sujeto de las categorías: B -122. condición de la sensibilidad: B 177, B 17~), A 09; condición
Suponer, suposición (supponie1en, annehmen, Suppos1twn, de lo múltiple del sentido interno. B 177, B -127; correlato
Annahmt): s. relativa y absoluta: B 70-t, comp. B 713 s.; o. constante de toda existencia de los fenómenos: B 226; con-
de Dios: B 707. junto de todo ser: B 300; rnndit..ión de la continuida f: B 256;
condición del cambio y f'l movimiento: B -t8 s., B 5,'J ss.; el
Sutil, sutilidad (;ubtd, Subtd1tat). agudeza, delicadeza: B 728,
t. es único: B 23:2, B 308, A 110; representación lineal del t.:
XXXIV; complicación ~uperflua: B VIII, B 61, B -Hi6, B
B 15-t, B 156; t. absoluto B 245, B 262, comp. -150; t vacío:
539.
B 182, B 214, B 231, B 2-17, B -155, B -L59, B -t61, B 5-18 s.;
Teísta (Tlzrnt): B 659, comp. B 632; B 660. t. puro: B 3-17; antmornias dt>l t.: B 45-i ss.; condiciones de
Teleología (üleologze). B 720, comp. B 8G7. t.: B 560, B 750; determinac10nes del t. (esquemas): B 18-t
922

92]

ss., comp. 177 s., B 220; suce<;ión de t.(temporal): B 232 ss.,


. - B460 Bhl<J B657, B b.).,1 . -<) n ,- ll'>_ ., , B 7'51l . , B 7.í:1,•
B 248 ss., B 562, conjunto del t.: B 185; contenido del t.: B ss.,B43:i, ' '.'B 4-3 B -3::; cttmnación t B h02,
3() - fi mac10nes t. ,J • :> ' ·
18.i; orden del t.: B 18-! s., B 245; serie de t.: B 184, B 226, A J:>;l a r t " q7. cons1'd erac1on . . t.· B •í8ti·· enJ'tnriam1e11tos
B '!44, B -!37 ss., B 481 ss., B 523, B 572; lugares del t.: B B
natura eza ·: ["\, · ' h . B 215 B fil q B 6 i'.2 " .
B 381 . d nostración o prue ª t · · ' '. . A
15() B 243, B 245; modi del t.· B 226; t. en Leibniz: B 323, e , ei . . . B 617
B 3é'l, B 518-525, B 550.
t.: . do t. de arg11mentac1on. , ,· conc1enna
._ t.· B
814 ss., mo . modo t. A 3S.J; ded11cc1on t.. B 88.'
Todo de la realidad (All, ommtudo realitatzs): B 603 y ss., B 117, nota; des1gnar_de B f ')- B 82'> A 128· dialf>ctica
656. - B 159 s B 691 s.. ), / SS' _, ' . '. -·) - B
111Bs., " -o B ? 8'2 B ·1.¡q B 35.¡. B 3bb, B ,),»,,
12 B 88 B 11 - ' ' ·' ' d ·
Tópica (Topzk): t. de la lógica: B 86; t. lógica de Aristóteles: t.:
-o-1 A '3C}6· cosa ' t... 'B -1()·
/ ' dnrtrina t. de la facultadA '<JJ e JllZ·\
B 324 '·;t. transcendental· B :i24; t. de la doctrina racional gI ' 175 • B
' 177· dogmat1ca - · t. . B ,r:,()()·, duali<;mo t.: "·
. d' t
del alma: B 402. ar: B • , ' 't' t v d'mam . ir . 0 -t·· B ,s·)(i ss . umda t
398; ideas matema.1co-: ' ... ' 118· doctrina elemental
Totalidad (Allheit, Tota/ztizt): categoría de t. B 106, B 111, B . · d la ima01nac1on I< '
de la smtes1s e . o: · . B r B RO s . B 31 J., B 811 ,
114; unwersztas: t. de las condiciones para un condicionado B 35 B 735· ronoc1m1ento t.. :J. .
dado B 37~) y ss.; conjunto de todos los predicados posibles t.: ..' - t . B
expos1c1on B
' W del P<p.icio
.. 63· B, '1 ·LI- · 1. ),),
· . B 40 .s ., del tiempo: B -·¡,8 "'
º B .,0. lihr t id t.· B 4/.1 ~s,
B 600 nota; t., integridad cualitativa: B 114; t. absoluta de la 8 16 8 ,.,,.,, 1 •

serie de las condiciones: B 43 4, B 436 ss., B 440, B 443 ss.,


pregimta t.: ,, .
B 829 ss., idea t. de la h erta . . ' .
'b d· B 47fi B 5iii s.; facultad t. de
. . . A 123· uso t.:
B -~60, comp. B 380, B 398, B i56 ss., B 490, B 507, B 509, . . t de la imagmaoon.
lalibertad:B479~ unci~~ B300 B313s .. B31.5,B316-J41i,
f ,

B 127, B 17(,), B 11~, B 2B ~ 43. B 501 B 078, B 739 SS., B 80.í,


B .510 s., B 515, B 525 ss., B 56!, B 571, B 656, B 713, B 801;
concepto raciona] de la t. incondicionada: B 787; tabla de la B 352 s., B 390, B 394,. :> • d.. ¡ 'razón· B 376, B 386, B
totalidad: B 443 s.; t. absoluta dr! fundamento de explicación: B 825, B 851, A 402 s., usot. etª· B 2'J3 B 31G ss., B 345,

~4176, ?~O; oBbj;~o8(BGre~i~~1t~~2:~· ~ i.~::A


B 801; t. absoluta de la cantidad en el fenómeno: 533; t. de ) B 8 -¡.uso t del entend1m1en o. - , ' 0( B
la composición de los fenómenos: B 545 ss., B 559; t. de la B:i4()6, B.678; B
dependencia de los fenómenos: B 587 ss. B rOfBSbtis rn, ,,,, '
304, B 305, ,J372· (.,G egensanu¡.
' t Al t de la experiencia:
Transcendental (transzendenta~: B 25, B 80 s., B 127, B 150,
\ '
A b'eto ,
109, A 358, ,o J t de la intuición: 585; objeto
comp. B 40, B 151 s., contrapuesto a empírico: B 81, B 316 B 523; objeto ( Gegenstan~ . B 707. objeto ( Gerz.enstandi t.
( GegenstaruÍ) t. de nues~;1 . e~: t ( G;genstand¡ t. del sentido
1
1
ss., B 829, contrapuesto a psicológico: B 829; contrapuesto a
metafísico: B 40 ss.; contrapuesto a meramente lógico: B 61 del sentido interno: A 'ºb_Je º(Oh~ kt) t. B 63 B 30.1, B
390 A 393 s . o jeto 11e .. ,
f., B 319 s.; B 602; contrapuesto a físico: B 327; abstracción externo: A , , , , 5 q3' B 50C1 s B 522 B 014 s., comp.
t.: B 402, nota; punto de vista t.. B 735; afinidad t.: A 114; 312, B 333, B 344, B · ' . B "., B Li88, A 110; punto
anfibología t.: B 326; antitética t.: B 448; preguntas y respues- B 6 48
705 A 3G6, A 379; ley t.. d D' . B 3<)2 B 87-1:
e ioc; ,· ,
~~01~~~~l~~~~~ ~
'' · · t0 t
tas t.: B 665; a percepción t.: B 107 s.; argumento t.: B 617, B de vista t.: B B
111 comp. 591, B 592.
,
655; problemas t. de la razón pura: B 501 ss., B 512, B 563;
significación o sentido t.: B 305, B 527, B 829; condición t.:
f:1ndan;_;nto~.Í02 A 106 A 127; doctrinas fundamentales t..
688, B 124, ' ' . A 102 . hipótesis t.: B 800 s,
A 106; conceptos t.: B 45, B fil s., B 322, B 329, B 356, B 397 B 746; acciones t. de la ~%71~·· idealis~10 t.: B 518 ss., A 369
B 807; ideal t.: B S59 s., '
925
s . ; idealidad t. de los fenomenos; B 53-1 s. ; ideas (conceptos
-15,3, ~ 7til; conceptos t.. de la razón: B 379 s . , B 382 B 385,
puros de la razó11) t.: B 3ti8, B 377-396, B -13-1 ss . , B -165, B
B 390 s. ; en sentido t.: B 32'.2, B 335, B -l-17, B 473, B ()()8
-171, B -176, B -19-1, B -196, B -198, B 513 SS . , B 556 SS . , B 562,
B 568 s . , B 593, B 6-18 s . , B 670 ss . , B 70-1; ilusión t.: B 732;
A 37L, A 379; ensayos t .... B i:l'.20; pre:,uposición t..: B 600, B
679, B 706, A 107; representación t..: B 81, A 113; verdad t.:
colltenido t.: B 77, B 10.J, B b03, B 605; cosmologia t.: A 397,
B 188, B 269; camino t.... B til9; conocumento t.. del mundo:
comp . A 391 s.; cdticct t.: B 26, B 353, B 526, B 637, B 65-1, B
B 87-1; ciencia t.. del mundo: B 391 s . ; determinación t. del
7-W, B 781, B 81'.2; hilo conductor t..: B 9'.2; materia t..: B 18'.2; tiempo: B 177 s .
doctrina t. del método: B 735 ss . ; posibilidad t.. de las cosas:
B 302, po:,1bihJad t. de los conceptos: B 638; investigación Tran_:cendente (tramzendent) . lo que sobrevuela la experiencrct:
t . : B 297, B 826; ley naturctl t.: B 2b3, B 633, nota; premisa B_~11; lo que traspa:,a los limites de la expenencia posible: B
mayor t.: B 605; lugar t.: B 32-1, B 325, B 327; paralogismo 3..J2 _s . , B 38-l; d1fe1....:nua con «transcendemal»: B 352: pre-
t.: B 398 s:, . ; fisiocracia t..: B -177; predicado:, t..: B 113 s . , B tens10nes t..: B 809; prupo~ito t.: B 427; conceptos t..: B 366,
-Hll, B li70; principios ( Grundiat¿e) t..: B 88, B 188, B 206, B B -197, B 599, B 799; conocirrnentos t..: B 730 s . ; fundamentos
282, B 3bb, B -135, B 637, B 676; principio (Prinz:..zp) t..: B 363, de explicación L: B 590, B 801; pregunta cosmológica t..: B
B -159, B 678, B b82, B (i91, B 610, A l lG; problema t.: B 507; principios t..: B 352 ss . , B 365; ideas t.. o conceptos puros
512, B 570; producto t. de la imaginación: B 181; psicologia t.. de ~a razón_:B XXI, B Jtili, B 383 s. , B -1-17 . B 593, comp .
t..: B 391, B 506, A 350, A 361, A 367, A 397; realismo t..: B B 8-1/; neces1daJ de lo:, wnceptos t.. de la raZLJ:i: B 383, B
.171, A 369 s., A 371; realista t..: A 369, B 372; realidad t..: B 671; conceptos L de la naturaleza: B -147 s . , filosofía t . : B-18-l;
397; reflexió11 (Rejleúon) t..: B 331; reflexión ( Uberlegun¡j¡ t..: fisiologfa t..: B 873; proposiciones t..: 8'.27; especulación t..: B
B 316 ss, B 332, B 351; reproducción t..: B 7-17; norma t..: B 773; razón t..: B 718, B 7~-l
li(J8; elevación t.. del conocimiento: B 8-15; proposiciones t..: Unidad (Einhe1t) . el ente11duniento puro e> una u . subsistente
B 7-18, B 750, B 810, B 815; apariencia ilusoria t.: B 3-19 . 355, por sí misma B 8~), B 9:..i . los Jlmios son funciones de u . B
B -132, B 529, B 63-1, B 820, A 38-1, A 396 s . ; esquema t.: 9-l; u . sintética a puu11 B 10-l; representación de la u . B 131;
B 117, B 181; doctrina t.. del alma: B 391, B -103; s1tjeto t..: u . analítica, n . sintética B !O.~. u cualitati\·a B l l-l, B -tl3;
B -10-1, B -127, B -141, B 506, B 520, B 573, A 350, A 355; categoríd de la cantidad lUt), u . técnica B 8fil; u . arquitec-
subrepción t..: B 537, B 611, B 6-17, B 6-18; substrato t..: B 603, tónica B 861; u . objetiva, u . subjetiva B l...J.l; u . sistemática
A 383; sínte~is t.: B 150, B 151 ss . , B 175, B 164, B 180, B B 596, B 67.5, B 690; u . colecti~ a, u . distributiva B 610 B
7-17, A 101, A 118, A 119; tabla t. de todo:, los momentos del 672; u . ab:,oluta B til.5; u . conforme a fines B 71-1- B 729: u .
pensar: B 98; tabla t.. de las categorías: B 11.5; división t.. de integral B 673; u . omnímoJa B 693; u . ele la razón B 362 . ;
un fenómeno en general: B 555; teologia t.: B 392, B 608, u . analítica y u . sintética de la ape1 cepción B 133 y nota, ver
B b59-670, B 723, A 397; tópica t..: B 32-1 ss . ; investigación «Apercepción», «Arquitectónico/a» .
t.: B -101; juicios t.: B 52-1, B 57-1, A 391; origen t..: B 282; Universal (allgemein; A.Llgemezne, da..i7: idea B 07-l u . y necesario
facultad t.. ele juzgar: B 167; B 171 ss . , B 187, doctrina t. de la B 67-1 S . B 680 .
facultad de juzgar . B 175 s:, . ; pwceJimiento t..: B 395; división
Universalidad (Allgemeinhezt, Unwmalztm): verdadera u . A 1,
t. de la razón: B 316; negación t..: B 602; razón t..: B -1-11, B
u . estricta (necesaria) B 3 y s . , B -t7, B 60, B 12-1, B 2-J..I, B 379;
926

~ absoh~ta B :i4; u. cm actenstica de las prnposic·iones de la Voluntad ( W1/le): B 6ii; causalidad de la v B 12.'í, B fiS-f; liber
"'eometna
.
B h-f; u. de sus conceptos B 18(), B -¡-+'2·, u. com- tad de la v. B 476, B 503, B 826 s ; v divma B 8-ffi '>
parat1~·a empírica por inducuón (incrementación arbitraria
X. como algo en general B A 101 <;.;corno objeto transten
de \alidezl B 3 ,v s' B 39 nolGe ' B 124 ' B 2 '+'1·' ·d pnon
· · B ;¡-2
dental A 109 ' ; como algo diferente del sttjeto en los juic10<;
unw_n wlita1 B 379; diferencia entre umven1tas y 1mwersahta;
B lhO nota: u. de los conocimientos B 7.11. sintéticos A 8, B 13.
Universo (Wéltal~: B 511 ss.; Yo (Irh)· unidad sintética originaria de la apercepción B 135,
comp. B 68, B 155, B 278, B -J.00 ss.; B 710, 813, 816, A 3-J.8"'.
Uso de l~ ~azón ( Vérn11nfigcbraud1) apodíctico B 67-f; discur- el Yo como mera representación A 117 nota; ia mús pohre de
SI\ o~ ;-+1 s., _Be 750 ~_::; dogmático· B 767, 80-f; empírico B todas las representacione<; B !08; una nuda representación B
8 l. ~ 2J8, B I 13. B 113: hiper f1<>ico B 88; hipotético B 675 +71, la expresión Yo, enteramente \'dUa de contenido A :i.) ),
B 618; intuiti\o B 747, B 750 'is.; constitutivo B fi72 B 6-< el concepto simple del Yo al cual es referido todo pen-;ar B
1~1at.emá;i~~-B 7()7; moral B 835 s., 8H: natural Bc'63; ~~: 816; el Yo reside ya en todo pemarniento A 314, el Yo simple,
lemico B 161, B 804; regulati\ o B (>70 ss., 828; leves del u. la unidad absoluta de la a percepción B -f l '.1; mera apet cepción
pur~ de lar._ B 130; fin último del u. puro de la r. É 825 ss.; A -J.00, mera forma de la conciencia A 382: unidad absoluta
~;~ep;1<:_0 B 18-+;. especuh1tivo B 38 t, B LZ i, B 499, B 663, B (aunque sólo lógica) A 35S; mera conciencia que acompaüa
!>
h.'./ h :JO, B 7h l, 80 l. B 80 5, B 800, B 822 SS., B 832, B a todos los conceptos B -J.0-f; el correlato de todas nuestra<;
8hJ, Slólcmat1co B 1II; teórico B 837; transcendente B 809, representaciones A 123, comp. A 366;, lo conciencia de mi
u de nu~<.t1a r. en el mundo B 726; u. polémico (polemisrher pensar 413; la representación «Yo soy» B 136, ~ 277. B -J.22
Gebra//chJ ele la razón pura -J.67, comp. B 766- B 797. nota, B 429, A 367, B 405; la representacion «ro p1emo» B
Vacío ( Vak1111m): B 214 ss., rnmp B 687. 131 s., B 137 s., B 140, B L)7, B 399, B Hl2, B W.J ss ; tabla
Vacío (/e{,): pensamientos sin contenido son v B 7.5; v con- del vo B 419; es 1:- mera apercepción B 401; el \ ehículo de
ceptos de objetos B 1-J.8; datos \. B 348 s. las ¿ategorías B 399, B 406.
Variedad (Vimrtat)· principio de !a\.: B 685 ss.
Verd~d (Tl~!1rhnt): v. formal B 82 s., B 196 s., B 236, B 296,
B 3.)0, B IJ10. B 848; criterio de la v forma] B 83 s., piedra
c,l':: toque de Ja v formal. B 8 B b7S. v. transcendental B
8.) ss' B 269, comp. B 11-f s, B 8Hi, A 125; experiencia
como fuente de Ja\.: B 37.), B 1Li; experiencia como do-
cumento de la v.: B 779: \.empírica: B 247, B 679; v. de
un concepto· B 517·, tierra de la\ .· B -·')l)' s · · · · de
1a V B 81;_ SS -r . , c 0 1n 1cc1on

Virtud ( lii::,enr~ B 372, B )~17


Volumen (Túlumen)· B 21.i
ÍNDICE GENERAL

INTRODUCCIÓN / VI/
El contexto: el Ilumi1mmo / Vil
Kant en Konigsbeig / X
Intwducción a la lectma de 1..i Clltua d~ la ra::,un pura /XV
Del título de Ja obra / XVI
El modo de expo,,ición Una guía de la lectura I XXI
El descub1imiento de b ~ens1bilidad / XXIV
La E"tética transcendental / XXVI
La Lógica tramcendental I XXXI
La Deducción tramcendentaJ / XXXJV
El e"quemati,,1110 / XXXV/Ji
Los ptincipio~ del entt•nduniento / Xl 11
La distinción de fenómeno" y noúmenos / XLVI
La anfibología de los CcHKepto~ de la refle>..1ón / XL VII
La Dialécrica / XLV/JI
Las ideas de la razón ¡», 1 a / L
La doctrina trano.cendem,d del rnetodo / LVI
Consideración de con1tmto / LXIII
Nota a la traducción / LXIV
Agradecimientos / LXVI
Cronologia / LX.VII
Bibliografía I LXXIX
División segunda: Dialéctica transcendental I 379
lMMANUEL KANT
Crítica de la razón pura L1b10 p11rnero De los concepto' de la ra7011 p11ra ! 3q2
L do De los raooc1rno'> chalect1coo; de la razon
L 1010 <;egun '
PROLOGO I 5
pnra / 413
PROLOGO DEL\ SFGL '<D'< ED!CIO\ / 15 Ca/nfulo pnmero De fn¡ pmalogi,moíde !a w:on pura : 41:;
h TRODl CCIO\ (A lj / 45 Cap1t111o 1eg11ndo La a11t111011110 dr la ra::_on p11ra i 4 ~~
hrRODlLCIO\ [Blj I 59 Cap1t11lo te1cero El ufra/ dr la 10;:,on Jmra / 622
"1p111d1rr a la D10!crt1m t10mrmdrntal / 684
l. DOCTRINA TRANSCENDFNTAI DE LOS Ll...EMFNTOS / 85

PARTE PRIMERA: LA ESTFTTCA rR.AN'>CENDENfAL / 87


11. ÜOCTRINA TRANSCFNDFNTAL DEL METODO / 737
Sanon pmne1a Drl nprzno / 90
Cap1t111o pnmno La dm1pf111a de la ra::_on p1110 , 740
.SClnon 1rg1111da Dd tzempo 1 99
Capitulo w:gundo Fl mnon dr la rn::_on pwa / 912
PART!:, SJ:,GUNDA: LA LOGICA TilAN'>CENDENTAL I 122 Ca/ntulo trrrero La arq111trrto111m de la wzon pma I ~;, {
División primera: La analítica transcendental I 134 Capitulo marta 1 a lmtona dr la w::_mz pura / ~61

Libro pmnero La a11ahtJCa de Jos conceptos / 135


Cap1t11lo przmero Drl /111o condurtorpara el deícubrzmzento ÍNDICE f 865
de todos los mnrept0> puro\ del entend1m1e11to / 136 JndICe de nombres 866
Capztulo segundo De la deduccwn de [o¡ concepto\ p11roí IndICe anaht1co I 8118
del entrndimunto / 157
Libro segundo La anahtJCa de lo<; pnncip1os I 232

Cap1t11!0 primero Del nquematlímo de loí conreptos pznos


del entend1m1ento / 237
Capitulo segundo SHtnna de todos los pnnojJzoí del
entn1d1m1ento puro 1 246
Cap1t11lo terrero Drlfimdamento dr la dzstmaon de todos !nr
ob;rtos en general en ph.tenornena} noumena / 329
Apend1re Dt la anfihologzo dr loí conrepto> dr !a 1eflexwn
por la ro11fu11011del1110 11np111co del mtend11111ento ron
el tranurndrnta! I 353
1 Lw mtl y una nod1es, Anónimo
1 Utop1a, Tomás Moro
({ Comedta!J wmpletm, Terencio
({ Una aLJa dl mu1zecw Un ene11ugo dd pueblo, Henrik Ibsen
1 FranÁrnstem, Mary W. Shelley
({ Edipo Aazpo en Colono Antigona, Sófocles
1 Lo:, !te1mano::. Karama;¿ov, Fiódor Dostoievski
({ Conjeswne::., San Agustín de Hipona
1 Pee1 Gynt El pato :,,alva;e Hedda Gabler, Henrik Ibsen
({ Eneada:,, Th. to:,, esemzale::., Plotino
({ Elogw de la Lowra, Erasmo de Rotterdam
<l Pemam1ento y habla, Lev Vigotski
({ Poe!.ta wmpleta, Stéphane Mallarmé
<l Convww, Dante Alighieri
1 El wrzt1ato .10czal,Jeanjacques Rousseau
<l Sob1e la::. leye:,,, Cicerón
({ La filo:,,ojw en el tocador, Marqués de Sade
({ Powa completa, Catulo
1 Epl!Jkilarw, Baruch Spinoza
1 Fedon, Platón
1 Olwer Twist, Charles Dickens
({ A1te de amar, Ovidio
<l Sheilod llolme::., Arthur Conan Doyle
({ Powa wmpleta, Fram;:ois Villon l -.,,td i......_11uon
1 Tiatado de la ufarrna del entendimiento, Baruch Spinoza ele 2000 1..¡1..mpl~1 ... ,
>L !Lnlilllll d ... 1111p11m11 en
1 Cntua de la ra;¿on pwa, Immanuel Kant \ B R !'-.. Prt1ducc1un1..' (,¡afic.t'::, [~ 1

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