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Universidad de Guayaquil
Facultad Piloto de Odontología
Unidad 3:
PROMOCIÓN DE SALUD
Cronología de la Promoción de la Salud
Desarrollo y aplicaciones de la Promoción de la salud.
Políticas públicas en materia de salud.
Participación Ciudadana y salud
Conceptos de Participación Ciudadana y Comunitaria.
Incorporación del concepto en la constitución política.
Forma individual de la Participación Ciudadana.
Forma colectiva de la participación Ciudadana.
Concepto de comunidad.
Historia de la Participación Comunitaria en Salud en países latinoamericanos.
Aspectos que han afectado la participación ciudadana en salud.
Desarrollo de las estrategias de impulso a la participación ciudadana en salud.
Participación Comunitaria en los sistemas locales de salud.
El objeto de estudio y trabajo de la salud pública y la importancia de la participación
ciudadana.
Docente:
Dr. Francisco Terán Caicedo Msc.
Estudiante:
Vélez Pincay Diana
VISIÓN
La Facultad de Odontología de la Universidad de Guayaquil, será la Institución líder en el
manejo de los conocimientos específicos del sistema Estomatognático y en relación con el resto
del organismo. A través de la formación de recursos humanos mediante programas de
educación continua, postgrado, investigación y extensión para la prevención, promoción,
protección de la salud y resolución de los problemas que allí se presenten, con los valores éticos
y con alto compromiso social.
MISIÓN
La Facultad de Odontología de la Universidad de Guayaquil, es la entidad con alto grado de
excelencia académica y formación interdisciplinaria en salud, que, a través de la docencia,
investigación y su vinculación con la comunidad, se encarga de la formación integral de
profesionales con alta capacidad científica y humanista para la resolución de los problemas de
salud buco dental y con la coordinación de los programas de salud y para mejorar la calidad de
vida de toda la comunidad.
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ÍNDICE DE CONTENIDOS
Introducción ............................................................................................................................................ 5
1.- Cronología de la promoción de la salud ............................................................................................. 6
1.1. Creencias primitivas sobre cómo mantener la salud .................................................................... 6
1.2. Conceptos de salud de los griegos ................................................................................................ 6
1.3. La salud en el Imperio Romano ................................................................................................... 7
1.4. Del cristianismo y los árabes ........................................................................................................ 7
1.5. El Renacimiento ........................................................................................................................... 8
1.6. Siglos XVII y XVIII ..................................................................................................................... 9
1.7. Siglo XIX: la medicina social ...................................................................................................... 9
1.8. Antecedentes de la Promoción de la Salud en el siglo pasado ................................................... 10
2.- Desarrollo y aplicaciones de la Promoción de la Salud ................................................................... 12
2.1. Líneas de acción ......................................................................................................................... 12
2.1.1. La elaboración de políticas públicas y legislación saludables. ................................................ 12
2.1.2 Creación y protección de ambientes saludables ....................................................................... 12
2.1.3 Fortalecimiento de la acción comunitaria................................................................................. 13
2.1.4 Fortalecimiento de las potencialidades individuales y colectivas. ........................................... 13
2.1.5 Reorientación de los servicios de salud. ................................................................................... 14
2.2. Herramientas fundamentales. ..................................................................................................... 14
2.2.1 Participación Social. ................................................................................................................. 14
2.2.2. Educación para la Salud. ......................................................................................................... 15
2.2.3 Mercadotecnia social. ............................................................................................................... 15
2.2.4. Intersectorialidad: .................................................................................................................... 15
2.2.5. Construcción de alianzas. ........................................................................................................ 16
2.2.6. Abogacía.................................................................................................................................. 16
3.- Políticas públicas en materia de salud.............................................................................................. 16
3.1. Adecuación de los programas sanitarios prioritarios a la APS ................................................... 16
3.2. Hacia la salud en todas las políticas ........................................................................................... 17
4.- Participación ciudadana y salud ....................................................................................................... 19
4.1. Contribuir al establecimiento de prioridades .............................................................................. 20
4.2. Papel de los Pacientes en participación ciudadana ..................................................................... 20
4.3. Toma de decisiones compartida, en la consulta y en la sociedad ............................................... 21
5. Conceptos de participación ciudadana y comunitaria ....................................................................... 22
5.1. Participación Ciudadana ............................................................................................................. 22
5.2 Participación comunitaria ............................................................................................................ 23
6.- Incorporación del concepto de participación ciudadana en la constitución política ........................ 23
6.1. La Constitución Vigente y la Participación Ciudadana. ............................................................. 24
4/2 17/01/2018
Introducción
La promoción de salud puede interpretarse como un nuevo camino, una estrategia, una filosofía
o simplemente una forma diferente de pensar y actuar para alcanzar la salud de los pueblos. Para algunos,
es un nuevo enfoque, cualitativamente superior al tradicional de la salud pública, es incluso un nuevo
paradigma. Para OMS/OPS es indistintamente “una estrategia” o una “función esencial” de la salud
pública. No obstante, y a pesar de las diferentes acepciones asumidas, existe consenso en que involucra
a gobiernos, organizaciones sociales e individuos, en la construcción social de la salud. (Restrepo &
Málaga, 2001)
El concepto de promoción de salud irrumpió con fuerza desde la segunda mitad del pasado siglo
en el ámbito académico, en la investigación, los servicios de salud, en diversos sectores sociales, así
como en las agendas de decidores y de los gobiernos. Pero, a pesar de ese progreso, muchos
profesionales y ejecutores, aun hoy, no comprenden en toda su magnitud su esencia, y desconocen sus
principios, metodologías y herramientas. Si se considera que la comunicación es una herramienta
importante para los cambios de comportamiento y estos, a su vez, una estrategia para la promoción de
salud, deben desterrarse entonces los enfoques reduccionistas, que la conciben como una actividad
puntual que se circunscribe a repartir panfletos o hacer spots televisivos. (Corujo-Martínez, 2009)
En los tiempos de Homero se pedía a los dioses una larga vida y si era posible una muerte sin
dolor, es decir un envejecimiento sano. En los siglos VI y V a. c. (Siglo de Oro), abundaron los valores
dados a la salud y a estar "saludable". Los filósofos griegos consideraron que ser saludable era un
altísimo don de los dioses. Platón decía que era mejor tener poco dinero y estar sano que estar enfermo
y ser rico. Hipócrates fue el representante máximo del pensamiento griego sobre la vida sana como
fuente de riqueza, hoy fundamental en la concepción de PS. Los seguidores de Pitágoras fueron, más
que médicos, una orden religiosa que recomendaba una vida pura, adquirida a través de dietas y prácticas
especiales dando un gran valor a la música como terapia para restaurar el equilibrio. Dentro del rescate
de los aspectos que influyen en el bienestar, no se puede desconocer al filósofo Epicuro, defensor de
todas aquellas cosas que proporcionan el verdadero gozo por la vida.
De otra parte, los griegos fueron elitistas en sus prácticas de salud porque las recomendaciones de vida
sana eran posibles sólo para los aristócratas ricos que se podían dedicar al cultivo del cuerpo y al placer,
pero no para los que tenían que trabajar y conseguir con su sudor el sustento; los esclavos no recibían la
información --como sucede hoy también- que les asegurara una vida saludable.
Al parecer, además de ser la "higiene" una minoría, los griegos exageraron las recomendaciones para
tener una vida sana, lo que ocasionó múltiples críticas entre ellas la de Platón, quien incluso llegó a
calificar de "enfermedad" o enfermiza esta preocupación, afirmando que "el cuidado perpetuo de la
salud parece otra enfermedad".
El filósofo Ateneo consagró en un hermoso pasaje lo que sería el ideal de desarrollo de los niños,
integrando el desarrollo físico, mental y social: "A los niños pequeños que han sufrido falta de alimentos,
debe permitirles vivir confortablemente y jugar... deben dejarlos en paz ... darles alimento en moderada
cantidad... y a los seis o siete años, deben encargarse a maestros gentiles y humanos".
Galeno, el más famoso de los médicos romanos fue el primero que habló de los "pre-requisitos"
para la salud, "libertad de pasión e independencia económica" fueron los principales; considerados más
importantes que la buena constitución física, porque "no es posible llegar a una vida saludable sin
independencia completa". Es muy desafortunado que este prerrequisito haya sido tan desatendido en la
historia del mundo, posteriormente.
La gran contribución del imperio romano es sin duda, el sistema sanitario y las conducciones de
agua, no igualados en la historia de la salud pública. Desde el siglo III se empezó la construcción de los
famosos acueductos que incorporaron caudal de agua de fuentes lejanas diferentes al Tíber, única fuente
que tenía Roma. Las casas romanas fueron construidas con cañerías y desagües y magníficos baños
públicos con cuartos para vestirse, roperos, agua caliente y fría, y piscinas de natación. Se considera este
aporte pertinente a la PS, por la importancia que tiene el contar con agua para que una comunidad sea
saludable.
Otra contribución de los romanos, no menos importante para las políticas públicas en salud, fue
la institucionalización de hospitales y clínicas dentro del sector público. Pese a todo lo bueno, el imperio
romano cayó por la corrupción moral y política, problemas que siguen atentando contra la equidad hoy
en día.
difundieron tanto los principios de Hipócrates como las ideas de Galeno, en pequeños tratados que
resumían cómo debía vivirse y qué reglas había que guardar.
La contribución de los árabes fue muy importante para la medicina y hubo nombres famosos de
médicos cirujanos y terapeutas con gran conocimiento sobre medicamentos. Con relación a la PS, es
digno de mención el filósofo judío Maimónides, nacido en Córdoba· España,
quien escribió una guía de la salud personal llamada Libro del Consejo, que
exalta la importancia del carácter sobre las viles riquezas, y en su obra -Sobre
las causas y naturaleza de la Enfermedad-, hace énfasis en la prescripción del
aire libre para conservar la salud y en la relación entre la salud física y mental.
De los musulmanes también es digno mencionar, la concepción de sus
hospitales, que contaban con bibliotecas, jardines, patios para la lectura,
narradores de cuentos para distracción de los enfermos, y por la noche "se
tocaban suaves músicas para adom1ecer a los que sufrían de insomnios"; pero
lo más relevante desde el punto de vista de la PS fue la política de subsidios a
los enfermos hospitalizados, a quienes se daba una cantidad de dinero suficiente para sostenerse hasta
que estuvieran listos a reanudar su trabajo.
De la Edad Media se puede decir que fueron muy pocos los avances en higiene y salud pública.
Durante este período ocurrió la gran epidemia de la "Peste o Muerte Negra" que devastó al mundo en el
siglo XIV y de la que surgió el concepto de cuarentena, única medida válida de protección de la salud
comunitaria, que se aplicó y se sigue aplicando hasta nuestros días, para evitar la expansión de epidemias
por los viajeros.
1.5. El Renacimiento
Los siglos XV y XVI se caracterizaron por la lenta aplicación de los principios acumulados
desde la antigua Grecia, con pocas excepciones. Sin embargo, para efectos de la PS, es muy positivo el
movimiento renovador en el arte y la literatura y la reacción contra los dogmatismos de la Edad Media,
sobretodo, Ja actitud abierta hacia todo lo creativo que se apoderó de la humanidad. El cuerpo humano
con Leonardo da Vinci dejó de ser solamente un "instrumento de pecado". En Medicina se destaca el
humanismo de Paracelso. (Restrepo & Málaga, 2001)
El siglo XVIII por el contrario, sí marcó grandes cambios. En primer lugar, porque se volvió a
realzar la importancia tanto de la salud física como de la mental, para el individuo y la sociedad. En
segundo lugar, porque este reconocimiento determinó el que se hicieran grandes esfuerzos para
promoverlas; pero los movimientos que se dieron fueron muy diferentes, de un lado, se impuso una
corriente absolutista, autoritarita, que consideraba que la protección de la salud debía ser hecha por el
Estado autocráticamente, por medio de leyes y regulaciones policíacas. Un exponente de este
movimiento es Johann Peter Frank en Alemania, a él se le deben excelentes aportes a la salud pública,
"trató pacientes, reorganizó hospitales, enserió a estudiantes, e instn1yó a monarcas en cómo proteger
la salud de sus súbditos"; denunció que la pobreza en Pavía era la principal causa de enfermedades y
aunque fue un defensor del autoritarismo del Estado, en materia de salud pública sus enfoques son
amplios y sociales; escribió una obra en seis volúmenes (Sistemas de una Política de la medicina
integral-), en ella discutió con erudición las causas sociales de la enfermedad, incluso la influencia del
"teatro" en la salud del pueblo. (Restrepo & Málaga, 2001)
Es a mediados de este siglo cuando surgen con fuerza los conceptos de medicina social y la
toma de conciencia sobre las relaciones entre el estado de salud de una población y sus condiciones de
vida. La revolución industrial de Inglaterra puso en evidencia las terribles condiciones de vida de los
trabajadores incluyendo mujeres y niños, que trajo como consecuencia una gran moralidad prematura y
por consiguiente pérdidas grandes en capital humano. Varios nombres ilustres de esta época figuran en
la historia del tema que se viene tratando. Entre ellos, Edwin Chadwick, que jugó un papel preponderante
en la revisión de las Leyes de Pobres y se colocó entre los pioneros de la salud pública inglesa. La
publicación que más se le conoce es el Informe de las Condiciones Sanitarias de la Clase Trabajadora.
Del mismo período es el francés Louis René Villarmé, autor también de denuncias sobre la salud
de obreros de la industria textil de Francia. Otro nombre citado menos en la literatura especializada es
el de Federico Engels, escribió varias obras sobre las enfermedades y sufrimientos de los trabajadores;
Engels describió las enfermedades ocupacionales, las enfermedades infecciones. la tuberculosis, los
efectos de las toxinas ambientales, el alcoholismo, los accidentes, y en fin, las raíces de la enfermedad
y la muerte prematura de los trabajadores en Inglaterra. También analizó la mala distribución del
personal médico y efectuó un estudio epidemiológico sobre mortalidad y clase social.
En términos prácticos lo que Virchow recomendaba era lo que la PS reconoce hoy como pre-
requisitos para ser saludables: que la gente oprimida de Silesia tuviera derecho a comunicarse en su
propia lengua polaca a tener un gobierno autónomo elegido por ellos, además de la separación Iglesia
'Estado, que los impuestos se trasladaran de los pobres a los ricos, que se mejorara la agricultura y las
vías de acceso, y que se crearan asociaciones (cooperativas): es decir que se "empoderaran" esos grupos
de excluidos, para usar los términos de hoy. La importancia de este trabajo radica en que Virchow se
atrevió a declarar abiertamente que las causas o determinantes de las enfermedades y epidemias se
encontraban en las condiciones de vida inadecuadas de la gente pobre
• la promoción de la salud,
• la prevención de la enfermedad,
• la restauración del enfermo, y
• la rehabilitación.
Fue el primero en usar el término de PS para referirse a las acciones basadas en la educación sanitaria,
por un lado, y a las acciones del Estado para mejorar las condiciones de vida, por el otro. El Programa
de Salud propuesto por Sigerist consiste en:
A Sigerist se le puede considerar también corno el precursor de las "Escuelas Saludables" cuando
dice: "la escuela es una de las instituciones más importantes de salud pública". Su influencia se mantiene
aún en los círculos más prestigiosos de formación y discusión de la salud pública.
Otro nombre importante de este siglo es el de Thomas McKeown, quien documentó científicamente
los hechos que prueban que la reducción de la mortalidad en Inglaterra después de 1840, se debió en
mucho mayor proporción al desarrollo económico, a una mejor nutrición y a los cambios favorables en
el nivel de vida de los ingleses y no, a las intervenciones de tipo médico. En sus propias palabras: "El
progreso de la salud en los tres últimos siglos se debió esencialmente al suministro de alimentos, la
protección contra los accidentes y la limitación del número de individuos; la ciencia médica y los
servicios aportaron una importante contribución al control de los riesgos, pero un control limitado, por
medio de la inmunización y el tratamiento ... para reconocer que la mejoría de la salud probablemente
llegue en el futuro, como en el pasado, de la modificación de las condiciones que llevan a la enfermedad
más que de la intervención en el mecanismo de la enfermedad después que se ha presentado.
Estas líneas de acción guardan una estrecha relación entre ellas, de ahí que para lograr
resultados efectivos en la Promoción de la Salud se debe considerar esa interrelación. Desarrollar
acciones con énfasis en conductas individuales, sin buscar transformaciones de las condiciones de
vida, lleva a resultados poco efectivos y no sostenibles. Revisemos a continuación en qué consiste
cada una de estas líneas de acción.
Los medios a utilizar para hacer efectiva esta línea de acción son muy variados: legislación,
medidas fiscales, cambios organizativos, definición de políticas con un claro sentido saludable,
generación de políticas desde los niveles locales que recuperen la especificidad de las comunidades,
entre otros.
En una democracia de alta calidad, las instituciones ofrecen a las personas numerosas
oportunidades de participación en la deliberación, aprobación, ejecución y evaluación de las políticas
públicas. Las y los ciudadanos hacen un uso efectivo de las garantías constitucionales para la
participación en la gestión pública, influyendo en las decisiones sobre las prioridades, condiciones,
cobertura y calidad de las intervenciones estatales. Una mayoría de las personas han intervenido en al
menos una de las instancias de participación ciudadana existentes en las instituciones".
Para hacer efectivo el enfoque de los derechos en el campo de la salud es necesario partir de
procesos de democratización del conocimiento. Dos medios fundamentales en esta tarea son la
educación para la salud y la comunicación social. Una forma de hacer efectiva esta línea de acción es
mediante el desarrollo de procesos educativos, en los medios formal y no formal, orientados a: estimular
habilidades individuales para la vida cotidiana, la toma decisiones y la resolución de problemas,
favorecer el pensamiento creativo – crítico y una autoestima adecuada, promover valores solidarios y
participativos y desarrollar estilos de vida sanos. Todo ello en el marco del contexto social y político del
momento, así como en el bagaje cultural de cada localidad donde se promueva.
Hacer efectiva la reorientación de los servicios de salud implica, entre otros elementos, que:
La mercadotecnia es un instrumento ligado a los estilos de vida, como parte de los determinantes
de la salud. De acuerdo con María Teresa Del Bosque A. (1998), en mercadotecnia "se entiende el
concepto de estilos de vida como parámetros para investigar y segmentar mercados en base a sus
actitudes, intereses y opiniones. También se refiere a la tipificación de esquemas conductuales como
modos de respuesta a realidades específicas y se utiliza para identificar grupos poblacionales que
incorporan el uso o consumo de ciertos bienes o servicios a su modo de vivir"
2.2.4. Intersectorialidad:
A pesar de los efectos positivos innegables que tiene el trabajo intersectorial coordinado y
concertado, en la práctica son muchas las debilidades que muestra. Esto no quiere decir que el esfuerzo
esté agotado, más bien, cada vez se prestan más las condiciones del contexto y las demandas de la
sociedad para hacer efectiva esta potente herramienta. Un trabajo coordinado, basado en negociación y
concertación constante, teniendo como norte el bienestar de la población y aminorando el centralismo
en el interés por la propiedad de las parcelas institucionales, es un insumo fundamental para el éxito de
la Promoción de la Salud.
Aliada a la intersectorialidad, como pasos previos a lograrla o como producto de ésta, pero a la
vez trascendiéndola hacia otros ámbitos, está la herramienta de la construcción de alianzas. La cantidad
y la calidad de alianzas que se pueden generar para hacer promoción de la salud son innumerables. Los
diferentes actores sociales (población organizada, líderes comunales, ciudadanos, instituciones públicas
y privadas, organizaciones no gubernamentales y empresa privada), tienen un espacio ilimitado de
acción, en el que se pueden recrear múltiples formas de aliarse en pro de la salud.
2.2.6. Abogacía
Abogar por la salud consiste en "la acción de defender, respaldar públicamente, argumentar a
favor de, procurar el logro de, para generar la voluntad política y el apoyo material hacia la causa pública
de la salud". (Organización Panamericana de la Salud, 1998). Definitivamente la promoción de la salud
requiere de la abogacía para posicionarse en un medio que favorece y privilegia el desarrollo de la
medicina asistencial. Esta es una tarea a la que están llamados quienes están convencidos de la necesidad
de fortalecerla.
La experiencia adquirida con los programas de salud prioritarios muestra que la forma en que
están diseñados marca la diferencia: tratar de poner en pie todo un conjunto de reformas de la APS en
torno a los requisitos particulares de una sola enfermedad genera grandes ineficiencias. Ahora bien, lo
contrario es igualmente cierto. En efecto, se ha dicho que el SIDA es una metáfora de todo lo que aqueja
a los sistemas de salud y a la sociedad en general, y la respuesta mundial a la pandemia de VIH puede
considerarse también en muchos aspectos una guía para la APS. Desde sus inicios se ha fundado
firmemente en los derechos y la justicia social. Sus vínculos con grupos de alto riesgo a menudo
marginados y desfavorecidos y su preocupación por la estigmatización han dado origen a actividades
concertadas dirigidas a garantizar los derechos de dichos grupos al empleo, los servicios sociales y la
atención sanitaria. Los esfuerzos por expandir los servicios para ajustarse a las metas del acceso
universal han contribuido a poner de manifiesto las graves limitaciones que acarrea la crisis de la fuerza
de trabajo.
El reto de proporcionar tratamiento durante toda la vida en entornos con recursos limitados ha
inspirado innovaciones, como un despliegue más eficaz del escaso personal disponible por medio de la
«delegación de funciones», el uso de «defensores de los pacientes» y la inesperada instauración de las
historias clínicas electrónicas. Lo más importante es que la adopción de fórmulas basadas en la
continuidad asistencial aplicada al VIH/SIDA, que se extiende desde la prevención hasta el tratamiento
y los cuidados paliativos, ha contribuido a reactivar y reforzar aspectos fundamentales de la atención
primaria, como la integralidad, la continuidad y la centralidad de la persona.
Confrontadas a estos fenómenos, es probable que las autoridades sanitarias perciban al sector
como impotente para hacer nada que no sea tratar de mitigar las consecuencias. No puede, por sí solo,
redefinir relaciones laborales o acuerdos sobre desempleo. Tampoco tiene potestad para aumentar los
impuestos sobre el alcohol, imponer normas técnicas para los vehículos de motor o regular la migración
rural y el desarrollo de los barrios de tugurios, aunque todas estas medidas podrían reportar beneficios
sanitarios.
Es importante que el sector sanitario se asocie a otros sectores, no sólo con objeto de obtener su
colaboración para hacer frente a los problemas de salud prioritarios ya identificados, como es el caso de
las intervenciones de salud pública bien diseñadas, sino también para garantizar que se reconozca a la
salud como uno de los resultados socialmente valorados de todas las políticas. Esa acción intersectorial
era un principio fundamental de la Declaración de Alma-Ata. Sin embargo, los ministerios de salud de
muchos países han tenido que luchar para coordinarse con otros sectores o ejercer su influencia más allá
del sistema sanitario del que son oficialmente responsables. Un obstáculo importante para cosechar los
frutos de la acción intersectorial ha sido que en el sector sanitario se tiende a considerar esa colaboración
como «un intento fundamentalmente simbólico de conseguir que otros sectores ayuden a los servicios
de salud
Con frecuencia la acción intersectorial no se centra en mejorar las políticas de otros sectores,
sino en instrumentalizar sus recursos: por ejemplo, movilizando a los maestros para que ayuden a
distribuir mosquiteros o a los agentes de policía para que localicen a incumplidores del tratamiento
antituberculoso, o utilizando los medios de transporte del ministerio de agricultura para la evacuación
urgente de enfermos. Un «enfoque pangubernamental» dirigido a incluir la «salud en todas las políticas»
se rige por una lógica diferente. No parte de un problema de salud específico y estudia cómo pueden
contribuir otros sectores a resolverlo, como sería el caso, por ejemplo, de las enfermedades relacionadas
con el tabaco, sino que empieza por estudiar los efectos de las políticas agrarias, educativas,
medioambientales, fiscales, de vivienda, de transporte y de otro tipo sobre la salud, y seguidamente
intenta trabajar con esos sectores para que, al tiempo que contribuyen al bienestar y la riqueza, sus
políticas contribuyan también a la salud.
Otras políticas, tanto del sector público como del privado, pueden tener importancia para la salud desde
dos perspectivas.
■ Algunas pueden tener consecuencias adversas para la salud. A menudo, dichas consecuencias se
identifican a posteriori, como ocurre con los efectos perjudiciales de la contaminación atmosférica o
industrial. Sin embargo, en muchos casos, también es posible preverlas o detectarlas en fases tempranas.
Los responsables de la toma de decisiones en otros sectores pueden desconocer las consecuencias de
dichas decisiones, en cuyo caso la colaboración con ellos, teniendo debidamente en cuenta las metas y
los objetivos de los demás sectores, puede ser el primer paso para reducir al mínimo los efectos
perjudiciales sobre la salud.
■ Las políticas públicas formuladas por otros sectores (sobre educación, igualdad de género e inclusión
social) pueden contribuir positivamente a la salud por cauces también insospechados para dichos
sectores. Es posible potenciar sus efectos persiguiendo con mayor determinación esos resultados
sanitarios positivos como parte integrante de la política. Por ejemplo, una política de igualdad de género
sin más objetivo que ése puede redundar sin embargo en beneficios sanitarios, a menudo más
importantes de lo previsto por sus proponentes. Al colaborar para aportar un mayor reconocimiento
formal a estos resultados, la propia política de igualdad de género se ve reforzada, y las sinergias mejoran
los resultados sanitarios.
Sin embargo, en la práctica puede resultar difícil aprovechar esta circunstancia para incrementar
la autonomía y el empoderamiento ciudadano como ponen de manifiesto algunas experiencias recientes
en las que la falta de recursos, las limitaciones de las agendas o incluso la poca tradición de implicación
ciudadana son excusas esgrimidas por las autoridades políticas para limitar su desarrollo.
También distingue entre los diferentes ámbitos de participación: decisión terapéutica; desarrollo
de los servicios; evaluación de intervenciones, servicios, centros y políticas; formación y aprendizaje o
investigación. Se trata de categorías distintas que, si bien muestran interacciones, requieren métodos y
abordajes específicos. Esta tipología de la participación se completa atendiendo a si la implicación es
directa o indirecta, es decir si el paciente o el público deciden o bien los responsables de la atención o
de la gestión de los servicios tienen simplemente en cuenta sus aportaciones; si se trata de aspectos
relacionados con la atención a los individuos o a colectividades y, finalmente, si la implicación es
reactiva o proactiva, es decir si tiene que ver con la atención a un problema específico de los pacientes
o usuarios o bien se refiere a cuestiones más globales. Una tipología que puede ser útil a la hora de
desarrollar o de promover la participación ciudadana en la sanidad. Porque hasta el momento, las
distintas experiencias de participación ciudadana sanitaria en marcha no han demostrado que tuvieran
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un impacto relevante. En efecto, según una reciente revisión sobre las consecuencias de la implicación
ciudadana, “a pesar de la relativa frecuencia de su contribución a la planificación y al desarrollo de los
sistemas sanitarios en diversos países, no se ha conseguido determinar el impacto que producen en la
calidad y la efectividad de los servicios”.
Expresar estas preferencias sobre las prioridades y sobre los objetivos de los programas y de lo
s centros; sobre el tipo de organización de los servicios o, incluso, sobre las características de los
proveedores es, desde luego, una actividad participativa. Claro que la expresión se puede manifestar
electoralmente, escogiendo aquella opción política más adecuada a tales preferencias, en el caso de que
los programas electorales de los partidos explicaran clara y sinceramente sus ofertas, lo cual,
desgraciadamente no acostumbra a ocurrir.
En general se tiende a ofrecer demasiado y casi nunca se manifiesta aquello que no se quiere
llevar a cabo, lo que es más fácil de cumplir que lo que sí que se desea hacer. La contribución activa al
poder de decisión que se necesita para escoger entre las alternativas, establecer prioridades y seleccionar
los objetivos de salud de los programas sanitarios podría efectuarse mediante procedimientos
consultivos más o menos simples. Incluso los jurados ciudadanos pueden servir para descartar
intervenciones poco eficientes. Aunque en estos casos se acostumbran a diseñar estudios complejos.
Este tipo de experiencias se pueden dirigir a la valoración de la importancia relativa de los problemas
de salud actuales, con el propósito de ordenarlos en una secuencia temporal que permita afrontarlos
sucesivamente o restringir la valoración a aquellos problemas que tenemos capacidad de solucionar,
puesto que se dispone de pruebas de la eficacia de las intervenciones disponibles.
Bajo el amparo de las políticas de salud pública, entre las iniciativas de la propia ciudadanía, de
manera individual u organizada, encontramos experiencias que van desde aspectos más organizativos
que tratan de involucrarse en las decisiones de planificación, implantación y gestión de los sistemas
sanitarios, hasta otros más individuales de autogestión de la propia salud.
Por otro lado, se entiende la participación en su propio proceso de salud en lo que se refiere a
prevención, manejo y control de la salud propia, buscando información, formándose, dando su
consentimiento de manera informada a las intervenciones y tratamientos, o tomando decisiones junto
con los profesionales. Cabe destacar que cualquier forma de participación ha de basarse en un código
ético, en el cual ha de declararse de forma explícita cualquier posible conflicto de intereses.
En este contexto, y en conjunción con un creciente interés por la promoción y la protección de los
derechos del usuario, en la década de 1980 se acuña por primera vez el término «toma de decisiones
compartida». Si bien no existe en la actualidad una definición totalmente consensuada, se acepta que la
toma de decisiones compartida implica un proceso de decisión conjunta entre pacientes y profesionales
sanitarios, que tiene como principal objetivo que los pacientes estén informados y adopten un papel más
activo en las decisiones sobre su salud. En este proceso interactivo, el profesional sanitario aporta sus
Según (Martí, 2008)La participación comunitaria se entiende como una toma de conciencia
colectiva de toda la comunidad, sobre factores que frenan el crecimiento, por medio de la reflexión
crítica y la promoción de formas asociativas y organizativas que facilita el bien común; es decir, se
pretende vincular a la comunidad para la:
Investigación de sus propios problemas, necesidades y recursos existentes.
Formulación de proyectos y actividades.
Ejecución de proyectos mancomunados entre las comunidades y las Instituciones.
Evaluación de las actividades que se realizan en cada proyecto.
En la participación comunitaria es el propio grupo quien estipula las relaciones en función del
problema, al cual busca solución mediante un proyecto de desarrollo de mejoras o cambio de la
situación. Una de las características de la participación comunitaria es que busca mejorar el bienestar de
los miembros de la comunidad en función de valores que le son propios, para que la mejora pueda ser
sostenible en el tiempo. De esta manera, los problemas de la comunidad pueden ser resueltos de manera
endógena, sin requerir la iniciativa de entes externos y las soluciones se ajustan a su entorno porque
surgen del consenso de sus miembros.
Dentro del grupo de derechos se encuentran los denominados “derechos de participación”, la siguiente
gráfica muestra cuales son:
Si se analiza los derechos de participación, claramente se puede ver que en ellos se encuentran agrupados
diferentes mecanismos de democracia, la Secretaría Nacional de Planificación (SENPLADES)
considera que "el texto constitucional vigente conjuga e integra los principios y procedimientos de la
democracia representativa y de la participativa y comunitaria" (Secretaría Nacional de Planificación y
Desarrollo, 2011).
Otro aspecto a destacar en la Constitución con respecto a los derechos de participación, es que el
ciudadano puede hacer uso de ellos en forma individual o colectiva (art.95), se garantiza que todas las
formas de organización de la sociedad son reconocidas por la Constitución (art. 96).
De igual forma la participación ciudadana debe estar presente en todos los niveles de gobierno mediante
la creación de instancias de participación ciudadana en cada uno de ellos, mismas que estarán integradas
por: autoridades electas, representantes del régimen dependiente, representantes de la sociedad del
ámbito territorial de cada nivel de gobierno (art. 100).
A los derechos anteriormente mencionados hay que agregar: el derecho a ser parte de los presupuestos
participativos y el derecho a la resistencia. La participación de la ciudadanía en los diferentes niveles de
gobierno en forma práctica se establece en cinco actividades que se declaran en el siguiente gráfico.
Los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) al ser parte del Estado deben poseer sus
instancias de participación ciudadana (art. 101), dentro de los mecanismos innovadores creados para
dichas instituciones se encuentra la denominada “silla vacía”, la cual permite la participación de un
representante de la ciudadanía para que esté presente en las sesiones de los Gobiernos Autónomos
Descentralizados en función de los temas a tratarse, con el propósito de participar en su debate y en la
toma de decisiones.
“Incluye un grupo de personas que tienen intereses de salud comunes y necesidades que ellos
mismos pueden identificar o ser ayudados a identificar” (Smolensky, 1977)
“Es un grupo de personas que viven en la misma localidad y bajo el mismo gobierno; el distrito
o localidad donde vive un grupo o clase social que tiene los mismos intereses” (Morris, W., 1976)
“Es un grupo de habitantes localizados en la misma área, bajo las mismas regulaciones generales
y que tienen normas, culturas y organizaciones comunes” (Green, L. W., y Anderson, C. L., 1982)
“Es el conjunto de grupos de población que viven juntos en un lugar urbano o rural, en
condiciones específicas de organización y de cohesión social y cultural. Los miembros de la comunidad
están ligados, en grados variables, por características (étnicas, culturales, profesionales, etc.) comunes
y/o por intereses y aspiraciones que pueden devenir comunes” (San Martín, H. Y Pastor, V., 1984).
“Grupo de personas con ciertas características o intereses comunes y que viven dentro de una
misma área, dentro de una sociedad mayor” (Lehay,2001)
“Es una unidad social cuyos miembros comparten rasgos, intereses, bienes y servicios con
sentido de pertinencia y con afinidad de aspiraciones e ideales que son más relevantes en un área
geográfica definida”. (Herrera & Cartaya, 2001)
“Es un sistema de relaciones del hombre con su medio físico, biológico y social y que por
tanto se puede definir como un complejo sistema de relaciones entre el hombre y su ambiente,
desarrollados en un área geográfica definida”. (Corujo-Martínez, 2009)
En las décadas de los cincuenta y sesenta, los servicios de salud crecieron con un rápido
aumento de personal e infraestructura. Esta expansión de los servicios de salud se produjo
paralelamente a un proceso de urbanización e industrialización. En Latinoamérica, como en el resto de
los países llamados «en vías de desarrollo», se intentó reproducir los modelos del mundo occidental.
En esta época se realizaron las primeras experiencias de implicar a la población en los programas de
salud. En general, se trataba de experiencias circunscritas a determinadas áreas geográficas o
programas, aunque algunos países, como Cuba y Panamá, incorporaron mecanismos de participación
en todo el sistema de salud. Panamá introdujo estas políticas en su programa nacional con el objetivo
de transformar su modelo de salud –centrado en los hospitales y la atención curativa– en un modelo
basado en la prevención y participación comunitaria, que permitiese extender la cobertura del sistema
de salud. Cuba, con un gobierno revolucionario, incorporó la participación en todos los niveles del
sistema. Podemos decir, por tanto, que la promoción de la participación responde, por un lado, a la
necesidad de introducir cambios en la orientación del sistema de salud y, por otro, pretende lograr una
extensión en la cobertura de los servicios. (Vázquez-Navarrete, 2002)
Al final de la década de los ochenta y principios de los noventa se acaba la guerra fría y se
producen cambios en la economía global. Esta situación, junto con la crisis de la deuda externa, impuso
límites económicos severos que, con el predominio de valores neoliberales (new right), la disminución
de la autonomía de los estados debido a la internacionalización del capital y las presiones de las agencias
internacionales, llevaron a muchos países a introducir programas de ajuste estructural.
En este contexto se desarrollan, por un lado, las políticas de promoción de la salud centradas en
la participación, que ahora toma un nuevo cariz, evolucionando hacia el concepto más amplio de acción
social en salud. Por otro lado, se introducen reformas en los sistemas de salud en las que se impulsa la
reducción del papel del Estado y un modelo de mercado. Desde este marco conceptual, se percibe al
usuario como «cliente» de los servicios de salud y se espera que participe expresando su opinión de los
servicios y que éstos, a su vez, actúen consecuentemente.
Además de los cambios impuestos por el orden económico y político mundial en la última década,
los países latinoamericanos han realizado también amplias transformaciones políticas y administrativas.
Estas transformaciones incluyen la descentralización a niveles regionales o locales como una forma de
democratización de los sistemas, en un intento de acercar los niveles de decisión a los ciudadanos y
facilitar su participación en el sistema. Además, se busca de esta manera una mayor transparencia y
responsabilidad en las acciones de las instituciones públicas frente a la población a la que sirven.
Las distintas definiciones de participación en salud reflejan los valores que las sustentan y cómo
deberían expresarse en la práctica de los sistemas de salud. No obstante, no siempre sucede de la manera
esperada y, de hecho, a lo largo del último siglo se ha implementado de formas distintas y con resultados
di- versos.
En general, se pueden observar dos formas de aplicación: participación como un medio para
alcanzar unos objetivos y participación como un fin en sí misma, como un espacio democrático para el
control social de las instituciones. En los sistemas de salud de Latinoamérica se pueden encontrar
ejemplos de ambos tipos de aplicación, con un cierto predominio de la participación como medio.
Durante mucho tiempo, y aún hoy, se ha fomentado la participación en salud como medio, es
decir, como una estrategia para contribuir a mejorar la utilización de los servicios, aumentar la calidad
y complementar la financiación de los mismos. Evaluaciones de la actuación de los servicios en salud
han demostrado repetidamente que los servicios que se ofrecen no son utilizados o se consideran
infrautilizados. En este contexto, se ha considerado participación en su mínima expresión, que es la
utilización de los servicios de salud.
con la salud (p. ej., alcaldías, Ministerio de Acción social y Ministerio de Salud) y los consejos de salud
(municipal y nacional) en los que participaban empresarios, movimiento comunal, sindicatos, ONG,
sociedades jurídicas, la Iglesia, personas notables del lugar, etc.31. En una evaluación realizada en 1996
se observó que estos consejos, allí donde estaban establecidos, se habían convertido en un espacio de
lucha política de los poderes locales. En la bibliografía, no obstan- te, también se recogen ejemplos en los
que la existencia de los comités permitió un acercamiento de los servicios a la comunidad.
En este sentido, es muy común considerar como participación en salud la existencia de promotores
de salud comunitarios y parteras empíricas. En la reforma del sistema de salud de Nicaragua, la
participación comunitaria se entendía como la prestación de recursos de la comunidad a los servicios
de salud, en forma de trabajo voluntario (brigadistas y colaboradores voluntarios). También se
consideraba participación comunitaria la colaboración de las parteras empíricas con los servicios de
salud, en el sentido de participar en las capacitaciones y producir informes para los servicios sobre las
acciones que realizaban, a pesar de que las parteras empíricas son un recurso privado de salud por el
que la población debe pagar. Por otro lado, se esperaba que los consejos multisectoriales y de salud
identificaran fuentes alternativas de financiación para la implementación de los programas. Estas
fuentes podían depender, por ejemplo, de la voluntad de un «notable» del lugar para financiar parte de una
campaña. Además, también se introdujo el pago por la utilización de los servicios.
En los casos en que la participación se entiende como fin en sí misma, es decir, se basan en la
aceptación de que la población tiene el derecho de participar en las decisiones que afectan a su vida
cotidiana. En este sentido, va más allá del concepto de democracia representativa, en la que el ciudadano
participa mediante la expresión de su voto y delega las decisiones en sus representantes, y fomenta el
concepto de democracia participativa. La participación directa del ciudadano, en asuntos de su interés,
debería ser un medio para aumentar el control sobre los servicios de salud. Esta filosofía, que orientaba
las políticas de atención primaria de salud, también se refleja en algunas de las reformas de los sistemas de
salud en Latinoamérica, especialmente en aquellos países que están desarrollando procesos amplios de
transformación política y administrativa.
11.1 Factores que influyen a la ausencia de participación comunitaria por las familias
Según (Gia, 2015):
11.3 Factores que influyen a la ausencia de participación comunitaria por actores sociales
- Acceso físico
Los dilemas de acceso debido a la inseguridad, una geografía en malas condiciones de clima que
restringe las pocas oportunidades con la población y poder tener una relación de confianza para
cualquier proceso participativo Sin duda, las prohibiciones del acceso pueden generar oportunidades
para que los miembros de las poblaciones colaboren con las infraestructuras para que sean parte de los
mismos y cederle funciones.
- Acceso cultural
El “acceso cultural” vierte el obstáculo que las personas pueden encontrar para relacionarse con la
población debido a impedimentos lingüísticos y culturales. La desigualdad en las procedencias de
educación, social, idioma y el acento, por ejemplo
- En el ámbito institucional
La superioridad de las instituciones, la desigualdad en las aportaciones institucionales desfigura la
intersectorialidad y la organización. La excesiva centralización y jerarquización de la estructura
institucional unida la prioridad de programas verticales e institucionales propicia demasiados
obstáculos.
- En el ámbito técnico-profesional
La hegemonía del modelo biomédico con escaso desarrollo del enfoque biopsicosocial, las
sobrecargas de trabajo, la masificación de los servicios de atención directa y la rigidez de los modelos
organizativos. Las escasas experiencias de coordinación e intervención comunitaria y la deficiente
formación y capacitación en dinámicas grupales, educación para la salud y promoción de la salud de
participación comunitaria y de coordinación propician la falta de voluntarismo para la participación
comunitaria
Históricamente, los pueblos han enfrentado patrones sistemáticos y altos niveles de exclusión
política y cultural, violencia y racismo por parte del Estado mismo y marginación socioeconómica;
patrones que se han fortalecido por las desventajas que han sufrido en cuanto a la ausencia del goce de
sus derechos ciudadanos individuales-universales. Como consecuencia de las exclusiones estructurales
que han sufrido los pueblos a lo largo de la historia en toda la región, no han podido ejercer plenamente
sus derechos ciudadanos fundamentales y sus derechos humanos, más ampliamente comprendidos, han
sido violados sistemáticamente. (Álvarez-Santana, 2014)
Los niveles de desarrollo humano de los pueblos han sido siempre los más bajos, como reflejo
de su grave vulnerabilidad socioeconómica, a lo cual se suma la falta sistémica de acceso a los
servicios de salud y educación del Estado, por ejemplo. Los pueblos indígenas no han podido ejercer
otros derechos ciudadanos, los cuales, incluyen sus derechos sociales y culturales. Como
consecuencia, no han podido disfrutar plena o jurídicamente de su ciudadanía. Se ha comentado que
la forma prevaleciente de la ciudadanía (individual, universal) ha sido históricamente excluyente
(Bello, 2002; Kymlicka, 2004). Las palabras de Bello ilustran esta perspectiva claramente: “El
nacionalismo, identificado con el Estado, se constituyó a lo largo del tiempo en una fórmula de
inclusión ciudadana que excluye, por ser universalista, otras formas de inclusión distintas no
definidas en función del Estado nacional” (Martí, 2008)
El Ecuador, sin embargo, con el propósito de promover una real participación de los
ciudadanos en todo el ciclo de la política pública, ha insertado en la Ley Orgánica de Participación
Ciudadana un abanico de opciones de varios mecanismos de participación que aseguren un legítimo
involucramiento de los ciudadanos en la gestión, promoción, planificación, diseño y evaluación de
políticas públicas de carácter nacional y local. La generación de capacidades de la ciudadanía conlleva,
por un lado, la promoción de un entorno propicio que asegure una participación libre, activa e
informada; y, por otro lado, el fortalecimiento de las capacidades de la población, en particular de
grupos tradicionalmente excluidos, marginados y discriminados, para que esa participación sea
efectiva, incluyente y tenga una incidencia real en la toma de decisiones. Adicionalmente, la generación
de capacidades promueve la cohesión y el cumplimiento de las responsabilidades de las personas,
pueblos y comunidades, entre sí y hacia la naturaleza.
En lo que respecta al papel del Estado, dentro del logro de una real participación, un enfoque
basado en derechos humanos contribuye al desarrollo de las capacidades de funcionarios y autoridades
para cumplir con las obligaciones del Estado de respetar, proteger y hacer efectivos los derechos
humanos de todas las personas, sin discriminación, conforme lo establece la Constitución y los
Instrumentos Internacionales.
En ese contexto, la planificación sectorial debe establecer los objetivos, políticas, lineamientos
de política, metas e indicadores, dentro de una determinada temporalidad. Debe también tomar en
cuenta la dimensión anual y plurianual de la planificación, de modo que se propicie un orden de
articulación de la planificación con el ciclo presupuestario.
La participación ciudadana tiene un efecto expansivo en todos los niveles del Estado. Las
instancias de participación son espacios conformados por: autoridades electas, representantes del
régimen dependiente y representantes de la sociedad en el ámbito territorial de cada nivel de gobierno.
La máxima autoridad de cada gobierno es el responsable de la convocatoria y cuyos delegados serán
designados prioritariamente por las asambleas ciudadanas locales. Se deben de convocar, no menos de
tres veces al año.
Para su implementación se utilizan un conjunto articulado y continuo de: mecanismos, procedimientos
e instancias, que, según la norma del Ecuador, serán entre otros:
Estas se activan para la elaboración de planes y políticas locales y sectoriales, definir agendas de
desarrollo, mejorar la inversión pública, elaborar presupuestos, establecer rendición de cuentas,
responder al control social, generar procesos de comunicación entre Estado- sociedad y promover la
formación ciudadana. Algunas de ellas son de carácter obligatorias para que las máximas autoridades
de los GAD -3-, las implementen. Se hará una descripción de cada uno de ellos, cuya profundización
se puede referir a la Ley de Participación Ciudadana. Haciendo énfasis en el Consejo de Planificación
por ser la instancia en la que se activa directamente el sistema de planificación participativa entre los
GAD y la ciudadanía.
Audiencias Públicas
Cabildos Populares
Es una instancia de participación cantonal para realizar sesiones públicas de convocatoria abierta a toda
la ciudadanía, con el fin de discutir asuntos específicos vinculados a la gestión municipal.
Silla Vacía
Es la instancia que activa cada GAD en sus sesiones públicas en la
que se dispondrá de una silla vacía que será ocupada por una o un
representante, varias o varios representantes de la ciudadanía, en función de
los temas que se van a tratar, con el propósito de participar en el debate y
en la toma de decisiones. En las asambleas locales, cabildos populares o
audiencias públicas, se determinará la persona que deberá intervenir. La
persona acreditada lo hará con voz y voto. En el caso de que representen
posturas diferentes, se establecerá un mecanismo para consensuar su voto.
Si no se lograra un consenso, solo serán escuchadas sin voto.
Veedurías
Son mecanismos de seguimiento, vigilancia y fiscalización y control social de la gestión
pública, de las personas naturales o jurídicas que manejen fondos públicos, presenten servicios públicos
o desarrollen actividades de interés público, para conocer, informarse monitorear, opinar, presentar
observaciones, previo, durante o posterior a su ejecución, exigir rendición de cuentas. Es de carácter
cívico, voluntario y proactivo.
Observatorios
Se constituyen por grupos de personas u organizaciones ciudadanas que no tengan conflicto de
intereses con el objeto observado. Tendrán como objetivo elaborar diagnósticos, informes y reportes
con independencia y criterios técnicos, con el objeto de impulsar, evaluar, monitorear y vigilar el
cumplimiento de las políticas públicas.
Consejos Consultivos
Los consejos consultivos son mecanismos de asesoramiento compuestos por ciudadanas o
ciudadanos, o por organizaciones civiles que se constituyen en espacios y organismos de consulta. Las
autoridades olas instancias mixtas o paritarias podrán convocar en cualquier momento a dichos
consejos.
Consulta Previa
Se reconocerá y garantizará a las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas,
pueblos afroecuatoriano y montubio, el derecho colectivo a la consulta previa, libre e informada.
Cuando se trate respecto de planes y programas de prospección, explotación y comercialización de
recursos no renovables, ellos, a través de sus autoridades, participarán en los beneficios; y recibirán
indemnizaciones por perjuicios sociales, culturales y ambientales. La consulta que deban realizar las
autoridades competentes.
Presupuestos Participativos
Es el proceso mediante el cual, las ciudadanas y los ciudadanos, contribuyen voluntariamente
a la toma de decisiones respecto de los presupuestos estatales. Se implementarán de manera inmediata
y obligatoria en los GAD. El debate del presupuesto se llevará a cabo en el marco de los lineamientos
del Plan de Desarrollo, elaborado por el Consejo Local de Planificación del nivel territorial
correspondiente. Es deber de todos los GAD, formular los presupuestos anuales y están obligados a
brindar información y rendir cuentas de los resultados de la ejecución presupuestaria.
Rendición de cuentas
Los sistemas locales constituyen ámbitos territoriales delimitados, en los que se combinan
recursos sectoriales, extrasectoriales y locales, en interacción con la población en ellos asentada, para
promover y atender a la salud apoyándose en la estrategia de atención primaria. En los Sistemas Locales
de Salud cobran particular importancia todas las acciones dirigidas a estimular y fortalecer los procesos
de participación social, puesto que en ellos el soporte colectivo a la salud constituye un factor
primordial. En Cuba el sistema local de salud está representado por el espacio municipal el que alcanzó
un alto grado de organización y funcionabilidad desde 1976 con la adopción de una nueva estructura
político-administrativa, varios años antes de que la Organización Panamericana lo adoptara como
estrategia.
Las limitaciones que se señalaron con anterioridad en cuanto a las condiciones para el desarrollo
de la participación social fueron constatadas en un estudio de caso realizado por la Organización
Panamericana de la Salud en treinta sistemas locales de once países. La diferente interpretación que se
le da a la participación social para la salud y la reticencia de gestores y decisores para estimular a la
población a que participe, fueron los resultados más significativos de la investigación.
No obstante el análisis de las publicaciones y documentos disponibles hace pensar que, al igual
que muchas otras estrategias o tácticas operacionales como se le dio a llamar, fue útil en muchos lugares,
demandó esfuerzos de la Organización Panamericana de la Salud y de los países y dio resultados
positivos pero, aparentemente ha devenido un pensamiento transitorio, en las publicaciones de esa
organización en los últimos años de la década de 1990 apenas si mencionan esa táctica, pero a nivel
local muchas personas mantienen esa estructura en la práctica y en el discurso. Hubo lugares donde no
contó con el apoyo de las autoridades políticas en algunos casos y en otros los cambios estructurales o
no recibieron esa denominación o no llegaron a estabilizarse.
La figura siguiente presenta, en forma esquemática, las principales categorías que conforman
estas dos dimensiones. Por lo que respecta a la primera, proponernos que históricamente han existido
dos objetos primordiales de estudio: la salud y la enfermedad.
Por lo que respecta al objeto central de transformación, podemos dividirlo entre el individuo y el medio
ambiente; a su vez, es posible subdividir este último entre los componentes biológicos y físicos, por una
parte, y los sociales, por la otra.
En cuanto a "salud" se refiere tanto a la salud o enfermedad individual como a la colectiva. Tiene además
la consideración de que la definición de salud y de enfermedad no se enfocan como 2 categorías opuestas
ni de forma estática, sino como un proceso: el proceso salud o enfermedad, que puede ser definido como
"Un proceso en relación con el bienestar físico, mental y social, que es individual, particular y global,
dinámico y variable y consecuencia de múltiples factores positivos o negativos".
− "La aplicación de las ciencias sociales, biológicas y de conducta, al estudio de las poblaciones
humanas con 2 objetivos: estudio epidemiológico de las condiciones de salud, la investigación de los
servicios de salud y la respuesta Social a los problemas de salud. Su esencia es la Salud de la Población".
(J. Frenk 1991)
− Objeto de Estudio
− Regularidades
− Instituciones y Profesionales
Docencia: para la reproducción y enseñanza de los nuevos conocimientos en todos los niveles,
tanto en pregrado como en posgrado, manteniendo la educación continuada en el estudio de las
disciplinas más importantes y puntuales que la integran. La educación o capacitación es una de las tareas
más importantes. Al graduarse se le considera como un especialista o profesional de la SP y que
tradicionalmente se ha denominado salubrista o sanitarista. (Frenk, 1988)
Práctica: respuesta y acciones organizadas de la sociedad para dar solución a los problemas y
necesidades de salud de los individuos y población. Necesidad de estudiar y aplicar las Reformas de los
Sistemas y de nuevos modelos, y su perfeccionamiento. Las reformas son consideradas como procesos
de cambios estructurales profundos en lo político, lo técnico y lo administrativo, para lograr a mediano
o largo plazo, la cobertura de servicios de salud para la población y lograr: equidad, solidaridad,
universalidad, integridad, participación, descentralización. Para la práctica, la Salud Pública es
imprescindible en el cumplimiento de algunos componentes fundamentales. (Frenk, 1988)
Una de las características más importantes de los sistemas políticos es la de ofrecer mecanismos
de interacción con sus constituyentes. Los sistemas democráticos descansan significativamente sobre la
existencia de mecanismos de participación ciudadana. Cuanto mayor sea el nivel de participación
ciudadana en los procesos políticos y sociales de un país, más democrático es un sistema. El ejercicio
de la democracia depende del rol de la sociedad y sus ciudadanos. Sin participación ciudadana, la
democracia pierde su razón de ser, representatividad y legitimidad. El aumento gradual de las
democracias recientes está vinculado a los procesos de liberalización política, así como a los intentos de
extender la participación.
Conclusión
La promoción de la salud constituye un elemento esencial para lograr estilos de vida y comportamientos
saludables, que no se desarrollan a plenitud debido a los índices de pobreza y desigualdad social todavía
existentes en los países de América Latina, lo que limita el acceso a la información sobre factores y
condiciones de riesgo para la salud.
El desarrollo de la promoción de salud en América Latina sigue constituyendo un reto para los años
venideros, en cuanto a la búsqueda de una mayor integración de las decisiones económicas, sociales y
políticas, de manera que realmente pueda convertirse en un movimiento popular con una amplia
participación de toda la sociedad.
Para que un país sea próspero, lleno de justicia, paz y armonía, debe de haber una participación por parte
de los ciudadanos que vivimos en la sociedad, porque somos los que conformamos al pueblo, y sin
pueblo, no se puede hacer nada.
Es importante actuar, para que podamos realizar cambios en nuestro país; solo nos quejamos, pero no
actuamos para que tengamos algo mejor.
Bibliografía
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