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cancelaci6n apocaliprica), Lo que resultard en que nos enconcte- ‘mos, con cada vez mayor frecuencia con individuos que, en nom bredela woluntad deexplorarlasrelacioneseacelaproduccisn de sextos ode imégenes yl vida dels comunidades, s obstinen en paruciparen lageneracin de pequetasovastasecologlas culeu- ‘ales donde lainsancia dels observaciéasileaciosa, 2 la vex que la dissincin extriea entre producroresyrecepeores es reducia, GLoBALIZACION 1 Lasquecsbocd épidamente en las péginasancerores eran ls foemas principales de esa cultura de ls artes cuyos “sgnos de ‘bsolescencia® Barthes, hace un cuaro de siglo, observab. Esen- ronces que comenzabaa perder capacidad de esruceurarlasaccio- rer de lot individuos en et dominio dels ares a idea de que el arcitacs aque que, en un ceito, constituye unaaparicin separ da y saturada, por eso mismo, de exteviovidad. Ua numero cre- dente deindivduosformados en la cultura dels artes comenza ‘ban, porencoaces, 2 concebirse més bien como originadores de procesosen los cuales inervienen no slo en tanto poscedores de saberes de especialisa.o sujeros de una experiencia exreordinatia, sino como sujeoscuaesquiere aunque situadosen lugares singu- Jars de una red de elacionesy de lujs.Sujtosabocados a pro- ‘esos que conjugaa la produccién de cionesy de imagenes la composicidn derelacionessacales, campos de aesvided de exyo desplieguese espera que fivoreca ls apercurayexabilizaciin de ‘eprcios donde puedan realizar exploracionescolecivat de mn- dos comunes desplegadaracavés de multitudes de fendmenorde inra-acin. Esa es una expresion propuesta por filésofanore- americana Kasen Barsd, que a usa para refers situaciones de e ‘contacto donde los términos alanzan su definiciénen el concac- «co mismo, de modo que no puede deiese que ss idensidad pre- cada su ingreso ena elacin.»* Cuando a comienzos de losafios 90, tas el interegno del posmnodernismo“wealmente existent se volviera crecientementefrecuence que individuos formade| cen lacadicién moderna delas arts se abocaran a pricicas que suponfan menos a realizacidn de objetosconeluidos que laex- ploracidn de modosexperimentales de coexistencia de peronat Y de espacis, de imagenes tempos, sus acciones, sin embargo, responderian ana coyuncuca pasties. ‘Cuando usa palabra “coyuncur" pienso en Berry Anderson, ‘que propont,precisamence, una “explicacén coyuntutal” deese frre cambio de cultura que tenia su punto cxucal de infexién cuando, en corno a Manet, Bauidelaieo Flaubert, se generaba el pandigmna mayor del modecnismo:” Anderson, en un ensayo de hace algunos aos, sostenia que! modernismo puede entenderse ‘como "un campo defurzas riangulado pores coordenadss pri ciples La primera era “la codifiacién de un academicismo altamence formalizado en las ares visuals yen ots ates, ques su vex fue instcucionlizado en el sentido de los tegimenesoficia les del Estado ya sociedad” ain masivamentecontrolades po as chsesanstocetiasy propetrias La egunds era "el todavia inci plenteyesencialmente novedovo surgimiento, dentro de es 0- ciedades, de las cecnologits clave o invenciones dela segunda ce CE MARAD, Keen. Tothumui peemti”. Siw fre of omer nd Cab Sythe op VASE rodney Compe dr bale ea Magitnn Hale) Beane ‘Anaya 1998p. Mids voluciSn industrial”. La tercera ea “la proximidad imaginada de {a revolucign social.” El primer componente aportabe un an- ge criti de valores culeurales conor ls ewalelas Forms insur gentes de are podian medirse, pero también en trminas de las ‘uals podian en parearticularsc’. El segundo ofrecia "un pode eximila imaginativa”. El rexcero, “la beuma dela revolu in social movindose ene horzonte, ledaba “gran parte desu Iuzapocalipia"® Hace poco, Fredric jameson resumalainter- pretcin de Anderson de esta manera £m efecto, Andeson] eianguls el moderismo dene del campo de fucrns de varias corventes emergentes del soce dad europes de fins de siglo XIX. El inicio de le indus Tasca, aungue todavia geogrifcamencelimiada, cece prometer coda una nucva dindmica. En la esfera aries frien tanto, el convencioalizmo y el actdemizizo de las bllas aces prolongan una difundidasenscign de asfia «insnttiecin y generan en codos los drbitos el deseo de peur adn no temaizadas, Poe fuer sociales, el suagio politic, el cecimiento de las sindicato y ls diintos movimienoesocialisasyanarquias pparecen amenaaar ls sofocante clauses de la ska culeara Durgues y anunciar una ampliciin inoinente del espacio social. La idea no que los artisas modernos ocupan el siamo espacio que ets nuevas fueres soci, squier que maniitan una sienpaiaideolgieao un conociiento 2 tid 6364. Td iermene moins thid|p 6463 Td lgeamene odin existence ells, ances bien, que senten ema fuerza gr racial «la diana, y que su propia vocacin de cambio entice y de nucvar y més rdicle prbtcas arias se cencuenta poderosamente seforzadae inensfcads por Is conviccén de que el cambio sada se encuentra simul neamence en vgenca en ef mundo social exceron® Supongamos que quisiéramos dar una “expicacién coyncu- ral” del cambio de cultura que sostengo que ext dias x produ- ce. Que fictores seria preciso mencionar? Por un lado, claro ‘sti el conjunco de modificaciones que ha sudo la insicucién el are yl icerarua en los ilkimos sos, las eranaformacionee elas formas insttucionales y organiacionales que aseguraban la cireulacién del arte en condiciones modernas. Es que en as ultinas déeads ha seguido desplegindase (y aleanzando nuevas alcuras) un mercado del are que se centr en las peas de los grandes macstos, desde Pl Cézanne Jasper Johns, mencado cde mercancias de un tipo particular (objetos docados de la con- noraién de formas dnicas de concienciaincorporada inteio- ridad concencrada y maesea consumada’, como xctibe el his toriador Thomas Crow), que era como elsigno dela moder- nidad, pero ha esado articulindose cambiga ouo mercado que hs comado la forma —como Crow lo formula~ de una econo- mle de rercis mas que de bienes las galecas del Soho (y luego (Chelsea), en Nueva York, comenaatian, a patirdelos afos 70, JAMESON, Hi, Une mdenided ingle Hoc Fo) Buon (Ge p 117 Tad ligeamene mots ‘CROW Thomas Maer divin the Common Clore New Haven andes ‘le Univ Bes 1990p. aolecer sus clientes menos el valor quese deriva de poseet un ‘objeto dni, que e! valor de participacin y reconecimienco ‘como miembro de una escena prestigiosi ls placeres del acceso ims que los de a posesion, que serfan centrale en ese “arte de vivir yuppie” (como ollamabsa Pierre Bourdieu) que por enton cess expandia.? Al mismo tempo, oxo proceso se expandia| end univeso de las aces: una explosin delas grandes exhibicio- snes, que tendian a seguir el modelo de Dacimavta, en Kassel, de las bienals de Sto Paulo ode Veneca, y que ienenlugarahorzen ‘Suafia, en Tucquia, en Surcovea. Esta scuacién oftece nuevas ‘coasticionssy nuevas oportunidades Porn lado, lasociacisn ‘ene el areye turismo ola especulacisn inmobiiaria que le- varia certs momencineas aturas la vasta empresa del Museo Guggerinei (en Bilbao ahora, tal ver, en Ro de Jancto)~ es tun dato que nadie puede ignorar por oto lado la nueva configa- racin institucional abreotzos espacio disputable Seria preciso hablar también de ese otzo proceso que tiene lugar en ef mundo de los libzos, donde en los ilkimos aos ba sada desenvolviéndose una cisisen et apararodeedicisnydise: miacidn delo més ambicosa de a modernidad en alec esa " Pandojeamens exe movinicto hi do liad einen por uelot rrormier que como dst coeepea 9 misma. han viedo at frites inmaicaenee con el ara dense yon hr ela de ‘Froese pubes apes pes) en ges maque daa Per ao tare ervge pse acid deenapar ona moner devo eno yl, ea Cinescore rts ue onze csr on on nls msec ‘Sector open delhi ya core ‘her um deserpien dee ner ah oie eal SelB ‘Ar iced Nr ck: rtd Unie Pes 8 auticulacin de editorials independientes,suplementos de pe- Fiédicos y libreras de libzerar que consteuian la serie de las mmediaciones qu les permiclan a extor complejos alana asus lecroreslentamente, en el cuso de meses ode as, Ete sistema comensaba a encontratse invadido, lent 0 répidamente, por ‘editorials que se volvian pare de empress donde eran una tes ‘in enuna gril, nla que ocupaban una posiiga lace, subor- sinada a as estracegias del audiovisual, donde as decisions co- ‘menzaban a romarse por equipas en los cuales los editores se encontban con encargados de ventas querendlan a pivlgia la clase deesuateias de core pla queconsceulan a reglaen otras regiones dela industria de laculrara,yqueenrabanen rsonancia conel crecimiento delas cadena de bres, De este modo, pare fa producicse un progresivo estiechamiento de exe espacio que habia asepurado un lugar de comunicacién entre laexperimenta- * Mis todavis: este preseare eel momendo ea que “al vex por vvezen la historia reciente se welve poco lao si, paca los indivi KNORR CETINA, Kuen. “Trans in koowee sie le a ll Serge). ewig Cle snd bene. Anse duos, otras personas son la parte mis fscnance de suencorno?> «cuando por primera verse verifcan formas de elacin que “invo- lucran 'eaciones de objets con cosas na humanse que compicen| com y hasta cierto punto reemplazan las elaciones humanas” {La condiciin para que esto suceda esque ciertosindividuos en algunas reas “se eacionan con algunos) objets no solamente como hacedores de cosasen el marco dea acién, sina eambien como seres que experimentan sienten, ellexionan y ecueréan’.”) RIOR CETINA, Kirn y Us Brugge. “The Make ot a9 Obes of Atachnene Exploing Ponca Relant in Fecal Make Cade rnd of Siig 2, 22080) 9. omar ids p83 Soe de onium ed nen rex dedi (Roar Cina cbioun magn sabes ‘mcs gu oe produce ste haan y can slr mos Se epee ‘Scarce liboana qin Kor a hsamagae mayer pre de ‘ores yombn, ayo, una debjar dglesnnpies nes Tish pia et vides ator mane en ade ddeenantds pro ls ole squlorhamacor sue nee om sli no pen noanie—tngoese amen sung se dmesg ‘Sri ce seed y cited. de saprncny Se memane que ‘Stutc nsmalesde on seer ier, per uo moder ais snide ‘sl campo elector Eston "rte en rs eeepc comp Se tra eps prpecons ren de ‘ou inv La oven etn lo ran sanesana i ie ‘qicedcieno scold (Kno ern, "jc path Thode R'Stank, Kren Koo Cena Ee on Sip ele). he Pa ar in cee Then, ok Roe 2p Des geen ‘stint min gees fi de mpl to su la Imad denen ey ced os rsa ea ‘Sneapee coda (p61) ttc deus mar guste {qe ated deampo dea ej om rsp ela orcnceda Ly" cima npn ele Bespin iden” eran conpance eons sie eet 2 Esee mundo es, en muchos arpectot, un mundo se-encanta- do. Sélo que e-encanada de un modo postaicional. Lo que no quiere decicquesea un mundo particularmenc patfico: por cl contratio, es un mundo de violencia incremencada. ¥ un mundo de censiones nuevas: es que estos proceso se producer sobre el trsfondo de vasas dindmicas de "descolectivizacién’, par usar una expresién de Robere Castel, que desigoa de ese ‘modo al proceso que acompafia la descomposicién de las iden- tidades vineuadas la insripcién de losiedividus en los mun dos del erabsjo, que sesulea del gro posfordista del capitalism ‘que define, quizd como ninguna otra dimensisn, el perfil pro pio del presence, Es que hace tres décadas comencsbaa verificar se, de manera ms 0 menos secreta, un cieeto proceso: una re- composicin de as formas de gestin en as empresis, que cents camo abjeco dar respuesta aa eosin sstemtica de lase de sganancia que -como resultado de una malttud de faccores que zo tenemos el espacio para considerar agu~ tenia lugag, am- Dien, a finales dela década de 1960, y que algunos easayabaa. revertira eaves de una reduccin dela parcipacin del trabajo Ae ashve gue se ctenden neared de un ee Hi) Dea que lao uc er suc empires Senda utchanssequce osama eqelrcncern ws ae ceabjod {competed nq ue me coc ep came nau ide pss be eu deen “nineteen y mar encom ye etn to pete ssnlpevenlgeschabin carer ein monet) qc pr ogo Ua cmunesqeecdaunade ns cofgncion mrctinsn expo eeu ga deo esses de ojos” (Marte 16 so cen lor ingresoe (por la confrontacién deca com ls sindicaes, porlepromociéa delasubconeatacién o poruna desnaconaliacén de lot mercado de trabajo). Estos process enian lugar de ma- ‘eras mds 0 menos abierta 0 sordas seg os sities, pero ilu clan unselanzamienro dl capitalsma queensaysbalscanclacin Ge las cusulas no exricas del contrato que habia sido propio de las naciones industrials de a parguerra y de aque periferias {que incorporaban lo eencil de sus arreglosinstcucionales yle- les, sus esratgias organizacionales, sus programas econémico, Y¥ esto también es la globulizacién cealmente existence: proces mazcado por a extensiin de una “cosmactsia", como fallama John Keane, que cancelabacliusula tras cdusula de los concratot que hablen sostenido (aunque no fuera sino como ideals tegulativa) ese orden de los Estados sociales que podlan considerarse coma el tramo final de un vasto arco de desarallo ‘de una democratinaidn eigualzaciGn quest habriainiciado en las eurbulencias del siglo XIX (ala ver que se producian, en los smismos paris, las figuras de as primerasvanguardizs y cons- tiuia lo cental de ete "gobierno por socializacin” (Rose) que ceraet trasfondo no tematizado de aquello que sucedi, ene si uient siglo, en la caleura de las arcs. [Noes neceacio recordar que este proceso se hab iniciado ‘en nombre de unajustificaci provenience de cera regiones academics que proponfan una serie de elementos de doctsina “ran une les de ee poco, po empla BRENNER, Robert. The kr andthe Bur Lands, New Yr. Veo. 201 oes una fenpscr cena cose aes de madsen de oma dl ‘a Lc Eno y CeCe Murda pine serene ‘eae pots evel eapnde 4 e

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